Arnould Clause
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rebasados por un mundo dominado por un autntico frenes de transformaciones que se despliegan segn una curva asinttica. La crisis que atraviesa la pedagoga, llena de titubeos, ensayos, confusiones, no es sino la consecuencia y la expresin de un conflicto muy agudo entre las fuerzas reaccionarias y las fuerzas progresistas; son ellas quienes imponen estas transformaciones y las vicisitudes y dificultades que provocan encuentran tambin su expresin en el dominio educacional. Usted, a lo largo de toda su obra, da una gran importancia a la axiologa se puede educar con ausencia de valores, o con valores que nos resultan extraos, importados de otras civilizaciones occidentales? En toda reflexin sobre el problema educacional, la primera premisa debe ser, de orden axiolgico. En efecto, toda pedagoga se justifica por su pertinencia en la dinmica general del campo cultural, es decir, del medio histrico donde ella inserta su accin. En otros trminos, es muy importante extraer y precisar bien los valores que es preciso promover, es decir, los objetivos que hay que alcanzar. Como dice Durkheim (2): el hombre que la educacin realiza en nosotros, no es el hombre abstracto, ideal, una perfeccin humana vista a travs de una filosofa eterna, sino el hombre tal como la sociedad quiere que sea. Esto significa que la educacin tiene por objeto suscitar y desarrollar en el nio un cierto numero de estados fsicos, intelectuales y morales, es decir, un cierto nmero de valores sobre los cuales se apoyan la economa general, los estilos de vivir y de pensar, las aspiraciones de un medio histrico determinado. La condicin necesaria y previa a toda actividad educativa, es trazar el plan de la obra. De no ser as, seramos como un albail que coloca ladrillos sobre ladrillos sin saber lo que construye, si es una casa, un puente, una iglesia... Se ha dicho de usted, de su pensamiento, que inaugura un nuevo humanismo educativo, sobre qu bases se sustenta ste? Brevemente, me gustara definir lo que se ha dado en llamar mi nuevo humanismo: en mi opinin, la cultura de hoy debe renunciar, en su formulacin y sus intenciones, a toda referencia infra o supra-humana. Debe considerar al hombre en la plenitud exclusiva de su realidad existencial. El hombre no es la expresin o la realizacin de no se sabe qu voluntad deliberada fuera de el mismo; o de un plan racional concebido por un ingeniero o arquitecto supremo. El hombre es un azar sin ser una necesidad. Es una historia que se hace, tanto en el plano mental como en el plano somtico. El espritu mismo, del cual parece tener el patrimonio y el privilegio, no es una naturaleza, una esencia, sino una funcin, del mismo modo que la circulacin o la respiracin. No puede, pues, definirse ms que por lo que hace, por lo que aporta de medios o de provecho al organismo viviente. Es la herramienta que ha llegado a ser poco a poco extraordinaria y perfeccionada, por la cual explotamos y medimos el entorno a nuestro provecho en una realizacin, cada vez mas amplia y ms alta, que se llama civilizacin. Ahora bien, tanto en el plano biolgico como en el de la civilizacin, la historia del hombre se traduce en la conquista de libertades cada vez ms numerosas y ms grandes. La especificidad humana se define por la libertad. Desde el estadio biolgico, el ms modesto, hasta el grado social tan complejo en el que hoy nos afirmamos y en el que cumplimos nuestro destino, la historia del hombre es la de una victoria progresiva sobre el medio fsico, biolgico
