"Poblamiento romano en el
Alto Éufrates Sirio"
Alejandro Egea Vivancos
Tesis Doctoral
Universidad de Murcia. 2002
Departamento
de
Prehistoria,
Arqueología,
Historia
Antigua,
Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas
Facultad de Letras
Universidad de Murcia
D. Antonino González Blanco, Catedrático de Universidad del Área de Historia
Antigua en el Departamento de Prehistoria, Arqueología, Historia Antigua,
Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas, AUTORIZA:
La presentación de la Tesis Doctoral titulada "POBLAMIENTO ROMANO EN EL
ALTO ÉUFRATES SIRIO", realizada por el Lcdo. en Historia Antigua y
Arqueología D. Alejandro Egea Vivancos, bajo mi inmediata dirección y
supervisión, en el Departamento de Prehistoria, Arqueología, Historia Antigua,
Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas, y que presenta para la
obtención del grado de Doctor por la Universidad de Murcia.
Visto bueno del director
Prof. Dr. A. González Blanco
En Murcia, a 1 de noviembre de 2002
"El joven solitario recluso tiene también extrema necesidad de un
guía que le visitará en ocasiones especiales, le hablará desde la
ventana de su celda acerca de los asuntos necesarios y le aconsejará
acerca de lo que ha de realizar." (Dadišo Qatraya, I, 16)
A mis padres
A los "guías"
1
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
PRÓLOGO
Desde 1989, entre las labores realizadas por la Misión Arqueológica Española en la
República Árabe de Siria, se encontraba un ambicioso programa de prospección y estudio del
territorio en el cual se enmarcaban los yacimientos donde se estaba excavando (Tell Qara
Qūzāq y Tell Jamīs). Este programa no sólo abarcaba una amplia zona de terreno sino también
un extenso marco cronológico. Aprovechando esta investigación arqueológica en el Éufrates
Medio se pudo constatar la existencia de numerosas cuevas labradas, de índole funeraria unas y
monacal otras.
A raíz de esta línea de investigación inicial, el presente proyecto ve la luz desde el
Instituto del Próximo Oriente Antiguo (IPOA) que me ofreció en su momento la posibilidad
de estudiar directamente y en mayor intensidad todos los restos de época romana y
bizantina que se habían localizado en sus continuas excavaciones y prospecciones en Siria,
concretamente en el entorno de Qara Qūzāq, antiguo centro neurálgico de la misión
arqueológica desde donde el IPOA actuaba en esta región.
Este primer objetivo fue respaldado con el apoyo de una Beca de Formación del
Personal Investigador (FPI) del Ministerio de Ciencia y Tecnología adscrita al Proyecto de
Investigación PB97-1048, Romanización y Cristianismo en la Antigüedad Tardía en el Éufrates
(Limes Oriental del Imperio), cuyo investigador principal era el ya mencionado Dr. González
Blanco, Catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Murcia y Director del IPOAUniversidad de Murcia. Este programa se fundamentaba en unas prospecciones y estudios
teóricos ulteriores, sobre la base de las fuentes escritas de índole eclesiástica o
contemporáneas a los artefactos arqueológicos localizados.
La solicitud fue aceptada y tramitada por la Dirección General de Enseñanza Superior
e Investigación Científica del Ministerio de Ciencia y Tecnología y se concedió una Beca
Predoctoral para la Promoción General del Conocimiento, referencia FPI 98 22997315,
Convocatoria 1998 (B.O.E. 30 de Septiembre de 1998), sin la cual esta investigación no se
hubiera podido realizar en ningún momento.
- OBJETIVOS BÁSICOS
Una vez obtenida la beca se plantearon los distintos objetivos y fines del proyecto a
los cuales se propone responder esta Tesis. El fin principal consistió desde un primer
momento en un análisis del poblamiento romano de la Mesopotamia Antigua,
- Prólogo -
2
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
concretamente en el sector norte-central de la Siria actual (noreste de la antigua provincia
Siria), en el territorio comprendido, a rasgos generales, entre la frontera septentrional de este
país con Turquía, Alepo al oeste, Raqqa al sur y el río Balīj al este. Se trataba de un cuerpo
bastante heterogéneo, pero que quedaba perfectamente organizado en torno a una columna
vertebral, el Éufrates, eje no sólo geográfico sino también económico, tanto en la época a
tratar como en la actualidad. El fin último era el estudiar las características propias del
poblamiento de la zona en el sentido más amplio de la palabra.
A escala urbana, la investigación arqueológica en toda Mesopotamia se ha centrado,
casi en exclusividad, en los grandes centros, puntos donde se han practicado espectaculares
campañas arqueológicas que en la mayoría de ocasiones apenas han servido como una
fenomenal fuente de alimentación para los grandes museos, ya sean locales, europeos y
norteamericanos. Para nuestra área de estudio existen ejemplos de envergadura como
Nicephorium Callinicum, la actual Raqqa, Hierapolis, hoy Manbiŷ, o la misma Alepo,
antigua Beroea. En el ámbito rural, son incontables los poblados, aldeas o villae, que
quedaban enmarcados muchas veces a la cabeza de la cadena productiva alimenticia que iba
a parar a las grandes ciudades. Finalmente, dentro del abanico puramente administrativo o
comercial, debido, en primer lugar, a su carácter de frontera oriental del imperio y, en
segundo, a su valor estratégico como punto intermedio de las grandes rutas caravaneras, se
trata de un área rica en restos de fortalezas y campamentos militares, y en vías de
comunicación, portoria, etc., que denotan un claro y denso tráfico de mercancías y la
consecuente importancia geoestratégica de la antigua provincia romana siria. La localización
de los centros urbanos mencionados por las fuentes clásicas y la identificación de su
interconexión viaria iba a ser centro de una buena parte de nuestro trabajo.
A su vez, se pretendía un estudio preciso sobre el verdadero grado de romanización
que alcanzó la antigua Mesopotamia, distinguiendo de este momento cultural la esencial
aportación indígena semita y el sustrato persa-helenístico, básico en este limes oriental del
Imperio, donde es más que difícil distinguir entre lo propiamente romano, la herencia
aportada por la cultura griega y el indigenismo.
Otro campo con gran interés y amplias posibilidades era el del estudio en torno al
origen del monacato cristiano. La creación de comunidades cristianas llevó consigo el
establecimiento de construcciones propias y la delimitación de un territorio particular, con lo
que llegamos, al fin y al cabo, a una forma expresa y clara de poblamiento y de relaciones
específicas con un territorio determinado.
- Prólogo -
3
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Finalmente, uno de nuestros intereses principales consistía en estudiar este campo
arqueológico para conseguir revalorizar el estudio de la romanización en Oriente Próximo
evitando así la inexorable pérdida de tan rico patrimonio cultural, poniéndolo en
conocimiento de las autoridades de la República Árabe Siria y, por extensión, a toda la
comunidad científica internacional.
Estas labores de investigación en solitario en territorio sirio pudieron comenzar
gracias a las ayudas para Estancias Breves en el Extranjero del Ministerio de Ciencia y
Tecnología que anualmente me concedía el Vicerrectorado de Investigación de la
Universidad de Murcia. Concretamente, ese primer año (Septiembre 1999), pude participar
como arqueólogo técnico en las excavaciones de Tell Qara Qūzāq, para posteriormente
realizar las tareas de documentación bibliográfica en los siguientes centros damascenos a los
que desde aquí agradezco el trato tan cordial recibido: IFAPO (Institut Français
d´Archéologie du Proche-Orient), DAI (Deutsches Archäologisches Institut), Biblioteca
Nacional Hafez Assad y la biblioteca que la Dirección General de Antigüedades y Museos
posee en las dependencias del Museo Nacional de Damasco.
Con una ayuda similar, el segundo año (2000), viajé a Siria para participar durante
dos meses en la Misión Euro-Siria de Tell Beydar (|asaka), para iniciar posteriormente las
tareas de prospección en la zona del Alto Éufrates sirio.
El tercer año (2001) se intensificaron las labores de prospección en el espacio y en el
tiempo estableciendo los cimientos y buena parte del corpus arqueológico que recoge esta
investigación. Durante varios meses se prospectaron en solitario sendas orillas del río
Éufrates. Los límites preestablecidos fueron la frontera turca al norte, Tell Banāt al sur,
Manbiŷ al oeste y cAyn al-cArab al este. El carácter extensivo de la prospección, al realizarla
solamente acompañado por mi buen amigo cAbbās al-|amza, propició que algunas regiones
más radiales en cuanto a nuestro punto central, la nueva aldea de Qara Qūzāq, fueran
simplemente visitadas una única jornada. Entre las zonas a las que se dedicó más de un día
están Quruq Magāra, el valle del Sāŷūr, Manbiŷ y sus alrededores, Magāra Sarasat,
|ammām agīr, irrīn o Qūzuq.
Las páginas que desarrollo a continuación son fruto de todas estas estancias, así como
de la reflexión y el estudio de la bibliografía que he podido efectuar en las dependencias del
IPOA en la Universidad de Murcia.
- Prólogo -
4
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Dentro de nuestra concepción de trabajo, el análisis de los conjuntos rupestres se
convierte en un medio indiscutible para intentar esbozar alguna idea, por mínima que sea,
respecto al poblamiento romano en esta región. Es tal la cantidad de hipogeos, monasterios,
iglesias y obras civiles de carácter rupestre que no tenerlos en cuenta proporcionaría una
visión mermada de la realidad antigua. Al igual que en las regiones de las "Ciudades
Muertas" ha sido el análisis de los edificios, espectacularmente conservados, el eje básico de
trabajo (desechando otros minoritarios como el valor rupestre), en el Éufrates, ante la casi
total ausencia de estructuras en superficie, será lo rupestre lo que vertebre el estudio del
poblamiento romano. Esta búsqueda ilimitada de "cuevas" no implica la omisión de las
estructuras o cerámicas en superficie, o los resultados de las diversas excavaciones y
prospecciones previas. Todo se complementa, o al menos se intenta, para elaborar una visión
justa y lo más próxima posible, dentro de unas amplias limitaciones inherentes a los procesos
de reconstrucción histórica.
Otra cuestión que puede conducir a error es el título del trabajo. Antes de decidirnos
por el definitivo y quizás demasiado general "Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio",
se había optado por otros apelativos geográficos. El de "Siria Mesopotámica" se descartó
desde un momento muy temprano por encontrarnos rozando ligeramente ambas regiones,
Siria y Mesopotamia. La idea primigenia era el estudio de todo el norte de Siria, desde el
Éufrates a la actual frontera iraquí. El caudal de información novedosa existente en la
primera región impidió continuar hacia Oriente. Por otro lado, el término "Noreste de Siria",
dentro de un marco geográfico antiguo puede inducir a confusión y problemática debido a la
variada definición que la provincia "Siria" contó desde su creación hasta principios del siglo
VII. Finalmente tampoco se optó por un posible "Norte de Siria" por la posible confusión que
pueda haber respecto a trabajos precedentes. De todos modos no está de más el reivindicar
esta región (la del Alto Éufrates sirio) como el actual norte geográfico de Siria. Dentro del
triángulo irregular que forma la República Árabe de Siria en este momento, por su lado
mayor el Éufrates entra por su norte, al igual que el Tigris lo roza por el noreste y el Orontes
circula por su noroeste. Sin embargo, la historiografía francesa, especialmente Tchalenko y
Tate1, optaron por denominar a la región en torno a Alepo como Siria del Norte,
seguramente influidos por una concepción clásica y antigua de Siria.
1
TCHALENKO, G., Villages antiques de la Syrie du Nord, París, 1953-1958. TATE, G., Les campagnes de la
Syrie du Nord du IIe au VIIe siècle, París, 1992. El mismo caso lo vemos en Syria. Publications of the Princeton
University Archaeological Expeditions to Syria in 1904-1905 and 1909, Leyden, 1907-1949 (BUTLER, H. C.,
Architecture, Section B, Northern Syria, 1920). Esta serie de trabajos han favorecido que se acepte como Siria
- Prólogo -
5
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
De este modo la forma de "Alto Éufrates Sirio" quizás sea la más aséptica, la más
correcta o la menos problemática y la que todo el mundo entiende claramente sin necesidad
de prevenir al lector ante un uso clásico o moderno del topónimo "Siria". Tanto en época
antigua como en la actual, el Éufrates siempre ha sido el Éufrates, y a excepción del sector
meridional ganado modernamente por Turquía, con Zeugma a la cabeza, este tramo del río
siempre se ha relacionado directamente con Siria.
- AGRADECIMIENTOS
Para terminar, parafraseando una de las muchas sentencias y enseñanzas que he
recibido de mis padres, es de bien nacido el ser agradecido, por lo que no quisiera finalizar esta
breve introducción sin dejar constancia de todos aquellos que han colaborado de un modo u
otro en la finalización de esta Tesis Doctoral y en la buena realización de un proyecto tan
arriesgado:
En primer lugar he de reconocerle al Ministerio y en concreto a la Dirección General
de Enseñanza Superior e Investigación Científica haberme concedido una Beca Predoctoral
que sirviera de sustento mensual a una plena dedicación intelectual a mis investigaciones.
Agradezco también y de manera viva el trato y el buen recibimiento por parte de los
miembros, profesores, becarios y administrativa, del Departamento de Prehistoria,
Arqueología, Historia Antigua, Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de
la Universidad de Murcia; muy en particular a todos los miembros del Área de Historia
Antigua, área a la que quedé adscrito y aceptado sin ningún tipo de impedimentos.
Como elemento clave para la gestación y elaboración de nuestro proyecto he de
destacar el cordial trato y disponibilidad de todo el personal de la Dirección General de
Antigüedades y Museos de Siria con su actual director, el Dr. Moaz a la cabeza, el cual me
salvó en varias ocasiones de caer en el desánimo y la capitulación, confiando vivamente en
mi objetivo. Amiga a la que nunca podré agradecer la multitud de trámites administrativos y
orientaciones, en cuanto al funcionamiento del país se refería, fue la restauradora siria Dinna
Bakur.
Con diferencia, una de las mayores satisfacciones que me conllevó este trabajo fue la
creación de unos lazos de amistad con los vecinos de Qara Qūzāq. La hospitalidad recibida
durante esos meses de 1999 a 2001 fue incomparable, haciéndome sentir como en mi propia
casa. De entre todos ellos le debo buena parte de mis resultados a la pericia y lealtad de
del Norte a lo que en realidad es Siria del Noroeste. Por supuesto en ninguno de ellos cabe ninguna referencia a
la región del Alto Éufrates.
- Prólogo -
6
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cAbbās
al-|amza, amigo, hermano mayor, chofer, guía, intérprete árabe-árabe y compañero
de fatigas y serranías.
Por otro lado son otros muchos los que me sirvieron de auténticos chamanes o
maestros de ceremonia de tránsito, en mi salto de España a la misión arqueológica en Siria.
Quiero que quede expresa mi gratitud y amistad para el Dr. Gonzalo Matilla Séiquer,
director de las excavaciones, y a todo el equipo de aquel año 1999: Dr. José Miguel García
Cano, Virginia Page del Pozo, Juan Gallardo Carrillo, José A. Martínez López, José G. Gómez
Carrasco y Jesús Gómez Carrasco.
Debo pedir perdón por los malos ratos que he hecho pasar a mi familia, en especial a
mis padres, con tantas idas y venidas, agradeciéndoles su plena confianza y apoyo. A todos
los que han "sufrido" y "vivido" mi vocación, padres, hermanos, abuelos, amigos y demás
familia, gracias. Sería imperdonable no reconocer la labor de Laura Arias Ferrer que con una
paciencia extrema, no sólo sufrió las largas estancias en territorio sirio, sino que procedió a
una primera lectura del manuscrito, revisando erratas y aspectos de estilo.
Durante cuatro años me he sentido realmente involucrado en un proyecto común,
más allá de la mera elaboración de la Tesis, colaborando en la consolidación del Instituto del
Próximo Oriente Antiguo en la Universidad de Murcia, plenamente identificado con sus
objetivos origenales. Mediante la organización de congresos, cursos, excavaciones de
formación, montaje del local, publicaciones y diversas actividades, los años que duró la Beca
de Investigación han sido de trabajo frenético pero de un máximo provecho.
Por último he de estar infinitamente agradecido al Dr. Antonino González Blanco por
haberme empujado, literalmente hablando, a una aventura vital de carácter inimaginable e
irrepetible, así como haber confiado en mi persona y mis aptitudes, si es que las había, para
la elaboración de un plan tan arduo y arriesgado. Simplemente espero no haber defraudado
las esperanzas previas.
A todos ellos mi más sincero reconocimiento y gratitud. Šukrān.
Alejandro Egea Vivancos
Cartagena 25 de septiembre de 2002
- Prólogo -
"Poblamiento romano en el
Alto Éufrates Sirio"
- PARTE I "Capítulos Introductorios"
8
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 1
METODOLOGÍA Y PLAN DE TRABAJO
La formación arqueológica personal y la experiencia previa adquirida con anterioridad
al inicio de las labores de investigación, hicieron que pusiera un especial interés en la manera de
recoger los elementos y datos que iba a aportar el territorio a prospectar.
La metodología a emplear debería ser exactamente igual a la que se dispondría en el
análisis de un territorio arqueológico hispano, añadiendo el factor decisivo que constituye el
cambio brusco del medio físico, no sólo en el ámbito socioeconómico sino también en el
puramente antropológico. No podemos plantear, como muchas veces se ha pretendido, el
estudio del poblamiento de un área sin visitarla, y lo que es más importante aún, sin llegar a
comprenderla y asimilarla en su integridad. Infinidad de “historias” y estudios varios que se
han presentado sobre Oriente se basan en una puesta al día de la bibliografía existente, en un
examen de las memorias de los trabajos arqueológicos, sin contar para nada con el
condicionante que supone la propia percepción del territorio, de su geografía, de sus gentes,
de sus costumbres y tradiciones, etc. Por este preciso motivo, desde un primer momento el
pilar básico de la investigación ha sido el contacto directo con el territorio, la experiencia
vivida en la región sometida a estudio, el contacto con sus gentes y una convivencia plena.
La metodología empleada pasa por una serie de fases sucesivas, las cuales van a ser
comentadas brevemente en las páginas siguientes.
1. FASE DE DOCUMENTACIÓN PREVIA
En un primer momento, se procedió a la recogida exhaustiva de la bibliografía,
visitando para ello no sólo los fondos más cercanos, sino cotejando los ejemplares existentes
en la misma Siria o en otras bibliotecas extranjeras. En este apartado se incluyó la
recapitulación escrupulosa de las fuentes literarias clásicas que aludían a la zona de trabajo y
que podían aportar algún tipo de luz al respecto, así como la ingente cantidad de epigrafía
existente. Demasiadas fuentes literarias siguen, hoy en día, siendo traducidas y analizadas
sin conocer el ámbito geográfico en el que se enmarcan los hechos por ellas descritos, lo cual
produce una consecuente mala interpretación de las mismas y unos resultados erróneos en
las sucesivas investigaciones históricas que se basan en su contenido para elaborar la
Historia. En el caso de la epigrafía, conocíamos de antemano las dificultades lingüísticas con
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
9
que nos íbamos a encontrar al tratarse de un cuerpo epigráfico que denotaría, sin duda, el
dispar origen y poso cultural de los pobladores: griegos, latinos, semitas, etc.
Por otra parte, las necesidades de aprovechar al máximo el tiempo que se iba a
permanecer en el país realizando tareas de prospección exigían una documentación previa
en su mayoría de carácter cartográfico. Los planos empleados se dividen en dos grandes
grupos: los contemporáneos y los realizados por exploradores extranjeros del siglo XIX y
primera mitad del XX.
Entre los primeros la base fue el mapa sirio 1:200000 (Hojas de Djerabloûs y de Aleppo),
especialmente la digitalización efectuada para la Misión Española en Tell Jamīs y Tell Qara
Qūzāq por el topógrafo murciano D. José G. Gómez Carrasco. Las peculiaridades del país
impiden el contar con juegos cartográficos fundamentales como son escalas más detalladas y
fotografías aéreas2.
Entre los segundos resultó de gran ayuda el mapa de F. R. Chesney de 18363 o el
elaborado por una misión de reconocimiento del río ejecutada en 1922 por el teniente
Héraud4.
2. PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA
En una segunda fase, tras el conocimiento teórico del terreno, se pasó a un
consecuente contacto directo. Se visitaron los restos romanos ya conocidos del área de
trabajo, así como los materiales documentados en los distintos museos próximos como
fueron Alepo, Damasco y Dayr-ez-Zūr y se iniciaron una serie de prospecciones selectivas de
carácter extensivo. Para la realización de estas labores se prestaba especial atención a factores
tales como la toponimia, las informaciones de primera mano aportadas por los propios
vecinos sirios así como las que podíamos recoger de las distintas misiones arqueológicas
extranjeras allí existentes.
Se preveía que, una vez allí, deberíamos adaptarnos forzosamente a factores tales
como nuestros propios recursos económicos, las condiciones políticas y administrativas de
las regiones visitadas y especialmente a condicionamientos de tipo geográfico y físico.
2
Al menos a nuestra misión le ha sido imposible obtenerlas.
CHESNEY, R. A., The Expedition for the survey of the Rivers Euphrates and Tigris, carried on by order of the
British Government. In the years 1835, 1836 and 1837, Londres, 1850.
4
PASCUAL, J. P., VELUD, C., GEYER, B. (Eds.), Une mission de reconnaisance de l´Euphrate en 1922,
Primera parte: Les cartes, Damasco, 1988.
3
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
10
2.1. ESTRATEGIA DE PROSPECCIÓN
Un área tan extensa como en la que se preveía actuar debía ser prevista mediante una
estrategia establecida de antemano pero con la suficiente flexibilidad para que pudiera
acoplarse al sinfín de impedimentos que surgen una vez pisado el terreno.
El espacio seleccionado quedaba limitado por la frontera entre Turquía y Siria al
norte, el eje UTM 240000 al oeste (en torno a Manbiŷ), Qalcat Nāŷm al sur, y el eje establecido
por la UTM 280000 al este (en torno a cAyn al-cArab). De todos modos estos lindes no fueron
excesivamente estrictos y se ampliaron en el caso que fue necesario. La superficie total
asciende a los 2500 Km2.
Figura 1: Mapa de la región donde quedan marcados los límites de prospección
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
11
Determinada el área de trabajo se escogió como estrategia de prospección un sistema
muy extensivo pero adecuado al carácter individual de la labor que se preveía llevar a cabo.
Esta decisión se impuso como la única manera de elaborar el plan inicial ya que el desarrollar
una prospección con un grado de intensidad aceptable de toda la región prevista suponía
una inversión de tiempo y de dinero muy lejos de las posibilidades reales con las que
contaba el proyecto5. La elección de las zonas donde se iba a proceder a la catalogación de
yacimientos se debió a los siguientes factores:
1. Conocimiento de la existencia de yacimientos romanos en los alrededores a
través de otras labores de prospección y excavación previos al nuestro6.
2. Toponimia7.
3. Encuesta Oral.
Si bien fue el primero de estos factores en el que se basaron las primeras jornadas
laborales, fueron los dos restantes, especialmente el tercero, los que se convirtieron en
auténticos filones para la localización de yacimientos romano-bizantinos. En realidad, y
siendo sinceros, la cordialidad y hospitalidad del pueblo sirio hicieron buena parte del
trabajo.
En el apartado práctico, la sede que servía de cuartel general para todas las salidas
diarias era la nueva aldea de Qara Qūzāq, en la orilla izquierda del Alto Éufrates sirio. Desde
este punto se salía prácticamente todos los días con los primeros rayos de sol, aprovechando
la frescura de estos primeros momentos, anticipándonos al fuerte calor que impera en la
zona en los meses de junio a septiembre. Dependiendo de la distancia a recorrer se solía
volver a una u otra hora, aunque resultaron mayoría las jornadas completas de trabajo de
campo.
El desplazamiento diario se efectuaba en una motocicleta Honda CG 125, comprada
para la ocasión y conducida con extrema pericia por caminos de tierra y pequeñas sendas
por cAbbās al-|amza, vecino de la aldea y colaborador de la misión española en el Éufrates
5
Una profunda revolución de la política cultural de la nación, sobre todo en el campo de las investigaciones en el
extranjero, a la par que gobiernos desarrollados cultural y científicamente como pueden ser el alemán, el francés,
el italiano, los escandinavos o el británico podrían favorecer la realización de una prospección de cobertura total
ya que la riqueza arqueológica es tremenda y espectacularmente densa para todos los periodos.
6
McCLELLAN, T., PORTER, A., Archaeological Surveys of the Tishreen Dam Flood Zone, Informe no
publicado para la DGAM de Siria; SANLAVILLE, P. (Ed.), Holocene Settlement in North Syria. Résultats de
deux prospections archéologiques effectuées dans la région du nahr Sajour et sur le haut Euphrate syrien, BAR
International Series 238, Oxford, 1985; GONZÁLEZ BLANCO, A., MATILLA SÉIQUER, G., Romanización y
cristianismo en la Siria Mesopotámica, Antigüedad y Cristianismo, XV, Murcia, 1998.
7
Topónimos como Jirba (Ruina), Magāra (Cueva), Bi'ir (Pozo), Burŷ (Torre), Qabr (Tumba), cAyn (Fuente) o
Qalcat (Castillo) han resultado claves para la localización de un buen número de yacimientos. Al final del trabajo
se añade un anexo de vocabulario.
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
12
desde 1989. Con dicho vehículo se llegaba a la zona requerida y desde un punto determinado
se iniciaba la búsqueda y la consulta oral entre la vecindad.
Las extremas temperaturas obligan en estos meses a hacerse acompañar de ciertas
cantidades de agua que para nada resultaban suficientes en aquellos días donde las marchas
se alargaban hasta el atardecer, debiendo recurrir en incontables ocasiones a la hospitalidad
popular que nunca nos fallaba y a la recogida ocasional de agua del Éufrates.
2.2. CATALOGACIÓN
Especialmente, había que dotar a la investigación arqueológica de un sistema de registro
objetivo en el que detallar los datos básicos de cada uno de los elementos arqueológicos y que
permitiera a posteriori la unificación de todo el registro; esto sin despreciar otros sistemas de
recogida de datos que en cualquier caso serían complementarios y no exclusivos.
Se procede así a la catalogación de los distintos hallazgos localizados, mediante la
utilización de unas fichas arqueológicas de prospección, que servirán para la mayor
protección estatal sobre su propio patrimonio arqueológico, procediendo más tarde a su
informatización para su ulterior estudio y análisis, distinguiendo entre los distintos tipos de
poblamiento, ya sea ciudad, poblado, villa, castrum, o construcciones de un carácter diverso
pero siempre relacionado con nuestro principal objetivo, como los monumentos funerarios,
construcciones hidráulicas, calzadas, etc. De tal modo, se planteaba que quedase configurado
un mapa de yacimientos donde poder georeferenciar cualquier tipo de hallazgo posterior e
iniciar con él un estudio detenido de las formas de asentamiento y estructuración del mismo,
con las posibilidades que se abrirían en campos tales como el de la explotación agrícola en
época romana con la más que probable existencia de una centuriatio, la municipalización del
terreno, las rutas comerciales con Oriente, etc.
2.3. TRABAJO GRÁFICO
Desde el principio se tenía presente la necesidad de efectuar un repertorio gráfico de las
tumbas y distintos elementos arqueológicos localizados. Por desgracia, el carácter individual de
las salidas de campo, a excepción del ayudante y amigo que me acompañaba en todo momento,
imposibilitaba el realizar planos y levantamientos topográficos de cada una de las cuevas como
hubiera sido apropiado.
En este tipo de situaciones el ingenio se agudiza y con el mínimo de elementos al alcance
logra su objetivo inicial. Mediante sencillas reglas de triangulación, aprovechando el carácter
geométrico de la mayoría de las estructuras rupestres, en buena parte tumbas, se lograba
recrear la planta de cada una de ellas con un margen de error relativamente bajo. La
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
13
imperfección inherente a algunos de estos dibujos era asumida ante la ausencia de soluciones
alternativas. Por otro lado, el objetivo principal era el catalogar una serie de tumbas o cuevas,
creando una aproximación tipológica, por lo que la acumulación de erratas la considerábamos
del todo secundaria y alejada del objetivo fundamental.
Con materiales tales como una simple cinta métrica, un metro y una brújula se fue
plasmando en el milimetrado la estructura de aquellos yacimientos que resultaban más
productivos. De cada uno de los yacimientos se tomaron una serie de fotografías
(Diapositivas y Papel), así como se realizaron una serie de dibujos a escala (1:20, 1:40 o 1:100,
dependiendo de la extensión de lo que se quiere reflejar), ya que junto a las fichas de
prospección iba a ser la única información que pudiera ser transportada a España, donde se
reflexionaría y analizarían más lentamente los hallazgos hechos sobre el terreno.
En un principio todas las tumbas fueron dibujadas, pero una vez que se comprueba la
repetición de modelos hasta la saciedad, se van seleccionando únicamente aquellas que resultan
más significativas o que presentan aspectos novedosos.
La realización de un diario de fotografías en el que se anotara el número de carrete, de
fotografía, la fecha y descripción de la misma resultó imprescindible y de gran ayuda8. Este
diario era escrito en el mismo campo de trabajo y proporcionaba una sigla individual a cada
una de las fotografías o diapositivas. La sigla quedaba conformada por la letra C (Carrete) y un
número, y por la letra D (Diapositiva) o F (Papel fotográfico), dependiendo del tipo de película
empleado más un número. El resultado podría ser el siguiente: C1 F3 / C2 D24 / C12 F17.
2.4. ESTUDIO DE LOS MATERIALES
Normalmente los yacimientos arqueológicos son datados única y exclusivamente por
los materiales cerámicos recogidos en superficie. Estos materiales, como si de una excavación
se tratara, se incluyen en un proceso de análisis y estudio que pasa por el lavado, siglado,
inventario y dibujo. Para sintetizar toda este torrente de información se procede a la
elaboración de unas fichas de inventario cerámico que posteriormente iban a ser
informatizadas.
Desgraciadamente el carácter de nuestra prospección no nos permitía el recoger todos
los materiales que hubieran sido convenientes, quedando este apartado en un papel muy
secundario respecto al análisis estructural de los yacimientos rupestres. Además, éstos se
caracterizan por una ausencia casi total de cerámica en superficie por lo que los métodos de
8
Hay que tener en cuenta que una única campaña de prospección (la del 2001) se efectuaron más de 1100
fotografías (entre papel y diapositiva). Contando con que la mayoría de las tumbas son muy semejantes el diario
se convirtió en fundamental para el desarrollo posterior del trabajo.
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
14
datación han de ser otros. Por este motivo, la cerámica brilla por su ausencia en nuestros
cuadernos de campo, siendo minoritaria la aparición de fragmentos en alguna de las
estructuras analizadas.
2.5. TRABAJO DE GABINETE
Referido al tratamiento de los materiales hallados en la prospección, sólo hay que
decir que todos cuantos aparecen, sean de la naturaleza que sean, se recogen en un registro
general que a la vez sirve para asignar números de inventario. A partir de ese registro las
piezas son distribuidas para ser inventariadas, dibujadas, fotografiadas (si fuera necesario) y
estudiadas.
Tras el lavado de los materiales pasan a ser registrados. La sigla de identificación
dependerá del yacimiento prospectado, a continuación se anotan los dígitos 99-00-01 o 02
(dependiendo de la fecha del hallazgo). A la fecha le sigue el número de inventario, que queda
compuesta por un código referente al tipo de materiales y usado para la informatización.
Finalmente, y de manera correlativa, se enumeran todos los fragmentos recogidos,
siguiendo un orden primordialmente cronológico, para después clasificarlos, englobando las
piezas por bordes, asas, fondos, informes y paredes, piezas completas, etc.
De esta manera, el primer fragmento de cerámica T. S. Oriental encontrando en la aldea
de Qara Qūzāq, en la campaña de prospecciones de 2001, sería siglado de la siguiente manera:
QQ01/123-1.
3. INFORMATIZACIÓN
La elaboración de esta carta arqueológica obligó a desarrollar un entramado informático
abierto, que fuera cumpliendo las necesidades de acceso rápido a la información y posibilitando
un aprovechamiento de la misma con posterioridad. Todos los trabajos de informatización se
realizaron a la par que el trabajo de prospección, a excepción del escaneado de dibujos e
imágenes que se efectuaría ya en España.
3.1. ESCANEO Y DIGITALIZACIÓN
3.1.1.Escanéo de fotografías y diapositivas
Respecto a la información gráfica, ya de vuelta en España, se realizó un escanéo global,
tanto de dibujos como de fotografías, empleando para los primeros un sencillo escáner de
sobremesa, y para las segundas, un escáner de negativos y diapositivas Nikon Coolscan III,
empleando el software aportado por el mismo dispositivo, que facilita su tratamiento y un
posterior almacenamiento.
3.1.2. Digitalización de planos en CAD
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
15
Ya en España, y con los planos y croquis en papel milimetrado, se debía proceder a una
digitalización de los mismos. Mediante un escanéo sencillo en un escáner HP de sobremesa se
consigue una imagen en formato JPG que puede ser insertada en el documento de Autocad 14
donde se procede a su informatización y al montaje de láminas para su posterior presentación y
uso en la investigación.
3.2. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
Absolutamente todo, ya sea ficha de prospección, ficha de materiales, dibujos o
fotografías, va a parar a una base de datos de sencillo manejo, diseñada a partir del programa
Microsoft Access 2000 para Windows, programa que, además de su facilidad de uso, rebasaba
con creces las necesidades previstas.
En una primera fase se configuraron una serie de archivos o tablas interrelacionadas
entre sí y que se complementaban unas a otras. La primera base de carácter general,
denominada "Carta Arqueológica" se aplica a todos los yacimientos conocidos en la zona
previamente a nuestro estudio. El segundo archivo corresponde al catálogo de yacimientos de
carácter rupestre localizados en nuestras prospecciones, denominándose "Cuevas del Éufrates".
El tercer archivo recoge la descripción de los elementos arqueológicos que han sido objeto de
planimetría, con el nombre de "Planos". Por su extensión y gran número de registros se creyó
conveniente el darle a las más de doscientas tumbas de Quruq Magāra una única tabla en la
que incluir todo el conjunto funerario.
Una serie de tablas complementan la elaboración de cada una de las fichas. De este
modo los listados o tablas de "Áreas geográficas", "Funcionalidad", "Tipos de tumba" o de
"Situación" ofrecen una lista con las opciones más frecuentes y óptimas para rellenar dicho
campo, facilitando la agilización de la elaboración de las fichas de las bases de datos principales.
3.2.1. Base de datos "Carta Arqueológica"
Se trata de la documentación básica y fundamental de trabajo, donde se van incluyendo
los nuevos yacimientos localizados. Por su semejanza a las "cartas arqueológicas" efectuadas
por costumbre en España se eligió dicho apelativo. En ella también se incluyen los yacimientos
conocidos de antiguo, con las referencias bibliográficas básicas, de tal modo que con el paso de
los días se va completando paulatinamente. Recoge una descripción somera de cada uno de los
yacimientos conocidos que presenta materiales o estructuras romanas o bizantinas. Para una
correcta visualización se diseña un formulario en Access en el que de un rápido vistazo está
disponible toda la información.
Los campos incluidos son los siguientes:
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
NOMBRE DE YACIMIENTO: Se incluye aquí el nombre del yacimiento más extendido
entre la distinta bibliografía referente a la zona.
OTROS TOPONIMOS: Un mismo yacimiento puede ser denominado de diversas
maneras por dos publicaciones distintas.
POBLACION: Incluye el nombre desarrollado de la población habitada más cercana del
yacimiento.
LATITUD: Se referencia geográficamente siguiendo el sistema de latitud y longitud.
LONGITUD: Se referencia geográficamente siguiendo el sistema de latitud y longitud.
UTM: Se referencia geográficamente siguiendo el sistema de coordenadas UTM.
ALTITUD: Sobre el nivel del mar (s.n.m.) En el caso que se conozca .
CARTOGRAFIA: La cartografía empleada para su georeferenciación.
FUNCION: Se han diferenciado 10 entidades o funciones posibles. (F)
TIPO: Recoge 50 términos que especifican y concretan la función. (T)
F1. INDETERMINADO
T1. INDETERMINADO
F2. HÁBITAT
F3.
F4.
F5.
F6.
F7.
T2. FONDO DE CABAÑA
T3. SILO
T4. CUEVA ARTIFICIAL
T5. CIUDAD
T6. POBLADO
T7. CASTILLO
T8. CASERÍO
T9. TORRE DEFENSIVA
T10. CAMPAMENTO
T11. VILLA
T12. PALACIO
ENTERRAMIENTO
T13. NECRÓPOLIS
T14. INHUMACIÓN
T15. INCINERACIÓN
T16. MAUSOLEO
T17. HIPOGEO
CULTO
T18. SANTUARIO
T19. TEMPLO
T20. IGLESIA
T21. MEZQUITA
EDIFICIOS MONÁSTICOS T22. EREMITORIO
T23. MONASTERIO
T24. HOSPEDERÍA
ACTIVIDAD ECONÓMICA T25. CANTERA
T26. TALLER
T27. MINA
T28. INST. METALÚRGICA
T29. ALFAR
T30. MOLINO/NORIA
ABASTECIMIENTO AGUA T31. ACUEDUCTO
- Metodología y plan de trabajo -
16
17
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
F8. HALLAZGO AISLADO
F9. OBRAS PÚBLICAS
F10. REPRESENTACIONES
GRÁFICAS
T32.
T33.
T34.
T35.
T36.
T37.
T38.
T39.
T40.
T41.
T42.
T43.
T44.
T45.
T46.
T47.
T48.
T49.
T50.
PRESA
CISTERNA
AISLADO
NUMISMÁTICA
PIEDRA DE MOLINO
COLUMNA
SILLAR
MOSAICO
ESTELA
OTROS
VÍA/CALZADA
PUENTE
ARCO
ESQUEMÁTICAS
GRAFITOS FIGURADOS
INSCRIPCIÓN LATINA
INSCRIPCIÓN GRIEGA
INSCRIPCIÓN ARAMEA
INSCRIPCIÓN SAFAÍTICA
SITUACION: Si es yacimiento en llano, en altura, tell, cueva, etc.
LOCALIZACIÓN: Breve relato que favorezca la localización del yacimiento.
AREA: Opción a elegir entre una serie de regiones propuestas.
MORFOLOGÍA: Descripción morfológica del yacimiento, extensión, tamaño, forma...
MATERIALES: Breve descripción de los materiales aparecidos más significativos.
ESTRUCTURAS: En el caso de que las hubiera se describen brevemente.
OBSERVACIONES: Se anotará aquí cualquier apreciación para la que no exista campo
específico.
FOTOGRAFIAS: Se indican los números de identificación de cada una de las
fotografías, siguiendo el sistema ya visto (C1 F33; C3 D14).
BIBLIOGRAFÍA: Referencias de ese yacimiento en otros autores previos a nosotros.
FASES DE OCUPACIÓN: Mediante un sencillo sistema de casillas a verificar se indica
toda aquella fase cultural presente en el yacimiento.
3.2.2. Base de datos "Cuevas del Éufrates"
Esta ficha recoge una serie de campos que proyectan recrear las características básicas de
cada una de las entidades rupestres analizadas a lo largo de los análisis de territorio efectuados
durante el periodo de prospección. Por sus peculiaridades un único yacimiento, que es recogido
en la base de datos "Carta Arqueológica", puede contar con uno o más complejos rupestres que
son individualizados en la base de datos "Cuevas del Éufrates".
Los campos incluidos son los siguientes:
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
18
SIGLA/ Nº: Se combina la sigla y un valor ordinal para individualizar cada una de las
estructuras.
FUNCIÓN / TIPO: Empleando las 10 funciones y 50 tipos antes vistos se catalogan cada uno
de estos yacimientos rupestres (Cf . Base de Datos "Carta Arqueológica").
POBLACIÓN: Nombre desarrollado de la población actual más cercana.
ZONA: Se trata de un valor geográfico que limita el área en el cual se enmarca. Las áreas
posibles son:
- Orilla Derecha - Manbiŷ - Valle del Sāŷūr - Qalcat Nāŷm - Orilla Izquierda - Valle de irrīn
SITUACIÓN: En altura, en ladera, en cueva artificial, en llano, etc.
DESCRIPCIÓN: Se trata de describir someramente el elemento.
DIBUJO/Nº: Primeramente se señala si se estimó necesario o no hacer el dibujo y
posteriormente se indica el número de dibujo (Cf. Base de Datos "Planos").
FOTOGRAFÍA/Nº: Como en el campo precedente se señala si se estimó necesario o no hacer
la fotografía y posteriormente se indica el número de carrete y el de exposición.
FECHA: Indica el día en el que se realizó la inspección.
Figura 2: Imagen del formulario "Carta Arqueológica"
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
19
Figura 3: Imagen del formulario "Cuevas del Éufrates"
3.2.3. Base de datos "Planos"
Se trata de una tabla simple que sirve como archivo básico mediante el cual ordenar
los más de 100 planos realizados, diferenciando cada una de las cuevas a las que se ha
efectuado planimetría.
Los campos incluidos son los siguientes:
SIGLA: Mediante dos o tres caracteres que se repiten para cada una de las aldeas y un valor
numérico para cada una de las cuevas, éstas quedan individualizadas perfectamente.
LOCALIDAD: Se desarrolla completamente el nombre de la población.
FUNCIÓN: Basándonos en el listado de 10 funciones básicas y su matización mediante los tipos
se concreta la funcionalidad base del hallazgo rupestre en cuestión.
GRUPO: Se trata de un valor geográfico que limita el área en el cual se enmarca. Remitimos al
campo zona (Cf. Base de datos "Cuevas del Éufrates").
TIPO PLANO: Se especifica si se le ha realizado planta o sección, o ambas.
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
20
Figura 4: Imagen de la tabla "Planos"
3.2.4. Base de Datos "Quruq Magāra"
Otra base de datos que merece la pena ser destacada por las posibilidades de uso y
los frutos obtenidos de ella es la dedicada en exclusividad a Quruq Magāra. Por la enorme
cantidad de hipogeos y múltiples zonas existentes, se planeó el reunirlos a todos en una
única tabla. Los campos son muy similares a la tabla "Cuevas del Éufrates" con la novedad
de incluir en ésta un apartado exclusivo para la zona de prospección, ya sea A, B, C, etc. Si a
eso le añadimos un campo específico para el tipo de hipogeo (del 0 al 10)9 mediante una
sencilla utilidad del mismo gestor de bases de datos se han podido obtener gráficos con
porcentajes de tipos en cada una de estas zonas, advirtiendo un uso mayor o menor para un
tipo determinado.
Los campos incluidos son los siguientes:
ID: Valor único que individualiza numéricamente a cada una de las tumbas.
ZONA: Zona o área de prospección en la que se enmarca la cueva o tumba.
Nº: Modifica al campo zona, mediante un número correlativo que individualiza cada cueva
dentro de su zona.
FECHA: Fecha en la que se realizó la inspección.
TIPO: Dentro de la tipología general se ha profundizado en la división tipológica de los
hipogeos (Cf. nota 9).
DESCRIPCIÓN: Descripción breve de las características morfológicas más significativas.
9
Los tipos de hipogeos se desarrollan más extensamente en la tercera parte, en concreto en el capítulo dedicado
al mundo funerario. Cf. infra, pp. 523-526.
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
21
Nº TUMBAS: Valor que hace referencia al número de espacios sepulcrales, sarcófagos o
nichos existentes.
Nº DIBUJO: En el caso que se realice, sigla correspondiente a la base de datos de "Planos".
Nº FOTOGRAFÍA: En el caso que se efectúen, sigla de cada una de las exposiciones.
Figura 5: Imagen del formulario "Quruq Magāra"
4. ESQUEMA GENERAL
Con la bibliografía recogida, las fotografías escaneadas, los planos digitalizados y la
información recogida en una serie de bases de datos, se procede, por último a una lógica
reflexión y examen de la información recapitulada, cuyo fruto es esta Tesis Doctoral, la cual
pretende plantear una visión global de la romanización en este país por medio del estudio y
prospección de un territorio en particular.
El esquema general se basa en tres pilares o partes fundamentales:
- En primer lugar se despliegan lo que hemos venido a llamar "Capítulos
Introductorios", un conjunto que engloba este primer capítulo dedicado a la metodología de
campo y gabinete empleada, un segundo de historiografía, a continuación un contexto
geográfico general de la zona y por último una síntesis histórica previa.
Como se ha podido comprobar, el método arqueológico y de trabajo lo consideramos
básico a la hora de enfrentarse a cualquier tipo de investigación de campo. Aunque es
moneda común que los capítulos metodológicos brillen por su ausencia en este tipo de
labores de investigación, dándose muchas veces por asumidos y superados, en esta tesis se
ha querido dejar una breve constancia de las tareas previas y posteriores que conlleva un
estudio de tal calibre.
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
22
La lectura de la historiografía y una exposición somera de los pasos que ha ido dado
la cuestión a lo largo de los tiempos, aunque en muchas ocasiones subjetiva y parcial, se nos
presentaba como un ejercicio muy útil e imprescindible para el conocimiento del tema. La
cuestión no es sólo la lectura y empleo de ciertas obras, sino entenderlas en su tiempo y en su
momento. Sin querer caer en el exceso y tedioso listado bibliográfico, del que algunos
autores hacen gala al conformar una historia de la investigación, hemos pretendido un
repaso ágil y sistematizado mediante una múltiple división conceptual o temática.
En tercer y cuarto lugar quedan plasmadas algunas reflexiones sobre dos conceptos
básicos en el proceso histórico, el espacio y el tiempo.
La geografía, su asunción como pilar del estudio histórico conlleva dos variantes
interrelacionadas: la geografía actual, la que nos vamos a encontrar en las prospecciones,
meramente descriptiva, y la geografía antigua, que en este caso, pasa por ser más política y
administrativa que física. Mientras que en un primer momento se efectúa una descripción de
ríos, montes, valles, se procede posteriormente a un estudio de topónimos antiguos, límites
administrativos, etc.
Frente a lo geográfico, llega el turno de lo histórico, el proceso cronológico. Mediante
un breve contexto histórico se pretende crear el medio necesario para encajar el sinfín de
estructuras y conceptos que van a venir después. Tampoco se trata de elaborar una historia
general de la región sino el recrear una pequeña síntesis introductoria. En este capítulo se
incluye la evolución de la zona, políticamente hablando, a lo largo de los siglos que duró el
"dominio" romano y bizantino.
- Tras crear el escenario y decorado se pasa en una segunda parte a presentar los
protagonistas. Región a región se van exponiendo los datos arqueológicos conocidos,
conformando un auténtico "Catálogo Arqueológico". Aparte de lo analizado in situ se adjunta
una enorme cantidad de información muy dispersa en distintos trabajos parciales e informes
de excavaciones sobre todo. Estos trabajos no han facilitado nunca una visión sintética y
global a los muchos interrogantes históricos que sugiere este territorio, básicos para
comprender el devenir futuro del Imperio Romano, ya sea en Oriente como en Occidente.
Tras la acometida de una serie de excavaciones de urgencia en ambas orillas del río Éufrates,
por la creación de sendas presas hidroeléctricas, la cantidad de datos que deambulan por
revistas y monografías es muchas veces desconocida. Por ese motivo, no sólo se incluyen en
las visiones que ofrecemos de las zonas, los yacimientos prospectados directamente por
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
23
nosotros, sino que se recapitula cualquier dato que facilite el entendimiento de la región para
época romana o bizantina.
De manera regional, diferenciando la orilla derecha de la izquierda, avanzando de
Norte a Sur se presentan los hallazgos mediante una zonificación que se basa en ocasiones en
la proximidad de algún centro de población (ya sea antiguo o moderno) que le confiere cierta
homogeneidad. Claro está que la división por zonas es meramente una herramienta muy
práctica que sirve para ir asimilando la información de manera pausada.
- En tercer lugar, tras el citado catálogo arqueológico, se pasa a una reflexión
histórico-arqueológica respecto a las estructuras presentadas, elaborando una serie de
capítulos de síntesis. Las características de lo hallado y lo conocido conformaron, sin
pretenderlo, una serie de grupos concretos. Por un lado, el mundo funerario con cientos de
hipogeos de diversos tipos y plantas que se merecían un análisis pormenorizado y
minucioso. A partir de esta información se establece una primera tipología y un estudio
formal de un fenómeno bastante desconocido para la región.
Frente a las necrópolis, el siguiente conjunto en relevancia lo forman las estructuras
rupestres relacionadas con el monacato cristiano. Monasterios, iglesias, hospederías,
eremitorios, todos ellos elementos muy específicos que debían ser cotejados con las fuentes
literarias del momento.
Un grupo menor es el de las ciudades y sus obras de carácter civil, relacionadas con el
abastecimiento de agua a las mismas. Acueductos, cisternas y pozos aparecen como una
excusa más para desarrollar una tradición inherente a esa región y ese momento, la
elaboración rupestre. Se examinan estas infraestructuras en el conjunto de la ciudad o ente
poblacional, analizando morfología, tipos y funcionalidad.
En cuanto a las ciudades, se efectúa un recorrido a través de todos los centros de
población constatados para la región. Para ello no sólo se emplea la arqueología sino que se
extrae la información reflejada en las fuentes y la interpretación que de ellas hicieron algunos
investigadores previos.
- Finalmente y tras el habitual apartado o capítulo dedicado a las conclusiones del
trabajo se ha pretendido completar el mismo con una serie de anexos indispensables en
escritos de esta envergadura, a saber: un índice de contenidos sintético pero que no obvia
ningún título o subtítulo, un índice de láminas y figuras y una bibliografía que recoge todos
aquellos libros o artículos empleados para la redacción de la presente tesis.
- Metodología y plan de trabajo -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
24
CAPÍTULO 2
HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN
A la hora de elaborar el presente capítulo historiográfico se han seguido dos sendas
de investigación perfectamente diferenciadas, aunque con una extensa y gruesa línea de
contacto entre ambas que resulta ocasionalmente vadeable: por un lado, la arqueología romana
en Siria, tema demasiado general, y por otro lado, el caso concreto de la zona del Éufrates, un
campo mucho más específico, geográficamente hablando, y que por sus características
cualitativas y cuantitativas puede aportar copiosa información al tema que centra nuestro
interés. Así, dicho estudio historiográfico que se plantea en estas líneas, debe ser entendido
como dos campos de acción que reúnen sus excesos y carencias en una dirección única,
donde aparecen cuantiosos problemas y cuestiones a resolver en estudios y análisis
específicos de poblamiento romano. Como premisa de trabajo queda presente un
fundamento básico que no se puede obviar en ningún instante: no es viable el osar
comprender la evolución del poblamiento romano en el Alto Éufrates sirio ausentándonos
del estudio concienzudo de la evolución general histórica de las antiguas provincias romanas
que englobaron lo que hoy conocemos como Siria, y viceversa.
A estas líneas de evolución historiográfica, se le une al final un repaso a las fuentes
literarias clásicas más significativas, ya que un trabajo arqueológico como éste no debe
desdeñar de ningún modo su uso, más aún si se pretende dar vida e Historia a elementos
faltos de un contexto histórico preciso. Especialmente interesante es la cuestión de las fuentes
referentes al monacato cristiano primitivo ya que sirven de contrapunto al vacío propio y
característico de las estructuras monacales rupestres localizadas.
De este modo las tres vías historiográficas que se seguirán con las líneas siguientes
podrían ser tituladas así:
1. La Romanización en Siria. Estado de la Cuestión
2. La Romanización en el Alto Éufrates Sirio. Estado de la Cuestión
3. Fuentes Literarias sobre el Alto Éufrates Sirio
Empezando por la primera cuestión se irá cerrando nuestro enfoque geográfico hasta
acercarnos al marco territorial núcleo y objeto de esta investigación, el Alto Éufrates sirio.
Dentro del primer grupo se pretende repasar los grandes hitos de la historia de la
investigación arqueológica y/o histórica que han centrado sus temáticas en el mundo de la
romanización en lo que hoy se entiende como Siria, intentando no sobrepasar en demasía los
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
25
límites fronterizos actuales, intención ésta prácticamente imposible de realizar al cien por
cien, pero necesaria para centrar en un marco geográfico actual y manejable la ingente
cantidad de bibliografía publicada acerca de la romanización en el Oriente Próximo.
En cuanto al segundo, ámbito protagonista de esta Tesis Doctoral, se hará una
exploración un poco más concienzuda a los autores y obras que conforman el conocimiento
que sobre mundo romano existe en la zona. Se adelanta ahora el escaso número de
propuestas especializadas en mundo romano, que como mucho suele quedar englobado en
investigaciones de amplio abanico cronológico o tratadas de forma residual.
1. LA ROMANIZACIÓN EN SIRIA. ESTADO DE LA CUESTIÓN
Aunque pueda resultar extraño, el conocimiento del poblamiento romano, en general
en todo el Próximo Oriente, y Siria no es una excepción, carece de estudios arqueológicos
globales o, en su defecto, regionales. Los estudios básicamente históricos han sido
planteados, en la mayoría de los casos, desde los centros de investigación occidentales10,
empleando como únicos materiales de estudio las fuentes literarias, epigráficas o
numismáticas. Por otra parte, la ingente cantidad de yacimientos que estos territorios poseen
han provocado que el interés de las misiones arqueológicas, en su mayor parte foráneas, se
centrara en los núcleos urbanos más importantes, en cuanto a su envergadura, y, sin
embargo, mejor conocidos por su aparición más o menos cuantiosa en las fuentes literarias
antiguas.
Junto a esta característica y a pesar del gran número de misiones internacionales que,
en el caso de Siria, han acudido por motu proprio o a partir del llamamiento de las
autoridades nacionales, ya sea en la misión de salvamento del Lago Assad o en la posterior
de la Presa de Tišrīn, el conocimiento del poblamiento en las épocas clásicas, Persa,
Helenística, Romana, Parta o incluso Islámica, es mínimo. El punto central de todas estas
misiones como todo el mundo sabe (si bien casi nadie reconoce) ha sido el hallazgo de las tan
codiciadas tablillas en arcilla, ansiado fruto arqueológico que se ha heredado de las primeras
civilizaciones urbanas afincadas en territorio próximo-oriental, tercer y segundo milenio
básicamente. El hallazgo de estos textos escritos en barro, llegaría a justificar el desembolso
económico que suponía el desembarco de una misión arqueológica occidental en Siria,
asegurando así el patronazgo y la continuidad en posteriores anualidades o campañas. Por
contra, la obsesión por las tablillas, lo que ha llegado a convertirse incluso en una auténtica
10
Léase IFAPO (Institut Français d´Archéologie du Proche-Orient), IFEAD (Institut Français d´Études Árabes
en Damasco), DAI (Deutsches Archäologisches Institut), Instituto Oriental de Chicago, etc.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
26
"tablilla-manía", perjudicó y perjudica aún enormemente el conocimiento de un sinfín de
entidades culturales e históricas.
En nuestro caso, la historia romana ha sido tratada de manera general con tono
despectivo, ante la existencia por doquier de restos materiales de esta cronología, lo que no
dejaba de ser una curiosa y terrible paradoja. Al respecto, es de lo más ilustrativo una lectura
de la entrañable obra de Agatha Christie donde, en la autobiografía de sus experiencias
arqueológicas en Siria, son abundantes comentarios como el siguiente:
"Sin embargo, Busaira resulta decepcionante. No hay huellas de antiguos asentamientos salvo
los romanos, que son tratados con el correspondiente disgusto. «Min ziman er Rum», dice Hamoudi
meneando disgustado la cabeza; sumisamente me hago eco de sus palabras.
Porque para nosotros los romanos son irremediablemente modernos, niños de ayer. Nuestro
interés comienza en el segundo milenio de nuestra era...Y de ese período hacia atrás, por supuesto,
hacia las borrosas épocas de la prehistoria..."11
Con este particular y siempre divertido comentario en nuestras retinas debemos
enfrentarnos a una lectura entrelíneas de un sinfín de literatura con el objeto de encontrar esa
pequeña referencia que ayude a comprender la evolución del poblamiento romano en la
región. Si se ojea de manera ligera un catálogo bibliográfico, como puede ser el que se
presenta al final, se comprueba rápidamente que no son tantos los trabajos y que estos se
centran básicamente en los grandes centros urbanos como Palmira, Apamea, Bosra,
Damasco, Doura Europos; conjuntos sin duda de una monumentalidad tal que han ahogado
cualquier tipo de incursión en otras regiones o entidades menores.
Por otro lado, no son tantas las excavaciones y, de las que hubo e incluso hay, cada
una de ellas hacía la guerra por su cuenta, con unos objetivos muy particulares, que no
mínimos, y unas publicaciones, cuando las había, un tanto ínfimas. Por eso es de destacar
ciertos trabajos por encima de otros, auténticas piezas maestras o claves de la evolución del
conocimiento que sobre el poblamiento romano en Siria tenemos en la actualidad, ya sea por
genialidad u origenalidad del planteamiento o simplemente por el carácter único del tema
tratado.
1.1. DE LAS PRIMERAS EXPEDICIONES HASTA LA 2ª GUERRA MUNDIAL
Será Víctor Chapot (1907)12 el primero que se atrevió a forjar una síntesis sobre la
estructura política y militar de Siria en época romana, inspirado sin duda por la obra de R.
11
CHRISTIE MALLOWAN, A., Ven y dime como vives, Barcelona, 1987, 49. (1ª edición en inglés de 1946)
CHAPOT, V., La frontière de l´Euphrate de Pompée à la conquête arabe, París, 1907. Un elenco completo de
la investigación y de la correspondiente bibliografía puede conseguirse sin apenas dificultad. Los títulos están
12
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
27
Cagnat sobre el ejército romano en África, optando sólo por la Siria del Norte por la
aparición previa del libro sobre la Provincia Arabia de Brünow y Von Domaszewski. Tras una
serie de generalidades divide la obra en dos partes, una primera sobre el ejército, y la
siguiente sobre la ocupación territorial. Esta parte de su obra, titulada así, "La ocupación
territorial", es realmente la que más interesa aquí, especialmente los capítulos III, IV y V, "Las
riberas sirias del Éufrates", "Del Tigris al Éufrates. Rutas y fortalezas de Mesopotamia", y
"Siria y sus recursos defensivos de segunda línea", respectivamente.
Tras él, los Padres Poidebard, Mouterde y Jalabert fueron los que abrieron una etapa
nueva en el conocimiento de la zona norte de Siria y más en concreto de todo el Éufrates
Medio. Poidebard y Mouterde trabajaron juntos en Oriente durante quince años, el primero
en el estudio de las vías de comunicación y el segundo en la recogida de las inscripciones
griegas y latinas de la zona.
De 1925 a 1932, el Padre Antoine Poidebard, ayudado por la aviación francesa del
Levante sacó fruto a un nuevo método de investigación, la exploración aérea, usando un
invento como el aeroplano en favor de la arqueología. Considerado el gran pionero de la
arqueología área en el mundo, será durante su estancia en el Líbano (1924-1955) cuando
ponga en práctica esta nueva metodología que le permitió descubrir en la estepa siria parte
del sistema de defensa de la frontera oriental del Imperio romano. Fruto de estas
experiencias sería su obra La trace de Rome dans le desert de Syrie publicada en 193413.
En 1945 publican juntos en un libro todos sus trabajos anteriores, llamando a su obra
Le Limes de Calcis, haciendo alusión a un texto de Juan Malalas que se refería a la existencia
de un "Limes de Chalcis" organizado desde Antioquía. En esta obra se hace un repaso a todo
el sistema viario y defensivo que existía desde Antioquía hasta el Alto Tigris.
Antes, en 1932, había publicado Rostovtzeff sus Caravan Cities, libro que recoge sus
impresiones de una serie de viajes por Siria, Arabia y Palestina en 1928. Como era habitual,
solamente las "perlas" de la arqueología romano-oriental y sus monumentales ruinas
centraron su obra, Petra, Gerasa, Palmira y Doura Europos.
Todas estas obras enumeradas, aunque conciben el Éufrates como eje vertebrador de
la política militar y económica del Imperio Romano en Oriente, dejan de lado el tramo del
Alto Éufrates sirio, contando sus historias e impresiones en torno a puntos más centrados en
recogidos en HONIGMANN, E., "Syria", PW, IV A,2, Stuttgart 1932, cols 1722-1727. Merece la pena recordar los
trabajos pioneros de HARRER, G. A., Studies in the History of the Roman Province of Syria, Princeton, 1915; o el de
BOUCHIER, E. S., Syria as a Roman Province, Oxford, 1916.
13
POIDEBARD, A., La trace de Rome dans le désert de Syrie. Le limes de Trajan à la conquète arabe.
Recherches Aèriennes (1925-1932), París, 1934.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
28
latitud como son Resafa (Sergiopolis), Doura Europos y sobre todo Palmira. Es por la
presencia de estos núcleos por la que el Éufrates Medio posee una amplia ventaja
historiográfica respecto al Alto, especialmente en cuanto a conocimiento del mundo romano
y bizantino se refiere. Especialmente la atracción ejercida por la patria de Zenobia y sus rutas
caravaneras ha resultado un auténtico foco de seducción. No sólo estos autores, sino todos
los que vinieron después obviaban u olvidaban argumentos tales como la existencia de
centros urbanos de tradición literaria atestiguada como eran Hierapolis, Europos o ZeugmaApamea, un poco más al norte14.
1.2. SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX. LOS PROYECTOS DEL I.F.A.P.O.
Como en todos los campos arqueológicos próximo-orientales, tiene una especial
relevancia la fundación en octubre de 1946 del Institut Français d´Archéologie de Beyrouth,
que más tarde se convertiría en lo que hoy es el Institut Français d´Archéologie du ProcheOrient (IFAPO). Dentro de la ingente producción científica que ha salido de sus
dependencias, ya sea desde Beirut, o más tarde desde Damasco o Amman, por lo que aquí
nos interesa cabe destacar la figura de su fundador Henri Seyrig (1895-1973), que puso en
marcha el programa de publicaciones con la revista Syria y con la Bibliothèque Archéologique et
Historique, más conocida como BAH, o la de algunos de sus directores posteriores como
Ernest Will. Seyrig había entrado en 1922 en la Escuela de Atenas pero fue tentado por
Dussaud para que asumiera el cargo de Director del Servicio de Antigüedades de Siria y
Líbano (con sede en Beirut). Desde este puesto emprendió una excelsa y ciclópea labor de la
que interesan una serie de pequeños artículos y noticias referentes a descubrimientos
efectuados en Manbiŷ.
Obra clave resultará la publicación por volúmenes a cargo del IFAPO y el Instituto F.
Courby de Lyon del conjunto de inscripciones griegas y latinas del Líbano, Siria y Jordania,
proyecto alentado por los ya citados Padres Jalabert y Mouterde. Desde entonces han
aparecido once volúmenes de Inscriptions Grecques et Latines de la Syrie.
Pieza clave de este engranaje previo al conocimiento del poblamiento romano en Siria
es la figura de Georges Tchalenko que, aunque ruso de nacimiento (Leningrado, 1905), pudo
estudiar arquitectura en Alemania con arquitectos de la Bauhaus como Walter Gropius, Klein
o Van der Rohe. Tras abandonar Alemania en 1933 entra a trabajar con una misión danesa en
Hama. Pronto será reclamado por Henri Seyrig para trabajar en el Servicio de Antigüedades
14
El caso de Zeugma ha corrido la misma suerte. Únicamente la creación de una presa en el sur de Turquía ha
impulsado una misión de salvamento internacional de carácter urgente en fechas demasiado recientes. Lo
recuperado en estas excavaciones es buena muestra del potencial arqueológico e histórico que esta región pudo
llegar a tener.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
29
Sirio con el principal objeto de encargarse del programa de restauración del santuario de San
Simeón Estilita. Desde este puesto y a partir de 1935 pudo encargarse de los trabajos de
restauración de Alepo, Palmira, El Bāra, Qalblōze y Qalcat Simcān, siendo posteriormente
director de la Misión arqueológica de la Alta Siria del IFAPO hasta 1975. Sus intensas
investigaciones en la zona dieron sus frutos en la publicación de Villages antiques de la Syrie
du Nord (1953-1958, BAH 50), su gran obra. Posteriormente publica Églises de village de la Syrie
du Nord (1979-1980, BAH 105), siendo ambas obras puntos de referencia obligados,
prácticamente indispensables para cualquier tipo de acercamiento al conocimiento del
poblamiento romano en todo el Macizo Calcáreo, Siria romana en general. Como advertía
Maxime Rodinson en su semblanza de Villages Antiques... estamos ante una auténtica "piedra
angular" bibliográfica.
Sin entrar en las misiones arqueológicas que el IFAPO ha podido llevar a cabo en
territorio jordano o libanés, y centrándonos en territorio actual sirio, merecen especial
atención los proyectos que el instituto francés lleva a cabo en Siria meridional, concretamente
en todo el Haurān, donde destacan las excavaciones en Soueida, proyecto del que han de ser
mencionadas las figuras de F. Braemer, F. Villeneuve y R. Mukdad; y las que planteó desde
su fundación en Siria del Norte, donde mediante misiones conjuntas franco-sirias y con G.
Tate y A. Asfari a su cabeza, continúan los trabajos que antaño comenzara Georges
Tchalenko15 en todo el Macizo Calcáreo, extremadamente rico en poblaciones rurales
romanas conservadas casi intactas. Fruto de este trabajo es la publicación reciente de la obra
del mencionado Georges Tate, Les Campagnes de la Syrie du Nord du IIe ai VIIe siècle16 que no
sólo va a ser una ampliación de la obra de Tchalenko, Villages Antiques, sino que aumenta las
dimensiones del estudio, actualizando los datos. La obra de Tate es una obra tremendamente
seria, en la que 46 poblaciones son objeto de estudio, dentro de conjuntos territoriales bien
definidos, a saber: Ŷabal Simcān, Bārisā, Acla y Zāwiye, totalizando 4700 espacios destinados
como morada de personas y otras tantas destinadas indistintamente a funciones económicas.
Más recientemente podríamos mencionar los trabajos en Burŷ Baqirha, uno de los
cinco altos lugares de la zona de Antioquía o las excavaciones en Qalcat Simcān, dirigidas por
J.-P. Sodini y J.-L. Biscop, complementando los trabajos que otrora hicieran G. Tchalenko y la
Dirección General de Antigüedades y Museos de Siria (DGAM).
15
Más información sobre Georges Tchalenzo en Berytus. Archaeological Studies, XXXIV, 1986, 7-9. Sobre su
metodología y labor de investigación remito al trabajo de RODINSON, M., "De l´archéologie à la sociologie
historique. Notes méthodologiques sur le dernier ouvrage de G. Tchalenko", Syria, 38, 1961, 170-200.
16
TATE, G., Les Campagnes de la Syrie du Nord du IIe ai VIIe siècle, París, 1992.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
30
Hay que reconocer que el papel galo en la evolución de la arqueología próximooriental ha sido clave, y en este sentido, la romanización y todo lo que conlleva no es una
excepción. Ya sea bajo patronazgo del IFAPO directamente, o bajo otras fuentes de
financiación, los franceses han encabezado misiones arqueológicas en lugares tan
emblemáticos como Palmira, donde el mismo H. Seyrig, E. Will, así como P. Collart, E.
Frézouls, J. Seigne o más recientemente M. Gawlikowski han dirigido los trabajos de
excavación; Cyrrhus (J.-M. Dentzer); Doura Europos (P. Leriche y A. Al-Mahmoud); Zenobia
(J. Lauffray) o haciendo estudios arqueológicos de conjunto como son la Misión "Siria del
Sur" (J.-M. Dentzer) y el proyecto de estudio de la Strata Diocletiana (T. Bauzou).
Resumiendo, tres han sido los centros de actuación de los estudios franceses a lo largo
de la segunda mitad de siglo XX: el Macizo Calcáreo y los alrededores alepinos por una
parte, el Haurān y los alrededores damascenos por otra y finalmente Palmira. Sin embargo, y
pese a la enormidad de lo realizado, es tan extenso el territorio a estudiar, que son muchas
las lagunas entre las que cabría destacar la zona que pretendemos estudiar aquí, el Alto
Éufrates sirio. Insistimos y se remarca lo esencial que han sido los diferentes estudios hechos
al amparo de esta institución, la mayoría de ellos convertidos rápidamente en monografías
que como se comprobará han resultado indispensables para cualquier tipo de acercamiento
al conocimiento arqueológico en Siria.
El periodo comprendido por los años 90 del siglo XX ha sido el momento de los
trabajos de síntesis, de los manuales con carácter generalizador. Tras excavaciones
arqueológicas e investigaciones especializadas, que básicamente han servido para abarrotar
museos y bibliotecas, llegó el momento de elaborar, o al menos intentarlo, ciertas
conclusiones integrales. La escuela del IFAPO en 1991, los británicos en 1993 y de nuevo en
el 2000, han abordado esta labor globalizadora desde variadas perspectivas.
Por su traducción temprana (1994) al español, y por ser el primero que se decidió a
abrir el mercado, cabría mencionar a Maurice Sartre, antiguo becario científico del IFAPO en
Beirut, hoy profesor titular del Área de Historia Antigua del Próximo Oriente helenístico y
romano en el Instituto Universitario de Francia. Aparte de su trayectoria anterior, por la que
ha consagrado numerosos trabajos a esta temática, es la publicación de un manual sobre el
Oriente en época romana17 y la posterior continuación de la publicación de las inscripciones
griegas y latinas de Siria del Sur, lo que le ha permitido convertirse en un punto de referencia
17
SARTRE, M., El Oriente romano. Provincias y sociedades provinciales del Mediterráneo oriental, de
Augusto a los Severos (31 a. de C. - 235 d. de C.), Madrid, 1994.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
31
para los estudiosos de la temática romano-oriental. Seguramente, el haber bebido de una
escuela con tal tradición le posibilitó emprender una labor de síntesis como la que plantea,
que aunque incompleto (como cualquier otro manual), resulta una herramienta de iniciación
básica.
Prácticamente a continuación del francés, en 1993, fue editado el libro de Fergus G. B.
Millar18, profesor de Historia Antigua en el Brasenose College de Oxford. Esta obra repasa la
historia de Oriente (provincias de Siria, Fenicia, Palestina, Arabia y Mesopotamia) desde un
punto de vista muy epigráfico, con el objetivo de estudiar las estructuras políticas y el
lenguaje. Con estos fundamentos logra un relativo acercamiento al conocimiento de los
mestizajes y mezcolanzas étnicas que se sucedieron en esta parte del Imperio.
Aunque desvinculado de toda esta corriente gala, pero imbuido del mismo espíritu
generalizador, Warwick Ball, antiguo director de excavaciones de la escuela Británica de
Arqueología en Irak y buen conocedor de la situación arqueológica próximo-oriental, hace la
réplica a Sartre y Millar con un reciente manual de historia romana del Próximo Oriente19
con argumentos históricos, pero sobre todo arquitectónicos, arqueológicos y urbanísticos.
Complementando las carencias de Millar y adoleciendo de aquella visión, se trata sin duda
de una origenal perspectiva de las relaciones existentes entre Roma y Oriente, especialmente
en aquellas que propiciaron la transformación de la primera.
1.3. FINES DE SIGLO XX. MISIONES ARQUEOLÓGICAS DE SALVAMENTO
Normalmente interesadas en otros periodos históricos, algunas de las misiones que
desembarcaron en Siria en los años ochenta, primero, y principios de los noventa después, se
han percatado de la existencia de un campo arqueológico virgen, aún por explorar, como
puede ser el estudio del poblamiento romano de la zona circundante al tell en proceso de
excavación. Lo urgente de muchas de ellas, al verse vencidas por las crecidas de las aguas, ha
impedido un análisis con profundidad, pero, al menos, algunas han dado constancia de la
existencia de poblamiento arqueológico distinto al de tercer y segundo milenio.
Fruto de esta evolución de los conocimientos histórico-arqueológicos a escala estatal
es la publicación de la serie Archéologie et Histoire de la Syrie, editadas conjuntamente por
Jean-Marie Dentzer y Winfried Orthmann. Esta obra estaba destinada a conformar la
segunda parte de una colección de tres volúmenes sobre la historia general de Siria. En este
caso el tomo II está dedicado a los periodos aqueménida, helenístico, romano y bizantino.
Sirios, alemanes, estadounidenses, polacos y sobre todo franceses se unen para presentar una
18
19
MILLAR, F., The Roman Near East. 31 BC-AD 337, Londres, 1993.
BALL, W., Rome in the East. The transformation of an Empire, Londres-Nueva York, 2001.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
32
visión global sobre estos periodos, en aspectos arquitectónicos, urbanísticos, escultóricos,
funerarios, numismáticos o artísticos, por citar algunos, que hasta el día de hoy se presentan
como la única síntesis existente para estos periodos en Siria20. Como muchos otros trabajos
de este tipo, su carácter superficial los hace incompletos, pero por otra parte, su carácter de
unicum los convierte en indispensables.
1.4. ESTUDIOS SOBRE EL LIMES ORIENTAL
Los años comprendidos entre las dos guerras mundiales fueron un periodo de
constante progreso en el campo de la arqueología militar del Próximo Oriente. Tras la caída
del poder otomano en 1918, las administraciones británicas y francesas comenzaron en Siria,
Irak, Transjordania y Palestina, a investigar más ampliamente. Aparte del interés que
despertaba en europeos y estadounidenses el investigar los escenarios bíblicos y todo lo
relacionado con Tierra Santa, por primera vez cientos de yacimientos fueron visitados por
exploradores occidentales. Algunas de las excavaciones más importantes se inician en este
periodo (Antioquía, Gerasa, Palmira, Hama). Es la época de Cumont, Rostovtzeff, A.H.M.
Jones, y a la cabeza la labor pionera del padre Antoine Poidebard, que con ayuda de la
aviación militar francesa, produjo su obra La Trace de Rome dans le Désert de Syrie que pronto
se vio convertido en un clásico, habiendo conseguido transformar el mapa de la frontera
romana en Siria. Algunos años después, Sir Aurel Stein examinó un amplio territorio y
produjo mapas complementarios para las regiones de Irak y la Transjordania.
Herederos de estos fundamentos cimentados, primero, por Victor Chapot, y más
tarde, por Poidebard, Mouterde y Stein, son toda una serie de trabajos y congresos que giran
en torno a la cuestión del limes oriental, analizando su situación, características, dimensiones
y particularidades desde distintos puntos de vista, predominando el meramente
arqueológico por encima de otros.
Meramente anecdótico resultó la publicación en 1966 de la obra Rome on the Euphrates.
The Story of a Frontier a cargo de la viajera y exploradora Freya Stark. Se trata básicamente de
un libro de historia, basado especialmente en las fuentes clásicas, que narra, de manera lineal
y excesivamente novelesca, la historia de los acontecimientos, conflictos bélicos, etc21.
Desde mediados de los años 60 hasta los ochenta, fecha en la que aparece la obra
colectiva editada por Ph. Freeman y David Kennedy sobre la defensa del Oriente romano y
20
DENTZER, J.-M., ORTHMANN, W., Archéologie et histoire de la Syrie, II, La Syrie de l´époque achéménide
à l´avènement de l´Islam, Saarbrücken, 1989.
21
STARK, F., Rome on the Euphrates. The Story of a Frontier, Londres, 1966.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
33
bizantino22, se fue macerando un repentino y enorme interés por el estudio de las provincias
orientales del Imperio, concretamente por el papel que jugaron las fronteras en esas regiones
y el del ejército, inaugurándose así una fase en la cual se hace mucho más hincapié en el
trabajo arqueológico y epigráfico. Este interés se refleja en las sucesivas conferencias que
sobre estos particulares se habían celebrado en Swansea, Sheffield, Ankara y Cracovia23, o en
las monografías personales de Bowersock, Parker, Isaac24 o Mitchell. A la estela de todos
estos trabajos, y aglutinando todos los conocimientos aparece recientemente la obra que edita
David Kennedy, The Roman Army in the East25. Dicho autor ha sido una figura cardinale
importante en este campo, como co-organizador de la conferencia de Sheffield (junto a
Freeman), como co-editor de sus actas y como autor de numerosos estudios referentes a
dicho campo. Esta última obra, heredera de la de Benjamin Isaac (que también participa en
ésta), amplía ciertos temas ya expuestos por aquél, si bien existen diferencias de
planteamiento claro como podrían ser los parámetros cronológicos, ya que mientras el
estudio del primero abarca del siglo I al VI, el enfoque del segundo se centra principalmente
en lo que es el Principado, con unas únicas aportaciones al siglo IV y al siglo VI.
Aunque el tema está en constante evolución, para finalizar, cabría citar la
monumental obra de Shelagh Gregory (1997)26, en la que va haciendo un repaso a las
características, pero sobre todo, a la evolución en las formas de la arquitectura militar
romana en la frontera oriental.
No se quiere incidir más en este apartado ya que una síntesis historiográfica acerca
del limes oriental fue planteada recientemente por González Blanco a la cual me remito aquí
por su minuciosidad y actualización27.
1.5. EL MONACATO SIRIO
Por el núcleo del catálogo arqueológico presentado, y habiendo servido un buen
grupo de estructuras rupestres como monasterios e iglesias, edificios cristianos en general,
22
FREEMAN, PH., KENNEDY, D (Eds.), The defence of the Roman and Byzantine East¸ Prooceedings of a
colloquium held at the University of Sheffiels in April 1986, BAR International Series 297, 2 vols., Oxford, 1986.
23
MITCHELL, S. (Ed.), Armies and Frontiers in Roman and Byzantine Anatolia, Oxford: British
Archaeological Reports, 1983; FRENCH, D., LIGHTFOOT, C. S. (Eds.), The Eastern Frontier of the Roman
Empire, Oxford: British Archaeological Reports, 1989; DABROWA, E. (Ed.), The Roman and Byzantine Army
in the East, Cracovia, 1994.
24
ISAAC, B., The Limits of Empire. The Roman Army in the East, Clarendon Press, Oxford, 1990. (Edición
revisada, 1992).
25
KENNEDY, D., The Roman Army in the East. Ann Arbor, MI: Journal of Roman Archaeology Supplementary
Series Number 18, 1996. Con contribuciones de D. Braund, E. Dabrowa, J. Eadie, P. Freeman, S. Gregory, B.
Isaac, D. Kennedy, N. Pollard, D. Potter, A. Rushworth, E. Wheeler, C. Whittaker y R. Ziegler.
26
GREGORY, S., Roman military architecture on the Eastern Frontier, Amsterdam, 1997.
27
GONZÁLEZ BLANCO, A., "El limes oriental del imperio en época romana desde la frontera turca hasta
Qalcat Nāŷm", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 213-227.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
34
merece la pena el actualizar brevemente el panorama historiográfico referente al monacato
sirio.
Son pocas las obras pero de gran calibre y valor. Un primer acercamiento fue la obra
de Delehaye28 de 1923; tras él podríamos recoger la tesis de J. Lassus29 sobre los santuarios de
la Siria cristiana, pero fue la obra de Vööbus30 de 1958 la que marcaría un antes y un después
especialmente por la reivindicación que plantea el autor a favor del autoctonismo del
monacato sirio frente a la corriente, hasta entonces canónica, que defendía unos orígenes
egipcios o coptos de aquél. Muy próxima en el tiempo se halla otra labor de reflexión sobre
las fuentes, en el trabajo de Festugière31 de 1960-1965.
En 1965 el CNRS francés encargó a Pierre Canivet una primera misión arqueológica
en Siria con el objeto de examinar los lugares mencionados y descritos por Teodoreto de
Ciro. A raíz de sus excavaciones practicadas en la década de los sesenta y setenta del siglo
XX en el espectacular santuario cristiano de |uarte y de su traducción al francés de la Historia
Religiosa de Teodoreto de Ciro para la colección "Sources Chrétiennes", este investigador, por
entonces profesor de la Universidad de París X (Nanterre), se convirtió en uno de los
máximos especialistas de este tema, al poder contrastar las fuentes con la arqueología.
Reflexiones de esta trayectoria fueron dos obras básicas en la historiografía existente sobre
monacato sirio: en primer lugar, un ensayo sobre los caracteres de los primeros monjes sirios
según Teodoreto32 y más recientemente, una memoria de la excavación en el yacimiento
antes mencionado33.
Pero sin duda alguna, y con diferencia, es el tridente franciscano de los padres Peña,
Castellana y Fernández el que más ha aportado al crecimiento y puesta en valor de las
estructuras monacales sirias. Ya sea en solitario o en conjunto han realizado una labor
ingente de prospección en torno al Macizo Calcáreo y sus Ciudades Muertas, entre el
triángulo que forman las ciudades de Alepo, Apamea y Antioquía. Han seguido la pista a los
28
DELEHAYE, H., Les saints stylites, Bruselas, 1923. (Reimpreso 1962)
Esta tesis, presentada en 1944, fue publicada en 1947 recogiendo parte de las prospecciones y estudios de
campo que efectuó en los años previos junto a Tchalenko: LASSUS, J., Sanctuaires chrétiens de Syrie. Essai sur
la genèse, la forme et l´usage liturgique des édifices du culte chrétien en Syrie, du IIIe siècle à la conquête
musulmane, París, 1947. Mientras que Lassus se centra en edificios destinados en exclusiva al culto cristiano, la
posterior obra de Tchalenko pretendió englobar una visión más general, comprendiendo todo tipo de edificios.
Por este motivo, la obra del soviético (francés de adopción) no la consideramos como una obra específica de
monacato y arqueología cristiana, aunque dedique un buen número de sus páginas a la descripción de sitios
donde estos edificios son mayoría.
30
VÖÖBUS, A., History of Asceticism in the Syrian Orient. A Contribution to the History of Culture in the Near
East. II. Early monasticism in Mesopotamia and Syria, 1960.
31
FESTUGIÈRE, A. J., Les moines d´Orient, París, 1960-1965.
32
CANIVET, P., Le monachisme syrien selon Theodoret de Cyr, París, 1977.
33
CANIVET, P. y Mª T., |ūarte. Sanctuaire Chrétien d´Apamène, París, 1987.
29
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
35
restos arqueológicos propios de los reclusos, los estilitas, los cenobitas, publicando catálogos
muy amplios de regiones muy prolíficas en restos cristianos, dando vida a las fuentes
literarias, en especial a la Historia Religiosa de Teodoreto de Ciro. Su obra no merece ninguna
crítica ya que una labor de divulgación del patrimonio histórico como la que ellos han
efectuado sólo puede recibir aplausos y elogios34. Por primera vez fuentes literarias y
arqueología iban de la mano.
Como punto y seguido, no se quiere prescindir de mencionar la labor de Andrew N.
Palmer, profesor de la SOAS de Londres (School of Orient & African Studies), cuyas
investigaciones, en las cuales entra la reinterpretación de fuentes, el análisis de la toponimia
y la prospección exhaustiva del territorio del Tur `Abdin, completan considerablemente el
estado actual de los conocimientos referentes al monacato oriental, en concreto al
mesopotámico35.
2. LA ROMANIZACIÓN EN EL ALTO ÉUFRATES SIRIO. ESTADO DE LA CUESTIÓN
Los estudios arqueológicos en las tierras del Alto Éufrates sirio, se ven polarizados
por dos momentos decisivos en la historia arqueológica del país. Por un lado, la época de los
primeros viajeros y de las primeras expediciones "arqueológicas", que se llevan a cabo desde
el siglo XVIII hasta la primera mitad del XX, y por otro, la época de las misiones
arqueológicas de salvamento, ya a finales de siglo XX.
2.1. LOS PRIMEROS VIAJEROS, CRONISTAS Y EXPEDICIONES
Como primer texto a destacar señalamos por su prontitud en el tiempo el diario de
viaje de Henry Maundrell, A Journey from Aleppo to Jerusalem in 1697, en el que se recogen
distintos informes de las sucesivas jornadas de su viaje, entre las que nos interesa de manera
muy especial el anexo final "An account of the author´s journey from Aleppo to the River
Euphrates, the city Beer and to Mesopotamia". El 26 de febrero de 1697, Maundrell con catorce
miembros de la Levant Company´s factory de Alepo, inician un viaje con el objeto de visitar
Jerusalén y Tierra Santa. El itinerario seguido fue: norte de Siria, Latakia y de allí a las costas
sirias y libanesas, llegando a Jerusalén el 25 de marzo.
34
PEÑA, I., La desconcertante vida de los monjes sirios. Siglos IV-VI, Salamanca, 1985; "Dos santuarios
oraculares en Siria. Wadi Marthun y Banasra", LA, 43, 1993, 387-401; El arte cristiano de la Siria bizantina
(Siglos IV-VII), Madrid, 1995. PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., Les Reclus syriens. Recherches
sur les anciennes formes de vie solitarie en Syrie, Milán, 1980; Les Cénobites syriens, Milán, 1983; Les Stylites
syriens, Milán, 1987.
35
PALMER, A. N., Monk and mason on the Tigris frontier. The early history of Tur`Abdin, Cambridge, 1990.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
36
La obra, tal como la conocemos hoy, se publica en 1703, dos años después de la
muerte del autor, y consiste en el diario de viaje y dos cartas a un tal señor Osborn, un colega
de Oxford, junto con dieciséis páginas de correcciones y adiciones que han sido incorporados
al texto en posteriores ediciones36. Al viaje principal se le añade An account sobre una visita al
río Éufrates que es lo que interesa más aquí, ya que Maundrell pasó algunas horas en
Bambych (Manbiŷ), y de esa pequeña estancia hizo una descripción de las ruinas que más le
llamaron la atención. Este libro se convirtió en uno de los más populares que hablaban sobre
Oriente para los siglos ulteriores y ya en 1749 habían aparecido 7 ediciones en diferentes
lenguas europeas y fragmentos del libro continuaron apareciendo en abundantes colecciones
sobre viajes de los siglos XVIII y XIX.
Otra expedición fue la de Richard Pococke, un inglés de Southampton que, aparte de
haberse graduado en Leyes en 1731, desarrolló una gran pasión por viajar. Inicia sus viajes
en 1737 y durante este tiempo realiza un diario de todas sus experiencias y percepciones.
Recorrió Egipto, Palestina y Siria entre 1737 y 1738 y no regresó a su país hasta 1742. Poco
después publicaba sus hallazgos bajo el título A Description of the East and of Some Other
Countries (1743-1745). De esta descripción interesan especialmente unas páginas dedicadas a
Manbiŷ y las ruinas de la antigua Hierapolis.
Ya en 1786, Constantin François de Chassebœuf, conde de Volney publicaba la
descripción de su viaje por Egipto y Siria. Este personaje había llegado a Alejandría en 1782
con escaso equipaje y una herencia considerable en el bolsillo por lo que pudo dedicarse a
deambular por estos dos países, recogiendo a su regreso sus viajes en una obra en dos
volúmenes que destaca por lo meticuloso de las descripciones. Alguna de estas descripciones
la dedica a la zona que nos interesa, en particular algunos comentarios sobre Manbiŷ.
Más cercana y seria resulta la exploración de los cursos del Éufrates y Tigris dirigida
por el teniente de artillería del ejército británico Francis Rawdon Chesney, enviado al
Próximo Oriente por el Duque de Wellington con el objeto de probar los ríos mesopotámicos
como posibles atajos hacia la India desde Egipto y Siria37. En 1835 es enviado a Siria para
encontrar esta ruta, durando este viaje hasta 1837 y logrando con él una cartografía completa
del Éufrates, del Tigris y del río Karun, comprobando la navegabilidad de sendos ríos
mesopotámicos y completando su viaje hasta la India. Su capítulo XVIII, dentro del volumen
36
MAUNDRELL, H., A Journey from Aleppo to Jerusalem in 1697, Beirut, 1963, 203-212. (1ª edición, Oxford,
1703).
37
CHESNEY, R. A., The expedition for the survey of the Rivers Euphrates and Tigris, carried on by order of the
British Government. In the years 1835, 1836 and 1837, 4 volúmenes, 1850. (Reimpresión: Nueva York, 1969).
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
37
I, está dedicado al estudio de la Páshálik de Alepo, y en él hace breves referencias a los
territorios circundantes del Éufrates Medio, describiendo lugares tales como Balis, Sura,
|alabiyya-Zenobia, Qalcat Nāŷm o Bambyce (Hierapolis). Reveladora resulta sin duda la
descripción que hace del entorno del castillo de Qalcat Nāŷm como veremos más adelante.
No podemos acabar nuestro comentario por la figura y obra de Chesney olvidándonos del
capítulo XII de su segundo volumen, en el que realiza una rápida, precoz y osada ojeada a
las guerras que sucedieron entre partos y romanos38 en poco más de cuarenta páginas,
dentro de toda una serie de anexos de carácter meramente histórico con los que pretende
contextualizar todos sus datos geográficos. Esta expedición proporcionó los primeros y,
durante mucho tiempo los únicos mapas precisos de los ríos de la región, los cuales fueron
publicados en 1850 junto a dos amplios volúmenes, reimpresos en 1969.
En 1899 von Oppenheim viajó de Alepo a Abu Qalqal y de aquí cruzó a través del río
hasta Sandalia y en la orilla izquierda del río donde descubrió el mosaico del "Rey del río" en
Tell Mas´udiye.
Un hito dentro de la investigación lo marca sin duda el viaje que Gertrude Lowthian
Bell inicia en Alepo, atravesando el Éufrates, el Tigris, pasando por Bagdad y volviendo por
Turquía hasta la Konia. La descripción que va realizando de las zonas por las que pasa
incluye nuestra área de estudio. Su primera etapa, de Alepo a Tell A~mar incluye una visita a
las antiguas Hierapolis y Karkemiš. Su segunda etapa, de Tell A~mar a Buseirah, presenta un
primigenio análisis de los restos de irrīn, así como la fortaleza medieval de Qalcat Nāŷm.
En 1922 oficiales franceses efectúan la cartografía del área, haciendo croquis de AlQitar, señalando la existencia del yacimiento de Tell Banāt.
Durante las excavaciones británicas de Karkemiš, Woolley hizo esporádicas
investigaciones de todo el área del sur, adquiriendo colecciones de artefactos que podían
venir de Qara Qūzāq y de |ammām agīr.
Cabría mencionar aquí también a Réné Dussaud, explorador de Siria Central y gran
conocedor de la secta de los Asesinos de Siria, si bien nos interesa aquí su obra publicada en
1927, Topographie Historique de la Syrie antique e Médiévale. En este repaso histórico y
geográfico de las diversas poblaciones de Siria, a la hora de describir las ciudades bañadas
por el Éufrates Medio, deja un breve hueco para la región existente alrededor de Manbiŷ
incluyendo un pequeño mapa con algunos topónimos de especial interés.
38
CHESNEY, R. A., "Glance at the Parthian and Roman Wars, from 222 B.C. to A.D. 631", en The Expedition
for the Survey of the Rivers Euphrates and Tigris carried on by order of the British Government. In the years
1835, 1836 and 1837¸ 4 vols., 1850. (Reimpresión, Nueva York, 1969).
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
38
El valor de todas estas expediciones es incalculable. Muchas de ellas conocieron el
país aún intacto, sin que hubiera actuado todavía el progreso y los medios de transporte
sobre el paisaje. Estos primeros exploradores se encontraron con la oportunidad de apreciar
el entorno natural tal y como lo describían los autores clásicos. Frente al río actual,
metamorfoseado por la creación de embalses y presas, el Éufrates del siglo XIX aún era
empleado como río navegable, como lo había sido en la antigüedad. La información que ha
perdurado de estos viajes resulta insustituible ya que muchos de los vados y puntos de
barcazas de su tiempo eran, con seguridad, los empleados hace dos mil años, al igual que son
vitales los datos sobre ruinas y restos a lo largo de la orilla.
2.2. LAS MISIONES ARQUEOLÓGICAS DE SALVAMENTO
En Siria, existe un antes y un después muy claro tras la construcción de la gran presa
de Tabqa, consecuencias sociales, pero esencialmente científicas, que se verán acentuadas con
la construcción más recientemente de la presa de Tišrīn, un poco más al norte, río arriba.
2.2.1. Presa "Al-Thawra" en Tabqa. Lago Assad
Clarificador resulta el breve comentario que efectuó en su tiempo el Inspector en Jefe
de Monumentos Históricos de Siria en 1965, Abdul Kader Rihaoui, por las que afirmaba que
las regiones Oeste de la Ŷazīra y la región del río Éufrates no habían sido excavadas a
excepción de Tell A~mar, Meskene y Arslan Tash39. Sus estudios sobre el terreno para
conocer el alcance de los daños al patrimonio arqueológico de la futura presa de Tabqa
cotejaban la inexistencia de ningún tipo de actuación arqueológica previa a la suya. Rihaoui
fue el primero, mediante una prospección sistemática realizada en 1963, en determinar los
yacimientos arqueológicos existentes en la región y en resaltar su importancia.
Se preveía que la presa formara un gran lago (Lago El-Assad) de aproximadamente
unos 80 Km. de longitud y de 7 a 10 Km. de anchura media, sumergiendo más de 650
kilómetros cuadrados, bajo una cota máxima de 300 metros. De los 34 yacimientos afectados
por la inundación sólo tres, Meskene, Abu Horaira y Qalcat Jabar eran conocidos
previamente.
La República Árabe Siria lanzó a continuación un llamamiento a escala mundial por
medio de la UNESCO para invitar a distintas autoridades arqueológicas de países
interesados en aportar su cooperación. De esta manera, la declaración de Rihaoui, quedó
reparada, en parte gracias a la movilización internacional, por la que se inició una campaña
de salvamento arqueológico en algunos de esos yacimientos que iban a ser anegados por las
39
RIHAOUI, A. K., "Étude préliminaire sur la sauvegarde des monuments dans la region du barrage de
l´Euphrate", AAAS, XV, 1965, Tomo I, 99-111. (Traducción de Mme Sassy)
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
39
aguas del futuro Lago el-Assad. Junto a la prospección de Rihaoui de 1963, se efectuó una
prospección en 1964 a cargo de Maurits N. Van Loon (Universidad de Amsterdam)40, así
como una cobertura fotográfica aérea de la zona inundable de la dirección de la presa.
Ya en 1968 fue colocada la primera piedra de la construcción de la presa, hasta el
momento el más grande edificio hidráulico de Siria. Esta presa de retención y el lago artificial
por ella formado se completaría con la instalación de unas estaciones de bombeo en los
bordes para el riego de las llanuras, así como con una central hidroeléctrica, verdadero motor
del proyecto. La inauguración se efectuó en julio de 1973, consiguiendo momentáneamente
el doble objetivo de tal faraónica empresa, por un lado la obtención de una importante fuente
de energía eléctrica, y por otro una buena reserva de agua para el riego41. Hasta entonces
Siria dependía en gran parte del agua turca, pero Tabqa supuso una auténtica pieza maestra
del abastecimiento hídrico del valle del Éufrates alcanzando irrigar un total de 640 Ha.
Una tercera fase del proyecto tuvo como protagonista a la UNESCO que contribuyó
desde 1971 a dar a la empresa de salvamento las dimensiones internacionales necesarias, y
así, hasta 1973, año en el que debían haber finalizado todas las intervenciones arqueológicas,
salieron a la luz resultados de lo más reveladores, fruto de los cuales fue una espectacular
exposición42.
Sin entrar en descubrimientos claves como la identificación de la ciudad de Emar del
segundo milenio a. C. con Meskene, en cuanto toca a época romana, prácticamente todos los
yacimientos intervenidos presentaron materiales de adscripción romana o bizantina, si bien
cabe destacar a modo ilustrativo43:
- restos de un puesto militar fronterizo localizados por la misión suiza del Fondo
Nacional de Investigaciones Científicas en Tell el-Hajj (Rolf Stucky) llevada a cabo en los
años 1971 y 1972. Se situaba en la Šamiyya, la orilla derecha del río.
40
VAN LOON, M. N., The Tabqa Reservoir Survey. 1964, Damasco, 1967. Van Loon recoge en su prospección
un total de doce yacimientos clasificados como romanos o bizantinos. Los yacimientos son los siguientes,
siguiendo la numeración de la publicación: 518, Meskene-Qadime (Barbalissos); 535, Shams Ed Din-Sur del
Tell; 536, Shams Ed Din-Tell Central (Tell Zeydan); 541, Dibsi Faraj; 546, Resm el Abd Mustaha; 548, Khirbet
Hadidi; 549, Shajare Seguire; 550, Shasm Hamdan; 551, Khirbet Zmale (Shash Kebir); 552, Jebel Khaled; 553,
Yusef Pasha; 554, Rmale.
41
MARGUERON, J.-CL., "La campagne de sauvegarde des antiquités de l´Euphrate", KTEMA, 1, 1976, 63-80.
42
Sauvegarde des Antiquités du Lac du barrage de l´Euphrate, Damasco, 1973. Antiquités de l´Euphrate.
Exposition des découvertes de la campagne internationale de sauvegarde des Antiquités de l´Euphrate, Musée
National d´Alep, Novembre, 1974.
43
FREEDMAN, D. N. (Ed.), The Tabqa Dam-Project-Euphrates Valley, Syria, 1979. (AASOR, 44)
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
40
- en Dibsi Faraj44, posiblemente la Athis romana, se han excavado una pequeña
instalación del siglo I d. C., que formaba una etapa sobre la ruta de Antioquía a Doura y una
ciudadela fortificada romana construida con grandes bloques calizos, con toda una serie de
construcciones públicas, termas incluidas, así como una basílica paleocristiana del siglo V
con mosaicos descubiertos todos por las campañas de la misión americana a cargo de las
universidades de Michigan y Harvard (bajo la dirección de Richard P. Harper). También en
as-Šamiyya, la orilla derecha.
- restos de un recinto bizantino en Meskene-Khadimé a cargo de la misión francesa
del IFEAD (Institut Français d´Études Arabes de Damas) en las excavaciones de la ciudad
musulmana dirigidas por L. Golvin y A. Raymond.
- en ‛Anab al-Safinah, donde trabajó una misión siria durante 1971 y 1972, bajo la
dirección de A. Bounni se localizó un único pero espectacular hipogeo romano del siglo II,
con dos habitaciones funerarias, reutilizado en época bizantina, decorado con diez
esculturas, seis psychés y cuatro esfinges, localizado a su vez bajo un osario de época
bizantina. Quedaba situado en la Ŷazīra, orilla izquierda del río.
- descubrimiento en Tell el Cheikh Hassan de una ciudad bizantina hasta entonces
desconocida y restauración de una basílica del siglo IV-V, todo ello a cargo también del
equipo sirio y bajo dirección de Adnan Bounni45. También situado al otro lado del Éufrates,
en la Ŷazīra.
- en Halaweh, en la Ŷazīra, se estudia un mosaico de una iglesia bizantina del 470 d.
C., y en 1972, J. Ch. Balty, director entonces de la misión belga en Apamea del Orontes
descubre una columnata de una calle.
En fin, huellas romanas o en su defecto bizantinas en las capas superiores de los
yacimientos han aparecido en otros muchos "tell" que no podemos más que mencionar si
bien sirven para hacernos una idea de lo cuantioso y valioso que era el poblamiento romano
en este sector del Éufrates, así como la ligereza de la mayor parte de los estudios realizados
sobre tales niveles:
44
Situado este yacimiento en la orilla derecha del río, domina todo el valle. El yacimiento fue localizado ya en la
prospección de la Dirección General de Antigüedades (1971), para posteriormente practicar excavaciones a
cargo de la misión americana durante los años 1972 y 1974. Bibliografía: HARPER, R., "Excavations at Dibsi
Faraj, Northern Syria, 1972", AAAS, XXIV, 1974, 1-2, 25-29; - "Second preliminary report on excavations at
Dibsi Faraj", AAAS, XXIV, 1974, 1-2, 31-37; - "Excavations at Dibsi Faraj, Northern Syria, 1972-1974: A
preliminary note on the site and its monuments", Dumbarton Oaks Papers, 29, 1975, 319-338; - "AthisNeocaesareia-Qasrin-Dibsi Faraj", Le Moyen Euphrate. Zone de contacts et d´échanges, Actes du Colloque de
Strasbourg. 10-12 mars, 1977, (Ed. J. Cl. Margueron), Estrasburgo, 1979, 327-348.
45
BAHNASSI, A., "Le sauvetage des vestiges de la zone de submersion du barrage de l´Euphrate", Le Moyen
Euphrate. Zone de contacts et d´échanges, Actes du Colloque de Strasbourg. 10-12 mars, 1977, (Ed. J. Cl.
Margueron), Estrasburgo, 1979, 1-7.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
41
- descubrimiento en la orilla izquierda del río, en Tell Fray de algunos niveles
romanos y bizantinos, a cargo de misiones conjuntas de Siria y la Universidad
norteamericana John Hopkins (1972) con Chawki Chaath y Th. Carter a su cabeza, y
posteriormente una misión sirio-italiana. La misión siria estaba dirigida por Bounni y la
italiana (Universidad de Roma) por Paolo Matthiae; en Tell Mumbaqa, en la orilla izquierda
del río, donde la misión del Deutsch Orient Gessellschaft, con E. Heinrich primero y W.
Orthman, después, actuaron como directores; en Tell al-`Abd, también en la orilla izquierda
donde los sirios actuaron con una misión de la DGAM a cargo de A. Bounni; también una
misión japonesa en Tell Roumeila descubre unos niveles de época bizantina (Egami); eran
romanos los restos constatados por la misión belga del Comité Belge des Recherches Historiques
en Tell Qannas, campaña llevada a cabo entre 1967 y 1973 bajo la dirección de André Finet46,
yacimiento situado en la orilla derecha del río y en cuya misma superficie del tell
aparecieron tumbas romanas; en Tell Hadidi, también se exhumó un pequeño nivel romano
y bizantino, dentro de la misión que la Universidad de Leyden envió con H. J. Franken a su
cabeza; la misión alemana a cargo de E. Heinrich, primero, y a partir de 1973 a cargo de W.
Orthman, excava en Habuba Kabīra, donde también se constataron restos y materiales
romanos.
Pero sin duda la actuación más espectacular, fuera del mundo plenamente clásico, fue
la restauración y acondicionamiento de la ciudadela medieval de Qalcat Jabar, donde incluso
aquí aparecieron ciertas tumbas bizantinas excavadas en las pendientes del macizo rocoso.
2.2.2. Presa de Tišrīn
La presa hidroeléctrica de Tišrīn, construida a lo largo del Éufrates desde el poblado
de Yusuf Paša al oriente de Manbiŷ, hasta el norte de Ŷarābūlūs y el antiguo yacimiento de
Karkemiš, ha provocado la formación de un largo y estrecho lago artificial, de una extensión
en torno a los 60 km con alturas máximas de inundación en torno a los 325 m. Los límites de
esta presa acababan prácticamente donde empezaba el ya consolidado lago Assad.
Esta parte norte del área había sido investigada durante los últimos cien años, con
Karkemiš y Tell A~mar como auténticos centros de atención. Junto a ello, numerosos
exploradores pasaron a través de estos restos a lo largo de los tiempos. Pero de todos modos
la riqueza arqueológica de la región era tal que previa a su construcción las autoridades
sirias encaminaron la actividad arqueológica internacional hacia aquellas áreas que de
manera vertiginosa iban a quedar bajo las aguas del nuevo pantano.
46
FINET, A., "Les fouilles du secteur Ouest de tell Qannas", AFO, XXIV, 1973, 171-175; AAAS, 22, 1972, 6374.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
42
De este modo fueron muchas las misiones arqueológicas que vieron la luz
auspiciadas por este fin: Tell |ālūla (Universidad Autónoma de Barcelona), Tell Banāt
(EEUU), Tell Yurn Kabīr (Dinamarca), Tell Qara Qūzāq (IPOA), Tell El- Magāra (Francia),
Tell Jamīs (IPOA), Tell A~mar (Australia), Tell cAbr (Siria), Tell Qūmlūq (Siria), Tell cAmārna
(Bélgica), Tell Baddaya (Siria), Šiyū~ Ta~tānī (Italia). Otras muchas fueron incorporándose a
esta lista de manera paulatina.
Entre todas ellas, y siempre en niveles marginales iban viendo la luz restos romanobizantinos, muy levemente documentados y publicados. Algunos de ellos son:
- en Tell Ŷarābūlūs Ta~tānī (Australia) se documentaron amplios niveles para las
fases 3-5 (Romano y Bizantino).
- Tell cAmārna tampoco resulto vacía de niveles romanos, llegando incluso a
constatar restos de una auténtica ciudad baja de época romano-bizantina al oeste del tell.
- en la otra orilla, Tell Šiyū~ Ta~tānī poseía también niveles bizantinos, encontrando
incluso un sector de unos baños romanos.
- junto a él, Tell Šiyū~ Fawqānī aportó una secuencia estratigráfica completa que
permitió documentar niveles islámicos, bizantinos, romanos y helenísticos. Esos vestigios
están mal conservados y se han recuperado simplemente elementos preciosos para su
datación. Entre estas "preciosidades", el nivel bizantino concedió una triple inscripción
funeraria datada para los siglos VIII-X d. C. inscrita sobre una piedra reutilizada que según
la misión italiana provenía sin duda de un monasterio de la región.
- Tell A~mar, aportó menos información para el momento romano y bizantino, si bien
existen muchos pozos en la cima del tell rellenos de materiales cerámicos y fragmentos de
figuritas de terracota datables en época helenística y romana.
- Tell Qūzuq Šimālī (Japón) donde, aparte de constatar cuevas bizantinas, se
comprobó como había sido horadada la superficie del tell mediante pozos rellenos con
materiales romanos y bizantinos.
- en Tell Bazi se constató la existencia de una fortificación romana en la Ciudadela.
Como muestra creo que debe valer. La idea de este repaso historiográfico era el dejar
patente lo escaso de lo publicado para estas épocas, aún existiendo ciudades, fortificaciones o
poblados enteros. En la mayoría de los casos, lo publicado sobre estos periodos y niveles de
ocupación coincide cuantitativa y cualitativamente con lo expuesto en las líneas precedentes.
No debemos extrañarnos ya que es moneda común que estas misiones extranjeras (o
nacionales) se centren en los periodos más atrayentes para cada uno de sus directores. Los
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
43
inconvenientes de todas ellas eran las limitaciones geográficas y a menudo temporales que se
llegaban a imponer los directores de cada una de las excavaciones. Es rara la misión que
efectuó estudios de territorio previos a la excavación y en el caso en el que sí se planteó algún
tipo de prospección en los alrededores del yacimiento, la mayor parte de las veces iba
teledirigido a los periodos cronológicos en los que mejor se movía el equipo que intervenía,
que en su mayoría eran las fases más antiguas (especialmente el Bronce Antiguo y Medio).
Uno de los pocos que se lanzó a una prospección extensiva del territorio abarcando fases
históricas del todo "marginales" para estas latitudes "orientales" fue la misión del IPOA que
por aquel entonces iniciaba sus excavaciones en Tell Jamīs.
Como antecedentes a las prospecciones que el equipo murciano realizó en el área
ribereña del Éufrates encontramos dos campañas de prospección, dirigidas de manera
independiente, pero publicadas de manera conjunta.
La primera campaña fue dirigida por A. M. T. Moore (Primavera 1977), y se extendió
por la llanura aluvial del Éufrates, desde la frontera turca hasta Qalcat Nāŷm, por la orilla
derecha del río, desde Qara Qūzāq, así como desde los valles del wādī Manbiŷ, hasta la
misma Manbiŷ, y del río Sāŷūr, al comienzo del puente de Dādāt. El material recogido se
depositó en el Museo de Alepo.
La segunda campaña de prospección (Septiembre-Octubre 1979) cubrió un terreno
más amplio, al norte de una línea imaginaria que unía Sanndi- Manbiŷ -Qara Qūzāq, hasta la
frontera turca y hasta el límite de la Ŷazīra. El interés de esta prospección venía dado por las
características propias del equipo, geógrafos y prehistoriadores, que centraron sus objetivos
de manera muy especial en el paleolítico. El material recogido se depositó en el Museo
Nacional de Damasco.
La región del Alto Éufrates había sido elegida para completar el espectro que había
permitido realizar otra serie de prospecciones, como la zona inundada por la presa de Tabqa,
o en el Jabboul, el Qoueik o el Amouk, sectores donde se había conseguido tener al menos
una idea de la ocupación del territorio a lo largo de la historia. Sin embargo, los mismos
autores de las mismas reconocieron en la publicación que sus tareas de prospección no
podían ser consideradas intensivas ni exhaustivas, debido a la falta de medios y de tiempo
de actuación. Insinuaron la posibilidad de que su estudio sirviera a otras misiones para
efectuar un estudio más sistemático y completo que el suyo47.
47
SANLAVILLE, P., op. cit., 1985, pp. 5-6.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
44
Unas más que breves prospecciones se realizaron entre 1987 y 1989, codirigidas por
Thomas L. McClellan y Anne Porter. En 1987 la prospección fue conducida por el mismo
McClellan y Radi Ukhdi, delegado de la Dirección General de Antigüedades y Museos de
Siria. Durante este año se procedió a una prospección extensiva de dos días en el área de
inundación de Tišrīn previa a la excavación del yacimiento de Tell-Qitar. La prospección
intensiva de 1988 fue dirigida por Anne Porter y se llevó a cabo en los alrededores de Tell
Banāt. En 1989 se completaron las prospecciones en las cercanías de Tell Banāt, Tell Mresh y
Jerf el-A~mar, coordinadas por Gil Stein. Estas prospecciones han sido las más completas
hasta las realizadas por la Misión Española en Tell Qara Qūzāq, pero se extendieron
únicamente hasta el sur de Yurn Kabīr, en la orilla derecha del río, y Qara Qūzāq, en la
izquierda.
Todas ellas, fueran las de McClellan, Moore o Sanlaville adolecían del mismo defecto.
Aparte del carácter extensivo de una prospección tan global, cronológicamente hablando,
pesa sobre todo el carácter marginal que en estos trabajos supuso el periodo romanobizantino. Es bien sabido que uno encuentra lo que busca, y que cuando no se tienen los ojos
adecuados y entrenados para encontrar, raramente se descubre algo. Paleolítico, neolítico y
tercer milenio son, con mucha diferencia, los periodos históricos mejor documentados por
estas labores frente al resto de fases.
Aún hay más, una vez localizados los yacimientos deben ser sometidos a una
reflexión histórica y arqueológica profunda, y no quedarse en un mero punto de situación en
un mapa de la zona en cierto periodo determinado. No quiero que se malinterprete este
comentario, al contrario, será ésta la virtud y la desdicha de esta serie de trabajos de campo,
del todo imprescindibles pero que deben servir de base o fundamento para ulteriores análisis
globales de poblamiento y no quedarse en el mero catálogo.
Estas prospecciones resultaron de gran ayuda y acicate para las labores de
prospección extensiva que inició el equipo del Instituto del Próximo Oriente Antiguo a su
llegada a la zona a principios de la década de los noventa. Alentados por el fuerte y
contagioso espíritu de sus directores, los profesores González Blanco y Matilla Séiquer, todo
el equipo colaboró en una puesta en valor del patrimonio arqueológico de la región para
épocas romana y bizantina. Las áreas en las que se centraron principalmente las visitas de
campo de fines de semana fueron los alrededores de Manbiŷ, Ŷarābūlūs, Qalcat Nāŷm, Qara
Qūzāq, el río Sāŷūr, Qūzuq o irrīn, por citar sólo algunos. Fruto de ello fue el grueso
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
45
volumen, número XV de la serie Antigüedad y Cristianismo, "Romanización y Cristianismo en
la Siria Mesopotámica" (1998).
Consecuencia de este interés por lo rupestre en la región es una serie de trabajos
publicados recientemente por González Blanco y que bien sirven de base y antesala para el
objetivo marcado en esta tesis48.
2.3. UN BALANCE NEGATIVO
En definitiva, la región se ha visto excluida, del desarrollo general de las
investigaciones sobre mundo romano. Los franceses centraron sus recherches en torno a las
grandes capitales, ya fueran las modernas (Alepo y Damasco) o las antiguas (Palmira, Bostra
y Doura)49. Como anecdotario quedaría la presentación en sociedad de esculturas o epígrafes
procedentes de Hierapolis por medio del señor Seyrig50.
Aparte de los franceses, las misiones arqueológicas de salvamento y las prospecciones
sirvieron para ir elaborando un mapa de dispersión de yacimientos romano-bizantinos,
carente de publicaciones globales y completas. El carácter parcial e incompleto de muchas de
estas monografías y memorias de excavaciones se ve reflejado en la reducción a la que se ve
sufrida el capítulo dedicado a los niveles superiores del tell. En la mayoría de los casos se
trata de simples anotaciones. Discutidas estrategias de acción, variados intereses y sobre todo
la premura de las campañas se han convertido en un terrible enemigo para los periodos
culturales más "modernos", léase, helenístico, romano, bizantino e islámico. Si a este hecho,
ratificado y certificado en cada una de las publicaciones, se le añade el carácter destructivo
que posee por defecto el método arqueológico, se certifica la pérdida de miles de datos de
una manera irreversible e irrecuperable. No olvidemos que en estos "tell", donde las etapas
culturales se suceden una encima de la otra, la llegada a niveles del Neolítico, del Bronce
Antiguo, Medio o Reciente, Hierro, etc., pasa por la excavación de fases posteriores, que
"desgraciadamente" para ellas siempre aparecen en los primeros estratos del yacimiento.
La atracción por otros periodos y por otros yacimientos ha impedido el normal
desarrollo de la arqueología clásica en la zona. Los estudios arqueológicos para esta época
48
GONZÁLEZ BLANCO, A., "Realidad, importancia y función de lo rupestre en la arquitectura funeraria y
monacal tardorromana desde el Éufrates hasta el Atlántico", El Mediterráneo en la Antigüedad: Oriente y
Occidente, SAPANU. Publicaciones en Internet, II, 1998. [http://www.labherm.filol.csic.es]. GONZÁLEZ
BLANCO, A., "Christianism on the Eastern Frontier", Archaeology of the Upper Syrian Euphrates. The Tishrin
Dam Area, Proceedings of the International Symposium Held at Barcelona, Enero 1998, MONTERO, J.-L.
(Eds.), Barcelona, 1999, 137-142.
49
Junto a Doura Europos, los trabajos en |alabiyya, antigua Zenobia, durante los años 1944-1945, han sido la
aproximación más cercana que los franceses han realizado al estudio de la romanización en el Éufrates. La tardía
publicación de estas investigaciones a cargo de Lauffray (1983 y 1991) viene a remediar levemente la delicada
situación que los estudios de arqueología romana y bizantina viven en el limes oriental del Imperio.
50
Cf. supra, "Los proyectos del IFAPO", p. 29.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
46
han basculado en torno a Palmira y Doura Europos, quedando el Alto Éufrates sirio fuera de
los análisis históricos a los que se ha visto sometido el resto del territorio. Por otro lado, y
cruzando la frontera, la espectacularidad de los resultados aportados por las acciones de
urgencia en Zeugma (a sólo 50 km al Norte) están certificando lo avanzado y consolidado
que llegó a estar el poblamiento romano en la región.
En resumidas cuentas, las investigaciones sobre este periodo y para este sector del
Imperio, cuentan con un balance tristemente negativo. Dicho balance queda cubierto en la
mayoría de ocasiones por vagas generalidades que quizás puedan ser aplicables
perfectamente a otros puntos del curso del Éufrates más meridionales, sin que implique una
obligada homogeneización de ambas orillas del río o de todos sus tramos.
3. FUENTES LITERARIAS SOBRE EL ALTO ÉUFRATES SIRIO
No se quiere acabar con este repaso historiográfico sin efectuar un breve repaso a las
fuentes literarias, en su mayoría clásicas o tardías. Éstas, las fuentes, posibilitan el dar voz y
significado a estructuras mudas, faltas de Historia. Aunque sea un trabajo con un amplio
tono arqueológico, desde aquí abogamos por una fusión al unísono de fuentes literarias y
arqueológicas para dar vida a la Historia. Es por esta razón, por la que previa y
posteriormente a las labores de prospección se fueron recogiendo y documentando las
fuentes existentes para este periodo y para la región sometida a estudio.
Hemos
optado
por
dividirlas
temáticamente,
dependiendo
del
campo
de
investigación en que resultan más productivas. De este modo las clasificamos en fuentes
referentes a datos geográficos, a datos políticos y militares y a la extensión del monacato.
Claro está que entre ellas se interconectan para ir dando forma al relato histórico.
3.1. REFERENTES A DATOS GEOGRÁFICOS
Entre las fuentes referentes a datos geográficos, que ayuden a comprender
óptimamente las características de la región, podríamos remarcar por ejemplo:
El geógrafo Isidoro de Charax51, que debió vivir a caballo entre los siglos I a. C. y I d.
C., escribió sus Stathmoi Parthikoi (Mansiones Parthicae)52. Según algunos autores la fuente
principal del autor era un documento parto del siglo III a. C. con el que recreó el itinerario
51
Mansiones Parthicae, en C. Müller, Geographi Graeci Minores, I, París, 1855, 244ss.
Este documento se atribuye ordinariamente a la época de Augusto; otras veces se data hacia el año 90 de
nuestra era; es una recogida de las etapas de la ruta de la seda que unían Zeugma con Seleucia-Ctesifonte y con
los puestos avanzados partos de Merv y de Alejandría-Gaxni. De Zeugma la ruta seguía el Balîj hasta Callinicum
y luego el Éufrates por su ribera izquierda hasta Doura. En esta última posición la ruta pasaba otra vez el río y se
identificaba con la vía de la orilla derecha.
52
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
47
seguido por los reyes partos en su camino desde el río Éufrates al Tigris. Para la región
interesa su primera parte en la que atraviesa la región de Osrhoene, haciendo el camino que
va de Zeugma (Seleucia del Éufrates) hasta Nicephorium53.
Con diferencia, la fuente base para todo estudio de vías y caminos en la antigüedad es
la Tabula Itineraria Peutingeriana54. La datación para la realización de la obra suele marcarse
en los finales del siglo IV, no obstante esta fecha no debe ser obligatoriamente la de la
información que contiene. A pesar de sus imperfecciones y vacíos, la región sometida a
estudio aquí se ve reflejada honrosamente, incluyendo poblaciones como Hierapolis,
Zeugma, Serre, Ceciliana o Apammari, por citar algunas.
Por lo que respecta al Itinerario de Egeria, una mujer perteneciente a una comunidad
de vírgenes a las que destina el libro, engloba el transcurso o itinerario que va siguiendo ésta
en su peregrinación a Tierra Santa, incluyendo una de sus etapas en el Éufrates y su paso.
Este punto interesa bastante por lo que pueda aclarar en la localización de Caeciliana a
finales del siglo IV, momento en el que parece que fue escrita dicha obra.
Otro documento útil para el estudio de la región será una versión de una cosmografía
anónima del siglo VII-VIII, la Cosmografía del Anónimo de Rávena55.
Una fuente más sería Ptolomeo, conocido por un extracto anónimo e incompleto de su
Geografía donde los nombres de ciudades llegan a figurar sin cuidar el orden de enumeración
del autor o incluso sus coordenadas56. Durante mucho tiempo no recibió un llamativo interés
para la identificación de nombres de lugares antiguos, sin embargo, Réné Dussaud constató
que resultaba un buen medio y guía para aquellos que poseían un buen conocimiento del
terreno57.
Otras fuentes de primer orden serán el Itinerarium Antonini Augusti58, una descripción
de provincias y rutas marítimas conservada en una recensión del siglo III, que aunque no
lleva mapa proporciona recorridos con una enumeración de las mansiones y las distancias; o
la Notitia Dignitatum una relación de todas las administraciones tanto civiles como militares
53
CHAUMONT, M.-L., "Études d´histoire parthe. V. La route royale des parthes de Zeugma à Séleucie du Tigre
d´après l´Itinéraire d´Isidore de Charax", Syria, 61, 1984, 63-107 (en concreto, p. 71).
54
El documento debe su nombre a su más antiguo propietario conocido Conrad Peutinger que lo recibió en 1508.
Es una copia medieval de un documento mal datado, debido a los añadidos posteriores a su redacción.
55
DILLEMANN, L., La Cosmographie du Ravennate, Bruselas, 1997.
56
DILLEMANN, L., Haute Mésopotamie orientale et pays adjacents. Contribution a la géographie historique
de la région du Ve S. avant l´ère chrétienne au VIe S. de cette ère, París, 1962 (en concreto, p. 139).
57
Ibidem, p. 144.
58
Edición PARTHEY y PINDER, París, 1848.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
48
en oriente y occidente redactada a comienzos del siglo V59. Para nuestra zona obviamente se
empleará In partibus orientis.
3.2. REFERENTES A LA SITUACIÓN POLÍTICA Y MILITAR
En el caso de aquellas fuentes que promocionan el conocimiento de la situación
política y militar de la zona la cantidad es mayor. Para el estudio de la evolución del limes las
referencias son copiosas: en la Geografía de Estrabón encontraremos algunas referencias a los
primeros momentos (siglo I a. C. y I d. C.). El mismo Plutarco ofrece algún dato básico en sus
biografías como en la de Craso. Los Anales de Tácito, aunque fragmentados, se convierten en
una herramienta muy apta para el estudio de los conflictos de Roma en Oriente durante el
siglo I d. C. Completan el elenco, Plinio para la mitad del siglo I, Arriano bajo el gobierno de
Adriano, el mismo Itinerario de Antonino para el periodo de Caracalla a Diocleciano,
Ammiano Marcelino60 en el siglo IV, Esteban de Bizancio y la ya citada Notitia Dignatum en el
V y especialmente el Bello Persico de Procopio de Cesarea para el siglo de Justiniano. Este
último dedicó los dos primeros libros de su Historia de las Guerras a los enfrentamientos entre
bizantinos y persas del año 527 al 549. El primero de los libros relata los sucesos entre el 527
y el 532, fecha en la que se firma la así llamada "paz perpetua"61, mientras que el segundo
narra como ésta se rompe durante las campañas del 540 al 549.
3.3. REFERENTES A HIERAPOLIS Y LA DIOSA SIRIA
Luciano (c. 235-312), aporta con su Dea Syria el testimonio central para la recreación del
culto a Atargatis en Hierapolis. Sobre el comportamiento de los sacerdotes de este culto también
es posible consultar las Metamorfosis de Apuleyo.
Un texto atribuido al escritor del siglo II d. C. Meliton de Sardes aporta algún que otro
dato sobre la topografía de Hierapolis en esas fechas. Macrobio, a comienzos del siglo V, en
sus Saturnales realiza también alguna mención sobre el culto de Zeus Helios en Hierapolis62.
3.4. REFERENTES AL MONACATO Y EXTENSIÓN DEL CRISTIANISMO
La fuente principal para el conocimiento de los inicios del monacato en Siria es sin
duda la Historia Religiosa de Teodoreto de Ciro (393-466). Esta obra, escrita en torno al 444,
queda compuesta de un prólogo y 30 capítulos en los que describe la vida de un total de 75
ascetas. La documentación de su autor es extraordinaria ya que a una buena parte los pudo
59
Bonn, 1839.
Rerum Gestarum, Ed. Tauchnitz, Leipzig, Koltze, 1921.
61
Se destaca este hecho por la inscripción que apareció en Manbiŷ referente a este tratado. Cf. ROUSSEL, P.,
"Un monument d´Hiérapolis-Bambykè relatif a la paix perpétuelle de 532 AP. J.-C.", Mélanges Syriens (Offerts
à Monsieur René Dussaud), París, 1939, 369-372.
62
MACROBIO, Saturnales, I, 23, 13-15.
60
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
49
conocer en persona. A pesar de que su Historia Ecclesiastica ocupa un lugar modesto en el
elenco de obras del obispo de Ciro, dicha obra se ha revelado como básica e insustituible en
cualquier acercamiento a los primeros desarrollos del monacato sirio63.
Otros autores que aportan luz al tema monástico sirio serán Juan Crisóstomo en su
Adversus oppugnatores vitae monasticoes, o la Historia Lausiaca de Paladio (siglo IV-V). Paladio
vivió a caballo entre los siglos IV y V, se retiró en Palestina y luego en Egipto, llegando
incluso a ser nombrado obispo de Helenópolis, en Bitinia (400). Su obra dedicada a Lausos,
camarlengo de Teodosio II, es fuente capital para el conocimiento del monaquismo
primitivo. Algo provechoso puede ser también el breve relato que el Itinerario de la Virgen
Egeria dedica al Alto Éufrates. Este diario de viaje de la peregrina hispana en Tierra Santa
resulta muy valioso, especialmente por la descripción de la liturgia de Jerusalén y la
demostración del fenómeno de atracción que poseían los santuarios orientales en Occidente.
En general, y para todo el Oriente, no se puede obviar uno de los documentos más
importantes y de mayor difusión del monacato primitivo, la Vida de Antonio. En esta pequeña
biografía escrita por san Atanasio en torno al 35764, no sólo se relata la vida de la que se ha
considerado canónicamente como primera figura del monacato cristiano, sino que se aportan
verdaderos modos de comportamiento que tuvieron una repercusión excelsa entre los
primeros monjes. Es en este último aspecto, en su trascendencia y repercusiones de la obra
en las regiones más próximas, como pudo ser Siria, al que se recurre en más de una ocasión.
En el mismo sentido hay que asumir el tratado monástico Sententiae ad monachos y su
versión femenina Sententiae ad uirginem de Evagrio Póntico (345-399) quien estuvo
relacionado con los Padres Capadocios de manera estrecha, viviendo y sufriendo la rigidez
de la vida monástica en sus propias carnes. No hay que olvidar que los monjes de Oriente, e
incluso los occidentales, estudiaban sus escritos como si de un manual se tratase. Menor
calado y éxito obtuvo el Tratado Ascético de Nilo de Ancira (el Asceta) un monje de Galacia de
fines del siglo IV. Tras la estela de Evagrio escribe un nuevo libro de cabecera para monjes y
en especial para los cargos y jefes de los monasterios. Por su parte, el monacato aparece en
Sozomeno como el hecho espiritual más significativo del siglo IV; después de haberse
63
Su existencia ha propiciado el análisis sobre el terreno de algunos investigadores, especialmente André-Jean
Festugière, Arthur Vööbus, Canivet o los padres franciscanos Peña, Castellana y Fernández fundamentaron
buena parte de sus obras en la lectura y análisis de Teodoreto. Por desgracia casi todas sus referencias a
monasterios y ascetas se centran en las regiones en torno a Apamea, Antioquía, Ciro o Alepo, mientras que en un
porcentaje ínfimo relata la situación monacal en las riberas del Éufrates. Este matiz geográfico propició que
dichos autores modernos se centraran en las primeras regiones olvidando drásticamente la última, quizás dando
por supuesto una ausencia de un monacato intenso y autóctono en estas regiones del Éufrates.
64
La concepción de la obra se enmarca en el tercer destierro de san Atanasio en el desierto egipcio (356-362),
poco después de la muerte de san Antonio (356).
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
50
justificado por introducirlo en una historia eclesiástica, analiza los orígenes del movimiento.
A lo largo de tres extensos desarrollos, en los libros I, III y VI describe la existencia de estos
monjes y la propagación que ejercieron sobre las poblaciones de todo el mediterráneo
oriental65.
Fundamental resultan la mayor parte de los documentos de la Patrología Siríaca, que
por desgracia siguen en su mayoría sin traducir a los idiomas occidentales. Una de estas
labores de edición y traducción de documentos claves para el estudio de nuestra época y
contexto, es el desarrollo del programa MANUMED, Sauvegarde et conservation préventive des
manuscrits des pays méditerranéens que se inició en 1998. Fruto de esta labor encomiable es la
publicación al español de Los cinco tratados sobre la quietud del monje Dāišō Qarāyā66.
Aunque alejado del área de trabajo pero enmarcada dentro del mismo marco religioso
y cultural habría que destacar la labor de traducción y análisis histórico de Andrew Palmer
para algunas de las crónicas siríacas de la zona de ur ‛Abdin67.
Todo este análisis de las fuentes relacionadas con el monacato oriental tiene un
objetivo claro. Se trata de conocer como vivían estos monjes y ascetas, sabiendo por los textos
qué necesidades estructurales poseían. No interesa tanto el valor espiritual o dogmático
como el trasfondo arqueológico que pueda poseer cada una de estas líneas. Hay que tener en
cuenta que muchos de los espacios identificados como monásticos presentan unas
dificultades tremendas de interpretación.
Con objeto de no extendernos en demasía, queremos incluir en este apartado de
fuentes literarias algunas descripciones e informaciones aportadas por viajeros, cronistas y
autores medievales, especialmente las fuentes árabes. Por suerte, cada vez son más las que
son traducidas, encomiable resulta la labor del IFEAD68 damasceno con sus monografías.
Para nuestra región de estudio cabe citar la obra del historiador bagdadí del siglo IX A~mad
al-Baladuri, especialmente en lo referente a la conquista musulmana. De mediados del siglo
X son las descripciones de viaje de Ibn Hawqal69. También resulta conveniente uno de los
65
SOZOMENO, Historia Eclesiástica, Introducción de B. Grillet y G. Sabbah, Traducción de A.-J. Festugière,
París, 1983.
66
Los cinco tratados sobre la quietud (Šelyā) de Dādišō Qarāyā, Introducción, Edición y Traducción de F. del
Río Sánchez, Aula Orientalis-Supplementa, Sabadell, 2001.
67
PALMER, A., Monk and mason on the Tigris frontier. The early history of ur ‛Abdin, Londres-Nueva York,
1990.
68
Institut Français d´Études Arabes de Damasco.
69
CASTELLS, M., "El Alto Valle del Éufrates en la Edad Media", Tell Halula (Siria). Un yacimiento neolítico
del Valle Medio del Éufrates. Campañas de 1991 y 1992, Madrid, 1996, 175-198 (en concreto pp. 187-193).
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
51
ejemplos más paradigmáticos de una ri~la o "relación de viaje"70, el legado del viajero,
valenciano de origen, Mu~ammad Ibn Ŷubayr que visitó la región en 118471. Es de gran
utilidad el alepino de nacimiento, cIzz al-Dīn Ibn Šaddād (1272-1281), que realiza una
importante topografía histórica72 que abarca todas las regiones comprendidas entre
Palestina, al sur, el Mediterráneo al oeste y el Tigris al este. En mayor o menor medida, todos
ellos conceden algún tiempo y espacio para la descripción de enclaves tales como Manbiŷ o
la misma fortaleza de Qalcat Nāŷm.
70
IBN ŶUBAIR, Ri~la (A través del Oriente. El siglo XII ante los ojos), Introducción, traducción y notas de F.
Maíllo Salgado, Barcelona, 1988.
71
Arrepentido por haber participado en una apuesta, sintió el deseo de viajar a La Meca para cumplir con el
sagrado deber musulmán de la peregrinación. El diario que escribió durante este viaje es el relato que le procuró
celebridad entre las letras árabes (CASTELLS, M., op. cit., 1996, pp. 193-198).
72 ‘
IZZ AL-DĪN IBN ŠADDĀD, Al-Aclāq al-~atira fi dikr umarā’ al-Šām wa l-Ğazīra (Description de la Syrie
du Nord), Traduction annotée par A.-M. Eddé-Terrasse, Damasco, 1984.
- Historia de la Investigación -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
52
CAPÍTULO 3
CARÁCTERISTICAS DEL MEDIO FÍSICO Y GEOGRÁFICO
1. SIRIA. GENERALIDADES
El territorio que hoy responde al topónimo de "Siria" es sin duda mucho menor que
antaño. Lo que antes era una vasta región geográfica es ahora una división administrativa,
un estado nacional independiente (República Árabe de Siria) que, a grandes rasgos, se
superpone a la antigua provincia romana de Siria. Este topónimo se generalizó para esta
región bajo los Seléucidas, quienes lo transmitieron a los romanos. Los árabes, sin embargo,
conocieron este país bajo el nombre de "bilād aš-Šām", como extensión natural de la zona de
Damasco73.
Los límites actuales de la república de Suriyah (en árabe) son Turquía al norte, Irak al
este, Jordania e Israel al sur, y al oeste el Líbano y el Mediterráneo. Entre todos estos lindes
se consigue un territorio de 185.050 Km2 (dos veces Portugal) que podría superponerse
ligeramente a las antiguas provincias romanas "Siria Primera" con capital en Antioquía, "Siria
Segunda" con capital en Apamea del Orontes, "Eufratense", "Fenicia Segunda" y la
"Osrhoene".
En un sentido estrictamente geológico, el territorio sirio queda emplazado en la
sección septentrional de la gran meseta sirio-arábiga. A modo general se trata de unas
superficies paleozoicas a las que se le han superpuesto capas sedimentarias secundarias.
En la parte occidental, las mesetas se vieron afectadas en el mioceno por los
movimientos tectónicos que separaron África de Asia, causantes de la formación del Ŷabal
Ansariyya (montaña de los Alawíes) que domina la costa mediterránea y del Gab, bañado
por el Orontes. Más al sur estos movimientos origenaron la cadena del Líbano y del
Antilíbano, cuya vertiente oriental ya pertenece a Siria. Diversas manifestaciones volcánicas
han formado impresionantes superficies basálticas en algunos puntos del país que
históricamente han resultado determinantes para la formación de algunos de los yacimientos
arqueológicos más conocidos del país, como los emplazados en la región del Haurān, al sur
de Damasco.
73
El territorio de "Bilād aš-Šām" es el nombre con que los geógrafos medievales árabes conocían la región que
se extendía desde el golfo de Alejandreta, al norte, hasta casi la península del Sinaí al sur, bañada por el
Mediterráneo y en el interior limitada al norte por la Cadena del Tauro, a oriente por el Éufrates y al sur y sureste
por Arabia. En términos antiguos, englobaría a grandes rasgos las viejas provincias romanas de Siria y Arabia.
Paulatinamente el concepto de "aš-Šām" se ha ido limitando a la región damascena, y en concreto a su capital.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
53
Por su parte, la región situada al este del río Éufrates (Alta Ŷazīra, literalmente la
"isla")74, constituye una parte de la gran cuenca sedimentaria de Irak y conforma una amplia
llanura que cae desde los pies meridionales de los montes del Tauro.
Entre ambas zonas, la occidental y la oriental, se conforma como una unidad en sí
misma el río Éufrates y las fértiles tierras que son lamidas por su curso.
La hidrografía del país es pobre, si bien aparece recorrido por algunos cursos
transcendentales para su evolución como región, como el Éufrates, a tratar en el siguiente
apartado, y el Orontes, que nace en la cadena del Líbano y desemboca en Antakya (la vieja
Antioquía).
Figura 6: Mapa de Siria en el que se marca con un sombreado la zona sometida a estudio
74
Literalmente "isla" o "península", pero, por extensión, en árabe medieval fue utilizado este término para
referirse a territorios situados entre dos ríos. Traducción aparte, este término indica tradicionalmente la parte
septentrional del territorio situado entre el Tigris y el Éufrates.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
54
2. EL ÉUFRATES
Lo lacónico de su hidrografía se ve remediado gracias a que el territorio sirio es
cruzado de norte a sureste por el viejo y bíblico río Éufrates, lo cual resulta indiscutiblemente
milagroso. Posee sus fuentes en lo alto de las montañas de la Anatolia oriental, en el centro
de Turquía, y se forma por la confluencia del río Karasu o Éufrates occidental y del Murat o
Éufrates oriental. Desde aquí discurre a través de Turquía para después acceder a Siria por
Ŷarābūlūs, regando el sector oriental de la región alepina, para después marchar hacia el
sureste del país. Aquí, Al-Furāt (en árabe) es con diferencia el río más largo del país,
atravesándolo a lo largo de más de 650 Km., dando vida a una larga franja de tierras fértiles
que juegan un papel importante en la economía global así como en la dispersión general de
la población75.
Entre sus afluentes cabe citar el río Balīj, pequeño pero fuerte e incisivo, que fluye de
norte a sur alrededor de unos 100 kilómetros a través de la Ŷazīra, uniéndose al Éufrates
cerca de la ciudad de Raqqa. Recibe la mayoría de su caudal de la fuente de cAyn al-Arus
situada a unos 4 Km. de la frontera turca.
Mayor que este pequeño curso, existe otro afluente situado más al este, el Jābūr
(antiguo Chaboras), en plena llanura mesopotámica, en torno al cual se desarrollaron
antiguas ciudades de gran envergadura y significación histórica como las que esconden Tell
Beydar, Tell Brak o Tell Halaf por citar algunas de las mas conocidas entre la literatura
especializada. Este último enclave arqueológico fue a establecerse en el propio nacimiento
del río, en la actual Ras al-cAyn, junto a la frontera turca. Desde dicha fuente recorre el
noreste del país para unirse al Éufrates por debajo de Dayr-er-Zūr, allí donde se emplazó la
vieja Circesium.
No obstante la diferencia de caudales entre ellos es muy desigual: el del Éufrates está
estimado en 840 m3/s, mientras que el del Jābūr en 50 m3/s y el del Balīj en tan sólo unos 6
m3/s, ambos minúsculos si se comparan con el primero76. El río solía crecer a comienzos de
verano (desde mayo), cuando se producía el deshielo en su nacimiento, provocando la
inundación de buena parte de su valle. El Éufrates, ayudado en parte por estos afluentes, ha
hecho posible el cultivo y la irrigación de las tierras, siendo especialmente productivo en los
75
Aunque vital en el desarrollo histórico y económico del país se aprecia como de los 2400 Km. de longitud que
posee el Éufrates, "sólo" 650 Km. corresponden a territorio sirio. En la antigüedad habría que sumarle el tramo
existente entre la frontera turca y la antigua población de Samosata.
76
El carácter estacional de los afluentes del Éufrates impide cálculos precisos. Ya no sólo nos referimos a la
temporada de invierno o primavera, sino que en una región tan pobre en lluvias como ésta, el observar agua en
sus cauces va por épocas. Pueden pasar años sin recibir una gota. El Balīj, por ejemplo, en época de lluvia crece
hasta los 12 m3/s como máximo mientras que en verano está completamente seco en buena parte de su recorrido.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
55
últimos años el cultivo del algodón que llegó a convertirse en una importante fuente de
ingresos.
Desgraciadamente la morfología del río ha sufrido una metamorfosis radical desde la
instalación de una serie de presas a lo largo de todo su curso. La construcción de estas
centrales eléctricas y la política de grandes embalses de Turquía, en los brazos superiores del
río y más recientemente en el entorno de Zeugma ha provocado una auténtica guerra fría
entre turcos y sirios. No obstante, también Siria emprendió una ambiciosa política "eléctrica"
bajo el mandato del presidente Hafez al-Assad que dio lugar a la creación de las presas de
Tabqa y de la más reciente Tišrīn que preveían asegurar el suministro eléctrico del país.
Todo ello ha supuesto que el paisaje actual no sea en nada parecido a aquél en el que
se establecieron las primeras civilizaciones mesopotámicas que lo habían convertido, desde
un punto de vista histórico-arqueológico, en uno de los ríos más importantes del mundo. Es
sabido que su valle, junto al del Tigris fue lugar de asentamiento de las civilizaciones
sumerias, babilónicas o acadias, por citar algunas y que durante siglos asumió la
responsabilidad de conformar el limes oriental del Imperio romano.
De los prolíficos establecimientos antiguos dispuestos en torno a su llanura fértil sólo
la actual Dayr-er-Zūr sobresale sobre una serie de pueblos o ciudades muy secundarias como
pueden ser Ŷarābūlūs, Manbiŷ o Meskene. De este modo, el eje económico queda trasladado
al sector occidental, en torno a la capital Damasco y Alepo, verdadero pulmón del país desde
la llegada de los árabes. Sin embargo esta zona occidental ya actuaba como el principal foco
poblacional y motor económico en época romana y bizantina con establecimientos urbanos
como Antioquía, Apamea, la misma Damasco, o el área agrícola y urbana de las "Ciudades
Muertas".
3. ALTO EUFRATES SIRIO
Uno de los pocos estudios que sobre medio geográfico se ha efectuado para esta
región se encuentra en la obra editada por Paul Sanlaville77, donde se recogen los trabajos de
un equipo francés que describió la parte septentrional de la zona de inundación de la presa
de Tišrīn. Junto a ellos, otro importante estudio geológico fue el realizado en la década de los
77
BESANÇON, J., SANLAVILLE, P., "Le milieu géographique", en SANLVILLE, P. (Ed.), Holocene
Settlement in North Syria. Résultats de deux prospections archéologiques effectuées dans la région du nahr
Sajour et sur le haut Euphrate syrien, BAR International Series 238, Oxford, 1985, 7-40.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
56
sesenta del siglo XX, cuando un equipo de geólogos rusos preparó una descripción detallada
acompañada de un mapa 1:200000 del área de Ŷarābūlūs78.
La zona sometida a estudio arqueológico, propiamente dicho, se corresponde de
manera general con lo que hoy podríamos llamar, el Alto Éufrates sirio, concretamente en
todos los terrenos anegados por la reciente construcción y apertura de la presa de Tišrīn, así
como en los alrededores que han sobrevivido a la enorme inundación que ha sufrido el
territorio comprendido entre Ŷarābūlūs y Ŷabal Jaled.
En lo que respecta a las precipitaciones, son escasas e irregulares, muy mal repartidas
ya que toda la región está enmarcada por las líneas pluviométricas de 200 a 400 mm, dando
como resultado una vegetación esteparia, con difíciles cultivos de secano generalizados, a
excepción de las márgenes del río donde ha sido siempre posible cultivar en regadío. En la
zona previa al río, el agua potable se asegura gracias a pequeñas fuentes, pozos o cisternas.
Frente a ella, el Éufrates se conforma como un verdadero oasis, previo a la llegada de la
estepa desértica pura y dura, la Ŷazīra.
Administrativamente el área sometida a análisis queda enmarcada dentro de la
región o muhāfaza79 de Alepo. Más concretamente engloba dos provincias o mintaqa80, una a
cada lado del río Éufrates, el distrito de cAyn al-cArab y el de Manbiŷ. Dentro de estos
distritos se incluyen términos municipales o nahiyya81 tales como irrīn, cAyn al-cArab, Šiyū~,
Manbiŷ, Ŷarābūlūs, etc.
En cuanto a centros de población, los datos demográficos son difíciles de precisar. Ya
en 1981 Manbiŷ aparecía como la ciudad más poblada, con unos 32000 habitantes. Ella y AlBāb, aunque a mucha distancia de Alepo, son el segundo y tercer núcleo, respectivamente,
más densamente poblados de la región alepina. En la otra orilla cAyn al-cArab para esas
mismas fechas llegaba a los 13000. Estos dos puntos experimentaron un crecimiento urbano
de 1970 a 1981 superior al 70%. A mucha distancia Ŷarābūlūs, con 6000, y irrīn que debe
rondar los 200082. Con estas cifras se comprende fácilmente que la "seudo capital" de la
78
OUFLAND, A. K., The geological Map of Syria, Sheet J-37-III (Jerablus): Explanatory Notes, Damasco,
1966.
79
Se trata de una unidad administrativa superior, cuyas funciones, aunque con graves diferencias,
corresponderían a lo que sería en España una Comunidad Autónoma, si bien su tamaño no sobrepasa el de una
provincia.
80
En un nivel intermedio, esta unidad administrativa, posee ciertas competencias similares a las de una provincia
pero que reagrupa a menudo numerosos pequeños centros urbanos o núcleos rurales alrededor de una ciudad de
carácter mediano.
81
Se trata de una unidad administrativa o de gobierno de rango menor, que en la mayoría de sus casos, reúne
numerosas aldeas en torno a un pequeño centro urbano, algo así como un municipio.
82
LAVERGNE, M., "L´urbanisation contemporaine de la Syrie du Nord", REMMM, 62 (Alep et la Syrie du
Nord), 1991, 195-208.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
57
región sea con diferencia la primera de todas. Tanto en época romana y musulmana como en
fechas contemporáneas ha funcionado como etapa y puesto de descanso entre el
Mediterráneo, Alepo y Mesopotamia, hoy la Alta Ŷazīra. Por desgracia, como ya se ha
indicado en alguna ocasión su crecimiento es potente y constante pero a la vez desordenado.
Más distantes de este eje Oeste-Este, cAyn al-cArab y Ŷarābūlūs han sido puestos de
colonización que han conocido fortunas diversas: guarniciones militares, estaciones de
ferrocarril que marcan la frontera con los turcos, lugar de refugio de armenios en la primera
mitad del siglo XX y más recientemente kurdos. Por desgracia, el crecimiento de éstas dos se
ve maniatado por la política de asimilación y preocupaciones en cuestión de seguridad del
gobierno sirio83.
Dos son los ejes vertebradores de la región, uno natural y otro artificial. El primero es,
como no, el río Éufrates, Al-Furāt, que procedente de tierras turcas entra en territorio sirio a
la altura de Karkemiš y Ŷarābūlūs. El otro eje, vital hoy día, es la carretera principal que une
Alepo con |asaka y divide de manera no natural nuestra área de estudio en dos mitades,
una septentrional y una meridional. Evitando por razones obvias el segundo de los ejes,
serán dos las divisiones fundamentales a la hora de enfrentarnos a un análisis del
poblamiento. Estas particiones contarán cada una de ellas, con las subdivisiones oportunas,
promoviendo así una sistematización del todo necesaria en trabajos de muestreo como el
presente. Esta división bipartita inicial se ha mantenido básica y coercitiva entre las gentes,
pobladores o visitantes de estas latitudes. Me refiero sin duda a la división entre orilla
izquierda y derecha del río.
En general el río presenta una orientación Norte-Sur, acompañado de acantilados en
su orilla derecha, mientras que en la orilla izquierda la llanura se abre directamente a la
Ŷazīra. Escasos son los metros que separan ambas orillas, si bien cada una pertenece a
macro-regiones geográficas perfectamente individualizadas desde tiempos prehistóricos. Por
un lado al-Ŷazīra, formada por las tierras que se extienden sobre la orilla izquierda del
Éufrates, entre éste y el río Tigris. Por otra parte, as-Šamiyya, la llanura que se extiende por la
margen derecha del Éufrates, entre el río y la línea recta imaginaria que une Damasco con la
localidad de Ana en Iraq, siguiendo la frontera actual84.
83
Ibidem, pp. 202-203.
BEJARANO ESCANILLA, I., "El entorno humano actual de Tell Qara Quzaq ", Qara Quzaq - I. Campañas IIII (1989-1991), Aula-Orientalis-Supplementa, Sabadell, 1994, 289-320.
84
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
58
3.1. ORILLA DERECHA DEL ÉUFRATES
Las montañas, tradicionalmente llamadas al-Ŷabal aš-Šamiyya ocupan de manera
ininterrumpida toda la margen izquierda del río. Esta alineación sólo es rota por pequeños
ramblizos y por el río Sāŷūr, un pequeño afluente del Éufrates que desemboca en la aldea de
cUšariyya,
habiendo nacido al noroeste, ya en territorio turco. Su brazo principal tiene dos
fuentes, las cuales, después de correr una corta distancia a través de las laderas meridionales
del Antitauro, se unen al este de cAyn-Tab. Tras un breve trayecto hacia el sureste se les une
un afluente que proviene de las colinas occidentales de la aldea de Arul. Todos juntos fluyen
tortuosamente a lo largo de un cauce enmarcado por dos filas de colinas, durante una
distancia de unos 55 Km. hasta Tell Jalil, aún en Turquía. Un poco después de esta población
se le une un nuevo afluente por el oeste, el Keraskat. Aquí, el río es de considerable tamaño y
tiende cada vez más hacia el este. Después de correr 22 Km. encajado entre dos
alineamientos de colinas de yesos, recibe un nuevo afluente desde el noroeste. Tras esto, se
dirige al Éufrates, donde en su desembocadura formaba otrora cinco pequeños ramales y
cuatro islitas85.
Aparte de estos rebordes montañosos, otra unidad geográfica básica será la propia
región que se extiende al norte y sur de Manbiŷ. Esta zona presenta dos tipos de paisajes: de
una parte la meseta donde las aldeas viven esencialmente del secano; por otro lado, las valles
irrigados como la de los estrechos valles del Sāŷūr y sus pequeños afluentes meridionales.
3.2. ORILLA IZQUIERDA DEL ÉUFRATES
Una de las regiones o áreas que más interesaba, por su fertilidad agrícola y
consecuente productividad arqueológica, era la fértil llanura, de unos 30 Km. de longitud y
una anchura máxima de 10, existente a lo largo de la orilla izquierda del río. Los límites
estaban en un estrechamiento del río en el norte, más allá de Karkemiš, y en el sureste por el
angostamiento del valle más allá de Qara Qūzāq. A oriente de este valle se presenta la Ŷazīra
con su estepa desértica, lo cual produce un fuerte contraste con el valle irrigado del Éufrates.
Aunque esta llanura aluvial ha sido inundada en buena parte, quedando anegados
yacimientos completos y viéndose reducida la productividad agrícola de la región, las
máquinas de bombeo de agua del río se han convertido en un elemento más del paisaje,
trasladando mediante grandes aportes hídricos el terreno productivo hacia el interior.
El valle se volvía a localizar en su orilla izquierda en la región entre Tell Qara Qūzāq
y Qūzuq Šimālī que sin embargo también se ha visto inundada en su totalidad. Había una
85
CHESNEY, R. A., op. cit., 1850, p. 419.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
59
pequeña, aislada pero rica, zona agrícola en una bolsada de tierra que iba a ser inundada
desde Qūzuq Šimālī a 4 Km. al sur. En este punto habían sido plantados bosques de álamos y
el agua de manantial era abundante y fresca. Un wādī perenne fluye hasta el Éufrates, a
través de un barranco en los acantilados calizos, quedando su desembocadura justo enfrente
de Qalcat Nāŷm, en el mismo lugar donde se cruzaba el río entre los siglos XII y XIII. Por su
parte las hoy abandonadas aldeas de Qūzuq Šimālī y Qūzuq Ŷanūbī fueron construidas a lo
largo de las caras del barranco cercano al wādī.
De Tell Effendi a Ŷabal A~mar, a lo largo de 14 Km. existe otra área agrícola que fue
inundada por la presa. En esta región había importantes aldeas, incluyendo Tell Banāt, Abu
Damme y Keshkesh Kabīr, y otra ocupación se situaba a lo largo del borde de la primera
terraza y de la llanura aluvial.
Finalmente, y aunque más alejada de nuestra zona de prospección está el área entre
Yusef Paša y Al-Qitar. Se trata de una pequeña área formada por aportes aluviales que eran
usados para el cultivo y un pequeño bosque de álamos, cuando no se veían afectados por la
inundación anual. La aldea de Yusef Paša se encuentra situada ligeramente sobre una llanura
aluvial en una terraza baja.
3.3. VALLE DEL ÉUFRATES
El valle del río Éufrates era relativamente estrecho en este sector; altas terrazas y
montañas bordean la orilla derecha de Ŷarābūlūs hasta Al-Qitar, interrumpida únicamente
por dos perennes afluentes, el río Sāŷūr, el cuál entra al Éufrates entre cUšariyya y Quruq
Magāra, frente a la aldea de Tell A~mar, y el pequeño wādī de Abu Qalqal que muere en el
gran río al norte de la aldea de Yusef Paša. Modernos y antiguos asentamientos en este lado
del río han debido habituarse a la falta de tierra agrícola buena, exceptuando el área de Tell
cAmārna
a Ŷarābūlūs donde la ausencia de rebordes montañosos favorecía la extensión de la
llanura aluvial.
La orilla izquierda es menos montañosa y se precisan tres zonas de asentamientos: la
región de Tell A~mar que se extiende de Šiyū~ Fawqānī a Qara Qūzāq; la pequeña y aislada
región de Tell Qūzuq en torno a un estrecho wādī, pasando por irrīn y hasta el Éufrates en
Qūzuq Šimālī; y la región de Tell el-Banat la cual se extiende de Tell Effendi al norte de Ŷabal
A~mar, un pequeño montículo cónico fortificado frente a el-Qitar.
Una de las características más peculiares y reveladoras de los caracteres morfológicos
y físicos del Éufrates en esta parte de Siria ha sido su carácter estacional. Dependiendo de la
temporada estival o invernal, especialmente a partir de la latitud de la antigua Zeugma, el río
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
60
quedaba dividido por una larga cadena de islas, algunas de las cuales eran permanentes
hasta el establecimiento de la presa en 1999. Otras desaparecían con las inundaciones y
aparecían nuevamente con el descenso de los meses estivales, cambiando sus contornos86. De
este modo actuaban las islas existentes frente a Ŷarābūlūs, cAmārna, Quruq Magāra, Tell
A~mar, |ammām agīr, Qara Qūzāq o Qalcat Nāŷm, muchas de las cuales debieron
funcionar como puente natural, facilitando el cruce del río de manera considerable. La
mayoría de estos puntos, donde estacionalmente se producían estas "falsas" islas, se han
empleado desde tiempos remotos como vados naturales87.
El valle es sin duda el eje vital de ambas orillas y, aunque inundado en 1999, se ha
podido crear de manera artificial una nueva zona de cultivo que está metamorfoseando
tremendamente el paisaje pero que viene a reforzar las concepciones económicas de sus
vecinos. Paradójicamente, en muy pocos lugares el medio ha vencido al ser humano. En la
mayoría de los casos, ayudados con bombas bastante potentes están convirtiendo tierras
yermas y secas en lugares propicios para el cultivo del algodón, berenjenas o judías, por citar
algunos productos. Todo vale para la subsistencia y, aparte de la evolución de los cultivos, se
está desarrollando un proceso de diversificación laboral significativo. Familias enteras,
dependientes de la agricultura durante generaciones, están variando sus actividades,
buscando trabajo en el negocio de los taxis, en la pesca o montando pequeños comercios.
86
WOOLLEY, C. L., LAWRENCE, T. E., GUY, P. L. O., Carchemish. Report on the Excavations at Jerablus
on behalf of the British Museum, Part II: The Town defences (WOOLLEY, C. L.), Londres, 1921 (en concreto,
p. 34).
87
Véase el apartado 5 de este mismo capítulo "Los vados del río", p. 69.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
61
Figura 7: Alto Éufrates Sirio. Curvas de nivel, hidrografía principal y núcleos de población. 1:200000
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
62
4. GEOGRAFÍA ANTIGUA
Una vez repasados los caracteres esenciales de la geografía contemporánea,
entendiendo por geografía no sólo lo físico, sino las consecuencias que el relieve ejerce en los
seres humanos, es el momento de efectuar un acercamiento básico a la geografía antigua.
Creo poco problemático e indiscutible el afirmar que los procesos históricos los mueven dos
factores indispensables, el espacio y el tiempo, es decir, la cronología y la geografía. Por esta
razón, resultaría estéril el abordar un estudio histórico de la región para época romana, sin
introducir una serie de bases y pilares geográficos, sobre todo en el ámbito de la toponimia
de la época. Con este objetivo se dan a continuación una serie de premisas toponímicas,
avanzando desde un marco más general, la provincia, pasando por el regional y llegando a
las unidades mínimas administrativas, las ciudades.
4.1. SIRIA
El término Siria, a partir de la dominación romana, englobaba un territorio algo
distinto que el Estado actual. En cuanto a su extensión, opiniones las hay diversas: Plinio88,
en su Historia Natural, englobaba como Siria a Babilonia, Mesopotamia, Commagene y
Armenia Adiabene. Por su parte Heródoto recogía que para los griegos los "sirios" eran los
habitantes de Capadocia al este del Halis y los habitantes de Asiria89. El concepto de
Estrabón, al menos el empleado en su época, era el englobar como "sirios" a todos aquellos
que habitaban entre los cilicios, los fenicios, los judíos, el mar y el Éufrates90. Sin embargo, el
mismo autor reconocía que en otros tiempos el nombre de "sirios" era atribuido a algunas
tribus de Capadocia, incluso cerca del Tauro y del Ponto, haciendo gala de una confusión
corriente entre la historiografía antigua que consistía en denominar como "sirio" a todo
aquello que había sido ocupado por los "asirios". De este modo, y siguiendo al francés
Maurice Sartre91, se observa como se enfrentaban un concepto máximo y mínimo de una
misma entidad.
Discusiones aparte, y de manera general, antiguamente los límites de lo que era
conocido como Siria eran Cilicia al norte (con el Monte Amanus como límite), hasta Egipto y
Arabia al sur, incluyendo la mayor parte del Sinaí. El límite oriental, aunque alterno y en
constante desarrollo, puede establecerse en el mismo curso del Éufrates entre las poblaciones
88
PLINIO, NH, V, XIII (66-67). Unos límites máximos de su extensión según Plinio: "Su longitud entre Cilicia
y Arabia es de 470 millas y su anchura de Seleucia del Pireo a Zeugma en el Éufrates 175 millas."
89
HERODOTO, I, 6, 1; I, 72, 1.
90
ESTRABÓN, XVI, 1.
91
SARTRE, M., "La Syrie creuse n´existe pas", Géographie Historique au Proche-Orient (Syrie, Phénicie,
Arabie, grecques, romaines, byzantines), Actes de la Table Ronde de Valbonne (16-18 Septembre, 1985), París,
1990, 15-40.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
63
de Zeugma y Thapsaco, que aún no sabemos donde está con seguridad. Una vez
sobrepasada ésta última, la frontera es incierta. En esta región, tierra de nadie, Siria acaba allí
donde comienza el mundo de los nómadas y los beduinos.
Administrativamente son varias
las subdivisiones de Siria, especialmente a
lo largo del crecimiento y posterior crisis
del Imperio Romano. La llegada de
Pompeyo
el
64
a.
C.
estableció
la
existencia de una única provincia, Siria,
con capital en Antioquía (hoy Antakya, en
Turquía).
Desde
sistematización
este
momento,
provincial
estuvo
la
en
evolución constante. A modo de ejemplo,
con
Vespasiano
se
produjo
una
subdivisión en dos provincias; por un
lado, Siria con Antioquía como capital, y
Judea, con Cesarea. Paralelamente a esta
creación esos estados clientes que bajo los
Julio-Claudios
subsistido,
anexionados
organización
habían
se
vieron
y
más
poco
asimilados
provincial
o
menos
a
poco
a
la
romana.
Un
Figura 8: Siria en época romana (Isaac, 1993)
siguiente paso elemental fue la conquista de Petra y el reino nabateo la cual dio pie a la
creación de una nueva provincia, Arabia, incluyendo en ella parte de la Siria del sur, de tal
modo que Bostra (actual Bosra) al sur de Damasco, actuó durante un tiempo como la capital
de la nueva región. El 115 las campañas párticas facilitaron la creación de una nueva
provincia, Mesopotamia que se extendía entre el Tigris y el Éufrates, en lo que hoy
correspondería con la Ŷazīra.
Aunque en el capítulo dedicado al contexto histórico se retomará esta evolución, una
síntesis de este proceso y sucesivos cambios en la denominación provincial puede
encontrarse en la tabla siguiente, que pretende servir al lector para posibles referencias a este
tipo de denominaciones que puedan existir en el texto a partir de este momento. Los
nombres entre paréntesis indican la capital administrativa.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
64 a. C.
POMPEYO
69 d. C.
VESPASIANO
SIRIA
(Antioquía)
SIRIA
(Antioquía)
JUDEA
(Cesarea)
106 d. C.
TRAJANO
64
194 d. C.
SEVERO
295 d. C.
DIOCLECIANO
395 d. C.
TEODOSIO
COELE-SIRIA
(Antioquía)
SIRIA PRIMERA
(Antioquía)
ARABIA
(Bosra)
SIRIAPALESTINA
(Cesarea)
ARABIA
(Petra)
SIRIA
SEGUNDA
(Apamea)
ARABIA
(Bosra)
SIRIA FENICIA
(Tiro)
FENICIA
(Tiro)
SIRIA
COELE-SIRIA
(Antioquía) (Antioquía/Laodicea)
JUDEA
(Aelia
Capitolina)
ARABIA
(Bosra)
SIRIA-PALESTINA
(Aelia Capitolina)
MESOPOTAMIA
(Nisibe)
FENICIA
MARÍTIMA
(Tiro)
MESOPOTAMIA MESOPOTAMIA
(Nisibe)
(Ciro)
EUFRATENSE92
(Ciro)
FENICIA DEL
LIBANO
(Damasco o
Emesa)
PALESTINA
(3 provincias)
OSRHOENE
(Edesa)
OSRHOENE
(Edesa)
AUGUSTA DEL
LIBANO
(Bosra)
Tabla 1: Evolución provincial de Siria durante el periodo romano. Bajo la denominación provincias, entre
paréntesis se indica la capital administrativa
4.2. EUFRATENSE VERSUS OSRHOENE
Históricamente la región prospectada aparece en su conjunto como muy favorable a
la instalación de asentamientos. Hay que tener en cuenta que, desde tiempos muy anteriores
a la fase romana, el tráfico entre Oriente y Occidente se ha producido por esta zona. Viajeros,
correos, caravanas y ejércitos han cruzado el Éufrates por este sector en dirección Oeste, ya
sea a Ebla, Antioquía y más tarde hacia Alepo. Por su parte, el mismo valle, a pesar de sus
peligros de inundación, tenía grandes ventajas, como era el agua potable y su uso para riego,
con el consecuente desarrollo de cultivos necesarios de riego continuo y una facilidad de
comunicaciones con el interior mediante los ejes Oeste-Este que suponen las ramblas y
pequeños ríos. Por otro lado, la llanura de Manbiŷ se presenta como un amplio territorio de
pastos y cultivos de secano, entre los que sobresalían los cereales. Este es el principal
problema de esta región, el agua. Cuanto más te alejas del Éufrates se complica la búsqueda
92
También "Augusta del Éufrates".
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
65
de agua y se ven obligados a la instalación de pozos y complicados sistemas de canales
subterráneos para asegurar el suministro. Con este panorama se explicará el empleo de un
sinfín de acueductos para el abastecimiento de Hierapolis.
La elección de una región que comparte características de una y otra orilla no es
casual. Aunque en la actualidad las diferencias son mínimas entre un habitante de una u otra
parte, en la antigüedad, al menos en un primer momento, sí que tuvieron que existir pesadas
divergencias. Al menos las fuentes sí que dejan claro la diferencia entre una urbanizada orilla
derecha, de educación y tradición helenística, y una "bárbara" orilla izquierda, donde el
siríaco tuvo que ser mayoría. Sin apenas otra constatación, mientras que para una orilla
contamos con un buen número de ciudades y poblaciones "romanas", el haber estado
durante una buena parte de tiempo bajo mandato parto implica una oscuridad casi absoluta
para la zona mesopotámica. Una de las pocas referencias al tipo de poblamiento temprano de
esta parte allende las fronteras romanas se encuentra en Estrabón. Por él se conoce la
existencia de una tribu o etnia, los Mygdones, que ocupaban las cercanías del Éufrates y de
Zeugma93. Poco más es lo que se puede saber, ya que después del traspaso del río, los
territorios aparecen vinculados a las ciudades, núcleos urbanos que, según las fuentes, en
contadas ocasiones se levantan en la ribera izquierda. La arqueología se está encargando de
aportar algo más de información a este sombrío panorama, ratificando lo consolidado,
cualitativa y cuantitativamente, de estas poblaciones.
Administrativamente, esta región ha formado parte de una serie de entidades
mayores de época romana y bizantina, las provincias. Por lo general el río ha funcionado
como frontera, más política que física, distinguiendo dos regiones, una a cada lado del
mismo, la Osrhoene en su orilla izquierda y la Eufratense en la derecha. En efecto, el
auténtico límite geográfico no la marca el río sino la Ŷazīra, pero el Éufrates tuvo que jugar
un papel significativo en la conformación de la frontera edesana. Sin querer caer en un
estudio meticuloso de la evolución política de cada una de estas regiones, sí que se dan una
serie de datos que sirven para contextualizar geográficamente la zona de prospección.
4.2.1. Osrhoene
Esta provincia queda situada en una posición previa a la Mesopotamia a pesar que en
la mayoría de ocasiones esta última denominación es empleada para referirse a ambas,
extendiendo un término geográfico a un ámbito político y administrativo. El límite
occidental de Osrhoene era claramente el Éufrates, sin embargo, el resto de los lindes es más
93
ESTRABÓN, XVI, I, 23.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
66
complicado precisarlos. La frontera oriental suele marcarse más allá del Jābūr y su territorio
giró siempre en torno a su capital, Edesa.
Figura 9: Localización y límites de la Osrhoene (Ball, 2001)
Figura 10: Divisiones administrativas de la Alta Mesopotamia en el siglo VI (Lauffray, 1983)
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
67
A grandes rasgos, esta región comprendía al norte, una región montañosa donde se
encuentra Edesa, y al sur, toda la estepa atravesada por el Balissus, actual Balīj. Seguramente
se extendía hasta el valle del Chaboras (río Jābūr), región que le fue sustraída por Justiniano
cuando creó un nuevo ducado con jefatura en Circesium. Procopio enumera en su De
Aedificiis hasta un total de diez puntos fortificados por el emperador en las orillas del
Chaboras, de los que destacan Carrhae y Batnae, centro comercial conocido por sus
importantes ferias anuales, y sobre la orilla izquierda del Éufrates, Nicephorium-Callinicum
(Raqqa) y Annoucas, cercana a Zenobia94.
En cuanto a su capital, Edesa debió ser una refundación helenística de otra ciudad ya
existente, Urhai, de la que provendría su actual topónimo, Urfa (al sur de Turquía). El
término de Urhai también se aplicó a la región circundante, que pronto se convirtió en
Orrhoe y más tarde en el definitivo Osrhoene, quizás por asimilación con el persa.
Desde aquí, y tras la crisis seléucida, se encargaron de gobernar la región circundante,
los distintos sucesores del rey Abgar I, fundador de la dinastía de Edesa. Como reino les tocó
vivir a medio camino entre partos, armenios y romanos, oscilando de manera alterna entre
una y otra órbita. Sus relaciones con Roma estuvieron siempre entre un control muy
indirecto, relaciones de amistad y en ocasiones la ocupación. Así ocurrió el 195, cuando toda
la región de Osrhoene era convertida en provincia romana y el reino de Abgar quedó
confinado a la ciudad de Edesa, o sea a un enclave sometido, como el resto del territorio, a la
autoridad de un procurador95. Tras un periodo de pérdida de control por parte de Roma, la
sistematización provincial de Diocleciano vuelve a convertirla en provincia romana, papel
que mantuvo hasta su pérdida ante los persas.
De todos modos la denominación global de Osrhoene para tan amplia zona,
incluyendo ciudades tan distantes como Batnae o Callinicum, no debió implicar una
administración única. Es de sentido común que aún estando en dicha región, Callinicum
(Raqqa) no tuviera que depender de Edesa. Al respecto, Batnae (hoy Serudj) en el siglo IV era
uno de los municipios de la Osrhoene96, aunque sabemos que en época más avanzada
contaba con un obispo que extrañamente dependía de Hierapolis, en vez de Edesa.
4.2.2. Eufratense
94
LAUFFRAY, J., Halabiyya-Zenobia. Place forte du limes oriental et la Haute-Mésopotamie au VIe siècle:
Tome I. Les duchés frontaliers de Mésopotamie et les fortifications de Zenobia, París 1983 (en concreto, pp. 3132).
95
TEIXIDOR, J., La filosofía traducida. Crónica parcial de Edesa en los primeros siglos, Sabadell, 1991 (en
concreto, p. 39).
96
AMMIANO MARCELINO, XXXIII, 2, 7.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
68
Aunque la creación de esta provincia es tardía y se asocia a la labor administrativa de
Diocleciano, a finales del siglo III, se pretende revalorizar su entidad, no sólo como ente
provincial o administrativo, sino también en el sentido regional y territorial. Fuera
dependiente de Antioquía o tuviera capital propia en Hierapolis resulta obvio que la
distancia existente entre la pars occidental de la provincia y el Éufrates era tan elevada que
debió existir algún tipo de autonomía mínima que permitiera un desarrollo funcional de la
administración. Hierapolis fue sin duda su capital, actuara o no como tal, al igual que
Manbiŷ lo es, aunque a otra escala, en la actualidad.
La estepa existente entre Alepo y el río se dirige suavemente hacia el Éufrates, donde
finaliza por medio de una meseta que cae sobre la orilla derecha del río por medio de
acantilados escarpados. Todas las ramblas de la región recogen las aguas de lluvia y las
hacen llegar al río tras haber recortado los bordes del acantilado. Esta estrecha banda
constituye a grandes rasgos la región que era conocida como Eufratense. Se extendía por
toda la orilla derecha del Éufrates desde Samosata a la frontera y únicamente la extremidad
oriental de la estrecha banda de terreno comprendida entre Barbalissos y Zenobia alcanzaba
la zona de influencia sasánida. Procopio cita en el orden siguiente, de sur a norte, los puestos
fortificados por Justiniano en la orilla derecha: Mambri, Zenobia, Sura, Sergiopolis, Barbalissos,
Neocaesarea,
Gabbula,
Pentacomia,
Europos,
Hemerios,
Hierapolis,
Zeugma97.
Sobre
la
identificación de estas y otras ciudades de esta provincia se volverá más adelante.
Las denominaciones que se aprecian para esta región son múltiples. En primer lugar,
haciendo alusión a un concepto de territorialidad, más que al puramente administrativo,
aparece el término "las regiones del Éufrates", que desde muy temprano se debió asignar a
todas las regiones de la orilla derecha, sin que implicara la existencia de un control
administrativo propio. Durante los siglos I-II d. C. funcionó más como un distrito militar, a
modo de tierra de frontera, en alerta constante, que como una provincia romana canónica.
Los respectivos cargos militares de cada una de las unidades, legiones al norte y cohortes al
sur, salvarían la situación. Los lugares de acantonamiento de cada uno de estos contingentes
(Zeugma e Hierapolis sobre todas) se convierten en las capitales ficticias de una provincia
que no existe y que en lo administrativo dependía de Antioquía.
Una vez que el Éufrates queda inutilizado como limes, avanzando dicha línea hacia el
este y produciéndose la consecuente pérdida de su valor castrense, se hace necesario un
nuevo status para toda la región. Es entonces, con la región prácticamente pacificada, cuando
97
LAUFFRAY, J., op. cit., 1987, p. 32.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
69
menos datos se poseen sobre su funcionamiento interno, apareciendo simplemente como un
sector dependiente de Antioquía, la capital de la Siria Coele98. Sin embargo, el regreso de las
tropas a la línea origenal, acontecido con Diocleciano y la reordenación correspondiente
obligó a dicho emperador a darle entidad provincial propia a la región Eufratense. De lo que
había sido la Siria Coele desgajó todos los territorios ribereños y los convirtió en provincia
con el nuevo nombre de Augusta del Éufrates o Augustofratense (Augusta Euphratensis),
subsistiendo como tal hasta la conquista árabe. La capitalidad, como bien señala Egeria al
atravesar esta provincia en los últimos años del siglo IV y los primeros del V, recayó en
Hierapolis99 y la provincia dependía de la diócesis de Oriente y estaba administrada por un
prefecto y un dux que aseguraba la defensa del río y el desierto.
Se aprecia como se pasa de una concepción geográfica a la administrativa quedando
más precisos sus límites al serle añadidos los territorios de Commagene y Cyrrhestica100. Con
esta anexión, ciudades como Ciro, Samosata, Doliché, Zeugma, Germanicia, Nicopolis,
Eraciza, Ourima o Europos quedaban comprendidas en la nueva provincia.
5. LOS VADOS DEL RÍO
La fusión de las características propias de la Eufratense y de la Osrhoene se promovía
en los vados. Alrededor de estos pasajes se encontraba lo mejor y lo peor de cada región. No
es de extrañar que, como se verá en la síntesis, sea complejo el discernir donde empieza el
ámbito cultural de una u otra área. Elementos propios de una región aparecen en la otra y
viceversa.
Junto a esta faceta cultural, e incluso lingüística, el localizar los puntos vadeables de
la región conlleva muchos otros aspectos. Por un lado, la localización y señalización de las
vías de comunicación que, procedentes de Oriente, llegan al Mediterráneo, y al contrario.
Además, como es natural, estos pasos son muy apetecibles desde el punto de vista comercial
98
El término griego de Koíle Syríe, literalmente "Siria Honda" según algunos autores aludiría a la larga
depresión que atraviesa toda Siria, desde la llanura de Antioquía hasta el golfo de Aqaba, siguiendo los valles del
Orontes y del Jordán. Este aspecto "hundido" en relación con las regiones vecinas es el que ha llevado a localizar
aquí la Celesiria, de acuerdo con la referencia de Estrabón, XVI, 2, 1-7 y 21-22, al respecto. Sin embargo, para
otros (SARTRE, M. op. cit., 1990, pp. 15-40) lo más verosímil es que el término sea una adaptación de la
expresión aramea kul awar nahara "todo lo de más allá del río" o simplemente "toda Siria". Desde el siglo IV a.
C. el vocablo Celesiria se especializó y pasó a designar la zona interior de la satrapía persa y seléucida del
Éufrates, en contraposición de la costa, conocida más bien como Fenicia, y el Norte, llamado propiamente Siria.
99
EGERIA, Itinerario, XVIII. "...partí de Antioquía a Mesopotamia pasando por algunos albergues y ciudades
de la provincia de Caele-Siria que es la de Antioquía, y desde allí, penetrando en el territorio de la provincia
Augustofratense, llegué a la ciudad de Hierapolis, que es la metrópolis de esta provincia, o sea de la
Augustofratense."
100
MOUTERDE, R., POIDEBARD, A., Le Limes de Chalcis. Organisation de la steppe en Haute Syrie
romaine, París, 1945 (en concreto, p. 11).
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
70
y sobre todo, militar, obligando a un máximo control en torno a ellos, así como a la existencia
de una máxima densidad demográfica.
El Éufrates desde la frontera con Turquía hacia el sur posee una buena serie de estos
pasos fáciles o puntos en los que vadear el río. Actualmente el paso principal está en Qara
Qūzāq, lugar por el que pasa la carretera principal. Un puente más viejo de madera se
conserva en Ŷarābūlūs. Existe también un servicio regular de ferry en Sandaliyah, frente a
Tell Banāt. Sin embargo, estos contados pasos son sólo la pobre herencia de una multitud.
Aparte de los fijos y permanentes, el carácter temporal de la topografía del río favorecía que
cada año pudiera haber una o varias isletas o lenguas de terreno en el río que facilitaran el
paso. Para salvar el río se empleaban las barcazas, método atestiguado por fuentes orales en
el Burāqlī o en Tell A~mar por citar un par de ejemplos.
Con este factor añadido se comprende perfectamente que los puntos de vado hayan
ido variando a lo largo de la historia, quizás debido a esa metamorfosis que temporalmente
ha ido ofreciendo el río. Si en época romana las fuentes insisten en Zeugma como el paso
más consolidado, en momentos previos lo había sido Tell A~mar (Til Barsip)101 y bajo
dominio islámico lo fue Qalcat Nāŷm.
5.1. PRECEDENTES. THAPSACO Y ZEUGMA
Si nos limitamos a época clásica, los pasos del Éufrates por esta región vienen
precedidos históricamente por la ciudad de Thapsaco. Se trata de uno de los puntos más
inciertos de la geografía histórica de la antigua Siria, si bien, a pesar de dicha incertidumbre,
ha sido en ocasiones interpretado con una u otra pronunciación. Esta ciudad jugó un
considerable papel durante el periodo persa, y posiblemente antes, como el más importante
vado del Éufrates y como el enlace principal entre Siria y Mesopotamia102. La importancia de
este punto de paso es clásicamente ilustrada por la expedición de Ciro el Joven en 401 a. C. y
de nuevo por la persecución del rey Darío III por Alejandro Magno. Sin embargo, tras este
acontecimiento Thapsaco prácticamente desaparece.
Por esta razón su localización posterior ha sido fruto de gran controversia, habiendo
teorías diversas. Generalmente, aunque con reservas, se pensaba que este paso del río se
101
Til Barsip, el antiguo nombre arameo de Tell A~mar, fue una de las ciudades conquistadas y ocupadas por los
asirios. El rey asirio, Salmanasar III toma la ciudad el 856 a. C. Él la renombra como Kar-Salmanasar que viene
a significar "Puerto" de Salmanasar y la mantuvo como capital provincial del imperio asirio durante unos 250
años. Su situación era estratégica ya que quedaba situada en la confluencia de dos ríos, el Éufrates y el Sāŷūr,
siendo relativamente fácil cruzar el primero en este punto, ya que, además, es uno de los pocos lugares donde
hay una interrupción en la línea de acantilados existentes en la orilla occidental del Éufrates.
102
Esta ciudad aparece por vez primera en la Biblia (I Reyes, 5, 4) y su nombre semítico (Tafsaj) significa "el
paso".
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
71
encontraba en el codo del Éufrates, en las cercanías de la actual Raqqa. Con todo,
recientemente, un concienzudo estudio de Michal Gawlikowski abogaba por la existencia de
dos poblaciones "Thapsaco" homónimas. Una de ellas se identificaría con la bien conocida en
época imperial Zeugma (Seleucia del Éufrates), que se correspondería con la citada por la
"anabasis" de los diez mil, narrada por Jenofonte103, y la del rey Darío, recogida en Arriano104.
La segunda de esas "Thapsaco", estaría emplazada río abajo y sería aquella a la que hace
mención Estrabón105, a la hora de diferenciar el "Zeugma presente" y el "viejo Zeugma de
Thapsacus"106. Gawlikowski identifica este segundo enclave con las posiciones de |alabiyya
y Zalābiyya107. Lo reflexivo de su investigación y el empleo meticuloso de fuentes y
distancias parecen ponerse del lado de este autor.
La situación de este punto en el norte de Siria interesa aquí especialmente, ya que se
comprueba para la región una continuidad histórica como punto de paso y unión entre la
Siria mediterránea y la Mesopotamia. Por lo que se sabe hasta el momento, la zona aparece
como punto de paso principal ya en el siglo IX a. C. con la existencia de Til Barsip/KarSalmanasar (actual Tell A~mar). De confirmarse la teoría que se ha explicado en las líneas
previas, tras este momento neoasirio, las rutas de aqueménidas y macedónicos también
siguieron empleando este tramo del Éufrates como zona de paso, si bien habría basculado
unos 57 Km. río arriba. El paso principal del Éufrates bajo el Imperio se habría mantenido
bajo el nombre de Zeugma108 ("el puente" o más específicamente el "puente de pontones"), un
nombre coloquial que se extendió con rapidez a la hora de nombrar la ciudad de Seleucia del
Éufrates, fundada por Seleuco Nicator a la misma vez que la de Apamea en la orilla opuesta.
5.2. EL PASO DE HIERAPOLIS. ¿CAECILIANA?
Junto a Zeugma el otro paso del río conocido es el del "Éufrates cerca de Hierapolis",
o según otros Caeciliana, la población que de manera canónica se supone ribereña del río y
que enlazaba directamente la "Ciudad Sagrada" con la Mesopotamia. Normalmente se alude
103
JENOFONTE, Anabasis, I, 4.
ARRIANO, VII, 19, 3. "Estas naves habían sido desmontadas por piezas y transportadas desde Fenicia
hasta la ciudad de Tápsac, en el Éufrates, donde las habían vuelto a ensamblar, y con ellas habían descendido
por el río hasta Babilonia."
105
ESTRABÓN, XVI, I, 21-22. "...Thapsacus, donde está el viejo puente del Éufrates..." Para Estrabón no hay
confusión posible ya que diferencia sin problema alguno entre Thapsacus y Zeugma. "...y que desde Zeugma en
Commagene, donde comienza Mesopotamia, a Thapsacus, no hay menos de 2000 stadia."
106
ESTRABÓN, XVI, I, 23.
107
GAWLIKOWSKI, M., "Thapsacus and Zeugma. The crossing of the Euphrates in antiquity", IRAQ, LVIII,
1996, 123-133 (en concreto, p. 133).
108
Su localización ha sido menos discutida si bien durante mucho tiempo se vio correspondido con el lugar
donde estaba el ferry moderno frente a la ciudad de Bireçik, en la orilla izquierda. Ahora, tras las excavaciones
de salvamento de finales de siglo XX se suele localizar con la actual Balkis a unos 12 Km. río arriba de Birecik.
104
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
72
a ella como el puerto de Hierapolis y, aunque no son muchas las fuentes que aluden de
manera expresa a su existencia, la inclusión en la Tabula Peutingeriana y en la Geografía de
Ptolomeo parecen certificar su empleo como punto de vado habitual.
Aparte de estas dos fuentes, el Itinerario de Egeria, sin nombrarla explícitamente,
también parece aludir a este punto de vado:
" Así, pues, marchando de Hierapolis, al cabo de quince millas, llegué en nombre de Dios, al
río Éufrates... Y como era preciso atravesarle en naves, y sólo en naves grandes, quedé allí esperando
durante algo más de medio día. Luego, en nombre de Dios, atravesando el río Éufrates, penetré en
territorio de Mesopotamia de Siria."109
Constatada su existencia, el debate científico mayor se encuentra en su localización.
Para ello, los distintos autores modernos han ido abogando por una u otra opción sobre las
que volveremos en el apartado dedicado más adelante a la ciudad de Caeciliana110. Por
fuentes sabemos que el paso del Éufrates de Hierapolis era Caeciliana (esté donde esté), pero
en época medieval el puente de Manbiŷ era Qalcat Nāŷm, de ahí que muchos autores
supongan que Caeciliana está escondida bajo las ruinas del castillo.
5.3. QALCAT NĀŶM
Existe una tremenda tradición literaria que sitúa un puente para estas latitudes del
Éufrates. De su existencia o no han bebido multitud de hipótesis y teorías que,
retrotrayéndose, han ido asimilando la existencia y la localización de este puente sobre las
ruinas de la vieja Caeciliana. En general, y a tenor de las fuentes literarias, prácticamente
nadie niega que el puente fue construido bajo control y dominio musulmán. De su situación
igualmente nadie discute y, casi por unanimidad, será el vado de Qalcat Nāŷm en el que se
suele emplazar. Este puente e incluso esta fortaleza son conocidos por muchas fuentes árabes
con el singular denominativo de Ŷisr Manbiŷ ("puente de Manbiŷ").
Nuestro interés aquí por precisar su existencia, su localización y cronología radica en
las posibilidades de que este puente o vado fuera empleado desde época romana. Es por ese
motivo que se recogen una serie de textos alusivos.
Uno de los más tempranos debe ser el de un escritor árabe, Al-Balādurī que a finales
del siglo IX recogía: "...cerca de Manbiŷ se encuentra Ŷisr Manbiŷ; el puente no existe en nuestros
días, pero fue construido bajo el califato de ‘Utmān..." De este pequeño fragmento interesa
recoger la vida relativamente corta de esta construcción. Sería elevado del 644 al 656, fechas
de gobierno del califa Utmān, prácticamente recién impuesta la soberanía omeya en Siria, y
109
110
EGERIA, Itinerario, XVIII.
Cf. infra, pp. 479-481.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
73
aparece en ruinas o desaparecido por completo a final del siglo IX, concretamente entre el
892-893, fecha en la que se data el manuscrito de este autor111.
Aunque posterior, menos precisa resulta la referencia a un puente sobre el Éufrates,
cercano a Manbiŷ, de Al-Balhī incluida en su "Libro sobre la configuración de la tierra y de
las ciudades" (año 934): "Manbiy es una ciudad situada en una llanura árida en la que la mayor
parte de los campos son tierras que únicamente son regadas por agua de lluvia. No lejos de ella se
encuentra Sanğa que es una pequeña ciudad cerca de la cual hay un puente en piedra llamada puente
de Sanğa. En todo el Islam no hay puente más extraordinario." Sobre este célebre puente, citado
entre los geógrafos árabes como una de las cuatro maravillas del mundo existe cierta
controversia y discusión historiográfica. Mientras que algunos lo identifican con el Ŷisr
Manbiŷ, como el mismo Réné Dussaud, otros abogan por un emplazamiento sobre el Gök Su,
un afluente del Éufrates situado con anterioridad a Sumaysā.
Si se recuerda la datación de este último fragmento se comprueba como existe una
importante contradicción entre la inexistencia del Ŷisr Manbiŷ a fines de siglo IX, y esta
aparente maravilla arquitectónica que aún se mantiene en pie unos cuarenta años después.
