María y La Palabra - Alianza de Amor
María y La Palabra - Alianza de Amor
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encarn en su seno, y se acomod en todo a esa Palabra, ella nunca pec en contra de Dios, siempre cumpli lo que su palabra le peda, ella siempre fue fiel y humilde ante esa Palabra y acomod su vida a Dios. Mara recuper con su obediencia a Dios lo que Eva haba perdido.
Dios, le escuch con puro corazn y se entreg a la muerte por obediencia, fue obediente hasta la muerte y una muerte de Cruz (cf. Fp 2,8), as Cristo recuper lo que se haba perdido en el pecado de Adn. Regres la obediencia a la humanidad y volvi la Palabra a estar sembrada en la tierra humana, se ilumin de nuevo para siempre la humanidad y Dios sigue entrando en los corazones para realizar su obra. A quien le abra la puerta Dios entra y hace su morada en l (cf. Jn 14,23). En el origen de la humanidad y en origen de nuestro pecado el ser humano cierra sus odos, su mente y su corazn a Dios; quiere hacer las cosas por s mismo y no permite que Dios le ilumine y le ensee a diferenciar el bien del mal. Cuando Adn y Eva cayeron en el pecado de comer la fruta del rbol, quisieron conocer el bien y el mal directamente (cf. Gn 3,5), sin que Dios se lo enseara, para poder liberarse de Dios y hacer su propia vida, sin tomarlo en cuenta. El primer pecado consiste en no escuchar ni obedecer a Dios, porque queremos ser ms que Dios; de all vienen todos los dems pecados; por eso nos dice la Biblia en el Antiguo Testamento: Escucha Israel, el Seor tu Dios es uno, amars al Seor con todo tu corazn, con toda tu alma y con todas tus fuerzas (Dt 6,4-5). Lo primero que pide y manda Dios es ESCUCHA, y lo que se escucha es la Palabra que se transmite por medio de la voz y penetra no solamente por el odo sino que llega al corazn.
Cuando nos cerramos a Dios estamos encerrndonos en nosotros mismos, nos quedamos solos, sin amor, sin perdn, sin la luz del alma que es la Caridad. El infierno es justamente esa soledad sin amor, sin que nadie est contigo, sin que nadie piense en ti, una soledad llena de infelicidad. El ser humano debe buscar a Dios para salir del pecado de Adn, recuperar la gracia perdida, encontrar la verdadera felicidad que no consiste en comida ni bebida, es decir, en las cosas materiales, sino que consiste en paz, amor, gozo en el Espritu Santo (Rom 14,17). Adn y Eva se cerraron a Dios y se escondieron; perdieron la confianza en l y se pusieron a vivir su propio camino. Entraron as en la vida llena del pecado, con toda clase de problemas y males, ya en sus mismos hijos existi el homicidio, cuando Can mat a Abel (cf. Gn 4,8). El mal sigui seduciendo a los descendientes de Adn y Eva, llevndolos a estar en contra de Dios, a perder sus caminos casi completamente, a perder esa imagen y semejanza de Dios que haban recibido al comienzo de su creacin.
pueblos era que vivan la bendicin de Dios, que se pasaban de padres a hijos, eran el pueblo de la fe en el verdadero Dios, el pueblo que escuchaba a Dios; el signo de pertenecer a este pueblo era la circuncisin. Dios sigui hablando por medio de este pueblo e hizo surgir un hombre extraordinario, la figura ms importante del Antiguo Testamento, Moiss, quien vio al Seor cara a cara (cf. Ex 33,11), y recibi de Dios los mandamientos de su ley mediante los cuales iran recuperando el camino perdido en Adn y Eva, as los hombres podan saber nuevamente qu era el bien y qu era el mal. El pueblo deba or la Palabra que Dios transmita por medio de Moiss, creer en esos mandamientos y cumplirlos; de esta manera ir recuperando la Presencia de Dios en su vida y el pueblo de Dios se iba volviendo mejor, ms limpio, porque la Palabra y la Ley de Dios lo estaban volviendo a la gracia original. Sigui Dios hablando de diferentes maneras, sobre todo por medio de los Profetas, que reciban la Palabra de Dios en forma viva en su corazn y tenan que trasmitirla al pueblo, aunque muchas veces este pueblo era de dura cerviz (cf. Ex 32,9) y no quera escuchar las crticas que le hacan los profetas, porque la Palabra de Dios es como una espada (cf. Hb 4,12) que hiere el corazn porque separa el bien del mal y a menudo la gente no quiere escuchar a Dios para no dejar el pecado, porque estn apegados y acomodados en ese pecado. Al final Dios envi directamente a su Hijo, a su Palabra, para que fuera uno de nosotros y realizara no solamente una predicacin de la Palabra de Dios sino que l mismo se entregara a la maldad del pecado del hombre y a la muerte, para redimirnos de este pecado. Cristo es la Palabra hecha carne (cf. Jn 1,14), el Mesas esperado que iba a pisar la cabeza de la Serpiente (cf. Gn 3,15), el Cordero inmolado como sacrificio agradable al Padre para expiar y perdonar el pecado del mundo (cf. Jn 1,29), el Cordero resucitado y glorificado a la derecha del Padre (cf. Ap 5,12-13) para interceder por nosotros y seguir realizando la obra de salvacin por medio de su Iglesia, hacer que volvamos a la gracia original, antes de la cada de Adn y Eva, ser hijos de Dios, abiertos a su Voz, que amorosamente acepten su Presencia y Voluntad, volver a ser no solamente sus creaturas sino sus hijos queridos, coherederos en Cristo de su Reino, salvados del infierno, de la soledad y angustia, de la infelicidad, que son los frutos del pecado. 6. LA IGLESIA JUNTO CON MARA OFRECE LA PALABRA DE DIOS ENCARNADA
Mara escuch con corazn puro la Palabra de Dios y crey en ella, como Abraham, y la Palabra se hizo carne en Mara; en su vientre pursimo tom la carne humana y de ella naci Jess, su propio Hijo, el Hijo nico de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que recibe del padre como Hijo nico, lleno de gracia y de verdad (Jn 1,14). La Iglesia como Mara, ofrece la Palabra Viva a los fieles, para que se alimenten de ella, la hagan parte de su vida y su tierra cambie, se haga hermosa y d muchos frutos. Mara es el comienzo de la tierra hermosa, renovada por Dios, llena de su Espritu, llena de su Gracia, la que nos ensea el camino que tenemos que recorrer, cada da creer con mayor profundidad y amor en su propio Hijo, la Palabra hecha carne, Jess, y obedecerle, cumplir las cosas que Dios nos dice y nos pide. Creer, amar y obedecer a Jesucristo es la esencia de la Iglesia y del ser cristiano, y Mara es la persona que ms crey, am y obedeci a Jesucristo, porque no solamente fue una fiel creyente y discpula sino que fue en ella que se encarn la Palabra y por eso la fe de Mara es ms fuerte y profunda que la de nosotros, porque ella es la madre del Verbo Encarnado, su amor es tambin nico dentro de la Iglesia, por ser amor de discpula y de madre y su obediencia es nica y perfecta. Por esta nueva obediencia de Cristo, reflejada en Mara de la manera ms perfecta, Dios comenz la restauracin de la humanidad, la desobediencia de Eva y Adn se resolvieron en la nueva obediencia de Mara junto a Jess. La Nueva Creacin, la Nueva Alianza que supera la Antigua y lleva de nuevo la humanidad a su inocencia original.
