Las Tinajas de Ulua
Las Tinajas de Ulua
Las Tinajas de Ulua
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n'E ULA
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CAMILO
ARRIAGA
:5, .'LUISPOTOSI1901
PAR T I DO
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MEXICO
1943
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TEODORO
~HERNANDEZ
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LAS
TIN
AJAS
-DE ULA
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MEXICO
1943
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:
PROLOGO
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EL UNIVERSAL
CRAFlCO
di cabida a los artculos que aparecen en esta pequea obra.
Hemos querido tener la. satis~ccin al escribirlos, de aportar a la Historia de la Revolucin .\fexiC/zna, que seguramente
habr de escribirse, datc au:nticos de los albores de la luchD
que, en nuestro concepto, di principio en /906, al calor de los
sucesos de la huelga de Cananea en junio de ese ao, y teniendo como bandera el programa lanzado por la Junta Reorgani:::adora del Parti~o Li::eral Mexicano el /0. de julio del
propio ao.
Reconocemos
que desee mucho antes, la Revolucin se
venia incubando durante generaciones anterivres a la de /906:
pero ningn movimiento revobcionarjo anteror contra la dicladura del general Porfiro Daz, tuvo la coordinacin y la resonancia nacional del iniciado en el repetido ao de /906,
seguramente porque el malestar social haba llegado a su periodo lgido con el consiguiente Jesperlmiento cvico del pueblo, que los preCurSOres alentaban haciendo pblicos los desmanes de aquel rgimen y sembrando la semilla revolucionaria
por todos los mbitos del eopacio.
Desde este punto de <'ista, es indudable que los precursores
de la Revolucin que salieron del Partido Liberal Mexicano,
constituyeron la clula primigwia para el desenvolvimiento
de
la conmocin que todava no concluye.
Como puede oerse. lo ?ublicado en EL UNIVERSAL
CRAFICO
que ahora aparp<:e con algunas adiciones en esta
obrita, no es un engendro de la imaginacin o de simple contenido literario, sino la expresin de acontecimientos reales, que
tienen vinculacin con las palpitantes corrientes sociales de esl
poca y que reoelan el valor humano y moral de los precursores e iniciadores de la vbra rWvlucionaria.
EL AUTOR.
Breves
Antecedentes
del Castillo
"
TEODORO
HERNANDEZ
forta1eza, el arsenal, el dique flotante, las carboneras y las galeras o sea la prisin.
Ula ha sido testigo mudo de hazaas cruentas que la his. toria tiene especificadas. En este trabajo nos vamos a oc"upar dt
los aspectos de lo que fuera presidio, que dio albergue a protomrtires de la Independencia.
como Melchor de T alamantes,
quien muri en una mazmorra, y a.i correr de un siglo fue tambin
asilo de precursores de la Revolucin de J910. Lo haremos en
forma concisa, pues en opinin del extinto precursor Elfego Lugo,
quien estuvo confinado en Ula durante CinCOaos, sera necesario utilizar varios vohlmenes para describir aquellos antros infernales y rnacabros, donde se pretendi intilmente aherrojar el
pensamiento de los liberales precursores de la Revolucin que despus encabez don Francisco L Madero. para acabar con la tirana que aqullos comenzaron a combatir con denuedo.
y consideramos necesario dar a luZt este trabajo que se refiere al trato que reciban, la forma en que se !es obligaba a trabajar y en general, cmo vivan en Ula los iniciadores de la lucha contra el rgimen del general Porfirio Daz, pues ciertamcnte, "fuera de los brochazos literarios -porque
ni a pinceladas negan- que don Federico Gamboa estamp en su obra "La Uaga",
acerca de la prisin de Ula, nadie ha parado mientes sobre aquellas fatdicas e inquisitoriales mazmorras que la pictadurautiliz
como castigo para sus enemigos polticos".
All fueron ,::onfinados centenares de rebeldes de la regin de
Acayucan, Ver., por el levantamiento de septiembre de 1906, as
como de diferentes Estados de la Repblica donde el movimiento
. estaba
ramificado; pues su organizacin haba sido lo ms perfecta posible, y si fracas fue debido a una traicin; pero dej~
sembrada la semijla para otros movimientos en J908. en Las Vacas' Viesca y otros lugares, hasta culminar. en 1910.
La prisin de Ula se vio poblada de gran nmero de rebeldes y otros que no lo fueron en verdad, porque los jefes polticos ejercieron muchas venganzas en sus enemigos personales; y.
adems, c~m el objeto de aparecer muy celosos en el mantenimiento del orden y de la paz, enviaron a las mazmorras del Castillo a
8Quchos inocentes que jams haban pensado en ser revolucionarios.
LAS TINAJA~DE
ULUA
del de Coahuila.
TEODORO HERNANDEZ
las
triLidon.
Venustiano
Carranza.
a quien los precursores, le consagran un recuerdo de gra.titud, por haber mandado
tra~sformar
aquellos antros infernales en centro de trabajo, civilizacin y cultura.
LAS
TINAJAS
DE ULUA
En e~ta puerta de Ula bien pudieron haberse escrito las palabras del 'autor'
de la "Divina Comedia": "Pierde toda Esperan=a".
/i
COMO SE VIVIA
y MORIA
EN LAS MAZMORRAS
I
Para los reos del orden comn que se albergaban
en Ula,
siempre haba una regular cantidad de aire y sol que respirar, que
disfrutaban
cuando salan a ejecutar las dur~imas faenas de la
prisin. Consistan estas faenas en lo siguiente: acarreo del agua
potable para el servicio de la pnsin, en carrera
desenfrenada,
desde os aljibes, teniendo que ascender y descender escalinatas
t"normes, seguidos ,de un capataz, o un par de estos verdugos, por
cada pareja de reos, dispuestos aqullos a flagelar sin piedad las
espaldas desnudas o semidesIJudas de los prisioneros cada vez que'
stos retardaban
su marcha, por el cansancio.. o se detenan en su
canera,
por fuerza mayor o involuntaria:
carga y descarga
de
c.arbn para las embarcaciones
que atrac.aban,
debiendo soporta)"
sobre sus desnudl.s espaldas hasta ciento cincuenta kilos de piedr.. mineral. trabajos de pintura en el dique flotante, con perjuicio de caer con frecuencia al a\5ua Y perecer. pues haba la consigna de no prestar ningn auxilio al que cayera al fondo; acarreo a maana y tarde de los excrementos humanos; para ar!"ojarlos a la playa; el sacrificio de toros bravos, para la alimentacin
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TEODORO
HERNANDEZ
LAS
TINAJAS
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TEODORO HERNANDEZ
,paeros del fallecido, a quienes les esperaba la misma suerte, conducan al sitIO que serva de cementerio. Este sitio encontrbase
en una especie de altozano erizada de rocas y de maleza, circundado con una cerca de alambres con pas. Era de verse cmo el
cadver mal envuelto en un 'guiapo. de petate le salan las piernas desnudas fuera de la parihuela y la cabeza le colgaba por la
otra parte haciendo movimientos de vaivn producido por el paso
de quienes lo conducan.
Pero la cosa era terrible en la estacin de lluvias; entonces
el camino que conduca al llamado cementerio se inundaba
de tal
manera que lo dejaban
las lluvias convertido,
una vez pasadas
algunas horas, en un lodazal que ]0 haca intransitable.
Por eso
es que, para conducir a los muertos que diariamente
eran en bastante n"mero, se utilizaban
carretas tiradas por bueyes. Y era
tambin de ver cu~ndo al subir la pendiente hacia la prominencia
en que h'allbase el cementerio, los bueyes resbalaban
constantemente hasta 'sentir fatiga, atascndose
]a carreta hasta ms arriba
del cubo de las ruedas. Como al entierro de los cadveres siempre
iba uno de los capataces
o de los llamados cabos, para vigilar a
los conductores fin de que no se fugaran, resultaba ent0nces un
espectculo por dems horripilante.
El capataz o cabo azuzaba
a
los bueyes con la garrocha que portaba hasta ha'cerIes sangre por
todas partes de] cuerpo, obligando por otra parte a los conductores
a que erribrazaran
las ruedas del armatoste con todo su esfuerzo
posible para ayudar en 'su tarea a los animales. Pero como ni as
era posibie en muchos cases salir avante, estallaba
en clera el
instrumento de los negreros y la emprenda a palos con la misma
garrocha sobre los endebles cuerpos de los peones encargados
de
guiar ]a carreta.
Una vez en el cementerio pedregoso, con las herramientas
que
llevaban:
azadn, pico y pala, se haca la fosa, generalmente
a
no ms de medio metro de profundidad,
de lo que result~ba que
durante las lluvias torrenciales, 'ya por los deslaves o por el aflojamiento de ]a tierra, los cadveres
quedaban
casi a] descubierto
y bandadas
de zopiJotes hacan su macabro festn en dIos.
Pero
volvamos
a la vida
en San Juan
de Ula.