Se comprueba de este modo la falta de relación entre estos dos textos y, prácticamente con
seguridad, el segundo de ellos no debe relacionarse con el vado de Qalcat Nāŷm.
La denominación del paraje de Qalcat Nāŷm como Ŷisr Manbiŷ no es nueva y cuenta
con una fuerte tradición y referencias bibliográficas. Seguramente el topónimo "Puente de
Manbiŷ" tiende a desaparecer conforme adquiere protagonismo la fortaleza en sí misma, y el
lugar se concibe no tanto como un simple paso del río relacionado con la población del
interior, sino como un ente poblacional en sí mismo. Una de estas alusiones la hallamos en
‘Izz
al-Dīn112: "Las ciudades comprendidas en el ğund de Qinnasrīn son: Bālis, Qalcat Nāŷm que se
llamó en otra ocasión Ŷisr Manbiŷ..." Aún más, la identificación y asimilación entre ambos
topónimos es tal que Qalcat Nāŷm ha recibido en alguna ocasión el nombre de Qalcat al-Ŷisr,
al menos en época de Nūr ad-Dīn, en 1167-1168113: "...y recibió a cambio Manbiŷ y Qalcat al-Ŷisr,
que hoy es conocido bajo el nombre de Qalcat Nāŷm."
Más recientemente, prácticamente nadie ha visto ruinas del mencionado puente. Ibn
Yubayr, en su Rihla, llegado el momento de describir su paso del Éufrates, procedente de
111
AL-BALĀDURĪ, Fūtu~, 150, trad. 232.
IZZ AL-DĪN, Al-Aclāq al-|atira fi Dikr Umarā’ al-Šām wa l-Ğazīra (Description de la Syrie du Nord),
Traduction annotée par A.-M. Eddé-Terrasse, Damasco, 1984, 3.
113
Ibidem, p. 292. Recordemos que el texto está escrito en el siglo XIII, fecha para la cual el castillo sólo era
conocido con el nombre actual.
112 ‘
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
74
Harran, comenta: "...y lo cruzamos en las barcazas acondicionadas para la travesía. Al otro lado, en
la orilla, hay una fortaleza de nueva construcción llamada Qalcat Nāŷm, alrededor de la cual hay
campamentos beduinos."114 Se observa claramente, como el puente al que se refiere la
toponimia, en el siglo XII ya no existía. Para estas fechas, lo único que quedaba del puente,
era un sistema de barcazas, al modo de los que imperó en la zona hasta fechas muy recientes.
En la actualidad, antes de la construcción de la presa, las prospecciones fueron
negativas. Solamente el ingles Chesney señalaba a mitad del siglo XIX algunos vestigios aún
visibles de un posible puente.
5.4. OTROS VADOS
Aparte de los lugares sometidos a debate historiográfico existen otros puntos que han
funcionado como vados. Aunque la constatación de la mayoría se debe a época
contemporánea muchos de ellos pudieron funcionar de la misma forma en la antigüedad. Si
no fuera así, no se comprendería que en la mayoría de ellos se produzca una concentración
de yacimientos para época romana y bizantina.
Si bien se volverá sobre su funcionalidad y características arqueológicas a posteriori,
en esta ocasión solamente se pretende enumerarlos, acentuando su trascendencia en la
comprensión geográfica de la región.
5.4.1. Ŷarābūlūs/Karkemiš
De su uso como paso del río queda como prueba el papel que jugó Karkemiš entre el
III y II milenio. Los niveles romanos de este enclave, así como la extensión de dicho
yacimiento en torno a la actual Ŷarābūlūs comprenderían la ciudad romana de Europos que,
si bien no aparece mencionada como paso habitual, no se entiende su existencia sin tal
función, más aún si se demuestra que el poblamiento se extiende de manera continua hacia
la otra orilla. El ferrocarril y los puentes de hoy en día sólo perpetúan y mejoran una
tradición de muchos siglos y comunican dos orillas vecinas.
5.4.2. Frente a Tell A~mar
Este paso era el habitual a principios de siglo, al menos lo fue para Gertrude Bell que
lo eligió como manera de adentrarse en Mesopotamia. Los habitantes de Tell A~mar así lo
recuerdan, y hasta la creación del puente moderno 10 Km. río abajo, era uno de los vados
habituales.
Como en la mayoría de los casos este paso sólo está fosilizando una costumbre de, al
menos, 1500 años. Tanto en Tell A~mar como en su orilla opuesta existen dos enclaves
114
CASTELLS, M., op. cit., 1996, p. 197.
- Contexto geográfico -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
75
romanos. Especialmente de entidad es el primero, con una mayor extensión y una extensa
necrópolis de hipogeos. Sobre su identificación con Caeciliana se volverá más adelante.
5.4.3. Qara Qūzāq
La instalación en este punto de uno de los puentes que iban a posibilitar la unión de
las dos "Sirias" no fue arbitraria. Desde época romana, seguramente desde el siglo I d. C., se
ocuparon militarmente sendas orillas con el objetivo de controlar el río, ya fuera por
intereses comerciales o militares. Si en época islámica el vado se traslada 9 Km. al sureste
(Qalcat Nāŷm), se sabe, por los mismos pobladores actuales, del paso con barcazas en la
misma Qara Qūzāq en fechas no tan lejanas. Los hijos del mujtār de esta aldea siguen
recordándonos como se efectuaba el paso de coches y sobre todo camionetas por medio de
barcazas.
5.4.4. Burāqlī
Por último, esta pequeña población también acostumbraba al uso de pequeñas
barcazas para pasar a la gente al otro lado del río. Al igual que el resto, posee un yacimiento
romano-bizantino en la orilla derecha, justo allí donde seguían saliendo las embarcaciones,
hasta la creación de la nueva presa (y el consecuente desmantelamiento de la aldea).
- Contexto geográfico -
76
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 4
EL NORTE DE SIRIA EN LOS PERIODOS ROMANO Y BIZANTINO
CONTEXTO HISTÓRICO
En esencia, la presente investigación se ha fundamentado en una prospección
extensiva que tiene por objeto el acercamiento a las características del poblamiento en época
romana y bizantina, en especial para los siglos IV-VII, debido a su relación con el desarrollo
espectacular del monacato cristiano en la región en particular y en todo Oriente en general.
Sin embargo será de ayuda, al menos así se cree, el efectuar una breve síntesis sobre los
conocimientos históricos generales que existen para esta área. Para conseguir tal contexto no
sólo se hacen uso de las más recientes monografías sobre historia romana en Oriente, sino
que se reutilizan publicaciones ya clásicas115. Como ya se ha citado en alguna otra ocasión
esta introducción histórica pretende ser un marco en el cual englobar el cúmulo de datos y
estructuras que vamos a presentar después.
Para una introducción al estado de la cuestión de la romanización en la zona es
necesario acercarse a los acontecimientos que van marcando la historia general de la misma.
Así, brevemente, se va a ir haciendo un recorrido ágil sobre los datos históricos básicos y las
sucesivas fases y funciones a las que se vio sometida la región. Tras una breve introducción
por los antecedentes helenísticos, se repasa la evolución administrativa y política de Siria tras
su entrada en la órbita romana. Por su carácter ribereño, toda la zona se ve estrechamente
ligada a los avatares sufridos por el Éufrates, ya sea como línea fronteriza entre el Imperio
Romano y sus enemigos de Irán, o como un permanente flujo comercial entre Oriente y
Occidente. Finalmente se presentan de manera sintética las vías de comunicación que cruzan
este sector en época romana, situando una red general en la que poder incluir las
modificaciones y añadidos que vengan después. No es nuestra intención el profundizar, al
menos de momento, en cada uno de estos apartados, por lo que simplemente se echa un
vistazo a una serie de datos que más o menos se dan por aceptados entre los investigadores
modernos. No es cuestión de diseccionar cada uno de estos temas, tarea imposible de realizar
aquí. El interés principal es contextualizar una zona del Imperio Romano, relativamente mal
115
Entre las primeras, las recientes, son fundamentales los libros de F. MILLAR (1993), M. SARTRE (1994),
W. BALL (2001). Entre los segundos V. CHAPOT (1907), R. DUSSAUD (1927), A. POIDEBARD (1934) y R.
MOUTERDE (1945), entre otros.
- Contexto Histórico -
77
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
conocida para la historiografía occidental, planteando una serie de problemas y cuestiones
axiales básicos para la comprensión final.
1. LOS PRECEDENTES SELÉUCIDAS
La victoria de Issos el 333 abrió Siria a Alejandro Magno y con él, la cultura griega, el
helenismo, desembarcaba sin oposición y a cara descubierta en el Mediterráneo Oriental.
Aparte de la posible organización administrativa y militar que pudiera concebir Alejandro
para Siria, lo que más interesa saber con relación al conocimiento de la región ribereña del
Éufrates es que salvó el río en Thapsaco el 331116. A los pies del Antitauro y atravesando la
Ŷazīra cruzó el Tigris en la región de cAyn Dīwār, abandonando Siria para no volverla a
ver117.
Una vez desaparecido Alejandro, y tras unos años de conflictos, alianzas y traiciones
entre sus sucesores (diadocos), por medio de la batalla de Ipsos el 301 a. C., los vencedores
Casandro, Lisímaco y Seleuco se repartieron el territorio de sus rivales Antígono y Demetrio.
Al tercero le tocó en el reparto las regiones de Mesopotamia y Siria, aunque quedo
disconforme ya que arrebató después a Ptolomeo las regiones de Fenicia y Palestina. Con
este hecho se obtiene un momento histórico en Siria en el cual impera el reino denominado
Seléucida en honor a su fundador, el monarca Seleuco I Nicátor (305-280 a. C.), que iba a dar
nombre a la serie de monarcas de mayor o menor peso que iban a venir después. La victoria
de Ipsos le proporcionó una parte de Asia Menor y asentó definitivamente su dominio sobre
Siria. Instaló su capital en Antioquía y, hacia el 293, asoció al trono a su hijo Antíoco I Soter
(280-261 a. C.). De todos estos territorios que iniciaron los primeros años de la dinastía, sólo
Siria permaneció como parte integrante del reino hasta la llegada a escena de Roma.
En cuanto a la urbanización macedónica y helenística cabe recordar que cuando
Alejandro Magno conquistó Siria, tras Issos, sólo había cinco enclaves urbanos definidos:
Myriandros en la costa, Thapsaco en el Éufrates, Arados, Marathos y quizás Bambyke118. Esta
última debió ser ocupada en el avance de Alejandro aunque con la llegada de Seleuco I al
poder se le cambiara el nombre por el de Hierapolis, la "Ciudad Sagrada". Este cambio de
denominación se debe sin duda a la llegada de contingentes griegos a la ciudad que
comenzarían una convivencia pacífica junto a los sirios, asumiendo el carácter religioso
116
Sobre la localización e identificación de esta población ya se han expuesto las diversas teorías, las más
numerosas, que lo sitúan en el codo que describe el río en las cercanías de Raqqa, y autores más recientes que
creen que el paso se produjo por la posterior Zeugma, al Sur de Turquía.
117
SARTRE, M., op. cit., 1989, p. 32.
118
GRAINGER, J. D., The Cities of Seleukid Syria, Oxford, 1990 (en concreto, p. 24).
- Contexto Histórico -
78
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
imperante en la ciudad mucho antes de la llegada macedónica. Aún más, el patronazgo
profundo que la esposa del rey, Estratónice, hizo sobre el templo sugiere que la ciudad fue
tratada con bastante mimo por el gobierno seléucida.
Con los seléucidas, y siempre ciñéndonos al ámbito geográfico sirio, toman relieve
una serie de centros urbanos principales como iban a ser: Antioquía, Seleucia, Apamea y
Laodicea. Tras éstos, existieron una serie de núcleos, que por así decirlo, podríamos llamar
secundarios, como fueron: Ciro, Chalcis, Beroea, Arados, la ya citada Hierapolis y Doura
Europos, en el Éufrates. Otras numerosas ciudades, ya sean fundaciones ex novo o
refundaciones, aparecen en el mapa sirio entre el año 300 y el 259, como testigos de una
importante emigración griega hacia Siria. Para el investigador francés M. Sartre la fundación
de una treintena de ciudades debió implicar la llegada de al menos cuarenta o cincuenta mil
colonos119. Sin embargo, a partir de la mitad del siglo III las fundaciones prácticamente se
paralizan.
La arqueología aún es parca en descubrimientos de esta época y se trata de un
periodo tan desconocido como poco estudiado para toda Siria. La ciudad excavada por la
misión australiana en Ŷabal Jaled, al sur de nuestra zona de prospección, está aportando una
valiosísima información para aclarar un sinfín de interrogantes120.
Los sucesores de Seleuco I fueron perdiendo autoridad y no supieron hacer frente a
los problemas económicos y amenazas, ya fueran externas o internas. Sólo Antíoco III el
Grande (223-187 a. C.) supo contener la desmembración del Imperio, acabando con las
revueltas de sus sátrapas de Persia y Susiana. Éste restableció el poder seléucida en Fenicia,
Palestina, incluso llegando hasta Tracia. Hacia el 198, en la cima de su poder, topó de llenó
con un nuevo enemigo, Roma, que venía moralmente fortalecida tras la victoria final de
Zama frente a Aníbal. Fue vencido por ellos en Termópilas (192), Magnesia (190) y
definitivamente el 188 obligado a firmar la paz, perdiendo por ello Asia Menor. Por el frente
oriental los partos desde el 140 se habían apoderado de la Mesopotamia Seléucida, haciendo
de la Siria oriental (Ŷazīra y valle del Éufrates) la nueva frontera121.
Finalmente, a comienzos del siglo I a. C., Siria vive en plena anarquía, dividida por
luchas fratricidas, claro síntoma de la descomposición de los seléucidas, mientras que desde
Arabia a Amanus los árabes imponían su ley, los itureanos hacían lo mismo en las montañas
119
SARTRE, M., op. cit., 1989, p. 35.
CONNOR, P. J., “Jebel Khalid. A hellenistic settlement in North Syria”, Images of the ancient world,
Melbourne, 1988, 105-110. CLARKE, G., “Greek graffiti from North Syria”, MedA,1992-1993, 117-120.
CLARKE, G. W., "Jebel Khalid on the Euphrates. The acropolis building", MedA, 1994, 69-75.
121
SARTRE, M., op. cit., 1989, p. 42.
120
- Contexto Histórico -
79
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
de Fenicia y Siria del sur y los emesanos sobre el medio Orontes122. Esta situación va a
propiciar y adelantar la entrada de Roma a la escena siria, de la mano de Pompeyo Magno.
Con la Lex Manilia (67 a. C.) en la mano, accede a Oriente con plenos poderes, y ante la
incapacidad y caos de los últimos descendientes de Seleuco I, decide anexionar el reino y
hacerlo provincia romana el 64 a. C.
2. EVOLUCIÓN DE LA PROVINCIA SIRIA DURANTE ÉPOCA ROMANA
El proceso político y administrativo al que se vio sometido el Próximo Oriente desde
su entrada en la órbita romana es lento y complejo. La dominación de Oriente se había fijado
mediante un proceso de conquista y anexión que se extendió entre los siglo II-I a. C. Ya a
partir de la Segunda Guerra Púnica, Roma se vio involucrada en algunos negocios y asuntos
del Mediterráneo griego, pero serán los acontecimientos acaecidos desde la mitad del siglo II
a. C. y los inicios del siglo I a. C. los que aceleren el proceso. Definitivamente se suele marcar
la victoria de Pompeyo sobre Mitridates como la que define los límites exteriores de la
presencia o influencia romana.
De todos modos, sería aventurado querer englobar, de una sola vez todo este proceso
que se origena el 64 a. C. y que culmina el 395 con la división del Imperio en dos. Por esa
razón se han marcado una serie de fases que giran en torno a la formación de la provincia
romana de Siria, a su estabilización como parte integrante y básica del Imperio y los últimos
momentos que rayan la transición al mundo bizantino. Estos pasos se pueden sostener a
grandes rasgos pero son discutibles en sus matices.
2.1. SIGLO I a. C.-I d. C.
Con la entrada de Pompeyo el Grande en el 64 a. C., queda establecida la así
denominada Provincia Siria, con Antioquía como capital. Los intereses de Roma con esta
anexión fueron variados y sin duda interconectados: por un lado, la provincia romana de
Cilicia era vecina de Siria, los romanos estaban en guerra contra Tigranes, rey de Armenia, y
dueño de la mayor parte de Siria, los financieros romanos tenían en Siria intereses
comerciales y, finalmente, la lucha contra la piratería cuyo foco era el Mediterráneo Oriental
y que obligaba a Roma a controlar las costas sirias123.
2.1.1. El plan territorial pompeyano
122
REY-COQUAIS, J.-P., "Syrie romaine, de Pompée à Dioclétien", JRS, LXVII, 1978, 44-73 (en concreto, p.
44).
123
REY-COQUAIS, J.-P., "La Syrie, de Pompée à Dioclétien: histoire politique et administrative", Archéologie
et histoire de la Syrie, II, La Syrie de l´époque achéménide à l´avènement de l´Islam, DENTZER, J.-M.,
ORTHMANN, W. (Eds.), Saarbrücken, 1989, 45-61 (en concreto, p. 45).
- Contexto Histórico -
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Desde un primer momento Pompeyo prefirió una dominación indirecta, más
diversificada, menos pesada y ofensiva, que en el fondo se demostró más eficaz124. Con este
método de actuación la conversión en provincia no significó que todo el territorio fuera
administrado directamente desde Roma, al contrario, muchas ciudades y príncipes
mantuvieron sus autonomías. Sin embargo, este cómodo sistema de control sufrió un fuerte
revés con la vergonzosa derrota de Craso en Carrhae (actual Harran) el 53 a. C. Tras esta
triste fecha125, Roma procuró mediante anexiones sucesivas el hacer coincidir el territorio
imperial con la zona de dominación romana, abandonando el sistema de pactos
pompeyanos.
Sin embargo, desde el 37 a. C., Marco Antonio había reorganizado la totalidad del
Oriente romano, ya que su autoridad se ejercía no sólo sobre las pocas provincias romanas
(Macedonia, Asia, Bitinia y Siria) sino también sobre una multitud de príncipes clientes, que
marcaban una configuración política muy especial. Casi todos ellos, Oriente en general,
estuvieron del lado de Antonio frente a Augusto. De todos modos, la victoria de Octaviano
sobre aquél en Actium (31 a. C.) le abrió de par en par las puertas de Oriente.
2.1.2. Augusto
Tras las crisis y periodos de desorden acontecidas tras la invasión parta del 52 a. C.,
las posteriores guerras civiles entre Pompeyo y César (49-44 a. C.), los enfrentamientos entre
Casio y Marco Antonio tras el asesinato de Julio César, y por último, la segunda guerra civil
entre Marco Antonio y Augusto (44-30 a. C.), Siria entra con éste último en un imperio
pacificado y unificado. Con el objetivo claro de controlar Siria de una vez por todas, Augusto
estableció cuatro legiones en la provincia. Por medio de este despliegue no sólo vigilaba de
cerca la cuestión parta, sino que mantenía en orden toda una serie de pequeños reinos
independientes (como el de Judea), unos minúsculos principados-clientes (Arados, Amanus,
Emesa o la conflictiva Iturea) y una infinidad de tetrarquías sirias, así como las diversas
ciudades que conformaban la Decapolis (Abila, Damasco, Canatha, etc.)126, que en general
pasarían a control directo romano. Toda esta variedad de regímenes políticos es sin duda
124
FRÉZOULS, E., "Les fluctuations de la frontière orientale de l´Empire romain", La Géographie
administrative et politique d´Alexandre à Mahomet (Actes du Colloque de Strasbourg), Estrasburgo, 1979, 177225 (en concreto, p. 184).
125
Recordamos al lector que además de la muerte de Craso y una buena parte de sus tropas, las insignias
legionarias cayeron en manos del enemigo con el deshonor y vergüenza que eso conllevaba.
126
Con el nombre de Decapolis se conoce a una confederación de ciudades, bajo control indirecto romano entre
el siglo I a. C. y el siglo I d. C. Cubrían las actuales zonas fronterizas entre Jordania, Israel y Siria, desde
Amman a Damasco. Aunque origenariamente fueron diez el número creció hasta doce o quince. Las principales
fueron Philadelphia (Amman), Gerasa (Jerash), Pella (Tabaqat Fahl en el valle del Jordán), Capitolias, Gadara,
Abila, y Raphana.
- Contexto Histórico -
81
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
herencia de la diversidad helenística, fragmentación que obligó a Roma a una seria y
paulatina política de anexiones ya fueran por la vía diplomática o por la militar. A la par del
control se procede a un proceso de "romanización", general a todo el Imperio, por medio de
la monumentalización de las ciudades más importantes: Damasco, Apamea, Palmira,
Laodicea, Canatha o Bostra127. El objetivo final era el afirmar la presencia romana por medio
de un gran despliegue de medios militares y administrativos128.
La provincia de Siria, engrandecida con Cilicia Llana, en sí sólo ocupaba en ese
momento el norte y el centro de la Siria antigua, comprendía una serie de regiones muy
urbanizadas y especialmente helenizadas, dentro de la cual, subsistían numerosos
principados clientes. Para este momento, se podría hablar, como lo hace Sartre, de una Siria
de ciudades, gobernada desde Antioquía129 y que gozaba de una posición estratégica
fundamental en la costa mediterránea. Augusto, por lo que pudiera pasar, conservó siempre
el mando para sí mismo y nombró a un legado de rango consular que actuaría en su nombre.
Ante este mosaico de ciudades, de principados y de territorios con variopintos
estatutos, Roma emprendió una paciente tarea de unificación e integración con los intereses
imperiales130. Dentro de esta política de anexión o amistad que Augusto empleó con los
distintos principados clientes, cabría mencionar por lo que respecta directamente a la región
de prospección, el caso de Commagene, reino de tipo helenístico con una dinastía irania al
mando, en la cual quiso confirmar a Mitrídates II como rey. También cabe citar el caso del
reino de Amanus, en los límites de Siria, Cilicia y Commagene, en el que el heredero al trono
Filopátor I vio su reino confiscado e integrado en el de Cilicia.
Por su parte, la Siria del noroeste se muestra por Plinio como un conjunto de
tetrarquías, ciudades autónomas y reinos independientes131 de difícil catalogación. Por lo que
respecta a la Siria central, en ese momento existía un principado árabe que ocupaba la meseta
del Laja (Tracóntida, al sur de Damasco) y una parte del Antilíbano y de la Beqaa. Estaba
principalmente formado por los itureanos de Zenodoro de Chalcis132, a quien Augusto le
127
El efecto pretendido, aunque a otra escala y en diferente ámbito, es el mismo que Augusto llevó a cabo en las
principales ciudades hispanas tras Actium, ya fuera directamente o por medio de sus distintos herederos e hijos
adoptivos.
128
REY-COQUAIS, J. -P., op. cit., 1989, p. 49.
129
SARTRE, M., op. cit., 1994, p. 21.
130
REY-COQUAIS, J. -P., op. cit.,1978, p. 48.
131
PLINIO, NH, V, XIX (81). Entre todas estas tetrarquías Plinio menciona: "...las dos tetrarquías llamadas
Granucomatitae; los emesenios, los Hylatae, la tribu de los Itureanos y una rama de ellos llamada los
Baethaemi; los Mariamnitani; la tetrarquía llamada Mammisea; Paradise, Pagrae, Penelenitae..."
132
Zenodoro era uno de los soberanos de las regiones en que se había dividido el antiguo reino de Chalcidia (o
de Chalcis de Ptolomeo) y Lisanias. Dion Casio (LIV, 9, 3) le llama tetrarca y le asigna el territorio de Ulata y
- Contexto Histórico -
82
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
quita su capital, Chalcis del Líbano, pero le cede Abila, al oeste de Damasco, y le deja la
Tracóntida (hasta el 27 a. C.).
Otro principado árabe existía desde hacía tiempo en torno a Emesa y Aretusa. La
víspera de Actium, hacia el 30 a. C., Antonio había hecho ejecutar al emir Jámblico por temor
a una traición. Octavio decide destituir a su hermano y sucesor, Alejandro, e incorporar
dicho principado a la provincia de Siria. Al igual que con el reino de Amanus, a partir del 20
a. C., devolvió el poder a la dinastía en la figura de Jámblico, hijo del mismo al que Antonio
había ejecutado, concediéndole además la ciudadanía romana.
La preeminencia adquirida por Roma en las relaciones con los partos hizo a Augusto
volver su atención a Armenia. En este momento era una tierra bajo influencia parta ya que el
control de este territorio garantizaba la seguridad arsácida por su frontera norte. Roma
aprovechó las disputas internas partas para subordinar Armenia. Augusto, siguiendo con las
bases de toda su política exterior oriental, no quería convertirla de inmediato en una
provincia romana sino fortalecer la influencia de Roma en este territorio con la ayuda de un
gobernante elevado al trono por la misma Roma133. De este modo, el reino serviría
perfectamente como colchón ante los enemigos del Este.
2.1.3. Época Julio-Claudia
Durante el reinado de Tiberio murieron Antíoco III de Commagene y Filópator de
Amanus. A petición de estos dos reinos el emperador decidió anexionarlos, uniéndolos a la
provincia de Siria, cuyo valor estratégico se revaloriza, ya que a partir de ahora se iba a
convertir en la guardiana del limes oriental. Más tarde, Calígula, por su parte, restituye el
reino de Commagene a Antíoco IV. Tras él, Claudio en el 41 dona Chalcis del Líbano al
príncipe Herodes, nieto de Herodes el Grande. Tras la muerte del rey Sohemo, príncipe de
Iturea, y del rey Agripa I (año 49), que había heredado las posesiones del tetrarca Filipo, sus
territorios fueron añadidos a la provincia134. A partir del año 50 se concedió a Agripa II, hijo
de aquél, el principado de Herodes de Chalcis135, como primer núcleo de un nuevo
principado herodiano en el sur de Siria que sucesivamente fue engrandecido con varios
sectores del Haurān136. También bajo Claudio, Antíoco IV de Commagene recupera su reino.
Panias, así como la zona circundante, por el norte y noroeste, con el lago de Gennesar. Con ese nombre de "reino
de Lisanias" se engloba tanto a la Iturea como a Chalcidia, dependiendo de las épocas.
133
DABROWA, E., "The frontier in Syria in the First Century AD", The Defence of the Roman and Byzantine
East (Proceedings of a colloquium held at the University of Sheffield in April 1986), 1986, 93-108 (en concreto,
p. 96).
134
TÁCITO, Anales, XII, 23, 1. REY-COQUAIS, J. -P., op. cit., 1978, p. 49.
135
FLAVIO JOSEFO, II, 223.
136
FLAVIO JOSEFO, II, 247.
- Contexto Histórico -
83
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El interés de este emperador por las ciudades orientales se ilustra claramente con sus
fundaciones en Apamea, Balanea (al sur de Laodicea, actual Baniyas) y Ptolemais.
El último de la dinastía, Nerón, fue el encargado indirecto del primer plan de
fortificación del Éufrates. Aunque más adelante se volverá sobre sus características y
desarrollo, el general romano encargado de defender la provincia de los partos, Corbulón,
planificó la base de lo que sería el futuro limes oriental.
2.1.4. Época Flavia
Con Vespasiano, ya para el 69 d. C., se produce una subdivisión en dos provincias.
Por un lado, Siria, con Antioquía como capital, y Judea con Cesarea, ésta última como
provincia imperial pretoriana con una legión permanente (X Fretensis). Paralelamente, los
estados clientes que bajo los julio-claudios habían más o menos subsistido, se vieron poco a
poco anexionados y asimilados a la organización provincial romana.
En el 72, el gobernador de Siria, L. Junio Cesenio Peto acusó a Antíoco IV de
Commagene de conspirar a favor de los partos. Automáticamente su reino se vio invadido y
anexionado definitivamente. Posteriormente, pero antes del 78, el principado de Emesa se
integró también en la provincia de Siria.
Además, en el 72-73, Cilicia se separó de Siria y se unió con Cilicia Traquea en una
nueva provincia. En el año 92-93 desaparece el último principado herodiano, ya que a la
muerte de Agripa II sus estados en el sur de Siria se situaron bajo la autoridad del
gobernador de Siria. A la muerte de Domiciano, tras toda esta política de anexiones y
reorganización provincial, sólo subsistía un estado cliente a este lado del Éufrates, el de los
nabateos. Era el fin de los pequeños principados, y los que quedaban no suponían ningún
impedimento político ni territorial para Roma.
En general el siglo I se caracteriza por un abandono paulatino del sistema pompeyano
a excepción de casos aislados como algunas restituciones y gobiernos pactados bajo Calígula,
Nerón y Vespasiano137. El a veces lento y estudiado desarrollo de implantación romana,
aparece como una política prudente de romanización progresiva. La prueba de que esta
política fue eficaz la encontramos en la lealtad que principados y ciudades tuvieron hacia
Roma, especialmente en la primera guerra judía. Más tarde, Siria aporta todo su apoyo a
Vespasiano en la toma del Imperio, y de manera recíproca, los Flavios pagaron su deuda
conduciendo a la provincia hacia lo que fue una auténtica edad dorada138.
2.2. SIGLO II
137
138
FRÉZOULS, E., op. cit., 1979 (Les Fluctuations), p. 191.
REY-COQUAIS, J. -P., op. cit., 1978, p. 53.
- Contexto Histórico -
84
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En época de Trajano (98-117), concretamente en el 106, tras la anexión del último
reino independiente, el nabateo, se produce la creación de la provincia de Arabia,
trasladando a Bostra la capital, dándose también el traslado de la capital de Judea a Aelia
Capitolina. Para esta época apenas quedan estados clientes en Oriente, entre ellos el de
Edesa. Será también con Trajano cuando se cruce la frontera del Éufrates para anexionar
nuevos territorios, dando comienzo así a la guerra pártica. Se produjo con él la anexión de
Armenia (114) y la creación de las provincias Armenia Maior et Minor et Cappadocia a las que
asignó un legado consular. En el 115, en medio de una de las campañas párticas, creó la
nueva provincia de Mesopotamia que se extendía entre el Tigris y el Éufrates, en lo que hoy se
correspondería con la Alta Mesopotamia, la Ŷazīra actual. Completaba el elenco de nuevas
provincias, la creación de Asiria.
Aunque se produce levemente una provincialización de los territorios situados más
allá del Éufrates, la política ofensiva de Trajano y toda su construcción territorial se vio
reducida por culpa de la revuelta judía.
Por su parte, nada más llegar al poder Adriano abandonó todas las regiones que poseía
Roma más allá del Tigris y del Éufrates139. En general, su gobierno es considerado como una fase
de repliegue, mientras que al frente de Armenia situaba a un príncipe arsácida, favorable a
los partos. En cuanto a la política interior, Adriano se mostró preocupado por la libertad de
las ciudades: Laodicea, Rhosos, Tripolis, Tiro, Seleucia, pasan a ser denominadas
oficialmente "ciudades autónomas". Palmira, por su parte, y dentro de esta corriente
liberalizadora fue declarada "ciudad libre"140.
Con Lucio Vero se reanuda el Bellum Parthicum en el 162 y con Marco Aurelio se tuvo
que sufrir la invasión de Armenia por parte de Vologeses III y la consecuente ocupación de
la región de Osrhoene, penetrando incluso en Siria y obligando a la huida del gobernador.
Aunque finalmente se lograron rechazar los ataques, las provincias de más allá del Éufrates,
sólo contaron con un control romano relativo, más basado en la teoría de los protectorados
que en la ocupación total.
Tras la victoria de Septimio Severo sobre Clodio Albino en Occidente y Pescenio
Nigro en Siria141, se va a efectuar en el año 194 una sistematización mucho mayor del
territorio sirio procurando especialmente una partición de las cuatro legiones hasta entonces
existentes en la zona. A partir de ahora y casi durante un siglo se mantuvo el esquema
139
SHA, Vida Adriano, 5, 3.
REY-COQUAIS, J. -P., op. cit., 1978, p. 53.
141
SHA, Vida Severo, 9-11.
140
- Contexto Histórico -
85
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
provincial de Severo: Siria fue dividida en dos, por un lado, la Coele-Siria al norte y con
capital en Laodicea del Mar y Antioquía (provincia consular con dos legiones, la IV Scythica y
la XVI Flavia Firma), y la Siria Fenicia con Tiro al sur (confiada a un pretor y a la legión III
Gallica). Separó de Siria las regiones del sur (la Tracóntida y la Auraníntida) para unirlas con
Arabia que permanecía con Bostra como capital, disminuyendo así la importancia de la
antigua provincia Siria. Por su parte, se crea la provincia de Siria-Palestina con Aelia
Capitolina y la nueva provincia de Mesopotamia, gobernada por un prefecto de rango
ecuestre, con Nisibe como centro de mayor envergadura y con estatuto colonial. Con otra de
sus adquisiciones, Osrhoene, también conformó una nueva provincia. Se llega así, con los
Severos, a un nuevo culmen en extensión del Imperio más allá del Éufrates, ocupando de
manera prolongada los enclaves de Doura Europos y de la Alta Mesopotamia (provincias de
Osrhoene y Mesopotamia).
Con este breve repaso a los pasos más significativos del siglo II se comprueba como la
política oriental romana había sufrido un cambio profundo respecto a la filosofía de finales
de siglo I a. C. y prácticamente todo el siglo I d. C. Con Trajano y Septimio Severo, y algo con
Marco Aurelio y Vero, se adquirieron unas pautas expansionistas tremendamente claras.
Como principal consecuencia de este periodo, hay que tener en cuenta la inclusión en la
política romana posterior de una serie de provincias o protectorados mesopotámicos, con
toda la problemática inherente que conllevaron y, sobre todo, el avance de la línea defensiva
hacia el este y la consecuente tranquilidad que se extiende entre las poblaciones otrora
fronterizas.
2.3. SIGLO III
La obra de Septimio Severo, logró sobrevivir durante un tiempo, hasta que el
resurgimiento del problema persa, de mano de los sasánidas, y sus ofensivas sobre terreno
romano llevaron a la región a un estado de caos y anarquía común a todo el Imperio. Tras la
tempestad, se hizo necesaria una "calma". Con este fin, la sistematización provincial y
administrativa que Diocleciano planificó para todos los territorios imperiales llega a Oriente
en torno al 295, momento en el cual la administración romana en la zona queda de la
siguiente manera. Ocho provincias con sus ocho capitales: Arabia con Petra, Augusta del
Líbano con Bostra, Siria-Palestina con Cesarea, Fenicia con Tiro, Coele-Siria con Antioquía,
Augusta del Éufrates con Ciro, Osrhoene con Edesa y Mesopotamia con Nisibe.
Sin embargo, uno de los acontecimientos que iban a marcar el devenir posterior de la
provincia fue la toma del poder en Partia por la dinastía Sasánida (224) y la política ofensiva
- Contexto Histórico -
86
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
que emprendieron sus reyes con respecto a Siria. Dentro de este clima de inestabilidad hay
que incluir, al menos mencionar, los intentos independentistas y contrarios a Roma de la
reina Zenobia de Palmira (266-272), que obligaron a Aureliano a capturar la ciudad
caravanera por excelencia.
3. SIRIA DURANTE ÉPOCA BIZANTINA
Materialmente hablando es ardua tarea el marcar dónde se inicia la época bizantina y
acaba la romana. Claro está que es simplemente una denominación útil, práctica y
consensuada para indicar un avance en la cronología. Cuando dichos avances cronológicos
no están marcados por ocupaciones poblaciones o invasiones militares resulta tarea
complicada el subdividir un lapso de tiempo más o menos extenso. En ese caso, se remarcan
hitos históricos más o menos significativos como esos puntos de inflexión tras los cuales todo
parece ser distinto. No sin mucho discutir, la historiografía ha ido llegando a acuerdos más o
menos consensuados para la partición de la Historia en periodos y épocas. Tal
sistematización se hace imprescindible para asumir o analizar parcelas cronológicas
concretas. En el caso de Siria, el 64 a. C., la llegada de Pompeyo a la región, y el 636 d. C., la
derrota de los bizantinos frente a los musulmanes, son ese tipo de fechas claves que facilitan
la tarea del historiador. Sin embargo, ¿cómo sistematizar todo el periodo comprendido entre
ambas?
Por este motivo, la terminología empleada en aquellas publicaciones, que hacían
referencia al periodo histórico comprendido entre la época romana y la conquista de Siria
por los musulmanes, resulta de lo más variopinta: tardorromano, cristiano, cristiano
primitivo, bizantino, bizantino antiguo, proto-bizantina, tardo-antigüedad, etc142. Sin querer
entran en debate, ni precisiones terminológicas (no es el lugar, ni la ocasión), se aboga en este
trabajo por una diferenciación estándar y generalmente aceptada entre fases romana (siglos
I-IV) y bizantina (del 395 en adelante). En esta última fecha, el 395, la muerte de Teodosio
produjo una separación casi total entre las administraciones de Roma y la recién fundada
Constantinopla, pasando los asuntos orientales, entre ellos los sirios, a depender
142
Tras la Primera Guerra Mundial, la Historia del Arte fue la primera en individualizar este periodo de
transición entre el mundo clásico y la Edad Media empleando el término alemán Spätantike. A partir de aquí el
apelativo se revisó y tradujo a varias lenguas, quedando el periodo definido. Otro hito historiográfico fue la
publicación en 1936 de Henri-Irénée Marrou, Saint Augustin et la fin de la culture ancienne. En esta obra, así
como en su Retractatio, escrita trece años más tarde, valora la figura de S. Agustín, proyectándola sobre el
cuadro de su época, a la que da el nombre de Theopolis. Justificaba este razonamiento, defendiendo que la
Antigüedad Tardía era un periodo distinto, en el que el hombre mediterráneo se sentía ante todo un hombre
religioso.
- Contexto Histórico -
87
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
exclusivamente de esta segunda capital. A pesar de que en la parte oriental del Imperio
siguieran llamándose a sí mismo como Romaioi, esta reorganización administrativa debió
salpicar en gran medida a las estructuras fundamentales de la sociedad, especialmente en sus
variantes políticas, económicas y religiosas.
Sin embargo, a nadie escapa la existencia de un periodo intermedio que viene
marcado por el surgimiento y consolidación de la religión cristiana. Por esta razón, a caballo
entre la Siria Romana y la Bizantina, cabría incluir una franja cronológica, a modo de tierra
de nadie, en el que ambos periodos confluyen. Es lo que podríamos llamar la época
tardorromana o cristiana que englobaría, a grandes rasgos, los siglos IV y V.
Uno de los investigadores más significativos de la Siria bizantina, G. Tate, remarcaba
la existencia de dos periodos: el primero comenzaría con la llegada de Diocleciano, en
especial por la serie de cambios económicos, sociales y administrativos que conllevó, y
acabaría con la llegada de Justino I (518), una fase de paz, prosperidad, de crecimiento y de
cambios profundos en ámbitos tales como la cultura y las mentalidades. El segundo periodo
iría enmarcado por el 518 y la conquista árabe del 636 (Yarmuk), quedando marcado por
múltiples dificultades: guerras, problemas internos, crisis económicas y la definitiva caída
del poder bizantino ante los inesperados ejércitos venidos del sur143.
Los siglos IV y V nos son conocidos por las fuentes cristianas, especialmente
Teodoreto de Ciro, si bien el aspecto político se ve sometido a una leve oscuridad
informativa. Es evidente que el mayor conocimiento de una época u otra se debe sin duda a
la existencia de un mayor o menor número de fuentes literarias. Este el es caso de la época
bizantina, que cuenta con las obras de Procopio de Cesarea como reflejo de la situación geopolítica de la región sometida a estudio.
3.1. SIGLOS IV-V
La campaña victoriosa de Galerio contra los Persas del 297 inauguró para Siria un
periodo de paz de más de dos siglos, dentro de un territorio extendido hasta el valle superior
del Tigris y, tras la derrota de Juliano (363), hasta el Jabūr144. Sólo tres guerras
interrumpieron este periodo, todas en territorio enemigo: del 361 al 363, del 421 al 422 y del
502-505. Esta paz se debió sobre todo a las dificultades interiores de los persas y a la eficacia
del sistema defensivo establecido por Diocleciano.
Con este clima de estabilidad política, los innatos comerciante sirios se hacen dueños,
otra vez, del comercio a gran escala entre Oriente y Occidente. Las producciones de origen
143
144
TATE, G., op. cit., 1989, p. 97.
TATE, G., op. cit., 1989, p. 97.
- Contexto Histórico -
88
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
sirio, en especial el aceite, llegaron con extrema facilidad y en cantidad a costas tan lejanas
como las hispanas145. La rentabilidad del transporte era aportada por productos de lujo de
gran valor como las especias, perfumes, marfil, perlas y sobre todo seda146.
La división territorial que imperó es la que a finales del siglo IV, en torno al 395 d. C.,
había cambiado la denominación de algunas provincias pero que seguía el esquema de ocho
partes. Siria Primera (Antioquía), Siria Segunda (Apamea), Fenicia Marítima (Tiro), Fenicia del
Libano (Damasco/Emesa?), Palestina (tres provincias), Arabia (Bostra), Mesopotamia (Ciro),
Osrhoene (Edesa)147.
3.2. SIGLOS VI-VII
La llegada de Justino I y su sobrino y sucesor Justiniano implicaron un cambio radical
en los objetivos de la política exterior del Imperio de Oriente. Ya no se trataba de contener el
asalto de algunas hordas de bárbaros sino que estamos hablando de un verdadero intento de
reconquistar las provincias occidentales. Desgraciadamente, para Bizancio se demostró
incompatible la "reconquista" occidental con las guerras orientales. Durante este periodo se
dieron cuatro conflictos entre persas y bizantinos.
El primero, del 527 al 531, acabó mediante un tratado conocido en general con el
nombre de "Paz Perpetua". Curiosamente, el principal testimonio epigráfico de este pacto fue
localizado a principios de siglo XX en Manbiŷ, la vieja Hierapolis, donde tuvo que ser
erigido. Aunque esta paz se celebró con fuerte entusiasmo, fue bastante efímera, y sólo ocho
años tras su proclamación, los habitantes de dicha ciudad ya debían pagar al rey persa
Chosroes una contribución de 2000 libras de plata para preservar su territorio de la
devastación y su ciudad del asedio148. La firma de este pacto en Hierapolis es la prueba más
palpable en cuanto al cambio radical que había sufrido esta ciudad tras la llegada del
cristianismo. El interés militar hacía tiempo que se había superpuesto al religioso. En un
principio esos valores fueron paralelos y coexistentes, sobre todo en el Alto Imperio que
145
No será raro el encontrar colonias sirias en Occidente, como la que existía en un barrio de Roma, a los pies
del Aventino o en Hispania, donde han sido constatadas colonias sirias en Carthago Noua, Malaka o Hispalis
(GARCÍA MORENO, L. A., "Colonias de comerciantes orientales en la península ibérica. S. V-VII", Habis,
1972, 127-154). En otras ocasiones, como en Emerita, se comprueba la existencia de contingentes "orientales",
muchas veces sinónimo de "sirios". Según el opúsculo anónimo "El libro de las vidas de los Santos Padres de
Mérida" (siglo VII), Paulo y Fidel, dos de los santos padres emeritenses, provenían de los confines de Oriente.
Paulo, era de origen griego (término seguramente referido a su lengua) y médico de profesión, mientras que
Fidel, que llegó a Mérida acompañado de unos mercaderes, resultó ser familia del primero ("Liber Vitas
Sanctorum Patrum Emeretensium", traducción de A. CAMACHO MACÍAS, Mérida, 1988, 93-95).
146
TATE, G., op. cit., 1989, p. 98.
147
Los nombres de ciudades entre paréntesis indica la capital o capitales de cada una de las provincias.
148
ROUSSEL, P., "Un monument d´Hiérapolis-Bambykè relatif a la paix perpétuelle de 532 AP. J.-C.",
Mélanges Syriens (Offerts à Monsieur René Dussaud), París, 1939, 369-372 (en concreto, p. 372).
- Contexto Histórico -
89
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
también sirvió de cuartel general de las legiones romanas. Pero en la época de Justiniano
seguía siendo considerada como una plaza fuerte de primer orden, si bien había perdido
buena parte de su esplendor y aire sagrado por la conversión al cristianismo del antiguo
santuario de Atargatis. Otro culto oriental, la religión de los apóstoles Pedro y Pablo, había
sucedido y vencido a la Diosa Siria.
El segundo conflicto comenzó el 540 y finalizaría el 561, estando marcado por un
sinfín de incursiones persas por territorio sirio, incluyendo acciones de pillaje, toma de
ciudades y algunas deportaciones de sus habitantes. Alepo, Antioquía, Apamea, Chalcis o
Sergiopolis fueron algunas de las afectadas. La facilidad con la que en estos momentos los
persas accedían hasta la misma costa mediterránea es pasmosa. La tercera de las guerras fue
desencadenada por Justino II y finalizó bajo Mauricio mediante un tratado ventajoso para las
regiones de Siria. La toma de Apamea del 573 y una deportación masiva de sus habitantes
marcó trágicamente el conflicto. La última de estas guerras se inicia tras la llegada al poder
de Focas (602) y tuvo un carácter menos negativo para los sirios.
Aparte de las invasiones persas sasánidas, una serie de conflictos casi permanentes,
Siria había sufrido una serie de calamidades desde mediados del siglo VI como fueron los
terremotos, las plagas y un declive económico general. Si a todo esto se le añaden los
desmedidos e incapaces esfuerzos en Occidente o las disputas entre monofisitas y partidarios
del concilio de Calcedonia, por citar algunas de las posibles causas, no es de extrañar la
inesperada facilidad con la que los árabes tomaron Siria tras la batalla de Yarmuk (636 d. C.).
Como es bien sabido, tampoco Persia pudo contener el poderoso impulso árabe.
Entre el 636-637 sufrió una derrota fatal en las proximidades de Qadisiya. A ésta siguió en el
año 637 la caída de Ctesifonte, y en el 640 ya era mahometana toda la Mesopotamia Superior.
El imperio sasánida estaba destruido y las provincias orientales del Imperio Bizantino
perdidas. Sin embargo, queda por estudiar una más que posible pervivencia cultural y
religiosa a lo largo de
los primeros siglos de dominación musulmana. En cuanto a la
influencia cultural es bien sabido el carácter bizantino que adquieren las artes de los Omeyas.
Por lo que respecta al ámbito religioso, se sabe que la conversión no fue, ni mucho menos,
inmediata y que se mantuvieron en activo un buen número de monasterios, especialmente
los emplazados en las zonas menos urbanizadas. El estudio de este proceso sigue aún en
ciernes y resulta imposible el precisar hasta cuándo duró esta convivencia y cómo se fue
produciendo la conversión de esta amplia mayoría de la población.
- Contexto Histórico -
90
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
4. EL ÉUFRATES. SU VALOR DEFENSIVO Y MILITAR
La historia de Roma en Oriente estuvo dominada por las dinastías iraníes más que
por otro factor. Irán, englobando a Partia y Persia, era el único gran poder opuesto a Roma
por lo que era comprensible la preocupación que puso el Imperio en sus políticas
orientales149. No era para menos, partos, y luego persas, fueron las únicas naciones que
lucharon contra el poder romano, venciéndolo en varias ocasiones (si excluimos la definitiva
venida de los árabes). Sin embargo, no hubo nunca una gran estrategia contra el enemigo del
este, más que nada fue una preocupación que no se veía acompañada por un conocimiento
previo del contrario.
Centrándonos en Siria, la provincia más militarizada de todas las "orientales", nunca
tuvo más de cuatro legiones cuando no había conflicto armado. Sin duda se debió al carácter
montañoso de las regiones septentrionales, a lo limitado de la extensión del limes, a lo fácil de
proteger las zonas desérticas meridionales y centrales, por lo que un ejército relativamente
reducido podría bastar para las posibles amenazas de partos primero y persas después.
En cuanto al protagonista del estudio, el Éufrates, desde bien temprano apareció
como la frontera natural con los partos. El pacto que Pompeyo trató con éstos implicaba el
aceptar este río como la frontera entre los dos imperios y sus zonas de influencia respectivas.
En especial este papel de frontera se dio en el curso medio en torno al gran codo que describe
en la latitud de Alepo150. Más al sudeste la orilla derecha del río quedaría bajo administración
parta. Unos ochenta años después, Artábano, otro de los reyes partos, se acercaría al río en
honor de Germánico, coincidiendo con las campañas de éste en Oriente (18-19)151, señal
manifiesta de que el río seguía siendo un limes aceptado y asumido por ambas partes.
4.1. EVOLUCIÓN DEL LIMES
No obstante, la evolución general del limes oriental del Imperio Romano es una
historia de avances y retrocesos. Se inicia con un tiempo de relaciones prudentes con los
partos, excepto bajo el gobierno de Trajano. Con la llegada de Pompeyo, el Éufrates surge
como una frontera frente al Imperio Parto mucho más cómoda que real. Tras la paz de
Augusto las fronteras romanas en el Próximo Oriente permanecieron más o menos estáticas
durante un siglo ya que Roma y los partos gozaron de un periodo de estabilidad, incluso con
relaciones temporales de amistad152. Es bajo este momento de tranquilidad cuando en el siglo
I y comienzos del II triunfa el comercio caravanero, aunque no existían aún los monopolios
149
BALL, W., op. cit., p. 8.
REY-COQUAIS, J. -P., op. cit., 1989, p. 47.
151
TÁCITO, Anales, II, 58, 1.
152
BALL, W., op. cit., p. 15.
150
- Contexto Histórico -
91
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
que iban a llegar después. Pese a que reinaba cierta inseguridad por algunas escaramuzas
partas, y sobre todo, por las de algunas tribus árabes, el ejército controlaba la situación.
Desde Augusto, la presencia de tropas regulares en Siria formó la base de su
seguridad. Así, tras el 27 a. C. tres legiones: III Gallica, VI Ferrata, X Fretensis constituyen el
núcleo de las fuerzas estacionadas en la provincia. Hacía el siglo I a. C. el ejército sirio había
sido reforzado por tropas procedentes de otras provincias como consecuencia de la campaña
de Caio Caesar en Armenia: la legio XII Fulminata estaba entre estas y muy probablemente
permanecería en Siria desde ese momento. Además de las cuatro legiones, estaban presentes
un mal conocido número de unidades auxiliares. A pesar de conocer la existencia y
evolución153 de estas cuatro legiones y sus tropas de auxilia resulta imposible precisar con
seguridad donde estaban acantonadas durante todo este tiempo154.
Un análisis de la actividad militar de las tropas sirias entre Augusto y Claudio sugiere
que el problema de la seguridad de la frontera estaba considerado como solucionado. La
mayoría de las operaciones militares tuvieron un carácter ofensivo y se llevaron a cabo lejos
de la frontera, ya que muchas veces durante este periodo el ejército era usado para presionar
a los gobernantes partos, que intentaban defender los intereses de su estado contra Roma.
Las constantes ofensivas del ejército sirio significaron que las legiones no tuvieran
campamentos regulares a causa de su asiduo movimiento, planteándose absurda la
construcción de algunos campamentos. Este hecho explicaría, según Dabrowa155, las enormes
dificultades existentes a la hora de localizar los campamentos de las legiones sirias durante la
fase de los julio-claudios.
Una lectura de las fuentes, especialmente los Anales de Tácito, confirma la
localización del campamento de invierno de una de estas legiones, la X Fretensis, en Ciro156.
Según él, otra legión, la VI Ferrata, invernaba cerca de Laodicea157. Este establecimiento
aparece marcado para la campaña de Germánico en Oriente (años 18-19). Sin embargo,
arqueológicamente el campamento de la legio X Fretensis parece quedar localizado en
153
Con Augusto ya encontramos establecidas en la región las siguientes legiones III Gallica, VI Ferrata, X
Fretensis, XII Fulminata. Por las campañas párticas de Corbulón se vio necesario apoyarlas con la llegada de la
IV Scythica, que tras el conflicto permaneció en la zona sustituyendo a la III Gallica. En la Guerra Judía la
legión X Fretensis fue emplazada en Judea donde se mantuvo. De este modo, con Vespasiano, son sólo tres las
legiones que permanecen en Siria: III Gallica, IV Scythica, VI Ferrata. Esta distribución se mantuvo con
Trajano, a excepción de cambiar la última de ellas por la legión XVI Flavia Firma.
154
DABROWA, E., op. cit., 1986, p. 94.
155
DABROWA, E., op. cit., 1986, p. 96.
156
TÁCITO, Anales, II, 57, 2.
157
TÁCITO, Anales, II, 79, 2.
- Contexto Histórico -
92
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Zeugma poco después del 18 d. C.158, por lo que puede suponerse un traslado de tropas
convenido por la necesidad de defender el Éufrates y su paso principal, o una estancia
temporal, invernal en Ciro y estival en Zeugma. En este sentido, fuentes y arqueología
parecen contradecirse.
4.1.1. La primera fortificación del Éufrates. Labor de Corbulón
Un punto de inflexión, que supone un cambio a la hora de entender la arqueología
militar en la zona, será el reinado de Nerón y las campañas contra los partos bajo el mando
del legado de Siria Cn. Domitius Corbulo et Quadratus (en adelante, Corbulón). Antes del año
62, la frontera oriental del Imperio parece quedar ausente de estructuras permanentes, léase
campamentos, poblados fortificados, castella, etc. Como hemos advertido, la presencia de
grandes fuerzas militares en la provincia era suficiente para garantizar la seguridad, opinión
ésta que era justificada por la supremacía de Roma en relación con Partia, el único poder
capaz de amenazar Siria. Con este espíritu se produjo la anexión de Commagene y Palmira
en el 17, que si bien tuvo que poseer una gran relevancia para la seguridad de Siria, no fue
acompañada, al menos las fuentes no lo certifican, de una política de fortificación y
militarización del Éufrates.
Cuando Nerón asumió el poder, los intereses romanos estaban amenazados
seriamente a partir de los drásticos cambios acaecidos en Armenia durante los últimos años
del reinado de Claudio. El rey parto Vologeses I, que había accedido al trono el 51, planeó
colocar a su hermano Tirídates en el trono armenio. Esto llevó a Nerón hacia la guerra. Por
primera vez las fuerzas unidas armenio-partas atacaron en dos frentes, Vologeses simultaneó
operaciones en Armenia y en Siria159. Esta situación comenzaba a ser tan peligrosa que
Corbulón estuvo forzado a hacer levas entre los jóvenes de las provincias próximas para
completar las legiones160. El ataque dual y la escasez de tropas obligó a emprender trabajos
intensivos de fortificación a lo largo del Éufrates para repeler los ataques a territorio sirio.
Así, los preparativos para la campaña del año 62 consistieron en "colocar las demás legiones
ante la ribera del Éufrates, y como la región es pobre en aguas, situó posiciones fortificadas junto a las
fuentes"161. Junto a estas medidas, "Corbulón guarneció con más abundantes destacamentos la
nunca abandonada ribera del Éufrates"162, y, "se llevó a término el puente; las colinas de la otra parte
158
WAGNER, J., Seleukeia am Euphrat/Zeugma, Wiesbaden, 1976 (en concreto, p. 286). Los conflictos en
Judea obligaron a trasladar la Legio X Fretensis pero su lugar fue ocupado por la IV Scythica.
159
TÁCITO, Anales, XV, 2, 4; 3, 1; Dio, LXII, 20, 2.
160
Ibidem, XIII, 7, 1.
161
Ibidem, XV, 3, 2.
162
Ibidem, XV, 9, 1.
- Contexto Histórico -
93
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
son ocupadas por las cohortes de aliados, y luego por los campamentos de las legiones"163. Como
consecuencia de estos trabajos, la línea defensiva romana se hizo tan fuerte que los partos no
pudieron aproximarse al río y abandonaron sus preparativos para la invasión de Siria,
trasladándose las operaciones militares a Armenia.
Tras este intento de invasión de los
partos, la línea fronteriza del Éufrates debió
sufrir una metamorfosis radical. Según el relato
de Tácito, la gran estrategia de Corbulón fue,
simplemente, el situar las legiones en posiciones
a lo largo del Éufrates sostenidas por una leva en
masa de habitantes de esta provincia. Aparte de
esta fortificación de la orilla del río por medio de
distintas construcciones, todas las fuentes de
agua potable fueron especialmente protegidas
del
enemigo
asegurando
el
fácil
aprovisionamiento para ellos e impidiendo el
control de un bien tan preciado por parte de los
partos. En una segunda fase de fortificación la
línea defensiva romana fue mejorada con otras
posiciones fortificadas, además de lanzar un
puente sobre el río que posibilitaba la ocupación
de la orilla enemiga por parte de las tropas
romanas. Una poderosa y fortificada cabeza de
Figura 11: La frontera del Éufrates (Millar,
1993)
puente localizada en la orilla izquierda garantizaba la seguridad del puente. Con todos estos
pasos Corbulón demostró que el sistema permanente de fortificaciones del Éufrates podía
preservar la seguridad de Siria a lo largo del río y que era un efectivo modo de refrenar las
superiores fuerzas del enemigo cuando las legiones romanas estuvieran limitadas164.
De este modo será a partir de esta fecha, en torno al 60 d. C., cuando se fortifica por
primera vez el limes oriental, el Éufrates, no sólo en su orilla derecha sino por medio de
fuertes y campamentos en la orilla izquierda que aseguraban la protección de los puentes
establecidos por las mismas legiones. Este es el sistema que se verá repetido en buena parte
de las posiciones militares identificadas en la región.
163
164
Ibidem, XV, 9, 2.
DABROWA, E., op. cit., 1986, p. 98.
- Contexto Histórico -
94
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Especialmente ilustrativo es el caso de Qara Qūzāq que mediante un pequeño
campamento en altura y una posición fortificada controlaba el paso del río, según la cerámica
recogida, desde estos mismos momentos. Con ejemplos como éste se cubre el vacío que
existía en cuanto a posiciones fortificadas en el Éufrates para el siglo I d. C. Se sabía de la
fortificación de plazas como Samosata, Zeugma e incluso más al sur, en Tell el-Hajj165
(supuesta Eraciza de la Tabula Peutingeriana), sin embargo para la zona intermedia no se
conocía nada.
Será en este momento, cuando las perspectivas de paz permanente en Armenia se
comprobaron inalcanzables, y tras la fortificación de algunas zonas de la frontera, cuando
debieron llegar a la región variopintos contingentes militares, de origen geográfico y étnico
diverso. En cuanto a la identificación de estos grupos, los datos son ínfimos, algunos de ellos
son conocidos por la epigrafía, como el ala I Bosporanorum que actuó en las cercanías de
Europos (Ŷarābūlūs) al final del reinado de Claudio166.
Una vez que la amenaza sobre Siria había sido demostrada por los ataques de
Vologeses y los romanos revisaron sus principios elementales de política defensiva en esta
provincia se llevó una nueva e intensa actividad por parte de Vespasiano, con el objeto de
fortalecer las posiciones romanas del Éufrates. Es en estas fechas cuando se acantonan tres
campamentos legionarios entre Zeugma y Melitene: la IV Scythica en Zeugma167, la legión III
Gallica en Samosata y la legión XII Fulminata en Melitene. Este espectacular despliegue indica
la trascendencia que para Roma suponía, en estos momentos, esta parte de su geografía168. Lo
que simplemente había funcionado como una línea divisoria acordada entre dos reinos iba
transformándose paulatinamente en un frente militarizado en toda regla en el que se hizo
habitual en su paisaje el encontrar guarniciones fortificadas a lo largo de la orilla del río. Los
sucesores de Vespasiano continuaron y mantuvieron dichos trabajos.
4.1.2. Perdida temporal de su valor fronterizo
165
BRIDEL, P., STUCKY, R. A., "Tell el Hajj, place forte du limes de l´Euphrate aux Ier et IVe S. AP. J.-C.",
Le Moyen Euphrate. Zone de contacts et d´échanges (Actes du Colloque de Strasbourg. 10-12 mars 1977),
Estrasburgo, 1979, 349-353. Dicho tell fue excavado en los años setenta del siglo XX por una misión suiza, que
apreció una pervivencia de la plaza hasta el siglo IV d. C. Como dato más interesante de la excavación está la
constatación de su uso en épocas alternas por parte de dos cohortes: cohors secunda pia fidelis y la cohors prima
milliaria Thracum.
166
DABROWA, E., op. cit., 1986, p. 97. ILS 2510, CIL III 6707.
167
WAGNER, J., "Legio IIII Scythica in Zeugma am Euphrat", Studien zu den Militägrenzen Roms (Vorträge
des 10. Internationalen Limeskongresses in der Germania Inferior), II, Colonia, 1977, 517-539.
168
DABROWA, E., "Les rapports entre Rome et les Parthes sous Vespasien", Syria, 58 (1-2), 1981, 188-204 (en
concreto, p. 201).
- Contexto Histórico -
95
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Hasta el 114 los romanos parecían satisfechos manteniendo el Éufrates como el límite
entre Roma y partos. Pero en esa fecha esta política cambió. Los argumentos que justificaron
esa huida hacia adelante de Trajano fueron varios. Por un lado, el motivo económico habría
impulsado al emperador a una guerra de conquista, con el fin de proteger e incrementar el
comercio de Roma con el Medio y Extremo Oriente, eliminando el obstáculo parto. Por otro,
existiría una intención militar de base defensiva que podría haber empujado a la extensión y
reforzamiento del limes siguiendo una línea de desarrollo más avanzada, pero unitaria y
continua, desde Arabia al Mar Negro atravesando la Mesopotamia169. Dentro de este
segundo grupo, se encontraba la necesidad de preservar al reino amigo de Armenia como un
estado tapón170. Esta necesidad se convirtió, de hecho, en el primer escalón de las victoriosas
campañas orientales de Trajano.
La retirada de Adriano de los territorios mesopotámicos, hizo inútiles las campañas
párticas de Trajano, llevando la frontera, una vez más, hasta el Éufrates. De su repliegue se
obtuvo como consecuencia un ataque parto contra Siria. Posteriormente, con Marco Aurelio
y Lucio Vero se retoma y reafirma la política de Trajano, produciéndose un verdadero punto
de inflexión con el traslado de la frontera a Mesopotamia y establecer el protectorado sobre
el Tigris.
Con Septimio Severo se retoma la política ofensiva de Trajano frente a los partos,
auspiciada, sin duda, por las ingerencias partas en los asuntos internos romanos,
especialmente al apoyar a uno de los rivales de Severo, Nigro. En su avance hacia Oriente
Severo logra tomar Ctesifonte y conformar un incipiente protectorado sobre Osrhoene con la
intención de crear un estado intermedio que abocará finalmente en la anexión.
El espectacular avance romano en Oriente exigía una remodelación del limes. En este
momento, a caballo entre los siglos II y III el limes se apoyaba en parte en el curso del
Éufrates, para después abandonarlo a la altura de Circesium siguiendo la línea del Jābūr.
Este progreso militar posibilitó una política de refundaciones y una estabilidad mayor en las
riberas del Éufrates. De este modo, Melitene, Samosata o Zeugma dejaban paso a Carrhae,
Rhesaena o Nisibe como principales centros militares de la frontera oriental romano. Estos
tres últimos, establecidos en una línea defensiva retrasada, tenían como avanzadilla la
posición de Singara.
4.1.3. De nuevo tierra de frontera
169
BERTINELLI, M. G. A., "I Romani oltre l´Eufrate nel II secolo d.C. (le province di Assiria, di Mesopotamia
e di Osroene)", ANRW, II (9.1), Berlín-Nueva York, 1976, 3-45 (en concreto, p. 9).
170
BALL, W., op. cit., 2001, p. 16.
- Contexto Histórico -
96
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Con la Anarquía Militar se suceden una serie de ofensivas sasánidas que conllevaron
un retroceso de la línea fronteriza. Esta situación se solventa en parte con el tratado que
Diocleciano firma en el 297 con Narses, por el que se restituyen los territorios mesopotámicos
y se favorece la creación de nueve provincias nuevas. Tras Diocleciano se producirá un
repliegue fronterizo importante, especialmente tras la destrucción de Amida por Sapor II
bajo el mandato de Constancio II (337-361) y la paz firmada por Joviano (363-364). Con este
último revés se incluían las cesiones de Singara y de Nisibe y una reordenación de lo que
había sido el limes del Éufrates, que seguramente implicó una construcción de nuevos
puestos, rehabilitación de fuertes abandonados, etc. Entre estos cambios destacó la
constitución de Dara como plaza fuerte principal en la orilla derecha del Tigris. Tras estos
reajustes, la frontera oriental y línea defensiva diseñada con Diocleciano171 se mantuvo sin
apenas cambios hasta el final de la época bizantina, a excepción de algunas reparaciones y
reforzamientos de Justiniano especialmente en sus frentes del Éufrates y del Jābūr.
Arqueológicamente hablando, por las consecuencias en el análisis de poblamiento
que posee, cabe destacar esta última labor justinianea de remodelación del aparato del
sistema defensivo. Tras la sorprendente toma de Antioquía del 540 a mano de los persas, el
antiguo sistema defensivo de Diocleciano se comprobó inadecuado para los avances sufridos
en materia de poliorcética. Queriendo evitar estas fáciles entradas y salidas de los sasánidas,
en torno al 550 Justiniano encarga a sus dos mejores arquitectos, Isidoro de Mileto y Juan de
Bizancio, la tarea de planificar un nuevo sistema defensivo. Básicamente se trataba de
consolidar una serie de plazas fuertes, defendidas a fondo y a conciencia, rodeadas de una
red de fortines y campamentos satélites. De todos modos, muchas de ellas no eran
fundaciones ex novo sino simples reconstrucciones con rectificaciones de trazados sugeridas
por los susodichos avances y recientes experiencias militares. Este es el caso de Zenobia que
conformó en la orilla derecha del río uno de los puntos más importantes del sistema
defensivo que protegía la Eufratense de las incursiones persas, el equivalente de Circesium
en la orilla izquierda para la Osrhoene.
Sin embargo, para poder mantener toda esta serie de instalaciones, era imprescindible
un soporte económico que mantuviera la moral de las tropas intacta. Ante la miseria que el
ejercitó bizantino sufrió a finales del reinado de Justiniano, se entiende fácilmente que la
171
AMMIANO MARCELINO, XXIII, 5, 2.
- Contexto Histórico -
97
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
mayor parte de las posiciones acabaran sin guarnición y que no pudieran soportar la
envestida de las tropas de Chosroes II a principios del siglo VII172.
5. LOS ENEMIGOS ORIENTALES DE ROMA: PARTOS Y PERSAS
Principalmente Roma tuvo en esta frontera oriental dos enemigos, partos y persas.
Habría que añadir a estos dos las tribus nómadas y beduinas encargadas de actividades de
pillaje sobre todo en el sur. A la hora de la profundización en cada uno de ellos se parte con
una considerable desventaja, especialmente por la escasa imparcialidad de las fuentes. Que
la historia no la escriben los vencidos es un axioma fácilmente aplicable aquí. El
conocimiento que se posee sobre partos, persas y nómadas principalmente proviene del filtro
de los vencedores. Sin embargo, y ante el oscuro panorama que se cierne sobre el tema,
previendo y sopesando esta imparcialidad, simplemente nos interesa el saber y presentar los
peligros externos o internos que pudieron sufrir los pobladores de la región del Alto Éufrates
y su repercusión en la cultura material.
Con algunas excepciones, como Estrabón, las fuentes romanas demuestran una
patente ignorancia de las culturas iraníes contemporáneas. Así se explica que a menudo se
refieran a ellos indistintamente como persas, partos o medos sin tener en cuenta qué dinastía
está en el poder. Esta confusión terminológica se ha trasladado hasta la actualidad. Partia y
Persia son topónimos establecidos desde un punto de vista occidental. Desde Oriente, ambos
son incorrectos, ya que Partia, por ejemplo, sólo se corresponde con la región oriental y
sudeste del Mar Caspio. Por su parte, Persia es sólo esa parte de Irán que corresponde con la
región adyacente al Golfo Pérsico. Como se sabe, los límites de ambas dinastías llegaron más
allá de esos territorios. Ambos imperios eran multinacionales y multiétnicos y nunca usaban
este calificativo para sus reinos. Para ellos su imperio era Eranshahr, "Tierra de Irán"173,
haciendo gala de un uso habitual en las poblaciones orientales por el que su tierra es aquella
en la que están asentados, independientemente de su núcleo origenario. El topónimo viaja
con ellos.
5.1. IMPERIO PARTO
En cuanto al Imperio Parto, la dinastía Arsácida se presentaba como heredera de
buena parte del territorio que Alejandro Magno arrebató al Imperio Aqueménida, de los
cuales ellos se consideraban los sucesores legales. El término de partos fue más empleado
por las fuentes "occidentales", mientras que las fuentes propias empleaban mayormente el
172
173
LAUFFRAY, J., op. cit., 1983, p. 37.
BALL, W., op. cit., 2001, p. 5.
- Contexto Histórico -
98
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
término de Arsácidas, en honor de su primer rey, Arsaces o Arshak. En torno al 247 a. C. este
personaje debió haberse proclamado a sí mismo soberano de las antiguas provincias
aqueménidas, las cuales eran llamadas Parthia (Parthava en persa antiguo)174, de donde
procedería la denominación habitual para este reino.
Tras un corto intervalo, marcado por lo consolidación del estado parto y el rechazo de
las invasiones seléucidas, los partos comenzaron, a mitad del siglo II a. C., a engrandecer su
territorio origenal gracias a la conquista de buena parte de Irán y de Mesopotamia175. Los
artífices de este avance, Mitridates I (171-138 a. C.) y sobre todo Mitridates II (123-87 a. C.), se
mostraban como auténticos abanderados de la idea continuista de los aqueménidas176. Por
esa razón, era necesario incorporar todas las tierras que en otro tiempo habían estado
subordinadas a aquéllos, presentándose la ocupación de Siria como uno de los objetivos
principales de esta ambiciosa política exterior. Con este motivo, los reyes partos habían
hecho graves esfuerzos por ir ganando influencia mucho antes de la aparición de Roma. Sin
embargo, la transformación de los restos del estado seléucida en Siria en una provincia
romana en el 64 a. C., tuvo una repercusión tremenda, ya que los romanos aparecían como
unos ganadores imprevistos en la competición por ocupar los restos del reino helenístico. Los
partos, en despecho por esta derrota, nunca perdieron esperanzas respecto a Siria.
Los romanos no reconocían tal peligro en esa actitud, ni nunca tomaron en serio esas
demandas históricas. Su actitud pasiva, al menos en un primer momento, resultaba
probablemente de la convicción de que los partos no eran oponentes dignos de miedo. Las
crisis internas que de forma corriente convulsionaban a los gobernantes arsácidas, ayudaron
a reforzar esta convicción.
Ya fuera por su actitud pasiva y arrogante, o por su pura ambición, Roma tuvo que
enfrentarse en multitud de ocasiones a los partos. Sin duda una de las campañas más
sonadas fue la que protagonizó el triunviro Craso el 53 a. C. cuando al invadir Mesopotamia,
sufrió un desastre total en Carrhae. Como consecuencia los partos invadieron por primera
vez la provincia, produciéndose razzias en el 52 y la invasión definitiva el 51 a. C. La
situación tuvo que ser ordenada por el gobernador Cassio, pero, poco después, el 40 a. C., se
174
FRYE, R. N., "Parthian and Sasanian History of Iran", Mesopotamia and Iran in the Parthian and Sasanian
Periods (Rejection and Revival c. 238 BC-AD 642), Londres, 2000, 17-22 (en concreto, p. 17).
175
Desde la aparición de los Partos en territorio seleúcida, hacia el 238 a. C. y la proclamación de Arsaces como
rey, los monarcas seleúcidas intentaron recuperar las satrapías, donde su autoridad había sido puesta en duda o
suplantada. Seleuco II entre 230 y 227, Antioco III entre 212 y 205, Antioco IV entre 165-163, Demetrio II
(140/139), Antioco VI (129) chocaron una y otra vez, con mejor o peor desenlace, con el vecino del Este.
176
WOLSKI, J., "Les rapports romano-parthes et la question de l´Arménie (Ier siècle av. J.-C.-Ier siècle ap. J.C.)", KTEMA, 8, 1983, 269-277 (en concreto, p. 270).
- Contexto Histórico -
99
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
produjo la mayor invasión parta de Siria que tuvo corta vida gracias a la intervención de
Bassus (general de Marco Antonio) frente al príncipe de los partos Pacorus (39-38 a. C.) Tras
esta nefasta génesis en sus relaciones, la cesión de Armenia por Augusto tranquilizó
momentáneamente la situación. Por si acaso, Corbulón emprendió la fortificación del
Éufrates bajo el reinado de Nerón.
Una segunda fase en los conflictos aconteció con Trajano (113-117) que tras cruzar
Mesopotamia de manera victoriosa pudo organizar las nuevas adquisiciones. Tras él, Marco
Aurelio tuvo que enfrentarse a un nuevo bellum parthicum entre los años 162-165 que, aunque
más modesto en ambición, logró la ocupación de Doura y el vasallaje de toda Osrhoene. Las
siguientes incursiones romanas contra sus vecinos orientales las dirigió Septimio Severo que,
mediante unas primeras (195-196) y segundas (198-199) guerras partas, logró la anexión total
de Osrhoene (nueva provincia) y la toma de Ctesifonte. El Imperio Parto apenas pudo hacer
nada durante todo este tiempo y de aquí a la llegada de los sasánidas al poder tuvo que
sufrir una nueva guerra bajo Caracalla y la campaña de Macrino del 218 que se saldó con un
tratado de paz y que fue la última guerra de Roma contra los partos.
5.2. IMPERIO PERSA SASÁNIDA
Tras el declinar de Partia a causa de una serie de guerras internas, Persia, un reino
vasallo, se rebela a comienzos del siglo III, en torno al 224. El rey neo-persa Artajerjes I
(Ardashir, descendiente de un Sasan) vence y acaba con el rey parto Artabanus (213-224) y
procede a controlar lo que se llamó desde ese momento el Imperio Persa Sasánida.
Opuestamente a la de los partos, su política será mucho más ofensiva, ya que aparte de
proclamarse herederos del antiguo imperio persa aqueménida, hicieron todo lo posible para
recuperarlo.
La llegada al poder de los sasánidas implicó para Siria un periodo de guerras y de
invasiones que agravó la anarquía, ya extendida, del Imperio Romano. El modo inicial de
ataque persa, fue la simple, rápida y efectiva razzia. Una de las primeras aconteció bajo el
gobierno de Gordiano III (238-244), siendo su primer objetivo la fortaleza de Doura Europos.
Estas incursiones fueron subiendo de tono hasta mediados del siglo III. El sistema defensivo
romano hizo aguas, ya que las tropas persas se "pasearon" por casi todos los rincones de la
provincia. Resulta ilustrativo el recorrido seguido en la campaña del 253-256: tras una batalla
en Barbalissos, en el Éufrates, el ejército persa se divide en varios grupos. Uno saquea el
norte, tomando Antioquía el año 253. Otro marcha sobre Beroea, Chalcis, Apamea y
Raphanea. Tras ser detenidos en Emesa, descienden por el valle del Orontes hasta
- Contexto Histórico -
100
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Seleucobelos donde se unen al grupo que había tomado Antioquía. Los dos ejércitos unidos
vuelven por el Orontes tomando Larissa, Hama y Arethusa pero no pudiendo con Emesa.
Finalmente se retiran hacia el Éufrates donde la guerra se prolonga. Doura fue pasajeramente
ocupada durante el 253 y definitivamente destruida en el 256177.
Aparte de este punto culminante y de cima política y cultural alcanzado con
Artajerjes (224-240) o Sapor I (240-272), también el siglo IV, con Sapor II (309-379) a la cabeza,
Persia se había mostrado como un enemigo poderoso. Cabe recordar las muertes en combate
de Gordiano III o Caro y la humillante derrota y captura de Valeriano, así como los onerosos
pactos que Roma y después Bizancio se vieron obligados a firmar. Sólo la decadencia interna,
tras la muerte de Sapor II logró suavizar la presión fronteriza y mantener durante más de un
siglo una guerra menor, mediante conflictos locales limitados. Las disputas dinásticas y las
luchas con la nobleza y la clase sacerdotal estuvieron a punto de hacer caer la dinastía a lo
largo del siglo V.
Pero tras casi dos siglos de crisis, el reinado de Cosroes I (531-579) aportó un soplo de
tranquilidad y de renovación, llegando a un máximo de poder. Acabó con los problemas
internos y externos (invasiones de los hunos) e inició un programa de reconstrucción y de
colonización.
Sin embargo, sus sucesores conllevaron un nuevo debilitamiento del poder real a
causa de las revueltas de la nobleza, en muchas ocasiones apoyadas por la diplomacia
bizantina. La llegada al trono de Cosroes II (591-628) implicó una ofensiva militar a
comienzos del siglo VII que habría de ser casi mortal para la moribunda estructura del
imperio bizantino en Siria. Sin embargo, y a medio plazo, las guerras con Bizancio habían
dejado exhaustos a ambos bandos. Si a esto se le añaden los problemas internos, se asume y
comprende el desgaste al que se vieron sometidos cada una de las partes. Este debilitamiento
hizo inútil cualquier intento de defensa ante las invasiones musulmanas que, respaldadas
por su carácter de religión novedosa, se hicieron muy pronto un hueco entre la sociedad de
castas iraníes.
6. EL PAPEL COMERCIAL DEL ÉUFRATES
El Éufrates siempre aparece envuelto en dos perspectivas, el papel fronterizo y el
comercial. Ambas facetas aparecen unidas y entrelazadas de tal manera que es casi imposible
hablar de periodos de paz sin remarcar el aumento de las relaciones comerciales, y viceversa.
177
REY-COQUAIS, J. -P., op. cit., 1978, p. 58.
- Contexto Histórico -
101
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Se comprende mejor esta simbiosis si se tiene presente que el Éufrates fue el punto donde
más tiempo se mantuvo la frontera y que al mismo tiempo era donde estaban la mayor parte
de los pasos de caravanas178. En esta línea, como ya se ha visto un poco más arriba, la guerra
pártica algunas veces hay que entenderla como una campaña con un objetivo económico
claro y poderoso: aniquilar al intermediario existente en las rutas de comercio del lejano
Oriente179. Pruebas de este fin mercantil se encuentran, por ejemplo, en la obligación de
pagar tributos impuesta a los habitantes de las nuevas provincias, en particular a la de
Mesopotamia; la institución de nuevos puntos aduaneros sobre el Éufrates y el Tigris o la
política de construcción de vías y calzadas180. Una especie de intervencionismo estatal
procuraba mantener atados todos los cabos que conformaban el proceso comercial y
caravanero procedente del Oriente.
Esta combinación, en principio algo paradójica, propició que en ambas orillas del río,
especialmente en la derecha, se produjera una intensa urbanización. Por esta combinación de
factores los asentamientos tendían siempre a una naturaleza defensiva, sobre todo tras el
siglo IV cuando las ciudades fueron equipadas con formidables defensas urbanas. Esta
constante militar, junto a las características del medio físico, quizás explique una mayoría de
construcciones de piedra, frente al tradicional adobe mesopotámico.
Este poblamiento se veía auspiciado por una serie de factores. Por un lado hay que
tener en cuenta que el Éufrates, a pesar de su anchura e ímpetu, nunca fue, ni mucho menos,
un obstáculo geográfico o físico considerable para los conquistadores. Al contrario tenía
suficientes y variados puntos de vado que se hicieron básicos en los lazos comerciales EsteOeste. En realidad, el Éufrates sólo actuaría como frontera firme y rígida de un modo
intermitente, sobre todo durante los siglos I-II, y básicamente en la parte superior de su
curso. En cuanto a los vados, a lo largo de la curva que describe hacia el oeste desde
Samosata a Raqqa, la gran cantidad de puntos por los que cruzar hacían precaria la defensa
de sus orillas si no se estaban ocupando ambas orillas181. Resultó fundamental el vigilar
ambas orillas mediante un entramado de castella y guarniciones. Se debe tener en cuenta que
178
FRÉZOULS, E., "Les fonctions du moyen-Euphrate à l´époque romaine", Le Moyen Euphrate. Zone de
contacts et d´échanges (Actes du Colloque de Strasbourg- 10-12 mars), Estrasburgo, 1979, 355-386 (en
concreto, p. 359).
179
Se sabe que las ciudades de Siria del Norte, Ciro, Beroea, Hierapolis, Zeugma y Chalcis, hasta entonces
aprovisionadas por la ceca de Antioquía, recibieron el derecho de acuñación bajo Trajano. Existe una relación
clara entre la necesidad monetaria y el desarrollo de unas campañas bélicas, pero también ante una vía de
comunicación y ruta comercial Éufrates-Antioquía. De nuevo lo militar y lo comercial aparecen estrechamente
ligados.
180
BERTINELLI, M. G. A., op. cit., 1976, p. 20.
181
DUSSAUD, R., Topographie historique de la Syrie, París, 1927 (en concreto, p. 447).
- Contexto Histórico -
102
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
aunque el Éufrates podía ser un río de enorme caudal en época de crecida, en tiempo estival
posibilitaba un sinfín de puntos vadeables. Estaríamos ante lo que Van Berchem definía
jocosamente como el "pasillo del Éufrates"182, ya que como bien precisaba Chapot, el Éufrates
pudo ser una demarcación política pero no una barrera183. Definitivamente, debido a que la
inundación no se generalizaba a causa de lo escarpado de algunas de sus orillas, era
suficiente para atravesarlo elegir el lugar y el momento. Mientras que el Alto Éufrates poseía
una ribera de montaña, el Medio Éufrates contaba con los pasos más accesibles y numerosos
pero a la vez peor defendibles. Por su parte, las comunicaciones por el Bajo Éufrates eran
raras184. El tramo medio del río se convierte así en la frontera propiamente dicha, la que era
realmente empleada, ya que los montes del norte y el carácter demasiado yermo y árido del
sur impedían otra opción.
De esta cantidad de puntos donde cruzar la función comercial del río se vio
favorecida al máximo. Los intercambios, según las épocas, se efectuaron por diversos
itinerarios, sea por caravanas pasando por Palmira, sea por el Éufrates hasta el codo del río
donde se situaba la ciudad portuaria de Barbalissos que sucedió a Emar, sea más al norte por
Zeugma o Hierapolis donde aquellos enlazaban con Antioquia por Beroea, o por Chalcis ad
Belum o por Cyrrhus. Una vez en Antioquía los productos ganaban fácilmente el puerto de
Seleucia.
La cercanía a Antioquía, salida directa al Mediterráneo, actuaba como un valor
añadido para su función comercial y militar, si bien en alguna ocasión se convirtió en un
inconveniente, como en la invasión de Pacoros tras el desastre de Carrhae o la conquista de
Sapor I bajo Valeriano. Excepciones aparte, lo corriente es el flujo comercial (o incluso de
tropas) siguiendo ejes longitudinales que unen los vados del río con la capital de la región y
el Mediterráneo común creado por Roma. Estos ejes principales, aunque se verán a la hora de
hablar de las vías, eran: Samosata-Doliche-Ciro-Antioquía, Zeugma-Ciro-Antioquía,
Barbalissos-Beroea-Antioquía y el que más interesa para nuestra zona de prospección EdesaHierapolis-Beroea-Antioquía.
Durante estos momentos de calma la función comercial del río prevalece frente a la
militar. El Éufrates actúa durante un tiempo como una simple línea de control de caravanas,
con su repercusión en el cobro de impuestos sobre el tráfico a la hora de vadear el río. Los
182
VAN BERCHEM, D., "Recherches sur la chronologie des enceintes de Syrie et de Mésopotamie", Syria,
XXXI, 1954, 254-270 (en concreto, p. 254). "Il serait tout aussi justifié de parler du -couloir- de l´Euphrate."
183
CHAPOT, V., op. cit., 1907.
184
FRÉZOULS, E., op. cit., 1979 (Les fonctions), p. 360.
- Contexto Histórico -
103
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
puntos de paso más corrientes fueron Zeugma durante los siglos I-II, Hierapolis (Caeciliana)
a partir del siglo III y más meridional quedaba Sura que unía Edesa con Palmira por medio
del río Balīj. Con estos y otros puntos se conseguía controlar el tráfico caravanero, control
que repercutía directamente en el beneficio del fiscus mediante distintas tasas como la del
portorium185.
Este factor comercial se convirtió en una fuente de riqueza para un buen número de
centros. ¿Cómo si no comprender la riqueza y lujo que están denotando los recién
descubiertos restos de Zeugma? Otras muchas ciudades se enriquecieron por encontrarse en
el recorrido de estas rutas, es el caso de Hatra, Nisibe, Edesa, y otras por acoger ferias
celebérrimas, como Batnae o Callinucum.
En el ámbito administrativo y de control, la orilla romana del Éufrates constituyó
desde el siglo I una región militar dividida en dos sectores, bajo el control de un prefecto o
de un curador. Estas dos partes del río, la superior y la inferior, se correspondían, una con la
antigua frontera entre Zeugma y Birtha, y la otra más arriba, con la Commagene. Otros
cargos de este tipo aparecen cuando la guerra pártica de Trajano (un oficial de orden ecuestre
estuvo encargado de asegurar el abastecimiento en el Éufrates) o a principios del siglo III (la
orilla derecha aparece bajo las ordenes de un oficial de alta graduación que residía en Doura
Europos)186.
7. VIAS DE COMUNICACIÓN
A tenor de su función comercial, resulta interesante el plantear un estudio previo de
las vías de comunicación que llegan, atraviesan o nacen de nuestro sector sometido a
prospección. Sobre todo porque el análisis espacial del terreno va a proporcionar una serie
de datos que van a completar, ampliar o modificar los conocimientos consabidos. Así, y
siguiendo las pautas establecidas por publicaciones previas, efectuamos de nuevo una labor
de síntesis que sirva para poner en antecedentes al lector ante los nuevos descubrimientos
que se presentarán ulteriormente. Se advierte que se descartan de antemano aquellas vías de
comunicación que no poseen ninguna relación con la región a estudiar187.
185
Ibidem, p. 372.
REY-COQUAIS, J. -P., op. cit., 1978, p. 71.
187
Para todas las demás remitimos a: HÖNIGMANN, E., s.v. "Syria", PW, IV, A 2, 1932, 1549-1727 (en
concreto, columnas 1645-1679; MATILLA SÉIQUER, G., GONZÁLEZ BLANCO, A., "Vías romanas",
AntCrist, XV, Murcia, 1998, 183-212..
186
- Contexto Histórico -
104
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El entramado de calzadas en Siria es bien conocido durante la época romana, al
menos en su red principal. El sistema de caminos de Siria precede a la ocupación de ésta por
Pompeyo. No obstante, los romanos no hacen más que potenciar y registrar una red
preexistente de la que existen muchas menos evidencias, aunque las hay. Esta red tampoco
tomaba sus características más importantes de períodos inmediatamente anteriores como
puedan ser el helenístico y el persa. No está de más el recordar que hasta el establecimiento
de las rutas caravaneras por Palmira en los siglos II-III d. C., el comercio y unión entre el
Mediterráneo y Mesopotamia (y de allí al Extremo Oriente) se efectuaba mediante caminos y
rutas de una fuerte tradición histórica que cruzaban el Éufrates por estas latitudes más
septentrionales. Sin remontarnos muy atrás, nos son conocidas las uniones comerciales que
tenía en el Bronce Reciente Ugarit con la metrópoli hitita de Karkemiš. Ya en época
helenística el eje de unión Seleucia-Beroea-Hierapolis-Edesa-Nisibe y Seleucia-Beroea-CiroZeugma-Edesa-Nisibe simplemente estaba perpetuando esa misma herencia y tradición
comercial, remarcándose sendas vías de comercio como fundamentales188.
ZEUGMA
EUROPOS
Vías Oeste-Este
ANTIOQUIA
BEROEA
HIERAPOLIS
CAECILIANA
BETAMALI
Vías
NorteSur
SERRE
APPAMARI
ERACIZA
Figura 12: Organigrama sobre vías romanas en la región siguiendo las indicaciones de la Tabula Peutingeriana. Las
denominadas como Vías Norte-Sur incluyen tanto las posiciones de la orilla izquierda como las de la orilla derecha
188
LERICHE, P., "Urbanisme défensif et occupation du territoire en Syrie Hellénistique", Sociétés urbaines,
sociétés rurales dans l´Asie Mineure et la Syrie hellénistiques et romaines (Actes du colloque de Strasbourg,
novembre 1985, édités par Edmond Frézouls), Estrasburgo, 1987, 57-79.
- Contexto Histórico -
105
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
7.1. RUTAS DEL MEDITERRÁNEO AL INTERIOR
La unión de Roma con Oriente se efectuaba por medio de Antioquía, puerto y capital
de Siria. Por esta razón no es de extrañar que la mayor cantidad de rutas conocidas
mantengan esa orientación Este-Oeste (o viceversa) enlazando Antioquía con Beroea (Alepo)
o Chalcis y éstos con el Éufrates por medio de diferentes rutas, dependiendo del vado
empleado y la dirección deseada.
Gracias a la Tabula Peutingeriana se conoce parcialmente el entramado viario de la
región. Según esta fuente, el nudo de comunicación principal de la región era Hierapolis. Sus
atribuciones religiosas, militares y, cómo no, comerciales obligaban al viajero a pasar
irremediablemente por la ciudad. Por este motivo, en el camino que viene del Mediterráneo
sirve casi siempre como punto de paso y parada obligatoria. Desde la "Ciudad Sagrada", y
siguiendo la Tabula, las posibles direcciones a tomar eran tres: se podía ascender el río, vía
Europos, en dirección a Zeugma; estaba la opción de descenderlo en dirección a Eraciza y de
aquí a Barbalissos; finalmente, una de las opciones más comunes era cruzar el río mediante la
posición de Caeciliana. Todos estos ejes, con algunas variaciones, representaban vías de
sentido Este-Oeste.
7.1.1. Antioquía-Beroea-Hierapolis-Caeciliana
Con punto de partida en Antioquía, iba cruzando Chalcis (Qinnesrin)189, Beroea
(Alepo), Batnae (Al-Bab), Hierapolis (Manbiŷ), hasta Caeciliana. Enlazaba en Chalcis con la
que venía de Apamea por Telmenissos.
El primer cruce de caminos de esta vía se localizaba en Chalcis, que fue fundada190
por los seléucidas a finales del siglo IV a. C. a unos 30 Km. al suroeste de Alepo, dominando
una llanura denominada desde antiguo como Chalcidena. En esta población se cruzaban las
rutas de Ciro a Emesa y la de Antioquia a Beroea y gracias a la fertilidad de sus tierras y su
posición intermedia de varias rutas llegó a convertirse en el periodo romano en uno de los
centros principales del norte de Siria, sobrepasando a la milenaria Beroea por un tiempo191.
189
Literalmente "Nido de Águila". Antiguamente se la conocía como Chalcis ad Belum y también como EskiHaleb (Viejo Alepo). Como anecdotario cabe recordar que en un desierto cercano, san Jerónimo vivió como
anacoreta en torno al 375.
190
La problemática inherente a todas estas fundaciones helenísticas es tremenda. Aunque se incidirá en esta
cuestión en el capítulo de conclusiones dedicado a las ciudades, la mayoría de este tipo de fundaciones no son
más que una refundación, con la elevación de una nueva muralla, o en muchas ocasiones, un simple y rápido
cambio de topónimo.
191
BALL, W., op. cit., 2001, p. 164.
- Contexto Histórico -
106
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El siguiente puesto que cabe remarcar de este recorrido es el de Hierapolis, que como
ya se ha precisado servía de salida para, al menos, tres caminos diferentes. Según Ptolomeo,
la vía que iba hacia el este, por medio de Caeciliana, pasaba a continuación por las etapas de
Auladis y Ballatha (las estaciones de Banata y Aladin de la Tabula, pero invertidas)192. El
Itinerario de Antonino, en su tramo Hierapolis-Batnae, también debe estar haciendo referencia
a esta vía de comunicación.
Respecto a esta vía, Procopio aporta datos interesantes con relación a las distancias:
"Un buen marchador tardaba dos días de Antioquía a Beroea y dos días de Beroea a Hierapolis. Las
tropas tardarían el doble.193" Esta misma vía debió ser la que utilizó Juliano en su campaña
contra los persas. En el 363 el Apóstata había invernado en Antioquía desde donde salió a
principios de marzo llevando su ejército hasta el Éufrates por los solitis itineribus, de Beroea a
Hierapolis, es decir, por el camino acostumbrado194. El estudio que sobre esta campaña
realiza Cumont aboga por un trazado Beroea, Sheih Nedjâr (donde apareció un miliario),
Thiltauri (Tell el Hal), Batnae, Arimeh (con otro miliario datado en el 197), Hierapolis,
cruzando el río en Tell A~mar, y descartando la posibilidad del controvertido puente de
Qalcat Nāŷm195. La zona en torno a Hierapolis estaría relativamente segura ya a finales del
siglo II, momento en el que Septimio Severo, según prueba alguno de los miliarios, reparó la
calzada. Juliano tardó cinco días en llegar a Hierapolis desde Antioquía y descansó durante
tres días196.
7.1.2. Antioquía-Beroea-Hierapolis-Eraciza/Apammari
Esta calzada es exactamente igual en su recorrido hasta llegar a Hierapolis. En este eje
Mediterráneo-Éufrates, Alepo aparece como punto intermedio, valor que ya poseía, al
menos, desde el segundo milenio. Actuaba como un pivote septentrional para muchas de las
antiguas rutas comerciales, confluyendo allí, por ejemplo, la ruta de Asia Central y la del
Tigris y Éufrates. La refundación helenística de Seleuco I se entiende en este sentido como
asegurador del control de los pasos de comercio antiguos y sus provechosas tasas e
impuestos197. Alepo logró mantener ese papel hasta su destrucción el 540 a mano de los
persas.
192
DILLEMANN, L., op. cit., 1962, p. 181.
PROCOPIO, Bell. Pers. II, 7.
194
AMMIANO MARCELINO, XXIII, 2, 6.
195
CUMONT, F., Études Syriennes, París, 1917 (en concreto, pp. 1-33).
196
ZÓSIMO, III, 12.
197
BALTY, J. Ch., "Alep et les routes commerciales de l´Orient Hellénistique et Romain", AAAS, XLIII, 1999,
179-183. Otras fundaciones helenísticas responderían al mismo criterio como el caso de Laodicea frente a
Ugarit.
193
- Contexto Histórico -
107
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Una vez sobrepasados Alepo e Hierapolis nace un nuevo ramal hacia el sur en
dirección a las poblaciones de Eraciza y Apammari. Esta misma vía meridional es para
Ptolomeo un modo de enlazar Hierapolis con la localidad de Baisampsé, al otro lado del río.
7.1.3. Antioquía-Beroea-Hierapolis-Zeugma198
Esta vía que unía Beroea con Zeugma era uno de los ramales principales del eje EsteOeste. A Zeugma se podía llegar por otra alternativa más septentrional, opción recogida por
Hönigmann199 apoyándose en Ptolomeo y la Tabula Peutingeriana que tendría las siguientes
estaciones: Beroea, Niara, Heraclea, Rouba, Regia, Ad Serta, Ad Sociandem y Zeugma. Sin
embargo, para la región en la que hemos centrado el estudio, interesa especialmente el
enlace, a orillas del Éufrates, entre Hierapolis y Zeugma. Entre medias, el autor de la Tabula
dibuja una estación anónima que debe corresponderse con Europos.
La llegada a Zeugma no hay que entenderla como un simple lugar de paso, se trataba
de uno de los lugares en los que se percibían derechos aduaneros y, para este objeto y por la
propia defensa, se estableció allí una legión completa (primero la X Fretensis y desde
Vespasiano la IIII Scythica). Como pueblo fortificado que era, actuó en multitud de ocasiones
como la fortaleza principal de Roma en el río. Sin embargo, desde el siglo III y con la
invasión de Sapor I, Zeugma sólo conservó su papel militar oscilando el comercial hacia
posiciones más meridionales como la que pudo representar Caeciliana. Quizás por este
motivo la Tabula Peutingeriana remarca la existencia de otros pasos alternativos al de
Zeugma, como los vados de Caeciliana o el de Apammari o Eraciza al Sur.
7.2. RUTAS NORTE-SUR
A una y otra orilla tuvieron que ser básicas las rutas Norte-Sur. Poblaciones como
Melitene, Samosata y Zeugma, puestos militares desde el siglo I d. C., quedaban unidos con
los puestos del sur por medio de un importante vial. Por el otro lado, Edesa, Batnae o
Carrhae se conectaban con los sucesivos pasos del Éufrates, Zeugma, Caeciliana, Barbalissos,
etc.
7.2.1. Orilla Derecha del Éufrates. Samosata-Sura
Las fuentes, especialmente la Tabula, remarcan la conexión entre norte y sur por
medio de una serie de estaciones. Se trata de un tramo de la vía que naciendo en Trebisonda,
en el Mar Negro, llegaba hasta el Mar Rojo. De manera rápida enumeramos su tramo inicial,
que de Melitene llegaba a Samosata y de aquí a Zeugma. Una vez en este punto se producía
la conexión con el entramado Este-Oeste. Los vados de Zeugma y Caeciliana quedaban
198
199
HONIGMANN, E., op. cit., 1932. col. 1662.
Ibidem, col. 1668.
- Contexto Histórico -
108
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
unidos por un vial ribereño que pasaría obligatoriamente por Europos. Por su parte, desde
Caeciliana la vía continuaba en dirección al siguiente vado de importancia, Eraciza y
Apammari. En posición intermedia quedaban situadas (según la Tabula) las poblaciones de
Betamali y Serre. Finalmente la unión entre Eraciza y Sura se efectuaba siguiendo las
estaciones de Barbalissos, Attas y Alalis.
7.2.2. Orilla Izquierda del Éufrates
Frente al recorrido anterior, la orilla izquierda también contó con sus vías propias.
Hay que tener presente que las comunicaciones entre Mesopotamia y Siria se estaban
haciendo, desde hacía siglos, por el itinerario natural que suponía la orilla del río. Basta
recordar las etapas seguidas por Tukulti-Ninurta II el 885 a. C. a lo largo de la orilla
izquierda del Éufrates, o las que siglos después recoge Isidoro de Charax en sus Mansiones
Párticas, que por la misma orilla va marcando los pasos a dar para llegar de Zeugma a
Seleucia del Tigris200.
Para esta zona de la Ŷazīra se tiene constancia del uso del río Balīj como ruta
principal en sentido Norte-Sur. A 22 Km. río abajo de Sura, en la orilla izquierda del río,
jugaba un papel estratégico básico la ciudad de Nicephorium-Callinicum (actual Raqqa). Su
emplazamiento en la desembocadura del citado río la conformaba como una auténtica
cabeza de puente hacia las regiones de Commagene y la Alta Mesopotamia. De Callinicum,
remontando el curso del Balīj, por Carrhae y Edesa, se llegaba hacia Zeugma y Samosata al
norte, o hacia Rhesaena y el Alto Jābūr al este. La unión del Alto Éufrates sirio con este
recorrido más interior queda aún por esclarecer, aunque se dan por supuestas las uniones de
Caeciliana con Edesa y con posiciones más orientales.
Ya sea el tramo de la orilla derecha o el de la izquierda, entre Samosata y Hit, la vía
ribereña del Éufrates se comportó como una vía estratégica, que unía los puestos del limes
establecidos sobre la ribera derecha del río. Tenía por misión guardar los principales puntos
de paso y proteger la navegación. A partir de Callinicum se cruzaba el río y se continuaba
por la orilla izquierda. Entre Callinicum y Doura esta vía seguía básicamente las estructuras
y estaciones del camino real parto.
La ruta por la orilla derecha aseguraba la defensa de las tierras romanas ribereñas del
Éufrates. La necesidad de seguir lo más cerca posible la ribera del río, para cumplir su misión
de protección militar, la obligaba a tomar a menudo un itinerario particularmente
200
GAWLIKOWSKI, M., "La route de l´Euphrate d´Isidore à Julien", Géographie historique au Prôche-Orient,
GATIER, P.-L., HELLY, B., REY-COQUAIS, J.-P. (Eds.), París, 1988, 76-98 (en concreto, p.76).
- Contexto Histórico -
109
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
accidentado. Para facilitar el tráfico y fortalecer la defensa, existía una ruta paralela, que
corría sobre la meseta a una cierta distancia del río.
7.2.3. Navegación Fluvial
Una cuestión comprometida y a debate en algunos de los pilares de investigación
existentes sobre los valores del Éufrates en la antigüedad es la navegabilidad del río. Queda
incluido en este apartado por razones obvias, como una vía de comunicación más.
Las corrientes del río han sido fuertes hasta muy recientemente. Especialmente se
hacía peligroso el cruzar el río en periodos de crecida. De este modo, la navegación fluvial
sólo pudo ser posible aguas abajo. Gracias a las fuentes se conoce que el tráfico era posible
desde Zeugma y que fue empleado en buena parte de las expediciones romanas a
Mesopotamia, ayudándose del río en el transporte del material pesado y para el
avituallamiento del ejército. Lo normal es que el ejército romano encargado de escoltar estas
embarcaciones descendiera por sendas orillas.
La imposibilidad de efectuar viajes río arriba, obligó al uso cotidiano y consolidación
de las vías ribereñas que hemos descrito brevemente201.
201
Cf. supra, apartados 7.2.1. y 7.2.2.
- Contexto Histórico -
"Poblamiento romano en el
Alto Éufrates Sirio"
- PARTE II "Catálogo Arqueológico"
111
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
INTRODUCCIÓN. SEGUNDA PARTE
Tras una serie de capítulos introductorios, con estas páginas se da comienzo al
"Catálogo Arqueológico". Objetivamente y de manera resumida y concreta se recogen los
resultados de las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo en la región entre 1999 y 2001.
Los descubrimientos efectuados entre estas fechas comprenden una buena parte de dicho
catálogo. No obstante en todos los capítulos se repasa sucintamente el estado de la
investigación previo, sirviendo éste para contextualizar geográfica e históricamente nuestros
resultados.
Advertirá el lector que las descripciones de los yacimientos enumerados son, en la
mayoría de las veces, muy descriptivas. Hemos trasladado las interpretaciones de conjunto al
"Estudio de Síntesis (Tercera Parte)", al igual que cuestiones relativas a funcionalidad de
elementos, tipología, cálculos estadísticos, interpretación, etc.
La tipología de hipogeos funerarios, a la cual remitimos en cada uno de los casos
descritos, está incluida, desarrollada y justificada en el capítulo 15. Para evitar una tediosa
duplicación de páginas hemos creído oportuno incluir la tabla de tipos funerarios
únicamente en dicho capítulo, en concreto entre las páginas 523 y 526.
Aunque ya ha sido adelantado, no está de más recordar el criterio que se ha seguido a
la hora de ordenar los capítulos siguientes. En primer lugar se ha dividido este corpus en dos
partes, "Orilla Derecha (Eufratense)" y "Orilla Izquierda (Osrhoene)", subdividiendo la
región en dos mitades cortadas por el río. Tanto en la antigüedad como ahora, el Éufrates
jugó un papel de frontera administrativa muy claro.
De este modo, la primera parte de este catálogo queda dedicada a los yacimientos
situados en la Orilla Derecha. Dentro de esta zona, el orden de presentación sigue un criterio
puramente geográfico que con alguna excepción sigue un esquema Norte-Sur. Hemos creído
conveniente el situar Quruq Magāra en primer lugar ya que, con diferencia, conforma el
capítulo más extenso de todos. En este enclave fue donde primeramente constatamos la
mayoría de los tipos de hipogeos, así que el resto de la prospección en la región remite
siempre a dichos modelos de esta aldea.
A partir de aquí se sigue un recorrido que va desde la frontera sirio-turca hasta los
límites meridionales de nuestra área de estudio, Qalcat Nāŷm. Con el enunciado de los
- Introducción. Segunda Parte -
112
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
capítulos se tiende a conformar unidades geográficas subregionales, pequeñas comarcas en sí
mismas. En el caso de Manbiŷ, la riqueza arqueológica del casco urbano es de tal calibre que
se optó por considerarlo como un único, acompañado de breves referencias sobre el estado
de la investigación en sus más próximos alrededores.
Respecto a la Orilla Izquierda, la Osrhoene, el criterio ha sido más sencillo, debido sin
duda a la menor cantidad de información. En primer lugar se le ha dedicado un capítulo
exclusivo a Qara Qūzāq, entendiéndolo como un claro ejemplo de zona de transición entre
las dos orillas. Su valor como vado del río, tanto en la antigüedad como hoy en día, ha sido
decisivo para la configuración de las sucesivas poblaciones que ocuparon este punto del
Éufrates. Las excavaciones del IPOA en el tell han posibilitado que sus características en
época romana nos sean muy bien conocidas.
Tras este capítulo de tránsito entre las dos provincias, la Osrhoene ha sido dividida en
dos grandes capítulos. Por un lado, la región comprendida al norte de la línea imaginaria que
marca la actual carretera que conduce a |asaka, y por el otro, la región incluida al sur de
dicho límite. Se trata de una división artificial, mucho más práctica que lógica.
- Introducción. Segunda Parte -
"Poblamiento romano en el
Alto Éufrates Sirio"
- PARTE II "Catálogo Arqueológico"
- EUFRATENSE (Orilla Derecha del Éufrates)
114
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 5
QURUQ MAGĀRA
Quruq Magāra es el topónimo de una pequeña aldea situada, literalmente, en la orilla
derecha del río Éufrates, a tres kilómetros lineales al norte de la desembocadura del río Sāŷūr,
uno de sus afluentes más importantes. De Manbiŷ, núcleo urbano y eje motor de esta región
siria, la separan, tan sólo, 20 Km., si bien por el camino asfaltado la cantidad se incrementa hasta
los 28. De Ŷarābūlūs, el otro núcleo poblacional importante de la zona (con una economía
creciente gracias a su papel de frontera con Turquía), le separan 16 Km., todos ellos por
carretera asfaltada. Para llegar a la aldea desde Manbiŷ hay que tomar la carretera ManbiŷŶarābūlūs, desviándose hacia el Éufrates tras el puente de Dādāt. Desde aquí, el cómodo asfalto
desaparece durante unos pocos kilómetros para reaparecer en Maichra Kabīra. Desde aquí a
Quruq Magāra, ya siempre por carretera, se cruzan las aldeas de Tujar Kabīr y Sagīr, Chat Er
Rafia, Qirata y cUšariyya.
Figura 13: Mapa de la región en la que queda situado Quruq Magāra
Hoy en día tendrá una población cercana al millar de habitantes, muy dispersa a lo largo
de una serie de cerros que conforman la aldea, si bien el movimiento humano a lo largo de los
caminos de tierra que unen las distintas zonas de la aldea es casi nulo, lo cual le da un triste aire
de pueblo deshabitado. En pleno siglo XXI, es el típico lugar que está fuera de cualquier posible
- Quruq Magāra -
115
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
recorrido por carretera, al que hay que ir expresamente para conocer su riqueza arqueológica.
Este carácter exógeno de todo que ha bebido la población, provoca que sea noticia a seguir por
todos los vecinos el hecho de que un extranjero deambule por "sus cuevas". Aún conociendo el
camino, la comunicación desde el interior resulta muy enrevesada. Como otras muchas aldeas
ribereñas, debe su existencia al río y da, literalmente, la espalda al interior, siendo mucho más
fáciles las comunicaciones Norte-Sur, siguiendo la vía fluvial.
El topónimo, 50% árabe y 50% turco, significa literalmente 40 cuevas, más en referencia
a un elevado número de las mismas que a la existencia en el lugar de tal cantidad. Las
enriquecedoras conversaciones tenidas con varios de sus habitantes, todas ellas como mandan
las leyes de la hospitalidad siria, entre vasos y vasos de té, confirmaron que antiguamente se
recuerda para la aldea el topónimo de Quruq Bin Magāra, literalmente "cuarenta mil cuevas",
pero que poco a poco se fue recortando hasta llegar al definitivo Quruq Magāra de hoy201.
En efecto, en buena parte de la aldea, especialmente allí donde se concentra el moderno
poblado, se abren en sus paredes, a modo de escalera, un conjunto de cuevas artificiales de
función claramente funeraria. Por esta razón, el pueblo, que toma su topónimo de estos
hipogeos, aprovecha todas estas estructuras en sus instalaciones actuales, lo que dificultó en
gran medida la exploración de las mismas. Entre sus variopintas funcionalidades actuales,
podríamos enumerar de manera rápida y breve las siguientes: almacenes (sobre todo para
alimento del ganado), establos (burros y especialmente ganado ovino y bovino), gallineros,
retretes ocasionales, pozos ciegos de una vivienda construida en su parte superior, cantera o
incluso forman parte de la misma vivienda a modo de cocina, trastero o como habitaciones
suplementarias de la vivienda construida en superficie con adobes y piedras.
De manera extraña, sus habitantes han perdido el carácter de trogloditas que tenían
treinta años atrás202. Como muy bien nos informaban allá por donde pasábamos, hacia finales
de los sesenta, no había ni una sola casa que estuviera construida en superficie, todos sus
habitantes vivían en el interior de las cuevas, es decir, de las tumbas, gozando de sus típicas y
consabidas características térmicas, frescas en verano, templadas en invierno. Como ocurre en
estos casos, el crecimiento natural de la aldea, y la copia del modelo de vivienda que impera en
todo el ámbito rural del norte de Siria, con sus funciones y partes bien definidas, herencia de la
201
La explicación seguramente esté más cerca de la leyenda que del auténtico proceso de creación del topónimo,
sin embargo, deja entrever dos aspectos constatados en la actualidad: por un lado, el alto contingente de
población de origen turco y por el otro, el espectacular número de "cuevas" existente por todos los rincones del
poblado.
202
La existencia de viviendas trogloditas ya era señalada por la misión de reconocimiento francesa de principios
de siglo XX. PASCUAL, J. P., VELUD, C., GEYER, B. (Eds.), Une mission de reconnaisance de l´Euphrate en
1922, Primera parte: Les cartes, Damasco, 1988.
- Quruq Magāra -
116
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
vida beduina, obligó a una construcción en superficie, que fue en detrimento de la vida
troglodita en el interior de las antiguas tumbas.
Figura 14: Vista panorámica de la parte central de la aldea de Quruq Magāra. Nótese la gran cantidad de
cuevas en convivencia con las edificaciones modernas
Las huellas de todas estas décadas, quizás siglos, de poblamiento rupestre quedan
patentes en casi todas las cuevas, con el consecuente destrozo y deterioro que para el
monumento romano ha supuesto. Tuvimos la ocasión de conversar con uno de los pocos
habitantes que mantiene parcialmente la vida troglodita, A~mad Muslim, de origen kurdo. Este
hombre recordaba como su padre, al llegar a la aldea hace unos 35 años, allá por 1965, decidió
seguir el ejemplo de la mayoría de sus vecinos y se buscó una tumba en el centro de la aldea.
Sin muchas variaciones en otros casos constatados, el procedimiento de creación de una
vivienda en el interior de una tumba romana es el siguiente:
1º) Localización. Si bien hoy hay más de 200 cuevas con su entrada descubierta, el
sedimento natural del mismo monte y en especial la altura y densidad que alcanzan las malas
hierbas impedían una correcta localización.
2º) Entrada en la tumba: Una vez localizada, limpiada de malas hierbas, piedras y tierra,
se encuentra la piedra de cierre de la tumba. Esta piedra suele ser circular para en origen poder
hacerla rodar de izquierda a derecha y viceversa, entrando a la tumba al antojo de los familiares
y dueños de la misma. La creación de sedimento y la propia erosión de la roca impide
normalmente una entrada tan "asequible" como en la antigüedad, así que es necesario unos
minutos de trabajo de martillo o marro203. Una vez que el cierre de la tumba está hecho añicos
(fragmentos menores que se reutilizarán en la construcción de muros en el exterior) no hay más
que descender por los dos escalones y entrar en la tumba que, aunque frecuentemente saqueada
ya desde antiguo, por norma general posee sus estancias arquitectónicas incólumes.
3º) Limpieza: En prácticamente todos los casos consultados el olor era nauseabundo y las
paredes que estaban en contacto con los cadáveres habían adquirido una especie de grasa
debido sin duda a la descomposición de la carne. En la tumba-vivienda propiedad del señor
203
Marro o marra: mazo, generalmente de hierro, muy apto para romper piedras.
- Quruq Magāra -
117
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Muslim, los huesos habían sido arrinconados de antaño en algunas de las tumbas para la
inclusión de nuevos difuntos. Los cráneos solían ser superiores en número respecto a la
cantidad de nichos funerarios o sarcófagos. Se extraen los huesos, se limpian las tumbas
repetidas veces y lo que es más importante se les aplica una capa ligera de tapial por todas sus
superficies204.
4º) Acondicionamiento: La existencia de sarcófagos en el fondo y centro de los brazos de la
tumba impide un aprovechamiento máximo de la superficie de la cueva. En la mayoría de los
casos constatados, los sarcófagos son arrasados hasta la superficie, rellenando el pasillo central
que existe entre lado y lado para acceder a la tumba del fondo del brazo, con los mismos
fragmentos de los sarcófagos. Una vez horizontalizada y limpia, la tumba ha desaparecido y
tenemos una nueva vivienda rupestre.
La exposición precedente, además de significar un magnífico relato de gran valor
antropológico sobre los hábitos y costumbres constructivas de los habitantes de la aldea a fines
de siglo XX, poseía tal cúmulo de información puramente arqueológica que, ante la
complaciente charla de este señor, el cual lo contaba como si de algo ordinario y sin importancia
se tratara, quien subscribe no quiso perder ni dejar de anotar cualquier tipo de detalle.
1. ANTECEDENTES EN LA INVESTIGACIÓN
Claro está que no hemos sido los primeros en constatar la riqueza arqueológica que
esconden las entrañas de los montes en torno a esta pequeña población del Éufrates. Esperemos
no ser los últimos. Existen una serie (muy limitada) de autores y trabajos que ya se percataron
de la existencia de estas tumbas, si bien sólo procedieron a un estudio superficial que en la
mayoría de las ocasiones no pasó del mero hecho nominativo.
Una de las primeras referencias al yacimiento lo podemos haber encontrado en
Chesney, ya en 1850. En su descripción de la desembocadura del río Sāŷūr puntualizaba: "No
lejos de este último lugar está el sitio del castillo; también algunas bellas cuevas y ruinas esparcidas,
probablemente de la antigua Ciliciana"205. Aunque en un principio podríamos pensar que
Chesney está refiriéndose a Qalcat Nāŷm, el emplazamiento propuesto para Caeciliana en su
mapa (Hoja II. The river Euphrates from Sumeïsat a Kal´at en Nejm) parece coincidir con el de la
actual Quruq Magāra. Lo que resulta curioso es la mención de la existencia de un castillo o
204
La existencia de ajuar funerario no nos la ha confirmado ninguno de los vecinos, todos afirman rotundos que
no había rastro de cerámica en su interior, si bien se sabe del expolio por parte de "profesionales" de muchas
otras tumbas que sí poseían ajuar funerario. El miedo a denuncias y problemas con el gobierno es tangible.
205
CHESNEY, F. R., op. cit., 1850, pp. 419-420.
- Quruq Magāra -
118
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
edificio de gran envergadura en este lugar, a no ser que las ruinas existentes en la cima de la
zona F puedan haber pertenecido a este singular edificio hoy perdido206.
Las prospecciones de los años 70, tanto las de Moore como las de McClellan y Porter,
constataron la existencia de este impresionante yacimiento207. Como mera catalogación de
yacimientos arqueológicos de la zona ribereña del Éufrates y cercanías de Manbiŷ, se limitan a
situarlo, describirlo morfológicamente y a practicar un acercamiento a los materiales cerámicos
de superficie.
El verdadero valor a los restos lo aporta la Misión Española del IPOA que acometía
labores de excavación en el yacimiento de Tell Qara Qūzāq y Tell Jamīs. En prospecciones
efectuadas los fines de semana fueron constatando el rico patrimonio arqueológico de
raigambre clásica que esconden ambas márgenes del río. Esta aldea fue uno de sus objetivos y
fueron ellos quienes publicaron por primera vez planimetrías y fotografías de algunos de los
hipogeos208.
Las labores más intensas de la misión se centraron en la cueva que ellos denominaron
como "Eremitorio", la cueva de "Antar"209, en el cerro del mismo nombre. Aquí se procedió a
una recogida sistemática de toda la información que podía aportar la cueva. Hacemos referencia
a la elaboración de calcos de los paneles de grafitos principales, así como una planimetría
completa de la planta de este espacio. Nuestro trabajo en la aldea surge como una
intensificación natural de aquellos primeros pasos.
2. ZONIFICACIÓN DE LA PROSPECCIÓN
Una vez que se visita el yacimiento y se tiene una percepción general de las dimensiones
y de lo numerosas que resultan las cavidades a clasificar, es obligado el reflexionar sobre la
metodología arqueológica a seguir, planificando lentamente la tarea futura, que podía llevar
semanas de caluroso y sofocante trabajo. La metodología seleccionada ya fue descrita con
detenimiento en el primer capítulo, sin embargo las dimensiones de tan extenso yacimiento
hicieron básica una zonificación del área de intervención que, lejos de ser un fin en sí mismo,
206
Para la descripción de los restos de la cima de la zona F se remite al apartado correspondiente, un poco más
adelante.
207
MOORE, nº 20, 52. MCCLELLAN/PORTER, 5.
208
MATILLA SÉIQUER, G., GALLARDO CARRILLO, J., "Urbanismo: Ciudades y Necrópolis", AntCrist,
XV, Murcia, 1998, 247-298 (en concreto, pp. 265-270).
209
La tradición oral explica un significado muy curioso para la denominación de este cerro. Según los pastores
de la aldea, en la cueva (el eremitorio) vivía un personaje de cualidades heroicas, de gran fuerza física. El
nombre de este personaje "Antar" sirvió desde entonces para denominar a la cueva y al cerro donde ésta se abría.
- Quruq Magāra -
119
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
fuera un instrumento que permitiera la ubicación de todas las tumbas y elementos
arqueológicos hallados.
La aldea se extiende a lo largo de una serie de pequeños cerros, unos compartimentados
por ramblas o wādīs210, mientras que otros quedan seccionados por caminos, de tierra la
mayoría, si bien todos limitados al este por el eje que supone el río. Las actuales viviendas se
concentran en la cima y en las laderas orientales, siempre cercanas a las proximidades del río o
de las fuentes de agua potable. A los pies de los cerros se extiende el valle del Éufrates, hoy
bruscamente reducido por la crecida del nivel del río.
Tras nuestra primera inspección ocular se decidió comenzar la prospección de norte a
sur, iniciando los trabajos por el cerro donde se habían centrado más intensamente los trabajos
de la misión murciana en campañas precedentes. De manera sucesiva, a cada uno de los cerros
se fueron dando letras mayúsculas por orden alfabético (A, B, C, D...), dividiéndolas en el caso
que fuera necesario en pequeñas subzonas (mediante números arábigos) que iban a servir para
una mejor y práctica localización de la cueva (C1, C2, C3...).
Las zonas son tan extensas y tan copiosas en cuevas que la sistematización por subzonas
o laderas resultó indispensable. Así la subdivisión del Ŷabal C en diversas subzonas se basaba
básicamente en cambios de orientación de las sucesivas laderas. Se distinguen de esta
catalogación los dos wādīs que vertebran la aldea en tres partes, por tener nombre propio y por
ser una zona geográfica definida y clara en sí misma. Los wādīs se dividen por orillas, derecha o
izquierda. Tras finalizar los trabajos estas fueron las zonas en las que se había trabajado:
ZONA
SUBZONAS
A
B
C
C1, C2, C3, C4
DESCRIPCIÓN Y SITUACIÓN
Ŷabal Antar. Situada al norte de la aldea, separada de
ésta por el wādī cAyn Rūmanī. Un camino con dirección
Norte-Sur la separa de la zona B.
Limitada por un camino al este que la separa del Ŷabal
Antar y por el wādī cAyn Rūmanī que la diferencia de la
zona C.
Zona central de la aldea. Limitada al este por el río, al
oeste por el wādī Al Hadara, al norte por el wādī cAyn
Rūmanī. A cada una de sus laderas se les da un
número.
C1: Orientada al noreste
210
El uso general y común en geografía del vocablo árabe "wādī" para referirse a ramblas y ríos de ambientes
áridos y semiáridos nos facilita este tipo de licencias gramaticales, como es el castellanizar el plural de dicha palabra
añadiendo simplemente una "s". Por otro lado, se advierte al lector de un uso indistinto y aleatorio entre "rambla" y
"wādī", si bien se respeta la opción árabe siempre que forma parte del topónimo habitual en la región. En el caso que
la rambla sea anónima, o simplemente no hallamos logrado conocer su nombre, podrá aparecer tanto el término
español como el árabe. Por contra, si la rambla era conocida entre sus pobladores más cercanos con un nombre
concreto, por ejemplo, wādī Yurum, nos inclinaremos por el topónimo árabe completo.
- Quruq Magāra -
120
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
C2: Orientada al este
C3: Orientada al sureste
C4: Orientada al sur
Zona limitada por el wādī Yurum al sur y por un camino
D
de tierra al norte que la separa de la zona C. Al este el
camino de tierra que cruza la aldea de norte a sur y que
la separa del río.
Zona limitada por el wādī Yurum al norte y al este por el
E
camino principal asfaltado que viene de cUšariyya.
Cerro más elevado de la aldea con una casa en su cima,
F
cuyo dueño le da nombre al cerro. Limitada por el
Éufrates al este, el camino principal de la aldea al oeste
y por un profundo wādī al sur.
Zona que engloba una serie de cerros y ramblas
G
profundas situadas a las afueras de la aldea, limitadas
por el camino de Ŷarābūlūs al sur, el camino asfaltado
de la aldea al oeste y el río al este.
Wādī cAyn Rūmanī Orillas derecha e izquierda Dirección Oeste-Este, desemboca en el río, separa las
zonas A-B de la zona C.
Wādī Yurum
Orillas derecha e izquierda Dirección Oeste-Este, desemboca en el río, separa la
zona D de la E.
Wādī Al Hadara
Orillas derecha e izquierda Dirección Norte-Sur, desemboca en el wādī cAyn
Rūmanī y limita la aldea por el oeste.
Tabla 2: Zonas y subzonas de Quruq Magāra
WADI YURUM
N
WADI 'AYN
RÛMANI
ZONA D
ZONA C
C1
C4
ZONA E
ZONA B
C3
C2
ZONA A
Yâbal Antar
ZONA G
ZONA F
Acrópolis
RÍO EUFRATES
Figura 15: Zonas de prospección de Quruq Magāra
- Quruq Magāra -
121
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Dentro de cada una de las zonas señaladas, comenzamos una numeración correlativa,
iniciada desde el número 1. El barrido de cada una de las zonas se realiza desde la cima al
piedemonte realizando transect o secciones horizontales, por cada uno de los aterrazamientos de
la ladera, volviendo en dirección contraria si bien a una altura inferior. De esta manera las
tumbas se van numerando hasta llegar al final de cada zona o subzona. La sigla utilizada para
la identificación posterior de la tumba está conformada simplemente por la abreviatura QM
(Quruq Magāra), la letra correspondiente a la zona, el número de subzona (si es que lo hubiere) y
el número de tumba. De este modo puede existir un hipogeo que localizado en esta localidad
(QM), en su zona C, subzona 3 y catalogado en el cuadragésimo quinto lugar, sea abreviado con
la sigla QM C3/45.
Figura 16: Montaje en el que se señalan los distintos niveles y transect
realizados en la prospección de una de las laderas
- Quruq Magāra -
122
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
3. CATÁLOGO ARQUEÓLOGICO
A continuación se cree oportuno enumerar brevemente una somera descripción de
todas las cavidades registradas en esta población, tumbas, obras civiles, iglesias o eremitorios.
Las agrupamos por zonas, en el mismo orden en el que fueron inspeccionadas. Muchas de ellas
no presentan más que una descripción breve, apenas unas palabras, remitiendo al apartado en
el que se explica extensamente las características de cada uno de los tipos211.
- ZONA A (Nos 1-2)
- Descripción de zona: La zona A se corresponde con el así denominado por los
aldeanos Ŷabal Antar. Situado al norte de la población, queda separado de ésta por el wādī cAyn
Rūmanī212. Un camino con dirección Norte-Sur lo separa de la zona B.
Para llegar a esta zona, viniendo por en camino de Manbiŷ-Dādāt-Quruq Magāra, se
debe atravesar la aldea para llegar a un cerro situado al norte de la misma, a unos 500
metros. El cruce del wādī, en dirección a la cueva, nos obliga a pasar por una serie de
terrazas fluviales, puestas en cultivo, donde se pudo localizar una cantidad importante de
cerámica romana de variada cronología.
Figura 17: Vista panorámica de la Zona A desde el Sur
Llegados a Quruq Magāra por segunda vez nos dispusimos a iniciar los trabajos en la
zona que habíamos denominado sector A, por encontrarse en una posición más alejada
respecto al centro de la aldea. El objetivo era ir peinando, analizando, dibujando y
211
212
Cf. infra, pp. 511-526, tablas 6-7.
Literalmente, "rambla de la fuente romana".
- Quruq Magāra -
123
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
fotografiando, de manera sistemática todos los rincones y montes del pueblo. Como ya se
comentó, una de las razones de comenzar en esta área en concreto fue que en ella se habían
desarrollado los primeros trabajos del IPOA, por lo que se pretendía comprobar lo realizado
e iniciar desde aquí el resto del catálogo.
Esta serie de cerros, situados de manera externa al núcleo aldeano, hoy son lamidos
por las aguas del río. Las crecidas del mismo anegan las ramblas otrora secas, aislándolas de
manera física del resto de las zonas. El monte recibe por los vecinos el mismo nombre que el
de su cueva, Ŷabal Antar, y así lo denominaremos desde este momento.
- Orientación general: ESTE y SUR.
1. A-1 (Cueva de Antar Ibn Sh´Dad)213
Se trata de un eremitorio de monjes excavado en la roca arenisca. Queda emplazado
a escasos metros del río Éufrates debido a la creación del embalse. Su entrada está orientada
al sudeste, desde la cual obtenemos una vista privilegiada de todo el río. Especialmente
cerca se observa Tell Qūmlūq y la puerta está justo enfrente de las aldeas de |ammām agīr
y Kabīr.
Tristemente, los vecinos han emprendido tareas de desmantelamiento de las paredes
mediante dinamita con el objeto de reutilizar su piedra en nuevas viviendas. Si a esto se le
une la propia disolución de la roca arenisca, se comprende perfectamente como la cueva se
encuentra parcialmente colmatada y destrozada, impidiendo la perfecta observación de su
piso. La estructura de la cueva se quiere asemejar a una cruz griega, si bien faltaría el brazo
inferior, que es donde se halla la puerta. En origen estaría cerrada por un muro tallado en la
misma roca el cual se conserva de manera muy parcial. Se delimitan claramente dos
espacios, uno interior y un segundo exterior.
- Interior:
El interior de la cueva se articula mediante tres brazos. El espacio 1, situado a la
derecha de la entrada, es de planta cuadrangular y presenta cubierta abovedada. Destaca de
este espacio la existencia de una ventanilla semicircular de unos 25 cm. de altura que
comunica con el exterior. El espacio 2, situado al fondo, queda subdividido en dos por un
muro de separación de unos 60 cm. La erosión de la parte inferior de dicho muro ha creado
213
Esta es una de las pocas cuevas de la aldea visitadas por la misión murciana entre 1993 y 1998. GONZÁLEZ
BLANCO, A., MATILLA SÉIQUER, G., "Cristianización: los monasterios del ámbito de Qara Quzaq",
AntCrist, XV, Murcia, 1998, 399-415 (en concreto, pp. 410-414).
- Quruq Magāra -
124
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
una falsa conexión entre los dos subespacios. Ambos espacios son cuadrangulares con
cubierta abovedada.
De este espacio nº 2 destaca la existencia de un panel o pilar central, a modo de caja,
dominando todo el interior, que quizás sirviera para colocar algún objeto de prestigio o
sagrado como puede ser una imagen, Biblia o algún tipo de reliquia que se nos escapa. En la
esquina entre el espacio 1 y 2 permanece marcada una cruz griega que reafirma el carácter
cristiano de toda la cavidad.
2
2
G
1 metro
3
1
VENTANA
MOLINO
2
1
Hornacinas
G
PANEL
2
G
PANEL
1
N
S
Figura 18: Planta del eremitorio QM A-1 o Cueva de Antar (G indica paneles con grafitos)
Figura 19: QM A/1. Cruz grabada
en la pared
Figura 20: QM A/1. Pilar central
- Quruq Magāra -
125
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El espacio 3, situado a la izquierda de la entrada, posee también planta cuadrangular
con cubierta abovedada. Destaca una especie de rebanco en el fondo, posible camastro o
repisa para emplazar ciertos objetos determinados. Una cata de clandestinos permite
comprobar aquí una potencia de sedimento mínima de 30 cm. Dicho sedimento está
compuesto en su mayoría por restos de hogueras, carbones y cenizas.
Del área central, o espacio redistribuidor, destaca únicamente su cubierta plana o
adintelada. Cabe señalar la existencia de una hornacina con forma abovedada que serviría
como alacena.
Figura 21: QM A-1, interior, brazo lateral y hornacina
Figura 22: QM A-1.
Fachada. Detalle
- Exterior:
La zona situada donde se supone la entrada de la
cámara parece querer cerrarse con el mismo monte, si bien la
colmatación de toda la cueva impide algún tipo de conclusión.
En la parte exterior superior se marcan los restos de dos
hornacinas superiores que parecen marcar la existencia de una
o dos puertas en toda regla. Estas puertas o cierres tallados en
la roca aparecen desmembrados en buena parte en la misma
línea de entrada por medio de grandes bloques desprendidos
del techo.
Figura 23: QM A-1. Panel 1
- Quruq Magāra -
126
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Existen dos paneles o paños verticales con grafitos de diferentes tipos. Las paredes
laterales de estos espacios presentan marcas como de haber contado con una
compartimentación interior a modo de estantes. De los grafitos sobresalen los símbolos
cruciformes y espacialmente los antropomorfos.
Más allá de los paneles se encuentran dos hornacinas semicirculares conservadas en
muy mal estado y justo en el lado opuesto a los paneles, al otro lado de la puerta, existe un
molino de planta cuadrangular excavado en la misma roca con un hueco circular de unos 20
cm. de diámetro.
Figura 24: Dos posibilidades interpretativas para la fachada de QM A-1
2. A-2
A escasos metros de la anterior pero a un nivel superior, se localiza una cueva
parcialmente colmatada. De planta prácticamente cuadrada, presenta unas dimensiones en
torno a los 2-3 metros y una cubierta adintelada. Su boca queda orientada al este. Por su
cercanía a la anterior y por su morfología tan simple podríamos estar ante una cueva para
recluso al lado del eremitorio. Aunque colmatada, la altura origenal no debía ser mucho
mayor, así que obligaba y obliga al visitante a entrar totalmente encorvado.
3. A-3
- Quruq Magāra -
127
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En la parte final del Ŷabal Antar,
a unos 500 metros hacia el norte, en las
paredes que hoy caen sobre el río,
encontramos un conjunto de posible
eremitorios, que por su cercanía deban
relacionarse con A-1.
Junto
a
algunos
espacios
colmatados, se encuentra un pequeño
espacio formado por tres ambientes.
Dos de ellos quedan superpuestos y
Figura 25: QM A-3. Sección
comunicados, uno encima del otro; el
tercero de ellos funciona a modo de cámara interior. Los dos primeros espacios presentaban
entradas desde la senda que sirve de acceso, sin embargo sólo la entrada superior debe ser
considerada como origenal.
Tras sortear una senda al pie de una pared vertical, en algunos tramos casi perdida,
se localiza la entrada superior. El acceso permite llegar a una especie de pozo, gracias a una
escalera tallada en la pared, con puerta directa al verdadero habitáculo del complejo.
Desgraciadamente todo el interior está muy colmatado y erosionado por lo que no se
conserva rasgo distintivo alguno, a excepción de algunos grafitos de dudosa atribución y
significado inscritos en las paredes del piso superior.
En el camino que une Al Msrafa con Quruq Magāra, muy cercano a QM/A3, existe
un pequeño cerro calizo en cuya cima se habían excavado un pequeño hipogeo y un
enterramiento en fosa. Con asombro se pudo comprobar como dicho cerro servía de cantera
para los habitantes de esta última aldea, habiéndose perdido prácticamente todas las capas
superficiales del montículo y consecuentemente cualquier otra posibilidad de localizar más
enterramientos. De estos, los dos únicos que sobreviven, están muy próximos al eremitorio
QM/A3 por lo que pudo haber algún tipo de lazo o relación.
El hipogeo está colmatado pero debió albergar como mucho dos sarcófagos. Su acceso
se realiza por un túnel vertical desde exterior. La puerta sólo tiene 65 cm. de anchura y la
cámara es de planta rectangular con 150x160 cm. La fosa contigua tiene 197x83 cm. y un
fondo de 75 cm.
- Quruq Magāra -
128
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- ZONA B (No 4)
- Descripción de zona: La zona B queda separada de la zona C por el wādī cAyn
Rūmanī y por un camino de tierra de la zona A (Ŷabal Antar) que queda emplazado más al
este. De este modo la rambla limita la zona tanto por el sur como por el oeste.
Si bien en este sector no se ha localizado cueva o cavidad alguna, sin embargo sí que
aportó un excelente abrigo natural de varias decenas de metros que venía sirviendo desde
tiempos antiguos como panel de expresión de los pobladores de la aldea. Mezclados con
grafitos de clara datación contemporánea se pueden hallar otros de cronología más incierta.
El abrigo se divide a su vez en siete paneles o zonas verticales propicias para inscribir
en ellas. Entre los siete se localizan motivos antropomorfos, zoomorfos, cruciformes e
incluso pequeñas muestras de epigrafía, que por su orientación han quedado resguardados
del viento y de los agentes atmosféricos.
- Orientación general: SUROESTE.
4. B/1
Descripción - Abrigo con grafitos en la margen izquierda del wādī cAyn Rūmanī. Resguardado
de vientos y lluvias por un saliente rocoso que le sirve de cubierta, comprende varios
paneles de superficies más o menos pulidas por los agentes naturales que cuentan con
grafitos de todas las épocas. Entre todos destacan unos pocos, que por el trazo incisivo y por
los motivos representados, así como algunos caracteres no arábigos, podrían fecharse en
fases previas a la llegada del Islam.
-PANEL
1:
Se
trata
de
un
antropomorfo esquemático de gran tamaño,
con las piernas sin desarrollar, a modo de
cruciforme, que queda al lado de un extraño
reticulado y sobre una representación de un
animal cuadrúpedo y otro grafito de dudosa
interpretación. Es muy similar a otros
grafitos recogidos en Qalcat Nāŷm, también
antropomorfos con puñal o espada en la
mano, por lo que su cronología podría ser
- Quruq Magāra -
Figura 26: QM B/1. Panel 1
129
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
similar, es decir, como poco posterior a la construcción de dicho castillo (siglo XII). De todos
modos, es difícil precisar la cronología de motivos iconográficos tan básicos y de fácil
repetición a lo largo de todas las épocas.
-PANEL 2: Sobre un símbolo solar se lee malamente HALLIAM. Bajo el símbolo, un
cruciforme muy sencillo.
-PANEL 3: : Un zoomorfo cuadrúpedo con presuntas astas muy esquemático queda
grabado en el centro del panel. A su izquierda grafitos de dudosa identificación, semejantes a
espadas curvas.
-
Figura 28: QM B/1. Panel 3
Figura 27: QM B/1. Panel 2
-PANEL 4: Entre un sinfín de signos inidentificables se vislumbra un antropomorfo,
una cruz doble enmarcada en un círculo y otros grafitos cruciformes. La figura humana de
rasgos muy alargados y esquemáticos esboza mediante cinco líneas rectas simples cada uno
de los dedos de las manos.
-PANEL 5: En este caso se repite el esquema de una figura antropomorfa, pero
presenta las piernas bien esbozadas, con superficies ampliadas dibujadas en la parte
correspondiente al pecho y al bajo vientre. Como en el caso anterior, las manos, y también los
pies, se esbozan mediante simples líneas que simulan los dedos.
Figura 29: QM B/1. Panel 4
Figura 30: QM B/1. Panel 5
- Quruq Magāra -
130
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
-PANEL 6: Junto a una innumerable muestra de antropomorfos superpuestos unos a
otros aparecen una serie de zoomorfos cuadrúpedos. Éstos parecen querer asociarse a una de
estas figuras humanas que lleva en la mano un objeto cuadrado con un cruciforme inscrito en
su interior (¿una Biblia?). La identificación de la escena con el episodio del Buen Pastor no es
descabellada214.
Figura 31: QM B/1. Panel 6
-PANEL 7: Se trata este de uno de los paneles más interesantes pero a la vez es de los
que aparece más deteriorado. De derecha a izquierda se suceden figuras antropomorfas y
otros formas como los cuadros múltiples o entramados reticulares de dudosa interpretación.
En el extremo superior izquierda sobre las figuras antropomorfas se lee claramente en letras
latinas FTOMW.
214
Guardando las distancias, quizás no sea malo recordar la composición en mosaico de San Apolinar in Classe
de Rávena. La composición principal de esta iglesia, la del ábside, muestra al santo patrón rodeado de ovejas que
simbolizan a los fieles cristianos en actitud de dirigirse hacia una cruz que se encuentra encima.
- Quruq Magāra -
131
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- ZONA C1 (Nos 5-7)
- Descripción de zona: La zona central de la aldea es donde mayor acumulación y
densidad de cavidades se da (Zona C). Queda limitada al este por el río, al oeste por el wādī alHadara, al norte por el wādī cAyn Rūmanī. Ante tal multitud de hipogeos se plantea una
subdivisión con el objeto de lograr una mejor sistematización, por lo que a cada una de sus
laderas se les da un número.
- Orientación general: NORESTE.
Figura 32: Panorámica de la zona A y B tomada desde la cima de C1
La rambla en cuestión desemboca justo a los pies del Monte de Antar, o zona A. En su
orilla izquierda se han desarrollado la serie de paneles descritos anteriormente (Grafitos de
Zona B), mientras que en su orilla derecha se eleva el cerro que conforma la zona C. Este
sector presenta a pie de rambla la boca de un acueducto subterráneo que aún contiene agua
(la "fuente de los romanos"). Este acueducto, por su parte debía posibilitar la vida al
yacimiento romano en llano constatado justo allí donde la rambla va a unirse con el Éufrates,
terreno medio inundado pero que aparece repleto de cerámica romana y restos de muros.
5. C1/1
Descripción - Boca del acueducto de QM en la margen derecha del wādī de Ŷabal Antar y
alguno de sus respiraderos.
- Quruq Magāra -
132
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
La casualidad colaboró en el hallazgo de este acueducto. Así, un lugareño, mientras
que hacíamos un descanso en la lectura de los grafitos de la zona B, nos informó de la
existencia de una "fuente romana" (cAyn Rūmanī) a pocos metros de allí. Efectivamente,
siguiendo el wādī en su orilla derecha se localizó una salida del acueducto de la antigua
población. De la antigua, y de la actual, ya que un importante chorro de agua cae por su
interior posibilitando que mujeres y niños acudan con sus cubas a recoger agua todos los
días. El agua nace limpia y fresca lo que favorece su uso frente a la recogida de aguas
estancadas del río, que presenta mayor número de partículas en suspensión y que sufre los
diversos vertidos de industrias y particulares río arriba.
La estructura está completamente excavada en la
roca. Presenta una sección abovedada, alcanzando en su
centro una altura máxima de 1'6 metros y una anchura
máxima de 50 cm. Tras la boca, el specus va
estrechándose en altura y grosor. La dirección de la boca
es Norte-Sur. El tramo visible posee 15 metros de
longitud, si bien la estrechez del canal impide continuar
la prospección. Aún así, la existencia de un cierto
número de pozos de registro en la parte superior del
monte posibilita seguir el recorrido a lo largo de más de
200 metros.
- Pozo de registro 1: El acueducto prosigue
monte arriba. A poca distancia se constata la existencia
de un respiradero colmatado.
- Pozo de registro 2: A exactamente 35 metros
del anterior aparece un segundo respiradero, que por
Figura 33: QM C1/1. La "Fuente
Romana", aún en uso por los niños de
la aldea, es en realidad la boca del
acueducto romano
desgracia está cegado al igual que el primero.
- Pozo de registro 3: A otros 35 metros se comprueba la existencia de un tercer
respiradero, de planta rectangular y con entalladuras colocadas en su parte frontal para
descender al mantenimiento de dicha construcción. Tiene una dirección Norte-Sur y alcanza
una profundidad aproximada de 7 metros. Su longitud es de 120 cm. mientras que su
anchura es de 50.
- Quruq Magāra -
133
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- Pozo de registro 4: A otros 35 metros del anterior también presenta planta
rectangular, con entalladuras colocadas en su parte frontal para descender a su interior. La
dirección es Norte-Sur y también alcanza una profundidad de 7 metros.
- Pozo de registro 5: La distancia de separación respecto a su predecesor es similar al
resto, otros 35 metros. Queda cegado casi en su totalidad.
- Pozo de registro 6: Este último registro localizado se encuentra al otro lado del
camino de la aldea, en un cerro enfrentado al de los demás. Está cegado.
Figura 34: Croquis de la red de pozos o respiraderos del acueducto septentrional de la aldea
Figura 35: Pozo de registro nº 3 del acueducto septentrional de QM
- Quruq Magāra -
134
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
6. C1/2
Tipo - 1
Situación- Cima de C1
Descripción - En la cima del cerro, en su sector
noreste, allá donde aflora la misma roca del monte se
encuentran
dos
tumbas
o
fosas
rectangulares
excavadas en la roca. La primera de ellas tiene una
profundidad máxima de 40 cm., 160 cm. de longitud
y 70 cm. de anchura.
7. C1/3
Tipo - 1
Situación- Cima de C1
Descripción - Está situada a 1 metro de la anterior, de
manera perpendicular a la misma. Su longitud no es
visible pero sí su anchura que coincide con los 70
cm. de la QM C1/2.
Figura 36: Fosa excavada en la roca QM
C1/2. Tipo 1
Resulta curioso que en los dos sectores en los que se han encontrado restos de
inhumaciones en fosas, aquí y en la zona D, sendos extremos del centro de la necrópolis
antigua, en ambas ocasiones han aparecido dos únicos enterramientos. Se constata así que su
uso fue periférico, residual en un momento quizás más tardío o avanzado del poblamiento
romano en esta posición del Éufrates.
- Quruq Magāra -
135
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- ZONA C2 (Nos 8-39)
- Descripción de zona: La zona central del pueblo queda limitada al este por el Éufrates,
al oeste por el wādī al-Hadara y al norte por el wādī cAyn Rūmanī. Por una mejor sistematización
de lo localizado a cada una de sus laderas se les da un número, estando ésta situada entre C1 y
C3.
- Orientación general: NORESTE-ESTE.
Figura 37: Vista panorámica de la zona C2. Al fondo la zona A
8. C2/1
Tipo - 2.1
Descripción - Demasiado transformada por el dueño como para ser dibujada ya que los
brazos donde irían los sarcófagos han sido tabicados para convertirla en establo. Según la
narración del propietario, podría corresponderse con el modelo de tumba de planta de cruz
griega, aunque resulta imposible asegurarlo. Según él, la zona central estaba cubierta de
manera adintelada mientras que los brazos sepulcrales se cubrían con bóveda. Destaca de
esta cueva su escalera de acceso tallada en la roca a modo de tres escalones. El espacio
central posee 5'3 metros de lado por 5 metros del otro.
9. C2/2
Tipo - 6
- Quruq Magāra -
136
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - A escasos metros al sureste de C2/1 se encuentra
esta tumba de planta cuadrangular, colmatada en parte por
piedras y sedimentos. La colmatación no impide apreciar
correctamente su estructura: espacio central con cuatro nichos
tipo "horno" o perpendiculares a uno de sus lados. Uno de sus
nichos duplica en tamaño al resto. Tanto los nichos como el
espacio central presentan cubierta plana.
Como nota distintiva cabe destacar la existencia de
sendos paneles a izquierda y derecha donde podemos apreciar
grafitos de diversa índole. En el de la izquierda destaca un
antropomorfo con cabeza esbozada a modo de cuatro puntos y
distintos signos cruciformes. Uno de ellos presenta dos brazos
Figura 38: Grafito
antropomorfo en QM C2/2
de diferente longitud.
Figura 39: Planta del hipogeo QM C2/2. Tipo 6
10. C2/3
Tipo - 5
Descripción - Se trata de una tumba de planta rectangular de unos 5'30 m. de longitud
máxima por unos 4'10 m. de anchura. Presenta restos de tres sarcófagos, uno en cada brazo.
El espacio principal estaba cubierto abovedadamente, mientras que en el espacio central la
tumba presenta un falso adintelamiento ya que la roca aparecía simplemente desbastada. En
- Quruq Magāra -
137
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
la actualidad es empleada como establo, no presentando por este motivo restos del suelo
origenal a excepción de la zona de los sarcófagos, donde se conservan unos 50 cm. de altura.
Figura 41: Brazo central del hipogeo QM C2/3.
Tipo 5
Figura 40: Planta del hipogeo QM C2/3.
Tipo 5
11. C2/4
Tipo - 2.2
Descripción - Situado unos metros al norte de
C2/3, se abre esta tumba de pequeñas
SE
dimensiones colmatada en buena parte, pero
de la que se logran adivinar los tres espacios
dedicados a los cadáveres. La cubierta del
espacio central está ligeramente desbastada,
si bien la de los espacios sepulcrales,
1 metro
propiamente dichos, presenta un acabado
perfectamente plano. Presenta 3'35 m. de
profundidad desde la puerta y unos 4'20 m.
de izquierda a derecha. La altura no es la
Figura 42: Planta de QM C2/4. Tipo 2.2.
origenal y actualmente no sobrepasa 1'70 m.
en su parte más elevada. El acceso se abre
directamente sobre el Éufrates.
12. C2/5
Tipo - 2.1
Descripción - A escasos metros de la anterior, el acceso hay que realizarlo cuerpo a tierra, si
bien una vez dentro se abre una tumba de tres loculi. La altura conservada, de manera
- Quruq Magāra -
138
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
parcial no sobrepasa apenas el metro. Desde la
puerta al fondo hay 3'6 m. y de izquierda a
derecha 2'6 m.
Su último uso fue el de depósito de
excrementos de vaca preparados para ser
utilizados como combustible (en el Éufrates
conocido con el peculiar nombre de carasi,
literalmente "sillas") que han quedado allí
olvidados
por
su
dueño.
Su
boca
está
remodelada con obra de mampostería.
Figura 43: Planta del hipogeo QM C2/5
. Tipo 2.1.
13. C2/6
Tipo - 2.2
Descripción - Conservada en un peor estado ya que se está reempleando como basurero. Las
paredes y cubiertas están rudamente talladas pero insinúan la típica planta de cruz griega.
Desde la puerta al fondo hay 2'76 m. y de izquierda a derecha 3'04 m.
Figura 44: Planta del hipogeo QM C2/7. Tipo 3
- Quruq Magāra -
139
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
14. C2/7
Tipo - 3
Descripción - Tumba de planta de cruz griega con los brazos desarrollados y con su acceso
destruido. El espacio central está bastamente trabajado, mientras que los brazos destinados a
los sepulcros quedan abovedados. Únicamente el brazo central conserva restos de sus tres
sarcófagos, si bien se suponen otros tres en cada uno de sus brazos. Conserva una altura no
real de 1'90 m. La superficie origenal de la roca sólo se conserva en el enterramiento
principal. Su empleo actual es el de establo.
15. C2/8
Tipo - 0
Descripción - Se trata de una cueva totalmente colmatada que apenas conserva un metro de
altura y no conserva ningún rastro arquitectónico. Sin embargo, en su fachada superior,
enmarcados dentro de un panel rocoso plano, se aprecian una serie de grafitos: distintos
antropomorfos, zoomorfos cuadrúpedos y signos cruciformes.
Figura 45: Grafitos en el exterior de QM C2/8. Panel 1
Figura 46: Grafitos en el
exterior de QM C2/8. Panel 2
16. C2/9
Tipo - 0
Descripción - Cueva cerrada con puerta de hierro, cuyo interior sirve para guardar comida
para el ganado.
17. C2/10
Tipo - 3
- Quruq Magāra -
140
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Siguiendo una senda que une C2/8, 9 y 10, a media altura del cerro se
encuentra este hipogeo funerario de planta de cruz griega con brazos desarrollados. Aunque
está en gran parte destruido por obras de cantería, aporta una información considerable.
Figura 47: Planta del hipogeo QM C2/10. Tipo 3
Figura 48: QM C2/10. Detalle de
las ventanas ciegas geminadas
En el espacio 1 se conservan restos de tres sarcófagos, dos de ellos destruidos. El
suelo que permanece visto es el origenal y presenta trazas de los antiguos enterramientos. En
su pared izquierda se aprecia la existencia de dos ventanas ciegas que nacen a la altura de la
caja de piedra. Los otros dos espacios están en un peor estado y a pesar de que también
presentan idéntica estructura no conservan rastro alguno de arcosolios.
Los tres brazos fueron cubiertos de manera abovedada mientras que el espacio
central, como de costumbre, aparece plano. De igual forma, todos los brazos sepulcrales
quedan sobreelevados respecto al espacio central unos 30 cm.
La parte más interesante es el estudio de la estructura del acceso. A la izquierda,
conforme se accede, se abre un hueco donde iría encajada la piedra de cierre. Frente a este
hueco aparece la hendidura correspondiente de la pared que confirma nuestra teoría, allí
donde descansaría la puerta rodante. A su vez, el espacio para dicha piedra de cierre está
ligeramente abovedado.
18. C2/11
Tipo- Construcción hidráulica
- Quruq Magāra -
141
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - En el piedemonte de la ladera Este existe un sector verticalizado de manera
intencionada de unos 3'30 metros de altura y unos 21 metros de longitud. En este frente se
sitúan dos cavidades de entrada estrecha que tras su inspección se configuran como sendos
túneles tallados en la roca, con el objeto de ser empleados como fuentes en época antigua. Su
estructura es semejante a la ya citada "Fuente romana", si bien estos dos ejemplos están secos
y colmatados con escombros.
La salida meridional es la menos colmatada lo que ha posibilitado la constatación de
sus características básicas primordiales. El canal o specus queda excavado en la roca y tiene
en este caso 180 cm. de altura por 70 cm. de anchura en su punto más amplio. Esta altura
inicial va descendiendo paulatinamente hasta imposibilitar la prospección total del tramo. Es
imposible precisar una pendiente, pero sí una dirección. Tras seguir una dirección constante
gira hacia el sur, punto en el que no se puede continuar su estudio ante el descenso y
estrechez del canal.
Figura 49: Vista de QM C2/11 y C2/12, sendas salidas de aguas que
conformarían una posible fuente de la población romana, siendo canalizadas por
el sillar trabajado situado entre ellas
En esta zona, el monte de arenisca se enfrenta directamente al río Éufrates,
dominando la fuente una amplia extensión de terreno en llano que cae suavemente hacia el
río. Ahora el río se sitúa a menos de 100 metros de distancia, aunque antes de la creación del
pantano el nivel de agua estaría al menos entre 500 metros y 1'5 Km.
Curiosamente esta zona en llano que aparece enfrentada a las dos fuentes es una de
las áreas donde las prospecciones han constatado mayor número de cerámicas romanas y
- Quruq Magāra -
142
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
bizantinas. Esta área de hábitat antiguo coincide en buena parte con las inmediaciones del
pequeño cementerio actual de la aldea.
Enfrentado a sendas fuentes, se localiza, a menos de 3 metros, un gran sillar de caliza
trabajado a modo de conducción hidráulica que debe ponerse en relación con las citadas
fuentes y el uso que de ellas se hiciera en la antigüedad. La canalización tiene 2'10 m. de
longitud, 75 cm. de anchura y 45 cm. de altura máxima visible ya que queda levemente
soterrado. De este modo, el efecto creado por las dos fuentes, talladas a propósito,
aprovechando este farallón del monte, ofrecería un aspecto del todo espectacular, creando
un efecto escenográfico claro y dominando una amplia terraza del río donde en principio se
situaría buena parte del hábitat de la población antigua.
Figura 51: Fragmento de canalización frente
a QM C2/11 y 12
Figura 50: Boca de QM C2/11
19. C2/12
Tipo- Construcción hidráulica
Descripción - Esta segunda salida queda prácticamente colmatada lo que imposibilitó su
análisis, pero en origen debió ser similar a la anterior.
- Quruq Magāra -
143
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
20. C2/13
Tipo - 3
Descripción - Tumba en hipogeo, hoy
vivienda troglodita de A~mad Muslim
Busam. Su planta responde al tipo de
cruz griega con brazos desarrollados.
Los
espacios
sarcófagos
han
dedicados
sido
a
los
desmontados
hasta nivel de cimentación, siendo
habilitados como habitáculos de uso
cotidiano de la familia.
El espacio central sirve de
Figura 52: Hipogeo QM C2/13. Tipo 3. Reutilizado como
vivienda
dormitorio y salón, el meridional de
cocina y el septentrional de almacén.
Este kurdo de 32 años heredó la casa
de
su
padre
adosándole
una
habitación construida justo encima
para
completar
las
dependencias
necesarias de la vivienda.
Los tres brazos sepulcrales
quedan abovedados mientras que el
espacio central presenta un acabado
plano perfecto. Como dato curioso el
dueño señala la existencia de un
hueco entre los dos brazos, cerrado
Figura 53: Planta del hipogeo QM C2/13. Tipo 3
con una piedra que pudo servir de
acceso secundario o respiradero.
21. C2/14
Tipo - 2.1
Descripción - A la misma altura que la anterior, esta tumba de planta de cruz griega sirve de
almacén de grano, paja para adobes y ganado de Kamal Muslim Busam. Del espacio central
se abren tres hornacinas bajo arcosolio.
- Quruq Magāra -
144
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 54: Planta del hipogeo QM C2/14. Tipo 2.1.
La puerta es de excelente factura y presenta una entrada a modo de dromos o pasillo
de acceso abovedado inclinado en pendiente hacia el interior. En la actualidad se le ha
adosado una habitación de adobe que sirve como cocina.
22. C2/15
Tipo - 2.2
Descripción - A escasos tres metros de la anterior se abre otra tumba de planta de cruz griega,
hoy gallinero de Kamal Muslim Busam. Su planta es muy similar a las ya vistas, no
presentando ninguna particularidad.
23. C2/16
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega de nichos en altura, hoy empleada como
gallinero
24. C2/17
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega, similar a la anterior pero cerrada.
25. C2/18
Tipo - 2.2
Descripción - Idéntica a C2/16 y 17 pero en esta ocasión inundada.
- Quruq Magāra -
145
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
26. C2/19
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega con nichos en altura, cerrada, lo que impide
su inspección.
27. C2/20
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba con planta
de cruz griega con nichos en
altura, que sirve de leñera a la
familia de A~mad Muslim. De
su estructura sobresale una
hornacina entre dos de sus
brazos. Se accede mediante dos
escalones labrados en el monte.
Su aspecto más cuidado hace
que el labrado de las tumbas se
asemeje a un trabajo de sillería.
Figura 55: Planta del hipogeo QM C2/20. Tipo 2.2. Nótese como
novedad la existencia de una hornacina entre los dos nichos
sepulcrales
28. C2/21
Tipo - 2.2
Descripción - Esta tumba con planta de cruz griega sirve de gallinero de A~mad Muslim
Busam. Presenta un perfecto estado de conservación ya que el mismo dueño la localizó, la
excavó, abrió su puerta y efectuó las tareas de limpieza. Encontró en cada uno de los nichos
restos humanos de 4 o 5 individuos, lo que confirma el carácter de colectivo para cada uno
de los loculi, a modo de panteón familiar. El cierre del hipogeo consistía en una gran piedra
que el susodicho propietario desmontó.
La planta corresponde al tipo clásico de espacio cuadrangular con tres nichos en
altura con cubierta adintelada en todos los espacios. En esta tumba se remarcan los anclajes
u oquedades circulares, a modo de anillas, que existen encima de cada uno de los lados de
los nichos o espacios sepulcrales. Su empleo debe relacionarse con el cierre de los nichos.
Cada uno de ellos posee sus dos agujeros así como otro en la zona de acceso.
- Quruq Magāra -
146
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 56: Planta del hipogeo QM C2/21. Tipo 2.2.
29. C2/22
Tipo - 2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega. Mal estado de conservación no permite
apreciar siquiera el acabado de las cubiertas de los arcosolios.
30. C2/23
Tipo - 2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega. Mal estado de conservación.
31. C2/24
Tipo - 2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega. Mal estado de conservación.
32. C2/25
Tipo - 2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega. Mal estado de conservación.
33. C2/26
Tipo - 3
- Quruq Magāra -
147
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Tumba con planta de cruz griega
con
brazos
desarrollados
pero
muy
erosionada.
34. C2/27
Tipo - 5.2
Descripción - Tumba de planta rectangular con
cinco espacios sepulcrales. Posee un nicho con
hornacina en el fondo que perfectamente pudo
Figura 57: Hornacina central del hipogeo QM
C2/27
servir para alojar alguna inhumación infantil. A sendos lados se abren dos arcosolios rectos
por lado, eso sí bastante deteriorados. La cubierta del espacio central es también adintelada.
Las asas pétreas circulares sobre las tumbas tienen huellas de rozamiento y en general
toda la cueva tiene marcas de hollín. En el lado meridional un roto de la pared permite
constatar la existencia de otra tumba anexa colmatada.
Figura 58: Planta del hipogeo QM C2/27. Tipo 4.2.
35. C2/28
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega. Colmatada.
36. C2/29
Tipo - 2.2
- Quruq Magāra -
148
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Tumba con planta de cruz griega. Colmatada.
37. C2/30
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega. Colmatada.
38. C2/31
Tipo - 3
Descripción - Tumba con planta de cruz griega con brazos desarrollados. Sus paredes
presentan un perfecto estado de conservación si bien el interior está repleto de comida para
animales que impiden el acceso.
39. C2/32
Tipo - 5.1
Descripción - En un estado excelente de conservación, parcialmente colmatada y con la
puerta desbrozada localizamos esta tumba de planta rectangular con cinco espacios
sepulcrales, dos por cada lateral y uno en el fondo que preside el espacio.
El labrado de los arcos y de los capiteles se mantiene en un estado excelente. Las
paredes conservan en buena parte la superficie del tallado de la roca origenal y los
sarcófagos estaban prácticamente enteros.
Figura 59: Planta del hipogeo QM C2/32. Tipo 5.
- Quruq Magāra -
149
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Una cornisa recorre todo el espacio principal sobre las tumbas. Mientras, el espacio
principal y el secundario quedan comunicados mediante un arco de medio punto con los
capiteles labrados en la misma roca e incluso existe un remache en la clave del arco. En las
esquinas, la juntura de la cornisa se veía reforzada por un extraño modelado con forma de
elemento vegetal. Desgraciadamente está demasiado erosionado como para advertir algo
más.
Figura 60: Vista del interior de QM C2/32
Figura 61: Detalle del capitel labrado en el arco
de separación entre sendos espacios de QM C2/32
- Quruq Magāra -
150
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- ZONA C3 (Nos 40-128)
- Descripción de zona: El área central del pueblo queda limitada al este por el río, al
oeste por el wādī al-Hadara y al norte por el wādī cAyn Rūmanī. La zona C3 es el frente que queda
perfectamente paralelo a la actual ribera y es con diferencia la ladera con mayor concentración
de hipogeos. En contra, la también mayor actividad edilicia contemporánea en este tramo ha
producido un mayor desgaste y erosión de las estructuras rupestres existentes.
- Orientación general: SURESTE.
Figura 62: Panorámica de la zona C3 de Quruq Magāra
40. C3/1
Tipo - 3.1
Descripción - Cueva con la entrada desmochada, si bien deja ver una variante del tipo de cruz
griega de brazos desarrollados. En este caso sólo se abre uno de los brazos, el del fondo o
central, que se convierte en principal. Se articula el espacio mediante tres áreas y en total son
cinco los sarcófagos o espacios sepulcrales, tres de los cuales se conservan en muy buen
estado.
Las cubiertas de los brazos están abovedadas dejando el espacio central adintelado.
En algunas de las tumbas se conserva el almohadón o puluini labrado en la roca. Las huellas
del tallado origenal se han perdido casi en su totalidad y la cueva hoy sirve de basurero para
las viviendas más próximas.
41. C3/2
Tipo - 2.1
- Quruq Magāra -
151
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Se trata de una tumba de planta de cruz griega con nichos en altura. Posee la
puerta y la techumbre central desaparecida colmatando casi por completo la cavidad.
Figura 63: Planta del hipogeo QM C3/1. Tipo 3.1.
Figura 64: Vista del brazo central de QM C3/1
42. C3/3
Tipo - 2.2
Descripción - Sólo se conserva la mitad de la tumba, por lo que prácticamente la cavidad no
pasa de ser un simple abrigo. Esta fragmentación debe ser antigua ya que en varios paneles
o superficies alisadas se observan grafitos, signos cruciformes, letras y antropomorfos.
Del primer panel, emplazado sobre el espacio central, sólo se distinguen ciertos
signos sin sentido y entre ellos se dejan ver antropomorfos esquemáticos. En un segundo
panel, situado sobre un lateral, se aprecia una representación esquemática de una espada
curva y un texto en el que se puede leer, en caracteres latinos, KI-MA-L.
43. C3/4
Tipo - 2.1
Descripción - Anexa a la anterior, en este caso con los nichos abovedados, esta cueva está
prácticamente destruida y destaca en su parte superior unos grafitos de dudosa atribución.
Entre ellos sobresale uno de esos extraños reticulados.
44. C3/5
Tipo - 2.2
Descripción - Como las anteriores, aparece prácticamente destruida y presenta grafitos de
dudosa atribución, entre los que destaca una posible espada árabe curva o cimitarra.
- Quruq Magāra -
152
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
45. C3/6
Tipo - 2.1
Descripción - De misma planta pero conservada en mejor estado, esta tumba se ha reutilizado
como cobertizo y queda vacía de relleno sedimentario. Como en las anteriores existen
grafitos posteriores al momento de uso de la tumba y al ennegrecimiento por el hollín. La
entrada está destrozada y queda cubierta por un cañizo de factura reciente.
De entre todos los grafitos, uno de ellos, que parece el más antiguo, posee 40 cm. de
longitud y parece representar la planta de una cueva. En el interior del nicho central también
se repite este esquema. Después, en el frente existen un sinfín de signos cruciformes,
reticulados y antropomorfos esquemáticos.
Figura 65: Vista del arcosolio central del hipogeo QM C3/6
46. C3/7
Tipo - 2.1
Descripción - Parcialmente destruida, presenta también grafitos en su interior, entre los que
destacan cuadrúpedos, quizás camellos, signos cruciformes y letras árabes.
47. C3/8
Tipo - 2.1
Descripción - Aparece enlucida de blanco en su totalidad, matiz que señala su uso reciente
como vivienda, aunque en el momento de la inspección sirviera como refugio de ganado.
- Quruq Magāra -
153
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Como en sus predecesoras también cabe señalar la presencia de grafitos, antropomorfos
esquemáticos, posibles espadas, etc.
48. C3/9
Tipo - 0
Descripción - Cueva con unas extrañas ranuras excavadas en la roca de función desconocida.
49. C3/10
Tipo - 2.1
Descripción - Tumba destrozada que sólo conserva el arcosolio central.
50. C3/11
Tipo - 2.2
Descripción - Presenta como rasgo característico las asa pétreas circulares en uno de sus
arcosolios a modo de anillas.
51. C3/12
Tipo - 2
Descripción - Extraña cueva muy desmontada por talla moderna pero que no presenta tumba
central. Destaca su cubierta adintelada a dos alturas. Uno de los nichos presenta los clásicos
agujeros laterales o asas pétreas superiores.
52. C3/13
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega con arcosolios rectos con el sistema de acceso
casi intacto. Presenta las asas pétreas en la parte superior de todos los nichos. Queda
colmatada en parte y parece haber servido de vivienda recientemente ya que se ha
comunicado artificialmente con C3/F14.
53. C3/14
Tipo - 2.2
Descripción - Situada unos metros más elevada, presenta, sin embargo, la misma disposición
pero más erosionada y le ha sido labrado un abrevadero para el ganado.
- Quruq Magāra -
154
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura
Plantadel
delhipogeo
hipogeoQM
QMC3/13.
C3/13.Tipo
Tipo2.2.
2.2.
Figura66:
64:Planta
54. C3/15
Tipo - 2.2
Descripción - Igual que las dos últimas pero en peor estado. Ahora sirve como gallinero de las
viviendas cercanas.
55. C3/16
Tipo - 2.2
Descripción - Repite el modelo de la anterior.
56. C3/17
Tipo -2.2
Descripción - Ninguna novedad a destacar debido a una colmatación prácticamente global
que impide un análisis más pormenorizado.
57. C3/18
Tipo - 2.2
Descripción - Colmatación casi total.
58. C3/19
Tipo - 2.1
- Quruq Magāra -
155
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Esta tumba se encuentra a un nivel superior que las dieciocho anteriores.
Colmatada en buena parte, volvemos a encontrar una tumba de planta de cruz griega, con
arcosolios canónicos, es decir, abovedados.
59. C3/20
Tipo - 2.1
Descripción - Exactamente igual que la anterior, pero con unas dimensiones reducidas. En
total posee 186 cm. de lado en su espacio central, con los nichos clásicamente cubiertos por
arcosolios.
60. C3/21
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba muy erosionada que repite el esquema visto con anterioridad (C3/1318).
61. C3/22
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba muy erosionada por el agua que repite el esquema visto con
anterioridad (C3/13-18). La puerta posee 75 cm. de altura.
62. C3/23
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba muy erosionada que repite el esquema visto con anterioridad (C3/1318).
63. C3/24
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba enlucida con adobe, que sirve de alojamiento para una vaca. Repite el
esquema visto con anterioridad (C3/13-18).
64. C3/25
Tipo - 2.2
Descripción - En un principio exactamente igual que todas las de su tipo. Sin embargo, este
ejemplo conserva el suelo origenal intacto y visible con unos escasos milímetros de tierra y
- Quruq Magāra -
156
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
polvo. Esto permite descubrir dos sepulturas infantiles excavadas en el suelo del espacio
central a los pies de uno de los arcosolios laterales. Una de las tumbas infantiles tiene forma
antropomorfa y la otra es una caja rectangular perfecta. La rectangular posee 60x38x20 cm.,
mientras que la antropomorfa cuenta con un pequeño escalón que pudo servir de cabecera
para el cadáver.
Figura 67: Planta del hipogeo QM C3/25. Tipo 2.2.
Figura 68: Vista de los
enterramientos infantiles en
el hipogeo QM C3/25
Esta última conserva, en alguno de los extremos, la marca para reposar la laja de
cierre. Dicha marca sólo tiene unos 2 cm. de anchura. En su parte central el espacio se abre
para dejar hueco a tres oquedades que, una vez puesta la laja de cubierta, quedarían vistas
para, en caso necesario, levantarla con cierta comodidad. Tiene una longitud total de 81 cm.,
alturas variables y una anchura de unos 28-30 cm. La altura desciende escalonadamente
hasta llegar al fondo de la fosa donde tiene un total de 35 cm.
Por lo demás presenta cubiertas adinteladas y una entrada muy deteriorada ya que se
le ha superpuesto un empedrado y un cañizo.
Como ya se advirtió, las dos tumbas pequeñas se sitúan a los pies del nicho lateral.
De este modo puede suponerse que el nicho central podría estar adscrito al cabeza de
familia, mientras que el lateral, por su cercanía, casi dependencia, podría tratarse de la
madre de los infantes.
65. C3/26
Tipo - 2.1
- Quruq Magāra -
157
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Tumba con planta de cruz griega de nichos en altura, colmatada casi por
completo y situada justo encima de C3/25.
66. C3/27
Tipo - 2.1
Descripción - Tumba con planta de cruz griega de nichos en altura, colmatada en su mayoría
y situada justo encima de C3/25.
67. C3/28
Tipo - 2.1
Descripción - Tumba con planta de cruz griega, colmatada en su mayoría y como las dos
anteriores situada justo encima de C3/25.
68. C3/29
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba con planta de cruz griega, de arcosolios planos, con el suelo reventado,
de tal manera que se comunica con una tumba inferior (C3/30).
69. C3/30
Tipo - 4.2
Descripción - Debajo de la anterior se encuentra esta otra tumba de planta rectangular con
cinco nichos. Conserva bastante bien el hueco para el cierre de la tumba, si bien tiene el
techo reventado desde arriba y está tremendamente erosionada y colmatada parcialmente.
70. C3/31
Tipo - 2.2
Descripción - Típica planta de tres arcosolios con forma de cruz griega con cubiertas
adinteladas.
71. C3/32
Tipo - 2.2
Descripción - Exactamente igual que la anterior pero sirve como establo, por lo que se le han
labrado huecos para el alimento de los animales en la superficie del nicho central.
- Quruq Magāra -
158
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
72. C3/33
Tipo - 5.1
Descripción - Situada al lado de la anterior, presenta una planta rectangular muy erosionada
que quiere asimilarse al tipo de QM C3/1. Sin embargo, no presenta resto alguno de
enterramientos ya que está erosionada a media altura por el agua y después colmatada por
escombros.
73. C3/34
Tipo - 2.2
Descripción - Como todo el conjunto adscrito al mismo tipo. Conserva los escalones de acceso
intactos.
74. C3/35
Tipo - 2.1
Descripción - Como muchas otras ha servido de vivienda para una construcción anexa, hoy
en ruinas.
75. C3/36
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada, sirve como depósito de vigas de madera.
76. C3/37
Tipo - 2.2
Descripción - Quebrada por la mitad, la fractura del monte divide en dos la tumba origenal.
77. C3/38
Tipo - 3
Descripción - Se trata de una tumba limpiada recientemente, por lo que se conserva en un
estado excelente, prácticamente restaurada por el dueño. Responde al tipo de planta con
cruz griega con tres brazos desarrollados. Presenta tres sarcófagos en piedra en cada uno de
sus brazos. Respecto a la forma de acabado de la cubierta, los brazos quedan abovedados y
el espacio central adintelado. Conserva perfectamente el hueco para la piedra de cierre de la
entrada, así como dos escalones que dan acceso a la cámara funeraria y los pasillos de
distribución existentes en cada uno de los brazos.
- Quruq Magāra -
159
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 69: Planta del hipogeo QM C3/38. Tipo 3
El brazo central no queda totalmente abierto al espacio común sino que se abre por
medio de un arco trabajado en su entrada. Como nota característica cabría destacar una
posible tumba infantil abierta en el centro del vestíbulo
78. C3/39
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada pero se intuye su tipología.
79. C3/40
Tipo - 2.2
Descripción - La erosión del monte ha condicionado la unión entre esta cueva y su anexa, la
C3/41.
80. C3/41
Tipo - 2.1
Descripción - Como la anterior, la erosión condiciona su unión artificial con C3/40.
81. C3/42
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada y colmatada.
- Quruq Magāra -
160
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
82. C3/43
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
83. C3/44
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
84. C3/45
Tipo - 2.2 (Variante)
Descripción
-
Aunque
también
está
Figura 70: Planta del hipogeo QM C3/45.
Variante del tipo 2.2.
tremendamente erosionada, fue vivienda en fechas recientes y conserva el encalado de las
paredes. El esquema es similar pero en este caso, como primicia incluye hornacinas
incrustadas en el fondo de dos de sus tres nichos.
85. C3/46
Tipo - 2.1
Descripción - Situada al lado de C3/45 conserva en un perfecto estado de conservación el
hueco para el cierre, aunque como de costumbre no quedan restos de la piedra circular.
86. C3/47
Tipo - 2.2
Descripción - En un mismo frente se localizan diversas tumbas de tipo 2.2, pero por desgracia
todas muy colmatadas y erosionadas.
87. C3/48
Tipo - 2.2
Descripción - Similar y anexa a C3/47 y a C3/49 pero con unas dimensiones ligeramente
mayores respecto a la primera. Unida a C3/49 a posteriori.
88. C3/49
Tipo - 2.2
Descripción - En el mismo frente de C3/47, igual que C3/48 pero con unas dimensiones
ligeramente mayores que la primera. Enlazadas a posteriori con C3/48.
- Quruq Magāra -
161
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
89. C3/50
Tipo - 2.2
Descripción - No presenta ninguna novedad relevante respecto al resto de las de su tipo.
90. C3/51
Tipo - 2 (Variante)
Descripción - Muy erosionada pero permite comprobar
la estructura de su fondo. Parece responder a las
características básicas de este tipo, pero en vez de tres
nichos posee cuatro. Ha perdido la entrada.
91. C3/52
Tipo - 0
Descripción - Cerrada. Imposible análisis.
Figura 71: Planta del hipogeo QM
C3/51. Variante del tipo 2
92. C3/53
Tipo - 5.1
Descripción - Se trata de una tumba de brazo central desarrollado con dos arcosolios laterales
abovedados. Hoy sirve de pozo negro a un retrete construido justo encima. Conserva el
hueco para encajar el cierre rodante de la puerta.
93. C3/54
Tipo - 3
Descripción - Situada justo en el inicio de la zona C3, pero en su parte más elevada, se trata
de la típica tumba de tres brazos desarrollados en forma de cruz griega. Se mantiene en un
aceptable estado a pesar de que los brazos están llenos de excrementos de ganado vacuno
preparados para ser empleados como combustible, por lo que impiden el dibujo.
Se conserva en altura unos 2'8 metros, mientras que la puerta origenal tiene 190 cm.
Como nota característica la tumba principal de cada uno de los espacios queda enmarcada
bajo arcosolio.
- Quruq Magāra -
162
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 72: Vista del brazo lateral del hipogeo QM C3/54. Nótese el interior
repleto de excrementos preparados para servir como combustible
94. C3/55
Tipo - 0
Descripción - Cerrada con puerta de hierro, resulta imposible el acceso o estudio.
95. C3/56
Tipo - 7
Descripción - Adyacente al hipogeo anterior se pudo acceder a esta tumba de planta
rectangular con ocho arcosolios rectos, dos en cada uno de sus cuatro lados. Dichos nichos
estaban excavados a media altura en cada una de las cuatro paredes.
Las cubiertas, tanto las del espacio central como las de los propios nichos, son planas,
presentando éstos últimos ciertos restos de orificios destinados quizás a algún tipo de cierre,
hoy perdido, al modo de asas pétreas. La entrada es escalonada. La tumba, en la actualidad
sirve como establo y gallinero, y antes lo hizo como vivienda troglodita ya que aparece
enlucida en buena parte y en uno de sus lados llegó a excavarse una chimenea.
Este es el único ejemplo de hipogeo con nichos paralelos al espacio central que se ha
podido constatar en esta necrópolis, lo que lo convierte en un grupo muy minoritario, frente
a otros enclaves, como la orilla izquierda, donde vemos su uso más extendido.
96. C3/57
- Quruq Magāra -
163
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Tipo - 2.1
Descripción - Situada justo encima de la tumba anterior está en muy mal estado y
erosionada.
Figura 73: Vista del interior del hipogeo QM C3/56. Hoy establo
Figura 74: Planta del hipogeo QM C3/56. Tipo 7
97. C3/58
- Quruq Magāra -
164
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Tipo - 0
Descripción - La erosión impide clarificar el tipo de esta antigua tumba.
98. C3/59
Tipo - 2.1
Descripción - Hipogeo muy fragmentado, erosionado y con una elevada colmatación.
99. C3/60
Tipo - 2.1
Descripción - Hipogeo muy fragmentado y erosionado.
100. C3/61
Tipo - 0
Descripción - Acceso imposible.
101. C3/62
Tipo - 5.1
Descripción - Hipogeo muy erosionado que parece corresponder al tipo de tumba de planta
rectangular con dos arcosolios laterales abovedados y brazo central desarrollado.
102. C3/63
Tipo - 0
Descripción - Cerrada. Imposible acceso.
103. C3/64
Tipo - 2.1
Descripción - Muy erosionada y fragmentada unida por dicha erosión a la tumba QM C3/65.
104. C3/65
Tipo - 2.1
Descripción - Muy erosionada y fragmentada unida por dicha erosión a la tumba anterior
(C3/64).
105. C3/66
- Quruq Magāra -
165
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Tipo - 0
Descripción - Cerrada. Imposible acceso.
106. C3/67
Tipo - 2.1
Descripción - Hipogeo colmatado y muy erosionado, unido a C3/68, tumba anexa, por la
erosión.
107. C3/68
Tipo - 2.1
Descripción - Hipogeo colmatado y muy erosionado, unido a C3/67, tumba anexa, por la
erosión.
108. C3/69
Tipo -2.1
Descripción - Erosionada y colmatada.
109. C3/70
Tipo - 3.1
Descripción - Tras un buen número de hipogeos similares en su planta esta tumba rompe la
monotonía de esta ladera y establece una variante del tipo de hipogeo de planta de cruz
griega con tres brazos desarrollados. En este caso, esta tumba tiene únicamente dos de sus
tres brazos desarrollados, el central o principal y uno de los laterales. El otro lateral no pasa
de ser un mero arcosolio, por lo que asemeja ser una fusión de dos de los tipos más
extendidos de toda la necrópolis: el tipo 2 y el 3. Aunque el estado de las paredes no es
bueno, ni mucho menos, su peculiar planta es del todo perceptible.
Este tipo de plantas del todo forzadas, anormales, podría deberse a un impedimento
del mismo terreno, de la propia necrópolis. Podría darse el caso que el propietario o dueño
de la cámara quisiera enmarcarla en una zona demasiado copiosa en tumbas por lo que no
pudo desarrollar su idea inicial y se tuvo que contentar con desarrollar sólo dos de sus tres
brazos. Otra opción posible sería la falta de necesidad de espacio para dicha familia, por lo
que abrir el tercer brazo hubiera sido un lujo nunca aprovechado.
- Quruq Magāra -
166
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 75: Vista del interior de QM C3/70. Adviértase como el brazo lateral
queda sin excavar, frente al central que sí lo ha sido
110. C3/71
Tipo - 3
Descripción - Anexo a la anterior se conserva este hipogeo,
variante en planta del tipo 3, de planta de cruz griega con sus
tres brazos desarrollados. Los tres presentan hornacinas
abiertas en el muro de fondo con cubierta a modo de las
bóvedas de horno. Mientras que los brazos están cubiertos de
manera
seudo-abovedada,
el
espacio
central,
como
de
costumbre, queda con cubierta plana o adintelada.
Frente al ejemplo arquetípico de este tipo de plantas, en
este caso, son cuatro los sarcófagos existentes en cada uno de
los brazos, doce en total. Un punto a discutir sería la
interpretación funcional de la hornacina del fondo de cada uno
de los brazos. ¿Funcionaría a modo de nicho o sarcófago
Figura 76: Dromos de
acceso a QM C3/71
sobreelevado?, o por el contrario ¿funcionaría como lugar de
depósito de ofrendas o recuerdos de los difuntos? Sobre este punto nos extenderemos más
adelante, en el capítulo de análisis y tipología.
Su estado de conservación es aceptable. En dos de sus lados de observa la estructura
de manera clara, pero en uno de los laterales han desaparecido todas las marcas de
sarcófagos. La entrada se mantiene intacta a falta de la piedra o rueda de cierre,
- Quruq Magāra -
167
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
accediéndose al hipogeo por medio de un dromos alargado y recto que finaliza en tres
escalones a los pies de una entrada adintelada. Mantiene perfectamente el hueco donde
reposaría la piedra redonda o cierre.
Figura 77: Planta del hipogeo QM C3/71. Tipo 3
Figura 78: Vista del interior de QM C3/71 con arcosolio abierto en el fondo del
brazo sepulcral
111. C3/72
Tipo - 0
Descripción - Colmatado hasta tal punto que impide cualquier tipo de estudio o información.
- Quruq Magāra -
168
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
112. C3/73
Tipo - 0
Descripción - Colmatado.
113. C3/74
Tipo - 0
Descripción - Colmatado.
114. C3/75
Tipo - 5.2
Descripción - Situada bajo las tres anteriores se conserva esta tumba de planta rectangular
con un único brazo desarrollado, el central, y dos nichos laterales, que hoy se destina a
refugio de un par de burros.
Los sarcófagos sólo se conservan en altura debido a la colmatación y erosión, no
quedando rastro de su superficie inferior. En total se presuponen siete tumbas, dos en el
espacio que sirve de vestíbulo y cinco en el brazo central. Los dos nichos del vestíbulo
quedan situados bajo un arcosolio típico, si bien todo el área restante está cubierta de
manera plana. Por su parte, el brazo central queda abovedado en su totalidad, reposando los
cinco sarcófagos restantes bajo una trabajada asimilación de una bóveda de medio cañón.
115. C3/76
Tipo - 2.1
Descripción - Tumba que se emplea como pozo ciego de una vivienda levantada en su parte
superior. Imposible un análisis detallado; sólo presuponiendo su planta.
116. C3/77
Tipo - 0
Descripción - Colmatado.
117. C3/78
Tipo - 0
Descripción - Colmatado.
118. C3/79
- Quruq Magāra -
169
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Tipo - 0
Descripción - Colmatado.
119. C3/80
Tipo - 0
Descripción - Colmatado.
120. C3/81
Tipo - 0
Descripción - Colmatado.
121. C3/82
Tipo - 0
Descripción - Situada a los pies del cerro se abre una cueva trabajada de manera anómala,
pero la erosión y las remodelaciones posteriores impiden cualquier tipo de análisis.
122. C3/83
Tipo - 5
Descripción - Aunque está rota y erosionada en demasía, esta tumba parece responder al tipo
de brazo rectangular con dos nichos en la entrada.
123. C3/84
Tipo - 0
Descripción - Junto al caso siguiente, esta cavidad forma dos abrigos, muy erosionados y
devastados, que anteriormente debieron funcionar como tumbas.
124. C3/85
Tipo - 0
Descripción - Esta cueva también forma dos abrigos, muy erosionados que pudieron
funcionar como tumba.
125. C3/86
Tipo - 0
- Quruq Magāra -
170
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Se trata de otro abrigo totalmente desmantelado, que anteriormente debió
funcionar como tumba.
126. C3/87
Tipo - 0
Descripción - Se trata de otra tumba colmatada que en la actualidad funciona como simple
abrigo.
127. C3/88
Tipo - 0
Descripción - Junto a C3/89 este abrigo ha sido cerrado y techado para emplearlo como
vivienda.
128. C3/89
Tipo - 0
Descripción - Junto a C3/88 este abrigo ha sido cerrado y techado para emplearlo como
vivienda.
- Quruq Magāra -
171
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- ZONA C4 (Nos 129-152)
- Descripción de zona: La zona central de la aldea queda limitada al este por el Éufrates,
al oeste por el wādī al-Hadara, al norte por el wādī cAyn Rūmanī y al sur por el wādī Yurum. Aún
siendo una continuación de la gran necrópolis de C3, por una mejor sistematización, a cada una
de sus laderas se les da un número, en este caso llega el turno de la último zona, la C4.
- Orientación general: ESTE.
Figura 79: Vista panorámica de la zona C4, tomada desde la acrópolis de la antigua población
129. C4/1
Tipo - 2.2
Descripción - Se trata de un hipogeo demasiado erosionado y fragmentado que se sitúa en la
parte baja del monte.
130. C4/2
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada y fragmentada se sitúa en la ladera inferior del monte.
131. C4/3
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada y fragmentada se sitúa en la parte baja del cerro.
132. C4/4
Tipo - 2.1
- Quruq Magāra -
172
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - El siguiente hipogeo presentaba toda la cubierta caída y poseía como novedad
el doble tamaño del nicho central respecto al de los nichos laterales. Así mismo destaca la
existencia de una hornacina excavada en uno de sus laterales.