Preguntas:
1.- Por qu Mara es la que mejor ha recibido la Palabra de Dios? 2.- Encarnas y cumples la Palabra de Dios en tu vida? 3.- De qu manera entra el pecado en tu vida? 4.- Cules son las cosas que te atrapan y encierran? 5.- Qu te ha prometido Dios? 6.- A quin le has ofrecido las enseanzas de Dios?
El libro del Gnesis comienza con el relato de la creacin e inmediatamente llega al origen del pecado dentro de la humanidad; la primera pareja humana, Eva y Adn, caen en la desobediencia y pierden la gracia de Dios, luego se esconden porque tienen pena, vergenza de Dios (cf. Gn 3,10). La primera promesa de restauracin del bien la tenemos en el gnesis 3,15, el llamado protoevangelio, donde se anuncia la venida en el futuro de un hombre que vencer al mal. Enemistad pondr entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya, ella te pisar la cabeza mientras t tratas de morderle el taln. (Gn 3,15). El Antiguo Testamento nos muestra a lo largo de la historia de Israel una serie de personas importantes, sobre todo los que han sido fieles a Dios, los que han credo en l y han cumplido su voluntad, entre ellos est Abraham, Moiss, Josu, David, Salomn, etc. Adems encontramos una serie de mujeres que tuvieron importancia dentro del pueblo de Dios, mujeres creyentes y admirables.
Abraham se cumplan, no simplemente por el poder del hombre o de la naturaleza pero sobre todo por la gracia y el poder de Dios: Isaac suplic a Yahveh en favor de su mujer, pues era estril, y Yahveh le fue propicio, y concibi su mujer Rebeca. (Gn 25,21), tambin Judit quien liber al pueblo de Israel sometido al asedio por Holofernes y ya a punto de perecer de hambre, cortndole la cabeza al capitn enemigo. (Jt 13,6-7). El pueblo de Jerusaln la aclaman con las mismas palabras que Isabel bendice a Mara: Ozas dijo a Judit: Bendita seas, hija del Dios Altsimo ms que todas las mujeres de la tierra! Y bendito sea Dios, el Seor, Creador del cielo y de la tierra, que te ha guiado para cortar la cabeza del jefe de nuestros enemigos. (Jt 13,18). y Rut, la mujer moabita (no de Israel) que fue fiel a su suegra Noem, no la abandon, y acept al Dios de Israel por esta misma solidaridad y fidelidad (cf. Rut 1,16); son mujeres admirables por medio de las cuales Dios va llevando su obra de salvacin adelante, en la mayora de ellas Dios acta con su poder, sobre todo hacindolas concebir un hijo porque con su esterilidad e incapacidad de quedar embarazadas Dios muestra mejor su poder y su gracia. Incluso encontramos en la Biblia libros dedicados a estas figuras femeninas como el libro de Rut, Judit y Ester.
espiritual, el consuelo de una madre, Jerusaln es imagen de Mara; Dios va a consolarnos desde el amor maternal de Mara. Sin era el alto donde estaba colocado el templo de Jerusaln y representa lo ms hermoso, lo ms fiel, el lugar ms querido por la religin de Israel, la figura de la Hija de Sin refleja el ideal femenino que ha recuperado plenamente la gracia y es fiel a Dios. Desde Sin, la Hermosa sin par, Dios resplandece, (Sal 50,2) aqu percibimos el sentido de Mara, la toda santa, la toda hermosa, cuando el ngel Gabriel la llama llena de gracia. Estas figuras forman parte de lo femenino que recupera la presencia de Dios. Pero de Sin se ha de decir: Todos han nacido en ella, y quien la funda es el propio Altsimo. (Sal 87,5). Sentimos aqu la gracia poderosa de Dios que ha querido derramar en la humanidad, comenzando por Mara, una nueva creacin, una nueva madre de los vivientes, Mara es la madre espiritual, madre de la Iglesia, la Nueva Eva donde comienza la nueva creacin de personas que ya no estarn sometidas al demonio, libres del pecado y de la muerte. cuando Yahveh reconstruya a Sin, y aparezca en su gloria, (Sal 102,17). Vemos cmo se siente la gloria de Dios dentro de la figura femenina, Mara es la persona femenina, donde se refleja de la manera ms sublime la gloria de Dios. El cetro de tu poder lo extender Yahveh desde Sin: domina en medio de tus enemigos! (Sal 110,2). Percibimos aqu el poder de Dios, Mara no es vencida por el demonio, el enemigo de Dios.
llevan, partiris del sitio donde estis e iris tras ella, (Js 3,3). En las procesiones Mara es llevada como el Arca de la Nueva Alianza; ella lleva a Jess, que es el cumplimiento pleno de la ley y los profetas, la Palabra de Dios hecha carne. Podemos afirmar que Mara es la mejor de todas las Israelitas, la mejor de todo el Antiguo Testamento, la flor de todo el rbol de la Antigua Alianza que dara el fruto ms excelente, Jesucristo. Todo el trabajo de Dios llega hasta Mara, la ms perfecta Israelita, para traer al mundo al Salvador.