LAS
TINAJAS
/3
DE ULUA
III
LO QUE ESCRIBIO
CESAR E. CANALES
CAUTIVERIO'
EN SU
La Crcel de Beln, con todos sus horrores, de los que supimos los que en ella fuimos aherrojados. era incomparable con el
TEODORO
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HERNANDEZ
un gobierno
desptico,
S.
fusila despiadadamente
a pa-
triotaS' estudiantes y se. arma un brazo para suprimir al que refugiado en pas vecino a~lama una gran cantidad de sus conciudadanos, en Espaa se honra y liberta al viejo Len Necker. y
en Alemania se pone en departamentos especiales. se trata razonablemente y se absuelve al fin. a qui~n sin miedo ni tacha levanta
el velo que esconda asquerosa podredumbre.
Hoy toca mi humilde turno, y aunque bien s que al mostrar de un modo rudo nuestra incultura, ser calificado in'justamente de antipatriota por mis desleales y miopes enemigos. levanto serena y decididamente los velos que tengo a mano. para decir
a nuestro pueblo. a la humanidad entera: mira los resultados de
la tirana. cobra experiencia. vigoriza tus energas, "levntate;
anda".,
'1
Pronto har tres aos que habiendo
pretendido
~acu'dir el
}:ugo del actual gobierno ilegtimo, fuimos apr,ehendidos en los Estados septentrionales
y en el de Veracruz
y tras de los asesinato~
de algunos compaeros.
despojados
de cuanto tenamos, quem;xdos hogares y sembrados, y conducidos al presidio de San Juan de
Ula. donde se nos ha escarnecido y escarnece de una manera que
me es imposible por ahora de modo minucioso detallar;
se nos
rap y visti con el infamante traje del presidio; por algn tiempo
mzclados
con asesinos y ladrones,
apalese
a algunos de nosotros; separados
poco despus los ms responsables,
estuvimos el
LAS
TiNAJAS
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DE ULUA
"Bah!
Para
TEODORO
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HERNANDEZ
LAS
TINAJAS
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,
hubiramos cometido algn crimen, fuimos encerrados por dispo~
sicin del Jefe del fuerte en "El Irzjiemo" .. Omito describir este an~
t,o, por haberlo hecho antes otros infortunados, slo agregar que
e".el peor de' todos, que no tiene en lo absoluto luz ni ventilacin.
y que si la baja puerta de madera que tiene, se supliera por otra
de cal y canto, estaramos verdaderamente emparedados. En el
momento que esto escribo, el calor nos sofoca y es de tal manera
estrecha nuestra cripta. que si extendiera el brazo. tocara indis~
pensab!emente la cuba pltora de inmundicia.
Como no hay vigilancia que ms tarde o ms temprano no
se burle, supimos que el 9 del corriente, centenario de la muerte de
Fray Melchorde T al amantes, mrtir de la libertad, que falleci
en una de estas mazmorras, efectuse una fiesta (no sabemos si a
iniciativa privada o del Gobierno) con motivo de la inauguracin
de un monumento erigido a la memoria. de aquella gran vctima.
Indudablemente deben haberse pronunciado oraciones en honor
del hroe y de su obra, lanzando vtores a la libertad. a la paz.
etc. Es indudable tambin que a la fiesta asistieron nuestros fieros
guardianes y rindieron su homenaje. N o resulta esto triste, ridcula. y desvergonzada farsa ? Fuera falsas modestias y expresmonos
cI&ramente. Nosotros, aunque pequeos y humildes, quisimos como
aque}Jos sublimes varones de nuestra primera. independencia, Silcudir un yugo, romper la cadena que vergonzosamente nos suje..
ta, ofrecer en fin por la libertad del pueblo nuestra sangre en holocausto a la patria. iY los hombres que -dciles instrumentos--coadyuvan con el Gobierno ilegal, a tiranizarnos. que nos oprimen, escarnecen, vilipendian y acortan la vida, loan y bendicen
al mrtir de J809, a quienes otros verdugos, como ellos, escarnecieron y asesinaron!
'
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HERNANDEZ
TEODORO
IV
rCIPRIANO
MEDINA
RELATA
PRIMERA
SUS TORTURAS
PARTE
Hace algunos meses falleci en esta capital, siendo teniente coronel retirado, Cipriano Medina, quien permaneci vario!'
aos en los calabozos de Ula por su participacin eJ el movimiento revolucIOnario de' 1906 en Acayucan.
Medina dej escrita una relacin sobre su e~tancia en aqueHos antros, y de ella publicamos !o que sigue:
LAS
""",".',
-_.>
TINAJAS
Cipriano Medina
Jibertaria~.
Por afinidad de ideales, muy pronto naci entre nosotros ese
afecto mutuo, hijo de la comprensin de pensamientos. y por ende
vino la amistad estrecha que trae aparejada la confianza que nos
hace partcipes de nuestros sentimientos.
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TEODORO
HERNANDEZ
de las Amricas,
licenciado
don
ijenito
J u-
rez con motivo del centenario de su natalicio. Sin contar con elementos, .pero s con una inquebrantable ,,;oluntad y alentados por
la firmeza de nuestras ideas, emprendimos la obra que fue coronada con el xito, por haber contado con la cooperacin unnime de! pueblo, cuya simpata nos habamos conquistado despus
de dos aos de constante lucha. Este monumento, humilde por
cierto, como lo fueron los actos de nuestro ilustre patricio, es un
testigo mudo pero elocuente de nuestra tesonera labor, que patentizar a la generacin presente nuestro entusiasmo y que perpetuar la memoria del "Club Liberal ValenLn Gmez F aras",
integrado por un grupo de jvenes ilusos como nos llamaban los
pretorianos, pero en cuyo cerebro arda la llama de la libertad, en
sus corazones la esperanza de triunfo y dispuestos siempre al sa.
crificio en holocausto a sus ideales.
El da 21 de marzo de aquel ao (1906), el pueblo se dio
cita en la plaza de Coatzacoalcos; la muchedumbre estaba ansiosa de ver cuando se descubriera la efigie del patricio. Por mi
Eente jams cruz la idea de que desde aquelJa noche, en que
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todo era gozo y satisfaccin, comenzara a descender por los peldaos de la escalera del dolor que el destino haba colocado en
mi camino; su ndic'e de fuego~me tena sealado como la primera vctima, y acatando sus altos designios haba que inmolarse.
La muchedumbre, con sus vtores y aclamaciones levant nuestro
nimo haciendo que nuestra imaginacin volara en alas de la fantasa.
El programa dio principio en medio de! jbilo, desbordante
de la multitud, y al llegar e! momento en que me tocaba cubrir el
nmero que se me tena, encomendado, lleno de visible emocin
abord la tribuna.
Carezco de dotes oratorias y mucho ms de 'elocuencia; pero
en mi lenguaje sencillo habl al pueblo, cuyo nimo se enardeci
con mis frases candentes. F_ue una peroracin virulenta; cremen, te censur la administracin porfirista y de una manera clara y
abierta, hice una invitacin al pueblo para que con las armas en
la mano defendiramos nuestros derechos conculcados y derrocramos aquella odiosa dictadura.
Los esbirros, justamente alarmados, en esa misma noche y en
ese mismo momento, hicieron presin ante las autoridades locales,
que por cierto se encontraban presentes, para que ordenaran que
se me bajara de la tribuna y se me aprehendiera; pero comprendieron cul hubiera sido en tal caso la actrtud del pueblo, de ese
pueblo que ya comenzaba 'a sacudir e! marasmo que lo dominara,
optando mejor por ponerlo en conocimiento de las autoridades superiores de Minatitln, y al da siguiente se present el Jefe Poltico Manuel Demetrio Santibez con las fuerzas del Estado,
tal como si. se tratara de un verdadero levantamiento. Mis compaeros, temerosos por la suerte que pudiera yo correr por 'haber
provocado las iras de los pretorianos de la caduca administracin,
me ocultaron, y horas ms ude sala en una mquina del ferrocarril rumbo a Chinameca. Pero la persecucin era tenaz: all
tambin una fraccin de rurales me buscaba con insistencia. Para
librarme de caer en sus garras, Jos Mara Novoa, que era Jefe
--de Estacin en dicho lugar y hermano de nuestro inolvidable correligionario Enrique de! mismo apellido, me ocult en la concavi
dad que forman los muros que sostienen los tanques para la toma
TEODORO
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HERNANDEZ
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.~
I
TEODORO
HERNANDEZ
nidad de ver que todos los complicados en este asunto ha\"! tenido
el valor suficiente para a~umir cada uno su responsabilidad".
Si
an vive e! juez Bullegoyre que nos juzg y llega a leer estas lneas,
tendr que confirmar lo que asiento. Y es que hay episodios en la
vida que no cubre la brocha de! tiempo con el barniz del olvido, sino
que se graban en nuestra memoria 'con caracteres de fuego.
