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NOTAS SOBRE EL ESPACIO SENSIBLE: ENTORNOS HBRIDOS Y MEDIOS AUDIOVISUALES. (BARCELONA-VALENCIA) EN LA DCADA DE LOS 90 DE PEDRO ORTUO Pau Pascual Galbis
(...) Una instalacin es esencialmente un collage tridimensional que sucede en el tiempo, como la lectura de un libro aunque no de una manera lineal, de izquierda a derecha, sino como un libro de geometra variable y pginas sueltas que se ordenan a medida que se leen. Esta caracterstica estratificacin discursiva (o de estratificacin de elementos visuales y aurales) se presta muy especialmente a la articulacin de contenido. Francesc Torres
Las primeras palabras del ttulo del libro El espacio sensible, del artista y docente Pedro Ortuo, nos viene a la memoria la argumentacin de Kant, sobre su esttica trascendental, de que el espacio no puede ser un concepto del entendimiento, es solamente una intuicin pura. As pues con esta valoracin kantiana a favor de la subjetividad se perciben los otros elementos conjugados pertenecientes al ambiente perceptual y su miscelnea tcnica presentes en esta disertacin artstica. En la primera mitad de El espacio sensible: entornos hbridos y medios audiovisuales se investiga a lo largo de la dcada de los noventa el mestizaje sin prejuicios de la videoinstalacin a travs de su propia prctica personal con las piezas de otros creadores contemporneos. Del mismo modo en la otra parte del libro se encuentra una manifiesta influencia entre las obras audiovisuales de artistas de Barcelona con las piezas de autores de la ciudad de Valencia, e incluidos ambos grupos mutuamente en la esfera de la imagen expandida, trmino propuesto por Gene Youngblood, y dirigido hacia los trabajos, que aparte de emplear los medios audiovisuales, utilizan el espacio arquitectnico como dispositivo destacado que articula su discurso. En el prefacio de Expanded Cinema de Youngblood, el crtico cinematogrfico norteamericano define el cine expandido como un proceso en devenir, que explica con las siguientes palabras: When we say expanded cinema we actually mean expanded consciousness. Expanded cinema does not mean computer films, video phosphors, atomic light, or spherical projections. Expanded cinema isnt a movie at all: like life its a process of becoming, mans ongoing historical drive to manifest his consciousness outside of his mind, in front of his eyes (Youngblood, 1970:
ASRI - Arte y Sociedad. Revista de Investigacin. Nm. 3 (2013) ISSN: 2174-7563
41). De hecho el artista californiano Doug Aitken profundiz estas teoras de Youngblod en un libro titulado Broken screen: Expanding the image, breaking the narrative (2006), manifiesto artstico redactado con el fin de encontrar nuevos lenguajes audiovisuales no lineales. Consta de una recopilacin de veintisis entrevistas a directores cinematogrficos y artistas visuales, como por ejemplo: Ed Ruscha, Richard Prince, Robert Altman, John Baldessari, Chris Burden, Pipilotti Rist, Werner Herzog entre otros. En Broken Screen, Aitken explica el concepto de destruccin de la narrativa lineal en las artes visuales y desarrolla dos conceptos clave de su trabajo: la expansin de la conciencia y el carcter abierto de la obra. Por otro lado Ortuo, comenta en su libro que en la actualidad se vive en un momento de constante cambio tecnolgico y de crecimiento en cuanto al mbito multimedia, por los progresos experimentados en la informtica y en todo lo relacionado con lo digital. Estos avances tambin llegaron al mundo del arte y a la concepcin de las piezas que han sido expuestas en un espacio pblico por parte de los artistas. Hoy en da los creadores abordan el espacio escultrico como un entorno hbrido, sin ningn tipo de prejuicios a la hora de utilizar elementos electrnicos y combinarlos con diferentes formas y objetos de distinta procedencia. Ms adelante el autor nos relata el surgimiento del videoarte, -o como sugiere Jos Ramn Prez Ornia, el arte del vdeo-, que deviene un producto libre, difcil e interesante, procedente de la televisin, el cinematgrafo y de las artes plsticas de las vanguardias. En este apartado he considerado oportuno aadir un texto de Laura Baigorri de su libro: El vdeo y las vanguardias histricas que enlaza y aclara esos puntos de conexin entre el arte moderno y la video creacin