Canon Estética o Pedagogía

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JOS MARA POZUELO YVANCOS / CANON: ESTTICA O PEDAGOGA?

Desde hace unos dos aos en el vocabulario crtico literario se ha hecho omnipresente el trmino canon, sin duda favorecido por el xito editorial y polmico logrado por el libro de Harold Bloom El canon occidental (1 !" (1", programado como best seller por una editorial comercial, a#ena al circuito habitual de los libros acadmicos, alo#ados siempre en ediciones universitarias (en las $ue Bloom haba publicado sus anteriores libros, algunos excelentes"% &omo era de esperar, animado por idnticos aires polmicos y por un cierto mimetismo acrtico de la cultura europea respecto a lo manufacturado en '% (% )%, tambin en *spaa hubo xito editorial y n+meros extraordinarios de suplementos culturales de los peri,dicos de mayor tirada% Hubo detractores de Bloom, casi m-s $ue partidarios, y creo un fen,meno saludable $ue en la cultura espaola se viera esta polmica con cierta distancia y cautela por su aire artificial y, en cierta medida, a#eno a nosotros% .ero considero $ue si logr-ramos /afarnos de a$uel mimetismo y de polmicas for/adas, y consiguiramos imponer un poco de reflexi,n, esta situaci,n $ui/- ayude a profundi/ar sobre el fen,meno de la constituci,n de la Historia 0iteraria, sobre los criterios en los $ue se asienta una tradici,n, sobre la noci,n de cl-sico, sobre el papel de los estudios literarios en las sociedades avan/adas o sobre la docencia de la 0iteratura en las universidades y escuelas% 1odas estas cuestiones se plantean de modo directo o indirecto en el debate sobre el canon y es saludable $ue se aborden, puesto $ue el de la Historia 0iteraria y la 0iteratura &omparada, $ue es su fuente de constituci,n te,rica, es territorio lamentablemente poco hollado por la teora literaria, $ue ha hecho mucho por los estudios de narratologa y muy poco por elucidar las bases de una Historia 0iteraria construida al modo preciso a la sociedad de hoy% Bienvenida, pues, la polmica del canon si ayuda a plantear los lmites de la propia Historia 0iteraria y de su ensean/a en la sociedad actual% *n ese sentido debe orientarse la cuesti,n y no en si la lista de autores can,nicos la deben formar veintisiete, cien, o si deben ser respetadas las cuotas femenina, negra, hispana, francesa o rusa en tales listas% Mucha i a ! "#c# $%&u'i# (i me he referido a cuotas de minoras tnicas, sexuales, sociales o nacionales, es por$ue tal como se ha configurado hoy la cuesti,n del canon literario no es una cuesti,n s,lo de 1eora 0iteraria o de 0iteratura &omparada% 2o habra merecido la publicaci,n en la editorial Harcourt Brace si el libro de Bloom no viniera precedido por una polmica muy viva en *stados 'nidos3 la polmica del multiculturalismo, asociada tambin a la proliferaci,n de estudios sobre minoras tnicas o sexuales o nacionales en las propias universidades, cuyos departamentos de 0iteratura &omparada se han hecho eco de forma creciente sobre lo $ue ha recibido el calificativo de cultural studies, uno de cuyos resultados es el predicado de un nuevo e$uilibrio de fuer/as en la administraci,n del poder en tales departamentos% )sociada inevitablemente a tal ree$uilibrio, de naturale/a polmica y en muchas /onas crispada, hay tambin una #ustificaci,n epistemol,gica3 el necesario ree$uilibrio pasa por el cuestionamiento del canon esttico tradicional de la cultura anglosa#ona burguesa y el postulado de nuevos c-nones estticos y al correlato $ue sigue sobre lo 4polticamente correcto53 los $ue representan a tales minoras, hasta ahora despla/adas social y culturalmente% *l libro de Harold Bloom vena a ser una reacci,n frente al nuevo orden impuesto por las $ue l llama escuelas del resentimiento, $ue son $uienes han venido a dar fuer/a epistemol,gica a tal despla/amiento del poder en el seno de las universidades3 el New Historicism de inspiraci,n en 6oucault, el feminismo, el marxismo, la psicocrtica lacaniana, la deconstrucci,n y la semi,tica, abanderados todos de ese cambio de paradigma cultural% 0amentablamente, las buenas cualidades de Harold Bloom y la mucha ra/,n $ue tiene cuando censura situaciones extremas de postergaci,n de autores can,nicos en los programas de doctorado de universidades de prestigio o las perversas intervenciones de condiciones ideol,gicas o afinidades de procedencia o inclinaci,n incluso sexual en la contrataci,n del profesorado, no contrarrestan $ue su elega acabe siendo a la postre una pobre antologa personal, $ue confunde el canon occidental con sus propias fronteras de gusto y capacidades ling7sticas o de conocimiento% 'na buena oportunidad perdida para haber planteado las autnticas cuestiones clave3 8$u ensear9, 8c,mo hacer $ue la 0iteratura permane/ca viva en nuestras sociedades postindustriales9, 8c,mo integrar ideologa y esttica9, 8$u es una tradici,n9 Hay, adem-s, otra cuesti,n $ue impide un tratamiento sosegado de estas cuestiones3 Bloom es m-s $ue uno% Hay otro Bloom, de nombre )llan, $uien seis aos antes, en la misma editorial comercial, lan/, un libro polmico, The Clossing of the American Mind (1 :;" (<", libro $ue con#ugaba la denuncia de la ba#a cultura

media de los estudiantes americanos con propuestas conservadoras de un rearme ideol,gico en favor de la gran tradici,n americana, ligando una pretendida tradici,n literaria con los valores polticos de una )mrica lder de =ccidente, asentada en los principios $ue se llaman a s mismos liberales% &oncordante en buena medida con tales tonos apocalpticos, y buena prueba de $ue el debate sobre el canon es socialmente muy vivo, el libro de >% Hugues La cultura de la queja (trifulcas norteamericanas (1 ?" (?", asentaba el conflicto de los multiculturalismos en una dimensi,n de mayor calado $ue la simplemente literaria, pero adverta de un hecho en el $ue coinciden tambin B% H% (mith, 6% @ermode o A% &raff (!"3 $ue la tradici,n norteamericana vincula con frecuencia gran literatura y pedagoga poltica en los valores de la tradici,n democr-tica% 0a gran literatura occidental tendra un sentido teraputico de preservaci,n de los valores tradicionales de la familia, la sexualidad, el *stado, la cultura democr-tica, etc% &uando hay tanta ira, resulta difcil hablar de canon sin tener $ue dar la ra/,n a unos y a otros alternativamente, pues canonicistas y anticanonicistas, Harold Bloom y los $ue l llama 4resentidos5, coinciden en lo fundamental3 en $uerer imponer su gusto, su tradici,n, su tendencia, su necesidad o su manera de ver el mundo como El canon! 1ampoco sirve de mucho sustituir la lista de Bloom por otra contraria, aun$ue $uien la sostenga nos resulte m-s simp-tico o afn ideol,gicamente% (era preciso oponer a esta situaci,n airada una consideraci,n m-s reflexiva y, sobre todo, me#or dotada hist,ricamente, puesto $ue un recorrido por la historia del problema de las )ntologas en todas las culturas sera necesario% *n mi estudio citado tambin contrapuse a estas polmicas norteamericanas el modo c,mo el canon ha sido contemplado en los $ue se denominan estudios sist"micos! 