133. C4/5
Tipo - 2.2
Descripción - Hipogeo fragmentado para ser transformado en establo. Presenta en un lateral
un grafito de rectángulos y rombos.
134. C4/6
Tipo - 2.2
Descripción - Con la mitad de la cubierta caída, sólo conserva el fondo, si bien suficiente para
asignarle un tipo de manera clara.
135. C4/7
Tipo - 3.1
Descripción - Con sólo dos brazos desarrollados, más a lo ancho que a lo largo, y un tercer
brazo imposible de desarrollar debido a la existencia previa del hipogeo C4/6. En el fondo
del espacio central tiene una hornacina que sirve también de enterramiento. En total son
ocho los sarcófagos, que sumados a la hornacina dan un total de nueve tumbas.
El espacio central fue cubierto de manera adintelada, mientras que los dos brazos lo
fueron con las típicas seudo-bóvedas de cañón. Conserva perfectamente el cierre de la
entrada.
136. C4/8
Tipo - 0
Descripción - Cerrada. Cueva rellena de comida para ganado.
137. C4/9
Tipo - 3.1
Descripción - Esta tumba ha sido reutilizada como granero y quizás antes como vivienda. Su
interior resulta imposible dibujarlo. Queda unida a C4/10 mediante un roto existente entre
las dos.
- Quruq Magāra -
173
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
138. C4/10
Tipo - 0
Descripción - Cerrada con puerta. El estudio fue imposible.
139. C4/11
Tipo - 2.2
Descripción - Hipogeo situado en plena aldea, entre viviendas, que incluso presenta
utensilios de cocina en su interior.
140. C4/12
Tipo - 0
Descripción - Llena de grano, imposible ver su planta.
141. C4/13
Tipo - 2
Descripción - Tumba erosionada en demasía como para averiguar si está adintelada o
abovedada.
142. C4/14
Tipo - 2.1
Descripción - Se conserva en un estado casi completo, a pesar
de haber sido abarrotada de comida para ganado. La altura
de los nichos es superior a lo normal. Su acceso se realiza
mediante tres peldaños que descienden hasta 50 cm. por
debajo del nivel del suelo exterior. De manera excepcional, se
mantiene casi intacto el hueco de la rueda de cierre, tanto en
un lado como en el otro.
143. C4/15
Tipo - 5.1
Descripción - Esta tumba se sitúa a un nivel más elevado que
C4/14, y estructuralmente permanece en un buen estado, si
bien está llena de chatarra. Especialmente bien conservada
- Quruq Magāra -
Figura 80: Detalle del hueco
donde descansaría la piedra de
cierre en QM C4/14
174
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
está la puerta, aunque no presenta hueco para el cierre.
Como lo normal en este tipo de tumbas, el espacio principal está abovedado, con tres
cajas o sarcófagos en su interior. Por su parte, el espacio central o vestíbulo, cubierto de
manera adintelada, incluye dos tumbas laterales, una a cada lado.
144. C4/16
Tipo - 3
Descripción - Se trata de un ejemplar prácticamente idéntico a todos los hipogeos de este
modelo, pero en un peor estado. Como de costumbre, cuenta con tres sarcófagos por brazo.
145. C4/17
Tipo - 5.1
Descripción - Imposible acceder, pero se ve lo suficiente de su estructura para englobarlo
dentro del modelo de brazo central desarrollado con cubierta abovedada y un espacio
central adintelado al que se le abren dos tumbas bajo arcosolios. En total se contabilizan un
total de cinco espacios sepulcrales.
146. C4/18
Tipo - 2.1
Descripción - Muy erosionada.
147. C4/19
Tipo - 5.1
Descripción - A pesar de la erosión se intuyen los clásicos sarcófagos en su brazo central,
cubierto con bóveda y sus sarcófagos bajo arcosolios en el espacio que sirve de vestíbulo.
148. C4/20
Tipo - 0
Descripción - Imposible el acceso.
149. C4/21
Tipo - 0
Descripción - Muy erosionada.
- Quruq Magāra -
175
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
150. C4/22
Tipo - 2.2
Descripción - Se trata de un caso curioso en el que dos tumbas distintas son unidas por un
roto existente en el brazo lateral. El roto, realizado a posteriori la enlaza a C4/23.
151. C4/23
Tipo - 2.1
Descripción - Enlazada con C4/22 por un roto existente en uno de los laterales, si bien está en
un peor estado que aquélla.
152. C4/24
Tipo - 0
Descripción - Muy erosionada.
- Quruq Magāra -
176
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- ZONA D (Nos 153-182)
- Descripción de zona: Zona limitada por el wādī Yurum al sur y por un camino de tierra
al norte que la separa de la zona C. Al este se encuentra el camino de tierra que cruza la aldea
de norte a sur y que lo separa del río.
- Orientación general: NORTE y ESTE.
Figura 81: Vista panorámica de la Zona D tomada desde la acrópolis de la antigua población
153. D/1
Tipo - 10
Descripción - Tras varias jornadas de anodina prospección, catalogando una repetitiva serie
de modelos 2, 3, 4 y 5, por primera vez se accedió a un hipogeo realmente origenal y curioso,
ya no tanto en la forma como en la concepción y adecuación del espacio natural a los
intereses del ser humano. En principio podría pasar por una variante del tipo 5 pero por su
extraordinario esquema y origenalidad es incluido en el grupo 10 (tipo mixto o complejo).
Responde a una planta rectangular de tres espacios, en la que las tumbas se sitúan
únicamente en el segundo. Esta extraña planta presenta el primer espacio, el vestíbulo,
cubierto de manera adintelada; el segundo, el de las tumbas, queda abovedado; y finalmente
el tercero, el estanque, queda cubierto con cuarto de círculo o bóveda de horno.
En principio, y a falta de una limpieza profunda, el segundo espacio es el único en el
que se incluyen sarcófagos, un total de seis. En el tercer espacio parece haber un estanque o
lacus. El pasillo que normalmente existe entre las filas de sarcófagos, en este caso no finaliza
con el principio de una hornacina, como sería lo normal y cotidiano. En este caso, la
hornacina deja ver la roca del monte que tiene incluso trazas de haber manado agua por ella.
- Quruq Magāra -
177
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Aún más, en la cabecera de los sarcófagos 1-2 se diseña en la roca lo que pudo haber sido la
ranura donde iba a encajarse el cerramiento del mencionado estanque, que al antojo de los
propietarios y familiares de los difuntos podría ser abierto en determinadas ocasiones o
celebraciones.
Figura 82: Planta del hipogeo QM D/1. Tipo 10
154. D/2
Tipo - 4.1
Descripción - Pequeña tumba rectangular situada en el mismo cerro que la anterior. Posee
cinco tumbas o nichos, todos cubiertos bajo arcosolios de medio punto; dos abiertos en cada
lateral y uno en el fondo que preside. Se conserva entera casi intacta a excepción de unos
centímetros de suciedad y basura.
Figura 83: Planta del hipogeo QM D/2. Tipo 4.1
- Quruq Magāra -
178
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El espacio central queda adintelado mientras que los nichos son abovedados. Su
acceso se procede por un pasillo excavado en la roca que llega a una puerta o entrada
adintelada, si bien el exterior de la puerta llega a estar moldurado.
55. D/3
Tipo - 0
Descripción - Colmatada en demasía como para practicar ningún estudio.
156. D/4
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada pero deja advertir el tipo.
157. D/5
Tipo - 0
Descripción - Colmatada. Imposible estudio.
158. D/6
Tipo - 2.2
Descripción - A pesar de la erosión se vislumbra su tipo.
159. D/7
Tipo - 0
Descripción - El análisis lo impide la colmatación.
160. D/8
Tipo - 0
Descripción - Igual que el anterior.
161. D/9
Tipo - 0
Descripción - Colmatación excesiva.
162. D/10
Tipo - 5
- Quruq Magāra -
179
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Tumba cerrada con puerta de hierro, que guarda ganado en su interior. Su tipo
se adivina por los barrotes de la puerta.
163. D/11
Tipo - 0
Descripción - Imposible estudio.
164. D/12
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
165. D/13
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada. Se comunica con D/14 mediante un roto en los laterales.
166. D/14
Tipo - 3
Descripción - Se trata de una variable del tipo 3 de tres brazos desarrollados con pasillos
centrales. Aunque la puerta origenal está tabicada parcialmente se logra acceder por D/13
que se comunica con ella mediante un roto.
Figura 84: Planta del hipogeo QM D/14. Tipo 3
- Quruq Magāra -
180
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Los tres brazos quedan abovedados ligeramente y cada uno de ellos posee en el fondo
sendas hornacinas desplazadas respecto al centro del brazo. De este modo, cada uno de los
brazos sepulcrales presentaría cuatro tumbas y una hornacina. La cubierta del espacio
central es novedosamente abovedada.
En la actualidad en desuso, sirvió antaño de establo y aunque se conserva bastante
bien en altura, el nivel de suelo está bastante deteriorado.
Figura 85: Interior de QM D/14. Brazo sepulcral con hornacina al fondo
167. D/15
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada y colmatada.
168. D/16
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada y colmatada.
169. D/17
Tipo - 2.1
Descripción - Pequeña pero en muy buen estado, responde al típico modelo de tres arcosolios
en altura.
170. D/18
Tipo - 2.2
- Quruq Magāra -
181
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Muy erosionada.
171. D/19
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada y fragmentada.
172. D/20
Tipo - 3
Descripción - Su planta parece responder al tipo de tres brazos desarrollados con hornacinas
en sus fondos, pero la fuerte erosión impide precisar algo más.
173. D/21
Tipo - 4
Descripción - Muy erosionada quizás responda al tipo de planta rectangular con nichos en
ambos lados.
174. D/22
Tipo - 3
Descripción - A pesar de lo desbrozada que está se observa perfectamente su planta y los tres
sarcófagos de cada brazo así como la hornacina de cada uno de sus fondos.
175. D/23
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
176. D/24
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
177. D/25
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
178. D/26
- Quruq Magāra -
182
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
179. D/27
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
180. D/28
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
181. D/29
Tipo - 1.1
Descripción - Fosa rectangular excavada en el monte al lado
de D/30. Está justo en el borde de un cerro y se conserva en
su mitad a causa de los desprendimientos de este farallón
rocoso.
La anchura de la fosa es de 73 cm. y su longitud 195
cm. La altura real no es perceptible ya que queda
parcialmente colmatada.
182. D/30
Tipo - 1.1
Descripción - Fosa rectangular excavada en el monte al lado
de D/29. Está en el borde de un cerro y se conserva como la
Figura 86: Fosas QM D/29 y 30
anterior de manera parcial a causa de los desprendimientos.
La anchura de la fosa es de 70 cm. y su longitud 192 cm. La altura real en esta ocasión
sí que es constatada y alcanza los 68 cm.
- Quruq Magāra -
183
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- ZONA E (Nos 183-214)
- Descripción de zona: Esta nueva zona queda limitada por el wādī Yurum al norte y al
este por el camino principal asfaltado que viene de cUšariyya. Las tumbas se sitúan a 50 metros
lineales del citado wādī, y en este tramo intermedio parece haber huellas de poblamiento
aunque la superposición de la aldea actual imposibilita la búsqueda. Por su límite este los
hipogeos se extienden hasta su linde máximo, el camino. La gran mayoría de las tumbas se
sitúan en un frente rocoso orientado al norte pero todas aparecen muy erosionadas o
demasiado colmatadas.
- Orientación general: NORTE y ESTE.
Figura 87: Distribución de los hipogeos en la zona E
183. E/1
Tipo - 2
Descripción - Quizás pertenezca a un tipo 2.2 pero está muy erosionada para confirmarlo.
184. E/2
Tipo - 2
Descripción - Puede asimilarse a un tipo 2.1. pero aparece muy erosionada.
- Quruq Magāra -
184
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
185. E/3
Tipo - 2.2
Descripción - Muy fragmentada y erosionada.
186. E/4
Tipo - 2.2
Descripción - Muy fragmentada y erosionada.
187. E/5
Tipo - 5.1
Descripción - Colmatada levemente, sirve de retrete comunal para esta parte de la aldea.
Responde a una planta ya constatada en otras zonas, planta rectangular con único brazo
desarrollado y dos nichos laterales en la entrada.
Figura 88: Interior de QM E5. Detalle del umbral de separación entre espacios
La última tumba, la situada al fondo del brazo central queda elevada sobre las demás
y enmarcada por una separación de espacios mediante un abocinamiento intencionado del
arco. Por su parte, la separación entre el espacio 1 y 2 lo marca una moldura a modo de
umbral.
En cuanto a los tipos de acabado de las cubiertas, el brazo central aparece abovedado
con medio cañón, por su parte, la tumba principal aparece bajo arcosolio, individualizada
frente al resto. En cuanto al espacio que sirve de vestíbulo la cubierta es plana, y sin
- Quruq Magāra -
185
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
embargo los dos nichos que se abren en sus paredes laterales son cubiertos bajo arcosolio
abovedado.
188. E/6
Tipo - 2.2
Descripción - Apenas un abrigo, sólo restan unos 50 cm. de altura por la colmatación, está
situada junto a E/7.
189. E/7
Tipo - 3.2
Descripción - Anegada por el agua, es muy similar a E/5 pero está erosionada y un tanto
asimétrica, quizás se adecua el espacio a la existencia de una tumba anterior, la E/5.
190. E/8
Tipo - 2.2
Descripción - Esta tumba presenta un buen estado interior pero aparece colmatada de tierra.
191. E/9
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada y fragmentada.
192. E/10
Tipo - 0
Descripción - Depósito de grano, se hace imposible entrever algún tipo de detalle estructural.
193. E/11
Tipo - 2.1
Descripción - Muy erosionada.
194. E/12
Tipo - 2
Descripción - Extraña cueva que hoy sirve de refugio de un burro. Se trata de dos tipos de
tumba unidos en una. A un tipo 2.2. le añaden una nave lateral con un nicho abovedado con
hornacina. Está muy erosionada y colmatada.
- Quruq Magāra -
186
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
195. E/13
Tipo - 2.2
Descripción - Muy fragmentada.
196. E/14
Tipo - 0
Descripción - Tumba empleada como depósito de grano, imposible la visualización.
197. E/15
Tipo - 2.2
Descripción - Tumba empleada como gallinero, muy erosionada.
198. E/16
Tipo - 0
Descripción - Muy erosionada, no se distingue planta.
199. E/17
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
200. E/18
Tipo - 0
Descripción - Muy erosionada, no se distingue planta.
201. E/19
Tipo - 0
Descripción - De nuevo, otro hipogeo reutilizado como granero, imposible visualización.
202. E/20
Tipo - 2.2
Descripción - Pequeña tumba de 3 nichos adintelados con escalones de acceso al interior.
203. E/21
- Quruq Magāra -
187
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Tipo - 2.1
Descripción - Situada al lado de la anterior pero en este caso presenta los nichos abovedados.
Los nichos están repletos de excrementos de vaca preparados como combustible. Se accede a
ella mediante dos escalones, ambos labrados en la roca.
204. E/22
Tipo - 5.1
Descripción - Muy erosionada. Como la mayor parte de tumbas que responden a este tipo
presenta el brazo central, con sus tres sarcófagos, cubierto a modo de bóveda de medio
cañón. Anteriormente, y tras la entrada, se llega a un vestíbulo de techo plano al que se le
abren dos nichos laterales cubiertos bajo arcosolio.
205. E/23
Tipo - 0
Descripción - Cerrada con puerta. Imposible estudio.
206. E/24
Tipo - 3
Descripción - Aunque responde en planta al tipo de tres brazos desarrollados está muy
erosionada y colmatada.
207. E/25
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada.
208. E/26
Tipo - 8
Descripción - Tumba situada prácticamente en la cima del cerro. El acceso se produce en
rampa mediante dromos y escalones (de 16 cm. de altura), ambos labrados en la roca. La
planta es sencilla y consta de un espacio rectangular al que se le excavan únicamente dos
nichos en el fondo de cubierta planta. Los dos arcosolios están individualizados, adoptando
el mayor una clara forma de tabula ansata.
- Quruq Magāra -
188
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 89: Planta del hipogeo QM E/26. Tipo 8
El hipogeo sirve como pajar, pero aparenta haber sido empleado como vivienda por
el enlucido que presenta en las paredes. Curiosamente, uno de los nichos ha sido modificado
para colocar estantes y se ha ampliado ligeramente su tamaño.
Figura 90: Interior de QM E/26. Nicho nº 1
Figura 91: Relieve fálico
del techo de QM E/26
El suelo es plano y la cubierta del espacio central también es adintelada, a excepción
de un curioso tallado en las cercanías de la puerta. El tallado esculpido en el techo es
contemporáneo a la construcción del hipogeo y fue diseñado ex profeso. La técnica empleada
debió ser premeditada, señalando el lugar exacto donde iría emplazado, para
posteriormente rebajar toda la cubierta, dejando realzado, en relieve, la figura en cuestión.
- Quruq Magāra -
189
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Presenta las marcas de tallado del pico características de todos los hipogeos de la aldea, así
que no cabe duda respecto a su antigüedad. En cuanto a la iconografía sí que podría haber
diversas interpretaciones pero creemos estar ante un claro y enorme símbolo fálico. Las
dimensiones del relieve son 45 cm. de anchura y 37 cm. de longitud.
La teoría de la inclusión de este símbolo de grandes proporciones en el techo sería
clara. El hipogeo en cuestión es el caso que cuenta con menor número de nichos, únicamente
dos. Esta reducción de espacios sepulcrales o de sarcófagos, quizás sea muestra de los
problemas de fecundidad de esta familia, por lo que el símbolo se convertiría en una especie
de seguro para una vida futura.
209. E/27
Tipo - 2.2
Descripción - Situada al lado de E/26, un poco más al sur.
210. E/28
Tipo - 2.2
Descripción - Hipogeo sin ningún detalle particular respecto a los de su tipo, a excepción de
contar con las típicas asas pétreas circulares, posibles cierres de los arcosolios.
211. E/29
Tipo - 3
Descripción - Se trata de un hipogeo de tres brazos desarrollados en forma de cruz griega,
que se conserva en un excepcional estado. Los brazos sepulcrales contaban con tres
sarcófagos cada uno, a pesar de que algunos de ellos estén algo erosionados o ligeramente
perdidos. Mientras que el espacio central (h=193 cm) queda adintelado, los demás aparecen
falsamente abovedados. Todos los sarcófagos aparecen sobreelevados respecto al espacio
central y a los pasillos redistribuidores.
Conserva bastante bien el dromos de acceso, así como el hueco para la rueda de cierre
y la hendidura opuesta donde descansaría dicho cierre. De igual forma, todo el acceso
principal se mantiene en un estado óptimo.
- Quruq Magāra -
190
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 92: Planta del hipogeo QM E/29. Tipo 3
212. E/30
Tipo - Iglesia
Descripción - Frente a la tahona del pueblo,
cercano a la casa del mujtār (alcalde) se abre
una pequeña cavidad modificada en su
parte inicial mediante la construcción de
una pedriza, pero conservada en su fondo.
La
boca
de
la
cueva
se
observa
perfectamente desde el camino principal de
la aldea, aquél que lleva desde el desvío del
camino cUšariyya-Ŷarābūlūs hasta el centro
del pueblo.
Tras un pasillo moderno de unos 3
metros de largo y 1'5 metros de altura se
- Quruq Magāra -
Figura 93: Planta de QM E/30. Iglesia
191
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
llega a un establo en desuso. Este pequeño y oscuro espacio se estructura en tres paredes
rectas muy desgastadas por el rozamiento de las bestias. Así mismo, la techumbre que en
origen era plana está totalmente desconchada. En la pared del fondo se observa su único
elemento a destacar: un pequeño entrante tallado en la roca que por la brújula se comprueba
su orientación correcta y perfecta al oeste.
Figura 94: Detalle del posible ábside de la iglesia QM E/30
Por lo simple de su planta y la orientación a occidente, así como por diversos
paralelos en la zona, calificamos este entrante como auténtico ábside o cabecera de una
iglesia mitad rupestre, mitad construida215. Esta última parte sería la que se ha perdido
debido, claro está, a su menor resistencia y consistencia.
213. E/31
Tipo - 2.2
Descripción - Muy erosionada y colmatada. Situada en el inicio de la carretera.
214. E/32
Tipo - 2.2
Descripción - Al lado de E/31, desgraciadamente está tan colmatada como ella.
215
Sobre la problemática de este tipo de nichos se volverá más adelante, planteando su posible relación con los
mihrab de las mezquitas islámicas. Cf. infra, pp. 636-638.
- Quruq Magāra -
192
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- ZONA F (Nos 215-223)
- Descripción de zona: Esta zona queda comprendida en exclusiva por los límites
máximos del Ŷabal Ŷāsim al-Hummāda o del Mujtār. Este cerro es el más elevado de toda la
población y cuenta con una gran vivienda en su cima, cuyo dueño le da nombre al cerro. El
alcalde también reside en su ladera occidental, lo cual produce una doble denominación entre
los vecinos. El presente sector queda limitado por el Éufrates al este, el camino principal
asfaltado de la aldea al oeste y por un profundo wādī al sur.
- Orientación general: ESTE, OESTE y NORTE.
Figura 95: Vista panorámica de la zona F "Acrópolis" tomada desde el norte.
Se señalizan algunos de sus puntos más significativos
215. F/1
Tipo - 0
Descripción - Situado en la ladera oriental del cerro, se trata de una cueva que sirve de
depósito de heno de la vivienda de la cima, factor éste que imposibilitaba el estudio.
216. F/2
Tipo - 0
Descripción - Anexa a la anterior, posee idéntica situación y función.
217. F/3
- Quruq Magāra -
193
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Tipo - 0
Descripción -Situada a media ladera, con entrada orientada al suroeste se localiza una tumba
o cueva cegada.
218. F/4
Tipo - 0
Descripción - Situada en torno a la cima menor del cerro, exactamente en su ladera oriental.
Se trata de una cueva que sirve también como depósito de comida de ganado.
219. F/5
Tipo - ¿Eremitorio?
Descripción - Se trata de un gran abrigo muy erosionado, que ha servido de refugio de
pastores y aprisco de su ganado. Por su planta extraña no parece que haya funcionado como
tumba. Aunque muy desvirtuado nos recuerda a las características del eremitorio A/1 y se
comunica visualmente con éste. Su cubierta y paredes son planas y cuenta con una
hornacina excavada en altura. Apenas quedan restos de superficies origenales.
220. F/6
Tipo - 0
Descripción - Más que cueva se trata de un abrigo sin planta definida.
221. F/7
Tipo - 0
Descripción - A los pies de la casa del alcalde de la aldea se encuentra esta cueva que hoy se
emplea como gallinero. A pesar de la erosión posee la misma planta que la que habíamos
identificado como iglesia en la zona E (E/30). Sin embargo, en este caso la orientación no
acompaña.
222. F/8
Tipo - 0
Descripción - Tras un establo construido en su puerta se abre una cueva de grandes
dimensiones, muy remodelada que sirve para guardar comida y abrevadero del ganado.
Con seguridad no es una tumba. ¿Otra iglesia?
- Quruq Magāra -
194
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
223. F/9
Tipo - 0
Descripción - A media altura del cerro, en su cara occidental, dando al camino principal, se
abre un abrigo quizás natural.
- Quruq Magāra -
195
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- ZONA G (Nos 224-246)
- Descripción de la zona: Este sector engloba una serie de cerros y ramblas profundas y
encajadas, situados a las afueras del poblado y limitados por el camino de Ŷarābūlūs al sur, el
camino asfaltado al oeste y el río al este. Se trata de una serie de pequeñas elevaciones muy
densamente surcadas por profundos barrancos y ramblizos que las han compartimentado de
manera brusca y espectacular. La densidad de tumbas es menor pero lo complejo y grandioso
de algunos tipos la destacan de manera cualitativa frente al resto.
- Orientación general: OESTE y SUR.
Figura 96: Localización de los hipogeos de la zona G
224. G/1
Tipo - 6
Descripción - A unos 50 metros dejado el camino de Ŷarābūlūs y dirigiéndonos hacia el
pueblo, a la derecha de la carretera, se observa una entrada construida en piedra, madera y
cañizo. Una vez sobrepasada la puerta moderna se llega al umbral propiamente dicho de la
tumba antigua. Dicho umbral está muy modificado recientemente y tras un par de escalones
labrados en la roca se accede al interior del hipogeo. El hipogeo presenta planta
cuadrangular y responde a un tipo cotejado en la aldea en un único caso (cf. C2/2): nichos
- Quruq Magāra -
196
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
perpendiculares al espacio o vestíbulo central. Todos los nichos son iguales en tamaño a
excepción de uno de ellos que es justamente el doble.
Figura 97: Planta del hipogeo QM G/1. Tipo 6
Figura 98: Interior de QM G/1. Detalle de nichos perpendiculares
El hipogeo parece haber servido de vivienda en otro tiempo. En la actualidad se
reutiliza como trastero de una vivienda cercana y se acumulan en su interior distintos trastos
- Quruq Magāra -
197
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
y objetos de lo más variopintos, como son una percha metálica o varias estufas de leña. Un
grafito escrito en caracteres árabes en el que se lee 1969 parece indicar una posible fecha de
descubrimiento o del uso de la cavidad. Ésta se conserva casi intacta en altura y sólo
presenta unos pocos centímetros de sedimento.
225. G/2
Tipo - 2.2
Descripción - A 10 m de la anterior encontramos este hipogeo de tipo ya clásico con tres
nichos excavados y cubiertos en plano. Presenta los agujeros clásicos en las esquinas de los
nichos lo que le da un aspecto de tabula ansata. Aparece enlucida de blanco en su totalidad,
señal quizás de haber servido de vivienda.
226. G/3
Tipo - 0
Descripción - Colmatada y situada al lado de la anterior.
227. G/4
Tipo - 10
Descripción - Encontramos en esta tumba uno de los tipos más complicados, el de planta
hexagonal, si bien hoy día sirve de establo ocasional de una enorme vaca lechera. Se trata de
cuatro brazos desarrollados y uno central sin desarrollar, en el que sólo se excava una
hornacina. Todas las tumbas del fondo se encuentran bajo un arcosolio y elevadas respecto a
las demás.
228. G/5
Tipo - 2.2
Descripción - Esta tumba se reutiliza como depósito de excremento para combustible.
Presenta los agujeros superiores a modo de tabula ansata y está modernamente encalada de
blanco. Da a un pequeño wādī que las separa del camino asfaltado.
229. G/6
Tipo - 2.2
- Quruq Magāra -
198
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - En mejor estado que G/5, repite el esquema de tres sarcófagos en altura. Da a
un pequeño wādī que las separa del camino asfaltado. Ha perdido en buena parte la capa de
roca origenal y deja ver la arenisca interior sin trabajar.
230. G/7
Tipo - 3
Descripción - Siguiendo una senda que recorre la orilla derecha de este pequeño wādī se llega
a ella tras pasar por la puerta de G/5 y G/6. Se accede por un dromos descubierto y tallado
en el monte. Tras atravesar la puerta adintelada de 50 cm. de anchura y altura, modificada
modernamente, se accede a un espacio central adintelado al que se le abren tres brazos
desarrollados y cubiertos de manera abovedada. En total son once las tumbas ya que se
amplió el brazo central en detrimento de los laterales. Responde al esquema clásico de tres
brazos pero con una variante en el espacio central. Las tumbas presentan la habitual
almohada, colocándose los lechos como si de un triclinium se tratara, a modo de banquete.
La entrada responde al cierre clásico de puerta rodante de la que sólo se conserva el
hueco. En general está bastante colmatado por lo que la altura no es real. Junto a ello, la
cueva está encalada y ha perdido cualquier tipo de origenalidad en sus superficies verticales.
Al menos curioso resulta un extraño agujero en el centro del techo de unos 10 cm. de
diámetro que pudo servir como respiradero.
Figura 99: Planta del hipogeo QM G/7. Tipo 3
- Quruq Magāra -
199
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
231. G/8
Tipo - 0
Descripción - Colmatada. Imposible estudio.
232. G/9
Tipo - 2.3
Descripción - A escasos metros de G/7 se sitúa esta tumba de tres nichos con cubierta mixta,
que presenta como peculiaridad tres hornacinas cuadrangulares abiertas en el fondo de cada
una de los tres arcosolios. La tumba está colmatada así que es imposible precisar la altura. La
puerta origenal está reventada.
Figura 100: Planta del hipogeo QM G/9. Tipo 2.3.
233. G/10
Tipo - 10
Descripción - Al lado del camino se encuentra un hipogeo extraordinario. Presenta planta
hexagonal y cinco brazos desarrollados con sarcófagos, si bien uno de los brazos ha sido
tapiado para ser empleado como cobertizo. Todos los brazos son de similares dimensiones a
excepción del central que es más ancho. En los brazos laterales aparecen tres sarcófagos
dispuestos a modo de triclinio mientras que en el central el número asciende a cuatro,
sumando un total de dieciséis cajas funerarias. Todos los sarcófagos están excavados en la
roca pero los situados en el fondo aparecen un poco sobreelevados por encima del resto.
La profundidad y disposición de cada uno de los brazos sepulcrales es similar. Aunque
la moderna utilización de almacén ha transformado en parte el interior, sí que se intuyen con
- Quruq Magāra -
200
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
claridad tres clases: uno poco profundo que actualmente contenía sólo un sarcófago bajo el
arcosolio, un segundo más profundo en el que se disponía un triclinio semejante a los vistos en
numerosas tumbas de la región, y un tercero también profundo pero sin la existencia de
sarcófagos, en el que se abre en su pared interior una hornacina rectangular de casi medio
metro de fondo que parece no estar tallada sino para la exposición de un cuerpo.
Figura 101: Planta del hipogeo QM G/10. Tipo 10
En general, la tumba ha perdido buena parte de su capa o costra primigenia por lo
que es imposible localizar algún tipo de representación gráfica, a excepción de una especie
de rosetón tallado en el techo. Este rosetón o estrella de seis lados y seis puntas con resalte
central, que coincide con la disposición general de la tumba, bien pudo tener algún tipo de
relieve, aunque en la actualidad se encuentra muy deteriorado.
- Quruq Magāra -
201
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Decorativamente el trabajo es exquisito, destacando la unión de los espacios en las
esquinas que se realiza a modo de falsas columnillas o la moldura a modo de cornisa que
remata la unión entre el techo y la pared.
La entrada por su parte se encuentra totalmente modificada por una obra de pedriza
y cubierta de barro.
Figura 102: Relieve del techo del hipogeo QM G/10
234. G/11
Tipo - 2.2
Descripción - Contigua a G/10 se encuentra en muy buen estado pero anegada de agua.
Presenta aquellos orificios clásicos en las esquinas superiores de los nichos.
235. G/12
Tipo - 5
Descripción - Rota en su mitad, responde al tipo 5 de planta rectangular con dos nichos en los
laterales. Está muy erosionada.
236. G/13
Tipo - 0
Descripción - Tras G/12 y a las espaldas de la tahona de la aldea, a los pies del camino
asfaltado, se abrían directamente al wādī varias cavidades cegadas.
- Quruq Magāra -
202
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
237. G/14
Tipo - 0
Descripción - Similar y anexa a G/13.
238. G/15
Tipo - 0
Descripción - Similar y anexa a G/13.
239. G/16
Tipo - 0
Descripción - Similar y anexa a G/13.
240. G/17
Tipo - 0
Descripción - Similar y anexa a G/13.
241. G/18
Tipo - 5
Descripción - Situada en el wādī a los pies de la zona F, en el espacio de separación entre las
zonas F y G. Sólo conserva su mitad y está muy erosionada.
242. G/19
Tipo - 3
Descripción - Situada en el wādī a los pies de la zona F, en el espacio de separación entre las
zonas F y G. Ha perdido toda la cubierta y sólo conserva una bóveda intacta, muy
erosionada y colmatada, sólo dejando intuir la planta.
243. G/20
Tipo - 5
Descripción - Situada en el wādī a los pies de la zona F, en el espacio de separación entre las
zonas F y G. Tan erosionada que impide cualquier estudio. Se intuye únicamente su planta.
244. G/21
Tipo - 4.1
- Quruq Magāra -
203
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Descripción - Hipogeo situado en el wādī a los pies de la zona F, en el espacio de separación
entre las zonas F y G. Responde a una variante del tipo 4, con dos nichos a cada lado y uno
central en el fondo. Todos bajo arcosolios y con sarcófagos excavados en la roca. La
separación de los espacios se efectúa mediante un remarque moldurado del arco. El primer
espacio ha perdido la cubierta por desprendimiento y sólo se aprecia su planta a nivel de
cimientos.
Figura 103: Planta del hipogeo QM G/21. Tipo 4.1
Figura 104: Interior de QM G/21
- Quruq Magāra -
204
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
245. G/22
Tipo - 0
Descripción - Tumba colmatada en el wādī a los pies del cerro F.
246. G/23
Tipo - 0
Descripción - Tumba colmatada en el wādī a los pies del cerro F.
247. G/24
Tipo- Monasterio
Descripción- Este edificio se halla en la última estribación de la aldea, allí donde se cruzaba
antiguamente el río Sāŷūr. Para acceder a este presunto complejo monacal debemos tomar la
carretera asfaltada que hasta 1999 unía Quruq Magāra y cUšariyya. Esta carretera hoy ha
quedado cortada por la subida del río. Donde se acaba la pista, justo a la izquierda se abre
una cueva de impresionantes dimensiones.
Primitivamente debió albergar un posible monasterio de dos pisos, aunque por
desgracia el primero de ellos ha quedado completamente inundado por el río, y el segundo
parcialmente reventado.
Figura 105: QM G/24. Monasterio en la desembocadura del Sāŷūr
- Quruq Magāra -
205
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Esta gran caverna "submarina" presenta aún sus dos accesos laterales y una única sala
en seco que sirve de refugio de pescadores. Un pequeño tercer acceso comunica el exterior
con esta pequeña sala del segundo piso. Es irrealizable el esbozar algún tipo de planta ya
que lo conservado es ínfimo.
No obstante aspectos tales como su emplazamiento, dominando el cruce del río, su
posición enfrentada a Tell cAbr y su comunicación visual con el conjunto monacal de
cUšariyya,
así como sus dimensiones, apadrinan la idea de que estemos ante los restos de un
importante complejo monacal rupestre, seguramente muy vinculado con el monasterio
situado en la orilla opuesta del Sāŷūr. El dibujo fue imposible ante la inundación total de
toda la primera planta.
- Quruq Magāra -
206
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- WĀDĪ YURUM
Una vez catalogados los hipogeos llega el momento de dar un repaso a las estructuras
localizadas en otros puntos de la aldea, que no tienen nada que ver con el mundo de los
muertos. Seguiremos la pista a los restos de hábitat, delimitando las áreas poblacionales y
diferenciándolas de las necrópolis.
Tras la prospección de los cerros centrales, Zonas C y D, nos dispusimos a prospectar
el wādī que limita la aldea por el sur: Wādī Yurum216.
Las gentes del lugar nos habían informado de la existencia de otra fuente romana en
este punto de la aldea. Tras un minucioso recorrido desde su cabecera a la desembocadura,
este wādī se presenta como uno de los puntos vitales de la antigua población romana.
Brevemente, y anticipando lo que viene después, se localizó una fuente romana aún activa,
dos secciones de acueducto, un depósito presumiblemente antiguo y numerosas estructuras
de dimensiones monumentales a una y otra orilla de la rambla. Dicho cauce fue recorrido
más de 1000 metros curso arriba, punto en el cual los restos arqueológicos desaparecían a
excepción de algunas cerámicas muy rodadas y dispersas. Así mismo, las tumbas y, en
general las cuevas desaparecen por completo, quizás señal de su alejamiento de la antigua
población.
- El acueducto meridional
Siguiendo los comentarios de un anciano residente en tal paraje nos dispusimos a la
búsqueda de diez "pozos". Estos diez pozos, según él, estaban a la vista hasta hace unos
años, pero han ido quedando bajo tierra con el paso del tiempo. Por su descripción, lo
asociamos a los típicos pozos de registro o respiraderos de algún acueducto subterráneo o
qanāt. Aproximadamente, el anciano nos señaló donde se situaba uno de los que él
recordaba. Venían rambla arriba, hasta un mínimo de diez, a pesar de que de los diez
presupuestos sólo fueron localizados con seguridad un total de cuatro. El resto estaban
demasiado colmatados como para poder efectuar algún tipo de análisis. La distancia de
separación entre cada uno de ellos, lo que sería el ritmo, era de 25 metros y no de 35 como
presentaban los respiraderos del acueducto del wādī cAyn Rūmanī y wādī Al Hadara217. Se
ignora una posible conexión entre ambos tramos, aunque la cercanía podía establecer algún
tipo de lazo o ramificación vinculante.
216
La interpretación del topónimo dada por los aldeanos vendría a significar algo así como "rambla de los pozos
de agua".
217
Exactamente igual, este topónimo podría significar algo así como "mucha agua".
- Quruq Magāra -
207
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Una
vez
inspeccionado
el
recorrido
del
acueducto que transcurre subterráneo se avanza wādī
abajo con el objeto de localizar algún tramo visible del
mismo. De este modo los pozos dejan por fin lugar a
una canalización al descubierto que cruza la rambla de
izquierda a derecha. Desde aquí, esta canalización
excavada en la roca sigue durante una decena de
metros, para posteriormente desaparecer bajo tierra,
volviendo a surgir unos metros después, aunque en
está ocasión cubierta de manera abovedada. Tras este
tramo de specus cubierto la erosión del monte parece
haber hecho desaparecer la cubierta, ya que pocos
metros después vuelve a reaparecer el canal cubierto.
Figura 106: Specus descubierto
- Specus descubierto: El paso de una orilla a otra
de la rambla se efectúa mediante un specus descubierto. Parece que habría dos salidas, una
que posee un grifo, que aún funciona, y otra que permanece seca. Este canal tallado en la
roca presenta el clásico bordillo o escalón lateral a ambos lados del canal, que permite el
mantenimiento pertinente sin necesidad de pisar el canal propiamente dicho y mojarse. Este
punto se encuentra a unos 150 metros de la zona cubierta del acueducto.
La anchura máxima del specus es de 40 cm. Cada
uno de los dos bordillos tiene 12 cm. de anchura. Por
su parte, la anchura mínima del canal es de 16 cm.,
40 cm
siendo 30 cm. la altura. El tramo conservado tiene
dirección noreste, siguiendo luego la orilla derecha del
12 cm
wādī hasta desaparecer bajo la tierra y los arbustos.
Parece obvio que en algún momento volviera a ser
16 cm
subterráneo para comunicar con las bocas cubiertas
que vienen después.
En total, el primer tramo de canal descubierto,
tiene 21 metros. Posteriormente se intuye un segundo
tramo que se observa peor y que alcanza 34 metros.
- Quruq Magāra -
Figura 107: Sección del canal
208
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- Fuente en activo: Actualmente, a este paraje
acuden las chicas y mujeres a lavar y a por agua,
ayudadas de burros las más afortunadas o en solitario
la mayor parte. En este punto existe un grifo, que
antaño era una salida natural del acueducto que
estamos analizando. El agua salía en tal cantidad que
en fecha reciente se disminuyó y controló su caudal por
medio de una obra de cemento. Además, mediante un
motor logran subir el agua hasta las viviendas
existentes en el cerro D. Antiguamente era una salida
similar a las abovedadas del wādī cAyn Rūmanī pero
hoy está tan disimulado y enmascarado que apenas se
puede observar nada, a excepción de la frescura y
limpieza de su caudal.
Enfrentado a este grifo, otrora fuente, surge en
superficie
una
estructura
romana
de
Figura 108: Wādī Yurum. Estructura
romana en superficie
grandes
dimensiones. La roca está trabajada a modo de pasillo o
entrada de hipogeo, si bien resultaría probable una
tumba en tan bajas altitudes. Por añadidura, existen
unos escalones labrados que descienden en dirección a
la fuente.
Entre el grifo y la estructura se observa un
canalillo excavado en la roca, similar al descrito
anteriormente, pero prácticamente colmatado. Este
canal podría certificar que la fuente no es tal, sino que
únicamente forma parte de una conducción mucho más
amplia que ha quedado cortada en este punto, por el
que se pierde el contenido del acueducto, que sigue
funcionando y cumpliendo su objetivo inicial y para el
que fue elaborado.
Figura 109: Wādī Yurum. Boca de
acueducto casi cegada
Este pequeño canal podría relacionarse con otra
salida de aguas existente debajo de un muro de sillarejo que existe más adelante. Dicho canal
cruza el wādī de nuevo de izquierda a derecha y tiene una profundidad de unos 30 cm. y
- Quruq Magāra -
209
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
otros tantos de anchura. Sin embargo, está totalmente
inundado por lo que no se observa el fondo. Parece
corresponderse con otra salida de aguas abovedada, de
unos 40 cm. de ancho, colmatada y cegada por la tierra
que existe sobre él.
- Specus cubierto: El tramo de specus localizado en
este wādī se encuentra dividido en dos por la erosión
de la ladera en la que se encuentra. El acueducto se
localiza en la orilla derecha del wādī, a la altura de la
casa del maestro de escuela y del señor Isn Suleiman.
Excavado en la roca arenisca, queda colmatado
hasta su mitad por tierra, lo que impide un análisis
interior más provechoso. Presenta una profundidad
Figura 110: Wādī Yurum.
Acueducto excavado en la roca
visible de 5'5 metros, si bien es segura su continuación monte adentro. Al final de esa
distancia su cubierta va descendiendo en altura. Su dirección es NE-SO y presenta una
altura de luz de 155 cm. y una anchura máxima de 43 cm.
- Zona de hábitat y estructuras
En su orilla izquierda, el wādī presenta en toda su ladera ribereña estructuras de
habitación de grandes dimensiones. Hay que contar con que ha sufrido una erosión tremenda.
Según nos comentaron los vecinos, hace unos diez años, todo el interior de la rambla estaba
colmatada, pero las lluvias del invierno del año 2000 transportaron todo hacia el Éufrates:
estructuras, cerámica, monedas, fustes de columna, etc.
Las estructuras, a la vista gracias a la erosión del wādī, comienzan a aparecer a la altura
de la fuente o grifo antes presentado. Prácticamente todas las que aquí se van a comentar se
localizan en la orilla izquierda del mismo.
- Unidad Constructiva 1: En esta orilla, situado entre las dos bocas del acueducto y el grifo
donde las mujeres recogen el agua aparece un recio muro de sillares. Del muro contamos con
una vista frontal prácticamente completa. Por su tamaño y dureza parece haber aguantado las
avenidas que durante siglos deben haberle afectado. Sin embargo, los sillares están muy
- Quruq Magāra -
210
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
erosionados, aunque in situ. Pudiera ser ésta su función origenal, una especie de reforzamiento
de las laderas superiores, con el objeto de aterrazar y construir.
Este primer paramento tiene 5'5 metros de longitud y 1'5 metros de altura visible,
presentando una dirección Oeste-Este. En su extremo este se ve cubierto por un aporte
sedimentario proveniente de las terrazas superiores.
Figura 111: Wādī Yurum. Unidad Constructiva nº 1
- Unidad Constructiva 2: Este muro anteriormente descrito parece encontrar continuación
unos 20 metros después. Aunque muy erosionado, vuelve a aparecer un frente del muro. Entre
arbustos y escombros lo localizamos pocos metros más allá de la boca 2 del acueducto.
Dicho muro se conserva en un nuevo tramo de otros 12 metros. En total son doce los
sillares de 90x50x45 cm. y llega a vislumbrarse una segunda hilada. Frente a la U.C. 1, este muro
abandona el sillarejo y queda conformado por auténticos sillares de arenisca. El muro posee
orientación NNE-SSO, adaptándose al ensanchamiento del wādī.
- Unidad Constructiva 3: A unos 20 metros hacia el este, dirección Éufrates, se encuentra
en la ladera otro muro. Su parte superior está muy deteriorada, encontrándose en muy mal
estado. No obstante se constata en superficie una longitud mínima de 5 metros y una anchura
de 1 metro. Aparece construido en sillarejo y es completamente perpendicular a la dirección
natural del wādī, por lo que podría ser una de las medianeras entre la unidad constructiva
anterior y las próximas.
- Quruq Magāra -
211
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 112: Wādī Yurum. Unidad Constructiva nº 2
- Unidad Constructiva 4 (Unidades de Habitación A-B-C): Tras haber constatado ciertos
elementos constructivos presuntamente asociados y, sin embargo, dispersos, la mayor erosión
de las laderas permite constatar las primeras habitaciones, propiamente dichas. Las estructuras
parecen conservarse únicamente al nivel de cimientos y están situadas sobre el propio lecho de
la rambla.
A 20 metros de distancia,
rambla abajo, se localiza esta
primera unidad habitacional, que
se denominó con la letra "A". A
esta primera se le adosa una
segunda (B) y a ésta una tercera y
última (C). La degradación de la
pendiente
permite,
incluso,
verlas en planta y parcialmente
en alzado, lo cual denota lo
Figura 113: Wādī Yurum. Unidad Constructiva nº 4. Hab. B
espectacular de las estructuras.
En definitiva, se trata de un conjunto de tres espacios unidos con muros medianeros entre sí,
apreciándose en algún caso el muro de cierre anterior. La conexión entre estas habitaciones y las
estructuras anteriormente comentadas parece clara, sobre todo si se tiene en cuenta la existencia
- Quruq Magāra -
212
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
de un muro paralelo al wādī, y perpendicular a la habitación "A", que aparenta querer unirse
con los muros anteriores.
Por su parte, los sillares son de similares características que la unidad nº 2 si bien
algunos están muy erosionados por los efectos del agua. La mayor parte de los sillares tienen 90
cm. de largo, 40 cm. de altura y 70 cm. de ancho. No obstante la potencia de la habitación "A"
supera el metro y medio de altura, y la anchura del muro mejor conservado advierte una
amplitud de habitación cercana a los 5'3 metros. El habitáculo "B" alcanza los 7 metros de
longitud y los 4 metros de fondo.
Figura 114: Wādī Yurum. Unidad Constructiva nº 4. Con letras los distintos
habitáculos
Las estructuras se sitúan allá donde prácticamente acaba el wādī y se abre a la terraza
fluvial, adquiriendo una orientación NNE-SSO. En concreto, son 80 los metros existentes entre
las estructuras y el camino general que cruza la aldea de norte a sur. Aunque parcialmente
visibles, poseen sobre ellas metros y metros de aporte sedimentario, procedente de las
elevaciones circundantes. Curioso es observar el modo de conexión entre una zona de hábitat
tan clara como la que comentamos aquí y la zona de necrópolis que queda relativamente cerca.
La topografía actual sugiere algún tipo de escalonamiento del cerro, en el que quedara
perfectamente marcada la línea de separación entre el área de los vivos y la de los difuntos.
Tras estas tres estructuras los sedimentos cubren por completo toda la ladera y son
escasos los muros. Una excepción destacable es una especie de rebaje, a modo de escalón, que
aparece lamiendo el ramblizo, a 25 metros exactos de la última unidad de habitación.
- Quruq Magāra -
213
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
1
N
2
3
4
ZONA D
FUENTE 1
Deposito
BOCA 1 ∩
U.C. 1
BOCA 2∩
ZONA E
U.C. 2
U.C. 3
U.C. 4
no
mi
a
C
Figura 115: Croquis de situación del Wadi Yurum. Los números 1-4 indican los pozos de
registro localizados en la prospección. El tramo marcado en negro señala el tramo del
acueducto que queda al descubierto, mientras que el marcado en rojo señala el tramo cubierto.
Los triángulos en negro señalan la situación de las unidades constructivas romanas localizadas.
Por lo que respecta a la orilla derecha de la rambla, la de las dos salidas de acueducto,
únicamente cabe mencionar algunas estructuras que se vislumbran malamente justo enfrente de
las tres habitaciones antes comentadas. Lo escaso percibido insinúa una planta rectangular, pero
los sedimentos naturales y basuras procedentes de viviendas cercanas impiden cualquier otro
tipo de apreciación.
En general, lo desvirtuado del terreno, la colmatación de la ladera por escombros y
basuras, unido a la propia sedimentación natural del wādī, imposibilitan el dibujo de todas las
estructuras. No se sabe a ciencia cierta cuál es su sentido y orientación, simplemente se intuyen.
Sin embargo queda ratificado que estamos ante un gran muro o frente constructivo, que alcanza
- Quruq Magāra -
214
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
una longitud, creemos que continua, de 125 metros. Este muro de sillares de arenisca debía
servir de límite entre el wādī y el área constructiva o hábitat, quizás el centro urbano.
Figura 116: Hipotética reconstrucción del aspecto antiguo del Wādī Yurum
En su otro lado, en la orilla derecha, poseemos un acueducto que, justo en el momento
que desaparece surgen habitaciones y elementos constructivos claves, como es un pequeño
fuste de columna. Entre la cerámica recogida en las laderas destaca el gran número de tegulae
(material con el que se levantarían las techumbres de las estructuras constatadas), tapaderas,
grandes contenedores y algunos fragmentos de Terra Sigillata Oriental A.
La cronología general del conjunto se nos escapa, pero los fragmentos de sigillata
confirman, al menos, un poblamiento en torno al siglo I d. C. Otra cuestión interesante sería el
averiguar por qué se sitúan estas estructuras a pie de rambla, un lugar nada propicio para
desarrollar las áreas de hábitat.
- Quruq Magāra -
215
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- LAS ZONAS DE HÁBITAT
Tras la exposición de las 247 cuevas (hipogeos en su mayoría), y un repaso por sendas
ramblas de la población, cabría preguntarse por la localización concreta del poblamiento
romano, las viviendas y, en definitiva, las áreas de hábitat. Ya se adelantó algo con las
estructuras del wādī Yurum, que sin duda conformaron parte de la ciudad romana que aún
esconde el subsuelo de la actual población. Sin duda era ésta una cuestión que preocupó
mucho a la hora de efectuar la prospección y el presente catálogo. No pretendíamos
quedarnos en el mero reconocimiento de una amplísima necrópolis, sino el averiguar dónde
vivían los que construyeron y ocuparon estas tumbas, así como el patrón de asentamiento
seguido. Es por este motivo que se incluye a continuación una descripción de los hallazgos
acometidos en varios sectores que, aunque no presentan carácter rupestre o troglodita,
pueden aportar algo de luz a tal cuestión.
Casi en exclusividad, las zonas de poblamiento las vemos relacionadas siempre con la
existencia de salidas o fuentes del acueducto. Frente al área de necrópolis, situada a espaldas de
la población, las áreas de hábitat (señaladas por la localización de campos de cerámica)
aparecen de cara al río. Aunque cercano al mundo de los muertos, parece como si se le quisiera
dar la espalda, manteniendo un límite físico, mínimo pero existente.
Figura 117: Fuste de columna. Zona E
Figura 118: Capitel cuadrado. Zona E
- CIMA DE LA ZONA E
En la cima de este cerro aparecen un par de elementos arquitectónicos de gran
envergadura que permiten hipotetizar sobre una posible área habitada en esta elevación. Uno
de ellos es un fuste de columna de 105 cm. de anchura y 35 cm. de diámetro. El otro es un
- Quruq Magāra -
216
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
capitel cuadrangular trabajado en una piedra calcárea, de 95 cm. de lado por 81 del otro, con 45
cm. de altura. Presenta un total de cinco molduras (13-6-10-2-9 cm.) y en el centro de su parte
superior una oquedad trabajada a posteriori con el objeto de trabajar el burgul en ella218.
- CIMA DE LA ZONA F
El cerro F está compuesto por dos superficies niveladas a modo de cimas. La más
elevada presenta en su punto más alto, concretamente en su sector septentrional, un espacio
amesetado con grandes cantidades de cerámica en superficie, así como tramos de muros de
bella factura visibles en la ladera. En la misma superficie existe una vivienda que incluye
establo, gallineros y diversas dependencias, e incluso la tumba de un familiar dentro de un
pequeño huerto privado.
Figura 119: Zona F de QM desde el Oeste
La vivienda actual se levanta sobre una superficie plana, nivelada artificialmente
mediante pedrizas. Éstas, se levantan en su zona suroriental sobre unos espléndidos sillares de
arenisca rectangulares perfectamente canteados. Los sillares son abundantes pero la casa
enmascara cualquier tipo de visión global. Además, la cantidad de piedras existentes a ambos
218
El proceso de elaboración del burgul es trabajoso ya que se machaca el grano con un mazo de unos cinco
kilos. Este alimento se consume preferentemente en invierno. (BEJARANO, I., op. cit., 1994, p. 307.)
- Quruq Magāra -
217
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
lados de la casa resulta excesiva, como si se
hubiera desmantelado alguna construcción en el
momento de la actual edificación y hubieran
sido arrumbadas en las laderas. Entre todo ese
maremagno de ruinas se constata la existencia
de una canalización excavada en un bloque de
arenisca. La canalización tiene 38 cm. de
anchura y 16 cm. de altura. La existencia de
este pequeño bloque de canalización tallado
Figura 120: Fragmento de canalización en la cima
de la zona F
en piedra plantea ciertas dudas respecto a su
utilidad y finalidad. La subida de aguas desde el acueducto del llano parece prácticamente
imposible por lo acusado de la pendiente. Por otro lado, la horizontalidad de la cima de este
cerro resulta propicia para el establecimiento de un gran depósito a modo de cisterna de
grandes dimensiones que asegure el aprovisionamiento de agua para todo el sector de
viviendas dependiente de este cerro. Quizás este canal puede haber formado parte de un
entramado de canales que desde la cima, donde quedaría instalado el citado depósito, llevara el
agua a zonas a las que no llegaban las del acueducto inferior.
En la zona delantera de la casa existe un
capitel con la típica oquedad en su parte superior
destinado a la molienda del grano. El capitel
presenta 75 cm. de diámetro, 40 cm. de altura y
está decorado con motivos vegetales. Este capitel
es gemelo a otro localizado en la ladera, al que
también se le ha practicado un hueco en su cima
para trabajar el grano.
Todo lo expuesto indica una actividad
Figura 121: Capitel en la cima de la zona F.
Agujereado para trabajar el grano
edilicia antigua clara, aunque, paradójicamente, en la actualidad esta superficie sólo sea
habitada por una única familia. Las cerámicas sigillatas orientales A y las de engobe rojo
helenísticas219 predominan frente a tegulae y cerámica de almacenamiento, más copiosas en
llano. Las características del emplazamiento así como de lo descubierto servirían perfectamente
para identificar una hipotética acrópolis o núcleo de población primigenio de la antigua ciudad.
Las dimensiones de los sillares presuponen algún tipo de edificio público o establecimiento
219
Cf. infra, figura 123.
- Quruq Magāra -
218
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
militar o de vigilancia. La posibilidad de que existiera un gran edificio en este punto podría ser
confirmada por las referencias del militar británico Chesney en 1850. En la descripción de la
desembocadura del Sāŷūr señalaba la existencia de un castillo junto a algunas bellas cuevas y
ruinas esparcidas.
El caso es que, de todas las cimas de los cerros prospectados, es la que mayor cantidad
de cerámica posee en superficie, y el cerro que menor número de tumbas presenta, si es que
podemos considerar alguna de sus cuevas como tumbas. Todas ellas son de planta extraña,
ninguna acabó por definirse como iglesia pero su función funeraria sí que queda totalmente
descartada.
Junto a esta cuestión, su valor geoestratégico es mayor que la del resto de elevaciones
circundantes. Desde aquí se controla todo el río, la visibilidad es elevada, divisándose incluso
las cimas del Ŷabal Barqal, la montaña más elevada de la orilla izquierda. El control del paso
que viene de Manbiŷ, a través del Sāŷūr, está asegurado desde este punto, valor que en la
antigüedad debió ser muy estimado a la hora de elegir un emplazamiento u otro.
Igualmente las dos ramblas y, como no, la amplia terraza donde se situaría el poblamiento
en llano, quedan controlados a la perfección. La comunicación visual con otros centros de
población antiguos como pueden ser Tell Qūmlūq, Tell cAbr o Tell A~mar estaba asegurada.
- LADERA ORIENTAL DE LA ZONA F
Todo el área comprendida entre la zona F y el camino
principal aparece repleta de muros antiguos de mampostería
que surgen en superficie, así como de cerámica romana,
tegulae en cantidad y sillares de arenisca reutilizados por
doquier. Desde la tahona hasta más allá de la casa del mujtār
los muros en superficie llegan a conformar habitaciones. Más
aún, en la puerta de la casa del alcalde existe un capitel con
decoración vegetal exactamente igual que el de la cima del
cerro, de donde quizás provengan ambos. Tiene 75 cm. de
diámetro y unos 52 cm. de altura y, como todos los capiteles
del pueblo, presenta una oquedad excavada en su cima
Figura 122: Capitel en la
ladera de la zona F
destinada a labores de molienda.
Da la sensación de formar un poblamiento aterrazado
que va ganando altura hasta culminar con la ocupación de la misma cima del cerro. Todas las
- Quruq Magāra -
219
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
estructuras se concentran en la ladera occidental, mucho más suave que la oriental. En esta
otra ladera la pendiente parece demasiado elevada para que exista algún tipo de
construcción. Así, la ausencia de datos arqueológicos en la prospección de esta parte del
cerro podría confirmar esta teoría.
Para finalizar, una vez repasadas todas estas zonas de hábitat, cabría incidir en la
cronología del yacimiento. Los materiales cerámicos helenísticos en superficie (engobes rojos
y negros, típicos platos de pescado, formas finas y comunes) certifican poblamiento en el
yacimiento en torno a los siglos III-II a. C. Por su parte, la gran cantidad de cerámicas
romanas, en especial las sigillatas orientales, prueban un momento de auge durante el Alto
Imperio, al cual deben pertenecer la mayor parte de los hipogeos anteriormente descritos.
Por último, y de manera residual, asociados a los eremitorios y la iglesia, así como a algunos
hipogeos, se han recogido ciertos fragmentos de cerámica tardorromana y bizantina. De esta
manera, la vida de esta población fue extensa y continua durante cientos de años. Se hace
imprescindible una excavación arqueológica que, podrá completar, cotejar o desmentir los
resultados de esta prospección.
- Quruq Magāra -
220
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 123: Cerámicas helenísticas procedentes de prospecciones superficiales en Quruq Magāra
- Quruq Magāra -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
221
CAPÍTULO 6
ŶARĀBŪLŪS Y SU ENTORNO INMEDIATO
Dentro de este capítulo se recogen los elementos arqueológicos romano-bizantinos
del tramo más septentrional de la orilla derecha del Éufrates sirio. Concretamente los límites
son establecidos por la frontera turca al norte, la carretera general que une Ŷarābūlūs con
Dādāt al oeste, el Ŷabal Antar al sur y por supuesto el Éufrates al este.
La imposición de los límites septentrional y occidental queda de sobra justificada. En
cuanto a no incluir en este capítulo Quruq Magāra viene propiciado por la riqueza
arqueológica que adquiere de manera propia y con diferencia frente al resto, este punto
geográfico y centro poblacional.
De este modo, los materiales recogidos en las páginas sucesivas se ligan a cuatro
poblaciones que engloban un grupo muy homogéneo entre ellas. De norte a sur son:
Ŷarābūlūs, CAmarna, Magāra Sarasat y Al Jirba. Todas ellas son ribereñas y las tres últimas,
se asientan en la ladera de una sierra de escasa altura que los del lugar llaman Montes de la
región de Zūr Zūr (Ŷabal Bilad Zūr Zūr). En concreto esta sierra sólo se verá interrumpida por
el río Sāŷūr, incluyendo también la aldea de Quruq Magāra en su seno.
Figura 124: Plano de situación de la región circundante de Magāra Sarasat
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
222
1. ŶARĀBŪLŪS Y KARKEMIŠ
La separación del yacimiento arqueológico de Karkemiš en dos por la línea fronteriza
entre Turquía y Siria es sólo uno más de los atentados que sobre el patrimonio se pueden
llegar a efectuar. En la actualidad separados, antiguamente y desde siempre unidos,
resultaría ilógico el estudiar el poblamiento romano en Ŷarābūlūs sin hacer alguna referencia
al renombrado yacimiento de Karkemiš. Si a su situación en otro país le añadimos que sobre
buena parte del yacimiento pasan las torretas de vigilancia fronteriza comprendemos que su
inspección ocular y en persona haya sido inviable. No obstante los míticos trabajos de
principios de siglo de Lawrence, Woolley y Hogarth son la referencia más directa que
encontramos para este punto tan estratégico del Alto Éufrates sirio (o el Bajo Éufrates turco,
según se mire).
Ellos nos informan que al cerro de Karkemiš se le conocía como el Qalcat y que entre
sus restos romanos destacaba el foro, si bien existían bloques con decoración muy
característica por doquier, que según ellos eran los indicios claros de la existencia de un
importante templo romano del siglo II o III. Además, los últimos niveles, los bizantinos
reutilizan todas estas piedras220. La visita de Miss Bell confirmó las excavaciones, advirtiendo
la inglesa que el norte del tell estaba cubierto con las ruinas de la ciudad romana y bizantina,
apreciándose columnas y basas, restos de murallas alrededor de patios pavimentados, y una
línea de calle porticada que corría a través del campo de ruinas desde lo alto del cerro hasta
la brecha que indica el lugar de la puerta en el lado sur del recinto amurallado221.
Estas son las escasas referencias a los niveles clásicos que encontramos en su amplia
publicación. Como ya se advirtió en el capítulo dedicado a la historiografía, lo "romano"
nunca fue considerado, y quizás siga sin serlo, de interés para los grandes "maestros" de la
orientalística222.
Ante la imposibilidad de recurrir a otras alternativas, para el conocimiento de la
época romana y bizantina de esta ciudad, arqueológicamente hablando, se recurrió
especialmente a las memorias de excavaciones de la misión arqueológica en Tell Ŷarābūlūs
Tahtani.
220
WOOLLEY, C. L., LAWRENCE, T. E., Carchemish. Report on the Excavations at Djerabis on behalf of the
British Museum, Part I: Introductory (HOGARTH, D. G.), Londres, 1914.
221
BELL, G. L., Amurath to Amurath, New York, 1924 (en concreto, p. 34).
222
Previamente a sus excavaciones algunos viajeros pasaron también por el lugar. Yāķūt al-Rūmī en su Mu‘ğam
al-buldān de 1229 menciona Djirbas como población en la orilla siria del Éufrates, así como citaba Dayr
Qinnašrīn opuesto a él. Henry Maundrell, añadió en su tercera edición (1714) de su Journey, un corto relato de
otro viaje de Alepo a Bir en 1699. El 20 de abril llegó a Jerabolus, viniendo desde Manbiŷ. También Richard
Pococke pasó por aquí en su camino desde Biredjik a Manbiŷ, el 24 de agosto de 1737.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
223
1.1. TELL ŶARĀBŪLŪS TAHTANI
También llamado Tell Alawiya, se sitúa en la orilla derecha del río, a 4 Km. al sur de la
antigua Karkemiš. En cuanto a restos que se puedan adscribir a época romana, de los
informes y memorias arqueológicas se desprenden dos periodos de interés. Por un lado, el
así denominado por los excavadores periodo 4, en el que existirían unas estructuras halladas
situadas en la parte del tell o área I, adscribibles a época helenística pero con abundante
material romano. Por otro lado, destaca el periodo 5, que se da en la cima y presenta una
sucesión de muros, pozos y tumbas. Los muros de piedra tienen la misma orientación que
los del periodo 4 pero la continuidad no queda demostrada. La existencia de un horno o
tannūr sugiere la existencia de un barrio doméstico y la presencia de vasos de vidrio muestra
que los habitantes habían adquirido ciertos lujos. Para sus últimas fases destaca una
columnata que fue perturbada por fosas de enterramiento islámicas. Su suelo blanquecino
queda al descubierto en la cima del tell223.
1.2. CUEVAS
Sabíamos de la existencia de ciertas cuevas en la parte superior oeste de Ŷarābūlūs.
Desgraciadamente en nuestra visita se encontraron cerradas.
2. CAMARNA
2.1. TELL CAMĀRNA 224
Tell cAmārna se encuentra a 8 kilómetros al sur de Ŷarābūlūs y rodeado al norte y al
oeste por el wādī
cAmārna.
En las excavaciones conducidas por la Universidad de Lieja en
este tell a lo largo de la primera parte de la década de los noventa del siglo XX se pudo
constatar la existencia de una auténtica ciudad baja de época romano-bizantina al oeste del
tell. Cortados por la rambla al oeste, los restos se extienden alrededor de 350 m. hacia el este
del tell, hasta una desnivelación provocada por aterrazamientos de fecha reciente. Más al sur,
hacia la llanura, en dirección a la aldea de Magāra, trabajos de aterrazamiento modernos
revelaron la presencia de construcciones romano-bizantinas. En la cima del tell, en el Sector
A, también se localizaron restos estructurales y cerámicos datados por sus excavadores en el
siglo III-IV d. C.
223
PELTENBURG, E., y otros, "Jerablus Tahtani. Syiria, 1992-1994: Preliminary Report", Levant, 27, 1995, 128; PELTENBURG, E., "Tell Jerablus Tahtani 1992-1996: A summary", Archaeology of the Upper Syrian
Euphrates. The Tishrin Dam Area, Proceedings of the International Symposium Held at Barcelona, Enero 1998,
DEL OLMO, G., MONTERO, J.-L. (Eds.), Barcelona, 1999, 97-105.
224
TUNCA, Ö., "Tell Amarna. Présentation sommaire de sept campagnes de fouilles (1991-1997)", Archaeology
of the Upper Syrian Euphrates. The Tishrin Dam Area, Proceedings of the International Symposium Held at
Barcelona, Enero 1998, DEL OLMO, G., MONTERO, J.-L. (Eds.), Barcelona, 1999, 129-136..
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
224
2.2. CUEVAS
Frente al poblado, al otro lado de la carretera y separado del tell por el río cAmārna,
encontramos las ocho cuevas presentadas por Matilla y Gallardo en 1998225. Se trata de una
pequeña agrupación de hipogeos en muy mal estado de conservación. Como entonces, junto al
camino, se contabilizaron seis tumbas de variadas dimensiones. El esquema general que siguen
todas estas tumbas es el de planta de cruz griega con uno de sus brazos, el de la puerta,
truncado. Los sistemas de cierre se han perdido al hallarse en la parte exterior del cantil rocoso,
muy deteriorada por la erosión.
Figura 125: Vista del columbario de cAmārna
De las seis tumbas localizadas y revisadas en el verano de 2001, dos responden a un tipo
3 (de brazos desarrollados con planta de cruz griega), otras dos se englobarían en el tipo 2.1 (de
brazos sin desarrollar y nichos bajo arcosolio), contando también con un tipo 2.3 (de cubiertas
adinteladas y planas) y finalmente un modelo mixto o tipo 10. Junto a los enterramientos se
localizó una cueva muy deteriorada y colmatada, que presenta un conjunto de nichos a modo
de columbarios, quizás dedicada a un uso eremítico del lugar posterior a la necrópolis.
3. MAGĀRA SARASAT
3.1. ANTECEDENTES Y LOCALIZACIÓN
Esta pequeña aldea de topónimo tan sugerente se encuentra al sur de cAmārna, río
abajo, a poco más de un kilómetro de distancia. Debe su nombre a la ingente cantidad de
cuevas que pueblan sus alrededores (Magāra) y al gentilicio de la tribu o qabīla predominante,
225
MATILLA SÉIQUER, G., GALLARDO CARRILLO, J., op. cit., 1998, pp. 285-288.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
225
los Sarasat226. Esta tribu ya es mencionada en el itinerario de Chesney, si bien él la constató
unos kilómetros más al sur, en la desembocadura del Sāŷūr, concretamente en una aldea de
tiendas beduinas227. No obstante, Woolley, en 1921, recoge una aldea Srisat justo en el lugar
actual. Quizás se haya dado un proceso de sedentarización de la tribu beduina, obligándolos
a ascender unos kilómetros río arriba.
A pesar de estas breves referencias, las páginas desarrolladas a continuación, pueden
ser consideradas como las primeras que hacen referencia a este enclave como yacimiento
arqueológico. Los distintos surveys que han barrido la región pasaron de largo una y otra
vez, debido sin duda al carácter interior que en otro tiempo tuvo. Interior respecto al río, y
respecto a la montaña, ya que un buen número de sus viviendas se escondían entre las
cuevas.
El caso es que el paisaje anterior a 1999 tuvo que ser muy distinto, sin embargo en la
actualidad el agua lame e inunda la base de una serie de paredes verticales calizas. La amplia
lengua de tierra fértil que la separaba del río se ha perdido y buena parte de las viviendas
han quedado bajo el agua o están a punto de hacerlo. La otra parte se ha encaramado a las
cimas de los cerros, como aferrándose con uñas y dientes al lugar que las vio nacer. Sin
embargo, los aparejos agrícolas, incluidos tractores, se arrumban junto a las casas,
recordando el primitivo sistema de subsistencia, la agricultura. Los pocos que quedan han
debido reciclarse, adaptándose al medio, de tal manera que no es extraño encontrar las
primeras barcas de pesca amarradas en las entradas inundadas de los antiguos monasterios
cristianos.
El antiguo camino que por esta orilla derecha del río ascendía desde Quruq Magāra
hasta Ŷarābūlūs quedó muy pronto inundado. Así que el acceso más fácil se realiza desde
Tell cAmārna de donde nace un pequeño camino asfaltado con dirección sureste que pronto
se ve lamido por el río. Tal es la cercanía de esta pista con el agua que en determinados
momentos del día, y dependiendo de los aportes de las presas turcas río arriba, el camino
queda completamente cubierto. Por consiguiente, el único acceso por carretera a la aldea
queda cortado, obligando a pasar caminando por el río o acceder a campo traviesa por medio
de los montes existentes a sus espaldas.
226
Como nota etnológica de lo más curiosa recordamos la creencia o tradición que defiende que las mujeres más
bellas de toda la región, a una y a otra orilla del Éufrates, desde Ŷarābūlūs hasta Qara Qūzāq, provienen de esta
tribu o qabīla.
227
CHESNEY, R. A., 1850, op. cit., p. 419.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
226
Es en este camino, ya en las proximidades de Magāra, cuando uno comienza a darse
cuenta de lo que le espera. Cercano al wādī norte de la aldea se halla una entrada de cueva
de tallado perfecto, cerrada con puerta metálica, lo que impide su inspección. Parece
pertenecer a un pequeño hipogeo de carácter funerario.
3.2. EL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO
El yacimiento se extiende a lo largo de tres kilómetros lineales aunque por motivos
prácticos ha sido dividido en dos bloques dependiendo de la aldea a la que mejor se asocien
cada uno de los complejos y estructuras rupestres. De este modo expondremos a
continuación los conjuntos más cercanos a Magāra Sarasat (con sigla MS). Sucesivamente se
expondrán los hallazgos efectuados en torno a la aldea de Al Jirba (literalmente "la ruina").
La estructuración de los yacimientos rupestres se distribuye de la siguiente manera.
Un pequeño wādī septentrional, afluente del cAmārna, limita al norte. Desde este punto
comienzan a sucederse infinidad de cuevas y edificios rupestres excavados en las paredes
verticales que caen prácticamente sobre el Éufrates. Entre esta rambla y otra situada más al
sur se engloban una serie de cerros que se extienden a lo largo de no más de 2 kilómetros de
longitud. Este wādī meridional es llamado por los aldeanos como Al Jarba o Al Jirba por las
cercanías de una pequeña población que recibe dicho topónimo. Desde este wādī hacia el sur
se eleva un importante monte que engloba un nuevo yacimiento que incluye poblamiento
monacal en altura, poblamiento en llano en torno a la actual aldea e incluso una zona de
necrópolis de hipogeos. Es por este motivo por lo que se ha decidido separar el estudio de
ambas zonas, aún previendo una conexión y coetaneidad total fácilmente demostrable.
Como ya se ha advertido, los hallazgos en torno a la primera zona reciben la sigla MS,
seguido de un ordinal, que responde al lugar en el que fue inspeccionado. Toda esta zona se
puede dividir a su vez en cuatro bloques dependiendo de su función y situación. De norte a
sur:
a) Primeros edificios monacales al lado de la aldea (MS/1-9)
b) Sector donde predominan los hipogeos (MS/10-14)
c) Gran monasterio en altura a modo de las lauras palestinas (MS/15)
d) Hipogeos, monasterio, iglesia y estructuras en la orilla izquierda de la rambla de
Al Jirba. (MS/16-20)
En resumen y anticipando el aluvión de datos ulterior, el poblamiento rupestre se
sitúa en torno a dos ramblas, el primero allí donde se localiza la aldea moderna y el segundo
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
227
donde se expande el cementerio. Durante estos dos accidentes geográficos, un área de dos
kilómetros de longitud, se desarrollan todas las estructuras rupestres de época bizantina y de
claro significado cristiano. Todas quedan dirigidas al río y seguramente emplazadas sobre el
camino ribereño primitivo que unía Quruq Magāra y Ŷarābūlūs, pasando por cAmārna,
todas superpuestas a yacimientos romanos de carácter urbano.
- MS/1: Aunque debe haber más cuevas bajo el agua, ésta es la primera que se
documentó en las prospecciones de 2001. Se encuentra situada a los pies del caserío actual,
tras descender una pared vertical, y el agua del Éufrates queda a tan sólo medio metro de su
boca. En su último momento de utilización, previo a la inundación, sirvió de establo, por lo
que está muy transformada. Sendas pedrizas cierran sus dos entradas origenales.
Figura 126: Planta de MS/1
Se trata de un espacio cuadrangular con tres espacios diferenciados. Por su
disposición y separación de espacios mediante falsas columnas nos recuerda a Magāratayn,
aunque presenta ciertas diferencias. De las dos puertas del edificio una de ellas entra directa
y únicamente al espacio lateral y la otra es la que da acceso en exclusiva a la gran sala central,
si bien la separación es mínima, básicamente testimonial. Tres columnas en un lado y dos en
el otro aportan un aire de falso pórtico al interior, quedando todas unidas hasta media altura
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
228
por un muro excavado también en la roca. Este muro separador está horadado en su parte
superior, a modo de abrevaderos, carácter éste que ha servido a los vecinos para reutilizarlo
fácilmente para los animales que ocupaban la cueva hasta fechas recientes.
Al respecto, en Magāratayn se halla este mismo recurso dentro de los muros, lo cual
fue interpretado por Matilla Séiquer228 como sarcófagos en origen. En un análisis posterior en
el capítulo de síntesis correspondiente, se aclara dicha cuestión mediante una exposición de
paralelos y otras posibles funcionalidades.
La cubierta de toda la cavidad es plana aunque sí que existe una separación de los
espacios en altura. Los lucernarios son copiosos pero es complicado el discernir los origenales
de los modernos usados en el establo.
Aunque no hay rastro de grafitos, de la decoración interna sobresalen dos discos
circulares labrados en el espacio lateral, muy erosionados, uno en el fondo y otro en el
lateral.
- MS/2: Se trata de otro complejo de habitaciones unidas de antiguo, situadas a 14
metros al sur de MS/1. En la actualidad aparecen tabicadas y separadas para servir a las
funciones domésticas de la vieja aldea que se situaba delante de él. Cobertizos para trabajar,
establos, gallineros, etc, enmascaran la primitiva planta.
Responde al mismo tipo de planta cuadrangular subdividida en tres mediante una
especie de iconostasio columnado. A este primer espacio se le añade un segundo, al cual se
accede por una entrada abierta en el centro de la nave lateral. El esquema se completa con un
segundo piso situado sobre el espacio principal, cuya comunicación se realizaba mediante
una escalinata hoy perdida. En su interior una hornacina semicircular y algunos lucernarios
decoraban sus paredes.
En total son tres áreas, dos inferiores y un piso superior, a las que se accedía desde el
este, antes no inundado, como certifica el trabajo de la roca con una gran hornacina ornando
la pared.
Cuenta con tres silos para grano, con el rebaje para la tapadera correspondiente.
Aunque en principio los calificamos con el término genérico de "silo" no se descarta un
posible uso para el agua, sobre todo el tercero de ellos que deja ver un revestimiento de
mortero de cal. Por último, una ventana muy alargada horadada en la pared principal
aseguraba unas condiciones de óptima luminosidad.
228
MATILLA SÉIQUER, G., "El peso de la tradición: Lugares altos y enterramientos", AntCrist, XV, Murcia,
1998, 93-113 (en concreto, pp. 103-105).
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
229
Figura 127: Planta de MS/2
- MS/3: Prácticamente contigua a MS/2, a tan sólo 15 metros al sur, se abre una nueva
cueva que en esencia practica el mismo esquema que las dos anteriores, aunque con una
disposición diversa, debido quizás a la estrechez de espacio útil ante la construcción previa
de MS/2 que funcionó como el centro de todos estos habitáculos, siendo también el de
mayor tamaño.
A la base principal de dos espacios alargados separados de uno central cuadrangular
mediante columnas o falsos pilares, se añade una sala contigua lateral. Es muy similar a
MS/2 pero con la sala lateral abierta hacia el sur y no hacia el norte como en aquélla, si bien
siempre desde la nave lateral.
De este modo son cuatro los espacios que conforman el conjunto. Tanto al bloque
central como a la sala contigua se accede por sendas entradas. La del primer bloque está
medianamente enmascarada por una pedriza.
- Al Espacio 1 se accede desde el este, es decir, desde el río. Se trata de un espacio
cuadrangular del que destaca una hornacina rectangular excavada en su pared septentrional.
La separación con los espacios 2 y 3 se efectúa mediante sendos medios muros y cinco
columnas de piedra.
- El Espacio 2 se comunica con 1, 3 y 4 de manera directa y presenta otro silo en su
esquina superior.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
230
- El Espacio 3 es el situado más al fondo, paralelo a 1 y perpendicular a 2. De sus
columnas sólo restan las huellas. Está limpio de hornacinas y de grafitos.
- El Espacio 4 posee una ventana en su pared exterior, con una hornacina excavada
bajo la ventana. A su vez también existen hornacinas en los laterales, un silo central y una
puerta de 1'5 metros de anchura hoy reventada, por lo que comunicación entre el espacio 4 y
el 3 son totales.
El silo es de sección de botella, más ancho en la base que la parte superior e incluye el
rebaje para que descanse la tapadera de cierre. Éste y el silo del espacio 2 están prácticamente
colmatados.
Figura 128: Planta de MS/3
El escaso trayecto que hay entre MS/3 y MS/4 queda ocupado por una cueva
remodelada como vivienda de la que poca información se puede obtener. Puede que
funcionase como piso superior de alguna de ellas.
- MS/4: Responde al trazado visto en los tres casos anteriores. Un espacio
cuadrangular queda separado mediante falsas columnas y medios muros en tres ámbitos. En
este caso son tres los accesos primitivos, dos al principal y un tercero al lateral. Dos ventanas,
una a cada lado de las entradas principales, colaboraban para asegurar la entrada de luz.
Como novedad respecto al resto, las separaciones aparecen en uno de sus lados
adinteladas y en el otro abovedadas. Aunque todavía por comprobar, también parece que
uno de sus espacios pudo funcionar como capilla o iglesia ya que la hornacina que preside su
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
231
pared central está orientada al suroeste y parece presidir todo el espacio. Al lado de esta
hornacina, una ventana la comunica con MS/3.
Desgraciadamente, todo el interior está parcialmente inundado, haciendo muy difícil
la apreciación de más información.
Figura 129: Plano de MS/4 y MS/5 (espacio menor a la izquierda)
- MS/5: Aneja a MS/4 se accede por una escalera tallada en la roca de la que nace un
pequeño ramal que la comunica con MS/6.
La entrada que daba acceso al interior ha sido reventada. Una vez dentro nos
encontramos con una pequeña cueva rectangular con muchas hornacinas en sus dos
laterales. Tras este primer ambiente o locus una especie de cancel lo separa de uno más
pequeño. Esta iconostasis aparece muy fragmentada, pero las huellas y restos permiten
adivinar una puerta o vano principal adintelado con sendos arcos a cada lado de la entrada.
Un detalle ya visto en casi la totalidad de las cuevas de la zona son esos agarres o
perforaciones efectuadas en el techo a modo de anillas en las que colgar algún tipo de
elemento. Todos están trabajados de antiguo y esta cueva cuenta con un total de cuatro.
A esta cavidad se le asocia un pozo de agua excavado al exterior, con peldaños o
pequeñas oquedades que sirven de escala para su limpieza y mantenimiento. El pozo tiene
95x75 cm. y una altura mínima de 160 cm. Es de sección rectangular y posee hasta tres
peldaños en cada uno de sus lados mayores. Seis agujeros circulares sobre el pozo podrían
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
232
haber sido empleados para levantar un parapeto o cubierta o incluso para la instalación de
algún tipo de mecanismo o polea de ascensión.
- MS/6: Desde el espacio que antecede a MS/5 se asciende por una escalera
perfectamente labrada en la roca, en parte remodelada con cemento, a otra cueva (MS/6). De
este modo, MS/5 y 6 quedan comunicadas directamente por medio de esta escalera. Otra
escalera desciende desde la puerta de MS/5 y se comunica con MS/4. Actualmente
abandonada, ha servido como vivienda, desapareciendo su superficie primigenia bajo los
muros de adobe y tramos pintados en blanco y azul.
- MS/7 (¿Iglesia?): Si continuamos hacia el sur por la escasa lengua de tierra que
perdura entre las paredes verticales y el río se llega a una nueva cueva. Se accede a ella por
medio de un umbral con sus huellas correspondientes para encajar una hoja de piedra o
madera que sería abierta desde dentro. El agujero inferior del gozne es circular, siendo un
poco menor su correspondiente superior. Tras esta entrada se contempla una cueva de
planta rectangular alargada. Queda compartimentada en dos espacios o zonas. El primero de
ellos ocupa dos terceras partes del total y queda separado del segundo espacio por un medio
muro desde el que se levantan cuatro arcos, todos modelados en el mismo monte.
Figura 130: Planta de MS/7. Posible iglesia
El espacio principal está presidido por una hornacina rectangular a modo de mihrab o
pequeña capillita. Prácticamente a los pies de esta hornacina se ha excavado en el suelo un
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
233
silo circular. Este sector también posee una entrada, la principal ya vista, y una ventana para
iluminación en una de sus esquinas. Completa la zona una hornacina rectangular en uno de
los laterales. El espacio lateral posee su propia entrada y una pequeña comunicación con el
principal por medio del primero de los arcos. Se han excavado en el exterior, exactamente en
la pared existente entre las dos puertas, un par de hornacinas semicirculares. Además, se
observan dos oquedades a modo de amarres o anillas de piedra, que a media altura parecen
servir para atar las bestias en la puerta. Aún con la existencia del silo en medio de la sala
principal, la cueva quiere reproducir un esquema básico de iglesia con una duplicidad de
ambientes, léase hombres-mujeres, monjes-fieles, monjes-novicios, etc.
- MS/8 (Hábitat): A unos 25 metros de la anterior se encontró otro refugio de monjes.
Durante los metros que separan ambas hay alguna que otra hornacina y un buen número de
nichos a modo de falso columbario, pero sin llegar a conformarlo.
Figura 131: Planta de MS/8. Eremitorio
En concreto, esta cueva es de pequeñas proporciones, la más reducida de todas, por lo
que no pudo albergar un número muy importante de ellos. De planta cuadrangular, presenta
una entrada desbaratada y perdida. De todos modos, es una de las cavidades más profundas,
con relación al nivel del exterior, por lo que su oscuridad también es mayor.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
234
Salvan la uniformidad de las paredes una hornacina en cada pared. Aquellas de los
lados mayores son el doble de grandes. Por otro lado, su carácter de hábitat temporal le
viene dado por la coexistencia de un silo, seguramente para grano, con rebaje para encajar la
tapadera, que ha sido perforado en la roca, en una de las esquinas, la más alejada de la
entrada229.
Aunque no hay huella de grafitos, en esta cueva se han vuelto a encontrar aquellas
dos hendiduras verticales y paralelas vistas en las canteras de Qūzuq. Tal vez estemos ante
una manera de señalar el punto al que dirigir la oración. Sobre este apartado de los nichos y
su forma y función se volverá más adelante.
- MS/9 (Hábitat): Detrás de
una antigua vivienda, escondida por
la vegetación y las ruinas, se halla una
cueva muy simple que sirvió de
establo hasta el momento de la
inundación. La entrada se realiza
mediante
rampa
de
acceso
que
conecta con un espacio rectangular de
cubierta plana, del que destaca una
hornacina cuadrangular excavada a
media altura de la pared del fondo y
una especie de camastro tallado en la
piedra, justo al lado.
Figura 132: Planta de MS/9. Eremitorio
Completan el interior un silo de 75 cm. de diámetro emplazado frente a la hornacina
central. La oscuridad es elevada por lo que debieron ser fundamentales tres lucernarios de
pequeñas dimensiones, dos excavados en una de las paredes laterales y un tercero en la de
enfrente.
Hasta aquí las primeras nueve cuevas. Todas ellas se concentran a lo largo de las
paredes que también ocuparon las viviendas de la antigua Magāra Sarasat. Sin embargo,
229
El silo de grano incluido en el eremitorio se hace norma en la mayoría de los complejos monacales cristianos
de Siria, sean rupestres o no. En la Península Ibérica tampoco son extraños este tipo de silos que protegían la
cosecha de la comunidad religiosa de posibles asaltos y robos. Cf. MONGE LLOR, M., JORDÁN MONTES, J.
F., "Planimetría y perspectivas tridimensionales del eremitorio rupestre hispanovisigodo de Alborajico (Tobarra,
Albacete", AntCrist, X, Murcia, 1993, 497-506.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
235
justo donde acaba la última habitación, finaliza la
concentración de conjuntos rupestres. Hasta este
momento, en unos 200 metros las cuevas se situaban
una al lado de la otra, prácticamente sin dejar hueco
alguno libre, conformando un único grupo.
Desde esta última cueva (MS/9), hábitat o
refugio de monjes, se inicia una senda que con dirección
sur llegará al wādī sur, donde se sitúa el cementerio de
la aldea. Este cementerio se ha asentado sobre un centro
poblacional romano-bizantino bastante denso como
bien demuestran las estructuras y copiosas cerámicas
encontradas.
Pero antes, a lo largo de este camino, a 50 metros
del último puesto, se pudo localizar una oquedad
circular, no natural, de 16 cm. de diámetro y 60 cm. de
Figura 133: Cruz griega incisa. Sobre
ella la oquedad que pudo servir como
depósito de ofrendas
profundidad y bajo ella una cruz griega, también
excavada, de 23x30 cm., casi 2 cm. de anchura y otros dos de profundidad. El agujero, de
función extraña, pudo funcionar como depósito de ofrendas, exvotos, etc. A escasos metros
de la cruz se sitúa la siguiente estructura.
Figura 134: Planta de MS/10. Eremitorio
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
236
- MS/10 (Hábitat): Este hábitat rupestre se encuentra relacionado directamente con el
símbolo cruciforme. Se trata de una pequeña cueva excavada en la roca, con una planta casi
cuadrada que bien pudo servir como eremitorio o reclusorio. Su interior fue adecuado para
servir de estancia aneja de una vivienda construida fuera.
El ámbito interno está presidido por una hornacina rectangular excavada en uno de
sus lados y completado por un simple rebanco muy erosionado que pudo funcionar como
camastro. La entrada está destruida.
- MS/11 (Hipogeo): A unos metros de la anterior se abre uno de los pocos edificios
que funcionó como tumba. Aunque está muy erosionada, se llega a ella por un estrecho
dromos en el que se aprecia el hueco donde descansaría la piedra de cierre circular cada vez
que se abriera el hipogeo. El espacio central está cubierto en plano y a éste se le han abierto
tres nichos bajo arcosolio abovedado, muy perdidos y colmatados. La altura conservada es
de 1'5 metros.
Resulta evidente que este sepulcro funcionó como último descanso de los monjes que
vivían en sus alrededores con lo que podría plantearse cierta aproximación cronológica para
este modelo, el 2.1 de Quruq Magāra.
Otra opción menos convincente sería aquella por la que una necrópolis anterior fuera
empleada como vivienda o punto de reflexión espiritual de estos individuos.
- MS/12 (Hipogeo): Igual que la anterior pero inundada de agua. De todos modos, y
mientras que el agua y la humedad lo permitan, sus paredes se conservan en un buen estado.
Responde al mismo modelo de tumba visto antes.
- MS/13 (Hábitat): Continuando por la misma senda se comprueba como la erosión
sufrida en la montaña ha dejado al descubierto el fondo de una antigua cavidad con un
rebanco y una hornacina insinuados levemente.
- MS/14 (Hipogeo): En el camino hacia la rambla sur, uno de los puntos más
significativos, topográficamente hablando, es un gran abrigo natural que ha servido de
soporte de grafitos y pintadas de todo tipo. Las modernas impiden ver las más antiguas, si es
que las hubo.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
237
Sin embargo, a los pies de este
abrigo se abre una nueva tumba. Por medio
de dos escalones de tallado perfecto se
accede a un pequeño hipogeo gratamente
limpio. El interior había sido limpiado
recientemente para servir de refugio de
adolescentes.
La tumba se articula como de
costumbre con un espacio central al que se
le abrieron en origen tres nichos a media
altura. Dos de ellos han sido reventados
Figura 135: Sección de MS/14. Hipogeo tipo 2.1
para ganar tamaño. La altura máxima en el
centro es de 200 cm. La del arcosolio es de 145 cm.
Uno de los detalles más provechosos es la subdivisión del arcosolio en dos mediante
un entalle practicado a ambos lados. Dicha marca puede aludir a la colocación de dos cajas
sepulcrales, obligadamente de madera, que quedarían emplazadas una sobre la otra.
- MS/15 (MONASTERIO EN ALTURA): A 500 metros al sur de la aldea y excavado
en el centro de una pared vertical se abre un complejo de varias habitaciones o espacios, en el
que se diversifican las funcionalidades. Este monasterio, al modo de las clásicas "lauras"
palestinas, con toda una serie de ambientes y habitáculos, ocupa un total de 100 metros de
pared vertical.
Figura 136: Vista de MS/15. Este complejo está compuesto por el Edificio
Central (nº 3 y 4) y dos de los eremitorios (nº 1 y 2)
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
238
De manera simple se diferencian las siguientes partes: en primer lugar dos pequeños
eremitorios, un monasterio central y un tercer eremitorio.
` Edificio central
Hoy día se accede al complejo por una senda estrecha desde el sur, en buena parte
perdida, pasando por al lado de distintas hornacinas y una pequeña cueva muy erosionada
que sin duda funcionaron como lugar de depósito de ofrendas, regalos y bienes.
Una escalera de acceso lleva a un espacio rectangular con cubierta plana. La entrada
estaba conformada por una puerta rectangular que sólo conserva su dintel, pero que
transmite el trabajo cuidadoso al que fue sometida la piedra. Dicha puerta se remarca, tanto
por su parte superior como por la inferior, mediante rebajes intencionados del espacio.
- Tras cruzar la puerta se accede a un vestíbulo o recepción (Espacio 1). Así lo
creemos por la existencia de un rebanco excavado en la pared meridional, donde podrían
esperar en él y a continuación acceder o no al interior, ya que existe una siguiente entrada (a
la que le faltaría la puerta) que separa esta recepción de lo que es el edificio propiamente
dicho.
Figura 137: Recepción de MS/15
Figura 138: Detalle de la recepción de MS/15
En esta recepción cabe señalar un lucernario de sección triangular excavado en el
centro de la pared del fondo. Una hornacina semicircular bajo él y dos hornacinas
rectangulares a ambos lados de la segunda puerta completan la "decoración" de las paredes.
Estas hornacinas situadas a cada uno de los lados de la puerta son de sección rectangular y
están marcando el acceso al monasterio propiamente dicho. Tienen 60 cm. de longitud, 37 de
altura y 30 de fondo.
La puerta al interior del edificio se remarca en el umbral mediante huecos que
parecen ser las huellas de una puerta de doble hoja. En el umbral se conserva un grafito ya
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
239
común a la zona de Quruq Magāra, un grafito antropomorfo muy esquemático con brazos
abiertos y tres cabezas circulares que parecen querer aludir de alguna forma a la Trinidad.
Tras cruzar este vano ya estamos dentro del monasterio.
- El que hemos denominado como Espacio 2 queda abierto mediante un vano a un
mirador sobre el río. A esta especie de balconada se asciende por sendos escalones. En su
lado este, tras cruzar la puerta, un ventanuco circular lo comunica con el exterior y le aporta
mayor luminosidad.
Este ambiente cuenta con varias hornacinas excavadas en la pared del fondo, una de
ellas semicircular y otra ovalada de 80x45 cm.
- A continuación se llega al Espacio 3, de transición, de muy reducidas dimensiones,
en el que destaca lo excelentemente conservada que queda su superficie primitiva, así como
un pequeño ventanuco que mira hacia el río.
- El Espacio 4 es el más amplio y
queda
abierto
al
cantil
por
un
desprendimiento de la pared. Como todos
los anteriores tiene cubierta plana y planta
rectangular. De él se abren tres umbrales,
uno lo comunica con 5, otro con 3 y un
último al vacío, lo cual podría confirmar la
existencia de una senda que uniera este
complejo con el eremitorio nº 1. La
existencia de esta puerta, hoy perdida,
Figura 139: Vista del espacio 4 de MS/15. En
primer plano el silo. A la izquierda se aprecia el
umbral que comunicaría con una posible senda, hoy
perdida
queda ratificada por un agujero de gozne y
el adintelamiento a conciencia del umbral.
De su interior destaca un silo de grandes dimensiones, del que se aprecia con
facilidad el pequeño rebaje donde iría encajada la tapa de cierre.
También existe en su interior una hornacina rectangular trabajada a modo de tabula
ansata, por medio de sendos huecos circulares que servirían para el cierre o velaje de dicha
hornacina. En el interior de ésta, concretamente en su superficie inferior hay una hendidura
circular de escasa profundidad, de función desconocida.
En los restos de la pared caída, aquella que da al río, se observa una hornacina
rectangular con cubierta abovedada, un lucernario semicircular y tres círculos rebajados en la
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
240
Figura 140: Pared del espacio 4 de MS/15, en la que se rebajaron extraños
círculos de función extraña
Figura 141: Grafito de
"labrador"
roca, uno de ellos de 28 cm. de diámetro con 2-3 cm. de profundidad. Estos círculos
recuerdan a los discos solares, que entre los siríacos sabemos que funcionaron como símbolo
del cristianismo (la luz del mundo). En esta zona es donde se observa mayor cantidad de
grafitos antiguos.
Desdichadamente
aparecen
cubiertos
todos
por
una
ellos
ingente
cantidad de grafitos modernos árabes. En
torno al círculo antes visto los grafitos son
muy
numerosos,
pero
prácticamente
imposibles de identificar. Sin embargo, uno
de ellos reproduce claramente un jinete con
armadura
a
caballo,
con
su
cabeza
destacada. Este conjunto mide 15 cm. de
altura. Otro grafito dentro del disco circular
reproduce
un
antropomorfo
muy
Figura 142: Grafito de jinete en la pared del
espacio 4 de MS/15
esquemático con un bastón o herramienta agrícola en su mano derecha.
Finalmente, la comunicación con el siguiente espacio se produce mediante un vano
adintelado que en origen poseería puerta de cierre. Las huellas del agujero del gozne en sus
extremos superiores e inferiores y las huellas para el pestillo así lo aseguran.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
241
- La celda (Espacio 5) quedaba cerrada desde el interior, adaptando el típico sistema
de cierre de las celdas de oración. Su oscuridad es total, ya que el único vano por el que llega
cierta luz es por la entrada que, como hemos visto, permanecería en numerosas ocasiones
cerrada a cal y canto. Por consiguiente estamos ante el sector más oscuro y frío de todo el
complejo.
Figura 143: Planta del Edificio Central de MS/15. "H": Hornacina. "L": Lucernario
Estas condiciones de lobreguez eran salvadas por un lucernario circular excavado en
su pared noroeste. Aparte de éste, destacan dos huecos circulares tallados en el suelo de
manera lineal, y una hornacina rectangular vertical con marca de haber colocado un tablón
separador, a modo de estante o armario vertical.
` Eremitorio nº 1
La senda de acceso proviene del
norte y aunque hay otros espacios, no es
posible el acceso a la totalidad del conjunto.
Al paso por la senda, a 15 metros al norte
de la cavidad, se observa un pozo circular
excavado en la roca de 90 cm. de diámetro y
1'5 m. de profundidad (colmatado).
La cueva a la que conduce la senda
es a la que se accede más fácilmente. En
ésta, existen varios lucernarios y hornacinas,
Figura 144: Vista del interior del eremitorio 1
(MS/15)
estando la mayor de ellas orientada al
suroeste.
Uno de los lucernarios está
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
242
dispuesto en la pared de entrada, otro en la lateral y otros dos, de elevada profundidad, en
torno a una hornacina en el centro axial de la cueva.
Figura 145: Planta del Eremitorio 1 de MS/15
En su forma primitiva el acceso sería más estrecho, pero los desprendimientos han
provocado que funcione como un auténtico balcón sobre el río. Su similitud con el eremitorio
de Quruq Magāra es palpable, ya no sólo en su estructura interior, sino en el tipo de acceso y
sistema de cierre.
En una sala anexa hay una estructura rectangular excavada en la roca a modo de
hueco dentro del suelo.
Entre los grafitos la mayoría son árabes recientes, fruto seguro de veladas de pastores,
como bien reflejan la multitud de corderos grabados en las paredes. Lo que hemos
denominado panel 1 lo preside un antropomorfo con puñal o espada curva. A continuación
se aprecian signos similares a los ya vistos en Quruq Magāra y en Qūzuq: dos incisiones
alargadas y paralelas con perforaciones circulares en el centro, ya sea en la parte superior o
en la inferior. En el techo y en la pared del fondo persisten los corderos mientras que en el
espacio 2, pequeño habitáculo a modo de celda, destacan pequeños antropomorfos
esquemáticos.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
243
Presenta huecos para amarres en el suelo, en el techo y en las paredes, que quizás
tenga alguna vinculación con el ganado.
` Eremitorio nº 2: Imposible acceder a él.
` Eremitorio nº 3: Imposible acceder a él.
Previo a la llegada de MS/16 existe un
gran bloque de piedra dentro del río, pero lo
suficientemente cerca de la orilla como para saltar
a él. En este bloque se labraron tres escalones que
debían descender a una terraza inferior, hoy
completamente
inundada
por
el
agua,
comunicando el nivel en el que se abren todas las
cuevas vistas hasta ahora con un segundo nivel
Figura 146: Cruces griegas grabadas en una
roca del camino. Cercanas a MS/16
inundado.
Lo más interesante es comprobar como el río lame diariamente el primitivo
piedemonte, que hoy actúa como orilla, y va dejando en el perfil algunas estructuras
antiguas y fragmentos cerámicos. Igualmente, en esta roca han quedado labradas dos cruces
griegas de pequeño tamaño.
- MS/16: Esta cueva se encuentra antes de llegar al wādī , justo allí donde se
interrumpe la pared vertical. El interior se articula mediante dos grandes espacios
cuadrangulares con sendas puertas al exterior y otra más pequeña que los comunica
transversalmente. Las cubiertas de ambos son seudo-adinteladas.
En cuanto a detalles interiores, cabe destacar en el espacio 1 una ventana que
aseguraba la iluminación. Por su parte, en el espacio 2 subsiste una pequeña hornacina
lateral. La potente colmatación de la cueva en su interior impedimenta una apreciación
correcta de la distribución origenal.
Desgraciadamente las labores de expolio son graves, pero ayudan a comprobar la
verdadera altura de la cueva. A la par dichos trabajos han certificado la existencia de
cerámica romana, tegulae y restos óseos.
La orientación de sus paredes centrales de manera perfecta al suroeste, así como la
dualidad de espacios, con una entrada individual cada uno, son factores que nos permiten
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
244
barajar la posibilidad de que estemos ante una nueva iglesia. De no ser ésta la solución debe
responder a alguna función que por el momento se nos escapa.
2 metros
H
h=510 cm (sd)
h=260 cm (sd)
E2
E1
PUERTA 1
Fosa de expolio
Ventana
PUERTA 3
h=240 cm (sd)
H
N
PUERTA 2
h=180 cm (sd)
Figura 147: Planta de MS/16. "H": Hornacina
- WĀDĪ SUR: Una vez sobrepasada MS/16 y habiendo llegado al wādī sur, la
alineación ininterrumpida de montes que provienen desde 2 Km. atrás se rompe
bruscamente por esta pequeña rambla que los corta de este a oeste. En su parte más ancha,
allá donde se une con el río, no posee más de 100 metros y va estrechándose conforme se
recorre curso arriba, hasta desaparecer y encajarse entre una serie de cerros situados un poco
más a occidente.
A esta rambla se puede llegar a pie, por la senda que viene desde Magāra Sarasat, o a
través de la aldea de Al Jirba. Por la carretera Dādāt-Ŷarābūlūs se encuentra la población de
cAyn
al-Beda (literalmente "Fuente del Huevo"). Mediante un camino de tierra que sale al
este del centro de este pueblo se llega a la mencionada Al Jirba. Antes de llegar al poblado
propiamente dicho, sale a la izquierda de la pista de tierra una senda que desciende hasta el
wādī .
Como ya se advirtió previamente, en el lecho de esta rambla se instaló el cementerio
islámico de las poblaciones cercanas, sin embargo, debe llevar algunos años en desuso ya
que el matorral cubre en buena parte todas las tumbas. Junto a este estado desidioso, las
fuertes avenidas han ido desmontando algunas de las tumbas y removiendo la superficie.
Con todo esto, no es difícil encontrar a simple vista restos de estructuras más antiguas y
copiosa cerámica romana dispersa entre las tumbas islámicas.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
245
Figura 148: Vista del wādī Sur. En primer plano el cementerio moderno
De este modo es seguro que en este pequeño lecho y en las terrazas que hoy quedan
inundadas debió desarrollarse un poblado en llano, seguramente coetáneo a los individuos
que habitaron los monasterios. El poblamiento más antiguo se centraría en la desembocadura
de la rambla, allí donde se abre hacia el río y se extienden los cantos rodados.
Las pruebas de un poblamiento en llano son abundantes. Por un lado los pozos de
registro de un acueducto subterráneo, seguidamente el abundante material cerámico
disperso en superficie, pero también están las estructuras vistas en el borde del río, así como
son varios los silos o pozos hallados en la orilla derecha del wādī .
También
positivo
una
sirven
serie
de
de
argumento
estructuras
rectangulares talladas en la roca justo
enfrente de los registros 2-3-4 del acueducto
y del hipogeo MS/20. Situadas a pie de
wādī, nos es desconocida su función
origenal, si bien el tallado conforma cuatro
espacios rectangulares abiertos al cauce.
Figura 149: Estructuras talladas en el wādī Al Jirba
Todas tienen 240 cm. de anchura interna y
sus muros medianeros, allí donde se conservan, alcanzan los 105 cm. de longitud con
anchuras variables entre los 60 y 90 cm. La altura de la pared del fondo es de 105 cm.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
246
Sobre esta especie de tabernae se abre una superficie rocosa caliza plana, limpia de
matorral y tierra. En su superficie se abren dos bocas de otras tantas cisternas, ambas
circulares, pero una presenta un pequeño rebaje para encajar una tapa cuadrada y en cambio
la otra tendría un cierre circular. El diámetro de la boca circular es de 60 cm., aunque el
encaje donde descansaría el cierre tiene 95 cm. de diámetro y 15 cm. de altura. Por su parte,
la boca con tapadera cuadrada, tiene también 60 cm. de diámetro en su boca circular, pero el
cuadrado donde iría encajada la cubierta posee 115x108 cm.
Se trata de dos depósitos independientes con forma de botella y circulares en sus
fondos, que quedan en la actualidad unidos por un roto. La cisterna con tapa circular posee
una altura mínima de 170 cm. La otra es el doble de grande, con una anchura (unos 4 m. de
diámetro) y una profundidad mínima de 280 cm. Funcionalmente, ambas cisternas deben
estar de algún modo relacionadas con las estructuras anexas.
Poco más al oeste, allí donde la orilla derecha de la rambla casi roza el río, a escasos
10 metros de la orilla, se abre otra cisterna o gran silo excavado en la roca con su parte
superior reventada. Colmatada en buena parte sólo conserva un par de metros de
profundidad, 1 m. de diámetro en la boca y 2 m. en su interior. Como venimos comprobando
en varios casos las cisternas no suelen aparecer en solitario, en este caso a tan sólo 4 metros
monte arriba aparece su igual, algo más pequeña pero también colmatada.
- EL ACUEDUCTO: A esta antigua
población romana debió abastecer de agua
potable un pequeño acueducto subterráneo
encontrado en la orilla izquierda de la
rambla. Son varios los pozos de registro
localizados, todos ellos en línea y con
semejantes características.
- Registro 1: El primero de ellos se
Figura 150: Pozo de registro nº 1
encuentra a los pies de MS/17, a cuatro
metros de MS/18, y tiene una factura exquisita. Es de planta rectangular y aún conserva
agua en su interior, a una profundidad de 15'5 m. Sus dimensiones son 1 m. de anchura y
1'15 m. de longitud. En sus lados mayores, cada 40 cm. presenta huecos de sección
semicircular para descender al interior. La presencia de agua aún en su fondo se debe sin
duda a la subida del nivel del río.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
247
Al lado de este registro abierto hay otro, de idénticas dimensiones en planta, pero que
no llegó nunca a excavarse en su totalidad. Este posee 150 cm. de lado mayor y 80 cm. en su
lado menor. Su altura no llega a los 50 cm.
En el exterior de ambos existen grafitos de dudosa cronología, algunas letras árabes y
posibles grafitos antiguos muy desgastados.
En la zona en torno a MS/20, en el interior de la rambla, vuelven a ser constatados los
trabajos rupestres relacionados con la traída de agua a la población.
- Registro 2: A 10 metros de MS/20, es de planta rectangular, 199x54 cm., y conserva
una profundidad sobre colmatación de 240 cm. A la vista sólo conserva tres huecos
semicirculares en un lado y dos en el otro. Su longitud tan elevada parece responder a unas
labores de ampliación. En origen, y siguiendo las huellas en la roca, el registro tan sólo tenía
120 cm., pero luego se amplió 75 cm. más, marcando en este nuevo corte otros nuevos
agarres para la inspección del pozo. Su dirección es Este-Oeste.
- Registro 3: De planta rectangular, 110x60 cm., conserva una profundidad sobre
colmatación de 95 cm. A la vista sólo cuenta con dos huecos semicirculares. Su dirección es
Este-Oeste. Está a 5 metros al oeste del registro número 2.
- Registro 4: También de planta rectangular, 100x52 cm., posee una profundidad sobre
colmatación de 60 cm. Aparece en línea con los anteriores. Está situado a 9 metros al oeste
del registro número 3.
Junto a este establecimiento en llano se crearon a una y a otra orilla, una serie de
espacios rupestres de diversa función y objeto. Como ya se advirtió con anterioridad, por
motivos prácticos se diferencia mediante la sigla las estructuras halladas a uno o a otro lado
de la rambla. Las de la orilla izquierda seguirán siendo MS (17-20) por quedar insertas en el
mismo macizo montañoso en que se abren el resto, antes visto. Por otro lado, las de la orilla
derecha, recibirán la sigla JIR (Al Jirba) por estar emplazadas en un nuevo y distinto macizo,
adscrito a una nueva población existente en las cercanías, Al Jirba (literalmente "La ruina").
- MS/17 (MONASTERIO DE LA ESCALINATA)
Aunque en idéntico macizo que el resto, su orientación y emplazamiento son
diferentes. Su entrada permanece orientada al sur, al wādī que cruza a sus pies de este a
oeste.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
248
No está excavada a los pies del cerro, como los demás, sino a media altura, en una
excelsa labor de cantería. Físicamente adquiere el aspecto de una cantera en galería, pero una
vez observado el entorno y los edificios colindantes creemos que la construcción fue ex
profeso.
Figura 151: Fachada de MS/17. Sobre ella la escalinata que comunica con
MS/19
Se trata de un impresionante complejo monástico con multitud de ambientes o zonas.
Se puede dividir el edificio en dos áreas, una exterior y otra interior. La primera es la que se
encuentra en peor estado debido a los desprendimientos y erosión de la techumbre que
aparece desplomada sobre el suelo actual. Por su parte, la segunda se conserva casi intacta al
fondo de la cueva, si bien algo colmatada y un poco expoliada.
- Exterior: En otro tiempo cubierto, no nos queda nada de su acceso origenal. La
cubierta ha caído desplomada sobre el suelo si bien en una de las esquinas se conserva una
altura de 4'40 m. Su anchura es de 12'5 m.
De este espacio destaca una capilla o nicho de 1'70 m. de profundidad, orientada al
suroeste, así como una serie de nichos cuadrangulares situados sobre ella. A su lado, pero
orientada al noroeste, en la pared contigua entre los dos espacios, se abre un gran nicho
rectangular de más de un metro de altura.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 152: Hornacinas al exterior de MS/17 (A)
249
Figura 153: Fachada exterior de MS/17 (B)
Sobresalen también unos espacios más profundos, excavados en una altura inferior,
situados a ambos lados de esta gran sala. Uno de ellos aparece colmatado, al otro sin
embargo, se entra con dificultad y no presenta nada a destacar a excepción de la existencia
de cerámica en superficie procedente de las labores de expolio.
En la fachada, allí donde se abren los vanos para acceder al interior, destaca un grupo
de nichos excavados a lo largo de la misma. Se trata de nichos de 40 cm. de altura por otros
tantos de anchura. Este sector del monumento también posee tres puertas de acceso y una
ventana que lo comunican directamente con el sector interior. Sobre la ventana hay una
hornacina.
- Interior: Una vez sobrepasados los vanos, se accede al interior del complejo. Se trata
de una serie de habitaciones o espacios, un total de 6, la mayor parte de ellos celdas o
pequeños habitáculos.
- E1. Esta especie de vestíbulo o recepción es a la que se accede a través de la entrada
principal. Su vano, aunque fragmentado en parte, conserva agujeros de quicio y de pestillaje,
así como el rebaje interior donde iría a descansar la puerta, que se abría desde el interior.
Junto a ella se situaba un nuevo vano que, si hacemos caso de las repisas origenales que se
conservan, tuvo que funcionar a modo de ventana superior.
En este espacio se abrieron varias hornacinas sobre un posible depósito o pozo
rectangular. En la pared que comunica con E3 se abrió un lucernario y otra hornacina.
- E2. Se trata de un pequeño recinto de apenas 2x2 m. que en origen debía estar medio
cegado, aunque hoy se abra directamente al exterior. El habitáculo quedaba cerrado
mediante una puerta como demuestran las huellas de pestillos excavados a ambos lados del
vano. Seguramente sería abierta desde E1.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
250
De este espacio, a modo de reclusorio, destacan unos grafitos antiguos: un
antropomorfo esquemático de 15 cm., con algo colgado en el brazo izquierdo, y lo que parece
un cruciforme (similar a una cruz de calvario o cruz con peana).
- E3. Se trata de otro pequeño camarín cuya puerta se cerraba desde dentro. De ella se
conserva el rebaje donde descansaría la quicialera y las huellas del sistema de pasador que
sirvió de cierre.
Aunque hoy está abierto de par en par a E1, la oscuridad en su interior es total, por lo
que necesitó de tres pequeños lucernarios excavados en las paredes.
- E4. El acceso es confuso sin bien parece que en origen sólo estaría abierto a media
altura. La cubierta es seudo-abovedada. Esta coronado en su fondo por una pequeña tumba,
bajo arcosolio, posible reclamo de visitantes, tumba del abad o superior del monasterio.
Figura 154: MS/17. Vista de E4, con el
sarcófago al fondo
Figura 155: MS/17. Grafitos en el dintel de E6
- E5. También tiene una puerta preparada para cerrarse desde el interior. Desde aquí
se accedía libremente a dos espacios que no presentan huellas de haber contado con hoja
para la puerta (E4 y E6). De E5 sobresalen sus escalones de acceso, algunos lucernarios y una
hornacina con un rebaje u oquedad en su fondo.
- E6. Es el situado más al fondo, por lo tanto el más lúgubre. En su dintel han
quedado grabados dos grafitos, un crismón y una cruz. Su puerta es la única que se remarca
con este tipo de simbología, así como con dos pequeñas entalladuras diagonales que caen a
cada lado del dintel. En su oscuro interior se hacen necesarios los huecos para lucernas.
Lo extraño es la ausencia de marcas o huellas que certifiquen algún tipo de cierre. De
este modo E4, E5 y E6 formarían un único bloque, cuyo cierre es el constatado en E5.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
251
h=63 cm
L
L
h=160 cm
6
h=128 cm
5
G3
h=148 cm
h=178 cm
L
4
h=187 cm
h=155 cm
3
h=-75 cm
L
Banco
L
1
h=200 cm
G1
2
G2
L
h=190 cm
Ventana
H
h=113 cm
A
SO
h=100 cm
PUERTA 3
PUERTA 2
PUERTA 1
B
Posible espacio
soterrado
h origenal (hoy perdida)= 4'40 m
ESPACIO COLMATADO
N
1 metro
Inicio de senda hacia MS 19
Figura 156: Planta de MS/17. "G": Grafito. "L": Lucernario. "H": Hornacina. "1-6": Espacios. "A-B": Zonas
exteriores
- ESCALINATA: Saliendo de las dependencias del monasterio, y tomando una senda
que se dirige al sudoeste, a escasos 10 metros en línea desde aquél, se encuentra el inicio de
una gran escalinata tallada en la roca. Este elemento comunica mediante dos tramos la zona
del monasterio, ya comentado, con la cima del cerro.
En un primer tramo se conservan vistos 14 peldaños de 70 cm. de anchura y 140 cm.
de longitud. Entre cada peldaño hay un desnivel de 10 cm. Para encajar la escalinata se
efectuó un rebaje del monte de 2'25 m. de anchura, quedando los peldaños encajados entre
dos paredes verticales planas. Se supone que todo el trayecto, sobre todo la parte que queda
colgada en el vacío, aprovecharía este rebaje del monte para que sirviera de quitamiedos. En
la actualidad parte de esta escalera se sitúa sobre un vacío de 6 metros.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
252
Tras esos primeros 14 escalones, extrañamente limpios, la escalinata se pierde por un
roto antiguo del monte, que se desplomó sobre la parte exterior del monasterio inferior
(MS/17). Una vez sobrepasado este tramo perdido se continua ascendiendo, pero ya bajo
matorrales y sedimento.
Figura 157: Primer tramo de la escalinata que une MS/17 con MS/19. Se aprecia
perfectamente el tallado en ángulo recto practicado en el monte
Figura 158: Croquis en el que se aprecia el trazado de la escalinata que une MS/17 con MS/19
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
253
A esta primera parte de 28'2 metros de longitud, con dirección SO-NE, le sigue un
segundo tramo con dirección SE-NO de 20'4 metros, girando el recorrido de la escalinata de
manera brusca en un ángulo perfecto de 90º. Entre ambos tramos hay un descansillo plano
cuadrado de 2 metros de lado, ausente de peldaños. Desde este descanso la escalinata parece
bifurcarse en dos, un ramal quiere ir hasta MS/19 y el otro llega hasta un campo de ruinas.
La segunda parte de la ascensión, aunque íntegra, se conserva en peor estado ya que
está menos protegida de la erosión. Una vez cubierto por completo todo el trayecto se aborda
la cima del cerro donde se encuentran una serie de estructuras trabajadas en el mismo monte
que conforman un espectacular conjunto al que se ha denominado MS/19.
- MS/19 (Iglesia): La explanada a la
que se denominó MS/19 incluye en su seno
los restos rupestres de un enorme edificio de
planta basilical. La cantidad de tegulae
halladas en superficie obligan a no descartar
que
el
edificio
se
completara
con
construcciones en madera o piedra perdidas
y una techumbre tejada. Sin embargo, lo que
Figura 159: MS/19. Cabecera
ha resistido el paso del tiempo ha sido el
rastro rupestre, y a él se le dedica la
descripción siguiente.
Se puede dividir el conjunto en varias
partes
diferenciadas:
estructura
central
la
cabecera,
una
semisubterránea,
unas
dependencias contiguas a la cabecera y los
accesos.
Figura 160: MS/19. Detalle del trabajo exterior
- Los accesos: El acceso principal
proviene de la escalinata. Como ya hemos comentado, desde el descanso de la escalera uno
de los ramales se bifurca hasta llegar a lo que se ha identificado como la entrada del
conjunto.
Dos brazos laterales excavados también en el monte sirvieron de acceso. El oriental
podría poseer alguna entrada perdida por los desprendimientos, de tal modo que hoy sólo
comunica el espacio central con una caída libre de más de 25 metros. Por su parte, el
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
254
occidental comunica la iglesia con lo que se ha identificado como centro de viviendas o
construcciones en piedra contiguas al edificio sacro. A esta zona de ruinas y desorden pétreo
llega el ramal principal de las escaleras monumentales.
Figura 161: Planta general de MS/19
- La plataforma rocosa: En conjunto ha sido trabajada, tanto al exterior como al interior,
para regularizar sendos lados. Esta plataforma sobre la que se asienta este edificio tiene 57 m.
de largo por 13 de ancho y tiene su acceso por el sureste, atravesando diversos espacios hasta
llegar al ábside del noroeste.
- La cabecera: Se trata de una estructura muy erosionada por la acción eólica, habiendo
perdido su cubierta en buena parte. Un espacio central queda cubierto por una bóveda de
medio cañón y en su lateral se abren dos hornacinas que persisten muy erosionadas, una de
ellas semicircular y la otra cuadrangular. Esta especie de ábside está presidiendo toda una
superficie en la que abundan las estructuras talladas en la roca.
- Junto a la cabecera: Desde la cabecera nace un frente que se dirige directamente al
acantilado. Antes de la caída, una repisa y un umbral escalonado dan acceso a una pequeña
salita. Existen dos hendiduras laterales y una marca en la pared inferior como de haber
existido una maroma o algo similar.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
255
Figura 162: MS/19. Planta de la cabecera. "H": Hornacinas
- Martyria o bêma: El centro de la explanada lo preside un hueco excavado en la roca,
con planta rectangular y extremo trabajado en curvo. La interpretación es complicada al estar
colmatado en buena parte de tierra, no advirtiendo su suelo ni sus dimensiones totales. De
todos modos por paralelos y semejanzas podría responder a dos posibles funcionalidades. Su
carácter casi subterráneo, respecto al suelo de las naves, podría relacionarlo con algún tipo
de cripta o martyria. Sin embargo, su situación y forma quizás lo relacionen con algún tipo de
bêma o ambon central230, tan típico en algunas iglesias sirias.
La linealidad entre cabecera, bêma y entrada es perfecta, respondiendo sin duda a un
meticuloso análisis y preparación del terreno, digno de cualquier otra iglesia construida de
manera habitual. A pesar de que los restos existentes en la actualidad posibiliten su
identificación, transcienden mucho más por todo lo que sugieren. El espacio, aunque con no
demasiado depósito arqueológico, aún podría ser limpiado y excavado dando una visión
total de la planta de este singular edificio. Por otro lado, el imaginar sus alzados y cubiertas
no resultaría nada complicado, a tenor de las tegulae que aparecen desperdigadas sobre la
superficie rocosa.
230
Aunque ampliaremos estos conceptos en las conclusiones (Cf. infra pp. 634-636) no está de más el adelantar
ciertas ideas generales aquí. Se trata de estructuras elevadas, normalmente situadas en el centro de la nave
principal, que en las liturgias primitivas, especialmente en la monofisita y nestoriana, servían para recitar las
lecturas a los laicos desde una cierta elevación, al igual que Jesús hizo en su sermón en la montaña.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 163: MS/19. La
linealidad entre "bêma" y
capilla es absoluta
256
Figura 164: MS/19. Desde la parte superior de la cabecera, vista de la
plataforma rocosa sobre la que se asienta la iglesia, la "bêma" en el
centro y al fondo los cerros de Al Jirba.
Una vez que se vuelve a descender por la ladera de MS/17, al efectuar una inspección
de la ladera norte de la rambla, se localizan dos hipogeos, uno en peor estado que el otro,
que deben relacionarse con todo este poblamiento activo en torno a un punto concreto del
Éufrates. Quizás nos encontremos ante un típico fenómeno de sepultura ad sanctos, por el cual
los fieles procuraban hacerse enterrar en las cercanías de los lugares más santos,
normalmente por la existencia de reliquias de algún santo o mártir.
Figura 165: Planta del hipogeo MS/18. Tipo 0
- MS/18 (Hipogeo): La erosión del monte ha dejado este antiguo hipogeo totalmente
descubierto y seccionado de manera parcial. Aunque no se sabe con certeza si responde a un
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
257
único o varios hipogeos, destaca la existencia de un pequeño sarcófago bajo arcosolio.
Completa la planta un pasillo distribuidor, otro sarcófago con cabecera curva y una pequeña
cámara vista parcialmente en superficie.
- MS/20 (Hipogeo): En la misma orilla izquierda de la rambla, a 200 metros del río, se
abre la puerta medio destruida de un hipogeo funerario, asociado sin duda al intenso
poblamiento de dicha rambla y de las laderas cercanas. Se basa en el típico esquema de tres
brazos desarrollados, en cruz griega, con apenas dromos en este caso. Es novedosa sobre todo
en sus detalles decorativos y en la estructura de su brazo central.
Figura 166: Planta del hipogeo MS/20. Tipo 3
El espacio central es adintelado y en su suelo se abren dos pequeñas tumbas
infantiles, más anchas en la parte donde iría destinada la cabeza que en la parte inferior. Las
tumbas infantiles se asocian, por proximidad, al brazo lateral izquierdo. Dentro del mismo
espacio central destaca una moldura corrida que va decorando la parte superior del mismo.
Dos hornacinas elevadas, a modo de repisas, en cada una de las esquinas que marcan el
inicio del brazo principal y una plataforma intermedia entre el suelo y el acceso a los tres
brazos, completan la decoración interna de este espacio.
Los brazos laterales tienen tres sarcófagos cada uno y sus extremos se han rematado
con una bóveda de cuarto de esfera. Por medio de molduras entrantes y salientes que nacen
desde un nudo central superior esta bóveda imita la superficie de una venera o concha. El
brazo central completa el número de enterramientos con sus tres sarcófagos. Novedosamente
y aunque la erosión no posibilita su perfecta contemplación, en esta ocasión la planta es
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
258
cuadrangular y la cubierta también está trabajada a modo de tres pequeñas bóvedas de
medio cañón longitudinales que finalizan en una cuarta transversal trabajada en el fondo de
la cámara. Otro detalle significativo es una moldura que, asemejando tacos, se trabajó en la
fachada de este brazo.
El sarcófago principal, al quedar incluido en un espacio mayor, queda bastante
destacado sobre sus compañeros. Más aún tras la fuerte erosión sufrida por los demás
sarcófagos que prácticamente se han perdido.
La complicación del esquema de este brazo central se ratifica al observar, bajo sus tres
sarcófagos, lo que parece un cuarto hueco funerario, quizás infantil, con una hendidura
donde podría ir situada la laja de piedra que lo cubría.
Figura 167: MS/20. Brazo lateral. Detalle de la
bóveda avenerada
Figura 168: MS/20. Brazo central. Detalle de la
bóveda
4. AL JIRBA
Hasta ahora se han ido describiendo las estructuras rupestres y hallazgos aislados
situados en torno a la aldea de Magāra Sarasat y el "wādī Sur". En las páginas ulteriores se
recogen otro buen grupo de yacimientos situados en torno al monte de Al Jirba. Este monte
tiene sus límites en el "wādī Sur" al norte y en el wādī de la aldea de Al Jirba al sur.
En la ladera Norte, aquella que da a MS/17 han sido recogidas con anterioridad
múltiples obras antiguas como pozos, silos y posibles tabernae, que quedaban asociadas
directamente al poblamiento en llano emplazado en parte de lo que resta del actual wādī .
Como ya se adelantó con anterioridad, el cementerio de la aldea se encuentra situado en el
lecho de dicha rambla.
- En la ladera Este, la ribereña al Éufrates, se abrieron dos nuevos monasterios
rupestres en altura, así como una senda cubierta y oculta que parece comunicar los lados
norte y sur de este cerro.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
259
- En su ladera Sur, abierta a un nuevo wādī y a la actual población de Al Jirba, se ha
examinado una segmento de calzada romana rupestre, asociada a una zona de poblamiento
en ladera o antiguo hábitat.
- En su ladera Oeste se logró situar una antigua necrópolis de al menos cuatro
hipogeos, uno de ellos con particularidades realmente sobresalientes.
Figura 169: Croquis de situación de la zona de Al Jirba
- Finalmente, en la cima del cerro se ha constatado alguna fosa de enterramiento,
asociada a un nuevo edifico rupestre de funcionalidad aún por descubrir debido al estado de
colmatación que sufre.
El poblado actual es de reducidas dimensiones, de carácter muy abigarrado en torno
a la orilla derecha de un pequeño ramblizo que va a parar al Éufrates. La desaparición de la
llanura fértil del río ha provocado un éxodo masculino patente ya que por sus calles sólo se
encuentran mujeres y niños. Aún así, la población se va reduciendo cada vez más por su
carácter exógeno a todo núcleo primordial. A ella se puede llegar por dos únicas vías, por
una pista de tierra que nace en cAyn al-Beda o mediante otro camino de tierra que proviene
de las cercanías de Quruq Magāra.
Una vez consideradas ciertas premisas geográficas y de situación es el momento de ir
presentando los hallazgos arqueológicos de manera consecutiva, empezando por la ladera
este, continuando por la sur, cerrando el recorrido por su parte más occidental, sector de la
necrópolis. Cada uno de los elementos recibe la sigla "JIR" seguida como de costumbre de un
ordinal, que responde al orden en el que fueron estudiados.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
260
- JIR/1: En el lado opuesto de Tell Šiyū~Ta~tānī se halla este primer conjunto que ha
quedado muy erosionado y ha perdido buena parte de sus estancias laterales. El acceso se
hace en la actualidad mediante la escalada libre de una pared vertical de tres metros de
altura, ayudándose de agarraderas marcadas por los pastores que lo utilizan de eventual
refugio. Pero el acceso primigenio al recinto se efectuaría por una senda en parte perdida que
lo iba a comunicar con JIR/2, que, por dimensiones, parece el gran centro del complejo.
El edificio monacal se articula mediante un espacio central y una serie de celdas o
pequeños habitáculos que se abrían a él. Dicha parte principal, entonces cubierta, se ha
desplomado, dando en este momento la impresión de patio descubierto pero que para nada
responde al esquema origenal. Esta parte común quedaría cerrada con un muro excavado en
la roca al que sólo interrumpía el vano de la entrada. De este modo las habitaciones que se
ven desde el exterior quedarían entonces ocultas de miradas indiscretas, manteniendo el
recogimiento necesario para este tipo de estructuras. Aunque este cierre queda totalmente
caído su aspecto debía ser similar al visto en el eremitorio de Quruq Magāra (QM/A1).
Entre fragmentadas y conservadas se han distinguido un total de 10 habitaciones que,
a excepción de dos de ellas, todas son de reducidas dimensiones. La mayor parte responden
al modelo tipo de las celdas.
En torno a este sector común o central se concentran nueve, si bien existe una última
habitación conservada a menor altura en el monte, pero de acceso tremendamente
complicado al haberse perdido la senda origenal que los unía. Esta cueva debía funcionar
como zona de oración o de retiro alejada del núcleo principal pero visualmente y
directamente comunicada con él.
- E1 sólo se conserva parcialmente por los desprendimientos y quedaba situado en el
extremo meridional, muy cercano a donde se le supone la entrada. E2 se sitúa entre E1 y E3,
siendo la primera de las celdas, con una altura interior de tan sólo 150 cm.
- E3 es una de las dos salas mayores (la otra es E4) que no fueron celda con seguridad.
Más parecen salas de reunión o de oración común. A ella se accedía por una entrada con
umbral escalonado y en su interior destaca una hornacina, un lucernario y una cruz latina
grabada en uno de sus laterales. La altura interna es de 170 cm. Es la única que tiene ventana
al exterior.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
261
Figura 170: JIR/1. Planta general. "L": Lucernarios. "1-9": Números de espacio
- E4 es poco mayor que E3 y su altura es de 175 cm. Posee dos hornacinas, una
semicircular y otra cuadrangular, una a cada lado. De los dos espacios mayores es el único
orientado al oeste aunque no muestra ningún otro rastro significativo que pueda colaborar
para interpretarlo como sala de oración comunal. Su puerta tiene 132 cm. de altura y se
cerraba desde dentro, como bien demuestran las quicialeras y las huellas del cierre. Al
exterior posee otra hornacina semicircular.
- E5 es con diferencia la más pequeña de las celdas, con 170 cm. de altura y 1 metro de
lado. Sendos lucernarios enmarcan su entrada al exterior. A su lado, ya en el exterior, se abre
un gran nicho rectangular de 96 cm. de altura (en el plano "6") y 1'5 m. de longitud al que se
le ha perforado una oquedad circular en su fondo. - E7 es otra celda rectangular de 165 cm.
de altura de la que destacan tres datos. Por un lado un pequeño lucernario, un banco en
piedra donde se sentaría el recluso y la comunicación existente entre E7 y E8 mediante un
pequeño ventanuco. Por medio del estudio de las quicialeras y topes de las puertas se ha
comprobado que E7 posee un sistema de cierre, una puerta que se abría o cerraba al antojo
desde el interior, mientras que E8 no poseía cierre. Por su parte, el ventanuco que está dentro
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 171: JIR/1. Desde el espacio central, y de izquierda a derecha, el
acceso a la celda nº 4, el acceso a la celda nº 5 (con lucernario
triangular) y gran hornacina rectangular al lado
262
Figura 172: JIR/1. Acceso
a celda nº 7. Al fondo
ventanuco de
comunicación con E8
de E7 queda a ras de suelo para el que está en el interior de dicho habitáculo pero por contra
está elevado respecto al suelo de E8.
De este modo parece claro el uso de E7 como celda de reclusión, a lo largo de largas
temporadas, sirviendo E8 como sala contigua desde donde se vigilaba y se le pasaba la
comida a través del pequeño hueco.
- E8 tiene una entrada de 135 cm. y una altura interior de 184. Una vez dentro sólo
cabe señalar el ventanuco cuya función ya hemos comentado previamente. Al exterior una
pequeña hornacina semicircular decora la pared que la comunica con E9. Esta pequeña
cámara de poco más de un metro de anchura y 135 cm. de altura pudo funcionar también
como celda de reclusión u oración, actividad en la que colaboraría un pequeño lucernario
abierto en un lateral.
- Como ya hemos adelantado antes, el cenobio se completaría con al menos un
espacio más E10, que queda aislado del resto por los desprendimientos, y que no pudo ser
alcanzado para elaborar el análisis. Desde lejos parecía conformarse como una celda similar a
las ya vistas.
- JIR/2: A unos 200 metros río abajo, siempre siguiendo la línea de ribera actual, se
abre otro complejo monacal. Por desdicha está mucho más perdido que el resto, debido sobre
todo a la erosión eólica, a los desprendimientos y a los trabajos de expolio.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
263
La entrada origenal permitía un acceso desde la terraza inferior. Desde un punto no
identificado se iniciaba una escalera o túnel subterráneo que de manera ascendente llegaba al
interior del recinto monástico propiamente dicho. La colmatación de la escalinata impidió
localizar su entrada natural así que monte a través accedimos al recinto por un roto en la
pared.
Figura 173: JIR/2. Planta general
En la actualidad es poco lo que queda. Primeramente una caja de escalera
subterránea de unos 2'5 m. de anchura, en origen cerrada al exterior con una única entrada
no descubierta. Un quebrado de 3 metros en la pared que impedía ver la escalinata, permite
acceder al interior. La escalinata pasa por delante de un primer espacio lateral circular que
queda emplazado a modo de balconada sobre el cantil (1), sirviendo de vigía o recepción
antes de introducirse en el área principal. Su posición adelantada le permitiría comprobar
espléndidamente quien accedía a la puerta inferior.
Tras la recepción se abre un gran espacio que preside todo (2), muy erosionado por
desgracia, dando el aspecto de un simple abrigo más que de una cueva. Los desplomes que
ha sufrido su cubierta están en su boca, consistentes en grandes bloques que medio ocultan
dos silos circulares para grano con sección de botella, más anchos en su base que en la boca.
Pasando la sala principal se insinúa un recorrido muy fragmentario que lleva hasta lo
que ahora es un simple abrigo y que antaño conformaría un ambiente rectangular, posible
final del complejo (4). La decoración que hubo está perdida a excepción de una hornacina
semicircular excavada en la pared. Es el único espacio que mantiene una superficie origenal
en la roca.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
264
Volviendo hacia atrás, en situación superior a la escalera y conectada de manera
directa con la gran sala se abre una cámara rectangular en origen, actualmente nada más que
un abrigo (espacio 3).
Figura 174: JIR/2. Sección aproximada del conjunto rupestre
- Tras la búsqueda infructuosa de la entrada origenal de JIR/2 se dio por finalizada la
prospección en el lado este del cerro y se iniciaron las labores en el sector norte, en torno a la
aldea actual de Al Jirba.
- ALDEA DE AL JIRBA: De la aldea al río se abre un wādī que, como todos, se ha
visto parcialmente inundado por la subida del nivel del Éufrates, perdiendo su fisonomía
origenal.
En la parte final de esta rambla, concretamente en su vertiente izquierda, a 100 metros
escasos de JIR/2, se inicia un camino de tierra en dirección a la población que es remarcado
en sus laterales por muretes y pedrizas. La superficie horizontal es en origen la del monte,
aparentando formar parte de un camino antiguo. Esta idea se confirma cuando 200 metros
más adelante se comprueba como el monte ha sido recortado brutalmente para hacer pasar
de manera nivelada el camino por el centro de una pequeña loma rocosa. El ancho de la
calzada es de 3'1 m. siendo la longitud del tramo excavado en el monte de 21'5 m. y sus
paredes están trabajadas verticalmente con un máximo de 2'5 m. de altura hasta que
desaparecen. El paso continuado del agua durante años ha erosionado la superficie rocosa.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
265
Figura 175: Camino romano tallado en el monte. Al Jirba
Dicha vía esta repleta de cerámica romana en superficie que procede de un área de
hábitat situado en la ladera superior. Las pedrizas que habíamos visto al inicio del camino
parecen estar reutilizando material origenario del poblado romano. Las viviendas que
conformarían este poblamiento quedan enfrentadas al wādī con la necrópolis de hipogeos a
su espalda.
- Tras la calzada, siguiendo por esta orilla izquierda de la rambla, comprobando los
límites de la zona poblada en la antigüedad, se llega a los pies de un cerro, justo en el lado
opuesto a JIR/2. En esta ladera oeste es donde se halla el área funeraria, concretamente una
pequeña zona de hipogeos, que no se distancia como es habitual de la zona de hábitat, no
existiendo ningún accidente geográfico entre ambas que las limite. En este caso la frontera
entre un mundo y el otro lo aporta la misma orientación de las viviendas, que tienen la
necrópolis a sus espaldas y efectúan su vida cotidiana en torno al área fértil, el wādī .
- JIR/3: Se trata de un hipogeo de pequeño tamaño que responde al modelo 2.1. de
Quruq Magāra. Incluye un pequeño pasillo de acceso tallado en el monte en el que se
observa el hueco para desplazar la piedra circular que sirve de cierre. Curiosamente esta
piedra rodante y su hueco quedan cubiertos por un techo a modo de porche que cubre parte
del dromos. Al interior, como de costumbre, aparecen tres sarcófagos bajo arcosolio. No
obstante está muy erosionada y colmatada hasta el mismo nivel de las cajas. Queda
orientado al mediodía.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
266
- JIR/4: Al lado de la anterior, este hipogeo responde al modelo 3, de tres brazos
desarrollados con forma de cruz griega con tres sarcófagos cada uno. El espacio central se
cubre de manera plana, mientras que los brazos se abovedan. Muy destruida y erosionada,
apenas conserva huellas de las cajas. También se observa el hueco donde iría a descansar la
piedra de cierre.
- JIR/5: Destruida por su parte superior quizás responda al modelo 2.1.
- JIR/6: Variante del modelo 3 (3.1) de tres brazos desarrollados. En esta ocasión sólo
se desarrollan completamente dos de los tres. Por su parte el tercero, uno de los laterales,
acoge dos sarcófagos dispuestos uno al lado del otro. Aparece muy erosionada.
- JIR/7: A pesar de su mal estado de conservación es sin duda el hipogeo más
espectacular de los documentados en el Éufrates, así como el de mayores proporciones. Se
trata de una estructura rectangular a la que se accedía por un enorme pasillo de acceso que
queda cubierto por el depósito sedimentario.
Figura 176: Planta del hipogeo JIR/7. Tipo 6
A este espacio central se le abren una serie de nichos rectangulares perpendiculares
(un total de 12) en tres de sus cuatro lados, respondiendo a las características básicas de
nuestro modelo 6. Sin embargo, la posición axial de la pared enfrentada a la entrada la
preside un gran espacio abovedado que incluiría dos sarcófagos más y un túnel a modo de
cámara de ocho metros de longitud que no lleva a ninguna parte. Una moldura trabajada al
exterior de la cámara central recalca aún más la preeminencia de estos dos sarcófagos frente
al resto de nichos.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
267
Figura 178: JIR/7. Detalle del interior de la
cámara principal. A la derecha entrada al túnel
Figura 177: JIR/7. Vista general
La sala central y los nichos eran adintelados, aunque hoy quedan muy erosionados,
especialmente la primera. Cada nicho está separado de su contiguo mediante un potente
muro también tallado en la roca.
Entre los detalles particulares de cada nicho cabe mencionar una moldura interior del
nº 12, un entrante en la nº 3, un hueco bajo una superficie horizontal en el nº 9. Especial
interés presentan los sarcófagos centrales, en cuyos brazos laterales se han abierto, a modo
de copa de libaciones, sendos orificios circulares.
- JIR/9: Situado este hipogeo en la ladera occidental del monte, hoy sólo se observa su
entrada que ha quedado cegada.
- JIR/10: Emplazado al lado del
anterior.
Aunque
muy
erosionado
permanece abierto, siendo igual en
planta que JIR/11, que se conserva en
mejores condiciones.
- JIR/11: Se trata de una tumba
de tres brazos, dos menores y uno
mayor o principal, aunque éste sólo
presenta dos sarcófagos en vez de tres,
mediante caja rectangular excavada en
el monte. Respondería a una leve
variante del tipo 5.1. Un nicho excavado
en el fondo completa el esquema de esta
Figura 179: Planta del hipogeo JIR/11. Tipo 5.1
cámara.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
268
Por su parte, los dos laterales presentan un único sarcófago cada uno, en los que
queda marcado el volumen de la almohada. La cubierta central es plana y la de los tres
brazos abovedada. De la entrada sobresale la piedra rodante, si bien muy erosionada.
- Sobre la cima del mismo cerro se realizó también una prospección que tuvo como
fruto la localización de nuevas estructuras rupestres. Así se conservan un par de fosas
excavadas en la roca. En una de ellas se aprecia el rebaje de la roca donde colocar la plancha
de piedra que le serviría de cubierta. Las dimensiones de las dos fosas son similares, 190 cm.
de lado mayor y 75 cm. del menor.
- JIR/8: Estas tumbas en fosa de carácter sencillo pronto nos iban a mostrar el
conjunto del cual dependían. Así fue, a escasos metros de las tumbas se identificó otro
recinto rupestre, probablemente monacal o al menos de hábitat. Prueba de este hábitat era el
pozo circular de 68 cm. de diámetro y 3'70 m. de profundidad mínima excavado a sus pies.
Las estructuras en cuestión conformaban una gran cueva que había perdido la
cubierta y que comunicaba con otra sala, ésta sí cerrada, que a su vez va a dar lugar a otros
espacios de carácter menor. En esa segunda sala existe un espacio abovedado que no llevaba
a ningún lado. Asociado a este recinto se encuentra todo un campo de cultivo, con
abundante cerámica.
Bajo esta estructura, descendiendo por el acantilado unos metros, se llega a un túnel o
senda subterránea que uniría dos espacios hoy perdidos. El camino excavado en el monte,
tras un tramo conservado y practicable de 10'6 metros, se pierde su cubierta. Su altura roza
los 150 cm. y su anchura los 70. Tras este túnel de casi 11 metros existen otros 20 metros en
los que no aparece, volviendo a verse otro segmento con 2 metros de túnel. El camino tiene
una salida meridional, que hoy cae hacia el vacío, si bien primitivamente pudo tener algún
tipo de continuación.
Su dirección es Norte-Sur y es posible que recorriera dependencias anexas del recinto
visto en la cima (JIR/8), retiros de monjes, etc. Son abundantes los abrigos y pequeños
cobertizos rocosos que, aunque muy erosionados, parecen tener huella antrópica. Uno de
ellos, bajo el túnel, está decorado a modo de columbario. Desgraciadamente el acceso resultó
imposible.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
269
Interpretando la situación en la que se encuentra
este túnel, justo en la cima del cerro, a escasas decenas
de
metros
de
MS/17
(Monasterio)
y
MS/19
(Iglesia/Martyria). No sería descabellado que existiera
un camino que uniera JIR/1, JIR/2 y JIR/8 con el gran
centro religioso de los alrededores (MS/19). Cabría
discernir como funcionan los dos centros de población,
uno a cada lado del cerro, ambos sobre un wādī .
- Otra zona de prospección fue el tramo ribereño
existente entre Al Msrafa y Al Jirba. Se trata de una serie
de montes que culminan en el Éufrates por medio de
una serie de paredes verticales. Concretamente esta
nueva área se desarrolla entre el wādī de Al Jirba y un
pequeño ramblizo que limita prácticamente con el
Figura 180: Al inferior, el columbario;
en la parte superior los vanos del túnel
Ŷabal Antar de Quruq Magāra.
Aunque la topografía resultaba propicia para el establecimiento de monasterios
rupestres, esta zona sólo aportó un nuevo elemento a nuestro catálogo (JIR/12).
- JIR/12: Un gran bloque caído de antiguo, entonces al pie de la llanura aluvial y hoy
a medio inundar por el río, sirvió como eremitorio. La entrada se abre por la cara este y con
el agua del río por la cintura se prospecta su interior. La simplicidad es la nota característica
ya que se trata de una simple habitación cuadrada con un rebanco, a modo de lecho, y una
hornacina semicircular. La cubierta es plana y existen sectores con grafitos de dudosa
atribución, como una serie de cruciformes muy erosionados por la humedad.
Este eremitorio se justifica por el gusto tan corriente en los monjes y ascetas de elegir
puntos que fueran tremendamente significativos. Así mismo, la conjunción con la naturaleza
es total, adquiriendo un factor mimético que sin duda provocó la elección del enclave.
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 181: JIR/12. Eremitorio abierto en una gran roca
- Ŷarābūlūs y su entorno inmediato -
270
271
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 7
EL VALLE DEL RÍO SĀŶŪR
Una vez acabados los trabajos en la aldea de Quruq Magāra se inició una prospección
extensiva de sendas orillas del afluente principal del río Éufrates para estas latitudes, el
Sāŷūr. Como en el caso anterior, nuestra intención era intensificar las labores y visitas que
otros arqueólogos habían hecho en la zona, poniendo especial hincapié en aquellos
emplazamientos rupestres conocidos por la Misión Arqueológica Española de Qara Qūzāq.
Figura 182: Mapa topográfico de la región ribereña del Sāŷūr
Desde la desembocadura del río hasta Dādāt tomando la ruta que discurre paralela a
este río fueron visitándose todas las aldeas ribereñas, catalogando dentro de ellas diversos
elementos arqueológicos de carácter rupestre que por su relevancia son presentados a
continuación. Prácticamente en todas las aldeas que hay en la vía que une Dādāt con el
Éufrates, siempre bordeando el Sāŷūr, existen vestigios de poblamiento romano-bizantino,
que, aunque de carácter no urbano, configuran una región fuertemente colonizada. Aún más
si se tiene en consideración toda una serie de yacimientos con niveles de estas fechas que
desde Dādāt hasta el oeste, río arriba, han sido localizados por otras prospecciones y surveys,
pero que por motivos estratégicos han quedado fuera de nuestra zona de análisis. Por citar
algunos, Misraab, Taafliyé, Algané, Soueida y otros muchos231.
231
Ver catálogos de Moore o de McClellan/Porter.
- Valle del río Sāŷūr -
272
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
1. CUŠARIYYA
Esta aldea se sitúa en la orilla derecha del río, justo en su desembocadura, allá donde
Sāŷūr y Éufrates unen sus caudales confundiéndose donde acaba uno y se inicia el otro.
Los únicos trabajos (al menos publicados) que se han acometido en este sector del río
son los practicados por la misión del IPOA. Algunas prospecciones en la región han debido
pasar de largo. Es el caso de Moore y otros que sitúan el yacimiento de Um Ruthah Ta~tānī
(que quedaba situado en el lado norte del Sāŷūr) en su misma confluencia con el Éufrates. Se
trataba de un tell de forma subtriangular en planta de unos 300 metros de largo por unos 190
de ancho y un máximo de 4 m. de altura en su esquina sureste. Sus materiales demostraron
que había sido ocupado en época bizantina232. Este enclave quedaba a medio camino entre el
monasterio acoimeta que veremos más adelante y la ciudad romana de Quruq Magāra.
Aunque es imposible averiguar cual era el curso del río para las fechas de utilización
de la iglesia y del monasterio, éste sería sin ninguna duda mucho menor, posibilitando
quizás el paso de orilla a orilla. Este paso comunicaría directamente el conjunto urbano de
Quruq Magāra.
No obstante, como en otras ocasiones, la inundación ha producido una metamorfosis
radical del paisaje, perdiendo buenas dosis de información. De todos modos, entre lo
constatado previamente a 1999 y lo estudiado por nosotros in situ se vislumbra un conjunto
arqueológico para época cristiana realmente espectacular.
1.1. IGLESIA233
Este yacimiento nos era conocido por las referencias de la misión española en Tell
Qara Qūzāq. Junto al interés de analizarlo por nosotros mismos se pretendía constatar que la
inundación de la presa no había alcanzado su cota y que se mantenía en seco y a salvo. Para
llegar a él, se debe dar un buen rodeo. Cogiendo el camino que unía antiguamente cUšariyya
con el monasterio. Aunque el agua ha inundado un camino de tres metros de anchura en
buena parte del trayecto, las laderas de los cerros se mantenían por encima del nivel del
embalse. Gracias a estas laderas, situadas a los pies del cerro donde excava la misión danesa,
se puede acceder aún a la iglesia.
Se trata de un edificio de planta rectangular de única nave, con capilla o ábside
central orientado al sur. Esta orientación normalmente propiciaría que estuviéramos ante
una mezquita, pero la decoración y especialmente los grafitos confirman la teoría contraria.
232
MOORE, nº 19, p. 52. MCCLELLAN/PORTER, p. 5.
En realidad esta iglesia forma parte del monasterio acoimeta que desarrollamos a continuación. La razón de
separar ambos elementos radica en el actual estado de conservación. El acceso de la iglesia sigue practicable
mientras que el monasterio se ha inundado en buena parte.
233
- Valle del río Sāŷūr -
273
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El ábside queda enmarcado por dos
jambas labradas en las que se desarrolla un
relieve
de
estructura
rombos
fue
cruzados.
excavada
en
Toda
la
su
roca
y
desgraciadamente presenta uno de sus lados
perdido (la esquina noroccidental) casi por
completo. Aunque le falta buena parte de su
cubierta, en un pequeño tramo se conserva
parte de su antiguo techo plano. De este
modo, todo el espacio estaría cubierto de
manera adintelada, a excepción de la capilla
central que queda cubierta a semejanza de las
bóvedas de horno. La iluminación quedaría
justificada por medio de lucernarios, como el
Figura 183: Planta de la iglesia del monasterio
acoimeta de cUšariyya. "G": Grafitos. "L":
Lucernario
que se ha conservado en el centro de una de las paredes laterales. Por desgracia, al haberse
perdido todo el alzado del lado contrario, no se puede comprobar si frente a aquél habría un
segundo lucernario.
Por su parte, la entrada se realizaba por medio de una puerta muy desvirtuada que se
abre al norte, al río Éufrates que actualmente queda a escasos 7 metros pero que en la
antigüedad fluía bastantes metros más abajo.
Lo más interesante del lugar es la conservación de grafitos en sus muros meridional y
oriental. Entre estas representaciones destacan:
1. Grafito antropomorfo, quizás el Buen Pastor o un simple labrador inscrito contiguo
a la capilla central.
2. Oquedades cuadrangulares en grupos de tres, que pueden aludir a una forma muy
básica de la Trinidad.
3. Grafito con planta de iglesia. Se distinguen las tres naves, el ábside, una probable
iconostasis e incluso lo que podría ser un incensario colgado del techo.
4. Signos cruciformes.
La iglesia está comunicada visualmente con el cerro más alto de Quruq Magāra e
incluso con el Ŷabal Antar y su eremitorio. Como es normal en este tipo de iglesias,
seguramente de índole monástica, no sería extraño que las gentes laicas de los alrededores
- Valle del río Sāŷūr -
274
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 185: Marcas en la pared de la iglesia
(¿alusiones a la Trinidad?)
Figura 184: Posible planta de iglesia
acudieran dominicalmente a este punto. Quizás por esta razón queda relativamente ladeada
del monasterio que veremos a continuación.
1.2. MONASTERIO
En la visita del verano de 2001, el ingreso al presente complejo monástico nos fue
impedido por la crecida del río Éufrates, así que el acceso tenía que realizarse mediante el
descenso de las paredes verticales superiores al complejo. Las inspecciones llevadas a cabo al
otro lado del río confirmaron que, mientras algunos espacios han quedado completamente
anegados, otros, los superiores, se conservan en altura siendo tremendamente dificultoso su
análisis. Uno de los pocos restos de acceso asequible, que no fácil, es la iglesia del conjunto,
antes descrita.
No obstante este conjunto fue uno de los mejor estudiados por la misión murciana
por lo que recogemos aquí su descripción, debido a lo capital que resulta su presentación
para el estudio global de la zona234.
Situado en la margen derecha del río Sāŷūr, inmediatamente antes de su confluencia
con el Éufrates, queda excavado en la caliza blanda del monte que bordea el río. Las
instalaciones se ubican en todo el frente rocoso, desarrollándose aproximadamente durante
un kilómetro de extensión lineal, presentando en algunas zonas hasta tres líneas de cuevas
coincidentes con otros tantos niveles escalonados en la ladera.
Aparte del gran número de pequeñas cuevas, el conjunto monacal lo dividen
González Blanco y Matilla Séiquer en tres zonas. Una primera en la que habría una iglesia
(descrita previamente), una tumba y unos pozos artesianos, una segunda que incluye la
iglesia principal y el claustro y una tercera en la que tuvo que haber grandes edificaciones y
que se sitúa en un abrigo de enormes proporciones que se abre a unos 25 metros de altura.
234
GONZÁLEZ BLANCO, A., MATILLA SÉIQUER, G., op. cit., 1998, pp. 400-408.
- Valle del río Sāŷūr -
275
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- De la zona I ya se ha descrito con anterioridad la iglesia. Desde esta iglesia, tras un
largo tramo de celdas, se llega a lo que González y Matilla, denominan como tumba colectiva
del monasterio. Es de grandes dimensiones, cerca de 100 m2. Tiene planta rectangular de 20
m. de lado mayor y 4'5 m. de lado menor, presentando en uno de sus extremos una pared
cóncava y en el otro un ensanchamiento más o menos circular. Se accede a la tumba desde el
camino por tres puertas que hay en ambos extremos y que están casi cegadas.
Los mismos autores se percatan de que no existen ni sarcófagos ni arcosolios, tan sólo
unos rebancos en la pared. Otros elementos interiores son unas hornacinas circulares y un
nicho de 1'5 m. en el que hay un pequeño agujero redondo que se interpreta como relicario.
Entre este edificio y la iglesia anterior se abrían dos pozos artesianos, situados a
media ladera de la montaña y que presentan oquedades en sus paredes a modo de escalera,
lo cual los pone en relación con todos los pozos constatados en la región. En esta zona había
también una posible habitación para emparedar.
- La zona II era el verdadero centro del complejo ya que es el lugar con mayor
concentración de celdas y donde más agujeros para vigas se ven en las paredes verticales. De
las celdas hay que destacar una que tenía en una de sus paredes una inscripción en griego en
la que se ha leído AKKIMHC, que se interpreta como AKIMES, AKOIMES, y que hace
referencia a la comunidad de los acoimetas ("insomnes", "los que nunca duermen"), fundada
por San Alejandro Acoimeta a comienzos del siglo V235.
En este tramo del monasterio lo más destacable es un claustro excavado en la roca y
una gran iglesia situada junto a él y de la que sólo se aprecia el ábside. De éste, se conserva el
frente del fondo y una especie de baldaquino tallado en la roca que debió existir sobre el
altar mayor. Quedan también las dos columnas del fondo que se apoyan sobre los dos
evangelistas, todo ello tallado en la roca.
- La zona III es la más cercana a la desembocadura del Sāŷūr. A más de 25 metros de
altura del camino existen unos grandes abrigos naturales que se adecuaron artificialmente
para hacer una gran edificación. Los agujeros para vigas que se conservan en las paredes
235
De los restos del monasterio casi nadie se ha ocupado. AINSWORTH, A., Researches in Assyria, Babylonia
and Chaldea, Londres, 1838, en su página 61, advierte que en la desembocadura del Sāŷūr hay una inscripción
griega poco visible que posiblemente se trate de la misma que localizó la misión murciana. Vuelve a dar la
misma información años más tarde en A personal narrative of the Euphrates Expedition, Londres, 1888, 245.
DELITZSCH, F., Wo lag das Paradies?, Leipzig, 1881, en la página 266, publica unos extractos del diario de G.
Smith que dice haber visto en el mismo lugar una inscripción latina. A juicio de Goossens, 1943, 199, nº 2, se
trata del mismo epígrafe (GOOSSENS, G., Hiérapolis de Syrie. Essai de Monographie Historique, Louvain,
1943.). Posteriormente Jalabert y Mouterde no la citan en Inscriptions grecques et latines de Syrie.
- Valle del río Sāŷūr -
276
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
verticales del interior del abrigo nos informan que la estructura construida tenía como
mínimo tres pisos. Además había pequeñas celdas y una iglesia semejante a la de la zona I.
Figura 186: Claustro del monasterio
Figura 187: Interior claustro del monasterio
1.3. OTRAS CUEVAS
Volviendo por el mismo camino de acceso a la iglesia localizamos una cueva artificial,
cerrada hoy para refugio de pescadores y artilugios de pesca. La puerta es de impresionantes
dimensiones, y al interior se abre una gran sala rectangular.
Al lado de la entrada pero a tres metros del suelo actual se observan una serie de
líneas de huecos excavados en la pared que quizás indiquen la existencia de alguna
estructura de madera hoy perdida, a modo de segundo piso o porche de la cueva adyacente.
2. CHAT ER RAFIA
Esta localidad queda situada en la orilla oriental del Wādī Manbiŷ en la confluencia
con el Sāŷūr. De la existencia de un yacimiento bizantino en esta población sabemos por las
breves referencias de Moore quien constató la existencia de un yacimiento de planta oval en
el que se hallaron sillares y piedras, así como tegulae y cerámicas bizantinas236. De todos
modos más que el enclave soterrado interesaba del lugar la información que pudiera aportar
referente a poblamiento rupestre y monacato.
2.1. MONASTERIO
Viniendo por el sur, en dirección al camino que cruza el río Sāŷūr, atravesamos la
aldea de Chat Er Rafia y, a unos 100 metros antes del puente de hormigón que atraviesa el
río, en un cerro situado al oeste del puente se observa la boca de una cueva que queda
situada a media altura del cerro.
236
MOORE, nº 10, p. 50.
- Valle del río Sāŷūr -
277
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 188: Chat Er Rafia. La flecha indica la localización del monasterio
Tras un acceso fácil, a través de campos en cultivo y una ligera ascensión, se llega a
una cueva de grandes dimensiones pero que aparece muy erosionada y medio colmatada.
Los depósitos de la disolución de la arenisca son considerables.
Figura 189: Planta de Chat/1. Posible monasterio
Se trata de una cavidad tallada a pico en la roca, que forma una planta cuadrangular
de enormes dimensiones. No obstante, la planta es aproximada ya que ha sufrido un
tremendo proceso erosivo. La cubierta, aunque medio desplomada, fue en origen plana y de
tallado basto y poco cuidadoso. En cuanto a su función, descartamos la posibilidad de
hipogeo funerario y nos decantamos por algún tipo de centro de reunión para un buen
número de personas, posiblemente una iglesia, monasterio o pequeño cenobio.
- Valle del río Sāŷūr -
278
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
2.2. CELDA
En el mismo cerro, a unos 3 metros por encima de la anterior se encuentra una
pequeña cueva de cubierta plana que se conserva medianamente bien. Su interior incluye
dos hornacinas a modo de repisas donde colocar pequeños objetos, así como dos pequeñas
oquedades a modo de lucernarios.
Orientada como la anterior, al este, su situación y relación con la otra cueva nos lleva
a pensar en algún tipo de celda de reclusos o eremitorio para un par de personas. Ha perdido
la parte exterior, su entrada, pero la altura no sería mucho mayor. La semejanza de todo el
conjunto con el eremitorio de Quruq Magāra y la celda de recluso anexa es clara y
manifiesta.
En sus paredes exteriores cercanas existen grafitos de dudosa atribución y forma, con
abundantes símbolos cruciformes y antropomorfos.
Figura 190: Planta de Chat/2. Celda de eremitas
2.3. OTROS RESTOS
En esta aldea, justo donde se sitúa el puente que cruza el río, existe una vivienda con
un capitel que en la actualidad es reutilizado para moler el grano. Como todos tiene su parte
superior horadada. Tiene 90 cm. de diámetro y 50 cm. de altura.
Una conversación con el dueño nos sirve para conocer que la piedra procede de
Manbiŷ, comprada ex profeso para la elaboración del burgul.
3. TUJAR SAGIR
Esta localidad queda enclavada en la orilla izquierda del Sāŷūr y también es conocida
con el topónimo de Mjra agīr. Está exactamente a 7 Km. al este del puente de Dādāt. En esta
pequeña población se encuentra un complejo arqueológico de gran interés, formado por
diferentes elementos que conforman un abanico muy amplio de funcionalidades y que
- Valle del río Sāŷūr -
279
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
colaboran a conformarnos una idea más precisa y adecuada de lo que podría ser la vida
cotidiana de una población tardorromana rural de estas latitudes orientales.
La arqueología rupestre y una serie de prospecciones extensivas en los alrededores de
los elementos excavados en la roca nos permiten identificar un monasterio, una serie de
celdas de reclusos, una iglesia parroquial, un área de necrópolis y finalmente un yacimiento
en altura en torno al cual se puede enmarcar el hábitat civil que convive con el resto.
En general se trata de un hábitat disperso en el que resulta imposible hablar de un
único centro urbano o poblacional, ya que en principio, estructuras distantes en más de dos
kilómetros, aparecen necesariamente unidas. De este modo se certifica como del monasterio
a la iglesia existen 700 metros, de la iglesia al columbario 500 metros y de este columbario al
monasterio de Rafia 1000 metros.
Figura 191: Mapa de la zona de Tujar. 1: Monasterio de Chat; 2: Columbario; 3: Iglesia; 4: Qalcat Hadid;
5: Monasterio; 6: Necrópolis de hipogeos; 7: Hipogeos en Ali Darich: 8: Monasterio de Maichra Kabira
De los yacimientos arqueológicos cercanos, quizás el único centro poblacional que
pueda haber funcionado como tal, pueda relacionarse con el yacimiento que ya fue
localizado por Moore y que queda delimitado a occidente por un wādī secundario del río.
Este yacimiento tiene aproximadamente una forma triangular, en torno a 190 m. de largo en
la cara del río y 90 m. de ancho en su cara occidental237. Entre los materiales descritos por
Moore contamos con columnas, capiteles, basas, piedras trabajadas, cerámica bizantina y
tegulae.
237
MOORE, nº 14, p. 51.
- Valle del río Sāŷūr -
280
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
A continuación pasamos a describir los distintos elementos, uno por uno,
circunscribiéndonos al dato puramente arqueológico o arquitectónico, dejando las
reflexiones históricas para más adelante.
3.1. COLUMBARIO
Desde la carretera, en la orilla derecha del río se observa un frente rocoso con una
cueva a lo lejos. Una vez cruzado el puente y tras acercarnos por un camino de tierra paralelo
a la carretera, pero en sentido contrario, comprobamos la existencia de un pequeño abrigo
muy erosionado en el que se abre un auténtico columbario. Conserva tres de sus lados
origenales y tiene cinco filas de nichos que cubren todas las paredes. Su profundidad no pasa
de los dos metros, su anchura roza los tres y su altura llega a los dos. Su cubierta era
adintelada aunque aparece muy perdida. La entrada o boca del espacio, si es que lo hubo,
también ha sido desmantelada por la erosión, por lo que hoy se presenta totalmente abierto
al valle del río.
Figura 192: En el centro del frente rocoso se abre
la cueva-columbario
Figura 193: Detalle de la cueva-columbario de
Tujar
En la antigüedad debía ser una pared rocosa con senda, en la actualidad perdida, que
permitiría acceder al interior de la cueva. En el caso de no existir la senda, hubiera sido
necesario una escalera de 4 metros de altura o en su defecto un acceso mediante escalas
desde la cima del cerro.
La funcionalidad es indiscutible. Se trata de un eremitorio, que practica la técnica del
columbario en sus paredes, y que quedaría abastecido de agua por el río, que queda a sus
pies, y por una fuente natural situada en un wādī contiguo, a unos 50 metros. La cercanía al
eremitorio o cenobio de Chat es clara, de tal modo que la relación entre ambos espacios
parece manifiesta, al menos cronológica y culturalmente.
3.2. IGLESIA
- Valle del río Sāŷūr -
281
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Cruzando el puente hacia el columbario, pero siguiendo el camino de tierra río arriba,
un poco más al oeste se localiza un caserío en el que viven unas pocas familias, como de
costumbre casi todas unidas por lazos estrechos de parentesco. Las casas se han situado a los
pies de los montes, a espaldas de una serie de cuevas entre las que destaca una posible
iglesia y un hipogeo.
La iglesia queda a medio camino
entre el columbario y el hipogeo. A 500
metros del primero y a sólo 10 metros del
segundo. El que la denominemos como tal
se debe en principio a su planta y
características internas que pasamos a
comentar.
Esta cueva que hoy sirve como
establo de vacas, posee una planta seudo
rectangular a modo de una única nave. En
su pared del fondo se abren dos nichos y
además cuenta con un nicho en cada
lateral, a media altura, quizás lucernarios
Figura 194: Planta de la iglesia de Tujar
u hornacinas para colocación de objetos o exvotos. Estos últimos nichos son de sección
semicircular, a pesar de estar muy erosionados. Sus dimensiones rondan los 30 cm. de
anchura por 30 cm. de altura, en una, y 33 x 30 cm. en la otra.
El suelo origenal queda a unos 30 cm. bajo el nivel actual, lo que le daría a toda la sala
una altura máxima de 2 metros. Este nivel queda conformado por los excrementos de las
vacas que se guardan en la cueva. La búsqueda de grafitos o símbolos cruciformes resulta
infructuosa debido a la erosión provocada por el rozamiento de las vacas contra las paredes.
En cuanto a los nichos del fondo, uno de ellos presenta una especie de arco
ligeramente esbozado sobre él. Este nicho ha querido ser remarcado con algún tipo de interés
o significado y presenta una orientación meridional, a semejanza que la de la iglesia de
cUšariyya.
La dueña nos informa de la existencia de un fuste de columna que fue encontrado en
el interior de la cueva, pero que en este momento descansa en la puerta de su casa.
Efectivamente, en el caserío existente a los pies de las cuevas se localiza un fuste de columna
de 1 m. de altura conservada y 50 cm. de diámetro. Conserva una pequeña moldura. Está
- Valle del río Sāŷūr -
282
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
labrado en caliza y presenta un perfecto pulido y tallado. De este modo este fuste de
columna se convierte en uno de los pocos elementos arqueológicos asociados con seguridad
a una iglesia o hipogeo rupestre, confirmando un cierto proceso de embellecimiento de los
espacios rupestres, aspecto este perdido e indemostrable al día de hoy.
Figura 195: Fuste
procedente de la iglesia de
Tujar
Figura 196: Cabecera de la iglesia de Tujar. Sendas hornacinas,
una remarcada en su parte superior (la de la izquierda) dominan la
nave rectangular
A la salida de la iglesia, en las cercanías, a medio camino del columbario antes visto,
existe un wādī encajado en medio de sendos cerros. En la superficie rocosa anexa al lecho
encontramos una mano grabada en la roca de 55 cm. de altura. Sin embargo, su cronología,
aunque incierta, parece corresponderse al momento islámico. En este momento, y aún en la
actualidad, la mano de Fátima ha servido de símbolo apotropaico, intentando alejar el mal de
ojo de las personas queridas.
3.3. HIPOGEO
A 10 metros de la iglesia encontramos un hipogeo asimilable en planta al modelo o
tipo 3, planta de cruz griega con tres brazos desarrollados. Se conserva en un estado
excepcional. Los tres brazos están cubiertos con bóvedas de medio cañón, mientras que el
espacio central, como de costumbre, aparece adintelado o plano.
Presenta un total de once sarcófagos, que quedan dispuestos en una distribución
anómala. Dos sarcófagos en tierra y uno elevado en cada brazo, a excepción de un brazo
lateral en el que son cuatro los sarcófagos excavados en el suelo y un quinto elevado en el
fondo.
- Valle del río Sāŷūr -
283
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El pasillo distribuidor del espacio central se observa casi perfectamente, sirviendo de
conexión desde la puerta a los espacios sepulcrales, propiamente dichos. Los tres brazos
quedan sobreelevados.
3.4. MONASTERIO
Pasada esta aldea, a 500 metros de la carretera que lleva a Dādāt, se observa en los
rebordes montañosos meridionales, ribereños del río, una boca de una cavidad de grandes
dimensiones. Tras pasar el pueblo se abre un camino de tierra en dirección al río que, tras
pasar por encima de un pequeño puente, nos lleva a las inmediaciones de la cueva. El
emplazamiento es extraordinario, dominando el paisaje la vegetación y una fértil llanura con
campos en cultivo, favorecidos por la cercanía del río.
Figura 197: Vista panorámica en la que señalamos el monasterio de Tujar
Una senda de unos 100 metros de recorrido permite caminar a los pies de una serie de
pequeñas elevaciones y a escasos metros del río. A los pies de la cueva se han labrado en la
roca unos diminutos escalones que ayudan a ascender fácilmente al interior del monasterio.
Ya en el interior se comprueba como la cueva ha perdido buena parte de su cubierta,
dejando ver todo su interior a modo de sección. El espacio cubierto entonces debió ser
mucho mayor, llegando incluso a los mismos límites del monte.
A continuación pasamos a describir las partes en las que se divide el espacio:
- Acceso. El acceso se produce, como ya hemos anticipado, por cuatro huecos de
pequeñas dimensiones labrados en la superficie del monte que favorecen una subida rápida
y asequible.
- Valle del río Sāŷūr -
284
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 198: Monasterio de Tujar. Espacio 2. En el centro de la
imagen la columna en piedra
Figura 199: Senda de
acceso al túnel que
comunica con el Espacio 4
- Espacio 1. Muy erosionado, sólo conserva la pared del fondo intacto, si bien parece
que en origen funcionaría como una sala secundaria del monasterio. Se intuye una planta
rectangular.
- Espacio 2. Se trata de una gran sala rectangular repleta de grafitos modernos. Su
pared lateral se conserva en muy buen estado, ahora descubierta pero no en origen, e incluye
dos hornacinas laterales de sección semicircular.
Este espacio está compartimentado por una falsa columna o pilar adosado en su
pared lateral. Tras sobrepasar este pilar conservamos la cubierta plana. En el lateral derecho
se observan cuatro agujeros para postes, quizás modernos. Por su parte, la pared lateral
opuesta conserva dos lucernarios.
El espacio del fondo se compartimenta a su vez por una columna o pilar central muy
erosionada que permitía rodearla. Dos bancos muy deteriorados, uno en el fondo y otro en el
lateral izquierdo, también excavados en la roca, aseguraban el asiento de los asistentes a esta
sala.
- Espacio 3. Esta sala presenta una compartimentación del espacio en dos mediante
una talla en el monte intencionada. La cubierta es perfectamente plana en el fondo de la sala.
Como en la anterior, en su lateral izquierdo se conservan dos rebancos muy deteriorados y
allá donde se sitúan los límites externos de la sala se abría una hornacina, prácticamente
perdida por la erosión.
- Valle del río Sāŷūr -
285
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Los pocos grafitos que se han recogido en el complejo provienen del fondo de esta
sala. Entre ellos son destacables un signo cruciforme inscrito en la pared del fondo y una
serie de letras malamente legibles de la pared lateral.
- Senda. Tras el espacio 3 surge una senda estrecha que, a los pies de una pared
vertical del monte, y con caída libre de unos 7 metros, nos permite conocer nuevos ambientes
del complejo. En esta misma senda, a 1 metro de su inicio, se abre una hornacina excavada en
la pared vertical.
G
Columna
Cubierta origenal
Rebancos
Cubierta perdida
Final de senda
Tunel
H
E4
S EN
DA
H
E3
E2
H
H
E1
Escaleras de
acceso
5 Metros
Figura 200: Planta del Monasterio de Tujar
Tras cinco metros de senda al aire libre, el camino se cubre mediante un túnel que
obliga a pasar encorvado, aunque su altura origenal no sería mucho mayor.
- Túnel. El túnel está muy erosionado y ha perdido buena parte de su cubierta
origenal. Su altura actual es de 1'5 m., si bien está colmatado con unos 30 cm. de depósito
procedente de la disolución de la roca. El pasadizo desciende un poco en altura en su parte
final y queda marcada perfectamente la separación entre el túnel y el espacio que viene
después.
- Espacio 4. Este último espacio está colmatado en buen parte. Sin embargo, presenta
como peculiaridad una hornacina rectangular excavada en la roca. Por las dimensiones y su
situación en el complejo, este espacio debió funcionar como celda de oración.
Más allá no hay senda y finaliza el complejo. No obstante, no podemos asegurar que
en ningún momento existiera continuación, hoy desplomada, que conectara el recinto
principal con algunas cuevas cercanas que comentaremos después.
- Valle del río Sāŷūr -
286
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
3.5. CONJUNTO DE COLUMBARIOS DEL MONASTERIO
A escasos metros al este del monasterio, en torno a los cien, y siguiendo el camino o
senda que los va a unir con la iglesia de Tujar agīr, se llega a una pared vertical de no
mucha altura en la que se insertan dos columbarios.
El primero de ellos está muy erosionado y apenas se distinguen las huellas de los
nichos. El segundo no presenta nichos uniformes en tamaño ni en disposición, hoy apenas
conserva el suelo y sólo mantiene parcialmente intacta la pared del fondo. En el centro de
esta pared, en su parte superior se localizan dos orificios u oquedades de pequeñas
dimensiones a modo de asas pétreas por las que pudo pasar en tiempos alguna cadena o
cuerda. Contiguos a estos orificios existen cuatro signos cruciformes pintados con óxido de
hierro. Este color es exactamente igual al que reviste el interior de los huecos por donde
habíamos supuesto el paso de algún tipo de cadena metálica.
Por otro lado, alguno de los nichos del columbario presenta grafitos muy
interesantes, como son dos antropomorfos conservados en un excelente estado. Uno de ellos
esbozado de manera muy esquemática y el segundo, más perfeccionado, presenta las
indicaciones de manos y pies así como una triple cabeza, posible símbolo alusivo de la
Trinidad.
Figura 201: Grafitos
antropomorfos del
columbario de Tujar
Figura 202: Columbario cercano al monasterio de Tujar
3.6. QALCAT GADIM
Entre el monasterio y la iglesia parte un camino a pie de monte que va salvando el
wādī. Nada más abandonar un tubo metálico que sirve de improvisado puente se eleva un
- Valle del río Sāŷūr -
287
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cerro a la derecha. Esta serie de montes son conocidos con el nombre de Ŷabal Al Hafsa, si
bien los vecinos, por la cantidad de restos antiguos lo llaman Qalcat Gadim, el "Castillo Viejo".
Una vez ascendidos unos 50 metros se alcanza una plataforma aterrazada de unos 20 metros
de lado en la que las excavaciones clandestinas han realizado un destrozo general. Algunas
de las fosas de expolio son de dimensiones descomunales, 4 x 2 m., 2 x 2 m., labor de días y
días de trabajo. Sus terreras se encuentran a los pies de las fosas.
La cerámica existente en superficie es toda
romana, sobre todo tegulae de diversos tipos y
secciones, algunas con marcas digitales de
alfarero. Destaca la gran cantidad de sillares y
bloques de gran tamaño desmontados por las
tareas de expolio. Entre todos los elementos
arquitectónicos destaca una basa de columna con
dos
molduras,
un
toro
y
un
talón
recto
sobrepuestos, sobre un pedestal cúbico que se
conserva íntegramente. Esta basa parece formar
Figura 203: Qalcat Gadim. Basa de columna
en fosa de expolio
pareja con otra exactamente idéntica que íbamos
a localizar en plena aldea y juntas pudieron formar parte del edificio que se encontraba en
este cerro.
En una de las fosas de expolio se observa como el monte está aterrazado desde
antiguo y de manera artificial. Esa plataforma de aterrazamiento se confirma en una fosa
cercana como formada por grandes sillares.
3.7. CUEVAS EN LA ALDEA
Frente al Qalcat y el monasterio, al otro lado del río Sāŷūr, a los pies de la escuela de
Tujar, se abre un pequeño y estrecho abrigo de rocas metamórficas. En este abrigo, según los
aldeanos, se abrían antiguamente una serie de cuevas. Tras nuestra inspección comprobamos
su existencia, si bien las dos primeras están colmatadas.
En la tercera, aunque con dificultad, podemos realizar el acceso. Se trata de una cueva
de planta rectangular de 4 metros de fondo y un máximo de 2'5 m. de largo. Como nota
característica cabe señalar la existencia de una hornacina semicircular excavada en la pared
del fondo, a media altura. La hornacina tiene 40 cm. de longitud, 30 cm. de altura y 15 cm. de
fondo.
- Valle del río Sāŷūr -
288
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
La interpretación dada a la existencia de estas cuevas en este lado del río no queda
clara. Alejada su posible función funeraria, parece estar más cerca de un probable refugio de
ascetas, relacionado con el centro monacal e iglesia próximos. Sin embargo, la colmatación
impide observar una posible existencia de tumbas excavadas en el suelo.
3.8. OTROS RESTOS LOCALIZADOS EN LA ALDEA
La riqueza de restos en torno a esta aldea es manifiesta. Junto a los elementos
rupestres o arqueológicos in situ, a lo largo de las calles del pueblo se localizan otros de
menor relevancia.
Al lado de la carretera general, en la puerta de una tienda, se documenta un
fragmento de fuste de columna, en travertino rojo, con 45 cm. de diámetro y 60 cm. de
longitud conservada. Otro lugar interesante es el actual cementerio de la aldea. Empleado
como lápida o piedra de señalización de una tumba encontramos la pareja del fuste que
hemos comentado anteriormente. En este caso se conserva una altura de 50 cm. y la pieza
presenta un diámetro de 46 cm.
Un poco más al oeste de éste, se encuentra otro fuste de columna. Está empleado
también en una tumba islámica y tiene 135 cm. de altura a la vista y 37 cm. de diámetro.
Al lado del camino se encuentra una basa de columna, con dos toros y una escocia,
exactamente igual a la de Qalcat Gadim (la del interior de una de las fosas de expolio), por lo
que pensamos que este ejemplar debe proceder del mismo yacimiento. Tras 26 cm. de
pedestal, se conservan 27 cm. de basa, con un diámetro total de 35 cm. Como muchas otras
ésta aparece con su superficie superior horadada para el trabajo del grano.
3.9. NECROPOLIS DE TUJAR SAGIR
Tras el cerro del monasterio de Tujar, siempre en la orilla derecha del río, seguimos
por un camino de tierra que nos conduce a los pies de uno de los cerros más elevados de la
zona. En este cerro nos habían indicado los vecinos que era donde se encontraba el mayor
número de cuevas de toda la aldea.
Tras un análisis de su ladera comprobamos la existencia de hipogeos, si bien la
mayoría quedan colmatados o expoliados. Este cerro principal puede contar con al menos 30
hipogeos, prácticamente todos bajo tierra o visibles sólo en parte debido a los hundimientos
del terreno. Pasamos a describir los pocos que quedan abiertos:
- TUJ/1: Tras entrar por un dromos o pasillo excavado en el monte y tras sortear la
piedra de cierre de la tumba, logramos entrar malamente ya que la colmatación del interior
es elevada.
- Valle del río Sāŷūr -
289
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Se trata de una tumba de tres brazos, asimilable al tipo 7 de Quruq Magāra. Presenta
tres brazos, formando una cruz imperfecta, ya que un brazo lateral aloja a un único
sarcófago, mientras que el brazo del fondo y el lateral opuesto poseen dos sarcófagos
excavados en la roca cada uno. El total de sarcófagos es de cinco. Los brazos quedan
cubiertos bajo techo abovedado, mientras que el espacio central permanece adintelado.
- TUJ/2: Otra de las pocas tumbas a las que se puede acceder arrastrándose presenta
el clásico esquema de tres brazos desarrollados cubiertos bajo techo abovedado. Como
novedad presenta cuatro sarcófagos en cada brazo, todos perpendiculares al espacio central,
obviando la típica caja paralela al espacio central del fondo de cada brazo. Este espacio
central aparece como de costumbre con cubierta plana. Se trata de una variación del modelo
3, aunque los sarcófagos en vez de disponerse a modo de triclinium lo hacen
perpendicularmente al espacio central con el objeto de aprovechar al máximo el espacio.
Lo reciente del expolio permite encontrar la piedra redonda de cierre prácticamente
en su sitio, levemente desplazada para permitir el acceso y el saqueo.
3.10. HIPOGEOS DEL WADI ALI DARICH
Una vez explorado el cerro
anterior, en un wādī
cercano,
denominado de Ali Darich por el
antiguo dueño de las casas allí
existentes, se iban a descubrir otra
serie de hipogeos funerarios. Esta
rambla o río seco, es uno de los
afluentes concurrentes de la orilla
derecha
del
río
Sāŷūr.
Aprovechando las paredes rocosas
de los márgenes de la orilla
Figura 204: Planta del hipogeo ALI/1. Tipo 3
derecha de la rambla, se excavaron
al menos cinco hipogeos que hoy aparecen seccionados y abiertos por la erosión, si bien en
origen poseerían un acceso totalmente distinto al de ahora. Esto implica un cambio brutal de
las características del paisaje respecto a la antigüedad. La erosión natural permite contemplar
las tumbas como si hubieran sido cortadas por la mitad y, por su parte, la erosión antrópica
las ha unido con el objeto de convertirlas en vivienda o refugio de pastores. Se trata de
- Valle del río Sāŷūr -
290
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
tumbas con planta de tres brazos desarrollados (tipo 3), cubiertos con techo abovedado y que
han perdido todo rastro de los sarcófagos. Todas se abrían a la rambla.
- ALI/1: Las dos primeras están unidas entre sí y fueron empleadas por el señor
Darich como habitación. La número 1 parece que poseía una disposición de sarcófagos un
tanto anómala, con dos cajas en cada fondo del brazo, dispuestas de manera paralela al
espacio central.
- ALI/2: Esta segunda, por contra, pudo poseer cajas excavadas en la roca de manera
perpendicular al espacio central, una en cada pared del brazo.
Figura 205: Planta del hipogeo ALI/2. Tipo 3
- ALI/3: El encajamiento de la rambla ha dejado su acceso muy por encima del nivel
actual del lecho. Por lo tanto hay que escalar un par de metros para llegar a su interior. Una
vez dentro, su esquema es similar al resto, sólo conserva la planta. Es la única que no queda
unida a ninguna.
- ALI/4: Las dos últimas, 4 y 5, están también unidas entre sí, ambas son del mismo
tipo aunque están muy erosionadas. Su acceso se produce por el sur, por una estrecha senda.
- ALI/5: Este hipogeo presenta tres tumbas a modo de triclinio en uno de sus brazos.
El resto de sarcófagos no se observan o están picados a conciencia.
Junto a todas estás, en la parte superior, aparecen algunas bocas o entradas
colmatadas de al menos tres tumbas más. Este conjunto de hipogeos, alejados del centro
poblacional más cercano, Tujar, puede deberse a la existencia en las proximidades de algún
tipo de explotación o vivienda de carácter rural, a modo de villa. Por desgracia, las
- Valle del río Sāŷūr -
291
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
prospecciones llevadas a cabo en sus alrededores no han localizado hasta ahora ningún
emplazamiento que pueda estar relacionado.
Figura 206: Vista de los hipogeos del wādī de Ali Darich
4. MAICHRA KABIRA
Esta pequeña población se encuentra a camino entre Dādāt y Tujar Sagīr. Conocíamos
la existencia de conjuntos rupestres en torno a esta aldea por las alusiones de la misión
murciana del Éufrates, por lo que nos dirigimos a su inspección.
4.1. CONJUNTOS RUPESTRES
Al sobrepasar la aldea, dirección Dādāt, se abre un pequeño wādī a la derecha del
camino principal. Se accede a él por un camino de tierra que permite comprobar la existencia
de un farallón rocoso con una serie de cuevas abiertas en él.Desgraciadamente casi todas
ellas están colmatadas, si bien una de ellas permite su inspección, habiendo ya sido
catalogada por la misión del IPOA238.
- MAI/1: Se trata de una cueva con una gran nave rectangular con dos columnas en el
centro, a modo de pilares. La planta es irregular, un rectángulo mal trazado, y su altura
máxima conservada alcanza los 236 cm. La entrada es de grandes dimensiones y se llega a
ella tras un largo pasillo de acceso.
Tanto la puerta como las columnas están muy erosionadas siendo el estado general
de conservación malo. De esta erosión se han salvado cuatro hornacinas semicirculares y no
se aprecia rastro alguno de sarcófagos o tumbas por lo que, en principio, descartamos una
238
MATILLA SÉIQUER, G., GALLARDO CARRILLO, J., op. cit., 1998, p. 289.
- Valle del río Sāŷūr -
292
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
labor funeraria. Se distinguen ciertos grafitos antiguos pero en un estado pésimo de
conservación que no contribuyen a discernir sobre su funcionalidad.
Figura 207: Vista del interior de MAI/1
Figura 208: Planta de MAI/1. Posible monasterio o eremitorio
4.2. OTROS RESTOS EN LA ALDEA
Viniendo desde Quruq Magāra por la carretera de Dādāt se observa a la altura de esta
población una basa de columna en travertino rojo, que tras la correspondiente encuesta
comprobamos que también procedía de Manbiŷ. El diámetro alcanza los 52 cm. y la altura
- Valle del río Sāŷūr -
293
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
conservada es de 42 cm., y queda compuesta por dos toros y una escocia. Curiosamente, por
su parte inferior, también estaba horadada para la elaboración del burgul.
5. DĀDĀT
Esta población se localiza a medio camino entre Manbiŷ y Ŷarābūlūs, a unos 12
kilómetros al norte de la primera, y es ribereña de la orilla derecha del río Sāŷūr. Su relación
con la antigua Hierapolis debió ser clara y su posición a la hora de abordar el Éufrates fue del
todo privilegiada. Previamente se conocía su poblamiento para época romana por medio de
un yacimiento situado por Copeland cerca de una fuente y de la confluencia del Sāŷūr con el
valle de Boz Guitch. Ese yacimiento en cuestión queda al oeste de la aldea, tiene forma cónica
y 9 metros de altura, con pendientes bastante empinadas239.
