La Economía de Hitler
La Economía de Hitler
La Economía de Hitler
vspera. All es donde hay que intervenir. Incluso a Schacht tuve que
empezar a explicarle esta verdad elemental: Que la causa esencial de la
estabilidad de nuestra moneda haba que buscarla en los campos de
concentracin. La moneda permanece estable en cuanto los especuladores
van a un campo de trabajo. Tuve igualmente que hacerle comprender a
Schacht que los beneficios excesivos deben retirarse del ciclo
econmico."Todas estas cosas son simples y naturales. Lo fundamental es
no permitir que los judos metan en ellas sus narices. La base de la poltica
comercial juda reside en hacer que los negocios llegasen a ser
incomprensibles para un cerebro normal. Se extasa uno ante la ciencia de
los grandes economistas. Al que no comprende nada se le califica de
ignorante! En el fondo, la nica razn de la existencia de tales argucias es
que lo enredan todo... Slo los profesores no han comprendido que el valor
del dinero depende de las mercancas que el dinero tiene detrs. Dar dinero
es nicamente un problema de fabricacin de papel. Toda la cuestin es
saber si los trabajadores producen en la medida de la fabricacin de papel.
Si el trabajo no aumenta y por tanto la produccin queda al mismo nivel, el
aumento de dinero no les permitir comprar ms cosas que las que
compraban antes con menos dinero. Evidentemente esta teora no hubiera
podido suministrar la materia de una disertacin cientfica. Al economista
distinguido le importaba sobre todo exponer ideas envueltas en frases
sibilinas". "Demostr a Zwiedineck que el Patrn Oro, la cobertura de la
moneda, eran puras ficciones, y que me negaba en el futuro a considerarlas
como venerables e intangibles; que a mis ojos el dinero no representaba
nada ms que la contra partida de un trabajo y que no tena por tanto valor
ms que en la medida que representase trabajo realmente efectuado.
Precis que all donde el dinero no representaba trabajo, para m careca de
valor.
Alemania no era la hermtica Rusia, sino todo lo contrario. Todo el que quiso
cerciorarse de aquella gran verdad pudo comprobarlo e informar sobre el
propio terreno. A Espaa llegaban las informaciones de prensa desde el
Reich a travs del corresponsal de "ABC" Csar Gonzlez Ruano, autor de
una serie de magnficos reportajes al respecto. Economistas de un sinfn de
pases comprobaban sorprendidos aquellos xitos. El norteamericano
Radcliffe Collage tuvo a bien enviar a la capital alemana al economista
antinazi Mxime Y. Sweezy, quien refleja sus impresiones al respecto en su
obra "La Economa Nacional Socialista": El pensamiento occidental, cegado
por los conceptos de una economa arcaica, crey que la inflacin, la falta
de recursos, o una revolucin, condenaban a Hitler al fracaso... Mediante
obras pblicas y subsidios para trabajos de construccin privada se logr la
absorcin de los cesantes. Se cuid de que los trabajadores de determinada
edad, especialmente aquellos que sostenan familias numerosas, tuvieran
preferencia sobre los de menor edad y menores obligaciones... Se desplaz
a los jvenes desocupados hacia esferas de actividad de carcter ms social
que comercial, como los Cuerpos del Servicio del Trabajo, de Auxilios
Agrcolas y de Trabajo Agrcola Anual.
"En el otoo de 1936 ya no exista duda alguna sobre el xito del primer
plan cuatrienal. La desocupacin haba dejado de ser un problema e
inclusive se necesitaban ms obreros. El segundo plan cuatrienal qued
bajo la direccin del general Gring, cuya principal meta era independizar a
Alemania de todos los vveres y materias primas importadas...
"La estabilizacin de precios que result de la intervencin oficial
Nacionalsocialista debe conceptuarse como un xito notable, nico en la
historia econmica desde la revolucin industrial." (11).