de los sesenta: La irrupcin del vdeo en el mundo del arte vino determinada por tres factores directamente vinculados a las vanguardias histricas: el inters por las posibilidades creativas de los nuevos medios tecnolgicos; la predisposicin inter/multidisciplinar en el arte y el compromiso con la situacin social y poltica de su tiempo. (Baigorri, 1997: 7). Sigue Ortuo haciendo otra vez hincapi en la propia complejidad del videoarte y de que es un medio inscrito en un arte contemporneo multidisciplinar, donde ha encontrado su lugar a finales del siglo XX. Agregar a su vez, que debido al contexto socio-cultural y a las dificultades dialcticas, de crticos y artistas en su propio intento de clasificacin del videoarte; primero se encasill la vdeo creacin segn su forma de presentacin: -atendiendo al espacio y a la disposicin de imgenes y objetos en ese espacio- como fueron: el circuito cerrado, videoescultura, videoinstalacin, etc.; y ms tarde en funcin de sus gneros: vdeodanza, vdeo-musical, vdeo-performance, vdeo-documental. Por lo dems el artista valenciano profundiza sobre la videoinstalacin como artefacto multimedia espacial y que al mismo tiempo desprende un carcter de obra total wagneriana Gesamtkunstwerk, como una parte visionaria integral de la creacin, que a lo sumo describe Baigorri lo siguiente: Los performances y happenings de los 60/70 son, junto con el vdeo, las formas de arte contemporneo que han propiciado una mayor cooperacin entre las artes, facilitando la apertura a nuevos espacios y lenguajes interdisciplinares. Esta predisposicin se hace ms evidente en la videoinstalacin, un tipo de obra capaz de simultanear diferentes disciplinas y que contempla el espacio de la exhibicin como parte integrante de la obra arte. (Baigorri, 1997: 55). De la misma manera Valentina Valentini menciona una serie de caractersticas teatrales en la videoinstalacin que se pueden resumir segn su terminologa en cinco aspectos: la importancia del pblico, la presencia escnica, el efecto de realidad, el valor de la experiencia vivida y, por ltimo, la espacializacin del tiempo y la temporalizacin del espacio. (Valentini, 1993: 5).
Aunque en El espacio sensible se concentre en la hibridacin de la instalacin audiovisual, intenta no perder nunca de vista que es una reducida minora quienes se dedican a l con exclusividad. Y no es de extraar que se encuentren en sus exposiciones todo tipo de objetos y artilugios que no incorporan el vdeo, incluso dibujos y fotografas realizados antes, durante y despus de crear sus obras. Tambin trata el libro sobre el origen del concepto de instalacin multimedia, adems de definirlo con el trmino de proyecto, instalacin y exposicin, que utilizaron algunos artistas que trabajaron con audiovisuales en los aos setenta, aparte de profundizar de igual forma con la interaccin de las exhibiciones con respecto al pblico que las vislumbra. Respecto a los captulos cuatro y cinco del libro, hay que comentar que se emprende un anlisis de la obra de ocho autores, -tres de ellos pertenecientes al arte conceptual cataln y los restantes, unos artistas valencianos de los noventa que recogen su herencia.- Aadir que para analizar las obras seleccionadas, Ortuo ha partido en parte de una metodologa analtica de corte socialista propugnada por especialistas espaoles, como son Eugeni Bonet, Josu Rekalde, Juan Crego y Antoni Muntadas. Todos ellos con una visin crtica hacia los medios de comunicacin de masas, acordes con el compromiso social activista originario de los sesenta y cercanos a la esttica cotidiana del primer videoarte norteamericano. Por ltimo estos artistas/tericos comulgan con una predileccin por estudiar el espacio pblico y privado dentro de determinados marcos sociales y la forma en que son utilizados para censurar o promulgar ideas. Por ende se constata que aparecen nuevos conceptos en relacin al espacio de exhibicin y al proyecto artstico desarrollado en un lugar determinado. Son formas nuevas de entender la exposicin y que los artistas han estado y continan investigando para hacer participar activamente al espectador en las muestras, innovando las tendencias tradicionales del arte y buscando nuevos lenguajes para reflexionar adecuadamente sobre diversos temas contemporneos. Estos nuevos conceptos, que ha utilizado