2010on-Pérez Rivera, Francisco Javier
2010on-Pérez Rivera, Francisco Javier
2010on-Pérez Rivera, Francisco Javier
Educacin para la salud en la escuela: una intervencin a travs del currculo desde la Enfermera
Educacin para la salud en la escuela: una intervencin a travs del currculo desde la Enfermera
Tesis Doctoral Presentada por Francisco Javier Prez Rivera Dirigida por la Dra: Olga Arias Gundn Len: 2011
Todos los que investigan sobre la enseanza estn implicados en intentos coordinados para comprender el fenmeno, para aprender cmo mejorarlo y para descubrir mejores caminos para la preparacin de los individuos que desean ensear. Shulman (1986)
Tesis doctoral
Agradecimientos
Con esta tesis continua un largo trabajo y un largo camino que emprend hace ya casi 17 aos con mi paso de la Sanidad y la gestin a la docencia y a la Investigacin, cuando inici mi andadura en la Universidad de Len. En el camino estn los inicios en la antigua Escuela de Enfermera de la Diputacin, el paso a la Universidad, el nacimiento de mis hijos, los concursos de las plazas, la licenciatura en Antropologa, los cursos de doctorado, la suficiencia investigadora, sobresaltos con la salud y muchos veranos con el ordenador a cuestas. Quiero reflexionar brevemente sobre este camino donde muchas personas han colaborado conmigo y a las que quiero mostrar mi agradecimiento. En primer lugar a la directora de esta Tesis, la Dra. Olga Arias Gundn que un da se decidi a apostar conmigo por este proyecto, ella ha crecido profesionalmente de forma impresionante durante el tiempo de esta tesis, me ha dejado trabajar y a la vez me ha orientado con sapiencia, aportando rigurosidad y perfeccin a este trabajo, muchas gracias por todo a esta profesora con maysculas, que sin duda ser catedrtica ms pronto que tarde y cuyo brillante futuro investigador es ms que seguro. En segundo lugar a los centros educativos que han participado en esta investigacin y a sus gentes. Al Colegio Teodoro Garan de San Andrs, donde M Jess que trabaj con nosotros hace 20 aos 5
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nos volvi a abrir las puertas, a Mercedes que coordin el proyecto. Al Colegio Trepalio de Trobajo del Camino donde habamos trabajado no hace demasiado con Margarita su directora y Mara que coordin el proyecto. Al Colegio Nuestra Madre del Buen Consejo (Agustinos) a su Jefa de estudios Margarita y a Montse. Al colegio Divina Pastora con su directora Balbina junto la que trabajamos en educacin para la salud antes incluso de los proyectos de la LOGSE all por el ao 1986, y Miguel ngel, siempre dispuesto a colaborar incluso con el proyecto terminado y ya sin cargos de responsabilidad en el colegio. El Colegio Antonio Valbuena que se qued en medio del camino pese al esfuerzo de su director ngel y de Jose Luis. Al Colegio la Asuncin donde Yolanda aport su seriedad y rectitud no exenta, de cario a este trabajo. Al Camino del Norte donde adems de Carmen, Mara, la jefa de estudios y su director Luis que hicieron un magnfico trabajo hasta su Jubilacin. Y a todos los que nos sirvieron de controles por la ciudad y provincia: La Granja, La Palomera, Anunciata, Camino de Santiago, Trobajo del Cerecedo, Hospital de Orbigo, Destriana, La Magdalena, Boar, Benavides, Veguellina, La Vecilla, Lpe de Vega, Cervantes, Gumersindo Azcarate, Gonzlez de Lama, Discpulas de Jess, San Isidoro, Carrizo y Santa Marina, a todos ellos gracias. En tercer lugar este trabajo no habra sido posible llevarlo a cabo sin el apoyo especfico de la diferentes instituciones, la Junta de Castilla y Len que nos concedi subvenciones a cinco proyectos el primer ao y tres el segundo, que con Evangelina y Marisol a la cabeza nos han facilitado materiales, acceso a archivos y un largo etctera, una colaboracin que empez cuando la Junta era Sanidad Nacional y estaba en el palacete de Independencia y que a buen seguro no parar en lo que nos quede de rondar. La Universidad de Len, con sus magnficos recursos para la investigacin y con la ayuda del plan de 6
Tesis doctoral
incentivacin de tesis doctorales que ha hecho que todo sea ms fcil. Al Departamento de Enfermera y Fisioterapia, que ironas del destino (nunca digas nunca jams) me est tocando gestionar en este ltimo periodo de tesis y dentro de l a mis compaeras, a ngela por su cordura y disponibilidad, por hacer fcil lo difcil, a Ins infatigable colaboradora, capaz y eficaz, con la que el futuro de la Enfermera est en buenas manos, a Carmen comunicadora nata, capaz de ilusionar a cualquier grupo en el que est, a Ana Vega en la distancia y a Pilar, tan cercana que me ha sabido ilusionar con esa ilusin y empuje que le sobra y con la que la conversacin se convierte adems en un placer. Al alumnado de Enfermera de Len, con los que tanto aprendo cada da y por los que todo esto tiene sentido, entre ellos a Mara que me ense que haba vida despus de la enfermedad y con la que llor y re, por fin a Mara y Sara que han pasado sin darnos cuenta de ser alumnas a compaeras, que han colaborado de forma imprescindible en este trabajo y que sin duda suponen la continuidad del mismo. A mis antiguos compaeros y amigos de la Sanidad, especialmente a los del Centro de Salud de San Andrs al que le ha nacido un hijo Trobajo del Camino, a M Paz, Blanca, Javier, Pilar, con alguno de los cuales compart hace muchos aos los primeros momentos de investigacin de lo que entonces no imaginbamos sera la lnea que llev hasta esta Tesis. Por ltimo quiero dejar constancia muy especial, por mi familia, por Tere, con la que tanto he vividotoda una vida de apoyo a veces invisible, de suplencia y de complicidad, de amor y de tenacidad, de firmeza y de paciencia, gracias por estar y por ser. A mis hijos, a Emilio al que no le digo lo suficiente lo orgulloso que estoy de l, 7
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porque a menudo los hijos se nos parecen, y a Ana mi pequea, todo sensibilidad que ltimamente dice que quiere ser enfermera a mis padres que estn lejos, a veces demasiado mayores para disfrutar a Lorenzo que hubiera gozado como disfrutaba de todo en la vida que dej tan pronto
ndice general
ndice
1 Introduccin General ________________________________________ 15
Sntesis descriptiva _________________________________________ 21 Parte terica ___________________________________________ 21 Parte emprica __________________________________________ 27
ndice general Modelos de instruccin en educacin para la salud: teoras de cambio de comportamiento ______________________________________________ 105 Teoras que se concentran en las causas de la conducta ________ 108 Modelos que se centran en cmo cambiar la conducta ________ 118 Educacin para la salud en alimentacin _____________________ 127 Discusin y conclusiones ___________________________________ 132
7 Primer estudio emprico: Estudio descriptivo de los hbitos alimentarios de los escolares de tercero y cuarto de primaria del rea de salud de Len _______________________________________________ 233
Mtodo _________________________________________________ Participantes __________________________________________ Instrumentos de medida _________________________________ Consumo de alimentos ________________________________ 235 235 236 236
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ndice general
Procedimiento _________________________________________ 239 Resultados ______________________________________________ 240 Estudio descriptivo del Desayuno de los estudiantes de 2 ciclo de EP ___________________________________________________________ 241 Estudio descriptivo del Consumo de alimentos por tipos _________ 244 Lcteos ____________________________________________ 244 Protenas __________________________________________ 246 Hidratos de Carbono _________________________________ 249 Grasas ____________________________________________ 250 Fruta y verdura ______________________________________ 250 Bocadillos __________________________________________ 253 Otros alimentos _____________________________________ 253 Discusin y Conclusiones ___________________________________ 253 Estudio descriptivo del Desayuno de los estudiantes de 2 ciclo de EP ___________________________________________________________ 254 Nios que no desayunan_______________________________ 254 Cantidad de desayuno _________________________________ 256 Estudio descriptivo del Consumo de alimentos por tipos _________ 258 Lcteos ____________________________________________ 258 Protenas __________________________________________ 260 Hidratos de Carbono _________________________________ 262 Grasas ____________________________________________ 263 Fruta y verdura ______________________________________ 264 Bocadillos __________________________________________ 269 Conclusiones generales ________________________________ 269
8 Segundo estudio emprico: Educacin para la salud mediante una intervencin transversal a travs del currculo para mejorar los hbitos alimentarios del alumnado de segundo ciclo de primaria. ___________ 271
mtodo _________________________________________________ Participantes __________________________________________ Tipo de diseo de los estudios _____________________________ Instrumento de evaluacin ________________________________ Programa de instruccin _________________________________ Procedimiento _________________________________________ Resultados ______________________________________________ Desayuno ____________________________________________ 280 280 282 283 283 288 291 292
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ndice general Lcteos ______________________________________________ Protenas _____________________________________________ Hidratos de Carbono ____________________________________ Grasas _______________________________________________ Fruta y verdura ________________________________________ Discusin y Conclusiones ___________________________________ Desayuno ____________________________________________ Lacteos ______________________________________________ Protenas _____________________________________________ Hidratos de Carbono ____________________________________ Grasas _______________________________________________ Frutas y verduras _______________________________________ Conclusiones generales del captulo ______________________ 293 294 296 296 296 299 300 301 301 302 303 304 306
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Introduccin General
Introduccin General
La tesis doctoral presentada en esta memoria es fruto del trabajo de investigacin realizado por el doctorando en el campo de la educacin para la salud que comenz en 1990 cuando fue nombrado miembro de la comisin formada entre el Ministerio de Sanidad y el de Educacin para la introduccin de la educacin para la salud en la escuela como forma de desarrollar la LOGSE (1990). A partir de aqu, desarrolla su trabajo en el mbito de la educacin para la salud en la escuela, en un primer momento como Coordinador del Proyecto de Educacin para la Salud del Colegio Pblico Comarcal de San Andrs del Rabanedo, proyecto aprobado dentro del convenio Ministerio de Sanidad- Ministerio de Educacin, cursos: 91/92, 92/93, 93/94. Los resultados de aquel trabajo supusieron la mejora de los hbitos higinicos ambientales y alimentarios (Prez & Mitre, 1996; Prez, Mitre, Dez, Gonzlez, & Gmez, 1996). Los mayores problemas existentes entonces se referan a la gran cantidad de nios que venan al colegio sin desayunar y al consumo de vino en las comidas, plantendonos entonces la dificultad de evaluar programas multicomponentes de hbitos sobre los que influyen multitud de factores. El proyecto fue evaluado cinco aos despus de su inicio, encontrndose la persistencia de los hbitos saludables adquiridos (Prez, Balbuena, Blanco, Garca, & Martnez de Celis, 1998); en aquel proyecto participaron los padres en el desarrollo, pero no en la 15
