OBITUARIO
KENZABURO OÉ TRAS LA BOMBA ATÓMICA
(Uchiko, 31 de enero de 1935-Tokio, 3 de marzo de 2023)
Cuando Kenzaburo Oé vino a promocionar a España, en 2004, Salto mortal, novela publicada en Japón cinco años atrás, parecía otro escritor diferente, casi irreconocible, de aquel que deslumbró antes y después de recibir el premio Nobel, cuando la editorial Anagrama ya había divulgado sus cuentos y novelas descarnadas, realistas en su sentido más grotesco, cercanas además a la sensibilidad occidental. Se trata de otro autor, en primer lugar, por haber elegido para aquella ocasión una voz narrativa poco explorada por él, una tercera persona omnisciente —cuando por lo general practicaba el estilo indirecto libre o usaba un sujeto que hablaba incluso de forma plural—, la cual recreaba el reencuentro de varios personajes, decididos a volver a emprender las tareas de una secta activa quince años atrás.
Conversando con él en la Casa Asia de Barcelona, no alcancé a averiguar el motivo de tal cambio estético: Oé se limitó a contestar constituía un texto independiente en la trayectoria del autor nipón por su desmesurado volumen, que sin duda podía agotar al lector más resistente, en especial cuanto el argumento giraba, de forma ininterrumpida, en torno a las disquisiciones acerca de cómo redefinir la «Iglesia del Salvador y el Profeta», fundada por los que se convertirían en sus líderes espirituales y que la prensa americana apodaría «Patrón» y «Guiador».