Personalidad y Delincuencia
Personalidad y Delincuencia
Personalidad y Delincuencia
Publicado en: Revista de Neuropsiquiatría. Lima, Perú. Setiembre de 1954. Vol. 17. No 3.
Lo mismo que en los reinos de la naturaleza, en el del modo de ser de los hombres las
diferencias individuales son infinitas. Como no hay dos piedras ni dos hojas idénticas, no
existen dos sujetos realmente iguales, a pesar de la unidad del género humano y la identidad
nomológica de las personas. Si las diferencias son evidentes en el aspecto físico y biológico,
mayores son en lo que respecta a la condición anímica. La variedad campea en lo que respecta
tanto a las actividades psíquicas aislables cuanto a las integrativas y constitutivas.
Estos ejemplos sirven para demostrar que las operaciones de la mente dependen de las
particularidades de la disposición individual para percibir, relacionar, recordar, etc. Pero no es
en tales actividades donde la variedad individual resulta mayor, sino en las integrativas y
constitutivas, como son la inteligencia y la personalidad.
La inteligencia, según los sujetos, puede ser más o menos original, espontánea, objetiva,
ordenada, analítica, crítica, constructiva, práctica, teórica, brillante, reflexiva, etc., funcionando
en forma asimismo más o menos peculiar. Cada cual tiene su manera de resolver los problemas
y ajustarse a las situaciones, de suerte que las aptitudes racionales e intuitivas se revelan y
combinan tan diferentemente como los rasgos de la fisonomía.
1. PERSONALIDAD Y CARACTER
idiosincrasia son lo mismo. Sus características se revelan en la conducta concreta, mas ésta no
las agota; pues por variada que sea la actividad de un hombre, jamás las circunstancias de su
vida son suficientes para poner a prueba todas las disposiciones de su modo de ser. Siempre
queda un fondo obscuro de posibilidades de espontaneidad, impresionabilidad y reacción
personales. Por eso distingo la personalidad del carácter. Son comparables, respectivamente,
con la aptitud para hablar en general y con él o los idiomas que se llegan a hablar. Entre ambos
hay la relación propia de lo virtual con lo actual. El carácter es la parte manifiesta de la
personalidad. Con el conocimiento de aquél tenemos fundamento para apreciar y conjeturar lo
que es ésta.
La condición nativa del modo de ser personal es la herencia. Así, está probado entre
niños que en la capacidad tanto para la acción espontánea cuanto para la reactiva el influjo de la
predisposición hereditaria es por lo menos cinco veces mayor que el del medio ambiente, así
como que la complexión afectiva e instintiva fundamental – el temperamento – depende
exclusivamente de la herencia. En general, la influencia externa, especialmente la educación,
contribuye más o menos poderosamente en la formación del carácter, tanto estimulando las
propensiones hereditarias más prestas a desplegarse, cuanto aquellas latentes y que para
prosperar han menester de cultivo intenso y perseverante. De ahí que, dada la riqueza y
variedad de disposiciones de cada persona, sea posible favorecer el desarrollo de aquellas que
son opuestas, compensadoras o complementarias de las que tienden espontáneamente a
consolidarse.
2. PERSONALIDADES ANORMALES
2
Personalidad y Delincuencia Honorio Delgado
conflictos con los demás y consigo mismo, hasta en las circunstancias ordinarias de la vida,
apareciendo como individuo mal adaptado.
Sin embrago, conviene hacer una reserva. Si bien no existe identidad de naturaleza
entre carácter anormal y psicosis, hay cierta relación causal o genética entre ambos, que se
manifiesta en forma de frecuente coexistencia en las mismas familias de las dos clases de
desórdenes. Así entre los parientes de enfermos con psicosis endógenas la proporción de
individuos de personalidad anormal es mucho mayor que entre las familias en que no se
presentan tales enfermedades. Esto no significa sino que determinadas disposiciones para la
personalidad anormal forman parte del patrimonio biológico de las mencionadas psicosis. En
suma, las condiciones hereditarias de ciertas personalidades anormales son comunes con las
condiciones hereditarias de ciertas psicosis; otras personalidades anormales surgen con absoluta
independencia.