Ortuo en su anlisis de las exposiciones, son los ya conocidos: Site Specific, In situ, Time Specific Work, Meta espacio e Interactividad. Referente el concepto de Site Specific Works (obras especficas para el lugar de ubicacin) fueron en principio efectuadas a cabo por artistas de la costa del Pacifico de los Estados Unidos, experimentando y analizando la incidencia de los fenmenos lumnicos o la historia del lugar sobre el conjunto de las instalaciones, y cmo estas podan incluso llegar a cambiar y matizar sus significados. Adems se persegua la idea de transformar el papel pasivo que hasta entonces haba mantenido el espectador en la recepcin del arte y del mismo modo acabar con la idea de la galera como lugar de transaccin artstica. Un ejemplo notorio ha sido Vito Acconci, el cual trabaj esta nueva nocin de obra, concibiendo el espacio como una alternativa en los lmites del dominio del arte. En relacin a los proyectos In Situ son los realizados para un espacio determinado y que slo en ellos cobran sentido. Por otra parte los Time Specific Works son los proyectos desarrollados con otras connotaciones y que la especificidad del contenido lo deriva hacia otros trabajos paralelos. Concerniente al Metaespace es la perfecta insercin de la obra, aprovechando las caractersticas y relaciones que pudieran extraerse de ella, el propio artista puede servirse de aquello que est ms all del espacio fsico de la sala para reclamar la atencin del espectador, por ejemplo: del diseo de la exposicin en s mismo. Sobre Interactividad se puede interpretar como aquella, de una forma u otra, que ejerce alguna accin en el espectador, y recprocamente en ella. En cuanto a los antecedentes histricos efectuados por Ortuo en este trabajo, se destaca que las diferentes coyunturas poltico-sociales hicieron que concretos artistas de
los aos setenta se posicionaran poltica y activamente en el mbito del arte a travs de un medio nuevo: el vdeo y la bsqueda de espacios alternativos para su exhibicin. Efectivamente los ms importantes elementos en los que se ha basado dicha produccin artstica fueron, las posibilidades derivadas del vdeo analgico porttil. Esto implic una cierta autonoma y libertad del artista para moverse, cambiar de escenarios y lugares, como la no-edicin de los vdeos y trabajos registrados en cintas. Por lo dems estos creadores pretenden resaltar la no manipulacin de los contenidos, concedindole una mayor proximidad a la realidad y a los hechos, tal y como suceden. Sobre los espacios alternativos podemos decir que fueron los que en un primer momento mostraron estos trabajos, a modo de canales undergrounds, de donde se deduce que el nmero de receptores y pblico era minoritario. Los centros y cadenas oficiales que permitieron su proyeccin y difusin se mostraron muy reticentes ante estos incipientes trabajos. Asimismo el autor del texto ha observado que el significado de la exposicin en s mismo se ha transformado, el artista toma conciencia del espacio y lo modifica y adeca a la medida del proyecto. Describe Pedro Ortuo que en Catalua el uso del vdeo y las nuevas tecnologas derivadas de los nuevos medios de comunicacin, as como el momento histrico en el que aparecieron -ltima fase de la dictadura del franquismo-, favorecieron el tratamiento de temas y cuestiones que tienen su origen en el propio medio: la ocultacin, manipulacin, censura, memoria histrica, denuncia de problemas sociales -gnero, minoras, religin-, as como reflexiones sobre la propia prctica artstica. Todo esto, propici la configuracin de una subjetividad crtica, de un posicionamiento ms social que poltico en muchos casos, por parte del artista, y en definitiva, una de las primeras reivindicaciones de estos artistas agrupados bajo el lazo del conceptualismo espaol. A la hora de revisar este panorama en el territorio ibrico, Ortuo en su libro Espacio sensible declara que existen ciertos paralelismos en cuanto a temtica y tratamiento de la obra de algunos artistas conceptuales, como principalmente, Antoni Muntadas, Eugnia Balcells y Francesc Torres, que trabajaban en Catalua -aunque, previamente, lo haban hecho en el extranjero-, junto con los norteamericanos de los aos setenta: Les Levine, Jean Otth, Martha Rosler, Dan Graham, Peter dAgostino, entre otros. Igualmente estos