José García Carranza "Algabeño"

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Jos Garca Carranza Algabeo .

Jos Garca Carranza, apodado Pepe El Algabeo hijo (n. en La Algaba, Sevilla 26 de febrero de 1902 en Crdoba, 30 de diciembre de1936). Matador de toros, garrochista, rejoneador y terrateniente espaol que se signic por su ideologa de extrema derecha y la colaboracin violenta que prest al general rebelde Queipo de Llano durante la guerra civil espaola.
Jo

Semblanza profesional
Mayor de cinco hermanos hijos del tambin matador de toros Jos Garca Rodrguez, alias El Algabeo (1875-1947) y sobrino materno de Pedro Carranza Garca,alias Algabeo II, tom la alternativa el 29 de julio de 1923 en Valencia, de manos de Rafael Gmez El Galloy Juan Silveti ("el Tigre de Guanajuato")como testigo, con toros de Campos Valera. El Cosso1 le dedica mucho espacio y lo presenta como alguien atrado irresistiblemente hacia un destino
Jos Garca Rodrguez (Algabeo padre) con sus cinco hijos. Jos, sentado a la derecha.

taurino por su aureola familiar y vital, pero contra los deseos de su padre. Describe su toreo como tosco y campero aunque lleno de vigor, exactamente igual que su complexin fsica viril. Se cuenta que en las faenas de acoso y derribo (garrocha) sacaba su navaja y le abra los asientos a su caballo, para que la embocadura del bocado asentara en carne viva y as forzar la parada. Sobresala en la suerte de matar donde era fama que
1 Cossio. Los Toros. Vol. III. 6 ed. Espasa Calpe. Madrid. 1969. Pgs.329-331.

siempre hincaba la espada hasta el puo". Tras actuar en la inauguracin de la plaza de toros de Cdiz en mayo de 1929, sufri una grave cogida en Bayona (Francia) el 28 de septiembre del mismo ao. Posteriormente actu, ya siempre como rejoneador, en 1933 en la plaza de las Ventas con Antonio Caero, fue uno de los padres del rejoneo moderno con un estilo muy campero. Fue herido por los toros en tres ocasiones.

Pepe Algabeo en sus comienzos.

En sus ltimos aos, de rejoneador.

Este perl rudo se completaba con una buena gura, una esplendidez hasta la prodigalidad, simpata natural y xito con las mujeres, sobre todo aristcratas2. Al contrario de lo que se cree, Algabeo tuvo mucha relevancia pblica en su poca tanto en los medios taurinos, como de sociedad y cinematogrcos. Intervino en las pelculas "La medalla del torero" (1924), "La hija del Corregidor" (1925) ambas de Jos Buchs y "Currito de la Cruz" de Alejandro Prez Lugn (1926).

Actividad pblica
La esta brava estuvo siempre unida a la gran propiedad y al latifundio. Correspondiendo al antirrepublicanismo visceral de la gente taurina Algabeo, hombre de accin de temperamento violento y maneras intimidatorias, estuvo involucrado con Manuel Daz Criado y otros cvicos derechistas sevillanos en la muerte de cuatro obreros en el Parque de Mara

2 Cuando Manuel Siurot le pregunt a Algabeo qu senta ante el sobrecogedor espectculo de la gruta de las Maravillas (Aracena, Huelva) ."Mire ust, don Manu, dice ust que cul es mi opinin sobre esto...: No quisiera na m sino que la gruta fuera una muj pa brindarle un toro y dejarme coger..." Ver ABC edicin de Sevilla 1 enero de 1937 pg 15

Luisa de Sevilla la madrugada del 22-23 de julio de 1931 3 4 hecho conocido como el incidente de la ley de fugas. El cortijo familiar El Alamillo, entre La Algaba y Sevilla5 fue incendiado en la represalia popular consecutiva 6. Consocio del Aeroclub y contertulio del bar Sport, el 13 de agosto de 1932 fue encarcelado por haber insultado en pblico al alcalde y los concejales democrticos de Sevilla durante La Sanjurjada7 8 . A este respecto escribi el periodista Manuel Siurot:
"Lo hemos admirado cruelmente perseguido y rodando en crceles por amar el orden y amar la Patria" .

