SIN LÍMITES
Hijos pintitos de tigre (II)
Acorde con lo adelantado en la entrega previa, ahora nos corresponde ocuparnos del tercer heredero del destacado hombre de letras y distinguido funcionario público Francisco Ortega Martínez (1793-1849), empero, no debemos omitir compartiros, dilectos lectores, ulterior información que ratifica la extraordinaria labor formativa de este dedicado Pater familia, gracias a la cual su prole contó con un modelo ejemplar para distinguirse por sí misma, especialmente a la hora de educar a sus propios hijos.
Anotamos que en la casa del licenciado Ortega se imprimió una disciplina de estudio en la que el tiempo de ocio estéril se desterró por completo, y que a los cinco vástagos y la hija, amén de haber recibido ahí las primeras letras y los conocimientos generales, se les exigió que estudiaran una carrera, aprendieran un oficio y cultivaran alguna de las bellas artes. De estas últimas fue el arte de Euterpe aquel al”.
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