Terminada
mi declaracin
fui conducido
al malecn, en
donde abordamos
una lancha que puso proa hacia el tenebroso
CastiJIo de San Juan de Ula, en donde ya se encontraban
muchos
de mis compaeros de lucha. Antes de que ven'ciera el trmino de
.ey, en la misma fortaleza se nos dict auto de formal prisin por
rebelin y sedicin, Dara cubrir los requisitos constitucionales y dejar que el proceso, como se dice vulgarmente, durmiera el sueo del
justo, pues jams se volvieron a ~cordar de nosotros, fiados tal vez
de que en aqueJIa prisin no podramo~ sobrevivir por mucho tiempo. A los cinco das de permanecer en la galera nmero 1, en donde me encontr a otros, entre ellos al viril y simptico Cecilia E.
MOl!'ocini, quienes no terminaban de contarme los episodios de aqueHa cmitienda, sin experimentar
ya la sati:;faccin de vemos otra
vez reunidos, aunque en muy diferente forma, fui sacado de ese
antro para ser llcvdo a otro ms tenebroso. "El Infierno".
Tal
ombre se daba a un calabozo que slo tendra aproximadamente
unos ciento cincuenta centmetros de alto, doscientos veinticinco de
largo por unos ciento treinta de ancho. Era una concavidad
formada en las gruesas paredes del vetusto CastilJo en e! fondo de un
solitario calabozo;
por lo que una vez cerrada la puerta que medira unos ciento veinte centmetros de alto, el reo quedaba sepultado en vida. Hasta all no llegaba el meJQ.orrayo de luz, no se oia
rumor humano, era una noche interminable -en la cual perd la
. nocin de! tiempo.
Lector, 'si alguna vez visitas esa fortaleza, que 'muy bien pudiera ser llamada la tumba del Golfo, intersate por conocer "El
Infjemo",
contmplalo
y compadceme.
Cuando fui exhumdo, si c~be la frase, sal con los cabellos
y ]a barb.:: sumamente crecidos, el cuerpo presentaba
algunaslcems producidas indudablemente
por la higiene (?), pues mi bao
no era atto que las filtraciones
de agua que llegaban hasta mi
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DE ULUA
salones
inmundQs,
poblados
de parsitos,
obscuros
y hme-
dps por las filtraciones del agua de los mismos algibes, una vez se
inundaron en la estacin de lluvias, habindonos
!legado el agua
un poco ms arriba de la rodilla. Imagnese el lector el cuadro que
formbamos
aquellos
esqueletos
andantes,
semidesnudos,movin...
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TEODORO
HERNANDEZ
LAS GOLONDRINAS
i Oh golondrina que C'J11raudo
Puedes cruzar ja vasta :nmtnsidad;
Dichosa t que libre y con consuelo
Donde te llaman tm instintr"s, vas.
vuelo
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DE ULUA
la Revolucin
28
TEODORO
/-fERNANDEZ
,,i .
ESCRITO DE EN.R/QUE NOVOA,
REBELDE IRRE~,
DUCTIBLE, EN EL CALABOZO
"EL INFIERNO".
Enrique Novoa encabez en 1906 el movimientc revolucionario del entonces cantn de Mnatitln, del Estado de Veracruz, Los
contingentes para el movimiento encabezado por Novo'. lo dieran
los clubes liberales "Vicente Guerrero", de Chipameca, y "VaJentn Gmez Farias", de Puerto Mxico, a los que se unieron elementos indgenas de la Sierra de Soteapan, del qe fue cantn de Acayucan, entre los que haba hecho dicacsima propaganda revolucionaria Hilario C. Salas, consideradc como jefe del movimiento' en
el Estado' de Veracruz. y quien, cen elementos de la misma sierra.
atac, el propio ao de 1906, el 30 de septiembre, aJas .once de la
boche, la ciudad de Acayucan, siendo herido de gravedad cuando
en el lugar
denominado
Las
Vigas,
cerca
de
J aIapa.
LAS
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saba y escriba. Escriba ~I rumor de las olas del Golfo, que llegaban hasta su calabozo como cansadas,
con pes3.dez que infunda
congoja, y del montuno ,itmo de su salmo parecan desprenderse
ayes lastimeros, como si trajeran en su largo viaje quejas de muchos
nufragos y hondos secretos de tierras muy lejanas. .. Meditaba,
cuando la tarde mor~ v encenda!lse los fanales de Ula y de los
e~tremos de los maleco~es que guardan la rada, 'y las banderas de
barcos de guefi"a que se hallaban en baha eran arriadas al toque
de corneta, cuyos acordes hacan vibrar el sensorio. j El alma se saturabd del paisaje, en ella se dibujaba
la dulzura melanclica de!
crepsculo y la infint'l tristeza de la ~arde!. .. T aan el "Ange1m" los campanarios
de las iglesia~ de! puerto, que, coma doliente
ruego", inundaba
el espacio y prolongado
y lnguido permaneca
vibrando
por algunos instantes como en las cuerdas de una lin
funeraria. .. y a su influjo misterioso apuntaban
en su mente COIRO
traidas por el ltimo reflejo lejano crepuscular,
aoranzas de afecciones,
las ms
sentidas!
...
30
TEODORO
DESCRIPCION'DEL
HERNANDEZ
CALABOZO
"EL INFIERNO".
.
.
~
Es un' Infierno o una tumba? Es una "t~mba infernal". Desde que se da el primer paso, se 'nota un piso hmedo, que hasta
chasquea, como si fuese un chiquero de puercos. Una atmsfera caliginosa y malsana invade los pulmones; la peste se hace inaguantable; la humedad es tanta y est el ambiente tan impuro, que tengo escoriadas ]a laringe y ]a nariz: ]a obscuridad es completa y
cterna; no hay ventilacin de nmguna clase, pues todo el calabozo.
en forma de gran nicho, ahovedado, est rodeado por paredt's d('
dos y tres metros de espesor, las cuales chorrean agua. Jams ha entrado aqu un rayo de luz. desde que' se construy este msero calabozo, all hace siglos por los Espaoles; para deshonra de la humanidad. Las par~des se tocan y estn fras, como hielo" pero,es un
fro hmedo y terrible que penetra hasta los huesos, que cala, por
decirlo as. A la vez, el calor es insoportable, hay un bochorno asfixiante; jams entra Una rfaga de aire, aunque haya Norte afue, ra. Las ratas y otros bichos pasan por mi cuerpo, sin respeto, habindose dado el caso de que me roan los dedos por la noche. Ahora
procuro dejarles en el ~uelomigas de pan para que se entretengan,
Hay noches que despierto asfixindome; un minuto ms y tal vez
~nora, me siento,tme enjugo el sudol, me quito la ropa encharcada
y me visto otra vez para volver a-empezar. Cuando esto sucede, r'>
chino los dientes y digo con amargura ioh pueb]o! iohrpatria ma'
Hace cinco meses que estoy aqu enterrado vivo, casi sin comer, enfermo, con el hgado inflamado, arrojando los pocos ,alimentos que
,tomo y casi a lquidos. Y creeris que estoy arredrado? No. Yo
bien saba de lo que se trataba. Mi "Manifiesto" probar a ustedes
que mi resignacin es completa y qu~ s que mi muerte est decretada
irremisiblemente. Llegu a esta "tumba" el'S de diciembre de 190(;,
y desde entonces estoy incomunicado, vigilado esirechamente y aun,
que antes he querido escribir, no he podido hacerlp, hasta hoy que
una mera casualidad me proporcion papel y lpiz. Gracias, Dios
mo, porque voy por fin a poder comunicar a mis amigos, correli.
gionarios y compatriotas, los crmenes /de que estamos siendo vctimas, principalmente yo, a quien el Juez 'Betancourt deseara tener
ya bajo tierr? para que se ignorara su maquiavelismo, que envidia-
LAS
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TEODORO
HERNANDEZ
J
por completo su repugnancia
a este lugar miserable, es e! c.:,obrmador de la fortaleza. Hay empleados que para llegar aqu, si quiera
sea a la puerta, encienden primero un cigano y hablan con los di~ntes apretados. Otras veces, al entrar al "pasillo" sin llegar aqu. di-
cen, tapndose la nariz: "1 Puah!" . . . con asco justificado, es verdad. j Tienen mil veces razn!
.
'Cuando me 9reguntan qu se me ofrece, conteste siempre: Nada. Estoy bi~n. Para qu molestar? Saben que estoy enfermo y
no depende de ellos mi estancia aqu, sino del juez e V erd~go Betancourt. Cuando e! Corone! vino a mi calabozo a la maana siguiente de mi arribo aqu, me pregunt cmo haba pasado la noche, que cmo haba dormido. Le contest con naturalidad
(y as
era en efecto): "Perfectamente
bien". El Coronel no pudo menos
'de sonreirse, pues.le pareca
que esto fuese imposible.
IVls que
exacto. Las primeros das estuve bien, a pesar de todo. Traa yo almacenado mucho aire puro y mucho sol de aquellos montes saludables y de aquel sol de la "Libertad",
porque, el que huye, es libre,
mientras no cae, por supuesto.
Hasta ahora despus, c.uando empec a enfermarme, es cuando he venido a sentir los rigores de los suplicios, de los tormentos a
que se me ha sujetado. j Y cuidado con e! tormento de la asfixia!
