Susanne M. Beck - Redención

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Redencin

Serie ngel & Ice #1

(Sword'n'Quill)
Susanne Beck
ndice

Sinopsis
Crditos
Captulo 1
Captulo 2
Captulo 3
Captulo 4
Captulo 5
Captulo 6
Captulo 7
Captulo 8
Captulo 9
Captulo 10
Captulo 11
Captulo12
Captulo13
Captulo14
Captulo15
Captulo16
Captulo17
Captulo18
Eplogo
Nota de la autora
Biografa de la autora
Libros de la Serie
Sinopsis

D
esde una crcel de mujeres en la poca actual conocida como el
Pantano, ngel cumple condena por asesinato y nos cuenta su historia,
que sigue el drama cotidiano de la vida en un entorno donde la
violencia es el estado predominante del da, la lucha por la supervivencia
consume la mayor parte de las horas, y la desesperacin cala en el alma.

Brillante, amable y decidida a no ceder a la desesperacin, ngel se hace un


lugar dentro de la prisin, sobreviviendo a unos primeros encuentros con las
reclusas ms violentas y se convierte en una reclusa respetada y conocida por
sus habilidades en la adquisicin de cosas para las presas. Es una habilidad que
atraer la atencin de la infame delincuente Morgan Steele, cuando la
legendaria presa ms conocida como Ice vuelve a la crcel.

Ambas sentirn una conexin que no podrn explicar y no dejar de crecer con
el tiempo, y las har ms fuertes y vulnerables que nunca en su camino a la
redencin.
Crditos

Traducido por Xirant, mom1977 y Dardar


Corregido por Dardar
Diseo de documento y portada por Dardar
Editado por Xenite4Ever 2015

Agradecimientos especiales a la autora por escribir este maravilloso libro y


dejarnos traducirlo al espaol.

Dedico la traduccin de este libro a mi ngel particular,


ya que por ti se ha traducido.

Descargos: Los personajes de esta novela son de mi propia creacin. Esta


es una historia Uber. Algunos pueden tener un parecido a esos personajes
que conocemos y amamos y que pertenecen a PacRen y Universal
Studios.

Violencia y lenguaje obsceno: Sip, ambos. Y bastante de cada uno, para


ser sincera. Esto tiene lugar en una prisin, y donde hay delincuentes,
habr violencia y malas palabras.

Subtexto: Sip, hay eso tambin. Este relato est de acuerdo con el amor
y la expresin fsica de ese amor, entre dos mujeres adultas. Hay algunas
escenas grficas localizadas dentro de esta obra, pero he intentado
hacerlas tan de buen gusto como me fue posible para evitar no herir las
sensibilidades de nadie. Dejadme saber si he tenido xito.
Captulo 1

M
i nombre es ngel, y por aqu, soy conocida como la mujer que
puede conseguir lo que necesites. Aqu, en realidad, es el
Correccional de Mujeres de Rainwater, ms generalmente
conocido como el Pantano porque est rodeada de un bosque seco de
cedros y por un pantano de arndanos. Eso probablemente es ms de lo
que necesitas saber, pero me promet, cuando empec a escribir esto,
que dara lo mejor de m para no omitir nada y ahora sabes el nombre de
nuestra pequea comunidad.

Como puedes haber supuesto, mi nombre realmente no es ngel, pero


voy a salvarnos a ambos de un puado de dolor en el corazn y
simplemente me apegar al nombre con el que soy conocida por aqu.
Los nombres son muy importantes en el Pantano. Conseguir uno significa
que has tenido xito dominando algn rito de pasaje metafsico en el
cual realmente no se conocen las reglas y jugadores despus de que has
tenido xito. Un da te estn llamando por tu nombre real y pegndote a
cada oportunidad; al siguiente, obtienes alguna clase de estatus y el
abuso parece disminuir. O nunca se detiene del todo, a menos que
realmente tengas suerte o seas muy, muy fuerte, pero por lo menos
puedes cerrar los ojos por la noche bastante segura de que tu cuerpo
estar ms o menos en la misma forma que antes de que te fueras a
dormir. Y creme, en un lugar as, eso es muy importante.

Dicen que me dieron el nombre ngel debido a mis miradas inocentes.


Y, mirndome en el espejo, supongo que eso es bastante cierto, aunque
puedo decirte que la cara que me mira no es la misma que entr hace
cinco largos aos en este lugar. Entonces, mi pelo era muy largo y ms
rojo que rubio. Mi rostro era terso y mi figura, lo que podran describir,
supongo, como joven y torpe. Ahora mi pelo es corto y rubio, mi cara
tiene lneas agregadas por el sol y las preocupaciones tanto ms que por
el simple envejecimiento, y mi cuerpo tiene msculos que haran, incluso,
a un instructor de aerbic ponerse celoso.

Mi tiempo aqu me ha cambiado ciertamente, y no todo para bien. Pero


me gustara pensar que por lo menos he podido retener algo de esa
inocencia juvenil que entr en este lugar conmigo. Y creme cuando
digo que eso es muy difcil de conservar aqu. He visto a mujeres buenas
convertirse en asesinas sin corazn en el Pantano. He visto a mujeres
fuertes acabar con sus propias vidas con un cinturn. Por la gracia de
Dios, imagino.

Supongo que si voy a ser totalmente honesta, podra decirte en primer


lugar por qu me encerraron. En 1978 me declar culpable de asesinato.
De mi marido, para ser precisa. Claro, la mayora de las mujeres en el
Pantano te dirn que estn aqu siendo inocentes. Yo no soy ninguna de
ellas. Yo s mat a mi marido. Oh, eso no es lo que quise decir, pero como
dicen, el muerto est muerto.

Mi historia es bastante parecida a la de cualquier otra. Simplemente una


muchacha de pueblo pequeo, bsicamente desesperada por
escaparse, agarrndome a lo primero que me sacase de all. Mi boleto
pas por mi novio de secundaria; un dulce, aunque bastante embotado,
muchacho que pas de camino a un trabajo en alguna fundicin de
acero o algo parecido en Pittsburgh. l quera compaa y yo irme, as
que escapamos, encontramos al primer Juez de paz que nos casara sin
permiso de nuestros padres, e instalamos nuestro hogar en un suburbio de
Pittsburgh. Si ignoras los escuadrones de cucarachas que compartieron
nuestro apartamento con nosotros, vecinos ruidosos y tiroteos a mitad de
la noche, nuestros primeros seis meses jugando a las casitas juntos, como
una pareja de adultos de buena fe, fueron bastante sencillos. Consegu
un trabajo como secretaria y otro para los fines de semana en un
almacn local mientras mi marido trabajaba por las noches en un molino.
No conseguimos vernos demasiado, pero en el momento, me consolaba
simplemente con haber conseguido salir de la sombra opresiva de la vida
del pueblucho, as que no tena tiempo para estar sola.

Entonces Peter, mi marido, empez a llegar ms tarde y despus cambi.


Dijo que estaba trabajando horas extras para que pudiramos comprar
cosas mejores, y yo le cre. A partir de ah, das enteros pasaron sin tener
noticias de l y empec a sospechar que las cosas no iban de la manera
en que deban. Entonces l vena a casa con esas borracheras que olan
a sexo y licor barato y comprend que haba cometido un error muy
grande. Pero como muchas mujeres jvenes, y quiz eres una de ellas, yo
estaba demasiado avergonzada para pedir ayuda a mi gente. Adems,
siempre he sido de fuertes y optimistas convicciones. Pens que podra
cambiarlo. Claro, estaba equivocada.
Lo que yo llamaba intentar cambiar los hbitos de mi marido para mejor,
Peter lo llamaba la bronca. l vena borracho a casa, yo comenzaba a
regaarlo, y las peleas empezaban. No eran tan malas al principio.
Principalmente gritos. Entonces l termin volvindose un hombre
habilidoso con sus puos y yo demostraba mis habilidades histrinicas
incipientes, explicando cmo poda golpearme en la cara con una
puerta de armario en el mismo lugar exacto tres semanas seguidas.

Claro, ya s que hay muchos de vosotros ah, simplemente sacudiendo


las cabezas y preguntndoos por qu no slo me levant y dej al
bastardo. Yo me he hecho esa misma pregunta ms veces de las que
puedo recordar desde que llegu a este lugar. Todo lo que puedo decir,
es que no tengo ninguna buena respuesta. Yo era joven e ingenua y
estaba asustada. Pero sobretodo, estaba intentando agarrarme a
cualquier cosa que no me hiciera pensar que estaba tirando mi vida por
el retrete.

Una tarde, Peter vino casa apestando a prostituta barata y exigiendo sus
derechos de esposo. Cuando me negu, me arroj a la cama y
comenz a hacer jirones mi ropa. Estall. Yo haba tomado la costumbre
de dormir con un bate de bisbol al lado de mi cama, en un sentido de
proteccin contra intrusos. Nunca pens que necesitara usarlo contra mi
propio marido. Pero lo hice. Dios sabe que no quise matarlo, slo aturdirlo
bastante tiempo como para escaparme. Pero cuando esa madera entr
en contacto con mi mano, bien... Yo realmente no puedo explicarlo. Era
como si supiera manejarlo como un arma y exactamente, eso hice.
Todava puedo recordar el sonido cuando choc en su crneo. An me
pone fsicamente enferma el recordarlo. l se puso flcido y lo empuj
fuera de m. Estaba muerto antes de que tocara el suelo. Por lo menos
eso es lo que el juez dijo en el juicio, y yo no tengo ninguna razn para no
creerlo.

Decir que estaba completamente devastada despus de lo ocurrido,


sera ponerlo de manera muy sencilla. Sin embargo, en el momento, todo
pareca tan surreal, como una pelcula de clase B muy mala. Estaba en
la encrucijada de mi vida; un lugar dnde tendra que tomar la decisin
ms importante a la que jams me haba enfrentado. Deba correr?
Nosotros vivamos en un barrio muy malo. Existan posibles soluciones, la
polica podra haber credo que era un robo simple que haba dado un
giro inesperado. O deba quedarme y encarar el hecho de que haba
tomado una vida humana?

La madurez es una cosa cmica. Uno nunca sabe cmo va a entrar en


su vida. La mayora de las personas apenas avanza ganando la madurez
gota a gota mientras envejecen. No saben que han madurado
totalmente hasta que se encuentren haciendo el mismo comentario a
otro que sus padres les hicieron a ellos. Es un momento terrorfico. Para m,
la madurez camin apenas detrs de m y me taladr en el hombro. En
un momento, yo era una muchacha joven sollozando que haba tenido
que matar a mi marido en defensa propia. Al siguiente, ya era una adulta
hecha y derecha, con un telfono en mi mano, lista para asumir la
completa responsabilidad por mis acciones. La madurez no siempre es
todo lo que debera ser, sin embargo. No viene con un manual de
instrucciones, y creme, debera hacerlo. Cuando la polica vino a mi
casa, yo hice la peor cosa que podra hacer alguna vez. Confes.

Ahora recuerda que yo crec en un pueblo pequeo donde el peor


crimen que nosotros omos en la vida vino de la Seora Simpson que
consigui otra multa por conducir en el lado contrario de la carretera. Yo
fui criada para creer que la polica era tu amiga y uno siempre deba ser
honesta con ellos. As que eso es lo que hice.

Me vi esposada en la parte de atrs de un automvil de la escuadra


antes de que la idiotez de mis acciones floreciese totalmente en mi
cerebro. Aun as, continu con ese optimismo ingenuo por el que soy bien
conocida aqu, en un lugar como ste, tan cercano al infierno como
jams esper encontrarme. Quiero decir, la evidencia estaba clara, al
menos desde mi punto de vista. Mi ropa estaba hecha jirones y tena
golpes y moretones tanto viejos como nuevos, decorando mi cuerpo, con
lo que yo crea, un mudo testimonio del maltrato ebrio de Peter. No poda
permitirme el lujo de un abogado, y tambin estaba demasiado
mortificada como para llamar a mis padres, as que la Corte me asign
uno. Era un tipo ms bien viejo que siempre luca una incipiente y
poblada barba matutina, no importaba cun temprano por la maana
viniese a verme. Sus trajes eran chillones, sus camisas siempre
manchadas, y apestaba a esas pastillas rojas que la gente consuma para
disfrazar el olor a whisky y cigarros. Tena un lunar grande en su lbulo
derecho y siempre que me escuchaba hablar, constantemente lo
frotaba, como intentando, por la pura friccin, alejarlo. Pero sin embargo,
tena fe en l y su brillante portafolio y le dije todo lo que pude sobre el
infierno viviente que mi vida se haba vuelto en los ltimos seis meses. l
siempre pareca distrado, como si escuchase un sonido que slo l poda
or. Mientras yo le explicaba las circunstancias, l garabateaba las cosas
en su gran bloc amarillo, usando un lpiz mecnico cuya punta
invariablemente rompa durante las partes ms importantes de mi
declaracin. Nos pasaramos el tiempo restante buscando otro.
Consigui ser una pena tal que incluso las guardias de la crcel del
Condado dnde yo me alojaba mientras el juicio estaba pendiente,
apenas pudieron ocultar sus miradas de simpata cuando le traan otro
bolgrafo.

Los das entre mi arresto y el juicio se prolongaron interminablemente.


Aparte de hablar con mi abogado, todo lo que poda hacer sentada en
mi diminuta celda y en mi diminuto espacio era intentar descifrar los
grafittis de las personas que haban sido alojadas aqu antes de m. Las
escrituras de la crcel van de lo profundo a lo sublime y si llega el da en
que pueda salir de aqu, caminando como una mujer libre, espero escribir
una tesis sobre ellos.

No entrar en los detalles del juicio. Basta con decir que estoy escribiendo
desde los vestbulos benditos del Pantano, el veredicto realmente no fue
cuanto yo haba esperado. Mi cuerpo machacado y ropa destrozada
que yo haba asumido demostraran mi caso, fue manifestado como las
marcas del forcejeo de un hombre valiente contra la rabia de una esposa
celosa y mortal, en cambio. Mi splica de defensa propia se desmenuz
ante mis ojos y antes de darme cuenta, era una criminal, declarada
culpable y con una condena por homicidio en segundo grado.

La parte de catlica y cristiana de m dio la bienvenida al veredicto y la


condena subsiguiente, siete aos de vida, como una penitencia
justificada por mis pecados. El resto de m creci rojo con la rabia. Y
creme cuando te lo digo, el color de la rabia es rojo. Todo luminoso y
brillante, como sangre recientemente derramada, e imposible pensar en
el pasado una vez que te atrapa con su agarre hambriento.

Si rojo es el color de los enfurecidos, el color de la desesperanza es verde.


El verde industrial, de la pintura barata que adorna el interior de mi ms
nueva casa, el Correccional de Mujeres de Rainwater. Es el color de la
esperanza perdida y los sueos estrellados. Es el color monocromtico y
chato de la prdida de la inocencia.
En los cinco aos desde que entr por primera vez por las puertas
abolladas de acero, ese color se ha vuelto ms en una bendicin que
una maldicin, pero cuando pos por primera vez los ojos en l,
experiment la extraa sensacin de una gran ola ocenica, verde,
sedimentosa y violenta, elevndose sobre m y llevndome abajo con ella
a descansar, rota, al fondo de su casa ocenica. Era un tipo extrao de
sensacin, casi familiar, como si me hubiese pasado antes, en alguna
desconocida vida pasada.

Claro, normalmente no soy el tipo de persona que cree en el karma, vidas


pasadas o proyeccin astral, pero si puedo utilizar alguna de estas ideas
de lo ms profundo de mi subconsciente para encontrar consuelo estoy
dispuesta a utilizarlas. Ese sentimiento me mantuvo sensata aquellos
primeros meses de mi nuevo encarcelamiento.

* * *

Cuando miro hacia atrs, a las cuatro pginas que he logrado escribir
entre los sonidos metlicos de choques y gritos de una noche de crcel
hmeda, comprendo que me he marchado en una tangente increble.
Esta historia no ha querido centrarse en m, no realmente. Pero, ya que
soy una gran parte de esta narrativa, siendo la que lo escribe por as decir,
continuar de esta manera con la esperanza de que no lo encontris
muy infructuoso y en extremo aburrido.

Como dije antes de desviarme hacia este lateral un poco extenso, soy
conocida aqu como la persona que puede conseguir cosas. Claro, s
que eso me hace parecer como si fuese una chica importante en el
campus y, de hecho, me da una afortunada influencia con los guardias
y prisioneras por igual, pero principalmente, significa que muchas de mis
compaeras, algunas realmente importantes a quienes les gustara, por
otra parte, ver de qu formas interesantes pueden torcer mi nariz, en
cambio vienen a m con el ms diminuto fragmento de respeto que brilla
en sus ojos. Claro, a pesar de la depravacin de mi crimen, soy todava
en el fondo una Seorita de un pueblucho de Amrica. Lo que significa,
en castellano, es que slo yo consigo lo que otros no podran conseguir
por sus propios medios, y eso de una manera totalmente legal.
As, si no traen tu marca de cigarros, o si ests queriendo negociar una
visita conyugal con tu hombre, o cualquiera de otras cientos de cosas
pequeas, yo soy la persona que vienes a ver. Porque realmente no
tengo mucha necesidad de cobrar altos intereses, slo marco el precio
ligeramente sobre el costo. Una muchacha debe ganarse la vida de
algn modo, y para m esto es tan bueno como cualquier otra cosa. He
podido desarrollar una buena relacin con los guardias, y las prisioneras
que normalmente se divierten pillando a una mujer como yo, me dejan
en paz. As que funciona bastante bien para m, como puedes suponer.

Supongo que para mantener esta narrativa completa, debo desandar


un poco, una vez ms, y hablar un poco sobre la estructura jerrquica de
esta prisin estatal en particular. En los ocho aos que he estado aqu, he
visto a dos Alcaides llegar a la oficina. El primero, una mujer con el
nombre de Antonia Davis: era el sueo de cada escritor, si l o ella
estuvieran intentando pensar en un estereotipo del Alcaide para un
revival de una de esas horribles mujeres de prisin de las pelculas de los
aos cincuenta. Su pelo rubio siempre se mantena en el ms severo de
los recogidos y sus labios siempre se cubran pesadamente con un color
rojo tan comn como para calentar motores y seoras. Llevaba su
uniforme por lo menos dos tallas ms pequeo, como para mostrarnos el
tamao de, cmo calificarlo, sus recursos, y que ella era la mandams.
Tambin era conocida por tener un apetito voraz, tendiente hacia
jvenes nbiles y rubias, frescas de las calles. Como un miembro de ese
gnero en particular, siempre consider una especie de milagro el no
haber cado bajo su escrutinio. En este caso, me consider bendecida,
ya que sus conquistas nunca acababan bien una vez que se cansaba de
ellas. Antonia era la querida de las bandas de la prisin, un asunto en el
que profundizar con ms detalle ms adelante. Ella devolva sus favores
con pasin y ellas, con la suya. Baste decir, por ahora, que cuando
Antonia super su ltima convicta del da, echara las sobras a sus
animales domsticos de la prisin. Lo que qued despus de que ellas
hubieron terminado no fue bonito. Su cada sobrevino cuando le permiti
a sus hormonas gobernar su mente y escogi a la prisionera equivocada
para amar y dejar.

Podrs recordar, si has estado por los alrededores lo suficiente, la historia


de Missy Gaelen, la hija de un Senador del Estado que fue pillada
comprando la droga equivocada al proveedor equivocado en una
enorme redada policial. Ni todo el dinero y prestigio del Senador,
pudieron salvar a su hija de la trampa en la que ella misma se haba
metido, aunque l logr conseguir reducir su sentencia de cinco a diez
aos a una condena de dos aos ms uno de servicio comunitario. Nada,
sin embargo, podra prevenirla de caer en el Pantano, y por consiguiente
caer bajo la mirada apreciativa y rapaz de Antonia Davis. Esta Missy era
una belleza, no hay ninguna duda. Alta y delgada, tena un impactante
pelo rubio que daba volteretas en olas gloriosas bajo sus profundos ojos
verdes que parecan fundirte mientras miraban en las profundidades de
tu alma. Ella tambin cay en las drogas que consumieron su existencia
de manera tal que su belleza palideci comparada con su necesidad
voraz.

La Alcaidesa Davis enganch sus garras en Missy realmente deprisa,


descubriendo el camino ms rpido al corazn de la bella joven: las
drogas comerciales a cambio de los favores sexuales. A dos meses ya, la
relacin haba durado mucho ms que las conquistas anteriores de
Antonia, pero al fin, ella encontr a su concubina esperando y la ech
en el tanque con sus queridas tiburones, atrevindose stas a hacerle lo
peor. No fueron las palizas repetidas y el sexo spero. Ms bien, era la
prdida abrupta de sus drogas lo que costaron su vida. Su cabeza las
haba extraado ms de la cuenta una noche, y por la maana siguiente,
encontraron en el cuarto de lavado, su fro y blanco cadver como las
sbanas que ella haba envuelto a su alrededor en una pesadilla
alucingena por la suspensin de droga. La causa de muerte fue
descubierta fcilmente y la Alcaidesa Antonia Davis, contaminadora de
la inocente, e igual de culpable, se fue en una llama de gloria;
encontraron en su escritorio su revlver de servicio, algo que ella am usar
en sus juegos de poder sexual, agarrado a un fro puo muerto. Como
pago por no usar su considerable influencia cerrando en un abrir y cerrar
de ojos el penal entero, al Senador Gaelen se le permiti escoger al
prximo Alcaide. Y l escogi, trayendo a un hombre que tena tanta
experiencia en la administracin de un sistema de prisin como yo en la
cra de pollos. Es decir; ninguna. Lo que s tena, este hombre con el
nombre de William Wesley Morrison, es que era el Pastor de la iglesia de
Pentecosts ms grande en Pittsburgh y su contorno circundante.

William Morrison es un hombre que lleva su religin, como una insignia de


oficina, en su manga. Tambin es el hombre que, a travs de sus regalos
de oracin, pudo conseguirle al Senador, encima de esa joroba del
examen final y en la Casa del Estado, unos cuantos votos extra. Morrison
siempre haba expresado un deseo ferviente de atender a un grupo de
las prisioneras ateas y, como patrocinio es lo que sobra en este pas, su
espalda fue sobada bastante bien por el Senador de Pittsburgh como
pago por los servicios prestados.

La nueva escoba barri a travs del Pantano con pasin. Desaparecieron


todo tipo de adornos personales que individualizaran a las reclusas. Los
monos anaranjados luminosos, diseados para destacar del resto de
sociedad como la proverbial Letra Escarlata, se volvieron el nuevo
uniforme de las condenadas. Las celdas fueron revueltas, los artculos
personales quitados y reemplazados con crucifijos y biblias. Un cuadro de
los Diez Mandamientos se coloc en todos y cada una de las celdas de
la prisin, como para asegurarse de que supisemos exactamente cules
eran las reglas que estbamos rompiendo. Se confiscaron cosmticos,
joyera, radios y televisiones. Las horas de comer fueron precedidas por
oraciones y los domingos, el culto de la capilla era obligatorio sin importar
en cual Dios creyeses o dejases de creer.

l no es una blanca azucena, a pesar de ser el ms cuidadoso en cuanto


a apariencias. William Morrison, casi inmediatamente despus de
instalarse en su alta oficina, hundi sus dedos en muchos de los pasteles
de la prisin y, si los rumores de la prisin son ciertos, se hizo un hombre
muy rico. Codiciar los bienes de tu prjimo al parecer no es un
mandamiento que Morrison necesitase seguir, y si la red de la prisin daba
cualquier indicacin de ello, pronto estar teniendo un rudo despertar.
Esto tambin se profundizar despus en esta historia, y con mucha
satisfaccin, podra agregar.

El Alcaide, los guardias y las diferentes prisioneras que llegan, hacen que
nuestro grupo sea bastante extraordinario. La guardia en jefe es una
mujer con el nombre de Sandra Pierce y a los ojos de las prisioneras, ella
es una merced divina. Alta y ancha de cuerpo, con brazos que un
culturista envidiara, su sola presencia fsica es bastante para intimidar a
todos, al menos a la mayora de las reclusas ms depravadas. Debajo de
todo eso, sin embargo, lleva un corazn que es compasivo, afectuoso y
considerado. Sus ojos avellana siempre estn centelleando, como
rindose de un chiste que slo ella conoce. Sus compaeros guardias
siguen bien su ejemplo, ya sea riesgo de expulsin o lo que sea. Pero, por
reducciones en el sistema de la prisin, que es lo que ellos son, no hay
bastantes personas que estn deseosas de simplemente arriesgarse al
peligro diario por la magra paga que ofrecen.
Y entonces, cuando todo se ha dicho y hecho, son las prisioneras quienes
gobiernan la percha.
Los grupos en la prisin son una realidad de la vida cotidiana de las
penitenciaras de todo el mundo, y el Pantano no es ninguna excepcin.
Los grupos estn separados en su mayora por razas, con las afro-
americanas en la cima por ser las ms numerosas, seguidas
estrechamente por las blancas, y la cuarta cima formada por el grupo
ms reducido, las hispanas y asiticas. Contrariamente a la creencia
popular, no todas las prisioneras son miembros de bandas. El tercer grupo,
que es el que domina por importancia y no por el nmero de sus
miembros, est formado por depredadoras, violadoras y cosas por el
estilo. La mayora del resto de personas son simpatizantes de los miembros
de las bandas y se les incluye en este grupo para que no queden
colgados y tengan algn tipo de estatus. El ltimo escaln est formado
por victimas. Con esto, me refiero a mujeres jvenes que no han sido
capaces, por la razn que fuese, de encontrar un nicho en la sociedad
de la prisin y quienes ruegan diariamente a las dems prisioneras que las
dejen en paz. Muchas de estas mujeres buscan proteccin en las bandas
contra este abuso sistmico en el que estn envueltas, sin darse cuenta
de que sus protectoras resultan a menudo ser peor que sus pesadillas.
Estas mujeres de ojos hundidos, bastante similares a las vctimas de los
campos de concentracin de la Segunda Guerra Mundial, vagan a
travs de la vida de la prisin, meramente viviendo el da a da, sujetas a
las depravaciones ms bajas, mientras las que llaman sus protectoras
observan los ataques permitiendo que se realicen.

Joven, inocente, ingenua y al borde de una total depresin suicida, yo


estaba destinada a volverme una de esas mujeres. Slo un encuentro
oportuno con una mujer extraordinaria me salv de mi destino. Aunque
hace cinco aos que sucedi, recuerdo los hechos como si la escena
hubiese transcurrido esta misma maana. Yo estaba corriendo. Corriendo
como si mi vida dependiera ello, lo que en cierto modo, supongo que as
era. Los restos de mi bandeja del desayuno estaban empapando mi ropa
de algodn y mis pulmones se movan trabajosamente por la necesidad
de tomar aliento. Siempre haba sido rpida, pero la banda de tipas
pesadas de mis tres perseguidoras me deca que no podra seguir
buscando un escape por mucho tiempo.

Vamos a atraparte, perra!

Aqu, pescadito, pescadito, pescadito.


Los gritos de burla se hicieron eco en los pasillos desiertos, hacindome
querer explotar mis tmpanos slo para detener las vibraciones que
martilleaban mi cerebro aterrado. Mis ojos temblorosos espiaron un suave
haz de luz proveniente de una puerta justo adelante e hice de ella mi
almenara, mientras corra hacia all como alma que lleva el diablo. La
puerta estaba finalmente a la vista y yo me zambull a travs de ella,
mientras tropezaba con un asa de la fregona y me deslizaba en mis
rodillas por el suelo pulido, an abriendo la boca para poder controlar la
respiracin.

Por favor solloc a la figura gris sentada detrs del escritorio, tiene
que ayudarme. Van a matarme.

La mujer elev sus ojos de la lectura y despleg una sonrisa amistosa.

Cul es el problema, nia? Parece como si hubieses visto un fantasma.

Ellas van a matarme. Por favor, tiene que ayudarme. Por favor, se lo
pido. Har lo que sea...

Los sonidos de pasos corriendo y forzadas respiraciones se acercaban,


entonces se detuvieron justo en la puerta de mi santuario. La ms grande
de mis perseguidoras, una mujer llamada con el incongruente nombre
de Mouse, pas travs de la puerta, mientras se adelantaba hacia m con
una mueca rapaz.

Te atrap, pescadito.

La mujer de pelo gris se levant despacio de su escritorio, toda evidencia


de su sonrisa se borr de sus mejillas redondeadas.

Sal de aqu, Mouse. Tus amigas tambin, o averiguars lo que es ser la


presa y no la cazadora.

La mueca se cay de la cara de Mouse. Casi esboc una sonrisa ante la


mirada de pnico que vi en aquel rostro. Aun as, ella cuadr sus hombros
y empuj su barbilla insolentemente hacia fuera.

No puedes herirme, vieja.

No? Prubame.
Podra jurar que vi a mi rescatador crecerle los colmillos. Pestae,
frotando mis ojos, desterrando as la ilusin finalmente como un truco de
la luz.

La voz profunda de Mouse mostr un asomo de petulancia.

Ella es nuestra. Nosotras la vimos primero. Nosotras conseguimos la


recompensa.

Yo senta la emocin del miedo trabajando a su manera en mis entraas,


preguntndome si no haba saltado de la sartn directamente al fuego.
Mantuve firmemente mis ojos en la rotunda forma de la mujer de cabello
gris.

Ahora est en mi casa, Mouse. Hars bien en recordar qu lmites


puedes o no cruzar. Ahora vete y llvate a tus amigas contigo.

Despus de una larga mirada fija en el suelo, Mouse capitul finalmente,


pero antes de irse del todo me dispar:

No puedes esconderte para siempre detrs de sus faldas, pescadito.


Un da vas a tener que salir fuera de tu escondite. Y nosotros estaremos
esperando Lanzndome una fiera mueca, gir sobre sus talones y
reuni a sus camaradas con un movimiento de su cabeza.

No pude evitar la bocanada de alivio que expeli de entre mis labios y,


al orlo, la mueca amistosa agraci la cara de mi rescatadora una vez
ms. Saliendo de su lugar detrs del escritorio, envolvi su mantn negro
ms hermticamente sobre sus hombros y me extendi suavemente su
mano para ayudarme a incorporarme. Yo acept su ayuda
agradecidamente.

Gracias dije con toda la cordial gratitud que haba en m.

Ni lo pienses, nia. Yo siempre estoy contenta de echar a esas matonas


Ajustando sus medias gafas, observ mi manchada ropa. Qu
hiciste como para vestir de desayuno tan temprano por la maana?

Supe que mis mejillas ardan pues poda sentir el calor hasta los dedos de
mis pies.
Yo... mmm... supongo que escog la mesa equivocada para
sentarme esta maana.

Slo haba estado en el Pantano durante dos semanas, y solo cuatro das
fuera de la unidad de segregacin en que ponen a todas las nuevas
reclusas al entrar en la prisin por primera vez. Como no tena ninguna
amiga para decirme las reglas, baj para desayunar con el resto y,
despus de llenar mi bandeja con la inspida comida, encontr una mesa
vaca en una esquina envuelta en sombras, apenas distinguiendo a las
dos que coman y observaban calladamente. Mouse y sus amigos haban
cambiado rpidamente mi idea de que algo en el Pantano podra ser
relativamente fcil.

Mi protectora miraba hacia m con una mueca inteligente.

A m tambin me pas una o dos veces. Este lugar debera venir con
un manual de instrucciones Su mueca se ensanch. Quiz yo escriba
uno. Seguramente eso me traera el aprecio de ms de una de las nuevas
Extendiendo la mano, tom mi mano de nuevo, de una manera mansa,
calurosa y me acerc a una larga mesa, gastada y llena de marcas,
arrastr un asiento tambaleante y empujndome suavemente sobre l
exclam: Sintate aqu, har un poco de t. Entonces podremos tener
una conversacin como dos adultas civilizadas. Y creme, jovencita, se
ser un cambio agradable.

Mientras la mujer ms vieja sali caminando hacia un bien escondido e


ilegal hornillo, ech mi primera mirada alrededor del cuarto que era mi
paraso. Por primera vez, comprend que haba tropezado de algn
modo con la biblioteca de la prisin. Tres de las cuatro paredes en el
pequeo cuarto estaban cubiertas desde el suelo hasta escasos metros
del techo de cajas de libros, las cuales estaban atiborradas con toda
clase de material de lectura, la mayora de l en estado andrajoso, con
las hojas rotas y las tapas perdidas. Tomando un profundo suspiro,
le permit al reconfortante olor de la tinta de copiadora y papel mohoso
entrar en mis pulmones, mientras calmaba el palpitar de mi corazn. Yo
siempre haba amado la biblioteca, desde que era apenas una niita.
Pasaba la mayora de mi tiempo libre all cuando era ms joven,
repasando fantasas que ninguna muchacha respetable de pueblo se
atrevera a tener.
Regresando a la mesa, llevando en sus manos dos tazas humeantes de
fragante t. La anciana las puso sobre la mesa, acerc su propia silla, y
se sent a mi lado.

Cul es tu nombre, nia? Cuando se lo dije, sus ojos oscuros


centellearon. Ests aqu por matar a tu marido con un bate de bisbol,
verdad?

Mis ojos debieron de haberse puesto como platos.

S. Cmo lo supiste?

Nada permanece en secreto mucho tiempo aqu, nia. Aprenders


bastante pronto que la red de la prisin es una de las fuentes de
informacin ms exactas en el Pantano. Mucho mejor que el papel Ella
sonri de nuevo, poniendo una mano sobre la ma. Somos entonces
almas gemelas. Yo enterr a cuatro de mis maridos y estaba trabajando
en un quinto antes de que ellos me capturaran.

Me qued con la boca abierta. No poda creer que cinco hombres


abusasen de una seora tan dulce. Ella pareca alguien que deba estar
sentndose en una silla mecedora en una vieja casa grande con un
montn de nietos felices pidindole que contase ms historias, con sus
caras y manos cubiertas de migas de las galletas caseras que preparaba.
Mi segunda leccin vino ese da rpidamente. Las apariencias engaan.

La sonrisa de la mujer se endureci.

Me temo que yo no era tan valiente como t en lo que a ellos se refera.


El arsnico era el arma de mi eleccin. No bastante rpido, pero
satisfactoriamente eficaz, no obstante

La mirada de horror debi haberse mostrado en mi cara, porque la mujer


perdi su sonrisa. Sus ojos asumieron una mirada calculadora.

Qutate de la cabeza que eres mejor que yo, nia. He odo esa historia
acerca de que no quisiste matar a tu amado. Simplemente porque yo s
quise hacerlo no te hace mejor que yo. Las dos estamos atoradas aqu
mientras dure la condena, No es as?
De alguna extraa manera, las palabras de la mujer tuvieron sentido y,
despus de un momento, desech mi repentina reaccin, mientras le
devolva una dbil sonrisa a mi bienhechora. Alc mi taza para beber mi
t, pero a medio camino mis manos se detuvieron temblorosas.

La mujer ech su cabeza atrs y se rio, larga y ruidosamente.

No preocupes, amor. No tengo inters de agregarte a mi lista Alcanz


uno de los extremos de su manta para pasarlo por sus ojos que ya
mostraban la humedad de las lgrimas, producto de la risa. Adems,
t tienes mucha ms calidez en los ojos que cualquiera de mis maridos
tuvo alguna vez.

Y as es como conoc a la infame Corinne Weaver, conocida como la


Viuda Negra, una mujer que se cas por dinero y mat por diversin. En
sus sesenta aos y medio, Corinne haba estado detrs de los barrotes
ms de treinta cuando nos conocimos, hacindonos la reclusa con ms
tiempo y la ms nueva en el Pantano, respectivamente. Ella tambin
tena la distincin de ser la primera prisionera transferida una vez que la
prisin pasase a ser femenina, all en los aos 40. Corinne era una mujer
relajada y calculadora que nunca expres el menor pesar o
remordimiento por sus crmenes. De hecho, ella era conocida por decir,
y a menudo, que si tuviera la oportunidad, lo hara de nuevo. Disfrutaba
el matar y el dinero que obtena con ello. Pero tambin poda ser mansa,
considerada, amable y sumamente fiel. Aunque admita alegremente
que esa reforma era una causa perdida en alguien como ella, era una
fantica cuando de reformar a otros se trataba. La mayora de las
reclusas en el Pantano no eran asesinas. Ms bien eran mujeres jvenes
que haban cometido errores tontos con sus vidas. Sus cortas condenas
o las reformaban o las hacan peor de lo que alguna vez fueron. Esa era
la opcin de las reclusas. Y Corinne hizo su sagrado deber el hallarlas y
asegurarse de que tomaran la opcin correcta.

Todos los das, la biblioteca vea a dos o tres mujeres jvenes que
estudiaban para su CED1 entre los papeles mohosos y los gritos de las otras
prisioneras. Haba incluso algunas, como yo, que tomaban cursos
universitarios. S, as como lo lees, aqu quien suscribe, es la orgullosa
duea de un ttulo de Bachiller en Artes y Literatura Americana y est a

1
CED: Centro de Estudios a Distancia.
slo seis crditos de obtener su MBA2. Ahora, antes de que preguntes qu
posible uso le encontrara una asesina como yo a un MBA, permteme
recordarte lo que he dicho antes. Soy una optimista. Y un da, voy a salir
de este lugar. Claro, dado que yo ya he vivido gracias a la generosidad
de tus dlares en impuestos por cinco largos aos qu preferiras? Qu
fuera una persona capaz, una mujer joven e inteligente que pasa el resto
de su vida gastando la ayuda estatal, o una persona capaz, joven e
inteligente que contribuye a tu economa local? Pinsalo al menos.

Corinne era una de las favoritas de las guardias, siempre capaz de prestar
una oreja dispuesta cuando los problemas con los maridos, los amantes,
nios o finanzas abundaban. Aunque haba matado a sus propios
maridos, ella era una firme creyente en el poder del amor y era conocida
por dar prudente consejo en lo que concerna a asuntos del corazn. Sus
consejos haban salvado a varios matrimonios. Ella tambin era un genio
financiero, manejando, de un modo u otro, la fortuna obtenida con el
asesinato de sus maridos. Esa fortuna creci detrs de los barrotes,
hacindole una de las mujeres ms ricas en Pittsburgh, un pensamiento
que le trajo gran alegra durante aos. A Corinne, no le importaba que
no pudiera gastar su dinero. Todo lo que le importaba es que estaba
jugando con el sistema y aun as sala adelante.

Aunque envejeciendo ms y tendiendo hacia la debilidad, su estatura


era bastante rotunda, Corinne era considerada una reclusa intocable. Su
biblioteca estaba intacta y todos dentro estaban bajo su proteccin al
menos mientras se quedaran dentro de la seguridad de esas cuatro
paredes. Contando con el respeto de la mayora de las prisioneras y todos
los guardias, tambin se deca (y para mi alegra, puedo confirmar eso),
que ella tena toda la proteccin de una leyenda de la prisin que,
aunque no estaba en la prisin en ese momento, tena su dedo
firmemente en el pulso de vida de las internas. Tocar a Corinne era morir
despacio y nadie quera arriesgarse a ello.

Aunque estaba un poco bajo su propia proteccin, la manta no se


extenda lo bastante lejos como para cubrirme completamente. De lo
que s estoy por completo segura es de que no estuve ni siquiera cerca
del abuso que sin duda hubiese sido mi destino, pero aun as, el castigo
suave, sigue siendo castigo. Como estoy segura que imaginaras.

2
MBA: Mster en Administracin de Empresas.
Fue al da siguiente de mi primer encuentro con Corinne, y yo estaba
acostumbrndome a pasar el da en su agradable compaa. Haba
tomado mi almuerzo incluso dentro de los confines calurosos de la
biblioteca. El sndwich de atn y t que me ofreci era la mejor comida
que haba probado en meses y lam cada miga y beb cada gota
ofrecida, para la total diversin de mi nueva amiga.

Haba pasado el largo da de invierno envuelta en el maravilloso mundo


de Cumbres borrascosas, un libro que yo nunca haba conseguido leer
en la Escuela secundaria, y me encontraba cavilando acerca de lo que
haba ledo. Y eso significaba que me encontraba ajena de lo que ocurra
a mi alrededor, rompiendo as otra sagrada regla de la prisin: Siempre
s consciente.

Regres a mi celda, olvidndome del mundo. Sin notar las miradas


burlonas que me dirigan el resto de mis compaeras. Para mi sorpresa, la
celda estaba vaca. Mi compaera de celda, una mujer joven que se
haba ganado cinco aos por usar una barra de hierro para pegarle a
un camarada callejero alambrista que haba invadido su "territorio",
como siempre se acurrucaba en su litera, con la nariz pegada a la
televisin que habamos conseguido conservar. En los ltimos cuatro das,
me haba enterado mucho ms sobre varios culebrones3 de lo que haba
querido aprender alguna vez. Viendo en el reloj de eterno tictac sobre la
cabeza de mi litera, not que era hora de su show favorito, y me tom
un momento para preguntarme dnde haba conseguido aqul televisor.
No queriendo dejar el mundo imaginario que haba creado para m en la
biblioteca, me encog de hombros alejando el misterio simplemente fuera
de mi y me prepar para entrar en mi litera y tomar una siesta breve
antes de la prueba que sin duda sera la cena.

Un rechinar de caucho en el azulejo me hizo voltear y mi corazn subi a


mi garganta cuando vi a Mouse y a sus dos camaradas de pie fuera de
mi celda, con malas miradas de soslayo en sus caras. Mouse y una de las
mujeres entraron, dejando a la tercera de pie fuera de mi celda y
vigilando el pasillo.

Las examin cuidadosamente, ligeramente aliviada al ver que tenan las


manos vacas. Mis ojos se lanzaron a la bsqueda de algo que sirviese
como arma pero por supuesto no haba nada. Cuadrando mis hombros

3
Culebrones: Telenovelas
como mejor pude, contuve una profunda respiracin y las enfrent,
centrando mi mirada en Mouse.

Te dije que te atraparamos, pescadito. Tu pequea... amiga... Corinne


no sale de esa cueva suya, sabes? Por eso nosotros la llamamos el
murcilago Mouse presumi con su cabeza, su sonrisa
ensanchndose. Quiz es a ti a quien deberamos llamar as, eh?
Sabes mucho acerca de murcilagos, no es as?

Qu quieres?

Los ojos de Mouse se ensancharon en una sorpresa simulada.

Querer? Qu es lo que quiero? Dndole un codazo en las costillas


a su compaera. Eh, Shorty, quiere saber qu es lo que queremos.

Shorty, a quien el nombre le encajaba perfectamente, simplemente se


rio mostrando en su boca la falta de unos cuantos dientes.

Mouse dio un paso amenazante hacia m, sus grandes puos colocados


al nivel de su cintura.

Bien, rubita, supongo que lo que yo quiero es mi libra de carne. Ya ves,


rompiste las reglas la otra maana. Y cuando rompes las reglas, tienes
que pagar el precio Agitando sus hombros anchos, Mouse intent
parecer afligida, pero fall miserablemente, el brillo perverso en sus ojos
verdes la delataban. Deseara que las cosas fueran diferentes, siendo
t un pececito tan lindo, pero...

Antes de que yo tuviera la oportunidad incluso para ponerme a la


defensiva, Mouse lanz un puetazo a mi estmago, forzando el aire de
mis pulmones a salir en un jadeo horrible. El sndwich de atn y el t
amenazaron hacer un retorno menos elegante al mundo externo y
tragu difcilmente la bilis que suba rpidamente por mi garganta
mientras mis ojos pestaeaban una y otra vez en un intento de detener
las lgrimas de dolor.

Mientras me doblaba abrazndome el estmago, otro puo estall en mi


nariz, hacindome ver las estrellas. La sangre vol cuando mi cabeza
cruji hacia atrs, el dolor me hizo estallar la cabeza. Mis rodillas se
rebelaron al abuso volvindose como gelatina, pero mi cada a tierra fue
interceptada por Shorty que me cogi bajo las axilas dndome con la
rodilla en el rin.

Deb haber gritado aunque realmente no recuerdo. Todo lo que puedo


recordar claramente es otro empujn hacia delante y otro puetazo de
piedra que me quit la visin de mi pmulo derecho.

En ese momento, me dejaron caer y all permanec, como una mueca


desgarbada y rota, usando mis brazos para proteger mi cabeza como
mejor poda. Las dos arremetieron contra m con patadas y golpes,
ninguno que yo realmente recuerde.

El siguiente sonido que puedo recordar claramente es el de otro


puetazo, pero esta vez no era precisamente en mi carne. Luego vino el
sonido de una garganta aclarndose suavemente y con eso mis
aprehensoras se retiraron, enderezndose y respirando pesadamente por
sus depravados ejercicios.

Mis ojos estaban hinchados, casi cerrados y mi visin se triplic con las
lgrimas, pero consegu abrirlos lo suficiente como para ver a una mujer
no muy alta, de largo pelo oscuro y una figura muy musculada. Tena una
mueca en su cara y su antebrazo macizo sujet duramente la garganta
de la tercera participante de mi fiesta de paliza.

Hola, Mouse. Cmo va la fiesta?

Mouse frot el dorso de su mano contra su nariz. Se manch de sangre,


pero era mi sangre la que estrope su piel pecosa.

Este no es asunto tuyo dijo, pero su voz pareca asustada.

Claro que lo es coment la mujer oscura en un tono conversador.

Estabas pegndole a una amiga de Corinne, y sabes que eso va contra


las reglas, Mouse.

Que se jodan las reglas! Nosotras la vimos primero! Eso hace a esta
pescadita nuestra!

La chica asinti, aliviando un poco la presin de la garganta de la otra


mujer.
Ella habra sido tuya, Mouse, si simplemente hubieses sido un poco ms
rpida. El hecho es, sin embargo, que encontr la biblioteca y eso la deja
fuera de tu alcance y de tu banda Soltando su agarre de la garganta,
torci el brazo de la mujer alrededor de su espalda y tir, forzndolo
hacia los dedos de sus pies. Te dir algo, Mouse. Haremos esto como
un intercambio. Has conseguido tu libra de carne, por as decirlo, ok? As
que, no le romper el brazo a tu amiga aqu presente, de acuerdo?
La tercera mujer jade cuando la presin en su brazo aument. Vamos,
Mouse. Slo dejemos las cosas en calma, ok? Por favor?

Despus de un largo momento, Mouse asinti, limpiando su nariz de


nuevo y saliendo de mi celda, lanzndole una mirada despreciativa a la
mujer oscura.

Bien, pero no es lo ltimo que sabrs de nosotras Mouse se volvi a


m, sus ojos reluciendo con dureza. T tampoco, pescadita. No sabrs
cmo o cundo, pero regresaremos Agarrando a sus dos compinches,
Mouse escap.

Sonriendo abierta y oscuramente y limpiando sus manos en el tejido de


sus ropas, la mujer entr en la celda, ayudndome a ponerme de pie.
Intentando difcilmente no sollozar, me agach otra vez, aferrando mi
barriga por los espasmos dolor que me atravesaban. Mi nariz estaba
dejando un sendero sangriento en el suelo de mosaico y mi cabeza y
riones estaban doloridos como dientes podridos.

Mi rescatadora sac el cobertor de mi litera y rasg una tira de la sbana


rada de abajo. Humedecindolo con agua fra del fregadero, inclin mi
cabeza atrs y apret la tela fresca contra mi nariz. Entonces agarr mi
mano y la puso encima de la tela.

Mantn la cabeza hacia atrs y la presin aqu. Parars de sangrar


en unos minutos.

Parece que ya has pasado por esto gem.

Unas cuantas veces Le ech un vistazo superficial a mi cuerpo


golpeado antes de poner una mano gentil en mi hombro. Escucha,
creo que no te han reventado tanto. Me gustara pegar un par de golpes
y hacerlo todo ms seguro, pero no puedo. No te hara ningn bien.
Necesitas construir tu propia reputacin en este lugar y eso significa que
tienes que tomar las riendas t misma. Mis amigas y yo intentaremos
asegurarnos de que las cosas no sean demasiado malas para ti, pero
necesitas aprender a ponerte de pie t sola, ok? Su tono era gentil y
sus ojos amables. Nosotras no podemos hacerlo por ti, y hasta que lo
hagas, cosas como sta sern algo cotidiano.

Sus palabras tuvieron el sentido perfecto y yo asent, haciendo una


mueca de dolor.

La mujer sonri.

Estupendo. Saba que eras una luchadora. Escucha, en cuanto se


detenga el sangrado, baja a cenar, ok? S que no puedes tener
demasiada hambre, pero har a Mouse y sus admiradoras mucho bien el
ver que no eres tan fcil de amedrentar. Tambin estar all y te mostrar
una mesa segura donde puedas sentarte, ok?

Asent de nuevo.

Gracias por ayudarme.

Sonriendo de lado, la mujer oscura alz una ceja.

Un placer.

Cuando ella se volvi para salir, la llam.

Espera! Por favor! Cul es tu nombre?

La sonrisa de lado volvi de nuevo.

Me llaman Pony.

Aunque no lo supe entonces, acababa de conocer a mi primera


Amazona.

* * *
En los meses y los aos que siguieron, aprendera muchsimo acerca de
esta mtica banda. Era una especie de sociedad secreta, integrada por
lo mejor de lo mejor y llevando a cabo el sagrado deber de proteccin
a las reclusas. Las Amazonas se mantenan dando vueltas, asegurndose
que ninguna de las otras bandas consiguiese demasiado control sobre la
poblacin de la prisin, poniendo as en peligro a reclusas y guardias. Si
la lder de alguna banda necesitaba ser desarmada sin armar ningn
alboroto, las Amazonas hacan el trabajo. Si un nuevo pez como yo tena
la suerte de contar con una amiga de las Amazonas, estaba protegida,
en gran magnitud.

Lo que hizo a las Amazonas tan respetadas y temidas, es que ellas no


intentaban controlar a las otras bandas o reclusas. Pero se aseguraban
de que todas siguiramos las reglas. Muchas eran como mi nueva amiga
Corinne, peligrosas y crueles, pero tambin podan ser amables y
consideradas, prestando ayuda a aqullas que lo necesitaban. Una cosa
era conocida sobre ellas de manera tan segura como que el sol sale por
el este. No hacas enojar a las Amazonas.

En cualquier caso, a la maana siguiente, entr en la biblioteca llevando


unos ojos amoratados impresionantes y una nueva actitud sobre mi
encarcelamiento en el Pantano. Corinne me miraba con una mueca
inteligente y me envi fuera, con prisa, para empezar mis lecciones de
defensa personal.

El patio de entrenamiento que elegimos, era una zona con csped,


separada del patio comn. Rodeado por un cerco de catorce metros de
alto, cubierto afuera por alambre de tipo navaja de afeitar, doblado en
grandes rollos plateados clavados a lo largo de los lmites. Las torres de
guardia, cuyas ventanas reflejan la actividad en el patio con benigna
introspeccin, cumplen su funcin de centinelas apostadas en cada una
de las cuatro esquinas.

Dentro del cerco, las instalaciones al aire libre estaban a disposicin de


la poblacin carcelaria. Un diamante de softball con un campo abierto
enmalezado sube casi la mitad de las tierras. Ms cerca al edificio
principal, una cancha de baloncesto, de hormign resquebrajado y
tableros en lo alto luciendo oxidados aros sin redes correspondientes,
viene luego. Difcilmente en la prisin sea apropiado quedarse en el gran
cuadrado de cemento que comprende el rea de peso libre. Los bancos
de peso, con sus forros de vinilo cortados y manchados por los elementos,
raramente estn vacos de compaa humana. Las pilas grandes de
pesos frricos, cuellos, platos y barras, sus acabados brillantes
cubrindose de nieve a la espera de una mano vida para el alzamiento,
empujn o prensin. Una gran y pesada bolsa, llena de cenizas, cuelga
de una gruesa cadena desde un saliente del edificio principal, con la
blanca lona manchada por los golpes de centenares de puos furiosos.

Las blancas normalmente tienen el dominio del campo de softball,


mientras las morenas usan la cancha de baloncesto como su arena de
reunin. Las hispanas y asiticas toman cualquier pequeo espacio que
surja para sus propios intereses. El rea de peso libre es el nico lugar de
toda la prisin, dentro y fuera, dnde todos los grupos vienen juntos, sino
en paz, al menos con un sentido de comprensin mutua. Es considerado
un lugar fuera de las reglas de la prisin, en el cual poder demostrar la
agresin, siendo un rea donde hay acceso libre a las armas y su
despliegue. Por supuesto, las Amazonas ostentan el dominio del sector,
asegurndose de que la tenue paz se sostenga y propinando los castigos
necesarios a las que son lo suficientemente idiotas como para romper las
reglas.

Entre semana, a cada bloque de celdas se les da una hora en el patio


para ejercitar, conversar, hacer tratos en el patio o lo que sea que esas
mujeres, obligadas a estar juntas por circunstancias ajenas a ellas,
tuviesen que hacer. Mi bloque de celdas se designa con la letra E, as
que, durante los ltimos cinco aos, el tiempo entre las once y el
medioda siempre ha sido asociado con el aire libre.

Todava puedo recordar la primera vez que sal afuera, el olor a nieve en
el aire invernal, el dolor acumulado en mi barriga y espalda gracias a la
paliza de la noche anterior y el latido insistente de mi nariz al ritmo de mi
corazn con cada paso que daba.

Pareca como si todos en el patio entero, prisioneras y guardias por igual,


estuviesen mirndome fijamente y rindose. La verdad, probablemente
nadie me prestaba atencin, pero mientras estaba de pie, helada como
un ciervo en la mira de un cazador, con la relativa seguridad del caluroso
ladrillo de la prisin principal a mis espaldas, pareca como si el mundo
entero estuviera divirtindose a mi costa. Poda or el sonido del caucho
chocando contra el hormign mezclado con los sonidos de gritos
cercanos a la cancha de baloncesto. El slido crack de una pelota bien
bateada se filtr a travs de mis sentidos y mir hacia arriba siguiendo
con la vista el perfecto arco de la pelota, celosa de su libertad para volar
mientras yo estaba de pie, herida, atada a la tierra y encerrada. Sonidos
de gruidos prximos vinieron a m como sudor manchado; las mujeres
descargaban su fuerza contra el metal inflexible, y los ruidos de acero en
acero se sumaban a la cacofona de sonidos que revoloteaban a travs
de mi cabeza latiendo.

Tomando varias respiraciones profundas e intentando a apuntalar los


restos andrajosos de mi espritu, me empuj finalmente fuera de la
seguridad del edificio, caminando sin un destino claro en la mente. Mis
pies me llevaron inconscientemente hacia el centro del rea de peso
libre y al observar un poco, divis, con un sentido profundo de alivio, a mi
salvadora de la tarde anterior. Ella estaba detrs de un banco bajo,
rindose y gritando con coraje mientras su amiga fatigada se esforz en
levantar sobre su pecho, lo que me pareca ser una cantidad imposible
de peso. Una mujer ms alta, delgada y luciendo una mata de rizos
dorados que caan en cascada alrededor de su cabeza tena un brillo
perverso en sus ojos y agachndose, consigui hacer cosquillas en la
muscular barriga expuesta, de la mujer recostada. Con un grito, la
levantadora de peso elev la barra la distancia restante ponindola en
los ganchos sobre su cabeza, y se tir a sus pies, agarrando
sorpresivamente a la rubia. Sonriendo abiertamente, Pony separ a las
dos risueas combatientes, llevndose ella misma algunos golpes.

Mis pies se detuvieron con voluntad propia y mientras miraba fijamente


la escena ante m, de compaerismo jubiloso, me di cuenta por primera
vez, exactamente en donde me encontraba y todo lo que haba
perdido. Las lgrimas de piedad por m misma nublaron mi visin al
mirar fijamente a las tres alegres amigas, mi alma celosa por el toque
amistoso de otro ser humano o incluso una sonrisa libre de apreciacin
fsica o fro clculo.

Antes de mi nefasto matrimonio, yo nunca haba estado sin amigos.


Extrovertida y sociable, no haba una persona a quien conociera con la
que no disfrutase al menos de una camaradera ocasional. Siempre me
haba visto rodeada de gente, y para ser sincera al respecto, me gustaba
ser el centro de atencin.

Ahora yo era un pedazo de plancton que flotaba alrededor en un


inmenso ocano y rodeada de tiburones voraces. Probablemente se me
notaba en el matiz de mi cara porque Pony escogi ese momento para
mirar, clavando en m su mirada, sonriendo ligeramente y llamndome
con su cabeza. Es difcil describir el alivio absoluto que me inund a travs
de ese gesto simple, pero mis pies retomaron su paso con menos trabajo
que antes y me encontr devolvindole la sonrisa.

Eh, chica Pony gru cuando me acerqu. Wow, linda cara.

S. El look frescamente aporreada es furor estos das.

An cuando era bastante pobre, fue el primer chiste que dej surgir en
meses, y me sent mucho mejor gracias a l. Las otras se rieron de mi
esfuerzo, entonces se pusieron serias cuando me volv hacia Pony.

Yo... um... quiero agradecerte... de nuevo... por tu ayuda ayer Poda


sentir el rubor subiendo mientras observaba la tierra a mis pies,
sintindome torpemente juvenil por alguna razn. Tomando otra
respiracin profunda, obligu a mis ojos a mirar hacia arriba
encontrndome con la mirada ligeramente divertida, pero
afectuosa de mi benefactora. Y yo... um... recuerdas lo que me dijiste
anoche? Quiero aprender a protegerme.

Una mueca amistosa se form en la cara de Pony.

S? Eso es genial! Aunque ahora probablemente no es el mejor


momento para aprender.

Pero, por qu no?

Pony gesticul hacia mi cuerpo dolorido.

Debes esperar hasta sanar un poco primero.

Y si no puedo permitirme el lujo de esperar? Y si ellas simplemente


estn alrededor esperando terminar el trabajo? Ese pensamiento caus
que me desvelase anoche.

No te preocupes por eso. No se acercarn. Al menos por un tiempo.

Cmo puedes estar tan segura?

La sonrisa de Pony se ensanch, petulante.


Yo tengo mis maneras.

Tragu.

S respond dbilmente, supongo que las tienes.

Pero bueno, permteme presentarte a mis amigas. Esta dijo haciendo


seas hacia la morena levantadora de pesas es Sonny. Y la rubia aqu
es Critter.4

Asent solemnemente a ambas, intentando no rer del difcil nombre con


que la mujer rubia haba sido llamada. Ella debi notarlo en mi mirada,
porque su sonrisa amistosa se volvi un ceo y me dio un golpe simulado
en el hombro. Bromeando o no, eso me doli y yo masajee ese lugar
todava dolorido de mi cuerpo, decidiendo vigilar incluso mis
pensamientos de ahora en adelante.

Chica medio murmur. , los Critters sois duros.

Tienes toda la razn, nia El escozor de las palabras se suavizo por el


regreso de la sonrisa de Critter que cambio su rostro de oscuro a hermoso.
Me sent atrada por su cara, y un sentimiento de vaga familiaridad se
apoder de m de repente, observando su sonrisa.

Estaba a punto de preguntar si nos habamos encontrado antes, cuando


not que el rea a mi alrededor estaba completamente callada. Incluso
los ltimos pjaros del otoo haban detenido su charla en los rboles al
otro lado del cerco. Mis tres nuevas amigas se volvieron de repente, con
sus cuerpos erguidos en actitud de respeto. De entre sus cuerpos
estrechamente apretados, poda divisar a una mujer que caminaba, casi
suntuosamente, hacia nosotras. Pareca slo ser ligeramente ms alta
que yo (y debera decirte, si es que no lo he hecho an, que no soy un
desafo a la verticalidad precisamente), con el pelo largo tan oscuro
como sus ojos casi negros, intensos. Su bonita cara era casi inexpresiva,
an as, toda ella emanaba poder y seguridad en igual medida. Yo me
encontr intentando no inclinarme cuando ella se detuvo ante mi
pequeo grupo, su efecto en m era muy fuerte.

4
Critter: Bicho, tambin se puede referir a la pelcula de los Critters.
Como si leyese mis pensamientos, Critter hizo una reverencia, en cierto
modo, inclinando su cabeza en una muestra de respeto.

Buenas tardes, Montana.

Buenas tardes, Critter. Seoras Mirando por encima de ellas, la mujer


puso sus ojos en m. Casi poda sentir su escrutinio, encontrando todos mis
secretos y catalogndolos para el futuro. Y t eres...?

Debi haberme robado la voz, porque, por mi vida, no poda contestar,


as de atrapada estaba, en la oscuridad de sus ojos.

Vindome en apuros, Pony vino una vez ms a mi rescate,


presentndome a la imponente mujer. Montana sonri y asinti,
liberndome finalmente de su fija mirada.

Entonces, t eres la muchacha que Pony rescat de las garras de


Mouse?

Tragando frenticamente y aclarando mi garganta, finalmente me las


arregle para encontrar mi voz.

S, Seora. sa soy yo.

Montana me sonri entonces, aunque no era ms que un ligero


levantamiento de la comisura de sus labios, acompandola con una
ceja alzada.

Me encantara or ms de esa historia, pero me temo que necesito a


estas tres para cierto asunto. Si nos disculpas?

Normalmente, habra sentido molestia al ser despedida tan fcilmente,


pero algo en los ojos de la mujer hizo que recibir aquella solicitud fuese
casi un honor, entonces asent y me alej del grupo. Mi retirada se
detuvo por una mano gentil en mi brazo y cuando mir atrs, Pony me
estaba sonriendo.

Dale un par de das a tu cuerpo para que descanse. Deber estar mejor
cerca del fin de semana. Encuntranos aqu el sbado alrededor del
medioda y empezaremos tu entrenamiento, ok?
Poda sentir la sonrisa amenazando invadir mi cara entera.

Estar all. Gracias!

Esa sonrisa burlona y chula, tpica en Pony, regreso en su bonito rostro.

No hay problema. Nos vemos por ah, chica.

Adis, Pony.

Mi paseo de vuelta a los confines desgastados de mi hogar en la prisin


fue como si estuviese flotando.

Los prximos seis meses de mi encarcelamiento pasaron ms fcilmente


de lo que alguna vez pude esperar. Entre la amistad de Corinne y el largo
alcance de la proteccin y entrenamiento de las Amazonas (aunque slo
haban pasado unos cuantos meses sabiendo que esta banda exista. S,
te dije que era ingenua), me senta, si no feliz, por lo menos en los
comienzos de una aceptacin de mi papel particular en la vida.

Conociendo mi inters en los libros de todo tipo, Corinne me puso a


trabajar inmediatamente, catalogando su inmenso surtido material de
lectura en algn tipo de sistema coherente. Tambin haba sido
designada su copista5 principal y las ampollas pronto aparecieron en mis
dedos de tanto enviar notas de peticiones a varias agencias
gubernamentales y a agencias sin nimos de lucro en bsqueda de libros
o fondos para conseguir ms. Llegaban con ms frecuencia, los avisos de
rechazo que llenaban nuestro correo, pero haba veces de sorpresas
felices, como cuando el ACLU6 don siete cartones de libros usados y
nuevos as como un cheque de quinientos dlares para comprar ms.

Adems de mis propios estudios en la universidad, los cuales segu por


insistencia de Corinne, tambin me sum al servicio como maestra,
haciendo mi mejor esfuerzo para ayudar a varias mujeres jvenes en su
demanda de avance educativo. La mayora de las mujeres que vinieron
a verme no eran delincuentes peligrosas y no se supona que estuvieran
mucho tiempo en prisin. La vida de la prisin asustaba a muchos de
estas mujeres rectas, y me pedan que les ayudara a hacer cualquier

5
Copista: Escritora.
6
ACLU: Unin estadounidense por las Libertades Civiles.
cosa que pudieran utilizar para poder conseguir una buena vida una vez
afuera de estas fras paredes.

Debo admitir que me dio mucha satisfaccin el ser capaz de ayudar a


estas mujeres a hacer mejores sus vidas.

Fue durante esta poca emocionante que me gan el nombre de ngel,


as como la reputacin de la mujer que podra conseguir cosas. Las
Amazonas me daban trabajos pequeos para hacer, normalmente
preguntando a las guardias para conseguir algn favor a las prisioneras u
otras por el estilo. Al ser joven, de eterna apariencia inocente e
incansablemente corts, mis demandas fueron concedidas ms a
menudo de lo que fueron negadas. Pronto tuve mis propios contactos,
dentro y fuera de las paredes de la prisin y antes de que pudiera darme
cuenta, otras prisioneras estaban viniendo a m pidiendo favores.
Haciendo tratos con todos de manera imparcial y concediendo tantas
demandas como pude, mi reputacin creci y mi estado dentro de la
prisin subi.

** *

Dicen que las hojas del rbol del orgullo caen antes de otoo, y eso era
verdadero en mi caso.

Con un gran suspiro de alivio apagu la ltima luz, dejando la biblioteca


volverse oscura y silenciosa a mi alrededor. Me empap en el sentimiento
de paz como un alma hambrienta, albergando el olor reconfortante de
la tinta y pegamento, con un sentido de satisfaccin por otro da
terminado sin cardenales o derramamiento de sangre.

El da haba sido uno particularmente de prueba. Me haba ofrecido a


ensear ingls como un segundo idioma a tres mujeres mexicanas
jvenes cuyo conocimiento de nuestro idioma era escaso, por decirlo de
algn modo. Debido a que mi conocimiento de espaol no era mucho
mejor, nuestro tiempo juntas empez siendo malo y se puso peor.

La verdad, no estaba ansiosa esperando el prximo da de clase, as que


dej la biblioteca, con la cabeza ya llena con temor de otras doce horas
de trabajo infructuoso. Llegando a mi celda, decid tomar una ducha,
pensando que quizs el shock del agua fra, podra forzar un plan en mi
cabeza. Con esto, volv a romper otra regla de la prisin no escrita
todava. Nunca te duches sola.

Para ser absolutamente honesta, ese pensamiento cruz mi mente, pero


para mi vergenza, lo desterr con un encogimiento de hombros y una
risa ligera. Mis entrenamientos con las Amazonas haban estado
inspirndome y me senta a gusto con ellas como pez en el agua, despus
de un momento inicial de torpeza. Mi cuerpo, despus de una hora por
da y tres los fines de semana durante los ltimos seis meses, estaba
delgado y firme con msculos duros que empezaban a emerger de la
suavidad de mi piel. Estaba bastante orgullosa del trabajo que haba
hecho en l y me haba sentido mucho ms capaz de defenderme
contra todo lo que viniera.

Como ya he dicho, el orgullo es un amo rencoroso. Simplemente cuando


piensas que ya lo manejas, se da la vuelta y te muerde en el trasero.

Si has visto una pelcula de prisin alguna vez, probablemente sabes


cmo luce una ducha de la prisin; parece que ese es el sitio donde
transcurre toda la accin, pero en caso de que necesites recordarlo, te
lo dir.

El cuarto de ducha en el Correccional de Mujeres de Rainwater es un


nmero en mosaico verde que huele a moho y a desinfectante
agudamente perfumado. Es un cuadrado grande sin divisores o retiro de
cualquier tipo. Veinte duchas, diez a cada lado, salen desnudamente
fuera de la pared. El bulto bajo cada cabeza distribuye simplemente dos
temperaturas. Fro y ms fro. La presin del agua a veces se pone en
fuerte y otras, suave. Siempre es un juego el tema de con que sers
bendecido. El suelo es de cemento slido con un desage grande en el
medio y siempre resbaloso. Siempre se recomiendan zapatos de ducha
como atuendo.

Sin embargo, volvamos a mi historia.

El tiempo de ducha normalmente era regulado estrechamente, pero yo


haba logrado hallar el lado bueno de las guardias y poda tomar una
agradable ducha siempre que as lo deseara. Esta era la primera vez que
iba tan cerca del horario de fuera luces, pero me cre lo suficientemente
segura, puesto que la mayora estara ocupada en sus respectivos
asuntos antes de que terminase la noche.

Salud con la cabeza a uno de los guardias que se sentaban detrs del
espeso Plexigls7 en la estacin de observacin, tom el pasillo corto y
segu el olor al cuarto de la ducha. Para entonces, nuestros uniformes se
haban cambiado a esos naranja chillones atroces y yo tena uno limpio
bajo mi brazo, con mis zapatos para ducha en mi otra mano.

Sacndome el mono fluorescente por delante, escuchaba el goteo firme


de los grifos mientras terminaba de desvestirme. Echando mi uniforme
sucio en el lavado rpido, tom una almidonada y araada toalla del
montn fuera de las duchas. Deslizndome en mis zapatos, camin a la
ducha apropiada, seleccione la tercera boquilla del final y, inhalando
profunda, apret el botn.

El agua fra helada se dispar de lleno, mojndome en segundos y


enviando un roco de afiladas agujas para atravesar los poros cerrados
de mi piel. No nos permitan champ o acondicionador, por lo que la
pastilla resbalosa de jabn blanco tendra que bastar. Canturreando
suavemente, y permteme que te advierta ahora mismo que no soy para
nada buena cantante, proced a enjabonarme como mejor pude,
mientras meditaba ociosamente que mis pezones estaban tan duros,
que probablemente podra grabar mi nombre en los azulejos de
cermica con ellos y sonrea afectadamente ante el pensamiento.
As que envuelta en esos pensamientos ociosos y cantando fuera de
tono, nunca o la risa disimulada detrs y a mi izquierda. Enjabon mis
manos y proced a empezar con mi pelo, en ese momento todava largo
y espeso, cuando el jabn hizo lo suyo entrando en mis ojos, provocando
que se me cayera el jabn y alcanzara ciegamente la toalla que haba
dejado caer a m lado.

Mi movimiento se detuvo por la percepcin de manos slidas en mis


caderas y un par de fuertes muslos apretados firmemente en mi trasero
desnudo, mientras se movan perversamente sobre m. Intent
enderezarme, pero otro par de piernas atramp mi cabeza entre ellos,
obligando a mi cuerpo a arquearse tensamente.

7
PLexi-glass: plsticos transparente en cuanto a resistencia a la intemperie y al rayado.
El agua se cerr abruptamente y el sonido de una risa sdica vino a mis
odos, amortiguado por la tela mojada.

Hola de nuevo, pescadita. Dime, tus compaeritas consiguen jugar


contigo as? Te gusta que te den por el trasero? Intent zafarme, pero
slo consegu tener ms presin de aquellas piernas alrededor de mi
cabeza, aplastando mi crneo. S, eso pens. A esos fenmenos
probablemente les gusta cuando te resistes . El cuerpo se alej
ligeramente, aunque las manos permanecan firmes en mis caderas.
Deja que se levante, Shorty.

La presin en mi crneo mengu y yo me levant rpidamente, mientras


frotaba mis ojos escocidos y giraba sobre mi torturadora.
Mouse retrocedi un paso corto y se rio.

Bien, bien, bien. El angelito tiene cuernos, eh? Eso har esto ms
divertido.

Qu quieres de m?

Lo mismo que siempre he querido, pescadita. A ti. Ests ponindote


demasiado grande para tu tamao y necesitas a alguien que te baje los
humos. Tus amigas estn siempre a tu alrededor para protegerte Mouse
ech una mirada exagerada alrededor del cuarto. Sin embargo, ahora
no las veo por ninguna parte. Su mueca se convirti en una mirada de
soslayo. Sacando una mano que mantena en su espalda, la mujer gru,
mostrando una larga barra de madera con una fregona como mango y
se golpe firmemente su palma. Veamos cuanto puedes gritar para
Mouse, ok? Mirando detrs de m, puso los ojos en la mujer a mis
espaldas. Sostenla firme, Shorty.

Sus manos duras me sujetaron por debajo de mis hombros, dejndome


congelada mientras parpadeaba mis ojos escocidos, intentando aclarar
mi visin lo bastante como para ver a Mouse practicar giros con su palo.

Aqu viene, pescadita.

Por el rabillo del ojo, vi la salida del palo hacia m mientras Mouse
plantaba sus pies adelante del mojado hormign y giraba. Intent
eludirlo, pero Shorty me sostuvo rpido y la madera cruji contra mi lado
indefenso, rozando mi hueso de la cadera.
Apretando mis dientes para evitar un grito, sent que mis rodillas se
trababan mientras mi pierna derecha era inmovilizada. Shorty me sostuvo
firme contra su cuerpo, y se rea mientras Mouse volva atrs para otro
golpe. El palo fue abajo, golpeando slidamente contra el exterior de mi
rodilla derecha, haciendo jirones la piel y entorpeciendo totalmente mi
pierna. Cont hasta cinco, ebria del dolor, mientras casi consigo
liberarme del agarre resbaladizo de Shorty antes de que ella me sujetara
una vez ms, duramente.

El cuarto hizo eco con su risa y mi respiracin pesada y algo en m estall.


Haba terminado de nuevo como esa noche en mi apartamento, y el
color rojo de la rabia cubri una vez ms mi visin. El mango de la fregona
vino de nuevo a m, pero esta vez yo estaba lista. La cog con la mano
derecha y tire fuertemente, intentando alejarla del alcance de Mouse.

Como aquel bate, el arma se senta perfecta en mis manos. Me encontr


girndolo experimentalmente, consiguiendo alzar el mango dando
tirones fuera del agarre de Shorty. Mi pierna amenaz con fallar, pero me
obligu a estar de pie derecha y firme, estrechando mis ojos a meras
hendiduras mientras miraba fijamente a mis agresoras.

Crees que es divertido pegarle a las mujeres indefensas, verdad?


Me burl, girando mi arma de nuevo y disfrutando las miradas de
incertidumbre que estaban intercambiando las mujeres. Bien, esta vez,
saco miserable de mierda, escogiste a la muchacha equivocada!
Agarrando el mango firmemente en mis manos, gir por todo lo que vala
la pena, escuchando el crack satisfactorio del palo aterrizando
pesadamente en el brazo de Mouse, justo por encima del codo.
Retirndome, gir sobre mi eje y descargu otro golpe alcanzando a
Shorty detrs de las piernas y barrindola pulcramente hacindola caer.
Aterriz con un ploff! en el charco cayendo de lleno en el suelo y rod
lejos rpidamente mientras sus ojos se abran como platos.

No tena ninguna idea de cmo supe estos movimientos, pero me dej


llevar, mientras disfrutaba las reacciones de mi cuerpo y la ola de
adrenalina que los acompaaron. Mouse estaba aullando de dolor,
mientras acunaba su brazo y gritaba incoherentemente hacia m. Yo
estaba de pie pacientemente, mientras alejaba el pensamiento de dolor
de mi pierna como lo haba hecho antes, y esperando ver lo que pasara
luego.
La tercera mujer aprovech mi quietud para acercarse a la ria. Le
pegu fuerte en el abdomen cuando vino a m, y cuando se dobl sobre
s misma, la remat con un golpe ascendente a la cara, viendo cmo sus
dientes y sangre caan en un torrente horrible.

Con un bramido de rabia, Mouse vino de nuevo a m. Yo le volv a asestar


otro golpe directamente en su brazo herido, pero ella continu
acercndose, con sus ojos llenos del odio y rabia. Levantando mi vara,
apunt arriba, soltando un golpe a su crneo indefenso.

Un fuerte sentido de dj vu me atraves y, de repente me enferm, solt


el golpe en el ltimo instante, mir el mango fuera de su hombro carnoso
y dej caer mi arma con horror.

Todava bramando, ella choc de lleno contra m, descolocando mi ya


dbil pierna y llevndome al suelo con ella. Me acurruqu
inmediatamente en una pelota fetal, las piernas pegadas firmemente a
mi pecho y mis brazos sujetando arduamente mi cabeza.

Saltando sobre m, agarr la madera y la abati contra mi espalda una y


otra vez, hasta que todo lo que pude sentir fueron las punzadas y
rebordes de la madera que caa en mi cuerpo, mecido al ritmo de sus
golpes. Cunto tiempo sigui la paliza nunca lo sabr porque mi cuerpo
dej la lucha y me desmay, entrando rpidamente en un lugar donde
no haba dolor.

Hoy en da, casi cinco aos despus, creo que la nica cosa que salv
mi vida aquella noche fue el hecho de haber escogido una hora tan
tarde para entrar en las duchas. Las luces fuera se toman con total
seriedad y responsabilidad en el Pantano y el timbre de advertencia
debi sonar durante la paliza porque cuando me despert, estaba sola,
salvo el roto y ensangrentado mango de la fregona y los dientes rotos de
la tercera mujer que compartan el espacio conmigo.

Cuando recuper totalmente la conciencia, mi cuerpo era una pelota


encendida de agona exquisita pulsando con la vida propia que
reflejaba el latido de mi corazn. Mi espalda y trasero estaban ardiendo
y me pregunt ociosamente si mi espina dorsal habra sido daada.
Probando un movimiento experimental, grit fuera de control en la
agona cuando mis msculos enviaron una advertencia arriba y abajo en
mis terminaciones nerviosas. Doblndome sobre mi misma, sent arcadas,
mientras gritaba, aunque esa accin hizo sentir peor a mis ya cargados
sentidos.

Oh Dios clam suavemente en el vaco de lo que pareca ser mi


tumba. Por favor ayuda. Que alguien me ayude, por favor.

Slo el goteo de las duchas contest mi splica. Supe que la nica


persona para sacarme de esta situacin era yo misma. A pesar de mi
agona, me estremec ante el pensamiento de ser descubierta,
ensangrentada y estremecindome, la maana siguiente.

Ok, ngel. sta es tu oportunidad para mostrar cun dura eres.

Yo siempre haba sido genial para las charlas de nimo mentales, y si


hubo alguna vez en mi vida en que realmente necesitaba una, era sta.
Respirando tan profundamente como me atrev, consegu arrastrarme
con manos y rodillas, oscilando violentamente al igual que las manchas
de luces bastante coloreadas nadaban en mi visin, amenazando con
envolverme y dejarme, una vez ms, caer bajo ellas. Me tom un largo
momento para meditar esa posibilidad, antes de desecharla.

Sigue movindote, mujer. No les permitas ganar. Tienes que hacer esto
De acuerdo? De acuerdo. As que slo levanta y sigue movindote.

El espritu fue ms que la voluntad, pero la carne ms dbil. Levantarme


no era una opcin, por lo que me resign a arrastrarme lentamente por
el spero suelo de la ducha, luchando contra la fuerza seductora de la
inconsciencia con cada centmetro de progreso que consegu dar.

Despus de lo que pareci como una hora, que en realidad no fueron


ms de cinco o diez minutos, consegu salir de la ducha propiamente
dicha y pasar al cuarto de lavado. As como estar de pie era imposible,
tambin lo era intentar vestirme. Agitando mi cabeza y dicindome que
slo las guardias seran quienes viesen mi desvalida desnudez, utilic el
mismo sistema de lento desplazamiento consiguiendo llegar al pasillo y
obligndome a mi misma a estar alerta y consciente.

Llegu al vestbulo y me derrumb en el suelo, jadeando a travs del


dolor, cuando o el sonido de pies que se dirigan hacia el pasillo. Supe lo
que haba pasado instintivamente. Por suerte, haba hablado
brevemente con la guardia cuando yo fui a las duchas, por lo que me
dej deslizar atrs contra mis caderas y esper que ellas me encontraran.

Haba sido echada de menos en el recuento y me haba estado


buscando la guardia que yo esperaba me encontrara.

Los sonidos de pasos se acercaron y la luz en el pasillo se oscureci


cuando un cuerpo grande llen la entrada.

ngel? Una voz clam, dirigindose hacia mi figura tirada en el


suelo. La figura se acerc corriendo, detenindose a unos centmetros de
m . Qu pas? Quin te hizo esto?

Forzndome a abrir los ojos, levant el cuello para buscar los ojos
interesados de Sandra Pierce, que estaba de turno ese mes.

Aydame susurr apretando los dientes para controlar los sollozos


que estaban amenazando por salir. El alivio de haber sido hallada, me
haba dejado sintindome dbil y nauseabunda, totalmente consciente
por primera vez de mi dolor desde que haba despertado de la paliza.

Quin te hizo esto? Exigi una vez ms, sentndose en cuclillas


delante de m y recorriendo con manos tiernas, mi lacerada y
machacada espalda. De un tirn las retir rpidamente cuando yo gru,
su voz afligida y tierna. Oh, ngel.

Por favor... era todo lo que yo poda decir dificultosamente. Por


favor...

Simmons! grit encima de su hombro. Baja aqu con una camilla y


le dices a Kotter que llame al doctor!

Sacando fuerzas de alguna parte, intent agarrar su brazo.

No! Por favor. Simplemente... llvame a mi celda. Por favor.

Angel, no puedo! Ests malherida. Voy a llevarte a la enfermera. El


doctor tiene que examinarte.

No! Por favor.


Angel...

No. Sandra, por favor. No puedo permitirles ganar. Llvame a mi celda.


Por favor.

Angel, sabes que no puedo hacer eso. Has sido golpeada


salvajemente y tu espalda es un desastre sangrante. Podras tener daos
permanentes. Necesitas ser revisada.

Entonces que sea aqu supliqu, luchando contra las alas de la


oscuridad que cubri los bordes de mi visin. No puedes permitirles
ganar.

Quin hizo esto, ngel? Fue Mouse y su gente? Dime.

Mi fuerza se fue y me ca contra ella, permitiendo a los sollozos finalmente


venir.

Aunque hasta el momento no estoy segura de cmo lo consegu, pude


hablar con Sandra para que le permitiese al doctor examinarme en el
vestbulo al cuarto de la ducha. Despus de determinar que ningn dao
mayor fue hecho, La guardia en jefe estaba de acuerdo en devolverme
a mi celda. Aunque tuvo que llevarme en sus brazos como a una nia
pequea, sent un sentido absurdo de triunfo en el hecho de que pasara
la noche en mi propia cama, en mi propia celda. Puedo recordarme
entrando en la cama, todava sollozando, orando por hallar algn da, la
manera de retribuirles a mis atacantes todo lo que tenan
merecidamente ganado.

He odo que dicen a veces que cuando las oraciones son hechas con un
corazn puro y lastimado, alguien escucha y da una respuesta. Las mas
ciertamente, fueron odas.

* * *

Es una vez ms de noche y cuando la prisin se serena durante la tarde,


echo la vista a atrs en estas pginas que he tratado de escribir y no
puedo evitar preguntarme que estars pensando de mi ingenuidad ante
tanto peligro obvio. Tambin he notado que he dirigido, de nuevo, la
historia sobre m, aunque nunca fuese mi intencin hacerlo. Sin embargo,
tambin he descubierto que si la Musa apunta en una cierta direccin,
siempre es mejor simplemente seguirla para que tus palabras no se
vuelvan en tu contra y te hagan luchar y araar por cada palabra
ganada.

En las veintitantas pginas precedentes, he usado dos plumas diferentes


para diferenciar entre cosas que pasan ahora y escenas de mi pasado
con sus luces y sus sombras. Desde que ha crecido en m un profundo
desagrado por esta pluma prpura, voy a confiar que has deducido mi
estilo de escritura y podrs saber la diferencia sin ella.

* * *

La maana siguiente a mi altercado en la ducha, me despert deseando


lo que no tena. No haba un lugar en m que no latiese y mi cuerpo estaba
haciendo un trabajo muy bueno en convencerme de que tirara
simplemente la toalla y pasase el da en cama intentando permitirle a la
niebla dichosa de la inconsciencia enviar el dolor lejos.

Por suerte, mi cerebro tena otras ideas, la mayora vinculadas con


levantar mi trasero de la cama y ser vista como alguien que no cede
simplemente por una pelea. Despus de un largo debate interior, decid
anteponer lo pensaba a lo que senta y despacio me levante, como una
mujer vieja artrtica en una maana invernal lluviosa, fuera de la cama y
sobre mis pies. Me qued de pie a un lado de la cama, jadeando,
temblando y procurando deshacerme la terrible nusea que haba
decidido salir para jugar.

Despus de asegurarme que no perdera la conciencia con la menor de


mis acciones, empec a prepararme lentamente para el da. La tela
spera de mi uniforme de la prisin frot los rebordes crudos que tiraban
literalmente mi espalda y us el dolor para sostenerme y centrarme en
continuar. Viniera lo que viniera, que la nica manera en que podra
enfrentarlo era empezar mi da bajo mi propio poder y llevar mis lesiones
como una insignia de honor por una batalla bien luchada y difcilmente
ganada.
Decidiendo saltar un desayuno que habra de, con todos los derechos,
ser incapaz de guardar dentro de los confines de mi estmago, me dirig,
a paso lento, hacia mi santuario, la biblioteca. Mientras caminaba
notaba las miradas lanzadas hacia m, algunas llenas de simpata apenas
velada, otras con odio y algunas ms con una nueva clase de respeto.
La red de la prisin estaba al parecer en el orden activo positivo.

Haba tambin un sentido de excitacin que penetr en la prisin, como


si un evento muy importante estuviera a punto de pasar y todos excepto
yo conociesen todo acerca de l. No poda evitar pensar con maravilla
que tuviera algo que ver conmigo, aunque al mismo tiempo oraba
fervorosamente porque no ocurriera.

Corinne me encontr antes que lo hiciera yo, en la puerta de la


biblioteca, acogindome bajo el brazo y llevndome al caluroso cuarto
con un profundo brillo de respeto en sus ojos. Ayudndome a sentarme a
la mesa, en una silla recientemente forrada, se aproxim a su hornilla,
volviendo rpidamente con una taza de t fragante.

Bebe esto, ngel. Tiene algunas cosas que ayudarn a aliviar tu dolor.

Tom la taza agradecidamente, trayndola a mis labios e inhalando el


vapor con un sentido de placer. Ola a menta y limn y a algo casi
familiar, aunque yo no pudiera realmente recordar qu era. Tom un
sorbo, gimiendo de gratitud mientras el sabor equilibrado aliviaba la
aspereza de mi garganta y calentaba mi interior. Mi estmago estaba
aparentemente contento con el regalo, ya que permaneca firme y
silencioso.

As que te enteraste, supongo.

Corinne sonri, su mueca era casi severa y rapaz.

Claro que s. El brazo de Mouse est enyesado y su amiguita no hablar


claramente en bastante tiempo.

Hice una mueca de dolor.

No quise pegarles tan fuerte.


Extendiendo la mano gentilmente colocndola bajo mi barbilla, mientras
ergua mi cabeza.

Nunca sientas el defenderte a ti misma, ngel. Ellas te habran matado


anoche si hubieran podido. Trataste de detenerlas, y las pusiste fuera de
combate por un buen tiempo. Nada mal para ser el trabajo de una
noche.

Nuevamente hice una mueca de dolor.

No estoy orgullosa de lo que hice, Corinne.

Deberas estarlo.

Bien, no lo estoy.

Acab la conversacin tomando otro sorbo de la taza, e inclinando mi


cabeza atrs, mis ojos cerrados divagando hacia ninguna parte. El quid
de la cuestin era que mis acciones me asustaron. Una cosa es el saber
que eres capaz de defenderte y otra el comprender que tienes la fuerza,
la habilidad, e incluso la voluntad para matar a otro ser humano. Yo ya
haba hecho eso una vez. No tena ningn deseo de hacerlo de nuevo
en toda mi vida.

Corinne se sent en la silla a mi lado, poniendo una mano amistosa en mi


mueca.

Cancelar tu sesin de enseanza de hoy.

Mis ojos se abrieron sorprendidos y la mir fijamente.

Preferira que no lo hicieses. Comet un error tomando una ducha sola.


Y pagu por l. Esas mujeres no necesitan sufrir por mi ignorancia.

Ellas no sufrirn, ngel. Slo ser por un da o dos, hasta que ests lo
bastante bien para ensear de nuevo.

De algn modo yo consegu levantarme de mi silla, agachndome


ligeramente para encontrar la mirada interesada de Corinne sobre m.
Corinne, por favor. Necesito hacer esto. Aprecio que me quieras, pero
no quiero ser consentida, por ti o nadie ms.

Despus de un momento largo, Corinne ech su cabeza atrs y se rio,


dejando ver en el movimiento de su barriga al ritmo de su risa, toda su
alegra.

Bueno, bueno, nuestro pequeo ngel ha crecido del todo.

La mir durante un largo momento, entonces suspir lentamente.


Igualmente solt una risita entre dientes.

No realmente. Recin, por un minuto estuve angustiada pensando que


quiz te haba ofendido.

Corinne se rio de nuevo, mientras agitaba su cabeza. Entonces ella se


incorpor y envolvi mi cuerpo en un abrazo que oli a canela y a afecto
caluroso.

Nunca cambiars para nosotras, ngel. Eres perfecta de la manera


que eres.

Muchas gracias, creo.

Las palabras, salidas del clido corazn de una fra asesina, me


calentaron hasta los dedos de los pies. Era una de esas paradojas
inexplicables de vida de la prisin, pero una que acept
agradecidamente. Amor, despus de todo, es amor y aprendes a
tomarlo donde lo encuentras y a ser agradecido por haberlo recibido.

Corinne me solt finalmente y se sent en su asiento. Observando


detenidamente, pude ver ese mismo estado de excitacin apenas
reprimido a su alrededor.

Corinne, algo est ocurriendo aqu que yo no sepa?

La sonrisa que cruz la cara de mi amiga habra hecho a la Mona Lisa


sentirse orgullosa.

Podra ser ella se permiti decir.


Vas a decirme qu es?

Su sonrisa se ensanch.

ngel, a veces es bueno experimentar ciertas cosas uno mismo.

Agitando mi cabeza, solt con esfuerzo un suspiro de frustracin.

Creo que te gustar. Ya vers.

Puedes contestarme dos preguntas, al menos?

Prubame.

Ok. Esta cosa pasar hoy?

Si la red de la prisin es correcta, s.

Bien. Tiene algo que ver conmigo?

Las delgadas cejas de Corinne se juntaron en su ceo fruncido un


instante. Entonces su cara se despej.

Quizs al principio, no. Pero tengo la sensacin de que un da tendr


todo que ver contigo.

Resist la tentacin de poner mis ojos en blanco.

Entonces, eso es todo lo que vas a decirme, eh?

Mi amiga sonri afectadamente.

S.

Cualquier rplica mordaz que podra haber hecho, fue acallada por la
entrada de mis dos estudiantes que caminaron rindose tontamente y
mirndome de cierto modo que antes yo nunca haba visto. El culto del
hroe.

En ese momento, finalmente puse mis ojos en blanco.


Unas tres horas despus me encontraba en una biblioteca felizmente
callada, tomando un descanso bien merecido. La sesin slo haba ido
mnimamente mejor que el da anterior, y yo, estaba empezando a
desesperarme tratando de incorporar los conceptos bsicos del ingls a
la vida de mis dos deseosas estudiantes. Los diccionarios de traduccin
Ingls/Espaol no dieron el resultado que yo esperaba y mi mente estaba
demasiado cansada para pensar en algo nuevo.

Corinne estaba sentada detrs de su escritorio, chispeando a su


alrededor, gracias a la luz suave de su lmpara de escritorio. El sonido de
su antigua pluma llen el aire de su meloda consoladora y le permit a
mis pensamientos divagar un poco para relajarme. El t, haba sido
inmensurablemente bueno y, despus de todo, estaba sintindome tan
bien como podra esperarse, dadas las circunstancias.

Los sonidos de la pluma sobre el papel, ms el tic tac del reloj, se


compincharon para llevarme a un sueo ligero, que fue ms curativo que
todo lo que pude haber dormido la noche anterior. Un sonido diferente
se filtr travs de mis sentidos de repente, haciendo que me sentara
derecha en mi silla, mi cuerpo reaccionando con una sonora protesta.

Qu fue eso?

Corinne permaneci callada, sonriendo enigmticamente de nuevo.

El sonido se repiti y se volvi un canto cuando ms voces agregaron su


fuerza al spero coro. Entonces, el ruido de metal contra metal me
atraves, al mismo tiempo que las voces. Mis ojos se estrecharon,
intentando entender las palabras. Me qued esttica de repente
cuando comprend que el canto no era un grupo de palabras, sino una
palabra repetida continuamente.

Fight8! Fight! Fight!

Volvindome a Corinne, hice un esfuerzo por levantarme, palabras de


agradecimiento se apoderaron de mis desordenados y confusos
pensamientos. En mi mente, poda ver a Pony arremetiendo contra
Mouse y su banda, con las reclusas en crculo a su alrededor, alentando
a su favorita.

8
Fight: lucha.
Como era a menudo en ella, Corinne pareca leer mi mente y sonri, con
una sonrisa tranquilizante.

Ellas no estn luchando. Escucha mejor.

Trat cuanto pude, pero slo poda or la palabra fight ser repetida una y
otra y otra vez. Me volv hacia mi amiga.

Es esta la sorpresa de la que me hablabas?

Lo ms probable es que as sea.

Pero no es una lucha.

No.

Entonces qu es?

Llevando su atencin de m a su carta, Corinne sonri afectadamente.

Slo hay una manera de averiguarlo, ngel.

No confiando completamente todava en mi amiga, levant


penosamente mi cuerpo de la cmoda silla y me puse sobre mis pies, una
vez ms.

Ms vale que sea una sorpresa condenadamente buena murmur


conteniendo la respiracin a medias.

Oh, lo ser dijo Corinne hacia su papel.

Disparndole una mirada deslucida, emprend mi cautelosa salida de la


biblioteca.

El gritero y el golpeteo se volvieron ms ruidosos a medida que me


acercaba a la plaza mayor de la prisin. Si no lo he descrito antes, el
Pantano est constituido por ocho niveles de celdas que corren
alrededor de un cuadrado central abierto. Dos juegos tortuosos de
peldaos de metal, descansan pacientemente uno en cada esquina del
cuadrado y sus barandas con la pintura desgastada por la presin de
centenares de manos.

Cuando baj del largo vestbulo donde estaba la biblioteca y sal al


cuadrado, mi visin se llen de centenares de reclusas vestidas de
naranja, que saltaban y cantaban al unsono, con sus caras iluminadas
por la excitacin y anticipacin. Se haban dividido en dos grandes
grupos, dejando una calleja estrecha en el medio, parecindose mucho
a un guantelete viejo. Incluso las escaleras estaban atestadas de reclusas
observando hacia la lejana entrada con expresiones expectantes.

Mi falta de altura comprometa mi visin, y la curiosidad estaba


matndome. Como el Mar Rojo, o el Mar Anaranjado para ser ms
exacta, las reclusas que tapaban mi vista se abrieron para permitirle a
una sonriente Pony pasar, quien gentilmente me condujo a travs del
rebao hacia los primeros escalones. Critter y Sonny tambin estaban en
la asistencia, y las dos me sonrieron abiertamente y me palmotearon en
los brazos, suavemente, felicitndome por sobrevivir a la paliza de la
noche anterior. Les sonre alegremente.

Qu est pasando? Grit sobre el fragor.

Critter sonri abiertamente.

Ya lo vers!

Quedndome all atrs y cruzando los brazos sobre de mi pecho, resolv


esperar lo que fuera all mismo. El sonido del canto lleg al unsono a mis
odos y comprend que no gritaban fight, sino Ice9. Me volv hacia Pony
confusa.

Ice?

Mi amiga simplemente cabece y dirigi mi atencin hacia el fin lejano


del cuadrado y la puerta que estaba all. Mi atencin comenzaba a
vagar en el momento exacto en que el canto se detuvo y la alegra se
desat, aumentando de manera tal, que empec a pensar que mis
tmpanos estallaran por la intensidad del ruido.

9
Ice: Hielo.
Devolviendo mi atencin a la puerta de espera, mis ojos captaron una
llamarada de naranja luminosa rodeada por el castao pardo de los
uniformes de las guardias. Una de ellas camin adelante y agarr las
llaves que colgaban de su cinturn, usando una para abrir la maciza
puerta. Un expectante silencio cay sobre la prisin cuando la guardia
dio un paso atrs con la mano en la porra10 que colgaba de su cinturn.
Con una inclinacin a su compaera, se adelant una vez ms. Cuando
caminaron a travs de la puerta, la prisin explot en una cacofona de
sonido. Asegurando mis manos sobre mis orejas, contempl el
espectculo desplegado ante m.

Las dos guardias caminaron a travs de la multitud con precisin casi


militar, evidentemente bien preparadas para el problema. Entonces,
caminando perfectamente medio paso atrs, con brazos y piernas
esposados firmemente, lleg el centro de atencin.

Me encontr clavada al suelo. Los sonidos a mi alrededor parecieron


caer en un lejano silencio, aunque mi cuerpo continu sintiendo sus
vibraciones. Sacndoles por lo menos media cabeza a los que la
rodeaban, una visin camin hacia la prisin, movindose con una
gracia real como nunca haba visto en mi vida. Ella pareca ordenar el
cuarto con la fuerza de su espritu, emitiendo una llamada inevitable,
ante la cual me vi incapaz de voltear. Su pelo era negro y
resplandeciente, cayendo en volteretas, como violentas olas, sobre su
espalda y rozando sus hombros, tan amplios y perfectos que provocaban
que el traje anaranjado se ciese a su magnfico cuerpo como un fiel
amante. En ese momento habra dado lo que fuera con tal de ser ese
uniforme de prisin en particular. Su cara pareca tallada en alabastro,
recordando a alguna diosa antigua, llena de fuego y fiereza, todo ello
acentuado por sus pmulos y sus rojos y carnosos labios. Pero sus ojos... Si
llego a vivir hasta los cien aos, ni aun as podra describir lo bello de su
perfeccin. Brillando feroces y orgullosos, resplandecan en el ms
profundo azul de la parte ms caliente de la llama de una vela. O, quizs,
el centro de un perfecto bloque de hielo.

Con ese pensamiento, comprend el significado de su alias de prisin, y le


encaj como ningn otro que tuviese antes o despus.

10
Porra: Palo pequeo que utiliza la polica y otros cuerpos de seguridad para golpear
Su mirada fija arda, fra y caliente al mismo tiempo, incendiando toda la
habitacin mientras nos desechaba a todas nosotras. Ella se acerc
tomndose su tiempo, sus largas y musculadas piernas la hacan moverse
como una pantera, sigilosamente rapaz. Sus guardias la siguieron como
un squito de consejeros, permitiendo a su pblico adorarla desde una
distancia segura, para que ni una pestaa estuviese fuera de lugar, ya
que an con sus miembros encadenados y todo, pareca poder matar
slo con un pensamiento. Su mirada enfocada hacia delante, hasta que
dio el primer paso. Entonces, siempre muy lentamente, su cabeza se
volvi y sent el calor de esos fros ojos cuando se sumergieron dentro,
ahogndome en una piscina tan pura y profunda, que no podra pedir
auxilio, pero s ir gustosamente a mi muerte.

Nuestras miradas se clavaron y estoy segura que mi cara se puso blanca.


Una eternidad pas en ese breve segundo. Su alma llam y la ma
respondi, como visiones entretejidas entre nosotras de vidas pasadas
existidas y sacrificios hechos. Todo en nombre de un amor perfecto que
nunca naci y nunca morira.

La atencin de la prisin entera estaba en nosotras, pero yo slo tena


ojos para ella. Ella representaba libertad, de un modo en que ni la vida
fuera de esta prisin podra igualar. Vi el azul de un perfecto da de
verano en su mirada y la promesa de seguridad, y un alma derrotada y
un amor profundo, ofrecido en una mirada breve; si slo pudiera reunir el
valor para extender la mano y tomarlo.

Mi cuerpo sigui donde mi mente ya tena primaca y, realmente ms all


de mi voluntad consciente, mi brazo se alz, extendiendo la mano para
confirmar con el slido contacto humano que ste no era un mero sueo,
sino una viva y respirable realidad, que estaba de pie ante m.

Una llamarada de castao, entr en la periferia de mi visin y sent mi


brazo desviado al costado por la guardia que caminaba detrs,
rompiendo el momento. Una sonrisa impresionada encorv los labios
suaves, carnosos, de mi hechicera. Con una ceja levantada y el
fantasma ms desnudo de un guio, ella alej su atencin de m y
encabez los escalones a la unidad de segregacin, dejndome ms
desconsolada de lo que puedo recordar haber estado nunca.

El sonido se qued atrs, como un vaco, y mi cabeza devan la


intensidad del momento. Pony me cogi cuando reca contra la
baranda, la fuerza de repente haba abandonado mis piernas. Cuando
la prisionera fue dejada en su nueva celda, la muchedumbre empez a
separarse y Pony y Critter cada una tomando uno de mis brazos, me
ayudaron a bajar de la escalera y me acompaaron a la biblioteca, con
Sonny siguindonos muy de cerca.

Recuerdo muy poco de ese corto viaje. La mejor metfora que puedo
encontrar es asemejarlo a tocar un cerco electrizado sin estar preparado,
siendo envuelto por la corriente y si eres afortunado, viviendo para sentir
las imgenes posteriores, cuando hormiguean a travs de tus
chamuscadas terminaciones nerviosas.

As que envuelta en estos nuevos sentimientos extraos ni siquiera not


cuando entramos en la semioscuridad calurosa de la biblioteca. Mis
nuevas amigas me escoltaron a mi silla y me colocaron, entonces
sonrieron abiertamente ante mi expresin deslumbrada, luego hablaron
algo con Corinne y me dejaron all, sumida una vez ms en mis
pensamientos.

La prxima cosa que puedo recordar de verdad, es a Corinne


acercndose con una taza de su famoso t.

Me lo pas y yo tragu casi todo el contenido de un sorbo, quemndome


la lengua y el paladar ante el intenso e inesperado calor.
El dolor me peg un segundo despus y baj de golpe la taza, mientras
abanicaba mi cara tratando de evitar que mis ojos se anegaran de
lgrimas.

Mi amiga tuvo el detalle de no rerse de mi tontera, pero me senta no


obstante como una nia. S que me ruboric por algo ms que el calor
del t y de pronto la mesa llena de rayones que tena en frente, se volvi
una obra de arte interesantsima, una que requera toda mi atencin.

Corinne esper pacientemente fuera y, recogiendo finalmente los


remanentes andrajosos de mi valor, me arriesgu a buscarla, haciendo
una mueca interna por la mirada de sutil burla que estaba segura, estaba
instalada en sus ojos.

En cambio, su mirada era tranquila y compasiva y me dej caer con un


sentimiento de alivio.
Ests bien? Pregunt con voz amable.

Yo... no estoy segura. Creo que s-. Mirndola, me esforc en poner


sentimiento en las palabras Qu pas?

Corinne sonri.

Ice pas.
Captulo 2

Quin es ella ? Esa pregunta de repente abarcaba todo mi ser. Era


algo que necesitaba saber tanto como necesitaba el aire para respirar y
comer.

En respuesta, mi amiga se levant de su silla y volvi a su escritorio. Abri


uno de los cajones, sac un libro de recuerdos y volvi a la mesa,
deslizndolo delante de m.

Eso te dar algunas respuestas.

Abr el libro, mir hacia abajo en el primer titular de un peridico y algunos


de mis sentimientos de reconocimiento encajaron en su lugar.

Incluso si no eres de esta zona, si eres lo suficientemente mayor como


para haber podido leer durante la dcada de los aos 60, podas
recordar el nombre de Morgan Steele. En ese momento, ella tena el
dudoso honor de ser la asesina en serie femenina ms joven en la historia
de Estados Unidos. Por ahora, estoy segura de que alguien ha superado
su rcord, pero fue noticia de primera plana por ese tiempo.

Morgan tena quince aos y era una nia de la calle cuando su mejor
amigo fue asesinado en una compra de droga que haba ido mal. Se
dice que Morgan estaba fuera de la ciudad en otro asunto en ese
momento, pero cuando regres y se enter de lo sucedido, se volvi loca.
Rob un arma en una casa de empeo, la adolescente acech a las
personas que haban asesinado a su amigo y casi un mes despus, los
atrap a todos en un almacn. Haba diecisis miembros de una pandilla
callejera en ese almacn esa noche. Morgan los mat a todos. Cuando
el arma se qued sin municin, fue tras los supervivientes con una barra
de hierro. Y cuando se rompi, termin con el ltimo adolescente con los
pies y los puos.

En respuesta a una llamada a la alteracin del orden pblico, la polica


entr en el almacn justo a tiempo para ver a Morgan rompiendo el
cuello de su vctima final. Luego, sin embargo, la rabia no pas y se fue
tras los dos policas que trataron de detenerla. Le dispararon cinco veces
y pas casi dos meses en el hospital antes de recuperarse lo suficiente
como para enfrentar un juicio.

El veredicto fue una conclusin inevitable y slo la sentencia despert el


inters. Debido a que era menor de edad, la pena de muerte aunque tal
vez se justificaba, no era una opcin. La mayora pensaba que iba a
pasar su tiempo en un centro de detencin juvenil hasta que cumpliera
veintiuno y fuera liberada con un informe judicial limpio. En una decisin
histrica, el juez aprob una sentencia de cadena perpetua sin
posibilidad de libertad condicional, que se cumplira en una crcel de
adultos.

Hubo algunas protestas pblicas por la decisin, pero en su mayor parte,


la gente pareca convencida de que la justicia haba sido debidamente
aplicada y Morgan fue llevada al Centro Penitenciario de Mujeres
Rainwater para cumplir el resto de su vida natural tras las rejas.

Sin embargo, hay cosas que suceden entre bastidores y el caso de


Morgan no fue dejado descansar en ningn peridico recogiendo polvo.
Importantes abogados dieron un paso adelante, y durante los siguientes
cinco aos, lograron llevar el caso hasta el final, a la Corte Suprema de
los Estados Unidos. El 16 de marzo de 1972, la Corte Suprema declar que
la sentencia de Morgan era inconstitucional. Cuatro meses ms tarde, en
su vigsimo primer cumpleaos, Morgan Steele sali de la crcel como
una mujer libre.

Despus de que mis ojos recorrieran el ltimo artculo, cerr el libro de


recuerdos y lo deslic de nuevo sobre la mesa para Corinne.

No era ms que una nia cuando vino aqu. Qu pas que la convirti
en la persona que merece una bienvenida como la que acabo de ver?

Corinne sonri con tristeza.

Creo que algo le pas mientras estaba en el hospital recuperndose


de sus heridas. La persona que conoc no era la misma que asesin a
todos esos adolescentes a sangre fra. Estaba tranquila, respetuosa. Ella
slo quera pasar su tiempo de la mejor manera posible. No quera
problemas. Mi amiga le acarici la piel cubierta al libro de recuerdos
mientras sus ojos adquirieron una mirada perdida. Sin embargo, los
problemas lograban encontrarla. A finales de los aos 60, las bandas
dominaban esta prisin, ms an que en la actualidad. El racismo era un
gran problema y haba disturbios raciales casi todas las semanas. Palizas.
Pualadas. Fuegos. Lo que fuera. Los guardias abandonaban ms
deprisa de lo que podan contratar a otros nuevos. El Gobernador incluso
amenaz con enviar a la Guardia Nacional para restablecer el orden
Corinne suspir. Lleg un punto en el que cualquiera tena que elegir
un bando o arriesgarse a ser asesinado, incluso por su propia gente. Era
el infierno Cuando mi amiga levant la mirada, haba un brillo en sus
ojos. Ice no era conocida como una persona que hiciera las cosas de
manera convencional. En lugar de unirse a una pandilla, comenz la suya
propia. Las Amazonas.

Las Amazonas? Quines son? Aparte de ser un grupo de mujeres


mticas guerreras, quiero decir.

Deberas saberlo, ngel. Tres de las mejores miembros son tus mejores
amigas.

Quines?

Pony. Critter. Sonny.

Me qued muy sorprendida. En toda mi relacin con ellas, yo no tena ni


idea de que mis amigas fueran miembros de una banda.

Me ests tomando el pelo?

Nop. Son miembros de las Amazonas. La banda que Ice comenz


cuando estuvo aqu.

Intrigada, me acerqu a Corinne.

Y qu defienden estas Amazonas?

Corinne se encogi de hombros.

Lo que ellas quieran defender. Son la banda en esta prisin.

Pero... pero eso no tiene ningn sentido! Todas parecen muy


agradables!
Lo son, ngel. Tambin pueden ser completamente despiadadas. Todo
depende de donde ests Acarici el libro de nuevo. Permteme tratar
de explicrtelo. Como ya he dicho, las bandas estaban destruyendo esta
prisin. Nadie saba qu hacer para detenerlo. Ice, que para entonces
haba desarrollado una reputacin como la mejor luchadora del centro
penitenciario, se acerc a otras mujeres que tambin eran conocidas por
su capacidad de lucha, la inteligencia y la lealtad. Estas mujeres se
unieron para formar las Amazonas, una nueva banda. Lo mejor de lo
mejor, y se dedicaron a poner la crcel de nuevo bajo control. Les tom
varios meses, pero cuando todo termin, haban hecho retroceder a las
bandas. Las Amazonas se convirtieron en una especie de fuerza de
mantenimiento de paz de las reclusas. Ellas ayudan a las personas que lo
necesitan y castigan a aquellas que lo necesitan tambin. Se aseguran
de que ninguna banda se manifieste ms fuerte que los dems, y ayudan
a proteger a los verdaderos oprimidos.

Y ella hizo todo eso cuando tena quince aos?

La sonrisa de Corinne se volvi petulante.

As es.

Wow Viendo la cariosa sonrisa en la cara de mi amiga, me lanc a


otra pregunta. Si no te importa que te lo pregunte, Corinne cul es tu
inters en todo esto?

Oh, eso es bastante simple. Aunque yo era una anciana sin valor como
luchadora, todava tena alguna influencia en esta prisin. Las blancas
queran esa influencia y las negras queran destruirla. Era la nica cosa en
que estaban de acuerdo. Una noche, los miembros de ambas bandas
llegaron con ccteles molotov, amenazndome a m y a mi biblioteca
con quemarnos si yo no elega. Sus ojos adquirieron ese brillo duro peculiar
que me haba dado cuenta que tena de vez en cuando antes. Ice sali
de la nada y fue a por todas, ella sola. Las bandas perdieron a ocho
personas esa noche. Una todava est en el hospital. En coma.

Di un grito ahogado, horrorizada.

Y el resto?
Oh, todas ellas recuperadas. Finalmente Corinne se burl. Nunca
me molestaron de nuevo, creo que parte de m se enamor de ella esa
noche Mi vengadora oscura. Lo que hizo fue... hermoso Se volvi
hacia m, con los ojos llenos de amor a la mujer conocida como Ice.
Ella ha mantenido un ojo desde fuera en m desde entonces. Incluso
cuando no estaba en la crcel, se asegur de que estuviera a salvo. La
biblioteca ha sido dejada existir y crecido en paz y me han permitido
hacer lo mismo. Gracias a ella.

Eso es increble.

S, lo es.

As que, sabes por qu est de vuelta?

No est muy claro. Por lo que he podido captar, cuando sali la ltima
vez, fue abordada por algunas personas muy importantes.

Quines?

Es difcil de decir, pero he odo que son del tipo que visten trajes oscuros
y deportivas, con apellidos que suenan muy italianos.

La Mafia?!?

Eso me han dicho. De alguna manera, se las arreglaron para que se


uniera a ellos. Tengo que admitir que me sorprendi bastante. Me senta
segura de que ira por el buen camino despus de su estancia aqu. Pero
no lo hizo.

Entonces, qu pas?

Mis contactos me dicen que ella fue capaz de ir muy lejos en la


Organizacin, a pesar del hecho de que no tiene nada de sangre
italiana. Al parecer, era una especie de mercenaria contratada por estos
tipos. Muy buena en su trabajo, si es que no puedes adivinar eso ya
Escuchaba a Corinne sacudiendo la cabeza en su historia. El misterio de
por qu esta mujer joven, que recibi una milagrosa segunda
oportunidad, elegira volver a la delincuencia era uno que realmente
quera resolver. Por lo que he odo, fue enviada a eliminar a un testigo
que testificaba en un juicio inminente sobre extorsin. Lo extrao es que
el testigo, aparentemente, testificaba para la defensa. Eso no tiene
mucho sentido. A menos, por supuesto, que haya alguien en lo alto de
una de las Familias que quiera a este Jefe tras las rejas por alguna razn.
Algo pas y ella fue capturada. Le tendieron una trampa, a lo grande.

Crees que lo hizo?

No lo s. No lo creo. No es su estilo. La Ice que conozco no elimina


testigos, no importa para qu lado testifiquen.

Bueno, parece que la Ice que conocas cambi mucho una vez que
sali de la crcel.

Es cierto. Pero aun as, algo no cuadra. Realmente empec a


sospechar cuando me enter de que iba a ser defendida por un
abogado de oficio designado por el Tribunal. La Mafia generalmente
ayuda a su propia gente en estas situaciones. Incluso cuando metes la
pata, generalmente estn detrs de ti todo el camino.

Sent que mi sonrisa apareca en mi cara.

Bueno, entonces. Parece que tenemos nuestro propio misterio que


resolver. Colombo, cuidado. ngel est en el caso.

Mi alegra fue detenida por una mano fuerte en mi mueca.

ngel dijo Corinne seria, ve con cuidado. Ice es una mujer muy
privada y si investigas sin su consentimiento, vas a tener muchos
problemas, sin importar quines sean tus amigas. Aunque tengo la
sensacin de que va a haber una conexin muy fuerte entre vosotras, es
una mujer muy, muy peligrosa. Por encima de todo, tienes que recordar
eso.

Tragando saliva, me acord de los ojos de hielo que me haban mirado


haca slo una hora y asent.

Entiendo.

Sonriendo de nuevo, Corinne apret suavemente la mano.


Ice puede ser la mejor amiga que jams hubieras esperado tener,
ngel. Tambin puede ser tu peor enemiga. Como he dicho, ve con
cuidado alrededor de ella. Dale la oportunidad de tantearte, de
conocerte. No confa en nadie, no del todo. Pero si piensa que eres digna
de ella, y s que lo eres, las cosas van a darse solas. Cosas buenas, creo.

Despus de un momento, asent de nuevo. Conociendo mi prxima


declaracin iba a sonar totalmente estpida, me arm de valor contra la
probable risa.

Corinne, cuando ella me mir un momento, yo... bueno... sent algo.


Fue la cosa ms extraa que jams he sentido en mi vida. Casi como si la
conociera. Y no slo eso. Yo... la... amaba Negu con la cabeza,
maldiciendo mi lengua por no ser capaz de llegar a una mejor manera
de expresar la multitud de sensaciones que me atravesaron cuando
nuestros ojos se haban cruzado durante un breve segundo perfecto.
No puedo explicarlo. Quiero decir, nunca he conocido a esa mujer antes
de ahora, pero... Mi voz se apag cuando solt un profundo suspiro.
S que te debo sonar como una idiota le murmur miserablemente.

Me apret la mano de nuevo.