artistas catalanes analizados estn influidos por el arte conceptual de los Estados Unidos, y concretamente lo que Simn Marchn Fiz ha llamado como conceptuales de la vertiente emprico medial (Marchn Fiz, 1994: 260). En general este tro de creadores traen como caracterstica comn el compromiso social de la obra y la concepcin de subjetividad crtica. Aadir que entre los pioneros en utilizar los mass media e introducir al mismo tiempo un sentido de crtica social a sus trabajos como los artistas catalanes, cabra citar a Dan Graham y Hans Haacke, Vito Acconci, Richard Serra y Juan Downey. Sin embargo Ortuo no ve todas estas novedades en el arte de finales de los aos sesenta que solamente procedan de Norteamrica. As algunos artistas espaoles, analizando ahora aquellos momentos de la historia, valindose para ello de su sentido crtico y de la propia experiencia personal, rechazan esta versin proestadounidense sobre los orgenes del nuevo arte de crtica social, puesto que tan slo es una versin de la historia, la cual est escrita y asentada sobre los principios del etnocentrismo neoyorquino, segn palabras de Francesc Torres. As pues, para Torres, el arte poltico o alimentado con cuestiones sociales era algo que ya se estaba ejecutando desde los aos cincuenta. Por ello la labor que los artistas espaoles emprendieron fundamentalmente desde Catalua a principios de los aos setenta, a travs de los eventos celebrados en la Universitat dEstiu de Prada de Conflent en 1973, podran ser considerados como eco de los movimientos artsticos y culturales que por
esos aos se producen en mltiples ciudades del mundo -fruto del descontento de la poblacin por el convencionalismo en el que se haba instalado la sociedad capitalistapero que en el caso especfico espaol, dichas convulsiones estaban teidas por un problema especfico interno -la censura de la Espaa franquista- y por un historial contestatario y de protesta. En referencia al primer artista cataln tratado en el texto, Antoni Muntadas, es considerado como el padre del net art espaol y su trabajo interdisciplinar recae bsicamente en la crtica obsesiva hacia los mass media desde posiciones tericas sociales, con pensadores como Jean Baudrillard, Guy Debord, Roland Barthes y Frederic Jameson. Adems de definirse a s mismo como un traductor en imgenes de lo que pasa en el mundo contemporneo. Me molesta hablar de -obras o piezas-. Prefiero la palabra -artefactos- en el sentido ms antropolgico del trmino, en el sentido de que estos pueden ser activados. Antoni Muntadas Igualmente Muntadas tiene en sus artefactos un deseo de revelar la naturaleza de la existencia contempornea impregnada en los media, pero sus instalaciones no derivan exclusivamente de su antiguo inters sobre los medios de comunicacin y la teora de los medios -de hecho, segn sus palabras, el artista en ningn momento se ha de convertir en el esclavo de las nuevas tecnologas-, de la misma manera que las instalaciones arquitectnicas, no derivan de su incipiente inters por la historia de la arquitectura y la poltica urbana. Caso, este ltimo, que se puede ver en la exposicin Des/aparicions en la que, aunque parte de la investigacin de los usos que tuvo el edificio del Centre dArt Santa Mnica anteriormente, incluye en ella una reflexin sobre su historia e incorpora un anlisis de situaciones actuales. En relacin a Eugnia Balcells, Ortuo expresa que es la nica mujer que en los setenta en el territorio espaol trabaja con instalaciones y medios audiovisuales experimentales, destacando en su lucha por denunciar y desmontar mitos culturales y estereotipos relacionados con el modelo femenino. Las primeras instalaciones, pelculas y vdeos que realiza se identifican con las corrientes crtico-sociolgicas, -al igual que sus compaeros tratados en el libro- , tratando temas relacionados con la sociedad de consumo contempornea y con los efectos de los medios de comunicacin sobre la cultura de masas. A ms de estar presente el inters por los objetos cotidianos en sus primeros trabajos, que es la base de la exploracin del hbitat humano a travs de los objetos de cada espacio y su esencia simblica y energtica. Tambin observa el artista valenciano, que hay una cierta relacin con Martha Rosler, -y desde mi punta vista con el trasfondo flmico de Agns Varda- e inicia una