No es un lamento, ni una queja, lo repito. Es qu~ me di~'ijo al T ribunal del pueblo para p~esentar una acusacin terrible. Me atengo
a su fallo y lo espero con calma, aqu donde me" encuentro firme a
.
..
mIs CO!)VICClOnes.
...
LAS
..
TINAJAS
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33
VI
ALEJANDRO
M. BRAVO
SUFRIO TAMBJEN
RIGORES DE LAS TI1YAjAS
LO.~
tona.
Ula.-]
34
TEODORO
HERNANDEZ
LAS
TiNAJAS
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de cinco acs de cautiverio. sali de Ula envejecido y enfermo para morir al poco tiempo.
Al precipitarse los acontecimientos de 1906. con motivo de los
levantamientos de Acayucan, en el Estado de Vera cruz y de Jimnez. en Coahuila. se encontraba Alejandro M. Bravo en lIma pan,
de donde iba a partir para uno de los pueblos del Distrito cnque
'
Con este motivo, los elementos que lo secundaran, segn compromisos establecidos. se diseminaron por diferentes partes del Estad<;,de Michoacn. e~ lugar de haber principiado l.a lucha por s
mismos.
Alejandro M. Bravo fue conducido al da siguiente de su captura a la ciudad de Mxco y de aqu a la de Chhuahua, donde se les
form el proceso a todos los conspiradores que fueron c,apturados. El
gobernador de Chihuahua. Creel. despus de dar los informes de los
arrestos. deca al general Daz: "Las aprehensiones se hicieron bajo la direccin del seor general don Jos Mara de la Vega y con
la ayuda muy eficaz del jefe poltico de Ciudad ]urez, y de su comandante de polica Antonio Ponce. Tambin ha prestado muy buenos servicios el Capitn Castro (Jimnez Castro). y mucho ha trabajado el Cnsul Malln. aunque le hacen algunos cargos por
:-
~~
realizada. deplorando slo que se "nos haya escapado Magn".:
::'."
como dijo en su carta al general Daz.
~
.., .~';
Ricardo Flores Magn consigui escapar con Modesto Oaz,:
mientras la polica lo buscaba en El Paso, y refugiarse en Los An- ""='
;;
geles. California.
El 21 de octubre llegaron Juan Sarabia, Csar E:- Canales y
.~
-
36
T EODORO
H ERN4NDEZ
\
:z;
*. _en la pobreza.
~ i>.< En Chihuahua
M. Bravo
LAS TINAJAS
DE ULUA
37
./
.,..."
LAS TINAJAS
39
DE ULUA
VII
RELATO
DE LUIS CARCIA
Y CONDUCCION
SOBRE LA CAPTURA
DE LOS PRECURSORES
SONORA'
DE
bierno.
Sofocados los levantamientos de 1906, se desataron las per~
40
TEODOHO
HERNANDEZ
LAS TINA/AS
DE ULUA
41
42
TEODORO
HERNANDEZ
a todos y de hacer la misma farsa con cada uno, fuimos consignados al juzgado de Distrito, que solamente para instruimos la causa correspondIente
se traslad de Nogales a Hermosillo.
En presencia del gobernador
Izbal no pudimos menos que
recordar los sucesos de Cananea,
ms o menos recientes entonce",
en los que este mal gobernante permiti que se ultrajara
la dignidad nacional.
Al frente del juzgado de Distrito se encontraba
el licenciado
Rafael Huacuja
Avila, quien nos extorsio~aba 'a todos al grado
de que a m, despus de haberme
tenido incomunicado
por ms
de de dos meses, estando ya en' comn de presos y habiendo rendido mis primera~ declaraciones,
a los quince das me mand llamar con el objeto. diz que de que las ampli~ra;
pero era otro el
propsitO": el de que denunciara
a mis dems compaeros, y como
no lo consiguiera,
orden que se me incomunicara
nuevamente,
permaneciendo
incomunicado
otros dos meses y medio.
Ya '.ma vez cerrada la causa y corridos. todos los trmites
de rigor, nos sent~nci a unos, y a otros los mand poner en libertad dndolos por compurgados,
entre los que se contaba el que
despus fuera general del ejrcito revolucionario,
Manuel Zobar-
7:0, ya extinto.
-
LAS TINAJAS
43
DE ULUA
que fusilar ms mexicanos dignos. Los comprometic;losaqu salimm hoj,. mismo para la Sierra en observacin. Hay buenas noticias
de Chihuahua. La orden general de la Junta es sta: "Alstese a
1<.1
lucha como pueda. Avise a los dignos mexicanos que ha llegado
el tiempo del sacrificio por la Patria".
Esa carta de Vieyra' enviada de Sahuaripa, Son., a Gaspar
Allende, cuando ste ya haba sido capt!1rado y se le instr~a proceso por el juez de Distrito de Oaxaca, cay en manos de las autoridades. De la misma ,suerte a Mateo Almanza, aprehendido
en San Luis Potos (despus fue un general que se signific en la
Revolucin)
se le recogieron cartas de Caspar Allende.
Entre los conspiradores de Oaxaca se cuentan Plutarco Gallegos y Miguel Maraver Aguilar, quienes tambin. sufrieron largas condenas en la Fortaleza de Ula.
/
/
.,
44
TEODOHO
HEHNANDEZ
~
El famoso
periodista
Juan
--
Sarabia
VIII
UAN
SARABIA
y SU ODISEA
LAS
TINAJAS
DE ULUA
45
cha ciudad, que inaugura sus sesiones el 5 de febrero con delegados .de clubes formados en todo el pas a iniciativa del Club Potosino "'Ponciano Arriaga" centro director de ellos.
Los orimeros fuegos de la Revolucin se lanzaron en ese
Congreso ibera!, en el que se hicieron severos cargos al gobierno
del general Porfirio Oiaz, por su poltica d~ conciliacin que per.
mita se infringieran las leyes c!e Reforma.
En ese Congreso se lleg a conclusiones de trascendencia paltica y secial. Se expuso la situacin del pas principalmente respecto a la guardada por e! elemento campesino que segua viviendo bajo los trgices auspicios del feudalismo rural.
El Congreso adopt resoluciones encaminadas a despertar
las ~asas para que interviniesen ms activamente en la vida poltica del pas. Los congresistas no fueron ,molestados por las autoridades potosinas; pero al regresar a sus lares, fueron encarcelados unos, golpeados otros y aun asesinados por esbirros de los
cacIques.
Al ao siguiente de 1902, el 24 de enero, estando en sesin
el Club "Ponciano Arriaga", fue asaltado por el diputado Heriberto Barrn a la cabeza de gendarmes y soldados disfrazados
de paisanos, resultando la aprehensin de! ingeniero Arriaga, de
. Juan Sarabia.y de Librado Rivera, president~ y secretarios, res-o
pectivamente de dicho Club. Una vez. en libertad, les primeros se
trasladaron a la ciudad de Mxico para 'instalar el Club "Pon-.
ciano Arriaga" el 5 de febrero de 1903, lanzando un Manifiesto
a la Nacin, en el que se sostena la continuacin de la obra in-oterrumpida por los atentados contra los clubes en 1902. Adems.
de! "Ponciano Arriaga", exista en la capital otro Club de nombre "Redencin", presidido por Santiago de la Hoz. teniendo co. mo rgano al peridico "Exc!sior".
.
Sarabia
fue director d~ peridico "El Hijo del Ahuizote"
cuya campaa
oposicionista fue de gran significacin,
causndole
desprestigio al rgimen imperante que decidi acabar con l, empezando por encarcelar
en Beln a todos ]05 redactores y an a
los obreros de la imprenta. y despus haendo que los tribunales
pronunciaran
un fallo prohibiendo
la circ\1lacin del peridico.
En verda~ las persecuciones contra los clubes liberales y los
46
TEODOHO
HERNANDEZ
peridicos que como "El Hijo del Ahuizote" y "El Colmillo Pblico" exhiban las lacras polticas y sociales y caricaturizaban
con el notable pincel del artista Jess Martnez Carri6n, a los prohombres del rgimen dictatorial, slo sirvieron para hacer ms
dectiva y ms intensa la propaganda contra dicho rgimen desde los Estados Unidos, adonde se h;ban trasladado, al salir de
la crcel, Sarabia, Flores Magn, Arriaga, Santiago de la Hoz
y otros. En 28 de septiembre de 1905 se eITpe2.a dar forma a
trabajos revolucionarios, constituy~ndose una Junta en la que figuraba Sarabia como vicepresidente. La tctica propuesta a los
simpatizantes era la constitucin de agrupaciones secretas en las
localidades respectivas y su comunicacin con la Junta. As es cmo se organiz el movimiento revolucionario de 1906 que tuvo como bandera el p':,ograma lanzado en los Estados Unidos por la
J unta el 12 de julio de ese ac, redactado en gran parte por Sar;hia y en el que ya figuraban postulados sociales y de reivindicaci6n de la tierra que despus fueron consignados en la Constitucin de 1917.
