Tras la crisis por COVID 19, se ha producido un fuerte incremento del desempleo y pobreza en nuestra región, lo que ha derivado, a su vez, en 59,7 millones de personas con hambre en América Latina y el Caribe en 2020, según reportes recabados en 2020. En tanto, al día de hoy 113 millones de latinoamericanos y caribeños no pueden costearse una dieta saludable. Incluso, en América septentrional y Europa, donde se registran las tasas más bajas de inseguridad alimentaria, la prevalencia aumentó: allí cerca de 20 millones de personas tampoco tienen a su alcance una dieta saludable.
Ante dicho contexto, el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, ha convocado a todos los actores de la sociedad a ser parte de la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021, cuyo fin es impulsar acciones para lograr sistemas alimentarios más saludables, sostenibles e inclusivos.
El Poder de los parlamentos
Los parlamentos pueden y deben jugar un papel relevante a modo de posicionar la lucha contra el hambre y la malnutrición como un asunto estratégico para las políticas que apuntan a una recuperación transformadora.
Las y los legisladores no sólo aprueban leyes y presupuestos en representación de sus ciudadanos y ciudadanas, también pueden realizar acciones de control político para que las leyes se cumplan y tengan impacto, asegurando que el ODS2 “Hambre Cero” esté en lo más alto de las agendas políticas de sus países.
Aportes del Frente Parlamentario contra el Hambre
El 3 de agosto de 2021 se realizó el primer “Diálogo independiente rumbo a la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios” organizado por el Frente Parlamentario contra el Hambre con el apoyo de la Alianza Parlamentaria Española por el Derecho a la Alimentación, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Cooperación Española (mediante el proyecto Apoyo a la Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre) y el programa Mesoamérica sin Hambre AMEXCID-FAO.
Las y los parlamentarios que asistieron al diálogo prepararon una propuesta de compromisos y recomendaciones que será puesto a disposición de la Cumbre de los Sistemas Alimentarios.
Se trata de un conjunto de orientaciones de que están estructuradas en base a las cinco vías de acción de la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021 y a una vía transversal adicional (propuesta por el Frente) referente a la igualdad de género y la generación de alianzas, que se consideró relevante para el logro de los objetivos de la Cumbre.
Acciones parlamentarias para una alimentación y entornos saludables, una agricultura familiar sostenible, reducir la pérdida y desperdicio de alimentos, garantizar el derecho a saber lo que comemos, la inclusión del enfoque de género para lograr seguridad alimentaria, el fomento de la agroecología, fueron algunas de las orientaciones acordadas para ser integradas en el documento.
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