Para nada, dulce ngel Ladeando mi barbilla de nuevo, Corinne me


mir a los ojos. Cuando era ms joven, antes de todo eso del arsnico
para maridos... Gem. Yo tena una especie de talento para ver las
cosas. Cosas que no estaban realmente all El rostro arrugado de mi
amiga se arrug an ms en una sonrisa. Claro, supongo que en la
mayor parte del mundo, se llama locura. La parte buena es que esas
cosas a menudo resultaban ser ciertas.

Podas ver el futuro?

Algo. O el pasado. No siempre estaba segura. Llegaba a ser confuso a


veces Ella se ri un poco. Menos mal que nac en Louisiana, ese tipo
de cosas eran ms o menos aceptadas como un regalo, y no una
maldicin. En los crculos correctos, por supuesto. Se desvaneci a
medida que creca, pero sigo teniendo flashes aqu y all. Y
definitivamente tuve un flash la maana que entraste corriendo en mi
biblioteca, cubierta con desayuno. Fue algo que vi en Ice el primer da
tambin.
Levant la vista hacia ella, segura de que mi incredulidad se mostraba
claramente en la cara.

Corinne, perdona que te lo diga, pero me resulta difcil de creer que


Ice tropezara aqu despus de ser perseguida por un grupo de reclusas
enloquecidas. Llevando todo el desayuno en su camisa.

Mi amiga se rio de nuevo, un sonido claro, musical que llen la biblioteca


agradablemente.

No. Estoy hablando de lo que vi en sus ojos. Ice es un alma vieja.


Antigua, de hecho. Ni siquiera podra empezar a adivinar a qu tan atrs
llega. Incluso cuando lleg aqu cuando era nia, sus ojos eran antiguos,
como si hubieran visto ms del mundo que cualquier mortal tuviera
derecho a hacer. Era... desconcertante al principio. Me acostumbr a
ello despus de un tiempo Volvi la mirada hacia m, evalundome.
Veo lo mismo en tus ojos, ngel. Una sabidura que desmiente tu
inocencia Su sonrisa se profundiz, y juro que por segunda vez pude ver
un ligero destello de colmillos en su boca. Eso, por supuesto, slo te
hace an ms atractiva.

Un escalofro aterrador cruz por mi espalda y se me puso la piel de


gallina. De repente me sent muy incmoda en presencia de Corinne, al
verla por primera vez como la mujer que era en realidad, una asesina
impenitente. Las paredes comenzaron a estrecharse y admitir
libremente que empec a sentir puro pnico.

Al ver mi estado, Corinne dej de mirarme a los ojos, fijndose hacia


abajo y acaricindome los brazos.

No tengas miedo, ngel. No estoy aqu para hacerte dao Su risa,


cuando lleg, era casi amarga. No soy ms que una mujer despus de
todo. Que ha visto mucho en la vida.

De repente me sent muy avergonzada de mi reaccin. Girando mis


manos, agarr los brazos de Corinne con fuerza.

Eres mucho ms que una mujer para m, Corinne. Eres mi amiga Estoy
segura de que estaba sonrojada en ese momento. Siento haber
reaccionado as. Es slo que... todo esto de ver cosas que no estn ah y
almas antiguas... Yo slo soy de un pequeo pueblo metodista, despus
de todo. No se supone que creamos en esas cosas.

La expresin de Corinne se suaviz, cambiando de nuevo a la vieja


abuela adorable que haba llegado a conocer.

Est bien, ngel. He estado aqu tanto tiempo que a veces me olvido
de lo aterrador que este lugar puede ser Se encogi de hombros. Es
un hogar para m ahora, pero tengo que darme cuenta que la mayora
no os sents de esa manera Liberndose de mis manos, alej su silla de
la mesa y se levant. De todos modos, recuerda lo que dije. Mantn tus
ojos y odos abiertos, s suave y sin pretensiones alrededor de Ice y todo
va a ir bien.

Gracias, Corinne.

No hay problema, hija. Ningn problema en absoluto.

* * *

El siguiente par de semanas pas rpidamente. Haba hecho un gran


avance con mis estudiantes mexicanas y la enseanza se haba
convertido en una tarea placentera. Se llevaron todo lo que les di, y
prcticamente me rogaron por ms.

Dinero y libros usados empezaron a llegar a la biblioteca en los envos


regulares y Corinne y yo nos mantuvimos muy ocupados catalogando y
enviando cartas de agradecimiento a nuestros colaboradores. Ms y ms
personas venan a visitar la biblioteca por diferentes razones, por lo que
Corinne era una mujer muy feliz. Ella continuamente estaba ajetreada
preparando su famoso t y compartiendo historias con las otras reclusas.
Casi siempre haba una clase impartindose en una esquina, as que por
primera vez, hacan de la biblioteca un lugar lleno de gente, un lugar
amable para estar.

Ice haba sido puesta en libertad entre la poblacin general despus de


slo dos das de segregacin, y la prisin, aunque la emocin se haba
acomodado un poco desde su llegada inicial, an permaneca en un
buen comportamiento. Montana, quien haba sido la jefa de las
Amazonas durante la ausencia de Ice, entreg su manto de autoridad
con mucho gusto y vena a la biblioteca, algo que no haba tenido
tiempo de hacer antes, para charlar o leer. Aunque todava muy
intimidada por la bella mujer sombra, llegu a conocerla un poco mejor
en estos momentos de tranquilidad y la encontr amable, considerada e
inteligente, muy apasionada en sus creencias.

Ella me dijo que haba dirigido la Comunidad Separatista de la Mujer en


Montana, de ah su apodo de prisin. Cuando la Enmienda de Igualdad
de Derechos se acerc a la ratificacin, dirigi una campaa sin cuartel
para conseguir colocarla dentro de la Constitucin. Esa campaa
condujo al chantaje y la extorsin, y fue condenada por estos delitos en
Pittsburgh. Haba estado en el Pantano durante siete aos, una sentencia
anormalmente larga para su crimen, y esperaba ser liberada pronto. La
Comunidad de Mujeres segua existiendo y echaba de menos su casa
terriblemente. Disfrut escuchando sus historias de toda una comunidad
que exista sin la presencia de los hombres.

Mi pequeo negocio secundario de ser la persona que consegua cosas,


comenz a despegar realmente despus del incidente de la ducha y
estaba ms ocupada que nunca lo haba estado en mi vida. A pesar de
que estaba encerrada detrs de altos muros, empec a disfrutar
realmente de la vida por primera vez en mucho tiempo.

Siguiendo el consejo de Corinne al pie de la letra, me qued lejos de Ice.


A medida que pasaban los das, mis recuerdos de nuestro primer
encuentro comenzaron a desvanecerse un poco y atribu la mayor parte
de esos sentimientos extraos a una especie de lapsus mental
postraumtico combinado con cualquier hierba especial que estuviera
en el t mgico de Corinne. Extraas historias de vidas pasadas y almas
antiguas se fueron alejando un poco, a un rincn oscuro de mi mente,
que sala y se examinara slo en la profunda quietud de la noche de
prisin.

Con el paso final de la primavera al comienzo del verano, me aventur


fuera de la cueva oscura de la biblioteca, un buen da. La sensacin de
calor del sol en mi piel era pura felicidad y me sent en un pequeo
espacio de hierba suave con una sensacin de placer. Relajando mi
cuerpo y volviendo la cara hacia el sol, dej que mis ojos se cerraran y
escuch los sonidos de los insectos y las aves, ya que tejan su canto
natural alrededor de los sonidos de sus pesos presionados y los huevos
abrindose. El dulce aroma de la nueva vida perfumaba el aire a mi
alrededor e inhal profundamente, tarareando con placer.

Como estoy segura de que has notado que sucede a menudo conmigo,
estaba tan envuelta en el placer del momento que no me di cuenta que
las cosas haban cambiado a mi alrededor. Mi primera pista vino cuando
una parte de mi cerebro difusa not de pronto la ausencia de sonido
humano en el patio. Entonces, sintiendo una presencia muy clido detrs
de m, me gir, logrando ponerme de rodillas y poniendo mis manos en
una postura defensiva mientras lo haca. Respirando con dificultad, me
las arregl para mirar hacia arriba, luego hacia arriba otra vez, hasta que
me encontr con los ojos azules feroces de Ice, que estaba sonriendo
hacia m, aparentemente muy satisfecha de s misma por pillarme
desprevenida.

Despus de un momento, puso en cuclillas ese largo cuerpo de ella


delante de m, arrancando una hoja de hierba y hacindola girar
distradamente entre sus hermosos finos dedos. Entonces, por casualidad,
se encontr con mis ojos de nuevo, capturndome totalmente dentro de
su mirada azul helada.

He odo que eres la mujer que consigue cosas.

Si no estaba absorta antes, el sonido de su voz baja, resonante y


melodiosa recorriendo mis sentidos lo consigui. Me temo que la mir
parpadeando estpidamente por un momento, tratando de centrar mi
mente totalmente confundida en torno a sus palabras.

Qu?

Como frase de apertura, sa estaba en el nivel ms bajo y mi cerebro


recibi una patada mental por esa pieza en particular de brillantez
literaria.

Ice sonri, entonces. Una sonrisa extraamente entraable y


dolorosamente familiar que aceler mi corazn.

Estaba equivocada acerca de eso?


Eh... no. No, en absoluto Ahora bien, si tan slo pudiera saber en lo
que ella no estaba equivocada, estara por delante del juego. Un viejo
axioma de mi madre entr en mi cerebro: En caso de duda, siempre
intenta ser honesta. Me encog de hombros mentalmente, imaginando
que en este momento, era mejor que nada. De qu estbamos
hablando?

Una ceja de bano se levant mientras ella me miraba ms de cerca.

Hay algn problema?

No! No. Para nada. Nada en absoluto. Yo... ah... no te he odo la


primera vez Brillante, ngel. Simplemente genial. Podras... mmm...
repetir tu pregunta, por favor?

Un largo brazo arroj la hoja de hierba a lo lejos y Ice junt las manos
entre sus piernas abiertas.

Te pregunt si estaba equivocada al suponer que eres la persona que


consigue cosas.

Oh! Oh, no, no estabas equivocada en absoluto. Sobre eso, quiero


decir Inhalando profundamente, lo intent de nuevo. Lo que quiero
decir es que yo soy la mujer que puede conseguir... cosas. Para la gente.

A da de hoy, todava puedo recordar rezar con ms ahnco de lo que lo


haba hecho en toda mi vida. Rec para que una gran revuelta estallara
en el patio, o que un repentino tornado apareciera de repente,
llevndome de esta tierra de Oz11 en la que me encontraba de repente.
Incluso un terremoto servira, con tal de que yo estuviera cerca de la fisura
y pudiera arrojarme en la brecha. El flash de caer en un pozo de lava
burbujeante vino a mi mente, cerrando esa fantasa en particular
rpidamente.

Ice me mir con una mirada de casi infinita paciencia y una dbil chispa
de diversin brillando en sus magnficos ojos.

Tragu saliva. Mucho.

11
Oz: Referencia a la pelcula El mago de Oz.
Hay... algo que pueda conseguirte a ti?

Por fin! Mi primera frase coherente del da. Y ya era hora, mi ego hundido
estaba ms que feliz de sealarlo.

Ice pareci considerar la pregunta, como si estuviera tan sorprendida


como yo de que realmente me las hubiera arreglado para conseguir
arrancar. Se encontr con mi mirada directamente.

Sabes algo sobre bonsis?

Bueno, fue divertido mientras dur.

Mmm... a menos que ests hablando del juramento de aquellos pilotos


kamikaze que solan gritar antes de estrellarse en el Pacfico, entonces me
temo que no.

La cabeza morena asinti.

No mucha gente sabe sobre ellos reconoci. Bonsi es... una


especie de arte Sus maravillosas manos se desplegaron, describiendo
sus palabras. Se empieza con un rbol. Uno pequeo. Y lo podas y le
das forma hasta que se convierte en la visin que tienes en tu mente.

Suena hermoso.

Supongo.

Es evidente que, el hablar de belleza la pona incmoda. Mi mente


estaba ocupada tomando notas mentales.

Entonces... quieres que te traiga qu, un rbol?

Mi tono debi haber sonado dudoso, porque ella se apresur a


corregirme.

No. Me van a enviar alguno de los mos. Ya lo he aclarado con Sandra


Pierce. Lo que necesito es algo que se llama un rastrillo bonsi.

Un rastrillo?
S.

Cmo de grande es ese rastrillo?

Tiene 25 cm de largo y una pieza de metal de tres puntas en un


extremo. De alguna manera se parece a una de esas herramientas que
se utilizan para cultivar un huerto arando el suelo. Slo que ms delgado.
Y los dientes son ms pequeos.

Apartando la mirada por un momento, trat de imaginar lo que estaba


describiendo en mi mente sin la distraccin de su cercana nublando mis
pensamientos.

Creo que deberas saber le dije despus de un momento, que no


consigo nada que pueda ser utilizado como arma. Esa es una lnea que
no voy a cruzar.

Sus ojos se estrecharon por un momento y admitir libremente que sent


un miedo estremecedor recorriendo mi espalda con su mirada. Entonces,
ella sonri con esa arrogante media sonrisa otra vez y exhal un silencioso
suspiro de alivio.

Te aseguro que no tengo la intencin de utilizarlo como arma. Es una


herramienta, nada ms.

Pero aun as... Saba que estaba tomando un gran riesgo,


interrogndola as, pero como he dicho, haba una lnea que no cruzara.
Por nadie.

Te dir algo. Por qu no te tomas un tiempo para pensar en ello? Te


voy a dar el dinero y el nmero de catlogo y si decides seguir adelante
y comprarlo para m, genial. Si no es as, puedes quedarte el dinero, sin
hacer preguntas, ni perjuicios.

Pero...

Ella levant la mano, acallando mis protestas.

Y si decides comprarlo, puedes echarle un vistazo cuando lo recibas


para revisar si se podra usar como arma y entonces podrs guardarlo o
tirarlo. Una vez ms, sin preguntas ni perjuicios. Suena justo?
Pero...

Baj la mano que tena levantada, acercndola a m, con la palma


hacia fuera.

Trato hecho?

Nos miramos a los ojos de nuevo. Su mirada era directa y sin pretensiones
y ca en ella una vez ms. Esa extraa sensacin de ahogo me abrum y
sent mi mano estrechando la suya. El toque de su clida palma en la ma
me fundi y atrajo la imagen de tocar una cerca electrificada ardiente
de aquel rincn oscuro de mi mente donde se las haba arreglado para
permanecer latente hasta ese momento.

Aunque yo no lo recuerdo realmente, deb haberme puesto rgida,


porque ella me solt despus de un apretn de manos rutinario y me mir
con curiosidad.

Ests bien?

Pas un buen rato mientras me arrodillaba all, mirando estpidamente el


dinero que ella hbilmente haba puesto en mi palma. Lamiendo mis
labios, pens desesperadamente en algo que decir. Si haba algo que
definitivamente no estaba, era bien. Tal adjetivo mundano ni siquiera se
acercaba a describir lo que estaba sintiendo. Aun as

S. Estoy bien.

Despus de una mirada evaluadora final, me sonri de nuevo, luego se


levant, alisando las arrugas de su traje con las manos.

Bueno. Gracias por tu tiempo.

Con un gesto con la cabeza, se dio la vuelta y se fue con zancadas giles,
y ese paso arrogante suyo hacia la zona de recreo.

Mis ojos la seguan a cada paso mientras trataba de encontrar la manera


ms digna de recoger mi mandbula de la hierba en mis rodillas.
Pony me mir desde detrs de Ice, y me dio su sonrisa desenfadada
guindole un ojo a mi obvia turbacin. Luego se ech a rer mientras Ice
la empujaba fuera del camino y requisaba el pres de banca de
pectorales, levantando una cantidad impa de peso con facilidad.

Mis ojos se unieron a la mandbula en el suelo mientras vea su


impresionante pecho y sus brazos flexionarse y relajarse contra las pesas
que estaba levantando.

Definitivamente estaba atrapada en un dilema. Esas de ah eran mis


amigas tambin. Seguramente no se opondran a que me uniera a ellas.
El problema era, sin embargo, la manera de hacerlo desde donde estaba
a donde quera estar sin llegar a perder el ltimo pice de dignidad que
me quedaba.

Para darme un tiempo, decid que una evaluacin de todo el cuerpo


estaba en orden. Una cabeza completa con el cerebro aturdido y los ojos
muy abiertos. Comprobado. Hombros flcidos, pero todava en su lugar.
Pecho con un corazn latiendo tres veces ms de lo normal, pero por lo
dems en buenas condiciones. Brazos dbiles, pero presentes. Caderas,
no vayas por ah ahora mismo. Piernas, sin duda el punto dbil de esta
evaluacin.

Colocando las manos firmemente sobre la hierba y absorbiendo parte de


la slida fuerza de la tierra a travs de mi cuerpo, me puse de pie,
tremendamente contenta de que mi cuerpo pareca soportar bien su
propio peso. Muy bien. Nos mantenemos en pie bastante bien. Ahora,
vamos a intentar caminar, de acuerdo?

Un paso se convirti en dos, que se convirti en tres, y antes de darme


cuenta, estaba haciendo un progreso constante hacia la zona de
levantamiento de pesas, donde una gran multitud se haba reunido para
animar el objeto de mi atencin en lo que pareca ser una cantidad
rcord en el levantamiento de pesas de la prisin. A medida que ms
presas se reunan a mi alrededor, bloqueando mi vista del objetivo, una
vez ms maldije a mis padres por heredar los genes ms bajos de la
estructura gentica.

Una gran ovacin reson y aunque no pude ver nada, me imaginaba


que Ice habra conseguido romper cualquier rcord con el que estuviera
lidiando. Mientras miraba a las presas tratando de encontrar un camino
a travs del mar naranja, algo extrao me golpe. Mientras que antes el
patio de ejercicios siempre haba sido segregado de forma severa entre
las fronteras raciales, las mujeres de todas las culturas se reunan
alrededor de Ice, animndola. No haba seales de las tensiones que
solan impregnar esos encuentros. El patio estaba unido en una causa
comn, animar a otra reclusa para la victoria. Y de alguna manera, no
haciendo nada ms que empujarse a s misma contra varias piezas de
inflexible metal, esta intensa mujer haba conseguido traer una armona
que de otra manera estaba ausente en el da a da del hogar que
compartamos.

Una campana ruidosa, seal el final del periodo de ejercicio,


liberndome de mis reflexiones. Con un suspiro triste, romp mi paseo
hacia la multitud que vitoreaba y me escap de nuevo hacia la crcel.

Cuando entr en la biblioteca Corinne estaba all, como siempre, para


saludarme. La enigmtica sonrisa frunci sus labios una vez ms, mientras
sealaba con su pluma hacia una de las mesas en las que un gran libro
descansaba, con su portada brillando en la tenue luz como un faro.
Atrada hacia l, con mi curiosidad en alerta mxima, ech un vistazo a
la cubierta brillante, luego de nuevo a mi amiga, con mi mandbula una
vez ms cayendo hasta los suelos.

Cmo lo supiste?

Ella sonri, satisfecha de s misma.

Tengo mis maneras, ngel.

Sacudiendo la cabeza, mir hacia el libro que esperaba con aires de


suficiencia por m en la mesa. Mis dedos trazaron el ttulo, mi mente gir
con un sentido de lo macabro: El arte del bonsi.

La maana siguiente amaneci gris y lgubre, y ya que era un sbado,


decid pasar la mayor parte del da acampando en mi litera para explorar
el maravilloso mundo del bonsi. Leer su historia me dio una nueva visin
de la mujer conocida como Ice y fui imbuida en ella, pasando muchas
horas en una soledad muy agradable mientras la vida segua a mi
alrededor.
A media tarde, haba terminado el libro y mi cuerpo estaba empezando
a estar un poco rgido y dolorido de estar contra las sbanas speras, me
decid a ir a tomar una ducha, segura en la creencia de que no sera
molestada.

La prisin estaba bastante tranquila para ser una tarde lluviosa de sbado
y, mientras pasaba el cuarto de lavado cavernoso en mi camino a las
duchas, escuch un suave sonido, casi un gemido, seguido de susurro
spero y el sonido de carne contra carne. Dejando caer el uniforme
limpio en las baldosas del suelo, me acerqu a la esquina, lista para la
accin.

Con la inhabilitacin de Mouse, el liderazgo de la banda blanca haba


sido asumido por una enorme montaa de mujer que responda al
nombre de Derby. Llamada as porque una vez fue una reina del roller
derby12. La mujer era, sin exagerar, enorme. Su rostro tena el aspecto de
los grumos de la masa de pan y su nariz estaba tan aplastada que me
preguntaba cmo respiraba a travs de ella. No sonrea a menudo, lo
cual era una bendicin, ya que la mayora de sus dientes delanteros
estaban o bien ausentes por completo, o ennegrecidos enmarcando lo
que podran haber sido. Se aproximaba a 1.80 metros (y en la crcel, slo
Ice era ms alta) y pesaba al menos 100 kilos. La mayora de ellos
parecan ser una especie de grasa slida de las que se ve en las fotos de
las mujeres campesinas que trabajan duro, y decoran el National
Geographic13 de vez en cuando. Saba por experiencia que era tan
fuerte como un toro y dos veces igual de mala.

Segn me deslic entre dos lavadoras industriales, teniendo cuidado de


no ser escuchada ni vista por el momento, me asom por la esquina a la
escena delante de m. Una mujer joven, no mayor que yo, estaba
arrodillada en el suelo, aterrorizada. Llevaba un trozo de cinta adhesiva
pegada a la boca y los brazos atados a su espalda, con lo que pareca
ser una sbana todava hmeda. Su traje haba sido rasgado en el cuello
y tirado hacia atrs sobre sus hombros, dejando al descubierto sus pechos

12
Roller derby: es un deporte de contacto que tiene su origen en EEUU. Est basado en el patinaje sobre
ruedas formado alrededor de una pista oval.

13
National Geographic: es una de las organizaciones sobre ciencia y educacin ms grandes del mundo.
Actualmente sus intereses incluyen la geografa, la arqueologa, las ciencias naturales, el estudio de las
culturas del mundo, la historia y la promocin de la conservacin del medio ambiente y del
patrimonio histrico. Para este fin, realiza becas de exploracin y publica mensualmente una
revista, National Geographic.
jadeantes. Tena la cara ensangrentada de varios golpes y sus ojos
estaban empezando a oscurecerse e hincharse. Mi mente se remont a
la poca en que yo estaba en la misma posicin y, de nuevo, me hund
mientras vea las manos rudas y contundentes de Derby retorciendo
cruelmente los pezones de la joven, ganando otro gemido. Tres
compaeras de la lder de la banda, ninguna de las cuales reconoc a
primera vista, se rieron y se codearon entre s.

Despus de una bsqueda visual rpida y sin fruto me dije que tendra
que entrar en esto sin ms armas que mi ingenio, as que sal de mi
escondite con el cuerpo tenso y listo.

Basta, Derby. Djala en paz Mi voz reson en la sala cavernosa,


saltando hacia m desde todos los ngulos.

Girando lentamente la cabeza, los labios gruesos y gelatinosos de Derby


se dividieron en una mueca mientras me espiaba.

Bueno, bueno, bueno. Si es el juguetito sexual de las Amazonas. Cmo


ests, pescadito?

Deja que se vaya, Derby Manteniendo la alerta, cambi de posicin,


decidida a no dejarme acorralar en una esquina.

Las otras tres mujeres miraron a su lder buscando indicaciones.

Ocpate de tus asuntos, pescadito, u olvidar que promet a Mouse


que se encargara de ti.

Te lo pido una vez ms, Derby. Suelta a la chica.

Ella se burl de nuevo.

Vete a la mierda.

Mientras la mujer se volva hacia su presa, tom la oportunidad que se


present e hice un salto corriendo, saltando sobre su ancha espalda y
enganchando un brazo fuerte alrededor de su garganta. Un poco
desequilibrada, ella retrocedi un paso, pero antes de que pudiera
reforzar mi llave al cuello, las otras tres llegaron a m desde tres direcciones
diferentes.
Era como ser partida por la mitad. Las rodillas de Derby se derrumbaron
de los golpes, y yo ca con ella, golpeando el suelo duro, pero
negndome a liberar mi agarre ya inestable. Brutales manos me
agarraron, pero us la recientemente fuerza desarrollada en mis piernas
para patearlas, escuchando con no poca satisfaccin, que gruan de
dolor.

Desde arriba, Derby alcanz su enorme garra alrededor de mi mano y tir


de ella en su cuello, casi rompindome la mueca en el proceso.
Gritando, ella me tir lejos y aterric, un poco aturdida, contra una de las
duchas. Ignorando el dolor, rod en pie rpidamente, mi cuerpo todava
listo y equilibrado ligeramente sobre las puntas de los pies como las
Amazonas me haban enseado.

Tu, pequea puta dijo la gigante mientras se frotaba con crudeza el


cuello. Jdete, Mouse. Voy a matarla yo misma!

Corri hacia m, con los brazos bien abiertos, como si me fuera a dar un
abrazo. Ella poda ser enorme, pero yo era gil y rpida. A medida que
avanzaba pesadamente hacia m, simplemente me agach debajo de
su brazo enorme, girando rpidamente y casi rompiendo a rer cuando
su impulso la llev a la ducha contra la que yo haba aterrizado un
momento antes.

El aire se ti de azul con sus maldiciones mientras se daba la vuelta,


sosteniendo su enorme estmago, con un brazo.

Ests muerta, pescadita. Me oyes? Muerta!

Vas a tener que cogerme antes de poderme matar, gordita.

A veces mi boca tena una mente propia, y este era sin duda uno de esos
momentos. El rostro de Derby se volvi de un tono de rojo que nunca
haba visto antes y le saltaron venas como mangueras de jardn desde el
grosor de su cuello.

Con un rugido que hizo temblar los cimientos de la habitacin, ella vino a
m nuevamente. Esquivndola por segunda vez, me tom un breve
momento para preguntarme donde se habran metido las otras tres.
Como ella me lanz una la pata sin darme, mir a mi alrededor, para ver
finalmente a las otras tres miembros de la banda tendidas inconscientes
en el suelo. Perpleja, frunc el ceo, sabiendo que mis patadas no podran
haber hecho tanto dao.

Mi momento de distraccin me iba a costar muy caro. Recuperando sus


luces, Derby haba logrado llegar a m de nuevo y estaba, en ese mismo
segundo, cargando hacia atrs un puo que pareca ser ms o menos
del tamao de un jamn enlatado.

Me qued inmvil, tratando desesperadamente de averiguar en qu


direccin moverme para evitar salir despedida de la habitacin.
Derecha? Izquierda? Arriba? Abajo? Qu?

Es realmente increble lo rpido que los pensamientos pasar por la


cabeza en un momento as. An no haba llegado a una decisin clara
cuando vi el puo saliendo hacia adelante, con mi cara claramente en
la mira.

Me prepar para el prximo golpe mientras mi mente todava trataba de


convencer a mi cuerpo a elegir una direccin en la que moverse.
Finalmente, me decid a la izquierda y estaba comenzando a esquivar en
esa direccin cuando un largo brazo serpente en mi campo de visin,
deteniendo el puo de piedra fra muerta a pocos centmetros de mi
cara. El sonido del impacto fue increble, son como un disparo de rifle
en el cuarto y rebot de nuevo a m en ecos.

Derby realmente gimi mientras la mano bronceada se cerr alrededor


de su puo. Casi poda or los sonidos de pequeos huesos rompindose
mientras su cara pasaba de rojo a blanca en un latido de corazn.

Una voz baja, reconfortante y absolutamente maravillosa son a mi


izquierda.

Por qu no te metes con alguien de tu tamao, Derby?

Aunque atrapada totalmente en las garras de la otra, con falsa valenta


intimidatoria, Derby no mostr ningn signo de venirse abajo.

No te tengo miedo, Ice.


No? Deberas Sin soltar su agarre, Ice alarg la otra mano y
suavemente me empuj en la direccin de la joven todava atada.
Mantn un ojo en ella mientras yo me ocupo de esto, quieres?

Asent en un gesto, aturdida por la amplia sonrisa que me dio, entonces


me acerqu a donde la mujer con los ojos abiertos todava estaba
arrodillada.

Todo va a estar bien ahora. Vas a estar bien Susurrando suavemente


hacia ella, le quit las ataduras, teniendo especial cuidado con la cinta
pegada cruelmente al rostro. Finalmente libre, los sollozos le superaron y
se desplom contra m, agarrando la tela de mi uniforme, como si fuera
un ancla. Envolvindola en mis brazos, la mec suavemente mientras mis
ojos se dirigan de nuevo hacia el centro de la accin, elaborado como
siempre, por Ice.

Despus de asegurarse, con mi presencia tranquila, de que la joven


estaba tan bien como podra esperarse, Ice liber la mano de Derby y
dio un paso atrs, poniendo las manos en sus caderas y evaluando a su
jadeante oponente.

Podemos hacer esto de dos maneras, Derby. Puedes dejar las cosas
como estn y salir de aqu con la mano que te acabo de romper, o
puedes ser una idiota y venir a por m, en cuyo caso, saldrs de aqu en
una camilla. Qu es lo que va a ser?

Estrechando su mano hinchada, Derby mir con odio a Ice, que mir
hacia atrs, fresca y tranquila como su alias.

Crees que eres muy dura, Ice? Bueno no lo eres.

Intentando la maniobra del toro embistiendo una vez ms, se lanz


pesadamente hacia Ice. En lugar de esquivarla, sin embargo, se encontr
con que Ice le dio una patada en el estmago, doblando a Derby por
la mitad. Con un codazo en la parte posterior de su crneo, la lder de la
banda se desplom como un saco de manzanas demasiado maduras,
aullando mientras su cara se encontraba con el fro suelo de piedra.

No pude resistirme.

Oooooh. Mala eleccin.


Ice me sonri ferozmente, claramente disfrutando de s misma mientras se
mova a un lado del cuerpo cado.

Realmente graznando de furia, Derby se empuj hasta sus manos y


rodillas, sacudiendo la cabeza y rociando hilos de sangre por el suelo. Su
cara se vea como si hubiera luchado con una motosierra y hubiera
perdido. Ponindose de nuevo en pie, se acerc a Ice una vez ms, con
la sangre chorreante manchando su traje de un color xido enfermizo.

Ice la recibi con una patada alta en la cabeza y luego, en un


movimiento absolutamente increble, cambi de pierna, enderezando el
gigantesco cuerpo con otra patada alta al otro lado. Mientras Derby
giraba velozmente sus brazos, tratando de mantener el equilibrio, Ice
lanz una verdaderamente espectacular, patada lateral derecha a la
cadera que hizo que la lder de la banda saliera despedida atravesando
la habitacin.

Aterriz con fuerza contra una de las duchas, con la espalda doblada
casi el doble por los bordes. La parte posterior de su crneo se aplast
contra la parte superior con un enorme sonido estruendoso. Sus piernas
cedieron y se deslizaron por la ducha, aterrizando en el suelo en un
montn de sangre.

Tienes bastante, Derby? Porque hay mucho ms de donde vino eso


Ice esboz una sonrisa que slo puedo describir como puramente
ertica. Y yo debera saberlo, porque cuando la vi, todas las hormonas
en mi cuerpo inmediatamente se levantaron y bailaron el mambo. Y es
todo para ti.

Aunque no tengo ni idea de dnde provena su fuerza, Derby se las


arregl con lentos movimientos, para ponerse de nuevo en pie y se
qued all, vacilante, pareciendo como si un fuerte viento soplando la
pudiera tirar de espaldas al suelo otra vez.

Nunca me golpears, perra murmur, medio aturdida.

Mir a Ice, con curiosidad por saber qu iba a hacer. Claramente, Derby
no era una amenaza para nadie. La mujer medio tropez hacia su
oponente ms alta, arrastrando una pierna torpemente detrs de otra
mientras se limpiaba la sangre de la nariz con el dorso de la mano.
Ice estaba tranquila y quieta, observando todo con esa mirada
penetrante intensa que me recordaba a un ave de presa curiosa
mirando una posible comida.

La distancia entre ellas disminuy, Derby sac su puo, movindose como


si estuviera bajo el agua. En el ltimo segundo, sus ojos se quedaron en
blanco y se desplom en los brazos fuertes de Ice.

Sonriendo, Ice la carg con facilidad.

En ese mismo momento, como por casualidad, dos guardias entraron en


el cuarto de las duchas, con las porras preparadas.

Djala ir, Ice dijo la ms alta, Phyllis.

Encogindose de hombros, Ice hizo lo que le dijo y el cuerpo inerte de


Derby, una vez ms cay al suelo.

Ahora, retrocede y aljate de ella. Poco a poco.

Manteniendo las manos abiertas y lejos de su cuerpo, Ice hizo lo que le


pedan, dando dos largos pasos con cuidado lejos de la prisionera cada.

Phyllis se acerc a la forma desplomado de Derby mientras su


compaera, Nancy, mantena un ojo vigilante sobre Ice. Agachndose,
empuj el cuerpo pesado sobre s mismo y entonces sac su mano hacia
atrs. Estaba cubierta de sangre. Volvi los ojos muy abiertos a Ice.

Jesucristo. Qu pas?

Ice se encogi de hombros.

Tropez.

Es una trola. Dime la verdad, Ice.

Yo estaba a punto de hablar, cuando Derby volvi a recobrar la


conciencia. Phyllis esquiv los puos agitados mientras luchaba para
impulsar los enormes hombros de la presa contra el suelo de cemento
bruto.
Qudate quieta, Derby!

Al diablo con eso! Voy a matar a esa maldita perra Sultame!

Derby, te lo advierto, no te muevas!

Nancy intervino para ayudar a su compaera y entre las dos, apenas


lograban someter a la mujer furiosa. Finalmente lograron calmarla y
Nancy agarr una toalla limpia de lo alto de una de las duchas y presion
hacia abajo sobre la nariz aplastada de Derby.

Ahora, qu diablos pas aqu? Phyllis volvi a preguntar.

Qu? Joder, mujer, ests ciega? Derby grit con la voz ahogada
con sangre y la toalla. La maldita perra me dio una paliza! Hace juego
sucio.

No estoy ciega, Derby. Estoy preguntando lo que pas.

Los ojos de Derby giraron a toda velocidad, su mente trabajaba,


obviamente, en encontrar algn tipo de excusa. Ice esper
pacientemente, con una dbil sonrisa todava presente en su hermoso
rostro. Dios, la mujer ni siquiera respiraba con dificultad.

Mis amigas y yo vinimos aqu porque escuchamos un ruido dijo la


enorme mujer al fin. Encontramos que la perra estaba golpeando a la
pequea pescadita de ah.

Era obvio que las dos guardias no nos haban notado antes, porque
Nancy solt un oh mierda y se apresur otra vez, tomando suavemente a
la joven mujer de mis brazos y agarrando otra toalla para limpiar la sangre
en su rostro.

Derby empec yo, slo para ser detenida por una mirada
verdaderamente escalofriante de Ice. Mir de nuevo a ella, confundida,
pero mantuve la calma. El significado de su mirada era claro. Cllate.

Tratamos de detenerla, y ella nos dio una paliza. Incluso me golpe


cuando estaba inconsciente. Pelea sucio.
Mord mis mejillas con la necesidad de decir algo.

Phyllis levant la vista.

Es eso cierto, Ice?

Ice se encogi de hombros.

Phyllis era una buena guardia y era evidente que no crea la historia de
Derby. Pero sin ningn tipo de pruebas contradictorias, no poda hacer
nada al respecto.

Maldita sea, Ice, di algo, sabes que vas a terminar en el calabozo si no


lo haces.

Ice permaneci en silencio, inmvil.

S, al calabozo. Ah es donde pertenece esa perra. Mirad ese


pescadito! La hubiera violado si no hubiramos entrado.

Era la gota que colmaba el vaso. Con mirada congeladora o sin ella, yo
no iba a cruzarme de brazos y dejar que Derby continuara vomitando sus
mentiras mientras Ice no haca nada para defenderse. Con los brazos
libres de mi carga herida, me puse en pie con fuego en los ojos.

ngel... El tono de advertencia en la voz de Ice era inconfundible,


pero yo no le hice caso.

No, Ice. Lo siento, pero no Me gir con ojos suplicantes hacia la


guardia. Phyllis, ya me conoces. Sabes que no miento. Yo me diriga a
las duchas cuando escuch a esta mujer lloriqueando. Entrando me
encontr a Derby y a sus tres amigas golpendola. La haban atado y
amordazado. Trat de detenerlas cuando Ice entr, le dio a Derby la
oportunidad de marcharse por la buenas. Derby eligi pelear.

Eso es una maldita mentira! Derby rugi una vez ms tratando de


alejarse de Phyllis. Jodida puta mentirosa de mierda!

Phyllis a horcajadas sobre el inmenso cuerpo de Derby, mientras miraba


a Ice.
ngel est diciendo la verdad?

La maldita la mujer de los infiernos, todava no responda!

ngel?

Es cierto, Phyllis. Todo. Te lo juro. Ice no empez la pelea. La termin.

Por ltimo, Phyllis mir a la joven cuya golpiza haba empezado todo esto.

Laura, quin est diciendo la verdad, cario? Slo dnoslo y nos


aseguraremos de que sea castigada.

Derby volvi la cabeza para mirar a la joven, quien capt su mirada y se


encogi contra la forma protectora de Nancy.

Ser mejor que contestes bien, pescadito, o te matar.

Laura ahog un sollozo de miedo.

Vamos, cario. Slo tienes que decrnoslo. Aqu nadie te har dao
nunca ms. Lo prometo.

Despus de un largo momento, Laura le tendi una mano temblorosa.

Ella... ella lo hizo.

Quin? Ice o Derby? Dinos, cario. Por favor.

D-Derby. Ella... ella... iba a... violarme! Laura rompi a llorar de nuevo
y Nancy acun su forma mecindola suavemente.

Muy bien, Derby. Acabas de ganarte un largo perodo en el calabozo.

Que la jodan! Vas a creer a este puta pescadita??? Est mintiendo!


Todas estn mintiendo!! Slo quieren proteger a Ice, maldita sea!

Phyllis dej que Derby luchara para ponerse de pie, y luego la tom por
el brazo y lo retorci, alto y fuerte, contra su espalda.
La nica mentirosa aqu eres t, Derby. Vamos Mir por encima del
hombro. Llvala a la enfermera y nos vemos en la oficina Entonces
ella me mir. Y vosotras, salid de aqu antes de que el Alcaide escuche
lo que pas.

Exhalando un suspiro de alivio, asent. Phyllis sonri ligeramente y


rpidamente se llev a Derby que grua fuera del cuarto de las duchas,
seguida de cerca por Nancy quien conduca suavemente a Laura por el
pasillo hacia la enfermera.

El fro en la habitacin era de repente muy palpable y busqu a mi


alrededor algo que decir.

Gracias por la ayuda Finalmente coment en voz baja.

Ice volvi sus fros ojos mortales hacia m, con el rostro totalmente
inexpresivo.

Puedo cuidar de m misma, ngel Su voz era tan fra como el fondo
de una nueva tumba. Sin decir una palabra, se gir y sali de la
habitacin, dejndome llena de confusin. Los tres miembros an
inconscientes de la banda de Derby no eran de ninguna ayuda
tampoco. Con un pequeo encogimiento de hombros, me di la vuelta y
sal de la habitacin.

As que, as es como se siente un corazn roto.

Ahora, antes que te vuelvas loca y me preguntes de donde ha venido un


pensamiento as, permteme el apunte de que yo no tena ni idea
tampoco, en ese momento. Todo lo que saba es que haba hecho algo
que desagradaba a la mujer que estaba llegando a ver rpidamente
como una especie de caballero de brillante armadura. Y me dola.
Mucho.

Lo que no saba es por qu haba reaccionado tan mal a lo que haba


hecho. Despus de todo, haba evitado su estigma como violadora que,
incluso en una crcel de mujeres, es algo que se ubica justo en el peldao
ms bajo junto con el maltrato infantil y el abuso sexual. Aunque no
esperaba recibir alabanzas, tampoco esperaba la frialdad que recib.
Todos los pensamientos de una ducha se fueron con la emocin y sus
secuelas, vagu sin rumbo sin saber qu hacer. Una parte de m quera
hablar con Corinne con la esperanza de que ella pudiera decirme lo que
hice mal. Pero la mayor parte de m slo quera volver a meterse en la
cama y olvidar que el da incluso haba sucedido.

Esa parte se impuso.

Me met de nuevo en la cama y me tumb sobre mi espalda, cruzando


los brazos detrs de la cabeza y mirando sin ver hacia el techo. Mi mente
segua las ltimas palabras que me lanz Ice, tratando de encontrar un
significado secreto que obviamente me haba perdido.

Puede cuidar de s misma, dice murmur al techo en silencio.


Bueno, est claro que puede. Logr tumbar a una mujer del tamao de
Texas sin siquiera romper a sudar!

Mi mente eligi ese momento para insertar una escena que representaba
la lucha en todo su glorioso detalle. Mis hormonas felizmente aplaudieron
cuando me mov en la cama. Sentirme atrada por una mujer no era algo
que yo hubiera considerado antes. Pero claro, nunca hubo una mujer en
mi vida que se pareciera sonara y oliera como Ice. Aun as, no me
molestaba demasiado. Chica de pueblo pequeo o no, tenan una
mente abierta y saba cmo usarla. En general.

Mis pensamientos retornaron de vuelta al principio. Qu he hecho para


ganar esa frialdad? Qu era tan malo en hablar para defender a los
inocentes? Si yo no hubiera hablado, Derby habra quedado libre y Ice
habra sido aislada por algo que no hizo. Qu dao indescriptible haba
cometido?

Gimiendo, dej caer mi cuerpo cansado de lado, justo a tiempo para ver
los rizos dorados de Critter mientras ella se asomaba a mi celda.

Te importa si entro? me pregunt con una sonrisa en su rostro.

Devolvindole la sonrisa, me esforc por incorporarme.

Claro que no! Vamos, entra.


Asintiendo con la cabeza, Critter entr y se tumb en la litera vaca de mi
compaera de celda.

He odo lo que pas.

Dej escapar un lento suspiro.

Te ha enviado Ice?

Nop. Corinne. Supuso que podras necesitar a alguien con quien hablar.

Negu con la cabeza.

Cmo es que esa mujer sabe tanto?

Mi amiga sonri.

Uno de los eternos misterios del Pantano.

As que... ests aqu para gritarme?

Nop. Slo estoy aqu para escuchar. Y ayudar si puedo.

Me dej caer contra el colchn lleno de bultos, mirando hacia abajo a


mis manos.

Podra necesitar algo de eso.

Me lo imaginaba.

Mirando hacia arriba, me encontr con los oscuros y compasivos ojos de


Critter.

Por qu lo que hice estuvo mal? Yo slo estaba tratando de hacer


que se hiciera justicia.

La justicia tiene su propia forma de ser servida en la prisin, ngel. La


nica regla que est por encima de todas los dems es que nunca se
delata a otra reclusa. Incluso si hacen algo que para ti es indescriptible.

Pero...
Critter levant una mano.

ngel, por qu no le dijiste a Sandra que fueron Mouse y su pandilla


las que te dieron una paliza en las duchas?

Cerrando la boca, me sent y pens en la pregunta por un momento.

Bueno... supongo que porque me di cuenta de que las haba herido lo


suficiente.

Exactamente. Justicia de prisin. Por lo que o, Ice ms o menos limpi


el suelo con Derby.

Eso trajo una sonrisa involuntaria a los labios.

S. Lo hizo.

Crees Derby ha recibido su merecido ya por lo que le hizo a la chica


nueva?

Bueno, s. Pero Ice no mereca ser puesta en aislamiento por algo que
no hizo! Y yo no poda mantenerme al margen y dejar que las guardias y
todos los dems creyeran que Ice era una violadora!

Lo s, ngel. Lo s. Es difcil quedarse sin hacer nada. Pero a veces


tienes que hacerlo. Especialmente aqu. La mayora de la gente en esta
prisin conoce a Ice. Saben de lo que es capaz y cules son las lneas
que no cruzara. Saben que no se rebajara a la violacin. Maldicin,
ngel, la mitad de las mujeres aqu daran sus colmillos simplemente por
pasar una noche con ella! No tiene necesidad de tomar lo que se le
ofrece gratuitamente.

Suspir, teniendo en cuenta ese pensamiento.

Supongo que tienes razn.

Sonriendo, Critter se levant de la cama y se sent a mi lado, pasando


un brazo amistoso alrededor de mi hombro.
Claro que la tengo Extendiendo la mano, me acarici suavemente
la barbilla, haciendo que mi mirada se encontrase con la suya. ngel,
ya sabes estas cosas. Cometiste un error. Pero fue uno admirable que
vena de un buen corazn. Este lugar tiene muy pocos de esos. Ice estaba
molesta, pero sabe por qu hiciste lo que hiciste. Las cosas se resolvern.
Ya lo vers.

Un pensamiento terrible vino a la cabeza.

Pero y si Laura se mete en ms problemas? Si yo no hubiera abierto mi


bocaza, no se habra visto obligada a decir a las guardias quien le hizo
dao. Oh Dios mo!

Shhh. Est bien, ngel. Estamos manteniendo una estrecha vigilancia


sobre ella. Nada le pasar. Lo prometo.

Pero...

Confa en m, ngel. Confa en Ice. Nada va a pasar. Ella estar a salvo.


En cierto modo, le hiciste un gran favor. No todo el mundo est bajo la
proteccin de las Amazonas. Gracias a ti, ella ahora lo est. No te
preocupes, de acuerdo?

Suspirando, me mir las manos que se retorcan sobre mi regazo.

Lo siento. Supongo que acabo de hacer que tengas ms trabajo.

Para mi gran sorpresa, Critter ech hacia atrs la cabeza y rio.

Oh, ngel. Eres un tesoro, lo sabas? Un verdadero tesoro Dndome


un ltimo abrazo, se levant de la cama y en broma me golpe en el
hombro. Tmalo con calma, amiga ma.

Encontrando sus ojos, no pude dejar de devolverle su sonrisa.

T tambin, Critter.

Lo tomar en cualquier forma en que pueda conseguirlo Con una


sonrisa y saludando con la mano, mi amiga me dej con mis
pensamientos, que eran mucho ms ligeros por su visita.
* * *

El da siguiente era, por supuesto, domingo y despus de tomar mi ducha


fallida del da anterior y pasar una hora en oracin forzada a un Dios en
el que ya no estaba segura de creer, me dirig hacia el santuario de la
biblioteca.

En algn momento entre mis vueltas y giros de la noche anterior, haba


decidido seguir adelante y comprar el rastrillo bonsi para Ice. Despus
de verla pelear de primera mano, estaba segura de que no podra hacer
ms dao con una herramienta de jardinera de lo que poda hacer con
sus puos y pies. Las imgenes de la lucha impregnaron mis sueos toda
la noche, haciendo que me despertara sudando ms de una vez, y dejad
que os diga, que el sudor no era de miedo.

Antes de la ducha, me las arregl para conectar con uno de mis


contactos en el exterior, que iba de camino a la iglesia. El acuerdo se
llev a cabo de forma rpida y con un mnimo de esfuerzo y me asegur
que, si todo iba bien, deba ver mi nueva adquisicin a lo largo de la
semana...

Al entrar en la biblioteca, inmediatamente me dirig a mi silla favorita en


mi mesa favorita y me sent, estirando mi cuerpo todava con sueo y
girando el cuello para soltarlo un poco.

Corinne me salud con una sonrisa desde su lugar detrs de su escritorio.

Cmo te va?

Mejor, gracias. Y gracias por enviarme a Critter a verme. Me ayud


mucho.

El rostro de mi amiga se vio con hoyuelos.

No hay de qu.
Nos sentamos durante unos instantes en silencio amigable. El siempre
presente tic-tac del reloj y el sonido de la pluma sobre el papel eran los
nicos sonidos que nos rodeaban. La mayora de los domingos se vea la
biblioteca vaca, pero como Corinne la consideraba su casa, estaba
abierta todo el tiempo, con clientes o no.

Mir bajo la mesa, mis dedos recorran algunos de los graffitis tallados,
tratando de poner en palabras el flujo de mis pensamientos. Finalmente
decid coger el toro por los cuernos, por as decir, mir la cabeza gris de
mi compaera, que se balanceaba ligeramente con sus trazos del lpiz.

Corinne, puedo hacerte una pregunta personal?

Sus ojos eran clidos y amables mientras se encontraron con los mos.

Por supuesto, ngel. Qu tienes en mente?

T... mmm... Mis dedos investigaron otra obra de arte de alguna


reclusa. Encuentras a las mujeres atractivas? Mir hacia arriba
para medir la expresin de su rostro con el rabillo de mi ojo, sintindome
de repente muy tmida en su presencia.

Colocando la pluma sobre el escritorio, Corinne apret las manos,


aparentemente considerando la pregunta seriamente.

Bueno, s, supongo que s. No a todas, claro est. Esa Derby me da un


dolor de estmago, pero algunas... s.

Asent con la cabeza.

Y... bueno... alguna vez te has sentido atrada por una? Una mujer,
quiero decir. O sea, s que estuviste casada y todo, pero...

Arrug su rostro con una mueca mientras pareca leer mis pensamientos
perfectamente.

De hecho s, ngel. A unas cuantas, de hecho. An lo hago a decir


verdad.

La forma en que me miraba me hizo sonrojar y apart la mirada un poco.


Tal vez esto no era una buena idea despus de todo.
Al ver mi desconcierto, una vez ms puso la depredadora mirada con
que me haba bendecido de vez en cuando.

Hay que recordar, ngel, que soy un poco mayor que t. Las cosas eran
diferentes cuando yo estaba creciendo.

Cmo es eso?

La gente no estaba tan... abierta... con su sexualidad como lo es ahora.


Si te sentas atrada por alguien del mismo sexo, lo mantenas bien
escondido, o corras el riesgo de un gran escndalo. Si se saba, podas
ser transportada a un manicomio o incluso a la crcel y nadie quera
arriesgarse a eso. Adems, mis padres tenan un poco de estatus en la
comunidad donde crec. Nuestro apellido y la reputacin que iba con l
significaban todo para ellos.

Por lo tanto, nunca hiciste nada al respecto de tus atracciones?

La sonrisa se convirti en depredadora, una vez ms.

Yo nunca he dicho eso.

Oh.

Mis ojos se posaron de nuevo a la mesa.

O el leve roce de una silla contra el suelo y, un segundo despus, sent la


clida presencia de Corinne a mi lado mientras ella se sentaba a mi
mesa.

Como he dicho, las cosas eran muy diferentes cuando yo era una cra,
y mi familia tena estatus en la comunidad. Un matrimonio fue arreglado
para m, y se esperaba que lo aceptara como mi destino en la vida. Y lo
hice, por un tiempo. No tena ninguna habilidad que no fuera la de
esposa y anfitriona, y careca de dinero propio con el que iniciar una vida
diferente Hizo una pausa, y cuando mir hacia arriba, pude ver una
leve sonrisa en su rostro y una mirada perdida en sus ojos. Despus lleg
la guerra y Todd, mi marido en ese momento, fue reclutado para servir a
su pas. De repente, mi pequeo rincn del mundo fue privado de los
hombres y me encontr rodeada de exuberante feminidad Su sonrisa
se ampli, aunque sus ojos estaban todava muy lejos. Ah, qu tiempo
dichoso fue. Como degustar chocolate por primera vez, o estar bajo la
influencia de una droga adictiva. Una vez que lo prob, quera ms Sus
plidas mejillas adquirieron un leve rubor. Me temo que me exced un
poco.

Yo estaba totalmente involucrada en su historia, con mis propias


preguntas totalmente olvidadas.

Qu pas?

Todd regres de Londres y me temo que se enter de mis pequeas


indiscreciones. Claro, cuando se fue a la guerra, era un hombre apacible,
aburrido. Fcilmente manipulable. Pero volvi como un tirano codicioso,
hambriento de poder. Acord guardar silencio sobre el tema si le daba
dinero. Lo intent por un tiempo, pero me temo que mis padres
sospechaban un poco. Nunca les haba pedido dinero antes, y ahora
pareca que casi todas las semanas Todd exiga ms. Al no tener
habilidades propias con el que ganarlo, ellos eran los nicos a los que
poda recurrir. Me temo que mis excusas se hicieron un tanto repetitivas.

Qu hiciste?

Bueno, Todd no haba sido tan casto mientras estuvo en Londres.


Parece que meti los huevos en algn sucio lugar y logr volver a casa
con un buen caso de sfilis Su sonrisa se volvi malvada. En ese
momento, algunos de los mdicos an trataban esa enfermedad en
particular con arsnico.

Mi mente sum rpidamente 2 y 2, llegu rpidamente al 4, y me obligu


a mirar a mi amiga con los ojos muy abiertos.

Exactamente. El tratamiento para la sucia enfermedad de mi marido


me dio el medio perfecto para liberarme de sus maquinaciones. Me
invent una historia sobre ratas en el tico e incluso fue a la tienda a
comprarme ms de esa cosa! Pronto estuve introducindolo en su
comida, slo pequeas dosis al principio, por supuesto. Nunca haba
estado muy interesado en tomar su medicina, pero le dije que no lo
admitira en el lecho conyugal hasta que estuviera completamente
curado. Todd quera un heredero por encima de todo, as que cuando le
propuse doblar la dosis en su medicacin, lo cumpli sin quejarse. Fue
maravilloso Sacudiendo la cabeza, se rio suavemente para sus
adentros. Y cuando los dolores de estmago empezaron, jugu a la
pequea esposa obediente y me asegur de ser vista llorando por mi
marido postrado con agona. Trabaj rpidamente entonces, dndole
todo el arsnico que pude. Muri dos das despus. Tal duelo y viuda
desconsolada nunca fueron vistos en este mundo, si me permites decirlo.
Su muerte fue atribuida a un caso de gripe gstrica que estaba pasando
alrededor de la poca, complicada, por supuesto, por la sfilis.
Naturalmente, ese retazo de informacin se mantuvo bastante en silencio
y no se mencion ni una palabra. Me qued con una buena suma de
dinero y una gran casa antigua. Y la criada, que era joven y hermosa. Si
hay tal cosa como la perfeccin en la vida, la haba logrado.

Entonces, qu pas? Estoy segura de que deb haber sonado como


una nia persistente, rogando por una historia a la hora de acostarse,
pero no pude evitarlo. Estaba totalmente fascinada por su historia.

El dinero se acab muy rpido, me temo. As como la criada. As que,


siendo una viuda pobre en el mejor momento de su vida con un estatus
social para arrancar, me mud a una ciudad cercana y encontr otro
marido. Esta vez, tuve la suerte de encontrar un rico caballero, ms viejo
que ya tena algunos problemas de estmago. Quera casarse pronto, y
yo estaba feliz de complacerlo. Rpidamente me puse en el rol de
adorable y sufrida esposa. Acompandolo a la multitud de viajes al
mdico o cosas as, siempre cuidando de ser vista y estar preocupada.
Era todo un hipocondraco, aunque en aquellos das, era conocido como
excntrico. Y sabes lo que dicen sobre el chico que grit lobo?

Se lo comen al final.

Corinne me lanz esa dura y triunfante sonrisa suya.

Exactamente.

Me estremec ante la expresin, pero me las arregl para mantener la voz


firme.

Aunque por qu tuviste que matarlo? Te maltrataba?

Oh no. Randolph era todo un buen hombre cuando no se quejaba de


sus diversos dolores y molestias. Nos llevbamos muy bien, de hecho.
Entonces, por qu?

Porque yo haba descubierto una verdad elemental sobre m durante


mi tiempo con mi primer marido.

Cul?

Disfrut matar. Me gust el poder que me dio, y me gustaron los


beneficios que obtuve. No tena necesidad de un hombre en mi vida,
excepto por el dinero que dejaban tras sus muertes. Era limpio. Era simple.
Y era divertido.

Me estremec de nuevo, pero Corinne no pareci darse cuenta.

Y simplemente... los mataste. Sin ningn remordimiento.

Exactamente.

Igual que apagar una vela?

Muy buena analoga, ngel. As es exactamente como era. No haba


malas emociones detrs del acto. Aunque debo admitir que me gustaba
verlos sufrir y clamar por m como si yo fuera un ngel maligno de
misericordia que poda conceder la paz eterna. Me imagino que es como
se sentan los antiguos dioses de la muerte cuando apagaban una vida.
Potentes. Felices. En control total.

Tragando contra la sequedad en la garganta romp el contacto de


nuestras miradas, una vez ms, mirando al tablero lleno de marcas como
si fuera a darme las respuestas que buscaba. Por mucho que lo intentara,
no era capaz de que me entrara en la cabeza el concepto de disfrutar
en el asesinato. Era un concepto tan extrao para m como lo sera
siempre. Pens en el tiempo de depresin y profundo arrepentimiento
que siguieron a la muerte de mi marido. Y lo hice en defensa propia! La
idea de matarlo porque simplemente quisiera, desgarraba mis entraas
como con una navaja de afeitar. Y sin embargo, aqu haba una mujer
de la que me haba llegado a preocupar y considerar casi como una
figura materna, sentada tranquilamente a mi lado, hablando de su
placer al matar, como si estuviera reportando el clima. Sent un espacio
fro y muerto crecer dentro de m y mi cuerpo se encogi sobre s mismo
mientras envolva los brazos alrededor de mis hombros, con los codos
apretados contra el pecho.

La expresin de Corinne se puso triste cuando me mir.

Y ahora te he disgustado, dulce ngel. Esa no era mi intencin, te lo


aseguro.

Lo s Corinne mi voz regres, suave e introspectiva. Es slo que...


Todo parece tan difcil de creer, como si estuviera teniendo un sueo y
esperara que algo viniera y me despertara. Supongo que no sera tan
extrao si no me sintiera tan cercana a ti, pero ya no es as. Te he llegado
a tomar mucho cario, Corinne, y cuando me dices cosas como esas
sobre ti, bueno, me da miedo. Casi me hace sentir que mi cario es por
alguien que ni siquiera conozco, o tal vez por una persona que ni siquiera
existe. Y eso es aterrador para m.

Y por eso me disculpo profundamente, ngel. Aunque has sabido quin


era yo desde el da en que me conociste, supongo que cualquier persona
puede optar por pasar por alto partes de alguien que no desea ver.
Parece que es la condicin humana. Como si al ignorndolo,
simplemente fuera a desaparecer Cuando mir de nuevo hacia m, su
mirada era tranquila y directa, mostrndome a travs de contacto con
sus ojos todo lo que era, y lo que podra ser. ngel, te tengo cario.
Mucho. Has sido un rayo de luz en este lugar oscuro y lgubre. Pero si no
me puedes mirarme a los ojos sin sentir miedo o repulsin, entonces creo
que es mejor que terminemos esto aqu y ahora y nos ahorremos mucho
dolor despus.

Mientras miraba a mi amiga, pens largo y tendido sobre las cosas que
me haba dicho. Y saba que me haba dicho la verdad. Corinne nunca
haba fingido ser alguien que no era. Nunca haba escondido sus obras,
ni las trivializ. Habl de su pasado con honestidad y nunca trat de
endulzarlo para el beneficio de mi amistad. Me di cuenta de que, en el
momento en que la haba conocido, haba sido siempre una asesina,
pero haba llegado a conocerla mucho y a preocuparme por ella a pesar
de ese hecho, o incluso, si tuviera que ser totalmente honesta conmigo
misma, a causa de ello. Y tambin me di cuenta de que sin su presencia,
a mi vida le faltara algo a lo que yo no quera renunciar.
No quiero eso, Corinne. No quiero perderte como amiga a causa de
mis pensamientos superficiales. Eres una persona importante en mi vida y
si me puedes perdonar el miedo y la ignorancia, me gustara continuar
nuestra relacin.

Mi amiga sonri, obviamente aliviada.

Me gustara mucho, ngel Con una sonrisa feliz, se dej caer en su


silla. Ahora, antes de que empezramos con esta tangente tortuosa
nuestra, estbamos hablando acerca de la atraccin a las mujeres, no?

Su mirada directa me hizo sonrojarme de nuevo y yo asent.

Bien, entonces. Supongo que me lo ests preguntando porque hay una


posibilidad de que pudieras estar atrada por alguien aqu, en nuestro
pequeo hogar feliz.

Mi rubor se intensific mientras asent de nuevo.

Vamos a ver. Quin podra ser? Quizs nuestra Critter? He visto la


forma en que te mira.

Sus ojos brillaron con picarda cuando los mos se ampliaron.

Critter? No. No, Critter es una mujer muy atractiva, pero es slo una
amiga.

Mmm Obviamente divertida a mi costa, Corinne fingi reflexionar


sobre la cuestin. Pony, tal vez? O Sonny? No? Es Montana
entonces? Esa es una intensa y llamativa mujer. Ah, si yo fuera slo unos
pocos aos ms joven.

No, ninguna de ellas.

Sus ojos giraron con falsa inocencia.

Entonces, quin, querida ngel? Olvidas que soy una vieja. Mi mente
no es tan fuerte como lo era antes. Estos juegos de adivinanzas me
superan, me temo.

Tom una respiracin profunda. Y luego otra.


Es Ice murmur hacia la mesa.

Quin? Habla alto, querida. Mi odo no es lo que sola ser.

Si alguna vez hubo un momento en mi vida en que me hubiera gustado


realmente matar a alguien, habra sido en ese momento. La mirada de
Corinne era aguda y alegre, no dejndome cuartel.

Es Ice repet a secas esta vez.

Su sonrisa era triunfante.

Ahhhh. As que la alta, oscura y mortal se las ha arreglado para cautivar


a mi pequea y dulce ngel, no?

Corinne... Estaba sorprendida de que no hubieran saltado los


aspersores, de lo caliente que se puso mi cara.

Oh vamos, ngel. Crees que no he notado esos lindos ojitos de


cachorro que pones cada vez que alcanzas a verla? Puedo ser vieja,
pero no estoy ciega.

Corinne, por favor Si hubiera habido una silla elctrica til, me habra
encantado atarme a m misma y utilizar un palo de escoba para tirar de
la palanca. Se puede morir de la vergenza?

Oh bien dijo mi amiga, sonando un poco petulante. Es tan divertido


burlarse de ti, ngel. Tu cara se pone del tono ms delicioso de sombra
de rojo. Casi de color rosa. Es muy hermoso.

Corinne...

Bien, bien. Parar. Por ahora.

Un soplo de alivio sali de mis pulmones.

Por favor me las arregl para soltar ahogadamente.

Esta atraccin que sientes por Ice, te molesta?


No. S. Dios, no lo s! Apoyando los codos en la mesa, dej caer mi
rostro an caliente en las manos.

Muy bien, vamos a ir a travs de esto con lgica. Tienes un problema


con el hecho de que ella sea mujer?

No. No exactamente. Quiero decir, admito que es un poco extrao ya


que nunca me he sentido atrada por una mujer, a menos que cuente mi
profesora de primer grado14, la Srta. Price.

Creo que podemos estar seguras de dejarla fuera de esto por el


momento.

Creo que tienes razn. No es la atraccin en s lo que me molesta tanto.


Es la intensidad de ella. Nunca he sentido algo as antes. Por nada. S que
has hablado acerca de la conexin entre nosotras antes y una parte de
m quiere creerlo, pero... Suspir, incapaz una vez ms de expresar mis
pensamientos. Es slo que esto va ms all de mi experiencia y estoy
teniendo problemas para saber qu hacer con mis sentimientos.

Alguna vez has pensado en hablar con Ice sobre ellos? Levant la
vista hacia ella, sorprendida. Mi boca se abri y cerr varias veces, pero
no poda pronunciar palabra. Te ha comido la lengua el gato?
Corinne estaba extremadamente petulante.

Ests loca?

Algunos diran que s.

Quiero decir con esto! Has olvidado que slo habl con la mujer por
primera vez antes de ayer?

Y tu punto sera...?

Todava aturdida, lo nico que pude hacer fue sacudir la cabeza.

Tienes que estar bromeando, Corinne. Por favor, dime que me ests
tomando el pelo.

14
Primer grado: en Espaa equivale a 1 de EGB.
Lo dije muy serio, en realidad.

Genial. Simplemente genial. Qu sugieres, Corinne? Crees que


debera simplemente entrar en la celda de Ice, sujetarla a la cama y decir
Ey, Ice, slo quera que supieras que, a pesar de que hemos
intercambiado un total de cinco palabras, creo que estoy enamorada
de ti. Y si no es amor, es una especie de intensa lujuria. Me besas, por
favor?

Mi amiga se encogi de hombros.

Por qu no? A m me vale.

Por primera vez en mi vida, de hecho gru con frustracin. Colaps en la


mesa, Corinne empez a rer con tanta fuerza que en realidad estaba
preocupada de que le diera un derrame cerebral.

Mientras estaba sentada all con el ceo fruncido y sintindome bastante


malhumorada, mi amiga finalmente logr conseguir algn tipo de
control. Una risita ahogada an se le escap cuando se limpi la cara
llena de lgrimas con una esquina de su chal.

Oh ngel, dulce, hermosa, maravillosa, ngel. Cmo he sobrevivido


treinta aos en este pozo depravado sin tu presencia, es algo que nunca
sabr.

A m no me hace gracia, Corinne murmur, dndole mi mejor


impresin de una mirada disgustada.

Lo s, ngel. Y me disculpo por mi arrebato. Es que te olvidas de la


belleza de la inocencia en un lugar como este. Tu frescura trae alegra a
mi corazn. Perdname por expresar esa alegra a travs de la risa. No es
algo que hiciera demasiado antes de que llegaras a mi vida.

De repente, me sent como una pcora.

Corinne, lo siento. Esto es todo muy confuso para m. Mis sueos como
nia no incluan cumplir una condena por asesinato o tener una
atraccin intensa hacia un preso, mujer u hombre. Estoy empezando a
sentirme fuera de control otra vez, y eso no me gusta.
Oh ngel, s lo que ests pasando, creme. Recuerda, que sin
embargo, slo has tenido un da o dos para averiguar lo que est
pasando en cuanto a Ice. Entender ese tipo de sentimientos tomar
tiempo, y si hay una cosa que tenemos en abundancia aqu en el
Pantano, es el tiempo Puso una mano sobre mi mueca y absorb el
calor de su piel con gratitud. Mi sugerencia para ti es que simplemente
te sientes, te relajes, bebas un poco de t, y dejes que el mundo gire sin
ti por un tiempo.

A pesar de m misma, me sali una sonrisa.

Es el t tu respuesta para todo?

Ms o menos, s. Quieres un poco?

Suena como la mejor oferta que he tenido durante todo el da.

Ojos marrones centellearon mientras me miraba desde atrs, por encima


de sus hombros.

Yo podra hacerte una oferta mejor.

No empieces.

Mi da logr terminar mucho mejor de lo que comenz y por eso, yo


estaba feliz.
Captulo 3

E
l final de la semana me encontr, como siempre, en la biblioteca,
mis pensamientos sobre el tema en particular, se tranquilizaron o al
menos eran ms ordenados. Slo haba visto a Ice para saludarla
con la cabeza por los pasillos. Sus ojos, cuando se encontraban con los
mos, eran cautelosos, pero no fros. Supuse que eso significaba que me
haba perdonado por mi metedura de pata.

Acababa de dar los toques finales a un examen a libro abierto para uno
de mis cursos de la universidad, cuando Phyllis entr en la habitacin
llevando un paquete pequeo y una sonrisa para todas nosotras, sobre
todo, para Corinne. Desde nuestra discusin de la semana anterior, haba
dedicado tiempo para estudiar la interaccin entre las dos y notado
pequeas cosas que nunca haba tenido ocasin de ver antes. Aunque
la confraternizacin entre las reclusas y las guardias estaba estrictamente
prohibida, pareca que haba ms cosas entre ellas de lo que se vea.

La alta guardia se dirigi a mi rea. Cuando cerr mi cuaderno pos una


cadera en la esquina de la mesa y me mir con ojos clidos.

Cmo te est yendo, ngel?

No est mal. Acabo de terminar el ltimo de mis cursos para el semestre.

Cmo te fue?

Bueno, ya que era a libro abierto, creo que tengo una A.

Ella sonri.

Vida dura.

Devolv la sonrisa, empuj el cuaderno y el lpiz lejos de m.

Cmo est Laura?


La joven haba estado en la enfermera la mayor parte de la semana,
sufra una fractura de crneo y una conmocin cerebral leve por la paliza
de Derby. Haba sido dada de alta de la enfermera el da de antes y
llevada directamente a la unidad de segregacin para su propia
proteccin. Yo no poda dejar de sentirme culpable por eso desde
entonces, de igual forma, Derby estaba abajo, en el agujero.

Lo lleva bien. Le gusta un poco la unidad de segregacin. La hace


sentir ms segura. Creo que la mantendremos all un poco ms. Derby y
Mouse estarn fuera de circulacin por un tiempo, pero hay otras que
tratarn de terminar lo que ellas empezaron Algo de culpa debi
reflejarse en mi cara porque puso una mano en mi hombro, apretndolo
ligeramente. No te sientas mal por hablar, ngel. Se hizo justicia. Eso es
algo bueno.

No es algo tan bueno si te convierte, mucho ms que antes, en un


objetivo, Phyllis.

ngel, puede ser que yo no lo quiera as, pero el hecho triste de la vida,
cario, es que las chicas como Laura siempre van a ser objetivos sin
importar lo que hagan. No es ms que una chica que cometi un
estpido error. Dios sabe que ste no es lugar para ella, pero qu
podemos hacer? Slo hacer nuestro trabajo y protegerla a ella y al resto
de las internas lo mejor que podamos.

Perdona que te lo diga, Phyllis, pero desde mi punto de vista, no se ve


como que estuvierais haciendo un trabajo muy bueno, en absoluto. Si Ice
no hubiese entrado cuando lo hizo, muy probablemente nos tendras a
las dos golpeadas casi hasta la muerte, en lugar de solo a Laura.

Cambiando ligeramente de posicin, Phyllis cerr su mano alrededor del


borde de la mesa, con los nudillos blancos marcndose sobre el
bronceado de su piel.

Me duele que digas eso, ngel, a pesar de que s que es verdad. La


economa es lo que es, la gente presta ms atencin a los precios del gas
que a los gastos de la crcel. La paga no es suficientemente alta para
atraer a nadie a este tipo de trabajo. Y los que son atrados, por lo general
no se quedan mucho tiempo Ella sonri. Las condiciones de trabajo
no son precisamente, agradables.
Me doy cuenta de eso, Phyllis, y no te estoy culpando a ti
personalmente. Es slo que creo que la mayora del mundo exterior nos
ve como un manojo de monstruos depravados que hemos conseguido
nuestra justa recompensa. Sin embargo, no todo el mundo aqu es as. Y,
en el fondo, seguimos siendo seres humanos.

Estoy de acuerdo respondi la guardia. Solamente, no s lo que


podemos hacer para cambiar las cosas. No soy me alegra de que
mujeres jvenes sean golpeadas ni me hace sentirme superior.

Lo s Me recost en la silla y entrecruc los dedos detrs de la


cabeza. Tal vez se me ocurra algo. Despus de todo mir a Corinne
, tengo mucho tiempo libre.

Tengo fe en ti, ngel Phyllis respondi riendo. Hablando de tiempo,


tengo que volver al trabajo Me tendi el paquete con el que haba
entrado. Esto lleg para ti esta maana. Lo rescat antes de que
pudieran romperlo en pedazos.

Extendiendo la mano, tom el paquete, sorprendida de notar que el


envoltorio era suave y liso.

Como estoy segura de que sabrs, la regla en la crcel es buscar a fondo


en todas las entradas y salidas de paquetes para contrabando. Esa es
una de las razones por la que nunca considero la compra de armas para
cualquiera de mis clientes, ya que sera enviada a aislamiento y creme,
ese es un lugar que definitivamente quiero evitar a toda costa.

Levant la vista hacia ella, curiosa. Ella sonri y acarici mi hombro.

Cuando mir el remitente, supe para quin era dijo como si eso lo
explicara todo.

Y tal vez, en cierto modo, lo haca.


El paquete haba llegado de la J & R, tienda de suministros de jardn, y
pareca ser el rastrillo bonsi que ped la semana anterior. Mi contacto
haba llegado hasta m una vez ms.

Gracias le dije por algo ms que el paquete.


No hay problema Apret mi hombro una vez ms, Phyllis se impuls
fuera de la mesa y se gir hacia Corinne. Nos vemos ms tarde?

Mi amiga con hoyuelos en la cara respondi:

Me parece bien.

Hasta entonces.

Cuando la guardia sali, me di la vuelta para mirar a Corinne, con una


sonrisa satisfecha en mis labios.

Corinne le rega con burla, vas a conseguir que la pobre


guardia est en problemas con tu naturaleza lasciva?

Volvi su propia sonrisa satisfecha hacia m.

Yo nunca beso y lo cuento, ngel.

Deberas. Peter era un poco... aburrido. Me vendran bien algunas


indicaciones.

Su sonrisa se convirti en una mirada lasciva.

Estara encantada de mostrrtelas.

Hice el espectculo de poner mis ojos en blanco.

No vamos a empezar de nuevo, verdad? Adems, qu pensara


Phyllis?

Pensara que tengo mucha suerte Mi amiga gru.

Ya ha sido suficiente Me apart de la mesa girando ociosamente el


paquete largo y delgado en mis manos. Caminando hacia el escritorio
de Corinne, lo puse delante de ella. Puedes asegurarte de que Ice
reciba esto?

No soy un cartero. Dselo tu misma.


No... No creo que sea una buena idea. Realmente. Tal vez alguna de
las Amazonas...

ngel, vas a tener que enfrentarte a ella en algn momento, ya lo


sabes.

Suspir.

Lo s. Pero slo ha pasado una semana. Por lo que s, ella va a


echarme una ojeada, y a enviarme volando fuera de su celda con una
de esas patadas suyas. Voy a quedar fuera de combate durante
semanas! Quin te ayudar con la biblioteca?

Mi amiga me mir.

No inventes excusas para tapar tu cobarda, ngel. Este acuerdo es


algo entre las dos. De nadie ms. Slo tienes que ir all y darle el paquete.
No te va a morder La mirada lasciva volvi. A menos que quieras que
lo haga.

Corinne...

Ella me golpe con su brazo.

Slo entrega tu paquete y djame en paz. Tengo una cita para la que
prepararme.

Suspirando, recuper la caja.

Esto nunca se vuelve ms fcil, verdad?

Pues no. Eso es lo que lo hace tan divertido. Ahora vete.

Con una ltima mirada suplicante, y viendo que no encontrara ninguna


ayuda, gir sobre mis talones y sal de mi santuario.

La mente es una criatura increble, sobre todo en su tendencia morbosa


a sacar los pensamientos mejor guardados de la caverna profunda del
subconsciente. Mientras caminaba por el pasillo largo y oscuro que iba
desde la biblioteca a la prisin propiamente dicha, casi poda ver frente
a m una sotana negra de sacerdote cantando suavemente el
Padrenuestro, as como guardias manteniendo el ritmo a mi lado.

La caja en mis manos se convirti en cadenas sobre mis muecas y mi


corazn se aceler mientras mi boca se secaba. Imagin una rfaga de
aire fro de invierno que se extenda a travs de mi cuerpo y mi piel
respondi poniendo los pelos de mis brazos de punta. Justo cuando
estaba empezando a preguntarme por qu mis compaeros imaginarios
haban transformado su atuendo en el de centuriones romanos, el pasillo
se abri hacia la plaza principal de la crcel, y me qued con la boca
abierta y parpadeando por su repentino brillo.

ngel me susurr a m misma, hay que empezar a salir ms. Creo


que esa biblioteca est comenzando a tener una mala influencia sobre
ti.

Algunas reclusas me echaron miradas extraas al cruzarse en mi camino


y empuj firmemente las visiones espectrales de mi mente, acercndome
resueltamente hacia la escalera cercana como si no tuviera ninguna
preocupacin en el mundo.

La celda de Ice estaba en el octavo piso y mientras suba las escaleras


rpidamente, me preguntaba cmo ella y las dems presas podan
soportar subir tanto para llegar a sus habitaciones. Mi tiempo con las
Amazonas me haba puesto en muy buena forma para entonces, por lo
que el viaje no fue tan malo como podra haber sido meses antes. Sin
embargo, una bola de plomo fro pareca haber establecido su
residencia en mi estmago, cada vez ms grande y ms pesada a cada
paso que daba, de manera que cuando llegu a lo alto, no estaba
segura de si podra dar un paso ms.

Mientras estaba en el rellano final, tratando de recuperar tanto mi fuerza


como mi voluntad, mir a mi alrededor y agradec que la mayor parte
del bloque pareciese estar libre de presencia humana. Calmando mi
respiracin y centrando mis pensamientos, me di una de mis patentadas
charlas de nimo.

Est bien, ngel, vamos a empezar a movernos. No tienes que hacer


nada, verdad? Slo tienes que ir hasta all, darle el paquete e irte. No es
que ella te vaya a invitar a tomar el t, vale? Probablemente solo te
gruir y te despedir. No es gran cosa, no?... Correcto. As que por
qu mi corazn martillea en mi pecho? Por qu mi crneo late como si
fuera a reventar y mis entraas se retuercen como un rollo de alambre de
espino?... Oh Dios. Creo que voy a vomitar.

Una de las presas que pasaba, una de las pocas que haba arriba y
alrededor del nivel ocho, se detuvo a mi lado, mirndome con
preocupacin.

Ests bien?

Logrando esbozar una dbil sonrisa.

Oh, s. Nunca he estado mejor Mientras segua mirndome


curiosamente, yo buscaba frenticamente algo que decir. Yo... mmm...
me he perdido, creo. Me puedes decir cual es la celda de Ice?

La mirada perpleja de la reclusa se convirti en una sonrisa.

S, claro Girando la mitad de su cuerpo, seal la pasarela que


bordeaba las celdas. La ltima a la izquierda, abajo, en la esquina. H-
324.

Gracias!

Ey, no hay problema! Nos vemos por ah No me perd la mirada


especulativa que recib de mi nueva conocida, y por alguna razn, hizo
que mi corazn se volviera ms ligero.

Ja! Toma eso, Ice! No tengo necesidad de tenerte miedo. Hay un


montn de peces en el mar.

Ok, fue una mala analoga

Bajando a paso ligero por la pasarela, mir con curiosidad al interior de


las celdas por las que estaba pasando. El octavo piso, en su mayor parte,
albergaba a las criminales ms peligrosos del Pantano. Por eso, las
autoridades de la prisin pensaron que lo mejor era darles habitaciones
individuales. Estas habitaciones eran del mismo tamao que las celdas
normales, pero en vez de una segunda litera, tena una mesa de acero
inoxidable larga, que corra a lo largo de la pared.
A diferencia del resto de la poblacin carcelaria, el edicto del Alcaide
prohibiendo los artculos de carcter personal, no pareca extenderse a
lo peor de lo peor. No estaba segura de por qu era exactamente, pero
imagino que un asesino feliz es un asesino seguro y dejo mis pensamientos
ah, no sea que empiece a perturbarme por la irnica injusticia de que los
peores consigan lo mejor.

Por fin, yo estaba de pie fuera de la celda de Ice, mi cuerpo apretado


contra los guijarros y el fro cemento de la pared.

Tal vez ella no est ah! Mi mente gritaba. S, claro. No tienes tanta
suerte.

Es absolutamente increble como tu cuerpo puede hacer caso omiso de


una orden firme de tu mente. Por supuesto, en ese tiempo, mi mente
estaba gritando rdenes contradictorias, pero aun as, mi cuerpo era ms
terco que una mula, confundido o no.

De repente, una voz profunda y sensual interrumpi mis pensamientos.

Puedes entrar, ngel. Puedo orte respirar ah fuera.

Enrojecida por la vergenza y un poco en shock, me alej de la pared y


camin hacia la puerta abierta de la celda de Ice, me detuve justo en la
entrada, mirando hacia el interior.

Ice estaba recostada en su litera, con la espalda pegada a la pared del


fondo. Como el resto de su fuerte y largo cuerpo, reposaba tranquila, con
una pierna flexionada a la altura de la rodilla y la otra, totalmente
extendida. Un grueso libro de bolsillo yaca boca abajo contra la parte
baja de su abdomen, el lomo del libro estaba arrugado por muchas
lecturas. El resplandor de los fluorescentes del techo, haca casi imposible
leer el ttulo, no es que no lo intentase.

Despus de un momento, levant la mano con dificultad.

Yo... mmm... el paquete lleg hoy. Corinne sugiri que viniera aqu y te
lo dejara.

Sonriendo ligeramente, sin mostrar ms que el capricho ms elemental


de sus labios carnosos, Ice se movi en la cama, luego coloc sus pies en
el suelo y se puso de pie con la gracia fluida con la que rondaba en mis
sueos. Estaba hipnotizada. Una vez ms.

Viendo como ella se acercaba a m, me lam los labios, sin soltar mi brazo
y con mi mano dispuesta a no temblar ante el calor de su cuerpo
envolviendo mi mano, acariciando mi piel. Un largo brazo, cogi la caja
de mi mano, mirando el envoltorio sin abrir, a continuacin, me mir
arqueando una ceja y la elev.

Qu?

Oh, nada. Me sorprende que no lo hayas abierto.

Oh. Bueno, confo en ti La ceja se elev an ms y sonre


dbilmente. Adems, te he visto pelear.

Su pequea media sonrisa apareci de nuevo y me resist sacudiendo la


cabeza contra los sentimientos que esa simple expresin engendr en m.
Sus feroces ojos se suavizaron cuando me miraron y en lo ms profundo
de mi corazn, sent el tirn de cualquier conexin que parecamos
poseer.

Gracias dijo ella con voz suave y con su mano levant el paquete y
lo agit ligeramente.

No hay problema.

Cunto tiempo nos quedamos all, mirndonos la una a la otra en


perfecto silencio, nunca lo sabr. Como en nuestro primer encuentro,
siglos enteros parecieron desaparecer con el peso de cada respiracin.
Era como estar mirando un viejo y querido lbum de fotos que olvidamos
que existiera y que nos calentaba y nos haca feliz al recordarlo. Al mismo
tiempo, era mucho ms, esta conexin. Y a la vez, mucho menos. Haba
en ello una simplicidad tan fundamental y de una complejidad tan
profunda que mi mente decidi entregar el alma y simplemente ser.

Aunque no quera romper el momento, una parte de m, finalmente lleg


a la conclusin de que era la mejor de las ideas, y por eso se rompi la
conexin de nuestras miradas, mis ojos recorrieron la habitacin, en
busca de algn lugar seguro donde fijarse.
Por casualidad, mis ojos se posaron en la mesa de metal que corra a lo
largo de una de las paredes de la celda de Ice. El fro, acabado brillante,
estaba cubierto con un pao de seda hermoso, hecho en morados,
amarillos, azules y rojos de diferentes matices y adornado con lo que
parecan ser caracteres chinos. O podran haber sido japoneses. Mi
asitico no es muy bueno, la verdad.

En el pao, uno junto a otro, haba cuatro rboles bonsi que parecan
visiones de un mundo lejano. El amor y el cuidado que haba puesto en
su formacin era evidente, inconscientemente, mi cuerpo se sinti
atrado por lo que mis ojos estaban viendo. Apenas sent que se movi
hasta que Ice dio un paso atrs para permitirme entrar en la celda.

Caminando hacia la mesa, como si me deslizara por las corrientes de aire


clido del verano, me detuve en el borde y me limit a mirar,
completamente atrapada por la visin ante m. Los cuatro arbolitos
llevaban el sello distintivo de la individualidad orgullosa, sin embargo,
cuando se vean como una unidad, parecen contar una historia, cuyo
significado lanzado burlonamente sobre mi cerebro, hacia brotar
indirectas que fallaba en captar.

Mirarlos era como ver el alma de otra persona, toda la belleza violenta,
cariosa y las gentiles emociones turbulentas luchando por un espacio
dentro de la frgil concha de un ser vivo. Lo ms profundo en m, se quej
de los significados que se ocultaban, agitando mi curiosidad, pero en
lugar de dar con ellos, opt por mirar la simplicidad cruda de las obras
ante m. Me imagin la sensacin del calor, la luz del sol en mi cara,
brillando a travs de las hojas de una caada boscosa. El sentimiento de
mxima libertad y tierna paz filtrndose en m con la luz, confortndome
con su halo de calor. Era como mirar por una ventana y ver una imagen
interminable llena de calidez, paz y amor.

Hermoso suspir.

Mirar arte me afectaba as y, con toda honestidad, todava lo hace.


Espero no perder nunca esa parte de m misma que ve la alegra y el
asombro de lo ms simple de las cosas.

El suave sonido de una garganta carraspeando me sac de mi cautiverio


y me volv para ver a Ice, vagamente avergonzada y mirando hacia la
caja que tena en sus manos.
Gracias murmur.

La expresin de su rostro la haca completamente humana por primera


vez ante m y no pude evitar la sensacin que me sorprendi de vrtigo
fluyendo a travs de mi corazn y mi cuerpo. La risa amenaz con salir,
pero me acord de con quin estaba y trat de aprisionarla, frenar el
descontrol sobre mis a veces, frvolas emociones.

Son realmente hermosos le contest en voz baja. Casi espirituales.


Pero originales tambin. Una paradoja maravillosa.

Cuando sus ojos se encontraron con los mos, vi que la vergenza la haba
puesto un poco a la defensiva.

ngel, son slo rboles.

Mentir no te ayudar a cambiar las cosas contest pensando que la


burla suave podra ser la solucin. Son algo ms que rboles y el trabajo
que has puesto en ellos, demuestra bastante bien mi punto de vista, no
te parece?

Ella frunci el ceo, pero no refut mis palabras. En mi interior, agit un


puo triunfante.

Vamos, Ice. La gente debe decrtelo cientos de veces al da! Son


magnficos.

En realidad, no respondi ella recuperando un poco de su


confianza. Aparte de los guardias, eres la primera persona a la que he
permitido entrar en mi celda.

Ohhhhh mierda.

Llev mi mano a la parte trasera de mi cuello para rascarme, algo que


haca a menudo cuando tena que pensar con rapidez y las respuestas
no llegaban.

Yo... lo siento. No... no pens... Es slo que... son tan hermosos que yo...
Ella sonri ligeramente, y su efecto lleg hasta sus ojos, volvindolos
suaves y clidos.

Est bien. S que no queras hacer ningn dao.

Mi alivio fue palpable.

Gracias.

No hay problema.

A falta de algo mejor que hacer, dej que mi mirada vagara de nuevo.
En la pared, sobre los bonsis haba un gran mapa que pareca ser del
National Geographic. El ttulo deca El ascenso y la cada del Imperio
Romano. Tena pequeos iconos de los planes de batalla y el armamento
utilizado, pero desentonaba al estar situado como estaba, por encima
de un escenario de tan absoluta tranquilidad. Al mirar a mi alrededor, me
di cuenta de que haba mapas ms pequeos esparcidos por las paredes
pintadas de verde, cada uno mostrando el territorio que una vez fue del
poderoso Imperio, que finalmente, fue aplastado y reducido a polvo bajo
las botas de un ejrcito ms fuerte.

Interesante aficin coment, ms para or mi voz que otra cosa.


Hay un mensaje detrs de esto?

La dominacin del mundo.

Me di la vuelta para mirarla y una sonrisa un poco sarcstica se abri


camino a travs de su hermoso rostro.

Muy graciosa.

Su ceja se alz nuevamente.

Qu te hace pensar que estoy bromeando?

La mir fijamente por un momento, luego sacud la cabeza. Algo me


deca que haba ms verdad en aquellas palabras de la que yo quera
saber.
El pequeo espacio a nuestro alrededor y la energa con la cual nos
estbamos llenando, se convirti en algo demasiado intenso de repente.
Me temo que tom el camino de los cobardes.

Bueno, supongo que debo irme ahora. Espero que disfrutes de tu


rastrillo.

Estoy segura de que lo har. Y gracias.

No pude evitarlo. Tuve que sonrer.

No hay de qu. Cuando quieras. Si alguna vez necesitas algo ms,


recuerda que puedo consegurtelo.

Lo tendr en cuenta.

S, hazlo. Bueno, supongo que te ver por ah Aunque la situacin era


intensa, una parte de m, una gran parte, absolutamente detest salir de
all.

Le sonre de nuevo y me dirig a la puerta de barrotes de la celda. Justo


en el umbral, me detuve y me volv.

Ice?

S?

Slo quera decir que lo siento. Por lo que pas la semana pasada. Mis
palabras te pusieron en una mala posicin y quiero que sepas que nunca
quise eso.

Ya est olvidado.

Gracias! Hice una pausa, tratando desesperadamente de pensar en


algo que decir, pero al parecer, me haba quedado sin palabras.
Bueno, adis, Ice.

Adis, ngel.

Cuando sal de la celda, sin mirar atrs, tuve una clara sensacin de
prdida. Pero el saber que me haba perdonado por mi indiscrecin y me
haba permitido entrar en un lugar donde nadie ms haba estado nunca,
me calentaba como una manta en una fra maana de invierno. Guard
esa sensacin dentro de m y la sabore unos momentos.

Fue un buen da.

* * *

Las siguientes semanas pasaron de forma interminablemente habitual.


Como en otras ocasiones, pas la mayor parte de mi tiempo en la
biblioteca, con la catalogacin, la escritura, la enseanza y charlando
con Corinne y las otras que tambin haban hecho de este lugar su hogar.
Continu mi entrenamiento diario con las Amazonas y a veces, si tena
suerte, Ice se una a nosotras un rato.

Cuando eso suceda, invariablemente pareca que la mitad de la prisin


se reuna a su alrededor, viendo su figura atltica, examinando sus pasos
mientras la acosaban y le rogaban para que les enseara algunas de sus
variadas tcnicas de lucha. Algunas de las preguntas las acababa
ignorando, mientras que otras las responda con una demostracin, con
alguna de las Amazonas como pareja de combate.

Como las dems, yo observaba cada movimiento y cuando no estaba


babeando por la perfeccin de su cuerpo, tomaba notas mentales,
aprendiendo todo lo que poda de una mujer que era, bajo mi punto de
vista, una de las ms grandes luchadoras de todos los tiempos. No es que
hubiese tenido ocasin de ver a muchas de cerca y de forma personal,
claro est. Pero, como habrs visto por lo que has ledo aqu, cuando se
trata de Ice, puedo ser muy parcial.

Uno de esos das me encontraba en el patio, mi pie descalzo estaba rojo


y dolorido de patear repetidamente la pesada bolsa de lona que se
burlaba de m con su engreda complacencia. Mi leccin de hoy eran
patadas circulares y Pony, como siempre, era una maestra paciente.
Haba comenzado por algo fcil, marcando un punto sobre la lona sucia
con un poco de ceniza y pidindome dar patadas en ella repetidamente
con mi pierna derecha, exigiendo que yo golpeara el mismo punto
exacto con cada golpe. Cuando logr dar en el clavo impecablemente
en lo que pareci tres mil o cuatro mil veces, ella movi la seal ms
arriba, y luego ms arriba otra vez hasta que mi cuerpo estuvo totalmente
estirado y me vi obligada a ponerme de puntillas para lanzar la patada.
Los tendones de mi ingle protestaron estridentemente. Despus de fallar
por dcima vez consecutiva, me detuve, jadeando ligeramente y puse
las manos en mis caderas.

No puedo hacerlo, Pony. Simplemente no soy lo suficientemente alta.

De repente, el calor radiante de otro cuerpo se desliz contra mi espalda


mientras unas manos se movieron para desplazar mis caderas. Unos
dedos largos y bronceados tomaron su lugar, extendindose ligeramente
sobre mi abdomen.

Claro que lo eres dijo una voz baja y sensual en mi odo. La voz de
tenor y la fuerza flexible del cuerpo detrs de m, enviaron seales
completamente diferentes a mis tendones y a otras zonas cercanas a mi
ingle. La voz vino a m otra vez, acariciando mis sentidos mientras la
calidez del cuerpo fuerte se filtraba a travs de la tela elstica de mi
uniforme. Solo que no ests en la posicin correcta.

Como posiblemente ya hayas adivinado, en ese momento, yo no poda


pensar en ninguna otra posicin existente, que pudiera hacer mejor que
la que ya estaba haciendo.

Unas caderas fuertes empujaron ligeramente contra mi espalda,


inclinando mi pelvis para que el lado derecho estuviera un poco ms
cerca de la bolsa que estaba colgando.

Todo est en la posicin, ngel. Siente mi cuerpo mientras yo doy el


golpe.

Nos fusionamos sin problemas, Ice lanz una patada circular a la parte
superior de la pesada bolsa. Incluso con un golpe de mentira, la cadena
hizo temblar la bolsa, que se tambale como si hubiese sido movida por
un viento violento. La sensacin del cuerpo de Ice enrollado contra m
cuando lanz el golpe fue indescriptible.

Sientes eso?

Oh, s.
Lista para intentarlo?

Ehhh... Una ms? S, sonaba estpido en el mejor de los casos, de


acuerdo.

Sus manos se apretaron alrededor de mis caderas, una larga pierna


atraves mi campo de visin, golpeando contra la bolsa y, el edificio
entero pareci retumbar con su fuerza. Los eslabones de metal que
sostenan la bolsa al alero, gimieron otra vez como si pensaran seriamente
romperse en una ducha de herrumbre solamente para protestar por el
maltrato que estaban recibiendo.

Mejor?

Oh, s, mucho mejor, gracias. Estoy segura de que ya casi lo tengo bajo
control.

Casi? Por el tono de la voz en mi odo, yo saba que mi juego haba


sido descubierto y me tens ligeramente, esperando lo inevitable.

Despus de un segundo o dos sin que nada sucediera, me relaj.

S, casi. Tendras que hacerlo una vez ms.

Ests segura? El tono de Ice estaba lleno de risa contenida.

Afirmativo. Slo una vez ms. Eso es todo lo que necesito.

Muy bien. Una vez ms y despus t sola.

Vale.

Una vez ms, con las manos apretadas contra m, me apoy en su fuerte
cuerpo con los msculos apretados, a continuacin solt su movimiento,
abandonando la caricia sensual sobre mi espalda.

Su largo pelo grueso y suave cay en abanico a travs de mi hombro y


se desliz hasta mi mejilla, llenando mis fosas nasales con su maravillosa
fragancia. Mis parpados se deslizaron hasta cerrarse y me imagino que
deba tener la sonrisa ms boba de pura felicidad estampada en mi cara.
Por desgracia, en mi bruma llena de placer, me haba olvidado de la
diferencia de altura que haba entre nosotras. Cuando mis ojos se
abrieron de nuevo, vi el brillo de unos zafiros perfectos que me miraban
llenos de diversin.

No se puede aprender mucho con los ojos cerrados, ngel.

Estaban cerrados?

Una leve sonrisa satisfecha fue toda la respuesta que necesit.

Oh. Bueno... yo estaba... sintiendo la patada. Con mi cuerpo. Como t


me dijiste. No?

Sentir la patada.

Claro. Con mi cuerpo. Tal como dijiste.

Y cmo se siente?

Involuntariamente, mis ojos se cerraron de nuevo.

Como estar en el cielo.

Una explosin de risa me hizo saber que mi comentario haba sido


pronunciado en voz alta. Sent el rubor comenzar en mis dedos de los pies
y propagarse a un ritmo rcord al del resto de mi cuerpo. Hice un intento
dbil para escapar de la situacin, pero Ice simplemente apret los
brazos, pegndome a su cuerpo.

No te preocupes por Pony. Acaba de recibir demasiados golpes en la


cabeza.

Ey! Mi amiga grit con indignacin fingida, mientras que las lgrimas
de risa seguan rodando por sus mejillas.

Ignrala Ice dijo mientras soltaba mis caderas y dio un paso hacia
atrs, alejndose de m. Tuve que poner todo mi esfuerzo para no dar un
paso atrs con ella, pero una larga mirada a la cara todava roja de Pony
me convenci de que me quedara donde estaba.
Est bien, ngel dijo Ice desde detrs de m. Prueba ahora.
Recuerda, todo est en la posicin de tu cuerpo. Visualiza la patada y
luego hazla.

Que visualice la patada dice. La nica cosa que puedo visualizar en este
momento son sus brazos alrededor de m. Bien, ngel. Basta ya. Tienes un
trabajo que hacer, as que ve y hazlo.

Inspir profundamente varias veces para calmar mi acelerado corazn,


realic la patada una vez ms en mi mente, visualic mi pie golpeando
la alta marca negra, y luego relaj el pie y girando sobre el otro lanc
disparada la pierna hacia arriba y hacia afuera.

Sonre abiertamente cuando o el golpe satisfactorio de carne contra la


lona y sent la bolsa moverse por la fuerza de mi patada. Pony, que
sostena la bolsa con firmeza para m, sali disparada, hasta chocar casi
con un banco de levantamiento de peso.

S! Me encant.

Pony abri los ojos muy grandes hacia m.

De dnde diablos ha salido eso?

Con una sonrisa triunfal en mi cara, entrecerr los ojos y le dije a mi


asombrada amiga:

Digamos que necesitaba la motivacin correcta.

Un resoplido suave son detrs de m y me volv a tiempo de ver a Ice


cubrirse rpidamente la boca con los dedos mientras sus ojos se volvan
hacia el cielo en una expresin de inocencia diablica. Cuando los
dedos se separaron de sus ojos, su cara no reflejaba ninguna expresin
de burla.

Muy bien, lo hiciste una vez. Genial. Ahora a seguir practicando hasta
que puedas llegar a ese mismo lugar varias veces sin fallar.

Me quej.
Ella me mir entrecerrando los ojos, despus, su expresin se aclar.

ngel, mira. Este movimiento no es fcil, pero si quieres tener las


herramientas necesarias para defenderte contra algunas de estas idiotas,
tienes que practicar Ella sonri un poco. Adems, t ests bien. Tienes
un buen cuerpo, fuerte y compacto con centro de gravedad bajo.

Quieres decir que soy bajita?

No. Quiero decir que tienes un buen cuerpo, fuerte, compacto, con un
centro de gravedad bajo. Eso te hace difcil de golpear. Adems, eres
rpida. Si intentas una de estas patadas altas en un oponente, digamos
como Derby, le sorprenders jodidamente.

Asent.

La sorpresa es buena. La sorpresa es genial, de hecho. Slo deseara...

Qu?

Suspir, sintiendo mis hombros hundirse ligeramente.

Slo deseara no tener que aprender todo esto. No me malinterpretes,


s que tengo que aprender a defenderme. Solo es que me gustara poder
aprender sin tener que daar a nadie, eso es todo.

Ice se acerc una vez ms, extendiendo las manos y colocndolas sobre
mis hombros. Su mirada era profunda, directa y totalmente seria.

ngel, en un lugar como ste, a veces no tienes opcin.

Mientras estaba all de pie mirndome, en el silencio que haba entre


nosotras, me di cuenta de que poda sentir la fuerza de mis convicciones,
porque sus ojos cambiaron de color con sus pensamientos. Despus de
un momento, ella se apart y se volvi hacia Pony.

Atcame.

Pony parpade. Luego una lenta sonrisa de satisfaccin se extendi por


su cara.
Est bien.

Ella hizo girar su cuello en crculos lentos, aflojando la tensin de sus


tendones, y luego sacudi la cabeza bruscamente a la izquierda, luego
a la derecha. El resultado fue un sonido de vrtebras realinendose que
me hicieron marear ligeramente.

Luego, con un grito, se lanz hacia Ice. Las manos, los pies, los brazos y
las piernas no tenan definidos el movimiento que iban a realizar. Me
record a una de esas pelculas japonesas horriblemente dobladas de
kung fu que mi padre sola ver en lugar de ir a la iglesia los domingos por
la maana.

Recuerdo estar demasiado enferma para ir a la iglesia varias veces y


acurrucarme en el sof con mi padre, tratando de no rerme de las
escenas de lucha extraas, para que mi absorbido padre, no me
mandase a mi habitacin, a mi aburrida y vieja cama.

Ver algunos de esos mismos movimientos en persona, sin embargo, me


proporcion un nuevo respeto por las tcnicas que me hicieron rer en el
pasado. Aunque parecan salvajes, cada golpe era furia controlada,
dirigida a una parte especfica del cuerpo, y con el propsito de hacer el
mayor dao con el menor esfuerzo posible.

Pony fue un verdadero espectculo para la vista con su lo de brazos y su


sonrisa, casi salvaje.

Ice era una bestia completamente diferente. Tena los ojos medio
cerrados, y medio aburrida, bloqueaba cada uno de los golpes con
perezosa facilidad, desviando los golpes de Pony y desgastando sus
fuerzas sin hacer nada para contra-atacar. Los msculos de su cuerpo
estaban sueltos, relajados y su respiracin uniforme y constante.

Observ con absorta fascinacin que ninguno de los golpes pasaba lo


suficientemente cerca de golpearla, aunque era obvio que Pony estaba
haciendo su mejor esfuerzo para alcanzarla. Sin embargo, en lugar de
frustrarse, Pony simplemente cambi de combinaciones y ngulos,
lanzando golpes altos, bajos, y bajos nuevamente, tratando de confundir
a su oponente.
Ice no se sorprendi con las tcticas rpidas y variables, mas bien pareca
un len descansando al sol y usaba sus largos brazos y piernas para seguir
desviando los golpes que venan de todas direcciones.

El simulacro de batalla comenz a traer espectadores de todos los


rincones del patio, pero me mantuve firme en conservar mi posicin al
frente de la multitud, usando mi buen cuerpo fuerte y compacto con mi
centro de gravedad bajo eficazmente. Ice me miraba por el rabillo del
ojo, sonriendo un poco cuando me vio luchando tercamente para no ser
aplastada por la multitud que tena a mi espalda y a los costados.

Sacando otra arma de su arsenal, Pony torci el cuerpo y luego lanz una
serie espectacular de golpes a la seccin media de Ice. Ms rpido que
una cobra, Ice captur perfectamente el pie tendido de Pony, girndole
el tobillo hacia fuera, hasta el punto casi de romperlo. Pony grit y luego
se dio una palmada en el muslo con la mano abierta, pidiendo
clemencia con la accin.

Despus de un segundo, Ice liber el pie de Pony y sonri, mientras la otra


mujer salt hacia atrs, maldiciendo y frotndose el tobillo.

Sabes que esos movimientos nunca funcionan conmigo, Pony. Por qu


sigues intentndolo?

Pony plant el pie dolorido en el suelo, se puso las manos en las caderas
y frunci el ceo.

Porque funciona con todo el mundo y algn da, Ice

Ice resopl.

Sigue soando Luego se volvi hacia m con la ceja levantada


preguntando en silencio.

Asent.

Eso fue bueno.

Muy bien, Pony. Pon a Montana y a Critter a trabajar con ella. Media
hora de Aikido, y media hora de bloqueos. Hora y media de cada uno los
sbados.
Pony asinti con la cabeza morena, con el pelo mojado con el sudor del
esfuerzo.

Lo haremos.

La campana de alarma son, finalizando el perodo de ejercicio y yo me


gir hacia Ice, sonriendo.

Gracias.

Asinti hacia m, en seal de reconocimiento, se volvi y dio una palmada


en el hombro a Pony antes de encaminarse hacia el edificio, con sus
botas levantando pequeas nubes de polvo al andar.

Pony se acerc a m, con su sonrisa arrogante y sudorosa, lanzando un


brazo alrededor de mis hombros esquivamos la multitud que se
dispersaba y nos dirigimos hacia la prisin que era nuestra casa.

Eso ha sido fantstico, Pony. Cunto tiempo has tardado para


aprender todos esos movimientos?

Ella se encogi de hombros.

Siempre he estado en karate y otras formas de artes marciales. Tengo


mi cinturn negro desde que tena quince aos ms o menos. Cuando
Ice estuvo aqu antes, realmente me ayud mucho. Aunque todava no
puedo golpearla.

Crees que alguna vez lo hars?

Nah. Ella est mucho ms all que cualquiera de las que estamos aqu
Ella sonri abiertamente otra vez, con una sonrisa salvaje, que hizo brillar
sus ojos oscuros. Aunque es divertido probar Me liber a medida que
entramos en el edificio y se volvi. De vuelta a la biblioteca?

S. Y t?

Abajo, a tomar una ducha. Dile a Corinne que le envo saludos, eh?

Lo har. Gracias de nuevo, Pony.


Con una sonrisa desenfadada y tocndose la punta imaginaria de un
sombrero, ella me dio la espalda y se fue, su uniforme naranja
desapareci por los largos y hmedos pasillos de la prisin.

Yo tambin segu por el pasillo unos metros ms, y luego fui a la izquierda
hacia la biblioteca, alcanzando a ver un destello de naranja de otra
presa que entr en mi campo de visin. Y me encontr de lleno con la
ancha espalda de Ice que se par justo en la entrada de la sala.
Disculpndome a toda prisa, me alej, viendo como una enorme sonrisa
se dibuj en la cara de Corinne.

Tan cierto como que vivo y respiro. La Gran Morgan Steele est
honrando mi biblioteca con su presencia! Llevndose mi amiga la
mano bajo su seno izquierdo con dolor fingido. Tmame ahora, Seor,
por fin he vivido para ver esto!

Sonriendo ligeramente, Ice neg con la cabeza y se acerc a la mesa,


Corinne y ella se reunieron a medio camino y la envolvi en un abrazo
enorme.

Poda sentir mi cara estrecharse en reaccin de asombro mientras


observaba la escena que pasaba delante de m. En el tiempo que
llevaba conocindola, aunque no era mucho, yo nunca haba visto a Ice
ser tan fsicamente cariosa con nadie. En cierto modo, era como ver a
una estatua cobrar vida y capturar a un desprevenido transente. Me
qued de piedra.

Alejndose del abrazo, Corinne mantuvo a Ice sujeta con el brazo


extendido, mirndola de arriba a abajo.

Dios santo. Crea que los estirones de crecimiento se detenan a los


dieciocho aos! Estas incluso ms alta que la ltima vez que te vi!

Ice puso los ojos en blanco.

Corinne, te vi la semana pasada.

S, me parece recordar a alguien gruendo mientras yo pasaba por el


pasillo. Eras t? Y yo que pensaba que habamos obtenido un cerdo
para la penitenciaria.
Corinne...

Golpeando a Ice ligeramente en el brazo, Corinne se alej, sonriendo sin


arrepentimiento.

Por lo tanto, que te trae a mi red del mal? Vienes a hablar con una
vieja?, porque no me estoy volviendo ms joven, amiga. O era algo
ms?

Bueno, en realidad, me preguntaba si ese libro que haba pedido haba


llegado ya.

Corinne se toc la barbilla con sus ojos brillando.

Libro. Libro. Ah, s. El Archipilago Gulag, no?

Lees a Solzhenitsyn? Solt antes de que pudiera detener las palabras


en mi garganta.

Ice se gir lentamente, detenindose frente a m, con los ojos


entrecerrados.

Algn problema con eso?

No! No, en absoluto! Yo slo... mmm... l es uno de mis escritores


favoritos.

Mientras segua mirndome, volv mis ojos suplicantes a Corinne.

No te preocupes por ngel. Ella es slo una esnob literaria. No creo que
el resto de nosotras, la gente comn, pueda decirte la diferencia entre
Dostoievski y Doonesbury.

Corinne

Sonriendo, Ice se volvi a Corinne, con las manos en las caderas.

Entonces, ya est?
Algo que he pedido a mi marido muchas veces, querida, aunque la
respuesta en este caso sera no.

Muy bien, entonces podras enviar a alguien que me avise cuando


est aqu?

Ah, ah, ah, querida Ice. No tan rpido. Ests en mis dominios ahora,
donde soy soberana. Ahora sintate a esa mesa, reljate y bebe un poco
de t, si no

Si no, qu?

No te preocupes por el si no, Ice. El t est listo y esperando para ser


bebido. Ve a aquel extremo de la mesa y sintate.

Hay momentos en los que me podra morder la lengua, y este fue sin duda
uno de ellos. Una risa estall antes de que pudiera detenerla,
ganndome otra mirada glida de los ojos de mi intimidante compaera.
Me estremec, esperando alguna forma de venganza, slo relajndome
cuando ninguna lleg de forma inmediata.

Ice se gir hacia Corinne y el aire se volvi espeso y caliente, con la


intensidad de su careo. Despus de un largo momento de silencio
absoluto, Ice levant las manos y se volvi sobre sus talones.

Est bien Se acerc a la mesa, sac una silla, se volvi, y se sent a


horcajadas con la respaldo de la silla al revs.

Corinne sonri triunfante, aunque sus ojos todava mantenan esa chispa
burlona.

Dios mo, Ice, sigues teniendo dijo petulante quince aos! Yo


pensaba que ya habras superado eso.

Simplemente sirve el maldito t, Corinne, o te voy a mostrar algunas


otras cosas que no he superado.

Hacindome un guio, Corinne se volvi y se ocup de la tetera,


tarareando alegremente. Unos pocos momentos despus, ella se volvi,
trayendo dos tazas humeantes, uno de ellas la puso delante de Ice, y la
otra la desliz en el espacio al lado de la mujer alta.
Esta matona Murmur acariciando a Ice cariosamente en el
hombro. Luego se volvi hacia m, con las manos en las caderas.
Bueno, qu ests esperando? La Segunda Venida? Ven aqu, ngel, y
deja de actuar como si estuvieras mirando dos perros que estn
haciendo algo delante de ti.

Ruborizada y debidamente reprendida, poco a poco me fui al otro lado


de la mesa. Sentndome cautelosamente en mi asiento para evitar
cualquier otro comentario mordaz, humildemente tom la taza que me
ofreca y beb el t caliente, evitando escrupulosamente que mis ojos se
cruzaran con los de las otras dos mujeres.

Se toma las burlas casi tan mal como lo haces t le susurr a Ice.

Me pregunto por qu Ice coment jocosamente. Esa lengua tuya


debe ser declarada arma letal y confiscada como contrabando.

Corinne sonri.

Entonces, qu sera lo que pensaran todas mis amigas de alcurnia?

Un fino roco de t caliente escap de mis labios con el comentario de


Corinne, logrando empapar parte de la mesa y parte, para mi
mortificacin absoluta, de Ice. Ice salt de la silla, luchando por quitarse
las gotas calientes que se aferraban a su piel, Corinne se derrumb sobre
la mesa, riendo a carcajadas.

Me levant de la silla con rapidez, tratando de ayudar a limpiar su brazo,


pero Ice alej mis manos.

Por favor le rogu, deja que te ayude.

No. No, ya has hecho suficiente. Slo sintate ah.

Corinne rio ms fuerte, golpeando la mano sobre la mesa, lo que provoc


que las tazas se tambalearan violentamente, salpicando el t por los
extremos y aumentando el lo que ya haba.

Ice se acerc al hornillo y agarr uno de los pauelos de lino bien


planchados de Corinne, secndose el lquido hirviendo de su piel y
uniforme. Todas nuestras cabezas se volvieron bruscamente hacia la
puerta, y Critter, sin aliento, se detuvo, antes de entrar en la biblioteca.

Ice jade agarrando su pecho que suba y bajaba, tienes que venir
rpido. Psycho estall y tiene una navaja en el cuello de una guardia. Y
pregunta por ti.

Mierda dijo Ice lanzando el trapo sobre la mesa junto a la tetera y


saliendo de la habitacin, con Critter pisndole los talones.

Corinne y yo intercambiamos una mirada antes de que yo tambin me


pusiera en pie y corriera hacia la puerta, para tratar de mantener los rizos
flotando de Critter a la vista.

* * *

Al mirar a travs de estas notas que he escrito, se me ocurre que t, el


lector, probablemente estars preguntndote exactamente quin es
Psycho y por qu tena que hablar con Ice. Como cronista fiel, mi deber
es mantenerte informado y debera hacerlo en este momento.

Lo primero que debes saber, es que, a pesar de que su apodo en la prisin


era Psycho, nadie la llamaba as a la cara. Su nombre de nacimiento era
Cassandra Smythson, y ese era el apodo con el que pas al Pantano.

La segunda cosa que debes saber es que Cassandra est


peligrosamente loca. Una gran cantidad de psiquiatras realizaron una
serie de pruebas que as lo demostraron. Ella era una psictica, pero tuvo
muchos momentos de perfecta lucidez. Tambin era obsesivo/
compulsiva y una de sus obsesiones era Ice.

Cassandra est en el Pantano desde que tena dieciocho aos,


haciendo de ella una residente desde haca seis aos, de esa poca son
los acontecimientos que pronto estar relatando. Cuando tena
dieciocho aos, y estaba en el ltimo ao de instituto, Cassandra haba
vuelto a casa despus de una noche de bebida y drogas, para encontrar
a su madre esperndola. Se intercambiaron una serie de palabras y
Cassandra fue a la cocina, sac un cuchillo de carnicero y apual a su
madre treinta y siete veces, matndola. El juez de instruccin declar
que, basndose en el nivel de la prdida de sangre, el noventa por ciento
de las heridas se infringieron post mortem. Luego pase por la casa y
mat a sus dos hermanos menores, as como a su hermana, que tena tres
aos en ese momento.

Despus de pasar la noche en la casa con los cadveres de toda su


familia, entr en el instituto y mat a tres compaeros de clase. Ella
estaba intentndolo con su maestro cuando el capitn del equipo de
ftbol se apresur y logr someterla, aunque no hasta que hubiera sufrido
numerosos cortes, adems de una conmocin cerebral y la prdida de
dientes.

No es mentira decir que era obvio para todos, que Cassandra Smythson
estaba totalmente loca. La polica lo saba, el juez lo saba, los psiquiatras
lo demostraron, y el pblico lo saba. Lo mejor que cualquiera pudo haber
hecho para todos los interesados era ponerla en una bonita, y segura
institucin mental y tirar la llave. Pero eso, por supuesto, no fue as. Los
Jurados son lo que son, a veces, encontrando a Cassandra apta para ser
juzgada, y as lo hicieron. Su culpa era una conclusin inevitable, aunque
su equipo de abogados se esforz al mximo. Lo hicieron lo mejor que
pudieron y se hizo toda la presin para que casi todos los dedos
imaginables sealaran hacia su locura.

El Jurado no crey en ella y la declar culpable de siete cargos de


asesinato en primer grado. El juez debera haber cogido el toro por los
cuernos y condenarla a vivir en una institucin para enfermos mentales.
En cambio, en un alarde de infinita sabidura, decidi hacer caso a la
recomendacin del Jurado, y as Cassandra Smythson se uni al club de
prisioneros de por vida en el Pantano.