3. LA PERSONALIDAD PSICOPÁTICA
individuos franca y crónicamente psicopáticos; los hay que manifiestan su anormalidad con
intensidad mediana o leve, o sólo en forma de rasgos anormales aislados, así como existen
aquellos que manifiestan sus fallas por crisis o períodos o en determinadas situaciones. De
todos modos, no es exagerado considerar que uno de cada veinte ciudadanos es psicópata.
Estas personalidades sin embargo de sus aspectos negativos desde el punto de vista
social, pueden ser útiles y apreciables por aquellas manifestaciones de su mente y su conducta
ajenas a la anormalidad constitutiva. Además, como quiera que el trato es capaz de influir sobre
el desarrollo de las predisposiciones, malas y buenas, un régimen adecuado, particularmente
durante el desarrollo y la formación, puede suavizar las propensiones indeseables y cultivar el
despliegue de las beneficiosas. De ahí la gran importancia de una educación especial de los
menores en cuyo carácter se descubren aberraciones, así como las ventajas de un trato atinado
con los psicópatas adultos. En ambos casos el secreto está en estipular lo normal, apelando a los
móviles sanos de la disposición y el comportamiento de cada sujeto, y evitando dar oportunidad
y pábulo a las proclividades. Ciertamente, los resultados de semejante modo de proceder varían
con el grado y la índole de la personalidad concreta.
Por otra parte, con los progresos de la edad es frecuente que se atenúe la anormalidad
del carácter. Después de los cincuenta años se observa que los más de los psicópatas activos se
sosiegan, llegando a casarse y hacer una vida de hogar morigerada sujetos que anteriormente
eran intolerables. Cambio semejante se verifica también con los años en lo tocante a las
reacciones psíquicas anormales de los diversos psicópatas.
A continuación expongo a grandes rasgos la psicología de los tipos que más interesan
desde el punto de vista de la delincuencia. Desgraciadamente, aparte de los estudios de casos
individuales aislados, hechos por los psiquiatras en la clínica y ante los tribunales de justicia, no
existe una investigación sistemática acerca de las particularidades y la frecuencia de los
diversos tipos de psicopatía en nuestro ambiente. La tesis de ANTONIO PINILLA S. C., intitulada
“Las personalidades psicopáticas y sus significación frente a la ciencia penal”, contiene pocos
4
Personalidad y Delincuencia Honorio Delgado
casos sumariamente historiados; pero tiene el mérito de ser el primero y el único trabajo
orgánico sobre el tema, hecho por un jurisconsulto. Ojalá que la policía, cuya cultura académica
está en progreso, dé facilidades para realizar tarea científica en materia tan importante
El fanático es sujeto dominado por pasiones e ideas que con facilidad llegan a ser
desaforadas. Propenso a identificarse activamente con las convicciones que propugna, llega a
polarizar su vida en el empeño de convertirlas en realidad. En el fanático activo, luchador, tal
propensión, según su naturaleza, puede conducirlo a provocar conflictos con la justicia, sea por
tratar de imponer sin miramientos su dictamen o por dedicarse a la propaganda malsana, sea
por reinvindicar pretendidos derechos personales o colectivos, sea, en fin, por los delitos que
comete como sectario político.
Muy distinto es el tipo del psicópata inestable o de temple lábil, que se caracteriza por
alteraciones del estado de ánimo, intempestivas o provocadas por motivos insignificantes,
alteraciones de índole depresiva, de mal humor y cólera, capaces de impulsarlo a la comisión de
actos inconvenientes. Así, en sus destemples, unos incurren en indisciplina, abandono del
trabajo, del hogar o de la residencia habitual para vagar o ir en busca del ambiente nuevo; otros,
por temporadas, se entregan a la bebida, a la prodigalidad en gastos insensatos o, lo que es peor
pero mucho más raro, sucumben a impulsos delictuosos, como robo o cleptomanía, incendio y
crímenes pasionales u ocasionales. Estos psicópatas toleran muy difícilmente la disciplina
militar, no siendo en ellos rara la deserción.
