SIN LÍMITES
¿TELEFONO ROJO? VOLAMOS HACIA MOSCU
uchas veces ignorada por los cinéfilos en favor de otras de las grandes obras de Kubrick, conviene siempre recuperar , o , por su ácida reflexión sobre la Guerra Fría y la amenaza nuclear, sobre el poder y sobre aquellos que lo ostentan, mientras el resto del mundo desaparece. La película protagonizada por Peter Sellers en tres papeles distintos, y acompañado por un George C. Scott con una maravillosa vis cómica, tiene, al contrario que muchas otras comedias, un acabado visual de auténtico lujo, en el que cada plano cuenta una historia más allá de la historia. Kubrick sigue siendo uno de los directores más brillantes que ha habido en la historia del cine, un auténtico autor que componía maravillosamente bien los, o , pero pocas películas tienen momentos tan icónicos como el de ese vaquero, brillantemente interpretado por Slim Pickens, cabalgando la bomba atómica (FOTO 1) para cumplir su misión. Sin importar ya nada. Es un momento, hacia el final de la película, en el que la tripulación del avión que lleva las bombas, que se había mantenido firme y serio hasta el momento, cae presa de la locura imperante en la película.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos