Thaddaeus Peregrinus Haenke - Descripcià N Del Reyno de Chile
Thaddaeus Peregrinus Haenke - Descripcià N Del Reyno de Chile
Thaddaeus Peregrinus Haenke - Descripcià N Del Reyno de Chile
1761 1817
del
Reyno de
Introduccin de
AGUSTIN EDWARDS M. C.
E D I T O R I A L
SANTIAGO
N A S C I M E N T O
CHILE
1942
DOS
CARTAS
INSTITUTO CULTURAL
GERMANO-CHILENO
Excmo. Seor
Agustn Edwards
Embajador de Chile
Londres.
Embajada en Berln la noticia de que se encuentra un ejemplar o el manuscrito de elld, en el Museo Britnico de
Londres.
Este instituto tendra vivo inters de publicar o hdcer
una reimpresin de esta obra. N o parece que fuelia posible
obtener el ejernpkdr existente en el Museo; pero me permito rogm a Ud. tenga a bien indrigm si no se& posible obtener una copiu de la obra en referencia.
Rogando excusar la molestia que seguramente le occisionar la presente, saluda muy dtte. al seor Embajador.
Su afmo. y S. S.
(Fd0.)-MIGUEL CRUCHAGA.
dad, voy a continudr ese examen y u ver si pueden .colucionarse las distintas partes del trabajo de Haenke para hacer
de ella una sola obra, y envidrle a ese Instituto una copia.
Como Ud. ver, esto no es para mi ningn trabajo, sino
un placer, y yo me haba anticipado a los deseos de ese Instituto por referencias que recib de algunos profesores
sudeten alemanes desde Praga. Apems tenga noticias ms
concretas que darle me ser muy grato ponerme nuevamente en comunicscin con Ud.
Con los sentimientos de la mciyor consideracin y aprecio, saluda al Presidente su muy afmo. y S. S.
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En 1788, el gobierno espaol preparaba una expedicin cientfica, que, a las rdenes del Capitn de
Kavo don Alejandro de Malespina, ira a Amrica y
Oceana. Su rey, Ca.rlos IV, solicit de la Universidad
de Viena que le proporcionara un naturalista cuya
competencia estuviera ya experimentada. La sabia
corporacin a propuesta del famoso botnico Nikokaus
Jacquin design a este fin a Thaddaeus Haenke,
quien fu contratado por el gobierno espaol con e1
sueldo de ciento cincuenta pesos al mes, sueldo que
hay constancia que le fu abonado hasta el ao 1810,
ya que el 25 de enero de este ao el virrey de Buenos Aires transcribi al Intendente de Cochabamba
una Real Orden que a la letra dice:
<Con noticia de que el naturalista botnico de na cionalidad alemana, don Tadeo Haenke, destinado
u que fu a la vuelta al mundo por el Ministerio de
Marina, reside ha ms de 16 aos en la jurisdiccin
. de la Intendencia de Santa Cruz de la Sierra, goa: zando indebidamente el sueldo que se le asign, ha
u resuelto, el Rey Nuestro Seor don Fernando VII,
u y en su real nombre la Junta Suprema Gubernativa
de estos y esos dominios, que inmediatamente disu ponga V. E. su regreso a esta pennsula y, de orden
de S. M. lo participo a V. E. a fin de que disponga
SU cumplimiento .
(t-
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Haenke socio de las Academias de Ciencias de Viena y Praga, editada en Lima en 1901, tomada de uno
de los manuscritos de British Museum de Londres y
catalogado con el N.O17,592bajo el ttulo de aDescripcin del Reyno del Per por Tadeo Haenke, socio de
la Academia de Ciencia de Viena y de Praga, copia
mandada hacer por el Gobierno del Per en el ao
de 1890)).
(La Descripcin del Reyno de Chile an indita,
forma parte del mismo manuscrito antes citado y de
comienzo en la pgina 257 v. correspondiendo lo que
antecede desde las pgs. 1 a la 257 a la ~Descripcin del Reyno del Per ya publicada. La copia del
manuscrito que corresponde desde la pg. 257 v. hasta la pg. 395 v. es la que, debido a la gentileza de
S. E. el Seor Embajador de Chile en Londres, don
Agustn Edwards M. C., posee el Instituto Cultural
Germano-Chileno y que, por comprender la <Descripcin del Reyno de Chile debida a un hombre de
ciencia germano, escrita con honradez y con un espritu critico, hasta hoy da aprovechable, ha resuelto
publicar incorporando tambin los extractos, tomados
de captulos de otros Manuscritos inditos de Haenke
que rolan en el mismo archivo, a saber:
<Estado Politico, Militar y Comercial de la ciudad
de Concepcin. Viaje de Mendoza a Buenos
Aires)) dejando a un lado, de la parte de los manuscritos que tiene un inters directo y especial para
Chile, el capitulo que se titula: Los puertos y ros
que hay desde el Callao hasta la provincia de Chile.
por carecer, segn el seor Edwards, de importancia
ya sea histrica o poltica, si bien de inters geogrfico por la enumeracin prolija quehace del Derrotero Martimo que sigui. En cambio la publicacin
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Consta en la relacin del viaje cientfico de Malespina, ya publicada, que en las recaladas de los puertos del Pacfico, los naturalistas se desparramaban
por la sierra, internndose Pinedo y Haenke, por ej.
desde Coquimbo hasta las minas de Andacollo y Punitaqui.
La estada en Callao y Lima fu una de las ms largas e importantes del itinerario, se prolong desde
mayo hasta mediados de septiembre de 1790.
Haenke, que en aquella poca no contaba con 30
aos de edad, era excelente msico, se hizo presente
en los aaraos del Virrey al lado del elegante Malespiria y Bste no omite consignar en su relacin de viaje,
que el botnico se luci transcribiendo y ejecutando
con habilidad suma varias melodas indgenas.
Haenke desde Lima cruz la cordillera de la Oroya
con el fin de explorar, durante dos meses la vertiente
oriental, desde Tarma hasta ms all de Huanaco,
cuyo ro (nos dice Malespina) vertiendo ya sus aguas
hacia el &te, comunica con el Maran y empieza
a ser navegable. Esta primera excursin haba de ser
el grmen del proyecto sobre la va fluvial al Atlntico, que por tantos aos preocup a Haenke y desarroll en 1799 en el Informe a Viedma, publicado
por Groussac. Visit tambin las minas de Pasco,
haciendo al mismo tiempo, rica cosecha de plantas en
los bosques de la falda y en la orilla de la laguna de
Junn.
El 21 de septiembre de 1790 continu la navegacin con recalada en Guayaquil, Panam, Acapulco, y
otros puertos, hasta el Estrecho de Fuca (Behring) y
la Baha de Behring, cuyo reconocimiento conforme
a las instrucciones del Gobierno, tena que sealar el
limite septentrional de la expedicin, en las costas
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anunciaba que lo mltiple y extenso de las exploraciones, desde aquellos puntos al territorio de Mojos
y Chiquitos, le detendra algo ms del tiempo fijado,
pero crea estar en Montevideo y embarcarse para
Europa en los primeros meses del ao siguiente (1795).
A Europa no volvi nunca Haenke, q pesar de que
prometi siempre a sus amigos europeos, desarraigarse del Alto Per para recuperar su puesto en el
mundo cientfico.
De la relacin del viaje de Malespina, segn Paul
Groussac, se desprenden dos rasgos fundamentales:
l."El carcter serio y activo de las investigaciones cientficas;
2." El espritu de armonfa verdaderamente fraternal que reinaba entre los colaboradores.
Hasta el ao 1885, se pos-ean escassimos datos
sobre el benemrito naturalista don Tadeo Haenke,
solamente se conoca los que trae la <Biografa General de Didot. en la que se indica como fuente de
consulta ~Allgemeine Enciclopedie de Ersch y Gruber y adems las noticias con que Stenberg encabez
la obra <Reliquias Hankeanas dada a luz en Praga
por los amigos del malogrado sabio.
La publicacin del Viaje Poltico-Cientfico de
Malespina. iniciada en dicho ao de 1885 por el
Teniente de Navo don Pedro de Novo y Colson bajo
los auspicios del gobierno espaol, vinieron a suministrar muchos rasgos interesantes del eminente botnico.
Contra lo que ha credo Paul Groussac, Haenke
volvi a Chile visitndolo por segunda vez, ahora
viniendo del Callao, donde qued desembarcado, segn disposiciones de Malespina aprobadas por el
Virrey, ya citadas ms arriba. Debido al mal estado
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mundo intelectual-y especialmente entre las persona escasas que en la Amrica Colonial pueden clasificarse bajo semejante denominacin-todo lo emprico y especulativo, lo filosfico y literario, Thadeus
~ a e n k e ,adelantndose varias decenas de aos sobre sus contemporneos, recurre a las cifras, las estadistic~,las observaciones rnetereolgicas, las posibilidades de ex.plotacin de las riquezas naturales,
los problemas de salarios y costos de vida, las balanzas de pago, para proyectar sobre la vida colonial
de los cuatro pases que recorri la luz fra, serena y
Umpida de las cifras. Un observador contemporiineo
nuestro equipado con todos los conocimientos de los
problemas sociales y econmicos que nos preocupan
en este ao de gracia de 1939 e imbuido de las doctrinas de nuestra poca y de las soluciones que se les
buscan, no habra podido escarmenar, exporier y clarificar con mayor agudeza los que en 150 aos .atrs
existan en estado latente, y por lo tanto invisible
para un espritu menos agudo y equilibrado, que el
de Haenke, en las cuatro Colonias Espaolas que
recorri.
Entre los manuscritos de Haenke, que han visto la
luz pblica est la Descripcin del Reino del Per.
Fu impreso en Lima bajo el patrocinio de don Jos
Balta, Director de Fomento, don M. Vicente Ballivin y de Lpez Romaa. Los nicos que permanecen inditos, tal como los dej Haenke al morir
en Cochabamba, en 4 5 copias hechas por algn
pendolista boliviano o espaol, pues no dispona de
medios o de dinero para imprimirlos, son los que se
refieren a Chile y Argentina. Los individuos que hicieron este trabajo no eran-segn explica el Profesor
Gicklhorn en una carta que obra en mi poder-sim-
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ples copistas sino hombres de cierta ilustracin y cultura que corregan el estilo y la ortografa castellana
de Haenke que, lgicamente, se resenta del idioma
original alemn de ste.
Hubo un momento en que dud de la paternidad del
manuscrito sobre Chile por la correccin extraordinaria del lenguaje castellano y por la escritura; pero el
Profesor Gicklhorn, en la carta citada, entra a fondo
en la materia y me ha persuadido de la paternidad
legtima de Haenke. P ~lo dems, si bien el estilo y
el lenguaje tienen marcado sabor castellano, la concepcin de la obra, el n~todocientfico que acusa, la
paciencis infinita que revela para investigar hasta los
menores detalles de los temas que aborda denuncian
la mentalidad germnica de Haenke. Entre otras
pruebas de la autenticidad del manuscrito, hay-segn me afirma el Profesor Gicklhorn en carta de 16
de noviembre de 1938-en Kreibitz, la ciudad natal
de Haenke, un diario que llevaba el hermano de ste
llamado Jos, coleccionista de las cartas del explorador escritas desde la Amrica del Sur, especialmente
de Chile y de la Provincia de Tucumn en Argentina,
con detalles que coinciden perfectamente con los que
aparecen en el manuscrito. Las dos ltimas pginas
del manuscrito Viaje de Santiago a Buenos Aires,
son de puo y letra de Haenke, as como algunas notas que en ste aparecen y que prueban que Haenke
examin estas copias y aun quiso cambiar el orden
de ciertos captulos.
Los manuscritos de Haenke que tienen un inters
directo y especial para Chile son, en primer trmino,
la Descripcin del Reino de Chile., el Estado Poltico, Militar y Comercial de la ciudad de Concepcin>>,Los Puertos y Rios que hay desde el Callao .
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Callao al de Valparaso en el Reino de Chile y Descripcin de las Islas de Juan Fernndez-a causa
de un ataque de escorbuto, y, por consejo de los mdicos de Lima, sali para Cliile, por ser el clima ms
favorable a su convalescencia, el 16 de octubre de
1793.
He aqu lo que dice sobre Haenke y sus viajes el
Profesor Jos Gicklhorn en su contribucin a las
Investigaciones sobre Haenke:
Entre los naturalistas de origen bohemio, no hay
duda que Tadeo Haenke, a la par con Gregor.Men del, es el m&s importante. En el' desenvolvimiento
de la Amrica del Sur, en aquellas regiones que en
la, actualidad son las repblicas de la Argentina,
el Per, Cliile y Bolivia, Haenke llev a cabo una
<< obra exploradora la verdadera importancia de la
cual slo hoy puede apreciarse. La magnitud de los
esfuerzos de Haenke pueden ser apercibidos slo
cuando sus obras, escritas en castellano, son leclm
con detencin, comparndose sus datos, propuestas
c< y planos con las condiciones actuales de las Rep blicas mencionadas. El autor no intenta aqu escribir una biografa de Haenke, (la autoridad ms
moderna y competente en la materia es Khnel) (1)
ni hacer apreciacin crtica de la importancia his trica de este sabio en !os diversos campos de las
ciencias naturales. La cosa ms sorprendente en la
obra a que Haenke consagr su vida, obra que abar c los campos de la botnica, geografa, mineralo ga, qumica, medicina, ingeniera, geografa eco< nmica, etnologa, etc., es, en efecto, su caracterstica multiplicidad de intereses y la minuciosidad
<(
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-
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Hay en el captulo siguiente, ((Viaje desde Valparaso a Santiago de Chile, pinceladas maestras de
Haenke para pintar la vida de la poca. La especie
humana se halla repartida a grandes distancias;-dice
en el f. 273'de su manuscrito-y apenas se ve sino
en uno que otro punto algunas humildes barracas
escondidas entre los rboles, en cuya inmediacin
cultivan los pobres y mal vestidos colonos cortos
3
penjaritos de maz y algunas otras legumbres al beneficio de algn arroyo que pasa por la inmediacin.
Sus alimentos son legumbres, hortalizas, carne y aj,
sin ningn pan, y sus aduares (lase ajuares) los ms
pobres y miserables; una mesita muy pequea de
2/3 de vara de largo y media de alto, dos o tres sillas, un estrado de una tarima con alfombra de pencho (sic) y dos 'o tres almohadas, muy pocas basijas
(sic) de barro, dos o tres vasos de asta, un viejo arcn y una cuna compuesta de un bastidor de cuatro
palos con un pedazo de cuero, donde se recuesta el
prbulo, suspendida del techo, constituyen los muebles y menaje de una de estas casitas que en su interior
presentan una sala que al mismo tiempo es coxino
y oficio para todo, y dos dormitorios, uno para el
matrimonio e hijos y otro para los huspedes.
Las rendijas y claravoyas dan paso a la luz y .al
viento, al mismo tienipo que la poca limpieza de la
habitacin faborece en extremo la propagacin de
molestas pulgas que no permiten el sueo al ms
cansado pasajero .
El vestido de estas aldeanas, que aunque tostadas
del sol presentan regulares fisonomas y hay muchas
graciosas y elegantes, suele ser unas naguas de bayeta que les atan por debajo del vientre, su volador,
su cotilla y su camisa de hombre.
El captulo siguinte Noticia de la Ciudad de Santiago, su Poblacin, comercio y carcter de los Habitantes-Viaje de don Antonio Pineda al Volcn y
Minas de San Pedro Nolasco, es una descripcin
muy precisa y minuciosa de la capital <la rectitud
D,??XRIPClON
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% este captulo, que es quizs uno de los ms interesantes y amenos del manuscrito de Haenke, sigue otro intitulado ((Descripcin del Pais comprehendido entre Chilo y el Ro Biobo, que, segn dice,
abarca 300 leguas de largo por 50 a 60 de ancho y es
el nico habitado en la parte austral desde los grados
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Empero las observaciones de Haenke ms interesantes en este captulo son las que dedica a la industria incipiente del ganado y su aprovechamiento para
convertir las carnes en charqui que se exportaba al
Per y serva adems de alimento en los viajes largos.