Introduccin general
planificacin, lo que produjo algunos problemas como en la priorizacin de los temas a tratar al desencadenarse por aquellos tiempos la epidemia del SIDA. A continuacin seguimos trabajando en Educacin para la Salud, en este caso slo sobre alimentacin y con la intervencin de padres y profesores desde el primer momento del diseo y priorizacin; en aquel caso fue en el colegio de Trobajo del Camino (Len) (Prez, Fernndez, Castro, & Vega Fernndez, 1999). Los resultado de aquel trabajo fuero excelentes en cuanto al cambio de comportamientos, se realizaron mltiples actividades curriculares y extracurriculares siendo un factor determinante la intervencin de los padres y madres (Prez, Fernndez, Garca, Martnez, Castro, & Vega, 2000). Este trabajo continu con la aportacin de un captulo escrito por el doctorando sobre educacin para la salud en la escuela en la editorial FUDEN (Prez, 2007) donde se plantean metodologas de educacin para la salud y se exponen las estrategias hasta el momento ms eficaces para mejorar los hbitos de la infancia. Posteriormente nos planteamos continuar este trabajo, para seguir respondiendo a los interrogantes que se plantean sobre la educacin para la salud en la escuela y, para en definitiva, intentar mejorar la salud de la infancia. Las bases de esta tesis tienen su origen en estos aos de trabajo y reflexin desde la asistencia y la gestin a la docencia y la investigacin, que hacen reflexionar sobre la importancia de descubrir la metodologa ms eficaz para mejorar los hbitos de los escolares 16
(Prez, 2008), de este modo continuamos con esta tesis el trabajo iniciado hace ya ms de 20 aos en algunos casos en los mismos escenarios. Hoy, reconocemos el gran impacto que tiene sobre la salud la conducta humana, como factor explicativo de las grandes causas de enfermedad y discapacidad en las sociedades occidentales (Ashton, 1990). Actualmente existe un consenso bsico acerca del papel destacado que la escuela y la Educacin Obligatoria puede jugar en la consecucin de un futuro mejor, no ya como mero transmisor de conocimientos, sino como medio para ensear a las personas a ser, a conocer, a hacer y a convivir, y por lo tanto, a disfrutar de salud y de calidad de vida (Delors, 1996). Ya en los aos 60 las organizaciones internacionales como la UNESCO o la Organizacin Mundial de la Salud (en adelante OMS), reclamaban que la salud debe de aprenderse en la escuela al igual que las dems ciencias sociales; de esta manera en julio de 1967, una declaracin conjunta de la UNESCO y la Oficina Internacional de Educacin estableca la necesidad de una educacin sanitaria (Turner, 1968). Hasta el momento se han obtenido evidencias que aconsejan el desarrollo de estrategias adecuadas de promocin y educacin para la salud en la escuela (Lobato & Lobato, 2006; Salvador, Suelves,& Puigdollers, 2008; UNESCO, 1996; UNICEF, 2009). Por un lado se ha demostrado la asociacin entre mala salud y el dficit de aprendizaje; por otro lado diferentes estudios han llegado a la conclusin de que existe una estrecha relacin entre la conducta orientada hacia la salud en la escuela y los resultados educativos, por ejemplo la mejora en el rendimiento escolar, las conductas educativas 17
Introduccin general
(asistencia a clase, cuestiones disciplinarias) y las actitudes de los estudiantes (OMS/FNUAP/UNICEF, 1999; UIPES, 2000). Por otro lado podemos poner de manifiesto que la gran preocupacin social por la salud y bienestar ha impulsado a los sistemas educativos en Europa, entre ellos al espaol, hacia hondas reformas educativas desarrolladas en los ltimos aos hacia la educacin integral de las personas, la educacin integral, la orientacin de la educacin para la vida, el pleno desarrollo de la persona en una sociedad compleja y la educacin en valores, constituyendo todos ellos elementos centrales del debate de las diferentes leyes de la educacin en nuestro pas en el periodo democrtico. La vida de los alumnos de educacin primaria, inserta en la adolescencia, es un periodo en el que hemos de considerar que la salud, bienestar y calidad de vida son dependientes de una compleja red de influencias en la vida de los alumnos y todos sus contextos fundamentales de desarrollo como son la escuela, la familia, los amigos y los entornos social y cultural. De este modo se proponen tres niveles de incidencia que denominan nivel macro, meso y micro (Schalock & Verdugo, 2003). As las circunstancias vitales de los nios, entre ellas de forma importante el contexto escolar, determinan de forma sustancial la capacidad de los nios para adquirir, mantener y desarrollar bienestar, calidad de vida y una buena salud (MSC-WHO, 2004). El Programa Salud XXI de la OMS (WHO, 1998a), tiene una orientacin destacada hacia los nios, jvenes y adolescentes como colectivo de intervencin prioritario en la prevencin de enfermedades y muerte prematura, incluyendo la escuela como lugar de actuacin 18
prioritario. Tambin se proponen acciones y polticas que eviten las situaciones de riesgo, y que maximicen los factores protectores. La Enfermera escolar es una forma de atencin a la infancia, que ha mostrado ser eficaz en muchos pases, como Francia (Juan, 2008), Suiza (Adjadj, 2008), Escocia (Main, 2008) o Estados Unidos (Peterson, Fox, & Main, 2007). En los pases en los que est en vigor este modelo, la enfermera se encarga de labores asistenciales enfocadas hacia la atencin inmediata y de urgencias, por un lado, y en labores preventivas como la realizacin de exmenes de salud peridicos; no obstante su funcin ms importante es la educacin para la salud. De este modo, y siguiendo a Peterson, et al. (2007) en las conclusiones de su metaanalisis sobre las intervenciones en la escuela para prevenir la obesidad, proponemos que las enfermeras escolares y los profesionales de atencin primaria de salud que cuidan de los nios y sus familias, son ideales para promover la alimentacin saludable y la actividad fsica que puede prevenir la obesidad. En el entorno escolar, las enfermeras realizan las mediciones de alturas y pesos, como parte de los screening de salud (Kim, Fitzmaurice, Gillman, Chomitz, Kramer, , McGowman, R., et al. (2005).); estas evaluaciones pueden servir de base para la orientacin a los estudiantes y a sus familias sobre la nutricin y la actividad fsica, e identificar a los estudiantes que puede requerir el seguimiento por parte de un especialista (Chomitz, Collins, Kim, Kramer, & McGowan, 2003) En Espaa, podemos ver la eficacia del modelo de la enfermera escolar al analizar los proyectos de educacin para la salud promovidos por las distintas Comunidades autnomas. As en Castilla y Len (SaCyL, 2009) son anecdticos aquellos en los que participan 19
Introduccin general
socio-sanitarios y docentes, siendo muy pocos los colegios y los escolares que participan en ellos. En el resto de las comunidades autnomas o no existen proyectos financiados o se observa la misma dinmica, como ocurre por ejemplo en la Red Aragonesa de Proyectos de Promocin de Salud (2009), los Proyectos Educativos en Coordinacin de Centros Educativos y de Salud de la Comunidad de Madrid (2009), el Proyecto Forma Joven y Salud Escolar en Andaluca (2009), el Impulso de la Educacin para la Salud en la Escuela de Galicia (2009) o la Educacin Sanitaria en Centros Educativos de Cantabria (2009). Mencin aparte debe realizarse en este aspecto a la Comunidad Valenciana donde la presencia de enfermeras en las escuelas, promovida desde el Consejo de Enfermera de la Comunidad Valenciana (Avila, 2009) y costeado por las entidades locales, est haciendo que se desarrollen mltiples acciones y proyectos de educacin para la salud, llegando la educacin para la salud en la escuela al 63% de los centros sanitarios y al 50% de los docentes. Nos encontramos pues, con un modelo de Atencin Primaria exitoso en muchas facetas (Encuesta Nacional de Salud, 2006; UNICEF, 2009) como la disminucin de las tasas negativas de salud, la mortalidad infantil o las vacunaciones, pero que no ha conseguido desarrollar un modelo sistemtico y generalizado de educacin para la salud en la escuela, atendiendo de una forma notable al nio como individuo pero no como integrante de la comunidad. En el sistema educativo, tampoco han arraigado de forma generalizada los contenidos de educacin para la salud como veremos en el captulo 5. Siendo la alternativa la implantacin del modelo de enfermera escolar que se ha mostrado exitoso en otros pases y en algunas experiencias espaolas. 20
SNTESIS DESCRIPTIVA La presente tesis doctoral est estructurada en dos partes, claramente diferenciadas, atendiendo a la naturaleza, bien sea terica o emprica, presentndose de forma detallada a continuacin. Parte terica Esta tesis doctoral, centra su trabajo en la educacin para la salud en el mbito escolar y ms concretamente en el campo de la alimentacin saludable, desde una perspectiva tanto terica como aplicada, dado que estudia el patrn de adquisicin de hbitos saludables y la modificabilidad de los mismos. No obstante, se hace necesario realizar una revisin de los diferentes modelos de salud, de educacin para la salud y de calidad de vida as como de las pautas alimenticias ms recomendables para los nios y nias espaoles que permita fundamentar, tanto terica como empricamente la segunda parte de la tesis; siendo esta la finalidad con la que se dise esta parte terica que a continuacin se detalla. En el segundo captulo se revisan los conceptos de calidad de vida y estilo de vida y su relacin con la alimentacin, exponiendo las ingestas de alimentos recomendables que por un lado contribuyen a mejorar la calidad de vida, y por otro a prevenir las enfermedades relacionadas con la alimentacin. Lalonde (1974) propuso un modelo explicativo de los determinantes de salud, que es utilizado de forma muy generalizada en el mbito de la salud pblica, en el que se reconoce al estilo de vida 21
Introduccin general
como uno de los determinantes ms importantes. Recogeremos y analizaremos el concepto de estilo de vida saludable que desde los modelos psicosociales podemos definir como un conjunto de patrones conductuales o hbitos que guardan una estrecha relacin con la salud (Rodrguez, & Garca, 1995). Estos hbitos se aprenden a lo largo del proceso de socializacin del individuo y una vez adquiridos son difciles de modificar. Entre estos hbitos saludables se encuentra la alimentacin que es voluntaria y consciente, por tanto es susceptible de ser influenciada por la educacin y por aspectos culturales. El objetivo fundamental de una alimentacin saludable es hoy, en un mundo desarrollado, ayudar a prevenir las enfermedades crnicas y/o degenerativas o, incluso, otras cuya aparicin tambin parece estar, cuando menos en parte, condicionada por la dieta (Requejo & Ortega, 2000). En este captulo, explicamos cmo se elaboran las ingestas recomendadas que es la cantidad diaria media de nutrientes esenciales, calculada con arreglo a los conocimientos cientficos existentes, suficiente para cubrir los requerimientos fisiolgicos de prcticamente la totalidad de las personas sanas en un grupo de caractersticas dadas (National Research Council, 1989). A partir de aqu se desarrollan las guas alimentarias que son pautas de carcter divulgativo, tiles para transmitir a la poblacin cmo debe ser una dieta sana y que informan sobre el nmero de raciones de cada grupo de alimentos que conviene tomar cada da para conseguir cubrir las ingestas recomendadas, sirviendo como marco que permite realizar una evaluacin cualitativa de la dieta (Requejo & Ortega, 2000). En este captulo exponemos los contenidos de estas ingestas recomendadas y guas alimentarias que utilizaremos como referentes en la parte emprica, por un lado para establecer los objetivos del estudio, y por otro para valorar tanto los hbitos alimenticios de los escolares de nuestro estudio como los 22