Y, cmo haba logrado Adolfo Hitler tan milagrosa transformacin si
Alemania careca de oro en sus bancos y en sus minas, y de divisas en sus
reservas?. Desde luego la frmula no era un secreto, pero resultaba
inverosmilmente simple ante tanta disquisicin pseudocientfica de la
enrevesada economa financiera sionista que los poderes del Sistema
haban hecho circular por el mundo. Se basaba, principalmente, en el citado
principio de que "la riqueza no es el dinero sino el trabajo". En
consecuencia, si era el dinero lo que faltaba, se emita, y si los
embaucadores de la Alta Finanza alegaban que tal cosa era una hereja,
bastaba con aumentar la produccin y con regular los salarios y los
capitales para que no se produjera ningn crack econmico. Cuando la
masa de billetes que circula en un pas est en proporcin de sus
necesidades comerciales y de su produccin, esos billetes conservan intacto
su valor habitual, aunque no tengan ni un gramo de oro como garanta. El
citado economista norteamericano Sweezy pudo comprobar como se daba
ese audaz paso econmico, escribiendo a posteriori:"Los dividendos
mayores del 6 % deban ser invertidos en emprstitos pblicos. Se
considera que el aumento de billetes es malo, pero esto no tiene gran
importancia cuando se regulan los salarios y los precios, cuando el gobierno
monopoliza el mercado de capitales y cuando la propaganda oficial
entusiasma al pueblo" (12)
la influencia de los sionistas se neutraliz a fin de que no afectara al resto
de trabajadores,"con objeto de que el contagio fuera mnimo"; y las
ganancias de los negociantes se redujeron a lmites razonables. (13)
La importancia que la economa Nacionalsocialista atribua a la produccin
no slo era como medida de lucha contra la desocupacin, como hemos
podido constatar, sino como capital efectivo de la nacin.
Nuestra misin en el futuro ser tambin la de preservar de ilusiones al
pueblo, alemn. La peor ilusin es la de creer que se puede gozar de algo
que anteriormente no ha sido creado y producido por el trabajo. Con otras
palabras: Nuestro deber en el futuro ser tambin el de hacer
comprender a todo alemn, tanto de la ciudad como del campo, que
el valor de su trabajo siempre debe ser igual al de su salario. Es
decir, el labrador slo puede recibir a cambio de los productos que obtiene
de la tierra aquello que el obrero de la ciudad ha alcanzado anteriormente
con su trabajo y este ltimo a su vez slo puede recibir lo que el labrador ha
conseguido arrancar del suelo y todos entre s slo pueden cambiar aquello
3) Ver Joaqun Bochaca. "El enigma capitalista". Toda la genial idea de Hitler
se basaba en un fundamento principal: Oponer el trabajo al oro. Hecho esto,
el dominio econmico mundial desaparece.
4) Ver Pujol, en "Alemania o la propiedad sin oro. Revista "Aspa". 1936.
5) Hugo Wast, en "Oro"(El Kahal). Buenos Aires, 1938.
6) Ver Pujol opcin citada.
8) Ver Salvador Borrego, "El Trono del Oro" en su obra "Derrota Mundial".
Mxico.
11) Citado por S. Borrego, Op. cit.
12) Idem.
13) Idem.
14) Citado por Cesare Santoro en "Socialismo Nacional frente a Socialismo
Internacional".Biblioteca de Ciencias Polticas y Sociales. Mxico.
15) Citado por Salvador Borrego, op. cit.
16) Ver Pujol en su citado trabajo de "Aspa".
17) Idem.
18) Idem.
19) Idem.
20) Alan Bullock, op. cit.
23) Salvador Borrego, op. cit.
24) Idem.
Otras fuentes consultadas: "Europa Nacionalrevolucionaria". CEDADE.
Premios Nobel y genios Populares en el ambito fascista europeo."Seis meses
con los nazis". Cesar Gonzlez Ruano. "La Nacin". "El III Reich, voluntad de
poder". Biblioteca grfica Noquer. Barcelona."Armas secretas alemanas".
Brian Ford. "CEDADE" nmeros de la revista pblica. "Armas que
conmovieron al mundo", de Vicente Segrellos. Ediciones Afha.
Este texto apareci en la Revista CEDADE. Nmero 138 de Febrero
de 1985.
http://nsargentino.blogspot.com/2010/03/la-economia-de-hitler.html