1anto la tradici,n te,rica isrelita, su prolongaci,n en la escuela de 0ovaina, como fundamentalmente el brote te,rico eslavo y la figura de 0otman, podran incorporar mucho estudio a la cuesti,n, limitando las consecuencias de su ira% Ca(#() *i%&# ia) A(&#+#,-a *n el panorama actual de estudios de 1eora 0iteraria y de 0iteratura &omparada se ha reflexionado relativamente poco sobre la posici,n del gnero discursivo $ue conocemos como 4)ntologa5% )fortunadamente, son cada da mayores los caminos $ue comunican la 0iteratura &omparada y la 1eora 0iteraria con la Historia 0iteraria, como disciplinas en otro tiempo incomunicadas, para los m-s ignorantes enfrentadas, y $ue viven hoy, y habr-n de vivir en el futuro a+n m-s, la necesaria convergencia de programas y colaboraciones mutuas% De hecho, en el perfil de la 1eora 0iteraria de los +ltimos aos se dibu#a con creciente precisi,n una mirada nueva a los problemas de la Historia 0iteraria, no s,lo por el concurso de la corriente conocida como New Historicism, sino tambin por la importancia $ue en las 1eoras de los .olisistemas se da a los conceptos de 4c,digo5, .olic,digo, normas de un >epertorio $ue son interdependientes con el de canon% B, sin embargo, el de las )ntologas es territorio $ue la 1eora 0iteraria todava no ha hollado ni ha sistemati/ado con la atenci,n necesaria% 2o estar- de m-s $ue se recuerden dos o tres preliminares conceptuales b-sicos sobre la relaci,n entre )ntologa, &anon e Historia 0iteraria% *n primer lugar, la interdependencia de los tres conceptos y la universalidad de las )ntologas en todas las culturas literarias (y no literarias"% 0o recuerda y anali/a &laudio Auilln, $ue es excepci,n en el estudio del gnero )ntologa, al decir3 4difcil es concebir la existencia de una cultura sin c-nones, autoridades e instrumentos de selecci,n5 (C"% *l mismo gnero de la Historia 0iteraria es, en rigor, el tra/ado de una )ntologa $ue selecciona de entre todo lo escrito a$uello $ue merece destacarse, preservarse y ensearse% *l acto de selecci,n del ant,logo no es distinto al $ue preside la construcci,n de una Historia 0iteraria, sea sta de autor individual o colectivo% Hay, por tanto, una universal importancia de las )ntologas en la configuraci,n de la Historia de una literatura% *sa importancia ha sido mucha y ha sido, siempre, por la va de 6lorilegios, &ancioneros, (ilvas ($ue as se llamaron, muchas veces, lo $ue luego se generali/, con el nombre de )ntologa"% *s m-s, en el caso de la poesa lrica la impronta de las )ntologas ha sido siempre de mayor calado y resulta hoy tan abrumadora $ue los distintos perodos generacionales y el nombre de algunos de estos perodos, como es el e#emplo de los poetas no#$simos, han nacido al calor de una antologa concreta% .ero #unto a esta evidencia de la enorme importancia de la )ntologa en la Historia 0iteraria, de la $ue Auilln ofrece e#emplos en diferentes literaturas, me gustara destacar $ue el tra/ado mismo de la )ntologa y el de la Historia 0iteraria convergen en el acto de una selecci,n y una canoni/aci,n, $ue intenta situarse en un lugar del devenir heter,clito de la sucesi,n de textos y fi#arlo, normativi/-ndolo, reducindolo, proyectando en la Historia posterior el acto individual o colectivo de un principio $ue tiene vocaci,n de perpetuarse como un valor, en cierta medida, representativo% *n segundo lugar, $uisiera apuntar la idea de la necesaria con#unci,n entre )ntologa y .edagoga% *se intento

