Diario de un reconocimiento de la guardia y fortines
Por Félix de Azara
5/5
()
Lee más de Félix De Azara
Diario de un reconocimiento de la guardia y fortines Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDescripción e historia de Paraguay Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCorrespondencia Oficial e Inedita sobre la Demarcacion de Limites entre el Paraguay y el Brasil Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Diario de un reconocimiento de la guardia y fortines
Libros electrónicos relacionados
Fragmentos autobiográficos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El comunitarismo y sus fronteras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInvención de la Nación en Borges y Marechal: Nacionalismo, liberalismo y populismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSecretos femeninos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCombatientes de Perón, herederos de Cristo: Peronismo, religión secular y organizaciones de cuadros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJuvenilla; Prosa ligera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJosé Gabriel y la crítica de la cultura, 1915-1932: Travesías urbanas de una izquierda vagabunda Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa gran aldea costumbres bonaerenses Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Puertas verdes, caminos blancos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos dueños de la palabra: Acceso, estructura y concentración de los medios en la América Latina del Siglo XXI Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos tiempos de la democracia: Conceptos, identidades y debates políticos durante el primer peronismo 1943-1955 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSigue la mala vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El hombre de cristal Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Novelistas Imprescindibles - Nathaniel Hawthorne Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo te olvides de los que nos quedamos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl mundo del trabajo en la Argentina 1935-1955: La Siam Di Tella: productivismo, educación y resistencia obrera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEpistolario de Joaquin Mosquera Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Desigualdades territoriales: Miradas Cruzadas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEntre barricadas: Novelas que reescriben la historia. Tucumán 1950 - 2000 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNarrar el oficio: Los museos de las fuerzas de seguridad como espacios de ficciones fundadoras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesQuemacoches Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn par de campanadas: Amigos en la adolescencia, un ex oficial montonero y un coronel retirado discuten, cincuenta años después, la grieta de los '70 y la de hoy. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViolencia y derechos vulnerados: El discurso en acción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMariquita Sánchez: Bajo el signo de la revolución Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLlorarás: historias del éxodo venezolano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDerechos humanos en la Argentina: Informe 2016 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBiografía de Azucena Villaflor: Creadora del movimiento Madres de Plaza de Mayo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl peso de las estrellas: Vida del anarquista Octavio Alberola Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRocanegras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesApóstoles y asesinos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Comentarios para Diario de un reconocimiento de la guardia y fortines
1 clasificación0 comentarios
Vista previa del libro
Diario de un reconocimiento de la guardia y fortines - Félix de Azara
The Project Gutenberg EBook of Diario de un reconocimiento de la guardia y
fortines, by Felix De Azara
This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with
almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or
re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included
with this eBook or online at www.gutenberg.org
Title: Diario de un reconocimiento de la guardia y fortines
Author: Felix De Azara
Release Date: October 8, 2006 [EBook #19496]
Language: Spanish
*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK DIARIO DE UN RECONOCIMIENTO ***
Produced by Adrian Mastronardi, Taavi Kalju and the Online
Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This
file was produced from images generously made available
by the Bibliothèque nationale de France (BnF/Gallica) at
http://gallica.bnf.fr)
DIARIO
DE UN
RECONOCIMIENTO
DE LAS
GUARDIAS Y FORTINES,
QUE
GUARNECEN LA LINEA DE LA FRONTERA
DE
BUENOS-AIRES,
PARA ENSANCHARLA;
POR
D. FELIX DE AZARA,
CAPITAN DE NAVIO DE LA REAL ARMADA.
Primera Edicion.
BUENOS-AIRES.
IMPRENTA DEL ESTADO.
1837.
Transcriber's note: In this e-text, the spelling has been preserved as it appears in the original.
PROEMIO
AL
DIARIO DE AZARA.
Este cuaderno, que contiene uno de los tantos proyectos que se han formado para la seguridad de nuestros campos, recuerda tambien uno de los importantes trabajos de D. Felix de Azara en estas provincias.