Menciona que el Ro Biobo era navegable en barcas hasta cuatro leguas de su boca. A ms de mencionar todos los ros principales y describir los rboles de
la regin, anota la existencia de tres lagunas de importancia, y dice que la de Quinel y la de Avendao
estn situadas en las inmediaciones del Ytata, 18
leguas de la capital y la otra en el partido de Chilln;
en la primera aseguran que hay perlas de buen oriente, cuya pesca descuidan los naturales por desidia, y
en la de Avendao dice don Cosme Bueno en sus
relaciones varias veces citadas, que se hallan caballos
marinos, pero agrega que la relacin y descripcin
que hacen de estos anfibios y su. comparaciil con los
caballos terrestres es tan poco verosmil que o es un
animal imaginario o cuando ms una especie de foca
con que se les puede asemejar por tener los pies a
manera de aletas y no ser extrao que los no acostumbrados a esta clase de objeto no acierten con una
descripcin lexitima)).
Todos los manuscritos de Haenke estn salpicados
de observaciones de carcter econmico y social que
sorprenden grandemente en un explorador por progresista y agudo que fuese en aquella poca. As, por
ejemplo, dice en este captulo refirindose 9 la escasa
subdivisin de las tierras agrcolas lo siguiente:
Tal vez no hay un parage en el mundo en donde la
experiencia ensee .ms palpablemente que en Chile
los perjuicios que acarrean a la poblacin y al comn
de los habitantes los grandes propietarios. E n aquel
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se lee la descripcin de un mineral como una anotacin demogrfica o el cuadro de la vida cl-iilena, o una
estadstica de importaciones y exportaciones, en distintas regiones del pas. Cuando aparece del manuscrito que hubiera ido recorriendo a Chile de sur a
norte, como dije hace un momento, vuelve atrs y
aparece dando datos sobre Concepcin para saltar en
seguida a Aconcagua y describir el paso de la Cordillera y la bajada y llegada a Mendoza. Sin embargo,
este defecto, que seguramente proviene de haber
redactado su manuscrito en Cochabamba cuando ya
haba terminado sus viajes por Chile que con seguridad fueron ms de uno, no le resta inters, vivacidad y cierto mtodo a la narraci6n.
Hay sobre todo ciertos prrafos de este captulo en
los cuales examina el valor de Chile como Colonia
para Espaa que tienen particular inters. Dice que
Chile se asemeja mucho a las provincias del Ro de la
Plata y enteramente a las Colonias Inglesas-Americanas. Es un pas-agrega-de
una fertilidad extrema,
de un suelo casi inagotable, de un clima verdaderamente anlogo al europeo y de una posicin ventajosa
para su defensa; pero-aade-su
posicin martima tan ventajosa para su bienestar no le permite
intercambios tiles con Espaa y lo aparta asimismo
de las Colonias Americanas y de las del Ro de la
Plata, Y estampa estas textuales palabras:
<Si la Espafia sobrante de gente como lo son las
Isla de &$alta, 1% ribera de Gnova y nuestras provincias de las montaas de Xantander, necesitase un
pas en donde con el auxilio de la navegacin, se aumentase el suelo a proporcin del incremento y opulencia de sus habitantes, seguramente sera Chile el
pas ms oportuno para este obgeto.
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<Pero ni la Espaa puede suministrar esta ventajosa emigracin, ni la excesiva poblacin de Chile le
sera til, a menos que creciendo los productos de su
suelo o los de la industria le proporcionase cambios
oportunos para el aumento de su recproca y de su
prosperidad. .
Toda la parte final de este captulo es una interesantsima disquisicin sobre la mejor manera de enderezar la balanza comercial que dejaba un fuerte
saldo en contra de Chile en el curso de la cual hace
algunas curiosas indicaciones. As, por ejemplo, dice
qiie debe abandonarse el consumo de la yerba del
Paraguay substituyndola con el culn de cosecha
propia, pues la yerba cuesta anualmente 280.000
pesos para importarla. Aconseja asimismo el cultivo
y beneficio de azcares en el distrito de Coquimbo e
indica varios rubros de exportacin al Per para nivelar el comercio con aquel pas. El mismo problema
que preocupa a Chile en el ao de gracia de 1939 es
el que preocupaba a Haenke hace 150 aios, y entodces como ahora recomienda que se aumente la produccin de trigo para exportarlo al Per.
La lectura de estos acpites del manuscrito de
Haenke deja el desconsuelo de pensar que hay problemas nacionales hoy da que tienen siglo y medio
o ms de existencia y que acaso son insolubles, pues
radican en la debilidad econmica de Chile que a duras penas ha solido contrarrestarse en ciertos periodos
de prosperidad transitoria que le ha proporcionado, por
ejemplo, el descubrimiento de las minas de plata de
Chaarcillo y otras a mediados del siglo XIX, y la
prosperidad de la industria del salitre a fines de ese
mismo siglo y a comienzos de ste.
-DE~CRIPCIONDEL
REYNO DE CHILE
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Haenke, hace 150 aos, no pudo medir las posibilidades de desarrollo de Chile en sus regiones meridionales, asf en el Tamo de agricultura como de ganaderfa.
En la poca actual esas regiones han entrado
a producir y a servir en algo a la riqueza nacional,
pero estn muy distantes todava de alcanzar un
volumen que corrija la debilidad econmica a que he
hecho referencia. Es posible y es de esperar que en el
curso de este siglo pueda desarrollarse al amparo de
una colonizacin intensificada por medio de la inmigracin extranjera. Si no se adopta una politica de
esta indole, es de temer, como lo desmuestran los
manuscritos de Haenke, que Chile contine llevando
una vida dificil y pobre con los consiguientes fenmenos sociales y financieros.
En la parte final de este captulo vuelve Haenke
a examinar la situacin militar, econmica y social
de la provincia de Concepcin, y seala especialmente lqs posibilidades de construir buques en el.
puerto de San Vicente inmediato a Talcahuano en
el cual, segn dice; se han construdo algunos. Apunta la especial pericia que tienen los obreros de la regin en esta clase de trabajo y la posibilidad para el
Intendente de Concepcin de hacer un contrato con
los Araucarios para que reunidos con algunos hacheros espaoles provean una que otra cantidad de madera, dndoseles en cambio utensilios de labranza.
Entra en detalles tan rninucioeQs que llega hasta sealar la tripulacin que necesitaran. Habla de una
embarcacin que sera algo as como un dique flotante, en el cual 28 marineros, 18 carpinteros, 6 calafatos y 4 herreros con sus correspondientes fraguas,
servirian para iniciar la construccin de un bergantin
'
o una corbeta. NO piensa en buques muy bien construdos porque dice que en cuanto a adornos, como por
ejemplo una popa y len entallados y una cmara
interior adornada Y dems obras de esta clase deberan reservarse para hacerlas 6n Europa. Y apunta la,
necesidad de conservar la fabricacin de jarcias que
ya exista en Chile.
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Hay asimismo algunas descripciones originales sobre los Indios Araucanos como soldad&. Despus de
describir su extraordinaria eficiencia militar, dice
que: <NOopusieron contra los espaoles una multitud
indisciplinada que se impuso por el nmero sino
hombres robustos con espiritu de arrojo y disciplina
a veces peleaban en nmero inferior a los espaoles. Hablando de los Pehuenches observa que adefienden sus cabezas con morriones guarnecidos de una
plancha de hierro y cubren con corazas el tronco y
parte del cuerpo,. Los Viliches-agrega-tambin
usan corazas y se quitan los calzones quando pelean
para que no les embarace). Sangran los caballos <y
hacen alimento para un par de das>.
'
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los minerales de una de ellas slo obtuvieron 7% marcos de plata de 625 libras de minerales.
Habla Haenke de Crdoba, de Tucumn y de
San Juan sin que aparezca del manuscrito con claridad que las hubiese visitado. Da sin embargo sobre
ellas muchos detalles especialmente de lo que pudiera
llamarse un censo agro-pecuario, sobre su clima, sus
conventos, seminarios y colegios, sus tejidos de ponchos, sus suelos ricos y frtiles, su produccin de
granos, algodn, vinos y aun grandes cantidades de
aceite de olivo. Cinco ros-dice-nacen
en la Provincia y desaparecen en ella sumergindose en los drenales. Da en seguida datos sobre la <Intendencia de
Salta con una
heterognea de 22.389 habitantes que consista de 5.386 espaoles, 4.436 mestizos, 7.620 indios, 2.640 negros y 2.310 mulatos (l),
habla de la abundancia de maz y de pastos bien regados y de una feria de mulas que tena lugar anualmente, en la cual se vendfan hasta 50.000 de estos
cuadrpedos que se enviaban al Per.
Describe la ciudad de Santiago del Estero y da,
asimismo, la composicin de su poblacin de 32.500
habitantes, de los cuales 18.000 eran espaoles,
8.000 mestizos, 4.500 indios, 1.009 negros y 1.000
mulatos. Otro tanto anotasobre San Miguel de Tucumn en la cual de 22.809 habitantes slo 5.800 eran
espaoles y el resto mestizos, indios y mulatos, y
sobre Jujui con una poblacin en que las razas de
color predominaban en mayor proporcin todava
(923 espaoles en un total de 19.266 habitantes).
-(1) La diferencia de 3 habitantes entre la cifra global y el detalle no se
explica, pero no afecta la composicin etnogr4fica de la poblacin que es,
acaso, lo que mAs le interesaba a Haencke.
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W A D D A E U S PEREGRINUS HAENKE
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costumbres sociales, vestidos, fiestas, clima, agricultura, y presenta, como en las Descripcin del Reyno de Chile, cuadros estadsticos del
comercio y de las rentas. Hay en seguida, en este
manuscrito que. deberia ver la lus pblica en su texto
completo, del cual slo he anotado algunas de las
observaciones que ms me llamaron la atencin al
recorrer sus pginas, una descripcin del pas adyacent'e a las orillas septentrionales del Ro de la Plata
perteneciente a la Provincia de Buenos Aires y Gobierno de Montevideo, una curiosa monografa del
que llaman Guaso u hombre de Campo, . y por fin
algunas noticias de varios Pueblos de la Provincia
de Buenos Aires.
CONCLUSION
Como puede verse ppr la relacin hecha de sus
man'uscritos, Thadaeus Peregrinus Haenlte fu un
hombre de gran cultura cientfica, dotado de un agudo espritu de observacin, animado de un noble
afn de contribuir con sus escritos al desarrollo econmico y social de las colonias espaolas que recorri.
Una imaginacin exhuberante, temperada por la disciplina de las ciencias exactas, y un vigor fsico que le
permiti afrontar las mayores fatigas corporales completaron las dotes espirituales y materiales que le
permitieron recorrer, con tanto fruto, las vastas regiones de la Amrica Meridional solitarias y soolientas, llenas de posibilidades para el porvenir a los
ojos de Haenke y desatendidas por la Corona de
Espaa que las miraba tan slo a travs de las rentas
que pudieran proporcionarle a las Cajas Reales.
Hay en sus manuscritos repuntes de socilogo en
un siglo en que esa ciencia abstracta no se corioca ni
habra respondido a la mentalidad de las gentes ni a la
desconyuntada organizacin de las sociedades humanas. Hay tambin sentido de lo pintoresco y de lo
humorstico. Su don de gentes fu seguramente una
(1) En la impresin de estos manuscritos se ha modernizado Cinicamente h acentuaci6n conservando en lo dem&s la ortografa usada por
Haenke, ateniendose estrictamente a la copia confeccionada por el seor
Agustfn Edwards.
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THADDAEUS PEREGRINUS H m K E
f. 259.-La
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dovanas y empleados en calzones y chamarras; despues de bien pelados y sobados imitan con perfeccin
una felpa finsima.
Su gordura produce tambin aceite como el de los
otros mayores, pero tiene siempre muy mal olor.
A estos animales pequeos se les mata con solo darles
algunos palos en la cabeza, pero hay a,lgunos que
acometen, y en este caso no sueltan la presa sin sacar
el bocado.
f. 263.-Experimentan estos animales en la generacin la misma dificultad que el perro; las hembras
salen siempre a parir a tierra, y se ayudan con la
boca quando les ocurre dificultad en aquel trance.
Los hijuelos se cran tambin en tierra a los pechos
de la madre y durante este tiempo cada macho cuida
de su hembra con tanto zelo que por ellas se tiran a
matar unos a otros a 'bocado. . .
Obsrvese en estos animales que al instante que
paren toman a los cachorrillos en la boca y los entran
en el mar a baarlos y baarse: talvez es imitacin de
ellos la costumbre que hoy reina entre muchas tribus
de la Amrica, de meterse las paridas en el agua con la
criatura al punto de haber sta nacido.
Es el clima de esta Isla bastante benigno, y slo se
conocen en ella las dos estaciones de verano e invierno. En la primera no se siente el calor con exceso, ya
porque lo ms de ella se mantiene nublado el cielo,'ya
tambin porque la altura de los montes priva de los
rayos'del sol la mayor parte del da.
f. 263. v.-Tampoco en el invierno hacen grandes
fros, y nicamente se experimentan quando sopla el E.
que por venir de la cordillera nevada es bastante riguroso y se dexa sentir con fuerza; sin embargo de
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El barbero . . . . . . . . . . . . . .:. . . . . .
El Capitn de la Compaia . . . . .
El Teniente . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El Alfrez.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El Sargento . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El Cabo l."....................
El Cabo 2." .... , . . . . . . . . . . . . . . .
Los 45 soldados a 8 pesos al mes,
cada ao . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Suma. . . . . $
84
552
360
300
144
120
108
4320
8088
Materia muy interesante y digna de la consideracibn de todo gobernador ilustrado sera la de proveer
medios para la subsistencia de aquel Presidio sin los
grandes costos que su manutencin cuesta en el da
al Real Erario.
Verdad! es que el terreno aunque frtil y que da
quanto en l se siembra, es imposible que produzca
jams lo que necesitan sus moradores para el sustento, ya por ser sumamente montuoso, con pocos llanos
y stos tan pedregosos que cuesta mucho el ponerlos
en estado de cultivo, ya tambin porque si todos Ee
ocupasen en la siembra, no quedara el ganado parage
donde pstar.
f. 266. V.-Xo obstante, discurrimos que la pesca
y el corte de maderas son dos ramos de industria que
fomentados competentemente, podan mantener con
77
80
Luego que se descubra la boja o el pedrusco mencionado, se gobernar4 sobre 61 para pasarlo rascando
con vientos del S. al S. 0.que es muy hondable.
Rebasado ya; se gobernar al Castillo viejo, atracndose quanto parezca oportuno, pues a menos de
un cable de la costa hay 12 y 15 brazas de agua; y
para dar fondo montando dicho Castillo, conviene
acercarse a la playa todo lo que el viento permita,
para no dexar caer el ancla en menos de 16 a 20 brazas, separndose del Castillo viejo, en que el fondo
es de piedra.
Se dar prontamente una espfa a tierra para por
ella tender el cable antes que el viento refresque y
haga cargar con el ancla, lo que es muy comn por lo
acantilado del fondeadero.
Las snlarras deben tenderse N. S. con ancla y anclote a, cada uno de estos rumbos, y que sean de confianza. Por lo regular queda el cuerpo del buque en
5 6 6 brazas, y en 25 6 30 el ancla del N.
f. 269.-Si anocheciese sobre la punta de los Angeles con brisa fresca, se puede fondear en la costa
del E. del puerto, a la qual llaman los naturale-a COSta de Concn, y se dexar caer el ancla por 20 6 25
brazas hasta esperar el dia, con el qual hay por lo
regular terralito al N. y a babor de este se gana el
fondeadero delante de Valparaiso.
Este pueblo, que segn nuestras observaciones astronmicas se halla en latitud S. de 33" 2' y longitud
occidental de Cdiz de 63" 35') presenta a los que
vienen del mar una vista agradable. Sus casas yacen
por la mayor parte en una quebrada entre los montes
que llaman de Sto. Domingo y Sn. Francisco, extendindose despus en dos alas por la playa a uno y
otro lado.
DEsCR~PC~ON
DEL REYNO DE CHILE
81
"
82
154.644
122.660
80.248
2.112...3 rs
20.154
83
D , ~ ~ c R I P C ~ ODEL
N REYNO DE CHILE
i
P
-
pesos
guay a 30 rs. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. En 12,908 Cordovanes a 12 rs. . . . . .
En 3,522 qs. de Xarcia a 7 ps.. . . . . . .
En 41,299 libras de almendras a 2 rs..
En 113 esclavos a 250 pesos . . . . . . . .
- En otros varios artculos como azafrn
del pais, hilo, harina, pellones de
lana, cueros de vaca, velas de sebo, mantequilla, pescado, lenguas
de vaca, algunos millares de nueces, etc., hasta el ninero de 56
articulos diversos. . . . . . . . . . . .. . .
Total
67.665...1rs.
