Tratados de Derecho Internacional Privado - Jaime Prudencio Cosio
Tratados de Derecho Internacional Privado - Jaime Prudencio Cosio
Tratados de Derecho Internacional Privado - Jaime Prudencio Cosio
PROLOGO
Esta misma casa editorial, a mediados del año 1971, publicó la obra de que soy autor:
"Curso de Derecho Internacional Privado". En lo fundamental dicho trabajo ha sido
realizado para ayudar en los estudios de la materia a los universitarios que siguen la carrera
del derecho, pues, el libro ha sido proyectado conforme al programa oficial de la Facultad
de Derecho de La Paz. Comprende cuatro libros, el Libro Primero, bajo el título de "Parte
General" abarca principalmente el estudio de la teoría estatutaria, materia fundamental para
la comprensión científica del derecho internacional privado. El Libro Segundo comprende
el estudio del derecho civil internacional. El Libro Tercero, está destinado al derecho penal
internacional, Finalmente, el Libro Cuarto estudia el derecho procesal internacional. En la
obra, sobre tales bases, no sólo se ha expuesto la doctrina o la teoría de las materias
indicadas, sino que, al mismo tiempo, se han dado algunas de las más importantes
soluciones positivas comprendidas en diversos códigos, tratados y acuerdos internacionales
a modo de dar la más completa exposición a los temas estudiados. Ahora, al presente, en
ésta compilación que se publica podrá obtenerse con facilidad el texto original y completo
de las referidas soluciones positivas. De modo que, este segundo trabajo interesa no sólo a
los universitarios, sino también a los profesionales abogados y a los estudiosos del derecho
internacional privado en general. Bien se dijo que "el desarrollo de la norma de derecho se
encuentra internacionalmente en una fase crítica, en la que la actividad del profesorado y de
los artífices del derecho pueden tener una influencia decisiva sobre el futuro desarrollo
conjunto del sistema jurídico internacional". A dicha finalidad obedecen nuestros trabajos
sobre una disciplina jurídica tan compleja como es el derecho internacional privado.
II
Es evidente que en un principio se había pensado que dicho Congreso pudiera reunir a la
totalidad de los países de América; más, como estableció Quirno Costa, entonces Ministro
de Relaciones Exteriores de Argentina, "si el Congreso fuera de todas las naciones del
Continente, tendríamos que denominarlo Congreso Americano, como es natural, más temo
en la posibilidad de un fracaso malográndose asi una idea que realizada entre los Estados
sudamericanos podría ser más tarde aceptada por otras naciones".
Así fue efectivamente, pues, no todos pudieron enviar sus representantes y sólo se
reunieron en Montevideo, la Argentina, representada por Roque Saenz Peña y Manuel
Quintana; Bolivia, representada por el doctor Santiago Vaca Guzmán; Brasil, representado
por Domingo de Andrade Figueira; Chile, por Guillermo Matta y Belisario Prats; Paraguay,
representado por Benjamín Acebal y José Z. Caminos; el Perú, por Cesáreo Chacaltana y
Manuel María Galvez, y, finalmente, el Uruguay por Gonzalo Ramírez e Ildefonso García
Lagos.
Y bien, ¿cuál fue la idea predominante en torno a la realización de dicho Congreso?. ¿Se
pensó en ir a la unificación legislativa, a la ley única para todos los países, obra que
equivaldría a la codificación internacional del derecho privado? O, contrariamente, ¿se
pretendió el camino de la "armonía en la diversidad legislativa" por medio de la unificación
de las normas de derecho internacional privado, normas electivas o indicativas de leyes,
labor que a su vez equivaldría a la codificación del derecho internacional privado? Bien se
sabe que uno u otro camino son total y absolutamente distintos.
Desde luego, en el Protocolo acordando la celebración del Congreso se dijo que, "después
de reconocer la falta de unidad que existe en las legislaciones de los diversos países y
persuadidos de la importancia de remover los obstáculos que esa diferencia ofrece en
muchos casos, todo lo que desaparecerá desde el momento en que una legislación uniforme
facilite las relaciones civiles entre los particulares o se establezca la ley común que dirima
el conflicto en el caso de no poder suprimirse".
Como se dice en la obra de Romero del Prado, según el anotado Protocolo acordando la
celebración del Congreso, lo que éste debía procurar era, por medio de un Tratado, hacer
desaparecer la diversidad legislativa mediante la unidad o uniformidad y en caso de no
poder suprimirse o no lograrse aquella, entonces, recién, procurar la armonía, es decir
establecer normas comunes de derecho internacional privado que diriman los conflictos
provocados por la diversidad de las leyes o legislaciones de los distintos países invitados.
Los demás Estados participantes hicieron conocer también sus respuestas, unos con clara
visión del objetivo a que estaba llamado el Congreso de Montevideo y otros sin
pronunciarse en forma definida y concreta. Finalmente, luego de doctas discusiones el
Congreso tomó el rumbo adecuado al proyectar sus deliberaciones y su labor prescindiendo
de todo propósito de unificación legislativa y procurando -como lo hizo- concretar
acuerdos, normas o disposiciones que simplemente diriman o resuelvan los conflictos
creados por la diversidad legislativa.
III
El "Código Bustamante" tiene 437 artículos que componen un Título Preliminar y Cuatro
Libros. El Título Primero se refiere a la condición jurídica de los extranjeros, clasificación
de las leyes, ciertos preceptos y reglas que son considerados de orden público internacional,
de las calificaciones, de las leyes personales y del respeto de los derechos adquiridos.
Desde el punto de vista de los principios adoptados por el derecho internacional privado -
domicilio y nacionalidad- el Código aporta un otro elemento, el de la "ley personal" que en
si mismo no es una solución directa, pues, ella se refiere bien a la ley del domicilio, bien a
la ley de la nacionalidad, según sea el principio adoptado por la legislación interna de cada
país. Así, entendemos que, cuando en Bolivia por ejemplo -en aplicación del Código
Bustamante encontramos la expresión de "ley personal" se está refiriendo sin duda directa y
exclusivamente a la "ley del domicilio" que es el principio jurídico que en la materia ha
sido aceptado. Para unos, como parecería ser el caso, la "ley personal" es la solución
salomónica que pondría fin al entredicho secular entre los principios del domicilio y de la
nacionalidad. Para otros, se considera que el principio particularmente adoptado por el
Código es innecesariamente contemporizador, primero, porque en América Latina apenas si
alcanzan a poco más de tres los países que han adoptado el principio de la "ley de la
nacionalidad", frente a la gran mayoría de Estados Americanos que han adoptado el
principio de la "ley del domicilio". Además, debe agregarse a lo dicho -teniendo en cuenta
los antecedentes jurídicos que son conocidos en la materia- que sería gravemente
inconveniente a los intereses latinoamericanos la adopción de la "ley nacional". Sabemos
que sus consecuencias, en la hora presente, podrían atentar la estructura misma de los aun
jóvenes Estados Americanos. En todo caso, por ahora, la adopción de la "ley personal" ha
logrado al menos la unificación de criterios para la vigencia de una obra continental que en
sí es el gran mérito del Código Bustamante y la genial concepción de su distinguido autor.
De otro modo, se habría hecho imposible una obra continental de tanta magnitud.
Jaime Prudencio C.
TRATADOS DE MONTEVIDEO DE 1889
TITULO I
DE LAS PERSONAS
Artículo 1º.- La capacidad de las personas se rige por las leyes de su domicilio.
Artículo 4º.- La existencia y capacidad de las personas jurídicas de carácter privado se rige
por las leyes del país en el cual han sido reconocidas como tales.
El carácter que revisten las habilita plenamente para ejercitar fuera de su institución todas
las acciones y derechos que les corresponden.
TITULO II
DEL DOMICILIO
Artículo 5º.- La ley del lugar en el cual reside la persona determina las condiciones
requeridas para que la residencia constituya domicilio.
Artículo 6º.- Los padres, tutores y curadores tienen su domicilio en el territorio del Estado
por cuyas leyes se rigen las funciones que desempeñan.
Artículo 9º.- Las personas que no tuvieren domicilio conocido lo tienen en el lugar de su
residencia.
TITULO III
DE LA AUSENCIA
Artículo 1º.- Los efectos jurídicos de la declaración de ausencia respecto de los bienes del
ausente, se determinan por la ley del lugar en que esos bienes se hallan situados.
Las demás relaciones jurídicas del ausente seguirán gobernándose por la ley que
anteriormente las regía.
TITULO IV
DEL MATRIMONIO
Artículo 11.- La capacidad de las personas para contraer matrimonio, la forma del acto y la
existencia y validez del mismo, se rigen por la ley del lugar en que se celebra.
Sin embargo, los Estados signatarios no quedan obligados a reconocer el matrimonio que se
hubiere celebrado en uno de ellos cuando se halle afectado de alguno de los siguientes
impedimentos: a) Falta de edad de alguno de los contrayentes, requiriéndose como
mínimum catorce años cumplidos en el varón y doce en la mujer; b) Parentesco en línea
recta por consanguinidad o afinidad, sea legítimo o ilegítimo; c) Parentesco entre hermanos
legítimos o ilegítimos; d) Haber dado muerte a uno de los cónyuges, ya sea como autor
principal o como cómplice, para casarse con el cónyuge supérstite; e) El matrimonio
anterior no disuelto legalmente.
Artículo 12.- Los derechos y deberes de los cónyuges en todo cuanto afecta sus relaciones
personales, se rigen por las leyes del domicilio matrimonial.
Si los cónyuges mudaren de domicilio, dichos derechos y deberes se regirán por las leyes
del nuevo domicilio.
TITULO V
DE LA PATRIA POTESTAD
Artículo 14.- La patria potestad, en lo referente a los derechos y deberes, se rige por la ley
del lugar en que se ejercita.
Artículo 15.- Los derechos que la patria potestad confiere a los padres sobre los bienes de
los hijos así como su enajenación y demás actos que los afecten, se rigen por la ley del
Estado en que dichos bienes se hallan situados.
TITULO VI
DE LA FILIACION
Artículo 16.- La ley que rige la celebración del matrimonio determina la filiación legitima y
la legitimación por subsiguiente matrimonio.
Artículo 17.- Las cuestiones sobre legitimidad de la filiación, ajenas a la validez o nulidad
del matrimonio, se rigen por la ley del domicilio conyugal en el momento del nacimiento
del hijo.
Artículo 18.- Los derechos y obligaciones concernientes a la filiación ilegítima se rigen por
la ley del Estado en el cual hayan de hacerse efectivos.
TITULO VII
DE LA TUTELA Y CURATELA
Artículo 19.- El discernimiento de la tutela y curatela se rige por la ley del lugar del
domicilio de los incapaces.
Artículo 20.- El cargo de tutor o curador discernido en alguno de los Estados signatarios,
será reconocido en todos los demás.
Artículo 21.- La tutela y curatela, en cuanto a los derechos y obligaciones que imponen, se
rigen por la ley del lugar en que fue discernido el cargo.
Artículo 22.- Las facultades de los tutores y curadores de los bienes que los incapaces
tuvieren fuera del lugar de su domicilio se ejercitarán conforme a la ley del lugar en que
dichos bienes se hallan situados.
Artículo 23.- La hipoteca legal que las leyes acuerdan a los incapaces sólo tendrá efecto
cuando la ley del Estado en el cual se ejerce el cargo de tutor o curador concuerde con la de
aquel en que se hallan situados los bienes afectados por ella.
TITULO VIII
DISPOSICIONES COMUNES A LOS TITULOS IV, V Y VII
Artículo 24.- Las medidas urgentes que conciernen a las relaciones personales entre
cónyuges, al ejercicio de la patria potestad y a la tutela y curatela, se rigen por la ley en que
residen los cónyuges, padres de familia, tutores y curadores.
Artículo 25.- La remuneración que las leyes acuerdan a los padres, tutores y curadores y la
forma de la misma, se rige y determina por la ley del Estado en el cual fueron discernidos
tales cargos.
TITULO IX
DE LOS BIENES
Artículo 26.- Los bienes, cualquiera que sea su naturaleza, son exclusivamente regidos por
la ley del lugar donde existen en cuanto a su calidad, a su posesión, a su enajenabilidad
absoluta o relativa y a todas las relaciones de derecho de carácter real de que son
susceptibles.
Artículo 29.- Los derechos creditorios se reputan situados en el lugar en que la obligación
de su referencia debe cumplirse.
Artículo 30.- El cambio de situación de los bienes muebles no afecta los derechos
adquiridos con arreglo a la ley del lugar donde existían al tiempo de su adquisición.
Sin embargo, los interesados están obligados a llenar los requisitos de fondo o de forma
exigidos por la ley del lugar de la nueva situación para adquisición o conservación de los
derechos mencionados.
Artículo 31.- Los derechos adquiridos por terceros sobre los mismos bienes, de
conformidad a la ley del lugar de nueva situación después del cambio operado y antes de
llenarse los requisitos referidos, priman sobre los del primer adquirente.
TITULO X
DE LOS ACTOS JURIDICOS
Artículo 32.- La ley del lugar donde los contratos deben cumplirse decide si es necesario
que se hagan por escrito y la calidad del documento correspondiente.
Artículo 34.- En consecuencia, los contratos sobre cosas ciertas o individualizadas se rigen
por la ley del lugar don de ellas existían al tiempo de su celebración.
Los que recaigan sobre cosas determinadas por su género, por la del lugar del domicilio del
deudor al tiempo en que fueron celebrados.
Los referentes a cosas fungibles, por la del lugar del domicilio del deudor al tiempo de su
celebración.
Los que versen sobre prestación de servicios: a) Si recaen sobre cosas por la del lugar
donde ellas existían al tiempo de su celebración; b) Si su eficacia se relaciona con algún
lugar especial, por la de aquel donde hayan de producir sus efectos; c) Fuera de estos casos,
por la del lugar del domicilio del deudor al tiempo de la celebración del contrato.
Artículo 35.- El contrato de permuta sobre cosas situadas en distintos lugares, sujetos a
leyes disconformes, se rige por la del domicilio de los contrayentes si fuese común tiempo
de celebrarse la permuta y por la del lugar en que la permuta se celebró, si el domicilio
fuese distinto.
Artículo 36.- Los contratos accesorios se rigen por la ley de la obligación principal de su
referencia.
Artículo 38.- Las obligaciones que nacen sin convención se rigen por la ley del lugar donde
se produjo el hecho lícito o ilícito de que proceden.
Artículo 39.- Las formas de los instrumentos públicos se rigen por la ley del lugar en que se
otorgan.
Los instrumentos privados, por la ley del lugar del cumplimiento del contrato respectivo.
TITULO XI
DE LAS CAPITULACIONES MATRIMONIALES
Artículo 40.- Las capitulaciones matrimoniales rigen las relaciones de los esposos respecto
de los bienes que tengan al tiempo de celebrarlas y de los que adquieran posteriormente, en
todo lo que no esté prohibido por la ley del lugar de su situación.
Artículo 41.- En defecto de capitulaciones especiales, en todo lo que ellas no hayan previsto
y en todo lo que no esté prohibido por la ley del lugar de la situación de los bienes, las
relaciones que los esposos sobre dichos bienes, se rigen por la ley del domicilio conyugal
que hubieren fijado, de común acuerdo, antes de la celebración del matrimonio.
Artículo 43.- El cambio de domicilio no altera las relaciones de los esposos en cuanto a los
bienes, ya sean adquiridos antes o después del cambio.
TITULO XII
DE LAS SUCESIONES
Artículo 44.- La ley del lugar de la situación de los bienes hereditarios, al tiempo de la
muerte de la persona de cuya sucesión se trate, rige la forma del testamento.
Esto no obstante el testamento otorgado por acto público en cualquiera de los Estados
contratantes será admitido en todos los demás.
Artículo 45.- La misma ley de la situación rige: a) La capacidad de la persona para testar; b)
La del heredero o legatario para suceder; c) La validez y efectos del testamento; d) Los
títulos y derechos hereditarios de los parientes y del cónyuge supérstite; e) La existencia y
proporción de las legitimas; f) La existencia y monto de los bienes reservables; g) En suma,
todo lo relativo a la sucesión legítima o testamentaria.
Artículo 46.- Las deudas que deban ser satisfechas en alguno de los Estados contratantes
gozarán de preferencia sobre los bienes allí existentes al tiempo de la muerte del causante.
Artículo 48.- Cuando las deudas deben ser canceladas en algún lugar en que el causante no
haya dejado bienes, los acreedores exigirán su pago proporcionalmente sobre los bienes
dejados en otros lugares, con la misma salvedad establecida en el artículo precedente.
Artículo 49.- Los legados de bienes determinados por su género y que no tuvieren lugar
designado para su pago, se rigen por la ley del lugar del domicilio del testador al tiempo de
su muerte, se harán efectivos sobre los bienes que deje en dicho domicilio y, en defecto de
ellos o por su saldo, se pagarán proporcionalmente de todos los demás bienes del causante.
Articulo 50.- La obligación de colacionar se rige por la ley de la sucesión en que ella sea
exigida.
Si la colación consiste en algún bien raíz o mueble, se limitará a la sucesión de que ese bien
dependa.
Cuando consista en alguna suma de dinero, se repartirá entre todas las sucesiones a que
concurre el heredero que deba la colación proporcionalmente a su haber en cada una de
ellas.
TITULO XIII
DE LA PRESCRIPCION
Artículo 51.- La prescripción extintiva de las acciones personales se rige por la ley a que las
obligaciones correlativas están sujetas.
Artículo 52.- La prescripción extintiva de acciones reales se rige por la ley del lugar de la
situación del bien gravado.
Artículo 53.- Si el bien gravado fuese mueble y hubiese cambiado de situación, la
prescripción se rige por la ley del lugar en que se haya completado el tiempo necesario para
prescribir.
Artículo 54.- La prescripción adquisitiva de bienes muebles o inmuebles se rige por la ley
del lugar en que están situados.
TITULO XIV
DE LA JURISDICCION
Artículo 56.- Las acciones personales deben entablarse ante los jueces del lugar a cuya ley
está sujeto el acto jurídico materia del juicio.
Podrán entablarse igualmente ante los jueces del domicilio del demandado.
Artículo 57.- La declaración de ausencia debe solicitarse ante el Juez del último domicilio
del presunto ausente.
Artículo 58.- El juicio sobre capacidad o incapacidad de las personas para el ejercicio de los
derechos civiles debe seguirse ante el Juez de su domicilio.
Artículo 59.- Las acciones que procedan del ejercicio de la patria potestad y de la tutela y
curatela sobre la persona de los menores e incapaces y de estos contra aquellos, se
ventilarán, en todo lo que les afecte personalmente, ante los tribunales del país en que estén
domiciliados los padres, tutores o curadores.
Articulo 60.- Las acciones que versen sobre la propiedad, enajenación o actos que afecten
los bienes de los incapaces, deben ser deducidas ante los jueces del lugar en que esos bienes
se hallan situados.
Artículo 61.- Los jueces del lugar en el cual fue discernido el cargo de tutor o curador son
competentes para conocer del juicio de rendición de cuentas.
Artículo 62.- El juicio sobre nulidad, del matrimonio, divorcio, disolución y en general
todas las cuestiones que afecten las relaciones personales de los esposos se iniciarán ante
los jueces del domicilio conyugal.
Artículo 63.- Serán competentes para resolver las cuestiones que surjan entre esposos sobre
enajenación u otros actos que afecten los bienes matrimoniales los jueces del lugar en que
están ubicados esos bienes.
Artículo 64.- Los jueces del lugar de la residencia de las personas son competentes para
conocer de las medidas a que se refiere el Artículo 24.
Artículo 65.- Los juicios relativos a la existencia y disolución de cualquiera sociedad civil
deben seguirse ante los jueces del lugar de su domicilio.
Artículo 66.- Los juicios a que dé lugar la sucesión por causa de muerte se seguirán ante los
jueces de los lugares en que se hallen situados los bienes hereditarios.
Artículo 67.- Las acciones reales y las denominadas mixtas deben ser deducidas ante los
jueces del lugar en el cual exista la cosa sobre la que la acción recaiga.
Si comprendieren cosas situadas en distintos lugares, el juicio debe ser promovido ante los
jueces del lugar de cada una de ellas.
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 69.- Hecho el canje en la forma del Artículo anterior, este Tratado quedará en
vigor desde ese acto por tiempo indefinido.
Artículo 70.- Si alguna de las Naciones signatarias creyese conveniente desligarse del
Tratado o introducir modificaciones en él, lo avisará a las demás; pero no quedará desligada
sino dos años después de la denuncia, término en que se procurará llegar a un nuevo
acuerdo.
Artículo 71.- El Artículo 68 es extensivo a las Naciones que, no habiendo concurrido a este
Congreso, quisieran adherirse al presente Tratado.
ANEXOS:
Y por cuanto el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres;
Por tanto; ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado en
su artículo ochenta y nueve, atribución primera, ratifica el Tratado preinserto, empeña a su
cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se le tenga y cumpla como Ley de la
República.
NOTAS:
1.- Aprobaron este Tratado además de Bolivia, Argentina, mediante Ley Nº 3192, de 6 de
diciembre de 1894; Perú por Resolución Legislativa de 25 de octubre de 1889; Paraguay
por Ley de 3 de septiembre de 1889 y Uruguay, por Ley de 19 de octubre de 1892.
3.- Este Tratado se encuentra vigente entre Bolivia, Argentina, Colombia, Paraguay,
Uruguay y Perú.
FIRMADO EL 12 DE FEBRERO DE 1889 APROBADO POR LEY DE 5 DE NOVIEMBRE DE 1903 RATIFICADO Y PROMULGADO
POR LEY DE 25 DE FEBRERO DE 1904
TITULO I
DE LOS ACTOS DE COMERCIO Y DE LOS COMERCIANTES
Artículo 1º.- Los actos jurídicos serán considerados civiles o comerciales con arreglo a la
ley del país en que se efectúen.
Artículo 2º.- El carácter de comerciante de las personas se determina por la ley del país en
el cual tienen el asiento de sus negocios.
Artículo 3º.- Los comerciantes y agentes auxiliares del comercio están sujetos a las leyes
comerciales del país en que ejercen su profesión.
TITULO II
DE LAS SOCIEDADES
Artículo 4º.- El contrato social se rige tanto en su forma, como respecto a las relaciones
jurídicas entre los socios, y entre la sociedad y los terceros, por la ley del país en que ésta
tiene su domicilio comercial.
Artículo 5º.- Las sociedades o asociaciones que tengan carácter de persona jurídica se
regirán por las leyes del país de su domicilio; serán reconocidas de pleno derecho como
tales en los Estados, y como hábiles para ejercitar en ellos derechos civiles y gestionar su
reconocimiento ante los tribunales.
Artículo 6º.- Las sucursales o agencias constituidas en un Estado por una sociedad radicada
en otro se considerarán domiciliadas en el lugar en que funcionan y sujetas a la jurisdicción
de las autoridades locales, en lo concerniente a las operaciones que practiquen.
Artículo 7º.- Los jueces del país en que la sociedad tiene su domicilio legal son
competentes para conocer de los litigios que surjan entre los socios o que inicien los
terceros contra la sociedad.
Sin embargo, si una sociedad domiciliada en un Estado, realiza operaciones en otro, que
den mérito a controversias judiciales, podrá ser demandada ante los tribunales del último.
TITULO III
DE LOS SEGUROS TERRESTRES, MARITIMOS Y SOBRE LA VIDA
Artículo 8º.- Los contratos de seguros terrestres y de transporte por ríos o aguas interiores
se rigen por la ley del país en que está situado el bien objeto del seguro, en la época de su
celebración.
Artículo 9º.- Los seguros marítimos y sobre la vida se rigen por las leyes del país en que
está domiciliada la sociedad aseguradora o sus sucursales y agencias en el caso previsto en
el artículo 6º.
Artículo 10.- Son competentes para conocer de las reclamaciones que se deduzcan contra
las sociedades de seguros, los tribunales del país en que dichas sociedades tienen su
domicilio legal.
TITULO IV
DE LOS CHOQUES ABORDAJES Y NAUFRAGIOS
Artículo 11.- Los choques y abordajes de buques se rigen por la ley del país en cuyas aguas
se producen, y quedan sometidos a la jurisdicción de los tribunales del mismo.
Artículo 12.- Si los choques y abordajes tienen lugar en aguas no jurisdiccionales, la ley
aplicable será la de la nación de su matrícula.
Si los buques estuviesen matriculados en distintas naciones regirá la ley del Estado más
favorable al demandado.
Artículo 13.- En los casos de naufragios serán competentes las autoridades del territorio
marítimo en que tiene lugar el siniestro.
Si el naufragio ocurre en aguas no jurisdiccionales, conocerán los tribunales del país del
pabellón del buque o los del domicilio del demandado, en el momento de la iniciación del
juicio, a elección del demandante.
TITULO V
DEL FLETAMENTO
Artículo 14.- El contrato de fletamento se rige y juzga por las leyes y tribunales del país en
que está domiciliada la agencia marítima con la cual ha contratado el fletador.
Si el actor fuese el fletante, podrá entablar su demanda ante los tribunales del Estado en que
se encuentre domiciliado el fletador.
TITULO VI
DE LOS PRESTAMOS A LA GRUESA O A RIESGO MARITIMO
Artículo 16.- El contrato de préstamo a la gruesa se rige por la ley del país en que se hace el
préstamo.
Artículo 17.- Las sumas tomadas a la gruesa, por las necesidades del último vl aje, tienen
preferencia en el pago a las deudas contraídas para la construcción o compra del buque y al
dinero tomado a la gruesa en un viaje anterior.
Los préstamos hechos durante el viaje serán preferidos a los que se hicieren antes de la
salida del buque, y si fuesen muchos los préstamos tomados en el curso del mismo, se
graduará entre ellos la preferencia por el orden contrario de sus fechas, prefiriéndose el que
sigue al que precede.
Artículo 18.- Las cuestiones que se susciten entre el dador y el tomador serán sometidas a
la jurisdicción de los tribunales donde se encuentren los bienes sobre los cuales se ha
realizado el préstamo.
TITULO VII
DE LA GENTE DE MAR
Artículo 19.- Los contratos de ajuste de los oficiales y de la gente de mar se rigen por la ley
del país en que el contrato se celebra.
Artículo 20.- Todo lo concerniente al orden interno del buque y a las obligaciones de los
oficiales y gente de mar se rige por las leyes del país de su matrícula.
TITULO VIII
DE LAS AVERIAS
Artículo 21.- Las averías gruesas o comunes se rigen por la ley del país de la matrícula del
buque en que han ocurrido.
Artículo 22.- Las averías particulares se rigen por la ley aplicable al contrato de fletamento
de las mercaderías que las sufren.
Artículo 23.- Son competentes para conocer en los juicios de averías comunes, los jueces
del país del puerto en que termina el viaje.
Artículo 24.- Los juicios de averías se radicarán ante los tribunales del país en que se
entrege la carga.
Artículo 25.- Si el viaje se revoca antes de la partida del buque o si después de su salida se
viere obligado a volver al puerto de la carga, conocerán del juicio de averías los jueces del
país a que dicho puerto pertenece.
TITULO IX
DE LAS LETRAS DE CAMBIO
Artículo 26.- La forma del giro, del endoso, de la aceptación y del protesto de una letra de
cambio se sujetará a la ley del lugar en que respectivamente se realicen dichos actos.
Artículo 27.- Las relaciones jurídicas que resultan del giro de una letra entre el girador y el
beneficiario se regirán por la ley del lugar en que la letra ha sido girada; las que resultan
entre el girador y aquel a cuyo cargo se ha hecho el giro se regirán por la ley del domicilio
de este último.
Artículo 28.- Las obligaciones del aceptante con respecto al portador y las excepciones que
puedan favorecerle se regularán por la ley del lugar en que se ha efectuado la aceptación.
Artículo 29.- Los efectos jurídicos que el endoso produce entre el endosante y el cesionario
dependerán de la ley del lugar en que la letra ha sido negociada o endosada.
Artículo 30.- La mayor o menor extensión de las obligaciones de los respectivos endosantes
no altera los derechos que primitivamente han adquirido el girador y el aceptante.
Artículo 32.- Los efectos jurídicos de la aceptación por intervención se regirán por la ley
del lugar en que el tercero interviene.
Artículo 33.- Las disposiciones de éste Título rigen para los avales, billetes o pagarés de
comercio, en cuanto les sean aplicables.
Artículo 34.- Las cuestiones que surjan entre las personas que han intervenido en la
negociación de una letra de cambio se ventilarán ante los jueces del domicilio de los
demandados en la fecha en que se obligaron, o del que tengan en el momento de la
demanda.
TITULO X
DE LAS FALENCIAS
Artículo 35.- Son jueces competentes para conocer de los juicios de quiebra, los del
domicilio comercial del fallido, aun cuando la persona declarada en quiebra practique
accidentalmente actos de comercio en otra nación, o mantenga en ella agencias o sucursales
que obren por cuenta y responsabilidad de la casa principal.
Artículo 36.- Si el fallido tiene dos o más casas comerciales independientes en distintos
territorios, serán competentes para conocer del juicio de quiebra de cada una de ellas, los
tribunales de sus respectivos domicilios.
Artículo 37.- Declarada la quiebra en un país, en el caso del articulo anterior, las medidas
preventivas dictadas en ese juicio, se harán también efectivas sobre los bienes que el fallido
tenga en otros Estados, sin perjuicio del derecho que los artículos siguientes conceden a los
acreedores locales.
Artículo 38.- Una vez cumplidas las medidas preventivas por medio de las respectivas
cartas rogatorias, el juez exhortado hará publicar por el término de sesenta días avisos en
que dé a conocer el hecho de la declaración de quiebra y las medidas preventivas que se
han dictado.
Articulo 39.- Los acreedores locales podrán, dentro del plazo fijado en el artículo anterior, a
contar desde el día siguiente a la publicación de los avisos, promover un nuevo juicio de
quiebra contra el fallido en otro Estado, o concursado civilmente, si no procediese la
declaración de quiebra.
En tal caso, los diversos juicios de quiebra se seguirán con entera separación y se aplicarán
respectivamente en cada uno de ellos las leyes del país en que radican.
Artículo 40.- Entiéndese por acreedores locales, que corresponden el concurso abierto en un
país, aquellos cuyos créditos deben satisfacerse en el mismo.
Artículo 42.- En el caso en que se siga un sólo juicio de quiebra, porque así corresponda,
según lo dispuesto en el artículo 35, o porque los dueños de los créditos locales no hayan
hecho uso del derecho que les concede el artículo 39, todos los acreedores del fallido
presentarán sus títulos y harán uso de sus derechos ante el juez o tribunal que ha declarado
la quiebra.
Artículo 43.- Aun cuando exista un solo juicio de quiebra, los acreedores hipotecarios
anteriores a la declaración de la misma podrán ejercer sus derechos ante los tribunales del
país en que están radicados los bienes hipotecados o dados en prenda.
Lo dispuesto en el inciso anterior sólo tendrá efecto cuando la traslación de los bienes se
hayan realizado dentro del plazo de la retroacción de la quiebra.
Artículo 47.- La rehabilitación del fallido sólo tendrá lugar cuando haya sido pronunciada
en todos los concursos que se le sigan.
Artículo 48.- Las estipulaciones de este tratado en materia de quiebras se aplicarán a las
sociedades anónimas, cualquiera que sea la forma de liquidación que para dichas
sociedades establezcan los Estados contratantes, en el caso de suspensión de pagos.
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 50.- Hecho el canje en la forma del artículo anterior, este tratado quedará en vigor
desde ese acto por tiempo indefinido.
Artículo 51.- Si alguna de las naciones signatarias creyese conveniente desligarse del
tratado o introducir modificaciones a él, 10 avisará a las demás, pero no quedará desligada,
sino dos años después de la denuncia, término en que se procurará llegar a un nuevo
acuerdo.
Artículo 52.- El artículo 49 es extensivo a las naciones que, no habiendo concurrido a este
Congreso, quisieren adherirse al presente tratado.
ANEXOS:
Por cuanto, a los doce días del mes de febrero del año mil ochocientos ochenta y nueve, se
firmó en la ciudad de Montevideo, por Plenipotenciarios debidamente autorizados, un
Tratado sobre Derecho Comercial Internacional, celebrado entre las Repúblicas de Bolivia,
Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, en los siguientes términos:
..............................................................
Y por cuanto: el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres;
Por tanto; y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado
en su Artículo ochenta y nueve, atribución primera, ratifica el Tratado preinserto, empeña a
su cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se le tenga y cumpla como ley de la
República.
NOTAS:
FIRMADO EL 23 DE ENERO DE 1889 APROBADO POR LEY DE 5 DE NOVIEMBRE DE 1903 RATIFICADO Y PROMULGADO
POR LEY DE 25 DE FEBRERO DE 1904
TITULO I
DE LA JURISDICCION
Artículo 1º.- Los delitos, cualquiera que sea la nacionalidad del agente, de la víctima o del
damnificado, se juzgan por los tribunales y se penan por las leyes de la Nación en cuyo
territorio se perpetran.
Artículo 2º.- Los hechos de carácter delictuoso perpetrados en un Estado que serían
justiciables por las autoridades de éste, si en él produjeran sus efectos, pero que sólo dañan
derechos e intereses garantidos por las leyes de otro Estado, serán juzgados por los
tribunales y penados según las leyes de este último.
Artículo 3º.- Cuando un delito afecta a diferentes Estados, prevalecerá para juzgarlo la
competencia de los tribunales del país damnificado en cuyo territorio se capture al
delincuente.
Si el delincuente se refugiase en un Estado distinto de los damnificados, prevalecerá la
competencia de los tribunales del país que tuviese la prioridad en el pedido de extradición.
Artículo 4º.- En los casos del artículo anterior, tratándose de un sólo delincuente, tendrá
lugar un solo juicio, y se aplicará la pena más grave de las establecidas en las distintas leyes
penales infringidas.
Si la pena más grave no estuviera admitida por el Estado en que se juzgue el delito, se
aplicará la que más se le aproxime en gravedad.
El juez del proceso deberá, en estos casos, dirigirse al Poder Ejecutivo para que éste dé
conocimiento de su iniciación a los Estados interesados en el juicio.
Artículo 5º.- Cualquiera de los Estados signatarios podrá expulsar, con arreglo a sus leyes,
a los delincuentes asilados en su territorio, siempre que después de requerir a las
autoridades del país dentro del cual se cometió alguno de los delitos que autorizan la
extradición, no se ejercitase por éstas acción represiva alguna.
Artículo 6º.- Los hechos realizados en el territorio de un Estado, que no fueren pasibles de
pena según sus leyes, pero que estuviesen penados por la Nación en donde producen sus
efectos, no podrán ser juzgados por ésta, sino cuando el delincuente cayese bajo su
jurisdicción.
Rige la misma regla respecto de aquellos delitos que no autorizan la extradición de los reos.
Artículo 7º.- Para el juzgamiento y castigo de los delitos cometidos por cualquiera de los
miembros de una Legación, se observarán las reglas establecidas por el Derecho
Internacional Público.
Artículo 8º.- Los delitos cometidos en alta mar o en aguas neutrales, ya sea a bordo de
buques de guerra o mercantes, se juzgan y penan por las leyes del Estado a que pertenece la
bandera del buque.
Artículo 9º.- Los delitos perpetrados a bordo de los buques de guerra de un Estado, que se
encuentren en aguas territoriales de otro, se juzgan y penan con arreglo a las leyes del
Estado a que dichos buques pertenezcan.
