Regardie Israel - Un Jardin de Granadas
Regardie Israel - Un Jardin de Granadas
Regardie Israel - Un Jardin de Granadas
UN JARDIN DE
GRANADAS
UNA INTRODUCCION A LA CABALA
(A GARDEN OF POMEGRANATES)
ISRAEL REGARDIE
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 2
A
ANKH-AF-NA-KHONSU
El sacerdote de los príncipes
Le dedico esta obra con agradecimiento
Si tuviera que vivir mi vida de nuevo, lo primero que haría sería inventar un sistema de
símbolos totalmente nuevo con el cual comunicar mis ideas
Johann Gottlieb Fichte
PREFACIO
Basado en el versículo del Cantar de los Cantares, “tus plantas son
un huerto de Granadas”, un libro titulado “Pardis Rimonim” fue
escrito en el siglo XVI por Rabbi Moses Cordovero. Este filósofo es
considerado por algunas autoridades en la materia, como la mayor
lámpara en los días post-Zoháricos de esa Menorah espiritual, la
Cábala, que, con una gracia tan extraña y una irradiación tan profusa
de la Luz Supernal, iluminó la literatura y la filosofía religiosa de los
Judíos al igual que a sus inmediatos y subsecuentes vecinos en la
Diáspora. He adoptado el equivalente en inglés de Pardis Rimonim
–“Un Jardín de Granadas”- como título de mi modesto trabajo,
aunque me siento obligado a confesar que este último tiene muy
poca relación en el hecho real o histórico con el de Cordovero. En la
cosecha dorada de indicaciones puramente espirituales que la Cábala
aporta, siento realmente que un verdadero jardín del alma puede
construirse; un jardín de inmensa magnitud y grandioso significado,
donde cada uno de nosotros podamos descubrir todo tipo y clase de
frutos exóticos, y flores graciosas de preciosos colores. Puedo añadir
que la granada ha sido siempre y en todo lugar, para los místicos, un
objeto propicio para el simbolismo recóndito. El jardín o huerto ha
producido, asimismo, un tesoro casi inagotable de metáforas de
gusto exquisito y magnífico en aquella obra titulada “El Libro del
Esplendor”.
Este libro sale, pues, con el deseo de que, como un moderno escritor
ha dicho:
“Hay pocos que no tengan un jardín secreto en su mente. Pues
únicamente este jardín puede refrescar cuando a la vida le falta paz o
sustento, o una respuesta satisfactoria. Tales santuarios pueden
lograrse gracias a una cierta doctrina o filosofía, con la guía de un
autor querido o un amigo comprensivo, por el camino de los templos
del arte y de la música, o buscando a tientas la verdad a través de los
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 14
ISRAEL REGARDIE
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 16
UN JARDIN DE
GRANADAS
CAPITULO UNO
PANORAMICA HISTORICA
CAPITULO DOS
EL FOSO
CAPITULO TRES
LAS SEPHIROTH
una obra de los antiguos egipcios, uno de sus libros que escapó a las
llamas que devoraron sus soberbias bibliotecas, y que contiene sus
doctrinas más puras... Si añadiéramos que este libro ha estado
accesible a todos durante siglos ¿no sería ello sorprendente? ¿Y no
llegaría esa sorpresa a su máximo nivel si se nos asegurara que la
gente no ha sospechado nunca que fuera egipcio, que apenas pueden
decir que lo posean, que nadie ha intentado descifrar una sola
página, y que el resultado de una sabiduría recóndita se contempla
como un montón de dibujos indescifrables, que no significan nada
en sí mismos?... Pues bien, éste es un hecho real... En una palabra,
este libro es la baraja de las cartas del Tarot.”
La leyenda de Atus como el origen de estas setenta y ocho cartas es
verdaderamente una de las más curiosas e interesantes, aunque no se
pueda garantizar su veracidad. Cuenta que los antiguos Adeptos,
viendo que un ciclo de degradación espiritual y estancamiento
mental iba a descender sobre Europa con el advenimiento de la
llamada Era Cristiana, estaban preocupados por elaborar planes para
poder preservar todo su saber acumulado. Sería guardado como
reserva para la era en que los hombres fueran lo suficientemente
avanzados y fueran espiritualmente imparciales para poder recibirlo,
y que, no obstante, estuviera a su disposición durante el período
intermedio, incluso durante el ciclo de total languidez mental, para
que cualquier miembro de la comunidad que sintiera la necesidad
interior de dedicarse a los estudios relacionados con la Cábala
tuviera un fácil acceso a él.