Despus de un mes en la unidad de segregacin, Cassandra fue enviada


con la poblacin general. Dos das despus, asesin a una reclusa,
atrayndola hacia la lavandera (aqu tienes un consejo: si alguna vez te
encuentras en la crcel, mantente alejado de la lavandera. Un montn
de cosas malas suceden all) y metindola en una secadora industrial a
la fuerza, el establecimiento de la temperatura en alto y apoyndose
contra la puerta durante casi una hora, riendo y cantando para cubrir el
sonido de la reclusa que gritaba cada vez ms dbil.
Despus de este pequeo fiasco, la Divisin de Prisiones exigi que se le
colocara en un manicomio. El juez no hizo caso a la splica, emiti una
demanda en contra, respaldada por una orden judicial, para mantenerla
encerrada en el Pantano.

El Alcaide decidi colocar a Cassandra en el nico lugar seguro en la


crcel, la unidad de segregacin, donde iba a ser encerrada en una de
sus celdas veintitrs horas al da, y la hora que sobraba sera slo para la
ducha y un breve paseo por el patio, esposada completamente y bajo
una estricta supervisin.

Aunque esta disposicin era infinitamente mejor para la seguridad de los


dems internos, no hizo nada para mejorar su estado de paz. Con su
psicosis, Cassandra se arrojaba a los barrotes de su celda, gritando a todo
pulmn durante horas sin descanso.

Por razones obvias, el tiempo destinado a la segregacin de los nuevos


reclusos fue reducido de una o dos semanas hasta de dos a cinco das.
Y, sin embargo, la mayora de las nuevas saldran de la unidad de
segregacin con la cara blanca y temblorosa, necesitando ms que
nada un buen tiempo de descanso y tranquilad en sus nuevas celdas.

Despus de seis meses, o eso me han dicho, Cassandra comenz a


calmarse y sus arrebatos gritando dejaron de producirse con tanta
frecuencia. Muchas de las guardias pensaban que por fin se estaba
acostumbrado a su nuevo hogar. Pronto se enteraron de la verdad.

Muchos centros penitenciarios tienen historias de presos que son bien


conocidos por mantener, domar y amar animales domsticos de gran
variedad. Alcatraz tuvo su Birdman. El Pantano tena a Cassandra.

Parece que una rata industrial gris encontr su camino tanto a la celda
de Cassandra, como a su corazn.

Las ratas son criaturas muy inteligentes, fciles de entrenar y que


responden al sonido de sus nombres cuando las llaman sus dueos. Esta
rata en particular, a quien Cassandra llam Heracles, era un buen
representante de su especie. En aparentemente muy poco tiempo, la
presa loca la tena haciendo pequeos trucos para ella, y a su vez la
mantena tranquila.
El truco favorito de Cassandra, apuntaba directamente a su psicosis y era
esperar hasta que una nueva reclusa se estableciera y en la noche
estuviera profundamente dormida en una celda adyacente. Luego
lanzaba a Heracles, que correteaba por entre los barrotes y en la celda
de la nueva, suba a las rgidas sbanas almidonadas y radas, y
curioseaba hasta que sus patillas encontraran la carne desnuda.
Entonces se quedaba all, haciendo su mejor imitacin de una rata
inocente, mientras la interna trepaba lejos, gritando como si todos los
demonios del infierno estuvieran tras sus talones.

Cassandra echaba su cabeza rubio platino hacia atrs y se rea, con una
carcajada loca que pareca atravesar su alma como el cuchillo de
carnicero que haba utilizado con tan devastadores resultados.

Obviamente, este comportamiento se tradujo en viajes regulares de los


guardias a la celda de Cassandra, tratando de requisar su preciada
mascota. Y, por supuesto, la loca mujer tena ataques de furia hasta que
los guardias capitulaban y dejaban que se quedara con Heracles, con la
advertencia de que nunca volviera a hacerlo de nuevo.

Nunca funcion.

Nadie sabe exactamente por qu la otra obsesin de Cassandra era Ice.


Ellas nunca haban hablado, pero cuando Cassandra era llevada
alrededor del patio de ejercicios como un perro con una correa, el color
marrn oscuro de sus ojos permaneca clavado en Ice por largo rato, con
el rostro totalmente inexpresivo.

As concluye mi exposicin sobre la mujer conocida como Psycho. Ahora,


volver a la historia.

* * *

Finalmente alcanc a Critter justo cuando lleg al rellano del segundo


piso, donde estaba la unidad de segregacin. Todo lo que poda ver
delante de m era una masa de cuerpos rgidos vestidos de marrn, con
las porras listas. Ice acababa de separarse de la multitud, dando un paso
al lado de Sandra Pierce, yo corra hacia delante, pero las guardias
cerraron filas detrs de ella, bloquendome la vista, una vez ms.

Critter cogi mi mano, me llev hacia un lado de la multitud y desde all,


pude mirar sobre la cabeza de una de las guardias ms bajitas
ponindome de puntillas y levantando la cabeza lo ms alto que pude.
Una rigidez en el cuello y dolor en las pantorrillas eran un pequeo precio
a pagar para calmar mi curiosidad.

Cassandra estaba de pie junto a la puerta de acero con barrotes que


daban a la unidad de segregacin. Tena a una de las guardias ms
recientes, una mujer delgada, de cara agria llamada Carla, en una llave
que atrapaba su cabeza y con una navaja de acero colocada en la
marcada yugular de la mujer. Cuando Ice atraves la multitud, la cara
de Cassandra se dividi con una sonrisa tmida.

Bueno, hola, mi querida Ice. Me alegro de que hayas podido venir a mi


fiesta Su voz cantarina era aguda como la de una nia y sus ojos de
color marrn oscuro tenan la alegra de la locura.

Qu quieres, Cassandra? Ice pregunt sin rodeos.

La cabeza de la otra mujer se inclin hacia un lado mientras su sonrisa se


ensanch.

No pareces complacida, Ice. Nunca tienes tiempo para charlar.


Siempre ests ocupada Ella apret su agarre en el cuello de la guardia,
que se qued sin aliento. Qu es lo que quiero? Qu quiero? Bueno,
vamos a ver. Quiero la paz mundial. Una cura para el cncer Su sonrisa
se volvi maliciosa. Y pegar mi pequea herramienta en el cuello de
este cerdito y sentir que mis manos se vuelven calientes con su sangre
Ella le gui un ojo. Eso responde a tu pregunta, guapa?

Cassandra...

Oh, por favor, Ice. Tienes que ser tan formal? Slo llmame Psycho.
Todos mis amigos lo hacen Su mirada lasciva regres mientras pasaba
sus ojos descaradamente sobre la forma naranja vestida de Ice. Y yo te
considero una de mis... ms cercanas... amigas.

Ice se volvi hacia Sandra.


Qu ha pasado?

Cassandra la cort antes de que la guardia tuviera oportunidad de


hablar.

Oh s, Sandra, dile a nuestra querida Ice lo que pas. Y no dejes de lado


ningn detalle. Mientras escuchas toda la triste historia, voy a jugar con
mi acerito y la dulce cerdita. Te gustara eso, no es cierto cerdita?
Puedes cantar para m? Chillar amablemente para ta Psycho?

La guardia cautiva emiti un sonido mejor clasificado como un cruce


entre un grito y un chillido, ayudada como estaba por la fuerte presin
de la navaja de Cassandra en la carne tierna de su cuello.

Oh, muy bien, pequea cerdita. Slo quera tenerte alrededor para
jugar un rato. Quieres, te gusta eso?

Cassandra, por favor.

La rubia suspir.

Oh bien, Ice. Sabes, realmente deberas aprender a tomarte las cosas


menos en serio. Eres mucho ms hermosa cuando sonres Ella liber
ligeramente la tensa presin sobre el cuello de la guardia, riendo al ver
que de su navaja sala una gota de sangre. Peg el extremo puntiagudo
a la boca, con los ojos en blanco en su cabeza, mientras lama la sangre
del arma, haciendo de la accin una demostracin ertica.

Sandra volvi la mirada hacia Ice.

El Alcaide recibi otra denuncia de uno de los novatos. Envi a Carla a


deshacerse de Heracles.

Los ojos de Ice se estrecharon con ira.

Maldita sea, Sandra. Eso fue una estupidez.

La guardia levant las manos en un gesto conciliador.


Lo s, Ice. Lo s. Y Carla rompi las reglas por no preguntarme primero
Ella lanz una mirada a la guardia cautiva y se la devolvieron unos ojos
asustados.

Dnde est Heracles ahora?

Sandra hizo un gesto.

An en su celda. Agarr a la guardia antes de que Carla pudiera hacer


algo dentro. Hemos estado aqu paradas desde entonces.

Y qu maravilloso enfrentamiento, es demasiado, no te parece, Ice?


Todas estas grandes y malas guardias contra m. Que voy a hacer?
dijo sonriendo maliciosamente una vez ms. Cassandra pinch el cuello
de Carla, riendo mientras la sangre brotaba del pequeo pinchazo. La
guardia volvi a gritar.

Muy bien, Cassandra, ya es suficiente! Ice exigi. Ya ganaste.


Ahora djala ir.

Cassandra movi sus labios.

No puedo hacerlo, me temo. No, esta cerdita necesita que se le ensee


una leccin. La nica razn por la que te ped que vinieras, Ice, es que yo
s, que de todos los otros pequeos roedores en esta infeccin que ellas
llaman crcel, t eres la que ms puede disfrutar con la vista de una
buena matanza.

Cassandra, por favor. Ya has asustado a muerte a la chica. Matndola


no conseguirs nada.

Tal vez no Concord Cassandra. Entonces ella sonri abiertamente


. Pero eso me hace sentir bien. Y disfruto el sentirme bien. La loca mujer
se volvi de lado un momento, luego mir a Ice, con los ojos ardiendo
con un nuevo propsito. Te dir algo. Voy a renunciar a este cerdito
mo, si te comprometes a tomar su lugar, Ice. Te suena bien? Piensa en
ello. T... y yo... juntas. El pensarlo no hace que tu sangre se caliente?

Sandra dio un paso adelante.

Olvdalo, Cassandra.
La reclusa sac su navaja de nuevo.

No te metas en esto o atente a las consecuencias.

Agarrando a Sandra por la manga de su uniforme, Ice contempl a la


jefa de las guardias.

Vamos, yo me encargo de esto, Sandra. Es la nica forma de que esto


se acabe.

Escchala, Sandra! Cassandra solt. Ice tiene una buena mente


atrapada dentro de ese hermoso crneo suyo.

Ice, no te puedo dejar hacer esto. Est totalmente en contra del


procedimiento.

A la mierda el procedimiento! El procedimiento se fue por la ventana


en el mismo instante en que la guardia entr en la celda de Cassandra
sola.

Ice...

Sandra, escucha. Esta es la nica manera de resolver las cosas. Voy a


estar bien.

Oh, ella estar muy bien dijo Cassandra.

Ice, no puedo.

Entonces no te estoy dando una opcin. Vas a tener que detenerme,


y no creo que quieras hacer eso.

Los ojos de Ice se volvieron fros y de piedra. Sandra mir hacia abajo
despus de un momento.

Muy bien, Cassandra, vamos a hacerlo a tu manera. Enva a la guardia


aqu y yo ir hasta ti.
Lo siento, Ice. Sigo rdenes, en caso de que no te hayas dado cuenta,
soy la que tiene todas las cartas, despus de todo. No, t vienes a m
primero. Luego, liberar al cerdito.

Est bien, est bien Antes de que nadie pudiera pensar en detenerla,
Ice se dirigi hacia Cassandra, que apret su agarre en el cuello de Carla.
Levantando las manos vacas, Ice permiti que la otra mujer la agarrara
por el brazo, mientras que liberaba su frreo control sobre Carla. Llevando
su pierna hacia arriba, Cassandra pate a la guardia por la espalda y la
empuj hacia los dems, entonces torci el brazo de Ice detrs de ella,
poniendo la navaja al cuello elegante de la mujer ms alta.

Oh, Ice dijo con voz ronca, esto est mucho mejor. No sabes
cuantas noches he soado con esto. T en mis brazos, mi cuchillo en tu
hermosa garganta. Estoy sintiendo escalofros slo de pensarlo. Y ahora
te tengo.

Ice se qued tan tranquila y serena como su apodo, sin que su


comportamiento revelara nada.

Est bien, Cassandra, me tienes. Y ahora qu?

Los ojos de la rubia se desenfocaron con el pensamiento.

Ahora? Pues sabes? Yo no tena realmente pensado nada. Supongo


yo, que podra matarte como al pequeo cordero dulce expiatorio que
eres, pero entonces nunca te vera otra vez y sera una lstima Apoy
la barbilla sobre el gran hombro de Ice, al parecer sumida en sus
pensamientos, con las pocas clulas trabajadoras que su cerebro an
posea. A continuacin, una sonrisa ilumin su rostro hermoso y ella se
enderez detrs de su amiga. Lo tengo. Voy a dejarte ir, preciosa, si a
cambio, cumples dos... pequeas... condiciones para m.

La ceja de Ice se elev para esconderse detrs de su flequillo.

Y cules seran?

En primer lugar tienes que prometerme que hablars con ese


repugnante Alcaide en mi nombre. Convncele de que mi pequeo y
dulce Heracles est aqu para quedarse si quiere paz en su crcel. Lo
haras por m, Ice?
No prometo nada, Cassandra, pero puedo intentarlo.

Eso es todo lo que pido. S cun... persuasiva... puedes ser... cuando te


empeas.

Y la otra condicin?

Dame un beso.

La otra ceja se uni a la primera.

Qu?

Dame un beso. Justo aqu. Ahora mismo. Declara tu amor por m


delante de Dios y de las guardias Su sonrisa se endureci ante la
vacilante sorprendida de Ice Contstame rpidamente, Ice, o
acabars respirando por el agujero que voy a hacerte en el cuello.

Muy bien dijo Ice arrastrando las palabras en una voz mortalmente
baja, con una sonrisa totalmente salvaje.

Oh, bien! Cassandra gorje, separando la navaja para volverse a Ice


para mirarla. Doblando la cabeza hacia un lado, mir a los ojos
tormentosos de Ice, con expresin de bien fingida inocencia.

Vas a hacerlo o lo hago yo?

Sonriendo, Ice baj su oscura cabeza, lenta y gradualmente, eclipsando


los rasgos de Cassandra. Me qued con la boca abierta por la sorpresa
y, si he de ser totalmente sincera, tuve ms que un poco de envidia,
incluso con las condiciones actuales.

El beso fue crudo, duro, casi exactamente como me imaginaba que sera
un beso de Ice. Mientras la boca cubra los labios suaves y llenos de
Cassandra, los ojos de la mujer rubia revolotearon, como sus prpados,
antes de cerrarse por completo. Un profundo gemido reson en su
garganta, claramente audible a todo el mundo que miraba.

Una mano de dedos morenos, se enrosc a travs de la cada del cabello


de Cassandra, tirando de l para acercarse ms mientras Ice
profundizaba el beso, que pareca devorar la boca de la mujer ms
pequea con la suya propia. Varias de las guardias cambiaron de
posicin. Yo misma cambi de posicin, de pronto consciente de lo
intensamente caliente que se haba vuelto la prisin. Una mano palme
mi hombro, y cuando volv la cabeza, Critter estaba sonriendo y negando
con la cabeza.

Whoo hoo pronunci.

Asent con fervor, mientras que otra parte de m se sinti de nuevo en


estado de shock en mi supuesto disfrute de una situacin tan mortal.

Ice movi su otro brazo lentamente de su lugar detrs de la espalda,


arrastrando los dedos sensualmente hasta el delgado, pero hermoso
cuerpo de Cassandra. Los gemidos aumentaron en intensidad,
provocando ms cambios de posicin en las guardias que vigilaban.
Unos hermosos dedos, jugaban sobre un firme y plano abdomen, para
acabar sobre los pechos firmes, a travs de la clavcula que sobresala y
abajo del brazo ms cercano.

Incluso desde donde yo estaba, poda ver la piel de gallina que sigui al
toque de Ice. Me temo que me estremec al ver mi propia piel
reaccionando de forma emptica mientras me imaginaba los dedos de
Ice arrastrndose sobre mi propia piel.

Luego, con una rapidez que me sac de mi bruma ertica, con el pulgar
presion los nervios de la mueca de Cassandra, haciendo que la mujer
mas pequea dejara caer su navaja. Tranquilamente, Ice llev el brazo
de Cassandra a la espalda, rompiendo el beso e intensificando la presin
de detrs de la mujer rubia mientras lo haca.

Cassandra parpade confundida, aturdida y llev los dedos de su mano


libre a los labios repentinamente fros.

El grupo de guardias se apresur entonces a reducir a Cassandra hasta


el suelo y ponerle rpidamente las esposas en sus delgadas muecas.
Una de las guardias agarr la navaja y la puso en lugar seguro mientras
Sandra sac a la rubia de un tirn.

Alguien que llame al hospital estatal? la guardia grit.


S, Sandra. Estn en camino.

Bueno. Espero que se las arreglen para mantenerla encerrada ms de


veinticuatro horas, como la ltima vez Ella dirigi una mirada de alivio
a Ice A pesar de que casi me cuesta mi trabajo, Ice, gracias. Has
salvado al menos una vida aqu. Te debo una.

No hay problema.

Vas a hablar con el Alcaide?

Ice asinti, enderezando su uniforme.

S. Hice una promesa. Voy a cumplirla.

Sandra le devolvi el gesto.

Buena suerte.

Gracias.

La jefa de las guardias gru, tirando de la presa unida a ella.

Vamos, Cassandra. Vamos a ver t agradable nueva celda


acolchada, de acuerdo?

Vete a la mierda, cerda Cassandra respondi, frunciendo los labios y


escupiendo a la cara de la guardia. Adis por ahora, mi querida Ice!
No te olvides de escribir! Te echar de menos!

Sacudiendo la cabeza y quitndose el polvo a s misma de nuevo, Ice fue


en direccin de Critter y ma, con una mueca de disgusto en su rostro.

Esa fue una de las lecciones de Ice dijo Critter sonriendo.

S, lo que sea.

Buena suerte con el Alcaide le dije.

Algo bueno se sacar de todo esto Girando sobre sus talones, se


dirigi escaleras abajo y hacia fuera del edificio separado, que
albergaba los aposentos del Alcaide. Nuestros ojos la siguieron mientras
ella se alejaba.

Voy a tener que aadir un beso en todo sentido y luego desarmar a


quien sea Coment mi amiga en voz baja. Voy a ser la luchadora
ms feliz del Pantano.

S, si no se trata de usarlo contra Derby.

Bueno, esa imagen arruin mi comida! Muchas gracias, ngel Ella


me dio un codazo en el costado. Y yo que pensaba que eras mi amiga.

Riendo y aplaudiendo Critter a mi espalda, me di la vuelta y sal de la


escena, las imgenes del beso pasaban en un bucle continuo por mi
cabeza, a pesar de hacer mi mayor esfuerzo para detenerlas.

Una hora ms tarde, Ice regres a la prisin principal, con una expresin
ptrea, sus ojos fros y furiosos. Las reclusas que se cruzaban en su camino,
yo entre ellas, desaparecimos rpidamente de su vista, no fuera que esa
mirada penetrante se cruzara en nuestro camino. Ella fue hasta las
escaleras hacia su celda y yo no pude dejar de preguntarme lo que pas
dentro de la oficina del Alcaide.

Aunque no averig lo que sucedi entre Ice y el Alcaide hasta algn


tiempo despus, algo bueno vino de la reunin. Heracles se quedaba.

Hubo una fiesta en el Pantano esa noche.

* * *

Las noches son muy largas y muy oscuras cuando eres una presa. El
tiempo pasa como si fueran eones en lugar de segundos. Las celdas se
congelan en el invierno, cuando las tormentas bajan de Canad,
afianzando la vieja prisin de piedra en un bloque de hielo impecable.
En verano, esto se hace una sauna. Si escuchas lo suficiente, casi se
puede or el calor, ya que insidiosamente irradia su sendero a travs de
los bloques de hormign permeable, bandose en su esencia pegajosa.
Mientras descansas en la estrecha litera por la noche, contando los bultos
del colchn y con la esperanza de no estar compartiendo el lugar para
dormir con animaluchos o algn tipo de insecto, no puedes dejar de
escuchar el sonido lgubre del viento que silba a travs de los techos o
los ruidos fantasmales que suenan como arreglos de fontanera en la
noche. Sonidos de ronquidos, gritos y placeres solitarios se filtran a travs
de los barrotes de tu celda en el silencio del momento.

Tu mente se convierte en tu enemiga durante las largas noches de prisin,


cuando las luces se apagan, convirtiendo tu mundo en una oscuridad
llena de asesinos sin sentido. Si cierras los ojos en la oscuridad, puedes
imaginarte a ti misma en alguna tierra lejana de fantasa con la libertad
como tu posesin ms preciada. Pero, tanto en la oscuridad como en la
luz, la realidad de las condiciones de tu vida se reduce a la forma de una
puerta de barrotes fros a menos de cinco metros de distancia, como
centinela silencioso sobre tus sueos.

El recuerdo del beso estuvo conmigo esa noche calurosa de verano.


Mientras daba vueltas contra mis sbanas hmedas de sudor, tratando
de sacarlo de mi mente sin resultado, la oscuridad y el silencio conspiraron
para burlarse de m, dando a mis pensamientos otra direccin a la que
dirigirse.

Una y otra vez vi la lisa y oscura melena de Ice descender, sus labios
carnosos cubriendo los anhelantes de Cassandra. Casi poda ver sus
lenguas deslizndose entre s, batindose en duelo en una batalla por la
supremaca sensual.

Me pregunt otra vez qu se sentira al ser Cassandra Smytheson en ese


momento. Cmo se sentira al haber pasado de depredadora a presa
por el poder de un beso? Cmo se sentira el ser presionada contra el
calor de ese perfecto y fuerte cuerpo? Qu se sentira al sentir esos
dedos largos y estrechos recorrer tu cuerpo, dejando un sendero de
sensaciones a su paso?

Cuando mis manos comenzaron a moverse acorde a mis pensamientos,


mi mente hizo una firme decisin de cesar y desistir. Tomar el asunto en
mis manos era algo que no haba hecho desde que entr en el Pantano
y si tena mucha suerte, ese record no se rompera.
Soltando un suspiro de frustracin, me puse de lado, mull mi almohada
plana un par de veces y trat de alejar las visiones de mi cabeza.

El sueo, cuando finalmente lleg, fue cualquier cosa menos tranquilo.


Captulo 4

C
omo los ltimos das clidos de verano que dan paso al descenso
de temperaturas, las coloridas hojas del otoo marcaban mi
aniversario. Un ao tras las rejas. Ya no era la joven que entr en
el edificio un ao atrs, temblando y llorando tan fuerte que todas las
tipas que pasaban a mi lado parecan irradiar fulgor al burlarse de m y
gritarme cosas que nunca haba odo gritar en ese preciso contexto.

No, yo era ahora un ao ms vieja, un ao ms sabia. El Pantano era


todava un lugar muy aterrador, pero en ese momento, haba logrado
convertirse, con un ataque de mrbida perversidad, en un hogar para m
y, muchas de sus reclusas, familiares. Nunca he entendido realmente la
frase hombre institucional hasta la primera maana que despert
despus de un sueo profundo, sin un recuerdo del mismo, llena de
absoluto terror, claustrofobia y prdida total de la libertad. En algn
momento durante ese pasado ao, dej de mirar cada maana como
un paso ms cerca a la libertad eventual y comenc a esperar con
impaciencia la aventura que esto traera.

Eso no quiere decir que no esperara la libertad, porque lo haca y lo sigo


haciendo. Me dola de igual forma que no tener una gota de agua en el
desierto. La anhelaba. Tena hambre de ella. Pero no me obsesionaba
con ella. Eso, a su manera, era un sentimiento muy liberador para m.

Sin duda, mis amigas me ayudaron en esta transformacin. Corinne me


ayudaba todos los das, con su aire de mordaz abuela. Las Amazonas
tambin ayudaron al ensearme el mejor tipo de combate, el que
defiende a los dbiles, mientras que al mismo tiempo me brindaron su
amistad y apoyo incondicional. Y Ice ayud siendo el misterio que
mantena mi mente ocupada durante momentos en los que de otro
modo podra haberme dejado caer en la depresin ms profunda.

En los das posteriores al incidente con Psycho y Heracles, Ice se mantuvo


muy distante, pasando la mayor parte del tiempo en su celda, mirando a
la nada y sin hablar con nadie. Pero gradualmente, con la velocidad de
un iceberg que se derrite en un invierno Antrtico, comenz a salir de su
prisin autoimpuesta, dejndonos entrar otra vez. O por lo menos, tan
dentro como a nadie nunca le permita ir.

Para sorpresa y deleite de Corinne, algunas veces vena hasta la


biblioteca donde se sentaba a tomar el t y escuchar lo que
hablbamos, incluso aadiendo algn comentario cuando senta que
estaba justificado. No era muy habladora, pero como pude averiguar,
Ice posea una gran inteligencia, una mente aguda, y si las circunstancias
hubieran sido diferentes, habra sobresalido en cualquier profesin que
hubiese elegido. Eso hizo su situacin mucho ms desgarradora para m.

A veces nos sentbamos una junto a la otra en una de las mesas,


hablando de intereses comunes. Solzhenitzyn siempre surgi como un
tema de conversacin y debate. Hablaba con una intensidad relajada
sobre el mensaje de la verdadera libertad ganada desde la opresin, ya
sea del cuerpo, como en la unidad de oncologa, o de todo el ser, como
en Un da en la vida de Ivan Denisovich o El Archipilago Gulag. Sus
argumentos estaban siempre bien redactados, bien resueltos, y brillaban
con la creencia de una verdadera visin, una visin que comparti bajo
muchas de las mismas circunstancias que el propio escritor.

Hubo otros momentos en los que me sentaba, bebiendo el siempre


presente t, y escuchando la interaccin entre Ice y Corinne. Aunque
pasaban la mayor parte de su tiempo en afilados duelos verbales, exista
un fuerte y profundo afecto entre las dos. Mentira si dijera que no estaba
incluso un poco celosa de la relacin que estas dos mujeres compartan.
Vale, estaba ms que un poco celosa. Por lo menos al principio. Por ms
cerca que estaba de Corinne, haba una lnea que no poda cruzar. Una
lnea que ni siquiera saba que exista hasta que la vi interactuar con Ice.

Estaba celosa de la aparente facilidad con la que Corinne pareca


arrasar hasta con los muros que rodeaban el corazn de Ice. Yo llevaba
conociendo a Ice casi seis meses completos, y an no haba araado la
superficie de la persona ms intensa que jams tendr el privilegio de
conocer. Quera sumergirme profundamente dentro de ella, para tener
una idea de la persona que haba visto en sus ojos el da que nos
conocimos. Saba que estaba all, esperando a que la encontrara
aunque no supiera cmo.

Sin embargo, los das que pasaron nos vieron acercarnos, aunque slo
fuesen unos centmetros, y me content con la espera, observando y
escuchando, con la certeza de que iba a encontrar algn da la magia
necesaria para mirar por la ventana de su alma. Despus de todo, no
hay que pelar la dura piel de una naranja para llegar a la fruta suculenta
que hay debajo?

La llegada del otoo trajo consigo un aumento de las tensiones entre las
internas. Era como si, sabiendo que el invierno las obligara a estar en
ntima compaa los prximos meses, estuvieran ya vigilando las
reclamaciones del territorio principal, con el fin de evitar las prisas.

Esto era especialmente frecuente en el patio, donde muchas


escaramuzas menores se llevaron a cabo por transgresiones imaginarias
recurriendo a guerras sangrientas entre las bandas. Las Amazonas haban
estado muy ocupadas tratando de mantener la paz en la ltima semana
y, para mi sorpresa, no haba visto mucho a cualquiera de ellas, Ice
incluida.

Un da en particular, me decid a salir al patio. El principio del otoo haba


sido fro y lluvioso, mantenindome dentro la mayora de las veces. La
falta de aire fresco haba estado hacindome sentir inquieta y nerviosa,
al pensar en estar cuatro o cinco meses ms de la misma forma. Corinne
deliberadamente me sugiri que saliera al exterior un tiempo o que me
mantuviera alejada de su biblioteca hasta que estuviera de mejor nimo.

Tomando su no tan sutil consejo, decid dar un paseo al aire libre. Era un
sbado, el da en el que no haba restricciones externas y as, cuando sal
al fresco, pero soleado da, no pude dejar de notar que la mayora de la
prisin pareca querer un cielo abierto sobre sus cabezas. El patio estaba
lleno de prisioneras y, cerca de las canchas de baloncesto, las dos
pandillas ms grandes parecan estar preparndose para otra pelea.

Despus de recuperarse de sus heridas, Derby logr recuperar el control


de la banda blanca, arrebatando el mando a Mouse. Pareca que
sobrevivir a una paliza de Ice le dio ms status con sus compinches que a
Mouse sobrevivir a una paliza de mi parte.

Sacudiendo la cabeza y sonriendo un poco, me acerqu a la zona de


levantamiento de pesas, donde Ice estaba de pie, indiferente,
levantando una mancuerna de 22,6 kg como si estuviera levantando una
almohada de plumas y Critter tratando de levantar valientemente en una
banca de press de 40,82 Kg por encima de su cabeza.
Mientras caminaba, permit a mis ojos vagar, una vez ms, a la deriva
hacia las dos bandas que estaban masificando como nubes de tormenta
el centro del patio. La lder de la otra banda, una mujer que en la prisin
responda al nombre de Trey, en ese momento estaba de pie frente a
frente con Derby. Siempre me gust Trey. Era una mujer alta, de piel
oscura, ojos oscuros y una amplia y contagiosa sonrisa. Haca algn
tiempo en que haba sido la esperanza del equipo de baloncesto de la
seora Vols y todava conservaba ese fsico atltico. Haba ido a la
biblioteca de vez en cuando para recoger algunos libros que ayudaran
a completar sus estudios de Fisioterapia y siempre nos llevamos bien. Tena
un tono de voz suave e inteligente y me sorprendi mucho cuando me
enter de que era lder de una de las bandas. Desde entonces, por
supuesto, he llegado a comprender las bandas y a sus lderes y he llegado
a la conclusin de que no todo el mundo es como Derby o Mouse.

Finalmente me un a mis amigas en la zona de peso libre, colocndome


al lado de Sonny, que estaba haciendo algunos bceps, aunque con
mucho menos peso que el que Ice estaba usando. Todo el grupo pareca
tranquilo y despreocupado por la potencial pelea de bandas.

Hola, Sonny. Parece que se est formando una tormenta ah.

Sonriendo a modo de saludo, Sonny mir al creciente grupo de mujeres.

Nah. Slo tienen una pelea de gatas.

Qu?

Una pelea sin importancia. Ya sabes. Derby empuja Trey. Trey empuja
a Derby. Intercambian insultos sobre qu madre es la puta ms grande
Ella se encogi de hombros. Gilipolleces por el estilo.

Y eso no te preocupa? Mirando hacia atrs por encima del hombro,


estim que al menos unas cien mujeres de ambas bandas se haban
sumado a la multitud, que segua creciendo.

Nah. Ahora mismo todo est bien. Si empeora, intervendremos.


El sonido de un peso pesado golpeando el hormign agrietado
interrumpi lo que yo iba a decir y alc la vista, capturando una raya
naranja intermitente por el rabillo de mi ojo, Ice sali corriendo.

Djame adivinar. Se puso peor.

Sonny me gui un ojo, dej caer su propia pesa y se puso de pie,


sonriendo ampliamente.

As es.

Girndome totalmente hacia el grupo, vi como mis amigas se


incorporaron a la lucha que se estaba llevando a cabo, lideradas por Ice
que salt entre las dos lderes de las bandas, arremetiendo fuertemente
con una de sus largas piernas. Mis ojos siguieron el camino de un arco
dibujado por una navaja mientras volaba por el aire, cayendo de punta,
y un destello brillante como el sol hizo un guio de su acabado metlico.
Critter recogi el arma en un instante y la desliz dentro de su mono.

Ice interpuso su largo cuerpo entre las dos combatientes, agarrando a


Derby por la parte delantera del mono y levantando a la gran mujer sobre
los dedos de los pies. Pony y Sonny cada una agarraron uno de los brazos
de Trey, contenindola.

Sabes las reglas, Derby mi amiga dijo en un bajo tono de voz. Sin
armas.

Derby estaba roja de ira.

Vete a la mierda, Ice. Esta no es tu lucha. No tienes por qu interferir,


no es asunto tuyo.

Cuando sacas un arma, se convierte en asunto mo. Quieres que los


guardias de las torres rocen este lugar con balas?

Me importa un carajo. Siempre consigo lo que quiero.

Y puedes obtener lo que deseas sin la navaja. Me importa una mierda


si golpeas a otra hasta la muerte, pero sin armas. Me entiendes?
En la declaracin de Ice, mir hacia arriba, notando que, efectivamente,
los guardias de las torres ms cercanas al altercado estaban de pie en la
pasarela con los fusiles listos y apuntndonos. Sent un escalofro de miedo
correr por mi espalda al pensar que un arma de gran potencia me estaba
apuntando, o a mis amigas. Tena la esperanza de que Ice pudiera
resolver el conflicto pacficamente.

Mirando a mi alrededor, me di cuenta de las sonrisas duras en los rostros


de las espectadoras presas. En un rincn, una mujer estaba haciendo
apuestas. Me puse enferma, pero luch por no dejar que se notara mi
disgusto.

Era como estar presente en una ejecucin. Despus de un largo


momento de tenso silencio, Derby finalmente asinti y Ice la solt y dio un
paso hacia atrs. Volvi la cabeza hacia Trey, asintiendo con la cabeza
a las Amazonas para que dejaran ir a la otra mujer, cosa que hicieron con
prontitud.

Y t, Trey? Tienes armas?

Trey solt un bufido.

Yo? Crees que necesito un cuchillo para vencer a esta basura


blancucha?

Con un rugido, Derby se abalanz sobre Trey, para ser detenida por la
mano firme de Ice contra su pecho.

Responde a mi pregunta, Trey.

No. No tengo ningn tipo de armas Guiando un ojo a Ice, pero


eres ms que bienvenida si me quieres cachear.

Ante el asentimiento de Ice, Sonny y Pony cachearon a la reclusa ms


alta.

Est limpia, Ice.

Ice sonri ligeramente.

Bien entonces. Divertos.


Con una elegancia propia de una reina, la lder de las Amazonas se dirigi
adelante del crculo de internas, con la sonrisa en su cara ligeramente
marcada. Las prisioneras cerraron filas otra vez cuando las Amazonas
siguieron a Ice fuera de la multitud.

Y ahora qu? le pregunt mientras mis amigas se acercaban a m.


Detrs de ellas, las dos bandas reanudaban su tenso enfrentamiento.

Ice se encogi de hombros.

Supongo que se golpearn las unas a las otras hasta que acaben de
una vez.

Por qu se estn peleando ahora?

Sonny se meti en la conversacin.

El uso de la cancha de baloncesto. Derby la quiere para su banda


y Trey no est dispuesta a renunciar a ella sin luchar.

Todo esto por una cancha de baloncesto?

Sonny se encogi de hombros.

Es territorio. Eso es importante para gente como ellas. La ley de la jungla.

Mir a Ice, que pareca no estar en desacuerdo con la evaluacin


contundente de Sonny.

Bueno, eso es lo ms ridculo que he odo nunca. Estn dispuestas a


poner la vida en riesgo por un deporte?

Esto es sobre el espacio que controlan respondi Critter.

Frente a m, las voces se haban levantado una vez ms cuando Trey y


Derby comenzaron a empujarse una a otra de nuevo, respaldadas por
sus respectivos grupos. Poda sentir como mi propia ira se acumulaba
dentro de m.
Esto es absurdo! No puedo creer que adultas ya crecidas se rebajen a
estas chiquilladas.

Aqu estamos hablando de criminales, ngel dijo Critter. No


estamos hablando exactamente de un Einstein en el pelotn, ya sabes.

S Sonny intervino, adems, no es que esta mierda no pase en el


mundo exterior. Imperios enteros han sido derrocados por razones menos
importantes.

Eso es ridculo. No estamos hablando aqu de la adquisicin de tierra.

De eso es exactamente de lo que estamos hablando Ice intervino


suavemente. La banda de Trey tiene la cancha de baloncesto. La de
Derby, la quiere. Es as de simple.

Y no ves ningn problema con eso? le contest con incredulidad


evidente en mi tono.

Ice se encogi de hombros.

Siempre y cuando permanezcan fuera de mi camino y no pongan en


peligro a nadie, pues no.

Bueno, yo s Di a todas una ltima mirada funesta, gir sobre mis


talones y comenc a caminar hacia la multitud con gran determinacin
en cada uno de mis pasos.

Estoy segura de que la mayora se sorprendi de verme con esa expresin


en la cara ya que me consideraban una pequea seorita inocente, la
multitud se apart y me deslic a travs de las espectadoras sin
dificultades, logrando llegar a la delantera. Me qued de pie all, con las
manos en las caderas, en espera de ser notada.

Despus de un momento, Trey volvi la cabeza para mirarme a los ojos,


con una pequea sonrisa en sus labios.

Ser mejor que salgas de aqu, ngel. Te vas a hacer dao.

Derby aprovech ese momento para meter baza a su propio estilo


literario.
S, pescadito. No querrs que ese lindo coito tuyo sea golpeado,
verdad? Tus amigas Amazonas no estaran contentas sin tener su
juguetito alrededor sin poder follarlo ms.

Hizo ademn de agarrarme, y luego se qued inmvil, mirando por


encima de mi hombro. No tuve que girarme para adivinar quin estaba
detrs de m y me temo que mi sonrisa se hizo ms bien petulante.

Puedo hacerte una pregunta? Yo dirig mis palabras a ambas partes


Derby gru. Qu demonios estis haciendo aqu?

Qu diablos parece que estamos haciendo, pescadito? Jugando a


las damas?

Lo que parece es una ria de nias de tres aos por una pala de
plstico en la arena. Me gustara pensar que las dos sois algo ms
maduras que eso.

Derby frunci el ceo, sin duda por la imagen visual que le haba
proporcionado a su mente.

Demuestra lo mucho que sabes murmur finalmente.

Entonces dime, Derby. Porque realmente lo quiero entender.

Abriendo y cerrando los puos, la enorme mujer mir hacia el suelo,


incapaz de decir nada.

Me volv a Trey, que estaba de pie all sonrindome.

Y t, Trey? Puedes decirme por qu ests haciendo esto? Pens que


eras ms inteligente.

La lder de la banda se encogi de hombros.

La inteligencia no tiene nada que ver con esto, ngel. Es una simple
cuestin de espacio y tiempo. No hay mucho en la crcel que sea propio.
Esto es nuestro. Alguien viene y quiere quitrnoslo, nos peleamos. Nada
ms que eso.
Te das cuenta de que los guardias podran venir aqu y quitarte la
cancha en un segundo, no?

Trey sonri con esa sonrisa deslumbrante de ella.

Por supuesto que soy consciente, ngel. Todas nos damos cuenta de
eso. Pero hasta que los guardias vengan y tomen posesin, vamos a
luchar para mantenerla. Ellas tienen su espacio, nosotras tenemos el
nuestro. Nos mantiene felices.

Suspir y me rasqu la barbilla, tratando de pensar en un argumento


lgico que pudiera convencerlas de mi visin de las cosas.

Muy bien. Qu tal si cambiis? La banda de Derby toma la cancha


de baloncesto y la de Trey toma el campo de softbol. Funcionara?

Qu diablos, ests loca? Derby explot. De ninguna jodida


manera vamos a ceder el campo.

Pero pens que queras la cancha de baloncesto.

Yo quiero la maldita cancha de baloncesto, idiota! Y quiero el campo!


Ella me mir como si me hubiera salido de repente una segunda y
tercera cabeza.

Y qu vas a hacer si recibes la cancha de baloncesto?

Derby entrecerr sus ojos en m.

Tienes algo ah dentro, en tu mente? Vamos a jugar al maldito


baloncesto en ella!

Tomando una profunda inhalacin, poco a poco cont hasta diez,


deseando que mi frustracin se esfumara.

Bien, entonces, qu tal esto? Parece que estis dispuestas a golpear


las cabezas de las dems por unos pocos metros cuadrados de hormign
roto y tablas roosas, verdad?

Ahora s, pescadito. Muy bien.


Bueno, en lugar de luchar por ella, por qu no jugar por ella?

Jugar a qu? Al Twister, carajo?

Hay momentos en la vida de una persona en los que fantasea con


retorcer el cuello a alguien. Para m, este fue uno de esos momentos.

Por suerte, Trey tom ese momento para intervenir y salvarme de mi


segundo, y ste intencional, asesinato.

Al baloncesto, Derby. Ella quiere que juguemos al baloncesto.

Bueno, Sherlock. Eso es por lo que estamos peleando, no es as?

Trey puso los ojos en blanco.

Una en contra de la otra, Derby. Estoy en lo cierto, ngel?

Sonre con alivio.

Exactamente, Trey. Cinco de tus mejores contra cinco de las mejores


de Derby en un partido del ganador se lo lleva todo. Si t ganas, lo
mantenis. Si ellas ganan, lo consiguen. Tiene sentido?

Derby hizo su mejor esfuerzo para imitar a un Robalo de boca grande, y


tengo que decir que su esfuerzo fue bastante bueno. Si hubiera tenido
una piedra en la mano, podra haber tenido la tentacin de jugar mi
propio pequeo partido de baloncesto. Obligu a mis malos
pensamientos a alejarse y simplemente esper a que Derby procesara
plenamente mi idea.

Trey vino en mi ayuda una vez ms.

Creo que eso es una gran idea, ngel.

Gracias le respond sonrindole.

Asinti y volvi su atencin a Derby.

Qu te parece, blanquita? Puedes con un cinco contra cinco?


Despus de un momento, la gran mujer asinti con vehemencia.

Hecho, negrata. Voy limpiar la cancha con tu culo.

S, s y lo vas a hacer pasando por el neumtico inflado que tienes por


vientre, blancucha. Tu grasa rebota ms que una pelota!

Puse los ojos en blanco y me tens cuando las dos colosas comenzaron
a discutir de nuevo. Esto sin duda no era lo que tena en mente cuando
comenc esta pequea expedicin, inclinando molinos de viento.

Basta, vosotras dos. Guardadlo para el partido, de acuerdo?

Muy bien Escupi Derby. Bien. Tenemos a Ice.

Esa declaracin provoc que el patio entrara en erupcin. La banda de


Derby gritaba frentica de alegra, mientras que la banda de Trey estaba
protestando en voz muy alta.

Olvdalo! El timbre bajo de la voz de Ice, fue fcil de or por encima


del estruendo de la multitud. Las internas se callaron. Es vuestro partido.
Jugad vosotras.

Por lo menos haz de rbitro Ice! grit alguien con el acuerdo del
resto.

Ice levant las manos.

Oh, no. No, gracias. Fue idea de ngel. Dselo a ella.

Gir sobre mis talones, con los ojos abiertos.

Es una broma? Mrame, Ice! No durara un segundo con estas moles.


T lo haras mucho mejor Prob una sonrisa. Adems, eres bastante
ms intimidante que yo Como conoca sus ojos, mi sonrisa se hizo ms
profunda. Simplemente no pude evitarlo. Me qued mirando esos zafiros
perfectos y decid ir a por todas cuando pareca que no iba a flaquear
. Por favor?

Vamos, Ice! grit otra presa.


S, vamos!

Varias peticiones aisladas continuaron entre la multitud hasta que


finalmente Ice cedi.

Est bien. Estad aqu maana al medioda. Gane quien gane obtiene
la cancha para el prximo ao y todas mis decisiones son definitivas.
Entendido?

El patio estall de nuevo, las internas se unieron con excitacin por el


partido del da siguiente. Echando una mirada hacia un rincn del patio,
muy cerca de la valla, vi que una corredora de apuestas haba
conseguido algunas ayudantes y estaba haciendo un buen negocio.

Sacudiendo la cabeza ante la pura irrealidad de todo, acept


gentilmente las palabras y palmadas de enhorabuena por lo que haba
hecho para evitar la refriega.

Buen trabajo, ngel! Critter grit mientras se acercaba a m


pasndome un brazo alrededor de los hombros y abrazndome
brevemente mientras caminbamos. Cuando llegue la primavera,
debes buscar trabajo en la ONU. Esos idiotas burcratas podran usar a
gente como t!

Ruborizada, permit que Critter me llevara de nuevo a la zona de peso


libre, donde Ice estaba recostada en uno de los bancos, mirndome con
una sonrisa en su rostro.

Me detuve ante ella.

Espero no romper ninguna regla ni nada por el estilo.

La sonrisa se ensanch, atrapndome.

No. Lo hiciste bien.

Mi rubor se intensific, complacida ante el cumplido inesperado.

En serio?

En serio. Excelente trabajo de negociacin.


Gracias. Y gracias por vigilar mi espalda y aceptar hacer de rbitro.
Realmente lo aprecio.

No hay problema. Me debes una.

Mi madre fue siempre aficionada a la narracin y siempre me deca que


cuando alguien abre una puerta, mejor la atravieses antes de que se
cierre de golpe en tu cara.

Di cuando, Ice, y yo dir dnde.

Las otras Amazonas se quedaron en silencio absoluto por mi comentario


audaz. Por el rabillo de mi ojo, pude ver las expresiones incrdulas en
cada uno de los rostro salvo en uno. Ice entrecerr los ojos hacia m en
un expresin muy depredadora, que caus que la boca se me secara al
instante.

Trato hecho, ngel dijo en voz baja, suave, humeante, acariciando


las vocales y consonantes de mi nombre como una amante.

Oh Dios.

* * *

Esa noche, yo estaba en mi celda, con los hombros cados, la cabeza


hacia abajo, empapada en sudor, cubierta de tinta y polvo de la
impresora, y totalmente agotada. Finalmente habamos recibido el envo
de libros de texto que habamos estado pidiendo durante meses. Cuando
abrimos las cajas, fue evidente que los haban tenido cogiendo polvo en
algn almacn desde casi la Segunda Guerra Mundial. Tal vez incluso
desde antes. La capa de polvo en las cajas y libros era lo suficientemente
gruesa como para cortarla con un cuchillo, era del tipo de grasa que te
hace estremecer cuando tus manos se hunden en ella. Mi pecho se llen
tanto que recuerdo que me sorprendi que cuando el inevitable ataque
de estornudos lleg, mi cabeza no saliera disparada de mi cuello.

Decir que sentirme miserable sera decir poco, pero era tarde y no iba a
tentar a la suerte con otro encuentro en las duchas, no importaba lo
buena que fuera ahora en defensa personal. Aunque Derby y sus
compinches parecan estar contentas con el arreglo que haba logrado
alcanzar, los cambios bruscos de humor de la mujer, hacan demasiado
peligroso ese destino para ser tentada por segunda vez.

Decidida a cargar con mi miseria estoicamente hasta la maana


siguiente, me volv hacia mi cama, haciendo una mueca ante el
pensamiento de meter mi cuerpo sucio entre las impolutas sbanas. En el
Pantano, tienes sbanas limpias una vez cada dos semanas, contra
viento y marea. Como yo ya estaba en el infierno y no se vea en el
horizonte indicios de un rescate por inundacin, pareca no tener mucho
donde elegir.

Justo cuando estaba quitndome lo ltimo de mi mono, Critter y Sonny


aparecieron frente a mi celda sonriendo. Esas expresiones se volvieron
rpidamente sonrisas divertidas cuando vieron mi desalio. Entraron en la
celda, lanzando el uniforme sucio por encima del pecho. Me agarraron
de los brazos y me llevaron rpidamente hacia las duchas, prometiendo
estar de guardia fuera de la puerta para protegerme de sorpresas
desagradables.

Una vez que me di cuenta de cul era mi destino final, dej de luchar.

Era desconcertante estar en la ducha sola otra vez y mi mente no


ayudaba, insistiendo en mostrarme una y otra vez los sucesos vividos con
Mouse y su banda.

Aunque la parte racional de m saba que estaba tan segura como era
de esperar, la prudente mujer que haba en m, escrutaba cada sombra
de cada esquina para asegurarse de que todo estuviera bien y
verdaderamente estuviera sola.

Satisfecha con mi evaluacin, me quit el resto de mi ropa, agarr una


toalla limpia y acolchada del cuarto de bao hmedo, escuchando
cmo los grifos que gotean formaban un contrapunto con respecto a mis
suaves pasos. Aad una lnea meldica, tarareando en voz baja para m
misma, para mantener a raya a los demonios. Me acerqu a una ducha
reluciente y me dispuse a ser asaltada por el fro chorro.

Maldita sea, est fra!


Mi carne se encogi rpidamente y tuve que obligarme a ponerme bajo
los punzantes chorros. Frot las manos con furia sobre mi cara sucia tanto
como para restablecer la circulacin para eliminar la suciedad y el polvo
que se haba acumulado en la cara.

Agarrando la pastilla viscosa de jabn, apresuradamente me puse a ello,


maldiciendo una vez ms por agua mineral que dificultaba la formacin
de espuma.

Despus de fregar mi piel hasta el punto de la crudeza, me puse con mi


cabello, haciendo una mueca mientras pasaba mis dedos a travs de los
mechones hmedos, consiguiendo solo que acabaran mucho ms
enredados y decidiendo nuevamente coger todo aquel desastre y
cortarlo.

A pesar de la temperatura del agua, me encontr relajada cuando mi


cuerpo estuvo limpio de nuevo. Un enjuague final y cerr la ducha,
agarrando mi toalla y secndome fuera rpidamente, todava
tarareando.

Al darme la vuelta hacia la pared, envolv mi pecho en la toalla, y me


qued helada. All, de pie a no ms de cinco metros de distancia, con las
manos en las caderas y una expresin indescifrable en su rostro, estaba
Ice.

El shock atraves mi cuerpo a la velocidad de un tren de carga y sent


que mis msculos se tensaban una vez ms y mis manos agarraron la
toalla espasmdicamente.

Jess, Ice! Me has asustado! De dnde has salido?

Mi observadora silenciosa se limit a levantar una ceja y sonrer mientras


sus ojos taladraban los mos. Mir a mi espalda, completamente
desconcertada.

Esto... Hay algo que quieras de m? le pregunt finalmente.

Su mirada baj hasta mis pies y luego hizo un lento recorrido por el resto
de mi cuerpo hasta que lleg a mis ojos una vez ms.

El momento es ahora, ngel. Es este el lugar que tenas en mente?


Mir alrededor de las duchas vacas por un momento, tratando de
averiguar exactamente a lo que se estaba refiriendo. Cuando me di
cuenta, de repente, ech la cabeza hacia atrs para mirarla, segura de
que toda la sangre haba desaparecido de mi cara.

Qu...?

Al estrechar la distancia entre nosotras en un solo paso, pude sentir el


calor casi profano que irradiaba de su cuerpo a travs de la gruesa tela
de su traje. Sin dejar de mirarme a travs de sus ojos penetrantes, como
duras gemas, levant la mano casualmente, agarrando la parte
delantera de mi toalla y deslizndola fcilmente de mi cuerpo.

Mi cerebro debi tener un cortocircuito, ya que los mensajes que enviaba


al resto de mi cuerpo eran indescifrables. Me qued all, mirando para
arriba, viendo como llegaba hasta m esa misma mano y me inclinaba
hacia arriba la barbilla.

Es esto lo que queras? murmur mientras bajaba su cabeza


lentamente, todava mirndome con intensa mirada.

El primer contacto de sus labios sobre los mos, trajo sentimientos que
nunca ser capaz de describir plenamente. Fue como morir. Era como
nacer. Como ahogarse. Como volar. Como la inocencia inmaculada y el
deseo primario. Era crudo y tierno. Dolorosamente familiar, a pesar de
que nunca haba sentido algo as antes.

Contradictorio? Ya lo creo. Pero mi cuerpo no se detuvo fundindose


con ella completamente cuando Ice profundiz el beso y lentamente
avanz hasta que mi espalda acab presionada firmemente contra las
baldosas de la pared de la ducha, lo que produjo en m otra serie de
contradicciones. La pared de azulejos se senta fra y hmeda contra mi
espalda mientras que la delantera de mi cuerpo se cubra de una gran
ola de calor. Su olor a limpio era casi insoportable, al igual que la textura
sedosa de su grueso cabello, que me roz suavemente la mejilla y el
cuello, para caer sobre mi hombro y quedarse all en una suave caricia
de la seda ms fina.

Estoy segura de que gem, pero se lo trag con la punta de su lengua


mientras se deslizaba entre mis labios, buscando una invitacin que
gustosamente conced. Mientras mis labios se abran, me envolvi,
presionando cada vez ms fuerte contra mi cuerpo que temblaba
mientras exploraba mi boca con barridos de su lengua, trazando como
un mapa en cada centmetro de mi interior.

Cuando mis rodillas amenazaron con una rebelin total, ella sin
problemas introdujo su propia pierna entre las mas, poniendo mi cuerpo
contra la longitud de su muslo.

S que grit entonces y una parte de m que se haba fundido se desliz


a lo largo del msculo slido.

Rompiendo el beso, ella desliz sus manos entre la pared y mi cuerpo,


con las palmas y los dedos actuando como ventosas contra mi espalda
mientras me miraba a los ojos.

Eres muy bonita, lo sabes Su voz estaba ronca por una emocin sin
nombre, aunque por la expresin de su cara, supuse que era el deseo.

Trat de devolver el halago, ella s que era muy hermosa, pero mi


capacidad de hablar debi de huir ya que no haba forma de
encontrarla. En su lugar, yo asent con la esperanza de conseguir que a
travs de mi gesto, la intensidad de mis sentimientos se reflejara sin
necesidad de las palabras.

El beso me haba dejado tambalendome. Mi nica ancla a la realidad


pareca ser la estable pierna sobre la que estaba apoyada, entre mis
muslos y las manos calientes que acariciaba lentamente mi espalda.

Tan inocente. Pura continu casi en un susurro mientras llevaba los


labios hacia abajo, a los mos de nuevo.

Esta vez, le devolv el beso, llegando a enredar mis dedos en su pelo,


tirando de nosotras para estar ms cerca, mas juntas, e inhalar grandes
bocanadas de su olor, que se mezclaba con el mo propio. Ella gimi
desde lo ms profundo de su garganta. Sus dientes afilados
mordisquearon mis labios y sent que comenzaban a hincharse,
hormigueando al ritmo de los latidos de mi corazn. No queriendo
quedarse fuera, mis caderas se acompasaron al ritmo de nuestra danza,
guiadas por las manos a mi espalda.
Poda sentir el gran msculo de su muslo apretar y relajarse debajo de m,
presionando contra m antes de retirarse, para presionar otra vez, sin
descanso. Sus grandes manos me mantuvieron estables y los sentimientos
continuaron aumentando en intensidad hasta que lo nico que pude
hacer fue apoyar mi cabeza en la fra pared y dejar que mi cuerpo
tomara el control por completo, lo que hizo de buena gana y sin quejarse.

Ice me sigui, bajando la cabeza an ms, posando sus labios, la lengua


y los dientes a mi cuello, mordiendo, succionando y lamiendo mientras mi
cabeza se echaba hacia atrs y adelante contra los agrietados azulejos
de la pared. Poda sentir cmo se tensaban los tendones en mi cuello y
cmo se marcaba mi mandbula, apretada con fuerza mientras el placer
se elevaba a travs de mi cuerpo.

Sus manos parecan estar en todas partes de mi cuerpo, midiendo la


anchura de mis hombros, recorriendo mis apretados brazos, acunando
mis pechos y moldendolos con las palmas de las manos, arrastrando
hacia abajo el exterior de mis muslos, y acariciando mi espalda hacia
arriba, agarrando mi cintura y ayudndome con el ritmo cada vez ms
vvidamente. Los colores se movieron en espiral en modelos
caleidoscpicos detrs de mis prpados firmemente apretados, s que
deb haber rogado para que no parara, porque pude sentir sus risitas
contra la piel de mi cuello. Mord mis propios labios lo suficiente para
hacerme sangre, y ese fue el gusto que me sigui mientras mi cuerpo se
haca diminuto, se converta en un punto luminoso intensamente brillante,
en aquel medio segundo eterno antes de la detonacin.

Mientras se inclinaba un poco ms cerca, el ligero roce de la tela gruesa


contra mis dolorosamente erectos pezones, fue todo el catalizador que
necesit.

S que ella sinti que iba a llegar, porque liber mi cuello y enterr la cara
en mi hombro, agarr mis caderas y las empuj contra su muslo. Me
estremec y tembl con un gran gemido que sali del cautiverio de mis
pulmones.

No tengas miedo susurr en mi odo. Djalo salir. Que venga.

Mi cuerpo liberado, pareca tirar de la energa del mundo que me


rodeaba y enviarla de vuelta en torrentes de sensaciones y de luz,
tronando a travs de mi cuerpo como una manada de caballos
indmitos saliendo en estampida por acres de tierra frtil. Poda sentir el
escozor de las lgrimas en mis ojos mientras furiosamente morda el interior
de mis mejillas para no gritar en voz alta. Mi cuerpo se escapaba de mi
control y el sentimiento, con toda franqueza, me asust.

Finalmente pas, me desplom en su abrazo que lo abarcaba todo, mis


lgrimas cayeron sobre la tela de su uniforme, brillantes como pequeos
diamantes en la iluminacin tenue.

Lo siento le susurr todava sollozando y sin saber muy bien por qu.

Shhh canturre con voz baja y reconfortante en mi odo. Nos llev a


los dos al suelo, acunando mi cuerpo como una madre a su hijo y me
balance con la cabeza metida debajo de su barbilla.

Despus de lo que pareci una eternidad, mi llanto fue disminuyendo y


ella se alej un poco, levantando mi barbilla con dedos gentiles.

Ests bien?

La mir brevemente y luego baj mis ojos con rubor.

S. Yo... no s qu se apoder de m.

A veces afecta a las personas de esa manera dijo sonriendo


levemente.

A caballo regalado, no le mires el diente, no?

Algo as, s Despus de colocar un pequeo beso en la coronilla de


mi cabeza, se levant, elevndome con ella y me alc sobre mis pies.
Luego se agach, cogi la toalla y me la entreg, ayudndome a
envolverla alrededor de mi cuerpo.

Luego dio un paso atrs y me mir, con los ojos tan clidos y llenos de
ternura que sent que mi ojos comenzaban a humedecerse una vez ms.

Ice, yo...

Shhh susurr de nuevo, elevando un dedo y ponindolo en mis


labios. Gracias, ngel.
Con una sonrisa de medio lado, se gir sobre sus talones y desapareci
de mi vista.

* * *

Media hora ms tarde, estaba de pie en mi celda, mirndome a la cara


a travs de la lnea ondulante de un espejo de prisin barato firmemente
fijado a una pared. La imagen que vi fue idntica a la que me miraba
una hora antes, aunque mucho ms limpia, eso era seguro.

Por qu, entonces, me senta como si una extraa me estuviera


mirando?

Record las historias que sola escuchar en la habitacin de las chicas en


la escuela sobre la primera vez que haban llegado hasta el final con un
chico y lo diferente que se supone que se sentan a la maana siguiente.
Encajando la definicin de mi madre de los comportamientos sexuales
de una mujer decente a una golfa, esper hasta el lecho conyugal para
ver si ese viejo adagio era cierto. Pero, aparte de algn ligero dolor entre
mis piernas, no sent nada diferente a cualquier otra maana. La prdida
de mi virginidad no introdujo ninguna luz cegadora, sabidura o madurez
formal. Simplemente... sucedi.

Voy a admitir que sent un poco de decepcin, pero pronto atribu todo
el asunto a otro de los aparentemente interminables cuentos de viejas
que ensean a casi todas las chicas jvenes durante sus aos de
formacin.

Al parecer, estaba equivocada. Lo que haba ocurrido entre Ice y yo en


las duchas me haba cambiado de alguna manera fundamental que no
poda entender. El cambio eludi en m la forma en que una palabra
baila provocativamente en la punta de la lengua, negndose incluso
ante las splicas ms desesperadas a presentarse y anunciarse.

Una de las peores partes era que yo no poda decir exactamente cmo
me senta con todo esto. Bien? Mal? No lo saba y eso me frustraba. Por
un lado, estaba feliz, gloriosa porque mis fantasas nocturnas finalmente
haban llegado a buen trmino. Por otro lado, senta una curiosa
sensacin de profundo vaco dentro de m, como si hubiera estado
esperando un futuro maravilloso lleno de posibilidades, slo para que me
lo arrebataran de las manos en el ltimo segundo.

Tal vez fue la indiferencia de todo el encuentro, al menos por parte de


Ice. Vivir la vida entre altas paredes y barras de acero no me haba
robado ese lado romntico sentimental. Muchas cosas brillaban en mis
sueos, pero el ser presionada contra la pared de la ducha por una Ice
completamente vestida, no era una de ellas. Por lo menos, no la primera
vez. Pero yo saba, tambin, que Ice haba disfrutado. Por lo menos en
algn nivel. Me di cuenta por la forma en que el sabor de sus besos
cambi. Por la forma en que respiraba y se mova sobre m. Por la forma
en que su corazn lata contra mi pecho.

Y ella era tierna, ms all de toda duda. Increblemente tierna. Sobre


todo en la forma en que me sostuvo y tranquiliz al final.

Por qu, entonces, cuando fui lo suficientemente fuerte como para


mantenerme en pie por mi cuenta, se fue? Qu pas por su mente en
ese momento? Era yo otra ms? Otra seduccin de su larga lista? Los
rumores de su apetito sexual eran tan grandes como los de su destreza
en la lucha. Todo el mundo, al parecer, tena una historia que contar. Y si
una cuarta parte de las historias eran verdad, se haba acostado con
todo el Pantano, dos veces. Y eso antes de que la soltaran la primera vez.

Obviamente, yo era lo suficientemente inteligente como para darme


cuenta de que la gran mayora de los rumores provenan de personas
ilusas con graves problemas para cumplir sus deseos. Pero tambin saba
que dentro de cada leyenda hay una parte de verdad. Si alguna vez
quera saber la verdadera historia detrs del mito, sospechaba que
tendra que convertirme rpidamente en alguien muy hbil para separar
el trigo de la paja.

Todos estos sentimientos me acompaaron, tendidos sobre mis hombros


como el mundo sobre Atlas, cuando me deslic entre las fras sbanas de
mi cama de prisin. El viento cambiante, tristemente emparejaba
perfectamente con mis pensamientos turbulentos y tard mucho tiempo
en reclamarme el sueo esa noche.

* * *
Cuando la maana no trajo consigo ninguna inspiracin divina, me
decid a ceder a las exigencias de mi estmago y con la cabeza gacha
me dirig hacia el desayuno. Al llegar antes de lo que normalmente habra
hecho, me sorprendi ligeramente ver la cafetera casi totalmente llena.
Podra haberlo imaginado, pero el nivel de ruido pareca tenue cuando
entr en la habitacin sofocante, slo para aumentar de nuevo en el
momento en que cog mi bandeja, esperando en la fila para obtener mi
porcin de gachas espesas que saban a cola blanca.

Despus de agarrar mi tazn y coger una taza de caf horriblemente


fuerte, mir alrededor para ver si alguien conocido ocupaba las mesas.
Cuando slo caras de extraas me miraron fijamente, silenciosamente
camin a una de las mesas de una esquina y me sent, decidida a
disfrutar de un desayuno en soledad pacfica.

A medida que mis sentidos se acostumbraron al alboroto atestado de la


cafetera y comenzaron a centrarse sobre pequeos trocitos de
conversacin, la papilla ingerida se convirti en una pelota de plomo en
mi estmago. Volv la cabeza un poco cuando baj la cuchara y centr
mi mirada en cuatro mujeres que estaban sentadas en los bordes
de sus desgastados asientos de metal, con las cabezas inclinadas por la
complicidad entre ellas.

S dijo una de ellas con la voz llena de alegra descarada, el


pequeo ngel perfecto tiene sus alas cortadas desde ayer por la noche.

Ice se tira a otra!

El grupo dio unas palmadas con las manos mientras rean y se daban
codazos unas a otras.

He odo que chill como un cerdo dijo una tercera.

No, era ms como una perra en celo! La cuarta levant la cabeza y


dej escapar un aullido gritando a modo de demostracin.

Otras cabezas se volvieron y la risa comenz a rodar por el grupo


propagndose por las paredes como una onda nefasta.
Dejando caer mi cuchara, me levant tan rpidamente que envi mi silla
hacia atrs golpeando estruendosamente contra la pared lejana.

Con el ruido, las cabezas se volvieron hacia m y la risa muri


rpidamente.

Atrapada a medio camino entre el llanto y los gritos, me decid por salir
de la cafetera con la mayor dignidad que pudiera conservar. Que no
era mucha.

S que deba parecer Satans venido a la tierra cuando sal de la


cafetera hacia las escaleras. Las presas me miraban y daban un gran
rodeo. Las expresiones de sus caras me habran hecho rer si hubiera
estado de humor para ello. En cambio, no les hice caso, sub las escaleras
de dos en dos, con mi respiracin saliendo corta y rpida por la nariz. Al
llegar a la planta superior, camin por el largo pasillo, los barrotes con la
pintura desquebrajada de la celda de Ice se hacan ms grandes con
cada paso que daba. Atrs qued la inquietud que haba sentido en mi
ltimo viaje a la celda de esta reclusa en particular. Yo era una mujer
enfadada en busca de venganza.

Camin por la puerta abierta de su celda y, a continuacin, sin romper el


paso, me acerqu hasta la litera donde ella estaba sentada. Tena la
espalda apoyada contra la pared, sus largas piernas extendidas y los pies
firmes en el suelo. Par en medio de sus rodillas, mirndola fijamente, con
las manos en las caderas, sabiendo que mis ojos mandaban un mensaje
que esperaba, fuera fcil de leer.

Ella me mir con una expresin tranquila y serena como un lago


impecable, a la espera.

Tom una bocanada de aire. A continuacin, otra para calmar mi


temperamento lo suficiente para que pudiera hablar con coherencia.
Su actitud tranquila slo hizo que mi ira quemase ms an.

Maldita sea Ice! No es suficientemente malo que me jodas y me dejes


all de pie como una puta de dos dlares? Tuviste que ir a presumir ante
tus malditas amigas sobre ello?

Por lo general, no suelo decir palabrotas, pero hay un momento para


todo y, para m, el momento era este.
Aunque la expresin de su cara no cambi, sus ojos... oh. El azul vibrante
se apag en ellos, volvindose de un plata brillante. Era como mirar hacia
los dos barriletes de una escopeta y me encontr luchando activamente
contra una fuerte corriente de miedo casi primitiva.

Finaliza lo que has venido a decir, ngel ronrone con voz sepulcral
suave y lisa como la seda.

Finalizar... Mi voz se apag, incrdula. T no lo entiendes,


verdad?! Se estn riendo de m ah abajo, Ice! No es ms que una
broma para ellas! Pero no es una broma para m! Lanc mis manos al
aire, impidindome venirme abajo a base de fuerza de voluntad. Dios
mo, Ice, pens que ramos amigas. Pens que significaba ms para ti
que... que... que otra muesca en tu cinturn.

Se puso de pie tan rpido que no me di cuenta de lo que haba sucedido


hasta que sent su largo cuerpo pegado al mo.

Ya es suficiente, ngel dijo con la misma voz tranquila.

No, Ice, no es suficiente! No es suficiente!

S, lo es Apartndome ligeramente, se dio la vuelta y se dirigi a la


puerta de su celda.

Espera, a dnde vas?

Durante un largo momento, pareci como si no me fuera a contestar.


Luego se volvi lentamente, con sus ojos relucientes como el acero.

Muy bien dijo arrastrando las palabras, sonriendo con una sonrisa tan
fra que me hel hasta la mdula. Voy a hacer a Sonny y a Critter una
pequea visita. Veremos cmo propagan historias con sus lenguas
arrancadas de sus bocas.

Cuando se volvi una vez ms, tend mi mano, detenindome justo antes
de tocarle el brazo.

No, espera. No hagas eso. No difundiran historias sobre m. Ellas son mis
amigas.
Se volvi a mirarme a los ojos de nuevo, aunque esta vez jurara que pude
ver una pequea semilla de dolor en ellos antes de que la mscara sin
emociones se instalara perfectamente en su cara. El lado de su boca se
convirti en una sonrisa.

Ya veo. Tus... amigas... no difundiran cuentos por ah, pero yo s lo hara,


es eso?

Me qued all, con cientos de sentimientos contradictorios disparndose


en mi interior con sus suaves e invariantes palabras. La ira desapareci de
mi cuerpo, dejndome fuera de un equilibrio incierto.

Acort la distancia entre nosotras y me mir a la cara con una afilada


mirada.

Fue decepcin lo que vi?

Dime, ngel dijo en un tono completamente sin emocin, como si


estuviera hablando de algo tan banal como los resultados deportivos,
si tu opinin sobre m es tan mala, por qu dejaste que te follara anoche,
mmm?

Despus de eso, se dio la vuelta y se acerc a la cama, recostndose


perezosamente en el colchn y me despidi por completo. Me qued
all, clavada al suelo, abriendo y cerrando la boca infructuosamente,
tratando de formar palabras con los pensamientos que ni siquiera haba
completado.

Ice, yo...

Ella levant la mano, sin mirarme.

No, ngel, est bien. Creo que hemos dicho ms o menos todo lo que
haba que decir. No tienes que preocuparte por las historias, van a parar.
Tienes mi palabra. En cuanto al resto... Ella retorci su mueca, como si
tirara algo lejos al viento.

Mientras estaba all, mirndola con un cruce entre nia azotada y una
amante desdeada, mi mente busc entre todas las cosas que quera
decir. Me mord el labio, un mal hbito mo, y me estremec por el dolor
an presente desde la noche anterior. Tomando una respiracin
profunda, decid ir a por todas.

Puedo hacerte una pregunta, Ice? Puedes al menos decirme por


qu?

Por qu, qu? refunfu mirando hacia abajo, a sus manos.

Por qu hiciste lo que hiciste? Ayer por la noche, quiero decir. Por
qu viniste a m en las duchas? Por qu lo hiciste...? Mi voz se apag,
junto con mis pensamientos. Qu hicimos anoche? El amor? Tener
relaciones sexuales? Qu? Que yo no lo supiera era la parte ms
frustrante para m. Mir hacia Ice y trat de leer sus emociones a travs
del cuadro cuidadosamente en blanco de su cara, pero era algo
parecido a ser ciega y entrar en el Museo de Arte de Filadelfia. No es muy
esclarecedor, por as decir Fue por muy poco que me resist a pisotear
fuertemente el suelo. Maldita sea, Ice. Di algo! Cualquier cosa!

Los ojos que finalmente se encontraron con los mos eran fros y vacos.

Qu quieres que te diga, ngel?

Dime por qu ! Eso es todo lo que te pido!

Sus anchos hombros se encogieron ligeramente.

T me hiciste una oferta. Y yo la acept. Tan simple como eso.

Si eres muy afortunada, habr muy pocas veces en tu vida que sentirs
lo que me hicieron sentir esas palabras cuando se filtraron en mis odos.
Casi poda sentir mi corazn encogerse sobre s mismo, acobardado. Las
lgrimas brotaron de nuevo, pero las contuve con determinacin de
acero.

Por qu ests tan sorprendida? Es lo que esperabas or, no es as? Una


asesina a sangre fra que toma a una nia inocente como un trofeo para
luego jactase de ello con sus amigas Ella se encogi de hombros otra
vez. Sucede todo el tiempo aqu. Si no hubiera sido yo, habra sido otra.

Eso lo hizo. La maldicin se rompi y mi ira se precipit sin que pudiera


controlar mis emociones, una vez ms.
T fra y sin corazn, maldita hija de puta!

Sent la mano subir, aunque a da de hoy, no tengo ni idea de lo que


pensaba hacer con ella. Fue atrapada en un agarre de hierro y de
repente me encontr, una vez ms, cara a cara con Ice. Ella sonri con
frialdad hacia m.

Yo no hara eso si fuera t, o averiguars cun ciertas son esas palabras


en realidad.

Tir con fuerza y me sorprendi que mi mano se liberara tan fcilmente.


Aun as, me mir con los ojos muertos y trat de no mostrar ningn temor.
Estaba con una depredadora y lo saba. Si ola mi miedo, la situacin
podra ponerse de mal a peor en un santiamn.

Mientras la miraba, su rostro pareca cambiar, como cuando miras


fijamente a alguien por largo tiempo. Empec a imaginar que poda ver
ms all de aquella fiereza, a la mujer que haba debajo, una mujer que
me haba sostenido con tanta ternura en las duchas la noche anterior,
mecindome y calmndome con una dulzura que desdeca a la
presente persona, una mujer que poda crear una maravillosa sensacin
de libertad con slo unas pocas herramientas hechas a mano y algunos
rboles raquticos, una mujer que sin vacilar golpeara a una presa que le
duplicaba el peso para quitarle de las manos a una chica inocente. Por
encima de todo, me imagin que poda ver a una mujer con quien sent
una conexin profunda que ni siquiera el calor de nuestro enojo poda
disipar.

No lo creo, ya ves por fin logr decir, en lo que me sorprendi ser un


tono de voz normal.

El qu?

Lo que dijiste. Lo de que era un juego, eso de que yo era un trofeo. Es


posible que hayas dicho las palabras, pero no creo que quisieras decirlas
en absoluto Levantando una ceja, ella sigui mirndome, con el rostro
todava completamente inexpresivo. Ests escondiendo algo.

Oh, qu estoy escondiendo?


Tus sentimientos.

Arqueando una ceja y dibujando una tenue sonrisa en su rostro.

Soy una asesina, ngel. Una asesina a sueldo. Perd todo lo que se
parece a sentimientos hace mucho tiempo. No pierdas tu tiempo
buscando algo que no est ah.

Dej que mi sonrisa curvara mis labios.

Oh, claro que est ah. Slo tienes que saber dnde mirar.

Y t sabes dnde buscar.

No, todava no. No del todo. Pero lo har Tomando un gran riesgo,
saqu mi mano de nuevo, extend un dedo y empuj a Ice en el pecho
. Debajo de ese exterior tan fro hay vida y un corazn lleno de
sentimientos, Morgan Steele. Y voy a encontrarlos. No tengo nada, salvo
tiempo en mi manos, y creme, los voy a encontrar Sonriendo
triunfalmente, gir sobre mis talones, preparada para hacer mi salida
dramtica.

Estaba a un paso de la puerta cuando unas palabras apenas susurradas


llegaron a mis odos.

Espero que lo hagas, ngel.

Al carecer de la valenta suficiente para dar la vuelta y ver la expresin


de su cara, sal de la celda y en el pasillo, me convert en una mujer cuya
misin haba cambiado irrevocablemente.

* * *

El domingo amaneci fro y con llovizna, a tan slo un grado o dos de ser
aguanieve. Aparentemente, sin embargo, yo era la nica persona de la
prisin sorprendida cuando el muy esperado partido de baloncesto logr
acabar sin problemas. Eso no quiere decir que fuera viento en popa. Al
parecer, el juego de baloncesto de prisin era diferente a cualquiera que
hubiese visto antes, y creme cuando digo que, siendo del Centro-Oeste,
haba visto suficiente de baloncesto normal para que me durase varias
vidas. Las reglas parecan ser inexistentes y el objetivo pareca ser meter
el baln en la canasta mientras heras a tantas oponentes como fuera
posible sin llegar a ser t misma una vctima. Hubo varios momentos en los
que empec a dudar de mi sabidura y del supuesto de que sta sera
una manera pacfica de resolver las diferencias entre las dos bandas.

Por su parte, Ice pareca estar divirtindose. Su trabajo pareca ser


mantener las peleas alejadas de ser demasiado sangrientas e interrumpir
el flujo, si se poda llamar as, del partido. La lluvia brillaba en su pelo
espeso, negro y de vez en cuando lo sacuda, enviando un abanico de
gotitas finas a lo largo del patio.

Nuestros ojos se cruzaban de vez en cuando y, en esos breves momentos,


nada ms pareca importarme. Su sonrisita me calentaba por dentro, y la
lluvia, as como el rugido de la multitud y los jugadores, pareca
desvanecerse en la nada. Entonces, invariablemente, otra pelea
estallaba y su atencin volva de nuevo al juego y yo senta el fro y la
humedad una vez ms.

Cuando todo termin, el equipo de Trey, mantendra la posesin de la


cancha para el prximo ao. El puntaje podra haber estado ms
equilibrado y el juego ms interesante si Derby hubiese puesto a algunas
de sus compaeras ms atlticas a jugar. Pero su ego exagerado no
permiti eso, era simplemente, una derrota. Trey, que por s misma estuvo
a punto de conseguir ms puntos que la totalidad del equipo de Derby,
fue paseada por toda la cancha en los hombros de sus compaeras de
equipo, con una sonrisa salvaje y proclamando su dominio a todo el que
quisiera escucharla.

Sent un gran alivio cuando finalmente puse mi cuerpo a resguardo de la


lluvia bajo la tela que Critter haba puesto y escap de nuevo al calor y
la tranquilidad de los muros de la prisin. En general, me qued bastante
satisfecha de m misma. Mi plan, para bien o para mal, haba funcionado,
y la paz, o lo que se consideraba as en el Pantano, rein durante una
tarde al menos. Ice no estaba enfadada conmigo y nuestra relacin
pareca ms fuerte que nunca, a pesar de las palabras hirientes del da
antes.

Fue otro buen da.


Captulo 5

E
l ltimo da clido de 1978 amaneci claro y soleado, como si la
madre naturaleza estuviera permitindonos disfrutar de un ltimo
reflejo de un verano que no veramos durante medio ao o ms.
Zambullndome hacia el exterior a la mnima oportunidad, me dirig al
patio casi vaco y me sent con las piernas cruzadas sobre la hierba que
an mantena algo de su vibrante color a pesar de las diversas heladas
que la haban asolado.

Cerrando los ojos e inclinando mi rostro hacia el sol, pens que si me


esforzaba lo suficiente podra ser capaz de oler la hierba recin cortada
y escuchar los sonidos de los veranos pasados, las risas de los nios, las
salpicaduras del agua y el casi montono zumbido del locutor de bisbol
a travs de los pequeos altavoces de un viejo transistor. Las imgenes
que jugaban tras mis cerrados ojos calentaron mi interior y sent una
sonrisa rompiendo mi rostro mientras me introduca en mi mundo de
fantasa. Las fras paredes de mi celda se alejaron mientras me sentaba
all, decidida a disfrutar de esa fugaz sensacin de verano y libertad todo
lo que pudiera.

Mi entrenamiento me haba hecho ser ms consciente del mundo que


me rodeaba, incluso estando inmersa en mis pensamientos, as que
prcticamente de inmediato not el sutil cambio en el ambiente a mi
alrededor. Con una sensacin de decepcin, agach la cabeza y abr
los ojos para encontrar a Ice agachndose para sentarse, tambin con
las piernas cruzadas, en la hierba a mi lado. Sus manos se deslizaron por
la alfombra de csped, arrancando un delgado tallo y dndole vueltas
entre sus dedos, mientras miraba alrededor del patio antes de volverse y
mirar mis ojos interrogantes. Sus labios se curvaron en una suave sonrisa
que ilumin las vibrantes piscinas de sus ojos y suaviz las duras facciones
de su rostro.

Buenos das, ngel.


El sonido de su levemente profunda voz me calent ms que el sol y mis
recuerdos juntos y no pude ms que devolverle la sonrisa.

Buenos das, Ice.

Asintiendo con su oscura cabeza hacia m, rompi el contacto de


nuestras miradas, pareciendo inclinada a que ese agradable silencio se
mantuviera entre nosotras mientras segua observando
desinteresadamente el patio. Yo, sin embargo, no iba a dejar pasar la
ms mnima posibilidad de escarbar en esa armadura exterior. Mi mente
comenz a girar ofreciendo y descartando diferentes formas de
comenzar. Finalmente me decid por una vieja y directa manera de
hacerlo.

Puedo hacerte una pregunta, Ice? Hice una mueca mientras las
palabras salan de mis labios. Pareca que esas palabras eran siempre las
primeras en salir cuando hablaba con ella y una parte de m se
preguntaba si alguna vez no se cansara de escucharlas tan a menudo.

Se volvi hacia m lentamente, con una pequea sonrisa en sus labios.

Qu te ronda la cabeza, ngel?

Bueno, me estaba preguntando... tus rboles. No s si estoy rompiendo


algn tipo de cdigo de conducta, pero he estado pensando mucho en
ellos. Cada uno de ellos es una individualidad, pero cuando los miro
como un todo parecen contar una historia. Me pregunto si tal vez podras
decirme cul es esa historia.

Apart la mirada de nuevo, observando las gruesas nubes que paseaban


por el cielo durante tanto tiempo que estuve segura de que no me iba a
contestar. Cuando se volvi, su rostro no se mostraba tan abierto, pero
sus ojos no estaban completamente cerrados y eso me dio algo de
esperanza.

Los llamo las Cuatro Libertades dijo con suave voz, como el susurro
del viento sobre la hierba.

Las Cuatro Libertades? le pregunt con cuidado de mantener un


tono neutral. Haba ocasiones, especialmente de este tipo, en las que Ice
me recordaba un potro salvaje, todo fuego y energa salvaje. Una
palabra equivocada y saba que ella se cerrara en banda. Senta que
iba a llegar al fondo de algo importante as que hice lo mejor que poda
para mantener todo en calma y tranquilidad.

Asintiendo, arroj una brizna de hierba al viento antes de que cogiera


otra y la mirara. Respir hondo, como si estuviera decidiendo si ir o no ms
all, y luego arroj la segunda brizna y entrelaz sus dedos.

El que est ms a la izquierda, el pequeo que parece algo salvaje...


Ese es la Libertad de la Inocencia. El de su lado, el grande, es la Libertad
del Poder. El siguiente es la Libertad del Amor y el ltimo es la Libertad del
Conocimiento.

Mientras me encontraba all sentada, pensando en sus palabras, intent


desesperadamente pensar en qu decir a continuacin. Sabindolo o
no, me haba dado una enorme informacin sobre el funcionamiento de
su alma y quera excavar ms profundo, hasta alcanzar la persona que
poda ver la libertad como una concepcin de la inocencia y el amor.
Pero tambin saba que si me renda a mis propios impulsos y me lanzaba
demasiado de golpe, me encontrara rpidamente sola. Reculando un
poco, decid atacar ms el primordial concepto general y no pararme
demasiado en los detalles.

Piensas mucho en la libertad? A pesar de lo estpida que pareca


mi pregunta, haba un mtodo dentro de mi locura.

Se encogi de hombros.

Ya no mucho, prefiero no perder el tiempo pensando en cosas que


puede que no sucedan jams Haba una profunda tristeza en sus ojos
y sent, con el corazn encogido, que estaba hablando ms all de la
simple libertad de esa prisin que llambamos hogar.

Saldrs algn da, Ice. Tu sentencia inclua la posibilidad de libertad


condicional, no? Tras un momento asinti sonriendo tristemente. Hay
una pequea posibilidad, s. Pero no pasar nunca.

Por qu no?

Porque soy una asesina, ngel. Tan simple como eso. Fui condenada
por matar a un testigo del gobierno Se encogi nuevamente de
hombros y mene la cabeza, riendo tristemente. No es algo que a la
Junta le guste or cuando revisan los papeles de la condicional.

Y con esa afirmacin, me di cuenta que haba tropezado de nuevo con


una mina antipersona escondida. En todo el tiempo que la conoca,
nunca haba preguntado si ella realmente haba cometido el delito por
el que haba sido condenada. Nunca haba dado esa informacin y por
lo que yo saba, slo Ice saba qu haba pasado realmente.

En ese momento sent lo que me imagino que debe sentir un bombero


novato. Miedo de ir ms all y arriesgarse a quemarse; miedo de dar un
paso atrs y arriesgarse a perder lo andado.

Encarando ambas opciones, opt por una tercera. No hacer nada.


Inclinada hacia atrs, dejando que mis brazos soportaran el peso de mi
cuerpo, mir el cielo azul turquesa mientras senta cmo menguaba poco
a poco la tensin del cuerpo que estaba junto a m. Sonre por dentro,
sabiendo que haba tomado la opcin correcta. El agradable silencio se
extenda entre nosotras y, por una vez, no estaba dispuesta a romperlo.

Tras unos largos momentos de tranquilidad, Ice se aclar suavemente la


garganta. Poda sentir el calor de sus ojos sobre m pero segu mirando al
cielo, esperando que compartiera lo que estaba pensando.

Y t? dijo finalmente. Piensas en volver a ser libre?

Sonriendo, me volv para mirarla.

No tanto como sola hacerlo, pero s, casi todos los das.

Y en qu piensas?

Mmm Mi sonrisa se ensanch de repente. En un paseo por un


parque al atardecer, comiendo un helado. Un agradable y largo bao
caliente Trivial pero cierto. Todo ello. Especialmente lo del bao.
Siempre haba sido una de las cosas que ms me gustaban hacer,
especialmente en las fras noches de invierno. Pero cuando realmente
siento que las paredes me estn atrapando, recuerdo el sitio al que sola
ir en verano cuando era pequea Ice asinti con la cabeza hacia m
con brillantes ojos interesados. Mi padre tena un amigo que era dueo
de una cabaa en Canad. Era un sitio maravilloso, todo cristal y
madera, con un enorme porche en la parte delantera, un loft en la parte
de arriba donde estaban la mayora de las habitaciones, y una chimenea
tan grande que me poda meter dentro sin agacharme Cambiando un
poco la posicin, estir las piernas dejndome caer hacia atrs sobre la
mullida hierba. Estaba en medio de un bosque de pinos, a unos 45
metros de un precioso lago. El sendero desde la casa hasta el agua
estaba cubierto de una alfombra de agujas de pino y si intentabas ir
descalza, terminabas cubierta de savia Sent un clido cosquilleo por
dentro mientras el agradable peso de mis recuerdos se establecan en
m. Haba un pequeo muelle verde en la orilla, en el que el amigo de
mi padre dejaba amarrado su bote. No era muy grande, pero era
divertido salir con l. Puedo recordar sentarme en el muelle, sintiendo el
calor sobre mis hombros mientras miraba los barcos de distintos colores
navegar casi todos los das. Me parecan mariposas sobre una pradera y
recuerdo envidiar la libertad de los que estaban en ellos. Mi padre tena
algo en contra de que las chicas aprendieran a navegar, pero no me
poda impedir mirarlos. Eran tan bonitos Me mov un poco, tirando de
la hierba con mis dedos sin mirar. Haba un par de chicos de mi edad y
recuerdo competir con ellos para ir a otro muelle que estaba en medio
del lago. Bueno... no era exactamente el medio, pero as me lo pareca
de pequea. Lo nico que saba era que el agua me cubra entera y eso
me asustaba al principio. Pero luego aprend a nadar y era divertido ir
hasta all y bucear por el muelle. Mis amigos solan pasar por debajo,
hasta una bolsa de aire Me encontr a m misma rindome de la
historia. Yo nunca lo hice. Nunca fui lo suficientemente valiente Un
poco ms de hierba se vio arrancada ante el implacable asalto de mis
dedos. Solamos ir un mes todos los veranos. Nunca tuvimos televisin
all, pero mi padre se llevaba su radio. Por las noches, despus de cenar,
preparaba una hoguera enorme en la chimenea y se sentaba a
escuchar el partido de bisbol mientras mi madre se dedicaba a sus
famosos puzzles. Yo me sentaba all, escuchando el crepitar de fuego y
lea. Entonces, cuando se haca algo ms tarde, suba las escaleras y me
dorma con el sonido de los grillos, las ranas y el silbido del viento a travs
de los pinos Rode mis rodillas con los brazos, inundada por los
recuerdos. Fueron los momentos ms felices de mi vida Suspir. Mi
padre compr la cabaa y el terreno a su amigo cuando yo tena trece
aos. La cabaa se quem al ao siguiente. Pero un da, cuando salga
de aqu, volver a ir all y la reconstruir desde los cimientos con mis
propias manos y pasar el resto de mi vida en ella, libre y en paz.

Cuando volv la mirada a mi silenciosa oyente, encontr sus ojos tan llenos
de profunda nostalgia que hizo que mi corazn se detuviera slo para
observar esa expresin. Sent como mi mano se diriga hacia ella, sent
cmo me la coga y la meca tiernamente mientras una leve y triste
sonrisa se alzaba en la comisura de sus labios.

Parece un buen lugar para soar.

Sonre.

Lo es. Es un lugar maravilloso. Puedo compartirlo contigo, si me dejas


Apret los labios, soltando con suavidad mi mano, y levant las rodillas
hasta su pecho, envolvindolas con sus largos brazos.

No, est bien as. Es tu sueo. Algo que te pertenece a ti, y slo a ti. Ese
lugar y esa gente son algo que no se te puede quitar. Gurdalos.

Me acerqu ms hasta casi tocarnos.

Me gustara compartirlo contigo, Ice. La nica cosa que es mejor que


tenerlo slo para m es poder compartirlo con alguien. Compartirlo...
contigo.

Dndome cuenta de la extraa expresin de su cara, me permit sonrer


ms ampliamente.

Vamos, ser divertido! Simplemente cierra los ojos e imagina que ests
en medio del bosque, rodeada de rboles. Sientes el roce clido del
viento contra tu piel. Huele a pino a tu alrededor Tom una profunda y
tonificante respiracin. No es maravilloso?

Es una locura.

Me ech a rer.

Por supuesto que lo es! Por eso es muy divertido! Vamos, Ice, sultate
un poco. Slo cierra los ojos y piensa en lo que te he dicho. Piensa en el
calor del sol sobre tu cara.

Tras mirarme impaciente, baj su barbilla a las rodillas y cerr los ojos.
Aprovechando la oportunidad, me deshice del ltimo espacio que
quedaba entre nuestros cuerpos y extend una mano hasta apoyarla
suavemente sobre su ancha espalda. Los msculos que sent estaban
marcados y tensos y no me pude resistir a frotarlos suavemente con un
leve movimiento circular. Comenz a relajarse simplemente ante el ms
mnimo de los movimientos.

Eso es. Puedes or el canto de los pjaros? El agua lamiendo


suavemente el muelle de madera? Hubo un largo silencio slo
interrumpido por su respiracin. Y? Puedes?

Unos divertidos ojos se entreabrieron y se encontraron con los mos.

Nop.

Esta vez la mir yo con impaciencia.

Eso es porque no lo ests intentando lo suficiente. Deja que te ayude


Frunciendo los labios, comenc a ofrecer mi versin sobre el agua
lamiendo suavemente el muelle de madera, seguido de cerca por el
canto de los pjaros.

Sent sus msculos contraerse bajo mi mano una fraccin de segundo


antes de que una profunda risa estallara en su pecho. Era uno de los
sonidos ms alegres que jams haba odo y, en cuestin de segundos,
me haba unido a ella, con lgrimas de alegra recorriendo mis mejillas
hasta que me di cuenta de lo realmente mal que deba haberlo contado.

Cuando mi risa se redujo lentamente, me restregu los ojos con el brazo,


limpindome las lgrimas mientras miraba el radiante rostro de Ice.

Dios, eres preciosa Las palabras salieron de m antes de que pudiera


retenerlas, aunque en realidad no quera callarlas. Era preciosa, y quera
que lo supiera.

Nuestras expresiones se tornaron serias y las sent an ms cuando vi


cmo su cabeza se inclinaba hacia m. Poda sentir mi propio cuerpo
movindose a la vez, mis labios ansiando encontrarse con los suyos. Poda
sentir su clido aliento hacindome cosquillas en el vello de mi cara
mientras el increble calor de su cuerpo irradiaba contra el mo.
Estbamos apenas a una nada, mis ojos ya se haban entrecerrado
anticipndose, cuando de repente el suave sonido de una garganta
carraspeando me sac de mi felicidad.

Antes de que yo pudiera siquiera abrir los ojos, el brazo de Ice se dispar,
agarrando con el puo un uniforme y tirando del asustado cuerpo de
Critter hasta que su cara estuvo apenas a unos centmetros de las
nuestras.

Ms vale que la crcel se est cayendo abajo gru, o vas a


descubrir lo bien que se puede caminar con dos piernas rotas.

Yo pens que tenas que saber que Psycho est suelta de nuevo
jade Critter mientras su rostro tornaba a un color creo.

Genial murmur Ice soltando el uniforme de Critter y ponindose en


pie. Se agach, cogi mi mano y me arrastr tambin hacia arriba.
Gracias por el sueo, ngel dijo poniendo una rpida mano sobre mi
mejilla antes de volverse y correr hacia dentro de la crcel.

Volvindome, mir a Critter, que estaba tosiendo y agarrndose la


garganta.

Ests bien?

Volvi a aclararse la garganta y asinti.

S, estoy bien. Debera saber mejor cundo interrumpirla.

Qu pasa ahora con Psycho?

Critter se encogi de hombros mientras se enderezaba el uniforme. Las


dos salimos al trote mientras nos dirigamos de nuevo al interior del
edificio.

Tiene otra vez un cuchillo en la garganta de una nueva.

Nueva? Pensaba que no habamos tenido a nadie nuevo el ltimo


mes.

Ni yo. He odo que la trajeron anoche mientras dormamos. Muy en


secreto.
Al llegar a la parte alta de las escaleras nos encontramos una rplica casi
exacta a la escena de haca un mes, cuando Psycho haba capturado a
una de las guardias de la prisin. Las guardias estaban alrededor en una
tensa cadena, con las porras agarradas tan fuertemente que sus nudillos
lucan blancos. Las prisioneras estaban tras ellas, con las mujeres ms
bajas de puntillas intentando captar algo de lo que estaba sucediendo.

Como la vez anterior, Critter me hizo dar una vuelta hacia un espacio ms
abierto desde el que poda mirar el interior del crculo de tensas mujeres.
Psycho tena lo que pareca un cuchillo de carnicero, aunque cmo se
las haba arreglado para hacerse con uno no tena ni idea, en el cuello
de una llamativa mujer. Pareca de unos cuarenta y muchos, con un largo
y oscuro cabello atravesado por mechones plateados. Su piel era
aceitunada y sus ojos oscuros y brillantes. Tena una regia, antigua
elegancia que incluso en las circunstancias de ese momento no pareca
disminuir.

Al frente del grupo estaban Sandra y Ice, que estaba gesticulando


salvajemente con los brazos, ms efusivos de lo que haba visto hasta ese
momento, incluso en plena pelea. Mis odos se esforzaron por distinguir la
profundidad de su tono entre el gritero excitado del resto de reclusas.

Muy bien, Cassandra, lo has dejado claro. Ahora tira el cuchillo.

No puedo hacerlo, mi querida Ice. Este pequeo pescadito tiene que


morir. Lo siento si te molesta, mi amor, pero a veces no se puede evitar.
Los ojos de la mujer se abrieron mientras el cortante filo morda
cruelmente su cuello.

Morgan, por favor!

Cassandra tir del oscuro pelo de la mujer, dejando an ms al


descubierto su cuello.

Ya te he dicho, pedazo miserable de mierda, que su nombre es Ice!


salo!

Lo siento! grit la mujer. Por favor, no me hagas dao!

Cassandra ense sus dientes en una ladina sonrisa.


Oh no, preciosa. Ni siquiera he empezado a hacerte dao.

Suelta el cuchillo, Cassandra! grit Sandra, levantando su porra.

Volvindose hacia la jefa de guardias, Psycho ampli su sonrisa.

Lo siento, Sandra, has dicho algo? Siento no haberte odo con los
gemidos de este pobre pescadito en mis orejas. Te importara repetirlo?

He dicho que sueltes el cuchillo!

Es lo que pensaba que habas dicho Se encogi de hombros. Lo


siento Cerrando los ojos, desliz poco a poco el cuchillo por la garganta
de la cautiva mujer, dibujando un corte superficial del que comenz a
gotear delgados hilillos de sangre. Ahhhh, nada como el olor de
refrescante sangre caliente, ah est...

Cassandra!!

La rubia se volvi hacia Ice, con un coqueto mohn en sus labios.

Oh, vamos, Ice. T por encima de todas debes saber lo bien que se
siente una al clavar tu hoja contra la tierna carne de una vctima
inocente Rio como una nia. Me dan escalofros solo de pensarlo. Y
a ti?

Cassandra, por favor, te pido que sueltes el cuchillo.

Ooohhhh Splica! Me gusta eso en una mujer! Intenta ponerte de


rodillas la prxima vez, Ice, aumenta el efecto.

Desde donde yo observaba, tuve la oportunidad de ver la expresin de


Ice mientras sus ojos miraban fijamente a Cassandra, su cuchillo y la
aterrorizada mujer que estaba entre las mortales garras de Cassandra.
Era evidente que Ice conoca a la cautiva de algo. Me volv hacia Critter
con ojos interrogantes. Ella se encogi de hombros y neg con la cabeza.

Mientras me volva de nuevo a la accin, Sandra dio un paso adelante,


con las manos vacas y levantadas en un gesto de apaciguamiento.
Al menos dinos por qu ests hacienda esto, Cassandra. Quiero
ayudarte si puedo.

No puedes ayudarme, lastimera excusa de aspirante a polica. Estoy


loca, recuerdas? Chalada. Ida. Sin razn ni solucin. Soy Psycho!

Por favor, Cassandra intent de nuevo la jefa de guardias. Slo


dinos por qu.

Tras un momento, asinti, relajando apenas un poco el agarre de su


cautiva.

De acuerdo. Supongo que es una buena pregunta. Por qu no se lo


dices cul era tu nombre?

La mujer se atragant.

Su nombre es Josephina dijo Ice con voz seria y firme.

Cassandra sonri radiante.

Eso es, Josephina! Qu estpido por mi parte olvidar un nombre tan


bonito. Josephina, dile a nuestras admiradoras porqu ests en una
situacin tan incmoda.

Yo no no no lo s!

Por supuesto que lo sabes, querida. Dilo bien alto para que todas
puedan orte, amor. No debes dejar que la gente de detrs no pueda or
tus sabias palabras, ya lo sabes Josephina se mantuvo callada y
Cassandra la sacudi como si fuera una mueca de trapo, frunciendo
sus cejas en un gesto feroz. No debes hacer que nuestro pblico espere,
querida Josephina. Ahora sultalo.

Nosotras estbamos hablando dijo Josephina con voz


entrecortada, esta maana. En nuestras celdas. Y yo yo mencion
que era amiga de Ice.

Mientes! gritando de rabia, Cassandra apret el cuello de la mujer


ms mayor, acercando el cuchillo de nuevo a la garganta. Ice no
tiene amigas excepto yo!! Soy la nica a la que ama !!me entiendes!?!
Soy la nica en la que piensa por las noches cuando restriega sus manos
por su exquisito cuerpo. Yo! Slo yo! Me has odo, pedazo de mierda
llorona? !Me has odo!?

Josephina grit roncamente mientras Sandra y Ice daban


decididamente un paso adelante. La cabeza de Cassandra se alz e hizo
dar a la aterrorizada mujer un paso atrs, agitando el cuchillo delante de
ella.

Atrs! Echaos atrs antes de que corte su linda cabecita! Y sabis que
lo har.

Ambas mujeres detuvieron su avance, an a varios pies de Cassandra y


su cuchillo. Me pregunt si Ice intentara darle un golpe para desarmarla,
pero por alguna razn, mi amiga pareca dudar, como si estuviera
insegura. Fue algo extrao de ver y al mirarla tuve que reprimir la
repentina sensacin de un oscuro presentimiento.

El pie izquierdo de Cassandra resbal ligeramente en un pequeo trozo


de humedad del suelo de la prisin. El cuchillo se introdujo
profundamente entre la garganta y el cuello de Josephina, haciendo
que la mujer gritara mientras una gota de sangre flua hacia atrs. La
mujer rubia rio entre dientes mientras la sangre caa.

Esto va a manchar remarc en tono despreocupado, pasando sus


dedos por la sangre y alzndolos hasta arrastrar sus ensangrentados
dedos por la mejilla de su prisionera.

Morgan, por favor gimi Josephina.

El impacto de la mano de Cassandra contra la mejilla de Josephina son


por toda la prisin como el disparo de un rifle. Dando la vuelta a la mujer
ms mayor, Psycho tir de su cara hacia abajo tan cerca que sus labios
casi se rozaban. Sus ojos estaban llenos de ira.

Te lo he dicho, puta! Su nombre es Ice!

Levantando su mano libre, Cassandra se inclin hacia Josephina,


levantando el cuchillo y haciendo que el cruel filo brillara con los
penetrantes fluorescentes.
En ese punto las cosas parecieron sucederse a cmara lenta. De nuevo
Ice y Sandra se adelantaron simultneamente. Con una mano, Ice retir
a la guardia, mientras agarraba el descendiente cuchillo con la otra.
Sandra fue lanzada contra la multitud de guardias mientras Ice,
Cassandra y Josephina se unan en un abrazo mortal.

Ice apoy por lo menos cincuenta kilos de s misma sobre su delgada


oponente, pero Cassandra tena la fuerza de su enloquecida rabia tras
ella. La batalla por el control del cuchillo se convirti rpidamente en el
centro, con la mano de Ice agarrando la mueca de Psycho mientras
Cassandra intentaba desesperadamente hundir el cuchillo en cualquier
trozo de carne caliente que pudiera encontrar.

Las dos mujeres se sonrieron con ferocidad, encontrando evidentemente


algn tipo de placer en aquella danza mortal. El pensamiento me hel
mientras intentaba unir esta Ice con la que haba estado compartiendo
mis sueos momentos atrs. Y no fue fcil de enlazar, debo admitir.

Me volv una vez ms hacia Critter, que estaba mirando la escena


fascinada.

Por qu no hacen algo? pregunt sealando a las guardias que,


como mi amiga, se encontraban inmviles mirando la batalla que tena
lugar a unos metros de ellas.

Critter me mir y volvi a encogerse de hombros.

No lo s. Tal vez estn pensando qu hacer.

Es ridculo coment, volviendo mi atencin una vez ms a la accin.

El brazo de Cassandra temblaba visiblemente en su intento de clavar el


cuchillo hacia abajo contra la implacable fuerza del agarre de Ice. Sus
ojos se cerraron por un momento y una verdadera sonrisa malfica se
mostr en su rostro. Un pequeo empujn con su brazo libre es todo lo
que necesit para hacer tropezar a Josephina con Ice, que por reflejo
cogi a la quejumbrosa mujer tambin con su brazo libre.

Ese minuto de distraccin era todo lo que Cassandra necesitaba para


retorcer bruscamente su mueca, librndose del agarre de Ice. El cuchillo
refulgi de nuevo y sigui su abortado camino hacia abajo. Hubo un
tremendo grito y cuando el cuchillo volvi a aparecer estaba cubierto
de sangre.

No! grit casi segura de que Ice haba sido la receptora de la


cuchillada mortal. Comenc a caminar hacia adelante, detenida por el
agarre de Critter.

Cassandra ech atrs la cabeza y comenz a rer, un sonido realmente


aterrador. Cuando se apart, Josephina cay en los brazos de Ice, su
sangre manando de una herida en su pecho. La mirada de conmocin
de Ice se intensific mientras miraba desde la desternillada forma de
Cassandra a la sangrante mujer de entre sus brazos. Sujet suavemente
a Josephina en el suelo, con un pequeo gemido proveniente de lo ms
profundo de su pecho, mientras los guardias elegan ese momento para
atacar.

Oh, s ronrone Cassandra. Me encantan los cerditos asados.


Vamos, cerditos. Quin ser el primero en morir hoy? Movi el cuchillo
de un lado a otro en viscosos barridos. Los guardias volvieron atrs,
indecisos, y Cassandra volvi a rer. Vamos!, dnde est esa valenta
de la que tanto os jactis, mmm? Slo duele un poquito! Preguntadle a
mi amiguita! Su grito de alegra llen la prisin.

Otra guardia corri a ayudar a Ice, quin le estrell un codo en el


estmago, envindole de vuelta a donde estaban sus compaeras. Con
una alargada mano cubriendo la sangrante herida, Ice us la otra para
retirar suavemente el pelo empapado en sudor de la frente de Josephina.

Aguanta murmur. La ayuda est en camino. Slo aguanta.

Est bien, Josephina grit Cassandra agitando an el cuchillo para


mantener a raya a las guardias. Escucha a nuestra querida Ice.
Aguanta, lo hars? No quisiera perderme ni un solo segundo de tu
gloriosa muerte.

Mir absolutamente horrorizada mientras Ice una su otra mano con la


primera en un vano intento de detener el flujo de sangre que brotaba de
la herida de Josephina. La sangre bombeaba por entre sus dedos como
un ro rojo, sin cesar, incluso despus de que mi amiga pusiera toda su
fuerza para mantener la presin.
La mujer herida an se mantena consciente, aunque apenas, con su
rostro plido. Ella y Ice conversaron entre murmullos demasiado leves
como para que pudiera escucharlos. Mi corazn se encogi al ver la
expresin de dolor de los normalmente estoicos rasgos de Ice. Quin era
esa mujer que poda grabar esas profundas lneas a travs de la imagen
de la hermosa cara de mi compaera?

La oscura cabeza de Ice baj lentamente. Volvi su rostro para escuchar


unas palabras apenas susurradas. Desde donde yo me encontraba, pude
ver los llamativos rasgos de Josephina soltarse mientras su cuerpo se
relajaba entre la larga figura de Ice.

!Nooo!

El triste aullido reson en el cavernoso edificio, dando la sensacin de


aumentar ante el eco de las paredes de cemento y las puertas de acero,
llenando todo el espacio alrededor nuestro con una persistente meloda
de prdida. El grito se cort abruptamente cuando Ice se levant
lentamente, mirndose las manos repletas de sangre como si
pertenecieran a otra persona. Pude captar un mnimo vistazo de su
expresin mientras su cabeza se alzaba en direccin a Cassandra y juro
que mi corazn se detuvo en mi pecho.

La va a matar. Dios mo, va a asesinar a Psycho con sus propias manos!

Un paso ms y Ice haba anulado la mueca de Cassandra de una


patada, mandando el cuchillo de carnicero por el aire contra la pared
con tal fuerza que la hoja se rompi de la empuadura tan fcilmente
como se rompe una ramita. Siguiendo su propio impulso, alarg sus
ensangrentadas manos y las enganch al cuello de Cassandra, alzando
a la an riente mujer de sus pies e inmovilizndola contra la puerta de
barrotes que protega la entrada a la unidad de segregacin. La parte
posterior del crneo de Cassandra golpe los barrotes con un
ensordecedor sonido metlico mientras levantaba sus propios brazos en
un dbil intento de aflojar el estrangulamiento de mi amiga. La sonrisa
segua firme en su rostro, aunque su piel haba comenzado a tornarse
rojiza.

Sandra se adelant rpidamente.


No, Ice! Sultala! Nosotras nos encargaremos de ella! Su ltima frase
se perdi en una rfaga de aire cuando el pie de Ice acert a su pecho,
lanzndola por el aire hasta caer contra algunas de sus compaeras, que
cayeron como bolos intentando coger su cuerpo a toda velocidad.

Atrs! grit Ice. Le voy a dar a esta zorra su merecido!

!!Ice, no!! Sandra ech a correr de nuevo, esta vez con algo ms de
cautela. Ice, por favor. Piensa en lo que ests haciendo. No lo hagas.
Por favor!

Lrgate! Ni te acerques, Sandra. No quiero hacerte dao tambin a ti.

No hagas esto, Ice!

Mientras yo luchaba con el frreo agarre de Critter, pude ver los nudillos
de las manos de Ice ponerse blancos cuando sus manos apretaron ms
el delgado cuello de Cassandra. El rostro de su prisionera estaba pasando
poco a poco del rojo al plido, con sus ojos abiertos y la mirada fija. Aun
as, sonrea, como si la muerte fuera una amiga a la que vea acercarse
con cada agitado intento de respirar.

Un murmullo comenz a orse entre la multitud hasta ahora silenciosa y


cuando mir, mis ojos se encontraron con la figura del Alcaide, haciendo
su primera adecuada aparicin dentro de la prisin. Vesta traje negro
sobre una camisa blanca que cegaba, con una gran cruz de oro que
cubra llamativamente la solapa izquierda. Recorriendo el camino frente
a la multitud, lleg hasta la zona del suceso y puso las manos en las
caderas. Tena la cara tan roja como un ladrillo viejo y una vena le
palpitaba prominentemente.

Qu est pasando aqu? Guardias! Separen a esas dos mujeres


AHORA!

Sandra se volvi hacia l, con una evidente expresin de frustracin en


su rostro.

Lo estamos intentando, seor. No es tan fcil como parece.

Parece que no lo estn intentando en absoluto, Sra. Pierce. Ahora haga


su trabajo y separe a esas dos mujeres, o encontrar a alguien que lo
haga!

La jefa de las guardias volvi a escena, girando su porra.

Por favor, Ice! No puedo darte ms oportunidades! Piensa en lo que


ests haciendo! Por favor, te lo ruego. Sultala! Por favor!

Seprelas ya, Sra. Pierce!

Ice, sultala! No quiero hacerte dao!

Ahora, Sra. Pierce! Hgalo YA! El Alcaide mir a las dems


guardias. Todos ustedes! YA!

Ice! Ya! Es tu ltima oportunidad! Por favor! Cuando Ice no dio


seales de haberla odo, Sandra dej escapar un profundo suspiro de
derrota, se volvi ligeramente hacia el resto de los guardias y asinti.
Procurad no hacerle dao.

Cuando Sandra dio un paso adelante dispuesta a cargar, el Alcaide la


cogi por la porra y la acerc a l.

Ahora esccheme, Sra. Pierce. No me importa si tiene que romperle


todos los huesos a esa asesina. Simplemente haga su trabajo, me ha
entendido?

Cuando Sandra abri la boca para responder, vi mi oportunidad y la


aprovech. Levant el pie y lo aplast con fuerza contra el empeine del
de Critter, y en cuanto el dolor le hizo aflojar su dominio sobre m, ech a
correr, utilizando cada pizca del entrenamiento defensivo que las
Amazonas me haban enseado para moverme a travs de la multitud y
llegar al centro de la accin.

El Alcaide y Sandra hicieron una ltima intentona para atraparme, pero


us el movimiento de bloqueo que haba estado perfeccionando y me
deslic a travs de su defensa igual que el aceite a travs del agua,
hacindome sentir tremendamente orgullosa de m misma. Me deslic
hasta detenerme a unos pocos metros de Ice.

Desde esa distancia, poda ver fcilmente que el tiempo que nos
quedaba estaba a punto de finalizar. Los labios de Cassandra estaban
azules y sus ojos estaban muy abiertos y prominentes ante la presin del
cuello. Esa maldita sonrisita de superioridad segua en su cara y quise, en
esos momentos, no hacer otra cosa que ir all y quitrsela.

Ice, soy ngel comenc utilizando mi voz como lo hubiera hecho un


hipnotizador junto a su reloj de bolsillo, tratando de calmar a la bestia
salvaje en la que mi compaera se haba convertido. No lo hagas. Por
favor. Matarla no har que tu amiga vuelva por mucho que lo desees. Lo
sabes. Por favor, no empeores las cosas.

Vete de aqu, ngel La voz de Ice era profunda, repleta de rabia y


dolor.

Lo siento, Ice, pero no me voy a ninguna parte. No quieres hacerlo. Por


favor, djala ir.

Oh, ests equivocada, ngel. Deseo hacer esto Tensando sus


msculos, Ice alz a Cassandra ms alto, aplastando de nuevo su cuerpo
contra los barrotes de acero que se sacudieron en protesta. Su agarre se
afloj por un instante, dejando que Cassandra jadeara un soplo de aire.
La mujer rubia intent decir algo, pero sus palabras se perdieron cuando
su suministro de aire fue cortado una vez ms. Yo no poda creer que
hubiera logrado durar tanto tiempo a la fuerza alimentada por la rabia
de Ice.

Pude or a los guardias tras de m y supe que no tena mucho tiempo.

Ice, recuerda lo que acabbamos de hablar. Sobre los sueos. Sobre


cmo nadie puede robrtelos. No lo hagas, Ice. No le permitas que robe
tus sueos Mantuve mi voz suave y constante, con una cadencia
deliberada. Pude ver que mis palabras tenan algn efecto por la
disminucin de la tensin de sus anchos hombros. Tomando un alto riesgo,
me acerqu y puse mi mano en su espalda, frotando suavemente tal
como haba hecho poco antes en el patio. Se acab, Ice. Sultala. Est
bien. Todo saldr bien. Deja que se vaya.

El grito del Alcaide mandando atacar fue ahogado por el profundo


suspiro de aliento de Cassandra mientras las manos de Ice aflojaban su
mortal agarre del cuello.
Con una velocidad en sus manos demasiado rpida como para poder
siquiera verlas, Ice cogi el cuerpo de Cassandra y la lanz a lo largo del
pasillo, donde se estamp contra la pared del fondo. Volvindose
rpidamente, Ice me empuj tras su largo cuerpo mientras los guardias
comenzaron a correr en pos de nosotras, con el Alcaide, porra en mano,
a la cabeza. Extendiendo la mano, Ice atrap la porra y acerc al
Alcaide hacia ella, con sus cuerpos a pocos centmetros de distancia.
El resto de los guardias pararon bruscamente ante el nuevo escenario.

Ni me toques dijo Ice con total claridad en sus palabras, por entre sus
apretados y desnudos dientes.

Los ojos del Alcaide se alzaron mientras su rostro empalideca. Con


curiosidad, mir desde la seguridad de mi sitio tras Ice.

Ir al agujero durante un mes por esta infraccin, Sra. Steel. Sulteme o


sern dos.

Tqueme, Alcaide Morrison, y le mandar a su propio agujero. De


manera permanente.

Me est amenazando, Sra. Steel?

No, Alcaide Morrison. Es la declaracin de un hecho.

Recomponindose, Morrison tir con dureza de su porra, quedndose la


sonrisa de su cara congelada cuando el arma no se movi ni lo ms
mnimo. Aunque la situacin era inherentemente explosiva, me descubr
a m misma ocultando una sonrisa tras la espalda de Ice.

Llame a los perros, Alcaide, y me entregar a Sandra pacficamente.


Hay trato?

Que le hace pensar que hago tratos con asesinas, Sra. Steel? A pesar
de lo que usted y algunos ms puedan pensar, en esta prisin mando yo!
Poda haberle dejado inconsciente en un abrir y cerrar de ojos. Aunque
no poda verlo, saba que una de las cejas de Ice haba hecho una
dramtica elevacin.
Intntelo Su voz era un ronroneo sensual y mi piel se eriz
reaccionando inconscientemente al tono seductor.

Poda literalmente sentir la energa de ambos desprenderse mientras sus


voluntades luchaban. Aunque saba que Ice poda llevar a cabo su
amenaza sin pestaear, tambin poda sentir la arrolladora tensin de su
cuerpo mientras luchaba contra sus instintos primitivos que pedan
desarmar a ese hombre y acabar de una vez.