También se juzgan y penan según las leyes del país a que los buques de guerra pertenecen,
los hechos punibles ejecutados fuera del recinto de éstos, por individuos de su tripulación o
que ejerzan algún cargo en ellos, cuando dichos hechos afecten principalmente el orden
disciplinario de los buques.
Artículo 10.- Los delitos cometidos a bordo de un buque de guerra o mercante en las
condiciones prescritas en el Artículo 29 serán juzgados y penados con arreglo a lo que
estatuye dicha disposición.
Artículo 11.- Los delitos cometidos a bordo de los buques mercantes, son juzgados y
penados por la Ley del Estado en cuyas aguas jurisdiccionales se encontraba el buque al
tiempo de perpetrarse la infracción.
Artículo 12.- Se declaran aguas territoriales, a los efectos de la jurisdicción penal, las
comprendidas en la extensión de cinco millas desde la costa de tierra firme e islas que
forman parte del territorio de cada Estado.
Artículo 13.- Los delitos considerados de piratería por el Derecho Internacional Público,
quedan sujetos a la jurisdicción del Estado bajo cuyo poder caigan los delincuentes.
Artículo 14.- La prescripción se rige por las leyes del Estado al cual corresponde el
conocimiento del delito.
TITULO II
DEL ASILO
Artículo 15.- Ningún delincuente asilado en el territorio de un Estado podrá ser entregado a
las autoridades de otro, sino de conformidad a las reglas que rigen la extradición.
Artículo 16.- El asilo es inviolable para los perseguidos por delitos políticos, pero la Nación
de refugio tiene el deber de impedir que los asilados realicen en su territorio actos que
pongan en peligro la paz pública de la Nación contra la cual han delinquido.
Artículo 17.- El reo de delitos comunes que se asilase en una Legación, deberá ser
entregado por el jefe de ella, a las autoridades locales, previa gestión del Ministerio de
Relaciones Exteriores, cuando no lo efectuase espontáneamente.
Dicho asilo será respetado con relación a los perseguidos por delitos políticos; pero el jefe
de la Legación está obligado a poner inmediatamente el hecho en conocimiento del
Gobierno del Estado ante el cual está acreditado, quien podrá exigir que el perseguido sea
puesto fuera del territorio nacional, dentro del más breve plazo posible.
El jefe de la Legación podrá exigir, a su vez, las garantías necesarias para que el refugiado
salga del territorio nacional, respetándose la inviolabilidad de su persona.
El mismo principio se observará con respecto a los asilados en los buques de guerra surtos
en aguas territoriales.
Esos desertores, cualquiera que sea su nacionalidad, deberán ser entregados por la autoridad
local, a pedido de la Legación, o en defecto de ésta, del agente consular respectivo, previa
la prueba de identidad de la persona.
TITULO III
DEL REGIMEN DE LA EXTRADICION
Artículo 19.- Los Estados signatarios se obligan a entregarse los delincuentes refugiados en
su territorio, siempre que concurran las siguientes circunstancias:
1º.- Que la Nación que reclama al delincuente tenga jurisdicción para conocer y fallar en
juicio sobre la infracción que motiva el reclamo;
3º.- Que la nación reclamante presente documentos, que según sus leyes autoricen la
prisión y el enjuiciamiento del reo;
4º.- Que el delito no esté prescripto con arreglo a la ley del país reclamante;
5º.- Que el reo no haya sido penado por el mismo delito ni cumplido su condena.
Artículo 20.- La extradición ejerce todos sus efectos sin que en ningún caso pueda
impedirla la nacionalidad del reo.
Artículo 21.- Los hechos que autorizan la entrega del reo son:
1º.- Respecto a los presuntos delincuentes, las infracciones que según la ley penal de la
Nación requeriente se hallen sujetos a una pena privativa de la libertad, que no sea menor
de dos años, u otra equivalente;
2º.- Respecto a los sentenciados, las que sean castigadas con un año de la misma pena como
mínimum.
Artículo 22.- No son susceptibles de extradición los reos de los siguientes delitos:
El duelo;
El adulterio;
Las injurias y calumnias;
Los delitos contra los cultos;
Los reos de delitos comunes conexos con cualquiera de las anteriormente enumeradas,
están sujetos a extradición.
Artículo 23.- Tampoco dan mérito a la extradición, los delitos políticos y todos aquellos
que atacan la seguridad interna o externa de un Estado, ni los comunes que tengan conexión
con ellos.
La clasificación de estos delitos se hará por la Nación requerida, con arreglo a la ley que
sea más favorable al reclamado.
Artículo 24.- Ninguna acción civil o comercial relacionada con el reo podrá impedir su
extradición.
Artículo 25.-La entrega del reo podrá ser diferida mientras se halle sujeto a la acción penal
del Estado requerido, sin que esto impida la substanciación del juicio de extradición.
Artículo 26.- Los individuos cuya extradición hubiese sido concedida, no podrán ser
juzgados ni castigados por delitos políticos anteriores a la extradición, ni por actos conexos
con ellos.
Podrán ser juzgados y penados, previo consentimiento del Estado requerido, acordado con
arreglo al presente Tratado, los delitos susceptibles de extradición que no hubiesen dado
causa a la ya concedida.
Artículo 27.- Cuando diversas Naciones solicitaren la entrega de un mismo individuo por
razón de diferentes delitos, se accederá en primer término al pedido de aquella en donde a
juicio del Estado requerido se hubiese cometido la infracción más grave. Si los delitos se
estimasen de la misma gravedad, se otorgará la preferencia a la que tuviese la prioridad en
el pedido de extradición; y si todos los pedidos tuvieran la misma fecha, el país requerido
determinará el orden de la entrega.
Artículo 29.- Cuando la pena que haya de aplicarse al reo sea la de muerte, el Estado que
otorga la extradición, podrá exigir sea substituida por la pena inferior inmediata.
TITULO IV
DEL PROCEDIMIENTO DE EXTRADICION
Artículo 30.- Los pedidos de extradición serán introducidos por los agentes diplomáticos o
consulares respectivos, y, en defecto de éstos, directamente de gobierno a gobierno y se
acompañarán los siguientes documentos:
1º. Respecto de los presuntos delincuentes, copia legalizada de la Ley penal aplicable a la
infracción que motiva &i pedido, y del auto de detención y demás antecedentes a que se
refiere el inciso 30 del Artículo 19.
Artículo 33.- En todos los casos en que proceda la prisión del refugiado, se le hará saber su
causa en el término de veinte y cuatro horas y que puede hacer uso del derecho que le
acuerda el Artículo siguiente -
Artículo 34.- El reo podrá, dentro de tres días perentorios contados desde el siguiente al de
la notificación, oponerse a la extradición, alegando:
Artículo 35.- En los casos en que fuese necesaria la comprobación de los hechos alegados,
se abrirá el incidente a prueba, rigiendo respecto de ellas y de sus términos las
prescripciones de la ley procesal del Estado requerido.
Artículo 36.- Producida la prueba, el incidente será fallado sin más trámite, en el término de
diez días, declarando si hay o no lugar a la extradición.
Dicha resolución será apelable dentro del término de tres días, para ante el tribunal
competente, el cual pronunciará su decisión en el plazo de cinco días.
Los que se hallaren en poder de terceros, no serán remitidos sin que los poseedores sean
oídos previamente y resuéltose las excepciones que opongan.
Artículo 40.- En los casos de hacerse la entrega del reo por la vía terrestre, corresponderá al
Estado requerido efectuar la traslación del inculpado hasta el punto más adecuado de su
frontera.
Cuando la traslación del reo deba efectuarse por la vía marítima o fluvial, la entrega se hará
en el puerto más apropiado de embarque, a los agentes que debe constituir la Nación
requeriente.
El Estado requeriente podrá, en todo caso, constituir uno o más agentes de seguridad; pero
la intervención de éstos quedará subordinada a los agentes o autoridades del territorio
requerido o del de tránsito.
Artículo 41.- Cuando para la entrega de un reo cuya extradición hubiese sido acordada por
una Nación a favor de otra, fuese necesario atravesar el territorio de un Estado intermedio,
el tránsito será autorizado por éste sin otro requisito que el de la exhibición por la vía
diplomática del testimonio en forma del decreto de extradición, expedido por el Gobierno
que la otorgó.
Artículo 42.- Los gastos que demande la extradición del reo, serán por cuenta del Estado
requerido hasta el momento de la entrega, y desde entonces a cargo del Gobierno
requeriente.
Artículo 44.- Cuando los Gobiernos signatarios reputasen el caso urgente, podrán solicitar
por la vía postal o telegráfica, que se proceda administrativamente al arresto provisorio del
reo, así como a la seguridad de los objetos concernientes al delito, y se accederá al pedido,
siempre que se invoque la existencia de una sentencia o de una orden de prisión y se
determine con claridad la naturaleza del delito castigado o perseguido.
TITULO VI
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 48.- Hecho el canje en la forma del Artículo anterior, este Tratado quedará en
vigor desde ese acto por tiempo indefinido.
Artículo 49.- Si alguna de las Naciones signatarias creyese conveniente desligarse del
Tratado o introducir modificaciones en él, lo avisará a las demás; pero no quedará desligada
sino dos años después de la denuncia, término en que se procurará llegar a un nuevo
acuerdo.
Artículo 50.- Las estipulaciones del presente Tratado sólo serán aplicables a los delitos
perpetrados durante su vigencia.
Artículo 51.- El Artículo 47 es extensivo a las Naciones que no habiendo concurrido a este
Congreso, quisieran adherirse al presente Tratado.
ANEXOS:
Por cuanto, a los veintitrés días del mes de enero del año mil ochocientos ochenta y nueve,
se firmó en la ciudad de Montevideo, por los Plenipotenciarios debidamente autorizados, un
Tratado sobre Derecho Penal Internacional, celebrado entre las Repúblicas de Bolivia,
Argentina, Paraguay, Perú y Uruguay, en los siguientes términos.
Y por cuanto el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores, en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres.
Por tanto y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado en
su Artículo ochenta y nueve, atribución primera: ratifica el Tratado preinserto, empeña a su
cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se le tenga y cumpla como Ley de la
República.
NOTAS:
FIRMADO EL 11 DE ENERO DE 1889 APROBADO POR LEY DE 5 DE NOVIEMBRE DE 1903 PROMULGADO POR LEY DE 25
DE FEBRERO DE 1904
TITULO I
PRINCIPIOS GENERALES
Artículo 1º. Los juicios y sus incidencias, cualquiera que sea su naturaleza, se tramitarán
con arreglo a la ley de procedimientos de la Nación en cuyo territorio se promuevan.
Artículo 2º.- Las pruebas se admitirán y apreciarán según la ley a que esté sujeto el acto
jurídico materia del proceso.
Se exceptúa el género de pruebas que por su naturaleza no autorice la ley del lugar en que
se sigue el juicio.
TITULO II
DE LAS LEGALIZACIONES
Artículo 4º.- La legalización se considera hecha en debida forma, cuando se practica con
arreglo a las leyes del país en donde el documento procede, y éste se halla autenticado por
el Agente Diplomático o Consular que en dicho país o en la localidad tenga acreditado el
Gobierno del Estado en cuyo territorio se pide la ejecución.
TITULO III
DEL CUMPLIMIENTO DE LOS EXHORTOS, SENTENCIAS Y FALLOS ARBITRALES
Artículo 5º.- Las sentencias y fallos arbitrales dictados en asuntos civiles y comerciales en
uno de los Estados signatarios, tendrán en los territorios de los demás la misma fuerza que
en el país en que se han pronunciado, si reúnen los requisitos siguientes:
a) Que la sentencia o fallo haya sido expedido por Tribunal competente en la esfera
internacional.
c) Que la parte contra quien se ha dictado haya sido legalmente citada y representada o
declarada rebelde, conforme a la ley del país en donde se ha seguido el juicio;
b) Copia de las piezas necesarias para acreditar que las partes han sido citadas;
c) Copia auténtica del auto en que se declare que la sentencia o laudo tiene el carácter de
ejecutoriado o pasado en autoridad de cosa juzgada y de las leyes en que dicho auto se
funda.
Articulo 8º.- Los actos de jurisdicción voluntaria, como son los inventarios, apertura de
testamentos, tasaciones y otros semejantes, practicados en un Estado, tendrán en los demás
Estados el mismo valor que si se hubiesen realizado en su propio territorio, con tal de que
reúnan los requisitos establecidos en los artículos anteriores.
Artículo 9º.- Los exhortos y cartas rogatorias que tengan por objeto hacer notificaciones,
recibir declaraciones o practicar cualquiera otra diligencia de carácter judicial, se cumplirán
en los Estados signatarios, siempre que dichos exhortos o cartas rogatorias reúnan las
condiciones establecidas en este Tratado.
Artículo 10.- Cuando los exhortos o cartas rogatorias se refieran a embargos, tasaciones,
inventarios o diligencias preventivas, el Juez exhortado proveerá lo que fuere necesario
respecto al nombramiento de peritos, tasadores, depositarios, y en general a todo aquello
que sea conducente al mejor cumplimiento de la comisión.
Artículo 11.- Los exhortos y cartas rogatorias se diligenciarán con arreglo a las leyes del
país en donde se pide la ejecución.
Artículo 12.- Los interesados en la ejecución de los exhortos y cartas rogatorias podrán
constituir apoderados, siendo de su cuenta los gastos que estos apoderados y las diligencias
ocasionen.
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 14.- Hecho el canje en la forma del Artículo anterior, este Tratado quedará en
vigor desde ese acto por tiempo indefinido.
Articulo 15.- Si alguna de las Naciones signatarias creyese conveniente desligarse del
Tratado o introducir modificaciones en él, lo avisará a las demás; pero no quedará desligada
sino dos años después de la denuncia, término en que se procurará llegar a un nuevo
acuerdo.
Artículo 16.- El articulo 13 es extensivo a las Naciones que no habiendo concurrido a este
Congreso, quisieran adherirse al presente Tratado.
ANEXOS:
Por cuanto: a los once días del mes de enero del año mil ochocientos ochenta y nueve, se
firmó en la ciudad de Montevideo, por Plenipotenciarios debidamente autorizados, un
Tratado sobre Derecho Procesal, celebrado entre las Repúblicas de Bolivia, Argentina,
Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, en los siguientes términos:
Y por cuanto: el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres.
Por tanto: y ejerciento la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado en
su Artículo ochenta y nueve, atribución primera, ratifica el Tratado preinserto, empeña a su
cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se le tenga y cumpla como Ley de la
República.
NOTAS:
2.- Aprobado por la Argentina por Ley No. 3192, de 6 de diciembre de 1894.
4.- Ratificado y vigente para Argentina, Bolivia, Colombia, Paraguay, Uruguay y Perú.
5.- Este Tratado si bien conserva su fondo, ha sido modificado por el Proyecto de Tratado
de Derecho Procesal Internacional, aprobado por la respectiva Comisión de la Reunión de
Jurisconsultos de Montevideo de 1940, no ratificado por Bolivia.
Artículo 1º.- Los Estados signatarios se comprometen a reconocer y proteger los derechos
de la propiedad literaria y artística, en conformidad con las estipulaciones del presente
Tratado.
Artículo 2º.- El autor de toda obra literaria o artística y sus sucesores, gozarán en los
Estados signatarios de los derechos que les acuerde la ley del Estado en que tuvo lugar su
primera publicación o producción.
Artículo 3º.- El derecho de propiedad de una obra literaria o artística, comprende para su
autor, la facultad de disponer de ella, de publicarla, de enajenarla, de traducirla o de
autorizar su traducción y de reproduciría en cualquiera forma.
Artículo 4º.- Ningún Estado estará obligado a reconocer el derecho de propiedad literaria o
artística, por mayor tiempo del que rija para los autores que en él obtengan ese derecho.
Este tiempo podrá limitarse al señalado en el país de origen, si fuere menor.
Artículo 5º.- En la expresión obras literarias y artísticas, se comprende los libros, folletos y
cualesquiera otros escritos; las obras dramáticas o dramático musicales, las coreográficas,
las composiciones musicales con o sin palabras; los dibujos, las pinturas, las esculturas, los
grabados; las obras fotográficas, las litográficas, las cartas geográficas, los planos, croquis y
trabajos plásticos, relativos a geografía, a topografía, arquitectura o ciencias en general; y
en fin se comprende toda producción del dominio literario o artístico, que pueda publicarse
por cualquier modo de impresión o de reproducción.
Artículo 6º.- Los traductores de obras acerca de las cuales no exista o se haya extinguido el
derecho de propiedad garantido, gozarán respecto de sus traducciones de los derechos
declarados en el artículo 39, más no podrán impedir la publicación de otras traducciones de
la misma obra.
Artículo 8º.- Pueden publicarse en la prensa periódica sin necesidad de autorización alguna,
los discursos pronunciados o leídos en las asambleas deliberantes, ante los tribunales de
justicia, o en las reuniones públicas.
Artículo 9º.- Se consideran reproducciones ilícitas, las apropiaciones indirectas, no
autorizadas, de una obra literaria o artística y que se designan con nombres diversos, como
adaptaciones, arreglos, etc., etc., y que no son más que reproducción de aquella, sin
presentar el carácter de obra original.
Artículo 10.- Los derechos de autor se reconocerán, salvo prueba en contrario a favor de las
personas cuyos nombres o seudónimos estén en la obra literaria o artística.
Si los autores quisieren reservar sus nombres, deberán expresar los editores que a ellos
corresponden los derechos de autor.
Artículo 11.- Las responsabilidades en que incurran los que usurpen el derecho de
propiedad literaria o artística, se ventilarán ante los tribunales y se regirán por las leyes del
país en que el fraude se haya cometido.
Artículo 12.- El reconocimiento del derecho de propiedad de las obras literarias o artísticas
no priva a los Estados signatarios de la facultad de prohibir, con arreglo a sus leyes, que se
reproduzcan, publiquen, circulen, representen o expongan, aquellas obras que se consideren
contrarias a la moral o a las buenas costumbres.
Artículo 14.- Hecho el canje en la forma del artículo anterior, este Tratado quedará en vigor
desde ese acto por tiempo indefinido.
Artículo 15.- Si alguna de las Naciones signatarias creyese conveniente desligarse del
Tratado o introducir modificaciones en él, lo avisará a las demás; pero no quedará desligada
sino dos años después de la denuncia, término en que se procurará llegar a un nuevo
acuerdo.
Artículo 16.- El artículo 13 es extensivo a las Naciones que no habiendo concurrido a este
Congreso, quisieran adherirse al presente Tratado.
ANEXOS.
Y por cuanto: el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres;
Por tanto: y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado
en su artículo ochenta y nueve, atribución primera, ratifica el tratado preinserto, empeña a
su cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena que se le tenga y cumpla como Ley de
la República.
NOTAS:
2.- Este Tratado fue aprobado, además de Bolivia, por Argentina, mediante Ley N9 3192,
de 6 de diciembre de 1894 y por el Perú, por Resolución Suprema de 25 de octubre de
1889. Con el Paraguay y Uruguay ha sido ampliado por la Convención de Buenos Aires de
1910.
4.- Bolivia suscribió también el Acuerdo sobre propiedad literaria y artística de Caracas de
1911.
5.- Finalmente, este Tratado ha sido modificado y sustituido por el Tratado sobre propiedad
intelectual suscrito en Montevideo el 4 de agosto de 1939, aún no ratificado por Bolivia.
Artículo 2º.- El autor de toda obra literaria o artística y sus sucesores, gozarán en los
Estados signatarios de los derechos que les acuerde la ley del Estado en que tuvo lugar su
primera publicación o producción.
Artículo 3º.- El derecho de propiedad de una obra literaria o artística, comprende para su
autor, la facultad de disponer de ella, de publicarla, de enajenarla, de traducirla o de
autorizar su traducción y de reproduciría en cualquiera forma.
Artículo 4º.- Ningún Estado estará obligado a reconocer el derecho de propiedad literaria o
artística, por mayor tiempo del que rija para los autores que en él obtengan ese derecho.
Este tiempo podrá limitarse al señalado en el país de origen, si fuere menor.
Artículo 5º.- En la expresión obras literarias y artísticas, se comprende los libros, folletos y
cualesquiera otros escritos; las obras dramáticas o dramático musicales, las coreográficas,
las composiciones musicales con o sin palabras; los dibujos, las pinturas, las esculturas, los
grabados; las obras fotográficas, las litográficas, las cartas geográficas, los planos, croquis y
trabajos plásticos, relativos a geografía, a topografía, arquitectura o ciencias en general; y
en fin se comprende toda producción del dominio literario o artístico, que pueda publicarse
por cualquier modo de impresión o de reproducción.
Artículo 6º.- Los traductores de obras acerca de las cuales no exista o se haya extinguido el
derecho de propiedad garantido, gozarán respecto de sus traducciones de los derechos
declarados en el artículo 39, más no podrán impedir la publicación de otras traducciones de
la misma obra.
Artículo 8º.- Pueden publicarse en la prensa periódica sin necesidad de autorización alguna,
los discursos pronunciados o leídos en las asambleas deliberantes, ante los tribunales de
justicia, o en las reuniones públicas.
Artículo 10.- Los derechos de autor se reconocerán, salvo prueba en contrario a favor de las
personas cuyos nombres o seudónimos estén en la obra literaria o artística.
Si los autores quisieren reservar sus nombres, deberán expresar los editores que a ellos
corresponden los derechos de autor.
Artículo 11.- Las responsabilidades en que incurran los que usurpen el derecho de
propiedad literaria o artística, se ventilarán ante los tribunales y se regirán por las leyes del
país en que el fraude se haya cometido.
Artículo 12.- El reconocimiento del derecho de propiedad de las obras literarias o artísticas
no priva a los Estados signatarios de la facultad de prohibir, con arreglo a sus leyes, que se
reproduzcan, publiquen, circulen, representen o expongan, aquellas obras que se consideren
contrarias a la moral o a las buenas costumbres.
Artículo 14.- Hecho el canje en la forma del artículo anterior, este Tratado quedará en vigor
desde ese acto por tiempo indefinido.
Artículo 15.- Si alguna de las Naciones signatarias creyese conveniente desligarse del
Tratado o introducir modificaciones en él, lo avisará a las demás; pero no quedará desligada
sino dos años después de la denuncia, término en que se procurará llegar a un nuevo
acuerdo.
Artículo 16.- El artículo 13 es extensivo a las Naciones que no habiendo concurrido a este
Congreso, quisieran adherirse al presente Tratado.
ANEXOS.
Por cuanto a los once días del mes de enero de mil ochocientos ochenta y nueve se firmó en
la ciudad de Montevideo, por Plenipotenciarios debidamente autorizados un Tratado sobre
Propiedad Literaria y Artística, celebrado entre las Repúblicas de Bolivia, Argentina,
Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, en los siguientes términos.
Y por cuanto: el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres;
Por tanto: y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado
en su artículo ochenta y nueve, atribución primera, ratifica el tratado preinserto, empeña a
su cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena que se le tenga y cumpla como Ley de
la República.
NOTAS:
2.- Este Tratado fue aprobado, además de Bolivia, por Argentina, mediante Ley N9 3192,
de 6 de diciembre de 1894 y por el Perú, por Resolución Suprema de 25 de octubre de
1889. Con el Paraguay y Uruguay ha sido ampliado por la Convención de Buenos Aires de
1910.
4.- Bolivia suscribió también el Acuerdo sobre propiedad literaria y artística de Caracas de
1911.
5.- Finalmente, este Tratado ha sido modificado y sustituido por el Tratado sobre propiedad
intelectual suscrito en Montevideo el 4 de agosto de 1939, aún no ratificado por Bolivia.
FIRMADO EL 16 DE ENERO DE 1889 APROBADO POR LEY DE 5 DE NOVIEMBRE DE 1903 RATIFICADO Y PROMULGADO
POR LEY DE 25 DE FEBRERO DE 1904
Artículo 1º.- Toda persona a quien se conceda en uno de los Estados signatarios, el derecho
de usar exclusivamente una marca de comercio o de fábrica, gozará del mismo privilegio en
los demás Estados, con sujeción a las formalidades y condiciones establecidas por sus
leyes.
Pertenecen a esta clase de marcas, las llamadas dibujos de fábrica o labores que, por medio
del tejido o de la impresión, se estampan en el producto mismo que se pone en venta.
Artículo 6º.- Hecho el canje en la forma del Artículo anterior, este Tratado quedará en vigor
desde ese acto por tiempo indefinido.
Artículo 7º.- Si alguna de las Naciones signatarias creyese conveniente desligarse del
Tratado o introducir modificaciones en él lo avisará a las demás; pero no quedará desligada
sino dos años después de la denuncia; término en que se procurará llegar a un nuevo
acuerdo.
Artículo 8º.- El Artículo 59 es extensivo a las Naciones que no habiendo concurrido a este
Congreso, quisieran adherirse al presente Tratado.
ANEXOS:
Por cuanto, a los diez y seis días del mes de enero del año mil ochocientos ochenta y nueve,
se firmó en la ciudad de Montevideo, por Plenipotenciarios debidamente autorizados, un
Tratado sobre Marcas de Comercio y de Fábrica, celebrado entre las Repúblicas de Bolivia,
Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, en los siguientes términos:
Y por cuanto el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores, en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres;
Por tanto y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado en
su Artículo ochenta y nueve, atribución primera: ratifica el Tratado preinserto, empeña a su
cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se le tenga y cumpla como ley de la
República.
NOTAS:
1.- Este Tratado fue aprobado por Argentina, mediante Ley Nº 2192 de 6 de diciembre de
1894, y por el Perú por Resolución Legislativa de 25 de octubre de 1889.
3.- En lo que respecta a Bolivia, este Tratado mantiénese vigente con Argentina, Perú,
Paraguay y Uruguay.
4.- Entre Perú, Paraguay y Uruguay ha sido ampliado por la Convención de Buenos Aires
de 1910, que no suscribió Bolivia.
5.- Esta última Convención fue sustituida por la "Convención para la Protección de las
Marcas de Fábricas, Comercio y Agricultura y Nombres Comerciales" firmada en Santiago
de Chile el 28 de abril de 1923.
Bolivia suscribió esta Convención pero no la ratificó y ella está únicamente vigente entre
Colombia, Cuba, Estados Unidos, Guatemala, Haiti, Honduras, Nicaragua, Panamá y Perú.
Artículo 2º.- El número d~ años del privilegio será el que fijen las leyes del país en que se
pretenda hacerlo efectivo.
Este plazo podrá ser limitado al señalado por las leyes del Estado en que primitivamente se
acordó la patente, si fuese menor.
Artículo 3º.- Las cuestiones que se susciten sobre la prioridad de la invención, se resolverán
teniendo en cuenta la fecha de la solicitud de las patentes respectivas, en los países en que
se otorgaron.
1.- Las invenciones y descubrimientos que hubieran tenido publicidad en alguno de los
Estados signatarios, o en otros que no estén ligados por este Tratado.
2. - Las que fueren contrarias a la moral y a las leyes del país en donde las patentes de
invención hayan de expedirse o de reconocerse.
Artículo 6º.- Las responsabilidades civiles y criminales en que incurran los que dañen el
derecho de inventor, se perseguirán y penarán con arreglo a las leyes del país en que se
haya ocasionado el perjuicio.
Artículo 8º.- Hecho el canje en la forma del Artículo anterior, este Tratado quedará en vigor
desde ese acto por tiempo indefinido.
Artículo 9º.- Si alguna de las Naciones signatarias creyese conveniente desligarse del
Tratado o introducir modificaciones en él, lo avisará a las demás; pero no quedará desligada
sino dos años después de la denuncia; término en que se procurará llegar a un nuevo
acuerdo.
Artículo 10.- El Artículo 79 es extensivo a las Naciones que no habiendo concurrido a este
Congreso, quisieran adherirse al presente Tratado.
ANEXOS:
Por cuanto a los dieciséis días del mes de enero del año mil ochocientos ochenta y nueve, se
firmó en la ciudad de Montevideo, por Plenipotenciarios debidamente autorizados, un
Tratado sobre Patentes e Invención celebrado entre las Repúblicas de Bolivia, Argentina,
Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, en los siguientes términos:
Y por cuanto el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores, en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres:
Por tanto; y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado
en su Artículo ochenta y nueve, atribución primera: ratifica el Tratado preinserto, empeña a
su cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se la tenga y cumpla como Ley de la
República.
NOTAS:
1.- Argentina aprobó este Tratado, mediante Ley Nº 3192 de 6 de diciembre de 1894; el
Perú por Resolución Legislativa de 25 de octubre de 1889; el Paraguay, mediante Ley de 3
de septiembre de 1889 y el Uruguay por Ley de 19 de octubre de 1892.
FIRMADA EL 4 DE FEBRERO DE 1889 APROBADA POR LEY DE 5 DE NOVIEMBRE DE 1903 RATIFICADA Y PROMULGADA
POR LEY DE 25 DE FEBRERO DE 1904
Artículo 1º.- Los nacionales o extranjeros, que en cualquiera de los Estados signatarios de
esta Convención hubiesen obtenido título o diploma expedido por la autoridad nacional
competente para ejercer profesiones liberales, se tendrán por habilitados para ejercerlas en
los otros Estados.
Artículo 2º.- Para que el título o diploma a que se refiere el artículo anterior produzca los
efectos expresados se requiere:
2º.- Que el que lo exhiba, acredite ser la persona a cuyo favor ha sido expedido.
Artículo 4º.- Hecho el canje en la forma del Artículo anterior, esta Convención quedará en
vigor desde ese acto por tiempo indefinido.
Artículo 6º.- El Artículo 39 es extensivo a las Naciones que no habiendo concurrido a este
Congreso, quisieran adherirse a la presente Convención.
ANEXOS:
Por cuanto, a los cuatro días del mes de febrero del año mil ochocientos ochenta y nueve se
firmó en la ciudad de Montevideo, por Plenipotenciarios debidamente autorizados. una
Convención sobre Ejercicio de Profesiones Liberales, celebrada entre las Repúblicas de
Bolivia, Argentina, Paraguay, Perú y Uruguay, en los siguientes términos:
Y por cuanto; el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres;
Por tanto; y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado
en su Artículo ochenta y nueve, atribución primera, ratifica el Tratado preinserto, empeña a
su cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se le tenga y cumpla como Ley de la
República.
NOTAS:
5.- Entre Bolivia y Chile se encuentra vigente la Convención sobre Ejercicio de Profesiones
Liberales firmada en la II Conferencia Panamericana de México de 1902, que ambos
Estados ratificaron.
6.- El presente Tratado de 1889, rige en Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay y Uruguay.
FIRMADO EL 13 DE FEBRERO DE 1889 APROBADO POR LEY DE 5 DE NOVIEMBRE DE 1903 RATIFICADO Y PROMULGADO
POR LEY DE 25 DE FEBRERO DE 1904
Artículo 1º.- Las leyes de los Estados Contratantes serán aplicadas en los casos ocurrentes,
ya sean nacionales o extranjeros las personas interesadas en la relación jurídica de que se
trate.
Artículo 2º.- Su aplicación será hecha de oficio por el juez de la causa sin perjuicio de que
las partes puedan alegar y probar la existencia y contenido de la ley invocada.
Artículo 3º.- Todos los recursos acordados por la ley de procedimientos del lugar del juicio
para los casos resueltos según su propia legislación serán igualmente admitidos para los que
se decidan aplicando las leyes de cualquiera de los otros Estados,
Artículo 4º.- Las leyes de los demás Estados, jamás serán aplicadas contra las instituciones
políticas, las leyes de orden público o las buenas costumbres del lugar del proceso.
Artículo 5º.- De acuerdo con lo estipulado en este Protocolo, los Gobiernos se obligan a
transmitirse recíprocamente dos ejemplares auténticos de las leyes vigentes, y de las que
posteriormente se sancionen en sus respectivos países.
Artículo 6º.- Los Gobiernos de los Estados signatarios declararán, al aprobar los Tratados
celebrados, si aceptan la adhesión de las Naciones no invitadas al Congreso, en la misma
forma que la de aquellas que habiéndose adherido a la idea del Congreso, no han tomado
parte en sus deliberaciones.
Artículo 7º.- Las disposiciones contenidas en los Artículos que preceden, se considerarán
parte integrante de los Tratados de su referencia, y su duración será de los mismos.
ANEXOS:
Por cuanto; a los trece días del mes de febrero del año mil ochocientos ochenta y nueve, se
firmó en la ciudad de Montevideo, por Plenipotenciarios debidamente autorizados, un
Protocolo Adicional sobre aplicación de las leyes de las Potencias Signatarias, celebrado
entre las Repúblicas de Bolivia, Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay en los
siguientes términos:
Y por cuanto; el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores en virtud de la Ley de 5 de
noviembre del año mil novecientos tres;
Por tanto; y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado
en su Artículo ochenta y nueve, atribución primera, ratifica el Protocolo preinserto, empeña
a su cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se le tenga y cumpla como Ley de la
República.
NOTAS:
1.- El Protocolo Adicional fue aprobado y ratificado además de Bolivia, por Argentina,
(Ley Nº 3192, de 6 de diciembre de 1894); Perú, (Resolución Legislativa de octubre de
1894); Paraguay, (Ley de 3 de septiembre de 1889) y Uruguay, (Ley de lº de octubre de
1892).
4.- Debe tenerse presente que los anteriores Convenios de 1889, han sido revisados por los
Tratados de Montevideo de 19 de marzo de 1940, en el Segundo Congreso Sudamericano
de Derecho Internacional Privado, instrumentos éstos que inexplicablemente no han sido
ratificados por Bolivia.
Artículo 1º.- Los extranjeros que pertenezcan a cualquiera de los Estados Contratantes,
gozan, en el territorio de los demás, de los mismos derechos civiles que se concedan a los
nacionales.
Cada Estado Contratante puede, por razones de orden público, rehusar o subordinar a
condiciones especiales el ejercicio de ciertos derechos civiles a los naciones de los demás y
cualquiera de esos Estados puede, en tales casos, rehusar o subordinar a condiciones
especiales el mismo ejercicio a los nacionales de primero.
Artículo 2º.- Los extranjeros que pertenezcan a cualquiera de los Estados Contratantes
gozarán, asimismo, en territorio de los demás, de garantías individuales idénticas a las de
los nacionales, salvo las limitaciones que en cada uno establezcan la Constitución y las
Leyes.
Artículo 3º.- Para el ejercicio de los derechos civiles y para el goce de las garantías
individuales idénticas, las leyes y reglas vigentes en cada Estado Contratante se estiman
divididas en las tres clases siguientes:
1.- Las que se aplican a las personas en razón de su domicilio o de su nacionalidad y las
siguen aunque se trasladen a otro país, denominadas personales o de orden público interno;
2.- Las que obligan por igual a cuantos residen en el territorio, sean o no nacionales,
denominadas territoriales, locales o de orden público internacional;
Artículo 5º.- Todas las reglas de protección individuales y lectiva, establecidas por el
Derecho Político y el Administrativo, son también de orden público internacional, salvo el
caso de que expresamente se disponga en ellas lo contrario.
Artículo 6º.- En todos los casos no previstos por éste Código cada uno de los Estados
Contratantes aplicará su propia calificación a las instituciones o relaciones jurídicas que
hayan de corresponder a los grupos de leyes mencionados en el Artículo 39.
Artículo 7º.- Cada Estado Contratante aplicará como leyes personales las del domicilio, las
de la nacionalidad o las que haya adoptado o adopte en adelante su legislación interior.
