2 Aryan
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2 Aryan
Ao 2014, N 15
Asbed Aryan
Introduccin
El origen del presente trabajo es mltiple: ante todo, est mi inters permanente
de encontrar elementos especficos que enriquezcan nuestra comprensin terico-clnica
de distintas zonas y aspectos de la Pubertad/Adolescencia. A lo largo de los ltimos 2025 aos de experiencia he venido convencindome cada vez ms, que la angustia que
genera la prdida del cuerpo infantil tiene una importancia primordial, porque la observo
como el aspecto ms traumtico de la reactivacin narcisista durante la segunda
elaboracin del C. Edipo. Despus de mi artculo de 1985, ahora dira: junto con
separarse de y duelar el cuerpo infantil, el pber debe soportar el encuentro con un
cuerpo nuevo, dos operaciones que por ser divergentes y concomitantes, hacen que la
experiencia puberal sea extremadamente confusa, siniestra y catica, y presente muchas
dificultades para su abordaje clnico, a la manera de las neurosis actuales.
Por otra parte este trabajo refleja tambin mi preocupacin frecuente
acerca de qu ocurre en los adolescentes que llamamos severamente perturbados. Mi
preocupacin es primordialmente por la psicodinamia de los pacientes as denominados
donde agrupamos cuadros proteiformes con historias adolescentes muy variadas entre
s, en quienes lo nico que se observa como denominador comn es el cambio repentino
de humor y conducta que evoluciona hacia una desorganizacin creciente, habindole
precedido una latencia sin mayores dificultades aparentes. En los antecedentes de estos
cuadros pesquisamos una pubertad sumamente turbulenta y catica y sin embargo
desestimada o desatendida en su momento por el entorno.
Con preocupaciones similares encontr el concepto del breakdown adolescente de
Moises Laufer (1981, 1992). Lo que l subraya es que el breakdown se presenta cuando
el adolescente no soporta hacerse cargo de sus genitales madurados y asumir el cuidado
Este artculo es una reelaboracin y actualizacin de Aportes para una comprensin de la experiencia
puberal, Revista de Psicoanlise de SPPA, Tomo XII, nro1, 2005, Clnica y prctica psicoanaltica para
pberes y adolescentes, Controversias Online, 2008, n2 y Notas para la comprensin de la predisposicin
psictica en la pubertad y adolescencia, Psicoanlisis Rev.de APdeBA, 2007, n2.
asbed22@gmail.com
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sexualmente madurados
como
el
funcionamiento y
caractersticas de los genitales del sexo opuesto, ya que tanto el incesto como el
parricidio se hacen ahora posibles. De manera que se reactualiza la angustia de
castracin, tanto por los deseos preedpicos narcisistas pasivos, como los edpicos
activos.
Luego encontr que algunos autores franceses, especialmente Phillipe Gutton
(1993) tambin le dan mucha importancia a las transformaciones psquicas de la
pubertad, en las llamadas patologas graves de la adolescencia.
En mi clnica observo que en estos jovencitos las defensas neurticas no
resultan suficientes para procesar una estructura edpica, que se observa demasiado
conmovida. Surgen microdelirios hipocondracos y mltiples conductas pregenitales que
generan una intensa ansiedad y provocan una enorme preocupacin en la familia y en su
social. Una marcada tendencia al desborde motriz exponen al jovencito en el colegio o
incluso en la va pblica. Otras veces una inhibicin y pasividad severas lo recluyen en su
habitacin. Desde mi perspectiva, la sospecha de un brote psictico no se justifica.
Hablamos entonces de pacientes severamente perturbados, pacientes limtrofes o
borderline, pacientes con partes neurticas y psicticas. Se habla tambin de la clnica
de lo real o del goce. Distintos intentos de encuadrarlos terica y nosogrficamente.
Todos preocupados por situaciones clnicas similares, tratamos de comprender y ver
cmo abordar estos cuadros, para que se beneficien con la teraputica analtica.
Algo que he observado sin excepcin en todos es algn acontecimiento
puberal con efecto traumtico que luego ha desencadenado distintas historias
adolescentes, que lo han distorsionado y enmascarado. Este acontecimiento que ha
tenido efecto traumtico por no haber podido ser significado, se refiere siempre a algo
nuevo y vinculado a la imagen corporal y a su aptitud y funcionamiento sexual
que se ha mantenido disociado. Aqu lo nuevo se refiere a algo que no est bajo el
dominio de la comprensin por aprs-coup o si el intento de comprensin por aprs-coup
resulta infructuosa, el efecto es ms traumtico an..
cuando
el
jovencito
aun
silencioso
distrado,
desconcentrado,
experimenta la aplastante vivencia de la prdida del cuerpo conocido, sin que todava
haya podido generar nuevas fantasas para el nuevo momento que comenz. En nuestro
apresuramiento, intentamos contrarrestar la ansiedad contratransferencial por tener que
sostener perodos vacos, afanndonos en encontrar los correlatos psicolgicos a los
cambios corporales.