resultados de la intervencin. Los objetivos de la alimentacin infantil se han ampliado y ya no slo se pretende conseguir un crecimiento ptimo y evitar la malnutricin y la aparicin de enfermedades carenciales, sino tambin optimizar el desarrollo madurativo, instaurar hbitos saludables y prevenir la aparicin de las enfermedades relacionadas con la dieta, tratando de conseguir la mejor calidad de vida y la mayor longevidad (Mataix-Verd & Alonso 2002). Las enfermedades no transmisibles crnicas que pueden ser prevenidas por la alimentacin son descritas en este captulo e incluyen entre otras la obesidad, la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensin y los accidentes cerebrovasculares (OMS, 2003); estas enfermedades y su relacin con la alimentacin sern descritas en este captulo. En el captulo tercero vemos como ha evolucionado el concepto de salud concebido a principios del siglo XX como carencia de enfermedad hasta el concepto ecolgico de salud de San Martn (1982). En esta lnea y desde el mbito educativo Landeras y Mndez (2006) definen salud no slo como la ausencia de enfermedad fsica o psquica, sino tambin como todo un conjunto de actitudes y capacidades que son objeto de la educacin y previenen, debidamente desarrolladas, tanto accidentes corporales, como desajustes de la personalidad, y que adquieren todo su significado en relacin con la autoestima de los individuos, su autonoma y su capacidad de toma de decisiones. En los aos 90, un hecho de crucial importancia fue la perdida, por parte de la OMS, del liderazgo de la salud a manos del Banco Mundial, de este modo propona inversiones en salud con soluciones verticales, focalizadas en enfermedades (World Bank, 1993). Consolidndose una perspectiva neoliberal de la globalizacin de la salud y establecindose una dialctica entre este concepto neoliberal y biologicista de las 23
Introduccin general
grandes compaas y el banco mundial y por otro el de promocin de la salud de la OMS defendida en la Carta de Bangkok (OMS, 2005a) para el Fomento de la Salud en un Mundo Globalizado as como la reforma de la sanidad de Obama de marzo del 2010. Por otra parte analizamos la evolucin del concepto de educacin para la salud desde aquel que acta ante las enfermedades al que defienden que debe impregnar toda la curricula escolar de actuaciones que promuevan la salud, y para ello deben introducirse en las diversas reas de conocimiento suficientes hechos, conceptos y principios que permitan discriminar lo salubre de lo insalubre en nuestra realidad prxima, as como ofrecer suficientes procedimientos, habilidades y destrezas para mantenerse saludable y/o mejorar esa realidad, adems de garantizar la interiorizacin de normas de salud, aprecio de valores de vida y manifestacin de actitudes saludables que permitan la presencia de un ambiente sano en nuestra accin educativa (Landeras & Mndez, 2006). Definimos a continuacin los modelos tericos de educacin para la salud, los modelos de instruccin en educacin para la salud, las teoras de cambio de comportamiento y los modelos que se centran en cmo cambiar las conductas de salud, entre estos modelos y teoras estn en los que nos basaremos y utilizaremos en nuestra intervencin. En el captulo cuarto, abordamos la educacin para la salud en el sistema educativo espaol. Comenzamos haciendo un recorrido por las bases filosficas y las declaraciones internacionales que sustentan la educacin para la salud en la escuela, como la Carta de Ottawa (OMS, 1986a) que dice que es la capacitacin de las personas para aumentar el control sobre su salud y mejorarla o la Declaracin de Yakarta (WHO, 1996) que nos llevan a considerar la escuela en el sentido amplio de comunidad 24
escolar como elemento primordial en la educacin para la salud para concluir con la definicin de (Nutbeam, 1998) que considera la educacin para la salud como un proceso planificado y sistemtico de comunicacin y enseanza-aprendizaje orientado a facilitar la adquisicin, eleccin y mantenimiento de conductas saludables y, al mismo tiempo, hacer difciles las prcticas de riesgo para la salud. Por lo tanto, ha de ofrecer a los alumnos las oportunidades de aprendizaje, no slo para la adquisicin de habilidades cognitivas, sino tambin habilidades sociales que favorezcan la salud individual y la de la comunidad. En esta lnea, la educacin para la salud es uno de los temas que se pueden y deben abordar de una forma transversal (Palacios, Marchesi, & Coll, 1999). En este captulo fundamentaremos ese abordaje transversal de la educacin para la salud que empleamos en la intervencin que realizamos en este estudio. A continuacin describimos iniciativas para fomentar la educacin para la salud como la red europea de escuelas promotoras de la salud. Para concluir con las referencias legales, tanto desde el marco educativo como desde el sanitario, detenindonos en analizar, los distintos elementos del currculo establecidos en la LOE y en el real decreto de enseanzas mnimas en relacin con la educacin para la salud como son los objetivos generales, los objetivos especficos por reas y ciclos as como los contenidos y criterios de evaluacin, directamente relacionados con la educacin para la salud. En el captulo quinto, se realiza una revisin profunda de los trabajos publicados fundamentalmente en la ltima dcada salvo algn 25
Introduccin general
trabajo muy relevante sobre educacin para la salud en escolares centrndonos en el tema de alimentacin. Al comienzo, damos una visin sobre la alimentacin en el nio y como se incardina con el estilo de vida y la educacin para la salud en la bibliografa; as como repercute en el principal problema de causa alimentaria en el adulto que es la obesidad (O'Toole, Anderson, Miller, & Guthrie, 2007) A continuacin exponemos los estudios empricos recogidos tanto descriptivos como experimentales o de intervencin segn el tema tratado, tanto para los resultados como para el foco de la intervencin, recogiendo los hallazgos de los trabajos en el desayuno, el consumo de lcteos, protenas, grasas, frutas y verduras. Terminamos el captulo con una revisin de las estrategias de intervencin sobre educacin para la salud recogidas en la recensin de los trabajos empricos. Con el captulo sexto concluye la parte terica de la tesis doctoral que se est presentando; por esta razn, en este captulo se recoge de forma explcita la finalidad de la investigacin que es verificar la eficacia de un programa de educacin para la salud, en colaboracin con los maestros. As mismo, como ya ha quedado reflejado previamente la tesis se vertebra en dos vertientes, una terica y otra aplicada articulndose en tres planos, uno terico, otro descriptivo y otro de intervencin; de esta forma se organizan y presentan a lo largo del captulo tanto las hiptesis, la ms importante de las mismas es que actuando sobre el currculo en su sentido ms amplio, no slo sobre contenidos sino sobre actitudes, se pueden mejorar las conductas alimentarias del 26
alumnado. Enunciamos tambin los objetivos que guan cada uno de los estudios que se desarrollan. Parte emprica La parte emprica de la tesis doctoral, est formada por dos estudios, uno de ellos de carcter descriptivo, que persigue conocer la alimentacin de los nios y nias del rea de salud de Len; el otro estudio es sobre la modificabilidad de los hbitos alimentarios, su finalidad es comprobar la eficacia de un proyecto de salud desarrollado de forma transversal a lo largo de todo el currculo. Ambos captulos presentan la misma estructura, comenzando los mismos por una justificacin terica de aquello que se desarrolla en cada uno de ellos. A continuacin se realiza una descripcin detallada del mtodo seguido en el que se incluyen los participantes, los instrumentos utilizados y el procedimiento seguido. Seguidamente se presentan los resultados obtenidos una vez han sido analizados los datos con el programa estadstico IBM SPSS Statistics 19.0 disponible en la Universidad de Len, concluyendo cada captulo con la discusin y conclusiones obtenidas. En el captulo sptimo de carcter descriptivo se recogen los hbitos alimentarios de los nios del rea de salud de Len con una muestra de 1125 escolares de 27 colegios del rea de salud de Len. En este captulo describimos los instrumentos de medida, el ms importante el diario diettico recogido durante una semana. A continuacin describimos el procedimiento que consisti bsicamente en la auto-aplicacin del cuestionario (el diario diettico) por parte de 27
Introduccin general
los escolares, ayudados y reforzados por los padres y por el profesorado. Despus se exponen los resultados de la exploracin de los hbitos alimentarios para el desayuno, el consumo de lcteos, protenas, grasas, frutas y verduras. Estos resultados se exponen tanto para ambos gneros como para la poblacin urbana y rural. En el captulo octavo se recoge el segundo estudio emprico que pretende modificar las conductas de los estudiantes para que adquieran hbitos de alimentacin saludable, participaron los estudiantes de segundo ciclo de educacin primaria seis colegios donde se realiz la intervencin y de siete colegios que sirvieron de grupo control; en total 410 estudiantes del grupo de intervencin y 247 del grupo control. Se utiliz como instrumento de evaluacin al igual que en el primer estudio el diario diettico. Se describe el procedimiento que consisti en incluir en las actividades y contenidos del currculo ejemplos que tuvieran el doble mensaje de educacin para la salud, por ejemplo utilizando en lengua o en matemticas ejemplos que adems del objetivo curricular, tuvieran el de educacin para la salud como es aumentar el consumo de fruta. Se describen dos mini proyectos, el del desayuno saludable y el de la ensalada de frutas, adems de algunas actividades puntuales. Se concluye el captulo con la presentacin de los resultados obtenidos. Seguidamente en el captulo noveno, se discuten y recogen en funcin de los objetivos e hiptesis planteadas en el captulo sexto, y a la luz de los resultados obtenidos en los estudios empricos realizados, las conclusiones finales que se obtienen, las limitaciones de los estudios, as como las futuras lneas de trabajo, la necesidad de realizar nuevos estudios monocomponentes para ver la contribucin de cada componente a la mejora de los comportamientos de salud. Por otro 28
lado seguir analizando las contribuciones que puede efectuar la enfermera en el mbito escolar. Para finalizar esta tesis doctoral, en los apndices se recogen cada uno de los materiales referenciados en los diferentes captulos, considerando que su inclusin puede facilitar la comprensin, como el anlisis-reconstruccin de los textos escolares, el anlisis de los estudios empricos o el programa utilizado. Por ltimo se presentan todas las referencias bibliogrficas que han sido citadas en los diferentes captulos que constituyen la presente tesis doctoral.
