Filtros de Peine
Filtros de Peine
Filtros de Peine
El Filtro de Peine es la principal causa de coloración o modificación del sonido que percibimos
cuando éste sufre reflexiones o cuando se emite desde dos o más altavoces ubicados a diferentes
distancias de nuestra posición.
La adición acústica de dos señales similares pero separadas ligeramente en tiempo produce una
señal combinada que exhibe evidentes efectos de cancelación y refuerzo en bandas de frecuencia
regulares y predecibles. Cuando el resultado de esta interacción acústica es mostrado en la pantalla de
un analizador de espectro de alta resolución, el arreglo resultante de picos y valles tiene la apariencia de
un peine, de ahí su nombre. Sin embargo, la imagen de un peine -con sus dientes espaciados en forma
regular- es poco precisa; para nuestros oídos el espacio entre picos y nulos no se percibe regular en
absoluto.
En cambio, cuando se observa la gráfica en escala logarítmica, la imagen se relaciona mejor con
lo que se escucha: Una serie de amplios picos que se aproximan cada vez más entre sí al aumentar la
frecuencia.
Las causas reales del filtrado de peine se explican en forma exigua en la gran mayoría de los
textos de audio y son generalmente confusas. Para cualquier ingeniero de sonido es familiar el efecto
audible de los filtros de peine, el cual se emplea para generar efectos tales como el “phasing” y el
“flanging”. Aunque puede ser útil en situaciones controladas, el filtrado de peine no deseado puede tener
un efecto devastador cuando aparece en un sistema sonoro. El propósito de este artículo es ayudar a
predecir y reconocer cuándo y dónde ocurrirá el filtrado en aplicaciones prácticas de diseño sonoro. El
familiarizarse con el concepto del Filtro de Peine desarrollará la habilidad de diseñar sistemas sonoros
coherentes y eficientes. El control adecuado de los efectos del filtrado de peine incrementa la efectividad
de un sistema sonoro logrando que los altavoces interactúen adecuadamente, en vez de cancelarse
mutuamente, y reduciendo los efectos de condiciones acústicas desfavorables.
Los filtros de peine pueden generarse en un sistema sonoro de varias formas. Las cuatro causas
más comunes son la reflexión, la interacción entre múltiples altavoces, la interacción entre varios
micrófonos y la suma de la señal directa con la señal captada por un micrófono, ambas provenientes de
la misma fuente (como guitarras o teclados electrónicos). El resultado es el mismo en todos los casos:
Una notoria modificación en forma de peine, tanto en la gráfica de frecuencia como en la de fase del
programa y una reducción en la relación señal/ruido.
Dos factores determinan la magnitud del efecto de filtrado y la forma de la respuesta en
frecuencia resultante. El primero es la relación de niveles entre las dos señales similares (o idénticas)
separadas en el tiempo. La diferencia entre picos y valles de la curva de respuesta se incrementa
conforme ambas señales se aproximan a un mismo nivel. El segundo factor es el tiempo de separación
entre ambas señales. Cuando dicho intervalo es corto solo se afectan las frecuencias altas. Conforme la
diferencia en tiempo crece, se ven afectadas cada vez frecuencias menores.
La fórmula para el cálculo de los filtros de peine es simple. La Frecuencia de Peine (FP) es igual
a 1 dividido entre la diferencia en tiempo expresada en segundos (∆T):
FP = 1 / ∆T
F = FN + nFP (n = 1, 2, 3...)
Las frecuencias nulas o canceladas son múltiplos impares de la primera frecuencia nula.
Como ejemplo consideremos dos señales con una diferencia en tiempo de 1 milisegundo (0.001
seg) entre ellas. A temperatura ambiente, 0.001 segundos es el tiempo que toma el sonido en recorrer
aproximadamente un pie o un tercio de metro. Observe la figura 1: Las frecuencias reforzadas son
múltiplos enteros de la frecuencia de peine, en este caso 1000 Hz. La suma se debe a que la relación de
fase entre las dos señales es un múltiplo entero de un ciclo completo (360º). La cancelación máxima
ocurre en la frecuencia correspondiente a la mitad de la primera frecuencia reforzada y en los puntos
intermedios entre los picos de la curva de frecuencia, esto es 500 Hz, 1500 Hz, 2500 Hz, etc. Este efecto
es debido a la cancelación de fase que ocurre cuando las señales están desfasadas 180º entre sí.
Durante el “filtraje” de peine, cuando la diferencia en fase es justamente de 120º no hay adición o
cancelación alguna. Observe que antes del primer nulo, en el área de los 400 Hz y hacia abajo, se tiene
únicamente acoplamiento en fase, lo cual se escucha como un refuerzo de baja frecuencia.
