Una de las funciones esenciales de la Oficina de Ética es prestar asesoramiento y orientación al personal funcionario y directivo sobre problemas y dilemas éticos. En particular, evalúa los conflictos de intereses y orienta al personal funcionario y directivo a gestionar las situaciones de conflicto de intereses o a mitigar los posibles riesgos.

También puede prestar asesoramiento y orientación sobre las normas de conducta. El personal de la FAO tiene deberes y obligaciones establecidos en el artículo VIII de la Constitución de la FAO, el artículo I del Estatuto del Personal y el Capítulo 1 del Reglamento del Personal. Por lo tanto, deberá actuar de conformidad con estos deberes y obligaciones en todo momento, en particular con los principios de integridad, imparcialidad e independencia.

Se espera que todo el personal de la FAO actúe de conformidad con las Normas de conducta de la administración pública internacional, publicadas por la Comisión de Administración Pública Internacional. Estas normas se han incorporado al Manual administrativo de la FAO.

La Oficina de Ética trabaja con las partes interesadas de toda la Organización para garantizar que las políticas de la FAO relacionadas con la ética y la integridad sean universales, aplicables y claras.

De igual forma, colabora con las oficinas de ética de otras entidades de las Naciones Unidas para compartir conocimientos sobre mejores prácticas y ayudar a asegurar la coherencia, según sea necesario, entre las entidades del sistema común de las Naciones Unidas.

El mandato de la Oficina de Ética se centra en prevenir comportamientos poco éticos y malas conductas y promover un marco de integridad basado en valores.

Para lograrlo, ofrece sesiones informativas, seminarios web y actividades de capacitación para miembros del personal con la intención de ayudarlos a entender los reglamentos, las normas y las políticas de la Organización, así como a gestionar dilemas éticos.

La Oficina de Ética también coordina actividades de capacitación sobre la intervención activa de los testigos, con el apoyo de los paladines de la intervención activa de los testigos: colegas de toda la Organización formados para facilitar diálogos sobre este tema.

La Oficina de Ética utiliza una combinación de medios tradicionales e innovadores para comunicarse con el personal.

Una de las principales contribuciones de la Oficina de Ética es ayudar a impulsar un entorno en el que los miembros del personal de la FAO puedan expresarse sin reservas cuando son testigos de malas conductas. La Oficina de Ética es el custodio de la Política de la FAO de protección de los denunciantes de irregularidades, en la que se establece el marco para que los miembros del personal soliciten protección contra las represalias si, por ejemplo, denuncian una mala conducta.

Asimismo, la Oficina de Ética se encarga de recibir las denuncias de represalias y de llevar a cabo el examen preliminar. Si la Oficina de Ética determina que ha habido indicios razonables de represalias, el caso en cuestión se notificará a la Oficina del Inspector General para que lo investigue.

Todo el personal de la FAO tiene la obligación de denunciar cualquier incumplimiento de las normas de la Organización y cooperar con las funciones de supervisión de esta. Las personas que presenten denuncias de buena fe tendrán derecho a ser protegidas contra las represalias. Los actos de represalia se considerarán mala conducta.

Las represalias se deberían notificar a través del número de asistencia telefónica confidencial o la dirección de correo electrónico [email protected].

También se puede contactar con la Oficina de Ética de forma presencial (sala A110) o a través del número de teléfono: (+39) 06570 53800.

De acuerdo con el artículo I del Estatuto del Personal, el Oficial de ética es el encargado de administrar el Programa anual de declaración de la FAO.

Habida cuenta de que el mandato principal de la FAO es liberar del hambre a la humanidad, la Organización debe velar por la transparencia y tanto ella como su personal deben rendir cuentas por los fondos que recibe. Por esta razón, la FAO se guía por las más elevadas normas de integridad y trata de evitar o prevenir situaciones de conflicto de intereses.

El propósito principal del Programa anual de declaración es gestionar, reducir o eliminar el riesgo de conflictos de intereses derivados de las actividades externas, las relaciones personales o las participaciones financieras de los miembros del personal. Algunas formas de mitigar este riesgo son aconsejar a los miembros del personal que se desprendan de sus participaciones o que abandonen alguna actividad o aspecto concretos de sus funciones oficiales.

La Oficina de Ética avisa cada año a los miembros del personal que están obligados a presentar una declaración anual.

Los resultados y el análisis del Programa anual de declaración se publican en el Informe anual de la Oficina de Ética, que se presenta anualmente al Comité de Finanzas de la FAO.