Los Hombres Son de Marte
Los Hombres Son de Marte
Los Hombres Son de Marte
Llevamos varios días, tratando de este libro de John Gray, y como recientemente me han
pedido dar una charla sobre este tema, voy a intentar hacer un resumen lo más sintético que
sea capaz. Es interesante leer la INTRODUCCIÓN del libro, porque explica el origen de su
estudio y del libro en sí. Esta charla no tiene tantas pretensiones, pero pienso que puede
ayudar a mejorar las relaciones matrimoniales.
En el capítulo 1, J. Gray, trata de la alegoría acerca de los hombres que eran de Marte, y con
sus telescopios descubrieron a las mujeres que habitaban en Venus. Como eran de planetas
distintos se estudiaron para entenderse. Pero un día decidieron ir a la Tierra y la atmósfera de
la Tierra les sentó mal, de modo que en una mañana se levantaron todos con la amnesia de su
origen y fue cuando empezaron atener problemas. Por eso para resolver la situación conviene
conocer las diferencias para no esperar de la otra parte lo que nosotros haríamos: somos
diferentes y las expectativas han de ser diferentes.
En el capítulo 2, que lleva por título: “Los hombres se retiran a las cuevas y las mujeres
hablan”, explica la razón de ese resentimiento secreto que enfría el amor en muchos
matrimonios: él piensa: “cuanto habla, que pesada” y ella piensa: “no me escucha, que
egoísta”. El hombre encuentra alivio en su cueva y sin darse cuenta (no por maldad) se vuelve
egoísta (piensa: no puedo dedicarme a los demás hasta que no resuelva mi problema: mi yo).
Ante el stress él se encierra en la cueva para encontrar la solución, está ensimismado,
rumiando en su cabeza la solución. Saldrá para liberar su mente: prensa mundial, deportes de
riesgo, etc. A ella le parece egoísmo ese leer el periódico o ese ver el fútbol gritando. Ante el
stress ellas necesitan hablar y desahogarse contando lo que les ocurre, no necesitan
soluciones, solo exponer sus preocupaciones y sentirse verdaderamente comprendidas. Al
igual que a él le gusta examinar los complicados detalles con los que alcanzo una solución de
un problema (su mente valora más la competencia), a ella le encanta comentar con detalle su
problema, no le interesa tanto la solución, sino se escuchada y comprendida (su mente valora
más el amor que la competencia). Una solución: la simbiosis complementaria: él aprendió a
relajarse escuchando y al verla feliz se sintió eficaz en el fondo. Y ellas se dieron cuenta así que
si se él se metía en la cueva no era por que no las quisiera, no era algo personal, y aceptaron
esa reacción cuando pasan por un stress.
En este capítulo 4, que lleva por título: “Cómo motivar al sexo opuesto”, se descubren las
profundas y diferentes motivaciones entre hombres y mujeres capaz de transformarlos.
Alegoría: Venus al intuir la existencia de unos seres que las amasen a ellas (ellas estaban
agotadas de dar) se motivaron. Marte agotado de su principio egoísta: yo gano si tú pierdes,
vio unos seres que podía dar amor y se transformó. Venus dijo secretamente a Marte: te
necesito, tú me harás feliz; Marte cuando percibió esto en su mirada salió de si mismo y dio lo
mejor de sí mismo, encontró la razón profunda para vivir: amar. Por eso, decir a un hombre, ya
no te necesito, es como matarlo e inducirle a su egoísmo. Marte dijo secretamente a Venus: yo
te querré, te sentirás querida conmigo; Venus cuando percibió esto por primera vez se sintió
capaz de dar lo mejor de si misma. Marte ha de luchar por vencer su miedo a amar, a dar, a
fracasar en el amor, a no estar a la altura: está hecho para amar, pero teme hacerlo. Venus ha
de luchar por vencer su miedo a recibir más; está hecha para recibir pero piensa que si pide
demasiado puede ser abandonada, y debe reducir su tendencia compulsiva a dar, debe saber
poner límites; si ella le recuerda sus necesidades el deseará dar más.
4ª DIFERENCIA: IDIOMAS DISTINTOS: VENUSINO & MARCIANO.