y cultural. Debemos, pues, colocar el fin supremo del hombre en el hombre mismo, es decir, en cada individuo y en todos los individuos sin distincin de raza, sexo o status social. Nuestra ambicin debe ser liberar al ser humano de todas las limitaciones que le disminuyan o esclavicen. Y esto no es otra cosa que la democracia, esa opcin mayor, ese ideal, esa manera de comprender y explotar la vida, esa voluntad y ese deseo que abarca todos los aspectos de la existencia. La democracia es, pues, la oposicin a todos los privilegiados y a los privilegios de toda clase, la lucha contra las alienaciones, las limitaciones, las segregaciones, las ignorancias, los dogmatismos que garantizan el dominio de los favorecidos por la fortuna, por la raza, por la cuna, por el poder econmico, o filosfico y moral. La democracia debe permitir al hombre desarrollarse en toda la riqueza de su personalidad, poseer la medida de su propio destino, el poder de afirmarse en la independencia y en la dicha. As pues, mi humanismo no es nada nuevo; expresa simplemente una de las dos filosofas entre las que el pensamiento humano se debate desde hace siglos (3). En su obra Hacia una pedagoga racional, se observa que concede una gran importancia al papel que ha desempeado la Iglesia a lo largo de la historia en la educacin de Occidente. Cree que actualmente la Iglesia ha perdido esa hegemona educativa? La funcin educativa del sacerdote es vlida en la medida en que la Iglesia es aun representativa de las necesidades, aspiraciones y posibilidades de la sociedad; es decir, en la medida en que la concepcin religiosa del universo y de la vida expresa, en su moral, su filosofa y la poltica que de ella dimana, los ideales de una civilizacin determinada, de la nuestra en particular. Por consiguiente, es completamente fiel a una ptica general que expresa constantes histricas de naturaleza social, moral y poltica (conservadurismo, fijacin doctrinal que responde a una fijacin moral y social). La accin educadora de la Iglesia (directa, a travs de sus propias escuelas, o indirecta, por la accin que ejerce sobre las escuelas pblicas) se adapta, en cierta medida, a las circunstancias: acepta hoy lo que ayer rechazaba. Pero su mayor reivindicacin sigue siendo lo que ella llama la libertad del padre de familia. Ahora bien, esta reivindicacin hecha incluso en nombre de la democracia y de la libertad es la negacin de la libertad democrtica. Se trata, en efecto, de la libertad del grupo, pero en absoluto de la libertad del individuo que el da de maana ser el nio de hoy. Pero ello le permite, a expensas de la colectividad, realizar una enseanza catlica especfica con la nica ambicin de condicionar al nio en el sentido de la doctrina catlica. Ah es donde desempea la Iglesia plenamente su influencia educativa. El laicismo ha sido, y es nos atreveramos a afirmar, para algunos, sinnimo de materialismo, de atesmo, o de ambos conceptos a la vez: materialismo ateo. Estos apelativos pueden justificarse histricamente?; o, por el contrario, expresan simplemente la defensa de una clase dirigente, que teme perder sus privilegios ante una nueva concepcin del hombre y una nueva planificacin de la soledad? Qu es para m la laicidad? Acabo de decir que dos filosofas se enfrentan desde siempre en la historia. Una es aquella que fija al hombre en una situacin conforme a un plan racional considerado como inmutable. Adquiere formas muy diferentes, pero siempre recurre a todo un abanico de consideraciones que
pueden ser religiosas (como en Santo Toms de Aquino, Bossuet o Juan Pablo II), metafsicas (como en Platn), polticas (como en Mussolini), racistas o biolgicas (como en Hitler), econmico-sociales (como en Stalin) o tico-morales (como en Franco). Invocan a los valores eternos, los arquetipos, las revelaciones, las esencias. Tienen en comn que no otorgan confianza al hombre y que lo consideran como un perpetuo menor. En el lado opuesto, encontraremos las concepciones que yo llamo laicas, es decir, aquellas que expresan la filosofa humanista de que antes hablaba. Son, por definicin, no ateas sino agnsticas, porque quieren reservar la libertad total de los procesos intelectuales. En cuanto a la acusacin de materialismo se trata de una concepcin que, despus de Einstein, no tiene ya ningn sentido. Es preciso sustituirlo por el trmino de monista que expresa la creencia en la unidad del universo, comprendido el hombre. La laicidad se reclama de este monismo. Usted distingue el concepto de civilizacin del concepto cultural donde sita la diferencia fundamental? La civilizacin es el conjunto de las