de fi#ar, detener y preservar, seleccionando, suele ir unido a una instrucci,n% 2unca se genera o se #ustifica como un capricho% (i toda )ntologa es un acto, fallido o no, de canoni/aci,n es por$ue, en rigor, el concepto de )ntologa y el de canon guardan tambin una interdependencia notable con otro tercer elemento3 la instrucci,n, la %aideia! &omo en este n+mero recuerda el artculo de &arles Diralles, cuando el .lat,n de La &e%'blica se plantea, en la $ue puede ser una de las primeras formulaciones de la idea de 4canon5, $u debe ensearse a los #,venes y discute la oportunidad de la selecci,n de ciertos discursos (logoi apartando los verdaderos de los falsos, est- vinculando la selecci,n a una pedagoga, a una instrucci,n, a una ensean/a% 0as muy importantes p-ginas $ue *% >% &urtius dedica a la formaci,n del canon cl-sico, medieval y moderno (E" son una sntesis perfecta de la vinculaci,n de canon e instrucci,n, no s,lo en el origen #udo de la 0ey y la selecci,n de los 0ibros (Biblia", o la tradici,n del canon en la Fglesia, seleccionando los textos verdaderos de los ap,crifos, para la doctrina correcta a ser enseada, sino $ue en la propia tradici,n literaria el canon naci, vinculado a un sistema escolar% 0a selecci,n de los autores en diferentes cat-logos y la misma idea de auctor vena vinculada a la de escuela, ensean/a, %aideia! *ste fen,meno conviene tenerlo en cuenta, toda ve/ $ue las polmicas actuales sobre el canon en los estudios literarios y en los contextos acadmicos norteamericanos no son otra cosa $ue discusi,nes sobre 8$u ensear9, 8$u seleccionar9 y 8$u valores transmitir9 0a idea del principio esttico como un valor universal y por encima de la Historia y de las ideologas se ha $uebrado, y si el New Historicismplantea la revisi,n de los principios de una Historia 0iteraria, es al calor de la importancia $ue cobra la discusi,n ideol,gica y epistemol,gica sobre los principios $ue rigen la construcci,n de una Historia, la canoni/aci,n, y por contig7idad fundamental, la elaboraci,n de una )ntologa% U( "+u a+i%.# i+u%& a'# .osiblemente, no haya otro me#or modo de educarse en el pluralismo necesario a nuestras universidades $ue el conocimiento de la Historia% Buena parte de los fundamentalismos $ue Bloom vea en los dem-s y $ue l mismo refuer/a con su reacci,n caen desplomados con s,lo $ue nos preguntemos 8$uin ha seleccionado $u9 1oda selecci,n, toda )ntologa se reali/a en la Historia y el punto de vista forma parte del propio ob#eto de tal estudio% &onocer la tarda entrada de (an Guan de la &ru/ en el canon occidental o saber $ue la poesa de 0ope de Hega estuvo siglos sin reediciones, o $ue el Iuevedo estudiado y citado en el siglo xix era tan s,lo el prosista, servira para curarnos de toda afirmaci,n del canon en pretendidos valores estticos o antropol,gicos fundamentales de naturale/a suprahist,rica% Iue los valores estticos son cambiantes, movedi/os y fluct+an en perodos hist,ricos no tiene $ue aprenderlo Bloom necesariamente del furibundo colega $ue pretende con tal argumento nada menos $ue 4desautori/ar5 a (haJespeareK le bastara consultar con detenimiento historias literarias de hace tan s,lo cien aos, muy poco parecidas a las actuales, en los autores seleccionados, en los criterios de esa selecci,n y en las filiaciones $ue entre s muestran% *n el n+mero de (nsula $ue el lector tiene en las manos, se puede ver $ue el canon de las distintas literaturas $ue conviven en *spaa se ha configurado en lneas muy $uebradas y con sucesivos cambios de orientaci,n, incluso del punto de vista esttico $ue actuaba como principio de selecci,n% 0o fundamental, a mi #uicio, a la altura en $ue se encuentran los estudios literarios europeos y aprovechando $ue por fortuna nuestros problemas