La Obra Del Espiritu Santo

Desde una perspectiva actual

Dr. Confesor Linares Rosario

Derechos de autor © 2021 Dr. Confesor Linares Rosario

Todos los derechos reservados

Primera Edición

PAGE PUBLISHING, INC.

Conneaut Lake, PA

Primera publicación original de Page Publishing 2021

ISBN 978-1-6624-8997-6 (Versión Impresa)

ISBN 978-1-6624-8996-9 (Versión electrónica)

Libro impreso en Los Estados Unidos de América

Tabla de contenido

Lo que algunos dicen acerca del Espíritu Santo

El Espíritu Santo. Antecedentes Históricos

La acción activa y verídica del Espíritu Santo

El Espíritu Santo y su aparición en la Iglesia primitiva

La manifestación de su llegada

Los símbolos del Espíritu Santo

Señales de su presencia

El Espíritu Santo como gobierno divino

Los dones del Espíritu Santo

La eficacia de su administración

La llenura del Espíritu Santo

El bautismo con o en el Espíritu Santo

Teología comparada sobre la doctrina del Espíritu Santo

Al excelentísimo productor e inspirador de la misma, el Espíritu Santo. Sin el cual, el autor nunca hubiera podido hacerla.

Agradecimientos

Doy gracias al Trino Dios, quien se ha manifestado en mi vida a través del Espíritu Santo.

A mi esposa Miledys y mis bellas hijas, Milly Johenia y Karen Noemí, quienes han sufrido la ausencia temporal de su padre por estar sumergido en la creación del presente libro.

A mis amigos que han estado muy de cerca con este proyecto, especialmente al hermano Elías Almonte.

Al profesor Rafael Socorro, quien me dio su apoyo con el estilo y corrección de dicha obra. A John Llamoka y a todos cuanto han contribuido a su desarrollo.

Prólogo

Se han escritos cientos de libros referentes a la persona del Espíritu Santo, en los más de dos mil años del nacimiento del Cristianismo, y se seguirán escribiendo muchos más, y es que la persona del Espíritu Santo y sus diversas operaciones llama la atención a todo ser humano que desea tener una relación íntima con Dios, sin importar el color, grado intelectual, o el contexto al que pertenezca.

El libro La obra del Espíritu Santo escrito por el Dr. Confesor Linares, no es meramente para leerlo, sino para estudiarlo, ya que esta obra está cargada de explicaciones teológicas que los diferentes líderes de las iglesias deben analizar para desempeñar un mejor ministerio en favor de la grey del Señor.

El autor, por lo que contiene esta obra, es un investigador no improvisado, pues la amplia bibliografía y los atinados comentarios demuestran una fina agudeza para describir de manera pormenorizada los diversos tópicos que componen la obra.

Adentrándonos en el siglo 21, creo que lo mejor de la verdadera Iglesia de Jesucristo está por venir, es por ello que una obra como esta servirá como instrumento inspirador al pueblo del Señor, y en especial a los líderes para recoger la cosecha final.

Si analizamos la Biblia y la historia de la humanidad, nos daremos cuenta de que la persona más importante sobre la tierra, ha sido, es y será el glorioso Espíritu Santo. Si usted es pastor, evangelista, apóstol o líder clave de la Iglesia, este libro lo ayudará a hacer un mejor ministerio en la bendita obra del Señor.

Oro al Señor para que puedas usar este libro, para que cada lector sea guiado y dirigido por el Espíritu Santo, y así pueda cumplir el verdadero propósito y la voluntad perfecta de Dios aquí en la tierra.

Alejandro Pérez Gerónimo.

Introducción

En cuanto a la participación del Espíritu Santo en los seres humanos, hemos determinado que es una participación activa, real y efectiva. ¿Cuál es la participación del Espíritu Santo en los seres humanos? Los consuela, los llena de su presencia, virtud y poder, los unge, los santifica, los restaura o regenera, los sostiene, los guía a toda verdad cubriéndolo y bautizándolos, etc.

El rol del Espíritu Santo se ha manifestado de diferentes formas en los seres humanos a través de la historia. Se puede mencionar como ejemplo a varios siervos de Dios del Antiguo Testamento. Ejemplo: En José, como revelador e intérprete de sueños; en Moisés, se revela como fuego y como nube de humo; en el profeta Samuel, acciona como intérprete de los misterios de Dios; en el rey David, como fuerza; en Sansón, también como fuerza. Y como principio de su continúa manifestación en el Nuevo Testamento, en Cristo, como paloma, aceite y fortaleza.