Aprehe~dido Sarabia y varios de sus compaeros en C. Jurez en donde iban a dar el grito de rebeJin, se les llev a la capital d~ Chihuahua para juzgarlos.
Sarabia se defendi por s mismo y en la audiencia pblica
celebrada el 8 de enero de 1907, con motivo del proceso que se
le instruy por el delito de rebelin, hizo su defensa en trminos
enrgicos que le conquistaron las mayores simpatas de ]05 circuns'
tantes.
'
LAS
TUl/AJAS
DE ULUA
47
,
una especie de terrible Masolino culpable de casi todos los crmenes que prevn y castigan las leyes penales existentes.
Ciertamente esperaba yo ser tratado con rigor en este proceso. porque de tiempo atrs el Gobierno de la rebeli~n de T uxtepec, me ha hecho, el honor de considerarme como una amenaza
para su autoridad y su poder. y era de suponerse que no se desaprovechara la oportunidad de castigar mis antiguas rebeldas;
pero nunca imagin que se desplegara contra m tal inquina. como
la que demuestra el Ministerio Pblico en el pedimento que ha
, formulado; nunca cre que se llegara a los lmites de lo absurdo
en las acusaciones que se me hacen y se tratara de despojar mis
actos del carcter poltico que claramente presentan para convert,irlos en vulgares y v~rgonzosos 'desafueros del orden comn. Ha
sucedido sin embargo lo que no hubiera previsto nadie que en
achaques de leyes tuviera algn conocimiento. y que yo fuera aprehendido por tener participacin en un movimiento revolucionario y
que fui procesado por cargos en, que se me imputan mil crmenes
y en que se trata de degradarme a la categora de rapaz y desalmado bandolero. Me hace cargos en efecto. el Ministerio Pblico.
por los delitos de homicidio. robo de valores o caudales de la N acin y destruccin de edificios pblicos en el grado de conato' y
por ultrajes al Presidente de la Repblica;y
rebelda en calidad
de delitos consumados. Tal parece qu el promotor Fiscal, al formular sus acusaciones. no examin mis actos para ver, qu artcu. los del Cdigo Penal eran aplicados en justicia. sino que se puso
a buscar en el Cdigo para imputarme casi todos los delitos en
l enumerados.
''''Una rebelin abarca necesariamente muchos hechos y se
desa!roila en un perodo de tiempo relativ'amente largo: este fenmeno social que las leyes incluyen en el nmero de los delitos
pero que los pueblos glorifican muchas' ved's. est constitu~do siempre por una serie no interrumpida de actos diversos, tremendos
unos, otros insignificantes, stos sangrientos. aqullos inofensivos;
pero todos encaminados a un mismo fin. todos tendiendo a la 'persecucin del mismo ideal, todos ligados entre s. formando el acontecimiento nico y magno, que segn el xito o la derrota. ser
enalteci90 o condenado por los, tributarios.
48
TEODORO
HERNANDEZ
"Nada
de esto soy, y en conciencia de mis conciudadanos,
inclusive los que me juzgan, y sin exceptuar a los que me han injuriado por halagar a! Gobierno que me teme, est la conviccin
de mi patriotismo, probado en seis aos de vida pblica, consagrada a la defensa de los oprimidos; en seis aos de constantes trahajos polticos realizados' desinteresadamente,
a travs de persecuciones y de infortunios. Hace seis aos que he venido sosteniendo en ia prensa las ideas que' formaron el programa de la revolucin frustrada por ahora y en que tuve el honor de figurar. Mi carcter' poltico est perfectamente
comprobado,
no slo por mi carrera periodstica de aos anteriores, sino por el cargo de Vicepresidente de la Junta Organizadora
del Partido
Liberal. que tena al tiempo de mi aprehensin.
"El acusador no prueba que yo era un delincuente comn ni
prueba tampoco que la frustrada
revolucin fuera una empresa
de encubierto bandolerismo;
en cambio, est probando
que el intentado movimiento revolucionario
tenda honradamente
a la realizacin de altos y legtimos ideales y' estaba slo inspirado en el
.
.
bien pblico.
"La propaganda
de ideas, que es obligado preliminar de to.
LAS TINAJAS
DE ULUA
49
de Ula.-4
50
TEODORO
HERNANDEZ
se encuentra. Si se me procesara nicamente por las responsabilidades que de estcs hechos pudieran restarme, e! cargo podra parecer fundado, y mi defensa se reducira a demostrar que al obrar
como lo hice, ejercit simplemente la prerrogativa constitucional
que autoriza a todo ciudadano mexicano para calificar, como lo
merece, los actos del Gobierno y censurar la conducta de Jos malos servidores de la Nacin.
"Funda sus cargos e! Ministerio Pbiico en mis propias declaraciones en las de Vicente de la Torre y en las de Adolfo Jjmnez Castro y Zeferino Reyes. Ahora bien: de estas reclaraciones, con ligeras diferencias, de que en seguida me ocupar, se
desprende, que se intent atacar Ja plaza de Ciudad J urez por
los medios usuales de la guerra con el objeto, como era natural, de
substituir con nuevas autoridades a las autoridades porfiristas, ocupando los revolucionarios, los edificios y dems propiedades de la
LAS
'[/NAJAS
DE ULUA
5/
TEODOHO
52
HERNANDEZ
LAS
TINAJAS
DE ULUA
53
era notorio
que su largo
y estu-
describe
su
intensa
emocin revolucionaria en presencia que a las cimas se .vea que temde 'la fatdica prisin de Ula
pranamente
bajara al sepulcro.
En ei nuevo ambiente de 1911. Sarabia no busc el comodo
con los prohombres. Amaba la libertad, en todos SlIS aspectos. Se
aline en las fIlas de 10E liberah:s extremistas. Estos anhelaban
que
la Revolucin no se estancara con los formulismos de la ley, sino
que siguiera hacia adelante en su obra de mejoramiento
o redencin.
Fue electo diputado por un Distrito de San Luis Potos. de
donde era originario. Su credencial estaba limpia de toda mancha. Fue aprobada
por la votacin unnime de la asamblea. Los
de la mayora y !os de la minora lo reibieron con agrade'; mxime cuando todos conocamos su entereza, su probidad y su patriotismo. i Era un carcter y un enemig0 inqu~brantable
de las
. dictaduras.
Recordamos
que, en octubre de 19 J2, a raz del cuartelazo de F lix Daz, pronunci un vibrante discurso en la Cmara, asentando
en frase final y categrica:
"No puedo ~entir
m~ que repugnancia
por este movimiento de Vera cruz que no
54
TEODORO
HERNANDEZ
-- - -.
LAS
TINAJAS
55
DE ULUA
IX
MUJERES
QUE FOMENTARON
LA REVOLUCION
56
T EODORO
H ERN AN DEZ
ta:se.
- ,
Como decimos al princIpio, casi toda la prensa del pas clam justicia en fa"vor de la editora de "Juan Panadero", y al ser
fmpendido eJ acto "eclamado con efectos restitutorios, al cabo de
------
LAS TINAJAS
un mes se le regres
de Yautepec
a esta capital,
DE ULUA
afirmndose
se trat de envenenarla.
57
que
en la crcel
.
El gobernador
de Morelos Alarcn
persegua con gran saa a la seora Rojo, porquc "Juan Panader0"
sealaba los abusos de los poderosos latifundistas
dd Estado morelense, dueos de
vidas y haciendas,
que hacan trabajar
a los labriegos de sol a
sol por un misrrimo jornal, convertidos
en verdaderos
f:sclavos.
Esta situacin era auspiciada
por los detentadores
del poder en
confabulacin
con los intereses creados de! fcudalismo rural.
La seora Guadalupe
Rojo Vda. de Alvarado
falleci en
das en la Penitenciara.
/
Las seoritas Jimnez y M mo y Susana Ba rrios estuvieron.
en la prisin militar de Veracruz, y a punto de ser llevadas al
Castillo de Ula.
Una revista que recientemente public datos sobre la vida
revolucionaria del periodista Paulino' Martnez y el crimen poltico que se ccmeti en su pers.ona, dice: "En esta forma trgica
. -
58
TEODORO
HERNANDEZ
y oscura termin la existencia lamentable de este esforzado paladn de la libertad que an ahora ha servido para maquinaciones sombras de gentes audaces que han pretendido explotar su
nombre para medrar, si bien la verdad, a la postre se abri paso".
El aticulista se ha querido referir, sin duda, al hecho de que
un agente de Huerta de nombre Francisco Viveros Gonzlez, en
complicidad con su consorte Clornda Martnez y explotando la
memoria del periodista Martnez, fraguaron documentos falsos para que Vive lOS fuera reconocido como veterano de la Revolucin,
sitio que usurp y del que fue expulsado por la Secretara de la
Defensa Nacional, al ser desenmaf,carado en la prensa por quien
esto escribe. Este Viveros se nos antoja de parecido mecanismo
psicolgico al del general Martnez que aparece en "Acomodaticio. Novela de un Poltico de Convicciones", "general" que en
funcin usurpadora hace alarde de ser precurso~ de la Revolucin, como otros tipos de la misma novela, f'n la misma forma, aseguran haber estado en la prisin de Ula, y de haber sido magonistas.