. . . . . . . . . 554.063
Todos estos efectos salen de Valparafso con destino a Lima y puertos intermedios, no dirigiendo a
otras partes ms articulos que los situados de los Presidios de Valdivia y Juan Fernndez; 2,465 pellones de lana para el Reyno de Guatemala, y para
Espaa los quintales de cobre en barra que hemos
mencionado en el Estado anterior.
f. 271.-Para
defensa del puerto y de la ciudad
hay construidos tres castillos el uno que est a la
entrada del puerto con su bateria a flor de agua, se
llama el Castillo ,viejo; el segundo que nombran Castillo grande, tiene algive, bbeda para plvora, y
quarteles para una compaia pagada de Artilleros.
En l reside el Gobernador que se nombra por el
Rey y abraza las dos jurisdicciones civil y militar.
El tercer Castillo est sobre una loma para impedir qualquier desembarco.
86
87
88
E.
93
94
95
parte la gente de castas producidas de los descendiente~de los Indios y de los Negros llevados de
1% costa de Africa. El resto es toda gente Espaola,
no encontrndose en la ciudad un solo Indio en su
traxe nacional, ni hablndose en ella otra lengua que
las Castellana, aun por la gente de la infima plebe.
r ~ o nesta jams se ha mezclado la descendencia de
aquellos primeros conquistadores y pobladores Espaoles nobles de los quales permanecen ilustres descendientes de que hacen ostentacin, colocando sobre
ortadas los correspondientes escudos de.
SUS armas.
hermosas
Tambin hay en la ciudad Conventos de Observantes y de Recoletos de las Religiones de Sto. Domingo, Sn. Francisco, Sn. Agustin y la Merced.
Todos ellos son bastante pobres en sus claustros y
celdas aunque no en las Iglesias, y mucho menos en
el culto divino, que se celebre con la mayor solemnidad y aseo.
El ntmero de Religiosos en cada Convento de los
grandes es por lo comn el de 80, y dentro de ellos hay
con separacin Colegios de Estudios en donde se
ensea latinidad y retrica, se leen las facultades
mayores de Filosofia, la Teologa escolstica, etc.
f. 278.-Adems de estos estudios hay dos colegios,
que son el Seminario nombrado E1 Angel de la Guarda y el Real de San Carlos, en los quales se ensea la
gramtica, retrica, filosofa, teologa escolstica y
leyes. Para esto contribuye el Rey en barte, para la
manutencin y estudios de las becas dotadas por
S. M. a ms de lo que dan los particulares en fabor
de sus hijos. Estos colegios estn al cuidado de eclesisticos instruidos en todas facultades, y los alumnos
96
CHJLE
97
redituar& el nuevo arbitrio levantando temporalmente por la Junta Superior de Real Hacienda sobre
los consumos de azicar hierva.
Hay tambin en la ciudad dos hospitales, el uno
para hombres, con 120 camas al cuidado de los Religiosos de San Juan de Dios, cuya dotacin la satisface el Rey de los Reales Novenos. La-fbrica es antigua y las salas muy baxas y angostas, careciendo
adems de la necesaria ventilacin.
f. 279.-E1 otro, con 50 camas para mugeres, est
al cuidado de un Mayordomo mayor y de cinquenta
Diputados que turnan por semanas, mereciendo el
mayor elogio el aseo y suma atencin con que vigilan y
sostienen tan importantes establecimiento, el qual est4
dotado por S. M. de las temporalidades de los expulsos Jesuitas.
El estado de la atmsfera en aquel pais es tan constante que casi no se hacen sensibles las variaciones del
barmetro, y nosotros lo observamos diarigmente
desde diciembre hasta marzo, y en todo este tiempo
no advertimos otra alteracin que la de un tercio de
lfnea m&s o menos sobre la altura constante de 25
grados.
Verdad es que en aquellos meses no pasaron de
quatro los dias nublados, ni cay una gota de agua;
pero esta misma sequedad es la que contrapesa en
cierto modo las ventajas del temperamento: y en general llueve tan poco en los trminos de aquella ciudad y su jurisdiccin, que segn las noticias de un
curioso que llevaba la cuenta exacta de las horas que
llueve cada ao, sale un ao con otro a 220 horas de
trmino medio, siendo el mayor 229 horas a que habia
llegado el ao de la avenida,
Tampoco se puede llamar riguroso el calor del verano, porque rara vez sube a los 24" el termmetro de
Reaumur, y esto al medio da en aquellos que no hay
virazn, no permaneciendo nunca ms de tres minutos
escasos en aquel estado.
Los ascensos y descensos del termmetro observados
en Santiago en el verano de 1794 fueron como sigue:
f. 279. v.-Al
salir el sol marcaba el termmetro
16 6 18". A las diez de la maana, 20". Al medio da
22", y a la hora de siesta en las ocasiones en-que faltaba la virazn, lo que se verific pocas veces, subfa a
la mxima altura de 24". Por la tarde y por la noche
volva a descender, pasando progresivamente a los
20, 18", 16" y aun a veces se not en los 14", a media
noche.
Desde este punto empezaba a subir, continuando
la misma marcha que hemos indicado.
El estado que sigue de los muertos y baptizados en
las parroquias de Santiago de Chile en los aos de
1688 y 89 dar una idea de la bondad del temperamento.
N6mero de
Baptizados.
Ndmero de
Enterrados
99
100
sea quebrantando las leyes de un honor que no conocen, ni en nada los lisongea.
En Chile, como entotras partes- de la Amrica, se
v rodeada la mesa de un caballero, de 7 u 8 esclavos
de todos sexos, descalzos y medio vestidos, sil color,
su triste suerte y su desalio son obgetos que causan
cierto disgusto y compasin acia esta parte del gnero humano.
Destituidos de alario y de gages, y atenidos al
simple sustento y a un miserable vestido, y no estando
por otra parte inherente a la naturaleza humana,
esta desigualdad de condiciones que el inters, la violencia, y la poltica introduxeron en las sociedades.
f. 281.-Quin extraar que el esclavo se apropie,
siempre que la ocasin se lo proporcione, una parte
de las cosas a que se considera con cierto derecho?
Su trabajo no tiene precio, sus servicios ninguna
recompensa, y as no se cree obligado a observar derecho con quien a l no se lo guarda, haciendo a la
naturaleza la mayor violencia posible.
Los esclavos, segn dice Plauto, robaban en su tiempo las cavas, las dispensas, y todas las provisiones de
sus dueos; los modernos esclavos los imitan de la
misma manera.
Las madres de familia tienen igual cuidado con sus
respectivas criadas, y siempre en el estrado tienen
junto a s una arquita con sus preciosidades, que -si
siempre est a la vista.
La desconfianza en su familia las tiene casi siempre
en casa, salen raras veces a la calle, y casi ~610por
esta causa pasan las damas una vida sedentaria con
jaquecas, obstrucciones y colores plidos, que ordin*
riamente acompaan a muchas de ellas.
101
f. 281. V.-Por lo dems las costumbres de los Espaoles Chilenos se han conservado en un estado
que realmente debe complacer a la nacin de donde
proceden. Una presencia y robustez realmente admirable en ambos sexos, un trato fino y amable, una
hospitalidad constante, un idioma castizo, unos modales inocentes y cariosos, son calidades casi generales, a las quales aaden los hombres un talento y
agilidad poco comunes, y las mugeres una fidelidad
conyugal sin afectacin, una grande pasin por la
msica y una constancia poco comn para la buena
educacin de sus hijos.
Los caballeros se mantienen del producto de sus
haciendas particulares o de las utilidades del comercio
que por felicidad de aquellos paises no est en desprecio.
Este comercio est en el dSa muy desnivelado y en
perjuicio de Chile porque los artculos de importacin
exceden considerablemente a los de exportacin,
dexando un dficit de cerca de medio milln de pesos.
Resumiremos aqu en pocos renglones los principales ramos que constituyen el comercio de exporta+ cin dexando para quando tratemos del Reyno en
general tocar este punto con la extensin que merece.
ArtcuIos de Exportacin
pesos
272.500
107.500
110.000
30.000
7.000
102
pesos
1,500
3,750
42,500
4,000
1,875
. 38,500
Total . . : . . . . . . . .
619,125
Y siendo la importacin segn se manifestar despus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.052,412
Resulta diferencia contra Chile.. . . . . . . . .: 443,297
(La diferencia contra Chile deba ser.. . . . . . 433,287)
Esta dispariedad procedida de la falta de,medios
sobre que extender las miras industriosas del comerciante es sin duda la que da origen a la grande diferencia que se nota entre los Imperios Peruanos y
Chilenos relativamente al gremio de comerciantes.
El primero, aunque consternado considerablemente
y, deteriorado en su grandeza local desde el permiso
del comercio libre, y venida de los navos por el Cabo de Hornos, perdiendo las Ferias de Portovelo y
Panam y antes el famoso mercado del Puerto del
Callao, aun conserva mucha parte de explendor y
brillantez: hay muchos nimos alentados, hacendosos,
discursivos, proyectistas y resueltos, y en todos
103
reyna un espiritu gallardo de prodigalidad, que los hace distinguir del comn de los habitadores.
f. 282. V.-El segundo, en medio de su incremento,
fausto y luxo apenas descubre un viso de aquella
magnanimidad. Los espritus son ms bencogidos, se
procede en las negociaciones con ms desconfianza, y
an en las cosas ms leves de dexa notar aquella
dispariedad.
No obstante, es preciso confesar que la gente ms
medrada de Santiago es la del comercio, y que a ellos
siguen despus los hacendados.
Estos gastan mucha parte del ao en sus haciendas,
principalmente en tiempos de cosechas, de vendimias
y matanzas, y aun con los lucrativos productos de
la ms rgida economa, slo muy pocos logran pasar
una vida cbmoda y tranquila. En otra parte daremos
a conocer el origen de esta triste verdad.
Creemos no poder concluir mejor este articulo que
insertando a continuacin en obsequio del pblico
el extracto de la relacin del viage que hizo don Antonio Pineda desde Santiago al Mineral de San Pedro Nolasco, y se ha encontrado entre sus manuscritos, ya porque en l se da una, idea del terreno que
forma las inmediaciones de la ciudad de Santiago, ya
tambin porque no habiendo podido nosotros 'penetrar hasta aquellos parages, quedaran sepultados
para siempre las muchas y muy curiosas observaciones que en ellos hizo aquel benemrito naturalista.
f. 283.-Dice as: El examen de los volcanes y las
minas abundantes en Chile empezaban a ser mi obgeto favorito. La proximidad de la montaa de San
Pedro Nolasco se prestaba a mis deseos, convidndose
con la brevedad del. tiempo, y ofrecindome de paso
104
tes de largo.
105
107
de granos, quarzo y lminas de feld-espato, es duro y centellea como el anterior al choque del eslabn.
Poco despus pasamos el rio del Yeso antes de su
confluencia con el Maypo: la rapidez de su corriente
y los grandes peascos de que se ve sembrado hacen
no menos penoso que atrevido el vado de este rio.
Por aqui la tierra y la vegetacin que cubren las
montaas ocultan la roca de que se componen; pero
entretanto se recreaba la vista con un obgeto digno
de admirarse.
Tal'era un chifln que se despefiaba como de 8
varas de alto en el sitio que llaman el rodeo viejo.
Como a dos leguas de ste, ya se dexa ver el volcn
nevado a manchas, cerrando magestuosamente el
caxn de su nombre.
Hasta aqui hubo varios rboles y plantas pero ya
abandonan poco a poco el terreno, y slo se ven peascos y fragmentos de roca, pero no del volcn.
f. 285. v.-La violencia de los arroyos.de las quebradas las desquiebra y derrumba haciendo tales
caxas tan hondas y bien formadas como pudiera
serlo un foso construido por mil hombres dirigidos
por una mano diestra e inteligente.
Algunas montaas, con especialidad una de petrosilex de color gris, que a penas chispea al eslabn
cubierta de ocra, dan indicios de que abunda el
hierro.
Junto a la quebrada de Morales se ven rocas chistosas en perfectas capas - verticales formando tablas
de 4 a 6 pulgadas, muy semejantes por estar intirnamente unidas a las eras o quadros de un jardn. Tambin abunda el schistus scriptoris negro que tiene en el papel el mismo color.
108
De muchas de las montaas del Maypo y del volcn quebrantadas las capas que los contienen, se
desgajan fragmentos de piedras que forman rampas
grandsimas y muy pendientes: por ellas corre el camino, que se reduce a una estrecha vereda donde a
penas sientan los caballos el titubeante pie, y a un
mal paso peligran hombres y animales con precipicio
a la vista.
f. 286.-A una legua del volcn pasamos la noche
baxo unas piedra9 granitosas derrumbadas de la alta
montaa. Frente a este parage, al otro. lado del ro se
ve una montaa compuesta de capas verticales, formando escalones en figura de perfectas mesetas con
galeras y paseos de columnas quadradas paralelas
igualmente terminadas. Todo se deshace en tierras
que forman una rampa vertical de mucha extensin.
A la maana temprano llegamos felizmente al pie
del volcn; este encumbrado Mongjvelo aparente la
forma de pan de azcar visto desde cerca, su cresta
corre de Norte a Sur; tiene tres bocas que actualmente
humean, la del medio, ms alta que todas, parece
segn el borde que se le ve, que tiene cratera muy
considerable.
Su base est sobre una montaa riscosa con quatro rampas, la ms accesible formada por derrumbos
de lavas verdosas, de prfido, petro-silex, etc. La de
en medio est acompaada de un arroyo que foima
una cascada hermosa con los caranvanos de nieve y
algunas plantas que crecen a una y otra orilla.
Desgraciadamente se emprendi la primera, por la
qual despus de mucha fatiga y prdida de una maana, dimos en nieve. Reconoc todo el cuerpo del
volcn cubierto de la misma, y por aquella parte una
e
109
111
--
(*) Son tan violentos que arrancan quanto encuentran; los ranchos,
los pies derechos clavados hasta dos estados debaxo de la nieve no se resisten a eu fuerza. Me ensearon una viga de 14 varas de largo y en quadro
como de 50 quintales todava en el sitio en que la dex el hurac6n antecedente. Distaba 450 varas del parage donde 18 arranc.
112
113
no me engafo, anlogo por su color; segundo las minas abundantes en espato; tercero unas cales metlicas negras con muchas ocras amarillas; y
quarto las piedras de quarzo con poco metal.
8
-114
f. 290.-Un
THADDAEUS PEREGRlNUS H A E ~ E
115
amo, parti huyendo acia la boca mina, dando grandes nhullidos como horrorizado de verlo.
Los mineros que rezaban al rosario inmediatamente
advirtieron el mismo fenmeno en otros tres de sus
compaeros. Estos infelices, no menos asombrados
que indecisos, se vieron arder mutuamente por espacio de quatro horas.
La existencia de unos animaria sin duda a los otros,
pero todos temiendo quemarse vivos, se encomendaban a Dios.
Segn me inform Rufino Gmez (*) que fu uno
de los quatro, les salia fuego de las manos y brazos,
del pelo y otras partes; la llama no alumbraba, y rt su
parecer era como la del azufre. Sentia en sus carnes
como un hormigeo acompaado de un ruido sordo,
semejante al del aceite quando hierve. Este ltimo
hecho que no puede revocarse en duda por su publicidad, y porque acababa de suceder a mi arribo, prueba
con evidencia quan abundante materia electrica se
acumula sobre estas elevadas montaas.
f. 291.-Volviendo de esta expedicin por el Maypo
abaxo not que las capas de piedra que me parecieron
horizontales eran slo inclinadas al horizonte, y estn
formadas por derrumbes antiguos.
De la cspide de aquellos empinados cerros se
desgajan inmensas moles de piedras, ya porque el
intenso frio las hiende y rompe, ya porque las lluvias
impelidas por los vientos violentos las desquician, o
finalmente por ambas causas juntas a que deben agregarse las conmociones subterrneas. Estos fragmentos forman rampas que dexan en planos inclinados o
(*)
Los dema fueron Hilario Morn, Luis Goneiez, y otro que lb-
maban el Pelado.
116
bien en ciertas curbas que se les aproxima. Las tierras en que se descomponen continuamente las rocas
. o forman sobre aquellas otras nuevas capas, o se colocan en los intersticios de las piedras; las lluvias for- .
man de estas tierras arcillosas especies de argamasas;
el calor del sol las endurece, y su continua accin evaporando las partes aqueas, aproxima los puntos de
contacto; las molculas se acercan y se endurecen ms
y m&, y al fin resultan piedras duras y pbr capas.
f. 291. v.-Descendiendo
pues por el Caxn de
Maypo iba observando con doble atencin los obgetos en el sitio que llaman de San Jos, advert cierta
correspondencia de capas horizontales tanto en los
cerros del S. como en los del N.