En represalia, su casa familiar de Sevilla de la calle San Vicente fue asaltada en la reaccin popular consecutiva 9. Se adhiri muy pronto a la ideologa falangista, como muchos esnobs de trono. A su boda, celebrada en la iglesia de San Vicente de Sevilla en diciembre de 1933, asistieron como testigos dos conspicuos falangistas : Miguel Primo de Rivera y Senz de Heredia y Sancho Dvila y Fernndez de Celis10 . Fue declarado enemigo del pueblo por los libertarios y, en venganza por el hecho del Parque de Mara Luisa y por su talante claramente provocador, sufri en Mlaga un atentado del militante anarquista Antonio Raya Daz en el que fue gravemente herido por disparos dentro de su coche al salir de la plaza de toros el 11 de marzo de 193411 12. Se hizo famoso por su violencia tpicamente fascista y por la colaboracin voluntariosa que prest a la limpieza poltica del general golpista Queipo de Llano. En lo planeado por los militares desleales estaba previsto que en un primer momento, y antes de que empezasen a hacerse efectivas las sanciones a que
General Queipo de Llano

diera lugar el bando de Estado de Guerra, deban consentirse ciertos tumultos a cargo de civiles armados (pistoleros para-militares) para que determinadas personalidades de izquierda fueran eliminadas o se destruyesen centros y organismos leales al gobierno. Queipo de Llano
3 Edmundo Barbero: El infierno azul. Espuela de Plata. Sevilla. 2005 ISBN 84-96133-46-X 4 Termina el debate sobre los sucesos de Sevilla. La Vanguardia. Barcelona. 27 agosto de 1931 5 Existi un primitivo Cortijo del Alamillo, construido a mediados del siglo XIX para tareas agrcolas, que fue derribado a finales de la dcada de 1980 en las obras previas a la Exposicin Universal de 1992 de Sevilla. A mediados del siglo XX se levanta junto a ste el Cortijo Nuevo del Alamillo, por los herederos del torero "El Algabeo" (Antonio Garca Carranza), segn proyecto de los arquitectos Sres. Delgado Roig y Balbontn Orta. 6 La Vanguardia. Barcelona 10 diciembre de 1931. 7 La Vanguardia. Barcelona 13 agosto de 1932, pgina 17. 8 La Voz (Crdoba), 13 de agosto de 1932. 9 lvarez Rey, L.: La derecha en la II Repblica; Sevilla 1931-1936. Universidad de Sevilla. 1993, pag. 261 10 ABC de Sevilla, 9 de diciembre de 1933, pg. 30. 11 CNT. Antonio Raya Daz. Juventudes Libertarias en Mlaga (1936-39). pg. 27 12 Atentado social contra el Algabeo. Resultan tres heridos. Ver La Vanguardia. Barcelona 13 marzo de 1934

contaba en este sentido para el golpe con la experiencia de Algabeo y su gente. Pero la colaboracin de los 1500 falangistas previstos fracas. Algabeo es localizado en los primeros momentos del golpe por entre la camarilla de guardaespaldas de Queipo de Llano en el cuartel de la II Divisin Orgnica as como en la represin de los barrios de Sevilla 13, luego en Crdoba el 7 de agosto, en el entorno del general Varela en el frustrado asalto a Castro del Ro 14 y poco despus vuelve a Sevilla, junto a su mujer y su suegra, radicndose en el hotel Majestic (Coln actual), sede de la aristocracia refugiada en la ciudad y de los jefes militares golpistas 15. En la conquista de Manzanilla (Huelva) es visto junto al comandante de la legin Castejn y al marqus de Nervin16.

Coroneles Castejn y Erquicias, hroes recordados en la conquista insurgente de Andaluca y Extremadura.