En asamblea en el Santuario de la Gnosis, empezaron a considerar el
tema en todos sus aspectos. Un adepto había aventurado la idea de
reducir todos los conocimientos en unos cuantos símbolos y glifos,
labrándolos en roca imperecedera, tal y como hizo el Rey Asoka en
la India. Otros sugerían escribir sus conocimientos tal y como eran y
guardar los manuscritos en grandes bibliotecas subterráneas –como
la que Madame Blavatsky cuenta que existe actualmente en el Tíbet-
, para ser abiertas en una fecha más lejana.
Ninguna de estas propuestas cumplía las condiciones requeridas para
satisfacer a la mayoría, hasta que un Adepto que había estado, hasta
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 40
0. AIN
más אין סוף אורAin Soph Aour, la Luz Absoluta Ilimitada (el
Daivaprakriti de los brahmanes vedantistas, y el Adi-Buddha o
Amitabha de los budistas); que entonces por contracción (Tsimtsum,
de acuerdo con el Zohar) se concretó en un Punto Central Sin
Dimensiones, Kether, la Corona, que es la primera Sephirah del
Árbol de la Vida.
Otra forma de expresar esta misma idea es la del concepto de
negatividad absoluta, las Fuerzas Giratorias (Rashith haGilgolim)
presagian la primera manifestación del Punto Primordial (Nekudah
Rishonah), que se convierte en la raíz primitiva de la que surgirá
todo lo demás. Kether es la Mónada inescrutable, la raíz de todas las
cosas, definida por Leibnitz en relación a la naturaleza extrema de
las cosas físicas y a la unidad última de conciencia, como un punto
metafísico, un centro de energía espiritual, no ampliable e
indivisible, lleno de vida incesante, de actividad y fuerza. Es el
prototipo de todo lo espiritual y, en verdad, de todas las cosas del
cosmos.
En esta relación el lector debería recordar el siguiente extracto de
“El Universo Misterioso” donde Sir James Jeans escribe:
“Esto demuestra que un electrón debe, al menos en un cierto sentido,
ocupar la totalidad del espacio... Ellos (Faraday y Maxwell)
describieron a una partícula electrificada... que lanzaba... “líneas de
fuerza”, a través de todo el espacio.” (págs. 54-55).
El concepto científico del electrón matemático que ocupa “la
totalidad del espacio” correspondería al concepto cabalístico de
Kether en el Mundo de Assiah. Los cuatro mundos se explican en el
capítulo 7.
En la Cábala se incluyen lo que se conoce como las diez Sephiroth.
Se especula respecto a lo que éstas implican -¿Diez números, diez
mundos o diez sonidos?-. La deducción general de Cordovero es que
se trata de principios sustantivos de “Kehlim”, vasijas de fuerza, o
ideas categóricas mediante las cuales se expresa la Conciencia del
Universo. Un pasaje metafórico del Zohar afirma con respecto a este
punto:
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 44
VIII. HOD
IX. YESOD
CAPITULO CUATRO
LOS SENDEROS
–אA
(Aleph)
בּ-B
(Beth)
גּ-G
(Gimel)
דּ-D
(Daleth)
–הH
(Heh)
pues se creía que había guiado a los hombres en la guerra, donde iba
a conseguirse la victoria mediante la prudencia, el valor y la
perseverancia. El Mentu egipcio es también un Dios de la guerra,
representado con la cabeza de un halcón. El Tyr escandinavo es una
atribución de este sendero, pues es el más osado e intrépido de los
Dioses, y es quien reparte valor, coraje y honor en las guerras.
La lanza es el arma apropiada; la flor es el geranio y la joya es el
rubí, a causa de su color.
La carta del Tarot es la IV, El Emperador, que viste una túnica roja y
está sentado en un trono –en su corona hay rubíes-, sus piernas
forman una cruz. Sus brazos y cabeza forman un triángulo.