lnea esttica y de pensamiento que en Espaa luego la seguirn multitud de jvenes creadoras. Concretamente en Exposure Time, aunque habla principalmente de la memoria de la Barcelona preolmpica, s comparte esa potica de bsqueda interior -en su caso, una mirada femenina-, huyendo de lo que ella llama guerreros del arte en referencia a sus colegas generacionales. Por ltimo Francesc Torres reflexiona crticamente sobre las diversas manifestaciones de la cultura, la poltica, la memoria y el poder a travs de sus instalaciones multimedia, que le conceden un lugar singular en el arte de las ltimas dcadas. Segn escribe Ortuo en la obra de Torres y especficamente en El carro de fenc, se encuentra el posicionamiento ms poltico de entre este grupo de artistas. La
instalacin forma parte de un bagaje personal con un punto de encuentro entre la memoria personal y la memoria histrica del siglo XX. Existe una constatacin de la prdida de la inocencia como parte integrante de los hechos subversivos o revolucionarios que han acompaado las utopas en Occidente; una desmitificacin del mayo del 68 francs que, en sus propias palabras, vivi como una verbena de San Juan, () no poda distinguir cuando terminaba la accin artstica y cuando la poltica. Por lo dems Ortuo declara en su libro que coincide con la crtica Pilar Parcerisas, en que el arte espaol que se ha generado entre los ochenta y los noventa es deudor de aquella generacin -Muntadas, Torres y Balcells- e igualmente el autor se refiere concretamente al realizado por los artistas valencianos; considerando que en Valencia durante la dcada de los setenta, dominada por la pintura, no lleg a existir una vertiente de artistas que trabajasen en una direccin conceptual, como sucedi en Catalua. No fue, pues, hasta la dcada de los ochenta cuando las artes plsticas valencianas dieron un giro, siendo precisamente los escultores, a travs del Museo IVAM y el Departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos, los principales protagonistas de dicho cambio. En este penltimo apartado el autor de El espacio sensible, menciona a los artistas o grupos de artistas que son valencianos y/o que residen en Valencia en los aos noventa y en los que tienen una denotada influencia comn con los creadores catalanes, tanto por la tecnologa -en especial la videoinstalacin- como por la temtica empleada siempre alrededor de lo social, poltico y ordinario. As pues Ortuo empieza citando al grupo Laboratorio de Luz de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Trabajo en grupo, ya que para Pedro Ortuo parece algo que rompe con el concepto del Grup de Treball, que englobaba a artistas conceptuales catalanes que, sin embargo, trabajaban a nivel individual, principalmente. En palabras de Mara Jos Martnez de Pisn: Por la propia definicin del Laboratorio de Luz, siempre decimos que trabajamos lo individual y lo colectivo: lo colectivo como el distribuidor de la informacin y, lo individual, como la participacin de cada uno. Tambin este colectivo utiliza la interactividad, justamente en el proyecto PB 97-0035 (idea) (imagen) (universidad), cada miembro del grupo presentaba un vdeo con su visin personal de la idea de Universidad, que el espectador poda activar a travs de sensores, aunque la responsable del grupo Mara Jos Martnez de Pisn opina que los sistemas interactivos tienden a atontarte. Habra que poner entre comillas que, por el hecho de interactuar, se te est dando una participacin. En este conjunto de docentes/artistas Ortuo encuentra vnculos con el imaginario de Muntadas en cuanto a la temtica y la idea in situ sobre la imagen de la Universidad. Segn Ortuo el artista Miguel Molina recuerda en cierta forma a Francesc Torres, especficamente en la carga poltica de su obra Speculation Times; que de hecho, la pieza fue censurada por parodiar el espectculo meditico de las elecciones en plena campaa electoral de 1996. Tambin tiene reminiscencias de Antoni Muntadas, en cuanto a la intencin del artista de usar los propios medios que utiliza el sistema de produccin, en este caso el de la Banca, adentrndose de esta forma en la red interna de trasvase de datos que el propio sistema capitalista utiliza para sus clientes: es tanta la fuerza del medio que, muchas veces, te puede llegar a confundir, afirma Miguel Molina.