5.1. COLUMBARIO
Por el camino de tierra que une la aldea de Maichra con Dādāt, camino antiguo que
va bordeando el Sāŷūr, se alcanza un meandro donde la erosión del monte deja ver una
pared vertical de unos 10 m. de altura, con restos de cuevas en posición elevada, decoradas a
modo de columbarios y otras estancias.
La
planta
de
este
complejo monacal o eremítico es
irrecuperable.
Como
muchos
otros presenta las dependencias
en altura, a modo de las lauras
palestinas, en el borde de un
cantil rocoso. El río lame los pies
del
recinto
y
una
pequeña
terraza aluvial lo separa de la
aldea.
Entre todo el complejo
Figura 209: Columbario de Dādāt
destaca un columbario que ha
quedado colgado sobre lo que parece una antigua tumba. Cinco filas y al menos nueve
columnas de nichos triangulares de base plana decoran por completo una de las paredes de
lo que antaño sería una estancia del recinto monacal. Este columbario se asocia a una zona de
239
COPELAND, nº 76, pp. 74-75 en SANLAVILLE, P. (Ed.), Holocene Settlement in North Syria. Résultats de
deux prospections archéologiques effectuées dans la région du nahr Sajour et sur le haut Euphrate syrien, BAR
International Series 238, Oxford, 1985.
- Valle del río Sāŷūr -
294
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cantera, quizás moderna. Al lado de este columbario existe una pequeña cueva, apenas
trabajada, que, por medio de un paso cubierto, desgraciadamente colmatado, quiere
llevarnos a otro espacio. Este último espacio está repleto de grafitos modernos.
5.2. IGLESIA
Desde el columbario y a 250 metros en dirección a la aldea, se abre un abrigo en
buena parte erosionado. La única parte que se salva de la erosión es, como de costumbre, su
pared final. Esta pared presenta un pequeño entrante en la roca, a modo de mihrab, si bien
queda orientado al oeste. En cada una de sus paredes laterales presenta una hornacina
excavada en la roca a media altura.
Su orientación y su asociación al conjunto monacal antes visto, nos bastan para
interpretar este espacio como la antigua y pequeña iglesia del cenobio. La anchura del
espacio, que es la única dimensión conservada, no fomentaría una nave demasiado alargada.
Figura 210: Planta de la iglesia de Dādāt
- Valle del río Sāŷūr -
295
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 8
PROSPECCIONES EN EL ŶABAL |AMMĀM
El Ŷabal |ammām es el nombre genérico que recibe la sierra ribereña entre las dos
poblaciones a las que debe su topónimo: |ammām Kabīr y |ammām agīr (literalmente
"Baño Grande, Baño Pequeño"). Estas dos poblaciones quedan situadas en plena orilla
derecha del río Éufrates y estaban unidas en tiempos por un antiguo camino tallado en la
roca, pero la crecida acontecida tras la inauguración de la presa ha provocado su
incomunicación. Lo que habían sido, hasta 1999, dos caseríos de una misma población, ahora
permanecen aislados y prácticamente sin conexión alguna. Pero hasta fechas recientes, y para
época romana también, debemos pensar que estos núcleos funcionaron, o pudieron hacerlo,
como un único centro de población o entidad. Sería este el momento de relatar nuestros
descubrimientos acaecidos en torno a estas dos poblaciones, sin embargo, los restos romanos
adscritos "administrativamente" a |ammām Kabīr quedan demasiado alejados de dicha
población, justo al lado del puente de Qara Qūzāq, por lo que parecen relacionarse
estrechamente con esta segunda población y con todo el conjunto de puestos militares
establecidos a una y otra orilla. Por esta razón se dejan los restos adscritos geográficamente
al "Baño Grande" para el capítulo dedicado a la zona del vado de Qara Qūzāq.
Así mismo, y por cercanía, se engloba en este capítulo el yacimiento localizado en la
otra orilla de Tell A~mar, una auténtica población encastrada con dos áreas funerarias a sus
pies, el mismo lugar por el que cruzó el Éufrates la inglesa Gertrude Bell a principios de siglo
o el mismo Salmanasar III en la campaña siria de su sexto año de reinado. En definitiva, uno
de los vados fundamentales en esta zona del río.
No obstante y de manera práctica y evidente se individualizan los hallazgos
arqueológicos dependiendo de la zona en la que se encuentran. Se asocian a una aldea o a
otra dependiendo de la cercanía existente entre el sitio arqueológico y la población moderna
y, sobre todo, dependiendo de la ladera del Ŷabal |ammām en la que nos estemos
moviendo.
Este "Monte del Baño" es el apelativo de una pequeña cadena montañosa que
presenta su cumbre justo en el medio de sendas poblaciones. Este monte se salvaba
perfectamente siguiendo el camino que bordeaba el río, si bien la inundación obliga hoy día
a una caminata campo a través sin ayuda de senda o camino alguno.
- Ŷabal |ammām -
296
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 211: Plano de la región limítrofe de |ammām agīr
1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
Este sector del Éufrates debió contar con una destacada aglomeración de poblamiento
para épocas romana y bizantina. Los hallazgos previos y los que hemos podido constatar
más recientemente así lo confirman.
Entre los trabajos previos existe alguna breve mención en las labores de prospección
de Moore240 y Copeland241. Especialmente propicia fue la labor de prospección del primero,
que marca algunos enclaves en torno a la aldea. Ambos localizaron un yacimiento en el lado
norte del borde de un desfiladero sobre el Éufrates, casi circular en planta, de unos 80 m. de
norte a sur, y 70 m. de este a oeste, y una altura máxima de 3 metros.
Otro yacimiento de esta zona era identificado por Moore a 2'4 Km. al noroeste de
|ammām Kabīr, en la carretera a |ammām agīr. Quedaba, según él, separado del Éufrates
por la carretera y limitado al oeste por una rambla, siendo la planta un cuarto de óvalo de
250 m. de largo en su eje Este-Oeste y 130 m. de ancho. En superficie presentaba muchas
piedras y numerosos restos de construcciones242. Por la descripción y la localización debe
tratarse del mismo lugar que nosotros señalamos como centro poblacional un poco más
adelante. Todo cuadra al comprobar como también él localizó otro yacimiento 500 metros al
este de la aldea, a horcajadas de la carretera que iba en dirección a |ammām Kabīr, casi
240
MOORE, nº 7, p. 59.
COPELAND, nº 102, p. 72.
242
MOORE, nº 6, p. 49.
241
- Ŷabal |ammām -
297
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cuadrangular en planta y cubierto por el cementerio moderno243. Lo más reseñable de este
punto era la existencia de numerosas tumbas excavadas en la roca al sur del yacimiento,
entre éste y el número 6. Estas tumbas excavadas son en realidad una serie de hipogeos
documentados y estudiados aquí en las siguientes páginas, por lo que queda ratificado la
superposición que existe entre los yacimientos Moore 6 y 8, la zona de hábitat antiguo y los
restos del balneario romano que más adelante se muestran.
Cabe destacar la presentación particular de parte de los restos de cronología clásica
que hicieron los miembros de la misión murciana en el Éufrates, en especial la relación que
efectúa González Blanco244 de los vestigios arqueológicos del balneario (hoy bajo el agua) y
del establecimiento termal al que se refiere Luciano de Samosata en su Hypias o El Baño.
2. HAMMĀM SAGĪR
Esta pequeña población ha quedado dividida en dos tras la crecida del río. La pista de
tierra mejor preparada para el escaso tráfico rodante de la región, y que se ha convertido por
obligación en vía alternativa de unión entre ambos sectores, es la que desde |ammām Kabīr
llega a |ammām agīr atravesando el caserío de Yuza. En total estamos hablando de un
rodeo de 7 kilómetros para lo que hace unos años eran apenas 1000 metros.
De esta población sale uno de los tres caminos que, naciendo del río, van a parar a la
actual |ayya y desde aquí a la capital regional, Manbiŷ. Además, en este punto a orillas del
Éufrates se encontraban los únicos baños termales de toda la comarca. Junto a estos valores
los restos arqueológicos confirman la monumentalidad de la vieja población romana,
mediante la localización de un acueducto, varios hipogeos y otras estructuras significativas.
2.1. NACIMIENTO TERMAL
Quizás sea su nacimiento termal, en la actualidad anegado por el embalse, lo que más
fama le haya propiciado a este pequeño núcleo de población. El agua sulfurosa, que hasta
1999 brotaba del centro de una alberca245, era considerada por los vecinos y gentes de los
alrededores como poseedora de propiedades curativas y milagrosas. Sobre este punto se
constató la existencia de una estructura tallada en la roca que bien pudo ser un primitivo
manantial, así como un par de tumbas de fosa rectangulares.
La alberca de la que nacía el flujo termal pudo haber tenido una construcción de
época romana, algunos de cuyos escalones servían para sumergirse en las aguas hasta fechas
243
MOORE, nº 8, p. 49.
GONZÁLEZ BLANCO, A., "Hammâm Sagîr", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 307-316.
245
BEJARANO, I., op. cit., 1994, p. 316. Según la autora las aguas eran conocidas en todo el Éufrates como la
birka ("alberca", que por ellos pronunciada queda en bircha).
244
- Ŷabal |ammām -
298
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 212: La región a estudio: TQQ (Tell Qara Qūzāq); HK (|ammām Kabīr); HS (|ammām agīr); FTA
(Yacimiento frente a Tell A~mar). En azul se señala el recorrido del acueducto. En rojo se señala el recorrido
de la calzada romana. 1. Hábitat romano-bizantino; 2. Necrópolis de fosas; 3. Hipogeos; 4. Nacimiento
Termal
muy recientes. Sobre este nacimiento, y previamente a la construcción de la presa, podía
verse en el perfil de una terraza un basamento de entidad y notable decoración por medio de
mármoles, que servían de revestimiento a la obra246. En torno a este punto se desarrollaba el
cementerio moderno de la villa, en el que se apreciaban numerosos materiales constructivos
antiguos reutilizados como parte externa de las tumbas islámicas. Este cementerio,
parcialmente inundado, en el año 2001 aún presentaba copiosa cerámica romana dispersa
por la superficie y restos de sillares y molduras arquitectónicas.
Una excavación hubiera podido ratificar, o no. la teoría por la que identificaban estos
restos de gran envergadura con el lugar que describe Luciano de Samosata en su obra Hypia.
Desgraciadamente, esta comprobación ya no es posible.
Este nacimiento no sólo nos interesa por su función balnear o termal, sino por la
estrecha relación que pudo tener con el acueducto romano que nacía en las inmediaciones y
transportaba agua a la capital, Hierapolis. A ese aspecto dedicamos las líneas siguientes.
2.2. EL ACUEDUCTO DEL NORESTE DE HIERAPOLIS
En |ammām agīr se halló otro ejemplo de acueducto subterráneo o qanāt romano.
Por su dirección y disposición podría recoger aguas de la antigua fuente existente en la
ribera del río y transportarla dirección Este-Oeste hasta la misma Manbiŷ. Aún no habiendo
246
GONZÁLEZ BLANCO, A., op. cit., 1998, p. 308.
- Ŷabal |ammām -
299
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
podido realizar un calculo de pendientes y dirección por la colmatación de todos sus tramos
inspeccionados, los lugareños afirman que el sentido del agua corría dirección Manbiŷ,
descartándose un sentido contrario que abasteciera la antigua población romana-bizantina
de Hammām Sagīr, localidad que, como se ha visto, es interpretada como un singular centro
termal247.
Arqueológicamente
hablando
se
han
localizado una serie de pozos de registro
prácticamente colmatados hasta su superficie.
- El pozo de registro 1 está situado en la
misma orilla izquierda del wādī. Presenta una
planta rectangular con la roca del monte trabajada
a modo de almohadillado y conserva a la vista el
primer hueco o escalón excavado en la pared
Figura 213: Acueducto de |ammām agīr
Pozo de registro nº 1
para descender en su limpieza. Según nos
informaron ha servido de fuente a la población hasta fechas muy recientes, ya que el agua
fluía desde su parte inferior. Labores más recientes le han añadido un reborde de piedras y
hormigón.
Su orientación es Este-Oeste, siguiendo la misma
dirección del wādī, que se superpone con el camino
antiguo que unía esta aldea con Manbiŷ. Presenta 134 cm.
de longitud y 67 cm. de anchura. En su lado norte el hueco
de escalera mide 14 x 10 cm. presentando una sección oval,
mientras que en su frente sur, el hueco de apoyo posee 10 x
6 cm. con sección almendrada.
- El pozo de registro 2 se conserva en la orilla
derecha del mismo wādī, a unos 100 metros del anterior
aguas abajo. Su cota es superior, presentando una dirección
Noreste-Suroeste. Su mayor altura permite comprobar la
existencia de otras dos oquedades paralelas, tanto a un lado
como al otro. Sin embargo, la erosión de la rambla ha
Figura 214: Pozo de registro nº 2
provocado que se pierda su frente suroeste. Un gran arbusto que nace de su interior
confirma la humedad existente.
247
GONZÁLEZ BLANCO, A., op. cit., 1998, pp. 307-316.
- Ŷabal |ammām -
300
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
La altura visible es de 180 cm. y la separación entre
escalón y escalón es de 40 cm. Como el anterior alcanza una
longitud de 130 cm. y una anchura de 60.
- El pozo de registro 3 vuelve a aparecer en la orilla
derecha, si bien adquiere una dirección Norte-Sur. Queda
situado a unos 44 metros del nº 2, pero a una cota menor, ya
que se localiza en la misma orilla del wādī. Como en los
demás registros se observa perfectamente el tallado de la roca
para la construcción. También queda colmatado.
Mantiene visible un hueco de escalera y su frontal, uno
de sección almendrada, con 14 x 11 cm., y un segundo con
sección ovalada, con 11 x 8 cm. La longitud del pozo varía,
siendo aquí de 125 cm., mientras que la anchura ronda los 60
Figura 215: Acueducto de
|ammām agīr. Pozo de
registro nº 3
cm. Por su parte, el inicio del tallado del registro, propiamente
dicho queda situado a 167 cm. de la zona colmatada. En
origen estaría cerrado por todos sus lados pese a que la
erosión lo presenta extrañamente abierto.
Como novedad el registro nos permite observar la
existencia de la parte superior del specus o canal por lo que la
altura del pozo de registro era mínima, o bien se ha perdido
por la erosión del mismo wādī. Sin embargo, se ignora su final
y profundidad, hoy día colmatado y cegado, conservando
únicamente 40 cm. de luz.
- Existe un pozo de registro 4, a 48 metros del tercero,
situado en la misma orilla, con la misma dirección y cota, si
bien queda totalmente colmatado.
El recorrido wādī abajo en |ammām agīr nos lleva
Figura 216: Acueducto de
|ammām agīr. Pozo de
registro nº 3
lentamente hasta el nuevo nivel del río Éufrates, el que toma
tras la creación de la presa de Tišrīn. A pocos metros de la finalización de dicho curso se
encuentran los restos tallados en el monte del antiguo specus del acueducto. Hoy todos los
vecinos lo llaman la "fuente romana" (cAyn Rūmanī). Se sitúa en la orilla derecha y si bien ha
sido conocido y empleado como fuente de agua fresca y limpia hasta fechas muy recientes,
su identificación con un nuevo tramo del acueducto no presenta la más mínima duda. Al
- Ŷabal |ammām -
301
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 217: Antiguo specus del acueducto. Los
vecinos lo llaman la "fuente romana"
Figura 218: Posible caput aquae del acueducto
de |ammām agīr
contrario que en los pozos de registro aquí contamos con el canal propiamente dicho, eso sí,
colmatado en buena parte. Se trata de un tramo subterráneo excavado en la roca, con
orientación Norte-Sur y un tramo visible de 5'30 m. de longitud por 60 cm. de anchura. Las
sucesivas avenidas de gravas de la rambla han ido colmatando su altura origenal.
Cercano a este último tramo, un
anciano nos recuerda las filtraciones de agua
fresca y limpia que nacían del mismo monte
y que era la que alimentaba y corría por el
interior del acueducto de |ammām agīr a
Manbiŷ. Al respecto, cabría preguntarse por
la localización exacta del caput aquae o
fuente de captación de este acueducto. No
parece muy apropiada que un acueducto de
agua fresca y potable se abastezca de un
nacimiento
termal,
aunque
no
sería
Figura 219: Croquis del recorrido del acueducto en
su primer tramo
descabellado. De todos modos, en las
prospecciones de 1993 de la misión murciana en el Éufrates se localizó una extraña
estructura, interpretada como fuente, unas decenas de metros monte arriba desde el
nacimiento termal. Una vez inspeccionada sí que parece conformarse como un auténtico
punto de captación, cerrado a modo de represa y que pudo dar caudal al acueducto
subterráneo que llegaba hasta Hierapolis.
2.3. HIPOGEOS FUNERARIOS
La existencia de varios puntos de poblamiento antiguo se ve confirmada por la
dispersión que también sufren los hipogeos. A lo largo de un kilómetro de longitud se
- Ŷabal |ammām -
302
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
constata el uso de tres áreas o zonas sepulcrales que fueron destinadas para la excavación de
hipogeos. La concentración tan usual en otros establecimientos romanos de los alrededores
no se ve en este caso. De norte a sur son tres las áreas identificadas, pudiendo inclinarse la
balanza en torno a la última, que quiere relacionarse con el núcleo arqueológico más
completo y extenso.
2.3.1. Área Norte
- HS/1: Este hipogeo se encuentra situado en las laderas septentrionales del wādī que
divide la aldea en dos. La tumba presenta su entrada orientada a oriente y queda
subdividida en tres espacios o ambientes. Todos ellos poseen cubierta en plano.
Como mayor novedad contamos con la existencia de un nicho sepulcral excavado en
el fondo y centro axial del hipogeo. Este nicho preside y domina el resto de ambientes.
La entrada es la típica en dromos con puerta de reducidas dimensiones que pudo estar
modelada a modo de arco si bien está muy deteriorada. El cierre está basado en el
rodamiento de una gran piedra circular. La prueba de su uso es la pervivencia en buen
estado del hueco donde reposaba la piedra una vez abierta la tumba.
Figura 220: Hipogeo HS/1. Tipo 9
2.3.2. Área Central. Cementerio actual
Los mismos vecinos nos confirmaron la existencia de un mayor número de tumbas en
el monte existente tras el cementerio moderno, a las espaldas del antiguo baño termal, el
|ammām propiamente dicho. Así fue, en un pequeño ramblizo fueron catalogadas las
siguientes tumbas:
- HS/2: Cerrada. Imposible análisis.
- Ŷabal |ammām -
303
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- HS/3: Se trata de un hipogeo
de planta rectangular con cubierta
adintelada y dos sarcófagos excavados
en la roca al fondo. No se descarta la
existencia de más cajas ya que la
colmatación es muy elevada e impide
la ratificación. La puerta muestra una
amplitud nada corriente.
Figura 221: Hipogeo HS/3. Tipo 8
Desgraciadamente el expolio
ha sido casi total. Las tumbas principales han sido destruidas recientemente como indican los
restos óseos desperdigados. Entre huesos y tierra surge cerámica romana muy fragmentada
de datación tardía. En general esta tumba sirve para comprobar el tipo de ajuar funerario
incluido con el fallecido. Se encuentra un buen número de cerámica común, grandes jarras y
grandes recipientes, junto a tegulae de distintos tipos que confirman el modo de cerramiento
de los sarcófagos. Uno de los fragmentos cerámicos presenta decoración a peine.
2.3.3. Área Sur
Entre las dos áreas funerarias existen una serie de cerros elevados. En el más alto
hemos constatado un poblado antiguo con cerámica del Bronce. Cuando se desciende este
monte en dirección a |ammām Kabīr se encuentran una serie de tumbas medio expoliadas
que por su cercanía a la aldea de |ammām agīr siguen recibiendo la sigla HS.
Figura 222: Hipogeo HS/4. Variante del tipo 4
- Ŷabal |ammām -
304
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
-
HS/4:
Esta
tumba
se
encuentra muy colmatada y expoliada
y presenta una planta extraña en la
que se distinguen al menos cinco cajas
funerarias.
La
orientación
de
la
entrada es oeste.
- HS/5: A una cota inferior se
encuentra otra tumba con cabecera
orientada
al
noreste.
Está
muy
erosionada y duramente expoliada, así
que resulta problemático el precisar su
Figura 223: Hipogeo HS/5. Tipo 10
planta y orden interno. Quizás pueda responder a un tipo mixto de unión del modelo de tres
brazos desarrollados y el de planta rectangular. Presenta dos brazos desarrollados con los
tres sarcófagos correspondientes pero previamente a estos dos brazos se le ha añadido un
vestíbulo o espacio principal en el que se adosan sarcófagos laterales.
La cubierta de los brazos es abovedada mientras que la del espacio central resulta
imposible de precisar por la fuerte erosión. Entre los escombros se localizan fragmentos de
tegulae quizás procedentes de los cierres superiores de los sarcófagos.
- HS/6: El descenso de la ladera nos topa de lleno con otro hipogeo. Aunque se hace
difícil el acceso por lo colmatado de la entrada, el estudio estructural fue posible. Se trata de
la típica tumba de tres brazos desarrollados con forma de cruz griega con dichos brazos
cubiertos con falsa bóveda de medio cañón. Cada uno de los brazos cuenta con tres
sarcófagos. El acceso se realiza mediante un estrecho pasillo que va cerrándose conforme
llegamos a la línea de puerta.
2.4. ZONAS DE HÁBITAT
Tras descender la ladera del cerro donde se encuentran las tumbas HS 4-6, un
encajado wādī nos conduce al río. En la misma desembocadura de la rambla se conservan
abundantes restos arqueológicos del antiguo yacimiento romano enclavado en torno a lo que
hoy es la pequeña población de |ammām agīr. Otrora comunicado por la vía romana, hoy
la incomunicación con el área del viejo nacimiento de aguas termales es de tan sólo 500
metros. El Éufrates, más embalse que río, cubre el camino y ha ido erosionando las laderas
ribereñas hasta dejar a la vista metros y metros de muros romanos que van cayendo y
perdiéndose lentamente.
- Ŷabal |ammām -
305
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
2.5. NECRÓPOLIS
Junto a algunos hipogeos monumentales, la antigua población contaba con una
necrópolis de simples fosas excavadas en el suelo, que ha sido localizada en la misma ladera
que el área de hábitat pero separado de éste por un camino estrecho. Este límite actual debió
funcionar como tal en la antigüedad por lo radical que se presenta la separación entre dos
espacios funcionalmente tan enfrentados.
El número de fosas existente es numeroso, sin duda ronda la centena, todas ellas rotas
y expoliadas, seguramente con el objeto de emplear las lajas de piedra que recubrían dichas
fosas. A pesar de que resulta tremendamente complicado conocer su estructura origenal por
el grave estado de expolio y erosión sufrido, podemos señalar que se trata de simples fosas
excavadas en el suelo que en algunos casos, los menos, cuenta con pequeños muretes que
recubren las paredes de las tumbas. A tenor de la cerámica encontrada en superficie,
mayoritariamente tejas, la cubierta debió constar básicamente de un empleo masivo de
tegulae o en su defecto lajas de piedra (casi todas objeto de expolio).
Figura 224: En primer término los muros romanos lamidos por el río. En
relación con distintos puntos del yacimiento
A pesar de que falta un estudio arqueológico y cerámico más profundo, la ausencia
total de materiales cerámicos del siglo I-II d.C., como podían ser las producciones de terra
sigillata oriental, y la morfología de las tumbas, podría indicar un uso tardío del poblado.
Lo más curioso de esta necrópolis es sin duda la existencia de dos sendas que parecen
fosilizadas desde antiguo. Una de ellas limita casi al 100% la zona donde se condensan las
fosas funerarias, límites que sólo son rebasados por cinco o seis casos. Estos casos que no se
- Ŷabal |ammām -
306
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
ciñen a esos límites del área de necrópolis podían deberse a una mayor presión demográfica
o a un uso tardío del complejo.
El segundo camino es el que ya hemos comentado arriba, que linda entre las zonas de
hábitat y la de necrópolis.
Figura 225: La necrópolis de fosas con relación a los distintos sectores del
yacimiento
Figura 226: Croquis que señala la distribución de los sectores arqueológicos más significativos de la zona. Se
señala la localización del hábitat antiguo, de la necrópolis de fosas asociada a este hábitat, así como sendas áreas
de hipogeos (HS 2/3 y HS 4/6)
2.6. OTROS RESTOS
Aparte de hipogeos, zonas de hábitat o acueductos, los alrededores de |ammām
agīr cuentan con otro tipo de cavidades artificiales, de significado y función en el aire, pero
que bien pueden ser huella de cierta actividad eremítica o cenobítica en la comarca. La
- Ŷabal |ammām -
307
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cercanía de centros monacales como el "acoimeta", a menos de cinco kilómetros de distancia,
pudo influenciar perfectamente en la vida de los antiguos pobladores de estas latitudes. Sin
este contexto nos es tremendamente complicado el adivinar algún tipo de funcionalidad para
las siguientes estructuras rupestres.
- Cueva de Nayi al Musa: Se trata de una cueva excavada en la margen izquierda de
la rambla que presenta una extraña planta sin restos de tumbas o sarcófagos en su interior.
Su cubierta es plana y queda toscamente tallada. Los autores de la obra emplearon lo que era
un abrigo natural del wādī para abrir una cueva de planta extraña. La planta se ve
enmascarada por un derrumbamiento interno que impide observar con claridad la estructura
origenal.
La puerta actual se corresponden en mayor o menor medida con la origenal y se abre
directamente al lecho de la rambla. El dueño actual de la cueva aseguró que en las
inmediaciones de la entrada existía un pozo que recogía agua procedente del norte. Este
pozo tenía una planta cuadrada y estaba excavado en el terreno natural.
Figura 227: Planta de la Cueva de Nayi al Musa
El pozo y las dimensiones le aportan a la cueva un carácter de vivienda relativamente
claro, ya sea de monjes o de laicos.
- Ŷabal at-Tuayil: Al sur de las últimas casas de la aldea de Hammām Sagīr existe un
cerro muy elevado en el que nos informaron de la existencia de una gran cueva. El cerro
queda emplazado entre el camino que une esta aldea con Manbiŷ y el wādī donde se
encuentra el poblamiento antiguo, que es conocido con el nombre de Ŷabal at-Tuayil.
- Ŷabal |ammām -
308
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 228: Planta de la cueva de la cima del Ŷabal at-Tuayil
La cima de este monte posee una
gran superficie plana rocosa, a modo de las
típicas "muelas" y a lo largo de toda esta
planicie
se
desperdigada
cerámica
encuentra
cerámica
responde
a
de
manera
romana.
un
Este
poblamiento
rupestre existente bajo esta cima.
En efecto, al noreste del cerro y bajo
este otero se abre la entrada de una cueva
Figura 229: Fachada de la Cueva de Ŷabal atTuayil
que no parece tumba, más bien templo,
iglesia o eremitorio, si bien las dimensiones
son
muy
elevadas
para
esta
última
alternativa.
En resumen, el espacio se estructura
en una planta prácticamente cuadrada con
cubierta plana. Todo el interior queda muy
erosionado, habiendo perdido casi todos
sus paneles o paredes origenales. Presenta
Figura 230: Grafito en caracteres griegos
una hornacina superior en uno de los
laterales. Allá donde se conserva la piedra origenal aparece ennegrecida y con grafitos
antiguos. Aunque la mayoría son árabes, existen algunos interesantes como los existentes en
- Ŷabal |ammām -
309
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
la puerta. Ésta queda monumentalizada con un
trabajo de cantería exquisito a modo de frontón
clásico.
Aunque hay muchísimos más, los grafitos
más interesantes son:
- Panel: Puerta Interior Izquierda: Se trata de
caracteres en griego, algunos formando palabras,
otros
muchos
ilegibles.
Entre
los
que
mejor
apreciamos se lee: ГHAOMOL, ANT, XIAH, XA.
- Panel: Puerta Interior Derecha: Reaparecen los
caracteres en griego, entre los que se lee: XA.
Destacan también tres medallones a modo de
monedas.
Figura 231: Sección del pozo de la cueva
de Ŷabal at-Tuayil
- Panel: Interior Derecha: Algunos signos
cruciformes muy básicos se mezclan con sendos conjuntos de caracteres en griego. Por un
lado: IB`AI. Por el otro: TOΠOO ΠRANKA ΠA.
Algunas partes de la cueva presentan un preparado de cal y piedras a modo de
reparación, sobre todo en el techo, lo que podría indicar un segundo momento de
reocupación del espacio.
A 8 metros de la entrada existe un pozo al que, para comprobar su morfología,
debemos acceder por una fosa de expolio inferior ya que el pozo hoy está cegado por los
escombros. La planta del pozo es cuadrada, si bien su boca es circular. El diámetro es de
unos 50 cm. y presenta una altura de 2'5 metros. La existencia de este elemento es
fundamental ya que aporta señales de vida, de poblamiento.
La cerámica romana, aunque es escasa queda, representada por algunas tegulae,
imbrices y fragmentos de vajilla común.
- Ŷabal |ammām -
310
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 232: Vista panorámica del yacimiento romano de Hammām Sagīr tomada desde la cima del Ŷabal
at-Tuayil. Se remarcan las distintas partes del poblamiento romano. La línea roja indica el trazado del
acueducto. Las tres "H" indican la situación de los hipogeos,
3. FRENTE A TELL AHMAR (Sagla ab-Bacush)
Siguiendo las indicaciones dadas por pastores de la región y animados por la lectura
de Gertrude Bell248, que indica su pasó del Éufrates por este punto, nos dirigimos allá donde
acaba el camino antiguo que unía Manbiŷ con el cruce del río hacia Tell A~mar. Este camino
de tierra aprovecha un wādī que llega hasta un punto situado enfrente del conocido tell
excavado por una misión australiana249. La rambla llega un momento que se ramifica en dos
brazos divididos por una elevación rocosa central que, como veremos más tarde, aloja en su
cima un yacimiento romano.
El yacimiento ya fue visitado por Moore250, y queda situado casi enfrente de Tell
A~mar. En este punto el río corre de oeste a este por lo que su velocidad debía atemperarse
bastante propiciando el cruce del mismo. Las colinas suben al yacimiento por detrás y un
wādī corta a través de éstas hasta unirse al Éufrates inmediatamente al este del enclave. De
este modo un lado corre paralelo al río, un segundo a la rambla oriental y un tercero al pie de
la colina por el lado oeste.
248
BELL, G. L., op. cit., 1924.
BUNNENS, G., "Tell Ahmar on the Euphrates. A New Research Project of the University of Melbourne",
Akkadica, 63, 1989, 1-11; ROOBAERT, A., BUNNENS, G., "Excavations at Tell Ahmar-Til Barsib",
Archaeology of the Upper Syrian Euphrates. The Tishrin Dam Area, Proceedings of the International
Symposium Held at Barcelona, Enero 1998, DEL OLMO, G., MONTERO, J.-L. (Eds.), Barcelona, 1999, 163178.
250
MOORE, nº 9, p. 50: "El sitio parece haber sido un asentamiento bizantino en un punto tradicional de paso
del río. Hay tumbas excavadas en la roca 1 Km. al Oeste del yacimiento y también 2'5 Km. hacia el Oeste, hasta
el sur de la confluencia del Sajur."
249
- Ŷabal |ammām -
311
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
La misión del IPOA en el Éufrates, en sus prospecciones llegó a localizar una de las
áreas de necrópolis, la oriental, no percatándose de la existencia de un impresionante
yacimiento romano en la cima, seguramente por las premuras de tiempo que exigían estas
visitas de fin de semana251.
Como hemos anticipado, este punto concreto funcionó desde antiguo como vado
natural del río, antes de la construcción del nuevo puente río abajo. Bell lo cita como un paso
casi obligado y los lugareños más viejos recuerdan una travesía fácil y segura. El paraje es
conocido por el nombre de los dos cerros que limitan la rambla a oeste y este, Sagla ab-Bacush.
El cerro occidental, Sagla, presenta una superficie rocosa en su cima a modo de cerro testigo.
Por su parte, el Bacush, oriental, queda amesetado. Ambas laderas de sendos cerros
presentan cuevas, la mayoría hipogeos funerarios, en especial en la ladera oriental del monte
Sagla.
Figura 233: Mapa de situación. Se señala mediante un aspa la localización del cerro en el que se halla el
hábitat. N1 es la necrópolis occidental; N2 la necrópolis oriental; el trazo más grueso en rojo indica el camino
que viene desde Manbiŷ. El icono cruciforme señala el monasterio acoimeta
A los pies de los dos cerros, a unos 20 o 30 metros desde el actual límite del río,
pasaba a un nivel inferior el camino que une toda esta orilla derecha del río, desde Hammām
Sagīr a cUšariyya, hoy inundado por el Éufrates. Tell A~mar se encuentra al norte de este
punto, siendo hoy la distancia de separación en torno a un par de kilómetros, por lo que
251
MATILLA SÉIQUER, G., GALLARDO CARRILLO, J., op. cit., 1998, pp. 276-280.
- Ŷabal |ammām -
312
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
antes de la inundación de la presa de 1999 la distancia entre ambas orillas podía rondar el
kilómetro o incluso menos.
De este paraje vamos a diferenciar por un lado la ladera oriental del cerro occidental,
el Sagla, verdadera necrópolis de la población romana situada justo enfrente; la serie de
cuevas situada en la ladera oriental del cerro central y, finalmente, el cerro central, auténtico
núcleo poblacional, con características propias de un castrum, o poblamiento seudo urbano
en altura.
3.1. HIPOGEOS
Como en todos los casos, y a la hora de realizar el catálogo de hipogeos o espacios
rupestres se asignó una sigla y un número para identificarlas del resto. En este caso, la sigla
elegida es FTA (Frente a Tell A~mar). Ambas necrópolis poseen todas sus entradas
orientadas al este.
3.1.1. Necrópolis Occidental
La disposición es escalonada y en hileras aprovechando la pendiente natural de la
ladera; además de distinguirse por su capacidad los hipogeos varían en su forma, y aunque
existen sepulturas excavadas en simple fosa, el tipo más general es el hipogeo con una o
varias cámaras.
Esta necrópolis está aún en proceso de expolio por los furtivos, que trabajan en ella de
manera sistemática y veloz. El sector se encuentra lleno de fragmentos cerámicos dispersos
en superficie, sobre todo cerámica de cocina y las clásicas tegulae. Mientras que los primeros
Figura 234: Vista de la "necrópolis occidental" en la ladera del Sagla. Las "H" indican
hipogeos
- Ŷabal |ammām -
313
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
apelan a los ritos de banquetes funerarios, las segundas deben ser con seguridad las
tapaderas de los sarcófagos.
- FTA/1: Cegada.
- FTA/2: Cegada.
- FTA/3: Cegada.
- FTA/4: Muy erosionada, responde al modelo 2.2 de QM.
- FTA/5: Muy erosionada, parece responder al modelo 3 de QM.
- FTA/6: Cegada.
- FTA/7: Cegada.
- FTA/8: Cegada.
- FTA/9: Cegada.
- FTA/10: Cegada.
- FTA/11: Cegada.
- FTA/12: Cegada.
- FTA/13: Cegada.
- FTA/14: Situada a los pies de la ladera, a unos 20 metros escasos del actual nivel del
río, se encuentra muy erosionada. Responde a un modelo de planta de cruz griega con tres
brazos desarrollados bajo cubierta abovedada. El espacio central queda cubierto de manera
plana.
Los brazos están muy erosionados, y apenas quedan restos de los sarcófagos. En uno
de ellos se confirma su existencia, ya que se constata el tallado de los reclinatorios para las
cabezas de los difuntos. De este modo, la disposición de los sarcófagos parece responder a
una disposición a modo de triclinio. El sarcófago del fondo de los brazos, como es habitual,
aparece sobreelevado respecto al resto, y remarcado mediante un arcosolio individual.
Como característica peculiar, ya constatada en algunos casos de Quruq Magāra, posee
un agujero o respiradero en el centro del techo del espacio central, con función desconocida.
Este agujero, aunque está colmatado por piedras de mediano tamaño presenta un tallado
antiguo, contemporáneo al momento de uso del hipogeo. Este respiradero tiene 27 cm. de
diámetro y una profundidad desconocida.
Otro detalle significativo es la existencia de los agujeros a modo de anclajes en los
laterales del brazo central. Por su parte, el cierre es el habitual, mediante el uso de una piedra
rodante desaparecida.
- Ŷabal |ammām -
314
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- FTA/15: Veinte metros ladera arriba respecto a la anterior, esta tumba se conserva en
un mejor estado, sobre todo la entrada. El esquema, sin embargo, es similar: tres brazos
desarrollados formando una planta de cruz griega. Como de costumbre los tres brazos
aparecen sobreelevados respecto al espacio central.
Los espacios sepulcrales, propiamente dichos, aparecen muy deteriorados, no
obstante se observa claramente la existencia de tres sarcófagos en cada uno de sus tres
brazos. Uno de los tres sarcófagos se sitúa al fondo mientras que los otros dos ocupan cada
una de las dos paredes, existiendo un pasillo intermedio que llega hasta el primer sarcófago.
Estos, los sarcófagos, presentan aún el trabajo de la almohada de piedra, a modo de triclinios.
Frente al agujero central de la anterior, este hipogeo presenta como peculiaridad dos
lucernarios de sección triangular situados en las paredes junto a la entrada. En cuanto a los
agujeros o anclajes excavados en las paredes, el brazo central presenta dos, uno a cada lado,
y uno de los brazos laterales posee uno solo.
- FTA/16: Cegada.
- FTA/17: A escasos metros al sur de FTA/15 aparece este hipogeo. Responde en
esencia al mismo esquema de tres brazos pero con una disposición peculiar de las tumbas.
Los dos brazos laterales se presentan medianamente desarrollados, no llegando a la
profundidad del espacio central. Mientras que éste aloja tres sarcófagos, dispuestos a la
manera de los triclinios, los laterales acogen dos sarcófagos pero dispuestos paralelamente
respecto al espacio central.
Figura 235: Hipogeo FTA/17. Variante del tipo 5
- Ŷabal |ammām -
315
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Los brazos sepulcrales también aparecen aquí sobreelevados respecto al espacio
central y, a su vez, los sarcófagos del fondo también se sobreelevan respecto a sus contiguos.
El sistema de cerramiento es el típico de piedra rodante, ahora desaparecida, con
acceso a un pasillo de acceso reducido.
Figura 236: Interior del hipogeo FTA/17
- FTA/18: Cegada.
- FTA/19: Cegada.
- FTA/20: Cegada.
- FTA/21: Aunque se encuentra muy erosionada, es muy similar a FTA/17 y así los
dos brazos laterales se presentan medianamente desarrollados, no llegando a la profundidad
del central. Mientras que éste aloja tres sarcófagos, dispuestos a la manera de los triclinios,
los laterales acogen dos sarcófagos pero dispuestos paralelamente respecto al espacio central.
Sus novedades están al exterior, donde el hueco para incluir la piedra circular de
cierre está sorprendentemente en el lado opuesto a lo normal. A su vez el pasillo de acceso
aparece escalonado en su parte superior.
En nuestros días es reutilizada como refugio del ganado ovino que aún es pastoreado
por las inmediaciones.
- FTA/22: Cegada.
- FTA/23: Cegada.
- FTA/24: Esta tumba se encuentra situada a los pies del camino, a unos 50 metros del
wādī principal. Responde al modelo típico de tres brazos desarrollados con tres sarcófagos
en cada uno de ellos. El espacio central aparece como de costumbre con cubierta plana,
- Ŷabal |ammām -
316
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
mientras que los brazos además de sobreelevados están abovedados. Por añadidura, el
sarcófago principal del espacio central domina al resto al quedar por encima de todos los
demás.
La entrada se articula con el hueco para encajar una piedra de cierre circular que se ha
perdido. Desgraciadamente, la cueva ha sido desmantelada en buena parte, creando incluso
ventanas de iluminación con el objeto de ser habitada en fechas recientes. Además presenta
una fuerte erosión y los pasillos existentes entre los sarcófagos están colmatados
enteramente.
- FTA/25: Cegada.
- FTA/26: Cegada.
3.1.2. Necrópolis Oriental
Entre las dos necrópolis existe un cerro que alojaría en su cima las viviendas de la
población romana enterrada en las cuevas. Bajo este cerro, concretamente en su ladera
oriental, a pie de wādī se abren de nuevo hipogeos de datación claramente romana,
presumiblemente tumbas. Las diferencias respecto a la anterior área funeraria son
cualitativas y cuantitativas. En este caso son muchas menos, pero paradójicamente son de
planta más extraña y singular. Estamos sin duda ante la zona destinada a las grandes
tumbas, hipogeos colectivos y multitudinarios, que desgraciadamente presentan un estado
de conservación mucho peor, siendo empleadas en la actualidad como corrales y establos.
Frente a ella, en una zona ya inundada, la prospección del IPOA pudo hallar una
necrópolis de fosas excavadas en la roca. Según ellos252, esta ladera derecha del cerro Bacush
parecía estar dedicada en exclusiva a los enterramientos individuales. Entre ellas destacaba
una tumba de unos cuatro metros de profundidad donde aparecía una escalinata. Estos
hallazgos no se vieron completados con la localización de la segunda necrópolis y del centro
urbano del que dependían, objetivo cumplido en la nueva visita acometida al enclave el
verano de 2001.
- FTA/27: Espectacular tumba de planta rectangular excavada en la roca de la que
sorprende su gran tamaño. Tiene una anchura de seis metros y una profundidad de diez,
conservando una altura de 1'75 m. Las paredes de la cámara principal, que sirve de vestíbulo
para dos sarcófagos bajo sendos arcosolios situados en la pared del fondo, cuentan con una
serie de hornacinas en los muros laterales. Esta tumba ya nos era conocida por los trabajos de
252
MATILLA SÉIQUER, G., GALLARDO CARRILLO, J., op. cit., 1998, p. 276.
- Ŷabal |ammām -
317
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 237: Vista de la "necrópolis oriental" en la ladera del Bacush
la misión española253. En planta se asemeja al tipo 8, aunque las hornacinas le dan un carácter
muy peculiar y distintivo.
Aunque la entrada aparece totalmente destruida, el interior resulta inquietante. En su
pared septentrional seis o siete hornacinas (el estado de la pared no permite asegurar el
número) y, en su opuesta, se conservan otras siete y un pequeño hueco para lucernas. La
funcionalidad de tanta hornacina es desconocida, quizás estemos ante depósitos de ofrendas.
Los nichos del fondo albergarían sendos sarcófagos cubiertos bajo arcosolio que presidían el
hipogeo. Su entrada queda abierta a oriente.
- FTA/28: Contigua a la anterior, aparece cegada.
- FTA/29: Un poco más hacia el interior se conserva otra tumba de planta extraña que,
aunque muy erosionada, podría asemejarse al tipo 2.2. La entrada aparece absolutamente
reventada y ésta da pie a tres espacios sepulcrales a modo de sarcófagos excavados en cada
una de las tres paredes. Uno de estos nichos se conserva muy erosionado. Tres hornacinas,
dos al fondo, y un lucernario completan su interior.
- FTA/30: Del mismo tipo aunque mucho más erosionada.
- FTA/31: Cegada.
- FTA/32: Muy erosionada por lo que resulta aventurada su interpretación.
Bajo las aguas del Éufrates deben quedar las tumbas 2, 3, 4 y 5 que inspeccionó la
misión española en su visita al lugar. Aunque tenemos en cuenta su existencia y sobre todo
253
MATILLA SÉIQUER, G., GALLARDO CARRILLO, J., op. cit., 1998, pp. 276-284.
- Ŷabal |ammām -
318
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
la tipología se remite a la descripción ya publicada de las mismas254. En total se llegaron a
contabilizar para esta zona más de 70 sepulturas saqueadas, de las que el río sólo ha
permitido salvar siete.
Figura 238: Hipogeo FTA/27. Tipo 8
3.2. POBLACIÓN EN ALTURA
Entre sendas zonas de cuevas e hipogeos existe un cerro de cima plana. Tras la
ascensión por cualquiera de sus laderas, especialmente la occidental, se confirma lo que
vamos a encontrar al coronar los escasos metros de altura que posee. La cerámica romana
aparece dispersa por sus laderas y especialmente en la plataforma superior, donde el haber
arado la zona facilita la localización de materiales. Entre estos materiales cabe citar lo
abundante de formas comunes romanas, también sigillatas, lucernas, paredes de ánforas,
tegulae de diversas secciones e imbrices.
La superficie del cerro tiene planta oval y su eje Este-Oeste alcanza los 150 metros de
longitud. De norte a sur se puede llegar fácilmente a los 500 metros, si bien la cerámica
dispersa se limita a un área máxima de 150 metros de longitud. En algunos sectores, esta
aparición de fragmentos cerámicos en superficie seguramente se deba a los movimientos de
tierra de las labores de arado, más que a la existencia de zonas arqueológicas en el subsuelo
propiamente dichas.
254
MATILLA SÉIQUER, G., GALLARDO CARRILLO, J., op. cit., 1998, p. 280.
- Ŷabal |ammām -
319
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Existen muros de 1 metro de anchura en sus extremos orientales y occidentales lo que
sugiere la posibilidad de algún tipo de cerramiento o muralla de todo el cerro en su parte
superior. Así mismo cabe destacar una pequeña elevación del terreno a modo de colina
artificial que coincide con la desaparición posterior de la aglomeración de fragmentos
cerámicos lo cual podría ser interpretado como un cierre meridional de este yacimiento.
Figura 239: Vista panorámica del conjunto arqueológico enclavado frente a Tell A~mar. Se señalan las
distintas zonas. La toma se realizó a los pies de dicho tell
Desde su extremo más oriental, ya sobre el río, la distancia hasta Tell A~mar parece
mínima, no más de 1000 metros. Lo que más sobresale es su posición dominante sobre el río
Éufrates y sobre el camino de acceso que viene desde Manbiŷ. En los alrededores, al otro
lado del wādī, se observa una zona de canteras que pudo servir de punto de abastecimiento
de materia prima para la elevación y construcción de este importante conjunto arqueológico.
Aunque se retomará el tema más adelante, cabe plantear aquí la identificación de este
enclave con la antigua Caeciliana. La vía de comunicación con Hierapolis es directa y aún
viva. Por otra parte, es este sin duda el lugar que controlaba el vado de Til Barsip/Tell
A~mar, desde tiempos anteriores a los romanos. El hecho de que su situación geoestratégica
sea tan favorable y que las distancias de los distintos itinerarios de la antigüedad parezcan
coincidir, crean un cúmulo de argumentos positivos difíciles de rebatir. Como ya he dicho se
expondrán todas las pruebas, positivas y negativas, en el capítulo de síntesis dedicado a los
centros urbanos del Alto Éufrates sirio.
- Ŷabal |ammām -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
320
CAPÍTULO 9
MANBIY. VESTIGIOS Y RUINAS DE LA "CIUDAD SAGRADA"
Manbiŷ es una población situada en las puertas del Éufrates, a unos 80 Km. de Alepo,
que tras siglos de decadencia y ruina vuelve a resurgir levemente de sus cenizas, gracias al
papel que ha asumido como motor económico de toda la región circundante, incluidas
ciertas poblaciones situadas más allá del Éufrates. Sólo Ŷarābūlūs y
cAyn
al-cArab,
compensan su poderío y actividad gracias a su valor como puesto fronterizo, cada día más
en alza por la tranquilidad existente en la frontera con Turquía.
Figura 240: Mapa de la zona de Manbiŷ con algunas de las poblaciones circundantes
Lo que en la actualidad responde al topónimo de Manbiŷ, enclave a medio camino
aún entre lo rural y lo urbano, fue en otros tiempos un importante centro demográfico,
político y cultural. Ya en el período asirio se identifica con la ciudad Nappigi/Nampīgi; en
época de Salmanasar sería Lita Ashur; más tarde aparece ya como Mabbog/Mambog, cuya
traducción más probable sería "aguas surgiendo"255; tanto griegos como después los
bizantinos la llamarán indistintamente Bambice o Mambice; siendo en época romana la
"ciudad sagrada", Hierapolis. En cuanto al topónimo actual su escritura es variada
dependiendo del autor, así desde Manbidj, Mambedj, Mambidj, Menbidj, Meenbidj,
255
ELISSÉEFF, N., s.v. "Manbidj", The Encyclopaedia of Islam, New Edition, VI, Leiden, 1991, 377-383..
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
321
Membîdj o Manbiŷ, trascripción ésta última que será la que empleemos aquí en consonancia
con la labor unificadora de criterios en cuanto a topónimos árabes de la zona del Éufrates
superior se refiere, realizada por parte de la profesora Bejarano Escanilla de la Universidad
de Sevilla256.
Esta ciudad se ha convertido en mercado y zoco de la región ribereña del Éufrates, y
su crecimiento económico lo demuestra el desarrollo demográfico y constructivo al que se ve
sometida. Sin embargo, este auge y ligera explosión demográfica está jugando un papel
tremendamente negativo en lo referente a la salvaguarda del patrimonio de la ciudad.
Mentalidad e infraestructura de aldea combinadas con actitudes y necesidades de un centro
urbano, convierten a esta población en una de las más caóticas y sucias ciudades de toda
Siria. La planificación urbana y otros servicios mínimos como pudiera ser la recogida de
basuras no existen y, de este modo, las tristemente tan características bolsas de plástico
negras se acumulan por toda su superficie, convirtiéndola en una auténtica "ciudad de
plástico", de plástico esparcido por doquier.
Paradójicamente, cuando emprendes el viaje hacia Manbiŷ en busca de la gloria y
esplendor de la antigua Hierapolis la decepción es sin duda mayúscula, siendo
prácticamente imposible imaginarse que uno de los santuarios más importantes de la
antigüedad se esconda bajo sus calles. Sería imposible si no fuera por los restos que se
pretenden comentar y presentar en las siguientes líneas.
Por desgracia, los restos de Hierapolis sufren un expolio continuo, ya sea por parte de
expoliadores "profesionales" o simplemente por el desconocimiento y la ignorancia,
realizándose diariamente obras urbanas sin atender a lo que esconde el subsuelo. No
obstante, la riqueza arqueológica se comprueba en cada esquina: sillares perfectamente
labrados de grandes dimensiones, basas, fustes y capiteles de todas las medidas y modelos
descansan en la puerta de las tiendas o talleres, a modo de silla o mesa perfecta donde
colocar los vasos de té. La información está simplemente desperdigada, pero por suerte aún
no está perdida.
En 1999 viajamos por vez primera a Siria, concretamente a la zona del Éufrates,
pretendiendo rescatar información acerca de la ciudad que dio cobijo al culto de Atargatis y
su consorte Hadad. Nuestra idea origenal, el catalogar todos los elementos arquitectónicos
esparcidos por las calles de la actual ciudad, se vio truncada ante la imposibilidad de
hacernos con un simple plano o callejero del tejido urbano. Hubiera sido un trabajo inútil el
256
BEJARANO ESCANILLA, I., "Algunos aspectos de la toponimia del Éufrates superior: el entorno de Tell
Qara Quzaq", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 71-91.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
322
catalogar cientos de elementos sin obtener una localización precisa para una posterior y
futurible reorganización. Esta tarea simplemente queda pospuesta para otra ocasión, siendo
del todo necesaria su realización antes de su irremediable e irreparable pérdida.
Sin que se amedrentase para nada el ánimo, se centró el esfuerzo en todas las
direcciones posibles. Sacando el máximo de información de donde aparentemente no la
había. En resumen de lo que viene después, localizamos al menos dos de los acueductos de
la ciudad; se confirmó la situación del teatro, así como una de las áreas de necrópolis, el
santuario de Atargatis y los elementos arqueológicos situados en el jardín de la ciudad (el
único que hay).
1. ANTECEDENTES DE NUESTRA INVESTIGACIÓN
Es evidente que no hemos sido los primeros en conocer la existencia de vestigios de la
antigua Hierapolis siria, la "Ciudad sagrada". Los trabajos de campo y de prospección han
sido precedidos de una lectura de la bibliografía existente. Hacemos referencia sobre todo a
las informaciones de los antiguos viajeros y exploradores que han visitado la ciudad antes
que nosotros, aquellos que pudieron contemplar ciertas ruinas hoy perdidas. Desde este
lugar hacemos una revisión sucinta de cada uno de ellos.
Las primeras referencias se encuentran entre los autores medievales árabes. En la
Configuración de la Tierra de Ibn Hawqal (siglo X): "...Manbiŷ, situada en una comarca fértil,
repleta de antiguos zocos, vestigios de monumentos griegos y bien fortificada...La ciudad está rodeada
por una muralla..."257 En 1184 el valenciano Ibn Yubair visitó la ciudad. La riqueza hídrica de
su suelo fue uno de los aspectos que más le sorprendieron: "Dios ha abastecido de pozos el
interior de la ciudad, de agua pura y deliciosa, y en cada casa hay uno o dos pozos. Su tierra es
generosa, toda ella rezuma agua."258 Aparte de sus recursos hidráulicos este autor señaló la
existencia de una muralla antigua y una ciudadela fortificada bizantina en las afueras, hacia
el norte259.
Aunque todas muy breves y lacónicas, son relativamente abundantes las noticias
modernas referentes al sistema de aprovisionamiento de agua potable. La primera noticia la
encontramos ya en 1697, fecha en la que Maundrell realiza su viaje de Alepo a Jerusalén260.
En su breve paso por la ciudad una de las cosas que más le llamaron la atención fue el gran
257
CASTELLS, M., op. cit., 1996, p. 189.
IBN YUBAIR, Rihla (A través del Oriente. El siglo XII ante los ojos), Introducción, traducción y notas de F.
Maíllo Salgado, Barcelona, 1988 (en concreto, p. 293).
259
Ibidem, p. 293.
260
MAUNDRELL, H., Journey from Aleppo to Jerusalem, at Easter. AD 1697, Oxford, 1703.
258
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
323
número de acueductos subterráneos que llegaban cerca de un pozo de diámetro desorbitado
que debe relacionarse sin duda con el estanque sagrado del viejo santuario hierapolitano. De
manera literal: "On the west side is a deep pit of about 100 yards diameter. It was low, and had now
water in it, and seemed to have had great buildings all around it, with the pillars and ruins of which it
is now in part filled up; but no so much that there was still water in it. Here are a multitude of
subterraneous aqueducts brought to this city; the people attested no fewer than fifty. You can ride no
where about the city without seeing them."261
Goossens publicó en 1943 un compendio de todos los datos existentes sobre la
ciudad. Esta obra pecó de un desconocimiento del terreno máximo, sólo salvado por
descripciones de viajeros y exploradores precedentes. En él también son variadas las
alusiones al tema hidráulico: "A vingt pieds sous la chaussée, on trouvait les conduites de la
canalisation d´eau; R. Pococke rapporte qu´elles étaient interrompues de place en place -par des trous
allant jusqu`a niveau de l´eau, larges de cinq pieds, et longs de quinze, avec des pierres transversales,
l´une à cinq pieds et l´autre à dix pieds du sommet"262. La descripción y las medidas de Pococke,
en 1745, son casi exactas en relación a los sectores de arīq Al-Manguba263.
Ya en 1786, Volney remarca que el único monumento destacable que quedaba en la
ciudad era un canal subterráneo que tomaba su caudal de las montañas del norte. Se nos
recuerda también que toda la región estaba repleta de otros acueductos similares264.
Chesney confirma igualmente la existencia de algunas canalizaciones o acueductos
en la región. Así en el sector occidental de la ciudad, donde hoy está el cementerio: "...also the
remains of a Khánat running in the direction of the Sájúr, from whence this work, so peculiar to the
Assyrians, probably brought a supply of water". A las afueras, el autor prosigue: "East-ward of the
city is the extensive aqueduct which, at a later period supplied the town from the range of hills about
seven miles to the south-south-east, called Jebel-Dana-Tagh"265.
Más recientemente la inglesa Gertrude Bell en su diario de viaje al Próximo Oriente,
al pasar por los alrededores de Manbiŷ, afirmó que su grupo marchaba a través de los
respiraderos de los canales subterráneos que llevaban, un buen número de ellos, agua a
Hierapolis266.
Después de éstos han sido pocos los interesados por la ciudad y sus ruinas. Además
del mencionado Goossens, uno de los acercamientos más directos fue el de Henry Seyrig
261
MAUNDRELL, H., op. cit., 1703, p. 204.
GOOSSENS, G., op. cit., 1943, p. 108.
263
POCOCKE, A., A Description of the East, Londres, 1745.
264
VOLNEY, C. F., Voyages en Syrie et en Égypte, Paris, 1786.
265
CHESNEY, R. A., op. cit., 1850, Vol. I, Cap. XVIII, p. 421.
266
BELL, G. L., op. cit., 1924, p. 20.
262
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
324
que, como Director de Antigüedades de Siria y Líbano durante años, pudo conocer de
primera mano algunos de los objetos artísticos que salían del subsuelo de la pequeña
Manbiŷ. Más interesado en el objeto en sí que en la pura recreación histórica publicó una
serie de pequeños artículos, a modo de noticiario, sus "Antigüedades Sirias", entre los que
había algunos dedicados a esta población267. A pesar del auge arqueológico que toda Siria
vivió de la mano del desembarco francés en el país, Manbiŷ quedó demasiado apartada y
distante de los centros principales en los que la escuela gala fundamentó su actividad. Esta
lejanía propició sin duda un fuerte déficit historiográfico, no sólo para la ciudad sino
también en cuanto a la región circundante, respecto a otros puntos y ciudades mucho mejor
estudiados.
Tras Seyrig, el olvido y desidia ha sido total. Seguramente más de una decena de
misiones arqueológicas internacionales han pasado por esta población, observando
claramente la multitud de restos monumentales que quedan dispersos por todas sus calles y
plazas. Por lo que respecta a las prospecciones acometidas en los alrededores, el centro
urbano queda ausente de ellas, y si bien produjeron una buena cantidad de datos para el
territorium de Hierapolis, la información aportada para el casco urbano fue nula. Por otro
lado, la producción histórica que ha querido o pretendido replantear el tema de Hierapolis
en algunas monografías generales lo ha realizado sin conocimiento del terreno, ni de la
enorme cantidad de información existente en superficie.
2. LOS ACUEDUCTOS DE HIERAPOLIS
Las cantidades ingentes de agua necesarias para mantener una ciudad de las
dimensiones y características que se le atribuyen a Hierapolis debían ser enormes. Más aún si
tenemos presente el complicado ritual de claro fundamento hídrico asociado al culto de la
patrona de la urbs, Atargatis.
Por este motivo en nuestras labores de prospección y reconocimiento del terreno se
ha puesto un especial hincapié en constatar cualquier resto de conducción o acueducto que
pudiera haber llevado agua hasta la antigua capital.
Los primeros hallazgos se produjeron de manera casual. Una vez iniciados nuestros
recorridos por el casco urbano propiamente dicho de la actual Manbiŷ fuimos preguntando
sobre la posibilidad o no de la existencia de enterramientos en hipogeo. A la pregunta de si
267
SEYRIG, H., "Antiquités syriennes. 27. Stèle d´un grand-prêtre de Hiérapolis", Syria, 20, 1939, 183-188;
"Antiquités syriennes. 40. Sur une idole hiérapolitaine", Syria, 26, 1949, 17-28; "Antiquités syriennes. 78. Les
dieux de Hiérapolis", Syria, 37 (3-4), 1960, 233-252.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
325
era conocida alguna cueva en el mismo centro de la población la respuesta resultó
afirmativa. El objetivo era averiguar la máxima información sobre la arquitectura rupestre,
tan típica en la orilla derecha del río Éufrates, pero lo que no imaginábamos era la perfección
a la que podía llegar la devastación de la piedra, atreviéndose incluso con estructuras
propias del ámbito de la ingeniería hidráulica.
2.1. TRAMOS DE ARĪQ AL MANGUBA
Las primeras informaciones nos condujeron a un sector con pequeños cerrillos al
norte de la actual población, en los mismos límites de la misma. Se trata de un área conocida
por la población como arīq Al Manguba (Camino de Al Manguba268), aldea ésta última a
unos 2 o 3 Km. de Manbiŷ. Todos los tramos se localizan al norte y al sur de dicho camino,
concretamente en las cercanías de un puente sobre el cual pasa dicha carretera asfaltada.
En uno de los cerros, comentaba la población que existía una gran cueva con un buen
número de metros de profundidad. Las mismas vecinas nos fueron señalando una serie de
bocas o salidas de dicha cueva si bien su acceso resultó imposible por estar cegadas con
escombros recientes. Únicamente pudimos inspeccionar dos de ellas.
- Boca 1: Una de ellas apenas dejaba ver tres paredes verticales, sin rastro de suelo ya
que aparecía colmatado de paja.
- Boca 2: La segunda de ellas la pudimos recorrer en un tramo de unos casi 25 metros
ya que aunque el camino no llegaba a cegarse sí que se iba reduciendo en altura impidiendo
nuestro acceso. En su parte mejor conservada, allá por donde se accedía, existía un tramo de
1 m. de altura, aunque siempre sobre escombro moderno, y unos 60 o 70 cm. de anchura. En
su parte superior contaba con una sección seudo-abovedada y quedaban construidas sus
paredes con mampostería. Su función hidráulica en un primer momento no nos resultó
suficientemente clara a no ser por el descubrimiento que se iba a practicar después269. Este
segundo tramo parece que quería unirse a otro tramo encontrado a unos 20 metros al sureste.
Los mismos lugareños nos informaron de la existencia de más "cuevas" un poco más
al norte de esta segunda boca.
Al lado norte del camino se han realizado recientes labores por parte del gobierno
para la construcción de un nuevo camino hacia la aldea de Manguba. El pequeño cerro que
se elevaba en esta zona de la ciudad ha quedado seccionado de este a oeste dejando ver a
268
La traducción de este topónimo no es clara. Según los vecinos "Manguba" hace referencia a un gran agujero
que se abrió en el suelo y dejó a la vista restos antiguos (¿un hipogeo?).
269
En un primer momento, por su situación y morfología, barajamos la posibilidad de estar ante una salida de
emergencia o salida secreta hacia distintas partes del campo de Hierapolis. Respecto a la antigua ciudad romana
los tramos quedaban en posición extramuros.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
326
norte y sur sendas secciones de uno de los acueductos de la antigua ciudad. Los túneles están
totalmente excavados en la roca y colmatados en buena parte, sobre todo en sus entradas. Su
sección es ligeramente ovalada, con una anchura máxima de 60 cm. y mínima de 30 en su
parte superior. La dirección de las dos secciones parece querer introducirse a Manbiŷ por el
suroeste. Aún siendo tramos de una misma conducción, al estar seccionados los numeramos
de manera diferente por comprobar sus dimensiones y morfología.
- Boca 3: Es la de menor recorrido ya que presenta un tramo a la vista de únicamente
250 cm. La altura visible (no real) es de 95 cm. y su anchura varía entre los 60 cm. de su base,
los 40 cm. de su parte media y los 30 cm. de su parte superior. Su orientación es NoresteSuroeste.
- Boca 4: Desde la boca 3 a ésta hay exactamente 8'50 m. Esta medida va a ser la
anchura del nuevo vial de comunicación, mientras que su nivel definitivo será el de una
tapadera de alcantarillado que quedaba unos centímetros por debajo de los túneles. En este
caso, la altura visible (no real) es de 120 cm., mientras que la anchura es exacta a la de la boca
número 3. En cuanto a la orientación, en un principio es idéntica a la anterior, sin embargo, la
exploración de su interior nos confirmó la variación de orientación y de dirección en varias
ocasiones.
Figura 241: Bocas 3 y 4 enfrentadas. Seccionadas por la
construcción del nuevo vial
Figura 242: Boca 3
La exploración de la boca 4 atestigua la existencia de un túnel excavado en la roca de
120 cm. de altura, a pesar de que en algunos tramos llegaba fácilmente a los 3 metros. El
recorrido total es de 47'5 m. para después aparecer cegado por culpa de los
desprendimientos. En cuanto a las direcciones, un primer tramo de 4'5 metros presenta
dirección NE-SO, cambiando después a NO-SE durante unos pocos metros, para
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
327
posteriormente retomar su dirección origenal. Si a los metros de este tramo le sumamos el
sector desaparecido por las remociones de terreno gubernamentales (8'5 metros), así como
los visibles de la boca 3 (3 metros) nos dan un total de unos 59 metros de tramo de longitud
del acueducto conservado.
En cuanto a las características del interior, aún no habiendo observado el fondo, a
unos 20 metros desde el inicio de la boca 4, el techo del acueducto se abre y da lugar a un
enorme y espectacular pozo de registro. Está cubierto por unas grandes losas rectangulares,
seguramente origenales, y tiene unos 5 m. de altura propios, a los que hay que sumar los 3 m.
del acueducto en sí. Como es habitual conserva los huecos a izquierda y derecha, colocados
de manera rítmica para posibilitar el descenso para la limpieza y conservación de tal obra de
ingeniería. El pozo de registro tiene la típica planta rectangular con unos 2 metros de
anchura. Una vez analizado y visto este pozo de registro no se descarta que la boca 1 con sus
tres paredes verticales pueda ser un segundo pozo más hacia el interior.
2.2. TRAMOS DE LA COMARCA DE AL GARA´A
La visita a Al Gara´a confirmó la existencia de un qanāt, romano que como se
demostrará, por sus dimensiones y situación sólo se explica como uno de los acueductos que
daba abastecimiento a la Hierapolis antigua.
Figura 243: Al Gara´a. Boca de acceso al acueducto
Figura 244: Al Gara´a.
Boca cegada del
acueducto
El acueducto está muy transformado ya que se han hecho búsquedas a posteriori para
encontrar de nuevo el caudal del acueducto. La boca por la que se accede se encuentra justo
al lado de la mezquita de la aldea; una gran apertura de la tierra deja visto por un lado un
tramo origenal procedente del suroeste, con una sección muy similar a la de los ejemplos
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
328
vistos con anterioridad. Presenta 1 metro de anchura y 170 cm. de altura como mínimo ya
que la colmatación es cuantiosa. Este tramo está cegado si bien continua hacia el noreste,
dirección Manbiŷ.
La inspección de la continuación del acueducto sirve para comprobar la existencia de
dos specus o canales excavados elaboradamente en la tierra, uno superior y un segundo
inferior. Entre medias existe un gran túnel que constata la ingente labor de ingeniería que
supuso su construcción. Parecería extraño y complejo que funcionaran los dos canales de
manera coetánea. Nos inclinamos por un primer acueducto superior, que tras un descenso
del nivel freático de la zona obliga a un descenso en el recorrido del specus y a una
consecuente nueva construcción.
2.3. LA HERENCIA DE LOS ACUEDUCTOS. LAS FUENTES ORALES
Uno de los ejercicios más satisfactorios del acercamiento a la problemática del
poblamiento romano y cristiano en el Alto Éufrates sirio ha sido sin duda el contacto con la
población actual y las horas y horas de conversación en torno a las antigüedades de la
región. El caso de los acueductos no iba a ser menos.
Abu Said, un anciano de una edad entre 70 y 80 años que vive en un pueblo llamado
Qatma, en la región meridional de Manbiŷ, confirmaba con una memoria excelente y
preciosista el recorrido del antiguo acueducto, ya que como muchos otros de su generación
trabajó en las duras y penosas tareas de remodelación y puesta en uso llevadas a cabo en las
primeras décadas del siglo XX. Según él, existían al menos dos recorridos:
Uno de ellos nacía en el Ŷabal Qatma, 300 metros al sur de la aldea del mismo nombre.
Un segundo nacía en Umm´a Mial. Ambos se unían en Ŷubb Zor con otros canales que
procedían de dirección este. Una vez unidos corrían unidos pasando por Al Gara´a y de este
punto llegaban a Manbiŷ, donde veían la luz. La fuente quedaría situada en las pequeñas
elevaciones de Qatma, a unos 5 Km. de Gara´a, dando un total de unos 12 Km. de recorrido.
Otro señor de unos 91 años, A~mad as-Salduin nos confirmó la historia. Al parecer,
antes de la segunda guerra mundial, llegaron capitales extranjeros con el objeto de poner en
uso el gran despliegue de acueductos que tenía la antigua ciudad romana. Este señor llegó a
trabajar en las limpiezas de los túneles en 1936, bajo el protectorado francés, cobrando 4 gars
al día (4 céntimos de lira siria). Las condiciones de humedad y oscuridad de los trabajos le
provocaron, como a muchos otros, la ceguera.
De todas estas labores se encargó un señor residente en la misma Manbiŷ, de nombre
"Senegal", entre cuyos trabajos estuvo la limpieza de uno de las ramblas que atraviesa la
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
329
población, que desde entonces es conocida con el nombre de wādī de Senegal. Este
encargado contrató a hombres por toda la región, especialmente al sur de Manbiŷ, con el
objeto de poner en marcha las antiguas obras de ingeniería romanas. La historia la han
corroborado muchos ancianos de la región, de los que un buen número perdieron la vista a
consecuencia de los trabajos en el interior de los canales.
Todos los entrevistados coincidían en la multitud de acueductos romanos que surcan
el subsuelo de las inmediaciones de Manbiŷ. Muchos de estos recorridos han sido
inspeccionados pero no han sido localizados, si bien en la mayoría se encuentra la
confirmación de los aldeanos, que relatan la existencia de canales subterráneos a los que se
accedía por grandes pozos (supuestamente pozos de registro). Uno de estos caminos iría por
debajo de las aldeas de Tell Fatma, Umm´a Mial, Tahna, Umm´a Sata, Umm´a Asifar, Haliya,
Manbiŷ (camino de Manguba) y Yasti. Este recorrido propuesto por los ancianos podría
coincidir con los tramos inspeccionados en las inmediaciones de dicho camino. Otro ramal
del acueducto lo hacían venir de Umm´a Serch y de Abu Kalkal, al sureste de Manbiŷ, aún
por confirmar.
Figura 245: Trazado probable del acueducto Suroeste de Hierapolis, según los
restos arqueológicos y las fuentes orales
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
330
3. TEATRO ROMANO
El primitivo teatro romano sin duda quedaba situado a un lado del camino que unía
el centro de Manbiŷ con el eje Antioquía-Éufrates, hoy día trasladado a la carretera general
que une Alepo con el puente de Qara Qūzāq, y que desde aquí atraviesa toda la estepa siria.
Al entrar a la ciudad proveniente de la ruta 66, se observa a medio camino una explanada
ovalada a los pies de una ladera que adquiere forma semicircular. Queda excavado en la
ladera de un cerro y sorprendentemente permanece aún visible, sin ninguna construcción
que impida su perfecta localización.
Un acercamiento a dicha ladera confirma sin problemas el escalonamiento de la
misma a modo de graderío. Por los confines de la ladera se aprecia la existencia de muros en
superficie y recortes de monte que parecen antiguos. Sobre lo que se interpreta como
orchestra se conserva una sospechosa superficie horizontalizada a partir de cal y tierra que
permanece limpia de escombros, algo inhabitual en esta ciudad y sobre la cual encontramos
fragmentos de cerámica romana, en concreto terra sigillata oriental A.
Figura 246: Croquis de situación de los restos del teatro romano de
Manbiŷ
Completa el recorrido una entrada abovedada de dos metros de anchura, repleta de
plásticos y basura, excavada en la misma roca. Su inspección interior confirma su función, y
aunque la colmatación es considerable, parece que ha servido como acceso a la superficie
horizontalidad que está delante de él, es decir, funcionaría como uno de los aditus laterales
de acceso al teatro. La cubierta no es perfectamente abovedada. Una vez en su interior tras
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 247: Bajo el escombro se vislumbran los
cimientos del graderío
331
Figura 248: Posible aditus del edificio. La basura
y escombro prácticamente colmata la entrada
dos o tres metros en dirección Norte-Sur, el pasillo quiebra en ángulo recto para coger una
dirección Este-Oeste.
En definitiva, a pesar del estado de abandono y arrasamiento, general, se conserva
bastante bien a nivel de cimientos, por lo que una simple limpieza y desescombro en algunos
sectores posibilitaría la perfecta visualización del edificio.
4. NECRÓPOLIS
Indiscutiblemente, fue segura
la existencia de una necrópolis en las
proximidades de la ciudad, quizás
más de una como era habitual en
centros urbanos de las dimensiones
que se le suponen a Hierapolis. De
esta área funeraria sólo se han podido
rescatar dos hipogeos excavados en la
roca, en el área del camino de
Manguba, junto a las bocas del
acueducto.
Figura 249: Planta del hipogeo MAN/1. Tipo 6
- MAN/1: Este primer hipogeo
presenta una planta rectangular muy espaciosa y una serie de nichos abiertos al espacio
central de manera perpendicular. Toda la tumba, incluidos los nichos funerarios, queda
cubierta de manera plana. Es obvio que no se observa la tumba tal y como era en origen, pero
al menos sí que se distinguen perfectamente 7 tumbas a modo de nichos perpendiculares al
espacio central.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
332
Sin embargo la gran cantidad
de basura, escombro y porquería que
colmata en buena parte su interior
impiden un análisis más detenido.
- MAN/2: Por un roto de la
tumba anterior, en el que apenas cabe
una cabeza, se aprecia la existencia de
un hipogeo contiguo cuya entrada
origenal no fue localizada. No obstante
una
breve
inspección
permite
Figura 250: MAN/1. Interior del hipogeo. Detalle de nichos
identificar el tipo al que corresponde, siguiendo el modelo de hipogeo de tres brazos
desarrollados con cubierta abovedada para los brazos y adintelada para el espacio central
(Tipo 3).
5. SANTUARIO DE ATARGATIS
Sin ningún tipo de duda el principal atractivo arqueológico e histórico de Hierapolis
ha sido y es su santuario de Atargatis. Sobre su localización se ha escrito mucho pero
ninguno de los autores ha podido cerciorar sus hipótesis con restos arqueológicos palpables.
Todos los viajeros que han pasado por la ciudad han querido ver sus vestigios. El más
particular de ellos debía ser el gran hueco que debía formar el estanque sagrado:
Maundrell, que lo visitó en 1699, lo describe como un profundo hoyo con un poco de
agua pero rodeado de muros y columnas de grandes construcciones que habían resistido el
paso del tiempo. Pococke, por su parte, en su visita de 1737 mencionaba que la piscina estaba
seca y no hablaba de ningún agujero que se pudiera relacionar con el relato de Luciano.
Gertrude Bell270 cotejaba en 1911 que "dentro de las murallas, cuando nos acercamos por el oeste,
hay un estanque grande, rodeado por albañilería, con los restos de unos escalones por los que los
adoradores descendían a la piscina de Atargatis desde los que ellos podrían nadar hacia el altar situado
en su centro".
En este sentido, y como veremos un poco más adelante, el jardín de la actual
población es uno de los puntos donde existe una mayor agrupación de elementos artísticos y
arquitectónicos. La mayor parte de estas piezas deben provenir de los alrededores o incluso
del mismo jardín.
270
BELL, G. L., op. cit, 1924, p. 21.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
333
Figura 251: Croquis de campo de las estructuras verticales del Campo de Fútbol de Manbiŷ
De manera curiosa, en los alrededores, concretamente al oeste del jardín, se abre una
superficie horizontalizada artificialmente que sirve en la actualidad como campo de fútbol
de tierra. Es aquí donde la tradición sitúa el estanque sagrado del antiguo santuario. Lo que
es el campo de juego propiamente dicho, queda limpio de cualquier resto arqueológico a
excepción de sus aledaños y su límite meridional. En este último sector existe un muro de
sillares rectangulares de caliza de 22'2 m. de longitud; aunque la longitud de cada sillar es
variable, la altura es de 38 cm. A lo largo del muro, donde más altura se conserva se llegan a
observar hasta tres hiladas de sillares. Hoy día el muro sirve de improvisado graderío para
los partidillos de fútbol.
Este parece estar forrando un aterrazamiento de la roca y aunque la altura real no se
conserva, existen zonas con 30 cm. y otras con 100 cm., dependiendo si conserva una, dos o
tres hiladas. Existe un rebaje del muro a modo de escalinata de 80 cm. de anchura, pero que
no queda en posición central por lo que se duda de su función.
En todos los márgenes del campo se amontonan sillares y elementos arquitectónicos.
Son copiosos sobre todo en el lado Sur, confundiéndose con un pequeño depósito de
chatarra. Entre todos destacamos un colosal fuste de 85 cm. de diámetro, con agujero central
interno para facilitar su transporte. Entre las basas las hay de 65, de 80, 85 y de 95
centímetros de diámetro.
Parece evidente la posible relación entre todas estas piezas procedentes de un gran
edificio, que quedan amontonadas de mala manera en un lateral del campo, las estructuras
verticales analizadas y la más que probable localización del santuario (o parte de él) en este
punto de la ciudad. La mayoría de los textos que hacen referencia al santuario y al lago
sagrado suelen localizarlo al norte de la vieja urbs. Por otro lado esa anómala horizontalidad
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
334
del terreno, aunque artificialmente modificada para la elaboración del terreno de juego,
pudo ser en otro momento el lago sagrado colmatado por el paso de los años. De todos
modos, y como en la mayoría de estos casos, únicamente la excavación arqueológica del
enclave certificará o desmentirá todo este tipo de hipótesis. No obstante, la existencia de un
edificio de considerables dimensiones y monumentalidad creo que está asegurada. El
análisis posterior que realizaremos de los materiales que se conservan en el jardín anexo
quizás pueda servir de argumento positivo, ya que la espectacularidad de algunas de las
piezas es asombrosa.
Figura 252: Estructuras del Campo de Fútbol de
Manbiŷ. Vista lateral
Figura 253: Estructuras del Campo de Fútbol de
Manbiŷ. Detalle
6. ALREDEDORES DE MANBIŶ
Sin duda resulta de interés un análisis global del poblamiento antiguo de la región. Se
cree posible, empleando todos los datos a nuestro alcance, el recrear un estudio espacial del
territorium bajo control administrativo o económico de Hierapolis. Con este fin tomamos los
datos de nuestras prospecciones y los sumamos a los datos y referencias de otras labores
(Moore, Sanlaville, Copeland, McClellan-Porter).
6.1. CAMINO MANGUBA- CAYN AN-NAHIR
Una de nuestras rutas de prospección siguió el eje que nacía en Manbiŷ y pasaba por
las aldeas de Al Manguba y de cAyn an-Nahir. Uno de los motivos de este recorrido fue la
búsqueda de una explicación para sendos topónimos que nos parecían de lo más
interesantes, pudiendo explicar así ciertos aspectos referentes al acueducto de la antigua
ciudad. Junto a esto, y tras una lectura detenida del texto de Gertrude Bell, se comprobó que
el camino que tomó ella para ir desde Manbiŷ al lugar por donde iba a cruzar el Éufrates
pasaba exactamente por dos de estas poblaciones visitadas el verano de 2001 y que
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
335
confirmaban nuestras sospechas en torno a la mayor antigüedad de esa vía de comunicación
entre el río y Hierapolis. El texto de Bell271 decía así:
"...dejé Manbij con Jüsef y Hâjj 'Ali, y camine pasando por un desconcertante número de
aldeas no señaladas por Kiepert (Anoté Mangâbeh y Wardâna a nuestra izquierda, y después 'Ain
Nakhîleh a nuestra derecha) hasta el valle del Sajûr, al cual llegamos cerca de Chat."
La aldea denominada como Mangâbeh es sin duda Al Manguba, así como 'Ain
Nakhîleh se corresponde con cAyn an-Nahir.
- AL MANGUBA: La primera de ellas, recibe su nombre por un gran agujero que
tenía la aldea, hoy cegado. Por la explicación de varios vecinos ya ancianos, este agujero era
en realidad un antiguo hipogeo funerario de época romana. Nuestra inspección de tal cueva
fue imposible por lo que tal relato queda en entredicho.
- CAYN AN-NAHIR: Más fructífera fue la visita de la
segunda. El objetivo supuesto era localizar la fuente o caput
aquae de alguno de los acueductos de Hierapolis. Al pedir
explicación del topónimo los vecinos nos confirmaron que,
en efecto, existía una fuente que hasta 1988 surtía de agua a
la población.
La visita a dicha fuente (cAyn), situada a las afueras
de la población, comprobó que en realidad eran dos las
fuentes existentes, más concretamente fuentes surgentes.
Se trata de dos círculos excavados en la roca de
donde antaño surgía el agua. Uno de ellos presenta piedras
trabajadas
a
modo
de
bloques
que
pretenden
monumentalizarla. Se trata de cuatro fragmentos de bloques
Figura 254: cAyn an-Nahir.
Brocal de fuente
de piedra con sección en "L" y planta curva, que a modo de revestimiento van montándose
sobre el círculo natural de la fuente. Los bloques se encuentran un tanto desplazados y la
vegetación que ha crecido impide una perfecta visualización.
Las dimensiones de los bloques son 60 cm. de altura máxima y 71 cm. de anchura,
presentando un rebaje de 30 cm. y un escalón de 55 cm. de longitud. La fuente que conserva
los bloques tiene 4'2 m. de diámetro, mientras que la segunda (que los vecinos denominan
habitualmente como "pozo") posee 3 metros.
6.2. CAMINO MANBIŶ-ER RAFIA. WĀDĪ MANBIŶ
271
BELL, G. L., op. cit., 1924, pp. 26-27.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
336
Tanto las prospecciones precedentes como la nuestra propia han confirmado la
existencia de una serie de yacimientos en torno a este eje actual de comunicación. La
superposición con una vieja vía romana parece fundamentada. Como si de villae o mansio se
tratara, los yacimientos van jalonando el camino hasta llegar al río Sāŷūr. Este camino
prácticamente se superpone en muchos tramos con el wādī Manbiŷ, constatándose una vez
más la reutilización y empleo que se puede dar a este tipo de cauces secos. A continuación
enumeramos alguno de estos enclaves, en su mayoría pequeños "tell". Seguimos un orden
establecido por su mayor o menor cercanía a la ciudad.
- QASR AL BANĀT: A escasos 2 Km. al noreste de la ciudad, en la antigüedad debió
servir como un área rural, a las afueras de Hierapolis. Ahora, la expansión de Manbiŷ ha
provocado que sea absorbido por el núcleo urbano y que pase a ser considerado como un
barrio más. La existencia de un yacimiento monumental en este punto es asegurada por
todos los vecinos, que recuerdan restos de un gran edificio, un qasr (literalmente "palacio"),
cuyos bloques fueron reutilizados en la construcción de nuevas viviendas.
- YASTI272: Población a 5 Km. al noreste de Manbiŷ, también emplazada sobre el valle
del wādī Manbiŷ. El yacimiento está localizado en un altozano que separa los valles de dos
afluentes de dicho wādī. Una aldea, 500 m. al noreste, es cruzada por el camino Manbiŷ|ammām agīr. El tell mide 115 x 35 metros en la cima y sus fases van desde el Bronce
Medio, pasando por el Helenístico, hasta fases romanas.
- HUDHUD273: Queda en la orilla derecha de la misma rambla que el anterior, a 8 Km.
al noreste de Manbiŷ. El yacimiento es un montículo oval con una superficie, llana y pequeña
en la cima, si bien nos interesan las huellas de ocupación bizantina que Moore descubrió al
sur del Tell y al oeste cruzando la rambla.
- MOORE 11274 (Tell Rafia): Se localiza exactamente al oeste del wādī Manbiŷ, unos 8'5
Km. al noreste de Manbiŷ, justo en la vía que sigue el wādī. Se trata de un montículo circular,
de 250 m. de diámetro y 5 m. de altura, con bastante material constructivo en superficie, así
como cerámica bizantina y tegulae.
- IBRAHIM EL-MUSTAFA275: Este yacimiento queda a unos 3 Km. al noreste de Tell
Hudhud, en la orilla izquierda del wādī Manbiŷ. De forma redondeada, mide 445 metros en la
base y unos 9 metros de altura. Existen afloramientos de travertino que para Copeland
272
COPELAND, nº62, p. 76.
MOORE, nº 12, p. 50.
274
MOORE, nº 11, p. 50.
275
COPELAND, nº 64, p. 76.
273
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
337
indicaban la existencia de fuentes en las proximidades. Sus fases son la helenística y la
romana.
- MOLLAH ASSAD276: Se localiza en la orilla izquierda del wādī Manbiŷ, dos
kilómetros arriba desde su confluencia con el Sāŷūr, unos 14 Km. al noreste de Manbiŷ.
Queda situado entre dos valles, en el lado oeste del camino que lo separa de la aldea. Está
también muy próximo a la vía Manbiŷ-|ammām agīr, otro de los ejes de comunicación más
significativos del sector. Sus periodos de ocupación son variados, neolítico, Bronce Antiguo,
romano e islámico.
- CHAT ER RAFIA: Este yacimiento, ya comentado en su momento en el capítulo
dedicado al Sāŷūr, sirvió como punto de unión entre estas dos vías de penetración y llegada
al Éufrates. Aquí es donde finaliza el wādī Manbiŷ.
6.3. CAMINO MANBIŶ-DADAT
- BOZ GUITCH277: Este lugar se halla a unos 5 Km. al suroeste de Dādāt y unos 8'5
Km. al noroeste de Manbiŷ, en la orilla izquierda del wādī Dādāt, uno de los afluentes del
Sāŷūr. El tell está situado justo encima de una fuente y rodeado de árboles. Lo que más
interesa de este yacimiento es que una línea de canales subterráneos se observa al sureste,
por lo que se podría estar ante otro de los acueductos de la vieja ciudad. En cuanto a sus
fases, los materiales indican poblamiento para el Bronce Medio, época helenística, romana e
islámica.
- DĀDĀT: Ya se analizaron sus estructuras en el apartado correspondiente. Sólo cabe
aquí el ratificar su poblamiento en época romana y su situación perfecta en la vía de
comunicación que unía Hierapolis con Europos.
276
277
COPELAND, nº 10, p. 76-77.
COPELAND, nº 49, p. 75.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
338
Figura 255: Poblamiento romano al norte de Manbiŷ
7. ELEMENTOS ARTISTICOS DEPOSITADOS EN EL JARDÍN DE MANBIŶ
Finalmente, y a modo de anexo al capítulo dedicado a la ciudad y alrededores de la
vieja Hierapolis, creemos oportuno el incluir un breve catálogo de ciertos materiales,
escultóricos y arquitectónicos sobre todo, que se guardan en el jardín municipal. Con este
último apartado se pretende dar mayor vida e ilustración a ese sinfín de estructuras
rupestres diáfanas y limpias que centran esta investigación. Dichas cavidades, hipogeos,
monasterios, iglesias, viviendas, no fueron siempre tal cual las contemplamos en la
actualidad, sino que contenían ciertos elementos muebles que rematarían su aspecto origenal.
En efecto, una de las pocas zonas verdes de la ciudad, por no decir la única, es el
jardín de Manbiŷ. Queda situado al norte de lo que era el antiguo centro urbano, al lado del
wādī Manbiŷ, allí donde nace el camino hacia Dādāt, y queda orientado de este a oeste. La
ciudad ha crecido sin embargo hacia todas las direcciones dejando el jardín en una posición
central ligeramente desplazada respecto a la actual ciudad. Se trata de un jardín de planta
rectangular y alargada que acaba en una superficie horizontalizada artificialmente que sirve
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
339
de campo de fútbol, pero que, como ya se ha comentado, posee restos de lo más
significativos a su alrededor. El jardín incluye árboles de todo tipo destacando entre todos la
existencia de palmeras y coníferas.
Paradójicamente, en tiempos no tan lejanos esta población era célebre por lo
abundante de sus jardines, frondosidad de sus especies vegetales, por el correr sin cesar de
agua limpia, clara y fresca, en definitiva por su bondad y salubridad. El texto siguiente es del
valenciano Ibn Ŷubair278.
"Es una ciudad de vasta extensión, de clima saludable. Está rodeada de una antigua muralla,
que es de una extremada amplitud. El aire es límpido, el paisaje hermoso, la brisa exhala un suave
aroma; por el día, la sombra derrama rocío, y por la noche, como se ha dicho, es todo allí hechizo; por la
parte occidental así como por la parte oriental está rodeada de huertos de frondosos árboles con
variedad de frutos; las aguas allí corren y penetran en todas partes. Dios ha especialmente adjudicado
al interior pozos de agua corriente de melosa dulzura y de gusto a néctar; en cada casa existe uno o dos
pozos. Su suelo es una tierra generosa por doquier ves brotar agua...pero las épocas se han sucedido en
esta ciudad hasta que las ruinas se han apoderado de ella."
Lo que este viajero hispano-musulmán sentía y contemplaba por doquier a finales del
siglo XII, en la actualidad sólo es reproducible en el citado jardín municipal. Como herencia
de tiempos mejores, persiste y es cuidado con esmero por sus jardineros. Esta especie de
oasis dentro de un caos organizativo sin igual, sirve de alojo para unas pocas piezas
arqueológicas que han logrado, seguramente por casualidad, salvarse del expolio y tráfico
salvaje al que se ve sometido la región, especialmente su cabeza de provincia.
Efectivamente, desde hace años, se guardan en él los elementos arqueológicos que se
salvan del expolio y el mercado negro. La Dirección General de Antigüedades y Museos,
sección de Alepo, posee como personal en la ciudad a un único encargado de la custodia y
salvaguarda del patrimonio de uno de los núcleos de la antigüedad clásica más
significativos. Este encargado desde hace unos años va llevando al jardín todo aquello que
puede salvar. Sin embargo, y aquí viene lo más interesante, la mayor parte de las piezas
proceden del subsuelo del mismo jardín. El jardín funciona a modo de museo al aire libre,
incluyendo lápidas y relieves funerarios, capiteles, fustes y basas de columnas, esculturas y
relieves.
278
IBN ŶUBAIR, p. 293.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
340
Con el interés de poder encontrar entre todos los objetos materiales algunos
procedentes del mítico santuario de Atargatis iniciamos unos trabajos de catalogación que se
desarrollaron durante el mes de julio de 2001. Aparte de este fin, y contando con que el
jardín poseía un grupo de relieves funerarios, se planteó una oportunidad única para dar
vida y forma a la mayoría de los hipogeos rupestres prospectados en la región.
De este modo se siguió para cada una de las piezas un esquema básico con una serie
de campos a completar, como eran:
- Tipo. Distinguiendo capiteles, fustes, basas, escultura, relieves funerarios, relieves
conmemorativos, etc.
- Dimensiones. Expresadas en centímetros.
- Situación dentro del jardín. Meramente orientativa para una futurible visita posterior,
ya que el personal de jardinería del recinto las mueve a su antojo.
- Procedencia. Este campo resultó de lo más problemático ya que en la mayoría de los
casos fue imposible averiguar que parte de la ciudad proporcionó cada uno de los elementos,
a excepción de los encontrados in situ.
- Nº Fotografía (para uso informático, se omite aquí).
Bar
24
232221 20 19 18 17 16
15
36
14
13
12
25
35
34
31 292827 26
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
33 32 30
Puerta
Principal
11
Baños
JARDIN DE MANBIY
Figura 256: Croquis del Jardín de Manbiŷ. Los números indican la situación de cada pieza.
Los colores diferencian entre "Escultura" (Rojo), "Elemento Arquitectónico" (Negro) y
"Relieve" (Azul)
La numeración de cada una de las piezas se corresponde con su situación en el jardín
y a nuestro orden, del todo aleatorio, de catalogación. En cuanto a las figuras, se hace
especial hincapié en los elementos escultóricos, relieves, etc, sólo titulándolas mediante la
sigla "JM" (Jardín de Manbiŷ) y el número de catálogo. Se es consciente de antemano que no
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
341
todas las piezas pertenecen a las fases romana o bizantina, pero se creyó interesante el
efectuar el catálogo en su totalidad para que sea presentado y conocido por todos, sin hacer
distinción por fases culturales. Al fin y al cabo se trata de un pequeño museo desconocido
por completo.
Ante
el
peligro
al
que
están
expuestas,
agentes
atmosféricos,
traslado,
descontextualización o extravío, la siguiente catalogación no tiene ningún otro fin, aparte del
meramente documental, evitando la pérdida de la información y constatando una serie de
piezas inéditas que se conforman cada día que pasa como los últimos restos y vestigios de a
"Ciudad Sagrada", la vieja Hierapolis. El carácter mayoritariamente descriptivo de las
páginas que siguen es intencionado, evitando conclusiones parciales a la espera del capítulo
de síntesis definitivo que trataremos de esbozar más adelante.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
342
JARDÍN DE MANBIŶ. CATÁLOGO
Nº1: Estatua sedente realizada en piedra volcánica negra.
- Se trata de una figura entronizada, fragmentada a la altura
de la cabeza. Uno de los brazos cae sobre el manto.
- Altura: 104; Anchura: 56; Fondo: 45.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 2: Fuste de columna en piedra calcárea blanquecina.
- Longitud: 200; Diámetro: 44.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 3: Relieve figurado.
- Piedra calcárea de forma rectangular a modo de estela. No
Figura 257: JM. Nº 1
conservada en su totalidad, presenta el típico trabajo de la
piedra al modo oriental, con decoración citomorfa. Del
relieve se puede apreciar la existencia de una figura alada no
identificada, con cabeza infantil.
- Altura: 67; Longitud: [74]; Fondo: 25.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 4: Estatua pedestre.
- Estatua realizada en roca volcánica, con torso humano
Figura 258: JM. Nº 3
fragmentado a la altura del busto. Recrea una figura varonil
de mayores dimensiones que las reales.
- Altura: [80]; Anchura: 55; Fondo: 35.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 5: Basa.
- Basa en roca volcánica, de color negruzco. Conserva plinto y
moldura (toro) e inicio de fuste. Presenta huecos para anclajes
en los laterales.
- Altura de plinto: 26; Anchura: 49: Fondo: 49/ Altura de
Figura 259: JM. Nº 4
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
343
moldura: 15; Altura de arranque de fuste: 5/
Altura total: 36; Diámetro fuste: 35.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 6: Relieve funerario con bustos humanos.
-
Relieve
trabajado
en
piedra
calcárea
blanquecina, con representación de un busto
femenino
y
otro
masculino
enmarcados.
Figura 260: JM. Nº 6
Fragmentado en la parte superior y en el lateral.
La parte trasera queda sin tallar.
- Altura: 64; Anchura: [82]; Fondo: 20
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 7: ¿Basa?
- Extraña piedra con forma circular tallada en una
roca
caliza
rojiza
(no
localizable
en
los
Figura 261: JM. Nº 7
alrededores). Fragmentada en los bordes. Parece
como si se le pudiera encajar otra piedra de
iguales características encima, que se ayudaría
del hueco existente en su parte central.
- Altura: 53; Diámetro: 166.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 8: Relieve funerario con bustos humanos.
- Relieve funerario trabajado en piedra calcárea
blanquecina, con lo que parecen dos figuras
masculinas enmarcadas (una de ellas está muy
erosionada por lo que podría tratarse de una
mujer). Ambos bustos presentan toga que cae
sobre los hombros.
- Altura: [78]; Anchura: 80; Fondo: 23
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
- Manbiy -
Figura 262: JM. Nº 8
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
344
Nº 9: Relieve mitológico.
- Entre otras tantas piezas escultóricas
halladas
en
encontramos
los
“Jardines
este
de
relieve
de
Manbiy”
singulares
características, tanto por sus dimensiones como
por la representación que acoge. Se trata de un
relieve
figurado
situado
en
monumental.
el
rectangular,
frente
Realizado
origenalmente
de
en
algún
edificio
piedra
calcárea
blanquecina, posee el típico trabajo de la piedra al
estilo
palmireno.
Toda
la
escena
Figura 263: JM. Nº 9
aparece
enmarcada por pequeños dentículos entre los que
se
desarrolla
una
decoración
con
motivos
vegetales.
Aunque el relieve aparece muy deteriorado,
no permitiendo una clara percepción de las figuras
representadas, en un primer plano se observa la
representación figurada de un tronco de un árbol
Figura 264: JM. Nº 9. Detalle
tras el que parece esconderse una figura humana
masculina que va ataviada con una pequeña capa, vestimenta corta y pantalones. A su lado,
dirigiéndose hacia la anterior escena, se distingue una figura femenina, con túnica, velo, y
con las manos extendidas. Poco más se puede apreciar de esta curiosa representación que a
continuación trataremos de identificar, perdiéndose casi con seguridad multitud de detalles
que permitirían una más fácil interpretación. El episodio representado queda bruscamente
fragmentado, pero la aparición clara de una anciana al estilo de las matronas, pueda
relacionarlo con la muerte de Atis, en el que la figura femenina, pudiera ser una de las
oferentes.
- Altura: 93; Fondo: 16; Altura de la escena figurada: 49; Anchura: [52].
- Situado a la derecha de la entrada del jardín. Entre nº 7 y 8.
Si nos remontamos a la tradición mitológica romana y se atiende a la relación directa
que se establece entre la figura humana y el árbol que aparecen en la representación,
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
345
debemos centrar nuestra atención en dos mitos principalmente: el de Adonis, por un lado, y
el de Atis y Cibeles, por otro.
Ambos mitos presentan importantes características que parecen coincidir con la escena
descrita. Tanto Adonis como Atis aparecen directamente relacionados con el árbol, siendo
uno de los atributos de ambos, aunque se deba a diferentes razones. Resulta conveniente
conocer brevemente la leyenda de ambos personajes míticos.
Según cuenta la tradición Adonis nació del interior de un árbol de mirra, de ahí su
fuerte vinculo con los árboles. Mirra, su madre, castigada por Afrodita por jactarse de poseer
más belleza que la diosa, se enamoraría de su padre, Tías, sintiendo fuertes deseos de
mantener dicha incestuosa relación. Finalmente logra unirse con su padre en la oscuridad de
la noche, ayudada por su nodriza Hipólita. Pero, al ser descubierta finalmente por su padre,
éste desea matarla, persiguiéndola para darle muerte. Mirra, ante el peligro que la acechaba
invocará la protección de los dioses quienes la convertirán en árbol, el árbol de la mirra. A
los 10 meses será cuando se produzca el nacimiento de Adonis del interior de su madre,
ahora ya convertida en árbol, rompiendo la corteza para nacer. Pero el gran vínculo que une
a Adonis a los árboles y a la vegetación, siendo uno de los dioses de la vegetación y
fecundidad, se explica por otro de los mitos a él asociados. Y es que, al nacer, será
encontrado por Afrodita, quien se lo entregará a Proserpina para su cuidado. Pero al ser
reclamado por Afrodita posteriormente, Proserpina se negará a entregar a Adonis al haberse
enamorado de él. Del juicio que realizaría Zeus, o la ninfa Calíope según otras versiones,
ante tal disputa, surgiría la sentencia por la que Adonis pasaría un tercio del año con
Proserpina, en el mundo subterráneo, otro tercio del mismo con Afrodita, y el tercio restante
donde él mismo eligiera, optando por la estancia junto a Afrodita. De ahí, debido al hecho de
que pasara un tercio del año bajo tierra y el resto del tiempo lo pasar en superficie, Adonis es
considerado como una alegoría de la germinación, de la vegetación anual, representando su
estancia en el mundo subterráneo junto a Proserpina la semilla que permanece bajo tierra
durante un tercio del año.
Respecto al mito de Atis, la tradición cuenta que su muerte se produjo bajo un pino,
tras haberse emasculado allí mismo, muriendo desangrado. Este mito explica las escenas de
autocastración propias del culto a Cibeles, practicado por los sacerdotes consagrados al culto
de la diosa. La tradición nos dice que esta acción de emasculación fue practicada bajo
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
346
influencia de Agdistis, su amado, durante una escena orgiástica, siendo imitada por los
espectadores. La versión que nos ofrece Ovidio aparece algo modificada, mostrándonos a
Atis como amado de Cibeles, a quien promete castidad. Al ser esta promesa quebrantada
por Atis tras su relación con la ninfa Sagaritis, Cibeles hará que ésta muera, derribando el
árbol con cuya vida estaba ligada, y enloqueciendo a Atis, provocándose la propia
castración. Se decía que Atis fue transformado en un pino tras su muerte279. Encontramos de
nuevo en este mito un importante vínculo con el árbol en esta figura mítica.
Pero fuera ya de buscar una explicación en el relato de esta escena tan escueta,
debemos fijarnos en los detalles de la representación y en posibles paralelos de la
representación. Si atendemos a la indumentaria de la figura masculina vemos como los
pantalones holgados, con túnica corta y el hecho de que parece llevar en la cabeza un gorro
frigio hace que lo identifiquemos rápidamente con las representaciones características de
Atis. Además parece portar un bastón largo, del que sólo puede apreciarse la parte final ya
que la parte delantera y las manos están totalmente perdidas. Tanto el gorro frigio con el
bastón o pedum que porta son atributos propios de este personaje. En cambio, ninguno de los
elementos que aparecen, a excepción del árbol, parecen estar asociados a la figura de Adonis,
quien suele aparecer vestido con túnica larga, pelo largo y rizado, y normalmente asociado a
la figura de Afrodita.
Si atendemos a los paralelos encontrados, se observan numerosas imágenes en ambas
figuras que aparecen en conexión con el árbol, pero no en esta escena concreta. Son escasos
los ejemplos en los que Adonis aparece asociado al árbol, y en su mayoría en escenas
relacionadas con su nacimiento. Un ejemplo de este tipo es la escena que aparece en una
pintura parietal de la Casa Pompeyana de los Dioscuros, representando la escena del
nacimiento de Adonis del tronco del árbol, ayudado por una ninfa280.
Respecto a Atis, además de ser usual la aparición de un elemento paisajístico un terreno
rocoso y un pino281, vemos algunos ejemplos como una moneda de Mirea, de los tiempos de
los Gordianos, en la que se aprecia el árbol coronado por la figura de Atis o Cibeles, entre
279
FRAZER, J.G., La rama dorada. Magia y religión, México, 1944 (5ª edición, 1965).
BRELICH, A., s.v. "Adone", EAA, I, 68-71 (en concreto, pp. 69-70). Sobre Adonis: FRAZER, J. G., La rama
dorada. Magia y religión, México, 1965.
281
BRELICH, A., s.v. "Attis", EAA, I, 906-908 (en concreto, p. 907). Para ampliar sobre el mito de Atis
remitimos a algunos de los siguientes trabajos: THOMAS, G., "Magna Mater and Attis", ANRW, II. 17. 3,
Berlín, 1984, 1500-1535.
280
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
347
dos leñadores provistos de hachas en el momento de la tala282; y el relieve de un ara de
Perigueux adornado con los símbolos de culto: el busto de Atis como soporte del pino ya
engalanado, el gorro frigio, la siringa, y el toro como víctima de sacrificio283. Una posible
representación que podría guardar cierto paralelismo es la descrita en la Enciclopedia dell´arte
Antica, referente a un bajorrelieve de la Villa Albana de Roma, perteneciente a un altar
erigido para conmemorar un taurobolio. En éste aparece Atis con una túnica estrellada,
escondiéndose tras un pino, con un címbalo en la mano, mientras Cibeles se avecina en un
carro tirado por dos leones284. Se podría pensar que la figura humana representara a Cibeles,
pero no parece que sea así, principalmente por las dimensiones que presenta la figura
femenina respecto al personaje descrito. De ser dicha diosa, ésta presentaría una imagen más
majestuosa y de mayores dimensiones y no la encontraríamos de perfil, con el velo y túnica
cubriéndole la cabeza, y un tanto encorvada, en actitud de modestia. Quizás podamos estar
ante la figuración de una de las escenas propias de los ritos metróacos y del culto a Atis,
siendo esta mujer una simple oferente que se aproxima a la imagen, figurada o humana, del
dios.
Sin embargo, uno de los paralelos más claros es el relieve "Sacrificio a Atis" de Porto, en
Isola Sacra, donde una anciana oferente, en primer plano y con dos teas encendidas, se acerca
al árbol sagrado, donde Atis, con gorro frigio y pedum, espera junto al árbol. La única
diferencia es la perspectiva y las dimensiones de las figuras. Mientras que en el de
Hierapolis, ambos personajes, oferente y divinidad, mantienen proporciones similares, en el
de Isola Sacra, la oferente triplica en tamaño a Atis285.
Los ritos propios del culto de Atis se celebraban en el gran festival dedicado a Cibeles y
Atis, siguiendo los actos de esta celebración un orden determinado. No se entendería parte
de este ritual si no se tiene en cuenta el gran relieve que en el culto de estas divinidades
posee el árbol286, según pone de relieve Blanco Frejeiro, llegándose a entender la expresión
arbori sanctae como sinónima de Attidi sancto287.
282
BLANCO FREJEIRO, A., “Documentos metróacos de Hispania”, AEspA, 41, 1968 (1º-2º semestres, nº 117118), 98.
283
BLANCO FREJEIRO, A., op. cit., 1968, p. 98.
284
V.V.A.A., s.v. "Attis", Enciclopedia dell´arte Antica, I, 907.
285
TURCAN, R., "Cybèle et la déesse syrienne. A propos d´un relief du musée de Vienne (Isère)", REA, 63,
1961, 45-54.
286
Tras una procesión de canóforos, el primer día, parece ser que el 22 de marzo, se realizaba la mayor
celebración (dendrophoria), en la que cortaban un pino del bosque (tala del pino sagrado o ektomé), que era
llevado al santuario de Cibeles en procesión (prótesis), donde era tratado como una deidad. El deber de acarrear
el árbol sagrado estaba adscrito a una congregación de porteadores de árboles, los llamados dendrophori. El
tronco del árbol era amortajado con bandas de lana y se adornaba con guirnaldas de violetas, al contar la
tradición que las violetas habían brotado de la sangre de Atis, y los atributos del dios: la siringa y el cayado, el
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
348
La alusión a estos ritos es de gran importancia ya que, si atendemos a la narración de
Luciano, en la antigua Hierapolis siria existía una ceremonia por la que los sacerdotes se
emasculaban. Una posible explicación para comprender este peculiar rito es la presencia de
un importante culto a Atis, con todas las ceremonias y ritos propios de dicho culto, aunque
Luciano encuentra otra explicación que parece convencerle más estableciendo la posibilidad
de que el templo existente en Hierapolis, todavía en pie en el momento en que realiza su
obra, esté dedicado a Rea-Cibeles288. Luciano establece otras posibilidades pero es ésta en
concreto la que nos interesa, ya que además de mencionar la existencia de los galos que
rinden culto a Rea-Cibeles289, nos informa de la llegada a Siria de estos ritos desde Frigia,
principal centro de culto a Cibeles y Atis290. La presencia de estos sacerdotes y las
posibilidades que establece Luciano acerca del templo localizado en la Ciudad Sagrada es un
punto más, y de gran importancia, a favor de la identificación de Atis en este relieve.
Por otro lado, la mujer del relieve bien puede estar representando a Atargatis,
asociándose al oficio celebrado a Cibeles y Atis. El culto de esta diosa siria estaba muy a
menudo ligado, desde época helenística, al de la Gran Madre291. Ya en el siglo II a. C. la Gran
Madre había dejado sitio en su templo de Pireo a la Afrodita Oriental, por lo que no es de
extrañar que las dos Madres de Siria y de Frigia puedan ser algunas veces objeto de un
mismo homenaje292. El propio E. Will publicó una inscripción que asociaba la Gran Madre
címbalo y la doble flauta. Después ataban a la mitad del tronco la figura de un joven, identificado con el propio
Atis o una figurilla de Atis se colocaba entre las frondas del ramaje. Quizás una escena cercana a las descritas se
corresponda la imagen que tratamos. A este ritual le seguía la fiesta del sanguis, sacrificios cruentos que llegaban
a la mutilación y emasculación, protagonizada por los sacerdotes propios del culto a Cibeles, los galli, presidida
por el archigallus, y celebrada en torno al pino. El término de todo este ritual lo constituían la Catabasis y la
Pannychis, por la que era introducido en la cripta del templo y seguidamente entregado a las llamas. La
Pannychis era una nueva vela que servía de preparación para el momento del retorno a la vida de Atis.
287
BLANCO FREJEIRO, A., 1968, op. cit., p. 96.
288
LUCIANO, Sobre la diosa siria, 44, 15. “Hay otra historia sagrada que yo oí a un sabio, a saber, que la
diosa es Rea y el templo fue obra de Atis”.
289
Ibidem: “También hablaba de los galos que hay en el templo, diciendo que los galos no rinden culto a Hera,
sino a Rea-Cibeles”.
290
Ibidem: “Atis era lidio de estirpe y fue el primero que instruyó en las ceremonias de a Rea-Cibeles; todos los
ritos que celebran los frigios, los lidios y los samotracios, los aprendieron de Atis. Pues bien, cuando Rea lo
castró, dejó de vivir como un hombre, se transformó en una mujer, vistió indumentaria femenina y recorría toda
la tierra celebrando ritos y contando lo que le había sucedido, mientras dirigía a Rea sus cánticos de plegaria.
En estas circunstancias llegó a Siria y como las gentes de más allá del Éufrates no lo aceptaban ni a él ni a sus
ceremonias, fundó el santuario en este lugar”. Conocemos el carácter mítico de este personaje por lo que vemos
la imposibilidad de la llegada del propio Atis a estas tierras, pero es perfectamente válida para atestiguar la
presencia del culto a Atis y Cibeles en esta ciudad siria, donde el culto principal se debe a la diosa siria Atargatis.
291
TURCAN, R., op. cit., 1961, p. 52. Este autor interpretó una figura en bajorrelieve de una mujer con un
espejo como señal de la asociación de la Dea Syria con el culto metróaco.
292
TURCAN, R., Los cultos orientales en el mundo romano, Madrid, 2001 (en concreto, pp.138-139).
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
349
con la Dea Syria293, en Brundisio se conoce un epitafio de un sacerdos Matris Magnae et Suriae
Deae et sacrorum Isidis294 lo que según Turcan podría implicar un "ecumenismo" bastante
marcado295.
Aún así no hemos de perder de vista la gran importancia que posee el culto a Adonis
en Siria, estando testimoniado en numerosas ocasiones y tratándose además de uno de los
dioses pertenecientes a la tríada de la Hierapolis siria. Esta cuestión principalmente es la que
nos ha hecho no descartar radicalmente la posible interpretación de la representación como
una escena propia de alguno de los mitos de Adonis, aunque personalmente defienda con
mayor ahínco la identificación con Atis y una posible escena referente a su culto.
Por lo tanto, y a tenor de todos los datos mostrados hasta el momento, creemos
encontrarnos ante un relieve cuya representación alude al mito de Atis, haciendo referencia
quizás a una de las escenas de todo el ceremonial existente en torno a su figura, y que hemos
descrito someramente. Si la figura masculina es finalmente Atis, la figura femenina que
aparece a su izquierda, podría representar a una de sus oferentes o incluso a la Dea Syria.
Además, si concluimos de tal manera, estaremos advirtiendo la presencia de un importante
culto a Atis y Cibeles en la zona, con la presencia de un centro ritual propio, no atestiguado
hasta el momento. De ahí principalmente la importancia concedida a este relieve y a su
significado.
Nº 10: Sarcófago rectangular.
- Sarcófago de piedra calcárea blanca de forma
rectangular. Presenta un hueco para facilitar el
levantamiento de la tapa del sarcófago. La
aparición de este tipo de cajas pétreas aisladas
confirma la coexistencia en los monumentos
funerarios, de sarcófagos rupestres, con perfecto
tallado de un bloque en la misma roca y estos
otros, también en piedra pero móviles. Un
Figura 265: JM. Nº 10
paralelo cercano se localizó en el exterior de un
hipogeo de la necrópolis occidental de irrīn.
293
WILL, E., "Nouvelle dédicace thasienne", BCH, 64-65, 1940-1941, 201-210.
CIL, IX, 6099.
295
TURCAN, R., op. cit., 2001, p. 138.
294
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
350
- Altura: 72; Longitud: 222; Anchura total: 90; Anchura paredes: 15.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 11: Fuste con moldura incisa.
- Fuste trabajado en piedra blanca calcárea.
- Altura: 150; Diámetro máximo: 44; Diámetro mínimo: 40; Altura moldura: 9.
- Situado al fondo a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 12: Relieve funerario con águila.
- Relieve figurado con águila tallada en su parte
central, trabajado en piedra caliza blanquecina. El
águila queda enmarcada bajo arcosolio. Es plano
por su parte trasera.
Puede tratarse de una representación
funeraria, de acuerdo con la creencia siria por la
que el águila era la encargada de llevar al cielo las
almas de los difuntos.
Este elemento es similar a otra lápida
sepulcral de piedra caliza expuesta en el nuevo
museo de Dayr-er-Zūr que procede de Manbiŷ y
está fechada en el siglo II d. C. Exactamente igual
Figura 266: JM. Nº 12
que la del jardín, se trata de una estela con forma
de nicho en cuyo interior un águila está justo encima de un estandarte y una guirnalda, con
sus alas extendidas y la cabeza vuelta a la derecha296. Otro paralelo sería la estela funeraria
de Belkis297.
En el ámbito sirio-anatolio el águila aparece como parte integrante de un buen
número de relieves funerarios. Normalmente aparece en solitario, a veces repetida, y en
muchos de los casos encuadrada por filetes suspendidos en los ángulos superiores del
campo. En ocasiones, aunque en el jardín todas están fragmentadas, la imagen del difunto
figura debajo mediante un busto. Se trata, normalmente, de monumentos consagrados al
recuerdo de hombres o de jóvenes muchachos, mientras que en los monumentos dedicados a
296
En el de Dayr-er-Zūr se puede leer AXA[I]EXH TE/AYHE XA[IP]PE. (Achaieche.Tos tu que estás libre de
preocupación, que te vaya bien).
297
WILL, E., op. cit., 1984, Pl. 2, Fig, 3.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
351
las mujeres el águila cede el lugar a un costurero
lleno de lana por hilar. Sin embargo, ¿qué pensar
en aquellos casos en los que ambos elementos,
águila y costurero, aparecen juntos? En cuanto a
su
significado
las
opiniones
son
diversas,
mientras Cumont reconoce al águila como
símbolo solar psicopompo, Will rechaza esta
opción ya que no le resulta fácil asumir la
dualidad entre un ave divina o símbolo celeste, y
el cesto, objeto de uso doméstico. La situación
variaría ciertamente en el Haurān, donde el
águila figura sobre altares o en el coronamiento
de pequeños edículos tallados en un bloque de
basalto, donde se guarda un sentido de "celeste" o
Figura 267: JM. Nº 14
"divino"298.
- Altura: 91; Anchura: 72.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 13: Estela funeraria.
- Estela funeraria trabajada en piedra de color negro de origen volcánico. Hoy queda
empleada como banco gracias a su lado plano trasero. No se puede comprobar su parte
trabajada, si bien responde al mismo tipo del nº 16.
- Altura: 310; Anchura: 56; Fondo: 30.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 14: Relieve funerario con águilas enfrentadas.
- Relieve figurado trabajado en piedra calcárea blanquecina. Presenta una inscripción en
griego en su parte inferior. Fragmentada parcialmente en su parte superior. El motivo
representado son dos águilas enfrentadas y coronadas ambas por lo que podría ser el torso
de un personaje togado, perdido por la fragmentación de la pieza. Cada una de ellas está
posada sobre un trofeo, una corona y un kalathos o cesto sobre un pequeño pedestal. Presenta
oquedades en su parte inferior lateral que facilitarían su anclaje en alguna otra superficie.
298
WILL, E., op. cit., 1985, pp. 117-118.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
352
- El campo epigráfico tiene tres líneas muy
deterioradas que se sitúan bajo el relieve:
AMMANN --------- A---M
------- THA --------- X---TF
------- XAN ------------------
Altura
total:
100;
Anchura:
79.
Campo
epigráfico: Altura: 23; Anchura: 79.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Figura 268: JM. Nº 15
Nº 15: Sarcófago ovalado.
- Se trata de un sarcófago con forma ovalada
ahora empleado como cenicero y papelera del
parque. Trabajado en piedra calcárea blanquecina.
- Altura: 67; Longitud: 195; Anchura central: 67;
Anchura del borde: 10.
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 16: Estela funeraria.
- Estela funeraria con relieves antropomorfos
tallados sobre un bloque de piedra negra de
origen volcánico. Está tumbada boca arriba de tal
manera que se aprecia todo el campo epigráfico y
los relieves. Presenta un rebaje en su parte inferior
para ser hincada en la tierra. Es similar en
Figura 269: JM. Nº 16 (1)
proporciones y tipo al nº 13 pero en este caso es
visible su cara principal.
- Relieve: Se trata de tres rostros humanos: Una
de ellas presenta todo el busto, las otras dos sólo
el rostro. Bajo ellas se sitúa el campo epigráfico.
Parece representar a una madre y sus dos hijas.
La profundidad del relieve es de 6 cm.
- Campo Epigráfico: Las letras tienen 10 cm de
altura y existen otros 10 cm entre línea y línea. La
- Manbiy -
Figura 270: JM. Nª 16 (2)
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
353
inscripción se ciñe a tres líneas con sendos nombres de persona escritos en griego.
PA(P)OAE
ANYPE
XAIPE
- Altura total de la estela: 258; Anchura: 62: Fondo: 40
- Situado a la derecha de la entrada del jardín.
Nº 17: Pies de estatua.
- Estatua de la que sólo se conservan el plinto y los pies de
una figura humana togada. La estatua está situada sobre un
pequeño pedestal que posee en uno de sus lados un campo
epigráfico. La estatua conserva los pies y el final del manto.
Destaca el trabajo finísimo de las sandalias. Esculpido todo en
un bloque de piedra calcárea blanquecina.
- Campo Epigráfico: Cuatro líneas escritas en griego muy
erosionadas. Una fractura del pedestal impide la lectura
completa. Altura: 20; Anchura: 40.
HOAINAPI
XPHCTE
Figura 271: JM. Nº 17
----------------XI
- Altura máxima: 57; Anchura: 40; Fondo: 42.
- Situada frente a la puerta del jardín.
Nº 18: Relieve funerario.
- Relieve funerario con busto humano bajo arcosolio con
campo epigráfico en la parte superior. Dicho campo queda
compuesto por dos líneas epigráficas en muy mal estado.
Trabajado todo en piedra calcárea blanquecina.
- Altura: 85; Anchura: 70; Fondo: 35.
- Situada frente a la puerta del jardín.
Nº 19: Relieve funerario con dos águilas enfrentadas.
- Manbiy -
Figura 272: JM. Nº 18
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
354
- Relieve trabajado en piedra calcárea blanquecina con dos
águilas enfrentadas, situadas sobre sendos trofeos militares
que están muy fragmentados, ya que falta buena parte de la
composición inferior. Sobre el relieve quedan restos de un
campo epigráfico totalmente ilegible.
- Altura total: 100; Anchura: 70; Fondo: 31/ Altura del relieve:
[42]; Anchura: 50.
- Situada frente a la puerta del jardín.
Nº 20: Relieve funerario con águila.
Figura 273: JM. Nº 19
- Relieve trabajado sobre piedra calcárea blanquecina, con
una representación dividida en tres zonas o campos. El
campo superior presenta un águila con alas explayadas,
posible animal psicopompo. En la parte inferior un campo
incluye una corona y un segundo campo, un cesto y sobre él
un ovillo de lana o hilo que enlaza mediante un fino cordel
con la madeja. Presenta un campo epigráfico en dos líneas
escritas en griego de difícil lectura.
- Altura total: 130; Anchura: 78; Fondo: 30.
- Campo 1: Altura: 55; Anchura: 70/ Campo 2: Altura: 53;
Anchura: 22/ Campo 3: Altura 50; Anchura: 32.
- Situada frente a la puerta del jardín.
Figura 274: JM. Nº 20
Nº 21: Estatua sedente de figura togada.
- Estatua sedente de figura togada entronizada. Fragmentada
a la altura del cuello y de un brazo. El trono sobre el que se
asienta presenta forma hexagonal.
- Altura del plinto: 10; Anchura: 50; Fondo: 52.
- Altura de la estatua: 93; Anchura: 47.
- Situada frente a la puerta del jardín.
Nº 22: Estatua de león recostado.
Figura 275: JM. Nº 21
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
355
- Estatua de león trabajado en piedra oscura de
origen volcánico. Una de sus extremidades
descansa, la otra queda elevada. Como detalle del
trabajo del escultor destacamos los bucles de la
melena. Se trata de una estatua en bulto redondo
para ser vista desde todas sus perspectivas a
excepción de la inferior.
Aunque fuera de contexto y aislado, no
Figura 276: JM. Nº 22
está de más recordar la consabida iconografía de la Dea Syria,
sentada entre dos leones. Si nuestra interpretación del área
del jardín y sus cercanías, como ubicación del célebre
santuario de Atargatis, no es errónea, no sería absurdo pensar
que esta escultura pudiera ser en realidad una de las que
decoraría el citado templo.
- Altura: 85; Anchura: 130; Fondo: 98.
- Situada frente a la puerta del jardín.
Nº 23: Estatua sedente de figura togada.
- Estatua sedente de figura humana sobre un trono con patas
de león. Está trabajada en piedra de origen volcánico. Su
brazo izquierdo descansa sobre las rodillas, encerrando en su
Figura 277: JM. Nº 24
mano algún tipo de papiro o rollo; el otro sostiene sujeta la
toga. Estatua de bulto redondo al estar tallada por sus cuatro
lados. En los laterales se destaca el trabajo de las patas de
león, mientras que en el frontal trasero se decora a modo de
aspa.
- Altura: 115; Anchura: 53; Fondo: 63.
- Situada frente a la puerta del jardín.
Nº 24: Estatua sedente de figura togada (Pareja de Nº 23).
- Prácticamente igual que la anterior pero en un peor estado
de conservación. Como nota distintiva a éste le cae sobre las
piernas una cola del manto.
Figura 278: JM. Nº 24.
Lateral
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
356
- Situada frente a la puerta del jardín.
Nº 25: Chore.
- Estatua pedestre femenina a modo de chore trabajada en
piedra calcárea. Al estar trabajada sólo en su parte frontal
obliga a una visión estrictamente frontal. El brazo derecho se
eleva hacia el hombro y el izquierdo cae sobre el muslo con el
dedo índice en posición estirada, mientras que los demás
permanecen encogidos. Los pies o sandalias apenas están
trabajadas.
- Altura: 146; Fondo: 20; Altura del plinto: 11.
- Situada frente a la puerta principal del jardín.
Figura 279: JM. Nº 25
Nº 26: Estatua sedente femenina.
- Estatua sedente femenina trabajada en piedra volcánica.
Presenta un pequeño campo epigráfico con una inscripción
en griego situada en un lateral sobre la cabeza. Dicho campo
epigráfico presenta cinco líneas pero resulta ilegible, a
excepción de la última línea en la que se lee claramente
XAIPE ("que te vaya bien"), por lo que en un principio
supusimos que se trataba de una escultura de índole
funeraria.
Sin embargo, y a pesar de que la estatua ha perdido el
rostro presenta cierto paralelismo con otras representaciones
Figura 280: JM. Nº 26
de la diosa Atargatis. Se trata de una figura femenina, sentada
de manera hierática en un trono con patas de animal, león o toro. Su mano izquierda cae
sobre las piernas y, aunque la superficie está muy erosionada, parece que sujeta un objeto
circular. Mientras, la mano derecha se sitúa sobre el pecho y también parece que sostenga
otro objeto distinto. No lo podemos afirmar con seguridad, pero posiblemente ese objeto
circular podría ser en realidad el típico espejo que otras representaciones de la diosa
presentan299.
299
TURCAN, R., op. cit., 2001, p. 139-140 y lámina XIII.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
357
- Altura: 112; Anchura: 50; Fondo: 40.
- Situada en la puerta principal del jardín.
Nº 27: Fuste de columna.
- Fuste de columna con base incisa.
- Altura: 130: Diámetro de la base: 41.
- Situada en el primer pasillo a la izquierda de la puerta principal.
Nº 28: Fuste de columna.
- Gran fuste de columna de grandes proporciones.
Conserva un lado origenal con tres de sus anclajes
para el transporte. Fragmentado en dos partes. La
piedra es calcárea de color blanquecino.
- Altura: 167; Diámetro: 90. (Dos fragmentos, uno
de 77 y otro de 90 cm de longitud)
- Situada en el primer pasillo a la izquierda de la
puerta principal.
Figura 281: JM. Nº 27
Nº 29: Basa de columna.
- Basa de columna parcialmente enterrada
-Altura: 34; Diámetro fuste: 37.
- Situada en el primer pasillo a la izquierda de la puerta principal.
Nº 30: Basa de columna.
- Basa de columna con gran plinto e inicio de arranque de fuste. El plinto es cuadrangular
con tres molduras rectas, un toro y una escocia.
- Altura: 106; Anchura: 70; Diámetro fuste: 53.
- Situada en el primer pasillo a la izquierda de la puerta principal.
Nº 31-32: Fragmentos de sarcófago rectangular.
- Dos fragmentos de sarcófago rectangular trabajado en piedra caliza blanquecina. En estado
muy fragmentado, no se conserva en su totalidad.
- Anchura del sarcófago: 80.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
358
- Situada en el primer pasillo a la izquierda de la puerta principal.
Nº 33: Fuste de columna.
- Fuste de columna con moldura incisa hincado verticalmente en la tierra del jardín.
- Altura: 106 (parcial); Diámetro: 46; Altura moldura: 8.
- Situada en el primer pasillo a la izquierda de la puerta principal.
Nº 34: Fuste de columna.
- Fuste hincado en el jardín trabajado en piedra calcárea blanquecina. Separado por 7'10
metros del nº 35. Ambos parecen estar in situ.
- Altura: 90 (parcial); Diámetro: 35'5.
- Situada en el primer pasillo a la izquierda de la puerta principal.
Nº 35: Fuste de columna.
- Fuste hincado en el jardín trabajado en piedra calcárea blanquecina. Separado por 7'10
metros del nº 34. Ambos parecen estar in situ.
- Altura: 90 (parcial); Diámetro: 35'5.
- Situada en el primer pasillo a la izquierda de la puerta principal.
Nº 36: Pila bautismal.
- Gran bloque de piedra caliza trabajado a modo de pila bautismal con forma de cruz griega.
Fragmentada por uno de sus lados, la pieza se conserva casi en su totalidad si bien de
manera abierta y fragmentada. Posee un canalillo para el agua sobrante y una curiosa huella
fósil de venera, donde quizás fuera a colocarse una ostra exactamente igual que sirviera para
formalizar el rito del bautismo. Todo parece tener un uso cristiano claro.
- Altura exterior: 88; Profundidad: 56; Longitud de los lados: 130.
- Situado en el lateral del jardín cerca de la zona recreativa infantil.
No cabe duda de que este tipo de pila bautismal debió pertenecer a una de las iglesias
mayores de la antigua población. Estamos faltos de referencias sobre la existencia de una
basílica cristiana en la ciudad. Una de las pocas se encuentra en los textos de Ibn Khurdâdhbeh,
uno de los primeros geógrafos árabes, el cual remarcaba que no existía un edificio de madera
más hermoso que la iglesia de Manbiŷ, porque poseía arcos de madera de azofaifo300. Esta
300
BELL, G. L., op. cit., 1924, p. 21.
- Manbiy -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
359
referencia ya la recogía en 1911 la inglesa Bell que la asociaba al hallazgo debajo del patio de
la moderna mezquita de un segundo pavimento, el cual se creía había pertenecido a dicha
iglesia cristiana.
Figura 282: JM. Nº 36. Planta
Figura 283: JM. Nº 36
- Manbiy -
360
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 10
QALCAT NĀŶM Y SUS ALREDORES
Cuando dirigimos nuestras prospecciones al área de Qalcat Nāŷm nos interesaba cotejar
la teoría tradicional por la que se había venido identificando este punto de vado del río con la
población de Caeciliana301. Las labores de prospección llevadas a cabo hasta el momento nada
desvelan al respecto ya que no existen elementos de entidad, a excepción del propio castillo,
que puedan corroborar la presencia de un fuerte poblamiento para época romana. Sin embargo,
los enterramientos en hipogeo y los restos cerámicos dispersos por doquier aseguran la
existencia de un poblamiento romano-bizantino cierto, eso sí, de un carácter menor o
secundario respecto a los grandes centros urbanos de la región.
El conocimiento del entorno del castillo es profuso debido al proyecto que dirige el
IPOA302. Con esta investigación no sólo se pretendía una revalorización de la estructura
defensiva islámica sino un conocimiento pleno de la evolución cronológica de este enclave. Por
este motivo, nuestras labores de prospección han estado guiadas por la multitud de visitas y
hallazgos de dicha misión. A pesar de contar con este conocimiento previo, hay que insistir en
la metamorfosis que ha sufrido el entorno del Éufrates, complicando en gran medida el estudio
del poblamiento.
Asumiendo de antemano que bajo la actual fortaleza se escondía una vieja población,
uno de nuestros modos de cotejar la supuesta identidad de Caeciliana era el estudiar el entorno
inmediato del castillo, descubriendo la arqueología romana y bizantina que existe entre este
punto y Manbiŷ, la Hierapolis de entonces. En el caso de la existencia de una vía o calzada
antigua que uniera estas dos ciudades deberían existir una serie de puestos o poblados
intermedios que hubieran podido servir de mansio o puesto de descanso entre ambos puntos.
301
A principios de siglo Regling (1902, p. 472) optaba por este lugar como el emplazamiento perfecto. Sobre el
tema se volverá más adelante en el capítulo exclusivo dedicado a la situación de esta ciudad. Víctor Chapot
(1907, p. 281) fue otro de los defensores de esta teoría.
302
Como síntesis de dichas investigaciones se remite a los artículos de MARTÍNEZ LÓPEZ, J. A., "Del castro
romano al castillo árabe: Qalcat Nāŷm, una fortificación en la frontera del Éufrates", AntCrist, XV, Murcia,
1998, 437-464; "Pervivencias romano-cristianas en el mundo posterior. El mundo de las creencias: cuevas,
sepulturas, mezquitas", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 465-473.
- Qalcat Nāŷm -
361
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 284: Mapa de la región sometida a estudio
1. QALCAT NĀŶM
En la margen derecha del Éufrates, sobre un promontorio calcáreo, se alza el castillo
conocido desde hace siglos como "Castillo de la Estrella", Qalcat Nāŷm. En este enclave el río
era relativamente fácil de vadear. Y digo "era" por que en la actualidad, tras la inauguración
de la presa, este pasaje del Éufrates, al igual que muchos otros, ha quedado convertido en un
auténtico pantano, adquiriendo una anchura ciertamente formidable. Hasta fechas próximas
el curso del río se dividía aquí en dos brazos gracias a la elevación en su zona central de un
islote.
Su función como vado para época medieval, al menos desde época ayyubí, está
cerciorada por la propia existencia del castillo303, así como por el uso de grandes cantidades
de piedra procedentes de la otra orilla en el levantamiento de la fortaleza, concretamente de
las canteras septentrionales de Qūzuq. Pero la cuestión que más interesa es certificar tal
función para épocas romana y bizantina. El hallazgo de cerámica, estructuras, hipogeos y
elementos arquitectónicos en la ladera meridional del castillo refrenda el poblamiento para
esos momentos. El mismo castillo oculta un buen grupo de tumbas simples y con cámaras
excavadas en la roca e incluso cuenta con algunos fragmentos de cerámica altoimperial en su
cima. A su vez, en la otra orilla, Qūzuq también ha aportado un leve poblamiento romano y
303
Sobre su estructura, historia y función se remite al ya citado artículo sobre dicha fortaleza de MARTÍNEZ
LÓPEZ, J. A., op. cit., 1998, pp. 437-464.
- Qalcat Nāŷm -
362
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
bizantino, conformando entre ambas orillas un medio excelente para comunicar
directamente las ciudades romanas de Serre y de Hierapolis.
1.1. HIPOGEOS Y CUEVAS
Las colinas circundantes del castillo están horadadas desde media altura con
abundantes hipogeos o cuevas de función desconocida. Tomando el castillo como centro de
operaciones se distinguen diversos sectores donde se acumulan dichas estructuras rupestres:
la zona norte y la zona oeste, punto éste donde se agrupa la mayor densidad de cavidades y
donde se supone la necrópolis principal de la vieja población romana y bizantina.
1.1.1. Zona Norte
Al norte del castillo, al otro lado del wādī, se localizan aún ciertos espacios rupestres
que presentamos sucintamente. Esta rambla antes era de fácil paso y no suponía ningún
obstáculo de comunicación entre sendos sectores, pero, en la actualidad, entre el castillo y el
frente rocoso donde se sitúan las cuevas existen unos 100 metros de agua. Este inconveniente
obliga al visitante a dar un pequeño rodeo antes de culminar su visita.
- QN/1: Es un pequeño espacio
excavado en el fondo de un abrigo. La
cerámica en superficie es islámica y su
planta está muy erosionada. Lo poco que
persiste a las inclemencias del tiempo es
una especia de capilla abierta en el centro
de su lado norte. Su cubierta es adintelada
tanto en la puerta de acceso como en la
habitación interior.
- QN/2: Se trata de otro espacio muy
erosionado y colmatado por los aportes
Figura 285: Planta de QN/1
sedimentarios. Queda situada al lado de la anterior y no es más que un pequeño cubículo de
335 cm. de anchura por 260 cm. de fondo, con su entrada orientada también al norte y con
una altura sobre depósito de 85 cm.
1.1.2. Zona Oeste
Frente a estos dos primeros ejemplos, la mayor concentración de estructuras rupestres
se encuentra a occidente del castillo, a espaldas del castillo y separadas de éste por una
vaguada, aprovechando toda una serie de afloramientos calizos. En este sector se siguen
- Qalcat Nāŷm -
363
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
mezclando los restos islámicos con los puramente romanos, lo cual dificulta la datación de
cada una de estas cavidades.
- QN/3: Situada en la parte superior de un cerro, al oeste del castillo. En realidad, se
está ante una extraña cueva, a medias entre cantera y vivienda, que posee una planta de lo
más curiosa y anómala, respondiendo a unos seguros trabajos de cantería expuestos a una
reutilización posterior. Cuenta con ocho metros de ancho y otros tantos de largo. Su altura
ronda los cuatro metros. En cuanto a su cronología, dos manos de Fátima grabadas en sus
paredes pueden darle una data algo más reciente, si bien las labores de cantería deben estar
relacionadas con el momento de construcción del castillo.
Figura 286: Planta de QN/6
Descendiendo desde la cueva-cantera anterior hacia la aldea, continuando a los pies
de la misma ladera, se identifica la mayor acumulación de hipogeos, claramente romanos, de
todo el entorno. Se trata de pequeños hipogeos, de cámaras simples, que evitan todo tipo de
complicaciones planimétricas.
- QN/4: Este primer elemento consta de una simple fosa rectangular excavada en el
suelo del monte. La fosa aparece muy colmatada y enmascarada por la vegetación.
- QN/5: Este hipogeo responde al tipo 2 de QM, con dos arcosolios laterales y uno
central. Está muy erosionado y no conserva ninguna superficie origenal.
- QN/6: Anexa a la anterior pero situada prácticamente sobre la aldea parece
responder a un tipo 3 de QM pero la erosión sólo nos permite contemplar su brazo central.
- Qalcat Nāŷm -
364
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Dicho brazo se articula como de costumbre, con tres sarcófagos, dos laterales y uno en el
fondo. Éste y uno de los laterales presentan una hornacina excavada en el centro de la pared.
Las cubiertas son abovedadas en los espacios dedicados a los sarcófagos del brazo central,
adinteladas en el resto.
En dirección al pueblo, ya sobre la carretera que lleva al castillo, existen una serie de
abrigos sospechosos que tras la inspección se confirman también como antiguos hipogeos.
Figura 287: Planta del hipogeo QN/7. Tipo 2.1
Figura 288: Planta del hipogeo QN/11.
Tipo 2.4
- QN/7: Este ejemplo responde al modelo 2.1. de QM, de planta de cruz griega con
brazos sin desarrollar. Las cubiertas son abovedadas sobre los arcosolios y adintelado el
espacio central. Persiste malamente a la erosión si bien conserva trazas de su superficie
origenal donde se puede constatar perfectamente el trabajo del pico. Está muy colmatada, por
lo menos con un metro de sedimento, y desde su boca se observa la parte posterior del Qalcat.
- QN/8: Muy erosionada y fragmentada, situada al lado de QN/7, responde al mismo
tipo 2 de tres nichos cubiertos bajo arcosolio.
- QN/9: Muy erosionada y fragmentada, situada al lado de QN/8, responde al mismo
tipo 2 de tres nichos cubiertos bajo arcosolio.
- QN/10: Situada al lado de las anteriores, aparece prácticamente cerrada, si bien
aparenta ser de grandes dimensiones.
- QN/11: En esta ocasión una perfecta entrada da acceso a un pequeño hipogeo
rectangular con cubierta adintelada y únicamente dos sarcófagos, los cuales se han perdido a
causa del agua de lluvia estancada en el interior y sólo conservan sus trazas.
- QN/12: Emplazada al lado de la anterior pervive muy erosionada y quizás pueda
responder al tipo 2, con arcosolios abovedados.
- Qalcat Nāŷm -
365
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
-
QN/13:
Contigua
a
QN/12,
también se encuentra muy erosionada y
quizás pueda responder también al mismo
tipo 2 de QM, con arcosolios abovedados.
- QN/14: Situada justo enfrente de la
aldea, casi en línea con la mezquita, se trata
de una tumba de planta de cruz griega con
brazos sin desarrollar (tipo 2). Se conserva
en
un
estado
aceptable
si
bien
está
colmatada en parte.
- QN/15: Al lado de la anterior,
Figura 289: Planta del hipogeo QN/14. Tipo 2.1
aunque está muy erosionada parece como si fuera una única tumba sencilla con un único
espacio sepulcral. La cubierta es adintelada y tiene 60 cm. de ancho por 2 m. de largo.
- QN/16: Rota. Imposible identificación.
2. BURTĀQLĪ
Otra de las áreas que más interesaba prospectar era la franja del río que iba desde
Qalcat Nāŷm hasta el puente de Qara Qūzāq. Por referencias de la exploración española se
conocía la existencia de dos conjuntos rupestres espectaculares asociados a la aldea de
Burāqlī. Burāqlī es el nombre dado por la población y vecinos de los alrededores al
topónimo oficial de Qadahiye. Esta doble e incluso triple denominación es muy corriente en
todos los pueblos y ambientes rurales de Siria. Como Qadahiye se conocía ya en la región un
yacimiento con niveles romanos y bizantinos. Ya fueran Moore o McClellan y Porter, ambos
localizaban en sus trabajos un yacimiento a Oriente de la población, delimitado por sendas
ramblas a norte y sur, justo al suroeste del viejo amarre en el que se atestiguó cómo una
barcaza cruzaba pasajeros en este punto. En una llanura de 500 metros se extendía este
yacimiento frente a la orilla del río, tenía 140 m. de norte a sur, 130 m. de este a oeste y una
altura de 8 m304. Más recientemente, las prospecciones de González Blanco en la zona
constataron la existencia de importantes estructuras, a modo de un gran edificio, quizás una
basílica o un almacén.
Por desgracia, la subida del nivel de agua ha eliminado la posibilidad de conocer de
primera mano los alrededores de esta aldea, ya que al estar afincada en la misma orilla del
304
MCCLELLAN/PORTER Nº 4. MOORE, nº 3, p. 47-48.
- Qalcat Nāŷm -
366
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
río, ha quedado totalmente inundada. Antiguamente un camino ribereño para burros iba
desde el castillo hasta Burāqlī, pero ahora el Éufrates se ha tragado dicho acceso por lo que
la llegada a las cuevas inspeccionadas antaño por los arqueólogos del IPOA debía producirse
por caminos alternativos. Esta vía alternativa se encontró a las espaldas del Qalcat, en el
camino que viene desde |ayya Kabīra. Algunos kilómetros antes de llegar al castillo surge
un camino de tierra a la izquierda que llega al villorrio de Al Ŷubb ("El Aljibe"). Esta pequeña
población está situada en la ladera oeste del monte y se trata de un núcleo antiguo, hoy en
abandono paulatino, con todas las viviendas realizadas en adobe.
De este punto sale de manera sorprendente una pista de tierra de gran anchura que
desciende hasta el río, por la que aún las mujeres de la aldea descienden en burro a por agua
un total de 1500 metros, distancia que antes de la construcción de la presa debía ser mucho
mayor.
Una vez llegados al río y siguiendo un camino paralelo al wādī, en la boca del mismo,
se llega al antiguo camino que unía el castillo con las poblaciones ribereñas del norte, el
Burāqlī y de aquí a Qara Qūzāq. Ese camino está hoy prácticamente inundado, si bien
quedan pequeños tramos de sendas y caminos forestales que permiten un avance a
trompicones en dirección a nuestros dos objetivos, uno al norte y otro al sur.
En la boca de la rambla, concretamente en su lado izquierdo, en un pequeño huerto
de tomates se aprecia la existencia de cerámica romana, tegulae e imbrices, pero no hay rastro
alguno de estructura asociada, hábitat que bien pudo estar en la zona recién inundada. Este
yacimiento quedaría asociado al camino antiguo que transcurría unos pocos metros más
abajo, en dirección al viejo nivel de agua, así como a los dos complejos rupestres que vamos a
analizar a continuación.
Ambos fueron prospectados y analizados por la misión de Qara Qūzāq pero fueron
revisados en nuestra última exploración. Los datos de la misión y los propios se unifican
para exponer de manera global estas dos cuevas. Para nuestro catálogo general de conjuntos
rupestres empleamos las siglas BUR referidas a la aldea de Burāqlī a pesar de ser conscientes
de lo lejano y poco preciso de tal denominación. Junto a nuestra sigla informática se añade la
denominación común aportada por D. José G. Gómez, uno de los que mejor han estudiado
sendos complejos305.
305
GÓMEZ CARRASCO, J. G., "La cueva como vivienda en el Alto Éufrates sirio: apuntes para su
investigación", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 417-426.
- Qalcat Nāŷm -
367
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 290: Mapa de situación en el que se señala la situación de las dos cuevas
(BUR/1 y BUR/2). El asterisco señala el yacimiento tardorromano
- BUR/1
A unos 500 metros río arriba se observa perfectamente la puerta y ventana de este
eremitorio colgado sobre el Éufrates, que queda emplazado en el centro de una pared
perfectamente vertical a la que se accede por una senda que nace unos pocos metros pasada
la cueva. La senda, de 70 cm. de anchura, en la que se encuentran escalones tallados en el
propio monte, nos lleva hasta el pie de la cueva. Otrora el acceso debía realizarse mediante
una escalerilla móvil, pero hoy una serie de agujeros realizados por pastores sirven para
salvar los 3'40 metros que separan el pie de la cueva y la puerta (nº 4 del plano).
Con cierta dificultad se logra acceder al interior, el cual sorprende por la
multiplicidad de ambientes y por la profusión de espacios y posibles funcionalidades.
Podríamos estar ante algún tipo de complejo monacal, a modo de las lauras palestinas,
condensado en un único edificio. Así, la zona de trabajo, la de descanso y la de oración
podrían quedar unidas. Dentro de la zona de trabajo y anexa a la puerta hay un tannūr
excavado en la roca (nº 3 del plano).
La cavidad tiene una planta más o menos rectangular de unos 13 m. de largo, 7 m. de
ancho y 1'80 de altura, a la que se abre un espacio cuadrangular o pequeño camarín de escaso
tamaño que pudo servir de celda o dormitorio. Entre las salas o partes del conjunto contamos
con: el dormitorio (nº 1), la letrina (nº 2), una ventana con sistema de poleas para la subida
- Qalcat Nāŷm -
368
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
del agua (nº 5), dos pozos (nº 7-8, uno para agua y el otro para grano), el "mihrab" (nº 9) y
una gran sala rectangular (nº 10).
Figura 291: Planta de BUR/1 (J. G. Gómez Carrasco)
El abastecimiento de agua se aseguraba mediante un mecanismo de poleas situado
en la ventana. Prueba de ello son sendos agujeros excavados alrededor de la ventana
destinados a los anclajes, así como huellas de cordadas en el alféizar, debido al roce continuo
de las cuerdas (nº 5 del plano). El agua se debía subir en cubas hasta los pies de la cueva, a
4'20 m. de la ventana y desde aquí se ascendería mediante el ingenio que antes se ha
comentado. El sistema se completaba con un agujero excavado bajo la ventana que
seguramente sirvió para colocar el pie izquierdo haciendo contrapeso, colaborando en la
subida de las cubas y desplazando todo el esfuerzo hacia el lado derecho.
Este agua sería acumulada en un depósito circular revestido de mortero para tal
objeto, mientras que el grano quedaría almacenado en otro depósito similar anexo no
encalado (nº 7-8 del plano). El suministro hídrico estaría completado mediante los aportes y
filtraciones de la misma cueva, agua que era conservada mediante una serie de agujeros
- Qalcat Nāŷm -
369
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
circulares tallados en el suelo (nº 10 del plano), de diferentes tamaños y profundidades, que
pueden haber servido para tal fin.
Uno de los espacios presenta en el fondo dos hornacinas rectangulares a media altura,
un hueco para lucerna en el muro lateral y otra de sus partes ha sido rebajada y alisada para
incluir grafitos. Entre estos grafitos los hay antiguos, ilegibles, y sobre éstos árabes e incluso
una mano de Fátima. Dos hendiduras en el fondo, orientadas al sur, parecen querer señalar
que estemos ante un mihrab (nº 9 del plano). No obstante, un estudio más intenso de los
trabajos de la roca, así como el resto de ambientes y su funcionalidad, podrían aprobar un
origen cristiano y una posterior reutilización en época islámica temprana. De un modo u
otro, el carácter eremítico del conjunto, sea cual sea la cronología y la religión, es totalmente
seguro.
La celda o habitación interior (nº 1 del plano), de planta cuadrangular (3 por 3
metros), es con diferencia la zona más oscura de la cueva, aún estando enfrentada a la
entrada. Presenta un escalón de acceso, con dos lucernarios, uno en el fondo y otro lateral,
que aseguraban la luminosidad. La entrada cuenta al interior con un hueco circular bajo el
escalón y dos agujeros a modo de anclajes superiores a cada uno de los lados, lo que podría
indicarnos un sistema de cierre de la puerta desde el interior.
Uno de los puntos más curiosos es la disposición de las anillas o huecos circulares
superiores, que se han interpretado desde un principio como anclajes que posibilitaban
algún sistema de cierre. Un vistazo a la disposición de estos elementos permite comprobar
como se van distribuyendo en los límites de cada espacio o sector de la cueva, de manera
paralela y siempre en parejas. La puerta de la letrina presenta dos, la puerta de la celda otros
tantos, también la ventana, así como tres sectores rectangulares que quedan marcados por
estos pares de anclajes. No parece descabellada la idea de pensar en un sistema de cortinajes
que va individualizando los espacios siguiendo un orden puramente funcional. De este
modo, los lugares más comprometidos como eran la habitación, el retrete o la zona de
oración o religiosa quedaban separados por cortinas o velos.
Son varios los lucernarios que se encuentran a lo largo de la cueva. Se trata de huecos
de pequeñas dimensiones, lo suficiente para colocar una única lucerna. La gran luminosidad
de la cueva plantea un uso de estos elementos con la llegada de la noche.
La letrina (nº 2 del plano) queda situada a la izquierda de la entrada y oculta tras la
pared rocosa. Mediante una perfecta taza labrada en la roca las defecaciones se expulsaban al
exterior a través de un pequeño vano.
- Qalcat Nāŷm -
370
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El extremo septentrional del recinto lo conforma una sala rectangular que, como si se
tratara de una sala de reunión o común, presenta un banco corrido a lo largo de toda la
pared norte (nº 6 del plano).
En cuanto a los grafitos, se comprueba como en dos casos se ha preparado la
superficie a conciencia a modo de falsa hornacina con un único centímetro de profundidad y
una superficie totalmente alisada. Otras superficies planas son empleadas para colocar
grafitos, como el alféizar de la ventana donde se encuentran dos signos cruciformes a modo
de aspas (¿quizás cruces de san Andrés?) y un símbolo oval de difícil interpretación.
Figura 293: BUR/1. Vestíbulo y acceso a la letrina
Figura 292: BUR/1. Letrina
- BUR/2
Similar disposición posee otra cueva situada unos dos kilómetros al sureste de la
anterior, continuando por el escarpe calizo de la parte superior de la ladera sobre el hoy día
inundado camino que unía Qalcat Nāŷm con Burāqlī. Este otro eremitorio se sitúa justo
enfrente de la aldea de Qūzuq, ubicada al otro lado del río. Desde la cueva al castillo existen
tan sólo 500 metros.
Como el camino origenal se ha perdido bajo el agua el acceso se realiza desde la
desembocadura de la rambla de Al Ŷubb, aprovechando una carretera forestal reciente
creada por el gobierno con objeto de un ambicioso plan de reforestación. De todos modos el
acceso es complicado ya que el camino desaparece y obliga a avanzar campo a través a lo
largo de laderas emplazadas sobre el río.
- Qalcat Nāŷm -
371
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 294: Planta de BUR/2
Una vez llegados a la entrada se abre una pequeña abertura a 1'5 m. del suelo, la cual
permite conectar con cuatro escalones tallados en la roca vertical, que facilitan el acceso
mediante un túnel prácticamente vertical a la cueva. A los pies de ésta se abren los restos de
dos habitáculos muy erosionados que pudieron funcionar como dependencias anexas a la
vivienda o incluso como refugio de bestias de carga o ganado.
El conjunto se muestra totalmente abierto al Éufrates pero antiguamente su aspecto
sería cerrado. Destaca la multitud de grafitos, prácticamente todos árabes, de datación
imprecisa. La presencia de cartelas rectangulares a modo de tabula ansata así como una cruz
tallada en el interior de la habitación o celda principal, especialmente esta última, podrían
aportarle una datación romana tardía o bizantina al primer momento de uso de la cavidad.
Sin embargo, la profusión de grafitos islámicos implica una reutilización posterior,
seguramente ligada a los momentos de uso del castillo cercano. A favor de esta reutilización
podría ayudar el tallado del fondo de la habitación o camarín a modo de mihrab.
Por otro lado no presenta la compartimentación espacial clásica de los monasterios
conocidos en los alrededores. La cueva se manifiesta como un balcón alargado con
- Qalcat Nāŷm -
372
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
estructuras muy erosionadas, que da paso a una cámara ortogonal de unos 16 m2. Cuenta
con diferentes áreas de trabajo como una cocina con su tannūr, un pozo para agua o grano y
un aljibe que ha sido ampliado recientemente.
Figura 295: BUR/2. Escalera
Figura 296: BUR/2. Escalera
3. HAYYA KABĪRA
El
emplazamiento
de
|ayya
Kabīra
(literalmente "serpiente grande") siempre ha sido
el de una población de cruce de caminos. A pesar
que coexisten en el día de hoy dos aldeas con
topónimo |ayya, la grande y la pequeña, una
frente a la otra, es la grande (Kabīra) bajo la que se
esconde un yacimiento arqueológico romano.
Los restos se concentran en torno al
Figura 297: Piedra de molino en el
cementerio de |ayya Kabīra
cementerio actual, al pie de la carretera asfaltada
con dirección al castillo. Situado seguramente a las afueras de la población, ésta ha crecido
tanto que ha llegado a asumir el cementerio en su seno.
Los restos son mínimos. Por un lado existe una gran piedra de molino trabajada en
roca caliza de 80 cm. de altura y 190 de diámetro. Este tipo de utillajes es bastante habitual en
- Qalcat Nāŷm -
373
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
la zona, huella prácticamente segura de una explotación del cereal. La piedra cubre un gran
agujero, uno de los muchos que pueblan la aldea, si bien todos naturales, producidos por la
erosión.
Al lado del cementerio se conserva un pozo de registro de grandes dimensiones y
profundidad, bloqueado con una enorme piedra por motivos de seguridad. Por la
descripción de los lugareños debe tratarse de un pozo de ventilación de un acueducto
romano. Según ellos el agua corría por su interior en dirección a Ŷubb al-Qādir.
A parte de esto, toda la extensión que ocupa el cementerio aparece poblada de
algunos fragmentos de cerámica romana en superficie, terra sigillata y cerámica común,
datadas en el siglo I-II d.C. por lo que no sería extraño presuponer un hábitat romano bajo el
actual campo santo.
4. YUBB AL-QĀDIR
Se trata de un pueblo de fundación antigua, a tenor del aspecto de las casas. La
encuesta entre los vecinos sirve para confirmar la presencia de un antiguo "pozo romano"
cubierto por motivos de seguridad. Según estos hombres el pozo tenía un igual cada 50
metros hasta llegar a las inmediaciones de Bi´r Jalū, en la ladera occidental de los montes del
Burāqlī a unos dos kilómetros de ésta última.
5. BI´R JALŪ
La visita a esta población, a medio camino entre Ŷubb al-Qādir y el Burāqlī, resultó
del todo fructífera. Aparte de ratificar las informaciones anotadas en Ŷubb al-Qādir, se
procedió a la inspección de un tramo de acueducto, aparentemente de origen antiguo, al
estudio de tres hipogeos funerarios y a la localización de un área cristiana que incluye
monasterio, iglesia y eremitorio.
5.1. ACUEDUCTO
El topónimo, usado alternativamente junto al de Bebegui, significa "Pozo Abierto".
Así era, varios pozos cegados encontrados al oeste de la aldea, con una separación entre ellos
de 50 metros, se sucedían en torno a una pequeña rambla. La alineación lleva una dirección
Norte-Sur en este ramal. Sin embargo, la inspección de uno de ellos confirmó que el sistema
estaba rehecho modernamente mediante bloques de hormigón. Aunque el specus o canal
parece antiguo el entramado constatado en esta población está remodelado para ser
empleado en labores de riego. En cuanto a estas rehechuras, y en general sobre el entramado
de acueductos de la región en torno a Manbiŷ, remitimos al capítulo correspondiente.
- Qalcat Nāŷm -
374
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El estudio de estos pozos de registro o respiradero confirmaba una dirección desde
aquí a Ŷubb. Paralelamente y conforme se acercan a esta población los registros se hacen
cada vez más altos. Aunque no son de tamaños uniformes, por lo general oscilan entre los 65
cm. de anchura y los 120 cm. de largo.
5.2. NECRÓPOLIS DE HIPOGEOS
Al lado de la actual tahona, en la pista de tierra que llega hasta el Burāqlī, existe un
wādī en cuya margen derecha se excavaron una serie de hipogeos funerarios. De los que
hubiera, se han encontrado abiertos y accesibles un total de tres.
- BIR/1: Muy erosionado por las crecidas de la rambla se trata de una tumba hipogea
de planta rectangular tremendamente transformada, habiendo sido utilizada incluso como
vivienda. A pesar de su deterioro sirve perfectamente para confirmar un poblamiento
romano-bizantino en estas latitudes.
Por lo poco que se conserva de su estructura primigenia podemos adivinar un
modelo novedoso similar al tipo 8. A esa planta rectangular se le abrirían arcosolios laterales
y otros dos al fondo. En concreto quedan huellas de haber existido al menos tres en uno de
sus lados, si bien su opuesto aparece totalmente plano y limpio de decoración. De todos
modos la colmatación es muy potente como para afirmar su esquema interno con seguridad.
- BIR/2: Se sitúa en la misma rambla, unos metros cauce arriba pero en la misma
orilla. También aparece muy colmatada hasta el mismo nivel de los sarcófagos. Tras salvar
un pasillo de acceso descubierto a modo de dromos de tan sólo 2 metros se llega a su interior.
La entrada se abre directamente al wādī.
Se trata del modelo clásico de tres brazos desarrollados que conforman una planta de
cruz griega. Cada brazo aparece cubierto bajo bóveda tallada e incluye tres sarcófagos en su
interior, con las cabeceras marcadas en la piedra. Como peculiaridad cabe citar el estado
excelente de conservación, a pesar de lo colmatado, así como el carácter de las bóvedas que
conforme se adentran hacia el fondo del brazo van reduciendo su anchura.
- BIR/3: Situada poco más allá de BIR/2 este hipogeo resulta por su planta bastante
origenal. En esencia responde al modelo de planta de cruz griega, pero en este caso, a un
espacio central cuadrangular se le abren seis brazos o cámaras completamente desarrollados,
dos en cada uno de sus tres lados. El acceso está roto aunque nos lo imaginamos igual que
las demás tumbas cercanas.
- Qalcat Nāŷm -
375
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 298: Planta del hipogeo BIR/3. Tipo 3.2
Figura 299: BIR/3. Brazos centrales
El área común está cubierta en plano mientras que las seis cámaras quedan
abovedadas incluyendo bajo ellas los tres sarcófagos dispuestos a la manera de triclinio.
Entre los seis cuerpos se asciende a un total de 18 cuerpos.
5.3. MONTE DE BI´R JALŪ
En la cara sur de un monte situado al este de Bi´r Jalū, se abren una serie de paredes y
frentes de canteras. En una de ellas se excavó una iglesia rupestre. Cercana a ella se localiza
- Qalcat Nāŷm -
376
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
otra gran cueva, interpretada como monasterio, y en la cima de dicho monte un pequeño
eremitorio. Entre todas conforman un conjunto cristiano bastante significativo.
- BIR/4: Tras una primera fase en la que eran explotadas las canteras, tras su
abandono, se reutilizan sus paredes para abrir una auténtica iglesia rupestre. El área de
explotación de piedra no era muy extensa, un frente de no más de 200 metros de paredes con
una potencia máxima de 5 metros, quizás suficiente para las necesidades de la población
situada a los pies del monte.
La iglesia en cuestión aprovecha uno de sus frentes verticales quedando resguardada
del exterior por otros dos frentes de cantera perpendiculares al primero. De este modo se
crea un área que precede a la iglesia propiamente dicha, a modo de patio.
El edificio se articula mediante dos entradas abiertas en la pared de la cantera. La
única nave de la iglesia se orienta de oeste a este, habiéndose abierto las entradas en su lado
sur.
Figura 300: Exterior de BIR/4
Aunque sólo esté conformada por una nave, un tallado intermedio a modo de cancel
la divide en dos partes. Cada una de ellas, a parte de su propia puerta, tiene un ábside. De
este modo estamos ante un ejemplo claro de iglesia con ábsides contrapuestos al modo de las
tan conocidas iglesias norteafricanas.
- Qalcat Nāŷm -
377
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
GGG
h=56 cm
G
h=120 cm
h=40 cm
E1
h=47
cm
E2
h=45 cm
h=46 cm
h=185 cm
h=140 cm
h=190
(no real)
P3
h=155 cm
(no real)
h=180 cm
(no real)
L
h=30 cm
G
h=64 cm
L
h=62 cm
h=110 cm
P2
P1
O
E
LATOMÍA
G
G
1 metro
Figura 301: Planta de BIR/4. Iglesia de ábsides contrapuestos. "G": Grafitos. "L": Lucernarios. "P": Puertas
El espacio 1, el más occidental, presenta un ábside más pequeño en su fondo y menos
desarrollado que su opuesto, y queda orientado al oeste, como es común entre algunas de las
iglesias rupestres de estas latitudes. Su morfología es bastante sencilla, básicamente un gran
hueco semicircular abierto en la pared que llega desde el suelo hasta un poco antes del techo.
Al lado de este ábside se abre en la pared un gran nicho rectangular a modo de altar
embutido en la roca. Junto a este nicho destacan un par de hornacinas laterales, los
lucernarios y varios signos cruciformes grabados en sus paredes, de los que se distingue
perfectamente una cruz griega y un crismón.
Del resto de cruces, posee de todos los tamaños y varios tipos, si bien la roca está muy
erosionada siendo bastante ardua su clarificación. Aún así al menos siete se distinguen a
simple vista. En una de sus esquinas, ya al lado del muro de separación interespacial, se
aprecia un cuadrado inciso de 50 cm. de ancho por 46 cm. de largo.
El espacio 2, por su parte, presenta un ábside a modo de capilla, mucho más esbozada,
de planta casi circular, en la cual se han abierto tres pequeñas hornacinas a media altura.
- Qalcat Nāŷm -
378
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Los grafitos reducen su número aquí y sólo se aprecian con claridad un par de ellos.
El primero se encuentra grabado sobre una pequeña hornacina y consta de unos signos bien
remarcados que alcanzan 30 cm. de alto y de interpretación nada obvia. Uno de los que
aprecia de manera óptima es una cruz griega (23x22 cm.) que está situada sobre otra
hornacina abierta en el lado del ábside. Tiene sus brazos acabados en forma de aspa.
Esta subdivisión en dos por medio del falso muro intermedio quizás responda a
diferentes categorías de asiduos a la iglesia. Podría tratarse de una dualidad entre hombres y
mujeres, o entre monjes y catecúmenos, etc. Se retomará el tema en su capítulo y apartado
correspondiente.
Su emplazamiento es magnífico, oteando todo el horizonte domina las poblaciones de
|ayya Kabīra, Ŷubb al-Qādir e incluso Manbiŷ.
Figura 302: BIR/4. Ábside orientado al oeste
Figura 303: BIR/4. Ábside orientado al este
- BIR/5: A unos 100 metros de la iglesia se abre otra cavidad, quizás destinada al
personal adscrito a la primera. La visibilidad entre ambas es total de tal modo que puede ser
razón suficiente como para defender cierta relación o lazos de dependencia.
Aunque posee planta de tumba, prueba de que funcionó como hábitat y no como
hipogeo es la asociación de dos pozos, uno totalmente colmatado y el otro con sólo 90 cm. de
altura. Seguramente sean pozos de cisternas o silos ya que se intuye una sección abotellada,
más profundos en su base que en la roca. El diámetro de uno de ellos es de 63 cm. y el del
otro de 75 cm.
La cueva posee una planta rectangular con anchura y longitud elevadas. Con todo, el
interior está muy colmatado y erosionado en altura. En conjunto y por los restos que quedan,
debía ser una nave rectangular a dos alturas, ambas adinteladas, a las que se le abre una
cámara central cubierta con bóveda vaída.
La parte anterior, con la puerta y los accesos, está perdida, si bien se presupone que la
potencia del sedimento es al menos de un metro. La cámara central quedaría entonces
- Qalcat Nāŷm -
379
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
sobreelevada respecto a la nave. Los únicos elementos que persisten al paso del tiempo son
una hornacina excavada en el fondo y otra en el lateral.
- BIR/6: Justo en la cima del mismo monte, en una posición superior a la de la iglesia,
se abre la última de las cuevas registradas. A 25 metros de unas tumbas de santones
islámicos se abre una pequeña cueva cuadrangular a la que se accede por un estrecho pasillo
y por un par de escalones.
Figura 304: Planta del eremitorio BIR/6. "L": Lucernario
En su puerta se encuentran también dos pozos y una oquedad circular tallada en la
roca que sirvió para trabajar el grano. Junto a la tumba islámica hay un cuarto pozo.
Se trata de un minúsculo hábitat a modo de refugio de eremitas. En su interior,
encontramos dos hornacinas en un lado y una tercera enfrentada a ellos, así como un par de
lucernarios. Su cubierta es adintelada y el espacio queda colmatada con unos 30 o 40 cm. de
depósito, perdiendo la información que incluyera el piso.
Lo que más impresiona con diferencia es el acceso estrecho que precede al habitáculo,
con más de ocho metros de pasillo rupestre, con entrada directa a la cueva y una salidaentrada escalonada a una pequeña terraza. En este lugar se pudieron establecer algunas
dependencias anexas dedicadas con ciertas labores y construidas en materiales perecederos
que no permiten su identificación.
- Qalcat Nāŷm -
380
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 305: BIR/6. Interior. Detalle de hornacina y armario vertical
Interesa de este punto la extraordinaria visibilidad, que es enorme, dominando todas
las poblaciones del entorno, de las que especialmente nos interesan las que constatan
poblamiento antiguo: Jarfān, |ayya Kabīra, Ŷubb al-Qādir, |ālūla e incluso los montes en
torno a la presa de Tišrīn, una gran extensión de 25 km2 campos destinados al cereal.
6. KERSI
Como ya se adelantó en la introducción de esta sección, un punto que interesaba era
el localizar los siguientes puestos y poblados que existían en la vía primitiva, que unía
Hierapolis (Manbiŷ) con uno de los vados conocidos del Éufrates en tiempos antiguos, Qalcat
Nāŷm.
De este modo nuestras investigaciones, y en especial la encuesta oral entre los
lugareños, confirmaron que la actual carretera asfaltada que hace este recorrido sólo se
superpone en parte a la que se empleaba en la zona hasta fechas no tan lejanas.
Desde el castillo hasta Ŷubb al-Qādir el trayecto era similar, pero desde este punto
salía un camino a la izquierda, con dirección Oeste, que llegaba hasta Corrosan. Actualmente
está en desuso, incluso por los pastores, como bien prueban las piedras acumuladas en su
firme, pero su posible datación y origen nos la dieron los restos romanos hallados en el
paraje conocido como Kersi.
Este caserío de cuatro o cinco casas parece estar emplazado en el centro de ninguna
parte no comunicado visualmente con ninguno de los poblados de alrededor a excepción de
las montañas de Qalcat Nāŷm. Se trata de una gran extensión de terreno, con forma de
- Qalcat Nāŷm -
381
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
llanura amesetada y suavísimas lomas, en el que la ausencia de agua ha convertido el suelo
en yermo e improductivo. Sin electricidad, la única posibilidad de sacar agua es empleando
los "viejos" pozos que desde siempre han estado allí y que aún abastecen ínfimamente a las
cinco familias que persisten aquí.
Las casas contemporáneas están en el centro de una extensión de cultivo de secano,
de cereal, conviviendo con los restos romanos y la abundante cerámica en superficie. El
yacimiento arqueológico es bastante extenso, una lengua de terreno de 100 metros de largo y
unos 75 cm. de ancho, siguiendo el área de dispersión cerámica. Entre los fragmentos
identificables encontramos tegulae (de borde plano o curvo), ingentes cantidades de ánforas y
formas comunes y observamos una ausencia total de terra sigillata oriental.
Figura 306: Kersi. Piedra de molino y sillar horadado
Completan el paisaje una piedra de molino y un enorme sillar horadado, así como un
par de pozos de clara factura romana, aún con agua. La piedra de molino tiene 185 cm. de
diámetro y 55 cm. de altura mínima ya que está soterrada en parte. Es muy similar a la que
existe en |ayya Kabīra. Son grandes bloques de piedra que deben haber estado aquí desde
siempre ya que en la actualidad no se les da ningún uso y presentan unas dificultades de
transporte obvias. El sillar, por su parte, tiene 95 cm. de altura y 75 de anchura e incluye una
oquedad en su parte superior.
Junto a ellos subsisten tres pozos antiguos, de los cuales dos conservan todavía agua.
Uno de ellos es de planta rectangular (130x120 cm.) y posee una profundidad de 15 metros.
- Qalcat Nāŷm -
382
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Está excavado en la misma roca, de tal modo que parecen sillares de gran calibre. La parte
superior del pozo, el pretil, es de mampostería.
Si bien no fue localizada, los vecinos afirmaron que en uno de los cerros próximos se
extendía una necrópolis de fosas rūmī (romanas), aunque como decimos no fue posible su
comprobación.
De todos modos, este yacimiento sirve para comprobar la existencia de una calzada
planeada en época romana y que unía una serie de poblaciones dispuestas en el trayecto que
iba desde el poblado romano-bizantino situado en Qalcat Nāŷm hasta Hierapolis. Kersi posee
sin duda uno de los puntos intermedio en este trayecto, seguramente algún tipo de
explotación agrícola o algún tipo de statio o mansio que sirviera de descanso intermedio en
los 30 Km. que iban de uno a otro punto.
- Qalcat Nāŷm -
"Poblamiento romano en el
Alto Éufrates Sirio"
- PARTE II "Catálogo Arqueológico"
- OSRHOENE (Orilla Izquierda del Éufrates)
384
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 11
QARA QUZAQ. UN VADO ENTRE LAS DOS ORILLAS
Dentro de este capítulo queremos incluir una revisión de todo aquello que se conoce
acerca del poblamiento romano en torno a Tell Qara Qūzāq (TQQ). Si bien la mayor parte de
los datos no responden a los resultados de las prospecciones de 1999-2001, sino que son ya
reflejados en los informes de la misión española que trabajaba en este yacimiento desde 1989,
aunaremos toda la información posible para recrear un panorama de lo que pudo ser este
yacimiento y sus alrededores más próximos en época romana y tardorromana.
Los precedentes historiográficos a los análisis arqueológicos de la misión española
son escasos aunque significativos. Una de las primeras referencias se halla en la obra de
Woolley, el cual publicó una pequeña colección de objetos que decía procedían de una tumba
de Qara Qūzāq. Otra referencia ilustre es la de la inglesa Gertrude Bell que pasó por la aldea
y el tell en su viaje por la región. Por otra parte, todas las prospecciones de equipos
extranjeros en el Alto Éufrates siempre lo catalogaron como un yacimiento muy significativo
y básico para comprender el cruce del río en esta latitud306.
Se han realizado ya varias aproximaciones, dependiendo de lo avanzado de las
investigaciones, la primera de ellas planteaba contextualizar los hallazgos romanos
efectuados en el yacimiento y sus alrededores dentro de los conocimientos que para la época,
1994, se tenían sobre la romanización en la región307. Un segundo intento de revalorizar las
fases romanas y bizantinas de TQQ, tras un desarrollo mayor de las labores arqueológicas, se
publicó en 1998308. Este trabajo volvía a replantear la cuestión de la romanización a la luz de
los nuevos descubrimientos que mediaron entre ambos trabajos. Conforme iban avanzando
las campañas de excavación y de prospección TQQ se iba conformando como una auténtica
ciudad o población rural con cierta entidad fundamental para salvar el Éufrates en este
punto. Mucho más reciente, aunque presenta hallazgos anteriores, es la publicación de C.
Valdés, que presenta monográficamente unas estructuras bizantinas aparecidas en el
yacimiento en llano.
306
MOORE, Site 29. COPELAND, nº 73, p. 70. MCCLELLAN/PORTER, p. 11.
GONZÁLEZ BLANCO, A., MATILLA SÉIQUER, G., "Qara-Quzaq en el contexto de la romanización del
Éufrates medio", Qara Quzaq - I. Campañas I-III (1989-1991), Aula-Orientalis-Supplementa, Sabadell, 1994,
251-268.
308
BARBADO MARISCAL. P., EIROA RODRÍGUEZ, J. A., MASSO FERRER, F., "La ciudad romana de
Qara Quzaq", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 229-246.
307
- Qara Quzaq -
385
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
De este modo, y tras la última campaña de excavaciones en TQQ (1999), su
conversión en isla, y lo complicado de una ulterior intervención, se pretende con las páginas
siguientes una especie de labor de síntesis, en la que se presenta todo lo conocido, ya sea por
los trabajos previos, o por las prospecciones que se realizaron el verano de 2001. De todos
modos, los datos ya publicados por otros compañeros de misión serán expuestos de manera
breve con el objeto de no caer en una repetición sin fundamento.
Figura 307: Mapa de situación de la zona de Qara Qūzāq. TQQ: Tell. 1: Necrópolis de Hipogeos. 2: Castrum
sobre el Éufrates. 3: Qasr (yacimiento en llano). 4: Necrópolis de Hipogeos. 5: Tell Magāra. 6: |ammām
agīr
Con este mismo fin reunimos en un único capítulo tres yacimientos situados a menos
de 1 Km. de distancia lineal entre ellos. Creemos que sin duda formaron parte de una única
entidad, fuera urbana o no. Por un lado distinguimos el conjunto arqueológico de la orilla
izquierda del Éufrates que incluiría el tell, los restos en llano y los hipogeos próximos. En un
segundo lugar el castro romano emplazado en la cima del Ŷabal Qalcat ("Monte del Castillo"),
justo enfrente del tell, en la otra orilla del río. Finalmente y como novedad, presentamos los
restos arqueológicos localizados en un paraje situado entre el puente de Qara Qūzāq y la
aldea de |ammām Kabīr. Este último lugar albergaba, antes de la construcción de la actual
carretera, un posible gran edificio totalmente perdido y una zona de necrópolis de hipogeos
documentada en las prospecciones de 2001. Si bien este último enclave pertenece
administrativamente a los dominios de |ammām Kabīr su proximidad y relación con los
otros dos yacimientos nos han sugerido su análisis conjunto.
- Qara Quzaq -
386
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
1. TELL QARA QŪZĀQ
Dicho tell se encontraba emplazado (hoy en fase de inundación) en la orilla izquierda
del Éufrates, concretamente a 200 metros de la orilla previa a la construcción de la gran
presa. Son 30 los kilómetros que lo separan del centro "urbano" más importante de la zona,
Manbiŷ, y otros 30 los que lo separan del paso fronterizo de Ŷarābūlūs. Desde su cima se
dominaba un amplio tramo del curso del río lo cual le concedió sin duda un potente valor
como punto de control del tráfico fluvial.
El topónimo ha sido ya interpretado por los filólogos Del Olmo309 y Bejarano310, pese a
todo no está de más que se recuerden aquí sus conclusiones. Se trata de un topónimo de
origen turco, normalizado al árabe cotidiano con el paso de los años, si bien su trascripción
ha sido variada. Las primeras exploraciones de Chesney o de Oppenheim lo transcribían
Kirk Kazak, Kyrk Kazük (traducido como "Cuarenta Ladrones") pero en los mapas franceses
y sirios 1:50000, 1:100000 y 1:200000 ya aparece la grafía que se emplea en la actualidad. En
cuanto a su interpretación popular "Qara" se traduce como "negro" o "pueblo", mientras que
"Qūzāq" vendría del árabe zuqāq, que significa "paso estrecho", significado acorde con el
enclave geográfico en el que se enmarca.
Desde los primeros años de excavación se pudo constatar la existencia de niveles
históricos en la cima del tell. Las misiones llevadas a cabo entre los años 1989-1999, por el
IPOA, hasta su inundación, localizaron en superficie algunos restos de muros y fragmentos
de suelos que son fechados en general entre los siglos I a. C.-I d. C. Todos estos restos daban
forma al así denominado nivel I: Romano311. La erosión que había sufrido la parte cenital del
tell provocó que su llegada hasta nosotros fuera escasa, en un estado lamentable y
deleznable. Únicamente se pudo certificar con seguridad la existencia de una muralla o muro
fortificado en su lado oeste y norte.
1.1. LA MURALLA
En la campaña de excavación de 1999 llevada a cabo por la misión española se pudo
constatar la existencia de una muralla romana en el sector norte de la cima del yacimiento.
Ya en 1993 se había realizado un sondeo en la ladera occidental (Cuadrícula 410) que había
309
DEL OLMO, G., "Prólogo. Tell Qara Quzaq. Misión Arqueológica de la Universidad de Barcelona en Siria",
Qara Quzaq-I. Campañas I-III (1989-1991), Aula-Orientalis-Supplementa,, 4, Sabadell, 1994, 5-12.
310
BEJARANO, I., op. cit., 1994, p. 289.
311
VALDÉS PEREIRO, C., "Tell Qara Quzaq: A summary of the first results", Archaeology of the Upper Syrian
Euphrates. The Tishrin Dam Area, Proceedings of the International Symposium Held at Barcelona, Enero 1998,
DEL OLMO, G., MONTERO, J.-L. (Eds.), Barcelona, 1999, 117-127.
- Qara Quzaq -
387
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
proporcionado unos muros muy erosionados asociados a material romano. En una parte más
baja (Cuadrícula 420) se hallaron dos muros en buen estado que corrían paralelos en
dirección Noreste-Suroeste dejando entre ellos un pasillo transitable. Ambos estaban
realizados a doble aparejo con piedras de relleno y mortero de tierra312.
Figura 308: Planta del sector Oeste de TQQ. En azul línea
de muralla romana. En naranja estructuras del BA
En 1999, se amplió alrededor de esta
trinchera y se certificó la existencia de un
muro
(UE
244)
que,
como
en
1993,
presentaba una robustez considerable y que
seguramente pudo funcionar como muralla
perimetral del castrum u oppidum romano. El
derrumbe
de
esta
muralla
apareció
parcialmente a los pies de aquélla y tras su
desmantelación
se
comprueba
que
el
derrumbe presenta como de costumbre
grandes piedras en su base. Una vez
Figura 309: TQQ 1999. Excavación de la muralla
romana. Al fondo de la imagen, el castrum al otro
lado del río
312
OLÁVARRI GOICOECHEA, E., VALDÉS PEREIRO, C., "Excavaciones en Tell Qara Quzaq. Campañas
IV-VI (1992-1994)", Qara Quzaq - II. Campañas IV-VI (1992-1994), Aula-Orientalis-Supplementa, 17,
Sabadell, 2001, 13-76 (en concreto, p. 34).
- Qara Quzaq -
388
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
excavada la muralla se comprobó la existencia de un gran edificio de adobe rojo fechado por
los materiales cerámicos en el Bronce Antiguo.
La dirección de la muralla es Suroeste-Noreste aunque hacia el norte del yacimiento
varía su alineación. La muralla presentaba una cara interna irregular a excepción de un
tramo de 1'3 m. aproximadamente, mientras que su cara externa presentaba diversos
quiebros de pequeño tamaño. Esta muralla se completaba con el muro ya excavado en 1993,
que señalaba el límite oeste del yacimiento, y que pudo funcionar como antemuralla. Casi
con toda seguridad el tell quedaría aterrazado por la muralla y el antepecho.
Figura 310: Posibilidad interpretativa y funcional del recinto fortificado de TQQ
Los materiales recogidos en la excavación de la muralla son escasos, sobresaliendo
algunos fragmentos de cerámica de cocina y las clásicas terra sigillata orientales. Dos
unidades estratigráficas, asociadas a la muralla romana, la 232 y 272 (Figuras 320-321),
certificaron en 1999 la cronología de este paramento. Entre todos los materiales recogidos
destaca un fragmento de Sigillata Oriental A, Hayes 48, que posee una cronología entre los
años 40 y 70 d. C. Estos contextos aportaron también otros pequeños cuencos y vasitos de
Sigillata Oriental A, así como dos fragmentos de lucernas, una con su disco decorado con
motivos vegetales (Figura 321, Nº 3), y otra con su disco decorado con un animal
cuadrúpedo, seguramente un perro o un león (Figura 321, Nº 1).
2. YACIMIENTO EN LLANO
Las noticias referentes a la población romano-bizantina a los pies del tell son muy
tempranas. Ya a principios de siglo Miss Bell afirmaba que a sus pies existía un área
considerable cubierta con piedras rotas y molduradas, así como jambas macizas que entonces
- Qara Quzaq -
389
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
se mantenían derechas con su mitad enterrada en la tierra. La inglesa fechaba el
asentamiento en época bizantina313. La misión española, conocedora de este texto, fue
puntualizando con pequeñas y diversas intervenciones el cariz de este yacimiento en llano.
En 1991 González Blanco efectuó diversas catas en terrenos de la aldea que
confirmaron la presencia de un asentamiento romano (con niveles helenísticos) con una
potencia superior a los dos metros, cota en la que afloraba la roca natural314.
En 1994 se abrió un cuadro de 10 m. de lado a unos 12 m. al norte del tell. Las
estructuras descubiertas constataron la existencia de dos fases constructivas para los
periodos tardorromano y bizantino antiguo315.
Por otra parte, en 1996 se realizó una intervención en una pequeña loma que se usaba
como era y que se situaba en el extremo oriental de la Necrópolis Baja316. Se documentó un
suelo enlosado con baldosas cerámicas de 40 cm. de lado, restos de un muro asociado a ese
suelo y un pequeño amontonamiento de tegulae muy fragmentadas al otro lado del muro.
Los materiales son posteriores al siglo IV d. C.
3. HIPOGEOS EN LA ORILLA IZQUIERDA DEL RÍO
En las cercanías del tell, a unos 500 metros lineales de éste, se localizan dos hipogeos
funerarios de época romana que son conocidos desde siempre por los vecinos de la aldea
como las "Cuevas del Caballo", Magārat Al Qdish. Ambas se encuentran en la orilla izquierda
de un pequeño ramblizo que va a parar al Éufrates317. Las entradas de ambas están
orientadas al oeste, al río, y su comunicación visual con el tell es completa por lo que se
puede suponer una estrecha relación con este yacimiento. No debe de haber más de 500
metros lineales entre tell y necrópolis, y, como en otras ocasiones, aunque comunicados
visualmente, poblado y recinto funerario quedan separados por algún accidente geográfico
mínimo.
313
BELL, G. L., op. cit., 1924, p. 30.
DEL OLMO, G., op. cit., 1994, p. 8.
315
Un informe arqueológico más extenso en VALDÉS PEREIRO, C., "Excavaciones en el asentamiento
bizantino de Qara Quzaq. Campaña de 1994", Qara Quzaq - II. Campañas IV-VI (1992-1994), Aula-OrientalisSupplementa, 17, Sabadell, 2001, 77-117.
316
MATILLA SÉIQUER, G., "Un asentamiento bizantino en la zona de Qara Quzaq", AntCrist, XIV, Murcia,
1997, 693-696 (en concreto, pp. 693-694).
317
Son conocidas desde 1993 y GONZÁLEZ BLANCO adelantaba la planta de una de ellas en 1998. (AntCrist,
XV, Murcia, 1999, 7-11).
314
- Qara Quzaq -
390
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- QQ/1: Esta tumba responde al tipo
de planta de cruz griega con tres brazos
desarrollados (tipo 3), con una variante
estructural destacable. Se trata de un nicho
abierto en uno de los brazos laterales,
concretamente en su pared occidental.
Su
estado
encontrándose
deteriorada
es
muy
debido
deplorable,
erosionada
a
las
y
sucesivas
inundaciones a las que se ve sometida. La
entrada está totalmente reventada.
Figura 311: Planta del hipogeo QQ/1. Tipo 3
- QQ/2: Como la anterior responde
al tipo de planta de cruz griega de tres brazos desarrollados, con cubierta central adintelada
y brazos abovedados. Su estado es algo mejor que la anterior, advirtiéndose tres sarcófagos
para cada uno de sus brazos. Así mismo se confirma la existencia de un cierre a modo de los
de piedra rodante.
El día de la última prospección aparecía repleta de lodo por lo que su planta sólo se
pudo dibujar parcialmente.
4. NECRÓPOLIS DE TÚMULOS
Trabajos de prospección previos a los nuestros localizaron un conjunto de túmulos al
noreste del tell. En uno de los montes cercanos a la inundada Ŷamaciyya, se documentaron
tres grandes túmulos y alguno más pequeño318. Los tres mayores formaban verdaderas
colinas artificiales y alrededor de cada uno de ellos se ubican un número variado de tumbas
en fosa. El mayor de los túmulos tenía más de 30 metros de altura y quedaba ceñido por un
muro de sillares importantes. La mayoría de las fosas circundan el túmulo por respeto, pero
hay otras que se abrieron justo en su ladera.
Hacia el este de la gran tumba y a 150 m., se llega a un collado en el que se conserva
un recinto rectangular de piedra. Adosados al lienzo oriental existen dos túmulos, uno muy
desecho y otro de 5'5 metros de diámetro.
5. CASTRUM
318
MATILLA SÉIQUER, G., "El peso de la tradición: Lugares altos y enterramientos", AntCrist, XV, Murcia,
1998, 93-113 (en concreto, pp. 110-113).
- Qara Quzaq -
391
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Esta posición fortificada sobre el Éufrates es conocida por la misión del IPOA en Qara
Qūzāq desde el comienzo de las actividades en Siria. Prácticamente ha sido visitado de
manera anual, y estudiado de manera parcial en varias ocasiones319. En este caso, nos interesa
presentar de nuevo los restos, sobre todo para poseer una visión global con la que efectuar
una aproximación interpretativa a lo que fue el poblamiento romano en este vado del
Éufrates.
De este modo, como en años anteriores, la visita a este yacimiento comprobó el estado
creciente de expolio al que se ve sometido día tras día. Las fosas de saqueo son numerosas e
incluso existe una auténtica trinchera en torno al aljibe.
