Rodeando La Sierra de Brañapiñueli (P. N. de Redes)
Rodeando La Sierra de Brañapiñueli (P. N. de Redes)
Rodeando La Sierra de Brañapiñueli (P. N. de Redes)
DE REDES)
* Fecha: 31 de octubre de 2.012 (mircoles) * Quienes realizaron la ruta: Marcelo, Jonatan, Alex, Daniel (Pancho), Ismael, Juan Carlos
Alegre y Santos.
* Distancia total: 21,8 km. * Tiempo total empleado (incluidas las paradas): 10 horas y 10 minutos. * Tipo de ruta: Circular. * Mapa: Hoja 79-II del I.G.N. * Cota mnima: Belerda, 640 m. * Cota mxima: Collu Sendn, 1.573 m. * Desnivel total de subida acumulado: 1.257 m. * Lugar de inicio de la ruta: Belerda (Caso). * Lugar de finalizacin de la ruta: Belerda (Caso).
En lneas generales se puede considerar que tuvimos un da magnfico, pese a que a primera hora de la maana, cuando an estaba amaneciendo, haba una temperatura de 0. Luego, durante toda la maana tuvimos un da totalmente claro y despejado, y con sol, lo que permiti que subiera la temperatura de manera muy aceptable, permitiendo ir incluso en manga corta. Posteriormente a partir del medioda, a la hora de comer el bocadillo, comenzaron a entrar nubes altas, pero mantenindose bastante despejado y con buena visibilidad.
* Condiciones atmosfricas:
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Justo antes de cruzar el puente sobre el arroyo Quixaorio, tomamos la pista que gira hacia la izquierda, junto a otra fuente y una esplndida casa con jardn, comenzando la subida por un camino que inicialmente est hormigonado.
El hormign deja paso a un cmodo camino de tierra bordeado de bosque, prados y cierres de fincas.
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Y segn vamos bordeando el Monte Las Coronas, comenzamos a tener buenas vistas sobre el Cantu El Oso y el valle del ro Monasterio.
2.- Mediante una pronunciada curva a la derecha trasponemos un crestn del monte, dando paso a una zona ms llana y
llegando a la denominada Tablao zona
[Cota
donde hay un paso canadiense de ganado. Nada ms atravesarlo abandonamos la pista principal que prosigue de frente, y tomamos el camino que parte en bajada hacia la izquierda. Este camino, a tramos embarrado, se adentra en bajada hacia otra zona boscosa, pasando junto a alguna que otra cabaa y cuadra en ruinas.
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3.- Atravesando por mitad de un precioso hayedo, por donde encontramos a tramos alguna cinta de plstico que marca el camino, llegamos hasta el cauce de la riega Vallines.
Tras cruzarlo el camino traza un pronunciado giro a la izquierda y comienza una subida entre brezo y matorral, hasta salir hasta los prados de la majada de Llucencies.
[Cota 920 m.
donde hay tres cabaas/cuadras an en pie, como si fuese una aparicin y hubiese salido de la nada, se nos uni al grupo un miembro ms: un pequeo perro color canela, de raza indeterminada, que por la placa que llevaba en el collar acabamos llamando Berri, de
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En esta majada nos encontramos otras dos rsticas cabaas de piedra, y aqu parece finalizar el camino. Sin embargo, por la parte de atrs debemos tomar un escondido sendero que se abre paso entre la abundante vegetacin y la maleza.
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6.- En una continua y prolongada subida vamos remontando la ladera de la Sierra Forcada, toda ella cubierta de un frondoso bosque de hayas.
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pudiendo ver de frente la camperacollado sobre la que se asiente la majada Xabugu, y por detrs de la cual se levanta la mxima altitud de la Sierra Forcada: Pea Brenosa.
Dejando atrs la collada, el sendero contina faldeando prcticamente en llano toda esta ladera, adentrndose en otra pequea zona boscosa.