Despus de unos largos y tensos momentos, pude ver los hombros del
Alcaide reducirse mientras retroceda levemente, aceptando la tregua.

Muy bien, Sra. Steel. Nadie le har dao. Pero entrese de esto. Acaba
de crearse un enemigo muy poderoso. Su estancia no va a ser tan
agradable desde ahora. Y eso, querida, no es una amenaza. Es la
declaracin de un hecho.

Ice lentamente asinti, soltando la porra del Alcaide. Poda sentir la


tensin de sus msculos como si esperara un golpe. Tambin yo me tens,
preparada para saltar en caso de necesidad. No es que lo necesitara,
claro est, pero sentaba bien saber que en cualquier caso tena las
habilidades para hacerlo.

Sandra y otra guardia se precipitaron hacia adelante, tomando cada


una de un brazo a Ice y anticipndose a cualquier accin de represalia
que el Alcaide pudiera tomar. Otros dos guardias cogieron el cuerpo
inconsciente de Cassandra y lo arrastraron hacia abajo, por las escaleras.

Sesenta das de aislamiento para cada una de ellas orden


Morrison. Y Sra. Pierce, cuando regrese, por favor, venga a mi oficina.
Tenemos que discutir seriamente su falta de preparacin de cara a
estas situaciones.

Los hombros de Sandra se desplomaron.

S, seor.

Oh, y una cosa ms.

S, seor?
Morrison sonri, alargando una indolente mano hacia el cuerpo de
Josephina.

Haga que alguien limpie esta basura, me ha entendido?

La multitud se dispers mientras se llevaban a Cassandra y Ice rodeadas


de guardias. All de pie, mir a Ice, con su cabeza alta y orgullosa, como
si estuviera rodeaba de su squito en vez de los guardias que intentaban
asegurarse de que no escapara. La idea de estar dos meses en completo
aislamiento y oscuridad total no pareca que la perturbara ni un poco, y
negu con la cabeza, maravillada por ello. Tambin saba que la echara
de menos, mucho.

Nuestro encuentro en el patio me haba dado una muy buena sensacin


sobre hacia dnde estaba yendo nuestra relacin y tena muchas ganas
de seguir por ese camino con ella aunque slo fuera para ver a dnde
nos llevaba finalmente.

Con un abatido suspiro, me volv para encontrarme frente al cuerpo de


Josephina, tumbada, sola, en el suelo, con un charco de sangre
rodeando su destrozado uniforme. Sus ojos estaban abiertos, vidriosos,
con una mirada para la eternidad. Rodeando el charco de sangre, me
agach y le cerr los prpados, enviando una silenciosa oracin a cual
fuera el poder superior que estuviera escuchando.

Abrindome camino a travs del ltimo grupo de reclusas, Critter se


acerc cojeando a donde yo me encontraba arrodillada, esperando
silenciosamente a un lado mientras yo finalizaba mi oracin. Cuando
sinti que ya estaba, se agach para ayudarme a levantarme. Me sacud
las rodillas del mono y le mostr una triste sonrisa.

Siento lo de tu pie.

Ella me devolvi la sonrisa con un guio.

No hay problema. Tendr que recordar ese movimiento.

Deberas hacerlo. T me lo enseaste.

De veras? Debo ser mejor profesora de lo que pensaba Mi amiga


pareca bastante satisfecha de s misma. Despus su rostro se
ensombreci al mirar el cuerpo de Josephina. Qu desastre.

Asent en acuerdo con ella.

Me pregunto quin era. Es evidente que Ice y ella eran en cierto modo
amigas.

Tal vez Corinne lo sepa.

Tal vez. Solo que no me siento lista para verla a ella, ni a nadie ahora
mismo. Creo que me voy a ir simplemente a mi celda a pensar.

Critter asinti, apretando mi hombro.

Lo has hecho bien, ngel. No pensaba que hubiera alguien capaz de


hablar con Ice en el estado en el que estaba. Has impedido un bao de
sangre. Bien hecho.

El cumplido podra haberme satisfecho, pero no lo hizo. Haba visto


demasiado del lado oscuro de la humanidad por un da. Necesitaba un
largo rato a solas para analizar las cosas antes de que pudiera si quiera
comenzar a creer que lo que haba hecho haba sido lo mejor. Sin
embargo, asent, apretando la mano de mi amiga mientras lo haca.

Gracias, Critter.

Nos vemos luego, ngel.

Me qued all de pie por un rato, viendo cmo los dorados rizos de Critter
desaparecan por las escaleras. Mirando una ltima vez a Josephina, me
gir y me fui a mi celda, logrando entrar justo antes de desplomarme.

Pas mucho tiempo antes de que el sueo cayera sobre m.

* * *

Mi sueo, cuando lleg, estuvo empapado en sudores por la violencia y


la muerte. Corran a tropel por mi mente, como los sueos suelen hacer,
con poco o nada de sentido para la mente consciente, pero mandando
mensajes fcilmente descifrables por los deseos inconscientes. Por
primera vez en meses, Peter ocup un lugar destacado en ellos, aunque
su asesina era a menudo Ice o Cassandra o yo misma. Reviv su muerte
una y otra vez, corriendo por entre grupos de gente que se rean, para
llegar siempre una milsima de segundo tarde y encontrarle, desplomado
y sangrando, entre mis brazos. Siempre con aquella mirada acusadora
sobre m.

El ltimo fue de lejos el peor. Comenz de manera tranquila. Ice y yo


estbamos sentadas, desnudas, en el centro del patio. A pesar de que
tendra que haberme sentido incmoda por exponerme as, por alguna
razn no lo estaba. Me senta completamente a salvo. Incluso en paz. Y
agradec esa sensacin despus de las pesadillas pasadas. Ella estaba
de espaldas a m y yo acariciaba el suave terciopelo de la piel de su
espalda, maravillndome de la textura de la clida y flexible carne que
envolva sus msculos y huesos. Una ligera brisa atrajo su aroma hasta mi
nariz y lo inhal profundamente con un suspiro de satisfaccin.

Recuerdo haber hablado, aunque no recuerdo de qu. Algo sin


importancia y sin sentido seguramente, aunque pareca profundo en ese
momento. Ella segua sentada, aceptando mis caricias y mis palabras,
con su negro cabello cayendo en suaves ondas sobre sus pechos.
Movindome levemente, pude ver cmo la brisa aleteaba los mechones
oscuros, ofrecindome un breve atisbo de algo que inmediatamente
necesit ver ms. Apoyando mi mano en su hombro, volv su parte
superior hacia m, mientras mi otra mano se mova, con voluntad propia,
hacia su pecho, deseando acariciar su cabello. Se par, congelada,
mientras yo miraba su rostro encontrando a la muerte mirndome. Sus
ojos se haban convertido en los de Josephina, despus en los de Peter,
en los de Cassandra, antes de volver a su vvido azul. Su mirada vaca,
hueca, muerta, expresaba lo mismo. La sangre caa lentamente de la
comisura de su boca y cuando la abri para hablar, con sus blancos
dientes manchados de sangre, grit.

Todava gritaba cuando me despert. El sonido todava resonaba a mi


alrededor cuando me levant apoyndome en los codos, tratando
desesperadamente de soltarme del agarre de las sbanas. Las paredes
caan sobre m como si estuvieran vivas, y mis pulmones, an jadeantes
por la pesadilla, luchaban para tomar aire. Mi corazn retumbaba en mi
garganta, lo que haca an ms difcil respirar. Mi pelo estaba pegado a
mi cuello y mi cara en pegajosos rizos.

La conciencia vino a m de manera insidiosamente lenta mientras mi


respiracin comenzaba gradualmente a calmarse y mi corazn tomaba
de nuevo su legtimo lugar en mi pecho. Un suave y raspante sonido fuera
de mi celda hizo que me volviera hacia la puerta de barrotes mientras
me quitaba la ya liberada sbana de la barbilla.

Una de las guardias del turno de noche estaba all, con su larga figura
levemente iluminada por los fluorescentes que se encendan uno a uno
sobre ella.

Ests bien, ngel? me pregunt con voz preocupada.

S. S, estoy bien. Slo una pesadilla Retirando el pegajoso pelo de mi


cara, me las arregl para soltar una temblorosa risa. No haba tenido
una as desde haca tiempo. Supongo que me la mereca, eh?

La expresin de la mujer se torn triste.

Alguien como t no debera tener pesadillas, ngel. Deberas estar


disfrutando de tu vida en otra parte, haciendo bien a la gente. No
encerrada tras estas rejas Suspirando neg con la cabeza. Esta es
una de las peores cosas de mi trabajo: vigilar a una mujer inocente.

No soy inocente, Peg. Mat a mi marido.

Tal vez lo mataras, ngel, pero estoy segura de que no lo asesinaste.


Me he ledo los informes. Te estaba violando, por el amor de Dios!

Me violara o no, lo mat. La ley exige el pago de un castigo por ello, y


aqu estoy. Pero gracias por tu preocupacin. Quiero decir que significa
mucho para m saber que la gente se preocupa.

Pude ver una dbil seal de enrojecimiento en su cara mientras


jugueteaba con las llaves enganchadas a su cinturn.

De todas formas, quieres salir ya? Es casi hora de arrancar un nuevo


da.
Me sent a m misma sonrer, indescriptiblemente contenta de que se
acabara la noche por fin.

Suena genial.

El sonido de una llave entrando y girando la cerradura y un nuevo da


comenz en el Pantano.

* * *

Tras forzarme a m misma a bajar a desayunar, me dirig a la biblioteca.


Corinne me salud con una sonrisa e hizo un gesto hacia mi asiento
habitual, donde una torre de peridicos, algunos amarillentos por el
tiempo, esperaban mi revisin. Ante mi interrogante mirada, vino a mi
mesa, con un humeante t en las manos, y seal con la cabeza la pila.

Me he enterado de lo que pas ayer empez a decir apoyando el


aromtico t en la mesa. Estuve pensando un poco en esa tal
Josephina, ya que Ice nunca me la haba mencionado. Indagu un poco
y encontr algunas cosas interesantes. chales un vistazo.

Me sent y sorb un poco de mi t, que estaba definitivamente un paso


por delante de ese lodo de alcantarilla que en el Pantano llamaban caf.
Tras parpadear el vapor de mis ojos, cog el primer artculo, el cual, por la
fecha, era de slo unos pocos das antes, y me estremec. A mitad de la
primera pgina haba una foto de una mujer muy familiar rodeada por
abogados trajeados con la mano elevada en frente de su rostro para
evitar las cmaras. El pie de foto deca: La mujer del capo de la Mafia
ser trasladada al Pantano.

Revisando las columnas del texto, supe que Josephina tambin era
conocida como la Sra. Josephina Briacci, la mujer de Salvatore Briacci,
una figura de los bajos fondos de Pittsburgh. Al parecer, el seor Briacci
se haba metido en diversos problemas de extorsin, impago de los
impuestos y cargos de conspiracin por asesinato y haba sido acusado
por el estado de Pennsylvania.

Leyendo un poco ms, descubr que Josephina se haba negado a


testificar contra su marido. Aunque es ilegal obligar a una esposa a
declarar contra su marido, negarse a hacerlo hace que los fiscales estn
molestos. El peridico especulaba en una editorial de la misma edicin,
que las acusaciones contra Josephina, como cmplice tras los hechos,
eran la leve venganza del Estado por su negacin a hacerles la pelota.

Por lo general, la gente que dictaba el auto de instruccin pasaba su


tiempo como yo, en la crcel del condado. El que ella hubiera sido
trasladada en plena noche a la prisin estatal, mientras esperaba la
fecha definitiva del juicio era definitivamente un misterio, uno que yo
estaba decidida a resolver.

Los otros peridicos tenan informacin sobre Salvatore Briacci y su


sindicato del crimen, pero decan muy poco sobre su esposa. Mi t
estaba fro para cuando termin con el ltimo peridico, sabiendo ms
ahora sobre ese llamado mafioso de lo que nunca hubiera querido saber.
Estirndome, mir por detrs de Corinne, que haba ido a su escritorio y
estaba hojeando algunos libros, con sus gafas en medio de su nariz.

Bueno, esto me dice algo, en cierto modo.

Levantando la mirada, me sonri, con sus cndidos ojos por encima de


sus gafas.

No lo suficiente, sin embargo.

Ni de cerca. Cul era su relacin con Ice? No la viste, Corinne. Estaba


completamente devastada cuando Josephina muri. Era casi como si un
miembro de su familia hubiera muerto o algo as No poda dejar de
temblar al recordar el lastimero grito y el ataque asesino de Ice contra
Cassandra.

Bueno, nunca me ha hablado de ella, te lo aseguro replic Corinne,


bajando un poco la voz ms de lo normal. Sin embargo tengo alguna
idea sobre lo que fueron.

Cruc las manos sobre el montn de papeles que estaban frente a m.

Y qu fueron?

Bueno, una de las cosas que s que s, como ya te haba dicho antes,
es que Ice estaba metida en una organizacin criminal cuando la
trajeron al Pantano. Nunca haba odo su nombre relacionado con el de
Salvatore Briacci, pero todo su juicio se llev en secreto, as que no
podemos descartar que tengan algn tipo de conexin. Tal vez fue as
como se conocieron?

Tal vez, pero me dijiste que la mafia se retir cuando fue acusada de
asesinato. No tiene mucho sentido que fueran tan cercanas si Ice fue
traicionada por su marido, no?

Corinne levant una mano como quien se encoge los hombros.

Quin sabe tratndose de Ice? Esa mujer es ms cerrada que el


cinturn de castidad de una virgen.

Por segunda vez me atragant con el ya congelado t. Haba una


verdad sobre Corinne: conoca ms refranes que nadie que yo
conociera. Nunca sabas qu iba a salir por esa remilgada y formal boca.
Evitando contestar, apoy la taza en la mesa y mov preocupada el
peridico que tena junto a m con el pulgar.

Me pregunt cmo estar.

Ice? Supongo que bien. Se las arregl para meterse de vez en cuando
en problemas cuando cre las Amazonas. El agujero es casi como un
segundo hogar para ella Corinne se recost en su silla, se quit las gafas
y sonri. Siempre ha preferido su propia compaa que la de otro ser
humano. No te preocupes por ella, mi pequea ngel. Estar bien.

Asintiendo con la cabeza, volv mi atencin hacia mi mano, logrando que


el papel del peridico se descolocara ms que guardarlo.

Y t? pregunt mi amiga.

Y yo qu?

Bueno, me he enterado de lo que pas ayer, obviamente. Ha tenido


que ser difcil para ti ser testigo de todo ello.

De qu de todo? le espet. Lo de que Cassandra matara a


Josephina a sangre fra o cuando Ice casi la estrangula con sus propias
manos?

Evidentemente exaltada, Corinne me mir fijamente con la boca abierta


y parpadeando.

Suspir largamente, dejando caer mis manos sobre la mesa desde la que
hablaba.

Lo siento, Corinne, no te merecas que te hablara as.

Mi amiga sonri de nuevo.

No te preocupes, nia. Me he sobresaltado porque nunca te haba


odo decir nada as.

Bueno, nunca me has visto como testigo de un asesinato y de un intento


de asesinato en el espacio de media hora. Ha sido duro Me frot la
frente, intentando evitar el incipiente dolor de cabeza. No es que haya
dormido muy bien esta noche y tengo la sensacin de que esas pesadillas
van a tardar en irse.

Me lo imagino Se compadeci. Vamos a algo ms agradable.


Cmo estn las cosas con Ice? Evidentemente ahora mismo estn en
suspenso, pero me las arregl para veros un poquitn ayer cuando
estabais en el patio Su sonrisa se torn astuta mientras me miraba
penetrantemente, esperando evidentemente, una respuesta. En su
defensa dir que nunca me pregunt sobre lo que yo llamaba el
incidente de las duchas. Las dos parecais estar muy a gusto.

Intentando controlar el rubor de mi cara, asent sin dejar de mirarla a los


ojos.

Ah estamos. Es un hueso duro de roer, pero podr con ella. De un modo


u otro.

Corinne asinti, cruzando los brazos sobre su amplio pecho.

Si alguien en esta verde tierra del Seor puede hacerlo, mi pequea


ngel, esa eres t.
Mir hacia ella, deseando estar tan segura y rezando a ese mismo Dios,
as como aquel que quisiera escuchar, por tener la oportunidad de
averiguarlo.

* * *

Los siguientes dos meses pasaron lentamente y rpidamente a la vez. El


invierno lleg finalmente, clavando sus heladas garras, levantando los
nimos y desanimando los espritus. Durante ese tiempo en el que la
gente del exterior se dedicaba a asar castaas en las chimeneas, a
podar rboles o a hacer muecos de nieve, las que estbamos en el
Pantano nos dedicbamos a intentar mantener el calor y seguir con vida.
Desde que metieran a Ice en la celda de aislamiento, las tensiones
haban aumentado en la prisin. Montana haba sido liberada bajo
libertad condicional finalmente a las dos semanas del incidente, lo que
haba dejado a las Amazonas sin la eficacia de un lder.

Critter era una administradora genial, pero no tena ese sentido


dominante del macho alfa que caracterizaba a Montana y a Ice. Pony y
Sonny no queran el puesto, prefiriendo su papel de guardianas mientras
el resto de las Amazonas, sinceramente, no tenan ni el mandato ni la
unin como para liderar a un grupo tan diverso como el de esas mujeres
con un mismo propsito comn.

En especial, la banda de Derby comenz a tantear el terreno,


movindose como un tiburn ante un dbil banco de peces. Hasta ese
momento mis amigas parecan haber sido capaces de mantener la
situacin a raya, pero pareca que exista una carrera para ver si eran
capaces de mantener en cintura al grupo de Derby antes de que
soltaran a Ice de su aislamiento.

Las otras bandas, envalentonadas por los aparentes xitos de Derby,


comenzaron a hacerse notar, arreglndoselas para crear pequeos
disturbios que las guardias y las Amazonas apenas haban logrado
sofocar. En definitiva, fue un momento duro para todas.

Por lo que a m respecta, segu viviendo lo mejor que pude,


permaneciendo, en la medida de lo posible, dentro de la prisin. Mi papel
de proveedora de pequeas y grandes cosas aument durante la poca
de Navidad, logrando mantenerme lo suficientemente ocupada
mentalmente como para no pensar constantemente en la mujer que
deba pasar dos meses de su vida rodeada de oscuridad y soledad. Lo
nico que tranquilizaba mis inseguridades era la confirmacin de Corinne
de que Ice se senta como en casa en ese agujero y que estara bien.

Sin embargo yo no estaba bien. Me di cuenta de que la echaba


terriblemente de menos. Incluso en aquellos das que an ni nos
hablbamos, slo saber que ella estaba ah me haca sentir a salvo y
segura de una forma que nunca antes haba sentido, incluso cuando
haba sido libre. Esa conexin que aparentemente tenamos era algo de
lo que yo haba llegado a depender hasta ser como una forma de vida,
y al mismo tiempo, un sentimiento de dependencia que me asustaba
hasta extremos insospechados, en momentos en los que deba pensar en
el camino debido para asentarme y centrarme. Era como despertar y
encontrar algo que nunca sabas que habas perdido, y por lo tanto lo
valorabas como lo ms precioso que jams hubieras tenido.

Para mantenerme ocupada en los das que parecan arrastrarme, me las


arregl para mantener en orden la celda de Ice. Aunque no era una
experta en ningn sentido, mis conocimientos de bonsis alcanzaban
como para mantenerlos vivos al menos.

Las primeras veces que hice el recorrido hasta su celda, me mantuve


precavida, con ojos y manos atentas, dedicndome slo a los rboles y
nada ms. Me negaba a inmiscuirme en un espacio tan personal, tan
ferozmente protegido y a la par tan querido por una mujer tan privada.

Una de las primeras cosas que not fue que el rastrillo de los bonsis, esa
pequea adquisicin que comenz todas las cosas que haban
sucedido, estaba irregular y desgastado. Lo sopes, sorprendida por su
escaso peso, repasando con mi pulgar el largo de la madera como me
imaginaba que haca Ice silenciosamente frente a su pequeo jardn. El
pensamiento trajo una sonrisa a mi cara y silenciosamente comenc a
tararear mientras trabajaba con los rboles, tratando de mantenerlos lo
ms saludables que poda. Me promet a m misma sustituir el rastrillo por
uno nuevo tan pronto como pudiera.

Mi resolucin de dejar todas las cosas tal cual estaban, sin embargo,
cambi cuanto ms pasaba por su celda. La tentacin de echar un
vistazo alrededor era demasiado grande y solt tanto ojos como mente
mientras trabajaba en los bonsis. Mi mirada se desvi de los rboles a los
mapas, que no haban cambiado desde la ltima vez que haba visto a
Ice all, hasta la ordenada hilera de libros de la pequea litera.

Un da, finalmente renunci a toda pretensin de permanecer


indiferente, y me acerqu a sus libros como si fuera un seuelo. Inclinando
mi cabeza para ver los lomos, vi las obras completas de Solzhenitsyn, cosa
que no me sorprendi. Bajo ste haba un libro de mitologa antigua que
estaba justo encima de las duras tapas de los textos de ingeniera qumica
y aeronutica respectivamente. Sacud mi cabeza con asombro mientras
mis ojos seguan vagando por los ttulos.

Libros intelectuales susurr incrdula. Lee libros para intelectuales.

A diferencia de las colecciones que haba visto de otras internas, y


sabiendo de memoria el sistema de salida de la biblioteca, me sorprendi
no ver alguna novela de trridos romances en la pila de libros. Destroza-
corpios como sola llamarlas mi madre, apasionada de este gnero. Mi
padre bromeaba a menudo con que se las arreglaban para mantener a
los bufones en el negocio gracias a sus vidas lecturas.
La mayor sorpresa, con diferencia, fue la copia completa de Tao Te
Ching, escrita en su idioma original. Para m era una hazaa magistral de
conocimiento el leer esa obra, mucho ms entenderla y ms all
reflexionar sobre ella. Pero por los borrosos pliegues del lomo, el libro de
Tao pareca ser un libro al que ella volva a menudo.

Tomndolo con cuidado de no mover la meticulosa pila, saqu el libro


de su lugar, mirando la criptograma de las portadas y rozando con mi
dedo el lomo. Tras un largo momento, abr el libro, sorprendindome
cuando un pequeo papel cuadrado se desliz por la cubierta y cay al
suelo boca abajo. Dejando el libro sobre la cama me agach y le di la
vuelta, decidida a no abrirlo si pareca ser algo importante.

Mi decisin dur dos segundos.

Lo que tena entre mis manos era la fotografa en blanco y negro de tres
personas y un perro. El hombre, alto y fornido, era increblemente guapo.
Su oscuro peinado iba hacia atrs, con un rostro cincelado y un fino
bigote al estilo de Clark Gable. Vesta un conservador traje oscuro, una
brillante camisa y una estrecha corbata. Junto a l, con un brazo sujeto
al suyo, estaba una mujer absolutamente magnfica. Alta y extica,
mostraba un peinado al estilo Jackie Kennedy con un pequeo sombrero
encima del mismo. Llevaba un traje de falda de color claro, con guantes
blancos y un bolso agarrado a la mano. Su mano libre descansaba sobre
el hombro de una joven que reconoc al instante como Ice. Vestida con
lo que pareca un jersey a cuadros escoceses, medias hasta la rodilla y
zapatos de charol, con su largo pelo cayendo sobre los hombros, pude
fcilmente ver a primera vista la que evidentemente iba a convertirse en
una gran belleza con sus hermosos rasgos. Pero lo que ms me
impresion, de hecho lo que hizo que mi corazn se encogiera en mi
pecho, fue esa radiante sonrisa de su rostro y su inocente y confiada
felicidad en aquellos ojos color claro. En ese momento, dese ms que
nada en el mundo poder traspasar esa fotografa, arrodillarme, y mirar de
frente a ese abierto y honesto rostro de la Ice que una vez haba sido.

No me di cuenta de que estaba llorando hasta que una lgrima cay en


la imagen, haciendo que los rasgos de un enorme y negro pastor se
ampliaran bajo el salado lquido. Ice tena el grueso cuello del perro
atrapado en un fuerte abrazo y la cmara haba congelado para
siempre esa lengua roscea a apenas unos centmetros de la joven.

Restregndome las lgrimas y limpiando con sumo cuidado la preciosa


foto con la manga de mi uniforme, la mir una vez ms durante un largo
e intenso momento. Tendiendo mi mano con un dedo tembloroso, roc
suavemente el congelado flequillo del rostro de Ice, sonriendo levemente
ante la amplia sonrisa que me diriga.

Esta parte de ti est ah, Ice. En alguna parte. Y te ayudar a


encontrarla de nuevo. Te lo prometo.

* * *

Esa noche, mientras estaba tumbada en mi cama, mi cabeza era atrada


continuamente hacia la fotografa y la sensacin de melanclica
felicidad que imbua en m. No era slo el pensar en la expresin de la
cara de una joven Ice, sino tambin el evidente amor que su familia tena
hacia ella. Y eso me hizo pensar en mi propia familia y mi lugar en ella.

Al leer estas ltimas lneas, me doy cuenta de que no te he contado


mucho, querido lector, sobre mi propia familia, aparte de algunos
refranes que mi madre sola decir y poco ms. Supongo que ahora es tan
buen momento como cualquier otro para corregirlo.

Yo fui lo que se dice la cra que cambi sus vidas. Mis padres eran muy
creyentes y trabajaron muy duramente para intentar tener y criar una
familia numerosa de acuerdo con las enseanzas de la iglesia. Cada mes
pensaban y planificaban estrictamente ese irrisorio mtodo del ritmo de
los intentos, y cada mes no funcionaba. Cuando el sistema reproductivo
de mi madre finalmente decidi entregar su alma, lo que ella pens que
deba ser la menopausia, nueve meses ms tarde, aparec yo.

Mi padre, que siempre haba querido un nio al que dejar su nombre y su


legado, se qued profundamente decepcionado cuando le presentaron
a una nia llorona en su lugar. He odo decir que en otras familias, los
padres de este tipo dejaban a un lado el gnero y simplemente criaban
a sus hijas como hijos.

No fue mi caso.

Nacida en una familia repleta de las ms arcaicas tradiciones, fui criada


tan remilgada como una chica deba ser. Vestidos de volantes cortados
cuidadosamente por debajo de la rodilla, para no tentar que los chicos
se arremolinaran a mi alrededor, pantalones y zapatos de charol blancos,
cintas y lazos, todo ello era mi uniforme diario. Cocinar, coser y aprender
a ser una apropiada mujer eran todas mis lecciones; mi madre y sus
amigas, mis profesoras.

Odi cada momento.

Mientras los nios de los vecinos montaban en bicicleta, construan


cabaas en los rboles, jugaban a la guerra y a juegos de nios, yo
estaba en casa estudiando las partes ms importantes de hornear
magdalenas y que stas se airearan y salieran perfectas a tiempo. Una y
otra vez. Y otra vez.

Los libros fueron el nico refugio en mi aburrido mundo. Lea con


voracidad, perdindome en los mundos de fantasa de Nancy Drew y los
mellizos Bobbsey, resolviendo los misterios del enciclopdico Brown antes
que l mismo, y as ms y ms. Los libros eran mi isla; mi puerto seguro en
medio de un mundo de confusin.
Mi padre y yo nunca fuimos cercanos. Cuando quise cario y
aprobacin, slo encontr frialdad. Le quera con desesperacin, y s
que l me quera a su manera, pero nunca fuimos cercanos.

S que les romp el corazn el da que me fugu, y les destroc


irreparablemente cuando acab con la vida de Peter. Desde su muerte,
slo nos hemos visto un par de veces. Una fue el da que me juzgaron.
Recuerdo que me qued en shock al ver lo mucho que haban
envejecido en tan poco tiempo. O tal vez ellos siempre haban sido as de
viejos y simplemente los vea por primera vez con ojos adultos. La ltima
vez fue dos aos antes de estas lneas, y slo vi a mi madre. Vino para
decirme que mi padre haba fallecido un mes antes y que se mudaba a
Phoenix para vivir con su hermana menor.

Aunque nos reunimos en la sala de visitas, sin nada entre nosotras salvo el
tiempo y la fra reserva, ni siquiera me toc una vez, ni me mir realmente
a los ojos. Cuando le dije que la quera, no me respondi. Supe entonces
que yo estaba tan muerta para ella como su marido. Eso debera
haberme destrozado el corazn, pero no lo hizo. Por fin haba madurado
lo suficiente como para darme cuenta de que a veces la familia que
creas es ms importante que la familia en la que naces.

Y eso es ms que suficiente para m.


Captulo 6

T
res semanas ms tarde, una vez ms me encontraba en la biblioteca,
aunque esta vez estaba rodeada de Amazonas. Amazonas
magulladas y maltratadas, para ser exacta. La prisin haba
explotado en un frenes de violencia, cada vez ms grande y destructivo.
Pony tena un brazo en cabestrillo y todos sus dedos hinchados, y Sonny
luca un ojo morado en consonancia con su nariz rota. Slo Critter pareca
haber salido relativamente indemne.

Alguien tiene que hablar con ella dijo Pony haciendo una mueca
mientras se estiraba. No podemos mantener la posicin por ms tiempo
y los guardias tampoco. El Alcaide parece estar ensimismado, el idiota.

Varios pares de ojos se volvieron hacia Corinne, que levant las manos.

A m no me miren, seoras.

Los ojos se volvieron hacia m, suplicantes. Negu con la cabeza


lentamente.

Creo que no, chicas. No ha vuelto a salir de su celda ni una sola vez
desde lo que pas. Ya visteis lo que pareca, mitad muerte y tres cuartos
de locura. Lo he intentado dos veces ya y casi consigo que me arranque
la cabeza de un mordisco en ambas ocasiones. Tal vez alguien ms
debera intentarlo.

Vamos, ngel. Le calmaste tras la pelea con Cassandra. Eres nuestra


nica esperanza. Si Ice no vuelve en s pronto, todas vamos a estar en un
mundo de dolor Los ojos oscuros de Critter perforaron los mos. Sabes
que es verdad, no? La necesitamos. Y necesitamos llegar a ella.

Asent bajo el peso de su mirada, suspir, luego asent a mi asentimiento.

Est bien, pero si no vuelvo a bajar en unas pocas horas, recuerda que
no quiero un visionado de mi vida en mi funeral, de acuerdo?

La sensacin de alivio en la sala era palpable y Critter agarr mi mano


cuando me puse de pie.

Puedes hacerlo, ngel. Eres la mejor


Sigue dicindolo, Critter. Tal vez un da empiece a creerme que es
verdad.

Girando sobre mis talones, con el peso de sus esperanzas descansando


fuertemente sobre mis hombros, me fui de la seguridad de la biblioteca.
Una vez ms, era una mujer con una misin.

Comenc mi camino subiendo escaleras y bajando la pasarela, asustada


por lo que iba a encontrarme. El da que liberaron a Ice del aislamiento
fue horrendo para m. Igual que una adolescente que esperaba su
primera cita, me pas el da en anticipacin nerviosa, arreglando mi
cabello y presionando las arrugas de mi uniforme tantas veces que me
gan las burlas de Corinne y algunas otras por mis hbitos.

Cuando por fin la vi esa tarde, ella estaba prcticamente apoyada en


los firmes agarres de Sandra y otra guardia que no reconoc. Haba
adelgazado. El uniforme le colgaba como si fuera un saco. Su piel era
casi blanca como la nieve y su cabello, el que una vez fue una lujuriosa
melena, ahora era frgil, enmaraado y sin vida. Su hermoso rostro luca
una multitud de heridas y llagas alrededor de la boca y sus ojos, estaban
totalmente desprovistos de cualquier chispa, cualquier signo de vida
interior. Estaban rodeados por profundos huecos y crculos de marrn ms
oscuro.

Casi gimiendo, camin hasta el tro, llegando a tocar esta presencia bajo
la apariencia de mi amiga. De hecho, flaque en su camino y grit.
Sandra tristemente sacudi la cabeza, empujndome suavemente al
pasar, en direccin a las escaleras. Llena de horror, me di la vuelta y corr
a la biblioteca, abrazando a Corinne, tan pronto como la vi.

Haba estado en la celda de Ice dos veces desde entonces, las dos veces
fui recibida por los gruidos, medio enloquecidos del animal en que mi
amiga se haba convertido.

Desde entonces, yo haba hecho viajes regulares al puesto de vigilancia


de las guardias y la enfermera, exigiendo respuestas. No me
proporcionaron ninguna, salvo el hecho de que el tiempo que Ice haba
estado en aislamiento no haba ido como se esperaba. Cuando
pregunt por qu estaba en el estado en el que sin duda estaba, fui
ignorada.

Y ah estaba yo, intentndolo una vez ms.


Mientras me mova hacia abajo por las pasarelas, me sent atrada por el
sonido de un zumbido suave. La meloda era triste pero meldica y atrajo
al aguijn de las lgrimas a mis ojos. Cuando entr a travs de la puerta
abierta de la celda, me di cuenta de que Sandra estaba sentada en la
cama al lado de Ice, sosteniendo su mano y acariciando su pelo. En el
suelo junto a la cama haba una bandeja de comida a medio comer y
por la calidad de la comida, supuse que no haba salido de la cocina de
la prisin.

Ice estaba sentada en la cama, con la espalda contra la pared, con la


cabeza gacha y la mano libre en su regazo, repetidamente apretaba el
puo y luego lo relajaba, slo para apretarlo de nuevo. La suave meloda
de Sandra llenaba el aire. Clidas lgrimas escaparon de mis ojos y llev
mi mano a la boca para disimular el sonido de mi llanto.

El zumbido se desvaneci cuando la cabeza de Sandra se levant. Al


verme all de pie, sonri.

ngel! Vamos Ice, mira. ngel est aqu Cuando Ice no respondi,
Sandra me hizo seas para que me acercara ms. Venga, sintate en
la cama junto a ella. Cgele la otra mano. Sus uas estn haciendo polvo
la palma de su mano.

Haciendo lo que ella me pidi, entr con cautela y cubr el resto del
camino de la celda, luego me sent en la litera. Extendiendo la mano,
agarr la mano libre de Ice y, lo ms suavemente que pude, introduje, en
el puo apretado, mis dedos a travs de los suyos, mucho ms largos.

Dios, su mano estaba fra como una tumba! Ya que su calor siempre me
haba incendiado abrindose paso hasta mi alma, esta frialdad era
aterradora. Poda sentir pequeos puntos de sangre donde nuestras
manos se encontraron, los nicos puntos de calor en nuestro cuerpo
unido. Mir como pude sus ojos, pero no haba nadie mirndome.
Temblando, mir ms all de mi amiga, encontrando la mirada
compasiva de la guardia.

Cmo est?

Un poco mejor. Por lo menos ha comido algo esta vez. Soy la primera
en admitir que no soy la mejor cocinera del mundo, pero cualquier cosa
es mejor que la bazofia que nos dan de comer aqu.
Mirando hacia abajo a la bandeja, slo pude asentir en un gesto. Por lo
menos los elementos del plato eran fcilmente identificables, que era
ms de lo que se poda decir sobre la versin de la prisin de los alimentos.

De todos modos, estaba contndole cuando Diane entr

Diane?

Sandra sonri.

Mi hija. Ice le salv la vida. No es cierto? Cuando Ice no respondi,


la guardia me mir de nuevo. Mi marido era un oficial de polica que
fue asesinado en el cumplimiento del deber cuando Diane tena seis
aos. Desde entonces tuve que trabajar para mantener un techo sobre
nuestras cabezas y comida sobre la mesa. La dejaba en casa de mi
madre antes de ir a la escuela y la recoga despus de salir de trabajar.
Todo sali bien durante un tiempo, pero mi madre es mayor y un poco
frgil.

Suspirando, se acomod en la cama y agarr la mano de Ice con ms


fuerza.

Cuando Diane se hizo mayor, se meti en multitud de problemas.


Pequeos vandalismos al principio, luego robar en las tiendas, luego las
drogas. Mi madre no dijo nada hasta que fue demasiado tarde. Yo
llegaba a casa tan cansada cada noche que no vi las seales, aunque
debera haberlo hecho Suspir de nuevo. Entonces ella se involucr
con una banda y yo recib una llamada de la comisara de polica un da,
mientras estaba en el trabajo. Pareca que haba ido a robar a una casa
y se haba quedado atrapada con el resto de sus compinches. Lo que
era el colmo. La polica acord retirar los cargos, pero yo saba que
necesitaba ayuda. As que me la traje aqu. Era la primera vez que vea
el interior de una prisin real. Ice se ofreci a ayudar. Cogi a Diane en
una habitacin pequea en la sala de visitas durante aproximadamente
una hora. Cuando mi hija sali, ella se pareca mucho a la Ice de ahora.

Sandra roz suavemente los mechones de la cabeza de Ice


nuevamente, sonriendo con ternura a mi amiga.

Aunque ninguna de las dos jams ha hablado de lo que pas en esa


habitacin, Diane nunca ms volvi a las andadas Su sonrisa se volvi
orgullosa. Ahora est en Stanford, cursando el segundo ao y sacando
las mejores calificaciones.

Sandra, eso es maravilloso!


S, lo es. Y se lo debo todo a esta mujer de aqu. Cuando Diane oy que
Ice haba sido enviada de vuelta a prisin estaba devastada. Segua
diciendo que no debera haber sido as, que ella podra haber hecho
algo para evitarlo, para ayudar a Ice como Ice la ayud.

No es culpa suya...

Ambas alzamos nuestras cabezas al escuchar la voz ronca, casi


irreconocible.

Ice ? pregunt Sandra asombrada. Has dicho algo?

No es culpa suya... Ice repiti con los ojos an huecos y su boca


trabajando para formar palabras. Es mi culpa. No la suya.

Mis lgrimas, que haban dejado de caer durante la historia de Sandra,


reanudaron su curso por mi cara. Abrumada, lo nico que poda hacer
era levantar la helada mano entre la ma y elevarla a mis labios,
rozndola con el ms suave de los besos contra los nudillos de Ice.

Gracias a Dios que ests de vuelta susurr a travs del velo de mis
lgrimas.

Justo en ese momento, el sonido de una explosin sorda se filtr hasta


nosotras, seguido del grito perforante de una interna. Las campanas de
alarma sonaron a continuacin, la sirena que llamaba a las armas
resonaba con un eco estridente a travs de todo el edificio. Luego, como
un tsunami, vino el creciente sonido de ovaciones de internas triunfantes.

Con una maldicin entre dientes, Sandra, aunque a esa hora estaba
fuera de servicio, salt de la cama y agarr su porra. Sali corriendo a la
pasarela y mir hacia abajo, luego se volvi hacia nosotras con un leve
indicio de miedo en sus ojos.

Es un motn! grit para hacerse or por encima de los sonidos de gritos


y la alarma. Corri de vuelta a la celda, puso una mano en mi hombro
. Cuida de ella. Apuesto m sueldo a que Derby est detrs de esto y este
es el primer lugar al que va a venir.

Bueno, bueno, bueno dijo una voz spera detrs de nosotras,


parece que la pequea jefa de guardias tiene cerebro despus de todo,
verdad chicas? Mejor paga tu apuesta ya. Estoy segura de que no
necesitars el dinero despus de que hayamos terminado contigo.

Sandra y yo volvimos la cabeza para ver a Derby y a cinco de sus


compinches de pie fuera de la puerta de la celda de Ice, todas armadas
hasta los dientes. Derby se haba apropiado de la porra de una guardia
y estaba rtmicamente golpeando un extremo en su palma mientras nos
sonrea maliciosamente.

Siempre supe que haba algo entre usted y Madame Ice, Sandra. Lo
que no saba es que te lo hacas con la dulce ngel tambin Su mirada
chispeante se volvi hacia m. Dime, ngel, te gust robarle la guardia
a Ice? Ella te hace gritar tanto como lo hace Ice? Echando hacia
atrs la cabeza, Derby aull al techo mientras sus amigas sonrieron y se
golpearon unas a otras como chicos adolescentes.

Con eso fue suficiente. Sal disparada de la cama como si mis pantalones
estuvieran en llamas, slo para ser detenida por Sandra.

No. Yo me encargo de esto. T mantn los ojos en Ice, de acuerdo?

Aunque consider deshacerme de su agarre, calm mi temperamento y


asent por fin. Sonriendo un poco, ella me apret el brazo en un gesto que
me record mucho a Ice.

Buena chica.

S, escucha a tu amante, nia. Vigila a la pobre Ice, quieres? La quiero


en perfectas condiciones cuando venga a romperle su jodido cuello.

Con eso, Derby levant la porra por encima de su cabeza y entr en la


celda. Sandra se gir rpidamente hacia abajo para esquivar el golpe.
El sonido de la madera golpeando llen la habitacin y la guardia gru
por el escozor del contacto, pero se neg a ceder.

Reuniendo sus fuerzas, Sandra empuj a Derby de vuelta fuera de la


celda, luego se movi hacia adelante para bloquear la entrada con su
enorme cuerpo. Me sent en la cama, agarr la mano fra de Ice y
observ con atencin.

Era un poco extrao estar protegiendo a una mujer que siempre haba
estado protegindome a m. Pero al mismo tiempo, tambin me senta
muy bien, como si estuviera en otro momento, en algn otro lugar, y yo
ya hubiese hecho exactamente lo mismo. Me pregunt, brevemente, por
qu Sandra no se limitaba a cerrar la puerta con nosotras en el interior,
pero el siguiente impulso del arma de Derby sac ese pensamiento de mi
mente cuando Sandra se volvi atrs un paso. Mir rpidamente a Ice
tratando de medir su reaccin a la pelea, pero me encontr mirando a
los ojos de una mujer perdida una vez ms.
Sandra logr sacar a Derby de nuevo fuera de la celda, manteniendo
alejadas de su cuerpo las porras de todas sus atacantes. Derby recibi un
cuchillo de una de sus subordinadas y empuj hacia adelante, tratando
de romper las defensas de Sandra. Respirando pesadamente, Sandra
logr bloquear cada golpe, pero me di cuenta de que estaba cansada,
sobre todo cuando las dems miembros de la banda comenzaron a
meter la punta de sus porras travs de los barrotes, golpendola con ellas.
Sin embargo, ella mantuvo su posicin valientemente, usando su porra
estrictamente para defensa al tratar de evadir tantos golpes como pudo.
Su cabello se moj con el sudor y pude ver la sangre de varios pequeos
cortes que comenzaban a brotar en sus manos agitadas y los brazos.

Cuando Derby empez a cansarse, una de sus compinches intervino,


navaja en mano, y comenz un fuerte ataque contra la guardia,
anotando varios golpes en rpida sucesin. Poda ver fcilmente que los
bloqueos de Sandra eran cada vez ms descuidados mientras la
incesante presin segua llegando en forma de presas armadas.

Por ltimo, el grupo se reuni detrs de la reclusa lder y la atacaron en


masa, obligando a Sandra a retroceder hasta la puerta y tras ella a la
celda, todava balanceando sus cuchillos de la cafetera con furia
desenfrenada. Las piernas de Sandra se debilitaron y cay contra m, su
propia porra cay de su mano de repente sin vida.

Vi mi oportunidad y la tom, recogiendo el testigo que caa antes de que


pudiera tocar el suelo. Al encontrarme cara a cara con Derby, mirando
de reojo, gir la porra y luego la dej caer con fuerza sobre la mano que
sostena la navaja. La slida madera, pulida y agrietada golpeando con
fuerza en su mueca sin proteccin, hizo que dejase caer el cuchillo
mientras aullaba y acunaba su brazo. Siguiendo adelante con el golpe,
golpe a otra interna en el pecho. Su aliento jadeantemente expulsado,
ech hacia atrs mi pelo y le di una patada lanzndola lejos de m,
logrando atrapar a otras dos mujeres con el movimiento.

A medida que las miembros de la banda restantes formaron un


semicrculo cautelosas a mi alrededor, me atrev a echar un vistazo rpido
hacia abajo a Sandra, que haba logrado ponerse de rodillas y sacuda
la cabeza para despejarse.

Ests bien?

S, estoy bien Pareca aturdida y su rostro estaba plido.

Qudate cerca de Ice. Yo me encargo de estas idiotas.


Claro que s, nia gru Derby, agarrando otra porra de una de sus
secuaces y viniendo hacia m con golpes zurdos incmodos. Desvi cada
embestida con bastante facilidad, devolvindole el golpe y bailando
fuera de su alcance cuando no poda. Era muy consciente de que tena
que mantener a Ice y a Sandra a mi espalda en todo momento y eso
limitaba lo que poda hacer.

Otra mujer trat de golpearme con otra porra, pero yo esquiv el golpe
fcilmente, el movimiento me produjo una sensacin ms natural de lo
que debera ser. En el giro rpido, me las arregl para coger a otra mujer
por debajo de la barbilla, echndole la cabeza hacia atrs y envindola
al pas de los sueos.

O el silbido una fraccin de segundo antes de sentir el golpe. La porra de


Derby descendi en la coyuntura de mi cuello y el hombro, al instante
sent mi brazo intil y entumecido. Mi propia arma cay y una patada me
envi a Sandra, que se derrumb contra la cama conmigo en sus brazos.

Derby estaba sobre nosotras, en un instante, apartando a las otras


atacantes en su ansia por ser la que acabase con nosotras. Su mano se
cerr en un puo y la retir como una catapulta, sonrindome
ferozmente mientras lo haca.

Esto me va a hacer sentir taaaan bien, pescadito.

Tratando de sentarse detrs de m, Sandra cubri inadvertidamente mis


brazos a mi lado. Todo lo que poda hacer para evitar ser golpeada en la
cara era agachar la cabeza y esperar que Sandra tuviera la misma idea.

No lo hizo.

Cuando el puo de Derby sali disparado hacia adelante, me agach


hacia la izquierda y o crujir de inmediato el impacto de unos nudillos al
romper una nariz. Se haba convertido en un sonido que acab
conociendo bien durante mi estancia en El Pantano. Mientras Sandra
gema de dolor, sub las rodillas a mi pecho y luego las lanc hacia la
pesada tripa de Derby.

Por desgracia para m, fue en ese momento, que rara vez sala, que
decidi aparecer el gen rpido de Derby. Me agarr de los tobillos a
centmetros de su vientre y sonriendo maliciosamente, tir con fuerza.
Hice una mueca cuando mi rabadilla golpe en el suelo. Mirando hacia
arriba, me qued mirando el mar de rostros que me rodeaba. Todos
estaban mirando hacia abajo, a m, con miradas maliciosas, vidas.
Mira esto Srta. Altiva y Poderosa, ya no te ves tan especial, verdad
chicas?

Las otras mujeres se rieron y se dieron codazos entre s.

Eh! Derby habl una, por qu no dejas algo para nosotras antes
de que acabes con ella?

S, Derby! Intervinieron otras, deja algo para nosotras!

No haba forma de que aceptara esto sin chistar, por as decirlo. As que
haciendo palanca con la parte superior de mi cuerpo hasta mis brazos,
us un pequeo movimiento de torsin que Montana me haba
enseado antes de que le dieran la condicional, luego, us el impulso
para saltar sobre mis pies. Con los puos slidamente cerrados, propin
un rpido golpe uno-dos a la barriga de Derby, lo que hizo que se doblara
y jadeara en busca de aire. Cuando ella estaba as, levant la rodilla,
sacndole una mueca de dolor cuando choc con su frente, enviado su
cuello hacia atrs.

Sus compinches estaban sobre m en un segundo y aunque luch como


una mujer poseda, me redujeron enseguida debido al gran nmero que
tena en contra.

De pie otra vez, Derby trajo su gran cuerpo a escasos centmetros del mo,
inclinando mi cabeza hacia arriba con una mano carnosa.

Ya sabes, te iba a reservar para echar unas risas, rubia. Pero ese
pequeo movimiento slo te hizo ganar un billete al infierno. No te
preocupes por no decir adis a tu amante. Ella se reunir contigo all en
breve.

Debera haber estado aterrorizada. Cualquier persona en su sano juicio


lo habra estado. En su lugar, todo lo que poda sentir era un pozo sin
fondo de furia helada que adormeca el lugar donde mi corazn debera
haber estado.

Inhal profundamente por la nariz, reun como pude la humedad que


quedaba en mi boca y escup a mi verdugo, enseando los dientes en
una sonrisa cuando le peg justo debajo de uno de los ojos saltones.

Vete a la mierda.

Rugiendo incoherentemente, Derby apret mi mandbula con tanta


fuerza que estaba segura de que iba a agrietarse bajo la presin. Con la
mano libre, se limpi la saliva de la mejilla, luego utilizando el impulso del
gesto me dio un revs en la cara. Dej que mi cabeza rodara con el
golpe, me volv hacia ella, y permit que una sonrisa oscura se difundiera
por mis labios.

Eso es lo mejor que tienes, Derby? Y yo que pensaba que eras dura.

No me preguntes por qu estaba agitando una capa roja ante un toro


furioso, porque con toda honestidad, no tengo ni idea del por qu. Era
como si supiera que iba a morir en ese momento, all mismo. Y no quera
acabar como una cobarde. Algo primordial y oscuro lami mis tripas, y el
sentimiento me aterroriz. Pero en cierto modo, me senta muy bien. Era
estimulante y aterrador. Sin embargo, estara mintiendo si no admitiera
que una parte profunda y oscura de m misma estaba suplicando,
arrastrndome sobre mis rodillas, para que Ice o incluso Sandra salieran
de sus respectivos estupores para sacarme del profundo agujero que
acababa de cavarme yo misma.

La mano de Derby volvi a la mandbula, y luego la fue arrastrando casi


sensualmente por la lnea del cuello. Su sonrisa, aunque depredadora,
era casi triste.

Siempre me gust un buen ahogo, pescadito. As es como he matado


a tres de mis amigas, ya sabes. Eso... significa... algo para m, si
entiendes lo que quiero decir. Me molesta que impidas que Ice maneje
a Psycho a su manera. Realmente me molesta. Y odio que me cabreen,
verdad, chicas?

No tuve que mirar para ver que las mujeres que me rodeaban asentan.

Bien. As que, imagino que ya que t te alejas de m, yo tendr que


alejarme de ti.

Sus dedos se cerraron espasmdicamente alrededor de mi cuello,


cortndome el aire y el suministro de sangre en un latido del corazn. Un
latido que poda sentir que luchaba por empujar la sangre a travs de mi
cerebro. Oscuras manchas en crculos tentadores aparecan ante mis
ojos, incitndome a unirme a su danza macabra.

Ya sabes, es increble lo bien que un cuello se siente bajo los dedos,


pescadito. Todo agradable y caliente. Vida golpeando, cada vez ms
dbil y ms dbil cuanto ms tiempo pasa. Tu cara se pone realmente
de color rojo intenso, luego morado y tus labios se vuelven azules. Tus ojos
se ponen un poco saltones y miras todo asustado. Realmente me gusta.
La oscuridad debida a la falta de oxgeno llen mi visin y me encontr
dando la bienvenida a su presencia. Trat de levantar los brazos, pero los
encontr inmovilizados contra mi cuerpo por una fuerza que no era
capaz de romper. Moverme no pareca ser tan importante ya.

A lo lejos, pude sentir la mano libre de Derby arrastrarse lentamente hacia


abajo sobre la parte delantera de mi cuerpo, luego apretando uno de
mis pechos. El dolor lo registr como muy dbil, casi sin importancia. Sus
labios se movan lascivamente, pero el sonido de sus palabras se perdi
en el zumbido de mi cerebro.

Recuerdo que trataba de pensar en algo, algo que pareca muy


importante. Pero mi resolucin se perdi, empaada por el toque de
clarines del sueo, de la paz.

Mis ojos empezaron a cerrarse entregndose a la llamada urgente. Me


sent caer y recuerdo que pens que la muerte no era realmente tan
mala despus de todo. Era una especie de paz, en realidad.

Hasta el aire que se apresur a regresar a mis pulmones jadeantes se vio


obligado a salir otra vez por el peso de un cuerpo increblemente pesado
que se derrumb sobre m.

Parpade rpidamente contra un dolor de cabeza que gritaba por m


con la velocidad a la que la sangre entraba precipitadamente en mi
pobre cerebro. Luego mir a los ojos de mi salvadora, que en ese
momento pareca un demonio salido de los ms profundos abismos del
infierno, el pelo y los ojos desorbitados, con los dientes desnudos en un
gruido primitivo.

Al darme cuenta de que todava estaba entre los vivos, empec a luchar
contra el peso que me mantena en el suelo, un peso que se fue de
repente cuando mi oscura vengadora se agach y tir de Derby y de m,
echndola a un lado sin ms esfuerzo que una brizna de hierba en el
viento. Se agach de nuevo y me arrastr por mis pies. Entonces, despus
de mirarme con esa penetrante mirada, se volvi y me dej pegada a
Sandra, que haba logrado recuperar la conciencia durante mi viaje al
callejn de la asfixia.

Viglala Ice grazn antes de lidiar con las reclusas que se estaban
aglomerando. Se convirti en puos y furia, golpeando a la reclusa
despus de caer en la dolorosa inconsciencia y lanzndola fuera de su
celda, desplomndose en tierra contra el verde de la pasarela
La mir, a salvo dentro de la seguridad de los fuertes brazos de Sandra
mientras luchaba por recobrar el aliento que haba perdido. Cada vez
que una de las oponentes de Ice se acercaba a la larga mesa donde
estaban sus preciosos rboles, me estremeca, pero ella siempre se las
arreglaba para machacar a la basura antes de que pudieran hacer
algn dao.

Huesuda, delgada y plida, an posea una fuerza que yo nunca haba


visto en nadie. Las reclusas volaban como las muecas con la fuerza de
sus golpes, acumulndose fuera de la puerta de la celda en montones
desordenados. Se mova a la velocidad de una estrella fugaz, siempre
desviando el golpe una fraccin de segundo antes de que fuera a
establecer contacto.

Esta mujer que pareca un espectro de muerte, se qued en silencio,


cumpliendo sus obligaciones con calma, incluso la respiracin, pero llena
con la furia de la pasin que arda en sus ojos, como si el Dios del castigo
hubiera bajado a la tierra.

Agarrando a la ltima de las advenedizas de la parte posterior del cuello


y de la cinturilla de sus pantalones, Ice tir a la mujer en la pila viviente
que haba hecho, y luego, sigui secndose las manos casualmente en
su mono. Apartndome de Sandra, corr tras Ice, todava jadeante por mi
encuentro cercano con el ms all. Desde mi lugar a su lado, poda ver
a Derby que luchaba por salir de debajo de la pila de mujeres golpeadas,
su rostro estaba rojo por su frentico esfuerzo.

Sin pensarlo, puse la mano en la espalda de Ice. Ella se dio la vuelta, sus
ojos todava estaban llenos de rabia, y levant la mano preparndose
para golpearme. Nos quedamos paralizadas durante unos segundos, solo
mirndonos. Yo la miraba sin poder hacer nada, esperando a que alguna
chispa de cordura o de humanidad oscureciera aquellos ojos rticos.

Un ruido apagado a nuestra izquierda y ella parpade y se volvi,


empujndome cuidadosamente detrs de ella. Su delgado cuerpo
estaba lleno de energa y me senta como si estuviera de pie junto a un
cable de alta tensin, con el vello de los brazos y bajo la nuca erizndose.

Desde detrs de su ancha espalda an poda ver lo que pareca ser un


ejrcito de internas que se acercaban hacia nosotras. Hubo otro sonido
a la derecha y, mirando hacia atrs, vi el mismo ejrcito viniendo desde
el otro lado.

Ohhhh mierda.
La cabeza morena se volvi fraccionadamente, y jurara que vi el
comienzo de una sonrisa en su plido rostro.

Slo qudate detrs de m todo el tiempo Su voz era ronca y


susurrante por falta de uso, pero para m, era la ms bella meloda del
mundo.

Ya estoy ah Despus de lo que acababa de ocurrir entre nosotras,


nunca sabr lo que me posey para poner una mano en su cadera, pero
me alegr de hacerlo, porque ella se acerc y le dio un rpido apretn
antes de liberarme.

Su brazo sali disparado rpidamente y empujando la puerta de la celda,


encerr a Sandra en la seguridad del interior y nosotras nos respaldamos
contra la puerta. Aunque su cabeza nunca se movi, supongo que sus
ojos estuvieron valorando a cada grupo con facilidad, determinando sus
fortalezas y debilidades en el tiempo que yo tard en admitir en silencio
lo asustada que estaba.

Fue increble lo diferente que era mi actitud hacia la muerte ahora que
Ice haba vuelto al reino de los cuerdos. No estaba ahora tan dispuesta a
morir y el miedo regres, aferrndose a m con su dedos viscosos.
Mordindome el labio, me forc a agacharme.

Intercalada entre los barrotes de acero y el cuerpo largo de Ice, mir a


izquierda y derecha en rpida sucesin. Las reclusas se haban agrupado
en un solo grupo y parecan estar esperando algo. Haban atravesado la
pasarela diez, todas ellas con armas y con aspecto de saber usarlas.
Cont varias con porras, obviamente robadas a las guardias, algunos
trozos de madera, algunas cadenas gruesas de la tienda, sin duda, y
varias navajas. Las mujeres de enfrente de Ice, todava en una confusa
pila de cuerpos maltratados, no hicieron ningn intento de moverse.
Incluso pareca que Derby se contentaba con dejar las cosas as.

Era una situacin muy tensa. Debajo de nosotras, poda escuchar los
sonidos de los continuos disturbios. Gritos y gritos llenaban el aire, aunque
en algn momento a lo largo de la lnea, las alarmas haban dejado de
sonar. Ice volvi la cabeza de nuevo, con la voz ronca en tono bajo.

Pase lo que pase, no olvides guardar la puerta. Hay que mantener a


salvo a Sandra, de acuerdo?

Entendido.

Bien.
El enfrentamiento continu durante tanto tiempo que finalmente Derby,
desde su lugar en la parte inferior de la pila, levant la cabeza.

Bueno, qu coo estis esperando? La libertad condicional?


Quitadla de en medio!

Levantando sus armas, las internas iniciaron la marcha hacia nosotras,


llenando la pasarela con sus gritos amenazantes. Ice se qued
absolutamente quieta, esperando a que fueran hasta ella. Segn iban
llegando ella agarraba a las primeras por la parte delantera de sus trajes
y las chocaba entre s. El sonido de los cuerpos al colisionar era fuerte en
el pequeo espacio que compartimos. Luego las separaba, lanzando a
cada una de vuelta por donde haban venido y tuvo xito a los bolos con
las mujeres que venan en segunda y tercera lnea.

Las otras se apresuraron a pasar travs de sus camaradas cadas y


vinieron a por nosotras con fuerza. Ice gir a la izquierda, mientras que yo
gir a la derecha. Nos movimos a la vez como si se tratase de una especie
de extrao ballet marcial del que solo nosotras dos conociramos los
movimientos y escuchramos la msica, como protegindonos de
nuestras agresoras. Armas volaron; cuerpos detrs de ellas por un solo
segundo.

Me agach cuando el final de una gruesa cadena lleg a la altura de mi


cara, haciendo una mueca, ya que reson contra el acero de los
barrotes de la celda de Ice. Saltando rpidamente me las arregl para
agarrar el final cuando vena de vuelta y tir con fuerza, satisfecha con
la facilidad con que lleg a ser ma. Envolviendo ambos extremos
alrededor de mis manos como Montana me haba enseado, la us para
bloquear los golpes de porras y navajas, que se dirigan a m. Cuando
levant las manos para bloquear un golpe por encima de la cabeza, una
patada en la barriga me dobl brevemente. Un golpe en la parte trasera
de mi cuello me puso de rodillas y me dej viendo las estrellas.

Una mano en la parte posterior de mi mono y ya estaba de nuevo en pie,


aunque una de mis atacantes haba logrado coger la cadena. Era una
mujer grande, gruesa, musculosa, luca un corte de pelo militar rubio
platino y varias cicatrices faciales. Sonriendo ante m con la boca llena
de dientes medio podridos, dio una sacudida con sus enormes brazos
hacia atrs, tirando de la cadena, y de m con ella. Usando la cadena,
se las arregl para darme la vuelta, y luego estrellarme contra los barrotes
de acero. Recuerdo haber gritado como si se me hubiese roto la columna
vertebral y la parte posterior de mi crneo, dejndome mareada.
Con sus manos entre las mas, empujaba la cadena hacia mi cuello, pero
yo no estaba dispuesta a ser ahogada hasta la muerte por segunda vez
en el da. Torciendo rpidamente mis manos para desenvolver los
extremos, solt la cadena y, durante el inicio de mi ataque sorpresa, la
agarr entre sus manos, evitando que el arma pudiera elevarse ms
arriba en mi contra. Entonces le di una patada hacia arriba en la
entrepierna, y permitidme aseguraros que cualquiera que piense que las
mujeres no son vulnerables a ese movimiento particular, se equivocan.

Dej caer la cadena en mis manos una vez ms y aull, llevando sus
propias manos a su ingle. La empuj hacia atrs, derribando con ella a la
mujer que vena detrs. Entonces me gir justo a tiempo para ver como
Derby consegua acertar en una de las piernas de Ice, cuando vena de
bajada tras haber realizado una maravillosamente bien ejecutada
patada alta.

Grit una advertencia, pero ya era demasiado tarde. Ice perdi el


equilibrio, cayendo sobre una rodilla. La multitud de mujeres hizo erupcin
en masa, saltando sobre la parte superior de mi amiga cada. Derby se
abri paso finalmente, desde el fondo de la pila y aadi su volumen a
la pila de puos y pies voladores.

Dejando caer mi cadena, corr a la pila, haciendo mi mejor esfuerzo para


arrastrar a las mujeres fuera del camino, pero con poco xito, esquivando
golpes mientras lo intentaba.

El montculo de las reclusas pareci congelarse por un momento, y luego


estall hacia fuera, los cuerpos volaban sin orden ni concierto contra la
barandilla de la pasarela y contra los barrotes de las celdas. Ice se
mantuvo de pie en el centro de la manada, una oscura Venus surgiendo
de las olas. Derby se abalanz de nuevo, sus manos rodearon el cuello
de Ice. La cabeza de mi amiga se ech hacia atrs con una sonrisa
oscura floreciendo en su rostro. Rpidamente, ech la cabeza hacia
delante, para golpear el crneo de Derby.

Las manos de Derby se alejaron mientras sus brazos se movan, tratando


de mantener el equilibrio al aterrizar contra la parte alta de la barandilla
de la pasarela. El impulso la llev hacia atrs y grit. El brazo de Ice se
dispar y consigui coger a Derby por la manga de su uniforme cuando
caa por el borde. De alguna manera, contra todo pronstico, consigui
agarrarla por la ropa, mientras la reclusa se balanceaba, gritando y
pateando sus piernas frenticamente, ocho pisos por encima del suelo
de la crcel.
Deja de luchar o te dejo caer, Derby!

Vete al carajo! gritaba la mujer aterrorizada. Si caigo, t vienes


conmigo, puta!

Y diciendo esto, Derby empez a balancear su cuerpo a izquierda y


derecha como una lubina en un anzuelo. La espalda de Ice se inclin
completamente cuando se estrell contra la baranda baja. Gritando,
corr hacia ella y la agarr firmemente por la cintura para evitar que
pasase.

Maldita sea, Derby, basta!

Que te jodan, Ice! dijo sacudi su cuerpo ms fuerte, girndose


hacia un lado y otro, tratando de tirar a Ice por la barandilla, su odio por
mi amiga era ms importante para ella que su propia vida.

Asegurando las piernas, Ice intent tirar hacia arriba de nuevo. Ayud a
sostenerla tanto como pude, apretando mis manos alrededor de su
estrecha cintura y entrelazando los dedos. Las dems nos miraban, con
la boca abierta y los ojos muy abiertos. Su progreso fue lento y constante,
pero eficaz. Se las arregl, milmetro a milmetro, para tirar del cuerpo
retorcido de Derby y alzarla una vez ms hacia la seguridad de la
barandilla.

Como una lgrima, el tejido elstico del uniforme de Derby se rompi,


dejando a Ice con slo un puado de manga en la mano. Por suerte, sin
embargo, la lder de la banda estaba tan cerca que con el brazo libre,
fue capaz de agarrarse al peldao ms bajo de la barandilla de barrotes.

Ice tir hacia arriba de nuevo, todava unida por el agarre de Derby en
el brazo. Su movimiento se detuvo abruptamente cuando la otra mujer
se neg a soltarse de la barandilla.

Te lo dije, puta, te vas a caer.

Anclndose ella misma por el agarre al peldao, Derby comenz a tirar


del brazo de Ice, una vez ms, tirando considerablemente, con todas sus
fuerzas. Poda sentir el cuerpo de mi amiga ir tensndose por el esfuerzo
de quedarse donde estaba.

Oh no, yo no! Ice contrarrestaba, usando su rodilla para triturar los


dedos de Derby en la barandilla.
Con un aullido, la otra mujer solt el peldao. Ice tir hacia arriba, fuerte
y rpidamente, y Derby, agitndose de nuevo, perdi su agarre y se
retorci nuevamente, mucho ms fuerte esta ltima vez.

Supe lo que iba a pasar una fraccin de segundo antes de que pasase.
Pude ver los dedos de Derby aflojar su agarre en el brazo de Ice con el
impulso de su movimiento y empezar a deslizarse. S que Ice tambin lo
vio, porque hizo un intento desesperado por alcanzar a la lder de la
banda, que se escap por muy poco.

Con un grito de venganza negada, Derby cay a su muerte ocho pisos


ms abajo. Volv mi cabeza y la escond detrs de la espalda de Ice
cuando Derby cay los ltimos metros, no quera ver su cuerpo salpicar
al chocar contra el suelo. El sonido de su golpear en el suelo de piedra
reson estrepitosamente por la prisin recin en silencio.

Ice lentamente se enderez, apartndose de la barandilla. Volviendo la


cabeza lentamente, a cada una de nosotras con una mirada acerada.

Esta revuelta ha terminado, entendido? Dejad las armas y regresad a


vuestras celdas o responderis ante m.

Era su voz, aunque ronca y rota, la que impregnaba todos los rincones del
Pantano y las reclusas respondieron, dejando caer sus armas al suelo y
alejndose para regresar a sus celdas. Las mujeres que estaban en la
pasarela con nosotras hicieron lo mismo, con sus hombros cados y la
cabeza colgando hacia abajo, como perros apaleados que, en cierto
modo, era exactamente lo que eran.

La puerta de la celda de Ice se abri y Sandra sali, caminando hacia la


barandilla y mirando por encima a la sangrienta escena de abajo
mientras su mano se apoyaba en la espalda de Ice.

Buen intento. Quera salir aqu y ayudar, pero esas idiotas tenan la
puerta bloqueada.

Qu pasar ahora? le pregunt.

Sandra volvi la cabeza hacia m, sonriendo al comprenderme.

No te preocupes, ngel. Los informes pueden ser corregidos y mal


archivados por aqu. Se me ocurrir algn cuento que el Alcaide crea
Volvindose a Ice y dando a su hombro un ltimo apretn, suspir y
coloc su porra en el cinturn de su uniforme. Bueno, supongo que ser
mejor que esto. Va a ser una putada limpiar este lugar.
Ice se volvi hacia la guardia.

Sandra... gracias. Por todo.

Sandra sonri con ojos clidos y compasivos.

No hay de qu, amiga ma. No puedo siquiera comenzar a devolverte


lo que hiciste por Diane. Estoy contenta de poder ayudar.

Cuando hables con Diane de nuevo, dile... dile que no fue su culpa.
Dile... todos cometemos errores.

Lo har. Que ests bien. Ambas Con una ltima sonrisa, se volvi
hacia nosotras al caminar por la pasarela hacia la escalera.

Cuando la cabeza de Sandra desapareci bajo el nivel de la escalera,


Ice volvi la mirada hacia m.

ngel, siento la forma en que te trat antes. No era yo misma.

No pude evitar sonrer, adivinando lo duro que deba ser para ella pedir
disculpas, justificadas o no.

Me alegro de que hayas vuelto, Ice Enrosqu mi brazo alrededor de


su cintura, una vez ms y la apret a m Te extra, sabes?

La comisura de su boca se torci hacia arriba.

Lo s. Yo tambin te extra Volviendo la cabeza en direccin a su


celda, hizo un gesto con una mano. Tuviste algo que ver con que mis
rboles estn con vida?

Culpable de los cargos, por as decirlo. No poda soportar la idea de tal


belleza consumindose Mientras hablaba, me di cuenta de cunto
ms significados tenan esas palabras utilizadas de forma casual por m.
Apretndola una vez ms por el puro placer de hacerlo, la solt y
retroced. As que... necesitas ayuda para limpiar tu celda?

Nah. Puedo hacerlo despus. Quiero ir abajo y echar un vistazo a la


biblioteca primero.

Un puo helado de terror apret mi vientre, secndome la boca por


dentro. La biblioteca. Corinne!

Mmm... Te importa si voy contigo?

Vamos.
Apenas si pude contenerme de correr cuando nos encaminamos a las
escaleras. De repente sent que seguramente la biblioteca haba sido
destruida y mis amigas, heridas o incluso muertas.

Grit con horror, mis temores parecan confirmarse. Mientras corramos


por el pasillo final bajo la luz dbil, contra la puerta abierta de la
biblioteca, Sonny tena apoyada la espalda, con el mango desnudo de
una navaja clavado obscenamente en la parte superior del abdomen.

Sonny! grit corriendo hacia ella y arrodillndome. Qu pas?


Quin te hizo esto?

Apenas consciente, mi amiga volvi la cabeza dolorosamente hacia el


sonido de mi voz. Lamiendo sus labios, ella trat de hablar.

La biblioteca... atacada... Corinne... date prisa...

Qudate con ella. Voy a comprobarlo Ice pas corriendo junto a m


y a la biblioteca. Hija de puta.

El improperio pronunciado con calma me hizo sacudir la cabeza


alarmada. Me debata entre el deseo de permanecer con Sonny o ir a la
biblioteca para ver qu haba causado la reaccin de Ice. Sonny resolvi
el problema por m, poniendo una mano en mi hombro y empujndome
dbilmente.

Ve. Aydala. Voy a estar bien.

Debera quedarme.

No! Ve... por favor. Aydalas. Yo me las he arreglado hasta ahora.


Por favor Incapaz de resistir a la splica en los ojos oscuros de Sonny,
me puse de pie y me dirig a la biblioteca. Cuando entr en el interior, no
pude contener un grito de terror.

La habitacin en s pareca como si hubiese sido golpeada por un


tornado. Libros y partes de libros estaban esparcidos por el suelo. La
mayora de las mesas y sillas destartaladas, ahora eran lea. Los estantes
para libros que habamos hecho a mano con esmero fueron volcados y
destrozados. Incluso el pesado escritorio de Corinne estaba patas arriba,
sus papeles preciosos y textos cubran el suelo a su alrededor.

Al lado de la mesa de trabajo, Critter y Pony yacan en un montn


enredado, Critter sangrando profusamente de una herida en su cuero
cabelludo. Ice pas junto a m y se puso en cuclillas al lado de las dos,
poniendo una mano suave en el hombro de Critter y tirando de ella hacia
su espalda.

Critter. Critter, vamos, despierta.

Critter despert y sus prpados se abrieron. Pas por encima de ambas,


colocndome en cuclillas al lado de mi amiga rubia.

Ice? Eres... Oh, Dios mo! Critter trat de incorporarse, pero fue
detenida por Ice que le apret en el hombro.

Reljate. Se acab. Quin hizo esto?

Al hundir la mano en sus rizos dorados, Critter gimi de dolor.

Fue la pandilla de Derby. Intentamos luchar pero eran muchas. Ellas


seguan viniendo. No pudimos detenerlas.

Sus ojos se abrieron y luch contra Ice de nuevo.

Pony! Dnde est?

Est bien Ice la consol. Est aqu. Parece que le dieron tambin
un golpe muy grande en la cabeza, pero creo que va a estar bien.

Critter se relaj.

Gracias a Dios. Mi pierna qued atrapada cuando le dieron la vuelta


al escritorio. La vi caer, y luego... nada. Debo haber sido golpeada desde
atrs.

Tuve que preguntar.

Critter, dnde est Corinne? Mirando alrededor de la habitacin


destruida, no pude encontrar a mi amiga en ningn lado y eso me
aterroriz.

Mi amiga volvi la cabeza, sus ojos oscuros recorrieron la habitacin.

Ella... Dios, no lo s. La ltima vez que la vi, estaba enfrentndose a


algunas de la pandilla de Derby con su jodida tetera y, a continuacin
no s.

Ponindome en pie con rapidez, camin ms all de la mesa volcada y


de all, a la pequea alcoba oculta donde Corinne guardaba su t. Ah
tendida en el suelo, estaba su aporreada tetera y casi irreconocible,
agarrndola con su puo cerrado, estaba Corinne. Sus gafas tenan un
cristal roto y estaban torcidas en su nariz, y un magnfico moratn
decoraba un ojo hinchado. Una pequea lnea de sangre seca trazaba
un camino en una de las esquinas de su boca.

Me dej caer de rodillas, extend una mano temblorosa hacia su cuello,


satisfecha de encontrar su piel caliente y seca, y su pulso latiendo fuerte
y seguro en su garganta.

Oh, gracias a Dios susurr. Corinne. Corinne, soy ngel. Hora de


despertar, amiga ma. Corinne, vamos, despierta!

En respuesta a mi llamada de urgencia, Corinne gimi, y luego agit sus


prpados. Entonces, en un estallido de rapidez y fuerza que desmentan
su edad avanzada, agarr la maltratada tetera y casi consigui dejarme
sin sentido con la misma.

Agachada a un lado, me agarr de su brazo oscilante con suavidad pero


con firmeza.

Corinne, soy ngel. Ahora ests a salvo. Slo reljate, de acuerdo?

Despus de un largo momento, ella abri los ojos lentamente,


parpadeando rpidamente como protesta. Una lenta sonrisa floreci en
su rostro.

Tengo que estar en el cielo.

No pude evitar la risa de alivio que se derramaba desde mis pulmones.

No, ests todava en El Pantano.

Es lo mismo, dulce ngel Ella levant la mano libre de la tetera hasta


mi mejilla mientras la conciencia lentamente volvi a sus ojos. La sonrisa
desapareci, poniendo su boca en una lnea dura, mientras comenz a
luchar contra mi mano que la aprisionaba. Oh Dios, mi pobre
biblioteca. Esa Derby va a pagar por esto.

Est bien, Corinne. Derby est muerta. Acab el alboroto.

Ella me mir con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

Muerta?

Asent con la cabeza y ella sigui mi mirada hacia donde Ice estaba
arrodillada atendiendo a nuestras amigas heridas.

Ice? Me mir nuevamente. T lo hiciste. Dios te bendiga, ngel.


Tuve un poco de ayuda le contest mientras suavemente la
ayudaba a sentarse. Derby y parte de sus amigas decidieron matar a
Ice mientras que Sandra y yo estbamos all. Termin teniendo una larga
cada desde la pasarela del octavo piso Hice una mueca. No fue
agradable. Ice trat de salvarla, pero Derby era una idiota.

Espero que sintiera cada segundo.

Me tragu las palabras de reprensin mientras Corinne solt la tetera y se


quit las gafas, para alivio de sus moretones y cara maltratada. Las dos
nos asustamos con los sonidos de las sirenas filtrndose a travs de las
gruesas paredes de la biblioteca.

Estars bien si te dejo un momento? le pregunt. Tengo que volver


con Sonny. Ha sido apualada.

Est bien?

No estoy segura. Me dijo que me adelantara para ver como estabais


vosotras. Tan pronto sepa algo, te digo.

Ve con ella, ngel. Y gracias.

No hay de qu.

Incorporndome de nuevo en mis pies, pas a Ice, Critter y Pony, que an


segua inconsciente, luego sal de la biblioteca. Sonny estaba todava
despierta y consciente cuando regres a ella.

Parece que la ayuda est en camino le dije. Vas a salir adelante,


de acuerdo? Voy a traer a alguien aqu.

Todas los dems... estn bien?

S, slo un par de golpes y moretones. Corinne es peligrosa con esa


tetera. Creo que podra ensearnos algunos trucos.

El sonido de la risa ahogada de Sonny me sigui por el pasillo mientras me


fui en busca de ayuda. Cuando entr en la crcel propiamente dicha,
pude ver el suelo y las paredes baadas con las luces rojas y azules de los
vehculos de emergencia. Al menos una docena de agentes de polica
vestidos de azul haban ido hasta la sala de guardia, donde Sandra y
algunas de las otras estaban hablando con ellos.

De vez en cuando el aire se rompa cuando un oficial u otro hablaban


por su walkie-talkie. Despus de un momento, uno de los oficiales hizo una
seal con la mano hacia la puerta abierta y los paramdicos y personal
de ambulancias se apresuraron a entrar llevando camillas y equipos
mdicos de emergencia ubicados en cajas de color naranja brillante.

Me apresur hasta el equipo ms cercano, un grupo de tres hombres de


pelo largo y barba, con monos de color azul plido, y me detuve frente
a ellos.

Por favor, mi amiga ha sido apualada. Necesitamos su ayuda.

Los hombres me miraron, mientras el nudo de agentes de polica segua


agrupado en torno a la sala de guardia. Al ver lo que suceda, una
atareada Sandra se alej del grupo y salud a los hombres.

Seguid adelante y haced lo que ella os pida. Aprisa.

Asintiendo con la cabeza, los hombres me siguieron de nuevo por el


estrecho pasillo, detenindose justo delante del cuerpo tendido de
Sonny. A pesar de su apariencia dura, los hombres eran amables con mi
amiga, la examinaron con cuidado y la estabilizaron para trasladarla a
un hospital cercano. Sostuve su mano en la travesa desde el suelo a la
camilla, y luego le di un beso a su flequillo empapado de sudor antes de
que las ruedas se alejaran a mi espalda por el pasillo y fuera de mi vista.

Uno de los sanitarios se qued atrs y me mir inquisitivamente.

Hay ms heridas en la biblioteca. Podra seguir?

Por supuesto, seorita Levantando su equipo mdico, el joven me


sigui a la destruida biblioteca. Joder susurr mirando la escena.
Qu diablos ha pasado aqu?

Ice se levant de su lugar junto a Pony y Critter, aplastndolo con su


mirada de acero.

Tenemos dos heridas ms por aqu.

Eh... s... de acuerdo. Ok dndose ms prisa, se arrodill al lado de


las dos mujeres y abri su kit de trabajo. Volvi su atencin primero a
Critter, comprobando su herida en el cuero cabelludo y prendiendo la
pequea linterna ante sus ojos. Este corte necesita un par de puntos de
sutura, pero parece que est bien. Nuseas o algo?

Nada a excepcin de este dolor de cabeza.


Est bien. Si quieres ir a la sala principal, una de mis compaeros te
meter en una ambulancia.

Perfecto, pero prefiero no hacerlo, si te da lo mismo.

Pero necesitas puntos de sutura!

Lo s, pero me los pueden dar en la enfermera. El doctor estar aqu


por la maana.

Podras desangrarte hasta morir antes de que l llegue!

Critter sonri, pero sus ojos eran duros.

Voy a estar bien. Confe en m. Atienda a Pony.

Un breve momento despus, el sanitario apart la vista de la


determinacin en los ojos de Critter y volvi su atencin a Pony. l la mir
con rapidez y profesionalidad, hablando en voz baja para s mismo
mientras lo haca. Cuando volvi a mirar hacia arriba, su expresin era
sombra.

Necesita ir al hospital lo ms rpidamente posible. No estoy seguro,


pero existe la posibilidad de que tenga una hemorragia en el cerebro.
Alguien sabe cunto tiempo ha estado inconsciente?

Diez minutos, tal vez ms dijo Corinne reunindose con nosotras. Es


difcil de decir. Estbamos todas noqueadas.

Ir a traer una camilla dijo en voz baja Ice, y luego sali de la


habitacin.

Wow. Es siempre tan intensa?

S Las tres respondimos al unsono.

Sonriendo con irona y sacudiendo la cabeza, el joven se volvi hacia su


paciente, preparndola para el viaje al hospital. El sonido del traqueteo
del acero se escuchaba poco, pero se acercaba de manera constante.
Dos hombres vestidos de blanco de hospital entraron por la puerta
resoplando y empujando una camilla, seguidos de Ice a un ritmo ms
pausado y con una sonrisa de satisfaccin dibujada en sus labios.

Me levant para unirme a ella mientras los dos hombres se agolparon


alrededor de Pony.

Estoy segura de que encendiste un fuego ah detrs.


Mmm.

No quiero saber cmo, verdad?

Probablemente no.

No pensar en ello.

Un momento despus, se afanaban por subir ante nosotras el cuerpo


inconsciente de Pony sujeto firmemente a la camilla y cubierto con una
sbana hasta la barbilla. Envi una oracin silenciosa por su pronta
recuperacin cuando la perd de vista.

Volviendo de nuevo a ver la biblioteca, dej escapar un suspiro triste.


Todo el trabajo que haba invertido en ella se haba esfumado en una
rfaga de violencia sin sentido. Una parte de m se preguntaba por qu
nunca pens que algo as pudiera suceder. Esto era una prisin, despus
de todo.

Luego la risa me sorprendi cuando Corinne recuper su tetera hecha


aicos y la sacudi, mirando su evidente fin. Las palabras salieron de mi
boca antes de que pudiera detenerlas.

Corinne en la biblioteca con una tetera. Quin lo hubiera pensado?

Me agach mientras la tetera volaba ms all de mi cabeza y


escuchaba los gruidos indignados de mi compaera. Mi estado de
nimo mejor. Aunque destrozada, la biblioteca todava estaba all. Mis
compaeras, aunque heridas, estaban vivas. Y Ice estaba de vuelta.

En un lugar donde se supone que la esperanza y la felicidad son


conceptos extraos, me sent llena de ambas en uno de los peores das
que jams haba tenido que pasar.
Captulo 7

E
l ao nuevo lleg y se fue con una marcada ausencia de festejo. La
prisin se fue lentamente superando de los disturbios pasados. Tres
de las prisioneras, incluyendo a Derby, y una de las guardias fueron
asesinadas. Cuarenta y siete resultaron heridas, y siete de gravedad tanto
para requerir una prolongada hospitalizacin.

Sonny y Pony fueron dos de las siete, por suerte para todas nosotras, se
enfrentaron a la muerte y salieron victoriosas. Sus cicatrices se convirtieron
en insignias de coraje, su valenta adquiri un nuevo respeto entre las
otras prisioneras. Se vieron como hroes en un mundo que no tena
ninguno.

En un movimiento que no sorprendi a nadie, al menos eso me pareci a


m, Ice formalmente me introdujo a las filas de las Amazonas, no fue
mucho lo que dijo, lo ms largo fue:

Eres una buena luchadora, quieres ser Amazona?

Claro, me encantara le contest.

Muy bien, eres Amazona.

Mis amigas me dieron la bienvenida a sus filas, y adquir un nuevo trabajo


de proteccin a los dbiles. Me sent bien.

En los siguientes meses, fuimos capaces de construir una nueva biblioteca


ms grande y mejor que antes. El hecho de que Ice presionara a aquellas
mujeres que haban destruido el lugar, fue de mucha ayuda, No fue
sorprendente que estas mujeres fueran unas excelentes trabajadoras,
que aguantaron muy bien las constantes crticas de Corinne, e hicieron
su mejor esfuerzo en corregir los males que perpetraron a su precioso
hogar. El nuevo hornillo que consegu era lo que ms se pareca a lo que
cualquiera necesitaba recordar, pero por supuesto, recuperarse de sus
contusiones ya era bastante recordatorio.
Como el mar con la marea baja, las bandas volvieron a su estado de
quietud bajo la experta direccin de Ice. Otra lder ms prudente, fue
puesta al mando de la banda blanca, las lderes de las cuatro bandas se
juntaron con Ice como mediadora, y elaboraron algunos duros y rpidos
acuerdos, acompaados de reglas. Despus de muchos das de debate,
un tratado de paz se llev a cabo entre los grupos, con las Amazonas,
que como siempre fueron designadas como supervisoras.

El paso del tiempo tambin permiti un nuevo acercamiento entre Ice y


yo, una cercana que fue interrumpida por la sangrienta agresin de
Cassandra y el subsecuente aislamiento de Ice. Aunque de ese tiempo
en el agujero, ella no dijo nada, Ice gradualmente se fue abriendo
conmigo lo suficiente para decirme quin era Josephina y lo que la mujer
mayor signific para ella.

Salvatore Briacci haba seguido el caso de Ice desde el momento que la


polica le disparo en aquel almacn abandonado. Una gran razn de
que esto ocurriera, era que a excepcin de los ojos azules, dicen que Ice
se asemeja mucho a la nica hija de Briacci llamada Luca, quien falleci
en un accidente de avin cuando tena slo doce aos y los Briacci
haban llorado su muerte todos los das desde el accidente. Ice me dijo
que despus de diez aos o ms, su cuarto se encontraba como si
esperara que la chica volviera y reiniciara su vida nuevamente. Las
mismas revistas, cada vez ms obsoletas cada ao que transcurra, con
la misma vanidad. El mismo cepillo de pelo, repleto de finos cabellos
negros, atrapados en las gruesas cerdas, esperando pacientemente su
regreso.

Ice dijo que Briacci escuch atnito la noticia de su encarcelamiento a


los quince aos en una prisin de adultos por el resto de su vida. El da de
la sentencia, envo a sus propios abogados para investigar y apelar el
caso, una apelacin que lleg hasta la Corte Suprema de Justicia, donde
finalmente se reverti el fallo. Ya que por la perseverancia y dinero de
Briacci, fue puesta en libertad en su vigsimo primer cumpleaos.

Mientras estuvo en prisin nunca supo nada sobre su benefactor


annimo, ni nadie ms de la prisin. El da que fue puesta en libertad, el
mismo Briacci se apareci en la parte de atrs de una limosina, llevando
flores, buenos deseos y una oferta que no podra rechazar. Siendo
indigente, sin hogar, y sin las habilidades y educacin propias para su
salida al mundo, ella acept.
Al principio, dijo que Briacci y su esposa la trataron como a su hija perdida
haca tiempo atrs, llenndola con regalos caros y abundante atencin.
A los veintiuno sin embargo despus de seis aos en prisin, ella era astuta
y arrogante, y pasaba todo el da esperando a que algo malo ocurriera.
A pesar de su fra reserva, sin embargo, se entenda bien con Josephina,
la elegante y callada esposa de Salvatore. Ella fue la primera persona
que se tom la molestia de ir ms all del descarado y blindado exterior,
y dentro del alma sensible de la joven mujer detrs de la mscara.
Josephina alent a Ice, quien por supuesto se llamaba Morgan, a estudiar
para el GED15 desvelando de manera adecuada una mente brillante
detrs de sus ojos fros. Cuando Ice super los exmenes con facilidad, la
mujer la alent para tomar las materias en la Universidad, lo cual hizo,
incluso recibiendo una beca de estudios por sus esfuerzos.

Por lo que Ice me haba dicho, Josephina era la tpica esposa de los
miembros de la mafia que haba llegado a conocer. Ingenua respecto a
la otra vida de su esposo, ella se haca la desentendida a todo aquello
que no fuera evidente. Al propio Briacci tambin le costaba un gran
esfuerzo mantener sus vidas separadas y trataba a su esposa como un
objeto muy preciado. Estaban evidentemente muy enamorados uno del
otro, segn me dijo ella.

Con nada ms que el apoyo de Josephina, Ice intent hacer una vida
propia dentro de la legalidad, pero su pasado la persegua obstruyendo
la mayora de los intentos que haca para superarse a s misma y a las
circunstancias que la rodeaban. Ella me admiti que pudo y debi
simplemente haberse mudado a otra parte del pas donde nadie hubiera
podido escuchar el nombre de Morgan Steele. Los Briacci no habran
podido retenerla contra su voluntad.

Pero el amor que recibi de Josephina rellen un gran agujero en su vida;


el agujero que se cre cuando sus padres murieron dejndola hurfana.
El agujero se ensanch y profundiz con la muerte de su mejor amigo, al
que ella conoca desde que era una nia, y que era su ltimo vnculo con
un pasado que no podra revivir. A pesar de ya haber crecido y ser una
adulta, Ice era de alguna manera an esa jovencita con ansias de amor
y aceptacin.

15
GED: Examen de desarrollo de educacin acelerada.
La eleccin era fcil, dijo ella. Despus de un ao intentando obtener un
empleo remunerado en una ciudad que rechazaba su nombre,
simplemente fue a las oficinas de Salvatore y le ofreci sus servicios.

Y esa era una oferta que l no pudo rechazar.

La recuerdo contndome la historia de la primera vez que llev una


pistola con la intencin de usarla. No contaba con la masacre en el
almacn abandonado, se haba dejado llevar por la rabia, el odio, era
un instinto fiero.

Poco despus de tener su charla con Salvatore, l la llev a su club


exclusivo de tiro, donde le exhibi como un padre orgulloso. Entonces la
llev al exterior, al campo de tiro donde muchos de sus compinches
estaban en los puestos disparando a un objetivo con forma de hombre
grande con sus rifles, escopetas, pistolas y todo tipo de armas de fuego.
El sonido de los disparos era alto para sus odos pero ella lo despreci,
utilizando espesos protectores para sus odos.

Viendo a su lder con esta joven y preciosa extraa, los hombres se


reunieron rpidamente alrededor, dndole palmaditas en la espalda,
aunque ella era ms alta que la mayora de ellos. Me cont que dejaron
de rerse cuando Salvatore les dijo que le estaba enseando a usar una
pistola. Aparentemente la mafia era una red de hombres donde las
mujeres, en su mayor parte, eran vistas como frgiles y pacficas,
asustadizas criaturas necesitadas de proteccin de los fuertes hombres.
Le dieron una pistola con instrucciones explcitas sobre cmo usarla.

Cuando dijo que estaba preparada la condujeron a su propio puesto,


con un grupo de hombres de mediana edad con los tintes de la Mafia,
vigilando todos sus movimientos. Cuando fall su primer disparo, la ola de
risitas burlonas como diciendo te lo dije, fue cortada rpidamente por
una mirada de Salvatore. Despus de los primeros cinco tiros que fueron
disparados con rapidez, todo se qued tan en silencio que Ice dijo que
podra haber escuchado a una hormiga cruzando el csped bien
cuidado. Cada tiro haba dado en el centro del objetivo con precisin
mortal.

Despus de eso, Ice me dijo que Salvatore Briacci, se dio cuenta de que
tena entre manos a una asesina de primera clase y eso era exactamente
en lo que l quera convertirla.
La primera vez que la envo a una misin fue con compaeros, el golpe
fue simple y directo, y provoc a su conciencia, tenue incluso en lo mejor
de los casos, sin remordimientos. Entonces empez a salir sola y los
trabajos se convirtieron en ms difciles y exigentes. Y de alto perfil
tambin.

Hasta hoy, nunca fue ms all de este tema, voy a arriesgarme a suponer
que algunos de los ms populares sin resolver en esta ciudad pueden
haber tenido su fuente en ella, especialmente si las vctimas eran
miembros reconocidos de la Mafia. Como Salvatore, Ice se emple a
fondo en mantener su vida oculta a la cariosa mirada de Josephina.
Briacci se dispuso a encontrarle a Ice un trabajo remunerado en una de
sus muchas empresas legales. Como ciudadano normal era mejor
conocido por su cadena de autos nuevos y usados, y all era donde l
deseaba ubicarla.

Directa y penetrante por naturaleza, ella podra haber sido una


vendedora de coches catastrfica, pero cuando Briacci le ense el
taller de reparaciones, ambos supieron que ya haba encontrado su
vocacin. He escuchado decir y con unas pocas dosis de envidia, que
Ice podra construir un coche con los ojos cerrados. Extremadamente
talentosa con sus manos, es un genio en mecnica. No tard en contar
con listado de clientes propios, ms all de los compinches de la Mafia,
y los parsitos que se aprovechaban de su benefactor que tan
generosamente provean a la prometedora joven mecnica.

De nuevo le pregunt lo que me pareca ser la pregunta obvia: Por qu


si haba encontrado un empleo legal continu trabajando para los otros
asuntos de Briacci? Ella se cerr un poco y dijo que la respuesta era
complicada y lo dej as. Sospech que una de las razones podra haber
sido algn tipo de deuda que ella senta que tena con l, por haberla
sacado de prisin y haberla acogido en su hogar y su familia. Aunque me
dola pensarlo, creo que otra de las razones era que ella disfrutaba del
sentimiento de poder que conllevaba ser una asesina a sueldo. El mismo
tipo de poder sobre la vida y la muerte del que Corinne tan
frecuentemente haba hablado. Esas ansias insidiosas por el poder sobre
la vida de otro permaneca incluso despus de vivir 5 aos entre mujeres
que se alimentaban de l como de caviar, algo tan extrao para m
como para cualquier otra persona normal. Y rezaba todos los das a
cualquier poder superior que fuera, para nunca llegar a entenderlo.
Como si se diera cuenta por primera vez durante las conversaciones
sobre el tema, de cunto exactamente se haba abierto conmigo, Ice se
call completamente negndose a discutir nada ms de lo que tuviera
un carcter personal. Aunque me dola no presionarla ms all de su
coraza interior, que se abra lentamente, supe respetar sus lmites y decid
esperar a que ella hiciera su siguiente movimiento si es que llegaba a
hacerlo.

* * *

Al fin, el fro que calaba hasta los huesos del invierno, dio paso a la
esperada calidez de la primavera. El brillante sol y el trino de los pjaros
devolvieron el verde a la tierra, que recibi el cambio con alegra
despus del marrn del invierno, desolado y vaco. Las presas salieron por
docenas al patio, su piel con la palidez del invierno se complaci de no
tener techo sobre sus cabezas, excepto el cielo, aunque fuera por breves
instantes. Uno de esos primeros das clidos a las once en punto, camin
a grandes pasos con el resto de ellas, llena de dicha por lo que slo por
vez primera poda conseguir. Nueva vida me rodeaba por todas partes
hacia donde mirara y renaca algo profundo dentro de m, que haba
perdido desde que las primeras escarchas haban cubierto la tierra haca
unos cuantos meses.

Cuando camin hacia la fresca y blanda hierba, sintiendo el roco


empapar el dobladillo de mi mono y sonriendo por nada, mi nuevo
estatus de Amazona, me dio la libertad para ir donde quisiera en el patio,
y creme que aprovech ese privilegio. El bordillo de alrededor de la
cancha de baloncesto me pareca solo un poco feo para recorrerlo
despus del brutal infierno que habamos padecido. Camin hacia la
nuevamente pulida lnea de tiros libres del campo de softball,
observando a las mujeres haciendo calentamientos.

Algunas de las reclusas estaban haciendo prcticas de bateo, mientras


las infielders16 y outifildres17, se acribillaban con lanzamientos rpidos de
las pequeas y brillantes bolas de softball. Una mosca pulul en mi

16 Infielder: las que juegan en el campo interno de tierra.


17 Outfilders: son las que juegan en la parte externa del campo, tambin llamados jardineras.
camino y, sin pensar en ello, extend la mano y la pill en el aire,
disfrutando de las miradas de sorpresa cuando la solt de nuevo.

El softbal es un deporte que me gustaba mucho y en el que era muy


buena. Tambin era el nico que hubo en mi vida, antes de mi fuga, que
era capaz de atreverme a practicar. A pesar de la decepcin velada de
mi madre y los comentarios sarcsticos de mi padre, lo intent y gan
una posicin de partida en el equipo Varsity en mi segundo ao de
instituto. Jugaba como torpedera, y no creas que no he escuchado cada
broma sobre la altura perfecta para el puesto, porque creme, lo he
hecho. Una docena de veces por lo menos.

En respuesta a las agradables llamadas, me met al partido entre reclusas


y tom mi posicin acostumbrada, desgastando el guante sucio que me
haban dado. Agachndome, mis msculos se sentan giles y libres a
pesar del confinamiento de invierno, y me quit el pelo de los ojos y
comenc a molestar a la bateadora, mareada por la sensacin de ser
cinco aos ms joven y una vida ms libre.

La actividad regres rpidamente y me dej llevar por el juego


recogiendo pelotas, marcando los corredores, y bateando como una
mujer poseda. Estaba sucia de deslizarme por el suelo y sudorosa por
correr, y en general me senta bien.

Era la sexta carrera y mi equipo estaba ganando por un amplio margen,


la bateadora estaba discutiendo con el rbitro con lo que se podra
llamar disputa, me distraje. Mirando hacia la prisin, vi que la puerta se
abra y varias de mis amigas salan en fila seguidas por Ice. Haba una
extraa sonrisa en su cara y aunque no estaba dirigida a m me sent
sonrer en respuesta. Haba ganado de nuevo todo el peso que haba
perdido mientras se encontraba en aislamiento y aunque estaba todava
plida, su tono de piel oliva normal haba regresado a su rostro, dndole
un aspecto vibrante y saludable. Una rfaga de viento levant el pelo de
sus hombros y descubri su rostro, exponiendo sus rasgos angulosos en
todo su esplendor.

Sin duda, yo estaba fascinada, tanto as que casi consigo ortodoncia


gratuita de una pelota que me lanzaron a la cara. Como reflejo puse el
guante delante y atrap el misil, y de este modo se termin el juego.
Pronto me encontr debajo de un montn de mis compaeras de
equipo, sufriendo palmaditas de felicitacin y nimos en todas las partes
expuestas de mi cuerpo, sonriendo como tonta, estoy segura. Finalmente
fui rescatada del montn, por una solcita primera base que me sonrea
tmidamente mientras me ayudaba a ponerme en pie y me sacuda lo
que quedaba del polvo de mis hombros.

Campanas de advertencia sonaron en mi cabeza y reduje mi sonrisa,


halagada por su tmido inters, pero queriendo que solo una persona me
mirase as. Aument la distancia entre nosotras con el pretexto de
enderezar mis mangas.

Gracias.

La sonrisa de la joven se ampli.

Ey, no hay problema!, lo hiciste muy bien por cierto. Menudo agarre!

Gracias. T tambin lo hiciste bastante bien.

Ella se encogi de hombros con auto desprecio.

Eh, estaba un poco oxidada, pero lo har bien una vez que tenga
tiempo para entrenar un poco y volver a mi nivel. Quieres que
practiquemos juntas alguna vez?

Oh, poda sentir que mi sonrisa se pona un poco forzada, pero esperaba
que no pudiera detectarlo.

Mmm S. Claro! Por qu no?

Cool, eso sera genial!, me llamo Digger, por cierto.

Tom su mano extenda, la estrech una vez y luego la solt.

Encantada de conocerte, Digger. Soy ngel.

Su sonrisa fue ridcula.

S dijo ella alargando la palabra. Lo s. Te he visto en la biblioteca


y con las Amazonas y esas cosas. Sois cool.
Oh chico.

Puse lo ojos en blanco mentalmente, pero me las arregl para mantener


un cara seria.

Gracias.

No, gracias a ti. Entonces Puedo caminar contigo de vuelta al


interior?

Me puse la mano en la nuca, las neuronas se pusieron a trabajar tratando


de llegar a una forma elegante de rechazar el avance de mi admiradora
recin descubierta. El resto de m, se estaba partiendo de risa como
tonta.

Yo mmm agradezco la oferta Digger, de verdad. Es solo que


mmm yo Mis ojos se posaron en la respuesta. Promet a mis
amigas de all que me reunira con ellas tan pronto como terminara aqu.

Todo su rostro se ilumin como el rostro de un nio en la maana de


Navidad.

Vas a pasar el rato con las Amazonas? Wow! Tal vez podras
presentrmelas.

Vaya excusa, genial ngel.

El rechazo estaba en la punta de mi lengua, cuando record una versin


ligeramente de m misma siendo muy bien recibida por esas mujeres la
primera vez. Aunque a diferencia de m, yo ya tena tena amigas en su
banda. Sin embargo me gir hacia ella sonriendo de nuevo.

Claro. Vamos.

Muy bien! De acuerdo.

Ella me sigui como un cachorrito recin nacido. Hice una mueca ante
las sonrisas petulantes que recib ante mis amigas que como siempre
estaban reunidas en la zona de peso libre. Al entrar en la zona, Ponny se
sent en su sitio en uno de los bancos y me dio un palmadita en la
espalda.

Vaya manera de salvarle el trasero a los chicas, ngel.

Arrugu mi nariz ante ella, con mi propia versin de sonrisa de


superioridad.

Mejor que la tuya de todos modos.

Todas mis amigas se rieron, mientras Digger se quedaba con la boca


abierta, sin duda sorprendida por la aparente audacia para bromear con
Ponny sobre la fractura de crneo que haba recibido por el motn. Ponny
se rio con el resto de ellas, entonces fingi que me golpeaba el
estmago, antes de ponerse a hacer sus repeticiones de levantamiento
de pesa.

Dando un paso atrs, empuj a mi nueva amiga un poco hacia delante.

Todo el mundo esta es Digger. Digger estas son las Amazonas.

Mientras Digger empezaba sus efusivos saludos, mir a mi alrededor


buscando y sin encontrar a Ice dentro del grupo. Elevando las cejas
cuestionadoramente hacia Critter, ella asinti en un gesto con el brazo,
hacia algn lugar detrs de mi hombro izquierdo. Girando lentamente, vi
a Ice de pie contra la zona ms cercana de la cerca, su cuerpo estaba
tenso, y sus manos agarraban el eslabn de la cadena con tanta fuerza
que poda distinguir sus nudillos blancos incluso desde esta distancia. Mir
de nuevo a Critter, que se encogi de hombros.

Cuadrando mis hombros, gir completamente y empec a caminar


hacia la cerca, mirando a los guardias de la torre mientras lo haca.
Normalmente, por supuesto, los guardias se ponan ansiosos cuando te
acercabas demasiado a su preciosa cerca, pero al menos hasta ahora,
parecan particularmente desinteresados as que aceler mi paso.

A medida que mis pasos me llevaron ms cerca de Ice y la cerca, la vista


de la prisin qued fuera de mi visin, y tuve una visin clara del
estacionamiento ms all. Era dolorosamente obvio para m que Ice
observaba con sombra determinacin algo que suceda en el
estacionamiento y yo tena muchas ganas de saber lo que estaba
pasando.

De pie, ligeramente apartada de mi amiga, me asom al


estacionamiento y pude ver al Alcaide hablando con un hombre bajo y
bien constituido que llevaba un traje oscuro y gafas de sol. Una de las
manos del desconocido descansaba posesivamente sobre el cap de
un Cadillac negro brillante, mientras que su otra mano, gesticulaba a la
vez que mova sus labios. Su pelo negro brillaba a la luz del sol, cuyos rayos
reflejaban las brillantes capas de joyas de oro que llevaba puestas. Ech
la cabeza hacia atrs por la risa despus de algn comentario del
Alcaide, y luego le tendi la mano para estrechrsela, lo cual pas.
Despus de un momento, se meti en su coche caro y se fue. El Alcaide
volvi a su oficina.

Poda sentir fcilmente la tensin que irradiaba del cuerpo de mi amiga


mientras su cabeza se volva siguiendo el camino del Cadillac. Pas un
momento y luego otro. Entonces agarr la cerca con tanta fuerza que
estuve segura de que los eslabones de metal se iban a romper,
simplemente por la fuerza de sus manos. Ella la sacudi una vez,
violentamente, luego se volvi y, sin decir una palabra o una mirada en
cualquier direccin excepto hacia el frente, camin de vuelta a la prisin.

Apenas me contuve de correr tras ella, recordando la promesa a m


misma en el ltimo momento. Con un suspiro de desaliento, me di la
vuelta y camin de regreso a la zona de pesas, donde mis amigas me
miraban con expresiones de preocupacin en sus rostros. Me encog de
hombros y sacud la cabeza justo mientras el cambio de turno de
campana sonaba, indicndonos a todas que entrramos de nuevo en el
edificio.

Mientras estaba sentada en mi celda por la noche, pens en lo que haba


ocurrido durante el da. Ice haba desaparecido en su celda, como era
habitual en ella cuando estaba molesta, por el resto del da. Corinne y las
otras me acosaban preguntndome lo que haba visto y por lo que Ice
haba reaccionado como lo hizo. Me di cuenta de que ellas no confiaban
en que no hubiese perdido el juicio, pero yo s, me negu a darles ms
razones para pensar eso. Que conoca el hombre que estuvo hablando
con el Alcaide era obvio. Quin era y lo significada para ella sin embargo
no era asunto de nadie ms que de ella.
Me temo que estaba un poco molesta con todas ellas, y en vez de
someterlas ms a mi ataque de ira me retir a mi celda dndome cuenta
de la irona de mis actos. Haba tenido varias compaeras de celda en
poco ms de un ao, en la actualidad mi celda estaba vaca de
cualquier otra presencia humana, por lo que era libre de estar deprimida
en paz.

Aunque todava era temprano, decid terminar la noche, pesando que


tal vez el sueo me proporcionara las respuestas a mis preguntas, estaba
a punto de tumbarme en la cama cuando un sonido en el exterior de mi
celda me hizo levantarme y mirar por encima del hombro con curiosidad.
Ice estaba en el pasillo con los brazos a los costados y una mirada
ligeramente disgustada en el rostro. Le sonre tmidamente.

Ests ocupada?

No, no! Estaba Seal hacia mi cama deshecha.

Quieres ir a dar un paseo?

Mientras me volva mi sonrisa se ampli.

Claro. Eso sera genial.

Sonriendo, elle me condujo fuera de la celda y luego me guio a travs de


la parte principal de la prisin antes de ir a uno de los muchos corredores
que se alejan por la parte principal de la prisin. A la izquierda y luego
nuevamente a la izquierda, nos dirigimos a una zona de la prisin que no
haba visto antes.

Unas de las primeras cosas que aprendes cuando ests encarcelado es


a no meter la nariz en demasiados lugares, porque puedes apostar que
no te gustar lo que encuentres. O a menudo lo que te encuentra a ti.
Siguiendo esa filosofa en particular como una Biblia, haba muchos
lugares en el Pantano desconocidos para m.

Aunque me sent algo molesta con la situacin actual, confiaba en Ice


con mi vida y tambin tena una muy buena idea hacia donde nos
dirigamos.
Antes de seguir adelante podra ser mejor retroceder un paso por un
momento y explicarte el sistema empleado por el Pantano.

Mientras que en muchas prisiones se espera que las reclusas trabajen por
su alojamiento y comida, es diferente en el Pantano. Las presas que
tienen el deseo por trabajar, ya sea por dinero o por pasar el tiempo ms
rpido, lo hacen. Se les paga un salario base de 25 centavos la hora, que
va directamente a su cuenta personal en la penitenciaria. Las reclusas
que no tienen ganas de trabajar no estn obligadas.

El trabajo que hago por Corinne en la biblioteca lo hago por gusto y no


aceptar ningn pago por ello. Es mi trabajo aparte, mi otro trabajo, el
de obtener artculos por los que pagan un poco ms de lo que cuestan,
el que hace que me pueda permitir cualquier frivolidad que pueda
querer. Hay un montn de oportunidades para trabajar en nuestro
pequeo y feliz hogar, que es desde la lavandera o la limpieza, a la
cocina o la jardinera. En los aos 50, se aadi una nueva ala grande a
la prisin principal, y alberga los nuevos talleres que se han aadido para
aumentar los ingresos de la prisin. Un taller de reparacin, un taller de
chapa y una carpintera comparten el espacio en la nueva ala, me han
dicho que los beneficios de esas iniciativas de trabajo esclavo son
bastante altas.

Teniendo en cuenta sus antecedentes, o al menos la parte que constituye


el salario legal, no debera ser difcil de adivinar donde iba a trabajar Ice.
Efectivamente, despus de que caminamos por el ltimo pasillo, el rea
se abri a un espacio ms grande, con varias puertas en el lado opuesto
de la pared. Tres guardias patrullaban la zona y levantaron la mira
inquisitiva cuando entramos. Todos saludaron y una se acerc sonriendo.

Haciendo horas extra, Ice? Los otros se rieron de su chiste.

Algo as Admiti Ice, levantando los brazos, para que la guardia


pudiera registrarla.

Cmo te va, ngel? me pregunt la guardia. Extendiendo los brazos


para registrarme a m tambin. Vas a construir nuevas estanteras para
tu biblioteca?

No le contest tratando de no rerme mientras las manos


profesionales de la guardia pasaban sobre algunas partes muy
delicadas. Solo echaba un vistazo por los alrededores. Nunca he
estado en esta parte de la prisin antes.

La guardia sonri y dio un paso atrs.

Eso est bien. Aunque no os quedis all demasiado tiempo. El cierre de


celdas es en un par de horas.

Ice asinti y la guardia nos llev a unas puestas en el centro de la pared,


abrindola con las llaves que colgaban de una anilla enorme de su
cinturn, la puerta se abri en un sencillo click, y ella la abri
indicndonos que entrramos.

A media de cruzbamos por la puerta, Ice se puso a la izquierda,


buscando los interruptores de luz fluorescentes que iluminaron el alto
techo. Cuando la puerta se cerr suavemente detrs de nosotras, tuve la
oportunidad de mirar a mi alrededor, parpadeando con la
repentinamente brillante iluminacin. La habitacin era norme, con seis
naves con ascensores y enormes cajas de color naranja de las
herramientas mecnicas. Ola a grasa y goma, y me recordaron a los das
en los que mi padre me llevaba a cambiar el aceite y los neumticos.

Ella nos condujo por unos peldaos estrechos hacia el piso principal de la
estancia. Dos coches patrullas de la polica en varios estados de deterioro
se hallaban en las naves. Los otros espacios estaban vacos. Caminamos
por el suelo de cemento manchado de aceite, nuestras pisadas hacan
eco a travs de la oscura sala. Haba otra puerta, hecha de madera,
situada a un lado de la pared, y fue la puerta a la que Ice nos dirigi.
Supuse que eran oficinas de algn tipo y no le di mucha importancia
cuando ella tom la llave de su escondite de la parte superior en la
cornisa, y la introdujo en la cerradura.

La puerta se abri con sus bisagras silenciosas y Ice entr dejando que la
siguiera mientras ella encenda las luces de la nueva habitacin.
Inmediatamente pude ver que mi suposicin sobre ser una oficina estaba
lejos de la realidad. Esta segunda estancia era ms pequea que la
primera, con dos naves en vez de seis, pero con todo el dems equipo
en su lugar. Dos autos se encontraban en las naves, casi llenando la
estancia por completo. Uno era un Volkswagen Beetle desmantelado
completamente y el otro pareca ser un Corvette que estaba,
obviamente, siendo pintado de nuevo.
Mir hacia Ice con una pregunta en los ojos.

Desguace.18

Disculpa?

As es como se llama. Desguace.

Y un desguace es

Un lugar donde los coches robados son desmantelados en partes y se


les ponen nuevas matrculas imposibles de rastrear o identificar y se
revenden.

S que el shock y la incredulidad se mostraron en mi cara porque Ice


estrech sus ojos al mirarme, sonriendo levemente.

No creas que nuestro querido Alcaide lo hiciera, eh?

Yo no s qu pensar. Esto es increble. Ests segura de que l sabe


qu est pasando aqu?

Su sonrisa se convirti en una de superioridad.

Quin crees que lo paga?

Ests bromeando!

Me temo que no.

Mir a mi alrededor una vez ms con las manos en las caderas.

Cmo supiste que esto estaba aqu?

Ahhh. Ah est la historia. Vamos.

Levant mis manos en seal de frustracin, me di la vuelta y segu a Ice


fuera del cuarto a travs de las naves regulares, subimos las escaleras y

18
Desguace: tambin conocido como deshuesadero.
salimos del taller de reparacin. Tuve que soportar otro rpido registro de
mi sonriente amiga la guardia, entonces casi tuve que correr para
mantener el ritmo de las largas zancadas de Ice mientras ella se diriga
de regreso por los numerosos pasillos serpenteantes y tomaba el indicado
de vuelta a la prisin.

Lleg a las escaleras y segu su camino. Yo la segua de cerca, justo


detrs, un poco sin aliento mientras alcanzamos lo alto. Viendo la retirada
de Ice intent adivinar si estaba corriendo hacia algo o alejndose. Se
encogi de hombros, me ech a correr entrando en la celda un
momento despus de que ella lo hiciera, poniendo mis manos en las
caderas mirndola fijamente mientras se tiraba en su litera, con un brazo
detrs de su cabeza y su mirada distante.

Lo intent. Realmente lo hice. Pero mientras los silenciosos segundos se


convertan en momentos, pude sentir mi nivel de frustracin aumentar.

Y bien?

Le pregunt finalmente en lugar de soportar el silencio por ms tiempo.

Ante el sonido de mi voz, ella parpade como si se sorprendiera de que


an estuviera en la celda con ella. Volvi la cabeza lentamente para
mirarme a los ojos, con expresin triste y pensativa.

Cassandra no mat a Josephina.

Lo que quiera que hubiera estado esperando, no tena nada que ver con
esa declaracin.

Que qu?

Rodando sobre s misma hasta sentarse, Ice pleg sus largas piernas,
enrollando los brazos alrededor de ellas y apoyando la barbilla en las
rodillas levantadas.

Lo que quiero decir es bueno ella la mat, claro. Pero no por la


razn que dijo.

Creo que no te sigo, Ice.


Mi mente estaba tratando de arrojar desesperadamente un tipo de
conexin lgica entra la operacin ilegal del taller de reparacin y la
informacin que Ice me acaba de dar. Y estaba fallando
miserablemente.

Cassandra dijo que mat a Josephina porque me llam amiga. Y eso


no es verdad.

Cmo lo sabes?

Porque ella me lo dijo.

Quin te lo dijo? Josephina? Tuve la extraa sensacin de


hundirme en extraas arenas movedizas.

No. Cassandra, cuando estbamos en aislamiento.

Ice, Cassandra est loca. Esta tan obsesionada contigo que


probablemente dira cualquier cosa para que tengas ms ganas de
matarle.

Yo la creo.

Puedes decirme por qu?

Ella sonri ligeramente.

Por muchas razones. Una de la cuales fue confirmada por m esta tarde.

Ahhh. Ahora estamos llegando a alguna parte.

Me estaba preguntando sobre eso.

Su sonrisa se ensanch.

Lo s Se movi un poco, palme el rea junto a ella, y yo acept la


oferta y me sent en el colchn lleno de bultos, y me ech hacia atrs
hasta estar contra la fra pared. Un silencio cmodo se extendi sobre
nosotras y me obligu a contentarme con solo el sonido de nuestra
respiracin. Cuando por fin se volvi hacia m, su mirada era directa, pero
cautelosa . ngel, por qu nunca me has preguntado si soy culpable
del crimen por el que estoy aqu?

