Inteligencia Vincular

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[ASTROLOGA]
Autor: Eugenio Carutti | Fecha: 20.12.2009 |
...
Es muy importante comprender que somos organismos mucho ms
complejos de lo que hoy creemos. Nuestro cerebro una de las
reali!aciones ms delicadas de la e"oluci#n material$ generalmente opera
muy por debajo de sus posibilidades. En nuestro estado de conciencia
habitual no nos damos cuenta que estamos identi%cados con un aspecto
muy peque&o de nuestro ser. 'or esta ra!#n la psicolog(a moderna tiene
muchas di%cultades para comprender la dinmica pro)unda de la psiquis.
En sus corrientes principales a*n no acepta la e+istencia de distintos
estados de conciencia y la importancia de su ,orecimiento natural. En su
estado actual la mente humana "i"e en un estado de enso&aci#n- estamos
habituados a mo"emos en un ni"el de muy baja energ(a en el que no
queremos interrogarnos acerca del conjunto de ilusiones que hemos
creado. Cada uno de nosotros siente de un modo casi irre)utable que
posee una e+istencia absolutamente independiente de los dems. No nos
e+perimentamos como seres intr(nsicamente "inculares sino como
entidades aut#nomas que se relacionan e+ternamente entre s(. Cada ser
humano se siente el centro de un uni"erso particular y utili!a toda su
energ(a para que el mundo tome la )orma que .yo necesito.. /eali!amos
tremendos es)uer!os para que la realidad satis)aga las necesidades con
las que nos hemos identi%cado.
Esto es e"idente en el dictador que in"ierte gigantescos caudales de
energ(a en someter a toda una sociedad a los objeti"os de su mente. 0a
identi%cado sus objeti"os personales con los de dios1 el pueblo o la
humanidad y esas racionali!aciones alimentan su determinaci#n. Ese
centro del uni"erso se siente ms potente que los dems y quiere lograr lo
que se ha propuesto a toda costa. 'ero el ni&o que enloquece a una
)amilia entera para obtener la golosina que apetece no es distinto al
dictador. 0a desarrollado e%caces estrategias de control a %n de lograr sus
deseos y las lle"a a cabo. 2odos hacemos esto- cada .centro del uni"erso.
puja por sus supuestos derechos mediante las estrategias que supo
desarrollar. El yo es un dictador- ms o menos astuto1 ms o menos
caprichoso1 "iolento o ben3"olo.
0emos creado un mundo centrado en nosotros y estamos con"encidos
que tenemos el derecho absoluto a que sobre"i"a y se e+panda. Es ob"io
que tarde o temprano estos mundos autocentrados entrarn en colisi#n
desatando el abierto choque de "oluntades o el oscuro juego de las
manipulaciones- los egos supuestamente ms maduros han aprendido a
negociar en la intrincad(sima coreogra)(a de la respetabilidad social. 'ero
el con,icto es ine"itable1 as( como la insatis)acci#n- surgen de la l#gica
misma del yo4 el centro solo puede dominar1 manipular o negociar. 5as
ideolog(as procuran modular estos con,ictos de distinta manera- y las
religiones han intentado persuadir al yo para que ceda en esta "ida a
cambio del para(so en la otra. 'ero los ideales morales tarde o temprano
re"elan sus negaciones1 racionali!aciones1 represiones1 hipocres(as o
escapismos. 5a realidad subyacente al ideal se mani)estar con a*n ms
su)rimiento y desilusi#n. El yo es un estado de la mente que no puede
dejar de ser ego(sta- es su naturale!a.
Nos resistimos to!udamente a aceptar que somos "(nculo. 6ue no
tenemos una e+istencia pre"ia a las relaciones que nos constelan. 7omos
relaciones en mo"imiento. Nacemos del misterioso entramado de
nuestras )amilias- somos arrastrados por las inconcientes corrientes
colecti"as del deseo- nuestra mente no "a ms all del campo tra!ado por
los sistemas de creencias y los lenguajes- somos producto del torrente
gen3tico1 de la prodigiosa e"oluci#n de las especies. 8 por detrs de estos
asombrosos entramados1 las estrellas y los planetas ordenan
irre"ocablemente nuestras "idas con sus inmensos e incomprensibles
mo"imientos 8 sabiendo todo esto a*n pretendemos ser entidades
absolutamente independientes. 9E+isten otros ni"eles de conciencia cuya
e+presi#n no sea el ego(smo: 9'uede mani)estarse en nosotros la
mara"illosa inteligencia "incular que est en nuestro origen: 9Es posible
que tan solo seamos "eh(culos de relaciones in%nitas1 en un mo"imiento
que no tiene %n: En esta columna insistimos que estas preguntas han
dejado de ser meta)(sicas1 .espirituales. o propias de algunos pocos
indi"iduos. ;i"imos un tiempo que nos e+igir cambiar radicalmente
nuestro en)oque de la realidad. Nuestros dramas y confictos personales
no se pueden resolver; solo se pueden disolver en una percepcin
diferente de la realidad. 7urgen de las ilusiones y creencias nacidas en la
inmadure! de la mente humana a lo largo de los siglos- una mente muy
peque&a que construy# un me!quino y cruel laberinto. 'ero cada "e! que
un cora!#n encuentra el espacio en el que se disuel"en las ilusiones1 una
construcci#n colecti"a se desmorona y una nue"a energ(a comien!a a
circular. <na energ(a que no se origina en el hombre pero que necesita de
nosotros para ser e+presada.

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