Artículo 8º.- Los derechos adquiridos al amparo de las reglas de éste Código tienen plena
eficacia extraterritorial en los Estados Contratantes, salvo que se opusiere a alguno de sus
efectos o consecuencias una regla de orden público internacional.
LIBRO PRIMERO
DERECHO CIVIL INTERNACIONAL
TITULO PRIMERO
DE LAS PERSONAS
CAPITULO I
NACIONALIDAD Y NATURALIZACION
Artículo 10.- A las cuestiones sobre nacionalidad de origen en que no esté interesado el
Estado en que se debaten, se aplicará la ley de aquella de las nacionalidades discutidas en
que tenga su domicilio la persona de que se trate.
Artículo 11.- A falta de ese domicilio se aplicarán al caso previsto en el artículo anterior los
principios aceptados por la ley del juzgador.
Artículo 12.- Las cuestiones sobre adquisición individual de una nueva nacionalidad se
resolverán de acuerdo con la ley de la nacionalidad que se suponga adquirida.
Artículo 17.- La nacionalidad de origen de las asociaciones será la del país en que se
constituyan, y en él deben registrarse o inscribirse si exigiere ese requisito la legislación
local.
Artículo l8.- Las sociedades civiles, mercantiles o industriales que no sean anónimas
tendrán la nacionalidad que establezca el contrato social y, en su caso, la del lugar donde
radicare habitualmente su gerencia o dirección principal.
Artículo 19.- Para las sociedades anónimas se determinará la nacionalidad por el contrato
social y en su caso por la ley del lugar en que se reúna normalmente la junta general de
accionistas y, en su defecto, por la del lugar en que radique su principal Junta o Consejo
directivo o administrativo.
Artículo 21.- Las disposiciones del artículo 9º en cuanto se refieran a personas jurídicas y
las de los artículos 16 a 20, no serán aplicadas en los Estados Contratantes que no atribuyan
nacionalidad a dichas personas jurídicas.
CAPITULO II
DOMICILIO
Artículo 24.- El domicilio legal del jefe de la familia se extiende a la mujer y a los hijos no
emancipados, y el del tutor o curador a los menores o incapacitados bajo su guardia, si no
dispone lo contrario la legislación personal de aquellos a quienes se atribuye el domicilio de
otro.
Artículo 25.- Las cuestiones sobre cambio de domicilio de las personas naturales o jurídicas
se resolverán de acuerdo con la ley del Tribunal, si fuere el de uno de los Estados
interesados, y en su defecto por la del lugar en que se pretenda haber adquirido el último
domicilio.
Artículo 26.- Para las personas que no tengan domicilio se entenderá como tal el de su
residencia, o en donde se encuentren.
CAPITULO III
NACIMIENTO EXTINCION Y CONSECUENCIAS DE LA PERSONALIDAD CIVIL
Artículo 27.- La capacidad de las personas individuales se rige por su ley personal, salvo
las restricciones establecidas para su ejercicio por este Código o por el derecho local.
Artículo 30.- Cada Estado aplica su propia legislación para declarar extinguida la
personalidad civil por la muerte natural de las personas individuales y la desaparición y
disolución oficial de las personas jurídicas, así como para decidir si la menor edad, la
demencia o la imbecilidad, la sordomudez, la prodigalidad y la interdicción civil son
únicamente restricciones de la personalidad, que permiten derechos y aun ciertas
obligaciones.
Artículo 31.- Cada Estado Contratante, en su carácter de persona jurídica, tiene capacidad
para adquirir y ejercitar derechos civiles y contraer obligaciones de igual clase en el
territorio de los demás, sin otras restricciones que las establecidas expresamente por el
derecho local.
Artículo 32.- El concepto y reconocimiento de las personas jurídicas se regirán por la ley
territorial.
Artículo 33.- Salvo las restricciones establecidas en los dos artículos anteriores, la
capacidad civil de las Corporaciones se rige por la ley que las hubiere creado o reconocido;
la de las Fundaciones por las reglas de su institución, aprobadas por la autoridad
correspondiente, silo exigiere su derecho nacional, y la de las Asociaciones por sus
estatutos, en iguales condiciones.
Artículo 34.- Con iguales restricciones, la capacidad civil de las sociedades civiles,
mercantiles o industriales se rige por las disposiciones relativas al contrato de sociedad.
Artículo 35.- La ley local se aplica para atribuir los bienes de las personas jurídicas que
dejan de existir, si el caso no está previsto de otro modo en sus estatutos, cláusulas
fundacionales, o en el derecho vigente respecto de las sociedade
CAPITULO IV
DEL MATRIMONIO Y DEL DIVORCIO
SECCION I.- CONDICIONES JURIDICAS QUE HAN DE PRECEDER A LA ELEBRACION DEL MATRIMONIO
Artículo 36.- Los contrayentes estarán sujetos a su ley personal en todo lo que se refiera a la
capacidad para celebrar el matrimonio, al consentimiento o consejo paternos, a los
impedimentos y a su dispensa.
Artículo 37.- Los extranjeros deben acreditar antes de casarse que han llenado las
condiciones exigidas por sus leyes personales en cuanto a lo dispuesto en el artículo
precedente. Podrán justificarlo mediante certificación de sus funcionarios diplomáticos o
agentes consulares o por otros medios que estime suficientes la autoridad local, que tendrá
en todo caso completa libertad de apreciación.
Artículo 39.- Se rige por la ley personal común de las Partes y, en su defecto, por el
derecho local, la obligación o no de indemnización por la promesa de matrimonio
incumplida o por la publicación de proclamas en igual caso.
Artículo 41.- Se tendrá en todas partes como válido, en cuanto a la forma, el matrimonio
celebrado en lo que establezcan como eficaz las leyes del país en que se efectúe. Sin
embargo, los Estados cuya legislación exija una ceremonia religiosa, podrán negar validez a
los matrimonios contraídos por sus nacionales en el extranjero sin observar esa forma.
Artículo 42.- En los países en donde las leyes lo admitan, los matrimonios contraídos ante
los funcionarios diplomáticos o agentes consulares de ambos contrayentes, se ajustarán a su
ley personal, sin perjuicio de que les sean aplicables las disposiciones del artículo cuarenta.
SECCION III.- EFECTOS DEL MATRIMONIO EN CUANTO A LAS PERSONAS DE LOS CONYUGES.
Artículo 43.- Se aplicará el derecho personal de ambos cónyuges y, si fuera diverso, el del
marido, en lo que toque a los deberes respectivos de protección y obediencia, a la
obligación o no de la mujer de seguir al marido cuando cambie de residencia, a la
disposición y administración de los bienes comunes y a los demás efectos especiales del
matrimonio.
Artículo 45.- Se sujeta al derecho territorial la obligación de los cónyuges de vivir juntos,
guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente.
Artículo 46.- También se aplica imperativamente el derecho local que prive de efectos
civiles al matrimonio del bígamo.
Artículo 47.- La nulidad del matrimonio debe regularse por la misma ley a que esté
sometida la condición intrinseca o extrínseca que la motive.
Artículo 48.- La coacción, el miedo y el rapto como causas de nulidad del matrimonio se
rigen por la ley del lugar de la celebración.
Articulo 49.- Se aplicará la ley personal de ambos cónyuges, si fuere común; en su defecto
la del cónyuge que haya obrado de buena fe, y, a falta de ambas, la del varón, a las reglas
sobre el cuidado de los hijos de matrimonios nulos, en los casos en que no puedan o no
quieran estipular nada sobre esto los padres.
Artículo 50.- La propia ley personal debe aplicarse a los demás efectos civiles del
matrimonio nulo, excepto los que han de producir respecto de los bienes de los cónyuges,
que seguirán la ley del régimen económico matrimonial.
Articulo 51.- Son de orden público internacional las reglas que señalan los efectos
judiciales de la demanda de nulidad.
Artículo 52.- El derecho a la separación de cuerpos y al divorcio se regula por la ley del
domicilio conyugal, pero no puede fundarse en causas anteriores a la adquisición de dicho
domicilio si no las autoriza con iguales efectos la ley personal de ambos cónyuges.
Artículo 53.- Cada Estado Contratante tiene el derecho de permitir o reconocer o no, el
divorcio o el nuevo matrimonio de personas divorciadas en el extranjero, en casos, con
efectos o por causas que no admita su derecho personal.
Artículo 54.- Las causas del divorcio y de la separación de cuerpos se someterán a la ley del
lugar en que se soliciten, siempre que en él estén domiciliados los cónyuges.
Artículo 55.- La ley del juez ante quien se litiga determina las consecuencias judiciales de
la demanda y los pronunciamientos de la sentencia respecto de los cónyuges y de los hijos.
Artículo 56.- La separación de cuerpos y el divorcio, obtenidos conforme a los artículos que
preceden, surten efectos civiles de acuerdo con la legislación del Tribunal que los otorga,
en los demás Estados Contratantes, salvo lo dispuesto en el artículo cincuenta y tres.
Artículo 57.- Son reglas de orden público interno, debiendo aplicarse la ley personal del
hijo si fuere distinta a la del padre, las relativas a presunción de legitimidad y sus
condiciones, las que confieren el derecho al apellido y las que determinan las pruebas de la
filiación y regulan la sucesión del hijo.
Artículo 58.- Tienen el mismo carácter, pero se aplica la ley personal del padre, las que
otorgan a los hijos legitimados derechos sucesorios
Artículo 60.- La capacidad para legitimar se rige por la ley personal del padre y la
capacidad para ser legitimado por la ley personal del hijo, requiriendo la legitimación la
concurrencia de las condiciones exigidas en ambas.
Artículo 64.- Dependen de la ley personal del hijo las reglas que señalan condiciones al
reconocimiento, obligan a hacerlo en ciertos casos, establecen las acciones a ese efecto,
conceden o niegan el apellido y señalan causas de nulidad.
Artículo 65.- Se subordinan a la ley personal del padre los derechos sucesorios de los hijos
legítimos y a la personal del hijo los de los padres ilegítimos.
Artículo 67.- Se sujetarán a la ley personal del alimentado el concepto legal de los
alimentos, el orden de su prestación, la manera de suministrarlos y la extensión de ese
derecho.
Artículo 68.- Son de orden público internacional las disposiciones que establecen el deber
de prestar alimentos, su cuantía, reducción y aumento, la oportunidad en que se deben y la
forma de su pago, así como las que prohiben renunciar y ceder ese derecho.
Artículo 69.- Están sometidas a la ley personal del hijo la existencia y el alcance general de
la patria potestad respecto de la persona y los bienes, así como las causas de su extinción y
recobro y la limitación por las nuevas nupcias del derecho de castigar.
Artículo 70.- La existencia del derecho de usufructo y las demás reglas aplicables a las
diferentes clases de peculio, se someten también a la ley personal del hijo, sea cual fuere la
naturaleza de los bienes y el lugar en que se encuentren.
Artículo 72.- Son de orden público internacional las disposiciones que determinan la
naturaleza y límites de la facultad del padre para corregir y castigar y su recurso a las
autoridades, así como las que lo priven de la potestad por incapacidad, ausencia o
sentencia.
CAPITULO VIII.- ADOPCION
Artículo 73.-- La capacidad para adoptar y ser adoptado y las condiciones y limitaciones de
la adopción se sujetan a la ley personal de cada uno de los interesados.
Artículo 74.- Se regulan por la ley personal del adoptante sus efectos en cuanto a la
sucesión de éste y por la del adoptado lo que se refiere al apellido y a los derechos y
deberes que conserve respecto de su familia natural, así como a su sucesión respecto del
adoptante.
Artículo 75.- Cada uno de los interesados podrá impugnar la adopción de acuerdo con las
prescripciones de su ley personal.
Artículo 76.- Son de orden público internacional las disposiciones que en esta materia
regulan el derecho a alimentos y las que establecen para la adopción formas solemnes.
Artículo 77.- Las disposiciones de los cuatro artículos precedentes no se aplicarán a los
Estados cuyas legislaciones no reconozcan la adopción.
Artículo 78.- Las medidas provisionales en caso de ausencia son de orden público
internacional.
Artículo 80.- La ley personal del ausente determina a quien compete la acción para pedir
esa declaratoria y establece el orden y condiciones de los administradores.
Artículo 81.- El derecho local debe aplicarse para decidir cuándo se hace y surte efecto la
declaración de ausencia y cuándo y cómo debe cesar la administración de los bienes del
ausente, así como a la obligación y forma de rendir cuentas.
Artículo 82.- Todo lo que se refiere a la presunción de muerte del ausente y a sus derechos
eventuales, se regula por su ley personal.
Artículo 84.- Se aplicará la ley personal del menor o incapacitado para lo que toque al
objeto de la tutela o curatela, su organización y sus especies.
Artículo 85.- La propia ley debe observarse en cuanto a la institución del protutor.
Articulo 86.- A las incapacidades y excusas para la tutela, curatela y protutela deben
aplicarse simultáneamente las leyes personales del tutor, curador o protutor y del menor o
incapacitado.
Artículo 88.- Se rigen también por la ley personal del menor o incapacitado las
obligaciones relativas a las cuentas, salvo las responsabilidades de orden penal, que son
territoriales.
Artículo 89.- En cuanto al registro de tutelas se aplicarán simultáneamente la ley local y las
personales del tutor o curador y del menor o incapacitado.
Artículo 90.- Son de orden público internacional los preceptos que obligan al Ministerio
público o a cualquier funcionario local, a solicitar la declaración de incapacidad de
dementes y sordomudos y los que fijan los trámites de esa declaración.
Artículo 91.- Son también de orden público internacional las reglas que establecen las
consecuencias d£ la interdicción.
Artículo 93.- Se aplicará la ley local a la obligación del tutor o curador de alimentar al
menor o incapacitado y a la facultad de corregirlos sólo moderadamente.
Artículo 94.- La capacidad para ser miembro de un Consejo de Familia se regula por la ley
personal del interesado.
Artículo 96.- En todo caso, las actas y acuerdos del Consejo de Familia deberán ajustarse a
las formas y solemnidades prescritas por la ley del lugar en que se reúna.
Artículo 97.- Los Estados Contratantes que tengan por ley personal la del domicilio podrán
exigir, cuando cambie el de los incapaces de un país para otro, que se ratifique o se
discierna de nuevo la tutela o curatela.
Artículo 98.- La declaración de prodigalidad y sus efectos se sujetan a la ley personal del
pródigo.
Artículo 101.- Las reglas aplicables a la emancipación y a la mayor edad son las
establecidas por la legislación personal del interesado.
Artículo 102.- Sin embargo, la legislación local puede declararse aplicable a la mayor edad
como requisito para optar por la nacionalidad de dicha legislación.
Artículo 103.- Las disposiciones relativas al Registro Civil son territoriales, salvo en lo que
toca al que lleven los agentes consulares o funcionarios diplomáticos.
Lo prescrito en este artículo no afecta los derechos de otro Estado en relaciones jurídicas
sometidas al Derecho Internacional Público
CAPITULO I
CLASIFICACION DE LOS BIENES
Artículo 105.- Los bienes, sea cual fuere su clase, están sometidos a la ley de la situación.
Artículo 106.- Para los efectos del artículo anterior se tendrá en cuenta, respecto de los
bienes muebles corporales y para los títulos representativos de créditos de cualquier clase,
el lugar de su situación ordinaria o normal.
Artículo 107.- La situación de los créditos se determina por el lugar en que deben hacerse
efectivos, y, si no estuviere precisado, por el domicilio del deudor.
Artículo 109.- Las concesiones se reputan situadas donde se hayan obtenido legalmente.
Artículo 110.- A falta de toda otra regla y además para los casos no previstos en este
Código, se entenderá que los bienes muebles de toda clase están situados en el domicilio de
su propietario, o, en su defecto, en el del tenedor.
Artículo 112.- Se aplicará siempre la ley territorial para distinguir entre los bienes muebles
e inmuebles, sin perjuicio de los derechos adquiridos por terceros.
CAPITULO II
DE LA PROPIEDAD
Sin embargo, los nacionales de un Estad,0 Contratante en que no se admita o regule esa
clase de propiedad, no Podrán tenerla u organizarla en otro, sino en cuanto no perjudique a
sus herederos forzosos.
A falta de ellos, su obtención, registro y disfrute quedarán sometidos al derecho local que
las otorgue.
Artículo 116.- Cada Estado Contratante tiene la facultad de someter a reglas especiales
respecto de los extranjeros la propiedad minera, la de buques de pesca y cabotaje, las
industrias en el mar territorial y en la zona marítima y la obtención y disfrute de
concesiones y obras de utilidad pública y de servicio público.
Artículo 117.- Las reglas generales sobre propiedad y modos de adquirirla o enajenarla
entre vivos, incluso las aplicables al tesoro oculto, así como las que rigen las aguas de
dominio público y privado y sus aprovechamientos,
CAPITULO III
DE LA COMUNIDAD DE BIENES
Artículo 118.- La comunidad de bienes se rige en general por el acuerdo o voluntad de las
partes y en su defecto por la ley del lugar. Este último se tendrá como domicilio de la
comunidad a falta de pacto en contrario,
Artículo 119.- Se aplicará siempre la ley local, con carácter exclusivo, al derecho de pedir
la división de la cosa común y a las formas y condiciones de su ejercicio.
Artículo 120.- Son de orden público internacional las disposiciones sobre deslinde y
amojonamiento y derecho a cerrar las fincas rústicas y las relativas a edificios ruinosos y
árboles que amenacen caerse.
CAPITULO IV
DE LA POSESION
Articulo 122.- Los modos de adquirir la posesión se rigen por la ley aplicable a cada uno de
ellos según su naturaleza.
Artículo 123.- Se determina por la ley del Tribunal los medios y trámites utilizables para
que se mantenga en posesión al poseedor inquietado, perturbado o despojado en virtud de
medidas o acuerdos judiciales o por consecuencia de ellos.
CAPITULO V
DEL USUFRUCTO, DEL USO Y DE LA HABITACION
Artículo 124.- Cuando el usufructo se constituya por mandato de la ley de un Estado
Contratante, dicha ley lo regirá obligatoriamente.
Artículo 126.- Si surge por prescripción, se sujetará a la ley local que la establezca.
Artículo 127.- Depende de la ley personal del hijo el precepto que releva o no de fianza al
padre usufructuario.
Artículo 129.- Son de orden público internacional las reglas que definen el usufructo y las
formas de su constitución, las que fijan las causas legales por las que se extingue y la que lo
limita a cierto número de años para los pueblos, corporaciones o sociedades.
Artículo 130.- El uso y la habitación se rigen por la voluntad de la parte o partes que los
establezcan.
CAPITULO VI
DE LAS SERVIDUMBRES
Artículo 132.- Las servidumbres de origen contractual o voluntario se someten a la ley del
acto o relación jurídica que las origina.
Artículo 134.- Son de orden privado las reglas aplicables a las servidumbres legales que se
imponen en interés o por utilidad particular.
CAPITULO VII
DE LOS REGISTROS DE LA PROPIEDAD
Artículo 136.- Son de orden público internacional las disposiciones que establecen y
regulan los registros de la propiedad, e imponen su necesidad respecto de terceros.
Artículo 137.- Se inscribirán en los registros de la propiedad de cada uno de los Estados
Contratantes los documentos o títulos inscribibles otorgados en otro, que tengan fuerza en
el primero con arreglo a éste Código, y las ejecutorias a que de acuerdo con el mismo se dé
cumplimiento en el Estado a que el registro corresponde, o tengan en él fuerza de cosa
juzgada.
Artículo 138.- Las disposiciones sobre hipoteca legal a favor del Estado, de las provincias o
de los pueblos, son de orden público internacional.
Artículo 139.- La hipoteca legal que algunas leyes acuerdan en beneficio de ciertas
personas individuales, sólo será exigible cuando la ley personal concuerde con la ley del
lugar en que se hallen situados los bienes afectados por ella.
TITULO TERCERO
DE VARIOS MODOS DE ADQUIRIR
CAPITULO I
DE LOS MODOS DE ADQUIRIR
Artículo 140.- Se aplica el derecho local a los modos de adquirir respecto de los cuales no
haya en éste Código disposiciones en contrario.
CAPITULO II
DE LAS DONACIONES
Artículo 141.- Cuando fueren de origen contractual las donaciones quedarán sometidas,
para su perfección y efectos entre vivos, a las reglas generales de los contratos.
Artículo 142.- Se sujetarán a la ley personal respectiva del donante y del donatario la
capacidad de cada uno de ellos.
Artículo 143.- Las donaciones que hayan de producir efecto por muerte del donante,
participarán de la naturaleza de las disposiciones de última voluntad y se regirán por las
reglas internacionales establecidas en este Código para la sucesión testamentaria.
CAPITULO III
DE LAS SUCESIONES EN GENERAL
Artículo 144.- Las sucesiones intestadas y las testamentarias, incluso en cuanto al orden de
suceder, a la cuantía de los derechos sucesorios y a la validez intrínseca de las
disposiciones, se regirán, salvo los casos de excepción más adelante establecidos, por la ley
personal del causante, sea cual fuere la naturaleza de los bienes y el lugar en que se
encuentren.
Artículo 145.- Es de orden público internacional el precepto en cuya virtud los derechos a
la sucesión de una persona se trasmiten desde el momento de su muerte.
CAPITULO IV
DE LOS TESTAMENTOS
Artículo 146.- La capacidad para disponer por testamento se regula por la ley personal del
testador.
Artículo 147.- Se aplicará la ley territorial a las reglas establecidas por cada Estado para
comprobar que el testador demente está en un intervalo lúcido.
Artículo 148.- Son de orden público internacional las disposiciones que no admiten el
testamento mancomunado, el ológrafo y el verbal, y las que lo declaren acto personalísimo.
Articulo 149.- También son de orden público internacional las reglas sobre forma de
papeles privados relativos al testamento y sobre nulidad del otorgado con violencia, dolo o
fraude.
Artículo 150.- Los preceptos sobre forma de los testamentos son de orden público
internacional, con excepción de los relativos al testamento otorgado en el extranjero, y al
militar y marítimo en los casos en que se otorgue fuera del país.
Artículo 152.- La capacidad para suceder por testamento o sin él se regula por la ley
personal del heredero o legatario.
Artículo 157.- En la sucesión intestada, cuando la ley llame al Estado como heredero, en
defecto de otros, se aplicará la ley personal del causante; pero silo llama como ocupante de
cosas nullius se aplica el derecho local.
Artículo 158.- Las precauciones que deben adoptarse cuando la viuda quede encinta, se
ajustarán a lo dispuesto en la legislación del lugar en que se encuentre.
Artículo 159.- Las formalidades requeridas para aceptar la herencia con beneficio de
inventario o para hacer uso del derecho de deliberar, se ajustarán a la ley del lugar en que la
sucesión se abra, bastando eso para sus efectos extraterritoriales.
Artículo 161.- La capacidad para solicitar y llevar a cabo la división se sujeta a la ley
personal del heredero.
Artículo 162.- El nombramiento y las facultades del contador o perito partidor dependen de
la ley personal del causante.
Artículo 163.- A la misma ley se subordina el pago de las deudas hereditarias. Sin embargo,
los acreedores que tuvieren garantía de carácter real, podrán hacerlo efectivo de acuerdo
con la ley que rija esa garantía.
TITULO CUARTO
DE LAS OBLIGACIONES Y CONTRATOS
CAPITULO I
DE LAS OBLIGACIONES EN GENERAL
Artículo 165.- Las obligaciones derivadas de la ley se rigen por el derecho que las haya
establecido.
Artículo 166.- Las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley entre las
Partes Contratantes y deben cumplirse al tenor de los mismos, salvo las limitaciones
establecidas en este Código.
Artículo 167.- Las originadas por delitos o faltas se sujetan al mismo derecho que el delito
o falta de que procedan.
Artículo 168.- Las que se deriven de actos u omisiones en que intervenga culpa o
negligencia no penadas por la ley, se regirán por el derecho del lugar en que se hubiere
incurrido en la negligencia o la culpa que las originen.
Artículo 169.- La naturaleza y efectos de las diversas clases de obligaciones, así como su
extinción, se rigen por la ley de la obligación de que se trata.
Artículo 170.- No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, la ley local regula las
condiciones de pago y la moneda en que debe hacerse.
Artículo 171.- También se somete a la ley del lugar la determinación de quién debe
satisfacer los gastos judiciales que origine el pago, así como su regulación.
Artículo 174.- La presunción de cosa juzgada por sentencia extranjera será admisible,
siempre que la sentencia reúna las condiciones necesarias para su ejecución en el territorio,
conforme al presente Código.
CAPITULO II
DE LOS CONTRATOS EN GENERAL
Artículo 175.- Son reglas de orden público internacional las que impiden establecer pactos,
cláusulas y condiciones contrarias a las leyes, la moral y el orden público y la que prohibe
el juramento y lo tiene por no puesto.
Artículo 176.- Dependen de la ley personal de cada Contratante las reglas que determinen
la capacidad o incapacidad para prestar el consentimiento.
Artículo 178.- Es también territorial toda regla que prohibe que sean objeto de los
contratos, servicios contrarios a las leyes y a las buenas costumbres y cosas que estén fuera
del comercio.
Artículo 179.- Son de orden público internacional las disposiciones que se refieran a causa
ilícita en los contratos
Artículo 181.- La rescisión de los contratos por incapacidad o ausencia, se determina por la
ley personal del ausente o incapacitado.
Articulo 182.- Las demás causas de rescisión y su forma y efectos se subordinan a la ley
territorial.
Artículo 183.- Las disposiciones sobre nulidad de los contratos se sujetarán a la ley de que
la causa de la nulidad dependa.
Artículo 184.- La interpretación de los contratos debe efectuarse, como regla general, de
acuerdo con la ley que los rija.
Sin embargo, cuando esa ley se discuta y deba resultar de la voluntad tácita de las Partes, se
aplicará presuntamente la legislación que para ese caso se determina en los Artículos 185 y
186, aunque eso lleve a aplicar al contrato una ley distinta como resultado de la
interpretación de voluntad.
Articulo 185.- Fuera de las reglas ya establecidas y de las que en lo adelante se consignen
para casos especiales, en los contratos de adhesión se presume aceptada, a falta de voluntad
expresa o tácita, la ley del que los ofrece o prepara.
Artículo 186.- En los demás contratos y para el case previsto en el artículo anterior, se
aplicará en primer término la ley personal común a los contratantes y en su defecto la del
lugar de la celebración.
CAPITULO III
DEL CONTRATO SOBRE BIENES CON OCASION DE MATRIMONIO
Artículo 187.- Este contrato se rige por la ley personal común de los contrayentes y en su
defecto por la del primer domicilio matrimonial.
Las propias leyes determinan, por ese orden, el régimen legal supletorio a falta de
estipulación.
Artículo 189.- Tienen igual carácter los preceptos que se refieren al mantenimiento de las
leyes y las buenas costumbres, a los efectos de las capitulaciones respecto de terceros y a su
forma solemne.
Artículo 190.- La voluntad de las Partes regula el derecho aplicable a las donaciones por
razón de matrimonio, excepto en lo referente a su capacidad, a la salvaguardia de derechos
legitimarios y a la nulidad mientras el matrimonio subsista, todo lo cual se subordina a la
ley general que lo rige, y siempre que no afecte el orden público internacional.
Artículo 191.- Las disposiciones sobre dote y parafernales dependen de la ley personal de la
mujer.
CAPITULO IV
COMPRA-VENTA, CESION DE CREDITO Y PERMUTA
Artículo 194.- Son de orden público internacional las disposiciones relativas a enajenación
forzosa por utilidad pública.
Artículo 195.- Lo mismo sucede con las que fijan los efectos de la posesión y de la
inscripción entre varios adquirientes, y las referentes al retracto legal.
CAPITULO V
ARRENDAMIENTO
Artículo 196.- En el arrendamiento de cosas, debe aplicarse la ley territorial a las medidas
para dejar a salvo el interés de terceros y a los derechos y deberes del comprador de finca
arrendada.
Artículo 198.- También es territorial la legislación sobre accidentes del trabajo y protección
social del trabajador.
Artículo 199.- Son territoriales, en los transportes por agua, tierra y aire, las leyes y
reglamentos locales especiales.
CAPITULO VI
CENSOS
Artículo 200.- Se aplica la ley territorial a la determinación del concepto y clases de los
censos, a su carácter redimible, a su prescripción y a la acción real que de ellos se deriva.
Artículo 201.- Para el censo enfitéutico son asimismo territoriales las disposiciones que
fijan sus condiciones y formalidades, que imponen un reconocimiento cada cierto número
de años y que prohiben la subenfiteusis.
CAPITULO VII
SOCIEDAD
Artículo 204.- Son leyes territoriales las que exigen un objeto lícito, formas solemnes, e
inventarios cuando hay inmuebles.
CAPITULO VIII
PRESTAMO
Artículo 205.- Se aplica la ley local a la necesidad del pacto expreso de intereses y a su
tasa.
CAPITULO IX
DEPOSITO
CAPITULO X
CONTRATOS ALEATORIOS
Artículo 207.- Los efectos de la capacidad en acciones nacidas del contrato de juego, se
determinan por la ley personal del interesado.
Artículo 208.- La ley local define los contratos de suerte y determina el juego y la apuesta
permitidos o prohibidos.
Artículo 209.- Es territorial la disposición que declara nula la renta vitalicia sobre la vida de
una persona, muerta a la fecha del otorgamiento, o dentro de un plazo si se halla
padeciendo de enfermedad incurable.
CAPITULO XI
TRANSACCIONES Y COMPROMISOS
Artículo 210.- Son territoriales las disposiciones que prohiben transigir o sujetar a
compromiso determinadas materias.
CAPITULO XII
DE LA FIANZA
Artículo 212.- Es de orden público internacional la regla que prohibe al fiador obligarse a
más que el deudor principal.
Artículo 213.- Corresponden a la misma clase las disposiciones relativas a la fianza legal o
judicial.
CAPITULO XIII
PRENDA, HIPOTECA Y ANTICRESIS
Articulo 214.- Es territorial la disposición que prohibe al acreedor apropiarse las cosas
recibidas en prenda o hipoteca.
Artículo 215.- Lo son también los preceptos que señalan los requisitos esenciales del
contrato de prenda, y con ellos debe cumplirse cuando la cosa pignorada se traslade a un
lugar donde sean distintos de los exigidos al constituirlo.
Artículo 216.- Igualmente son territoriales las prescripciones en cuya virtud la prenda deba
quedar en poder del acreedor o de un tercero, la que requiere para perjudicar a extraños que
conste por instrumento público la certeza de la fecha y la que fija el procedimiento para su
enajenación.
Artículo 218.- Son territoriales las disposiciones que fijan el objeto, condiciones, requisitos,
alcance e inscripción del contrato de hipoteca.
CAPITULO XIV
CUASI-CONTRATOS
Artículo 220.- La gestión de negocios ajenos se regula por la ley del lugar en que se
efectúa.
Artículo 221.- El cobro de lo indebido se somete a la ley personal común de las Partes y, en
su defecto, a la del lugar en que se hizo el pago.
Artículo 222.- Los demás cuasi-contratos se sujetan a la ley que regule la institución
jurídica que los origine.
CAPITULO XV
CONCURRENCIA Y PRELACION DE CREDITOS
Artículo 223.- Si las obligaciones concurrentes no tienen carácter real y están sometidas a
una ley común, dicha ley regulará también su prelación.
Artículo 224.- Para las garantías con acción real, se aplicará la ley de la situación de la
garantía.
Artículo 225.- Fuera de los casos previstos en los artículos anteriores, debe aplicarse a la
prelación de créditos la ley del tribunal que haya de decidirla.
CAPITULO XVI
PRESCRIPCION
Artículo 227.- La prescripción adquisitiva de bienes muebles o inmuebles se rige por la ley
del lugar en que estén situados.
Artículo 229.- La prescripción extintiva de acciones personales se rige por la ley a que esté
sujeta la obligación que va a extinguirse.
Artículo 230.- La prescripción extintiva de acciones reales se rige por la ley del lugar en
que está situada la cosa a que se refiera.
LIBRO SEGUNDO
DERECHO MERCANTIL INTERNACIONAL
TITULO PRIMERO
DE LOS COMERCIANTES Y DEL COMERCIO EN GENERAL
CAPITULO I
DE LOS COMERCIANTES
Artículo 232.- La capacidad para ejercer el comercio y para intervenir en actos y contratos
mercantiles se regula por la ley personal de cada interesado.
Artículo 234.- La ley del lugar en que el comercio se ejerza debe aplicarse a las medidas de
publicidad necesarias para que puedan dedicarse a él, por medio de sus representantes los
incapacitados, o por si las mujeres casadas.
Artículo 235.- La ley local debe aplicarse a la incompatibilidad para el ejercicio del
comercio de los empleados públicos y de los agentes de comercio y corredores.
Artículo 236.- Toda incompatibilidad para el comercio que resulte de leyes o disposiciones
especiales en determinado territorio, se regirá por el derecho del mismo.
Artículo 238.- El contrato social y en su caso la ley a que esté sujeto se aplica a la
prohibición de que los socios colectores o comanditarios realicen operaciones mercantiles,
o cierta clase de ellas, por cuenta propia o de otros.
CAPITULO II
DE LA CUALIDAD DEL COMERCIANTE Y DE LOS ACTOS DE COMERCIO
Articulo 239.- Para todos los efectos de carácter público, la cualidad de comerciantes se
determina por la ley del lugar en que se haya realizado el acto o ejercido la industria de que
se trate.
Artículo 240.- La forma de los contratos y actos mercantiles se sujeta a la ley territorial.
CAPITULO III
DEL REGISTRO MERCANTIL
Artículo 242.- Tienen el mismo carácter las reglas que señalan el efecto de la inscripción en
dicho Registro de créditos o derechos de terceros.
CAPITULO IV
LUGARES Y CASAS DE CONTRATACION MERCANTIL Y COTIZACION OFICIAL DE EFECTOS PUBLICOS Y DOCUMENTOS
DE CREDITO AL PORTADOR
Artículo 243.- Las disposiciones relativas a los lugares y casas de contratación mercantil y
cotización oficial de efecto públicos y documentos de crédito al portador, son de orden
público internacional.
CAPITULO V
DISPOSICIONES GENERALES SOBRE LOS CONTRATOS DE COMERCIO
Articulo 244.- Se aplicará a los contratos de comercio las reglas generales establecidas para
los contratos civiles en el capítulo segundo, título cuarto, libro primero de este Código.
Artículo 246.- Son de orden público internacional las disposiciones relativas a contratos
ilícitos y a términos de gracia, cortesía u otros análogos.
TITULO SEGUNDO
DE LOS CONTRATOS ESPECIALES DEL COMERCIO
CAPITULO I
DE LAS COMPAÑIAS MERCANTILES
Artículo 248.- El carácter mercantil de una sociedad anónima depende de la ley del contrato
social; en su defecto, de la del lugar en que celebre las juntas generales de accionistas y por
su falta de la de aquel en que residan normalmente su Consejo o Junta Directiva.
Si esas leyes no distinguieren entre sociedades mercantiles y civiles, tendrá uno u otro
carácter según que esté o no inserta en el Registro mercantil del país donde la cuestión haya
de juzgarse. A falta de Registro mercantil se aplicará el derecho local de este último país.
Artículo 251.- Son también territoriales las leyes que subordinen la sociedad a un régimen
especial por razón de sus operaciones.