realidades, de los componentes fsicos, intelectuales, morales, que constituyen un campo cultural o, si se quiere, el conjunto de los medios de todos los rdenes que explota una sociedad para vivir. Es una realidad objetiva, un organismo, una estructura viviente cuyos elementos son interdependientes en una casualidad multvoca. La cultura es subjetiva puesto que es la reaccin o la actitud comportamental del individuo. Es conocimiento, en primer lugar, comprehensin, apreciacin y crtica de lo que es, es decir, de los elementos de la civilizacin. Para ser claros, se podran presentar las cosas como sigue: Platn era, sin lugar a dudas, menos civilizado que nosotros, porque la civilizacin en que viva era inferior, dispondra de medios mas mediocres que los nuestros, pero estaba ms cultivado, tena una cultura ms elevada que usted y que yo, porque su pensamiento diriga sobre su civilizacin una mirada ms aguda, mas penetrante, y la juzgaba con una mayor lucidez. Puesto que la cultura es actitud reflexiva de la inteligencia y de la sensibilidad ante la realidad, es, por definicin, revolucionaria e implica mutacin, mientras que la civilizacin se aferra ms a lo heredado. De cul de ambos conceptos se encuentra ms prxima la educacin? En consecuencia, la educacin, que es transmisin de valores de una sociedad, puede ser extraa a la cultura tal como la acabo de definir. Fenmeno de continuidad, puede oponerse a la cultura, fenmeno de juicio, de crtica y, por tanto, de variacin. Dicho esto, va de suyo que la distincin entre educacin y cultura ser tanto ms clara, el hiato que las separa tanto ms amplio, cuanto la civilizacin en cuestin sea mas esttica tiende a aproximarse a la cultura, puesto que debe preparar al nio para un mundo que an desconocemos, debe prepararlo, capacitarlo para enfrentarse a situaciones y problemas nuevos. Hace muchos aos, una veintena casi, usted vaticin las muchas dificultades que llevara consigo la instauracin del pluralismo escolar; dificultades y serios peligros de desunin e insolidaridad entre los ciudadanos. Frente al pluralismo escolar presentaba Vd, alguna alternativa? Antes que nada, es preciso evitar una confusin cometida con frecuencia, y distinguir claramente como dos contrarios el pluralismo escolar y la escuela pluralista. En el primer caso se opera una segregacin de alumnos segn la
filosofa de sus padres. En el segundo caso, se unen en una misma escuela todos los nios procedentes de todos los horizontes filosficos sociales o morales. Favorece de este modo la confrontacin de puntos de vista, est abierta a todas las opciones y por los cambios que promueve prepara a los hombres a reconocer y a aceptar la personalidad de los dems; la escuela pluralista parte pues, de un enriquecimiento de la persona y crea el espritu de tolerancia, forma suprema de la libertad. Se acusa de que su escuela pluralista, es una gran idea, pero... irrealizable. Existe alguna experiencia concreta de escuela pluralista en su pas? La escuela pluralista constituye una de las mutaciones ms importantes que ha sufrido nuestro sistema escolar, enquistado en el pluralismo de las instituciones. No solamente no es irrealizable, una utopa, sino que acabar imponindose, ya que expresa las exigencias de la civilizacin moderna abierta hacia el progreso y la libertad. Eso s, deber derribar muchos obstculos vencer muchas oposiciones procedentes de las fuerzas de la reaccin. Es una escuela esencialmente democrtica y tiene en contra a todos los enemigos de la democracia, todos los dogmatismos y autoritarismos de todas las especies. Pero, ante las extraordinarias realizaciones del mundo moderno, ante los progresos llevados a cabo y la accin, se puede decir que hoy las utopas han dejado de existir. No fue Anatole France quien escribi aquello de: tendremos razn porque llevamos razn? Se nutre esta escuela pluralista realmente de la filosofa con que usted la dot? S, la escuela pluralista es, en gran parte, la traduccin, en los hechos escolares, en las estructuras, la organizacin, los mtodos y el espritu de la escuela, de la filosofa de la