Preguntas:
1.- Cundo prometi Dios la salvacin por primera vez en la Biblia? 2.- Has visto en la mujer la lucha por recuperar la gracia de Dios? 3.- Cules son las imgenes femeninas que sugieren a Mara en el Antiguo Testamento? 4.- Por qu Mara es la virgen profetizada del Antiguo Testamento? 5.- Sientes que Mara es la mejor de las israelitas? 6.- Cmo se va logrando el plan de Dios en al Antiguo Testamento?
Y Mara?
Donde se puede ubicar Mara sin descentrarse, dentro del contexto de las Sagradas Escrituras y con respecto al misterio de Cristo y de la Iglesia? Entre el los dos testamentos, si hacemos una atenta lectura desde la perspectiva de la persona-figura de Mara, podemos encontrar dos aspectos fundamentales: 1) El aspecto mesinico-redentivo que la relaciona a Cristo como Hija de Sin, expresin bblica del Antiguo que se realiza en el Nuevo, y que tiene
que ver con la expectativa desde la fe, la esperanza y la caridad en la realizacin de las promesas, y del proyecto salvador en Cristo, a travs de la Iglesia, y por obra del Espritu Santo. 2) el aspecto eclesial cargado de un valor antropolgico de la mujer Nueva Eva, rescatada en la fraternidad, la conyugalidad y en la maternidad, todo sumergido en un ambiente de misterio de la encarnacin-redencin, revelado progresivamente a lo largo de la historia de Israel hasta la culminacin de los tiempos Gal 4,4 y el final de ellos Gal 4, 26. Ambos aspectos se relacionan a su vez entre s por lo cual emerge la singular realidad personal y universal de Mara, Hija de Sin y Nueva Eva participa del misterio de Cristo y de la Iglesia. Los dos ttulos adquieren fuerza explicndose uno al otro recprocamente. Mara, hija de Adn (LG n. 56) es la Nueva Eva anunciada en Gnesis 3, 15 que se realiza en la historia de Israel como la perfecta hija de Sin por que se destaca entre los humildes y pobres del Seor (los anawin), como la Virgen que concebir y dar a luz un Hijo cuyo nombre ser Enmanuel (Lumen Gentium n. 55: cfr. Is 7, 14; Miq 5, 2-3; Mt 1, 22-23). Por ltimo Mara Hija de Sin es figura y realizacin plena del destino ltimo de la Iglesia de Cristo como la madre libre de arriba, es decir celestial Gal 4, 26, esposa del Cordero que desciende, cual Jerusaln celestial, y al mismo tiempo es figura y realizacin plena de la Iglesia parturiente perseguida con sus Hijos por el dragn y sus ngeles, mientras tanto, a lo largo del tiempo destinado a los gentiles antes del regreso de Israel a Cristo Ap 12, 1-17.
152 veces en el AT explicando su unidad con la accin de Dios, 640 veces con una significacin geogrfica y teolgica a la vez. El trmino hija es utilizado en la AT como la personificacin femenina de carcter figurativo que puede indicar una regin, una ciudad o sus habitantes Is 10, 32; Jer 6, 2. Miqueas utiliza la expresin Hija de Sin por primera vez (Mq 1, 13; 4, 10; y 13). Este profeta de la segunda mitad del siglo VIII antes de Cristo escribe de Sin como un barrio nuevo de Jerusaln al norte de la ciudad de David donde se encontraban los refugiados del desastre de Samara, barrio orientado de cara a la ciudad patria destruida y azotada, y barrio orientado hacia Asira donde Israel fue deportado y esclavizado. Es decir estamos hablando de una Hija de Sin que representa un resto de Israel probado por el sufrimiento y no de todo Israel como tal. Esta figura es portadora de una nueva imagen que es la del nuevo parto del nuevo Israel, de la mujer parturiente. Con Miqueas empieza la figura bblica literaria de la Hija de Sin que da a luz con dolor a un pueblo liberado Mq 4, 9-10 (H. Caselles, Fille de Sion et thologie mariale dans la Bible, en Mariologie et Oecunisme III, Recherches Catoliques-Thologie et Pastorale, Lethielleux, Pars, 1965, 51-71). En la misma poca Isaas predicaba cosas parecidas (Is 10, 2427.32-34; 14 24-27; 29, 1-8; 30, 27- 33; 31, 4-9). Este orculo de Miqueas describe una liberacin realizada en la misma sin, asediada por los pueblos, probablemente la invasin de Senaquerib el 701 antes de Cristo. Mas tardamente este tema del ataque a Jerusaln y su fracaso ser un tema escatolgico importante en Ez 38-39; Jl 4; Za 14. (Descle De Brouwer, Nueva Biblia de Jerusaln, Bilbao 1998, pie de pgina 4, 11 1368). La continuacin de esta temtica de la Hija de Sin, personificacin abstracta de Israel en el AT, se puede encontrar, prolongada en Mara que la personifica y transpuesta a la Iglesia que lo actualiza a lo largo de su historia hasta que Cristo vuelva (Ap 12, 1-17). El saludo del ngel a Mara Algrate en Lc 1, 28 est cargado de un significado especial que juega entre el Antiguo y Nuevo Testamento y que justamente viene a aclarar la importancia de la alegra mesinica que expresa (So 3, 14; Jl 2, 21; Za 9,9; Lm 4, 21). El cardenal Ratzinger, futuro papa Benedicto escribe: Con este saludo comienza en sentido propio el evangelio, su primera palabra es alegra, la nueva alegra procedente de Dios, que quebranta la vieja e inacabable tristeza del mundo (J. Ratzinger, Mara Iglesia Naciente, Encuentro Madrid 20062, 48-49). En el canto del Magnficat Lucas, siguiendo el modelo del cntico de Ana (1Sam 2.1-10; Lc 1, 46-55), pone en boca de Mara la Hija de Sin por
excelencia la glorificacin de la accin de Dios realizada en su vida y en la historia de Israel. Mara es la personificacin de esta figura anunciada en los profetas y ella lo acepta y reconoce su cumplimiento en los acontecimientos de su existencia.
