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En un futuro distante, donde los súper-humanos son fabricados. Luego de sobrevivir una tragedia personal, Bryan Whittaker decide luchar contra el crimen y la corrupción, salvando a la ciudad de aquellas fuerzas que mataron a su familia. Después de inscribirse en Programa Héroe, Bryan se convierte en Soulfire.
Al cabo de unos años, los "productos" del programa se convierten en el blanco de un asesino. Soulfire termina siendo acusado, ya que solo él cuenta con las capacidades suficientes para vencer a los demás. Pero, ¿acaso hay alguien más en medio de todo esto?
La corrupción sacudió a la Fábrica de Héroes hasta sus cimientos y el futuro de Ciudad Cristal estaba en peligro. Soulfire debe actuar para limpiar su nombre; debe encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia.
Uno debe descubrir su propósito en la visa; y el de Bryan Whittaker era convertirse en El Último Héroe.
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El Último Héroe - Craig Gaydas
EL ÚLTIMO HÉROE
CRAIG GAYDAS
TRADUCIDO POR
MANUEL ALEJANDRO MUÑOZ VILLA
Derechos de autor (C) 2015 Craig Gaydas
Diseño de Presentación y Derechos de autor (C) 2023 por Next Chapter
Publicado en 2023 por Next Chapter
Arte de la portada por The Cover Collection
Este libro es un trabajo de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o se usan de manera ficticia. Cualquier parecido con eventos reales, locales o personas, vivas o muertas, es pura coincidencia.
Todos los derechos reservados. No se puede reproducir ni transmitir ninguna parte de este libro de ninguna forma ni por ningún medio, electrónico o mecánico, incluidas fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de almacenamiento y recuperación de información, sin el permiso del autor.
ÍNDICE
1ro de mayo del 2015
3 de abril de 1979
11 de agosto de 1980
13 de septiembre del 2013
Al Día Siguiente
31 de octubre del 2013
Spectre
Ceder la Antorcha
17de octubre del 2014
Luego del Desastre
Al Norte
Sally Bradford (Spidermancer)
Karl Mintz (Twilight Shadow)
Gene Montgomery (Spectre)
El Azote
Soulfire
La Revolución, Parte 1
Darren Jones (Volt) y Brock Schutt (Vertex)
Rumbo a las Puertas del Infierno
El Prisionero
Chase Stinson (The Illusionist)
Bajo Nueva Administración
La Prisión
El Almacén
Arde
Alzarse de Entre las Cenizas
Reconstruyendo Una Visión
Lo Harás
Querido lector
Notas
Existen dos días de importancia en la vida de una persona. El día en que nacemos y el día que descubrimos por qué
.
MARK TWAIN
La libertad nunca es otorgada por el opresor, debe ser exigida por el oprimido
.
MARTIN LUTHER KING JR.
Se dice que un hombre no se conoce a sí mismo sino hasta que pierde todo aquello que ama
.
BRYAN WHITTAKER, ALIAS SOULFIRE
1RO DE MAYO DEL 2015
Apenas se podía distinguir algo en ese bar debido a todo el humo de cigarrillo, además apestaba a sudor. Al otro lado de la barra se encontraba un viejo en medio de un acalorado debate con el cantinero; llevaban así casi una hora ya. Un minuto alegaba sobre la falta de disciplina en los jóvenes de la ciudad y al otro se quejaba de como las corporaciones reprimían a la clase trabajadora. Cualquier persona habría perdido la compostura, pero el cantinero parecía ser una persona de gran paciencia.
En un rincón oscuro, al otro lado del bar, había una pareja de mediana edad sentada en una mesa cerrada. Ambos con la mirada baja, parecían más interesados en sus bebidas que en la persona frente a ellos. Ella bebía una cerveza ligera mientras que él agitaba su Martini con su dedo. Además de estas personas había alguien más en ese bar. Un desconocido que estaba sentado al otro lado de la barra, aislado, aferrándose a su bebida como si fuera una mujer. Inclinó su cabeza y tomó el vaso con ambas manos. El gorro de su sudadera cubría la mayor parte de su rostro. El cantinero fue el único que se fijo en él. Así lo prefería ese hombre. Era muy reservado y no le gustaba que se entrometieran en su vida. La principal razón por la cual frecuentaba ese bar era la quietud. No tenía nada que ver con los costosos orines que hacían pasar como licor, ni con el escándalo que llamaban música. La porquería que salía de la rocola era como si alguien rasgara un pizarrón con sus uñas, eso era más que suficiente para causar un ataque de ira en alguien. El consultorio de un doctor tenía mejor música que este lugar.