Esto me 'hizo congeturar que alguna vez estubieron
- juntos y que algn terremoto, explosin volcnica, u
otra causa violenta los separ del todo, o a lo menos
comenz la separacin, y las aguas del ro la fueron
completando hasta formar las grandes y elevadas
barrancas que hoy ostenta.
La evaporacin y la congelacin son el verdadero
origen de los ros que hasta aqui no he visto explicado
de un modo conveniente.
f. 294. (*).-El gran Libro de la naturaleza ensea esta teoria al observador que se coloca en una de
estas empinadas montaas. Ve un horizonte inmenso
lleno de nieve; los picachos que sirven como de bandera a las nubes, sabe que stas se forman por la evaporacin de la superficie del Ocano y de la tierra,
que las Islas y las cspides de los montes estn siempre
cubiertos de niebla a cierta lnea de elevacin para(*) (Estados N.o 1 y 2, manifestando los valores de Importacin y
Exportacin, ocupan las hojas 292 y 293 que siguen al fin de este articulo).
f. 292.
Estados N.O 1 Y 2 que manifiestan los valores de la Importacin Y Exportacin que ha hecho Lima con las Plazas interiores del Virreynato y Puertos de la M
IMPORTACION
N.O l.
---
Ao:
TOTAL
TOTAL
--
.. ..
637,891.3x
713,594.3
720,472.4X
583,368.5
609,499
3.264,826
De Chile
--
--
1785 . . . . . . . . . .
1786 ..........
1787 . . . . . . . . . .
1788 . . . . . . . . . .
1789 . . . . . . . . . .
748,183.1 %
736,722.3
872,233.5%
948,417.5
934,011
1.386,074.5%
1.450,316.6
1.592,706.2%
1.531,786.2
1.543,510
4.239,567.7%
7.504,393.7%
1.238,799.6
1.016,554.3
1.194,167.2
972,025.5
1.112,228.1
&5$3,775.1
--
EXPORTACION
TOTAL
....
De Panam
De Guayaquil
N.O2.
De Guatemala
L
-
d
-
'
479,131.7
613,635
617,544.6
412,437.1
424,894.3
20,629.2
5,752
5,722
10,553.3
2.547,643.1
59,035.5
--
1-
......
97,880.7
112,415 -
......
......
......
210,295.7
----
-1.E
1.i
1.E
1.3
1.5
8.3
-9
btado N.O3 que manifiesta la Importacin y Exportacin de los frutos, plata y oro que han girado entre los Puertos de Cdiz y el Callao de Lima en 1
dos quinquenios corridos de 1785 al 1789,y al- inmediato de 1790 a 1794. A saber:
r
I
l
IMPORTACION
7-
EXPORTACION
--
--
Ao:
-- I
Total valor en Idem. con todos Plata y Oro en Valor de frutas i
costos en Lima Moneda y Pasta.
Cdiz
y efectos
'
Total valor
en Lima
C--
1785..
. ..
, . 1786.. . .
8 1787.. . .
1788.. . .
1789 . . .
1.932,040.7/8
5.113,389.51/8
3.225,167.36/8
1.266,250.71/8
1.007,66~.7
1i8
1i
3.106,056.2
6/8 5.038,096.35/8 6.965,231.36/8
1/8 14.734,0&2.44/8
6,358,901.5 11.472~221.2
7.257,741.66/8
2.446,581.63/8 5.651,745.2
6/8
955,055.62/8 2.293,306.57/8 2.940,592.7
1.216,855.3
1/8 2.224.517.23/8 2.856.965.07/8'
7.144,325.21/8
8,285,659.7
6/8
4.518,246.3
4/8
5.463,973.12/8
2.249,495.62/8
7.877,912.61/8 8.822,115.63
9.16SJ467.
6/8 10.369,502.3G
4.
5,424,268.3
4/8 6.503,661.2
O2
6.043,133.3
2/8 6.798,376.
2
2.972,575.67/8 3.484,386.2
--
753,587.4
882,807.1
996,022
579,160.2
5?3,080
Principales en Registro:
12.576,510.3/8
Aumento de 22% en la Importacin:
2.727,064.1
Totales.. 15.303,574.13/8
--
1790. . . .
1791.. . .
1792.. . .
1793... .
1794... .
1.914,968.6
1.631,288 .
1.789,97$.2%
2.341,214.4%
1.641,371.3%
2.990,428.5.
5.717,492.'6
7.344,297.7
---
--
3.369,551.3%
3.486,346.6
3.880,403.4%
4977,733.2
3.027,700.3%
5.099,012.7
3,478,578.2
4.984,499.5
6.394,053.5
3.889,175.6%
10.023,117.0
%
19.341,935.3%
23.845,320.2
2.205,085.6
-12.228,202.6%
4.255,225.6%
5.245,9703%
-----
-- ----.
31.486,357.3
1/8 35.975,339.61
- --
2.054;582.5%
1.855,258.3
2.090,428.2
2.636,518.5%
1.386,320
31,486,357.3
1/8
3.624,656.7
----
-.-
5.220,387.4.7/8 448,095.1
4.963,698.5%
736,891.794
8.285,840.4%
055,111.2X
1.408,706.6.3/8 344,020.5
3.903,343.5%
1.643,130.6
5.668,482.3'34 '6.477,1.26.
6.512,672.7
5.699,590.5%
9.240,951.63/4 40.559,231.3
1.752,727.37/S 2.002,756.1/
5.546,476.3%
6.337,713.5%
------.m
~ r ' i n c i ~ a l en
e s Registro:
9.318,818.3
23.780,877.
O 7/8
4.127,249.6%
27.908,226.7
3/8
2.O5OJ140.
0%
--
Totales.. 11.368,958.3%
23.597,161.2
28.091,290.5%
-- -
23.780,977.0
7/8 ' 4.127,249.6%
27.908,226.73/8 31.889,500.0
5,
COTEXO
1785-59
1790-99
'
-Exceso:
por el 1
por el 11
3.934,615.57/8
......
--
4.865,676.6
......
3,624,656.7
4.127,249.6%
31.486,357.3
7/8 35.979,399.
G 7,
27.908,226.73/8 31.889,500.66
8.800~292.3
7/8 13.008,023.1~ 4:080,723.42/8
......
......
I
......
......
502,590.73/4
3.578,130.44/8 4.089,839.0.
......
......
-.
NOTAS :
1. El aumento de 22% hecho a todos lbs efectos de importacin, procede de que 1'9s valores en los registros de las Aduanas de la Pennsula van arregl
dos a los contenidos en el arancel de comercio, y es preciso aumentarlos en dicha cantidad para igualarlas al precio de la plaza de Cdiz.
2. Las dos ltimas columnas de la importacin expresan el valor de los efectos en Cdiz y el que tienen en Lima. Esta diferencia procede de lo qi
aumentan el principal los precios del flete, derechos, conducciones, etc. hasta llegar los gfleros a poder de los consignatarios de Lima, y se computan en 28 1:
1
3,5/8rs. por ciento.
3. Hay tambi6n un aumento en la exportacin, entre el valor de los caudales y frutos1 considerados en Lima, y el total en CSdiz.
Consiste este aumento en los gastos de flete, derechos, contado al Maestre y las dems cargas a que estn sujetas hasta qiicdar en Clidiz en poder de S
dueos, computando un 9%% en la plata y un 2% en el oro segn las noticias adquiridgs; siendo los frutos, a. excepcin del cacao libres de derechos real
por privilegio.
4. Del cotexo hecho entre 10s dos quinquenios, resulta que la importacin del ],o fu mayor que 1% del 2.0en todos los ramos, ascendiendo el exce
en el total valor a 13.008;023ps. 1,1/8is., considerados los efectos por el principal y !todos costos en Lima. Tambin la exportacin excedi a .favor d
pimero en 4.089,839ps. 2/8 rs., siendo la causa de estos excesos el que 10s comercianteg de la matriz han entrado en los aos siguientes en la prudente con!
deracin de nivelar los envos con los recursos que ofrece aquella colonia, como ya lo dpjamos advertido en otro lugar.
117
118
THADDAEUS PEREGRlNUS H A E N K E
-.
120
121
de aquella porcin de terreno que antiguamente regamos con nuestra sangre y que han sabido conservar con una constancia poco comn sus habitantes
Tampoco debe quedar duda quando se recorren
nuestras historias, que abunda en minerales la parte
de cordillera que le corresponde, la qual al mismo tiempo que fecundiza aquellas tierras con sus perennes riegos,- las abriga del levante y reflexndole los benficos rayos del sol proporciona a 'los vientos nortes
que la vivifiquen oportunamente con las lluvias
hyemales.
f. 296. V.-Diferentes ros caudalosos, no ~610atraviesan casi a iguales distancias este hermoso pas,
sino que conservan hasta la misma orilla una abundancia de rboles tiles ya para los usos domsticos,
ya para la navegacin suministrando la cordillera los
necesarios de una medida extraordinaria.
As que o fuese celo militar o la errada idea de poder lograr a un mismo tiemps los dones de la agricultura y los beneficios de las minas, debemos confesar
que merecen mucha disculpa los que rean con tanto
valor por la adquisicin de este pas. En el da lo habitan los Viliches, los Tuncos, los Araucanos y los
Pehuenches, pueblos desunidos y que frequentemente
estn en guerra, aunque si hemos de juzgar por su
idioma, su fisonoma y sus costumbres, proceden
todos de un mismo origen, pudiendo muy bien haberse desunido despus por los mismos motivos que
ordinariamente originan las divisiones entre vecinos.
El Abate Molina ha caracterizado estos pueblos
con muchas pinceladas maestras que debiramos
mirar como dimanadas de una reflexin madura y
cuerda aun quando el tiempo y la situacin nos hubie-
122
sen permitido examinarlos prolixamente; as-dexaremos como importuno el comparar nuestras ideas
a las suyas, refiriendo nicamente lo que ha podido
alcanzar nuestro examen casi momentneo de los
Pehuenches y Viliches aquellos en Santiago y estos
en ChiloB.
f. 297.-Habitan los Pehuenches la comarca comprehendida desde el Fuerte de San Carlos hasta el
de Sta. Brbara, y o sea por su corto nmero o por
hallarse rodeados de muchas tribus antagonistas, son
naturahente belicosos, y parece que lo eran an
antes de 1%conquista, en cuya poca ya por diferentes
veces habian repulsado de sus tierras a los invasores
comarcanos.
Preguntndoles si son de la misma especie de los
Viliches, responden que no, y alegan para ello la seal del zapato que gastan los Viliches partidos o falta
de la mitad delantera, y ellos usan entero, pero si se
compara su idioma y accento, sus ritos religiosos, sus
facciones, su apego a la poligamia, etc., son realmente
de una misma especie; habihndose talvez separado por
alguna revolucin dimanada de los derechos (de)
sucesin sostenida por diferentes partidos.
f. 297. v.-Este mismo principio puede haber influido en que quanto ms se enardecieron nuestras
guerras con los Araucanos y Viliches tanto mayor
fue su apego hacia nosotros habiendo llegado hasta
reunir sus fuerzas con las nuestras, de suerte que podemos considerarlos como verdaderos amigos que nos
I
han sido y sern sumamente tiles.
Debe atribuirse a su corto nmero la absoluta oposicin a la labranza que muestran los Pehuenches, y
a la qual se han inclinado los Viliches.
123
Estos tienen mucho ganado particularmente caballar y ovejuno, del qual se alimentan prefiriendo la
yegua.
El pak que habitan es montuoso; texen la lana
para sus vestidos y adquieren otros muchos efectos
en SUS cambios con nosotros. Se inclinan a la bebida,
y sus traxes por lo comn se parecen a los nuestros.
Los Viliches (*) entre los quales presentamos muy
bien imitado al retrato del Cacique Catiguala y de
su hijo sacados del original, conservan en todo su porte un semblante militar y tanto su disciplina como
el estado de la agricultura y aun el de las mismas artes, indican en todo una nacin sociable y civilizada.
f. 298.-Estas
gentes son de mediana estatura,
tienen una fisonomfa militar, el color aceitunado y
upa grande agilidad en sus miembros. Nuestros Capitanes de Amigos (**) que habitan entre ellos muchos
aos hace, distinguen dos especies de Caciques, los
unos que nombran del bastn y los otros sin bastn,
y parece puede muy bien entenderse esta distincin
interpretndola que los unos gobiernan slo la poblacin que habitan y los otros la provincia o Mutalmapu, siendo de estos ltimos de los que se compone
el cuerpo federativo para la defensa nacional.
Los estados de la poblacin de los Pehuenches
atribuyen 30 mil habitantes a las Provincias meridio(*) Asi de esta voz como de la Pehuenches vease el verdadero origen
en el Abate Molina.
(**) Dise este nombre a un Espaol que habita en cada una de las
naciones y cela de su conducta, con motivo de que habiendo ajustado paces generales con los Indios en 1671, se levantaron poco despues algunas
naciones y continuaron la guerra socorridas con disimulo de las que se mantenlan en paz por flaqueza o temor. Esta perfidia oblig a establecer los
Capitanes de Amigos que aun subsisten en el da.
124
SISTEMA GUBERNATIVO
Bien sea entre los caciques primeros o los subdelegados, estamos ciertos de que el empleo de cacique es
hereditario recayendo antes no obstante en los hermanos que en los hijos a menos que estos no estn ya
en edad de aconsejar y dirigir a los Mozetones.
Entre estos filtimos se confunden inmediatamente
los derns parientes del Cacique, y en quanto pudimos advertir ninguna prerrogativa les concede aquel
enlace. Es grande la subordinacin que tienen al Cacique, y parece que consultando los adivinos, el dictamen de aquel o ms bien el de stos es la ley executiva.
Habitan unidos y naturalmente los campos labrados y los riscos deben ser los trminos de las jurisdicciones respectivas, pero stas no obstante causan
entre ellos discordias muy frecuentes.
hablando de la Isla de Chilo, no debe parecer absurdo este mtodo de averiguar si una muerte es o no violenta. Es brbaro a, el mtodo de averiguar
el delinquente, pero Be conoce que depende de la excesiva credulidad.
-(*) Estando en Chilo a bordo de nuestro buque los Viliches del Ca-
cique Catiguala entre los quales haba un Magi dixo uno que quiz no,.
haramos a la vela llevndonos a sus mugeres, las quales quedaran presas
de nosotros. Inmediatamente miraron todos al adivino, y ste las tranquili815 dicindoles que no era verdad.
VIDA SOCIABLE
Ya se, ha indicado que los Viliches en esta parte
exceden mucho a los Pehuenches, a lo menos por lo
que alcanzan nuestras nociones sobre unos y otros.
Aquellos pueblos cultivan toda especie de semilla
incluso el lino, y han adoptado nuestro mtodo de
labranza con bueyes y arados y azadas, con la diferencia de que substituyen al arado unas piedras afiladas al fierro.
f. 300.-Comen indifrentemente las carnes crudas o asadas, pero sobre todo usan de las menestras
o substancias farinceas entre las quales obtienen
la primaca el maz y la papa.
Como una consecuencia de la ley que hemos indicado en punto de sucesin, admite esta misma el uso
de una miger verdadera, cuyos hijos pueden mirarse
como los nicos lextimos.
Castigan el adulterio con la muerte; quieren mucho
a sus hijos; pero admiten el uso de concubinas, sean
libres o esclavas.
Una nacin militar como sta, hace naturalmente
mucho mayor aprecio de los hombres que de las mugeres. As casi no se apercibe el dolor en la muerte
de las mugeres, y por el contrario es muy- grande y
130
131
f. 301. v.-Habiendo
SISTEMA MILITAR
Aunque estos pueblos naturalmente guerreros hacen consistir mucha parte de la victoria en el tesn
con que pelean, la misma necesidad de ser a veces
sorprendidos, y a veces con fuerzas naturalmente inferiores, les ha precisado a usar de las estratagemas, y
a introducir en sus tropas un orden militar.
f. 302,-Parece extrao que los conquistadores de
la Amrica que llevaron sus armas vencedoras por
todas las quatro partes del mundo, encontrasen en
este rincn de l tan obstinada resistencia; pero debe
tenerse presente que estos Indios no opusieron contra
los Espaoles una multitud indisciplinada y mal armada, cuyo nmero a veces por una ignorante confianza se amontona y embaraza.
Las naciones Araucanas, Viliches, Juncos, etc. y
Pehuenches escogieron para la guerra los ms robustos y esos opusieron a sus enemigos, conservando an
su disciplina militar, a que debieron espritu de arrojo
ms que a su nmero que a veces fu igual, y algunas
inferior.