Su presencia en medio de Israel, tan discreta que pas casi inobservada a los ojos de sus contemporneos, resplandeca claramente ante el eterno, el cual haba asociado a esta escondida hija de Sin (cfr. So 3, 14; Za 2, 14) al plan salvfico que abarcaba toda la historia de la humanidad.
necesario. San Pablo lucha y aclara la doctrina afirmando que la nueva circuncisin es creer en Jesucristo; lo ms importante es la fe y no las obras externas. Por eso cuando Jess insiste en que su verdadera familia es la que cumple la voluntad de Dios no est rechazando a Mara sino que est afirmando que su verdadera familia, es decir, los que de verdad estn incluidos dentro del pueblo de Dios son los que de verdad escuchan su Palabra y la ponen en prctica. Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, se es mi hermano, mi hermana y mi madre. (Mc 3,34-35). Los hermanos de Jess son familiares de carne, no son familiares segn el Espritu, por eso el grupo donde en forma natural est incluida Mara son aquellas personas que tienen lazo de sangre con Jess y posiblemente estaban apoyados por los que queran judaizar a los cristianos; algunos de ellos queran tener privilegios dentro del nuevo pueblo de Dios, la Iglesia, como nos muestra la peticin de la madre de los hijos de Zebedeo, (Mt 20,21), por ser familiares de sangre de Jess, pero los que estn dentro del crculo son los verdaderos familiares de Jess, son los que le estn escuchando y creyendo en l como Mesas, porque Jess no quiere estar sometido a las presiones de su familia de carne sino que quiere estar haciendo la obra que Dios le encomend, que fue predicar su Amor y la llegada de su reino entre los hombres. Cualquiera pudiera pensar que Mara haya querido mantener un nivel ms alto que los dems por ser la madre de Jess, pero al contrario, los evangelios nos van mostrando con cada vez mayor claridad la personalidad de Mara, su humildad y pureza, su fe y entrega total al plan de Dios. Ninguno de los evangelios nos dice que Mara tuvo ms hijos, solamente afirman que ella es madre de Jess, pero en ninguna parte dicen algo como por ejemplo: Mara y sus otros hijos, porque si la Biblia quisiera decirlo claramente lo hubiese afirmado. Lo que dice es que Mara andaba con los hermanos de Jess, que en el ambiente semtico de los judos significa tambin los familiares cercanos. En aquella poca, como ahora tambin, a las mujeres no les gustaba andar solas por la calle sino que salan con sus familiares o vecinos para hacer sus diligencias. La Iglesia siempre ha visto en la virginidad de Mara uno de los signos ms poderosos de Dios en su plan de salvacin para encarnar su Palabra. Tambin ha credo siempre que Mara permaneci virgen, totalmente dedicada a Jess, en cuerpo y alma, madre de la cabeza, y luego al
cumplir Jess su misin y volver al Padre, Mara sigue virgen, madre tambin del Cuerpo, como lo sugiere el evangelio de San Juan. Lo que podemos sacar del evangelio de Marcos es que la madre de Jess era una mujer juda y se llamaba Mara.
virgen profetizada por Isaas. La fe de la Iglesia en la virginidad de Mara se apoya en esta parte de la Biblia as como en el evangelio de Lucas. Despus Mateo relata cmo se revela Cristo a todos los pueblos representados por los reyes magos, al final, guiados por la estrella lo encuentran y le adoran: Entraron en la casa; vieron al nio con Mara su madre y, postrndose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. (Mt 2,11). Mateo tambin resalta que lo encontraron junto con Mara; nos quiere decir que ella estuvo con l desde el comienzo, y que al encontrar a Jess tambin encontraron a Mara, o al revs, al encontrar a Mara, tambin encontraron a Jess. Quien quiere encontrar mejor y ms profundamente a Jess seguramente lo har junto con Mara. Donde est Mara all est Jess. La fe en Mara Madre de Dios est claramente presente aqu en Mateo como en Lucas y Marcos. Mateo habla tambin de la madre y los hermanos de Jess, y concluye parecido a Marcos: Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, se es mi hermano, mi hermana y mi madre. (Mt 12,50). Sabemos que Mara cumpli en todo la voluntad del Padre celestial.
Concepcin de Mara, aunque no lo afirman claramente, y a la vez es lo que rezamos en el Ave Mara, el saludo del ngel Gabriel: Algrate Mara, llena de gracia, el Seor est contigo (cf. Lc 1,28) y luego el saludo de Isabel: bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (cf. Lc 1,42). Mara escucha con atencin las palabras tan impresionantes de que tendra un hijo que reinara eternamente y pregunta cmo ocurrir eso puesto que ella es virgen; as se reafirma su virginidad y la manera milagrosa cmo va a concebirse Jess, el Espritu Santo vendr sobre ti y el poder del Altsimo te cubrir con su sombra (Lc 1,35). Aqu se puede percibir la Tienda del Encuentro, la nube que la cubre y la gloria de Yahveh, que ahora no es pasajera sino que queda en Mara, Dios con nosotros, Jess. Al final Mara acepta la revelacin de Dios y su plan sobre ella, y con un corazn ntegro y limpio responde de la manera ms sublime y ms cristiana que nadie podr superar: Dijo Mara: He aqu la esclava del Seor; hgase en m segn tu palabra. Y el ngel dejndola se fue. (Lc 1,38). Lucas nos muestra una persona viva, que escucha con atencin la palabra que le es dicha de parte de Dios y responde con pleno compromiso, sin echarse para atrs, esta respuesta la va a mantener Mara por siempre, comprometida con el plan de Dios, incluso hasta la muerte de su Hijo, para salvarnos a todos. Mara escucha la Palabra y la pone en prctica. Ella acepta el plan de Dios en su vida, se acopla a ste, renuncia al suyo propio y asume el de Dios, es la misma expresin que hace el pueblo de Israel cuando ratifica la alianza de Yahv ante Moiss: Todo el pueblo a una respondi diciendo: Haremos todo cuanto ha dicho Yahveh. Y Moiss llev a Yahveh la respuesta del pueblo. (Ex 19,8) La desobediencia de Eva se cambia en la obediencia de Mara; por Eva entr el pecado, por Mara entra la gracia. Mara abraza plenamente su vocacin. La nueva obediencia a Dios, superando la desobediencia de Eva, as Mara se abre completamente al plan de salvacin de Dios, su vida se hace totalmente dedicada a Jess, junto con Jos, que tambin recibi su llamado y vocacin, van a cuidar ese nuevo ser que crece en el vientre de Mara, lo van a criar, educar en la fe, estar unidos a l para siempre. Lucas en su evangelio muestra otras cualidades personales de Mara, una vez que el ngel Gabriel le anuncia que ser madre del Mesas ella se va directamente a ayudar a su pariente Isabel, que tena ya seis meses de embarazo. En aquellos das, se levant Mara y se fue con prontitud a la regin montaosa, a una ciudad de Jud; entr en casa de Zacaras y
