Bernardo El Ermitaño
Bernardo El Ermitaño
Bernardo El Ermitaño
crema a la costa dlmata. Su papa le haba enseado atrapar piececillos con sus fuertes tenazas, su mama a buscar caracoles vacos para preparar sus futuras viviendas
Bernardo haba tenido que cambiarse de habitacin dos veces de habitacin, y no haba tenido ningn problema, sin embargo l saba que cada vez sera ms difcil encontrar caracoles vacos, por que los baistas que iban a la playa en el verano saban aduearse de todo.
En medio del dolor Bernardo percibi sin embargo tanta ternura en la voz del nio, que reuni el poco aliento que quedaba para explicarle lo que suceda. Ven, mi pobre amigo te voy a buscar una casa nueva. Bernardo estaba tan seguro de su tibia mano. Que pronto poda salir de su concha sin ningn peligro.
El ratn Prez Una fresca noche de abril, cuando el seor sol ya se haba escondido tras las montaas luego de baarse con el mar, un ratoncito sali de su madriguera y se fue al parque vecino llamado El parque de los caracoles en busca de monedas extraviadas.
Luego de recoger las monedas, descanso y sentado en uno de los bancos del parque el Raton Prez ley atento la lista de los nombres de los nios a cuyas casas deba ir. Alejandrito, Vicente, Gabriela, Ana Cristina. Vaya! Se dijo esta noche si que tengo trabajo!.
Antes de entrar a las casa de los nios se ech el perfume de tomillo y laurel que su ta Matilde le preparaba siempre para despistar a los gatos hambrientos y a los perros guardianes y se puso unas pantuflas de seda color de moras y leche.
Se fue a la casa de Vicente y de Mario le anunciaron que dorman profundamente. Levanto muy per muy despacio la almohada de Vicente, y Qu encontr? Un hermoso dientecito blanco, que brillaba en oscuridad de la habitacin. Abri el morral introdujo l diente y saco un par de monedas y puso debajo de la almohada del nio.
Nuestro amigo ratn Prez haba aprendido un secreto de su padre, y este de su abuelo y este de su bisabuelo, los dientes de leche de los nios son las semillas de una plantita llamada diente de len.
San silvestre con Matas Por nada del mundo Matas pasara el 31 de diciembre acostado en el soba del balcn, haba escuchado hablar de los preparativos para la fiesta de San silvestre, partirn el 31 al caer la tarde y no volvern antes del medioda del primero del ao
Ese ao haba llegado a la casa vecina una joven pareja cuya virtud era evidentemente, era que apreciaban a los gatos. Desde que estos nuevos inquilinos haban llegado Matas haba logrado incursionar varias veces a la casa.
Matias no se qued solo ni con frio l ya que los nuevos vecinos le recibieron y le acomodaron una cama a lado de la estufa y ah paso la largo noche y fra de San Silvestre, y as recibi el da primero del ao nuevo. Leopoldina, la dinosauria argentina Leopoldina, la dinosauria color remolacha, lleva muchsimos aos viajando en direccin a la Argentina. Cuando era nia sus padres le contaron que su abuela Rosamelia haba nacido y crecido en Argentina y tal vez all habra muerto de pura vieja.
Cuando Leopoldina era adolescente ley unos diarios de china que haban encontrado un cementerio de dinosaurios en el norte de argentina. Y dijo que cuando ella sea grande ira a buscar los huesitos de su abuelita para ordenarlos y ponerla a descansar en un lugar tranquilo.
Cuando la dinosauria de color remolacha cumpli 25 aos emprendi un viaje desde china hasta argentina. Despus de mucho andar llego al Lbano, all en medio del oriente donde el mediterrneo empieza o termina
Leopoldina encontr a una seora y pens que era la oportunidad de acortar el viaje, pidi a la seora que le envi en una caja de cartn a donde sus amigos argentinos, la envolvi en un papel de seda blanco y moo de cinta verde claro y la envi argentina.
Las vitaminas de la ta pa Un martes por la maana, Paula y Mateo amanecieron con la nariz roja de tanto estornudar los hermanos iniciaron otra semana en la cama sin poder ir al colegio ni salir a jugar con sus amigos.
Despus de hacer la tareas a ambos les encantaba treparse a los arboles de mango del parque del barrio, para acostarse en las ramas y jugar a que eran dos leopardos reposando despus de un suculento almuerzo.
Un da estaban sentados a la mesa con su papa y mama diciendo como de costumbre que no comeran ni frutas ni verduras llego la ta Pa. Mateo y Paula adoraban las historia fantsticas de la Ta Pa porque les haca soar con dulces.
La ta Pa dijo que ahora entiende por que pasaban solo con gripa por que no comen frutas ni verduras dijo que deberan comer por que las frutas y verduras aportan las vitaminas para que as todos los bichos salgan corriendo y busquen otro escondite