Mujer de temple fue la seora Silvina Retnbao de Trejo, de
Chjhuahua, que aparece en la lista de los conspiradores magonistas de 1906.
Falleci. esta singular revolucionaria en diciembre .de 1940,
en la propia ciudad de Chlhuahua, a muy avanzada edad, crca
de un siglo. Los revolucionarios de Chihuahua la IJamaban "Matrona de la Revolucin". Prest servicio~ a la cama ~evo'lIcionaTia desinteresadamente, sacrificando todo su dinero hecho a base
de una vida de trabajo honrado.
Demostr un valor cvil que pocos hombres se atrevan a
exponer en aquellos tiempos de persecuciones porfiristas, escribiendo fulminantes artculos contra el rgimen T errazas~Creel. granjendole esto muchas simpatas populares; p~o tamhin muchos
disgustos.
LAS
TINAJAS
DE ULUA
59
x
MANUEL M. DIEGUEZ y ESTEBAN B. CALDERON.
PROMOTORES
y DIRECTORES
DE LA HUELGA DE
CANANEA
y DESPUES GENERALES
DE
LA REVOLUCION
Las luchas sociales en MXico
ccmenzaron a desarroJIarse en
forma decidida y ya con carcter ms o menos orgnico. a partir de haberse registrado la huelga de Cananea. el primero de
junio de 1906.
Los promotores de esa huelga
/
'
TEODORO
60
"
HERNANDEZ
obreros.
Caldern
nos ha narrado la forma en que se desarro1! la
huelga, que fue una justificada
protesta contra el abuso del capital extranjero
que estableca
odiosas distinciones deprimiendo
ai
trabajador
mexicano.
La intransigencia
de 10. empresa extranjera.
enuencc a las just8.S peticiones d~ los explotados hasta el grado
de hacer armas contra, los huelgistas, transform la huelga pacfica
en tragedia sangnenta.
pues los trabajadOles
tuvieron que repeler
la brutal agresin de los mercenarios al serv;cio de la Compaa.
El gobernador Izbal, al tener noticia de los sucesos, se translad violentamente
a Cananea.
por la va de Nogales y Naco,
y "presintiendo
en aquella huelga el gnesis de una gran conmocin ~ocial, nuncio de grandes
catadismos
polticos, se apresur
LAS TINAJAS
6/
DE ULUA
la intencin
de juzgarnos
as.. Doce
das estuvimos
losamente incomunicados
y ninguno de nosotros esperaba
cremos ser vctimas ofrecidas en holocausto
al yanqui.
admirados.
Nos
salv
nicamente
la indignacin
rigu-
proceso;
Estamos
general..
Esta
TEODORO
62
HERNANDEZ
mero de mexicanos y lecargar la fatiga de los que quisiese conservar en el puesto, y bien saba la Compaa que los mexicanos
estaban hastiados de vivir en el desprecio y sin horizontes para
sus aspiraci0nes. Alguna prensa asegura que las huelgas recientes fueron instigadas por intereses bastardos o de tercero. Nuestra.
opinin particular difiere de esta asercin en lo absoluto y tambin
hemos comprobado que el mismo Mr. Creen (el magnate de Cananea)
se
contradice.
, , ",
Esta carta fue publicada y comentada en "Mefistfeles", diario que diriga el seor Arce en Culiacn.
El proceso de la huelga permaneci en el olvido hasta que
el 'general Luis E Torres se hizo cargo del gobierno de Sonora en
septiembre de 1907. Conde,nados Diguez y Caldern en primera instancia, la causa pas a revisin al Supremo Tribunal de Jus..
ticia, y los acusados fueron transladados por una fuerte escolta,
a la Penitenciara del Estado,
Citados para, la audiencia pblica, la voz de la defensa la
'llev el mismo Caldern, en defecto de abogados que, adems de
LAS
TINA/1S
DE UL,UA
63
el de Impedir e! desarrollo de las aptitudes industriales en la generalidad de los mexicanos. Donde se necesitaban
inteligencias y autoridad, quedaron excludos nuestros nacionales. As, pues, estaba
impuesta la hegemona extranjera
en las minas, en los talleres, en
las oficinas, en los hospitales y en el comercio. Y para unos, los
extranjeros. fue el taln oro, tipo de! salario alto, que proporcionaba suficientes comodidades
y les permita reqlizar economas que
se llevaban al pas vecino. Para los otros, los mexicanos, ,qued e!
taln plata, tipo del salario bajo, mermado, adems, por e! sistema
de pagos con los boletos para la Tienda de Raya. Cinco mil hombres se hallaban
en tal condicin por dos mil quinientos extranjeJos que disfrutaban
de toda prerrogativa.
Adase
a. est~ el des-
TEODORO
64
HERNANDEZ
preciojnnegable
que los favorecidos no disimulaban
en la generalidad de los casos. respecto de los nacionales. . .
El Supremo Tribunal confirm la s~ntencia. enmendndola
en el
sentido de que se absova a los acusados de rebelin, causa de los
otros delitos, cuya responsabilidad
se les atribua, no obstante ser
algunos mercenarios yanquis los iniciadores de la tragedia. inspirada
por Mr. Creen.
Caldern, sin esperar ya nada de la justicia oficial, y habiendo un profundo descontento en el pas por 1a imposicin de Ramf'
Corral y la continuacin de Porfii'lc Daz en la Presidencia
de la
..
de Sonora.
Ceneral
Luis E.
Torres, dicindole. entre otras cosas: "Ya que nosotros hemos sabi10 sobreponemos
a tantas influencias ep.vilecedoras, justo ser, se.
110r, que no se nos 'castigue ms en la vulgaridad y que se nos impida
la lectura de la prensa que es foco de luz. .. A qu, pues, las disposiciones encaminadas
a nuestra
degradacin,
cuando nosotros
creemos, adems, que las ms altas personalidades
de la Nacin se
hallan lejos de semejantes ruindades?"
.
. Como
so gestionar la ibertad de Caldern y de Diguez, siempre que dejaran Sil actitud de rebelda que no era garanta para la admiPoistracin pblica. La ayuda del gobernador Torres fue rehusada.
Convencido
el Gobierno de la firmeza de principios de Diguez y Caldern,
resolvi darles muerte lenta. ccnsignndolos
al
Castillo de Ula, disposicin que dict el mismo Ramn Corral con
su carcter de Secretario de Gobernacin.
La Suprema Corte les
neg el amparo fundado en el hecho innegable de cjue la Justicia
sonorense haba invadido atribuciones de la F ederaI.
En el antro de la muerte, en UIa. Diguez y Caldern continuaron de pie, sin doblegarse
a la desgracia,
irreductibles, esperando con fe' inquebrantable
el da de la justicia. Desde ah. en
abril de J908, deca Caldern en una carta al Director de "La Opinin", de Veracruz:
"En los calabozos no slo reina la ms completa obscuridad,
sino que se eDt:uentran excesivamente
hme90s,
y en ellos existen tambin las cubas pestilentes donde hacen sus necesidades
no tienen ninguna
LAS TINA/AS
65
D ULUA
..
....
66
TEODORO HERNANDEZ
XI
ELFEGO LUGO y JUAN JOSE RIOS EN LOS .
CALABOZOS
DE ULV A
! lucha
la inici en la propia
ciu-
LAS
TINAJAS
DEULUA
67
chihuahuense, el movimiento de 906, movimiento que fue descubierto por una traicin. El C'obernador Creel, de Chihuahua, tuvo
informes confidenciales de que se preparaba en El Paso un movimiento insurreccional, y el 4 de octubre envi un te!egrama al Presidente Daz, dicindole: "En El Paso, T ex., existe un centro revolucionario encabezado por Lauro Aguirre, que est activando
mucho sus trabajos. Tiene reuniones todas las noches. Se cree que
Magn o Sarabia est escondido en El Paso. Estn solicitando gente para dar algn golpe. Creo conveniente que general Ve;a vaya
a Ciudad Jurez a vigilar al enemigo y a infundir respeto. Escribo.-EI Gobernador",
El Presidente Daz contest
inmediatamente en el sentido de
que el general Vega fuese a infundir re~peto; pero no con veinticinco hombres, sino con cien o
ms. y con la misin de denunciar los hechos a las autoridades
de El Paso por medio del cnsul. En la carta que sigui al telegrama, el gobernador Creel comunica al general Daz, entre
otras cosas: "El jefe poltico de
Ciudcd J urez me ha comunicado que ~e cree que estuvo Magn
en El Paso. T exas, pocos das'
antes del 5 de' septiembre. y que
despus ha viajado de incgnito
por la frontera de T exas y que
El generalJuan Jos Ros cuando ero probablemente se encuentra: es-
HERNANDEZ
TEODORO
68
e apital
de rgimen
poltico y
social.