Tenemos, por tanto, el símbolo alquímico del azufre (un triángulo
sostenido por una cruz), un principio energético poderoso, el Gunam
hindú de los Rajás, y como cualidades tenemos la energía y la
voluntad. En los brazos de su trono están grabadas dos cabezas de
carnero, indicando que esta atribución es armoniosa.
–וV
(Vau)
–זZ
(Zayin)
– חCH
(Cheth)
–טT
(Teth)
Novena letra del alfabeto.
Sendero N° Diecinueve, uniendo Chesed a Geburah.
Valor Numérico, 9.
–יY
(Yod)
Décima letra.
Sendero N° Veinte, uniendo Chesed a Tiphareth.
Valor Numérico, 10.
כּ-K
(Kaph)
Undécima letra.
Sendero N° Veintiuno, uniendo Chesed a Netsach.
Valor Numérico, 20.
–לL
(Lamed)
Duodécima letra.
Sendero N° 22, uniendo Geburah a Tiphareth.
Valor Numérico, 30.
–מM
(Mem)
–נN
(Nun)
Decimocuarta letra.
Sendero N° 24, uniendo Tiphareth a Netsach.
Valor Numérico, 50.
–סS
(Samekh)
–צO
(Ayin)
Decimosexta letra.
Sendero N° 26, uniendo Tiphareth a Hod.
Valor Numérico, 70.
פּ-P
(Peh)
Letra 17.
Sendero N° 27, uniendo Netsach a Hod.
Valor Numérico, 80.
lenguas de fuego lamen las tres ventanas de las que han saltado dos
figuras. Esta letra, junto con la Kaph, hace referencia particular a la
fórmula mágica que resulta totalmente adecuada al grado de
Adeptus Major.
Cuando se suprime el dogish de esta letra se pronuncia como Ph o F.
Su forma final es ףcon el valor numérico 800.
– צTS
(Tsaddi)
Letra 18.
Sendero N° 28, uniendo Netzach a Yesod.
Valor Numérico, 90.
–קQ
(Qoph)
Decimonovena letra.
Sendero N° 29, uniendo Netzach a Malkuth.
Valor Numérico, 100.
–רR
(Resh)
Vigésima letra.
Sendero N° 30, uniendo Hod a Yesod.
Valor Numérico, 200.
– שׁSH
(Shin)
Letra 21.
Sendero N° 31, uniendo Hod a Malkuth.
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 92
תּ-T
(Tau)
Letra 22.
Sendero N° 32, uniendo Yesod a Malkuth.
Valor Numérico, 400.
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 93
CAPITULO CINCO
ADAM KADMON
Los cabalistas consideran a las diez Sephiroth y a los Senderos como
una unidad indivisible, para formar lo que se denomina “Adan
Kadmon”, o el Hombre Celestial. Podemos suponer que las
Sephiroth son los principios cósmicos operativos en el macrocosmos
–universales-, y de acuerdo con esto, ya que “Lo mismo que es
arriba es abajo”, tienen su reflejo en el hombre como particulares.
En este capítulo se intentará correlacionar a las Sephiroth con los
principios que hay en el hombre, y nos esforzaremos en trazar
correspondencias y paralelismos entre diversos sistemas de
psicología mística. Si el estudiante recuerda perfectamente algunas
de las importantes atribuciones dadas en los dos capítulos anteriores
tendrá muy pocas dificultades para comprender lo que sigue.
“¿Qué es el hombre? ¿Es simplemente piel, carne, huesos y venas?”
“¡No! Lo que constituye el verdadero hombre es el Alma, y lo que se
llama la piel, la carne, los huesos y las venas, todo esto es
simplemente un velo, una cubierta exterior, pero no del Hombre en
sí mismo. Cuando el hombre se pone en marcha, se despoja de todas
esas prendas con las que estaba vestido. Todos estos huesos y
tendones, y las diferentes partes del cuerpo están formados en los
secretos de la Sabiduría Divina, tras la Imagen Celestial. La piel
tipifica a los cielos que son infinitos en extensión, cubriendo a todas
las cosas como con una prenda... Los huesos y las venas simbolizan
al carro divino, los poderes internos del hombre. Pero éstas son las
prendas exteriores, pues en la parte interior está el profundo misterio
del Hombre Celestial” (Zohar).