Forman el quadro y algunas otras formaciones; se
arman de grandes lanzas con que al modo de la falange macedonia oponen una muralla de picas a la
caballera en las alas a semejanza de otras naciones
136
THADDAEUS PBREGRINUSHAENKE
137
139
f. 304. v.-Como'las
distancias al paso que aumentan o disminuyen- los obgetos alteran tambin el
sentido de las palabras no parecer fuera del caso dar
a q ~ una
i idea de las plazas que constituyen las fronteras Chilenas s e d n el estado en que se hallaban en
la poca de nuestro viage ni debiendo entenderse
que estas plazas sean fortalezas como las que t.ienen
tal nombre en Europa.
Las falsas ideas que se fixan a los vocablos son el
manantial de nuestros errores; y tanto el hombre
ptiblico como el particular debe conocer el verdadero
estado de las cosas.
Estos fuertes no son en realidad ms que unos fuertes de campaa capaces de poca guarnicin y de resistir s61o a los Indios. El de San Pedro, que es el
primero que corre desde el mar, est& situado al lado
ac del Bio-Bio; la fortaleza es un quadrado con quatro pequeos bastiones cercados de estacada y rodeado de foso, excepto por el frente del rio que baa su
pie; toda la obra es escalada en el propio terreno y as
no se gastan ladrillos ni mamposteria, y la escabacibn
del foso figura toda la fortaleza.
Se guarnecen sus balvartes con pequea artillerfa
de campaa, y encierra en su recinto dos o tres edificios militares para la guarnicin, y al rededor de l
hay varios pequeos huertos que cultivan los militares y vecinos.
f. 305.-E1 fuerte de Porcura, que no se hallaba en
tan buen estado como el antecedente, est sobre una
loma y tendr unas 100 varas quadradas de rea, su
cortina est encorvada, y no protege terreno alguno
de consequencia; hay en sus inmediaciones algunos
pequeos ranchos.
140
141
143
f. 308.7El deseo de aquellos por saber de la ciudad de Osorno, patria de algunos de ellos o de sus
padres, obligaban a preguntar a menudo sobre su
estado, haciendo con esto sospechoso la curiosidad,
de tal modo que empe a los Indios a negar su conocimiento o manifestarlo baxo cierto ayre misterioso, que con el transcurso de tiempo fu formado como
era natural un agregado de cuentos e historietas que
no dexaban de picar en todos la curiosidad sobre este
punto.
Los Indios llegaron hasta persuadirse que en el descubrimiento y recuperacin. de Osorno estaba fixado
al trmino de su libertad, y haban hecho por lo mis,
mo un artculo de su poltica el ocultarlo.
Pero el Gobierno, mirando baxo otra luz este negocio, crey siempre muy a propsito la repoblacin
de Osorno para facilitar el trnsito entre Valdivia y
Chilo, y proporcionar por este medio a ambos establecimientos el socorro que reciprocamente deben
darse.
Empezse por establecer un fuerte en las mrgenes
de Ro Bueno, y posteriormente se abri un camino
de comunicacin; pero no estando sostenido por fuer,zas competentes colocadas de trecho en trecho sealadamente en Osorno, como era el intento, dur slo
lo que quiso el capricho de los Indios.
f. 308 v.-Despus de haber estos disfrutado de las
gratificaciones y regalos que se les hizo, adems de
los sueldos de que el Rey tena en goze a casi todos
los Caciques de quienes se haba obtenido el consentimiento para la obra, se sublevaron repentinamente
contra ella los Indios Llanos, incendiaron las conversiones establecidas en Ro Bueno, mataron un Misionero, dos soldados, a los Capitanes de Amigos, y a
145
146
148
y todo por el injusto deseo de maloquearse (*) continuamente unos a otros, y de que nunca me he olvidado, sin embargo de la distancia en que me ha
tenido el REY en estos quatro aos ltimos.
<A penas ha pasado luna alguna sobre nosotros
que yo no repitiese este encargo al Comandante General de la Frontera, a los particulares de las plazas
y a vuestros Capitanes de Amigos.
<Todos me han asegurado siempre que han hecho
su obligacin distribuyendo a este efecto mis rdenes
y sanos consejos, enderezados nicamente a vuestro
bien.
<Pero a pesar de todo esto, he sabido que la paz,
la tranquilidad y la justicia entre vosotros no han
sido por parte alguna tan firmes, seguras y constantes como yo deseaba e instruido el REY de esto, me
ha mandado que venga a parlamentaros, saber la
causa de estas diferencias, y que para ello convoque
generalmente a todos los Ulmenes de la tierra por
medio de los mensages acostumbrados.
f. 311.-.Para
daros el que os toca recibir en este
caso yo os envio con esta al Capitn Fermn Villagrn,
quien saludndoos antes de mi parte; os asegurar
con palabras de como conservo a toda esta tierra el
especial afecto y amistad que tuve a vuestros padres
y antepasados, y la necesidad de que os pongis in'mediatamente en ma.rcha para venirme a ver en esta
plaza y ocupar el lugar que os corresponde en este
grande y solemne parlamento, y recibis con ocasin
de l todas las seales de afecto que ahora os anticipo con mi sincera voluntad hacia vosotros.
(*) Dan el nombre de Malocas a las correras repentinas con que ata-
can al enemigo.
149
1 50
f. 312,Asf
no debe esto embarazaros para la diligencia que os encargo, pues seguramente estar,
cumplido quanto he dicho,.
<Vosdebis ser mi amigo, porque lo fueron vuestros
padres, y por lo mismo espero confiadamente que
executaris quanto os (he) dicho en esta carta, y todo lo dems que os expondrii el Capitn Gallardo, a
quien hago buscar sin cesar para que os haga de mi
parte este mensage como vuestro particular Capitn
Intrprete.
<Dios os guarde muchos aos.
<Angeles, 24 de diciembre , 1792.
<Vuestro amante Gobernador y Capitn General,
Gobernador
don Arnbrosio Higgins Vallenar.-Al
Queleancu y dems Caciques de las tierras de Boroa en Junta.
Aunque la ~elebra~cin
de estos Parlamentos sea
una .ceremonia muchas veces solicitada por los Indios por el inters que les resulta en los regalos que
perciben, y porque la miran como debida al esplendor de sus tribus, no parece que en esta ocasin estaban los nimos dispuestos a la celebracin de este
acto.
Hallbanse todas aquellas naciones empeadas en
una cruel y sangrienta guerra y no falt un desterrado de Valdivia que refugiado entre ellos los dixo haba visto llegar al Puerto muchos navfos cargados d e ' ,
gente y pertrechos de guerra hacindoles creer que
estaba resuelta su ruina.
f. 312. v.-Estos obstculos retardaron por consiguiente la junta de los Caciques; pero habindose
dedicado el General a reconciliar los nimos, amenazando a unos, agasajando a otros y negociando con
151
152
sor ni el culpable. Asi todo el estudio fu6 persuadirles a la paz y a la reconciliacin, pero nada pareci desde luego m& imposible.
f. 313.-Cilrilemu ms ofendido pero menos poderoso empez6 a ceder y
a prestar odos a la paz. LehuepiUn dixo que nada poda tratar de ella sin
el consentimiento de sus gentes. Estas, aunque no convenan en ella al principio, consintieron despus con la calidad de que 1s solicitase Curilemu y
que les pidiese perdn. Pero este responda que siendo 61 el ofendido era
contrario a raz6n obligarle a esto a presencia del pdblico a menos que ste
decidiese que para ello no haba ms razn que la del m4s fuerte.
El General, a quien no embarazaban estas ocurrencias, se levant6 de
, su asiento y haciendo con su bastn una lnea recta que iba a terminar a su
frente, mand se acercasen a ella estos Caciques, y que extendiendo ambos
sus manos a un tiempo las uniesen de modo que pareciese que solicitaban a
un mismo tiempo la reconciliacin y la paz.
Aun puestos sobre la raya ninguno querfa ser el primero en levantar
la mano y parece que se haban acercado aquellas fieras ms bien para batirse que para ser amigos.
La obstinacin lleg hasta haber sido necesario que mandase el General
a Catrilab que toniando las manos de ambos rivales las uniese por s mismas.
Con este arbitrio llegaron a tocarse una vez, y entonces se abrazaron y
enterraron, como ellos dicen, sus ant.iguos agravios y resentimientos.
153
f. 314.-Delante
de la plaza de armas que formaba
las tres lineas ya descriptas con las tiendas de campaa haba un parque de Artillerfa compuesto de una
tienda doble para almacn de pertrechos y de otras
tres tiendas sencillas para la tropa del cuerpo de Artilleria.
En el centro de la plaza estaba colocada la bandera
del Rey que se izaba todos los das al tiro de un can
y se arriaba al anochecer tambin con otro caonazo.
A la retaguardia de la lnea de aloxamientos de la
derecha estaba el Almacn de vfveres y dems especies de agasajos que se repartian a los Indios, la cocina y pieza de comer de la oficialidad y otras personas
de distincin a quienes mantiene S. M. en estos das.
Todos estos edificios aunque de paja eran limpios,
aseados y resguardados por una estacada a cerca en
figura de quadrilongo. Su lado mayor estaba cubierto
por el rio, y en los otros tres se hallaban apostadas a
campo raso las tropas de milicia, conciliando as
sino su comodidad a lo menos la seguridad del campamento, y el que estubiesen inmediatos para recibir
las rdenes que se los diesen.
f. 314. v.-En el frente del lado mayor del quadrilongo habia un claro de 90 varas y en medio de ellas
el Cuerpo de Guardia principal donde estaba colocado
el Estandarte del Cuerpo de Dragones y una guardia
de su tropa que vigilaba sobre el buen orden del
campamento, la quietud del campo interior y la de
los Indios segn las rdenes que se daban a los oficiales, y lo que dictaban las circunstancias.
A 143 de este frente haba un tinglado o ramada
destinada para la Junta de los Indios en los dias del
Parlamento. Tena quatro naves o calles cubiertas
para los quatro Bultamapus, y un cobertizo ms
I.55
aos de todos los vocaIes de tan solemne Junta se impuso silencio, y habiendo tomado juramento al Comisario de Naciones y al Lengua-General sobre
traducir fielmente quanto se iba a decir habl el
Presidente a los quatro Bultamapus en los trminos
siguientes :
f. 315. v.-*Caciques, Mis antiguos amigos. Lleno
de gozo por la satisfaccin que hoy tengo de ver en
mi presencia sobre este campo hermoso de Negrete,
como otra vez en Lonquilmo los principales Caudillos
de los quatro Bultamapus en que est dividida la
tierra que corre desde el sur de este gran rfo hasta
los paises ms meridionales del continente, y desde
la cordillera hasta el mar; os saludo a todos en nombre del Rey nuestro Seor, congratulandoos sinceramente por la felicidad de ver hoy verificado un congreso en que como lo habis solicitado, se restaure
por la autoridad Soberana del Rey y mi mediacin e
influxo la paz entre los quatro Bultamapus, con toda la
anticipacin que me ha sido posible he preparado los
caminos de las parcialidades discordadas en las conferencias que he tenido con los Caciques fronterizos
desde mi llegada a la Plaza de los Angeles.
aun dentro de este campamento y en el tiempo
mismo que me habis hecho sufrir con vuestra tardanza en congregaros, he examinado las quexas de
unos y oido los descargos de otros sobre vuestras
disensiones y guerras, y nada me ha quedado que
entender sobre las causas de ellas.
f. 316.-<Pero hoy diviso con gusto vuestra buena
disposicin para hacer terminar estos desrdenes, y
que al acercarse a vosotros os habis tambin preparado para restablecer la paz en que os dex al tiempo
de mi sephracin de esta frontera.
156
IP?
BESCRIPC~ONDEL R E Y ~ ~DE
O
cm~
159
y gustosos que parece no haba cosa alguna que pudiera producirles mayor placer.
f. 318.-Lo cierto es que en esta ocasin se consigui de ellos quantas ventajas podfan imaginarse, y
aun ms de las que deba prometerse la esperanza
ms lisongera.
Se abrieron los caminos por toda la tierra dexndola en entera libertad para transitar por ella con
armas, tropas y pasageros. Convinose en un libre
comercio entre espaoles e indios y que se quitasen
las trabas que sobre esto pusieron en otros tiempos la
preocupacin, la intriga, y el inters particular.
Se allanaron aquellos naturales a que se repoblase
la antigua ciudad de Caete, fundada por dona Garca
de Hurtado de Mendoza a mediados del siglo XVI
en lo interior de la tierra y como 40 leguas al S. de la
Concepcin: a que se repusiesen las casas Misionales
demolidas en la sublebacin de 1770, y se estipul
por ltimo lo conveniente para formar en Osorno una
nueva Colonia con otros particulares menos interesantes que contienen los 21 captulos que se propusieron y aceptaron del modo ms solemne.
. f. 318. v.-Dur el Congreso tres das consecutivos
hasta el 6 de marzo en que tenindose ste por concluido dispuso el General que para finalizarlo como
era debido, hicieron todos juramento de vasallage y
fidelidad en debida forma incando la rodilla y jurando los Cristianos por la seal de la Cruz, y los
indios gentiles lebantando el brazo.
As se execut y todos juraron que reconocan por
Rey y Seor Natural al Rey de las Espaas don Carlos IV y por su inmediato sucesor al Serenisimo Prncipe de Asturias don Fernando, y que guardaran
los anteriores parlamentos. Concludo este acto, se
161
162
163
Valdivia, si casi al mismo tiempo no hubiesen Uamado nuestra atencin hacia el S. las irrupciones de
los extranjeros al mar Pacfico por el cabo de Hornos.
Con este motivo se caracteriz aquella fortaleza de
ante mural de la Amrica meridional y a pesar de
que jam4s estorb las hostilidades e insultos de quantos enemigos doblaron el Cabo de Hornos, se aumentaron considerablemente sus fortificaciones, y se
aument tambin por consiguiente el nmero de defensores, de modo que importando la sola conservacin de las fortificaciones,-unos gastos perpetuos de
80 mil pesos anuales en tiempo de paz, los quales se
aumentaron considerablemente despus con las 1timas guerras, siempre se consideraba indefensa, y
por lo mismo en el ao de 1781 se destin alli la esquadra del mando de don . . . . . . . . . . de Crdova,
la qual aunque compuesta de solos'tres navios por la
falta de viveres y por la misma situacin del Puerto
se vi6 obligado a desampararlo.
f. 321.-Luego Valdivia es intil por su posicibn
para contener las invasiones de los Europeos, y en
quanto a las de los Viliches es un nuevo punto en que
pueden ofendernos sitindonos hasta por hambre,
si algn acaso hiciese imposible nuestra comunicacin por mar, como efectivamente a lo menos dificultosa en tiempo de imvierno.
Pero dado caso que Valdivia fuese capaz de abrigar
a Chilo e impedir los insultos del enemigo:'Qu es lo
que se trata de defender? Una pobre y miserable Colonia que por s misma disminuye rpidamente su
poblacin (*). Una Colonia que por si misma puede
(*) En 1713, era su poblacin de 59 mil y en 1772 disminuy a 32 mil,
en 1787, ya 5610 se contaban 27 mil.
. .
164
165
f. 322.-Pero
sigamos en esta, parte el exemplo
harto juicioso que nos dan los Ingleses en sus Colonias de la India Oriental. Sus fortificaciones son siempre proporcionadas a las riquezas que defienden, y
si se exceptan las Plazas de Madras, Calasta y
Bombay (esta ltima defendida ms bien de la naturaleza) 10s dems establecimientos o estn absolutamente indefensos o tienen slo un torrebn o un fuerte
de madera, los quales nicamente sirven para cubrir
en algn modo sus riquezas de un insulto inesperado,
que nunca puede ser considerable por la atencin y
vigilancia con que se observan reciprocamente las
naciones Europeas.
En una palabra, Chilo slo debe tener un pequeo
fuerte de madera para abrigar de un insulto inopinado la corta propiedad de los Colonos, y un par de
bateras volantes que recuerden siempre al enemigo
que se expone a un riesgo igual, a lo menos a las ventajas que pueda proponerse, puesto que la destruccin de pocas casas y siembras, y el acopio de pocos
comestibles nunca sern cebo suficiente para atraer
un invasor, y aun si lo fuesen tampoco pudieran evitarlo las fortificaciones de San Carlos si advertidamente se dirigiese el enemigo a los Puertos de las
partes meridional o al de Castro. Abandonando, pues,
a Valdivia y reduciendo el pie militar de Chilo a
lo preciso para los obgetos que se designan, se libertar el Erario de los gastos excesivos que le causan
la manutencin de las tropas (*), los frequentes re(*) Se acerca al ndmero de 500 personas de tropa veterana las que man:
tiene el Rey constantemente en Valdiyia; y el Presid~ntede Chile, don Ambrosio Higgins, en carta dirigida al Comandante del Destacamento recin
establecido en Osorno le manda expresamente que no se piense all en buacar minas, sino en aplicar tanto a los Espaaoles como a los indios a la siern-
166
167
169
tra barrera defensiva, pues en valde nos esforzaramos a tener un cordn al S. de este ro quando no
hay puentes ni a,un barcas que proporcionen la remesa de un nuevo socorro o una prudente retirada.