El viejo al otro lado de la barra dejó de quejarse por un momento para poder ir al baño. El cantinero aprovecho el momento para acercarse al desconocido.
¿Todo bien, amigo?
Sonrió y golpeó el costado del vaso con su dedo índice. ¿Necesitas que te lo llene? Del fuerte, ¿cierto?
El desconocido asintió, bebió lo que quedaba en el vaso de un trago y se lo entregó al cantinero. Antes de que el cantinero pudiera tomar el vaso, el desconocido extendió su mano y lo tomó por la muñeca.
No te molestes en agregarle hielo
, gruñó. Estos orines ya están bastante rebajados
.
La sonrisa en el rostro del cantinero desapareció y estudió al hombre para tratar de saber si el hombre se convertiría en una amenaza. El cantinero siempre conservaba un bate de aluminio debajo de la barra. Su superficie estaba cubierta con bastante sangre como para alertar a las personas lo que podía ocurrir si se comportaban como idiotas poco cooperativos. Lo último que necesitaba era que un ebrio se pusiera agresivo y destruyera el lugar, pero si ese fuera el caso, no dudaría en sacar su bate.
El hombre soltó al cantinero y levantó su pulgar en señal de aprobación. El fuerte está bien
, murmuró.
Luego de observarlo un poco más, por fin llegó a la conclusión que el desconocido no causaría ningún problema, al menos no por el momento, entonces se volvió para servir su trago. El cantinero acercó el vaso con cautela hasta el hombre. El desconocido alzó la mirada y descubrió su cabeza, revelando su cabello de color castaño, todo grasoso y enmarañado debido al sudor. Su cabello cubrió su frente como si hubiese exhalado su último respiro de vida. Él lo hizo a un lado ya que cubría sus oscuros y vacíos ojos. Se veía como alguien que acababa de escapar de un bunker subterráneo donde solo bebió vino durante diez años. La parte inferior de su rostro estaba cubierto por una barba entrecana, la cual estaba adornada con pedazos de comida.
Un drogo. Eso fue lo primero que pensó el cantinero. Al observarlo detenidamente mientras el desconocido bebía su trago, el cantinero sintió como si lo conociera de algún lugar. No fue sino hasta que el desconocido colocó el vaso sobre la barra, limpió su boca con su brazo y sonrió, que el cantinero lo reconoció.
¡Por Dios, no puede ser!
exclamó sorprendido. ¡Eres tú!
La sonrisa en el rostro del desconocido se desvaneció y cerró sus ojos. Inhalo profundamente y exhalo despacio. El hombre sacó una caja de cigarrillos y un encendedor de plástico en forma de camión de bomberos. Colocó el cigarrillo en su boca y presionó sobre la cabina del camión; una llama de color naranja, con un ligero tono azul, emergió del camión. El hombre lo acercó hasta el cigarrillo y lo encendió. Inhaló un par de bocanadas y guardó la caja y el encendedor.
Y ¿quién se supone que sea?
preguntó él.
El cantinero aclaró su garganta, estaba nervioso. Escucha, amigo, no fue mi intención ofenderte con mi exalto. Es solo que creí...bueno...todos pensamos que habías muerto
.
Tal vez así fue
, respondió abruptamente el desconocido. No deberías creer todo lo que se dice en las calles. Después de todo, las calles de esta ciudad están plagadas de mentiras
.
El cantinero se relajó un poco y rió. Sí, claro
. Tomó el trapo que traía en su bolsillo trasero y comenzó a limpiar la barra en un inútil intento de convencer al desconocido que su curiosidad había sido saciada. El desconocido lo observó con cuidado, consciente de lo que intentaba hacer.
El cantinero terminó de limpiar y colocó el trapo en su bolsillo trasero de nuevo. ¿Bryan? ¿Ese es tu nombre, no es así?
Bryan le dio una gran bocanada a su cigarrillo y expulsó el humo poco a poco entre sus dientes. Solía serlo
, contestó indiferente.
Lo siento, amigo. No fue mi intención hacer un gran escándalo
, dijo el cantinero. Es solo que no vemos seguido a los de tu clase por aquí
. Apuntó por encima de su hombro al viejo que, al volver del baño, siguió bebiendo sus tragos de whisky y murmurando. Como verás, aquí solo vienen los fracasados de siempre
.
¿Mi clase?