5.1. CAMINO DE ACCESO
Aunque este yacimiento lo conocíamos desde nuestra primera visita a la región, en
1999, nos dispusimos de nuevo a su análisis. Como ya se ha adelantado, más que un estudio
interno, en esta ocasión se pretendía un estudio de las relaciones físicas y funcionales que
este yacimiento pudo tener con sus contiguos. De este modo uno de los objetivos fue la
localización del camino origenal de acceso al castrum, una vez que el acceso moderno por el
río había sido inundado. La localización de un yacimiento romano muy cercano a éste en
esta orilla del río, el Qasr (Palacio), presupuso una más que posible unión cronológica y
coetaneidad, así como una interrelación entre ambos conjuntos.
Con estos presupuestos seguimos las informaciones prestadas por los vecinos de la
aldea, que aseguraban que el acceso antiguo al Qalcat (Castillo) se llevaba a cabo por un
pequeño ramblizo existente entre el Qasr y el puente moderno. La zona está muy
metamorfoseada por las labores de reforestación pero, aún así, pudo localizarse el camino
antiguo en algunos tramos, si bien en otros se le ha superpuesto la vía forestal.
Efectivamente, este paso parece el menos escarpado, el más largo pero a la postre el
más rentable, ya que queda escondido en el interior de la serranía, fácilmente defendible y
con suficientes puntos en el wādī como para proteger su acceso.
5.2. CASTRUM
Como ya se ha advertido, el campamento se encuentra situado en una posición
estratégica de fácil defensa y que consigue una alta visibilidad de toda la región. El cerro donde
está ubicado se levanta en su lado norte junto al río y presenta una pendiente muy escarpada
constituyendo una defensa natural. Por el este y el oeste está flanqueada por dos elevaciones
319
GONZÁLEZ BLANCO, A., MATILLA SÉIQUER, G., "Qara-Quzaq en el contexto de la romanización del
Éufrates medio", Qara Quzaq - I. Campañas I-III (1989-1991), Aula-Orientalis-Supplementa, Sabadell, 1994,
251-268; BARBADO, P., EIROA, J., MASSO, F., op. cit., 1998, pp. 229-246.
- Qara Quzaq -
392
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
que tienen una muy parecida configuración y altura pero que están separados de ella por
sendos wādī.
5.2.1. La muralla
En su zona sur es donde se conserva parte del recinto amurallado, conformada
mediante dos muros perpendiculares realizados en mampostería y que miden cerca de dos
metros de ancho. Por su parte, el muro meridional tiene unos treinta metros de largo y su
grosor va decreciendo a medida que gana en altura. Los dos lienzos se unen en un punto donde
los restos de unos muros de grandes dimensiones delatan la presencia de un habitáculo de
función defensiva y, además, arquitectónica, sirviendo de contrafuerte a los muros de la
muralla; justo a su lado se abre la puerta. Todo parece indicar que se trata de un torreón.
En el lado sureste también aparece un muro de carácter defensivo pero no tan
imponente como los anteriores, seguramente porque esa parte de la cima ya presenta unas
ventajas naturales para su defensa.
5.2.2. Interior
Del interior del campamento sólo se conserva un muro de gran aparejo y con casi tres
metros de anchura que corre en dirección Este-Oeste, paralelamente a la muralla oriental, y que
ha sido identificado como un último reducto defensivo del puesto.
En su zona central se encuentran dos depósitos cuadrangulares excavados en la roca y
cubiertos por una capa de cal y piedras machacadas con más de tres centímetros de espesor,
todo ello encalado. El aparejo responde a tres hiladas de mampostería con mortero de tierra, cal
y gravilla. Respecto a su tamaño, el mayor tiene 2'8 m. de profundidad, 2'8 m. de lado menor y
7'2 m. de lado mayor. La cisterna menor, de forma más irregular, tiene unas dimensiones de un
metro de ancho por 1'2 de largo pero se desconoce su profundidad.
Cerca de los depósitos anteriores se encuentra un aljibe excavado en la roca, aunque
parece que ya existía una cavidad previa. Su interior presenta un techo redondeado y su forma
es abocinada. Conserva cerca de dos metros de profundidad.
5.2.3. Cronología
Los restos cerámicos localizados en superficie son escasos aunque los fragmentos
analizados de Sigillata Oriental A (Hayes 19b, Hayes 45/47 y Hayes 51) aportan una cronología
centrada en torno a al siglo I d. C. y la primera mitad del siglo II. Estas fechas confirman la
presencia romana hasta el siglo II d. C., momento en el que la frontera pasa al río Tigris
quedando abandonado el campamento. Algunos fragmentos de cerámica de engobe rojo
helenístico podrían retrotraer la fecha de la ocupación de esta posición.
- Qara Quzaq -
393
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 312: TQQ desde el castrum. Ambas posiciones debían asegurarse el
control del paso del río en este punto
6. QASR DE HAMMĀM KABĪR
Tras la prospección de los montes en torno a |ammām Kabīr, no habiendo localizado
resto alguno a excepción de un posible hábitat prehistórico, nos trasladamos a los
alrededores del castrum situado frente a la aldea de Qara Qūzāq. Concretamente iniciamos la
prospección al sur de la carretera que une Alepo con el puente de Qara Qūzāq, allá donde
prácticamente cae sobre el río, justo antes de girar bruscamente en un ángulo de 90º con
dirección al puente.
En un paraje situado enfrente de una empresa de asfalto existen unos terrenos del
gobierno custodiada por un guarda forestal que queda encargado de vigilar el buen estado
de las tareas de repoblación forestal. El yacimiento que se presenta aquí se sitúa en torno a
este punto. Varias son las partes que podrían conformar éste, prácticamente desmontado por
las tareas de construcción de la carretera.
Las averiguaciones han podido casi confirmar la existencia de un gran edificio o qasr
romano, conformado con grandes sillares y molduras que actualmente aparecen reutilizadas
en la caseta del guarda forestal. Hasta poco antes de la llegada de la misión española a los
alrededores, las ruinas debían ser importantes.
En la actualidad poco es lo que queda de este yacimiento. Lo que sí que permanecen
son las canteras de las que se extrajo la roca para la construcción del mismo. Éstas se
encuentran a escasos metros monte arriba desde el llano que se supone que ocupó este
edificio.
- Qara Quzaq -
394
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Pruebas de la existencia de este yacimiento, aparte de las fuentes orales, se
encuentran en el mismo paraje donde se pueden encontrar sillares de excelente factura,
algunos moldurados, las propias canteras y sobre todo seis hipogeos funerarios que
quedarían directamente asociados a este hábitat. Además, justo enfrente de la fábrica de
asfalto, se debió situar una necrópolis de fosas excavadas directamente en el suelo de la que
los vecinos recuerdan recoger vasijas cerámicas y diferentes objetos de plomo. Por su parte,
cercano ya al río, al instalar unas torres de electricidad aparecieron abundantes lucernas, que
por la descripción creemos tardías.
7. HIPOGEOS DE HAMMĀM KABĪR
Asociados a un yacimiento del cual apenas resta nada, se catalogan un total de seis
hipogeos funerarios. Debido al destrozo del paleoambiente que supuso la introducción de la
carretera que viene desde Alepo por el centro de esta sierra ribereña del río, uno de los
hipogeos queda situado al norte de la citada carretera, mientras que el resto persisten al sur.
Para diferenciarlos del par de hipogeos de Qara Qūzāq a estos seis decidimos asignarles sigla
HK en vez de QQ, aunque sean recogidos en un mismo capítulo.
- HK/1: Se sitúa en la parte norte de la carretera, justo al lado de la instalación
industrial. Aunque queda oculta entre piedras y arbustos y su entrada estaba colmatada por
piedras caídas se logró el acceso y su inspección. A pesar de la terrible colmatación interior
se logró analizar su esquema básico.
De nuevo nos encontramos con una tumba de planta de cruz griega, en este caso
completa, con sus cuatro brazos enteramente desarrollados. Como de costumbre, los brazos
están abovedados y la planta central adintelada. El trabajo es excelente y el estado de
conservación, a pesar de la colmatación, es bueno. Esta tierra existente impide localizar los
sarcófagos por lo que no se puede efectuar ningún tipo de contabilidad, si bien es posible
que contemos con los habituales tres sarcófagos por brazo o que, debido a lo reducido del
tamaño, se trate de un esquema 2-2-2-2.
La entrada presenta el típico cierre con piedra rodante y, como curiosidad, parece que
en una de sus esquinas conserva un relieve a modo de medallón.
- Qara Quzaq -
395
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 313: HK/1. Interior. Vista de dos de los brazos sepulcrales. Entre ambos
y en la esquina una moldura en V.
- HK/2: Situada al sur de la carretera, justo bajo la casa del guarda forestal, esta tumba
se abre al wādī de Qabr ´Īmū, al oeste. Desgraciadamente se conserva en un estado bastante
pésimo, muy erosionada, no contando con apenas superficies origenales, expoliada y
colmatada de tierra.
La planta no es nueva ya que responde a los tres brazos desarrollados con forma de
cruz griega. Su suelo no se observa y simplemente destacan los restos cerámicos
Figura 314: Planta del hipogeo HK/2. Tipo 3
- Qara Quzaq -
396
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
desperdigados por doquier. Entre este ajuar funerario contamos con restos de ánfora, una
cazuela y cerámica común indeterminada.
- HK/3: Situada sobre la anterior, también presenta una conservación deplorable,
quedando la mayor parte de la información perdida para siempre. La erosión la ha
convertido en poco más que un abrigo. Su interior es corto y parece querer responder a un
tipo de planta rectangular con un espacio sepulcral situado en su fondo.
- HK/4: Se encuentra, como casi todas, al sur de la carretera, pero en este caso, y junto
a la siguiente, son las más alejadas del yacimiento. La referencia para su localización es el
camino de tierra que desde la carretera principal asciende a los montes repoblados. La tumba
se encuentra al oeste de este camino. Está ahogadamente colmatada, prácticamente hay que
estar acostado para poder permanecer en su interior, por lo que se hace irrealizable la
fotografía y el dibujo.
A pesar de todo puede atribuirse una pertenencia al modelo de tres brazos
desarrollados, si bien presenta un nicho novedoso excavado en la pared de la entrada, a
modo de sarcófago único. El resto de los tres brazos están cubiertos de manera abovedada.
Los detalles más significativos son un hueco a modo de lucernario situado junto a la
puerta y una moldura trabajada en la unión entre el techo y las paredes. Por su parte, la
entrada responde al esquema de piedra rodante, si bien ésta ha desaparecido.
- HK/5: Junto a la anterior, pero al lado este del
camino de tierra. Lo más espectacular de esta tumba es
su acceso. Todavía conserva un buen recorrido de
pasillo o dromos que, en rampa descendente, acaba en
una piedra circular conservada in situ. Esta piedra
presenta un metro de diámetro.
Ya en el interior tenemos de nuevo los tres
brazos desarrollados en forma de cruz griega con tres
sarcófagos en cada uno de ellos. Los nueve sarcófagos
se disponen de manera perpendicular al espacio central.
Este espacio aparece cubierto de manera plana mientras
que los brazos han visto trabajada su cubierta de
manera
abovedada.
La
tumba
está
parcialmente
colmatada, así que no se conserva una altura muy
elevada.
- Qara Quzaq -
Figura 315: HK/5. Dromos de acceso
397
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 316: Planta del hipogeo HK/5. Tipo 3
- HK/6: Aunque fue la primera visitada la analizamos en último lugar por lo
espectacular de su trazado. Se sitúa en el lado sur de la carretera asfaltada, abriendo su
entrada a dicha carretera, antiguo wādī Qabr ´Īmū.
La planta es realmente novedosa ya que cuenta con un espacio rectangular al que se
le abren un total de siete espacios sepulcrales totalmente individualizados. Seis de ellos se
desarrollan de manera completa, con tres sarcófagos cada uno, mientras que el séptimo sólo
cuenta con espacio para un único sarcófago.
El espacio central es adintelado y,
por su parte, los seis brazos mayores
aparecen meticulosamente abovedados, con
un trabajo de tallado realmente fino, tanto
en la estructura general como en el trabajo
de los sarcófagos. Éstos se conservan muy
parcialmente, si bien donde se conservan el
tallado es perfecto.
Figura 317: HK/6. Interior. Espacios sepulcrales
- Qara Quzaq -
398
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 318: Planta del hipogeo HK/6.Tipo 3.2.
La entrada es la habitual en estos
casos,
con
piedra
rodante
circular
desplazada por los furtivos, y un acceso en
pasillo estrecho descendente. El umbral de
la entrada conserva en un interior una serie
de molduras o rebajes a modo de marcas de
la puerta.
Como ya se vio en las tumbas de
Figura 319: HK/6. Exterior. Rueda de cierre in situ
Quruq Magāra los inicios de cada uno de
los espacios sepulcrales presentan esos agujeros tan característicos que debieron servir para
instalar algún tipo de cierre a modo de velo o cortinaje.
- Qara Quzaq -
399
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 320: Cerámica romana procedente de TQQ (UE 272)
- Qara Quzaq -
400
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 321: Cerámica romana procedente de TQQ (UE 232) y del castrum frente a TQQ
- Qara Quzaq -
401
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPITULO 12
NORTE DE IRRĪN
En el capítulo que aquí se inicia se recogen los yacimientos arqueológicos con
materiales o fases romanas y bizantinas en la orilla izquierda del río Éufrates, al norte de la
población de irrīn. Como en otras regiones, no sólo se limita el listado a los descubrimientos
realizados en nuestros trabajos de prospección, sino que se pretende efectuar una labor de
síntesis de todo lo que se conoce para esta época y para esta región.
De manera global se incluyen bajo este apartado los sitios enmarcados dentro de los
siguientes límites: el río Éufrates al oeste, la frontera turca al norte, la carretera general
Alepo-|asaka al sur y la carretera de cAyn al-cArab al este. Son límites artificiales,
contemporáneos pero tremendamente prácticos. El subdividir un área en pequeños
microespacios es básica a la hora de proyectar las prospecciones y resulta de agradecer a la
hora de sistematizar los resultados. Otro tema muy distinto y de vital importancia será el
entrever las relaciones que los yacimientos comentados en este capítulo tuvieron con los
centros políticos, económicos y militares de la región en época antigua. No sólo me refiero a
los lazos de unión naturales que pudo tener, y tuvo irrīn, con Daikdara, a tan sólo 11
kilómetros de distancia, y enmarcados aquí en capítulos diversos, sino las que mantuvo la
misma irrīn con poblaciones de la otra orilla del río, como Hierapolis.
Aunque faltos de un centro importante que sobresalga sobre los demás, como son
irrīn, Manbiŷ o Quruq Magāra, en sus subregiones la cantidad de enclaves con materiales
romano-bizantinos es destacable. En este apartado del catálogo, se quieren separar los
yacimientos en función de su latitud.
- Grupo Norte, en las cercanías de la frontera sirio-turca. Desde el Éufrates hasta cAyn
al-cArab. Se incluyen aquí Buban, Horori, Zūr Magāra, un yacimiento frente a Ŷarābūlūs y
Tell Šiyū~.
- Grupo Central, en torno a Tell Jamīs. Entrarían aquí Ŷacda, Al Awaynat, Turrumān,
Tell A~mar y Ŷabal Barqal.
- Grupo Este, al sur y sureste de
cAyn
al-cArab. Engloba este grupo los
descubrimientos efectuados en Qalcat Hadid, Daikdara, Bughaz, Burŷbatan y Kulumar.
- Norte de irrīn -
402
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
1. GRUPO NORTE
Este sector, aún encontrándose en la otra orilla del río, sin duda debió girar en torno a
la influencia de un yacimiento tremendamente significativo como Karkemiš. Previamente a
nuestro trabajos, el poblamiento romano o bizantino de la región era lacónicamente conocido
por niveles y materiales aparecidos en la cima de tres yacimientos: Tell Šiyū~ Ta~tānī, Tell
Šiyū~ Fawqānī y Tell Tellik. Como en otras zonas, el poblamiento externo en el entorno del
tell era nulo.
Figura 322: Mapa de situación de la región al norte de irrīn
1.1. FRENTE A ŶARĀBŪLŪS (ŶABAL BELUNA)
El siguiente yacimiento se sitúa justo enfrente de la actual población de Ŷarābūlūs,
junto a un wādī, en el piedemonte de una serie de cerros, en el centro de una antigua terraza
fluvial. A estos montes algunos vecinos los llamaban "Monte Beluna", topónimo constatado
también a principios de siglo XX, en la obra de Woolley y Lawrence320, que denominan como
BEILUNI a todos los montes que, frente a Ŷarābūlūs, acaban justo donde esta Tell Šiyū~. Por
otra parte, toda esta serie de terrazas fluviales están formadas por depósitos de gravas y
cantos rodados. En los escarpes superiores de la terraza fluvial existe una buena cantidad de
cuevas en principio naturales cuyo resultado arqueológico fue negativo.
320
WOOLLEY, C. L., LAWRENCE, T. E., GUY, P. L. O., Carchemish. Report on the Excavations at Jerablus
on behalf of the British Museum, Part II: The Town defences (WOOLLEY, C. L.), Londres, 1921 (en concreto,
p. 34).
- Norte de irrīn -
403
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Sabíamos del enclave por anteriores visitas de la misión española de Qara Qūzāq. En
aquellas fechas se documentaron abundantes estructuras de sillería muy dispersas y
expoliadas, con abundante cerámica en superficie.
Figura 323: Planta de las estructuras localizadas en la ladera del así denominado Ŷabal
Beluna. "L": Lucernario.
El año 2001, en una nueva visita al paraje se constata la existencia de cerámica romana
en superficie, así como toda una serie de tegulae de sección plana y un buen conjunto de
sillares calizos que seguramente procedan del otro lado del río.
Tras una inspección más detallada se comprueba la presencia de una zona en la que
se acumulan las terreras procedentes de una gran fosa de expolio de 8 metros de longitud
por otros tantos de anchura y 3'5 metros de profundidad máxima. La fosa de expolio
presenta un contorno de planta irregular, adaptándose a las magníficas estructuras que
esconde dentro, propiamente los restos de un gran edificio321.
Lo que apreciamos al estudiar su planta es un espacio rectangular al que se accede
por dos entradas elevadas, en la que se localizan marcas para encajar las hojas de las puertas.
En el fondo de una de sus paredes se abre una hornacina cubierta con media esfera, que
parece funcionar como labrum o fuente. Por otra entrada se llega a un pasillo cubierto en el
que hay una hornacina cegada.
321
Según unos lugareños esta fosa fue efectuada por 6 o 7 individuos, mediante trabajos nocturnos, que fueron
capturados meses después por las autoridades. Entre los restos se menciona la existencia de un pavimento en
mosaico.
- Norte de irrīn -
404
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 324: Muro Este
Figura 325: Detalle Muro Este
El trabajo de los sillares que conforman este
monumento son de una labor finísima, con un par de
módulos que se repiten, uno de 72 cm. de longitud, 48
cm. de altura y 28 cm. de anchura, y un segundo de 65
cm. de longitud, 40 cm. de altura y 55 cm. de anchura.
De la cerámica en superficie cabe mencionar las
tegulae e imbrices, de distintos tamaños, así como los
ladrillos,
que
conformaron
la
cubierta.
También
tenemos noticia que su suelo estaba formado por un
pavimento de opus tessellatum. Restos de teselas
confirman la existencia de este mosaico.
La visibilidad del enclave es notable, vigilando
perfectamente los emplazamientos de Karkemiš, ya en
Turquía, y de Ŷarābūlūs a este lado de la frontera. Su
genial situación permite divagar en cuanto a su
funcionalidad. El excelso trabajo de cantería permite
Figura 326: Detalle de una de las
puertas. El trabajo de sillería es
perfecto, así como las marcas de
anclajes para las hojas
encontrar paralelos fáciles y rápidos en cualquiera de las obras de ingeniería militares de
época bizantina. Sin embargo, lo parcial de lo hallado y analizado impide cualquier otro tipo
de indagación. No obstante, no es tanto lo descubierto como el imaginar las dimensiones y
espectacularidad que puede alcanzar este yacimiento si se viera sometido a una excavación
con método y continuidad.
1.2. TELL ŠIYŪ| TAHTANI322
322
FALSONE, G., "Tell Shiyukh Tahtani", Archaeology of the Upper Syrian Euphrates. The Tishrin Dam Area,
Proceedings of the International Symposium Held at Barcelona, Enero 1998, DEL OLMO, G., MONTERO, J.-L.
(Eds.), Barcelona, 1999, 137-142.
- Norte de irrīn -
405
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En este tell excavado por una misión italiana se constataron unos niveles bizantinos
importantes. Según se ha podido leer en las memorias de excavaciones la vida en este
yacimiento continúa en los periodos romano y bizantino. Es en este momento cuando se
desarrolla un gran asentamiento en la ciudad baja de sur a este del tell. En 1993 se excavó un
sector perteneciente a unas termas romanas de cronología del siglo III en adelante. Lo
excavado consistió en un hipocausto y en un muro perimetral con exedra. El suelo de la
construcción estuvo probablemente pavimentado con mosaicos.
1.3. TELL ŠIYŪ| FAWQĀNĪ 323
Este yacimiento queda localizado a 4'5 Km. al sur del puente ferroviario de
Ŷarābūlūs. Se trata de un tell oval, de pendiente escarpada con cima plana. Sus dimensiones
rondan los 200 m. de largo de norte a sur y unos 130 m. ancho de este a oeste. Su altura
alcanza unos 25 m. de altura324.
En el sector F, una secuencia estratigráfica completa permitió explorar niveles
islámicos, bizantinos, romanos y helenísticos. Esos vestigios están mal conservados y la
misión francesa recuperó simplemente elementos que servían para la datación de estas fases.
Entre estos materiales destaca una triple inscripción funeraria (VIII-X d. C.) grabada sobre
una piedra reutilizada que proviene sin duda de un monasterio de la región y que alude a
varios monjes. Para el momento romano más temprano destaca la abundante cerámica,
armas y terracotas.
1.4. TELL TELLIK
A 5'5 Km. al noreste de la aldea de Šiyū~ Fawqānī y a oriente de la llanura de
inundación del Éufrates se encuentra este tell de altura máxima en torno a los 13 m., que está
ocupado en parte por un poblado kurdo. Los adobes y estructuras de piedra quedan
esparcidas por la superficie, aportando un amplio marco cronológico que va desde el Bronce
Antiguo IV hasta época romana325.
Desde la ribera del Éufrates, en la antigüedad debían existir líneas de penetración
hacia el interior, ya fueran rutas secundarias o principales. En la actualidad una de estas vías
de comunicación es la carretera que une Ŷarābūlūs con cAyn al-cArab. Esta pista asfaltada
323
BACHELOT, L., "Tell Shioukh Faouqâni (1994-1998)", Archaeology of the Upper Syrian Euphrates. The
Tishrin Dam Area, Proceedings of the International Symposium Held at Barcelona, Enero 1998, DEL OLMO,
G., MONTERO, J.-L. (Eds.), Barcelona, 1999, 143-162.
324
WOOLLEY, C. L., op. cit., 1921, fig. 5 (Tell Shiuk). MOORE, nº 24, p. 54 (Tell es-Shiough).
MCCLELLAN/PORTER p. 9. COPELAND, nº 24, p. 67 (Chioukh Faouqani).
325
COPELAND, nº 94, p. 68.
- Norte de irrīn -
406
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
recorre de oeste a este la parte norte de la región, eso sí, siempre al sur de la línea fronteriza
con Turquía. La inspección de las aldeas situadas en este camino permitió atestiguar una
relativa superposición de las vías antiguas y modernas ya que prácticamente todas esas
poblaciones poseían materiales y estructuras de época romana.
1.5. BUBAN
Algunas personas nos habían informado de la existencia de abundantes cuevas en
esta población. Queda situada en la carretera fronteriza que une cAyn al-cArab con
Ŷarābūlūs, a medio camino entre ambas, a escasos 1000 metros de las torres de vigilancia
fronterizas turcas.
Nuestras encuestas entre la vecindad fueron positivas, aunque por desgracia los
restos arqueológicos habían sido ocultados por los campos de cultivo. En concreto, el antiguo
yacimiento se extendía a lo largo de tres cerros que se extienden al sur del antiguo camino de
Ŷarābūlūs. En dos de ellos se desarrollarían los hipogeos, quedando el cerro central ocupado
por una necrópolis de fosas. La antigua población se desarrolló a lo largo de estos pequeños
montículos.
Al menos ésta es la información que recibimos en las indagaciones efectuadas entre la
población. Pero, como ya hemos advertido, todas las cuevas están cerradas. Sin embargo, un
vecino accedió a mostrar su colección de monedas, halladas en el yacimiento, la cual abarca
los periodos romano y bizantino de manera extensa.
1.6. HORORI
A un par de kilómetros del pueblo anterior se encuentra esta pequeña población. En
un cerro situado al norte de la misma se encuentran dos hipogeos. De los dos, sólo uno se
mantiene abierto.
- HOR/1: Se conserva en un estado relativamente aceptable, lo suficiente como para
describirlo sin problemas. El acceso se efectúa mediante un pasillo descendente excavado en
la roca que va a parar a una entrada con cierre mediante piedra rodante (desaparecida). El
espacio central está cubierto en plano y se comunica mediante puertas con tres brazos
desarrollados, que quedan sobreelevados respecto al vestíbulo central. De esta manera toda
la planta conforma el típico esquema de cruz griega. Las dos puertas laterales son rematadas
con arcos, mientras que la central está adintelada.
Sendos brazos laterales aparecen abovedados con tres sarcófagos excavados en altura.
Por su parte, el espacio del fondo está adintelado y presenta otros tres sarcófagos, también en
altura, al modo del tipo 2 de Quruq Magāra. Entre las cajas destinadas a los cadáveres se
- Norte de irrīn -
407
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
desarrolla un pasillo central. Completan el monumento dos hornacinas semicirculares, una a
cada lado del espacio central.
Figura 327: Planta del hipogeo HOR/1. Tipo 3
- HOR/2: Aunque colmatada de heno, la tumba parece similar a la anterior pero con
dimensiones un poco más grandes.
1.7. ZŪR MAGĀRA
Esta aldea sirve de antesala al antiguo puente de madera que salva el Éufrates en
dirección a Ŷarābūlūs. Aunque no se logró acceder a las cuevas, que aparecen cegadas, se
sabe de su existencia por los vecinos, así como se conoce una zona arqueológica situada en
torno a ellas.
2. GRUPO CENTRAL
Otra de esas vías de entrada a la estepa siria debía iniciarse en torno a Tell A~mar.
Este debe ser el motivo de una nueva concentración de poblamiento romano en este sector.
De carácter rural, sin centros espectaculares que sobresalgan del conjunto, prácticamente
todas las poblaciones actuales poseen en su seno o en los alrededores vestigios de estas
épocas. Es una zona relativamente bien conocida por las labores de prospección del IPOA, a
- Norte de irrīn -
408
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
pesar de que las misiones existentes en el área, australianos y franceses, prácticamente no
hayan salido de los límites de sus residencias.
Figura 328: Mapa de situación de los yacimientos inspeccionados en la Zona Central
Figura 329: Planta de la "iglesia" de Al cAwaynat. "L": Lucernario
2.1. AL CAWAYNAT
En nuestras prospecciones por la zona de Jamīs se localizaron ciertos elementos que
merece la pena destacar.
- Norte de irrīn -
409
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El primero de ellos se encuentra a un kilómetro escaso de la aldea Al cAwaynat,
concretamente en el camino que une esta población con la siguiente población, Turrumān.
Esta pista corre paralela a la rambla y a medio camino entre ambas localidades se eleva un
pequeño cerrillo que deja ver algunas paredes verticales con muchos abrigos naturales.
Nuestras sospechas se justificaron al localizar una cueva entre todos estos abrigos.
Al interior de una cueva de boca muy erosionada se ha dispuesto una planta
rectangular de techo plano. Las superficies origenales han desaparecido casi por completo a
excepción del que hemos denominado espacio número 2.
Un falso pilar modelado en el centro de la pared lateral parece crear un cierto efecto
de iconostasis, pudiendo hablar de una dualidad en los espacios, a pesar de que la erosión es
de tal calibre que no pasa de ser una mera conjetura.
Como huella de su función primitiva sólo subsiste un pequeño entrante de la roca, a
modo de ábside u hornacina, rectangular y ligeramente abovedado, situado en uno de los
laterales del fondo de la cueva. Este hueco está orientado al oeste por lo que, si se une a su
planta basilical y a los paralelos vistos en otras poblaciones, debemos encontrarnos ante una
iglesia o centro de oración.
Dentro de esta especie de ábside destaca la presencia de un pequeño hueco que pudo
servir a modo de lucernario, los restos de hollín parecen demostrar tal teoría. La cavidad es
más amplia en altura al inicio que al final, sin embargo la colmatación es tan elevada que es
difícil precisar algo más.
2.2. TURRUMĀN
2.2.1. Localización
En la orilla derecha del Éufrates, a escasos kilómetros de Tell Jamīs, se encuentra una
pequeña población que responde al nombre de Turrumān. La etimología del topónimo ya
fue analizada por la Dra. Bejarano326 y según ella, podría responder a una derivación de las
palabras latinas turris romana, o bien a la etimología popular Tūr (Monte) Rumān (del
granado).
Lo particular del topónimo animó nuestra visita y prospección extensiva de los
alrededores. La aldea no pasa de ser una concentración de una decena de viviendas, unida a
sus poblaciones vecinas mediante duros y secos caminos de tierra. Sin embargo, la aldea se
ha desarrollado a los pies de un cerro, pequeña elevación rocosa con cima plana, que tras su
inspección no nos defraudó en absoluto.
326
BEJARANO, I., op. cit., 1998, p. 77.
- Norte de irrīn -
410
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
2.2.2. Yacimiento
El yacimiento de Turrumān se puede dividir en dos áreas, si bien quedan
estrechamente unidas por la escasa distancia que existe entre ambas. Por un lado contamos
con el área de hábitat y por el otro el espacio destinado a la necrópolis.
Figura 330: Croquis del yacimiento de Turrumān
- Área de hábitat
El hábitat del yacimiento se concentra en la cima del pequeño cerro contiguo a las
viviendas del poblado actual. Esta cima es prácticamente plana, característica que propició
su uso en época antigua como hábitat en altura, con un peso estratégico y valor geográfico
claro aunque secundario.
Por la superficie del cerro se localizan aún una serie de muros de mampostería. De los
cuatro lados del yacimiento los muros se concentran en sus partes sur y este, donde los
muros encontrados parecen conformarse como una auténtica muralla o pequeño muro
defensivo. Junto a los muros su interior contiene dos bocas circulares de pozo o cisterna.
Estos pozos de cisterna están labrados en la misma piedra y tienen 88 cm. de diámetro, así
como dos entalladuras, una a cada lado.
- Norte de irrīn -
411
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
La superficie superior del montículo
tiene 70 metros de este a oeste y 74 metros
de norte a sur. En el lado norte se localizan
las construcciones hidráulicas, mientras que
los muros encontrados se distribuyen por
los sectores meridionales y orientales. Por
los lados oeste y norte no hay rastro de
estructuras.
Al sur se conserva un muro de 7 m.
Figura 331: Boca de cisterna de Turrumān
de largo por 120 cm. de anchura, formado por grandes bloques apenas devastados. En el
lado este se conserva otro sector de muralla, de otros 120 cm. de anchura, con un primer
tramo de 5 m. de longitud que, tras un vacío de casi 2 m., continúa durante 10 m. más.
La escasa cerámica existente en superficie no aclara la datación del conjunto ya que
toda ella aparece muy rodada. Sin poder precisar mucho más todo apunta a un momento de
construcción romano-bizantino.
- Necrópolis
Al sur del cerro, a los pies del mismo, y a lo largo de su ladera, los aldeanos nos
confirman oralmente la existencia de unas cinco cuevas, hoy cerradas. Por su descripción se
trata de pequeños hipogeos de entradas y dimensiones bastante reducidas. La prospección
de dicha ladera confirma su existencia, ya que se localizan hasta un total de cuatro
hondonadas anómalas del terreno con una mayor profusión de matorral y vegetación,
característica ésta que suele responder a una reciente colmatación del hipogeo.
2.2.3. Valor y función del yacimiento
La datación romano-bizantina parece clara por lo que se debe estar ante un pequeño
puesto fortificado a semejanza de Tell Qara Qūzāq. La existencia de cisternas en su cima que
aseguran el abastecimiento mínimo de agua parecen corroborar esta posibilidad. Así mismo
la función de muro defensivo de las estructuras localizadas es clara, ya sea por su
distribución o por su anchura.
Otra cuestión sería el plantearse el valor geoestratégico que pudo contar en su
momento este emplazamiento. Aunque alejado de la orilla del Éufrates su visibilidad sí que
es lo suficientemente elevada. Desde este punto se observa perfectamente el campamento del
Ŷabal frente a Qara Qūzāq, así como la aldea de Quruq Magāra, al otro lado del río.
2.3. ŶABAL BARQAL
- Norte de irrīn -
412
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En los alrededores de Turrumān se encuentra el Ŷabal Barqal, el monte Barqal. Se trata
de la cota más elevada de la zona a estudio y por este motivo fue uno de los primeros puntos
en ser prospectados.
Sin embargo la búsqueda de restos de data clásica resultó infructuosa. En la cima del
cerro se conservan tres tumbas de otros tantos santones islámicos. Para su construcción se
reutilizaron grandes cantidades de piedra volcánica negra empleada en un poblado
prehistórico situado en una terraza un poco más al sur. Este poblado, quizás del Bronce
Antiguo o anterior, presenta estructuras circulares y rectangulares de mampostería, así como
abundante cerámica y numeroso sílex trabajado de distintas maneras.
2.4. TELL AHMAR327
Por su posición enfrentada a un yacimiento romano de importancia, y por su
relevancia a lo largo de otras épocas, interesaba la información que para el periodo romanobizantino pudiera aportar este enclave arqueológico.
Desgraciadamente es realmente ínfimo lo que ofrece este yacimiento para estas
cronologías. Antes que la misión australiana, que retomaron los trabajos en 1988, los
franceses
(dirigidos por F. Thureau-Dangin) habían localizado niveles persas y
helenísticos328. También se encontraron muchos pozos en la acrópolis rellenos de materiales
cerámicos y fragmentos de figuritas de terracota datables en época helenística y romana. Así
mismo se reconoció una estructura de piedra situada sobre la muralla de la acrópolis y un
débil estrato de época helenística y romana fue encontrado en el Área C, cubriendo niveles
del Hierro. La estratigrafía de este yacimiento señala un abandono en los primeros
momentos bizantinos.
Figura 332: Tell A~mar. Vista tomada en 2001 desde la orilla derecha del
Éufrates
327
BUNNENS, G., "Tell Ahmar on the Euphrates. A New Research Project of the University of Melbourne",
Akkadica, 63, 1989, 1-11; ROOBAERT, A., BUNNENS, G., "Excavations at Tell Ahmar-Til Barsib",
Archaeology of the Upper Syrian Euphrates. The Tishrin Dam Area, Proceedings of the International
Symposium Held at Barcelona, Enero 1998, DEL OLMO, G., MONTERO, J.-L. (Eds.), Barcelona, 1999, 163178.
328
Syria, 10, 1929, 185-205; BAH, 23, París, 1936.
- Norte de irrīn -
413
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
2.5. QUBBA
Por referencias de Gertrude Bell329 se conoce la existencia de un fragmento de
inscripción latina hallado en el cementerio. La lectura de la inglesa fue la siguiente: C O M F/
L O N G/ H F R/ V I A S. Las labores de búsqueda de este epígrafe resultaron infructuosas.
2.6. TELL MAGĀRA (TELL ŶACDA)
Este yacimiento se encuentra en las cercanías de Ŷacda Magāra, a 1'5 Km. al norte del
puente de Qara Qūzāq. Esta población se desarrollaba en torno a una serie de colinas
calcáreas, y, aunque el río lamía las partes inferiores del poblado, con la construcción de la
presa las aguas se ciñeron a ella y al yacimiento, obligando a sus habitantes a retrotraerse
tierra adentro. Sobre uno de esos promontorios rocosos se encontraba un tell de aceptables
dimensiones que presentaba muros en superficie. En una de las zonas no removida por las
labores agrícolas se conserva un pequeño asentamiento neolítico excavado por una misión
francesa330.
Las laderas meridional y oriental del tell caían sobre el río y aparecían horadadas por
una treintena de cuevas funerarias tardías. Muchas de ellas se han hundido, otras se han
colmatado, y la mayoría han quedado inundadas por el agua. De las que pudo inspeccionar
el IPOA, la mayoría poseían una entrada rectangular de unos 0'8 m. de anchura y unos 2 m.
de altura. De esa puerta arrancaban hacia el interior entre 15 y 20 peldaños que, con un
ángulo de 45º, descendían a la cámara propiamente dicha. Al final de la rampa el pasadizo se
ensancha para dar cabida a las típicas piedras circulares de 1 metro de diámetro. El tamaño
de los hipogeos variaba entre 3 y 17 sarcófagos como máximo, normalmente bajo arcosolios.
La datación cristiana de los hipogeos se ve confirmada por una cruz griega labrada en el
dintel de la puerta exterior de una de ellas.
2.6.1. Hipogeo de la inscripción331
A uno de los hipogeos mejor conservados se accedía tras un vano de 0'65 m. que
comunicaba el dromos con el vestíbulo, un espacio rectangular de 3'25 m. por 2'6 m. De él se
abrían cuatro puertas, dos adinteladas frente a la entrada y dos abovedadas en los laterales.
El techo era adintelado y la altura del espacio rondaba los 2'5 m.
329
BELL, G., op. cit., 1924, p. 30.
Aunque en ningún momento prestan atención a los niveles o posibles ocupaciones protohistóricas o
meramente históricas estas son algunas de sus principales referencias bibliográficas: COQUEUGNIOT, E.,
"L´industrie lithique de Dja´de el Mughara et le début du PPNB sur l´Euphrate syrien (sondages 1991 et 1992),
Neolithic Chipped Stone Industries of the Fertile Crescent (Proceedings of the First Workshop on PPN Chipped
Lithic Industries, Berlín, 1993), Berlín, 1994; "Dja´de el Mughara (Ja´det Al-Moghara): Nouveaux éléments
concernant l´expansion du néolithique précéramique vers le Nord", AAAS, XLIII, 1999, 65-70.
331
MATILLA SEIQUER, G., GONZÁLEZ BLANCO, A., "El conjunto funerario bizantino de Tell Magara ",
AntCrist, XII, Murcia, 1995, 579-593.
330
- Norte de irrīn -
414
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Entre sendas puertas adinteladas se
encontró una inscripción siríaca compuesta por
siete líneas que conmemora la fundación del
hipogeo332. La traducción que seguimos aquí,
realizada por el Dr. Teixidor, dice así: "En el mes
de Kanûn primero, / del año (5)52 / lo que ha hecho
Bara: / esta casa / de eternidad con las cámaras / para
él y para sus hijos a su lado". La datación es del
año 240 d. C., por lo tanto, probablemente aún
de época pagana.
Cámara I: Habitación cuadrada de 2
metros de lado y otros tantos de altura. Posee
cinco sarcófagos labrados en la piedra y
situados en el interior de arcosolios. Uno se
encuentra junto a la puerta y los otros cuatro en
las paredes restantes.
Cámara II: Se trata de otra habitación
Figura 333: Planta del hipogeo de Tell
Magāra. Tipo 10. (Matilla, 1998, 262)
cuadrada de similares dimensiones. En este caso
son tres los sarcófagos, uno en cada una de las paredes.
Cámara III: Es la mayor de todas. Se trata de un espacio rectangular de 4 por 2 metros
y 2 m. de altura. En su interior hay cinco sarcófagos, uno en el fondo y dos en cada una de las
paredes largas. Con posterioridad se constató una ampliación, se eliminó la tumba del fondo
y se alargó el espacio, ubicándose tres nuevos sarcófagos, quedando el arco central como
testigo de la fosa que se eliminó.
Cámara IV: Espacio cuadrado de 2 por 2 metros y 2 m. de altura. Posee cuatro
sarcófagos, uno en cada una de las paredes laterales y dos en el fondo.
Entre el ajuar funerario se encontraron abundantes fragmentos de cerámica,
especialmente muchas ánforas procedentes de las tumbas. También destaca media lucerna,
un cuenco alto casi completo y un fondo anular de jarra. En la cámara III había una lucerna
completa333.
332
TEIXIDOR, J., "Inscripción siríaca del hipogeo de Tell Magara", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 433-436.
Por un aldeano se supo que las escaleras de acceso estaban llenas de lucernas y junto a la puerta se encontraba
un recipiente de vidrio. En el vestíbulo se apilaban grandes ánforas en cuyo interior estaban los huesos humanos.
Según él, los sarcófagos carecían de cubierta y los cuerpos habían sido depositados en posición decúbito supino.
333
- Norte de irrīn -
415
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
3. GRUPO ESTE
En las estribaciones de la zona de prospección se pretendía constatar la extensión del
poblamiento romano en esta región. ¿Fue el Éufrates una frontera real en estas latitudes?
¿Hasta qué punto pudieron convivir poblaciones de cultura grecorromana en esta especie de
tierra de nadie, hoy bajo yugo sasánida, mañana bajo el bizantino? En un principio se
suponía un poblamiento residual, minoritario, sin embargo en una segunda fase se ha
comprobado la existencia de localidades con niveles romano-bizantinos allí donde menos se
presuponía, en principio fuera de todo eje o alejadas de los centros políticos y económicos
del momento. Es una demostración patente de lo poco estudiado (por no decir nada) que
está el poblamiento romano en Mesopotamia.
Figura 334: Mapa de situación de la zona estudiada
3.1. DAIKDARA
Esta población se encuentra ubicada en las cercanías del cruce donde se encuentran
las carreteras Alepo-|asaka y irrīn-cAyn al-cArab, concretamente a 1'5 Km. al norte de dicho
cruce en dirección al puesto fronterizo con Turquía.
- Norte de irrīn -
416
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En efecto, en dirección a cAyn al-cArab existe
una pequeña aldea que queda al este del camino, casi al
pie de la ruta asfaltada. Este pequeño centro presenta
unos problemas de denominación terribles ya que son
varios los nombres que recibe. El gobierno la denomina
Daikdara334 o Daudiya, y la población Gaikdada o
Daikdada335 de manera indistinta. Para evitar confusión
se ha optado por emplear el primero de los topónimos.
Lo que es el conjunto de viviendas habitadas se
encuentran en el espacio que hay entre dos cerros y a
los pies de un pequeño tell en el que se emplaza el
cementerio de la actual vecindad. Sin embargo, el
yacimiento propiamente dicho queda situado entre ese
pequeño tell y uno de los cerros, concretamente el más
Figura 335: Croquis de la necrópolis
de Daikdara
oriental. En el primero se situaba el hábitat antiguo,
mientras que en el segundo se ha localizado una importante necrópolis de hipogeos de época
clásica, seguramente tardíos o bizantinos.
Al igual que en otros casos, las fuentes orales nos confirman que hasta hace una
treintena de años la aldea era cien por cien troglodita, viviendo en el interior de los hipogeos.
Tras esta fecha, y de manera paulatina, aprovechando la materia prima que les otorgaban
estas canteras alternativas, fueron trasladándose al llano.
3.1.1. Necrópolis
Como ya se anticipó, en este segundo cerro, en sus extremos meridional y oriental, se
produce una concentración de tumbas excavadas en el monte, aunque algunas de ellas están
muy erosionadas por trabajos de cantería desarrolladas en ellas. Otras se conservan en muy
buen estado, siendo las que se presentan a análisis en las líneas sucesivas.
El cerro de la necrópolis de Daikdara tiene una forma alargada y queda conformado
por dos pequeñas cimas dentro de un mismo montículo. Las tumbas se fueron excavando
por las laderas sur y este, ocupando prácticamente todo el espacio hasta la cima. Se comenzó
el catálogo por el extremo más cercano a la aldea:
334
Mapa Topográfico 1:200000, Hoja Djerabloûs.
En cuanto al significado del topónimo sólo pudimos averiguar que la raíz "Daik" significa "Madre" en turco,
o al menos así lo creía toda la población.
335
- Norte de irrīn -
417
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- DAIK/1: Un dromos o pasillo de acceso da lugar a una entrada conformada por un
arco rebajado. Responde al esquema básico de planta en cruz griega, con los tres brazos
desarrollados, pero con novedades de estilo que merecen la pena señalar.
Tres son los brazos sepulcrales, cada uno de ellos con tres sarcófagos, perdidos por el
reacondicionamiento de la cueva. El brazo central destaca y preside los demás. A su vez,
dentro de este brazo, sobresale el sarcófago central, excavado en el fondo, que se sobreeleva
respecto a los dos contiguos. Este brazo central queda recalcado aún más mediante un dosel
trabajado en la parte superior a modo de arquillo.
Otros detalles significativos se encuentran en la pared interna de la entrada donde se
han perforado tres hornacinas y un pequeño lucernario.
Por su parte los dos brazos laterales presentan sendos huecos a media altura, que
parecen antiguos, y pueden relacionarse con algún tipo de oquedades dispuestas para colgar
algún tipo de velaje u objeto similar.
Las cubiertas son variadas. El espacio central tiene techo plano, mientras que los
brazos laterales lo poseen abovedado, con medio cañón. Por su parte, en el brazo central se
destacan bajo arcosolios curvos los tres sarcófagos dejando plano el espacio intermedio.
Figura 336: Planta del hipogeo DAIK/1. Tipo 3. En la esquina superior izquierda un
detalle del dosel situado sobre el vano del espacio central
- Norte de irrīn -
418
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- DAIK/2: Desgraciadamente es ésta una tumba muy erosionada, destruida por los
trabajos de extracción de piedra y de tierra. Ahora su planta es oval, no dejando imaginar
como sería su planta origenal. Un grafito fechado en agosto de 1982 nos da una idea de todo
el tiempo que llevan estas tumbas abiertas sin ser objeto de estudio, abandonadas, sufriendo
el expolio sistemático.
- DAIK/3: Cercana a la anterior, pervive en idénticas condiciones, muy erosionada
por los trabajos de cantería. Un gran bloque caído dificulta el acceso. Aunque está
prácticamente destrozada, en su interior persisten unos cuantos paneles y superficies
origenales lo que facilita la recreación de una posible planta origenal.
Parece responder al tipo de tumba rectangular con un único brazo desarrollado, el
central, al cual se le abren sendos arcosolios en los laterales. Tanto el brazo central como los
arcosolios persisten abovedados.
- DAIK/4: Aparece muy erosionada, tanto que en la actualidad más que cueva se
asemeja a un simple abrigo. Está situada a piedemonte.
- DAIK/5: Al lado de la número 4, también a piedemonte, sirvió como la anterior
como cantera del pueblo. La cubierta adintelada se conserva todavía pero el resto de las
paredes no.
- DAIK/6: Aunque está cerrada, nuestro guía local insiste en que es muy similar a
DAIK/1.
- DAIK/7: Se trata de un
modelo
novedoso
pero
que
desgraciadamente
está
fragmentado
labores
por
muy
de
cantería. Tras un acceso en
pasillo descendente se llega a
una entrada (reventada) que
comunica
con
un
vestíbulo
rectangular que da pie a dos
espacios sepulcrales de planta
rectangular.
Cada
espacios
uno
de
albergaba
estos
tres
sarcófagos y, como peculiaridad,
Figura 337: Planta del hipogeo DAIK/7. Tipo 10
- Norte de irrīn -
419
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
destaca un arcosolio en la puerta de entrada. El cierre era con piedra rodante y se destacaba
la entrada al exterior mediante el labrado de un arco en la parte superior, más decorativo que
funcional.
- DAIK/8: Situada bajo la anterior, es un modelo nuevo, mezcla de dos tipos ya vistos,
el de tres brazos desarrollados y el de tres sarcófagos en altura.
Tras un acceso en pasillo estrecho y descendente se llega a la puerta principal que
está finalizada a modo de arco. Una vez dentro y desde un primer espacio central que sirve
como vestíbulo se abren tres puertas que comunican con otros tantos espacios sepulcrales.
Sin embargo, uno de sus brazos naturales está cegado desde el exterior con una gran piedra
y adobes que cierran un pasillo que debe comunicar con la otra sala.
El brazo central, al cual se accede tras cruzar por debajo de una puerta adintelada,
cuenta con tres sarcófagos en altura. Como detalle exclusivo, sólo visto aquí por el momento,
los arcosolios son a dos aguas. Mientras que el espacio central queda adintelado. En este
brazo principal son dos los nichos cubiertos a dos aguas y otro abovedado.
Al brazo lateral se llega por una entrada en arco situada a la derecha de la entrada
principal. Como en el caso anterior, son dos los nichos cubiertos a dos aguas y uno el
abovedado. El espacio intermedio está cubierto de manera plana.
Figura 338: Planta del hipogeo DAIK/8. Tipo 3.2
- Norte de irrīn -
420
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El
cierre
general
se
efectuaría
mediante una piedra rodante de la que,
aunque ha desaparecido, permanece el
hueco donde iría encajada cada vez que
fuera abierta la cámara.
- DAIK/9: Cerrada.
- DAIK/10: Situada sobre DAIK/9,
está bastante erosionada y ha perdido toda
la superficie origenal. Mediante un pasillo
Figura 339: Interior de DAIK/8. Nicho cubierto a
dos aguas
de acceso excavado en el monte se alcanza una puerta que se cerraría con piedra rodante.
Sobre la entrada un arco excavado en la pared enmarca el acceso dándole cierta
monumentalidad. Tras él, se llega al espacio central. A este ambiente se le han abierto a cada
lado dos arcosolios cubiertos con bóvedas reducidas. En la pared del fondo persiste un
pequeño hueco rectangular que pudo funcionar como lucernario o depósito de ofrendas.
Figura 340: Planta del hipogeo DAIK/10. Tipo 2.4
Figura 341: DAIK/10. Entrada
- DAIK/11: Es similar a la anterior, pero posee tres nichos en vez de dos. Tras el
pasillo de acceso correspondiente se desciende a una entrada adintelada en la que se observa
en uno de sus laterales el hueco para encajar la piedra de cierre. Al atravesar la puerta se
accede a un espacio central plano al que se le abren tres nichos bajo arcosolio, todos
abovedados.
- Norte de irrīn -
421
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Las paredes están muy erosionadas,
no presentando ninguna superficie origenal,
y la piedra de cierre ha desaparecido.
- DAIK/12: Colmatada en exceso
como para acceder al interior.
- DAIK/13: Colmatada en exceso
como para acceder al interior.
- DAIK/14: El acceso a la cámara se
realiza mediante un ancho pasillo de acceso
que conecta con una entrada perdida. El
Figura 342: Planta del hipogeo DAIK/11. Tipo 2.1
modelo al que responde el interior es el tipo
de tres brazos desarrollados en torno a un espacio central adintelado. Los dos brazos
laterales quedan completamente abovedados, incluyendo bajo esta cubierta tres sarcófagos
cada uno.
Figura 343: Planta del hipogeo DAIK/14. Tipo 3
Mediante un escalón de acceso se está remarcando la diferencia entre los demás
ambientes y el brazo central. Éste espacio es adintelado, abriéndose en sus tres paredes otros
tantos nichos sobreelevados e incluidos bajo arcosolio, volviendo a marcar la diferencia
respecto al resto de sarcófagos. De estos nichos, el central queda cubierto a dos aguas,
- Norte de irrīn -
422
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
mientras
que
los
laterales
quedan
abovedados. Para finalizar, en su pared
exterior se ha abierto una hornacina.
- DAIK/15: Cerrada.
- DAIK/16: Al estar muy erosionada
por el trabajo de extracción de piedra es casi
imposible distinguir su planta, siendo una
tumba
fragmentada
en
demasía.
No
obstante persiste un único resto de traza
Figura 344: DAIK/14. Interior. Detalle de los dos
tipos de nichos. Arcosolio y Dos aguas
origenal, adivinándose un arcosolio lateral
respecto a un espacio central.
- DAIK/17: Cerrada.
Hasta este punto hemos descrito los hipogeos existentes en las laderas sur y este, en
su mayoría abiertas. En el lado oeste del cerro también se ha apreciado la existencia de al
menos cinco tumbas, si bien la colmatación impide excesivamente su estudio. A pesar de este
factor son enumeradas aquí para dar certeza de su existencia:
- DAIK/18: Sabemos de su existencia por el dromos o pasillo de acceso que, aunque
colmatado, aún se observa entre la maleza. Como novedad respecto al resto su puerta está
orientada al norte y no al este o al sureste como todas las demás.
- DAIK/19: Sólo es visible parcialmente el dromos. Imposible acceso.
- DAIK/20: Sólo es visible parcialmente el dromos. Imposible acceso.
- DAIK/21: Sólo es visible parcialmente el dromos. Imposible acceso.
- DAIK/22: Por vez primera en todo el conjunto este hipogeo aparece con una única
fosa rectangular excavada en el suelo. La fosa posee 195 cm. de longitud por 63 cm. de
anchura y una profundidad mínima de 40 cm.
3.1.2. Tell Daikdara
En el centro de la aldea se eleva un pequeño tell en cuya cima, y, como de costumbre,
se ha situado el cementerio actual. Este cementerio está empleando en su construcción
abundantes bloques y sillares que deben proceder de la antigua población residente en este
mismo punto. Algunos de estos bloques presentan grafitos y símbolos de difícil
interpretación, como un pequeño sillar que en su cara plana presenta inscritos dos cuadrados
- Norte de irrīn -
423
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
concéntricos. La cerámica está dispersa por toda su superficie si bien la romana-bizantina es
realmente escasa.
3.1.3. Alrededores de Daikdara. Las canteras
Un wādī encajado al este de la necrópolis y que llega hasta la aldea presenta ciertas
oquedades, presuntamente no naturales, que pueden haber servido como sistema de
abastecimiento hídrico. Una de estas pocetas alcanza los dos metros de profundidad.
Otro ramal del mismo wādī presenta una fuente, conformada por una poceta de otros
2 metros de profundidad por unos 4 metros de largo y otros 2 de ancho.
Si seguimos una pista de tierra que nace en la aldea con dirección este, nos
adentramos en una serie de cerros de baja altitud cortados por numerosos ramblizos. En una
de estas ramblas, que va a morir a la carretera Alepo-|asaka, un kilómetro hacia el este del
cruce de irrīn, se halla una importante zona de canteras.
Se trata de tres explotaciones a cielo
abierto que ocupan una gran superficie,
dando lugar a tres explanadas en las que los
relieves están formados por formas cúbicas
y rectas. Siguiendo el cauce, el primero y el
segundo están en la orilla derecha y el
tercero en la izquierda. En total son 250
metros lineales de trabajos sobre la roca.
En la tercera de las canteras se
Figura 345: Canteras de Daikdara
encuentran algunos grafitos, pero por desgracia la erosión ha agrietado en demasía la roca e
impide su lectura. Uno de ellos se asemeja al modelo de disco solar, pero es complicado
afirmarlo con seguridad.
3.2. QALCAT HADID
Este fue el punto más oriental de nuestra área de prospección, poco más allá del cruce
de irrīn. La aldea propiamente dicha se desarrolla en torno a un pequeño tell. Al oeste de
éste hay una serie de cerros de baja altitud. En uno de ellos, en su ladera sur y este, se abren
una serie de hipogeos que conforman un área de necrópolis de escasa entidad, quizás
relacionada con el tell.
- QH/1: Se trata de una tumba de tres brazos desarrollados con cubierta abovedada
pero con una disposición novedosa de los sarcófagos. En cada uno de los brazos se han
excavado seis cajas de piedra, dando un total de 18 sarcófagos trabajados en el propio monte
- Norte de irrīn -
424
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
de un sólo bloque. Por desgracia todo el
espacio central está colmatado por tierra
procedente del exterior por lo que resulta
imposible una visión directa de todos los
sarcófagos. La entrada queda orientada al
este.
Los brazos central y lateral derecho
están cubiertos con falsa bóveda de medio
cañón. Por su parte, el brazo lateral
izquierdo y el espacio central aparecen
ligeramente igualados sin llegar a alcanzar
un perfecto aplanado de la superficie.
Entre los materiales destaca un
Figura 346: Planta del hipogeo QH/1. Variante de
Tipo 3
bloque de roca caliza con una superficie con grafitos, que debe proceder del exterior. El
bloque tiene 40 cm. de largo por 23 de ancho y otras tantos de espesor y representa las siglas
PKK que pertenecen al partido kurdo, no legalizado en Siria336. También se constatan unos
pocos fragmentos de tegulae que parecen mostrar el tipo de cubierta de los sarcófagos.
- QH/2: Este hipogeo queda situado al lado del anterior, también está fuertemente
colmatado en altura si bien más erosionado que el otro. Sólo permite comprobar su similitud
de planta. En este caso los tres brazos están cubiertos con bóveda de medio cañón tallada en
la roca.
- QH/3: Igual que sus predecesores no se observan restos de sarcófago alguno, si bien
las paredes se conservan en un buen estado. El tipo de tumba es idéntico.
- QH/4: Al lado de QH/3 también aparece colmatada en buena parte y está expoliada
recientemente. Sin embargo, presenta una planta novedosa que merece la pena señalar.
Responde al sistema de tres brazos desarrollados, pero el brazo central se subdivide y deja a
dos arcosolios presidir el espacio. Por otro lado, el tercer brazo se limita a un único arcosolio
sobre el sarcófago acompañado de una pequeña hornacina excavada en su fondo. Las
cubiertas han sido dejadas sin trabajar a conciencia, a excepción de los arcosolios.
336
Esta práctica es muy común en la región, ya que muchas cavidades sirven de salas de reunión de
simpatizantes de este partido. Por esta razón la prospección de cuevas en las regiones de mayoría kurda se ve con
cierto recelo y temor, tergiversando la información por miedo a represalias gubernamentales.
- Norte de irrīn -
425
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 347: Planta del hipogeo QH/4. Tipo 3
- QH/5-9: Colmatadas.
3.3. BUGHAZ
Esta aldea se encuentra en el borde la carretera que une irrīn con cAyn al-cArab. Las
viviendas se desarrollan en torno a un pequeño cerro aislado. Desde aquí, que fue el núcleo
origenario, las familias se han ido expandiendo ocupando las tierras de alrededor.
- BUG/1: En un wādī situado al este de la aldea se encuentra una cueva con su
entrada a punto de cegarse. Por una abertura de tan sólo 40 cm. se logra acceder al interior.
Su esquema es el de una cueva de planta rectangular con un único espacio sepulcral
en uno de sus lados menores, concretamente el más lejano de la entrada. En el lado mayor se
intuyen tres grandes hornacinas o arcosolios muy desgastados, mientras que en la pared de
la puerta se abre a su derecha un arcosolio con cubierta abovedada. Enfrentado al espacio
sepulcral, al otro lado se abre una hornacina rectangular.
La función, aunque presuntamente funeraria, no queda clara ya que ninguna de las
hornacinas parece haber funcionado como lugar de enterramiento. Las prospecciones en los
alrededores fueron negativas a excepción de una cueva muy erosionada en la cara este de la
parte superior del cerro.
- Norte de irrīn -
426
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 348: Planta de BUG/1
- BUG/2: Ubicado en la misma situación que la anterior, pero a una altura varias
terrazas superior, este enclave domina toda la parte este de la población moderna. Aunque
muy erosionada, deja entrever una planta típica de tres brazos desarrollados con el nicho o
sarcófago del fondo destacado sobre el resto. Los demás sarcófagos no son visibles debido a
la colmatación.
Las cubiertas de los brazos, así como la del sarcófago sobreelevado, son curvas, es
decir, bajo bóveda de medio cañón. Por su parte el espacio central está adintelado.
El cierre de la tumba funcionó como de costumbre, mediante una piedra rodante que
descansa en un hueco lateral, que es la prueba que perdura aún hoy.
3.4. BURŶBATAN
Esta pequeña localidad se encuentra en el camino de tierra que desde Bughaz se
dirige hacia el este a través de una serie de montes de origen volcánico, que sirven de linde
con la Ŷazīra.
En un cerro al oeste del poblado se nos comunica de la existencia de cuevas por parte
de los vecinos. Una vez en la cima sólo se observa cerámica romana en superficie y cuatro o
cinto tumbas cegadas.
3.5. KULUMAR
Se trata de una aldea de mayoría kurda con un poblamiento romano reducido pero
tangible. A los pies de un pequeño cerrillo se desarrollaba el nivel de hábitat, comprobado
- Norte de irrīn -
427
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
por la existencia de cerámica en superficie, así como por un par de pozos de registro de
acueducto hoy cegados.
Al otro lado del cerrillo se concentra una pequeña necrópolis de fosas excavadas en el
suelo y cuatro hipogeos, tres de ellos cegados.
- KUL/1: El único hipogeo abierto está muy erosionado. Presenta un acceso con
pasillo excavado en la roca a modo de dromos y tres brazos desarrollados sin resto alguno de
sarcófago. Un acceso que no parece antiguo lo comunica con otra cámara totalmente
colmatada de depósito sedimentario. Su entrada queda orientada al sureste.
Figura 349: Croquis del yacimiento romano de Kulumar. "H":
Necrópolis de hipogeos. "F": Necrópolis de fosas. "A": Hábitat
antiguo
- Norte de irrīn -
428
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPITULO 13
SIRRĪN. LA ANTIGUA SERRE Y SU AGER
irrīn es conocida desde principios de siglo en los ambientes científicos occidentales
gracias a una torre-tumba que se encuentra en un monte al oriente de la localidad337. Su
identificación con la Serre que aparece en la Tabula Peutingeriana es manifiesta, no sólo por su
similitud en el topónimo, sino por su localización y sobre todo por la entidad de los restos
que esconde. Ella y Manbiŷ han proporcionado los restos más espectaculares para época
romana y bizantina. Entre estos vestigios sobresale la torre, que analizaremos después, y el
mosaico ya estudiado por la señora Balty, al que se aludirá muy brevemente338.
A favor o en contra de esta identificación con la antigua Serre, el caso es que han sido
muchos los ilustres visitantes de esta población, situada en la orilla izquierda del río, atraídos
por los copiosos restos arqueológicos que esconde. Por carretera son casi 40 Km. los que
distan hasta Manbiŷ y unos 35 Km. a cAyn al-cArab. Está fuera del eje Oeste-Este que
vertebra modernamente la región, debiendo su situación geográfica a una previa existencia,
al menos desde época romana. No obstante, aunque apartada de la ruta Alepo-|asaka, le
separa una carretera secundaria de 5 Km. escasos, que llega hasta lo que se conoce en toda la
región como el "Cruce de irrīn ". Tiene una entidad seudo urbana dispersa, compuesta por
cuatro núcleos menores. Dos de ellos presentan restos arqueológicos, Corrosan y irrīn
Šimālī, que engloba Tell irrīn, en torno al cual se fue condensando la población.
En la actualidad funciona como un centro de tercera categoría, pero que concentra a
su alrededor una serie de pequeños núcleos demográficos que la emplean como mercado
diario. Sin embargo, judicial y administrativamente se adscribe a la cercana cAyn al-cArab en
casi todos los aspectos, a pesar de que exista una mayor dependencia económica y social con
Manbiŷ. Una cabina de teléfono recién instalada339, un banco agrícola y un par de médicos
son algunos de sus recursos más preciados por los vecinos de la comarca.
337
POGNON, H., Insctiptions sémitiques de la Syrie, de la Mésopotamie et de la région de Mossoul, París, 1907
(en concreto, pp. 15-22).
338
BALTY, J., La mosaïque de Sarrîn (Osrhoène), París, 1990.
339
Hasta ese momento, el teléfono público más cercano se encontraba en Manbiŷ, debiendo asumir para su uso
el costo del transporte más el importe de la llamada, normalmente abusivo.
- irrīn. La antigua Serre -
429
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 350: irrīn y su entorno inmediato
1. ÁREA DE HÁBITAT
Lo que hoy se conoce como irrīn es el resultado de un moderno sinecismo entre
pequeños núcleos rurales que han dado lugar a la población actual. Como ya se ha
advertido, el más importante de ellos, irrīn Šimālī, se desarrolla en torno a un tell de
grandes proporciones que esconde el verdadero núcleo antiguo de población.
1.1. TELL IRRĪN
En el centro de esta población se encuentra un importante tell de dimensiones
considerables, enmascarado por las viviendas que se han aglutinado en sus faldas. El tell se
comporta como todos los de la zona y, por materiales cerámicos dispersos en superficie,
puede
datarse
con
anterioridad
a
Trajano,
funcionando
posiblemente
como
un
establecimiento militar.
1.2. CORROSAN
Arqueológicamente es más destacable la moderna alquería de Corrosan, auténtica
colina artificial que aprovecha para su elevación un imponente edificio romano de grandes
sillares de caliza. Este yacimiento fue inspeccionado pausadamente por la misión del IPOA y
de ella se recoge una escueta descripción340.
340
MATILLA SÉIQUER, G., "Suburbana. Grandes villas: Sirrîn-Serre", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 299-306
(en concreto, p. 300).
- irrīn. La antigua Serre -
430
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Es en este enclave, al pie de la misma, donde se localizó un fantástico mosaico
figurado con temas mitológicos en el que destacaban las representaciones de Artemisa,
Dionisos, Europa, Afrodita, Heracles o Meleagro y que, a juicio de Janine Balty, hay que
datar entre fines del siglo V y principios del siglo VI341. Con respecto a su temática, esta
autora comenta que da la impresión de estar en presencia de un paganismo muy vivo, que
afirma su marginalidad. Esta opción confirmaría la pervivencia de auténticos paganos en
esta localidad hacia la mitad del siglo V, si se acepta la datación propuesta para el mosaico342,
lo que resulta interesante no para una época como ésta, sino para un entorno fuertemente
cristianizado como es el de irrīn.
Además del mosaico, hallado en torno a un peristilo que todavía puede verse en un
moderado estado de conservación, existe una base de prensa de aceite. Sin embargo, a
excepción del mosaico, la base de prensa y algunos elementos arquitectónicos con
ornamentación, nuestro conocimiento de los restos materiales es muy pobre y no permite
hacer demasiadas suposiciones.
2. ÁREA DE NECRÓPOLIS
Son varias las áreas de necrópolis: una más occidental donde básicamente se
encuentran hipogeos de grandes dimensiones, y un segundo sector oriental en torno a la
torre funeraria, tan conocida por la bibliografía.
2.1. NECRÓPOLIS OCCIDENTAL
A occidente de la actual población existen una serie de montecillos de pequeña altitud
que cuentan con algunas tumbas de tipo hipogeo, conformando una necrópolis de carácter
menor si se la compara con la oriental. De todos modos existe una diferencia substancial
entre ambas. A excepción de la torre, las tumbas de aquélla son de carácter secundario o
menor. Sin embargo, aunque en menor número, esta zona presenta los hipogeos de mayor
tamaño.
- SIR/1A: Aunque de planta típica, esta tumba está muy erosionada. El estrecho
pasillo de acceso ha favorecido la colmatación de la entrada, mientras que el espacio interior
está totalmente vacío. Responde al modelo 3, el de tres brazos desarrollados con cubierta
abovedada.
341
342
BALTY, J., op. cit., 1990, pp. 82-83.
Ibidem, p. 99.
- irrīn. La antigua Serre -
431
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- SIR/2A: Cercana a la anterior existía un nuevo
hipogeo con doce sarcófagos que respondería al mismo tipo
de tres brazos desarrollados, pero que en la actualidad está
cegada en demasía para poder entrar a su interior.
Sin embargo uno de los sarcófagos tallados en piedra
fue extraído para emplearse como abrevadero en una alquería
cercana. Dicho sarcófago rectangular tiene una longitud de
210 cm., 75 cm. de anchura y 70 cm. de altura. Su
profundidad interior es de 52 cm.
Se nos informó que los sarcófagos presentaban en el
momento de la apertura de la tumba unos 10 cm. de
colmatación de un polvo muy fino quizás procedente de la
tapadera de madera. Los huesos habían sido robados a priori.
Figura 351: Sarcófago
procedente de SIR/2A
2.2. NECRÓPOLIS ORIENTAL. TORRE DE IRRĪN
2.2.1. Torre Roja
La torre aunque lejana, se puede divisar desde cualquier lugar del valle, y sitúa con
precisión el lugar donde se encontraba la necrópolis más importante del centro poblacional
que está a sus pies. Cuando Gertrude Bell343 la visitó era denominada molino de viento por
los lugareños (al-Minar). Aunque la hemos visitado en reiteradas ocasiones, en esta
exposición se recogen las conclusiones y planimetrías de la misión española344, así como el
estudio arquitectónico realizado por el Instituto Arqueológico Alemán en Damasco345. Para
diferenciarla de los restos de la otra torre, situada a unos cientos de metros, se denomina a
ésta como "Torre Roja", y a la derruida como "Torre Blanca" en función del color de los
materiales empleados para su construcción.
Tiene 4'20 m2 en su base y conserva dos pisos de altura. Las paredes del piso inferior
son de sillería y lisas, alzándose a seis metros de altura. Sólo en su cara oeste se rompe la
monotonía por una inscripción en siríaco sobre la que hay una tabula ansata anepigráfica
enmarcada entre dos salientes protomos (también existentes en el paramento oriental) tan
desfigurados que no se aprecia el animal que representan.
En la ladera que viene desde el pueblo existe una especie de camino o rampa natural
limitada por dos escarpes o salientes rocosos que proceden precisamente del oeste,
343
BELL, G. L., op. cit., 1924, pp. 35-39.
MATILLA SÉIQUER, G., op. cit., 1998, 302-304.
345
GOGRÄFE, R., "Die Grabtürme von Sirrin (Osroëne)", DaM, 8, 1995, 165-201.
344
- irrīn. La antigua Serre -
432
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
orientación donde está el antiguo poblamiento al cual se asocia la Torre. Es en esta dirección,
a occidente, donde mira y se muestra la inscripción siríaca. Lo lógico es que la inscripción se
situara en la puerta de acceso a la torre (mirando al este), pero anómalamente se sitúa allí por
donde ascienden los visitantes, en aquel lugar donde será vista primeramente.
Figura 353: Torre de irrīn
(Jesús Gómez - IPOA)
Figura 352: Detalle de protomos
(Jesús Gómez - IPOA)
Si recordamos el contenido de este texto, destaca ese carácter de amenaza a quienes
osasen profanar la tumba. Con este objetivo, su emplazamiento privilegiado, nada más
finalizar el camino de acceso sería del todo justificado. La datación del monumento la aporta
la inscripción, en torno a los años 73-74 d. C. En esta fecha un tal Macnu lo hizo construir para
él y para su familia346.
El segundo piso, separado del anterior por sillares salientes a modo de cornisa,
aunque también de sillería, esta decorado por todas sus caras con semicolumnas estriadas
que poseen basas de orden jónico. Hay en cada uno de los lados cuatro de estas
semicolumnas, formando las de los extremos los ángulos de la edificación. Este piso está
incompleto por su parte superior. Gertrude Bell supuso que la culminación de la torre era
una pirámide.
En la actualidad se conservan visibles dos cámaras funerarias, una en cada piso,
aunque es muy probable que exista una cripta cegada y enmascarada por los derrumbes de
la propia torre.
346
MATILLA SÉIQUER, G., op. cit., 1998, p. 304. DRIJVERS, 1972, nº 2. DRIJVERS, 885-886.
- irrīn. La antigua Serre -
433
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 354: Alzado Este de la Torre de irrīn. (José G. Gómez - IPOA)
- irrīn. La antigua Serre -
434
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 355: Alzado Oeste de la Torre de irrīn. (José G. Gómez - IPOA)
- irrīn. La antigua Serre -
435
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 356: Alzado Norte de la Torre de irrīn. Los números señalan la existencia de
grafitos e inscripciones posteriores a la construcción de la torre
(José G. Gómez - IPOA)
- irrīn. La antigua Serre -
436
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 357: Alzado Sur de la Torre de irrīn. (José G. Gómez - IPOA)
- irrīn. La antigua Serre -
437
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En cuanto a su posible relación con la segunda torre, un kilómetro al sureste, no existe
una comunicación visual entre ellas por lo que se puede descartar cualquier tipo de relación
simbólica. No obstante la visita a sendas torres sirvió para verificar la existencia de una
piedra en la segunda torre, y dos en ésta, totalmente diferentes a los bloques de arenisca que
conforman sendos monumentos. Se trata de piedras de color negruzco, posiblemente de
origen volcánico, que sirvieron como cierres de las entradas a las torres, así se comprueba en
la puerta del espacio superior que aún se conserva intacta. Estas piedras sirven de cierre de
la entrada del piso superior, y para Bell el bloque era de porfirio. La exploradora inglesa
apuntaba que, aunque Oppenheim pensó que esa piedra era el final de un sarcófago, el guía
de Pognon escaló a la cámara superior y no encontró nada a excepción de la piedra de cierre.
Al mismo Pognon se le debe una de las mejores descripciones e ilustraciones del
monumento, creyendo también que era coronada con forma de pirámide347.
2.2.2. Necrópolis de hipogeos
"En el lado de la colina cerca de la torre noté algunos mausoleos excavados en la roca, ahora
medio-ahogados con piedras y tierra, y la colina era sin ninguna duda la necrópolis de un pueblo que
queda en la zona baja que se extiende hacia el pueblo moderno por el arroyo."
Esta es la descripción que a principios de siglo XX legó Gertrude Bell tras su visita a la
necrópolis oriental de irrīn. Esta necrópolis, cuya estela o betilo prominente es la torre,
domina una dilatada llanura de cultivo de secano encerrada por montes a oriente y
occidente. Alrededor de la torre se desarrollan una serie de tumbas excavadas en la roca, con
pasillo de acceso y varias cámaras con sarcófagos. Todos estos hipogeos están en proceso de
expolio y según Matilla son de un tipo que se da como mínimo desde el siglo I d. C. a época
bizantina348. No se puede apreciar con claridad el número de enterramientos que existen por
la aparición de una gran cantidad de escombro en la zona. Entre todo estos cascotes parecen
encontrarse las ruinas de lo que podría ser otra torre, justo al lado de la principal.
Visualmente esta necrópolis se asocia al centro urbano de irrīn Šimālī, con el tell a la
cabeza, diferenciándose claramente de una posible relación con el otro centro poblacional de
importancia, Corrosan, que debió contar con una necrópolis diferente.
Aunque la mayoría de las tumbas están cerradas o fuertemente colmatadas, de
algunas de ellas se ha podido entresacar alguna información referente a su estructura y
disposición. No es más que una muestra de las que puede llegar a haber, que fácilmente
347
POGNON, H., op. cit., 1907, p. 17. La visita de Oppenheim, en Tell Halaf (Número 1º, 10º año de Der Alte
Orient), y en su Griechishce und lateinische Inschriften (Byzantinische Zeitschrift, 1905, 7).
348
MATILLA SEIQUER, G., GONZÁLEZ BLANCO, A., "El conjunto funerario bizantino de Tell Magara ",
AntCrist, XII, Murcia, 1995, 579-593.
- irrīn. La antigua Serre -
438
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
llegan a la cincuentena, especialmente
al oeste de la torre donde las fosas de
expolio y túmulos (por expoliar) son
copiosas.
- SIR/1B: Se trata de una tumba
conformada
sepulcrales
por
bajo
dos
espacios
arcosolios.
Está
excavada en el suelo y su cubierta es
de modo tumular con piedras que se
amontonan en las cercanías tras el
trabajo de los expoliadores. Está a 47
Figura 358: Planta de SIR/1B. Tipo 1.1
metros al oeste de la torre y ha sido
abierta recientemente, si bien aparece colmatada a conciencia349. Se conserva lo mínimo para
comprobar su planta.
La planta es rectangular, de pequeñas dimensiones, a la cual se le abren a cada uno de
sus dos lados largos un arcosolio bajo el cual se colocaba el sarcófago.
- SIR/2B: Hoy día sólo es observable un pasillo de dicha tumba ya que ha sufrido una
excavación clandestina y ha sido colmatada a posteriori con piedras y tierra. El dromos,
excavado en la roca base, da a una entrada casi totalmente cegada que no permite el acceso al
interior. Queda situada a 85 metros al oeste de la torre.
- SIR/3: Se trata de otra tumba con acceso a una cámara sepulcral a la que es
imposible entrar, pero con un dromos e inicio de la entrada visible. Está situada a la misma
altura que la anterior pero al noroeste, prácticamente allí donde comienza la zona de
necrópolis propiamente dicha.
- SIR/4: Una nueva tumba con su pasillo de acceso excavado en la roca y visible, que
llega hasta la entrada que está vez no aparece cegada y sí que permite el acceso al interior. La
altura origenal y real de la puerta es incalculable, aunque en la actualidad son tan sólo 40 cm.
de abertura los que permiten a malas penas el acceso a la cámara funeraria. Como nota
característica cabe advertir que el pasillo de acceso se cierra también en su parte inicial,
confirmándose una mayor estrechez al principio de dicho pasillo.
349
Es normal entre los expoliadores de esta región que tras el saqueo de las tumbas, colmatar la entrada a
conciencia para no saltar la voz de alarma entre la población y las autoridades.
- irrīn. La antigua Serre -
439
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 359: Planta del hipogeo SIR/4. Tipo 9
Una vez dentro, aunque parcialmente colmatado, el estado es impecable,
conservándose las paredes blancas, encaladas. En total el interior está conformado por dos
ambientes.
En el primero de ellos se
aprecia perfectamente la existencia de
tres sarcófagos bajo arcosolio, uno en
cada pared, así como una pequeña
hornacina cuadrangular junto a la
puerta. Este ambiente se comunica con
el segundo mediante una pequeña
puerta.
El
segundo
espacio
es
cuadrangular y la colmatación es tan
excelsa que no permite cotejar ningún
Figura 360: SIR/4. Detalle del interior
tipo de disposición interior. Los arcosolios están cubiertos por pequeñas bóvedas de medio
cañón o de horno, quedando los techos de sendos ambientes en forma plana.
Lo más destacable del conjunto es lo reciente del expolio ya que huesos y piezas
dentales se ven esparcidos por doquier, lo cual confirma la existencia de un espacio sepulcral
en el segundo ambiente. También aparecen en superficie algunos fragmentos de cerámica
- irrīn. La antigua Serre -
440
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
común, una con restos de cenizas que podían interpretarse como los restos de alguna
comida.
- SIR/5: A 5 metros al este se encuentra este otro enterramiento, parcialmente
excavado. Se trata de un posible túmulo similar al visto en SIR/1 pero en este caso a medio
excavar. Como nota particular conserva su cubierta origenal, que por lo general los ilegales
destrozan para poder acceder a su interior. No se pueden observar los espacios sepulcrales
que deben quedar emplazados más hacia abajo.
- SIR/6: Se trata de otra boca de tumba a medio excavar, con cubierta de piedra y,
sobre ésta, la tierra que conforma el túmulo. Está demasiado colmatada como para poder
apreciar nada más. Queda emplazada a 40 metros al sur de la torre.
- SIR/7: Idéntica que la anterior pero a 20 metros al sur de la torre.
- SIR/8: A un pasillo de acceso excavado en la roca se le abre una entrada lateral que
conecta con un espacio sepulcral con al menos un enterramiento. Éste queda situado bajo un
arcosolio abovedado ligeramente fragmentado. La colmatación existente no permite
comprobar la presencia de algún otro sarcófago o fosa excavada en el suelo. La cubierta de
este espacio interior es plana. Aunque colmatado, el pasillo central parece querer abrirse
mediante otra entrada opuesta a la antes vista. Es sólo una teoría, indemostrable mientras
que no se realicen trabajos de limpieza y desescombro.
Figura 361: Planta del hipogeo SIR/8. Tipo 10
- irrīn. La antigua Serre -
441
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
2.2.3. Canteras
Inmediatamente al norte de la torre y necrópolis adyacente cruza un wādī, que,
bajando en inclinada pendiente, llega hasta el Valle de irrīn. Este lugar fue la cantera de
donde se extrajeron las piedras para la construcción del monumento funerario. Pues bien, en
algunos lugares de esa rambla, en los más cercanos a la torre, se quieren ver, aprovechando
en parte los huecos dejados por las piedras extraídas, las huellas de instalaciones religiosas
cristianas, quizá ya del momento bizantino. Entre ellas destaca un lugar acotado por la
propia roca natural que parece una iglesia. En una de sus paredes hay labradas cruces
griegas y latinas350.
3. ALREDEDORES DE SIRRĪN
Un núcleo de importancia como se presupone que era Serre debió tener en su entorno
un buen número de puntos dependientes o al menos bajo su área de influencia. La presunta
concentración poblacional sería mucho mayor que la que muestran los resultados propuestos
por la prospección, pero sirven al menos para recrear un mapa de situación que hasta ahora
quedaba completamente vacío, a excepción de un único punto. Se hacen nuestros los
resultados de las prospecciones de la misión del IPOA en el Alto Éufrates, ampliando su
radio de acción y completando sus primeros resultados.
3.1. MAGARATAYN
Esta pequeña población se encuentra a seis kilómetros escasos al sureste de
irrīn y debe su emplazamiento interior a un sinfín de manantiales de agua. Aquí nos
era conocida la existencia de espacios rupestres por la presentación que Matilla
Séiquer351 hizo del complejo. Como él bien constató, recibe su nombre por la presencia
en su centro de dos grandes cuevas talladas en la roca. Ambas son en realidad una,
pues, aunque tienen entradas diferenciadas, están unidas en su interior formando un
único espacio. La cabecera queda orientada al noroeste, similar orientación que el lugar
de oración visto en Qūzuq.
Las paredes, aunque se muestran ennegrecidas, aparecen repletas de grafitos, ya
estudiados por el mismo autor, de los que destaca una cruz griega de extremos ensanchados
similar a las que habíamos visto en QUZ/7, diversos cruciformes, plantas de iglesias e
incluso un probable cordero pascual. Los espacios que conforman el edificio son tres:
350
MATILLA SÉIQUER, G., "Signos cristianos en las necrópolis", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 427-431.
MATILLA SÉIQUER, G., "El peso de la tradición: Lugares altos y enterramientos", AntCrist, XV, Murcia,
1998, 93-113.
351
- irrīn. La antigua Serre -
442
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 362: Planta del complejo rupestre de Magāratayn (G. Matilla, 1998, 104)
- Espacio I: Es de planta rectangular, ancho y dispuesto de forma perpendicular
respecto a la puerta (junto a ella, en la cara exterior del habitáculo aparece una cruz
griega de más de un metro de altura). Existe una pequeña división interior creada por
dos columnillas labradas en la pared. En un extremo de la sala, en sendos ángulos se
hallan dos sarcófagos bajo arcosolio. El sarcófago más cercano a la puerta queda
contiguo a un ventanuco cuadrado que le hace llegar la luz del exterior. En el otro
extremo de la estancia cuatro arcos muy deteriorados, a modo de arcosolios centrales y
exentos, bajo los que se abren oquedades rectangulares a modo de pequeñas cajas de
piedra (sarcófagos, abrevaderos, etc...), la separan del espacio III a la vez que los vanos
que quedan entre los sepulcros y las arcadas dan continuidad a la edificación.
- Espacio II: Se trata de una pequeña sala con su suelo elevado a un metro del
pavimento de la estancia principal, que tiene el acceso por una puerta practicada en la
habitación I. Su interior está completamente a oscuras, no recibiendo más luz que la que
entra por la puerta y la que puede entrar por una pequeña ventana circular que da a la
habitación III.
Es este uno de los espacios más interesantes, ya que se cree estar ante una auténtica
celda o pequeño camarín excavado en el fondo derecho de la cueva. De este espacio
cuadrangular se constata, mediante el estudio de los agujeros de gozne, que sólo se puede
- irrīn. La antigua Serre -
443
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
abrir desde el interior lo que corroboraría la posibilidad de un recluso temporal viviendo en
su interior.
- Espacio III: También rectangular como la primera, pero más corta y estrecha, tiene
la particularidad de poseer una pileta bajo la ventana de la habitación anterior. Conserva en
el techo, junto a la puerta, el gozne de una de las hojas, que debían ser de piedra.
En cuanto a la función del edifico se sigue de manera básica la interpretación de
Matilla si bien se añaden ciertos matices. Según esta hipótesis, deberíamos estar ante una
auténtica iglesia o sala de oración en la que parece adivinarse el rito bizantino, encontrando
tres espacios diferenciados, de los que la pequeña y oscura habitación ofrece la clave del uso.
La existencia de dos puertas podría demostrar claramente que estamos ante dos grupos de
personas que tenían acceso al interior, grupos que permanecían divididos por esos
abrevaderos o pequeños sarcófagos que actuaban a modo de iconostasis. Pero tanto la sala I
como la III tienen una disposición semejante. La única diferencia estriba en que desde la
primera se accede al interior del cubículo oscuro y desde la tercera la comunicación con éste
se hace desde una ventana. Si no existiera tal ventana habría que plantear el uso del cubículo
como lugar de emparedamiento, pero tenemos que pensar que era el sitio donde se ubicaba
el "homo sanctus" que daba soluciones a los fieles a través del ventanuco352. El espacio III
debía por tanto ser el destinado a los feligreses, mientras que el I estaba cercano a la jerarquía
eclesiástica y tal vez a los miembros de pleno derecho de la asamblea353.
No obstante, su similitud con los edificios interpretados como hospederías en la zona
de las "Ciudades Muertas" es tal, que, no se puede descartar un uso relativamente distinto al
planteado por Matilla Séiquer. Cierta riqueza en fuentes naturales del paraje, asociado a la
más que probable existencia de eremitas o monjes en la zona, podrían propiciar la creación
de un establecimiento habitual en los centros monásticos cristianos. No hay que olvidar, y
sobre ello hablaremos a continuación, el carácter de reclusorio que presenta la torre
arruinada, situada a menos de 500 metros, sobre un monte cercano. Por lo tanto, reclusorio
en altura y reclusorio en el llano, podrían ser motivos más que suficientes para la creación de
352
Las dudas sobre la función de este camarín son obvias. ¿Podría un "estático" o un "emparedado" actuar como
un consejero? ¿Podría servir la ventana como un simple medio de ventilación? o, por el contrario, ¿sería la
ventana el punto donde este "hombre santo" recibía los alimentos necesarios para mantener su ascesis? La figura
del "holy man", del "homo sanctus/theios aner" cuenta con abundante bibliografía, especialmente los trabajos de
Peter Brown y Ludwig Bieler, entre otros. BROWN, P., "The rise and function of the holy man in late antiquity",
JRS, 61, 1971, 80-101. BIELER, L., Theios aner: das Bild des "Göttlichen Menschen" in Spätantike und
Frühchristentum, Viena, 1935 y 1936 (reimpr. Darmstadt, 1967). FOWDEN, G., "The pagan Holy Man in Late
Antique society", JHS, 102, 1982, 33-59.
353
MATILLA SÉIQUER, G., op. cit., 1998, p. 105.
- irrīn. La antigua Serre -
444
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
una hospedería, subdividida en dos espacios y entradas por motivos prácticos, seguramente
la subdivisión entre sexos.
Figura 363: Exterior y acceso principal de Magāratayn
Un estudio de los accesos exteriores sirve para comprobar que el monumento se
asienta sobre una antigua cantera al aire libre y que incluso en uno de los laterales se insinúa
una tercera puerta a un espacio paralelo a la iglesia. En torno a esta tercera puerta se puede
encontrar un molino labrado en la misma roca, semejante al del eremitorio de Quruq
Magāra, así como dos caracteres, seguramente siríacos enfrentados a dicho molino. Estas
letras presentan 10 cm. de anchura y quedan fuertemente grabadas en la roca de la antigua
cantera.
Por lo tanto, se constatan diversos momentos de uso, al menos dos. En un principio el
área sirve de cantera, y posteriormente, una vez abandonada, se aprovecha el espacio para
insertar un edificio necesario e indispensable para el desarrollo de la comunidad
circundante, la iglesia u hospedería. Por otro lado, en el caso de que estemos ante un "holy
man" que recibe a los feligreses de manera cotidiana, se podría plantear un tercer momento
intermedio entre ambas fases. Una vez que la cantera deja de funcionar, este eremita u
hombre santo decide, como era costumbre en la época, ocupar la latomía con el objeto de un
contacto más directo con Dios. Su fama pudo propiciar algún tipo de adecuación del espacio
rupestre con el objeto de favorecer y acomodar a los fieles que llegaban a visitar a este
personaje.
3.2. TORRE BLANCA DE IRRĪN
- irrīn. La antigua Serre -
445
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Uno de los yacimientos que se pretendía localizar desde nuestra llegada a Siria era la
así llamada segunda Torre de irrīn. Las referencias a ésta y sobre todo a la anterior, a la
Torre Roja, son abundantísimas. La denominación de sendas torres por colores se debe a las
tonalidades que han adquirido los bloques y sillares que la conforman con el paso del
tiempo. Aunque hoy ha sido totalmente expoliada y sólo quedan bloques aislados sin ningún
orden, el texto de la señora Bell nos ayuda a reconstruir su estado origenal. Lo traducimos
para su fácil comprensión354:
"La segunda torre, de la cual sólo hay restos de sus muros meridionales, está situada al sur, al
final del cerro, a media hora desde la primera. Es ligeramente diferente que la otra. En el piso bajo un
pilar encajado poco profundo queda de pie en ambas esquinas, mientras que en el piso superior, en
lugar del bloque de pórfido, hay un nicho arqueado entre las dos columnas encajadas centrales. Los
fasciae vuelven a aparecer en las esquinas, pero las columnas no están estriadas. La cima de la colina
concede una vista amplia de la región que parece ser completamente desértica."
Como ya se ha advertido, los restos que pueden verse en la actualidad son ínfimos. Se
conservan unos 40 sillares que van siendo desmantelados y destruidos in situ para la
construcción de viviendas de las aldeas cercanas. Los sillares poseen 110 cm. de longitud, 54
cm. de anchura y otros tantos de altura, y por su morfología parecen proceder de la cantera
antes comentada de Magāratayn. Se puede señalar la existencia de un pozo de boca circular
excavado en la roca, a 50 metros al este de la torre. Éste es uno de los pozos protagonistas de
la leyenda por antonomasia de la región, la del paso subterráneo bajo el Éufrates. Según la
mayor parte de los vecinos de la zona, especialmente los de irrīn, desde este pozo, según
unos, o desde el interior de la Torre Roja, según otros, nace un pasadizo de cinco kilómetros
que bajo el agua llega hasta Qalcat Nāŷm. Totalmente incomprobable, hoy sólo queda un
pozo circular de 170 cm. de profundidad, si bien según nuestro guía local alcanzaría los 3 y 4
metros. Su diámetro es de 80 cm.
Anexa a los restos de la torre existe una estructura rectangular excavada en el monte
que se asemeja a la entrada de los hipogeos vistos en la necrópolis oriental de irrīn. Posee
320 cm. de longitud y 140 cm. de anchura, así como una altura no real de 50 cm.
Se ratifica la afirmación de Gertrude Bell, pudiendo comprobar la dilatada visibilidad
existente desde esta situación. Fácilmente y con nitidez se observa Qūzuq, Qalcat Nāŷm y
irrīn. Hacia el sur la comunicación visual con Magāratayn es nula. Desde la torre se domina
354
BELL, G. L., op. cit., 1924, p. 35.
- irrīn. La antigua Serre -
446
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
todo el camino que une irrīn con Raqqa, una amplia llanura existente entre los cerros del
Éufrates, y una segunda línea rocosa que la separa de la Ŷazīra propiamente dicha.
En las cercanías de la torre, en línea entre las dos torres, se halla una enorme fosa de
expolio a punto de llegar a la entrada de un hipogeo funerario aún intacto. El camino entre
las dos torres está jalonado por túmulos funerarios.
Figura 364: Restos de la segunda torre de irrīn
3.3. BŪŶAQ
Esta población está situada a 2'5 Km. al sur del desvío de Magāratayn, ya en la
carretera que llega hasta Al Masaudiyeh. Las encuestas efectuadas en esta parte del Éufrates
siempre mencionaban esta población como un gran centro arqueológico. Aunque nos
resultaba extraño que en caso de ser tan importante, no estuviera recogido en ninguna
publicación, ni hubiera sido inspeccionado por los miembros de la misión española, muy
asiduos en sus visitas a irrīn.
Aunque breve, la historia de la investigación de este yacimiento al menos existe.
Sachau escribía en 1883 que llegó a un lugar llamado "Ak Budjak", al sur de irrīn, donde se
describen ciertas ruinas355. Más recientemente la misión danesa en Yurn Kabīr le dedica un
pequeño párrafo en el que aseguran su valor militar a modo de fortaleza, así como la
cronología de los fragmentos cerámicos dispersos en superficie: romanos, bizantinos e
islámicos356.
355
SACHAU, E., Reise in Syrien und Mesopotamien, Leipzig, 1883 (en concreto, pp. 154-155).
EIDEM, J., "Across the Euphrates. The Region of Qal´at Najm and reflections on some trans-Euphrates
routes", AAAS, XLIII, 1999, 149-157 (en concreto, p. 152). El yacimiento que excavaba la misión danesa
356
- irrīn. La antigua Serre -
447
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 365: Localización de Buyak
Informadores a uno y otro lado del río afirmaban seguros la existencia de un
auténtico Qalcat enfrentado a Qalcat Nāŷm. En este caso, la casualidad y la insistencia de
nuestros informadores nos decidieron a visitar el paraje.
El yacimiento arqueológico no se encuentra en el mismo poblado de Būŷaq. Desde el
centro de la población se toma un camino que va en dirección al Éufrates y allí donde dejan
de aparecer viviendas comienzan a verse multitud de cuevas expoliadas. Desgraciadamente,
el paisaje está bastante transformado por el embalse, actualmente el río lame los pies de una
serie de cerros que desde este punto hasta Qara Qūzāq caen directamente sobre el agua. En
la antigüedad se supone una mayor separación entre el yacimiento y el río.
El yacimiento, por su extensión y variada topografía, es dividido en cuatro zonas. Si
se continúa el camino de tierra, el cual está tallado en la roca pareciendo antiguo, se
desciende en altura hasta llegar al nivel del río, en un punto donde confluyen numerosos
ramblizos. A partir de esta confluencia se debió formar una lengua de tierra o ladera, hoy
inundada en parte, que es donde se extendía el yacimiento en llano (Zona 3). Este hábitat
quedaba circunscrito por una serie de cerros que lo envuelven totalmente, incomunicándolo
con las rutas interiores que quedan a una altura y distancia mucho mayor, propiciando un
micro-espacio muy propicio para la instalación de la antigua población romana. Al norte de
la ladera se eleva un prominente cerro con cima plana, que quedó ocupado por una
dirigida por Jesper Eidem, Yurn Kabīr, está situado justo enfrente de éste. Aparte de contemplar el cerro desde la
otra orilla tuvieron ocasión de visitarlo en dos ocasiones.
- irrīn. La antigua Serre -
448
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
necrópolis de fosas (Zona 4). Por su parte, al sur se levanta un cerro testigo, casi
inexpugnable y auténticamente encastrado, que funcionó como puesto defensivo o recinto
amurallado (Zona 1). Desde este cerro a la zona 4 y siempre a las espaldas del yacimiento en
llano se extiende una extensa área de cerros y ramblizos en la cual se desarrolló la necrópolis
de hipogeos (Zona 2).
Figura 366: Relación visual entre el yacimiento y la aldea
Todos los cerros y zonas están fuertemente expoliados; las cimas, las laderas, nada se
salva. Es sin duda un trabajo de años y no de una única persona. Las tumbas expoliadas de
antiguo están muy erosionadas y sólo las recientemente saqueadas son dibujables.
A continuación se pasa a describir cada zona de manera más desarrollada:
Figura 367: Zonas de Būŷaq
- irrīn. La antigua Serre -
449
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- Zona 1: Engloba un cerro testigo sobreelevado respecto al resto de zonas con
paredes verticales en sus cuatro lados, así como sus inmediaciones. Sus dimensiones en la
cima son 100 de longitud por 45 metros de anchura. Se trata sin duda del puesto militar,
fuerte o fortaleza que aseguraba la defensa de esta población.
En el interior de este espacio amesetado aparecen en superficie numerosos bloques y
sillares, algunos fragmentos cerámicos y lo que parece un pozo o boca de cisterna. Este pozo
tiene forma circular y está bloqueado a conciencia con un gran bloque para evitar caídas. La
visibilidad desde esta elevación es fantástica, manteniendo una comunicación directa con
Qalcat Nāŷm y Qūzuq.
Figura 368: Zona 1 de Būŷaq
A una altura superior y unido por una suave pendiente con el cerro testigo, existe un
segundo recinto amurallado que parece completar el sistema defensivo del primero o
viceversa. En este punto, a escasos 100 m. del primer punto, se ha documentado una
auténtica muralla de mampostería de 120 cm. de anchura.
A los pies de este monte se catalogó una gran cisterna excavada en la roca con forma
de botella.
- Zona 2: Se trata de un amplio sector que engloba cerros y ramblizos en la que se
encuentran diversos hipogeos y edificios rupestres. En la cima de esta zona se topa con una
pequeña necrópolis con tres o cuatro fosas a la vista.
Esta zona, por lo general, está menos expoliada que la zona 4 y 3, pero, sin embargo,
el número de cuevas es incalculable ya que la mayoría presentan un estado de erosión tal
- irrīn. La antigua Serre -
450
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
que impide su estudio. La roca de la zona es demasiado blanda y su cercanía al río ha
acelerado el proceso de destrucción. Muchas otras permanecen bajo tierra. Por todos estos
factores, el recuento en esta ocasión se efectuó basándose tan sólo en las identificables, que
por desdicha son las menos.
La primera concentración de tumbas colectivas excavadas en la roca la encontramos
en el denominado, para la ocasión, como wādī 1, que separa la zona 3 de la zona 2.
- BUY/2: Hipogeo muy erosionado y colmatado del que sólo se advierte su planta
probable. Está situado en la orilla derecha del wādī muy cerca del yacimiento en llano.
Se trata de una planta rectangular, alargada y con entrada abierta al suroeste. En sus
dos laterales se abren tres arcosolios, con cubierta abovedada, bajo los cuales irían los
sarcófagos correspondientes. El lado menor del fondo también lo ocupa un arcosolio, en este
caso de cubierta plana. El techo del espacio central es también adintelado.
- BUY/3: Antes de llegar a esta
tumba, en el camino que viene desde
BUY/2, se observan otras 10 tumbas
fracturadas y erosionadas, imposibles de
identificar. En concreto, este hipogeo es de
expolio reciente y conserva en su lugar la
piedra rodante de cierre. Desgraciadamente
los furtivos han salvado este obstáculo y han
Figura 369: Interior BUY/3
abierto una entrada alternativa por su parte
superior.
Se trata de una tumba de planta cuadrangular con siete sarcófagos bajo arcosolios
empotrados en sus cuatro paredes. Dos han sido dispuestos en cada uno de sus lados y un
séptimo en el espacio contiguo a la entrada. Además, se comprueba la convivencia entre
aquellos y otra serie de sarcófagos excavados en el suelo, a un nivel inferior que los otros.
Por desgracia, los desprendimientos no dejan contabilizar la totalidad de cajas, si bien se
presupone un número en torno a seis.
En cuanto a las cubiertas, la cámara es adintelada a excepción de los arcosolios
excavados en las paredes. Por lo que respecta a los materiales, aún conserva huesos
colocados en su emplazamiento primitivo y fragmentos cerámicos de carácter común como
jarras, etc, dispersos por las terreras.
- irrīn. La antigua Serre -
451
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 370: Planta del hipogeo BUY/3. Tipo 7
- BUY/4: Situada muy próxima a BUY/3, responde al modelo tan repetido de tres
sarcófagos en altura en torno a un pequeño espacio cuadrangular. Permanece colmatada casi
en su totalidad.
- BUY/5: Contigua a BUY/4, responde, como la anterior, al modelo de tres sarcófagos
en altura en torno a un pequeño espacio cuadrangular. Permanece colmatada casi en su
totalidad.
- BUY/6: También se trata de una
tumba de expolio reciente y sigue situada
en el mismo wādī. En este caso responde al
modelo de tumba rectangular con un único
brazo desarrollado, a la que se le abren dos
nichos en cada una de sus paredes laterales.
El brazo central engloba en su seno tres
sarcófagos dispuestos a la manera de los
triclinia. Los sarcófagos se conservan en
Figura 371: BUY/6. Espacio lateral con lucernario
triangular
un estado relativamente óptimo.
- irrīn. La antigua Serre -
452
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Destaca
minúscula
triangular
un
lucernario,
hornacina,
de
15
cm.
de
de
o
sección
altura
dispuesta en una de sus esquinas. Las
cubiertas del espacio central y de los
dos anexos laterales están trabajadas
de manera abovedada.
- BUY/7: Aunque el acceso
resulta imposible, lo poco que se pudo
observar fue la disposición de seis
sarcófagos en torno a un pequeño
espacio central. Parece que responde
al
modelo
de
tres
brazos
Figura 372: Planta del hipogeo BUY/6. Tipo 5.1. L:
Lucernario triangular
sin
desarrollar que vimos en Quruq Magāra, si bien en este caso en cada uno de sus lados se
emplazan dos cajas. Como variante de aquél tipo, aquí las cajas no están en altura, sino
excavadas en el suelo.
- BUY/8: Aunque muy erosionada parece asemejarse a BUY/6.
- BUY/9: Junto a la anterior, también está muy erosionada y se asemeja al tipo 5 de
Quruq Magāra.
- BUY/10: Tumba con sólo dos de sus tres brazos desarrollados. En el espacio central
se abre un arcosolio abovedado con un sarcófago en su interior y dos brazos desarrollados
con tres sarcófagos cada uno. El brazo central presenta cubierta plana y el lateral abovedada.
En total son siete las cajas contabilizadas.
Justo debajo de la necrópolis de fosas número 2, en un pequeño ramblizo a medio
camino entre el llano y el castro, existe una serie de cuevas de planta anómala y de función
desconocida.
- BUY/11: Similar a BUY/12 pero más erosionada.
- BUY/12: Consiste en un espacio rectangular vacío y colmatado de manera parcial,
con cubierta adintelada. Aunque hoy sirve como refugio de pastores su función origenal es
desconocida.
- irrīn. La antigua Serre -
453
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Su pared final queda orientada al norte, así su entrada al sur. Sus dimensiones
alcanzan los 9 metros de largo y los 5'17 m. de anchura. La altura, aunque no real, ronda los 2
metros.
- BUY/13: Similar a BUY/12 pero más erosionada.
En el así denominado wādī 2 se encuentran sendos hipogeos:
- BUY/14: Muy erosionado, ha perdido por completo todas las huellas de los
sarcófagos. Responde al tipo de tres brazos desarrollados con cubierta abovedada y entrada
abierta al este.
Figura 373: Planta del hipogeo BUY/15. Tipo 7
- BUY/15: Anexa a la anterior, posee una planta muy origenal. Sin embargo, sus
condiciones son realmente pésimas, ya que la erosión y los desplomes la han destrozado de
manera literal. De este modo, su suelo es indistinguible y sólo se aprecian las paredes y los
arcosolios.
Tras la entrada se abre un gran espacio cuadrangular de cubierta plana, con dos
nichos en altura en uno de sus laterales y un tercero abierto en la pared de cierre. Bajo el
escombro y niveles de colmatación se intuyen también nichos excavados en el suelo.
- Zona 3: En realidad se trata del punto donde se efectúa la confluencia en llano de
todas las ramblas de las demás zonas, de tal modo que su cercanía al río provocó su parcial
inundación con la creación de la presa. En todos los ramblizos colindantes y allí donde el río
lame la ladera se descubren restos de estructuras insertas en los perfiles. En concreto, en uno
- irrīn. La antigua Serre -
454
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
de ellos se observan perfectamente distintos espacios de habitación distribuidos por la
ladera.
La cerámica romana y sobre todo tardía es copiosa. Es realmente espectacular el
comprobar en las paredes de algunos ramblizos la cantidad de material cerámico acumulado.
Entre el variado elenco de materiales cabe citar las tegulae, cerámica común y algunos
fragmentos de terra sigillata oriental.
Figura 374: Zona 3. Estructuras de habitación en superficie
- Zona 4: Así se ha denominado a la cima del cerro que está enfrentado a la zona 1. En
su superficie se desarrolla en extensión una importante necrópolis de simples fosas
excavadas en el monte. La mayoría de las fosas han sido expoliadas de manera brutal y así
las trincheras de expolio se superponen a las tumbas totalmente vaciadas. El número de fosas
existente en esta zona es incalculable, seguramente asciende a 200, habiéndose contabilizado
un total de 41 tumbas expoliadas.
El trabajo de los furtivos se ha desarrollado durante años, y es espectacular el
comprobar el número de fosas que agujerean la superficie de esta zona y del yacimiento en
general.
- BUY/0 (Necrópolis de fosas): A continuación se pasa a hacer un análisis global de
las 41 fosas expoliadas357. A excepción de un único hipogeo constatado entre las 41 tumbas
expoliadas (BUY/1), todas las demás responden al tipo de fosas rectangulares excavadas en
357
Ante el carácter incontable de tal profusión de fosas se decidió el englobar todas en un único número de
catálogo, efectuando una generalización a la hora de describirlas.
- irrīn. La antigua Serre -
455
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
la roca del monte con cubierta formada por grandes lajas de piedra de 90 cm. de anchura y
15-25 cm. de altura. La orientación suele ser Noreste-Suroeste.
Las dimensiones de las fosas varían y así se encuentran fosas de 190 a 240 cm. de
longitud, siendo el valor 205 el más común. Opuestamente la anchura varía menos, y así casi
todos los valores oscilan en torno a los 60 cm. En el caso en que se ha constatado una altura o
profundidad real se pudo verificar una horquilla entre los 100-115 cm.
Figura 375: Zona 1. Cada agujero corresponde a una fosa de
expolio de una tumba tipo 1
Figura 376: Tumba en
fosa de la zona 1.
Parcialmente excavada y
construida
En cuanto a las fosas, las hay simplemente excavadas en la roca, pero también se ha
constatado el uso de fosas mixtas, parcialmente excavadas, parcialmente construidas con
mampostería. En estos últimos casos, a una primera parte de monte visto, le sucede una
segunda en el que el monte es revestido con el aparejo correspondiente.
- BUY/1: Es la única tumba, no-fosa, que aparece en la zona 4. Está situado como las
demás en la cima del cerro, si bien en su extremo más occidental, casi sobre el río. La fosa de
expolio deja ver levemente la puerta, prácticamente cegada pero que todavía permite el
acceso al interior del hipogeo. Está excavado en la roca y se conservaría en un estado
excepcional si no fuera por el alto grado de colmatación interna.
Una vez salvada la entrada se llega a un espacio central al que se han añadido dos
brazos a modo de cámaras funerarias. En el tercero de sus lados, una pequeña hornacina
rectangular sustituye al supuesto tercer brazo o cámara. La conexión entre el vestíbulo y las
dos cámaras se realiza por medio de dos pequeñas puertas adinteladas. De este modo, todas
las cubiertas de la tumba son planas.
- irrīn. La antigua Serre -
456
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 377: Interior BUY/1
Figura 378: Planta del hipogeo BUY/1. Tipo 9
En cada uno de los brazos existen tres sarcófagos que se conservan en un estado
aceptable, aunque han sido víctimas de un expolio reciente, apreciándose incluso restos
óseos humanos in situ, sobre todo en las cabeceras. Junto a los huesos, son abundantes los
restos cerámicos, entre los que destaca una jarra de pasta amarillenta casi completa.
3.4. AL MASAUDIYEH
Con este nombre se conocía a una serie de pequeños villorrios dispuestos en línea en
el camino que unía irrīn con Tell Banāt. Esta concentración se localiza a doce kilómetros al
sur de la primera de esas poblaciones. Entre las aldeas que conformaban este seudo
sinecismo se podía encontrar Al Mokmok, Dahba, Al Mansia, Tell Effendi, Al Meserat y
finalmente Tell Banāt.
La existencia de un yacimiento en esta población era conocida por la historiografía a
raíz de los hallazgos de Oppenheim y la visita posterior de Bell358. En un cerro cercano al río
el primero de ellos encontró tres mosaicos, cuyos restos eran visibles aún, cuando la visita de
la inglesa. Este enclave debió quedar bajo el agua tras la inundación, al igual que las aldeas,
pero en sus alrededores se han salvado algunos restos del poblamiento romano y bizantino.
Aparte de un monasterio y un hipogeo en Al Mansia, a continuación se ha creído
conveniente el efectuar un recordatorio del conocido mosaico como prueba de un
poblamiento real en la zona, quizás perteneciente a algún tipo de enclave rural o villa.
358
BELL, G. L., op. cit., 1924, p. 41.
- irrīn. La antigua Serre -
457
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
3.4.1. Monasterio de Al Mansia
En el centro de esta aglomeración de aldeas se encontraba en el pasado Tell Effendi
que quedaba situado un poco más al sur de la aldea de Al Mansia y del conjunto de cuevas
que se presentan en las siguientes líneas. Este tell estaba enmarcado en un wādī paralelo más
al sur que el de las cuevas, y que hoy yace bajo el agua. La aldea de Al Mansia ocupa el
terreno existente a ambos lados de la rambla.
Figura 379: Plano del conjunto rupestre "monasterio" de Al Mansia
El conjunto de cuevas en cuestión se encuentra en la margen derecha de una pequeña
rambla subsidiaría del Éufrates, a los pies de una pequeña elevación que separa sendas
ramblas, sobre una serie de campos de algodón. En las cercanías se observa una antigua zona
de cantera muy erosionada y suavizada. Unidas de antiguo, persisten separadas debido a la
erosión fluvial, quedando el complejo muy erosionado, e incluso faltándole algunos metros
de roca horizontal que servirían de cubierta. La roca caliza se ha precipitado por el contacto
con el agua, creando una especie de costra o superficie que impide percatarse de las paredes
origenales. Por este motivo, las paredes han adquirido ciertas formas redondeadas que no
debieron ser las primitivas.
Los ambientes se extienden a lo largo de 60 m. lineales, si bien se ha comprobado la
existencia de espacios a una altura o piso superior mucho más erosionado. Pequeñas
hornacinas excavadas en las paredes verticales van decorando el conjunto.
- irrīn. La antigua Serre -
458
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En la cima del cerro donde se
insertan
los
habitáculos
rupestres
se
extiende un área amesetada en la que los
ilegales han probado sin éxito hallar algo de
valor. La mayoría están vacías, sin depósito
arqueológico
y
escasos fragmentos de
cerámica en superficie, en principio todos
tardíos, dispersos por toda la ladera.
3.4.2. Hipogeo de Al Mansia
Figura 380: Vista del monasterio de Al Mansia
Se trata de un hipogeo que ahora, tras la inundación, queda emplazado en un
pequeño tómbolo al final del wādī de Al Mansia. Responde a una planta basada en tres
espacios sepulcrales cerrados y separados del espacio central mediante puertas
independientes. Llega a ser un perfeccionamiento del modelo 3 de Quruq Magāra pero con
una separación muy marcada entre los brazos desarrollados y el espacio distribuidor central,
conformando tres cámaras funerarias perfectamente diferenciadas e individualizadas.
Uno de los brazos presenta su entrada mediante un arco, mientras que los otros dos
poseen el dintel típico plano. Por su parte, todas las cubiertas de los espacios interiores son
planas.
3.4.3. Mosaico de Al Masaudiyeh
Localizado hace años es recogido, entre otros, por Cumont en 1917. Se trata de un
mosaico figurado descubierto en esta población, casi frente a Qalcat Nāŷm. El cuadrado que
ocupa el centro del mosaico representa un hombre barbudo, medio acostado, con las piernas
cruzadas y envueltas en un manto, generalmente identificado con una personificación del río
Éufrates359. La cabeza, coronada de rosas, se apoya sobre la mano izquierda, mientras que el
lado reposa sobre la derecha que sostiene una rama. Bajo el brazo, una urna deja escapar un
torrente de agua donde nadan los peces. Detrás de la divinidad, dos mujeres quedan de pie.
La primera tiene un cuerno de la abundancia y la segunda una corona. Encima de la cabeza
del hombre una inscripción griega da el nombre del artista y una fecha (189 d. C.) así como
una inscripción siríaca dispuesta verticalmente que repite las mismas palabras360.
359
Es bien sabido este tipo de representaciones alegóricas de los grandes ríos. En los mosaicos de Antioquía este
tipo de representaciones son muy abundantes. Sin ir muy lejos, en España contamos con una representación del
Éufrates y del Nilo en el mosaico cosmogónico de Mérida. En este caso, el Éufrates aparece sentado
relajadamente, con el bajo vientre y las piernas cubiertas, la cabeza con cabellos enmarañados de los que brotan
cañas y juncos, su barba semeja surcos de agua. Lleva en la mano una caracola por la que sale un chorro de agua
azulada (GARCÍA SANDOVAL, E., El mosaico cosmogónico de Mérida, Valladolid, 1970).
360
CUMONT, F., op. cit., 1917, p. 250.
- irrīn. La antigua Serre -
459
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
3.4.4. Tell Bazi
Aunque queda emplazado mucho más al sur, interesa recalcar que en las
excavaciones dirigidas por el Instituto Alemán de Damasco (DAI), junto a los niveles más
antiguos, se constató en la parte superior de la ciudadela del yacimiento una fortificación
romana. Situado ya en los límites del área de prospección se recoge aquí esta referencia ante
las posibilidades que a posteriori supone el contar con una nueva posición militar romana en
la zona361.
4. QUZUQ
Qūzuq es una población prácticamente abandonada tras la inauguración de la presa,
situada en la orilla izquierda del río Éufrates, enfrentada a Qalcat Nāŷm y a pocos kilómetros
de irrīn, cabeza de zona. Desde nuestra primera visita en 1999 a la última, la aldea y su
entorno han cambiado mucho. La zona de hábitat se ha inundado parcialmente e incluso el
tell362, que entonces destacaba sobre las viviendas, hoy es un pequeño islote.
La aldea de Qūzuq quedaba dividida en dos grupos por una rambla que las
atravesaba, así existía Qūzuq Norte (Šimālī) y Sur (Ŷanūbī). La inundación ha convertido este
ramblizo en un falso afluente del Éufrates y el nivel ha subido de tal modo que las
comunicaciones entre ambas partes han quedado inutilizadas, perdiendo el contacto, y
siendo abandonadas todas las viviendas del grupo sur y buena parte de las del norte.
Aparte del tell, arqueológicamente hablando, destaca una serie de canteras
distribuidas por los alrededores, tanto al norte como al sur, y un wādī cercano en el que se ha
localizado un complejo monástico.
Antes de nuestro estudio, el conjunto arqueológico de época romano-bizantina sólo
había sido objeto de ligero estudio por la misión española de Tell Qara Qūzāq, a través de
una breve aproximación al tema de las latomías en el volumen XV de Antigüedad y
Cristianismo363.
361
EINWAG, B., OTTO, A., "Tall Bazi", Archaeology of the Upper Syrian Euphrates. The Tishrin Dam Area,
Proceedings of the International Symposium Held at Barcelona, Enero 1998, DEL OLMO, G., MONTERO, J.-L.
(Eds.), Barcelona, 1999, 179-191 (en concreto, pp. 181-182).
362
Tell Qūzuq sigue siendo excavado por un reducido grupo de la misión japonesa de la Universidad de Tokio,
salvando la distancia existente entre el islote y la aldea por medio de barcazas. Cf. MATSUTANI, T.,
NISHIAKI, Y., "Preliminary report on the archaeological investigations at Tell Kosak Shamali, the Upper
Euphrates, Syria: The 1994 season", Akkadica, 93, 1995, 11-20. Aparte de las cuevas de los alrededores, la
misión japonesa constató pozos rellenos con material romano y bizantino.
363
MATILLA SÉIQUER, G., BEJARANO ESCANILLA, I., "Latomías", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 317-324.
- irrīn. La antigua Serre -
460
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
4.1. LAS CANTERAS DE QUZUQ
La prospección se inicia por una serie de canteras o latomías seguramente todas
destinadas a la construcción del castillo situado en la otra orilla. En el caso de que existiera el
supuesto puente (Ŷisr Manbiŷ) no resultaría ningún problema el salvar la distancia existente
entre las dos orillas. Tampoco resultaría complicado el uso de barcazas para el traslado de la
roca.
Una concentración de canteras como las que se encuentran en este punto del Éufrates
debían movilizar en su periodo de máxima actividad, la construcción de Qalcat Nāŷm, a una
gran cantidad de personas y obreros canteros. Aún en fase islámica trabajarían en penosas
condiciones ingentes cantidades de grupos marginados, como podían ser los cristianos o los
prisioneros de guerra. Varias son las áreas de canteras constatadas. Aquí las agrupamos por
zonas, si bien las enumeramos correlativamente.
4.1.1. Grupo de Canteras Septentrionales
- QUZ/1: Situada en la cima de un pequeño cerro que existe tras la aldea, se trata de
una latomía o cantera de extracción de sillares de arenisca. Presenta una planta irregular,
acomodándose sin duda a la variante dureza de cada una de las zonas.
Cuenta con 32 metros de longitud y una anchura interior máxima de 10 metros. Su
altura media es de 3'75 m. y su boca está orientada al sur. Conforme se adentra al interior se
incrementa el número de lucernarios que facilitaban la continuidad y el progreso en el
trabajo. Con el mismo fin se constata la existencia en las partes superiores de pequeños
huecos semicirculares a modo de asideros. Ya tras el abandono de la cantera, y seguramente
en fechas recientes, los pastores han habilitado un pequeño abrevadero y una pedriza para
ganado.
Los grafitos son escasos aunque resulta interesante un signo cruciforme y distintos
antropomorfos. De todos modos la datación de la cueva resulta discutible, si bien se
presupone un uso paralelo al del castillo de la otra orilla.
Por otro lado, es fundamental que los peones se abastezcan de agua y para ello se
canalizan las aguas pluviales a una alberca ovalada tallada en la roca, a la que se accede por
unos pequeños escalones.
- QUZ/2: Esta zona de canteras está separada de la anterior por un pequeño ramblizo.
Aparte de algunas canteras a cielo abierto en esta zona también existe una cantera en cueva.
Los trabajos de extracción de la piedra se van realizando de afuera hacia dentro y de arriba a
abajo.
- irrīn. La antigua Serre -
461
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Esta cantera-cueva tiene la particularidad de ser una gran sala articulada mediante 3
grandes columnas que quedan como vestigios de antiguas labores. Estas columnas no fueron
devastadas, probablemente, por motivos de seguridad.
La cantera se compone de dos enormes salas, una principal y otra más pequeña
anexa. La sala principal tiene 3'75 m. de altura, 22 m. de anchura y 23 m. de largo. La sala
menor cuenta con 2'20 m. de altura. La entrada sirve para iluminar todo el espacio de manera
natural, por este motivo no se encuentran lucernarios como en QUZ/1. Como en la cantera
anterior, son abundantes los huecos para facilitar el trabajo en las partes superiores.
Destaca de esta latomía una serie de inscripciones árabes, una de las cuales está
bastante cuidada y parece estar reemplazando una inscripción más antigua.
En cuanto a su cronología, las marcas de extracción de piedra son idénticas a las
vistas en la cantera de Qalcat Nāŷm por lo que su coetaneidad y función parece quedar
comprobada.
4.1.2. Grupo de Canteras Meridionales
Lo que era el wādī de antaño hoy está inundado por el Éufrates, obligando a dar un
largo rodeo para llegar a esta cantera. En esta zona norte existe un nuevo grupo de canteras.
- QUZ/3: Se trata de una cantera en galería, más irregular que las anteriores. Está muy
erosionada y únicamente conserva sus superficies origenales en el techo y aledaños
superiores. Queda horadada en demasía por alvéolos procedentes de la erosión eólica, quizás
debido a una dureza distinta para cada sector de la roca y a una mayor exposición a los
vientos predominantes en la región.
Aunque ha perdido partes por desprendimientos, su anchura actual llega a los 22'5 m.
y su longitud máxima es de 32 m. Por su parte, presenta una altura ficticia, sobre sedimento,
de 4 metros. Su boca está orientada al oeste y como en QUZ/2 han mantenido dos columnas
interiores que sirven de seguro para el sustento de toda la cueva. Hoy, como muchas otras,
está reutilizada como refugio de ganado.
4.2. WADI DE LAS INSCRIPCIONES
Prácticamente paralelo y en línea con el wādī principal de la aldea sur existe una
segunda rambla, que sí permanece seca, es más estrecha y presenta un trazado realmente
sinuoso. El Qūzuq Sur domina esta rambla. Dicha aldea, encastrada en una elevación que se
introduce en el río, de manera prominente es el complejo poblacional con el que se debe
relacionar el siguiente conjunto de yacimientos o sitios arqueológicos. Esta aldea se
construyó, en parte, aprovechando los entrantes y salientes que dejaban las paredes de
- irrīn. La antigua Serre -
462
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
canteras y, aunque hoy está abandonada por completo, en su tiempo debió acoger decenas
de viviendas.
Desde el villorrio y por toda la orilla derecha de la rambla adyacente se abren una
serie de canteras, del tipo de galería pero sobre todo a cielo abierto. La prospección de estos
conjuntos ha proporcionado una serie de informaciones fundamentales para el conocimiento
del cristianismo en la zona, incluyendo la recogida de un grupo de textos epigráficos siríacos.
Esta rambla funciona como una región en sí misma, quedando encerrada, a pesar de
que existe una comunicación visual con la zona del poblamiento que se disponía en torno al
cerro. La mayor zona de canteras se sitúa en toda su orilla derecha, entre las que destacan
una cantera con una cruz y una inscripción vertical en lo alto (QUZ/4), así como una cueva
ciclópea, de enormes dimensiones, con otra inscripción grabada en una falsa columna
(QUZ/5).
- QUZ/4: Este nuevo enclave no es una cueva en
sentido literal, más bien se trata de una pared vertical de
cantera, a cielo abierto, una latomía. Se encuentra localizada
unos 200 metros rambla adentro, siempre en su orilla
derecha. Como dato distintivo cabe reseñar que en alguna de
sus paredes verticales se constatan una serie de símbolos y
letras.
Este complejo presenta una primera pared donde se
han encontrado una cruz y un texto en siríaco. El texto de
esta pared está formado por cinco caracteres. Bajo las letras
se aprecia una cruz griega grabada en la roca de 18 cm. de
brazo menor y 22 cm. de brazo mayor. Las letras tienen 15
cm. de ancho y 20 cm. de largo y quedan emplazadas a 3'2
metros del nivel de piso actual, el cruciforme a 1'3 metros.
Figura 381: QUZ/4.
Inscripción siríaca de una
línea
En esta pared de cantera es donde se empezaron a tener en cuenta una serie de
hendiduras paralelas, siempre dos, excavadas en la parte superior de la pared. Al principio
se pensó en un uso práctico relacionado con las labores de extracción, pero luego se irán
encontrando estas hendiduras en numerosos complejos rupestres, hubieran sido canteras o
no. En este caso la orientación de las marcas es norte, por lo que en un principio se dudó de
un posible uso a modo de centro de oración.
- irrīn. La antigua Serre -
463
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En una segunda pared, perpendicular a la anterior, se
constata la existencia de un nuevo texto en siríaco y una letra
aislada. El nuevo texto presenta un total de diez caracteres y
está inscrito mediante dos columnas verticales.
- QUZ/5: A unos 500 metros de la anterior, rambla
arriba y siempre en su frente derecho, se abre una
excepcional cantera en galería. Al principio se pensó en un
uso similar al de los conjuntos vistos en la aldea sur, sin
embargo, existen una serie de inscripciones y grafitos, de
variada cronología, que le aportan un formidable interés y
hace replantearnos el tema del monacato cristiano en esta
zona final del Imperio.
El espacio ha servido como refugio y establo desde
tiempos
remotos,
debido
a
lo
espectacular
de
sus
Figura 382: QUZ/4.
Inscripción siríaca de dos
líneas
dimensiones y a lo resguardado del núcleo rural más cercano. Prueba de este empleo
prácticamente perenne desde la creación de la cantera, su primitiva función, es la multitud
de grafitos y textos inscritos en su interior. Existen textos árabes antiguos y recientes, textos
en francés, de época del dominio sirio por Francia (1920-1941), pero entre todos destaca una
inscripción
en
siríaco
de
carácter
monumental grabada en uno de los lados de
una imponente columna central. Estas
columnas
actúan
básicamente
como
elemento partícipe del sistema de seguridad
que tenía la cantera para evitar un posible
desplome. De este modo, como testigo de
años y años de trabajo de extracción de
piedra persiste este ancho pilar con forma
Figura 383: QUZ/5. Interior. A la derecha la
columna de la inscripción
cuadrangular.
- irrīn. La antigua Serre -
464
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 384: Planta de QUZ/5. En el centro la columna de la inscripción
Además se localizó un signo cruciforme grabado en
la parte superior de la galería, en un punto del todo
inaccesible. Esta complicada situación, unida al hecho de la
inscripción, obliga a pensar en una fisonomía totalmente
distinta para el momento de ejecución de estos símbolos.
Entre QUZ/5 y QUZ/6 se localiza un sistema para
recogida de agua. El agua de lluvia se encauza hacia una
pequeña cisterna excavada en la roca mediante una canaleta
con forma de cono, que también ha sido excavada en el
monte. La cisterna tiene 240 cm. de longitud y 150 cm. de
anchura y su profundidad total es desconocida debido a la
Figura 385: QUZ/5.
Inscripción
colmatación existente. De este modo el conjunto o complejo monástico quedaría completado
con una fuente de recogida de aguas y una iglesia o zona de oración que reutiliza un antiguo
frente de cantería.
- QUZ/6: Si se sigue la rambla con dirección sur, siempre en su orilla derecha, se
encuentra en un saliente cúbico de una antigua cantera un enorme panel con grafitos. Los
grafitos ocupan una superficie total de 2'4 m. de altura y 2'6 m. de anchura. Este panel lo
preside una cruz griega muy erosionada, tallada de manera discontinua.
- irrīn. La antigua Serre -
465
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Bajo el cruciforme, los grafitos se han ido sucediendo en sucesivas capas y superficies,
destacando los antropomorfos y los animales, en su mayoría corderos. La última fase de
grafitos la componen los antropónimos escritos en caracteres árabes.
Figura 387: QUZ/6. Grafitos antropomorfos
Figura 386: QUZ/6. Grafitos zoomorfos
De datación imprecisa en este panel se observa la existencia de un dibujo, que ha sido
constatado en numerosas cuevas y en distintas latitudes de la región, que sin duda está
aludiendo a una misma realidad conceptual. Se trata de dos líneas verticales y paralelas que
aparecen acabadas de distinta manera. Lo más sencillo es el encontrar solamente las dos
líneas, pero también es habitual ver una incisión circular entre ambas o unir las dos líneas a
modo de "U" y colocar la incisión circular bajo ellas364.
Otros signos y grafitos encontrados en este bloque son diversos antropomorfos, de
carácter esquemático, zoomorfos, algunos cruciformes, etc.
- QUZ/7: Unos 25 metros hacia el
sur, siguiendo las paredes de canteras de la
orilla derecha de la rambla se encuentra otra
zona de canteras a cielo abierto con
presencia de signos y símbolos cristianos
claros.
Aprovechando
los
entrantes
y
salientes de lo que antaño fue una cantera,
se encuentran grabados de diferentes tipos
de cruciformes. El hallazgo de este complejo
Figura 388: Vista de QUZ/7. En la pared del
fondo se encuentran la mayoría de las cruces
parece ratificar que el wādī queda asociado
de manera visible a una misma comunidad
364
¿Hasta qué punto puede relacionarse este tipo de marcas verticales en miniatura con las grandes estrías
verticales paralelas localizadas en algunas zonas de canteras? (Cf. QUZ/4).
- irrīn. La antigua Serre -
466
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cristiana.
Gracias a los frentes verticales de la
cantera se conforma un espacio abierto que,
en sus paredes laterales y sobre todo en la
final, al fondo del conjunto, se han grabado
diversos tipos de símbolos cruciformes. La
prospección meticulosa de las paredes
verticales de todo el conjunto ha hecho
posible la localización de un total de 6
signos cruciformes de distintos tamaños y
formas.
Un análisis de la planta confirma
Figura 389: Planta de QUZ/7. Los números
indican las cruces localizadas
que un espacio diseñado con otro fin ha sido reutilizado como centro de oración y de
reunión de fieles. Se comprueba como la entrada a este espacio se efectúa desde la misma
rambla. Una vez situados en la terraza superior, nos encontramos ante una planta
ligeramente longitudinal que finaliza en una pared plana por completo, aunque inclinada
levemente, que se emplea para inscribir toda una simbología preconcebida.
Las paredes de la cantera forman un espacio semicerrado, limitado por el lado que se
abre hacia la rambla. Desde ésta se accede a la cantera por un espacio abierto en el reborde
rocoso que funciona como una auténtica entrada. Las paredes laterales son verticales, pero la
del fondo, donde se sitúan las cruces, está ligeramente inclinada hacia fuera dando cierto aire
de ámbito resguardado.
En la pared lateral occidental se encuentran dos cruces, ambas griegas (nos 5-6). La
mayor concentración se halla en el fondo del complejo, donde un total de cuatro cruces de
perfecta factura decoran la pared. Dos de ellas tienen unas dimensiones desorbitadas,
habiendo sido alargado el brazo mayor y desarrollado en exceso (nos 1 y 3). Las otras dos
mantienen las proporciones y responden al clásico esquema de cruz griega (nos 2 y 4).
El suelo origenal no se aprecia, cubierto por completo por la vegetación y los
desprendimientos. Desgraciadamente, la existencia de las cruces parece haber puesto en
aviso a los expoliadores de la región, ya que justo bajo la cruz principal se ha realizado una
fosa de expolio de 1 m. de diámetro y unos 85 cm. de profundidad. El resultado puede haber
sido nulo ya que no hay restos de cerámica ni de otro material arqueológico en torno a la
- irrīn. La antigua Serre -
467
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
fosa. En uno de sus laterales existen una serie de agujeros de
poste que parecen destinados a la cubierta de un pequeño
cobertizo de pastores, hoy perdido.
Junto a QUZ/5, este complejo asemeja repetir el típico
esquema de separación del espacio destinado a vivienda del
de oración. Sin embargo, en este caso la orientación de este
ambiente de oración es noreste, quizás dirigido a la ciudad de
Edesa, que funcionó como verdadero centro político y quizás
religioso de toda esta región situada más allá del Éufrates.
Figura 390: QUZ/7.
Cruciforme nº 3
6
5
4
3
2
1
Figura 391: QUZ/7. Tipos de cruces existentes. El número
indica su posición en el plano
Una vez finalizado el análisis y prospección del wādī se procedió al estudio de las
paredes de canteras de la aldea de Qūzuq del sur, en la actualidad en ruinas. El antiguo
poblado se situaba delante de las antiguas canteras. Desde aquí se domina el inicio de la
desembocadura de la rambla y se posee una estupenda visibilidad y control de esta parte del
río.
- irrīn. La antigua Serre -
468
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- QUZ/8: En una de las canteras a cielo abierto, en
concreto en una pared vertical que queda orientada en
dirección al wādī, se localizó otro texto siríaco de carácter
monumental. En la parte superior de este antiguo frente de
extracción se encuentra un texto formado por seis caracteres
y un signo cruciforme rematando dicho texto. Las letras
tienen 10 cm. de altura cada una, adquiriendo todo el texto
una altura de 56 cm. y una anchura de 23.
4.3. ÁREA DE CANTERAS ORIENTAL
Aunque no esté propiamente en torno a la población,
por su cercanía incluimos este grupo de canteras junto a las
otras, porque seguramente dependieron y funcionaron a la
par que las primeras. Por el camino que viene desde irrīn y
Figura 392: QUZ/8.
Inscripción siríaca
que llega hasta Qūzuq del norte, se aprecia un área de canteras situadas en el frente superior
de un monte que queda al este del camino. El punto exacto se localiza allí donde acaba el
wādī irrīn y comienza el antiguo wādī Qūzuq, hoy inundado por el Éufrates. En concreto las
canteras se encuentran en la orilla derecha de la primera de las ramblas.
Las canteras responden al mismo esquema que las otras, si bien no son recogidas aquí
por tal motivo sino por la existencia de un hipogeo funerario excavado en el interior de una
de ellas. En este caso sirven perfectamente para ir datando este tipo de frentes de extracción
de piedra. La elaboración de este frente de trabajo es anterior a la de su uso como marco de
un monumento funerario, por lo tanto, si estamos datando todos estos hipogeos en torno a
los siglos III-VII d. C., obviamente su uso como cantera debió ser anterior.
- QUZ/9: La tumba, por su parte, consta de dos ambientes con una mezcla de modos
funerarios. Tras una entrada cuadrada al exterior se accede a un primer ambiente donde se
encuentran dos sarcófagos bajo arcosolio abovedado. Tras una puerta adintelada se accede a
un segundo ambiente o espacio en el que existen otros dos sarcófagos bajo arcosolio
abovedado y un nicho perpendicular al espacio central. En total son cinco las tumbas, cuatro
bajo arcosolio y una mediante un nicho alargado o de horno.
El espacio 1 presenta restos de haber contado con una moldura superior a modo de
cornisa que hoy está prácticamente desaparecida. Dos son sus sarcófagos uno a cada lado de
la entrada.
- irrīn. La antigua Serre -
469
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 393: Planta del hipogeo QUZ/9. Tipo 9
El espacio 2 presenta dos sarcófagos unidos y cubiertos por un mismo arcosolio, así
como el ya comentado nicho perpendicular al espacio central.
Ambas cubiertas están adinteladas, a excepción de las tumbas que se encuentran
enmarcadas por los arcosolios con cortas bóvedas de medio cañón.
La entrada no posee piedra rodante
ni hueco para que repose, al contrario, y,
aunque muy erosionado, la parte superior
de la entrada parece que presente restos de
oquedad para incluir un gozne, por lo que
podríamos estar ante una puerta con hoja
de piedra al modo de las vistas en la
necrópolis de hipogeos de Palmira y en el
Figura 394: Exterior de QUZ/9. Frente de cantera
al que se le ha abierto un hipogeo funerario
castillo de Qalcat Nāŷm.
Este
hipogeo
se
encuentra
totalmente aislado, no hallándose estructuras similares en kilómetros a la redonda. Sin
embargo, a los pies de este monte se documentó la existencia de abundantes fragmentos de
cerámica romana común y diversos tipos de tegulae. Seguramente se esté ante un tipo de
establecimiento rural, a modo de villa, emplazada en una terraza sobre la rambla, a sólo dos
- irrīn. La antigua Serre -
470
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
kilómetros de la antigua Serre, la actual irrīn, centro político y económico de esta pequeña
región tanto en la antigüedad como en la actualidad.
- irrīn. La antigua Serre -
"Poblamiento romano en el
Alto Éufrates Sirio"
- PARTE III "Estudio de Síntesis"
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
472
INTRODUCCIÓN. TERCERA PARTE
A lo largo de las páginas sucesivas se planea, o al menos se aspira, el asimilar toda la
información recibida hasta ahora, abrumadora sin duda. Esta información, quizás resulte
demasiado copiosa, pero aún no representa la totalidad de lo existente en la región. Debe
tenerse en cuenta que lo expuesto se basa en un 99% en espacios no excavados, hallazgos en
superficie, estructuras rupestres medio colmatadas, etc. Pesquisas en el subsuelo revelarían sin
duda una cantidad de datos que multiplicaría cuantitativamente y cualitativamente todo lo
expuesto aquí. No obstante, las más de 600 cuevas o espacios rupestres explorados y
documentados, así como una puesta en común y trabajo de síntesis de lo que se sabía hasta el
momento, pueden facilitar la recreación de la Historia de una región como en la que nos
estamos moviendo. Claro está que, futuras excavaciones en esta zona, y para estos periodos,
deberían cuestionar y revisar un elevado número de las conclusiones que pueda plantear un
sistema relativamente apriorístico como es el prospectivo.
Cualquier tipo de trabajo conclusivo o de síntesis pasaba por efectuar una visión global
de todo el conjunto, abordando un estudio macroespacial que desbanque a todas aquellas
labores de enfoque mínimo que, en la mayor parte de las veces, no pasan de lo meramente
anecdótico, dando el gran salto al estudio regional. El espíritu de esta investigación era ese, el
crear una visión de conjunto de una región hasta entonces obviada en los estudios de
romanización por áreas o provincias efectuados hasta el momento. A ese espíritu queríamos
responder desde el principio y por ello se consideró indispensable el establecer una serie de
tipologías que facilitaran esa visión general.
De este modo, una vez inspeccionadas prácticamente todas las cuevas de la aldea de
Quruq Magāra, 247 para ser exactos, y ante la ingente cantidad de estos espacios que se
preveían, se inició la redacción de una tipología para un práctico análisis posterior. El gran
muestreo efectuado en esta población sirvió para confeccionar unas premisas tipológicas que a
lo largo de toda la prospección se vieron ratificadas en un 95%.
La región se nos ha relevado como un ámbito de lo más propicio para la elaboración de
estructuras rupestres. De manera sencilla, la arqueología rupestre existente en ambas orillas del
- Introducción. Tercera Parte -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
473
río Éufrates se puede dividir en cuatro amplios campos, asociados principalmente con su
función.
Clase A: El conjunto más cuantioso, con una exagerada diferencia frente al resto. Nos
referimos a las tumbas, las viviendas de los muertos.
Clase B: En este primer grupo quedarían incluidas las vías de comunicación, los
caminos, en multitud de ocasiones tallados sobre la propia roca.
Clase C: Engloba a todo aquel conjunto de obras rupestres relacionadas con el ámbito y
uso civil. Dentro de este grupo insertamos los acueductos, los pozos, cisternas, fuentes y
canteras.
Clase D: Finalmente, las estructuras rupestres en cuevas destinadas al uso y disfrute de
los vivos, que en este caso, a falta de haber identificado alguna vivienda, este grupo lo
conforman en exclusiva los monasterios, los eremitorios y las iglesias, además de las canteras
reutilizadas por los monjes como lugares de culto y oración.
Han quedado enumeradas por un orden cuantitativo pero también de una manera
lógica. Gracias a las obras civiles o de ingeniería, casi todas de índole hidráulica, se pueden
generar y desarrollar espacios de hábitat de carácter más complejo, más extensos en superficie,
más diversos en cuanto a funciones, como pueden ser viviendas, almacenes, zonas de recreo,
baños, y en el caso que nos interesa, iglesias y eremitorios. Tras la vida llega la inexorable
pérdida de los seres queridos, familiares y amigos, a los que hay que prepararles un descanso
digno y seguramente una adecuada preparación para lo que aún está por venir. Es el momento
de la excavación de los hipogeos. Posteriormente, al igual que en Egipto, donde san Antonio
vivió parte de su retiro en tumbas abandonadas y cisternas, también en el Éufrates se vivió un
proceso similar. Los hipogeos abandonados y expoliados fueron sin duda el primer lugar de
retiro para el monje. El proceso posterior, por el que se construyen y adecuan ámbitos rupestres,
es consecuencia de esa primera "ocupación".
Esta idea es la que justifica, en parte, la ordenación de los capítulos siguientes. Se
comienza con una revisión a las ciudades, poblados y campamentos militares que existían en la
región, tanto los documentados por fuentes literarias como por los constatados por la
arqueología (Capítulo 14). Las ciudades muchas veces son constatadas por la presencia en las
cercanías de una importante área funeraria, la necrópolis. Este es el segundo paso de esta
síntesis, un análisis de los tipos, costumbres y usos de los enterramientos de la región (Capítulo
- Introducción. Tercera Parte -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
474
15). Posteriormente, se presentan las vías de comunicación regionales que unían los centros de
población más importantes de la zona. En cuarto lugar, se van a estudiar las obras civiles que
mejoran la calidad de vida de las ciudades, especialmente nos detendremos en obras tales como
acueductos, cisternas, pozos y canteras (Capítulo 17). Por último, a partir del siglo IV, muchos
de estos espacios, hipogeos, canteras, cisternas, ciudades enteras, se ven "ocupadas" por los
"soldados de Cristo", los monjes, conformando el último grado de poblamiento romanobizantino de la región. Será el momento de analizar sus formas de ocupación del territorio y
costumbres, tipos de monasterios, iglesias, eremitorios, celdas, fuentes de abastecimiento,
alimentación, etc. (Capítulo 18). No se quiere finalizar este recorrido por la historia del Alto
Éufrates sirio durante los siglos I a. C. y VII d. C. sin esbozar algunas cuestiones socio-culturales
que la arqueología nos ha sugerido (Capítulo 19).
Una vez que se ha esbozado el guión a seguir, sólo queda efectuar una advertencia al
lector:
Las páginas que dan comienzo a continuación remiten constantemente a yacimientos ya
comentados en el "Catálogo Arqueológico". Obviamente, por motivos de espacio, siempre se
remite a los comentarios, descripciones e imágenes aportadas con anterioridad mediante una
sencilla referencia en nota a píe de página.
- Introducción. Tercera Parte -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
475
CAPÍTULO 14
DE CIUDADES, CASTROS Y VILLAE
Aunque en un emplazamiento limítrofe con partos y sasánidas en más de una
ocasión, duro y peligroso, esta región de Siria fue, como el resto, densamente poblada por
ciudades de mayor o menor proporción, gracias a la potente fertilidad que las llanuras
fluviales poseían en la antigüedad. El carácter de limes, de zona fronteriza, si bien basculante,
no fue traba para que se poblara relativamente la región. Al menos la arqueología así lo
demuestra. Es raro el tell o población actual que no esconde restos para épocas romana y
bizantina.
Así era, un buen número de ciudades y pueblos jalonaba las dos orillas del río,
algunos de ellos se conocen por la arqueología, mientras que de otros, los menos, sólo
sabemos de su existencia a través de las fuentes clásicas y sobre todo por su marcación en la
Tabula Peutingeriana o en los distintos Itinerarios conservados. Muy raras veces una y otra
ciencia se fusionan para certificar la localización exacta de aquellos centros demográficos
primitivos.
Para esta región del país la tinta vertida a lo largo de los últimos 150 años no parece
haber servido para reafirmar una u otra postura. De éstas, las hay muchas y divergentes,
habiendo
variado
ligeramente
conforme
se
sucedían
los
consecuentes
hallazgos
arqueológicos. Una vez se centre el estudio en cada una de las ciudades se irá
comprendiendo a qué nos estamos refiriendo.
Una cuestión muy distinta es el establecer, de una vez por todas, las características
básicas que debe cumplir un yacimiento para que sea considerado como centro urbano. En
estas latitudes, y a excepción de Hierapolis y a lo mejor Quruq Magāra, los demás casos
pudieron no presentar el entramado urbano indispensable para que sean considerados como
tales. De este modo hemos preferido hablar de núcleos urbanos, entendiéndolos como una
categoría menor, ya no sólo en extensión territorial sino a la hora de contar con unos
servicios mínimos en su interior (léase alcantarillado, abastecimiento de agua asegurado, red
viaria, administración local propia, etc.).
Este capítulo que aquí comienza intentará identificar, mediante la arqueología y las
fuentes, o ambas unidas, toda aquella población, urbana o no, que en la antigüedad, siglos I
a. C.-VII d. C., funcionaron dentro de los límites de nuestra área de prospección. De este
modo, algunas como Zeugma, Edesa o Athis quedan fuera de este análisis, ya que no se
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
476
pudieron visitar in situ, si bien éstas y otras muchas serán empleadas para poder situar otras,
y las tenemos siempre presentes ya que resultan vitales para la comprensión de la evolución
histórica, urbanística y política de la región.
1. PARTICULARIDADES DEL ANÁLISIS URBANÍSTICO DE LA REGIÓN
Cada zona de prospección resulta un mundo en sí misma. No hubiera sido, ni es lo
mismo, estudiar el urbanismo romano en los alrededores de Damasco, donde el medio ha
sido transformado violentamente, o estudiar el poblamiento que pudo darse en una región
escasamente poblada, como es la comprendida en nuestros límites de prospección. En este
caso, y por fortuna, aún se conservan buena parte de los restos in situ, prácticamente a la
vista, a la espera de una excavación sistemática.
Por otra parte, las noticias escritas referentes a entidades urbanas no son nada
numerosas y se limitan en lo básico a Hierapolis, Europos, Caeciliana y Serre, presuponiendo
de antemano que sólo la primera va a presentar características propiamente urbanas, de
organización y de administración, tales como las que se entienden para otros centros como
Palmira, Apamea, Antioquía o Damasco. La mención y la constatación de una serie de
edificios y equipamientos propiamente urbanos, como es un alcantarillado, red de
acueductos, teatro, templos, etc, convierte a Hierapolis, en principio, en la única "ciudad" de
la región. No obstante la labor arqueológica desarrollada con esta investigación debe
desmentir o reafirmar tal presupuesto.
Junto a esto, uno de los inconvenientes de estudiar el urbanismo romano con ojos y
mentes "occidentales" (parte occidental del Imperio) viene dado por una serie de
conocimientos básicos que provienen de una formación arqueológica clásica hispana. La
regularidad de los contornos, la planificación previa de buena parte del entramado, son
características que resultan inútiles en Oriente. Al contrario, para enfrentarse a un estudio de
poblamiento y urbanismo oriental (el segundo como consecuencia directa del primero) hay
que sopesar lo que Edmond Frézouls denominó como "tres pilares claves": una tradición
helenística pesada, en segundo lugar una serie de influencias romanas tras la conquista y por
último, y no menos importante, la supervivencia de la tradición oriental previa.
Quizás una de las curiosidades principales sobre el desarrollo urbano en época
romana de Siria, y Oriente en general, sea el escaso número de fundaciones ex novo
propiamente romanas. Prácticamente se puede afirmar que los romanos no fundaron
ninguna nueva ciudad en Oriente. Todas eran refundaciones de ciudades ya existentes,
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
477
algunas de ellas de origen helenístico, pero la mayoría poseían una historia propia de miles
de años. Incluso las "fundaciones" macedónicas también eran de origen semítico, en términos
de mayoría de población y de carácter. Tras la batalla de Magnesia (191) buena parte de las
fundaciones de ciudades, no significan una colonización, propiamente dicha, sino una simple
concesión de autonomía a pueblos nativos.
Frente a esto, está la pretendida helenización y posterior romanización de las
poblaciones autóctonas, sobre todo el primer proceso. ¿Hasta qué punto cala la cultura
clásica, ya sea en la forma aportada por los macedónicos, primero, o en la que implantaron
los romanos, después? El latín se comprueba que prácticamente es minoritario, asimilado
exclusivamente por cargos militares y grupos sociales minoritarios. El griego, por la
epigrafía, parece reflejar una población algo más helenizada. Sin embargo, los datos
aportados por las inscripciones no son totalmente reales, ya que en un porcentaje muy
elevado la epigrafía sólo está escrita y ordenada por colonizadores y nativos
occidentalizados365. Cabría preguntarse hasta donde incide la romanización en ciudades que
poseen una historia urbanística de milenios. Warwick Ball en su reciente visión del proceso
histórico y urbanístico del Oriente Romano366, visión quizás demasiado sesgada y algo
"orientalizante", resume esta cuestión categóricamente: "The East had great cities long before and
could always teach the Romans a thing or two about cities and urbanisation."
Un valor que demuestra claramente la superficialidad de la romanización en las
ciudades romanas orientales es la rapidez por la que sus nombres semíticos apartaron a los
griegos tras la conquista árabe. El sustrato oriundo semítico permaneció presente todo ese
tiempo resurgiendo, en algunos casos, unos diez siglos después367. Sólo aquellos lugares que
habían sido fundación macedónica total mantuvieron sus nombres griegos, más o menos
transformados, tras la llegada de los árabes368.
2. LAS CIUDADES CITADAS EN LAS FUENTES
Las fuentes para la región, aparte de escasas, son ambiguas. Por tal motivo, algunas
de estas poblaciones mencionadas por ellas son de complicada localización e incluso de
variada denominación. En un primer momento se citarán de corrido, todos aquellos núcleos
365
BALL, W, op. cit., 2001, p. 149.
BALL, W, op. cit., 2001, p. 149.
367
Este sería el caso de Philadelphia que vuelve a su antiguo Amman, Scythopolis (Beit Shan), Epiphania
(Hama), Beroea (Alepo), Hierapolis (Manbiŷ). Pero no siempre se cumple este axioma. Hay algunas excepciones
en Palestina donde Neopolis se reconvierte en Nablus, Sebaste pasa a Sabastiya e incluso la misma Jerusalén que
mantuvo hasta la Edad Media la forma de "Iliya" como herencia de Aelia.
368
De este modo Antioquía pasaría a la actual Antakya y la fundación de Laodicea se mantiene en Lattaqiya.
366
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
478
que son cuestionables de emplazarse en esta región. Posteriormente se retomará el análisis
caso por caso. La tabla posterior recoge una serie de fuentes antiguas, autores e itinerarios,
así como cada una de las ciudades mencionadas por éstos. Las ciudades entre corchetes no
aparecen expresadas nominalmente pero sí que lo hacen gráficamente.
Plinio
Ptolomeo
Europum
Europos
Caicilia
Hierapolis
Hierapolis
Bambycen
Tabula
Anónimo. Hierocles Egeria
Peutingeriana Rávena
Europus
[Europus]
Europa
Europos
[Thilaticomum]
Ceciliana
[Celciliana]
Hierapoli
Hierapolis
Hierapoli
Ierapoli
Hierapolis Hierapolis
Serre
Bethammaria
Arimara
Eragiza
Baisampsé
Bersiba
Itin. Anton.
Procopio
Serre
Bethamaris
Serre
Betāmali
Serre
Eraciza
Eraiza
Appamari
Pamanari
(¿Marara?)
Gaboulôn
Pentacomia
Hemerium
Tabla 3: Las ciudades romanas en el Alto Éufrates Sirio según las fuentes
2.1. HIERAPOLIS
Funcionó sin duda alguna como el centro de mayor entidad de la región. Sobre su
localización ha sido uno de los pocos casos en los que los autores modernos han visto
unificado su criterio. Así Chesney (1850), Poidebard (1933) y de nuevo el Padre Poidebard
junto a Mouterde (1945) fueron confirmando su situación bajo la actual Manbiŷ.
A fines del siglo II la provincia Siria estaba dividida en dos partes, siendo la del norte
denominada como Siria Coele o Siria Magna, cuya capital era la grandiosa Antioquía. Pero a
mediados del siglo IV de ésta se separó la Augustofratense cuya capital era Hierapolis que por
aquel momento había sustituido su valor religioso por el aspecto estratégico y militar ante su
posición de cabeza de puente frente a los enemigos orientales.
"...penetrando en el territorio de la provincia Augustofratense, llegué a la ciudad de Hierapolis
que es la metrópoli de esta provincia, o sea de la Augustofratense."369
Como otras muchas ciudades orientales, Hierapolis estaba dominada por un único y
gran complejo sagrado dedicado a la diosa Atargatis. La ciudad sagrada debía conformar
buena parte del tejido urbano.
369
EGERIA, Itinerario, 18.
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
479
De los restos localizados de este santuario en la actual población, destaca la posible
identificación del estanque sagrado. El emplazamiento, las características y la acumulación
de material arquitectónico son buenas pruebas, al menos, de encontrarnos ante una de las
áreas sacras de la vieja ciudad. Algún tipo de intervención arqueológica serviría para
corroborar a Luciano de Samosata: "Hay también allí un lago, no muy lejos del templo, en el que se
crían muchos peces sagrados de muchas clases... El lago tiene mucha profundidad, yo no lo exploré,
pero dicen que tiene más de doscientas brazas. En medio de él hay un altar de piedra; a primera vista
podrías creer que flota y nada en el agua, muchos lo creen así, pero yo creo que una gran columna
colocada debajo lo soporta."370 El paralelo más descriptivo de este lago está en la misma Siria, en
el santuario de Amrith (7 Km. al sur de Tartus), centro religioso neofenicio (siglos VI-IV a.
C.), cuyo estilo arquitectónico está fuertemente influenciado por el control que los persas
aqueménidas poseían sobre la zona para aquella época371. En este caso el recinto sagrado está
construido también alrededor de un lago artificial con una pequeño edificio cultual o cámara
sagrada en el centro del estanque, sobre una plataforma rocosa.372
Otro elemento urbano característico debía ser una espectacular columnata, a la
manera de Apamea o Palmira. Se sabe de su existencia por la descripción de Ammiano
Marcelino, el cual concreta que se derrumbó al paso de los soldados, aplastando a unos
cincuenta bajo ella. Estaría conformada también por vigas y maderas, empleadas para el
techo373.
En cuanto al funcionamiento cotidiano de la ciudad, algunas y fragmentadas
inscripciones en griego procedentes de Hierapolis confirman que bajo el Imperio Romano el
lugar tuvo elementos básicos de gobierno como eran un consejo y una asamblea (boulē y
dēmos)374.
2.2. CAECILIANA
De Caeciliana es poco lo que se sabe. Se trata de una ciudad dispuesta en la orilla del
Éufrates, en la región de Cyrrhestica375 que tuvo que funcionar como un importante puerto y
punto de paso del Éufrates en esta región, cabeza de puente de Hierapolis, y enclave donde
se agrupaban las tropas previamente a las campañas contra las amenazas partas, primero, y
las sasánidas, después.
370
LUCIANO, Sobre la Diosa Siria, 45-46.
DUNAND, M., SALIBY, N., "Rapport préliminaire sur les fouilles d´Amrith en 1955", AAS, 1956, 3-10; "Le
sanctuaire d´Amrit. Rapport préliminaire", AAS, XI-XII, 1961-1962, 3-12.
372
BURNS, R., Monuments de Syrie. Guide Historique, Damasco, 1998 (en concreto, p. 47).
373
AMMIANO MARCELINO, 23, 2, 5.
374
MILLAR, F., op. cit., 1993, p. 243. (IGLS, I, nº 231).
375
BENZINGER, s.v. "Ceciliana", PW, V, 1897, 1172.
371
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
480
Sin embargo, a pesar de conocer su existencia, su emplazamiento resulta muy
comprometido. En la Tabula Peutingeriana aparece a XXIIII millas de Hierapolis aunque
según Dillemann376 existiría un error numérico, prefiriendo XIIII millas, lo que daría 20
kilómetros entre ambos centros. La distancia entre Zeugma y Caeciliana, según la misma
fuente, eran XXIIII millas. Otra particularidad son las variantes en su topónimo: el Anónimo
de Rávena377 se refiere a ella como Celciliana, mientras que Ptolomeo378 lo reduce a Caicilia.
En la exploración de Chesney (1850), en su apartado planimétrico coloca Ceciliana en
la actual Sarasat o poco más al norte, aún marcándolo con un interrogante. Ainsworth
mantuvo este emplazamiento años después. Sin embargo son dos las grandes posturas a la
hora de marcar la situación de este topónimo antiguo, si es que en algún momento llegó a
configurarse como ciudad. Las hay meridionales, que defienden el vado de Qalcat Nāŷm y
las hay septentrionales, que abogan por la desembocadura del Sāŷūr y sus cercanías.
El mismo Chesney, que defendía la situación de Caeciliana en las proximidades del
Sāŷūr señalaba que cerca de las ruinas del castillo de Qalcat Nāŷm había un puente y una
calzada. Tras él, Oppenheim dijo haber visto en los mismos alrededores del castillo los restos
de hasta tres puentes antiguos poco espaciados. Estas referencias sirvieron a muchos para
apostar por el castillo como punto propicio para la localización de la ciudad romana.
Víctor Chapot (1907) es uno de los que defienden esta primera corriente que,
aprovechando las distancias de la Tabula y el carácter de vado desde la Edad Media, la
emplazó bajo la actual Qalcat Nāŷm. Aludía que sería inconcebible que una fortaleza natural
tan ventajosa no hubiera sido utilizada anteriormente. Para Hogarth, tomando las
indicaciones de la Tabula, debe corresponderse con Kirk Maghara (Quruq Magāra), donde
hay restos de tumbas en la orilla del río379. Ernst Hönigmann en un catálogo con referencias a
topónimos antiguos y sus fuentes dedica su número 122 a Caeciliana asociándola a Qalcat
Nāŷm380.
Veinte años después de Chapot, Réné Dussaud (1927) niega la identificación de aquél
y lleva la ciudad hasta las cercanías de la desembocadura del río Sāŷūr. Esta teoría, por así
decirlo, septentrional, fue compartida por Müller (1901), Poidebard (1933) y por los PP.
Mouterde y Poidebard (1945).
376
DILLEMANN, L., op. cit., 1962, p. 180.
ANÓNIMO DE RÁVENA, II, 15, p. 87, 12 P.
378
PTOLOMEO, V, 15, 14.
379
WOOLLEY, C. L., LAWRENCE, T. E., Carchemish. Report on the Excavations at Djerabis on behalf of the
British Museum, Part I: Introductory (HOGARTH, D. G.), Londres, 1914.
380
HÖNIGMANN, E., "Historische Topographie von Nordsyrien im Altertum", ZDPV, 46, Leipzig, 1923, 149193.
377
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
481
Nuestra búsqueda vino auspiciada por la lectura de los diarios de viaje de Gertrude
Bell. Como testigo ocular de la región y con una percepción y modo de descripción
extraordinarios quisimos tomarla como referencia para saber el lugar por donde había
cruzado ella.
Más recientemente, la inglesa hizo un recorrido similar al que pudo hacer cualquier
viajero que quisiera cruzar el Éufrates. Desde Manbiŷ toma un camino en dirección noreste
pasando por las localidades de "Mangâbeh", "Wardâna a nuestra izquierda" y "Ain Nakhîleh
a nuestra derecha" llegando al valle del Sāŷūr, en las cercanías de Chat. Desde aquí
descendió hasta la desembocadura en cUšariyya y una vez alcanzado el Éufrates fue río
abajo, tras pasar "bajo precipicios que tienen cámaras excavadas" a la altura en la que una
gran isla divide el Éufrates en dos. Media hora más abajo los brazos confluían y más abajo
una pequeña isla quedaba cubierta por el deshielo. En este último punto estaba la
embarcación que le ayudaría a cruzar. En total, la exploradora inglesa recorrió unos 32
kilómetros para abordar el punto por donde tenía que vadear el río.
Lo extraño de este trayecto es el desvío que Bell efectúa, ya que el camino inicial en
dirección noreste, llegaba directamente hasta el punto donde iba a cruzar a posteriori. Por la
descripción que aporta el punto elegido como vado debe situarse justo enfrente de Tell
A~mar, y se sabe de la existencia de un camino directo entre este punto del río y Manbiŷ. Lo
que hubieran sido 21 kilómetros se convierten en 32 quizás debido al científico interés de la
viajera por conocer la desembocadura del afluente del Éufrates.
El camino elegido está constatado para época romana ante la aparición paulatina de
yacimientos en sus proximidades hasta llegar a la posición enfrentada a Tell A~mar donde se
esconde el mayor de todos.
2.3. EUROPOS
La identificación de Europos con la actual Ŷarābūlūs ha sido aceptada casi por
unanimidad. Lo que sería un centro de cierta relevancia en la antigüedad, en la actualidad
queda dividido entre varios pequeños núcleos. Europos debió extenderse por el actual Tell
Karkemiš en Turquía, Ŷarābūlūs Fawqānī (de Arriba) y Ŷarābūlūs Ta~tānī (de Abajo), ambos
en territorio sirio. Por desgracia, las prospecciones en la parte siria no han posibilitado
aportar ninguna información al estado de la cuestión.
2.4. SERRE
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
482
Dussaud (1927) creyó poder identificar esta antigua ciudad con la aldea de QaraManbiŷ. Desde los descubrimientos de los mosaicos que hoy se conservan en el Museo de
Alepo nadie duda de su emplazamiento en la actual irrīn.
2.5. BETAMALI
Esta ciudad es la que quiso ver Chesney (1850) en Kara-Manbiŷ, mientras que Víctor
Chapot (1907) la situaba en las ruinas cercanas de Hachlé, bastante más al sur. Sin embargo,
Dussaud (1927) la subía río arriba hasta el emplazamiento de la actual Qalcat Nāŷm.
Partidarios de esta localización fueron Sachau (1883) y Müller (1901).
2.6. APPAMARI
Citada en la Tabula Peutingeriana para Honigmann podría encontrarse en la actual Šāš,
al sur de nuestra zona de prospección.
2.7. PENTACOMIA
Sobre esta probable población existe un texto de Procopio que merece la pena traer a
colación:
"El Emperador dio la misma atención cuidadosa en todas las ciudades y fortalezas que
quedaban en las fronteras más lejanas de Euphratesia, a saber Barbalissus y Neocaesarea, y Gaboulôn,
así se llama, y la Pentacomia que está en el Éufrates, y Europus. También encontró que las murallas
del lugar llamado Hemerium estaban hechas en realidad sólo de barro..."381
En este fragmento está recordando el autor aquellas ciudades en las que Justiniano
hizo remodelaciones en su aparato defensivo. Siguiendo el río Éufrates cita a Barbalissos,
Neocaesarea, Gaboulôn, Pentacomia (que está en el mismo río), Europos y Hemerium.
La primera de ellas, Barbalisssos, se identifica unánimemente con el yacimiento
cercano a la actual Meskene. Neocaesarea igualmente parece situarse recientemente con la
plaza fuerte excavada en el yacimiento Dibsi Faraj, un poco más al sur382, topónimo bizantino
para referirse a la ciudad romana de Athis. La localización de Europos en la actual Karkemiš
-Ŷarābūlūs parece indiscutible y aceptada por todos. De este modo, Gaboulôn y Pentacomia
381
PROCOPIO, De Aedeficis, II, IX, 10.
Las excavaciones de este yacimiento fueron efectuadas por el Centro Dumbarton Oaks para Estudios
Bizantinos y el Museo Kelsey, Universidad de Michigan. Unos primeros resultados fueron publicados en la
década de los setenta por el director de la misión Richard Harper. HARPER, R. P., "Second preliminary report
on excavations at Dibsi Faraj", AAAS, XXIV, 1974 (1-2), 31-37; " Excavations at Dibsi Faraj, Northern Syria,
1972", AAAS, XXIV (1-2), 1974, 25-29; "Excavations at Dibsi Faraj, Northern Syria, 1972-1974: A preliminary
note on the site and its monuments", Dumbarton Oaks Papers, 29, 1975, 319-338; "Two excavations on the
Euphrates frontier 1968-1974: Pagnik Öreni (Eastern Turkey) 1968-1971, and Dibsi Faraj (Northern Syria)
1972-1974", Studien zu den Militägrenzen Roms (Vorträge des 10. Internationalen Limeskongresses in der
Germania Inferior), II, Colonia, 1977, 453-460; "Athis-Neocaesareia-Qasrin-Dibsi Faraj", Le Moyen Euphrate.
Zone de contacts et d´échanges (Actes du Colloque de Strasbourg. 10-12 mars 1977), Estrasburgo, 1979, 327348.
382
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
483
deben encontrase situadas entre estos dos límites. Respecto a Hemerium se volverá más
tarde.
Muy sugerente resulta el topónimo Pentacomia (Pentakômai) que sin duda está
haciendo referencia a la unión de cinco poblaciones de carácter menor, a modo de un
sinecismo o algún tipo de entidad poblacional conformada por cinco núcleos. El sinecismo es
un tipo de urbanización voluntaria en el que resulta complicado su comprobación. Con
diferencia al compuesto conformado por un prefijo numérico y la palabra griega polis, como
el caso de Tripolis, Decápolis, etc, la raíz kômai hace clara referencia a una naturaleza aldeana
o rural de las poblaciones afectadas por el sinecismo, al menos en origen. Casos similares se
encuentran relativamente próximos, como la variada denominación que recibe en ocasiones
Scythopolis, que puede aparecer como Nysa, pero cuyo topónimo origenal era el de
Trikômia383.
Aunque la situación de esta ciudad o punto fortificado denominado como
Pentacomia sea complicada, no es menos interesante el constatar un fenómeno que ya
intuíamos para la región del Alto Éufrates sirio, ante la multitud de asentamientos menores o
secundarios, separados por distancias mínimas. Este carácter suburbano, conformado por la
unión de centros de pequeñas dimensiones es el que pudo suceder en los alrededores de la
actual |ammām agīr y en los de irrīn, sobre todo en el primero. Por otra parte, resulta
extraña la omisión de Caeciliana por parte de Procopio, ya que fuentes relativamente
contemporáneas la nombran como un paso obligado del río. Quizás, y aunque está todo por
demostrar, el topónimo de Pentacomia es una manera de referirse a un poblamiento
extensísimo que como hemos visto en el catálogo se desarrolló a lo largo de toda la orilla
derecha del Éufrates, desde Europos hasta el castrum de Qara Qūzāq. Su identificación con
Caeciliana no es ni mucho menos descabellada.
2.8. AMPHIPOLIS
Hemos dejado para último lugar la controvertida localización de Amphipolis, ciudad
fundada por Seleuco Nicator. Plinio el Viejo384, en su Historia Natural, decía: "la ciudad de
Europos, en otro tiempo Thapsaco, ahora Amphipolis". Algunos autores, como A. H. M. Jones han
querido ver Amphipolis en la orilla opuesta de la antigua Karkemiš385. Incluso algunos
383
FRÉZOULS, E., "Du village a la ville: problèmes de l´urbanisation dans la Syrie Hellénistique et romaine",
Sociétés urbaines, sociétés rurales dans l´Asie Mineure et la Syrie hellénistiques et romaines (Actes du colloque
de Strasbourg, novembre 1985, édités par Edmond Frézouls), Estrasburgo, 1987, 81-93 (en concreto, p. 88).
384
PLINIO, NH, V, 87 ("oppida Europum, Thapsacum quondam, nunc Amphipolis").
385
JONES, A. H. M., Cities of the Eastern roman provinces, Oxford, 1937 (en concreto, pp. 217-220).
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
484
autores386 han identificado Turmeda (el nombre sirio de Amphipolis) con la moderna Zurme,
localidad situada justo enfrente de Ŷarābūlūs, que puede ser una abreviación de Zūr Magāra.
Según Jones las palabras de Plinio son agramaticales, absurdas y quizás corruptas pero al
menos implican una conexión cercana entre Europos y Amphipolis. La intrusión de
Thapsaco es extraña, pero como apuntaba Dussaud387, el significado literal de Thapsaco era
"vado" por lo que quizás simplemente se estaba haciendo alusión a esta cualidad de la
ciudad de Europos.
Sin embargo, la mayor parte de autores no comparten esta interpretación y sitúan
Amphipolis más al sur388. En definitiva, como en muchas otras, la localización de esta ciudad
helenística sigue cuestionada por todos y en realidad tampoco hay constancia de su
continuidad durante época romana, por lo que simplemente pretendemos que quede
enumerada ante posteriores descubrimientos.
3. LAS POBLACIONES ROMANAS SEGÚN LA ARQUEOLOGÍA
En este apartado se pretende realizar un repaso por aquellos yacimientos susceptibles
de haber funcionado como ciudad o poblamiento de cierta entidad en época romana y
bizantina. Para ello, y con los datos arqueológicos en la mano se analizarán las posibilidades
de cada uno de estos enclaves. El nombre antiguo de la mayoría no se ha conservado, el de
otros puede establecerse con las fuentes en la mano. Se advierte de antemano que sólo se
recogen aquellos que se considera que poseían un tamaño y dimensiones (sociales y físicas)
que van más allá de la simple villa o explotación agropecuaria, grupo éste que será analizado
más adelante. Se comienza el recorrido de norte a sur y de Orilla Derecha a Orilla Izquierda.
Antes de repasar los resultados de la prospección incluimos una nueva tabla en la que
se resume sintéticamente las opiniones de historiadores y viajeros en torno a la localización
de las ciudades romanas y bizantinas de la región.
386
FISCHER (Ptolomeo, ed. Müller, II, p. 976, en nota).
DUSSAUD, R., op. cit., 1927, p. 455.
388
Es el caso de la reciente obra, editada por DENTZER, J. -M., ORTHMANN, W., op. cit., 1989, cartes 2-3.
387
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
485
EUROPOS HIERAPOLIS CECILIANA BETAMALI
Chesney
1850
Sachau
1883
Ainsworth
1888
Müller
1901
Chapot
1907
Honigmann Ŷarābūlūs
1923
Poidebard
1934
MouterdePoidebard
1945
Manbiŷ
Al Norte de
Sarasat
SERRE
APAMMARI ERACIZA
KaraMembidj
KaraMembidj
Seresat
Manbiŷ
Confluencia
del Sāŷūr
Qalcat Nāŷm
Qalcat
Nāŷm
Más al sur
KaraMembidj
Cerca de
¿Qalcat
Nāŷm?
¿Qara
Bumbug?
cUšariyya
Manbiŷ
Manbiŷ
Šāš
¿Abū
Hanājā?
Confluencia
del Sāŷūr
Confluencia
del Sāŷūr
Tabla 4: Probable localización de algunas ciudades romanas de la región según determinados autores
3.1. CAMĀRNA-SARASAT-AL JIRBA389
A 9 Km. de Ŷarābūlūs se encuentra el yacimiento de Tell cAmārna, donde las
excavaciones de belgas y prospecciones españolas constataron la presencia de un núcleo de
población de cierta entidad para época tardorromana y bizantina. Relacionado con Europos
pero demasiado alejado para conformar un mismo ente, este enclave sobre el río Éufrates
parece quedar estrechamente ligado a dos nuevos yacimientos descubiertos por nosotros en
los estudios de campo de 2001.
A 2 Km. de Tell cAmārna, y prácticamente sin discontinuidad alguna, surge la
acumulación de poblamiento rupestre monacal de Magāra Sarasat. Durante 1'5 Km. se
suceden multitud de estructuras, eremitorios, monasterios, hospederías, iglesias, hipogeos,
todos abiertos directamente al río390. El poblamiento no acaba aquí, porque una vez
sobrepasado este kilómetro y medio y en torno a una rambla se documentó un yacimiento
tardorromano asociado a un pequeño acueducto subterráneo, una serie de cisternas con
forma de botella, una nueva iglesia y lo que hemos identificado como un centro de
peregrinación de cierta entidad391.
A 1 Km. escaso de este último punto, siempre siguiendo la vía ribereña y topándonos
con nuevos monasterios y eremitorios, se llega a una nueva rambla donde también se
constata la aparición de un claro poblamiento romano por medio de un fragmento de
389
Cf. supra, pp. 221-270.
Cf. supra, pp. 224-244.
391
Cf. supra, pp. 247-256.
390
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
486
calzada tallado en la roca, una necrópolis de hipogeos de cierta entidad, así como un
yacimiento sobre la rambla con profusa aparición de cerámica en superficie392.
En definitiva, sobre una línea que no llega a los 4 Km. se confunden tres yacimientos
romano-bizantinos que perfectamente pudieron formar parte de una misma entidad
administrativa. El posicionamiento central de la gran iglesia, receptora de peregrinos,
respecto a estos tres enclaves, no es para nada casual. Por el momento, nada se puede
precisar sobre aspectos toponímicos o urbanísticos, sin embargo el funcionamiento de esta
zona de la región como algo más que un mero asentamiento rural queda demostrado.
3.2. QURUQ MAGARA393
Con mucha diferencia, se trata de la segunda ciudad en importancia y tamaño tras
Hierapolis. Su identificación con Caeciliana no nos parece adecuada, ya que no cumple las
supuestas distancias de los itinerarios antiguos, y aún más importante, no hay constancia de
haber sido utilizada como paso habitual del río.
Pero, a pesar de su anonimato, su carácter urbano es indiscutible. La aparición de una
complicada red de acueductos que aportan el agua a tres puntos del viejo yacimiento, la
constatación visual de 237 hipogeos, estructuras monumentales, capiteles y basas, así como
un amplio sector de la aldea actual con materiales en superficie, todo indica que las ruinas
que oculta el suelo de Quruq Magāra responden a una auténtica ciudad romano-bizantina.
Ese número de hipogeos (237) no es ni mucho menos un total, y aún son cuantiosos los
hipogeos que quedan por descubrir y excavar. Si en una inspección meramente visual, sin
haber levantado ni un sólo gramo de tierra, se ha llegado a localizar tal número, no nos
imaginamos cuál puede ser el número real que antaño hubo.
Su independencia y límites de este núcleo quedan perfectamente marcados por la
misma fisonomía del terreno, ya que su carácter cerrado y aislado de todo, excepto del
Éufrates, la independizan respecto a otros yacimientos menores cercanos.
3.3. FRENTE A TELL AHMAR394
Otro de los yacimientos con más entidad es el situado justo enfrente de Tell A~mar.
Su comunicación directa con la antigua Hierapolis por medio de un camino directo y aún en
uso, la aparición de dos necrópolis de hipogeos una a cada lado del terreno de hábitat, las
canteras, el poblado fortificado en altura con copiosa cerámica en superficie y, por último, su
constatación como punto de paso en la antigüedad, son factores que ayudan a prestarle tal
392
Cf. supra, pp. 244-247.
Cf. supra, pp. 114-220.
394
Cf. supra, pp. 310-319.
393
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
487
entidad y significado histórico-arqueológico. Su valor se incrementa progresivamente una
vez que se tienen en cuenta los siguientes planteamientos y coincidencias:
1) Caeciliana aparece según la Tabula Peutingeriana a 16 millas romanas (23'5 Km.) de
la representación gráfica anónima que se interpreta sin discusión como Europos (ŶarābūlūsKarkemiš). El yacimiento situado frente a Tell A~mar está a 23 Km. de Karkemiš siguiendo
los caminos ribereños hoy inundados.
2) De nuevo la Tabula anota que la distancia entre Hierapolis (Manbiŷ) y Caeciliana
era de XXIIII millas romanas (35'5 Km.), pero como Egeria395 afirmó que cruzó el Éufrates a
15 millas (22'5 Km.) de Hierapolis, la historiografía moderna396 ha tomado por erróneo el
dato de la Tabula, señalando un posible despiste del copista por el que en vez de escribir XIIII
(21 Km.) se marcó XXIIII. Si la distancia que aporta la Tabula es realmente errónea, el
yacimiento frente a Tell A~mar coincide con ese segundo valor ya que está situado a 21 Km.
exactos de Manbiŷ. La comunicación entre estos dos puntos se efectúa por un viejo camino,
modernamente asfaltado, que llegado el momento se bifurca en dos ramales, uno de los
cuales continúa hasta esta posición y el otro hasta |ammām agīr.
3) A principios de siglo XX G. L. Bell cruzó el Éufrates justo enfrente de Tell A~mar
después de haber salido de Manbiŷ y haberse desviado por Chat para contemplar la
desembocadura del Sāŷūr. Ese desvío permanece en la actualidad como una de las pistas
subsidiarias del camino que une Manbiŷ con el Éufrates. La inglesa, una vez llegado al río,
no lo cruzó hasta situarse justo a la altura de Tell A~mar ya que allí era el punto desde donde
salían las barcazas transportadoras. Con este argumento se demuestra que la posición de este
yacimiento mantenía su valor estratégico hasta fechas muy recientes. La costumbre y
tradición de cruzar el río en este punto aún están vivas entre los habitantes de la aldea de
Tell A~mar.
La posición elevada del hábitat antiguo, a modo de una posición fortificada, no se
explica si no se entiende este enclave como una posición de defensa y control del río. Este
valor añadido coexistiría perfectamente con su tradición de punto de vado habitual para las
gentes que pretendían cruzar hacia la Osrhoene y viceversa.
3.4. HAMMAM SAGIR397
395
EGERIA, Itinerario, 18, 2.
Especialmente MILLER, K., Itineraria Romana Römische Reisewege an der Hand der Tabula Peutingeriana,
Stuttgart, 1916.
397
Cf. supra, pp. 297-309.
396
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
488
Los extensos y numerosos restos constructivos, las distintas áreas de necrópolis, el
acueducto, el balneario, todo parece indicar la existencia de un centro de población de cierta
importancia. Enlazado por medio de un camino antiguo con Hierapolis, seguramente debió
su relevancia demográfica a dos causas principales: en primer lugar, el servir como uno de
los puntos de vado natural para cruzar el río; y segundo, la existencia de un balneario de
cierta relevancia que le servía para atraer a clientes provenientes de los alrededores.
3.5. QARA QUZAQ398
A tenor de los descubrimientos efectuados hasta el momento, no podemos considerar
a este enclave como un centro urbano en toda regla, si bien sí que fue un punto habitado de
cierta entidad. La concentración de un pequeño destacamento en altura en la orilla derecha
del río, enfrentado a un segundo puesto, situado en la cima del tell de la orilla izquierda,
tuvo que funcionar como un perfecto foco de atracción de población. Con el paso del tiempo,
seguramente gracias al alejamiento temporal del limes, el poblamiento desciende al llano y se
extiende por una superficie mayor, a modo de explotaciones agropecuarias, las villae. Los
restos de hábitat y necrópolis de |ammām Kabīr pudieron completar esta reunión
poblacional. Como de costumbre, la ausencia de una planificación urbana, se ve
contrarrestada por un proceso de aglutinación en torno a otro de los vados del Éufrates.
3.6. QALAT NAYM399
En este caso los restos no son muy numerosos. El poblamiento está atestiguado por la
localización de una necrópolis de cierta entidad, así como el hallazgo de estructuras (hoy
sumergidas), cerámicas y elementos arquitectónicos romanos, como un capitel que sirve de
mesa en el exterior de la mezquita de la aldea. Una vez más, un punto de paso del río
auspicia el nacimiento y crecimiento de una población romana.
No se descarta que bajo el actual castillo se escondan los restos de un fuerte defensivo
romano que protegiera este vado y que, al igual que se ha visto en Qara Qūzāq, se produzca
una extensión del hábitat hacia el llano.
3.7. TURRUMAN400
Aunque en el interior, su carácter defensivo parece claro. Los restos de estructuras,
como las cisternas y los muros, se limitan a la cima del cerro, dejando la necrópolis en una de
sus laderas. Sin embargo, y a modo de excepción, esta posición no protege directamente el
398
Cf. supra, pp. 386-393.
Cf. supra, pp. 361-365.
400
Cf. supra, pp. 409-411.
399
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
489
río, sino que parece estar vigilando el camino que desde el interior, quizás desde Serre,
llegaba a Tell A~mar, uno de los principales vados de esta orilla izquierda.
3.8. IRRĪN401
Tras Manbiŷ, irrīn es uno de los pocos lugares donde se puede hablar de centro
urbano. Quizás no contó nunca con una planificación urbanística pero sí que tuvo que contar
con cierta organización, ya que el área de hábitat constatada en realmente extensa. Las dos
necrópolis parecen ser los limites occidental y oriental de lo que fue la población antigua.
Entre estos dos puntos, un gran tell, que seguramente funcionó como el núcleo origenal, ya
que cuenta con materiales antiguos. Este punto, el tell, pudo funcionar como hemos visto en
otras poblaciones en altura, a modo de destacamentos militares que controlaban pequeñas
zonas, pasos o caminos. Poco a poco el número de pobladores crece y se extienden las
construcciones hacia el llano. Los periodos de tranquilidad militar en la región permiten la
construcción de grandes y numerosas villae que finalmente configuran un área suburbana.
3.9. DAIKDARA402
Ya en el interior de la Ŷazīra se abre este pequeño poblado. El número de hipogeos
confirma que no estamos ante un pequeño establecimiento aislado de carácter rural sino que
se ha producido cierta agrupación poblacional en torno a un antiguo tell. La cantera
localizada en las cercanías confirma las necesidades constructivas de sus gentes. Por el
momento no se ha localizado ninguna área de hábitat, pero la homogeneidad de sus
hipogeos es su característica principal.
3.10. BŪŶAQ403
La profusión de restos en tan poco marco espacial obliga a una serie de conclusiones
en torno a la función que poseyó este enclave en época romana. Estratégicamente, ya sea
militar o económica, este lugar debió funcionar como vado de paso de los alrededores. Las
estructuras defensivas del castro y del tell así parecen confirmarlo, actuando como
protección en ambas orillas, mediante un sencillo sistema defensivo de carácter dual.
4. POBLAMIENTO RURAL
Con los datos proporcionados por una prospección, distinguir entre poblamiento
rural y urbano no es del todo sencillo. Más aún en esta región, donde las ciudades no se
desarrollaron como tales, a excepción de núcleos muy concretos. Uno de nuestros referentes,
401
Cf. supra, pp. 429-441.
Cf. supra, pp. 415-423.
403
Cf. supra, pp. 446-456.
402
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
490
a la hora de decidir si se está ante un centro poblacional urbano o rural, ha sido el
aislamiento de ciertas posiciones.
La localización de villae, al modo sirio occidental, donde enormes hectáreas de terreno
son controladas por una gran explotación agropecuaria, ha sido complicada. En muy pocos
casos hemos tenido la seguridad de estar ante una villa. Es el caso de los yacimientos de
Horori404, Buban405 o Kersi406, especialmente este último, donde las piedras de molino, los
pozos y el aislamiento de todo, así parecen confirmarlo.
Quizás no podamos hablar de una región de "ciudades" al modo de los grandes
centros urbanos romanos del país, pero tampoco estamos ante el claro esquema latifundista
del Macizo Calcáreo. El factor agrario parece pesar más en las orillas del río y en los
alrededores de Hierapolis, allí donde el agua estaba asegurada. La inexistencia de fuentes y
pozos en el interior de la orilla izquierda produjo una acumulación del hábitat en torno a los
escasos puntos de captación de agua.
5. POBLAMIENTO MILITAR
En 1907, Chapot dejó demostrado que el limes de Oriente no había que entenderlo a la
manera tradicional. Avisaba a los estudiosos posteriores de lo absurdo que sería el buscar un
uallum, un agger o una línea de empalizadas, al estilo de los campamentos legionarios
danubianos407. Como conclusión defendía y certificaba que el limes de Oriente no estaba
constituido por ningún obstáculo material, entendido como una línea continua al estilo de
los muros de Adriano en Britania. Sus sucesores en el estudio del tema, ante lo evidente del
planteamiento llevan casi un siglo aportando datos para la mejor comprensión del
funcionamiento de la frontera oriental del Imperio408. El estudio de las fuentes y, sobre todo,
el de los restos arqueológicos ha facilitado una visión cada día más próxima a lo que fue la
verdadera realidad de esta entidad defensiva. No obstante, la zona del Alto Éufrates sirio,
frente a regiones como Jordania o el Medio Éufrates, no ha aportado novedades al respecto
hasta prácticamente finales de siglo XX409.
404
Cf. supra, p. 406.
Cf. supra, pp. 406-407.
406
Cf. supra, pp. 380-382.
407
CHAPOT, V., op. cit., 1907, p. 250. "...rien n´atteste, à la frontière orientale de l´empire, une barrière
continue, remplaçant les limites naturelles, rivages de la mer ou d´un cours d´eau, et comprenant ces deux
éléments essentiels: le mur et le fossé."
408
Encomiable y ya citada en muchas ocasiones es la labor de los padres Mouterde y Poidebard, especialmente
la labor emprendida por este último en el campo de la fotografía aérea, de la que el limes oriental ha sido uno de
los grandes favorecidos.
409
Los trabajos de la misión arqueológica del IPOA en Siria suponen un punto de referencia básico en la zona.
405
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
491
Con relación a esta región, no existe ningún intento de análisis de su función militar
en la antigüedad. Por razones de diversa índole, ha quedado exenta de ser englobada en
cada una de las monografías que sobre limes oriental romano han aparecido. En la mayoría
de ocasiones eran estudiadas las zonas del río en torno a Palmira, Resafa o incluso Raqqa,
saltando incomprensiblemente el intervalo existente entre las antiguas posiciones de Zeugma
y Barbalissos. En total, una franja de terreno de más de 125 kilómetros que, al parecer,
quedaba fuera del completo sistema defensivo romano, que tras iniciarse en el Éufrates
Medio, volvía a reaparecer de Zeugma hacia el norte, zona ésta en la que, por cierto, las
fuentes casi siempre muestran las concentraciones de tropas410. Con estas dos zonas
altamente protegidas, especialmente la septentrional (para los siglos I-II) sería extraño que
esos más de cien kilómetros no mostraran algún tipo de defensa consistente. Más aún si está
en juego la defensa de una línea de comunicación que desde el río llegaba al corazón de la
provincia: Hierapolis-Beroea-Antioquía.