CAPITULO II
DE LA COMISION MERCANTIL
Artículo 254.- Son de orden público internacional las prescripciones relativas a la forma de
la venta urgente por el comisionista para salvar en lo posible el valor de las cosas en que la
comisión consista.
Artículo 255.- Las obligaciones del factor se sujetan a la ley del domicilio mercantil del
mandante.
CAPITULO III
DEL DEPOSITO Y PRESTAMO MERCANTILES
Artículo 256.- Las responsabilidades no civiles del depositario se rigen por la ley del lugar
del depósito.
Artículo 257.- La tasa o libertad del interés mercantil son de orden público internacional.
Artículo 258.- Son territoriales las disposiciones referentes al préstamo con garantía de
efectos cotizables, hecho en Bolsa, con intervención de agente colegiado o funcionario
oficial.
CAPITULO IV
DEL TRANSPORTE TERRESTRE
Artículo 259.- En los casos de transporte internacional no hay más que un contrato, regido
por la ley que le corresponde según su naturaleza.
Artículo 260.- Los plazos y formalidades para el ejercicio de acciones surgidas de este
contrato y no previstos en el mismo, se rigen por la ley del lugar en que se produzcan los
hechos que las originen.
CAPITULO V
DE LOS CONTRATOS DE SEGURO
Artículo 261.- El contrato de seguro contra incendios se rige por la ley del lugar donde
radique, al efectuarlo, la cosa asegurada.
Artículo 262.- Los demás contratos de seguro siguen la regla general, regulándose por la
ley personal común de las Partes o en su defecto por la del lugar de la celebración; pero las
formalidades externas para comprobar hechos u omisiones necesarios al ejercicio o a la
conservación de acciones o derechos, se sujetan a la ley del lugar en que se produzca el
hecho o la omisión que los hace surgir.
CAPITULO VI
DEL CONTRATO Y LETRA DE CAMBIO Y EFECTOS MERCANTILES
Artículo 263.- La forma del giro, endoso, fianza, intervención, aceptación y protesto de una
letra de cambio se somete a la ley del lugar en que cada uno de dichos actos se realice.
Artículo 264.- A falta de convenio expreso o tácito, las relaciones jurídicas entre el librador
y el tomador se rigen por la ley del lugar en que la letra se gira.
Artículo 265.- En igual caso, las obligaciones y derechos entre el aceptante y el portador se
regulan por la ley del lugar en que se ha efectuado la aceptación.
Artículo 266.- En la misma hipótesis, los efectos jurídicos que el endoso produce entre
endosante y endosatario dependen de la ley del lugar en que la letra ha sido endosada.
Artículo 267.- La mayor o menor extensión de las obligaciones de cada endosante, no altera
los derechos y deberes originarios del librador y del tomador.
Artículo 268.- El aval, en las propias condiciones, se rige por la ley del lugar en que se
presta.
Artículo 269.- Los efectos jurídicos de la aceptación por intervención se regulan, a falta de
pacto, por la ley del lugar en que el tercero interviene.
Artículo 271.- Las reglas de este capítulo son aplicables a las libranzas, vales, pagarés y
mandatos o cheques.
CAPITULO VII
DE LA FALSEDAD, ROBO, HURTO O EXTRAVIO DE DOCUMENTOS DE CREDITO Y EFECTOS AL PORTADOR
Articulo 273.- La adopción de las medidas que establezca la ley del lugar en que el hecho
se produce, no dispensa a los interesados de tomar cualesquiera otras que establezca la ley
del lugar en que esos documentos y efectos se coticen y la del lugar de su pago.
TITULO TERCERO
DEL COMERCIO MARITIMO Y AEREO
CAPITULO I
DE LOS BUQUES Y AERONAVES
Artículo 275.- La ley del pabellón rige las formas de publicidad para la transmisión de la
propiedad de una nave.
Articulo 277.- Se regulan por la ley del pabellón los derechos de los acreedores después d~
la venta de la nave, y la extinción de los mismos.
Artículo 278.- La hipoteca marítima y los privilegios o seguridades de carácter real
constituidos de acuerdo con la ley del pabellón, tienen efectos extraterritoriales aún en
aquellos países cuya legislación no conozca o regule esa hipoteca o esos privilegios.
Artículo 279.- Se sujetan también a la ley del pabellón los poderes y obligaciones del
Capitán y la responsabilidad de los propietarios y navieros por sus actos.
Artículo 281.- Las obligaciones de los oficiales y gente de mar y el orden interno del buque
se sujetan a la ley del pabellón.
Artículo 282.- Las disposiciones precedentes de este capítulo se aplican también a las
aeronaves.
Artículo 283.- Son de orden internacional las reglas sobre nacionalidad de los propietarios
de buques y aeronaves y de los navieros, así como de los oficiales y la tripulación.
Artículo 284.- También son de orden público internacional las disposiciones sobre
nacionalidad de buques y aeronaves para el comercio fluvial, lacustre y de cabotaje o entre
determinados lugares del territorio de los Estados Contratantes, así como para la pesca y
otros aprovechamientos submarinos en el mar territorial.
CAPITULO II
DE LOS CONTRATOS ESPECIALES DEL COMERCIO MARITIMO Y AEREO
Articulo 285.- El fletamento, si no fuere un contrato de adhesión, se regirá por la ley del
lugar de salida de las mercancías
Los actos de ejecución del contrato se ajustarán a la ley del lugar en que se realicen.
Artículo 286.- Las facultades del Capitán para el préstamo a la gruesa se determinan por la
ley del pabellón.
Artículo 290.- En el propio caso, si los pabellones difieren, se aplica la ley del lugar.
Artículo 291.- La propia ley local se aplica en todo caso al abordaje culpable en aguas
territoriales o aire nacional.
Artículo 292.- Al abordaje fortuito o culpable en alta mar o aire libre, se le aplica la ley del
pabellón si todos los buques o aeronaves tuvieren el mismo.
Artículo 293.- En su defecto, se regulará por el pabellón del buque o aeronave abordados, si
el abordaje fuere culpable.
Artículo 294.- En los casos de abordaje fortuito en alta mar o aire libre, entre naves o
aeronaves de diferente pabellón, cada una soportará la mitad de la suma total del daño,
repartido según la ley de una de ellas, y la mitad restante repartida según la ley de la otra.
TITULO CUARTO
DE LA PRESCRIPCION
Artículo 295.- La prescripción de las acciones nacidas de los contratos y actos mercantiles,
se ajustará a las reglas establecidas en este Código respecto de las acciones civiles.
LIBRO TERCERO
DERECHO PENAL INTERNACIONAL
CAPITULO I
DE LAS LEYES PENALES
Artículo 296.- Las leyes penales obligan a todos los que residen en el territorio, sin más
excepciones que las establecidas en este Capítulo.
Artículo 297.- Están exentos de las leyes penales de cada Estado Contratante los jefes de
los otros Estados que se encuentren en su territorio.
Artículo 298.- Gozan de igual exención los representantes diplomáticos de los Estados
Contratantes en cada uno de los demás, así como sus empleados extranjeros, y las personas
de la familia de los primeros, que vivan en su compañía.
Artículo 299.- Tampoco son aplicables las leyes penales de un Estado a los delitos
cometidos en el perímetro de las operaciones militares, cuando autorice el paso por su
territorio de un ejército de otro Estado Contratante, salvo que no tengan relación legal con
dicho ejército.
Artículo 300.- La misma exención se aplica a los delitos cometidos en aguas territoriales o
en el aire nacional, a bordo de naves o aeronaves extranjeras de guerra.
Artículo 301.- Lo propio sucede con los delitos cometidos en aguas territoriales o aire
nacional en naves o aeronaves mercantes extranjeras, si no tienen relación alguna con el
país y sus habitantes ni perturban su tranquilidad.
Artículo 302.- Cuando los actos de que se componga un delito se realicen en Estados
Contratantes diversos, cada Estado puede castigar el acto realizado en su país, si constituye
por sí solo un hecho punible.
De lo contrario, se dará preferencia al derecho de la soberanía local en que el delito se haya
consumado.
Artículo 304.- Ningún Estado Contratante aplicará en su territorio las leyes penales de los
demás.
CAPITULO II
DELITOS COMETIDOS EN UN ESTADO EXTRANJERO CONTRATANTE
Articulo 305.- Están sujetos en el extranjero a las leyes penales de cada Estado Contratante,
los que cometieren un delito contra la seguridad interna o externa del mismo o contra su
crédito público, sea cual fuere la nacionalidad o el domicilio del delincuente.
Artículo 306.- Todo nacional de un Estado Contratante o todo extranjero domiciliado en él,
que cometa en el extranjero un delito contra la independencia de ese Estado, queda sujeto a
sus leyes penales.
Artículo 307.- También estarán sujetos a las leyes penales del Estado extranjero en que
puedan ser aprehendidos y juzgados, los que cometan fuera del territorio un delito, como la
trata de blancas, que ese Estado Contratante se haya obligado a reprimir por un acuerdo
internacional.
CAPITULO III
DELITOS COMETIDOS FUERA DE TODO TERRITORIO NACIONAL
Artículo 309.- En los casos de abordaje culpable en alta mar o en el aire, entre naves o
aeronaves de distinto pabellón, se aplicará la ley penal de la víctima.
CAPITULO IV
CUESTIONES VARIAS
Artículo 311.- La pena de interdicción civil tendrá efecto en los otros Estados mediante el
cumplimiento previo de las formalidades de registro o publicación que exija la legislación
de cada uno de ellos.
Artículo 312.- La prescripción del delito se subordina a la ley del Estado a que corresponda
su conocimiento.
Artículo 313.- La prescripción de la pena se rige por la ley del Estado que la ha impuesto.
LIBRO CUARTO
DERECHO PROCESAL INTERNACIONAL
TITULO PRIMERO
PRINCIPIOS GENERALES
Artículo 318.- Será en primer término juez competente para conocer de los pleitos a que dé
origen el ejercicio de las acciones civiles y mercantiles de toda clase, aquel a quien los
litigantes se sometan expresa o tácitamente, siempre que uno de ellos por lo menos sea
nacional del Estado Contratante a que el Juez pertenezca o tenga en él su domicilio y salvo
el derecho local contrario
La sumisión no será posible para las acciones reales o mixtas sobre bienes inmuebles, si la
prohibe la ley de su situación.
Artículo 319.- La sumisión sólo podrá hacerse al Juez que ejerza jurisdicción ordinaria y
que la tenga para conocer de igual clase de negocios y en el mismo grado.
Articulo 320. - En ningún caso podrán las Partes someterse expresa o tácitamente para un
recurso a Juez o Tribunal diferente de aquel a quién esté subordinado, según las leyes
locales, el que haya conocido en primera instancia.
Artículo 321.- Se entenderá por sumisión expresa la hecha por los interesados renunciando
clara y terminantemente a su fuero propio y designando con toda precisión al Juez a quien
se sometan.
Artículo 322.- Se extenderá hecha la sumisión tácita por el demandante con el hecho de
acudir al juez interponiendo la demanda, y por el demandado con el hecho de practicar,
después de apersonado en el juicio, cualquiera gestión que no sea proponer en forma la
declinatoria. No se entenderá que hay sumisión tácita si el procedimiento se siguiera en
rebeldía.
Artículo 323.- Fuera de los casos de sumisión expresa o tácita, y salvo el derecho local
contrario, será Juez competente para el ejercicio de acciones personales el del lugar del
cumplimiento de la obligación y en su defecto el del domicilio de los demandados y
subsidiariamente el de su residencia.
Artículo 324.- Para el ejercicio de acciones reales sobre bienes muebles, será competente el
juez de la situación y si no fuere conocida del demandante, el del domicilio, y en su defecto
el de la residencia del demandado.
Artículo 325.- Para el ejercicio de acciones reales sobre bienes inmuebles y para el de las
acciones mixtas de deslinde y división de la comunidad, será juez competente el de la
situación de los bienes.
Artículo 326.- Si en los casos a que se refieren los dos artículos anteriores hubiere bienes
situados en más de un Estado Contratante, podrá acudirse a los jueces de cualquiera de
ellos, salvo que lo prohiba para los inmuebles la ley de la situación.
Artículo 327.- En los juicios de testamentaría o abintestato, será juez competente el del
lugar en que tuvo el finado su último domicilio.
Artículo 328.- En los concursos de acreedores y en las quiebras, cuando fuere voluntaria la
presentación del deudor en ese estado, será juez competente el de su domicilio.
Artículo 329.- En los concursos o quiebras promovidos por los acreedores, será juez
competente el de cualquiera de los lugares que esté conociendo de la reclamación que los
motiva, prefiriéndose, caso de estar entre ellos, el del domicilio del deudor, si éste o la
mayoría de los acreedores lo reclamasen.
Artículo 330.- Para los actos de jurisdicción voluntaria y salvo también el caso de sumisión
y salvo el derecho local, será competente el juez del lugar en que tenga o haya tenido su
domicilio o, en su defecto, la residencia, la persona que los motive.
CAPITULO II
EXCEPCIONES A LAS REGLAS GENERALES DE COMPETENCIA EN LO CIVIL Y EN LO MERCANTIL
Artículo 333.- Los jueces y tribunales de cada Estado Contratante serán incompetentes para
conocer de los asuntos civiles o mercantiles en que sean parte demandada los demás
Estados Contratantes o sus Jefes, si se ejercita una acción personal, salvo el caso de
sumisión expresa o de demandas reconvencionales
Artículo 334.- En el mismo caso y con la propia excepción, serán incompetentes cuando se
ejerciten acciones reales, si el Estado Contratante o su Jefe han actuado en el asunto como
tales y en su carácter público, debiendo aplicarse lo dispuesto en el último párrafo del
artículo 318.
Articulo 335.- Si el Estado extranjero Contratante o su Jefe han actuado como particulares
o personas privadas, serán competentes los jueces o tribunales para conocer de los asuntos
en que se ejerciten acciones reales o mixtas, si esta competencia les corresponde respecto a
individuos extranjeros, conforme a éste Código.
Artículo 336.- La regla del artículo anterior será aplicable a los juicios universales, sea cual
fuere el carácter con que en ellos actúen el Estado extranjero Contratante o su Jefe.
Artículo 337.- Las disposiciones establecidas en los artículos anteriores, se aplicarán a los
funcionarios diplomáticos extranjeros y a los Comandantes de buques o aeronaves de
guerra.
Artículo 338.- Los Cónsules extranjeros no estarán exentos de la competencia de los jueces
y tribunales civiles del país en que actúen, sino para sus actos oficiales.
Artículo 339.- En ningún caso podrán adoptar los jueces o tribunales medidas coercitivas o
de otra clase que hayan de ser ejecutadas en el interior de las Legaciones o Consulados o
sus archivos, ni respecto de la correspondencia diplomática o consular, sin el
consentimiento de los respectivos funcionarios diplomáticos o consulares.
CAPITULO III
REGLAS GENERALES DE COMPETENCIA EN LO PENAL
Artículo 340.- Para conocer de los delitos y faltas y juzgarlos, son competentes los jueces y
tribunales del Estado Contratante en que se hayan cometido.
Artículo 341.- La competencia se extiende a todos los demás delitos y faltas a que haya de
aplicarse la ley penal del Estado conforme a las disposiciones de este Código.
Artículo 342.- Alcanza, asimismo, a los delitos o faltas cometidos en el extranjero por
funcionarios nacionales que gocen del beneficio de inmunidad.
CAPITULO IV
EXCEPCIONES A LAS REGLAS GENERALES DE COMPETENCIA EN MATERIA PENAL
TITULO TERCERO
DE LA EXTRADICION
Artículo 345.- Los Estados Contratantes no están obligados a entregar sus nacionales. La
Nación que se niegue a entregar a uno de sus ciudadanos estará obligada a juzgarlo.
Artículo 346.- Cuando, con anterioridad al recibo de la solicitud, un procesado o condenado
haya delinquido en el país al que se pide su entrega puede diferirse esa entrega hasta que se
le juzgue y cumpla la pena.
Artículo 348.- Caso de solicitarla por hechos diversos tendrá preferencia el Estado
Contratante en cuyo territorio se haya cometido el delito más grave, según la legislación del
Estado requerido.
Artículo 349,- Si todos los hechos imputados tuvieren igual gravedad, será preferido el
Estado Contratante que presente primero la solicitud de extradición. De ser simultáneas,
decidirá el Estado requerido, pero debe conceder la preferencia al Estado de origen o, en su
defecto, al del domicilio del delincuente, si fuere uno de los solicitantes.
Artículo 350.- Las anteriores reglas sobre preferencia no serán aplicables si el Estado
Contratante estuviere obligado con un tercero, en virtud de Tratados vigentes anteriores a
este Código, a establecerla de un modo distinto.
Artículo 351.- Para conceder la extradición, es necesario que el delito se haya cometido en
el territorio del Estado que la pida o que le sean aplicables sus leyes penales de acuerdo con
el Libro Tercero de este Código.
Artículo 353.- Es necesario que el hecho que motive la extradición tenga carácter de delito
en la legislación del Estado requeriente y en la del requerido.
Artículo 354.- Asimismo se exigirá que la pena asignada a los hechos imputados, según su
calificación provisional o definitiva por el juez o tribunal competente del Estado que
solícita la extradición, no sea menor de un año de privación de libertad y que esté
autorizada o acordada la prisión o detención preventiva del procesado, si no hubiera aún
sentencia firme. Esta debe ser de privación de libertad.
Artículo 355.- Están excluidos de la extradición los delitos políticos y conexos, según la
calificación del Estado requerido.
Artículo 359.- Tampoco debe accederse a ella si han prescrito el delito o la pena conforme
a las leyes del Estado requeriente o del requerido.
Artículo 360.- La legislación del Estado requerido posterior al delito, no podrá impedir la
extradición.
Artículo 362.- Para los efectos del artículo anterior, exhibirán a la autoridad local
correspondiente, dejándole además copia auténtica, los registros del buque o aeronave, rol
de la tripulación o cualquier otro documento oficial en que la solicitud se funde.
Artículo 363.- En los países limítrofes podrán pactarse reglas especiales para la extradición
en las regiones o localidades de la frontera.
Artículo 364.- La solicitud de la extradición debe hacerse por conducto de los funcionarios
debidamente autorizados para eso por las leyes del Estado requeriente.
2.- La filiación del individuo reclamado o las señas o circunstancias que puedan servir para
identificarlo.
3.- Copia auténtica de las disposiciones que establezcan la calificación legal del hecho que
motiva la solicitud de entrega, definan la participación atribuida en él al inculpado y
precisen la pena aplicable.
Artículo 369.- También podrá el detenido, a partir de ese hecho, utilizar los recursos legales
que procedan, en Estado que pida la extradición, contra las calificaciones y resoluciones en
que se funde.
Artículo 370.- La entrega debe hacerse con todos los objetos que se encontraren en poder
de la persona reclamada, ya sean producto del delito imputado, ya piezas que puedan servir
para la prueba del mismo, en cuanto fuere practicable con arreglo a las leyes del Estado que
la efectúa, y respetando debidamente los derechos de terceros.
Artículo 371.- La entrega de los objetos a que se refiere el articulo anterior podrá hacerse, si
la pidiere el Estado solicitante de la extradición, aunque el detenido muera o se evada antes
de efectuaría.
Artículo 372.- Los gastos de detención y entrega serán de cuenta del Estado requeriente,
pero no tendrá que sufragar ninguno por los servicios que prestaren los empleados públicos
con sueldo del Gobierno a quién se pida la extradición.
Artículo 373.- El importe de los servicios prestados por empleados públicos u oficiales que
sólo perciban derechos o emolumentos, no excederá de los que habitualmente cobraren por
esas diligencias o servicios según las leyes del país en que residan.
Artículo 374.- Toda responsabilidad que pueda originarse del hecho de la detención
provisional, será de cargo del Estado que la solicite.
Artículo 376.- El Estado que obtenga la extradición de un acusado que fuere luego absuelto,
estará obligado a comunicar al que la concedió una copia auténtica del fallo.
Artículo 377.- La persona entregada ni podrá ser detenida en prisión ni juzgada por el
Estado Contratante a quien se entregue, por un delito distinto del que hubiere motivado la
extradición y cometido con anterioridad a la misma, salvo que consienta en ello el Estado
requerido, o que permanezca el extraditado libre en el primero, tres meses después de
juzgado y absuelto por el delito que originó la extradición o de cumplida la pena de
privación de libertad impuesta.
Artículo 378.- En ningún caso se impondrá o ejecutará la pena de muerte por el delito que
hubiese sido causa de extradición.
Artículo 379.- Siempre que proceda el abono de la prisión preventiva, se computará como
tal el tiempo transcurrido desde la detención del extraditado en el Estado a quien se le haya
pedido.
Artículo 381.- Negada la extradición de una persona, no se puede volver a solicitarla por el
mismo delito.
TITULO CUARTO
DEL DERECHO DE COMPARECER EN JUICIO Y SUS MODALIDADES
Artículo 382.- Los nacionales de cada Estado Contratante gozarán en cada uno de los otros
del beneficio de defensa por pobre, en las mismas condiciones que los naturales.
Artículo 385.- Tampoco necesitarán esos extranjeros prestar fianza para querellarse por
acción privada, en los casos en que no se exija a los nacionales.
Artículo 387.- Ninguno de los Estados Contratantes impondrá a los nacionales de otro la
caución judicio sisti o el onus probandi, en los casos en que no se exijan a sus propios
naturales.
TITULO QUINTO
EXHORTOS O COMISIONES ROGATORIAS
Artículo 388.- Toda diligencia judicial que un Estado Contratante necesita practicar en otro,
se efectuará mediante exhorto o comisión rogatoria cursados por la vía diplomática. Sin
embargo, los Estados Contratantes podrán pactar o aceptar entre si en materia civil o
criminal cualquier otra forma de transmisión.
Artículo 389.- Al juez exhortante corresponde decidir respecto a su competencia y a la
legalidad y oportunidad del acto o prueba sin perjuicio de la jurisdicción del juez
exhortado.
Artículo 390.- El juez exhortado resolverá sobre su propia competencia ratione materiae
para el acto que se le encarga.
Articulo 391.- El que reciba el exhorto o comisión rogatoria debe ajustarse en cuanto a su
objeto a la ley del comitente y en cuanto a la forma de cumplirlo a la suya propia.
Artículo 392.- El exhorto será redactado en la lengua del Estado exhortante y será
acompañado de una traducción hecha en la lengua del Estado exhortado, debidamente
certificada por intérprete juramentado.
TITULO SEXTO
EXCEPCIONES QUE TIENEN CARÁCTER INTERNACIONAL
Artículo 394.- La litis pendencia por pleito en otro de los Estados Contratantes, podrá
alegarse en materia civil cuando la sentencia que se dicte en uno de ellos haya de producir
en el otro los efectos de cosa juzgada.
Artículo 395.- En asuntos penales no podrá alegarse la excepción de litis pendencia por
causa pendiente en otro Estado Contratante.
Artículo 896.- La excepción de cosa juzgada que se funde en sentencia de otro Estado
Contratante sólo podrá alegarse cuando se haya dictado la sentencia con la comparecencia
de las partes o de sus representantes legítimos, sin que se haya suscitado cuestión de
competencia del tribunal extranjero basada en disposiciones de este Código.
Artículo 397.- En todos los casos de relaciones jurídicas sometidas a este Código, podrán
promoverse cuestiones de competencia por declinatoria fundada en sus preceptos.
TITULO SEPTIMO
DE LA PRUEBA
CAPITULO I
DISPOSICIONES GENERALES SOBRE LA PRUEBA
Artículo 398.- La ley que rija el delito o la relación de derecho objeto del juicio civil o
mercantil, determina a quien incumbe la prueba.
Artículo 399.- Para decidir los medios de prueba que pueden utilizarse en cada caso, es
competente la ley del lugar en que se ha realizado el acto o hecho que se trate de probar,
exceptuándose los no autorizados por la ley del lugar en que se sigue el juicio.
Artículo 400.- La forma en que ha de practicarse toda prueba se regula por la ley vigente en
el lugar en que se lleva a cabo.
Artículo 402.- Los documentos otorgados en cada uno de los Estados Contratantes tendrán
en los otros el mismo valor en juicio que los otorgados en ellos, si reúnen los requisitos
siguientes:
1.- Que el asunto o materia del acto o contrato sea lícito y permitido por las leyes del país
del otorgamiento y de aquel en que el documento se utiliza;
2.- Que los otorgantes tengan aptitud y capacidad legal para obligarse conforme a su ley
personal;
4.- Que el documento esté legalizado y llene los demás requisitos necesarios para su
autenticidad en el lugar donde se emplea.
Artículo 405.- La forma del juramento se ajustará a la ley del juez o tribunal ante quien se
preste y su eficacia a la que rija el hecho sobre el cual se jura.
Articulo 406.- Las presunciones derivadas de un hecho se sujetan a la ley del lugar en que
se realiza el hecho de que nacen.
CAPITULO II
REGLAS ESPECIALES SOBRE LA PRUEBA DE LEYES EXTRANJERAS
Artículo 408.- Los jueces o tribunales de cada Estado Contratante aplicarán de oficio,
cuando proceda, las leyes de los demás, sin perjuicio de los medios probatorios a que este
Capítulo se refiere.
Artículo 409.- La parte que invoque la aplicación del derecho de cualquier Estado
Contratante en uno de los otros, o disienta de ella, podrá justificar su texto, vigencia y
sentido, mediante certificación de dos Abogados en ejercicio en el país de cuya legislación
se trate, que deberá presentarse debidamente legalizada.
Artículo 410.- A falta de prueba o si el juez o el tribunal por cualquier razón la estimaren
insuficiente, podrán solicitar de oficio, antes de resolver, por la vía diplomática, que el
Estado de cuya legislación se trate proporcione un informe sobre el texto, vigencia y
sentido de derecho aplicable.
Artículo 411.- Cada Estado Contratante se obliga a suministrar a los otros, en el más breve
plazo posible la información a que el artículo anterior se refiere y que deberá proceder de su
Tribunal Supremo o de cualquiera de sus Salas o Secciones, o del Ministerio Fiscal, o de la
Secretaría o Ministerio de Justicia.
TITULO OCTAVO
DEL RECURSO DE CASACION
Artículo 413.- Serán aplicables al recurso de casación las reglas establecidas en el Capítulo
20. del Título anterior, aunque el juez o tribunal inferior haya hecho ya uso de ellas.
TITULO NOVENO
DE LA QUIEBRA O CONCURSO
CAPITULO I
UNIDAD DE LA QUIEBRA O CONCURSO
Artículo 415.- Si una misma persona o sociedad tuviere en más de un Estado Contratante
varios establecimientos mercantiles enteramente separados económicamente, puede haber
tantos juicios de procedimiento preventivos y de quiebra como establecimientos
mercantiles.
CAPITULO II
UNIVERSALIDAD DE LA QUIEBRA O CONCURSO, Y SUS EFECTOS
Artículo 417.- El auto de declaratoria de quiebra o con curso dictado en uno de los Estados
Contratantes, se ejecutará en los otros en los casos y forma establecidos en este Código para
las resoluciones judiciales; pero producirá, desde que quede firme y para las personas
respecto de las cuales lo estuviere, los efectos de cosa juzgada.
Artículo 418.- Las facultades y funciones de los Síndicos nombrados en uno de los Estados
Contratantes con arreglo a las disposiciones de este Código, tendrán efecto extraterritorial
en los demás, sin necesidad de trámite alguno local.
Articulo 420.- Las acciones reales y los derechos de la misma índole continuarán sujetos,
no obstante la declaración de quiebra o concurso, a la ley de la situación de las cosas a que
afecten y a la competencia de los jueces del lugar en que éstas se encuentren.
CAPITULO III
DEL CONVENIO Y LA REHABILITACION
Artículo 421.- El Convenio entre los acreedores y el quebrado o concursado tendrá efectos
extraterritoriales en los demás Estados Contratantes, salvo el derecho de los acreedores por
acción real que no lo hubiesen aceptado.
Artículo 422.- La rehabilitación del quebrado tiene también eficacia extraterritorial en los
demás Estados Contratantes, desde que quede firme la resolución judicial en que se
disponga, y conforme a sus términos.
TITULO DECIMO
EJECUCION DE SENTENCIAS DICTADAS POR TRIBUNALES EXTRANJEROS
CAPITULO I
MATERIA CIVIL
1.- Que tenga competencia para conocer del asunto y juzgarlo, de acuerdo con las reglas de
este Código, el juez o tribunal que la haya dictado;
2.- Que las partes hayan sido citadas personalmente o por su representante legal, para el
juicio;
3.- Que el fallo no contravenga el orden público o el derecho público del país en que quiere
ejecutarse;
5.- Que se traduzca autorizadamente por un funcionario o intérprete oficial del Estado en
que ha de ejecutarse, si allí fuere distinto el idioma empleado;
6.- Que el documento en que conste reúna los requisitos necesarios para ser considerado
como autentico en el Estado de que proceda, y los que requiera para que haga fe la
legislación del Estado en que se aspira a cumplir la sentencia.
Artículo 424.- La ejecución de la sentencia deberá solicitarse del juez o tribunal competente
para llevarla a efecto, previas las formalidades requeridas para la legislación interior.
Artículo 425.- Contra la resolución judicial, en el caso a que el artículo anterior se refiere,
se otorgarán todos los recursos que las leyes de ese Estado concedan respecto de las
sentencias definitivas dictadas en juicio declarativo de mayor cuantía.
Artículo 426.- El juez o tribunal a quien se pida la ejecución oirá, antes de decretaría o
denegaría y por término de 20 días, a la parte contra quien se dirija y al Fiscal o Ministerio
Público.
Artículo 427.- La citación de la parte a quien deba oírse se practicará por medio del exhorto
o comisión rogatoria, según lo dispuesto en este Código, si tuviere su domicilio en el
extranjero y careciere en el país de representación bastante, o en la forma establecida por el
derecho local si tuviere el domicilio en el Estado requerido.
Artículo 428.- Pasado el término que el juez o tribunal señale para la comparencia,
continuará la marcha del asunto, haya o no comparecido el citado.
Artículo 431.- Las sentencias firmes dictadas por un Estado Contratante que por sus
pronunciamientos no sean ejecutables, producirán en los demás los efectos de cosa juzgada
si reúnen las condiciones que a ese fin determina este Código, salvo las relativas a su
ejecución.
Artículo 433.- Se aplicará también ese mismo procedimiento a las sentencias civiles
dictadas en cualquiera de los Estados Contratantes por un Tribunal Internacional, que se
refieran a personas o intereses privados.
CAPITULO II
ACTOS DE JURISDICCION VOLUNTARIA
Artículo 435.- Las resoluciones en los actos de jurisdicción voluntaria en materia civil
procedentes de un Estado Contratante, se aceptarán por los demás si reúnen las condiciones
exigidas por este Código para la eficacia de los documentos otorgados en país extranjero y
proceden de juez o tribunal competente, y tendrán en consecuencia eficacia extraterritorial.
CAPITULO III
MATERIA PENAL
Artículo 436.- Ningún Estado Contratante ejecutará las sentencias dictadas en uno de los
otros en materia penal, en cuanto a las sanciones de ese orden que impongan.
Artículo 437.- Podrán sin embargo ejecutarse dichas sentencias en lo que toca a la
responsabilidad civil y a sus efectos sobre los bienes del condenado, si han sido dictadas
por juez o tribunal competente según este Código, y con la audiencia del interesado, y se
cumplen las demás condiciones formales y de trámite que el Capítulo primero de este
Título establece.
ANEXO:
DANIEL SALAMANCA
Presidente Constitucional de la República de Bolivia
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA:
J. L. TEJADA S.- G. Rios Bridoux.- Gabriel Palenque S.S. Humberto Duchén D.S.-
Fernando López D.S.
Palacio de Gobierno en la ciudad de La Paz, a los veinte días del mes de enero de mil
novecientos treinta y dos años.
D. SALAMANCA
Julio A. Gutiérrez
Reservan:
BOLIVIA
ARGENTINA
1.- Entiende que la Codificación del Derecho Internacional Privado debe ser "gradual y
progresiva", especialmente respecto de las instituciones que presentan en los Estados
Americanos, identidad o analogía de caracteres fundamentales.
2.- Mantiene la vigencia de los Tratados de Derecho Civil Internacional, Derecho Penal
Internacional, Derecho Comercial Internacional y Derecho Procesal Internacional,
sancionados en Montevideo el año 1889, con sus Convenios y Protocolos respectivos.
6.- Acepta el sistema de la "unidad de las sucesiones" con la limitación derivada de la "Lex
rei sitae" en materia de bienes inmuebles.
7.- Admite todo principio que tienda a reconocer en favor de la mujer los mismos derechos
civiles conferidos al hombre mayor de edad.
8.- No aprueba aquellos principios que modifiquen el sistema del "Jus soli" como medio de
adquirir la nacionalidad.
9.- No admite preceptos que resuelvan conflictos relativos a la "doble nacionalidad" con
perjuicio de la aplicación exclusiva del "Jus soli".
12.- Hace reserva expresa de la aplicación de la "Ley del pabellón", en cuestiones relativas
al Derecho Marítimo, especialmente en lo que atañe al contrato de fletamento y a sus
consecuencias jurídicas, por considerar que deben someterse a la ley y jurisdicción del país
del puerto de destino.
Este principio fue sostenido con éxito por la rama argentina de la International Law
Association, en la 319 sesión de ésta y actualmente es una de las llamadas "regla de Buenos
Aires".
13.- Refirma el concepto de que los delitos cometidos en aeronaves, dentro del espacio
aéreo nacional o en buques mercantes extranjeros, deberán juzgarse y punirse por las
autoridades y leyes del Estado en que se encuentran.
15.- No admite principios que reglamenten las cuestiones internacionales del trabajo y
situación jurídica de los obreros en mérito de las razones expuestas, cuando se discutió el
artículo 198 del Proyecto de Convención de Derecho Civil Internacional, en la Junta
Internacional de Jurisconsultos, Asamblea de Río de Janeiro de 1927.
BRASIL
"Rechazada la enmienda substitutiva que propuso para el artículo 53, la Delegación del
Brasil niega su aprobación al artículo 52 que establece la competencia de la ley de
domicilio conyugal para regular la separación de cuerpos y el divorcio, así como también al
Artículo 54".
"En lo relativo a personas jurídicas, nuestra opinión es que ellas deben estar sometidas a la
ley local para todo lo que se refiera a "su concepto y reconocimiento", como lo dispone
sabiamente el artículo 32 del Código, en contradicción (por lo menos aparente) con otras
disposiciones del mismo como los artículos 16 a 21. Para las legislaciones suscritas, las
personas jurídicas no pueden tener nacionalidad ni de acuerdo con los principios científicos
ni en conformidad con las más altas y permanentes conveniencias de América. Habría sido
preferible que en el Código que vamos a expedir, se hubiese omitido todo cuanto pueda
servir para afirmar que las personas jurídicas, singularmente las sociedades de capitales,
tienen nacionalidad".