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8.- Saliendo a otra despejada campera, sobre la que asientan las ruinas de la majada de Xabugu
[Cota 1.185 m. 10: 10:17 h. / 10:42 h. - Km. 6,4] 6,4], con increbles vistas sobre el Cantu El Oso y todo el valle del ro Monasterio; un buen lugar para detenerse un rato a comer el pincho de media maana
Echando un vistazo atrs podemos contemplar la Collada La Sierra, de la que venimos; y en la lejana el Requexn de Valdunes y el pico La Senda.
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Al frente podemos ver la vallina en la que se asienta la majada La Braa, y la crestera del espoln rocoso en el que se intuye la Pasada de La Muezca.
9.- Proseguimos faldeando por esta ladera, aunque en esta zona el sendero se ha difuminado ya mucho ms, y se confunde continuamente con otros senderos hechos por el ganado. Atravesamos un tramo de bosquete de densa acebera, hasta encontrar una escondida fuente con abrevadero (de las que antiguamente hacia el desaparecido ICONA).
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Alcanzamos el centro la vallina, algo ms despejada de vegetacin, y por ella bajamos hasta el asentamiento de la antigua majada La Braa [Cota 1.090 m. 11: 11:00 h. - Km. 7,3] 7,3], en la que apenas quedan algunas diseminadas piedras y restos de los muros de las cabaas.
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En la parte baja de la majada, donde la vegetacin y el bosque parecen querer hacerse ms densos, tenemos que localizar un punto clave, que nos va a servir como clara referencia para encontrar el sendero por el que tenemos que proseguir. Se trata concretamente de una gran piedra, con forma cuadrada, como de dado, y sobre la que nace un rbol.
Pasamos junto a la misma y hacia la margen derecha tenemos que buscar el sendero que se adentra otra vez por entre densa vegetacin, hacia el interior de un bosque.
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El sendero, en ocasiones muy precario, difuminado o casi inexistente, sin embargo en otras est muy marcado, casi labrado en el terreno.
El terreno se vuelve ms escarpado, y algo ms abrupto, teniendo que afrontar por aqu un pequeo paso dificultoso.
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11.- .. hasta llegar a la Pasada La Muezca [Cota 1.120 m. 11: 11:20 h. - Km. 7,8] 7,8]. Este es un increble balcn, un espectacular mirador hacia cualquier lado que dirijamos la vista. Atrs podemos ver la campera de la majada Xabugu y el recorrido para llegar hasta la majada La Braa.
Hasta aqu la ruta ha discurrido por toda esta ladera oriental de la Sierra Forcada, atravesando y dejando atrs zonas boscosas y otras de densa vegetacin de monte bajo, pero a partir de aqu entramos en la Sierra de Braapiueli, con un tipo de paisaje totalmente distinto, en donde predomina la vegetacin de brezo y escobera que aflora entre el roquedo, y con escasez de zona arbolada. A
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partir de aqu el camino se hace ms claro y evidente; y al fondo podemos empezar a vislumbrar la nevada silueta de la Pea El Viento.
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El terreno por aqu tambin es algo ms escabroso, pero sin dificultad alguna. La visin de la imponente mole del Cantu El Oso nos acompaa en todo momento.
Podemos apreciar que el contraste paisajstico entre lo que hemos dejado atrs, y lo que tenemos por delante es realmente asombroso. Son dos tipos de belleza totalmente distintas.
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Como se puede ver el sendero en este tramo es bien cmodo y sin que ofrezca ninguna dificultad.
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Pero momentos despus lo dejamos para alcanzar la despejada Collada La Vara [Cota 1.110 m. 11: 11:55 h. - Km. 8,9] 8,9], en la que apreciamos restos de lo que pudo ser un pequeo chozo o corro.