Esa cita del Sepher haZohar es la base sobre la que se ha construido
un sistema coherente de psicología o pneumatología, que puede
parecer realmente muy extraño a aquellos que no estén
familiarizados con las ideas generales sostenidas por el misticismo.
Pero la idea de un hombre interno que usa una mente y un cuerpo
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 95
modos cambian con el paso de los años. Más aún, sus contenidos
nunca son los mismos de un momento a otro. La destrucción del
atractivo cautiverio que la Ruach ejerce sobre nosotros, permitiendo
de esa forma que la luz de la Neschamah y los principios más
elevados brillen para iluminar nuestras mentes y nuestras vidas
cotidianas, es una de las más importantes tareas del misticismo. De
hecho, la abnegación de este falso ego (bitol hoyesh) es el logro
esencial de todo el desarrollo espiritual.
Algunos cabalistas postulan una Sephirah llamada Daath o
Conocimiento, que es el hijo de Binah y Chokmah, o una
sublimación de la Ruach, que se supone que aparece en el Abismo
en el curso de la evolución del hombre como una facultad
desarrollada. Sin embargo, se trata de una falsa Sephirah, y el
Sepher Yetzirah, anticipándose, nos avisa lo más enfáticamente
posible de que: “Diez son las inefables Sephiroth. Diez y no nueve.
Diez y no once. Comprended con Sabiduría y entended con
cuidado.” Es una Sephirah no existente porque, por alguna razón,
cuando se examina el Conocimiento vemos que contiene a sí mismo
–como la progenie de Ruach- el mismo elemento de
autocontradicción, y estando situada en el Abismo, dispersión y, por
tanto, autodestrucción. Es falsa porque, tan pronto como el
conocimiento se analiza de forma crítica y lógica, se deshace en el
polvo y arena del Abismo.
La unidad de las diversas facultades mencionadas, sin embargo,
constituye la Ruach, que es denominada el Alma Humana.
El siguiente principio es la Nephesch, la parte densa del espíritu, el
elemento vital que está “en rapport” con Guph, el cuerpo y el origen
de todos los instintos y deseos de la vida física. Es la parte animal
del alma, ese elemento de ella que se pone, la mayoría de las veces,
en contacto con las fuerzas materiales del universo real exterior.
La Nephesch es, en realidad, un principio dual; sus dos aspectos
consisten en: a) lo que los hindúes llaman Prana, el elemento
eléctrico, dinámico y vivificante que es la vida; y b) el Cuerpo
Astral (Tselem). Están considerados los dos, en la Cábala, con el
título de Nephesch, porque la acción del prana es desconocida e
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 105
imposible sin el medio del cuerpo astral. Hay una parte del Zohar
que se refiere a las prendas con las que el Alma o lo Incorpóreo se
viste, y habla del cuerpo astral en términos muy peculiares:
“Una túnica exterior que existe y no existe; es vista y no vista. Con
esa túnica la Nephesch se viste y vuela, de una lado a otro del
mundo.”
En otro lugar hay postulados inequívocos del cuerpo astral:
“En el Libro del Rey Salomón encontramos: Que en el momento del
logro de la visión abajo, el Santo, bendito sea, manda un
‘deyooknah’, un fantasma o sombra fantasmal como el retrato de un
hombre. Está dibujado a Imagen Divina (tselem)... y en ese tselem
se crea el hijo del hombre... en este tselem se desarrolla, crece, y en
este tselem, de nuevo, abandona esta vida.”
El postulado del Cuerpo Astral aumenta con la consideración de que
en el cuerpo físico hallamos un “algo” además de materia; algo
cambiante, es cierto, pero indudablemente la misma cosa desde el
nacimiento hasta la muerte.
