Para los defensores de la energía nuclear, el 2 de febrero de 2022 fue un día importante en su vida. La Comisión Europea reconoció aquel miércoles que la energía nuclear era tan verde y ecológica como la energía solar. ¿La nuclear? ¿Verde? Los ecologistas de Greenpeace pensaron que aquel anuncio era como reconocer que la gasolina sirve para regar geranios. Era una decisión que claramente iba en contra de la ciencia.

Para Greenpeace y todos los anti-nucleares, el panorama es frustrante porque pensaban que la energía nuclear tenía los días contados. España dejó de construir centrales nucleares hace tiempo y fijó un periodo que va entre 2027 y 2035 el cierre de las que todavía, a día de hoy están activas. Por su parte, Alemania cerrará sus últimas centrales este año.

Pero no todos piensan igual. «No coincidimos con la idea de que la energía nuclear tenga los días contados. ¡Al contrario! Es una tecnología que sigue creciendo», dice en Foro Nuclear, una asociación que desde 1962 agrupa a las empresas e instituciones que defienden la