Bryan alzó la mirada lentamente y colocó su cigarrillo en un cenicero cercano. ¿A qué te refieres con eso?
El cantinero sonrió nervioso, tratando de controlar la situación. Celebridades, claro
.
La risa sarcástica del cantinero se escuchó en todo el bar. El viejo sintió curiosidad y dirigió su mirada hacia donde estaban ellos. La pareja que estaba sentada en un rincón volvió su mirada al hombre. La risa rebotó en las paredes de la taberna, la cual estaba casi vacía, sin embargo se trataba de una risa carente de humor.
¿Celebridades?
, dijo Bryan. Sí, claro. Lo que te haga sentir mejor, amigo, solo asegúrate de que los tragos sigan llegando y compórtate. No firmo autógrafos, a menos de que se trate de una fanática de grandes atributos
.
El cantinero sacudió su cabeza repetidamente. "¡No, no, para nada! Lo siento, no quise molestarte. ¿Qué tal esto? Tu bebida va por cuenta de la casa y quedamos a mano, ¿qué dices?
Bryan le apuntó con su dedo, como si se tratara de un arma. ¡Esa voz me agrada!
Una gran sonrisa se dibujó en su rostro. Debido a la poca iluminación del bar, la sonrisa parecía más una mueca demoníaca que una señal de felicidad.
El cantinero casi se caía al tratar de volver hasta donde estaba el viejo. Parecía que discutir sobre la ciudad era mejor que lidiar con un alcohólico fracasado. Bryan no lo podía culpar; él habría hecho lo mismo en su lugar. Apenas iba a darle un trago a su bebida cuando un reporte salió en las noticias. Una figura enmascarada, adornada de pies a cabeza con una armadura negra y varios artefactos alrededor de su cintura, llevaba arrastrando a dos jóvenes esposados hasta donde estaban los policías. Los oficiales apuntaron a los dos jóvenes con sus armas mientras que la figura enmascarada ajustaba un tubo de nylon que tenía en su muñeca. El tubo recorría su brazo hasta una mochila en su espalda. La escena cambió a un reportero que se encontraba a una cuadra de donde ocurría la acción.
Como pueden ver, la situación pudo dar un giro fatal para los rehenes de no ser por la heroica intervención de Oracle. Según un testigo, la policía no logró establecer el diálogo con los criminales, quienes amenazaban con tomar la vida de una embarazada y de su bebé nonato. Nuestras fuentes nos informan que los dos hombres que la tomaron como rehén solían ser miembros de la pandilla 'Rabia 86' y la mujer era una ex-novia de uno de los líderes. Más adelante tendremos más detalles
.
Oracle estaba parado junto a los pandilleros quienes se retorcían en el suelo mientras que los testigos, quienes estaban parados detrás de la cinta amarilla con adoración en sus ojos, gritaban su nombre. Casi se les salían los ojos de sus enrojecidos rostros debido a la presencia del héroe, era como si se tratara de la segunda llegada de Jesucristo.
Oracle apenas había comenzado su término como el héroe actual. Por lo general, un héroe servía un término de cuatro años antes de que pasar la batuta al siguiente. Ese protocolo de seguridad se había establecido cuando se creó la Fábrica de Héroes en 1981. Brady Simonelli, el presidente de la Fábrica de Héroes, consideró que ese debía ser el protocolo de seguridad principal. El poder corrompe y nuestra meta es prevenir la corrupción
, eso fue lo que dijo el día que se fundó la organización. Bryan nunca olvidaría esas palabras.
El poder corrompe, sin duda
, murmuró Bryan mientras observaba como se desarrollaba la acción en el televisor.
El Programa Héroe había sido bastante exitoso desde su creación en el año 1981. El crimen había disminuido en un setenta y cinco por ciento. En 1990 (durante el término de Twilight Shadow) se estableció, por primera vez, una fuerza policiaca en el interior de la ciudad desde 1976. Las pandillas habían sido erradicadas. La reputación de la Fábrica de Héroes, la cual fue considerada un éxito total durante su existencia, pero eso cambió en el 2014. Entre 1980 y 2014, ningún oficial ni sus familias habían sufrido algún daño. La directiva principal del Programa Héroe dictaba que se debía mantener a salvo a las personas de la ciudad, pero también la infraestructura gubernamental de la ciudad para no sucumbir ante el caos. Todo eso cambió en el 2014. Ese año alguien colocó una bomba en el Ayuntamiento. Treinta y cinco personas murieron, entre ellas el alcalde, el jefe de policía y siete de los diez miembros del consejo ciudadano. Ese año manchó lo que pudo llegar a ser un record sin igual para la Fábrica de Héroes.