La Nephesch está en Yesod, la Luna, la base cuyo atributo es la
Estabilidad en el Cambio. Este “algo” a lo que nos referimos es la
Nephesch, sobre la cual el cuerpo físico es moldeado, pues la Cábala
considera al cuerpo impermanente y en una condición de flujo
perpetuo. No es nunca el mismo de un momento a otro, y dentro de
un período de siete años tendrá una serie de partículas
completamente nuevas. Pero, a pesar de esta constante liberación de
átomos, etc..., hay algo que persiste desde el nacimiento hasta la
muerte, cambiando un poco su aspecto, pero permaneciendo lo
mismo, dando al cuerpo una apariencia más o menos consistente
durante toda su vida. Este doble astral o Cuerpo de Luz, como
también se le llama, está también compuesto de materia en un estado
totalmente diferente de la del cuerpo físico; es sutil, magnética y
eléctrica. La Nephesch forma un vínculo entre el cuerpo y la Ruach,
y si intentamos dibujar en nuestras mentes la imagen de un hombre
desde su nacimiento hasta su muerte, incorporando a la imagen
todos los rasgos y peculiaridades de la niñez, madurez y senilidad,
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 106
CAPITULO SEIS
LA CABALA LITERAL
Dando en los tres capítulos anteriores una breve descripción del
alfabeto filosófico utilizado por los cabalistas, una serie de
correspondencias, incorporando una comparación de temas
extremadamente distintos ha sido sistemáticamente situada en la
categoría de cada letra de ese alfabeto, haciendo el estudio y la
memorización mucho más sencillos de lo que podría haber sido el
caso. Es esencial el enfatizar de nuevo el hecho de que se obtendrá
muy poco provecho si estas atribuciones no se memorizan, al menos
parcialmente, y se añaden nuevas correspondencias del almacén
particular de conocimientos que tiene a su disposición cada
estudiante. El Árbol debe crecer en la mente de cada uno para que,
aunque sus raíces estén firmemente implantadas en la tierra de su
cuerpo, sus ramas más altas se eleven y se balanceen suavemente,
llevadas por las débiles brisas céfiras de los reinos espirituales.
Seguidamente se expondrán algunos métodos de aplicación de las
ideas cabalísticas. El lector debe recordar que cada letra tiene
atribuidos un número, un símbolo y una carta del Tarot. Los Rabbis,
que originalmente trabajaron en la Cábala, descubrieron tantas cosas
de interés e importancia tras el valor meramente superficial de los
números y de las palabras, que incorporaban y representaban a estos
mismo que, poco a poco, desarrollaron una elaborada ciencia de
conceptos numéricos totalmente aparte de las matemáticas como
tales. Idearon varios métodos de interpretación numérica para
descubrir, ante todo, el significado oculto de sus escrituras.
GEMATRIA
NOTARIQON
El segundo método de exégesis usado por la Cábala es Notariqon,
que es un derivado de la palabra latina “notarius”, que significa
taquígrafo. Con este método se construye una palabra totalmente
nueva a partir de otras ya existentes, usando las letras iniciales o
finales de estas palabras y combinándolas. Alternativamente se
puede formar una frase tomando por separado cada letra de una
palabra dada e incluyendo cada letra en otra palabra.
Pongamos un ejemplo. En el Capítulo Uno se remarcaba que la
doctrina de la Cábala, como un sistema filosófico, se denomina
“Chokmah Nistorah”, la Sabiduría Secreta. Tomando la primera
letra de cada una de las dos obtenemos חןChen, una palabra hebrea
que significa “Gracia”. La consecuencia es que el estudio de esta
sabiduría arcana de la Cábala nos dota con la Gracia o Shichinah de
los dioses que están en lo alto.
Otra forma es coger las tres letras finales, véase: הןהHeh que
significa “ventana”, indicando que la Cábala es esa ventana a través
de la cual nos podemos formar una idea sobre el verdadero
significado de la existencia.
Además, el método anterior de Gematría puede aplicarse al proceso
de resultados de Notariqon. La numeración de “Chen” es ה8 + ן50
= 58, que es el valor numérico de “ חיליChili”, una palabra que
significa “Mi Fortaleza”. Las doctrinas cabalísticas son la fuerza y el
apoyo de la vida interior de un hombre.