Fig.1: Filtro de Peine creado combinando dos señales idénticas al mismo nivel pero
con una diferencia de 1 ms. La ventana superior muestra la respuesta en frecuencia
resultante -una serie de angostos valles por cancelación iniciando en 500 Hz (1/2 de
la frecuencia de peine 1000 Hz). La ventana inferior muestra la respuesta en fase
resultante con ciclos de 360º cada 1000 Hz.
FRECUENCIA DE PEINE
La frecuencia donde el efecto de filtro de peine inicia (primera frecuencia nula) depende del
tiempo de diferencia entre las señales. Sin embargo, arriba de esta frecuencia, la forma gráfica de la
repuesta es similar (en forma de peine) aún cuando la primera frecuencia nula sea diferente (al variar la
diferencia en tiempo) y el mismo efecto sonoro se desplaza a través de la banda de audio conforme el
tiempo de retardo cambia. En cualquier caso el nulo formado entre la primera y la segunda frecuencias
pico tiene un ancho de banda de una octava; los primeros dos picos están separados una octava. Los
picos subsiguientes están separados ½, 1/3, ¼ de octava, etc.
Cuando el tiempo de separación entre las señales es mayor, la primera frecuencia nula es menor
y cada nulo subsecuente también se desliza a un valor inferior de frecuencia, con una separación entre
nulos aparentemente decreciente debido a la escala logarítmica. Si el tiempo de separación disminuye a
0.1 milisegundos, los picos y cancelaciones se desplazan a valores mayores de frecuencia y el
incremento de 6 dB debido al acoplamiento en fase por debajo del primer nulo (1/2 de la frecuencia de
peine), cubre una banda más amplia del espectro audible. Cualquier reducción en el tiempo de
separación entre señales disminuye a su vez el efecto de filtrado de peine en la banda inferior de audio
desplazando a un valor superior de frecuencia el primer nulo.
Cuando dos señales de igual fase y nivel se combinan, ocurre una adición máxima de 6 dB. Este
es uno de los pocos aspectos potencialmente positivos de los filtros de peine. Por otra parte, la
cancelación por oposición de fase es extremadamente profunda y angosta en banda. Las amplitudes de
banda de los picos y valles no son simétricas ya que los picos son de banda más ancha que los valles.
Mientras que los picos pueden ser reducidos o controlados aplicando ecualización, los valles son
demasiado profundos y angostos para ser ecualizados. De ahí el adagio común en audio “no es posible
llenar un hoyo”.
Conforme el nivel de ambas señales aumenta su diferencia, los picos y valles se reducen en
magnitud y la posibilidad de aplicar corrección mediante ecualización se favorece. Por ejemplo, cuando
una señal es 6 dB más intensa que la otra, la diferencia entre picos y valles se reduce a +3, -6 dB, lo cual
facilita la aplicación de ecualización correctiva. Una vez agotadas todas las opciones de ajuste del
sistema (re-posicionamiento y re-direccionamiento de altavoces, adición de materiales acústicos
absorbentes, ajuste de retardadores y de niveles), se llega a un mínimo de diferencias en tiempo y un
máximo de diferencias en nivel. La respuesta en frecuencia resultante seguramente podrá ser
compensada con ecualización.
ECUALIZACIÓN
MEDICIÓN
Aunque un cálculo preciso de la diferencia en tiempo entre dos señales idénticas permitirá
obtener el valor de la frecuencia de peine y las frecuencias de cancelación asociadas, la cantidad real de
atenuación resultante dependerá de la relación de amplitudes entre ambas ondas sonoras. La respuesta
en frecuencia típica de micrófonos y altavoces presenta una pérdida de alta frecuencia fuera de su
dirección axial; una situación arquitectural reflejante que produce una onda retardada (tal como una
pared o el piso) tiende a absorber energía en la banda de alta frecuencia. La combinación de una señal
directa con una señal retardada que exhibe atenuación en alta frecuencia resultará en un filtrado más
profundo en la zona de baja frecuencia que en la de alta frecuencia; esto es, la profundidad del filtro de
peine se reducirá conforme la frecuencia se incrementa (ver figuras 2 y 3)
Para minimizar los efectos de filtrado de peine es importante seguir las dos siguientes reglas
básicas:
1) Mantener las diferencias en tiempo al mínimo, lo cual eleva la frecuencia del primer nulo afectando una
porción menor del espectro audible.
2) Diseñar los sistemas de tal modo que un incremento de la diferencia en tiempo corresponda con un
incremento de la diferencia en niveles. Esto reduce la amplitud del rizo en el filtro de peine. Si se puede
lograr un aislamiento razonable en las frecuencias arriba del primer nulo, el rango de frecuencias por
debajo de dicho nulo presentará sólo una útil suma de niveles de presión sonora.