que he hablado, y que yo expreso por la palabra laicidad o, si se prefiere, de democracia, que le es sinnima. La escuela pluralista coloca a la persona humana en el centro de sus preocupaciones, rechaza todos los condicionamientos sistemticos de cualquier filosofa, sea la que sea; tiene por meta preparar al nio para que sepa elegir verdaderamente y no para imponerle elecciones. En Blgica existen, aunque muy modestas y limitadas, algunas escuelas pluralistas. La dificultad consiste en que deben reemplazar a todas las escuelas existentes y ello supone una legislacin escolar que an no ha sido puesta a punto. A este respecto dir que la escuela pluralista no puede recibir ninguna subvencin segn la actual legislacin belga, y debe asumir sus propios gastos. Sobra, pues, aadir que estas realizaciones son, hasta ahora ensayos incompletos. En su ultima obra La relativit ducationnelle, habla usted de las diversas hiptesis interpretativas de la historia (idealista, objetiva, racionalista, sociolgica, marxista) y viene a decir que todas ellas bien sean de uno u otro signo coinciden en ofrecer soluciones unidireccionales qu hiptesis de interpretacin histrica de los hechos ofrece usted? La hiptesis de interpretacin histrica que yo propongo es la que he dado en llamar hiptesis culturalista. Como digo en mi obra La relativit ducationnelle (Labor, Bruxelles y F. Nathan, Pars, 1975, p. 25 y sig.), segn esta hiptesis, la sociedad tal cual esta organizada en un momento histrico determinado, o un medio geogrfico, constituye un todo dinmico, una estructura actuante, un verdadero complejo orgnico. En este complejo, todos los elementos actan como factores. Que revelen hechos de dominio econmico o del dominio del
pensamiento, que sean tcnicos o intelectuales, ticos o estticos todos juntos forman en su interdependencia un todo mas o menos coherente y flexible de medios destinado a resolver los problemas de la existencia. Todos estos elementos forman una gran cadena, mil veces entrelazada, donde la menor sacudida afecta en mayor o menor grado a las diversas partes. A este propsito, he hablado de causalidad multvoca. Entiendo por ello que lo material acta sobre lo espiritual y viceversa: una innovacin tcnica introduce en el campo un factor nuevo cuya accin se propaga y se extiende hasta el dominio de las concepciones filosficas. Por el contrario, una novedad en el dominio del espritu, en la concepcin del alma o de Dios, puede modificar profundamente la actividad ms cotidiana y material de los Hombres. Creer en Dios puede llegar a significar el rechazar a la ciencia, refugiarse en un ascetismo intelectual y moral que esterilice la investigacin cientfica y tcnica; inventar el arado significa contri-buir a la emancipacin de las masas laboriosas y al reconocimiento de su dignidad humana ms y mejor que lo hacen los tratados de filosofa mas generosos. Usted mismo ha afirmado que la Escuela Decroly (centros de inters) pertenece cada vez ms a la historia. De los restantes movimientos educativos que se han dado en nuestro siglo de cuntos podra hacer una afirmacin semejante? La escuela Decroly, a la que he dirigido crticas en ocasiones muy graves (4) sigue siendo, a pesar de todo, muy actual y representa, en sus principios fundamentales, un ideal. Est, pues, lejos de haber pasado a la historia. Lo que en ella ha caducado es la concepcin que hacia de los centros de inters. En efecto, stos se reagrupan en un programa que resulta restrictivo, con intereses que pertenecen ms al adulto que al nio (por ejemplo: las necesidades de alimentarse, de vestirse, de defenderse contra los animales salvajes, etc... que no existen en el nio porque de entrada, ellos estn satisfechos). Decroly confunde la filognesis con la ontognesis. No obstante, se puede decir, lo mismo de otras escuelas llamadas nuevas, que se han realizado o cuya teora ha sido puesta a punto a lo largo de los ltimos decenios, tales como la Escuela Freinet, la Escuela Feliz italiana, la pedagoga del maestro-camarada desarrollada en la Alemania anterior a Hitler, las teoras de Illich y de otras