Heh es igual a ה5 + ה5 = 10. Hay una palabra “ גכהGevoh”,
traducida por “Volar”, que suma también 10. El lector puede reunir
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 113
TEMURAH
El tercer método se llama Temurah y significa Permutación. Se
cambian las letras de una palabra de acuerdo con esquemas
definidos y se sustituyen por otras letras anteriores o posteriores en
el alfabeto, formando una palabra totalmente nueva.
Un método conocido como “Albam” coge el Alfabeto y sitúa la
última mitad debajo de la primera mitad, tal y como sigue:
א ב ג ד ה ו ז ח ט י כ
ל מ נ ס עפצק ר ש ת
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 114
..............................................................................................................
CAPITULO SIETE
LA CABALA LITERAL (continuación)
CAPITULO OCHO
LA ESCALERA
que todo está sujeto a la ley; excepto la Lámpara que cuelga sobre su
cabeza, la Luz de su Self Verdadero, iluminándolo todo.
Sobre este altar están ordenados su Vara, Espada, Copa y Pantáculo.
La Vara es el símbolo terrestre de su Voluntad Divina, Sabiduría y
Mundo Creativo, su fuerza divina –así como la Espada es su fuerza
humana, la facultad analítica aguzada de la Ruach. Es la mente que
es su mecanismo para relacionarse simbólicamente con las
impresiones, y su capacidad para la crítica. La Copa es su
Entendimiento, el aspecto pasivo de su Voluntad; le une con Eso que
está más allá, en el lado negativo; está hueco y es receptivo de la
influencia que desciende de lo Alto. El Pantáculo es plano, el templo
de su Espíritu Santo; de la tierra y terrenal, es su naturaleza inferior,
es su cuerpo. Sobre el altar hay un frasco de Aceite, su aspiración a
un Self más noble, a una realidad más elevada, consagrándose a él y
a todo lo que toca a la realización de la Gran Obra. Otras tres armas
rodean el aceite, el Látigo que le azota, la Daga que le hiere, y la
Cadena que le ata a un único fin. Es esta autodisciplina lo que
mantiene pura su aspiración. En la cabeza lleva una Corona dorada,
mostrando su señorío y divinidad; y una túnica que simboliza la
gloria y el silencio en que se consuma la boda celestial. En su pecho,
sobre el corazón, lleva un Lamen que resume su concepto de la Gran
Obra, y declara la naturaleza del trabajo particular que está
realizando.
Así pues, haciendo de cada instrumento un símbolo que le recuerda
su único propósito, alcanza finalmente en su trabajo el mismo
objetivo que el místico. El último trabaja para socavar su conciencia
racional, por decirlo de alguna manera, para destruir la dualidad;
mientras que el conductor del carro mágico actúa añadiendo idea
tras idea, éxtasis al éxtasis, hasta que la mente, incapaz de
contenerse a sí misma, sobrepasa sus limitaciones y en un orgasmo
arrollador de dicha se une a Eso que no tiene nombre.
Los cabalistas sugieren una reflexión sobre la naturaleza del
simbolismo de las armas mágicas. Tenemos, por supuesto, la
simbología freudiana, y de tal interpretación pueden derivarse cosas
muy valiosas. Tengo poca simpatía, sin embargo, por aquellos
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 147
para cultivar la epilepsia. Éstas son las llaves que, en este mundo,
abrirán las puertas apresuradamente cerradas de su misterio.
Pero ¡basta! Estas objeciones surgen de una interpretación
totalmente falsa de la naturaleza de la experiencia, y de los métodos
que conducen a ella. En su “El Nacimiento de la Tragedia”,
Friedrich Nietzsche se refería con indignación a los numerosos
ataques hechos en contra de los éxtasis de los coros de Baco de los
griegos, de las eufóricas embriagueces espirituales de los bailarines
de San Juan y San Vito en la Edad Media alemana, tal y como sigue:
“Hay algunos que, por falta de experiencia o por estupidez, se
apartarán de tales fenómenos considerándolos como ‘enfermedades
populares’ con una sonrisa de desprecio o piedad, inspirada por la
conciencia de su propia salud; por supuesto, los pobres desgraciados
no adivinan el aspecto cadavérico y fantasmal que tiene esta gran
‘salud’ de sus personas cuando la intensa vida de los borrachos
dionisianos pasa rápidamente junto a ellos.”