son diferentes a los $ue a$ue#an al mundo acadmico norteamericano, es no caer en el f-cil mani$uesmo de unos contra los otros y aplicarse a ensayar un pluralismo ilustrado3 a$uel $ue muestra como conclusi,n el conocimiento de la propia historia de la Historia 0iteraria% *l sentido de tal pluralismo se asienta en un relativismo no necesariamente escptico o nihilista3 el $ue permite conocer y aceptar lo cambiante de los criterios de constituci,n de una Historia 0iteraria, sin $ue tal conocimiento lleve a igualar, en el momento en $ue nos encontramos, a todos con todos% Fncluso, la autoridad del cl-sico tiene $ue ser estudiada en cuanto constituci,n de autoridad, por la misma ra/,n $ue el contravalor no es menos hist,rico $ue el valor, y tambin depende de sus propios contextos epistemol,gicos, culturales, sociales, ideol,gicos, etc% *l concepto de canon, por tanto, debe salir r-pidamente del terreno de la discusi,n metate,rica o simplemente te,rica, por$ue su constituci,n es necesaria, y casi dira $ue exclusivamente hist,rica% 2o hay canon, sino c-nones diversos, sistemas $ue se complementan, sustituyen, suplantan% De#or, sistemas y valores $ue se han constituido, se han sustituido, se han suplantado% .or ello mismo, he considerado necesario no introducir en este n+mero de (nsula el problema del canon en la literatura actual, por$ue s,lo puede hablarse de canon cuando la Historia 0iteraria ha actuado de una u otra forma y por uno u otro motivo y ha procedido a esas valoraciones y sustituciones% >ecuerdo como un buen e#emplo $ue *% >% &urtius recha/a el conglomerado al $ue llev, la noci,n misma de cl-sico edificada en el racionalismo francs, cuya antologa es muy diversa a la suya% 0a cultura cl-sica de

&urtius es muy diferente a la de Boileau, y ninguno de los dos estara de acuerdo con el clasicismo del otro% 2ada digamos si introducimos las 4$uerellas de antiguos y modernos5, cru/adas con tanta frecuencia con la propia de &lasicismo frente a >omanticismo% 2o hay canon $ue no tenga $ue referirse a esos conceptos hist,ricos, $ue algunos soadores de un neoidealismo ingenuo se empean en defender como categoras universales% 'na +ltima cuesti,n se dibu#a en el hori/onte de todo canon% 0a propia de la pedagoga% 8Iu ensear hoy en nuestras universidades9, 8c,mo hacer $ue la 0iteratura sobreviva y contin+e alimentando la cultura de nuestros #,venes9 )un$ue s,lo fuera por$ue con el de canon se ha visto reavivado el debate sobre las Humanidades y su lugar en una sociedad $ue ha postergado al intelectual a un -mbito reducido y socialmente irrelevante, habra $ue discutirlo, sin de#ar $ue nuestra conversaci,n con el entorno social, incluso si es hostil, termine en la imagen ofrecida por el +ltimo (teiner3 la pattica vindicaci,n de un reducto absoluto y solitario donde pocos pueden entrar, una elega por un mundo literario definitivamente ido, donde hasta la novela carece de continuaci,n posible% .ara $ue no sea as, debemos seguir conversando% G% D% .% B%L'2FH*>(FD)D D* D'>&F)
(1" Barcelona, )nagrama, 1 C%

(<" 2ueva BorJ, Harcourt Brace, 1 :;% (?" Barcelona, )nagrama, 1 !%

(!" He anali/ado tales contribuciones y otras de la teora norteamericana en mi estudio El canon en la teor$a literaria contem%or)nea, Halencia, *diciones *pisteme, 1 C% (C" Entre lo uno * lo di#erso! +ntroducci,n a la Literatura Com%arada, Barcelona, &rtica, 1 :C% (E" Literatura Euro%ea * Edad Media Latina, trad% de D% 6renJ )latorre y )% )latorre, Dxico, 6ondo de &ultura *con,mica, 1 CC, pp% ?E1M?:?%

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