En la videoinstalacin Elsewhere. (En otro lugar) de Mau Monlen, recrea la sociedad del ocio a travs de la mirada de una mujer: es precisamente la voz en off de una mujer la que, en forma de monlogo dialogado, nos plantea la separacin que hace nuestro sistema capitalista entre ocio y trabajo. Junto a la ya mencionada Eugnia Balcells, encontramos claras atribuciones de Antoni Muntadas. Muntadas marc totalmente m trabajo (...), reconoce la propia artista. En relacin al creador Elas Prez comparte la reflexin sobre el control y la vigilancia, tanto a nivel de conciencia como a nivel fsico, a travs de cmaras de vigilancia en De sordos a mudos. Un proyecto especfico para un momento determinado, a principios de los noventa, con la polmica instalacin de cmaras de vigilancia por toda la ciudad de Valencia. Para el autor del El espacio sensible, en Prez son claras las referencias a la obra de Torres y Muntadas. En el trabajo personal del autor del libro y concretamente en su exposicin elaborada El extrao honor de las gallinas en la Sala Gallera en Valencia, Pedro Ortuo comenta que presenta la particularidad de tratar temas que estuvieron en los medios en los aos de la exposicin como la lucha por la igualdad de gnero, a partir de subvertir el propio espacio narrativo, creando un enfrentamiento de discursos para efectuar una posible reflexin. Para ello utiliza la entrevista en vdeo e imgenes de archivo; a ms de existir paralelismos temticos y tcnicos con los proyectos de Muntadas y Balcells. Aadir que desde hace varios aos la trayectoria de Ortuo ha rondado en torno a la utilizacin de la instalacin audiovisual como una herramienta artstica a la hora de concebir el espacio escultrico para la comunicacin e interaccin con el espectador. Los primeros pasos realizados en ese mbito fueron en el marco de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos en Valencia, en el Departamento de Escultura, con la creacin de una serie de vdeo esculturas en 1989, donde la imagen videogrfica tena una correspondencia conceptual con el objeto que albergaba al monitor de vdeo. Posteriormente, durante la estancia de tres aos en Nueva York, tuvo la oportunidad de trabajar como asistente con artistas conceptuales como Antoni Muntadas, Ken Feingold y Juan Downey, influyendo sobremanera en sus incipientes instalaciones y hasta en sus ltimos documentales. Asimismo insistir como expresa el mismo autor de El espacio sensible, que el nexo fundamental que agrupa a los artistas de los que se ocupa este libro es la utilizacin de la videoinstalacin como medio tecnolgico heredado de los conceptuales de los setenta y que en los noventa vuelve a servir como expresin de las inquietudes de la poca que nos ha tocado vivir. Y, como conclusin seala Ortuo, que a travs de la temtica de estas instalaciones audiovisuales se observa que existe un compromiso crtico hacia temas relevantes de la sociedad contempornea, concluyendo que en el arte valenciano hay una serie de propuestas que han recibido entre otras, influencias de artistas catalanes, a partir de la cual se puede hablar de una nueva prctica artstica en el panorama valenciano, conectada con el trabajo que desde los aos setenta se viene desarrollando en mbitos internacionales. Finalmente pienso que el libro a parte de contener un valor historiogrfico considerable con respecto al anlisis de la instalacin expandida, trata interesantemente el influjo producido por el arte cataln hacia los creadores valencianos, que curiosamente esa conexin socio-cultural se ha repetido en muchas ocasiones a lo largo de los siglos.
Bibliografa AITKEN, Doug, Broken screen: Expanding the image, breaking the narrative, 26 conversations with Doug Aitken, Distributed Art Publishers, New York, 2006 BAIGORRI, Laura, El vdeo y las vanguardias histricas, Universitat de Barcelona, Barcelona, 1997 BALCELLS, Eugnia, Ver en http://www.eugeniabalcells.com/ KANT, Immanuel, Crtica de la razn pura, Tecnos, Madrid, 2002 MARCHN FIZ, Simn. Del arte objetual al arte de concepto, Akal Arte y Esttica, Madrid, 1994 MUNTADAS, Antoni, Ver en http://interartive.org/ ORTUO, Pedro, El espacio sensible: Entornos hbridos y medios audiovisuales. (Barcelona-Valencia) en la dcada de los 90, Visin Libros, Madrid, 2012 TORRES, Francesc, Arte en la Baja Edad Media, Revista Telos n 9. 1987, Ver en http://www.quadernsdigitals.net VALENTINI, Valentina, La thtralit des intallations vido, Turbulence vido, Videoformes 93, Clermont-Ferrand, 1993 YOUNGBLOOD, Gene (Ed.), Expanded Cinema, E. P Dutton, New York, 1970