COSTA RICA
CHILE
ECUADOR
ESTADOS UNIDOS
Los Estados Unidos de América, que no suscribieron la Convención, dejaron una
Declaración concebida en los siguientes términos:
"Siente mucho no poder aprobar desde ahora el Código del Doctor Bustamente, pues dada
la Constitución de los Estados Unidos de América, las relaciones de los Estados miembros
de la Unión Federal y las atribuciones y poderes del Gobierno Federal, se les hace difícil. El
Gobierno de los Estados Unidos de América, mantiene firme la idea de no desligarse de la
América Latina, por lo que, de acuerdo con el Artículo Sexto de la Convención, que
permite a cada Gobierno adherirse más tarde, harán uso del privilegio de ese Artículo a fin
de que, después de examinar cuidadosamente el Código en todas sus estipulaciones, pueda
adherirse por lo menos a gran parte del mismo. Por estas razones la Delegación de los
Estados Unidos de América se reserva su voto en la esperanza de poder adherirse, como ha
dicho, en parte o en una parte considerable de sus estipulaciones"
EL SALVADOR
"Primera.- Especialmente aplicable a los artículos 44, 146,176, 232 y 233: En cuanto se
refiere a las incapacidades que puedan tener los extranjeros conforme a su ley personal para
testar, contratar, comparecer en juicio, ejercer el comercio o intervenir en actos o contratos
mercantiles, se hace la reserva de que en El Salvador dichas incapacidades no serán
reconocidas en los casos en que los actos o contratos han sido celebrados en El Salvador,
sin contravención a la ley salvadoreña y para tener efectos en su territorio nacional".
"Tercera.- Especialmente aplicable a los artículos 327 328 y 329: No será admisible, en
cuanto concierne a El Salvador, la jurisdicción de jueces o tribunales extranjeros en los
juicios y diligencias sucesorales y en los concursos de acreedores y quiebra en todos los
casos en que afecten bienes inmuebles situados en El Salvador".
GUATEMALA
"Guatemala ha adoptado en su legislación civil, el sistema del domicilio, pero aunque así
no fuera, los artículos conciliatorios del Código hacen armonizar perfectamente cualquier
conflicto que pudiera suscitarse entre los diferentes Estados, según las escuelas diversas a
que hayan sido afiliados".
HAITI
NICARAGUA
"Declara que como lo expresó verbalmente en varios casos durante la discusión, algunas de
las disposiciones del Código aprobado están en desacuerdo con disposiciones expresas de la
legislación de Nicaragua o con principios que son bases de esa legislación; pero como un
debido homenaje a la obra insigne del ilustre autor de aquel Código, prefiere en vez de
puntualizar las reservas del caso, hacer esta declaración y dejar que los poderes públicos de
Nicaragua formulen tales reservas o reformen hasta donde sea posible la legislación
nacional en los casos de incompatibilidad".
PARAGUAY
1.- Hace la declaración de que el Paraguay mantiene su adhesión a los Tratados de Derecho
Civil Internacional, Derecho Comercial Internacional, Derecho Penal Internacional y
Derecho Procesal Internacional que fueron sancionados en Montevideo en 1888 y 1889,
con los Convenios y Protocolos que los acompañan.
2.- No está conforme en modificar el sistema de la "Ley del domicilio" consagrado por la
legislación de la República.
3.- Mantiene su adhesión al principio de su legislación de que las personas jurídicas deben
exclusivamente su existencia a la ley del Estado que las autoriza y que, por consiguiente, no
son nacionales ni extranjeras; sus funciones están señaladas por la ley especial, de acuerdo
con los principios derivados del domicilio.
5.- Está conforme con todo principio que tienda a reconocer en favor de la mujer los
mismos derechos civiles acordados al hombre mayor de edad.
6.- No acepta los principios que modifiquen el sistema del "Jus soli" como medio de
adquirir la nacionalidad.
7,- No está conforme con los preceptos que resuelvan el problema de la "doble
nacionalidad" con perjuicio de la aplicación exclusiva del "Jus soli".
10.- Está conforme con que los delitos cometidos en aeronaves, dentro del espacio aéreo
nacional o en buques mercantes extranjeros, deben ser juzgados por los tribunales del
Estado en que se encuentren.
PANAMA
La República de Panamá que no formuló reservas, dejó la siguiente declaración:
"Al emitir su voto en favor del Proyecto de Código de Derecho Internacional Privado en la
sesión celebrada por esta Comisión el día 27 de enero último, la Delegación de la República
de Panamá manifestó que oportunamente presentan a las reservas que creyere necesarias, si
a ello hubiere lugar. Esta actitud de la Delegación de Panamá obedeció a ciertas dudas que
abrigaba respecto del alcance y extensión de algunas de las disposiciones contenidas en el
Proyecto, especialmente en lo relativo a la aplicación de la ley nacional del extranjero
residente en el país, lo cual habría dado lugar a un verdadero conflicto, ya que en la
República de Panamá impera el sistema de la ley territorial desde el momento mismo en
que se constituyó como Estado independiente. Sin embargo, la Delegaci6n Panameña
estima que todas las dificultades que pudieran presentarse en esta delicada materia han sido
previstas y quedarán sabiamente resueltas por medio del articulo séptimo del Proyecto,
según el cual "cada Estado Contratante aplicará como leyes personales las del domicilio o
las de la nacionalidad, según el sistema que haya adoptado o adopte en adelante la
legislación interior". Como todos los demás Estados que suscriban y ratifiquen la
Convención respectiva, Panamá quedará, pues, en plena libertad de aplicar su propia ley,
que es la territorial".
"Entendidas así las cosas, a la Delegación de Panamá le altamente grato declarar, como lo
hace en efecto, que le imparte su aprobación al Proyecto de Código de Derecho
Internacional Privado, o al Código Bustamante que es como llamarse en homenaje a su
autor, sin reservas de clase".
REPUBLICA DOMINICANA
Consignó las siguientes reservas al tiempo de firmar la Convención, pero no hizo referencia
a las mismas en el instrumento de ratificación.
URUGUAY
"La Delegación del Uruguay hace reservas tendientes a que el criterio de esa Delegación
sea coherente con el sustentado en la Junta de Jurisconsultos de Río de Janeiro por el doctor
Pedro Varela, Catedrático de la Facultad de Derecho de su país. Las mantiene, declarando
que el Uruguay presta su aprobación al Código en general.
VENEZUELA
Argentina
Bolivia 9 de marzo de 1932
Brasil 3 de agosto de 1929
Colombia
Costa Rica 27 de febrero de 1930
Cuba 20 de abril de 1928
Chile 6 de septiembre de 1933
Ecuador 31 de mayo de 1933
El Salvador 16 de noviembre de 1931
Guatemala 9 de noviembre de 1929
Haití 6 de febrero de 1930
Honduras 20 de mayo de 1930
México
Nicaragua 28 de febrero de 1930
Panamá 26 de octubre de 1928
Paraguay
Perú 19 de agosto de 1929
República Dominicana 12 de marzo de 1929
Uruguay
Venezuela 12 de marzo de 1932
NOTAS BENE
FIRMADO EN CARACAS, EL 18 DE JULIO DE 1911 RATIFICADO POR EL GOBIERNO DE BOLIVIA, MEDIANTE LEY DE 24
DE OCTUBRE DE 1912
Artículo 1º. Los Estados Contratantes convienen en entregarse mutuamente de acuerdo con
lo que se estipula en este Acuerdo, los individuos procesados o condenados por las
autoridades judiciales de cualquiera de los Estados Contratantes, como autores, cómplices o
encubridores de alguno o algunos de los crímenes o delitos especificados en el Artículo 2º,
dentro de la jurisdicción de una de las Partes Contratantes, que busquen asilo o se
encuentren dentro del territorio de una de ellas. Para que la extradición se efectúe es preciso
que las pruebas de la infracción sean tales, que las leyes del lugar donde se encuentra el
prófugo o enjuiciado, justifiquen su detención o sometimiento a juicio, si la comisión
tentativa o frustración del crimen o delito se hubiese verificado en él.
7.- Asociación de malhechores, con propósito criminal comprobado respecto a los delitos
que dan lugar a la extradición.
8.- Bigamia y poligamia.
9.- Robo, hurto de dinero o bienes muebles.
10. Fraude que constituya estafa o engaño.
11.- La rapiña o la extorsión debidamente sentenciada por los Tribunales Judiciales según
la Legislación respectiva.
12.- Abuso de confianza.
13.- Falsificación de papeles o emisión de papeles falsificados; falsificación de documentos
oficiales del Gobierno, de las autoridades públicas o de los Tribunales de Justicia o la
emisión de la cosa falsificada.
14.- Falsificación o alteración de moneda, ya acuñada, ya de papel, o de títulos de deuda
creados por los Gobiernos Nacionales de los Estados provinciales o municipales, o de
cupones de estos títulos, o de billetes de banco, o la emisión o circulación de los mismos.
15.- Falsificación o alteración de sellos, timbres, cuños, estampillas de correo y marcas de
los Gobiernos respectivos, de las autoridades y de la Administración pública; y el uso,
circulación o expendio fraudulento de dichos objetos.
16.- Malversación cometida por funcionarios públicos; malversación cometida por personas
empleadas o salariadas, en detrimento de aquellas que las emplean.
17.- Cohecho y concusión.
18.- Falsos testimonios o falsas declaraciones de testigos, expertos o el soborno de testigos,
expertos o intérpretes.
19.- Bancarrota o quiebra fraudulenta y fraudes cometidos en las quiebras.
20.- Destrucción u obstrucción voluntaria e ilegal do ferrocarriles que pongan en peligro la
vida de las personas.
21.- Inundación y otros estragos.
22.- Delitos cometidos en el mar.
23.- Crímenes y delitos contra las leyes de las Partes Contratantes encaminadas a la
supresión de la esclavitud y del tráfico de esclavos.
24.- Atentados contra la libertad individual y la inviolabilidad de domicilio, cometidos por
particulares.
a) Si con arreglo a las leyes de uno u otro Estado no excede de seis meses de privación de
libertad el máximum de la pena aplicable a la participación que se impute a la persona
reclamada, en el hecho por el cual se solicita extradición.
b) Cuando según las leyes del Estado al cual se dirige la solicitud hubiere prescrito la
acción o la pena a que estaba sujeto el enjuiciado o condenado.
Artículo 7º.- Cuando la persona reclamada se hallare procesada o condenada por el Estado
requerido, la entrega, cuando a esto procediere, no se efectuará sino cuando el reclamado
sea absuelto o indultado o haya cumplido la condena o cuando de algún modo quede
terminado el juicio.
Artículo 8º.- La solicitud de extradición deberá estar acompañada de la sentencia
condenatoria si el prófugo hubiese sido juzgado y condenado; o del auto de detención
dictado por el Tribunal competente, con la designación exacta del delito o crimen que la
motivare y de la fecha de su perpetración así como de las declaraciones u otras pruebas en
virtud de las cuales se hubiere dictado dicho auto, caso de que el fugitivo sólo estuviere
procesado.
Artículo 9º.- Se efectuará la detención provisional del prófugo, si se produce por la vía
diplomática un mandato de detención mandado por el Tribunal competente. Igualmente se
verificará la detención provisional si media un aviso transmitido aún por el telégrafo, por la
vía diplomática, Ministro de Relaciones Exteriores del Estado requerido, de que existe un
mandato de detención. En casos de urgencia, principalmente cuando se tema la fuga del
reo, la detención provisional solicitada directamente por un funcionario judicial, puede ser
acordada por una autoridad de policía o por un Juez de Instrucción del lugar en donde se
encuentre el prófugo.
Artículo 10.- No se ejecutará la pena de muerte a un reo sino cuando ésta está permitida en
el país que lo entrega.
Artículo 11.- El extradido no podrá ser enjuiciado ni castigado en el Estado que lo reclama,
sino por los hechos mencionados en la solicitud de extradición, ni tampoco ser entregado a
otra Nación a menos que haya tenido en uno u otro caso la libertad de abandonar dicho
Estado durante un mes después de haber sido sentenciado, de haber sufrido la pena o de
haber sido indultado. En todos estos casos el extradido deberá ser advertido de las
consecuencias a que lo expondrá su permanencia en el territorio de la Nación.
Artículo 12.- Todos los objetos que constituyen el cuerpo del delito, los que provengan de
él o hayan servido para cometerlo, lo mismo que cualesquiera otros elementos de
convicción que se hubieren encontrado en poder del fugitivo, serán, después de la decisión
de la autoridad competente, entregados al Estado reclamante, en cuanto ello pueda
practicarse y sea conforme con las leyes de las respectivas naciones.
Se respetarán sin embargo, debidamente los derechos de tercero respecto de tales objetos.
Artículo 13.- Cuando la persona reclamada lo es a la vez por varios Estados, la prevención
determinará la preferencia, a no ser que la Nación del asilo esté obligada por un Tratado
anterior a la preferencia de un modo distinto.
Artículo 15.- Los gastos que ocasionen el arresto, la detención, el examen y la entrega de
los prófugos, en virtud de este Acuerdo, serán de cuenta del Estado que pide la extradición;
y la persona que haya de ser entregada se conducirá al puerto del Estado requerido que
indique el Gobierno que ha hecho la solicitud o su Agente diplomático, a cuyas expensas
será embarcado.
Artículo 17.- La duración del presente Acuerdo será de cinco años que se contará un mes
después del canje de sus ratificaciones y no tendrá efecto retroactivo. Pasado este término
se entenderá prorrogado hasta que uno de los Estados Contratantes comunique a los otros
su voluntad de hacerlo cesar, un año después de la notificación.
Artículo 18.- Fuera de las estipulaciones del presente Acuerdo, los Estados signatarios
reconocen la institución del Asilo, conforme a los principios del Derecho Internacional.
Artículo 19.- Cuando para la entrega de un reo cuya extradición hubiere sido acordada por
una Nación a favor de otra, fuese necesario atravesar el territorio de un Estado intermedio,
el tránsito será autorizado por éste, sin otro requisito que la exhibición por la vía
diplomática del testimonio en forma del decreto de extradición por el Gobierno que lo
otorgó.
ANEXOS:
DECRETO DE 23 DE AGOSTO DE 1912
La Paz, agosto 23 de 1912
ELIODORO VILLAZON.
Claudio Pinilla.
Aníbal Capriles.
Carlos Torrico.
Alfredo Ascarrunz.
Manuel B. Mariaca.
Julio La Faye.
ELIODORO VILLAZON
Presidente Constitucional de la República
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA:
Benedicto Goytia
Julio A. Gutiérrez
Moisés Ascarrunz, S. S.
Juan 29 Alvarado, D. S.
Carlos Crespo, D. S.
Por tanto: la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República.
Palacio del Supremo Gobierno en La Paz, a los 24 días del mes de octubre de 1912.
ELIODORO VILLAZON
Juan M. Saracho.
NOTAS:
1.- Ratificaron este Acuerdo sobre Extradición, además de Bolivia, todos los países
signatarios: Colombia, Ecuador, Perú (Resolución Legislativa Nº 2154 de 22 de octubre de
1915) y Venezuela.
3.- Por Acuerdo de 21 de abril de 1928, celebrado entre Bolivia y Colombia, se decidió fijar
en ciento veinte días la duración del término de la distancia, a que se refiere el inciso
segundo del Artículo 99 del Acuerdo de Caracas de 1911, dejando a salvo el caso fortuito o
la fuerza mayor que se acreditarán, cuando no sean notorios, por medio de certificaciones
de la respectiva Cancillería.
Artículo 1. Cada uno de los Estados signatarios se obliga a entregar, de acuerdo con las
estipulaciones de la presente Convención, a cualquiera de los otros Estados que los
requiera, a los individuos que se hallen en su territorio y estén acusados o hayan sido
sentenciados, siempre que concu.
b) Que el hecho por el cual se reclama la extradición tenga el carácter de delito y sea
punible por las leyes del Estado requeriente y por las del Estado requerido con la pena
mínima de un año de privación de la libertad.
Artículo 2. Cuando el individuo fuese nacional del Estado requerido, por lo que respecta a
su entrega ésta podrá o no ser acordada según lo que determine la legislación o las
circunstancias del caso a juicio del Estado requerido. Si no entregara al individuo, el Estado
requerido queda obligado a juzgarlo por el hecho que se le imputa, si en él concurren las
condiciones establecidas por el inciso b) del artículo anterior, y a comunicar al Estado
requeriente la sentencia que recaiga.
a) Cuando estén prescritas la acción penal o la pena, según las leyes del Estado requeriente
y del requerido con anterioridad a la detención del individuo inculpado.
b) Cuando el individuo inculpado haya cumplido su condena en el país del delito o cuando
haya sido amnistiado o indultado.
c) Cuando el individuo inculpado haya sido o esté siendo juzgado en el Estado requerido
por el hecho que se le imputa y en el cual se funda el pedido de extradición.
Artículo 7. Cuando la extradición de un individuo fuere pedida por diversos Estados con
referencia al mismo delito, se dará preferencia al Estado en cuyo territorio éste se haya
cometido.
Artículo 8. El pedido de extradición será resuelto de acuerdo con la legislación interior del
Estado requerido; y, ya corresponda, según ésta, al poder judicial o al poder administrativo.
El individuo cuya extradición se solicite podrá usar todas las instancias y recursos que
aquella legislación autorice.
Articulo 10. El Estado requeriente podrá solicitar, por cualquier medio de comunicación, la
detención provisional o preventiva de un individuo siempre que exista a lo menos, una
orden de detención dictada en su contra y ofrezca pedir oportunamente la extradición. El
Estado requerido ordenará la inmediata detención del inculpado. Si dentro de un plazo
máximo de dos meses, contados desde la fecha en que se notificó al Estado requeriente el
arresto del individuo, no formalizara aquél su pedido de extradición, el detenido será puesto
en libertad y no podrá solicitarse de nuevo su extradición sino en la forma establecida por el
Artículo 5.
Artículo 13. El Estado requeriente podrá nombrar agentes de seguridad para hacerse cargo
del individuo extradido; pero la intervención de aquéllos estará subordinada a los agentes o
autoridades con jurisdicción en el Estado requerido o en los de tránsito.
Artículo 15. Los objetos que se encontraren en poder del individuo requerido, obtenidos por
la perpetración del delito que motiva el pedido de extradición, o que pudieran servir de
prueba para el mismo, serán secuestrados y entregados al país requeriente aun cuando no
pudiera verificarse la entrega del individuo por causas extrañas al procedimiento, como
fuga o fallecimiento de dicha persona.
Artículo 16. Los gastos de prisión, custodia, manutención y transporte de la persona, así
como de los objetos a que se refiere el artículo anterior, serán por cuenta del Estado
requerido, hasta el momento de su entrega, y desde entonces quedarán a cargo del Estado
requeriente.
b) A no procesar ni a castigar al individuo por delito político, o por delito conexo con delito
político, cometido con anterioridad al pedido de extradición.
Artículo 18. Los Estados signatarios se obligan a permitir el tránsito por su territorio de
todo individuo cuya extradición haya sido acordada por otro Estado a favor de un tercero,
sin más requisito que la presentación, en original o en copia auténtica del acuerdo por el
cual el país de refugio concedió la extradición.
Artículo 19. No podrá fundarse en las estipulaciones de esta Convención ningún pedido de
extradición por delito cometido antes del depósito de su ratificación.
Articulo 20. La presente Convención será ratificada mediante las formalidades legales de
uso en cada uno de los Estados signatarios, y entrará en vigor, para cada uno de ellos treinta
días después del depósito de la respectiva ratificación. El Ministerio de Relaciones
Exteriores de la República Oriental del Uruguay queda encargado de enviar copias
certificadas auténticas a los Gobiernos para el referido fin. Los instrumentos de ratificación
serán depositados en los archivos de la Unión Panamericana, en Washington, que notificará
dicho depósito a los Gobiernos signatarios; tal notificación valdrá como canje de
ratificaciones.
Artículo 22. La presente Convención regirá indefinidamente, pero podrá ser denunciada
mediante aviso anticipado de un año a la Unión Panamericana, que la transmitirá a los
demás Gobiernos signatarios. Transcurrido este plazo, la Convención cesará en sus efectos
para el denunciante, quedando subsistente para las demás Altas Partes Contratantes.
Reserva de que El Salvador, aunque acepta en tesis general el Artículo XVIII del Tratado
Interamericano de Extradición, establece concretamente la excepción de que no puede
cooperar a la entrega de sus propios nacionales, prohibida por su Constitución Política,
permitiendo el paso por su territorio de dichos nacionales cuando un Estado extranjero los
entrega a otro.
México:
México suscribe la Convención sobre Extradición con la declaración respecto del Artículo
3, fracción f, que la legislación interna de México no reconoce los delitos contra la religión.
No suscribirá la cláusula opcional de esta Convención.
Ecuador:
La Delegación del Ecuador, tratándose de las Naciones con las cuales su país tiene
celebradas Convenciones sobre Extradición, acepta las estipulaciones aquí establecidas en
todo aquello que no estuvieren en desacuerdo con aquellas Convenciones.
Chile:
Este Gobierno ratificó la Convención con la reserva de que la República de Chile podrá
aplicar convenios anteriores de extradición aún vigentes, cuyas estipulaciones estuvieren en
desacuerdo con la dicha Convención y con la reserva de que el Artículo 15 de la misma
Convención no podrá aplicarse contra los derechos de terceros.
Ecuador:
El Salvador:
Este Gobierno ratificó la Convención agregando al Artículo 18, el párrafo siguiente: "Salvo
que se trate de un nacional sea cual fuere el delito por que se le extradita, o de un extranjero
si su extradición obedece a un hecho que revista el carácter de delito político o de delito
común conexo.
Este Gobierno ratificó la Convención con las siguientes reservas: de que el Artículo 2,
párrafo d del Artículo 3, y los Artículo 12,15,16 y 18 serán exceptuados de la Convención,
conforme a la declaración hecha por la Delegación de los Estados Unidos de América, de
modo que dichos artículos y dicho párrafo no tendrán fuerza obligatoria para los Estados
Unidos de América mientras no sean ratificados según las estipulaciones de la Constitución
de este país.
Honduras:
Este Gobierno ratificó la Convención con las reservas siguientes: Con respecto al Artículo
18, el Gobierno de Honduras no se considera obligado a permitir el tránsito por su territorio
de un individuo cuya extradición haya sido acordada por otro Estado a favor de un tercero,
cuando tal individuo sea de nacionalidad hondureña y con respecto a la cláusula opcional,
el Gobierno de Honduras se abstiene de darle su aprobación.
México:
Quienes, previa exhibición de sus Plenos Poderes que hallaron en debida forma, y después
de considerar que el Tratado de Derecho Penal Internacional, firmado en Montevideo el día
veintitrés de enero del año mil ochocientos ochenta y nueve, podía ser objeto de una
revisión para modificar y concretar sus disposiciones; y, teniendo en cuenta las
conferencias y debates del caso, acordaron las estipulaciones siguientes:
TITULO I
DE LA JURISDICCION Y DE LA LEY APLICABLE
Artículo 1. Los delitos, cualquiera sea la nacionalidad del agente, de la víctima o del
damnificado, se juzgan por los tribunales y se penan por las leyes del Estado en cuyo
territorio se perpetran.
Artículo 2. En los delitos que afecten a dos o más Estados, cometidos por uno o varios
delincuentes, serán competentes los jueces o tribunales del lugar en donde hayan sido
consumados debiendo aplicarse en el respectivo proceso las leyes locales.
Artículo 3. Si se trata de delitos conexos cometidos por uno o más delincuentes, sean estos
autores principales, cómplices o encubridores, en territorio de dos o más Estados
signatarios, se dará preferencia en el juzgamiento de ellos a la autoridad y ley penal del país
en donde se consume el delito más grave, quedando esta circunstancia librada al criterio del
Estado requerido.
Artículo 4. En los casos previstos en los Artículos 2 y 3, el juez del proceso deberá dirigirse
al Poder Ejecutivo para que éste dé conocimiento de su iniciación a los Estados interesados
en el juicio.
Rige la misma regla respecto de aquellos delitos que no autorizan la extradición de los reos.
Cuando se trate de hechos cometidos por funcionarios públicos que presten servicios en
territorio extranjero, y tales hechos constituyan violación criminal de los deberes
específicos de la función que se les haya encomendado, no se aplicará la regla precedente y
serán juzgados y penados por los jueces y tribunales del Estado a que dichos funcionarios
pertenecen, conforme a las leyes del mismo.
Artículo 6. Cualquiera de los Estados signatarios podrá expulsar, con arreglo a sus leyes, a
los delincuentes extranjeros refugiados en su territorio, siempre que después de requerir a
las autoridades del país dentro del cual se cometió alguno de los delitos que autorizan la
extradición, no se solicitare su entrega, por dicha vía, en el plazo de noventa días.
Artículo 7. Para el juzgamiento de los delitos cometidos por cualquiera de los funcionarios
de una Misión Diplomática y de sus respectivas familias, se observarán los principios
señalados por el Derecho Internacional Público.
Artículo 8. Los delitos cometidos en alta mar, ya sea a bordo de aeronaves, buques de
guerra o mercantes, se juzgan y se penan por la ley del pabellón.
También se juzgarán y penarán por las leyes del país a que los buques o aeronaves
pertenezcan, los hechos punibles ejecutados fuera de éstos por los individuos de su
tripulación o que ejerzan algún cargo a bordo, cuando dichos hechos afecten únicamente el
orden disciplinario de los buques o aeronaves.
Artículo 10. Los delitos cometidos a bordo de buques que no sean de guerra, serán juzgados
y penados por los jueces o tribunales y leyes del Estado en cuyas aguas territoriales se
encontraba el buque a tiempo de perpetrarse la infracción.
Si los delitos se cometen a bordo de aeronaves privadas que no estén en vuelo, serán
juzgados y penados según las leyes y por los jueces del territorio en donde se cometieron.
Artículo 11. Los delitos cometidos a bordo de aeronaves, buques de guerra o mercantes, en
las condiciones previstas por los Artículos 2 y 3, serán juzgados y penados con arreglo a lo
que estatuyen dichas disposiciones.
Articulo 12. Se declaran aguas territoriales, a los efectos de la jurisdicción penal, las
comprendidas en la extensión de cinco millas desde la costa e islas que forman parte del
territorio de cada Estado.
Artículo 13. El Estado ribereño tiene el derecho de continuar en alta mar la persecución
comenzada en el mar territorial, y detener y juzgar al navío que hubiera cometido una
infracción en los límites de sus aguas. En caso de captura en alta mar el hecho será siempre
notificado sin retardo al Estado cuyo pabellón enarbole el navío. La persecución quedará
interrumpida desde que el navío entre en el mar territorial o en un puerto de su país o de un
tercer Estado.
Artículo 15. Los delitos cometidos a bordo de aeronaves que se encuentren en vuelo sobre
un Estado extranjero, caerán bajo la jurisdicción de este último, si la aeronave hiciere en él
su primer aterrizaje. En caso contrario, la jurisdicción será del Estado en cuyo territorio se
efectuare dicho primer aterrizaje, aplicándose la legislación del Estado subyacente; y,
cuando no fuere posible determinar sobre qué territorio se cometió el delito, regirá la ley
del pabellón.
Será obligatorio para el piloto de una aeronave en vuelo, a quien se denuncie la comisión de
un delito, aterrizar en el primer aeródromo y dar cuenta a la respectiva autoridad.
Artículo 18. Los Estados contratantes se obligan a entregar, siempre que fueren requeridos
al efecto, las personas que, procesadas o condenadas por las autoridades de uno de ellos, se
encuentren en el territorio de otro.
a) Que el sujeto haya sido condenado por sentencia firme a un año de prisión por lo menos;
y, si se trata de procesado, que el delito materia del proceso sea pasible, de acuerdo con la
legislación del Estado requeriente, de una pena intermedia mínima de dos años de prisión.
Se considera intermedia la semisuma de los extremos de cada una de las penas privativas de
la libertad.
b) Que el Estado requeriente tenga jurisdicción para conocer y fallar el delito que motiva el
reclamo, aun cuando se trate de hechos perpetrados fuera del territorio de los Estados
contratantes.
Artículo 19. La nacionalidad del reo no podrá ser invocada como causa para denegar la
extradición, salvo que una disposición de orden constitucional establezca lo contrario.
Artículo 21. Ninguna acción civil o comercial relacionada con el reo podrá impedir su
extradición.
Artículo 23. No será reputado delito político, ni hecho conexo, el homicidio o atentado
contra la vida del Jefe de un Estado contratante.
Artículo 24. Los individuos cuya extradición hubiere sido concedida, no podrán ser
juzgados por delitos anteriores a los que motivan la extradición.
Podrán ser juzgados y penados, previo consentimiento del Estado requerido, acordado con
arreglo al presente Tratado, los delitos susceptibles de extradición.
Artículo 26. En los casos previstos en los apartados 2 y 3 del artículo anterior, el Estado
requerido, al conceder la extradición podrá estipular, como condición, que la persona
reclamada debe ser objeto de ulterior extradición
Artículo 27. En ningún caso se impondrá la pena de muerte por el delito que hubiese sido
causa de la extradición.
Artículo 28. Las normas precedentes se aplican en el caso de sujetos condenados a medidas
de seguridad, siempre que éstas consistan en la privación o restricción de la libertad, y que
para su extinción falte más de un año.
Las piezas deben contener indicación precisa del hecho inculpado, de la fecha y del lugar
en que ha ocurrido. Serán acompañadas de copias de las leyes aplicables, así como de las
referentes a la prescripción de la acción o de la pena, incluyéndose, asimismo, datos y
antecedentes que permitan identificar a la persona reclamada.
Artículo 32. Si el juez del Estado requerido considerase improcedente el pedido por defecto
de forma, indicará al juez del Estado requeriente qué piezas le faltan señalando un término
racional para su remisión.
Artículo 33. En los casos en que se efectúe el arresto, se hará saber al interesado en el
término de veinticuatro horas la causa que lo motivo.
Artículo 34. En los casos en que fuese necesaria la comprobación de los hechos alegados,
se abrirá el incidente a prueba, rigiendo respecto de ella y de su término, las prescripciones
de la ley procesal del Estado requerido.
Artículo 35. Producida la prueba, el incidente será resuelto sin más trámite, declarando si
hay o no lugar a la extradición.
Si fuese contraria, una vez ejecutoriada, el juez o tribunal ordenará la inmediata libertad del
detenido y lo comunicará al Poder Ejecutivo, incluyendo copia de la sentencia para que la
ponga en conocimiento del Gobierno requeriente.
Artículo 38. Los objetos que se encuentren en poder de la persona reclamada, sea que
provengan del hecho, o que hubieren servido para su ejecución, o el hecho se hubiere
ejecutado en ellos, o en cualquier otro modo revistiesen el carácter de piezas de convicción,
serán secuestrados y entregados al Estado requeriente, aun cuando no se efectúe la
extradición por motivo de muerte o desaparición del inculpado.
Artículo 39. En el caso de hacerse la entrega del reo por la vía terrestre, corresponderá al
Estado requerido efectuar su traslación hasta el punto más adecuado de la frontera.
Cuando la traslación del reo deba efectuarse por vía marítima, fluvial o aérea, la entrega se
hará a los agentes que designe el Estado requeriente, en el puerto o aeródromo más
apropiado de embarque.
El Estado requeriente podrá en todo caso constituir uno o más agentes de seguridad; pero la
intervención de éstos quedará subordinada a los agentes o autoridades del territorio del
Estado requerido, o del de tránsito.
Artículo 40. Cuando para la entrega de un reo cuya extradición hubiese sido acordada por
un Estado a favor de otro fuese necesario atravesar el territorio de un Estado intermedio, el
tránsito será autorizado por éste sin otro requisito que el de la exhibición por la vía
diplomática, del testimonio en forma del decreto de extradición que la otorgó.
Artículo 41. Los gastos que demande la extradición del reo serán por cuenta del Estado
requerido hasta el momento de la entrega, y, desde entonces a cargo del Gobierno
requeriente.
Articulo 45. Durante el proceso de extradición, la persona detenida no podrá ser puesta en
libertad bajo fianza.
TITULO III
DEL ARRESTO PREVENTIVO
Artículo 46. En casos urgentes, los Estados contratantes podrán solicitar, por vía postal o
telegráfica, que se proceda al arresto del inculpado, y a la incautación de los objetos
concernientes al delito, una vez que se determine la naturaleza del mismo y se invoque la
existencia de una orden de prisión emanada de juez competente.
En esos casos, el detenido será puesto en libertad si dentro de sesenta días de la fecha d~ su
arresto no hubiera sido presentado al Estado requerido el pedido formal de extradición,
debidamente instruido.
Artículo 47. En el caso de arresto preventivo, la libertad del detenido se llevará a cabo sin
perjuicio de la retención de los objetos que se especifican en el Artículo 38, durante un
término prudencial que fijarán los jueces del Estado que procedió al arresto, de acuerdo con
las circunstancias que rodean al hecho.
Artículo 48. En todos los casos de arresto preventivo las responsabilidades que de él
emanen corresponden al Estado que solicitó la medida.
TITULO IV
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 50. Hecho el canje en la forma del artículo anterior, este Tratado entrará en vigor,
desde ese momento, por tiempo indefinido.
Artículo 51. Si alguno de los Estados contratantes creyese conveniente desligarse del
Tratado o introducir modificaciones en él, lo avisará a los demás, pero no quedará
desligado sino dos años después de la denuncia, término en que se procurará llegar a un
nuevo acuerdo.
Artículo 52. Ningún pedido de extradición por delito cometido antes del canje de las
ratificaciones de este Tratado puede ser fundado en sus estipulaciones.
Articulo 53, El Articulo 49 es extensivo a los Estados que no habiendo concurrido a este
Congreso quisieran adherir al presente Tratado.
Nota bene: Los países siguientes son signatarios de este Tratado: Argentina, que firmó con
reserva, Brasil, Colombia, Paraguay y Perú. Uruguay, que es el gobierno depositario, ha
depositado el instrumento de ratificación. Bolivia no ratificó el anterior convenio.
RESERVA
FIRMADO EN LIMA EL 22 DE FEBRERO DE 1892 APROBADO POR EL H. CONGRESO NACIONAL DE BOLIVIA MEDIANTE
LEY DE 30 DE OCTUBRE DE 1897
RATIFICADO PO
9º.- Bigamia.
10. Lesiones o daño corporal grave, hecho intencionalmente.
11.- Ataque a las personas del que resulte grave daño corporal.
12.- Amenazas, ya sea por medio de cartas o de otra manera, con la intención de sacar
dinero u otros objetos de valor.
13.- Perjurio o tentativas de conseguirlo.
14.- Incendio voluntario.
15.- Robo u otros crímenes o sus tentativas cometidas con fractura, robo con violencia,
hurto y malversación de valores públicos o particulares.
16.- Fraude cometido por un depositario, banquero, agente comisionado, fideicomisario,
director, miembro o empleado público de cualquiera Compañía, siempre que sea
considerado como crimen con pena no menor de un año de prisión por una ley que esté en
vigencia.
17. - El obtener dinero, garantías de valor o mercancías, con pretextos falsos, recibir dinero,
garantías de valor u otros bienes, sabiendo que han sido robados o habidos indebidamente.
18.- a) Falsificación o alteración de moneda, circulación de moneda falsificada o alterada.
b) Fabricación a sabiendas y sin autorización legal de cualquier instrumento, herramienta o
aparato adoptado y destinado a la falsificación de la moneda nacional.
e) Falsificación o alteración de firmas o valores, o circulación de lo falsificado o alterado.
19.- Crímenes contra las leyes de bancarrota.
20.- Cualquier acto hecho con intención criminal, y que tenga por objeto poner en peligro la
seguridad de una persona que se encuentre viajando en un ferrocarril, o que se halle en él.
21.- Daño a la propiedad hecho con intención criminal, siempre que la ofensa sea
procesable.