El capítulo 5: “Idiomas distintos”, trata de las diferencias del lenguaje entre Marte y Venus
(p.e. la tendencia poética cuando se enfadan, etc.). Aquí lo mejor es mirar los ejemplos: 1)
diccionario venusino-marciano y 2) diccionario marciano-venusino. Una advertencia: el silencio
marciano no es peligroso, no es mala señal; cuando en Marte se callan no quiere decir nada,
está pensando; en Venus se piensa hablando; en Marte no. ¿Cómo apoyarle eficazmente? No
culpabilizar; no le des consejos si no los pide; no le compadezcas, rechazará el consuelo si se
siente débil; no le critiques indirectamente, sino directamente, y valorándolo y respetando su
opinión. Él tomara nota, déjale que lo estudie él solo y confía. Y recuerda un exceso de cariño
puede resultarle asfixiante. Las palabras mágicas: para él: “No es culpa tuya” ¿Cómo apoyarla
eficazmente? No juzgarla, no menospreciarla porque necesite seguridad, comprenderla,
escucharla, quererla. Las palabras mágicas para ella: “Volveré”.
El capítulo 6, titulado: “Los hombres son como bandas elásticas”, analiza la experiencia de la
necesidad de alejarse periódicamente (necesidad de autonomía) para luego volver a acercarse
(necesidad de intimidad). Es como si al sentir que se ha perdido necesitara recomponerse para
una vez estar en yo, poder con más fuerza volverse a entregarse, a anonadarse… Ella ha de
entender esto para no quedarse perpleja y para no pensar que no la quiere; y para no obstruir
este ciclo: él tiene derecho, necesita, este espacio de libertad; él debe decirla que “Volverá”.
Será en el capítulo 7, titulado: “Las mujeres son como olas” donde explica la experiencia
maravillosa de la mujer que se siente amada y feliz (autoestima alta) y el bajón donde viene de
nuevo todo lo negativo que ha vivido, y así es como puede ir haciendo limpieza emocional,
muchos sentimientos sin resolver. Él ha de entender esto para no quedarse perplejo, tiene que
bajar, su ayuda le viene bien al subir, porque necesita bajar de todas maneras. Ella ha de
decirle que “no es culpa tuya”. El debe comprenderla, ella tiene derecho a estos bajones y
debe ser comprendida. Ella necesita sentirse segura y amada en el pozo, sino intentará
reprimir el proceso; pero si se reprimen los sentimientos profundos, no solo se reprimen los
negativos, sino que se reprimen también los positivos y el amor muere.
Uno suele dar instintivamente aquello que necesita él pero no lo que realmente necesita el
otro. Errores que suelen cometer las mujeres (inadvertidamente) por los que el puede llegar a
no sentirse amado. Y errores que suelen cometer los hombres (inadvertidamente) por los que
ella puede llegar a no sentirse amada.
A partir de aquí el libro toma otro cariz, se hace práctico, deja de preguntarse por “las
diferencias” y pasa a aplicar el conocimiento adquirido de las diferencias a diversos campos.
Por ejemplo:
Capítulo 10: “¿Cómo ganar puntos ante el otro?”. La diferente escala de valoraciones resulta
muy clarificadora. Por ejemplo, nos sugiere el autor 101 maneras posibles que tiene él para
puntuar de cara a ella, así como otros 26 modos en que ellas pueden conseguir muchos puntos
a los ojos de los hombres.
Capítulo 11: “¿Cómo comunicar los sentimientos difíciles?”. La estrategia que se propone con
la Carta de Amor, me parece genial. También es interesante lo que dice acerca de La Carta de
Respuesta para conocer las necesidades afectivas de la pareja. Por último, comprender las
razones por las que es eficaz este modo de proceder, así como la explicación sobre el modo de
conseguir aliviar los sentimientos negativos, puede resultar de utilidad al lector.
Capítulo 12: “¿Cómo pedir apoyo y conseguirlo?”. Para conseguir algo hay que empezar por
pedirlo. Ella debe pedir de forma directa y explícita. Cuestión de palabras: p.e. al cambiar la “P”
por la “Q”: ¿Puedes…? ¿Quieres…?
Capítulo 13: “¿Cómo mantener viva la magia del amor?”. El apartado dedicado a las estaciones
del amor, en el que compara una relación con un jardín, es una maravilla.