Sin embargo no aconsejaremos que esta novedad o
abandono se haga de un modo que pueda llamar la
atencin de los vecinos. Parece pernicioso el hacerlo
de un golpe, pues en tal caso pudiera infundir en los
vecinos siempre atentos a nuestros pasos, ideas de
temor o de insidia de nuestra parte; pero si podr
abandonarse ya uno, ya otro fuerte a medida que se
vayan arruinando, y entre tanto disminuir de tal
modo el nmero de sus guarniciones, que ~610haya
seis u ocho hombres en los fuertes interiores, quedando
siempre para evacuarse los ltimos, los fuertes ms
inmediatos al mar, y por consiguiente a la Concepcin.
Este solo arbitrio trahe consigo la reforma de la
mitad de los gastos actualmente inclusos en la terrible cuenta de la Concepcin, pues toda o la mayor
parte de la Infantera debera en tal caso reformarse.
f. 325.-Pasando el rfo Bio-Bfo para el N. y entrando ya en la porcin que verdaderamente poseemos del
Reyno de Chile, la primera poblacin que se presenta,
y la que merece algn examen es la ciudad de la Concepcin, capital de la Intendencia y Obispado de este
nombre que forma la parte meridional de aquel Reyno
comprehendiendo la setentrional lo que-sigue para el
N. hasta los confi~esdel Per, desde el rfo Maule que
deslinda sus terrenos pertecientes a ambos obispados.
~a ciudad de la Concepcin es una poblacin moderna edificada en el valle de la Mocha a un quarto
de legua al N. del Bio-Bio, y al pie de unas montaas que llaman el cerro de los Chorrillos, las quales
corren E. O. poco m&so menos con direccin paralela
a la del Pueblo.
Trasladse al sitio que hoy ocupa en 24 de noviembre de 1764 de resultas del furioso terremoto que sufri la antigua ciudad de Penco en 1751 con.inundacin de sus campos y total destruccin de sus edificios, quedando situada a 3 leguas al S. de Penco.
f. 325. v.-Mirada la ciudad desde la mayor altura
de dicho cerro que corresponde frente a la plaza pre-
172
173
174
175
176
177
178
'
Total
...............
74.735
Balance
Internacin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Extraccin -.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Diferencia contra la Concepcin
135.331 2%
74.735 3/1
60.596
17
28
f. 331.
El que comete un delito
Y que ha llegado a pecar
Vindose en este conflicto
Lo que debe hacer, Uegar
Y pedir perdn contrito.
Confieso que te ofendi;
Que gravsimo tormento;
Que desgraciado nac,
Chacara en Chacara donde encuentran en todas partes quien les di: de comer sin otra diligencia que la de
entrar y arrimarse a la mesa, por ser un pas que a la
abundancia de alimentos unen sus moradores la m&
generosa hospitalidad.
Entre la clase de sus comidas usan freqentemente
la de unos piones de especie particular que hay en
la cordillera de una pulgada de largo, los quales comen cocidos y mojados en sal: despus hacen varios
guisos del maiz y del trigo, y generalmente lo condimentan todo con ax y picantes.
f. 331. v.-Hemos visto tostar el trigo y prepararlo
sobre una piedra del mismo modo que se hace el
chocolate.
Esta harina asi tostada se conserva mucho tiempo,
pero no se puede amasar, y s61o sirve para mezclar
con vino o con agua, de cuya forma la usan los Indios Chilenos que van de viage .y les sirve de una especie de confortante.
Entre varias raizes y yerbas de que hacen uso, merece la mayor atencibn una planta que se cra en las
De corazdn me arrepiento
Mi bien pequ contra ti.
Confieso que en mala hora
Vuestro2 preceptos quebr
Pero ya el alma los Uora:
Viielvo a confesar que err,
Misericordia Seora.
Pueda tu amor apartar
Y basta para consuelo
Yo os prometo progozar .
La dicha de vuestro cielo
De no volver a pecar.
181
182
183
185
186
187
-m
--
(*) El Ingue, el pelln, el keule, el litre y el mani son las especies m&
188
~ E & ~ ~ I P C ~ CDEL
) . N REYNO DE CHILE
189
Buenos Ayres. El ancho de la cordillera por la parte de Santiago contando los rodeos que obliga a
hacer su fragosidad, aun buscando lo ms transitable de ella es de 50 leguas de inacesible peasqueria, manteniendo continuamente nevada su empinada cumbre.
f. 338.-En
todo lo que pertenece al Obispado de
Santiago es inhabitable y se mantiene despoblada,
estando por lo general vestida de jaramillares, y en su
centro en parages conocidos la habitan Guanacos,
Vicuas, carneros de la tierra, muchos gatos monteses, zorrras, y otros animales, como tambin varias especies de aves, patos, vmdurrias, cigiieas,
garzas, etc.
Nacen en esta elevada cordillera hermosos arroyos y puquios de agua de que se forman los rfos
que salen de ella y en su seno se encuentran VLLrias florestas y algunae vegas aunque de corta
extensibn.
Los cerros, si bien peinados y desnudos de 4rboles
son de bellos panizos y colores regularmente de carmesi, verde, rosado, ncar, amarillo y blanco que
alegran y divierten la vista; y en sus despeaderos y
laderas se descubren al ms ligero examen las muchas
riquezas que encierraen, habindose encontrado oro,
hierro, estao y plomo, cobre, azogue y quantos metales conocidos hay en el mundo; igualmente que
una excesiva abundancia de azufre y sal, preciosas
yerbas medicinales, entre las quales son famosas la
cochalaguna y el culn, todo gnero de drogaa y
hasta pedrerfa de varios colores.
f. 338. v.-Finalmente, de la parte sur es an mas
hermosa que de la oriental o lo que corresponde a la
Provincia de Cuyo, adornandole mejores y m&
DE
CHILE
191
abundantes pastos, con los quales se mantiene mucha copia de ganados y aves, siendo de notar que
tanto en esta ltima Provincia como en las otras
situadas a la falda oriental de la cordillera se
experimentan grandes tempestades de lluvias, rayos y vientos recios desde octubre hasta marzo; y
en la parte occidental aunque llueve en los meses
contrarios, no se conocen las tempestades ni los
huracanes, y s6lo se sienten en varias pocas, fuertes terremotos que han causado estragos considerables, los quales no se experimentan al otro lado
de la cordillera.
En su cumbre permanecen a la vista especialmente
costedndola y mirndola desde el mar, los volcanes
de Choagua, Mendoza, el Descabezado, Chilln y
Sillavelluga, sin otros varios que aparecen en algunas
ocasiones del ao.
Los frutos que produce el terreno arriba mencionado son trigo, cebada, mafz, frixoles, habas y toda
clase de semillas de Europa, igualmente que .el lino
y una crecida cantidad de c&amo.
\
f. 339.-Coschase adems bastante aceite, muchos y excelentes vinos, todo gnero de hortalizas,
frutas de hueso, naranjas, limones e innumerables
manzanas; por cuya causa y la de las muchas minas
de plata y oro que hay descubiertas y se trabajan
en el da, dixo muy bien Don Cosme Bueno en sus
descricpiones citadas que este Reyno es la regin
ms frtil, abundante y rica de toda la Amrica, a
quien la naturaleza,le di6 gratuitamente lo que vende a mucho precio a las dems.
Sin embargo es menester advertir que aunque la
fertilidad del suelo de Chile sea tanta como acabamos
de expresar, esta fertilidad es solamente parcial y no
193
--
194
abundancia y quando el -mayor mal que podria hacerse al Reyno seria encontrar un medio de que la tierra
multiplicase sus cosechas, el pobre Chileno vive
reducido a un escaso y misero alimento sin que en
nada refluya a su beneficio las ventajw del suelo.
De la liberalidad que se tubo con 10s conquistadores
y del poco caso que se hacia de las tierras en los principios de la, Conquista, resulta que en el dfa tiene un
poseedor hasta cinquenta leguas de tierra.
La ereccin de algunos Conventos y las donaciones
hechas a estos por los primeros conquistadores, cuya
prctica subsiste en el dia entre sus descendientes, ha
sido causa tambin que el territorio de Chile con sus
indfgenas ha quedado repartido entre un corto nilmero de manos (*).
f. 341.-De este modo la suerte.del pobre es sumamente desdichada. Cada hacendado cuenta en sus
peones no unos hombres libres que disponen a su
subsistencia personal no tubieron en sus principios el incremento que era
justo esperar. Las gentes que iban a poblar tenan que costear sus habitaciones y a los m4s se despidieron por falta de lugar en los solares: por'otra
parte los Guazos o gente del campo repugnaban el congregarse en poblnciones, prefiriendo la vida libre y medio sslbaje de sus chacaras y haciendas
a la sugeta y reglada de los pueblos, y de este modo jamas lograron aquellos
tiernos establecimientos el fomento que debieron tener en beneficio com6n
del Estado y de la civilizacin y prosperidad de sus moradores.
En el gobierno actuaI del seor Higgins se ha renovado la fundacin
de algunos pueblos y se han plantado los de Vallenar, San Francisco de
Borla, San Jos6 y el de la Villa de los Aodes.
(*) El partido de Santiago que comprehende 280 leguas quadradas con
35 mil habitantes, pertenece en propiedad a solo 172 iiidividuos. Melipilla
con 250 leguas y m4s de 9 mil almas es de 24 hacendados.
Cuzco y Quillota, donde viven 25 mil, corresponde s610 a 20 dueflos,
siendo as que estas posesiones componen exactamente la sexta parte del
Reyno; pues aunque es cierto que hay tambibn algunos pequeos propietarios que llaman de parte, estos no merecen consideracin.
195
197
198
199
200
ENTRADA GENERAL
1-1 .
1
Nacionales
Extranjeros
Nacionales
Americanos
Total
T-
A
-
348,666.5
13,162.6
74,035.3
$452.1
32,679.5
7,047.2
....
....
....
....
....
....
.,..
. . ~ .
....
....
.,..
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
....
7,971.5
2,676
4,609
1,970
13,539.2
200
....
2,000
438
943,6
....
....
....
....
....
....
482,043.6
....
....
....
-3,381.6
30,965.7-1
....
....
....
....
....
....
393,649.4
290,968
....
....
....
377,029.1
199,785.1
992,510.2
81,937.2
53,905.7
7,247.2
393,649.4
290,968
....
....
....
6,510
7,553.3
1.247
288,016.7
36,248.3
....
6,510
7,553.3
1.247
288,016.7
36,248.3
964,193.1
201,660.8
....
..........................
TOTALES
...............
RESUMEN
Notas: 1. NOse incluye e n este Estado los trigos que por sobrantes del Reyno se extraen para el consumo de Lima y son libres de dereclios en VI
corriente el de 10 rs. fanega.
2. Toda la salida general del Repno que va expresada, ha sido pnra el comercio interior de las Americas, no habiendo ocurrido nada para Espaa.
3. Aunque la internacin de Negros en el Reyno fii mayor que la de 24 esclavos que se mencionan en el Estado, no se ha tomado en consideraci
201
creo
203
de la poblacibn, la qual consta slo de Espaoles empleado~,aventureros, etc. habiendo muy pocos Negros individuos de otras castas (*).
Por lo que toca las costumbres de los chilenos,
nada podemos agregar a lo que ya tenemos dicho
relativamente a los habitantes de Santiago y de
Concepcin
Gme nota en generil una robustez admirable en ambos sexos, un trato amable y obsequioso, un carcter
inocente y sencillo que no conoce el dolo ni la malignidad, pudiendo asegurarse que no se encuentran
verdaderos malvados en aquel pafs. Las mugeres por
su parte tampoco desmienten este carcter, siendo
--
Chile comparada con la poblacin inmensa que segn los historiadores, hnbfa al tiempo de la Conquista. Hablando del Per hemos ya indicado muchas
de las causas que han contribuido a esta sensible disminucin de los Indios,
pero en Chile adeniis de aquellas han concurrido tambi6n las de las continuas
guerras intestinas, pudiendo decirse que no ha gozado el Reyno un solo
momento de reposo hasta mediados del siglo pasrtdo. Lo demas que se arguye de opresiones, tiranfas y violencias cometidas por los Espaoles son
patraas que no merecen la f y crdito pblico, y que 8610 estan apoyadae
en los escritos extrangeros, que no respiran sino un odio vergonzoso contra
el valor de esta nacin. Basta leer los piadosos reglamentos que form el
Conquistador Valdivia, y que hizo observar rigurosamente en su gobierno,
para convencerse de la suavidad de nuestro gobierno hacia los Indios, an
en aquellos tiempos de sangre y carnicera.
Estableci aquel legislador que jurasen la^ ciudades a su fundacin
que cuidarfan del pafs y sus naturales; que los encomenderos mientras hubiese falta de sacerdotes mantubiesen en sus Encomiendas un Espaol de
buena vida que ensease a los Indios la Doctrina.
Fund en cada ciudad un hospital general y le nombr6 Indios para que
destinado uno a cada mina sirviese el producto a los gastos de medecinas
y dietas.
fi
Y ssbieiido que los Indios no se hacian cristianos por los derechos que
exigian los Curas en sus entierros, pidi y consigui del Visitador Hernando
Ortis de 2fiiga que fuesen libres de esta carga.
205
C\HILE
206
18s noticias que aqu se dan son las que se conservan por tradicin entre
aquellos naturales, pues habiendo sido saqueada e incendiada la ciudad por
el pirata Charpi en diciembre de 1680, perecieron en el incendio todos los
papeles del Archivo, y se carece enteramente de las noticias anteriores a
aquella epoca.
S4bese s la reedificacin de la ciudad por las apunt.aciones que se conservan en los libros de Cavildo de la ciudad de Santiago.
207
-DESCRIPCION
DEL REYNO BE W l L E
209
No hay all mdicos ni boticas, y slo curan las mugeres, siendo el ltimo remedio en casos apurados
llamar a los Padres de San Juan de Dios, quienes con
la tinica circunstancia de vestir el hbito se califican
ya de mdicos.
La jurisdiccin de Coquimbo reside en el subdelegado que nombra el Capitn General del Reyno. Su
distrito de N. a S. es de 100 leguas y 70 de E. a O.
las quales se pueblan segn los ltimos Padrones por
17,200 almas. Este partido est ividido en 23 diputaciones que sirven otros tantos Tenientes o Diputados territoriales, los quales exercen la autoridad
Real con nombramiento del Capitn General, estando
subordinado al Subdelegado.
Todo el pafs, a excepcin de los valles de la Salala
y Coquimbo' es montuoso, escarpado y poco frtil,
principalmente donde no hay ro. Las montaas que
casi todas corren paralelas a la costa en varias lfneas,
son menos elevadas a proporcin que se acercan a
ella, donde baxan por grados, de modo que forman
un plano inclinado al O.
f. 351.-En las cimas de las ms altas se siente un
fro penetrante especialmente con vientos del S. E.
y bastante calor en los valles inmediatos.
Tiene Provincia seis curatos que son Elqui, Cutn,
Andacollo, Sotaqiii, Barraza y Combarbal, los quales producen anualmente de 35 a 40 mil fanegas de
trigo; 40 mil arrobas de vino; 5 mil arrobas de aguardiente sacadas la mayor parte del borujo, 2 mil
fanegas de cebada, 2 mil de todas clases de menestras;
mil fanegas de maz y 2 mil de higos (*).
(*) En la lista que se pone al fin de este capitulo del valor de los frutos
de Santiago se incluyen tambikn los de la ciudad de la Serena y su partido.
Lo que ser6 muy oportuno a b d i r aqu para formar una verdadera idea de la
210
f. 351. v.-La
211
21 2
213
fragante, excelente y pbulo para las cabras; el rbol del carbn, cuya brasa
slida se emplea dtilmente para la fundicin; el olivillo, el coliguay el pie de
burro, el guayacn jaspeado de verde y amarillo; algunas especies de cactus;
los quiscos hermoseados con flores encarnadas, no suyas, pero si de los larantus parsitas, que se ingertan sobre ellos.