salud a Isabel. (Lc 1,39-40). El evangelio de Lucas muestra que Mara es una persona servicial que va de una vez a ayudar a su prima Isabel. Y sucedi que, en cuanto oy Isabel el saludo de Mara, salt de gozo el nio en su seno, e Isabel qued llena de Espritu Santo; (Lc 1,41). Isabel escucha a Mara y se estremece el nio en su seno, con Mara viene el Espritu Santo, que cubri a Mara en la anunciacin y sigue con ella, porque all est el Hijo. El nio salt de gozo en su seno indica la alegra mesinica, lleg el Reino de Dios al mundo y Juan Bautista recibe desde el seno mismo de su madre Isabel la fuerza del Espritu para realizar su misin. Mara est unida al Espritu Santo. .y exclamando con gran voz, dijo: Bendita t entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno, (Lc 1,42); gran voz significa una emocin enorme, alegra espiritual expresada con palabras de felicitacin y elogio hacia esa humilde muchacha, su joven prima que viene a ayudarla desde Nazaret. Isabel bendice a Mara, esta bendicin se va a mantener por toda la historia humana, Mara ser bendita entre todas las mujeres por haber sido la nica madre del nico Seor y Mesas Jesucristo, el Rey de cielo y tierra, quien marc la historia humana en dos partes, antes y despus de Cristo; porque venci a la Antigua Serpiente; por eso Isabel le agrega la bendicin a ese nio que est en el vientre de Mara, Jess. Es la primera parte del Ave Mara. Mara es bendita entre todas las mujeres de la tierra. y de dnde a m que la madre de mi Seor venga a m?, (Lc 1,43) la llama madre de mi Seor, ttulo que utilizaban seguramente las primeras comunidades cristianas para referirse a Mara, puesto que en aquella poca haban muchas Maras como podemos ver en el evangelio de Juan con las que estaban a los pies de la cruz (cf Jn 19, 23ss), Mara es la madre del Seor, un nombre dulce y hermoso que demuestra la profunda admiracin, respeto y amor por aquella mujer, que se alegra sobre manera de esta visita inesperada; Isabel se siente sorprendida y altamente agradecida de esta visita.
primera que comenz a creer en Cristo, es como la fe de Abraham, el primer creyente en Yahv, siempre ser la ms grande fe que tendr la Iglesia. El evangelio de Lucas sigue con el famoso cntico del Magnificat, donde Mara expresa sus sentimientos hacia Dios y profetiza sobre ella misma. Es un cntico tomado del Antiguo Testamento, el cntico de Ana (cf. 1 Sam 2,1-10), adaptado a la situacin de Mara. Ella primero engrandece al Seor y expresa su inmensa alegra se alegra mi espritu en Dios mi Salvador (cf. Lc 1,47), es una alegra espiritual, que viene de lo profundo de su ser y que est llena de agradecimiento. Mara es sumamente agradecida de Dios. Mara reconoce a Dios como su Salvador, ella es una creatura, como todos nosotros, y ha recibido la gracia de Dios de manera nica, ha recibido la salvacin de Dios y se mantiene dentro de ella. La alegra de Mara no es en ella misma, ni en nada material; es en Dios. Mara nunca pierde la conciencia de Dios, ha recuperado lo que perdi Eva, el estar con Dios, el no negar ni rechazar a Dios. Mara acepta a Dios completamente. Mara nunca perdi la presencia de Dios ni se escondi de l, as como hicieron Eva y Adn. porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarn bienaventurada,(Lc 1,48). Mara no se alza por encima de nadie, Mara es perfectamente humilde, y profetiza una verdad que vemos cumplirse con nuestros propios ojos, todas las generaciones la han llamado bienaventurada, porque ya Lucas en su evangelio muestra que la Iglesia primitiva as lo hizo al escribir en su evangelio sobre Mara cosas tan hermosas, y sabemos que a lo largo y ancho de la historia y geografa humanas han existido imgenes, estatuas, cuadros, canciones, poesas, procesiones, fiestas litrgicas, libros, en honor a Mara. Lo mismo observamos en las procesiones como la de la Divina Pastora, Mara la madre del Divino Pastor Jesucristo, donde estn presentes todas las generaciones actuales, desde los nios recin nacidos hasta los ms ancianos. Todas las generaciones la bendicen y la llaman bienaventurada. Los evangelios sinpticos nos hablan de las bienaventuranzas, dichosos los sufridos, los pobres, los mansos, los humildes; todas estas cualidades estn presentes en ella, Mara es bienaventurada. Lucas sigue con el relato de la infancia de Jess y muestra todo el proceso del viaje a Beln, donde tienen que buscar un establo para pernoctar y nace el Nio, y dio a luz a su hijo primognito, le envolvi en paales y le acost en un pesebre, porque no tenan sitio en el alojamiento. (Lc 2,7). Se ve la pobreza de Jess, Jos y Mara, cmo les cuesta la vida, cmo el
Hijo de Dios, que cambi la historia de la humanidad para siempre y la dividi en dos partes, no es recibido por ninguna persona humana, no hay lugar para ellos en las posadas, solamente un lugar para animales, porque en ellos no hay pecado, la inocencia original no se ha perdido. Pero el amor es inmenso, Mara con amor de madre lo envuelve en paales y lo acuesta en un pesebre, no haba una cunita para el nio y Mara lo pone en el mejor lugar que halla, un lecho de paja en la pesebrera. Mara cuida a Jess con inmenso amor de madre. El tercer evangelio contina su relato donde adems del amor humano de Mara y de Jos por el Nio se derrama el Amor y la Gloria de Dios en el lugar por medio de los ngeles que avisan a los pastores y llenan el cielo aclamando la gloria de Dios. Los pastores son humildes trabajadores, cuidadores de ovejas y otros animales, que viven por fuera de las ciudades, pero son los primeros en enterarse del gran acontecimiento, la revelacin de Dios va desde fuera hacia dentro, desde los ms sencillos hacia los que estn ms inmersos en la maquinaria del mundo. Ellos se dirigen hacia el lugar sealado por los ngeles y fueron a toda prisa, y encontraron a Mara y a Jos, y al nio acostado en el pesebre. (Lc 2,16). La primera revelacin de Cristo ya nacido ocurre en esos humildes pastores, y ellos lo encuentran junto con Jos y Mara; las personas que ms aman a Jess en ese momento, y que permanecen siempre a su lado en ese amor. Lucas nos da a entender que donde est Mara all est Jess. Los pastores cuentan lo sucedido y todos se maravillan, Mara, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazn. (Lc 2,19), vemos as cmo Lucas pone de manifiesto esta cualidad especial de Mara, es la nica persona a la que le da esta caracterstica, y demuestra que ella es una escuchadora atenta de las cosas de Dios, de la palabra de Dios, una creyente de verdad. Es familia de Jess doblemente, por ser su madre y por ser verdadera creyente. Mara escucha y medita la Palabra de Dios.