Las arenas movedizas volvieron y de repente me encontr hundida hasta


el cuello. Poda sentir el tenso cuerpo de Ice junto a m, mientras esperaba
la respuesta.

Yo mmm Supongo que porque supuse que si queras que lo supiera


me lo habras dicho. Realmente no es asunto mo.

Ella asinti como respuesta, luego volvi la mirada hacia la pared de


enfrente donde el bonsi estaba floreciendo en todo su esplendor
artstico. El silencio se extendi una vez ms, aunque no tan cmodo
como antes. Pude sentir cmo mi propio cuerpo empezaba a tensarse.
Creo que pude haber aguantado la respiracin, aunque no estoy segura.

Su voz, cuando se alz, era apenas un susurro.

Soy culpable de matar a un montn de gente, ngel. Pero ese hombre


no fue uno de ellos.

Asent, sintiendo un alivio indescriptible atravesar mi cuerpo.

Qu pas? le pregunt, rezando para que la puerta que ella haba


abierto tenuemente para m se mantuviera abierta y no se fuera a cerrar
pronto golpendome en la cara.

Es una historia muy larga respondi ella dndonos a ambas una


salida fcil.

No la acept.

Bueno, considerando que estar por aqu unos aos ms. Estoy segura
de que podrs encontrar un hueco si lo intentas.

Consegu una sonrisa genuina por parte de ella y me di unas palmaditas


mentales en la espalda.

Est bien. Te dije que era una asesina a sueldo para Briacci, pero no
siempre tomaba rdenes directas de l. Tena un montn de subordinados
y otros lacayos que transmitan sus rdenes por l. Uno de ellos es un tipo
llamado Nunzio Callestrano Hizo una mueca. Un tipo feo que tiene ms
pelo en sus nudillos que la mayora de los dems en sus cabezas No
puede evitar rer por la imagen y ella se encogi de hombros. Es verdad.
Como sea, Briacci y su esposa estaban en Sicilia para el funeral de una de
sus tas abuelas cuando la orden lleg. Nunzio mand a uno de sus lacayos
a decirme que necesitaban que alguien se encargase de ello. Este tipo era
supuestamente un gran problema; estaba metido en cosas en que ni
siquiera la Mafia se mezclara, como pornografa infantil. Este tipo me dijo
que Callestrano le cont que este hombre, cuyo nombre era Tony Selleti,
estaba jugando con algunas de las casas de droga que Biracci controlaba.
Al igual que cualquier otra banda, la Familia no desiste de su territorio sin
luchar y yo estaba siendo obviamente contratada para hacerme cargo
del problemita de una vez por todas.

Entonces, qu paso?

Siempre hago los deberes antes de hacer un trabajo Ella continu con
el asunto con naturalidad. Y esta vez no fue la excepcin. Inspeccion la
casa del tipo y su trabajo para conseguir una idea general de l y, quizs,
sacar una idea del lugar al que lo podra llevar con pocos problemas.

Sus palabras y su extensin en un tono sin emociones, enviaron escalofros


por todo mi cuerpo. Cruc los brazos para tratar de ocultar la piel de gallina
que se propagaba sobre mi piel desnuda. Sus ojos me decan que haban
visto ms all de mi engao y de nuevo contuve la respiracin,
preguntndome si ella continuara.

Dejamos salir un largo suspiro, ella apoy la barbilla en sus rodillas una vez
ms.

Digamos que lo que descubr, estaba en desacuerdo con lo que me


haban dicho.

Qu quieres decir?

En lugar de ser distribuidor de pornografa infantil que violaba a bebs


para ganarse la vida, me encontr con un tranquilo hombre de familia,
trabajador, que no se pareca en absoluto al hombre que haba recibido
la orden de matar. Ahora, antes de que digas nada, s que la mayora de
los criminales de este tipo no tienen un sello en la frente, pero he aprendido
a confiar en mis instintos en estas situaciones, mis instintos estaban
dicindome que este no era un problema Se movi de nuevo. Durante
mi tiempo con Briacci, haba aprendido a tener contactos privados, y me
vinieron muy bien aqu. Por un amigo, me enter de que la nica verdad
que me haban dicho de este hombre era su nombre. El resto fue una sarta
de mentiras envueltas en un bonito papel para conseguir que mi
temperamento se calentara y me doblegara. Tambin me enter de algo
muy importante.

Y qu era?

Que era un testigo del gobierno para un juicio que involucraba a una
Familia rival.

Ahora las piezas, al menos algunas de ellas, empezaron a caer en su lugar.


Asent en lo que esperaba que fuera una manera alentadora para
continuar.

Muchos de nosotros tenemos lneas que no cruzamos, y sta era una de


las mas. Nunca he matado inocentes y nunca mat testigos, no importa
contra quien estuvieran testificando. Sobra decir, que tuve una gran
brecha con Salvatore Briacci por establecer esa regla y yo hice una rpida
llamada a Sicilia para dejrselo saber. Desafortunadamente no estaba
disponible cuando llam, as que le dej un mensaje. Entonces regres con
el lacayo de Nunzio y le dije que no haba trato. Me fui a casa, guard mi
arma, y me fui a dormir, pensando que era el final del asunto Ella resopl
suavemente por la nariz. Debera haberlo sabido mejor.

Ocult de nuevo sus ojos tras un fino velo y me resist a la tentacin de poner
mi mano en su brazo como apoyo.

Me despert a la maana siguiente con el sonido de una docena de


agentes de polica golpeando mi puerta. Parece que Tony Selleti haba
sufrido un pequeo accidente durante la noche y tenan a cinco testigos
que me vieron caminando por su oficina, pistola en mano y sangre
cubriendo todo mi cuerpo Se rio sin alegra. Es increble lo que un poco
de dinero en las manos correctas hace que una persona vea, no?

Asent entendiendo perfectamente. Es increble lo que los vecinos ven o


piensan haber escuchado en la oscuridad de la noche y tras puertas
cerradas con llave. La mente es una cosa muy selectiva. Haba aprendido
lo suficiente sobre eso de primera mano. Aadiendo un poco de incentivo
al asunto bueno, se dice que cada hombre tiene su precio.

Fue Salvatore? Le pregunt despus de un largo momento de silencio


contemplativo.

Eso pens al principio. Estruj mis sesos tratando de pensar en algo que
hubiera hecho para hacer que quisiera ponerme una trampa as. No poda
pensar en nada. Siempre haba sido una buena soldado, acatando sus
rdenes y obedecindolas sin dudar. Esta era la primera vez que yo
rechazaba un golpe Rodando su cabeza contra la pared, se pas la
mano por el pelo recuperndose un poco. Lo que no poda entender era
por qu l querra que yo quitara del medio a un testigo que poda poner
a un rival tras las rejas. No tena sentido para m. Despus de todo, Briacci
siempre haba tenido problemas con este tipo. Se podra pensar que se
alegrara de que hubiera pruebas suficientes para quitarlo de en medio al
fin, sin tener que mancharse las manos.

Tienes razn. Eso no tiene ningn sentido.

Entonces empec a tener mis sospechas, pero para entonces ya haba


sido juzgada, condenada, sentenciada y de camino al Pantano.

Si tenas sospechas, por qu no luchaste?

Se ech a rer de nuevo, aunque pude ver, gracias a las luces intensas, el
brillo de las lgrimas en sus ojos. Era algo asombroso.

No pele porque pertenezco a donde estoy, ngel. Pude no haber


matado a Silleti, pero he matado a muchos ms. Soy demasiado peligrosa
para quedarme en las calles.

Ice

No, ngel es la verdad. Estoy donde pertenezco, donde siempre he


pertenecido Se sec los ojos con dureza con el dorso de la mano
evidentemente molesta por la humedad que encontr all. De todos
modos, despus de lo que escuch, Briacci no me dio la espalda
totalmente. No estaba muy segura del porqu, ya que incluso aunque
haba rechazado el golpe, su objetivo qued cumplido. Tal vez solo estaba
molesto por haber tenido que utilizar a alguien para hacer lo que debera
haber hecho yo en primer lugar Se encogi de hombros. No lo s.
Apuesto a que doli.

Me mir durante un largo rato, luego se volvi, ocultando su rostro con la


cada de su cabello.

S. Lo hizo. Lo que me doli ms fue el hecho de que Josephina no quisiera


hablarme tampoco. No me importaba lo que el resto de ellos pensara, pero
quera No, la necesitaba para mi versin de los hechos. Intent llamarla
un par de veces, pero siempre haba excusas sobre por qu no poda
atender el telfono. Despus de un tiempo, me di por vencida.

Entonces, por qu ella?

Estoy llegando a eso. Cuando la vi esa maana, supe que algo no iba
bien. A parte del cuchillo de Cassandra en su garganta, claro. Josephina
poda no ser una santa, pero a pesar de quin era su marido, era una
buena mujer, no haba una buena razn para que estuviera encerrada
aqu al menos que alguien estuviera tras ella. Y para que fuera trada en
medio de la noche Sus palabras se desvanecieron mientras negaba
con la cabeza.

Se enter sobre los problemas de Salvatore con la ley Me aventur.

S, pero no hasta que todo hubo terminado. Su negativa a declarar


contra su marido fue un problema, y los fiscales que queran jugar con
dureza se agregaron a la ecuacin. Y entonces ella muri y yo termin en
aislamiento.

Con Cassandra.

Exacto Su sonrisa era dura y carente de calidez. Me cont una


interesante ancdota. Parece que la noche que Josephina fue trada al
Pantano, el Alcaide le hizo a Cassandra una pequea visita. A cambio de
dejar que se quedara con Heracles, un acuerdo al que yo ya haba llegado
con l, como sabes, tena un trabajito que encargarle.

Matar a Josephina Respir, mi corazn empez a bombear


rpidamente.

Exacto. Le dio un cuchillo y dej la puerta de su celda desbloqueada


para poder cumplir sus rdenes. Slo tena otra condicin.

Y cul era?

Que yo tena que estar all para presenciarlo. Me dijo que fue muy firme
sobre eso.

Dios mo, por qu? De repente, el misterio de su presencia en la crcel


ese da qued muy claro.

Debido a que Josephina tena una informacin importante. Y si yo reciba


esa informacin, todo su pequeo reinado aqu podra derrumbarse a su
alrededor.

Cul era la informacin?

El nombre del hombre que haba matado a Tony Selleti. Antes de morir,
se las arregl para decrmelo. Era el lacayo de Nunzio, el tipo que me haba
dado las ordenes en primer lugar. Un hombre llamado Joseph Cavallo. El
mismo hombre que viste fuera hoy estrechado la mano del Alcaide.

Todo el rompecabezas de pronto se junt con fuerza segadora. Nuestro


piadoso Alcaide, estaba metido hasta las cejas en una corrupcin que iba
mucho ms all del asunto de los coches robados.

Cuando Cassandra actu por primera vez y fui hablar con l acerca de
Heracles, me propuso un trato. La vida de su mascota a cambio de mi
participacin en un pequeo negocio que estaba iniciando.

El desguace.

As es. Saba que no haba realmente ninguna manera de evitarlo, as


que acced. Empec a tener mis sospechas de nuevo entonces cuando
cre reconocer a algunos de los tipos que traan los coches robados, pero
esper un tiempo hasta que fue demasiado tarde. El suministro de coches
de Cavallo a Morrison, y sin duda pagndole una suma considerable de
dinero para desguazarlos o pintarlos de nuevo, llena los bolsillos del Alcaide,
y Cavallo consigue nuevos coches a precios reducidos y todos contentos.

Pero todava no estoy muy segura de cmo la muerte de Josephina tiene


que ver con todo esto. Ms all de lo obvio, por supuesto.
Tiene que ver por una serie de razones. Primero, con ella como testigo de
los acontecimientos reales que tuvieron lugar en la noche que muri Selleti,
podra conseguir un nuevo juicio y una buena oportunidad de ser absuelta.
Eso me dejara libre para exponer los trapicheos del Alcaide y sera su fin.
Adems, hay algunos altos mandos en la Capital del Estado, a los que en
gran medida no les gustara ver que sucediera, dado el hecho de que
Morrison les ayud a ser elegidos en primer lugar.

Eso es muy cierto El deseo repentino del fiscal de ponerse duro con
Josephina tena mucho ms sentido ahora, ya que firmaba sus cheques de
pago.

A esto se aade el hecho de que si sumas dos y dos, obtienes una imagen
de un tal Joseph Cavallo trabajando como topo para la Familia rival que
tena un inters personal en que Selleti descendiera de forma permanente.
Era la perfecta puesta a punto. Cavallo consigue matar al testigo en contra
de su jefe real, el Padrino rival. No importaba que yo me negara porque
tena que hacerlo de todos modos y culparme del mismo. Briacci nunca
recibi mi mensaje as que no tena ms remedio que creer en la pequea
comadreja. Josephina tambin me dijo antes de morir que Salvatore haba
sospechado de un topo en su propia Familia. Cavallo le convenci de que
era yo quien estaba fastidiando a su Familia. Con Josephina muerta, las
probabilidades de conseguirme un nuevo juicio son nulas. Pero, ya que
ahora s quin es el verdadero asesino, y ya que tambin s que es un
topo, y tambin que l y Morrison son socios de negocios, podra tener
alguna influencia sobre nuestro querido Alcaide.

Qu tipo de influencia?

No estoy segura todava. Morrison cometi su mayor error cuando hizo


de la muerte de Josephina un espectculo pblico. Debera haber tenido
que hacerlo en privado, o por lo menos en algn lugar donde yo no
estuviera para verlo. Pero es arrogante. Tom un gran riesgo y perdi Sus
dientes brillaron de nuevo. Simplemente no lo sabe todava
Enderezndose un poco, se estir, alzando sus largos brazos sobre su
cabeza y arqueando la espalda. El sonido del crepitar de sus vrtebras era
fuerte en la habitacin tranquila. Pero una cosa es cierta: los das de
Joseph Cavallo estn contados. Voy a verlo personalmente.

No pude evitar la emocin de miedo que me baj por la espina dorsal y


evit mirarla, sabiendo que la expresin de su cara, sin duda, se
profundara con eso. Esta Ice no era una mujer noble tratando de mejorar
la vida de las mujeres con las que comparta el espacio. Esta era una
asesina entrenada con el fuego de la venganza y la fra astucia de un gato
callejero.

Cuando volvi a hablar, su voz era suave y contemplativa.

Probablemente hay muchos que dicen que Briacci slo consigui lo que
se mereca, y que Josephina, por extensin, tambin.

Nadie merece morir, Ice.

Se volvi hacia m, con una sonrisa irnica encendiendo sus ojos.

Recurdame discutir contigo acerca de eso ms tarde.

Le devolv la sonrisa, retorciendo suavemente su brazo.

Hecho.

Me acogieron cuando nadie ms lo hubiera hecho. Me dieron comida,


refugio. Familia. Slo porque eligiera meterme en asuntos oscuros, no hace
que ese regalo sea menos valioso para m. Les debo una gran deuda y la
pagar.

A medida que sus ojos adquirieron ese brillo lejano una vez ms, me
encontr estudiando la mano que se coloc contra la sbana blanca de
la cama. Era una mano fuerte, morena y con buenas venas, con largos
dedos estrechos que eran elegantes y mortales al mismo tiempo. Al igual
que un nio curioso, puse mi mano sobre la suya, maravillndome por la
suavidad y el calor debajo de mi palma, incluso mientras me rea por
dentro ante la diferencia de tamao.

Cuando volv la cabeza, me encontr con sus ojos sobre m, totalmente


despierta, consciente del momento. Saba que esta vez mi corazn no
poda negar lo que estaba buscando con tanta paciencia. Nuestros labios
se encontraron con una dulzura infinita que prcticamente acab con la
carnalidad primordial de nuestro primer encuentro.

La clida suavidad de sus labios cubran los mos explorndolos


suavemente, derritindome por dentro, fracturando todo lo que yo
pensaba que era y dando a luz una nueva mujer en su lugar. Clidas y
hmedas, nuestras bocas se movan juntas en un gracioso baile de giro de
cabezas y profundas respiraciones. Mi mano traz una lnea por la larga
elegancia de su cuello, hundiendo los dedos en su espesa melena mientras
senta la punta de su lengua trazar la unin entre mis labios.

Mi boca se abri bajo el gesto burln y la acept de buena gana,


gimiendo suavemente mientras recorra lo que encontraba dentro con
habilidad, seguridad y sensualidad. Mi cabeza empez a dar vueltas,
aunque si era por falta de oxgeno o por la emocin abrumadora nunca lo
sabr. Me apart de mala gana, saboreando finalmente, mientras mi
cabeza se adelantaba para descansar contra su amplio hombro.

Dios... eso fue.... wow.

Su brazo se enrosc detrs de mi espalda y pronto me encontr atrapada


en un fuerte abrazo. Un suave beso fue presionado en mi frente y me relaj
contra ella, envuelta en un capullo de calidez y ternura. Escuch la msica
de su corazn, mientras lata constantemente bajo mi oreja mientras
esperaba que el cosquilleo que me envolva disminuyera. Sent el calor de
su mejilla mientras se apoyaba contra la parte superior de mi cabeza y mis
ojos se cerraron con alegra. Era un poco desconcertante que mi marido
hubiera tenido que morir para que yo pudiera encontrar mi hogar, pero la
verdad es que era fcil de ver para m.

Su voz grave reverber en mi odo.

Lo siento, ngel.

Trat de alejarme, pero su fuerte agarre me impeda moverme, as que


puse mi cabeza en su hombro y suspir.

Qu sientes?

Una risa irnica reson.

Muchas cosas, supongo. Cerrarme contigo. Mantenerme a distancia


cuando todo lo que ofrecas era ayuda. Pero sobre todo por tomar algo
tan preciado en un desafo.
Fue la apertura que haba estado esperando durante meses y los caminos
que de repente aparecan delante de m eran muchos y variados. El humor
pareca funcionar mejor con ella, as que eso es lo que intent primero.

Por lo que recuerdo le contest adoptando un tono seco, yo fui la


que te desafi.

La risa irnica volvi, vibrando contra mi cuerpo, donde la piel se una y se


fusionaba.

Tal vez. Pero yo saba lo que estaba haciendo. Saba lo que quera. Y
estoy acostumbrada a conseguir lo que quiero afirm. Pero esto... esto
es algo que nunca debi ser tomado. Y menos como broma.

Se me puso el corazn en la garganta, forzando las palabras escondidas


all a la luz pblica.

As que t tambin lo sientes.

Hubo un largo momento de silencio mientras senta su garganta tragar


contra mi cabeza.

S dijo susurrando despus de lo que pareci una eternidad. Otro


silencio lleg, ms largo que el primero. Desde el momento en que nos
conocimos Ella se movi, orientando mi cuerpo para mayor comodidad
contra el suyo. Trat de ignorarlo. Trat de meterlo muy dentro, donde
estn enterrados el resto de mis sentimientos. Obviamente, no funcion.

Estaba a punto de decir algo cuando las luces parpadearon, indicando el


cierre en diez minutos. Me apret junto a ella con ms fuerza durante un
segundo, luego afloj sus brazos y se alej. Cog su mano y la bes en el
dorso antes de colocarla sobre mi corazn.

Esto no ha terminado, sabes?

Sus labios se apretaron, obviamente tratando de reprimir una sonrisa


cuando elev una ceja en su ojo azul.

No ha terminado, eh?

Ni de lejos Y sin vacilacin o temor, me acerqu ms, cubriendo su


boca con la ma y mostrndole en un beso, la pasin que esconda mi
alma. Su mano se desliz sobre mi pecho izquierdo con un toque suave.

Respondiendo generosamente, toqu por primera vez con deseo los


pechos de otra mujer. Suave, clida y flexible bajo mis dedos inquisitivos,
me qued sin aliento en el beso al sentir endurecerse un pezn sensible
contra mi palma. Mi pulgar, por su propia voluntad, roz suavemente sobre
la tela que lo separaba de la carne caliente debajo y sent su cuerpo
acercarse junto al mo con un gemido susurrante saliendo de su garganta.

Sbitamente se apoder de m una gran necesidad de sentir la carne


sensible bajo mis dedos y romp el beso, gruendo cuando llegu a la
cremallera que contena su traje cerrado. Me las arregl para bajrselo por
la mitad cuando las luces parpadearon una vez ms y una voz annima
chisporrote por megafona, anunciando el cierre en cinco minutos.

Dejando caer mis dedos a centmetros de su meta, mis ojos se pegaron a


los magnficos escasos centmetros que separaban su escote con el
resultado de mis esfuerzos. Mi boca se hizo agua y la necesidad de enterrar
la cabeza entre esa carne tentadora y saborearla y olerla era casi
insoportable en su intensidad.

Sacudiendo la cabeza para romper la visin, mir hacia arriba para


encontrar a Ice mirando hacia atrs, el color de sus ojos se profundizaba
en un tormentoso ndigo que enmarcaba sus pupilas dilatadas como una
corona alrededor del sol. Su respiracin era un poco forzada y gotas de
sudor salpicaban su labio superior. Dios, era la cosa ms hermosa que
jams haba visto.

El sonido de alguien aclarando suavemente su garganta atraves mis


desbocados odos y me di la vuelta para ver a una guardia ruborizada, de
pie fuera de la entrada de la celda de Ice.

Seoras dijo casi en tono de disculpa, es la hora del cierre. Tienes que
volver a tu celda, ngel.

Me volv hacia Ice, que sonrea ridculamente hacia m. Creme cuando te


digo que esa expresin en concreto no hizo nada para amortiguar mi
ardor.

ngel...
Muy bien! Muy bien. Dios. Tuve que decirle a mis msculos lo que hacer
y me satisfizo que mis piernas conservaran la suficiente fuerza para soportar
mi peso y salir de la cama. Fue una decisin difcil, de verdad, pero me las
arregl para conseguir hacerlo. Recuerda lo que te dije, Ice. Esto no ha
terminado.

Su sonrisa creci con suficiencia.

Lo tendr en cuenta respondi ella en voz baja. Buenas noches,


ngel.
Captulo 8

P
ero termin. Al menos durante un tiempo.

Fiel a su naturaleza, Ice se cerr de nuevo en s misma, como si


nuestro encuentro esa noche juntas hubiera destapado demasiada
intimidad conmigo. No dir que no estaba decepcionada, porque lo
estaba, pero tambin intent poner todo de mi parte para entender las
cosas desde su punto de vista. Cada indagacin a esa maltratada alma,
me dejaba entrever ms a la mujer que yo era capaz de confesar
libremente, solo para m misma, de la que estaba enamorada.

Pero cada vislumbre de esa alma vena con un precio para ella y para
m. Supongo que era similar al dolor de liberarse de toxinas en el cuerpo.
Siempre necesitas un perodo de recuperacin para recuperar el
equilibro que pierdes.

Mientras tanto, me mantuve ocupada con el trabajo en la biblioteca,


con la enseanza e incluso me las arregl para involucrarme en el equipo
de softball Inmate All-Stars que jugaba contra las guardias durante la
primera semana del verano.

Mi estatus como Amazona, me permiti hablar con gente con la que


nunca podra haber soado hablar antes. Escuch las preocupaciones y
preguntas e intent ayudar lo mejor que pude. Como he dicho antes, la
mayora de las presas del Pantano no eran muy partidarias de la vida
comunitaria. La mayora eran mujeres jvenes que cumplan sentencias
cortas por errores estpidos. Aunque ayud tanto como pude para que
continuaran con su educacin escolar, quera hacer ms para ayudar a
preparar a estas mujeres para sus vidas fuera de los muros de la prisin.
Con la ayuda de las guardias, organizaciones principalmente sin nimo
de lucro, y las universidades locales, fui capaz de configurar varias
asignaturas para las reclusas. Clases como el Control de la ira, Forma de
educar a los hijos, Presupuestos del hogar, y Trayectorias profesionales,
fueron, sorprendentemente, muy bien recibidas. Eso me haca sentir bien
por ser capaz de marcar un efecto positivo en las vidas de unas cuantas
internas, por si haciendo mi mejor intento consegua que una vez que
dejaran el Pantano, nunca volvieran.

Mi segunda primavera en el Pantano, tambin vi por primera vez que yo


era capaz de intervenir en una lucha sin ayuda. Y, de hecho, nunca
necesit recurrir a la violencia.

Iba de camino a la lavandera para coger algunos uniformes limpios (y si


me has ledo atentamente, no dudars en recordar mi advertencia sobre
las prisiones y los cuartos de lavanderas), cuando entr en la
antecmara exterior y vi a dos reclusas, ambas bastante nuevas,
plantando cara a otra interna que acababa de salir de la zona de
segregacin. Las tres mujeres lucan marcas de golpes pasados, en la
mujer arrodillada ms novata eran ms vvidas contra el tono plido de
su piel.

Entr de golpe en la habitacin, dejando notar mi presencia por la fuerza


de mi entrada. La mujer arrodillada mir hacia m con una splica en sus
ojos, las otras, con ira.

Qu pasa aqu?

No creo que sea problema tuyo replic una de las que estaban de
pie.

Y si te digo que lo convierto en mi problema? Eso te ayudara?

La segunda mujer solt el agarre de la parte delantera del uniforme de


su cautiva y se dirigi hacia m.

Yo no lo hara si fuera t. Los cardenales pueden multiplicarse


rpidamente.

Captando el tono de mi voz, se detuvo mirndome interrogativamente,


evalundome.

Y bien?

Ella mir por encima de su hombro hacia su compaera, que se encogi


de hombros. Entonces se volvi hacia m y levant las manos por delante
de su pecho.
Eso no significa nada.

Ya veo sonre. Bueno, entonces estoy segura de que no te


importar que esa mujer se levante y se vaya por donde vino, verdad?

Claro dijo la primera despus de un momento. No hay problema.

Bien asent de modo alentador a la mujer arrodillada, quien asinti


como respuesta y forceje para ponerse de pie, an con temor en los
ojos. Un asentimiento mo ms y ella se volvi y camin hacia la ropa
limpia, reapareciendo un momento despus con una pila de trajes
limpios. Lanzndome una ltima mirada, lanzndose hacia la puerta.
Pude ver a la segunda mujer, la que haba desistido en su avance hacia
m, lanzando dagas con los ojos en direccin a la puerta.

Sabes continu con la conversacin, no sera un movimiento muy


inteligente ir detrs de ella una vez que me haya ido. Haceos un favor y
dejadla en paz. Ambas seris ms felices, creedme.

Quin eres t? pregunt la primera.

Pude sentir mi sonrisa aparecer.

Me llamo ngel.

ngel, eh? dijo la segunda, valorndome una vez ms. Era una
mujer de talla mediana con pelo liso castao que colgaba sobre sus ojos,
que en ese momento se entrecerraban hacia m.

As me llaman, s.

No pareces tan dura.

Las apariencias pueden ser engaosas. Eres bienvenida para intentar


averiguarlo si quieres, aunque yo preferira tratar esto de una forma ms
elegante.

La segunda mujer camin hacia su compaera y yo mir al tiempo que


las estudiaba a las dos cuidadosamente.
Parece que alguien os ha dado una paliza observ. Cuando ambas
me miraron con enfado, levant una mano. Est bien, tambin me
pas a m. Ms de una vez.

A nosotras no nos pas nada protest la primera. Solo somos


torpes.

Aunque me dieron ganas de rerme, me las arregl para no hacerlo.

Ya, yo he sido conocida por tener algn repentino ataque de torpeza


tambin. Duele, no? Dan ganas de querer hacer sentir a otros tan
miserables como t, eh?

Ahora ambas me miraban entrecerrando los ojos.

De qu infiernos ests hablando? pregunt la segunda finalmente.

Estoy hablando de golpear a alguien porque has sido golpeada t.


Estoy hablando de cmo crees que eso te har sentir mejor sobre lo que
te pas a ti, pero aqu estoy para decirte que no lo har. Lo nico que te
har empezar a hacer sentir mejor es aprender cmo hacer que no te
pase de nuevo. Lo nico que empezar a hacer sentir mejor es aprender
a manejar a la gente que te hace dao. No convirtindote en una
matona tambin, porque djenme decirles algo acerca de las matonas,
seoritas. Siempre habr alguien ms grande, alguien ms fuerte y ms
miserable que vosotras alrededor.

T? pregunt la primera resoplando con incredulidad.

Para empezar. Pero podra daros unas lecciones sobre cmo


defenderos en vez de defenderme contra vosotras. Qu decs?

Se miraron la una a la otra, entonces de vuelta a m, obviamente sin saber


lo que hacer conmigo.

De acuerdo, dijeron al unsono al final.

Mi sonrisa brill.

Genial. Estoy en el patio todos los das a las once. Mucho de mi tiempo
lo empleo en el equipo de softball ahora, pero si no puedo ayudaros,
tengo un grupo de amigas que lo harn. Encontraos conmigo maana
en el rea de pesas libre y os las presentar, de acuerdo?

La zona de pesas libre? Pero esa es la zona donde estn las Amazonas.

Exacto.

Eres una Amazona?

Claro que lo soy Me temo que mi sonrisa creci un poco presumida,


pero en realidad, a vosotros no os pasara? Sus expresiones se tieron
con una nueva emocin: respeto, y me hicieron sentir orgullosa de lo que
era. Entonces, tenemos un trato? No pegaris a nadie ms?

Eh Sip. Trato.

Genial. Os veo maana entonces.

Dejndolas de lado, continu en mi camino al interior de la lavandera y


tom los uniformes que haba venido a coger desde un principio. Cuando
sal, ellas an permanecan de pie ah, mirndome fijamente. Dndoles a
ambas un saludo con la mano final y una sonrisita brillante, me march.

La red de la prisin sobre chismes, estaba en perfecto funcionamiento


como pude ver cuando entr en la biblioteca despus, en la tarde.

Media docena de Amazonas y una bibliotecaria anciana, se reunieron a


mi alrededor en una orga de felicitaciones y palmaditas en la espalda.
Mir a mi alrededor con incredulidad mientras ellas aplaudan el xito de
mi primer solo.

Carcajadas y comentarios soeces de la prdida de la virginidad


acompaadas de buen humor y bromas, me hicieron sonrojar hasta las
races del pelo. Pony casi me hace caer de espaldas cuando me sac
una magdalena que haba conseguido gorronear de la mquina
expendedora del economato, con una velita encendida como
complemento. Fui festejada con la serenata Por ser una buena Amazona,
y el deseo que pens cuando sopl la vela solo lo s yo.

* * *
Mientras el calor templado de la primavera daba paso al fuerte calor y
la humedad del verano, Ice empez a salir de su aislamiento de nuevo,
como si la calidez del da y las templadas noches la llevaran a hacerlo.
Con frecuencia nos sentbamos fuera casi al anochecer, despus de
que me dieran permiso los guardias, y hablbamos, generalmente de
cosas sin importancia. Era obvio que la herida de la muerte de Josephina,
an dola, pero pareca que estaba ponindose mejor, poco a poco.

Muchas veces me encontr a m misma contndole historias sobre m de


jovencita. Esperaba que la hicieran abrirse lo suficiente para contarme
historias del mismo tipo, pero era como un mismo caballo de diferente
color. Aun as, contar historias era algo que disfrutaba hacer desde que
era joven, incluso si no tena ninguna audiencia ms que mis muecas
generalmente

La mayora de mis historias se centraban alrededor de la cabaa de


verano en los bosques de Canad. Le cont sobre la vez que mis abuelos
maternos vinieron a visitarnos una semana y mi abuelo haba tirado toda
la cubertera de plstico en el fuego, apestando la casa durante das. O
sobre la vez que fue la nica que fui de pesca con mi padre.

Mi padre no pensaba que la pesca fuera para chicas, pero por carencia
alguna vez, y ms probablemente por acompaamiento un da, me
concedi ir con l en el pequeo bote que tenamos amarrado en el
muelle. Presumiendo de ser un maestro en la pesca, tena una hermosa
caa y carrete y una cara caja de aparejos con todo tipo de seuelos
fascinantes, ninguno de los cuales tena permitido tocar para no ser
contaminados por piojos de chicas o algo as. Me present con bombo y
platillos una simple caa de bamb con un trozo de alambre y un
pequeo gancho que colgaba en el extremo. Tambin me dio una taza
de poliestireno con criaturas extraas y la advertencia de que sera mejor
que no le pidiera ponerme el cebo a l. Al parecer, las ideas de mi padre
de la feminidad no se extendan a ensuciarte las manos empalando
gusanos en ganchos puntiagudos.

Nos condujo a una diminuta isla en el medio del lago, donde ech el
ancla y fij su caa y los aparejos. Ech la caa en el agua azul mientras
yo intentaba averiguar la mejor manera de poner el cebo en el gancho
sin echarme todos los gusanos encima. Me pareca or a las pobres
criaturas llorar mientras meta la punta afilada a travs de su carne dura
y observaba supurar sangre por el agujerito que haba creado.

Tragndome la bilis, termin mi tarea decidida a no darle a mi padre


ninguna otra razn para decepcionarse de m. En cuanto tir mi caa,
sent un fuerte tirn y levant la caa para encontrar una perca de buen
tamao luchando contra mi gancho.

As es como ms o menos transcurri el da. Cada vez que tiraba la caa,


apareca un pez mordiendo el anzuelo. Mi padre, en cambio, an con
todo su equipo de lujo, solo se las arregl para atrapar a dos percas y un
pececito demasiado pequeo como para molestarse en conservarlo.

Decir que mi padre estaba de mal humor durante las dos horas que dur
la aventura, sera decir poco. Sin decir palabra, abruptamente guard su
equipo, tir el ancla y me dio la espalda hacia tierra. Esa noche cenamos
pescado y fue el mejor que he comido, a pesar de que mi padre pareca
estar asfixindose a cada bocado.

Incluso me las arregl para conseguir alguna que otra risa a pleno pulmn
de Ice cuando le cont la historia de la semana que tuvimos algunos
amigos de la familia con nosotros. Haba estado lloviendo todo el da y mi
madre y su amiga haban colocado sus zapatos junto a la chimenea de
piedra para secarlos. Al parecer, una ardilla haba elegido la chimenea
como su nido ese verano. Y adems, encontr los zapatos de la amiga
de mi madre como un refugio perfecto de la monotona de su casa de
piedra. Y a la maana siguiente, la amiga de mi madre meti su pie en el
zapato y grit lo suficientemente alto como para despertar a los muertos.
Para cuando llegu a la planta baja, mi madre y su amiga estaban
gritando, con escobas en sus manos, e iban corriendo por la casa
persiguiendo una pequea ardilla aterrorizada, que haba escogido el
zapato equivocado para dormir.

Ice siempre era una oyente maravillosa, y pareca siempre estar


interesada en que le contara historias de los veranos de mi niez en
nuestra cabaa del lago. Por la mirada lejana en sus ojos, creo que haba
conseguido finalmente que al menos tratara de visualizar el lugar que me
traa tal paz y serenidad.

Siempre pareca ms tranquila y abierta despus de escuchar mis


historias, ms suave de algn modo. Sus ojos claros tomaban una luz ms
profunda, un tono ms vibrante, y los ngulos agudos y lisos de su cara,
se vean algo suavizados mientras miraba con ternura en mi direccin.
Esa nia que haba visto en la foto, no estaba lejos bajo su superficie de
la mujer adulta. Era una parte de ella que ansiaba conocer. Pero al igual
que una piscina cuyas aguas profundas no llegas a conocer del todo
hasta que te encuentras sumergida hasta el cuello en ellas, haba capas
y capas de misterio y armadura emocional que tena que tener la
paciencia de separar para abrirme camino hasta lo profundo de su alma.

Haba otras veces que pareca que ella vena a verme jugar softball, sus
ojos recorran el campo y a sus jugadoras, y le provocaban una dichosa
sonrisa en sus labios. Aprend rpidamente a forzar mi atencin al juego si
no quera tener los labios hinchados, los ojos negros y las burlas
inmisericordes de mis compaeras de equipo. Haba veces que casi
poda sentir el calor de su mirada sobre m y tena que resistirme a girarme
y encontrarme con esa mirada sabiendo que sera mi perdicin si lo
haca.

Los besos que habamos compartido en su celda, despertaron a un


animal escondido en mi interior que no saba que poseyera. Mis noches
estaban llenas de imgenes tanto erticas como tiernas. Mis das no eran
mucho mejores, la verdad sea dicha. Haba veces que pens que
explotara por la presin, lo que quedaba de m, revoloteaba en cintas
de frustracin.

Pero si algo haba aprendido en el Pantano, era que la paciencia era una
virtud, Y cuando me empeaba, poda ser muy virtuosa, Mi nombre es
ngel, despus de todo.

Tambin hubo momentos en que la sonrisa de su cara poda relucir la


ligereza de su estado de nimo, e intentaba averiguar sus sentimientos y
planes para la venganza que haba prometido para el alcalde y del
hombre que la haba traicionado. Por mucho que lo intent, nunca pude
conseguir ninguna pista, y la conoca lo suficiente como para dejarla de
molestar o arriesgarme a una venganza yo misma. Aun as, no poda
evitar preocuparme por las drsticas medidas que poda considerar
necesarias para la bsqueda de lo que ella consideraba justicia, aunque
fuera del tipo ms bsico.

En realidad, no haba nada que la impidiera ir directamente tras Morrison.


Ella era, despus de todo, una vividora sin esperanza, al menos en sus
pensamientos, sin volver a ver jams la libertad. Creo que ese hecho
deba tentarla en extremo a veces, especialmente los domingos, cuando
nos obligaban a sentarnos durante tres horas para escuchar
predicamentos piadosos, sabiendo todos, la vil criatura que iba bajo esas
vestimentas. Por qu ella no tom ese camino, no tengo idea. No haba
duda de que podra haber sido fcil para ella, y en realidad, qu mayor
castigo podra recibir?

Casi todas las internas podran decirte al menos doce maneras de dejar
el Pantano sin el beneficio de la libertad condicional. Y, la verdad sea
dicha, algunas de esas maneras tenan una buena probabilidad de xito.
Esto era el Pantano despus de todo, no Alcatraz. Corinne, que era la
mayor conocedora de estas cosas, aseguraba que hubo veintiuna fugas
con xito del Pantano durante los aos que haba pasado en esa crcel
de mujeres. De ellas, quince haban sido capturadas, dos haban muerto
y las otras cinco que quedaban, nunca se escuch nada de ellas de
nuevo.

La ms popular y exitosa ruta de escape, aunque fuera un clich terrible,


era la de la maniobra del cesto de la ropa limpia. Dos de las cinco
internas que fueron asesinadas o recapturadas eligieron esta ruta para su
carrera a la libertad. En 1996, sin embargo, la prisin perdi su contrato
de la lavandera con el Estado y se cerr la avenida de la lavandera para
siempre.

Los tneles estaban descartados como medio de escape. El Pantano era


llamado as por algo, ya que se encontraba entre muchas hectreas de
tierras pantanosas. Los tneles se desmoronaban y se deshacan,
llenndose con agua prcticamente tan pronto como eran excavados.
Hasta la fecha, de acuerdo con Corinne, doce internas se haban
ahogado tratando de salir por el tnel de la prisin.

El premio para el intento de fuga ms idiota y que casi tuvo xito a pesar
de su estupidez, fue perpetrado por una mujer llamada Slick19. A
diferencia del Pantano, a ella no le pegaba el nombre. Slick trabajaba
en el taller de autos, y por lo que se dice, era buen mecnico. Tambin
era una loca y peligrosa asesina que no se detendra ante nada para
poder escaparse. Una noche, mientras estaba dando los toques finales a
un coche patrulla provincial, decidi esconderse bajo la lona que cubra

19
Slick: Hbil.
el suelo de la parte de atrs y dejar el Pantano con estilo. Los guardas
raramente inspeccionaban los coches patrulla pensando que los
patrulleros que los conducan estaran en mejor posicin de saber si algo
estaba fuera de lugar en sus vehculos. Lo que Slick olvid, sin embargo,
en su entusiasmo, si bien no era demasiado brillante la planificacin, fue
que los asientos traseros de los coches patrulla no tienen manijas en las
puertas. Ni que los gruesos cristales que separaban los asientos delanteros
de los de atrs, no permitan el paso fcil entre un compartimiento a otro.
Cuando el oficial que conduca el auto regresaba de su instruccin a la
estacin, se encontr con la gran y divertida sorpresa de una presa
fugitiva atascada y esperando su viaje de vuelta al Pantano.

Los perros guardianes estaban especialmente entrenados para rastrear


el olor humano, y la aparicin de las puertas electrnicas del garaje,
terminaron con las oportunidades de escapar a travs de la baha del
desguace de una vez por todas. Cada auto era inspeccionado mientras
esperaba hacer el trasbordo y se encargaban de cualquier cosa que
fuera encontrada fuera de lugar inmediatamente.

Corinne me dijo que durante los diez aos desde ese incidente, nunca
haba habido un intento de fuga con xito. Algunas mujeres an
intentaron saltar la verja o escaparse con los visitantes, pero nunca nadie
consigui salir del patio.

Incluso si no hubiera sido ese el caso, tena mis dudas de que fugarse
fuera algo que Ice estuviera considerando seriamente. Era el tipo de
extraa presa que crea que verdaderamente perteneca al lugar donde
se encontraba. E incluso habiendo sido encarcelada por un crimen que
no cometi, senta la culpa de los otros crmenes que s haba cometido
y que continuaban pesndole mucho. Crea que la justicia haba
actuado correctamente y pareca contenta con permanecer a donde
senta que perteneca. Pero tambin saba que costara lo que costara,
de algn modo, Cavallo y Morrison tambin recibiran justicia servida en
bandeja de plata teida de sangre. Y eso era lo que me preocupaba.

Otra preocupacin, aunque una ms molesta que temible, era la


continuada presencia de mi propia pequea sombra llamada Digger. No
pareca importar donde fuera ni cundo, Digger siempre estaba en algn
lugar por los alrededores. Para ser honesta, mi rutina de biblioteca,
softball, comida, biblioteca, celda, no era tan difcil de averiguar, pero
aun as era desconcertante. Trat de hablar con ella, le ped a Corinne
que intentara hablar con ella. Ped a las Amazonas que intentaran hablar
con ella. Nada funcion. Pareca ser una de esas personas que no
pueden ver los hechos frente a su cara. Se volva tan pesada a veces que
consider seriamente pedirle a Ice que la intimidara para que se acabara
su enamoramiento para siempre, pero prevaleci mi lado ms educado
que mantena escondido en lo ms profundo para utilizarlo solo como
ltimo recurso.

Aun as, Digger se las arreglaba para tener alguna utilidad, con lo que se
soportaba la frustracin constante de tener una sombra viviente, y me
deca a m misma que al menos no era Psycho. O al menos esperaba que
Digger no fuera tambin una psicpata, aunque fuera una manitica del
orden. El interior de su celda estaba limpio y era tan espartano como el
de un monje, y sus uniformes estaban siempre sin arrugas, con pliegues
perfectos. Con frecuencia me diverta ver como se pasaba varios minutos
durante un partido de softball, sacudindose la tela despus de deslizarse
en una base para evitar la eliminacin. Como loca de la limpieza, tena
un don natural para los trabajos de limpieza, tan abundantes en el
Pantano. Enfrentmonos a los hechos. Era una mujer rara que disfrutaba
limpiando aseos para ganarse la vida, pero lo haca con una sonrisa.
Algunas reclusas la llamaban June Cleaver 20 a sus espaldas, y era causa
de mltiples burlas en nuestro pequeo rincn del infierno.

Sus tendencias ordenadas, no escapaban a la atencin de nuestro


Alcaide, que tambin pareca asumir que la nocin de limpieza estaba
de hecho, unida a la piedad. Cuando se trataba de trajes planchados y
barrer pisos, claro. El alma de ese hombre estaba tan sucia como el fondo
de un taxi de Nueva York. En cualquier caso, el Alcaide la nombr como
su ama de llaves personal, lo que significaba, por supuesto, que estaba
en la posicin perfecta para recoger y distribuir cositas que se le
escapaban a Morrison durante el curso de sus negocios diarios. Y creme
cuando te digo que Digger era muy buena en su trabajo. Baste decir que
William Morrison tena el pomo de latn ms limpio de toda la prisin. Por
supuesto, Digger tambin se mantena con los ojos y odos abiertos, pero
l no tena por qu saberlo.

* * *

20
June Cleaver: personaje de ficcin de la serie de televisin norteamericana de 1957, Leave it to
Beaver.
La maana del primer partido inaugural de softball entre presas y
guardias, amaneci con la proverbial BCH en la asistencia. Brumoso,
clido y hmedo. El cielo luca apagado, de un gris monocromo, y el aire
lo suficientemente espeso como para poder cortarlo con uno de los
cuchillos de Psycho. A las 9 de la maana, la temperatura ya alcanzaba
los 27C y subiendo. Haba decidido en un impulso del momento, llegar
un par de horas antes para practicar un poco ms, sabiendo que
nuestras lanzadoras estaran tambin practicando.

Cuando sal a la sauna en que se haba convertido el patio con la salida


del sol, silenciosamente agradec a nuestra capitana de equipo por
haber presionado para conseguir el uniforme que ahora llevaba puesto.
En vez del grueso y pesado polister del uniforme de la prisin, llevaba
una sencilla camiseta de algodn y pantalones cortos de algodn
holgados. El sudor inmediatamente se roci entre mis pechos y en la lnea
que une mi pelo a mi frente. Llevaba mi cabello recogido en una coleta
para el partido, y me promet una vez ms que lo cortara a la siguiente
oportunidad que tuviera.

Un cuerpo me roz y casi me ensucio mis nuevos pantalones cortos al


girarme, con las manos en alto en postura defensiva. Digger salt hacia
atrs, con una sonrisa apesadumbrada en el rostro y las manos tambin
en alto.

Lo siento ngel. Soy slo yo. Debas estar concentrada en el juego,


no?

Le devolv la sonrisa, aunque ms leve.

Eh sip, Digger. Solo que me sobresaltaste Luch para que no se


notara la molestia del tono de mi voz. Qu haces aqu fuera tan
temprano?

Me imagin que querras hacer una prctica de ltimo minuto, as que


aqu estoy Su sonrisa se ampli al ir pasando su mirada por mi cuerpo
. Luces muy bien, ngel.

Mir hacia abajo, percatndome de los lugares donde el sudor haba


pegado el algodn a mi piel. Haba una V formndose entre mis
pechos, y me resist a la urgencia de cubrrmelos.
Gracias Me las arregl para decir. T tambin.

La verdad es que no crea posible que el algodn pudiera ser tan blanco
y tan absolutamente libre de arrugas, pero de alguna manera, Digger se
las arregl para conseguirlo, como siempre. A diferencia de m, su sudor
no se atrevi a manchar su pulcro uniforme. Me re por dentro al
imaginarla gritndole a sus poros, demandndoles que se quedaran
cerrados y tensos mientras entrenaba.

As que dijo ella movindose nerviosamente para romper el silencio


, ests lista para patear algunos culos de guardias?

Claro.

Cambiando mi guante a la mano ms cercana a Digger, empec a


cruzar el patio tomando aire que ola ligeramente a tierra hmeda
provocado por la niebla que nos rodeaba. Nuestras lanzadoras estaban
calentando y preparndose, y me puse de pie fuera de la lnea de tiros
libres, observando y animndolas durante un momento.

Las jugadoras de ambos equipos comenzaron a desplazarse hacia el


campo, saludndose en voz alta las unas a las otras con afabilidad, y
levantando polvo en el hmedo aire.

Dos fuertes manos se plantaron en mis hombros en un apretn que


reconoc, junto con una voz baja y sensual sonando muy cerca de mi
odo.

Dales duro, ngel Las manos dieron un breve apretn ms en mis


hombros, antes de que una cabeza se girara brevemente en torno a mi
campo de visin, depositando un suave beso en mi mejilla. Suerte.

Un movimiento sutil y la presencia se haba ido, dejando atrs su


maravilloso aroma y a m, mirando aturdida a la nada, con un rubor
pronuncindose rpidamente en mi cara, y preguntndome por qu
haba pensado que el da podra ser malo.

Esa era Ice? dijo Digger junto a m, con su voz llena de asombro
silencioso. Parpade con molestia, el hechizo que Ice haba tejido sobre
m temporalmente se rompi.
S, esa era Ice.

Wow. Es genial! Ey, crees que si se lo pido me dara un beso a m


tambin?

Antes de darme cuenta, me haba girado para encararla.

Ni lo pienses Su mirada de sorpresa fue tan cmica que tuve que


contener una carcajada. Vamos a ir a practicar ok?

Sip. Claro. Como digas, ngel.

* * *

El partido fue rpido y violento desde el principio. Las guardias tenan un


equipo excelente con una lanzadora con puntera mortal que te poda
hacer echar fuego en el bate si intentabas pararla. Su bateo era muy
bueno, as como su juego exterior. Sus brazos parecan disparar como si
fueran rifles. Su nica debilidad era su juego interno, y me puse a explotar
eso lo mejor que pude, haciendo incursiones en su lnea de defensa,
hasta encontrar una brecha en ella, entre la primera y segunda base, un
buen punto para m de todas formas.

Nuestro punto fuerte era el juego de campo interno. Aunque molesta,


Digger era una destacada primera base, debiendo su apodo bien
puesto, a sacar unos cuantos tiros errantes que podran haberse
convertido en bases extra si ella los hubiera perdido.

Era el inicio del quinto tiempo y el marcador estaba empatado cuando


fall una pelota que debera haber sido fcilmente atrapada, ya que se
me resbal del guante, permitiendo as que las corredoras avanzaran. En
un ataque de frustracin, ech mi guante al suelo y lo pisote, como una
nia con una rabieta, lo cual, supongo que era.

En medio de mi pataleta, sent un par de ojos en m y me gir, aun


despotricando entre dientes. El torrente ces abruptamente, cuando mi
mirada se cruz con la de Ice, permitiendo que la calma y confianza de
sus ojos, pasaran sobre m como un blsamo relajante. De pronto, me
olvid de por qu me haba enojado tanto en primer lugar, y sent un
rubor de vergenza afluyendo a mis mejillas, calentndome hasta las
orejas. Su ceja se arque mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios.
Me dio una breve inclinacin de cabeza antes de romper
deliberadamente nuestras miradas mientras ella miraba hacia la
bateadora, estudiando a la nueva guardia que haba salido al campo.

Agachndome para recoger mi guante, murmur mis disculpas a mis


compaeras de equipo y me prepar para la siguiente jugada, reforzada
por la creencia en m misma, por la confianza que una mujer tena en m.
Tomando unas profundas inhalaciones, me inclin hacia delante, en
cuclillas, con mi guante ante m flexionado y listo para lo que fuera.

Cuando la bola se dirigi velozmente hacia m, sent que mi guante se


elevaba casi en una reaccin inconsciente. Impact rpidamente, pero
me las arregl para recogerla en un rebote y esta vez no se me resbal.
Ponindome de pie en seguida, lanc la pelota a Digger, que la atrap
en una fraccin de segundo, antes de lanzarse a correr cruzando el
campo para un triple juego.

Se podra creer que habamos ganado la Serie Mundial por la manera en


que mis compaeras de equipo se me echaron encima, gritando como
locas. Incluso las guardias aplaudieron y gritaron sus felicitaciones.

Una vez ms, Digger vino a rescatarme, abrindose camino a travs de


la pila humana sobre m y ponindome de pie. Aunque la ayuda fue
bienvenida, me resist suavemente a sus intentos de sacudir mi ropa, no
queriendo sus manos sobre m ms de lo necesario y figurndome que
iba bastante sucia.

Al final de la misma entrada, nos las arreglamos para saltar sobre su


lanzadora, que estaba cansada. Digger fint y lanz por el hueco entre
el lado izquierdo y el centro del campo, donde comenzamos. Trey, que
tena el apoyo de su equipo, no dud en ofrecernos su fuerte bate,
propinando un imponente golpe que lleg casi hasta la valla por el
centro, en lnea recta, pero la jugadora exterior hizo un juego perfecto y
atrap la pelota con facilidad.

Sin embargo, Digger marc y avanz a la tercera base, superando el tiro


por un pelo. La siguiente mujer sali y se interpuso en su camino, apenas
alcanzando el campo interno y dejando a Digger sin espacio para correr.
Y lleg mi turno de batear. De pronto, sent la buena dosis de nerviosismo
que se adentra en ti cuando el partido depende de ti y tus compaeras
de equipo estn animndote. Mir a la mujer que consideraba mi
talismn, y consegu media sonrisa y un puo elevado desendome
suerte. Devolvindole la sonrisa, me coloqu en la lnea de bateo y me
prepar.

Todo se detuvo a mi alrededor. La muchedumbre elev sus gritos a lo


lejos. Mis ojos estaban enfocados solo a la lanzadora que tena enfrente,
que estaba dedicndome una fiera sonrisa, mientras con indiferencia
arrojaba la pelota hacia arriba y hacia abajo en su mano.

Mis manos sudaban en el mango del bate, y retorc mis manos varias
veces para afianzar el agarre en l. Entonces hice unos giros
experimentales y cav mi pie en el suelo ms fuerte, mientras me repeta
en silencio: mirada fija, hombros rectos, swing sencillo.

Cuando la lanzadora por fin sali al campo, onde hacia m en un arco


tan elegante y encantador que podra haber Jurado que tena en la
frente las palabras: por favor, scame la mierda. ngel. Y claro, por
supuesto, yo acced. La pelota impact en mi bate justo en el lugar
perfecto donde senta mis manos y el sonido del contacto me permita
saber que lo haba hecho bien.

La pelota sali disparada, apenas evitando dar a la lanzadora, antes de


volver al espacio entre la primera y segunda base, entonces golpe una
zona hmeda de la hierba del campo exterior y simplemente se par.
La paradora en corto, la segunda base y la jardinera central se lanzaron
a por ella, faltando un pelo para chocarse las tres. Digger se introdujo en
la base, mientras yo tomaba la segunda base con facilidad antes de que
la pelota finalmente, volviera de regreso a la lanzadora, quien me salud
con su gorra antes de enfrentarse con la siguiente bateadora. No pude
evitar la sonrisa que se extendi en mi cara ni el giro de mi cabeza para
encontrarme con los plidos ojos de mi silenciosa seguidora. Recibiendo
otro asentimiento y un rpido guio por mis esfuerzos, me sent como si
flotara en el aire.

La lanzadora hizo su trabajo y logr eliminar a nuestra ltima bateadora


al terminar la entrada, pero yo haba logrado que sacramos una carrera
de ventaja. Ahora todo lo que tenamos que hacer era conservar la
ventaja durante tres eliminaciones ms y el partido sera nuestro.

Desafortunadamente, Sandra Pierce no estaba al tanto de ese plan.


Lanz un maldito home-run fuera del campo, tan rpido y tan alto que
creo que, a esta ahora, siete aos despus, sigue flotando en alguna
parte de la estratosfera.

Phyllis se dirigi a la base siguiente e intentando imitar a Sandra, tir a la


izquierda del campo con mucha fuerza. Sin embargo Trey puso su mejor
empeo, y nos demostr por qu las Lady Vols estuvieron tan devastadas
cuando ella las dej. Con un salto de altura como yo nunca haba visto
antes hacer a un ser humano, ella levant la mano, captur la pelota
justo cuando estaba a punto de pasar sobre la cerca. Mientras que el
resto de nosotras mirbamos boquiabiertas, ella lanz la pelota a la
lanzadora y se enderez sin ninguna arruga en su camiseta.

Sonriendo y moviendo la cabeza, volv de nuevo mi atencin al partido,


secretamente preguntndome en el fondo de mi corazn por qu una
mujer que haba arrancado una vida a otro, mereca sentirse tan bien.
Me sacud la sensacin rpidamente antes de que se me arruinara el da,
imaginando que a veces, las cosas son como son y es mejor dejarlas as.

Los siguientes dos lanzamientos fueron sobre ruedas, y entonces lleg la


ltima ronda y slo quedaba esperar lo mejor para la ltima entrada.

Tambin era el final de nuestra alineacin donde estaban nuestras


bateadoras ms dbiles. Las tres se vean nerviosas al darse cuenta de la
posicin en la que estaban. Todas hicimos nuestro mejor esfuerzo para
calmarlas, mientras los gritos y vtores de la multitud alcanzaban casi un
clmax ensordecedor.

Nuestra primera bateadora sali y se coloc en posicin. Pude ver cmo


le temblaban las piernas desde mi posicin detrs, en la jaula de bateo y
tragu saliva en empata. Lleg el primer lanzamiento, hundindose
rpidamente en la tierra, y ella lo fall y consigui el primer strike. El
segundo vol por encima de ella antes de que estuviera preparada,
consiguiendo el segundo strike. Ella golpe el bate en la tierra por la
frustracin y se prepar de nuevo. El siguiente lanzamiento fue perfecto,
y le envo cerca de las rejas. Esto provoc que se derribara la lnea de
primera base, y al carsele la pelota del guante a la mujer que defenda
la base, y rodar por el suelo, consigui hacer una carrera doble.

En el banquillo, nos volvimos todas locas, viendo una posible luz al final
del este tnel en particular. La siguiente bateadora fue rpidamente
eliminada, dejando a nuestra corredora en la segunda base, pero la
siguiente fue una fuerte pelota al ras de suelo que dej a ambas mujeres
en sus respectivas bases.

Nerviosa y cansada, la lanzadora se dirigi a las bases ocupadas por las


corredoras y nuestra bateadora ms dbil se puso encima de Plato21, tres
swings22 ms tarde, ella se alej del Plato, haciendo girar su bate abatida,
y pidindonos disculpas a todas mientras se sentaba en el banquillo.

Era una de las situaciones en las que todas las jugadoras de beisbol,
desde las Ligas Menores a las Ligas Mayores, suean. Bases ocupadas, el
final de la ltima entrada con el marcador empatado y dos eliminadas.
Tambin era la situacin que todo jugador teme.

Fall dos lanzamientos rpidos, y el resto de nosotras con ella, pero no era
nuestra primera bateadora por nada, as que ella simplemente enderez
los hombros y esper el siguiente lanzamiento.

Tres lanzamientos ms y el marcador arda. El patio qued en silencio,


entre las prisioneras y guardias por igual, que se inclinaban hacia delante
para lo que prometa ser el lanzamiento final del partido. Hasta los pjaros
se callaron, como si supieran la importancia de este acontecimiento que
estaba por ocurrir, pero no obstante respetndolo.

Nuestra bateadora mir fijamente a la lanzadora. La lanzadora le


devolvi la mirada, pero no tan arrogante como antes. Ella juguete con
la pelota con nerviosismo antes de ponrsela a la espalda e inclinarse
hacia delante para captar la seal del ctcher.

Todos los ojos en el patio siguieron la pelota al elevarse en un arco


majestuoso a travs de la bruma. Nosotras nos quedamos viendo cmo
se elevaba al punto ms alto de su trayectoria, y luego comenzaba a
ceder ante la gravedad, aterrizando limpiamente en el guante del
ctcher. A nuestra bateadora no le dio tiempo de mover el bate.

21
Plato; zona de lanzamiento
22
Swing; un intento fallido del bateador de golpear la pelota del lanzador.
Todos los ojos se volvieron hacia el rbitro, a la espera de su fatdica
decisin. La espera fue eterna. Su mandbula se movi, murmurando
palabras que todas luchbamos por escuchar.

Bola cuatro!

Ok. No era la manera ms excitante de ganar, pero serva. La bateadora


con aire de suficiencia dej caer su bate al suelo y corri hacia la primera
base, trayendo a la corredora a tercera base. Cuando ella cruz el Plato,
el patio entr en una erupcin de frenes de aplausos y todas se echaron
encima de la corredora que consigui la accin.

Olvidando por un momento que eran nuestras guardianas, las guardias


saltaron a la multitud de cuerpos, rindose y gritando con el resto de
nosotras. Por un momento, no hubo presas y guardias obligadas a
cohabitar en un rincn pestilente en la nada. Por ese breve instante de
tiempo, el peso de nuestros crmenes se esfum bajo la estimulante
sensacin de libertad. Slo ramos dos equipos enfrentndose en un
perezoso da de verano. La prisin y nuestro hogar en ella, se sentan
lejanos mientras gritbamos y bailbamos alrededor como locas,
abrazndonos las unas a las otras, y dndonos palmaditas en la espalda
y en los traseros.

Lanc una mirada hacia el edificio de ladrillo rojo. Como si su propia


existencia se alimentara del miedo y la culpabilidad de las mujeres que
alojaba, y cuando esas emociones no estaban all, se encoga como una
flor que se marchita por falta de luz.

Le saqu la lengua al edificio, y entonces me gir mientras algo suave y


fresco resbalaba en mi mano. Mirando hacia abajo, vi una botella de
zumo de uva espumoso esperndome, y con una gran sonrisa la sacud.
Entonces descorch el plstico rociando a las guardias y a las
compaeras de equipo por igual, con el lquido pegajoso y helado.
Corchos volaron por el campo y remos como nios mientras
empapbamos a todos los que tenamos a nuestro alcance.

En medio de la juerga, me tom el tiempo para tomar nota de la escena


y los sentimientos en mi memoria, sabiendo que algn da lo recordara
como una foto que atesoras cuando las noches son largas y la libertad
parece estar a diez das de distancia.
Cuando la celebracin comenz a relajarse, mir hacia el patio naranja,
marrn y blanco, en busca de un atisbo de pelo negro y ojos azules,
decepcionada cuando no lo encontr. Me di el gusto de tener una
breve, pero inofensiva fantasa, recibiendo una felicitacin ms privada,
luego resopl suavemente por mi locura. Sal de mi ensoacin al sentir
un brazo deslizarse sobre mis hombros, mir hacia arriba para ver a
Sandra de pie junto a m, chocando mi botella de champn de imitacin
contra la suya.

Un buen partido, ngel. Deberan ficharte para las ligas mayores con
ese triple juego que hiciste.

Ah, eso fue fcil. Creo que el homerun que golpeaste aterriz en algn
lugar de Harrisburg.

Ella se rio, y luego ech un trago a su zumo de uva.

Se sinti bien. Haca mucho tiempo que no me diverta as. Gracias.

No. Gracias a ti. Por primera vez en dos aos, esos barrotes no
parecieron tan cercanos.

Hubo un momento de agradable silencio mientras veamos a las reclusas


y guardias caminar lentamente de regreso al interior de la crcel.

Dnde est Ice? Supuse que estara aqu para felicitarte en persona.

Mi sonrojo fue evidente mientras ella me miraba con ojos brillantes.


Entonces me re.

Quin sabe? Probablemente est por ah previniendo otro motn, o


rescatando un beb, o evitndole una paliza a alguien.

Sandra ech hacia atrs la cabeza y se rio, apretando mis hombros en


un abrazo con camaradera.

As es nuestra Ice Solt mis hombros y se volvi hacia m con expresin


repentinamente seria. Debajo de toda esa apariencia brabucona, Ice
es una buena mujer, ngel. S que lo sabes, pero a veces es difcil de
recordar cuando se encierra en s misma. Ha cometido muchos errores,
pero no cambian a la persona que est debajo Una sonrisa apareci
en sus labios mientras se me acercaba y me pona una mano en el
antebrazo. Has sido buena para ella, ngel. Realmente pens que la
habamos perdido despus de todo ese tiempo en el calabozo, ya sabes.

Tragando saliva, asent.

S, lo s. Yo tambin lo cre. Eso fue aterrador.

Asintiendo a su vez, Sandra me apret el brazo.

No conozco toda la historia y no quiero saberla, pero ella estaba


muerta por dentro. Pero cuando esa idiota de Derby te puso las manos
encima, deberas haber visto la chispa que regres a sus ojos. Dios, fue
algo hermoso.

Siento habrmelo perdido Fue mi divertida respuesta. Creo que


estaba inconsciente en ese momento.

Ella se ech a rer, y luego solt mi brazo.

Lista para entrar?

No, pero all es donde estn las duchas, as que supongo que tengo
que hacerlo. Dios, estoy echa un desastre.

Las dos lo estamos, chica. Tengo zumo de uva en lugares en los que el
buen Dios no tena intencin de que hubiera uvas.

Ech una ltima mirada al patio, viendo como las ltimas rezagadas se
dirigan de nuevo al interior del edificio. Botellas vacas llenaban las bases
como mudo testimonio de la celebracin que acababa de ocurrir. Sent
un poco de melancola atravesarme, y parpade alejando la imagen.

Claro. Vamos.

* * *
Aunque tena la intencin de dirigirme directamente a las duchas para
quitarme el zumo de uva, tierra y sudor sobre mi repentinamente cansado
y dolorido cuerpo, mis planes cambiaran rpidamente cuando una
interna vino hacia m con lgrimas en la cara, suplicando mi ayuda. Su
hija se haba enfermando y la haban llevado de emergencia al hospital,
pero el padre de la beb, quien la estaba vigilando, no le daba
informacin, y estaba desesperada.

La conduje hasta las guardias, y les ped el favor de usar su telfono.


Haba tres telfonos pblicos situados en la prisin para el uso de las
reclusas, pero yo no llevaba encima cambio, y a los hospitales por lo
general no les gusta aceptar llamadas a cobro revertido. Pero como ya
he dicho, la mayora de nuestras guardias son muy compasivas, incluso si
les acabamos de patear el trasero en softball, y fui conducida dentro del
cuarto con apenas un murmullo.

Media docena de llamadas despus el problema se resolvi. La beb


haba sido llevada el hospital infantil de Pittsburgh, con fiebre alta, y fue
dada de alta y entregada a su padre y a sus abuelos, despus de que un
poco de Tylenol hubiera resuelto el problema.

Despus de lo que parecieron horas de agradecimiento por su parte,


finalmente me pude escapar a las duchas, a sabiendas de que a estas
alturas la mayora de mis compaeras de equipo estaran en el comedor
o en la sala comn.

Encogindome de hombros, me dirig a las duchas, feliz al escuchar que


al menos una persona estaba dentro por el sonido del agua. Saliendo
rpidamente de mi ropa pegajosa con un profundo suspiro de alivio, me
puse mis chanclas, agarr una toalla y me dirig a una ducha. Y me
detuve congelada, antes de tan siquiera haber metido un pie en la sala.

All frente a m, con el pelo hacia atrs cayendo sobre sus hombros como
tinta derramada, estaba Ice. Su cuerpo brillaba por el agua que caa de
la ducha y su cuerpo estaba inclinado hacia atrs para eliminar el ltimo
rastro de champ de su pelo, levantando sus hmedos y brillantes pechos
hacia m, con los pezones duros y apretados.

La boca se me hizo agua ante esta visin, mientras que la toalla se me


deslizaba de los dedos repentinamente dbiles hasta mis pies.
Ella se enderez, con los ojos cerrados, y yo continu con la oportunidad
de hacer de voyeur dndole a mis ojos un festn de la perfeccin de su
cuerpo. Por la manera que ella llevaba su uniforme, y por la manera que
se conduca con gracia atltica, habra esperado todo tipo de ngulos
feroces. Su musculatura era alta y delgada, como la de un gato
cazando, con largas lneas fibrosas, y msculos venosos que se extendan
por sus hombros y brazos. Sus piernas estaban especialmente
desarrolladas, y las observ al flexionarse y relajarse mientras ella se mova
bajo el chorro de agua. Pero lo que ms me llam la atencin, fue la
intrigante feminidad tambin presente dentro de ese mismo cuerpo.
Aunque no especialmente grandes, sus pechos estaban llenos y erguidos.
Sus caderas se ensanchaban ligeramente desde su estrecha cintura, en
curvas muy agradables que atraan a mis ojos y los mantuvieron durante
un momento indefinido.

Tragu saliva, sorprendida con la respuesta de mi cuerpo a otra mujer,


incluso teniendo en cuenta que era Ice y lo que habamos compartido.
Pero era como si esta mujer, su cuerpo, se hubiera hecho solo para m,
dada mi propia respuesta a l. Era como si alguien o algo hubiera sacado
la visin de lo ms profundo de mi subconsciente, tan profundo que yo ni
si quiera saba que existiera. En cualquier caso, mi cuerpo me estaba
enviando seales muy claras y urgentes y mis pies avanzaron ms cerca
de la visin bajo el agua caliente, con la toalla olvidada tras de m.

Los ojos azules se abrieron, y me congelaron de nuevo, a pocos pasos de


mi objetivo. Ella parpade, liberando el agua de sus largas pestaas, y
luego sonri levemente.

Te gusta lo que ves? Su voz era un ronroneo sensual y mis


movimientos se hicieron ms urgentes.

Dios, s repliqu con las manos doloridas por hacer no saba el


qu pero algo.

A m tambin.

Pude sentir el calor de su mirada, mientras recorra despacio mi cuerpo


desnudo. Mi excitacin se estaba construyendo por una simple mirada.
No saba si sera capaz de vivir con lo que pareca ser la consumacin
final de nuestros sentimientos.
Di otro paso adelante, y me detuvieron las palmas alzadas de Ice.

Este probablemente no sea el mejor lugar para hacer esto.

Los recuerdos de esa maana en la cafetera pasaron por mi mente, y


asent mordindome el labio.

Mmm sip supongo que tienes razn.

Ella sonri de lado, y a continuacin sali de la ducha.

Por qu no te duchas? Estoy segura de que podemos encontrar un


lugar ms privado para continuar esta discusin.

Asent de nuevo, y ella se desliz a mi lado, permitiendo a nuestros


cuerpos que se rozaran ligeramente. La sensacin de su piel empapada
de agua deslizndome brevemente contra el mo, casi me hizo sentir la
fortaleza de mis msculos empezando a flojear. Presion una mano
contra la pared de azulejos, mientras la otra buscaba a tientas el grifo.
Por primera vez desde que llegu al Pantano, el fro helado fue bien
recibido.

Aunque el fro disminuy un poco mi lujuria, mi mente fue libre de


deambular. Y lo hizo, con la velocidad de un tornado. Por un lado, la
ansiedad y las formas, y por otro lado, las hormonas y mi cuerpo
tembloroso. No recuerdo haber estado tan nerviosa en mi noche de
bodas, y eso que lo haba estado.

Aunque tena mis esperanzas, me di cuenta de que en verdad no tena


ni idea de a dnde llevara todo esto. Todo lo que saba, era que no tena
deseo de ser otra ms, sin nombre ni rostro, en algn armario de algn
lado. Mis sentimientos por Ice eran mucho ms profundos que eso, con
cuerpo ardiente o no, si ella no me corresponda al menos un poco, yo
sufrira las consecuencias de las noches en soledad y un corazn roto.
Porque por otra parte, an tendra que convivir conmigo misma y mirarme
en el espejo por las maanas.

Por tanto, con mi resolucin tomada, me puse a la tarea de eliminar la


suciedad de mi cabello y cuerpo, y lo hice en tiempo rcord. Mientras
cerr el agua, me di cuenta de que en algn momento durante mis
deambulaciones mentales, Ice haba vuelto para colocar una toalla
seca sobre el cabezal de la ducha de al lado. Aunque eso me hizo un
poco incmoda por no haberla odo acercarse, me alegr de que se
hubiera dado cuenta de ese detalle y me hubiera ayudado.

Secndome, envolv la toalla alrededor de mi cuerpo, y entr en el


vestuario para encontrarme a Ice completamente vestida y sentada en
uno de los bancos, con las manos entrelazadas ligeramente por las
rodillas. Me sonri, y luego gir la cabeza con prudencia mientras yo
tomaba un uniforme limpio de la pila de uniformes dejados en el banco,
y me quit la toalla para vestirme.

Una vez que estuve vestida, me di cuenta de que no tena peine para mi
cabello, y podra haberme pateado a m misma. Como si me leyera la
mente, me entreg un peine negro.

Est limpio. Lo lav cuando te traje la toalla.

Lo acept con gratitud, haciendo una mueca mientras me lo pasaba por


los cabellos enredados.

Lo juro. Uno de estos das me lo cortar todo.

Es precioso.

De repente, peinarme los cabellos enredados no pareca una gran tarea.

De verdad te gusta?

S. Era dbil en extremo, pero intentaba sonsacar en la conversacin.

S. Me recuerda a una puesta de sol en Phoenix.

Has estado en Phoenix? Dos de dos. Lo estaba haciendo mejor aqu


que durante el partido.

S. Muchas veces.

Acabando mi tarea, le devolv el peine, luego junt las palmas por


delante de mi uniforme, sintindome como una nueva novia.

Ests lista?
Oh, esa pregunta en particular cubra un amplio abanico de bases, por
seguir con la analoga del softball.

Eh sip. Claro. Supongo Qu tal sonaba eso como respuesta


decidida?

Si ella se percat de mis vacilaciones, no lo demostr. En cambio, se


levant y me hizo seas para que la siguiera.

Vamos.

Segn entramos a la sala de duchas, casi me echo a correr para entrar,


pero apareci mi siempre presente sombra, Digger. Su rostro se ilumin en
una sonrisa cuando me vio.

Ey, ngel. Te he buscado por todas partes. Van a echar Cumbres


borrascosas en la sala comn esta noche, y recuerdo que me dijiste que
te gust el libro. Quieres verla conmigo?

Oh hola, Digger. Yo mmm me encantara, pero estoy algo


ocupada en este momento Hice un gesto para sealar a la alta mujer
de pie a mi lado.

Oh. Ok. Entiendo. La prxima vez entonces, vale?

S. Eso suena muy bien.

Bueno Nos vemos Con un gesto alegre, ella se alej.

Me volv para ver a Ice sonriendo divertida hacia m, con una ceja
elevada.

Qu?

La prxima vez?

Ey dije clavndole un dedo en el costado. Intenta vivir con una


sombra a cada minuto del da que no parece conocer el significado de
la palabra no y veamos como lo manejas.
Gracias, pero paso. Vamos.

Mi suposicin de que nos dirigiramos a las escaleras de la celda de Ice,


fue descartada cuando ella pas de largo, y se dirigi a una larga serie
de pasillos que conducan a los talleres. En unos momentos, estuvimos en
un cuarto repleto de puertas, y con las guardias cachendonos.

Una vez satisfechas por ver que no llevbamos ningn tipo de arma
oculta, la guardia nos dej entrar en el taller de autos. Sin molestarse en
encender las luces, Ice me condujo hasta la puerta del desguace en la
oscuridad, y dando un paso, dio la vuelta al conjunto de luces. Mir
alrededor mientras entraba, notando que ambas reas de
aparcamientos estaban vacas.

Ice se acerc a una mesa llena de araazos, sentndose en un lado y


acomodando su largo cuerpo en ella, dando una palmadita a su lado
para que me le uniera, lo cual hice. Mi nerviosismo, que haba disminuido
un poco durante el paseo, regres con fuerza y me resist a la tentacin
de moverme con inquietud. El silencio fluy entre nosotras
repentinamente, pesado y opresivo como un ser vivo.

As que dije finalmente para romper la tensin, fue un buen partido,


no?

S, lo fue. Buen triple, por cierto.

Gracias Mis dedos tenan ganas de tamborilear el escritorio. Cmo


es que t no juegas?

Reptemelo.

Cmo es que no juegas softball? Apuesto a que eres buena.

Su suave risa son a mi lado.

En realidad no es mi juego.

Tienes alguno? Juego quiero decir.

Mmm. Me gusta el ftbol Se encogi de hombros, y tambin el


atletismo y el baloncesto, supongo. Artes marciales
Probablemente eres muy buena en todos ellos.

Sus anchos hombros se encogieron de nuevo.

Se me dan bien.

Ms silencio.

Ice

ngel

T primero.

No, por favor. Qu ibas a decir?

Abr mi boca, entonces la cerr, con la boca seca. Suspirando, me mov


en la mesa, hasta encararla. De acuerdo, ngel. Ya est bien. Lo que ella
diga, pase lo que pase, al menos lo sabrs. Tenis algo que decir, no?
Realmente esperaba que as fuera, porque estaba a punto de desnudar
mi alma.

Ice, tengo que decirte algo. Algo muy importante para m, y espero
que tal vez, tambin sea importante para ti.

Sus ojos se encontraron con los mos y me miraron fijamente.

De qu se trata, ngel?

Me preocupo por ti. Mucho. Y en algn momento de la semana


pasada, por fin pude ser capaz de ponerle nombre a estos sentimientos
Me mov de nuevo. Claro Yo s que lo que estoy a punto de decirte
puede hacerse sentir incmoda, pero necesito decirte como me siento
antes de que vayamos ms all. Tom una profunda inhalacin y sal
de la mesa, aunque sin la valenta de mirarla a los ojos mientras le haca
mi confesin. Ice, creo no, s que estoy enamorada de ti. Entender
que t no sientas lo mismo, pero necesito que lo sepas. Este lugar, esta
prisin, es demasiado pequea para dejar de mencionar cosas de este
tipo.
El silencio regres mientras mis dedos recorran las lneas de mis palmas.
Lgrimas brotaron de mis ojos mientras me imaginaba su respuesta, y me
las sequ, obligndome a no desmoronarme.

Una mano suave se desliz en la ma, ahuecando mi mejilla con el pulgar


y secando mis lgrimas de los ojos.

No llores, ngel murmur Ice a mi lado. Yo tambin estoy


enamorada de ti.

Hip.

Siento haberte hecho sentir incm Qu? Podras? Te importara


repetrmelo, por favor? No estoy segura de

Ya me has odo. Te amo, ngel. Desde hace tiempo ya. Te lo dije en mi


celda, recuerdas?

Bueno Sip, pero no pens que estuviramos hablando de lo mismo.

Lo estbamos Me atrev a mirar hacia arriba y lo que vi, hizo que me


quedara sin aliento. Sus ojos, por lo general opacos y fros, estaban
abiertos, clidos y cariosos, y brillaban con tal adoracin como nunca
haba visto en otra persona antes. Y era por m.

Las malditas lgrimas, me escocan en los ojos de nuevo, pero esta vez
por una razn muy diferente. Mientras me sentaba, reflexionando sobre
la sabidura de extirparme los lagrimales quirrgicamente, Ice se gir
completamente para mirarme de frente, y ahuecando mi cara con las
dos manos, deposit suaves besos en cada uno de mis prpados,
resolviendo el problema de una manera mucho ms agradable.

Te amo susurr, dndome un beso en la frente, y luego en cada


mejilla. Te amo susurr de nuevo mientras sus labios se encontraron
con los mos con gentil calidez. El beso fue casi reverente, y me rob el
aliento mientras se alejaba, bajando la barbilla y mirndome
directamente a los ojos. Te amo, ngel.

Oh, Dios exclam medio sollozando y medio riendo por el alivio


absoluto, mientras me dejaba caer contra su cuerpo, y con la mente en
un torbellino de emociones, ninguna de ellas con nombre. Sus brazos se
envolvieron a mi alrededor con fuerza, y pude escuchar el rpido latido
de su corazn a travs de su uniforme. Ella estaba tan asustada como
yo!

Aunque tal vez no sea una revelacin para ti, ese pensamiento me llen
de asombro, y una gran felicidad floreci, desterrando mi nerviosismo a
los confines ms lejanos de mi alma. Sent un breve instante de pnico
mientras se mova contra m, pero su firme abrazo me sostuvo mientras se
pona de pie ante m, depositando otro beso en mi frente. Apartndose
finalmente, me detuvo con los brazos extendidos, y las manos sobre mis
hombros. Sus ojos estaban llenos de preguntas. Alzndome lentamente,
toqu su mejilla con dedos temblorosos. Observ sin palabras sus ojos
cerrados mientras se apoyaba contra la tentativa caricia. Como si lo viera
desde lejos, sent mi mano acariciar su mejilla ms firmemente, y a
continuacin, la deslic hacia su mandbula y gir hasta debajo de su
oreja, y luego recorr la curva de su crneo.

Retraje mi brazo ligeramente, y ella se inclin ante la presin, movindose


con suavidad bajo mi mano. Nuestros labios se encontraron y fusionaron
como el satn en la seda, y mis dedos se enredaron en su pelo mientras
mi boca se abra bajo el asalto de sus labios y lengua. Mi mano libre se
enred en su cintura, y tir de su cuerpo ms cerca del mo, abriendo las
rodillas para que acomodara sus caderas y musculosos muslos.

Se meci contra m, apretndose contra la estirada tela entre mis piernas.


Gem con una necesidad que ni si quiera poda identificar, y menos
articular. Sus manos se apretaron en mi cintura, y me acerc an ms
mientras nuestras lenguas se entrelazaban en un dulce duelo.

Carentes de aire, nos alejamos al mismo tiempo y nos miramos a los ojos,
mientras ella segua rozndose suavemente contra m. Su mano se
levant y juguete con mi cremallera brevemente, antes de agarrarla
completamente y tirar de ella hacia abajo despacio, para detenerse
donde comenzaba mi escote. Bajndola de nuevo, desliz sus dedos
bajo la tela de mis hombros, separando an ms mientras recorra,
susurrando, por encima de mi carne ardiente.

Su pelo, an hmedo de la ducha, roz mis labios mientras bajaba su


cabeza. Pude sentir la clida suavidad de su lengua mientras disfrutaba
del sabor de mi clavcula, trazando un sendero resbaladizo desde mi
garganta hacia abajo, terminando en mi hombro. El proceso se repiti en
mi lado derecho, mientras sus dedos trabajaban en la cremallera de
nuevo, tirando de ella hasta abajo.

Mis ojos se cerraron, y mi cabeza cay hacia atrs, mientras ella besaba
el punto de mi pulso en mi cuello, antes de succionar mi garganta. Mis
fosas nasales se dilataron con el dulce aroma de su cabello. Me ech
hacia atrs, cargando mi peso sobre mis manos, y mis caderas
respondiendo a su empuje continuo y lento balanceo.

Sus labios se separaron de mi cuello, y pens en abrir los ojos, pero ese
propsito se desvaneci de mi memoria mientras su clida y hmeda
boca se cerraba sobre mi pecho, con la suave succin de la caricia de
sus labios, enviando fuego por mis venas. Mi corazn se agit en mi
pecho, y luego golpe con fuerza, enviando sangre a borbotones
rpidamente donde necesitaba estar, hinchndome y hacindome
sentir llena. Pude oler el tenue aroma de mi propia excitacin, que slo
sirvi para excitarme an ms.

Gem de necesidad en algn tipo de lenguaje ininteligible que solo


conocen los amantes, y ella respondi, la vibracin de los labios contra
mi carne aviv las llamas en que mi cuerpo se haba convertido.
Recorrindome de nuevo, sonri con ternura hacia m, mientras me
sentaba y bajaba la tela de mi uniforme por mis brazos, dejando que se
formara un enredo naranja alrededor de mi cintura sobre la mesa de
madera desvencijada. Sus ojos recorrieron mi cuerpo una vez ms y sent
las llamas del deseo crecer an ms ardientes bajo su mirada de fuego
azul.

Tu cuerpo es perfecto ronrone, mientras pasaba un dedo por la


lnea de mi torso. Firme, suave Ahuec uno de mis pechos con su
palma, clido Luego se inclin de nuevo, capturando mis labios en
un beso de almas fundidas. Mmm. Delicioso.

Cuando comenz a enderezarse, extend la mano y agarr su cremallera,


determinada a que no me lo negara. Se atasc. Como las cremalleras
suelen hacer cuando hay urgencia, y ella se ech a rer suavemente por
mi gruido de frustracin. Era evidente que mi elegancia, dignidad y
habilidades verbales estaban formando un cuarteto junto a mi
nerviosismo por alguna parte, ya que ciertamente no estaban
disponibles.
Al soltar el agarre de mi mano, retrocedi un paso. Dos. Entonces cuadr
los hombros mientras me diriga una mirada desafiante. Tragando saliva,
le conced mi rendicin, complacida cuando ella reconoci la expresin
de mis ojos. El sonido de su cremallera bajando son fuerte en los
pequeos confines del cuarto. Centmetro a centmetro, revel
lentamente ms carne ante mi mirada hambrienta, burlndose de m,
tentndome, provocndome ms all de todo pensamiento racional.

Sus manos subieron y agarraron la tela de sus pechos, apartndola y


luego deslizndola por sus orgullosos hombros. El uniforme cay hasta el
suelo en un susurro de tela, y cuando ella sali de ella, su magnfico
cuerpo estuvo al alcance de mi agarre hambriento.

Tom sus firmes pechos con sus apretados pezones y me lam los labios
como si estuviera ante la visin del festn de un rey. Inclinndome hacia
delante, captur uno en mi boca, saborendolo y sintiendo su piel contra
mi lengua y labios. Mi mente estaba gritando, recordndome que no
tena la menor idea de lo que estaba haciendo, pero con alegra le dije
que se callara mientras Ice gema profundamente en su pecho, y
enroscando sus dedos en mi pelo, claramente disfrutando de lo que le
haca. Su olor, almizclado y extico como las especias de Oriente, se
elev a mi alrededor, haciendo que mi cabeza diera vueltas. Queriendo
ms, cambi mi atencin a su otro pecho, tomando los murmullos de
satisfaccin en mis alegres odos. Podra haber salido volando desde mi
asiento, pero por Dios que sera un buen viaje.

Yo chupaba como un beb hambriento, saltando mientras un tentativo


mordisco caus que ella explotara sobre m, casi hacindonos caer de la
mesa. Decidiendo que me gustaba mucho su reaccin, prepar mis
dientes para morderla de nuevo, movindome con su reflejo involuntario
mejor esta vez. Despus de otro momento, su mano se enred en mi
cabello y me alej del festn.

Mi gemido de disgusto muri en mis labios mientras mi mirada atrapaba


la de ella, ardiente y humeante, con sus ojos ndigos clavados en m,
tocndome en lugares que gritaban de necesidad primordial. Mi corazn
lata desbocado en mi pecho.

Por favor dije en voz baja, aunque no tena ni idea de lo que estaba
pidiendo. Por favor Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo una
vez ms con lentitud, provocndome con sus manos ligeramente
callosas. Baj por mi abdomen recientemente musculoso, y se detuvo
para juguetear en mi ombligo brevemente, sonriendo mientras me
retorca.

Luego sus dedos bajaron ms, deslizndose bajo la tela para descansar
justo por encima de mi pubis. Sus ojos de nuevo me preguntaron.

S. Dios, s.

Sonriendo ligeramente, ella se desliz ms dentro de mi uniforme,


dndome el ms breve de los toques donde mi necesidad era ms
grande. Mis caderas explotaron fuera de la mesa, y pens que iba a
alcanzar la liberacin en ese mismo momento. Una vez ms, sus dedos se
detuvieron y se gir para mirarme con ojos muy abiertos.

Tan receptiva El bajo registro de su voz cosquille en mis odos,


mientras trataba de que mi voluntad estuviera de nuevo bajo control.
Despus de un momento, ella retir la mano y me tragu la reaccin a la
humedad que cubra su dedo medio. La punta de su lengua sali para
probar esa humedad, sin apartar sus ojos de los mos. Se chup el dedo
con el gesto ms ertico que haya visto en mi vida. Perfecta.

Mientras ella se inclinaba para besarme de nuevo, me prob a m misma


por primera vez, y decid que me gustaba. Su mano estaba caliente
contra mi espalda, y con una presin suave, me baj del escritorio,
cubrindome con el peso, el calor y el olor de su cuerpo.

Su beso fue profundo, lujurioso y deslumbrante lo tom y le devolv la


misma moneda, retorcindome debajo de ella, sintiendo la madera
araada bajo m, contra mi espalda desnuda. Nos miramos por lo que
pareci una eternidad, antes de que ella gruera y se alejara de nuevo,
dejando besos ligeros por la parte delantera de mi cuerpo. Sus manos
siguieron a sus labios, rozando ligeramente mis pechos y mis costados,
para sacarme el uniforme de las caderas y piernas. Me toc ligeramente
y levant un poco la parte inferior de mi cuerpo, con la sensacin de la
tela cediendo liberndome de las ataduras de la ropa. Entonces bes mi
vello pbico, y mientras su boca me envolva completamente, llegu al
clmax, incapaz de contener ms la marea. Cuando los temblores
cesaron, sent su boca an sostenindome con suavidad, quieta y en
silencio.
Cuando levant la cabeza aturdida al ver lo que estaba pasando ah
abajo, de repente me sent llena por lo que asuma que seran sus dedos
entrando en m y frotndose contra mis paredes internas de una forma
deliciosa. Mi cabeza cay de nuevo en la mesa, mientras su lengua
comenz a moverse contra m a la vez que sus empujes. Pude sentir el
pico dentro de m creciendo de nuevo, y esta vez no hice nada para
tratar de detenerlo. En unos momentos, me liber de nuevo, rompiendo
completamente un trozo de la suave madera en la que estaba
recostada, mientras mi cuerpo convulsionaba contra el placer que
estaba recibiendo.

A medida que empec a descender de las alturas, ella no se detuvo. En


cambio, increment la fuerza de los empujes, aadiendo un ligero
movimiento de torsin que prometa llevarme a la completa locura. Sent
sus dientes araarme, lo que desat mi tercer orgasmo en lo que pareca
ser muchos minutos. Esta vez, sin embargo, cuando finalmente dej de
temblar, arroj la madera que tena prcticamente pulverizada en la
mano, y entonces hund mis dedos en su espeso cabello, intentando
detener sus continuos avances.

Por favor dije sin aliento, no ms. Vas a matarme.

Sus centelleantes ojos se encontraron con los mos, y por un momento,


realmente pens que ignorara mi splica. Pero entonces, para mi total y
gran alivio, despus de dejar un ltimo beso, se apart, retirando sus
dedos suavemente al mismo tiempo. No poda creer lo vaca que me
senta de repente.

Como si hubiera ledo mis pensamientos, me levant por los hombros y


me acun contra ella, acariciando mi cabello empapado en sudor y
murmurando palabras cariosas suavemente, que apenas poda
escuchar, pero hacindome sentir completa de nuevo.

Concentrndome en estabilizar mi respiracin, recorr con una mano el


muslo de Ice, mirando como su carne se derreta mientras pasaba mis
dedos. Mientras mi mano se retrajo en su camino de vuelta, me sorprend
por la mancha de humedad en el interior de sus muslos. Inclinando la
cabeza, la mir. Su mirada se encontr con la ma con fijeza pero no con
coaccin. Mirando hacia abajo, segu ciegamente el camino hacia
arriba, mientras ella abra ms las piernas, dndome un acceso ms libre.
No poda creer el calor que irradiaba de ella, calor que casi quemaba mi
mano mientras la mova ms all, rozando contra los suaves cabellos que
se enroscaban contra mis dedos. Finalmente llegu a mi meta, mientras
su humedad recubra mis dedos en un ntimo abrazo de amante. La o
tomar una bocanada de aire, y lanzarlo con un gemido.

Ice? Yo mmm No estoy segura de lo que estoy haciendo.

Su risa son desde su nariz.

Creme, ngel, lo ests haciendo muy bien.

Pero yo mmm

Tranquila. Aqu Su larga mano baj y cubri la ma, presionndola


contra la suya. Di un grito ahogado, con la clida humedad esperando
por m, y mov los dedos a travs de ella, provocando otro empuje en su
cuerpo, acompaado por un gemido. Oh perfecto, ngel.

Movindome de nuevo, me maravill de la suavidad bajo mis dedos. S


que deba estar volvindola loca con mis tanteos, pero no pude
detenerme ni por mi vida. Me sent atrada como una abeja a la miel ms
dulce.

Supe que haba superado su lmite cuando me agarr la mano de nuevo


y me oblig a bajarla.

ngel. Ahora. Dentro.

Despus de sus bruscas y jadeadas instrucciones, me qued sin aliento


mientras ella abrazaba mis dedos con sus paredes de terciopelo, en una
caliente caricia mientras llegaba a estar totalmente dentro de ella. Mov
los dedos y ella gimi, con las caderas empujando contra mi mano.
Sonre. Poda hacer esto.

Ms duro murmur sin aliento, con los dedos clavndose en mi


mueca con tanta fuerza que me empez a cortar la circulacin.

Aun as, luch para cumplir con la orden, trabajando mi mano como
mejor poda dada la constriccin. Sent que se expanda a mi alrededor,
y luego estall duro mientras su cuerpo empez a ondearse y temblar,
apoyado contra m pesadamente. Usando mi otro brazo para soportar
nuestros pesos, continu mi labor, gruendo por el esfuerzo de prolongar
su placer. Con un ltimo y bajo gruido estremecedor, se relaj contra m,
respirando con dificultad a travs de su boca y nariz. Hice como si fuera
a retirar los dedos, pero ella me agarr de la mueca de nuevo.

No. Qudate. Por favor.

Asent, jadeando por el esfuerzo y los increbles sentimientos que fluan a


travs de m ante lo que haba logrado. Temblores jugaron a travs de
mis dedos, hasta que finalmente todo estuvo tranquilo.

Ella retir la mano de mi mueca, y me sac de su interior lentamente,


con cuidado de no estirar los tiernos tejidos estrechados tan ntimamente.
Camos en un abrazo, nuestros cuerpos pegados entre s con el sudor de
nuestra pasin.
Captulo 9

A
la maana siguiente, hice todo lo posible para no tararear a
cada instante mientras me vesta, com y me encamin hacia la
biblioteca para comenzar un nuevo da en El Pantano. Los
recuerdos de la noche anterior pasaban en un bucle continuo ante mis
ojos, como una niebla sobrenatural. Trate de controlar la sonrisilla tonta
que escapaba de mis labios, pero el diablillo que hay m respondi a las
miradas que reciba de las internas con un Te encantara saber por qu
estoy sonriendo Verdad?

Me temo que yo estaba bastante insoportable esa maana.

Corinne me salud con cara de no haber roto nunca un plato, su sonrisa


hizo que tintinearan todas mis alarmas. Decidida a jugar bien y no darle
ninguna municin, me acerqu a mi mesa y me sent como si no tuviera
ninguna preocupacin en el mundo. En realidad no era una actuacin,
ya que si alguien me hubiese puesto una pistola en la cabeza y me
hubiese pedido que dijera el nombre de una preocupacin, yo no habra
sido capaz de pensar en una.

Su sonrisa vacil slo un poco, y luego se abri de nuevo completamente.


Me mir a travs de la parte superior de sus gafas mientras se relajaba en
su silla, estirando un poco su figura corpulenta.

As que... he odo que hay que felicitarte. Su sonrisa se volvi astuta,


atrevida.

Juego mudo, ngel. Ella solo est tratando de pescar algo de


informacin. No caigas en su trampa.

Gracias le respond sonriendo alegremente, parando su mirada


lasciva con fingida inocencia. Fue divertido.

Mmmm. Apuesto a que lo fue.

Oh, es buena.
Lo fue acept. Muy excitante. Estimulante incluso.

Sus ojos se abrieron infinitamente antes de que la expresin petulante se


instaurara en ella ante tantas caractersticas complacientes.

Me enter de que estuviste... muy bien. Con un movimiento muy fluido.

Entrecerr los ojos.

S, bueno, llevo hacindolo desde que era muy joven.

Muy joven, eh?

Oh, s. Tengo mucha experiencia, ya sabes. No permitas que esta


mirada inocente te engae, Corinne.

Dices que un montn de experiencia?

En efecto. Pregunta por aqu. Hay un montn de mujeres que


corroborarn lo que te digo.

Nos miramos la una a la otra durante un largo momento en silencio antes


de que ambas rompiramos en verdaderas carcajadas. Me re tanto que
las lgrimas corran por mi cara en ros. Me proporcion una excelente
liberacin de la tensin sexual que se haba estado acumulando desde
que haba despertado aquella maana. No era exactamente como
quera liberarme la tensin, pero servira para empezar.

Cuando los dos nos las arreglamos para calmarnos, Corinne se arrastr
fuera de su silla y se acerc a m trayendo el fajo de peridicos que haba
solicitado. Dejndolos delante de m, tom la silla junto a la ma y se sent.

ngel, disclpame por las burlas. Aunque sin duda, has aprendido a
hacerlas tan buenas como las que recibes. Es slo que esta maana
tienes un brillo especial y tengo la sensacin de que es por algo ms que
ganar al softball.

Le acarici la mano mientras miraba sus solemnes ojos.


Corinne, no creo que sea ninguna sorpresa para ti que estoy
enamorada de Ice Ante su asentimiento, continu. Bueno, ayer me
enter que ella siente lo mismo por m. Por lo tanto, si ves un resplandor
en m, vamos a decir que ha sido bien ganado y dejarlo en eso, vale?

Su sonrisa, esta vez casi como la que un padre orgulloso podra otorgar
un nio privilegiado, reapareci en su cara y asinti con la cabeza.

Me parece justo, ngel. Me parece bien Hizo un gesto hacia la pila


de peridicos ante m. Entonces, cul de ellos? Pens que ya les
habas dado una buena pasada. Qu ms es lo que esperas encontrar?

No lo s, exactamente. Pero tiene que haber algo aqu. Algo me falta.


Una semana antes, Ice me haba dado permiso para compartir la historia
completa de Cavallo y sus compinches con Corinne y yo lo hice sin
dudarlo. Estaba obligada y decidida a que se hiciera justicia contra
Morrison y Cavallo antes de que Ice tuviera la oportunidad de hacer algo
que la daara a s misma y a su alma. Corinne, con su sabidura callejera,
fue una perfecta aliada en mi bsqueda.

Mir a mi amiga.

Corinne, crees que estoy haciendo lo correcto? S que Ice quiere


manejar esto sola y s que estoy siendo un poco indiscreta, pero
Suspir. Es slo que no quiero verla salir lastimada.

Corinne me mir compasivamente, sabiendo que estaba hablando de


algo ms que meras lesiones fsicas.

Un poco de investigacin no har dao a nadie, ngel. Pero si se llega


al punto en que actuar es necesario, ser mejor que hablemos con ella
primero antes de hacer nada. Ella no toma bien las traiciones. Incluso si
son supuestamente por su propio bien dijo lo ltimo con una mirada
mordaz y le el mensaje con claridad.

Respir profundamente y dej escapar lentamente mis ojos de la


exploracin sobre el peridico que haba estudiado ya una docena de
veces. La lgica pele contra mi corazn. Mi corazn gan. Mir a
Corinne.
Buscar no puede hacer dao. Lo prometo, si me entero de algo, se lo
dir a Ice, de acuerdo?

Mi amiga sonri.

No es a m a quien tienes que prometer eso, ngel.

Mortificada, asent.

S, lo s. Y quiero decir que se lo contar a ella cuando haya


encontrado algo digno de mencin. Hasta entonces... Pasndome una
mano por el pelo, me propuse, una vez ms, tratar de leer entre las lneas
del texto, escaneando cada centmetro, tratando de hallar una pista
bien escondida. Si tan slo pudiera conseguir las transcripciones del
juicio medio murmur, ms para m que para cualquier otra persona.

No vi la breve sonrisa que cruz el rostro arrugado de Corinne cuando


ella se apart de la mesa y volvi a su escritorio.

* * *

Con un gemido ahogado, me dej caer hacia abajo sobre la parte


superior de Ice, acurrucndome en su fuerte y sudoroso cuerpo mientras
trataba de recuperar el control de mi respiracin. Cuando retir las
manos de su placentera tarea, me envolvi en un abrazo y tir de la
sbana para cubrir mi cuerpo desnudo de cualquier ojo curioso que
pudiera aparecer.

Hacer el amor en la celda de Ice no haba sido mi primera opcin, pero


cuando fui hasta all para visitar a mi nueva amante, una cosa llev a otra
rpidamente y pronto las preocupaciones por ser espiadas fueron
arrastrados por la marea creciente de nuestra pasin. Me qued
sonriendo en mi colchn humano, escuchando la msica del corazn de
Ice, que redujo gradualmente su latido frentico y sent un hormigueo
caliente que se propag por mi cuerpo cuando su caricia tierna pas de
mi pelo a la parte superior de mi espalda.

Yo haba encontrado un refugio en este infierno o, ms exactamente, un


cielo. Aqu, en el abrazo con el que me cea por completo la mujer que
amaba, rodeada de la seguridad de su fuerza, el perfume a sudor limpio
y la excitacin almizclada. Mis propios poros estaban muy abiertos,
absorbiendo, la fusin en m de un apareamiento primitivo de los sentidos.
Mis ojos se cerraron y yo descans en un ovillo de amor.

Algn tiempo despus, me despert de un sueo maravilloso y de


inmediato fue barrido por la vergenza de la viva realidad de mi situacin
filtrada a travs de mis sentidos aturdidos por el sueo. Levant la cabeza
ligeramente y sequ la baba del pecho caliente de Ice. Su risa baja
sonaba como cuando me revolva el pelo cariosamente.

Dios, lo siento mucho murmur tratando de apartarme de ella


mortificada por haberme quedada dormida sobre ella. Literalmente.
Debo estar aplastndote.

Sus brazos no me dieron cuartel, tirando de m hacia abajo para volver a


acomodarme encima de ella.

Reljate. No has hecho nada malo, ngel.

Me qued dormida!

Y?

Yo... bueno... Yo... mmm... Nunca antes lo haba hecho.

Su risa son una vez ms.

Entonces voy a tomrmelo como un cumplido.

S, pero no ha sido muy justo para ti.

Su mano se desliz hacia abajo y lade mi barbilla hasta encontrarme


con su mirada.

ngel, djame decidir lo que es o no justo para m, de acuerdo?


Ella sell su declaracin con un beso que alej la vergenza que an
permaneca dentro de m. Apartndose despus de un largo y
maravilloso momento, juguetonamente me dio un golpecito en la punta
de mi nariz. Te amo, ngel. Y si quieres quedarte dormida sobre m, por
m est perfecto Su sonrisa se volvi desenfadada. Siempre y cuando
no lo hagas mientras estemos activas de otro modo.

Solt un bufido.

Morgan Steele, as viva hasta los cien aos, yo nunca, repito nunca, me
dormir sobre ti mientras que estemos activas de otra manera.

Cuando la risa que esperaba no se materializ, mir a los ojos


atormentados de Ice, mi corazn se encogi ante la desolacin que vi
all. Me arrastr sobre su cuerpo, acercndome suavemente a su mejilla
y gir su cabeza para que me mirara.

Ice? Qu pasa? Dije algo?

Ice apret su abrazo a mi alrededor. Poda escuchar su garganta tragar


mientras trataba de traducir cualesquiera que fuesen las emociones que
estaban corriendo por su cabeza, en palabras. Le acarici la mejilla de
nuevo, ofrecindole todo el apoyo que pude y rec a cualquier dios que
quisiera escucharme para que le diera la fuerza suficiente para abrirse a
m.

Finalmente, despus de lo que parecieron horas, volvi la cabeza


completamente hacia m y me dio un beso en la frente. Luego se apart
ligeramente, mirndome a los ojos, con mirada completamente abierta
y sin pretender ocultar nada.

En realidad es una tontera. Es que... Su garganta volvi a trabajar


mientras tragaba. El hablar sobre hacernos viejas, me hace darme
cuenta de nuevo de que lo que tenemos, durar solo un corto periodo
de tiempo.

No lo entiendo, Ice. Qu quieres decir?

Ella sonri con tristeza.

ngel, en un futuro prximo vas a salir de este basurero. Y no creas que


no me gustara que pasaran rpidos los das para que eso suceda. Pero
cuando pasen, t sers libre y yo voy a seguir aqu Termin con un
susurro.
Mientras la miraba, vinieron a mi mente muchas formas de responderle.
Mi corazn animoso anul todas ellas, quedndose solo con una y me
hizo hablar con las palabras ms cercanas a l.

Entonces, por qu no luchar?

Qu?

Ya me has odo, Ice. Ests aqu por un asesinato que no cometiste. T lo


sabes. Yo lo s. El Alcaide lo sabe. Por el amor de Dios, Josephina lo saba
y muri por ello.

Claro que lo s, ngel. Lo estoy viviendo, recuerdas?

S, Ice, lo recuerdo. Lo que quiero saber es por qu no luchas. Y no me


vengas tampoco con el rutinario Porque es aqu donde debo estar. No
te lo compr entonces y no lo voy a comprar ahora.

Ella se puso rgida, como si estuviera a punto de alejarme, pero la agarr


con fuerza y la aferr a m.

No, Ice. Esta vez no vas a huir. No te voy a dejar. S que has matado,
Ice. Lo recuerdo. S que te sientes culpable por lo que has hecho. Eso es
totalmente obvio para cualquiera que tenga dos dedos de frente. Lo
que no entiendo, por ms veces que lo pienso, es como alguien que es
tan fuerte y tan valiente se conforma con tumbarse y darse la vuelta sin
presentar ninguna pelea! Te tendieron una trampa, Ice! Fuiste
traicionada por alguien en quien pensaste que podas confiar y te alej
de la gente que consideras tu familia! Sin duda que tiene que significar
algo para ti!

Los ojos de Ice, clidos y tiernos durante nuestro asalto sexual, se


convirtieron en fros y pedregosos como una playa rtica. Su rostro se
cubri de lneas sombras y yo casi poda sentir la ira que irradiaba de su
cuerpo tenso.

No quiero hablar de esto ahora, ngel Su voz tena una nota clara de
advertencia.

Me negaba a dejarme intimidar, aunque saba bien cun peligroso era


el terreno que estaba pisando. Poda sentir su corazn latir fuertemente
bajo mi pecho, pero yo segua sin soltarla. Era como tratar de retener un
rayo de sol, pero si yo era algo era obstinada.

S que no quieres hablar de esto, Ice. Una nunca quiere hablarlo. Pero
tengo noticias para ti. Esto no va a desaparecer. Esta autoflagelacin
que te has impuesto no va a solucionar el problema. Tienes que hacer
algo. Si no es por ti misma, entonces hazlo por Josephina.

Sus ojos se estrecharon en una llama azul que incendi mi interior al


atravesarme.

Tengo la intencin de hacer algo, ngel Su voz era un ronroneo


mortal.

Cmo? Asesinando a alguien?

Su sonrisa pareca la misma muerte.

Correcto. Es lo que soy, recuerdas?

No es lo que eres, Ice. No lo es. Se puede luchar contra esto a travs de


las vas legales. Si Josephina lo saba, eso significa que Salvatore tambin.
Y quin sabe a quin se lo dijo l? Y Morrison tambin lo sabe! Hay
mucha gente que conoce la verdad, Ice. Pide que reabran tu caso!

Tal y como has hecho t?

Me puse rgida.

Qu?

Ya me has odo, ngel. T no eres ms culpable de tu crimen que yo


del mo. Sin embargo, te sientas aqu mientras que tu propio caso se pone
mohoso en alguna parte dentro de un cajn archivador. Dime, ngel,
por qu ests tan empeada en conseguir reabrir mi caso cuando dejas
morir el tuyo?

Aturdida, slo pude mirarla por un largo lapso de tiempo. Lgicamente,


lo que haba dicho, en cierto modo tena mucho sentido. En mi corazn
y mi mente, saba que no era ms culpable de asesinato que de cruzar
la calle imprudentemente, sin embargo, ni una sola vez pens en apelar
mi caso. Y, si era totalmente honesta conmigo misma, era porque

Ice, mi marido muri por mi culpa. Le aplast el crneo con un bate de


bisbol.

Mientras que te estaba violando, ngel. No es como que llegase a casa


borracho una noche y lo aporrearas para no despertar a los vecinos. Fue
defensa propia! No mereces la crcel por eso.

Liber de mi agarre a Ice, me baj de su cuerpo, colocndome entre ella


y el muro de hormign fresco.

Quin est huyendo ahora, ngel?

No estoy huyendo, Ice. Estoy aqu. Slo tengo que pensar.

Sobre qu? Los hechos estn al descubierto. Las dos estamos en el


mismo barco.

No lo estamos. En realidad, no. Estoy aqu porque mi marido est


muerto y yo lo mat. Declar que fue en defensa propia, pero un Jurado
decidi lo contrario. T no mataste a ese hombre, Ice. De hecho, cuando
te enteraste de quin era, te negaste a matarlo. Hay una gran diferencia
entre nuestras situaciones y lo sabes.

La hay? Las dos estamos aqu por un crimen que no cometimos. Tu


marido ha muerto, s. Lo has matado, s! Pero no cometiste un crimen.

Despus de un largo momento de silencio entre nosotras, mir hacia


atrs, hacia ella.

Puedo intentarlo si t tambin lo haces.

ngel

Ice

ngel, escchame. Por favor. T tienes una oportunidad. Yo no. Mira


esto lgicamente. Por un lado est la palabra de un funcionario de
prisiones que ha logrado conseguir el voto de un montn de gente
poderosa en este Estado. Y contra l, est la palabra de una asesina
convicta, una presa psictica, una mujer muerta, y un capo de la Mafia.
Desestimaran el caso antes de llegar a los tribunales. No puedes aceptar
mi palabra de que yo me encargar de esto a mi manera?

Quiero que intentes hacerlo de la manera correcta, Ice. De forma legal.


Solo tienes que escribir una nota para obtener una copia de las
transcripciones. Incluso te la puedo escribir si quieres. El revisarlas no
puede hacerte ningn dao, verdad?

Ests realmente empeada en esto, no es as? Sus ojos tenan un


ligero toque de incredulidad.

S, lo estoy. Lo hars?

Durante mucho tiempo, pens que no me iba a contestar. Me content


con observar la interaccin fascinante de emociones mientras cruzaban
a travs de sus ojos casi incoloros. Finalmente, sus dientes blancos brillaron
mientras se morda el labio inferior. Ella suspir.

Est bien. Lo har. Pero si te los dan, cosa que dudo, yo los ver en
primer lugar, hecho?

Sonre tan ampliamente, que cre que mi cara iba a dividirse en dos por
la fuerza con la que lo hice.

Hecho.

Y t intentaras conseguir el tuyo tambin. No voy a pasar sola por esto.

Despus de un momento, asent.

Est bien. Aunque no creo que vaya a encontrar

Ella me hizo callar con un beso. Cuando termin, me haba olvidado lo


que iba a decir como si mis hormonas jugasen a desvanecer mis
pensamientos.

Vamos a seguir discutiendo? pregunt ella con un toque de


diversin en su voz.
No.

Bien. Porque se me ocurren un par de cosas que preferira estar


haciendo en este momento.

El resto de la noche se desvaneci en una nube de felicidad absoluta.

* * *

Est seguro de que no las tiene?

Afirmativo, seora. He comprobado y revisado de nuevo los archivos.


No hay nada con ese nombre o nmero de expediente aqu. Como le he
dicho antes, seora, tiene que llamar a la Sala de Registros. No solemos
tener transcripciones de los tribunales aqu a menos que haya una
apelacin en curso.

He llamado a la Sala de Registros. He escrito a la Sala de los Registros.


Y ellos me siguen derivando a usted!

Siento las molestias, seora, pero como le he dicho, realmente no


puedo ayudarla. Tal vez debera pensar en hacer una llamada a la
oficina del fiscal del distrito.

Lo pensar. Gracias por su ayuda!

Siento no haber podido hacer ms, seora. Adis.

Adis.

Una vez ms, un callejn sin salida. Frustrada por sus palabras, colgu el
telfono de nuevo en su gancho con tanta fuerza que el ruido super
unos instantes mi indignacin. Pasando la mano por el pelo enredado,
me gir alejndome de la pared tan rpido que casi golpeo a Corinne,
lanzndola de culo contra una estancia contigua a la biblioteca.
Vuelta al principio, no? pregunt mientras evit hbilmente nuestra
colisin.

S le respond resistiendo las ganas de arrancarme el pelo de la


cabeza slo para aliviar la reprimida frustracin. La ltima sugerencia
ha sido que llame a la oficina del fiscal.

Es una opcin.

No por ahora. Seguir investigando, Corinne. Prefiero mantener esa


oficina en particular al margen por el momento. No sabemos lo que
ocurrira si se enteraran de que Ice tiene un repentino inters en su caso,
no s si sabes lo que quiero decir.

Por desgracia, perfectamente Desliz una mano por el hueco de mi


brazo tirando ligeramente. Vente de vuelta conmigo a la biblioteca.
Creo que ya has dado a nuestras amigas suficiente espectculo de ngel
perdiendo los estribos por hoy, no crees?

Mir a mi alrededor, por primera vez, notando las miradas interesadas de


mis compaeras de prisin, y el rubor colore mis mejillas.

Est bien. No hay mucho ms que pueda hacer hoy de todos modos.

Cuando llegamos a la biblioteca, me tir en mi silla mientras Corinne se


ocupaba de la hornilla. Haban pasado dos de los meses ms frustrantes
de mi vida. Comenc por lo bsico. Haba escrito una carta de solicitud
de acceso a las transcripciones en nombre de Ice y que ella deba firmar.
Para mi sorpresa, firm sin ponerme pegas e incluso me dese suerte,
aunque con una expresin que se quedaba a un paso de la
condescendencia.

Haciendo caso omiso de la mirada, yo segu felizmente con lo mo, envi


la carta y esper respuesta. Recib una, dos semanas ms tarde. Al
parecer, me haba olvidado de poner el nmero de expediente en la
carta y los registros no se pueden buscar por el nombre del caso. Despus
de varias llamadas telefnicas, fui capaz de conseguir el nmero de
expediente y lo envi en otra carta. Se me devolvi diciendo que estaba
olvidando algn otro dato importante. Y as sucesivamente una y otra
vez, por los siglos de los siglos. Amn.
Cuando por fin me lleg una carta diciendo que tena toda la
informacin requerida, en los campos requeridos, con los nombres
requeridos y los nmeros necesarios, recib una llamada telefnica de una
mujer muy agradable que amablemente me inform que ella no tena
antecedentes de ningn archivo con el nombre de caso o el nmero de
expediente indicado en sus archivos. Me dijo que tal vez sera mejor que
hablara con alguien del tribunal de justicia y me dio el nombre y nmero
de algn empleado u otro que podra ser capaz de ayudarme a
encontrar lo que estaba buscando.

Habra hecho que mi madre se sintiera orgullosa por mi total cortesa,


disfrazando los ataques de apopleja que estaba experimentando en ese
momento. Uno tras otro, fui hablando con empleados desde el nivel ms
bajo al ms alto, siempre sin xito. Al igual que el pjaro Dodo, la
transcripcin del juicio de Ice pareca haber desaparecido de la faz de
la tierra.

Cuando una taza de t humeante se desliz frente a mi cara, escap de


mis cavilaciones frustradas, sonriendo mientras respiraba el aroma
tonificante. Levant la taza hasta mis labios, tom un trago agradecida y
entonces casi lo escupo de vuelta cuando el ardor de un licor fuerte
golpe mi estmago. Mir duramente a Corinne, que me sonri,
totalmente arrepentida.

No me digas que eres abstemia, ngel.

No. No es eso, la verdad. Slo es que no me lo esperaba Y esa era la


verdad, tal cual. Por otro lado, el licor y yo normalmente no nos solamos
mezclar. En las pocas ocasiones que se me permiti probarlo en la mesa
de mis padres, no me haba gustado mucho el sabor. Adems, hay que
recordar que yo viva con un hombre para quien el licor era un amante
cruel. Al ver su efecto sobre Peter no me daban ganas de correr a por la
botella a corto plazo.