escuelas no directivas. Todas sealan una orientacin general vlida, pero se comprometen a veces en exageraciones o desviaciones que las llevan a la impotencia o a un nuevo dogmatismo. La pedagoga: ciencia o arte?, tcnica o vivencia?, una larga y casi interminable polmica, aunque con multitud de matices. Que papel juega la experimentacin en la pedagoga? La pedagoga es, a la vez, un arte y una ciencia. Es, sin duda, una ciencia aplicada. Por consiguiente, la palabra misma est superada y se la reemplaza, cada vez mas, por la expresin ciencias de la educacin, que se adecua mas al carcter interdisciplinario de su accin. Las ciencias de la educacin comportan el conjunto dedisciplinas que permiten realizar y mantener la salud mental (intelectual y afectiva). La psicologa y sus ciencias auxiliares son a las ciencias de la educacin lo que la fisiologa y sus ciencias auxiliares son a las ciencias mdicas. En otros trminos, es preciso fijar una axiologa. Las ciencias de la educacin seran hoy el conjunto de las disciplinas que consideran, por una parte, los mltiples aspectos de la realidad del individuo (fsicos, biolgicos, psicolgicos,
sociales), por otra, las condiciones del medio en el seno del cual debe efectuarse la tarea educativa (sociedad, civilizacin, ideologa), y por ltimo las tcnicas instrumentales aplicadas al objeto propio de la accin considerada. Aqu es, justamente, donde se sita el rol de la pedagoga. Este rol es de gran importancia, aunque secundario cronolgicamente hablando. Como la terapetica en medicina, la pedagoga es lo que yo me permitira llamar la sntesis instrumental de todas las disciplinas sobre las que se apoya. Le correspondey aqu es donde se plantea el problema de lo que se ha dado en llamar pedagoga experimental poner a nuestra disposicin y en marcha los medios ms adecuados, los mtodos y las didctica ms seguras para alcanzar, con los menores costes posibles, nuestros objetivos. Sera, pues, esencialmente una didctica experimental en el sentido ms amplio: problemas de organizacin, cuestiones de mtodos, elaboracin y distribucin de programas, seleccin y formacin del profesorado, problemas de evaluacin, de orientacin escolar y progresiva, todas estas cuestiones estn dentro de su competencia. Leemos en Hacia una pedagoga racional: ...se ha perdido de vista frecuentemente, que la metodologa est ligada a la axiologa y que no puede ponerse una metodologa cualquiera al servicio de una filosofa que le es extraa. Qu valor concede usted a la tcnica metodolgica? Por lo que acabo de decir se desprende que la tcnica metodolgica debe permitir realizar los objetivos definidos por la axiologa, como los tiles del pintor y del escultor les permiten realizar su cuadro o su estatua. ...cada sistema educativo, por absurdo que parezca, es al fin y al cabo racional con respecto a los objetivos de una sociedad dada. Creemos ver un cierto determinismo en esta frase suya; como una imposibilidad de poder transformar la sociedad, el sistema, desde la educacin misma... Una sociedad no puede tener y tolerar ms que el sistema pedaggico que desea y necesita para realizar los fines que comporta su status y su ideologa. No se puede modificar una pedagogia sin modificar primeramente y al mismo tiempo el sistema cultural considerado. En otros trminos, si se quiere ser revolucionario en pedagogia, hay que serlo tambin y primeramente para la sociedad misma, si no nos queremos quedar en el terreno de los sueos sin maana. As pues, es preciso, en la concepcin culturalista expuesta anteriormente, admitir una interaccin recproca como posible; una causalidad ambivalente que hace que, si la sociedad que cambia acta sobre la pedagoga, la pedagoga progresista puede tambin ser un factor de cambio de la sociedad. Qu funcin asume la psicologa con respecto a la pedagoga? Si las ciencias de la educacin tienen por fin realizar la salud mental, se podra creer que la psicologa es para las ciencias de la educacin lo que la fisiologa es para las ciencias mdicas. Ahora bien, no ocurre as. En efecto, contrariamente a la salud fsica, la salud mental es una nocin relativa, puesto que es reaccin comportamental en un medio y que por ello cambia con este medio: la salud mental de un clrigo de la Edad Media, de un noble del antiguo rgimen o de un burgus del siglo XIX, no es, en absoluto la misma. Ahora bien, la psicologa, si por una parte puede facilitarnos indispensables informaciones sobre los mecanismos de la vida mental, por otra, es incapaz de indicarnos en que sentido debe efectuarse nuestro esfuerzo. Corresponde a la axiologa, a la filosofa