Toca ahora afrontar otro tramo difcil y complicado, pues el sendero desaparece casi por completo, engullido por la vegetacin. Sin embargo, desde aqu, y segn las indicaciones del excepcional gua que tenemos hoy, nuestro amigo Pancho, podemos adivinar el lugar hacia el que tenemos que dirigirnos a continuacin, el Collan de Madreeros. Tenemos que bajar por esta empinada ladera.
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Por el camino nos encontramos esta sorpresa. Los restos de un ciervo, consecuencia posiblemente de la berrea que acaba de terminar este otoo.
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que a modo de grieta se abre paso a travs de este espoln rocoso. Resear como referencia de este paso las dos hayas que crecen a la entrada del collado, y un texu que crece entre las hendiduras de la pea de la parte de abajo.
Desde el collan parece arrancar un senderillo que continua faldeando por la ladera, pero siguiendo las indicaciones del experto gua no debemos seguirlo y tenemos que tirarnos ladera abajo, como indica la flecha de la fotografa, abrindonos paso entre la maraa de vegetacin y zarzas.
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16.- Hasta encontrar este otro mgico y escondido paso entre las peas [paso en collado-1], casi excavado en la roca, con una armadura levantada sobre las races y el tronco de otro vetusto texu.
Lo traspasamos y volvemos a tener que echarnos ladera abajo, aunque ahora la vegetacin con la que nos tenemos que enfrentar es menos agresiva.
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El descenso se suaviza, al tiempo que comenzamos a adentrarnos en otro de esos fantsticos bosques de hayas, con ejemplares nicos como ste.
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En este otro paso nos encontramos con unos postes de madera trabajados, restos de lo que pudiera haber sido una portilla que regulaba el transito del ganado.
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20.- Proseguimos
la marcha junto al cauce del ro, comenzando a remontarlo y adentrndonos en la foz, siendo ste quizs el paraje ms bonito y virgen de la ruta que estamos haciendo hoy, y uno de los que hasta ahora haya podido ver y recorrer.
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No encontramos rastro alguno de camino o sendero, por lo que ocasiones tenemos que subir por el mismo cauce del arroyo.
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Las fotos no hacen justicia a lo que realmente perciben nuestros ojos y el resto de nuestros sentidos. Y caminar por aqu es como sentir que el tiempo se ha parado, que nos hemos trasladados a otro mundo o a otro tiempo, a la prehistoria; olvidndose uno por completo de las preocupaciones y el ajetreo de la vida diaria.
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[Cota
Vamos remontando hacia la cabecera del arroyo, llegando un momento donde el seguir avanzando por el cauce resulta ms complicado, por lo que optamos por seguir por la ladera de la margen derecha, encontrndonos en ocasiones con trazas de sendero que suponemos estn hechos por el ganado.
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En la subida pasamos por sitios donde en el suelo se acumulan enormes troncos de rboles abatidos por el viento.
22.- Atravesamos zonas boscosas, matas de acebo, felechales. Y como volvemos otra vez a ganar altura, comenzamos nuevamente a vislumbrar en el horizonte la Sierra de Pries y Les Planes, el Cantu El Oso.
Un frondoso bosque de acebos cubre toda esta zona de la cabecera del arroyo, pudiendo distinguir al otro lado las extensas praderas sobre las que se asientan las cabaas de la majada La Roza.
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Luego la marcha prosigue la ascensin atravesando por los lmites inferiores de un pedregal.
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Algo ms arriba del punto medio de la misma, al pie del tronco de este rbol seco (del que algunos dicen que se parece al
rbol del ahorcado), hacemos la parada para comer el bocadillo y reponer fuerzas.
en cuyo extremo occidental estn las cabaas de la majada, que por lo que podemos comprobar de lejos, ya que no llegamos a acercarnos, la mayora estn en total ruina y deterioro.
Km.
12,2] 12,2],
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25.- Cuando comenzamos a acercarnos a la empinada ladera de la sierra, abandonamos el sendero por el que venamos para girar la marcha hacia la izquierda, para afrontar esta subida hasta el collado que vemos al fondo.