El Prof. William James escribió en “Variedad de Experiencias
Religiosas”:
“No es necesario decir que el materialismo médico, en realidad, no
saca tal conclusión escéptica y dramática. Es seguro, tal y como
cada hombre sencillo está seguro, que algunos estados de la mente
son superiores internamente a otros, y nos revelan más verdades y en
esto simplemente se hace uso de un criterio espiritual ordinario. Este
criterio no tiene ninguna teoría fisiológica sobre la producción de
estos, sus estados favoritos, por la cual puede acreditarlos; y su
intento de descalificar los estados que le disgustan, asociándolos
vagamente con los nervios y el hígado y conectándolos con nombres
que tienen connotaciones de aflicciones corporales, resulta un
conjunto ilógico e inconsistente.”
No hace mucho tiempo, el 27 de mayo de 1931, Mr. J. W. N.
Sullivan, el matemático y exponente de los principios científicos
populares, escribió en “The Daily Express” que parecía haber, por
parte de los escritores no místicos y pensadores actuales, una
creciente comprensión del valor de la experiencia que hemos estado
tratando de explicar. Escribe:
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 153
cristal y la suave música del mar, vivir allí mucho tiempo después de
que las puertas se cerraran de nuevo. De cuerpo entero sobre la
arena o sumergida bajo el agua, el Ser era el Éxtasis. Había una
intensa conciencia de una juventud que no se conoce en las
ciudades, una juventud vigorosa y feliz que está hecha del ardor del
sol y el ritmo del mar... Mi cuerpo, allí en la arena, era una vasija
para guardarlos a todos, un cáliz precioso, regalo de Dios, rígido con
amor y piedad, que no se atrevía a moverse para que el vino mágico
no se derramara y se rompiera el hechizo... Pensé que nunca había
sido tan feliz, que había bebido el vino de los dioses más que los
elementos comunes de la tierra.
...Pues, oculta entre ellos y ya revelada, estaba esa Belleza Secreta
que arde en el corazón de todo lo hermoso y vital, que es, a su vez,
espada y bálsamo, el Talismán de la Verdad y el Pan de la Vida.
...observé a la tierra impaciente respondiendo al ardor del cielo. Se
convirtieron en una unidad cuando el color se desvanecía y llegaba
la oscuridad para cubrir el éxtasis místico de su unión. Hermosa y
viril tierra. Hermoso y poderoso mar. Tierno cielo y embriagadores
besos del aire. Mis dones, mis amantes, mis amigos. De día era
suficiente con estar con ellos, su compañera, el cómplice alegre, su
oyente privilegiado de los secretos nunca lo suficientemente
revelados, de la sabiduría nunca totalmente comprendida; uno con
ellos, fuertes y jóvenes manos en las suyas, fuertes y jóvenes pies
corriendo a su lado, la misma alegría en el corazón y el mismo ardor
en la sangre, el mismo indecible amor por la vida. Pero por la noche,
en la fría y perfumada oscuridad, antes de que la tierra fuera
hechizada bajo la luna azul de los fenicios, un desasosiego que no se
apaciguaría ni hablando ni caminando, ni leyendo ni riendo. Como si
las flautas de Pan sonaran tranquilas, tenues y dulces, y con una
música oída a la luz del sol. Como si los juegos y placeres del día
con los compañeros invisibles no fueran suficientes, pero por la
noche llevaban a territorios todavía desconocidos, donde el
sentimiento de los mortales no podía seguir... Territorios no
prohibidos sino secretos, perdidos y escondidos a una comprensión
humana más burda. ‘¡Vamos, vamos! ¡Seguid, seguid!...’ Una paz
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 156
1. Kether.................................Ipsissimus 10° = 1□
2. Chokmah............................Magus 9° = 2□
3. Binah..................................Magister Templi 8° = 3□
4. Chesed................................Adeptus Exemptus 7° = 4□
5. Geburah..............................Aeptus Major 6° = 5□
6. Tiphareth............................Adeptus Minor 5° = 6□
7. Netsach...............................Philosophus 4° = 7□
8. Hod.....................................Practicus 3° = 8□
9. Yesod..................................Zelator 2° = 9□
10. Malkuth...............................Neófito 1° = 10□
de cada Sephirah.
el Sendero Nro. 32 de Tau תּ. Será útil consultar el gráfico del Árbol
de la Vida para facilitar las explicaciones. La idea de un cuerpo
astral no resultará totalmente extraña al lector que ha entendido las
propuestas del capítulo titulado “Adam Kadmon”. Este cuerpo debe
ser totalmente formulado, fortalecido y purificado, hasta que pueda
funcionar independientemente del cuerpo físico, como un organismo
brillante, resplandeciente y bien definido, capacitado para tratar con
los fantasmas en ese plano.