5
Personalidad y Delincuencia Honorio Delgado
El último de los tipos que queda por señalar es el más temible, el del anético o
moralmente insensible, falto de sentimientos superiores, aunque capaz de trabajo eficiente y
hasta de disciplina ejemplar. En su sensibilidad no caben el pudor, la compasión, el respeto, el
honor, la lealtad, el arrepentimiento ni los afectos tiernos allende la adhesión puramente
biológica. Son individuos en cuyo ánimo no encuentran eco los valores e incentivos morales,
aunque intelectualmente los reconozcan; por naturales descontentadizos, fríos, ásperos o
brutales en el trato, si bien capaces de disimular su índole cuando les conviene. Aunque no
siempre delinquen, constituyen el tipo más importante, desde el punto de vista criminológico,
por sus manifestaciones antisociales; pues son capaces de cometer toda clase de desafueros y
delitos, hasta lo más graves, y figuran particularmente entre los reincidentes. Son incorregibles
a tal punto, que cuando se reconoce la personalidad anética en un criminal, lo mejor que puede
hacer la justicia, en la medida que las leyes lo permiten, es ponerlo definitivamente en
seguridad.
La variedad de los caracteres, no sólo los anormales sino los normales, nos lleva a
considerar dos formas de comportamiento social. Aquella de las personas satisfactoriamente
6
Personalidad y Delincuencia Honorio Delgado
El hombre normal selecto se caracteriza por vivir y obrar conforme a las exigencias del
honor y, en general, de la civilización, viendo en sus semejantes coparticipes en el destino de la
existencia responsable. Su ser espiritual se integra de manera monárquica y consonante con los
dictados de la razón, el sentido esforzado de la vida y la jerarquía universal de los valores. En la
realidad concreta el común de los hombres normales se conduce participando en la razón, en el
esfuerzo y en el mundo de los valores de manera menos plena que el selecto, fluctuando con
mayor o menor amplitud hacia lo indebido, incluso despeñándose bajo ciertas condiciones de
ambiente y en situaciones que rebasan su capacidad moral de resistencia.
7
Personalidad y Delincuencia Honorio Delgado
juzga y actúa en parte por si mismo, sin perjuicio de conservar más o menos viva la tendencia
general a imitar, así como la susceptibilidad para seguir el ejemplo y acatar el ascendiente y la
autoridad de ciertas personas.
Queda por señalar el resentimiento, disposición del ánimo que nace de experiencias
humillantes para el amor propio y se manifiesta en forma de malquerencia enconada y recelosa
del hombre ruin o ambicioso y amargado, frente a la bienandanza de los otros en general. Es
tanto más engañoso cuánto más encubierto por tendencioso humanitarismo doctrinario.
8
Personalidad y Delincuencia Honorio Delgado
Expresión a la vez agresiva y cobarde del sentimiento de inferioridad, esta forma de vida
emponzoñada constituye una de las desviaciones más típicas de la pasión enmarañada. En
nuestros días, en el mundo entero, particularmente el hombre en situación subalterna de los
medios urbanos es víctima de semejante través. Más que el desorientado espiritualmente, sin fe
en el bien genuino y la superioridad efectiva, carece de barrera interior para causar daño a los
demás y desquiciar los fundamentos tradicionales de la sociedad que lo tolera y sustenta. Su
influencia perturbadora, aunque contagiosa en sumo grado, es mayormente difusa y oblicua,
produciendo efecto malsano en las almas desprevenidas por ingenuidad o ignorancia.
RESUMEN
SUMMARY
Within the individual way of being, the psychopatic personality is the most propense to
transgress the law due to the lack of a constant and effective centre and measure, which
facilitates its adjustment to the rules of living together. The delinquence among normal people,
though not strange to the peculiarities of its personality, it doesn´t depend mainly upon this, as
in the psychopathic personalities, but it depends mainly on the influence of the environment.
Upon normal and abnormal people the most frecuent causes of behavior deviation are the
spiritual disorientation, the suggestion, passion and resentment.
RESUMÉ
Dans le marge de la façon d'être individuelle, la personnalité psychopatique est celle qui
a la plus grande tendence au délite parce qu'elle manque de centre et de mésure constantes pour
s’acrocher aux lois de la convivence. La délinquence entre les sujets normaux, bien qu'elle ne
soit pas étrange aux particularités de sa personnalité, ne dépend pas principalement de celle ci,
comme dans les personnalités de psychopathes, mais des influences de l'ambiance. En ce qui
concerne les sujets normaux et anormaux les causes plus fréquentes de troubles du
comportement sont la désorientation spirituelle, la suggestion, les passions et le ressentiment.
9
Personalidad y Delincuencia Honorio Delgado
ZUSAMMENFASSUNG
10