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Parte Terica
hbitos
En este captulo vamos a ver cmo aparece y se desarrolla el concepto de calidad de vida, que tiene su origen ms cercano en el modelo de Lalonde (1974) que analiza los determinantes de la salud observando la gran importancia del estilo de vida; en este estilo de vida tienen importancia primordial los hbitos alimentarios. Este estilo de vida puede ser modificado a travs de la educacin para la salud. En este captulo, vamos a describir, adems, lo que entendemos por ingestas recomendadas; las cuales nos servirn de patrn para saber lo que deben comer los escolares de nuestro estudio, con el objetivo de aumentar su nivel de salud y evitar en lo posible las enfermedades relacionadas con el consumo alimentario que veremos en la ltima parte del captulo, indicando la mejor forma de prevenirlas utilizando una alimentacin saludable.
CALIDAD DE VIDA La instalacin del concepto de calidad de vida dentro del campo de la salud (en adelante CVRS) es relativamente reciente, con un auge evidente en las dcadas de los 80 y los 90, que se mantiene hasta la actualidad. Anualmente, se publican ms de 2000 artculos (Schwartzmann, 2003) poniendo de manifiesto tanto el gran inters 33
como la amplia gama de acepciones del trmino. Uno de los aspectos ms interesantes de la CVRS es su capacidad para captar la multidimensionalidad de la salud. Lalonde (1974) propuso un modelo explicativo de los determinantes de salud, que es utilizado de forma muy generalizada en el mbito de la salud pblica, en el que se reconoce al estilo de vida, as como el ambiente-incluyendo el social, en el sentido ms amplio- junto a la biologa humana y la organizacin de los servicios de salud. Este modelo, posteriormente ha sido desarrollado por diferentes autores, as, Castellanos (1991) aclar cmo se produce esta interaccin entre los determinantes de salud las condiciones de vida, que seran los procesos generales de reproduccin de la sociedad que actan como mediadores entre los procesos que conforman el modo de vida de la sociedad como un todo y la situacin de salud especfica de un grupo poblacional especfico. Aunque el inters por el estudio de los estilos de vida saludables ha tenido su mayor desarrollo en la dcada de los 80 del siglo pasado, el concepto de estilo de vida no constituye un mbito de estudio nuevo. Por el contrario, desde hace ya mucho tiempo este concepto ha sido un tema de estudio abordado por disciplinas como la sociologa y el psicoanlisis y desde hace ya relativamente menos por la antropologa, la medicina y la psicologa de la salud. En general, desde todas estas orientaciones se entiende el estilo de vida como la forma de vida de las personas o de los grupos (Pastor, Balaguer, & Garca-Merita, 1998). En el enfoque sociolgico se consideraba que las variables sociales eran los principales determinantes de la adopcin y del mantenimiento de un estilo de vida determinado, mientras que desde el psicoanlisis los determinantes se desplazaron desde la sociedad al 34
individuo y a su personalidad. A mediados del siglo XX, la antropologa abord el estudio de los estilos de vida desde un enfoque cultural y la medicina desde un enfoque biologicista, defendiendo que las personas tienen estilos de vida sanos o insanos por su propia voluntad, recayendo por lo tanto la responsabilidad sobre las personas y no sobre las instituciones (Erben, Franzkowiak, & Wenzel, 1992). Asimismo la OMS ofreci una definicin del estilo de vida que lo describa como una forma general de vida basada en la interaccin entre las condiciones de vida en un sentido amplio y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y caractersticas personales (OMS, 1986a). Aunque no se introdujo una definicin concreta para el trmino de estilo de vida saludable, esta conceptualizacin de estilo de vida en general ha servido de base a los investigadores para clarificar este trmino. Posteriormente, la propia OMS (WHO, 1994) defini la calidad de vida como la percepcin que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relacin con sus expectativas, sus normas, sus inquietudes. Se trata de un concepto muy amplio que est influido de modo complejo por la salud fsica del sujeto, su estado psicolgico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales, as como su relacin con los elementos esenciales de su entorno (WHOQOL group, 1995). A pesar de no existir una definicin unnime, la mayora de los autores definen los estilos de vida saludables como un conjunto de patrones conductuales que poseen repercusiones para la salud de las personas. En lo que ya no todos coinciden es si estos patrones conductuales son 35
elegidos voluntaria o involuntariamente por las personas. Mientras que el modelo mdico ha defendido el carcter exclusivamente voluntario de tal eleccin, los autores de orientacin psicosocial entienden la eleccin como involuntaria en cierta medida ya que reconocen la influencia de las variables psicosociales en la adquisicin y mantenimiento de los estilos de vida (Pastor, Balaguer et al., 1998). En resumen, desde los modelos psicosociales podemos definir el estilo de vida saludable como un conjunto de patrones conductuales o hbitos que guardan una estrecha relacin con la salud. Por patrones conductuales entendemos formas recurrentes de comportamiento que se ejecutan de forma estructurada y que se pueden entender como hbito cuando constituyen el modo habitual de responder a diferentes situaciones (Rodrguez & Garca, 1995). Estos hbitos se aprenden a lo largo del proceso de socializacin del individuo y una vez adquiridos son difciles de modificar. El modelo biomdico tradicional excluye el hecho de que, en la mayora de las enfermedades, el estado de salud est profundamente influido por el estado de nimo, los mecanismos de afrontamiento a las diversas situaciones y el soporte social (Schwartzmann, 2003). Se impone el anlisis desde una ptica multidimensional. Como lo expresara Rodrguez-Marn (1995): el anlisis de los estilos de vida debe hacerse desde un modelo que considere al ser humano como punto de corte entre sistemas sociales y microsistemas orgnicos. El comportamiento individual se produce en la interseccin de los dos tipos de sistemas, de forma que los acontecimientos sociales y los acontecimientos biolgicos tienen un impacto recproco sobre tal comportamiento y, a su vez, sobre la integridad funcional de la persona. Al hablar de estilo de vida saludable desde el campo de la salud pblica, nos referimos a los comportamientos que disminuyen los 36
riegos de enfermar, tales como: la alimentacin, un adecuado control y tratamiento de las tensiones y emociones negativas, un buen rgimen de ejercicios, sueo y distraccin, el control y la evitacin del abuso de sustancias como la cafena, nicotina y alcohol, una correcta distribucin y aprovechamiento del tiempo, etc. El autocontrol del comportamiento constituye la ms importante herramienta de la que puede disponer un individuo para realizar cambios en su estilo de vida; y dado que el estilo de vida est determinado por las condiciones de vida, un elemento importante en esta investigacin es la identificacin de los factores de riesgo. Aspectos como factores motivacionales, el aprendizaje, las creencias y las influencias sociales, adems de la historia biolgica, han sido identificados como componentes de las conductas y hbitos que caracterizan el estilo de vida de una persona, por lo tanto, establecer conductas saludables y eliminar conductas de riesgo de manera estable, como aspiracin de la promocin de salud, constituye un reto para nuestra ciencia (Vives, 2007). El anlisis de los estilos de vida adquiere un inters creciente, ya que el conjunto de pautas y hbitos de comportamientos cotidianos de las personas tienen un efecto importante en su salud y, adems, cada da aumenta la prevalencia del conjunto de enfermedades relacionadas con los malos hbitos comportamentales. Uno de los objetivos fundamentales de la educacin para la salud es la modificacin de conductas de la poblacin, tanto para cambiar estilos de vida que amenazan el bienestar individual, como para lograr sentirnos saludables. 37
Es por ello que el concepto calidad de vida debe comprender, al menos, los siguientes campos interrelacionados de la vida humana, definidos por Siegrist y Junge (1989) como aspectos fsicos (enfermedad) y psicolgicos (depresin, ansiedad, felicidad), funciones intelectuales y cognoscitivas (la memoria, la atencin y alerta), y aspectos sociales, haciendo hincapi en el aislamiento social y en la autoestima, asociados al papel social de las enfermedades crnicas De este modo, en su ltima definicin publicada, la OMS (2008) define el estilo de vida como una forma de vida que se basa en patrones de comportamiento identificables, determinados por la interaccin entre las caractersticas personales individuales, las interacciones sociales y las condiciones de vida socioeconmicas y ambientales. Con respecto a la utilizacin y desarrollo de este concepto en la infancia se encuentran poca investigacin al respecto que por lo general se refiere superficialmente al concepto o evala solamente algunas dimensiones o indicadores relacionados con l (competencia social, estrs, competencias cognitivas). Indicando que la calidad de vida como concepto holstico y multidimensional, junto a la evaluacin del nivel de satisfaccin o bienestar del nio desde su propio punto de vista, slo ha comenzado a estudiarse recientemente y todava no se han desarrollado modelos conceptuales bien estructurados y fundamentados (Verdugo & Sabeh, 2002). Los estudios ms numerosos e importantes en la infancia se han realizado en el contexto de enfermedades graves o crnicas como asma, diabetes, cncer, y sida. Las investigaciones sobre calidad de vida en contextos escolares son muy limitadas, Gerharz (1997) afirma que 38
la escasez de investigaciones en este campo se debe a que son ms complejas que en adultos. En lo que existe acuerdo es en que no se pueden aplicar directamente los parmetros del adulto al nio (Casas, 1992); por lo que sera necesario desarrollar investigaciones que permitan definir y operacionalizar el concepto de calidad de vida en la infancia, as como desarrollar instrumentos de evaluacin apropiados (Verdugo & Sabeh, 2002). As pues, se pone de manifiesto la importancia de la calidad de vida en la infancia, y la necesidad de investigar sobre ella y sobre uno de sus componentes ms importantes la alimentacin y la educacin para la salud en este campo.