El contexto de actuacin de Algabeo


Razistas. Producido con xito el golpe militar en Sevilla, por temperamento
y por casta Algabeo y su grupo se movieron entre las bandas de militantes voluntarios de extrema derecha-policas-paramilitares (bandas negras, en el acervo popular) quienes, empujados sin duda por un inters de clase se ofrecieron inmediatamente a Queipo de Llano y se encargaron de realizar el trabajo sucio de la represin, cuya responsabilidad principal perteneca, desde luego, a los militares profesionales golpistas. El Ejrcito rebelde disimulaba as su compromiso en la lucha de clases. Las escuadras actuaban tanto en la ciudad de Sevilla como en la regin y estaban compuestas, sobre todo, de hombres jvenes con armas, someramente uniformados, atrados por los atributos de la masculinidad, a menudo dirigidos por propietarios adultos y socializados en el uso de la violencia para eliminar a sus adversarios polticos. Casi todas estas columnas
13 14 15 16 Sanz y Ruiz de la Pea, N.: Romance de la muerte de Pepe Garca, el Algabeo. Valladolid, Santarn, 1937. Francisco Moreno Gmez: "1936: el genocidio franquista en Crdoba". Crtica. Barcelona. 2008, pg.358-59. Edmundo Barbero: El infierno azul. Espuela de Plata. Sevilla. 2005 Espinosa Maestre, F.: La guerra civil en Huelva. 2005 pg. 121,

disponan de su capelln voluntario 17 . La prensa rebelde acu el equvoco trmino de "racistas" (sin duda derivado de razia) para denir semnticamente la estructura funcional de estas partidas. Como sucede actualmente en Amrica Latina, estos grupos paramilitares, cuyos componentes se consideraban a s mismos patriotas, no pudieron actuar siempre arbitrariamente al necesitar algn tipo de certicacin pasiva o activa de la autoridad militar; pero algunos disfrutaron de tal autonoma, que inuyeron sobremanera en la forma, extensin, justicacin y magnitud de la limpieza poltica 18. Por ejemplo, la escuadra negra de Rafael Medina Villalonga (en la fotografa, con mono blanco) o la del marino Ramn de Carranza se distinguieron en este sentido en la despiadada represin sevillana. Queda constancia testimonial flmica de algunos desmanes razistas en la zona de Almonte (Huelva).

Saneamiento de los campos19. En las columnas "racistas" y en muchos


pueblos se alinearon desde el principio del golpe unidades voluntarias e irregulares de caballera, (la pintoresca Polica Montada de Sevilla 20, de Crdoba o de Huelva, cuyos ms conspicuos jinetes fueron respectivamente Pepe el Algabeo, el rejoneador Antonio Caero o el teniente Morillo de la Guardia Civil). Columnas nanciadas por el capital latifundista andaluz. Francisco Moreno describe su composicin: "caballistas de la capital, capataces y aperadores de las grandes ncas, seoritos acostumbrados a recorrer sus cortijos a caballo, acionados a la equitacin y mozos de las 21 ganaderas bravas" [...] . Como en la Edad Media, cada caballista aportaba a sus expensas el equipamiento y uno o ms criados, tambin montados, que le servan. Para el general Queipo de Llano: "aportaban con sus caballos y sus servidores, equipos, un entusiasmo extraordinario, buen armamento y buena puntera"22. Vestan a la campera y con sombrero cordobs o de paja con
17 "Los sacerdotes pueden acompaar a las columnas ejerciendo su sagrado ministerio". Odiel (Huelva) 6.8.1936, pg. 5. 18 Rafael Cruz: La limpieza poltica rebelde en el inicio de la Guerra de 1936. Hispania Nova, n 7, 2007. 19 "Servicios prestados por el escuadrn voluntario de saneamiento de los campos". Odiel (Huelva), 9.8.1936, pg. 1 20 La polica Montada de Sevilla. Fotos: semanario grfico Nacional-Sindicalista. San Sebastin, n 118, 3 de junio de 1939. 21 Francisco Moreno Gmez: "1936: el genocidio franquista en Crdoba". Crtica. Barcelona. 2008. pg.190-191. 22 Jorge Ferndez-Coppel: "Queipo de Llano. Memorias de la guerra civil". La esfera de los libros. Madrid. 2008, pg. 119.