Durante el tratamiento de estos adolescentes muy perturbados, nos interesamos
por
las
fantasas
conscientes
inconscientes
que
pueden
desplegarse
en
la
los
padres
muy
angustiados
y/o
irritados
consultan, es
porque
b.
c.
la consolidacin de la exogamia.
que
la
pubertad/adolescencia
es
un
proceso
absolutamente
temporariamente
con
pseudopensamientos
lo
originario
primario
esta
direccin,
Obviamente,
por
mi
parte
adopto
el
modelo
del
que
tambin
puede
orientarnos
el
concepto
de
espacio/objeto
10
prohibicin del incesto y del parricidio, la pulsin ahora debe encontrar otro objeto. La
posibilidad de consumar el acto sexual hace que el placer que un pber cuando nio
experimentaba en los encuentros corporales con los padres, sea reprimido y estos
encuentros pasen a experimentarse como desagradables, rechazados y/o angustiantes.
Esto da lugar a la aparicin de nuevas defensas para frenar un encuentro sexual
deseado, pero extremadamente temido. Los varones suelen reactivar satisfacciones
anales muy placenteras y erotizadas con otros varones de la misma edad. Las chicas, a
diferencia de los varones, hacen una fuga a fantasas donde se les presenta un
encuentro sexual con personajes que les superan ampliamente en edad (las fans de 1314 aos de dolos musicales), o se precipitan en una iniciacin sexual, como partenaire
de un lder de una pandilla de varones, para lograr resistirse a una atraccin regresiva
hacia la madre arcaica.
La prdida del placer en los encuentros corporales tal como se daban con los
padres generan un vaco, una prdida que no siempre puede transformarse en una
forma de satisfaccin libidinal elaborativa, regresivas o no, como las anales que recin
cit. En los casos donde prima el vaco, es frecuente que aparezca algn tipo de acting
11
restituya
sustituya
estos
encuentros
corporales
perdidos:
traumatofilia,
cuerpo
(nuevos
pictogramas),
impulsan
al
pber
primero
hacia
nuevas
un
funcionamiento
que
es
de
rgano
que
ilustra
el
mutuo
un
chico
distrado,
disperso
inhibido
hiperquintico,
comienzan
los
desencuentros consigo mismo y con los dems y a desencadenarse los actings. El mayor
riesgo es la necesidad de depender de un objeto ideal y el requerimiento de su
proximidad, porque esta necesidad pasivizar y limitar la actividad psquica, impidiendo
en forma creciente la fantasmatizacin del vaco, principal motivo de los actings. No se
har espacio para que aparezca el adolescente soador con sus sueos.
*
***
14
Teora de la prctica
Como origen porque la modificacin corporal y su vivenciar perceptivo son esenciales para el
vivenciar del afecto. Como prototipo porque hay una primera realizacin concreta de la experiencia de
un cuerpo dentro de otro cuerpo, el pecho dentro de la boca que ser la primera realizacin concreta de
lo que funcionar ms tarde como modelo abstracto de la escena primaria.
15
Para el estudio detallado de las tres distorsiones de la semitica remitimos al lector a la obra de Liberman.
Expondremos aqu nociones bsicas. En los pacientes que padecen de distorsiones sintcticas est conservado
el lenguaje articulado pero construyen frases con detrimento del ritmo, la intensidad, la modulacin y prescinden
del criterio de significacin. En cambio, cuando la emocin invade, altera el sistema de valores e ideales
provocando distorsiones semnticas; aqu se observa que los diversos elementos que componen la masa fnica
del habla (elementos verbales y paraverbales) adquieren primaca sobre el lenguaje articulado: chasquidos,
suspiros, expresiones onomatopyicas que pretenden expresar ms significacin que el lenguaje articulado, y en
cambio, producen sobreentendidos y malos entendidos. Por ltimo, estn las distorsiones pragmticas que
surgen porque el sujeto va modificando sus expresiones a medida que se va escuchando y viendo qu efecto
produce
sobre el oyente, de modo que nunca logra hablar de s mismo.
7
Las consideraciones de la prctica clnica las presentamos en otro artculo.