y dijo a Mara, su madre: Este est puesto para cada y elevacin de muchos en Israel, y para ser seal de contradiccin - y a ti misma una espada te atravesar el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones. (Lc 2,34-35). La mayor seal de contradiccin es la Cruz, no habr otra que la supere, porque all estn frente a frente el amor misericordioso de Dios que se entrega en la Cruz y el odio que anida en el corazn del hombre, capaz incluso de matar a su propio Dios, no solamente desobedecerle, ignorarlo, encerrarse en su egosmo, sino llegar a querer eliminarlo completamente de su vida. Mara comparte el sufrimiento de Jess, la espada que le atravesar el alma ser ver a su Hijo colgado en la Cruz, agonizando, para que las intenciones de cada corazn salgan afuera. Es la manera que tiene el Seor de salvarnos; hacernos descubrir y arrepentirnos de nuestro pecado, del mal que anida en nosotros, desde lo ms profundo de nuestro ser. Cuando contemplamos a Jess con el corazn y lo amamos en nuestro ser, entramos en nuestra propia contradiccin y l nos va salvando, nos va liberando del mal, cuando estamos con Mara tambin ella nos ayuda y nos protege, nos cuida para que Cristo su Hijo nos salve; con su dolor ella participa de nuestra salvacin, con su amor de madre, hacia su Hijo y hacia nosotros. Lucas quiere darnos a entender que Mara participa con su sufrimiento y amor en la obra redentora de Cristo. Lucas termina el relato de la infancia de Jess con la escena del Nio perdido y hallado en el templo, as en el evangelio de Lucas estn los cinco misterios gloriosos, la anunciacin, visitacin, nacimiento, presentacin y el Nio perdido en el templo. Al cabo de tres das lo encuentran en el templo y cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: Hijo, por qu nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andbamos buscando. (Lc 2,48). Aqu Lucas nos muestra otra cualidad personal de Mara, ella, junto con Jos, buscaba angustiada a Jess, Mara es una madre solcita, que quiere estar siempre con su Hijo, cuidndolo. Antes de que la Iglesia existiera como cuerpo religioso ya Mara amaba, cuidaba y buscaba a Jess. Como dijo Juan Pablo II, la fe cristiana antes de ser Petrina es Mariana; Mara comenz a creer en Cristo antes que Pedro y los dems apstoles. El Nio Jess vuelve a casa con sus padres y Lucas termina el episodio diciendo: Baj con ellos y vino a Nazaret, y viva sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazn.(Lc 2,51). Vuelve a afianzar la idea de que Mara es una mujer profunda, que meditaba las cosas que pasaban en la vida, sobre todo las cosas de Dios,
en su corazn, para luego ir madurando y tratar de hacer la voluntad de Dios. Tambin nos da a entender que Jess vivi con Mara y Jos, creci como un joven judo de su poca, sujeto a las enseanzas y obediencia de sus padres, Jess progresaba en sabidura, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres. (Lc 2,51); lo que le ensearon ellos lo ayud a crecer en la gracia de Dios, en la sabidura, por lo tanto, junto con Jos, Mara es educadora de Jess. Tambin se encuentra la escena de la madre y los hermanos de Jess un poco diferente a Mateo y Marcos, el evangelio de Lucas nos dice: pero l les respondi: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen. (Lc 8,21). Evidentemente que para Lucas esto no significa un rechazo de Mara por parte de Jess, sino ms bien poner las cosas en su lugar, as como en el templo cuando Jess les dice que deba andar en las cosas de su Padre, tambin ahora recalca la importancia de Dios por encima de los lazos familiares, pero Mara acepta este camino de fe; ella es una fiel creyente, la mejor de todas, Mara escucha la Palabra de Dios y la cumple. Ninguna persona tiene derechos especiales en la Iglesia de Cristo, los derechos se dan por la fe y el cumplimiento de las cosas de Dios, no hay privilegios para nadie, y los primeros cristianos se vieron sometidos a las presiones judaizantes, donde queran que todos fuesen circuncidados, es decir, valorar ms los lazos de los judos, que adems de religiosos eran familiares, por descendencia de las tribus de Israel. La manera de pertenecer a la verdadera familia de Jess es mediante una fe sincera y un sincero amor en las cosas de Dios, Mara tuvo esas cualidades mejor que nadie, como Lucas en tantas ocasiones nos lo indica; aunque parezcan un poco bruscas, Mara es la primera y mejor cumplidora de las exigencias de Jess, los evangelios no concluyen con un rechazo de Mara sino al contrario, la figura de Mara es enaltecida y va creciendo dentro de los evangelios en la medida que pasa el tiempo de su elaboracin en la Iglesia primitiva.