La Trinidad Divina no es una cuestión que se puede percibir, entender, comprender y aceptar por teorización o por filosofías de hombre que es de orden humano; es un asunto de fe, práctica, revelación y visión espiritual. Cuando hablamos del Espíritu Santo, el cual lo consideramos el gobierno actual de la Iglesia de Cristo en la tierra, creemos, afirmamos y confirmamos en consonancia con las Sagradas Escrituras, que es la tercera persona de la Trinidad Divina, que junto al Padre y al Hijo componen el Dios Todopoderoso, eterno, justo y sublime.

Para muchos teóricos antiguos, modernos y, ¿por qué no?, postmodernos, el Espíritu Santo en sus diferentes manifestaciones solo se le atribuye a un pasado lejano, esto es en el nacimiento de la Iglesia por allá por el primer siglo de nuestra era cristiana. Pero el glorioso Espíritu Santo, sigue perpetuándose hoy en día en la vida de cada creyente que ha creído en él, como la autoridad máxima de la Iglesia en la tierra. El nuevo pacto bíblico, el Nuevo Testamento, está tan repleto de su doctrina y evidencia, que se ha dedicado un libro entero de 28 capítulos a la maravillosa obra del Espíritu Santo.

El texto histórico de mayor relevancia del Nuevo Testamento. Nos referimos a los hechos de los apóstoles, el cual algunos teóricos de las escrituras le ha consignado como el Quinto Evangelio o el Libro del Espíritu Santo; aunque existen algunos que aluden a que es el libro a los Hebreos, otros que es Isaías. Pero para la Iglesia primitiva es el libro de los Hechos.

Por esta razón, es que nos hemos propuesto escribir sobre este tema que destaca todos los mayores aspectos de la obra del Espíritu Santo como parte integral de la deidad divina triuno. En sus capítulos, cada lector encontrará los detalles pormenorizados de las claras evidencias literarias, básicas, doctrinales y consistentes, en el orden teológico y programático sobre su rol. Encontrará los detalles de sus diferentes manifestaciones en los seres humanos que han creído en Jesucristo, a través del Espíritu Santo, en diferentes épocas de la vida y de la historia. Sus cualidades, sus atributos, sus características esenciales y sus símbolos, son partes determinantes del quehacer literario de esta obra acerca del Espíritu Santo.

I

Lo que algunos dicen acerca del Espíritu Santo

El Espíritu Santo ha sido estudiado desde diferentes vertientes y por distintas personalidades. Algunos de estos estudiosos e investigadores han tratado de investigar y concebir el rol del Espíritu Santo y su existencia. En cuanto a su existencia, muchos la han aceptado como parte integrada del Padre y del Hijo.

Si estudiamos la Sagrada Escritura nos encontraremos con los datos precisos de su Divinidad, y nos daremos cuenta de su participación directa con el gran Yo Soy, el Dios Todopoderoso como el Espíritu de Dios. Sin embargo, algunos estudiosos de la teología, han enfrentado controversia, tocante a este problema de estudio. Un ejemplo de esto lo es Montano, el cual formó un movimiento en la segunda mitad del siglo dos (170 d. C), al cual se le denominó Montanismo.

Montanismo

Este movimiento concebía al Espíritu Santo como una fuerza reveladora, es decir, la era del Paráclito, o en otras palabras, lo que él llamó las nuevas revelaciones del Espíritu Santo (Diccionario de Historia de la Iglesia, página 408).

Este concebía y proclamaba el advenimiento de la nueva Jerusalén, señal de lo cual habría de ser el derramamiento del Espíritu Santo. Montano se creía asimismo como una encarnación del Espíritu Santo (Diccionario de Historia de la Iglesia Cristiana, pág. 408 y 752).

Monarquianismo

Más tarde, se formó otro movimiento que fue denominado el Monarquianismo, de corte espiritual, que fundamentaban sus creencias sobre el Espíritu Santo, pero como una manifestación del mismo Dios, pues para ellos, Cristo era un hombre energizado por Dios en su Espíritu Santo, ya que Dios es uno y no tres (Diccionario de Historia de la Iglesia Cristiana, página 749).

En este sentido, la mayoría de los grupos ortodoxos no ha reconocido al Espíritu Santo como parte integrante de la deidad divina, y en especial, como una persona indivisible de la Trinidad, la cual forman un solo y único Dios, Eterno, Santo, Sublime y Todopoderoso. Otra idea del Espíritu Santo la tiene Macedonio, obispo de Constantinopla a fines del siglo IV, quien