ENTRE EL ÚLTIMO TERCIO DEL SIGLO XIX Y LA PRIMERA DÉCA-DA DEL XX SE DESARROLLÓ LO QUE SE CO-NOCE COMO SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUS-TRIAL, un cambio radical en las estructuras de producción que tuvo como consecuencia el desarrollo del maquinismo y de la gran industria, así como un exponencial aumento de la producción, que a su vez condujo a la necesidad de una expansión hacia el exterior de las grandes potencias en busca de nuevos mercados y recursos.

Todo esto fue debido a una serie de inventos y descubrimientos de gran calado, como el acero barato (que ayudó a la expansión del ferrocarril y a la industria naviera), el desarrollo de la industria química (gracias a importantes innovaciones en explosivos y cauchos sintéticos), la electricidad (que favoreció tanto a las industrias como a la comunicaciones), el petróleo (que, gracias a los motores de combustión interna, se convirtió en