También es tarea del estudiante en este momento, el construir un
Pantáculo sobre el cual debería grabar un símbolo, ideado por él
mismo, para expresar su idea del Universo.
Para su ascensión al grado de Zelator debe aplicarse a los primeros
estados del Yoga, que son Asana y Pranayama. Debe escoger una
posición en la cual meditar y dominarla para que pueda permanecer
absolutamente inmóvil durante largos períodos de tiempo; su éxito
se medirá colocando sobre su cabeza una copa llena de agua hasta el
borde, de la cual no debe derramarse ni una gota.
En el Pranayama debe descubrir precisamente los efectos que tienen
las proporciones y formas de respiración en los fundamentos de su
ser. Debe recordarse que el grado de Zelator se atribuye a Yesod, el
Fundamento.
La parte mágica del trabajo en este grado es forjar una poderosa
espada mágica de acero (representativa de la facultad crítica y
analítica de su Ruach) con la cual el estudiante debe prepararse para
cortar, en un segundo, aquellas fuerzas ciegas que permanecen ante
él, dificultando su progreso para llegar al objetivo que pretende.
Como un Practicus (se sitúa en Hod, la esfera de Mercurio, su dios)
espera completar su entrenamiento intelectual. La filosofía y la
metafísica son los medios para cumplir esta tarea, y, en particular, la
Santa Cábala, que espera dominar antes de poder ir hacia adelante.
Debe descubrir por sí mismo las propiedades de un número nunca
examinado previamente por él, y en respuesta a preguntas
intelectuales debe desplegar no menos ministerio sobre el tema que
si fuera a realizar un examen final de Doctor en Ciencia o en
Filosofía.
Un Jardín de Granadas – Israel Regardie - 160
gravedad, por así decirlo, pone más allá del Abismo. La misma Gran
Obra consiste en una simple operación: este cambio de punto de
vista, el asesinato del asesino de la Realidad, la mente. Pero, a lo
largo de eones de esfuerzo evolucionador hacia el desarrollo de una
organización y constitución altamente compleja con la cual contactar
con el universo “externo” para obtener experiencia, somos incapaces
de comprender esta simplicidad y realizar esta operación al
principio, y por eso estamos obligados a luchar dolorosamente
mediante estas difíciles tareas para obtener el grado correcto de
simplicidad y penetrar el velo, para encontrar nuestros SÍ MISMOS,
centros espirituales de fuerza, Yechidoth, radiantes con la vida, el
propósito y la divinidad.
El Prof. Martin Büber, en su espléndida obra sobre “El Misticismo
Judío”, habla de un tipo de “Tsaddik” mayor, cuyos éxtasis y
embriagueces espirituales han cesado. ¿Por qué han cesado? Porque
la beatificación y el éxtasis es continuo y no sigue en la Ruach, sino
en las Sephiroth Supremas, donde “moran” las Potencias Reales y
los Elementos Espirituales de un hombre. A partir de ahora al
poseedor de cualquiera de estos tres grados, que se relacionan con el
Colegio Interno de los Maestros, se le nombra un “Tsaddik”, pero su
“tsaddikismo” está en un plano mucho más noble y altamente
espiritual. Un título más apropiado, quizás, es Baal Shem Tov: Un
Maestro del Nombre Divino.
Si resulta difícil describir los grados de los Adeptos, resulta del todo
imposible describir esos grados de Maestría por encima del Abismo,
pues nada que pudiera decirse explicaría la naturaleza y el propósito
del Tsaddik realmente grande, de aquel que es Magus y Ipsissimus.
Aquí, por tanto, debo reprimir mi pluma.
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