confirm definitivamente en la fe, para comenzar valientemente a predicar en el mundo entero la Palabra de Dios y su accin por medio de Cristo para salvar a la humanidad. Todos ellos perseveraban en la oracin, con un mismo espritu en compaa de algunas mujeres, de Mara, la madre de Jess, y de sus hermanos. (Hch 1,14). De nuevo utiliza Lucas la expresin clara: Mara, la madre de Jess, as como la madre del Seor, para diferenciarla de otras Maras; los hermanos (familiares de Jess) estn presentes junto con Mara, siempre la acompaan, y tambin forman parte de los primeros creyentes. Mara persevera en la oracin junto con los otros cristianos, cumpliendo el mandato de Cristo de que esperasen al Espritu Santo el poder desde lo alto (Lc 24,49). Y Mara est en Pentecosts, Al llegar el da de Pentecosts, estaban todos reunidos en un mismo lugar. (Lc 2,1) cuando el Espritu entra en la Iglesia por primera vez, auque ya haba cubierto a Mara con su sombra, ahora tambin Mara recibe al Espritu Santo en Pentecosts. Mara forma parte de la Iglesia primitiva, participa dentro de ella, comparte su camino y experiencia de fe, nica en la Iglesia, por ser la madre de Jess y haber sido la primera persona involucrada en el misterio de Jess, antes de que nadie supiera nada de Jess ya Mara lo saba, y ella permanece fiel junto a Jess, lo acompaa a lo largo de su vida hasta la Cruz, y luego sigue dentro de la Iglesia, fiel a la obra de su Hijo, apoyndolo y ayudndonos a todos nosotros a descubrir verdaderamente la fe cristiana, a creer y amar sinceramente a Jesucristo porque ella es la persona que ms y mejor lo conoce, lo ama y cree en l. Los Hechos nos ensean que Mara estuvo en la Iglesia desde su origen. Adems podemos agregar que desde el comienzo la Iglesia cristiana celebr la cena de Jess, la Eucarista, y Mara comparti esta celebracin, ella comulg el cuerpo de su Hijo, qu habr sentido Mara al comulgar el propio cuerpo de su Hijo? Ella nos puede ensear a apreciar y comulgar el Cuerpo de Cristo de la manera ms profunda, respetuosa y agradecida. Podemos concluir que Mara es la mejor de todas las cristianas y cristianos de la Iglesia, nadie la podr superar jams; ella es ejemplo y modelo perfecto de la Iglesia, de lo que Dios quiere hacer en la humanidad. Mara es la mujer ms perfecta tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Preguntas
1.- Cul es la imagen de Mara que da el evangelio de Marcos? 2.- Qu nos dice Mateo acerca de Mara? 3.- Qu cualidades personales nos ensea Lucas sobre Mara? 4.- Es Mara tambin una mujer creyente? 5.- Por qu decimos que Mara est asociada a Jess en su obra redentora? 6.- Estuvo Mara participando en la Iglesia primitiva?
EL EVANGELIO DE JUAN Y EL APOCALIPSIS 1. Las Bodas de Can, Mara suscita la fe de los discpulos.
El cuarto evangelio se escribi alrededor del ao 90 a 100 despus de Cristo, es el ms elaborado de todos, tiene muchos elementos profundos, simblicos y teolgicos. No es sinptico porque no puede compararse de la misma manera que los otros tres, aunque en sntesis habla de lo mismo, la vida y obra de Jess, pero con un mayor desarrollo teolgico. Los lugares donde aparece Mara son el captulo 2, las Bodas de Can, y el captulo 19, Mara a los pies de la Cruz. En las bodas de Can Mara es invitada a una boda, es a travs de ella que Jess asiste a la misma boda con sus discpulos. En un momento se acaba el vino, y Mara interviene hacindoselo notar a Jess: No tienen vino (Jn 2,3); Jess responde de una manera un poco fuerte: Jess le responde: Qu tengo yo contigo, mujer? Todava no ha llegado mi hora. (Jn 2,4). La hora de Jess es aquella donde l se va a revelar con su verdadera identidad profunda, no simplemente un judo, maestro o profeta, sino como el Hijo de Dios. El evangelista no explica ms nada al respecto, sino que Mara dice a los sirvientes: hagan lo que l les diga (Jn 2,5) y volvemos a la misma expresin de la Antigua Alianza: haremos lo que Yahveh nos diga (cf. Ex 19,8. 24,7). Los sirvientes fueron fieles escuchadores de la palabra, obedientes en la fe, y llenaron las vasijas de agua, al sacarla era el mejor de los vinos; Juan quiere darnos a entender que creyendo a Jess y haciendo lo que nos indica transformaremos nuestra vida, nuestra fiesta de aguada en una fiesta de verdad, llena de la alegra del Espritu. Al
final de la escena Juan nos dice: As, en Can de Galilea, dio Jess comienzo a sus seales. Y manifest su gloria, y creyeron en l sus discpulos. (Jn 2,11). Con esto Juan est sealando que la fe de los discpulos en Jesucristo, no solamente como maestro judo sino como Hijo de Dios, comenz por una intervencin especial de Mara, el ser cristiano significa esencialmente creer en Jess, no como hombre, sino como el Hijo de Dios, y se es el cambio del agua en vino. La vida del cristiano cambia cuando entra en la fe cristiana autntica, pasa de ser aguada a ser una vida llena de la gracia de Dios, llena del vino del Espritu. Por lo tanto para Juan la figura de Mara se profundiza an ms que en Lucas, por ella comienzan a creer los discpulos, que son los futuros apstoles, cuya fe es la que nosotros profesamos, la fe apostlica, pero antes de esa fe, Mara intervino para que ellos encontraran esa autntica fe cristiana. Mara suscita la fe de los apstoles con su intervencin en las bodas de Can.