una escarapela con la bandera monrquica 23. En algunas ocasiones esta aportacin no fue del todo desinteresada porque les permita vigilar su patrimonio sobre el terreno. Acostumbrados a la montera y a la garrocha gustaban de acosar y abatir a los jornaleros marxistas que huan por los campos. El partido fascista de la Falange dispona tambin de grupos a caballo. El 3 de agosto Queipo de Llano da cuenta por la radio que Algabeo est formando parte de una partida de racistas (sic) de la que "se hablar mucho en su da" al tiempo que desmiente su muerte, falsamente anunciada por un peridico portugus24 25.
"Esto, como sabis, carece por completo de veracidad. Pepe el Algabeo disfruta de excelente salud y est prestando brillantsimos servicios en Falange y forma parte de una columna de la que se ha de hablar en breve mucho y bien. El Algabeo est henchido de entusiasmo, como todos los falangistas, y ha de dar muchos dias de satisfaccin y de gloria a Espaa, si no en los toros, como militar voluntario".

Probablemente Algabeo perteneciera primero a la partida de Ramn de Carranza, alcalde de Sevilla, y ms tarde al escuadrn del comandante Alfredo Erquicia Aranda 26. Finalmente agregado al Estado Mayor de Queipo de Llano, se ocupaba de tareas represivas y de enlace cuando le sorprendi la muerte.

Mito. Personaje fabuloso, siempre se le vea acompaado de gente


importante. Con su popularidad Algabeo pronto se convirti en una personalidad temible y destacadsima de Falange 27, seor de vidas y haciendas y paradigma del llamado "terror blanco" en Andaluc a. Uno de sus panegiristas28 escribi :
"El Algabeo viva odiado por quienes no le conocan. Del Algabeo seorito matn, cerril intransigente, ebrio, que decan, al labrador campechano con natural nura, afanado en sus labranzas, inamado por un espritu de justicia [... ] haba un abismo".

En contra de la norma de silencio, algunas de sus ancdotas, bromas pesadas29, detenciones arbitrarias de rehenes, crmenes y dems hechos
23 Pasado el tiempo, esta indumentaria fue adoptada por los Ayuntamientos del Rgimen como uniforme de los guardas de jardines hasta la llegada de la democracia. 24 Guion: diario de la maana. Crdoba 4.8.1936 25 ABC de Sevilla, 4 de agosto de 1936, pg. 4 26 Jos M Tassara:"Los caballistas sevillanos". ABC de Sevilla, 13 de agosto de 1936, pg. 9. 27 No existe documentacin sobre la relacin de Algabeo y la Falange porque los mismos falangistas de Sevilla destruyeron sus archivos. Por sus maneras violentas era de comn creencia su adscripcin a Falange aunque su nombre no aparece en los registros que se conservan de camisas viejas sevillanos. Slo consta el nombre de su hermano Antonio. Ver Parejo Fernndez, J.A.: "Seoritos, jornaleros y falangistas". Bosque-Palabras. Sevilla 2008. pg. 299 y siguientes. 28 Snchez del Arco, M. "El seorito Jos Garca". ABC de Sevilla del 1 de enero de 1937 pg. 15-16 29 La fama de bromista de Algabeo se remonta a sus primeros tiempos de matador. En Melilla organizaron una montera en honor de Algabeo y otros diestros. Los cazadores embromaron a un criado de Algabeo, llamado

violentos han trascendido, recogidos y pormenorizados por testigos y coetneos, por lo que merece ser estudiado como paradigma de su clase. Hasta se hizo famoso por los frentes de batalla el miliciano que os robar en La Algaba el automvil del Algabeo y pasarse con l a la zona republicana30. Barbero31 pone en boca de Algabeo:
Nosotros somos Espaa; ellos, la anti-Espaa. Nosotros hemos fusilado a muchos, es verdad, pero confesndolos y comulgndolos, y ellos, no. Ya ven ustedes la diferencia.