S, bueno, pens que podra hacer que te olvidaras un poco dijo


saludndome con su propia taza. Salud.

Le devolv el saludo.

Gracias Tomando otro sorbo ms pequeo, me sent contenta


cuando el calor del t y del licor se asent en mi estmago gratamente,
aflojando un poco la tensin que se haba acumulado a lo largo del da
totalmente infructuoso.

Cmo va tu propio caso, ngel? pregunt Corinne.

Esa fue la parte fcil le respond sin dejar de disfrutar de mi t. No


tendr las transcripciones hasta al menos dentro de cuatro meses o ms.

Cuatro meses?

Si. Aparentemente hay un retraso real en la Sala de Registros. Algo


sobre el Estado, los recortes y la falta de transcriptores. Ella se ofreci a
ponerlo como urgente, pero cuatro meses era lo ms pronto que me
poda ofrecer Me encog de hombros. Qu otra opcin tena? As
que acept.

Levant la mirada para encontrar a mi amiga mirndome


especulativamente.

Qu? le pregunt.

El hecho de que ests teniendo problemas para encontrar los registros


de Ice no tendr nada que ver con esta actitud de no intervencin que
has adoptado hacia tu propio caso, verdad?

Llevando mi taza abajo, entrecerr los ojos sobre ella.

Una cosa no tiene nada que ver con la otra, Corinne. Si recuerdas, no
he pensado en mi caso desde que llegu aqu, y eso ha sido as desde
antes de conocer a Ice.

Corinne debi de haber encontrado lo que estaba buscando ya que en


nuestro continuo choque de miradas finalmente parpade y mir hacia
abajo, asintiendo levemente. No dudar en decir que me sent ms que
orgullosa de ganar finalmente un cruce de miradas con aquella mujer.
Tard casi dos aos en demostrarle que yo tena un poco de fuerza de
voluntad, pero finalmente sucedi, y por eso, me felicit a m misma con
otro trago del potente t. Mis miembros se estremecieron
agradablemente mientras mi corazn bombeaba el alcohol a travs de
mi cuerpo. La tensin comenz a disolverse y pude entender, al menos
en parte, por qu la botella pareca la salvacin para muchos.
El resto de la tarde transcurri en agradable conversacin con Corinne y
las otras visitantes a la biblioteca. La siguiente vez que mir el reloj, era la
hora de cenar. Arrastrndome fuera de mi silla, me desped y me dirig
hacia el lugar adecuado, con la esperanza de atrapar a Ice al regreso
de su da en el taller de reparacin.

Yo estaba a punto de entrar en el recinto principal iluminado desde el


pasillo cuando un brazo se envolvi alrededor de mi cintura y tir,
llevndome hacia atrs contra uno de los armarios que haba en el pasillo
que llevaba a la biblioteca. El licor que haba bebido retard ligeramente
mi tiempo de reaccin, pero fui capaz de empujar un codo contra mi
captora, aunque solo golpe el mango de una fregona vieja metida en
un cubo en la esquina.

Frotando el escozor de mi codo (y realmente, salvo tropezar o cortarse


con papel, hay algo que duela ms?), trat de usar el resto de mi
cuerpo para luchar contra el brazo que me tena atrapada. El agarre se
afloj un poco y me di la vuelta, mostrando los dientes, lista, dispuesta
para mostrar a mi secuestradora lo que la Amazona llamada ngel poda
hacer en lugares cerrados.

Las habilidades que termin usando fueron muy diferentes a lo que haba
previsto.

Unos suaves labios cubrieron los mos, su maravilloso sabor lo conoca


ntimamente. Fusion mi cuerpo contra el de mi captora-amante, que me
devolvi el beso con el fervor de un joven amor que ha estado
demasiado tiempo separado. Nuestras respiraciones ms profundas
parecan aspirar todo el aire de la pequea habitacin y nos separamos
pronto, aunque segu acariciando el cuerpo de Ice al azar, feliz de nuevo
a sentirla contra m.

Ella se retorci, alejndose ligeramente.

Ey! No es justo!

Levant la vista de mi tarea feliz hacia sus palmas en alto. Estaban negras
de grasa y la suciedad de su trabajo en el taller. Me temo que mi sonrisa
pcara reflej bastante bien mis pensamientos mientras me mova hacia
atrs contra ella, tirando de la cremallera hacia abajo ligeramente y
dndome un festn con la carne que haba debajo.

ngel...

Los gemidos y la calidez de su aliento hicieron la advertencia discutible.

Mmm? murmur con la boca llena de suculenta carne.

A menos que quieras caminar por toda la prisin con una fila de
internas rindose por tener las huellas de dos grandes manos negras en el
culo, te sugiero que me dejes tomar una ducha primero.

Riendo, me apart ligeramente, todava quedndome a corta distancia.

Slo estoy practicando mi maniobra de contra-ataque, Ice dije con


una voz inocente como un recin nacido. Est funcionando?

Oh s.

Bueno, creo que voy a aadirla a mi repertorio. Qu te parece?

Ser mejor que no!

Ah, s? Por qu?

Porque entonces tendras a todas las mujeres de la prisin queriendo


luchar contigo.

Me re de nuevo.

Y eso sera malo por?

Acto reflejo a mi risa, ella se inclin y mordisque juguetonamente mi


nariz.

Debido a que van a tener que pasar primero por encima de m, y tengo
una poltica muy estricta de tres brazos rotos al mes. No querrs que
aumente mi cuota por eso, verdad? En la dbil luz proyectada por el
pasillo, pude ver como su ceja se arqueaba mientras una sonrisa jugaba
alrededor de sus ojos.
Suspirando con fingida frustracin, me alej ms y, obediente, devolv la
cremallera a su posicin original, acariciando primorosamente su pecho
despus de haberlo hecho.

Supongo que no.

Buena respuesta.

Iba de camino a saludarte antes cuando fui detenida tan


maravillosamente Me enderec, y haciendo un medio arco, doblando
el brazo galantemente, a modo de reverencia. Me haras el honor de
cenar conmigo esta noche en Chez Dump? He odo un rumor sobre el
misterio de la carne, incluso puede que sea reconocible esta noche.

Suena a cita. Dame un poco de tiempo para ducharme y me reunir


contigo en la puerta de la cafetera, de acuerdo?

Vale De puntillas sobre mis dedos de los pies, la bes rpidamente,


luego me volv y me march antes de que el efecto que ella siempre
causaba en m me llevara a la necesidad de cambiar de uniforme.

* * *

El misterio de la carne segua siendo un misterio cuando terminamos el


ltimo bocado, haciendo una ligera mueca a medida que se pegaba a
la parte interior de la garganta, seca como el polvo. Estbamos sentadas
en una mesa en la esquina con Critter que acababa de entrar, llevaba
un pedazo de papel y una gran sonrisa.

Por qu esa sonrisa, Critter? le pregunt tomando un gran trago de


leche tibia para ayudar a tragar el resto de la carne.

La prxima semana ser mi primera Audiencia de libertad condicional.


No es genial?

Ponindome de pie, me abrac a mi amiga, y luego la bes en la mejilla.


Esa es una noticia maravillosa! Ests nerviosa?

Ella se encogi de hombros y asinti.

S, un poco admiti.

Sonriendo, le di unas palmaditas en el hombro con afecto.

Lo vas a hacer muy bien. No te preocupes.

Critter haba cumplido cinco aos por el cargo de asalto con arma
mortal, junto con allanamiento de morada. El arma en cuestin era un
ladrillo que haba usado para romper el cristal de la puerta de una tienda
local para robar alcohol. Haba cometido el error de recuperar el ladrillo
despus de entrar a oscuras a la tienda, y la imagen de ella, con el arma
en la mano, asust al propietario de edad avanzada, que acab con un
ataque al corazn. La ciruga de urgencias la salv de un homicidio y al
propietario de una cita con un arpa y una tnica blanca.

Por las historias que haba odo, que haban crecido mucho en la crcel,
sobre una joven punk callejero e inteligente con un desmesurado gusto
por el alcohol, era que la mujer joven y bella estaba sentada frente a m
sonriendo.

El resto de lo que pas en la cena fue agradable, con Critter y yo


participando de una conversacin y Ice escuchando, pero
contribuyendo cuando lo deseaba. El t asesino de Corinne, todava
estaba extendiendo sus tentculos clidos por mis venas y sospecho que
estaba un poco ms animada que de costumbre.

Por ltimo, me limpi la boca con una servilleta de papel barato y mir a
Ice, que asinti con la cabeza ligeramente, luego se levant y llev
nuestros platos fuera para que pudieran ser lavados por la ayudante de
cocina. Critter y yo, tambin nos pusimos de pie y me hizo un guio,
consiguiendo que me pusiera muy roja.

Sonriendo, palme mi hombro, salud con la mano y sali de la cafetera


tarareando, desafinado para s misma.

Ice volvi, alzando una ceja lentamente ante mi color.


Es... mmm... nada.

Ella lo dej pasar.

Hacia dnde ahora?

Qu tal un paseo? Lo que sea que comimos se ha transformado en


una bola en mi estmago.

Vamos.

* * *

Apoy la cabeza en la parte inferior del abdomen plano de Ice,


saboreando el sabor de ella en mis labios mientras mis dedos trazaron
figuras al azar en su musculoso muslo. Su mano solt mi cabello mientras
se estiraba ligeramente.

Despus de un momento, su voz ronca se filtr a mis odos.

Bueno, ests de muy buen humor esta noche.

Mmm concord besando la piel salada bajo mis labios. Slo estar
cerca de ti, especialmente en mi posicin actual, hace que lo est
Sonre. Por supuesto, el elixir mgico de Corinne tambin ha ayudado.

La mano de Ice volvi a mi pelo, girando su cuello hasta encontrarse con


mi mirada.

Elixir mgico?

S. Lo beb hasta la ltima gota Lam mis labios. Ms o menos como


t.

Soltando mi pelo, Ice gimi y se dej caer de nuevo sobre la almohada


una vez ms.

Y por qu Corinne siente la necesidad de emborracharte?


No estaba tratando de emborracharme. Simplemente... de relajarme.

Y por qu necesitabas relajarte?

Suspir.

Otra ronda infructuosa de tratar de conseguir las transcripciones.

Bueno, no voy a decir te lo dije respondi ella graciosamente.

Eres demasiado mayor para eso.

Puedo intentarlo.

Hmmmph.

Un muy cmodo y clido silencio se apoder de nosotras mientras mis


ojos somnolientos recorran ociosamente la habitacin, no recuerdo muy
bien cmo mi uniforme acab lanzado a travs del cuarto al suelo con
una manga y una extremidad extendida sobre uno de los bonsis.
Entrecerr los ojos mientras mis ojos se posaron en algo, al igual que mi
uniforme, que no haba estado all la ltima vez que haba estado en la
celda de Ice. Frente a uno de los otros rboles estaba la fotografa que
me miraba cuando Ice haba estado en el agujero.

Esto, sin duda, era una oportunidad demasiado grande como para
dejarla pasar. El problema era cmo introducir el tema sin dejar caer que
yo ya haba visto la imagen en cuestin. Cuando terminamos, me decid
a como se dice en el ftbol pillarla fuera de juego.

Ice, qu es eso?

Su cuerpo se movi ligeramente mientras miraba alrededor de la


habitacin.

Qu es qu?

Eso Le seal la imagen cerca de los bonsis. Es tu familia?

Pude sentir como su cuerpo se pona rgido debajo de m y contuve la


respiracin, esperando que no hubiese empujado de nuevo las cosas
demasiado lejos. Despus de un largo momento, ella finalmente se relaj
y empec a respirar de nuevo.

S dijo ella, su voz apenas un susurro. Esos son mi madre, mi padre y


Boomer.

Solt un bufido contra su vientre.

Boomer?

Y recib un golpecito en la cabeza por mi sacrilegio.

Yo tena cinco aos en ese momento, por si lo quieres saber.

Oh, bueno es saberlo.

Eso me vali un tirn de pelo. Despus de un momento, me decid a ir un


poco ms lejos.

Te importa si le echo un vistazo ms de cerca?

Lo hars de todos modos, as que adelante.

Sonriendo ante su tono melodramtico de sufrimiento, sal de la cama


envolviendo la sabana alrededor de mi cuerpo desnudo y dejando a Ice
descansando desnuda en todo su esplendor en la sbana de abajo
cuando me acerqu a la mesa y cog la fotografa. Cuando me di la
vuelta, a la vista de su largo, bronceado y glorioso cuerpo desnudo tirado
en la sbana blanca, su cabello oscuro desplegado en la almohada y
sus ojos plidos normalmente oscurecidos con el erotismo residual, hizo
que mi cuerpo vibrara de nuevo con necesidad.

Desenvolv la sbana de alrededor de mi cuerpo, me sub a la cama a


horcajadas sobre su cintura, despus puse la sbana a modo de tienda
de campaa sobre mis hombros, envolvindonos, en un campo de
blanco.

El interrogatorio puede esperar gru inclinndome para capturar sus


labios en un beso feroz que provoc las brasas de mi pasin en una
hoguera crepitante, una vez ms.
* * *

Algn tiempo despus, me envolv en la sbana, apoyando mi hombro


contra el hombro de Ice mientras miraba la fotografa en blanco y negro
que ahora descansaba en mi regazo.

Hblame de ellos.

Su aliento me hizo cosquillas en la oreja mientras ella giraba la cabeza


para mirar hacia la imagen.

La verdad es que no hay mucho que decir. Alexander, mi padre, era


ingeniero qumico de DuPont. Mi madre era mezzo-soprano con la
Compaa de pera de Baltimore.

Me volv hacia ella muy sorprendida.

Tu madre era cantante de pera? Me encanta la pera!

Ice se encogi de hombros.

S, era bastante buena.

Solt un bufido.

Bastante buena, dice. Perdname por decir esto, pero probablemente


eres el tipo de persona que mira un Picasso y le dan escalofros, no es
as?

Qu quieres que te diga? No soy exactamente del tipo artstico.

No, no lo eres le respond con una sonrisa cmplice mientras miraba


al bello bonsi que reposaba complacientemente en la mesa.

Cuando me di la vuelta, jur que poda haber visto un leve rastro de rubor
en sus mejillas bronceadas, pero sabiamente decid no mencionarlo
mientras su cara volva a asumir su mscara de tipo empresarial. Se
encogi de hombros.

De todos modos no lo s. Lo dej despus de tenerme. Dijo que quera


ser madre a tiempo completo y eso fue todo Una pequea, casi tmida
sonrisa, quebr su fachada sombra. Sin embargo, me cantaba
canciones de cuna.

Y tu padre?

Mi padre no poda entonar ni una nota.

Gimiendo, apoy la espalda en su hombro.

Eso no es a lo que me refera y lo sabes. Cmo era? Qu clase de


hombre era?

Eh varonil?

Ice

ngel, escucha. Es difcil para m hablar de esto, ok? Simplemente


tom la foto ayer esperando que no la notaras tan rpido.

Me mord el labio inferior, asintiendo con la comprensin ante su gentil


reprimenda.

Lo siento, Ice. No era mi intencin presionarte.

No ests presionando. Solo que tengo que ser capaz de contarlo a mi


manera, a mi ritmo, de acuerdo?

Le sonre clidamente.

No hay problema. Puedes continuar en otro momento si quieres.

No, est bien. Slo dame un minuto Se acomod en la cama,


acercndome de nuevo, haciendo que apoyara mi cabeza contra su
cuello, y poniendo su mejilla sobre mi pelo. Luego me cogi la foto y la
puso sobre su propio regazo, con su pulgar acariciando la esttica figura
del hombre alto y guapo que era su padre. Mi padre era un buen
hombre, muy inteligente pero fcil de llevar y amistoso. No creo que
hubiera una persona en el mundo a la que no le gustara una vez que le
conoca Pude sentir su sonrisa contra mi pelo. Probablemente debi
dedicarse a poltica o a ventas, pero en lugar de eso trabaj en
investigacin y desarrollo para DuPont. Tambin era un apasionado de
los deportes, especialmente de los equipos locales. Tena entradas para
el partido de los Colts e incluso se las arregl para conseguir dos entradas
para la Sper Bowl. Estuve con l ese da Su voz se puso un poco
nostlgica. Fue uno de los mejores das que recuerdo haber tenido a
pesar de que perdimos.

Suena como un momento muy especial Coment con un rastro de


melancola en mi propia voz.

Yo haba pasado la mayor parte de mi infancia esperando tal tipo de


relacin con mi propio padre.

Y qu hay de tu madre? Se pona celosa de tu cercana con tu


padre?

Ella se rio.

Celosa? No, no exactamente. Era fan de los Orioles, con entradas


para la temporada para ella misma. Me llevaba a algunos de los partidos
nocturnos, e incluso la escuch cantar el Himno Nacional antes de un par
de ellos.

Me enderec con la mandbula abierta.

Tu madre realmente cant el Himno Americano antes de un partido


de bisbol?

S. Su voz sonaba muy extraa, haciendo eco a travs del Estadio. Fue
una experiencia interesante, por decirlo de alguna manera. Sola tener
un montn de recuerdos firmados por ellos. Ya sabes, como jersis,
guantes, pelotas, bates Se encogi de hombros, cosas por el estilo
Hubo un momento de silencio mientras miraba hacia la foto como si viera
un pasado largamente enterrado. Tena un toque muy suave, como las
madres tienen. Me dejaba intentar todo lo que me interesara hacer,
mientras no me metiera en problemas con la ley El sonido de su risa esta
vez era amargo. Apuesto a que se est revolcando en su tumba ahora.
Y mi padre tambin.

Me mor de ganas de decirle lo que ya saba. Que si sus padres an


estuvieran vivos, ella nunca habra hecho las cosas que hizo para acabar
aqu, pero decid callarme, con la esperanza de que compartiera ms de
su vida conmigo, ahora que finalmente haba decidido hacerlo.

En lo nico en lo que insisti es en que diera clases de canto. Deca que


la voz humana era el instrumento de Dios, y era mejor mantenerlo bien
afinado para no arriesgarse a molestarle en algn momento de la vida.

Me estremec con el recuerdo de mi madre obligndome a tomar clases


de conducta casi por la misma razn.

Odiabas las clases?

Nah. No estaban tan mal. Supongo que podra haber sido peor si
hubiera nacido con una voz como mi padre. Sin embargo tuve suerte. El
canto era algo natural para m, aunque odiaba todo lo referido a pera.
An lo hago.

Inclinando su barbilla para mirarla a los ojos, le sonre.

Tal vez podra escucharte alguna vez

Me devolvi la sonrisa con un pequeo gesto en sus labios.

Puede ser.

Satisfecha, gir la cabeza para reclinarla en el lugar exacto de la clida


piel de su cuello.

Cmo se conocieron tus padres? Sin poderme resistir, le mord


suavemente su dulce carne, sonriendo mientras senta un escalofro pasar
por su cuerpo. Al presionar un beso en la marca que le haba dejado,
sent su corazn saltar su ritmo bajo mi palma. Se movi contra m.

Sigue as, ngel, y nunca escuchars la historia.


Si hubiera sido cualquier otra historia, la eleccin habra sido fcil. Desde
nuestra primera vez real juntas, mi cuerpo haba estado en constante
estado de excitacin sexual. Su simple olor me converta en llamas y en
este momento, estaba rodeada de su extico aroma.

La parte ms lgica de mi mente, sin embargo, me recod que si ceda


ante las demandas de mi cuerpo, era ms que probable que tuviera que
esperar meses para tener la oportunidad de preguntarle sobre este tema
de nuevo. Si es que la oportunidad llegaba a surgir. Con Ice nada era
seguro.

Deteniendo a mis hormonas, me apart de la tentacin.

De acuerdo. Ser buena. Por ahora.

Inclinndose, me dio un beso y luego se alej, apoyando la cabeza


contra la pared.

A diferencia de m, a mi padre le gustaba la pera, al igual que a su


novia de aquel momento. La Compaa de mi madre, estaba
representando Werther de Massenet, y ella interpretaba a Charlotte. Le
o decir que desde el momento en que mi madre entr al escenario,
hasta el momento en que lo abandon antes de que el teln bajara, ya
no tena ojos para otro ser vivo.

Dios, qu romntico!

S, bueno. A la novia de mi padre no se lo pareci. Despus de que el


espectculo terminara, mi padre la arrastr a los bastidores para conocer
a mi madre. Su novia podra haber sido una pelusa en la alfombra para
la atencin que le prestaba despus de ese punto.

Tu madre se sinti de la misma manera cuando lo conoci?


Enamorada, quiero decir.

Oh, s. Deca que cuando mir a mi padre a los ojos, fue como si lo
conociera de antes, a pesar de que nunca lo haba visto Ice rio.
Sonaba casi asustada. En toda mi vida nunca supe lo que significaba.
Hasta ahora.
Cuando me bes, fue casi como una copia exacta del primer beso que
compartimos. Imgenes atravesaron mi mente, aunque demasiado
rpidas como para seguirlas, aunque saba, en el fondo de mi alma, que
estbamos conectadas a un nivel mucho ms profundo que la mera
atraccin superficial. Haba algo elemental y con fundamento en lo que
compartamos, algo a la vez primitivo y nuevo, y eterno en sus cimientos.

No fue un beso de pasin, aunque era un beso apasionado. Era un beso


de curacin y de regreso a casa. Si los antiguos sabios tenan razn y nos
hacan pasar la vida en busca de la otra mitad de nuestra alma, yo haba
encontrado la ma en un profundo abismo infernal, siendo capaz de
llegar y salir viva a la superficie.

Cuando termin, me desplom contra ella, dbil y cansada, pero llena


de fuerza y energa, como si hubiera conectado con alguna fuerza
elemental que alimentara el alma y aliviara el corazn de sus pesadas
cargas.

Mi voz son definitivamente quejumbrosa mientras le haca la siguiente


pregunta.

Ms?

Ice se rio entre dientes.

De qu? Del beso o de la historia?

Mmm No pueden ser las dos cosas?

No Brome. Una u otra.

Oh, bien. La historia entonces. Siempre podr conseguir besos de ti


despus.

Eso crees, eh?

Eso s.

Mmm Recordar eso Apret su agarre alrededor de mi cintura de


nuevo. Veamos, por dnde iba? Ah s, cuando se conocieron. Bueno,
despus de que la novia se march con una rabieta, se sentaron y
hablaron hasta que cerr el teatro durante la noche. Despus de eso,
tuvieron lo que mi madre llamaba un cortejo escandalosamente corto,
de dos meses. El escndalo lleg por el hecho de que el padre de la ex
novia de mi padre, era un conocido mecenas de las artes, y no estaba
muy contento por escuchar que su hija hubiera sido tirada a la basura
mientras que alguien a quien l ayudaba en su carrera financindola, le
robara el novio para siempre.

Tienes un don con las palabras, Ice Me re.

S, bueno. En muchos aspectos, soy la hija de mi padre. De todos


modos, despus de dos meses de noviazgo, se casaron, compraron una
casa nueva, y me tuvieron un ao despus.

Parece que se amaban mucho.

Lo hicieron. A pesar de pelearse de vez en cuando, incluso cuando era


una nia, saba que siempre estaran juntos. S que la mayora de los nios
creen que sus padres jams se separarn, pero no era eso. Tenan algo
que hasta yo, siendo una nia, poda notar. Era casi como si fueran dos
mitades de un mismo todo, o algo as Se encogi de hombros. No s
explicarlo mejor.

Creo que lo has explicado muy bien. Describe el sentimiento a la


perfeccin, no crees?

Ella sonri.

S, es cierto.

Me pas los siguientes momentos de silencio tratando de reunir el valor


necesario para dar el siguiente paso obvio. Estaba muerta de indecisin.
Dividida entre la necesidad de saber, y la necesidad de no abrir lo que
obviamente era una herida que an supuraba en lo profundo de su
corazn.

Como si hubiera ledo mis pensamientos, su cuerpo se tens de nuevo, y


respir hondo antes de dejarlo salir lentamente.

Los arroll un autobs.


Qu?

Mis padres. Te estabas planteando como preguntarme cmo murieron.


Fueron arrollados por un autobs. Conducan a DC para su aniversario,
para ver Werther. Nunca llegaron. Mi madre muri en el acto. Mi padre
logr aguantar unos das, pero nunca despert. Finalmente decidieron
apagar las mquinas.

Oh, Ice. Lo siento mucho.

S dijo en voz baja. Yo tambin.

* * *

Ms tarde, esa noche, en la oscuridad de mi propia celda, me acost


boca arriba mientras las lgrimas recorran mis mejillas, humedeciendo mi
almohada. Mientras repeta la conversacin en mi mente, parte de m se
pregunt qu vida haba sido ms trgica. La de Ice, cuya familia la quiso
y la consinti y le fue arrebatada, o la ma, cuya familia me tuvo en el
mejor de los casos tolerancia, y ahora que lo pensaba, aunque estaba
viva todava, estaba muerta a sus ojos.

Llor por nosotras esa noche. Por las jvenes que habamos sido y las
mujeres en las que tuvimos que convertirnos. Por nuestras familias. Por
nosotras mismas. Pero dentro de las lgrimas de tristeza, tambin se
mezclaban lgrimas de alegra. Si una nueva vida puede surgir de las
cenizas, entonces una nueva vida haba surgido entre nosotras desde
nuestras propias tragedias.

Un fragmento de una vieja cancin de cuna que haba odo en alguna


pelcula, surgi a mis labios, y lo tarare para m misma mientras me
quedaba dormida, con las lgrimas secndose lentamente en mis
mejillas.
Captulo 10

S
egn los das se convertan en semanas, sent cmo mi nivel de
frustracin alcanzaba nuevos lmites. Cada nueva pista sobre el
paradero de las transcripciones de Ice me llevaba a un callejn sin
salida, sin respuestas y con pocas esperanzas de encontrarlas.

Cuando cada callejn sin salida espoleaba mis fantasas homicidas, sala
al aire fresco del otoo y expulsaba mis frustraciones con el siempre
preparado saco de boxeo. A menudo me encontraba compartindolo
con una decepcionada Critter, a la que haban denegado su primera
Apelacin de libertad condicional. Haba descubierto durante la misma,
que aunque la ciruga haba salvado la vida al propietario de la tienda,
nunca haba recuperado por completo la salud. Mientras los meses se
haban ido convirtiendo en aos, l se encontraba ms y ms frgil. Si
muriera como resultado directo del anterior ataque cardaco, Critter
tema que le aadieran el cargo de homicidio a los aos que ya haba
cumplido. En cualquier caso, pareca que iba a tener que esperar un ao
ms para su prxima oportunidad de ser libre.

Pony y Sonny estaban saliendo de un fallido tringulo amoroso y Ice


trabajaba forzadas largas horas en el taller, desguazando y arreglando
una enorme cantidad de coches robados diseados para llenar los
bolsillos de nuestro corrupto Alcaide.

En fin, no era una buena temporada para ninguna de nosotras, y estaba


a punto de empeorar.

La frustracin es una emocin peligrosa, ya que a menudo nos lleva a


cometer estpidos errores al intentar aliviarla. Yo comet uno de esos
errores, y me cost muy caro. A punto de arrancarme el pelo de
frustracin, finalmente ced a la sugerencia de Corinne de permitir a un
amigo periodista suyo que husmeara un poco a ver qu poda encontrar.
Yo haba rechazado hasta ahora todo este tipo de sugerencias, a
sabiendas de que muchos periodistas de este tipo son unos bastardos
codiciosos que no se detienen ante nada con tal de destapar una gran
historia si la encuentran. sta era una de esas historias que yo no quera
que se destapara. Corinne me prometi que ella saba tanta mierda de
ese hombre que no se atrevera a actuar contra sus deseos o se vera
completamente arruinado tanto personal como profesionalmente. Tras lo
que me pareci ya la ensima vez que escuchaba la misma sugerencia
y los mismos argumentos, estaba ya en ese punto en el que o le deca
que lo dejara de una vez, o que fuera a por ello. Eleg la segunda opcin.

Las dos siguientes semanas pasaron con lentitud, con los informes
irregulares del hombre que se haca llamar Slim Jim por razones, estoy
segura, que no quiero conocer. Y esos informes no me decan nada que
no supiera ya; slo que pareca que haba una especie de encubrimiento
sobre las transcripciones jurdicas de Ice. Sus contactos en el sistema de
justicia estaban rechazando sus propuestas con una anormal frialdad y
tena la sensacin de que algo gordo haba tras ello. Algo que no poda
esperar conseguir sin reventar las estrictas reglas del juego que le
habamos impuesto. Aunque entend la indirecta, no piqu el anzuelo y
dej al hombre refunfuando pero decidido a destapar lo que podra ser
el caso de su vida.

Estaba comenzando a preocuparme muy seriamente por si la innata


codicia de este hombre por tener su gran historia ganara a esos oscuros
secretos que Corinne saba de l, y finalmente tom la decisin de
suspender la cacera. Me sent en la biblioteca, repasando mis
argumentos mentalmente, sabiendo que Corinne usara todo su encanto
verbal para disuadirme de mi decisin. En mi contra estaba el hecho de
que ya haba cedido una vez a su formidable poder de convencimiento
y no quera volver a hacerlo. Esto era demasiado importante para m.
Cuando abr la boca para hablar, otra voz me interrumpi antes de que
el primer sonido saliera de mis labios.

ngel, puedo hablar contigo un momento?

Me volv a tiempo de ver a Ice dirigindose hacia la puerta, con una


inexpresiva mscara en su rostro que generalmente denotaba ira y sus
ojos tan fros como su propio nombre de presa. Tragu saliva, sintiendo mi
garganta repentinamente seca. Mir hacia Corinne buscando ayuda,
pero encontr su mirada clavada tambin en Ice, con su rostro
mostrando igualmente inquietud, una expresin que nunca antes haba
visto en ella.

Volvindome hacia mi amante, asent.

S, claro.

Respirando profundamente, me obligu a levantarme de la silla, tratando


de controlar el temblor de mis msculos mientras atravesaba la biblioteca
y sala al pasillo. Ice me llev hasta la mitad de un pasillo dbilmente
iluminado antes de detenerse y girarse de tal forma que me encontr de
espaldas a la pared, con su presencia sobre m.

Esto se acaba ahora mismo.

Mmm... el qu?

Su mano se alz con la palma hacia arriba.

Esta... investigacin de mis archivos. Ests metiendo la nariz en todo y


est a punto de derrumbarse. Deb de haberme vuelto loca por haber
aceptado desde el principio.

Pero... Ice...

No, ngel. No. Escchame. Llama al chucho que sea al que has
mandado a husmear y encirralo. Ahora.

Ice...

Sus manos descendieron y me sujetaron dolorosamente por los hombros.

Ahora, ngel. Haznos un favor a ambas y djalo.

Liberando mis hombros, me mir durante un instante ms antes de girar


sobre sus talones e irse, dejndome all de pie mientras miraba,
totalmente aturdida, cmo se alejaba.

Un sonido proveniente de la otra direccin hizo que me volviera. Corinne


se encontraba de pie a unos pasos de la puerta de la biblioteca, mirando
el pasillo. Sus ojos se movieron lentamente hasta encontrarse con los mos.

Lo he odo dijo suavemente. Lo siento. Debera haberte escuchado


y no haberte metido en algo que no queras desde un principio.

Est bien, Corinne. Slo intentabas ayudar.

En cualquier caso, esto ha sido ms culpa ma que tuya. Intentar


explicrselo.

La enganch del brazo al pasar junto a m.

No. No creo que sea una buena idea en estos momentos. No creo que
quiera escuchar a nadie.

Mi amiga se pas una mano por su canoso pelo.


Supongo que tienes razn. Qu debo hacer?

Llama a tu amigo y amenzale con cada pedazo de mierda que


tengas de l. Y si no es suficiente, haz cualquier cosa, pero scalo de esto.
Por favor.

Corinne asinti.

Lo har Me mir entre pesarosa y compasiva. Estars bien?

Tendr que estarlo, no? Mis palabras salieron ms rudas de lo que


pensaba y la cog por la mueca. Lo siento, Corinne. Eso sobraba
Suspir. Le voy a dar un tiempo para que se calme y luego ir a su
celda. Tal vez para entonces est dispuesta a decirme qu est pasando,
eh?

Buena suerte resopl ella, devolviendo el apretn antes de soltarse y


volver caminando a la biblioteca para llevar a cabo mis instrucciones.

Gracias susurr cuando ya se haba ido. Creo que la voy a


necesitar.

Como casi era la hora para mi entrenamiento, me dirig por el pasillo con
la intencin de tomar un poco de aire fresco y calmar mis turbulentas
emociones. Justo cuando sala al patio, Digger me mir y se acerc a m
a grandes zancadas, evidentemente nerviosa por lo que mostraba su
rostro.

ngel, me alegro de que ests aqu. Necesito hablar contigo.

Ahora no, Digger. Necesito un rato de aire fresco. Tal vez luego, vale?

Por favor, ngel, es realmente importante. Saldr incluso fuera contigo.


Los guardias no se enterarn si nos mantenemos cerca del edificio.

La sensacin de urgencia de sus ojos me hizo asentir, aunque no me


encontraba en un estado de nimo como para que nadie me
acompaara, y mucho menos mi sombra.

Muy bien, Digger dije finalmente. Pero slo unos minutos, vale? La
cabeza me est matando.

Slo unos minutos, lo prometo.

La segu por la prisin y saliendo por la puerta del patio, sent el sol en la
cara y esto comenz a hacer que la tensin que ataba en fuertes nudos
mi cuerpo comenzara a disiparse. Despus de tomar sanadoras y
profundas respiraciones de aire otoal, me volv hacia Digger con las
cejas levantadas.

Qu es lo que necesitas hablar conmigo?

Est bien. Hoy he estado en la oficina del Alcaide, limpiando, como


hago siempre, no?. Llevaba all slo como una hora cuando la puerta
se abri y un guardia hizo pasar a Ice.

Me gir hacia ella, con toda mi atencin.

Qu?

Ella asinti.

Es verdad! Ice pareca estar dispuesta a destrozarlo todo y el doble de


peor cuando sali de all! Casi me meo encima, lo juro!

Escuchaste algo de lo que hablaron?

Parte. No pude pillar todo. La gente estaba entrando y saliendo de la


oficina y tuve que tener mucho cuidado al escuchar, sabes?

Resistiendo el impulso de estrangular a la mujer por no ir directa al grano,


simplemente asent alentndola a que continuara.

Total que ella entr y el guardia se march. Lo que es realmente


sorprendente porque los guardias suelen acompaar a las prisioneras
cuando son llevadas a ver al Alcaide, sabes?

Su lastimera mirada pareca exigir algn tipo de respuesta, as que forc


una sonrisa en mi cara.

Entiendo, Digger. Por favor, continua.

Bien. As que, estando como estaba sola en ese momento, cog mi


trapo de pulir y fui hasta la puerta haciendo como que estaba sacando
brillo a la manilla y a la placa de identificacin, sabes? Y o al Alcaide
dicindole a Ice que la tena fichada por algo. Y Ice le contest que no
saba a qu se refera. Entonces otro guardia entr, as que hice como
que trabajaba y no pude or nada hasta que el guardia se volvi a ir.
Cuando volv a poner la oreja, o cmo le deca al Alcaide que lo iba a
parar todo. Yo no saba a qu se refera, pero el Alcaide fijo que s, porque
le empez a gritar.

Qu le gritaba?
Le deca algo as como que ms vale que lo detuviera si saba lo que
le convena. Que si no se amoldaba las cosas iban a comenzar a ir muy
mal para ella. Incluso le dijo que se las arreglara para mandar a su
noviecita a la Cocina del Infierno. Yo ni siquiera saba que tena novia, y
t?

Mi garganta se sec a la par que mi corazn se me sala del pecho. La


razn tras la advertencia de Ice se convirti en algo aterradoramente
claro para m. La Cocina del Infierno era el apodo de otra prisin estatal
para mujeres en Pennsylvania, y se rumoreaba que era una de las ms
peligrosas de su clase en todo el pas. Casi todas las mujeres que haban
abandonado esa prisin o lo haban hecho en una caja de pino, o
completamente cambiadas por la experiencia. Y no a mejor.

Mis emociones debieron de reflejarse en mi cara, porque Digger me


cogi del hombro y me lo sacudi.

ngel? ngel, ests bien? Parece que hayas visto un fantasma.

No. No, estoy bien. Oste algo ms?

No. El Alcaide llam a sus guardias, uno entro inmediatamente y se llev


a Ice. Dios, ella pareca estar dispuesta a arrancarle los hgados a ese
gilipollas. Y por si las moscas, me medio convert en florero sin moverme
hasta que se fue.

El Alcaide dijo algo cuando ella se fue? Llam por telfono o algo?

Digger se encogi de hombros.

No lo s. En esos momentos lo nico que quera hacer era terminar de


limpiar y bajar aqu a contrtelo. Supuse que siendo amiga de Ice, quiz
t sabras lo que estaba pasando Alz la mirada hacia la cerca, donde
los guardias observaban desde las torres de vigilancia. Ser mejor que
me vaya. No quiero tener problemas por estar aqu. Hablamos ms
tarde?

S... claro, Digger. Nos vemos luego.

Sonri y me salud con la mano.

Adis, ngel.

Adis, Digger.
Girndome desde la puerta, atraves lentamente el patio hasta la cerca
que me separaba del mundo exterior. Mis pensamientos eran un tumulto
desordenado que corra frenticamente por mi mente dando vueltas
como un perro que se muerde la cola. No era difcil rellenar los huecos de
la conversacin entre Morrison y Ice. El Alcaide, obviamente, se haba
enterado de la investigacin sobre las transcripciones desaparecidas de
Ice, cosa que yo haba tratado de evitar desesperadamente. Lo ms
probable es que l la hubiera llamado por ello y ella le hubiera respondido
amenazndolo con dejar de contribuir en su pequeo negocio de autos,
lo que haba llevado a las amenazas del Alcaide contra ella y sus amigas,
yo incluida.

Esto no era lo que yo tena en mente cuando le rogu a Ice al menos


estudiar la posibilidad de reabrir su caso. Mirando atrs, sus advertencias
sobre este tema haban sido muy claras. Nunca sabr por qu no hice
caso de ellas, simplemente no lo hice. Mi cabeza estaba enfocada slo
en la injusticia que ella haba sufrido, provocando la tristeza que
implicaba no poder estar juntas para siempre.

Siempre he sido un poco como una Cruzada. Forma parte de mi


naturaleza desde que era muy pequea y me dedicaba a preparar
planes para liberar a los perros de la protectora de animales local. Creo,
sin embargo, que debera haberlo superado antes de aceptar esa
filosofa cuando an era una nia. Aparentemente, necesitaba estudiar
un poco ms sobre ello porque evidentemente era algo que me haba
calado, y a lo grande.

Enredando mis dedos por entre el enramado de la verja, descans mi


frente contra el fro metal, tratando de encontrar la manera de hacer las
cosas mejor. Ice tena todo el derecho a estar enfadada, aunque hubiera
accedido a mi intento de encontrar los documentos. Aun as, no haba
tenido que decirle que yo haba dado permiso a Corinne para que su
amigo periodista arrancara con la bsqueda. Y no tengo ninguna duda
de que eso es lo que haba llevado todo este asunto a un punto tan
crtico.

Estaba metida en mis pensamientos cuando Sonny se acerc, apoyando


compasiva una mano en mi hombro.

Ests bien, ngel? Digger te ha molestado?

Tragndome las ganas de llorar, pegu una sonrisa de apariencia en mi


cara y me volv hacia ella.
Estoy bien. Y no, Digger no me ha molestado. Simplemente tena
algunas cosas que comentarme.

Era sobre Ice? La he visto venir de la oficina del Alcaide, mirando


como si pudiera matar a alguien en esos momentos.

No muy segura de poder hablar, asent.

Mierda. Hay algo que pueda hacer para ayudar? Tal vez reunirnos
todas?

No. Pero gracias. Es algo que tengo que hacer con Ice.

Ests segura?

Estoy segura.

Sonny me apret el hombro, sonriendo levemente.

Vale. Ya sabes dnde ir si necesitas hablar, ok?

Cubriendo su mano con la ma, le devolv la sonrisa.

Lo s. Eso significa mucho para m, Sonny. Gracias.

T significas mucho para todas nosotras, ngel. No lo olvides, vale?

No lo har.

A pesar de la gravedad de la situacin, o tal vez por ello, sus palabras me


hicieron sentir mejor. No me senta tan cercana a Sonny como a Pony o
Critter. Pero despus del apualamiento nos habamos hecho amigas.
Debajo de su apariencia un tanto ruda y violenta, era una mujer dulce,
amable y cariosa que siempre estaba dispuesta a ayudar si alguien lo
necesitaba.

Por supuesto, tambin era una ladrona, la nica mujer de un grupo de


robo a mano armada en bancos y vehculos blindados que encontr su
final en un intento fallido a un banco. Todos en la banda haban muerto
a manos del SWAT menos ella. Deca que la nica razn por la que sali
con vida era porque la polica pens en un primer momento que era
tambin un rehn y no uno de los ladrones. Casi se sali con la suya, hasta
que uno de los rehenes de verdad la seal mientras sala del edificio.

Dndome una ltima palmadita en la espalda, Sonny se volvi y se dirigi


de nuevo a la zona donde se congregaba el grupo principal de las
Amazonas. Mientras miraba hacia el exterior, parte de m maldijo mi
insaciable curiosidad, porque era la misma que me haba llevado meses
atrs a tratar de encontrar lo que Ice buscaba. Si no hubiera llegado tan
lejos, no hubiera visto al Alcaide y al que haba traicionado a Ice, y tal vez
nada de esto hubiera pasado.

Pero otra parte de m se salt todo ese sensiblero pensamiento. Si no


hubiera visto lo que haba sucedido en el parking, Ice seguramente no
me habra llevado abajo aquella fatdica noche en que desnud su alma
para m. Nunca hubiramos hecho el amor en aquella habitacin.

Haba destrozado la confianza que con tanto esfuerzo me haba dado?


En mi bsqueda por la justicia, haba arruinado todo lo que haba entre
nosotras y que tanto haba costado construir? Tom aire profundamente
y me arm de valor.

Slo haba una forma de averiguarlo.

* * *

Ice estaba sentada en su cama, con la espalda recta y las manos


descansando suavemente sobre los muslos. Sus pies se apoyaban contra
el suelo y mantena los ojos cerrados, como si meditara. El aire pareca
quieto a su alrededor. Incluso el siempre presente zumbido de los
fluorescentes pareca subyugar a su presencia.

Me qued all, mirndola durante un largo rato en silencio, sabiendo de


alguna manera que ella era conocedora de mi presencia, no queriendo
romper esa escena aparentemente pacfica. Me preocup de morder mi
labio inferior con mis dientes mientras trataba de mantenerme contraria
a las seales que mi cuerpo me enviaba para que me fuera y no mirara
atrs.

Justo cuando estaba a punto de ceder al pnico, sus ojos se abrieron de


golpe, bandome en su azul fuego.

Necesitas algo? me pregunt, con voz tranquila y sin inflexin.

Me qued fuera de los lmites de su celda, no muy segura de cmo nos


encontrbamos entre nosotras. La sensacin resultaba muy incmoda
para m, teniendo en cuenta que haba considerado este sitio como un
lugar de refugio. Qu poda hacer para que lo entendiera? Qu
palabras podra usar para hacer que las cosas fueran mejor? No pareca
que hubiera un camino adecuado. Los dos secretos que mantena en mi
interior ardan en mi interior como una marca.

Y bien?

Decid esperar y escuchar lo que iba a decirle en mi cabeza. El pnico se


rompi.

Slo quera decirte... que me he enterado... de lo que ha pasado con


el Alcaide. Y que... Mi voz se quebr en el momento en que Ice se puso
en pie, con el rostro repleto de furia.

Voy a matar a ese hijo de puta!

No, Ice, espera! Aguantando en la puerta, mantuve mis manos en


alto. No ha sido el Alcaide. Ha sido... Digger. Ella estaba en la oficina
cuando te ha llamado. Escuch parte de la conversacin. Estaba
preocupada, as que vino a hablar conmigo de ello. Es la verdad!

Para su reconocimiento, y para mi total alivio, Ice no trat de pasar por


encima de m. En cambio entorn los ojos.

Qu te ha dicho No era una pregunta.

Respirando profundamente, le repet la conversacin lo mejor que pude,


intentando no aadir mi propio punto de vista de las cosas en caso de
que yo estuviera equivocada. Mientras yo hablaba, pude ver cmo la
tensin se apoderaba de cada lnea de su cuerpo hasta irradiar por sus
poros. Mi corazn se aceler en respuesta. Cuando mi voz finalmente se
apag, me mir fijamente, aunque saba que no era a m a quien estaba
viendo. Tena los puos cerrados con tanta fuerza que poda ver el blanco
de sus nudillos presionando contra su bronceada piel.

Ice? pregunt tentativamente.

Parpade una vez, volviendo poco a poco del lugar al que su rabia la
haba llevado.

Se supona que t no debas saberlo medio susurr.

Sonre levemente.

Me alegro de saberlo.

Yo no.
Sopesndolo, di un pequeo paso hacia ella y puse una mano sobre su
tenso y musculado antebrazo.

Yo s. Creo que tengo derecho a saber cundo estoy siendo utilizada


como una espada de Damocles pendiendo de tu cabeza.

Esto le arranc una leve sonrisa.

Una de las muchas que hay, ngel.

Le devolv la sonrisa.

Puede, pero soy lo suficientemente egosta como para creer que soy
una de las grandes brome.

La ms grande Me ofreci un leve guio mientras la tensin


comenzaba a liberar su cuerpo, cosa que pude fcilmente sentir a travs
de mis dedos.

Ponindome de nuevo seria, le agarr el brazo con ms fuerza.

Ice, necesito saber que ir a la Cocina del Infierno si eso significa que
t puedes continuar peleando para que salgas de aqu de la forma
correcta.

De tu forma correcta, ngel, no de la ma. Y no. No voy a dejar que eso


suceda. Como te he dicho antes, yo me encargar de Morrison a mi
manera y en el momento que diga. T slo concntrate en salir de toda
esta mierda correctamente, de acuerdo?

Ice...

Puso un dedo sobre mis labios.

No, ngel. No ms. Te pido que pares y te lo pido en serio. Es mi


problema. Deja que lo maneje a mi manera. Por favor Retirando su
dedo de mis labios, se liber suavemente de mi agarre y volvi hacia su
cama. Slo quiero saber cmo te has enterado de todo esto.

Sent cmo me ruborizaba.

Mmm... sobre eso...

Ella se volvi hacia m muy lentamente.

S?

Mi rubor aument, mis orejas ardan de vergenza.


Bueno, es slo que yo me senta tan frustrada y Corinne fue tan
persistente y...

Corinne? Su rostro se volvi nuevamente peligroso.

No ha sido su culpa! le interrump levantando de nuevo mi mano.


Fue slo ma. Asumo toda la responsabilidad de ello.

Escpelo, ngel. Qu est pasando?

Rascndome la nuca, suspir, cediendo ante lo inevitable.

Bueno, yo estaba cansada de andar dando vueltas con los burcratas


de la seccin de Registros. Donde quiera que mirara, cada carta que
envi, cada llamada, me conducan a lo mismo: a nada. Finalmente
estaba tan frustrada que di el visto bueno a la sugerencia de Corinne de
usar a un amigo periodista suyo...

Un qu?

Un amigo periodista?

Sus puos se apretaron de nuevo.

Maldita sea, ngel!

Lo s, Ice. Lo s. Fue una estupidez. Y no debera haberlo hecho. Pero


estaba a punto de decirle que lo dejara cuando has entrado en la
biblioteca. Me encargar ahora mismo de ello. Lo prometo.

Sacudiendo la cabeza con asombro, resopl.

Qu voy a hacer contigo?

Hice una mueca.

Perdonarme?

Tengo que hacerlo?

Sera agradable. Prometo que no volver a hacer nada parecido sin


preguntarte antes.

Sonri.

No hagas promesas que no ests segura de poder cumplir, mi pequea


Cruzada. Ven aqu.
Camin con gratitud hacia sus abiertos brazos, sonriendo ampliamente
mientras ella me envolva en un clido abrazo.

Tienes suerte de que te quiera, ngel dijo contra mi pelo.

S suspir. Lo s.

* * *

El invierno lleg de lleno y trajo una epidemia de gripe con l. Corri a


travs del Pantano como un reguero de plvora, no dejando a casi nadie
en pie a su paso. Mientras todos los hospitales del alrededor estaban
llenos, el nico lugar donde se permita tratar a las reclusas, el Hospital del
Condado, haba cerrado sus puertas para todos menos para los casos
ms graves. Y eso no inclua a ninguna de nosotras.

En el espacio de unos das, la prisin se convirti en una enfermera. Los


guardias tambin se haban visto afectados y operaban a mitad de
plantilla. Si haba un momento para que se pudieran repetir los disturbios
del ao anterior, era ste. Afortunadamente para todos, las
alborotadoras principales estaban demasiado ocupadas vomitando sus
tripas como para planear o participar en esa empresa.

La enfermera se desbord al segundo da de la epidemia y la mayora


de las prisioneras fueron dejadas a su suerte, algunas incluso inmersas en
las piscinas de sus propios fluidos corporales cuando la fiebre les tena
demasiado dbiles como para poder moverse de su cama. Los guardias
pusieron reiteradas solicitudes de ayuda, pero fueron ignorados por un
Alcaide que crea que la enfermedad era la vengativa ira de Dios sobre
los pecadores.

Yo fui una de las afortunadas. Tena mi propia alta, morena y


absolutamente magnfica enfermera que atenda a todas mis
necesidades. Por supuesto, mis necesidades de ese momento no eran
tan estimulantes como lo seran normalmente, pero no soy de las que
rechazan un regalo as, y tener a Ice cuidndome con una ternura tan
amorosa en mis horas de necesidad no iba a hacer que eso cambiara
precisamente.

Ice me mantuvo limpia, clida y seca cuando los hmedos sudores de la


fiebre nocturna alternaban con el chirriar de mis dientes que
acompaaba la salida del sol. Se sent a mi lado y me sostuvo cuando
mis ataques de tos robaban por completo el aliento de mis pulmones y la
voluntad de todo mi cuerpo. Sus fuertes dedos resultaban suaves sobre
mi piel mientras me masajeaba los calambres que me sacudan los
intestinos de forma impredecible y con fuerza vengativa. Incluso en las
aterradoras profundidades de mi delirio febril, saba que ella estaba all, y
su slida presencia me daba fuerza y consuelo. Me senta cubierta por un
manto de amor y cario, ms cuando el sonido del tarareo de una vieja
cancin de cuna calmaba mi sueo sin sueos.

Fue una semana ms tarde cuando mi fiebre finalmente se resquebraj,


dejndome dbil y temblorosa cual recin nacido. Me despert y
descubr mi cabeza apoyada en el regazo de Ice, sus dedos rozndome
a travs de mi pelo empapado en sudor en un ritmo hipntico y
placentero. Mi cuero cabelludo hormigue ante su suave tacto.

Parpade, haciendo una mueca ante la brillantez de las luces. Un


segundo ms tarde, su mano sali de mi pelo y se apoy dando sombra
a mis ojos. Su sonrisa era dulce.

Ey. Cmo te encuentras?

Como el saco de arena del patio despus de superar unas cuantas


rondas contigo me las arregl para decir entre mi dolorida garganta y
los agrietados labios.

As de bien, eh?

Yo slo gema.

Crees que te podrs incorporar si te ayudo?

Tengo que hacerlo?

Ests bastante deshidratada. Es necesario que bebas al menos un poco


de agua.

No creo que pueda mantenerla mucho tiempo conmigo. Siento el


estmago como si hubiera sido pateado por un caballo o algo as.

Ice se puso tras de m, tirando suavemente de mi cuerpo para que mi


cabeza descansara sobre su pecho. Cuando me acomod, extendi la
mano y cogi un vaso de plstico lleno de agua y lo acerc a mis labios.

Vamos. Slo un sorbo.


Haciendo una mueca, tom un pequeo sorbo en mi boca. Estaba fra
contra mis resecos labios y calmante para mi abrasada garganta, tragu
con avidez. Mi estmago se mantuvo quieto, as que di otro sorbo, y luego
otro hasta que beb la mitad del vaso.

Retirndolo y dejndolo sobre la mesilla de noche, Ice sec mis labios con
un pao suavemente, retir el pelo de mi frente y me envolvi en un
abrazo apoyando su barbilla sobre mi coronilla.

Se mantiene el agua en su sitio?

De momento sin problemas repliqu deleitndome en la sensacin


de sus brazos rodendome. Mirando a mi al rededor, me di cuenta de
que la cama que estaba junto a la ma, por lo general ocupada por la
nueva compaera del mes, estaba vaca. Dnde est Edie?

Tena problemas de asma. La gripe la golpe con fuerza y su


tratamiento no lleg a tiempo. No lo super.

Qu? Me puse rgida entre los brazos de Ice. Ha muerto?

Me temo que s.

Si hubiera tenido algn tipo de lquido an en mi cuerpo, hubiera llorado.


No haba conocido mucho a Edie, pero pareca una mujer tranquila y
agradable, educada, que al igual que muchas de nosotras, simplemente
quera pasar ese tiempo all en paz. Debido a que comparta habitacin
conmigo, se haba salvado de algunos de los ritos de iniciacin que
afectaban a las nuevas reclusas, y yo me senta contenta por ello. Y
ahora estaba muerta. Una mujer joven que se iba en plena flor de su vida
por una gripe. Suspir y despus pens en el resto de mis amigas, en
especial en la anciana bibliotecaria.

Cmo est Corinne? pregunt, temiendo la respuesta.

Ice resopl contra mi pelo.

Es vieja hacha de batalla? Est bien. Cay un par de das y se


recuper. Tiene la fortuna de tener la constitucin de un buey.

Re, dndole un suave codazo en el costado.

Eso me recuerda a alguien que conozco. Has estado enferma?

Pude sentir cmo se encoga de hombros a mi espalda.


Nah, un par de das. Poca cosa. Ms tarde descubr que haba
estado terriblemente enferma durante al menos cuatro das y que su da
se reduca a cuidar de m cada da a pesar de estar enferma.

Mis prpados se volvieron pesados mientras me acurrucaba contra ella,


aunque como un nio en vsperas de Navidad, luch por permanecer
despierta.

Duerme me susurr acercndome an ms hacia ella. Tu cuerpo


necesita recuperarse.

Ya he dormido mucho me quej. Quiero intentar estar despierta un


rato, puedo?

Mi cabeza se calent mientras ella se rea entre dientes.

No soy tu madre.

A veces deseara que lo fueras murmur antes de sucumbir a las


exigencias de mi cuerpo y ca nuevamente presa del sueo.

* * *

Cuando me despert de nuevo, me encontr apoyada de lado, frente a


Ice, tumbada en la cama de al lado, leyendo en silencio. Trat de
incorporarme, pero rpidamente descubr que ese esfuerzo era intil
mientras mi cuerpo protestaba enrgicamente. Ice mir rpidamente y
dej el libro a un lado, arrodillndose de inmediato al lado de mi cama.

Buenos das.

Buenos das.

Has dormido bien?

Bueno, no ha estado mal. Para ser una siesta.

Se ech a rer.

Una larga siesta, ngel. Has estado KO desde ayer por la tarde.

Mis ojos se abrieron de par en par.

Ayer por la tarde?


Yeap. Te dije que tu cuerpo necesitaba descansar.

Y tenas razn. Una vez ms gru.

Cmo te encuentras?

Me balance un poco con el cuerpo, dndome cuenta de hecho de


que Ice estaba a la derecha.

Mucho mejor que ayer.

Bien. Te ves mejor. Tus mejillas ya tienen un poco ms de color replic


ella acaricindome suavemente las partes de mi cuerpo en cuestin
para mi inmenso placer. Tienes la piel muy suave.

Por supuesto, me sonroj en respuesta a ese comentario, lo que sin duda


aument el color de mi cara. Cosa que Ice observ con una divertida
sonrisa, levantando una ceja. Lo cual, por supuesto, me hizo sonrojar
mucho ms.

Tienes sed?

S. Mi lengua es papel de lija.

Me alc hasta sentarme en la cama, ella me levant suavemente a su


lado y repiti el mismo proceso del da anterior. Esta vez me las arregl
para beber todo el vaso sin que mi estmago se revelara lo ms mnimo.
Pareca que estaba bien encaminada a recuperarme.

Ice asinti satisfecha.

Ms tarde lo intentaremos con un poco de caldo y t, cortesa de


Corinne.

Vale Por mucho que odiara admitirlo, estaba agotada casi por ese
dbil intento de sentarme. Pero en esos momentos, estaba determinada
a permanecer despierta y disfrutar de la compaa de Ice. Qu tal si
me cuentas una historia?

Su voz dud.

No conozco muchas historias, ngel. Al menos ninguna agradable.

Estaba enferma, pero no lo suficientemente confusa como para no


reconocer una oportunidad perfecta cuando apareca.

Entonces cuntame una desagradable. Una de cuando estabas


fuera t sola?
Se puso rgida.

Esas no son en absoluto agradables, ngel.

Lo s, Ice. Pero quiero saber ms de ti. Y cmo lo voy a hacer si no lo


compartes conmigo?

Algunas cosas son mejor dejarlas para la imaginacin.

Me mantuve en silencio, decidida a no empujarla a rebasar sus propias


barreras. Mi naturaleza testaruda ya haba causado suficientes
problemas entre nosotras.

Esto significa mucho para ti, eh?

S. Pero no lo suficiente para molestarte, Ice. Nunca para eso.

Cuando ella empez a hablar de nuevo, su voz era tan suave que pens
que mi mente estaba alucinando.

Cuando mis padres murieron, la nica persona que quedaba para


cuidarme era mi abuela. Yo tena en esos momentos doce aos y ella no
tena la energa suficiente para mantener a una joven como yo. Estaba
bastante frgil. Escuch a algunos de los abogados hablar con mi abuela
durante el funeral. Ellos me queran dejar bajo la tutela del Estado y
llevarme a un orfanato.

Oh, Ice...

Lo s. Yo no conoca casi nada del mundo a esa edad, pero saba que
no iba a dejar que me metieran en una casa de acogida.

Qu hiciste?

Me escap. Esper a que todo el mundo estuviera liado con sus cosas
y me fui. La funeraria no estaba lejos de mi casa, y mis padres me haban
dado una llave cuando cumpl los cinco aos, as que me dirig a casa.
Entr, cog algo de ropa, la met en una mochila, cog el dinero que mi
madre tena escondido, agarr a Boomer y me fui.

Y a dnde fuiste? Me mov un poco para acomodarme un poco


ms sobre su pecho. Mis brazos, cuello y hombros dolan como residuo de
la fiebre y la inactividad forzada.

Sent por un momento la ingravidez mientras Ice me elevaba fcilmente


entre sus brazos, me acomod entre sus piernas, apoyando de nuevo mi
espalda sobre su pecho. Puso la sbana alrededor de m y sus calientes
manos bajaron sobre mis hombros, comenzando un verdaderamente
maravilloso masaje.

Mis msculos se convirtieron en agua bajo sus hbiles toques, haciendo


que el dolor fuera un lejano recuerdo para m. Mi cabeza colgaba hacia
atrs, apoyada sobre su hombro mientras sus manos seguan hondeando,
calmando y acariciando mi piel en una orga de sensaciones. Era una
bendicin.

Oh, Dios... gem cuando el masaje pas de suave a sensual.


Dnde aprendiste a hacer eso?

Los asesinos necesitan sentirse relajados. No podemos permitirnos los


calambres musculares. Puede hacernos errar en nuestro objetivo.

Oh.

S, oh.

Supongo que hay preguntas cuya respuesta no deseo conocer,


verdad?

Seguramente.

Permit que mis prpados se cerraran con el fin de apreciar mejor su


toque. No haba nada abiertamente sexual en sus movimientos, pero me
sent llena de ello, mientras sus manos vigilaban latentes mi cuerpo
rodendolo de un agradable hormigueo.

No estars tratando de desviar la atencin del tema que nos ocupa,


verdad? murmur.

Crees que hara eso? Su voz sonaba a la inocencia personificada.

Mmmmmmm hmmmmmm.

Se ech a rer.

Bueno, en realidad slo estaba disfrutando de tocarte. Pero si quieres


que pare...

Oh, no! Puedes seguir haciendo eso hasta que se te caigan las manos.
No oirs ni media queja.

Mientras sus manos se movan por debajo de la sbana continuando su


danza a travs de mi piel, se aclar la garganta y volvi de nuevo a su
historia.
Respondiendo a tu pregunta, me dirig al Oeste. Haba una buena
cantidad de bosque en la parte de atrs de la casa que yo saba, por
experiencia, que me llevara a la autopista. An no era consciente de la
marcha de mis padres. Trat de decirme a m misma que eso era slo una
aventura y que simplemente funcionara as por un tiempo.

Los nios son realmente buenos fingiendo.

S. Y tuve suerte en ese caso. Mis padres alentaron mi mundo de


fantasa Se encogi de hombros. Creo que era un arte.

Escond mi sonrisa.

Debi serlo.

En cualquier caso... El timbre de su voz me hizo saber que haba


descubierto algo. Llegu rpidamente a la carretera. Despus bast
con encontrar al conductor indicado.

Hiciste auto-stop?

Bueno, no fui de Baltimore a Pittsburgh andando precisamente, ngel.

Te das cuenta de lo peligroso que era?

Por supuesto que me daba cuenta, ngel. Era joven. No idiota. Pero,
qu opcin tena? Mis padres estaban muertos y no me iba a quedar
sentada esperando a que me metieran en alguna casa en contra de mi
voluntad. Vi la oportunidad de irme, y me fui. No tuve realmente mucho
tiempo para pensar en otra cosa, aunque pensara de manera clara,
cosa que no era as.

Al escuchar su tono defensivo, me agach y junt mis manos con las de


Ice, deteniendo brevemente su delicioso movimiento.

Lo siento, Ice. Eso fue realmente pretencioso por mi parte.

Ella suspir.

Est bien. Fue algo estpido. Pero saba lo suficiente como para no ir
con determinada gente. Boomer tambin juzgaba muy bien a las
personas Pude or la sonrisa en su voz. Y tuve bastante suerte. Era casi
final de verano y muchos chavales volvan al colegio. Me las arregl para
coger tres coches, el ltimo hasta Pittsburgh. Tena intencin de ir ms al
Oeste, pero por alguna razn, me qued all. Supongo que cuando eres
una cra, unos cientos de kilmetros te parecen un mundo.
Qu hiciste despus?

Bueno, mis opciones eran un poco limitadas. Tena unos quinientos


dlares del dinero de mi madre y podan durarme un tiempo, ms
teniendo en cuenta que no tena que pagar un techo. No muchas
personas alquilan una habitacin a una nia de doce aos, sabes?

Pero dnde vivas?

Aqu y all. Casi en cualquier lugar que me tuviera al amparo de la


lluvia. Edificios abandonados, pasos inferiores de carretera. Sitios as.

Y un refugio?

Claro. Pero eso hubiera sido, en mi opinin, como estar en un orfanato.


No quera sentirme atrapada. As que me mantuve fuera. Tuve la
posibilidad de vivir casi seis meses con el dinero que haba cogido.
Probablemente me hubiera dado para ms, pero no saba nada de
cmo vivir por mi cuenta. Con doce, quinientos dlares te parecen una
mina de oro. No piensas en que se te van a acabar.

Asent con la cabeza de acuerdo. En las pocas ocasiones que haba


recibido cartas con dinero, me sent como si hubiera cumplido un sueo
de reyes. E invariablemente siempre se me haba escapado todo entre
una montaa de chicles y unos cuntos libros de bolsillo baratos.

Cuando me qued sin dinero, no qued casi ninguna opcin. Podra


haberme unido a una pandilla, pero no se me ha dado nunca bien seguir
rdenes. Adems, las nias no eran mejor tratadas que putas sin cobrar,
as que estaba descartado. Intent robar en tiendas de comida y esas
cosas, pero no es muy fcil ser discreta cuando tienes un perro de presa
casi 70kg a tu lado.

Sus manos, que haban reanudado sus suaves caricias por mi cuerpo, se
detuvieron de pronto y sent un pequeo escalofro de temor recorriendo
mi espina dorsal. De repente, estuve segura de que no quera escuchar
sus siguientes palabras. De repente, quera estar en cualquier otro lugar.
Luch contra mi miedo. Despus de todo, esto es lo yo quera saber, no?
Cierto. Lo que fuera que iba a or me dara una idea de la persona de la
que me haba enamorado, y no importaba nada lo que fuera, la querra
por encima de todo ello.

Detrs de m, Ice suspir varias veces. Poda sentir el acelerado latido de


su corazn contra mi espalda y supe que cualquiera que fuera su secreto,
le asustaba decrmelo y que me asustara.
Pasaron varios minutos hasta que se aclar la garganta.

En fin dijo, hay una forma de vivir en la calle a travs de un tipo de


geste que paga bien... por sacar fotos de cros. Chicos, chicas, da igual
Se aclar de nuevo la garganta. Siempre que fueran jvenes. De
hecho, cuanto ms jvenes, mejor.

No pude suprimir el escalofro de repulsin que recorri mi cuerpo al


escucharla.

Un pedfilo Ms cosas tenan sentido ahora en mi cabeza. Como por


qu Cavallo haba usado el tema de la pedofilia con Ice, algo que
evidentemente garantizaba sacarla de sus casillas.

S. Venta de pornografa infantil. Por aquel entonces, yo ya haba


comenzado mi etapa de crecimiento, y pareca mayor de lo que era,
pero necesitaba el dinero y pens qu diablos? Pareca tan buena
opcin como cualquier otra. Al fin y al cabo, qu dao podan hacer
unas fotos?

Dios, Ice...

S, bueno... No pens entonces en ello. Slo necesitaba dinero y me


pareci la forma ms sencilla de conseguirlo. As que me dio unas
direcciones, y me llev a Boomer conmigo. Con l a mi lado, no podra
hacerme lo que yo no quisiera.

Sac las manos de la sbana y sent que iba a tratar de alejarse de m


durante el resto del relato. Agarr sus muecas como ya haba hecho
antes, exigindole el contacto con mi cuerpo para hacerle saber que
estaba segura conmigo para contar su historia.

Por favor, Ice, sigue. Necesito escuchar esto y creo que t necesitas
contarlo. Ha estado demasiado tiempo dentro de ti.

Relajndose un poco, me dej tirar de sus brazos hacia atrs rodeando


mi cuerpo y apoyando su mejilla en mi pelo.

Era un hombre mayor, de unos cincuenta aos o ms. Con pelo


bastante largo, gris grasiento y barba de un par de das. Viva en un
apartamento de mala muerte en un edificio destartalado de las afueras
de la ciudad. Te dira que, si hay un carcter de pedfilo por excelencia,
la foto de este to saldra en el diccionario.

Cuando no me re, ella suspir.


S, lo s. No es un buen chiste.

No mucho.

Ests segura de que quieres escuchar esto? No es algo que necesites


saber.

Ice, quiero escucharlo. Creo que es muy importante. Por favor.

De acuerdo. El to no pareca tener suficiente dinero para tener


muebles decentes o al menos un pao o una aspiradora, pero tena un
estudio extremadamente caro en una de sus habitaciones. Slo el
equipamiento pornogrfico pareca que llevaba all mucho tiempo, as
como los aparatos de iluminacin y dems. Me acerqu a la puerta y
llam, y cuando abri, pens que Boomer se lo comera. El to casi se orina
en sus pantalones, aunque por cmo estaban dudo que nadie se hubiera
dado cuenta. Me pregunt qu quera y se lo dije. Dijo que el perro se
tena que quedar fuera de la casa. A lo que le dije que muy bien, si no
haba perro, no haba fotos. Se lo pens y nos dej pasar a ambos. El
apartamento estaba oscuro y ola a bao de gasolinera.

Apuesto a que estabas asustada, no?

Asustada no era la palabra. Estaba aterrorizada. Pero segu


dicindome a m misma que tanto Boomer como yo necesitbamos el
dinero. Me meti en el estudio. No hablaba mucho. Slo me dijo que me
dara veinticinco pavos si me quitaba la ropa y me sentaba en la cama
para que pudiera sacarme unas fotos.

Veinticinco dlares? dije boquiabierta.

S. No suena a una gran cantidad, verdad? Pero para m era un buen


trato, teniendo en cuenta que apenas tena un cuarto de dlar conmigo
en esos momentos.

As que lo hiciste.

S. Dej a Boomer sentado en una esquina y me desnud. Me mir un


rato y despus me dijo que me sentara. Dispar un par de fotos. Entonces
comenz a ponerme en poses sugerentes. Y yo segu recordndome a m
misma que necesitaba el dinero.

Pude sentir el recorrido de mis lgrimas cuando saltaron de mis ojos. Ice
frot con sus manos mis brazos confortndonos.
Despus de que hubiera terminado dijo volviendo a respirar hondo,
me ofreci veinte ms si se acostaba conmigo. Lo sub. Cincuenta dlares
podan mantenerme viva una semana, as que jugu mis cartas. Mi
virginidad no me pareca un precio tan alto a pagar, visto hasta dnde
haba llegado.

Eso lo consigui. Mi sollozo estall antes de que pudiera detenerlo. Ice me


envolvi inmediatamente entre sus brazos, besando mi coronilla y
mecindome.

No llores, ngel. Por favor, no llores. Pas hace mucho tiempo.

Esa incongruencia me golpe muy fuertemente. Que una mujer joven


que haba entregado su virginidad por el precio de unas pocas comidas
me estuviera abrazando y confortando a m, a una mujer que nunca se
haba tenido que preocupar por la comida o por dnde dormir... eso me
haca llorar de vergenza. Trat de alejarme, pero me mantuvo cerca,
acariciando mi pelo de una manera casi desesperada mientras
continuaba rogndome que no llorara.

Mi vergenza y mi tristeza se convirtieron rpidamente en ira. Me enfurec


con el hombre y con tantos otros como l que se haban aprovechado
de la inocencia de mi amiga y de muchos ms, cientos, miles de nios
pequeos como ella, obligados por la tragedia a comerciar con algo tan
abrumadoramente importante por una miseria. Tuve ganas de pegarme
con la imagen que traa mi mente. La imagen de Ice, mientras le sacaban
fotografas; joven, pura, preciosa, siendo poseda e invadida por una
babosa e innatural bestia enmascarada bajo la apariencia de un
hombre. Mi cuerpo reaccion a travs de lo que mi mente peda
desesperadamente y, sin darme cuenta, mis puos fuertemente
apretados impactaron contra la clida piel.

Mis ojos se abrieron incrdulos. Ice me miraba, con un desnudo asombro


en sus facciones. Me solt rpidamente mientras mi cuerpo arda y se
levant de la cama, mientras su rostro se converta en una estoica
mscara.

Oh, Dios gem.

Est bien, ngel dijo con una voz completamente calmada. No es


algo que no me haya imaginado a m misma haciendo una docena de
veces desde que sucedi Sus ojos estaban sombros. Tena razn
cuando te he dicho que era una historia que deba quedarse donde
estaba. Siento que la hayas odo.
No, Ice! Dios, no. Por favor, escchame. No eras t contra quien estaba
pegndome. Era con l! Con ese monstruo que te rob tu inocencia.

ngel, mi inocencia se acab en el momento que supe que mis padres


haban muerto. l no me quit nada que yo no diera libremente.

Me sent recta en la cama, cogiendo la sbana a la par.

!Libremente?! Tan libremente como el oso que pierde la vida cuando


cae en la trampa del cazador!

Un oso no sabe que est caminando hacia una trampa, ngel. Yo


saba lo que estaba haciendo.

Ice, todos los cachorros de todo tipo de animales son atrados hacia
trampas continuamente. Al igual que los nios son atrados a los coches
desde los que se les ofrece un dulce o alguna otra golosina. T no fuiste
algo diferente. Fuiste all porque l te ofreci algo que necesitabas.
Dinero para seguir con vida.

Aunque ella no dijo nada, saba que mis palabras haban atravesado el
grueso escudo que ella se haba autoimpuesto a su alrededor como una
mortaja. Su cuerpo se relaj lentamente y pens por un momento haber
visto un leve destello de gratitud en sus ojos. Abr mis brazos y, para mi
sorpresa, ella se dio a ellos, permitindome abrazarla.

Volv a apoyarme en la cama, guindola suavemente conmigo y, por


primera vez desde que nos conocamos, me dej sostenerla y consolarla.
La apoy en m, acaricindole el pelo y murmurando frases sin sentido,
sintindome extraamente maternal, como si estuviera calmando a la
Ice joven de haca tanto tiempo. Y, en cierto modo, era eso exactamente
lo que estaba haciendo.

No llor. Creo que sus lgrimas haca mucho que se haban agotado.
Pero saba que algo escondido muy profundamente en su ser estaba
consolndose a travs de mi amor, y que sentirlo era una parte
simplemente esencial de m. Al fin y al cabo, yo haba preguntado. Haba
sido una pelea de dos aos. Dos aos para conocer a la mujer que haba
detrs de aquella mscara. Y ah estaba, acurrucada contra m, su
cabeza en mi pecho, mostrando una desnuda vulnerabilidad que nunca
habra imaginado ver. Era un regalo de proporciones tan inmensas, que
las simples palabras no le hacan justicia.
Cuando comenz de nuevo a hablar me sorprendi, pero la abrac y
escuch sus liberadoras palabras, sabiendo que probablemente yo era
la primera persona en escucharlas.

Cuando todo termin comenz con voz suave y ligeramente


ahogada contra mi pecho, l me dio el dinero que me haba
prometido y me dijo que era bienvenida cuando quisiera. Tambin me
dijo que si quera, poda darme algunos nombres de personas que
podran ayudarme de esa misma manera Suspir. No hice caso. Tena
mi dinero y lo nico en lo que pensaba era en encontrar una ducha
caliente y mucho jabn. Estaba dolorida y sucia y slo quera alejarme
todo lo posible de l.

Respirando profundamente, se alej de mi abrazo, sentndose de nuevo


contra la pared de mi celda, aunque mantuvo una mano sobre mi muslo
a modo de contacto.

El dinero se me acab rpidamente y me vi volviendo a l. Muy pronto,


iba a donde sus amigos. Algunos pagaban mejor, otros no tan bien.
Algunos queran sexo, otros no. No me importaba mucho Se pas una
firme mano por entre sus oscuros cabellos. Todo se alarg durante casi
tres aos. En ese momento me vea ya demasiado madura para ser de
mucha utilidad a los pedfilos, pero haba, por lo visto, un hombre en
Chicago que haba visto mis fotos y que quera verme. Me ofreca
quinientos dlares y billetes de avin si iba y posaba para l. Indagu un
poco y descubr que ese to era un tipo de bastante buena reputacin
en determinados crculos artsticos. Lo vi como la oportunidad del milln
y acept. El nico problema era que deba dejar a Boomer.

Qu hiciste?

Haba desarrollado una relacin digamos de conocidos con el


propietario de una tienda y a Boomer pareca gustarle bastante. Me
prometi que tendra a Boomer en la tienda a modo de perro guardin
hasta que volviera, sin ningn coste. Me pareca un trato justo A medida
que su voz se apagaba, un presentimiento me recorri, ponindome la
carne de gallina. Ice...

S?

Corinne me dijo que t..., bueno, que te volviste loca cuando tu mejor
amigo fue asesinado. Estaba hablando de Boomer, verdad?

Sus lgrimas, que yo crea agotadas, saltaron de sus ojos brillantes.


S susurr con voz ahogada. Era Boomer. Hubo un robo en la tienda
donde le haba dejado, por lo visto una pandilla buscaba dinero para
droga. De alguna manera dominaron a Boomer y acabaron con l.
Cuando regres, me enter que lo haban torturado tres o cuatro das
hasta matarlo y que luego haban tirado su cuerpo delante de la tienda
a modo de advertencia.

Parpade liberando las lgrimas de sus ojos. stas rodaron por sus mejillas
en silencio mientras su mirada se encenda con el fuego de la ira.

Saba quin lo haba hecho. No eran para nada desconocidos


Cuando ella sonri, fue como cuando un tiburn muestra sus dientes ante
la vista de una cra de foca. Les segu durante un mes. Estudi cada
pequeo detalle de su da a da. Saba incluso cuando uno de ellos
paraba a mear. Fui paciente. Muy paciente.

Sus dedos tiraron suavemente de la sbana que estaba sujeta al rededor


de mi cuerpo. Ni siquiera era consciente de mi presencia all, y procur
mantenerme lo ms quieta y silenciosa posible. No quera que su rabia se
focalizara en m.

Mi paciencia tuvo sus frutos. Me enter de que el grupo se estaba


juntando para celebrar el cumpleaos del lder. Haban quedado en un
edificio abandonado a las afueras de la ciudad y todo el mundo iba a
estar all Se ech a rer. No esperaban tener un invitado de ms.

Su mano convulsion de repente, tomando una esquina de la sbana


contra sus fuertemente apretados dedos. Su cara era la imagen de la
muerte sonriendo.

Los mat a todos. Poco a poco. Quera torturarlos como haban hecho
con mi pobre e indefenso animal. Quera que sintieran dolor. Un exquisito
dolor. Ver miedo en sus ojos, el dolor saliendo por sus poros. Omit sus gritos
y me re cuando suplicaron clemencia. A mis ojos ellos eran menos que
nada y es lo que les hice. Como las piedras del suelo.

Cuando Ice comenz la historia de su matanza, sent mi dbil estmago


revolvindose. Cuando termin, me encontr a m misma colgando de
la cama, soltando el agua y la bilis en el cuenco que ella haba dejado
all, con mis entraas completamente agitadas, amenazando con salir de
nuevo.

Las clidas manos de Ice descendieron por mi espalda, acaricindome


suavemente en crculos mientras las ltimas arcadas salan de mi dbil y
tambaleante cuerpo. Cuando estuve segura de poder rehacerme, me
ofreci un trapo y me limpi la boca, mientras se sentaba lentamente.

Lo siento Mi voz son bronca y cruda, repleta de dolor. No me lo


esperaba.

Ella asinti con la cabeza, acaricindome la mejilla.

Te dije que no era una historia agradable.

S, me lo dijiste. Pero creo que necesitaba orla tanto como t contarla.

Ice resopl.

No necesitaba contarte precisamente esta historia, ngel. Creme


cuando te digo que sacarla de m no hace que me sienta mejor por lo
que hice. El tribunal tena razn. Yo los mat. Intencionadamente.
Calculadoramente. A sangre fra. Y tal vez me arrepienta de ello, pero
lamentarlo no borra lo que hice.

Lo haces?

Que si hago el qu?

Te arrepientes de lo que hiciste?

Cuando me mir, sus ojos se mostraban completamente serios.

S, ngel. Lo lamento profundamente. Aunque una parte de m se


alegra por lo que les hice, otra ms grande se siente muy culpable. Pero
lamentar mis acciones, ni va a traerles a ellos de vuelta, ni me devolver
a Boomer. Y lamentar mis acciones no hace que no volvera a hacerlo. Si
quieres una prueba, mira lo que casi le hago a Psycho cuando mat a
Josephina. Nunca ser capaz de controlar esa parte de m. No estoy
segura de querer siquiera controlarla Sonriendo tristemente, alz mi
rostro. Soy quien soy, ngel. Todo el perdn del mundo no cambiar
eso.

Colocando mis manos sobre las suyas, las retir cariosamente de mi


rostro, besndolas antes de apretarlas. La mir profundamente a los ojos
y comenc a hablar.

Ice, s que crees eso. Que no eres nada ms que una asesina. Pero no
es as, lo sabes. Eres mucho ms que eso Acariciando suavemente sus
manos con mis pulgares, sonre. Puedes pensar que lo que pas con
Psycho te da la razn, pero tambin me la da bastante bien a m.
Ice inclin la cabeza.

Por qu dices eso?

Podras haberla matado. S que estabas dispuesta a ello. Pero no lo


hiciste.

Lo hubiera hecho si no hubieras estado all.

Tal vez. Pero no es el tema. El tema es que no lo hiciste.

Porque t me paraste, ngel!

Cmo te par exactamente, Ice? Te pude fsicamente? Te separ


de ella y te mand al otro lado de la crcel?

No.

Exacto. Simplemente habl contigo. Te record cosas que ya sabas.


Slo apel a la bondad que hay dentro de ti, Ice. Slo eso.

Ella abri la boca, y la cerr. Me di cuenta por su cara de que estaba


dispuesta a discutir sobre ello.

Pero... Su voz se apag.

Sonre ms abiertamente, haciendo mi propia imagen de tiburn a punto


de atacar.

No hay peros, Ice. Hay una buena mujer debajo de esa ferocidad y
fuerza. T lo sabes. Yo lo s. Hay cosas que has hecho que son horribles,
algunas incluso malficas. Pero tambin has hecho cosas maravillosas.
Cosas que incluso gente que supuestamente son buenas por naturaleza
no hacen. S, hay una parte de ti que se mueve por una rabia intensa. Y
otra parte que es capaz de hacer grandes cosas. Lo que tienes que hacer
es decidir qu parte gobierna tus acciones.

No... no es tan fcil, ngel.

No, no lo es. Y tal vez es parte de la razn por la que yo estoy aqu. Por
la que somos tan buenas amigas. Porque yo puedo ver esa parte de ti
que tal vez la mayora desconoce. Y tal vez pueda ayudarte a sacarla
ms a menudo en situaciones en las que la rabia es la nica opcin a la
que puedes recurrir.

Ice neg con la cabeza.

Eso es muy noble, ngel, pero...


Liberando una de mis manos, la coloqu en su pecho, con la palma sobre
su piel sintiendo el fuerte latido de su corazn.

ste... es un buen corazn, Ice. Es un corazn honrado que ha sido


daado y herido. Deja que se cure. Deja que la rabia y la culpa se
queden atrs. Tienes razn cuando dices que las emociones no pueden
borrar el pasado. No dejes que ellas te maten tambin. Has estado
demasiado tiempo muerta por dentro.

Yo no...

Ice, deja que te ayude. Djame intentar hacerte ver la persona que yo
veo cada vez que te miro.

Con una triste sonrisa, Ice tom mi mano mientras se levantaba, rozando
con sus labios mis nudillos.

No creo que sea posible, ngel. Pero gracias. Significa mucho para m
que quieras hacerlo.

Inclinndome hacia ella, coloqu mis manos en sus caderas.

Djame intentarlo, Ice. Al menos djame intentarlo. Por favor.

Me encontr a m misma cayendo en el interior de sus ojos.

De acuerdo dijo tras un breve momento, con voz clida y profunda.


Inclinndose, sell sus palabras con un suave beso. Luego, sonriendo, se
puso en pie y tir de mis piernas, haciendo que me apoyara por completo
en la cama. Y eso, querida, finaliza la hora de los cuentos. A la cama,
inmediatamente. Tendr un poco de caldo y de t preparados cuando
despiertes.

Se gir y alis mi sbana, metindola bajo mi barbilla. Retir el pelo de


mis ojos, me dio un beso en la frente, se incorpor y me gui un ojo.

A dormir. Ahora.

S, mam...!

As me gusta Sonriendo, se volvi dispuesta a irse.

Ice?

S?

Gracias.
Con otro guio y un gesto casual, sali de mi celda. Me qued dormida
casi de inmediato, con una sonrisa en mis labios.
Captulo 11

E
l retorno triunfante de la primavera, trajo consigo la salud para la
mayora de las residentes del Pantano. La gripe haba sido fuerte y
larga, llevndose la vida de tres presas ms antes de
abandonarnos.

Mientras era nia, siempre fui propensa a los resfriados que se convertan
rpidamente en bronquitis, y de adulta, al parecer las cosas no haban
cambiado. La enfermedad se qued conmigo cual amante secreto
durante el resto del largo y oscuro invierno, dejndome delgada, plida
y dbil.

Cuando el sol sali a jugar, calentando nuestro pequeo rincn del


mundo, sal corriendo a encontrarle por la hierba como una colegiala
vertiginosa, detenindome solo cuando mis pulmones, an debilitados,
expresaron su descontento a travs de un ataque de tos.

Cada vez que sala al exterior, me encontraba con las splicas de mis
compaeras de prisin para que volviera al equipo. La aspiracin de
polvo en el campo era algo que tena la sensacin de que mis pulmones
no agradeceran, por lo que me dediqu a recuperarme lentamente de
mis debilitados msculos con las dems Amazonas en la zona de pesas.

La primavera tambin trajo consigo algunas buenas noticias en forma de


paquete blanco estampado con el sello oficial del Estado. Dentro estaba
la copia impresa de mi expediente acadmico oficial de la Corte.
Corinne y yo pasamos muchas tardes laboriosamente repasando cada
prrafo, palabra y signo de puntuacin, buscando esa pieza difcil de
alcanzar de pruebas que podran dar lugar a un recurso de apelacin
para m. Las bsquedas eran infructuosas en su mayor parte. No haba
ninguna Rosetta Stone23 que apareciera para guiarnos a travs de las
cientos de pginas de jerga legal que estrujaban mi mente y me hacan
ver borroso. Incluso las amigas abogadas de Corinne de la crcel, no
podan proporcionar respuestas en lo que pareca no haber respuestas
que encontrar.

23
Rosetta Stone: software para aprender idiomas.
Durante una de esas tardes, Ice lleg a la biblioteca para visitarme en
uno de sus infrecuentes descansos del taller de reparacin. Su pelo se
vea desordenado, su cara estaba manchada de grasa y, hasta ese
mismo momento, mis ojos nunca haban visto un espectculo ms
hermoso en su vida.

Tomando una silla, la gir y se sent, con los antebrazos descansando


casualmente en el respaldo mientras observaba la pila de papeles que
decoraba la mesa.

Ha habido suerte? Suspir resistiendo la tentacin de barrer toda la


pila al suelo. Me tomar eso como un no.

Uno enorme. Estoy a punto de tirarlo todo.

No lo hagas por el momento. Puedo tener a alguien que podra ayudar.

Ah s? Quin?

Una amiga. Es una excelente abogada de defensa criminal y he odo


que se ha especializado ltimamente en casos como el tuyo.

Una punzada de esperanza ilumin mi corazn antes de poder evitarlo.

En serio?

Ice sonri de lado, poniendo una mano sobre mi mueca.

S, en serio. Se llama Donita Bonnsuer, y si an me habla, tratar


presentrtela. Tal vez pueda ayudar.

Si an te habla? Qu paso?

Ella se encogi de hombros.

Tuvimos una pequea diferencia de opiniones.

Mi curiosidad se puso en marcha.

Sobre qu?

Quera representarme en el juicio. Me negu. Fin de la historia.

Oh vamos, Ice! Tienes que contarme ms.

Rodando los ojos, Ice mir a Corinne, que estaba sentada a mi lado, y
luego me mir de nuevo a m.
ngel, en realidad no hay nada ms que decir.

Por supuesto que lo hay, por qu no dejaste que te representara?

Por un par de razones. Por una parte, era un caso relacionado con
personas muy peligrosas, que como sabes, no se detendrn ante nada
para conseguir lo que quieren. No quera que ella se involucrara en eso.

Asent.

Eso tiene sentido. Y cul es la otra razn?

Sus ojos brillaron mientras sonrea con la comisura de sus labios.

Conflicto de intereses. Es una ex amante.

Mi boca se abri, pero antes de poder ser capaz de indagar en la bomba


que acababa de soltarme, fui interrumpida por el sonido estridente de la
alarma de incendios. Segundos ms tarde, Sonny, con la cara y el
uniforme impregnados de humo, corri hacia la biblioteca muy agitada.

Deprisa! La lavandera est en llamas! Hay unas veinte mujeres


atrapadas all y Critter es una de ellas!

Ice y yo, saltamos al mismo tiempo, aunque sus pasos ms largos la


hicieron salir antes de la biblioteca hacia el lugar del incendio. La alarma
sonaba con fuerza en mis odos, y pronto se le unieron los gritos de terror
que venan desde dentro de la lavandera.

Cortinas de humo se levantaban ms cerca de la conflagracin,


creando ms caos con las reclusas y guardias corriendo por el tumulto
mientras trataba de mantener a Ice en mi campo de visin.

Me deslic hacia la puerta, justo a tiempo de escuchar la demanda de


Ice de saber lo que haba sucedido. Pony estaba all, con una mirada de
pnico en su rostro. La puerta estaba en llamas, con algn tipo de
bloqueo cado en diagonal bloquendola para entrar o salir de la sala.

Creo que empez con una de las secadoras dijo Pony con voz
ahogada y ronca por la gruesa cortina de humo que ruga por la sala.
Una pila de sbanas actuaron como una bomba. Critter y yo tratamos
de sacar a tantas como pudimos, pero luego ese travesao cay y
atrap al resto en el interior. Por favor, Ice, tienes que hacer algo!

En ese momento, llegaron varios guardias portando cubos de agua y


toallas gruesas. Ice tom dos toallas sumergidas en agua, y at una
alrededor de su boca y se puso la otra sobre su cabeza. Mi estmago se
hundi hasta mis pies, me agarr del brazo y me gir para mirarme.

No puedes hablar en serio! Ice, no vayas. Es un suicidio!

Apartando mi mano de su brazo, Ice me empuj de nuevo hacia Pony,


que me apret fuertemente contra s.

Ice, no!

Dando un paso atrs, Ice inhal profundamente y se lanz por la puerta,


a travs del pequeo espacio por encima de la ardiente viga. La vi
plegarse y rodar al aterrizar, y luego salt rpidamente y se ech a correr
casi directamente hacia el fuego.

Luchando contra el frreo control de Pony, agarr uno de los cubos y tir
el agua sobre el fuego bloqueando la puerta. El vapor salt hacia m
mientras las llamas se alejaron por un momento, para regresar
rpidamente a la vida. Sandra me empuj a un lado para aadir ms
agua, luego arroj la cubeta y acept otra que le lleg rpidamente de
la fila de guardas y reclusas.

El fuego en la puerta salt justo cuando la primera de las mujeres


atrapadas fue empujada hacia el pasillo, jadeando y ahogndose, con
lgrimas de holln marcando su rostro ennegrecido.

Pas suavemente a la mujer en la cadena humana de espectadores,


seguida por otra que se tropezada, y por otra que segua rpidamente.

Mir hacia arriba para ver a Ice llevar a otra mujer en sus brazos. Corri
hacia la puerta empujando el cuerpo inerte en las seguras manos de
Pony antes de volver a por ms. Haba dado un paso o dos de distancia
a la puerta cuando una enorme explosin son dentro del cuarto. Una
lengua de fuego sali desde la puerta carbonizada, instantneamente
convirtiendo a una de las guardias en una antorcha humana.

Sin pensarlo, di un paso adelante, tirando a la mujer al suelo y apagando


las llamas con mi propio cuerpo. Mis manos se quemaron al instante, pero
segu golpeando con ellas el fuego hasta que ms gente lleg con toallas
mojadas. Entonces, salt alejndome, palmeando las humeantes reas
de mi propio uniforme.

ngel! grit Pony.

Yo me gir.
Qu?

Tu pelo. Est en llamas!

Alcanzando mi pelo, con las manos quemadas de nuevo para tocar las
llamas que haba en mi larga cabellera. Casi pierdo la consciencia,
mientras una pesada toalla con agua se precipit en picado hacia mi
cabeza, apagando las llamas y oscureciendo mi respiracin y visin. Al
arrojar la toalla, mi primera visin fue de Pony que me miraba de cerca.

Ests bien? pregunt ella.

Hice una revisin de mi cuerpo. Mis manos estaban rojas e hinchadas y


estaba segura de que estaba hecha un asco con la mitad de mi cabello
perdido, pero estaba bien por el momento.

Estoy bien confirm.

Cuando mir de nuevo al cuarto de lavado, todo lo que pude ver era
una pared que interrumpa el fuego hacia la puerta. Mis tripas se
retorcieron al darme cuenta de las implicaciones, y tuve que luchar para
no vomitar a mis pies.

Ice! grit luchando para ser escuchada desde ms all de las llamas.
Al no or rplica del otro lado, me gir para mirar a Sandra. Dnde
diablos estn los bomberos?

Estn viniendo tan rpido como pueden, ngel!

Al diablo con ellos! Grit agarrando algunas de las toallas de una


guardia y tirndosela a Pony. No voy a esperarlos! Hay gente que
podra estar viva an ah dentro.

Corriendo hacia la puerta, utilic la toalla para tratar de vadear las


llamas. Despus de un segundo, Pony se uni a m. Sent un empujn a mi
otro lado, y cuando mir, vi a Sandra interviniendo, con una mirada
determinada en su rostro mientras trataba de ayudar a apagar el fuego.

Cubos de agua volaron alrededor de nosotras, rociando el fuego en un


intento de luchar de nuevo contra l. Otra toalla me fue entregada y me
la at alrededor de la cara. Ya me estaba ahogando con el humo, pero
no iba a dejar de hacer lo que estaba haciendo. Iba a ayudar a apagar
el fuego o a morir en el intento. Parar no era opcin.

Aguanta, Ice. Dios, maldita sea, ms te vale aguantar.


Pronto se hizo evidente que estbamos luchando una batalla perdida.
Por cada pequeo paso que dbamos, otra explosin nos ahuyentaba y
la pared de llamas se levantaba de nuevo. Comenc a sollozar mientras
segua combatiendo contra el fuego como si fuera un ser vivo. Me oa
gritar incoherentemente mientras me llenaba de rabia, eclipsando todo
lo dems.

Varias manos me alcanzaban para que me alejara. Gru como una fiera,
negndome a abandonar mi tarea. Mi garganta se senta en carne viva
de tanto gritar, y mis ojos picaban por el humo, el calor y las lgrimas
desconsoladas.

Sandra y Pony se unieron para detenerme, una me agarr por arriba, la


otra por debajo, levantndome literalmente de mis pies y alejndome del
fuego. Yo les golpe y me retorc en un intento de liberarme, pero su
fuerza combinada era demasiada para m, y grit el nombre de Ice
mientras la pared de llamas se alejaba cada vez ms de mi visin llena
de lgrimas.

Grandes hombres con trajes voluminosos y unidades de respiracin


pasaron por delante de nosotras en el estrecho pasillo, cargando hachas
y mangueras con las que combatir el fuego. Agradeciendo a cualquier
Dios que escuchara, coje en el agarre de mis captoras, y cuando se
relajaron, me retorc escapando de las dos, gritando corredor abajo el
nombre de Ice. Ponindome entre un bombero y la pared para no poder
volver a ser capturada, vi cmo los hombres rociaban las llamas con la
manguera con rapidez y eficacia.

En cuestin de segundos, el fuego se haba apagado, dejando tras de s


una capa gruesa negra de humo, que llegaba hasta el pasillo
asfixindonos. Lo que quedaba de la lavandera estaba carbonizado. La
luz del pasillo se col por escasos centmetros en el cuarto. Uno de los
bomberos encendi una linterna de alta potencia, iluminando el interior.

Gem y vomit mientras los restos carbonizados de los seres humanos se


hacan visibles con la luz brillante. El agua goteando desde el interior de
la sala cavernosa, era lo nico que se poda escuchar.

Noooo!

Una voz que ni si quiera reconoc como propia, llen el silencio mientras
corra hacia delante, esquivando hbilmente el brazo extendido del
bombero.
Cuerpos cubran el suelo, muchos quemados ms all del
reconocimiento. Tropec con ellos, corriendo hacia delante, buscando,
sollozando. El sonido de pasos corriendo creci en mis odos, y cuando
una mano pesada cay sobre mi hombro, me gir y empuj a un
sorprendido bombero en el pecho, alejndolo varios pasos.

Volviendo de nuevo, me encontr delante, mi mente gritando mientras


mi corazn lata con salvaje dolor. Otra viga atravesaba el suelo y corr
hacia ella, deslizndome en el agua sucia vertida en el suelo.

Debajo de la viga, estaba Ice, con la parte inferior de su uniforme


quemado completamente. Debajo de ella, protegida por su largo y
apretado abrazo, haba dos mujeres ms, una de las cuales poda
identificar fcilmente como Critter. Las tres figuras estaban
completamente inmviles.

Oh Dios! Llor en cuclillas extendiendo una mano temblorosa.

Ice? Oh Dios, Ice. Por favor, despierta. Por favor! Toqu la piel de su
cara. Todava estaba caliente, pero poda haber sido por el fuego. Su
cabello estaba oscurecido por la viga que la aplastaba, su espalda y sus
brazos estaban inmovilizados por debajo de las dos mujeres que haba
tratado de salvar. Ponindome de pie con rapidez, agarr la viga
humeante, sin importar que mis manos estuvieran siendo escaldadas.
Con un esfuerzo sobrehumano que no s de dnde provena, mov la viga
algunos centmetros, y tir de ella hacia m, gruendo por el esfuerzo.

En cuestin de segundos, varios pares de manos vinieron en mi ayuda,


apartando la viga de las mujeres atrapadas. Ca de rodillas de nuevo,
alcanzando la toalla que todava cubra la boca y la nariz de Ice,
buscando ciegamente su pulso.

Oh gracias a Dios Llor al encontrarlo. Era dbil y demasiado rpido,


pero estaba ah. Oh Dios Oh Dios Oh Dios Ice, vamos. Es hora de
despertar. Puedes hacerlo. Slo tienes que abrir los ojos. Djame ver esos
hermosos ojitos azules, de acuerdo? Met la mano, agarrando sus
hombros y sacudindola con fuerza. Su cabeza cay con mis
movimientos, pero ella permaneci profundamente inconsciente. Un
pao spero roz contra m mientras uno de los bomberos se acuclill a
mi lado. Me volv hacia l, agarrando la tela de su abrigo y tirando de su
cuerpo hacia el mo para verlo cara a cara. Haga algo! Gem sin
importarme lo ms mnimo lo desesperada que sonara.
Cubri mi mano con la suya enguantada, sin hacer ningn intento de
alejarse. Sus ojos oscuros eran compasivos mientras miraban los mos.

Tenemos que esperar hasta que lleguen los paramdicos, seora. No


debemos moverla todava.

Por qu? Por lo que sabe podra estar murindose.

Esa viga que cay sobre su espalda es muy pesada, seora. Hay una
buena posibilidad de que se le haya daado la columna vertebral. Si la
movemos, podramos empeorar las cosas. Slo tiene que esperar un poco
ms. Los paramdicos deben estar al llegar, de acuerdo?

Al soltar mis manos de su pesada chaqueta, me agach y le quit a Ice


la toalla que cubra su rostro ennegrecido por el holln, entonces acarici
su flequillo empapado de sudor detrs de su frente alta con dedos
temblorosos.

Como si mi toque suave fuera una especie de elixir mgico, sus ojos
parpadearon, y un gemido sali de sus labios agrietados.

ngel? dijo con voz ronca y en carne viva.

Otro sollozo sali de mi garganta, y me tap la boca con la mano libre.

Ice?

ngel?

Ice, gracias a Dios que ests despierta!

Ella parpade con rapidez, luego hizo una mueca mientras trataba de
moverse.

Qu pas?

Puse una mano tranquilizadora sobre su hombro.

No trates de moverte, Ice. Parte del techo se desplom sobre tu


espalda. Podras estar muy lastimada.

El bombero uni sus manos a las mas.

Es mejor que haga lo que le dicen, seora. Los paramdicos estn en


camino.

Sacando su fuerza de no s dnde, Ice nos ignor mientras rodaba desde


lo alto de la pila de cadveres que haba tratado de proteger.
Estoy bien dijo con voz ronca. Mirad si podis ayudar a stas dos.

Ice

Estoy bien, ngel Vencida por un sbito espasmo de tos, su cuerpo


se convulsion, mientras exhalaba y respiraba con dificultad. Vi con gran
alivio que sus piernas y brazos se movan, aunque supuse que el dolor de
sus heridas era intenso.

Cuando entr a ayudarla, los paramdicos se apresuraron con sus


equipos y camillas, trabajando rpidamente sobre los cuerpos de Critter
y la otra mujer. Para mi sorpresa y felicidad, ambas mujeres estaban vivas,
aunque inconscientes. Los rizos dorados de Critter, estaban cubiertos de
sudor, holln y agua, pero pude ver su pecho subir y bajar con regularidad,
aunque con ritmo superficial, provocndome la primera sonrisa desde
que el fuego haba comenzado. La otra mujer era mayor, ms frgil.
Saba que ella trabajaba en la lavandera, pero no la conoca excepto
de saludarla en los pasillos. Tena algunas quemaduras desagradables en
su cara y brazos, y su pierna estaba inclinada en un ngulo imposible por
la rodilla donde se haba quedado atrapada debajo de la pesada viga
que haba cado sobre la ancha espalda de Ice.

A medida que las dos mujeres fueron atendidas y se prepararon para el


transporte, un tercer paramdico se uni a m al lado de Ice, deslizndole
una mscara de oxgeno sobre el rostro. Sus paroxismos de asfixia,
rpidamente se aliviaron con el flujo de aire fresco en sus vas respiratorias.
Despus de que el paramdico estuvo seguro de que poda respirar sola,
le agarr del brazo derecho y lo limpi con alcohol, mientras que su otra
mano sostena una cnula, con la intencin de perforar su piel. Al ver lo
que estaba a punto de hacer, Ice arranc la mscara de su cara y la tir,
agarrando su brazo con facilidad.

No.

Arrojando su equipo contaminado, el hombre cogi otro paquete de su


kit, mientras que sostena al mismo tiempo el brazo de la paciente que no
colaboraba.

Mire, seora suspir exasperado al ver que Ice no estaba dispuesta a


colaborar. Necesito colocarle una va para que podamos llegar al
hospital, de acuerdo?

Nada de hospitales. Cuidad de las dems. Yo estoy bien Sus


tranquilas garantas fueron desmentidas por otro ataque de tos. Tom la
mscara de oxgeno, pero su mano la tom y la arroj lejos. Nada de
hospitales Repiti con voz ronca, con dificultad. Ir a la
enfermera pero nada de hospitales. Lo digo en serio.

El paramdico mir con impotencia hacia su superior, que se gir para


mirar a Sandra, que se haba unido a nosotros mientras Ice despertaba.
Sandra y Ice se sostuvieron la mirada, lanzndose fuego con la intensidad
de sus miradas. Una mujer libre tena la libertad de rechazar el
tratamiento. Una presa no tena ninguna.

Estoy bien, Sandra dijo Ice con voz spera, en un tono que no admita
rplica.

Pude ver la indecisin en los ojos de la guardia. Cuando Ice se empeaba


en algo, era una persona con la que definitivamente no querras cruzarte.
Sin embargo, Sandra tambin era una mujer fuerte y testaruda.

Despus de un momento, asinti con la cabeza ligeramente,


parpadeando para romper el contacto visual con Ice. Se volvi hacia el
supervisor que esperaba.

Ir a la enfermera conmigo. Tenemos mdico residente. Si tan si quiera


parpadea de manera equivocada una vez que est all, yo misma la
llevar al hospital. Ser suficiente?

Es muy irregular, Sra. Pierce dijo el supervisor de los paramdicos


dubitativo. La inhalacin de humo puede aparecer horas despus del
suceso. Hay una buena posibilidad de que pudiera morir incluso antes de
llegar al hospital. Recomiendo en contra de este curso de accin, seora.

Sandra volvi a mirar a Ice, que neg con la cabeza en gesto salvaje.

Aunque yo quera convencer a Ice de ir al hospital, saba que ni si quiera


mis habilidades de persuasin podran influir en su decisin. En cambio,
me mantuve en silencio, observando la interaccin entre las partes.

Despus de otro largo momento, Sandra pareci desinflarse, con sus


hombros cados.

Tomar la plena responsabilidad por la presa dijo finalmente.


Nuestro hospital est completamente equipado y debe ser lo suficiente
para velar por sus necesidades, por ahora.

El supervisor pareci querer discutir el asunto, pero entonces simplemente


suspir.
Entonces, deber firmar este formulario, seora Pierce. Har que conste
en el expediente que esto va en contra de mi recomendacin y que la
vida de esta mujer puede estar en juego.

Estoy consciente de eso, firmar lo que quiera. Vamos a terminar con


el asunto para que las dems mujeres puedan ser tratadas.

Rebuscando entre sus papeles, el supervisor encontr el correcto para la


situacin, y se lo entreg a Sandra en un portapapeles. Agarrando la
pluma que le ofreca, la guardia garabate su firma y le tendi de nuevo
la pluma y el portapapeles para que los recogiera el paramdico, que
asinti con la cabeza secamente.

Leyendo la firma con cuidado, el hombre meti todo de nuevo en su


equipo, luego hizo un gesto a los otros para que recogieran sus cosas
para el viaje de regreso al hospital con las heridas.

Me levant rpidamente y le di un beso en la frente con holln a Critter,


desendole en silencio una pronta recuperacin, mientras la sacaban de
all.

Cuando me di la vuelta, Sandra estaba ayudando con delicadeza a que


Ice se pusiera en pie. Mi amante hizo una mueca y apret los dientes
contra el dolor de sus heridas. Aunque su uniforme estaba quemado, sus
piernas no parecan estarlo mucho, y por eso estaba agradecida.

Cuando estuvo completamente recta, Ice trat de rechazar la ayuda de


Sandra, pero la mujerona no estaba dispuesta a aceptarlo, y puso uno
de los largos brazos de Ice alrededor de sus hombros, pasando uno de
sus brazos por la cintura de mi amiga. Luego me lanz una mirada sin
sentido.

T tambin, ngel. Y antes de que trates de poner esa cara de inocente,


puedo ver tus manos desde aqu. Tienes suerte de que no echara a los
paramdicos sobre ti.

Rpidamente, antes de que Ice pudiera verme, escond las manos


quemadas detrs de mi espalda, y adopt mi mejor expresin contrita.

S, seora le dije tratando de no sonrer. La verdad sea dicha, tanta


adrenalina bombeaba a travs de mi cuerpo que ni siquiera poda sentir
mis manos, y mucho menos saber si me dolan o no. Estaba segura de que
doleran ms tarde, y no era algo que deseaba que llegara.
* * *

Esa noche en la enfermera fue la primera noche que pasamos juntas. Por
desgracia, no pudimos hacer mucho, ni si quiera hablar. Mis manos
estaban cubiertas de pomada para quemaduras y vendadas, mientras
que Ice estaba acostada sobre su estmago, con la espalda quemada
igualmente vendada y una mscara de oxgeno sobre su cara. Y creme
cuando te digo que ver la graciosa curva de su trasero elevndose desde
las prstinas sbanas de la cama del hospital me hacan sentir muy
frustrada. Ambas habamos sido desvestidas, lavadas y atendidas por un
muy amable, aunque algo anciano y renqueante, mdico de la crcel,
el doctor Soames y su tro de eficientes enfermeras. Chasqueaba la
lengua, y murmuraba y carraspeaba mientras examinaba, pero a pesar
de sus gestos bruscos, sus manos eran muy suaves y relajantes para mis
manos quemadas y espritu inquieto.

Despus de que termin el tratamiento de las dos, hizo que las enfermeras
nos inyectaran algn tipo de calmante para el dolor, luego atenuaron las
luces y nos encerraron para la noche. Una de las enfermeras nos vigilara
a travs del reforzado cristal de la ventana adyacente a la oficina.

Solas por fin, gir mi cabeza de lado para ver a Ice mirndome, con la
mscara oscureciendo sus facciones. Sus ojos estaban llenos de una
curiosa combinacin de diversin y adoracin, mientras casi
centelleaban a la luz de las dbiles luces. Mi corazn de nuevo se rebos
del amor que le tena a esta a veces violenta mujer, otras gentil, pero
siempre heroica que haba elegido compartir su amor conmigo.

Sacando una mano vendada fuera de la camilla, la atraje con el simple


contacto de mis ojos. Su cara se arrug bajo la mscara, mientras un
largo brazo serpente por debajo de la sbana, tocando mi mueca por
encima de las ligeras vendas, con dedos clidos y suaves en mi sensible
piel. Mi cuerpo se relaj inmediatamente. As, unidas por el ms suave de
los toques, continuamos mirndonos fijamente la una a la otra a los ojos,
hasta que el estrs del da y los analgsicos que nos administraron, nos
hicieron caer en un merecido sueo.

* * *
Varias semanas ms tarde, me encontraba sentada con Ice en una de
las sillas de vinilo que haba en la sala de visitas del Pantano. Me haban
quitado las vendas por fin el da anterior, y la piel recin cicatrizada me
estaba volviendo loca por los incesantes picores. Ice pareca estar
completamente curada, por supuesto. Aunque para ser sinceros, todava
podra estar en agona y ni yo ni nadie lo sabramos nunca por su
comportamiento. La reina del estoicismo esa era Ice.

A pesar de que mis manos me estaban distrayendo completamente, me


senta verdaderamente bendecida. Haba sobrevivido al fuego con
lesiones menores y un nuevo corte de pelo, mientras que otras siete
mujeres haban perdido su vida consumidas en las llamas. Haba otras dos
con quemaduras graves, y otras dos, de las cuales Critter era una,
todavan estaban en el hospital sufriendo las secuelas de la inhalacin de
humo, aunque para gran alivio de todas, estaban todas en camino de
recuperarse. Critter deba volver a prisin a finales de semana, lo que nos
alegraba a todas, sobre todo a las Amazonas. Si no fuera por Ice, las
cosas habran sido mucho peores. Se haba convertido en una herona
en toda la prisin, tanto entre las presas como entre las guardias. En su
tpico estilo, nos dijo a todas que agradecieramos todo a los bomberos y
aquellas de nosotras que haban intentado apagar el fuego con baldes,
toallas y manos desnudas (estas ltimas estaban dirigidas a m, claro).
Nosotras, dijo ella, ramos los verdaderos hroes.

* * *

As que ah estaba yo, sentada en la sala de visitas escasamente


decorada por primera vez en mi vida, con el nerviosismo haciendome
repiquear los dedos sobre el montn de papeles sobre mi regazo mientras
esperaba que llegara la abogada, que era la ex amante de mi amante.
No saba si reirme o llorar.

El sonido de la llave en la cerradura me sac de mi ensueo y me


enderec, esperando causarle una buena primera impresin a esta
mujer, por diferentes razones.

La puerta se abri crujiendo por los goznes oxidados, y me alegr por el


ruido que aminoraba el sonido de mi mandbula cayendose al suelo.
Donita Bonnsuer era, para ser completamente honesta, absoluta y
positivamente preciosa.
Mientras Ice se levantaba elegantemente para saludar a su amiga,
estudi a la mujer con franca apreciacin. Era alta y delgada, con piel
de color caf perfecta y hermosos pmulos redondeados, labios
carnosos y suaves y brillantes ojos color chocolate. Iba vestida con un
traje de negocios devastadoramente impecable, el brillante rojo
contrastaba perfectamente con su oscura piel y su pelo. Su sonrisa
cuando salud a Ice pareca abarcar toda su cara y mostr sus
relucientes dientes blancos y perfectos. Mi sensacin de inseguridad,
siempre latente, lleg hasta mis tripas y grit hola!, bailando en mi
estmago y decidiendo quedarse un rato. Mir a ambas saludarse como
buenas amigas que haca tiempo que no se vean, y pens que podran
haber estado en la portada de alguna revista como una de las parejas
ms bellas del mundo.

Mientras Ice se volva hacia m, sin embargo, la mirada de sus ojos alej
mi inseguridad como una babosa bajo la sal, y sent que una sonrisa
rompa en mi cara creciendo an ms amplia cuando respondi con una
de las suyas.

Despus de colocar mi montaa de papeles en la silla a mi lado, me


levant secando mis repentinamente sudorosas palmas en mi uniforme.
Donita se acerc para estrechrmela calurosamente sonrindome.

Es un placer conocerte, ngel dijo ella en voz baja, suave y culta.


Soy Donita como probablemente ya habrs adivinado, y Ice me ha
hablado de tu caso. Me gustara saber ms, si te parece bien.

Mmm Sip Claro! Eso sera genial. La inseguridad podra haberse


alejado, pero el tartamudeo pareca haber reaparecido. Si pens que yo
era rara, no lo demostr, sino que tom su maletn y se dirigi a la mesa
maltratada, ms o menos en el centro de la sala rectangular. Tomando
una silla, se acomod recta, sealando el montn de papeles que tena
en mis manos. Los puse sobre la mesa, luego me sent cruzando las
manos delante de m como una buena colegiala mientras la miraba con
curiosidad. Ice apret mi hombro al pasar, y la mir presa del pnico
mientras se diriga hacia la puerta.

Dnde dnde vas?

De vuelta al trabajo respondi sonrindome ligeramente. Podis


arreglrosla perfectamente sin m.

Pero
Ella levant una mano.

Reljate, quieres? Vas a estar bien. Solo tienes que responder las
preguntas que te haga y llevarlo a partir de ah sonri mirando a
Donita. No muerde, sabes? La abogada sonri. No muy duro, en
cualquier caso.

Tragu saliba. Ice nos gui un ojo, nos salud y sali de la sala. Donita
me lanz una sonrisa llena de brillantes dientes.

* * *

Dos horas ms tarde, la sesin haba terminado. Me dola la mandbula


de colgar con asombro mientras observaba su trabajo. Era, simplemente,
increble. Estudiaba la cantidad de transcripciones como si fuera un juego
de nios y se tom el tiempo de explicrmelo, sin hacerme sentir
ignorante ni una sola vez con mis preguntas. Era una verdadera maestra
en su profesin, y tuve el honor de estar en su presencia.

Dando la sesin por terminada, Donita cerr su maletn y lo puso en el


suelo, al lado de las copias de las transcripciones que se llevara con ella.
Estir los largos brazos, se enderez los puos de la camisa y puso una
sonrisa de satisfaccin en su rostro.

Creo que tienes un caso de apelacin, ngel. Aunque no puedo estar


segura hasta que me haya citado con ese abogaducho principiante que
tuviste, pero definitivamente creo que tenemos algunas cosas buenas
con las que trabajar.

Principiante? Repet sin comprender.

Sip. Tengo que conseguir su papeleo, lo que los testigos, si los hubo, le
respondieron a las preguntas que les hizo, cosas por el estilo. As podremos
ver exactamente por dnde empezar.

Por dnde empezar? Pero

Su ceja se levant, recordndome mucho a Ice.

S?

Yo mmm Suspir. Pens que solo estbamos hablando para


que me dieras tu consejo.
Ella sonrio ampliamente.

Exacto. Y tienes uno. Podemos ganar este caso.

Nosotras?