Adems el evangelista nos est indicando que Mara no tiene otros hijos que se ocupen de ella, sino que sus hijos son muchos, los discpulos de Jess, que van a cuidar de ella y la tendrn para siempre en el corazn de su fe cristiana. Desde el comienzo de la Iglesia y ya en el evangelio de Juan, Mara fue tomando una importancia mayor, su rol de madre de Jess lleg a la plenitud de su vocacin, ella transform su maternidad natural en la maternidad espiritual de toda la Iglesia, pasando por la prueba de la Cruz, sufriendo la pasin de su Hijo con su corazn puro y limpio de madre, y asumiendo el nuevo reto, la nueva vocacin que Dios le pidi por medio de su Hijo, ser la madre de todos nosotros. As las dos cosas se unen en una sola, la maternidad biolgica de Mara no es obstculo, al contrario, es origen y comienzo de su vocacin definitiva de madre espiritual. En este pasaje de Juan se basa la fe de que Mara es madre de la Iglesia.
Eva y Adn se recuperan, la lucha entre el mal y el bien se resuelve con la obediencia de la mujer que est en la gloria de Dios, y es a la vez Mara y la Iglesia. La figura de la mujer vestida de sol, con la luna a sus pies y estrellas en derredor indica que est en la gloria de Dios; esta imagen ayuda a entender mejor la fe de la Iglesia en Mara Asunta a los cielos en cuerpo y alma.
gentes tambin agradecern a Mara porque ella luch contra el mal y nos ayud a vencerlo para entrar en el reino del Cordero, su Hijo Jess. Cuando los pueblos se acercan a Mara y caminan con ella en procesin, cuando le rinden amor y veneracin, cuando le piden de corazn que interceda, estn sintiendo esta benevolencia de Mara que ha luchado y sigue luchando contra el mal para que todos logremos la salvacin, estar con Mara es estar con Jess, ella nos ayudar siempre, pero debemos caminar el camino de la fe cristiana, no dejar nuestra responsabilidad de conversin pensando que ella va a sustituirnos, al contrario, ella va a ayudarnos a cada cual a enfrentar el mal, a creer en su Hijo, el Cordero sin mancha, que lo tuvo desde el comienzo en su vientre casto, y ahora reina con el Padre y el Espritu eternamente. Que Mara nos ayude a caminar en la fe para entrar en la Jerusaln celestial donde la lmpara es el Cordero. Amn. Preguntas 1.- Es Mara creyente cristiana antes de los discpulos? 2.- Por qu Mara es nuestra madre espiritual? 3.- Crees que Mara vive en la gloria de Dios? 4.- Nos puede ayudar Mara a luchar contra el mal? 5.- Qu sientes del Cordero de Dios, el Hijo de Mara? 6.- Cul es la esperanza ms profunda que Dios te ha sembrado en el corazn?
entre todos, alienta a la reconciliacin y el perdn, y ayuda a que los discpulos de Jesucristo se experimenten como una familia, la familia de Dios. El desarrollo del tema desde el enfoque bblico se encuentra en un material de apoyo que public en la serie del CELAM: Coleccin Quinta, Conferencia, Biblia, sobre el tema del discipulado en la Palabra. Sobre Mara se public de Carlos G. lvarez, Mara discpula de Jess y mensajera del Evangelio, Ed. Paulinas Bogot-Colombia, 2005. El autor estudia la presencia de Mara en los cuatro Evangelios la manera como Ella aparece de forma progresiva y cada vez de una manera sencilla pero profunda. La comunidad cristiana primitiva qued marcada no solo por la realidad de Jess de Nazaret el Mesas esperado, sino que tambin recibi un impacto silencioso pero duradero por la fiel y amorosa presencia de Mara la madre de Jess. Despus de la vida escondida en Nazaret donde Jess y Mara con Jos compartieron el mismo misterio encarnado desde la realidad familiar, pequea iglesia domstica, en los evangelios aparece esencialmente ya no solo como mam de Jess, sino en su proceso y camino de fe que la transforma. Sintticamente el autor revisa los cuatros evangelios y describe en cada uno de ellos la caracterstica discipular y misionera sobresaliente: en Marcos es la Mara Madre, invitada al discipulado de Jess Mc 3, 31-35, en Mateos es la Mara discpula Mt 12, 46-50, siempre junto a Jess, en Lucas es la discpula de Jess en el camino de la vida Lc 8, 19-21, en Juan es la discpula comprometida y don maternal de la Pascua Jn 19, 25-27. El misterio de amor de Dios se haba revelado en una sencilla mujer de Israel y se haba hecho persona entre nosotros. Despus de la vida escondida en Nazaret donde Jess y Mara con Jos compartieron el mismo misterio encarnado desde la realidad familiar, pequea Iglesia domstica, en los evangelios aparece esencialmente ya no solo como mam de Jess, sino en su proceso y camino de fe que la transforma. En Marcos es la Mara Madre, invitada al discipulado de Jess, en Mateos es la Mara discpula, siempre junto a Jess, en Lucas es la discpula de Jess en el camino de la vida, en Juan es la discpula comprometida y don maternal de la Pascua En el libro de los Hechos al comienzo de la vida de la Iglesia Mara est en oracin con los familiares y los discpulos unidos en el mismo Espritu en oracin, a la espera del Parclito Hechos 1, 14.
Al final en la Apocalipsis Mara es la mujer figura de la Iglesia que gime dolores de parto por el Hijo varn y por los hijos de Dios seguidores discpulos de Cristo que van a ser perseguidos por el dragn, en la lucha espiritual entre el bien y el mal Ap 12, 1-17. El autor no incluye la dimensin mariolgica en las cartas paulinas que en breve se pueden resumir de la siguiente manera. Si revisamos San Pablo descubrimos a Mara como la mujer de la plenitud del tiempo Glatas 4,4-5 relacionada a Jess nacido bajo la ley, es decir en obediencia a la ley y a los profetas, para que todos pudiramos recibir el Espritu de Hijos adoptivos y as poder clamar Abba Padre Gal 4, 4-6. Mara vio en su corazn y en su vida la presencia de Dios y crey que las promesas. Por esto ella a lo largo de toda su existencial terrenal primero y despus celestial se ha mantenido presente en el acto de fe de la Iglesia en Cristo. San Pablo recoge todo este camino especial de la fe Mara presentndolo en la carta a los Glatas desde la encarnacin fruto de las promesas hasta la Jerusaln celestial, la que es nuestra Madre la de Arriba Gal 4, 26-28..