ALIMENTACIN Y NUTRICIN El ser humano, necesita alimentarse para vivir. Tenemos que recibir del exterior alimentos para seguir viviendo, para reparar las prdidas fisiolgicas ocasionadas por la actividad de sus diversos rganos, y para crecer durante la infancia y adolescencia. De este modo se entiende por alimentacin, el obtener del entorno productos naturales o transformados que conocemos con el nombre de alimentos; es un proceso voluntario y consciente mediante el cual elegimos los alimentos y la forma de consumirlos, segn apetencias, hbitos, clima, etc. que est influido por diversas circunstancias como la disponibilidad de alimentos en el mercado, la capacidad adquisitiva y la cultura alimentaria. 39
La finalidad ltima del alimento es, su utilizacin para la normal nutricin humana, sin embargo en los pases desarrollados, los alimentos no suelen seleccionarse nicamente por su valor nutritivo sino que se presta mayor atencin a los caracteres sensoriales u organolpticos, en los que pueden influir componentes que carezcan de valor nutritivo. Los alimentos estn constituidos por sustancias procedentes, en su prctica totalidad, del reino vegetal y del animal, de hecho la sal y el agua son unas de las pocas sustancias inorgnicas que se incluyen en la alimentacin. Por otra parte, la nutricin es el conjunto de procesos mediante los cuales el organismo vivo utiliza, transforma e incorpora una serie de sustancias que recibe del mundo exterior formando parte de los alimentos con objeto de cumplir tres finalidades: i) suministrar energa, ii) construir y reparar estructuras orgnicas, iii) regular los procesos biolgicos (Grande, 1988). Es decir, es el proceso mediante el cual el cuerpo utiliza los alimentos para crecer, desarrollarse y mantenerse saludable (Caruci, 2005). La alimentacin del ser humano es voluntaria y consciente. Cuando se ingieren los alimentos acaba el mbito de la alimentacin y empieza el de la nutricin, los alimentos son digeridos en el aparato digestivo, y los nutrientes se absorben, luego se transportan a los tejidos y son utilizados a nivel celular, y todo ello se realiza de un modo involuntario e inconsciente. Cualquiera de nosotros puede, a su eleccin tomar carne o pescado, pero, en cambio, no depende de nuestra voluntad absorber o no los aminocidos o las vitaminas contenidas en esos alimentos, ni podemos influir en su posterior destino. As pues la nutricin es un proceso involuntario por lo que los 40
nutrientes y otras sustancias ingeridas se incorporan al medio interno y cumplen las funciones anteriormente citadas. En resumen el proceso de la nutricin consiste en un conjunto de fenmenos qumicos, fisiolgicos y bioqumicos, cuyo resultado final es el aprovechamiento de los nutrientes por nuestro organismo, ya sea mediante su transformacin en elementos ms simples, con la consiguiente produccin de energa y eliminacin de sustancias de desecho, o mediante su incorporacin como elementos estructurales del organismo o como elementos de reserva (Garca & Garca, 2003; Larraaga, Carballo, Rodrguez, & Fernndez, 1998). Por otra parte hay que tener en consideracin que si la nutricin estudia qu nutrientes y en qu cantidades necesita el hombre, la diettica analiza lo que la gente come y lo que debera comer para cubrir dichas necesidades; es decir, la diettica es la tcnica y el arte de usar los alimentos de forma adecuada. sta debe proponer formas de alimentacin equilibradas, variadas y suficientes que permitan cubrir las necesidades biolgicas en la salud y en la enfermedad contemplando a su vez gustos, costumbres y posibilidades. Por lo tanto, la diettica tratar de llevar a la prctica en la preparacin de los alimentos, los resultados obtenidos de estudiar la forma de proporcionar los alimentos a cada individuo o colectividad necesarios para su adecuado desarrollo segn su estado fisiolgico y las circunstancias existentes (Martnez, 2001) as como la prevencin de las enfermedades carenciales. 41
En resumen podemos afirmar que la diettica es la especialidad cientfica que se ocupa de utilizar y combinar los alimentos, segn los conocimientos que nos aportan la Nutricin y la Bromatologia, para hacer frente, de forma ms equilibrada, a las necesidades para el crecimiento, desarrollo, mantenimiento y actividad durante el ciclo vital del individuo y del grupo en la salud; todo ello, teniendo en cuenta los hbitos alimentarios, culturales y religiosos, preferencias y aversiones (Garca & Garca, 2003). Tomando en consideracin la breve conceptualizacin realizada de la alimentacin y la nutricin, podemos obtener importantes conclusiones que permiten avalar la presente tesis doctoral. Puesto que la alimentacin es voluntaria y consciente, es susceptible de ser influenciada por la educacin y por aspectos culturales. En cambio, la nutricin, al ser involuntaria e inconsciente, no es educable. La nutricin humana est determinada por la alimentacin. El organismo utiliza lo que recibe. De este modo el proceso alimentario est influido por una serie de factores internos y externos que se interrelacionan para configurar un determinado comportamiento alimentario. Entre los factores internos destacan los aspectos fisiolgicos, psicolgicos y genticos; mientras que los factores externos los podemos clasificar en Fsicos (geogrficos, climatolgicos y econmicos) y sociales (religin, tradicin e historia, valores sociales, publicidad nivel y tipo de educacin). Asimismo la alimentacin tiene otras repercusiones adems de su funcin nutritiva, ya mencionadas, como son: 42
La funcin psquica; no debemos olvidar que el comer es un placer, la alimentacin se utiliza a veces para calmar la ansiedad, en otras se producen trastornos de alimentacin como la anorexia y la bulimia, la obesidad tiene una importante etiologa psquica, etc La funcin social; el alimento cobra un sentido simblico de comunicacin, como en la lactancia materna o en las relaciones sociales. A travs del alimento se movilizan patrones culturales como la prohibicin de comer cerdo e los musulmanes o de ingerir vacuno de los hinduistas. La funcin sanitaria; de seguridad e higiene controlada en Espaa por los servicios veterinarios y farmacuticos que garantiza su adecuacin al consumo. La funcin manufacturera de los alimentos para hacer ms rpida y sencilla su preparacin como en los alimentos precocinados que en muchas ocasiones disminuye sus propiedades nutritivas, disminuyendo las vitaminas, aumentando los azucares de absorcin rpida como en el caso de los zumos o aumentando las grasas saturadas como en muchas comidas preparadas. La funcin econmica; no todo el mundo tiene acceso a todos los alimentos, una gran parte de la poblacin mundial no dispone de los alimentos suficientes. En los pases ricos hay disponibilidad de todo tipo de alimentos y precios, no siendo el precio un gran condicionante en la eleccin de una dieta 43
equilibrada. Esta eleccin no depende slo de la disponibilidad alimentaria de su entorno sino de la voluntad de las personas influida por factores culturales y educacionales. En los pases ricos, muchas personas se alimentan de forma incorrecta, incluso perjudicial para su salud sobre todo si se carece de la formacin y de la motivacin para realizar una dieta equilibrada.