Hay eco aqu? Por supuesto que nosotras. A menos que hayas pasado
en el bar la ltima semana y Ice se haya olvidado de mencionrmelo.

No, no es eso Suspir de nuevo con la necesidad de explicarme


luchando con mi sentido del orgullo. Vers yo no bueno, el hecho
es que estoy segura de que no puedo permitirme lo que cobras. Estara
feliz de darte el dinero que tengo, pero me temo que no es mucho. Y mis
padres bueno no nos hablamos.

La sonrisa de Donita se ampli.

No te preocupes, ngel. Como ya habrs supuesto, tengo bastante


trabajo, pero tambin hago varias apelaciones al ao con base pro
bono. La tuya ser una de ellas.

Yo no puedo permitir que hagas eso.

Claro que puedes. Solo tienes que decir Donita, me encantara que
llevaras mi caso La mir estupefacta. Dilo.

Mi mirada atnita se volvi pensativa mientras consideraba negarme


como una nia a la que se le ha mandado pedir disculpas, pero la calidez
en sus ojos y la sonrisa en su rostro, detuvieron mi petulancia.

Donita, estara muy contenta si consideraras aceptar mi caso le


contest con una ceja levantada en un pequeo triunfo.

Sonriendo, ella se levant e hizo una reverencia burlona hacia m.

Sera un honor, ngel Tomando su maletn y la gruesa pila de papeles


precariamente con la misma mano, se acerc a darme la mano para
sellar el acuerdo. Recuerda que la justicia es lenta. Hay mucho trabajo
por hacer antes de que pueda pensar en traer esto ante un juez. S
paciente y estar en contacto cada vez que pueda, de acuerdo?

Le sonre y asent con alegra, emocionada por la oportunidad de una


eventual puesta en libertad por primera vez desde que haba entrado en
el Pantano haca tres aos.

Muchas gracias dije.


Ella sonri.

El placer es mo, ngel. Y dile a Ice gracias de mi parte, de acuerdo?


Esto va a ser divertido.

Con un movimiento final y una seductora sonrisa cegadora, llam a la


puerta y se alej de mi vista.
Captulo 12

L
os siguientes meses, pasaron muy rpido para m. Las continuadas
noticias positivas sobre mi apelacin me mantuvieron con buen
estado de nimo, aunque a veces pareca que las ruedas de la
justicia de Donita, se haban sumido en arenas movedizas, hundindose
rpidamente.

Una maana de verano, me sent en la penumbra fresca de la


biblioteca, desenvolviendo con entusiasmo un paquete mientas
ignoraba deliberadamente la mirada exigente a travs de las gafas de
Corinne. Haba estado esperando este paquete en particular casi dos
meses, casi desmayndome de emocin, haba escuchado de un amigo
que de repente se encontraba disponible en Subasta. Mi entusiasmo se
duplic cuando me enter de que sorprendentemente, estaba dentro
de mi presupuesto.

Las mil y una combinaciones de cuentas de bisutera murmur


Corinne desde su escritorio oscuro.

Qu? le pregunt mientras sonrea por dentro finalmente teniendo


la oportunidad de devolverle la pelota a mi tan inteligente amiga.

El nombre del libro que ests sosteniendo como una nia que encontr
la coleccin de Penthouse de sus padres.

Qu te hace pensar que es un libro?

Oh, por favor, ngel. Dame un poco de crdito al menos. Soy


bibliotecaria, por amor de Dios. O crees que todas estas pginas estn
llenas de dibujos? Su mano chasque desde su esquina ensombrecida,
abarcando con el gesto a toda la biblioteca.

Oh, sin duda la tena en ascuas, y yo estaba disfrutando cada momento


de mi inocente sesin de tortura.

Podra ser una caja, ya sabes. Una llena de todo tipo de golosinas
interesantes.

Esas pequeas golosinas son llamadas palabras, ngel Ella me lanz


su mejor mirada de no digas tonteras. Forman frases, que a su vez
forman prrafos. A menos por supuesto, que sea un libro de poesa, en
cuyo caso no formaran nada en absoluto.

Eres una romntica, Corinne.

Tengo mejores usos para mi boca que derramar por ella un chorro de
poesa, mi querida ngel Su tono era absolutamente seductor, y
teniendo en cuenta su edad, hizo un buen trabajo. Para darme crdito,
sin embargo, pude detener mi incipiente rubor. Cuando vio que su
estrategia no iba a funcionar, frunci el ceo, mirndome una vez ms,
a travs de los cristales de sus gafas.

Cediendo un poco, lanc mi propia mirada paternal hacia ella.

Ya sabes que la palabra por favor funciona.

No s de qu ests hablando respondi finalmente.

Entonces supongo que tu curiosidad va a tener que sufrir Gir el


paquete entre mis manos, asegurndome de que la iluminacin cayera
en el ngulo derecho del envoltorio. Haba crecido en una casa llena de
gatos y as era como los atraa.

Los minutos pasaron, a medida que Corinne empezaba a refunfuar.


Finalmente dej escapar un suspiro como habra hecho un orgulloso Paul
Bunyan, casi derribando una pila de papeles mientras lo haca.

Est bien. ngel, querida, podras por favor decirme lo que hay dentro
de ese envoltorio tuyo?

Como splica sincera era probablemente el ejemplo ms pobre que


haba escuchado jams, pero conociendo a Corinne, seguramente era
el mejor que poda esperar.

Me permit una sonrisita victoriosa mientras volva mi atencin hacia ella.

Esta cosita? le pregunt levantando mi trofeo.

ngel

Me ech a rer sin poderlo evitar. Despus de un momento, ella se uni a


m y el ambiente estuvo de pronto lleno de carcajadas. Despus de un
largo rato, mir hacia ella dando la vuelta al paquete en mis manos.

Tienes razn, por supuesto. Es un libro. Uno raro, en realidad.

Y?
Es una impresin original de Un da en la vida, de Ivan Denisovich,
firmado por el propio autor, y como sabes no firmaba autgrafos. Est en
ruso.

Los ojos de Corinne se abrieron con asombro.

Increble. Cmo te las arreglaste para conseguirlo?

En una Subasta, si puedes creerlo. Uno de mis contactos con el exterior


es amante de la literatura. Lo vio y me pregunt si quera hacer una oferta
por l.

Y por supuesto, dijiste que s.

Por supuesto. Adems no se sala de mi presupuesto. Al parecer,


simplemente no tenan ningn inters en l.

Filisteos.

Ey, a caballo regalado no le mires el diente.

Buena analoga.

Me alegro de que te haya gustado Sonre movindome en mi silla.


De todos modos, como he dicho, est en ruso. El problema es que no s
si Ice sabe ruso. Y antes de que me lo preguntes, s, es para ella.

Sus ojos brillaron.

Me lo haba imaginado. Y no te preocupes, creo que sabe leerlo. De


hecho, estoy casi segura de que s.

No lo entiendo le contest sacudiendo la cabeza. Se convirti en


una nia de la calle despus de la escuela primaria. Sin embargo, tiene
a Tao escrito en chino en el suelo de su celda, y parece que lo ha ledo
bastante. Cmo ha podido haber aprendido tanto estando en las
calles?

Esa parte de sus estudios la llev a cabo antes de ir a vivir a las calles,
ngel. Su madre, como cantante de pera, era una fantica absoluta
de otras culturas. Ice me dijo que le ensearon a leer otros idiomas al
mismo tiempo que le ensearon a leer en ingls. Era algo en lo que sus
padres crean.

Eso es interesante le contest con la esperanza de que mi voz no


sonara tan envidiosa como mis pensamientos.
Corinne se quit las gafas y me mir sonriendo ligeramente.

Ice era muy joven cuando me dijo eso. Supongo que me vea como un
tipo de figura de abuela Hizo una mueca con los labios en auto
desprecio.

Instantneamente sent que me embargaba la vergenza.

Lo siento, Corinne. Me alegro de que estuvieras ah para ella. Debe


haber sido duro, sobre todo al principio. Me alegro de que te tuviera
cuando te necesit.

No lo hizo a menudo, pero s. Haba veces que incluso la famosa Ice


necesitaba consuelo Me sonri con complicidad. Sospecho que
sigue siendo as incluso hoy en da Me asegur de que mi sonrisa de
respuesta no dejara ver mis emociones y ella asinti en reconocimiento
. Y es una ocasin especial el motivo de este precioso regalito?
pregunt finalmente en un tono inocente.

No pude evitar que mi rubor apareciera en ese momento. La ocasin


especial era una especie de aniversario para Ice y para m, aunque
probablemente ella no pensara que sera una fecha significativa, pero
no le iba a dar a Corinne la satisfaccin de saberlo, as que simplemente
la mir y en silencio abogu por la Quinta Enmienda.

Ella me sonri, pero decidi no seguir insistiendo en el asunto. En cambio,


volvi al trabajo que su curiosidad por mi paquete haba interrumpido.

El silencio cay en la biblioteca una vez ms.

Varias horas ms tarde, lleg la hora de la cena y como una escolar en


el ltimo momento de da de clases, sal disparada de mi asiento a la
segunda campana que son en el reloj marcando las cinco.

Corinne rio dndose cuenta de que en mi entusiasmo, casi tiro mi premio


de la mesa, salvndolo con mis rpidos reflejos de caer al suelo.

Le lanc una mirada, pero mi corazn no estaba realmente en ella, sino


con cierta mujer alta y morena, que en ese mismo momento, debera
haber terminado su trabajo y estar yendo a una cita conmigo en la
cafetera.

Despus de saludar rpidamente a Corinne, agarr mi paquete y sal de


la biblioteca, caminando tan rpido como pude por el pasillo, intentando
aparentar que no tena prisa. Djame decirte que no fue una tarea fcil.
La prisin estaba llena de un mar de color naranja por las internas en sus
labores diarias bullendo de ac para all, algunas en su camino, igual
que yo, hacia la cafetera, otros congregndose en grupitos al lado de
las paredes, y otras dirigindose a puntos desconocidos.

El balbuceo incoherente de voces era fuerte en mis odos mientras mis


ojos buscaban una cabeza oscura que se alzara sobre el resto. Al no verla
al primer vistazo, me tragu una punzada de decepcin y me dirig hacia
la cafetera, pensando encontrarla all.

Cuando estaba casi a las puertas, una mano me agarr el codo y me dio
la vuelta. Contenta, puse una sonrisa de bienvenida en mi cara, que se
desvaneci cuando me gir y vi los ojos de color avellana de Sandra.

Hola, ngel dijo. Me alegro de haberte pillado. Puedes venir


conmigo un segundo, por favor?

Abr la boca para protestar, pero luego lo pens mejor.


Independientemente de nuestra aparente amistad, era una guardia y yo
era una prisionera bajo su control. As que asent mientras ella liberaba su
agarre de mi brazo.

Slo tomar un momento Me asegur.

Mir a mi alrededor en vano una ltima vez, antes de pasar a seguirla de


nuevo por el camino por el que haba venido, con mis brillantes
esperanzas para la noche comenzando a desvanecerse un poco.

Ella me condujo a travs del corredor lleno de gente, ms all de la sala


de los guardias, hacia la de los visitantes. Me llev por un pasillo ms corto
hacia una puerta de salida vigilada, aunque era un rea de la prisin
donde nunca haba estado antes, y reduje mi marcha casi hasta
detenerme.

Sin darse cuenta de mi vacilacin, Sandra continu por el pasillo y habl


en voz baja a la guardia que haba all antes de girarse hacia m. Su
mirada de esperanza se convirti en una de perplejidad cuando me vio
todava de pie al final de la sala. Me hizo una sea para que me
acercara.

Mmm Si no te importa, Sandra, me gustara saber lo que necesitas de


m que haga aqu.

Todo tipo de advertencias tintinearon en mi cabeza. Sandra poda ser la


jefa de guardias, pero incluso ella tena que informar a Morrison, que muy
probablemente no estara muy contento con mi posible xito en el
departamento de Apelaciones. Si llegaba a ser liberada, el gran as bajo
la manga del Alcaide contra Ice desaparecera junto conmigo.

Como si adivinara mis pensamientos, la mirada de Sandra de


impaciencia se suaviz a una de compasin, mientras me sonrea y
caminaba hacia donde yo estaba de pie, con una mirada que seguro se
pareca a la de un ciervo deslumbrado por unos faros en la carretera.

Puso una mano en mi hombro.

ngel, no hay nada malo en todo esto, lo prometo. Slo necesito


consejo sobre algo. No tomar ms de unos minutos.

La mir a los ojos, no encontrando ni rastro de engao en sus


profundidades. Sin embargo, haba aprendido lecciones de manera
difcil, y no estaba dispuesta a repetir fcilmente los errores del pasado,
sobre todo si podan terminar conmigo lesionada o algo peor.

Puedes al menos decirme qu est pasando?

S que esto no te dice mucho, pero ser ms fcil si te lo muestro


Entonces sonri. Te dir qu. Todo lo que tienes que hacer es
permanecer aqu junto a Brbara en la puerta. Puedo mostrarte lo que
necesito desde el exterior y si te parece seguro, podrs unirte a m, de
acuerdo?

Mir hacia la otra guardia, que asinti tranquilizadora hacia m.

Despus de un largo rato, y contra mi buen juicio, asent de nuevo. Sandra


sonri y me apret el hombro antes de volverse a la guardia y pedirle que
desbloqueara la puerta.

Se abri lentamente y pude echar un vistazo al vallado de la zona antes


de que el cuerpo de Sandra se interpusiera en mi visin al caminar
lentamente hacia el clido aire de verano. La luz del sol entraba mientras
caminaba ms lejos de la puerta, y suba por los pocos escalones de
madera hacia la puerta que saba que conducan al remolque de las
visitas conyugales. Vi cmo ella insertaba una llave en la cerradura y
abra lentamente la puerta, metiendo la cabeza dentro mientras lo haca.
Despus de un segundo, ella se apart, y para mi gran asombro, la
cabeza de Ice reemplaz la suya en el umbral. Sonre casi tmidamente,
Ice ech su cabeza hacia atrs, hacindome seas.
Mil escenarios pasaron por mi mente, ninguno de ellos bueno. Siendo
brutalmente honesta, debo admitir que mi primer pensamiento, dada la
ubicacin inesperada de Ice, era que Donita tambin estaba en el
remolque con ella, y haba elegido ese lugar relativamente privado, para
decirme que haban reavivado su romance. Una gran parte de m
negaba ese pensamiento, pero la inseguridad puede ser un duro
maestro, y en estos momentos, controlaba mis emociones. Me qued
congelada donde estaba, tratando de decidir seguir adelante y que se
confirmaran mis peores temores, o correr tan lejos y tan rpidamente que
pudiera esconderme de la verdad que mi mente fantasiosa me haba
conjurado de la nada.

Sandra se gir, sonriendo y saludndome.

Malditas fueran pens. Malditas sean todas que se vayan al infierno.


Cmo pueden estar riendo mientras mi corazn se est rompiendo?

Pasa, ngel murmur la otra guardia, Brbara, justo a derecha y casi


le arranco los ojos.

Entonces, obligu a mi lado adulto de mi personalidad que tomara el


mando, cuadrando mis hombros, tragndome el dolor, levantando la
barbilla y saliendo.

Caminar esos pocos metros desde la prisin al remolque fue una de las
cosas ms difciles que he tenido que hacer. Abriendo mis puos cerrados
conscientemente mientras caminaba por las escaleras de madera
desvencijadas, pas al lado de Sandra sin mirarla, y di pasos firmes hacia
el pequeo remolque.

Mientras entraba en el interior, mis ojos hicieron un rpido anlisis


acusatorio, ajustndome lentamente a la tenue luz de interior. El
remolque estaba casi vaco, aunque no descartaba que la abogada
estuviera escondida en el bao, tales eran las turbulencias de mis
pensamientos en ese momento.

Cuando mir hacia Ice, realmente vindola por primera vez desde que
entr en el remolque, mi boca se abri en estado de shock. Atrs
quedaba su habitual uniforme de prisin. En su lugar, llevaba una tnica
azul que pareca estar hecha de seda y satn. Tena bordado en oro los
puos y el cinto, y terminaba en las pantorrillas. En la V de su tnica, pude
ver una camisola azul ms clara, no revelando mucho, detenindose
justo sobre la curva de sus magnficos pechos. Su pelo estaba
brillantemente limpio y suelto, cayndole sobre sus hombros. Sus piernas
y pies estaban desnudos, y en una mano llevaba una rosa roja, que
tenda hacia m, sonriendo suavemente.

Dando un paso acercndome, trat de alejar las lgrimas.

Ice? Qu?

Feliz aniversario, ngel.

Tom la rosa, y la atraje a mi nariz mientras me pona la mano en la boca


para ahogar el llanto que estaba luchando por salir. Cuando inhal la
delicada y maravillosa fragancia, me maldije a m misma por creer que
los sentimientos de Ice por m eran de alguna manera superficiales y
convenientes, hasta que encontrara algo mejor.

Con resolucin para no arruinar el momento con mi histrionismo, alej


todas las emociones negativas de mi mente y me decid a disfrutar del
precioso regalo que me haban dado. Mi autocastigo se convirti en una
clara vergenza en mi garganta, y cuando me volv hacia la puerta, vi a
Sandra de pie, medio dentro y medio fuera del remolque, con el rostro
oscurecido por el rubor.

Chicas, creo que os voy a dejar solas. Divertos Con una sonrisa y un
guio, se volvi y sali del remolque, cerrando la puerta con cuidado
detrs de ella.

Mir por encima de Ice, que segua sonrindome, aunque sus ojos
estaban llenos de preguntas.

Est todo bien? pregunt ella con una nota de vacilacin


evidente en su voz.

Es perfecto balbuce. Simplemente Dios. Es absolutamente


maravilloso.

Entonces, por qu lloras? me pregunt en voz baja sin moverse de


su sitio junto a la mesita que haba junto a una pared.

Dios, estoy solo feliz dije finalmente.

Y desconcertada. Y avergonzada. Y totalmente enamorada de ti, hasta


el punto de que mi corazn est a punto de estallar.

Ladeando la cabeza, me mir.

Ests segura?
Dejando la rosa sobre la mesa, corr hacia sus brazos, envolvindome a
su alrededor y apretndola.

Estoy segura. Al cien por cien, absoluta y positivamente segura.

Ella me envolvi en sus brazos, besando cariosamente mi pelo.

Bien, me alegro Pude sentirla suspirando contra mi pecho.


Recuerdo que una vez mencionaste que daras cualquier cosa por poder
pasar la noche conmigo. Supuse que no contara pasarlo en una
enfermera con quemaduras e inhalacin de humo, as que pens en
esto.

Aturdida, me alej.

Quieres decir que tenemos toda la noche?

Sonriendo, ella asinti.

S, es todo nuestro por as decir, hasta el medioda de maana.

Dios, te amo! Exclam atrayndola hacia m de nuevo. Su risa vibr


a travs de mi odo y puse una sonrisa en respuesta. Aspir de nuevo,
oliendo algo ms que el aroma de la rosa y la clida y embriagadora
presencia de Ice. Al abrir los ojos de nuevo, me fij en la mesa que estaba
cubierta con una variedad de reconocibles cajas blancas. Me apart
asombrada.

Comida china?

Ice volvi a rer.

Lo mejor que pude hacer dadas las circunstancias. Espero que te guste
el pollo al kung Pao.

Bromeas? Me encanta la comida china! A decir verdad, despus


de tres aos de comida apenas reconocible, Ice podra haber servido
comida para perro y probablemente habra sido feliz.

Bien Cuando se apart, detect un ligero rubor de color en sus


mejillas mientras miraba a la cama. Pens que podras estar a gusto
con algo que no sea tu uniforme esta noche, as que

Siguiendo su mirada a la cama, me qued sin aliento. All, en colores


audaces contra el blanco de las sbanas, yaca una tnica de color
verde resplandeciente. A su lado, yaca una hermosa bata con finos
tirantes y escote recatado, en un tono ms claro de verde, convirtindose
en aguamarina cerca del dobladillo, que llegaba hasta los pies.

Caminando hacia la cama, acerqu una mano temblorosa a la tela,


sintiendo la exquisita suavidad contra mis dedos. Una lgrima cay de mi
rostro a la tela de la seda. Me la sequ, luego cog la bata y sostenindola
junto a mi cuerpo y viendo las tonalidades de verde brillando en toda su
longitud.

Me gir de nuevo hacia ella con los ojos muy abiertos.

Es hermoso, Ice!

Ella me sonri.

Me alegro de que te guste. Si quieres probrtelo o algo, el bao est


justo en la pequea alcoba de all.

Segu con mi mirada hacia donde apuntaba con su dedo, y vi una puerta
medio a oscuras al lado derecho de la habitacin principal.

S, me gusta mucho. Vuelvo en un minuto Recog la tnica de su lugar


en la cama y me dirig al bao, cerrando la puerta detrs de m.

El bao estaba bien equipado para estar en un pequeo remolque.


Incluso tena una ducha que pareca ms amplia que la de la prisin.

Oh susurr. Creo que voy a aprovecharme de esto tambin!

Me quit rpidamente mi uniforme, met la mano en la ducha y abr el


grifo. Y sorpresa, sorpresa. No era en realidad caliente, pero s era tibia!

Caminando rpidamente, agarr el jabn y proced a tomar mi primera


ducha de agua caliente en ms de tres aos. Estaba en el cielo.

Despus de prologarlo un rato, finalmente cerr el grifo y sal al aire fresco


del cuarto de bao, y tomando una toalla de bao grande y mullida, me
sequ con presteza. Una de las cosas buenas de tener el pelo corto es
que el secado es ms rpido, y con una toalla y un poco de pasarle los
dedos, se sec.

Aspirando profundamente, me puse el vestido presionando su tela suave


y brillante contra mi cuerpo, inhalando su limpio y fresco aroma mientras
senta su deslizante suavidad contra mis mejillas. Gem de placer sensual
antes de tirar de l y dejarlo caer en ondas por el resto de mi cuerpo. Se
ajustaba perfectamente, pero no me detuve a reflexionar sobre cmo
Ice pudo haber sabido mi talla.

Colocndome los tirantes encima de los hombros, ech una mirada en


el espejo, sobrecogida por la imagen que me devolva la mirada. Atrs
quedaba la nia asustada que haba entrado en el Pantano tres aos
antes. En su lugar haba una mujer en la que me haba convertido la
experiencia.

El color del vestido profundizaba el color de mis ojos, por lo que de alguna
manera pareca ms sabia. La madurez se reflejaba en mi peinado corto
y alborotado, y nuevas lneas de experiencia se pintaban en mi cara. Los
tirantes del vestido sobre mis hombros recin musculosos llevaban e peso
del mundo sin quejarse. Sin embargo, aun as me senta como una
princesa de cuento de hadas toda de seda y satn. Cuando me puse la
bata, dejando que la fresca y sensual tela cayera sobre mis brazos
desnudos, sonre sintindome mimada, cuidada y muy muy querida.

Tomando una profunda inhalacin, alis la tela sobre mi cuerpo, y luego


abr la puerta y entr en la sala principal del pequeo remolque.

Ice estaba sentada detrs de la mesa, sus largos dedos dibujaban formas
abstractas sobre los diseos de la formica. Cuando me vio, sus ojos se
abrieron para mi deleite y se puso de pie con elegancia, sus propias ropas
se movan con suavidad a su paso. Una sonrisa suaviz los ngulos de su
cara y prendi sus ojos azules desde el interior. Ella era, en ese preciso
momento, como en muchos otros pasados y futuros, la cosa ms hermosa
que haba visto.

Ella se hizo eco de mis sentimientos, sosteniendo un brazo hacia m.

Eres preciosa, ngel casi susurr. Al igual que tus tocayos venidos a
la Tierra.

Di un paso hacia ella, tomando su mano, y levantando mi mano hasta


sus labios, roz un suave beso contra mis nudillos. Luego me acompa
hasta el otro lado de la mesa, donde sac una silla y me ayud con
elegancia y modales impecables. Nunca haba sido tratada con tanto
cuidado antes y debo confesar que me deleit en las atenciones.

Caminando hacia el otro lado de la mesa, se inclin un poco y sac una


botella y dos copas.

Champn dijo ella girando la etiqueta hacia mi campo de visin.


No es de la mejor vendimia del mundo, pero los mendigos no pueden
elegir despus de todo Sacando el corcho, llen ambos vasos con el
burbujeante lquido mbar, luego choc su copa contra la ma. Salud
dijo levantando su copa tintinendola suavemente contra la ma.

Tom un sorbo del licor, sintiendo el hormigueo como lava por mi


garganta. No siendo una conocedora del champn, no podra decir si se
supona que deba saber as o no, pero era bueno por lo que a m
concerna. Sonre por encima del borde de mi copa mientras Ice dejaba
su propia copa en la mesa y proceda a abrir las cajas blancas.

Aromas embriagadores flotaban sobre el vapor que escapaba de su


confinamiento, hacindome la boca agua y haciendo rugir mi
estmago.

Dos platos de cermica mellados, pero limpios, fueron llenados y Ice me


ofreci uno, junto con un conjunto de palillos y un paquete de celofn
envuelto de utensilios de plstico.

Sonre y le quit el plstico, despus de haber desarrollado la habilidad


de comer con palillos cuando todava era muy joven.

No hablamos mucho durante la cena. La comida era deliciosa y me


gust tanto como poda gustarle a un presidiario o a un estudiante
universitario. Mis papilas gustativas se estremecieron con un gracias
mientras mi mente se ocupaba en registrar cada matiz de los sabores que
llegaban a mi paladar para el recuerdo futuro.

Cuando mi estmago finalmente se rebel contra la idea de tomar otro


bocado, alej mi plato y me inclin con satisfaccin en la silla,
acariciando mi vientre y sonriendo por nada. Seguramente las fiestas de
la realeza no eran tan bien apreciadas como lo fue esta simple cena.

Ice haba terminado mucho antes que yo, recogi los platos y los apil
en el pequeo lavabo del espacio compartido en la pared con la mesa.
Cuando se volvi a m, tena algo en sus manos que no era ni comida ni
bebida.

Caminando alrededor de la mesa, se present a m con una sonrisa casi


tmida. Lo tom con la boca abierta por el asombro. En mis manos tena
un bonsi con forma de ngel. Atado alrededor del trono en miniatura,
haba una pequea cinta amarilla del tipo usado cuando los seres
queridos estn lejos de casa.
Lgrimas, esos distorsionadores siempre presentes en mi visin, surgieron
una vez ms a mis ojos mientras miraba el regalo que haba creado para
m.

Dios mo, Ice Llorique con una garganta ahogada de lgrimas. Es


hermoso! Muchas gracias!

Te gusta?

Dios, me encanta! !Es maravilloso! Gir con cuidado la maceta de


cermica que sostena el rbol mirando el exquisito arte desde todos los
ngulos. Era absolutamente perfecto. Tienes un maravilloso talento, Ice
Estoy segura de que capt un destello de sonrojo en Ice en ese
momento, y sonre, en parte para que se sintiera cmoda, y confesar,
que en parte por la felicidad de pillarla desprevenida por fin. Lo tienes
y lo sabes le dije por fin. Es un regalo que uno debe atesorar tanto
como yo lo hago Dejando el rbol cuidadosamente, captur las manos
que haban creado tanta belleza y la urg a agacharse capturando sus
labios carnosos en un beso de agradecimiento que rpidamente se
convirti en algo ms profundo y primitivo.

Despus de unos momentos, se apart y tom mi mejilla, sonrindome


con sus ojos vidriosos y clidos.

Te amo, ngel.

Yo tambin te amo, Ice. Mucho Fui hasta debajo de mi asiento,


donde haba guardado mi regalo y se lo entregu a ella. Esto es para
ti.

Sent mi propia sonrisa tmida abrir mis labios. Tomando el paquete,


cuidadosamente abri el papel de regalo y sac el libro de su
confinamiento. Su sonrisa ilumin todo su rostro mientras miraba el objeto
en sus manos, abrindolo casi con reverencia. Su mirada se volvi en
shock cuando vio la firma del autor en la pgina delantera. Sus grandes
ojos se encontraron con los mos y supe que lo haba hecho bien.

Nunca firm su obra Inhal suavemente sin poderlo creer.

Me encog de hombros modestamente, aunque con una sonrisa de


satisfaccin al contar la verdadera historia.

Tuve suerte.

Tengo que decir, que es fantstico!


Me alegro de que te guste Rasqu la parte trasera de mi cuello.
Mmm no estoy segura de si lees ruso.

Oh, lo hago.

Volteando rpidamente las pginas y sonriendo como una nia en la


maana de Navidad, cerr cuidadosamente el libro y lo dej sobre la
mesa, luego se agach y estrech mis manos, levantndome al crculo
de sus brazos.

Me envolvi en un abrazo, bajando la cabeza para que sus labios apenas


rozaran mi oreja. Escalofros se dispararon hasta los dedos de mis pies
mientras murmuraba una frase que saba que tena que ser en ruso.
Aunque me sonaba gutural, la voz baja y su ronroneo me derritieron.

Qu acabas de decir?

Quiero hacer el amor contigo, dulce ngel. Puedo? Tradujo


capturando mi lbulo de la oreja entres sus labios y burlndose de mi
carne con su lengua con trazos lentos y sensuales. Mis rodillas se
convirtieron en pudding. Ella se rio entre dientes bajo mi oreja mientras sus
fuertes brazos fcilmente cargaron con mi peso. Eso es un s? Se
burl ella.

Ohhhh, puedes apostar a que s.

De alguna manera, me las arregl para recuperar la fuerza en mis piernas


y me incorpor. Ice me sonri, con sus dientes destellando en la tenue luz.

Sent un tenue tirn y cuando mir hacia abajo, vi que Ice haba
desatado el cinturn de mi bata. Sus manos estaban calientes mientras
se deslizaban suavemente por mis caderas. Su cabeza se desliz
lentamente hasta que sus labios se encontraron con los mos en una
explosin de calidez y deseo. Sus manos recorran mis caderas y ms all,
agarrando los montculos de mi espalda. Y atrayendo mi cuerpo contra
el suyo, nos fusionamos mientras nos besamos.

Su fragancia era embriagadora contra mis famlicos sentidos


hacindome jadear. Me alej lo suficiente como para desatar su bata,
luego deslic las manos dentro de los pliegues de la prenda, necesitando
sentir su cuerpo bajo mis manos. Mi atrevida exploracin revel una larga
camisola y unas braguitas de corte francs, ambas en la mejor de las
sedas. Casi mor de deseo por ella, mi necesidad era enorme.
Finalmente rompimos el beso de mutuo acuerdo y nos miramos a los ojos
oscurecidos y medio cerrados por la excitacin. La punta de su lengua se
asom a probar sus labios y no pude apartar la vista. Sus largas y suaves
manos subieron y deslizaron los tirantes finos de mis hombros, acariciando
ntimamente mi piel desnuda mientras me miraba profundamente a los
ojos.

Mis propias manos se unieron a la danza, agarrando el borde de su


camisola y tirndola hacia arriba. Romp nuestras miradas mientras mis
ojos hambrientos se deleitaban con cada centmetro de carne revelada
mientras la tela suave se deslizaba.

Sus manos se alejaron de m cuando levant sus brazos por encima de su


cabeza, ayudndome en la tarea. Sus pechos quedaron expuestos a mi
mirada voraz y me lam los labios a la vista de ellos.

Cuando no pude llegar ms arriba, dada la gran diferencia de nuestras


alturas, ella tom el control y acab el trabajo, sacudiendo su pelo libre
en un gesto totalmente inconsciente que amenazaba con fundir mis
piernas una vez ms.

Tena que tenerla. En ese mismo momento. No poda detener la furia en


mi sangre ms de lo que podra detener una inundacin con mis manos.

Colocando mis manos en sus caderas, la conduje hasta la cama, y luego


la hice tumbarse de espaldas. Liberndola, di un paso hacia atrs,
admirando la obra de arte ante m. El blanco de las sbanas y el blanco
de sus braguitas se destacaban en una especie de cruda pureza contra
el intenso bronceado de su piel y el negro de su cabello desplegado
sobre la almohada en turbulentas olas. La dicotoma era embriagadora.

Respirando profundamente para recuperar mnimamente el control,


deslic mi propio vestido lentamente, burlndome de ella como siempre
haca ella conmigo. Su mirada era de embeleso. Pude ver su nariz
dilatarse en la penumbra. Sonre salvajemente.

Al fin, qued desnuda ante ella, jurando que poda sentir rastros de fuego
donde su abrasadora mirada se haba posado en mi carne. Empec a
temblar mientras senta una humedad entre mis piernas que no tena
nada que ver con el sudor que de repente estall por mi cuerpo.

Deslizndome hacia la cama, me sub a caballo encima de Ice


brevemente antes de acabar entre su cuerpo y la fra pared detrs de
m. Me las arregl para tirar de m misma y sentarme con las piernas
cruzadas sobre la estrecha cama, con mis rodillas solo acariciando la
clida y suave carne de Ice.

La mir a los ojos de nuevo, capturando un pequeo indicio de


vulnerabilidad que no haba estado ah antes. Mi corazn se llen hasta
rebosar.

Acarici su cuerpo una vez ms antes de mirarla a los ojos y sonrerle


suavemente.

Te amo, Morgan Susurr alcanzando sus labios con un dedo y


acaricindolo. Ella frunci sus labios ligeramente, besando mis dedos
antes de relajarse con una sonrisa que haca juego con la ma.

Mi dedo recorri sus labios una vez ms, y luego recorr sus pmulos
afilados antes de alisar sus cejas expresivas y llegar a su frente,
acariciando la franja del pelo que la cubra.

Mi toque era suave y poco exigente, lleno de tanto amor y devocin


como poda dar.

Recorr su delicada oreja y mi sonrisa se profundiz a medida que vi un


escalofro recorrer su largo cuerpo con la periferia de mi visin.

Haba cado en el ocano claro de sus ojos y no poda romper el


contacto aunque mi vida dependiera de ello. Vi cruzar muchas
emociones sus ojos. Era como si estuviera viendo su alma a travs de su
cuerpo.

Mis dedos continuaron su camino serpenteante mientras aprenda su


cuerpo por mi tacto, con mis ojos en sus ojos, y nuestras respiraciones
unidas.

Me deslic por su elegante y fuerte columna hasta su cuello, lleno de


tendones y latiendo en una bienvenida. Sus hombros fueron los siguientes,
y luego el clido valle entre sus pechos.

Sus ojos se oscurecieron mientras acariciaba la parte inferior de uno y


luego el otro, alimentndome de sus emociones a travs de su intensa
mirada. Rode sus pezones duros y tensos por mis caricias, acaricindolos
muy ligeramente y viendo como sus labios se abran en un nico y
silencioso suspiro que escap de ellos.

Acarici ms abajo, por la suavidad que cubra su vientre, que suba y


bajaba sobre los msculos que cean su torso. Mi mano lleg hasta la
tela de encaje de sus braguitas y su pecho se expandi con el aliento
que repentinamente tom. Met un dedo bromeando bajo su tela,
recorriendo a lo largo de la costura de una cadera y la otra, y luego la
otra de nuevo.

Sacando mi dedo, continu bajando deslizndome sobre el material de


seda hasta que mi mano la tom. Sus muslos se abrieron
involuntariamente y cuando mis dedos se deslizaron sobre la curva suave,
caliente y hmeda de su cuerpo, sus caderas se sacudieron mientras
gema compartiendo su placer a travs de su mirada ardiente.

Pude sentir la disposicin a travs de la seda de sus bragas y me moj en


anticipacin de lo que estaba a punto de hacer.

Mi dedo baj de nuevo, aunque esta vez fue por debajo del elstico de
su pierna derecha. Un sonido casi como un gemido sali de sus labios
mientras me acercaba al lugar que tanto necesitbamos las dos. Dios,
estaba tan mojada y abierta que casi me desmayo del hambre de
poseer este regalo que no tiene precio.

Met mis dedos en su deseo, sin romper el cruce de nuestras miradas, la


mirada de su placer lagrime a travs de m como un reguero de plvora.
Sus ojos brillaban con una luz interior, tentndome ms profundo en
contra de mi voluntad consciente. Con cada golpe de mi dedo, me sent
como si el contacto fuera en m tambin y mi cuerpo respondi, sin poder
evitar verme imbuida en su deseo.

Entr en ella rpidamente, incapaz de hacer otra cosa, y ella dej


escapar un suspiro mientras sus caderas respondan al empuje contra mi
mano, empalndose ms mientras me capturaba y me sostena cerca.

Juntas trabajamos en el ritmo, mirndonos profundamente a los ojos


como si estuviramos compartiendo un alma en dos cuerpos, los cuales
estaban en llamas por la necesidad.

S suspir mientras la vea subir a la cima de nuestra mutua creacin.

Sus ojos se abrieron con prpados pesados.

No cierres los ojos. No me dejes fuera. Comprtelo conmigo. Por favor


dije usando mi voz a la par que nuestros movimientos compartidos,
hacindola elevarse y ser libre.

Ella me aliment con su clmax con los ojos abiertos clavados en m y


llevndome con ella en su vuelo al cielo. Mi mundo entero se convirti en
cielo azul. Fue una experiencia para el alma, su vulnerabilidad y su total
apertura a m en ese brillante segundo fue el regalo ms precioso que he
tenido en mi vida.

A medida que nuestras respiraciones comenzaron a estabilizase, me di


cuenta de que el gran ocano de sus ojos azules estaban cargados de
lgrimas. Mi corazn dio un salto en mi garganta y me acurruqu ms
cerca de ella, abrazndola y rocindola de besitos.

Oh, no llores. Oh Dios, por favor no llores, Ice!

Ella no emiti ningn sonido. Sus sollozos no estremecieron todo su cuerpo.


Sus lgrimas eran silenciosas. Pero respondi a mi creciente abrazo,
sostenindome contra ella casi convulsivamente mientras las lgrimas
cubran la piel de mi cuello.

Despus de un largo rato en silencio, el mundo giraba a mi alrededor, y


de nuevo me sent presionada contra la cama aprisionada por una Ice
apasionada. Su boca se encontr con la ma sin dulzura y prob el sabor
salado de las lgrimas en sus labios mientras su lengua teja hbilmente
su camino a mi alrededor.

Haba una urgencia en sus movimientos mientras senta que se quitaba


sus braguitas. Cuando se recost de nuevo contra m, montando mi
pierna, yo gema en voz alta ante la humedad que recubra mi muslo.

Ice gru en respuesta, su mano se desliz rpidamente por mi cuerpo,


con su peso cambiando ligeramente de modo que mis muslos se abrieron
ms debajo de ella. Sus dedos se abrieron paso entre nuestros sudorosos
y pegados cuerpos mientras segua besndome con una intensidad
salvaje, tan primitiva que podra haber resultado aterrador si no hubiera
sido tan excitante.

Arranc sus labios de los mos al mismo tiempo que entraba en m,


enterrando la cara en mi pelo y gimiendo mientras empujaba
profundamente en mi interior, usando su peso y el movimiento de todo su
cuerpo para agregar poder a sus movimientos.

Jade cuando me llen de repente, apretando mis ojos con fuerza


contra la invasin, gimiendo profundamente con la garganta ante la
presin y la sensacin de sus largos dedos acariciando y empujando
contra m.

Sudando copiosamente deslizamos nuestros cuerpos uno contra el otro


en un ertico baile. Ice grua suavemente contra mi odo. Mis splicas
en gemidos se aadan a la meloda. El latido del corazn era fuerte
contra mi odo. Su murmullo, primero suave, luego gutural an ms fuerte.
Sus golpes se hicieron ms largos y duros mientras se sacuda contra m,
plegando la sbana debajo de mis omplatos y tirando la almohada al
suelo del pequeo remolque.

La inst a ms, querindolo, necesitndolo. Siempre ms. Estaba tan


cerca Pude ver el precipicio pintado en el interior de mis prpados. Ella
respondi al instante, con todo su cuerpo en movimiento. Sus suaves
gruidos me indicaron que ella estaba al borde. En lo que pareca el
ltimo segundo, desliz otro dedo dentro de m, estirndome
ampliamente, llenndome por completo.

Saba que el momento se acercaba. Su cuerpo se estremeci y su mano


se convulsion como una garra en mi interior mientras sus afilados dientes
se hundieron en mi hombro. Yo grit. Sus dedos se presionaron contra el
lugar donde los necesitaba y me dispar como un cohete, con mi propio
estremecimiento ms dulce bajo su cuerpo pesado y musculoso.

Con un ltimo y bajo gruido, se desplom sobre m mientras el


movimiento de su respiracin causaba ahora que sus movimientos
flccidos se movieran dentro de m, desatando un hormigueo de
sensaciones que se me subi a la cabeza y baj hasta los dedos de los
pies.

Suspir de felicidad y ella respondi acaricindome ms cerca, besando


la marca que haba hecho en mi hombro antes de meterse en mi pelo y
limpiar el sudor de mi cuello con movimientos largos y lnguidos de su
lengua.

Oh, dulce Jess Gem mientras sus dedos se retiraban de m para


moverse hacia arriba y acariciarme con suavidad, pero con certeza que
era embriagador para mis aturdidos sentidos.

Gir la cabeza necesitando desesperadamente conectar con ella. Ella


se aferr a mis labios, besndome con una ternura que era la anttesis de
nuestro acoplamiento anterior, pero no menos excitante por ello.

Cambiando de nuevo, se acerc a cuatro patas, a caballo entre mis


caderas con sus rodillas, todo ello sin romper el beso de infarto, ni su tierna
caricia ertica.

En una muestra de control supremo, levant la mano libre de su lugar al


lado de mi cabeza y captur mi mano, deslizndola hacia abajo, a su
torso empapado y hasta su apertura caliente. Soltando mi mano para
que continuara su propio camino, se desplom de nuevo en sus codos,
gimiendo suavemente en mi boca abierta mientras exploraba su
suavidad. Acopl sus movimientos contra m lo mejor que pude. Debo
decir, que sin embargo fue muy difcil, ya que tena todo mi cuerpo bajo
su seductor control. Me senta como una marioneta en un teatro de tteres
para adultos. Dej de intentarlo tan duro y di rienda suelta a mi mano.
Cuando abri la boca y se apret contra m, supe que mis instintos haban
sido acertados. Sin embargo, no tuve tiempo para regodearme mientras
sus caricias se volvan ms insistentes y persuasivos. Mis propios sonidos de
placer llenaron el aire de la noche. El final lleg rpidamente. Las dos
estbamos muy preparadas para ello. Yo alcanc el clmax primero y ella
se coloc sobre m para conseguir lo que necesitaba de m, durante ese
eterno minuto de cegadora pasin.

Cuando todo termin, se coloc entre la pared y yo. Con facilidad, se


volvi manejable, su cuerpo sin tensin puso mi espalda contra su pecho.
Deslizando un brazo alrededor de mi cintura, tir ligeramente hasta
ajustarnos perfectamente juntas, como dos piezas de un rompecabezas
humano.

Te amo, mi ngel Susurr ella besndome en la parte de atrs de mi


cuello.

Yo tambin te amo, Ice murmur temblando de calor mientras ella


acariciaba mi cuello.

En cuestin de segundos, nos quedamos dormidas, una contra otra,


pasando la primera noche juntas en los brazos de la otra.

Mi sueo se haba hecho realidad.


Captulo 13

M
e despert a la maana siguiente con el sonido de un corazn
latiendo de manera constante en mi odo y el tacto de dedos
suaves trazando patrones sin sentido sobre mi espalda.
Parpade hasta abrir mis ojos para encontrarme con los suaves ojos
azules centrados en mi cara. Ice sonri.

Buenos das.

Su cabeza se inclin mientras miraba el reloj que colgaba sobre el lavabo.

Casi las ocho. Dormiste bien?

Bostezando de nuevo, apoy la cabeza en el pecho caliente de Ice con


un ruido sordo.

Las mejores tres horas de sueo que he tenido en mi vida.

Su risa retumb en mis odos, vibrando por todo mi cuerpo. Habamos


despertado dos veces ms durante la noche para hacer el amor. La
segunda vez haba sido cerca al amanecer. Si el remolque tuviera
ventanas, me habra encantado ver la salida del sol con ella, pero ya que
no haba ventanas, realizamos nuestro pequeo ritual. El toque suave de
Ice en mi espalda me estaba dando sueo otra vez.

Mmm. Estaba teniendo un sueo maravilloso.

Ah, s?

S. T y yo estbamos sentadas en el porche de mi cabaa junto al lago,


observando la puesta del sol sobre el agua. Poda oler los pinos en la brisa
y escuchar cmo los grillos y las ranas salan a jugar. Fue maravilloso.

Pude sentir a Ice endurecerse bajo m mientras su corazn elevaba su


ritmo. Me deprim, maldicindome a m misma llamndome tonta de
quince formas distintas.
Por qu tuviste que decir nada, ngel? Acabas de arruinar la maana.
Bien hecho, chica.

Pero Ice se relaj de nuevo, su mano regres donde haba estado,


trazando lneas por mi espalda.

Parece un sueo agradable.

Cuando levant la vista, vi esa mirada de tristeza casi infinita en sus ojos
una vez ms, y en ese momento habra dado cualquier cosa, incluso mi
oportunidad de libertad, incluso mi oportunidad de amarla, por alejar su
tristeza para siempre. Parpade y la mirada se fue, alejando los demonios
que atormentaban su alma.

Lo siento Susurr.

Su sonrisa era tan triste como lo haban sido sus ojos haca un momento.

No lo sientas. Los sueos a veces son lo nico que hace que este lugar
sea soportable.

Y de nuevo, la siguiente pregunta sali de mi boca sin mi permiso.

Sueas?

A veces.

Sobre qu?

Nada tan bonito como lo tuyo. Mayormente sobre los que he herido o
matado. Sus familias.

Eso no son sueos, Ice. Son pesadillas.

Pude sentir su encogimiento de hombros por debajo de m.

No ms de lo que merezco.

Suspir.
Ice, ya te lo he dicho antes. La culpa puede ser algo bueno. Se pueden
dejar de repetir errores. Pero no puedes dejar que controlen tu vida. Si lo
haces, nunca sers capaz de vivir.

Eso es fcil de decir, ngel. Pero es mucho ms difcil de hacer.

Lo s.

Aunque me has dado algo.

S?

S. Esperanza. De que un da encontrar una forma de lidiar con mi ira.


De que no llegar a ser esa persona que era antes de conocerte Su
sonrisa fue ms brillante al alborotar mi pelo despeinado por el sueo.
Realmente eres mi ngel, sabes?

Sell sus palabras con un beso.

* * *

Cuando el golpe vino a poner fin a nuestro maravilloso da, ya estbamos


listas con los paquetes en la mano y los uniformes naranjas una vez ms
cubriendo nuestros cuerpos.

Me senta cansada, agradablemente dolorida y delirantemente feliz.


Habamos hecho el amor una vez ms antes de salir de la ducha. El
espacio reducido, y los frotamientos entre nuestros cuerpos, desataron
nuestra pasin una vez ms hasta que no pude ni respirar, mucho menos
pensar en moverme.

Finalmente, nos secamos y nos vestimos. Luego recogimos nuestras cosas.


La ropa se dejara junto con nuestros efectos personales en la enorme
sala de almacenamiento junto a la oficina del Alcaide. Mi nueva pieza
de arte de bonsi, ya que no poda conservarlo en mi celda, residira en
la biblioteca, donde podra verlo a diario. Ice prometi ensearme cmo
cuidarlo yo misma. Llaves se deslizaron en la cerradura, y la manija se gir.
La luz brillante del sol se filtr hacia nosotras causndonos una mueca de
dolor en contraste con la penumbra del remolque. Sandra nos salud con
una amistosa sonrisa. Yo sonre con gratitud de vuelta, ms all de la
felicidad con su parte en esta maravillosa experiencia para m. Tomando
nuestra ropa y metindola bajo el brazo, Sandra nos llev de vuelta por
el pasillo vallado hacia la prisin adecuada.

Despus de entrar en el hmedo edificio, la guardia de la puerta nos dio


unas palmaditas, luego Sandra nos acompa por el largo pasillo hasta
la sala principal. Los sonidos de las charlas y el rpido avance de los
cuerpos era casi abrumador despus de nuestro corto interludio en el
triler. Parpade, tratando de orientarme de nuevo.

Un ruido bajo son a mi izquierda, que fue ganando volumen y hasta que
me pregunt, sin comprender, quin habra permitido tener un pjaro
dentro de la prisin. Entonces vi un destello de color naranja y blanco que
se me acerc desde atrs, casi hacindome caer el bonsi mientras
Cassandra llegaba corriendo hacia m, con la boca abierta emitiendo un
horrible chillido, mientras sus brazos y piernas esposadas tintinearon por el
peso de las cadenas. Me qued all, en silencio preguntndome cmo se
mova tan deprisa, esposada como estaba, antes de que Ice me hiciera
a un lado, interponindose entre la banshee24 gritona que se diriga a
nosotras y yo.

Normalmente, puede que en algn nivel, resintiera la protectora postura


que Ice tom, sabiendo que poda cuidar de m misma muy bien ya. Pero
Cassandra era, como se suele decir, de otra pasta a la que estaba
acostumbrada, y acept la proteccin de su fuerte espalda con gratitud.

Me empujaron ms lejos, cuando Sandra tiraba la ropa que llevaba en


sus brazos hacia la puerta del guardia, y se mova para ponerse al lado
de Ice, protegindome ms de la inminente explosin rubia, que vena
con furia loca hacia nosotras.

Cassandra sigui avanzando, con las manos en jarras a la altura del


pecho mientras su chillido continuaba sin cesar. Las presas asustadas se
quitaron del camino para dejarla pasar, mientras sus guardas la
perseguan, con la cara roja y jadeando.

Ice dio un paso adelante, interceptando a la enfurecida mujer.


Cassandra golpe el pecho de mi amante con las manos esposadas,

24
Banshee: Son espritus femeninos que, segn la leyenda, se aparecen a una persona para anunciar con
sus gemidos la muerte de un pariente cercano. Son consideradas hadas y mensajeras del otro mundo.
gritando obscenidades en voz muy alta. Por lo que pude captar, tanto
mis ancestros como lo que podra haber hecho para ganarme la vida
antes de ser encarcelada, estaba siendo cuestionado. Entonces, su
cabeza se gir, sus ojos de color chocolate, chispeantes y enloquecidos,
se encontraron con los mos y no tuve duda.

Ests muerta, Angelita. No eres ms que una puta que ha apartado a


mi preciosa Ice lejos de m. Te ver en el infierno, ngel. Me escuchas?

Aunque estaba bien protegida, tanto por Sandra como por Ice, no pude
evitar que el miedo me recorriera ante sus insultantes gritos. Si haba
alguien en la crcel que poda fcilmente llevar a cabo sus amenazas,
era Cassandra. Aun as, me tragu el miedo determinada a no darle la
satisfaccin de saber que haba penetrado en mis defensas.

Las otras dos guardias capturaron a Cassandra finalmente, agarrndola


por su delgada cintura y sus hombros, y apartndola con fuerza lejos de
Ice. Ella se neg a renunciar a su agarre y se escuch un sonido rasgado
fuerte mientras el uniforme de Ice se comenzaba a rasgar bajo la presin
de su enloquecida fuerza.

Ice levant las manos, agarrando las muecas esposadas de Cassandra.


Golpeando sus pulgares sobre los nervios sensibles bajo la piel de Psycho,
la oblig a soltarla, y la mujer se retir gritando, silbando y escupiendo
como un gato salvaje en la trampa de un cazador.

Llama al hospital Sandra grit hacindose or por encima de los


aullidos de Cassandra. Creo que es hora de su dosis.

Despus de que las mujeres se la llevaron a rastras, la guardia se gir


hacia m con preocupacin en sus ojos.

Ests bien?

Qu? Oh, s. Bien Dej escapar una pequea sonrisa temblorosa.


Supongo que debera sentirme halagada, no? Parece que me he
convertido en su enemigo pblico nmero uno.

Sandra me dio unas palmaditas en el hombro.


Si Dios quiere, ella estar en el hospital durante ms de 24 horas esta
vez. Cuando regrese, mantendremos una estrecha vigilancia sobre ella.

Cmo hicisteis hace un momento? Casi dije en voz alta antes de


pensarlo mejor.

En cierto modo, Cassandra era como un cerdo puesto a punto para la


feria del condado. Pareca casi imposible que evitara hacer algo una vez
que tena la mente puesta en ello. Tendra que mantener un ojo abierto
y protegerme lo mejor que pudiera.

Gracias le dije finalmente.

Ice regres, sin molestarse en acomodarse el uniforme que haba sido


arrancado totalmente por su pecho. Mis ojos se vieron atrados hacia la
curva de sus pechos medio visibles bajo la tela de su escote.

Lo siento dijo ella en voz baja, totalmente inconsciente.

Ey, no hay problema. Al menos no ha sido a m a quien ha rasgado la


ropa.

Ice mir a su escote descubierto, luego me volvi a mirar a m y se


encogi de hombros. Su mirada era decidida mientras se clavaba en la
ma.

Sonre.

Estoy bien. En serio. Entre t, las Amazonas, Corinne y las guardias, tengo
ms ojos en m que una estrella de Hollywood.

Ice arrug la cara por mi analoga comenzando a rerse de m. Sandra y


la guarda de la puerta se unieron y pronto, el susto de las amenazas de
muerte de Cassandra se apart de mi mente.

Tan pronto como la zona estuvo despejada, Sandra nos condujo hasta
nuestras celdas.

* * *
El verano volvi a alejarse, dando lugar rpidamente al invierno. Las
cosas siguieron casi igual que antes en el Pantano. Las pandillas se
mantuvieron tranquilas, dejando a las Amazonas libertad para perseguir
otros intereses, sean cuales fueran.

Despus de su disputa, Sonny, que siempre pens que tena algo de


masculina y Pony, empezaron a cortejarse de una manera divertida, a la
antigua. Y yo, siendo la escritora del grupo, fui requerida para escribir
notas de amor para ambas. Me sent como un tipo de moderno Cyrano
de Bergerac25, sin la nariz grande, pero eso contribua a que el tiempo
pasara ms rpido, as que lo hice con mucho gusto.

En una tarde de jueves en medio del invierno, Phyllis vino a buscarme a


la biblioteca para decirme que tena una llamada de telfono. Donita,
sonando fra y serena como siempre, me dijo que tena algunas noticias,
aunque no divulg mucho ms del tema y pidi reunirse conmigo a la
maana siguiente. Yo, por supuesto, estuve de acuerdo. Ni qu decir
tiene, que el jueves por la noche el sueo fue casi inexistente.

Pas la maana del viernes en la sala de visitas, retorciendo la tela de mi


uniforme en nuevas e interesantes formas abstractas mientras trataba de
calmar los nervios de mi estmago.

Finalmente la puerta se desbloque y se abri, y mi abogada,


impecablemente vestida y preciosa como siempre, entr con un brillo en
sus ojos.

ngel Salud apretando mi mano calurosamente. Es bueno verte


de nuevo. Ven, sintate conmigo en la mesa. Tengo algunas noticias.

Pronto las dos estuvimos sentadas y bebiendo el agua fra que los
guardias haba proporcionado con tanto cuidado (a peticin de Donita).
Abriendo su maletn, sac un grueso expediente con mi nombre
estampado en la portada.

Los tenemos dijo ella con una sonrisa de triunfo.

25
Cyrano de Bergerac: obra del poeta y dramaturgo francs Edmond Rostand, basada en la vida del
soldado y poeta Cyrano, con una nariz ridculamente grande. Est enamorado de su prima Roxane, que a
su vez est enamorada de otro, que a diferencia de Cyrano es guapo, pero no posee su ingenio, por lo que
Cyrano pacta con l escribirle cartas de amor a Roxane.
Mi corazn se salt un latido.

Qu quieres decir exactamente?

Tenemos tres grandes puntos enormes aqu. Y cuando digo enormes,


me refiero a enormes.

Abriendo la carpeta, sac varias hojas y las coloc sobre la mesa para
que yo pudiera leerlas fcilmente. La primera era una sencilla recepcin
de hotel. La mir interrogante.

Recuerdas a tus vecinos, los Gracesons? Dos de los testigos estrellas


de la fiscala en el juicio?

Asent en un gesto, recordndolos. Tom y Maggie Graceson tenan el


testimonio de que me haban odo discutir con Peter y amenazarlo la
noche de su muerte. No recordaba todos sus argumentos, pero su
testimonio fue convincente y obviamente el Jurado los crey.

Qu pasa con ellos?

Bueno, si tu abogado, a quien estoy considerando seriamente ponerle


una demanda para inhabilitarle, se hubiera molestado en hacer una
investigacin ms minuciosa, habra descubierto al igual que hice yo, que
los Gracesons ni si quiera estuvieron en casa la noche que muri tu
marido. Estaban en este hotel, participando en algo que probablemente
no querran que se divulgara.

Qu quieres decir?

Son swingers.

Swingers? le pregunt completamente perdida. Los nicos swingers


que conoca eran bailarines. E incluso si no eran muy buenos, no vea
como eso sera algo embarazoso para ellos.

Ella sonri ante mi ingenuidad.

No ese tipo de swingers. Me refiero al tipo donde los casados hacen


intercambios de pareja. Sexualmente Mis ojos se debieron haber
abiertos como platos, porque se tap la boca por la risa que se le
escap. Exactamente. Al parecer, a partir de lo que me enter de otros
miembros de ese grupo en particular, los Gracesons estaban molestos
porque le haban pedido a tu marido que se uniera a ellos. Y Peter les dijo
que t no estabas por la labor. Parece que a Tom le gustabas de esa
manera especial Me gui un ojo. Y Maggie estaba muy atrada por
tu marido.

Ests bromeando!

Nop. Recuerdas alguna conversacin de ese tipo entre Peter y t?

No, para nada! Por supuesto lo habra rechazado si me lo hubiera


pedido, pero nunca me lo pidi.

No crea que lo hubieras aceptado. Al parecer, la noche de la muerte


de Peter, les haba contado a Tom y Maggie que t finalmente habas
consentido intentarlo, ellos alquilaron un cuarto en algn lado y l dara
una vuelta por la casa y te recogera. Por supuesto, eso nunca sucedi.

Dios mo Inhal. No puedo creer esto Negu con la cabeza con


la ira creciendo dentro de m. Testificaron contra m porque Peter les
haba mentido!?

Eso parece.

Increble!

Ella puso una mano tranquilizadora en mi mueca como si pensara que


yo estaba a punto de explotar por la rabia.

Ese es solo un punto.

Hay ms? Apartando la nota de la recepcin del hotel, Donita me


acerc una hoja de papel. Pareca ser una hoja de tratamiento de la Sala
de Emergencias. Te acuerdas de esto?

Mir la fecha y asent con la cabeza recordando el incidente.

Peter haba llegado a casa del trabajo, y haba intentado conseguir que
saliera a un bar con l. Cuando yo me negu, teniendo que madrugar
para comprar algunas cosas antes de trabajar a la maana siguiente, me
golpe severamente, causndome moretones en las costillas y
fracturndome la cuenca del ojo. Logr llamar a un taxi que me llev a
la Sala de Emergencias, convencida de que tena un derrame interno.
Gracias a Dios no haba sido el caso, pero aun as me senta como si me
hubiera arrollado un camin. Record haberle dicho al personal de
Emergencias que me haba cado por las escaleras. Las miradas en sus
ojos me decan que no me crean, pero no insistieron en el tema.

Lo recuerdo Me sonroj avergonzada.

En uno de sus poco frecuentes argumentos, tu abogado trat de


presentar esto como una evidencia de malos tratos de Peter. La fiscala
por lo que sea, lo desestim como irrelevante y el juez accedi a que se
suprimiera.

Suspir.

Les dije que me ca por las escaleras Murmur hacia la mesa.

S, lo s. Est en el informe. Pero mira el ltimo prrafo.

Acercando ms la hoja, le lo que pona. Al parecer, haba estado en lo


cierto. El personal mdico crea que fui vctima de una paliza y adems,
a menos de mi marido.

Mir a Donita.

Por qu l nunca me dijo nada?

No lo s. Pero la ley dice que cuando un miembro del personal mdico


cree que ha habido un tipo de abuso, debe reportarlo a las autoridades
correspondientes, sin importar lo que diga la vctima o no.

Lo hizo?

S, lo hizo. Llen los formularios apropiados y los envi a la agencia


apropiada.

Pero nadie me contact al respecto.


No, no. Mi investigador sigui este caso y encontr que no haba sido
investigado. Tenan todo lo que necesitaban para abrir una investigacin,
pero simplemente nunca lo hicieron.

Pero, por qu no?

Me temo que no tengo la respuesta a eso tampoco. Pero lo que


importa, ngel, es que por derecho, esta evidencia no debi haber sido
suprimida. Incluso si el abuso no pudo comprobarse, por lo menos el
mdico debera haber sido llamado al estrado a declarar lo que haba
encontrado. Este documento demuestra que al menos hubo una
posibilidad de que estuvieras diciendo la verdad cuando decas que tu
marido te maltrataba. Hubiera sido una gran ayuda para probar tu caso.

Puse la cabeza sobre mis manos, con un suspiro que empaaba el poco
barniz que quedaba puesto en la mesa vieja.

Esto es muy raro.

Lista para el punto final?

Alc la cabeza para mirarla a los ojos.

S. Con fuerza tambin.

Un miembro del Jurado, su portavoz de hecho, se llamaba Robert Cort.

Lo siento, ese nombre no me dice nada.

No pens que lo hara. Mi investigador indag en alguno de los bares


que tu marido sola frecuentar, y se encontr a este mismo hombre que
result ser un colega de copas de Peter.

Por favor, dime que ests bromeando, Donita.

Nop. Y es algo bueno. Mira, cuando mi investigador habl con alguno


de los otros clientes del bar, le dijeron que la noche despus del asesinato
de Peter, Robert jur que encontrara la manera de formar parte del
Jurado y cito: condenar a esa zorra.

l qu?!
Eso es lo que dicen los testigos. Tenemos declaraciones juradas de
cuatro de ellos. Todava no sabemos cmo consigui formar parte del
Jurado, pero cuando sacamos su declaracin, nos dimos cuenta de que
minti muy convincentemente para entrar.

Dios.

Pero hay algo peor. Cuando encuestamos a los miembros del Jurado,
solo haba dos mujeres que haban sido convencidas de tu inocencia
cuando fueron a deliberar. Ambas me afirmaron personalmente que
fueron intimidadas para que cambiaran sus votos por el portavoz, Robert
Cort.

El sonido de mi mano golpeando la mesa son ruidoso en el pequeo


cuarto.

Entonces por qu nunca se lo dijeron a nadie?

Los ojos de Donita eran compasivos.

Dijeron que tenan miedo de dar la cara. As que no lo hicieron.

Por qu hablan ahora? No pude evitarlo. Mi voz estaba llena de la


amargura de mi corazn.

Ambas estn siendo carcomidas por la culpa, ngel. Ambas nos han
dado declaraciones sobre lo sucedido y estn dispuestas y listas para
testificar en un nuevo juicio. Saben que han cometido un error, y estn
dispuestas a tratar de rectificarlo.

No les importa que su error me cost cuatro aos de mi vida?!


Lgrimas amargas salieron de mis ojos acompaando mis palabras,
inundando mis ojos y recorriendo mis mejillas, empapando la mesa
debajo de m en un torrente de ira.

Donita rode la mesa y puso un brazo alrededor de mi hombro. Su piel


era suave y clida. El ligero aroma de su perfume me tranquiliz incluso
cuando mi mente era un torrente de afliccin. Durante los cuatro aos
que haba pasado en el Pantano, nunca me haba entregado a la
autocompasin sobre los acontecimientos que me llevaron a estar aqu.
Pero me pudo saber que mi libertad me haba sido arrebatada por una
combinacin de un abogado incompetente, un sistema de proteccin
fallido, un matn y dos mujeres cobardes. No poda evitar sollozar al
pensar en todo lo que podra haber sido.

Una guardia que estaba vigilndonos a travs de la ventana de vidrio


reforzada puesta en una de las paredes, entr en la sala de visitas con
una caja de pauelos que dej sobre la mesa. Donita se lo agradeci
amablemente y la guardia asinti, luego se fue. Saba que mi episodio de
llanto llegara a la red del Pantano en menos tiempo que me tomara
escribir esta frase.

Un brazo oscuro se apart de nuestro abrazo y me entreg un pauelo


de papel. Me sequ los ojos con l, luego se ech para atrs y me dej
respirar, sintiendo la presin en mi cabeza aliviarse un poco. Me senta
agotada.

Lo siento murmur.

Donita me sonri.

No es necesario que te disculpes. Si hubiera sido yo, probablemente


habra destrozado esta sala Mir a su alrededor. Aunque si te digo la
verdad, eso podra haber mejorado las cosas.

Eso provoc una sonrisa sorpresa en m y ella me devolvi la sonrisa,


entregndome otro pauelo, tirando el utilizado en una papelera que
haba casi desbordada cerca de la mesa. Tom un largo y estremecedor
aliento, luego lo dej escapar lentamente.

As que dije limpiando mis lgrimas de la mesa. Qu hacemos


ahora?

Bueno, he hablado con el fiscal sobre desestimar la condena juntos.


Pero es un tipo duro que lleva su pin de la iglesia en su solapa. No ceder.
Sigue convencido de que an tiene caso contra ti. As que He fijado
una fecha para hablar con uno de los jueces de apelacin del distrito.
Ser en dos semanas. Le presentar estas nuevas pruebas y veremos qu
dice.

Qu crees que dir?


Estara loco si no sobreestimara la sentencia dictada, ngel. Es una
evidencia condenatoria. Especialmente de manipulacin del Jurado. El
fiscal no lo dejar ir, sin embargo. As que incluso si el juez decide hacer
lo que debe y revoca su condena y la sentencia, el Estado exigir un
nuevo juicio Ella puso mi mano en mi mueca. Qu piensas t de
eso? Crees que puedes pasar por eso de nuevo?

Me mir a los ojos, sabiendo que eran intensos.

Donita, para que mi nombre salga limpio de esto, ira incluso al infierno
Mir hacia abajo en la mesa de nuevo. No importaba mucho antes.
Peter estaba muerto. Yo lo hice. Pens que me lo mereca. Pero esto
esta parodia ha cambiado mi forma de pensar.

Donita sonri.

Ice tena razn sobre ti.

Sobre qu?

Dijo que eras una luchadora con corazn de len.

Sent que mis ojos se abran como platos.

Ice dijo eso? Sobre m?

Claro que s. Por eso acept venir y hablar contigo para empezar. Ice
no hace cumplidos a la ligera, como sabes Su clida mano me apret
la mueca. Ella tiene mucha fe en ti, ngel. Y te ama profundamente.

Pude sentir mi rubor quemando mi cuello, en mis mejillas y orejas mientras


se extenda por mi rostro. Agach la cabeza de nuevo.

Yo la amo mucho tambin.

Lo s.

Segu la humedad en la mesa de nuevo.

Yo mmm lo siento Donita.


Lo sientes por qu, ngel?

Mi rubor se intensific. Maldije mi piel clara.

Ice mmm me dijo que vosotras mmm

Te dijo que fuimos amantes en el pasado?

Sip. Algo as.

Y te preocupa que las dos estis juntas ahora y yo est aqu para
verlo?

S Si hubiera podido hundir mi silla en el suelo en ese momento, lo


habra hecho.

Su mano se acerc y tom mi barbilla, poniendo al mismo nivel nuestras


miradas.

ngel, nunca te disculpes por ser feliz. Y nunca te disculpes por hacer
feliz a Ice.

Pero

Nada de peros, ngel. Ice es una persona muy importante para m.


Verla tan feliz me alegra mucho. Lo mo con Ice no estaba destinado a
ser. Siempre lo supimos mientras estuvimos juntas Ella sonri. Aun as,
en cierto modo formamos buen equipo. Ella hizo grandes esfuerzos para
mantener su vida personal en secreto para todos, incluyndome a m. A
pesar de que no debera haber sido una sorpresa descubrir lo que pas
con su arresto, lo fue. Por supuesto, nunca vivimos juntas y nunca
estuvimos en presencia de la otra durante largos perodos de tiempo. Aun
as me sent un poco culpable por no haber visto ningn tipo de seal que
debera haber visto. Y por supuesto, estaba muy enfadada.

Puedo entender eso. Yo tambin lo habra estado.

Ella extendi las manos.


Y cuando ella no me dej defenderla, ms Ella suspir. Eso casi
termina nuestra amistad Entonces sonri. Me alegro de que no fuera
as. Y tambin me alegro de que esto me diera la oportunidad de
conocerte. Eres un alma buena, ngel. Y son malditamente pocas las que
nos rodean. As que, deja de preocuparte y por amor de Dios, deja de
sonrojarte. Todo est bien, de acuerdo?

Leyendo la absoluta sinceridad en sus ojos, asent.

Gracias.

Donita me gui un ojo.

No hay problema, ngel. Ninguno.

Alejndose de m, se fue hacia el otro lado de la mesa, metiendo mi


archivo en su caro maletn de cuero, y cerrndolo con seguro antes de
cogerlo.

Nos veremos en un par de semanas o antes, de acuerdo? Solo trata


de tomarlo con calma y reljate. Permteme preocuparme por las dos.

Le lanc una media sonrisa, la mejor que poda ofrecer.

Lo intentar con mi mayor esfuerzo.

Hazlo. Adis por ahora.

Con una ltima sonrisa y un saludo con la mano, se alej dejndome sola
en la sala de visitas, con tan solo mis lgrimas y pensamientos por
compaa.

* * *

Actu como todos llaman el estilo de Ice y me escond en mi celda


despus de que finalmente arrastr mi culo agotado de la sala de visitas.
Por alguna razn, las lgrimas de frustracin, de ira y de pena,
simplemente no parecan querer dejar de caer.
Critter se acerc para hablar, pero yo permanec hosca y poco
comunicativa y finalmente se rindi con frustracin, dejndome en mi
soledad forzada.

Deb caer en un sopor de agotamiento mental, porque lo siguiente que


supe cuando abr los ojos es que Ice estaba de pie casi dentro de mi
celda, con preocupacin que pareca emanar de todos sus poros.

Ests bien?

Logr una dbil sonrisa.

He estado mejor.

Quieres hablar de ello? pregunt desde su posicin junto a la


puerta.

Y de repente, lo hice.

Al ver mi expresin, se acerc rpidamente y se sent en la cama,


envolvindome en un largo abrazo que en gran parte alej mi dolor.
Apoy la cabeza contra su pecho y dej que las lgrimas cayeran de
nuevo. Solo que esta vez, parecan lgrimas de sanacin en lugar de
dolor.

Ice me meca suavemente dentro de su abrazo, pareciendo saber qu


tipo de lgrimas eran. Normalmente, mi llanto le angustiaba mucho.
Ahora, sin embargo, ella esperaba en silencio que la tormenta amainase,
contenta solo por estar ah para m. Era una fuerza silenciosa que me
apoyaba ms de lo que podra expresar en palabras.

Despus de varios minutos, finalmente me apart limpiando mi cara sucia


con el dorso de mi mano.

Luego, despus de unas pocas inhalaciones, solt toda la historia sin dejar
nada fuera. La expresin de Ice se volvi tormentosa, pero no tuve miedo
de ella, sabiendo que su ira estaba dirigida contra los que me haban
hecho esto. Ella gru con frustracin, con los puos cerrados intilmente
contra un enemigo que saba que tendra que manejar por m misma.
Por supuesto, el lado bueno de todo esto Comenc tomando
suavemente uno de sus puos y relajndolo dentro del mo, es que va
a conducirme a que me concedan un nuevo juicio. Es un tipo de
evidencia que no pueden ignorar.

Ella gru en acuerdo.

Mientras estuve sentada ah, pensando en mis palabras, lo nico en lo


que pensaba es en mantener hasta el momento satisfactoriamente en lo
profundo de mi mente lo que me peda salir.

Consegu dejar de llorar, pero cuando me di la vuelta para mirar a Ice,


mis palabras fueron selladas por un dedo en mis labios.

No lo hagas dijo ella en voz baja.

Qu no haga qu? Murmur alrededor de su dedo.

No lo digas. Ni si quiera pienses en ello.

Cmo sabes lo que estoy pensando?

Lo s por la expresin de tu cara. Te ests preguntando si debes luchar


por esta oportunidad, porque si tienes xito y lo tendrs, significa que
saldrs de aqu. Y no sabes si quieres hacerlo por lo nuestro.

Sus ojos clavados en los mos, con una ceja levantada, me desafiaron a
decir lo contrario. No pude. Parpade, y luego mir hacia otro lado, con
rubor con aire de culpabilidad.

Tienes razn susurr.

Lo s. Te conozco y s cmo piensas. Y tambin s que no voy a permitir


que eches a perder esta oportunidad por m.

Ni si quiera por lo nuestro?

Sonriendo, me tom de la barbilla.

ngel, siempre habr un nosotras. Aqu o fuera de aqu, eso no importa.


Eres parte de m y siempre lo sers, no importa dnde ests.
Suspir, sabiendo que ella tena razn, pero todava con ganas de discutir
el problema. Lo malo es que no tena buenos argumentos para rebatir su
punto.

ngel, te has pasado los ltimos cuatro aos aqu, tratando de ver
dentro de m. Has intentado hacerme entender que la culpa no debera
controlar mis acciones. Esa es una leccin difcil de aprender, y no lo har
ms sencillo si renuncias a luchar por tu libertad.

No entiendo.

No? Si renuncias a luchar por lo que es correcto, esta lucha por la


libertad, por mi culpa

No tuvo que terminar la frase. El significado estaba muy claro.

Aunque era mi eleccin si luchar o no, si no luchaba siempre sentira la


culpa de esa decisin.

As que Supongo que quieres que luche, no?

Claro que quiero que luches, ngel. Este es tu billete para salir de este
agujero de mierda. Corre hacia ello y no mires atrs.

Despus de un momento, le sonre y apoy mi cabeza contra su


clavcula.

Est bien, instructora.

Nos acomodamos en silencio hasta que los gruidos de mi estmago nos


interrumpieron. Me sonroj de nuevo mientras Ice me acariciaba.

Bajemos a alimentar al monstruo antes de que la cafetera cierre y


mantengas despiertas a todas las reclusas con esos extraos rugidos.

Perezosamente volviendo a tomarme del brazo, permit que me


levantara. Con el movimiento, nuestras caderas se acariciaron
casualmente y bajamos a la cafetera para comer slo Dios saba qu.
Captulo 14

L
as siguientes semanas pasaron como un borrn lleno de noticias
decepcionantes. Donita llam dos veces para decirme que el juez
que tena previsto ver tena otros casos prioritarios sobre el mo. Era
difcil, esta prisa y espera era como una montaa rusa llena de emociones
para m. En un momento me senta arriba, dispuesta a comerme el
mundo. Al siguiente, estaba nadando en un mar de depresin, huyendo
de todo el mundo. Todo el mundo, hasta Ice, comenz a tratarme con
guantes de seda. Como si se alimentaran de mis emociones, las presas
tambin comenzaron a inquietarse. Haba una sensacin de tensin en
el Pantano, una tensin tan espesa que hasta yo, que estaba sumida en
mis cosas, poda sentirlo. Era casi como la poca antes de los disturbios,
cuando el estrs era tan espeso que poda cortarse con unas tijeras si
queras.

Ice estaba pasando tiempo extra en el taller de reparaciones, bajaba


cada da despus del recuento de la maana y no regresaba a su celda
hasta poco antes de que se apagaran las luces. Al parecer, Morrison
haba dado con una mina de oro con su fraude de autos robados y
estaba explotando las habilidades de Ice lo mximo posible. El poco
tiempo que tena libre, pareca querer pasarlo sola, o casi a
regaadientes, conmigo, a lo largo de esas largas semanas. Le estaba
pasando algo ms profundo, pero en mi mente cargada con mis propios
problemas, no me tom el tiempo suficiente para profundizar en ello.
Teniendo en cuenta todo lo que pas despus, dese con fuerza poder
volver atrs y hacerlo todo de nuevo de la manera correcta.

Una tarde, despus de cerrar la biblioteca, caminaba en silencio por el


oscuro pasillo hacia el corredor principal, con mis pensamientos en un
torbellino de emociones. Ms que nada, quera ver a Ice, y estaba
decidida a ir a su celda antes de hacer otra cosa.

Como por arte de magia, un brazo me captur y me llev a otra de las


puertas que estaban silenciosamente en el largo pasillo. Mis hormonas se
dispararon y una sonrisa cruz mi cara antes de la sensacin escalofriante
de la presin del metal contra mi cuello, congelndome la sangre en mis
venas.

Hola, putilla una voz cantarina son muy cerca de mi odo. Me


echaste de menos?

Psycho! Mi mente gritaba mientras trataba desesperadamente de


controlar mi respiracin.

Mantn la calma, ngel. Puedes encontrar una salida. Ten calma y no


reacciones a nada de lo que diga hasta que puedas usarlo a tu favor
Las palabras de Montana, Critter y Ice sonaban en mi mente como un
mantra tranquilizador, calmando un poco mis latidos.

Qu quieres, Cassandra? Una risa tintineante son detrs de m.

Y yo que pensaba que eras el cerebro de la relacin, zorra. No es


obvio lo que quiero?

Puedes simplemente explicrmelo? Para estar segura? Trat de


sonar tan boba y pattica como pude, sabiendo que a veces
funcionaba en gente como Cassandra. Pude sentir mi plan funcionando
cuando su suspiro roz mi pelo corto enmarcado en mi oreja. Su agarre
en el cuchillo se solt un poco y me prepar para la accin.

Oh, est bien dijo en tono reservado para la enseanza de


discapacitados mentales. Es muy sencillo, la verdad. Apartaste a Ice de
m hacindome cornuda, as que debes morir. Es lo suficientemente
claro para que lo entiendas?

S, creo que lo entiendo ya.

S? Bien Pude sentir su sonrisa contra mi mejilla mientras pona su


cabeza al lado de la ma. Una ltima peticin?

Slo una.

S?
Pisando su pie tan fuerte como pude, sub mis manos con fuerza, con los
dedos presion entre su brazo y mi cuello. Quitndomela de encima, baj
su brazo con toda mi fuerza.

Aleja tu maldito cuchillo de mi cuello!

Me di cuenta de que se sorprendi, porque la maniobra, aunque nunca


practiqu con un oponente con la intencin real de cortarme la cabeza
de mis hombros, funcion a la perfeccin. Despus de una fraccin de
segundo, sin embargo, pude sentir que empezaba a responder,
estabilizando su agarre en el cuchillo y girando su borde letal hacia el
interior.

Se oy un ruido sordo de un pao partindose y despus sent un chorrito


caliente correr por la izquierda de mi muslo. Aunque no poda sentir nada,
saba que me haba cortado. Mirando hacia abajo, vi el naranja de mi
mono oscurecerse rpidamente por la sangre que se filtraba de mi carne
cortada. Decidida a no darle otra oportunidad, llev mi otra mano a su
mueca, torcindola todo lo que pude. Ambas gruimos. El cuchillo se
solt, cayendo por el cuartito donde yo haba sido capturada.

Con reflejos rpidos de gato, Cassandra se lanz a por el cuchillo mientras


se caa al suelo. Estaba a un paso detrs de ella. Mientras ella agarraba
el cuchillo, mi pie baj una vez ms, esta vez golpeando tanto el cuchillo
como su pie con mi zapato.

Durante la lucha por el cuchillo, una puerta se cerr cerca detrs de


nosotras y Cassandra solt un grito de frustracin, y esperaba, que de
dolor, y que no fuera odo por el resto de la prisin.

Psycho luch como una loba, intentando liberar tanto el cuchillo como
su mano, pero yo no iba a permitirlo.

Djame ir, perra!

Deja el cuchillo y levantar mi pie, Cassandra.

Y una mierda! Volvi la cabeza y abri la boca, y lo siguiente que


sent fue mi muslo herido, mordido por Cassandra. Fuerte. Abr la boca,
pero jadeando de dolor, golpeando su cabeza tan fuerte como pude
para lograr separarla de m.
Ella neg con la cabeza, como un terrier gruendo mientras su mandbula
se contraa cerrndose. El dolor fue tan intenso que casi me desmayo. Mi
pierna se debilit, entonces se agit. Gritando con triunfo, Cassandra
sac el cuchillo. Su grito, liber su agarre de mi muslo, y apret los dientes
con tanta fuerza que casi me arranco la lengua. Met el pie haca abajo
lo ms fuerte que pude, con los msculos maltratados literalmente
gritando en agona. Pude or el repugnante crujido de huesitos
rompindose, y se me revolvi el estmago, hacindome agradecerle a
Dios que estaba ocupada para ir a cenar.

Djalo ya, Cassandra!

Ella literalmente aull esa vez, su voz aument tanto el tono que me vi
obligada a poner las manos sobre mis odos y me pregunt si algn cristal
que hubiese en el cuarto se hara aicos.

Djalo ya! Que Dios me ayudara, me torc el pie moviendo su mano


ms abajo con el zapato de la prisin.

Se volvi para morderme una vez ms y saba que no podra soportarlo


de nuevo, as que poniendo todo mi peso en la pierna herida, la que tena
la mano de Cassandra atrapada contra el cemento del suelo, mov mi
pierna libre y le di un rodillazo en la cabeza tan fuerte como pude. Mi
pierna grit en agona, al mismo tiempo que Cassandra gritaba cayendo
sobre su espalda, atrapada solamente por la mano con mi pie.

Rpidamente, levant mi pierda, luego me agach y recog el cuchillo,


mantenindolo con las dos manos, con la punta apuntando a su cabeza.

Muy bien le dije tratando de controlar el temblor de mis manos, as


como mi voz, ahora vas a escucharme, Cassandra.

Inhalando profundamente, ella apret los labios y me escupi. Aunque


trat de esquivarlo, aterriz justo en mi abdomen, haciendo que mi
estmago se revolviera ms.

Eso es lo que pienso de tu charla, puta Se limpi la nariz sangrante


fuertemente con el dorso de su mano, con los ojos brillando con odio.

Piensa lo que quieras, Cassandra, pero yo soy la que tiene el cuchillo.


No por mucho tiempo murmur. No sabes ni cmo sostenerlo, y
mucho menos utilizarlo.

Tampoco saba cmo utilizar un bate de bisbol como arma, y mi


marido est muerto de todos modos. Comprueba las esquelas, est ah.

Eso la hizo callar por un corto perodo de tiempo mientras pensaba lo que
le haba dicho.

Entonces escupe de una vez dijo finalmente a regaadientes.

Est bien Saba que tena que ser convincente. Realmente no me


importa lo que creas que pas entre Ice y yo. El hecho es que voy a salir
pronto, con la Apelacin. Despus de eso, ella ser toda tuya de nuevo.
As que qu tal si hacemos un trato?

Y qu clase de trato haramos? dijo ella con el sarcasmo saliendo


de su tono.

Este sera el trato: te alejas como si nada hubiera pasado y yo no te


delatar a Ice, porque si alguna vez se entera de lo que me has hecho,
puedes descartar lo de vivir lo suficiente para hacer ese sueo tuyo
realidad alguna vez.

Ella simplemente me mir desde donde estaba en el suelo, con los ojos
de color chocolate abiertos de par en par. Podra haber Jurado que vi
una pizca de respeto en ellos. Aun as

No me delatars, eh? Qu te detendra, mmm?

El cdigo de la prisin. El cdigo de la prisin repet. El de la prisin


que voy a dejar pronto. Ese cdigo de la prisin Me di cuenta de que
la haba desequilibrado. Decid rematarla metafricamente. Adems
le dije sonriendo, no es como si pudiera ocultarle esto a Ice, ya sabes.
El corte se lo podra explicar, pero la marca del mordisco sera difcil, no
crees? Y teniendo en cuenta que nunca antes le he mentido Mi voz
se apag con guasa, dejando que terminara el pensamiento por s
misma.
Por supuesto, estaba mintiendo. No haba ninguna posibilidad de dejar a
Ice acercarse lo suficiente a mi muslo desnudo como para ver lo que
Cassandra que me haba hecho. Era solo una amenaza vaca, pero
Cassandra no necesitaba saber eso. Era mi nica baza, adems de por
supuesto, el cuchillo que tena entre las manos. Si Ice alguna vez se
enteraba de lo sucedido, Cassandra terminara como una mancha de
sangre en la pared. De eso estaba segura.

El cuartito se qued en silencio mientras Cassandra me miraba


calculadoramente.

Eres una zorra dura, lo admito.

Algn tipo de placer perverso me llen ante sus palabras, aunque luch
para no demostrarlo. Estaba disfrutando de este pequeo acto de
dominacin demasiado, y me estaba asustando ms que la idea de lo
que Ice hara si se enteraba alguna vez de esta aventurita.

Y bien? le pregunt presionndola para tomar alguna decisin.


Tenemos un trato?

Y si me niego aceptar tu pequeo delirio de grandeza?

Te har desfilar por la crcel a punta de cuchillo. Derecha a la celda


de Ice.

Ella me mir, luego al cuchillo. La punta de su lengua sali para suavizar


sus labios. Sonri.

De verdad crees que podras hacerme eso? A m?

Endurec la mirada.

Prubame.

Pude ver los msculos de su garganta movindose al tragar, con el


parpadeo de la luz y la sombra sobre la columna de marfil de su cuello.

Muy bien dijo en voz baja. Aceptar tu trato Sus labios se


curvaron en una sonrisa falsa. Por ahora Levant una mano. Pero
cuando sanen tus lesiones, ser tu palabra contra la ma Su sonrisa se
ensanch. Adems no creas que esto ha acabado.

Creme, no lo hago.

Bien, nos entendemos Mostr su dentadura y se puso gilmente de


pie, medio haciendo un intento de quitarme el cuchillo, el cual fcilmente
evit. Echando atrs su cabeza y sosteniendo su mano rota contra su
pecho, se rio larga y fuertemente. Entonces agarr el pomo de la puerta
con su mano buena, abri la puerta y dio un paso hacia el pasillo,
volviendo la cabeza y guindome un ojo maliciosamente antes de
desaparecer de mi vista.

Cuando se fue, me qued all congelada, muy consciente de pronto del


error que acababa de cometer. Era seguro que para este momento las
guardias habran descubierto su huida y estaran peinando la prisin
buscndola. Y cuando la encontraran, todo lo que tena que hacer era
devolverme la pelota, diciendo que la haba abordado y amenazado
con un cuchillo, y me meteran en el agujero por Dios saba cunto
tiempo. Mis posibilidades de un nuevo juicio se esfumaran como el humo
en un incendio forestal. Y ella se saldra con la suya. Yo era la que tena el
cuchillo. Mis huellas estaban por todas partes. Y qu si yo era la nica
que sangraba? Ya tena la suficiente experiencia con la defensa y el
ataque como para dar lugar a todo tipo de acusaciones desagradables.
Despus de todo, yo era una presa, no?

El cuchillo colgaba sin fuerza en una mano. Escuch con atencin a


travs de la puerta que se haba cerrado despus de que Cassandra se
fuera, mi oreja estaba pegada a la madera en bruto astillada.

Despus de unos momentos de silencio, o el sonido de pies corriendo y


gritando, que me deca que las guardias haban encontrado a
Cassandra. Contuve la respiracin, con las palmas sudando y mi pierna
palpitante. Estaba asustada. Mi vejiga estaba envindome un apremio y
cruc las piernas.

El agudo cacareo de Cassandra llen el aire y casi grit. El cuchillo se me


cay de mi puo cerrado, repiqueteando contra el fro suelo. El sabor a
cobre de la sangre llen mi boca al morderme los labios contra el ruido
que se formaba en mi garganta.
Estaba dando un paseo, seoras. No tiene una chica derecho a un
poco de libertad por aqu?

La risa de Psycho llen el aire una vez ms, consiguiendo atenuar mi


audicin mientras se la llevaban de regreso a su celda. Esper en
absoluto silencio, llena de terror, esperando or los pasos que estaba
segura de que vendran por m.

Pasaron unos minutos que podran haber durado mundos enteros,


prosperando y reducindose a tomos. Mi garganta hizo un chasquido
al tragar. Cont hasta mil en mi cabeza varias veces, lentamente, como
sola hacer cuando jugbamos al ftbol durante el descanso en la
escuela.

Uno Mississippi, dos Mississippi, tres Mississippi Yo respiraba contra la


puerta.

Luego cont otra vez, por si acaso.

Los pasos que esperaba, nunca llegaron. Entonces mi vejiga grit una
advertencia demasiado fuerte para ignorarla. Si no sala pronto de mi
escondite, la sangre en mi uniforme no sera la nica mancha que tendra
que explicar.

Agarr el pomo con una mano temblorosa, y me mov lo ms despacio


que pude, haciendo una mueca ante el delator sonido de desbloqueo
de la puerta. Abriendo una rendija, me asom por el pasillo. El silencio
vaco me salud. Tomando una profunda inhalacin, poco a poco, en
silencio, abr la puerta lo suficiente como para salir, echando una ltima
mirada de precaucin alrededor antes de exponerme. El pasillo estaba
tan vaco como haca un segundo.

Sal, gir a la izquierda y me dirig cojeando de vuelta a las proximidades


seguras de la biblioteca. La necesidad de mi vejiga desapareci cuando
estuve a salvo dentro. Calmada por el entorno familiar, encend las luces
y me dirig a la esquina detrs del escritorio siempre desordenado de
Corinne. En el estante detrs de l, se encontraba la placa elctrica, con
la tetera y las bolsitas de infusiones con el surtido de tazas, y una caja
bastante amplia adornada con color blanco y rojo. Se haba puesto ah
despus de la ltima revuelta, y estaba bastante bien abastecido, con
las vendas necesarias, cinta adhesiva, tijeras, perxido de hidrgeno,
algodones con alcohol y un buen nmero de medicamentos comunes
de los hospitales, farmacias y en algunos casos, en bibliotecas de las
prisiones. Haba incluso jeringuillas para inyectar algo potente, y drogas
ilegales.

Ocultamente en las sombras, rpidamente me qued en ropa interior,


dejando el uniforme en un charco alrededor de mis tobillos para tomar
un buen primer vistazo de la herida que Cassandra me haba hecho. Para
ser franca, era fea. El corte en s no era profundo. Ya haba dejado de
sangrar en su mayor parte, pero la marca de la mordedura era una
historia diferente. En mi muslo, en un vvido tono de rojo, estaba la marca
perfecta de los dientes de Cassandra. La herida punzante pareca un
molde de dentista.

Jess susurr en un juramento mientras tocaba cautelosamente la


herida, vindola ponerse amarilla antes de regresar al rojo al quitar la
presin. Los pinchazos sangraban lentamente, y supuse que era una de
las pocas cosas buenas de toda la experiencia.

Trat de pensar de nuevo en cundo recib mi ltima vacuna contra el


ttanos, sabiendo muy bien que las mordeduras humanas eran ms
peligrosas de lo que las mordeduras de los perros podran ser jams.
Entonces me acord de que recib una en la sala de emergencias
despus de haber sido golpeada por Peter, lo cual, por supuesto,
abarcaba diez aos para la proteccin de la vacuna.

Met la mano en el kit, cog la botella de perxido, la abr y me ech un


poco en el muslo. El perxido burbuje en la herida, y sopl contra ella,
haciendo una mueca por el escozor de mi pierna.

Luego tom una venda y quit el exceso de lquido, con cuidado de no


tocar la herida.

Ok, ngel, qu sigue? Has limpiado la herida. Probablemente


deberas vendarla, no? Mis palabras susurradas resonaron en el vaco
de la biblioteca. Ponindome de acuerdo conmigo misma, abr una gasa
estril, la puse envolviendo la herida alrededor de mi muslo y la asegur
con cinta adhesiva.

Luego saqu mi uniforme, haciendo una mueca por la mancha de


sangre que generosamente cubra uno de los muslos. Tena que
encontrar una manera de disimularla para cuando regresara a mi celda
para la noche.

Sabiendo que la infeccin era probable que apareciera, no importaba


lo bien que hubiera limpiado la herida, rebusqu entre las pldoras de
Corinne buscando antibiticos. Cuando era joven, haba pisado un
clavo, y el mdico me dio Keflex. Me imagin que sera bueno para los
mordiscos, as que cuando vi una botella con ese nombre en la etiqueta,
la tom junto con otro rollo de vendas y gasas estriles, y algunos
comprimidos como respaldo.

Cuando estaba cerrando el kit de primeros auxilios, son la advertencia


para apagar las luces. Mir a mi alrededor rpidamente, cog el libro ms
grande que pude encontrar, y lo sostuve torpemente contra mi pierna,
con la esperanza que cubriera la mancha de sangre el tiempo suficiente
para volver a mi celda. No era muy grande, pero tendra que bastar. Con
suerte no habra demasiada gente en los pasillos.

Me las arregl para volver a mi celda sin que nadie con el que me
cruzada me echara ms que un rpido vistazo. Una vez all, me quit el
uniforme ensangrentado, lo tir en el compartimiento para lavar, y me
deslic entre las sbanas limpias con una sensacin de alivio total.

Luego recordando, coje hasta el lavabo y me tom dos pastillas de


antibiticos antes de volver a la cama.

El sueo lleg rpidamente esa noche.

* * *

Al da siguiente fue sbado, y tan pronto como el nmero de empleados


en la prisin se complet, los sonidos de guardias abriendo las puertas de
las celdas con las llaves haciendo sonar ruidosamente en cerraduras
antiguas, me despert de un sueo plagado de pesadillas.

Las sbanas estaban empapadas de sudor y enredadas a mi alrededor,


y mientras luchaba por quitrmelas de encima, una sombra cruz la
celda. Mir arriba para ver a Ice de pie all, con una media sonrisa casi
como disculpndose adornando sus perfectos rasgos. Por mucho que
quisiera verla la noche pasada, no quera verla esta maana. No haba
manera de que pudiera darse cuenta lo que me haba pasado, y si se
acercaba lo suficiente, eso era lo que iba a pasar, con seguramente
desastrosos resultados.

Los penetrantes ojos de Ice se estrecharon cuando me estir para alejar


el cabello hmedo de mi frente. Poda sentir el calor abandonando mi
piel y dese no temblar.

Ests bien? pregunt ella entrando en mi celda.

S! S, lo estoy

Sus ojos se estrecharon an ms, hasta que brillaron en rendijas azules,


mirando a escondidas por debajo de sus elegantes cejas.

No, no estoy bien. No me siento muy bien.

Y esa era la verdad absoluta. Mi pierna se senta hinchada y tensa como


una salchicha cocida. Su palpitacin haca juego con el dolor de cabeza
que golpeaba tras mis ojos. Tambin me las arregl para olvidar que
cuando yo era jven, Keflex me haba hecho estar violentamente
enferma, matando todas las bacterias buenas en mi tracto digestivo y
dndome una colitis que me haca rogar a Dios qe me matara y
terminara con mi miseria. La noche anterior, esas mismas oraciones
volaron de camino hacia el cielo.

Ice dio otro paso hacia adelante.

Qu te pasa?

Oh Dios, tena que preguntarme lo que yo no poda contestar. Bueno,


necesitaba decirle algo.

Rpido, ngel. Piensa. Algo. Cualquier cosa.

Calambres dije finalmente.

Sus ojos se abrieron en compresin, despus se estrecharon de nuevo.

Es un poco pronto, no?


Oh, mierda.

Mmm sip. Creo que es el estrs Intent una sonrisa que saba que
se vera montona. Ya sabes, por mi caso y todo eso.

Ests segura de que es todo lo que hay? Pareces febril.

A veces eso sucede respond tratando de que mi mente confusa


pensara con rapidez, cuando es muy malo como ahora.

Otro paso y ella estuvo casi al lado de mi cama.

Podra darte un masaje. A veces aflojar los msculos ayuda.

Me sent rpidamente, ahogando un gemido y tirando de la sbana


hasta la barbilla.

No! No, est bien. Mira cuando estoy muy adolorida como ahora, no
me gusta que me toquen Vamos, Ice, capta la indirecta, por favor.
Mentirte me est matando.

Ice se retir lentamente, con el rostro inexpresivo.

Est bien Se cruz de brazos con la incredulidad mostrndose


claramente en su rostro. Hay algo que pueda hacer?

No. Espera s. Hay algo. Mmm A veces la leche me hace sentir


mejor. Podras bajar a la cafetera o al economato y traerme un poco?

Estaba teniendo la esperanza de que la leche pudiera ayudar a cubrir mi


estmago para que al menos tolerase el antibitico que necesitaba.

Ella sonri levemente.

S. Puedo hacerlo.

Contuve un suspiro de alivio. Dos pjaros de un tiro. Al menos


temporalmente.

Genial. Gracias.
Ella asinti con esa calculadora expresin todava en sus ojos, luego se
volvi y sali de la celda. Cuando se hubo ido, me dej caer hacia atrs,
contra la pared.

Maldita seas, Prycho. Maldita seas t y tus locas obsesiones. Maldita seas
por hacerme mentirle de esta manera. Por qu no puedes dejarnos en
paz?

Me sequ las lgrimas, me levant las sbanas y rpidamente desenvolv


el vendaje que cubra mi muslo. El rea alrededor de las marcas de la
mordedura era de color rojo y prpura, hinchado y caliente al tacto. De
la herida supuraba un lquido amarillento que deba ser una infeccin. Al
menos la herida de cuchillo pareca estar curndose sin problemas. Hasta
ahora.

Ice regres justo cuando estaba dando los toques finales a mi vendaje.
Dejando caer rpidamente la sbana sobre mi cuerpo, consegu esbozar
una sonrisa al entrar en la celda cargando cartones de leche de cuarto
de litro. Ella me devolvi la sonrisa mientras dejaba los otros dos en la
mesita de noche. Abriendo una de las cajas de cartn, me beb todo el
contenido en un par de tragos. Estaba fra, suave y refrescante, sobre
todo con mi cuerpo deshidratado.

Dios, que rica dije limpiandome la boca con el dorso de mi mano.

Sonriendo, Ice se inclin ligeramente y me limpi un rastro de leche de mi


labio superior con el pulgar.

Te ves mejor sin bigote dijo bromeando.

Logr una dbil sonrisa, que fue interrumpida por un bostezo enorme.

Dios, supongo que estoy ms cansada de lo que pensaba.

Pareces echa polvo concord alcanzando mi pelo y apartndomelo


de los ojos. Adems ests muy caliente. No estars enferma de nuevo,
verdad?

Sentada en la cama, una vez ms, le di mi mejor mirada convincente,


que probablemente no sera tan convincente a decir verdad.
No, me siento muy bien. Slo es el dolor por esos malditos calambres.
Debera estar bien maana, o a ms tardar el lunes Que por supuesto
era otra mentira en un discurso llena de ellas. Aunque tena la esperanza
de que la infeccin se hubiera ido para el comienzo de semana, sin duda
no estara bien. En especial, no tan bien como la presencia de Ice
requera en mi confuso cerebro.

Me tens cuando agarr la sbana, pero me relaj cuando simplemente


tir ms de ella para arroparme antes de darme un beso en la frente.

Bien. Tengo que tratar algunas cosas con Critter y Pony. Intentar volver
esta noche y enviar a alguien para echarte un ojo de vez en cuando,
de acuerdo?

No. Est bien. Voy a estar bien. De verdad. Segn me siento,


probablemente voy a dormir hasta maana de todos modos.

Volv a bostezar para hacer mi historia convincente. Le lanc una sonrisa


mientras se enderezaba, jugando con la sbana por un breve segundo
antes de retroceder.

Volver esta noche para echarte un ojo. Y te enviar a alguna de las


Amazonas durante el da solo para asegurarme de que no necesitas
nada.

Le di un suspiro excesivamente dramtico.

Oh, bien, aspirante a Sra. Alcaidesa.

Ella me dio sus propia fingida expresin afligida a cambio.

Est bien. Slo por eso enviar a Critter aqu a cada hora con un
termmetro y un poco de lubricante para tomarte la temperatura de
la manera correcta Sus ojos brillaron con regocijo.

Tragu saliba.

Voy a estar bien chill.


Guindome un ojo, me dio una de sus grandes sonrisas y me dej
deslumbrada.

S que lo estars. Dulces sueos, mi ngel. Sintete mejor pronto.

Dolor? Qu dolor?
Captulo 15

M
ilagrosamente, supongo, me las arregl el sbado y el domingo
sin mayores incidentes. La leche hizo su trabajo, lo que me
permiti mantener los antibiticos, que a su vez, hicieron su
trabajo disminuyendo la hinchazn, el enrojecimiento y el dolor de mi
pierna, que para el lunes por la maana, hicieron que la mordedura y la
herida del cuchillo estuvieran sanando bien, y tuve la oportunidad de
vestir de nuevo mi uniforme sin que se notara el bulto.

Aun as, despus de que las puertas se abrieran para el da, esper unos
minutos adicionales para estar segura de que Ice estuviera de camino al
taller de reparacin en vez de venir a iniciar mi lunes. La mujer tena un
sexto sentido para las cosas, y saba que este fin de semana haba
desgastado mi credibilidad al lmite, si es que ella me haba credo algo
en absoluto.

Despus de un desayuno solitario, me dirig a la biblioteca. La tensin que


haba mantenido durante el fin de semana, regres como una venganza.
Estoy segura de que en realidad nunca se fue, pero la paz de mi celda
solitaria me mantuvo en aguas tranquilas durante el fin de semana.

Mientras caminaba, cont nada menos que quince incidentes


separados, en su mayora de discusiones entre guardias, presas, y
guardias y presas. Afortunadamente, ninguno de los que vi lleg a
mayores. Aunque me senta mucho mejor, todava no estaba lista para
poner a prueba mi curacin tratando de separar a dos mujeres enojadas
con ansias de daarse.

Mientras entraba en el santuario de la biblioteca, suspir con alivio.


Corinne me salud con una sonrisa. Se apresur hacia la mesa y se sent
a mi lado con las manos cruzadas sobre la madera y expresin
expectante.

Y?

La mir confundida.
Y qu?

Cmo te sientes?

Bien?

Ella sonri.

Bien. Eso es bueno.

Entrecerr los ojos hacia ella.

Qu est pasando, Corinne?

Ella tambin entrecerr sus ojos.

Qu quieres decir, ngel?

Muy bien escup. Sultalo. Por qu todos en esta maldita prisin


actan como si tuvieran la necesidad de una buena terapia y por qu
ests ah sentada como si acabas de comerte al canario?

En realidad, me di cuenta de que las nativas se estn poniendo un


poco inquietas, ahora que lo mencionas coment Corinne ajustando
sus gafas. Sin embargo, no s por qu.

No? le pregunt sorprendida por tal admisin. La mujer que sabe


cuando alguien va a estornudar antes de hacerlo? La gran Corinne,
Orculo del Pantano?

Ella frunci el ceo.

Soy casi la perfeccin personificada, ngel.

Me re.

Vas a tener que bajarte de la nube, Corinne.

Cruzando los brazos sobre su abundante pecho, Corinne me dio su mejor


mirada ofendida.
Est bien. Si no quieres escuchar las buenas nuevas, que djame
decirte, mantengo a salvo de las hordas de narices inquisitivas solo para
ti, entonces puedes apretar el culo y largarte de mi biblioteca.

Para ahora ya conoca a Corinne por ms de cuatro aos, y poda decir


en general, cundo su dolor era real o ficticio. Por la mirada en sus ojos,
saba que me estaba tomando el pelo, al igual que generalmente haca.
Aun as, me decid a hacer lo honorable y ceder. Adems, realmente
quera saber cul sera la buena noticia.

Por favor, Corinne comenc con tanta docilidad en mi voz como


poda sin rerme. Lo siento mucho si te he ofendido con mi actitud. Por
favor, di que me perdonas.

Ohhhh, eres buena, ngel.

Sonre.

Gracias. Ahora, cul es la noticia? O es que me quieres de rodillas,


suplicando?

No me tientes, hija. Solo verte en esa posicin casi me hara merecer la


pena que Ice me cortara en pedacitos Sus ojos oscuros se llenaron de
alegra.

Corinne? La noticia, por favor?

Sonrindome, rebusc entre su chal y los pliegues de su traje, sacando un


pedazo de papel con su mano.

El sbado por la maana, Phyllis vino a buscarte para una llamada


telefnica. Ice ya te haba ido a ver y nos dijo que estabas un poco mal,
as que le pregunt a Phyllis si yo poda tomar el mensaje. Ella acept, y
poco despus regres con esto Sostuvo el papel burlonamente, con las
palabras impresas solo para sus ojos.

Gimiendo de frustracin, lanc mis manos al aire.

Vamos, Corinne!
Ella vio mi gemido y lanz un suspiro dramtico.

Oh, est bien. As sea. Toma.

Ella dej la nota en la mesa para m.

Gracias le respond con cortesa forzada mientras coga el papel y le


daba la vuelta. Impreso en un cuadro blanco en negrita, cortesa de
Corinne, haba dos sencillas palabras: lo logramos!

Inclinando mi cabeza por la confusin, mir hacia atrs a mi amiga, que


estaba tratando, sin xito, de reprimir una sonrisa.

Quin logr qu? pregunt. Corinne, de quin es este mensaje?

Corinne mostr su sonrisa.

De tu abogada, ngel. Era Donita. No dio ms informacin, pero Phyllis


dijo que le haba pedido que se asegurara de que la llamaras cuando te
sintieras mejor.

Y este sera el momento! Sonriendo como loca, me puse de pie con


la nota impresa arrugada entre mis manos. Con un grito que casi provoc
a Corinne un ataque al corazn, sal de la biblioteca corriendo.

* * *

Cuando volv, mi color era brillante, mi pecho estaba alterado y mis ojos
estaban mojados con lgrimas de felicidad. Casi dej boquiabierta a
Corinne mientras la envolva en un abrazo de oso, sacndole las gafas
de su nariz y haciendo que colgaran de su cadena de plata alrededor
de su cuello.

Le plant un gran beso en la mejilla, y luego la solt rindome.

Bueno, espero ser portadora de buenas noticias ms a menudo dijo


ella divertida tocando su mejilla y con una sonrisa aturdida hacia m.
Me siento genial! Elev mis brazos al cielo y gir por la biblioteca,
esquivando los muebles y lectoras solo por suerte. Lo consigui!

Mi amiga me sonri con paciencia, de modo generalmente reservado


para los nios de dos aos de edad que esconden la cartera de su madre
y no poseen la capacidad verbal para explicarle dnde podra estar.

Creo que todos nos hemos dado cuenta de eso a estas alturas, ngel.
La pregunta sera, qu logr?

Donita habl con el juez el viernes por la noche. Despus de ver las
pruebas, acept revocar el veredicto!

El cielo bendice a los persistentes! Corinne respir juntando las manos


sobre su pecho. ngel, esa es una noticia maravillosa!

Estaba sonriendo tan fuerte, que pens que mi cara se rompera.

Lo s. Dios mo, estoy tan emocionada!

Entonces, cundo te liberan? pregunt una de las presas desde su


sitio cerca de las estanteras.

Bueno, mi abogada y el juez hablaron con el fiscal del distrito, pero l


se niega a retirar los cargos. Cree que a pesar de todo, todava tiene
caso en mi contra.

Y qu hay de una fianza? pregunt otra presa.

Donita y el fiscal no pudieron ponerse de acuerdo en una. Le dije que


est bien, sin embargo. No me importa estar aqu hasta el nuevo juicio
Me encog de hombros. No tengo ningn otro sitio a donde ir de todos
modos.

Han fijado la fecha del juicio? pregunt Corinne.

Donita dice que probablemente ser en un mes o dos. Tienen mucho


trabajo, pero est trabajando con cosas del tipo manipulacin del
Jurado, perjurio de los testigos oculares, encarcelamiento injusto y
demanda. Est bastante segura de que mi turno llegar pronto.
Esta vez fue Corinne la que me envolvi en un abrazo de oso. Totalmente
aturdida, de buen grado me apoy en su redondez, percibiendo su olor
a tinta y papel, y a t.

Debo estar soando le susurr.

No, no lo ests, dulce ngel Liberndome, Corinne me tom


suavemente de las mejillas y bes cada una de ellas y despus me bes
en los labios. Luego sonri y me alej. Esto es real. Disfrtalo. Dios sabe
que lo mereces.

No puedo creer lo que est pasando. An no puedo crermelo. Dios


Mir alrededor con desesperacin. Tengo que ver a Ice. Tengo que
darle la noticia.

Corinne dio un paso adelante, una vez ms, ponindome la mano en mi


brazo.

Esa no es la mejor idea en este momento.

Un escalofro de miedo se desliz por mi espina dorsal.

Por qu no?

Digger vino a buscarme cuando estabas fuera hablando con Donita


hace un momento. Al parecer, Ice est en otra discusin con el Alcaide.

Oh, no! Por qu?

Digger no lo saba. Lo nico que dijo fue que escuch muchos gritos.
Cree que tendr que ver con un trabajo de algn tipo, pero no est
segura.

La han mandado al calabozo? Mi corazn se detuvo mientras


esperaba la respuesta.

No. Volvi al taller, pero yo esperara. Digger dijo que nunca la haba
visto tan enfadada como cuando sali de la oficina. Dijo que casi arroj
a otra presa contra la pared mientras sala.

Ser mejor que vaya a hablar con ella.


Sera mejor que esperaras, ngel. Dale la oportunidad de tranquilizarse.

Antes de poder seguir discutiendo, un grito son desde fuera de la


biblioteca. Dando un brinco, me lanc fuera de la biblioteca, siguiendo
el sonido del grito a la plaza de la prisin.

A medio camino del centro de la plaza, me detuve y segu la mirada de


la multitud hacia arriba.

Oh, mierda susurr avanzando a travs de la multitud.

All, en el segundo piso, con Pony a la izquierda y Phyllis a la derecha,


haba una presa que no haba visto antes, subida a la barandilla de hierro.
Casi detrs de ella, con el rostro presionando con fuerza contra los
barrotes de la puerta del cierre de segregacin, estaba Psycho,
sonriendo maliciosamente.

La multitud se abri de repente, y me choqu contra Critter, que estaba


de pie casi debajo de la pasarela, estirando su cuello casi del todo
mirando hacia arriba. Di un paso hacia atrs para poder apreciar ms
fcilmente la situacin.

La mujer pareca de mi edad, o tal vez un poco ms joven, con una


silueta regordeta, bien redondeada, con el pelo rubio y lacio y gruesas
gafas. Su cara redonda era blanquecina y brillante por el sudor. Tena ojos
grises abiertos de par en par detrs de las gafas, dndole una expresin
absolutamente aterrorizada.

Vi cmo Pony daba un paso adelante con cuidado. La mujer sac un


brazo, casi cayndose de la barandilla.

No te muevas! Voy a saltar! Lo juro! Ni un paso ms cerca!

Psycho se carcajeaba.

Oh, por favor, salta pescadita! Alegraras mi da. Porque si lo intentas


con fuerza, apuesto a que incluso podras romperte un tobillo o dos en tu
cada Desde el segundo piso.
Cllate! La mujer grit, lanzando su puo y golpeando las manos
sobre sus odos. Su cuerpo se tambale de nuevo, y se desliz
rpidamente por un asidero, todava a caballo entre las barras de
hierro. Slo cllate!

Cassandra se continu riendo, sacudiendo los barrotes de su jaula slo


para asustar a la chica un poco ms, lo cual consigui.

Cmo se llama? le grit a Critter para que me oyera por encima de


la risa de Psycho.

Mi amiga se gir hacia m.

No lo s. Nunca la haba visto antes.

Mierda Mir a Pony, quien se encogi de hombros. Phyllis tambin me


mir. Su expresin era inalterable, decidida.

Despus de lo que pareci una eternidad, la risa de Cassandra se redujo


y vi mi oportunidad de preguntar.

Cul es tu nombre? le grit a la chica de la barandilla.

Sorprendida, ella me mir y a la multitud reunida en la plaza, como si nos


viera por primera vez. Apret su agarre en la barandilla, con los labios
apretados.

Le sonre clidamente.

Vamos. Puedes decrmelo. Cul es tu nombre? Yo me llamo ngel.

Yo mi Mi nombre es Iris susurr.

Habla alto, querida! Se burl Psycho, con la voz increblemente


alegre resonando en la plaza silenciosa. Si montas un espectculo,
tienes que dejar a toda la audiencia escuchar tus lneas.

Est bien, Iris dije con calidez. Te he odo. Me puedes decir por qu
ests ah arriba?
S, dnoslo, pescadita! Cuntanos a todas tu problemita. Nos gustara
mucho escucharlo.

Iris volvi la cabeza hacia Psycho.

Cllate! grit. Cllate! Cllate! Cllate! Cllate! Cllate!

Mientras Cassandra aullaba de risa, una vez ms Pony se acerc hacia


su celda. Iris capt el movimiento y cambi de posicin, casi deslizndose
de la barra superior.

La muchedumbre entera contuvo el aliento.

La chica se las arregl para agarrarse en el ltimo momento, y


rpidamente coloc su cuerpo de nuevo en la barandilla, todava a
horcajadas con un pie en el peldao ms abajo.

Qudate atrs! le grit a Pony.

Pony se detuvo bruscamente mientras Cassandra abra la boca de


nuevo.

Cierra la boca, Psycho!

Vas a reunirte con tu Creador por eso, Chica cabalgadora gru


Cassandra, sacudiendo su jaula una vez ms.

Recuerda que me haga pis en las bragas despus, Psycho. Por ahora,
solo cierra la puta boca.

Oblgame, perra.

La intencin de Pony, fue interrumpida por otro grito de Iris. Se qued


inmvil una vez ms, sus pies entre Cassandra y la chica. Dejando
escapar un suspiro, se alej lentamente mostrando sus manos vacas.

Muy bien murmur con dulzura. Est bien. No voy a hacerte dao,
ves?
Iris dije dirigiendo la atencin de la aterrorizada mujer hacia m de
nuevo. Por favor, por qu quieres hacer esto? Tiene que haber algo
que podamos hacer.

Ella tiene razn! grit Iris sealando con una mano temblorosa a
Psycho. Todo es culpa suya!

Cassandra volvi a rerse.

Dos semanas atrapada dentro con ese ese monstruo! No me deja


dormir, no me deja comer! Me amenaza cada minuto del da! Las
lgrimas corran por su cara, agrandando sus ojos an ms. Y por las
noches Cada noche, mete esa maldita y horrible rata suya en mi
celda!

Mientras escuchaba a la histrica mujer, pude ver por mi rabillo del ojo,
la sonrisa maligna de Psycho. Cuando se alejaba de la puerta, extend
una mano y agarr a Critter, tirando de ella hacia m.

Ve a buscar a Ice le susurr.

Qu?

Ve a buscar a Ice. Ahora. Debera estar en el taller. Date prisa.