16
de
los
pensamientos
del
hijo
es
tan
importante
como
el
18
La prctica
Desde la ptica psicoanaltica se puede considerar que el estado mental del pber
es de confusin de las categoras tmporo-espaciales que no le permite organizar el
posicionamiento de s mismo y del otro. Para estudiar la estructuracin definitiva del
aparato mental (y de las diversas perturbaciones psquicas), resulta crucial profundizar
en el estudio de la imbricacin entre la relacin narcisista de objeto, didica, y la
situacin triangular planteada por el complejo de Edipo. Este enfoque para abordar la
clnica condice tambin con el objetivo teraputico psicoanaltico que es causal y no
descriptivo-fenomenolgico de sntomas o por su ordenamiento en sndromes.
Es frecuente que cuando los pberes presentan determinados trastornos y
sntomas que alarman a los padres, se nieguen a consultar. Los padres consultan a
veces de comn acuerdo, otras no tanto, o en franco desacuerdo entre s; en general
son padres con algn conflicto que favorece y sobrecarga las inhibiciones o actings del
hijo.
Durante muchos aos7 indicbamos cuatro sesiones al pber y abstinencia a los
padres, salvo alguna entrevista informativa al principio. Cremos aplicar el mtodo
psicoanaltico, correcto y aprobado. Inadvertidamente descuidamos la recomendacin de
M. Klein arriba citado. Es ms, aquellos que no se ajustaban a este encuadre (de
adultos), los considerbamos de pronstico reservado.
5
19
vaco
que
sus
cambios
puberales
ocasionaron,
son
sumamente
Ver Clinica de adolescentes, de A. Aryan y C. Moguillansky, cap.14, pg.303, Editorial Teseo, Buenos Aires
20
transferencia,
repeticin
resistencia
respetaban
esos
dos
espacios
12
Bion, W. Atencin e interpretacin (1970), captulos 3, 4, 5, 6, 7, 12. Paids, Buenos Aires, 1974. Cogitations
(1992), Cogitaciones, pg.318, 339. Valencia: Promolibro 1996
13
Bion, W. Rverie materna en Aprendiendo de la experiencia, captulo XII n 9, 10, 11 y nota n5, pginas
58 y 59, Buenos Aires, Paids, 1967
14
Meltzer, D: El proceso psicoanaltico, cap.VIII, Buenos Aires, Horm 1968
15
Winnicott, D.W: Objetos y fenmenos transicionales(1951), en Escritos de Pediatra y Psicoanlisis,
cap.18, Barcelona Laia, 1979 y tambin Buenos Aires, Paids 1999
22
Ante todo pienso que el trabajo del encuentro analtico debe tener como teln de
fondo tanto para el pber como para el analista, la diferencia irreductible que encontrar
cada uno entre la fantasa que tiene del otro y lo que el encuentro mismo les produce.
Obviamente el lugar de analista le impone al analista la funcin de contener esta
diferencia, es decir una vez que el analista sale de la sorpresa que puede vivir en un
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como
psquicos,
necesitando
de
la
confirmacin
apuntalamiento
16
Vivencias fantasmagricas: experiencias con muy bajo nivel de estructuracin donde predominan los
contenidos originarios (pictogramas) en medio de elementos inhibidos y desorganizados de los otros dos
espacios-funciones postulados por P. Aulagnier.
26
17
posible
las
primeras
representaciones
de
cosas
corporales,
las
28
p. 28,). La
situacin analtica propone una escena que aunque pueda contener y desplegar la
fantasa inconsciente, tiene la condicin de no haberse dado antes. La transferencia o
mejor, lo transferido, est contenido en el vnculo con el analista, es uno de los
componentes de ese vnculo. Otro de los componentes del vnculo es el sector que
podramos llamar libre de pasado transferido, oportunidad virgen del presente en la
que se dar algo nuevo, no del todo previsible. Esta oportunidad que posibilitar una
nueva experiencia, como toda experiencia puede ser o no ser significativa para los
sujetos intervinientes, para el analizando y el analista. De modo que la diferencia de
valor dado por cada uno, instituir tambin nuevos contenidos inconscientes. Se puede
pensar as lo originario no slo en lo infantil, sino encontrar orgenes tambin en cada
situacin significativa para el sujeto, que puede instituir inconsciente.
Creo que esto tambin puede ser considerado como instalar contratransferencia y
contribuir
al
desarrollo
de
la
transferencia.
Hasta
ahora
hemos
llamado
19
No est de ms aclarar que no pienso el concepto encuadre slo desde el punto de vista de la cantidad de
sesiones por semana.
29
BIBLIOGRAFA
30
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31