El virey Melo, testigo del celo de este inteligente oficial en el Paraguay, aprovechó su inaccion en Buenos Aires para encargarle el reconocimiento de nuestra frontera. La proximidad el arrojo de los bárbaros mantenian á los pocos moradores del campo en una alarma continua; y se trataba menos de entanchar nuestro territorio, que defender la vida de sus habitantes. Hasta entonces, y mucho despues, el que presidia el vasto vireinato de Buenos Aires mandaba obsequiar á los caciques para que no le hostilizasen, y era general el deseo de salir de un estado tan degradante. Los hacendados y el Cabildo habian representado al Rey la necesidad de avanzar y proteger las poblaciones: muchas cédulas habian llegado de España con la aprobacion de estos planes, y destinando fondos para realizarlos; pero nunca faltaban pretextos para eludirlas, y la obra de nuestra frontera habia tenido la misma suerte que la famosa acequia imperial de Aragon, en que se empezó á trabajar dos siglos despues que fué proyectada.—
Esta vez no se echó mano de agrimensores, como se hizo en tiempo de Vertiz, sino que se libró el problema á la consideracion de geógrafos experimentados, como Cerviño, Insiarte y Azara, á los que fueron asociados Quintana y Pinazo, que sin ser facultativos, tenian un conocimiento práctico del terreno.
Bajo estos auspicios salió la expedicion de Buenos Aires, y se dirigió al fuerte de Melincué, desde donde bajó hasta la isla Postrera, recorriendo una línea, marcada por el Salado, y comprendida entre los 33° 42' 24'', y los 36° 5' 30'' de latitud austral.
En el informe, con que Azara acompañó el diario de este reconocimiento, espuso al Virey los defectos que habia notado en el sistema de defensa de la frontera, y los principios que le habian guiado en el plan que él proponia para enmendarlos. Si no fuera intempestivo cualquier exámen de estas ideas, que por la extension progresiva de nuestros límites han dejado de ser aplicables, probariamos que son cuando menos problemáticas las ventajas de establecer fuertes á igual distancia entre sí, y en la misma direccion; ó, (para valernos de las palabras del autor) que no adelanten notablemente unos de otros.[1] Y sin embargo, tan penetrado estaba Azara de la utilidad de esta disposicion simétrica, que, por sugetarse mas á estas condiciones, no aprovechó muchas veces de sitios excelentes, y acaso mejores que los electos.
[2]
Mas cuerdo fué el consejo que dió de apoderarse de la isla de Choelechel, cuyos resultados favorables calculó con bastante acierto: aunque se equivocase en la influencia que debia egercer esta ocupacion sobre el comercio de las provincias interiores, fundámdose en la union del Diamante con el Rio Negro. Pero este error, del que no era fácil precaverse en aquella época, nada quita al mérito del reconocimiento cientifico que hizo de nuestra frontera.
Los encargados de esta comision adoptaron el método que habian empleado en la demarcacion de límites, sugetando la parte gráfica y descriptiva del terreno á las observaciones astronómicas. De este modo determinaron muchos puntos, en que se apoyaron despues los trabajos geodésicos de esta provincia. ¿Y qué otra cosa puede hacerse mientras no se logre medir una base, y envolver el terreno en un véseau de triángulos?
Asara era demasiado ilustrado para desconocer que la mejor defensa de un país es la que estriba en su poblacion, y por lo mismo insiste en la necesidad de fomentarla. Su opinion era que se preferieran las colónias militares, á que debian servir de plantel los cuerpos de blandengues.
En la enumeracion de los abusos que prevalecian entonces, cita como un hecho muy obvio la enagenacion que hacia el Estado de 30 á 40 leguas cuadradas por ochenta pesos:[3] y Viana agrega, en un papel que por su analogia hemos agregado al diario de Azara, que solo á la familia de los Ezeisa se les agració con noventa y seis leguas de superficie![4]
Entretanto ninguno de estos feudatarios hacia el menor esfuerzo para poner la provincia al abrigo de las incursiones de los salvages, á las que mas bien favorecian estas grandes extensiones de terreno, que se quedaban baldias por la incuria de sus poseedores. El desprecio con que se miraban antes las propiedades rurales, y el empeño que se tuvo despues en monopolizarlas, contribuyeron igualmente á mantener la provincia en el mayor abatimiento.
Hasta el año de 1740, no solo la campaña, sino la misma ciudad de Buenos Aires estuvo á merced de los indios. Los Gobernadores Ortiz de Rosas, y Andonaegui fueron los primeros que se ocuparon en contenerlos: pero tan menguados eran sus medios de defensa, que continuaron las invasiones en todo