Es muy comn el quisco que llaman Normata, que echa sus tallos ascendentes del tronco comdn; se arma de puntas gruesas y duras, y lleva un
fruto agradable; su madera slida y el propio tiempo muy dcil al trabajo
e incorruptible, la emplean para estatuaria; sus fibras entrelazadas se presten sin desigualdad a qualquier corte. Dura cien aos y aseguran que mucho
ms,.
(**) La leche la mezclan con un poco de harina de trigo y cebada molidas y juntas despus de tostadas, y de este modo la usan como un alimento sano. Las pieles y cras del ao las cambian por tucuy y bayeta del
pas, lo qual les basta para cubrirse de la intemperie. Todas las posesiones de un colono de esta clase se reduce a un rebao de 60 a 70 cabras.
214
215
La caxa se v compuesta de piedra negra que la llaman mazacote, y la veta cuyo mayor dimetro no pasa de 29 a 30 pulgadas, de arcillas de diferentes colores y otras varias sustancias (*).
f. 354. v.-<Entre las arcillas hay una negra finsima que parece un betn; se endurece con facilidad
y al calor de mi bolsillo se puso como una piedra,
Esto me hizo concebir claramente que las piedras
negras de superficie lustrosa, que en San Pedro Nolasco tube por crneas, y que se ven aqui formando
otras varias canteras, no son otra cosa que esta arcilla endurecida.
<La finura, la unin de su grano, su ductilidad, y
la sustancia metlica que las colora, dan a las piedras que abundan en las serranas, y por analogia en
estas regiones el color y accidentes que tienen.
uEl oro no se v como en las minas de plata, adornando los techos de la bbeda y manifestando su
riqueza con su resplandeciente brillantez metlica,
slo si en vetas de varios colores, sin lustre metlico
en la apariencia, sin valor ni hermosura, cuya mina
arrojarfa el ignorante, pero el minero explora luego
con un arbitrio muy sencillo la riqueza que puedan
dar sus gangas (**).
---.
216
217
mayor parte mineros de las sierras inmediatas. Este real de minas ha sido
poderoso y el primero que se trabaj. Todo el cerro est4 hueco y tiene el
defecto de que sus minas dan en agua, y no so puede, dicen, dar zocabn por
la mala situacin del cerro.
E n el da se trabajan 7 minas, las m4s profundas en 30 estados. La ley
del metal varia en ellas, habiendo desde 80 a 90 pesos por caxn que es la m&
rica, hasta 28 ps. tambin por cwrn, que es la m4s pobre.
Eti los labaderos de oro que se mencionan arriba, se emplean las mugeres, y su jornal comn parece ser de 4 a 6 rs. del pas.
Venden el oro a 14 y 14% pesos la onza, y llaman a esta operacin
trocar los propietarios y rescatar los compradores. Hay en Andacollo una
Imagen de Nra. ,Sra. con la advocacin de Andacollo, en la que tienen mucha f y devocin, no solo los habitantes de la Provincia, sino tambin los
de otras varias, que van en romera a cumplir sus prorneem.
218
THADDAE US PEREGWNUS
HAWKE
219
220
221
calores fuertes extraordinarios que derriten muchsima nieve, suceder, que el agua que va a pasar a un
tiempo por la angostura, una octava parte ms estrecha, por suposicin, ha de tener 8 veces ms velocidad; pero lleno el cauce ms al16 de agua se origina
mucha friccin, y entre tanto, antes que pase toda
subir6 su nivel.
.Si a este tiempo se obstruye la estrecha boca por
Arboles, piedras arrastradas, etc., claro est que el
agua subir a alturas increbles en el caxbn. Esto que
aquf se demuestra posible es muy verosmil que se
haya verificado en muchos terrenos donde se ven
depsitos de tongadas de piedras rodadas que verdaderamente se unieron y depositaron por las aguas.
f. 358:-Pasada esta estrechura, muda de nombre
el acrecentado rio; su valle es ms capaz formado por
las faldas de las montaas que se extienden en llanadas.
~Dexandoel ro se pasa un llano de tierra suelta
cubierto de una especie de crisocoma que llaman
escobilla. Despus se enfila el portezuelo de Hinojosa,
donde hay esparcidos por el campo muchos fragmentos de hierro y atravesando una pequea colina se entra en la poblacin de Punitaque.
<Las minas de este nombre se hallan en unas montaas de 2." formacin situadas en la mediana entre
la costa y la cordillera 30 leguas al S. de Coquimbo.
Un ramal de la montaa mira al N. y otro de E. a
O. de manera que su yugo o cresta forma a modo de
una curva.
*Casi toda la superficie se cubre de tierra franca en
la que crecen algunos arbustos. E n varios parages,
con especialidad en los que llaman farallones, se ve
fragmentos de porfido, de granito, de petro-silex y el
222
223
224
225
tencia del azogue en estos parages fueron que, amalgamando el oro que se sacaba de algunos. de ellos,
hallaban ms azogue del que ponian, lo que di lugar
a don Domingo Osorno a explorar con cuidado estos
cerros, movido s61o de un genio curioso y amigo de
la instruccin.
x,
x;
228
USO Y OPERACIONES
ase reducen los fragmentos del mineral con la
operacin del chaqueo a pedacitos de a pulgada de
grueso, que introducen en las retortas. Luego adaptan las dos rdenes de alude le^, y se enlodan con el
lodo que se dixo de ceniza y arcilla.
(Dan fiiego al horno y dexan que corra la operacin durante 6 u 8 horas en que se juzga que slo se
calienta la mina y que todavia no exala o evapora
azogue, lo que se conoce por el tapn de barro que
registra de tiempo en tiempo, y se v si se pega azogue a l.
(Quando este metal adhiere a la tapadera, aplican
el extremo .abierto de una de las corridas de aludeles
abiertos a la cofaina de agua, pero no el azogue que
se detiene en ella.
~Quandoven que no se pega nada al tapn se concluy la operacin.
Entonces despegan los aludeles, y con unas cucharas de hierro sacan la mina de la retorta, y con
pieles limpian del azogue los aludeles.
f. 361. v.-Este mineral se v en forma de globulilloa menudsimos cubiertos de ceniza en el mello y
cerca de l, y en el cuerpo del aludel, globos o gotas
mayor&, las quales vierten en tazas correspondientes.
/
230
231
232
mueren; por esta causa en los meses de mayo y junio sube el precio de las conducciones, porque retiran
los animales acia la cordillera.
<LOmismo y por la misma causa que en Punitaque,
se experimenta en los valles de Guamalata y Limhry,
y generalmente en toda la costa desde la boca de este
rio hasta la ciudad de Coquimbo.
<NO sindonos permitida mayor demora, salimos
al cabo de tres das de Punitaque volviendo a repasar parte del anterior camino. Entonces not rodado
por el campo los maisillos o sea p6rfida azuloso.
*Es de notar que sobre una pasta gredosa tinturada
de azul por alguna disolucin del cobre, se clavan
cristalitos de espato del tamao de piones; estas
piedras tienen varios grados de dureza, segn la
antigedad de su formacin.
.Ya insinu en mis observaciones en las minas que
la naturaleza por los ms sencillos medios tiene ms
actividad que la que los hombres le suponen.
f. 362. v.-Las grandes masas de prfido granito
y de gres, como tengo observado del primero en Concepcin y del segundo en Chilo, no son obras de inmensos siglos.
<<Nose necesita acudir a las m&s extraordinarias
revoluciones de la naturaleza, grandes inundaciones,
abrasadores fuegos, volcanes, etc. que reduzcan a
cristales las molculas de 'la materia.
Lc%seres superiores talvez se ren de la imaginacin humana que teniendo delante las ordinarias
operaciones de la naturaleza, busca el origen de los
ms comunes efectos en sus conmociones y en sus
enfermedades, si decirse puede.
f. 363.-Yo vi en las entraas de los montes formarse las piedras ms duras en las mismas montaas
233
de la cordillera que nadie disputar sean las ms antiguas del mundo; pero si se considera en las montaas,
lo que los fsicos conciben en los cuerpos organizados,
las montaas se renuevan y reproducen continuamente.
por su
%Elaire, el agua y el calor del sol las
superficie externa, y en su interior al agua que se desliza como por venas, ya entre las capas de gredas
untuosas, ya entre las hendiduras de las rocas e intersticios de los adovones, acarrea las partes terrestres
finfsimas que por su camino encuentran dispersas y
las deposita en otros espacios; si ella pasa adelante o
se evapora obrar la fuerza de atraccin que est
inherente en toda materia, las molculas se acercarn
y resultar una piedra que se endurece sucesivamente
hasta que con el eslavn centellea.
f. 363. v.-=No se diga que el agua desune y ablanda el prfido azuloso o sea maizillo que se present
a mi observacin en la mina de Punitaque citada. Alli
se, ven en masas separadas las varias gredas que corren con las vetas metlicas y forman las caxas de
ellas.
=Fcil es concebir que las molculas espticas que
son verdaderos cristales se forman en ellas. Creo
haber observado bien.10 que expongo, y combido a
los Filsofos a que registren las montaas de la tierra
y atiendan a estos fenmenos, que no dexarn de
presentrseles freqentemente.
La hithologa es nueva; las hiptesis de los grandes
hombres suelen deslumbrar para ver con agenos ojos.
=La naturaleza, digo yo, es conseqiiente consigo
misma; hace hora lo que siempre hizo. Unas morataas se degradan, otras se forman; mas piedras se
deirihacen en tierras, y las tierras se conforman en
234
nuevas piedras; a cada corrupcin sigue una generacin nueva. Nada perece en ella..
f. 364.-Hasta
aqu don Antonio Pineda, cuya
elegante descripcin del viage y minas de Punitaque
creemos no poder concluir mejor que aadiendo la
reflexin siguiente que hizo sobre las mismas minas
el Teniente de Navio don Quintano que visit igualmente aquellos parages:
<La falta de maderas grandes ser siempre en mi
sentir, un atraso para el beneficio de esta mina,
tanto para enmendar las galerias que lo necesitan,
quanto para los molinos y dems ingenios que tanto
facilitan este especie de faenas.
<En el da las que estn enmaderadas no tienen
seguridad, y se ven los palos de espino rotos por el
demasiado peso a que no pueden resistir por su poca
corpulencia y figura tortuosa, de modo que en adelante
se vern precisados a sostener con mamposterfa los
parages dbiles con gastos exorbitantes, sin que puedan an as remediar los desplomos repentinos que
no dan lugar a la formacin de aquellos reparos demasiado lentos, y que se remediaran con buenas
madres de madera slida y del grueso y largo correspondiente)).
Sin duda por esta causa y lo mucho que perjudica
tambin a las dems minas del partido la falta total
de maderas fuertes, pues slo hay espinos y sauces,
ha promovido el seor Presidente Higgins el planto
de rboles, remitiendo de los bosques de la frontera
semillas de pino, avellano y peumo, ofreciendo despachar mayor cantidad de las que prueben tiles.
f. 364. v.-Por lo que toca al laboreo y producto
de las dems minas de oro y plata que hay en el partido, slo podemos decir que aunque se trabajan
236
237
Entrada
f. 366.Ramos de Real Hacienda. . . . . . . . . . . . .
Ramos particulares . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ramos agenos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
707,783 ps
344,036
125,225
Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1,177,044~
Gastos
294,869
379,032
955,711
202,435
79,375
221,333 ps.
238
239
poder.
240
241
242
particularmente los zapatos, puesto que los cordovanes se curten en el Maule y en Concepcin, y que igualmente se preparasen all las tablas de Alerze para
duelas, m corno la trahen del Norte a los puertos de
Espaa, se fabricasen harinas y ltimamente que las
mismas embarcaciones de Europa invernasen una
que otra vez o esperasen cargo en los puertos de Chile.
Bien se dexa ver que quanta deuda contraxese el
Per con Chile de resultas de estos nuevos ramos de
comercio y la satisfaciese con .dinero, otra tanta
menos plata embarcara el Per para Europa. Pero
jseria &te acaso un mal? NOseria realmente un bien
y un principio verdadero de prbsperidad el que este
dinero dirigindose siempre a la matriz, vivificase en
su trnsito a otra colonia?
,f. 369. v.-No ignoramos, quan dificil es, aunque no
imposible, realizar las proposiciones que acabamos de
exponer, y que adems parece tienen por obgeto mejorar la situacin de Chile a costa de otras colonias,
porque es bien claro que excluyendo del Reyno de
Chile en todo o en mucha parte la yerba del Paraguay
para substituirla el culn, se seguiria una prdida
considerable, no slo para el Paraguay que la produce
sino tambin para el Erario que cobre en su transporte considerables derechos; y lo mismo sucedera relativamente al azcar con el Per.
Pero quedarn fcilmente destruidas estas dificultades quando se considere, que el Paraguay es una
provincia interna, cuya prosperidad aunque -no del
todo indiferente, no es sin embargo tan necesaria,
puesto que no debe costear su defensa ni nunca puede
comunicarse. con la Metrpoli, adems de que el
Erario cobra indiferentemente los derechos en una
u otra circulacin, con tal que la haya, siendo an
243
244
las fuerzas actuales del Reyno, pues .que fueran precisos dos fondos, el uno en Coquimbo para el rescate de las minas, y el otro en la Concepcin para el
de sus crecidas cosechas, bien que en el beneficio
de estas ltimas, deban slo comprehenderse aquellos
frutos, que o por su calidad o por su inmediacin a
las orillas del mar, lograsen de una venta ms regular y segura.
f. 371.-Siempre fuera oportuno que los bques
de la Marina Real existentes en el mar Pacifico, hiciesen escala en Concepcin, y all se abasticiesen a
lo menos de vinos para una racin diaria, cuyo importe deba descontarse del sueldo crecido de que goza
el marinero en la mar del Sur. Y en quanto a Coquimbo mejorado con algunos fondos el mtodo de sus lfc
bores en sus minas, pudiera talvez una reunin de
accionistas del Per dirigir sus fondos a esta nueva
especulacin, introduciendo metdicamente los efectos y azogues necesarios, evitando as que en corto
nmero de individuos pudientes concurran hoy a la
opresin del minero con recargarle el valor de los efectos que le anticipan, mucha parte de los quales les
es casi intil.
La pesca en tal caso.negara a ser un obgeto esencial
del consumo, se substituira la esperma a la cera para
el culto religioso, y una cantidad de grasas o aceites
proporcionara algunos retornos tiles para la Europa, pudiendo as este ltimo ramo aunque ms distante competir con l de las costas patagnicas, en
quanto a que beneficiado de antemano el producto del
mar en aquellas orillas pobladas, dexara unas ganancias, que no pueden dar el de la costa patagnica
por la necesidad de pasar a aquellos mares sin carga
y por el tiempo preciso para la misma pesca.
f. 371. v.-El
246
frtil suelo que media entre los paralelos de Coquimbo y Concepcin, esto es entre los 29 a 37" de latitud, para que el cuidado de las minas no sea sino
acesorio y el principal esfuerzo de la legislacin
aspire slo al bienestar de los colonos.
f. 373.-Parece a primera vista que esta disposicin
trahe consigo el inconveniente de que disminuyendo las
minas del Guasco y Copiap, que en el da fertiliza
la casa de moneda de Santiago, habr, de disminuir
precisamente las cantidades de un milln, que hemos
includo entre los fondos de la circulacin de Chile
como producto de sus minas.
Pero Coquimbo segn hemos visto anteriormente es
capaz de un grande aumento en el beneficio de las
minas, y al mismo tiempo que se dirigen las providencias gubernativas al progreso . de sus cultivos,
puede tambin progresar algn-tanto con el aumento
de la poblacin, en el mayor beneficio de sus minas.
f. 373. v.-Pero es tiempo ya que abandonemos las
ideas econmicas, en las quales hemos procurado demostrar que Chile espera su incremento de la agricultura y de la pesca, ms bien que de las minas,
siempre que el fomento de estos cueste el menor sacrificio de gente til; que ambos ramos pueden proporcionarle . un comercio ventajoso con la Europa
con tal que los frutos de su agricultura contrahigan
un nuevo alcance en el Per, el qual lo deba satisfacer
en dinero, sin que por esto se perjudique ni a su comercio, ni a la Metrpoli; que la divisin natural de
aquel Reyno, relativamente a sus miras econmicas
implica que Copiap se agregue al Per, para que
ste sea por consiguiente un pas de minas sin mezcl
de agricultura ni otra alguna industria; que para
acopiar los fondos necesarios al establecimiento de la
248
Europa por Valparaso con preferencia a Buenos Ayres, por lo mucho que
se ajan y pierden en el transporte de las carretas.
