Desde Todas Las Mujeres de Begoña Leonardo
Desde Todas Las Mujeres de Begoña Leonardo
Desde Todas Las Mujeres de Begoña Leonardo
de B egoa L eonar do
Begoa Leonar do
Del prlogo: su r espectiva
autora
con
publicaciones digitales
Depsito
legal :
Cr doba, 2015
CO 1087-2015
de
C ora zn de mujer,
cora zn de poeta
P or
isabel
C hi ara
Begoa Leonardo en
Desde todas las mujeres se centran en
temas diversos, y a menudo trgicos, como
la marginacin de las mujeres maltratadas,
el sexismo, la degradacin, los valores
femeninos, la niez y la adolescencia, la
maternidad o el amor. De forma transversal,
conversa con el tiempo, la memoria, la
identidad, la necesidad de per tenencia a
un lugar, la injusticia social con un tono
generoso, positivo e inconformista.
as histor i as de
10
D esde t odas
l as m ujer es
B egoa L eonar do
S oni a M ar pe z
una diosa
h , del ante ,
corredoras
de fondo
as hay morenas ,
rubipecas, frescotonas,
salerosas, habladoras...
de emociones,
de refrescos anaranjados,
de orgasmos;
18
impas,
soolientas
y sucias al atardecer,
entre delantales almidonados,
paales sin mcula
y dolores de barriga.
Pero todas libran las batallas
del da a da
y ganan esta guerra:
la de hoy.
20
la elegida
A
peinada su sonrisa
pulida su melena.
De entre tantas
era ella
la que siempre se encargaba
de atenderle
discreta y sosegada...
El pan nuestro de cada da...
De entre todos
22
no me olvides
se colgaba de su vida
en un da gris,
rosa y prpura
o sea, en el da
del tiempo susurrado...
24
La vi,
la o,
la contempl,
vivamos entonces frente a su jardn
repleto de madreselvas
/ y nomeolvides...
25
26
l amorataba a su antojo
la posibilidad de dicha;
luego abrigaba su cuello,
le pona cristales oscuros
a su ceguera...
Cuando se march
de repente
todo en el jardn
estaba muer to...
preguntando a
las margaritas
N
no
no
no
no
o perder l a ilusin
perder
perder
perder
perder
la alegra
la paciencia
el humor
el sentido comn
28
30
l da de l a primera
comunin con l
supo que su camino estaba pintado
en el suelo de la iglesia,
primero esposa
luego madre
luego...
afor tunadamente,
viuda.
quiero ser t
ra l as ms aplicada
en reventar braguetas
al cumplir los diecisis.
33
34
uando l a vi en el parque ,
no me salud:
el cabello revuelto,
el vestido contenido,
los zapatos al revs.
l sbado siguiente ,
llorando me abraz:
quiero ser t.
de rodillas
o o perfectamente :
e nuevo ,
o o perfectamente :
l , de rodill as ,
pidi perdn.
38
S
a
a
a
a
a
a
a
a
dicen que al
cielo no lleg
naufragio
soledades
mentiras
obsesiones
verdades
fuente
orilla
tierra
40
a
a
a
a
a
a
a
a
sueos
nostalgia
perdn
candidez
columpios
margaritas
rododendro,
cielo.
41
basta
ni la sangre.
Fue un grito helado
fue un manantial vesper tino
una corriente abrasadora
un atronador latido.
Son a tripas,
a hgado desahuciado...
El demonio sali por la puer ta.
y vuelta
a empezar...
de tiendas
de maquillaje temporal
a depilacin permanente
de Mar tini a Gintonic
de conocida a conocido.
47
vuelta a empez ar
de lunes a sbado;
y el domingo,
una humilde cura
con tratamiento de
no s qu al oro puro.
hubo ms
es posible
ecir no ,
el azul se col
por sus sienes
nunca vio,
nunca dijo...
y conquist su corazn
su cuerpo
y lo que detrs de la frente
/ nunca se marchita.
in emitir un sonido ,
limpia y automticamente,
se escuch la muda queja.
Una mujer,
dejada, tirada, mancillada...
Ninguno vio, ninguna dijo...
57
y el corazn
en el balcn
Se frena, se percata:
no es posible retener amores y dolores,
no es posible conciliar trabajo, lozana
y el corazn en el balcn...
Una madre de dos
una hija entre tres,
una esposa de uno,
de dos,
de ninguno.
61
61
abri el pecho
de nuevo...
y cuando la oy
crea que era una de tantas.
Su dolor estaba muer to;
sus lgrimas
horadaban despeinadas sus sienes;
su sexo encallecido
entenda a medias
las maniobras que hacan palpitar
/ el olvido...
64
/ l a maana,
la resaca remolona se esconda debajo,
en la alhomada.
Cuando la meloda se arrim
/ a la esperanza,
abri el pecho de nuevo.
Dola menos,
dola tarde.
65
sa misma noche
de cuando
no dejan ser...
ir su cuerpo
ir sus manos
ya no era la misma:
mir su pies
tan dilatados, tan doloridos.
70
vivir deprisa
rompiendo el suelo
agitando la vida
preguntando a gritos
con el silencio de la paz perdida.
72
74
dejarse caer
la conciencia pretende
/ seguir preguntando:
no hay descanso,
no hay fin.
78
l elegido
as fue
scuch y aprendi
ninguno.
Despiadada
sin nada que temer;
deslenguada, caprichosa
egosta, maliciosa
pendenciera...
Tronista a la fuerza
decapitada sin querer.
81
s fue :
no contagiarse
de pesadumbre
on l a sonrisa almidonada
con
con
con
con
on l a brisa huracanada
templ la sopa
con el estrabismo de su mirada
supo retorcer el mantel.