INGESTAS RECOMENDADAS Tras reconocerse, de forma evidente, la relacin existente entre dieta y salud, apareci la necesidad de establecer unas pautas que sirvieran para valorar el estado nutritivo de individuos y colectivos, para poder dar pautas de mejora diettica. Aunque en un principio el inters estuvo centrado en la prevencin de las enfermedades carenciales (recomendando que la dieta aportara unas cantidades mnimas de nutrientes), con el paso del tiempo, dado el aumento de la mortalidad en los pases desarrollados por causas estrechamente relacionadas con la alimentacin, las recomendaciones se han ido ampliando a otros campos. Ahora su objetivo fundamental es el ayudar a prevenir las enfermedades crnicas y/o degenerativas o, incluso, otras cuya aparicin tambin parece estar, cuando menos en parte, condicionada por la dieta (Requejo & Ortega, 2000). De otro lado, los requerimientos nutricionales son absolutamente especficos de cada individuo y, de hecho, son distintos incluso en personas con caractersticas de edad, sexo y estado fisiolgico (gestacin y lactancia) muy similares (Mataix & Aranceta, 44
2002). Para poder extender la definicin de requerimiento a un colectivo es necesario, por tanto, salvar la variabilidad individual. Esto se consigue mediante la propuesta de unas cantidades medias de nutrientes que representan las que debe ingerir un colectivo que presenta unas caractersticas fisiolgicas similares, aunque esta cantidad cubra con mayor exactitud los requerimientos de algunas personas que los de otras (aquellas con requerimientos ms pequeos o muy elevados). Las ingestas recomendadas de nutrientes deben superar, por definicin, los requerimientos de la mayora de los individuos del grupo para el que se establecen. De este modo las ingestas recomendadas se definen como la cantidad diaria media de nutrientes esenciales, calculada con arreglo a los conocimientos cientficos existentes, suficiente para cubrir los requerimientos fisiolgicos de prcticamente la totalidad de las personas sanas en un grupo de caractersticas dadas (National Research Council, 1989). Estas ingestas recomendadas se establecen para los distintos grupos de edad, sexo, actividad fsica y estado fisiolgico (gestacin y lactancia) y para los distintos nutrientes (protenas, vitaminas y minerales). Las ingestas recomendadas, estn indicadas para individuos de peso y talla medios, estableciendo valores lo suficientemente elevados como para garantizar que el aporte es suficiente para las personas con los requerimientos ms elevados, siempre que los nutrientes procedan de la seleccin de alimentos habituales. En este sentido, las ingestas recomendadas tienden a la generosidad, ya que existen pocas pruebas de que los pequeos excesos de nutrientes sean perjudiciales, mientras que los dficit constantes y no compensados, 45
aunque sean pequeos, pueden producir trastornos de la salud a largo plazo. Se establecen para una poblacin determinada que habitualmente es nacional, pero que puede ser supranacional, como en el caso de la Unin Europea (Mataix & Aranceta, 2002). A pesar de que el propsito original de las ingestas recomendadas fue el que sirvieran como guas para poder planificar y producir los suministros de alimentos para la poblacin, han sido aplicadas con otras finalidades, como por ejemplo: Servir de base para elaborar las guas alimentarias para la poblacin. Dar pautas en lo que respecta a una nutricin adecuada. Interpretar el etiquetado de los alimentos. Evaluar la dieta de un individuo o colectivo, siendo necesario para ello conocer la ingesta real mediante la utilizacin de encuestas dietticas. Las ingestas recomendadas se presentan en tablas para facilitar su manejo; debindose tener en consideracin diversos aspectos a la hora de utilizar dichas tablas: Dada la utilidad de ndole prctica de las ingestas recomendadas de energa y nutrientes para la poblacin espaola, para mantener el peso estable, la ingesta energtica tiene que ser igual al gasto. Para calcular el gasto calrico se pueden utilizar diversos mtodos y ecuaciones. 46
Todas las ingestas recomendadas se expresan en cantidad a ingerir por persona y da, lo cual no quiere decir que sea estrictamente necesario tomar la cantidad que se especifica todos los das. Lo que importa es el consumo medio en un periodo de unos 5-10 das. Dado que todava no existen suficientes conocimientos como para establecer recomendaciones de todos los nutrientes conocidos, las ingestas recomendadas deben cubrirse siempre mediante el seguimiento de una dieta variada que permita un aporte adecuado de nutrientes y de otros componentes menos conocidos de los alimentos. No conviene pretender cubrir las ingestas recomendadas a partir del consumo de suplementos o de alimentos enriquecidos, descuidando la dieta.
Objetivos nutricionales Estn desarrollados a partir de la ingesta estimada o dicho de otra manera, tienen en cuenta los hbitos alimentarios de la poblacin fijndose un objetivo a partir de un hbito real de consumo. Los objetivos nutricionales se centran en macronutrientes y complementan las ingestas recomendadas, con las que tienen diferencias, por ejemplo recomiendan un 13% de protenas en lugar del 8% al tener en cuenta los hbitos alimentarios de la poblacin.
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A diferencia de las ingestas recomendadas (que se establecen en funcin de la edad, sexo, actividad fsica y estado fisiolgico especial), los objetivos nutricionales se marcan para toda la poblacin, y slo en ocasiones, como ocurre en grupos de alto riesgo, son necesarios algunos ajustes. Los objetivos nutricionales completan algunos aspectos de las ingestas recomendadas y se plantean como metas que conduciran a una reduccin de la prevalencia de algunas enfermedades crnicas y/o degenerativas en la poblacin. As la Sociedad Espaola de Nutricin Comunitaria (2006) propone para Espaa objetivos a medio y largo plazo como se ven en la tabla 1.
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A. G. Saturados A. G. Monoinsaturados A. G. Poliinsaturados n-6 n-3 Colesterol Hidratos de Carbono totales (% energa) Alimentos azucarados (frecuencia/da) Frutas Verduras y hortalizas Alcohol (vino)
10 % 20 % 5%
Para la poblacin infantil caben destacar las siguientes recomendaciones (Navia & Ortega, 2000): Respecto a las protenas las ingestas recomendadas se establecen segn las necesidades de mantenimiento, aadiendo la cantidad adicional para permitir el crecimiento. Estas necesidades son de 1 g/kg. peso corporal/da en los nios a partir del primer ao. El aporte proteico debe mantener el equilibrio entre las protenas de origen animal y las de origen vegetal. Como base, se establece que las protenas de alta calidad, es decir de origen animal, deben proporcionar entre un 25 y un 50% del aporte estimado. En Espaa, como en el resto de los pases desarrollados, las ingestas proteicas superan los lmites recomendados. 49
Los hidratos de carbono constituyen la principal fuente de energa y adems contribuyen al aporte de fibra en la dieta. Dentro de los hidratos de carbono, se considera que la ingesta de azcares simples, principalmente la sacarosa, no debe sobrepasar el 10% de las caloras totales que proporcionan los carbohidratos; el resto de su aporte se har como carbohidratos complejos. Los objetivos que se quieren conseguir con ello, son disminuir la frecuencia de caries dental y de obesidad infantil. En cuanto a los lpidos el Comit de Nutricin del ESPGAN realiz las siguientes recomendaciones para prevenir en el nio la enfermedad coronaria: no proporcionar una ingesta grasa superior al 35% de las caloras totales que el nio deba recibir, en la que los cidos grasos saturados no contribuyan en ms de un 10% a las caloras totales y que la ingesta de colesterol no supere los 300 mgr/ da (Aggett, Hasche, Heine, Hernell, & Koletzko, 1994 Las vitaminas y los minerales en general, a estas edades, sus requerimientos quedan cubiertos mediante una dieta adecuada y variada. El calcio es un micronutriente cuyas necesidades son mximas en etapas de crecimiento como es la infancia y la adolescencia. Guas en Alimentacin En general, en alimentacin, se utilizan referentes para conocer la adecuacin de la dieta; en la prctica las dos ms utilizadas son: los grupos de alimentos y las guas alimentarias.
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Los grupos de alimentos son las ruedas o tablas de alimentos que cada pas ha publicado, con el objetivo de divulgar y favorecer el consumo de los alimentos propios del pas de acuerdo con las ingestas recomendadas y los objetivos nutricionales. La poblacin general tiene clara la idea de que conviene seguir una dieta variada y equilibrada, pero estos conceptos son ambiguos, y cada individuo entiende algo distinto por dieta variada y equilibrada. Diversos estudios han demostrado la existencia de un amplio rango de percepciones respecto a lo que es una dieta correcta (Barrio, Ayudarte, Hernn, Martnez, Haro, Simn, et al. (2008)., 2008; Javanparast, Coveney, & Saikia, 2009; Rizo, 1998). Esta realidad hace necesario establecer guas alimentarias que orienten a la poblacin a la hora de planificar su dieta, as como hacer campaas de educacin nutricional, que deben iniciarse desde la infancia y mantenerse a lo largo de la vida y en las diferentes situaciones fisiolgicas y de actividad (Requejo & Ortega, 2000). Las guas son pautas de carcter divulgativo, tiles para transmitir a la poblacin cmo debe ser una dieta sana y que informan sobre el nmero de raciones de cada grupo de alimentos que conviene tomar cada da para conseguir cubrir las ingestas recomendadas y los objetivos nutricionales que constituyen la base cientfica para lograr la mejor nutricin que conduzca a una salud optima (Requejo & Ortega, 2000). La ingesta recomendada y los objetivos nutricionales estn destinados a ser utilizados, por cientficos y profesionales que trabajan en el campo de la nutricin, como patrones de referencia para juzgar y planificar la alimentacin de individuos y colectivos; sin embargo, los 51
valores que los constituyen no son entendibles y por tanto utilizables por el consumidor medio. Las guas alimentarias estn orientadas al consumidor y su redaccin es sencilla para la comprensin y el cumplimiento por parte de la poblacin sea fcil; de este modo son necesarias como punto de referencia para la educacin nutricional (Mataix & Aranceta, 2002). Las guas alimentarias sirven como marco que permite realizar una evaluacin cualitativa de la dieta. En 2001 se public la segunda edicin de las guas alimentarias (Aranceta et al, 2001). Las recomendaciones ms importantes de las guas alimentarias para la poblacin espaola se centran en mantener un peso adecuado, moderar el consumo de grasas saturadas, aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales integrales, moderar el consumo de alcohol y sal y promocionar el ejercicio fsico moderado. Asimismo introduce los siguientes puntos para los nios tomar al menos medio litro de leche diario, los alimentos deben ser variados, no salar excesivamente las comidas, aumentar del consumo de alimentos ricos en polisacridos y reducir del consumo de azcar, dulces y bollera, evitar el exceso de zumos no naturales, moderar el consumo de protenas procurando que sean de fuente animal y vegetal, estimular el consumo de pescado y de alimentos vegetales como cereales, legumbres, frutas y verduras, el nmero de comidas al da ser al menos de cuatro y el desayuno supondr el 25% de la dieta (Aranceta et al., 2001; Hernndez & Sastre, 1999; Mataix & Alonso, 2002). Estas recomendaciones se establecen en ocasiones de forma grfica que es muy til para su comprensin y utilizacin como la The Food Guide Pyramid (Pirmide de la Gua de Alimentos) del departamento estadounidense de agricultura (1992), que ha sido 52
utilizada por profesionales de la nutricin, educadores, medios de comunicacin e industria alimentaria; tambin se ha reproducido en las etiquetas de alimentos y se ha incorporado a gran cantidad de material educativo y propagandstico. En Espaa, la pirmide americana tambin ha sido utilizada, aunque no est totalmente adaptada a los hbitos alimentarios espaoles. La primera representacin grfica de gran difusin fue la rueda de los alimentos que era un recurso didctico muy utilizado en los aos 70-80; fue promovida en Espaa por el programa EDALNU (educacin para la alimentacin y nutricin) del Ministerio de Sanidad e implic a profesionales de la salud y educacin (Lpez., Garca, Migalln, Prez, Ruiz, & Vzquez 2000)). Posteriormente la sociedad espaola de nutricin comunitaria realiz una pirmide de la alimentacin saludable (Aranceta et al., 2001). Ms recientemente se confeccion la pirmide elaborada para la estrategia NAOS (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2005) que es de particular inters para nuestra poblacin escolar que recomienda: Comer ocasionalmente pasteles, dulces, golosinas, refrescos azucarados, etc. Comer cada semana legumbres, carne, pescado, frutos secos y embutido. Comer a diario frutas, verduras, leche y derivados, pan, pasta, arroz, aceite de oliva y agua.