Esta corta nos brinda unas excelentes vistas sobre la Sierra de Corteguero, y las vegas anexas a la majada de Braapiueli.
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26.- Llegamos al Collu Sendn [Cota 1.573 m. 15: 15:02 h. - Km. 13,2] 13,2], paso natural y ancestral de
esta Sierra de Braapiueli que comunicaba las vegas y majadas situadas en la vertiente Norte, con las otras ubicadas en la vertiente Sur. Ante nosotros se despliega la Sierra de La Canalina, con sus prominentes picos como si fueran dientes de sierra. De izquierda a derecha tenemos: el pico La Pelacera, la coll de Atambos, el pico Atambos, la coll de Zampudia, el Visu La Grande.
Hasta ahora no habamos encontrado ni una gota de nieve, sin embargo, en estas laderas que miran al Norte se acumula una fina capa.
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Iniciamos la bajada por el ancho camino que atraviesa el collado, llevndonos inicialmente en direccin Oeste para salvar los verticales paredones que la sierra tiene hacia este lado.
Durante este descenso podemos contemplar la crestera de la Pea de Braapiueli, la majada de La Cabritera asentada sobre el canchal (pedregal) que se ha ido formando a la sombra de la sierra, y el pequeo collado de La Cabritera hacia el que nos dirigiremos posteriormente, y que pasa casi disimulado.
27.- Tras trazar varias vueltas por esta nevada ladera, llegamos junto a la nica cabaa existente en la majada La Cabritera [Cota 1.428 m. 15: 15:24 h. / 15:34 h. - Km. 13,9] 13,9], que an se mantiene en pie aunque ya bastante maltrecha; y parece ser usada ms como cuadra para el ganado.
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En vista de que hasta ahora parece ser que no habamos encontrado el lugar propicio para sacarnos la consabida foto de Grupo, aprovechamos para hacrnosla aqu, parando nicamente el tiempo imprescindible para tal menester, pues todava quedaba an un buen trecho de ruta. Sin embargo Marcelo y Alex, ambos con lo que parecan sendos procesos gripales en pleno proceso de efervescencia, y con las facultades fsicas bastante mermadas, optaron por tomar la va directa de retorno hasta Belerda a travs del valle, sin hacer ningn rodeo ms.
TRAMO IV: DE LA MAJADA LA CABRITERA A BELERDA
SALIDA DE: LLEGADA A: TIEMPO EMPLEADO: (incluidas las paradas)
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El resto proseguimos con el itinerario previamente marcado que pasaba por ascender hacia el Collu de La Cabritera, as que hacia all enfilamos nuestros pasos.
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Y as llegamos al Collu La Cabritera [Cota 1.458 m. 15: 15:50 h. - Km. 14,7] 14,7], un buen lugar para contemplar desde un ngulo distinto esta amplia cabecera del valle y arroyo Vallines, que va a tributar sus aguas al ro Monasterio.
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El motivo de desviarnos por aqu era porque parece ser que por este otro valle haba tambin un precioso bosque, principalmente de hayas, que pudiera merecer la pena conocer. Y la verdad que tampoco nos defraud.
Aunque la idea original era haber cogido un precario sendero que por lo visto iba atravesando por la zona alta de estos valles de Verdes de Ruazo, pero las circunstancias hicieron que nos metiramos por ms abajo atravesando por mitad del bosque, sin encontrar trazas de un sendero o cosa que se le pareciese.
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Un denso hayedo en mitad del cual tambin pudimos encontrar algn que otro aislado ejemplar de tejo. Una zona totalmente virgen, desconocida y apenas pisada.
Fuimos buscando en la medida de lo posible las zonas de bosque ms limpias, transitables y con menor pendiente.
En la zona intermedia del bosque comenzamos a encontrarnos alguna que otra despejada campera que nos permita avanzar con mayor rapidez.