Critter asinti y luego se alej corriendo por la plaza y el pasillo que


conduca a los talleres. Alej mi visin de ella cuando son otro grito
desgarrador.

No tuve que estar en la zona cero para saber que Heracles acababa de
hacer acto de presencia. Iris salt en la barandilla casi como si estuviera
haciendo surfing. Su cuerpo se balanceaba violentamente a ambos
lados, mientras trataba de mantener el equilibrio, todo el tiempo mirando
al suelo y gritando sin parar.

Aljalo de m! Dios, aljalo de m!

La vibrante voz de Cassandra poda escucharse fcilmente a travs de


sus gritos de pnico.
S, pequeo Heracles. Murdela. Muerde sus piernas, Heracles. Scale
los ojos! Ataca! Ataca!

La mujer bramaba con risa demente mientras Heracles se deslizaba


adelante y atrs por el borde de la pasarela, con sus largos bigotes
contrayndose con emocin animal.

Gritando, Iris perdi el equilibrio, con los pies saliendo de la barandilla y


hundindose en la parte exterior. Se las arregl para agarrarse a la parte
superior con sus codos, y pate a la rata cuando se acercaba a explorar
su nuevo premio.

Desde mi punto de vista, desde abajo, supe que este era el momento de
atacar, pero tambin me di cuenta, de que Pony y Phyllis estaban
congeladas en sus sitios, viendo la situacin que se estaba llevando a
cabo. Quera gritarles para que salieran de su parlisis, pero justo cuando
abr la boca, Iris consigui enganchar una pierna un peldao ms abajo,
y tir de ella hacia atrs sobre el carril, todava gritando de terror.

Phyllis se sac la porra y la levant por encima de su cabeza, con los ojos
fijos en Heracles.

Llmalo, Cassandra! grit. Lo matar si no lo haces!

Esa amenaza cort la risa de Cassandra inmediatamente.

No te atreveras, puta! se burl ella.

Prubame, Cassandra. Llmalo, ahora!

Hubo un momento de vacilacin en Psycho, hasta que finalmente suspir.

Oh, est bien. Esta prisin es muy aburrida silb. Ven aqu, pequeo
Heracles. Vuelve con mam, s? Al parecer, sin embargo, Heracles
estaba demasiado encariado con su nueva libertad, porque ignor las
splicas de su ama, prefiriendo pasar de los gritos de la mujer hacia l,
con su color marrn y sus ojos pequeos y brillantes pareciendo observar
todos los ngulos. Heracles! Eres un nio travieso. Vuelve aqu ahora
mismo!
Un destello naranja capt mi atencin, y cuando gir la cabeza, vi a Ice
subiendo las escaleras de cuatro en cuatro, con el pelo ondeando tras
ella como una nube de tinta. Las miradas de todo el mundo se dirigieron
a ella. Incluso Iris dej de gritar.

Cassandra sonri con lo que pareca ser alivio.

Oh, Ice, ah ests. Seras tan amable de coger a mi pequeo Heracles


por m? No parecer querer escuchar a su mam hoy.

Al llegar a la pasarela, Ice se cruz casualmente de brazos y sonri,


levantando la ceja en direccin a Cassandra.

Parece que tu pequea mascota ha desarrollado un problema de


actitud.

La sonrisa de Psycho se ampli.

Oh, entonces tenemos algo ms en comn, no crees? Ice


simplemente la mir fijamente. Mis msculos se tensaron cuando un mal
presentimiento se apoder de m. Parece que tu mascota tambin ha
desarrollado un problema de actitud, no es as, ngel?

Sus palabras se hicieron eco como una sentencia de muerte a travs de


la plaza. Ice me mir inquisitivamente. Yo me qued congelada.
Cassandra se rio.

Significa que no se lo dijiste, ngel? En realidad mantuviste tu


palabra? Oh, es una ricura!

Escpelo, Cassandra orden Ice. De qu ests hablando?

Quise gritar, vocear, caer de rodillas en un ataque de epilepsia algo


para cortar este tema por lo sano. Por un breve segundo, me encontr
rezando para que Iris, la que inici todo esto, acabara saltando y nada
ms pudiera decirse.

Mi plegaria no fue escuchada, incluso Iris pareca atrapada por el nuevo


giro de los acontecimientos tanto como las dems.

No puedo creer que no te contara nuestra pequea aventura, Ice!


Cassandra

Oh, est bien. Si recoges a mi pequeo y dulce Heracles te lo contar


Metiendo sus brazos a travs de los barrotes, uni sus manos
casualmente. Vamos a ver, creo que fue el viernes cuando yo ya
estaba harta de esta nueva pescadita y su incesante lloriqueo, as que
decid dar un paseo. No muy lejos en realidad, solo una oportunidad de
estirar las piernas y ver lo que estaba pasando, ese tipo de cosas.

Supongo que vas a llegar a algn lado, no?

Oh, s. No temas. Vers, ocurre que por alguna extraa razn acab
llegando a la biblioteca, cerrada y con las luces apagadas. Claro, como
estoy todo el da encerrada en mi miserable celda, he sido privada del
gran placer de conocer ese bastin de aprendizaje en carne y hueso,
por as decir, y quera la oportunidad de conocer a la gran Corinne
Suspir dramticamente. Pero por desgracia, ya era la hora del cierre
y nuestra bibliotecaria estara de camino a su celda, me temo Entonces
junt las manos con una expresin de alegra casi beatfica en su rostro
, pero no sal decepcionada. Oh, no, Porque en vez de a la gran Corinne,
me consegu a la maravillosa ayudante, ngel.

La expresin de Ice se convirti en piedra. Cassandra rio. Las reclusas y


guardias, incluyendo a Iris, se giraron a mirarme. Quera correr. Me quera
ocultar. Pero no pude. Mi cuerpo se neg a las rdenes de mi mente. Me
qued congelada en un mar de miseria.

As que, la invit a entrar a uno de los armarios de pintura. Ya sabes, solo


para charlar Se encogi de hombros.

Qu pas? La voz de Ice estaba desprovista completamente de


toda emocin. Supe en ese momento cun enojada estaba.

Cassandra frunci el ceo.

La pequea puta me desarm!

Algunas de las presas se echaron a rer. Hubo algunos aplausos tambin.


Cassandra gru en voz alta.
Y?

Con su humor de locura restaurado, Psycho sonri de nuevo.

Bueno, no me doy por vencida sin luchar. Me las arregl para cortarle
la pierna antes de que pudiera tirar mi cuchillo lejos. Pero eso no fue todo.
Me lanc a por mi bonito cuchillo y ella me pis la mano! Levant la
mano en cuestin. Me di cuenta con culpa y satisfaccin a partes iguales
de que su mano estaba hinchada y amoratada. Realmente deberas
golpearla por su impertinencia, Ice dijo en un tono bajo, que sin
embargo, lleg a todos los odos. Hubo algunas risas sobre ese
comentario en particular. Ice, sin embargo, se mantuvo impasible. De
todos modos, como cualquier buena psictica, tom mi mejor opcin.

Y eso qu significa?

La mord.

!Qu hiciste qu!?

La mord. Justo en uno de sus deliciosos muslos Se interrumpi


abriendo mucho los ojos, como demostrando una fingida sorpresa.
Quieres decir que no te lo mostr? No se lo viste cuando follasteis como
conejas? S que dej marca. Incluso pude degustar su sangre a travs
de la tela de su uniforme Rodando sus ojos, se pas la lengua por los
dientes delanteros lentamente, con su cuerpo en xtasis. Las manos de
Ice se apretaron lentamente. Pude ver los msculos y tendones en su
cuello sobresalir. Estaba segura de que iba a lanzarse a los barrotes que
separaban a Cassandra dentro de la unidad de segregacin. Pero no lo
hizo. Se le qued mirando.

Qu pas despus? Su voz eran tan suave, que tuve que esforzarme
para orla.

Hicimos un trato.

Cul?

Yo no luchara contra ella por el cuchillo que ahora sostena en mi


cuello, y a cambio ella no te contara lo que pas entre nosotras.
Oh, por favor, mrame Ice. Por favor, mrame y ve cunto lo siento, Por
favor.

Pero ella no me mir. E incluso si por algn milagro lo haca, supe que no
me escuchara. Nunca la haba visto tan enfadada como en ese
momento. Sent como si hubiera perdido mi mundo entero.

Por qu iba a hacer un trato as? pregunt Ice casi retricamente.


Pero Cassandra como siempre, tena lista una respuesta.

No es obvio, querida Ice? Porque sabe que t y yo somos tal para cual.
Irredimibles. Saba que si te lo contaba vendras a intentar matarme sin
pensrtelo dos veces. Y as es como debe ser. Es lo que somos! Ella
lade la cabeza con una mirada que pareca compasin en sus brillantes
ojos. Oh, vamos, Ice. No creers que ella cree de verdad todo lo que
dice sobre el bien todos los das, no? Acerca del valor de tu alma. Claro
que no! Sabe que nunca sers nada ms de lo que eres ahora. Una
asesina a sangre fra Sonri. Como yo! Por eso somos tal para cual.
Por eso yo nunca te mentir, Ice. Yo s quin eres.

Pude ver que Ice sacuda la cabeza lentamente, aunque las lgrimas
haban desdibujado mi visin. Quera gritar para negar las palabras de
Cassandra, pero mi garganta no poda abrirse lo suficiente para que las
palabras salieran.

Que ella te ocultara sus lesiones prueba mi punto, Ice. Sus palabras son
solo palabras. Despus de todo, eres una buena guardaespaldas Ella
me mir de reojo. Y una amante maravillosa Se encogi de
hombros. Y si tiene que mentirte para hacerte sentir bien contigo
misma, bueno, no es un mal modo de retornar su inversin.

A travs de mi visin vacilante, pude ver todo el cuerpo de Ice comenzar


a temblar, como si cayera en algn tipo de parlisis cerebral. Eso me sac
de mi estado de congelamiento. Inducida por el terror, reun mi fuerza
para correr hacia las escaleras. Dos cuerpos cerraron filas para
prohibirme pasar. Mirando hacia arriba, vi a Critter y a Sonny de pie
delante de m, con los brazos cruzados contra el pecho, y expresiones de
piedra como la de Ice.

No es as! No es por eso por lo que lo hice!


Todas las cabezas se giraron hacia m, pero en ese momento, yo no les
importaba. De alguna manera, haba traicionado a la mujer que amaba
ms que a mi propia vida.

Necesitaba hablar con ella, tena que explicarle lo que pasaba por mi
mente cuando tom la decisin que tom para callarme lo que pas. Yo
crea en la bondad de su corazn. No era palabrera. Nada lo era. Mi
creencia en ella era tan profunda como la piedra madre de la Tierra.

O, no?

Podan ser las palabras de Psycho ciertas de algn modo? No, no poda
ser.

Ice! Por favor! Escchame! Por favor!

En una fraccin de segundo en el que mi grito desvi toda la atencin,


Ice se movi rpido y agarr a Iris lanzndola a los brazos de una
sorprendida Phyllis. Entonces vi cmo se agachaba y recoga a Heracles,
echndole a travs de los barrotes de una exttica Psycho.

Luego salt al otro lado de la pasarela y baj las escaleras, saltando por
encima de la barandilla antes de bajar de la tarima y correr de vuelta al
taller de autos.

Me ech a correr tras ella, pero fui detenida de nuevo por el agarre en
mis codos.

Soltadme! grit luchando para liberarme.

Vuelve a la biblioteca, ngel dijo Sonny.

No! !Tengo que ir tras ella despus de las mentiras de Psycho! No lo


entiendes? Tengo que explicrselo. Por favor! Por favor, te lo ruego!

El rostro de Critter se suavizo un poco.

Vuelve a la biblioteca, ngel. Ice est demasiado enfadada para


escuchar ahora. Deja que se calme un poco.

Mir a Sonny, que asinti de mala gana, al parecer.


Ests segura? le pregunt sorbiendo mis sollozos.

Mi amiga sonri ligeramente.

S. Estoy segura. Simplemente deja que se calme. Creo que pronto se


dar cuenta de quien vienen esas palabras. Despus de todo, es obvio
que Psycho tiene su propia agenda en lo que se refiere a Ice. Solo dale
un poco de tiempo, y estoy segura de que estar lista para escucharte.

La expresin en el rostro de Critter, tambin me dej saber, que sera


mejor que tuviera una muy buena excusa preparada.

Mir por encima de sus hombros, por el largo y vaco pasillo, deseando
que Ice apareciera. Cuando eso no sucedi, finalmente asent.

Est bien. Esperar. Aunque si no te importa, prefiero hacerlo en mi


celda. No creo que pueda hacer frente a Corinne en este momento.

Ambas mujeres asintieron, y me dieron apretones de nimos,


separndose para permitirme caminar por las escaleras hacia mi celda.

No volv a ver a Ice ese da. Tampoco nadie a quien pregunt, o incluso
rogu. Era como si ella hubiera desaparecido del planeta.

Me pas la noche, antes del cierre, en un pnico total, medio esperando


que las alarmas sonaran, pero no lo hicieron. Pas la noche paseando
por los diminutos confines de mi celda hacia la celda de Ice, asustando
a las guardias mientras me acercaba a ellas para suplicarles informacin
sobre dnde estaba Ice, y vomitando en el lavabo.

Me puse de rodillas, suplicando a Dios que la encontrara y pudiera


explicarle mi versin de los hechos. No escuch mis ruegos.

Fue as, en la parte ms oscura de la maana, cuando mi agotamiento


inducido por el dolor, finalmente se apoder de m, y me qued dormida
en una almohada empapada de lgrimas de dolor y vergenza.
Captulo 16

E
staba soando.

Lo saba. Pero ese conocimiento no me ayudaba. La culpa que


senta me acompaaba en mi subconsciente, donde se asentaban mis
ideas.

Mi sueo estaba lleno de escenas judiciales. En l, yo estaba en un


enorme estrado, sentada en una silla muy gigantesca, mirando a la silla
de una jueza que pareca tan alta como un rascacielos. Corinne, por
alguna razn, siempre era la jueza y luca una peluca blanca que una
vez le que los jueces ingleses an usaban. Ella deca una sola palabra, y
la repeta continuamente: Culpable! Culpable! Culpable!

Y en frente a mi silla, segn poda ver, estaban mis acusadores, vestidos


con disfraces. Los primeros eran mis padres, que por razones psicolgicas
enrevesadas iban ataviados con trajes como el rey Luis XIV y Mara
Antonieta. Llevaban enormes martillos que golpeaban repetidas veces
en los posa-brazos gigantescos de mi silla, enumerando mis crmenes por
ser una hija horrible y una decepcin para la familia.

Culpable!

Luego venan mis compaeros de la escuela primaria, haciendo


acusaciones que iban desde el maestro de mascotas (lo que yo era), a
ser un ladrn de guante blanco (lo que no era).

Culpable!

Peter era el siguiente. Sin embargo, a diferencia de los otros, no llevaba


disfraz. Mi marido asesinado iba desnudo. Su piel luca plida y lvida por
la muerte. Tena la cabeza de forma extraa y la sangre corra por sus
odos como una especie de sangre derramada. Apestaba a formol y
alcohol. Se inclinaba hacia m, con su ptrido y ftido aliento en mi cara
y cabello, y cuando empezaba a hablar, utilizaba las mismas palabras
que haba usado la noche en que trat de violarme. Su voz y su forma de
hablar eran abrumadoramente agresivos, y por un momento, yo me
senta en esa situacin en la realidad de nuevo. Poda sentir mi mano
buscando hacia abajo, al arma que ya no estaba ah.

Esto no est pasando! gritaba en mi sueo.

Culpable!

No eres real! No puedes hacerme dao nunca ms!

Culpable!

Ests muerto! No lo entiendes? Ests muerto! Te mat!

Culpable! Culpable!

Por favor, Peter! Detn esto! Ya no quiero hacerte dao! Por favor,
basta! No quiero hacerte dao nunca ms! Por favor, solo qudate
muerto!

Silencio.

Del tipo que te dan ganas de gritar solo para llenarlo con algo. Del tipo
que te hace saber exactamente cmo se siente ser enterrado a dos
metros bajo tierra.

Cerr los ojos con fuerza, frotndomelos y tratando de despertar. Cuando


los abr de nuevo otra vez, Peter se haba ido. Corinne se haba ido. Toda
la habitacin estaba vaca excepto por m, mi silla y Ice.

Vestida como en nuestro aniversario, con seda azul y una rosa en la


mano. A diferencia de los dems, ella no me acusaba, no se rebajaba,
no me exiga una explicacin. Simplemente, me miraba, sosteniendo una
flor roja perfecta. Pero sus ojos, Dios, estaban vacos. Al igual que los ojos
de una mueca, peor que cuando haba regresado de aislamiento.

Por primera vez durante este sueo, llor. Extend la mano para aceptar
la rosa, pero estaba muy lejos.
Perdname, Ice Llor. Oh, Dios, por favor, perdname. No quera
hacerte dao, por favor, creme. Te amo, Ice. Te amo!

Finalmente, me extenda hasta donde poda, con las puntas de mis dedos
rozando los suyos al tomar la rosa. En el momento en que nuestros dedos
se tocaban, ella se caa al suelo, tan silenciosa como el mundo que me
rodeaba.

Me despert gritando.

Cuando abr los ojos, la diferencia entre mi mundo de sueos y la vida


real fue tan grande que sent un momento de intensa claustrofobia. Las
paredes descascaradas parecan tener vida propia, acercndose a m,
queriendo aplastar mi espritu y mi vida. Me pregunt por un breve
momento si todava estara soando. Me pellizqu e hice una mueca de
dolor correspondiente.

Cuando mir de nuevo, las paredes haban recuperado su naturaleza


plcida de siempre. Solt un suspiro de alivio, secndome las lgrimas
mezcladas con el sudor de mi cara. Girando en mi cama, mir al reloj.
Marcaban las once de la maana.

Fui golpeada con el impulso irresistible de salir de la cama en ese mismo


momento. Escuchando los instintos de mi cuerpo, salt de la cama y me
lanc sobre mi uniforme, detenindome solo lo suficiente para darme un
ligero cepillado a mi cabello.

Mis nervios eran nudos apretados, pero no poda decir si era solo por la
pesadilla o por algo ms urgente. Dej que mis pies tomaran el mando
mientras dejaba atrs mi celda, y descenda, una vez ms, en las
profundidades de este infierno llamado el Pantano.

Al principio, me dirig en mi direccin habitual, hacia la biblioteca,


cuando se apoder de m la necesidad de salir al aire fresco.

Corriendo por el pasillo ahora, abr la puerta al exterior, casi tirando a una
presa con mis prisas. El cielo luca de un profundo gris, una tormenta se
acercaba y envolv mis brazos a mi alrededor mientras la brisa racheada
tocaba mi piel de gallina en los brazos.
Las reclusas se movieron lentamente y sin propsito, como una colonia
de hormigas entorpecido por el fro penetrante del invierno. Incluso las
Amazonas parecan apticas en su lugar de costumbre. Mir a mi
alrededor rpidamente, una vez ms, con mi corazn sin cesar en su ritmo
frentico.

Algo iba mal. Yo no saba qu, pero saba que la tensin de mi cuerpo
iba creciendo. Por el rabillo de mi ojo, de repente vi a Ice de pie junto a
la valla mirando hacia el aparcamiento. Una fuerte sensacin de dj-vu
se apoder de m, superando la tensin. Como si siguiera soando, cruc
el patio con pasos lentos y medidos, viendo algo del mundo exterior
revelndose ante mi visin.

Camin tan silenciosamente como pude, porque no quera alertarla de


mi presencia por el momento. Una rfaga de viento azot de nuevo,
musicalmente sacudiendo la valla metlica y el cabello de Ice
violentamente por sus hombros y su espalda.

Me detuve a varios metros de ella, mirando ms all de la esquina de la


prisin. Como la ltima vez, el Alcaide estaba hablando con Cavallo, que
estaba sonriendo mostrando sus pulidos dientes. El Alcaide le devolvi la
sonrisa, del modo que los hombres malvados arrastran a los inocentes. Se
estrecharon la mano. Solo que esta vez, Cavallo no entr en su auto.
Como si supiera que alguien le observaba, gir la cabeza lentamente,
mirando directamente a Ice con los ojos de color obsidiana brillantes. La
sonrisa oscura creci, dndole un aspecto juvenil y atractivo.

Otra rfaga de viento arras la hierba en el patio, casi empujndome


hacia la valla. Agarrando el ondulante borde de su chaqueta, Cavallo
empez a caminar en direccin a Ice y la valla. Despus de un momento,
Morrison hizo lo mismo, caminando rpidamente para llegar hasta su
invitado.

Los mir y luego mir a Ice. Las lneas de su cuerpo radiaban una energa
letal y tensin. Me resist a acercarme ms, y me conform con controlar
la respiracin para tener la oportunidad de escuchar las palabras que
seguro que habra.

Cavallo se detuvo justo frente a la valla, inclinndose hacia delante


casualmente, enganchando la mano a travs de los eslabones de la
cadena, a pocos centmetros de distancia de la mano de Ice. Su sonrisa
se ensanch con falsa camaradera.

Si es la infame Morgan Steele Cmo ests, Morgan? Te has dejado


follar por alguna bollera ltimamente? Sus ojos centelleantes irradiaban
buen humor.

Cavallo Salud tranquilamente con la voz muy controlada.

Reconozco que se te ve bien. El naranja va contigo Recorri con la


mirada su cuerpo de la cabeza a los pies, luego inclin su cabeza hacia
el cielo. Un poco triste, sin embargo. Encerrada en esa cajita minscula
mientras el mundo simplemente sigue girando fuera Una sonrisa curv
sus labios carnosos mientras sus ojos se encontraban con los de ella de
nuevo. He odo el pequeo accidente de Josephina.

Desde mi posicin, pude ver el perfil de Ice y la forma en que sus labios
dejaban ver sus dientes al retirarse en un gruido salvaje.

Cavallo se rio.

No te preocupes porque se sienta sola, su marido le har compaa en


los prximos das Su pecho se hinch como un gallo orgulloso. S, de
hecho, el viejo va a tomar un largo viaje y yo bueno, digamos
simplemente que me quedar a recoger los pedazos Su sonrisa se
pronunci ms. Es una lstima que la jodieras, Morgan La mir de
arriba a abajo de nuevo. Podra haber tenido una posicin para ti
en mi nueva familia El mafioso bombe sus caderas dos veces contra
la valla, rindose de su parodia obscena.

El control de Ice se rompi. Tan rpido como una vbora, agarr la cerca
tirando hacia abajo para atrapar los dedos de Cavallo con sus propios
dedos a travs de los eslabones. Su risa se convirti en un chillido, que se
convirti en un aullido de dolor cuando Ice con una fuerza enorme, le
cort literalmente los dedos con las finas bandas metlicas. Su sangre
comenz a pintar el metal en cintas de color rojo.

Libere a ese hombre, Sra. Steel orden Morrison, adelantndose un


paso hacia la cerca y tratando infructuosamente separar los dedos de
Ice de los de Cavallo.
Eres un bocazas, Joey gru Ice. Alguien te va a cerrar algn da
esa boca. Permanentemente.

Pude ver que Cavallo quera responder. Desafortunadamente para l,


estaba demasiado ocupado gritando.

Morrison se hizo cargo de esa tarea en particular.

Calabozo para usted, Sra. Steel. Noventa das esta vez por los civiles
amenazados. Le sugiero dejarlo ahora mismo, antes de pasar toda su
vida ah dentro.

Ice no le hizo caso.

Cometiste un gran error, Joey. Dejar que el piadoso Alcaide aqu


presente haga el trabajo sucio por ti Ella sacudi la cabeza con
condescendencia. Ya sabes que si quieres algo bien hecho, tienes que
hacerlo t mismo.

Por la mirada en sus ojos, me di cuenta de que Cavallo saba


perfectamente a lo que se refera Ice. Si no lo haba hecho antes, ahora
saba sin ninguna duda que Ice era muy consciente de quin le haba
tendido una trampa.

Haba miedo en sus ojos, brillando a travs del dolor como un faro.

Aljese de la valla, reclusa! Lleg la voz por megfono desde una de


las torres de los guardias.

Mir hacia arriba, y vi a cuatro guardias con rifles apuntando


directamente a la cabeza de Ice. Como si no lo hubiera odo, Ice
aument la presin de sus dedos.

Recuerda, Joey. Las venganzas son una verdadera putada.

Un paso atrs de la valla, presa, o ser disparada! Suelte al civil y


aljese. Ahora!

Con un ltimo apretn, y un grito de Cavallo, Ice lo solt y levant las


manos sonriendo. Tomando dos pasos deliberadamente cuidados detrs
de la valla, le gui un ojo al mafioso y luego se volvi.
Nuestras miradas se encontraron cuando ella se dio la vuelta y el mundo
comenz a girar a cmara lenta. Por el rabillo del ojo, pude ver a Cavallo
rebuscar bajo su abrigo con la mano derecha.

Ice! Me lanc sobre ella, apuntando a sus piernas. Nooo!

Sus ojos se abrieron con cuestionamiento.

El sonido del disparo de la pistola, son extraamente desinflado en el


aire turbulento. El cuestionamiento, se convirti en shock mientras la
sangre empez a fluir, tiendo de rojo el pequeo agujero del disparo
que acababa de aparecer en su uniforme.

Mir hacia abajo, luego hacia m. Despus sus ojos se tornaron tan vacos
como lo haban estado en mi sueo, y cay al suelo en silencio.

Me ech sobre ella, gritando.

Me incorpor rpidamente, alejando las lgrimas de mi cara mientras la


giraba boca arriba.

Oh, Dios, no. Ice, no. Por favor. Oh Dios.

La sangre sala de la herida lentamente, brotando perezosamente. Pero


eso significaba que todava estaba viva. Presion con una mano sobre el
agujero en su pecho, y us mi mano libre para apartarle el pelo de la
cara.

Oh Dios, por favor, despierta, Ice. Por favor, no te me mueras. Por favor,
no me hagas esto. Por favor. Oh Dios. Oh Dios.

Yo estaba en pnico, y lo saba, pero no era capaz de detenerme. La


sangre brotaba entre mis dedos, pintndome con su calor vital.

No te me mueras, Morgan Steele. No te atrevas a morirte!

El sonido de pasos corriendo, me hizo mirar hacia arriba. Los rostros plidos
y asustados de Sonny, Pony y Critter miraban hacia m.
Oh mierda! gru Pony en cuclillas a mi lado, presionando su mano
por encima de la ma, en un intento de detener la hemorragia.

Conseguid una ambulancia! grit sin ni si quiera sentir la presin de


la mano de Pony sobre la ma. Ya!

Asintiendo con la cabeza bruscamente, Sonny se volvi y se alej a toda


velocidad de vuelta a la prisin. La multitud sorprendida, se apart con
facilidad para permitirle pasar.

Se han ido? le pregunt a Pony, con mi punto de visin trasera


bloqueada por su cuerpo musculoso.

Quines? pregunt Pony distradamente, con el rostro sombro


mientras incrementaba la presin sobre mi mano.

El Alcaide y el tirador.

Mi amiga mir sobre su hombro, todava bloqueando mi vista de la cerca


y la zona ms all de ella.

Un auto est saliendo de la zona de estacionamiento gru ella,


volviendo su atencin a la tarea de frenar la hemorragia de mi amante.

Gracias a Dios.

Qu le ests agradeciendo a Dios? Ese podra ser el asesino de Ice


escapando!

Ella no va a morir. Lo s. No puede.

Me gustara tener tu fe, ngel.

No la necesitas. Tengo fe suficiente por las dos.

Ms presas se acercaron a nosotras, reunindose alrededor y


bloqueando la poca luz que haba.

Critter se levant de un salto y alej a varias mujeres mientras varias


Amazonas nos rodearon, formando un crculo protector a nuestro
alrededor.
Algunas de las otras reclusas comenzaron a murmurar. Escuch un sonido
y levant la vista justo a tiempo para ver una piedra del tamao de un
puo rebotar en la torre de los guardas y aterrizar contra la valla. Dos
piedras ms volaron hacia all, chocando contra la estructura metlica
de la torre.

Qu est pasando?

Gruendo, Pony empuj a Critter hacia abajo y puso su mano contra la


ma.

Estas idiotas solo estn buscando una razn para hacer un motn.
Parece que encontraron una.

Pero los guardias no la dispararon!

Eso no importa. Mantn la prisin. Ver lo que puedo hacer.

No era una orden difcil de acatar. Aunque la bomba atmica fuera a


caer sobre m no me habra movido.

Critter mir a la cara plida de Ice.

Est?

Est viva por ahora dije acariciando con mis dedos temblorosos los
labios de mi amante. Por favor, Ice, aguanta susurr. Lo siento
mucho. Por favor, aguanta. Solo un poco ms, de acuerdo?

Pony se llev a algunas de las Amazonas que nos protegan con ella, y
ahora tena la oportunidad de ver ms del patio. Las internas me
recordaban a avispas furiosas, vestidas de naranja. Sus rostros estaban
enojados, sus posturas tensas, listas para explotar a la menor
provocacin. Brotes aislados de violencia estallaron, apagndose
rpidamente. El estado de nimo y las acciones de la multitud, reflejaban
la brisa intermitente que nos rodeaba perfectamente.

Lo nico que me mantena en pie era la sensacin del pecho de Ice


movindose rtmicamente bajo mi mano. Se vea tranquila acostada all.
Si no miraba a mis manos cubiertas de sangre, casi poda creer que
simplemente estaba dormida en el patio.

Por favor, despierta, Ice susurr acariciando su cabello mecido por el


viento. Por favor, no me dejes as. Te amo. Y s que me amas. As que
despierta. Por favor.

El sonido de la puerta al abrirse reson en el patio, y vi como un montn


de guardias entraba en el patio, con las porras en las manos y expresiones
sombras en sus rostros. Sandra se separ de las filas cuando vio a Critter,
Ice y yo y vino corriendo.

Quin hizo esto? exigi ponindose en cuclillas a mi lado. Mir a


Critter, que me mir y se encogi de hombros. Vamos, ngel. Quin
hizo esto? Fue uno de los guardias?

No, no fueron los guardias.

No fue una presa

No, tampoco fue una presa.

Su pecho se hundi de un suspiro de alivio.

Entonces, quin? Quin fue, ngel?

Poda haber sido una situacin difcil, pero esta vez no lo dud. Ice haba
pedido tener la oportunidad de manejar a Cavallo por su cuenta
mientras estaba bien, as que iba a mantener mi palabra y a darle esa
oportunidad.

Volv la mirada a Sandra.

No s, Sandra. No estaba lo suficientemente cerca para poder verlo


bien.

Su rostro mostr sorpresa ante mis palabras.

Pero

Utilic mi mano libre para tomar su mueca.


Ahora no importa, Sandra. Nada de esto importa. Lo que importa es
mantenerla con vida. As que para de preguntar y averigua donde
demonios est la ambulancia, de acuerdo?

Sus ojos se abrieron como platos, se puso de pie y se volvi de nuevo


hacia el edificio justo cuando la puerta se abra de nuevo.

Tres paramdicos salieron corriendo al patio empujando una camilla


sobre el suelo. En cuestin de segundos estaban sobre nosotras, con sus
cajas naranjas y su aire de educacin y profesionalidad.

Pony y yo fuimos apartadas del camino, y Ice fue metida rpidamente


en la camilla.

Llevadme con vosotros.

Sandra me agarr por detrs.

Sabes que no pueden hacer eso, ngel.

Apartndome de su agarre, me volv a ella con mis muecas hacia


arriba.

Claro que pueden. Espsame. Ponme grilletes en las piernas. Manda un


par de guardias conmigo para asegurarme de que no trato de escapar
de la ambulancia. Pero por favor, Sandra, deja que vaya con ella. No
tiene a nadie ms.

La jefa de los guardias se volvi a uno de los paramdicos y mi corazn


lati con esperanza.

Se la llevan al Condado?

S. Tienen un buen equipo de trauma. Deberan ser capaces de curarla.

Sandra asinti.

Estaremos en contacto, entonces Se inclin quitando suavemente mi


agarre de la camilla, y luego golpe en el hombro al hombre para que
prosiguiera su camino.
Esperen! Grit luchando por liberarme del agarre de Sandra. No
puedes hacer esto! Sandra, por favor, djame ir con ella!

Tirando de m a un fuerte abrazo, Sandra baj la cabeza para susurrarme


en mi odo.

No puedes ir con ella, ngel. Lo sabes. Tienes que ser fuerte, tanto por
Ice como por el resto de nosotras! Estas mujeres estn a un paso de un
motn. Si ven que colapsas

Yo saba que ella tena razn, y en ese momento sent una llamarada roja
de odio por ella. Cmo poda esperar que me preocupara de las presas
o los guardias y un potencial motn? Cmo se atreva a esperar que yo
pretendiera que nada iba mal mientras mi corazn se estaba rompiendo
en mil pedazos? Pero su abrazo era clido, y tierno. Y por l pude
encontrar la fuerza para tirar de m misma, aunque solo fuera
temporalmente, aunque solo fuera una falsa cara de confianza para el
mundo exterior.

Finalmente asent y me apart secando mis lgrimas con las manos


relativamente estables.

Est bien. Voy a estar bien.

Sandra sonri.

S que lo estars. Ice es fuerte. Saldr adelante. Ya vers. Y cuando lo


haga ladeando la cabeza, captur mi mirada con la suya propia,
las tres nos sentaremos y tendremos una pequea charla.

* * *

El resto del da se convirti en un mar eterno de espera y preocupacin.


Pas la mayor parte de l cerca de la sala de guardias, saltando con
anticipacin y terror cada vez que el telfono sonaba.
Las Amazonas iban y venan cada cierto tiempo a informarse, pero a
parte del hecho de que Ice estaba en ciruga de emergencia no haba
nada ms que contar durante esas largas horas aterradoras y vacas.

Luego lleg la llamada que haba estado esperando. Lo supe antes de


que incluso Sandra descolgara el telfono. La certeza me recorra las
entraas como un huracn. Me di cuenta de que ella se senta igual que
yo, porque sus ojos estaban profundamente preocupados, y su mano un
poco temblorosa mientras tomaba el telfono y lo apoyaba en su oreja,
aclarndose la garganta.

Aqu Rainwater, Pierce.

Su rostro se mantuvo cuidadosamente neutral mientras escuchaba lo que


le decan. Eso me llev casi a la locura mientras resista el impulso de tirar
de la manga de su camisa como una nia de preescolar tratando de
llamar la atencin de su madre. Despus de varios minutos no
informativos, Sandra finalmente dio su agradecimiento a quien estuviera
al otro lado de la lnea y luego colg el telfono.

Y bien? Mi corazn estaba tronando tan rpido en mi pecho que


poda orlo. Quera escuchar tanto lo que tuviera que decir, como no
quera escucharlo.

Poniendo su mano sobre mi hombro, la jefa de guardias sonri.

Est en recuperacin.

Casi me ca al suelo de alivio.

Cmo est?

Descansando cmodamente en estos momentos, segn dijo el


mdico. La ciruga sali bien. La herida no era tan mala como pensamos.
Tuvieron que hacer un poco de reparacin vascular y tiene algunos
daos en el pecho, que el cirujano dijo que podra darle algunos
problemas con su brazo izquierdo, pero por lo dems, est muy bien.

Oh, gracias a Dios Me sent mareada de alivio. Est despierta?


S. Estaba bastante aturdida, pero dijeron que saba su nombre y todo
lo que le preguntaron. Estn muy positivos sobre su recuperacin plena.

Dios, es una gran noticia! Sin pensarlo, abrac a una sorprendida


Sandra y le di un beso en la mejilla. Tengo que ir a decrselo a las dems.
Gracias!

Mientras sala de la habitacin, me di la vuelta para mirar por encima de


mi hombro, sonriendo para mis adentros cuando vi a la jefa de guardias
de pie estupefacta, con un dedo sobre su mejilla donde le haba dado el
beso.
Captulo 17

I
ce escap hoy.

No, no del Pantano, pero por lo que me he enterado en las ltimas


dieciocho horas, creo que podra haber sido su plan desde el principio.
Se escap del hospital donde haba sido llevada despus del tiroteo
hace casi una semana.

Me siento aqu, sola en mi celda, escribiendo mientras mis amigas se


agrupan alrededor de una televisin en blanco y negro ilegal en la
biblioteca, mirando la cobertura local en vivo de la persecucin surgida
desde que se supo lo de la fuga.

La prisin est rodeada de policas uniformados, todos esperando que


Ice regrese para matar al Alcaide.

S que no la volver a ver. Lo s tan cierto como s mi propio nombre. La


polica no est buscando recapturarla. La est buscando para matarla.
Y herida y perseguida como est, solo me queda tener fe de que ella les
frustre.

Empec a escribir esta historia el da que la hirieron, como una manera,


supongo, de mantenerla cerca de m durante el tiempo que
estuviramos apartadas. Siempre he disfrutado escribir, y parece una
buena manera de pasar el tiempo.

Nunca imagin que sera todo lo que tendra, estas palabras, estos
recuerdos. Parecen inadecuados de alguna manera, teniendo en
cuanta lo que he perdido hoy. Pero si las palabras son todo lo que tendr,
entonces continuar escribindolo hasta el final, a ver a donde me
conduce.

Estoy llorando mientras escribo esto, como estoy segura de que te


imaginars. Las palabras ante m, se difuminan con lgrimas, pero si
puedo de alguna manera escribir a travs de ellas, tal vez sea capaz de
olvidar, al menos por un momento, este lugar vaco en donde mi corazn
sola estar.

Que sepis, antes de seguir adelante, que Morgan Steel era (es, tengo
que creer que todava est viva ah fuera, en alguna parte) una buena
persona. Si no has aprendido nada ms con la lectura de estas pginas,
al menos que sepas que ella se ha ganado a pulso su redencin.

* * *

Alrededor de la una de la madrugada de hoy, me despert de un sueo


profundo por dos guardias, hombres que no haba visto antes, que me
agarraron y me sacaron de la cama. Me esposaron las muecas y me
llevaron por la prisin en silencio hasta la oficina del Alcaide.

Morrison pareca estar peor que yo. Tena los ojos hinchados y
enrojecidos, el pelo normalmente perfecto, era una masa de mechones
enredados, y su traje, normalmente impecable, estaba arrugado y mal
ajustado.

Dnde est? gru tan pronto como los guardias cerraron la puerta
detrs de m.

Bien podra haberme preguntado el secreto de la vida para el caso.

Dnde est quin?

Ya sabes quin. Dnde est ella? La saliva salpic de sus labios


gruendo de forma poco atractiva a su escritorio de caoba.

Aturdida y asustada como estaba yo, me esforc por mantener la poca


compostura que me quedaba.

Con todo respeto, seor, es la una de la maana. He dormido solo unas


horas. No tengo ni idea de quin o qu est hablando.

Su puo se estrell sobre el escritorio haciendo sonar el marco de un


retrato, dejando ver sus manos temblorosas al igual que una bien
conocida figura religiosa y poltica que no voy a mencionar.
Me puse rgida mientras las manos de los guardias me sujetaron ms
fuerte por mis bceps doloridos.

La perra de Steele! Por ltima vez, dnde est?

En el hospital! grit cuando pareci que me iba a tirar el escritorio


encima.

No est en el hospital! Si estuviera en el hospital de mierda, crees que


te habra trado a mi oficina en medio de la puta noche para preguntarte
dnde coo est?

Mientras miraba fijamente al hombre, con sus ojos fuera de las rbitas,
sent la repentina certeza de que estaba loco. Total y completamente
loco. Tan loco como Cassandra, o ms.

Y entonces me vino la idea. Ice se haba ido. Haba escapado. Parte de


m grit de alegra, mientras que la otra solloz de dolor.

Uno de los guardias me sacudi y me di cuenta de que Morrison estaba


esperando una respuesta.

Yo lo siento. No puedo ayudarle. No s dnde est si no est en el


hospital.

Esta vez se lanz por encima del escritorio a por m, agarrndome de la


parte delantera de mi uniforme.

Ests mintiendo, zorra! Ella plane su fuga y s que t la ayudaste!

Aturdida, negu con la cabeza tratando de dar sentido a mis


pensamientos que giraban.

Seor dije finalmente tratando fuertemente de no mostrarle lo


verdaderamente asustada que estaba, le dispararon en la espalda.
Realmente no s cmo eso se podra haber planeado. Pero aunque lo
fuera, seor, le aseguro que yo no saba nada de ello. Pens que estaba
muerta cuando cay al suelo. Si era una manera de escapar, eso es
nuevo para m.
Me di cuenta por la mirada de sus ojos, de que saba que yo conoca ms
datos de al menos a lo que el tiroteo se refera. De repente, me enfrent
con la tentacin abrumadora de decirle exactamente lo que yo saba,
solo para verlo retorcerse. Y tal vez, si los hombres que me sostenan
hubieran sido agentes de polica en vez de carceleros, que podan o no,
estar comprados, lo podra haber hecho. En cambio, me content con
dejar ver el brillo de conocimiento de mis ojos.

Despus de un momento se ech atrs, liberndome y arrastrndose al


otro lado de la mesa, hacia la silla de su escritorio.

Sacadla de aqu dijo desplomndose en su asiento.

Y de repente pude verlo. El hombre estaba furioso, s. Pero ms que eso,


estaba absolutamente aterrorizado. Lo pude ver con facilidad ahora que
saba dnde buscar. El rea alrededor de sus abultados ojos era blanco
y una lnea de sudor recorra su labio superior y su frente.

Sonre ligeramente mientras los fornidos guardas me sacaban de la


oficina, viendo como Morrison echaba mano a un pauelo de su bolsillo.

No hay ventanas en mi celda, pero cuando estuve por fin sola y sin
esposas, me sent en la cama mirando el techo en blanco e imaginando
un manto de estrellas por encima.

Ice susurr. S que ests ah fuera. Slo que no s dnde. Por favor,
mantente a salvo. Te amo. Y por mucho que quiera verte, por favor, por
favor simplemente Mantente alejada. Por favor.

Se me llenaron los ojos de lgrimas y las dej caer, sabiendo en lo


profundo de mi corazn que la ltima imagen que tendra de ella sera la
de verla herida e inconsciente, tirada en el sueo fro del patio.

Las siguientes horas se me pasaron en una bsqueda infructuosa del


sueo. Dando esa actividad en particular como una causa perdida, me
levant y me puse un uniforme limpio decidida a empezar el da y hacer
frente a las noticias que me trajera.

Esper pacientemente en la puerta de mi celda, esperando a que


llegara el da, pero cuando el tiempo de abrir las celdas lleg y se fue sin
seal de los guardias, me empec a preocupar. El bloqueo completo
durante el da era una cosa muy rara en el Pantano. Tan raro, de hecho,
que la nica otra vez que poda recordar que hubiera ocurrido fue en las
primeras horas despus que ocurri el motn en el que muri Derby.

Al presionar la cabeza contra los barrotes de mi celda, mir por el pasillo


sin ver nada excepto los brazos de mis compaeras de prisin mientras
esperaban la liberacin. Conversaciones murmuradas, insultos y
preguntas comenzaron a llenar la prisin con explosiones espordicas.
Obviamente, yo no era la nica que se preguntaba qu estaba pasando,
aunque tena la sensacin de que poda saber un poco ms que la
mayora. No crea que fuera casualidad que esta aberracin del
procedimiento normal de la prisin surgiera justo la maana despus de
que Ice supuestamente se hubiera escapado del hospital (y en este
punto, a pesar del comportamiento del Alcaide, no estaba segura an
de lo que haba pasado en todo caso).

El sonido de una voz que poda ser tan solo de Morrison, se hizo eco de
repente a travs de la prisin, silenciando toda la charla. Aunque las
palabras individuales no se oan, me daba cuenta de que el hombre
estaba en un ataque de locura furiosa. Los sonidos de una celda siendo
puesta patas arriba, llenaron el aire con destruccin. No tuve que pensar
mucho para saber qu celda estaba siendo registrada.

Escasos momentos despus, los pies corriendo de Sandra resonaron


mientras llegaba a toda prisa y meta la llave en la cerradura de mi celda,
abrindola y agarrndome del brazo.

Ven conmigo me orden sacndome de mi celda y llevndome por


el pasillo.

Espera! Pero Por mucho que lo intentaba no poda liberarme de su


agarre. Dnde est?

El Alcaide est a punto de estallar. Te estoy llevando a un lugar seguro,


por el momento. Tenemos que hablar.

Decidiendo que, en este caso, la discrecin era lo mejor, mantuve la


boca cerrada y le permit conducirme por las escaleras a travs de los
pasillos de la sala de visitas vaca.
Me sent en una de las sillas, y luego sac otra y se sent a horcajadas
echndome una mirada sin sentido. Le devolv la mirada, decidida a no
ceder ni un pice hasta que tuviera que hacerlo.

El silencio entre nosotras creci opresivo.

Qu est pasando aqu, ngel? pregunt finalmente.

Podras ser un poco ms especfica? Saba muy bien lo que quera


saber, por supuesto, pero no iba a dejarme intimidar.

Ella suspir frotndose la frente.

Sabes que Ice escap ayer por la noche No era una pregunta.

Eso me dijo el Alcaide, s.

Sus cejas se elevaron.

El Alcaide?

S. Su escuadrn de matones me arrastr fuera de la cama a la una de


la maana para darme esa pequea sorpresa. No pareca muy feliz.

As que no sabas nada de eso de antemano.

Golpe la mesa con mi mano cerrada, sorprendindola.

Por supuesto que no! No he tenido ningn contacto con ella desde
que le dispararon. T lo sabes, Sandra!

Ella me mir por un largo rato, y luego asinti, al parecer convencida por
mi sinceridad. Luego tom otro aliento y lo dej salir lentamente.

ngel pregunt en voz baja, quin dispar a Ice?

En ese momento yo quera decirle. Quera compartir esa terrible carga,


pero no poda. Por mil razones diferentes, una de ellas, que si algo le
pasaba a Cavallo, ya estuviera Ice involucrada o no, sera la primera
sospechosa. Por lo que saba, solo cuatro personas sabamos quin
dispar a Ice: Ice, Morrison, Cavallo y yo. Y era bastante seguro que
Morrison y Cavallo no diran nada a nadie. Sandra, sin embargo, tendra
el deber de notificar a la polica, y yo no poda permitir que eso sucediera.

Quin ngel?

La mir dispuesta a asumir las consecuencias.

No te lo puedo decir, Sandra.

No puedes? O no quieres?

Yo no dije nada.

Te podra poner en el calabozo por no contestarme me advirti.

S concord sin romper el contacto visual. Podras.

Y ests dispuesta a correr ese riesgo?

S.

Nos miramos la una a la otra durante mucho rato en el cuartito silencioso.


Casi poda ver discurrir a Sandra a travs de sus oscuros ojos,
reflexionando cuidadosamente cada idea antes de descartarla como
intil contra m.

Lo habra hecho antes o despus, ya sabes.

Su voz era tranquila y un poco triste.

Perdn?

Fugarse. Si no hubiera sido en el hospital, habra sido aqu. Sabes algo


de eso?

No Y de nuevo estaba diciendo la verdad. En todo el tiempo que


haba conocido a Ice, el tema de fugarse nunca haba surgido en la
conversacin. Por qu piensas eso?

Ella sonri un poco.


Es sobre lo que el Alcaide estaba gritando. Revisaron su celda.

Y?

Aparentemente estaba haciendo un tnel antes de recibir el disparo.


Me imagino que esa era la razn por la que se mantena tan firme en
contra de ir al hospital la noche despus del incendio.

Un tnel? pregunt confusa. Desde el octavo piso? La idea era


ridcula.

Bueno, no puedo entrar en detalles, obviamente, pero digamos que


haba un agujero bastante grande alrededor de la tapa del inodoro de
su celda. Uno que haba sido tallado cuidadosamente.

Negu con la cabeza con incredulidad.

Sandra, he estado en la celda de Ice ms veces de las que puedo


recordar y nunca he visto ningn agujero ah ni en ningn otro lado. Ests
segura de que no apareci convenientemente?

S. Yo estaba ah cuando el Alcaide lo descubri.

Pero, cmo?

Eso no lo puedo decir. Pero confa en m, era bastante condenatorio.

Logr una dbil sonrisa.

Est bien, creo que prefiero no saberlo. Sinceramente no s qu pensar.


Si me hubieran preguntado ayer si pensaba que Ice era de las personas
que intentan escapar, me habra redo en su cara. Ahora? Ya no s qu
pensar.

Mi ensoacin se vio interrumpida por una mano en mi brazo.

Esta lnea de interrogatorio no ha terminado, ngel dijo Sandra con


voz y expresin duras. Te dar un poco de tiempo para pensar por qu
sientes la necesidad de proteger al que dispar a Ice, pero cuando
hablemos de nuevo, voy a querer respuestas. Entiendes?
Entiendo.

Bien. Vamos.

En el momento en que me acompa fuera de la sala de visitas, el cierre


se haba levantado y las reclusas estaban pululando por la prisin. Me di
cuenta de que la red se encontraba en buen estado de funcionamiento
por las miradas que me lanzaban casi la totalidad de las presas mientras
pasaba.

Sandra apret mi brazo.

Recuerda lo que te dije, ngel murmur cerca de mi odo.

Lo har.

Con un movimiento de cabeza, ella se alej, tragada por la marea de


color naranja de los uniformes.

* * *

Y aqu estoy, sentada en mi celda, con una bombilla y una pila de papel
barato por compaa. Es casi la hora de apagar las luces, y puesto que
nadie ha venido a ponerme al da en las ltimas horas, solo puedo
adivinar que Ice an est por ah, en algn lado. Sin embargo, ahora lo
saben Corinne y algunas de las Amazonas. Les cont algunos de mis
secretos. Creo que Ice me perdonar est donde est. Se merecan
saber por qu le dispararon y bajo el tipo de presin al que estaba siendo
sometida mientras trataba de sobrevivir en este laberinto para ratas da
tras da. Pero ms all de eso, se lo dije porque no poda soportar ver el
brillo tenue de decepcin en sus ojos. Y un tipo de dolor. Porque Ice las
haba dejado sin ni si quiera decir adis. Creo que tambin esperan
perderme a m. Que me rompa en mil pedazos. Y aunque haba habido
veces hoy en que haba estado a punto de hacerlo, descubr que tena
una fuerza interior que no saba que posea. Creo que es lo nico que me
mantena en pie. Eso y la esperanza de que Ice an estuviera por ah, viva
aunque no a salvo.
Quiero odiarla, ya sabes. Por ponerme en esta situacin. Por ponernos a
todas en esta situacin. Quiero, pero no puedo. Esa misma fuerza que no
me deja romperme, tampoco me deja odiarla.

Sigo esperando que llegue la ira, pero parece contentarse con esperar
su momento. Tal vez algn da cuando est lejos de este lugar y los
recuerdos me embarguen, tal vez entonces sea capaz de gritarle. Quiz
algn da.

Las luces acaban de parpadear. Es hora de dejar esto y acomodarme


para pasar la noche y esperar que el sueo decida llegar y llevarme con
l cuando se vaya.

Y entonces, quizs, pueda verla de nuevo en mis sueos.

* * *

Cuando se abrieron las celdas en esta maana, fui recibida por una Pony
con el rostro ceudo.

Tienes que venir y ver esto, ngel.

Mis entraas se tensaron al instante mientras mi corazn se aceleraba.

Qu pasa? Dios, no. Por favor, no dejes que sea Ice. Por favor.

Es mejor que lo veas. Ven.

Segu de cerca a Pony mientras me llevaba por las escaleras a travs de


la prisin hasta la biblioteca. Era sbado, un da que, con la ausencia del
Alcaide, las reglas se relajaron un poco.

La televisin que estaba escondida en los rincones ms profundos de la


biblioteca el da anterior, estaba puesta a la vista en medio de una de
las mesas. Corinne y las Amazonas se reunan alrededor de ella como si
fuera una fogata.

Todas volvieron sus caras sombras hacia m mientras Corinne y Critter


hicieron lugar para poner una silla para m.
Qu pasa?

Corinne hizo un gesto a la pantalla parpadeante.

Mira.

La imagen pas de un anuncio publicitario a una sala de periodistas,


donde una mujer atractiva estaba sentada mirando seriamente a las
cmaras.

Recapitulando nuestra historia de primeras horas de la maana, Joseph


Cavallo, vinculado a la familia mafiosa Briacci, fue encontrado muerto a
tiros esta maana fuera de este restaurante. La polica piensa que es un
tiroteo estilo del hampa La imagen dio paso a la parte exterior de un
popular restaurante italiano que estaba adornado con cinta amarilla por
la polica, y literalmente plagado de oficiales de la ley. La reportera
continu hablando: Los detalles del tiroteo an son incompletos, pero
un portavoz de la polica dice que dos testigos dentro del restaurante han
dicho que vieron a tres figuras saliendo de las sombras por el Oeste y
avanzando hasta el Sr. Cavallo cuando sala de su auto, que estaba
aparcado en la acera frente al restaurante. El Sr. Cavallo fue visto
accediendo a su bolsillo, por lo que la polica piensa con cautela que
tena su arma cuando fue disparado delante del auto. Las tres figuras, a
continuacin, abandonaron el lugar y las vieron dirigirse al Oeste en un
sedn de color oscuro. No hay ms informacin disponible sobre el tiroteo
por el momento.

Jess susurr. Creis que Ice?

Shh me interrumpi Corinne. Hay ms. Escucha.

La escena cambi de nuevo a la mesa de la reportera.

En noticias relacionadas, cuando el auto del Sr. Cavallo fue


inspeccionado como consecuencia de los disparos, los administrativos
descubrieron que estaba vinculado a un auto robado que conduce
hasta este hombre Y aqu una foto fue introducida en la parte superior
de la esquina izquierda de la pantalla. Di un grito ahogado: El
Reverendo William Morrison, Alcaide del Pantano, un Centro Penitenciario
de Mujeres y partidario conocido del Senador Estatal Robert Gaelan entre
otras figuras polticas sealadas. El Reverendo Morrison fue detenido en
su casa a primeras horas de la maana y puesto bajo custodia policial
para ser interrogado. Ms informacin al respecto en cuanto est
disponible. Y ahora los dejamos con Ken DJulio y las noticias del tiempo.

Mientras la pantalla daba paso a una imagen del mapa del tiempo, me
hund de nuevo en mi silla, dejando surgir una larga exhalacin.

Joder.

Puedes decirlo con fuerza dijo Corinne con tono ligeramente


petulante. Parece que Ice mat a dos pjaros de un tiro, por as decir.

Me gir hacia ella.

Realmente crees que ella lo hizo?

Corinne resopl.

Defecan los mamferos? Pues claro que lo hizo.

Yo no estoy segura repliqu aunque sin mucha conviccin.

Qu quieres decir, ngel? pregunt Sonny desde su posicin en la


mesa. Despus de todo lo que nos dijiste ayer, no crees que lo hizo?
Despus de todo lo que le hizo Cavallo?

Lo hizo bien intervino Critter asintiendo con la cabeza sabiamente.

Pude sentir mi ira surgiendo, y mi cuerpo se levant junto con ella,


enviando mi silla traqueteante contra otra mesa mientras me pona de
pie.

Creis todas eso, no? Todas pensis que ella fue por ah con un par de
socios para cargrselo, verdad?

Pony se encogi de hombros.

Claro. Se la deba.

El resto asinti en acuerdo.


Yo solt una carcajada, sacudiendo la cabeza con disgusto.

Sonis igual que debieron haberlo hecho los miembros del Jurado
mientras deliberaban, solo que tengo ms respeto por ellos, porque al
menos ellos esperaron su juicio para condenarla.

Les lanc a todas una mirada severa, me di la vuelta y sal de la biblioteca


con rapidez, sin necesitar mirar atrs para ver las caras de asombro que
haban puesto.

* * *

Han pasado casi tres meses desde la ltima vez que revis estas palabras
que he escrito. Mucho ha cambiado, sin embargo, mucho sigue siendo
igual.

Ice an sigue desaparecida. Las ltimas apuestas de la prisin estn


apostando a que est muerta. Yo voy contra esa probabilidad, como la
mayora de las mujeres que la conocan bien o por lo menos, tan bien
como cualquiera podra conocerla. Pero debo confesar que hay veces,
sobre todo en las noches, cuando me lo planteo, porque si por algn
milagro segua por ah fuera, en alguna parte, no haca ningn intento de
ponerse en contacto conmigo en absoluto. Y creme cuando te digo
que es posible hacerlo con facilidad. Se ha hecho antes. Y as, a veces,
cuando el dolor en mi corazn es ms fuerte, me lo pregunto. Porque en
esos momentos, es ms fcil creerla muerta que indiferente conmigo. Y
es en esos momentos, cuando estallan las lgrimas que llevo por dentro
de manera imparable.

La ira lleg mucho antes de lo que pens que lo hara. Cuando volv a mi
celda aquella lejana maana, me golpe como una venganza,
hacindome destrozar mi celda. Despotriqu. Desvari. Di puetazos.
Patale. Arroj cosas. Grit.

Estaba enfadada con las Amazonas por creer que Ice, a fin de cuentas,
haba vuelto a las andadas y no haba cambiado, que era irredimible.
Estaba enfadada conmigo misma por albergar en el fondo de mi corazn
esas mismas creencias. Pero sobre todo, estaba enfadada con Ice, por
renunciar, por haber cedido, por tomar lo que me pareca el camino fcil.
Creo que podra haberla odiado un poco demasiado, en esos momentos
oscuros de rabia. Si supiera por qu haba elegido ese camino, tal vez
hubiera sido ms fcil para m hacer frente a su prdida. Pero no lo saba.
Y me estaba matando por dentro.

Una de las imgenes que me ayudaban a travs de esos momentos de


rabia y desolacin es su ltimo da aqu con nosotras. Ella se alej de la
valla, ya sabes. No tena que hacerlo. Cuando tuvo a Cassandra contra
los barrotes, incluso con la amenaza de ser golpeada por el Alcaide y los
guardas, no se ech atrs. Esa vez, con las circunstancias igualmente
malas, se alej. No porque los guardas tuvieran sus armas apuntndole.
Ice no tena miedo a morir. De hecho, creo que a veces lo anhelaba. No,
ella se apart por sus propias razones. Y yo puse toda mi esperanza en el
pensamiento de que ella se alej porque finalmente soaba con algo en
lo que aferrarse.

Incluso su huida y la muerte de Cavallo no podan quitarme esa imagen


de la mente, ni la esperanza de mi corazn. Porque vers, yo creo que
ese sueo tena algo que ver conmigo.

La prisin ha cambiado tambin. El Alcaide, y lo digo con no poca


alegra, est acabado. Con la muerte de Cavallo y el arresto de Morrison,
no hubo ms razn para mantener mi secreto, as que le dije a Sandra
todo lo que saba. Y, por supuesto, ella hizo lo que saba que hara. Fue a
la polica con la informacin.

La polica, por su parte, vino a m y me pregunt muchas cosas, todas las


cuales respond con veracidad y lo mejor que supe. Han aadido el
cargo de intento de asesinato a la larga lista de fechoras de Morrison.
Espero que lo encierren mucho, mucho tiempo.

El motn que pareca inminente, qued en nada en cuanto se escuch lo


de la fuga de Ice. No s realmente por qu. Tal vez ella se llev algo del
espritu de este lugar cuando se fue. Se trataba de una especie de tregua
incmoda, pero una tregua a pesar de todo, lo que era bueno en cierto
modo porque las Amazonas estaban a todos los efectos, sin lder. Nadie
quera el puesto, y menos yo, que todo el mundo me vea intentando
recomponerme. Aunque me avergenza admitir que no poda reunir la
fuerza para hacerlo.
Mi vida haba sido reducida una vez ms a una simple existencia de vivir
al da. Era todo para lo que tena fuerza. S, todava lucho cuando la
causa es justa, ya sea de palabra o de obra, pero carece de ese sentido
de supongo que magia es la mejor palabra que puedo usar para
describir cmo me senta cuando Ice estaba an aqu. La sensacin de
luchar en un equipo que luchaba una buena batalla pareca haber
desaparecido con ella.

Todava ramos Amazonas, y todas ramos amigas, pero era como si


nuestro barco hubiera perdido el rumbo y estuviera a la deriva a merced
del mar. No era algo bueno, especialmente teniendo en cuenta lo que
representaba esta banda. Solo nos queda esperar hasta que alguien de
un paso al frente para reclamar el liderazgo de nuevo.

En cuanto a m, bueno, si los dioses eran bondadosos, poda ser el ltimo


da en que me sentaba en esta celda que ya no era un hogar para m.
Donita cumpli su palabra, y maana tena programado ser transferida a
la crcel del condado para esperar que comenzara el juicio, que era al
da siguiente. Me ha trado algunas ropas bonitas para que me las ponga.
Dice que soy inocente y que debera parecerlo, en lugar de llegar a la
Corte con la apariencia de una asesina convicta. Es increble lo mucho
que la moda ha cambiado en los cinco aos que he estado aqu. Me
pregunto qu ms ha cambiado. Supongo que lo mejor es mantener esa
pregunta en espera por ahora. Ya estoy bastante nerviosa por tener que
hacer frente en pblico a los acontecimientos que condujeron a la
muerte de mi marido hace cinco aos. No he sido capaz de comer nada
sustancial (aunque la cafetera sirve algo que se podra considerar as) en
el ltimo par de das, y el sueo parece ms como un recuerdo lejano
que una realidad.

Donita ya me ha informado de que voy a subir al estrado. Y si no me


creen? Han pasado cinco aos. Mis emociones, cuando pienso en su
muerte, ya no son las mismas que entonces. Qu pasa si ellos creen que
estoy mintiendo y no tengo remordimientos por lo que hice? Donita me
ha entrenado bien, jugando el papel de fiscal del distrito, y francamente
asustndome a muerte varias veces con sus lneas de interrogatorio. Pero
ella me asegura que estoy lista. Que puedo enfrentarme al mundo.

Deseara creerla.
Captulo 18

B
ien, Donita cumpli su palabra.

Aqu estoy, en una celda pequea de la crcel del Condado,


garabateando en un bloc de notas amarillo que fue tan amable de
darme. El tribunal tena un receso hoy despus de la apertura de
argumentos, como ella dijo que sera.

No fui sorprendida por el ngulo de la fiscala, despus de haber odo casi


lo mismo cinco aos atrs. A los ojos del fiscal, todava se me consideraba
una harpa celosa y posesiva que no poda hacer frente al hecho de que
mi marido quisiera un poco de tiempo para l con los amigos despus del
trabajo.

Donita estuvo simplemente genial. Sus argumentos eran claros, concisos


y sin enrollarse ni dramatizar. Era una profesional consumada y apareci
magistralmente preparada. El Jurado, que en esta ocasin era una
buena mezcla de hombres y mujeres (mi Jurado anterior constaba solo
de dos mujeres), parecan absortos con sus palabras. Algunas veces,
crea verles mirndome con compasin en los ojos. Por lo menos, eso
esperaba que fuera.

No tengo nada que hacer ahora, excepto mirar las paredes fijamente y
esperar poder dormir esta noche. El miedo y la espera son extraos
compaeros de cama. Han pasado cinco largos aos desde la ltima vez
que estuve en este lugar, y el miedo an sigue ah, solo que parece haber
cambiado de direccin. Hace cinco aos, tena miedo de ir a la crcel.
Ahora temo que no vaya a salir. Y tambin tengo miedo de salir.

Parece que fue ayer cuando le pregunt a Ice por qu no solo sigui
adelante despus de dejar la prisin. Poda haber sido tan ingenua y
condescendiente? Solo pensar que eso me ocurra a m, hace que mi
estmago se revuelva. Mi familia me ha repudiado. Todas mis amigas
estn presas. Los ttulos que me he ganado son casi tan intiles como el
papel con el que estn impresos. No tengo casa, ni trabajo, ni dinero. Y
aun as todava tengo la sensacin a veces abrumadora de optimismo
acerca de todo. El mismo sentido que se desat en m hace cinco aos
cuando pensaba que estaba luchando por mi vida.

Lo que he descubierto, es que no importa lo mucho que podramos


desear a veces que todo acabe, la vida sigue. El mundo sigue girando. Y
si somos realmente afortunados, aprenderemos algo por el camino. He
aprendido que el amor y el compaerismo, y un simple sentimiento de
pertenencia pueden ser encontrados incluso en los pozos ms profundos
del infierno. He aprendido que las cosas buenas a veces suceden cuando
menos lo esperas. He aprendido que la libertad no es algo que puedan
arrebatarte, nicamente si te has rendido. Y he aprendido que no importa
lo que me ocurra en esta vida, tengo la fuerza para superarlo, adaptarme
e incluso prosperar, a pesar de, o quizs, debido a la adversidad arrojada
en mi camino.

Sera la misma mujer que soy ahora, con la misma fuerza en sus
propsitos, si estos acontecimientos de hace cinco aos hubieran
concluido de otra manera? Quizs. Tal vez, un da hubiera podido
encontrar esa fuerza por mi cuenta, la fuerza para dejar un matrimonio
sin amor y un marido que me vea ms como un mueble que como una
pareja. Quizs.

Pero sin el cario y la orientacin de Pony, Montana, Critter, Sonny,


Corinne y sobre todo de Ice, nunca podra haberme dado cuenta de lo
que realmente era capaz. Las quiero a todas, mucho, y siempre las llevar
en mi corazn, no importa cul sea el resultado de este ltimo juicio.

Suficiente de filosofar por esta noche. Hora de acostarme y ver si mi


insomnio se ha convertido en una condicin permanente.

* * *

Tuve un sueo.

Comenz como el de hace unos meses, en la enorme sala de audiencias


y todos mis acusadores (que encarnaban mi culpabilidad, me dije
racionalmente) iban vestidos literalmente para matar. Pero esta vez,
cuando cada persona daba un paso adelante, preparndose para
colocar el yugo de culpa en torno a mi cuello, respond de manera
diferente. Acept la responsabilidad de las cosas que podra haber
hecho mal, pero me negu a cargar con el peso de sus iras por cosas
que no poda haber cambiado. Tal vez pude haber sido una mejor hija,
mejor amiga, mejor esposa. Mirando atrs desde la perspectiva de la
madurez y la experiencia, tal vez habra hecho cosas de manera
diferente. Pero las palabras que haba hablado con Ice hace muchos
das, finalmente dieron sus frutos en mi propia mente. Las acciones que
haba hecho, las opciones que haba tomado, vinieron del alma de una
buena mujer. Aceptaba la responsabilidad por ellas. Eran mis decisiones.
Y pagu mi deuda por ellas.

Finalmente, despus de vivir una vida de opresin en mi propia alma, me


liberaba de la culpa y la dejaba marchar. Y cuando lo hice, todas las
figuras que haban venido a acusarme, simplemente desaparecieron en
la niebla. Era una sensacin increblemente liberadora.

La niebla se reuni en una forma de colores cambiantes. El contorno se


hizo ms claro, finalmente convirtindose en la forma de Ice. Su rostro y
su forma estaban cubiertas de un resplandor brillante y su cabello se
mova por una brisa inexistente. Ella sonri y se ilumin la habitacin.

Ice! grit en mi sueo, casi delirante de alegra. Corr hacia ella, solo
para ser detenida por sus manos en alto. Qu? pregunt. Qu?

Tengo que pedirte perdn, ngel respondi ella, con una voz que
rivalizaba con el mejor concierto de Beethoven en su absoluta belleza
para m.

Perdn? Por qu?

Por alejarme de ti. Por no decir adis. Por no dar una explicacin.

Saba que haba un montn de preguntas en las que yo necesitaba


respuesta. Pero una parte de m tambin saba que esto era slo un
sueo, y no estaba dispuesta a arruinarlo con la conversacin.

S le dije sabiendo que an sin explicacin, sin palabras, la haba


perdonado, como supe por el amor de sus ojos, que en este espacio de
sueos al menos, ella me haba perdonado.
Abri sus radiantes brazos y me lanc a ellos, sintiendo todo mi corazn
desbocndose mientras me envolva entre sus clidos y slidos brazos,
recordando cada curva y cada lnea, cada aroma era igual al de la
ltima vez que nos habamos abrazado.

Me puse a llorar, suplicando a quien quisiera escucharlo simplemente que


me concediera no despertar jams.

Una mano me agarr el hombro desde atrs, como si tratara de alejarme


de Ice. Intent aferrarme con ms fuerza, pero mientras lo haca, la forma
de Ice se volva de nuevo insustancial.

Sent que mis brazos la atravesaban.

No! Vuelve! No me dejes de nuevo!

ngel! son una voz en mi cabeza.

Por favor, Ice. Vuelve!

ngel! repiti la voz.

Qu?! gru volviendo la cabeza.

Donita, muy en la tierra de la realidad, dio un paso atrs con los ojos
oscuros parpadeando con sorpresa.

Siento despertarte dijo en voz baja. Tienes que prepararte. El Jurado


acaba de regresar. Van a dar el veredicto.

El vere Me sent en el catre de la celda, pasando una mano por el


pelo e intentando alejar el sueo de mis ojos. Ya? Qu hora es?

Mi abogada mir su reloj de pulsera.

Un poco ms de las once.

El Jurado fue a deliberar a las diez. Esto no es bueno, no?

Sonriendo, me dio un pequeo apretn en el hombro.


No todas las decisiones rpidas favorecen a la fiscala, ngel. Vamos a
llegar como si furamos las dueas del lugar Su sonrisa se ensanch.
Tengo la sensacin de que te va a gustar lo que oigas.

* * *

Soy libre.

Mientras me siento en un banco de madera fuera de la sala de


Audiencias a la espera de que Donita termine su conversacin con el
Juez (sobre la presentacin de una demanda civil en mi nombre por
encarcelamiento injusto), miro hacia abajo en esta frase que acabo de
escribir como si al leerla una y otra vez pudiera llegar a entenderla. Es una
palabra tan pequea una palabra de menor importancia y, sin
embargo, cunto representa Dios, representa un mundo!

Mientras estoy aqu sentada, miro a un caballero joven con la que parece
ser su novia. Simplemente salen de la Corte (el buen guardia de
seguridad me dice lo diferente que te tratan cuando ests sentado a este
lado de las rejas. Casi haba olvidado eso), y se dirigen hacia la puerta. Y
me vino la idea de repente. Yo tambin podra hacer eso. Simplemente
podra levantarme de este maltratado banco y caminar los pocos metros
que haba hasta la puerta de cristal y caminar hacia la luz del sol.
Simplemente podra elegir una direccin y empezar a caminar y no parar
hasta que mis piernas no aguantaran. No habra barrotes ni verjas que me
detuvieran para mantenerme alejada, tanto a m de la gente, como a la
gente de m.

Soy libre.

Me parece que no puedo escribir o pensar o decirlo suficientes veces.


Soy libre de hacer lo que quiera, ir donde quiera, cuando quiera y con
quien quiera. Qu, dnde, cundo y con quin hara todas esas cosas
era una pregunta que ni me poda plantear an. Estaba all, intentando
salir, pero iba a dejarla aparcada por un tiempo. No quiero pasar mis
primeros minutos de libertad congelada por el miedo como un ciervo
deslumbrado por los faros de un auto a punto de ser embestido.
Donita, bendito sea su enorme corazn, se ha ofrecido a ayudarme hasta
que pueda valerme por m misma. No le respond inmediatamente. No
pude. Necesito vivir el momento. La posibilidad de un futuro es
demasiado abrumadora para m para considerarla.

Ella sonri con comprensin y me meti una tarjeta de visita en el bolsillo


de lana de mi chaqueta. Sabe que la llamar cuando est lista. Yo
tambin lo s. Despus de todo, qu ms puedo hacer?

* * *

Donita me llev de vuelta al Pantano para recoger mis pertenencias y


despedirme de mis amigas, que eran mi familia.

Cmo se dice adis a la gente que has compartido cada momento


durante los ltimos cinco aos? Cmo darle las gracias por quererte, por
apoyarte y brindarte su amistad? Cmo se expresa la gratitud eterna
por las muchas veces que te han salvado la vida, e incluso tu alma? Qu
palabras se pueden utilizar para expresar la enormidad de tus
sentimientos hacia ellas?

Me encontraba en una posicin extraa. Casi surrealista. Se me permiti


quedarme en la sala de visitas mientras me traan mis pertenencias. La
puerta de la prisin estaba cerrada con llave a mis espaldas, y una
guardia estaba de pie a mi lado, para mi proteccin nada menos.
Mientras que antes no se me permita salir del Pantano, ahora no se me
permita entrar.

La puerta de la prisin se abri y Sandra la atraves con el rostro sonriente


y las manos llenas con un saco de tela en el que iban mis cosas. Dej el
petate en la mesa, abri los brazos y fui a abrazarla con fuerza, y empec
a llorar.

ngel susurr ella con su voz cargada de lgrimas. Estoy muy


orgullosa de ti. Saba que lo conseguiras. Todas lo sabamos.

Gracias, Sandra balbuce sostenindola con fuerza. Por todo lo


que has hecho por m. Ayudaste a hacer este lugar habitable y nunca lo
olvidar. Eres una maravillosa persona.
Le apret por ltima vez, ella se alej secndose sus lgrimas con la
manga de su uniforme.

T hiciste este lugar mejor para todos nosotros slo por estar aqu, ngel.
Gracias. No va a ser lo mismo sin ti. Te deseo lo mejor en la vida. S que
te vas a sentir orgullosa de ti misma. Con un corazn como el tuyo, cmo
no hacerlo?

Aclarando su garganta, me sonri con tristeza.

Parece que tenemos un buen montn de presas que han solicitado un


pase de visitas para hoy. Casualmente, todos han solicitado la misma
visitante. Te importa si te las muestro?

Secando mis propias lgrimas consegu sonrer.

Por supuesto que me gustara verlas.

Bien Sonriendo ella abri la puerta.

El sonido de aplausos, gritos y vtores llenaron el pasillo central mientras las


mujeres los transmitan a travs de la puerta hasta la sala de visitas. Poda
or mi nombre cantado con entusiasmo, casi rivalizando con la entrada
de Ice en prisin haca cinco aos.

Me sali una gran sonrisa en la cara mientras mis amigas entraban en la


sala con besos y abrazos para m. Hubo un montn de lgrimas y muchas
risas, como se supona que un adis a la familia y amigos se deba sentir.
Me llen de calor hasta los dedos de los pies.

Pony, Sonny y Critter se reunieron a mi alrededor en un crculo cerrado,


con nuestros rostros inclinados hacia el interior y lgrimas corriendo por
nuestras caras. Pony y Critter iban a tener Audiencias por la libertad
condicional en los prximos meses, y tena buenas vibraciones con ellas,
y as se lo dije.

Cuando finalmente nos separamos, mir a la cara a cada una de ellas


por separado.
Pony, si no hubieras estado ah cuando Mouse estaba tratando de
romperme la cara, no s qu habra hecho. Gracias por estar ah para m
y por presentarme a las Amazonas. Gracias por ensearme cmo luchar
y cmo defenderme. Nunca te olvidar.

Inclinndome, le di un beso en los labios.

Todas en la sala estallaron en carcajadas mientras la cara de Pony se


pona completamente roja.

Awww, maldicin Fue lo nico que pudo responder.

Me volv un poco.

Sonny, gracias por todo lo que has hecho por m. Sobre todo por
ayudarme a recobrar mis fuerzas despus de mis problemas de gripe. Has
sido una buena amiga.

Sonriendo, la abrac y la bes tambin.

Devolvindome la sonrisa, me dio un suave golpecito en el brazo.

T nos has enseado mucho tambin, ngel. Buena suerte ah fuera,


ok?

Asintiendo con la cabeza, me volv hacia Critter, mi amiga ms cercana


entre las Amazonas. Ambas comenzamos a llorar de nuevo y nos
abrazamos con fuerza.

Eres la mejor, Critter le susurr al odo.

T tambin susurr ella. Nunca te olvidar. Hiciste de este lugar un


buen lugar.

Manteniendo el abrazo un poco ms, luego nos separamos y nos


besamos. Le sequ las lgrimas de sus ojos.

Machcales en tu Audiencia por la libertad condicional.

Ella se rio entre lgrimas.


Si hago eso nunca lograr salir de aqu.

Desde su puesto en la esquina, Sandra se aclar la garganta vindose


levemente disgustada.

Muy bien chicas, es hora de irse.

Hubo algunas quejas de buena onda, pero mis amigas comenzaron a


entrar de nuevo en prisin, tocndome al pasar para despedirse y
desendome buena suerte.

Pronto, la puerta se cerr en un silencioso click, dejando a la guardia y a


otra persona atrs.

Corinne.

Al verla all de pie, con el rostro curiosamente mostrando tanto prdida


como orgullo, por primera vez, me quebr del todo, corriendo a sus
brazos y abrazndola con fuerza.

Fue solo con esta mujer, que era ms una madre para m de lo que mi
madre podra ser nunca, en que pude sentirme lo suficientemente segura
para dejar salir los temores sobre mi futuro cerrados hermticamente.
Como una nia pequea y perdida, llor sobre su hombro. Incluso la
dulce fragancia de sus bolsitas de t que siempre seran la seal de un
hogar para m, no me serva de consuelo.

Oh, Corinne solloc. Qu voy a hacer? Me siento tan perdida. Esta


es mi casa. T eres mi familia. No s si lo conseguir ah fuera.

Tonteras murmur de nuevo sorbiendo sus propias lgrimas. Vas a


prosperar ah fuera, ngel. Eres una de las personas ms fuertes que
jams he tenido el privilegio de conocer. Lo hars muy bien. Todo lo que
tienes que hacer es creer en ti misma.

Pero, cmo lo hago? No s si tengo la fuerza

Apartndome de ella, me tom de los hombros en un agarre casi


doloroso.
Escchame, ngel. Tienes la fuerza de veinte personas. Trajiste
esperanza y alegra a un lugar en el que antes no haba ninguna. Puede
que te hayamos enseado a sobrevivir en el Pantano, pero t nos
enseaste a vivir.

Pero

Sin peros, ngel. Te las arreglaste con un grupo de delincuentes


habituales sin esperanza. Me enseaste a sentir de nuevo, algo que pens
que jams podra ocurrir. Por primera vez en mucho tiempo, tengo ganas
de levantarme por la maana. Gracias a ti. A nadie ms. A ti Me toc
el pecho con el dedo. Este corazn tuyo es tan grande como el mundo
fuera de aqu. Ya ha sido enjaulado bastante tiempo. Es hora de salir y
demostrarle a todos los dems lo que nos has demostrado a nosotras. Lo
que me has mostrado a m Quitndose las gafas, se sec los ojos.
Creo que me voy a dejar de lloriquear, si no te importa gru limpiando
sus gafas antes de colocrselas sobre su nariz de nuevo. Se inclin,
recogi algo oculto en la silla detrs de ella y me lo tendi. Era el
pequeo bonsi que Ice me haba hecho por nuestro aniversario. Una
cinta amarilla nueva adornaba su tronco. Toma.

Mientras lo tomaba, los sollozos comenzaron de nuevo y ella me dio algo


ms. Era el libro que le haba dado a Ice tambin en nuestro aniversario.

Pero cmo? Me las arregl para decir ahogadamente, dejando el


rbol y abriendo el papel de regalo. Dentro estaba la fotografa de Ice y
su familia. Oh, Dios Llor. Oh, Dios. Corinne la echo tanto de
menos Cmo voy a hacer esto sin ella? Apret tanto el libro como
la fotografa cerca de mi cuerpo, abrazndolos y mecindolos.

Dando un paso hacia m, coloc sus manos en mis mejillas.

Mi pequeo y dulce ngel, si hay algo que me has enseado por


encima de todo lo dems, es a tener siempre esperanza. Llvatela
contigo ahora. Te dar la fuerza que necesitas.

Mirndola profundamente a los ojos, me pareci detectar un tenue brillo


de algn conocimiento oculto en su mirada. El corazn se me subi a la
garganta, pero cuando abr la boca para preguntarle, me puso un dedo
sobre los labios.
Siempre ten esperanza, ngel susurr. Quitando su dedo, se inclin y
me bes con calidez, demorndose un poco. Luego se alej. Te quiero,
ngel.

Girndose rpidamente, se acerc a la puerta y la abri.

Corinne! Espera!

Se volvi de nuevo con lgrimas corriendo por sus mejillas. Caminando


hacia ella, la bes profundamente.

Yo tambin te quiero. No lo olvides nunca. Nunca.

Sonriendo, ella se toc los labios y luego me acarici la mejilla.

No lo har, dulce ngel. Jams.

Con un ligero y triste saludo con la mano, se dio la vuelta de nuevo


tocando el fro metal con la palma de mi mano, como si pudiera
grabarme todo lo que me haba sucedido en algn lugar profundo en mi
interior donde nunca podra olvidarlo. Apoy la frente contra la puerta.

Adis susurr.

Detrs de m, el guardia se aclar la garganta con suavidad.

Le pido un taxi? pregunt.

Despus de un momento, me volv hacia ella, con una brillante falsa


sonrisa pegada en la cara.

Gracias por la oferta, pero creo que voy a caminar.

Bien. Tenga cuidado, de acuerdo? Hay mucho loco suelto por ah.

Esa declaracin me sac de mi estado de nimo sombro y me llen de


risa. Ayer mismo, yo era una de esos locos. Y ahora se me adverta contra
ellos. Como alguien mucho ms sabio me haba dicho, qu gran
diferencia puede haber de un da para otro, no?
Dndole a la guardia una peculiar sonrisa, la salud con la mano y abr
la puerta al exterior, inhalando profundamente y tomando el primer paso
para salir del Pantano como una mujer libre para siempre.
Eplogo

E
stoy escribiendo bajo la lmpara titilante de una habitacin de
hotel que fue nuevo hace dos dcadas, y limpio hace ms o menos
el mismo tiempo, pero la puerta tiene una cerradura que puedo
abrir cuando quiera, y la cama es la ms cmoda en la que he dormido
en aos. Esa cama me est llamando con anhelo, e ir de buena gana
tan pronto como saque todas estas palabras de mi cabeza y las
impregne en este papel.

Salir por esa puerta y tomar aire fresco, era ms difcil y al mismo tiempo
lo ms fcil que he tenido que hacer. Cuando comenc a dar mis
primeros pasos hacia la libertad, el Pantano pareca decidido a tirar de
m hacia l, como con garras invisibles clavndose en mi columna
vertebral. Mis piernas se volvieron pesadas con el esfuerzo que haca al
alejarme. La prisin pareca susurrarme con la corriente de viento,
prometindome sostenerme y mantenerme a salvo si solo regresaba. Pero
no mir atrs. Era una promesa que me haba hecho a m misma y que
estaba decida a mantener. Mirar atrs solo hara las cosas ms difciles y
yo saba eso. As que no lo hice. Y como no lo hice, los siguientes pasos se
volvieron ms sencillos, ya que se me quit el peso de los hombros y fue
llevado a la deriva por la brisa de primavera.

El primer sonido que realmente recuerdo haber odo como mujer libre fue
la correa de sujecin de la bandera Americana golpeando con tristeza
contra su poste de metal. Era un sonido solitario, desolado y que me
pareci de mal augurio hasta que me di cuenta de que el sonido de los
pjaros era un contrapunto meldico al golpeteo de la cuerda contra el
metal. El sonido de los autos al pasar, poco comunes a lo lejos, me hizo
mirar hacia a la carretera. Los estilos de los autos haban cambiado en
cinco aos. No lo haba notado hasta ahora. No me fij mucho en el
camino hacia la Corte, estando embargada por mi propia lucha
emocional. Mir a ese camino, lleno de hoyos por la helada del invierno,
curvndose suavemente sobre una pequea colina, y me pregunt a
dnde llevara. Mi camino estaba en ese camino, en algn lugar, sin
restricciones por el metal constante de las cadenas y barrotes y verjas.
Era tan amplio como mi imaginacin y tan estrecho como mis temores.
La sirena de la libertad llamaba infinitamente ms dulce que la brutal
cacofona del Pantano, y as, a paso ligero entr en ese futuro sola, con
miedo, pero llevando conmigo misma la esperanza de que las cosas me
iban a salir bien en esta nueva vida que estaba siendo instada a tomar.

Cuando mis piernas comenzaron a cansarse, me dirig a un pequeo


parque, intercalado con pasarelas y senderos con rboles, y me sent en
un banco de madera para ver la puesta de sol sobre el estanque que
haba. Los patos, obviamente, haban optado por construir sus nidos en l
durante la primavera y me qued viendo cmo eran alimentados por los
nios sonrientes con sus cortezas de pan. Inocentes y alegres risas llenaron
el aire a mi alrededor y sent una burbuja de felicidad en mi interior. La
calidez del banco se filtr en mi interior a travs de mi ropa y me ech
hacia atrs para ver la actividad pasar. Solo era otra mujer ms tomando
un breve interludio en un da estresante.

Parejas jvenes pasaban con las manos entrelazadas y sus caras con la
felicidad que da el amor de la juventud, con una sonrisa que pareca
grabada de manera permanente en las lneas de mi propio rostro haca
poco. Me embarg una oleada de envidia tan fuerte que me qued sin
aliento all sentada, vindoles pasar lentamente importndoles solo el uno
al otro. Cuando pude respirar de nuevo, me di cuenta de que una joven
madre haba venido a sentarse a mi lado, mirando a sus dos hijos
pequeos perseguir patos mientras trabajaba en su labor de costura con
las manos movindose rpidamente con habilidad casual. Conversamos
brevemente sobre cosas sin importancia y me relaj de nuevo poco a
poco. Cuando se fue, sujetando con cuidado a sus hijos por sus manos
sucias y llevndoles de vuelta, no me cabe duda, a sus vidas seguras y
cmodas, me content con ver el juego de luces del agua ondulante.
Dej mi mente vagar en blanco durante un largo momento,
concentrndome solo en este momento de paz y soledad perfecta, sin
pensamientos sobre el futuro o el pasado.

Poco a poco, con un sentido subliminal que haba ido perfeccionando


en el Pantano, me di cuenta de que estaba siendo observada. Mirando
casualmente a la izquierda, y luego a la derecha, no vi nada fuera de lo
comn. Aun as los pelos de mi nuca se pusieron de punta y un cosquilleo
de advertencia me pas por la columna vertebral. Con toda la
indiferencia que pude, me volv a mirar por encima de mi hombro
derecho. All, bajo un gran roble envuelto con los primeros brotes de la
primavera, haba un tipo a horcajadas sobre una moto. Vesta de cuero
negro de pies a cabeza, con ribetes rojos y blancos a los lados de su
chaqueta y pantalones. Su casco negro tena un visor que reflejaba el
resplandor anaranjado ardiente del sol tras de m. Era imposible saber si
era el que me observaba, pero su cabeza pareca estar inclinada en mi
direccin y mi corazn se aceler en una reaccin automtica. Como
por casualidad, volv mi mirada hacia el estanque ante m, considerando
mis opciones. Cuando has estado un tiempo en la crcel, comienzas a
sentir seales con tu cuerpo, y mi cuerpo me estaba advirtiendo de que
algo malo pasara si no me preparaba para correr o luchar. Era
simplemente la paranoia de la crcel? Del tipo que presupone a un
asesino detrs de cada puerta cerrada? Era algo que iba a tener que
enfrentar durante todos los das de esta nueva vida que se abra para m?
La mirada de cada extrao despertara en m la misma adrenalina que
ahora?

Con mi pacfica soledad rota, me concentr en respirar, decidida a


superar esta prueba particular. Despus de todo, a las personas se les
permita ver la puesta de sol en un parque sin tener motivaciones
siniestras. Ahora estaba viviendo en el mundo real, y alterarme por cada
sospecha que me saltara no iba a ser una opcin. No si quera conservar
un poco de cordura.

Al escuchar la moto cobrar vida detrs de m, dej escapar un suspiro de


alivio, felicitndome a m misma por no obsesionarme con algo, que
obviamente, no era nada. Pero entonces, en lugar de alejarse, la moto
pareci acercarse a m, con sus neumticos crujiendo sobre los restos del
otoo pasado esparcidos sobre la hierba recin salida. El corazn se me
subi a la garganta, y mis manos se cerraron por voluntad propia en
puos listos para defenderme si era necesario. Pude sentir mi columna
retorcerse mientras mis msculos se apretaban en una lucha o huida
como respuesta instintiva.

La moto son ms cerca y parpade con rapidez, con los ojos


repentinamente secos.

Muy bien, ngel me susurr a m misma. No entres en pnico. Hagas


lo que hagas no te preocupes. Si l est detrs de ti y t sabes que lo est,
no se atrever a hacer nada a plena luz del da con todas estas personas
a tu alrededor, de acuerdo? Mantente tranquila. Probablemente solo
quiera un vistazo ms cercano al estanque o algo as. Tiene tanto
derecho a estar aqu como t.
La moto fren con suavidad parando justo al lado de mi banco y me
cost un mundo no saltar y empezar a correr. Visiones de Morrison
pidiendo con calma mi ejecucin desde la comodidad de su celda me
invadieron con burla. El motor se apag y pude or su pie apoyndose al
bajar a la tierra. Me obligu a no girar la cabeza con mi mayor fuerza de
voluntad, manteniendo la mirada centrada en la luz sobre el agua
ondulante.

Mantn la calma.

Mantn la calma.

Mantn la calma.

Pude or el ligero crujido de la grava mientras el hombre se bajaba de la


motocicleta. Entonces solo se escuch el silencio del motor y el sonido
lejano de los nios jugando. Por qu no haca nada? Por qu se
quedaba all de pie?

Porque responda la parte ms oscura de mi mente paranoica, est


a la espera de la oportunidad de matarte sin todos estos testigos.

Eso es una tontera Proclamaron mis pensamientos ms racionales.


Estar mirando al agua igual que t. Se poda ver el agua muy bien desde
donde estaba.

Acta ahora, ngel, mientras an puedas. Mantn la calma. Todava no


ha pasado nada. Empieza a correr ahora, y nunca parars. Estars
mirando por encima de tu hombro para siempre, y gritars cada vez que
un perro tire un bote de basura.

Estaba tan envuelta en mi argumento interno que ni si quiera me di


cuenta cuando el desconocido se me acerc a donde yo estaba
sentada, parando a menos de dos metros a mi derecha.

Sabiendo que estaba dndome ms miedo el no mirar, gir la cabeza en


su direccin, forzando una sonrisa de alguna forma.

Mi imagen se reflej de nuevo en el visor de su casco, mostrndome lo


falsa que se vea mi sonrisa. Mis ojos estaban abiertos por el pnico
apenas controlado. Mi corazn se aceler an ms mientras el sudor
embargaba mi frente, picndome los ojos.

Se me qued mirando durante tanto tiempo que finalmente solo quera


gritarle que me matara de una vez para poder tener algo de paz.

Su mano enguantada se elev entonces, y en mi pnico juro que vi un


arma. Mis propias manos se levantaron en defensa, como reflejo
involuntario y me di cuenta de que su mano estaba vaca y simplemente
se estaba quitando la visera del casco.

Se lo quit lentamente y puedo recordar que di gracias a Dios por al


menos poder ver el rostro de mi asesino antes de morir. No como si rezara,
sino ms bien era algo en lo que se centraron mis pensamientos.

No poda ver demasiado de su rostro. Pareca estar cubierto con una


capucha negra de algn tipo, tapando todo excepto los ojos.

Parpade.

Los ojos.

Parpade una vez ms, poniendo mi mano como sombra para mis ojos y
poder ver. Un paso y el sol fue bloqueado por un cuerpo alto, dejndome
libertad para poder mirar esos magnficos ojos, cautivantes y azules.
Azules como la parte ms caliente de la vela de una llama. Azul como el
centro de un bloque de

Ice? Susurr con las lgrimas empezando a caer

Su expresin cambi a una sonrisa y sus ojos se calentaron, con su color


profundizndose.

Ice? Repet con la voz llena de lgrimas. Eres t?

Una mano enguantada de negro se me acerc y sin pensarlo la tom.


Sent un confort que recordaba perfectamente y mi voz fue ahogada de
repente contra su pecho mientras senta su aroma a cuero caliente por
el sol, as como sus brazos envueltos a mi alrededor en un fuerte abrazo.

Mis palabras salieron como un torrente de agua sobre una presa rota.
Oh, Dios mo! Pens que estabas muerta! Pens que te haban
matado! Cmo has llegado aqu? Qu te pas?

Otras preguntas se perdieron en mis sollozos y ella estrech su abrazo


mecindome suavemente.

Bajo su pesado cuero, pude escuchar su propio corazn acelerado y


pude sentir la tensin en su pecho que me deca que estaba tratando de
controlar sus lgrimas. Poco a poco, liber su frreo agarre sobre m,
urgindome a agarrar su brazo y a mirarla fijamente, como si necesitara
memorizar sus rasgos de nuevo.

Su mirada era tan cariosa y tan intensa que sent que mis mejillas se
ruborizaban. Riendo dbilmente por la vergenza, sequ mis lgrimas, en
pie como podra estar un soldado durante la revisin antes de un desfile.
Por el rabillo del ojo, me di cuenta de algunas miradas curiosas que
lanzaban los transentes. Mir de nuevo a Ice, de nuevo nerviosa.

No deberas estar aqu le dije en un susurro que esperaba que pudiera


or a travs de su casco y capucha. La polica te est buscando. No es
seguro que ests aqu. Podran haberme seguido.

Saba que estaba sonando como una idiota paranoica, pero mis temores
eran reales. Sus ojos se calentaron en una sonrisa de nuevo mientras
lentamente negaba con la cabeza.

Entonces, por primera vez habl con voz algo ahogada, pero
exactamente como la recordaba.

Te he estado siguiendo toda la tarde Se me elevaron las cejas con


incredulidad.

En serio? Pero yo no

Sacudiendo la cabeza, con los ojos sonrientes, tom mi mano con


suavidad y me llev con ella hasta su moto, que era de un estilo que
nunca antes haba visto fuera de las carreras que mi padre vea a veces
en la tele. No era una moto de paseo, como las Harleys y Hondas que
haba visto aparcados fuera de los bares de mi apartamento de
Pittsburgh. Esta moto estaba hecha para la velocidad, no para la
comodidad.

Liberando mi mano, se puso al otro lado de la moto y tom otro casco


que haba bajo el asiento, sostenindolo hacia m, con sus ojos llenos de
preguntas.

Mis propias preguntas, un milln de ellas, me pasaron por la mente, pero


poda negarme al casco tanto como a respirar. Aceptando el casco, me
lo puse en mi cabeza. Se ajust perfectamente, la espuma me rasp los
odos. Me qued con la visera levantada, viendo como ella daba la
vuelta a la moto de nuevo y agarraba mi bolsa con artculos personales.
No era muy grande, contena solo un par de mudas de ropa y el libro de
Ice. Tena dos asas, las cuales deslic sobre mis hombros cuando Ice me
la entreg, establecindola cmodamente a mi espalda. Recogiendo el
bonsi, se dirigi de nuevo a la moto y levant el asiento, dejando al
descubierto un pequeo espacio para el equipaje. Coloc dentro el
rbol casi con reverencia, luego cerr el asiento y pas su pierna sobre la
moto, a horcajadas una vez ms. Respirando profundamente, me sub a
la parte superior, sin haber montado nunca antes en moto.

La moto fue construida para que el conductor se inclinara hacia delante,


casi apoyada en el tanque de gasolina. Una vez estuve ms o menos
instalada, tom mis manos y me las apret alrededor de su abdomen.

Agrrate fue todo lo que dijo antes de poner en marcha el motor.

Y eso es lo que hice.

* * *

Nos dirigimos al Norte, y ms y ms al Norte, principalmente a travs de


los caminos rurales, pero algunas veces, ligeramente o no tan
ligeramente, viajamos por carreteras. Pas la mayor parte de la noche
recostada casi directamente encima de Ice mientras ella se inclinaba
sobre el tanque de gasolina, con el manillar en la barbilla, conduciendo
como si la persiguiera el diablo.
Los kilmetros volaron, me rode un entorno casi mstico, baada por la
luz decreciente del crepsculo de primavera. Mi miedo a este nuevo
modo de viajar casi me hizo volcar la moto mientras mi cuerpo se
rebelaba contra la gravedad que Ice estaba ejerciendo con la increble
velocidad. Solo su fuerza sin igual nos mantuvo a ambas en posicin
vertical y en movimiento. Acab dndome por vencida y apoy mi
cabeza contra su espalda y cerr los ojos contra el viento que azotaba
mi casco. Sent que mi cuerpo se relajaba y se funda con el suyo, casi
convirtindonos en un solo ser mientras continubamos por la carretera y
hacia el futuro.

Despus de horas y horas de viaje, mi cuerpo estaba rgido y dolorido y


mis manos estaban heladas por el viento de principios de primavera.

Por fin llegamos a una parada tranquila, a las afueras de un motel


descuidado. Me tom un gran esfuerzo liberar mi agarre de la cintura de
Ice y enderezarme en mi dolorido cuerpo. Ella se desliz de la moto con
su elegancia habitual, sin ningn problema y despus se volvi y me
ayud mientras buscaba en su bolsillo una llave. Despus de recoger el
bonsi de debajo del asiento, me condujo hacia una maltrecha puerta y
meti la llave. La puerta se abri y me llev al interior. La habitacin era
clida, pequea e iluminada por una nica lmpara que colgaba sobre
una mesa en mal estado en un rincn. Una cama doble ocupaba la
mayor parte del espacio restante. Una mochila reposaba sobre la
andrajosa y rada colcha y dej mi bolsa a su lado.

Entonces me quit el casco con mis fros dedos adormecidos, sacndolo


de mi cabeza y liberando mi cabello. A mi lado, Ice imit mis acciones,
quitndose el casco y liberando su pelo en ondas, pasando una mano
descuidada por l, creando algn tipo de orden. Mi corazn duplic su
ritmo por la simple belleza del acto inconsciente.

Entonces se volvi a m y sonri, y me enamor de nuevo, cayendo de


cabeza en un precipicio que pens que me sera negado para siempre.
Las lgrimas brotaron de mis ojos, y aunque no quera nada ms que ser
engullida por la fuerza de su tierno y poderoso amor, necesitaba una
respuesta por encima de todas las dems.

Por qu? Esas simples palabras cubran cientos de emociones,


cientos de preguntas. Por qu entonces? Por qu ahora? Por qu
esto?
Su sonrisa se hizo ms tierna mientras se quit los guantes y me llev hacia
la cama para sentarme a su lado. Mi cuerpo agradeci el relleno blando
al sentarme.

Era lo que tena que hacer dijo en voz baja mirando la mesa frente a
nosotras.

No lo entiendo.

Lo s.

Entonces explcamelo. Por favor. Pens que te haba perdido.

Tambin s eso Su voz se ahog dbilmente mientras se volva hacia


m extendiendo la mano y tirando de mi mano hacia su regazo. Mantuvo
la mirada fija en ella, jugando ligeramente con mis nudillos y calentando
mi carne helada con su toque. Se aclar la garganta. Cuando estaba
en el hospital recuperndome de las heridas, el Alcaide me hizo una
visita. Me dijo que si alguna vez alguien se enteraba de quin estaba
detrs del tiroteo o por qu Cavallo estaba ah para empezar, se
asegurara de que nunca tuvieras tu Apelacin.

Sus palabras en voz baja me congelaron por completo.

Dios mo resopl.

Entonces supe que no poda volver. Tena que llevar las cosas con
cuidado para que su amenaza no se hiciera realidad. Me mir
brevemente antes de mirar hacia nuestras manos de nuevo. Estaba
encadenada a la cama por unas esposas alrededor de mi tobillo, pero
las dejaron mal puestas Se encogi de hombros. No me fui difcil
ocuparme de eso. Luego solo era cuestin de esperar la oportunidad
adecuada Tom una fuerte inhalacin y la dej salir lentamente.
Cuando lleg, me escap.

A dnde fuiste?

Esa sonrisita peculiar suya apareci en la comisura de su boca.


A conseguir un arma de un viejo amigo. Luego me fui a casa de
Cavallo Su sonrisa se ampli casi salvajemente. Era la hora de la
venganza Gem en voz baja y sus ojos se dirigieron a los mos de nuevo
antes de mirar hacia nuestras manos una vez ms, sus largas pestaas
bajaron. S. Bueno, me present en su casa y quit de en medio a un
par de guardaespaldas.

Los mataste?

No. Ni si quiera se dieron cuenta de mi presencia. Solo les puse a dormir


un rato. l estaba arriba, en la cama. Slo Se rio con sequedad. Ni si
quiera pudo pagar a una mujer. De todos modos, entr hasta su cama.
Puse la pistola en su sien pensando en lo que le hizo a Josephina, a
Salvatore, a m. Sobre lo que, a travs de Morrison, iba hacerte a ti Su
mano abandon la ma y la cerr en un puo apretado. Deseaba tanto
matarle que poda saborearlo. Mi dedo estaba en el gatillo, a falta solo
de una leve presin, y todo habra terminado Elev la cabeza hacia el
techo, con su mandbula tragando mientras pasaba las manos por su
cabello. No pude hacerlo susurr con dureza. Quera, mucho.
Quera terminar con su miserable y apestosa vida Suspir sacudiendo
la cabeza, pero no pude.

Por qu?

Mientras estaba all de pie, vindole dormir, pens en ti Sus ojos me


miraron a la cara. Sonri levemente. En ese momento en que tuve la
vida de Cassandra en mis manos, me dijiste que no renunciara a mis
sueos, que ella no vala la pena. Y me di cuenta, de que si me converta
de nuevo en la persona que sola ser, la que mataba para resolver sus
problemas, hara exactamente eso Las lgrimas brillaron en sus ojos.
Tal vez mis sueos no eran mucho, pero eran todo lo que tena. Y no poda
renunciar a ellos. No por l.

Oh, Ice

Extend la mano y ella me la tom en un agarre desesperado, sujetndola


contra su pecho. Poda sentir su corazn desbocado a travs de la fina
tela de algodn de su camiseta.

Por tanto, me alej. Le dej all sin que se diera cuenta de lo cerca que
estuvo de no volver a despertar. Cuando sala de su casa, vi un bloc de
notas junto al telfono de la planta baja. El nombre de unos de los lugares
favoritos de Salvatore, un restaurante italiano en Pittsburgh, estaba escrito
en el bloc junto con la hora y el nombre de Sal escrito debajo. Saba que
era una cita y casi subo de nuevo las escaleras para acabar el trabajo.

Pero no lo hiciste.

No. Decid darle a Sal una advertencia. Fui a su casa, aunque ni si


quiera saba que estara all Sonri torcidamente de nuevo. Sus
guardias no se sorprendieron al verme por alguna razn. Supongo que
saban de mi huida para entonces. Pero me dejaron entrar sin
demasiados problemas.

Estaba contento de verte?

En realidad no. Yo era un problema que no poda permitirse. As que le


di mi informacin, di mis condolencias por la muerte de Josephina y me
fui. No puedo decir que sintiera verme marchar. Y yo no sent marcharme.
Me di cuenta, justo en ese momento, de que esa no era una vida que
quisiera volver a vivir de nuevo jams.

Qu hiciste?

Mont en mi moto y llegu aqu. Es de un par de amigos Su mirada


recorri el cuarto. No es exactamente el Ritz, pero es suficientemente
seguro, especialmente para alguien como yo.

Haba controles de carreteras por todas partes buscndote. Cmo


diablos conseguiste despistarles?

Ella sonri.

Creo que en ese momento estaban ms preocupados sobre quin iba


a entrar en la ciudad que sobre el que fuera a salir. Saba que Morrison
entrara en pnico cuando se enterara de mi huida. Me imagin que una
gran parte de las fuerzas policiales estaran custodiando el Pantano.

As fue. Pareca una convencin de policas.

Ice rio suavemente.


Tambin supe que Morrison no se atrevera a hacerte nada con toda
esa polica alrededor. Estaba atrapado en sus propios miedos. Y tambin
supe, que lo ms probable era que Salvatore se ocupara de Cavallo si l
intentaba seguir adelante en sus planes contra l. Y si Cavallo caa,
Morrison lo hara con l.

Cmo lo supiste?

Su sonrisa se volvi petulante.

Quin crees que dej esos papeles en su auto?

Di un grito ahogado.

T. Nooo.

Ella elev ambas cejas.

Oh, s.

Sacudiendo la cabeza, dej salir una breve carcajada.

No s por qu me sorprende.

De todos modos continu, me qued aqu y mantuve un ojo en


todo. Estoy segura de que Cavallo saba que yo haba escapado antes
de ir a tratar de eliminar a Briacci. No tengo ni idea del motivo que le
oblig a hacerlo, a excepcin de su ego. Pero obtuvo lo que se mereca,
y tambin Morrison Su sonrisa se volvi triste. Por lo tanto, lo nico que
me quedaba por hacer era velar por ti. Admito que sal a
emborracharme cuando me enter de que se te conceda un nuevo
juicio.

Pero, cmo? Por Donita? Mi temperamento estall Maldita sea!

No. No fue por Donita. Nunca la involucrara en algo as.

Entonces quin? Su silencio me dio la respuesta. Corinne dije


con creciente certeza, no es as?

Ice asinti lentamente.


Salt de la cama, con las manos en puos con ira.

!Maldita sea! No puedo creer que ella me ocultara algo as!

Ice levanto las manos.

No la culpes a ella, ngel. Le ped que se mantuviera en silencio.

Me gir hacia ella.

Pero, por qu? Ice, pens que habas muerto! Tienes idea de por lo
que pas?! Tienes alguna idea?!!!

Su mirada cay de nuevo a la cama.

S dijo en voz baja, pero era lo nico que poda hacer.

Pero por qu? le pregunt de nuevo. Por qu no pudiste


hacerme saber al menos que seguas viva? Qu podra haber pasado
excepto que se aliviara mi dolor? Estaba tan enojada que temblaba.

Quera, ngel. Ms que nada. Pero no poda. Era tu oportunidad de


conseguir lo que merecas: tu libertad. Y si hubieras sabido que yo estaba
por ah, en alguna parte, y que quiz podra volver, podran haberte
acusado de ayudar a escapar a una fugitiva, y tu oportunidad habra
desaparecido Me mir a los ojos de nuevo, con la abrasadora
intensidad de sus convicciones. Tu libertad vale ms que nada en el
mundo, ngel. Hice lo que hice porque tena que hacerlo. No espero que
lo entiendas, o perdones mis acciones.

Mientras la miraba, mi ira comenz a disiparse. Sus acciones fueron


llevadas a cabo por su profundo amor por m. Yo lo saba. Y si no pudiera
perdonar el dolor que haba causado, al menos poda entenderlo y
aceptarlo como su verdad.

Aflojando los puos, volv a sentarme a su lado en la cama, apretndole


una mano mientras con la otra me acariciaba el cabello. Le sonre.

As que me has estado espiando, eh? le pregunt chocando su


hombro con mi cabeza.
Ella me sonri de lado.

Algo as. Y cuando Corinne me llam con el veredicto, me sub a la


moto y fui para all lo ms rpido que pude. Llegu alrededor de media
hora antes de que salieras del Pantano Sus ojos se cerraron. Verte de
nuevo hizo que el corazn se me subiera a la garganta. Te amo mucho
Hizo una pausa para secarse una lgrima solitaria que se escap de
una de sus pestaas. No iba a hablar contigo, ya sabes. Slo quera
verte una vez ms, asegurarme de que ests a salvo. Asegurarme de que
tenas un lugar donde quedarme hasta valerte por ti misma. Sospecho
que Donita se ofreci a ayudarte.

Asent

Por qu no ibas a decir nada? No pude ocultar el dolor en mi voz, y


la sent tensarse a mi lado.

ngel, ahora eres una mujer libre. Una mujer inocente. Puedes ir a
cualquier parte. Hacer todo lo que desees hacer en esta vida. No poda
meterme de nuevo en tu vida, viviendo huyendo, siempre mirando sobre
mi hombro a la espera de que algn oficial de polica o cualquier
ciudadano me reconozca Suspir. Pero luego, te vi en el parque, vi
la luz del sol jugando con tu cabello y no pude No pude irme sin decirte
que te amaba, sin despedirme de ti. Al menos te merecas eso. Y
entonces, cuando te tuve en mis brazos, no pude hacerlo. No pude
dejarte ir. No import lo mucho que quisiera, no pude. S que no es justo
para ti y no te estoy pidiendo que te quedes conmigo. Slo s que tena
que decirte ms que un simple adis. Necesitaba explicarte las cosas.
Necesitaba que no me odiaras.

La mirada en sus ojos era tan perdida, tan infinitamente triste, que me
rompi el corazn en dos.

Oh, Ice, yo nunca podra odiarte. No lo sabes ya a estas alturas?

Sus ojos de repente se pusieron tmidos y alcanc a ver a la chica de la


foto de hace tantos aos.
No he sido amada incondicionalmente por mucho tiempo dijo ella
en apenas un susurro. Creo que olvid como era. Sin embargo, tu
libertad

Alcanc su cara y la tom entre mis manos, haciendo que me mirara a


los ojos.

Ice, la libertad significa tener la opcin de decidir qu hacer con mi


vida. Y esa eleccin fue tomada hace mucho tiempo. Estar contigo es
donde quiero estar.

Pero

Sin peros. Mi libertad me da esa opcin, y no voy a renunciar a ella. No


tienes que entenderlo. Slo aceptarlo. O no. Y esa es tu libertad.

No puedo dejar que pierdas la oportunidad de una nueva vida por mi


culpa, ngel. No es que no lo aprecie, porque creme, lo hago.

Pude sentir mis ojos entrecerrarse.

Entonces, lo que me ests diciendo es que slo soy tan libre como t
me permitas que lo sea, es eso?

Maldita sea, ngel! Si te quedas conmigo, lo nico que conseguirs es


volver a prisin, no te das cuenta?

S, ella estaba enfadada. Pero esta vez yo no tuve miedo.

Ice, la nica prisin a la que volver es a la que me pondras si no me


dejas tomar mis propias decisiones sobre lo que quiero hacer con mi vida.
No habra barrotes excepto los que tendra alrededor de mi corazn. Y
ese es un lugar al que no quiero volver. Sera mil veces peor que el
Pantano Tom su mano y la agarr con fuerza, llevndolas hacia arriba
para que ella pudiera verlas claramente. Mi vida est contigo, Morgan
Steele. Ha sido as desde el da que te conoc. Eso nunca cambiar, tanto
si me dejas quedarme contigo como si no.

Por primera vez desde que la conoca, Ice pareca asustada. No en


pnico, pero s tena miedo.
Yo no puedo

Puse mis dedos sobre sus labios.

Tal vez t no susurr, pero yo s.

Inclinndome hacia delante, reemplac mis dedos con mis labios,


demostrndole todo el amor que haba en mi alma. Despus de un
momento, ella respondi, hundiendo sus dedos en mi cabello y
acercndome ms a ella, para ser embargada de su aroma a especias
y cuero. Yo estaba intoxicada.

Detrs de m, tir mi bolsa de la cama, y la bolsa de lona de Ice, y luego


le ech los brazos al cuello, haciendo que descansara junto a m, sin
romper el contacto de sus labios, que haba abierto ante mi tierno
sondeo, permitindome explorarla para deleite de mi corazn.

Mis manos trabajaron con destreza y seguridad sobre los poco familiares
botones, cremalleras y hebillas de sus prendas de cuero, necesitando
sentir la calidez de su cuerpo.

Ella gimi ante el primer toque de mis dedos en su piel y dej que toda la
fuerza de mi amor y pasin por esta notable mujer me arrastrara con ella.
Fui de buen grado hacia la luz de mi recin descubierta libertad.

* * *

Y aqu estoy, escribiendo mientras mi amante duerme a unos pocos pasos


de distancia, con su pelo brillando por la dbil luz de la lmpara sobre m.
Su cabeza estaba lejos de m, pero saba sin necesidad de verla, que
tena una sonrisa en sus labios. Una sonrisa que yo puse all. Ese
pensamiento me llena de alegra. Y en unos momentos ir a descansar a
su lado, acurrucndome contra su fuerte cuerpo y dormir con la msica
de su corazn bajo mi oreja. En unos momentos.

Hemos decidido salir para Canad por la maana. Para intentar tener
una vida en la tierra que me hizo tan feliz cuando era nia. Atravesar la
frontera podra ser complicado, pero Ice confa en que podremos
hacerlo. La oportunidad de poder compartir ese lugar de ensueo con
ella es todo lo que podra desear en este mundo.

Algunos de vosotros, podis estar preguntndoos por qu lo arriesgo todo


para vivir mi vida con una fugitiva, siempre preguntndome cuando todo
se ir a pique. Y a esas preguntas, solo puedo responder que sigo a mi
corazn. Que si por casualidad todo se va a pique maana o dentro de
cincuenta aos, sabr que he vivido mi vida de la manera que quera.
Que tom mis propias decisiones en este mundo y que fui feliz por ello.
Que am y fui amada por la otra mitad de mi alma. No querra nada ms.

Y en verdad, qu ms se podra pedir a la vida?

Fin
Nota de la autora

Bueno, chicos, as concluye Redencin.


Doy las gracias a todos los que me han seguido hasta aqu, en un viaje a veces
pedregoso. Gracias a las muchas personas que se tomaron el tiempo en sus
ocupaciones diarias para leer unas lneas y saber cmo segua la historia. Me
conmovi, me gratific y me abrum vuestra respuesta. Y gracias una vez ms (una
bardo nunca puede decir esto las suficientes veces), a mis betas, especialmente a Mike y
Candace, por toda vuestra ayuda, apoyo, lealtad y amor <g>. Y finalmente mi
agradecimiento a Mary D, cuyo inquebrantable apoyo, as como sus amenazas cuando
le dije que no volvera a escribir sobre Ice <weg>, siempre sern bien y felizmente
recordadas.

As que Quin quiere saber cmo les va a Ice y a ngel en Canad, eh? ;)

Sue,
9/06/99
Biografa de la autora

S
usanne M. Beck es enfermera y una autora publicada que vive en
Atlanta, Georgia. Tambin es una autora muy popular en la red bajo
el seudnimo de Sword'n'Quill.

Ha escrito libros como Desert Storm, I, Conqueror, The Stranger in your


Eyes, The Growing y Driven, ste ltimo junto a T. Novan.

SwordnQuil@aol.com
Serie ngel & Ice

#2 Retribucin

Ice y ngel llegan a Canad e intentan formar una nueva vida en una
pequea ciudad, intentando superar sus pasados y creando un futuro
juntas.

#3 Restitucin

Ice finalmente buscar restituir sus pecados para encontrar la paz y tener
un verdadero futuro en libertad con la mujer que ama.
nete a la causa. Traigmoslas de vuelta!!
https://www.facebook.com/Xena2011MovieCampaign

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darle a la lectura una manita arriba

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