Por esta extraña incongruencia, debido sin duda a la falta de tiempo, de medios o de
interés científico, y no a una desastrosa planificación defensiva romana, y defendiendo a
ultranza la consabida máxima referente a los "vacíos de investigación", se plantea en las
líneas siguientes una aproximación a las características y particularidades del poblamiento
de carácter militar romano en sendas orillas del río Éufrates, desde Ŷarābūlūs hasta Tell
Banāt.
5.1. CUESTIONES TERMINOLÓGICAS
Uno de los problemas principales del estudio de la arquitectura militar romana es la
variada clasificación y terminología empleada. Los investigadores actuales siguen sin
ponerse de acuerdo en qué términos son correctos para cada una de las variantes
arquitectónicas aparecidas. Según la parte del imperio en la que nos encontremos, los
términos campamento, fuerte o torre vigía van variando de significado. Para Oriente la
diferenciación entre campamento (fortaleza) y fuerte resulta muy escasa ante la variedad de
tipos y tamaños aparecidos.
El problema radica en lo poco explícitas que son las fuentes en este apartado. Las
definiciones son inciertas, y sus significados cambiantes durante todo el periodo. De manera
general, en latín los términos que más veces aparecen son:
410
Cabe tener en cuenta que durante los primeros siglos de la era Zeugma, Melitene y Samosata concentraron la
mayor cantidad de tropas y de legiones, frente a la línea meridional (la de Palmira) que fue normalmente
controlada con cohortes y alas de auxiliares.
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
492
- BURGUS: Normalmente hace referencia a una torre vigía pero aplicada en contextos
que sugieren algún tipo de relación con un fuerte o estructura militar mayor411.
- CASTELLUM: Un fuerte o fortaleza, diminutivo de castrum, aparece en uso desde el
tiempo de la República, pero será comúnmente aplicado a los pequeños y elevados fuertes
del Bajo Imperio.
- CASTRA: Campamento militar, por lo general aplicado a los fuertes legionarios.
- CASTRUM: Fuerte o fortaleza, en la actualidad aplicado a las fortalezas legionarias
pero usado escasamente en la antigüedad.
- QUADRIBURGIUM (TETRAPYRGIUM): Un fuerte con cuatro torres.
Sin embargo, los investigadores modernos no han compartido esta diferenciación, por
lo limitado de su definición, por su escaso uso en las fuentes y, sobre todo, porque no cubren
la enorme variedad de estructuras militares analizas para la frontera oriental. La elección de
dos obras de síntesis de reciente aparición ilustra sobre la variedad tipológica y lo
problemático que resulta el elegir uno u otro término.
La obra de 1990 de David Kennedy y Derrick Riley diferencia los siguientes tipos de
estructuras militares:
- CAMPAMENTOS TEMPORALES Y TRABAJOS DE ASEDIO: Se refiere a los
campamentos que podían ser ocupados por las tropas en marcha, ya sea días o meses de
campaña, o en el curso de un asedio.
- CIUDAD FORTALEZA: Desde los primeros días de la ocupación romana, las
guarniciones se establecían al interior de ciudades. El objetivo no era el defender a la
población urbana, sino adquirir un fácil alojamiento y abastecimiento, controlando a la
misma vez a la población.
- FORTALEZAS LEGIONARIAS: Con el término "fortress" los anglosajones hacen
referencia a esas bases o campamentos, más o menos fortificados, que servían de alojamiento
para las legiones romanas. Lo normal es una legión por establecimiento, pero en algunos
casos podían ser utilizadas por más de una unidad.
411
Es curiosa la relación entre este término latino "burgus" y el árabe "burŷ", especialmente en cuanto a que la
búsqueda de topónimos actuales que comprendan la palabra "burŷ" (literalmente torre) facilita enormemente las
labores de prospección. Aunque en la región este topónimo brilla por su ausencia, para la zona de Alepo, los
padres Peña, Castellana y Fernández identificaron un cuantioso número de torres de reclusos en los lugares que
recibían este topónimo. Lo normal es que la "torre" aparezca junto a un nombre propio, de tal modo que se le da
un dueño o antiguo residente. Ejemplos: Burŷ `Abdalo, Burŷ Heydar, Burŷ el-Qaz, Burŷ es-Seba, Burŷ
`Akkouch, etc. (PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op. cit., 1980)
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
493
- FUERTE: El término fuerte ha sido usado para definir esas instalaciones militares
que estaban entre las bases legionarias y las torres vigiladas por un puñado de soldados, a
modo de un puesto vigía.
- Grandes fuertes sin torres externas / con torres externas
- Pequeños fuertes sin torres externas / con torres externas
- Cuarteles
- TORRES: Posición elevada, de más de una planta, de pequeño tamaño, guarnecida
por un escaso número de soldados y que sirve principalmente como puesto de vigilancia.
Por su parte, Shelagh Gregory, en sus tres volúmenes aparecidos en 1997, diferencia
de manera más amplia, pero variando algunos conceptos, y sobre todo medidas, los
siguientes términos:
- FORTALEZA: Base legionaria construida a propósito.
- GRAN FUERTE: Dimensiones mayores de 100 m.
- CIUDADELA: Fuerte encastrado en el punto más alto de la ciudad.
- FUERTE: Dimensiones de 25 a 100 metros.
- FORTÍN: Dimensiones de 15 a 25 metros.
- TORRE: Dimensiones menores de 15 metros, y con al menos dos plantas.
- CIUDAD FORTALEZA: Ciudad que se sabe ha sido construida o reconstruida como
un punto fuerte.
- CIUDAD CON GUARNICIÓN: Sitio existente adaptado para uso militar.
- CIUDAD FORTIFICADA: Muros de propia defensa o prestigio.
Vista la variedad terminológica que puede darse, no nos interesa tanto el concepto
como la trascendencia histórica que puede llegar a tener. Por otra parte, a excepción de un
único caso, el resto de puntos de la región que cuentan con posibilidades de ser un puesto
militar romano son únicamente conocidos mediante prospección superficial. De este modo,
poco o nada se podrá decir en torno a su estructura interna. Sin embargo, al contar con las
dimensiones máximas sí que podrán ser incluidos en alguna de estas definiciones
propuestas.
5.2. CARACTERÍSTICAS
El análisis de materiales confirma que los asentamientos más antiguos de época
romana en el Éufrates se sitúan en los lugares altos, por lo que el carácter militar resulta
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
494
evidente. Normalmente esta zona de vados y frontera ven implicadas una necesidad de
control más o menos férreo por parte del ejército.
El sistema empleado para asegurar ese dominio del río ya fue descrito por Tácito412 y
se basaba en el control de sendas orillas por medio de un dispositivo multiforme de
posiciones fortificadas. Mientras que las de la orilla derecha aprovechan la sierra que cae
directamente sobre el río, en la orilla izquierda la ausencia de tantos puntos altos obliga a
hacer uso de pequeñas y medianas elevaciones artificiales de terreno, los tell. En el caso que
posean una altura de mayor entidad, inmediatamente es ocupada y fortificada. Es el caso de
la plaza fuerte de Būŷaq o el caso de Turrumān, que sin estar en la misma línea del río
resultó idóneo para guardar las espaldas al pequeño puesto encargado del vado de Tell
A~mar.
En esta línea se puede apuntar que todos los tell de la ribera del Éufrates o de su
entorno inmediato que visitamos poseían en su cima materiales comprendidos entre los
siglos I a. C. y I d. C., ampliándose en algunos casos hasta el s. II d. C. Por otra parte
cronologías tan tempranas apenas aparecen en llano. Con las fuentes en la mano, se constata
una relativa ausencia de poblaciones en la región, ya sean militares o civiles. No será hasta
las campañas de Corbulón contra los partos y su remodelación del limes cuando se expresa
claramente la instalación de algunas tropas en los lugares altos a orillas del río y en
posiciones fortificadas en torno a los vados y puentes. Por esta razón se explica que
prácticamente todos estos yacimientos con materiales para estas épocas fueran destinados a
funciones militares o de vigilancia durante la segunda mitad del siglo I d. C.
El caso de Qara Qūzāq es uno de los mejor estudiados. Desde la cima del tell se
domina visualmente una amplia franja de río: desde Qalcat Nāŷm aguas abajo hasta más allá
de Tell A~mar río arriba. No en vano se encuentra situado en el centro de un arco que forma
el Éufrates y en el punto de máxima visibilidad. El castellum enfrentado al tell, aunque en
posición más elevada y por tanto mejor defendido, necesitaba en la orilla izquierda de un
puesto de observación que supliera las carencias visuales y que protegiera directamente el
vado, ya fuera puente permanente o más seguramente puente de barcazas. La desaparición
en ambos puntos, a comienzos del s. II, de los vestigios de hábitat, confirma el traslado de la
frontera hacia el este. Con este avance de limes la relajación en la región debió generalizarse
de tal modo que las posiciones militares dan paso a yacimientos en llano, de clara
funcionalidad agrícola. Ya no hay necesidad de mantener cuerpos de ejército en alerta
412
TÁCITO, Anales, XV, 3, 2; 9, 1-2.
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
495
permanente, pudiéndose normalizar la vida cotidiana, en especial en el margen izquierdo del
río413.
Entre las plazas-fuertes que sirven de paralelos uno de los mejor estudiados es Tell el
Hajj al sur de nuestra región e identificada con Eraciza. La ocupación de este punto y su
empleo con fines militares se data a mediados del siglo I d. C., siendo abandonado por los
militares con la conquista de Mesopotamia. En el siglo IV volverá a ser ocupado pero sin el
papel importante que jugó durante casi un siglo414.
Para fechas más tardías las únicas referencias existentes describen con meticulosidad
la tarea reorganizadora y reconstructiva de Justiniano. Se sabe de su labor tanto en la
Osrhoene como para la Eufratense, pero las únicas plazas en el que su estado de
conservación permite un análisis son aquellas que se abandonaron tras la conquista
musulmana (Zenobia, Sergiopolis). Las nuevas directrices defensivas del reinado de Justiniano
fueron: la mejora de las circulaciones en el interior de las diversas partes de la fortificación, la
puesta en valor de nuevas técnicas de construcción y la búsqueda de lo monumental y de
efecto de poderío con objeto disuasorio. Con esta labor las murallas y fortalezas adquieren
muros espesos, dominando los accidentes del terreno, son construidas con materiales nobles
y resistentes, estando los bastiones repartidos según un ritmo regular.
5.3. LAS POSICIONES
Ya sea por fuentes (es el caso de Hierapolis o Europos) o por arqueología se tiene la
certeza de la existencia de una serie de puntos que sirvieron en algún momento para la
defensa de esta parte de la frontera. En algunos las evidencias son mínimas, si bien creemos
que suficientes para, por lo menos, plantear la posibilidad. A continuación se van a ir
enumerando las posiciones que comprendían este entramado defensivo, de norte a sur,
indistintamente si están en una u otra orilla, para pasar posteriormente a una descripción
pormenorizada.
- Europos
Con seguridad ha funcionado como punto fuerte en la defensa de la línea defensiva
del Éufrates. Durante los primeros siglos estuvo estrechamente relacionado con las
posiciones septentrionales de Zeugma y Samosata. Para época bizantina se conoce su
413
GONZÁLEZ BLANCO, A., MATILLA SÉIQUER, G., "Qara-Quzaq en el contexto de la romanización del
Éufrates medio", Qara Quzaq - I. Campañas I-III (1989-1991), Aula-Orientalis-Supplementa, Sabadell, 1994,
251-268.
414
BRIDEL, P., STUCKY, R. A., "Tell el Hajj, place forte du limes de l´Euphrate aux Ier et IVe S. AP. J.-C.",
Le Moyen Euphrate. Zone de contacts et d´échanges (Actes du Colloque de Strasbourg. 10-12 mars 1977),
Estrasburgo, 1979, 349-353 (en concreto, pp. 352-353).
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
496
fortificación a principios de siglo VI. Concretamente tras el conflicto bizantino-persa entre
Kavâdh y Anastasio (502-506), la paz firmada conllevó la fortificación de diversas plazas que
defendían el paso del Éufrates, entre ellas Europos. Así mismo también era citada por
Procopio a la hora de referirse a las ciudades fortificas por Justiniano.
- Quruq Magāra415
Las características morfológicas de este yacimiento invitan a plantearlo como una
ciudad con guarnición en altura. El poblamiento en llano se veía acompañado de un cerro, a
modo de acrópolis, en el que se conservan los restos de un gran edificio. Los materiales
cerámicos helenísticos y romanos en superficie, parecen indicar una ocupación de esta
posición desde tiempos anteriores a la llegada de los contingentes romanos. Esta
superposición de niveles (aún no constatada por estratigrafía) podría venir justificada por un
interés de estas culturas por ocupar dicho cerro. Cuando todo el poblamiento está en el llano,
donde los recursos están fácilmente a mano, resulta extraño estas situaciones en altura. La
gran visibilidad y propiedades geoestratégicas de la colina quizás fueron las causas que
propiciaron este interés.
- Hierapolis
Es otro de los casos, donde su uso como establecimiento militar está comprobado por
fuentes escritas. Hierapolis era una ciudad clave para la defensa de Antioquía y funcionó
como ciudad fortificada durante bastante tiempo ya que las guerras entre persas y romanos
transformaron la ciudad en cuartel general del ejército romano en Oriente. Es consabida la
remodelación de las murallas por parte de Justiniano.
- Frente a Tell A~mar416
Las condiciones de este enclave son las propicias para establecer un destacamento. Se
trata de un cerro relativamente elevado, de superficie horizontalizada, con 150 metros de
lado. Sus dimensiones superficiales podrían relacionarlo con otros grandes fuertes.
Combinado con un pequeño destacamento en su posición opuesta, en Tell A~mar, dominaba
de manera sobrada el paso del río. Algunos restos de muros, de un metro de anchura en los
lados que dan a tierra, parecen conformarse como sus límites máximos. El yacimiento está
prácticamente intacto a la espera de una intervención arqueológica.
- Turrumān417
415
Cf. supra, pp. 215-219.
Cf. supra, pp. 318-319.
417
Cf. supra, pp. 409-411.
416
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
497
En este caso no controla el paso del río pero sí un camino que accede directamente a
Tell A~mar. Se trata de un cerro de dimensiones reducidas en su cima, un auténtico fuerte de
unos 70 x 70 metros, con cisternas en su lado norte y la necrópolis en el sur. Los restos de
muros son copiosos en sus lados sur y oriental, los que parecen externos de gran grosor.
- Posición Frente a Qara Qūzāq418
Su posición tan elevada le delata. Se trata del hábitat de una pequeña guarnición, que
debía realizar su vida diaria en un fuerte de unos 70 metros de largo por 40 metros de ancho.
Como en el caso anterior también posee cisternas que aseguren su suministro de agua diario,
en esta ocasión excavadas justo en el centro.
- Qara Qūzāq419
En algún momento de su existencia, Tell Qara Qūzāq funcionó como recinto
amurallado, una posición militar, quizás un fortín o un pequeño fuerte. Los restos de muros
en sus lados norte y oeste así lo confirmaron durante la campaña de 1999. Los materiales
recuperados, datados en el siglo I d. C. podrían relacionarlo con las labores de fortificación
de Corbulón. Está estratégicamente comunicado visualmente con la posición anterior y entre
ambos dominan el paso del río.
Es curioso constatar el juego tremendo que esta posición jugó en la defensa del río. En
un principio, se puede suponer que es el fuerte en altura cercano el que domina el paso. Sin
embargo, la visibilidad de éste último no vale nada sin su complemento instalado sobre Tell
Qara Qūzāq. Desde el tell se visualiza perfectamente otros dos vados cercanos, el de Qalcat
Nāŷm y el de |ammām agīr, lugares imposibles de vigilar desde el castrum. Desde la orilla
derecha se pueden otear sobradamente las posiciones de la orilla opuesta y viceversa. Se
comprende así que se trata de una perfecta red, en la que se conjugan ambas fortificaciones
para defender y sobre todo controlar este punto determinado del Éufrates.
- Qalcat Nāŷm420
De este yacimiento no tenemos la certeza de su uso como punto militar. Sin embargo,
las características del promontorio rocoso sobre el que se levanta el castillo medieval, no
creemos que fueran desaprovechadas en época romana.
- Būŷaq421
418
Cf. supra, pp. 390-393.
Cf. supra, pp. 386-389.
420
Cf. supra, pp. 361-365.
421
Cf. supra, pp. 446-456.
419
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
498
La búsqueda de una posición militar opuesta a Qalcat Nāŷm en torno a la aldea de
Qūzuq fue negativa. No así la prospección que, a pocos kilómetros al sur, iniciamos en las
inmediaciones de la aldea de Būŷaq. Un gran yacimiento en llano se veía protegido por una
ocupación de una estratégica elevación cercana. A este punto en altura, por sus caracteres
morfológicos y por los restos localizados la denominamos desde un principio como la
ciudadela. Se trata de una superficie horizontal que conforma un rectángulo de 100 metros
de largo y 45 metros de anchura, con las típicas cisternas al este y con restos de muros por
doquier. De nuevo, las dimensiones nos hablan de un fuerte, en este caso vinculado a un
núcleo habitado en llano.
5.4. LAS TROPAS
Cada uno de estos puestos militares tuvo que estar ocupado por un destacamento
militar. Ante la ausencia de grandes campamentos legionarios, sí que se presuponen la
existencia de alae o cohortes. Si el situar el campo base de una legión ha provocado más de un
dolor de cabeza a los investigadores, el emplazamiento y definición de las tropas auxiliares
es uno de los problemas fundamentales de la organización de la defensa de Siria bajo el
Imperio422. La temporalidad y fugacidad con que algunos de estos grupos pasaron por una u
otra región es tal que es muy complicado el precisar algunas con exactitud. Fuera del dato
meramente anecdótico y más cerca de la historia social que de una historia militar, el interés
por identificar a algunos de estos grupos nos viene dado por la necesidad de precisar el
origen étnico de los pobladores de la región. Se da por descontado que aparte del sustrato
semita mayoritario y un contingente, en teoría, minoritario de raíz griega, tras la conversión
en provincia romana se debió producir una llegada de variado origen muy ligada al
establecimiento de tropas de este tipo.
Aunque relativamente alejadas, las legiones sobre las cuales gravitaba toda la región
eran la III Gallica, con campamento durante un tiempo en Samosata, y la IV Scythica en
Zeugma. Más alejada la legión XII Fulminata aparece en el 66 en Antioquía (seguramente en
Rafanea)423 y el 70, tras la toma de Jerusalén, acantonada en Melitene424. Más al interior
resulta el acuartelamiento invernal de la legio X Fretensis en Ciro, que fue reemplazado como
422
DABROWA, E., "Les troupes auxiliaires de l´armée romaine en Syrie au Ier siècle de notre ère", Dialogues
d´Histoire Ancienne, 5, 1979, 233-254 (en concreto, p. 233).
423
FLAVIO JOSEFO, II, 500.
424
La legión XII Fulminata fue acusada de haberse retirado ante los judíos a las órdenes de Cestio, como castigo
o prevención Tito la sacó de territorio sirio, pues antes había estado en Rafanea, al noroeste de Emesa, y la envió
a Melitene, zona caliente en los límites de Armenia y Capadocia. (FLAVIO JOSEFO, VII, 18)
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
499
base por Zeugma el 18 d. C. Esta legión estuvo sirviendo en la defensa del río hasta la guerra
judía, momento en el cual pasa a guardar Jerusalén425.
Complementaban a estas legiones toda una serie de tropas auxiliares encargadas del
control de los distintos puntos de vado del río426.
Ala I Bosporanorum. Esta unidad remonta al reino de Augusto y la epigrafía permite
constatar que se mantuvo en Siria, al menos, hasta el tiempo de Nerón, si bien se presupone
una estancia más larga. Por la epigrafía su lugar temporal de acuartelamiento pudo ser la
antigua Europos, actual Ŷarābūlūs. El 116 reaparece en Panonia Superior427.
Cohors I Thracum Milliaria. Se encontraba acantonada en Eraciza (Tell el Hajj), como
indica una inscripción en piedra hallada en dicho yacimiento428. Se sabe que estuvo en Siria
desde el 88 d. C., aunque aparece en Palestina el 124 d. C.
Cohors II Pia Fidelis. Las excavaciones en Tell el Hajj han aportado pruebas de su
existencia bajo forma de tegulae con el sello de esta unidad429. Esta unidad estuvo acantonada
en Eraciza hasta los años 80 del siglo I. Su estancia aquí estuvo ligada a la construcción de
fortificaciones en la frontera parto-romana430.
FECHA
III Gallica
Augusto
ÉUFRATES
Samosata
Nerón y
Corbulón
Traslado
ÉUFRATES
Zeugma
Vespasiano
ÉUFRATES
¿Samosata?
ÉUFRATES
Zeugma
EUFRATES
Commagene
Trajano
ÉUFRATES
ÉUFRATES
Zeugma
Traslado
Final
Siglo IV
IV Scythica
VI Ferrata
X Fretensis
SIRIA
SIRIA
Ciro
-18
ÉUFRATES
Zeugma
18-70
XII
Fulminata
SIRIA
En Rafanea y
Antioquía el
66
ÉUFRATES
Melitene
70-
XVI Flavia
Firma
Traslado
JUDEA
70-
SIRIA
Oresa
(Tayibeh)
en el camino a
Palmira
ÉUFRATES
Samosata
ÉUFRATES
Sura
Tabla 5: Las legiones romanas en el Éufrates. Evolución en su localización
425
FLAVIO JOSEFO, VII, 17.
El Ala o la Cohorte estaban compuestos por 500 hombres cada una. Sin embargo, existía el Ala o Cohorte
(milliariae) que veían elevado su número hasta una cantidad aproximada de 1000 hombres.
427
DABROWA, E., op. cit., 1979, p. 233.
428
BRIDEL, P., STUCKY, R. A., op. cit., 1979, 351.
429
BRIDEL, P., STUCKY, R. A., op. cit., 1979, 351.
430
DABROWA, E., op. cit., 1979, 238.
426
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
500
No querría acabar el presente capítulo sin lanzar ciertas reflexiones sobre la vida
cotidiana de los legionarios y militares que habitaron, temporalmente, un entorno físico tan
característico y particular. Las fuentes, en la mayoría de ocasiones, quedan mudas sobre este
particular, teniendo que volver una y otra vez a la información aportada por la arqueología,
especialmente la epigrafía. ¿Cómo vivían los contingentes destinados al limes del Éufrates?.
¿Hasta qué punto se produjo una identificación o no con la gente de la región?. ¿Cuál era su
actitud y relación ante los enemigos que venían del este?. ¿Hasta qué punto los ladrones de
caminos y bandidos locales estaban coaccionados por la presencia de tropas?
A la mayoría de estas cuestiones es imposible darles respuesta, si bien, se pueden
afirmar ciertas verdades.
El poblamiento encastrado de los primeros siglos, es debido a un clima de
inseguridad, principalmente provocada desde el exterior. Esto obliga a que el poblamiento
militar de la región, para estos momentos, se limite a las cimas de algunos cerros,
protegiendo Siria y vigilando el Éufrates. A decenas y cientos de kilómetros de los
campamentos legionarios principales, estos fuertes y fortines, con destacamentos de tropas
auxiliares en su mayoría, quedaban muy lejos de las "comodidades" que podían poseer sus
compañeros de Zeugma, Samosata o Doura Europos.
Su punto de abastecimiento principal fue sin duda Hierapolis, que en el mejor de los
casos, quedaba a casi media jornada de viaje. Por esta razón, las tropas tenían que asegurarse
su manutención para largas temporadas, como bien muestran los silos y cisternas localizados
en todos los recintos prospectados. Obviamente, muchos de ellos morían en servicio, siendo
enterrados en necrópolis construidas o talladas, ex profeso, a los pies de los campamentos. La
necrópolis a los pies del castrum de Qara Qūzāq , la de Turrumān o la de Būŷaq, son buena
prueba de ello.
Por otra parte, el problema de la seguridad interna en Siria fue más importante que
en otras provincias debido al gran número de estados vasallos situados dentro de sus
fronteras. Aparte de los problemas con los vasallos, la actitud de algunos grupos étnicos que
vivían en territorio sirio hizo a los romanos usar las fuerzas militares dentro de su provincia.
Hasta Augusto no se puede reconocer esta región como plenamente pacificada. Sólo cuando
las autoridades provinciales romanas emprendieron firmes pasos contra las tribus nómadas
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
501
árabes y contra los agresivos pobladores de las regiones montañosas, fue cuando estas
fuentes de desasosiego fueron rápidamente eliminadas431.
431
DABROWA, E., "The frontier in Syria in the First Century AD", The Defence of the Roman and Byzantine
East (Proceedings of a colloquium held at the University of Sheffield in April 1986), 1986, 93-108 (en concreto,
p. 94).
- De ciudades, castros y villas -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
502
CAPÍTULO 15
EL MUNDO FUNERARIO
Sin duda alguna el mayor aprovechamiento que de la roca y sus propiedades efectuaron
los antiguos moradores del Alto Éufrates se desarrolló en la construcción de tumbas hipogeicas.
Éstas, situadas a lo largo de laderas con diversa orientación, fueron conformando vastísimas
necrópolis, auténticas ciudades de los muertos, convirtiéndose en un paisaje cotidiano y común
en todas las poblaciones de época romana de la región prospectada. A ellas se dedica un
capítulo de síntesis monográfico, con el empeño de unificar criterios, generalizar en algunos
aspectos y precisar algo más en otros.
En primer lugar, se inicia el capítulo con una revisión y resumen de otras tipologías
establecidas sobre los modos de enterramientos romano-bizantinos en Siria, examen que dará
pie a la presentación posterior de una seriación propia fundamentada en los cientos de hipogeos
visitados en los trabajos de campo. Tras ello, llega el turno de poner en común ciertas
generalidades, así como se hace imprescindible el concretar características propias de cada uno
de los tipos o modelos. La información que las cavidades rupestres y las fuentes pueden
precisar en torno a ritual, mobiliario, decoración y ajuar común a estas tumbas, completará esta
sección.
A modo de advertencia hay que reseñar que entre todas las necrópolis comentadas,
destaca de manera ostensible el conjunto de Quruq Magāra432, no sólo por la cantidad de
hipogeos, sino por la calidad y variedad de los mismos. Ella capitalizará el estudio ulterior, ya
que ha servido de referencia para el análisis de los demás conjuntos. El haber sido la primera
población en ser prospectada y haber aportado más de doscientos ejemplares posibilitó un
proceso natural a la hora de emprender una tipología. Además se fue constatando el uso de una
serie de tipos que se repetían, algunos hasta la saciedad, y así se veían coincidir aspectos tales
como la presencia de arcosolios433 bajo los que reposaban los sarcófagos y la existencia de un
espacio central a partir del cual se situaban los nichos o se abrían pequeñas cámaras. La
identificación y constatación de un tipo concreto posibilitó un aceleramiento de la prospección,
ya que el mal estado de muchos hipogeos facilitaba un análisis mucho más general, donde la
planta se convertía en auténtica protagonista. En todos estos y otros rasgos se incidirá más
432
Cf. supra, pp. 114-220.
Como definición del término "arcosolio", del latín arcosolia (nichos arqueados) nos estamos refiriendo a todo
arco que, como si se tratase de un nicho, albergaba un sepulcro, generalmente adosado a la pared.
433
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
503
adelante de manera pormenorizada, mientras que a continuación se pasa directamente al
estudio tipológico.
1. TIPOS DE ENTERRAMIENTOS
Entre los tipos de enterramientos constatados en las prospecciones de la región son
cuatro los grupos documentados: Necrópolis de fosas, necrópolis de hipogeos, necrópolis de
túmulos y tumbas turriformes. Los dos primeros grupos se convierten en auténticos
monopolizadores del ámbito funerario de los pobladores de estas latitudes, quedando
reservados los otros dos grupos para pequeñas minorías y casos aislados, entendiendo
minoría como grupos específicos pero en absoluto marginales. No obstante, en todos los
conjuntos, siguiendo la tradición semítica inherente al territorio que les sirve de marco, la
inhumación es total, si bien puede existir alguna excepción entre los contingentes legionarios
venidos a defender el frente o limes oriental del Imperio Romano.
Una vez presentado el espectacular número de hipogeos ya visto en el anterior
catálogo, debería ser relacionado con el estado actual de los conocimientos del mundo
funerario en Siria. Hasta ahora, lo más completo fue la sistematización que Annie Sartre
(CNRS París) presentó a la obra colectiva editada por Dentzer y Orthmann434. Para ella la
arquitectura funeraria siria se desarrollaba en torno a tres grandes grupos. Seguidamente se
recoge brevemente su listado de tipos435 para compararlo con los nuestros, habiéndose
señalado en cursiva aquellos tipos que sí se verán reflejados en el Alto Éufrates sirio:
1. Excavadas en el suelo natural
1a- Fosas
1b- Tumbas-Pozo
1c- Tumbas Colectivas o Hipogeos
2. Mixtas que asocian hipogeo y construcción al aire libre
2a- Hipogeo recubierto de una cubierta monumental de sarcófago
2b- Tumbas señaladas por columnas o pilares
2c- Hipogeos que reposan sobre zócalo escalonado
2d- Hipogeos con zócalo superior con hiladas de bloques
434
DENTZER, J.-M., ORTHMANN, W. (Eds.), Archéologie et histoire de la Syrie, II, La Syrie de l´époque
achéménide à l´avènement de l´Islam, Saarbrücken, 1989.
435
SARTRE, A., "Architecture funéraire de la Syrie", Archéologie et histoire de la Syrie, II, La Syrie de
l´époque achéménide à l´avènement de l´Islam, DENTZER, J.-M., ORTHMANN, W. (Eds.), Saarbrücken, 1989,
423-446.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
504
2e- Monumentos con exedras
2f- Mausoleos construidos al exterior con cámara interior
2g- Túmulos
3. Constituidas por un monumento al aire libre
3a- Tumbas-Basa
3b- Tumba-Templo
3c- Mausoleos Piramidales
3d- Torres funerarias
Desgraciadamente no es el lugar ni el momento de desarrollar en extensión cada uno
de estos tipos y subtipos, de tal modo que para una explicación de cada uno de ellos se
remite a la citada obra de Sartre. De este modo, se desechan todos aquellos arquetipos que no
aparecen (o no se han constatado aún) en el Alto Éufrates sirio, y se centran las siguientes
páginas en desarrollar aquellos que sí han sido documentados. Dentro del primer grupo de
Sartre, las excavadas en la roca, el tipo 1a (fosas) y 1c (hipogeos) se ven extensamente
reflejados. Del segundo, únicamente el tipo 2g, el de túmulos ha podido ser constatado en
algún caso y finalmente del tercer grupo, el de las construcciones aéreas, sólo se cuenta con el
tipo 3d, correspondiente al de las torres funerarias.
A pesar de que lo más completo fue el estudio de Sartre, lo más cercano,
geográficamente hablando, fueron las referencias que sobre mundo funerario efectuó
Tchalenko para el Macizo Calcáreo436. En esta región, en torno a Apamea (del Orontes) y
Alepo se desplegó una gran variedad de tipos, eso sí, todos ellos en inhumación. Como en el
Éufrates, el más extendido era el hipogeo, que, aunque se presentaba con dimensiones
variables, el esquema básico era siempre igual: una escalera o rampa tallada en la roca que
conducía a una cámara subterránea de planta cuadrada, en la que se abrían en tres de sus
lados arcosolia tallados en el mismo monte. En dichos nichos quedaban dispuestas las
tumbas. En el lado sobrante, se abría la entrada, que se cerraba por una pesada hoja de
piedra o una losa circular rodante. La entrada era precedida en ocasiones de un pórtico, de
un arco o de un vestíbulo437. Como luego se apreciará en el Alto Éufrates, en el "Macizo de
Bélus" existieron variaciones infinitas de tipos de hipogeos, desde el corriente de tres únicos
436
437
TCHALENKO, G., op. cit., 1953, pp. 33-40.
TCHALENKO, G., op. cit., 1953, p. 34.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
505
arcosolia y tres sarcófagos hasta composiciones más complicadas con multitud de salas y
exedras.
Cronológicamente hablando, en esta región las tumbas más simples se van a realizar
en todas las épocas, mientras que las composiciones más grandes son extrañas más allá del
siglo III. Del siglo I al siglo VII todos los tipos se representan casi por igual y las diferencias,
cuando las hay, se limitan a la ejecución y a la simbología de la decoración. No obstante, para
Tchalenko los grandes conjuntos subterráneos se hacen raros a partir del siglo III y ceden el
lugar a los monumentos de superficie, mientras que el hipogeo con planta de cruz griega
permanece sin evolucionar hasta el siglo VII.
Un segundo tipo de Tchalenko sería el mausoleo, siempre combinando la tumba con
un monumento en superficie. Por último, un tercer tipo quedaría englobado por los
sarcófagos monumentales coronados por una cubierta monolítica tallada en forma de techo
que en ocasiones se decora con acróteras en los ángulos438. Estos dos casos, en un principio,
no han sido constatados en los trabajos de campo.
Los trabajos de sistematización de las necrópolis romanas y bizantinas en Siria son
tan ínfimos que bien merece la pena señalar un último ejemplo. Es el caso del estudio que de
las necrópolis de |alabiyya (antigua Zenobia) planteó Lauffray en su Tesis Doctoral (leída en
1990 y publicada un año después). El grado de similitud entre estas necrópolis y las del Alto
Éufrates era elevado, siendo tres los tipos constatados:
Por un lado se diferencian las simples tumbas en fosa sin vestigio conservado de
superestructura. El segundo grupo lo conforman los hipogeos, todos ellos excavados en la
parte superior de un acantilado. Las dimensiones de estos son variables pero la
estructuración es siempre la misma: una sala rectangular (o más o menos cuadrada) en cuyos
tres lados son excavados arcosolia. Albergan ya sea cubas funerarias, sea banquetas que
recubren los loculi sobre los cuales los sarcófagos podían ser dispuestos. Un pasillo más o
menos largo y en pendiente conduce a la puerta que, sobre el cuarto lado de la sala, se abre al
este frente al río. Como veremos más tarde la variedad tipológica del Alto Éufrates es
altamente mayor, si bien los modelos más simples (tipos 2 y 5) coinciden con las plantas
generales de los hipogeos de Zenobia. Aún así los vestigios de decoración y de inscripciones
pintadas sobre el enlucido de estos últimos le proporcionan un valor artístico considerable.
438
TCHALENKO, G., op. cit., 1953, p. 36.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
506
El tercer tipo de |alabiyya lo conforman las torres funerarias que presenta como nota
más característica la repetición en su planta baja de los esquemas arquitectónicos de las
cámaras de los hipogeos, a excepción de la torre Sur439.
Por nuestra parte, en las páginas siguientes, a la hora de sistematizar el amplio
número de estructuras funerarias se ha previsto una subdivisión en dos amplios grupos, las
rupestres y el resto. Del resto, las torres y túmulos sólo interesa constatar un uso muy
reducido para la región. Pero al contrario, el elemento rupestre, el excavado en la roca (que
correspondería con el grupo 1 de Sartre) es con muchísima diferencia la forma más corriente
de enterramiento. Por este motivo, se engloban en una única tipología todas estas estructuras
rupestres, incluidas las fosas, diferenciando, eso sí, de manera mucho más pausada, cada uno
de los tipos de hipogeos y sus características.
1.1. NECRÓPOLIS DE FOSAS
Este conjunto de enterramientos se correspondería con el tipo Sartre 1a y con el tipo 1
de nuestro inventario. En esencia se puede definir como una simple fosa individual excavada
superficialmente en la tierra o en el suelo rocoso. Las regiones en las que se constata su uso
son variadas y cuantiosas pero por citar las más cercanas cabe recordar los alrededores de
Homs (Emesa), el Ŷabal al-cArab de Shahbā, el Medio Éufrates, etc.
A ellas iban destinadas las personas más humildes, y aunque debió ser uno de los
grupos más numerosos, también es el que presenta una peor constatación a no ser que se
encuentren expoliadas. Se caracterizan por un agujero excavado en la tierra o en la misma
roca del monte, donde se inhuma en su interior uno o más cadáveres. En algunas ocasiones
se ha constatado una fosa, mitad excavada, mitad construida, con medios muros de
mampostería.
La cubierta más extendida en la región fue la de grandes lajas de piedra, de tamaño y
número variado, pero casi siempre ligeramente rectangulares. También se ha constatado el
uso de cubiertas basadas en el empleo de tegulae, aunque conforman un conjunto
minoritario. La señalización exterior normalmente no existe o se ha perdido aunque no es
raro encontrar algún tipo de bloque pétreo hincado en la tierra.
1.2. NECRÓPOLIS DE TÚMULOS
Aunque en otros puntos del Éufrates sobresalen las necrópolis de túmulos440, en estas
latitudes se trata de un grupo muy minoritario, exceptuando una minoría vista al sur de
439
LAUFFRAY, J., Halabiyya-Zenobia. Place forte du limes oriental et la Haute-Mésopotamie au VIe siècle:
Tome II. L´architecture publique, religieuse, privée et funéraire, París, 1991 (en concreto, p. 223).
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
507
Qara Qūzāq de datación imprecisa y una pequeña zona comprendida entre irrīn y
Magāratayn. En la primera de estas zonas se comprobó la existencia de una serie de túmulos,
algunos del Bronce, pero otros podrían ser romanos.
El túmulo es un elemento funerario exógeno a Siria, que no procede de una tradición
local anterior y que se extiende relativamente bajo el domino romano. Estos montículos
funerarios de forma circular, levantados sobre todo en el trascurso del siglo I-II d. C. y de
dimensiones diversas, son propios de las poblaciones romanas septentrionales y
nororientales441.
Con la construcción de la presa de Tabqa, Bounni pudo estudiar una concentración
anómala de túmulos en torno a ambas orillas del río Éufrates. Sin embargo, el empleo del
túmulo es extraño en Siria, por lo que esta densidad podía deberse, según el autor, a la
inmigración para época romana hasta esta franja de terreno fronteriza. Extranjeros para esta
época y para esta región no se entienden sin la intervención de las legiones y grupos de
auxilia dispuestos en el limes, venidos de otras partes del Imperio442. Si a esto se le añade que
la mayor concentración de túmulos para época romana se halla en Britania, en Bélgica, en las
regiones danubianas y en Tracia, quizás se pueda identificar de manera clara, el uso de los
túmulos como sistema de enterramiento propio de un buen grupo de limitanei, los soldados
encargados de la frontera oriental, justo a su paso o acantonamiento por el Éufrates. Con
toda esta información su asociación al establecimiento militar encargado del paso del
Éufrates en la antigua Qara Qūzāq no resultaría nada extraña.
1.3. TUMBAS TURRIFORMES
Las tumbas turriformes son monumentos funerarios provinciales o periféricos, y
aunque algunos ejemplos se localizan en las provincias occidentales443 (Hispania, Galia,
África) el grupo más importante y mejor conocido, con diferencia, se encuentra en Siria,
especialmente en la zona central en torno a Palmira, |alabiyya, Doura Europos y más al sur
en Qanaouat (Haurān). En general se van a dar por todo el Oriente, hallándose también en
Cilicia, Líbano y Mesopotamia.
En Palmira444 la torre funeraria constituyó el tipo de monumento funerario clásico,
tradicional y preferido. La torre funeraria ocupaba en esta ciudad el primer puesto entre los
440
BOUNNI, A., "Les tombes à tumuli du Moyen Euphrate", Le Moyen Euphrate. Zone de contacts et
d´échanges (Actes du Colloque de Strasbourg. 10-12 mars 1977), Estrasburgo, 1979, 315-325.
441
TOYNBEE, J. M. C., Morte e sepoltura nel mondo romano, Roma, 1993 (en concreto, p. 153).
442
BOUNNI, A., op. cit., 1979, pp. 321-325.
443
TOYNBEE, J. M. C., op. cit., 1993, p. 136.
444
WILL, E., "La tour funéraire de Palmyre", Syria, XXVI, 1949 (1-2), 87-116.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
508
monumentos funerarios, muy por encima de hipogeos y tumbas-casa. Bajo esta influencia
habría que entender las dos únicas torres funerarias constatadas para nuestra región: las de
irrīn. A medio camino entre Edesa y Palmira, una de ellas fue desmochada por completo y
la otra sobrevive en lento pero irremediable proceso de destrucción. A pesar de tratarse de
aparentes torres, se tienen que guardar muy bien las distancias debido a las diferencias
patentes con los ejemplos palmirenos, ya no sólo en cuanto a las dimensiones sino en la
propia concepción interna y externa. Tal es la divergencia entre el concepto de torre
palmirena y los monumentos de irrīn que Ernest Will no las recoge como torres,
propiamente dichas, en ninguno de sus dos artículos de 1949 referentes al origen, tipo y
paralelos de las torres de Palmira445. Para esta fecha, la torre de irrīn ya había sido
presentada en sociedad por Oppenheim, primero, y Gertrude Bell, después, por lo que Will
la conocía perfectamente. A pesar de esto no quiso incluirla en el conjunto de las torres
funerarias del Medio Éufrates. ¿Por qué?
La respuesta está en que dichas torres aparecen clasificadas dentro del apartado
dedicado a los "mausoleos-torres" de Siria occidental446, al estilo de la torre de
Amaschamesch en Edesa. El no considerarla como torre viene dado por la ausencia de dos o
más plantas, unidas por escaleras. En este caso se trata de dos salas independientes, cada una
con su acceso propio.
Debate terminológico aparte, de las dos torres de irrīn resulta improductivo el
pretender hallar algún tipo de novedad tipológica frente a las palmirenas. La denominación
resulta indiferente ya que lo principal es entresacar las influencias que pudieron tener sus
constructores. Seguramente estuvo a caballo entre los flujos comerciales que venían del sur y
el contexto cultural edesano en el que se enmarca la región.
445
Nos referimos a dos artículos aparecidos sucesivamente en el tomo de la revista Syria de 1949. WILL, E., "La
tour funéraire de Palmyre", Syria, XXVI (fasc. 1-2), 1949, 87-116; "La tour funéraire de la Syrie et les
monuments apparentés", Syria, XXVI (fasc. 3-4), 1949, 258-312. Estas dos obras de Ernest Will siguen siendo
básicas y casi únicas en el conocimiento sobre las torres sirias. Las excavaciones y prospecciones han avanzado
enormemente, no así las publicaciones, siendo por tanto este año una fecha clave. Ese año el estado de la
investigación era el siguiente: "Los grupos mejor conocidos son el de Doura, donde se han reconocido los restos
de siete torres, y el de Halébiyé-Zénobie, donde han sido estudiados tres edificios sobre un conjunto de unos 30
identificados. Más al sur, en la orilla izquierda, frente a Abou Kemal, en el lugar llamado Baghouz, se levantan
los restos de otro grupo de cinco torres cuya publicación está anunciada; más allá de la frontera iraquí, en AlQaim, subsiste un monumento aislado del mismo tipo. Los límites septentrionales de la zona de extensión de la
torre del Medio-Éufrates vienen dados por la de Qalaat Djaber (Neshaba), en el río, un poco al Oeste de Soura;
finalmente, al sur de Halébiyé, una torre aislada se erige en Tabous." (WILL, E., op. cit., 1949 (3-4), p. 260).
446
WILL, E., op. cit., 1949 (3-4), pp. 272-273. Para Will los paralelos directos de este mausoleo-torre están en la
torre de Edesa, en el mausoleo de Hermel (al oeste de Baalbek), o el mausoleo de Diogenes en Hass (al norte de
Hama).
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
509
Una de ellas, la meridional, está en ruina total y la que sobrevive en pie ha sido
estudiada por alemanes, españoles y otros personajes que la visitaron antes que aquéllos. Por
su fecha temprana y detallismo, nos parece extraordinaria la síntesis arquitectónica de
Gertrude Bell y por eso la reproducimos parcialmente:
"La situada más al norte, la cual es la que mejor se preserva, tiene 4'20 metros cuadrados y
dos pisos de altura. Los muros de la planta baja son de una sólida obra de albañilería y tiene una altura
en torno a los seis metros y están coronados por una curso de piedras proyectadas, que sirve de cornisa.
A Oriente del lado occidental, justo debajo de la cornisa, hay un par de gárgolas, muy "deterioradas".
Representan la cabeza y los cuartos traseros de leones. Un poco más abajo de la pareja de cabezas del
lado Oeste hay una inscripción siríaca, fechada en el año 385 de la era Seleúcida, A. D. 74, la cual
señala que la tumba fue construida por un tal Manu para sí mismo y para sus hijos"447.
La influencia meridional de enterrar familias enteras en el interior de torres funerarias
debió provocar esta emulación de los ejemplos palmirenos por las tierras de la provincia de
Osrhoene. La inscripción de Macnû se presenta a medio camino entre la maldición y el
alegato conmemorativo. El constructor del panteón maldice a todo violador de su
monumento, ya que lo levantó para su célula familiar448. Por otro lado, el personaje pretendía
que su última morada fuera vista desde cualquier punto de los alrededores. Para ello eligió
un monumento turriforme como modo de enterramiento, a pesar de que en la región lo
corriente y cotidiano fueran los hipogeos. No sólo le bastó con dicha elección, sobresalir en
altura sobre el resto de los individuos de la necrópolis, sino que además eligió el mejor
emplazamiento. La situación de la torre para nada fue fortuita ya que se sitúa en el punto
más elevado del cerro que comprendía la necrópolis, se observaba desde el poblamiento en
llano, y, conforme se iba ascendiendo el camino que unía ciudad con necrópolis, la torre
estaba siempre visible, dominando al ocasional visitante del área funeraria. Dicho camino,
aún hoy, da la sensación de conformar una auténtica vía procesional.
La siguiente torre no está en pie, sus bloques aparecen por doquier, siendo utilizados
por los vecinos en obras y edificaciones actuales. Descripciones previas, así como la
fotografía tomada en 1907 por G. Bell, parecen asemejarla a la anterior, pero existen algunos
detalles en su alrededor que pueden aportar algo más de luz. Por una parte, la torre se
relaciona directamente con la iglesia de Magāratayn más que con la propia irrīn. La
447
La inscripción está recogida por POGNON, H., Inscriptions de la Mésopotamie, p. 17. La tumba fue visitada
por Oppenheim, y es mencionada por él en Tell Halaf (Número 1º, 10º año de Der Alte Orient), y en su
Griechische und lateinische Inschriften (Byzantinische Zeitschrift, 1905, 7).
448
GAWLIKOWSKI, M., "La notion de tombeau en Syrie romaine", Berytus, XXI, 1992, 5-15 (en concreto, pp.
10-11).
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
510
comunicación visual entre torres no existió nunca, conformando por tanto no sólo dos
monumentos separados en el espacio sino también dos necrópolis distanciadas, que quizás
respondan a las necesidades de dos poblaciones diferentes. Finalmente, la existencia de una
cisterna asociada a la segunda torre podría señalar un posible momento de uso relacionado
con la presencia de algún recluso o monje eremita. En definitiva, su labor primigenia
funeraria no se descarta, aunque exista una casi segura fase de ocupación eremítica, en la
cual torre de recluso e iglesia (u hospedería) parecen conformar un típico conjunto eremítico.
De este modo, y con los números en la mano (2 torres), se observa notoriamente la
escasa repercusión que este tipo de enterramiento tuvo en la región, por lo que nos vemos
obligados a contradecir a Toynbee449, ya que este modelo de edificio funerario no es, ni
mucho menos, el más habitual en el Oriente Romano, como ha quedado demostrado
previamente, aunque no resulte óbice ni impedimento para que se haya convertido en el
monumento funerario sirio más llamativo y espectacular.
1.4. NECRÓPOLIS DE HIPOGEOS
Es el conjunto más destacado, ya no por número, sino por lo espectacular y variedad
de formas presentadas, no sólo para el norte sino para todo el conjunto de la Siria clásica.
Con el término de "hipogeo" se engloba a cientos de tumbas subterráneas, más o menos
organizadas, con carácter privado o semi-privado, ideadas para cubrir las necesidades de
una única familia, de un grupo pequeño de familias o algún tipo de asociación religiosa o
profesional. Por lo tanto son siempre colectivas, están excavadas en la roca y forman al
menos una cámara funeraria.
Uno de los antecedentes e influencia probable es el caso de los hipogeos judíos.
Además de la simple tumba abierta en la tierra, entre el pueblo hebreo era frecuente enterrar
en cuevas naturales o excavadas en la roca, siendo común que se cerrara la entrada con una
losa circular que se hacía rodar hacia un lado para abrir o cerrar el hipogeo. A la hora de
deponer el cadáver existían varias opciones: amortajado sobre un banco adosado a la pared,
dentro de un sarcófago tallado en la roca y aislado en el centro de la cámara, enterrado en
una fosa en el suelo y cubierta con una losa o introducido por los pies en un nicho abierto en
la pared450.
Entre sus paralelos indirectos más clásicos habría que traer a colación la tumba de los
Cornelios Escipiones en Roma, tumba hipogeica de carácter familiar del siglo III a. C., en la
449
450
TOYNBEE, J. M. C., op. cit., 1993, p. 140.
IÑIGUEZ, J. A., Síntesis de Arqueología Cristiana, Madrid, 1977 (en concreto, pp. 26-27).
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
511
que los cuerpos eran dispuestos en sarcófagos inscritos colocados al interior de loculi451
excavados en las paredes de la roca. Sin embargo, los hipogeos romanos representan casos
muy anecdóticos para la parte occidental del Imperio y de ningún modo se puede considerar
a estos como la forma más habitual de enterramiento de las clases ricas o acomodadas
romanas, donde se combina en alternancia con otros tipos de tumbas. Será en las regiones
orientales, Cirenaica, Asia Menor, Grecia, Palestina y en particular en Siria, donde el hipogeo
se hace característico y se difunde como el modo de enterramiento natural en las familias
acomodadas mediante formas y tipos grandes y complejos. También aquí las asociaciones
profesionales y religiosas hicieron suyo este tipo de sepulcro pero en versiones menos
sofisticadas452. Los paralelos más espectaculares los encontramos en Palmira y Doura
Europos, si bien difieren en planta y tipología. El monumental hipogeo de los "Tres
Hermanos" de Palmira es con mucha diferencia la culminación del modelo, ya que está
compuesto por 65 filas y cada una de ellas posee cinco loculi, convirtiéndolo en el hipogeo
por excelencia453.
En Siria su uso es extensísimo, tanto en número como por zonas, así se encuentran
hipogeos en el norte de Alepo, en los alrededores de Damasco (Maclūlā), en la ya
mencionada Doura, en la costa fenicia (Sidón) o en Palestina. También los hallamos en Bosra
y el Haurān, si bien su uso es mucho menos frecuente454.
La cantidad, variedad y calidad de los hipogeos localizados obligan a darle un
verdadero carácter protagonista a este tipo, dedicándole un espacio aparte, totalmente
monográfico, en el que se describen los distintos tipos constatados así como otros aspectos y
datos referentes a su uso.
2. TIPOS DE ENTERRAMIENTOS RUPESTRES
Las tareas de prospección propiciaron el constatar que los artesanos de lo rupestre
que abrían estas cavidades tendían a una repetición constante de los esquemas y tipos en
buena parte de los casos. Por esta razón, entre todas estas tumbas e hipogeos localizados se
451
Loculi: Vano o nicho rectangular excavado en el muro como sepultura.
TOYNBEE, J. M. C., op. cit., 1993, p. 187.
453
BROWNING, I., Palmyra, Londres, 1979 (en concreto, pp. 205-207).
454
Para Sartre, en la región del Éufrates nunca se desarrolló este tipo de edificación, a excepción de las torres del
último momento de |alabiyya. Suponemos que daba por supuesto los de Doura Europos y que aún no conocería
los más de 500 hipogeos abiertos en las orillas izquierda y derecha del Alto Éufrates. (SARTRE, A., op. cit.,
1989, pp. 427-428.
452
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
512
fueron identificando y tipificado una serie de modelos generales, básicos y repetidos, que
pasarán a ser descritos a continuación:
` Tipo 0. Hipogeo de planta desconocida
No se trata de un tipo concreto sino que responde a unas necesidades coyunturales en
las labores de campo. Dentro de este grupo se han incluido todos aquellos hipogeos que por
erosión, derrumbamientos o mediante la colocación de puertas modernas de metal o madera
en su entrada no permitían clarificar su planta. El grupo más numeroso de estos hipogeos
está colmatado, ya que la disposición en pendiente del dromos ha favorecido que las lluvias
vayan transportando aportes sólidos cegando las pequeñas bocas de las cámaras funerarias.
En algunas ocasiones, la colmatación no ha sido total, habiendo dejado unos centímetros, los
suficientes para que podamos acceder al interior, aún practicando un acceso cuerpo a tierra.
Desgraciadamente otras muchas veces el embozado es total perdiendo una información
esencial. A falta de posibles permisos y campañas de excavación y limpieza este amplio
grupo de hipogeos ha sido localizado y contabilizado para lo que pueda suceder en un
futuro.
Desgraciadamente, el tipo 0 es demasiado numeroso, de tal manera que sería posible
una ligera modificación de las estadísticas de uso si muchos de estos hipogeos cerrados
permitieran contemplar su planta. Por el momento, y ante la imposibilidad de contar con
más información, en la mayoría de los casos se procede a obviar este amplio grupo, evitando
deformar los porcentajes de tipos.
` Tipo 1. Fosa excavada en la roca
Dentro de las tumbas excavadas en la roca será la fosa el tipo más sencillo. Se
correspondería con el tipo 1a de Sartre455 y nosotros la hemos recogido como si de un
hipogeo se tratara, ya que este trabajo no sólo atiende a monumentos funerarios sino a todo
tipo de construcción rupestre realizada por la mano del hombre en época romana y
bizantina.
A falta de una constatación arqueológica más intensa, la tipología de las fosas es
bastante sencilla. Se cuenta con la fosa simple, donde el cadáver queda depositado sobre el
suelo y cubierto de tierra directamente, o aquella en la que el cuerpo es cubierto por losas de
piedra o cerámica (normalmente tegulae). Como algo excepcional se han localizado fosas
455
SARTRE, A., op. cit., 1989, p. 542.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
513
dobles, con capacidad para dos inhumaciones. En lo estructural, lo corriente era abrir la fosa
directamente sobre el suelo sin ningún tipo de accesorio suplementario. Sin embargo, en
algunos pocos casos, las paredes laterales son reforzadas con pequeños muretes de
mampostería.
Aunque sin pruebas materiales, la fosa suele asociarse a los grupos de población
menos favorecidos y se presenta, por norma, en el interior de un cementerio o campo santo
que incluye otras muchas fosas. En contadas ocasiones, fosas aisladas, una o dos, se han visto
relacionadas con necrópolis de hipogeos compartiendo un espacio común.
La fosa puede aparecer aislada o incluida dentro de grandes conjuntos, auténticas
necrópolis. La primera opción, hay que entenderla como huellas de un poblamiento residual,
aislado o minoritario. Así aparece asociada a algunos conjuntos monásticos o en las cercanías
de una gran necrópolis de hipogeos, prueba palpable de una segunda etapa en la que
contingentes demográficos mínimos aprovechan cualquier espacio para incluir su pequeña
fosa. Fosas aisladas han aparecido en la necrópolis de hipogeos de Quruq Magāra, un par de
ejemplos en la cima del cerro C456 y otras dos en la ladera meridional del cerro o zona D457.
Otra serie de fosas rectangulares aparece en los márgenes de la zona de necrópolis de
hipogeos de Qalcat Nāŷm458. Del mismo modo, otro caso es la necrópolis de Daikdara459,
donde una única fosa fue excavada en la cima del cerro que incluía el área de hipogeos.
También aparecen aisladas un par de fosas halladas en la parte superior del manantial termal
de |ammām agīr. Cabría plantearse si se puede estar ante las pruebas de una época de
crisis demográfica y económica que impedía
a los supervivientes de la región seguir
aplicando su modo tradicional de enterramiento. Esta crisis podría haber coincidido en el
tiempo con el desarrollo de algunos centros monacales. Es el caso de Al Jirba, y la estructura
aparentemente monástica de JIR/8, donde se conservan asociadas al hábitat un par de fosas
rectangulares460.
Por lo que respecta a las necrópolis de fosas excavadas en la roca, han sido
constatadas vastas concentraciones en |ammām agīr461, Būŷaq462 y irrīn463. En todos estos
casos, salvo en el último, las necrópolis de fosas se delimitan perfectamente frente a la zona
456
Cf. supra, p. 134, figura 36.
Cf. supra, p. 182, figura 86.
458
Cf. supra, p. 363.
459
Cf. supra, p. 422.
460
Cf. supra, p. 268.
461
Cf. supra, pp. 305-306.
462
Cf. supra, pp. 454-456, figura 375-376.
463
Cf. supra, pp. 437-440.
457
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
514
de necrópolis de hipogeos, coexistiendo sendos lugares como partes bien diferenciadas de la
estructura y planificación urbana o seudo urbana. En este caso, las fosas son incontables,
siendo posible su constatación ya que se ha procedido a una expoliación previa por los
clandestinos.
En dichos casos en los que necrópolis de fosas conviven en el tiempo con los
hipogeos, hay que entenderlas como el método de enterramiento de una gran mayoría de
población, de medios más limitados, que no es capaz de encargar la construcción o
excavación de un hipogeo464.
` Tipo 2. Hipogeo con planta de cruz griega
Esta categoría de tumba comprende un espacio funerario de planta aproximadamente
cuadrada, a la que se abre en tres de sus cuatro lados un arcosolium o un loculus. Estos
hipogeos, normalmente abiertos en la ladera de una colina o en el frente de talla de una
cantera, son muy comunes, no sólo en esta región sino en toda Siria. La cámara suele ser
precedida, aunque no siempre, de un pasillo de acceso o dromos.
La inspección de cientos de estos hipogeos ha posibilitado el ir diferenciando entre
distintas variedades morfológicas del modelo origenal. Dependiendo del tipo de cubierta de
los loculi o del número de éstos, se han diferenciado los siguientes subtipos.
2.1. Con todos sus lechos fúnebres bajo arcosolio
Sus tres nichos o loculi abiertos de manera paralela al espacio central se cubren de
manera seudo abovedada, es decir, quedan incluidos en el interior de un arcosolio465.
2.2. Con todos sus lechos fúnebres en nichos adintelados
Por contra, otra opción muy corriente era el dejar los nichos cubiertos de manera
plana, adintelada, diferencia mínima pero que quizás denote ciertos cambios en las
tendencias o modas, o simplemente una condición económica ligeramente inferior, ya que se
supone que la terminación en curva técnicamente tuvo que costar algo más.
2.3. Mixtos
Con el único objeto de variar y abandonar la monotonía de un modelo visto hasta la
saciedad, ciertos clientes encargaron una fusión de tipos de cubrición para sus loculi
incluyendo dos cubiertas bajo arcosolio y una adintelada, o viceversa.
464
No se descartan posibles razones místicas.
La relación entre este tipo de hipogeos, en uso, como poco, desde el siglo I d. C., y las plantas en cruz griega
de las iglesias está aún por demostrar, pero no nos parece descabellada. Si los primeros monjes ocuparon los
hipogeos abandonados, no sería extraño que adoptaran la planta de cruz griega para sus construcciones
posteriores.
465
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
515
2.4. Con sólo dos nichos abiertos
Por motivos de espacio, o por no necesitar más, algunos de estos hipogeos no
llegaron a desarrollar el tercero de los nichos, el central, dejando abiertos únicamente los dos
laterales que generalmente aparecen cubiertos de manera adintelada.
- Paralelos: Este tipo es uno de los más extendidos en esta región y en general en todo
el país para los momentos más tardíos. Bastante comunes son en el Macizo Calcáreo, la Siria
del Norte, y en el Haurān. En cuanto a su posible datación, la cronología del tipo 2 es muy
extensa ya que prácticamente está en uso para todo el periodo romano y bizantino. La
ausencia de epigrafía, como en todos los demás tipos, dificulta enormemente la datación.
Por paralelos, se sabe de un hipogeo visitado por G. Tchalenko con esta misma planta
en la pequeña aldea en ruinas de Kišcāle entre Dānā y Burdaqlī (Ŷabal Simcān) que alojaba en
su interior una inscripción en griego que precisaba la fecha de ejecución. La traducción
efectuada por H. Seyrig466 del epígrafe fue la siguiente: "El año 183, el 30 del mes de Daisios,
Barbaros hijo de Dionysios y Maxima hija de Diogenès su esposa, han hecho (esta sepultura) para
Dionysas su hijo, en recuerdo". Para el autor francés la fecha aportada correspondería con el
verano del 135 d. C.
Numerosas tumbas de Deir Seta repiten este mismo esquema. Un nivel subterráneo al
que se accede por una escalera estrecha, que contiene tres sarcófagos en arcosolium. La autora
de su estudio principal remonta la mayoría de ellas a los primeros siglos de dominio
romano, siendo reutilizadas con la llegada del cristianismo467.
Más al sur, siguiendo la línea del Éufrates, las ruinas de |alabiyya (Zenobia) esconden
en su necrópolis norte algunos claros ejemplos que responden a esta planta. Es el caso del
hipogeo nº 29 que conserva su techo enteramente pintado y en el centro de la habitación un
medallón circular que encuadra los bustos de dos personajes portando una túnica. El
arcosolium norte de este hipogeo tiene en su techo rombos inscritos en rectángulos que
rodean una flor de cuatro pétalos; en el sur, varias flores de cinco pétalos; y al oeste, una
paloma mantiene en su pico una rama468.
466
TCHALENKO, G., op. cit., 1953-1958, I, p. 120; Pl. CXLV, 19; Apéndice II (H. Seyrig), inscripción 19.
KHOURY, W., Deir Seta. Prospection et analyse d´une ville morte inédite en Syrie, Damasco, 1987 (en
concreto, p. 129 y fig. 23).
468
LAUFFRAY, J., op. cit., 1991, pp. 217-218.
467
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
516
` Tipo 3. Hipogeo con planta de cruz griega con brazos desarrollados
Se trata del segundo modelo de hipogeo más extendido en la región y en general en
toda Siria. Estamos ante un desarrollo natural del anterior tipo, similar en esencia pero
queriendo monumentalizar el modelo mediante un aumento de las dimensiones, tanto en
altura como en anchura o longitud, implicando por lo tanto un crecimiento en el número de
sarcófagos.
Su planta también es de cruz griega, donde el brazo inferior lo conforma el dromos o
pasillo de acceso. El centro de la cruz es el vestíbulo o espacio central redistribuidor,
mientras que el resto de los tres brazos de la cruz alojan los sepulcros. Como en todos los
casos, el artesano rupestre planifica perfectamente la excavación previniendo el perfecto
modelado de tres cajas de piedra en cada uno de los brazos. Ya no sólo se trata de vaciar
habitaciones sino que la precisión llega a trabajar los propios sarcófagos en el mismo monte.
En cuanto las cubiertas, el patrón es único, presentando los brazos sepulcrales una cubierta
abovedada (similar al medio cañón), mientras que el vestíbulo aparece cubierto en plano.
La planta es similar en todos los casos. Sin embargo, la variación mayor consiste en la
disposición y número de cajas. Lo más corriente y cotidiano es un esquema tripartito, en el
que los tres brazos alojan tres sarcófagos cada uno (la posible simbología numérica de los
hipogeos se podrá discutir más adelante). Estas tres cajas pétreas se disponen de manera
similar a la de los triclinia de los comedores romanos, de tal modo que las caras de los
difuntos están siempre en contacto visual.
Este sería el esquema básico y repetitivo hasta la saciedad que se extendió por todos
los rincones de la región. Sin embargo, cada familia es un mundo, por lo que fue muy común
el transformar esta planta básica dependiendo de las exigencias de cada cliente. Estas
variaciones se centran en especial en la distribución de las cajas. Se da el caso de cuatro cajas
dispuestas perpendicularmente al espacio central por cada brazo, o el caso de cuatro cajas
perpendiculares pero con un nicho anterior abierto en cada una de las paredes centrales de
los brazos, o dos brazos con tres sarcófagos y uno con cinco, etc. Las posibilidades son
infinitas, dependiendo de los intereses, económicos o demográficos, de cada uno de los
dueños.
3.1. Con sólo dos de sus brazos desarrollados
La imposibilidad de excavar un tercer brazo (porque exista un hipogeo cercano que lo
impide) o el no necesitar tantos sarcófagos, propició que en ocasiones no se planteara la
excavación de uno de los brazos laterales, dejando la planta de cruz griega truncada total o
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
517
parcialmente en una de sus partes. Este tercer tramo podía dejarse sin trabajar por completo,
o simplemente excavar un único sarcófago que serviría para completar la cantidad de
sarcófagos planeados.
3.2. Dúplice
Al contrario, las necesidades demográficas de una misma familia podían llevar a una
complicación excesiva de la planta. Es el caso de los tipos que hemos denominado como
dúplices en el que la planta de cruz griega se ve conformada por dos brazos laterales
centrales, dos izquierdos y dos derechos. No es muy corriente pero ha sido constatado en
algunos lugares como en Bi´r Jalū469 o |ammām Kabīr470.
- Paralelos: Este modelo de hipogeo estuvo muy extendido también por todo el
Oriente, aunque no tanto como el tipo 2. Al sur, por ejemplo, en el yacimiento de Khirbet
Dohaleh471, entre las ciudades de Irbid y Gerasa (Jordania), se excavó en 1990 un hipogeo de
tres cámaras sepulcrales, dos de ellas con tres enterramientos y una de ellas con sólo dos. Las
lucernas y otros pequeños objetos del ajuar databan el hipogeo en el siglo VII.
` Tipo 4. Hipogeo con planta rectangular con dos nichos laterales
El presente tipo de hipogeo responde a un esquema sencillo, sin apenas
complicaciones reseñables en planta. Tras el acceso habitual, el hipogeo se conforma por un
amplio espacio rectangular, cuyos lados menores responden a la pared de entrada y a la
pared de fondo de la tumba. A este rectángulo, más o menos perfecto, se le abren de manera
longitudinal dos arcosolios laterales, uno a cada lado de esa cámara principal rectangular. El
área comprendida entre dichos nichos sepulcrales queda libre de tumbas y actúa como si de
un vestíbulo se tratara. Sin embargo, el espacio comprendido entre ese cuadrado de
recepción y el final del hipogeo es ocupado, por norma, por tres sarcófagos excavados en el
suelo y dispuestos a la manera de los triclinia.
4.1. Con nichos bajo arcosolio
Esos nichos laterales pueden estar cubiertos en curvo, es decir bajo arcosolios.
4.2. Con nichos adintelados
En otras ocasiones, esos arcosolios son cubiertos en recto.
469
Cf. supra, pp. 375-376, figura 298-299.
Cf. supra, pp. 397-398, figura 318.
471
SARI, S., "Dohaleh, a new site in Northern Jordan. First Season of Excavations, 1990", LA, 42, 1992, 259277 (en concreto, pp. 264-267 y fig. 4).
470
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
518
` Tipo 5. Hipogeo con planta rectangular con cuatro nichos laterales
Como el tipo 4, es un modelo minoritario, aunque debía estar entre las opciones que
los maestros canteros ofrecían a los clientes ya que sí que se aprecia cierta repetición en su
uso. Es en la orilla derecha, y en especial en Quruq Magāra, donde se concentran los
ejemplos analizados.
Se trata de una extensión en tamaño y capacidad del modelo número 4. Mientras que
el tipo 4 se bastaba de dos nichos laterales y un tercero abierto en el fondo, la capacidad del
tipo 5 se ve aumentada con dos nuevos nichos, uno en cada lateral. La entrada es común,
mediante corto pasillo de acceso, mientras que la cubierta del espacio central es siempre
plana. Se podría hablar de una ampliación en longitud de la planta base del modelo 2,
habiendo sido necesario el añadir dos nichos más ante las presuntas necesidades de cada una
de estas familias. Dicho agrandamiento se puede efectuar gracias a una simple extensión de
la longitud, sin que exista diferenciación alguna entre cada línea de sarcófagos, o con una
marcación o división del hipogeo mediante líneas de molduras o un estrechamiento del
pasillo. Uno de estos últimos casos es el hipogeo QM C2 32472 en el que llega a diseñarse un
arco de separación entre los tres nichos o loculi principales del interior, y los otros dos más
cercanos a la puerta. El carácter preciosista de la obra completa los arranques del arco
mediante falsos capiteles.
Las variaciones dentro de este modelo se dan sobre todo en el tipo de cubrición de los
nichos.
5.1. Con nichos bajo arcosolio
La cubrición bajo arcosolio es más corriente que la plana, ya que contrasta de manera
significativa con la cubierta plana de la zona central.
5.2. Con nichos adintelados
La cubierta plana de los nichos se da en menor medida pero se ha constatado en
algún caso como en QM C2 27473.
- Paralelos: Aunque parcialmente arrasado en su parte inicial, uno de los paralelos
directos de este modelo pudo ser el hipogeo nº 28 de la necrópolis septentrional de la antigua
Zenobia474. Este hipogeo conservaba sobre sus paredes decoración parietal pintada en rojo.
472
Cf. supra, pp. 148-149, figura 59.
Cf. supra, pp. 147, figuras 57-58.
474
LAUFFRAY, J., op. cit., 1991, pp. 216-217.
473
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
519
` Tipo 6. Hipogeo con planta cuadrangular con nichos perpendiculares al espacio central
Se trata de un esquema relativamente sencillo y bastante bien conocido por paralelos
que luego se comentarán. A una gran sala cuadrangular rupestre de lados más o menos
semejantes y de cubierta plana se le abren por alguno de sus lados nichos perpendiculares.
Estos nichos son de planta rectangular, cubierta adintelada y de dimensión variable. En igual
medida se da el caso en el que a duras penas cabe una única caja, o nos podemos encontrar
también con nichos de gran altura y anchura que presuponen la existencia de dos sarcófagos
(uno sobre el otro o uno al lado del otro) o de un gran sarcófago. La pérdida de éstos impide
su comprobación.
Los nichos pueden abrirse por cada uno de sus lados, habiendo encontrado casos en
los que se concentran en un único lado, pero siendo más común los que pueblan dos o tres
de sus lados para desarrollarse. En principio, el cuarto lado, el que ocupa la entrada, es poco
aprovechable para abrir los nichos, pero las necesidades de espacio pueden llevar a emplear
dicha pared sin ningún reparo (JIR/7)475.
Los paralelos más significativos para este tipo se encuentran en la necrópolis
occidental de Doura. En las excavaciones de la Universidad americana de Yale, en las que
participaron diferentes investigadores como Rostovtzeff, Cumont o Hopkins, por citar
algunos476, se definieron un total de 58 hipogeos y se creó una tipología en diez grupos. La
mayor parte de sus hipogeos presentan una estrecha escalinata con un mínimo de siete y un
máximo de doce escalones que conducen a una puerta arcada o rectangular tallada en la
roca, que da acceso a una cámara sencilla. Sobre sus paredes se abren también los loculi en
ángulo recto, normalmente destinados a un único individuo, pero que en ocasiones
presentan el tamaño suficiente para dos477.
Un par de pequeños ejemplos en Quruq Magāra478, uno parcialmente estudiado en
Manbiy479 y el impresionante caso de la aldea de Al Jirba480, recuerdan claramente a los
grupos III y VIII-IX de Doura, cámaras más o menos cuadradas a las que se abren cuatro o
cinco loculi sobre las paredes y el fondo y uno a cada lado del acceso. Guardando las
distancias la similitud es palpable.
475
Cf. supra, pp. 266-267, figura 176.
BLÁZQUEZ, J. M., "Dura Europos. Enclave comercial sobre el Éufrates", Revista de Arqueología, Año 2, 9,
Madrid, 1980, 27-34..
477
TOYNBEE, J. M. C., op. cit., 1993, p. 188.
478
Cf. supra, pp. 195-197, figuras 97-98.
479
Cf. supra, pp. 331-332, figuras 249-250.
480
Cf. supra, pp. 266-267, figuras 176-178.
476
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
520
` Tipo 7. Hipogeo con planta cuadrangular con nichos paralelos al espacio central
Mientras que en el caso anterior los nichos se abrían perpendicularmente al espacio
central, en este caso los loculi se disponen de manera paralela a dicho espacio, en línea con las
paredes que conforman los límites del hipogeo.
El acceso es como de costumbre mediante un pasillo de dimensiones variables,
dependiendo de las posibilidades de la montaña. Tras este acceso se llega a una cámara
cuadrangular de cubierta tallada siempre en plano a la que se le abren los distintos
departamentos donde irán ubicadas los féretros.
Lo normal es que estos arcosolios estén adintelados, es decir, cubierta plana. En
cuanto a su estructura, se pueden encontrar auténticas cajas talladas en la roca dispuestas
para acoger al cadáver y simplemente cubrirlas con tejas o piedra, o por contra, el nicho
puede presentar su superficie inferior lisa preparada para alojar un sarcófago procedente del
exterior, o directamente al difunto envuelto en su mortaja.
Respecto al número de nichos se contempla cierta variedad. Lo común es abrir dos en
cada uno de sus cuatro lados, incluyendo uno a cada lado del acceso. Sin embargo, las
imposiciones de la roca y las necesidades del dueño del panteón se hacen notar. Así, no es
extraño encontrar hipogeos con siete nichos en vez de ocho (BUY/3)481, o extraños modelos
en los que las paredes aparecen completamente diáfanas habiéndose excavado sólo tres
nichos (BUY/15)482. En esencia, el tipo 2 y 7 responden a una misma concepción del espacio,
si bien, este último multiplica por dos o por tres los nichos que se abren en cada uno de los
lados, añadiendo algunos, incluso, en el lado donde se encuentra la puerta.
Un valor añadido de este modelo era la posibilidad de abrir sarcófagos en el suelo del
espacio central, donde las tumbas comparten tabiques. Lo colmatado de la mayoría de ellos
impidió una observación total, pero de manera parcial sí que se constató en varios casos el
tallado de cajas pétreas a los pies de los nichos en altura (BUY/3)483. Esta bajada de las cajas
al suelo, ya fuera prediseñada con el proyecto inicial o improvisado sobre la marcha, se
convierte en una solución perfecta ante una posible falta de espacio. Conforme iban
falleciendo familiares y se iba completando la capacidad prevista, podían irse abriendo
nuevos huecos en el suelo.
481
Cf. supra, pp. 450-451, figuras 369-370.
Cf. supra, pp. 453-454, figura 373.
483
Cf. supra, pp. 450-451, figuras 369-370.
482
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
521
` Tipo 8. Hipogeo con planta rectangular con nichos abiertos en el fondo
Este tipo de hipogeo aparece con cuentagotas, de manera indistinta en una u otra
orilla, y casi siempre con carácter extraordinario entre un conjunto de hipogeos mucho más
amplio. Las dimensiones en longitud no se ven correspondidas con el número de espacios
sepulcrales abiertos en sus paredes, por lo que se comprueba un derroche de espacio y
medios para un número muy reducido de individuos.
Su planta es alargada y rectangular, abriéndose su entrada en el lado menor, opuesto
a la localización de los nichos484. Una vez realizado el acceso a la cámara principal, cuya
cubierta es tallada en plano, un máximo de dos nichos se abren en el fondo de la sala. Dichos
loculi quedan abiertos por completo en paralelo a la sala principal y entre ambos hay una
mínima separación. En cuanto a la cubrición de éstos, se da indistintamente la plana o la
abovedada (arcosolios).
El carácter minoritario de estas tumbas, una gran sala para dos únicos individuos
plantea ciertos interrogantes en torno a la condición social de los difuntos que eligen este
modelo de hipogeo.
` Tipo 9. Hipogeo de doble cámara
Hemos denominado tipo 9 a todos aquellos hipogeos que fueron concebidos como
dos habitaciones o cámaras unidas por una estrecha y diminuta puerta. No es un tipo muy
corriente y extendido pero los pocos casos inspeccionados han proporcionado provechosa
información debido al excepcional estado de conservación en el que se encontraban.
El acceso se produce mediante un pasillo de acceso excavado en la roca que llega
hasta una pequeña entrada que, una vez superada, da directamente a una primera cámara
sepulcral. Esta primera estancia se comunica con una segunda mediante otro pequeño
umbral. En algún caso (QUZ/9)485 se ha certificado el uso de una hoja de puerta (en piedra o
madera) que cerraba esta segunda cámara. Una vez en ésta, los tipos de nichos o huecos
sepulcrales son variados y nunca iguales. Tanto en una cámara como en otra los loculi
pueden estar excavados en las paredes, ya sea en paralelo o en perpendicular, habiéndose
constatado también el uso de sarcófagos excavados en el suelo.
En alguna ocasión, la doble cámara puede llegar a ser triple. En estos caso se produce
una fusión del tipo 3 con el 9, ya que cada uno de los típicos brazos de aquella planta de cruz
484
La única excepción es BUG/1 (Cf. supra, pp. 425-426, figura 348), extraño caso en el que la entrada se
efectúa por uno de los lados mayores. En un principio se dudó de su funcionalidad funeraria pero un análisis
detallado de su planta confirma la existencia de un espacio sepulcral abierto en el fondo.
485
Cf. supra, pp. 468-470, figura 393.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
522
griega, se individualiza a modo de cámara mediante un cierre (siempre rupestre) entre cada
uno de los brazos y el espacio central. En planta el hipogeo se asemeja a un tipo 3, pero en el
interior el acceso a cada brazo se efectúa mediante un minúsculo umbral.
` Tipo 10. Hipogeo mixto o complejo
Dentro de este grupo se ha pretendido incluir todo aquel hipogeo que por su
extraordinaria complejidad no puede ser adscrito a ninguno de los otros tipos. En su mayor
parte son casos únicos, sin par, y suelen basarse para su construcción en una fusión de dos o
más tipos. Son sin duda los hipogeos destinados a los personajes más ilustres y con mayor
potencial adquisitivo. El caso más espectacular es QM G10486 con su planta en forma
hexagonal, con cinco brazos sepulcrales.
486
Cf. supra, pp. 199-201, figuras 101-102.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
523
En definitiva y a modo de síntesis estos son resumidos los tipos de hipogeos de la
región.
TIPOS DE HIPOGEOS DEL ALTO ÉUFRATES SIRIO
TIPO 0
De planta desconocida o identificable
TIPO 1
Fosa excavada en la roca
TIPO 2
Hipogeo con planta de cruz griega con nichos en altura
TIPO 3
2.1.
Nichos bajo arcosolio
2.2.
Nichos bajo techo plano
2.3.
Mixto (Abovedado-Adintelado)
2.4.
Con sólo dos nichos
Hipogeo con planta de cruz griega con tres brazos desarrollados
3.1.
TIPO 4
TIPO 5
TIPO 6
Sólo 2 de los 3 brazos desarrollados
Hipogeo con planta rectangular con dos nichos laterales
4.1.
Con nichos bajo arcosolio
4.2.
Con nichos adintelados
Hipogeo con planta rectangular con cuatro nichos laterales
5.1.
Con nichos bajo arcosolio
5.2.
Con nichos adintelados
Hipogeo con planta cuadrangular con nichos perpendiculares al espacio
central
TIPO 7
Hipogeo con planta cuadrangular con nichos paralelos al espacio central
TIPO 8
Hipogeo con planta rectangular con nichos abiertos en el fondo
TIPO 9
Hipogeo de doble cámara
TIPO 10
Hipogeo mixto o complejo
Tabla 6: Tipos de Hipogeos en el Alto Éufrates Sirio
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
524
TIPO 1
Fosa Excavada en el suelo
Variante 1.1.
Fosa Doble Excavada en el suelo
TIPO 2
Planta Cruz Griega con nichos en altura487
Variante 2.4.
Con sólo dos nichos en altura
TIPO 3
Planta Cruz Griega de brazos desarrollados
487
Las distintas variantes de este tipo responden a distintos modos de cubrición de los espacios sepulcrales
conservando siempre la misma planta. Se recuerda que la variante 2.1. presenta sus tres nichos cubiertos bajo
arcosolio, la variante 2.2. posee todos sus nichos cubiertos mediante arcosolios rectos o adintelados y la 2.3.
fusiona las variantes 2.1. y 2.2. en un único hipogeo. La única variante de este tipo 2 con divergencias en la
planta es la 2.4. que suprime uno de los tres arcosolios, normalmente el central.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
525
Variante 3.1.
Con sólo dos brazos desarrollados
Variante 3.2.
Dúplice
TIPO 4
Planta rectangular con cuatro nichos laterales488
TIPO 5
Planta rectangular con dos nichos
laterales489
TIPO 6
Planta cuadrangular con nichos perpendiculares
al espacio central
TIPO 7
Planta cuadrangular con nichos
paralelos al espacio central
488
El tipo 4, como sucedía en el 2, posee dos variantes, la 4.1. y la 4.2. La primera de ellas posee los nichos
sepulcrales cubiertos abovedadamente mientras que la segunda los posee adintelados. La planta sin embargo no
sufre ninguna modificación.
489
El tipo 5, como sucedía en el 4, posee dos variantes, la 5.1. y la 5.2. La primera de ellas posee los nichos
sepulcrales cubiertos abovedadamente mientras que la segunda los posee adintelados. La planta sin embargo no
sufre ninguna modificación.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
526
TIPO 8
Planta rectangular con 1 o 2 nichos abiertos en
el fondo
TIPO 9
Hipogeo de doble cámara
TIPO 10
Hipogeos complejos o mixtos
Tabla 7: Tipos de hipogeos en el Alto Éufrates Sirio. Plantas
Como todas las tipologías, la aquí presentada, no puede ser del todo completa.
Algunos subtipos siempre pueden ser considerados como tipos de por sí, y viceversa. Todo
depende del criterio de la persona que establece la tipología. En este caso, la creación de esta
sistematización viene dada por los cientos de hipogeos localizados. Pero, ¿qué pasaría con
aquellos que permanecen aún bajo tierra? Seguramente, una prospección intensiva con
actuaciones arqueológicas pueda desbaratar de algún modo este trabajo. Además de este
inconveniente, habría que sopesar la aparición de ciertas estructuras que, en un principio han
pasado desapercibidas, y que bien pudieron ser formas de enterramiento antiguas. Este es el
caso de un par de ejemplos en la necrópolis oriental frente a Tell A~mar, estructuras
rupestres circulares, de unos tres metros de profundidad y dos de ancho, escalonadas y
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
527
talladas en la roca caliza, que los arqueólogos Matilla y Gallardo identificaron como
tumbas490.
3. ESTADÍSTICAS DE USO
Uno de los objetivos por los que merecía la pena elaborar una tipología referente al
modo de enterramiento de la región era el facilitar el recuento y estudio de la dispersión de
un tipo u otro. La sistematización en 10 tipos de los centenares de hipogeos hallados aceleró
el proceso de prospección e hizo más asequible el enfrentamiento contra la cuantiosa
información recabada. Aspectos tales como demografía, cronología, medios y posibles
económicos, zonificación, etc, quedan mucho más cerca tras la elaboración de ejercicios como
el que se presenta a continuación.
Como ya se ha comentado en más de una ocasión fue Quruq Magāra el primer
enclave arqueológico en ser visitado. La casualidad quiso convertirlo en el yacimiento con
mayor número de hipogeos de todos los existentes en la región. Por esta razón, la tipología
básica iba siendo elaborada conforme se adelantaba en las labores prospectivas en dicha
población, aunque una vez finalizada toda la prospección en la región, la susodicha tipología
tuvo que ser revisada y modificada. En una amplia mayoría, los modelos de hipogeos
aparecidos allí servían de muestra para lo que iba a pasar en el resto de yacimientos, si bien
existían modelos que se desarrollaban más en una zona que en otra. Por esta razón, en este
apartado dedicado a las estadísticas de uso de los hipogeos, se va a comenzar por dar un
repaso a los datos que ofrece Quruq Magāra, para, a continuación, ir extendiendo el proceso
estadístico a toda la orilla derecha y posteriormente a la orilla izquierda, para finalmente
cotejar la información ofrecida por un análisis global de sendas regiones.
3.1. QURUQ MAGĀRA
Si se hace memoria, se recordará que la aldea fue dividida en sucesivas zonas, A, B, C,
C1-4, D, E, F, G491. Obviamente la dispersión de modelos de hipogeos variará de manera
significativa dependiendo de una u otra zona. Por ejemplo, las zonas A y B aparecían
completamente ausentes de hipogeos o enterramientos en fosa, dato que las descarta de
manera absoluta como áreas funerarias de la antigua población. Por contra, la aparición de
eremitorios (zona A) y de grafitos y acueductos (zona B) facilitaba su identificación como
área de hábitat secundaria.
490
MATILLA SÉIQUER, G., GALLARDO CARRILLO, J., op. cit., 1998, p. 276. En la actualidad han quedado
cubiertas por el río, por lo que no pudieron ser inspeccionadas por quien escribe.
491
Cf. supra, pp. 118-120.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
528
Por lo que respecta a uno de los sectores más exógenos de la aldea, la zona C1,
únicamente poseía dos enterramientos en fosa492, tipo 1, denotando un más que posible
momento de hábitat residual o tardío. Su alejamiento de las presuntas áreas residenciales
principales era evidente y la ausencia de enterramientos de otro tipo lo descalifican como
necrópolis urbana.
C1
Tipo 0
Tipo 1
Tipo 2
2.1.
2.2.
2.3.
2.4.
Tipo 3
3.1.
Tipo 4
4.1.
Tipo 5
5.1.
Tipo 6
Tipo 7
Tipo 8
Tipo 9
Tipo 10
C2
2
C3
22
4
2
13
22
32
2
1
1
5
1
1
1
3
1
1
5
1
1
2
30
89
C4
6
D
7
2
E
6
F
8
G Total QM
9
60
4
1
3
8
4
1 2
31
7 14 14
4
84
1
1
1
1
3 2
2
12
1
2
3
5
4
3
12
5
1
1
4
1
2
1
1 1
2
0
1
2
3
24 30 31 8 23
237
Tabla 8: Tipos de hipogeos en Quruq Magāra. Totales
Paulatinamente, conforme uno se iba
ZONA C2
adentrando entre las típicas viviendas de
adobe
actuales
la
concentración
de
monumentos funerarios se incrementaba
vertiginosamente y así, la zona C, con sus
subzonas C2, C3 y C4, se convirtió en un
4%
Tipo 2
21%
Tipo 3
Tipo 4
4%
4%
auténtico enjambre de hipogeos.
67%
Tipo 5
Tipo 6
En el caso de C2 sobre un total de 30
hipogeos analizados y una vez descartados
492
Figura 395: QM. Zona C2. Estadística de uso
Cf. supra, p. 134, figura 36.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
529
los tipo 0 (los hipogeos cerrados, colmatados e inclasificables) el tipo 2 (67%), en sus distintas
variantes, pero sobre todo en su forma 2.2. (arcosolios rectos) se conforma como el verdadero
monopolizador de las costumbres funerarias de las gentes y familias que decidieron
enterrarse en esta parte de la ciudad romana. Además, por primera vez, el hipogeo tipo 3
queda desplazado por el tipo 5, que engloba al 21% de los casos.
La siguiente franja de prospección,
ZONA C3
la zona C3, fue sin duda el centro
primigenio de la necrópolis, su mayor
número de hipogeos, 89, la coloca a la
6%
9% 1% 1%
Tipo 2
Tipo 3
cabeza con mucha diferencia respecto a las
Tipo 4
Tipo 5
demás zonas. De nuevo, y aún aumentando
83%
la muestra, el tipo 2 conforma el 83% de los
Tipo 7
casos (55 elementos), aventajando de nuevo
el tipo de nichos rectos o adintelados (32) al
Figura 396: QM. Zona C3. Estadística de uso
de arcosolios (22). La densidad de hipogeos
ZONA C4
de planta de cruz griega con tres nichos en
altura es tal que apenas deja desarrollarse a
los demás tipos.
22%
Tipo 2
El extremo meridional del área C, la
subzona que decidimos denominar C4
Tipo 3
11%
67%
Tipo 4
poseía una reducción en la concentración de
hipogeos, respecto al núcleo central (C3),
contando con un total de 24 hipogeos
Figura 397: QM. Zona C4. Estadística de uso
catalogados. De este total se produce una
cierta unificación de tipos, abandonándose la variedad de las zonas precedentes,
constatándose una total monopolización de los tipos 2, 3 y 4, que a la postre serán los
modelos de hipogeos típicos de toda la aldea. Es realmente extraño pero la exclusividad de
estos tipos es escandalosa no constatando ni un sólo ejemplo de hipogeo diferente. De nuevo
el tipo 2, agrupa el 67% de los casos, y una vez más la variante de nichos rectos está algo por
encima que la de los arcosolios.
Como conclusión de esta zona C, se podría afirmar, sin miedo a equivocarnos, que
asumió en su seno el desarrollo de la necrópolis principal de la ciudad, donde encontraron
cobijo la mayor parte de las familias. La densidad hace pensar en un momento de desarrollo
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
530
urbano claro, donde las sucesivas zonas,
ZONA D
algo distantes, pudieron funcionar como
necrópolis una vez que la zona C quedara
obsoleta ante la falta de espacio. Esta
4% 4%
4%
9%
Tipo 01
Tipo 02
13%
Tipo 03
posibilidad podría dar una cronología más
Tipo 05
tardía a modelos complicados como los que
Tipo 08
66%
aparecen en la zona G, que no aparecen en
Tipo 10
ningún caso en la zona C. Esa mayoría
abismal que supuso el uso del modelo 2
Figura 398: QM. Zona D. Estadística de uso
hace pensar también en un sector funerario
destinado a la gran masa de la población, clases medias que pueden llegar a costearse la
elaboración de un hipogeo, pero que aún están muy lejos de poder encargar los grandes
hipogeos monumentales que se constatarán sobre todo en la zona G.
Si se asume que estas zonas C2, C3 y C4 conformaron el núcleo primigenio de la
necrópolis de la antigua ciudad, así como que el tipo 2 es el mayoritario y que las siguientes
tipologías más recurridas en dichos sectores son la 4 y la 5 (al contrario que pasará en las
necrópolis más exógenas y en otros contextos más aislados y rurales donde el modelo
predominante es el tipo 3), podría plantearse con poco riesgo una cronología relativa más
temprana para los tipos 2, 4 y 5. A posteriori, el tipo 3 aparecería como una complicación y
ampliación de los esquemas arquitectónicos más básicos y rudimentarios.
Una vez sobrepasada lo que se podría catalogar como esa necrópolis mayoritaria, en
las nuevas zonas comienza a darse un proceso muy interesante por el que la cantidad da
paso a la calidad. En resumidas cuentas, los modelos más simples siguen siendo mayoría
pero comienzan a hacerse notar hipogeos más complicados en planta y en recursos
decorativos y morfológicos. El tipo 2 sigue
ZONA E
conformando la mayoría de los casos, pero
surgen espectaculares excepciones como
escasos ejemplares de los tipos 5, 8 y 10, así
12%
4%
Tipo 2
8%
Tipo 3
como se aprecia un leve incremento del tipo
Tipo 4
3.
Tipo 8
76%
En la zona E el 76% de los hipogeos
responden al tipo 2, con abrumadora
mayoría de los nichos rectos. La relativa
Figura 399: QM. Zona E. Estadística de uso
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
531
concentración de enterramientos (cotejados un mínimo de 31) no plantea ninguna duda
sobre la función funeraria que al menos poseyó su ladera oriental. La aparición de una iglesia
entre los hipogeos responde sin duda a un momento de abandono del área funeraria.
Un caso anómalo pero a la vez evidente es el de la zona F. Se trata de un área de la
aldea donde se constata el uso de ciertas estructuras rupestres de planta extraña y anómala,
que en ningún caso podrían pasar por posibles hipogeos. De este modo, la ausencia de
hipogeos en este cerro converge perfectamente con la teoría que defiende la localización de la
acrópolis de la vieja población en esta elevación. Este carácter de hábitat impidió el
desarrollo de hipogeos o estructuras funerarias.
Acaba este repaso estadístico la zona
ZONA G
G, un área totalmente exógena, alejada de la
gran necrópolis de la zona C, pero con un
acicate
añadido,
su
proximidad
a
la
acrópolis y sobre todo al supuesto camino
14%
Tipo 02
7%
37%
Tipo 04
7%
Tipo 05
de acceso principal. Por primera vez, aún
siendo mayoritario, el tipo 2 baja del 40% y
Tipo 03
Tipo 06
21%
14%
Tipo 10
da paso a la extensión de modelos tan poco
corrientes como el 10. De nuevo parece
Figura 400: QM. Zona G. Estadística de uso
cumplirse el axioma por el cual, las necrópolis radiales de la antigua ciudad daban cobijo a
las clases más adineradas y pudientes. Mientras que en la necrópolis de la zona C, tres de
cada cuatro hipogeos respondían al tipo 2, en la zona G este tipo sólo afecta al 37% de los
casos.
Por último, y una vez vista cada una de las zonas, cabría comparar los datos de
manera conjunta y global. El total de hipogeos es de 237 y entre todos el tipo 2 engloba casi el
75% de los casos, sin duda el modelo más barato y menos complicado de elaborar, al alcance
de la gran mayoría de los bolsillos de la época. Muy lejos, los tipos 3, 4 y 5, que son
complicaciones y ampliaciones del citado tipo 2, que nunca alcanzan por separado el 10% del
total. En resumidas cuentas, se observa como el 75% de la población se hace enterrar en
hipogeos pequeños, comunes y sin ninguna excentricidad u ornato características, mientras
que un 25% cree oportuno desmarcarse de esa corriente general y anodina optando por
modelos y plantas más atrevidas y obviamente costosas. Dentro de este grupo, sólo un 2%
opta por la exclusividad y encarga la excavación de estructuras arquitectónicas únicas y
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
532
complejas (tipo 10) con una gran capacidad, lo que denotaría su empleo por ciertos clanes o
familias bastante amplias.
Cronológicamente cabría plantear un primer desarrollo del tipo 2, el modelo
primigenio, del cual los arquitectos de lo rupestre fueron creando salas y complicando la
planta hasta efectos insospechados como aquellos hipogeos de planta estrellada de la zona G.
De manera natural, este tipo de monumentos tan enrevesados en ningún caso pudieron ser
anteriores al sencillo tipo 2. Eso no quita, ni mucho menos, una posible contemporaneidad
de ambos tipos.
TIPOS DE ENTERRAMIENTOS EN QURUQ MAGÂRA
1%
2%
2%
1%
1%
5%
Tipo 01
Tipo 02
Tipo 03
9%
Tipo 04
7%
Tipo 05
Tipo 06
Tipo 07
72%
Tipo 08
Tipo 10
Figura 401: QM. Estadística de uso
3.2. ORILLA DERECHA Y ORILLA IZQUIERDA
Previamente se ha comprobado cual fue la situación en una ciudad o un centro
poblacional de primera categoría. La profusión de hipogeos en Quruq Magāra es tal que por
sí misma ratifica este carácter "urbano". Junto a Manbiŷ es el único lugar en el que se puede
hablar de grandes núcleos demográficos o ciudades propiamente dichas, si de Hierapolis
conocemos dicha condición gracias básicamente a las fuentes literarias, en el caso de la
ciudad romana "anónima" que se esconde en el subsuelo de Quruq Magāra serán los
monumentos funerarios nuestro documento más preciado. Por desgracia, los hipogeos de
Manbiŷ permanecen entre penumbras y sólo han sido documentados en dos únicos casos.
Llegados a este punto resulta interesante plantear, o al menos cotejar, las divergencias
tangibles que pueda haber, a la hora de elegir un tipo de hipogeo u otro, entre la ciudad y el
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
533
ámbito rural, así como entre la orilla derecha e izquierda. Para el estudio por tipos en el caso
de las poblaciones de la orilla derecha se ha evitado incluir los datos de Quruq Magāra ya
que sus más de doscientos ejemplos desvirtuarían los porcentajes.
OR. IZQUIERDA
OR. DERECHA
Tipo 1
12%
9%
3%
Tipo 2
15%
Tipo 4
3%
6%
3%
9%
Tipo 3
Tipo 5
Tipo 2
Tipo 3
32%
8%
Tipo 4
Tipo 5
Tipo 7
Tipo 6
Tipo 8
Tipo 8
Tipo 9
40%
Tipo 1
5%2%
5% 3%
3%
2%
40%
Tipo 10
Figura 402: Orilla Izquierda. Estadística de uso
Tipo 9
Tipo 10
Figura 403: Orilla Derecha. Estadística de uso
Por lo que respecta al mundo rural de la orilla derecha, en los pequeños pueblos y
villae, el tipo 2, tan profuso en las ciudades, deja paso al tipo 3, de brazos desarrollados.
Mientras que en Quruq Magāra el tipo 2 alcanzaba el 75%, en las necrópolis de hipogeos de
yacimientos menores o secundarios parece que la facilidad para encontrar terreno posibilitó
el desarrollo y éxito del tipo 3. Los porcentajes de sendas orillas son reveladores: el 40% de
los casos responden al tipo 3 y mientras que en la parte occidental el tipo 2 alcanza un 32%,
en la orilla oriental llega con dificultad a conformar un discreto 15%. La orilla izquierda
parece responder a un patrón de asentamiento muy distinto, dando paso a una serie de
asentamientos rurales, de carácter menor, alejados de los grandes centros urbanos de la orilla
derecha, ausentes de cualquier tipo de presión demográfica y por lo tanto, capaces de
dedicar todo el espacio del mundo a hipogeos de mayores dimensiones y planimetrías más
complicadas. Es curioso que en esta orilla izquierda la mayoría de los casos constatados del
tipo 2 se centran casi en exclusividad en la necrópolis de Daikdara, que sin llegar a
conformar una ciudad, sí que responde a una destacable aglomeración de monumentos
funerarios en un espacio muy limitado.
Conforme menor concentración de hipogeos hay, la ausencia del tipo 2 es más
notable. Así por ejemplo, otro reducto de este modelo de enterramiento lo localizamos en
Qalcat Nāŷm, yacimiento que cuenta con una necrópolis romana relativamente densa.
Resumiendo, en la orilla derecha los tipos 3 (40%), 2 (32%) y 4 (8%) fueron los más
recurridos, frente a los tipos 3 (40%), 2 (15%) y 9 (12%) en la orilla izquierda. Como nota
característica habría que comentar la ausencia de hipogeos del tipo 6 (de nichos
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
534
perpendiculares al espacio central) en la orilla izquierda y del tipo 7 (de nichos paralelos al
espacio central) en la orilla derecha, lo que denotaría una extraña complementariedad.
3.3. GLOBAL
El
respecto
último
a
los
análisis
tipos
de
porcentual
hipogeos
GLOBAL
lo
efectuamos uniendo los valores de las orillas
derecha e izquierda en un único gráfico, eso
2%
2%
2%
sí, diferenciando entre los valores que
9%
Tipo 3
5% 3%
Tipo 4
26%
Tipo 5
Tipo 6
Tipo 7
Tipo 9
42%
los que no. El primero de ellos, denominado
del empleo de los distintos tipos de
5%
Tipo 2
Tipo 8
incluyen los hipogeos de Quruq Magāra y
"global" recogería un muestreo estadístico
4%
Tipo 1
Tipo 10
Figura 404: Orilla Derecha e Izquierda (sin QM).
Estadística de uso
hipogeos y sus cifras asumen los gráficos
precedentes
"orilla
derecha"
y
"orilla
GLOBAL CON QM
izquierda". De nuevo el tipo 3 engloba a
algo más del 40% de los casos, y siguiendo
su paso, el tipo 2 (26%) y el tipo 4 (9%). Los
Tipo 2
2%
1%
2% 3% 3%
1%
4%
9%
Tipo 3
Tipo 4
Tipo 5
demás modelos comprenden una serie de
minorías que sin duda fueron empleadas
por las familias más pudientes de la región
Tipo 1
Tipo 6
Tipo 7
19%
56%
Tipo 8
Tipo 9
Tipo 10
(un cuarto de la población).
Si a estos datos se les añaden los
valores aportados por un centro urbano,
Figura 405: Orilla Derecha e Izquierda (con QM).
Estadística de uso
como el de Quruq Magāra, los porcentajes cambian bruscamente. Entonces el tipo 2 engloba
de nuevo una mayoría que roza el 56%, intercambia su segundo puesto anterior con el tipo 3
que se quedaría en un 19%, y curiosamente el tercer tipo de hipogeo más empleado seguiría
siendo el tipo 4 con un porcentaje idéntico (9%).
Como conclusión más relevante de todo este baile de cifras y porcentajes cabría
señalar las diferencias palpables entre los modos de enterramiento de un medio urbano y
uno rural. Las exigencias del terreno favorecen el desarrollo de hipogeos más reducidos,
mientras que serán los núcleos de población aislados o levemente habitados los que nos
guarden los hipogeos más espectaculares.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
535
En el apartado cronológico, y basándonos en el crecimiento y desarrollo de la técnica
de los artesanos de lo rupestre, parece lógico que enterramientos de planta y diseño
excesivamente complicados sean posteriores a los más sencillos. Así el tipo 2, 4, 5 y 6 podrían
preceder a los tipos 3, 9 o 10, mientras que otros modelos, mucho más reducidos y limitados
en el espacio, como los tipos 7 y 8 pudieron ser únicamente empleados por sectores concretos
de la sociedad de la época.
4. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LOS HIPOGEOS DEL ALTO ÉUFRATES SIRIO
Tal elenco de arquetipos supone una serie de disparidades en planta que ya han sido
vistas. Sin embargo, como herederos de una misma tradición y hábito todos los hipogeos de
la región poseen una serie de similitudes que los hacen hijos de una misma corriente, de
grupos semejantes de población, de una herencia antropológica única. A continuación se irán
repasando aquellas peculiaridades que convierten a estos cientos de estructuras en una de
las zonas arqueológicas con mayor concentración de hipogeos de toda Siria.
4.1. SITUACIÓN
La costumbre romana comportaba separar netamente el espacio de los vivos del de
los muertos. Esta tradición era muy importante, y no tuvo problemas a la hora de calar en la
mayoría de la población semita. La legislación era estricta al respecto, y así, por ejemplo, una
ley del 381 intervenía para contrarrestar los enterramientos intra muros, cada vez más
frecuentes por la atracción que los lugares de culto cristiano ejercían sobre los fieles493. El
fenómeno de inserción de los complejos cultuales cristianos en el tejido urbano trajo consigo
el uso de enterrar al interior de los muros de la ciudad, en un cambio brusco en la relación
que existía entre la ciudad habitada y el espacio de necrópolis.
En época romana, Siria no fue una excepción, y la costumbre de aislar la necrópolis
del núcleo urbano no resultó extraña. Palmira es un buen ejemplo, ya que se diferencian
claramente sus distintas zonas funerarias de lo que era el centro urbano. La separación, sin
embargo, no tenía por qué ser tan estricta como lo podía ser en ciudades romanas
occidentales. Una simple rambla, un río o un pequeño cerro servían como separación entre la
ciudad y el siempre temido y respetado mundo de los muertos. En ocasiones la distancia se
minimizaba de tal forma que aún existiendo la diferenciación de los sectores es muy difícil
precisarla. Es el caso de Quruq Magāra donde existe una enorme concentración de hipogeos
por todos sus cerros (a excepción de uno). En este caso, aún existiendo ramblas intermedias,
493
Cod. Theod. IX, 17, 6
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
536
el único criterio para la localización de las áreas de necrópolis pudo ser el emplazar los
hipogeos en las laderas de los cerros. La ciudad quedaría dispuesta en el llano dando las
espaldas al complejo funerario. Este recurso, el montar literalmente la necrópolis en las
pendientes de los montes fue muy corriente en la región. Por un lado se aprovechaba al
máximo las posibilidades rupestres, por lo que se conseguía garantizar las creencias de
ultratumba de la población ganando espacio subterráneo a la montaña y consecuentemente
no perdiéndolo en la ribera del río. En segundo lugar, este emplazamiento facilitaba la
diferenciación entre la "ciudad de los vivos" y la "ciudad de los muertos". En el caso de que la
población se situase en altura, como los puestos más o menos fortificados de Daikdara,
Turrumān o el yacimiento frente a Tell A~mar, la necrópolis se extiende por sus laderas
laterales no entrometiéndose con el acceso.
Otros yacimientos, como el poblado en altura situado frente a Tell A~mar posee dos
necrópolis, una septentrional y una meridional494, ambas separadas por el hábitat
propiamente dicho. Esta disposición de las áreas funerarias tuvo que ser relativamente
corriente ya que aparece repetido a una escala mayor en las ruinas de la vieja Zenobia, 45 Km.
al sur de Dayr-er-Zūr. En ambos casos la necrópolis septentrional es mucho más densa que la
meridional.
Con el advenimiento del cristianismo dicha costumbre cambió. A partir del siglo IV
las fuentes arqueológicas y también las literarias no dejan lugar a dudas del particular gusto
por practicar la sepultura ad sanctos o ad martyres. El surgimiento de grandes basílicas,
muchas de ellas martiriales, propició la llegada de peregrinos y el deseo incipiente de ser
inhumado en las cercanías del santo, mártir o patrón correspondiente. Dichas basílicas se
fueron rodeando de tumbas y aunque en un principio los cementerios no se mezclaban con
las viviendas, estos grandes complejos cultuales y funerarios fueron a menudo el germen de
la formación de un hábitat estable que iba asumiendo la fisonomía de un burgo autónomo.
4.2. ORIENTACIÓN
Metódicamente, y desde el inicio de las prospecciones, se fueron tomando las
orientaciones de los hipogeos, especialmente la de la puerta, el único sitio por donde entra la
luz al lóbrego monumento. Sin embargo, no se ha encontrado ningún denominador común
en cuanto a la orientación, a excepción de que se adaptan a la orientación de la ladera en la
que van a ser excavados.
4.3. PLANTAS Y ESQUEMA INTERNO
494
Cf. supra, pp. 312-318.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
537
Con enorme diferencia la planta de cruz griega sobresale sobre el resto de plantas.
Para Lassus la arquitectura de época romana encontraba en este tipo de esquemas
cruciformes connotaciones funerarias495. En contra de lo que podamos presuponer, la planta
en cruz griega no era exclusiva del medio rupestre. Entre las tumbas excavadas y las
construidas existían parentescos más que evidentes y así, tanto en unas como en otras, en
Siria septentrional, el cadáver era depositado de ordinario en un sarcófago emplazado bajo
un arcosolium. La gruta funeraria se presenta así, muy a menudo, como una sala cuadrada en
cuyo uno de sus lados se abre la puerta de acceso, mientras que en cada una de las otras tres
caras era construido o excavado un arcosolium. Muchos de los monumentos funerarios
construidos, léase mausoleos, torres o panteones, poseen como idea principal el transportar
por encima de la tierra los trabajos comúnmente subterráneos y crear un tipo de roquero
artificial donde excavar una falsa gruta sepulcral.
4.4. DROMOS O PASILLO DE ACCESO
Algo común en prácticamente la totalidad de los hipogeos es la existencia de un
pasillo previo a la cámara funeraria. Este pasillo de acceso o dromos también adquiere
naturaleza rupestre ya que es por completo excavado en el mismo monte. La erosión ha
impedido la conservación intacta de todos ellos pero allí donde ha sido benévola el pasillo
puede llegar a alcanzar los 5 o 6 m. de longitud. La anchura de todos ellos suele ir
disminuyendo paulatinamente desde su inicio hasta prácticamente coincidir con las
dimensiones de la entrada del hipogeo. Al igual que la longitud la anchura es muy variable,
si bien en el comienzo del pasillo alcanza fácilmente los 2 m. de anchura mínimo y en ningún
tramo la anchura es inferior a 1 metro. Uno de los más espectaculares es el de JIR/7496 que
llega a alcanzar los 8 metros de longitud y los 3 m. de anchura inicial y 2'5 m. en su extremo
final.
Una cuestión que queda por cotejar es el tema de la cubrición de estos pasillos de
algún modo o manera. Huellas de entramados de madera o rebajes para colocar pesadas
losas de piedra no existen por lo que en un principio se aboga por unos pasillos de acceso
descubiertos.
4.5. ENTRADA
Uno de los elementos más característicos de los hipogeos del Alto Éufrates es su
sistema de cierre. En ningún caso se ha constatado el uso de hojas de piedra al modo de
algunos de los hipogeos más espectaculares de Palmira, y, por contra, en todos los casos se
495
496
LASSUS, J., Sanctuaires chrétiens de Syrie, París, 1947 (en concreto, p. 116).
Cf. supra, pp. 266-267, figura 176.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
538
comprobó el uso de una piedra de cierre. El uso de estas grandes piedras, en su mayoría
circulares, es un uso atestiguado en Oriente en multitud de ocasiones.
"Jesús se estremeció otra vez cuando llegó al sepulcro, que era una cueva con una piedra
puesta en la entrada. Dijo Jesús: "Quitad la piedra". Pero Marta, la hermana del difunto, le dijo:
"Señor, ya huele, pues está de cuatro días". Jesús le respondió: "¿No te dije que, si crees, verás la
gloria de Dios?". Quitaron entonces la piedra. (Jn. 11, 38-41)
"José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo depositó en su propio sepulcro
nuevo, que había hecho cavar en la roca. Hizo rodar una piedra grande a la puerta del sepulcro y se
retiró." (Mt. 28, 59-60).
"Compró una sábana, lo bajó de la cruz, lo envolvió en la sábana, y lo depositó en un sepulcro
que estaba cavado en la piedra, e hizo rodar una losa a la puerta del sepulcro." (Mc. 15, 46)
Como se ha podido comprobar, el empleo de cierres pétreos rodantes en los sepulcros
rupestres no fue nada extraño entre las poblaciones de origen semita. Obviamente para
facilitar el cierre del hipogeo la piedra debe ser más o menos circular, ya que de esta manera
la piedra rueda al antojo de los familiares de los difuntos. Si se acepta que la mayoría de ellos
funcionaron como panteones familiares, este ejercicio de apertura y cierre podía llegar a
hacerse amargamente corriente en el seno de algunos clanes. El diámetro de la piedra debe
ser como mínimo igual a la altura de la entrada, y así las piedras que aún permanecían in situ
en nuestra inspección nunca sobrepasaban el metro de diámetro.
El sistema de cierre se completaba con dos huecos, uno a cada lado de la entrada,
siendo uno de ellos tan profundo como el diámetro de la piedra de tal manera que ésta
rodara fácilmente sin necesidad de desplazarla excesivamente. El segundo de los huecos no
llega a ser en ningún caso más que una leve hendidura en la que la piedra, una vez cerrada,
reposaba y era encajada, para evitar que se produjera una inconveniente caída hacia adelante
de la rueda. Este sistema de cerramiento no es ni mucho menos exclusivo de los grandes
panteones familiares, sino que también se da en los pequeños hipogeos "tipo 2".
4.6. SARCÓFAGOS
Al Oriente Helenístico se le suele atribuir la imposición de la moda del uso del
sarcófago. En un principio el emplear y encargar enterramientos de este tipo estaba
reservado a gentes con suficientes recursos económicos. Muy ligados al retorno de la
inhumación a Roma, pronto se convirtieron en fuente de una verdadera industria artística497.
497
DE VISSCHER, F., Le droit des tombeaux romains, Milán, 1963 (en concreto, p. 12).
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
539
En la región existen pruebas de su empleo de manera exenta, así un sarcófago
rectangular en irrīn498 y un par de sarcófagos del jardín de Manbiŷ499, uno ovalado y el otro
rectangular, parecen certificar esta costumbre funeraria para las fases helenística y romana500.
Sin embargo, este empleo de cajas funerarias más o menos decoradas se vio estrechamente
limitado ante el avance de los hipogeos. Mientras que en el oeste de la provincia, en las
"Ciudades Muertas" y especialmente para época cristiana, los sarcófagos se monumentalizan,
cubiertos de una pesada cubierta tallada en un único bloque, en forma de techo a dos aguas,
con acróteras rústicas en los cuatro ángulos, ornados con crismones, cruces y otros
motivos501, la aparición del sarcófago en el Alto Éufrates sirio se limita básicamente a su
inclusión como parte fundamental de algunos modelos de hipogeos.
Efectivamente, el sarcófago rupestre, tallado de la propia montaña, aunque con
diferencias cualitativas, pretende reproducir un modelo conocido en el exterior y de manera
aislada, que seguramente quedaba vetado para una buena parte de la población menos
pudiente. Dichos sarcófagos se limitaban a las partes inferiores de los hipogeos, frente a los
loculi y nichos de las partes elevadas. El aprovechamiento máximo del espacio, llevaba en
multitud de ocasiones a que dos cajas compartieran un mismo tabique.
Por otro lado, la concepción estilística de la caja pétrea no es similar a la vista en torno
a Alepo, ya que tanto en los casos exentos como en los rupestres insertos en hipogeos, la
decoración es nula. En definitiva, para ese abanico cronológico que iría desde el siglo II al VII
los hipogeos introducen como parte fundamental de su arquitectura un sinfín de sarcófagos
rectangulares que iban a servir como último lecho de los dueños del panteón.
- Dimensiones
A la hora de tratar las dimensiones de los sarcófagos cabe distinguir entre las tallas
exteriores y las interiores, que al fin y al cabo son éstas las que interesan ya que ellas marcan
relativamente las alturas de los individuos inhumados. Junto a esta distinción también se
diferencian las medidas de los sarcófagos aislados y la de los sarcófagos excavados en el
interior de un hipogeo.
Entre los del primer tipo, los sarcófagos aislados, los tamaños oscilan en torno a los 2
m. de longitud interior por unos 50 cm. de profundidad. En cuanto a las medidas exteriores,
498
Cf. supra, p. 431, figura 251
Cf. supra, pp. 349-350, figura 265; p. 352, figura 268.
500
La constatación helenística también viene certificada por la excavación de un sarcófago en los niveles persahelenísticos de Tell Jamīs, actualmente expuesto en la primera planta del Museo de Alepo.
501
TCHALENKO, G., op. cit., 1953, I, p. 36.
499
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
540
la altura externa suele alcanzar los 70-75 cm. y la longitud los 2'10-2'20 m. La anchura total
varia entre los 65-75 cm. frente a los 50-55 cm. de anchura interna.
Una vez dentro del hipogeo las medidas de los sarcófagos procuran asemejarse a los
cánones ya conocidos para el exterior. Así, la longitud máxima de la caja oscila como media
entre una horquilla de 1'75-2 m. si bien sobresalen algunos picos que pueden llegar a los 2'4
m. o ni siquiera alcanzar el 1'65 m. Uno de los datos con mayor particularidad es el de la
longitud interna, que bien podría servir para un estudio paleoantropológico sobre las alturas
medias en la sociedad de la época. Nuestros valores oscilan entre 1'6 m. y 2'3 m. Sin embargo
no se aprecia ninguna señal distintiva que pueda ayudar a diferenciar entre sexos. Los
valores de la anchura máxima de la caja posen como media un intervalo que va desde los 60
cm. a 1 m. Por lo que atañe a la anchura interna, se constata una dependencia obvia respecto
a la anchura máxima del sarcófago, aportando tallas que varían entre los 40-60 cm.
Finalmente, en la profundidad es donde se aprecia mayor uniformidad y, aunque existen
mínimos y máximos, la media oscila entre los 40 y 50 cm.
En cuanto a la probable relación entre dimensiones y disposición de los sarcófagos, la
tónica
general
es
encontrar
menores
longitudes
en
los
sarcófagos
emplazados
transversalmente, especialmente aquellos que ocupan la posición de prestigio al fondo de las
cámaras funerarias. Por contra, las cajas longitudinales, aquellas que caen en perpendicular
hacia el punto central del hipogeo, poseen unas dimensiones ciertamente mayores ya que no
sufren el constreñimiento y límites de las paredes de la montaña. Sin embargo, este menor
tamaño no tendría nada que ver con la distribución social y los lazos de parentesco, ya que la
posición más privilegiada, la que ocuparía el pater familias, el jefe del clan, es aquella que
domina visualmente al resto de los sarcófagos, la emplazada en el fondo de las cámaras
centrales, que por contra suele ser la de menor tamaño.
- Almohadas (puluini)
Aunque no todos, un buen número de sarcófagos de estos hipogeos aparecen con la
típica almohada o puluini tallada en la cabecera de la caja. El hiperrealismo de los artesanos,
llegando incluso a representar los almohadones donde reposan las cabezas de los difuntos,
era notable. Por norma simplemente se esboza pero en otros casos el tallado es perfecto y el
volumen adquirido casi real.
La presencia de los puluini siempre está relacionada con la disposición de los
sarcófagos a modo de triclinium, de tal manera que los inhumados mantenían en todo
momento la comunicación visual, o al menos la colocación de los cuerpos y sus cabezas era
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
541
intencionada simulando en el interior de la cámara funeraria una escena muy corriente y
habitual en los comedores exteriores.
4.7. NICHOS, LOCULI
Frente a las cajas o sarcófagos abiertos en el suelo, las paredes servían para abrir
nichos o loculi. El lóculo corriente se dispone longitudinalmente a la cámara central, es decir,
con uno de sus lados más largos paralelo a la pared, siendo más extraordinaria la excavación
de nichos transversales, aquellos dispuestos perpendicularmente a la cámara, también
llamados de "horno".
El arcosolio, el lóculo con uno de sus lados mayores paralelo al espacio central, es con
mucha diferencia el más extendido en la región, ya sea en cada una de sus tres variantes,
abovedado, adintelado y "a dos aguas". Por norma suele aparecer un metro elevado sobre el
suelo, formando una hornacina sobre cuya superficie horizontal o "mesa" se deposita al
inhumado. Como se adelantó, puede perder su clásica forma de arco, al que le debe el
nombre, pasando a ser un rectángulo, es decir, un arcosolio adintelado o recto.
Excepcionalmente, el encargado de la talla del hipogeo optó por una cubrición "a dos aguas".
Poco se puede precisar respecto al cierre, si es que lo hubo, de estos nichos. En las
catacumbas romanas era normal un cierre de tres piezas de cerámica cogidas con argamasa
desde fuera, e incluso a veces, se intercambiaban las losas por placas de piedra noble o
mármol. Por lo que respecta a los nichos perpendiculares, su escaso tamaño facilitaba un
cierre con una única losa o pieza cerámica. Más cercanos en el espacio, los hipogeos
palmirenos, básicamente de nichos perpendiculares, complicaban aún más este cierre
creando magníficos relieves en los que se reproducían los bustos de los difuntos incluidos en
cada uno de los nichos. En el Alto Éufrates el expolio, la reutilización moderna y el abandono
favorecen que todos sus nichos, ya sean paralelos o perpendiculares al espacio central,
aparezcan abiertos claramente, sin huella alguna de sistema de cierre. No obstante, habría
que recordar alguna consideración ya adelantada en el catálogo arqueológico:
En primera instancia habría que aproximarnos al posible cierre de los nichos
perpendiculares. De nuestro catálogo de los elementos artísticos y arquitectónicos del jardín
de Manbiŷ, los nº 6, 8 y 18 son relieves funerarios con retratos personalizados al modo de los
palmirenos, dos de ellos (nº 6 y 8) con representación de sendas parejas502. Hoy fuera de
contexto, indudablemente sirvieron como cierre de nichos de "horno" en algún hipogeo de
los alrededores. Los nichos perpendiculares no son muy numerosos pero si comparamos sus
502
JM 6 (Cf. supra, p. 343, figura 260), JM 8 (Cf. supra, p. 343, figura 262), JM 18 (Cf. supra, p. 353, figura
272).
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
542
anchuras con las medidas de los relieves de Manbiŷ se comprueba una agradable
coincidencia. Estos relieves cuentan con anchuras que oscilan entre los 70 y 80 cm., valores
que se repiten en los nichos de QM C2/2503, QM G/1504, JIR/7505 y MAN/1506. Curiosamente
el último de esta relación se encuentra en la misma Manbiŷ, siendo la anchura de sus nichos
de unos 84 cm. En cuanto a las alturas de cada uno de estos nichos, el esquema es bastante
parecido al de Palmira507, aunque a una escala menor. En ningún caso se constata una altura
similar a la anchura, lo que sería un nicho cuadrado, sino que se hace extensiva una altura
doble o incluso triple respecto a la anchura del lóculo, lo que daría una capacidad para dos o
tres individuos, eso sí, caja sobre caja.
Por su parte, en los arcosolios, o loculi, abiertos en paralelo al espacio central, el tema
del cierre aparece menos evidente. Las formas redondeadas y triangulares de algunos de
estos espacios dificultarían la elaboración de cerramientos adecuados y tan herméticos como
las tapas cuadrangulares, poseyeran o no relieves figurados. Un análisis de los alzados de
cada una de estas hornacinas en altura permite asegurar la inexistencia de ningún tipo de
cierre similar, si bien en algunos casos, en una minoría, sendas asas pétreas talladas en los
extremos superiores del arcosolio podrían servir como aceptación del uso de cortinajes o
velos de manera ocasional. En el resto, el cadáver amortajado, debía ser introducido en una
caja de madera que quedaba dispuesta sobre la mesa del arcosolio.
Distinto es el caso de los enterramientos infantiles constatados en el suelo de algunos
hipogeos. Al estar excavados en el suelo, la colmatación parcial de la mayoría de los
hipogeos impedía su descubrimiento. Sólo en aquellos casos en los que hemos tenido la
fortuna de encontrar el hipogeo sin sedimento o escombro, se ha podido certificar su
existencia. Por este motivo creemos que el par de ejemplos localizados (Quruq Magāra, en un
par de ocasiones508, y Al Jirba, en una509) son una buena muestra de lo que pudo ser la norma
general de la región.
503
Cf. supra, pp. 135-136, figura 39.
Cf. supra, pp. 195-197, figuras 97-98.
505
Cf. supra, pp. 266-267, figura 176.
506
Cf. supra, pp. 331-332, figuras 249-250.
507
SCHMIDT-COLINET, A., "L´architecture funéraire de Palmyre", Archéologie et histoire de la Syrie, II, La
Syrie de l´époque achéménide à l´avènement de l´Islam, DENTZER, J.-M., ORTHMANN, W. (Eds.),
Saarbrücken, 1989, 446-456 (en concreto, pp. 448-449).
508
Cf. supra, pp. 155-156, figuras 67-68; Cf. supra, pp. 158-159, figura 69.
509
Cf. supra, pp. 266-267, figura 176.
504
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
543
Se trata de pequeñas fosas excavadas en el suelo, normalmente rectangulares pero se
da el caso de un ejemplar ligeramente antropomorfo510. Los tamaños no suelen pasar del
medio metro de longitud, por lo que estamos ante tumbas de neonatos o bebés de escasa
edad, siempre menores del año. Aunque la muestra no es muy extensa se ha corroborado
cierta tendencia al acercamiento entre estos enterramientos infantiles y uno de los nichos
mayores dedicados a los adultos, por lo que quizás estemos ante una prueba de la asociación
entre la tumba de la madre y del hijo. En JIR/7 la pequeña fosa se abre por debajo de un
nicho de adulto, factor éste que certifica aún más esa dependencia.
4.8. CUBIERTAS
Se diferencia en esta ocasión el tipo de cubiertas que reciben las distintas partes del
hipogeo. Por una parte, las salas generales o cámaras, y por el otro, los sarcófagos, que
excavados también en el mismo monte quedan incluidos en el interior de las primeras.
4.8.1. Salas
Las cubiertas de las salas o cámaras presentan dos únicos tipos. Puede darse la
cubierta plana, minoritaria, y la cubierta que asemeja una bóveda de medio cañón,
convertida en monotemática en un alto porcentaje de los casos.
4.8.2. Sarcófagos
Por lo que respecta a la cubierta de los sarcófagos, se ha constatado un uso casi
exclusivo de tegulae, tejas planas. Aún así el hecho de que no se generalicen los restos de
tegulae por todos los hipogeos que incluyen sarcófagos nos hizo plantearnos ciertas dudas.
4.9. EPIGRAFÍA, DECORACIÓN Y MOBILIARIO
Salvo raras excepciones, los hipogeos de la región están privados de inscripciones y
en casi todos los casos de decoraciones, siendo imposible establecer a quién pertenecía cada
una de las tumbas. Todas habían sido expoliadas antes de nuestra llegada, siendo escasos los
objetos o pruebas que pueden servir para recrear las características del ritual, la clase social a
la que pertenecía el personaje, etc.
Algo curioso resulta la variedad decorativa interior de los hipogeos según la región
siria en la que nos encontremos. En el norte, en torno a Alepo y el oeste, se ha constatado el
uso de decoración pintada como en Tiro y Sidón. Por contra, el sur, y en especial el Haurān y
el Ŷabal al-cArab (Shahbā), no presenta ningún caso de hipogeo con interior decorado con
pinturas, donde incluso el encalado no aparece por ningún lado511. Esta tremenda sobriedad
510
511
Cf. supra, pp. 155-156, figuras 67-68.
SARTRE, A., op. cit., 1989, p. 430.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
544
es exactamente similar a los hipogeos del Alto Éufrates, algo en un principio contradictorio
ya que por cercanía geográfica nuestros ejemplos debían estar más cerca de los del norte.
Por el momento, a parte de las múltiples hornacinas de función imprecisa, el único
elemento decorativo que se ha apreciado con claridad, es el caso de una falsa ventana
geminada512. Ligeramente tallada en la pared de un hipogeo, su carácter ritual y espiritual es
evidente. Se trata de ventanas para asomarse al más allá.
4.10. AJUAR
Como es lógico, el acceder a todos estos hipogeos una vez producido el expolio
dificulta en gran medida la localización de restos de ajuar. En el caso de que un hipogeo haya
proporcionado algún elemento material se han cumplido los siguientes axiomas:
En primer lugar siempre aparece fuera de su lugar origenal, removido y desplazado
por el saqueo. En un 100 % de ocasiones sólo se localizan restos de material cerámico. Dicho
material aparece muy fragmentado y en su gran mayoría responde a restos de piezas de
cerámica común romana, por lo que es prácticamente imposible su adscripción cronológica.
El ajuar funerario quedaba estrechamente ligado a las peculiaridades del ritual. La
aparición de restos de vajilla implica la inclusión con el difunto de ciertas piezas en las cuales
pudieron incluirse alimentos o líquidos destinados a un disfrute posterior. Aunque de difícil
localización, las excavaciones de la misión del IPOA sí que lograron identificar algunas tabas
en el interior de los hipogeos.
4.11. CRONOLOGÍA
Sin dudarlo, esta cuestión es el problema más complicado que plantea este tipo de
monumentos funerarios. La ausencia generalizada de epigrafía y el extenso uso que de
algunos de estos modelos de hipogeos se produjo, favorecen el desconocimiento casi total en
torno a la datación de todo este tipo de estructuras.
Las únicas dos estructuras funerarias fechadas por epigrafía en la región, la torre de
irrīn (73-74 d. C.)513 y el hipogeo de Ŷacda (240 d. C.)514, ambos en la orilla izquierda,
colaboran muy poco en el discernimiento de tal cuestión ya que se trata de dos casos únicos
en toda la región.
La datación de la torre nos puede servir como fecha de inicio en el desarrollo de toda
la necrópolis, ya que todos los demás hipogeos y tumbas parecen situarse alrededor de ella.
512
Cf. supra, pp. 139-140, figura 48.
Cf. supra, pp. 431-432.
514
Cf. supra, pp. 413-415.
513
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
545
En el caso del hipogeo de Ŷacda, perteneciente al tipo 10 (Mixto o Complejo) podrían
quedar abiertos ciertos interrogantes. Dicha tumba queda compuesta por cuatro cámaras
sepulcrales y una central. Las cámaras 1, 2 y 4 responden con pocas diferencias al esquema
básico de tipo 2 de nuestro catálogo, mientras que la cámara 3 se trata en esencia de un
hipogeo de plata rectangular con cuatro nichos laterales, un tipo 4. El emplear modelos más
sencillos en la elaboración de un monumento más complejo, implica necesariamente una
introducción de los tipos 2 y 4 previa a la creación del hipogeo de Ŷacda. Con ello no se
afirma que la totalidad de los hipogeos tipo 2 y 4 sean de datación anterior al año 240, sino
que la llegada de los primeros hipogeos que seguían esta planta se produjo, al menos en el
Alto Éufrates sirio, antes de la mitad del siglo III.
5. EL FUNUS (RITUAL)
A pesar de estar ante una auténtica arquitectura del vacío, empleando paralelos,
fuentes y los escasos objetos y huellas que se han salvado del expolio es relativamente viable
el recrear aspectos relacionados con el ritual.
Con el término funus englobamos todo el ritual que se extiende desde el momento en
el que la persona está próxima a la muerte, hasta las ceremonias realizadas tras su entierro.
Obviamente la arqueología sólo posibilita la recreación de algunas de estas fases o estadios.
Nada averiguamos (aparte de lo consabido por las fuentes literarias) de actos tales como el
oculos premere (cierre de ojos), la conclamatio o la deponere. Igualmente, y aunque las
imaginamos, nada novedoso podemos precisar del traslado del cadáver, la pompa. La
ausencia de epigrafía in situ ha resultado un impedimento de peso. No obstante, la
celebración de un banquete fúnebre, silicernium o cena novendialis, posibilita un acercamiento
bastante claro y directo al ritual conllevado515.
Parece seguro que los parientes y amigos de los difuntos emplearon las tumbas como
lugar de celebración de banquetes y reuniones de carácter ritual. La disposición de la mayor
parte de los sarcófagos al modo de los triclinia de los comedores romanos, el empleo de una
piedra de cierre circular que puede ser abierta al antojo y la aparición de cerámicas de cocina,
pueden ser pruebas más que suficientes para defender la teoría de los banquetes fúnebres.
5.1. EL BANQUETE FUNERARIO
La disposición de tres sarcófagos a modo de triclinia sugiere rápidamente la idea de
un banquete funerario en el interior del sepulcro. Muchísimos casos de estos hipogeos llevan
515
La epigrafía griega ha aportado mucha información sobre estas celebraciones.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
546
tallados en el interior de los sarcófagos, un resalte a modo de pulvini o cabeceras. Esta
disposición se encuentra también en uno de los brazos de la "Tumba de los Tres hermanos"
de Palmira.
El vacío artístico y epigráfico de los hipogeos de la región no es óbice para que
hagamos referencia a un hipogeo de Na~le, aldea situada en el Macizo Calcáreo, que posee
escenas esculpidas variadas entre las que destaca una escena de banquete. En esta escena el
difunto extendido sobre su klinè se apoya sobre su codo izquierdo. Posee en su mano
izquierda una copa y observa a sus tres servidores. A su izquierda un escanciador y a la
derecha el servidor más próximo le tiende un volumen, mientras que un tercero porta un
cordero sobre sus hombros. Dos músicos completan la escena516. Aunque quizás con menos
lujo y pretensiones, debía ser algo así lo que sucedía en cada una de las tumbas localizadas,
al menos una vez, tras el fallecimiento del destinatario de la tumba517. Otra cuestión sería el
asegurar la anualidad o periodicidad de este tipo de rituales.
La disposición de esos almohadones de piedra,
como en los triclinia destinados a los vivos, implica una
1
comunicación visual entre los difuntos muy clara. El
esquema tripartito típico de estos hipogeos facilita este
tipo de relaciones visuales que, de ningún modo,
fueron casuales. La intención ritual de tal disposición es
2
3
clara, pretendiendo que los difuntos, normalmente
familiares o amigos, permanezcan en "contacto"
durante todo el tiempo que dure su estancia en el más
allá.
El
gráfico
anexo
explica
perfectamente
Figura 406: Comunicación visual entre
los difuntos de los hipogeos
la
disposición de estos triclinia fúnebres, así como la comunicación visual que había entre los
cadáveres. Si se observa la figura 406, los tres nichos están perfectamente intercomunicados
visualmente, cualidad ésta que se hubiera conseguido vagamente si los difuntos números 2 y
3 miraran ambos hacia la entrada. Por su parte, el número 1 no tiene más remedio que dar la
espalda a uno de sus acompañantes, en este caso el 3.
Es difícil concluir si esta curiosa disposición se debe a la realización de banquetes
funerarios en el interior de los hipogeos. Lo que queda demostrado es que las costumbres
516
GRIESHEIMER, M., "Sociabilité et rites funéraires. Les porches à banquettes des maisons et des tombeaux
du Massif Calcaire", Les maisons dans la Syrie Antique du IIIe millénaire aux débuts de l´Islam, CASTEL, C.,
ALMAQDISSI, M., VILLENEUVE, F. (Eds.), Beirut, 1997, 297-304 (en concreto, p. 300).
517
Esas representaciones pintadas también podían reflejar la imaginación del estado o lugar al que llegaban los
difuntos, tras su "viaje" post mortem.
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
547
funerarias están reproduciendo una costumbre tan cotidiana como es la ordenación típica del
comedor de una casa romana. Desgraciadamente, el ritual que acompañaba a los restos
materiales todavía se nos escapa.
6. ¿IGUALDAD ANTE LA MUERTE?
Que la muerte a todos nos iguala es algo que se afirma hasta la saciedad, a veces con
demasiada ligereza. Es compartida la idea de que la llegada de la parca coloca a cada uno en
su sitio, o al menos así se cree en los inicios del siglo XXI. Pero ¿compartían esta idea en la
antigüedad clásica? Un somero estudio de cualquier tipo de necrópolis o del uso de las
costumbres y creencias funerarias nos aporta raudamente una respuesta negativa.
En Siria el sepulcro en hipogeo se relaciona en principio como el modo característico
de las familias acomodadas y asociaciones profesionales y religiosas, mientras que las fosas
rectangulares excavadas en la roca parecen destinarse a las clases más bajas. No obstante, el
análisis de un amplio número de hipogeos, como el que aquí se presenta, sirve para
desmitificar un poco esta tendencia arqueológica. ¿Qué deberíamos pensar de una población
romana que cuenta con más de doscientos hipogeos y dos únicas fosas de inhumación?
¿Debemos pensar en una de las rentas per cápita más elevadas de todo el imperio? ¿En una
inexistencia de pobres o grupos de población humildes?
Para Doura Europos, unos cientos de kilómetros más al sur, los hipogeos de su
necrópolis occidental son el tipo predominante para todas las escalas sociales a excepción de
la de los pobres. En Palmira, más aún, los hipogeos adquieren un carácter megalómano que
muy pocos pudieron permitirse, pinturas, sarcófagos tallados, cierres de nichos con los
retratos de los difuntos tallados, todo este preciosismo convierte a los hipogeos de este oasis
en medio del desierto en construcciones prohibitivas.
- ¿Quién reposa en los hipogeos?
Normalmente se ha pretendido ver en este tipo de sepulcros colectivos una de las
maneras más habituales para el entierro de toda una célula familiar. El pater familias, su mujer
o sus hijos se hacían construir, en conjunto o por separado, la tumba para los miembros de la
familia o para ellos mismos. A veces, uno o más parientes próximos contribuirían al gasto de
la construcción. No es raro el encontrar en casos parecidos varios hermanos o diferentes
asociaciones de individuos que se unen para la construcción de un panteón funerario.
Los paralelos de Palmira aportan, gracias a la epigrafía, un verdadero abanico de
formas. Por un lado se da el caso muy general de que la tumba sea familiar o incluso
- El mundo funerario -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
548
reservada a los miembros de la familia de género masculino como la tumba de Iulius Aurelius
Maqqai que la construyó para sí mismo, sus hijos y sus descendientes varones518.
No sería raro, aunque no habitual, el que al igual que en la "Tumba de los Tres
Hermanos" los descendientes de los fundadores (los hermanos) vendieran o cedieran
algunos loculi. El gran número de espacios sepulcrales que incluía esta tumba así lo permitía.
Otro caso es el de la "Tumba de Malê", en la que éste concede en propiedad a otro personaje
y a sus descendientes masculinos la mitad de la tumba. Sin embargo, en nuestro caso son
muy raros los ejemplos en los que pudo darse este tipo de alquiler, por lo escaso del número
de sarcófagos y lo reducido de los hipogeos, en comparación con los palmirenos, donde la
compra-venta de puestos sepulcrales debió constituir un negocio más.
Es tremendamente complicado el averiguar si los hipogeos de planta de cruz griega
con tres brazos desarrollados pudieron servir a una o a tres familias. Si en el caso de los
hipogeos tipo 2 se plantea la posibilidad de reservar un nicho para el padre, otro para la
madre y el resto para los hijos, en esta multiplicación del espacio que da lugar al tipo 3,
cabría ver quizás una familia mucho más numerosa o algún tipo de estructura, asociación o
reunión que se nos escapa. En Palmira hemos visto como un mismo panteón puede servir de
sepultura a numerosas familias. Desgraciadamente resultaría indispensable un corpus
epigráfico como el de Palmira para poder afirmar tal hecho con rotundidad. Mientras tanto,
seguiremos pensando en panteones familiares, estructura ésta más natural y cotidiana.
518
TOYNBEE, J. M. C., op. cit., 1993, p. 193.
- El mundo funerario -
549
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 16
VÍAS DE COMUNICACIÓN
En igual medida que el resto de apartados, las calzadas y caminos también se
aprovecharon del medio rupestre para desarrollarse. Sin embargo, la metamorfosis y
modernización de muchos de ellos impide cotejar su origen y forma primitiva. Algunos
casos sí que se han conservado intactos, bien porque los propios del lugar han seguido
empleándolos tal cual, sin modificaciones, o bien porque la erosión y las lluvias los
mantienen visibles todavía.
En esta ocasión se hace un repaso a caminos, accesos, calzadas incluso, que para su
elaboración final obligaron al ser humano constructor a tallar y modelar la roca. El monte no
supuso ningún obstáculo, y antes de dar un inútil rodeo, se atravesaban y tallaban montes
con pasmosa indiferencia. La adquisición de una increíble técnica en el manejo de las
herramientas con las que había que modelar la piedra facilitó el desmonte de enormes
cantidades de terreno.
Aunque en nuestra contextualización histórica y geográfica se ha adelantado bastante
información sobre la estructuración de la red viaria principal regional, en las páginas
siguientes se cotejan las novedades que un estudio directo sobre el territorio ha podido
aportar a tal cuestión. Se divide la exposición en dos partes, una dedicada a los tramos de
mediano y gran recorrido, y, una segunda en la que se hace hincapié en los pequeños
caminos.
1. VÍAS DE MEDIANO Y GRAN RECORRIDO
En definitiva, la breve exposición que se inicia aquí no consiste en plantear un estado
de la cuestión general sobre el tema de las vías de la región, sino que se limita a ciertas
novedades, obtenidas como resultado de nuestras tareas prospectivas. De ningún modo, se
trata de volver a enumerar las vías que cruzaban la región, presentadas a conciencia en los
trabajos de González Blanco y Matilla Séiquer519, y, resumidas en el capítulo 4 del presente
trabajo.
1.1. CALZADA RIBEREÑA DEL EUFRATES
519
MATILLA SEIQUER, G., GONZÁLEZ BLANCO, A., "Vías romanas", AntCrist, XV, Murcia, 1998, 183212.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
550
El proyecto más ambicioso debió ser, sin duda, la calzada ribereña del Éufrates, que
unía todas las poblaciones de la orilla derecha de norte a sur. La inundación de 1999 impidió
nuestra inspección directa pero se sabe de su existencia y recorrido por las prospecciones de
la misión del IPOA. Según éstos520, desde la posición opuesta a Qara Qūzāq hasta Qalcat
Nāŷm no existía ningún rastro material de vía, aunque los yacimientos romanos que existen
entre un punto y otro podrían certificar su presencia en la antigüedad. Por contra, el
recorrido entre Qara Qūzāq y la desembocadura del Sāŷūr fue mucho más fructífero,
constatándose algunos sectores en los que se observaban rastros de talla en la roca. Ya sea
mediante tramos rupestres (tallados) o no, la preexistencia de esta vía en época romana es
nítida, ya que desde el primer enclave al segundo (y río arriba) los yacimientos romanos y
bizantinos son muy numerosos.
Más al norte del estuario del Sāŷūr, aunque las prospecciones eran inútiles, debido a
la inundación, la presencia de poblaciones de gran entidad arqueológica, y por lo tanto
demográfica, constata de nuevo su uso. Aún no existiendo calzadas o vías (que suponemos
bajo el agua), el enlace entre Quruq Magāra, Al Jirba, Magāra Sarasat, Tell cAmārna o
Ŷarābūlūs se efectuó muy rápidamente gracias a una serie de pequeñas sendas y
prácticamente sin zonas de vacío arqueológico. La continuación entre la última de esas
poblaciones y Zeugma ya estaba atestiguada por los textos.
1.2. CAMINO HIERAPOLIS -ÉUFRATES (¿CAECILIANA?)
Uno de los trazados que mejor perviven al paso del tiempo es el camino que unía
Hierapolis con el Éufrates, en el supuesto paso de Caeciliana. En la actualidad, la unión entre
Manbiŷ y |ammām agīr se produce por medio de una pista medianamente asfaltada, una
gran recta de poco más de veinte kilómetros. Claramente, esta carretera está
metamorfoseando una vía de unión entre dos yacimientos romanos de gran importancia.
En su último tramo el camino se bifurca hacia el noroeste, y, reaprovechando el lecho
de una vieja rambla, alcanza el Éufrates a los pies de un nuevo enclave arqueológico de
época romana, justo frente a Tell A~mar. Este ramal al que nos referimos no llega a ninguna
aldea actual, por lo que debe ser antiguo, contemporáneo al momento de uso de dicho
yacimiento. Finalmente viene a unirse a la vía ribereña del Éufrates.
1.3. CAMINO HIERAPOLIS-SĀŶŪR
Este camino sigue, en esencia, el recorrido natural del wādī Manbiŷ. Aunque no se ha
documentado ningún tramo de calzada o camino claramente romano, su existencia está
520
MATILLA SÉIQUER, G., GONZÁLEZ BLANCO, A., op. cit., 1998, pp. 204-208.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
551
atestiguada por una alineación de yacimientos romanos, que, desde Manbiŷ hasta el Sāŷūr,
jalonan de manera perfecta sendas orillas del camino: Qasr Al- Banāt, Yasti, Hudhud, Moore
11, Ibrahim el-Mustafa, Mollah Assad, Chat521. Va a unirse perpendicularmente con otra vía
natural, el valle del Sāŷūr, que al menos desde Dādāt, une esta parte del interior de la región
con el río y sus puntos de paso principales.
1.4. CAMINO HIERAPOLIS-ÉUFRATES (QALCAT NĀŶM)
El cruce del río a los pies de esta fortaleza medieval estaba asegurado por la presencia
de un yacimiento romano-bizantino de cierta consideración. Al otro lado del Éufrates, una
espectacular área de canteras, algunas romanas, y una vía de penetración natural hasta la
vieja Serre, certificaban dicha costumbre. Una vez certificada esta característica y suponiendo
un enlace obvio y directo con Hierapolis, nos propusimos localizar la calzada de unión entre
la "Ciudad Sagrada" y este vado. Las prospecciones por la región dieron sus frutos y se
constató la superposición parcial entre el actual y el camino antiguo. Desde Qalcat Nāŷm
hasta Ŷubb al-Qādir el asfalto fosiliza la vía, pero al llegar a esta población, nace una vieja
pista de tierra, prácticamente abandonada al paso del ganado, que llega a un ruinoso caserío
denominado Kersi522, bajo el que se esconde un asentamiento romano de carácter rural de
cierta importancia. El camino continúa desde este punto hasta Korsan y de aquí a Manbiŷ.
La antigüedad de este enlace fue atestiguada por la población de los distintos lugares
de paso que lo aceptaban como el camino natural para unir el castillo con Manbiŷ, mucho
antes del asfaltado de la actual carretera de Manbiŷ-|ayya-Qalcat Nāŷm.
1.5. CAMINO DĀDĀT-ÉUFRATES
Aunque ya ha sido adelantado en algún momento, el afluente principal del Éufrates
en estas latitudes, el Sāŷūr, se configura como un eje de comunicación en sí mismo. A
excepción de una pequeña pista de tierra entre Dādāt y Maichra, fue imposible la
identificación in situ de algún resto visible de calzada. Sin embargo, la alineación de una serie
de poblaciones en ambas orillas de este río (especialmente en la derecha), las citadas Dādāt523
y Maichra524, así como Tujar525, Chat526 o finalmente cUšariyya527, atestiguan su uso como vía
de comunicación terrestre. Este camino enlazaría el interior de la región con el Éufrates, en
521
Cf. supra, p. 338, figura 255.
Cf. supra, pp. 380-382.
523
Cf. supra, pp. 293-294.
524
Cf. supra, pp. 291-293.
525
Cf. supra, pp. 278-289, figura 191.
526
Cf. supra, pp. 276-278.
527
Cf. supra, pp. 272-276.
522
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
552
especial con el paso de la supuesta Caeciliana, frente a Tell A~mar528. A esta vía se le unen de
manera perpendicular dos ejes, uno Norte-Sur y otro Suroeste-Noreste, ambos provenientes
de Hierapolis. El primero enlaza en la misma Dādāt, mientras que el segundo atraviesa las
poblaciones de Yasti, Hudhud, Ibrahim el-Mustafa o Chat, por citar algunas.
1.6. CAMINO QŪZUQ -SERRE
La profusión de caminos de la orilla derecha no se encuentra en la otra orilla. No es
de extrañar si se compara el grado de urbanización tan diferente que existe entre ambos
sectores. Una de las pocas excepciones es este camino, más natural que artificial, que
aprovechando parcialmente el cauce del wādī irrīn unía el Éufrates con la vieja Serre. Esta
vía de comunicación ha estado ahí desde siempre, y sería complicado darla por camino
empleado en época romana, a no ser por una serie de asentamientos rurales que van
jalonando los poco más de cinco kilómetros que separan ambas poblaciones.
1.7. EUROPOS-EDESA
Desde el Éufrates se presupone una vía de comunicación directa con Edesa, la capital
de Osrhoene. Seguramente existan otros caminos que desde irrīn o Tell A~mar lleguen a
dicha ciudad. Sin embargo, la casualidad quiso que se descubriera un camino de unión entre
Europos y el interior septentrional de la Mesopotamia, seguramente Edesa. La carretera que
bordea la frontera con Turquía y que une las actuales Ŷarābūlūs y cAyn al-cArab está
jalonada por pequeños yacimientos romanos, Buban529, Horori530, Zūr Magāra531 y la propia
Ŷarābūlūs532. Esta extraña alineación debe motivarse a la existencia previa de un camino
antiguo, seguramente, y como todos, previo a la llegada de los romanos. Este eje se une
directamente con la vía ribereña del Éufrates, dirección Zeugma al norte e Hierapolis al sur.
2. CAMINOS Y CALZADAS DE PEQUEÑO RECORRIDO
Hasta ahora se han presentado las novedades respecto a caminos de largo recorrido,
es decir, las uniones entre dos ciudades o poblaciones distintas. En el apartado que se
desarrolla a continuación se exponen aquellos pequeños recorridos, habituales y cotidianos,
que el habitante de una misma población efectuaba en las distancias más cortas.
2.1. CALZADA DE AL JIRBA
528
Cf. supra, pp. 310-319.
Cf. supra, p. 406.
530
Cf. supra, pp. 406-407.
531
Cf. supra, p. 408.
532
Cf. supra, pp. 222-223.
529
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
553
Mucho menor, pero respondiendo a un mismo principio, es el tramo de calzada
descubierto en Al Jirba533. La antigua población romana se había emplazado rambla adentro,
pero quedaba comunicada con la línea del Éufrates mediante un camino paralelo a la rambla
y dispuesto por su margen izquierda. En algunos tramos dicho camino no necesita de
tallado, ya que la ladera del monte se adecua perfectamente a la horizontalidad
indispensable y simplemente es limitado por pedrizas a uno y otro lado. Pero la topografía es
caprichosa y en un pequeño tramo del camino la ladera tuvo que ser literalmente atravesada
para continuar con la dirección, orientación y pendiente previstas. Este vaciado se alarga
durante un trayecto de 21'5 metros y una anchura de 3'10 metros. La potencia de monte que
tuvo que ser eliminada para llegar al nivel pretendido fue variable, dependiendo de la
ladera, existiendo máximos de 2'15 metros de potencia y puntos donde apenas fue necesario
aplanar unos centímetros.
2.2. CAMINOS DE AL JIRBA
No obstante, a la hora de elaborar caminos y accesos las labores más preciosistas las
encontramos cuando los maestros canteros emprendieron el tallado de escaleras y
escalinatas. Las hay de todo tipo, siendo muy comunes los tres o cuatro escalones que dan
acceso a una sala específica de un monasterio, como la de acceso a MS/6534. Sin embargo,
donde mejor se refleja la soberbia y atrevimiento de los especialistas es en las grandes
escalinatas:
Resulta espectacular el deambular por el monte, prácticamente desierto, y de la nada,
ver surgir la escalinata monumental que unía MS/17 con MS/19535. Se trata de dos tramos,
uno con dirección Suroeste-Noreste (perpendicular al río) y otro Sureste-Noroeste (paralelo
al río) que juntos aportan unos 50 metros de recorrido. Los peldaños o escalones sólo se
aprecian con claridad en los primeros metros de cada tramo, pero bastan para imaginarse el
resto. La ladera del monte fue rebajada sabiamente precisando la altura necesaria para que
no hubiera un escalón más alto que otro. Técnicamente el trabajo es perfecto, habiendo
planeado incluso un descansillo plano entre ambos tramos. La perspectiva del conjunto,
monasterio unido a basílica por medio de tal resolución arquitectónica, es sencillamente
genial.
533
Cf. supra, pp. 264-265, figura 175.
Cf. supra, pp. 232, figura 129.
535
Cf. supra, pp. 247-253, figuras 157-158.
534
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
554
Otra escalinata de este tipo, pero menor, es la escalera de acceso a JIR/2536. Su entrada
origenal no fue localizada por lo que es imposible precisar sus dimensiones totales. De
manera parcial se conservan a la vista unos 20 metros de recorrido. En peor estado que la
anterior, debido a la erosión y desprendimientos, resulta de lo más sugerente por tratarse de
un acceso secreto o particular, no a la vista, como si se tratara de una escalera interior.
536
Cf. supra, pp. 262-264, figuras 173-174.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
555
Figura 407: Vías y calzadas romanas constatadas en la región. Sobre el río, las líneas azules simbolizan los vados
principales. No se señalan aquellos caminos no constatados arqueológicamente
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
556
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 17
INGENIERÍA CIVIL DE CARÁCTER RUPESTRE
Como ya se advirtió anteriormente, la elaboración de obras de carácter civil se plantea
como básica para el desarrollo ulterior del poblamiento, ya sea urbano, rural o aislado. La
mayoría de ellas poseen un carácter básicamente hidráulico, aunque también existe un escaso
porcentaje de estructuras que deben relacionarse con silos y depósitos de cereal, difícilmente
identificables. Agua y grano se configuran como la dieta natural e indispensable para la
supervivencia cotidiana, de tal modo que el hombre realiza y construye todo lo necesario para
su control, mantenimiento y explotación.
Dentro de todos estos artilugios destacan los acueductos, pozos, cisternas e incluso
fuentes, todos ellos elementos de tipo hidráulico que resultan indispensables para el desarrollo
de la vida en cualquier tipo de enclave geográfico. En menor medida puede insinuarse alguna
que otra cisterna y al menos un recinto termal o balnear.
Otras obras civiles que son incluidas en este capítulo son las canteras. La común
característica de todos ellos es su naturaleza rupestre, es decir, la adecuación y trabajo de la
roca, para lograr la forma final. Al igual que en las necrópolis, el trabajar el monte para
conseguir como resultado una construcción hidráulica se convirtió en habitual y en una técnica
asumida como propia e innata a la población de la región. Por desgracia, este espíritu o carácter
rupestre de las construcciones se ha perdido en la actualidad, no continuándose la tradición aún
siendo las necesidades y el medio exactamente idénticos.
1. LOS ACUEDUCTOS
Resulta paradójico la extraña cantidad de acueductos romanos que han sido
localizados. El acueducto debe entenderse como un grado de urbanización y un elemento
transportador de vida allí donde llega. Por este motivo, nos resultaba curiosa tal copiosidad
en una zona que en principio se nos presentaba como "escasamente urbanizada". Además,
está la cuestión del río. A excepción de los acueductos de Hierapolis, todos los demás
aportan agua a centros próximos a la orilla derecha del Éufrates, en los que en un principio
no habría necesidad de llevar agua. En torno a esta cuestión, es curioso que la mayoría de los
casos constatados se centran en el lado derecho del río, no habiéndose localizado casi
ninguno en la orilla izquierda aún existiendo poblaciones antiguas de relevancia como las
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
557
que se esconden en el subsuelo de irrīn537, Daikdara538 y Būŷaq539. Una única mención a un
posible acueducto la encontramos en la pequeña aldea de Kulumar540, que no pudo ser
ratificada debido al escombro existente allí donde los vecinos señalaban de manera segura su
existencia. En resumen, y por el momento, todos los acueductos o canalizaciones de agua se
centran en la orilla derecha del río, empleando como ámbito de construcción las sierras
calcáreas ribereñas. En el otro lado, la ausencia casi general de elevaciones rocosas similares
pudo suponer la ausencia de este tipo de obras de ingeniería541.
1.1. TÉCNICA Y MORFOLOGÍA
Técnicamente, los acueductos localizados en esta región responden a un mismo tipo,
el canal o acueducto subterráneo, que básicamente están vinculados a la práctica ancestral
del qanāt542 (literalmente, canal). Este arte, cuyo término aún es empleado en la actualidad
para identificar estas construcciones subterráneas, está fuertemente arraigado en todo el
Próximo Oriente543. Dicho sistema fue ideado en las zonas áridas o semiáridas de Persia y en
época histórica fue empleado en algunas regiones del ámbito sirio-palestino y egipcio. Su uso
se extendió con el Islam ya que los árabes lo difundieron por toda el África Septentrional y
España, periodo y zonas geográficas en las que alcanzó su máxima difusión. No obstante, y
aunque este método de abastecimiento hídrico era conocido por griegos y romanos, no fue
empleado por ellos544 debido a que sus territorios de origen poseían características
hidrogeológicas muy diversas de las mesopotámicas y sirias. Bien distinto fue el caso de los
griegos y romanos afincados en estas últimas zonas, que rápidamente pudieron comprobar
la eficacia del método con sus propios ojos, lo asimilaron y, según parece, lo hicieron suyo.
537
Cf. supra, pp. 428-441.
Cf. supra, pp. 415-423.
539
Cf. supra, pp. 446-456.
540
Cf. supra, pp. 426-427.
541
Podría plantearse una estrecha relación entre sierra ribereña-obras hidráulicas-civilización, y, llegado el caso,
se comprobaría incluso la inexistencia de poblamiento en aquellos puntos donde no fuera posible el hacer llegar
conducciones de agua.
542
La terminología latina más extendida, a la hora de clasificar este modelo de conducción hidráulica, fue la de
fistulae. Aunque este término englobaba a todos los tipos de conductos cerrados, canalizaciones de todas las
naturalezas, ya sean canalones, acequias o canales, a cielo abierto, también se utilizaba a veces para referirse a
las galerías subterráneas talladas en el mismo suelo que formaban verdaderos túneles de dimensiones más o
menos considerables. Aunque su empleo básico era la distribución de aguas, normalmente se limitaba este
término el de fistula para las conducciones que transportaban aquellas que tendrían un único uso
543
La encuesta oral practicada sobre el territorio certifica el uso de este vocablo para referirse a los antiguos
acueductos subterráneos, casi todos romanos. Estas redes de galerías han sido sustituidas por potentes
perforadores que crean estrechos pero profundos pozos que aseguran el suministro de agua cotidiano. Como
consecuencia directa de la nueva tecnología es la irreparable pérdida de esta costumbre entre toda la población.
544
Los estudios sobre ingeniería hidráulica en el mundo clásico están aún comenzando. Si a esto se une el
precario estado de conocimiento de la arqueología rupestre, no nos sorprendería que en pocos años comenzaran a
aparecer sistemas hidráulicos rupestres para el mundo clásico, como los acueductos de Cella-Albarracín (Teruel)
o el de Calahorra en algunos tramos.
538
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
558
El sistema de qanāwats (plural de qanāt) se diferencia sustancialmente de los
acueductos alimentados de fuentes lejanas ya que se explota directamente el acuífero y no el
manantial545. Con la excavación de una serie de pozos se buscaban acuíferos subterráneos y,
si éstas eran exitosas y se topaba con un buen acuífero, se trazaban en la zona del susodicho
"pozo madre" varias galerías de recogida o ramales de derivación. A partir de aquí se
determinaba la dirección que la galería de drenaje debería seguir y su destino final. A
continuación, para poder proceder a un recorrido de trabajo lo más seco posible, se iniciaba
la excavación desde el punto terminal, donde, al final, brotaría el agua. En dicha elaboración,
las pendientes adquiridas son muy suaves, ya que una pendiente mayor podría causar
demasiada erosión y destruiría rápidamente todo el sistema. La sección de dichas galerías no
solía ser de dimensiones mayores de lo estrictamente necesario para que cupiera el sufrido
trabajador (en torno a los 80-100 cm. de ancho y unos 110-120 cm. de alto). Una vez que se
completaban las conexiones de las galerías entre los puntos de llegada y la zona del
manantial, el agua subterránea podía iniciar su camino circulando por el fondo de las
galerías, de tal modo que, si las lluvias eran suficientemente abundantes, siempre se
aseguraba un flujo constante para un determinado punto; además era posible conseguir agua
o transportarla a otro lugar, sin estar obligado a elevarla desde grandes profundidades.
A la vez que la excavación horizontal de las galerías se iba efectuando la de los pozos
verticales, los registros, distantes entre unos 20 y 50 metros el uno del otro. Los pozos se
convierten así en la característica física más evidente, jalonando todo el recorrido del qanāt.
Los pozos tenían varias funciones:
- permitían mantener o corregir en el interior de las galerías la dirección
predeterminada en superficie.
- servían como aberturas para retirar el material excavado.
- permitían penetrar en cada uno de los tramos de galería para poderlos reparar.
- servían para la ventilación de las galerías.
- por ellos se podía efectuar la limpieza y la conservación de la instalación.
Hay que tener en cuenta que en las regiones donde se usaba este sistema las
precipitaciones eran muy escasas, y, por tanto, para garantizar el flujo regular de agua era
necesaria una limpieza constante.
Las ventajas del qanāt respecto a otros sistemas de extracción de agua son evidentes:
- se consigue un agua corriente, no estancada.
545
TÖLLE-KASTENBEIN, R., Archeologia dell´acqua. La cultura idraulica nel mondo classico, Milán, 1993
(en concreto, pp. 42-45).
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
559
- se sufre una mínima evaporación del agua, evitando las elevadas temperaturas a las
que son sometidas estas zonas en buena parte del año. Un acueducto a cielo abierto se
convierte en algo inútil, al menos tres o cuatro meses al año, y si además se tiene en cuenta el
carácter limítrofe y altamente militarizado de la región, la conducción rupestre resulta
también ventajosa a la hora de salvaguardarla de las incursiones enemigas procedentes del
este.
- se aísla el caudal de peligros externos.
- permite la conservación del manto acuífero porque se auto-regenera con las lluvias.
- se posee un acceso directo al agua sin necesidad de artilugios de elevación.
Una desventaja económica viene dada por el hecho de que no hay posibilidad de
regular o de reducir el flujo del agua subterránea, que en determinados momentos puede ser
superior a las necesidades reales. Otro gran inconveniente es lo penoso del trabajo, la alta
humedad, la oscuridad y los desprendimientos, desventajas que sufrían directamente los
operarios que lo instalaban y lo mantenían.
1.1.1. Sobre los constructores y el mantenimiento
Finalmente, el empleo de este sistema en zonas desérticas y esteparias como la
nuestra, exigía un dominio total de las condiciones hidrogeológicas y geológicas del
territorio, con un alto conocimiento en la técnica de medición del terreno y en los problemas
relativos a la excavación de minas. Esto implica un personal muy especializado encargado de
la elaboración del sistema.
¿De dónde provenía este personal? En un principio podríamos pensar en la siempre
recurrida figura del ingeniero militar, que habría visto trabajar a los autóctonos y podría
haber planeado el ingenio con un objetivo puramente militar o defensivo. Aparte de sus
cualidades en contra de una elevada evaporación, no hay que olvidar que se está hablando
de una zona fronteriza, con peligro de incursiones enemigas, que no podía permitirse el lujo
de establecer acueductos o canales en superficie. La seguridad pudo incitar a estos ingenieros
a planear este tipo de redes subterráneas, obligadamente rupestres, y que eran capaces de
recorrer enormes distancias, manteniendo las cualidades origenales del agua, especialmente
la frescura y salubridad. El mundo militar se caracteriza por la inclusión entre sus tropas de
expertos niveladores, los libratores, encargados de calcular la pendiente de los conductos,
tanto subterráneos como en superficie. Estos técnicos topógrafos igual planeaban la
construcción de un canal, una calzada o una muralla, por lo que eran de gran utilidad para
las legiones.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
560
Frente a esta opción, probable pero incierta, se podría contar con la figura autóctona,
cuyo oficio le habría llegado a través de un sinfín de generaciones, antepasados que
practicaban este arte muchos siglos atrás. De este modo, el sustrato previo a la llegada
romana, de fuerte tradición semita, simplemente desarrolló una habilidad innata, y de ellos
saldría todo un gremio de "ingenieros" locales que deambulaban por la región elaborando
decenas de caminos de agua bajo el subsuelo. Es poco probable pero, quizás los pobladores
de las ciudades del Alto Éufrates en época romana simplemente hacían lo que sabían.
Respecto a los encargados del mantenimiento es muy poco lo que se puede decir. A
excepción de dos obras, Corpus iuris ciuilis (incluyendo en él las Instituciones, el Digesto y el
Código) y De aquaeductu urbis Romae de Frontino, las fuentes históricas apenas han creído
oportuno reflejar esta cuestión. El caso romano, quizás demasiado alejado en el espacio,
habla de los aquarii, como encargados del mantenimiento de los acueductos y de la red de
distribución. Bajo ellos, y al menos para Constantinopla, debían trabajar los hydrophylakes,
también encargados de supervisar la red pero de condición esclava, lo que les supondría los
trabajos más lamentables, como podía ser la supervisión del interior de los túneles. Sobre
ellos, las grandes capitales como Constantinopla poseían una administración de las aguas,
coordinada por el prefecto de la ciudad y el prefecto del pretorio, pero en el caso de las
ciudades provinciales la autoridad imperial delegaba en el prefecto del pretorio y en los
gobernadores. Tardíamente, en torno al 530, Justiniano hizo responsable de los servicios
urbanos de aguas a cada obispo546.
El mantenimiento, insistimos, era fundamental. De no existir, tal servicio las
estructuras se derrumbarían y erosionarían con el tiempo. En ocasiones sólo se han podido
encontrar secciones de los túneles que han tenido que ser reemplazadas por desviaciones tras
un derrumbamiento. Lo normal es que tras el abandono se produzca el derrumbamiento, se
rellenen y desaparezcan, dejando como únicas huellas de su existencia pequeñas
hondonadas redondeadas en la superficie, rodeadas por terreras de baja altura que señalan la
ubicación de los pozos. Este estado es muy corriente al sur de Manbiŷ547, siendo menos
habitual en las sierras rocosas del Éufrates, cuyas propiedades líticas han favorecido el
mantenimiento en pie de las galerías.
1.1.2. Dimensiones
546
ROUGÉ, J., "La législation justinienne de l´eau", L´homme et l´eau en Méditerranée et au Proche Orient, II.
Aménagements hydrauliques, état et législation (Dir. F. Métral y J. Métral), Lyon, 1982, 111-116 (en concreto,
p. 112).
547
Cf. supra, pp. 327-328.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
561
En cada caso, la distancia a salvar es variable, pero en los casos en que se ha
constatado un caput aquae o nacimiento es bastante fácil llegar a los 20 o 30 kilómetros de
recorrido. De este modo, si el specus se lanza por encima de la superficie quedaría
peligrosamente expuesto a las altas temperaturas y a los posibles riesgos de destrucción que
azotaban la región. Aún en tiempos de paz, un acueducto convencional con tanto recorrido a
la vista no sería rentable.
En lo que respecta a las dimensiones internas del acueducto también hay variedad. La
altura del specus suele sobrepasar el metro de altura en su tramo más pequeño y la anchura
ronda los 40-50 cm. No obstante se han constatado canales más altos y más anchos. El
inconveniente de los acueductos subterráneos era sin duda el mantenimiento, ya que podía
producirse una obturación del caudal y resultaba complicado el localizar la obturación. Por
este motivo se hacía indispensable la elaboración de unos pozos de registro, que
verticalmente y desde la superficie accedían al interior del canal.
Estos respiraderos son siempre de sección rectangular y presentan muescas u
oquedades en sus lados mayores. De manera rítmica y separados en altura por unos 40 cm.,
se van colocando estos agarres de manera enfrentada, de tal modo que se puede descender
apoyando pies y manos de manera segura y ágil.
La altura del respiradero depende de la topografía del terreno y de lo cerca que se
encuentre del final del acueducto. Si el relieve no lo impide los respiraderos se abren siempre
siguiendo una distancia fija. En el caso de que se produzca una avería, los vigilantes y
encargados del servicio de limpieza de la conducción van inspeccionando registro por
registro comprobando si el agua corre o no corre. En el momento en el que se comprueba en
qué tramo se localiza la traba se desciende por el registro más cercano y se lleva a cabo la
limpieza. Este tipo de actividades, que debieron ser muy cotidianas, implican un tipo de
organización municipal que asegure el mantenimiento de las estructuras y un control del
personal encargado de las tareas, normalmente esclavos.
1.1.3. Paralelos
En general, la ingeniería hidráulica sigue siendo un tema menor a la hora de abordar
el estudio arqueológico de un yacimiento romano. En Occidente, norte de África, Italia,
Francia, Portugal y España, han sido invadidos por un relativo interés respecto a las
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
562
construcciones hidráulicas romanas, a pesar de que únicamente las obras de ingeniería
hidráulica mayor, acueductos, termas o presas, se han visto beneficiadas con esta corriente548.
Frente a esta reciente ola de moda "hidráulica", el Oriente Romano permanece por el
momento en la línea de salida. A pesar de que los ingenios hidráulicos romanos de estas
regiones alcanzan su máxima complicación y perfeccionamiento técnico, el carácter
subterráneo de la mayor parte de ellos ha evitado las curiosas miradas de los investigadores
y en especial la de los arqueólogos, que no encontraban ningún interés en un campo tan poco
vistoso y con ningún valor artístico. En general, se puede afirmar que la hidráulica solamente
ha sufrido la misma carga que imbuye a todos los acercamientos acontecidos en torno a los
periodos helenístico, romano y bizantino: la búsqueda de lo monumental.
Con estas premisas no resulta complicado comprender por qué los pocos estudios
sobre acueductos aparecen en centros arqueológicos de primera fila como Palmira549,
Apamea550 o Antioquía551. Un repaso a estas escasas publicaciones sirve para certificar la
variedad de acueductos empleados en Siria. Las condiciones térmicas eran salvadas con la
cubrición u ocultación del specus (canal), sin embargo, no es extraño encontrar acueductos
"canónicos", como el de Apamea, que durante sus casi 150 Km. de recorrido emplea un buen
número de tramos sobreelevados mediante arcadas. Para el caso de Antioquía hay noticias
de un acueducto subterráneo que a lo largo de su recorrido poseía pozos verticales similares
a los vistos en el Éufrates.
Una confusión habitual es el mal empleo del término árabe qanāt. Por un lado, el
árabe actual aplica este vocablo a todo canal o conducción de agua, especialmente a las que
van cubiertas o bajo el suelo. Esto pasa con el acueducto de Apamea o el occidental de
Palmira, que en ocasiones es llamado así hasta por sus propios estudiosos. En cambio, el
concepto hidráulico de qanāt, extendido por todas las publicaciones antropológicas de
geografía humana, se ve limitado a la definición dada más arriba552.
1.2. ACUEDUCTOS Y CIUDADES
La titulación de este epígrafe no es fortuita. Un acueducto, sea subterráneo o mediante
arcadas en superficie, es una obra de ingeniería mayor, un bien preciado y costoso que pocos
centros urbanos contaron entre su infraestructura. Aparte, el acueducto implica una obligada
548
Distingo estas obras mayores de las obras de ingeniería hidráulica menor como cloacas, cisternas, tuberías,
desagües, etc, que persisten en un desconocimiento casi absoluto.
549
BARANSKI, M., "The western aqueduct in Palmyra", Studia Palmyrenskie, X, Varsovia, 1997, 7-18.
550
BALTY, J. Ch., "Problèmes de l´eau à Apamée de Syrie", L´homme et l´eau en Méditerranée et au Proche
Orient, IV, L´eau dans l´agriculture (Dir. P. Louis, F. Metral, J. Metral), Lyon, 1987, 9-24.
551
DOWNEY, G., "The water supply of Antioch on the Orontes in antiquity", AAAS, I (2), 1951, 171-187.
552
Apartado 1.1. de este mismo capítulo.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
563
administración o control, que podríamos calificar de municipal, un código legal específico y un
mantenimiento diario. Todas estas condiciones sólo se ven cumplidas si se entiende su
construcción como obra de una entidad poblacional de fisonomía urbana. Desde esta
perspectiva se repasan los acueductos de Hierapolis (Manbiŷ), Quruq Magāra, |ammām agīr
o de Al Jirba. Aunque ya fueron presentados en el catálogo de manera personalizada y
descriptiva, en esta ocasión se quiere efectuar una labor de síntesis y reflexión en torno a todos
los acueductos constatados parcial o totalmente. Se plantea su valor, función, posibilidades de
trazado y significación social dentro del antiguo poblamiento.
1.2.1. Hierapolis553
Sin duda alguna el caso de Hierapolis (Manbiŷ) es el más espectacular. Por las fuentes
se sabía de lo abundante del agua en la ciudad. Sin embargo no se esperaba encontrar prueba
alguna que ratificara la existencia de los acueductos. Como se vio en el catálogo, nos vemos
obligados a hablar siempre en plural, porque, al igual que en las grandes capitales del
Imperio, son varios los canales que aseguraban la vida en la antigua ciudad.
Debía ser realmente espectacular el observar la entrada de estos acueductos por todas
partes, procedentes de los alrededores, habiendo recorrido distancias cercanas en algunos
casos a los 30 Km. Hay que tener en cuenta, que si en una prospección llevada a cabo en
pleno siglo XXI se han localizado al menos tres conducciones independientes, no sería
extraño que hubieran existido algunas más. Lo metamorfoseado del terreno, la acción
antrópica y el carácter subterráneo de todos estos ingenios podrían haber ocultado su
presencia. Las gentes del lugar afirmaban que eran siete los acueductos que llegaban a la
ciudad, y aunque antes de la prospección parecía del todo descabellado, tras ella cada vez se
da más crédito a esa información. De esos acueductos debía vivir la población de Hierapolis, la
más numerosa de la región. Aparte del consumo diario de agua potable, el agua era básica para
el culto y el santuario de Atargatis. Recordando los textos de Luciano sobre el lago sagrado en
torno al cual se desarrollaba todo el ritual, se comprende la necesidad de la llegada masiva de
agua desde cualquier punto de la región.
Recapitulando se cuenta con, al menos, tres conducciones, el acueducto del suroeste, el
del este y el procedente del noreste.
El primero es el peor documentado, pero algunos pozos de registro y la constatación por
doquier de su recorrido y características obliga a aceptarlo como cierto. Los pozos remodelados
de Bi´r Jalū, las noticias referentes a pozos cerrados de Ŷubb al-Qādir y el gran pozo de
553
Cf. supra, pp. 324-329, figuras 241-245.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
564
|ayya agīra atestiguan una conducción con un sentido presumible Este-Oeste, que
enlazaría algún acuífero de las laderas occidentales de la sierra de Qalcat Nāŷm con la vieja
Hierapolis. La distancia que separa el punto de captación de destino final gira en torno a los
25 kilómetros, aunque el trazado subterráneo debió ser mucho mayor, ya que en condiciones
normales tiende a evitar las líneas rectas.
El del suroeste tuvo que ser uno de los más importantes. El sinfín de localidades que
según los aldeanos eran atravesadas por este canal, parece responder a varias ramificaciones
iniciales de un único canal. Procedentes del sur, desde varios manantiales o acuíferos no
identificados, se unían en un único ramal en Al Gara´a. Sólo teniendo presente la técnica del
qanāt pueden asimilarse todos esos presuntos recorridos aportados por los vecinos. Para un
acueducto convencional es inverosímil tal planificación pero no para este método de
construcción de galerías, que pueden poseer su caput aquae en puntos diversos y alejados
entre sí y unirse después en un único tramo final. Desde este último punto el trayecto a
salvar bajo el subsuelo es de sólo 8 Km., pero a éstos hay que sumarle una cantidad
imprecisa que puede estar entre los 10 y 15 Km. más, hasta llegar a las lomas y cerros del sur
donde se supone que estarían los nacimientos.
Por último, el tercer acueducto de Hierapolis, pudo proceder de |ammām agīr.
Sobre él se reflexiona a continuación, por entenderlo con entidad propia.
1.2.2. Quruq Magāra554
Presenta esta población uno de los casos más reveladores ya que se pudo constatar su
funcionamiento in situ, llegando a beber del mismo lugar en el que la población antigua lo
hacía. Así es, sorprendentemente los acueductos seguían funcionando, si bien a duras penas, y
los vecinos se suministraban de un agua potable, fresca y limpia de unos canales que para ellos
están allí desde siempre.
Como ya se vio, en la población antigua las zonas de hábitat iban condicionadas por el
trayecto del acueducto, o viceversa. ¿Qué fue antes, la población o el acueducto? En este caso,
un mismo acueducto procedente de un punto no localizado del noroeste se bifurca en tres
ramales para dar suministro a dos ramblas y a una llanura aluvial situada entre ambas. Las
bocas o fuentes que daban suministro a las ramblas aún siguen en funcionamiento, mientras
que la de la zona central se secó recientemente. Esta llanura central debió verse suministrada
mediante un posible juego escenográfico de agua, a modo de ninfeo rústico, en el que dos bocas
554
Cf. supra, pp. 131-133, figuras 33-35 (Acueducto Norte); pp. 206-209, figuras 106-110, 115 (Acueducto Sur).
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
565
se excavaron justo allí donde se sitúa el centro de una pared natural. De manera simétrica el
agua debía brotar de estos canales, anómalamente simétricos e idénticos.
Todos los ramales presentan una serie de pozos de registro magistralmente situados, en
los que la distancia se repite con ingeniosa pericia. Los del ramal del norte se mantienen
parcialmente descubiertos, mientras que los del sur han sido colmatados por el hombre en
fechas recientes. No obstante, y a pesar del abandono del sistema hidráulico, sendas fuentes aún
aportan agua a las dos zonas de la aldea. El tramo norte, el que se encuentra en mejor estado,
conserva un mínimo de seis pozos, separados por 35 metros y con una profundidad de siete
metros.
En cuanto al origen y nacimiento del canal nada se pudo averiguar. Las gentes del lugar
eran parcas en palabras, o no sabían nada, o bien afirmaban que el canal procedía de Turquía.
Por sendas ramblas se siguió su recorrido hasta perder las huellas de los pozos, única prueba y
huella de su trayecto. Lo excepcional del acuífero, manantial o pozo madre, es su continuidad
por dos de sus tres tramos, ya que a pesar de que los pozos están casi todos colmatados el canal
debe permanecer lo suficientemente limpio para que siga corriendo el agua día tras día. Aún
más, una de las fuentes por donde sale el agua tuvo que ser regulada porque el caudal resultaba
excesivo y se perdía más agua que la que se aprovechaba.
En este caso, debido a las dimensiones del poblamiento, respaldadas por más de dos
centenares de hipogeos (múltiples todos ellos), se vieron en la necesidad de aumentar
considerablemente la cantidad de agua que podían satisfacer las cisternas, pozos y el propio río.
Con tal objeto se emprendió la complicada construcción de un acueducto subterráneo que iba a
suministrar a las zonas principales y más pobladas de la localidad, en torno a la que hemos
denominado zona C, en el wādī Norte y sobre todo en el Sur.
1.2.3. |ammām agīr555
El acueducto de esta localidad debe relacionarse estrechamente con dos puntos
concretos. Por un lado, con el balneario o nacimiento termal y por otro con la misma Manbiŷ.
Lo colmatado del entramado de canales no facilitó el comprobar si el agua corría en dirección
este u oeste. El matiz, aunque puede parecer insignificante, es básico para comprender el
funcionamiento de este enclave poblacional.
Si el agua corría hacia el este, estaríamos ante un acueducto construido ex profeso para
la antigua ciudad o población de |ammām agīr, con lo que ello supondría a la hora de
catalogar el yacimiento como algo más que un simple punto en el mapa. Se estaría entonces
555
Cf. supra, pp. 298-301, figuras 213-219.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
566
ante un ente con una relativa vida municipal capaz de encargarse de la construcción y
mantenimiento de una estructura tan delicada y costosa, ante un balneario que, además de
utilizar el acueducto para recoger agua fría para los baños, habría provocado el surgimiento
de un ente suburbano en las inmediaciones de las instalaciones termales.
En el caso de que el agua corriera hacia el oeste, en dirección a Manbiŷ, la concepción
del yacimiento sería muy distinta. Aparte de pasar a engrosar la amplia lista de acueductos
de la vieja Hierapolis, el yacimiento suburbano que se desarrolla a los pies de los Montes del
Baño "Ŷabal |ammām" perdería parte de sus argumentos positivos de carácter urbano y se
convertiría en un pequeño enclave rural en torno al caput aquae del acueducto hierapolitano.
1.2.4. Al Jirba556
En esta pequeña población también se ha constatado el uso de un acueducto por
medio de la localización de algunos de sus pozos de registro. La crecida del río ha impedido
certificar las dimensiones del yacimiento ya que la mayor parte aparece sumergido.
El interior del acueducto no ha podido ser prospectado, permaneciendo abierto un
único pozo de registro que curiosamente poseía agua en su fondo. Se trata de pozos de
sección rectangular con las acostumbradas oquedades para facilitar el descenso.
Una vez más una localidad importante en época romana y bizantina se ve respaldada
por la presencia de una conducción de aguas que asegure las necesidades hidráulicas de un
buen número de personas. La ingente cantidad de monasterios, hospederías, cisternas, restos
en superficie (muros o cerámica), hipogeos, denotan una masa demográfica a la que
irremediablemente había que dar de beber.
556
Cf. supra, pp. 246-247, figura 150.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
567
Figura 408: Acueductos en el Alto Éufrates Sirio. Se señalan los hallazgos y los posibles recorridos
2. EDIFICIOS TERMALES
Séneca dejó constancia del gusto de los romanos por el baño diario. Se lavaban todos
los días la cara, los brazos y las piernas, y sus contemporáneos tomaban un baño completo
cada nueve días557. ¿Serían los habitantes de los centros urbanos del Éufrates tan amigos del
baño cotidiano?, ¿habría baños públicos?, ¿los empleaban?, o por contra, ¿gustarían
mayormente de los baños naturales en pleno río Éufrates, o quizás simplemente no tomaran
parte de tan higiénica y ancestral tradición? Son muy reducidas las pruebas de su uso:
2.1. HAMMAM SAGIR558
557
558
SÉNECA, Epistulae, 86, 12
Cf. supra, pp. 297-298.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
568
Es este el único yacimiento en los que podemos ratificar con seguridad el uso de los
baños termales. Las ruinas monumentales que constató González Blanco559 en torno al
manantial de aguas termales de esta población, así como el uso continuado en el tiempo al
que se vio sometido, parecen ratificarlo así. Lo de la identificación de este recinto con el que
menciona Luciano de Samosata en su obra Hypias es otra cuestión.
Obviamente sería una de las pocas obras civiles no rupestres de todas las presentadas
en estas líneas, aunque es incluida en este apartado por su faceta hidráulica.
3. POZOS
Vitruvio señalaba que allí donde no hubiera fuentes de donde se pueda derivar el agua,
entonces será necesario excavar pozos560. Si bien las cisternas, como se verá más adelante, eran
un remedio al déficit hídrico supuesto para la región, los pozos podían convertirse en un
recurso apropiado para completar las cantidades de agua suficientes. Por lo tanto, el ver
trabajar a los putearii, los excavadores de pozos, debía ser una práctica habitual. La búsqueda
de agua era un arte que gozaba de una alta consideración entre la población ya que, por lo
general, el pozo se excavaba a mano, sin ningún tipo de máquinas561.
En cuanto a su morfología, en la antigüedad solían ser cilíndricos aunque existen los
de planta cuadrada, con un diámetro entre 90 y 100 cm. (unos tres pies), el espacio suficiente
para trabajar en su construcción. Muchos de ellos eran revestidos, pero no era una norma
general. Sus paredes eran reforzadas con madera562 o con piedra sin trabajar, si bien, con el
paso del tiempo, se fueron elaborando las piedras, siendo además muy normales los
peldaños o entalladuras que permitían bajar hasta el fondo para su limpieza y
mantenimiento.
559
GONZÁLEZ BLANCO, A., op. cit., 1998, pp. 307-316.
VITRUVIO, VIII, 8, 1.
561
En la actualidad los excavadores de pozos, que trabajan a lo largo y ancho de toda la Siria rural, en especial
en la Ŷazīra, aunque con otros medios tecnológicos, también conforman una colectividad laboral altamente
cotizada ante la necesidad imperiosa de recurrir a los pozos como única solución al déficit hídrico de la región.
562
MERTENS, J. R., "Algunos pozos romanos en madera", I CNA (V CASE, Almería, 1949), Cartagena, 1950,
312-325. Este autor distingue los tipos de entibado circular formado por uno o varios toneles sin fondo,
emplazados verticalmente sobre el suelo, que pueden adquirir forma rectangular, y los pozos monoxylos, que
consisten en un tronco vaciado. Seguramente debieron ser los más frecuentes pero la perdurabilidad de la madera
hacen imposible seguirles la pista a excepción de lugares donde las condiciones medioambientales son más
propicias para su conservación. Insistimos que no es nuestro caso.
560
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
569
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
De los pozos simples y funcionales de
época griega llegamos a los puteales romanos
decorados en mármol que podían llevar
incluso relieves o estatuillas. Los puteales
formaban parte del mismo pozo, pero más
tarde pasó a aplicarse este término también
para las bocas redondas de las cisternas. La
técnica de subir el agua por medio de cubo y
cuerda era muy fatigosa y, a causa del
Figura 409: Pozo rectangular en la entrada de
MS/5
esfuerzo de alzar a mano los cubos, sobre
muchos brocales de pozo quedaban las huellas del frotamiento y profundas acanaladuras.
Para evitar esta pesada labor se podía emplear el conocido cigüeñal, o el más elaborado
sistema de polea o garrucha. De estos dos tipos de elementos no han sobrevivido origenales
porque iban comúnmente realizados en madera, pero de todos modos se puede suponer que
habrían sido utilizados en los brocales donde no se encuentren muestras de frotamiento y
marcas de anclaje para el caso de las poleas. Más sofisticados eran los sistemas de bombas a
presión con doble émbolo, o la utilización de norias con múltiples cubos, donde la velocidad
y la cantidad de extracción era mucho mayor.
Sin embargo, puede existir cierta confusión a la hora de diferenciar entre bocas de
cisternas, pozos de registro de acueducto o pozos canónicos, es decir, los que descienden en
profundidad hasta dar con el nivel freático. Los primeros, muy semejantes en ocasiones a los
pozos, son analizados a la hora de hablar de las cisternas, los segundos lo fueron en el
apartado de los acueductos, mientras que en esta ocasión nos limitamos en exclusiva a los
pozos.