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Hacer 5 comidas al da, un desayuno completo y con tiempo, utilizar poca sal y azcar, no picotear entre comidas y comer 5 frutas o verduras al da. Para conseguir una alimentacin equilibrada, se recomienda ingerir a diario determinado nmero de raciones de cada grupo, que de un modo general podran ser las siguientes: De 2 a 4 raciones del grupo de la leche y derivados lcteos. Dos raciones del grupo de las carnes, pescados, huevos y legumbres. De 3 a 5 raciones de alimentos hidrocarbonados, grupo de los cereales. Dos raciones del grupo de verduras y hortalizas (de estas dos raciones, una en crudo para garantizar el aporte de vitaminas). Dos raciones del grupo de las frutas. De 3 a 5 cucharadas soperas de aceite (para cocinar y aliar los alimentos). Es interesante en este punto describir el concepto de racin de alimentos, que es la cantidad habitual de stos que suele consumirse. Teniendo en cuenta que no todas las personas comen la misma cantidad. En la tabla 2 se recogen, a modo de ejemplo, las raciones diarias de cada uno de los grupos de alimentos necesarios para una alimentacin adecuada (Mataix, 2006).
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MtodoseguidoparaestablecerlasGuasenAlimentacin El proceso de desarrollo de las guas de alimentos se ha basado, en la mayor parte de los casos, en la investigacin que relaciona la ingesta de nutrientes con la funcin. En general, para hacer una gua es necesario (Requejo & Ortega, 2000): Que la pauta permita conseguir aportes correctos de energa y nutrientes para preservar y mejorar tanto el estado nutritivo como la salud. Debe considerar la necesidad de mantener y mejorar la salud global sin centrarse en la prevencin o control de enfermedades concretas. Ser til, reflejando la forma en la que los consumidores piensan y el modo en que utilizan los alimentos. Ser prctica, acomodndose a la alimentacin de las familias y los grupos. Evitar la rigidez y mostrar flexibilidad para facilitar la eleccin del consumidor. Las pautas deben permitir conseguir mens atractivos y la mejor relacin coste-eficacia. Elaborarse segn la informacin cientfica ms reciente e ir modificndose en funcin de los resultados de los estudios que se vayan realizando.
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Abarcar la totalidad de la dieta, incluyendo aspectos de variedad, equilibrio y moderacin. Cubrir de forma realista los objetivos nutricionales utilizando alimentos habituales. Las pautas deben ser aceptables en el entorno socio-cultural en el que se van a aplicar y establecerse segn los alimentos disponibles en dicho entorno.
Recomendacionesdelasguasalimentarias Como hemos comentado, Aranceta et al., (2001) desarrollan desde la Sociedad Espaola de Nutricin Comunitaria la pirmide alimentaria para la poblacin espaola y las guas alimentarias que nos indican, de forma sencilla y clara, las recomendaciones de consumo en raciones de cada uno de los tipos de alimentos, los cuales describimos a continuacin y que nos van a servir de modelo para comparar con los hbitos alimentarios del alumnado de nuestro estudio descriptivo, as como para establecer los objetivos del estudio de intervencin. Las carnes son alimentos muy apreciados y perecederos, en relacin con su valor nutritivo destacan como fuentes de protena de alto valor biolgico, minerales de elevada biodisponibilidad y vitaminas del grupo B. Se aconseja moderacin en su consumo debido al importante contenido de grasa saturada y colesterol de demostrada implicacin en la arterioesclerosis. Su consumo debe alternarse con el del pescado y huevos para representar en su conjunto dos raciones 57
diarias, entendiendo como racin un huevo, 100 gramos de carne o 150 gramos de pescado. Conviene elegir piezas de las porciones ms magras de los animales cuya grasa sea ms insaturada (pollo, conejo y pavo). Los pescados son una fuente de protenas, yodo, minerales y en el caso de los pescados azules de cidos grasos poliinsarurados fundamentalmente omega-3 sin cidos grasos saturados; el aporte de hierro es menor que el de la carne. Espaa junto con Japn y Noruega es uno de los pases con mayor consumo. Este consumo debe alternarse con la carne utilizando preparaciones que requieran la adiccin de cantidades limitadas de grasa en su preparacin para los nios se aconsejan preparaciones o variedades sin espinas. La clara de huevo tiene la protena de mayor valor biolgico, pero comido crudo slo se digiere en un 50%. La yema es rica en vitaminas liposolubles y antioxidantes, el problema es que es tambin una fuente importante de colesterol. El huevo es un alimento recomendable a todas las edades. Una persona corpulenta podra comer hasta 7 huevos a la semana, en el caso de los nios la cantidad recomendable es de 3-4 huevos por semana. El grupo de los cereales, pan y patatas constituyen uno de los cuatro grupos bsicos en alimentacin, la mayora son nutritivos y no densos en caloras, contienen poca grasa, sta no es saturada y no contienen colesterol; son la mayor fuente de almidones y fibra de nuestra dieta, tienen bajo contenido en azcar y estn prcticamente exentos de sodio.
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Se debe consumir entre 4 y 6 raciones de cereales o productos derivados al da, el pan es recomendable en todas las comidas del da, es preferible que sea integral y puede ser sustituido por patatas; se debe de consumir pasta alimenticia una vez por semana y arroz como plato principal, tambin una vez por semana. En conjunto los alimentos de este grupo, se deben consumir entre 6 a 11 raciones al da, hasta hace poco se recomendaba moderar el consumo de bollera, hoy la recomendacin debe cambiar en cuanto a los productos elaborados con grasas vegetales poliinsaturadas, el problema es que muchos etiquetados enmascaran la grasa vegetal saturada al no aclarar la procedencia de esta grasa, ya que las de coco y palma son ricas en grasas saturadas. Las frutas son ricas en fibra, antioxidantes, vitaminas hidrosolubles, carotenoides e hidratos de carbono. La evidencia epidemiolgica es que realizan un papel protector en los procesos oxidativos y frente al dao celular y pueden ejercer un papel protector frente a las enfermedades crnicas e incluso en algunos procesos de envejecimiento. La evidencia epidemiolgica supone que el carcter protector no se puede atribuir exclusivamente a ninguna sustancia aislada, sino ms bien se debe al efecto sinrgico combinado entre los mltiples compuestos contenidos en estos alimentos. Se recomienda consumir tres o ms raciones al da entendiendo como racin 90-110 g en nios y 120-200 g en adultos. Es aconsejable el consumo de fruta de temporada fresca, cuidar la presentacin y textura para hacerlas ms atractivas desde el punto de vista visual y 59
organolptico para favorecer su consumo fundamentalmente entre los nios. El grupo de las legumbres es muy importante desde el punto de vista nutricional por su contenido en protenas, fibra, hidratos de carbono, minerales y vitaminas. Es recomendable que se consuman al menos dos raciones por semana como platos cocinados (60-80 g por racin) y otras dos en forma frutos verdes o semillas frescas como guarnicin. Los frutos secos se conservan durante bastante tiempo, tienen hidratos de carbono, gran cantidad de lpidos ricos en cidos grasos poliinsaturados y un contenido mnimo de cidos grasos saturados. Tienen 6 caloras por gramo de forma que si se utilizan debe ser para sustituir otros alimentos ricos en lpidos con la finalidad de mantener el aporte calrico. La recomendacin sera ingerir entre 1 a 5 raciones por semana (una racin son 25 g de frutos secos de peso neto sin cscara) para adultos sanos sin sobrepeso, ya que en este caso debe limitarse el uso de estos alimentos La leche y los derivados lcteos es un alimento rico en calcio cuyas necesidades empiezan a aumentar en la infancia hasta la adolescencia y que tambin son elevadas en el embarazo, lactancia y climaterio. Tambin tiene protenas de forma que medio litro de leche equivale a 100 g de carne magra. El problema son las grasas saturadas de las que tienen gran contenido, fundamentalmente los quesos de todo tipo, por lo cual a efectos dietticos se les considera junto con las carnes grasas ms que con los lcteos salvo por su contenido en calcio. 60
La recomendacin en escolares es de 2-3 raciones equivalentes a 500-750 cc de leche o yogurt y en la adolescencia de 3- 4 raciones Las verduras y hortalizas son cualquier planta herbcea que se pueda consumir cruda o cocinada. Contienen vitaminas y minerales como vitamina C, folatos y carotenos; son ricas en antioxidantes, contienen fibra y otros hidratos de carbono. La recomendacin es comer 2- 3 raciones por da que sern de cinco en conjunto con las frutas, siendo una de ellas de forma cruda. Pautas nutricionales Se establecen con arreglo a diversos estudios clnicos y epidemiolgicos que relacionan la dieta con el riesgo de padecer enfermedades o con la mejora del estado de salud de la poblacin. Las pautas nutricionales ms frecuentemente reseadas, junto con las guas alimentarias, incluyen la conveniencia de consumir una dieta variada, aumentar la actividad fsica y mantener el peso corporal adecuado, tomar sal, azcar, grasa total, grasa saturada, colesterol y bebidas alcohlicas con moderacin, y aumentar el consumo de alimentos como verduras, hortalizas, frutas, cereales, legumbres y lcteos (Mataix, 2006; Navia & Ortega, 2000; Requejo& Ortega, 2000; Serra, 2006). La distribucin de los alimentos a lo largo del da es otro punto a considerar, ya que no conviene concentrar toda la ingesta en 1 o 2 comidas copiosas, sino que es mejor repartir los alimentos en 3 o 4 61