22.- Piratería y otros crímenes o delitos cometidos en el mar sobre las personas o sobre las
cosas, y que, según las leyes respectivas de las dos Altas Partes Contratantes, sean delitos
de extradición y tengan más de un año de pena.
23.- Trata de esclavos de manera tal que constituya una ofensa criminal contra las leyes de
ambos Estados.
Debe también concederse la extradición por la participación en cualesquiera de los
precitados crímenes, siempre que esa participación sea punible por las leyes de ambas
Partes Contratantes.
Puede también concederse la extradición según lo juzgue conveniente el Estado al que se
hiciere el pedido con motivo de cualquier otro crimen que, según las leyes que estén
vigentes a la sazón, dé lugar a ella.
Artículo 3º.- Cada una de las Altas Partes Contratantes se reserva el derecho de negar y
conceder la entrega de sus propios súbditos o ciudadanos.
No tendrá igualmente lugar cuando, según las leyes de cada país, la más alta pena del delito
sea menor de un año de prisión.
Artículo 6º.- Un criminal fugado no será entregado si el delito por el cual se solicita su
extradición se ha hecho en realidad con la mira de enjuiciarlo o castigarlo por un delito de
carácter político. ¡
Artículo 7º.- Un individuo entregado no puede, en caso alguno, ser detenido y enjuiciado en
el Estado al que se haga la entrega por otro crimen o por otros asuntos que no sean aquellos
que hayan motivado la extradición, hasta tanto que haya sido devuelto o haya tenido una
oportunidad de regresar al Estado que lo entregara.
Artículo 8º.- La requisitoria de la extradición se hará por los Agentes Diplomáticos de las
Altas Partes Contratantes, respectivamente.
La requisitoria para la extradición de un individuo acusado, ha de ser acompañada de una
orden de prisión dada por autoridad competente del Estado que requiera la extradición, y de
aquellas pruebas que, según las leyes del lugar donde sea hallado el acusado, justificarían
su prisión si el crimen hubiese sido cometido allí.
Si la requisitoria se relaciona con persona ya condenada, deberá venir acompañada de la
sentencia condenatoria dictada contra la persona condenada por el Tribunal competente del
Estado que haga la requisitoria por la extradición.
Una sentencia dictada en rebeldía no ha de reputarse condenatoria; pero a una persona así
sentenciada puede tratársele como a persona acusada.
Artículo 9º.- Si la requisitoria para la extradición está de acuerdo con las precedentes
estipulaciones, las autoridades competentes del Estado requerido procederán a la prisión del
fugitivo.
Artículo 11. - Sólo tendrá lugar la extradición en el caso de hallarse suficiente el testimonio
según las leyes del país requerido, ya sea para justificar el enjuiciamiento en el caso de que
se hubiera cometido el crimen en el territorio del mismo Estado, ya sea para comprobar la
identidad del preso con la persona condenada por los Tribunales del Estado en que hace la
requisitoria, y que el crimen por el que se haya condenado es de aquellos con motivo de los
cuales podría, en la época de dicha condenación, haberse concedido la extradición por el
Estado requerido; y ningún criminal será entregado hasta después de pasados quince días
contados desde la fecha de su encarcelación hasta esperar la orden para su entrega.
Artículo 12.- En los exámenes que deben practicar de conformidad con las precedentes
estipulaciones, las autoridades del Estado requerido, se aceptarán como testimonio válido
las disposiciones juramentadas o las declaraciones de testigos tomadas en el otro Estado, o
copia de ellas, y también las órdenes de prisión y sentencias allí dictadas y certificadas del
hecho de una condenada o documentos judiciales que lo declaren, con tal de que estén
autenticados como sigue:
1º.- Una orden de prisión debe aparecer firmada por algún Juez, Magistrado o empleado del
otro Estado.
2º.- Las disposiciones o afirmaciones, o las copias de éstas deben demostrar que certifican,
mediante la firma de algún Juez, Magistrado o empleado del otro Estado, ser las
disposiciones o afirmaciones originales, o copias fieles de ellas, según lo requiera el caso.
3º.- Un certificado del hecho de una condena o documento judicial que lo declare, debe
demostrar que está otorgado por algún Juez o Magistrado o empleado del otro Estado.
4º.- En todos los casos dicha orden, deposición, afirmación, copia, certificado o documento
judicial debe autenticarse, ya sea mediante juramento de algún testigo, ya sea mediante el
sello oficial del Ministro de Justicia o de algún otro Ministro del otro Estado; pero
cualquiera otra manera de autenticar que esté permitida a la razón por la ley del país donde
se practique el examen, puede sustituirse a las precedentes.
Artículo 13.- Si el individuo reclamado por una de las Altas Partes Contratantes, conforme
al presente Tratado, también lo fuera por otra u otras Potencias con motivo de otros
crímenes o delitos cometidos en sus respectivos territorios, se concederá la extradición al
Estado cuya requisición fuera de fecha más antigua.
Artículo 14.- Si no se exhibiera testimonio bastante para la extradición dentro de los dos
meses después de la fecha en que se prendió al fugitivo, o dentro del nuevo plazo que
designe el Estado requerido o el correspondiente Tribunal del mismo, el fugitivo será
puesto en libertad.
Artículo 15.- Todo objeto que esté en posesión del individuo o que se le tome al tiempo de
prenderlo, será entregado al efectuarse la extradición si la autoridad competente del Estado
requerido para la extradición ha ordenado la entrega de dichos objetos, y dicha entrega se
hará extensiva no sólo a los objetos robados, sino a cualquier otro que pueda servir de
comprobante del crimen.
Artículo 16.- Todos los gastos que ocasione la extradición, estarán a cargo del Estado que
la requiera.
Artículo 17.- Las estipulaciones del presente Tratado se aplicarán en las Colonias y
Posesiones exteriores de Su Majestad Británica, en cuanto lo permitan las leyes que estén a
la sazón en vigor en dichas Colonias y Posesiones exteriores
Las requisitorias para la entrega de un criminal fugitivo que emanen de alguna Colonia o
Posesión exterior de Su Majestad Británica, serán regidas por las reglas sentadas en los
precedentes artículos del presente Tratado.
Artículo 18. - El presente Tratado entrará en vigor diez días después de publicado,
conforme a las formas prescritas por las leyes de las Altas Partes Contratantes. Podrá darlo
por terminado cualquiera de las dos Altas Partes Contratantes, previo aviso que no pase de
un año y no baje de seis meses.
Hecha en Lima, a los veintidós días del mes de febrero de mil ochocientos noventa y dos
años.
(L.S.) J. M. Braun.
(L.S.) G. Jenner.
ANEXOS:
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA.
Por tanto: la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República.
Casa de Gobierno en Sucre, a los treinta días del mes de octubre de mil ochocientos
noventa y siete años.
Por cuanto: a los veintidós días del mes de febrero de mil ochocientos noventa y dos años,
se concluyó y firmó en la Ciudad de Lima por Plenipotenciarios debidamente autorizados,
un Tratado de Extradición entre la República de Bolivia y el Reino Unido de la Gran
Bretaña e Irlanda, en los siguientes términos:
Y por cuanto: el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores en virtud de la Ley de 30 de
octubre de 1897;
Por tanto: y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado
en su Artículo ochenta y nueve, atribución primera: ratifica el Tratado preinserto, empeña a
su cumplimiento la fe y el honor Nacional y ordena se la tenga como Ley de la República.
ACTA DE CANJE
Reunidos los infrascritos, Señor Claudio Pinilla, Ministro Residente de Bolivia en el Perú,
y el Señor don Alfred St. John, Encargado de Negocios, ad-interim, de Su Majestad
Británica en el Perú, con el objeto de canjear las ratificaciones de un Tratado de Extradición
entre la República de Bolivia y su Majestad la Reina del Reino Unido de la Gran Bretaña e
Irlanda, concluido y firmado en Lima el 22 de febrero de 1892, y las respectivas
ratificaciones de dicho Tratado, habiendo sido comparadas con todo cuidado y hallándolas
exactamente conformes, se efectuó el Canje en la forma usual.
2.- Por notas de 8 de enero y 18 de febrero del año 1928 fue ampliado el Tratado de
Extradición de 1892, a los Territorios bajo Mandato Británico. Dichos Territorios son:
Camerún (jurisdicción británica); Palestina (excluyendo Transjordania); Togoland
(jurisdicción británica); Tanganika, Nueva Guinea, Samoa Occidental, Sureste Africano y
Naurú. Este acuerdo fue registrado en la Sociedad de las Naciones, el 25 de febrero de
1929.
3.- Por Notas de 19 de febrero y 3 de marzo de 1932, fue ampliado, asimismo, el Tratado de
Extradición, al Territorio del Transjordán.
4.- Por Notas de 5 y 18 de julio de 1934, fue ampliado el Tratado de Extradición a los
Estados Malayos, de la misma manera como si dichos Estados fueran súbditos británicos.
Los Estados Malayos Federados comprendidos en la ampliación son: Perak, Selangor,
Negri, Sembilan y Pahang, y los Estados Malayos no Federados; Johore, Kedah, Perlis
Kelantán, Trengganu y Brunci.
5.- A petición del Gobierno Británico fue ampliado igualmente el Tratado de Extradición a
los Protectorados de Zanzíbar y Salomón, por Notas de 3 y 21 de abril de 1937. Este
Acuerdo fue registrado en la Sociedad de las Naciones el 24 de septiembre de 1937.
6.- Por Nota de 11 de abril de 1928, se acordó, para los trámites de las demandas de
extradición, que la autoridad suprema de Samoa del Oeste, sería el Administrador de
Western Samoa y no el Gobernador General de Nueva Zelandia, como se contemplaba en
el Acuerdo del mismo año.
FIRMADO EN LA PAZ EL 24 DE JULIO DE 1908 APROBADO EN BOLIVIA POR LEY DE 24 DE NOVIEMBRE DE 1908
2º.- Lesiones voluntarias que hayan causado alguna enfermedad grave que parezca
incurable, una incapacidad permanente para el trabajo, la pérdida absoluta o la mutilación
de un órgano importante, la muerte sin intención de producirla;
4º.- Aborto.
5º.- Abandono de niños menores de siete años, por sus padres o guardadores, en puntos
deshabitados;
7º.- Atentados contra el pudor cometidos con violencia o estupro; atentados contra el pudor
cometidos sin violencia en la persona o con auxilio de la persona de un niño menor de
catorce años, cualquiera que sea su sexo;
9º.- Rapto de mujeres menores de doce años y mayores de esa edad, pero menores de
veinte, con violencia, astucia o amenaza;
10º.- Bigamia;
l4º.- Incendio;
15º.- Destrucción total o parcial de buques, construcciones, puentes, diques, caminos, vías
férreas, líneas telegráficas;
19º.- Extorsión de firmas o de títulos, abuso de firmas en blanco, estafa u otros engaños;
20º.- Testimonio falso o perjurio en causa criminal, y también en causa de simple delito
cuando la declaración hubiera sido hecha en contra del acusado;
21º.- Cohecho;
24º.- Abandono por el Capitán, fuera de los casos previstos por la ley, de un navío o de un
buque de comercio o de pesca;
En ningún caso, sea crimen o delito, podrá tener lugar la extradición, sino cuando el hecho
análogo estuviera penado según la legislación del país al cual se dirige la demanda (de
extradición).
Siempre que el crimen o delito que da lugar a la solicitud de extradición hubiere sido
cometido en el territorio de un tercer país, no podrá darse curso a esa solicitud sino cuando
la legislación del país requerido autoriza la persecución de las mismas infracciones
cometidas fuera de su territorio.
No se reputará delito político ni hecho conexo con delito de esa naturaleza, el atentado
contra la persona del Jefe de un Estado extranjero o contra la de los miembros de su
familia, cuando este atentado constituyere homicidio, asesinato o envenenamiento.
1º.- Si él mismo ha pedido ser juzgado o que se le haga sufrir su pena, en cuyo caso su
petición se comunicará al Gobierno que lo ha entregado;
Artículo 4º.- En ningún caso y por ningún motivo, estarán obligadas las Altas Partes
Contratantes a hacerse entrega de sus nacionales; pero se proseguirá las acciones que se
instauren contra ellos en su propio país, en conformidad a las leyes vigentes.
Debe acompañarse a la demanda una copia auténtica del mandato de arresto evacuado por
la autoridad competente, o de la sentencia definitiva de condena.
La sentencia condenatoria eximirá de la presentación de todo otro documento que tenga por
fin establecer la justificación de la demanda.
En caso de no existir sentencia condenatoria, la autoridad que hubiere dictado el mandato
de arresto, deberá indicar cuanto se hubiere obrado hasta el momento de pedir la
extradición estableciendo:
1º.- El hecho preciso que constituye el delito que ha ocasionado la persecución, indicando
su carácter de delito consumado o de simple tentativa;
3º.- Las circunstancias agravantes que parezcan afectar la responsabilidad del individuo;
4º.- La edad conocida o presunta del individuo reclamado;
5º.- La fecha constatada o presunta del delito;
6º.- La filiación del individuo reclamado y todas las indicaciones que puedan facilitar su
busca y la comprobación de su identidad personal.
La omisión de las circunstancias 2a, 3a, 4a y 6a, no hará inaceptable la demanda cuando a
pesar de las investigaciones practicadas hubiere sido imposible precisar aquellas
circunstancias.
Artículo 6.- En caso de urgencia, el arresto provisional se efectuará sobre aviso transmitido
por correo o telégrafo de la existencia de uno de los documentos enumerados en el Artículo
59, con la condición que ese aviso sea regularmente dado al Ministro de Relaciones
Exteriores del país requerido.
El arresto provisional tendrá lugar en las formas y según las reglas establecidas por la
legislación del Gobierno requerido. Dejará de ser mantenida si, en plazo de tres meses a
contar desde la fecha en que se haya efectuado, el inculpado no hubiese recibido
comunicación de uno de los documentos especificados en el Artículo 59 de la presente
Convención.
Si fuera dudoso que el crimen o delito, objeto de la persecución, se encuentre entre los
previstos por la Convención actual, se pedirá explicaciones y, después de examinadas, el
Gobierno a quien se hubiere reclamado la extradición, resolverá lo que corresponda
respecto de la demanda.
En ningún caso la detención del acusado o del condenado podrá prolongarse por más de
seis meses, a contar desde la fecha de su arresto hecho en virtud de la demanda de la
autoridad reclamante.
Artículo 9º.- Las obligaciones civiles que el individuo tenga contraidas en el país de refugio
no serán obstáculo para la extradición.
Artículo 10.- Todos los objetos que constituyan el cuerpo del delito o que hayan servido
para cometerlo, así como cualquiera otra pieza de convicción que hubiere sido ocultada o
tomada en poder del individuo reclamado o de terceros, se remitirán al Gobierno
requeriente, aún cuando la extradición no pudiera efectuarse por causa de la muerte o de la
fuga del individuo de quien se trata.
Sin embargo, se reservan los derechos de terceros sobre los objetos mencionados, los cuales
se devolverán sin gastos después de la conclusión del proceso.
Artículo 11.- Los gastos de arresto y detención del individuo reclamado correrán a cargo
del Estado en cuyo territorio se hubieran producido.
Los gastos de transporte desde el lugar de la detención hasta el lugar de la entrega, así como
los que fueran ocasionados desde el momento de la entrega, serán de cuenta del Gobierno
requeriente.
Artículo 12.- Si el individuo reclamado estuviere bajo la acción de la justicia por delito
cometido en el país de refugio, se diferirá su extradición hasta el fin de la causa; y si fuere o
llegare a ser condenado, hasta el cumplimiento de la pena.
Artículo 13.- Cuando el mismo individuo fuere reclamado por dos Estados diferentes,
corresponde al Estado requerido decidir a cuál de los Gobiernos reclamantes debe hacerse
la entrega, según la naturaleza de los delitos, el orden en que le hayan sido presentadas las
demandas, o según las circunstancias que creyere deber tomar en consideración.
Artículo 14.- Las Altas Partes Contratantes se obligan a permitir el tránsito por sus
respectivos territorios, con excepción de sus nacionales, de individuos que sean extraidos
de un tercer país a petición de una d~ las mismas. La autorización para este efecto, será
recabada por la vía diplomática, o, a falta de ella, por la vía consular, acompañándose a la
solicitud uno de los documentos especificados en el Artículo 59 de la presente Convención.
Artículo 15.- Cuando uno de los Gobiernos juzgare necesario el examen de testigos que se
encuentren en el otro Estado, o cualquier otro acto de instrucción judicial, se enviará para
este efecto, acompañada de una traducción en lengua francesa si el caso se presenta, una
comisión rogatoria por la vía diplomática, a la cual, si nada se opusiera a ello, se dará curso
allí por conducto del Gobierno requerido, observando las leyes del país en que el examen
de los testigos o el acta de instrucción deba tener lugar.
Los Gobiernos respectivos renuncian a toda reclamación que tuviere por objeto la
restitución de los gastos que resulten del cumplimiento de las comisiones rogatorias en
materia penal, aún en el caso de tratarse de actos periciales, siempre que éstos no hayan
demandado más de una sesión pericial para llevarlos a cabo.
Artículo 16.- El presente Tratado permanecerá en vigor durante cinco años contados desde
la fecha del canje de las ratificaciones, y, después de ese término se entenderá prorrogado
hasta que una de las Partes Contratantes notifique a la otra su intención de ponerle fin un
año después de la notificación.
ANEXOS:
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA:
Apruébase el Tratado de Extradición, celebrado en esta ciudad el 24 de julio del presente
año, entre el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, señor Claudio Pinilla y el
Encargado de Negocios del Reino de Bélgica, señor H. Henin.
Sala de Sesiones del Congreso Nacional en La Paz, a diez y nueve días del mes de
noviembre de mil novecientos ocho años.
Macario Pinilla.- Benigno Guzmán.- José Carrasco, S.S.- Redolfo Montenegro, D. S.-
Serapio Medina, D. S.
Por tanto, la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República.
Palacio del Supremo Gobierno en La Paz a los veinte y cuatro días del mes de noviembre
de mil novecientos ocho años.
ISMAEL MONTES
Juan M. Saracho.
D. S. de 17 de marzo de 1909
ISMAEL MONTES
Presidente Constitucional de la República de Bolivia
Por cuanto: el día veinticuatro del mes de julio del año mil novecientos ocho, se concluyó y
firmó en la ciudad de La Paz, por Plenipotenciarios debidamente autorizados, un Tratado de
Extradición entre Bolivia y Bélgica, cuyo tenor es el siguiente:
Y por cuanto el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores, mediante la Ley de 24 de
noviembre de 1908.
Por tanto, y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado en
su Artículo ochenta y nueve, atribución primera: ratifica el Tratado preinserto, empeña a su
cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se lo tenga y cumpla como Ley de la
República.
Artículo 1º.- Las Altas Partes Contratantes se obligan, en las condiciones establecidas por
el presente Tratado y de acuerdo con las formalidades legales vigentes en cada uno de los
dos países, a la entrega recíproca de los individuos, que, procesados o condenados por las
autoridades judiciales de una de ellas, se encuentren en el territorio de la otra.
Cuando el individuo sea nacional del Estado requerido, éste no estará obligado a entregarlo.
2º.- La naturalización del inculpado, posterior al hecho delictuoso que haya servido de base
para el pedido de extradición, no constituirá obstáculo para ésta.
Artículo 2º.- Autorizan la extradición las infracciones a las que la ley del Estado requerido
imponga la pena de un año o más de prisión, tanto para los autores o copartícipes como
para los cómplices y responsables de tentativa,
Artículo 3º.- No será concedida la extradición:
a) Cuando el Estado requerido sea competente, según sus leyes, para juzgar el delito;
b) Cuando, por el mismo hecho, el delincuente ya hubiera sido o esté siendo juzgado en el
Estado requerido;
c) Cuando la acción o la pena ya estuviera prescrita, según las leyes del Estado requeriente
o del requerido;
d) Cuando la persona reclamada tuviera que comparecer, en el Estado requeriente, ante un
tribunal o juzgado de excepción;
e) Cuando el delito sea puramente militar o político, o de naturaleza religiosa, o se refiera a
la manifestación del pensamiento en esos asuntos.
En este caso, una vez concedida la extradición, la entrega del inculpado dependerá del
compromiso, por parte del Estado requeriente, de que el fin o motivo político no concurrirá
para agravar la penalidad.
2º.- No serán reputados delitos políticos los hechos delictuosos que constituyan franca
manifestación de anarquismo o se propongan subvertir las bases de toda organización
social.
3º.- La apreciación del carácter del crimen corresponderá exclusivamente a las autoridades
del Estado requerido.
Artículo 4º, Cuando la infracción se hubiera verificado fuera del territorio de las Altas
Partes Contratantes, el pedido de extradición será procedente si las leyes del Estado
requeriente y las del Estado requerido autorizaran el castigo de tal infracción en las
condiciones indicadas, esto es, cuando se hubiera realizado en país extranjero.
Artículo 5º.- El pedido de extradición se hará por vía diplomática, o, por excepción o falta
de Agentes Diplomáticos, directamente, esto es, de Gobierno a Gobierno; y será
acompañado de los siguientes documentos:
a) Cuando se trate de simples acusados: copia o traslado auténtico del mandato de prisión o
acto de proceso criminal equivalente, emanado del juez competente;
Esas piezas deberán contener la indicación precisa del hecho incriminado, el lugar y la
fecha en que el mismo fue realizado, y estarán acompañadas de ja copia de los textos de las
leyes aplicables al caso y de los referentes a la prescripción de la acción o de la pena, así
como de los datos o antecedentes necesarios para comprobar la identidad del individuo
reclamado.
1º.- Las piezas justificativas del pedido de extradición serán, en lo posible, acompañadas de
su traducción en la lengua del Estado requerido.
2º.- La presentación del pedido de extradición por vía diplomática constituirá prueba
suficiente de la autenticidad de los documentos presentados en su apoyo, los cuales serán
considerados como legalizados.
Artículo 6º.- Siempre que lo juzguen conveniente, las Partes Contratantes podrán solicitar,
por medio de los respectivos Agentes diplomáticos o directamente de Gobierno a Gobierno,
la prisión preventiva del inculpado, así como aprehensión de los objetos relativos al delito.
Ese pedido será atendido, siempre que contenga la declaración de la existencia de uno de
los documentos enumerados en las letras a) y b) del Artículo precedente y la indicación de
que la infracción cometida autoriza la extradición según este Tratado.
En ese caso, si dentro del plazo máximo de sesenta días, contados de la fecha en que el
Estado requerido reciba la solicitud de prisión preventiva del individuo inculpado, el Estado
requeriente no presentara el pedido formal de extradición, debidamente instruido, el
detenido será puesto en libertad, y sólo se admitirá un nuevo pedido de prisión por el
mismo hecho con el pedido formal de extradición, acompañado de los documentos
referidos en el Artículo precedente.
Si dentro de los sesenta días, contados de tal comunicación, el inculpado no hubiera sido
remitido a su destino, Cl Estado requerido lo dejará en libertad y no lo detendrá
nuevamente por la misma causa.
Artículo 8º.- El Estado podrá enviar al Estado requerido, con previa aquiescencia de éste,
agentes debidamente autorizados, ya sea para auxiliar el reconocimiento de la identidad del
inculpado, ya sea para conducirlo al territorio del primero
Artículo 10.- El individuo que, después de entregado por uno al otro de los Estados
Contratantes, lograra substraerse a la acción de la justicia y refugiarse en el territorio del
Estado requerido, o pasar por él en tránsito, será detenido mediante simple requerimiento
diplomático o consular, y entregado de nuevo, sin otras formalidades, al Estado al que ya
fue concedida su extradición.
Artículo 11.- El inculpado, cuya extradición se hubiera efectuado en virtud de este Tratado,
no podrá ser juzgado por ninguna otra infracción cometida al pedido de extradición ni
podrá ser sujeto a la extradición para un tercer país que lo reclame, salvo si conviniere en
eso el Estado requerido, o si el inculpado, puesto en libertad, permaneciera voluntariamente
en el Estado requeriente por más de treinta días, contados desde la fecha en que hubiera
sido suelto. En todo caso deberá ser advertido de las consecuencias a que le expondrá su
permanencia en el territorio del Estado donde fue juzgado.
Artículo 12.- Todos los objetos, valores o documentos que se relacionasen con el delito y
que, en el momento de la prisión, hubieran sido encontrados en poder del inculpado, serán
entregados con éste al Estado requeriente.
Artículo 13.- Cuando la extradición de un individuo sea pedida por más de un Estado, se
procederá de la siguiente manera:
a) Si se trata del mismo hecho, se dará preferencia al pedido del Estado en cuyo territorio la
infracción se hubiera cometido;
c) Si se trata de hechos distintos, pero que el Estado requerido repute de igual gravedad, la
preferencia será determinada por la prioridad del pedido.
Artículo 14.- El tránsito por el territorio de las Altas Partes Contratantes de una persona
entregada por un tercer Estado a la otra Parte y que no sea de nacionalidad del país de
tránsito, será permitido independientemente de cualquiera formalidad judicial, mediante
simple solicitud acompañada de la presentación, en original o copia auténtica, del
documento por el cual el Estado de refugio hubiera concedido la extradición.
Ese permiso podrá, sin embargo, ser negado siempre que el hecho determinante de la
extradición no la autorice según este Tratado, o cuando graves motivos de orden público se
opongan al tránsito.
Artículo 15.- Correrán por cuenta del Estado requerido los gastos resultantes del pedido de
extradición, hasta el momento de la entrega del inculpado a los guardas o agentes
debidamente habilitados del Gobierno requeriente, en el puerto o punto de la frontera del
Estado requerido que el Gobierno de éste indique, y por cuenta del Estado requeriente los
posteriores a dicha entrega, inclusive los de tránsito.
Artículo 16.- Negada la extradición de un individuo, no podrá ser de nuevo solicitada la
entrega de éste por el mismo hecho.
Sin embargo, cuando el pedido de extradición fuera denegado debido a un vicio de forma y
con la reserva expresa de que el pedido podrá ser renovado, serán los respectivos
documentos restituidos al Estado requeriente, con la indicación del fundamento de la
denegación y la mención de la reserva hecha.
En ese caso, el Estado requeriente podrá renovar el pedido, siempre que organice el
expediente debidamente, dentro del plazo improrrogable de sesenta días.
Artículo 17.- Cuando la pena aplicable a la infracción sea de muerte, el Estado requerido
sólo concederá la extradición con la garantía dada por la vía diplomática por el Gobierno
requeriente, de que tal pena será convertida en la inmediatamente inferior.
Artículo 18.- Al individuo cuya extradición hubiera sido solicitada por uno de los Estados
Contratantes al otro, le será concedido el uso de todas las instancias y recursos permitidos
por la legislación del Estado requerido.
Artículo 19.- A partir de la fecha en que sea puesto en vigencia este Tratado, queda
derogado para todos los efectos el Tratado de Extradición firmado por las Altas Partes
Contratantes en Río de Janeiro, el 3 de junio de 1918.
Artículo 20.- El presente Tratado será ratificado después de llenadas las formalidades
legales en cada uno de los Estados Contratantes y entrará en vigor un mes después del canje
de las ratificaciones, que se efectuará en la Ciudad de Río de Janeiro, en el más breve plazo
posible.
Cada una de las Altas Partes Contratantes podrá denunciarlo en cualquier momento, pero
sus efectos sólo cesarán seis meses después de la denuncia.
ANEXOS:
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA:
A. Galindo.- Rafael de Ugarte.- Gaston Mujia, S.S.- Céspedes Añes, S.S.- F. Flores, D.S.-
E. Portillo, D.S.
Por tanto: la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República.
Palacio de Gobierno, en la ciudad de La Paz, a los diez y ocho días del mes de abril de 1941
años.
GRAL. PEÑARANDA.
Alberto Ostria Gutiérrez
NOTAS:
Artículo 2º.- Se concederá la extradición por alguno de los siguientes crímenes o delitos:
Homicidio.
Aborto voluntario.
Violación.
Estupro.
Rapto.
Bigamia.
Sustracción o secuestro de personas.
Quiebra fraudulenta.
Asociación de malhechores.
Contrabando aduanero.
Robo.
Hurto.
Incendio voluntario.
Cualquier acto voluntario que tienda a impedir la circulación de los ferrocarriles, que pueda
causar daño a la propiedad o a las personas.
Destrucción total o parcial de buques, puentes, diques, caminos, vías férreas, líneas
telegráficas, edificios públicos o privados, hecha con intención criminal.
Baratería y piratería en los casos en que para la represión de estos delitos corresponda la
aplicación de penas corporales.
Artículo 3º.- No podrá concederse la extradición por delitos políticos o por hechos que
tengan ese carácter Aún cuando el culpable alegue un motivo o fin, si el hecho por el cual
ha sido reclamado constituye principalmente un delito común, por éste se concederá la
extradición.
No serán reputados delitos políticos los actos de anarquismo dirigidos contra las bases de la
organización social.
Artículo 4º.- Las Altas Partes Contratantes se reservan el derecho de negar o conceder la
extradición de sus propios nacionales, debiendo motivar su decisión en caso de negativa.
En este caso, el Gobierno del cual se hubiese requerido la extradición deberá proveer el
enjuiciamiento del criminal reclamado a quien se aplicarán las leyes penales del país de
refugio, como si el hecho perseguido hubiese sido perpetrado en su propio territorio. La
sentencia o resolución definitiva que en la causa se pronunciase, deberá comunicarse al
Gobierno que requirió la extradición.
1º.- Cuando los delitos, aunque cometidos fuera del país de refugio, hubieren sido
perseguidos y juzgados definitivamente en él.
2º.- Cuando, según las leyes del país que requiere la extradición, la pena o la acción para
perseguir el delito se encontraren prescritas
3º.- Cuando el individuo reclamado sea perseguido y juzgado por el mismo hecho en el país
al que se pide la extradición.
Sin embargo, si según las leyes del país que solicita la extradición, pudiera resultar de esa
demora la prescripción de la acción o de la pena, la extradición será acordada siempre que
no se oponga consideraciones especiales y con la obligación de entregar de nuevo al reo,
una vez terminado el proceso en aquel país.
Artículo 7º.- La extradición acordada por uno de los Gobiernos al otro, no autoriza el
enjuiciamiento y castigo del individuo extraído por delito distinto del que hubiese servido
de fundamento a la demanda respectiva. Para acumular a la causa del mismo individuo un
crimen o delito anterior que se hallaren comprendidos entre los que dan lugar a la
extradición, será necesario el consentimiento especial de Gobierno que hizo la entrega del
delincuente.
Las anteriores restricciones quedarán sin efecto siempre que el delincuente entregado no
regresare al país de donde fue extraído dentro de los tres meses siguientes al día en que
obtuvo su libertad.
Artículo 8º.- Cuando un mismo individuo fuere reclamado por alguno de los Gobiernos
Contratantes y por otro u otros con los cuales exista Tratado de Extradición, el del país de
asilo deberá preferir la solicitud de aquél en cuyo territorio se hubiese cometido el delito
mayor, y en caso de igualdad de delito, del que pidió antes la extradición.
Artículo 9º.- Todos los objetos que constituyen el cuerpo del delito o que hayan servido
para cometerlo, así como los papeles y las piezas de convicción, que se hallaren ocultos o
fuesen tomados de poder del reclamado o de terceros, serán entregados a la Parte
reclamante.
La entrega se efectuará aún en el caso de que la extradición no pueda efectuarse por muerte
o fuga del individuo.
Quedan, sin embargo, reservados los derechos de terceros sobre los mencionados objetos,
que serán devueltos sin gastos después de la terminación del proceso.
Artículo 10.- El tránsito por el territorio de una de las Partes Contratantes, de algún
individuo entregado por tercera Potencia a la otra Parte, y que no pertenezca al país de
tránsito, será concedido mediante la simple presentación, en original o copia auténtica, de
uno de los documentos que determina el Artículo 11, siempre que el hecho que hubiese
motivado la extradición esté comprendido en el presente Tratado.
Artículo 11.- Las demandas de extradición serán presentadas por medio de los Agentes
diplomáticos o consulares respectivos y, a falta de éstos, directamente de Gobierno a
Gobierno, e irán acompañadas de los siguientes documentos:
1.- Todos los datos y antecedentes necesarios para comprobar la identidad del individuo
reclamado.
2.- Respecto de los sentenciados, copia legalizada de la sentencia condenatoria.
3.- Respecto de los presuntos delincuentes, copia legalizada de la ley penal aplicable a la
infracción que motivase la demanda y del auto de prisión.
Artículo 12.- En caso de urgencia se podrá conceder la detención provisional del individuo
reclamado, en virtud de petición telegráfica del Gobierno requeriente que prometa el envío
de los documentos indicados en el Artículo anterior; pero el detenido será puesto en libertad
silos documentos no fueren presentados dentro del término que fije la Nación requerida y
que no excederá de dos meses, contados desde la fecha del arresto.
Artículo 14.- Serán de cuenta de los respectivos Gobiernos los gastos en alimentación, de
transporte y demás que pudiere originar dentro de los límites de sus respectivos territorios,
la extradición de los procesados y condenados, así como aquellos que resulten de la
ejecución de exhortos y del envío de las pruebas materiales o documentales.
El individuo que haya de ser entregado, será conducido al puerto de embarque más cercano,
y cuando esto no fuere posible, al punto que designe el Agente diplomático o consular del
Gobierno requeriente. La entrega se hará en tierra y los gastos de embarco y de transporte
serán de cuenta del Gobierno requeriente.
La detención del individuo cuya extradición haya sido acordada no podrá durar mas que un
mes después de la fecha en que se notificó al Gobierno requeriente haberse concedido su
entrega. En caso de excederse ese plazo, los Gobiernos respectivos podrán ordenar la
libertad del detenido.
Artículo 15.- El presente Tratado regirá por el término de diez años, contados desde la
fecha del Canje de las ratificaciones y pasado ese término se entenderá prorrogado
indefinidamente hasta que alguna de las Partes Contratantes notifique a la otra, con un año
de anticipación, su deseo de ponerle fin
(L.S.) A. Gutiérrez
(L.S.) Luis Izquierdo.
Apéndice:
NOTAS REVERSALES
Al efectuar, con esta misma fecha, el Canje de las ratificaciones del Tratado de Extradición
suscrito entre nuestros dos países el 15 de diciembre de 1910, cúmpleme expresar a V. E.
que mi Gobierno entiende de que no procede la extradición, de acuerdo con las
prescripciones de este Tratado, para los delitos cometidos con anterioridad a su vigencia.
Aprovecho de esta oportunidad para reiterar a V.E. los sentimientos de mi más alta y
distinguida consideración.
Manuel Barros C.
Al Excmo. Señor Juan María Zalles.
Enviado Extraordinario y Ministro
Plenipotenciario de Bolivia.
Presente.
LEGACION DE BOLIVIA.
Santiago, 27 de Abril de 1931
Señor Ministro:
Tengo la honra de acusar recibo de la atenta nota de V.E. Nº 3914, en que se sirve
manifestar que, al efectuar en esta misma fecha el Canje de ratificaciones del Tratado de
Extradición suscrito entre nuestros dos países el 15 de diciembre de 1910, el Excmo.
Gobierno de V. E. entiende que no procede la extradición de acuerdo con las prescripciones
de este Tratado, para los delitos cometidos con anterioridad a su vigencia.
A este respecto añade V.E. que si mi Gobierno no tiene inconveniente en aceptar esta
interpretación, se la considerará incorporado al Tratado de 1910.