cultural, determinar los valores que hay que adquirir, los comportamientos que hay que realizar para responder a las exigencias de la civilizacin considerada. Inspirndonos tan solo en la psicologa estaramos un poco en la situacin de un viajero que dispusiera de los medios de locomocin ms perfeccionados, pero que estara continua-mente dando vueltas porque no habra fijado ni la direccin, ni el fin de su viaje. (5). Cules seran para usted los rasgos dilferenciadores de una escuela socialista ? Para responder a esta cuestin sera preciso previamente, definir el socialismo. En la confusin actual de las ideas no se sabe muy bien lo que es, puesto que puede entenderse como socialismo desde el comunismo leninista hasta el socialismo reformista, pasando por el socialismo conservador de la socialdemocracia. Personalmente propondra la definicin siguiente queeso siexigira que fuese explicitada: El socialismo es la organizacin de la libertad individual. Esta definicin, que coloca en primer plano la libertad, rechaza la teora del laissezfaire, laissez-passer, defendida por un liberalismo que conduce a la dominacin del dbil por el fuerte. Y puesto que, como deca Lacordaire, en las relaciones entre el rico y el pobre, entre el fuerte y el dbil, es la libertad la que esclaviza y la ley la que libera y preserva, hace falta organizar esta libertad para asegurar la igualdad, la justicia y la dicha de todos. En resumen, tal como lo he definido, el socialismo integra a la democracia, que, a su vez, como he mostrado, integra el laicismo. La educacin socialista es, pues, para mi, la que he defendido y cuyos principios, aspiraciones y medios he expuesto (6). Usted ha sido durante mucho tiempo Presidente de la Liga de Enseantes Demcratas. Se trataba de un movimiento europeo. Ejerci o ejerce algn tipo de influencia en la configuracin de la educacin en Europa? La influencia de la Liga Internacional de Enseantes Demcratas y Socialistas est limitada por las insuficiencias, las lagunas y los errores de nuestro sistema democrtico. Le llaman en su pas : El padre de la enseanza renovada. Sobre la reforma educativa belga, se podra hacer ya algn tipo de balance? La enseanza renovada inicia, en Blgica, sus primeros pasos. Son, con frecuencia, muy torpes, pero el impulso se ha llevado a cabo y se puede esperar que, progresivamente, encontrar su camino y que a los cambios en la forma que ha permitido, se sucedan poco a poco, cambios en el fondo; es decir, en el espritu. Conoce el sistema educativo espaol? Que opinaen lneas generalesde la educacin en Espaa? No conozco suficientemente el sistema espaol como para emitir una opinin. Espaa ha entrado en una fase decisiva de su historia y trata de configurarse como un pas democrtico. Desde su experiencia de luchador por la democracia y por la educacin, podra dar algn consejo, alguna orientacin a los educadores espaoles? Tampoco s, realmente, en qu medida la sociedad espaola se ha reencontrado con la democracia poltica y social. Le agradecemos su amabilidad por haber acudido a contestar a este extenso cuestionario.
(1) CLAUSSE Arnold, Philosophie et mtholodogie d-un enseignement renov, Ed. G. Thone, rue de la Commune, Liege, 1972. (2) DURKHEIM, Ernile Education et Sociologie Alcan, Pars. (3) CLAUSSE Arnold.: Hacia una pedagoga racional: Marova, Madrid, 1972 (4) CLAUSSE, Arnould: Le Milieu, moyen et fin de la culture. Pars. Scarabee, 1972. (5) CLAUSSE, Arnould: Iniciacin en las Ciencias de la Educacin, Kapelusz, Buenos Aires. (6) CLAUSSE, Arnould: Une doctrine socialiste de leducation. De Boeck, Lige . 1955.