Baamonde32 describe episodios de su crueldad all por donde pasaba, como la voladura de unos mineros, siempre temibles, con sus propios cartuchos de dinamita atados uno a uno que l iba encendiendo, "para no gastar municin". Moreno33 recoge de un testigo cordobs:
"Al Algabeo y a Caero los he visto yo tirotear con fusiles de montera a los presos de la crcel de Antequera, donde yo estaba de guardia... Cuando bamos con la columna para Antequera y apareca la aviacin republicana, el Algabeo dejaba el caballo solo y corra el primero a la alcantarilla ms prxima. Despus, sala gritando: Viva Espaa!".

Cay herido en accin de guerra en el frente de Lopera (Jan) contra las Brigadas Internacionales en la toma del Cerro de San Cristbal, el 29 de diciembre de 1936 concretamente en la carretera de Villa del Ro, muy cerca del cortijo Medina, junto al cruce de 34 la carretera de Madrid . Queipo de Llano dijo por Radio Sevilla:
" Esta noche no estoy para hablar, porque tengo un gran disgusto. En el da de hoy Jos Garca "El Algabeo", falangista, agregado a mi Cuartel General, se empe en llevar personalmente una orden que yo le d al extremo en que se hallaba operando la caballera. Haba bastante fuego y recibi un balazo de bastante gravedad y tanto en el momento de caer como en el de ingresar en el Hospital slo sala de su boca una frase: Viva Espaa!. Ha cado como un bravo. Haga Dios que Pepe el Algabeo se restablezca pronto de las heridas que sufre.35
Manuel Bregeli, el cual, hallndose durmiendo fue sacado de la tienda de campaa por varios moros que le dijeron que lo llevaban prisionero . En aquellos aos de guerra en Marruecos el susto de Bregeli debi ser maysculo . "Montera en honor de unos diestros". ABC de Madrid, 8 de diciembre de 1976 M Teresa Len y Luis A. Esteve. "Crnica general de la Guerra Civil". Renacimiento. 2007 pg. 184. Edmundo Barbero: El infierno azul. Espuela de Plata. Sevilla. 2005 Antonio Baamonde: Un ao con Queipo de Llano. Espuela de Plata. Sevilla. 2005 Francisco Moreno Gmez: "1936: el genocidio franquista en Crdoba". Crtica. Barcelona. 2008, pg.528. Francisco Moreno: "1936: el genocidio franquista en Crdoba". Crtica. Barcelona. 2008, pg.801. Diario de Crdoba. n 30622 de 30 de diciembre de 1936

30 31 32 33 34 35

EL CORAZN A CARA Y CRUZ Pepe el Algabeo est herido. Recibi un balazo en mitad del campo, cuando trotaba con su jaca jerezana a la vera de un olivar. Vlgame Dios, y qu poca suerte tuvo el caballista!. Poca suerte y gran honor. Porque fue suerte negra tropezar con una bala que se le entr por las carnes. Por sus carnes de muchacho fuerte hecho a balazos de pistoleros y a cornadas de toros. Pero gran honor, porque esa herida fue cobrada al servicio de su Patria. El caballista sevillano llevaba una delicada misin de mando. Y march a cumplirla alegremente. Haca falta un corazn, y Pepe el Algabeo se jug el suyo a cara y cruz. Y perdi la partida. Mala suerte pero gran honor. Muchacho alegre y valiente. Duro de msculo y sereno de valor. All iba que te iba a la vera de la linde, sobre su jaca trotona. Quizs tatareando el fandanguillo de Morena Clara, mientras las balas mordan su silueta.[] Pepe el Algabeo est herido. Al entrar en la Cruz Roja, con la entraa partida, meti todo el aire que pudo en sus pulmones y grit: Viva Espaa!. Dios quiera poner pronto bueno a Pepe el Algabeo. Y que le veamos otra vez torear sobre su jaca colina, desaando al toro torillo, como desa ayer a la muerte, en servicio de Espaa, trotando al lo del Olivar. Dios lo quiera. GUION (Crdoba) 30.12.1938