ANEXOS:
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA:
Benedicto Goytia.- A.S. Saavedra.- Moisés Ascarrunz, S.S.- Ricardo Ayala Lozada, D.S.-
Luis Pizarro, D.S.
Por tanto: la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República.
Palacio del Supremo Gobierno en La Paz, a los 12 días del mes de octubre de 1911.
ELIODORO VILLAZON
Claudio Pinilla.
HERNANDO SILES
Presidente Constitucional de la República de Bolivia
Por tanto: y ejerciendo la facultad que la Constitución confiere al Jefe del Estado en su
Artículo 89, atribución primera: ratifica el Tratado preinserto, empeña a su cumplimiento la
fe y el honor nacional y ordena se le tenga y cumpla como Ley de la República.
HERNANDO SILES
Tomás Ml Elío.
ACTA DE CANJE
Los que suscriben, Excelentísimos Señores don Juan María Zalles, Enviado Extraordinario
y Ministro Plenipotenciario de Bolivia, y don Manuel Barros Castañón, Ministro de
Relaciones Exteriores de Chile, reunidos para proceder al Canje de las ratificaciones de Su
Excelencia el Presidente de la República de Bolivia y Su Excelencia el Presidente de la
República de Chile, del Tratado de Extradición suscrito entre ambos países en Santiago con
fecha 15 de diciembre de 1910, después de haberse dado lectura a los respectivos Plenos
Poderes y a los Instrumentos de dichas ratificaciones y de encontrarlos en buena y debida
forma, procedieron a efectuar el referido Canje.
NOTAS:
3.- Por las Notas Reversales que acompañan al Tratado de Extradición vigente de 15 de
diciembre de 1910, que se insertan, se acuerda en igual forma que no procederá la
extradición para los delitos cometidos con anterioridad a la vigencia del referido Tratado.
FIRMADO EN LA PAZ EL 21 DE ABRIL DE 1900 APROBADO POR EL CONGRESO NACIONAL DE BOLIVIA MEDIANTE LEY
DE 13 DE NOVIEMBRE DE 1900
APROBADO POR EL H. SENADO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTE AMERICA, CON MODIFICACI
Artículo 2º.- Será acordada la extradición por los siguientes crímenes o delitos.
6º.- Defraudación por empleados públicos; defraudación por personas empleadas o sujetas a
sueldo en perjuicio de sus Jefes, siempre que en cualquiera de los diferentes casos, la
defraudación exceda de la suma de 200 dólares, y hurto.
l0º.- Destrucción u obstrucción premeditada e ilícita de las líneas férreas que pongan en
peligro vidas humanas.
l2º.- Crímenes y delitos contra las leyes de ambos países, relativas a la abolición de la
esclavitud y el comercio de esclavos. La extradición tendrá también lugar por la
complicidad en cualesquiera de los crímenes y delitos enumerados en este Tratado, con tal
de que dicha complicidad pueda ser castigada como crimen, según las leyes de ambos
países.
Artículo 3º.- Las requisitorias para la entrega de los fugitivos de la justicia, serán hechas
por medio de los Agentes Diplomáticos de las Partes Contratantes o, en ausencia de ellos
del país o del asiento del Gobierno, podrán ser hechas por los Agentes Consulares
superiores.
Si la persona cuya extradición es solicitada, ha sido convicta de un crimen o delito, debe ser
presentada una copia debidamente autorizada de la sentencia del Tribunal ante el cual ha
sido acusado o, si el fugitivo ha sido simplemente acusado de crimen, una copia
debidamente autorizada del mandamiento de arresto en el país donde se ha cometido y de
las declaraciones u otras pruebas en que dicho mandamiento se ha fundado.
La extradición de los fugitivos, según las prescripciones de este Tratado, será efectuada en
Bolivia y en los Estados Unidos respectivamente, en conformidad con las leyes que regulen
la extradición del país ante el cual se ha hecho la petición respectiva.
Artículo 4º.- Cuando se pida el arresto o detención de un reo prófugo por telégrafo o por
cualquier otro medio anterior a la presentación de las pruebas en debida forma, el
procedimiento en los Estados Unidos será recurrir a un Juez u otro magistrado con
facultades para librar mandamiento de arresto en casos de extradición y presentará la
demanda bajo juramento, como está establecido por las leyes de los Estados Unidos.
Artículo 5º.- Ninguna de las Partes Contratantes estará obligada a entregar a sus propios
ciudadanos según las estipulaciones de este Tratado.
Artículo 6º.- Un criminal fugitivo no será entregado, si el delito por el cual es solicitada su
entrega tiene un carácter político o si prueba que la petición de su entrega ha sido hecha con
el propósito de perseguirlo o castigarlo por un delito político.
Ninguna persona entregada por una de las Altas Partes Contratantes a la otra, será juzgable
o juzgada, ni será castigada por ningún crimen o delito político o por ningún acto
relacionado con ellos, cometido antes de su extradición.
Artículo 9º.- Todos los objetos secuestrados a la persona que debe ser entregada al tiempo
de su aprehensión, ya sean productos del crimen o del delito imputado, o ya sean capaces
de dar una evidencia o prueba material del crimen o del delito, serán remitidos de acuerdo
con las leyes del país en cuanto sea posible a tiempo de concederse la extradición Sin
embargo, los derechos de terceros sobre dichos objetos serán debidamente respetados.
Artículo 10.- Si el individuo reclamado por una de las Altas Partes Contratantes, en
ejecución del presente Tratado, fuere también reclamado por uno o varios Estados distintos,
con motivo de crímenes o delitos cometidos dentro de sus respectivas jurisdicciones, su
extradición será concedida a aquel cuya solicitud haya sido recibida primero, siempre que
el Gobierno al cual es solicitada la extradición, no esté comprometido por un Tratado a dar
a otro la preferencia.
Artículo 11.- Los gastos que se efectúen en el arresto, detención, identificación y entrega de
los fugitivos, según este Tratado, deben ser a cargo del país en cuyo nombre se ha pedido la
extradición. Sin embargo, el Gobierno demandante no estará obligado a ningún gasto por
los servicios de los empleados públicos del Gobierno al cual se ha pedido la extradición, si
éstos están sujetos a sueldos fijos.
Todo cargo por los servicios de dichos empleados públicos, cuando sólo reciben premio o
gratificaciones, no debe exceder de los usuales, por los actos o servicios prestados por ellos
en los procedimientos criminales ordinarios, según las leyes del país en el cual son
empleados.
Articulo 12.- El presente Tratado se ejecutará a los treinta días después de la fecha del canje
de las ratificaciones y no podrá tener efecto retroactivo.
Las modificaciones del presente Tratado serán canjeadas en la ciudad de La Paz, tan pronto
como sea posible, y continuarán en vigencia por un período de seis meses después de que
uno de los Gobiernos Contratantes haya manifestado al otro su propósito de ponerle
término.
En fe de lo cual los respectivos Plenipotenciarios han firmado los anteriores artículos en los
dos idiomas, español e inglés, y fijado sus respectivos sellos.
ANEXOS:
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA:
Artículo lº.- Se aprueba el Tratado de Extradición que, con fecha 21 de abril del año en
curso, se ha firmado en esta ciudad entre el Ministro de Relaciones Exteriores, Eliodoro
Villazón, y el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Estados Unidos de
Norte América, George H. Bridgman.
Aníbal Capriles.- Juan Manuel Balcázar.- Gabriel Velarde, S.S.- Angel Diez de Medina,
D.S.- Manuel Maria Saavedra, D. S.
Por tanto: la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República.
Artículo Unico.- Apruébanse las modificaciones introducidas por el Senado de los Estados
Unidos de Norte América en el Tratado de Extradición celebrado entre aquella República y
la de Bolivia en 21 de abril de 1900, por medio de los señores Eliodoro Villazón Ministro
de Relaciones Exteriores de la República y George H. Bridgman, Enviado Extraordinario y
Ministro Plenipotenciario de los Estados Unidos de Norte América.
Lucio P. Velasco.- Luis Sainz.- Ismael VásqueL S.S.- Nicolás Burgoa. D.S.- Especiador
Camacho, D.S.
Por tanto: la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República.
Palacio del Supremo Gobierno en La Paz, a doce de diciembre del año mil novecientos uno.
Por cuanto: a los veintiún días del mes de abril de mil novecientos años, se concluyó y
firmó en la ciudad de La Paz, por Plenipotenciarios debidamente autorizados, un Tratado de
Extradición entre las Repúblicas de Bolivia y los Estados Unidos de América en los
siguientes términos:
"Artículo 2º.- Sección tercera, página 5, línea 3, después de la palabra "dinero" suprímase la
palabra "o" en la misma línea; después de la palabra "bienes" insértense las palabras
"Documentos u otra propiedad".
Igualmente en el Artículo 2º, Sección sexta, página 5, línea 19, después de la palabra
"jefes", se consignará la siguiente frase: "siempre que en cualquiera de los diferentes casos,
la defraudación exceda de la suma de $ 200".
"Por tanto, sépase que yo William Mc.Kinley, Presidente de los Estados Unidos de
América, habiendo visto y considerado este Tratado, por el presente, en cumplimiento de la
aceptación y consentimiento del Senado, lo ratifico y confirmo, así modificado, en todas
sus cláusulas y Artículos".
Por tanto: y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado
en su Artículo 89, atribución primera, ratifico el Tratado preinserto, empeño a su
cumplimiento la fe y el honor nacional y ordeno se lo tenga y cumpla como ley de la
República.
ACTA DE CANJE
En fe de lo cual, los infrascritos firman y sellan a los 23 días del mes de diciembre de 1901.
NOTAS:
Aborto voluntario;
Violación;
Estupro;
Rapto;
Bigamia;
Sustracción o secuestro de personas;
Abandono de niños;
Sustracción, ocultación, supresión, sustitución o suposición de niños;
Falsificación o circulación fraudulenta de moneda metálica o de papel, timbres, estampillas,
cupones, acciones, obligaciones u otros documentos de crédito emitidos con autorización
legal por el Estado, las Municipalidades, los establecimientos públicos, las sociedades o los
particulares de uno u otro país; y el uso, circulación y expendio fraudulentos de los mismos;
Fraude que constituya estafa o engaño;
Abuso de confianza;
Falsificación o uso fraudulento de cuños, sellos, punzones o matrices destinados a la
fabricación de monedas y demás efectos indicados anteriormente;
Falsificación, sustracción o uso fraudulento de escrituras públicas de autos o documentos
oficiales del Gobierno o de otra autoridad pública;
Extorsión de firmas o títulos, abusos de firmas en blanco, Estafas u otros engaños;
Quiebras fraudulentas;
Asociación de malhechores;
Contrabando aduanero;
Falso testimonio, soborno de testigos o juramento falso en materia civil o criminal;
Peculado o malversación de caudales públicos, cometidos por funcionarios o depositarios
públicos.
Concusión y cohecho;
Prevaricación cometida por funcionarios o empleados públicos, por jueces árbitros o
arbitradores, peritos o intérpretes nombrados o aprobados por la autoridad;
Crímenes y delitos contra las leyes de las Partes Contratantes encaminadas a la supresión de
la esclavitud, del tráfico de esclavos y de la trata de blancas;
Robo;
Hurto;
Incendio voluntario.
Cualquier acto voluntario que tienda a impedir la circulación de los ferrocarriles, que pueda
causar daño a la propiedad o a las personas;
Destrucción total o parcial de buques, puentes, diques, caminos, vías férreas, líneas
telegráficas, edificios públicos o privados, hecha con intención criminal;
Artículo 3º.- No podrá concederse la extradición por delitos políticos o por hechos que
tengan ese carácter. Aun cuando el culpable alegue un motivo o fin político, si el hecho por
el cual ha sido reclamado constituye principalmente un delito común, por éste se concederá
la extradición. No se considerará delito político ni el hecho conexo con él, el atentado en
cualquier forma y medio que se cometiere contra la vida de un Jefe de Estado o de un alto
funcionario público.
1º.- Cuando los delitos, aunque cometidos fuera del país de refugio, hubiesen sido
perseguidos y juzgados definitivamente en él.
2º.- Cuando, según las leyes del país de refugio, la pena o la acción para perseguir el delito
se encontraren prescritas.
3º.- Cuando el individuo reclamado sea perseguido y juzgado por el mismo hecho en el país
al que se pide la extradición.
4º.- Cuando el individuo reclamado fuese menor de diez y seis años.
Artículo 5º.- Si el acusado lo pidiere, el Tribunal Superior de Justicia de la Nación
requerida, decidirá por sí o por no, si el delito por el cual se pretende entregarlo, ha de ser
considerado de carácter político o conexo con delito político.
Artículo 7º.- La extradición acordada por uno de los Gobiernos al otro no autoriza el
enjuiciamiento y castigo del delincuente por un delito distinto del que hubiere servido de
fundamento a la demanda respectiva. Para acumular a la causa del mismo individuo un
crimen o delito anteriores que se lo hallaren comprendidos entre los que dan lugar a la
extradición, será necesario el consentimiento especial del Gobierno que hizo la entrega del
reo.
Las anteriores restricciones quedarán sin efecto siempre que el delincuente entregado no
regresare al país de donde fue extraído dentro de los tres meses siguientes al día en que
obtuvo su libertad.
Artículo 8º.- Cuando un mismo individuo fuere reclamado por alguno de los Gobiernos
Contratantes y por otro u otros con los cuales exista Tratado de Extradición, el del país de
asilo deberá preferir la solicitud de aquel en cuyo territorio se hubiere cometido el delito
mayor, y en caso de igualdad de delito, del que pidió antes la extradición.
Artículo 9º.- Todos los objetos que constituyen el cuerpo del delito o que hayan servido
para cometerlo, así como los papeles y las piezas de convicción que hallaren ocultos o
fueren tomados en poder del reclamado o de terceros, serán entregados a la parte
reclamante.
La entrega se efectuará aun en el caso de que la extradición no pueda efectuarse por muerte
o fuga del individuo.
Quedan, sin embargo, reservados los derechos de terceros sobre los mencionados objetos,
que serán devueltos sin gastos después de la tramitación del proceso.
Artículo 10. - El tránsito por el territorio de una de las Partes Contratantes de algún
individuo entregado por tercera Potencia a la otra parte, será concedido mediante la simple
presentación, en original o copia auténtica de uno de los documentos que determina el
Artículo 12, siempre que el hecho que hubiere motivado la extradición esté comprendido en
el presente Tratado.
Artículo 11.- No se ejecutará la pena de muerte a un reo sino cuando ésta esté permitida en
el país que lo entregue.
Artículo 12. - Las demandas de extradición serán presentadas por medio de los Agentes
Diplomáticos o Consulares respectivos y a falta de éstos, directamente de Gobierno a
Gobierno, e irán acompañadas de los siguientes documentos.
1º.- Todos los datos y antecedentes necesarios para comprobar la identidad del individuo
reclamado.
3º.- Respecto de los presuntos delincuentes, copia legalizada de la ley penal aplicable a la
infracción que motivase la demanda, y del auto de prisión.
Artículo 13.- En caso de urgencia, se podrá conceder la detención provisional del individuo
reclamado en virtud de petición telegráfica del Gobierno requeriente que prometa el envío
de los documentos indicados en el Artículo anterior; pero el detenido será puesto en libertad
si los documentos no fueren presentados dentro del término que fije la Nación requerida y
que no excederá de dos meses contados desde la fecha del arresto. La petición telegráfica
contendrá un re sumen de la sentencia condenatoria, si se hubiese dictado, o un resumen de
los hechos que se imputen al acusado y de las leyes penales aplicables a esos hechos.
Artículo 15.- Serán de cuenta de los respectivos Gobiernos los gastos de alimentación, de
transporte y demás que pudiera originar, dentro de los límites de sus respectivos territorios,
la extradición de los procesados y condenados, así como otros que resulten de la ejecución
de exhortos y del envío de las pruebas materiales o documentales.
El individuo que ha de ser entregado será conducido al puerto de embarque más cercano y
cuando esto no fuere posible, al punto que designe el Agente Diplomático o Consular del
Gobierno requeriente. Los gastos que ocasione el arresto, la detención, el examen y la
entrega de los prófugos en virtud de este Acuerdo, serán de cuenta del Estado que pida la
extradición y la persona que haya de ser entregada será conducida al puerto del Estado
requerido que indique el Gobierno que ha hecho la solicitud o su Agente Diplomático, a
cuyas expensas será embarcado.
La detención del individuo cuya extradición haya sido acordada no podrá durar más de dos
meses después de la fecha en que se notificó al Gobierno requeriente haberse concedido su
entrega. En caso de excederse ese plazo, los Gobiernos respectivos podrán ordenar la
libertad del detenido.
Artículo 16.- El presente Tratado regirá por el término de diez años contados desde la fecha
del Canje de las ratificaciones y pasado ese término se entenderá prorrogado
indefinidamente hasta que alguna de las Partes Contratantes notifique a la otra, con un año
de anticipación, su deseo de ponerle fin.
(L.S.) A. Gutierrez:.
(L.S.) Luis N. Dillon.
ANEXOS:
ISMAEL MONTES
Presidente Constitucional de la República de Bolivia
POR CUANTO: a los veintiún días del mes de julio del año de 1913, se ajustó y firmó en
Quito, por Plenipotenciarios debidamente autorizados un Tratado de Extradición entre la
República de Bolivia y la del Ecuador en los términos siguientes:
Y POR CUANTO: el Poder Legislativo aprobó el acto anterior, en virtud de la Ley que a
continuación se copia:
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA:
Artículo Unico.- Apruébase el Tratado de Extradición entre Bolivia y el Ecuador, suscrito
en Quito en 21 de julio de 1913, por el Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario
de Bolivia, señor don Alberto Gutiérrez y el Ministro de Relaciones Exteriores del Ecuador,
señor don Luis N. Dillon.
Juan M. Saracho. Carlos Calvo.- Adolfo Trigo Achá, S.S.- Bailón Mercado, D.S.- Bernardo
Trigo, D.S.
POR TANTO: y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del
Estado en su Artículo 89, atribución 1a ratifica el Tratado preinserto, empeña a su
cumplimiento la fe y el honor nacional y ordena se le tenga y cumpla como Ley de la
República.
ISMAEL MONTES
Anibal Capriles.
ACTA DE CANJE
En la ciudad de La Paz, a los veinticuatro días del mes de febrero de mil novecientos
veintisiete años, reunidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Su Excelencia el señor
don Alberto Gutiérrez, Ministro del ramo, y Su Excelencia el señor don Luis Robalino
Dávila, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de la República del Ecuador,
con objeto de proceder al Canje de las ratificaciones del Tratado de Extradición ajustado y
firmado en la ciudad de Quito, en veintiuno del mes de julio de 1913, por Plenipotenciarios
debidamente autorizados; después de haberse comunicado sus Plenos Poderes que fueron
hallados en buena y debida forma y habiendo manifestado su conformidad en todo lo
estipulado, se verificó en seguida el Canje en la forma de estilo redactándose la presente
Acta, por duplicado, cuyos ejemplares firmaron y sellaron con sus sellos.
(L.S.) A. Gutiérrez
(L.S.) Luis Robalino Dávila
NOTAS:
1.- El Tratado de Extradición, firmado en Quito el 21 de julio de 1913, actualmente en
vigencia, tiene como antecedentes los Artículos XIII y XIV del Tratado de Amistad, de 17
de abril de 1911. El Artículo XIII consagra el derecho de asilo para los perseguidos o
acusados por delitos políticos y el sistema de la extradición para los perseguidos o acusados
por delitos comunes o militares; dentro del régimen de asilo se prohibe a los asilados
preparar rebeliones o guerras contra el Gobierno de su Patria. El Artículo XIV determina el
no reconocimiento del derecho de asilo en las Legaciones para los sindicados por delitos
comunes y prescribe que los perseguidos por acciones civiles o criminales, serán puestos a
disposición de la autoridad respectiva, en cuanto ésta lo solicite por medio del Ministro de
Relaciones Exteriores. La amplia lista contenida en el Artículo 2º del Tratado de
Extradición que arriba se inserta, especifica los delitos pasibles de extradición.
FIRMADO EN LIMA-PERU EL 18 DE OCTUBRE DE 1890 APROBADO EN BOLIVIA POR LEY DE 2 DE ENERO DE 1901
Por cuanto: a los diez y ocho días del mes de octubre del año mil ochocientos noventa, se
firmó en la ciudad de Lima, por Plenipotenciarios debidamente autorizados un Tratado de
Amistad y Extradición entre la República de Bolivia y el Reino de Italia, en los siguientes
términos:
Artículo 1º.- Habrá paz constante y amistad perpetua entre el Reino de Italia y la República
de Bolivia.
Artículo 2º.- Cada una de las altas partes contratantes tendrán la facultad de establecer
Cónsules Generales, Cónsules, Vice-Cónsules y Agentes Consulares en el territorio del otro
Estado en las ciudades y lugares donde sea permitido establecerlos a cualquier otra
potencia.
Estos funcionarios serán recíprocamente admitidos y reconocidos al presentar sus patentes,
según las reglas y formalidades establecidas en los países respectivos, y gozarán de todos
los honores, facultades, prerrogativas, inmunidades y privilegios que están o fueren
acordados a los Agentes de la misma clase en la Nación más favorable.
Cada una de las partes contratantes podrá valerse a falta o en ausencia de Agentes
Consulares propios, de Agentes Consulares extranjeros reconocidos en el territorio de la
otra.
Artículo 3º.- Los ciudadanos italianos en Bolivia y los bolivianos en Italia gozarán en lo
concerniente a la protección de las leyes locales, al comercio, la navegación, la traslación,
el pago de impuestos, los actos de la vida civil, medios de adquirir y enajenar la propiedad,
para su acceso directo o por medio de representantes ante los tribunales, y para su asistencia
o curación en los Asilos y hospitales del país, de los mismos derechos, inmunidades y
privilegios que los nacionales.
Artículo 4º.- Las dos altas partes contratantes, animadas del deseo de eliminar cualesquiera
dificultades referentes a la nacionalidad, declaran que, deben considerarse como italianos
en Bolivia y como bolivianos en Italia:
a) Los italianos que se establezcan en Bolivia y los bolivianos que se establezcan en Italia y
hayan conservado su nacionalidad en conformidad a las leyes de su Patria.
Tienen sin embargo facultad los hijos de italianos nacidos en Bolivia, o los hijos de
bolivianos nacidos en Italia, de elegir la nacionalidad del lugar del nacimiento, declarando
lo expresamente ante la autoridad municipal del lugar de su referencia en el año siguiente
de su mayor edad. Una copia auténtica de esta declaración se comunicará al Agente
Diplomático o Consular respectivo, para que sea regularmente anotada en los registros de
nacionalidad.
Artículo 5º.- El Gobierno boliviano en caso de que se promuevan, sea en Italia, sea en otro
país, por su cuenta o a virtud de sus concesiones, por cuenta de particulares o de
sociedades, enganches de emigrantes italianos para Bolivia, procurará que los contratos de
enganche, equitativos y de promesas factibles, sean escrupulosamente cumplidos; y en este
orden prestará su mejor asistencia al inmigrante protegiéndolo con sus leyes sobre cualquier
abuso o engaño.
Artículo 6º.- Las dos altas partes contratantes, se obligan a entregarse recíprocamente los
delincuentes del otro Estado refugiados en su territorio, siempre que concurran las
siguientes circunstancias:
1ª. Que la Nación que reclama al delincuente, tenga jurisdicción para conocer y fallar en
juicio sobre la infracción que motiva el reclamo;
3ª. Que la Nación reclamante presente documentos que según sus leyes autoricen la prisión
y el enjuiciamiento del reo.
4ª. Que el delito no esté prescrito con arreglo a la ley del país reclamante;
5ª. Que el reo no haya sido penado por el mismo delito, ni cumplido su condena.
Articulo 7º.- La extradición no podrá aplicarse a los nacionales del Estado al cual se pide,
salvo que el reo hubiese obtenido carta de naturalización después de la perpetración del
delito.
Artículo 8º.- Los hechos que autorizan la entrega del reo, son:
1º. Respecto a los presuntos delincuentes, las infracciones que según la ley penal de la
Nación requeriente, se hallen sujetas a una pena privativa de la libertad, que no sea menos
de dos años u otra equivalente;
2º. Respecto de los sentenciados, los que sean castigados con un año de la misma pena
como mínimum.
Artículo 9º.- No son susceptibles de extradición los reos de los siguientes delitos:
El duelo;
El adulterio;
Las injurias y calumnias;
Los delitos contra los cultos.
Los reos de delitos comunes conexos con cualesquiera de los anteriormente enumerados,
están sujetos a extradición.
Artículo 10.- Tampoco dan mérito a la extradición, los delitos políticos, y todos aquellos
que atacan la seguridad interna o externa del Estado, ni los comunes que tengan conexión
con ellos.
La clasificación de estos delitos, se hará por la Nación requerida con arreglo a la ley que
sea más favorable al reclamado.
Artículo 11.- Ninguna acción civil o comercial, relacionada con el reo, podrá impedir su
extradición.
Artículo 12. - En caso de solicitarse la entrega de un mismo individuo por diversas naciones
y por razón de diferentes delitos, se accederá en primer término al pedido de aquella en
donde a juicio del Estado requerido se hubiese cometido la infracción más grave. Si los
delitos se estimasen de la misma gravedad, se otorgará la preferencia a la que tuviese la
prioridad en el pedido de extradición; y si todos los pedidos tuviesen la misma fecha, el
país requerido determinará el orden de la entrega.
Artículo 13.- Los pedidos de extradición, serán introducidos por los Agentes Diplomáticos,
o Consulares respectivos, y en defecto de éstos, directamente de Gobierno a Gobierno, y se
acompañará los siguientes documentos:
1º. Respecto a los presuntos delincuentes, copia legalizada de la ley penal aplicable a la
infracción que motiva el pedido, y del auto de detención o acusación y demás antecedentes
a que se refiere el inciso 39 del artículo 6º.
Articulo 14.- La extradición será concedida con arreglo a las leyes del país al cual se
solicita.
Artículo 16.- La entrega del reo podrá ser diferida mientras se halle sujeto a la acción penal
del Estado requerido, sin que esto impida la sustanciación del juicio de extradición.
Artículo 17.- La entrega del reo se efectuará en el lugar más apropiado para la prosecución
del viaje, a los Agentes que constituya la Nación requeriente.
Artículo 18.- Los individuos cuyo extradición hubiese sido concedida, no podrán ser
juzgados ni castigados por delitos políticos, anteriores a la extradición, ni por actos conexos
con ellos.
Podrán ser juzgados y penados, previo consentimiento del Estado requerido acordado con
arreglo al presente Tratado, los delitos susceptibles de extradición que no hubiesen dado
causa a la ya concedida.
Artículo 19.- Todos los objetos concernientes al delito que motiva la extradición, serán
remitidos al Estado que obtuvo la entrega.
Artículo 20. - Los gastos que demande la extradición del reo, serán de cuenta del Estado
requerido hasta el momento de la entrega; y desde entonces, del Gobierno requeriente.
Artículo 22.- Cuando los Gobiernos signatarios reputasen el caso urgente, podrán solicitar
por la vía postal o telegráfica, que se proceda administrativamente al arresto provisorio del
reo, así como a la seguridad de los objetos concernientes al delito, y se accederá al pedido,
siempre que se invoque la existencia de una sentencia o de una orden de prisión, y se
determine con claridad la naturaleza del delito castigado o perseguido.
Artículo 24.- En todos los casos de prisión preventiva, las responsabilidades que de ellas
emanen, corresponden al Gobierno que solicitó la detención.
Artículo 25.- Las sentencias y fallos arbitrales dictados en asuntos civiles y comerciales, en
uno de los Estados signatarios, tendrán en los territorios del otro, la misma fuerza que en el
país donde se han pronunciado, si reúnen los requisitos siguientes:
El cumplimiento de las sentencias y fallos arbitrales puede pedirse por la vía diplomática o
por la parte interesada directamente.
Articulo 28.- Los actos de jurisdicción voluntaria como son: inventarios, apertura de
testamentos, tasaciones ú otras semejantes practicados en un Estado, tendrán en el otro, el
mismo valor que si se hubiesen realizado en su propio territorio, con tal de que reúnan los
requisitos establecidos en los artículos anteriores, en cuanto lo permita su índole propia.
Artículo 29.- Los exhortos y cartas rogatorias que tengan por objeto hacer notificaciones,
recibir declaraciones o practicar cualesquiera otras diligencias de carácter judiciales, se
cumplirán en el territorio del Estado requerido con arreglo a sus leyes.
Artículo 30.- Los interesados en la ejecución de actos judiciales, a que se refieren los
artículos anteriores, podrán constituir apoderados, siendo de su cuenta los gastos que estos
y las diligencias ocasionen.
Articulo 31.- Los dos Gobiernos contratantes convienen en que las controversias que
pueden surgir respecto de la interpretación o ejecución del presente Tratado, o de las
consecuencias de alguna violación del mismo, deban someterse cuando se hayan agotado
los medios de componerla directamente por amigable acuerdo, a la decisión de Comisiones
Arbitrales, debiendo ser el fallo obligatorio para ambos.
Los miembros de tales Comisiones, serán elegidos por tos dos Gobiernos de común
acuerdo; a falta de éste, cada una de las partes nombrará un Arbitro, o un número igual de
Arbitros, y estos nombrarán un último definitivo.
El procedimiento arbitral, en cada caso, será determinado por las partes contratantes, y en
su falta, la Comisión Arbitral se considerará autorizada para determinarlo preliminarmente.
Artículo 32.- El presente Tratado tendrá vigor diez años a partir de la fecha del canje de las
ratificaciones; pero, si un año antes de expirar, ninguna de las partes notificare a la otra su
intención de hacerlo cesar, continuará rigiendo por un año más posterior a la fecha de la
notificación, cualquiera que sea la época en que ella tenga lugar.
Artículo 33.- El presente Tratado será aprobado y ratificado por su Excelencia el Presidente
Constitucional de la República de Bolivia y por Su Majestad el Rey de Italia con arreglo a
la Constitución Política de ambos países, y las ratificaciones serán canjeadas en Lima en el
término de un año o antes si fuese posible.
Y por cuanto el Poder Legislativo aprobó los actos anteriores en virtud de la ley que se
copia a continuación.
El Congreso Nacional,
Decreta:
(Firmado) Aníbal Capriles.- (Firmado) Juan Manuel Balcázar.- (Firmado) Gabriel Valverde
C., Senador Secretario.- (Firmado) Angel Diez de Medina, Diputado Secretario.- (Firmado)
Manuel Maria Saavedra, Diputado Secretario.
Por tanto: y ejerciendo la facultad que la Constitución Política confiere al Jefe del Estado
en su artículo ochenta y nueve atribución primera: ratifica el Tratado preinserto, empeña en
su cumplimiento la fe y el honor nacional, y ordena se le tenga y cumpla como Ley de la
República.
Dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, sellado con el sello respectivo y
refrendado por el Ministro de Estado en el Departamento de Relaciones Exteriores a los dos
días del mes de enero de mil novecientos un años.
ACTA DE CANJE
Los abajo firmados señor doctor don Federico Diez de Medina, Ministro de Relaciones
Exteriores de Bolivia y el Excelentísimo señor Giuseppe Pirrone, Enviado Extraordinario y
Ministro Plenipotenciario de S. M. el Rey de Italia, reunidos en La Paz, en el Ministerio de
Relaciones Exteriores, con objeto de proceder al canje de las ratificaciones hechas por el
señor Presidente de la República de Bolivia y por S. M. el Rey de Italia, al Tratado de
Amistad y Extradición concluido entre los dos países, con fecha 18 de octubre del año
1890, y habiéndose dado lectura a los instrumentos relativos a dicha ratificación y
encontrándolos en buena y debida forma, procedieron, en conformidad al uso, al canje de
dichas ratificaciones.
En fe de lo cual, los infrascritos firmaron la presente acta y pusieron sus sellos particulares.
PROMULGADO EN BO
Artículo 2º.- Habrá lugar a la extradición por los siguientes crímenes o delitos:
Falsificación de estampillas de correo, timbres, cuños u otros sellos del Estado o de las
oficinas públicas; y el uso, importación y venta de estos objetos.
8.- Daño en los ferrocarriles de que resulte o pueda resultar peligro para la vida de los
pasajeros o empleados del tren.
9.- Piratería.
Artículo 3º.- Tendrá efecto la extradición por los delitos de falsificación de valores
garantizados por la fe nacional de uno de los Estados Contratantes, como la moneda y los
títulos de crédito público, aun en el caso de que esos crímenes hayan sido cometidos fuera
del territorio del Estado a quien perjudican y que pide la extradición.
Artículo 5º.- No se comprenden en las disposiciones del presente Tratado los delitos
políticos.
Los refugiados que hayan sido entregados por delitos comunes no podrán ser juzgados, ni
en ningún caso castigados, por delito político cometido antes de la extradición, ni aún por
los enumerados en el Artículo 2º y respecto a éstos deberá proceder el consentimiento del
Gobierno que hubiere entregado a los refugiados.
Artículo 7º.- Cuando la sanción penal del crimen o delito que motiva la extradición no sea
igual en la Nación reclamante y en la del refugio, sufrirá el delincuente la pena menor.
Esos términos se reducirán a la mitad si el enjuiciado o reo cuya entrega se solicite, hubiere
observado buena conducta durante su permanencia en el país de refugio.
Artículo 9º.- Si el reo cuya extradición se solicita estuviese acusado o hubiera sido
condenado por crimen o delito cometido en el territorio de la República del refugio, no será
entregado sino después de haber sido absuelto o indultado; y en caso de condenación,
después de haber sufrido la pena.
Si el reo cuya entrega se pida hubiere contraído obligaciones que no pueda cumplir a causa
de la extradición, ésta se llevará a efecto, quedando la parte interesada en libertad de
gestionar sus derechos ante la autoridad competente.
Artículo 10.- Cuando el encausado o reo sea reclamado por diversas Naciones, toca a la del
asilo decidir, según las circunstancias, a cual de ellas ha de entregarlo.
Artículo 11.- Cuando haya lugar a la extradición, todos los objetos tomados que tengan
relación con el delito y sus autores se entregarán a la República reclamante, salvo el
derecho de tercero. Dicha entrega se verificará también aunque por la muerte o fuga del
sindicado o condenado no pueda llevarse a efecto la extradición.
Artículo 12.- Los gastos que ocasionen el arresto, detención y conducción del individuo
reclamado, así como los objetos a que se refiere el Artículo anterior serán de cargo de la
República que solicita la extradición.
Artículo 13.- En cada caso de extradición el Gobierno que la hubiere obtenido comunicará
a la que la concedió la sentencia definitiva pronunciada por sus Tribunales.
Articulo 14.- La demanda de extradición se hará directamente por los Gobiernos o por la
vía diplomática o consular, debiendo estar acompañada de una copia auténtica del decreto
de acusación o auto motivado, o de la sentencia condenatoria tomada del proceso, de
conformidad con las leyes del Estado reclamante, y de un mandamiento de prisión expedido
por autoridad competente y con las formalidades de ley.
Se dará también, siempre que fuere posible, las señas características del acusado o
condenado, y se remitirá además una copia del texto y de la ley aplicable al hecho.
Artículo 15.- El Gobierno que reciba la demanda de extradición le dará el curso que
corresponda según las leyes. La persona del culpado o reo será puesta en seguridad, silos
documentos que acompañan la reclamación dieren mérito bastante, y corridos los demás
trámites, se resolverá sobre la extradición con arreglo a las leyes y a las disposiciones del
presente Tratado.