Elementos
del "Grupo
de Pre-
LAS TINAJAS
69
DE ULUA
a'an reos de delitos de! orden militar, en su m~yora, los huspedes de las mazmorras.
"Los que con carcter civil fuimos all, por conspiradores,
durante los aos de 1906 a 1907, ramos para los pretorianos de
adentro de la prisin y para los de afuera de la fortaleza, reos
peligrossimos, bastaba con que pretendiramos atentar contra el
Jgimen que pareca interminable, del dictador Porfirio Daz; y,
por. ende, estbamos sujetos a un espionaje constante y UA.castigo
inquisitorial ms terrible an, que! que se daba a los reos militares; se nos tena como traidores a la Patria del Tirano y haba
que matamos lentamente, en !o moral primero y fsicamente, a
garrotazo vil d~.spus, si fuese necesario, para acabar con los trastornadores del orden y la paz octaviana de que disfrutaba el pas.
"Los recursos de la ley estaban vedados para nosotros; por
UD se mandaba a los reos al destierro y con la consigna de: rigurosamente incomunicados; nuchos hubo, de los que no fallecIeron en las mazmorras, pues murieron bastantes, que lograron su
hbertad al triunfo de la revolucin maderista, pero, sin que dulante ms de cuatro aos, se les ins~ruyerl proceso alguno; todos,
procesados o no, ramos vctimas de la tirana: condenados a morir en el destierro, sin que se nos permitiera comunicacin alguna,
con los seres del exterior de aquella infaman"te mole de piedra que
cubra las ergstuls de los reos polticos.
.
"Entre
los verdugos
que haba
en Ula,
con rdenes
espe-
..
-'-
ta, y
adecuado:
Mono de Cuero.
fiera humana, con investidura
.~
mio:":'
~'!::;
TEODORO
70
HERNANDEZ
ba su furia con los polticos confinados en Ula, muy especialmente con los pobres indios veracruzanos, que la cQbarda y el odio
de los pretorianos haba llevado a las mazmorras.
"Por sport, como se acostumbra decir ahora. maltrataba de
hecho a los indefensos reclusos, algunos de los cuale~ sucumban
a consecuencia de los golpes que continuamente reciban.
"Segua, en el orden caniba;esco a Grda, un negro feroz
apodado o apellidado Boa, perfectamente aplicado el patronmico, pues debe haber sido descendientc C:1lnea recta dc alguna
serpiente de cascabel o alguna hiena.
"Si Grinda m~nejaba con alguna habilidad el fuete, Boa le
superaba en el uso del garrote vil. Su constitucin fsica era fonoidable, de modo que esta pantera negra de Ula, de cada garrotazo dejaba muerto o agonizante cuando menos a su vctima; y
pegaba no slo para conservar la disciplin<t cosa que se estila eOll
los prisioneros, sobre todo con los militares prisio~eros, sino que,
cuando se senta atacado de ':satiriasis" y no lograba saciar sus
apetitos, la vctima quedaba molida a palos.
"Esta dualidad roji-negra, pues Grinda andaba siempre rojo, por efecto , del aguardiente, constitua el terror de los reclusos
de Ula; cada recluso. de preferencia los inditos, que sala de las
galeras llamado por estos verdugos poda considerarse como un
cristiano de la poca de Nern,' cuando lo llevaban al circo romano, para hacerlo pasto de las fieras".
Conservamos algunas producciones inditas de Lugo: pero
-,
"'"
'i
.~ ~
"'*
. demandaran.
fue
LAS TINAJAS
DE ULUA
7/
TEODORO
HERNANDEZ
...
"Representantes del dolor que protesta, del llanto que -ac\I. so., de la:. queja que implora, Entidades annimas del organismo
colectivo momificadas por el terror, especie de fantasmas que danzan ~II' las sombras al comps lento de un salmo funerario; funmbuios de risa silenciosa a manera de mueca convulsivo., cuya
actitud terrible llena el alma de compasivo espanto y d tristeza
atrozmente abrumadora. . . !
..
. . . Caravanas de sombras extraviadas en los ridos desiertos ,de la vida, lgubr~ procesin de. congeladas padeces destacndose con dificultad en fondo gris de decadencia; extraa ~iDfona de ayes sin eco; incoherentes plegarias que se pierden en la
impasibilidad de una MISERrCORDIA
creada a fuerza de l.
grimas y obscurantism.o.
doblegados ba J'o el P eso de UA
, "Entre tanto vedJos ah...
'
- -
LAS
TINAJAS
DE ULUA
.73
."
"
74
TEODORO HERNANDEZ
XII
LOS REVOLUCIONARIOS DE VIESc!A y DE
LAS VACAS
\
Los procedimientos
de terror y
de corrupcin por una parte, y lar..
prerrogativas
y concesiones leoninas por la otra, otorgadas a elementos extranjeros con menoscabo
de les derechos de los hijos de}
.
I
pas y de la dignidad
nacional,
del mo-
vimiento general.
Los primeros
disparos contra la Dictadura
se
y en ]imnez, Coah., a fines de sep-
hicieron en Acayucan,
Ver.,
tiembre de 1906.
Habiendo
sido descubiertos los planes en la frontera del movimiento que se preparaba,
hubo que apresurarlo,
alcanzando
slo
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hizo en esa forma fracasar el levantamiento general del que numerosos grupos no tuvieron noticias de la fecha en que haba de hacerse, por haber sido interceptadas las correspondencias. Pudo levantarse el grupo de Las Vacas compuesto de unos cuarenta rebeldes, al frente del cual estaban Jess M. Rangel, Benjamn Canales y Encarnacin Daz, sorprendiendo a mucho mayor nmero de soldados federales y tomando la plaza, despus de nutrido
tiroteo; pero a los atacantes les falt el parque y tuvieron que retirarse, dejando muertos a algunos de los suyos, entre ellos a Benjamn Canales, y siendo herido de gravedad Rangel.
Tambin en la noche del 24 al 25 del mismo junio, se levant
el gr~po de Viesca, &rrot a la polica, abri la crcel, proclam
el programa del Partido Liberal y la abolicin de la dictadura.
Las tropas del gobierno no tardaron en presentarse en gran nmero y los rebeldes tuvieron que abandonar el pueblo y huir a las
montaas.
Despus, el 10. de julio, un grupo de once liberales se ievant en la poblacin frollteri~a d Pdomas;
la toma de esa localidad se consideraba necesaria para seguir adelante y operar d~
acuerdo a un plan ms amplio. Gran resistencia se ofreci a los
rebeldes que por disponer de poqusimas municiones no pudieron
tomar el punto. En el combate desigual fue muerto Francisco Manrique y Praxedis G. Guerrero; Ennque Flores Magn y otros, pudieron pasar de nuevo la frontera.
Del grupo de Viesca fueron aprehendidos varios y condenados a sufrir largas sentencias -en el Castillo de Ula. Lorenzo Robledo fue condenado a veinte aos; Lucio Chaires, a quince aios;
Juan B. Hernndez,' a quince aos; Alejandro Rosales, a quince
aos; Jos -Hernndez. a quince aos; Andrs ValIejo, a quince
aos; Juan Montelongo, a tres aos; Julin Cardona, a quince
aos. Todos fueron enviad?s a U]a. Jos, Lugo, del mismo grupo, fue condenado a muerte y fusilado el .3 de agosto. -La furia represiva alcanz ,a tres revolucionarios de Y ucatn: Ramrez' Bonilia, Kankun y Albertos que hicieron el levantamiento por el mismo tiempo en Val!adolid de aquel E"tado; fueron fusilados oor
sentencia de un' consejo de guerra.
No obstante todos estos fracaso.; los Iibera.Je~ 'Jreparaban otro
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tiendo las galeras y los calabozos de Ulua en talleres de maestcanza y en higinicos salones que pudieran servir de residencia .~v'mtual 'del Poder Ejecutivo de la Nacin. Ula convertido en Palacio", Dice bien el licenciado Ostos.
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XIII
,)ANT ANON
EN EL N/OVIMIENTO
DE ACAYUCAiV
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camin al ataque de Coatzacoalcos, poblacin a la que se le haba substituido ese nombre por el de Puerto Mxico, por influencia
de la Compaa Pearson. Estos moviinientos fracasron por la impericIa natural de los promotores y el pnico reinant~ entonces en
el pueblo.
Hilario
C. Salas era delegado
.' ">
;t, de la Junta
Organizadora
del
Partido
Liberal
Mexicano,
a la
que tena al tanto de sus trabajos.
Al ser descubierto
los planes de
dicha J unta en la frontera N arte,
comunic
los comprometidos
que hicieran
desde luego lo que
a su alcance estuviera. Salas, al
recibir la funesta noticia,
no se
arredr;
prestamente y contando
con la mayora
de los miembros
;
de los clubes liberales "Valentn
.
Gmez F aras"
de Coatzacoal; cos y"Vicente
Guerrero"
de
.'