Bryan terminó su bebida y colocó el vaso sobre la barra. Su rostro cambió, molestó al recordar lo ocurrido una y otra vez; no podía contener más su ira. El héroe que servía en ese tiempo falló en implementar la directiva principal y se le removió del Programa Héroe. El suceso se convirtió en la mayor deshonra para la organización desde su creación. La confianza en aquellos que estaban al mando estaba por los suelos y la Fábrica de Héroes estuvo a punto de cerrar sus puertas ese año.
Bryan lanzó un fajo de billetes sobre la barra y rió. Un aviso falso. Eso fue lo único que bastó para que el héroe no diera con los verdaderos perpetradores ese día. Un aviso sobre actividad criminal por parte de pandilla mandó al héroe hasta el otro lado de la ciudad, tan alejado del Ayuntamiento como fuera posible.
¡Actividad pandillera!
, gritó Bryan. ¡Vaya que fue divertido!
El cantinero le susurró algo al viejo y apuntó hacia donde estaba Bryan. Ambos dirigieron sus miradas nerviosas hacia él, como si estuviera a punto de perder la cordura en cualquier momento y disparar a todos en el bar. A él no le importaba lo que ellos pensaran de él. En realidad, le importaba una mierda lo que cualquiera pensara sobre él.
Durante varios años fue inexistente la actividad pandillera hasta el día en que se dio ese aviso falso. El héroe en ese tiempo debió darse cuenta de inmediato, si tan solo hubiera tenido su mente en orden. Los rumores comenzaron a circular después de la explosión. Algunos decían que el héroe estaba ebrio, otros que se encontraba drogado. Había otros rumores que decían que el héroe estaba cogiendo con una desnudista rubia que trabajaba en el Deseo Doble, ubicado en esa parte de la ciudad. Bryan sabía que no era así. La verdadera razón era mucho peor. El héroe en servicio, acosado por su pasado, tenía una venganza personal con las pandillas. Los espectros de su pasado lo traicionaron. Como si se tratara de unos poltergeist ¹, sus fantasmas hicieron que el héroe perdiera su buen juicio y debido a ello, la ciudad pagó el precio.
Bryan salió por un momento e inhaló el aire fresco. Una mejora comparado a la atmosfera humeante que había en el interior del bar. A lo lejos se escuchaban las sirenas de las patrullas; el sonido rebotaba entre los rascacielos en la zona hasta desvanecerse en medio de la noche. Al otro lado de la calle, una prostituta y su cliente se escondían en las sombras para llevar a cabo la transacción. A pesar de las muchas virtudes que poseía la Fábrica de Héroes, esta parte de la ciudad seguía siendo uno de sus defectos. Esta parte de la ciudad era un criadero de drogadictos, prostitutas y estafadores. La corrupción pasaba desapercibida en esta parte de la ciudad, tanto por los héroes como por los policías. Mientras veía que la prostituta y su cliente subían a una camioneta azul y se alejaban, su mente comenzó a divagar, recordando lo ocurrido aquel día del año 2014.
Héroes
, resopló y sacó otro cigarrillo. Lo puso en su boca y sacó su encendedor. El color rojo del encendedor absorbió el color amarillento del vapor de sodio que emanaba del alumbrado público. Al carajo con todos ellos
.
Bryan guardó su encendedor y emprendió camino hasta la siguiente cuadra. Aún no se disipaban los efectos del whisky, tropezó varias veces hasta desaparecer entre las sombras.
El cantinero y el viejo salieron del bar, revisando que Bryan ya estuviera lejos para que no los pudiera escuchar. Al no ver a Bryan, el viejo se volvió hacia el cantinero.
¿Qué tanto alegaba ese tipo?
, preguntó el viejo.
El cantinero bajó, apretando la empuñadura del bate que había tomado de debajo de la barra. No era una persona que lo dejaba todo a la suerte y esta vez no iba a ser distinta, en especial con tremendo loco cerca.
Zeke, has bebido tanto que tu cerebro ya se apagó
, gruñó el cantinero. ¿Acaso no sabes quién es él?
El viejo sacudió su cabeza de un lado al otro. Te escuché mencionar el nombre Bryan Whittaker pero no me suena conocido
.
¿Recuerdas cuando Soulfire era el héroe en servicio?
, preguntó el cantinero.