El malogro de stas y de algunos Paraguayos no sera finalmente un
mal considerable como se ha indicado ya, y aun se demostrar despus con
m45 extensin hablando de Buenos ,Ayres.
249
Militar, y lo era antes por 6 meses, del Capit&n General del Reyno ; y toda la tropa veterana en nmero
bastante crecido, sostenida de un cordn de pequeos
fuertes y de algunas bateras a la mar parece aseguran
a la Monarqua la posesin de unos dominio8 que a la
verdad no le son muy fitiles (*) y que le han costado
hartos sacrificios de sangre y de caudales.
f. 374. V.-Por lo que toca a la invasin de los Indios meridionales de la Concepcin hemos dicho lo
suficiente en el artculo anterior y no merecen ya
mayor examen los pacficos poseedores de aquel frtil y vasto terreno. Veamos ahora quales pueden ser
las miras de qualquier invasor europeo.
Desde luego no sern otras que las de saquear el
pas, o talvez la de ocurrir a alguna escasez de viveres, y nunca pueden ser las de formar un establecimiento porque inmediatamente su situaci6n sera
tan precaria como lo es en el da la nuestra o por mejor decir seria peor, porque a nuestras fuerzas' maritimas que fuesen a desaloxarlos se agregaran inmediatamente las milicias, que con otra especie de
guerra con unos ataques casi diarios y con un conocimiento extraordinario del terreno haran una guerra
casi irresistible.
f. 375.-En una invasin enemiga que puedan resistir ni rechazar las fuerzas martimas, parece lo ms
prudente el no oponerse directamente al desembarco,
ni jams presentar el frente al enemigo en mucho
nmero. Las escaramuzas y las retiradas oportunas,
el atacar de noche ms bien que de da; el convidarle
ms bien a que se divida encontrando un terreno
vasto sin obstculos, que a que permanezca unido
----
251
lencia de las colonias internas, variemos nuestra constitucin y por consiguiente nuestro plan de defensa.
f. 376.-Una colonia maritima opulenta exige a la
verdad unas fortificaciones que la sostengan, asi
porque no es fcil reunir las fuerzas con la misma celeridad con que las desembarca y esparce un invasor,
que puede al mismo tiempo ligar las fuerzas marftimas
con las de tierra, como porque su misma riqueza
ofrece los medios oportunos para los gastos y recursos
de una buena defensa.
Una colonia interna al contrario: el enemigo no
puede atacarla ya sino con la mitad de las fuerzas,
porque no puede hacer uso de este caso de la Esquadra. As que esta Colonia debe fixar su defensa en una
guerra abierta, defendiendo el terreno con cuerpos
sueltos de modo no obstante que sus retiradas vayan
siempre convergiendo acia un mismo punto, el qual
deber dirigirse en una posicin tal que no permita
mediante las ventajas del terreno el que se adelante el
enemigo sin que se vea precisado a arriesgar una batalla con las mayores desventajas por haberse ya devilitado con unas marchas penosas por haber perdido
un tiempo precioso y porque ninguna utilidad le puede
resultar de que la gane, habiendo causado unos gastos enormes superiores a las ventajas que luego pudiera adquirir (*) .
f. 376. v.-Pero
que es lo que emprendemos defender nosotros en la Concepcin? Qu medidas eco(*) En el ataque y toma de ManiIa por Mr. Drapez, se conoci la verdadera ventaja y necesidad de la guerra abierta en el propio pafs. La plaza
se tom en un momento, pero luego el pafs se defendi tan oportunamente
que ya al concluirse 1s paz los mismos Ingleses se vean casi precisados
a abandonarlo.
252
nmicas bastarn a equilibrar los gastos de una defensa con las ventajas del territorio?
Son tan cortos los caudales y riquezas de aquel
pas que pocos momentos bastan para examinarlos
hasta Santiago. Es tan corto y mezquino el beneficio
de la tierra en las labranzas, que podemos decir que
ella misma brota los frutos, y que un solo ao basta
para reponerla.
Ser acaso el puerto el que intentamos defender?
f. 377.-Coronemos de bateras no slo toda aquella
gran bahia si .tambin los puertos de (?) Coelemu,
San Vicente e Isla de Sta. Maria, desde los quales
se puede conducir en pocas horas a la Concepcin
toda la Artillera, bien sea por tierra o por el Bio-Bfo;
despoblemos la Espaa; agotemos el Erario y todo
vendr a demostrar que no puede contrarrestarse la
invasin momentnea, y que la duradera no hallar
verdaderos obstculos sino en la guerra abierta; la
qual por otra parte se nos hace tanto m&s necesaria
quanto que no absorve m8s caudales que los del
momento en que se excita (*). ,
Esto no obstante, pues que la vigilancia con que debemos vivir con los Indios comarcanos, nos obliga a
mant,ei~erun pie de tropa en la Concepcin, consideremos en adelante este terreno como un punto de defensa nacional, pero ni se crea esta precisa, ni sea tan
terca y reida que refluya luego en menguar las fuerzas para la capital, que es el parage en donde en la
realidad ha de explayarse toda la actividad de una
guerra reida.
(*) Estas reflexiones son hijas de las que hicieron los Excmo~.seaores don
Jorge Juan y don Antonio Ulloa hace cerca de un siglo y se hdlan en sus
memorias secretas. All demuestran la poca utilidad de las bateras de Penc o , ~la facilidad de un desembarco en el puerto de San Vicente, etc.
253
f. 377. v.-Desde luego se infiere, segn el plan propuesto, que las Milicias en todo Chile son las que han
de coadyudar a la defensa verdadera, procurando por
consiguiente que uno u otro oficial veterano, o como
cultivador, o como Xefe militar o poltico resida en
parage donde sea ms fcil la reunin de las milicias y
la combinacin de un plan a ~ t e meditado;
s
que se ha
de fomentar la multiplicacibn de caballos y no ha de
haber miliciano que sirva a pie; que con el motivo
de algunas ferias, fiestas o diversiones han de reunirse anualmente estos pequeos cuerpos, procurando
sus Xefes en estas ocasiones cautivarse su amor; pero
no siendo posibles ordenarlos como Regimientos,
cuyo nmero, disciplina y manutencin piden ya
otras medidas que las que alcanza la simple milicia:
Que de. ningn modo se excluyan el poncho, el uso
del lazo y del alfange y podrn agregrseles las pistolas :
Que en uno u otro parage interior y desde luego en
la Concepcin se deposite alguna Artilleria de Campaa con sus cureas y carros municioneros, dispuestos de modo que puedan seguir la milicia a caballo, agregndose a estas prevenciones la de la madera, pernera y jarcia oportuna para formar planchas de artillera en los muchos ros que haya que
atravesar,' para buscar o evadirse del enemigo:
f. 378.-Que no se influya una especie de aborrecimiento al servicio de la milicia con distraerla en otros
mil obgetos extraordinarios, o con tratarla en sus
penosas tareas como una tropa asalariada, debiendo
comprehender evidentemente que el Rey no exige
del cultivador ms de lo que a este le exige su bienestar; esto es la defensa del pais en mancomn con
los del distrito embestido,
254
Finalmente que no sea el Erario, sino las comunidades las que ocurran a estos acopios dando el Rey
tan solamente la artillerfa en las orillas del mar (*).
Si aliviado as el Rey de unos gastos harto enormes
de defensa (**) cediese luego a esos pueblos alguno de
aquellos impuestos, que nunca tiles, y a veces perniciosos al E.rario en los paises pobres y dilatados, siempre son el instrumento de la opresin del vasallo, y de
los vicios del opresor subalterno, talvez vera aquella
parte de sus dominios, bastar por si sola a contrarrestar las invasiones comunes, seguro del auxilio
del Monarca con sus fuerzas martimas en los casos
extraordinarios, cebada en su agricultura, en sus pescas, y en el beneficio de sus minas, al abrigo de un
comercio prspero y arreglado, contribuyendo al
mismo tiempo a la prosperidad de la matriz y ad debido aumento del Erario (***).
f. 378. v.-Omitimos
el hablar de Coquimbo, el
qual en quanto a defensa .no ha causado hasta aqu
el menor sacrificio al Erario, ni debe causarle en lo
venidero segn el plan propuesto; slo si que en el caso
de llegar a ser el parage de concurrencia de muchos
buques mercantes, particularmente en invierno como lo es en el da Valparaiso, se asegure en tiempo de
,
(*) Los pedreros y trabucos son tambih muy dtiles para la defenea del
255
--
Lima.
(**) Particularmente los pinos y alcipreses para tablasones y bam;
256
THADDAEUS PEREGMNUS H e E N a E
257
258
quitrn y la estopa deban tambin llevarse de Europa, pero no dexarfan de hacerse al mismo tiempo
comparaciones de sus verdaderos costos y mermas
con respecto a. los que tendra la brea de Payta, el
alquitrn de Sonsonate y las estopas y camos de
Chile.
En quanto a la fbrica de Xarcias en este riltimo
puerto convendr& siempre que se conserve tanto
porque son de muy buena calidad y sumamente tiles
al pas, como porque aliviados del derecho del alquitrn de Europa y economizados varios rodeos,
pudieran sin duda surtir el comercio del mar Pacifico,
y sobre todo el Departamento de San Blas, en donde
toda conduccin sea por las Filipinas o por tierra
ha de hacerla precisamente ms cara.
259
Noticia del valor que tienen los comestibles en la plaza de Santiago y sus
inmediaciones, igualmente que 81 de algunos frutos en Coquimbo y su
partido.
10% qtos.
..........
17 rs.
7 a 8 ps.
5 a 5% ps.
6 a 10 rs.
50 a 60 rs.
30 rs.
9 rs.
10%qtos.
10% qtos.
10%qtos.
10%qtos.
10% qtos.
10% qtos.
lO%qtos.
10% qtos.
10% qtos.
10% qtos.
10% qtos.
3 panes
20 rs. id.
las cabras
10 rs. los
chivatos.
20 rs. y ovejas 10 rs.
7 pesos
2 a 2% ps.
3 ps.
2 a 2% ps.
3 ps.
260
10% qtos.
15 a 20 rs.
4% ps.
24 ps.
12% rs.
16% a 20 rs
25 a 30 rs.
20 rs.
3 6 3 % ~ ~ . 2 pa.
16 ps.
25 a 30 m.
20 rs.
f. 382
Charqui, el quintal: precio regular ...................... 2 ps.
Sebo, id.. ......................6 ps.
Grasa: botija de 2 arrobas.. .... 2% a 4 ps.
Almendras: la libra ........... 6 rs.
Nueces: el millar .............. 4 a 5 rs.
.......
6 ps.
2 ps.
2 a 2% ps.
4 a 4% ps.
fanega
Hay pocas
f. 382 v. Estado en que se manifiesta la Entrada, Salida y Producto de las Rentas Reales del Reyno de Chile, segn los resultados del quinquenio
CARGO
Total
Aode 1777
Ao de 1776
RENTAS
Ao de 1775
Ao de 1774 Ao de 1773
56,689.5
64,820.
150,451-7% 208,104.5X
148,318.43.s 163,885.
50,497.1
44,883.3s
6,437.6
5,671.1
2,904.6s
2,588.2
10,926.4x
6,032.6x
17,982.6
18,260.5s
--
Ao de 1773 Ao de
120,564.7x
16,071.6
60,196.2x
Real Casa de Moneda, id ...... 26,812.2s
1,715.1
Adm. de Bulas del Obispado .
Adm. de Papel Sellado en id. .. 1,151.3
331.6
Adm. de Azogues en id.. . . . . . .
Real Caxa de la Concepcin . . 169,536.6s
R1. Renta de ~ a g a c ode id. en
el quinquenio ...........
--
127,54:
14,77i
41,941
22,651
2,381
91:
1,18.
165,35(
TOTALES ..............
COTEXO
Suma del cargo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.535,257.6%
Suma de la Data.. ...................... 1.984,890.
Diferencia en el quinquenio .............. 550,367 ps. 6 rs.
Que corresponde a cada ao trmino medio.
400,73 ps. 4.2/5rs.
Nota: 2
ent
de
262
263
264
265
geros y sus equipages, por ser ste como ya hemos dicho el parage ms freqentado de todos los que van
al otro lado de la cordillera, pues aunque hay hasta
ahora 8 a 9 practicables, no se transitan en el da,
talvez por los temores que causa an a los mismos
naturales el paso de la cordillera siendo as5 que quiz
se podran encontrar otros caminos sino menos penosos, a lo menos ms cortos que el presente de
Santiago.
As nos lo hacen creer las observaciones del botnico don Luis Nee que habiendo entrado a los Andes determinadamente desde la villa de Curic para
aumentar su preciosa coleccin de plantas raras, se
expresa de este modo:
f. 386. v;rcEs bien de advertir que en Chilln,
Longav y en otros parages, solicit el entrar en la
cordillera, pero no lo he podido lograr. Todos me
ponan dificultad, ya por los Pehuenches y Huiliches,
ya por causa de los animales feroces. No hall quien
me quisiera acompaar, hasta que en fin llegu a
Curic donde encontr a don Xavier Bustamente,
primer Subdelegado de dicho partido, hombre instruido y de bellas prendas, que me franque todo lo
necesario para emprender esta expedicin, la que hice
con la mayor seguridad y ciertamente no hubiera
tenido el menor rezelo de haber entrado en la tierra
de los Pehuenches con quienes he tratado en Curic.
Not que el camino desde Curic para pasar a la
cordillera es fcil, y que slo en dos o tres parages hay
algunos pasos difciles pero que breve se podran
remediar.
El rio no es muy ancho en donde est el paso (*)!
(*) Habla del Rio Clmo.
266
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271
272
273
274
275
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con vegetacin hasta Mendoza, a cuya ciudad llegamos el 21, dexando poco antes a la derecha el cerrillo
de la Sal.
f. 394.-La ciudad de Mendoza, ltima ciudad de
la Intendencia de Crdoba del Tucumn se halla situada por nuestras propias observaciones en 32" 52'
35" de latitud S. y en 62" 13' de longitud occidental
de Cdiz.
Fundse por los aos de 1556 a 1560 por Pedro del
Castillo, que de orden del Gobernador don Diego
Hurtado de Mendoza pas la cordillera con encargo
de reconocer el pais.
Su situacin a la falda occidental de la misma cordillera en el valle llamado del Uco es amenisima: por
el S. y S. E. est rodeada la ciudad y su campia
de una serrana de mediana altura, que la defiende de
los vientos destemplados y recios de dichos rumbos,
y slo queda expuesta por el N. y NE. a los efectos
del calor que se aumenta mucho quando soplan
vientos de esta parte.
Las muchas aguas que descienden de la cordillera
se reunen y forman un ro caudaloso, cuyo curso
atraviesa de S. a N. los campos y llanuras de Mendoza,
y los hace de tal modo frtiles que el trigo se d de
continuo a 50 y 60 simientes y muchas veces a 100, y
con igual abundancia se coge el maiz y todos los otros
frutos propios de los climas templados, siendo la
tierra tan agradecida al cultivo que no merecen nombre de agricultura las labores superficiales con que la
arrancan los Mendozinos tantos bienes.
f. 394v. La poblacin de Mendoza consta de 3 4
mil familias en la actualidad, por la mayor parte haicendados y toda gente acomodada sin excepcin pues
el pas ofrece de suyo con la mayor abundancia quan-
277
278
INDICE
Dos cartas.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Informe presentado sobre los manuscritos.. . :. . . .,. . . . . . .
De cmo conocf la existencia del manuscrito.. . . . . . . . . .
Quien era Haenke y por qu lleg a la ~ m r i c aespaola
Descripcin del Reyno de Chile.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El estado politico, militar y comercial de la ciudad de
Concepcin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Viaje de Mendoza a Buenos Aires.. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Conclusin . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.
1
65
79
85
91
119
125
127
280
Vida sociable.. . . . . . . . . . . :. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Habitadores inmediatos y comercio.. . .. . . . . . . . . . . . . . . .
Sistema militar. .. . . ... . . . . :. . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Descripcin del pais, comprendido entre el rlo Bfo-Bio y
y los limites del virreynato del Perr.. . . . . . . . . . .'.. .
Explicacin de los ho'mes que ahora trabajan. . . . . . . . . .
Uso y operaciones,. . . . . . .'.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Viaje de, Santiago a Mendoza y noticias de esta tiltima
ciudad . . . . . .. . . . . . . . . . . . .-. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
129
133
135
171
227
229
261