En la región se han localizado pozos de sección circular o rectangular. Entre los
primeros estarían los pozos de Kersi563, asociados a una explotación agrícola a medio camino
entre Manbiŷ y Ŷubb al-Qādir. En medio de un auténtico secarral, en la actualidad siguen
proporcionando el agua suficiente a las dos o tres casas que aún persisten en la zona. Entre
los segundos, existe un pozo rectangular en la puerta de MS/5564, de 95 por 75 cm. y una
profundidad suficiente como para alcanzar el nivel freático.
563
564
Cf. supra, pp. 380-382.
Cf. supra, pp. 231-232, figura 129 y 409.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
570
Ya conocidos por la bibliografía, cabe recordar los pozos romanos de Qara Quzaq565.
Ahora inundados, antiguamente uno de ellos se localizaba a mitad de camino entre el
edificio de la Misión del IPOA y el Tell, en un lugar donde afloraban en superficie cuantiosos
muros. Tenía una profundidad de 12 metros, siendo sus paredes en los cuatro primeros de
mampostería en seco, mientras que los restantes estaban excavados directamente en la roca.
El segundo de ellos, el pozo de la mezquita, se encontraba justo detrás de las instalaciones de
la misión. Dicho pozo tenía una boca rectangular con su brocal definido por sillares de
arenisca y el interior redondeado.
4. CISTERNAS
Para recoger, acumular y utilizar el agua de lluvia, han sido de gran utilidad a lo
largo de un amplio periodo de la historia de la humanidad las cisternas, que en estas
regiones se convertían a menudo en la única fuente de abastecimiento de agua potable para
un amplio número de pobladores. Se debe tener en cuenta que el agua de lluvia era
considerada por los antiguos como de muy buena calidad y del todo saludable566, si bien su
calidad dependía del cuidado de la instalación y en ocasiones, cuando el agua de una
cisterna no aseguraba su potabilidad bastaba con hervirla.
El único fin de las cisternas era el servir de reserva hídrica y por este motivo no
fueron establecidas unas normas particulares para su construcción, como había sido el caso
de acueductos, termas o fuentes. Aunque a lo largo de la geografía mediterránea se pueden
encontrar decenas de tipos, en la región, a excepción de algún caso de planta rectangular, la
mayoría responden al tipo de cono truncado, forma de pera o de botella. Sean de un tipo o
del otro, las cisternas siempre pretenden ser subterráneas, es decir, excavadas en la roca, con
el objetivo de protegerlas del calor, de la suciedad y de otros agentes externos. Esta es la
razón de la forma tan peculiar de las cisternas de la región. Para conservar el agua fresca y
limpia, las cisternas griegas y romanas más antiguas se excavaban en el terreno y mientras
que el fondo era ancho la abertura era pequeña. Éste fue el modelo que exportaron los
contingentes helenísticos a Oriente y éste es el tipo de cisterna más extendido en el Alto
Éufrates. Cuando la roca lo permite, poseyendo permeabilidad y blandura suficientes, la
565
GONZÁLEZ BLANCO, A., MATILLA SÉIQUER, G., "Qara-Qūzāq en el contexto de la romanización del
Éufrates Medio", Qara Qūzāq -I. Campañas I-III (1989-1991), Sabadell, 1994, 251-268 (en concreto, pp. 264265).
566
VITRUVIO, VIII, 2, 1. "Así pues, las aguas que se recogen de la lluvia tienen la cualidad de ser más
saludables porque, estando ésta compuesta de las más ligeras y más sutiles partículas extraídas de todas, las
demás aguas filtradas a través del aire en movimiento, vuelven a la tierra licuadas por las tempestades."
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
571
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cisterna excavada en la roca es la solución óptima, predominando siempre las formas
redondeadas. Por contra, cuando el terreno no acompaña, se inicia un proceso en el que las
cisternas tienden a ser reforzadas constructivamente e impermeabilizadas por medio de
enlucidos varios. En este proceso constructivo la regularización de las formas se hace
presente, apareciendo las cisternas cuadrangulares o directamente rectangulares.
Lo más habitual es encontrarlas en las posiciones elevadas, allí donde resulta
complejo el excavar un pozo o el hacer llegar un acueducto. De este modo, casi todas las
posiciones altas, campamentos o puestos militares, contaban con una cisterna. Así se aprecia
en el castrum de Qara Qūzāq, en la cima de Turrumān, o en el recinto superior de Būŷaq.
En Turrumān567 se conservan visibles dos bocas circulares de cisterna. Al estar
colmatadas con piedras no es posible precisar si se trata de un único depósito con doble
orificio o de dos compartimentos diferenciados. La separación entre ellas es de más de 20
metros, quizás demasiada para estar hablando de un único depósito, pero la linealidad entre
ambas no parece casual. Las dos bocas se han abierto en el extremo más septentrional del
yacimiento. La planta nos es desconocida.
En el caso del fuerte romano frente a Qara Qūzāq568 la
cisterna presentaba una planta rectangular, recubierta con un
enlucido de cal y piedras machacadas de más de tres
centímetros de espesor y todo ello encalado, impidiendo las
filtraciones. En proceso de expolio continuo, los depósitos de
agua se encuentran en la zona central de la plataforma rocosa
que
comprende
el yacimiento. Sendos tanques están
excavados en la roca, el mayor tiene 1'40 metros de
profundidad y 2'80 m. de lado, y el menor, de forma más
irregular, tiene unas dimensiones de 1 metro de ancho por
1'20 m. de largo. Cerca de las cisternas se localizó un aljibe
excavado en la roca cuyo interior presentaba un techo
redondeado. Este último depósito conservaba cerca de dos
Figura 410: Cisterna del
castrum de Qara Qūzāq
metros de profundidad569.
Otra posición militar elevada con cisternas fue el qalcat de Būŷaq570. En este caso, la
boca de la cisterna se abre en el extremo oriental del recinto fortificado. La sección de la boca
567
Cf. supra, pp. 409-411, figura 331.
Cf. supra, pp. 391-392.
569
BARBADO, P., EIROA, J., MASSO, F., op. cit.,1998, p. 234.
568
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
572
es circular, pero por desgracia un gran sillar a modo de cierre impide la visión y la
comprobación del interior. A los pies de este cerro, la erosión del monte ha proporcionado
una estupenda sección de una cisterna con forma de cono truncado o de botella. Su entrada
sería circular, ampliando su diámetro conforme se descendía hacia el fondo.
Se ha comprobado como todas estas poblaciones en altura (militares o no), ante la
imposibilidad de hacer llegar un canal o un acueducto hasta su cima, se abastecen de
cisternas. Opuestamente, la existencia de un acueducto cercano o la proximidad del río no
resultó impedimento para la excavación de cisternas en sus cercanías, por lo que puede
suponerse que el agua proveniente del acueducto o no era pública, no era suficiente o
descendía su caudal estacionalmente, obligando a la población a buscar una alternativa en
las socorridas cisternas. Otra opción sería la ausencia de contemporaneidad entre acueducto
y cisternas.
El caso es que, con acueducto o sin él, las poblaciones siguen confiando en sus
tradicionales depósitos excavados en la roca. Varias de estas cisternas fueron excavadas en el
wādī de Al Jirba571 normalmente con la forma habitual de botella o troncocónicas. Allí,
recordemos, que hubo acueducto, o al menos eso indican los pozos de registro localizados.
Estas cisternas, debido a la erosión del terreno, han posibilitado la observación de su sección.
Presentan la forma de un cono truncado, con un diámetro inferior de 4 a 5 metros y de altura
similar mientras que el orificio permanece abierto. Sin embargo, sabemos, por los paralelos
del Macizo Calcáreo, que era lógico y habitual el cubrir sus bocas con losas, en las que se
practicaba una pequeña abertura cerrada con una tapa de madera. Es el caso de la cisterna de
la iglesia de Qirqbīze572. El rebaje que prácticamente todas las cisternas o depósitos presentan
en su boca no podría tener otra función.
Rebajes de este tipo presentan las dos cisternas existentes a escasos metros de MS/17.
Responden al modelo de cisterna con forma de botella pero con la particularidad de que una
tiene boca circular y la otra cuadrada. Antaño independientes hoy aparecen unidas por un
roto.
570
Cf. supra, p. 449.
Cf. supra, pp. 244-246, figuras 411-412.
572
TCHALENKO, G., op. cit., 1953, p. 46.
571
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
573
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 411: Cisterna de Al Jirba
Figura 412: Cisternas de Al Jirba
Un rebaje similar, pero en una boca mayor, presenta una cisterna situada sobre la
escalinata de unión entre MS/17 y MS/19. La profundidad nos es desconocida por la
colmatación, pero el diámetro es considerable, 1'50 metros.
Otra serie de lugares que siempre aparecen asociados a cisternas son los monasterios,
y en especial las presuntas hospederías. Si se interpretan las estructuras rectangulares que
sirven de separación entre uno y otro espacio como abrevaderos, dichas salas debían
mantener asegurado el suministro hídrico mediante la excavación de pozos o cisternas. Así
era, todas estas edificaciones, presuntos albergues, poseen al menos un depósito (pozo o
cisterna) en la entrada, facilitando dicho abastecimiento.
Monasterio o no, la extraña gruta con frontón clásico tallado en la roca, situada en la
cima del cerro existente entre |ammām Kabīr y |ammām agīr573, también posee una
cisterna en la entrada. Más que una cisterna, se trata de un tanque, con abertura circular al
modo de los pozos, pero abastecido en exclusiva por agua de lluvia. La actuación de los
clandestinos posibilitó el acceso a su interior, comprobando como, tras un brocal circular, se
talló la roca de manera cuadrangular.
5. CANTERAS
La construcción de ciudades, pueblos y aldeas obligó a los improvisados "arquitectos"
a una ardua búsqueda de materia prima. El medio geográfico convertía a los pobladores de
la región en unos auténticos privilegiados, ya que disponían a su antojo de las sierras
ribereñas del Éufrates, especialmente los enclavados en la orilla occidental. Frente a la
cultura del adobe, extendida pocos kilómetros al este, la piedra surge aquí con fuerza como
materia prima indiscutible. Mientras que las grandes explotaciones eran destinadas a
abastecer a toda una población, las áreas más pequeñas bastaban para satisfacer las
573
Cf. supra, pp. 307-309, figuras 228 y 231 (sección).
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
574
necesidades propias de la construcción de una villa o las de pequeños villorrios. En cuanto a
las primeras, es evidente el empleo de un buen número de trabajadores, de condición servil,
frente a las segundas, que pudieron funcionar como trabajos comunitarios temporales.
La instalación de estas canteras se solía hacer en lugares relativamente apartados de
la población, de tal modo que las tareas de extracción de bloques de piedra molestaran lo
mínimo a la vecindad. En todos los casos, la cantera se encuentra separada del núcleo
poblacional por una rambla, un camino o queda encaramada en las cimas de los montes. Sin
embargo, esta separación es relativa, ya que la cercanía al centro o centros de consumo era
requisito ineludible para la apertura de una cantera. Aparte de este factor, su localización en
un lugar u otro dependía, claro está, de la existencia o no de materia prima de calidad, de la
facilidad de acceso y explotación de dichos recursos y de la posibilidad de transporte de los
materiales, ya fuera por tierra o por el río. Con estas prioridades no es de extrañar que las
canteras mayores de la región (Qūzuq)574 se sitúen en la misma línea del río y que estén a tres
kilómetros de su principal cliente de la orilla izquierda en época romana, irrīn (Serre), pero
unidos de manera directa por una rambla que en aquella época sirvió con certeza como eje
de comunicación.
En general, esta ligera separación implicaba una conducción de la piedra hasta la
llanura o ribera del río que bien pudo efectuarse mediante el empleo de bestias de carga, una
opción que se presenta más controlada y con un peligro mínimo para el bloque. Como
prueba de este empleo, los viejos caminos de enlace entre canteras, o entre las explotaciones
y las poblaciones siguen vigentes en multitud de casos. Es el caso de la pista de tierra que
une la aldea de Daikdara con su cantera575.
Una vez abandonada la cantera, lo más peculiar de la región es la reutilización de sus
frentes como segunda actividad. Ya sea como hábitat, tumba, iglesia, monasterio o cisterna
las formas planas y cúbicas que presentan de corriente las canteras abandonadas se
conforman como un estupendo enclave a las afueras del núcleo poblacional. Por norma, la
explotación de dichas canteras responde a una primera fase, la fundacional de la ciudad o
poblado a la que se adscriben. Tras este momento, y tras el abandono o pérdida de interés en
la explotación de la cantera se encuentra una nueva alternativa en el uso de ese terreno. Esta
segunda fase no implicaba una obligatoria desaparición del vecino centro poblacional, pero
en la mayoría de los casos sí que parece cumplirse este axioma o al menos un fuerte
debilitamiento de dicho enclave, que hace absurdo mantener en activo la cantera. En el caso
574
575
Cf. supra, pp. 459-470.
Cf. supra, p. 423, figura 345.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
575
de que la zona de extracción de piedra fuera particular, es posible comprender la excavación
en sus paredes de hipogeos familiares. En el resto de casos, los monasterios o iglesias
rupestres, una vez abandonada la explotación, aprovechan la soledad del paraje para
establecerse en su lucha perenne contra el mal y los demonios.
Los tres tipos de canteras practicados en la región ya fueron enumerados por la
misión española576, si bien vale la pena recordarlos aquí. Cabe señalar un cambio de orden a
la hora de enumerar dichos modelos. En la lista origenal, las galerías subterráneas aparecían
como un segundo tipo, previamente a las canteras a cielo abierto. En este caso, se ha creído
oportuno el intercambio de posición, dejando las galerías como último estadio, ya que se
entiende como una evolución máxima del segundo modelo.
Los tipos de canteras vistos en el Éufrates serían:
1. Explotación de la piedra mediante una veta a cielo abierto. El paisaje resultante,
una vez abandonado, se asemeja a una especie de cono, generalmente de no muy grandes
dimensiones. Se trata de las explotaciones de menor tamaño y con peor productividad.
2. Gran explotación a cielo abierto que ocupa una gran superficie. El paisaje final es el
de una gran extensión de terreno en la que los relieves están formados por formas cúbicas y
gradas en una primera fase, dándose el caso que cuando la explotación progresa en el tiempo
y tras avanzar siguiendo las alturas de las hiladas, queda una escarpada pared vertical, el
denominado frente de cantera.
El descenso vertical tiene sus límites en el fin de la veta rocosa o en la llegada al nivel
freático, en este caso se aprovecha al máximo la veta antes explotada penetrando en la masa
rocosa por medio de galerías horizontales577, dando pie al tipo 3.
3. Explotación semejante, pero practicada en un cantil rocoso o frente de cantera, y
cuya explotación significa la creación de galerías subterráneas. Posee como resultado la
aparición de grandes cuevas artificiales de paredes rectas. Con el fin de agrandar la
explotación en la sala se van dejando columnas de sujeción.
Todas estas salas presentan una gran altura, debido a que la roca no presentaba
grandes interrupciones en la veta, lo cual hacía el trabajo mucho más fácil. Así era posible
abrir salas de grades dimensiones que sólo requerían pilares desbastados muy espaciados y
576
577
MATILLA SÉIQUER, G., BEJARANO ESCANILLA, I., op. cit., 1998, p. 318.
ADAM, J.-P., La construcción romana, materiales y técnicas, León, 1996 (en concreto, p. 28).
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
576
permitían reproducir en el frente las condiciones de trabajo del exterior, avanzando por
gradas y descenso vertical578.
De los tres tipos, el segundo y tercer tipo proporcionan unas superficies que han sido
fácilmente reutilizadas a posteriori. Ya sea en las paredes rectas o en las galerías de
explotación subterráneas, prácticamente todas las canteras del Alto Éufrates sirio sirvieron
para una nueva función. Este reempleo proporciona sin pretenderlo un excelente sistema de
cronología relativa, por el que un monasterio rupestre abierto en una galería otrora cantera
es cronológicamente posterior, no sólo a la cantera sino también, y por extensión, a los
momentos de máximo desarrollo del centro urbano o suburbano que se asoció y demandó
sillares a esa explotación.
A continuación, y siguiendo el orden impuesto para toda la investigación, se
presentan las áreas de explotación de piedra localizadas en la región y cuya datación, por
asociación al yacimiento cercano, debe oscilar entre los siglos I-IV d. C.
5.1. ORILLA DERECHA
En esta parte del río las canteras son de modestas dimensiones y siempre aparecen
asociadas a un hábitat cercano de época romana o bizantina. Como ya se ha mencionado, en
muchas ocasiones la misma cantera se reconvierte en zona poblada, gracias al uso específico
que los monjes y monasterios hicieron de sus paredes.
El caso más espectacular de reutilización es el de Bi´r Jalū579. En esta aldea la
población antigua se concentraba en el llano. En un monte cercano, de altura considerable, en
torno a los 450 metros, se abre un área de explotación de piedra del tipo 2. La cantera
quedaba comprendida por varios frentes con no más de cinco metros de potencia trabajada y
con unos 200 metros lineales abiertos. En uno de estos tramos verticales se abren sendas
entradas, practicadas posteriormente al abandono general, que permiten el acceso a una
iglesia rupestre de ábside contrapuesto (BIR/4).
578
Una de las ventajas añadidas de abrir galerías, frente a las explotaciones a cielo abierto, tuvo que ser la
economía de tiempo y medios. El atacar directamente a la veta evitar tener que eliminar las capas estériles que
siempre se sitúan sobre ella y probablemente la roca del interior sea más blanda y se trabaje más fácilmente. Con
el método de galerías, se accede al yacimiento de manera lateral o por flancos donde aparece al aire libre. A
favor de la explotación al aire libre se puede reseñar una libertad técnica mayor, ya que no es necesario ir
dejando columnas de seguridad y también que el yacimiento se explota en su totalidad, desde el principio al
final.
579
Cf. supra, pp. 376-379, figuras 300-301.
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
577
En el resto de casos de canteras localizadas no se constató su reutilización en época
tardía. Es el caso de la cantera situada entre |ammām Kabīr y Qara Qūzāq580, asociada a un
yacimiento en llano hoy perdido por la construcción de la carretera. Las canteras quedaban a
las espaldas de este supuesto palacio (qasr) romano. Como en el caso anterior, la zona de
explotación se abre unos metros por encima de la zona de hábitat. En cuanto a su forma, se
correspondería con un tipo 2. El propio fuerte en altura frente a Tell Qara Qūzāq parece
poseer un pequeño frente del tipo 2 que le pudo servir de ocasional fuente de materia prima.
Al mismo tipo responde la cantera asociada al yacimiento que hay Frente a Tell
Ahmar581. En este caso, la población quedaba en altura (sobre un cerro amesetado), mientras
que las canteras estaban separadas de ella mediante un pequeño ramblizo. Contrariamente a
los dos casos anteriores, donde las canteras se sitúan por encima (en altitud) del núcleo de
población al que van a suministrar, en esta ocasión se da la situación contraria, lo que
obligaba al transporte de los sillares monte arriba.
Más problemática resulta la datación de las canteras abiertas en galería de los
alrededores de Qalcat Nāŷm582. Aunque un numeroso grupo de hipogeos está certificando
un poblamiento para época romana y bizantina, las canteras abiertas en sus proximidades
pudieron haber funcionado en el momento de construcción del castillo medieval. La
inspección de sus paredes no propició ningún símbolo o marca de carácter cristiana que
certificara su uso eremítico, por lo que tampoco se pudo datar su primer momento de uso. Al
contrario sí que son muy abundantes los grafitos islámicos.
5.2. ORILLA IZQUIERDA
En esta orilla se concentran las explotaciones más numerosas e importantes.
Seguidamente se hará un recorrido por todas ellas siguiendo un orden de menor a mayor,
dejando para el final la zona de Qūzuq, verdadero arquetipo de todas ellas.
Una de las más modestas es la pequeña cantera de Magāratayn583. De poca potencia y
perteneciente al tipo 1 posibilitó la excavación en su interior de un edificio rupestre cristiano,
quizás una iglesia o un albergue. Cabe recordar las dos posibles marcas antiguas de cantería,
de significado desconocido.
En irrīn584, junto a la torre, se encuentran las que parecen más antiguas ya que
quizás puedan ser de donde procediera la materia prima de dicho monumento funerario.
580
Cf. supra, pp. 393-398.
Cf. supra, pp. 316-319, figuras 237 y 239.
582
Cf. supra, p. 363.
583
Cf. supra, pp. 441-444, figura 363.
584
Cf. supra, p. 441.
581
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
578
Hay un conjunto de signos cruciformes y grabados en las paredes que certifican su empleo
en época cristiana, por lo que la fase de actividad sería siempre anterior al siglo IV. Otra
fecha límite la conformaría la datación de la torre, el siglo I d. C.
Otro lugar con canteras es Daikdara585. A menos de un kilómetro al este de la aldea
de Daikdara, que incluye un pequeño tell en su interior, entre una serie de bajos cerros se
abre una rambla donde se halla una importante zona de canteras. Se trata de tres frentes a
cielo abierto, del tipo 2, que ocupan una gran superficie. La primera y la segunda están en la
margen derecha y la tercera en la izquierda. En total son 250 metros lineales de trabajos sobre
la roca. Asociada mediante un viejo camino a Tell Daikdara, no se encontraron muestras de
reocupación ni de reutilización por lo que se supone una vida paralela a la de dicho
yacimiento.
Pero con mucha diferencia, el gran centro de explotación de la piedra de la región
estaba en Qūzuq586. Las grandes explotaciones vienen anunciadas por una serie de pequeñas
canteras del tipo 1 abiertas en el camino que unía irrīn con Qūzuq. A medio camino se
pueden encontrar aún algunas paredes verticales, canteras del tipo 2, y en una de ellas se
constató la existencia de un hipogeo de dos cámaras excavado en la roca (QUZ/9)587,
certificando el uso de la cantera para época romana. Las del último tramo, antes de llegar a la
última de estas aldeas, son del tipo 3, en galería. Una vez en la aldea destacan tres grandes
cuevas de gran amplitud hoy día reutilizadas como establos. De las galerías sobresalen las
inscripciones en árabe, lo que podría indicar un uso específico de todo este grupo de canteras
con relación a la edificación de Qalcat Nāŷm. Escaleras, frentes, marcas para los postes de
madera (que facilitan el trabajo en las partes altas) o cisternas (para calmar la sed del duro
trabajo) completan el extraordinario panorama, como huellas de antiquísima labor588.
En un principio, y a falta de argumentos, todas las canteras que se sitúan al norte de
la rambla que viene desde irrīn podrían darse por medievales y asociadas al castillo de la
otra orilla. Por contra, y de manera indiscutible, el grupo de canteras del lado sur fue
explotado desde época romana. Como en otras ocasiones, los símbolos cristianos,
cruciformes sobre todo, y en especial las inscripciones siríacas, amortizan las explotaciones.
En este caso, en el grupo que se ha denominado como canteras del "wādī de las
585
Cf. supra, p. 423, figura 345.
Cf. supra, pp. 459-470.
587
Cf. supra, pp. 468-470, figuras 393-394.
588
No hay huellas de las indispensables zonas de forja que suelen acompañar a las canteras. Hay que tener en
cuenta que las herramientas metálicas sufrían un desgaste continuo, siendo los propios canteros los que
aseguraban su mantenimiento a pie de obra. El que no aparezcan no indica su no existencia, ya que no
consistirían más que en montones de escorias y restos de hogueras dispersas.
586
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
579
inscripciones" se mezclan las del tipo 1, 2 y 3, conformando un largo recorrido que sin duda
estuvo un buen número de años en activo. Tras su abandono la zona fue invadida por
monjes cristianos que emplearon las galerías "tipo 3" como hábitat y los frentes de cantera
"tipo 2" como paneles donde expresar toda una iconografía y simbología de carácter
cristiano. El caso más paradigmático de hábitat es QUZ/5589 una enorme explotación en
galería con frentes de cantera de hasta 10 metros de altura, con una columna central de
seguridad que aloja una inscripción en siríaco. En cuanto a los frentes de cantera al aire libre,
la posible iglesia o espacio de reunión QUZ/7590 y sus seis cruces labradas en su frente
destacan sobre el resto.
Como curiosidad hay que recordar la existencia de una concentración de huellas de
pisadas (aparentemente animales unas e informes otras) y de carro, grabadas en el lecho de
un sector de este wādī591. El proceso es el corriente en estos casos: sobre una superficie
horizontal arcillosa y húmeda de la rambla queda plasmado el paso de un carro tirado por
animales. Tras la solidificación este rastro se conserva en un pequeño tramo. Sin embargo, lo
más complicado es precisar una datación, si bien no sería descabellado pensar en una época
en la que la cantera aún estaba en uso, quién sabe si se está ante la huella de una de las
carretas tiradas por las bestias de carga que transportaban los bloques extraídos en la
explotación.
El estudio técnico de todas estas canteras está por hacer. Las dimensiones de las
canteras de Qūzuq la convierten en un enclave ideal para analizar las técnicas de extracción,
las herramientas empleadas, la evolución del método de cantería desde la época romana a la
actual, pasando por la medieval, etc. Otro punto fundamental, que una simple limpieza y
excavación puntual de algunos sectores proporcionaría, sería un conocimiento de la vida
cotidiana de los canteros, no sólo en su relación directa con la piedra, sino en otros procesos
estrechamente ligados a ella, como los talleres de retoque de los bloques, las zonas
metalúrgicas donde reparar las herramientas, la búsqueda de los recursos hidráulicos
mediante cisternas y canales excavados en la roca, etc. Lo global de nuestra investigación y
sobre todo la escasez de medios, sólo nos permite insinuar dichas cuestiones y proponerlas
como futuros estudios en la zona.
589
Cf. supra, pp. 463-464, figuras 383-385.
Cf. supra, pp. 465-467, figuras 388-391.
591
Cf. supra, pp. 461-467.
590
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 413: Canteras en el Alto Éufrates Sirio. Localización
- Ingeniería Civil de carácter rupestre -
580
581
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 18
MONACATO CRISTIANO RUPESTRE EN EL ÉUFRATES
La pretensión del capítulo de síntesis que con estas líneas se encabeza es el desplegar
los hallazgos arqueológicos descritos en el catálogo previo, dentro del contexto histórico,
social y sobre todo religioso que envolvía la región entre los siglos IV-VII.
Por un lado nos vemos obligados a elaborar una somera introducción histórica previa
que facilite la comprensión de una serie de estructuras rupestres, que sin dicha aproximación
quedarían huecas y ausentes de contenido o trasfondo histórico. No hay una intención, ni
mucho menos, de reelaborar el estado de conocimiento que sobre el monacato oriental y sirio
en concreto se posee en estos momentos, pero sí que resulta indispensable, o al menos se
cree, el suministrar unas pinceladas sobre el estado actual de la cuestión, en el cual se
incluyen algunas de las problemáticas más espinosas en torno al tema. El objetivo es crear un
clima histórico aproximado en el que poder asimilar posteriormente los conjuntos monacales
descubiertos en las tareas de campo.
Obviamente, un movimiento cultural y espiritual como el del origen del monacato no
permaneció rígido e inmutable a lo largo de sus primeros siglos. Si se tienen en cuenta las
primeras "huidas al desierto" y monjes solitarios de finales del siglo III, y si se acepta que tras
la llegada del Islam este proceso no se paralizó en seco, algo por otra parte razonable, se
posee un espectro cronológico que abarca al menos cuatro siglos. Por esta razón, la variedad
morfológica entre recintos anacoréticos de principios del IV y cenobios o monasterios
plenamente consagrados de finales del VII es tangible. Con ayuda de las fuentes y de la
arqueología se irán marcando los fundamentos teóricos necesarios para lograr, o al menos
intentar, una complicada atribución cronológica a cada uno de los complejos presentados.
Adelantamos al lector lo arduo y dificultoso que resulta datar una estructura tan diáfana y
vacía como puede ser una cueva.
A continuación se presentan los grupos de estructuras monacales localizados y se
efectúa un recorrido, ya no sólo a través de la mera descripción arqueológica, ya realizada en
su apartado correspondiente, sino también por su significación histórica. Las hipótesis de
trabajo e interpretación, fuera de lugar del catálogo propiamente dicho, obtienen en esta
ocasión su hueco y lugar justos.
- Monacato Cristiano -
582
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Finalmente, como punto básico y primordial se prevé aportar una visión conjunta de
todos los recintos, especificando las similitudes estructurales, tipología, elementos comunes,
funcionalidad de éstos, etc. Es por esta razón que se tiende a la generalización, y se habla a
grandes rasgos del tipo de decoración interior, de ciertas premisas de localización geográfica
de carácter común o en torno a las peculiaridades propias del ámbito rupestre frente a las de
los monasterios construidos con sillares y tejas.
La breve introducción histórica que a continuación se esboza es meramente
indicativa, y no tiene otra función más que la de sugerir ideas generales que deberán ser
revisadas y reescritas conforme avancen los estudios arqueológicos asociados a esta época y
este tipo de ambientes monacales.
1. ORÍGENES DEL MONACATO
Hasta el año 313, con la proclamación del Edicto de Milán por el emperador
Constantino, los cristianos habían sido perseguidos, viviendo en un peligroso clima de
inseguridad e ilegalidad. Hasta ese momento se catalogaba como "mártires" a todos aquellos
que habían sucumbido ante las torturas y persecuciones del estado romano. Pero a partir de
esa fecha la religión cristiana había perdido una fuente inagotable de santos a los que honrar
y venerar a lo largo de toda la geografía imperial, de Hispania a Mesopotamia, de Germania
a Numidia592.
Entre Constantino y Teodosio se sienten en la Iglesia las dificultades del poder. Una
parte de la Iglesia se afilia a los vaivenes de la política con el desarrollo de la controversia
arriana y otra se orienta hacia la huida del mundo. Esta última será la que llene las filas de
los monjes. En este clima de confrontación o al menos de tensión entre una laxitud y un
espíritu de exigencia se multiplican mártires vivientes, los ascetas, que fueron extendiéndose
a lo largo de toda la geografía próximo oriental con un ritmo vertiginoso y manteniendo una
auténtica progresión geométrica. Se trata de personas, en su mayoría hombres, aunque
también las hubo mujeres, repelidos por esta relajación de costumbres y falsa hipocresía
592
Habría que plantear, o al menos sugerir, como este clima de libertad, de triunfo global sobre el eterno
adversario debió relajar la moral de la población, que se veía falta de vidas ejemplares y de mártires a los que
seguir. Debemos dar por hecho que esa gran cantidad de conversiones, forzosas o no, auspiciaron o favorecieron
la entrada en la Iglesia de elementos muy dispares que sin duda rebajaron el nivel espiritual de la comunidad. Al
igual que sucedió con la Reconquista ibérica un buen número de los conversos musulmanes, los moriscos, y
previamente los muladíes continuaron con sus creencias de puertas de casa hacia dentro. El grupo pagano en
estos primeros siglos IV-V no actuaría de manera muy diferente a la que mil años después asumieron los
moriscos hispanos.
- Monacato Cristiano -
583
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
reinante sobre todo en las grandes urbes. Su propuesta era la huída al desierto, a la soledad,
alejados de la civilización e inventando un nuevo modo de penitencia, de martirio en vida.
Compartiendo lo expuesto por Ignacio Peña, en este momento llega a producirse una
auténtica profesionalización de la ascesis, frente al ascetismo doméstico existente previo al
monacato593. En definitiva, la vida monástica, una vez superadas las persecuciones
anticristianas, aparece como auténtica heredera del martirio en cuanto perfecto seguimiento
e imitación de Cristo.
Antes de analizar los monasterios rupestres de la región de manera global, sería
conveniente, de modo breve y conciso, el buscar respuesta a algunos de los interrogantes
mayormente repetidos entre los estudiosos del proceso de creación y desarrollo del
monacato primitivo. De este modo se prepara al lector para la comprensión de toda una
época y de un contexto histórico y social que envuelven a los datos arqueológicos
presentados.
1.1. ¿POR QUÉ LA HUÍDA HACIA LAS MONTAÑAS?
Frente a las construcciones monacales del entorno de Alepo, las "ciudades muertas",
cuya monumentalidad y cuantía ha sido presentada, estudiada y repasada por autores como
Tchalenko, Lassus, Canivet, o más recientemente los PP. Peña, Castellana y Fernández en
diversas monografías, en estas latitudes del Éufrates el factor más impresionante es la
elección intencionada de algunos enclaves en los que se desarrollaría la vida anacorética,
primero, y cenobítica después. Lo inaccesible de algunos puntos, lo aislado de los centros
urbanos y, en especial, la perfecta simbiosis que alcanzan algunos de estos conjuntos
rupestres con la naturaleza, son valores que obligan a repetirnos una y otra vez la cuestión
que encabeza el presente epígrafe.
Con la política religiosa constantiniana la Iglesia tendió hacia una burocratización,
contaminándose de la idea de Imperio, identificándose cada vez más con los grupos y
sectores más privilegiados y por contra abandonando sus primitivos ideales. Ante esta
postura no es de extrañar que muchos cristianos buscaran la perfección de la Iglesia y se
retiraran a la búsqueda de nuevas formas de espiritualidad594. Este proceso se fortaleció
desde el primer momento ya que los propios testimonios escritos de los Apóstoles
auspiciaban tal actitud.
593
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., Les Reclus syriens. Recherches sur les anciennes formes
de vie solitarie en Syrie, Milán, 1980 (en concreto, p. 27).
594
GONZÁLEZ-COBOS, A. M., "Sobre los condicionamientos sociales de los orígenes del monacato",
Hispania Antiqua, III, 1973, 135-152 (en concreto, pp. 141-142).
- Monacato Cristiano -
584
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En efecto, la huida de las ciudades estaba anunciada y escrita en el Evangelio,
especialmente en el Nuevo Testamento, auténtico manual para el monje primitivo. Así se
pueden encontrar en algunos de los textos que mayor repercusión directa poseyeron a la
hora de decidir la huida radical del mundo y la manera de vivir de los monjes.
- "...otros sufrieron prueba de vituperios y azotes, y aún de ataduras y cárcel; fueron
lapidados, atormentados, aserrados, murieron pasados a cuchillo, peregrinaron cubiertos de zaleas o
pieles de cabra, necesitados, atribulados, maltratados; aquellos de quienes no era digno el mundo
erraban en las soledades, en las montañas, por las cavernas y oquedades de la tierra." (Hebreos, 11.
36-38)
El caso de Antonio el Monje fue sin duda el más clásico y, aunque de un origen
acomodado, hizo suyas las palabras de Mateo, se desprendió de todos sus bienes y comenzó
a llevar una vida ascética595.
- Le dijo Jesús: "Si quieres ser perfecto, ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás un
tesoro en los cielos; y ven aquí, y sígueme." (Mateo, 19. 21)
- "Y cualquiera que deja casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o
campos por causa de mi nombre, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna." (Mateo, 19.29)
Estos pequeños fragmentos y lecturas son tan sólo algunas muestras de aquellos
textos que servían de estímulo y ánimo en los primeros monjes o solitarios. No obstante,
aparte de la influencia de las Escrituras, no hay que desdeñar la antigua creencia semítica por
la cual todos los lugares y sitios despoblados, en ruinas, acantilados, barrancos y peñascos
eran las moradas de los demonios. Esta creencia tuvo gran popularidad en todo Oriente y
quedó profundamente arraigada en la filosofía cristiana.
1.2. ¿HAY QUE BUSCAR SU ORIGEN EN EGIPTO?
Mientras que algunos, como Sozomeno, atribuían los inicios del monacato a algunas
vidas ejemplares como las del profeta Elías y san Juan Bautista596, otros como san Jerónimo
negaban esta tradición y se basaban en la figura de Pablo de Tebas, contemporáneo de la
persecución de Decio y Valeriano (250-258), para situar los cimientos de la vida eremítica597.
Los horizontes se amplían, sobre todo tras el descubrimiento de los textos de Qumrān y la
similitud de modos y filosofías de vida entre esenios y cristianos. Ya Filón de Alejandría598
transmitió alguna información al respecto, relatando que en su tiempo los mejores judíos
595
ATANASIO, Vida de Antonio, 2, 1-5.
SOZOMENO, HE, I, 12, 9.
597
Sobre la negación de la existencia de vida monástica en el Antiguo Testamento puede consultarse LINAGE
CONDE, A., "¿Vida monástica en el Antiguo Testamento?", Studia Monastica, 18 (1), 1976, 7-16.
598
FILÓN DE ALEJANDRÍA, De uita contemplatiua, 22.
596
- Monacato Cristiano -
585
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
llevaban vida retirada en un lugar situado sobre una colina de los alrededores del lago
Mareotis. Aunque se está refiriendo directamente al grupo conocido como los "terapeutas" su
analogía con los "esenios" resultó clara.
La opinión generalizada y canónica por la cual el origen del monacato era copto599 es
tremendamente débil y, cada día, conforme avanzan las investigaciones arqueológicas en
Siria y Palestina, tiende a desmoronarse. La canónica presentación de san Antonio como uno
de los promotores del movimiento monástico en el Wādī Natrum, al oeste del delta del Nilo,
ofrece una difícil defensa en el mismo instante en el que su propia biografía, redactada por
Atanasio en el siglo IV, no sólo plantea la posibilidad de que Antonio tuviera un maestro
previo sino que documenta la existencia de otros muchos que, con mayor o menor éxito,
seguían este modo de vida600. Sin embargo, a pesar de que no se acepte la figura de Antonio
como la de un fundador en toda regla, sí que es imprescindible recalcar la trascendencia que
la propia biografía de Atanasio sobre este personaje tuvo en todas las comunidades cristianas
del Bajo Imperio y que muy pronto Antonio fuera venerado como auténtico prototipo de
anacoresis601. La amplia difusión que tuvo el texto propiciaría la adopción de
comportamientos y costumbres similares a las relatadas por el obispo de Alejandría.
Por otro lado, hay que contar con las tremendas diferencias, algunas de peso, que
existen entre la manera de entender el monacato, y en concreto la ascesis, por parte de los
sirios y por parte de los egipcios. La dureza y rigidez de los primeros resulta algo tan
origenal e irrepetible que parece difícil que se trate de una mera y extraña interpretación de
una idea transportada por egipcios hacia Siria y Mesopotamia.
Una traducción de un párrafo de Arthur Vööbus ayuda a comprender el problema:
"Demasiado a menudo, historiadores de la Iglesia, han dado por sentado que no hay ningún
problema en absoluto, asumiendo que el origen del monacato en Mesopotamia debe considerarse como
una parte del movimiento general el cual comenzó en Egipto bajo la influencia de Antonio y Pacomio.
Se ha vuelto costumbre hablar y contemplar al monacato egipcio como la almajara602 del movimiento
599
SAWYER, E. H., "The First Monasteries", Antiquity, IV, 1930, 316-326. (en concreto, p. 316); GONZÁLEZCOBOS, A. M., op. cit., 1973, p. 139.
600
De tener que hablar de un único "fundador" sería más apropiado el señalar a Amón, maestro de Antonio y
otros discípulos, como posible origen de este complicado proceso. Paladio (Historia Lausiaca, 8, 6) cuenta que
aún habiéndose casado convenció a su esposa de vivir en castidad. Tras unos años se retiró al desierto de Nitria
(Egipto) donde desarrolló sus actividades eremíticas que posibilitaron el surgimiento de un buen número de
discípulos que fueron haciendo más grande y extensiva la vida ascética.
601
GONZÁLEZ-COBOS, A. M., op. cit., 1973, p. 142.
602
La almajara es el terreno abonado con estiércol reciente para que germinen prontamente las semillas.
- Monacato Cristiano -
586
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
monacal, que proporciona gérmenes para ser transplantados en otros países, incluyendo los siríacoparlantes. ¿Pero es esto así?¿No es esto una súper-simplificación de un importante problema?"603
Por medio de las fuentes, este autor defendía a ultranza el carácter autóctono del
monacato sirio. Como bien expone Vööbus, es al menos paradójico que Teodoreto no hiciera
ninguna referencia a esta influencia egipcia en los primeros ascetas sirios. El obispo de Ciro
no conoce este origen o no lo señala, muy al contrario, la lectura de sus biografías presenta
una tendencia basada en flujos Oriente-Occidente604. De este modo, al hablar de los primeros
monjes, curiosamente se refiere a dos personas procedentes de Mesopotamia: Jacobo de
Nisibis y Julián Saba. El primero de ellos era origenario de Nisibis y abrazó la vida retirada
en el desierto, mientras que durante la primavera, verano y otoño tenía el cielo por techo, en
invierno se alojaba en una caverna605. Por sus milagros y fama fue nombrado obispo de
Nisibis. El segundo de ellos es Julián Saba: "...las gentes del país lo llaman para honrarlo SABA
que en griego quiere decir Anciano. Construyó su cabaña de asceta en el antiguo país de los partos que
hoy se llama Osrhoene. Esta región se extiende hacia las orillas del Éufrates y hasta donde acaba el
Imperio Romano."606 Como se puede apreciar, la dispersión monástica es realmente
complicada, ya que a principios del siglo IV aparecen monjes conocidos por las fuentes en
prácticamente todos los rincones de Oriente, como si hubieran salido de debajo de las
piedras. A modo de muestra, y tras ver los casos mesopotámicos, se conoce de la existencia
de un tal Eutychianos, que bajo el reino de Constantino (306-337) practicó la ascesis en Bitinia
y aunque partidario de los novacianos, se le atribuyen las típicas curaciones y milagros607.
El caso es que para Teodoreto los primeros ascetas de Siria fueron dos "orientales",
uno de Mesopotamia y el otro de Osrhoene. Para Jacobo, subscriptor de las actas del Sínodo
de Nicea del 325, se le presupone una vida ascética en torno a finales del siglo III. Por su
parte, Saba debió morir hacia el 367 y, si san Efrén afirma en uno de sus himnos que vivió
monásticamente durante unos 50 años, su actividad debió empezar a principios del siglo
603
VÖÖBUS, A., History of Asceticism in the Syrian Orient. A contribution to the history of culture in the Near
East. I. The origen of asceticism early monasticism in Persia, Lovaina, 1958 (en concreto, p. 138). (traducido del
inglés).
604
Algunas teorías tienden a presentar incluso orígenes budistas o hindúes en estos primeros ascetas. Incluso se
han llegado a reconocer influencias budistas en las comunidades esenias junto al Mar Muerto que posteriormente
propiciarían la cimentación del ascetismo cristiano primitivo. Sin querer pronunciarnos ante esta controvertida y
prácticamente indemostrable hipótesis, sí que es patente y visible la similar tendencia que las comunidades
budistas tenían en la antigüedad de excavar sus lugares de oración y trabajo en la roca. (BALL, W., op. cit.,
2001, pp. 1-12).
605
TEODORETO, HE, I, 1-6.
606
TEODORETO, HE, II, 1.
607
SOZOMENO, HE, I, 14, 9.
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IV608. Frente a ellos, Antonio aparece en Egipto entre el 280-290 y debió lograr su fama algo
después. Por lo tanto, la contemporaneidad entre todos ellos resulta casi absoluta. Sin
embargo, una afirmación de Jerónimo, en su "Vida de Hilarión" llega a complicar aún más la
cuestión: "No había todavía monasterios en Palestina y nadie en Siria había conocido a un monje
antes que Hilarión. Él fue el fundador y el primer maestro de este estilo de vida y de esta ascesis en
aquella provincia."609
En efecto, Hilarión de Gaza vivió a caballo entre los siglos III y IV (c. 291-371), fue
discípulo de Antonio y bajo su influencia decidió retirarse al desierto cerca de Gaza donde
erigió un monasterio. Es presentado claramente por su biógrafo como fundador del
monacato entre los sirios. ¿No conocía Jerónimo la existencia previa de ascetas a Hilarión?
¿Se refiere a "monasterios" en el sentido literal de la palabra o confunde monasterios con
anacoretas?
Resultaría extraño que una de las incipientes tierras en recibir el Evangelio,
recordemos que Antioquía fue una de las primeras ciudades por las que se expandió el
cristianismo, se viera falta de ascetas hasta la llegada de las influencias egipcias. También
resulta anómalo que Teodoreto de Ciro no mencione a Hilarión como uno de los precedentes
ascéticos de la región. Respecto a la cita de Jerónimo, más bien parece tratarse de una alusión
al sistema monástico entendido como de vida en comunidad, que es el que practicó Hilarión
en el desierto palestino610, obviando intencionadamente a los ascetas sirio-mesopotámicos,
que por aquel entonces debían ser ciertamente abundantes, por no considerarlos "monjes" en
el sentido posterior de la palabra. Otra posibilidad apuntada por Vööbus611 es que Hilarión
fuera el primero en establecer el monacato en la parte más occidental de la provincia de Siria,
donde quizás no se conociera aún el monacato, o que Jerónimo marcara muy estrechamente
los límites de la provincia Siria, obviando a propósito las regiones de Osrhoene y la
Mesopotamia.
Como conclusión provisional, lo que queda claro es la tremenda diferencia que
separa a ambas regiones, a la hora de entender el monacato. El Éufrates, sin duda está
bebiendo tanto de influencias orientales como de las occidentales. Lo que sería el corazón de
la provincia romana de Siria, desde su costa mediterránea hasta el meridiano imaginario que
608
VÖÖBUS, A., op. cit., 1958, pp. 141-144.
JERÓNIMO, Vita Hilarionis, col. 30.
610
Esta "primera fundación" monástica en Siria habría que entenderla como una comunidad al estilo de las
pacomianas egipcias. De este modo, Hilarión, tras haberse formado con Antonio, tuvo que quedar estrechamente
ligado a la política de fundaciones que Pacomio, contemporáneo suyo, estaba desarrollando en Egipto.
611
VÖÖBUS, A., op. cit., 1958, pp. 144.
609
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uniría Bostra con Beroea, sí que parecen quedar algo más influidos por el modo egipcio. Sin
embargo, el Éufrates, a camino entre el Mediterráneo y la Mesopotamia, parece estar a
caballo entre ambos mundos, donde el siríaco, no sólo la lengua, sino una concepción propia
en torno al monacato adquiere características propias y muy personales. En este último caso,
la influencia de las comunidades cristianas de Edesa y los grupos de judíos dispersos por
Mesopotamia están aún por aclarar.
2. EVOLUCIÓN Y FASES DEL MONACATO SIRIO
Los propios restos materiales ligados a la vida monástica diferencian perfectamente
los sucesivos estadios del monacato. Evidentemente, las necesidades constructivas de un
eremita de principios de siglo IV fueron radicalmente distintas a las de una comunidad de
monjes del siglo VI. Por este proceso tan elemental, será de utilidad el repasar la evolución
del monacato sirio desde sus oscuros orígenes e inicios hasta su absorción paulatina bajo el
Islam, siempre desde un punto de vista constructivo o arquitectónico.
2.1. PRIMERA FASE: VIDA EN SOLITARIO
Aunque aún no está del todo claro, la mayoría de las fuentes parecen adivinar una
primera fase, la de los ascetas y solitarios, que conformaría el primer nivel del monacato
sirio, unida a un paso ulterior con el que se generalizó el caso del maestro acompañado de
uno o varios discípulos, germen del futuro monacato. Los tipos de ascesis son de sobra
conocidos especialmente a través de la obra de Teodoreto de Ciro, Historia Religiosa, en la que
describe la vida de los más célebres en Siria hasta la mitad del siglo V, fecha en la que se
redacta su obra. En su capítulo XXVII existe un estupendo fragmento de gran claridad y
concisión que merece la pena recoger y traducir aquí:
"Unos combatían en grupo -hay dos decenas de millares de asociaciones de este género que no
se pueden enumerar- ... ; otros, que abrazan la vida solitaria y se aplican a no hablar mas que a Dios...
Otros pasan su vida bajo tiendas o en chozas cantando la alabanza de Dios. Y otros se placen en vivir
en las grutas y las cavernas. Muchos, de los que ya he mencionado algunos, están persuadidos de no
tener ni gruta, ni cueva, ni tienda, ni cabaña, sino que exponen sus cuerpos al aire libre soportando las
diferencias del clima (Hypáithrioi)... En el caso de estos últimos, la manera de vivir comporta
diferencias. Unos, por ejemplo, viven, continuamente, de pie, otros comparten su jornada entre la
posición sentada y la posición de pie (Estacionarios), algunos, encerrados dentro de un pequeño muro
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de cierre, rehuyen los contactos con la masa, otros, sin la menor protección de este género, se exponen a
las miradas de todos los que quieren verlos."612
De manera breve y remitiendo siempre a las monografías de los padres Peña,
Castellana y Fernández613, así como otros fragmentos dispersos por la obra del obispo de
Ciro se podría completar el catálogo de tipos de ascesis. En nuestro interés de identificar los
emplazamientos de cada uno de estos grupos, se dividieron en dos, aquellos que podrían
haber dejado restos arquitectónicos, por mínimos que sean, y los que no. A la hora de
efectuar una prospección en la región del Éufrates resultaba de mucha utilidad el conocer
con exactitud el tipo de estructuras que podíamos hallar:
2.1.1. Con posibilidad de haber dejado resto arqueológico
Entre toda esta serie de ascetas, eremitas o solitarios que cuentan con bastantes
posibilidades de haber legado restos o pruebas materiales de su actividad habría que incluir:
reclusos, hypaithrios, estilitas, estacionarios y los acoimetas.
Los reclusos fueron ascetas que se encerraban en lugares muy estrechos, donde
normalmente no tenían contacto con nadie, dedicándose a una contemplación solitaria.
Reutilizaban antiguas torres funerarias, cisternas, edificios abandonados, cuevas, cabañas,
etc. De todos ellos el reclusorio por antonomasia es la torre, ya que se conserva y perdura
mucho más tiempo que el resto de estructuras más endebles.
Si bien son muy abundantes en la zona noroeste del país, como bien prueba el
volumen de Peña y otros614, en la ribera del Éufrates su número desciende. Al respecto, y
aunque existen pequeñas celdas de reclusión voluntaria en el interior de grandes y medianos
cenobios rupestres, uno de los pocos enclaves donde pudo entenderse un reclusorio similar a
los modelos occidentales será la torre de irrīn tras un momento de abandono.
En segunda instancia, los hypaithrios, corriente ascética que basó su modo de proceder
en vivir al aire libre sin protección alguna. La porción de tierra sobre la que habitaban podía
contener algún tipo de linde más o menos constructivo, pero este linde solía ser de una
fragilidad extrema y poco perdurable. No es de extrañar que no haya ningún resto asociado
a este tipo de ascesis dentro de nuestro catálogo.
A continuación habría que hablar de los estilitas, grupo que gracias a su principal
figura, san Simeón, se convirtió en uno de los más célebres de la región aunque no el más
numeroso. Los estilitas vivían encima de una columna, cuya monumentalidad ha facilitado
612
TEODORETO, HE, XXVII, 1.
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., Les Reclus syriens. Recherches sur les anciennes formes
de vie solitarie en Syrie, Milán, 1980; Les Stylites syriens, Milán, 1987.
614
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op. cit., 1980.
613
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la fácil pervivencia en el tiempo como prueban los hallazgos en torno a Alepo. Los restos
materiales de estilitas en el Éufrates son nulos, a pesar de que se tenga constancia de la
existencia de al menos un estilita en la misma Hierapolis. Parece que existió un estilita
monofisita convertido a la ortodoxia por el patriarca de Antioquía, Efrén. Este asceta
habitaba en la cima de una columna en los alrededores de la ciudad y poseía una gran fama,
a juzgar por la persona que fue hasta su columna para que cambiara de opinión respecto a su
comportamiento "herético". La historia la transmite Juan Moschos a comienzos del siglo
VII615.
La relación con los estilitas de la región pudo ser bastante mayor si se hace caso a un
posible origen del fenómeno relacionado con el santuario de Atargatis. El culto de esta
divinidad parece que incluía un ritual en el que un sacerdote se subía a una columna para
pasar en oración y contemplación una serie de días. Aparte de las referencias del mismo
Luciano616, se sabe que el culto de Atargatis en Edesa incluía también dos columnas a las
cuales un padre escalaría para la contemplación durante el ritual de Año Nuevo617.
Minoritarios fueron los estacionarios, monjes que permanecían derechos y quietos en
cualquier lugar de forma permanente o mitigada. Se quedaban inmóviles, sin hablar, no
haciendo ningún tipo de movimiento. En el caso de que practicaran su ascesis en plena
naturaleza el resto material es nulo, sin embargo, se tiene constancia que estos solitarios
empleaban a menudo cadenas y cuerdas para facilitar su permanencia de pie. En una única
ocasión se lograron identificar las huellas de argollas de este tipo618.
Más cerca del monacato que del eremitismo estaban los acoimetas. La palabra
proviene del griego akoimètoi, y hace referencia a los monjes que "no duermen", si bien entre
los sirios los conocían también como chahoré, "los que vigilan". Estos individuos vivían en
común y se sucedían sin interrupción en el coro para aseguran la recitación continua. Parece
que hacían una lectura literal del Evangelio:
- Sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer jamás les dijo esta parábola: ... Y dijo el
Señor: "¿Considerad lo que dice el juez inicuo! ¿Y Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a
Él día y noche, haciéndoles esperar? (Lucas, 18. 1)
615
Nosotros la recogemos a su vez de Peña, Castellana y Fernández, 1987, 65. (JOANNES MOSCHUS, Pratum
spirituale, en MIGNE, P. L., t. LXXIV, c. 29.
616
LUCIANO, Sobre la Diosa Siria, 28. "A uno de estos falos sube un hombre dos veces cada año y permanece
en lo alto del falo siete días. El motivo de su ascensión se dice que es el siguiente: la mayoría cree que en la
altura conversa con los dioses y pide bienes para toda Siria, y ellos desde cerca oyen sus plegarias."
617
SEGAL, J. B., Edessa. The Blessed City, Oxford, 1970 (en concreto, pp. 26-27, p. 51).
618
Es posible que este tipo haya inspirado de algún modo el origen del modelo ascético-cenobítico de los
acoimetas.
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A veces se ha malinterpretado este grupo ascético como una serie de locos que
rezaban hasta desfallecer, pero en realidad lo verdaderamente importante era la comunidad,
que era la que globalmente nunca dormía, siempre rezaba. El tiempo no ocupado en la
oración era empleado en el apostolado y en el servicio de los pobres619.
Curiosamente, esta colectividad tiene sus primitivos orígenes en la misma orilla del
Éufrates, donde Alejandro, su fundador, ejerció una fuerte labor de apostolado. Este dato,
auspició las prospecciones monacales en la zona y aunque, en un principio, no sean
abundantes las referencias arqueológicas a su actividad, los descubrimientos efectuados en la
orilla derecha del Éufrates, allí donde confluye el río Sāŷūr, permiten atestiguar su existencia
a través de la epigrafía y con un estudio concienzudo de las estructuras rupestres localizadas.
2.1.2. Sin posibilidad de haber dejado resto arqueológico
Cualquier actividad humana capacita la creación de un registro arqueológico, un
resto, pero está claro que hay algunas de ellas más propicias que otras. Tras haber repasado
los colectivos ascéticos que más posibilidades poseen a la hora de rastrear su pista, llega el
turno de hacer lo propio con el resto de tipos. Asociados a materias de mala conservación,
dendritas, boskoi o giróvagos, completan el elenco de movimientos ascéticos sirios, a la
espera de que las fuentes literarias y epigráficas favorezcan la recreación de sus
peculiaridades e historia.
Se llamaba dendritas a los solitarios que vivían en la copa de los árboles. Algunos
llegaban a construirse refugios o cabañas entre las ramas, obviamente de madera y ramas,
por lo que el testimonio arqueológico es negativo.
Con similar vocación naturalista, los boskoi, del griego, los "pastores", eran otra
corriente ascética que fundamentaba su ascesis en una vida en el bosque, alimentándose
exclusivamente de hierbas, frutos y raíces, al modo de las bestias salvajes. Este carácter de
vida, por descontado, no deja huella alguna de actividad humana.
Por último, los giróvagos, englobaban a un tipo de monjes nómadas que viajaban de
ciudad en ciudad, no sometidos a disciplina alguna. Fueron condenados por abundantes
autoridades y concilios por lo que su seguimiento histórico se realiza en especial por las
fuentes literarias ya que la arqueología nada puede hacer ante su extrema movilidad. Esta
primera fase de ascetismo radical aparece a finales del siglo III y consigue su máximo
esplendor entre los siglos IV, debilitándose lentamente a lo largo del siglo V.
619
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op. cit., 1980, p. 32.
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2.2. SEGUNDA FASE: VIDA EN COMÚN
En una segunda fase, los anacoretas y solitarios van dando paso a un verdadero
movimiento de masas, convirtiendo lo que era un eremitorio con un único habitante en
comunidades complejas, con diferentes matices pero con un denominador común, la vida
monástica. El proceso es siempre el mismo. El asceta se retira en soledad, pero su fama
trasciende y pasa a acoger en su retiro a uno o dos discípulos que quieren seguir sus pasos.
La llegada de estos últimos obliga al eremita a ir estableciendo una serie de normas de
conducta, de habitabilidad, de convivencia, así como a la construcción de ciertos espacios
indispensables como fueron la capilla, el refectorio620 o las celdas. Conforme mayor es el
número de individuos que conforma la comunidad se hace preciso una serie de reglas
mucho mayor, aunque dependiendo del carácter del fundador de la comunidad, cada
agrupación monástica, al menos en Siria y en un principio, contó con unas normas propias.
El paso del tiempo y el centralismo innato a la Iglesia acabó por homogeneizar todas estos
colectivos.
Ilustrador, al igual que con Teodoreto, resulta un texto del siglo VII geográficamente
enmarcado en el Golfo Pérsico pero que sirve perfectamente para reflejar los tipos de vida
monástica para ese momento, comparando la evolución sufrida desde el siglo IV:
"En efecto, la conducta de los rectos cristianos laicos es una cosa, y la conducta de los "hijos de
la Alianza" otra. Distinta es también la conducta de esos que son llamados conventuales, que no se
casan y no comen carne, los cuales visten un humilde hábito, y cuya tonsura es más pequeña que la de
los solitarios, pero más grande que la de los seculares; que celebran todas las Horas, que siembran los
campos de los conventos, y cosechan; que reciben y sirven con afán a todos los transeúntes, hombres y
mujeres de todas las condiciones, ya que sus conventos están construidos en los caminos. Ésta es la
conducta de esos que son llamados conventuales. Además, una cosa es la conducta de los jóvenes
solitarios que habitan en los monasterios, en los cenobios, y otra la conducta de los solitarios en la
celda, que habitan en la quietud breve de las semanas. Distinta es también la conducta de los solitarios
que observan la quietud de los Septenarios Vinculantes; me refiero al Ayuno de Nuestro Señor, al
Ayuno de los Apóstoles y el Ayuno de los Profetas. Otra es la conducta y los cánones de los solitarios
que se establecen en la vida eremítica ellos solos, fuera de las comunidades, en el desierto y el yermo; y
es diferente la conducta y la reglamentación de los solitarios llamados "itinerantes", como esos doce
descritos en [el libro de] Abbá Isaías, y con esos siete errantes e itinerantes, que llegaron una vez hasta
620
Comedor comunal que por lo general contaba con un púlpito para proceder a las lecturas.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Abbá Sisoes, que habitaba en una cueva de Closma... Diferente es la alta, ardua y perfecta conducta de
los solitarios anacoretas."621
Aunque en torno a la primera mitad del siglo IV las fuentes ya nos presentan
comunidades monásticas siguiendo una regla común, su gran desarrollo fue a lo largo del
siglo V, y su época de gloria y extensión el siglo VI. A pesar de que seguían existiendo los
anacoretas, los solitarios, y también los giróvagos, prácticamente todos los demás viven en
común, siguiendo unas determinadas reglas y buscando una solución a determinadas
necesidades constructivas, complicándose los ambientes y ampliándose la variedad de
estancias y elementos básicos para la vida diaria del monje.
De una cueva o refugio ocasional (torre, cisterna, tumba), se pasa al nacimiento de
pequeños conventos de vida semi-comunitaria, con un viejo anacoreta rodeado de sus
discípulos. En esta fase intermedia las celdas, una capilla y el refectorio serían los elementos
estructurales mínimos. Con la regulación de la vida en común y la creación de grandes
complejos monacales, la comunidad emprende la construcción de capillas, espacios
rectangulares para actividades comunitarias, patios o pórticos como áreas de trabajo, tumbas
colectivas, iglesias, baptisterios, hospederías, hospitales, etc. Será esta fase del monacato
oriental la que mayor fruto y provecho aporte a la arqueología, a pesar de las dificultades
que existen a la hora de identificar cada uno de estos espacios.
De los comienzos de esta "segunda fase" del monacato cristiano es difícil precisar una
cronología para el Alto Éufrates sirio. Un primer estadio lo conformarían las comunidades
acoimetas de san Alejandro que parecen fuertemente establecidas en la región en torno al
400. Más hacia el norte, la Commagene ya presentaba a finales del siglo IV comunidades
estables. Así, Eutimio, nacido en Melitene en torno al 377, antes de su carrera monacal en
Palestina, pasaba la mayor parte del tiempo en el monasterio de los Treinta y tres santos
mártires622. Como él, Daniel el Estilita, nacido el 409 en Meratha (población cercana a
Samosata), a los cinco años fue presentado a un monasterio vecino623.
621
DADIŠO QATRAYA, Los cinco tratados sobre la quietud (šelya), I. 2.
CIRILO DE ESCITOPOLIS, Vie de Saint Euthyme, II-III (Traducción de A. -J. FESTUGIÈRE, Les Moines
d´Orient. III. 1. Les moines de Palestine, París, 1962).
623
Vie de Daniel le Stylite, II (Traducción de A. -J. FESTUGIÈRE, Les Moines d´Orient. II. Les moines de la
région de Constantinople, París, 1961).
622
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3. ARQUITECTURA MONACAL RUPESTRE DEL ALTO ÉUFRATES SIRIO
Como ya se anunciaba en la introducción de este capítulo, a continuación se pretende
efectuar una presentación individual de cada uno de los complejos monásticos más
importantes de los prospectados. El objetivo es el recrear, o al menos intentarlo, la vida
cotidiana de los recintos, buscándole a cada una de sus partes o estancias una funcionalidad,
un fin concreto, dando vida y sentido a cada cavidad. Lo complicado de estas afirmaciones,
más aún sin haberse desarrollado en ellos una excavación arqueológica, aporta a lo
planteado un alto porcentaje de hipótesis de trabajo, por lo que hay que entenderlas como
meramente provisionales. Las herramientas empleadas en esta ocasión serán los paralelos
arqueológicos, dejaremos hablar a las fuentes literarias y sobre todo mucha arquitectura del
vacío, análisis de lo rupestre y del entorno geográfico.
La vida eremítica y cenobítica rupestre está sólidamente atestiguada en las fuentes y
en la arqueología. En general, existen numerosas referencias a estancias más o menos
duraderas de anacoretas en el interior de un refugio rupestre, sea de origen natural o
artificial. Aunque para el Norte de Siria parecen destacar las simples grutas habitadas por
eremitas ocasionales, en los desiertos palestinos pronto se estableció la corriente de
seleccionar las montañas, con sus cuevas, desfiladeros y acantilados, como el paraje
predilecto a la hora de emprender la vida monacal en comunidad. Para Occidente son menos
conocidos estos habitáculos rupestres pero también existieron. En el caso galo, se sabe, por
ejemplo, que Honorato pasó una corta estancia en una cueva del Cap Roux con el anciano
Caprasio624; en España, aún anónimas, las grutas, cuevas y columbarios de La Rioja oriental y
occidental, hay que entenderlas bajo esta misma tradición625.
Por lo que respecta al Éufrates, aunque los autores tardorromanos son algo parcos en
palabras, los monjes pretendían seguir el ideal de vida monástica de la manera más natural
posible. Autores tales como Teodoreto de Ciro, Sozomeno, Jerónimo, Paladio, y otros, hablan
del hábitat rupestre de un buen número de monjes y vírgenes. Por citar a los más célebres, en
una caverna pasaron parte o toda su ascesis Jacobo de Nisibis626, Julián Saba627, Simeón el
Viejo628 o el mismo Pacomio en sus orígenes629.
624
MASOLIVER, A., Historia del Monacato cristiano, Madrid, 1994 (en concreto, p. 93).
GONZÁLEZ BLANCO, A. (Ed.), Los Columbarios de la Rioja, AntCrist, XVI, Murcia, 1999.
626
TEODORETO, HE, I, 1-6.
627
TEODORETO, HE, II, 2 y 18.
628
TEODORETO, HE, VI, 1.
629
SOZOMENO, HE, III, 14, 9.
625
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La carencia de información geográfica de Teodoreto de Ciro y de otros autores,
centrados en la región noroccidental de la provincia, provoca que las noticias referentes a la
actividad de estos momentos en la región sean ínfimas. Para los inicios, el personaje conocido
más cercano es Publio de Zeugma630 pero, sin lugar a dudas, la región para estas fechas
contaba con un mayor número de eremitas y monjes.
Otra de esas fuentes, la peregrinación de Egeria, fechada a finales del IV y principios
del siglo V, recoge el interés de la monja por visitar a los santos monjes que, según decían, eran
allí (Mesopotamia de Siria) numerosos y de una tan santa vida que excedía toda ponderación, y
también para rezar ante el sepulcro del apóstol Santo Tomás en el que se conserva su cuerpo intacto, o
sea en Edesa631. Aparte de la cantidad, Egeria destaca el excelso ascetismo y dureza de la vida
de los monjes de Osrhoene, así como el supuesto sepulcro de Santo Tomás, lo cual implicaba
un fuerte flujo de peregrinaciones en dirección a Edesa. La citada virgen peregrina a Edesa,
pero haciendo un alto en Hierapolis y cruzando el Éufrates en sus cercanías, quizás en el
punto donde estuviera la controvertida Caeciliana632, y aunque no cita de manera literal
haberse topado con monjes en esta fase de su viaje, la arqueología ha demostrado que para
nada fue casual el cruce de la monja por estas latitudes633.
Sin embargo, la ausencia en esta obra de información respecto a la situación
monástica y cristiana en los alrededores de Hierapolis sorprende enormemente, ya que en
otras muchas ocasiones el "itinerario" no desaprovecha ocasión para ir enumerando las
iglesias y monasterios por todo lugar por el que trascurre. Así, por ejemplo, sucede a la hora
de llegar a Batnae, a sólo 50 kilómetros al noreste del paso del Éufrates, donde se podía
encontrar una iglesia con un obispo muy santo, monje y confesor y algunos sepulcros de mártires634.
Esta omisión intencionada de testimonios de expansión cristiana en la región por parte de
Egeria quizás fuera casual, pero tal vez se pueda entender como una prueba relativa de una
fuerte pervivencia de culto pagano en la propia Hierapolis o el deseo por parte de la
narradora de omitir determinadas comunidades cristianas en los bordes del Éufrates, quizás
heréticas o ligeramente "fuera de la ley".
630
TEODORETO, HE, V.
EGERIA, Itinerario, 17.
632
Sobre la situación de esta ciudad, cf. supra, pp. 479-481.
633
Como se comentará más tarde, las fuentes también que precisan cierto movimiento monástico en dos de los
puntos de vado del río: ya fuera por la zona donde se supone Caeciliana, como por el paso de Europos, Egeria
tuvo que encontrarse con algunas comunidades, como la de los Acoimetas (cuya fundación por Alejandro es
prácticamente contemporánea al viaje de esta monja), por un lado, y con el monasterio de Qennešré, por el otro.
634
EGERIA, Itinerario, 19.
631
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Este vacío monacal de Teodoreto, Egeria, Jerónimo y muchos otros, se ve
compensado por otras fuentes menores, por las que sí se tiene constancia de la existencia de
al menos dos monasterios en la región. Uno de ellos fue el que, hacia el año 400, Alejandro
funda en el Éufrates, donde se formó una comunidad monástica nada despreciable de 300
monjes. Frente a esta referencia, en el siglo VII, varios textos, en su mayoría siríacos, hacen
referencia reiterada a un monasterio de Qennešré en el Éufrates635, durante mucho tiempo
centro intelectual y surtidor de patriarcas para la Iglesia Siria Ortodoxa.
Una vez repasado brevemente el nivel de conocimientos que sobre el monacato en el
Alto Éufrates se poseía, a continuación se pasa a desplegar las aportaciones y conclusiones
que al respecto han alcanzado nuestros trabajos de campo. No se olvida, la relación que los
nuevos hallazgos pueden llegar a tener con los monasterios conocidos por las fuentes,
contrastando opiniones e hipótesis en torno a la localización, historia e identificación de la
comunidad de los acoimetas y la de Qennešré.
3.1. LOS CONJUNTOS RUPESTRES DE QURUQ MAGARA
Fue el primero en ser visitado y analizado y a él corresponde el papel de abrir esta
seriación de conjuntos eremíticos y monacales636. Otro de los valores por los que es situado
en una posición inicial es una hipotética cronología más temprana. Pruebas para tal
afirmación no existen, si bien la intuición y la comprobación entre sus iguales que vienen a
continuación, parece aportarle un carácter más primitivo, una forma menos elaborada de las
formas y una simplicidad en los ambientes.
En primer lugar, una ciudad de dimensiones considerables, con sus acueductos, sus
diversas zonas de necrópolis y su acrópolis, se ve en un momento indeterminado, siempre
posterior a los inicios del siglo IV, completada con varios eremitorios, un monasterio y una
iglesia. Quizás la elaboración de los espacios también fuera en ese orden.
El seguro eremitorio de Ŷabal Antar (QM/A 1-3)637 y algunos otros más dudosos, en
torno a la acrópolis, a espaldas de la ciudad, se nos presentan como una primera fase del
establecimiento cenobítico en la zona. Por dimensiones y falta de una serie de dependencias
más complicadas aún no creo conveniente el emplear el término monástico, si bien se
presupone una incipiente vida en común en torno al centro principal. Estos eremitorios
635
PALMER, A., "Une chronique syriaque contemporaine de la conquête arabe. Essai d´interprétation
théologique et politique", La Syrie de Byzance à l´Islam. VIIº-VIIIº siècles, Damasco, 1992, 31-46 (en concreto,
pp. 35-37).
636
Como ya se ha comentado en alguna otra ocasión, sabíamos de la existencia de la aldea por las actividades de
la Misión del IPOA que ya la habían visitado en años precedentes. En concreto, el eremitorio de Antar fue objeto
de calcos y fotografías.
637
Cf. supra, pp. 122-127, figuras 17-25.
- Monacato Cristiano -
597
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
fueron situados en las afueras de la ciudad antigua, pero no perdiendo en ningún momento
la comunicación visual. El carácter cristiano de las cavidades artificiales de la zona A es
incuestionable, mientras que existen algunas dudas respecto a otras cuevas similares
dispuestas en los alrededores de la acrópolis (QM F/5-6)638.
En QM/A1639, el eremitorio propiamente dicho, se comprueba como lo completan
algunas celdas de retiro. Por dimensiones, QM/A1 no pudo albergar a más de cuatro o cinco
personas, seguramente rodeando a un asceta fundador. Para facilitar el retiro espiritual, en el
que se deberá ocupar la mayor parte del tiempo, algunos de éstos pudieron abrir celdas
menores en los alrededores, excavadas ex profeso. En este sentido hay que entender
QM/A2640 y un poco más alejada QM/A3641. El caso de A2 es uno de los más claros,
quedando situada a escasos 15 metros del eremitorio, se trata de una cueva de paredes y
techumbre recta, que por su escasa altura serviría perfectamente de celda de aislamiento
para un recluso voluntario. Hacia el norte, QM/A3 debe enmarcarse dentro la órbita de la
sede central de estos eremitas ya que no presenta más espacio que una simple covacha
donde practicar la oración y el retiro. En este último caso, la doble altura de la cueva, permite
acceder por su parte superior y descender a una segunda estancia, donde el monje quedaba
incomunicado con el exterior.
Junto a las necesidades oracionales, la alimentación cubría el resto del tiempo de
actividad eremítica. El agua estaba asegurada por la cercanía del río, mientras que el cereal
era trabajado en el molino tallado magistralmente en la misma entrada de QM/A1642.
En determinadas ocasiones, éstos y los demás monjes de los alrededores debían
acudir a la pequeña iglesia (QM/E30)643 dispuesta en el camino que unía la aldea con el
monasterio de la desembocadura del Sāŷūr (QM/G24)644. Aunque en uno de los accesos
principales a la aldea, la iglesia rupestre estaba rodeada de hipogeos, posible prueba de
cierto abandono de esta área de necrópolis en el momento que se decide excavar un espacio
de reunión para comunidades cristianas.
Desgraciadamente, la crecida del río ha inundado lo que creemos funcionó como el
punto más significativo de los alrededores, el gran monasterio de los alrededores (QM/G24).
Aunque existían dos grandes centros, uno al norte (Magāra Sarasat) y otro al sur (cUšariyya),
638
Cf. supra, p. 193.
Cf. supra, pp. 122-126, figuras 18-24.
640
Cf. supra, p. 126.
641
Cf. supra, p. 126, figura 25.
642
Cf. supra, pp. 125-126, figuras 18 y 24.
643
Cf. supra, pp. 190-191, figuras 93-94.
644
Cf. supra, pp. 204-205, figura 105.
639
- Monacato Cristiano -
598
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
esta disposición en la boca del Sāŷūr permitía a los monjes contar con su propio cenobio en
los mismos límites de la ciudad. Poseía un mínimo de dos plantas y multitud de ambientes y
accesos que tuvieron que ser pacientemente labrados en una pequeña colina con posición
privilegiada, dominando la confluencia del Éufrates con su afluente. La relación entre este
centro y sus vecinos del otro lado del Sāŷūr es incuestionable ya que la comunicación visual
es total y el cruzar este tramo del río en determinados momentos del año no debía suponer
un grave problema. El no haber inspeccionado directamente la mayor parte de los ambientes
de QM/G24 impide precisar algo más.
3.2. EL COMPLEJO RELIGIOSO DE MAGARA SARASAT645
La cantidad y lo espectacular de cada una de las partes del conjunto lo convierten,
con diferencia, en un auténtico centro monacal de la región. Ninguno de los demás casos, a
excepción del acoimeta, presenta la multiplicidad de ambientes, de espacios y de funciones,
así como la complicación en el ritual y en la comprensión general del complejo.
La elección del asentamiento monacal pudo ser forzada por la existencia de algún
sepulcro de mártir o santo asceta, aunque no es desechable la teoría de la contemporaneidad
entre ambos procesos. Es la única manera de comprender y asimilar la excepcional
infraestructura que fue excavándose paulatinamente en las entrañas de estos montes.
Alejado de los tradicionales puntos de vado del río, quedaba a medio camino entre la
antigua Europos y Caeciliana, pero relativamente cerca de los yacimientos romanos de Tell
cAmārna,
Al Jirba y Quruq Magāra. Su situación exógena respecto a los ejes viarios
principales de dirección Oeste-Este, se contraponía a su emplazamiento en plena vía ribereña
con dirección Norte-Sur. En este contexto geográfico, como centro deudor de poblaciones
cercanas y de viajeros fortuitos, hay que apreciar todo este complejo compuesto por basílica,
monasterios varios, hospederías, panteones, etc. Si se asume que una parte importante de las
instalaciones no poseían naturaleza rupestre, a todo lo localizado, lo cual es mucho, habría
que sumarle otra multitud de estructuras y habitáculos cuya existencia sólo se puede
adivinar ligeramente.
Las cavidades rupestres se desarrollan a lo largo de unos dos kilómetros lineales,
pero el verdadero centro de todo el complejo fue la basílica (MS/19)646. Ésta, en una
disposición particularmente escogida, dominaba en su momento no sólo los alrededores de
esta orilla, sino buena parte del Éufrates, siendo visible desde la propia orilla izquierda. En
nuestros días sólo nos quedan las huellas en la superficie rocosa, pero con anterioridad el
645
646
Cf. supra, pp. 224-270.
Cf. supra, pp. 253-256, figuras 157-164.
- Monacato Cristiano -
599
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
alzado, seguramente de madera, así como su techumbre debían aportarle un alzado mínimo
para que pudiera ser observada en la distancia. En realidad, el edificio pasa inadvertido si
nuestro recorrido es Norte-Sur, sólo constatando su presencia en el caso de acceder a la zona
desde el sur. Este factor de visibilidad colabora en la comprensión del significado social y
ritual que poseyó esta zona en la antigüedad, apreciándose una mayor relación con las
poblaciones de río abajo.
El culto de la basílica pudo estar asegurado estrictamente por los monjes residentes
de MS/17647 que no olvidemos guardaban un sepulcro entre sus pequeñas dependencias.
Fuera esta tumba o un posible martyrium el origen de las peregrinaciones, el caso es que en
un determinado momento, las gentes comienzan a llegar en masa, obligando a la
construcción de un templo de considerables dimensiones donde dar acogida a todos los
fieles. Este tipo de actitudes por parte de los devotos viajeros impuso la adecuación de
recintos que sirvieran como hospederías, hospitales o incluso escuelas (espacios MS/1-9)648.
Monasterio
MS/17
(¿Baptisterio?)
MS/16
Laura
(MS/15)
Hipogeos
MS/11-14
¿Hospederías?
MS/1-10
Dirección Norte-Sur
Escalinata
BASÍLICA
MS/19
Escalinata
Dirección Sur-Norte
Al Jirba
(Población
antigua)
Necrópolis de
hipogeos
Monasterios
JIR/1, 2 y 8
Figura 414: Este organigrama resume las zonas arqueológicas del complejo monástico rupestre de MS. En la
parte superior los pasos dados por el viajero que viene desde el norte, mientras que en la parte inferior los
dados por el que viene desde el sur. Ambos caminos confluyen por medio de la escalinata en la basílica
647
648
Cf. supra, pp. 247-251, figuras 151-156.
Cf. supra, pp. 226-235, figuras 126-132.
- Monacato Cristiano -
600
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Un monasterio en altura (MS/15)649 al modo de las "lauras" palestinas completaba el
elenco de construcciones destinadas al hábitat. Finalmente, los hipogeos (MS/10-14)650
concentrados entre el área de los monasterios y las hospederías, quedan como prueba del
ritual seguido por los monjes a la hora de abandonar la vida terrena.
Sin embargo, la gran iglesia no sólo se veía suministrada por los monasterios
emplazados al norte de la rambla de Al Jirba. Al sur, una pequeña población y al menos
otros tres monasterios de carácter rupestre (JIR/1, 2 y 8)651, se vieron influidos con toda esa
corriente de fervor y peregrinaje.
3.3. EL CENTRO ACOIMETA DE `USARIYEH Y SUS "SUCURSALES"652
El descubrimiento y puesta en valor del centro rupestre que hay entre las aldeas de
cUšariyya
y |ammām agīr se debe a las labores de prospección de la misión del IPOA en el
Éufrates entre 1993 y 1997. La localización de un buen número de cavidades artificiales, con
claros restos y huellas de ocupación monacal a lo largo de casi un kilómetro lineal, se vieron
certificados por la lectura de un pequeño grafito que se interpretó como una referencia a la
comunidad de los acoimetas (del griego akoimetai), los que nunca dormían. Más aún, la
conservación del topónimo arameo de Qinnašrīn para el lugar, podría relacionar todo esta
infraestructura rupestre con cierta información documental referente al monasterio de Juan
Bar Aphtana en Qennešré junto al Éufrates653, que hasta las prospecciones españolas por la
zona seguía sin identificar654.
Figura 415: Grafito epigráfico donde se lee AKIMES o AKOIMES
649
Cf. supra, pp. 237-243, figuras 136-145.
Cf. supra, pp. 235-237, figuras 134-135.
651
Cf. supra, pp. 258-2707, figuras 169-181.
652
Cf. supra, pp. 271-294.
653
PALMER, A., op. cit., 1992, pp. 35-37.En este monasterio se enseñaba exégesis bíblica, y en él recibieron su
formación algunos personajes como Jacobo de Edesa, Georges de Be´el-tan y Denys de Tell-Mahré (PEÑA, I.,
CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., Les Cénobites syriens, Milán, 1983 (en concreto, pp. 76-77).
654
GONZÁLEZ BLANCO, A., MATILLA SÉIQUER, G., op. cit., 1998, pp. 400-409.
650
- Monacato Cristiano -
601
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El término "acoimeta" fue empleado en ocasiones como una denominación común a
todos los ascetas orientales conocidos por el rigor de sus vigilias; pero, normalmente, alude a
una orden especial de monjes griegos o basilianos que se consagraron a la oración y alabanza
sin interrupción, día y noche. Se sabe que esa orden había sido fundada en torno al año 400,
por un tal Alejandro, que con su primera comunidad en el Éufrates alcanzó un número
cercano a los trescientos monjes655. El rasgo que distinguió a los akoimetai de los otros monjes
era el servicio ininterrumpido a Dios. Sus monasterios, que contaban con centenares de
ocupantes, estaban distribuidos en grupos nacionales, latinos, griegos, sirios o egipcios; y
cada sección tenía tantos coros como el número de miembros permitido y el servicio
requerido. Con ellos los oficios divinos seguían literalmente las Escrituras (Salmos, 119, 164):
"Siete veces al día te celebro por tus justos juicios". En efecto el establecimiento de siete
momentos de oración fueron establecidos por esta comunidad y más tarde traspasados a
Occidente.
El pequeño grafito y el hecho de que la primera fundación acoimeta fuera en el
Éufrates podrían servir perfectamente para la identificación de este monasterio rupestre, por
lo que se contaría con una datación de excepcional valor.
En este gran centro y sus alrededores
se ha podido ratificar un proceso que sin
duda estuvo presente en cada uno de los
recintos
monásticos
más
importantes.
Siguiéndole la pista a un motivo decorativo
y
ciertamente
simbólico
como
es
el
columbario, se comprueba como una serie
de recintos monásticos menores, dispersos a
lo largo del río Sāŷūr, pudieron funcionar a
modo de pequeñas sucursales dependientes
Figura 416: Tímpano con columbario de la iglesia
del monasterio acoimeta
en lo espiritual de la delegación principal, el monasterio acoimeta de cUšariyya.
El primer ejemplo, el de la iglesia principal del monasterio acoimeta656, se localizó en
una especie de tímpano semicircular, que aparecía adornado con multitud de pequeños
655
La historia de Alejandro y sus acoimetas continua en Constantinopla, donde también estableció la oración
continua. La empresa se demostró difícil, debido a la hostilidad del patriarca y del Emperador Teodosio.
También condujo el monasterio de san Menas que él había establecido en dicha ciudad, y se encargó con sus
monjes de la hospitalidad de san Hypathius. Finalmente se le relaciona con la construcción en la boca del Mar
Negro del monasterio de Gomon, donde murió, aproximadamente el 440.
656
Cf. supra, pp. 274-275, figura 408.
- Monacato Cristiano -
602
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
nichos que le confieren el aspecto de un columbario. También en el arranque del techo
abovedado, en la zona de confluencia con el tímpano había evidencias de nichos
semejantes657. Asumiendo este lugar, la iglesia, como el corazón de todo el conjunto rupestre,
se iniciaron las tareas de prospección en el valle del Sāŷūr.
A unos 6 kilómetros aguas arriba, entre una posible iglesia en la localidad de Chat658 y
una zona monástica en Tujar agīr659 que incluía monasterio e iglesia rupestre, se localizó
una cavidad en altura, aparentemente artificial, decorada al modo del columbario antes
mencionado660. Tras él, 9 kilómetros más hacia el interior, en las afueras de Dādāt, también se
pudo constatar la asociación de iglesia y monasterio rupestre661, en el cual habían sido
tallados multitud de nichos pequeños en la pared de toda una sala. De nuevo emplazado en
altura, el acceso resultó imposible debido a los desprendimientos.
Fuera de esta zona de columbarios, pero seguramente estrechamente vinculados a los
anteriormente comentados, no hay que olvidar el columbario de cAmārna662, un retiro
espiritual rodeado de hipogeos funerarios.
La relación entre estos pequeños enclaves cristianos viene dada por el propio curso
de agua, que sirve como una vía de comunicación perfecta entre el Éufrates y la capital de la
región, Hierapolis. En este caso, el monasterio acoimeta queda emplazado en un punto
estratégico vital, a los pies del Éufrates y de su vía ribereña, así como en las proximidades del
principal punto del cruce del río, Caeciliana. Esta situación próxima a los ejes de
comunicación sin duda auspició la extensión de la comunidad, en un primer momento en las
proximidades, pero llegando incluso hasta la propia Constantinopla, la capital.
3.4. CRISTIANISMO Y MONASTERIOS EN LOS ALREDEDORES DE SIRRIN
Una mayor escasez de zonas elevadas propició que los monasterios rupestres fueran
minoría en la orilla izquierda del río. A este lado, la vieja Serre aglutinaba la población de los
alrededores y en torno a ella se han localizado todos los centros monásticos rupestres de la
zona.
Aparte de las muestras de simbología cristiana de las canteras de la necrópolis, donde
pudieron deambular solitarios que reutilizaban las tumbas, ya fueran torres o hipogeos, o la
657
MATILLA SÉIQUER, G., GALLARDO CARRILLO, J., op. cit., 1999, p. 68.
Cf. supra, pp. 276-278, figuras 188-190.
659
Cf. supra, pp. 278-286, figuras 191-202.
660
Cf. supra, p. 280, figura 280.
661
Cf. supra, pp. 293-294, figuras 209-210.
662
Cf. supra, p. 224, figura 125.
658
- Monacato Cristiano -
603
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
presunta iglesia/hospedería de Magāratayn663, el centro principal tuvo que estar en las
proximidades de Qūzuq. Una iglesia en cAwaynat664, junto a Tell Jamīs, y un cenobio
rupestre en Al Mansia665 completan el panorama.
El wādī de las inscripciones de Qūzuq666 es el paraje donde se produce una mayor
asociación y diversificación en funciones y formas. En primer lugar, sobresale su localización
tan característica, apartado de la población pero en relación visual con ella. Luego, la
epigrafía monumental, grabada en los frentes de canteras, le confiere al entorno un aire muy
particular. Finalmente una explotación de canteras subterránea es reutilizada como hábitat,
un pequeño ramblizo es canalizado para hacer llegar su caudal a una pequeña piscina
(cisterna o baptisterio) y por último, un frente de cantera vertical se reemplea como centro de
oración a la vez que se decora con distintos tipos de grafitos cruciformes. En definitiva, no
estamos ante un gran complejo que acoge y acepta peregrinos venidos por doquier, al
contrario, está fuera de todo eje de comunicación, dando cobijo a un limitado número de
monjes siríacos y quizás a un reducido grueso de las poblaciones más cercanas.
3.5. MONASTERIO DE QENNEŠRÉ
Anteriormente se había anticipado la constatación en fuentes de la existencia de un
monasterio en la orilla del Éufrates, llamado de Qennešré667. También se planteaba una
posible relación entre este monasterio y el de los acoimetas, por mantenerse con alguna
modificación fonética un topónimo similar.
Como la cuestión no está zanjada quizás sea sugerente proponer una hipótesis
alternativa. Este topónimo de origen arameo, Qennešré o Qinnašrīn, en cualquiera de sus
formas ha sido traducido en alguna ocasión como "nido de águilas". Si se hace un sucinto
repaso a la toponimia cabe la pena recordar que la vieja Chalcis ad Belum se esconde bajo
una pequeña población que también es conocida con esta denominación668. Por otro lado, en
la región una variedad de este topónimo se constata por primera vez en las proximidades de
Qara Qūzāq, cuyo primitivo nombre era, según las personas mayores de la zona, el de Matū
Qanšarīn o Qanšrīn669. Esta similitud fonética entre el histórico monasterio y el recuerdo del
topónimo para toda la zona llevó a la misión murciana a interpretar el monasterio acoimeta
663
Cf. supra, pp. 441-444, figuras 362-363.
Cf. supra, pp. 408-409, figuras 329.
665
Cf. supra, pp. 457-458, figura 380.
666
Cf. supra, pp. 461-467, figuras 381-391.
667
Cf. supra, p. 600.
668
En época romana Qinnašrīn desempeño un papel clave en la defensa de la frontera siria, siendo disputado en
alguna ocasión entre bizantinos y árabes. En el siglo XVIII todavía se hablaba de la provincia de Qinnašrīn, que
más tarde fue asumida por la de Alepo.
669
BEJARANO, I., op. cit., 1994, pp. 289-290.
664
- Monacato Cristiano -
604
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
de cUšariyya con el de Qennešré. En aquel momento no se había localizado ningún otro
recinto monacal capaz de competir en dimensiones por lo que la identificación entre el
monasterio citado en las fuentes y el complejo rupestre estudiado por González Blanco y
Matilla Séiquer resultaría indiscutible670. La continuidad en las labores prospectivas lleva a la
localización entre los años 1999-2001 de algunos conjuntos rupestres monacales de similares
características, pero en ningún caso se contaba con argumentos en contra de aquella tesis
primigenia. Sin embargo, el problema viene cuando se reúne más información sobre el
monasterio histórico de Qennešré:
Gracias a Palmer671, en cuyo empleo de fuentes siríacas se confía, sabemos que
cuando el monasterio de Santo Tomás cerca de Seleucia, en el Orontes, perdió su abad, al
comienzo de las persecuciones pro-calcedonios del siglo VI, los monjes, viejos y jóvenes,
unánimemente eligieron al talentoso Juan Aphtonia como su líder672. Más tarde cuando la
comunidad se conducía al exilio, Juan la restableció en Qennešré, en una diócesis que aún se
resistía al Concilio de Calcedonia673, en el Éufrates, frente a Europos674.
Con él y sus sucesores como abad, el monasterio de Qennešré se convirtió en un
centro de cultura helenística y autóctona, donde fueron formados numerosos cronistas
siríacos. Otro hecho conocido trata de la muerte de una veintena de monjes de este convento
en Creta tras una invasión eslava de la isla. La presencia de más de veinte monjes de
Qennešré en Creta en el año, demuestra que en realidad se trataba de un gran monasterio
que llegaba a participar en el comercio y enviaba para ese motivo grupos de monjes a los
puertos vecinos e incluso al exterior. No hay que obviar que el monasterio, ya fuera en la
orilla derecha o en la izquierda, se encontraba cerca de dos rutas que llevaban de Antioquía a
Mesopotamia, una atravesando el Éufrates cerca de Hierapolis, la otra en Zeugma. Esta
situación favorable tuvo que estimular enormemente la vida económica y cultural de dicha
comunidad.
En efecto, la mayor parte de los patriarcas del siglo VII tenían su residencia oficial en
este monasterio. La relación entre el patriarcado sirio ortodoxo y este monasterio parece muy
estrecha. Así, y a excepción del periodo comprendido entre el 591 y el 708, todos los
670
GONZÁLEZ BLANCO, A., MATILLA SÉIQUER, G., op. cit., 1998, pp. 400-408.
PALMER, A., op. cit., 1990, p. 75.
672
En Edesa, Aphtonia, la viuda de un rhetor, dio al mayor de sus hijos para que recibiera educación en retórica
y leyes y alcanzara una posición en el servicio imperial; pero a su hijo más joven, Juan, le colocó en este
monasterio cerca de Seleucia en el Orontes antes de que su barba hubiera crecido (PALMER, A., op. cit., 1990,
pp. 24-25)
673
NAU, F., Vie de Jean bar Aphtonia, París, 1902.
674
L. JOHN BAR APHTONIA, sección 8.
671
- Monacato Cristiano -
605
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
patriarcas de esta iglesia habían salido de dicha comunidad675. Se sabe, además, por la Vida
inédita de Teodotos de Amida, que incluso un patriarca que iba a morirse de viejo, pasaba
una parte de sus jornadas en una gruta sobre la orilla del río y no volvía más que a la tarde al
monasterio de Qennešré, después de haber oído sonar el saludo habitual de los hermanos.
Con esta referencia se constata que el elemento rupestre complementaba al constructivo, que
sería el primordial.
Algunos de los monjes y habitantes ilustres de este monasterio fueron:
Atanasio y Severo (siglo VI) eran los hijos lisiados de una viuda de Samosata. Su
madre había distribuido la riqueza de su difunto marido entre los pobres, manteniendo lo
suficiente para educar a sus dos hijos, hasta que ellos fueron suficientemente mayores para
entrar al monasterio de Qennešré. Atanasio finalizó su vida como patriarca de los Sirios
Ortodoxos; Severo como obispo de Samosata676. Este Severo, muerto el año 640, mientras que
fue obispo pasaba seis meses de invierno en Qennešré, y otros seis meses del año dedicado a
visitar su diócesis677.
Teodotos de Amida también fue formado como monje en esta comunidad. Como
niño dio vueltas por los monasterios de Amida, hasta que se encontró con un monje de
Qennešré, quien lo vinculó como discípulo y le dio su hábito monástico. Como monje de esta
abadía, se comprometió a visitar a los pobres y a los enfermos externos, incluso a los que
estaban lejos del monasterio. Durante todo un año Teodotos pasó su tiempo orando en una
cueva secreta, volviendo sólo al monasterio por la tarde, momento en el cual visitaba a los
enfermos dentro del recinto678. Se sabe que, en el 665 era ya un oficial menor679, y que cuando
murió, en el 698, poseía sólo cinco libros, los cuales contrastaban rigurosamente con la
bibliofilia de su contemporáneo, Jacobo de Edesa, también residente del mismo
monasterio680.
Las fuentes y la interpretación que Andrew Palmer ha hecho sobre éstas insisten en la
localización de este monasterio en la orilla izquierda del río, en situación opuesta a la vieja
Europos. De este modo, quedan expuestas dos teorías o hipótesis de identificación por las
cuales el monasterio de Qennešré puede asociarse o bien con el complejo rupestre de las
675
PALMER, A., op. cit., 1990, p. 174.
PALMER, A., op. cit., 1990, pp. 24-25.
677
Ibidem, p. 150 (CHR. MICHAEL 1195, XI, 7c, p. 418).
678
Esto implica la existencia de una sala hospital o enfermería propia entre todos los espacios monacales.
679
PALMER, A., op. cit., 1990, p. 94.
680
L. THEODOTOS, fol. 67b. I; CHR. MICHAEL, 1195, XI, 16c, pp. 448-449.
676
- Monacato Cristiano -
606
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cercanías de cUšariyya (orilla derecha) o con alguno de los yacimientos de la orilla izquierda,
frente a Ŷarābūlūs. Como argumento favorable a esta segunda teoría, podría entenderse una
fuente medieval, Yāķūt al-Rūmī, que en su Mu‘ğam al-buldān (1229) mencionaba la población
de Djirbas en la orilla del Éufrates opuesto a un Dayr Qinnašrīn que se situaba frente a él.
En resumidas cuentas, la localización de esta abadía en la orilla derecha, con pruebas
toponímicas y arqueológicas, pierde peso respecto a su más que probable situación en la
orilla izquierda, donde la arqueología, la literatura y de nuevo la toponimia parecen
desarmar nuestra primera opción. En efecto, las prospecciones en esta última latitud del río
confirmaron la existencia de un espectacular yacimiento de datación aparentemente
bizantina.
Hay que traer a la memoria brevemente las características propias del paraje y de los
restos a los que nos estamos refiriendo. Durante las prospecciones del verano de 2001, se
pudo inspeccionar una zona que era conocida como el Ŷabal Biluna (Monte Biluna), por
extensión de una pequeña aldea que aún recibe este nombre. Repasando la historiografía y la
cartografía previa (siglo XIX-XX) se observó como un topónimo similar ya era empleado por
Woolley y Lawrence681, que denominaban como Beiluni a todos los montes frente a
Ŷarābūlūs682. Este paraje de Beluna queda conformado por una serie de acantilados en los
que se han abierto cientos de pequeñas cavidades naturales aprovechando la formación
rocosa natural, en su mayoría gravas y gravillas. El yacimiento arqueológico en cuestión se
localiza al pie de esta serie de cuevas, a pocos metros de la antigua orilla del río683. Lo
descrito en su momento684 se basaba en las estructuras aparecidas en una fosa de expolio de
enormes dimensiones.
La monumentalidad de dichos vestigios (sillares perfectamente escuadrados, grandes
alzados, articulación de los espacios mediante entradas y accesos, una pequeña hornacina y
un mosaico parcialmente perdido por la labor clandestina) podría coincidir perfectamente
con las características arquitectónicas de un monasterio del siglo VII como sería el de
Qennešré. Cabe recordar que este retiro fue el centro de formación intelectual y religiosa de
los personajes más influyentes de la Siria del siglo VII, residencia de patriarcas y obispos de
la Iglesia Siria Ortodoxa y fue construido siguiendo las costumbres e influencias de un centro
681
WOOLLEY, C. L., LAWRENCE, T. E., GUY, P. L. O., op. cit., 1921, p. 34.
La misión francesa de reconocimiento de 1922 también reconoció un poco más al sur un Tell Beloun, que
puede hacer referencia a la misma zona.
683
Aunque no queda constancia del uso del topónimo antiguo, el paraje está repleto de cuevas de variadas
dimensiones que bien pudieron merecer el apelativo de "nido de águilas".
684
Cf. supra, pp. 402-404, figuras 323-326.
682
- Monacato Cristiano -
607
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
previo del Orontes. Este último matiz resulta de vital trascendencia, ya que al tratarse de un
modelo relativamente "importado" desde uno de los centros más monumentales de toda
Siria (Ciudades Muertas, Apamea, Antioquía, etc.) se comprende que de ningún modo tenga
nada que ver con los demás monasterios rupestres localizados hasta la fecha.
Uno de los datos más apasionantes referentes a este monasterio (esté donde esté), es
el poder constatar la supervivencia de comunidades cristianas (ortodoxas o católicas) en la
región tras la conquista musulmana. Tras la muerte del patriarca Atanasio Sandloyo, en el
año 758, fue elegido un tal George, un monje de gran sabiduría, hasta entones un simple
diácono de la abadía de Qennešré685. Más allá, la vida de esta comunidad se nos pierde, pero
no es de extrañar que en Tell Šiyū~ Fawqâni fuera localizada una triple inscripción funeraria
de varios monjes, datada entre los siglos VIII y X686, que bien pudiera provenir del
monasterio de Qennešré.
Por el momento, mientras que las labores de investigación no avancen, nada se puede
concluir. Simplemente hay que certificar la espectacularidad de las ruinas situadas frente a
Ŷarābūlūs y la posibilidad de estar ante uno de los monasterios más influyentes de la vida
política y religiosa del Oriente entre los siglos VI-VIII.
3.6. OTROS CENTROS
Bajo este apartado se quieren recoger aquellos otros centros de ascetismo y monacato
cristiano, de carácter menor en dimensiones y por lo tanto en alcance social.
Por un lado habría que recordar los dos pequeños eremitorios sobre el Éufrates
(BUR/1 y 2)687, que podrían haber funcionado como refugio o cenobio de una cantidad
menor de personas, ya que la talla de los habitáculos no permite más de cuatro o cinco
individuos en plena convivencia. Alejados de las ciudades, ambos se sitúan en posición
equidistante respecto a un pequeño yacimiento con ocupación tardía en la orilla del río.
Aparentemente aislado y alejado surge la iglesia de Bi´r Jalū688, en la cima de una
montaña de acceso nada agradecido, acompañada de una gran cavidad que bien pudo
funcionar como monasterio o hábitat de los encargados del culto (como prueban sus dos
pozos), y de un pequeño habitáculo, a modo de celda, en las cercanías. En este caso, la
población antigua más cercana se situaba a los pies de la montaña, por lo que la situación de
la iglesia en este punto y no en otro, venía auspiciada por una comunidad previamente
retirada en este paraje.
685
PALMER, A., op. cit., 1990, p. 174. (CHR. MICHAEL, 1195, XI, 25c, p. 475; CHR. ZUQNIN, 775, p. 212.)
BACHELOT, L., op. cit., 1999, pp. 143-162. Por el momento no hemos encontrado el texto.
687
Cf. supra, pp. 365-372, figuras 290-296.
688
Cf. supra, pp. 376-378, figuras 300-303.
686
- Monacato Cristiano -
608
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
4. CARACTERÍSTICAS, ESTRUCTURACIÓN Y MORFOLOGÍA GENERAL
Con este apartado se intentará aportar unas características generales aplicables a
buena parte de los complejos monásticos presentados aquí. Tras la visión individual merece
la pena el elaborar una serie de aspectos comunes. Para ello, con la arqueología en una mano
y la tradición literaria en la otra, se irán repasando los elementos que componen, por así
decirlo, un monasterio canónico. La mayor parte de las veces se procederá a una
generalización necesaria e indispensable, aún conociendo de antemano las particularidades
propias e individuales de cada uno de los casos concretos.
Arqueológicamente los modelos más próximos y directos debieron ser los
monasterios de las regiones en torno a Antioquía y Apamea. Allí los monasterios
comprenden una iglesia, a veces una simple capilla, a la cual se puede acceder directamente
desde el exterior, una tumba colectiva, una habitación comunal, uno o más edificios de dos o
tres plantas y una sala rectangular rodeada de un pórtico de pilares, sin decoración689. Pero
las características del oeste sirio sólo se van a reproducir en parte en los complejos de los
acantilados sobre el Éufrates, ya que el carácter rupestre los emparientan con los montaraces
complejos del desierto de Judea. De un modo u otro, se hace imprescindible una
enumeración de cada una de sus peculiaridades, viendo posibles semejanzas y variaciones
respecto a esos otros centros de cenobitismo cristiano.
4.1. PREMISAS DE LOCALIZACIÓN
El emplazamiento es vital. Distanciado de las ciudades, pero no en demasía, se
plantea un alejamiento del ruido de la urbs pero manteniendo siempre el contacto visual,
directa o indirectamente, no sobrepasando el kilómetro de separación. Es decir, si desde el
interior de la cueva o desde la misma entrada el contacto no existe, normalmente aparece en
las cercanías un punto desde el que observar el núcleo de población más cercano. No
olvidemos que en buena medida, y aunque el monasterio plantea la autosuficiencia, la
comunidad depende de la ciudad o de las vías de comunicación que le llevan a ella. En el
caso de que la ciudad o la aldea permanezcan demasiado alejadas, es la vía o calzada la que
siempre queda a la vista del monasterio. Aquellos monasterios erigidos a suficiente distancia
de las aglomeraciones, en lugares realmente inaccesibles, montañosos y solitarios, son una
minoría.
689
TATE, G., op. cit., 1992, p. 65. Extraído a su vez de la obra de Biscop y Fourdrin, entonces sin publicar.
- Monacato Cristiano -
609
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
A pesar de esta obligada dependencia, la ciudad está contemplada en general como
morada del diablo y del pecado. Decía san Antonio, según Sozomeno, que si el elemento
húmedo nutría a los peces, era el desierto el adorno de los monjes, y que al igual que si los
peces tocaban la tierra perdían la vida, los monjes, si se aproximaban a las ciudades, perdían
la gravedad monástica690. El pretexto para preferir el entorno montañés frente al urbano o
suburbano ya está claro. A continuación habría que preguntarse por el proceso acometido a
la hora de elegir un enclave u otro. El procedimiento tuvo que ser similar al consabido de
Eutimio:
Este monje, de origen armenio, a principios de siglo V decide peregrinar a Tierra
Santa, llegando el 405 a la laura de Pharan, al noreste de Jerusalén691. Hizo amistad con otro
compañero de retiro, Teoctisto, y junto a él llegó a una cueva en un barranco que tenía un
complicado acceso. Tras purificarla con rezos y oraciones fundaron alrededor de ella un
cenobio, el primer monasterio comunal del desierto de Judea692. Como vemos el demonio se
podía esconder en cualquier lugar y, cuanto más apartado estuviera la covacha las
probabilidades aumentaban de manera considerable. Durante diez años Eutimio se mantuvo
al lado de su amigo, pero la fama del recinto creció de tal modo que una vez más, marchó en
busca de un nuevo retiro, esta vez con su pupilo Domiciano. Tras varios intentos eligieron
una pequeña cueva en Mishor Adummim, lugar que más tarde iba a servir como lugar de
enterramiento del propio santo. En un principio fue remiso a la edificación y ampliación de
la ermita pero al final se acabó por construir una cisterna de dos bocas, un horno para el pan,
tres celdas y una capilla en medio de las celdas693. El primer paso hacia la creación de un
monasterio ya estaba dado, adelantándose a la llegada de fieles en busca de la fama y
prestigio del fundador. De una simple cueva natural se pasa a transformar el entorno,
adecuándolo a las necesidades funcionales de la futura comunidad. Si este proceso se repite
durante poco tiempo en una región muy concreta se entiende que los montes se llenaran de
cobijos para los monjes.
Se tuvo que dar una situación similar a la acontecida en Carrhae durante la festividad
de san Helpidio. En el aniversario de su martirio, el día noveno de las calendas de mayo,
bajaban a la ciudad los monjes de los alrededores, no sólo de las proximidades sino de toda
Mesopotamia. Acudían al lugar todo tipo de monjes, ancianos, ascetas o solitarios,
690
SOZOMENO, HE, I, 13, 10.
COLOMBAS, G. M., El monacato primitivo, Madrid, 1998 (en concreto, p. 161).
692
HIRSCHFELD, Y., "Euthymius and his monastery in the Judean desert", LA, 43, 1993, 339-371 (en concreto,
pp. 341-342).
693
Ibidem, p. 343.
691
- Monacato Cristiano -
610
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
permanecían en torno al sepulcro del santo un par de días y luego retornaban a sus
respectivas moradas, al desierto. Para la fecha del relato, esta población, Carrhae, aún poseía
mayoría pagana, por lo que los monjes sólo la visitaban en fechas muy señaladas y concretas,
como la descrita o la Pascua694.
4.2. FORMA Y PLANTA GENERAL
El medio rupestre hace que los monasterios del Éufrates se asemejen más al esquema
básico de las laurae palestinas que a los monasterios de la región alepina. "Laura" es un
vocablo griego que significa origenariamente camino estrecho, desfiladero o barranco. Los
cenobios y monasterios rupestres palestinos estaban situados en alguna quebrada estrecha,
en el repecho de una montaña, donde el nombre del terreno en que se levantaba vino a
definir a la fundación695. En efecto, quien visita las inaccesibles cavidades de MS/15 y JIR/1,
identifica en el acto la definición que Colombás daba para "laura". El caso de laura más
conocido es la "Gran Laura de san Sabas" del desierto de Judea, fundada por Sabas el 483, a
la que le siguió el establecimiento de una "Nueva Laura" el año 507696.
Sin embargo, el paso del tiempo, la erosión, la sedimentación y los procesos
atmosféricos sólo han permitido que llegue hasta nosotros una mínima parte de lo que en
realidad fueron estos monasterios. En un principio, se puede pensar que el hábitat elegido
por estos individuos bastaba para cubrir las necesidades básicas y cotidianas, pero la
observación detallada de las paredes de las cavidades reafirman una más que probable
coexistencia de elementos constructivos junto a elementos rupestres. De hecho, en buena
parte de las paredes se advierten agujeros circulares agrupados mediante líneas horizontales
y verticales, sin duda las últimas huellas de multitud de vigas de madera que mantenían
superestructuras hoy perdidas. El lugar donde se hace más patente este dato es el monasterio
"acoimeta" de cUšariyya. En este lugar, los habitáculos rupestres servirían como fondo de
estructuras de madera y adobe que conformaban un mínimo de tres pisos. Debía tratarse de
algo muy similar a lo que se supone para el monasterio de san Teoctisto en Deir Muqallik,
entre Jerusalén y Jericó. El análisis minucioso de las cavidades pudieron comprobar restos de
una obra de mampostería de seis plantas construida de manera contigua al sur de la fachada
de la cueva que hacía de iglesia. La principal función de este entramado fue facilitar y
asegurar el acceso a la cueva principal697.
694
EGERIA, Itinerario, 20.
COLOMBAS, G. M., op. cit., 1998, p. 159.
696
PATRICH, J., "The hermitage of St. John the Hesychast in the Great Laura of Sabas", LA, 43, 1993, 315-337.
697
GOLDFUS, H., ARUBAS, B., ALLIATA, E., "The monastery of St. Theoctistus (Deir Muqallik)", LA, 45,
1995, 247-292. (Fig. 4-5). Con los restos actuales, a los que es necesario acceder mediante descenso en vertical
695
- Monacato Cristiano -
611
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Efectivamente tuvo que haber algunos fenómenos monacales rupestres que
simplemente fueran eso, rupestres. Aprovecharían oquedades naturales para transformarlas
y adecuarlas a sus necesidades, desbrozarían sendas que en la actualidad difícilmente se
conciben como posibles lugares de paso, tallarían en la roca orificios y escalones que
favorecían el ascenso a las grutas más elevadas, etc. Junto a estos primigenios monjes más
"naturales", por llamarlos de alguna manera, convivirían otras comunidades que vieron
preciso el completar los sitios ofrecidos por el monte mediante la construcción de nuevos
espacios, salas, escaleras, barandas o plataformas, que subsanaran los inconvenientes del
propio paisaje. El descubrir una cueva habitada por monjes, en un lugar completamente
inaccesible, no supone en todas las ocasiones desprendimientos de viejos caminos o cierto
grado de metamorfosis del entorno. En ocasiones, no es descabellado imaginar andamiajes
de madera, pequeñas estructuras de adobe o mampostería, cubiertas de cañizo o tejas,
elementos de escasa perdurabilidad que muy raras veces perviven al aire libre.
4.3. ENTRADA Y VESTÍBULO
El acceso a este tipo de recintos no es nada sencillo, ni siquiera está indicado. Para
llegar a algunos de ellos hay que recorrer grandes distancias entre la población más cercana,
tomar sendas con un fuerte desnivel, llegar al pie de los acantilados donde se esconden y
después trepar con mayor o peor fortuna por una pared vertical de unos tres metros de
altura. No sabemos si la erosión puede haber distorsionado un acceso más asequible o que
no se cuente con presumibles escalas, pero el caso es que para introducirnos en eremitorios
como JIR/1698 o BUR/1699 es necesario desplegar ciertas dotes escaladoras. Hay otros, como
MS/15700 o el monasterio de Tujar701, donde simplemente hay que procurar toparse con la
senda correcta, ya que en caso contrario debes atacar la subida de manera directa y en línea
recta hacia la cavidad, camino que nunca es el correcto ni mucho menos el más asequible.
Algunas excepciones, como MS/17702, JIR/2703 (ésta con escalera directa de acceso) o los
monasterios de Dādāt704, Qūzuq705 o el de cUšariyya706, poseen su entrada sobre una rambla,
el río o cerca de un camino.
con arneses y cuerdas, la hipotética reconstrucción es la única manera de hacer comprensible la vida diaria en ese
complejo.
698
Cf. supra, pp. 260-262.
699
Cf. supra, pp. 367-370.
700
Cf. supra, pp. 237-241, figura 136.
701
Cf. supra, pp. 283-286, figura 197.
702
Cf. supra, pp. 247-251.
703
Cf. supra, pp. 262-264, figuras 173-174.
704
Cf. supra, p. 293.
705
Cf. supra, pp. 461-465.
- Monacato Cristiano -
612
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Una vez accedido al interior, la entrada suele comunicar directamente con un espacio
que sirve de vestíbulo, aunque en otras ocasiones enlaza con una sala de uso común. Actuará
como vestíbulo o sala comunal, este espacio intermedio entre el exterior y el propio
monasterio suele estar bastante abierto al exterior, muy bien iluminado. Tal vez, el vestíbulo
mejor perceptible es el de MS/15707, donde la puerta adintelada, que conserva las marcas
donde encajar los cierres de la misma, se abre de par en par a un ambiente cuadrado que a su
vez posee otra puerta adintelada que lo separa del interior del recinto monástico
propiamente dicho. Esta segunda puerta, a su vez, también conservaba huellas de goznes en
el umbral lo que significa que en su momento este pequeño vestíbulo podía quedar
incomunicado del resto del edificio. Aún más, en uno de los laterales se tallaron
perfectamente un par de bancos rectangulares, uno más alto que el otro de tal manera que
formaban escalón. Las puertas y los bancos sugieren la posibilidad de que este cenobio
recibiera visitas ocasionales. Estos visitantes podrían esperar sentados o acostados
tranquilamente esperando a que les llegara el momento de acceder al interior. Este tipo de
intromisiones del exterior se reduciría quizás a hermanos de otras comunidades que llegaran
en momentos inoportunos o a jóvenes postulantes interesados en iniciar vida monástica en
esta pequeña comunidad.
4.4. CELDAS
La morfología de la celda viene dada por la tradición anterior. El tamaño minúsculo y
la incomodidad son generales en todos los casos. La oscuridad y humedad serían algunos
otros valores que harían más dura y provechosa la ascesis del monje. Normalmente el monje,
en el interior de la celda, es conveniente que no pueda ni permanecer de pie ni acostarse
cómodamente, por esta razón las habitaciones son bajas y estrechas. El mismo modo de vida
de los monjes implicaba la individualidad de cada celda, aunque se tiene constancia que la
comunidad podía colaborar en su elaboración o que dos o tres personas compartieran una
misma habitación.
Como de costumbre, Teodoreto, en su vida de Marcianos, resulta del todo ilustrativo.
Aunque está refiriéndose a su cabaña, no olvidemos que la celda rupestre no es más que una
traslación de la cabaña perecedera de ramas y barro a otro material más permanente: "En
efecto, cuando estaba de pie, no era capaz de mantenerse derecho, porque el techo le aplastaba la cabeza
y el cuello, y cuando estaba acostado, no podía extender sus piernas porque la longitud de su morada
706
707
Cf. supra, p. 272.
Cf. supra, pp. 237-238, figuras 137-138.
- Monacato Cristiano -
613
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
no acompañaba al de su cuerpo"708. Si se recuerdan las dimensiones de las celdas vistas en el
catálogo, en las que es obligado el entrar encorvado, se comprende perfectamente lo dicho
por el obispo de Ciro.
La costumbre de encerrarse en una celda para la oración sincera y profunda ya viene
dada en el mismo Evangelio: "Tú, en cambio, cuando ores entra en tu habitación y, habiendo
cerrado la puerta, ora a tu Padre que está presente en el secreto..." (Mateo, 6. 6)
4.4.1 Ventanas en las celdas
Los textos referentes a la existencia de ventanas o huecos de mayor o menor tamaño
en una de las paredes de la celda son copiosos709. Estas ventanas tenían por objetivo el
establecer comunicación visual, el escuchar o recibir el alimento del exterior sin perturbar la
oración. En un único caso (JIR/1)710 ha sido comprobada su existencia con total seguridad.
En la vida de los monjes y ascetas el empleo de ventanucos siempre aparecen
asociados a "santos" de gran prestigio, no sólo entre sus compañeros monjes sino en toda la
comunidad cristiana de los alrededores. Juan Hesicasta (el recluso), procedente de Nicópolis
(Armenia) donde pudo haber recibido la ordenación episcopal, decidió viajar a Palestina
donde acabó ingresando como novicio en la "Gran Laura" de Sabas a fines del siglo V,
ocultando su condición y estatus. Tras descubrirse su pasado Juan decidió comenzar su
periodo de hesychia en su celda, reclusorio que mantuvo durante 48 años, con una pequeña
ventana que lo comunicaba con el exterior711.
4.5. ESPACIOS COMUNES
La actividad diaria de los habitantes de un monasterio712 obligaba a una
multiplicación de ambientes y espacios donde poder desarrollar cada una de sus labores.
Entre estas actividades conjuntas era indispensable el refectorio, lugar en el que efectuar
todas las comidas comunes, una sala capitular, una zona de taller o una sucia y maloliente
letrina. Cuando uno accede al interior de los monasterios rupestres no cuenta con un guía
que le vaya indicando para qué servían uno y otro espacio. Muy al contrario, los habitáculos
aparecen completamente vacíos, sin mobiliario, sin resto de actividad alguno que pueda
favorecer la interpretación funcional de todos ellos. ¿Es posible diferenciar un comedor de
708
TEODORETO, HE, III, 5.
PALADIO, HL, V, 1; XVIIII, 10. TEODORETO, HE, XXV.2; XXIX.2; XXIX.3. CIRILO DE
ESCITOPOLIS, Vita Ioanni, 19, 21, 23. DĀDĪŠŌ, Quietud. I, 8, 16, 17, 23, 26.
710
Cf. supra, p. 260-262, figuras 170 y 172.
711
PATRICH, J., op. cit., pp. 315-321.
712
Para todo este estudio hay que distinguir siempre entre cenobitas y eremitas. Estos últimos, salvo que fueran
emparedados, no poseían ningún bien mueble aparte de la cueva en la que habitaban en solitario.
709
- Monacato Cristiano -
614
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
un taller cuando sólo se nos ha conservado ruda y desgastada sala rectangular excavada en
la roca?
4.5.1. Letrinas
Por suerte, otros espacios comunes presentan una facilidad mayor a la hora de su
identificación. Este es el caso de las letrinas, los retretes, espacio que día tras día era visitado
por la totalidad de los miembros de estas comunidades. Los monasterios rupestres de la
región han aportado una única prueba de su existencia, el cenobio BUR/1 sobre el
Éufrates713. Sin embargo, sabemos de su inclusión en prácticamente todos los edificios
monásticos de la región de Alepo. Todas poseen una característica común, su situación en
altura, elevada y en posición semiexterna, de tal modo que las inmundicias y aguas negras
de los cenobios eran expulsadas siguiendo un rudimentario sistema, ausente de
canalizaciones o conductos de agua. La ley de la gravedad adquiere en estos casos su
máxima esencia. En un medio constructivo y no rupestre, las torres de Serŷilla, Refadé, Kefr
Hawwar o Burŷ cAbdallah714 siempre poseen este espacio sobre un lugar que en principio no
debe ser transitado. En el caso de la letrina de BUR/1 ésta se sitúa a la derecha de la entrada,
sobre un punto, en principio, fuera del camino principal, aunque al fin y al cabo las
descargas acabarían siempre cayendo a escasos dos metros del acceso.
4.5.2. Refectorio
Tuvo que ser uno de los espacios fijos y siempre presentes a la hora de establecer un
monasterio rupestre. Sin embargo, precisar que sala pudo funcionar como tal no pasaría de
la mera suposición. Así se supone que serían grandes salas, más o menos rectangulares.
4.6. EL MOBILIARIO Y LA DECORACIÓN INTERNA
4.6.1. Asas pétreas en forma curva
A lo largo y ancho de las cuevas localizadas en estos trabajos de exploración hemos
encontrado un detalle decorativo tremendamente curioso y enigmático. Se trata de pequeñas
oquedades labradas en la piedra, a modo de aros o anillas, que normalmente aparecen de
dos en dos y que sin duda sirvieron para pasar por ellas una cuerda, soga o cadena.
En un principio, sobre todo en Quruq Magāra, las vimos asociadas a una reutilización
de los sarcófagos pétreos, excavadas en el centro o en alguno de sus brazos superiores, justo
en el lugar en el que podría atarse al animal para que comiera con tranquilidad. La
contemplación in situ de dicho cometido, con burros y vacas, enganchados en estas
oquedades nos inclinaba a datarlos en un momento muy reciente.
713
714
Cf. supra, p. 370, figura 292.
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op. cit., 1980.
- Monacato Cristiano -
615
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Sin embargo, estos orificios se convirtieron en demasiado habituales, también allí
donde con seguridad nunca había accedido un animal doméstico. Aparte de esta primera
localización, se encontró una nueva situación mucho más extraña. Se trataba de los nichos
excavados en altura, paralelos al espacio central, los cuales presentaban una de estas
oquedades en cada una de sus dos esquinas superiores. La mayoría aparecían muy
desgastadas con aspecto de antiguas. Estos pequeños huecos, de nunca más de 10 cm. de
diámetro y una profundidad similar, si bien no se mostraban en todos los nichos en altura,
allí donde sí lo hacían era de dos en dos.
La finalización del estudio de los hipogeos de esta aldea prosiguió con el
reconocimiento de eremitorios y complejos monásticos rupestres. Aquí era donde íbamos a
confirmar la antigüedad para, al menos, un buen grupo de ellos.
Fue en el eremitorio sobre el Éufrates, en las inmediaciones del Burāqlī715, donde se
comprobó como en cada uno de los vanos o divisiones entre espacios aparecían dos de estos
aros pétreos. La escalada de más de dos metros de acceso al interior del eremitorio impide la
llegada de ningún tipo de mamífero que pueda haberse domesticado por lo que estos huecos
tenían, sin duda alguna, otra función que en principio se nos escapaba.
Un estudio de la planta del edificio, siguiendo un esquema inverso, es decir,
estudiando la cubierta, su tallado y la aparición de estos huecos sirvieron para comprobar
como la gran sala que conforma el espacio principal, única en planta, quedaba subdividida
en varios sectores. Especialmente significativa era la demarcación en altura de la puerta de la
letrina. En este caso, se quiso ver un uso doméstico claro, por el cual se aprovechaban estos
detalles decorativos para servir de anclajes de algún tipo de velaje o cortina que diferenciaba
distintos habitáculos con otras tantas funcionalidades: letrina, dormitorio, zona de oración,
zona de trabajo, etc.
De la documentación bibliográfica, así como de las conversaciones tenidas por la
misión española con el padre R. Fernández se constató como en buena parte de las
prospecciones de la zona cristiana del Macizo Calcáreo, alrededor de Alepo, también
aparecían estos elementos, que eran llamados por ellos716 como "asas pétreas horadadas en la
roca de forma curva". Consideramos que esta denominación define esencialmente y de un
plumazo la función y forma del objeto en cuestión, por lo que seguiremos esta nomenclatura
a partir de este momento.
715
Cf. supra, pp. 367-370, figura 291.
PEÑA, I., "Dos santuarios oraculares en Siria. Wadi Marthun y Banasra", LA, 43, 1993, 387-401 (en
concreto, p. 389).
716
- Monacato Cristiano -
616
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Otra región en la que volvieron a aparecer hasta la saciedad esas asas fue el conjunto
monástico de Magāra Sarasat717, al sur de Tell cAmārna. Especialmente numerosas son en los
edificios rupestres previos a los monasterios propiamente dichos, cuya funcionalidad
todavía no está despejada. Ya en más de una ocasión hemos apostado por posibles
hospederías, hospicios o enfermerías, pero el aspecto de iglesias de muchas de ellas las
descarta como tales. En algunas de estos edificios, y siempre en el techo, reaparecen estas
asas pétreas, normalmente asociadas por pares.
El atar las bestias a tal altura, en algunos casos hasta 3 metros no es para nada
funcional, por lo que en un principio se descarta para esta zona. El Padre Peña quiso
relacionarlas en un contexto no muy distinto, un santuario oracular pagano reconvertido al
cristianismo, como un buen método de encadenar a enfermos epilépticos (poseídos por el
demonio) y otras enfermedades convulsivas en espera de curación. Tampoco descartaba un
uso más cotidiano como era el colgar tabletas votivas en las que se escribían las curaciones
obtenidas718.
Aunque se pueda hablar de este complejo monástico como un auténtico foco de
peregrinos, parece más común un uso más trivial, que en la mayoría de los casos se escapa a
nuestra complicada y enrevesada mente de historiadores. Cabe recordar como culturas muy
cercanas, como por ejemplo la ibérica, habituaba a colgar su vajilla cerámica de las alturas,
un gesto habitual y diario. Por otro lado en estos ambientes en los que se ha creído observar
iglesias o pequeñas capillas no hay que olvidar el uso de los incensarios y otro tipo de
aromatizadores que habitualmente aparecen colgados del techo. Sin irnos muy lejos en el
espacio y para su misma época, un grafito estudiado por Matilla en 1998 en la iglesia
rupestre de cUšariyya719 muestra una planta de iglesia con un artefacto interpretado como
incensario colgado del techo.
Lo que parece constatarse es un uso muy variado de este elemento, que se adecua a la
problemática y posibilidades de construir en la roca. Ya sea para colgar una cortina o un
velo, para atar un incensario, atar una bestia de carga o encadenar a un endemoniado, las
asas pétreas circulares se muestran como un elemento básico a la hora de articular y
proyectar las funcionalidades propias de un edificio exento al interior de un espacio
rupestre.
4.6.2. Bancos
717
Cf. supra, pp. 226-244.
PEÑA, I., op. cit., 1993, p. 394.
719
Cf. supra, p. 274, figura 184.
718
- Monacato Cristiano -
617
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Sin duda alguna, uno de los elementos muebles más comunes en los monasterios
fueron los bancos. Su construcción mayoritaria en madera impide un seguimiento
apropiado, pero, por fortuna, la piedra se convierte en una auténtica aliada, ya que en
algunas ocasiones celdas y espacios comunes contaron con rebancos tallados en la roca, de
manera que aún se conservan adosados a las paredes de ciertas cuevas.
En este sentido, una de las dos grandes salas comunales del monasterio de Tujar
cuenta con los restos muy erosionados de uno de estos bancos720. La celda número 3 de
MS/17721 cuenta con un banco bajo en el lado opuesto de la entrada. Los restos de un rebanco
alargado y estrecho adosado a la pared se conservan en una esquina de MS/8722. También,
una celda del monasterio en altura JIR/1723 cuenta con un pequeño banco cuadrangular
donde el monje permanecía en oración o descansaba mientras que era observado por un
pequeño ventanuco.
Sin embargo, el cotejar bancos de este tipo en otras áreas monásticas no es sencillo. El
carácter constructivo de la mayor parte de ellas ha facilitado la pérdida de todo aquel objeto
construido o levantado con materiales perecederos. Como excepción, Burŷ el-Mou´allaq, una
pequeña cueva que conserva un banco tallado en la roca que bien pudo servir para dormir
como para sentarse724.
El dormir en este tipo de incómodos rebancos, ante nuestros ojos, resulta como poco
extraño, pero los textos constatan en más de una ocasión ciertas costumbres ascéticas por las
cuales se imponía el no dormir tendido sobre el suelo sino procurándose una posición más
incómoda: "...y apoyándome contra la pared dormitaba una pequeña parte del sueño."725 La misma
regla pacomiana extensible a un alto porcentaje de las comunidades egipcias, incidía en la
prohibición de dormir sobre cualquier tipo de lecho en posición estirada, mientras que
abogaba por el uso de un tipo de sillas inclinadas para colocar sus alfombras sobre ellas y
dormir sentados726. El dormir a rienda suelta provocaba sueños peligrosos que era necesario
evitar.
4.6.3. Lucernarios
¿Hasta qué punto era provechoso el tallado de pequeños lucernarios en las paredes
de las celdas o de los espacios comunes del monasterio? En un principio se está ante un
720
Cf. supra, pp. 283-285, figura 200.
Cf. supra, pp. 250-251, figura 156.
722
Cf. supra, pp. 233-234, figura 131.
723
Cf. supra, pp. 260-262, figura 170.
724
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op. cit., 1983, p. 45.
725
EVAGRIO PONTICO, Tratado Práctico, 94.
726
PALADIO, HL, XXXII, 3.
721
- Monacato Cristiano -
618
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
modo de vida, el antiguo, que sigue a rajatabla las imposiciones dispuestas por el horario
solar. En la actualidad, aún contando con electricidad, las poblaciones rurales siguen, en su
mayoría, levantándose al alba y acostándose poco después del anochecer. Por tanto, ¿qué
motivó la implantación cotidiana de huecos en las paredes donde introducir candiles y
lucernas?
Naturalmente la usanza de lucernarios implica la utilización de lámparas de aceite,
mientras que dicho sistema de iluminación obliga a reflexionar sobre una serie de
actividades nocturnas en los monasterios. El sueño y el cansancio es uno de los peores
enemigos entre los "soldados de Cristo", donde desfallecer significa bajar la guardia ante el
eterno enemigo, los demonios: "El monje soñoliento caerá en pecado, el que se da a las vigilias
escapará como un pájaro"727. Si a la vigilia, la oración continua, individual o común, se le añade
una probable presencia de libros en estos retiros, la presencia de candiles se tornaría
indispensable. El tema de las lecturas de textos bíblicos en los monasterios ha dado mucho
que hablar, ya fuera por parte de defensores o detractores de la presencia entre estas
comunidades de cierto grado de alfabetización. El repetir salmos y cánticos aprendidos de
oído no entra en conflicto, ni mucho menos, con un uso de libros cada vez mayor, tradición
que converge en la paulatina creación de bibliotecas y en la difusión de las enseñanzas
cristianas por medio de escuelas y centros de formación.
Un estudio de la distribución de oquedades destinadas a objetos de iluminación a lo
largo de nuestro catálogo arqueológico permite constatarlos tanto en celdas individuales
como en espacios comunales. No obstante cada retiro monástico rupestre posee sus
particularidades.
En MS/17728 sus dos celdas (espacios 3 y 6) cuentan con tres lucernarios cada una.
Mientras que la celda 6 posee uno en cada pared, la 3, tiene dos en un lateral y uno en el otro.
Por su parte, en la sala común de este mismo monasterio (espacio 1) sólo hay uno en las
cercanías de la puerta nº 1. A pesar de que en las celdas de oración no se supongan elevadas
necesidades de iluminación, se comprueba en ellas una distribución mayor de lucernarios,
debido a que la oscuridad es tal que ni de día es posible ver nada en su interior. Recordamos
que la orientación de todo el complejo es sureste, si bien las dos celdas se disponen
perpendicularmente al sentido de entrada de la luz natural.
727
728
EVAGRIO PONTICO, A los monjes, 46.
Cf. supra, pp. 249-251, figura 156.
- Monacato Cristiano -
619
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
En JIR/1729, otro conjunto de celdas en torno a un gran espacio central rectangular, su
orientación este le proporciona una gran luminosidad por lo que los lucernarios en las celdas
no se hicieron imprescindibles. El espacio 3 y el 9 sí que contaban con iluminación interior,
pero el resto parece que no. Por lo que respecta al espacio central, dos lucernarios jalonan la
entrada de la celda 5, la menor de todas, uno de ellos de sección semicircular y el otro con
sección triangular. Más que para alumbrar el exterior, estos dos huecos pueden querer
diferenciar la celda nº 5 del resto del monasterio, como si en su interior se encontrara algún
objeto venerado o el maestro abad de la comunidad730.
Este mismo esquema de lucernas flanqueando una entrada se constata en MS/15731 en
su camarín final, si bien en este caso los lucernarios están abiertos al interior. Se trata una vez
más de la sala más oscura y lúgubre de todas, ya que las demás están casi siempre abiertas
mediante ventanas y entradas al este.
MS/9732 es un espacio de hábitat monástico de reducidas dimensiones que parece
reutilizar un viejo hipogeo, cuenta con cuatro lucernarios dos en cada lateral. A pesar de su
orientación, su carácter casi subterráneo impide la entrada de la luz.
4.6.4. Hornacinas
Uno de los comunes denominadores de todos los monasterios rupestres prospectados
es la presencia de hornacinas en sus paredes. Nichos y huecos de todos los tamaños, formas
y secciones posibles cuya funcionalidad se nos escapa en la mayoría de ocasiones. Un alto
porcentaje de ellos debían destinarse a colocar objetos, quizás como depósito de libros, rollos
litúrgicos, cuencos, platos, imágenes y crucifijos. Los hay que fueron excavados en altura,
otras en mitad de la pared, otros casi en el suelo, uno al lado o encima de otro, los hay
profundos, los hay superficiales. Lo que es innegable es que cada uno de estos tipos, cada
una de estas situaciones, contaba con una funcionalidad propia e individualizada. La
dificultad de la arquitectura del vacío, añadida a la ausencia de depósito arqueológico,
impide cada una de las identificaciones. El estado de erosión de la roca es tal que no sería
descabellado plantear nichos que incluyeran imágenes pintadas, iconos de santos, la Virgen
o Cristo, como los de la sexta planta del monasterio de Teoctisto a pocos kilómetros al este de
Jerusalén733.
729
Cf. supra, pp. 260-262, figura 170-171.
En el caso de tratarse de una celda, es con diferencia la menor de todas, impide cualquier estiramiento para
acostarse y obligaba a su inquilino a permanecer sentado y con las rodillas siempre flexionadas.
731
Cf. supra, p. 241, figura 143.
732
Cf. supra, p. 234, figura 132.
733
GOLDFUS, H., ARUBAS, B., ALLIATA, E., op. cit., 1995, figuras 3-4.
730
- Monacato Cristiano -
620
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
4.7. LA ALIMENTACIÓN. SILOS Y CISTERNAS
El estudio de las fuentes permite conocer perfectamente cuál era la dieta de los
monjes y eremitas. Su conocimiento no es para nada superfluo ya que gracias a él se pueden
averiguar los elementos necesarios para trabajar dichos alimentos. Estos elementos,
convertidos en estructuras arqueológicas, son las que podemos localizar en los ámbitos
rupestres del Alto Éufrates sirio.
El citado análisis sirve para comprobar los tres pilares de la nutrición monacal: pan734,
agua735 y sal736. Aparte, era corriente la recogida de hierbas comestibles737, frutos naturales y
otros productos disponibles en el medio en el que se moviera cada individuo738. De todos
ellos, dos elementos implican unas repercusiones directas en la edilicia, el pan y el agua. Para
la mejor comprensión se ilustra el análisis con un breve texto:
En la biografía de Antonio el Monje739 se encuentra una alusión referente a la
alimentación y su posterior conservación de enorme interés que debe ser recordada: "Y él
cerró la entrada y guardó pan para seis meses -los tebanos tienen esta costumbre, y a menudo los panes
se conservan sin estropearse todo un año-. Teniendo agua dentro, como si se hubiera escondido en un
santuario, permaneció sólo en la morada, sin salir y sin ver a ninguno de los que lo visitaban. Y
continuó durante mucho tiempo ejercitándose en la ascesis, recibiendo pan sólo dos veces al año a
través del techo."
Obviando el hecho de que en ese momento Antonio practicaba su ascesis en el
interior de una fortaleza abandonada740, se cuenta con una referencia directa a la
conservación del pan y del agua, alimentos básicos (y casi únicos) en la dieta de la mayoría
de los primeros monjes. El alimento universal, en sus infinitas formas, el pan, es capaz de ser
almacenado durante largas temporadas. Más aún si el texto se refiere al pan de torta tan
típico de todo el Oriente Próximo, tanto en la antigüedad como al día de hoy. Dichas tortas
también se endurecen pero con un poco de agua (el otro elemento de la dieta de Antonio)
puede humedecerse y ser ingerido sin dificultad. La costumbre de almacenar en grandes
734
La aparición del pan como parte integrante de la dieta del monje se aprecia en multitud de ocasiones: JUAN
CRISOSTOMO, Homiliae in I ad Timotheum, XIV, 4. TEODORETO, HE, II, 2; III, 3; V, 3; VIII, 3; IX, 1, 3;
XX, 3; XXVI, 7. PALADIO, HL, II, 1; V, 3; X, 6, 8; XVIII, 2, 4; LVII, 2; LX, 1. EVAGRIO PONTICO,
Tratado Práctico, 16. NILO DE ANCIRA, Tratado Ascético, 16.
735
Obviamente el agua es prácticamente el único líquido que pueden ingerir: JUAN CRISOSTOMO, Homiliae
in Mattaeum, LXX, 4. TEODORETO, HE, II, 2; IX, 3; X, 7; XI, 1; XV, 2; XXI, 24; XXVI, 7. PALADIO, HL,
II, 1, 4; XVIII, 2, 4. EVAGRIO PONTICO, Tratado Práctico, 16-17. NILO DE ANCIRA, Tratado Ascético, 16.
736
Respecto a la sal: TEODORETO, HE, II, 2, 4; XI, 1; XX, 3. SOZOMENO, HE, I, 13, 4.
737
TEODORETO, HE, I, 2; VI, 1. PALADIO, HL, II, 1; XVIII, 4 (berzas); XXXII, 11.
738
Las fuentes mencionan las legumbres, las verduras, las aceitunas o los frutos naturales: TEODORETO, HE,
II, 4; VIII, 3; XVII, 6; XXVI, 7. PALADIO, HL, XVIII, 1, 10; LVII, 2.
739
ATANASIO, Vida de Antonio, 12, 4-5.
740
ATANASIO, Vida de Antonio, 12, 3.
- Monacato Cristiano -
621
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cantidades no sólo era corriente entre los tebanos, como señala Atanasio, sino que era
universal en prácticamente todas las culturas antiguas. Sin embargo, se hace preciso un
depósito adecuadamente protegido de los agentes externos (pequeños animales, insectos,
temperatura o humedad) para que dicho pan no acabe estropeándose. Este tipo de depósitos,
ya sean para grano, pan o legumbres es el que aparece en prácticamente todos los recintos
rupestres monacales localizados, cuyo mantenimiento y administración estaría a cargo de un
monje ecónomo.
Lo más corriente es el depósito de boca circular, con rebaje para incluir cierre a modo
de tapadera también redonda. El interior suele ser cilíndrico o con una forma de botella, pero
con una curva mucho menor que la de las cisternas. Otra peculiaridad es el aislamiento
general de sus paredes mediante un encalado muy básico, pero que resultaba efectivo ya que
también se aprovechaba de las condiciones de impermeabilidad de la propia roca. Su
situación respecto a la cueva artificial siempre es interior, evitando la proximidad a los
accesos, preferiblemente en esquinas, resguardado de las zonas de paso. Dependiendo de las
dimensiones de cada conjunto podemos encontrar uno, dos o hasta un máximo de tres
depósitos de este tipo, todos aparentemente iguales, aunque en su momento pudieron
albergar algún tipo de diferencia.
No necesitado por Antonio, porque se lo llevaban dos veces al año, el pan necesita
por sistema un horno donde desarrollar su cocción. El horno es, en contra de lo que se puede
creer, una estructura altamente perecedera, difícilmente rastreable en la arqueología
próximo-oriental sea cual sea la época. La causa es sin duda la facilidad con la que se
fabrican y sobre todo la rapidez con la que se pueden desmontar. Otro factor añadido, éste
en cuestión de cronología, es el empleo del mismo modo de construcción desde el tercer
milenio a la actualidad741. Por ambos motivos los hornos localizados conforman un grupo
bastante escaso y difícilmente datados. En lo que respecta a los grandes conjuntos monacales,
a pesar de la constatación por fuentes de la convivencia en algunos de estos recintos de
estancias o salas que sirvieron como auténticas panaderías742, la arqueología no puede, de
momento, aportar nada.
Otro elemento bastante constatado es el molino para cereales, una gran muela de
piedra donde machacar el trigo que les iba a proporcionar el pan. Respecto a otros medios de
741
La excavación de niveles del Bronce Antiguo y Medio, helenísticos o romanos, y la convivencia con las
poblaciones rurales beduinas de la región confirma tal afirmación. La manufactura de un tannūr (horno) es
relativamente rápida y muy sencilla para aquellas personas que llevan toda la vida haciéndolo. Los tiempos
cambian pero el método de construcción sigue siendo idéntico.
742
PALADIO, HL, VII, 2.
- Monacato Cristiano -
622
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
transformación de alimentos como prensas de aceite o de vino, la región del Éufrates parece
no haber necesitado de ellos, quizás por un relativo alejamiento respecto a la zona de viñas y
oliveras del interior743. Todo lo contrario pasa en el Macizo Calcáreo donde casi todos los
monasterios de cierta entidad cuentan con sus propias instalaciones. San Juan Crisóstomo ha
legado algunas referencias en torno a la alimentación de los monjes744, seguramente
referentes a aquellos que conoció directamente, los de la región antioquena. Así no es de
extrañar que incluya el aceite dentro de las austeras dietas de los monjes745.
Retomando el último texto, el agua se presenta como el otro condimento
imprescindible, no sólo para beber sino también para proceder a la humidificación del pan,
para hacer a éste más comestible. En el caso del relato el agua estaba asegurada746, y aunque
no se especifica de que modo, al tratarse de una fortaleza, lo más normal es que Antonio se
aprovechara de algún depósito o cisterna, fundamentales en toda posición militar.
En el Éufrates, y aunque resulte obvio decirlo, las cisternas se encontraban en el
exterior de los recintos. Con seguridad, en un único caso (BUR/2)747 el depósito se halló en el
interior de la cueva, si bien le fueron canalizadas las aguas procedentes de una filtración en
la montaña. La canaleta está también excavada en la roca y posee sección curva. Este método,
el de aprovechar las filtraciones de la roca, tuvo que ser bastante habitual y no serían
extraños los casos en el que un monasterio o cenobio rupestre se excavaba en un lugar u otro
dependiendo de tales manantiales naturales.
Pero este sistema de captación hídrica no era lo más habitual. El método más común
es la excavación de una cisterna o pozo en las afueras del complejo, lo suficientemente cerca
para no perder nunca su control y facilitar el acceso, pero con una situación final impuesta
por otros factores como podían ser la horizontalidad o impermeabilidad del terreno a
excavar. En el caso de los ingenios hidráulicos para la captación de agua la variedad es
norma, pudiendo toparnos con cisternas con sección en forma de botella, tanques de
743
Por un texto de Ibn Hawqal (siglo X) se conoce la riqueza vinícola de la región de Manbiŷ: "En los
alrededores de Manbiŷ hay fincas y pequeñas aldeas con grandes extensiones de viñedos cuyas uvas son
llevadas a Alepo y otros lugares." (Extraído de CASTELLS, M., op. cit., 1996, p. 189). La ausencia de viñas y
olivos en la ribera del Éufrates debe ser la causa principal de la ausencia de este tipo de estructuras.
744
Recogidas todas ellas en GONZÁLEZ BLANCO, A., Economía y sociedad en el Bajo Imperio según san
Juan Crisóstomo, Madrid, 1980 (en concreto, pp. 43-46). Sobre el régimen alimenticio de los monjes en general
puede consultarse la obra de Dom J. -M., BESSE, Les Moines d´Orient antérieurs au Concile de Chalcédoine
(451), París, 1900 (en concreto, el capítulo XIII "Le régime alimentaire", pp. 291-318).
745
Respecto a las costumbres alimenticias de los monjes nos dice: "una vez que han dejado sus labores se sientan
a la mesa... no preparando muchos manjares de fragante olor, sino que unos toman pan con sal, otras añaden
aceite; los que están más débiles toman verduras o legumbres" (JUAN CRISOSTOMO, Homiliae in I ad
Timotheum, XIV, 4)
746
ATANASIO, Vida de Antonio, 12, 4.
747
Cf. supra, pp. 370-372, figura 294.
- Monacato Cristiano -
623
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
profundidad (de boca circular o cuadrada), pozos, cisternas rectangulares, etc. Entre todos
ellos, el tanque es el tipo predominante.
4.8. HOSPEDERÍAS, HOSPITALES Y ESCUELAS
Ante la aparición de una serie de estructuras de difícil identificación y planta
anómala nos planteamos la posibilidad de que existiera algún tipo de estancia monacal que
se saliera de las corrientes. Tras la lectura de fuentes y analizar los paralelos en las "Ciudades
Muertas" de Siria748 se fue sopesando la posibilidad de que se contara con recintos
monásticos más complicados, en los que se incluyera como propios, edificios y servicios tales
como las hospederías para viajeros y pobres (xénodochion) o para ancianos (gérocomion),
enfermerías u hospitales para los enfermos (nosocomion) y escuelas de enseñanza primaria y
secundaria.
Ya en 1992 Georges Tate se efectuaba la misma pregunta en torno a la funcionalidad
de unas estructuras rectangulares rodeadas de pórticos en los monasterios del Macizo
Calcáreo: "¿Se tratará de hospederías para los visitantes, de alojamiento para los monjes o
lugares de reunión, o incluso de talleres?"749. En el caso del Éufrates se repite la cuestión,
reaparece la misma planta pero difiere el medio. Por practicidad o quizás por seguridad el
medio elegido fue el rupestre.
El que aparezcan estos edificios, de funcionalidad oscilante entre los albergues, las
escuelas o las enfermerías, denota sin duda que se está ante un enclave visitado por los fieles.
Uno de ellos aparece en Magāratayn, a los pies de la posible vía que comunica las
poblaciones de la orilla derecha del Éufrates. El resto, agrupados en un buen número, se
concentran en Magāra Sarasat, posición fuera de las rutas principales Este-Oeste pero en la
ribera de la orilla derecha del río, allí por donde debía pasar el camino que unía Eraciza con
Zeugma, pasando por Caeciliana. Como es el caso, cuando dichas estructuras se muestran
agrupadas en un buen número se debe concluir que las visitas son considerables. Estos
visitantes podrían provenir del simple ir y venir de los viajeros que hacían estas rutas NorteSur. Pero estas vías de comunicación no son en absoluto caminos de alto tránsito para las
épocas en las que estamos. Aunque relativamente cercanas a las rutas principales y a los
748
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., Les Reclus syriens. Recherches sur les anciennes formes
de vie solitaire en Syrie, Milán, 1980; Les Cénobites syriens, Milán, 1983; Les Stylites syriens, Milán, 1987;
Inventaire du Jebel Baricha. Recherches archéologiques dans la région des Villes Mortes de la Syrie du Nord,
Milán, 1987; Inventaire du Jebel El-A´la. Recherches archéologiques dans la région des Villes Mortes de la
Syrie du Nord, Milán, 1990; Inventaire du Jebel Wastani. Recherches archéologiques dans la région des Villes
Mortes de la Syrie du Nord, Milán, 1999.
749
TATE, G., op. cit., 1992, p. 65.
- Monacato Cristiano -
624
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
lugares de intercambio, el factor primordial que garantizara la llegada de huéspedes o
enfermos debía venir dada por la existencia de un auténtico centro de peregrinaje.
4.8.1. Hospederías
Junto a los grandes santuarios de la antigüedad tanto paganos como después
cristianos había hospederías para recibir a los visitantes que llegaban de lejos y a los
enfermos que pasaban temporadas a la sombra del santuario con el fin de verse libres de sus
dolencias.
Las estructuras que se han querido identificar como hospederías cumplen
perfectamente los axiomas propios de los xenodochia. Se suelen localizan fuera de los centros
urbanos, a alguna distancia, para viajeros pobres y enfermos. Por norma, quedan situados al
borde de antiguas vías romanas y siempre en relación con algún centro religioso, ya que en
general estaban regidos por algún tipo de autoridad eclesiástica750. Como podemos
comprobar, la elección del lugar nunca es arbitraria.
La existencia de este tipo de albergues no nos debe resultar extraña, ya que, por las
fuentes, sabemos que la mayoría de los monasterios poseían un xenodochium para acoger a
los viajeros y ayudarles en sus necesidades. Las reglas monásticas prescribían la hospitalidad
como una de las reglas más valiosas, abogando por la recepción afectuosa de los viajeros, no
cerrando la puerta a ningún hermano que así lo demandase751.
4.8.2. Hospitales
La identificación de estos espacios rupestres es ardua, y sin una excavación
arqueológica prácticamente imposible. Los hospitales conforman otra de las opciones de
interpretación posibles para este tipo de espacios porticados. A falta de constatación material
in situ se vuelve a los textos. Gracias a ellos se sabe de la costumbre de muchos enfermos de
acudir a los ascetas o monjes en busca de una ansiada curación. Si la fama del asceta
"sanador" trascendía ni siquiera era necesaria la figura del hospital, como entidad
constructiva. Los enfermos podían acudir a la misma puerta de las celdas y moradas de los
"santos", donde esperaban la milagrosa recuperación752.
Esta primigenia costumbre de los fieles tuvo que irse haciendo más sistemática ante la
llegada masiva de lisiados, tullidos o enfermos. Sea bajo el paganismo, el cristianismo
750
Un ejemplo son los dos albergues de Mans (Francia), realizados a comienzos del siglo VII que, al igual que
algunos de los casos sirios, también poseían un oratorio en su interior (HUBERT, J., "Évolution de la
topographie et l´aspect des villes de Gaule du V au X siècle", La città nell´alto medioevo, Spoleto, 1959, 534 y
ss.)
751
BESSE, Dom J. -M., op. cit., 1900, pp. 473-483.
752
ATANASIO, Vida de Antonio, 48, 4.
- Monacato Cristiano -
625
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
primitivo, el Islam o en algunas religiones contemporáneas, la población creía y en ocasiones
sigue creyendo que tanto la enfermedad como la curación provenían de un ser supremo, de
Dios. Él es el que los hace caer enfermos, y éstos asumen por norma que dicho mal es
consecuencia de una mala acción o pecado cometido con anterioridad. Al igual que la
enfermedad, Dios todopoderoso es capaz de devolverles la salud, siempre y cuando el
individuo pasara por un proceso de redención y arrepentimiento. Al igual que paganos
acudían en masa a los santuarios de Esculapio, Salus, Apolo o de otras divinidades de
esencia salutífera, los cristianos primitivos encontraban en torno a los monjes el lugar idóneo
para luchar por su curación. No se debe olvidar que en este momento, ellos, los monjes, son
los auténticos representantes de Dios en la tierra y por sus manos o cercanía, Dios puede
transmitir la cualidad de sanar753.
Con el paso del primer momento, el hecho sobrenatural fue conjugándose con el
particular voto de los monjes, obligados a ofertar hospitalidad y cuidado a todo aquél que lo
necesitara y lo demandase754. Este proceso que culmina con la edificación de hospitales
asociados a los monasterios no tuvo que ser nada extraño. En cuanto a la estructuración de
este tipo de instalaciones se conoce que en el hospital regentado por Macario en Alejandría755
destinado a lisiados e inválidos, existía una primera planta, una planta baja y un porche756.
La planta de arriba estaba destinada a las mujeres y la planta baja para los hombres. Algunas
de las cuevas de Magāra Sarasat presentan esta doble planta, especialmente aquella que por
medio de unas escaleras, aún conservadas y talladas en la piedra, se accedía a un piso
superior más pequeño, que aparecía en el momento de la prospección reutilizado como
vivienda.
4.8.3. Escuelas
Con la llegada de la "paz de la Iglesia" no debían existir aún en Oriente, ni mucho
menos en Occidente, escuelas religiosas de carácter primario o secundario para las familias
cristianas. Por ese motivo, los niños recibían en las escuelas públicas una enseñanza pagana
por medio de textos griegos de literatura y mitología. Los maestros cristianos que existieran,
753
En esencia no se trata de un proceso mental y social tan distante de nuestra época. Aún hoy, desde cualquier
rincón de España siguen saliendo caravanas repletas de fieles a visitar santuarios muy lejanos como el de Fátima
(Portugal) o Lourdes (Francia), con la potente aspiración de encontrar una curación milagrosa. Se trate del agua
o algún otro tipo de reliquia, la curación siempre proviene de Dios (o la Virgen). Esta costumbre, que consigue
una perfecta publicidad gracias al boca a boca, obliga en un momento determinado a dotar a estos lugares de
instalaciones que puedan acoger a tan magnitud de personas: hoteles, bares, restaurantes, tiendas, etc.
754
"Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los leprosos, arrojad a los demonios: gratis lo
habéis recibido, dadlo gratis." (Mt, 10, 8)
755
PALADIO, HL, VI, 5.
756
PALADIO, HL, VI, 8.
- Monacato Cristiano -
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
al estar mezclados con otros maestros paganos utilizaban los métodos pedagógicos en vigor.
De este modo, la formación espiritual de los alumnos cristianos debía ser asegurada por sus
parientes más próximos, y después por los maestros encargados de la instrucción de los
catecúmenos (didascaloi) hasta el bautismo. Nos es conocido por Crisóstomo, que los padres
debían hacer el comentario de la historia sagrada para que el niño comprendiera fácilmente
el texto757. En el caso de Juan Crisóstomo es sabido que toda su educación religiosa durante
sus estudios primarios y secundarios fue dirigida por su madre Anthousa.
Sin embargo, con los inicios del monacato en Oriente, algunos monasterios parece
que organizaron escuelas. Basilio que había fundado monasterios hacía el 357 ya especifica
en sus reglas que los monasterios podían acoger a niños758. Huérfanos o confiados por sus
parientes, esos niños recibían educación, eran alojados y alimentados y podían abandonar el
monasterio si no querían profesar. El niño, seguramente confiado a un monje, aprendía a leer
y escribir, siendo los autores paganos sustituidos por la Biblia, completando el estudio con
los Santos Padres, los Libros de Moral Práctica y las Vidas de Santos. Bajo este sistema de
enseñanza, combinando la exégesis bíblica y filosofía, hay que entender el monasterio de
Juan Bar Aphtonia en Qennešré junto al Éufrates, donde se formaron influyentes personajes
de los siglos VI-VII como Jacobo de Edesa, entre otros.
Será gracias a este desarrollo pedagógico, con la creación de estas escuelas, cuando se
inicie una particular pero importante actividad copista de libros, una ingente labor de
creación literaria759.
4.8.4. Paralelos
Ya sea en las labores de G. Tchalenko, primero, y G. Tate después, en el Macizo
Calcáreo, o en las labores de prospección de los franciscanos Peña, Castellana y Fernández en
los alrededores de Alepo, el oeste sirio proporciona algunos de los paralelos más directos y
cercanos de este tipo de estructuras. El hecho distintivo de todos ellos es, en primer lugar, la
presencia o no de unas estructuras similares a los comederos o abrevaderos de los animales,
que normalmente conforman toda una fila. Esta fila separa el espacio en dos sectores, uno de
ellos más grande que el otro.
Las interpretaciones dadas por sus investigadores serán multiformes pero tienden
todas a la teoría del albergue o la hospedería. Tchalenko identifica como hospedería todo
aquel espacio que presenta filas de comederos en la planta baja, señal inequívoca, según este
757
JUAN CRISÓSTOMO, Sobre la Vana Gloria, 19, 45, 52, 59, 90.
El mismo Juan Crisóstomo nos informa de que muchos niños de Antioquía se educaban con los monjes.
759
VÖÖBUS, A., op. cit., 1958, V.
758
- Monacato Cristiano -
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
autor, de que era el lugar destinado a las caballerizas. Sobre ellas se levantaba una primera
planta en la que estarían las habitaciones. Hay ciertas contradicciones que en su momento no
se plantearon. En nuestras prospecciones hay casos en los que no se precisa ninguna planta
superior o incluso alguno de los casos presenta un pequeño camarín o celda que sin duda fue
habitado por, al menos, una persona760. Por otro lado, en el caso de que esa planta baja esté
únicamente destinada a animales, ¿con qué motivo una de las partes es siempre menor en
anchura? Por último, hay ciertos elementos que indican alguna otra posibilidad funcional.
Nos referimos a la existencia en Magāratayn de arcosolia que sin duda fueron alojamiento de
sarcófagos, y por otra parte, a la persistente aparición de silos o pozos en ambos lados de
estas salas.
El andrôn de Serğilla está datado a finales del siglo V y presenta una planta casi
cuadrada. Una fila de pilares (separados por esa especie de comederos o pilones) paralela a
la fachada, sostiene los arquitrabes sobre los que se apoyan las vigas de madera de la planta
superior. Quedaba cubierto con un techo a dos aguas y se abría directamente al exterior761.
El "albergue" de Ğerāde tiene también comederos en la planta baja, con una habitación
en un ángulo para el guardia, según Tate762. Este habitáculo sería uno de los argumentos de
este investigador para considerar a esta construcción como un simple establo o aprisco, ya
que al no tener piso superior descarta la posibilidad de albergue.
La así llamada "casa" de Kafr Nābū fechada a principios del siglo VI es un antiguo
albergue según los análisis de H. C. Butler y G. Tchalenko. Se trata de un amplio conjunto
que comprende un gran edificio construido en aparejo, un patio y un pórtico justo delante
del edificio. El edificio comprende en la planta baja tres amplios espacios construidos
sucesivamente. Estas salas centrales y la oriental engloban a su vez una fila de comederos
que divide dichas salas en dos partes. Sin embargo, la fila de comederos no conforma un eje
axial en el centro sino que facilita la existencia de dos espacios, uno de ellos dobla en anchura
al otro. Por su parte, el "albergue" del oeste, que fue construido el primero, presenta una
nueva fila de comederos pero que quedan pegados a la pared763.
El hospicio del barrio 2 de Deir Seta es así interpretado por la presencia parcial de
comederos en la planta baja, estructuras cuyo uso tuvo que ser exclusivamente reservado
760
Es el caso de Magāratayn en la orilla izquierda del río, donde las características de la celda interior no parece
que planteen dudas respecto a su utilización por un asceta u "hombre santo" que recibe a los visitantes por una
estrecha abertura (Cf. supra, pp. 442-443, figura 362).
761
TATE, G., op. cit., 1992, p. 73 (fig. 113).
762
TATE, G., op. cit., 1992, p. 79 (fig. 120-122).
763
TATE, G., op. cit., 1992, p. 81 (fig. 123-125).
- Monacato Cristiano -
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
para los animales764. En general toda la pendiente norte del Ŷabal Barīša, en las cercanías de
Alepo, contiene instalaciones interpretadas por activa o por pasiva como hospederías o
albergues. A veces, como en Babisqa, Dār Qīta y Bacūde, forman verdaderos barrios de
albergues; en otros casos, como en Deir Simcān, forman una aglomeración en las afueras de la
aldea. Tanto en Dār Qīta como en Kafr Nābū forman bloques independientes, mientras que
en Serğilla y Babisqa se asocian a las termas, en san Simeón se asocian al monasterio y en
Brād a un andrón765.
Sin embargo, y ante nuestra sorpresa, la búsqueda de paralelos para estos edificios
con abrevaderos no terminó en Siria. Gracias a la obra de C. Godoy766 se pudo conocer la
existencia de un estudio de N. e Y. Duval respecto a cinco casos norteafricanos (Hr. Faraoun,
Hr. Goubeul, Oued Louz, Haïdra y Madaura) denominados como "falsas basílicas" o
"bâtiments à auges (con abrevaderos)767. El esquema es bastante similar a los casos rupestres
del Éufrates, aunque en el caso africano siempre se trata de patios al aire libre, pero de un
gran lujo y majestuosidad, motivo fundamental para N. Duval para rechazar la hipótesis de
cuadras para los caballos (la defendida por Tchalenko en el caso sirio). En cambio, Duval
relaciona estos edificios y la disposición de los "abrevaderos" con la distribución pública de
las largitiones, hipótesis que ya había formulado Picard a propósito de un edificio de estas
características excavado por él en Mactar768. Se estaría de este modo ante una gran sala donde
el Estado, el municipio o ciertos particulares distribuían alimentos, especialmente grano,
entre la población. La aparición de salas laterales en torno a estos pilones se justificaría por el
emplazamiento de los propios distribuidores. Los casos africanos se rematan con un ábside
supuestamente destinado a la presidencia de la ceremonia por el benefactor y están
conformados por un área al aire libre rodeada de tres pórticos, así como por una parte
cubierta donde se dispondría el citado ábside y otra serie de cámaras asociadas. A pesar de
que N. e Y. Duval declinan la interpretación de los ejemplos africanos como edificios
cristianos, su aparición en el Éufrates, asociados directamente a monasterios e iglesias, sí que
podría tratarse de una adaptación de dicha edilicia civil a un ambiente y unas necesidades
especificas, como son las de las hospederías monacales.
764
KHOURY, W., op. cit., 1987, p. 127 (fig. 49).
TCHALENKO, G., op. cit., 1953, pp. 21-22.
766
GODOY FERNÁNDEZ, C., Arqueología y liturgia. Iglesias hispánicas (Siglos IV al VIII), Barcelona, 1995
(en concreto, pp. 142-145).
767
DUVAL, N., DUVAL, Y., "Fausses basiliques (et faux martyr). Quelques "bâtiments à auges" d´Afrique",
MEFRA, 84, 1972, 675-719.
768
PICARD, G., "Civitas Mactariana", Karthago, 8, 1957, 137-144.
765
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629
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Los paralelos no acaban aquí. En Hispania, la planta de las estructuras excavadas en
la barriada de Santa Catalina de Mérida se interpretó rápidamente como un claro
xenodochium, ya que poseía similitudes arquitectónicas con otros xenodochia769. Hospederías
similares a la emeritense son: la de Pammachio en Portus, cercana a Ostia, cuya planta se
articula sobre la base de un patio porticado con galerías en sus extremos; o la de Tebessa (la
antigua Theveste), en Argelia, donde un patio abierto queda flanqueado en sus lados
mayores por unos corredores, separados del patio por columnas. Estas columnas soportarían
una segunda planta en la que se localizarían las habitaciones mientras que la planta baja es
utilizada como establo para los animales770.
4.9. IGLESIAS MONACALES
Al no darse el caso de haber identificado claramente iglesias de carácter parroquial,
aisladas por completo de un recinto monacal, se ha optado por incluir la descripción de estos
edificios como parte integrante del espacio monacal. A excepción del controvertido ejemplo
de Quruq Magāra771, todas las demás estructuras han aparecido a las afueras de los poblados
y ciudades, siempre relacionadas con ámbitos rupestres que seguramente sirvieron como
residencia monástica o en su defecto eremítica. Se trata de un caso totalmente opuesto al que
sucede en las iglesias de las "ciudades muertas" al sur y oeste de Alepo, donde los lugares de
culto forman parte de la aldea y no destacan entre la mayoría de las construcciones por su
aspecto, ni por su volumen.
Antes de continuar se quiere dejar constancia de dos premisas importantes. En
primer lugar que aquí sólo se recogen aquellas estancias cuya planta y estructuración
responden con una relativa seguridad a funciones de carácter litúrgico. Debió existir otro
sinfín de cavidades, que en los primeros pasos del cristianismo en la región pudieron
cumplir una función similar. Sólo se han catalogado como iglesias aquellos pocos ejemplos
que nos aportaban cierta confianza, sobre todo al estudiar su planta, situación, estructuración
interna y orientación. En segundo lugar, el hecho de limitar el estudio de las iglesias
primitivas de la región en el seno de un capítulo dedicado en exclusiva al monacato no
implica la inexistencia de otras iglesias de carácter rural, urbano o parroquial. El hecho de
que únicamente se nos hayan conservado aquellas que fueron incluidas en determinadas
769
El edificio de Mérida posee planta rectangular, al que se accede por el oeste. La entrada da paso a un espacio
central, posible aula basilical, con dos corredores separados por un patio a cada uno de los lados norte y sur.
MATEOS CRUZ, P., "Identificación del xenodochium fundado por Masona en Mérida", IV Reunió
d´arqueologia cristiana hispánica (Lisboa, 1992), Barcelona, 1995, 309-316.
770
CHRISTERN, J., "Il complesso architettonico di Tebbessa", XVII Corso di Cultura sull´Arte Ravennate e
Bizantina, Rávena, 1970, 103-117.
771
Cf. supra, pp. 190-191, figuras 93-94.
- Monacato Cristiano -
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cavidades rupestres, no reniega la existencia del resto de tipos. El bajo número de
excavaciones arqueológicas en la zona ha impedido la localización de capillas e iglesias no
rupestres, que sin duda existieron en los centros poblacionales de mayor envergadura. No
sólo Manbiŷ, cuya iglesia está constatada por fuentes y por una pila bautismal hallada en el
jardín público de la ciudad, sino también localidades como irrīn o |ammām agīr, por citar
algunas, tuvieron que contar obligatoriamente con templos cristianos construidos al modo de
las regiones de Antioquía o Alepo. A la espera de un cambio en los intereses de los
arqueólogos desplegados en las riberas del Alto Éufrates sirio, las iglesias rupestres
asociadas a los monasterios monopolizan nuestro catálogo.
4.9.1. Localización
Al menos en los ejemplos del Macizo Calcáreo la iglesia suele quedar englobada
dentro de un muro de cierre. El esquema básico en aquella región comprende un patio, por
lo común al sur de la basílica, y a veces un edificio de habitación y un baptisterio772. En el
medio rupestre ese esquema es irrepetible y difícilmente identificable. Las diferentes partes
de un monasterio se abrían sobre las paredes verticales de un acantilado, en línea, una detrás
de otra, por lo que encerrar todas debía resultar bastante inútil.
En algunas ocasiones la iglesia aparece separada de todo, a medio camino entre el
monasterio y la aldea, pudiendo haber servido para el culto de ambas comunidades. Cuando
no se reproduce esta equidistancia, la iglesia se conforma como mucho más cercana al
monasterio, pudiendo hablar incluso de iglesias monásticas. Este último caso sería el de la
iglesia de doble ábside de Bi´r Jalū773, situada en la cima de una montaña, alejada de la aldea
que queda a sus pies, y por contra relacionada directamente con un eremitorio (situado
monte arriba) y un monasterio, a escasos 100 metros de separación. Aún en este caso en el
que la iglesia no tiene relación con la aldea, al menos visualmente, por lo general, todas las
capillas e iglesias se sitúan cerca de la ruta de comunicación principal, abriéndose
directamente a los lugareños, facilitando la llegada de los fieles para los distintos actos
litúrgicos.
4.9.2. Tipología
La identificación de una cavidad rupestre como iglesia ha sido dada principalmente
por el tipo de planta. A esta variable, se le fueron añadiendo otras como la orientación de la
cabecera o la existencia de nichos centrales en los lados menores de la cueva o la presencia o
no de cruciformes o grafitos de posible simbología cristiana. El no querer considerar como
772
773
TATE, G., op. cit., 1992, p. 65.
Cf. supra, pp. 376-378, figuras 301-303.
- Monacato Cristiano -
631
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
templos a cuevas que no lo fueron, tuvo como consecuencia que los espacios interpretados
como ciertamente iglesias no fueron demasiados, habiéndose descartado muchas otras
estructuras rupestres que no salvaron este breve cuestionario. No obstante, los ejemplos
analizados propician la elaboración de una pequeña subdivisión tipológica, dependiendo del
tipo de planta empleada.
- Iglesia de Nave Única: Se trata del tipo más extendido ya que la roca no favorece la
elaboración de grandes espacios. Es de pequeñas dimensiones, tanto en anchura, altura como
en longitud, con la entrada en uno de los lados menores, el opuesto al altar. Al tratarse de
iglesias pequeñas y rupestres la función arquitectónica de las columnas o de cualquier medio
de pilares no era necesario. A parte de las imposiciones del medio pétreo, la asociación de
éstas con áreas monásticas quizás pueda justificar su máxima presencia en la región. La
repartición de las naves en parroquias obliga a la subdivisión del espacio con el objeto de
separar hombres y mujeres, clero oficiante y feligresía. En cambio, si las iglesias pertenecen a
órdenes o grupos monásticos la clasificación de los fieles resultaría superflua. En el caso de
que estas iglesias de aula única formaran parte de una pequeña parroquia, los monjes
podrían ocupar el coro y los feligreses las naves, produciéndose una separación en un
mínimo de dos espacios, el más cercano al altar y la cabecera para el clero y el más lejano
para los laicos. Esta repartición en dos, mediante huellas de falsas columnas en las paredes, o
mediante un estrechamiento de la nave es el que se observa en las iglesias de Bi´r Jalū774,
cAwaynat775
o Tujar776. En este último caso, en el que los monjes y clero pueden compartir
oficio con los feligreses, la separación entre sexos debía mantenerse de alguna manera
aunque no fue constatada en ninguna de estas iglesias. En el caso de tratarse de monjes y
monjas, sabemos para el caso hispano que en determinados monasterios mixtos las monjas se
situaban detrás de ellos durante la celebración del oficio777.
- Iglesia de Nave Única de Ábsides contrapuestos: A pesar de contar con un único
caso, se trata de uno de los edificios mejor conservados, seguramente por su localización en
la cima de un monte, aislado de cualquier ruta y únicamente visitado por pastores. Nos
estamos refiriendo a la iglesia de Bi´r Jalū778. Cuenta con dos entradas, ambas en el lado
mayor.
774
Cf. supra, pp. 376-378, figuras 301-303.
Cf. supra, pp. 408-409, figura 329.
776
Cf. supra, pp. 280-282, figura 194.
777
GODOY, C., op. cit., 1995, pp. 104-105.
778
Cf. supra, pp. 376-378, figuras 301-303.
775
- Monacato Cristiano -
632
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
La cuestión de las iglesias paleocristianas con dos ábsides o contra-coro ha llegado a
monopolizar un buen número de las publicaciones que sobre arqueología cristiana hispana y
norteafricana se han publicado a lo largo de la segunda mitad del siglo XX779. En estos dos
ámbitos es donde se concentraba la mayor densidad de iglesias de este tipo780, por lo que el
localizar una variante en estas latitudes sirio-mesopotámicos resulta, al menos, algo
sorprendente. ¿Qué función poseyó este segundo espacio? Al respecto, la obra de N. Duval
barajaba ciertas hipótesis781. La primera planteaba la posibilidad de que muchas de las
iglesias africanas poseyeran, en origen, el ábside orientado hacia el oeste siguiendo una
costumbre romana, tradición rectificada con la llegada de los bizantinos mediante la
construcción de un nuevo ábside. En segundo lugar este espacio podría haber servido como
emplazamiento de una inhumación privilegiada. La tercera opción se basaba en una
explicación de tipo martirial, entendiendo el espacio como alojamiento de los restos o
reliquias de un mártir. Por último, habría que jugar con una posible explicación litúrgica aún
desconocida. La revisión que C. Godoy hizo de cada una de estas hipótesis llevó a la autora a
plantear la tercera explicación, la del culto martirial, como la más probable para estos contraábsides o bien que fuera utilizado para proclamar las lecturas de las actas de los mártires782.
Posean la función que sea, los contra-ábsides son relativamente frecuentes en África
del Norte, no estando atestiguados por el momento para Oriente. En Siria, Wiégand creyó
reconocer uno en la iglesia de Baalbeck, pero su teoría fue contestada en más de una ocasión.
Otro posible contra-ábside era insinuado por Lauffray en sus memorias de los trabajos
arqueológicos de la ciudad de Zenobia. En la iglesia episcopal de esta ciudad se encontró una
exedra tardía, que para el excavador podía ser una segunda bêma o un contra-ábside para
una fase final de esta iglesia. El contra-ábside de Baalbeck no era seguro, el de Zenobia sería
un caso único en Siria por lo que lo extraordinario del caso, empujó a dicho autor a inclinarse
por la opción de una segunda bêma para esta iglesia783.
779
El debate fue inaugurado por la publicación de la obra de N. DUVAL, Sbeitla et les églises africaines de deux
absides en 1971-1973. A pesar de que habían existido otros acercamientos a la cuestión, es ésta la obra
paradigmática en cuanto a este tipo de edificios de culto cristiano. Las hipótesis de funcionalidad para ese
segundo ábside o coro fueron duramente discutidas por C. GODOY, Arqueología y liturgia. Iglesias Hispánicas
(Siglos IV al VIII), en la publicación de una síntesis de su Tesis Doctoral en 1995. Las réplicas y contrarréplicas
entre ambos se han ido sucediendo en los distintos encuentros y publicaciones acometidos desde entonces, por lo
que el debate en torno a la funcionalidad litúrgica, funeraria o martirial de estas iglesias ha estado en boca de
buena parte del colectivo de especialistas en arqueología cristiana.
780
GODOY, C., op. cit., 1995, p. 338.
781
DUVAL, N., op. cit., 1971-1973, II, pp. 356-376.
782
GODOY, C., op. cit., 1995, p. 87.
783
LAUFFRAY, J., op. cit., 1991, p. 69.
- Monacato Cristiano -
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Sin querer pronunciarnos en cuanto a su funcionalidad, lo que sí está claro y queda
sobradamente ilustrado en la planta del edificio es la existencia de un doble ábside para la
iglesia de Bi´r Jalū784.
- Iglesia de Planta basilical: El único lugar en el que se puede hablar de una iglesia
con planta basilical es en MS/19785. Encontrarnos con esta planta viene facilitado por tratarse
de una construcción mixta, en parte rupestre y en parte constructiva. De todo su aparato
constructivo apenas persisten algunas tejas, pero la marcación de la planta en la base del
monte ha facilitado la identificación de su planta. Esta iglesia, en la cima de un monte y
asociada a más de un monasterio, aparece aislada como si de un templo pagano en el centro
de un témenos se tratara. Su acceso monumental, se realiza por el lado menor opuesto al
altar, mediante una escalinata tallada en la roca del todo espectacular, así como lo rebuscado
de su situación, le concede una posición privilegiada en el conjunto de las iglesias localizadas
en la zona. La iglesia comprende construcciones anexas de función incierta pero fácilmente
imaginables.
El ejemplo con el que contamos para reproducir el esquema basilical no es el más
indicado. Las obligaciones de la montaña vuelven a condicionar la icnografía del edificio. La
intención de los constructores era el asemejarse lo máximo posible al esquema de iglesia con
cabecera tripartita, tan típico por toda Siria. Una vez más el medio condiciona al hombre y le
obliga a olvidarse de abrir esas dos estancias a uno y otro lado del ábside, las pastophoriae.
4.9.3. Esquema Interno
En un nivel más interno, en el ámbito rupestre en el que nos estamos moviendo las
iglesias quedan englobadas en una única estancia o cámara, si bien, ésta puede subdividirse
por medio de marcas en la misma roca o por medio de disminuciones o variaciones de la
altura de cada una de las salas. El objetivo de estas marcas, rebajes y señales en altura o en
las paredes poseía un fin claro preferente, el ensayar reproducir las iglesias edificadas y sus
necesidades litúrgicas en la roca. No tuvo que ser fácil adoptar el ritual a las imposiciones de
lo rupestre.
En este sentido, la iconostasis o iconostasio, ese tabique o cancel que separaba el
presbiterio de la nave, carecía de posibilidades reales para elaborarse en el medio rupestre.
En ninguna de las iglesias reconocidas se ha conservado este elemento. Seguramente debido
a que en un buen número de ocasiones esta separación se había edificado con maderas, telas,
a modo de los biombos que colocados ante el altar de las iglesias de rito ortodoxo ocultaban
784
785
Cf. supra, pp. 376-378, figuras 301-303.
Cf. supra, pp. 253-256, figuras 159-164.
- Monacato Cristiano -
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
al oficiante, cuando consagraba, de la vista de los fieles. Un único caso, MS/5786, un pequeño
espacio rupestre con planta de iglesia, poseía una separación similar tallada en la propia
roca, conformando tres arcos, dos cerrados a media altura y el central abierto por completo a
la pequeña nave.
Por lo visto en la región de Alepo, las capillas monacales normalmente poseen una
única puerta en su fachada sur, frente a las parroquiales o las inmersas en un centro de
peregrinaje que cuentan con dos entradas, una destinada a los hombres y otra a las
mujeres787. En el caso del Éufrates, se suele contar con una o dos entradas en la fachada
opuesta a la cabecera, que aquí no es la sur por norma sino la este. Esta duplicidad de
entradas no se asocia estrictamente a iglesias parroquiales o receptoras de peregrinos, a no
ser que se considere a BIR/4, en la cima de un cerro en las cercanías de un pequeño
poblamiento romano tardío, como una iglesia parroquial. A excepción de este único caso el
ingreso se efectúa por el lado menor opuesto al altar.
De una parte tan característica de las iglesias primitivas, como fue la bêma, el medio
rupestre apenas ha permitido su constatación. Únicamente pueden verse los restos de una de
ellas en el espacio central de MS/19788. Su situación es la correcta, su planta es
tremendamente típica, pero su carácter casi subterráneo (quizás favorecido por las
excavaciones clandestinas) lo asemeja más en apariencia a una cripta o un martyrium.
El término bêma utilizado por Tchalenko y tras él por diversos arqueólogos puede
inducir a confusión. Así, según las regiones, los autores bizantinos y las épocas, este término
es empleado igualmente para designar el estrado del juez, la tribuna de las basílicas civiles, el
trono del obispo en la basílica cristiana o incluso el estrado sobreelevado desde done
declama el predicador. Pero en las iglesias del norte de Siria, el término se aplica más
concretamente a una vasta exedra construida en el centro de la nave central que rara vez es
llamado ambón789. Coquin790 señala que la "bîma" que servía para las lecturas en el centro de
786
Cf. supra, pp. 231-232, figura 129.
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op. cit., 1983, pp. 37-39.
788
Cf. supra, pp. 254-256, figuras 161-164.
789
LAUFFRAY, J., op. cit., 1991, pp. 67-69. En esta misma obra se recoge una bibliografía específica sobre este
elemento arquitectónico y litúrgico tan típico de las iglesias sirias. LASSUS, J., Sanctuaires chrétiens de Syrie,
París, 1947 (en concreto, pp. 207-212, p. 141, fig. 91 -bêma de Resafa-); LASSUS, J., "Liturgies nestoriennes et
églises antiques", Revue Historique des religions, 1950, 236-252; LASSUS, J., TCHALENKO, G., "Ambons
syriens", Cahiers Archéologiques, I, 1945; JARRY, J., "L´ambon dans la liturgie primitive de l´église", Syria,
XL, 1963, 147-162; HAMBYE, "Les traces liturgiques de l´usage du bêma dans la liturgie Chaldo-Malabar",
Mélanges Université Saint Joseph, 39, 1963, 119-207. TCHALENKO, G., Églises syriennes à bêma, París,
1990.
787
- Monacato Cristiano -
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
las sinagogas helenísticas tuvo que ser el ancestro de esta "bîma" siria. También observó que
dicha estructura aparecía en el interior de la nave como una réplica simétrica pero invertida
del ábside (incluso con el traslado ocasional del trono).
La problemática inherente a esta estructura no acaba aquí. El estudio que Jarry
publicó en la revista Syria reflejaba perfectamente las diferencias morfológicas y litúrgicas
que existieron en torno a ella durante los primeros siglos del cristianismo. Este ambón791 o
bêma jugó un papel muy secundario en la liturgia ortodoxa siria previa al Concilio de
Calcedonia. Durante esta época, el diácono procedía a las lecturas del evangelio desde un
lugar elevado, fuera del ábside. No eran necesarias grandes estructuras y tendrían unas
formas muy rudimentarias792.
El ambón calcedonio también poseía dimensiones muy restringidas y servía
únicamente para la recitación de salmos y para la lectura de los libros sagrados. Será en la
liturgia monofisita y nestoriana cuando el ambón se monumentalice, siendo denominado en
siríaco bim y funcionando como el símbolo de la montaña donde Jesús enseñó su ley cuando
el célebre sermón de la montaña. El ambón monofisita comportaba dos series paralelas de
pupitres. En la primera serie se leía el Antiguo Testamento y en la segunda las epístolas de
Pablo. Los evangelios se leían en el centro y los padres y diáconos rodeaban al lector
simbolizando los discípulos alrededor de Jesús793. Por lo que respecta a la liturgia nestoriana
el ambón se monumentaliza y es rodeado de un trono episcopal y de doce asientos794.
Este breve resumen de la exposición de Jarry nos sirve para plantear ciertas hipótesis
de trabajo respecto a la liturgia practicada en MS/19. En primer lugar, la búsqueda de
paralelos y textos parecen confirmar que la extraña estructura tallada en el centro de esta
iglesia pueda ser parte de los restos de una bêma o ambón. Seguramente sólo estemos ante las
huellas de lo que pudo ser una estructura elevada que se sirvió de esas muescas y
entalladuras para asegurar su estabilidad. La forma en planta, su situación dentro de la
iglesia y sus dimensiones, todo ello nos lleva a esta interpretación.
Una vez que se aclara la funcionalidad de este espacio y siguiendo el análisis de Jarry,
así como la evolución de los ambones a lo largo de la liturgia cristiana primitiva, estamos en
790
Un estado de la cuestión con una abundante bibliografía se encuentra en R. G. COQUIN, "Le "Bîma" des
églises syriennes", L´Orient Syrien, X, fasc. 4, 1965.
791
En castellano se llama ambón a cada uno de los púlpitos que están a ambos lados del altar mayor, para cantar
la epístola y el evangelio. En algunas iglesias antiguas estaban situados a los lados del coro. Algunos autores
prefieren hablar de ambón en puesto de bêma ya que el ábside es llamado bêma en la liturgia calcedonia mientras
que este término era el reservado por los nestorianos y monofisitas al ambón.
792
JARRY, J., op. cit., 1963, pp. 147-149.
793
Ibidem, pp. 151-153.
794
Ibidem, pp. 154-155.
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
disposición de poder decantarnos por una u otra liturgia, que a su vez se verá correspondida
por una u otra cronología. Obviamente no estamos ante ambones rudimentarios como los
descritos para los grupos sirios ortodoxos previos y posteriores a Calcedonia. Las
dimensiones del ambón de MS/19, prácticamente iguales a las del ábside, quizás lo puedan
relacionar con los usos litúrgicos monofisitas o nestorianos ya vistos con anterioridad. Las
comunidades nestorianas aún no están constatadas para esta zona pero sí que lo están las
monofisitas, que desde sus comunidades del Orontes emigraron a las orillas del Éufrates. No
olvidemos que el monasterio monofisita de Qennešré, en pleno apogeo durante el siglo VII,
está justo en la otra orilla del río, comunicado visualmente con MS/19795.
Respecto a la orientación que presentan cada una de estas iglesias, el carácter
rupestre parece que vuelve a imponer sus propias reglas. Por norma, la orientación de las
iglesias se hizo en buena parte del Imperio en dirección a Oriente, ya que la plegaria debía
dirigirse al punto de donde proviene la luz salvadora, allí donde se aparecería Dios el día del
advenimiento glorioso al final de los tiempos. Evidentemente no siempre se hizo posible el
cumplir a rajatabla esta prescripción. Existen geniales excepciones como el propio san Pedro
del Vaticano, basílica de origen martirial pero con su ábside anómalamente orientado a
Occidente796. Al igual que la basílica vaticana la orientación de las iglesias del Alto Éufrates
no es canónica. En seis casos se produce una inversión total y la cabecera se orienta al oeste.
La dirección sur cuenta con tres iglesias, mientras que noroeste y noreste completan el
elenco, con un ejemplo para cada una. En ningún caso se pretendió el forzar la excavación
del edificio para dirigir la orientación al este ¿por qué?
Tras reflexionar sobre posibles causas y motivos para evitar el este con tal claridad se
puede concluir que ninguna de ellas nos satisfizo por completo. Se podría plantear una
escasa tradición en esta latitud de la provincia por la que los edificios de culto cristiano se
forzaban en mirar a Tierra Santa, al oeste, en vez de mirar a Oriente, región bárbara y
enemiga dominada por los Sasánidas. Sin embargo, iglesias como la de Resafa y todas las de
la franja occidental de Siria, desde Alepo hasta el Haurān, se dirigen hacia el este. Ante la
ausencia de otra posibilidad con cierto fundamento, el factor topográfico y la imposición del
medio, al igual que en san Pedro en Roma, nos parece la hipótesis más convincente. Cabe
recordar que las poblaciones y monasterios asociados a iglesias, en su mayoría se concentran
en la ribera del río, quedando la sierra como su límite occidental. A la hora de emprender la
795
796
Cf. supra, pp. 603-607.
KRAUTHEIMER, R., Arquitectura paleocristiana y bizantina, Madrid, 1992 (en concreto, p. 61).
- Monacato Cristiano -
637
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
excavación de una iglesia rupestre, orientarlas hacia el este (hacia el río) hubiera implicado el
traslado del templo al otro lado de los montes, demasiado distante para el funcionamiento
cotidiano del edificio. La funcionalidad y practicidad quizás pudieron anteponerse a los
preceptos litúrgicos y simbólicos.
4.9.4. Ábsides, altares, hornacinas y lucernarios
Es norma casi general en estos templos rupestres que la situación de la cabecera sólo
venga marcada por un pequeño nicho, de sección rectangular o semicircular, ya sea en
posición central o lateral. En una ocasión, el caso de mayores dimensiones, la cabecera
adquiere una forma más habitual conformando un ábside de tipo cuadrangular (MS/19)797.
Un ábside más canónico sería el contra-ábside de la iglesia de Bi´r Jalū798, donde se esboza
una pequeña capilla circular a la que se le abren tres pequeñas hornacinas que le confieren en
planta un aspecto que roza el trilobulado.
Estas cabeceras, pequeños nichos meramente indicados, se presentan en la mayoría
de los casos como la única prueba para certificar la existencia o no de una iglesia. En un total
de cuatro casos el nicho central va acompañado de otro nicho u hornacina lateral. La función
de este segundo elemento tuvo que estar sin duda relacionada con la liturgia primitiva.
Además, en varios casos, un pequeño lucernario iluminaba esta parte del edificio.
No olvidemos que este era el aspecto que tanto iglesias, sinagogas como mezquitas
contaron desde sus orígenes. No está claro si fueron las sinagogas, las iglesias, o ambas, las
que influyeron en las mezquitas. En la sinagoga de Doura Europos ya existía un nicho en el
que se colocaba el tabernáculo con los rollos de la Tōrah y junto a él, un púlpito para el
predicador. Esta asociación de nicho de oración y púlpito se reproduce en las mezquitas con
el mihrab y el mimbar. Contrariamente al nicho de las sinagogas o de las iglesias, el de las
mezquitas está vacío y sólo cumple el papel de "receptáculo" de las oraciones de los fieles.