Zeke movió su cabeza pero aún tenía una mirada de confusión en el rostro, lo cual hizo que el cantinero se irritara aún más. Molesto, golpeó el pavimento con la punta del bate.
Con un demonio, Zeke. ¡No recuerdas nada!
El cantinero comenzó a susurrar, a pesar de que la calle estaba desierta. Como ya se mencionó antes, él no era alguien que dejaba las cosas a la suerte. Tenía la mirada pérdida mientras recordaba aquellos días. Apuntó el bate en la dirección en la que se fue Bryan. ¿Quieres decir que no recuerdas quién es él?
El viejo se concentró por un momento. Al hacerlo, comenzó a hacer muecas como si estuviera en el baño, sufriendo a causa del estreñimiento. De pronto, Zeke abrió sus ojos en señal de sorpresa y el cantinero colocó su mano sobre su hombro.
¡Exacto!
, exclamó el cantinero. Soulfire era el héroe en servicio cuando estalló el Ayuntamiento
.
3 DE ABRIL DE 1979
Los hombres armados detrás de Pete Williams, alias Shorty, estaban preparados para soltar una ráfaga de balas a la menor provocación. Siendo el líder de los Reyes de la Calle, Pete estaba consciente de que estas reuniones, las cuales tendían a ser cortas, podían terminar con un montón de cadáveres. Su séquito comprendía que el riesgo de llevar a cabo esta reunión era bastante alto, así que estaban listos para matar de ser necesario. Había mucha tensión en el ambiente desde que la policía fue forzada a abandonar la ciudad un año antes. Al otro lado de la mesa estaba sentado el líder de Rabia 86, Brian Kelly, alias Buzzsaw
. Él era el único líder caucásico en Ciudad Cristal, medía alrededor de un metro setenta y su complexión era delgada. Su estilo de cabello era muy particular, lo hacía verse como un mafioso de los años 50. Pete no subestimaba a nadie y Buzzsaw no sería la excepción. El tipo no se había ganado ese apodo por su apariencia encantadora o sus uñas bien cuidadas. Hace algunos años, se dio cuenta de que alguien había estado coqueteando con su esposa y en un ataque de ira, tomó un cuchillo de cocina y le cortó las bolas al tipo. Desde entonces, muchos deciden no tentar a la suerte y evitan hacer contacto visual directo con su esposa o con cualquiera de sus novias que le acompañe en el momento. Pete nunca pudo comprender la habilidad sin igual de este hombre para pasar de tranquilo a iracundo más rápido de lo que alguien puede encender la luz. Buzzsaw estaba impaciente; comenzó a golpear sus dedos sobre la mesa como si estuviera tocando la batería, lo cual no era un buen augurio para esta reunión.
Tú convocaste a esta reunión, comencemos de una buena vez
, gruñó Buzzsaw. Dejó de golpear la mesa con sus dedos y se inclinó hacia adelante, dibujándosele una sonrisa demoniaca en el rostro. Me espera un bomboncito en el auto y me está dando bastante hambre, si es que sabes a lo que me refiero
.
Pete tuvo que fingir una sonrisa. Nunca se permitía demostrar su desprecio por ese hombre. Claro que sí
.
Una hoja de papel yacía sobre la mesa, frente a Pete. Colocó su mano sobre ella y después de dudarlo por un momento, deslizó la hoja hacia Buzzsaw.
Buzzsaw observó el papel pero no hizo por tomarlo. Por un momento, Pete temió que la reunión se fuera en picada antes de siquiera empezar. Luego de examinar la hoja de papel por unos minutos, Brian colocó un dedo sobre ella y la acercó más. La tomó en sus manos y revisó su contenido. Entrecerraba sus ojos conforme leía.
¿Esto es todo?
, dijo Brian.
Quise mantenerlo simple
, respondió Pete. Con los políticos en la palma de nuestras manos y la policía lejos de aquí solo debemos dejar de matarnos unos a otros por un momento para ocuparnos de los asuntos importantes. Nuestros negocios han sufrido por igual. Demasiada gente buena ha perdido la vida a causa de una guerra sin sentido. Nuestros verdaderos enemigos se han ido y ha llegado el momento de hacer a un lado nuestros conflictos
. Pete se recargo en su silla y golpeó su pecho con el puño. "Esta ciudad es nuestra. Es momento de dejar de destruirla desde adentro y comenzar a sacarle provecho".
Buzzsaw observó la hoja de papel una vez más. Pete se cruzó