Chinameca.
levant en armas a
;.
los serran~s de' Soteapan.
abarWi;X<.o;;,'.
cando el movimiento
de rebelin
_.
regiones de los tres cantones cirHilario C. Salas
.
cunvecinos:
Acayucan.
l\linatitln y San Andrs T uxtla. Para el efecto. Salas hizo circular la
proclama
respectiva
que recibi de la Junta y que en parte dice:
"Conciudadanos:
En legtima defensa de las I libertades hoHadas, de las derechos conculcados. de la dignidad d~ la patria
pisoteada; en defensa de nuestro honor y de nuestra v'ida amenazados por un Gobierno que considera delito la honradez y ahoga
en sangre los ms legales y pacficos intentos de ema'.,;'.)aciu:
en
cleensa de la Justicia,
ultrajada
de Ula.-Q
sin tregU!. ..
y no depondremos
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,/
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Of.l del Partido Liberal. Somos una fraccin de e$C gran Partido
que ha luchado y luchar hasta vencer por la rede'1cin de la Pa,.
tria, y ob;'amos de acuerdo con nuestros correligionario> del .resto
del pas que, como nostros, se han lev~ntado en esa misma fecha
con!> , la act'lal corrompida
administracin,
que nu tarda en ser
derribada
y que en estos momentos ya tiembla ante el formidable
mov;miento :'evolucionario
que estremece todos los mbitos de la
Repblic:'\ Mexicana".
Salas reuni unos mil hombres, casi todos de la sierra de 50le,"par., en un lugar cercano al pueblo de Ch:,namec'l, del cantn
de o1VIinatitln, armad~s muy deficientement~,
y os dividi en tres
fracciune: para
atacar,
respectivamente,
las plazas ya mencio-'
Hadas,
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A continuacin, el 3 de octubre, se
registr el levantamiento de Ixhuatln,
tambin' del entonces cantn de Minatitln, encabezado por Palemn RiveroIl y Carlos Rosaldo, con ms de
300 hombres, siendo sofocado este
movimiento por soldados federales 'al
mando del teniente Lamberto Herrera, quien al llegar triunfante a la
plaza <;le Ixhuatln, captur a toda
persona pacfica que encontr en su
casa, remitiendo a todos los r.apturados
a Ula, de acuerdo con el atrabilia~io
jefe poltico, Manuel Santibfiez y los
caciques de la regin. Das despus,
"
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y Puebla y no yolvim(>s a
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XIV
SANTIAGO
DE LA HOZ, EXPONENTE
REBEDDIA
DE
En la pltica de Santiago R.
de l~ Vega en el homenaje rendido a la memoria de Juan Sarabia, despus de referirse- a los
movimientos revolucionarios de
antes de 1900, dijo que ninguno
de esos acontecimientos influy
directamente en )a oposicin que
con lineainientos nacionales orga;.
niza Camilo Arriaga contra la
dictadura porfirista en 1899. Record que en e! Congreso Liberal,
verificado en J90 1 en San Luis
Potos. se discute el problema
ag~ario, nombre que textualmente desde entonces se le da. Recuerda tambin que en el programa de!. Partido Liberal Mexicano, expedido por la Junta,
Santiago de la Hoz: todo un Rebelde abiertamente, revolucionaria, de
a los Veinte Aos de Edad
Saint Louis Missorui, en 1906,
estn contendias en embrin las reformas que despus se ven figurar como pre'ceptos de la Constitucin en 1917, articulados bajo
los nmeros 27 y J23.
El general Rubn Carca escribi en "El Universal" una
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.~.
I
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movimiento de 1910.
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tGS. Desde entonces empezamos la lucha contra el rgm~11 del general Porfirio Daz aquellos jvenes reunidos en el hogar de duclo.
de os cuales algunos torcieron la ruta y otros se retiraron de la dura
brega. decepcionados
o abatidos. j Como en un reflejo lejano .ver.c a m la remembranza
evocada dc aquella solemne fecn:l!
Ei desaparecido
saba qt;e una
luci:1a social se po~a descubrir en
el ",ntrevro de aquella poca. Al.
gur:a vez dijo a qu!en esto escribe.
que lo visitaba en su fatdica prisin, que l prevea para un futuro
no muy lejano u!1a revolucin; pero
no una revolucin como las que se
haban registrado anteriormente.
sino una - gran revolucin C)HCs:\cu-'
dira y removera todos los esccm~
bro, y las ruinas morales de la
poca citada;
una gran revolucin
cuyos
eco:,
repercutiran
infinita-
mente y cuyoimp'jlso
vigorose e
Codos F. Ramrez Reyes, organiinwntrastable
se
proyectara
en el
zador de los hijos de los precursores de la Revolucin, e hijo del Continente indo-american.
precursor ClIrlos Ramrez
de la
Hoz previ la lucha cruenta que haba de surgir patos aos despus. y as fue cmo se resolvi. en el estremecimiento de una conviccin profunda.
a ser uno dt~ los precursores de la Revolucin
Mexicana.
Cuando se hace un sinttico balance de la Revolucin, parcce que se vuelve a vivir aquellos tiempQs en que las luchas y su. {rimientos unieron para siempre a los precursores con ,,culos esp~-'
rituales; pudiendo asegurarse por esto que los miembros del Gwpo
que forman, se ven como pertenecientes a una familia moral. Todos
y cada UIIOde ellos. por lo general. a que la integridad e} G.rupo no
sea maculada.
y a honrar la memoria de los que han desaparecido. As el general Juan Jos Ros. ante la iniusticia cometida otor-
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tI
gndose condecoracione.s a falsos veteranos de la Revo~ucin y 01~'idndose a los precursores autnticos, declin con firmeza y dig:.idad las que a l se le dicernieron, alegando, entre otras cosas,
que mientras a sus compaeros del grupo de precursClres n se les
hiciera justicia, prefera, respecto a esas distinciones, que se le tu,iiera tambin en el .olvido. As~ Enrique Flores Magn. ante esa
rmsma injusticia. se dirigi a la Defensa Nacional, pididole que
declarara SI existan o no los precursores de la Revolucin. As el
g~neral Jos Mara Leyva ha defendido a los que ya no pueden
hacerlo por estar muertos. y que han sido calumniados.
La publicacin de estos artcu!os no ha tenido otro objeto que
el de que se haga justicia a los precursores, expresando hech.)s que.
por su propia naturaleza, hacen luz en mistificaciones aparecidas
de vez en cuando, en peridicos, folletos y libros) escritas ror personas que han sido impresionadas con informaciones falsas. No
nos referiremos aqu a quienes deliberadamente han falseado los
hechos para usurpar esfuerzos iegtimos. Tales individllos son sencillamente' despreciables.
Nos hemos esforzado por localizar los procesos de ;03 precursores como una valiosa aportacin para la autntica Historia de
la Revolucin Mexicana que se escriba; pero no :0 hemos conseguido hasta ahora, y no sabemos si podamos conseguirIo," pues
en carta que conservamos del general Juan Jos Ros, f~:hada eD
Puebla el 30 de mayo de 1940. nos dice:
"'En cuanto a los dtm que me pide sobre el paradero del
proceso de ~~svtros en 1906, nada puedo decirle, pues residi en
Veracruz en sus primeros aos y despus en T ehuantepec, si mal
no recuerdo.
"Supe, una vez, por el extinto general Miguel Alemn, que
tratando l de inquirir estos datos por el Istmo, tuvo la noticia de
que los archivos fueron quemados, 3' nada pudo averiguar. pero de
esa fechas para ac. nada he vuelto a saber".
Sentimos, por otra parte, no conservar la correspondenci.~ que
nos cruzamos con los miemhros del mismo Partido. encargados en
las distintas partes de! pas, de organizar el movimiento l~voluci<Jnario de 1906; pues parte de ella la perdimos por los cateos que
.~e nos hicieron en las distintas persecuciones que sufrimos; y parte
.
.'
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,
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9/
Crupo
de precursores
supervivientes.-Sentados
de izquierda
a derecha:
Profesor
T oribio Carda
Z};.
rate, Teodoro Hernndez, ingeniero Camilo Arriaga, seorita Elisa Acua y Rosete, general Jos M.
Leyra.De pie: Carlos Ramrez, Teteniente Coronel Antonio Lpez, general Esteban B. Caldern,
Plcido Ros, Luis Carda,
Jenaro Sulvarn, Adolfo Cstellanos Chzaro.
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}1~P(\"
'JU~rl~,, ,\t
f.'
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L I~
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Precursores de la Revolucin
en cOllvivialidad con los e.e. licenciado Miguel Alemn y
Cortnes, Secretario y Oficial Mayor de la Secretara de Gobernacin, respectivamente, Adolfo
Rl!iz
ante quienes
aqullos abogaron por sus compaeros de luchas que no han recibido los beneficios de la RevolucUn
~"""~.~~..
El Valle Nacional
Novela Histricoloci.1 en la que se exponen
una de"., mas grandes infamias de la
Dictadura Porfiritta
Prximamente
EDITORIAL
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publicar
~(HERMIDA"
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Editoril.ll "HERMIDA"
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