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31.- Echamos un
vistazo atrs y contemplamos los increbles parajes que vamos dejando a nuestras espaldas.
El bosque se abriendo cada vez ms y va dejando paso a zonas de pradera, por la que salimos a la majada El Gaviln (enlace con la pista) [Cota 1.075 m. 16: 16:42 h. - Km. 16,5] 16,5], donde enlazamos con el ancho camino que prosigue valle abajo
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Llegando a la majada Bories volvemos a reencontrarnos con la imagen del Cantu El Oso, que nos acompa la mayor parte de la jornada. Unas decenas de metros ms abajo salimos nuevamente a Tablao
[Cota 924 m. 17: 17:22 h. - Km. 19,3] 19,3],
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donde est el paso canadiense por donde a primeras horas de la maana tomamos el desvo hacia la majada de Llucencies. Y finalmente, cuando ya casi est punto de comenzar a oscurecer llegamos a Belerda [Cota 640 m. 18: 18:00 h. - Km. 21,8] 21,8]. Partimos por la maana con las primeras luces del da, y llegamos a la tarde con las primeras sombras de la noche.
ADVERTENCIA:
Por los motivos que posteriormente enumerar, no aconsejamos ni recomendamos la realizacin de esta ruta tal y como nosotros la hemos llevado a cabo, y como se describe en el presente artculo; a no ser que ya se tenga una amplia experiencia y conocimientos de la montaa, y se vaya dotado de los medios oportunos que propicien llevar a buen trmino la misma: mapa detallado de la zona en el que vaya reflejado el itinerario a seguir, junto con las reseas y referencias que ayuden a la localizacin de caminos y senderos; y G.P.S. con el correspondiente track. Los motivos son los siguientes: 1.- La zona por donde discurre la ruta est dentro de los lmites del Parque Natural de Redes, y a su vez dentro de lo que se cataloga como zona de uso restringido especial. 2.- Se trata de una ruta muy larga y exigente, pues hay que recorrer casi 22 km., con un desnivel acumulado de ms de 1.200 m., y teniendo que emplear como mnimo diez horas. 3.- La intrincada orografa del terreno, en muchos tramos y zonas sin que existan caminos, ni tan siquiera senderos, y con una densa vegetacin que la hace casi intransitable. Adems hay que tener en cuenta que la actividad ganadera, que era la que propiciaba que este tipo de zonas se mantuviera ms o menos limpia y conservada, y mantena a raya la invasin descontrolada de monte bajo, piornal, cotoyas y dems, est cayendo en los ltimos aos en franco declive. De tal manera que un lugar que ahora pudiera ser perfectamente transitable, quizs dentro de dos o tres aos ya no se pueda pasar por l. 4.- Una gran parte del recorrido se lleva a cabo por el interior de zonas boscosas que contribuyen tambin a dificultar la orientacin visual. 5.- Existen varios puntos que se pueden considerar crticos o conflictivos, debido a la especial dificultad que puede conllevar encontrar la continuidad del sendero adecuado; como pudiera ser en la majada de La Trapa, majada de La Braa, collan de Madreeros, los pasos por los collados 1 y 2, y atravesar el bosque de Las Verdes de Ruazo.
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De cualquiera de las maneras, siempre se ha de tener en cuenta que este artculo es un relato personal de un recorrido de montaa realizado en un lugar y fecha concretos y determinados, y que tiene como finalidad nica y exclusiva describir el entorno por el que nos hemos movido, y plasmar las impresiones que el mismo nos ha producido, por lo que en modo alguno ha de ser considerado como una gua. Declinando en consecuencia cualquier tipo de responsabilidad por las posibles consecuencias que pudieran surgir al realizar el mismo trayecto o itinerario tomando como referencia el presente artculo, cayendo por tanto dicha responsabilidad sobre la persona o personas que la llevaran a cabo.
MAPA GENERAL DEL TRAZADO DEL ITINERARIO DE LA RUTA
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