Trasladado al Hospital de la Cruz Roja de Crdoba, fue operado de graves heridas abdominales a las que no sobrevivi36. Queipo de Llano impuso al cadver la Medalla Militar y fue nombrado a ttulo pstumo por Franco teniente honorario de Caballera37 (BOE de Burgos de 30 de enero de 1937). Su cadver fue objeto de un recibimiento falangista apotesico en Sevilla 3839 siendo su muerte miticada segn el ritual falangista. Fue enterrado en el panten familiar de La Algaba, pueblo donde todava persiste una calle con su nombre. Dej viuda y un hijo pstumo.

El mito potico de Joselito El Algabeo


La prematura muerte en el frente de Jos Garca Carranza caus profunda consternacin en las las fascistas y fue utilizada en la prensa como estmulo de la violencia y ejemplo del herosmo. Tuvo categora pica y algunas de sus pertenencias fueron expuestas a la admiracin pblica en los museos de guerra de la poca40. Pero los poetas "nacionales" intentaran que la violencia no apareciera retratada en toda su
36 37 38 39 Azul (Crdoba), n 76, 30 de diciembre de 1936 Azul (Crdoba), n 77, 31 de diciembre de 1936 Antonio Baamonde: Un ao con Queipo de Llano. Espuela de Plata. Sevilla. 2005 "Algabeo, el grande". "El seorito Jos Garca". Ver ABC edicin de Sevilla, 1 de enero de 1937, pg 15

crudeza41. Algabeo fue ensalzado de distintas maneras. Bien en el contexto urbano de la conquista de Sevilla junto al general Queipo de Llano:
Aquella tarde de Julio!... Cmo se ufana el recuerdo con propia voz de herosmo y son de romance prieto! Al lado del general iba Pepe, el Algabeo, dando a la lucha prestancia de noble valor sereno, sin euforia de contornos ni aire de jaque amenco, viendo poblarse las calles de golpes rudos y secos. y de metralla, que funde defensas y parapetos. iba Pepe, el Algabeo,

Bien cantando su faceta rural y campera como "polica montado":


Caminos de reconquista para su paso se abrieron y desde la lucha urbana fue al combate en campo abierto, donde se ensanchan las voces y no halla topes el eco, para que tengan los tiros vigor y blanco perfecto [...].

[...] Lleva pantaln de pana el gorrillo rojo y negro y cazadora rosada con guarniciones de cuero con altas botas de campo y espuelas de duro acero. La fusta de su sonrisa y el rie de su contento No busca la gloria un novio
40 Concha Langa Nuo: "Cultura y propaganda en la Sevilla de la guerra civil". En "Andaluca y la Guerra Civil". Universidad de Sevilla. 2006, pg. 200 41 Urda Anguita, J.A.: Representaciones de la violencia en la poesa de la Guerra Civil espaola.Tesis doctoral. University of Missouri-Columbia. 2007

que tenga el color moreno?...

O en las virtudes tpicas de un seorito latifundista sin incidir propiamente en la vibracin violenta que emanaba del hroe.
Llorad mocitas gitanas, la muerte del Algabeo! Fina estampa de seor con buen empaque amenco y un aire de valenta, que se le va, sin quererlo, por dondequiera que pone la planta, a los cuatro vientos[...].

Las estrofas seleccionadas corresponden a los poetas Pelayo42, Francisco Arvalo43 y Nicomedes Sanz y Ruiz de la Pea44. Tomado de Wikipedia.

42 Pelayo (pseudnimo): Joselito el Algabeo. Romance. Azul (Crdoba), 4 de enero de 1937 43 Francisco Arvalo: Romance del Algabeo (ltima estrofa). Diario de Crdoba n 30624 de 1 de enero de 1937. 44 Sanz y Ruiz de la Pea, N.: Romance de la muerte de Pepe Garca, el Algabeo. Valladolid, Santarn, 1937

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