Haba un filete aqu
cuando el hambre no lata
pero hoy que ha revivido no queda.
85
/ hace dao
con un padre a miles de besos
y una madre en el regazo del miedo.
86
la buena educacin
ll a levant l a cabez a ,
ll a levant l a cabez a ,
ll a ba j l a cabez a :
una respuesta;
ella levant una f lor,
una pregunta
perderse lo mejor
adie le pregunt ,
se vende
fue su cuerpo;
pens que, al fin y al cabo
slo era carne:
su alma permaneca a salvo.
No le doli.
Ella, que saba de hambre
de enfermedades trasatlnticas
de penas en el corazn
y de todas las canciones escuchadas
94
no necesitaba trotar
su cabello en las esquinas.
96
la mala fe
a sonrisa falsa
El lazo se af loja
la melena resbala
la bragueta se templa
ser feliz
y no saberlo
asaba l a existencia
A compar tir,
a pronunciar la palabra amiga
a sentir
y abandonar el ostracismo.
e di l a mano
el pie
y una cancin:
no esperes ms de m.
102
t no puedes verlo
ra plida ,
pero sonrea;
su silueta
conser vaba la cintura con su nombre;
las manos sostenidas
entrelazaban palabras inconexas,
serpientes no terrestres,
abalorios deslumbrantes colgaban
/ de su pie izquierdo,
ajado.
104
Pareca libre
y era slida su mirada:
contaba todo lo que debamos saber.
Dijo no tener nada
y a borbotones su garganta
dejaba escapar pjaros.
aciendo eso ,
tendras que ser rica...
- Y lo soy, slo que t no puedes verlo.
101
la vocacin
T
como a s misma .
la alumna modelo
-C
ara a l a pared .
No muevas ms la vida.
Deja de sonrer.
Los brazos pegados a las caderas.
Aprieta la frente contra el encerado.
Calla...
Ven, extiende la mano...
- Ay!
108
- Sintate.
Obedece.
Corrgete.
No abras las piernas.
No las cruces.
La espalda recta.
No comas chicle.
Recgete el pelo.
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Estrate la falda.
Decoro, por favor...
Atusa el lazo.
No pongas esa cara.
No, ni esa tampoco.
-P
le dola todo
e dibuj un verso
114
ra franca su melena
revelacin
e dijeron que
116
117
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destap
su voluntad
retensiones no faltaban :
la hija nica
tan deseada
bautizada catlica
con honores confirmada
respetada graduada
insigne licenciada...
Una nia bien
peinada
120
calzada
viajada por Europa a los quince
transatlntica a los veinte...
Ejecutiva agresiva
eficiente intempestiva
irrisoria en la oratoria...
Cruz la linea
emparent con la esquizofrenia
y con treinta
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se despidi de la familia
se despidi de su acordado amor
y dijo basta.
Lav su rostro
destap su voluntad
sali a la calle
y as,
abraz la identidad propia.
ella tambin
R
escat de su recuerdo
124
125
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no le gusta reptar
L
se deja en el sosiego
s, eres preciosa
N
o tengas miedo .
Levntate, mrate:
s, eres preciosa.
Ahora por dentro:
s, eres preciosa.
evanta l a cabez a .
Recgete la frente,
que no se disperse el pensamiento,
/ tu objetivo.
Recoge su manita.
S, t vales,
130
s, t puedes.
Haz del olvido un lugar de escombros;
quieta, no le mires,
no tiene nada que ofrecer te:
el puo cerrado ya lo dijo todo.
sujtalos en tu corazn
abre la puer ta
y lnzate!
Una vida te espera.
132
preguntas audaces
-M
am , qu lista eres ,
debajo de
la alfombra
-E
/ aparentar es lo ms prudente.
- En una familia como sta, casi todo
/ lo no apropiado
est debajo de la alfombra.
- En nuestra familia (voces del armario),
las mujeres son muy mujeres
y los hombres, muy machos.
138
en sus ojos
ontagiada de ritmo ,
/ y el sol no te saludaba,
pero ella estaba all, mirndote,
escrutando el laberinto de tu silueta
/ menuda y poderosa.
Cuando dej caer su mano
/ sobre tu hombro
y te dijo baila,
supiste que todo estaba ah, en sus ojos.
nadie la iba
a recoger
as
144
na poesa inacabada
B egoa L eonar do
S oni a M ar pe z ,
2015
N OTA
DE EDICIN
NDICE
PRLOGO,
de I sabel
Chiara
Una Diosa
Corredoras de fondo
La elegida
No me olvides
Preguntando a las margar itas
Quiero ser t
De rodillas...
Y dicen que al cielo no lleg
Basta
Y vuelta a empez ar
Hubo ms
Es posible
El a zul se col en sus sienes
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94
98
100
T no puedes ver lo
La vocacin
La alumna modelo
Le dola todo
Revelacin
Destap su voluntad
Ella tambin
No le gusta rep tar
S, eres preciosa
Preguntas audaces
Deba jo de la alfombra
En sus ojos
Nadie la iba a recoger
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otros ttulos
de poesa
Herrumbre,
Ana Vega
Luna en mi lectura,
Amancio de Lier
Desde momentos encapsulados,
Francisco Priegue
Diario de un adolescente de pelo raro,
Jorge Heras
El fro de la fe,
Javier Flores Letelier
La guerra a jena,
David Morn
Rabia,
Rakel Rodrguez
La edad de los lagartos (segunda edicin),
Ana Vega
Papel, lpiz y soledad,
Toms Soler Bor ja
Un incendio,
Carlos Ma z aro
prximamente...
EDITORIAL GROENLANDIA
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