Si el Gobierno que pidió la extradición o sus Agentes no dispusieren de la persona del reo
en el término de tres meses contados desde la notificación, éste será puesto en, libertad,
caducando virtualmente el derecho de extradición respecto a él, por el delito que motivó la
demanda.
Artículo 17.- Si en la prosecución de una causa criminal que se instruye en uno de los
Estados, se hiciere necesaria la declaración de testigos residentes en el otro, se dirigirá un
interrogatorio, por la vía diplomática, el que deberá devolverse con las diligencias
evacuadas con arreglo a las leyes del Estado en que residen los testigos.
Artículo 18.- Fuera de los delitos expresados en el Articulo 2º, las Repúblicas Contratantes
se obligan a entregar3e recíprocamente los oficiales, marineros y demás tripulantes
desertores de los buques de guerra o mercantes, a petición escrita de los Cónsules o
Agentes Consulares. Esta solicitud se hará ante las autoridades locales competentes,
acompañando los registros del buque, el rol de la tripulación u otros documentos que
justifiquen el hecho.
Las autoridades locales capturarán y arrestarán a los desertores y los tendrán a disposición
del Cónsul que los haya reclamado, manteniéndolos en arresto a expensas de dicho Cónsul
cuando más por tres meses, expirados los cuales serán puestos en libertad, no pudiendo ser
detenidos nuevamente por la misma causa.
No tendrá lugar la entrega de los desertores que prueben haber sido ciudadanos de la
Nación en que están asilados, antes de su inscripción en el rol de tripulantes.
Si el desertor hubiese cometido algún delito común en el país del asilo, se diferirá su
entrega hasta que haya sido declarada su irresponsabilidad o cumplida su condena.
Articulo 19.- El presente Tratado regirá por el término de cinco años contados desde el día
en que se efectúe el Canje de las Ratificaciones; transcurrido este plazo sin que ninguna de
las Altas Partes Contratantes lo haya denunciado, continuará en vigor hasta que una de ellas
haya notificado a la otra su voluntad de hacerlo cesar.
Artículo 20.- Este Tratado será ratificado y las ratificaciones canjeadas en la Capital de una
de las dos Repúblicas Contratantes, después del más breve tiempo posible.
ANEXOS:
GREGORIO PACHECO
Presidente Constitucional de la República de Bolivia
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA:
Sala de Sesiones en Sucre, a los 22 días del mes de septiembre de 1886 años.
Mariano Baptista.- D. Eyzaguirre.- Horacio Rios, S.S.- Sabino Pinilla, D.S.- Luis F. Jemio,
D.S.
GREGORIO PACHECO
Juan C. Carrillo.
ACTA DE CANJE
A los 27 días del mes de enero de 1888, el Señor Melchor Obarrio, Enviado Extraordinario
y Ministro Plenipotenciario ad-hoc de la República de Bolivia, y el Señor Anibal Domici,
Consultor del Ministerio de Relaciones Exteriores y Plenipotenciario ad-hoc de los Estados
Unidos de Venezuela, se reunieron a horas 11 a. m. del citado día, en el Salón de
Conferencias del Ministerio de Relaciones Exteriores, con el objeto de proceder al Canje de
las Ratificaciones por S.E. el Presidente de Bolivia y S.E. el Presidente de los Estados
Unidos de Venezuela, de Convención Consular y Tratado de Extradición concluidos en
1883.
Los dos Plenipotenciarios, habiendo exhibido sus Plenos Poderes respectivos y leído los
Instrumentos originales de estas ratificaciones, que encontraron exactos y en buena y
debida forma, procedieron a su Canje.
En fe de lo cual los infrascritos han levantado el proceso verbal al cual han puesto sus
respectivos sellos.
ANICETO ARCE
Presidente Constitucional de la República de Bolivia
Por cuanto: entre la República de Bolivia y los Estados Unidos de Venezuela se concluyó y
firmó en la ciudad de Caracas, por medio de sus respectivos Plenipotenciarios, a veintiuno
de septiembre de mil ochocientos ochenta y tres años, el siguiente Tratado de Extradición:
Por tanto: y hallándose ratificado por las dos Altas Partes Contratantes y canjeadas las
ratificaciones en la ciudad de Caracas, el veintisiete de enero del presente año; en uso de la
atribución que me confiere la Constitución Política, he venido en promulgarlo para que rija
como Ley del Estado, comprometiendo a su observancia la fe pública y el honor nacional.
ANICETO ARCE
Juan Francisco Velarde
NOTAS:
1.- Bolivia y Venezuela mantienen en vigencia los Convenios aprobados en el Congreso
Bolivariano, reunido en Caracas en 1911, a saber: 1) Acuerdo sobre Propiedad Literaria y
Artística; 2) Acuerdo sobre Títulos Académicos; 3) Acuerdo sobre Relaciones Comerciales;
4) Acuerdo sobre Patentes y Privilegios de Invención; y 5) Tratado sobre Ejecución de
Actos Extranjeros.
2.- Con referencia al Tratado de Extradición de 1883, vigente entre Bolivia y Venezuela, se
encuentra también en vigor para ambos países el Acuerdo sobre Extradición, aprobado en el
mismo Congreso Bolivariano de Caracas, el 18 de julio de 1911.
PROTOCOLO SOBRE LAS REGLAS QUE DEBEN REGIR LOS CASOS DE EXTRADICION CON PERU
ANEXOS:
ISMAEL MONTES.- V.E. Sanjinés.- Arturo Molina Campero.- Néstor Cueto Vidaurre.-
Ismael Vásquez.- L. Salinas Vega.- Fermin Prudencio.
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA:
Ismael Vásquez.- J.L. Tejada S.- Ad. Trigo Achá S.S. - Ricardo Bustamante, D.S. -
Demetrio S. Mallo D.S.
Por tanto: la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República.
Julio Zamora.
NOTAS:
1.- Con referencia al Artículo 12 del Tratado de Paz y Amistad, firmado en Lima el 5 de
noviembre de 1863, fue celebrado un Tratado de Extradición, en La Paz, el 16 de abril de
1886, entre los Plenipotenciarios Juan C. Carillo y Manuel María del Valle. Las principales
cláusulas de este Tratado se referían a la entrega recíproca de delincuentes comunes, a
excepción de los delincuentes políticos, por los siguientes crímenes o delitos: asesinato;
parricidio; infanticidio; aborto; piratería; incendio; falsificación de escrituras, billetes de
banco, etc.; fabricación o introducción de moneda falsa; falsificación de cuños o sellos de
Estado; sustracción de valores o caudales públicos; y en general todos aquellos delitos que
tengan señaladas las penas de muerte, penitenciaría, presidio, trabajos forzados o prisión
que no bajen de dos años. En este Tratado no se reputaban crímenes políticos los atentados
de asesinatos o envenenamiento contra el Jefe del Estado, y se permitía la entrega de
nacionales sólo cuando hubiere sentencia ejecutoriada, renunciando ambos Gobiernos a la
restitución de los gastos que ocasionare la detención y el traslado de los delincuentes. El
Tratado de 1886 fue aprobado en Bolivia mediante Ley de 25 de octubre del mismo año. El
Congreso peruano lo aprobó el 25 de octubre de 1889, pero con la condición de que se
modifique el inciso 5º de su Articulo 1, que se refería al delito de sustracción de valores o
caudales públicos. En tal virtud, por Protocolo de 17 de septiembre de 189) fue modificado
dicho inciso 5º en sentido de que se concedería la extradición por tales delitos, cometidos
por empleados o depositarios públicos, cuando la pena no baje de dos años. Bolivia ratificó
el Tratado con su Protocolo modificatorio el 12 de noviembre de 1893, y el Perú el 22 de
enero de 1894, habiéndose canjeado las ratificaciones de Lima el 23 de enero del mismo
año.
2.- Mediante Protocolo de 15 de agosto de 1908, fue declarada la caducidad del Tratado de
Extradición de 1886, por haber ratificado Bolivia y Perú el Tratado de Derecho Penal
Internacional, suscrito en el Congreso de Derecho Internacional Privado, de Montevideo, el
23 de enero de 1889.
NOTAS BENE
Deseosos los Gobiernos de los Estados de América de fijar las reglas que deben observar
para la concesión del Asilo en sus relaciones mutuas, han acordado establecerlas en una
Convención, y al efecto han nombrado como Plenipotenciarios:
(Siguen los nombres de los Plenipotenciarios)
Quienes, después de haberse cambiado sus respectivos Plenos Poderes, que han sido
encontrados en buena y debida forma, han convenido lo siguiente:
Artículo 1.- No es licito a los Estados dar asilo en Legaciones, navíos de guerra,
campamentos o aeronaves militares, a personas acusadas o condenadas por delitos comunes
ni a desertores de tierra y mar.
Las personas acusadas o condenadas por delitos comunes que se refugiaren en alguno de
los lugares señalados en el párrafo precedente deberán ser entregadas tan pronto corno lo
requiera el gobierno local.
Primero: El asilo no podrá ser concedido sino en casos de urgencia y por el tiempo
estrictamente indispensable para que el asilado se ponga de otra manera en seguridad.
Tercero: El Gobierno del Estado podrá exigir que el asilado sea puesto fuera del territorio
nacional dentro del más breve plazo posible; y el Agente Diplomático del país que hubiere
acordado el asilo, podrá a su vez exigir las garantías necesarias para que el refugiado salga
del país respetándose la inviolabilidad de su persona.
Cuarto: Los asilados no podrán ser desembarcados en ningún punto del territorio nacional
ni en lugar demasiado próximo a él.
Quinto: Mientras dure el asilo no se permitirá a los asilados practicar actos contrarios a la
tranquilidad pública.
Sexto: Los Estados no están obligados a pagar los gastos por aquél que concede el asilo.
Articulo 4.- La presente Convención, después de firmada será sometida a las ratificaciones
de los Estados signatarios. El Gobierno de Cuba queda encargado de enviar copias
certificadas auténticas a los Gobiernos para el referido fin de la ratificación. El instrumento
de ratificación será depositado en los archivos de la Unión Panamericana en Washington,
quien notificará ese depósito a los Gobiernos signatarios; tal notificación valdrá como canje
de ratificaciones. Esta Convención quedará abierta a la adhesión de los Estados no
signatarios.
Argentina
Bolivia 29 de agosto de 1929
Brasil
Colombia 20 de febrero de 1937
Costa Rica 7 de junio de 1933
Cuba 4 de mayo de 1931
Chile
Ecuador 4 de septiembre de 1936
El Salvador 9 de enero de 1937
Estados Unidos
Guatemala 25 de septiembre de 1931
Haití 13 de marzo de 19522
Honduras 10 de septiembre de 195'3
México 6 de febrero de 1929
Nicaragua 20 de marzo de 1930
Panamá 21 de mayo de 1929
Paraguay 28 de octubre de 1948
Perú 21 de junio de 1945
República Dominicana 8 de abril de 19323
Uruguay 16 de septiembre de 1933
Venezuela
1. Con reserva.
2. Haití denunció esta Convención el 1º de agosto de 1967. Esta Convención cesó en sus
efectos para el Gobierno de Haití el 2 de agosto de 1968. Haití también ha denunciado la
Convención sobre asilo territorial y la Convención sobre asilo diplomático firmadas en la
Décima Conferencia en Caracas en 1954, así como la Convención sobre asilo político
firmada en la Séptima Conferencia en Montevideo en 1933.
Quienes, después de haber exhibido sus Plenos Poderes, que fueron hallados en buena y
debida forma, han convenido en lo siguiente:
Artículo 3.- El asilo político, por su carácter de institución humanitaria, no está sujeto a
reciprocidad. Todos los hombres pueden estar bajo su protección, sea cual fuere su
nacionalidad, sin perjuicio de las obligaciones que en esta materia tenga contraidas el
Estado a que pertenezcan; pero los Estados que no reconozcan el asilo político sino con
ciertas limitaciones o modalidades, no podrán ejercerlo en el extranjero sino en la manera y
dentro de los límites con que lo hubieren reconocido.
Artículo 4.- Cuando se solicite el retiro de un agente diplomático a causa de las discusiones
a que hubiere dado lugar un caso de asilo político, el agente diplomático deberá ser
reemplazado por su Gobierno, sin que ello pueda determinar la interrupción de las
relaciones diplomáticas de los dos Estados.
Artículo 6.- La presente Convención será ratificada por las Altas Partes Contratantes, de
acuerdo con sus procedimientos constitucionales, El Ministerio de Relaciones Exteriores de
la República Oriental del Uruguay queda encargado de enviar copias certificadas auténticas
a los Gobiernos para el referido fin. Los instrumentos de ratificación serán depositados en
los archivos de la Unión Panamericana, en Washington, que notificará dicho depósito a los
Gobiernos signatarios; tal notificación valdrá como canje de ratificaciones
Artículo 7.- La presente Convención entrará en vigor entre las Altas Partes Contratantes en
el orden en que vayan depositando sus respectivas ratificaciones.
Artículo 8.- La presente Convención regirá indefinidamente, pero podrá ser denunciada
mediante aviso anticipado de un año a la Unión Panamericana, que la transmitirá a los
demás Gobiernos signatarios. Transcurrido este plazo, la Convención cesará en sus efectos
para el denunciante, quedando subsistente para las demás Altas Partes Contratantes.
En virtud de que los Estados Unidos de América no reconocen ni suscriben la doctrina del
Asilo Político como parte del Derecho Internacional, la Delegación de los Estados Unidos
de América se abstiene de firmar la presente Convención sobre Asilo Político.
1. Adhirió.
2 Haití denunció esta Convención el 1~ de agosto de 1967. Esta Convención cesó en sus
efectos para el Gobierno de Haití el 2 de agosto de 1968. Haití también ha denunciado la
Convención sobre asilo territorial y la Convención sobre asilo diplomático firmada en la
Décima Conferencia en Caracas en 1954, así como la Convención sobre asilo firmada en la
Sexta Conferencia en La Habana en 1928.
Quienes, previa exhibición de sus Plenos Poderes, que SL hallaron en debida forma, y
después de las conferencias y discusiones del caso, han acordado las estipulaciones
siguientes:
Capítulo I
Del asilo político
Artículo 1.- El asilo puede concederse sin distinción de nacionalidad y sin perjuicio de los
derechos y de las obligaciones de protección que incumben al Estado al que pertenezcan los
asilados.
El Estado que acuerde el asilo no contrae por ese hecho el deber de admitir en su territorio a
los asilados, salvo el caso de que éstos no fueran recibidos por otros Estados.
Artículo 2.- El asilo sólo puede concederse en las embajadas, legaciones, buques de guerra,
campamentos o aeronaves militares, exclusivamente a los perseguidos por motivos o delitos
políticos y por delitos políticos concurrentes en que no proceda la extradición. Los jefes de
misión podrán también recibir asilados en su residencia, en el caso de que no viviesen en el
local de las embajadas o legaciones.
Artículo 3.- No se concederá asilo a los acusados de delitos políticos que, previamente,
estuvieren procesados o hubieren sido condenados por delitos comunes y por los tribunales
ordinarios.
La calificación de las causas que motivan el asilo corresponde al Estado que lo concede.
El asilo no podrá ser concedido a los desertores de las fuerzas de mar, tierra y aéreas, salvo
que el hecho revista claramente carácter político.
Artículo 5.- Mientras dure el asilo no se permitirá a los asilados practicar actos que alteren
la tranquilidad pública, o que tiendan a participar o influir en actividades políticas. Los
agentes diplomáticos o comandantes requerirán de los asilados sus datos personales y la
promesa de no tener comunicaciones con el exterior sin su intervención expresa. La
promesa será por escrito y firmada; si se negaran o infringieran cualquiera de esas
condiciones, el agente diplomático o comandante hará cesar inmediatamente el asilo. Podrá
impedirse a los asilados, llevar consigo otros objetos que los de uso personal, los papeles
que le pertenecieren y el dinero necesario para sus gastos de vida, sin que puedan
depositarse otros valores u objetos en el lugar de asilo.
Artículo 6.- El Gobierno del Estado podrá exigir que el asilado sea puesto fuera del
territorio nacional en el más breve plazo; y el agente diplomático o el comandante que haya
concedido el asilo podrá, por su parte, exigir las garantías necesarias para que el refugiado
salga del país respetándose la inviolabilidad de su persona y la de los papeles que le
pertenecieren y que llevare consigo en el momento de recibir asilo, así como con los
recursos indispensables para sustentarse por un tiempo prudencial. No existiendo tales
garantías, la evacuación puede ser postergada hasta que las autoridades locales las faciliten.
Artículo 7.- Una vez salidos del Estado, los asilados no podrán ser desembarcados en punto
alguno del mismo. En el caso de que un exasilado volviera a ese país, no podrá acordársele
nuevo asilo, subsistiendo la perturbación que motivó la concesión del mismo.
Artículo 8.- Cuando el número de asilados exceda la capacidad normal de los lugares de
refugio, indicados en el Artículo 2, los agentes diplomáticos o comandantes podrán
habilitar otros locales, bajo el amparo de su bandera, para su resguardo y alojamiento. En
tal caso deberán comunicar el hecho a las autoridades.
Artículo 9.- Los buques de guerra o aeronaves militares que estuvieren provisoriamente en
diques o talleres para ser reparados, no ampararán a los que en ellos se asilen.
Capítulo II
Del refugio en territorio extranjero
Articulo 11. - El refugio concedido en el territorio de las Altas Partes Contratantes, ejercido
de conformidad con el presente Tratado, es inviolable para los perseguidos a quienes se
refiere el Artículo 2, pero el Estado tiene el deber de impedir que los refugiados realicen en
su territorio actos que pongan en peligro la paz pública del Estado del que proceden.
La calificación de las causas que motivan el refugio corresponde al Estado que lo concede.
Artículo 14.- Los gastos de toda índole que demande la internación de asilados y emigrados
políticos serán de cuenta del Estado que lo solicite.
Artículo 15.- Los internados políticos darán aviso al Gobierno del Estado en que se
encuentren cuando resuelvan salir del territorio. La salida les será permitida, bajo la
condición de que no se dirigirán al país de su procedencia y dando aviso al Gobierno
interesado.
Capítulo III
Disposiciones generales
Artículo 16.- Toda divergencia que se suscite sobre la aplicación del presente Tratado, será
resuelta por la vía diplomática o, en su defecto, se someterá a arbitraje o a decisión judicial,
siempre que exista Tribunal cuya competencia reconozcan ambas partes.
Artículo 17.- Todo Estado que no haya suscrito el presente Tratado, podrá adherirse a él,
enviando el instrumento respectivo al Ministerio de Relaciones Exteriores de la República
Oriental del Uruguay, quien lo notificará a las demás Altas Partes Contratantes por la vía
diplomática.
Artículo 18.- El presente Tratado será ratificado por las Altas Partes Contratantes de
acuerdo con sus normas constitucionales. El Tratado original y los instrumentos de
ratificación serán depositados en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República
Oriental del Uruguay, el que comunicará las ratificaciones, por la vía diplomática, a los
demás Estados Contratantes. El Tratado entrará en vigencia entre las Altas Partes
Contratantes en el orden en que hayan depositado sus ratificaciones. La notificación será
considerada como canje de ratificaciones,
Artículo 19.- Este Tratado regirá indefinidamente, Pero podrá ser denunciado mediante
aviso anticipado de d05 años, transcurridos los cuales cesará en sus efectos para el Estado
denunciante, quedando subsistente para los demás Estados signatarios. La denuncia será
dirigida al Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Oriental del Uruguay quien
la transmitirá a los demás Estados Contratantes.
En testimonio de lo cual los Plenipotenciarios arriba mencionados firman el presente
Tratado en la Ciudad de Montevideo, a los cuatro días del mes de agosto del año mil
novecientos treinta y nueve.
NOTAS BENE: Los países siguientes han depositado el instrumento de ratificación, sin
reservas, con el Gobierno del Uruguay: Uruguay y Paraguay.
Los países siguientes han firmado este Tratado pero no han depositado el instrumento de
ratificación: Bolivia, Argentina, Chile y Perú.
CONVENCION SOBRE ASILO DIPLOMATICO
Para los fines de esta Convención, legación es toda sede de misión diplomática ordinaria, la
residencia de los jefes de misión y los locales habilitados por ellos para habitación de los
asilados cuando el número de éstos exceda de la capacidad normal de los edificios.
Artículo 2.- Todo Estado tiene derecho de conceder asilo; pero no está obligado a otorgarlo
ni a declarar por qué lo niega.
Artículo 3.- No es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren
inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos
comunes, o estén condenadas por tales delitos y por dichos tribunales, sin haber cumplido
las penas respectivas, ni a los desertores de fuerzas de tierra, mar y aire, salvo que los
hechos que motivan la solicitud de asilo, cualquiera que sea el caso, revistan claramente
carácter político.
Artículo 5.- El asilo no podrá ser concedido sino en casos de urgencia y por el tiempo
estrictamente indispensable para que el asilado salga del país con las seguridades otorgadas
por el gobierno del Estado territorial a fin de que no peligre su vida, su libertad o su
integridad personal, o para que se ponga de otra manera en seguridad al asilado.
Artículo 6.- Se entienden como casos de urgencia, entre otros, aquellos en que el individuo
sea perseguido por personas o multitudes que hayan escapado al control de las autoridades,
o por las autoridades mismas, así como cuando se encuentre en peligro de ser privado de su
vida o de su libertad por razones de persecución política y no pueda, sin riesgo, ponerse de
otra manera en seguridad.
Artículo 8.- El agente diplomático, jefe de navío de guerra, campamento o aeronave militar,
después de concedido el asilo, y a la mayor brevedad posible, lo comunicará al Ministro de
Relaciones Exteriores del Estado territorial o a la autoridad administrativa del lugar si el
hecho hubiese ocurrido fuera de la Capital.
Artículo 9.- El funcionario asilante tomará en cuenta las informaciones que el gobierno
territorial le ofrezca para normar su criterio respecto a la naturaleza del delito o de la
existencia de delitos comunes conexos; pero será respetada su determinación de continuar
el asilo o exigir el salvoconducto para el perseguido.
Artículo 10.- El hecho de que el gobierno del Estado territorial no esté reconocido por el
Estado asilante no impedirá la observancia de la presente Convención, y ningún acto
ejecutado en virtud de ella implica reconocimiento.
Artículo 11.- El gobierno del Estado territorial puede, en cualquier momento, exigir que el
asilado sea retirado del país, para lo cual deberá otorgar un salvoconducto y las garantías
que prescribe el Artículo 5.
Artículo 12.- Otorgado el asilo, el Estado asilante puede pedir la salida del asilado para
territorio extranjero, y el Estado territorial está obligado a dar inmediatamente, salvo caso
de fuerza mayor, las garantías necesarias a que se refiere al Artículo 5 y el correspondiente
salvoconducto.
Artículo 13.- En los casos a que se refieren los artículos anteriores, el Estado asilante puede
exigir que las garantías sean dadas por escrito y tomar en cuenta, para la rapidez del viaje,
las condiciones reales de peligro que se presenten para la salida del asilado.
Al Estado asilante le corresponde el derecho de trasladar al asilado fuera del país. El Estado
territorial puede señalar la ruta preferible para la salida del asilado, sin que ello implique
determinar el país de destino.
Si el asilo se realiza a bordo de navío de guerra o aeronave militar, la salida puede
efectuarse en los mismos, pero cumpliendo previamente con el requisito de obtener el
respectivo salvoconducto.
Artículo 14.- No es imputable al Estado asilante la prolongación del asilo ocurrida por la
necesidad de obtener las informaciones indispensables para juzgar la procedencia del
mismo, o por circunstancias de hecho que pongan en peligro la seguridad del asilado
durante el trayecto a un país extranjero.
Articulo 15.- Cuando para el traslado de un asilado a otro país fuere necesario atravesar el
territorio de un Estado Parte en esta Convención, el tránsito será autorizado por éste sin otro
requisito que el de la exhibición, por vía diplomática, del respectivo salvoconducto visado y
con la constancia de la calidad de asilado otorgada por la misión diplomática que acordó el
asilo.
Artículo 16.- Los asilados no podrán ser desembarcados en ningún punto del Estado
territorial ni en lugar próximo a él, salvo por necesidades de transporte
Artículo 17.- Efectuada la salida del asilado, el Estado asilante no está obligado a radicarlo
en su territorio; pero no podrá devolverlo a su país de origen, sino cuando concurra
voluntad expresa del asilado.
Artículo 18.- El funcionario asilante no permitirá a los asilados practicar actos contrarios a
la tranquilidad pública, ni intervenir en la política del Estado territorial.
Si esto último tampoco fuere posible, deberá entregarlos a un Estado que no sea Parte y que
convenga en mantener el asilo. El Estado territorial deberá respetar dicho asilo.
Artículo 20.- El asilo diplomático no estará sujeto a reciprocidad.
Toda persona, sea cual fuere su nacionalidad, puede estar bajo la protección del asilo.
Artículo 21.- La presente Convención queda abierta a la firma de los Estados Miembros de
la Organización de los Estados Americanos, y será ratificada por los Estados signatarios de
acuerdo con sus respectivos procedimientos constitucionales.
Articulo 22.- El instrumento original, cuyos textos en español, francés, inglés y portugués
son igualmente auténticos, será depositado en la Unión Panamericana, la cual enviará
copias certificadas a los gobiernos para los fines de su ratificación. Los instrumentos de
ratificación serán depositados en la Unión Panamericana y ésta notificará dicho depósito a
los gobiernos signatarios.
Articulo 23.- La presente Convención entrará en vigor entre los Estados que la ratifiquen en
el orden en que depositen sus respectivas ratificaciones.
Artículo 24.- La presente Convención regirá indefinidamente, pero podrá ser denunciada
por cualquiera de los Estados signatarios mediante aviso anticipado de un año, transcurrido
el cual cesará en sus efectos para el denunciante, quedando subsistente para los demás
Estados signatarios. La denuncia será transmitida a la Unión Panamericana y ésta la
comunicará a los demás Estados signatarios.
RESERVAS
Guatemala:
Hacemos reserva expresa del Articulo 2 en cuanto declara que los Estados no están
obligados a otorgar asilo; por que sostenemos un concepto amplio y firme del derecho de
asilo.
Asimismo hacemos reserva expresa del último párrafo del Artículo 20 (veinte), porque
mantenemos que toda persona, sin discriminación alguna, está bajo la protección del asilo.
Uruguay:
El gobierno del Uruguay hace reserva del Artículo 2 en la parte en que establece que la
autoridad asilante, en ningún caso está obligada a conceder asilo ni a declarar por qué lo
niega. Hace asimismo reserva del Artículo 15 en la parte en que establece: "...sin otro
requisito que el de la exhibición, por vía diplomática, del respectivo salvoconducto visado y
con la constancia de la calidad de asilado otorgado por la misión diplomática que acordó el
asilo. En dicho tránsito, al asilado se le considerará bajo la protección del Estado asilante".
Finalmente, hace reserva del segundo inciso del Artículo 20 pues el gobierno del Uruguay
entiende que todas las personas, cualquiera sea su sexo, nacionalidad, opinión o religión,
gozan del derecho de asilarse.
República Dominicana:
Honduras:
Artículo 1.- Todo Estado tiene derecho, en ejercicio de su soberanía, a admitir dentro de su
territorio a las personas que juzgue conveniente, sin que por el ejercicio de este derecho
ningún otro Estado pueda hacer reclamo alguno.
Artículo 2.- El respeto que según el Derecho Internacional se debe a la jurisdicción de cada
Estado sobre los habitantes de su territorio se debe igualmente, sin ninguna restricción, a la
que tiene sobre las personas que ingresan con procedencia de un Estado en donde sean
perseguidas por sus creencias, opiniones o filiación política o por actos que puedan ser
considerados como delitos políticos.
Artículo 3.- Ningún Estado está obligado a entregar a otro Estado o a expulsar de su
territorio a personas perseguidas por motivos o delitos políticos.
Artículo 4.- La extradición no es procedente cuando se trate de personas que, con arreglo a
la calificación del Estado requerido, sean perseguidas por delitos políticos o por delitos
comunes cometidos con fines políticos, ni cuando la extradición se solicita obedeciendo a
móviles predominantemente políticos.
Artículo 6.- Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos siguientes, ningún Estado está
obligado a establecer en su legislación o en sus disposiciones o actos administrativos
aplicables a extranjeros distinción alguna motivada por el solo hecho de que se trate de
asilados o refugiados políticos.
Artículo 7.- La libertad de expresión del pensamiento que el derecho interno reconoce a
todos los habitantes de un Estado no puede ser motivo de reclamación por otro Estado
basándose en conceptos que contra éste o su gobierno expresen públicamente los asilados o
refugiados, salvo el caso de que esos conceptos constituyan propaganda sistemática por
medio de la cual se incite al empleo de la fuerza o de la violencia contra el gobierno del
Estado reclamante.
Artículo 8.- Ningún Estado tiene el derecho de pedir a otro Estado que coarte a los asilados
o refugiados políticos la libertad de reunión o asociación que la legislación interna de éste
reconoce a todos los extranjeros dentro de su territorio, a menos que tales reuniones o
asociaciones tengan por objeto promover el empleo de la fuerza o la violencia contra el
gobierno del Estado solicitante.
Artículo 9.- A requerimiento del Estado interesado, el que ha concedido el refugio o asilo
procederá a la vigilancia o a la internación, hasta una distancia prudencial de sus fronteras,
de aquellos refugiados o asilados políticos que fueren notoriamente dirigentes de un
movimiento subversivo, así como de aquellos de quienes haya pruebas de que se disponen a
incorporarse a él.
La determinación de la distancia prudencial de las fronteras para los efectos de la
internación dependerá del criterio de las autoridades del Estado requerido.
Los gastos de toda índole que demande la internación de asilados o refugiados políticos
serán por cuenta del Estado que la solicite.
Artículo 10.- Los internados políticos, a que se refiere el artículo anterior, darán aviso al
gobierno del Estado en que se encuentran siempre que resuelvan salir del territorio. La
salida les será concedida, bajo la condición de que no se dirigirán al país de su procedencia,
y dando aviso al gobierno interesado.
Artículo 12.- La presente Convención queda abierta a la firma de los Estados Miembros de
la Organización de los Estados Americanos, y será ratificada por los Estados signatarios de
acuerdo con sus respectivos procedimientos constitucionales.
Articulo 13.- El instrumento original, cuyos textos en español, francés, inglés y portugués
son igualmente auténticos, será depositado en la Unión Panamericana, la cual enviará
copias certificadas a los gobiernos para los fines de su ratificación. Los instrumentos de
ratificación serán depositados en la Unión Panamericana y ésta notificará dicho depósito a
los gobiernos signatarios.
Artículo 14.- La presente Convención entrará en vigor entre los Estados que la ratifiquen en
el orden en que depositen sus respectivas ratificaciones.
Artículo 15.- La presente Convención regirá indefinidamente, pero podrá ser denunciada
por cualquiera de los Estados signatarios mediante aviso anticipado de un año, transcurrido
el cual cesará en sus efectos para el denunciante, quedando en vigor entre los demás
Estados signatarios. La denuncia será transmitida a la Unión Panamericana y ésta la
comunicará a los demás Estados signatarios.
RESERVAS
Guatemala:
Hacemos reserva expresa del Artículo 3 (tercero) en lo que se refiere a la entrega de
personas perseguidas por motivos o delitos políticos; porque, acordemente con las
disposiciones de su Constitución política, sostiene que dicha entrega de perseguidos
políticos jamás puede efectuarse.
Dejamos constancia, por otra parte, que entiende el término "internación" contenido en el
Artículo 9 como simple alejamiento de las fronteras.
República Dominicana:
Artículo 2.- Acepta el segundo párrafo de este artículo en el entendido de que el mismo no
afecta las prescripciones de la policía de fronteras.
México:
Perú:
La delegación del Perú hace reserva al texto del Artículo 7 de la Convención sobre Asilo
Territorial, en cuanto discrepa del Artículo 6 del proyecto del Consejo Interamericano de
Jurisconsultos, con el cual concuerda la delegación.
Honduras:
La delegación de Honduras suscribe la Convención sobre Asilo Territorial con las reservas
del caso respecto a los artículos que se opongan a la Constitución y a las leyes vigentes de
la República de Honduras.
Argentina:
Argentina
Bolivia
Brasil 14 de enero de 1965
Colombia
Costa Rica 24 de febrero de 1955
Cuba
Chile
Ecuador 11 de agosto de 1955
El Salvador 28 de septiembre de 1954
Guatemala
Haití 18 de febrero de 19553
Honduras
México
Nicaragua
Panamá 19 de marzo de 1958
Paraguay 25 de enero de 1957
Perú
República Dominicana
Uruguay 9 de agosto de 1967
Venezuela 29 de diciembre de 1954
1. Con reservas.
2. Firmó el 16 de junio de 1954 en la Unión Panamericana.
3. Haití denunció esta Convención el 1º de agosto de 1967. Esta Convención cesó en sus
efectos para el Gobierno de Haití el 2 de agosto de 1968. Haití también ha denunciado la
Convención sobre asilo diplomático firmada en la Décima Conferencia en Caracas en 1954,
la Convención sobre asilo firmada en la Sexta Conferencia en La Habana en 1928, y la
Convención sobre asilo político firmada en la Séptima Conferencia en Montevideo en
1933.
El original está depositado en la Unión Panamericana, la cual es también depositaria de los
instrumentos de ratificación. Entró en vigor el 29 de diciembre de 1954, al depositar
Venezuela su instrumento de ratificación.
LISTA DE TRATADOS VIGENTES SOBRE EXTRADICION DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CON LAS DEMAS
REPUBLICAS AMERICANAS
ARGENTINA
BRASIL
COLOMBIA
COSTA RICA
Tratado de extradición y canje de notas sobre la pena de muerte. Firmado en San José el 10
de noviembre de 1922; entró en vigor el 27 de abril de 1923.
43 Stat. 1621; TS 668; IV Trenwith 4025.
CUBA
CHILE
Tratado sobre la extradición de criminales.
Firmado en Santiago el 17 de abril de 1900;
entro en vigor el 26 de junio de 1902.
32 Stat. 1850; TS 407; I Malloy 192.
ECUADOR
EL SALVADOR
GUATEMALA
Tratado de extradición.
Firmado en Washington el 27 de febrero de 1903;
entró en vigor el 15 de agosto de 1903.
33 Stat. 2147; TS 425; I Malloy 878.
Convención suplementaria al tratado de extradición.
Firmada en Guatemala el 20 de febrero de 1940;
entró en vigor el 13 de marzo de 1941.
55 Stat. 1097; TS 963.
HAITI
Traité pour l'extradition mutuelle des criminels.
Signé á Washington le 9 aout 1904;
entré en vigueur le 28 juin 1905.
34 Stat. 2858; TS 447; I Malloy 941.
HONDURAS
MEXICO
NICARAGUA
PANAMA
PARAGUAY
REPUBLICA DOMINICANA
TRINIDAD Y TOBAGO
Tratado sobre extradición entre los Estados Unidos y la Gran Bretaña; Firmado en Londres
el 31 de diciembre de 1931; aplicable a Trinidad y Tobago el 24 de junio de 1935. Trinidad
y Tobago acordó asumir las obligaciones y responsabilidades de este tratado el 31 de agosto
de 1962.
47 Stat. 2122; TS 849; 163 UNTS 59.
URUGUAY
VENEZUELA