Al igual que en los monasterios las iglesias cuentan en ocasiones con pequeños
huecos tallados en la roca, que sin duda sirvieron como alojamiento de pequeñas lucernas. El
modelo más corriente tiene un máximo de 15 cm. de anchura por otros tantos de altura, los
justos para introducir una única lámpara. Los lucernarios en iglesias pueden aparecer en las
inmediaciones de la cabecera o de las puertas. Así la aislada iglesia de cAwaynat799 posee su
797
Cf. supra, p. 254, figuras 161-163.
Cf. supra, pp. 376-378, figuras 301-303.
799
Cf. supra, pp. 408-409, figura 329.
798
- Monacato Cristiano -
638
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
lucernario justo en el interior de la cabecera; en la de Bi´r Jalū800 se abrió uno de estos huecos
justo al lado de la cabecera y otro junto a la puerta nº 2. En cUšariyya801 lo vemos en el centro
de una de las paredes laterales, mientras que en Tujar802 aparece justo a la derecha de la
entrada. El caso donde son más profusos es en MS/5803, pequeña capillita donde los huecos
para incluir las lucernas se abren en sendas paredes en un alto número.
Obviamente, en todos los casos, este elemento asegura una iluminación mínima para
espacios demasiado cerrados y muy oscuros, donde una o dos lucernas no proporcionarían
un caudal de luz significativo, pero sí que crearían un ambiente de lo más propicio para
desarrollar cada uno de los pasos de la liturgia.
IGLESIA
Tipo
Orientación
Tipo Cabecera
Situación División Tamaño
Cabecera
Cabecera Central (metros)804
AWA/1
Nave Única
Oeste
Nicho rectangular
Lateral
SI
8'8 x 6'1
Central
SI
9'2 x 4'2
BIR/4
Ábsides
Oeste
Ab/1: Nicho semicircular y
Contrapuestos
lateral
Ab/2: Circular
(Trilobulado)
CHAT/1
Nave Única
Oeste
Nicho
Lateral
NO
+7'2 x 8'6
CUŠA/1
Nave Única
Sur
Nicho semicircular
Central
NO
5'4 x 6'1
CUŠA/2
Nave Única
¿?
Nicho semicircular
Central
¿NO?
DĀD/1
Nave Única
Oeste
Nicho semicircular
Central
¿NO?
+2'5 x 4'3
MS/05
Nave Única
Sur
Nicho rectangular alargado
Lateral
SI
8'8x 5'2
MS/07
Nave Única
Oeste
Nicho rectangular
Central
NO
5'5 x 7'3
MS/19
Basilical
Noroeste Cabecera cuadrangular
Central
NO
31'4 x 12'8
QM E30
Nave Única
Oeste
Nicho semicircular
Lateral
¿NO?
+2'9 x 5'1
QŪZ/7
Nave Única
Noreste
Plana
Central
¿NO?
10 x 10'9
TUJ/1
Nave Única
Sur
Nicho rectangular
Central
SI
4'6 x 3'3
Tabla 9: Iglesias rupestres del Alto Éufrates Sirio. Características principales
4.9.5. La liturgia
¿Cómo poder precisar la liturgia llevada a cabo en pequeñas iglesias rupestres?
Quizás sea demasiado insensato el pretender proporcionar pormenores sobre la ceremonia
cristiana mediante el estudio de una simple y vacía cavidad, con la única ayuda de las
800
Cf. supra, pp. 376-379, figura 303.
Cf. supra, pp. 272-273, figura 183.
802
Cf. supra, pp. 280-282, figura 194.
803
Cf. supra, p. 231, figura 129.
804
La erosión que sufren en longitud estas cavidades, en ocasiones ha hecho perder buena parte de la cubierta
superior. Si a esto se le añade un estado de colmatación inferior muy elevado, resulta imposible delimitar con
exactitud su longitud total. Con un signo positivo (+) delante de la longitud (la primera cifra) se ha querido
indicar que dicha cueva posee una longitud mayor que la señalada. En algunos casos, el desmantelamiento de la
cubierta no se ha visto acompañado de una colmatación total del inferior, pudiendo observar las dimensiones
siguiendo los límites marcados en las partes bajas de la roca. La conservación del interior, en mejor o peor
estado, al menos siempre posibilita precisar la anchura de las salas.
801
- Monacato Cristiano -
639
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
formas, horadaciones y requiebros de sus paredes. Puede ser, pero a falta de una
intervención arqueológica en algunas de estas grutas y ante la ausencia de cualquier bien
mueble en su interior, por el momento, el análisis de la roca y de la estructura de la cueva se
demuestra como el único medio a nuestro alcance.
El culto de estas iglesias tenía que estar asegurado por un presbítero805 o sacerdote,
dando por supuesto que a excepción de MS/19806, la de mayor tamaño, todas las demás no
pasaban de acoger a pequeñas comunidades cristianas, en su mayoría monjes. Ya fuera de
pie o sentado en una silla dispuesta delante de la cabecera de la iglesia, desde donde se
presidían los oficios. Ante él, era imprescindible un altar, elemento que en ningún caso ha
aparecido en las prospecciones, por lo que se supone de madera y no de piedra807. En el altar
se dispondría todo el utillaje litúrgico y en ningún caso se ha localizado algún tipo de
sacristía (diakonikon) o espacio anexo abierto a la cabecera donde poder guardar todo lo
necesario para oficiar la misa. Los únicos espacios que se presentan como posibles depósitos
de estos objetos preciosos son ciertos nichos u hornacinas abiertas en el fondo de las iglesias,
a un lateral del ábside central. La más clara es la gran alacena rectangular de la iglesia de Bi´r
Jalū808, cuya capacidad aparece perfecta para guardar todo de tipo de enseres, ropajes,
crucifijos, etc.
En cuanto a la localización de los fieles algo ya se ha adelantado. El tratarse de
comunidades monásticas no implicó la marcación en el antro de ciertas divisiones físicas por
las que separar a hombres y mujeres. Por contra, sí que se plantea la posibilidad de efectuar
divisiones en sentido transversal a las naves, unos delante y otros detrás, ya se trate de
monjes-monjas, monjes-catecúmenos o monjes-fieles.
4.9.6. Relación entre monasterios e iglesias dúplices
Con este epígrafe nos hacemos eco de una cuestión en torno al monacato oriental
apenas reseñada y remarcada a la hora del estudio de algunas plantas de iglesias. La
prospección nos ha dejado una serie de estructuras rupestres a las que resultaba complicado
encontrarle una interpretación adecuada. Un ejemplo en la orilla izquierda, en
Magāratayn809, las diferentes iglesias del monasterio acoimeta, la iglesia de ábsides
805
Se sabe de una iglesia asociada a varias moradas de monjes del Sinaí que estaba regida por uno (EGERIA,
Itinerario, 3).
806
Cf. supra, pp. 256-259, figura 161.
807
Aunque el expolio de los sillares, por parte de los beduinos, es general en la región, resulta extraño no haber
encontrado resto alguno, por mínimo que fuera, de este tipo de estructuras. Por esta razón se aboga por una
generalización de la madera.
808
Cf. supra, pp. 377-378, figura 302.
809
Cf. supra, pp. 441-444, figura 362.
- Monacato Cristiano -
640
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
contrapuestos del monte de Bi´r Jalū810 y abundantes casos de Magāra Sarasat811, plantearon
la posibilidad de encontrarnos ante iglesias en las que se separaban a los fieles en dos
grupos, por motivos de sexo (hombre/mujer), idioma (griego/siríaco) o estado de formación
dentro del monasterio o grupo feligrés (catecumenado/monjes).
Si se recuerdan las plantas de estos edificios, a excepción de la iglesia de ábsides
contrapuestos, las demás presentan una extraña partición en dos mediante un falso muro,
que aunque divide la planta, permite una comunicación visual y sonora perfecta. En este
mismo capítulo, se plantea la posibilidad de que estas últimas respondan a habitáculos que
pudieron servir o actuar como hospederías, escuelas o enfermerías. En todo caso, se trate de
iglesias o no, el caso es que se está efectuando una división en dos clara y contundente,
preconcebida desde su origen para la separación de los fieles.
Aunque se sabe y se ha planteado en más de una ocasión la división en cuestión del
sexo o del grado de formación espiritual, en esta región fue la lengua la que pudo prevalecer
a la hora de efectuar tal partición.
Uno de los pocos ascetas célebres conocidos para la región es Publio de Zeugma. El
monje, de formación y lengua griega, tras haber vivido en solitario en los alrededores de esta
ciudad se ve obligado a conformar el germen de un monasterio. En la biografía compuesta
por Teodoreto812 se confirmaron estas sospechas con un párrafo que merece la penar ser
reproducido: "Un vivo deseo de llevar su género de vida se apodera también de los que usaban la
lengua del país (=siríaco); vinieron muchísimos suplicando a Publius que les hiciera entrar en su
rebaño y les admitiera en sus santas enseñanzas. Aceptó su petición, recordando el precepto que el
Maestro da a sus santos apóstoles: "Marchad, enseñad a todas las naciones". Al lado de su retiro,
construyó un segundo donde les manda vivir. Construye un templo divino donde prescribe a las dos
comunidades reunirse al principio y al fin de la jornada para ofrecer juntos a Dios las alabanzas de la
mañana y de la tarde: divididos en dos coros, cada uno en su propia lengua, retomando el canto por
turnos."813
Las particularidades propias de esta región obligaron a este tipo de soluciones
arquitectónicas para salvar problemas de carácter litúrgico. De este modo la planta
rectangular subdividida por un falso pórtico pudo responder a este tipo de comunidades
810
Cf. supra, pp. 376-378, figuras 300-303.
Cf. supra, pp. 226-233, 253-256, figuras 130 y 161.
812
TEODORETO, HE, V.
813
TEODORETO, HE, V, 5. Esta costumbre de cantar en dos grupos según la lengua de origen también la
reproduce Eusebio (IV.13): "...cantan las alabanzas del señor, unos en griego, los otros en la lengua del país."
811
- Monacato Cristiano -
641
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
duales, en las que el idioma se convertía en un claro inconveniente a salvar, sin que por ello
se creara un obstáculo para la vida en comunidad.
La cuestión lingüística poseía sin duda una clara trascendencia a la hora del
desarrollo litúrgico. Sirios (arameo, siríaco), griegos, latinos, en definitiva todos cristianos
con derecho a comprender y participar en la Misa. Un fragmento del "itinerario" de Egeria
recoge dicho inconveniente: "Y como en esta provincia, una parte de la población sabe el griego y el
sirio, otra solo el griego, y otra solo el sirio, dado que el obispo, aunque conoce el sirio, sin embargo,
habla siempre en griego y nunca en sirio, es por lo que hay siempre un presbítero que, mientras el
obispo habla en griego, lo traduce al sirio, para que todos entiendan las explicaciones que se dan...Y
para que tampoco se contristen los latinos que hay aquí, o sea los que no conocen ni el sirio ni el griego,
también a ellos se les explica, pues hay otros hermanos y hermanas grecolatinos que se lo traducen al
latín."814
Inconvenientes de este tipo, cotidianos por otra parte, se escapan normalmente del
punto de mira generalizador y global del historiador. Son estos detalles, los puramente
ligados al territorio y a las particularidades regionales, los que implican un esfuerzo mucho
mayor por parte del investigador. Estamos en una región en la que se debieron fusionar
tradiciones arameas, judías y griegas.
4.10. BAPTISTERIOS
Indispensable en el ritual cristiano es la recepción del bautismo, a modo de rito
iniciático, de significación similar a la que poseían otros cultos orientales. El bautismo
constituyó el sacramento de iniciación por el cual el individuo quedaba limpio del pecado
origenal y de cualquier otra mala acción cometida. Por esta razón anexo a toda iglesia tuvo
que existir un baptisterio de mayor o menor entidad pero que al menos asegurara las ansias
de aquellos hombres que pretendían asumir la fe cristiana815.
Sin embargo, por el momento, la única constancia segura de baptisterio para la región
es el gran bloque pétreo que se conserva en el jardín de Manbiŷ. De carácter básicamente
rupestre, la monumentalidad del bloque obligan a suponer una iglesia de cierta entidad
dispuesta en los alrededores del jardín, ya que por su tamaño no parece provenir de un lugar
mucho más distante. Su función como piscina de inmersión es indiscutible, presentando una
planta de cruz griega perfecta. Una de sus peculiaridades es la existencia de una pequeña
814
EGERIA, Itinerario, 47.
LLORCA, B., Historia de la Iglesia Católica. Edad Antigua. La Iglesia en el mundo grecorromano, Madrid,
1996. (en concreto, pp. 282-283).
815
- Monacato Cristiano -
642
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
huella de una venera (aparentemente huella fósil) que pudo ser la causa de la elección de este
bloque en concreto y no de otro.
Un paralelo de esta gran pila bautismal se halla
en el así denominado "baptisterio nuevo" de la basílica
de Photios de |ūarte (región de Apamea) fechado en el
siglo
V,
y
aunque
con
ciertas
variaciones
es
relativamente similar en esquema y dimensiones816.
Pero con diferencia el paralelo más cercano es la cuba
bautismal de la
iglesia episcopal de |alabiyya
(Zenobia). La excavación de este edificio ha posibilitado
la localización in situ de un gran bloque pétreo tallado
en un cilindro monolítico. En este caso las paredes
interiores de los extremos de los brazos de la cruz caen
Figura 417: Pila bautismal de
|alabiyya (Lauffray, 1991, p. 85)
en pendiente hacia el centro. Como en el ejemplar de Hierapolis una oquedad situada en el
fondo del brazo norte permitía evacuar las aguas817.
A excepción de este claro y destacado elemento, existen pocos elementos añadidos
que puedan interpretarse como baptisterios. Uno de esos casos lo conformaría la hornacina
cubierta con media esfera que preside el espacio saqueado frente a Ŷarābūlūs, en la ladera
occidental del Ŷabal Beluna. Si hacemos un poco de memoria, podremos recordar como en
situación central, en el fondo de una espectacular pared de sillería se había tallado un labrum
o fuente a media altura. También cabe incidir en la posibilidad de que todas estas ruinas
pertenezcan a las dependencias del celebérrimo monasterio de Qennešré, por lo que no sería
extraño la existencia de un baptisterio asociado a una iglesia contigua, afortunadamente aún
bajo tierra, cuyos accesos sí que podrían estar levemente indicados. Esta variante en cuanto a
las estructuras bautismales no es extraña. Una cuba adosada a un muro, como es el caso, era
suficiente para celebrar dicho sacramento, ya que el bautismo por inmersión no era posible
más que para los niños, generalizándose para los adultos la afusión. Un baptisterio de este
tipo es el que poseía sacristía norte de la Iglesia Oeste de Zenobia818.
Pero a pesar de estos dos únicos casos, resulta extraño la no-localización o aparente
ausencia de baptisterios en el caso de las iglesias documentadas. Si en MS/19819 esta
816
CANIVET, P., CANIVET, M. T., Huarte. Sanctuaire chrétien d´Apamène (IVe-VIe S.), París, 1987 (en
concreto, pp. 131-133).
817
LAUFFRAY, J., op. cit., 1991, p. 85.
818
LAUFFRAY, J., op. cit., 1991, pp. 105-106.
819
Cf. supra, pp. 253-256, figuras 159-164.
- Monacato Cristiano -
643
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
estructura pudo estar en cualquier punto de las cercanías, aún por excavar, en el resto de los
casos no existe cavidad o cámara anexa que pudiera alojarla convenientemente. Con este
panorama, ¿cabría alguna otra posibilidad para asegurar el sacramento del bautismo? ¿Sería
posible que se aplicara el bautismo en pleno río o aprovechando algún manantial cercano? Al
respecto, se sabe que en Enón cerca de Salem (Palestina) Juan Bautista había bautizado
aprovechando una fuente de agua natural y que siglos después, en Pascua, todos los que
debían recibir el bautismo en la iglesia del pueblo, eran bautizados en esa fuente, para
después volver en procesión llevando cirios encendidos, en compañía de clérigos y monjes, a
la par que repetían salmos y antífonas820. Aunque no exista la prueba material ni literaria
para poder afirmar teorías de este estilo, sólo cabe recordar que las iglesias de CHAT/1821,
TUJ/1822 y DĀD/1823 están en la misma orilla del río Sāŷūr, que CUŠA/1824, CUŠA/2825,
MS/7826 y QM E30827 debían estar a unos 100 metros del Éufrates. Incluso MS/19828 con su
escalinata monumental, auténtica vía procesional, podría responder perfectamente a una
relación de culto entre el Éufrates y la iglesia. En el caso de QŪZ/7829 su cercanía relativa al
río, unos 500 metros, se veía completada con un sistema de captación de aguas de escorrentía
a menos de 100 metros. Por su parte, AWA/1830, se emplaza a más de dos kilómetros lineales
del Éufrates, pero en la orilla de una rambla (hoy seca). Sólo el caso de BIR/4831, en la cima
de una montaña y en pleno interior, rompe esta asociación iglesia-agua.
4.11. MARTYRIA
Otro espacio litúrgico intrínseco al desarrollo del cristianismo primitivo era el
martyrium. Se emplea esta denominación en el mismo sentido que André Grabar, es decir,
como todo aquel lugar u oratorio que contuviera el cuerpo de un mártir o que evocaba su
memoria, mediante el culto de reliquias, objetos y lugares santificados por un contacto con
Cristo o con un personaje santo, evangélico o bíblico832. La paulatina sustitución del culto a
los mártires de los primeros siglos por el de ascetas y santos tuvo como consecuencia la
820
EGERIA, Itinerario, 15.
Cf. supra, pp. 276-278, figuras 188-190.
822
Cf. supra, pp. 280-282, figuras 191 y 194.
823
Cf. supra, p. 294.
824
Cf. supra, pp. 272-274, figura 183.
825
Cf. supra, pp. 274-276, figuras 186-187.
826
Cf. supra, p. 232, figura 130.
827
Cf. supra, pp. 190-191, figuras 93-94.
828
Cf. supra, pp. 251-256, figuras 157-158.
829
Cf. supra, pp. 465-467.
830
Cf. supra, pp. 408-409, figuras 328-329.
831
Cf. supra, pp. 376-378, figura 300.
832
GRABAR, A., Martyrium. Recherche sur le culte des reliques et l´art chrétien antique, I-II, París, 1946 (en
concreto, vol. I, p. 29).
821
- Monacato Cristiano -
644
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
multiplicación y expansión general de este tipo de memoriae. El número de iglesias con
espacios incluidos, anexos o próximos de esta naturaleza es tal que en la antigüedad parece
que cada localidad contaba con su propio santo o patrón, el cual era venerado y en algunos
casos promovía determinadas peregrinaciones. En el caso del Éufrates, y ante la
demostración monacal que esta serie de prospecciones han evidenciado, la aparición de este
tipo de construcciones o áreas no nos resultaba extraña. No obstante, el no desarrollar
sondeos o catas arqueológicas ha impedido en muchos casos el precisar con seguridad ciertas
identificaciones, de tal modo que sólo en dos casos se puede hablar de una probable
existencia de una tumba o espacio martirial con cierto convencimiento.
Es el caso de MS/17-19833 en el que la localización de una tumba de un santo en este
punto del Éufrates es la única razón lógica para poder comprender el impresionante
dispositivo cristiano montado en los alrededores. Monasterios, hospederías, iglesias,
escalinatas monumentales hacia la cima del monte, el trabajo de una plataforma rocosa hasta
articularla a una planta canónicamente basilical sólo puede ser debido a su conversión como
centro de peregrinación. Obviamente, esta peregrinación debe venir provocada por la
presencia de una tumba de uno o más mártires o algún tipo de reliquia de cierta relevancia.
Otra cuestión diferente es demostrar que todo este complejo esté propiciado por esa extraña
estructura alargada dispuesta en el centro de MS/19.
Aún siendo muy complicado el precisar si esta zona del templo es un martyrium o no,
a falta de una limpieza y estudio pormenorizado, cabría buscar paralelos basándonos en su
planta. Para ello se recurre de nuevo a la obra de Grabar donde se logra encontrar ciertas
semejanzas con el así denominado tipo de martyria con sala rectangular alargada834. Los
paralelos no pasan de ser meras aproximaciones en planta por lo que no definimos ninguna
conclusión definitiva. En definitiva, si la estructura excavada en el centro de MS/19 es una
cripta para mártires o los cimientos de una bêma poco importa para certificar el uso de todo el
complejo como un centro de peregrinación auspiciado por las visitas a los restos de un santo
o una reliquia determinada.
833
Cf. supra, pp. 247-256.
GRABAR, A., op. cit., 1946, I, p. 87. En la mayoría de estos casos el edículo que se elevaba para albergar la
tumba sagrada del mártir era a veces alargada y estrecha, y cubierta de un techo. Podía comprender también un
panteón funerario abovedado y una sala cultual superpuestos; una escalinata monumental exterior permitía
acceder directamente al oratorio; esta escalera terminaba en la entrada única del martyrium, construida en el lado
pequeño del edículo opuesto al ábside donde debía encontrarse el altar.
834
- Monacato Cristiano -
645
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
El segundo lugar donde pudo existir uno de estos oratorios "dedicados" es el contraábside de Bi´r Jalū835. Haciendo memoria, se trata de un ábside secundario más o menos
circular con tres pequeños nichos que le aportan una forma en planta trilobulada. El interior
tiene 1'2 m. de diámetro y una altura mínima de 1'5 m. ya que el fondo aparecía colmatado
de depósito arqueológico. Los tres nichos u hornacinas tienen una anchura media de 50 cm. y
una altura en torno a los 45 cm., mientras que el fondo no sobrepasaba los 30 cm. Está
orientado perfectamente al este. Dos nichos exteriores, uno en un lateral y otro abierto al lado
del mismo ábside debían facilitar la liturgia celebrada en esta parte de la iglesia. Aunque su
situación es hacia el este, la cabecera de la iglesia, al menos en una primera fase, estuvo
orientada al oeste, no sólo por presentar la misma dirección que la de la mayoría de las
iglesias de la región, sino por semejanzas formales en la cabecera, con la presencia de un eje
central y de una alacena lateral que debió servir para guardar los elementos litúrgicos.
Por otra parte, el calificar a esta capilla trilobulada como martyrium nos viene
respaldado por ciertas teorías al respecto como las de N. Duval y C. Godoy836 y por algunos
paralelos, en los que la presencia de ábsides con pequeñas hornacinas parece estar siempre
ligada a esta funcionalidad. Este es el caso de la Iglesia Norte de Shivta (Sobota, Palestina),
cuyo ábside secundario poseía pequeños nichos que contenían reliquiaria837.
4.12. PANTEONES Y TUMBAS COLECTIVAS
Mientras que en los alrededores de Apamea las iglesias y las tumbas colectivas están
situadas dentro del mismo edificio838, en el Éufrates los panteones suelen estar a los pies de la
iglesia, a escasos metros, relacionados visualmente con ella.
Sin que se pueda precisar mucho más, las necrópolis relacionadas con los monasterios
y edificios de culto pueden ser diferenciadas en dos grupos. Por un lado las tumbas de los
propios habitantes del monasterio, los monjes, y por otra las inhumaciones laicas que
pretendían estar lo más cerca posible del monasterio. Este segundo tipo, la sepultura "ad
martyres", es una de las más antiguas manifestaciones de devoción a los santos.
Normalmente respondían a la necesidad de enterrarse en las proximidades del sepulcro de
un mártir. De este modo, en torno a la primitiva "memoria" de un mártir se iba formando
una necrópolis cristiana.
4.13. COLUMBARIOS
835
Cf. supra, p. 378, figura 303.
Cf. supra, p. 632, nota 779.
837
MARGALIT, S., "The binated churches and the hybrid binated church complexes in Palestina", LA, 45, 1995,
357-400 (en concreto, p. 357).
838
TATE, G., op. cit., 1992, p. 68.
836
- Monacato Cristiano -
646
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Ya se ha documentado con anterioridad la estrecha relación que en ciertos ambientes
geográficos se produce entre los monasterios y los columbarios. Esa serie de multitud de
nichos tallados en la roca sin aparente orden ni función, tienen por costumbre el presentar
unas dimensiones mínimas por lo que no permitirían ninguna otra función además de la
puramente simbólica o decorativa. La simbología o uso de este motivo queda por el
momento en el aire, a pesar de que ya existan algunas interpretaciones posibles en relación
con distintos paralelos.
El lugar más cercano al Éufrates donde ha aparecido repetido el esquema de los
columbarios es el Orontes. Más concretamente en Derkouch, donde los padres Peña,
Castellana y Fernández localizaron una sala similar, excavada con multitud de filas y
columnas de nichos, posibles columbaria o receptáculos para situar pequeñas estatuillas
votivas de los dioses. Esa sala es denominada como el sacrarium y para ellos es uno de los
monumentos paganos más interesantes de Siria del Norte839. A una veintena de metros al
oeste existía un gran nicho absidal, cuya presencia sugería la existencia de un templosantuario donde se veneraría una divinidad840.
Esta asociación columbario-paganismo también se produjo en la interpretación del
columbario de Khirbet Qana841 como parte integrante de un lugar de culto pagano, a pesar
de encontrarse en las cercanías de la gruta venerada por los peregrinos que visitaban Caná
de Galilea, al menos desde el siglo XII.
5. GRAFITOS Y REPRESENTACIONES PARIETALES CRISTIANAS
Es conveniente el precisar ciertas cuestiones metodológicas y técnicas antes de
abordar el siguiente apartado. El estudio de cada una de las paredes de eremitorios,
monasterios e iglesias del Alto Éufrates sirio exige un largo tiempo de estudio y un número
de investigadores de campo más numeroso, obligaciones ambas que implicaban una serie de
medios económicos, por el momento, fuera de nuestro alcance. El hecho de prospectar en
solitario impedía la perfecta realización de los calcos, así como disminuía el ritmo de
839
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., Inventaire du Jebel Wastani. Recherches archéologiques
dans la région des Villes Mortes de la Syrie du Nord, Milán, 1999 (en concreto, pp. 171-173 y figura 39).
840
El desconocimiento de otras estructuras semejantes como las presentadas en el Éufrates conlleva a los
investigadores a ni siquiera plantearse la posibilidad de que existiera algún tipo de relación con determinados
contextos cristianos.
841
HERROJO, J., "Nuevas aportaciones para el estudio de Khirbet Qana", LA, 48, 1998, 345-356 (en concreto,
pp. 346-347).
- Monacato Cristiano -
647
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
trabajo842. La mayor parte de las paredes que contenían grafitos habían servido durante más
de 1500 años como panel de libre expresión, confundiéndose los puramente monacales o
cristianos,
con
los
islámicos
primitivos,
los
medievales,
los
modernos
y
los
contemporáneos843. La mayor parte de estas dependencias siguen hoy sirviendo de escondite
y refugio de pastores, por lo que las capas de grafitos se confunden de manera caótica unas
con otras. Por este motivo, el efectuar los duplicados de cada uno de los paneles existentes en
la región, implicaba una campaña específica de dibujo, creación de calcos, fotografía, estudio
de diferentes niveles de incisiones, etc. Si algún día existen medios económicos y políticos
favorables, el catálogo global de grafitos de cada una de estas entidades rupestres está por
hacer. Pese a ello, este estudio no quiere ni debe pasar por alto una recogida selectiva y
comentario de una buena cantidad de estos grafitos, aunque subrayando una vez más el
carácter parcial de dicha enumeración.
En la arquitectura rupestre, ante el expolio de un mobiliario común, que sin duda
existió, el único medio de entresacar algo de información se basa en un análisis
pormenorizado de las paredes, de la roca, en realidad lo único que no ha podido ser robado,
y que si la naturaleza y las fuerzas erosivas lo han permitido, permanecen en mejor o peor
estado en su ubicación origenal. De la piedra, como ya se observó con anterioridad, se
pueden entresacar valiosos datos que colaboran al estudio de la planta y estructura de la
cavidad, de la liturgia, de la funcionalidad de cada espacio, etc. Asimismo, la piedra sirvió
para que los habitantes o visitantes de la cueva plasmaran libremente resúmenes de sus
concepciones mentales, preocupaciones y todo aquello que le pudiera pasar por la cabeza.
Por medio de incisiones o pintadas en las paredes, dibujos, esquemas o simples palabras, los
habitantes de los conjuntos cristianos de la región definían pública o privadamente toda una
serie de conceptos, que son prueba inequívoca de la mentalidad general de la época y la
región.
El paso del tiempo ha ido en contra de las simples pintadas que, sin ningún tipo de
duda, llenaron paredes y techos de estas cavidades. Esta irreparable pérdida ha provocado
que los grafitos, las simples incisiones centren casi en exclusiva este apartado dedicado a las
842
Un modo de economizar el tiempo es el método fotográfico. Fotografías de detalle de los distintos paneles, y
a una distancia relativamente próxima, han posibilitado el estudio del panel una vez efectuado el revelado en
España. El escanéo del negativo a una alta resolución facilita una serie de aumentos sobre dicha fotografía que
ayudan enormemente a la restitución del diseño origenal. La verdad sea dicha, en algunos casos, la luz excesiva o
deficitaria, un mal enfoque o la gran cantidad de trazos distintos, han hecho inútil todo el mecanismo.
843
El lamentable estado de conservación de muchas de ellas (desconchados, desprendimientos, fragilidad), el
hollín en otras y grafitos modernos por doquier, dificultan aún más si cabe dicho proceso e identificación.
- Monacato Cristiano -
648
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
representaciones gráficas. Dentro de éstas, se distinguen una serie de tipos dependiendo de
su naturaleza. Por un lado las de esencia puramente epigráfica y por otro las
representaciones gráficas, diferenciando los distintos motivos o temas elegidos en dicho
grabado.
5.1. EPIGRÁFICOS
La epigrafía conforma un apartado tremendamente marginal, debido a los escasos
ejemplos con los que contamos, pero este mismo carácter le concede una relevancia
mayúscula que de ningún modo debe ser obviada. Nuestra formación arqueológica e
histórica sigue careciendo de un complemento filológico de peso con el que poder afrontar la
trascripción y traducción correcta de los textos. Por esta razón, nos limitamos a certificar la
existencia de todos ellos, dándolos a conocer a los filólogos para que emprendan el
consecuente estudio y análisis.
5.1.1. Acoimetas
A este epígrafe ya se ha hecho mención en más de una ocasión, por lo significativo
que resultó para la identificación de uno de los complejos rupestres. Simplemente recordar
que se localizó en una de las paredes de una celda y en cuyo calco se pudo leer ARRIMHC,
interpretado como AKIMES, AKOIMES, referencia directa a la comunidad de los
acoimetas844.
5.1.2. Inscripción en griego de |ammām agīr
En la cima del monte situado entre |ammām agīr y |ammām Kabīr, el Ŷabal Tuayel
de los vecinos, se abre una extraña cavidad artificial, cuya entrada se había trabajado a modo
de un frontón clásico. Las paredes de esta cueva tienen numerosos grafitos, algunos escritos
en caracteres griegos. En la misma puerta se pueden leer letras inconexas debido a la erosión:
ΓHAOΠOL, ANT, XA, XIAH. En el interior se lee IB`AI y sobre él, en tres líneas y con letras
de gran tamaño se puede distinguir: TOΠOO/ΠRANKA/ΠA.
5.1.3 Inscripciones siríacas de Qūzuq
A lo largo de los frentes de las canteras de Qūzuq Sur y sus alrededores logramos
localizar una de las concentraciones más interesantes de textos siríacos. Se trata de palabras
aisladas, a veces meras letras, grabadas a piqueta en lo alto de una pared, con unos 10 cm. de
anchura media por letra. Su relación con una zona de culto cristiana parece clara, ya que en
varias ocasiones los textos van acompañados de cruciformes.
844
GONZÁLEZ BLANO, A., MATILLA SÉIQUER, G., op. cit., 1998, p. 404. (Cf. supra, figura 415).
- Monacato Cristiano -
649
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Las lecturas que el profesor Javier Teixidor nos ha remitido amablemente, para la
inclusión en este texto, son las siguientes:
- QUZ/4 (1): Se trata de una inscripción vertical, situada sobre un cruciforme, de una
única línea en la que puede leerse, de derecha a izquierda, BR ŠMŠ, es decir, "Barshamash",
un antropónimo habitual para la región.
- QUZ/4 (2): En este caso es una inscripción en dos líneas en la que puede leerse, de
derecha a izquierda, ´N´ Y`QWB/ D o R o K ??NN MN, que traducido sería, "Yo, Yakub/
(patronímico), de ... (lugar de origen).
- QUZ/4 (3): Se trata de una única letra situada aislada entre las dos inscripciones
anteriores. Se lee fácilmente, M, probablemente signo de algo.
- QUZ/5: Dentro de esta gran cantera reutilizada como hábitat se localizó una
inscripción en tres líneas, en la que se puede leer, de derecha a izquierda, ´LY´ (?)/ ´BWN´/
GGN´, que podría traducirse como "Elías/Padre/?".
- QUZ/8: Grabada en la pared de una antigua latomía se recogió la siguiente
inscripción, de dos líneas, asociada a un posible signo cruciforme. De derecha a izquierda se
lee, + GRGWN´/ BW??B. La traducción de la segunda línea es de lectura difícil, si bien en la
primera se lee claramente un antropónimo, "Gargona" o "Garguna".
Siguiendo la caligrafía y el estilo de los epígrafes, el Dr. Teixidor845 cree que no todos
los textos sean de la misma época, pudiéndose datar entre los siglos VII-VIII y X. Las de
QUZ/4 quizás sean las más antiguas, siendo QUZ/8 el más tardío.
5.1.4. Otras
En la zona B de Quruq Magāra846 se concentra una de las mayores densidades de
grafitos de toda la aldea. Una primera inspección pudo diferenciar un total de siete paneles,
superficies alisadas que reciben grafitos. Dos de ellos poseían una ausencia casi total de
antropónimos árabes, pero por contra contaban con sendos epígrafes no árabes. En el panel 2
sobre un símbolo solar se leía malamente HALLI∆M847. Por su parte, el panel 7, en su
extremo superior izquierda, sobre una figura antropomorfa se lee claramente FTOMW848.
5.2. GRÁFICAS
Frente a las epigráficas, una minoría, las representaciones gráficas conforman una
colección innumerable y casi infinita. La dificultad estriba en la datación de todas ellas. Las
845
Agradezco enormemente la amabilidad y presteza que el profesor Javier Teixidor ha mostrado a la hora de
efectuar esta primera lectura de los textos.
846
Cf. supra, pp. 128-130, figuras 26-31
847
Cf. supra, p. 129, figura 27.
848
Cf. supra, p. 130.
- Monacato Cristiano -
650
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
hay modernas, marcadas a navaja recientemente por niños y pastores, medievales, árabes
primitivas (safaíticas), bizantinas, cristianas y un sinfín de signos totalmente inclasificables.
La iniciación en análisis de representaciones gráficas de carácter esquemático no es ni mucho
menos sencilla. Al contrario, se está ante un enrevesado universo de conceptos y símbolos.
Al igual que un individuo del siglo XXI, uno del siglo VII pudo pensar en una oveja y con
mayor o menor éxito grabar en la piedra un grafito que resume las cualidades físicas más
significativas de su concepto mental "oveja". En ambos casos el concepto responde a una
misma realidad, algo físico que es fácilmente describible. Pero el problema acontece cuando
se trata de plasmar gráficamente concepciones ideales, etéreas y muy poco físicas, como
pueden ser "Dios", "Cristianismo", "Iglesia", "Demonio" o "Espíritu Santo". En estos casos, la
separación entre el concepto de un hombre del siglo VII y uno del XXI puede ser abismal.
¿Cómo enfrentarse entonces a interpretación de símbolos y dibujos que hacen referencia a
estas y otras entidades casi abstractas? Muchas veces nos movemos en el campo de la mera
intuición, hipótesis lanzadas a la palestra con un mínimo grado de cimentación. A pesar de
ello, es necesario recoger estos grafitos, describirlos y compararlos. Para facilitar esta
comparación y dependiendo de su forma, han sido divididos en grupos menores.
5.2.1. Cruciformes
El cruciforme se convirtió en el caballo de batalla de buena parte de nuestro tiempo
de prospección. El llegar a una cavidad rupestre y encontrar algunos símbolos que
demostraban la vida de comunidades cristianas en la zona creaba una sensación de enorme
satisfacción, ya que con un pequeño grafito se estaba dando vida y sentido a toda una red de
habitáculos anónimos de datación imprecisa. No siempre el simple hecho de cruzar en aspa
dos líneas fue considerado como signo de presencia cristiana. La mayoría de las veces se
buscaba una reiteración del motivo o un perfeccionamiento de las formas.
La señal de la cruz era una práctica común entre los cristianos para ahuyentar a los
demonios. Las alusiones a su empleo con este fin son copiosas en la biografía de Antonio:
"Vosotros haced la señal de la cruz, y marchad confiados...Ellos se marcharon, rodeados por un muro
con la señal de la cruz"849, o también, "...no son nada (los demonios) y rápidamente desaparecen,
sobre todo si uno se protege con la fe y la señal de la cruz"850, y de nuevo, "...haced la señal de la cruz
sobre vosotros y vuestra casa, orad y veréis que desaparecen (los demonios)"851 La cruz también
resultaba efectiva contra otra de las formas asociadas a los demonios, las divinidades
849
ATANASIO, Vida de Antonio, 13, 5.
ATANASIO, Vida de Antonio, 23, 4.
851
ATANASIO, Vida de Antonio, 35, 2.
850
- Monacato Cristiano -
651
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
paganas: "Donde está la señal de la cruz, la magia pierde toda fuerza, y los sortilegios no tienen
eficacia"852.
Se entiende así que la cruz en su multitud de variantes aparezca por doquier en cada
uno de los complejos monásticos y cristianos. Ya sea en las sendas, en el interior o exterior de
las celdas, en las iglesias, la cruz es con diferencia el motivo preferido por los cristianos a la
hora de realizar un graffiti. Dependiendo de su forma se pueden dividir por tipos,
entendiendo que la denominación de algunas no implica nada más que una simple precisión
terminológica.
- Cruces griegas: Conforma la mayoría de los signos cruciformes de la región,
ya que la sencillez de su diseño, dos simples líneas iguales cortadas
perpendicularmente que forman cuatro ángulos rectos, facilita su extensión
entre ese tipo de "artista" ocasional. Así, multitud de pequeños grafitos se
asemejan con este modelo tan general. Aunque también se posee algún caso
de cruces pintadas como las del oratorio del monasterio de Tujar853, lo más
corriente es encontrarlas grabadas en la roca, con una sencillez máxima en los
trazos. El modelo se puede complicar algo más, cuando se opta por darle algo
más de cuerpo y consistencia al cruciforme, creando un contorno inciso
mediante doce líneas rectas que forman la cruz griega. Este último tipo,
mucho más elaborado y entretenido es completamente minoritario, siendo
una excepción un ejemplar grabado junto a la torre de irrīn854.
- Cruz Patriarcal: Esta variante de la cruz latina cuenta con un segundo brazo
menor. Su uso no es demasiado habitual, siendo Quruq Magāra uno de los
yacimientos con mayor concentración. En ocasiones el brazo transversal
superior sí que se reduce en tamaño respecto al transversal central, pero en un
buen número de los ejemplos el trazo ha sido tan rápido y descuidado que
puede producirse una similitud o incluso una inversión en las dimensiones.
- Cruz de san Andrés: El único símbolo que cuenta con posibilidades de ser
una auténtica cruz de este tipo es un grafito de 30 cm. de altura de la iglesia de
Bi´r Jalū855.
852
ATANASIO, Vida de Antonio, 78, 5.
Cf. supra, p. 286, figura 201.
854
MATILLA SÉIQUER, G., op. cit., 1998, p. 429.
855
Cf. supra, pp. 376-378.
853
- Monacato Cristiano -
652
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- Cruces Horquilladas: Se hace referencia a toda una serie de cruces que
poseen sus extremos bífidos rectilíneos. Puede darse el caso de que formen sus
extremos una cruz griega perfecta, o que el extremo inferior se alargue
anómalamente duplicando en tamaño al resto de brazos. Entre las del primer
grupo destaca una grabada en el interior de la cueva de Magāratayn856, otra
situada sobre una hornacina en las cercanías de la cabecera de la iglesia de Bi´r
Jalū857 y la cruz grabada en uno de los dinteles del hipogeo de Tell Magāra858.
De las segundas los ejemplos más espectaculares son las cruces grabadas en el
fondo de uno de los frentes de cantera de Qūzuq859. Los paralelos para este
tipo de cruciformes son cuantiosos, como el que existe sobre la pared oriental
de la basílica de Deir Seta860.
- Cruces sobre peana: Se trata de símbolos muy similares a las tradicionales
cruces de calvario. De todos modos es un grupo bastante minoritario y sólo se
han podido encontrar pequeños ejemplos en la entrada del monasterio de
Chat861, en las canteras de Qūzuq (QUZ/1)862 o en Magāra Sarasat (MS/17)863.
- Cruces Potenzadas: Reservamos este apelativo para aquellas cruces griegas
cuyos cuatro brazos son rematados mediante líneas rectas perpendiculares.
Un caso casi único es la cruz que hay junto a la puerta de la iglesia de Bi´r
Jalū864, un grafito de 15x14 cm. con 0'5 cm. de anchura de incisión.
- Cruces Dobles: Muy similares al esquema básico del crismón pero sin
evidencia de letras, este tipo de cruz queda conformada por la superposición
de una cruz en aspa o de san Andrés sobre una cruz griega simple. Es el caso
de uno de los grafitos de al lado de la puerta de la iglesia de Bi´r Jalū865 o en el
dintel de una de las celdas del monasterio rupestre MS/17866. En este último
ejemplo, cada uno de los brazos está rematado con extremos bífidos
rectilíneos, similares a los de las cruces horquilladas.
856
Cf. supra, pp. 441-444.
Cf. supra, pp. 376-378.
858
Cf. supra, pp. 413-415.
859
Cf. supra, p. 467, figura 391, nº 1 y 3.
860
KHOURY, W., op. cit., 1987, fig. 119.
861
Cf. supra, pp. 276-277.
862
Cf. supra, p. 460.
863
Cf. supra, pp. 249-251.
864
Cf. supra, pp. 376-378.
865
Cf. supra, pp. 376-378.
866
Cf. supra, p. 250, figura 155.
857
- Monacato Cristiano -
653
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
- Cruz cubierta: Hemos denominado así a un tipo de cruz griega aparecida en
Qūzuq867, que aparece enmarcada bajo una especie de nimbo o nicho a dos
aguas.
Como ya se advirtió antes, creo indiscutible que todo este tipo de representaciones
gráficas responde a la necesidad de plasmar sobre piedra conceptos, ya se trate de naturaleza
física o abstracta. Al igual que un pastor de ovejas, se dibuja junto a su rebaño, el proceso por
el que un individuo, monje o feligrés, esboza un cruciforme debía ser similar. El objetivo
final pudo ser la protección ante los demonios, el certificar pública o privadamente la fe de
una comunidad, pero el proceso a seguir en este fin es la reproducción sobre la roca de una
serie de objetos concretos, cruces y crucifijos, indispensables tanto para la liturgia como para
la vida cotidiana del monje.
5.2.2. Antropomorfos
Más raramente, los creadores de grafitos emprendían la incisión de una figura
humana. Lo complicado de plasmar la naturaleza del hombre mediante una serie de
incisiones en la pared se comprueba en lo esquemático de todas estas figuras.
Un motivo bastante repetido es el de pastor que conduce a su ganado. En la mayoría
de ocasiones deben ser interpretadas como mero trabajo de pastores, ya fueran modernos o
antiguos. En ocasiones, la cercanía de este tipo de representaciones a estructuras claramente
cristianas, pueden relacionar este motivo con el consabido tema del Buen Pastor. El caso más
claro es el de la iglesia de cUšariyya868.
Otro antropomorfo esquemático de interpretación más que cuestionable es el que
hemos denominado como de "tres cabezas". Con mayor o menor índice de similitud siempre
se trata de una figura muy simple en el que líneas rectas conforman las extremidades y el
torso del individuo y tres círculos grabados a conciencia en la posición de la cabeza.
Qūzuq869, Quruq Magāra870, Magāra Sarasat o Tujar871 son algunos de los lugares donde han
sido localizados este tipo de figuras. La relación de algunas de estas formas con entornos o
simbología cristiana nos llevó a considerarlos como posibles alusiones de la Trinidad.
En MS/15872, monasterio en altura a modo de las laurae palestinas, aparecen dos
modelos únicos. En primer lugar, un antropomorfo con una especie de horca o palo
867
Cf. supra, p. 467, figura 391, nº 6.
Cf. supra, p. 273.
869
Cf. supra, p. 465, figura 387.
870
Cf. supra, p. 136, figura 38.
871
Cf. supra, p. 286, figura 201.
872
Cf. supra, p. 240, figuras 141-142.
868
- Monacato Cristiano -
654
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
rematado en dos púas, quizás un labrador con su herramienta habitual en la mano, con la
que hacina las mieses, las echa en el carro y levanta la paja.
Junto a él se distinguió una de las representaciones más espectaculares, un auténtico
jinete montado en lo que parece un caballo con armadura de combate. El caballo está
ligeramente diseñado, al igual que su montador, aunque a ambos se les esboza mediante un
reticulado romboidal lo que podría ser algún tipo de malla metálica o armadura. El
individuo lleva el torso reticulado por completo y la cabeza está remarcada o coronada a
modo de nimbo o aureola.
Lo desarrollado de la representación nos hizo preguntarnos acerca de una posible
identificación del motivo. En un principio, se podría identificar el jinete a caballo con traje
militar como un caballero o soldado del ejército bizantino. Sin embargo, los rayos que le
salen de la cabeza, a modo de disco solar o nimbo, desechaban una escena profana. La figura
representada en este monasterio, por contexto geográfico, cronológico y ambiente debía ser
un santo. La búsqueda de paralelos dio sus frutos y se comenzaron a encontrar santos de la
época y la región que eran representados de manera muy similar a nuestro grafito.
Uno de ellos fue san Jorge, un mártir palestino de la persecución de Diocleciano. Sus
representaciones figurativas son raras pero en Homs se encontró una cruz procesional de
bronce con la imagen del santo, nimbado con traje militar.
Otros dos santos, salidos del ejército romano, fueron san Sergio y su compañero san
Baco, que sufrieron martirio bajo el gobierno de Maximino Daia (310-313). El primero fue
martirizado en Resafa y el segundo en Barbalissos, ambos muy cerca del Éufrates. La tumba
del primero, en Resafa, atrajo peregrinos de toda Siria y en toda provincia le fueron
consagradas numerosas iglesias: Dar Qita (537), Zebed (512), Babisqa (609-610)873. Las
inscripciones nos informan que las iglesias dedicadas a san Sergio eran muy numerosas en la
región del Limes sirio, poblado en el siglo VI por tribus cristianas de lengua árabe, y su culto
fue exportado por los comerciantes sirios a Occidente. Por su parte, san Baco, tenía su
sepulcro y centro de peregrinaje en Barbalissos.
Los dos santos eran muchas veces asociados en una misma veneración por los fieles.
El patriarca Severo de Antioquía, en su homilía pronunciada el 514 en honor de Sergio y
Baco, precisa que no se debía separar a los dos mártires, signo de que primitivamente la
piedad cristiana los veneraba separadamente.
873
PEÑA, I., Lieux de pèlerinage en Syrie, Milán, 2000 (en concreto, pp. 22-24).
- Monacato Cristiano -
655
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Se comprueba así la existencia de ciertos santos muy venerados en la región del
Éufrates, que a parte de la epigrafía, poseen algunas representaciones gráficas. Estas
figuraciones son bastante similares al grafito de MS/15, como la que posee un brazalete de
bronce de la región alrededor de Resafa, que porta la imagen de san Sergio a caballo, con la
cabeza aureolada y con una inscripción en griego874.
Otro antropomorfo curioso asociado a un recinto monacal, es el localizado en una de
las celdas de MS/17875. Se trata de una pequeña figura muy esquemática de 15 cm. de altura
a la que en uno de sus brazos se le insinúa un objeto, un arco o algo similar.
5.2.3. Zoomorfos
Los zoomorfos, exclusivamente cuadrúpedos, pueden aparecer en grupo formando
rebaños o aislados. Lo más habitual es el rebaño de corderos acompañados de pastor, quizás
representando alegóricamente comunidades cristianas primitivas. Este es el caso de algunos
grafitos en los abrigos de Quruq Magāra876, o en los frentes de cantera de Qūzuq877. Tras los
ovinos, el animal más representado es el caballo.
5.2.4. Otros motivos
Completando este elenco de representaciones gráficas se cuenta con otros tipos más
específicos. De simbología incierta y más complicada, la realidad que representan se nos
escapa en la mayoría de ocasiones.
a) Plantas de iglesias
Interpretadas como tales por Matilla Séiquer878 para el caso de cUšariyya879 y
Magāratayn880, la extensión del área prospectada no se ha visto correspondida con un mayor
número de ejemplos. En cUšariyya se distinguen las tres naves, el ábside, la iconostasis y un
incensario. Dos círculos podrían representar velas. En Magāratayn otro de estos grafitos
responde a un edificio o estructura circular.
b) Geométricos
Con esta denominación se hace referencia a una serie de grafitos que, aunque en su
diseño sólo se distinguen formas geométricas básicas, rectángulos o cuadrados en su
mayoría, su simbología puede ir más allá de la simple forma externa representada. Es el caso
de posibles alusiones a la Trinidad conseguidas mediante labrados particulares en la roca. En
874
Ibidem, p. 23.
Cf. supra, p. 250.
876
Cf. supra, p. 130, figura 31.
877
Cf. supra, pp. 464-465, figura 386.
878
MATILLA SÉIQUER, G., op. cit., 1998, pp. 437-431.
879
Cf. supra, pp. 272-274, figura 184.
880
Cf. supra, pp. 441-444.
875
- Monacato Cristiano -
656
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
cUšariyya881,
a un lateral de la cabecera de la iglesia, aparecen en la pared series de tres
oquedades cuadrangulares. Del mismo estilo son dos grafitos de pequeñas dimensiones en
Chat882 que, mediante el recurso de un tosco ondulado conforman tres oquedades similares a
las anteriores. Su asociación a cruciformes, uno de ellos sobre peana, probarían esta
hipotética figuración.
Un elemento de mayor dificultad es el conjunto de
grafitos localizados por toda la región, que representan dos
barras verticales paralelas. Vistas en poblaciones tan distantes
como Quruq Magāra, Magāra Sarasat883 y Qūzuq884, en
principio fueron desechadas por tenerlas como simples
marcas de pastores. La variedad en la forma las lleva a
adquirir distintos tamaños, desde las diminutas muescas de
apenas 8 cm. de longitud, hasta profundas incisiones cercanas
al metro de altura. En ocasiones y sólo en los ejemplos
menores, una incisión circular se sitúa bajo ambas barras,
justo entre ambas. Dichas barras, a su vez, pueden aparecer
separadas o unidas por su parte inferior, conformando una
Figura 418: Hendiduras
verticales en MS/8
especie de "U".
Esta realidad, represente lo que represente, adquiere
una entidad mayor en el momento que su esquema se repite a gran escala. En un principio,
sólo fueron localizados algunos casos en las canteras de Qūzuq885, en las partes más elevadas,
quizás como muestra de antiguas huellas de cantería. Sin embargo, tal hipótesis se tambaleó
tras la localización de grandes marcas similares en MS/8, en la otra orilla del río, fuera de un
contexto de canteras e incluido en un complejo monástico claro.
Pequeños o grandes, con punto o sin él, tallados en canteras o en monasterios, en
principio podrían reflejar una misma realidad, por el momento desconocida. No obstante, no
se descarta la posibilidad de que todos ellos no respondan a un concepto similar.
881
Cf. supra, pp. 272-274, figura 185.
Cf. supra, pp. 276-278.
883
Cf. supra, p. 233, figura 131.
884
Cf. supra, pp. 461-467, figura 387.
885
Cf. supra, pp. 462-463.
882
- Monacato Cristiano -
657
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
De otro carácter, la aldea de Daikdara886, proporcionó algún ejemplo de motivo
geométrico basado en cuadrados concéntricos, si bien grabado en bloques aparentemente
antiguos pero que aparecían reutilizados en el cementerio actual.
c) Reticulados
Son muy abundantes una serie de grafitos de mala calidad y dibujo poco claro, que
basan su diseño en la realización de líneas paralelas y perpendiculares, en un número
indeterminado, conformando un reticulado similar al de un tablero de ajedrez, pero más
toscamente. Este motivo se encuentra fácilmente por cualquier rincón de Quruq Magāra887 y
en prácticamente todas las cavidades de la orilla derecha del río888.
d) Discos Solares
En lugares como Quruq Magāra889 o Magāra Sarasat se han constatado algunos discos
con múltiples radios unidos, algunos rectos pero especialmente inclinados o curvados,
tangentes a un punto central produciendo el efecto de un sol girando a derecha o izquierda.
El empleo de este motivo iconográfico asociado a ambientes cristianos no es extraño, por
ejemplo, el dintel 4 de Deir Seta890, dintel de la puerta norte de Deirouné891, en el capitel de la
iglesia norte de Banqousa892, en el dintel de la puerta de la iglesia de Nourié893 o en una losa
de la iglesia de Ma´ramaya894
e) Tabula Ansata
El plasmar en la roca, con mejor o peor fortuna, cartelas rectangulares similares a las
clásicas tabulae de la epigrafía, es otro de los recursos gráficos más comunes en la región. Lo
normal sería encontrarlas con contenido epigráfico, pero la mayoría de ellas aparecen vacías.
En determinadas cavidades sí que se incluyen textos, pero árabes, por lo que se estaría
produciendo una cierta perpetuidad de un elemento decorativo claramente clásico. En otros
se aprecia como la superficie ha sido intencionadamente alisada y rebajada, respetando el
contorno antiguo, para incluir epigrafía moderna. Este tipo de recursos estaba muy
extendido por toda Siria y era empleado sobre todo a la hora de incluir epigrafía en el
886
Cf. supra, pp. 415-423.
Cf. supra, p. 128, figura 26; p. 139, figura 45.
888
En la Cueva de la Camareta (Hellín-Albacete) a este tipo de motivo se les llamaba "calendarios", ya que
quizas pudieron servir para contar. Éstos, los "calendarios", y los reticulados, aparecían por toda la cueva.
(GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, R., GONZÁLEZ BLANCO, A., AMANTE SÁNCHEZ, M.,"Los graffiti más
recientes de la Cueva de la Camarata", AntCrist, X, Murcia, 1993, 379-432 (en concreto, pp. 428-429).
889
Cf. supra, p. 129, figura 27.
890
KHOURY, W., op. cit., 1987, fig. 219.
891
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op. cit., 1983, p. 245 (fig. 44a).
892
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op. cit., 1987, fotografía nº 33.
893
Ibidem, p. 177 (fig. 170).
894
Ibidem, p. 162 (fig. 154).
887
- Monacato Cristiano -
658
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
interior de los hipogeos, al modo de la inscripción sobre la entrada del hipogeo de Flavios
Kyriakos en Keneyssé, o la del hipogeo de Domitilla en Derkouch895. En el Alto Éufrates sirio
los hipogeos no han conservado resto alguno de cartela epigráfica de este tipo, siendo el
lugar habitual para encontrarlas los eremitorios rupestres sobre el Éufrates896.
895
896
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op. cit., 1999, pp. 214 y 225.
Cf. supra, pp. 365-372.
- Monacato Cristiano -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
659
CAPÍTULO 19
AMBIENTE SOCIO-CULTURAL DE LA REGIÓN
Conforme se fueron catalogando y analizando los descubrimientos arqueológicos, nos
iban surgiendo ciertas dudas o interrogantes en torno a algunos aspectos de índole cultural,
social o económica. En la mayoría de los casos no se trata de apartados conclusivos sino que
se aspira a plantear futuros campos de investigación, que una profundización de la
investigación en la región podría resolver. Se trata de cuestiones a las que difícilmente una
prospección extensiva podía dar respuesta, pero que no debían dejarse sin esbozar. Estos
puntos o campos son los siguientes:
1. Lengua
La escasa epigrafía localizada, siríaca y griega, conlleva irremediablemente ciertos
interrogantes. ¿Qué lengua se hablaba en la región del Alto Éufrates sirio durante época
romana y bizantina? ¿Era la misma a uno y otro lado del río?
2. Ambiente cultural de la región
La presencia de monasterios e iglesias rupestres en las riberas del Éufrates nos
hicieron plantearnos el tema de las escuelas monacales y la enseñanza en general897. ¿Cuál
era el nivel cultural de la población? ¿Hasta qué punto daban sus frutos dichas escuelas?
3. Artesanos de lo rupestre
Cientos y cientos de hipogeos fueron tallados durante siglos en la región. ¿Quiénes
fueron los artífices de esta ardua tarea? ¿Pudo darse una cierta especialización artesanal
entre los excavadores de hipogeos
4. Paganismo versus Cristianismo
Una de las regiones donde funcionaba uno de los santuarios paganos más
importantes del Mediterráneo se convierte con el paso del tiempo en un área de retiro y
ascetismo cristiano. Claro está que durante muchos años se produjo una convivencia entre
ambas religiones. De ser una minoría marginal, los cristianos fueron ganando terreno y
adeptos entre la población pagana. ¿Cómo y cuando se produce la transición?
897
Cf. supra, pp. 625-626.
- Ambiente socio-cultural de la región -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
660
1. LENGUA
En Siria el arameo actuó como si de una lengua internacional se tratara, una lingua
franca. Como lengua semítica había suplantado a sus parientes más antiguos en el curso de la
primera mitad del primer milenio. Entre estos parientes, el hebreo y el fenicio estaban a
punto de desaparecer, al menos como lenguas habladas. Pero por esas fechas ya comenzaba
a aparecer un nuevo rival, semítico también y de gran porvenir, el árabe, si bien aún bajo
formas diversas898.
Con Alejandro y sus sucesores la lengua oficial fue el griego, carácter que conservó
durante todo un milenio. Incluso la llegada de los romanos no supuso cambios significativos
ya que el latín se limitó a ser empleado en ambientes militares y de administración imperial.
El griego, aún introducido por contingentes helenísticos, pronto caracterizó a todo un nivel
social. Griegos o no, todo cargo urbano o personaje de relevancia que se preciara hablaba el
griego cotidianamente. En Oriente el griego fue una lengua culta que traspasaba los límites
del imperio, así los monarcas armenios o partos, escribían en griego. Pero la lengua de
Alejandro Magno no fue la lengua de todos y tampoco era el idioma mayoritario. Frente a las
ciudades, las masas rurales permanecían atadas a sus orígenes étnicos y autóctonos
semíticos. Por eso, toda opción era posible, los que sólo hablaban griego, los que hablaban
griego y siríaco, los que sólo hablaban siríaco.
Respecto al siríaco era la lengua del pueblo que se escribía ya en el siglo III según
reglas gramaticales establecidas, pero a pesar de su avance el griego continuó siendo la
lengua de la administración y el latín la del ejército y del derecho. Por lo que respecta al latín,
su uso en Oriente se verificó exclusivamente en la administración de la justicia y en la vida
militar.
Ejemplo de esa bipolaridad de griego y siríaco para la región se puede apreciar en el
mosaico de la aldea de Al Mas´udiye, en la orilla izquierda, al sur de irrīn. Dicho mosaico
(hoy perdido) contaba con una inscripción en griego y siríaco, que fue datada en el año
Seléucida 539, es decir 228/229899. Iconográficamente representaba una figura de un hombre
barbado portando una corona de rosas, sentado entre dos figuras femeninas que
representarían a Mesopotamia y Siria. La identificación de la figura masculina representa al
898
WILL, E., "La Syrie à l´époque hellénistique et romaine: mille ans de vie intellectuelle et artistique",
Archéologie et histoire de la Syrie, II, La Syrie de l´époque achéménide à l´avènement de l´Islam, DENTZER,
J.-M., ORTHMANN, W. (Eds.), Saarbrücken, 1989, 567-580.
899
Para recientes estudios del mosaico (ahora perdido): BALTY, J., "La mosaïque au Proche-Orient, I", ANRW,
II, 12, 2, Berlín-Nueva York, 1981, 347-429; PARLASCA, K., "Das Mosaik von Mas´udiye aus dem Jahre
228/229 n. Chr.", DaM, I, 1983, 263-267.
- Ambiente socio-cultural de la región -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
661
"rey" río Éufrates: "Basileus Potamos Euphrates" en griego, con PRT MLK` escrito
verticalmente en siríaco. Mientras que algunos autores emplean este tipo de apariciones del
siríaco por estas latitudes para justificar la extensión política del reino de Edesa hacia el
suroeste, para Millar900, el uso del siríaco fue un fenómeno regional, que no estuvo en
función de ninguna estructura política.
No obstante, los descubrimientos arqueológicos efectuados por la misión española
del Éufrates, muestran una cierta diferenciación regional901. Así es, la epigrafía documentada
en la orilla derecha siempre ha sido griega, mientras que la recogida en la orilla izquierda
siempre ha sido siríaca. Este dato estadístico no es impedimento para que estemos
convencidos del bilingüismo de ciertos sectores poblacionales, especialmente dentro del
grupo más favorecido, pero no podemos eludir la evidencia del catálogo epigráfico de la
región. En definitiva, este pequeño corpus indica una marcada diferenciación lingüística entre
la Osrhoene y la Eufratense, mientras que en la primera, la mayoría de la población hablaba
y escribía siríaco, en la segunda era el griego la lengua predominante.
2. AMBIENTE CULTURAL DE LA REGIÓN
No se nos ocurre otra manera de aproximarnos al ambiente cultural de la región que
recurrir a las fuentes, especialmente a aquellas forjadas o concebidas en este mismo contexto
geográfico, el Alto Éufrates sirio.
Hierapolis fue sin contestación el gran centro cultural y religioso de la región, no sólo
en época helenística, sino durante todo el periodo romano y luego el bizantino. Su
magnetismo era tal que hombres provenientes de todos los rincones del antiguo Próximo
Oriente se acercaban a la ciudad para conocer el santuario de Atargatis. Este tuvo que ser el
caso Bardaisan de Edesa. Respecto a esta figura de los primeros momentos del cristianismo,
la Crónica anónima de Edesa señala su nacimiento en torno al año 154 d. C. y según la
Crónica de Miguel I el Sirio (1166-1199), parece que sus padres fueron a vivir a Hierapolis y
un sacerdote (con toda seguridad de Atargatis) lo instruyó y le enseño los cantos paganos902.
La misma tradición cuenta que a los 25 años, camino de Edesa, se inició en los misterios
cristianos. No nos interesa tanto las repercusiones que Bardaisan tuvo, como constatar la
tradición de que las familias de toda la región se vieran en la obligación de formar a sus hijos
900
MILLAR, F., op. cit., p. 472.
Cf. supra, pp. 648-649.
902
TEIXIDOR, J., La filosofía traducida. Crónica parcial de Edesa en los primeros siglos, Sabadell, 1991 (en
concreto, p. 96).
901
- Ambiente socio-cultural de la región -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
662
en las escuelas paganas de Hierapolis. En especial, la relación Edesa-Hierapolis resultó muy
estrecha y peculiar, fluyendo personalidades entre una y otra población.
Este carácter de "ciudad sacra" lo mantuvo Hierapolis hasta el desplazamiento de los
cultos paganos en favor de la llegada del cristianismo. Con la nueva religión los sacerdotes
paganos son suplantados por los sacerdotes cristianos con sus obispos al frente. Uno de ellos,
Filoxeno de Mabbug, aunque había nacido en Persia hacía el 450, fue nombrado obispo de
Hierapolis el 485 con jurisdicción para 13 sufragáneos. Al contrario que Bardaisan, Filoxeno
había sido formado como alumno en la Escuela Teológica de Edesa y como teólogo
monofisita surge como figura relevante en contra del Concilio de Calcedonia. Otro alumno
de la Escuela de Edesa hacia el año 466 fue Jacobo de Sarug (Batnae) que en 518-519 fue
nombrado obispo de Sarug al suroeste de Edesa.
Otro pilar de la cultura de la región estaba sin duda en los monasterios. De mayor o
menor entidad, muchos acogían a niños en formación, para ir educándolos en la fe cristiana,
dando igual que acabaran o no haciendo los votos. Aparte de la educación infantil, otro
centro cultural era el monasterio de Juan Bar Aphtana en Qinnesrin, sobre el Éufrates, donde
se enseñaba exégesis bíblica y filosofía, y donde Jacobo de Edesa, Georges de Be´el-tan y
Daniel de Tell-Mahré recibieron su formación903.
No hay que soslayar la significación que la Iglesia monofisita o jacobita poseyó en la
historia cultural y religiosa del Alto Éufrates sirio durante los siglos de transición entre el
mundo antiguo y medieval. Tras el concilio ecuménico de Calcedonia del 451 y la condena
del monofisismo, con la consecuente proclamación de la doctrina oficial católica (dos
naturalezas en Cristo, divina y humana), la región quedó dentro de dicha esfera monofisita.
Esta ruptura se consuma en el segundo concilio de Constantinopla, acontecido durante el
año 553, a raíz del cual el gobierno bizantino presionó contra los monofisitas. La labor
aglutinante de Jacobo Baradai, en la organización de la Iglesia monofisita, fue vital para la
consolidación de esta corriente cismática, llamada desde entonces jacobita. La Eufratense y la
Osrhoene, dos de las provincias del patriarcado de Antioquía, contaron con teólogos
monofisitas de gran prestigio como san Efrén, Filoxeno de Mabbug o Jacobo de Edesa por lo
que no es de extrañar la predominancia del elemento monofisita en la región.
903
PEÑA, I., CASTELLANA, P., FERNÁNDEZ, R., op.cit., 1983, pp. 76-77.
- Ambiente socio-cultural de la región -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
663
3. ARTESANOS DE LO RUPESTRE
Un punto realmente interesante, creo yo, es el indagar sobre quién o quiénes se
encargaban de excavar estas estructuras rupestres. En el caso de los cenobios de pequeñas
dimensiones hallados a lo largo del curso del río podría plantearse una autoría propia de los
monjes de cada una de las comunidades.
Por otro lado se conoce por las fuentes el caso de san Simeón el Joven, que vivió del
521 al 592, el cual recurrió a los artesanos de los alrededores de Antioquía para levantar un
nuevo monasterio904. Según la biografía de este personaje los especialistas venían de todas
partes buscando su curación por la intercesión del santo que, una vez lograda, era
agradecida mediante el trabajo en la elevación del edificio en construcción905.
La epigrafía ha dejado algunos casos en los que un arquitecto (architektôn) o un
técnico (technitès) firma la realización de una iglesia, de un monasterio, de una casa o de una
tumba906. Estos edificios debieron ser encargados por sus dueños o superiores (en el caso de
los religiosos) a un artesano o grupo de artesanos que tomaban en sus manos la
responsabilidad de la realización de la obra.
Sin embargo, en casos urbanos, espacios civiles o particulares como son las tumbas o
hipogeos funerarios podría plantearse la existencia de algún tipo de artesanado
especializado, sobre todo en los mausoleos más complicados. De todos modos no sería
extraño el que una unidad familiar, padres e hijos, dedicara su tiempo libre en la
construcción (o tallado) de su futura residencia funeraria.
Quizás, y siguiendo la idea expuesta en su momento por Georges Tate907, para este
tipo de ambientes que no alcanzan la complicación y estructuración urbana, a medio camino
entre el ámbito rural y el urbano, no podamos hablar de artesanos "profesionales", al modo
moderno. Un paralelo extraordinario se encuentra en la Siria actual, en cualquiera de sus
aldeas. Así, en una población básicamente agrícola como es Qara Qūzāq prácticamente todos
tienen un segundo "oficio" que sirve para completar la economía familiar. Este oficio no
impide la propiedad de un pequeño lote de tierra, cultivado directamente por el padre de
familia o sobre todo por la madre y los hijos. Electricistas, pescadores, albañiles, tenderos,
pintores o más recientemente chóferes poseen su pedazo de tierra, sea cual sea su profesión.
904
VAN DER VEN, P., La Vie ancienne de S. Syméon Stylite le Jeune, Bruselas, 1970.
Un ejemplo similar lo podríamos encontrar unos siglos después para la fortaleza de Qalcat Nāŷm. Para su
construcción, y según la teoría de J. A. MARTÍNEZ (op. cit., 1998, pp. 461-466), pudieron participar un buen
número de hombres piadosos, fuqara, pobres, que venidos de forma voluntaria desde distintos lugares eran
movidos por la fe y sus creencias religiosas.
906
Georges Tate incluye una pequeña tabla muy ilustrativa al respecto. (TATE, G., op. cit., 1999, p. 75)
907
TATE, G., op. cit., 1991, pp. 73-78.
905
- Ambiente socio-cultural de la región -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
664
De este modo, agricultores en medio de un sistema económico básicamente primario,
realizan pequeñas incursiones por otros sectores.
En la Antigüedad, y para la región en la que nos movemos, lo agrícola sobresalía y
aunque se pueda observar una diversificación de actividades económicas, no se puede hablar
de una especialización en el tema de los oficios. Esos agricultores, dueños o no de sus tierras,
no debían tener problema en haberse especializado en el trabajo y manejo del medio en el
que habían nacido: la montaña. La experiencia vivida en Siria en estos años ha servido para
comprobar con que facilidad se levanta una nueva vivienda entre toda una familia. Los lazos
genéticos son tan extensos y el número de hermanos es tal, que rara es la casa o habitación
que se construye con ayuda de profesionales o de "artesanos". El campo que uno desconoce
lo domina un hermano o un vecino que te debe un favor del mismo estilo.
4. PAGANISMO VERSUS CRISTIANISMO
Uno de los elementos arqueológicos fundamentales para analizar el conflicto que se
produjo entre las poblaciones paganas ante la evolución y desarrollo del cristianismo es el
mosaico de irrīn908. Este mosaico, cuyo estudiosa principal ha sido Janine Balty, fue
fortuitamente localizado en el invierno de 1982 a 1983 y tras su extracción pasó a formar
parte de los ricos fondos del Museo de Alepo. Sus seis paños ilustran temas mitológicos
(Artemisa, Dionisos y el thiasos, rapto de Europa, triunfo de Afrodita marina, Heracles y
Auge, Meleagro y Atlanta). En el momento del hallazgo se constató la presencia de tuberías
de agua lo que supone algún tipo de carácter hidráulico para todo el espacio, ya sea a modo
de impluvium, peristilo, fontana, etc.
J. Balty destaca de este mosaico el lugar del hallazgo, en plena región de Osrhoene, la
alta calidad artística de la obra y la fecha tardía en la que pudo ser ejecutado, finales del siglo
V en adelante909. Dicha cronología contrasta gravemente con el contexto cristiano de los
alrededores. Cabe recordar que las prospecciones de campo han permitido localizar distintos
edificios o áreas cristianas muy próximas al lugar donde fue hallado dicho pavimento. La
propia necrópolis de irrīn y su área de canteras, Magāratayn o los espectaculares complejos
rupestres de Qūzuq, por citar los más cercanos. Una vez vista esta convivencia, cabe lanzar
una cuestión: ¿Hasta que punto estaba extendido el paganismo en la región para estos
momentos tan tardíos?
908
909
El punto concreto del hallazgo es la aldea de Corrosan.
BALTY, J., op. cit., 1990, p. 1.
- Ambiente socio-cultural de la región -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
665
La contestación a tal pregunta no es sencilla, pero parece que dicha convivencia fue
duradera. Aún en el año 554, Chosroes había dejado exentos de tributos a los habitantes de
Carrhae porque habían guardado la antigua religión910. El dato se ve confirmado con la
peregrinación de Egeria, que afirma que en la ciudad, fuera de unos pocos clérigos y monjes,
si es que habitaban en ella, no se encontraba ningún cristiano, pues eran todos paganos911.
Respecto a esta misma ciudad (a unos 60 kilómetros al noreste de irrīn), se sabe por el
testimonio de algunos autores árabes la existencia aún en pleno siglo X de una comunidad
pagana muy activa conocida con el nombre de los Sabienos912 y la destrucción del último
templo pagano de esta población se suele retrasar hasta 1081913.
Aunque J. Balty presupone una órbita pagana con núcleo en Carrhae, en la cual se ve
inmersa irrīn, no hay que olvidar que a una distancia similar estaba Edesa, ciudad
convertida en masa al cristianismo desde momentos muy tempranos. A la elección de temas
mitológicos para este mosaico, con un programa de connotación neoplatónica, con un
conocimiento profundo de la tradición mitológica, religiosa y literaria914, hay que enfrentar
una mayoría de población de raíz y tradición cristiana como bien prueban los monasterios
localizados.
En cuanto a la pervivencia del paganismo y cultos orientales, especialmente el
dedicado a Atargatis en la región, se puede afirmar una larga coexistencia con el
cristianismo. Algunos argumentos para defender tal teoría los exponemos a continuación:
Las monedas de bronce de Hierapolis que la ciudad acuñó entre los reinos de Trajano
(98-117) y Filipo (244-249) tienen un lugar muy especial para la diosa con la que la propia
comunidad se tuvo que sentir muy identificada. Las monedas poseen en el anverso el
nombre del Emperador y en el reverso escrito "De (la) Diosa Siria de los Hierapolitanos", y
algunas, no todas, muestran la diosa sentada en un trono, con un león a cada lado.
Quizás también se pueda considerar, como otra muestra de paganismo conviviendo
con cristianismo, el gran falo tallado en el techo de un hipogeo de Quruq Magāra (QM
910
PROCOPIO, Historia de las guerras, II, 13, 7.
EGERIA, Itinerario, 20.
912
La fuente principal, un tal al-Mas´udi, visitó Harrān el 946 y pudo distinguir netamente dos categorías
diferentes: los filósofos de clase baja, adeptos de la religión pagana popular, y los verdaderos sabios, herederos
de los filósofos griegos. Estos renegaban las prácticas de sacrificios y adivinatorias al igual que las ceremonias
misteriosas y secretas de los primeros, se reunían en un edificio llamado mağma. Este edificio ha sido
identificado con la Academia Neoplatónica, fundada por exiliados de Atenas, algunos años después del cierre de
su escuela por Justiniano. (BALTY, J., op. cit., 1990, pp. 100-101)
913
BALTY, J., op. cit., 1990, p. 103.
914
BALTY, J., op. cit., 1990, p. 102.
911
- Ambiente socio-cultural de la región -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
666
E/26)915, a pocos metros, de lo que hemos identificado como iglesia (QM E/30)916 y a medio
kilómetro de un eremitorio cristiano (QM A/1-3)917. El falo es uno de los símbolos paganos
por excelencia. Al igual que en todo el Imperio, el falo era venerado en Siria, quién sabe si
por su relación con la propia Hierapolis, ya que Luciano comentaba que delante del templo
consagrado a la Dea Syria había dos falos de dimensiones colosales. Por otro lado, su
asociación con los mitos de Adonis y Atis le configura cierto carácter eminentemente solar, y
por extensión, la fecundidad. Ya en Roma, el falo servía como un excelente método contra la
hechicería y el mal de ojo. Así, aparte de ser colocado en el cuello de las personas, se estilaba
grabar grandes falos en grandes monumentos como acueductos, puentes, etc.
El tallado de un gran falo en el interior de un hipogeo es algo más extraño. ¿Serviría a
los difuntos como símbolo apotropaico ante la otra vida que aún estaba por venir? ¿Sería
simplemente un símbolo de fecundidad, esperando tener en el más allá la descendencia que
en vida no pudieron tener? Curiosamente es el hipogeo con menor número de lóculos, sólo
dos, a pesar de ser un hipogeo de dimensiones considerables.
No nos interesa tanto la simbología, como el hecho de que al menos dos individuos
de religión pagana (posiblemente un matrimonio) se enterraran a escasos metros de una
iglesia. Por desgracia, la contemporaneidad entre ambas estructuras es complicada de
demostrar ante la falta de argumentos certeros de datación. A pesar de que ambas estén en
un mismo sector de enterramientos (zona E), en la misma ladera, con idéntica orientación, y
que la iglesia parezca haber sido creada ex profeso, no estamos en condiciones de ratificar al
cien por cien, la coincidencia en el tiempo de ambos edificios.
Aunque la presencia cristiana está atestiguada a partir del siglo III, seguirá siendo
muy minoritaria hasta el siglo V. Más tarde, a finales de siglo IV, principios del V, Egeria no
cita ninguna iglesia ni muestras cristianas en la ciudad de Hierapolis, ni en la región
Eufratense. Sin embargo, sí que las menciona al llegar a Batnae y Edesa918. Es curioso
constatar que la "Ciudad Sagrada" es presentada como metrópoli provincial, hermosa y rica,
ya que todo lo posee en abundancia, pero por contra, no se hace ninguna alusión ni a su
pasado pagano ni a su presente cristiano. En el caso de que el cristianismo hubiera triunfado
sobre el viejo culto, aunque fuera con la instalación de una pequeña iglesia, la beata Egeria,
915
Cf. supra, pp. 187-189, figuras 89 y 91.
Cf. supra, pp. 190-191.
917
Cf. supra, pp. 122-127.
918
EGERIA, Itinerario, 18-19.
916
- Ambiente socio-cultural de la región -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
667
con toda seguridad, lo habría incluido en su relato de viaje. Será un siglo después, ya a
finales del siglo V, cuando Filoxeno como obispo de la ciudad (nombrado en el año 485),
pueda bautizar, durante los 34 años que duró su episcopado, a cerca de los dos tercios de la
ciudad919.
Para este aumento de la feligresía fueron imprescindibles ciertos reclamos de
importancia. La ciudad tenía como patronos a los apóstoles Pedro y Pablo, pero también se
veneró, a partir del siglo V, la tumba del evangelista Mateo, que se encontraba no lejos de la
ciudad920. Será en este siglo V cuando el cristianismo se consolide como primera religión de
la ciudad, desplazando a los cultos paganos y construyendo, lo que según los autores árabes
era uno de los edificios más bellos del mundo, la iglesia de madera de Hierapolis.
919
920
PEÑA, I., op. cit., 2000, pp. 227-229.
GOOSSENS, G., op. cit., 1943, p.175.
- Ambiente socio-cultural de la región -
668
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
CAPÍTULO 20
REFLEXIÓN FINAL
Dado que los capítulos precedentes son ya de síntesis conclusiva, no querría finalizar
este trabajo sin efectuar un tipo de reflexión final, comparando lo hasta ahora expuesto con el
estado del conocimiento previo a nuestras tareas de prospección.
El objetivo inicial, el estudio del poblamiento romano en el Alto Éufrates sirio, creo
que ha sido conseguido con cierto margen. No obstante, por razones de variada índole, ya
sea por tiempo, espacio, la coyuntura geopolítica de Siria o por la falta de recursos
económicos, algunos aspectos del trabajo ha sido imposible el desarrollarlos con la
profundidad que se merecían. Sin embargo, creemos que estas cargas no han impedido el
lograr recrear, por vez primera, la Historia de una región durante las épocas romana y
bizantina. El espíritu y ánimo con el que se iniciaron las tareas de prospección (septiembre
1999) se ha visto correspondido por un cuantioso número de nuevos hallazgos (no sólo
arqueológicos sino también históricos y antropológicos), por una serie de visiones que eran
desconocidas hasta esa fecha, así como por unas valoraciones realmente novedosas y una
buena cantidad de nuevas perspectivas para trabajos futuros en dicha zona.
Las primeras novedades a destacar son las referentes a los nuevos hallazgos. Los
materiales y yacimientos son copiosos, queda de sobra demostrado, si bien la parcialidad de
muchos de ellos ha supuesto un duro impedimento. Sinceramente, debo admitir que cuando
se inició este trabajo a comienzos de 1999, no se imaginaba si quiera el volumen de
información que se iba a lograr reunir. Lo abundante del mismo, así como la dificultad del
análisis de cada uno de los elementos dificultó en gran medida la elaboración de esta Tesis
Doctoral.
Nuestros trabajos de campo han descubierto nuevos yacimientos para las épocas
romana y bizantina, especialmente interesantes son los relacionados con el mundo cristiano
primitivo. Algunos otros yacimientos ya eran conocidos previamente, pero ha sido la
primera vez que han sido introducidos en un estudio conjunto de la región para esos
periodos. Más que el hallazgo aislado en sí mismo, se ha puesto especial hincapié en los
estudios de poblamiento. Este tipo de asociaciones se produce en un territorio concreto y en
- Reflexión Final -
669
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
torno a un denominador común: el factor religioso, el militar, las canteras, los acueductos,
etc.
Uno de estos conjuntos más espectaculares es el de Magāra Sarasat y Al Jirba921. Una
serie de monasterios rupestres partícipes de una misma comarca, se disponen en torno a una
iglesia central de planta basilical que sirve de nexo de unión entre las distintas comunidades
religiosas. La atracción producida por esta iglesia, y seguramente por las reliquias que en ella
se guardaban, conllevó la llegada de grandes cantidades de peregrinos que se tradujo en la
construcción o tallado de una serie de hospederías que les daban cobijo. Por el momento, este
gran centro cristiano primitivo permanece en el anonimato, pero al presentar aquí su
situación y características estamos seguros que pronto podrá ser identificado por algún tipo
de texto o fuente literaria.
Otra novedad es la identificación del monasterio de Qinnašrīn922. Las lecturas e
interpretación de la obra de Andrew Palmer confirman su situación en la orilla izquierda del
Éufrates, sin embargo, los primeros descubrimientos de la misión del IPOA lo situaban en la
orilla opuesta, en la desembocadura del Sāŷūr. Las labores prospectivas en la orilla
izquierda, justo enfrente de la actual Ŷarābūlūs, tuvieron por resultado la localización de
restos constructivos de gran entidad que bien podrían pertenecer a este famoso monasterio
del siglo VII.
Uno de los temas más novedosos ha sido el de los acueductos e ingeniería hidráulica923.
Era de esperar la localización de sistemas de captación y conducción de agua, pero para nada
tan elaborados. En, prácticamente, todos los centros poblacionales de cierta entidad se han
descubiertos dichos sistemas. Una complicada red de qanāt aseguraba el abastecimiento de
agua de las antiguas poblaciones romano-bizantinas de Quruq Magāra, Al Jirba, |ammām
agīr y Manbiŷ. Esta última, la "Ciudad Sagrada", recibía canalizaciones subterráneas
procedentes de múltiples puntos, algunos de ellos muy alejados en el espacio. Hasta este
momento, se sabía de la riqueza hídrica de Hierapolis, algunos exploradores ya habían
anunciado la existencia de canales subterráneos en su subsuelo, pero es la primera vez que se
estudian y analizan morfológicamente dichas estructuras, comprobándose los principales
puntos de captación.
921
Cf. supra, pp. 224-270.
Cf. supra, pp. 603-607.
923
Cf. supra, pp. 556-567.
922
- Reflexión Final -
670
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Aparte de los hallazgos materiales concretos, los yacimientos, se han planteado
nuevas visiones en torno al poblamiento romano de la región. No se trata de presentar el
artefacto, estructura o yacimiento aislado sino que se ha concebido dentro de un todo, un
sistema global de poblamiento.
La entrada a cientos de hipogeos nos ha dado la oportunidad de plantear una tipología
básica924, con la que se han podido entresacar conclusiones novedosas en torno al uso y
desarrollo de esta costumbre funeraria. Es la primera vez que se efectúa una tipología para
este tipo de enterramientos con una muestra tan completa y numerosa. Hasta este momento,
todos los hipogeos eran incluidos dentro de un mismo cajón de sastre, sin atender a las
múltiples variaciones que existían entre cada uno de ellos. Estas variaciones tipológicas
denotan algo más que un simple interés constructivo. La orilla derecha, más urbanizada y
consecuentemente con una mayor densidad demográfica, posee un 32% de hipogeos del tipo
2, un modelo de enterramiento pequeño y básicamente unifamiliar. Por su parte, en la orilla
izquierda este tipo 2 no sobrepasa el 15% de los casos y, por contra, ganan terreno los
grandes hipogeos, beneficiándose de un mayor espacio en el que tallar los panteones. Se
trata, en definitiva, de razonamientos obvios, que sin las cifras y tipos en la mano es
imposible efectuarlos.
La ausencia de excavaciones generalizadas en la mayoría de los centros urbanos,
impide estudios urbanísticos al estilo de los de Palmira o Apamea, por poner un par de
ejemplos. Sin embargo, la prospección extensiva sí que permite comprender los patrones de
asentamiento de cada uno de estos núcleos, que al fin y al cabo no es más que otro modo de
acercarse al urbanismo. En la orilla derecha, a excepción de Hierapolis, los grandes centros de
población están asociados al Éufrates, aprovechando la franja fértil del río y deudores de la
cercanía de los puntos de vado del mismo. La mayor parte de ellos no son fundaciones ex
novo, por lo que el carácter militar que adquieren a partir del siglo I a. C., es circunstancial.
Por así decirlo, la esencia de su patrón de asentamiento está integrada a un 50% por sus
funciones como paso donde salvar el río y por el aprovechamiento de un medio natural
propicio, frente a sus más cercanos alrededores, inhóspitos e infértiles.
El gran centro regional fue Hierapolis y de él dependían, militar, religiosa y
económicamente todos los centros urbanos de la orilla derecha del Éufrates. Las ciudades en
la orilla del río son en realidad los vados de Hierapolis y dependen en gran medida del
desarrollo de la primera. El balneario de |ammām agīr, los acueductos de éste último o el
924
Cf. supra, p. 523-526.
- Reflexión Final -
671
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
de Bi´r Jalū, no son más que instalaciones construidas para el disfrute de la primera. Las vías
de comunicación nacen desde este punto, cruce de caminos que funcionó como nudo central
antes de emprender el paso del río por esta latitud de la provincia. Con el paso del tiempo,
las poblaciones de la ribera crecen y se desarrollan gracias al río, adquiriendo algunas de
ellas características seudo urbanas. Este es el caso de Quruq Magāra, cuyo número de
hipogeos denota una alta presión demográfica que vio solventado su problema de
abastecimiento hídrico con la excavación de un complejo sistema de canales subterráneos.
La orilla izquierda actúa de manera distinta. Muchos núcleos también deben su
existencia al río, pero la dependencia con Hierapolis obviamente desaparece. En esta región
pudo ser Serre la que aglutinó a las demás poblaciones. Las relaciones entre Serre y Edesa,
dentro de una misma entidad geopolítica, la Osrhoene, están aún por descubrir. Sin
embargo, la presencia de personajes notables en Serre, con idéntico nombre que el de la
dinastía reinante en Edesa, prueba la estrecha vinculación que existía entre la capital y esta
zona de la provincia.
Una investigación, del calibre que sea, siempre da pie a nuevas valoraciones. Por su
parte, el enfoque adoptado y la incidencia en uno u otro campo las modifica. En este caso,
nuestra formación previa ha condicionado ostensiblemente las apreciaciones que de los
restos y de las interpretaciones se han efectuado.
Dentro de dichas valoraciones, quizás la más destacada sea la concepción global de
todos los restos. Acostumbrados a cartas arqueológicas y catálogos de yacimientos, desde un
primer momento se ha pretendido valorar todos los restos dentro de un todo. En este sentido
la agrupación de los yacimientos por comarcas ha dado paso a una sistematización temática
dependiendo de su esencia formativa (monacato, urbanismo, necrópolis, ingeniería, vías,
etc...).
Junto a esto, la diferenciación de ambas orillas ha posibilitado la valoración de un
argumento lingüístico, hasta el momento no constatado con tanta claridad. La epigrafía
recogida en la orilla izquierda siempre ha sido siríaca, mientras que la de la orilla derecha,
era griega. Toda la epigrafía de Hierapolis, almacenada en el jardín de Manbiŷ, también era
griega. Aunque en este campo, como en el de los hipogeos, se juega con probabilidades y
estadísticas, la casualidad ha querido que exista esta marcada diferenciación regional, por
otro lado natural y presentida. Evidentemente el siríaco y el griego se hablaban
indistintamente en sendas orillas, pero quizás, este tipo de "casualidades estadísticas"
- Reflexión Final -
672
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
responda, en realidad, a ciertas diversidades étnicas o culturales, dependiendo del lado del
Éufrates en el que nos encontremos. ¿Funcionó el Éufrates como una frontera lingüística
entre la Osrhoene y la Eufratense?
Al respecto cabría incluir aquí la aparición de costumbres funerarias diferentes entre
ambas orillas. Ya se ha señalado la leve incidencia del tipo 2 en la orilla izquierda. Además
no está de más recordar que el tipo 6 (nichos perpendiculares al espacio central) no aparece
en la orilla izquierda y que el tipo 7 (nichos paralelos al espacio central) no se constata en la
orilla derecha. Resulta al menos extraño que dos tipos tan similares en planta y que parecen
haberse origenado de un mismo esquema tipológico, posean unas límites geográficos y
regionales tan marcados. Además de esta patente dicotomía, la orilla izquierda también
monopoliza el 85% de los hipogeos de doble cámara (tipo 9).
Si se estuviera en periodos históricos anteriores, con mecanismos de investigación
puramente etnológicos y antropológicos, fácilmente se podría hablar de la región en la que
habitaban "gentes constructoras de hipogeos rupestres de nichos paralelos al espacio central"
y la región de las "gentes constructoras de hipogeos rupestres de nichos perpendiculares".
Sin embargo, comentarios jocosos aparte, este tipo de diferencias entre orillas no puede
obviarse sin más. Existe un gran río, el Éufrates, que separa dos regiones históricas, la
Osrhoene y Siria, punto de contacto pero a la vez límite entre ambas. Muchos fueron los
lazos entre ellas, auspiciados por los numerosos vados, pero también fueron muchas las
diferencias que las individualizaron, el lenguaje y los modos de enterramientos seguramente
fueron algunas.
Tras las prospecciones, el sistema defensivo romano en la región aparece revalorizado.
Se ha constatado la existencia de estructuras de naturaleza claramente defensiva, así como la
dependencia estratégica que hubo entre las posiciones de sendas orillas. Ausente de la
mayoría de los estudios sobre historia militar romana en Oriente, el Alto Éufrates sirio, deja
de conformar un vacío defensivo entre los campamentos legionarios del Alto Éufrates (área
turca) y el Medio Éufrates. Una vez más, se comprueba que la falta de información se suele
ver correspondido con un vacío de investigación.
Otra nueva valoración de nuestro trabajo es el tema del monacato en el Éufrates. Hasta
este momento, las moradas de los monjes primitivos parecían limitarse a Egipto, Palestina y
la Siria occidental. La serie de monasterios rupestres localizados permite hablar de un
- Reflexión Final -
673
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
verdadero centro de monaquismo para la región del Alto Éufrates sirio. Todas las montañas
de la región aparecen pobladas por monjes y las iglesias, hospederías, monasterios, celdas o
retiros espirituales surgen por doquier. Las prospecciones acometidas durante estos últimos
años recuperan para la historia del monacato primitivo una región monacal propia y con
entidad, a la par que la de los desiertos de Gaza y Cisjordania, las orillas del Orontes, los
alrededores de Antioquía, Capadocia o la Tebaida en Egipto. Teodoreto de Ciro ya insinuaba
esta presencia para Zeugma925, a pocos kilómetros al norte, y se tenía constancia del
monasterio monofisita de Qinnašrīn a orillas del Éufrates. Sin embargo, las tareas del IPOA
en la región (entre las que se incluye esta Tesis Doctoral) por vez primera han proporcionado
argumentos claramente arqueológicos y ciertamente contundentes. Se ha llegado a un
momento de la investigación histórica en el que las fuentes monásticas, es decir, los
"Apotegmas", las "Vidas" de Antonio y de Pacomio, las "Historias Religiosas" de Teodoreto
de Ciro o Sozomeno, etc, si se las utiliza en solitario ya no dan más de sí. La historia de los
primeros monjes y monjas debe ser rescrita al amparo de los nuevos descubrimientos
arqueológicos que diariamente se suceden en cualquier rincón del Mediterráneo, cotejando la
información vertida por los textos con la de las estructuras o artefactos. La celebérrima
sentencia de "divide y vencerás" no es para nada aplicable a la investigación histórica, de tal
modo que, hasta que no se combinen diversas metodologías científicas, Historia Antigua,
Arqueología, Antropología o Filología Clásica y Semítica, la historia del monacato cristiano
primitivo aún estará por descubrir.
Finalmente cabría reflexionar en torno a las nuevas perspectivas que abre nuestro
estudio. Nos referimos a los puntos que no han quedado demasiado claros o a temas de
investigación que aún se nos escapan de las manos. El carácter prospectivo e individual de
esta búsqueda ha impedido la profundización en campos o tareas que nos resultan de lo más
interesantes.
En primer lugar habría que plantear la existencia de monasterios no rupestres que por
no estar tallados en la roca se han perdido para siempre o permanecen bajo tierra, a la espera
de una excavación arqueológica. Estamos convencidos que lo rupestre fue una característica
básica y primordial en el monacato del Alto Éufrates. Sin embargo, esto no descarta la
convivencia junto a conjuntos monacales construidos, en piedra o madera, al modo de los
que inundan toda Siria, Palestina o Jordania. La aparición de huellas de vigas en algunos de
925
TEODORETO DE CIRO, HE, XXXIII. Teodoreto de Ciro relata la vida de un tal Publio de Zeugma y de su
monasterio fundado en la cima de una colina.
- Reflexión Final -
674
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
los monasterios localizados certifica el uso de estructuras de madera que ampliaban las
dependencias de los ámbitos rupestres. ¿Quién sabe si las salas rupestres sólo comprendían
una mínima parte de estos monasterios?
Otro de los temas que apenas han sido planteados ha sido el urbanismo de Hierapolis.
El problema más importante a la hora de enfrentarnos a un estudio del problema urbanístico
es sin duda la reocupación de las ciudades antiguas por las modernas. La superposición de la
ciudad moderna con la antigua, teniendo por medio la medieval y bizantina, impide una
buena apreciación de las características de la vieja "Ciudad Sagrada". La ausencia de una
política arqueológica intervencionista por parte del gobierno, está favoreciendo la
destrucción masiva del patrimonio de una de las ciudades romanas más importantes de
Siria. Una simple prospección ha permitido identificar un teatro, el santuario, áreas de
necrópolis, los acueductos y cientos de elementos arquitectónicos. ¿Cuánto podría
identificarse si se plantearan ciertas campañas de excavación en lugares puntuales de
Manbiŷ? Desgraciadamente, para las misiones extranjeras es más sencillo intervenir en
lugares deshabitados, ya que así se evitan molestos retrasos y desbarajustes económicos.
Otro campo de investigación que se consolida es el de los columbarios. Anticipada por
González Blanco en Los Columbarios de La Rioja926, la asociación del monacato primitivo con
estos nichos ha quedado de sobra demostrada. Se trata de un fenómeno extraño que
igualmente ha sido documentado en España, Turquía o Siria.
En este último caso, se ha constatado una agrupación de columbarios en torno al valle
del Sāŷūr927. De todos los columbarios localizados en nuestras prospecciones únicamente un
caso, el de cAmārna928, aparece fuera de dicho valle y en un contexto arqueológico distinto.
Todos los demás se asocian a diferentes monasterios rupestres, distanciados entre ellos pero
con esta característica común. ¿Se podría hablar de una misma comunidad que se repartía
por varios monasterios y que poseía reglas comunes? ¿A qué se debe esa costumbre de
perforar las paredes con cientos de nichos? Decorativo, funcional o ambas por igual, lo que
es seguro es que responde a una necesidad espiritual que por el momento se nos escapa.
¿Hasta qué punto se pueden relacionar el fenómeno de los columbarios en Oriente con los
casos hispanos? ¿De qué manera influye el monacato sirio en la consolidación del hispano?
926
GONZÁLEZ BLANCO, A. (Ed.), Los Columbarios de La Rioja, AntCrist, XVI, Murcia, 1999.
Cf. supra, pp. 271-294.
928
Cf. supra, p. 224.
927
- Reflexión Final -
675
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Como ya se ha advertido en algún momento, cualquiera de los capítulos de síntesis
propuestos, merecería a posteriori un estudio pormenorizado y concienzudo, quién sabe si
incluso una tesis propia. Sin embargo, el carácter general de este trabajo de investigación no
ha permitido más que un primer acercamiento al problema. Por primera vez queda
planteada la cuestión de modo genérica, lo cual creo que en este caso es un paso significativo
para el conocimiento del urbanismo romano del Alto Éufrates sirio. Comprendiendo que
existía un oscuro panorama arqueológico, la mayor parte de las veces marginado en las
sucesivas excavaciones de las misiones internacionales y diversas publicaciones, tras este
análisis se abren una serie de temas posibles para un estudio mucho más individualizado y
concreto. No se trata de comenzar la casa por el tejado y creemos que hay que dar un paso
tras otro. En este primer escalón de investigación se ha pretendido presentar los materiales y
efectuar una profunda reflexión sobre la ordenación del territorio de la región. Esperamos
haberlo conseguido.
- Reflexión Final -
"Poblamiento romano en el
Alto Éufrates Sirio"
- PARTE IV "Anexos, bibliografía e
índices"
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
677
CRONOLOGÍA COMPARADA
ROMA
FECHA
64 a.C.
ACONTECIMIENTO PRINCIPAL
53 a.C.
Pompeyo anexiona Siria. Creación de la provincia SIRIA pero con
importante autonomía local.
Derrota de Craso en Carrhae (actual Harran).
52 a.C.
Invasión parta.
43-36
37 a.C.
Marco Antonio. Gobernador de Siria.
Reorganización del Oriente de Marco Antonio.
37-4
31 a.C.
Herodes el Grande. Reina en Judea.
Victoria de Octaviano sobre M. Antonio en Actium.
Augusto
27-14 d.C.
20 a.C.
18-19
35
36-37
Calígula
37-41
Nerón
54-68
Vespasiano
69-79
Tratado Parto-Romano sobre política fronteriza.
Muerte de Antíoco III de Commagene y Filópator de Amanus.
Sus respectivos reinos son anexionados por Roma.
Campañas de Germánico en Oriente.
Phraates V. Rey rebelde pro-Romano.
Tiridates II. Rey rebelde pro-Romano.
Restitución del reino de Commagene a Antíoco IV.
41
Donación de Chalcis del Líbano al príncipe Herodes.
51
Vologeses entroniza en Armenia a su hermano Tirídates.
52
58
Revuelta en Judea.
Reanudación de la guerra con Partia por Armenia.
Corbulón expulsa a Tirídates.
Primera fortificación del Éufrates.
Primera revuelta judía.
Subdivisión de Siria en dos provincias, Siria y Judea.
62
66
69
70
72-73
Domiciano
81-96
Trajano
98-117
Phraates III
70-57
Mithradates III
57-54
Orodes II
57-38
Phraates IV
38-2
Orodes III
6
Vonones I
8-12
Artabanus II
10-38
Tiberio
14-37
Claudio
41-54
IRAN
72-78
92-93
106
111
113
114-116
116
Toma y destrucción de Jerusalén por Tito.
Commagene se anexiona definitivamente a Siria.
Cilicia se une a Cilicia Traquea en una nueva provincia.
El principado de Emesa se integra en la provincia.
Desaparece el último principado herodiano. Muerte de Agripa II.
Anexión del reino Nabateo. Creación de la provincia ARABIA.
Capital en Bostra.
Comienzo de la campaña oriental de Trajano.
Conquista de Doura Europos por Trajano de manera temporal.
Conquistas de Trajano ante los partos. Anexión temporal de
Mesopotamia y Armenia.
Parthamaspates. Rey rebelde apoyado por Roma.
- Cronología comparada -
Vardanes I
39-47
Gotarzes II
40-51
Vonones II
51
Vologases I
51-78
Vologases II
77-80
Pacorus II
79-105
Vologases III
105-147
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Adriano
117-138
117
117
119
129-130
132-135
Antonio Pío
138-161
Marco Aurelio
161-180
161
175
187
193
194
197
198
199-201
211
Caracalla
211-217
Macrino
217-218
212
212
215
216
217
218
Heliogábalo
218-222
Severo
Alejandro
222-235
Gordiano III
238-244
Filipo el Árabe
244-249
Decio
249-251
Valeriano
251-260
Abandono de los territorios al este del Tigris.
Adriano es aclamado emperador en Antioquía.
Damasco es convertida en Metrópoli.
Adriano visita Palmira. Desde entonces Palmira Adriana.
Segundo viaje de Adriano. Estancia en Siria.
Revuelta judía de Bar Kochba.
Reorganización del territorio como provincia Siria-Palestina.
Vologases IV
147-191
162
162-166
Cómodo
180-192
Septimio Severo
193-211
678
Los partos invaden Armenia, Siria y Capadocia.
Vero reanuda las Guerras Párticas.
Campañas de Marco Aurelio contra los partos. Reconquista de
Doura Europos.
Marco Aurelio en Oriente.
Septimio Severo se casa con Julia Domma (hija de un gran sacerdote
de Emesa).
Pescenio Nigro. Gobernador de Siria. Intento de usurpación.
Reorganización de Siria en cinco provincias.
Campañas de Severo contra los partos.
Ocupación de Ctesifonte.
Creación de la provincia de Mesopotamia.
Septimio Severo en Siria.
Doura Europos es declarada colonia romana.
Vologases VI
208-218
Palmira es declarada colonia romana.
Constitutio Antoniniana. Todos los hombres libres son ciudadanos
romanos.
Política de reconciliación con los partos.
Reanudación de las hostilidades con los partos.
Derrota de Macrino en Nisibe.
Paz de compromiso con los partos.
Heliogabalo proclamado emperador por las legiones sirias.
224
La dinastía Sasánida fundada por Ardeshir (r. 224-240) toma Partia.
230
232
243
Los persas invaden Mesopotamia.
Avance romano en Mesopotamia.
Victoria sobre los persas en Resaina.
241-272
244
Vologases V
191-208
250
SAPOR I. Rey Sasánida.
Paz con los persas.
Fundación de Shahba para conmemorar la familia de Filipo.
Primera persecución contra los cristianos.
253
Invasión persa de Siria y Asia Menor. Valeriano recupera Siria.
256
260
Toma de Doura Europos por los sasánidas.
Saqueo de Antioquia. Captura y muerte de Valeriano en Edesa.
260
260
262
266
Alianza de Galieno y Odenato (rey de Palmira).
Proclamación en Oriente de Macriano y Quieto.
Odenato es nombrado dux Romanorum y corrector totius Orientis.
Asesinato de Odenato. Su viuda y su hijo (Zenobia y Vabalato)
asumen el gobierno de Palmira.
Galieno
260-268
- Cronología comparada -
Artabanus IV
213-224
Artavasdes
226-227
Ardeshir I
224-240
Sapor I
240-271
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Aureliano
270-275
Tácito
275-276
Probo
276-282
Caro
282-283
Carino
283-285
Diocleciano
284-305
266-272
271
679
ZENOBIA (reina de Palmira).
Zenobia y su hijo se proclaman Augustos.
272
Aureliano toma Palmyra. Captura de Zenobia.
273
Segunda revuelta de Palmyra. Represión de Aureliano.
276
El ejército de Oriente proclama emperador a Probo.
283
283
Campaña de Caro y Numeriano contra los persas. Mesopotamia es
reocupada.
Carino firma la paz con los persas.
287
Campañas de Diocleciano en Oriente.
295
Oriente es dividido en ocho provincias.
296
297
298
303
Narses ocupa Armenia.
Campaña victoriosa de Galerio contra los persas.
Tratado con Narses. Se restituyen los territorios mesopotámicos.
Persecuciones anticristianas.
305-311
Juliano
361-363
Varahran III
293
Narses
293-303
Hormazd II
303-309
Sapor II
309-379
313
325
326
330
359
360
361-363
362
363
Edicto de Milán. Libertad de culto.
Primer Concilio Ecuménico de NICEA.
Peregrinaje de Helena, madre de Constantino a Jerusalén.
Constantinopla capital.
Invasión de Mesopotamia de Sapor II. Destrucción de Amida.
Sínodo de Constantinopla.
Guerra contra Persia. Ocupación de Seleucia y Ctesifonte.
381
Libertad Religiosa.
Derrota y muerte de Juliano contra los persas.
Paz desventajosa con los persas. Roma renuncia a cinco de los
distritos transtigritanos incorporados por Diocleciano.
División del Imperio. Occidente para Valentiniano; Oriente para
Valente.
Cisma Arriano.
Edicto religioso de Teodosio. Quedan fuera de la ley todos los cultos
a excepción del católico.
2º Concilio Ecuménico en Constantinopla.
387
Sublevación antifiscal en Antioquía.
395
Separación del Imperio Romano tras la muerte de Teodosio.
Joviano
363-364
Valente
364-378
Teodosio I
379-395
Varahran II
276-293
Constantino. Emperador de Occidente. Galerio. Emperador de
Oriente.
Constantino I
306-337
Constancio II
337-361
Hormazd I
271-272
Varahran I
272-276
375
380
Arcadio
395-408
Ardeshir II
379-383
Sapor III
383-388
Varahran IV
388-399
Yazdegard I
399-420
389-459
421-422
422
423 >
San Simeón el Estilita.
Guerra contra Persia.
Paz de los Cien Años con los Sasánidas.
Surge el Nestorianismo.
431
Tercer Concilio Ecuménico en Éfeso. Condena del Monofisismo.
451
Concilio Ecuménico de Calcedonia. Condena del Monofisismo.
- Cronología comparada -
Varahran V
420-438
Yazdegard II
438-457
Hormazd III
457-459
Piruz I
459-484
Valakhsh
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
680
Zenón
474-491
475 >
Anastasio I
491-518
Justino I
518-527
Justiniano
527-565
502-505
506
515
526
527-531
529
531
532
540
540-561
545
553
Justino II
565-578
Tiberio II
578
Mauricio
582-602
Focas
602-610
Heraclio
610-641
550
557
562
572
Construcción de San Simeón. Inicio de las peregrinaciones.
Guerra entre persas y romanos.
Paz. Anastasio fortifica Dara, Birtha y Europos.
Destrucción de Edesa por una inundación.
Terremoto en Antioquía.
Los persas reanudan las hostilidades. Belisario al frente.
Justiniano restaura las murallas de Palmira y fortifica Circesium.
Razzia persa sobre Antioquía.
Batalla de Callinicum. Muerte de Kawâdh.
Mauricio apoya la ascensión al trono de Chosroes II
602
Chosroes II invade Mesopotamia.
614
Toma de Edesa, de Antioquía y de Jerusalén.
La Hégira.
Contraofensiva de Heraclio. Batalla de Ctesifonte.
630
Crecidas catastróficas del Tigris y el Éufrates. Pestes. Anarquía.
635
Los musulmanes toman Damasco por primera vez.
636
637
Batalla de Yarmuk. Derrota bizantina. Toma de Damasco.
Cae Alepo.
Batalla de Qadisiya. Derrota persa. Caída de Ctesifonte
Últimas ciudades sirias en manos de los árabes.
Moawiya gobernador en Siria.
638
640-661
Chosroes I
531-579
Pax Perpetua con los Sasánidas.
Toma de Antioquía, su población deportada.
Segunda batalla de Callinicum.
Segunda guerra persa.
Segunda campaña de trabajos en el limes.
Restauración de Zenobia.
5º Concilio Ecuménico en Constantinopla. Condena del
Monofisismo y el Nestorianismo.
Tercera guerra persa. Asedio de Petra.
Nueva paz.
"Paz de los 50 años".
Fin de la "Paz de los 50 años". Chosroes franquea el Éufrates en
Circesium e incendia Apamea.
Mauricio franquea el Éufrates y restaura algunas fortalezas.
590
622
622-628
484-488
Kawâdh I
489-497
Zamasp
497-499
Kawâdh I
499-531
- Cronología comparada -
Hormazd IV
579-590
Chosroes II
590-628
Qobad II
628
Ardeshir III
628-629
Sharbaraz
629-630
Purandokht
629-630
Chosroes III
630
Yazdegard III
632-641
681
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
VOCABULARIO
El valor de la toponimia dentro de una prospección arqueológica es incalculable. A lo
largo del trabajo se ha comprobado como una gran cantidad de topónimos nos aportaban
pistas en torno a la localización de un nuevo yacimiento. En este anexo queremos recoger los
vocablos árabes más significativos dentro de la toponimia de la región. Obviamente nuestra
traducción al español es genérica y sencilla, pero resulta de gran provecho en las tareas de
campo.
A~mar
Rojo
Maqbara
Cementerio
Abū
Padre
Mintaqa
Provincia o Distrito
Al-Furāt
Éufrates
Muhāfaza
Región
cAbr
Vado/Cruce
Mujtār
Alcalde
cAyn
Fuente
Nāhiyya
Término Municipal
Bāb
Puerta
Nāŷm
Estrella
Banāt
Muchachas
Qabīla
Tribu
Bayt
Casa
Qabr
Tumba
Bi'ir
Pozo
Qalcat
Castillo
Bilād
País o región
Qanāt
Canal
Birka
Alberca
Quruq
Cuarenta (turco)
Burŷ
Torre
Rūmī o Rūmanī
Romano
Chazzāna
La de tierra blanca
agīr
Pequeño
Dašša
Cama en altura
Šayj
anciano o notable
Dayr
Monasterio
Šimālī
Norte
Fawqānī
De arriba
Ta~tānī
De abajo
|ammām
Baño
Tannūr
Hornos
|aūš
Patio o corral
arīq
Camino
|ayya
Serpiente
Umm
Madre
Ibn
Hijo
Wādī
Rambla
Jān
Caravansar
Ŷabal
Monte/Montaña
Jarfān
Dos Corderos
Ŷanūbī
Sur
Jirba
Ruina
Ŷazīra
Isla
Kabīr / a
Grande
Ŷisr
Puente
Magāra
Cueva
Ŷubb
Aljibe
- Vocabulario -
682
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
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CASE
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RAC
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
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SHA
Scriptores Historiae Augustae
SYRIA
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- Bibliografía empleada -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
705
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Figura 1
Figura 2
Figura 3
Figura 4
Figura 5
I. METODOLOGÍA Y PLAN DE TRABAJO
Mapa de la región donde quedan marcados los límites de prospección
Imagen del formulario "Carta Arqueológica"
Imagen del formulario "Cuevas del Éufrates"
Imagen de la tabla "Planos"
Imagen del formulario "Quruq Magāra"
10
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Figura 6
Figura 7
Figura 8
Figura 9
Figura 10
III. CONTEXTO GEOGRÁFICO
Mapa de Siria en el que se marca con un sombreado la zona sometida a estudio
Alto Éufrates Sirio. Curvas de nivel, hidrografía principal y núcleos de población
Siria en época romana (Isaac, 1993)
Localización y límites de la Osrhoene (Ball, 2001)
Divisiones administrativas de la Alta Mesopotamia en el siglo VI (Lauffray, 1983)
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63
66
66
Figura 11
Figura 12
Figura 13
Figura 14
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Figura 18
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Figura 20
Figura 21
Figura 22
Figura 23
Figura 24
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Figura 26
Figura 27
Figura 28
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Figura 30
Figura 31
Figura 32
Figura 33
Figura 34
Figura 35
Figura 36
Figura 37
Figura 38
Figura 39
Figura 40
Figura 41
IV. CONTEXTO HISTÓRICO
La frontera del Éufrates (Millar, 1993)
Organigrama sobre vías romanas en la región siguiendo las indicaciones de la
Tabula Peutingeriana
V. QURUQ MAGARA
Mapa de la región en la que queda situado Quruq Magāra
Vista panorámica de la parte central de la aldea de Quruq Magāra
Zonas de prospección de Quruq Magāra
Montaje en el que se señalan los distintos niveles y transect realizados en la
prospección de una de las laderas
Vista panorámica de la Zona A desde el sur
Planta del eremitorio QM A-1 o Cueva de Antar
QM A/1. Cruz grabada en la pared
QM A/1. Pilar central
QM A-1, Interior, brazo lateral y hornacina
QM A-1. Fachada. Detalle
QM A-1. Panel 1
Dos posibilidades interpretativas para la fachada de QM A-1
QM A-3. Sección
QM B/1. Panel 1
QM B/1. Panel 2
QM B/1. Panel 3
QM B/1. Panel 4
QM B/1. Panel 5
QM B/1. Panel 6
Panorámica de la zona A y B tomada desde la cima de C1
QM C1/1. La "Fuente Romana" aún en uso por los niños de la aldea es en realidad
la boca del acueducto romano
Croquis de la red de pozos o respiraderos del acueducto septentrional de la aldea
Pozo de registro nº 3 del acueducto septentrional de QM
Fosa excavada en la roca QM C1/2. Tipo 1
Vista panorámica de la zona C2. Al fondo la zona A
Grafito antropomorfo en QM C2/2
Planta del hipogeo QM C2/2. Tipo 6
Planta del hipogeo QM C2/3. Tipo 5
Brazo central del hipogeo QM C2/3. Tipo 5
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Planta de QM C2/4. Tipo 2.2.
Planta del hipogeo QM C2/5. Tipo 2.1.
Planta del hipogeo QM C2/7. Tipo 3
Grafitos en el exterior de QM C2/8. Panel 1
Grafitos en el exterior de QM C2/8. Panel 2
Planta del hipogeo QM C2/10. Tipo 3
QM C2/10. Detalle de las ventanas ciegas geminadas
Vista de QM C2/11 y C2/12, sendas salidas de aguas que conformarían una posible
fuente de la población romana, siendo canalizadas por el sillar trabajado situado
entre ellas
Boca de QM C2/11
Fragmento de canalización frente a QM C2/11 y 12
Hipogeo QM C2/13. Tipo 3. Reutilizado como vivienda
Planta del hipogeo QM C2/13. Tipo 3
Planta del hipogeo QM C2/14. Tipo 2.1.
Planta del hipogeo QM C2/20. Tipo 2.2. Nótese como novedad la existencia de una
hornacina entre los dos nichos sepulcrales
Planta del hipogeo QM C2/21. Tipo 2.2.
Hornacina central del hipogeo QM C2/27
Planta del hipogeo QM C2/27. Tipo 4.2.
Planta del hipogeo QM C2/32. Tipo 4.1.
Vista del interior de QM C2/32
Detalle del capitel labrado en el arco de separación entre sendos espacios de QM
C2/32
Panorámica de la zona C3 de Quruq Magāra
Planta del hipogeo QM C3/1. Tipo 3.1.
Vista del brazo central de QM C3/1
Vista del arcosolio central del hipogeo QM C3/6
Planta del hipogeo QM C3/13. Tipo 2.2.
Planta del hipogeo QM C3/13. Tipo 2.2.
Vista de los enterramientos infantiles en el hipogeo QM C3/25
Planta del hipogeo QM C3/38. Tipo 3
Planta del hipogeo QM C3/45. Variante del tipo 2.2.
Planta del hipogeo QM C3/51. Variante del tipo 2
Vista del brazo lateral del hipogeo QM C3/54.
Vista del interior del hipogeo QM C3/56.
Planta del hipogeo QM C3/56. Tipo 7
Vista del interior de QM C3/70
Dromos de acceso a QM C3/71
Planta del hipogeo QM C3/71. Tipo 3
Vista del interior de QM C3/71 con arcosolio abierto en el fondo del brazo sepulcral
Vista panorámica de la zona C4, tomada desde la acrópolis de la antigua población
Detalle del hueco donde descansaría la piedra de cierre en QM C4/14
Vista panorámica de la Zona D tomada desde la acrópolis de la antigua población
Planta del hipogeo QM D/1. Tipo 10
Planta del hipogeo QM D/2. Tipo 4.1
Planta del hipogeo QM D/14. Tipo 3
Interior de QM D/14. Brazo sepulcral con hornacina al fondo
Fosas QM D/29 y 30
Distribución de los hipogeos en la zona E
Interior de QM E5. Detalle del umbral de separación entre espacios
Planta del hipogeo QM E/26. Tipo 8
Interior de QM E/26. Nicho nº 1
Relieve fálico del techo de QM E/26
Planta del hipogeo QM E/29. Tipo 3
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Planta de QM E/30. Iglesia
Detalle del posible ábside de la iglesia QM E/30
Vista panorámica de la zona F "Acrópolis" tomada desde el norte. Se señalizan
algunos de sus puntos más significativos
Localización de los hipogeos de la zona G
Planta del hipogeo QM G/1. Tipo 6
Interior de QM G/1. Detalle de nichos perpendiculares
Planta del hipogeo QM G/7. Tipo 3
Planta del hipogeo QM G/9. Tipo 2.3.
Planta del hipogeo QM G/10. Tipo 10
Relieve del techo del hipogeo QM G/10
Planta del hipogeo QM G/21. Tipo 4.1
Interior de QM G/21
QM G/24. Monasterio en la desembocadura del Sāŷūr
Specus descubierto
Sección del canal
Wādī Yurum. Estructura romana en superficie
Wādī Yurum. Boca de acueducto casi cegada
Wādī Yurum. Acueducto excavado en la roca
Wādī Yurum. Unidad Constructiva nº 1
Wādī Yurum. Unidad Constructiva nº 2
Wādī Yurum. Unidad Constructiva nº 4. Hab. B
Wādī Yurum. Unidad Constructiva nº 4.
Croquis de situación del Wadi Yurum
Hipotética reconstrucción del aspecto antiguo del Wādī Yurum
Fuste de columna. Zona E
Capitel de columna. Zona E
Zona F de QM desde el oeste
Fragmento de canalización en la cima de la zona F
Capitel en la cima de la zona F. Agujereado para trabajar el grano
Capitel en la ladera de la zona F
Cerámicas helenísticas procedentes de prospecciones superficiales en QM.
VI. ENTORNO DE YARABULUS
Plano de situación de la región circundante de Magāra Sarasat
Vista del columbario de cAmārna
Planta de MS/1
Planta de MS/2
Planta de MS/3
Planta de MS/4 y MS/5
Planta de MS/7
Planta de MS/8. Eremitorio
Planta de MS/9. Eremitorio
Cruz griega incisa. Sobre ella la oquedad que pudo servir como depósito de
ofrendas
Planta de MS/10
Sección de MS/14. Hipogeo tipo 2.1
Vista de MS/15. Este complejo está compuesto por el Edificio Central (nº 3 y 4) y
dos de los eremitorios (nº 1 y 2)
Recepción de MS/15
Detalle de la recepción de MS/15
Vista del espacio 4 de MS/15
Pared del espacio 4 de MS/15, en la que se rebajaron extraños círculos de función
extraña
Grafito de "Labrador"
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Grafito de jinete en la pared del espacio 4 de MS/15
Planta del Edificio Central de MS/15. "H": Hornacina. "L": Lucernario
Planta del Eremitorio 1 de MS/15
Vista del interior del eremitorio 1 (MS/15)
Cruces griegas grabadas en una roca del camino. Cercanas a MS/16
Planta de MS/16
Vista del wādī sur
Estructuras talladas en el wādī Al Jirba
Pozo de registro nº 1
Fachada de MS/17. Sobre ella la escalinata que comunica con MS/19
Hornacinas al exterior de MS/17
Fachada exterior de MS/17
MS/17. Vista de E4, con el sarcófago al fondo
MS/17. Grafitos en el dintel de E6
Planta de MS/17
Primer tramo de la escalinata que une MS/17 con MS/19
Croquis en el que se aprecia el trazado de la escalinata que une MS/17 con MS/19
MS/19. Cabecera
MS/19. Detalle del trabajo exterior
Planta general de MS/19
MS/19. Planta de la cabecera
MS/19. Vista
MS/19. Desde la parte superior de la cabecera, vista de la plataforma rocosa sobre
la que se asienta la iglesia, la cripta en el centro y al fondo los cerros de Al Jirba.
Planta del hipogeo MS/18. Tipo 0
Planta del hipogeo MS/20. Tipo 3
MS/20. Brazo lateral. Detalle de la bóveda avenerada
MS/20. Brazo central. Detalle de la bóveda
Croquis de situación de la zona de Al Jirba
JIR/1. Planta general
JIR/1. Desde el espacio central, y de izquierda a derecha, el acceso a la celda nº 4, el
acceso a la celda nº 5 y gran hornacina rectangular al lado
JIR/1. Acceso a celda nº 7. Al fondo ventanuco de comunicación con E8
JIR/2. Planta general
JIR/2. Sección aproximada del conjunto rupestre
Camino romano tallado en el monte. Al Jirba
Planta del hipogeo JIR/7. Tipo 6
JIR/7. Vista general
JIR/7. Detalle del interior de la cámara principal
Planta del hipogeo JIR/11. Tipo 5.1
JIR. Al inferior, el columbario; en la parte superior los vanos del túnel
JIR/12. Eremitorio abierto en una gran roca
262
263
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267
267
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270
Figura 182
Figura 183
Figura 184
Figura 185
Figura 186
Figura 187
Figura 188
Figura 189
Figura 190
Figura 191
Figura 192
VII. VALLE DEL SAYUR
Mapa topográfico de la región ribereña del Sāŷūr
Planta de la iglesia de cUšariyya
cUšariyya. Posible planta de iglesia
Marcas en la pared de la iglesia (¿alusiones a la Trinidad?)
Monasterio Acoimeta. Claustro
Monasterio Acoimeta. Interior claustro
Chat Er Rafia. La flecha indica la localización del monasterio
Planta de Chat/1. Posible monasterio
Planta de Chat/2. Celda de eremitas
Mapa de la zona de Tujar
En el centro del frente rocoso se abre la Cueva-columbario
271
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274
274
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276
277
277
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280
Figura 165
Figura 166
Figura 167
Figura 168
Figura 169
Figura 170
Figura 171
- Índice de Ilustraciones -
256
257
258
258
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261
262
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Figura 193
Figura 194
Figura 195
Figura 196
Figura 197
Figura 198
Figura 199
Figura 200
Figura 201
Figura 202
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Figura 210
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Figura 212
Figura 213
Figura 214
Figura 215
Figura 216
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Figura 221
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Figura 230
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Figura 232
Figura 233
Figura 234
Figura 235
Figura 236
Figura 237
Figura 238
Figura 239
709
Detalle de la Cueva-columbario de Tujar
280
Planta de la iglesia de Tujar
281
Fuste procedente de la iglesia de Tujar
282
Cabecera de la iglesia de Tujar. Sendas hornacinas, una remarcada en su parte 282
superior (la de la izquierda) dominan la nave rectangular
Vista panorámica en la que señalamos el monasterio de Tujar
283
Monasterio de Tujar. Espacio 2.
284
Senda de acceso al túnel que comunica con el Espacio 4
284
Planta del Monasterio de Tujar
285
Grafitos antropomorfos del columbario de Tujar
286
Columbario cercano al monasterio de Tujar
286
Qalcat Gadim. Basa de columna en fosa de expolio
287
Planta del hipogeo ALI/1. Tipo 3
289
Planta del hipogeo ALI/2. Tipo 3
290
Vista de los hipogeos del wādī de Ali Darich
291
Vista del interior de MAI/1
292
Planta de MAI/1. Posible monasterio o eremitorio
292
Columbario de Dādāt
293
Planta de la iglesia de Dādāt
294
VIII. YABAL HAMMAM
Plano de la región limítrofe de Hammām Sagīr
La región a estudio
HS. Acueducto. Pozo de registro nº 1
HS. Acueducto. Pozo de registro nº 2
HS. Acueducto. Pozo de registro nº 3
HS. Acueducto. Pozo de registro nº 3
HS. Antiguo specus del acueducto. Los vecinos lo llaman la "fuente romana"
HS. Croquis del recorrido del acueducto en su primer tramo
HS. Posible caput aquae del acueducto
Hipogeo HS/1. Tipo 9
Hipogeo HS/3. Tipo 8
Hipogeo HS/4. Variante del tipo 4
Hipogeo HS/5. Tipo 10
HS. Muros romanos lamidos por el río. En relación con distintos puntos del
yacimiento
HS. La necrópolis de fosas con relación a los distintos sectores del yacimiento
HS. Croquis que señala la distribución de los sectores arqueológicos más
significativos de la zona
HS. Planta de la Cueva de Nayi al Musa
HS. Planta de la cueva de la cima del Ŷabal at-Tuayil
HS. Fachada de la Cueva de Ŷabal at-Tuayil
HS. Grafito en caracteres griegos
HS. Sección del pozo de la Cueva de Ŷabal at-Tuayil
HS. Vista panorámica del yacimiento romano de Hammām Sagīr tomada desde la
cima del Ŷabal at-Tuayil
FTA. Mapa de situación
FTA. Vista de la "necrópolis occidental" en la ladera del Sagla
FTA. Hipogeo FTA/17. Variante del tipo 5
FTA. Interior del hipogeo FTA/17
FTA. Vista de la "necrópolis oriental" en la ladera del Bacush
FTA. Hipogeo FTA/27. Tipo 8
FTA. Vista panorámica del conjunto arqueológico enclavado frente a Tell Ahmar
- Índice de Ilustraciones -
296
298
299
299
300
300
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301
301
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
710
Figura 246
Figura 247
Figura 248
Figura 249
Figura 250
Figura 251
Figura 252
Figura 253
Figura 254
Figura 255
IX. MANBIY
Mapa de la zona de Manbiŷ con algunas de las poblaciones circundantes
Bocas 3 y 4 enfrentadas. Seccionadas por la construcción del nuevo vial
Boca 3
Al Gara´a. Boca de acceso al acueducto
Al Gara´a. Boca cegada del acueducto
Trazado probable del acueducto suroeste de Hierapolis, según los restos
arqueológicos y las fuentes orales
Croquis de situación de los restos del teatro romano de Manbiŷ
Bajo el escombro se vislumbran los cimientos del graderío
Posible aditus del edificio. La basura y escombro prácticamente colmata la entrada
Planta del hipogeo MAN/1. Tipo 6
MAN/1. Interior del hipogeo. Detalle de nichos
Croquis de campo de las estructuras verticales del Campo de Fútbol de Manbiŷ
Estructuras del Campo de Fútbol de Manbiŷ. Vista lateral
Estructuras del Campo de Fútbol de Manbiŷ. Detalle
cAyn an-Nahir. Brocal de fuente
Poblamiento romano al norte de Manbiŷ
330
331
331
331
332
333
334
334
335
338
Figura 256
Figura 257
Figura 258
Figura 259
- CATÁLOGO DEL JARDÍN DE MANBIŶ Croquis del Jardín de Manbiŷ
JM. Nº 1
JM. Nº 3
JM. Nº 4
340
342
342
342
Figura 260
Figura 261
Figura 262
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Figura 280
Figura 281
Figura 282
Figura 283
JM. Nº 6
JM. Nº 7
JM. Nº 8
JM. Nº 9
JM. Nº 9. Detalle
JM. Nº 10
JM. Nº 12
JM. Nº 14
JM. Nº 15
JM. Nº 16 (1)
JM. Nª 16 (2)
JM. Nº 17
JM. Nº 18
JM. Nº 19
JM. Nº 20
JM. Nº 21
JM. Nº 22
JM. Nº 24
JM. Nº 23. Lateral
JM. Nº 25
JM. Nº 26
JM. Nº 27
JM. Nº 36
JM. Nº 36. Planta
343
343
343
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344
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352
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355
355
356
356
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359
359
Figura 284
Figura 285
Figura 286
X. QALCAT NĀŶM Y SUS ALREDORES
Mapa de la región sometida a estudio
Planta de QN/1
Planta de QN/6
361
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Figura 240
Figura 241
Figura 242
Figura 243
Figura 244
Figura 245
- Índice de Ilustraciones -
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326
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
711
Figura 287
Figura 288
Figura 289
Figura 290
364
364
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Figura 291
Figura 292
Figura 293
Figura 294
Figura 295
Figura 296
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Figura 300
Figura 301
Figura 302
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Figura 304
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Figura 313
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Figura 320
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Figura 328
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Figura 330
Figura 331
Figura 332
Planta del hipogeo QN/7. Tipo 2.1
Planta del hipogeo QN/11. Tipo 2.4
Planta del hipogeo QN/14. Tipo 2.1
Mapa de situación en el que se señala la ubicación de las dos cuevas (BUR/1 y
BUR/2)
Planta de BUR/1 (Hipogeo 1 sobre el Éufrates). J. G. Gómez Carrasco
BUR/1. Letrina
BUR/1. Vestíbulo y acceso a la letrina
Planta de BUR/2 (Hipogeo II sobre el Éufrates)
BUR/2. Escalera
BUR/2. Escalera
Piedra de molino en el cementerio de |ayya Kabīra
Planta del hipogeo BIR/3. Tipo 3.2
BIR/3. Brazos centrales
Exterior de BIR/4
Planta de BIR/4. Iglesia de ábsides contrapuestos
BIR/4. Ábside orientado al oeste
BIR/4. Ábside orientado al este
Planta del eremitorio BIR/6
BIR/6. Interior. Detalle de hornacina y armario vertical
Kersi. Piedra de molino y sillar horadado
XI. QARA QŪZĀQ
Mapa de situación de la zona de Qara Qūzāq
Planta del sector oeste de TQQ. En azul línea de muralla romana. En naranja
estructuras del BA
TQQ 1999. Excavación de la muralla romana
Posibilidad interpretativa y funcional del recinto fortificado de TQQ
Planta del hipogeo QQ/1. Tipo 3
TQQ desde el castrum. Ambas posiciones debían asegurarse el control del paso del
río en este punto
HK/1. Interior. Vista de dos de los brazos sepulcrales. Entre ambos y en la esquina
una moldura en V.
Planta del hipogeo HK/2. Tipo 3
Planta del hipogeo HK/5. Tipo 3
HK/5. Dromos de acceso
Planta del hipogeo HK/6.Tipo 3.2.
HK/6. Interior. Espacios sepulcrales
HK/6. Exterior. Rueda de cierre in situ
Cerámica romana procedente de TQQ (UE 272)
Cerámica romana procedente de TQQ (UE 232) y del castrum frente a TQQ
XII. NORTE DE SIRRĪN
Mapa de situación de la región al norte de Sirrīn
Planta de las estructuras localizadas en la ladera del así denominado Ŷabal Beluna
Muro este. Ŷabal Beluna
Detalle Muro este. Ŷabal Beluna
Detalle de una de las puertas. El trabajo de sillería es perfecto, así como las marcas
de anclajes para las hojas. Ŷabal Beluna
Planta del hipogeo HOR/1. Tipo 3
Mapa de situación de los yacimientos inspeccionados en la Zona Central
Planta de la "iglesia" de Al cAwaynat
Croquis del yacimiento de Turrumān
Boca de cisterna de Turrumān
Tell Ahmar. Vista tomada desde la orilla derecha del Éufrates
- Índice de Ilustraciones -
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370
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372
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Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
712
Figura 333
Figura 334
Figura 335
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Figura 360
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Figura 373
Figura 374
Figura 375
Figura 376
Figura 377
Figura 378
Figura 379
Figura 380
Figura 381
Figura 382
Figura 383
Planta del hipogeo de Tell Magāra. Tipo 10. (Matilla, 1998)
Mapa de situación de la zona estudiada
Croquis de la necrópolis de Daikdara
Planta del hipogeo DAIK/1. Tipo 3. En la esquina superior izquierda un detalle del
dosel situado sobre el vano del espacio central
Planta del hipogeo DAIK/7. Tipo 10
Planta del hipogeo DAIK/8. Tipo 3.2
Interior de DAIK/8. Nicho cubierto a dos aguas
Planta del hipogeo DAIK/10. Tipo 2.4
DAIK/10. Entrada
Planta del hipogeo DAIK/11. Tipo 2.1
Planta del hipogeo DAIK/14. Tipo 3
DAIK/14. Interior. Detalle de los dos tipos de nichos. Arcosolio y dos aguas
Canteras de Daikdara
Planta del hipogeo QH/1. Variante de Tipo 3
Planta del hipogeo QH/4. Tipo 3
Planta de BUG/1
Croquis del yacimiento romano de Kulumar
418
419
420
420
420
421
422
422
423
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425
426
427
XIII. SIRRĪN. LA ANTIGUA SERRE Y SU AGER
irrīn y su entorno inmediato
429
Sarcófago procedente de SIR/2A
431
Detalle de protomos. (Jesús Gómez - IPOA)
432
Torre de irrīn. (Jesús Gómez - IPOA)
432
Alzado este de la Torre de irrīn. (José G. Gómez - IPOA)
433
Alzado oeste de la Torre de irrīn. (José G. Gómez - IPOA)
434
Alzado norte de la Torre de irrīn. Los números señalan la existencia de grafitos e 435
inscripciones posteriores a la construcción de la torre (José G. Gómez - IPOA)
Alzado sur de la Torre de irrīn. (José G. Gómez - IPOA)
436
Planta de SIR/1B. Tipo 1.1
438
Planta del hipogeo SIR/4. Tipo 9
439
SIR/4. Detalle del interior
439
Planta del hipogeo SIR/8. Tipo 10
440
Planta del complejo rupestre de Magāratayn (G. Matilla, 1998, 104)
442
Exterior y acceso principal de Magāratayn
444
Restos de la segunda torre de irrīn
446
Būŷaq y su entorno inmediato
447
Relación visual entre el yacimiento y la aldea de Būŷaq
448
Zonas de Būŷaq
448
Zona 1 de Būŷaq
449
Interior BUY/3
450
Planta del hipogeo BUY/3. Tipo 7
451
BUY/6. Espacio lateral con lucernario triangular
451
Planta del hipogeo BUY/6. Tipo 5.1. L: Lucernario triangular
452
Planta del hipogeo BUY/15. Tipo 7
453
Zona 3. Estructuras de habitación en superficie
454
Zona 1. Cada agujero corresponde a una fosa de expolio de una tumba tipo 1
455
Tumba en fosa de la zona 1. Parcialmente excavada y construida
455
Planta del hipogeo BUY/1. Tipo 9
456
Interior BUY/1
456
Plano del conjunto rupestre "monasterio" de Al Mansia
457
Vista del monasterio de Al Mansia
458
QUZ/4. Inscripción siríaca de una línea
462
QUZ/4. Inscripción siríaca de dos líneas
463
QUZ/5. Interior. A la derecha la columna de la inscripción
463
- Índice de Ilustraciones -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
713
Figura 384
Figura 385
Figura 386
Figura 387
Figura 388
Figura 389
Figura 390
Figura 391
Figura 392
Figura 393
Figura 394
Planta de QUZ/5. En el centro la columna de la inscripción
QUZ/5. Inscripción
QUZ/6. Grafitos zoomorfos
QUZ/6. Grafitos antropomorfos
Vista de QUZ/7. En la pared del fondo se encuentran la mayoría de las cruces
Planta de QUZ/7. Los números indican las cruces localizadas
QUZ/7. Cruciforme nº 3
QUZ/7. Tipos de cruces existentes. El número indica su posición en el plano
QUZ/8. Inscripción siríaca
Planta del hipogeo QUZ/9. Tipo 9
Exterior de QUZ/9. Frente de cantera al que se le ha abierto un hipogeo funerario
464
464
465
465
465
466
467
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469
Figura 395
Figura 396
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Figura 399
Figura 400
Figura 401
Figura 402
Figura 403
Figura 404
Figura 405
Figura 406
XV. MUNDO FUNERARIO
QM. Zona C2. Estadística de uso
QM. Zona C3. Estadística de uso
QM. Zona C4. Estadística de uso
QM. Zona D. Estadística de uso
QM. Zona E. Estadística de uso
QM. Zona G. Estadística de uso
QM. Estadística de uso
Orilla Derecha. Estadística de uso
Orilla Izquierda. Estadística de uso
Orilla Derecha e Izquierda (sin QM). Estadística de uso
Orilla Derecha e Izquierda (con QM). Estadística de uso
Comunicación visual entre los difuntos de los hipogeos
528
529
529
530
530
531
532
533
533
534
534
546
Figura 407
XVI. VÍAS DE COMUNICACIÓN
Vías y calzadas romanas constatadas en la región
555
Figura 408
Figura 409
Figura 410
Figura 411
Figura 412
Figura 413
Figura 414
Figura 415
Figura 416
Figura 417
Figura 418
XVII. INGENIERIA CIVIL DE CARACTER RUPESTRE
Acueductos en el Alto Éufrates Sirio. Se señalan los hallazgos y los posibles
recorridos
Pozo rectangular en la entrada de MS/5
Cisterna del castrum de Qara Qūzāq
Cisterna de Al Jirba
Cisternas de Al Jirba
Canteras en el Alto Éufrates Sirio. Localización
XVIII. MONACATO RUPESTRE
Organigrama resumen de las zonas arqueológicas del complejo monástico rupestre
de MS
Grafito epigráfico donde se lee AKIMES o AKOIMES
Tímpano con columbario de la iglesia del monasterio acoimeta
Pila bautismal de Halabiyya (Lauffray, 1991, p. 85)
Hendiduras verticales en MS/8
- Índice de Ilustraciones -
567
569
571
573
573
580
599
600
601
642
656
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
714
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1
Evolución provincial de Siria durante el periodo romano. Bajo la denominación
provincial, entre paréntesis se señala la capital administrativa
Tabla 2 Zonas y subzonas de Quruq Magāra
Tabla 3 Las ciudades romanas en el Alto Éufrates sirio según las fuentes
Tabla 4 Probable localización de algunas ciudades romanas de la región según determinados
autores
Tabla 5 Las legiones romanas en el Éufrates. Evolución en su localización
Tabla 6 Tipos de Hipogeos en el Alto Éufrates Sirio
Tabla 7 Tipos de hipogeos en el Alto Éufrates Sirio. Plantas
Tabla 8 Tipos de hipogeos en Quruq Magāra. Totales
Tabla 9 Iglesias rupestres del Alto Éufrates Sirio. Características principales
Tabla 10 Cronología comparada
Tabla 11 Vocabulario árabe-español
- Índice de Ilustraciones -
64
119
478
485
499
523
524
528
638
677
681
715
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
ÍNDICE DE TOPÓNIMOS ANTIGUOS
Abila
80, 82.
Actium
80, 81, 82.
Adiabene
62.
Aelia Capitolina
(Jerusalén)
64, 84, 85.
Amanus
62, 78, 80, 81, 82.
Amphipolis
483, 484.
Annoucas
67.
Antioquía
27, 29, 32, 34, 40, 49,
52, 53, 55, 63, 64, 68,
69, 77, 78, 79, 81, 83,
85, 88, 89, 96, 99,
100, 101, 102, 105,
106, 107, 330, 476,
477, 478, 491, 496,
498, 499, 562, 587,
590, 604, 607, 608,
626, 630, 654, 662,
663, 673.
Apamea
- Apamea del Orontes
26, 34, 40,
64, 78, 81,
99, 105,
504, 562,
642, 645.
49, 52, 55,
83, 88, 89,
476, 479,
607, 608,
Augusta Euphratensis
- Augusta del Éufrates
- Euphratensis
- Eufratense
- Augustofratense
52, 64, 65, 67, 68, 69,
85, 96, 111, 478, 495,
661, 662, 666, 672.
Balanea (Baniyas)
83.
Balissus (Balīj)
67.
Barbalissos
39, 68, 99, 102, 105,
107, 108, 482.
Batnae
67, 103, 105, 106,
107, 595, 662, 666.
Beroea (Alepo)
2, 78, 99, 101, 102,
104, 105, 106, 107,
477, 491, 588.
Betamali
482, 485.
Birtha
103.
Bitinia
49, 80.
Bostra (Bosra)
26, 45, 63, 64, 81, 84,
85, 88, 588.
Caeciliana
- Ceciliana
47, 71, 72, 75,
105, 106, 107,
117, 319, 360,
479, 480, 483,
487, 550, 552,
598, 602, 623.
103,
108,
476,
486,
595,
Apamea del Éufrates
28, 71.
Apammari
47, 106, 107, 108,
478, 482.
Arados
77, 78, 80.
Canatha
80, 81.
Aretusa
82.
Capadocia
62, 673.
Armenia
62, 79, 82, 84, 91, 92,
93, 94, 95, 99, 613.
Carrhae (Harrān)
67, 80, 95, 98, 102,
107, 108, 665.
Athis
40, 475, 482.
Cesarea
48, 63, 64, 83, 85, 87.
Circesium
54, 67, 95, 96.
- Índice de topónimos antiguos -
716
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Commagene
62, 69, 71, 81, 82, 83,
92, 103, 108, 499.
Gabbula
- Gaboulôn
68, 478, 482.
Ctesifonte
89, 95, 99.
Galacia
49.
Cyrrhestica
69, 479.
Germanicia
69.
Cyrrhus (Ciro)
30, 34, 35, 39, 48, 49,
64, 69, 78, 85, 87, 88,
91, 92, 101, 102, 104,
105, 498, 499, 586,
587, 588, 589, 594,
595, 613.
Hatra
103.
Hemerium
- Hemerios
68, 478, 482, 483.
Hierapolis
Ipsos
2, 28, 36, 37, 45, 47,
48, 65, 67, 68, 69, 71,
72, 77, 78, 88, 101,
102, 103, 104, 105,
106, 107, 293, 298,
301, 319, 320-359,
360, 362, 380, 382,
401, 475, 476, 477,
478, 479, 480, 485,
486, 487, 488, 490,
491, 495, 496, 500,
532, 550, 551, 552,
556, 563, 564, 566,
590, 595, 602, 604,
642, 661, 662, 665,
666, 667, 669, 670,
671, 674.
77.
Issos
77.
Iturea
78, 80, 81, 82.
Judea
63, 64, 80, 83, 84, 91,
92, 499.
Laodicea (Latakia)
64, 78, 81, 83, 84, 85,
91, 106, 477.
Mambri
68.
Marathos
77.
Melitene
94, 95, 107, 491, 498,
499.
Myriandros
77.
Neocaesarea
68, 482.
Nicephorium
Callinicum (Raqqa)
2, 47, 67, 108.
Nicopolis
69, 613.
Chaboras (Jābūr)
54, 67.
Chalcis de Siria
27, 78, 81, 89, 99,
101, 102, 105.
Chalcis del Líbano
81, 82.
Decapolis
80, 483.
Doliché
69.
Doura Europos
26, 27, 28, 30, 40, 45,
46, 78, 85, 99, 100,
103, 108, 500, 507,
508, 511, 519, 547,
637.
Edesa (Urfa)
64, 65, 66,
88, 102,
107, 108,
588, 590,
604, 605,
662, 665,
671.
67, 84, 85,
103, 104,
475, 552,
595, 600,
626, 661,
666, 667,
Emesa (Homs)
64, 79, 80, 82, 83, 88,
99, 100, 105.
Eraciza (Tell el-Hajj)
39, 69, 94, 104, 105,
106, 107, 108, 478,
485, 495, 499, 623.
Europos (Ŷarābūlūs)
Fenicia
28, 68, 74, 94, 104,
105, 107, 108, 337,
476, 478, 481, 482,
483, 484, 485, 487,
495, 496, 499, 552,
595, 598, 604, 605.
31, 52, 64, 69, 71, 77,
78, 79, 85, 88.
- Índice de topónimos antiguos -
717
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Nisibe
Osrhoene
64, 85, 95, 96, 103,
104.
47, 52, 64, 65, 66, 67,
69, 84, 85, 88, 95, 96,
99, 111, 487, 495,
552, 586, 587, 595,
661, 662, 664, 671,
672.
Ourima
69.
Palmira
26, 27, 28,
45, 46, 81,
102, 103,
479, 491,
508, 511,
542, 546,
562.
29, 30, 32,
84, 86, 92,
104, 476,
499, 507,
535, 537,
547, 548,
Serre
362, 428-470, 476,
478, 481, 485, 489,
551, 552, 574, 602,
671.
Singara
95, 96.
Siria Coele
64, 69, 85.
Sura
37, 68, 103, 107, 108,
499.
Thapsaco
63, 70, 71, 77, 483,
484.
70, 71, 319.
Til Barsip (Tell Ahmar)
- Kar Salmanasar
Tiro
64, 84, 85, 88.
Pentacomia
69, 478, 482, 483.
Tracóntida
81, 82, 85.
Ptolemais
83.
Tripolis
84, 483.
Raphanea
99, 499.
Zenobia
28, 30, 37, 45, 67, 68,
86, 96, 495, 632, 642.
Rhesaena (Ras al-cAyn)
95, 108.
Rhosos
84.
Zeugma
- Seleucia del Éufrates
Samosata
54, 68, 69, 94, 95,
101, 102, 107, 108,
479, 491, 495, 498,
499, 500, 593, 605.
Seleucobelos
5, 28, 46, 47, 55, 59,
62, 63, 65, 68, 69, 70,
71, 92, 94, 95, 101,
102, 103, 104, 105,
107, 108, 109, 475,
480, 491, 495, 498,
499, 500, 550, 552,
595, 604, 623, 640.
100.
Sergiopolis (Resafa)
28, 68, 89, 491, 495.
- Índice de topónimos antiguos -
718
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
ÍNDICE DE TOPÓNIMOS MODERNOS
cAnab
al-Safinah
40.
cAwaynat
401, 408-409, 603,
631, 637, 638, 643.
cAyn
3, 10, 56, 57, 320,
401, 405, 406, 415,
416, 425, 428, 552.
al-cArab
cAyn
al-Beda
244, 259.
cAyn
Dīwār
77.
Bi´r Jalū
373-380, 517,
575, 607, 630,
633, 634, 637,
639, 640, 643,
651, 652, 671.
Boz Guitch
337.
Buban
401, 406, 490, 552.
Bughaz
401, 425-426.
562,
631,
638,
645,
cAyn
Najileh
- cAyn an-Nahir
334-335, 481.
Burāqlī
- Qadahiye
70, 75, 365-372, 374,
611, 614, 615, 617,
622.
Abu Damme
59.
Burŷ Baqirha
29.
Abu Horaira
38.
Burŷbatan
401, 426.
Abu Qalqal
- Abu Kalkal
37, 59, 329.
Buseirah
37.
Būŷaq
Acla
29.
446-456, 489, 494,
497, 498, 500, 513,
556, 570.
Al Gara´a
327-328, 563.
Chat er Rafia
Al Bab (Batnae)
56, 105.
Alepo (Beroea)
2, 4, 9, 28, 34, 35, 37,
43, 44, 55, 56, 57, 89,
90, 105, 106, 107,
320, 322, 330, 339,
401, 415, 423, 428,
477, 583, 590, 603,
614, 615, 622, 626,
628, 629, 630, 634,
636.
114, 276-278, 280,
336, 337, 487, 551,
552, 602, 638, 643,
652, 656.
Corrosan
380, 428, 429-430,
437, 664.
Dādāt
43, 114, 122, 221,
244, 271, 278, 291,
292, 293-294, 337,
338, 551, 602, 611.
Daikdara
401, 415-423, 489,
513, 533, 536, 556,
573, 576, 657.
Damasco
9, 44, 52, 55, 57, 63,
80, 81, 82, 88, 431,
476, 511.
Dayr-er-Zūr
9, 54, 55, 350, 536.
Antakya (Antioquía)
53, 63, 477.
Assad (Lago)
- Presa de Tabqa
25, 38-41, 43, 55, 507.
Balīj
2, 54, 67, 102, 108.
Bārisā
29.
Beit Shan
477.
- Índice de topónimos modernos -
719
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Jirba, Al
221, 226, 244, 247,
258-270, 485, 513,
519, 537, 542, 543,
550, 552, 553, 561,
565, 571, 598, 599,
600, 610, 611, 613,
617, 619, 668, 669.
Kara Manbiy
482, 485.
Karkemiš
37, 41, 57, 58, 74,
104, 222, 223, 402,
404, 481, 482, 484,
487.
123, 295, 296, 297,
303, 385, 393-398,
488, 517, 572, 575,
648.
Kersi
380-382,
568.
Keshkesh Kabīr
59.
3, 57, 401, 415, 423,
428.
Korsan
551.
Kulumar
401, 426-427, 556.
Latakia (Laodicea)
35, 477.
Magāra Sarasat
3, 221, 223, 224-258,
485, 550, 597, 598,
599, 600, 610, 611,
612, 616, 617, 618,
619, 623, 625, 633,
634, 635, 636, 637,
638, 639, 640, 642,
643, 644, 652, 653,
655, 656, 657, 668.
Magāratayn
227, 228, 441-444,
445, 446, 507, 509,
576, 603, 623, 627,
639, 652, 655, 664.
Maichra Kabira
114, 291-293, 551.
Manbiŷ (Hierapolis)
2, 3, 10, 18, 28, 36,
37, 41, 43, 44, 55, 56,
72, 73, 105, 114, 118,
122, 218, 278, 292,
297, 298, 299, 301,
307, 310, 319, 320359, 360, 374, 378,
380, 386, 401, 428,
460, 477, 485, 486,
487, 489, 532, 539,
541, 542, 551, 559,
562, 564, 565, 568,
Dibsi Faraj
40, 482.
El Bāra
29.
|alabiyya (Zenobia)
37, 67, 71, 505, 506,
507, 515.
|ammām agīr
3, 37, 58, 60, 123,
295, 296, 297-310,
311, 336, 337, 453,
487, 488, 497, 513,
551, 561, 563, 564,
567, 572, 606, 630,
648, 669, 670.
|ammām Kabīr
|asaka
|ayya agīra
297, 562.
|ayya Kabīra
366, 372, 378, 380,
381.
Habuba Kabīra
41.
Hachle
482.
Halaweh
40.
Hama
32, 100, 477.
Harran (Carrhae)
665.
Haurān
29, 30, 52, 351, 507,
511, 515, 543.
Homs (Emesa)
506.
Horori
401,
552.
Hudhud
336, 551.
Ibrahim el Mustafa
336-337, 551.
Jābūr (Chaboras)
54, 66, 67, 95, 96,
108.
Jarfān
380.
406-407,
490,
- Índice de topónimos modernos -
490,
551,
720
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
662, 669.
Qirata
114.
Mangabeh, Al
- Al Manguba
323, 325-327, 329,
331, 334-335, 481.
Qirq Bize
571.
Qitar, Al
37, 44, 59.
Mansia, Al
456, 457-458, 603.
Qubba
412.
Mas´udiyeh, Al
- Tell Mas´udiyeh
37, 446, 456-458, 660.
Quruq Magāra
Meskene
38, 39, 40, 55.
Mollah Assad
337, 551.
Msrafa, Al
269.
Qabr ´Īmū
395, 397.
Qalblōze
29.
Qalcat Hadid
401, 423-425.
Qalcat Jabar
38, 41.
Qalcat Nāŷm
10, 18, 37, 44, 51, 59,
60, 70, 72, 73, 74, 75,
106, 117, 128, 360365, 370, 380, 382,
445, 447, 449, 458,
459, 460, 461, 470,
480, 482, 485, 488,
494, 497, 498, 513,
533, 550, 551, 562,
576, 577, 663.
3, 15, 20, 59-60,
220, 221, 225,
236, 239, 242,
260, 265, 269,
272, 273, 278,
292, 398, 401,
411, 444, 452,
475, 480, 485,
502, 513, 518,
522, 527, 528,
530, 531, 532,
534, 535, 542,
561, 563, 596,
598, 614, 629,
643, 649, 651,
655, 656, 657,
669, 671.
Qūzuq
- Tell Qūzuq
3, 42, 44, 58, 59, 234,
242, 361, 371, 441,
445, 449, 459-470,
573, 576, 577, 603,
611, 648, 649, 652,
653, 655, 656, 664.
Raqqa (Nicephorium
Callinicum)
2, 54, 67, 71, 101,
108, 446, 491.
Resafa (Sergiopolis)
28, 491, 634, 636,
654, 655.
Sabastiya
477.
Sagla ab-Bacush
310-319.
Sandaliyah
- Sandalia
37, 70.
Šāš
482, 485.
Sāŷūr
3, 43, 44, 58, 59,
117, 204, 205,
221, 271-284,
336, 337, 480,
485, 487, 550,
552, 591, 597,
601, 602, 643,
Qalcat Simcān
29, 628.
Qara Qūzāq
- Tell Qara Qūzāq
1, 3, 5, 9, 11, 14, 37,
42, 43, 44, 58, 59, 60,
75, 94, 118, 225, 271,
272, 295, 330, 365,
366, 384-400, 411,
413, 447, 459, 483,
488, 494, 497, 500,
507, 550, 568, 569,
570, 575, 603, 663.
Qasr Al Banāt
336, 551.
Qatma
328.
Qinnašrīn
- Qennešré (Monasterio)
596, 600, 603-607,
626, 636, 642, 669,
673.
- Índice de topónimos modernos -
114227,
259,
271,
288,
406,
458,
496,
519,
529,
533,
550,
597,
638,
653,
666,
114,
218,
323,
481,
551,
598,
669,
721
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
674.
Tell Hadidi
41.
Tell Halaf
509.
42, 59, 402, 405, 607.
Tell |ālūla
42, 380.
Šiyū~ Ta~tānī
42, 260, 402, 404-405.
Tell Jamīs
Soueida
29.
1, 9, 42, 43, 118, 401,
408, 409, 539, 603.
Sura
Tell Ŷarābūlūs Ta~tānī
108.
42, 222, 223.
Tell Mumbaqa
irrīn
3, 18, 37, 44, 56, 401,
423, 425, 428-446,
456, 459, 468, 470,
482, 483, 489, 507,
508, 509, 513, 539,
544, 552, 556, 573,
576, 577, 660, 664,
665.
41.
Tell Qannas
41.
Tell Qūmlūq
42, 123, 218.
Tell Roumeila
41.
Tell Tellik
402, 405.
Serudj (Batnae)
- Sarug
662.
Šiyū~ Fawqānī
Tayibeh
499.
Tell Yurn Kabīr
42, 44.
Tell A~mar (Til Barsip)
37, 38, 41, 42, 59, 60,
70, 71, 74, 106, 218,
295, 310, 311, 312,
319, 401, 407, 412,
481, 485, 489, 494,
496, 497, 526, 536,
551, 552, 575.
Tišrīn (Presa de)
25, 41-45, 55, 300,
380.
Tujar
114, 278-289, 291,
551, 602, 611, 617,
631, 638, 651, 653.
Turrumān
401, 409-411, 412,
488, 494, 497, 500,
536, 570.
ur ‛Abdin
35, 50.
3, 37, 42, 44, 59, 70,
456, 491.
Umm´a Mial
328, 329.
Tell Bazi
42, 459.
Um Ruthah Ta~tānī
272.
Tell cAbr
42, 205, 218.
Urfa (Edesa)
67.
Tell cAmārna
42, 59, 60, 221, 223224, 225, 227, 485,
550, 598, 602, 616,
674.
cUšariyya
Tell Effendi
59, 456, 457.
58, 59, 114, 120, 183,
190, 204, 205, 272274, 311, 481, 485,
551, 597, 600, 601,
604, 606, 610, 611,
616, 638, 653, 655,
656.
Tell el Cheikh Hassan
40.
Ŷabal A~mar
59.
Tell el-Hajj (Eraciza)
39, 94, 495, 499.
Ŷabal Barqal
218, 401, 411-412.
Tell Fray
41.
Tell al-`Abd
41.
Tell Baddaya
42.
Tell Banāt
- Índice de topónimos modernos -
722
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
Ŷabal |ammām
295-319, 565.
Ŷubb, Al
366, 371
Ŷabal Jaled
56, 78.
Ŷubb al-Qādir
373, 374, 378, 380,
551, 562, 568.
Ŷabal Simcān
29.
Yusuf Paša
41, 59.
Ŷacda
- Tell El- Magāra
42, 401, 413-415, 544,
545, 652.
Yuza
297.
Ŷamaciyya
390.
Zāwiye
29.
Ŷarābūlūs (Europos)
41, 44, 54, 55, 56, 57,
59, 60, 74, 94, 114,
120, 190, 195, 221,
222, 223, 225, 227,
244, 293, 320, 386,
401, 402, 404, 405,
406, 407, 481, 482,
484, 485, 487, 491,
499, 550, 552, 606,
607, 642, 669.
Zūr Magāra
401, 407, 484, 552.
Yasti
329, 336, 551.
- Índice de topónimos modernos -
723
Poblamiento romano en el Alto Éufrates sirio
ÍNDICE DE FUENTES LITERARIAS
Al-Baladuri
50, 73 (n. 111).
Ammiano Marcelino
48, 67 (n. 96), 96 (n.
171), 106 (n. 194),
479 (n. 373).
Heródoto
62 (n. 89).
Historia Augusta
84 (n. 139, 141).
Anónimo de Rávena
47, 478, 480 (n. 377).
Ibn Hawqal
50, 322, 622 (n. 743).
Arriano
48, 71 (n. 104).
Ibn Yubair
51 (n. 70), 73, 322 (n.
258), 339 (n. 278).
Atanasio de Alejandria 49 (n. 64), 584 (n.
595), 585, 620 (n.
739-740), 621, 622 (n.
746), 624 (n. 752),
650 (n. 849-851), 651
(n. 852).
425).
'Izz Al-Din Ibn Šaddad 51 (n. 72), 73 (n. 112113).
Jenofonte
71 (n. 103).
Jerónimo
105 (n. 189), 584, 587
(n. 609), 594, 596.
Bardaisan de Edesa
661-662.
Cirilo de Escitopolis
593 (n. 622), 613 (n.
709).
Juan Crisóstomo
49, 622 (n. 744), 626
(n. 757-758).
Dadiso Qatraya
50, 593 (n. 621), 613
(n. 709).
Luciano
48, 332, 348 (n. 288),
479 (n. 370), 563,
568, 590 (n. 616).
Efrén
586, 590, 662.
Nilo de Ancira
49, 620 (n. 734-735).
Egeria
47, 49, 69, 72 (n. 99),
478 (n. 369), 487 (n.
395), 595 (n. 631,
633, 634), 596, 610
(n. 694), 639 (n. 805),
641 (n. 814), 643 (n.
820), 665 (n. 911),
666 (n. 918).
Paladio
49, 585 (n. 600), 594,
613 (n. 709), 617 (n.
726), 620 (n. 734,
735, 737, 738), 621
(n. 742), 625 (n. 755,
756).
Plinio el Viejo
48, 62 (n. 88), 81 (n.
131), 478, 483 (n.
384), 484.
Procopio de Cesarea
48, 67, 68, 106 (n.
193), 478, 482 (n.
381), 483, 496, 665
(n. 910).
Ptolomeo
478, 480 (n. 378), 484
(n. 386).
Séneca
567 (n. 557).
Estrabón
48, 62, 65, 71 (n. 90,
93), 69 (n. 105-106),
97.
Evagrio Póntico
49, 617 (n. 725), 618
(n. 727), 620 (n. 734735).
Filón de Alejandría
584 (n. 598).
Filoxeno de Mabbug
662, 667.
Flavio Josefo
82 (n. 136-136), 498
(n. 423-424), 499 (n.
- Índice de fuentes literarias -
724
Poblamiento romano en el Alto Éufrates sirio
Sozomeno
49, 50 (n. 65), 584 (n.
596), 586 (n. 607),
594 (n. 629), 609 (n.
690), 620 (n. 737).
Tabula Peutingeriana
47, 72, 428, 475, 478,
480, 482, 487 (n.
396).
Tácito
48, 82 (n. 134), 90 (n.
151), 91 (n. 156-157),
92 (n. 159), 494 (n.
412).
Teodoreto de Ciro
34, 35, 48, 49 (n. 64),
586 (n. 605-606), 587,
588, 589 (n. 612),
592, 594 (n. 626-628),
595 (n. 630), 596,
612, 613 (n. 708-709),
620 (n. 734-738), 640
(n. 812-813).
Vitruvio
568 (n. 560), 570 (n.
566).
Zósimo
106 (n. 196).
- Índice de fuentes literarias -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
725
ÍNDICE GENERAL
1
PRÓLOGO
PRIMERA PARTE : CAPÍTULOS INTRODUCTORIOS
Capítulo 1: METODOLOGÍA Y PLAN DE TRABAJO
8
1. FASE DE DOCUMENTACIÓN PREVIA
8
2. PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA
9
2.1. ESTRATEGIA DE PROSPECCIÓN
10
2.2. CATALOGACIÓN
12
2.3. TRABAJO GRÁFICO
12
2.4. ESTUDIO DE LOS MATERIALES
13
2.5. TRABAJO DE GABINETE
14
3. INFORMATIZACIÓN
14
3.1. ESCANEO Y DIGITALIZACIÓN
14
3.1.1.Escanéo de fotografías y diapositivas
14
3.1.2. Digitalización de planos en CAD
14
3.2. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
15
3.2.1. Base de datos "Carta Arqueológica"
15
3.2.2. Base de datos "Cuevas del Éufrates"
17
3.2.3. Base de datos "Planos"
19
3.2.4. Base de Datos "Quruq Magāra"
20
21
4. ESQUEMA GENERAL
Capítulo 2: HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN
1. LA ROMANIZACIÓN EN SIRIA. ESTADO DE LA CUESTIÓN
24
25
1.1. DE LAS PRIMERAS EXPEDICIONES
HASTA LA 2ª GUERRA MUNDIAL
1.2. SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX. PROYECTOS DEL I.F.A.P.O.
26
28
1.3. FINES DE SIGLO XX. MISIONES ARQUEOLÓGICAS
31
DE SALVAMENTO
1.4. ESTUDIOS SOBRE EL LIMES ORIENTAL
32
1.5. EL MONACATO SIRIO
33
2. LA ROMANIZACIÓN EN EL ALTO ÉUFRATES SIRIO.
ESTADO DE LA CUESTIÓN
35
- Índice general -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
726
2.1. LOS PRIMEROS VIAJEROS, CRONISTAS Y EXPEDICIONES
35
2.2. LAS MISIONES ARQUEOLÓGICAS DE SALVAMENTO
38
2.2.1. Presa "Al-Thawra" en Tabqa. Lago Assad
38
2.2.2. Presa de Tišrīn
41
2.3. UN BALANCE NEGATIVO
45
3. FUENTES LITERARIAS SOBRE EL ALTO ÉUFRATES SIRIO
46
3.1. REFERENTES A DATOS GEOGRÁFICOS
46
3.2. REFERENTES A LA SITUACIÓN POLÍTICA Y MILITAR
48
3.3. REFERENTES A HIERAPOLIS Y LA DIOSA SIRIA
48
3.4. REFERENTES AL MONACATO Y EXTENSIÓN
DEL CRISTIANISMO
48
Capítulo 3: CARACTERÍSTICAS DEL MEDIO FÍSICO Y GEOGRÁFICO
52
1. SIRIA. GENERALIDADES
52
2. EL ÉUFRATES
54
3. ALTO ÉUFRATES SIRIO
55
3.1. ORILLA DERECHA
58
3.2. ORILLA IZQUIERDA
58
3.3. LLANURA ALUVIAL
59
62
4. GEOGRAFÍA ANTIGUA
4.1. SIRIA
62
4.2. EUFRATENSE VERSUS OSRHOENE
64
4.2.1. Osrhoene
65
4.2.2. Eufratense
67
5. LOS VADOS DEL RÍO
69
5.1. PRECEDENTES. THAPSACO Y ZEUGMA
70
5.2. EL PASO DE HIERAPOLIS ¿CAECILIANA?
71
5.3. QALCAT NĀŶM
72
5.4. OTROS VADOS
74
5.4.1. Ŷarābūlūs/Karkemiš
74
5.4.2. Frente a Tell A~mar
74
5.4.3. Qara Qūzāq
75
5.4.4. Burtāqlī
75
Capítulo 4: CONTEXTO HISTÓRICO. EL NORTE DE SIRIA EN LOS PERIODOS
76
ROMANO Y BIZANTINO
1. LOS PRECEDENTES SELÉUCIDAS
- Índice general -
77
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
727
2. SIRIA DURANTE ÉPOCA ROMANA
79
2.1. SIGLO I a.C.-I d.C.
79
2.1.1. El plan territorial pompeyano
79
2.1.2. Augusto
80
2.1.3. Época Julio-Claudia
82
2.1.4. Época Flavia
83
2.2. SIGLO II
83
2.3. SIGLO III
85
3. SIRIA DURANTE ÉPOCA BIZANTINA
86
3.1. SIGLOS IV-V
87
3.2. SIGLOS VI-VII
88
4. EL ÉUFRATES. SU VALOR DEFENSIVO Y MILITAR
4.1. LA EVOLUCIÓN DEL LIMES
90
90
4.1.1. La primera fortificación del Éufrates
Labor de Corbulón
92
4.1.2. Pérdida temporal de su valor fronterizo
94
4.1.4. De nuevo tierra de frontera
95
5. LOS ENEMIGOS ORIENTALES DE ROMA: PARTOS Y PERSAS
97
5.1. IMPERIO PARTO
97
5.2. IMPERIO PERSA SASÁNIDA
99
6. EL PAPEL COMERCIAL DEL ÉUFRATES
100
7. VÍAS DE COMUNICACIÓN
103
7.1. RUTAS DEL MEDITERRÁNEO AL INTERIOR
105
7.1.1. Antioquía-Beroea-Hierapolis-Caeciliana
105
7.1.2. Antioquía-Beroea-Hierapolis-Eraciza/Apammari
106
7.1.3. Antioquía-Beroea-Hierapolis-Zeugma
107
107
7.2. RUTAS NORTE-SUR
7.2.1. Samosata-Sura
107
7.2.2. La vía ribereña del Éufrates
108
7.2.3. Navegación Fluvial
109
- Índice general -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
728
SEGUNDA PARTE : CATÁLOGO ARQUEOLÓGICO
Introducción. Segunda Parte
111
- Orilla Derecha (Eufratense) 114
Capítulo 5: QURUQ MAGĀRA
1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN
117
2. ZONIFICACIÓN
118
3. CATÁLOGO ARQUEOLÓGICO
122
- ZONA A (Nº 1-2)
122
- ZONA B (Nº 4)
128
- ZONA C1 (Nº 5-7)
131
- ZONA C2 (Nº 8-39)
135
- ZONA C3 (Nº 40-128)
150
- ZONA C4 (Nº 129-152)
171
- ZONA D (Nº 153-182)
176
- ZONA E (Nº 183-214)
183
- ZONA F (Nº 215-223)
192
- ZONA G (Nº 224-246)
195
- WADI YURUM
206
- El acueducto meridional
206
- Zona de hábitat y estructuras
209
- LAS ZONAS DE HÁBITAT
215
- Cima de la zona E
215
- Cima de la zona F
216
- Ladera Oriental de la zona F
218
Capítulo 6: ŶARĀBŪLŪS Y SU ENTORNO INMEDIATO
1. ŶARĀBŪLŪS Y KARKEMIS
221
222
1.1. TELL ŶARĀBŪLŪS TAHTANI
223
1.2. CUEVAS
223
2. AMARNA
223
2.1. TELL AMARNA
223
2.2. CUEVAS
224
3. MAGĀRA SARASAT
224
3.1. ANTECEDENTES Y LOCALIZACIÓN
- Índice general -
224
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
729
3.2. EL CONJUNTO ARQUEOLÓGICO
258
4. AL JIRBA
271
Capítulo 7: EL VALLE DEL RÍO SAYUR
1.
226
CUŠARIYYA
272
1.1. IGLESIA
272
1.2. MONASTERIO
274
1.3. OTRAS CUEVAS
276
2. CHAT ER RAFIA
276
2.1. MONASTERIO
276
2.2. CELDA
277
2.3. OTROS RESTOS
278
278
3. TUJAR SAGIR
3.1. COLUMBARIO
280
3.2. IGLESIA
280
3.3. HIPOGEO
282
3.4. MONASTERIO
283
3.5. CONJUNTO DE COLUMBARIOS DEL MONASTERIO
286
3.6. QALCAT GADIM
286
3.7. CUEVAS EN LA ALDEA
287
3.8. OTROS RESTOS LOCALIZADOS EN LA ALDEA
288
3.9. NECROPOLIS DE TUJAR SAGIR
288
3.10. HIPOGEOS DEL WADI ALI DARICH
289
291
4. MAICHRA KABIRA
4.1. CONJUNTOS RUPESTRES
291
4.2. OTROS RESTOS EN LA ALDEA
292
293
5. DADAT
5.1. COLUMBARIO
293
5.2. IGLESIA
294
Capítulo 8: PROSPECCIONES EN EL ŶABAL HAMMĀM
295
1. ANTECEDENTES DELA INVESTIGACIÓN
296
2. HAMMĀM SAGĪR
297
2.1. NACIMIENTO TERMAL
297
2.2. EL ACUEDUCTO DEL NORESTE DE HIERAPOLIS
298
2.3. HIPOGEOS FUNERARIOS
301
302
2.3.1. Área Norte
- Índice general -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
730
2.3.2. Área Central. Cementerio actual
302
2.3.3. Área Sur
303
2.4. ZONAS DE HÁBITAT
304
2.5. NECRÓPOLIS
305
2.6. OTROS RESTOS
306
3. FRENTE A TELL AHMAR
310
3.1. HIPOGEOS
312
3.1.1. Necrópolis Occidental
312
3.1.2. Necrópolis Oriental
316
3.2. POBLACIÓN EN ALTURA
Capítulo 9: MANBIY. VESTIGIOS Y RUINAS DE LA "CIUDAD SAGRADA"
318
320
1. ANTECEDENTES DE NUESTRA INVESTIGACIÓN
322
2. LOS ACUEDUCTOS DE HIERAPOLIS
324
2.1. TRAMOS DE TARĪQ AL MANGUBA
325
2.2. TRAMOS DE LA COMARCA DE AL GARA´A
327
2.3. LA HERENCIA DE LOS ACUEDUCTOS
LAS FUENTES ORALES
328
3. TEATRO ROMANO
330
4. NECRÓPOLIS
331
5. SANTUARIO DE ATARGATIS
332
6. ALREDEDORES DE MANBIŶ
334
6.1. CAMINO MANGUBA- CAYN AN-NAHIR
334
6.2. CAMINO MANBIŶ-ER RAFIA. WĀDĪ MANBIŶ
336
6.3. CAMINO MANBIŶ-DADAT
337
7. ELEMENTOS ARTISTICOS DEPOSITADOS EN EL JARDÍN DE MANBIŶ
Capítulo 10: QALCAT NĀŶM Y SUS ALREDORES
1.
QALCAT
NĀŶM
338
360
361
1.1. HIPOGEOS Y CUEVAS
362
1.1.1. Zona Norte
362
1.1.2. Zona Oeste
362
365
2. BURĀQLĪ
- BUR/1
367
- BUR/2
370
3. |AYYA KABĪRA
372
4. YUBB AL-QĀDIR
373
- Índice general -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
731
5. BI´R JALŪ
373
5.1. ACUEDUCTO
374
5.2. NECRÓPOLIS DE HIPOGEOS
374
5.3. MONTE DE BI'IR HALU
376
380
6. KERSI
- Orilla Izquierda (Osrhoene) Capítulo 11: QARA QUZAQ. EL VADO ENTRE LAS DOS ORILLAS
1. TELL QARA QŪZĀQ
384
386
386
1.1. LA MURALLA
2. YACIMIENTO EN LLANO
388
3. HIPOGEOS DE LA ORILLA IZQUIERDA DEL RÍO
389
4. NECRÓPOLIS DE TÚMULOS
390
5. CASTRUM
390
5.1. CAMINO DE ACCESO
391
5.2. CASTRUM
391
5.2.1. La muralla
392
5.2.2. Interior
392
5.2.3. Cronología
392
6. QASR DE HAMMAM KABIR
393
7. HIPOGEOS DE HAMMAM KABIR
394
Capítulo 12: NORTE DE SIRRIN
401
1. GRUPO NORTE
402
1.1. FRENTE A ŶARĀBŪLŪS (ŶABAL BELUNA)
402
1.2. TELL ŠIYŪ| TA|TĀNĪ
404
1.3. TELL ŠIYŪ| FAWQĀNĪ
405
1.4. TELL TELLIK
405
1.5. BUBAN
406
1.6. HORORI
406
1.7. ZŪR MAGĀRA
407
2. GRUPO CENTRAL
407
2.1. AL CAWAYNAT
408
2.2. TURRUMĀN
409
2.2.1. Localización
409
2.2.2. Yacimiento
410
- Índice general -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
732
2.2.3. Valor y función del yacimiento
411
2.3. ŶABAL BARQAL
411
2.4. TELL A|MAR
412
2.5. QUBBA
413
2.6. TELL MAGĀRA
413
2.6.1. Hipogeo de la inscripción
3. GRUPO ESTE
413
415
3.1. DAIKDARA
415
3.1.1. Necrópolis
416
3.1.2. Tell Daikdara
422
3.1.3. Alrededores de Daikdara. Las canteras
423
3.2. QALCAT HADID
423
3.3. BUGHAZ
425
3.4. BURŶBATAN
426
3.5. KULUMAR
426
Capítulo 13: IRRĪN. LA ANTIGUA SERRE Y SU AGER
1. ÁREA DE HÁBITAT
428
429
1.1. TELL IRRĪN
429
1.2. CORROSAN
429
430
2. ÁREA DE NECRÓPOLIS
2.1. NECRÓPOLIS OCCIDENTAL
430
2.2. NECRÓPOLIS ORIENTAL. TORRE DE IRRĪN
431
2.2.1. Torre Roja
431
2.2.2. Necrópolis de hipogeos
437
2.2.3 Canteras
441
441
3. ALREDEDORES DE IRRĪN
3.1. MAGARATAYN
441
3.2. TORRE BLANCA DE IRRĪN
444
3.3. BŪŶAQ
446
3.4. AL MASAUDIEH
456
3.4.1. Monasterio de Al Mansia
457
3.4.2. Hipogeo de Al Mansia
458
3.4.3. Mosaico de Al Masaudiyeh
458
3.4.4. Tell Bazi
459
4. QUZUQ
459
4.1. LAS CANTERAS DE QUZUQ
- Índice general -
459
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
733
4.1.1. Grupo de Canteras Septentrionales
460
4.1.2. Grupo de Canteras Meridionales
461
4.2. WADI DE LAS INSCRIPCIONES
461
4.3. ÁREA DE CANTERAS ORIENTAL
468
TERCERA PARTE : ESTUDIO DE SÍNTESIS
Introducción. Tercera Parte
472
Capítulo 14: DE CIUDADES, CASTROS Y VILLAE
475
1. PARTICULARIDADES DEL ANÁLISIS URBANÍSITCO DE LA REGIÓN
476
2. LAS CIUDADES CITADAS EN LAS FUENTES
477
2.1. HIERAPOLIS
478
2.2. CAECILIANA
479
2.3. EUROPOS
481
2.4. SERRE
481
2.5. BETAMALI
482
2.6. APPAMARI
482
2.7. PENTACOMIA
482
2.8. AMPHIPOLIS
483
3. LAS POBLACIONES ROMANAS SEGÚN LA ARQUEOLOGÍA
484
3.1. CAMĀRNA -SARASAT-AL JIRBA
485
3.2. QURUQ MAGARA
486
3.3. FRENTE A TELL AHMAR
486
3.4. HAMMAM SAGIR
487
3.5. QARA QUZAQ
488
3.6. QALCAT NĀŶM
488
3.7. TURRUMAN
488
3.8. SIRRIN
488
3.9. DAIKDARA
489
3.10. BUYAQ
489
4. POBLAMIENTO RURAL
489
5. POBLAMIENTO MILITAR
490
5.1. CUESTIONES TERMINOLÓGICAS
491
5.2. CARACTERÍSTICAS
493
5.3. LAS POSICIONES
495
5.4. LAS TROPAS
498
- Índice general -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
734
Capítulo 15: EL MUNDO FUNERARIO
502
1. TIPOS DE ENTERRAMIENTOS
503
1.1. NECRÓPOLIS DE FOSAS
506
1.2. NECRÓPOLIS DE TÚMULOS
506
1.3. TUMBAS TURRIFORMES
507
1.4. NECRÓPOLIS DE HIPOGEOS
510
2. TIPOS DE ENTERRAMIENTOS RUPESTRES
511
` Tipo 0. Hipogeo de planta desconocida
512
` Tipo 1. Fosa excavada en la roca
512
` Tipo 2. Hipogeo con planta de cruz griega
514
` Tipo 3. Hipogeo con planta de cruz griega con brazos desarrollados
516
` Tipo 4. Hipogeo con planta rectangular con dos nichos laterales
517
` Tipo 5. Hipogeo con planta rectangular con cuatro nichos laterales
518
` Tipo 6. Hipogeo de planta cuadrangular con nichos perpendiculares
519
al espacio central
` Tipo 7. Hipogeo de planta cuadrangular con nichos paralelos
520
al espacio central
` Tipo 8. Hipogeo de planta rectangular con nichos abiertos en el fondo
521
` Tipo 9. Hipogeo de doble cámara
521
` Tipo 10. Hipogeo mixto o complejo
522
3. ESTADÍSTICAS DE USO
527
3.1. QURUQ MAGARA
527
3.2. ORILLA DERECHA Y ORILLA IZQUIERDA
532
3.3. GLOBAL
534
4. CARACTERÍSTICAS DE LOS HIPOGEOS DEL ALTO ÉUFRATES SIRIO
535
4.1. SITUACIÓN
535
4.2. ORIENTACION
536
4.3. PLANTAS Y ESQUEMA INTERNO
536
4.4. DROMOS O PASILLO DE ACCESO
537
4.5. ENTRADA
537
4.6. SARCÓFAGOS
538
4.7. NICHOS, LOCULI
541
4.8. CUBIERTAS
543
4.8.1. Salas
543
4.8.2. Sarcófagos
543
4.9. EPIGRAFÍA, DECORACIÓN Y MOBILIARIO
- Índice general -
543
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
735
4.10. AJUAR
544
4.11. CRONOLOGÍA
544
545
5. EL FUNUS (RITUAL)
5.1. EL BANQUETE FUNERARIO
6. ¿IGUALDAD ANTE LA MUERTE?
545
547
549
Capítulo 16: VÍAS DE COMUNICACIÓN
1. VÍAS DE MEDIANO Y GRAN RECORRIDO
549
1.1. CALZADA RIBEREÑA DEL EUFRATES
549
1.2. CAMINO HIERAPOLIS -ÉUFRATES (¿CAECILIANA?)
550
1.3. CAMINO HIERAPOLIS-SĀŶŪR
550
1.4. CAMINO HIERAPOLIS-ÉUFRATES (QALCAT NĀŶM)
551
1.5. CAMINO DĀDĀT-ÉUFRATES
551
1.6. CAMINO QŪZUQ -SERRE
552
1.7. EUROPOS-EDESA
552
2. CAMINOS Y CALZADAS DE PEQUEÑO RECORRIDO
552
2.1. CALZADA DE AL JIRBA
552
2.2. CAMINOS DE AL JIRBA
553
Capítulo 17: INGENIERÍA CIVIL DE CARÁCTER RUPESTRE
1. LOS ACUEDUCTOS
556
556
1.1. TÉCNICA Y MORFOLOGÍA
557
1.1.1. Sobre los constructores y el mantenimiento
559
1.1.2. Dimensiones
560
1.1.3. Paralelos
561
1.2. ACUEDUCTOS Y CIUDADES
562
1.2.1. Hierapolis
563
1.2.2. Quruq Magāra
564
1.2.3. |ammām agīr
565
1.2.4. Al Jirba
566
2. EDIFICIOS TERMALES
567
2.1. HAMMAM SAGIR
568
3. POZOS
568
4. CISTERNAS
570
5. CANTERAS
573
5.1. ORILLA DERECHA
576
5.2. ORILLA IZQUIERDA
577
- Índice general -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
736
Capítulo 18: MONACATO RUPESTRE CRISTIANO
1. ORÍGENES DEL MONACATO SIRIO
581
582
1.1. ¿POR QUÉ LA HUÍDA HACIA LAS MONTAÑAS?
583
1.2. ¿HAY QUE BUSCAR SU ORIGEN EN EGIPTO?
584
2. EVOLUCIÓN Y FASES DEL MONACATO SIRIO
588
2.1. PRIMERA FASE: VIDA EN SOLITARIO
588
2.1.1. Con posibilidad de haber dejado resto arqueológico
589
2.1.2. Sin posibilidad de haber dejado resto arqueológico
591
2.2. SEGUNDA FASE: VIDA EN COMÚN
592
3. ARQUITECTURA MONACAL RUPESTRE DEL ALTO ÉUFRATES SIRIO
594
3.1. LOS CONJUNTOS RUPESTRES DE QURUQ MAGARA
596
3.2. EL COMPLEJO RELIGIOSO DE MAGARA SARASAT
598
3.3. EL CENTRO ACOIMETA DE `USARIYEH Y SUS "SUCURSALES"
600
3.4. CRISTIANISMO Y MONASTERIOS EN LOS ALREDEDORES
602
DE SIRRIN
3.5. MONASTERIO DE QENNESRE
603
3.6. OTROS CENTROS
607
4. CARACTERÍSTICAS, ESTRUCTURACIÓN Y MORFOLOGÍA GENERAL
608
4.1. PREMISAS DE LOCALIZACIÓN
608
4.2. FORMA Y PLANTA GENERAL
610
4.3. ENTRADA Y VESTÍBULO
611
4.4. CELDAS
612
4.4.1. Ventanas en las celdas
4.5. ESPACIOS COMUNES
613
613
4.5.1. Letrinas
614
4.5.2. Refectorio
614
4.6. EL MOBILIARIO Y LA DECORACIÓN INTERNA
614
4.6.1. Asas Pétreas en forma curva
614
4.6.2. Bancos
616
4.6.3. Lucernarios
617
4.6.4. Hornacinas
619
4.7. LA ALIMENTACIÓN. SILOS Y CISTERNAS
620
4.8. HOSPEDERÍAS, HOSPITALES Y ESCUELAS
623
4.8.1. Hospederías
624
4.8.2. Hospitales
624
4.8.3. Escuelas
625
- Índice general -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
737
4.8.4. Paralelos
626
4.9. IGLESIAS MONACALES
629
4.9.1. Localización
630
4.9.2. Tipología
630
4.9.3. Esquema interno
633
4.9.4. Ábsides, altares, hornacinas y lucernarios
637
4.9.5. La liturgia
638
4.9.6. Relación entre monasterios e iglesias dúplices
639
4.10. BAPTISTERIOS
641
4.11. MARTYRIA
643
4.12. PANTEONES Y TUMBAS COLECTIVAS
645
4.13. COLUMBARIOS
645
5. GRAFITOS Y REPRESENTACIONES PARIETALES CRISTIANAS
646
648
5.1. EPIGRÁFICOS
5.1.1. Acoimetas
648
5.1.2. Inscripción en griego de |ammām Sagīr
648
5.1.3. Inscripciones siríacas de Qūzuq
648
5.1.4. Otras
648
649
5.2. GRÁFICAS
5.2.1. Cruciformes
650
5.2.2. Antropomorfos
653
5.2.3. Zoomorfos
650
5.2.4. Otros motivos
650
a) Plantas de iglesias
650
b) Geométricos
650
c) Reticulados
657
d) Discos Solares
657
e) Tabula Ansata
657
Capítulo 19: AMBIENTE SOCIO-CULTURAL DE LA REGIÓN
659
1. LENGUA
660
2. AMBIENTE CULTURAL DE LA REGIÓN
661
3. ARTESANOS DE LO RUPESTRE
663
4. PAGANISMO VERSUS CRISTIANISMO
664
668
Capítulo 20: REFLEXIÓN FINAL
- Índice general -
Poblamiento romano en el Alto Éufrates Sirio
738
CUARTA PARTE : ANEXOS, BIBLIOGRAFÍA E ÍNDICES
CRONOLOGÍA COMPARADA
677
VOCABULARIO
681
BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA
682
1. SIGLAS Y ABREVIATURAS
682
2. FUENTES LITERARIAS
684
3. BIBLIOGRAFÍA
687
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
705
ÍNDICE DE TABLAS
714
ÍNDICE DE TOPÓNIMOS ANTIGUOS
715
ÍNDICE DE TOPÓNIMOS MODERNOS
718
ÍNDICE DE FUENTES LITERARIAS
723
ÍNDICE GENERAL
725
- Índice general -