ingestas. En algunos individuos puede ser conveniente la realizacin de 5 comidas/da, dado que al repartir los alimentos en un nmero de tomas superior a 3 mejora el contenido en nutrientes de la dieta total, aumentando el aporte de vitaminas, minerales, carbohidratos y fibra (componentes en los que la dieta es deficitaria con frecuencia) y disminuyendo el consumo de grasa (lo que resulta muy positivo dada su excesiva presencia en nuestra dieta. Es necesario insistir en la importancia de no suprimir el desayuno, prctica frecuente en un alto porcentaje de individuos de nuestra poblacin (Requejo & Ortega, 2000). A continuacin se presentan, de forma sintetizada las recomendaciones para la distribucin de los alimentos entre las distintas comidas (Garca & Arias, 2003). El desayuno. Debe ser una verdadera comida y aportar el 2025% de la energa diaria. Un desayuno bien planteado debe incluir leche u otro lcteo, fruta, cereales o tostadas con aceite y mermelada, o un pequeo bocadillo, etc. Existen ya numerosos estudios que prueban que la calidad nutricional del desayuno incide en el rendimiento intelectual y en la concentracin del nio (Moore, Moore & Tapper, 2007; Pollitt & Matthews, 1998; Powell, Walker, Chang & GranthamMcGregor, 1998; Richter, Rose & Griesel, 1997; Robinson & Clarke, 1993). El almuerzo o media maana. Aporta entre el 5 y el 10% de las caloras diarias. Es prctica generalizada en los nios. Con frecuencia consumen repostera comercial de gran contenido en grasa y azcares refinados. Es importante que los padres preparen para esta hora alimentos ms saludables como fruta y lcteos o bocadillos 62
caseros con contenido poco graso evitando los pats y las pastas al cacao. La comida. Constituye el 35% de las caloras diarias. Sigue siendo la toma de alimento ms importante del da. Tanto en familia como en el comedor escolar suele consumirse comida tradicional, bien estructurada, siguiendo las necesidades y preferencias de los nios. Conviene seguir el ritmo de consumo de alimentos por grupos marcado en las guas alimentarias. La merienda. Representa el 10-15% de las caloras diarias. Se compone de lcteos, bocadillos y repostera industrial. Conviene no disminuir el consumo de lcteos, sobre todo si se sustituye por refrescos y zumos comerciales que eligen los nios imitando a los mayores y aadir en lo posible fruta. La cena. Es la segunda comida principal del da y aporta el 2530% de las caloras diarias, suele ser en esta etapa una toma de alimento reglada, como la comida del medioda. A veces es demasiado calrica y proteica, teniendo en cuenta la escasa actividad que despus de ella se desarrolla. Y ocurre todava ms, cuando se cambia la cena tradicional por bocadillos o fritos y repostera industrial. El no desayunar y posponer el consumo de alimentos durante un nmero de horas prolongado contribuye a estimular enzimas lipognicos, lo que favorece la obesidad (Gonzlez & De la Rosa, 2007; Ortega, Requejo, Lopez, Quintas, Andres, & Redondo, 1998; Wolfe, Campbell, Frongello, Hass, & Melnik 1994). Por otra parte, la eleccin de los alimentos en las siguientes comidas, y en el total del da, resulta menos adecuada, y las personas que no desayunan o hacen un 63
desayuno insuficiente tienen mayor consumo de grasa y menor ingesta de carbohidratos, vitaminas y minerales en el total del da (Nicklas, Bao, Webber, & Berenson, 1993; Sampson, Dixit, Meyers, & Houser, 1995). Algunos estudios han sealado tambin que el suprimir esta primera comida del da tiene efectos negativos en el rendimiento y atencin de las primeras horas de la maana (Moore et al., 2007). La educacin en esta materia no se puede retrasar hasta que el nio pueda entender completamente el mensaje, sino que debe iniciarse en la edad preescolar, haciendo nfasis en los principios bsicos e introducir poco a poco los trminos nutricionales y los consejos positivos sobre pautas de alimentacin saludable. Posteriormente, en el colegio, deben darse a conocer las guas de alimentacin vigentes en la poblacin concreta y de llevar a cabo una educacin nutricional como parte integral del curriculum escolar.
La alimentacin saludable es un componente esencial de un estilo de vida saludable asocindose con una mayor esperanza de vida, aumento de la calidad de vida y un menor riesgo para muchas enfermedades crnicas, como las enfermedades cardiovasculares, el cncer, la diabetes, la apnea obstructiva del sueo, la hipertensin, la enfermedad de la vescula biliar y de la osteoartritis en la edad adulta. El sobrepeso y la obesidad tambin se han relacionado con consecuencias psicosociales tales como una pobre o baja autoestima; igualmente los trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia, 64
as como una mala calidad de vida en el nio adquiere una dimensin mayor, al ser el factor determinante del crecimiento e influir de forma importante en el desarrollo tanto fsico como psquico. En la sociedad actual, los objetivos de la alimentacin infantil se han ampliado y ya no slo se pretende conseguir un crecimiento ptimo y evitar la malnutricin y la aparicin de enfermedades carenciales, sino tambin optimizar el desarrollo madurativo, instaurar hbitos saludables y prevenir la aparicin de las enfermedades relacionadas con la dieta, tratando de conseguir la mejor calidad de vida y la mayor longevidad (Mataix, & Alonso 2002). Debido a estos cambios en los hbitos alimentarios y el modo de vida, las enfermedades no transmisibles crnicas que incluyen la obesidad, la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares, la hipertensin y los accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cncer , son causas cada vez ms importantes de discapacidad y muerte prematura en los pases tanto en desarrollo como recin desarrollados y suponen una carga adicional para unos presupuestos sanitarios nacionales ya sobrecargados (OMS, 2003). A continuacin vamos a describir las enfermedades relacionadas con la alimentacin y la influencia de la dieta sobre cada una de ellas siguiendo a Fernndez y Arija (2000). Obesidad Una persona padece sobrepeso u obesidad cuando tiene una masa grasa excesiva en relacin con su masa no grasa. Ambos 65
problemas suelen medirse mediante indicadores numricos, pero la definicin clnica se ha intentado establecer basndose en puntos de corte a partir de los cuales los individuos presentan una mayor morbilidad y/o mortalidad. Hoy se emplea el ndice de masa corporal (IMC) para definir la obesidad -el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2)- es una indicacin simple de la relacin entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad tanto en adultos como en nios, a nivel individual y poblacional (Fernndez &Arija 2000). El IMC constituye la medida ms til del sobrepeso y la obesidad, pues la forma de calcularlo no vara en funcin del sexo ni de la edad en la poblacin adulta. Y es una forma sencilla, barata y rpida de conocer la adecuacin del peso. No obstante, debe considerarse como una gua aproximativa, pues puede no corresponder al mismo grado de cantidad de grasa en diferentes individuos. La Organizacin Mundial de la Salud (OMS, 2006) define el sobrepeso como un IMC igual o superior a 25, y la obesidad como un IMC igual o superior a 30. Estos umbrales sirven de referencia para las evaluaciones individuales, pero hay pruebas de que el riesgo de enfermedades crnicas en la poblacin aumenta progresivamente a partir de un IMC de 21. Para nios se ha definido sobrepeso para un percentil de IMC superior a 85 y obesidad superior a 95 (Martnez & Martnez, 2007). A lo largo del siglo XX se ha observado una tendencia al aumento del ndice de masa corporal en los pases industrializados. La prevalencia de obesidad es mayor en las mujeres, en la poblacin de nivel socioeconmico bajo, aumentando con la edad. La obesidad 66
representa un factor de riesgo para el padecimiento de otras enfermedades como la enfermedad cardiovascular, la hipertensin, la diabetes, la litiasis biliar y algunos tipos de cncer. As mismo la obesidad desencadena alteraciones de los patrones lipdicos ya en nios, lo que contribuye a aumentar los riesgos (Freedman, Srinivasan, Harsha, Webber, & Berenson, 1989). En resumen, la obesidad se desarrolla por desequilibrios prolongados en el balance energtico consistentes en que se ingieren ms caloras que las que se gastan. Existe un sustrato gentico propicio, sobre el que actan los factores ambientales y el sedentarismo. El Bogalusa Heart Study encontr que a la edad de 10 aos, el 60% de los nios con sobrepeso tienen al menos un factor de riesgo bioqumicos o clnicos cardiovascular, y el 25% tienen ms de dos. La obesidad infantil se asocia con varias consecuencias mdicas a corto plazo, tales como perfil alterado de lpidos en sangre (Freedman, Dietz, Srinivasan, & Berenson, 1999; Freedman, Khan, Dietz, Srinivasan, & Berenson, 2001). Adems de su asociacin con el aumento de riesgo de enfermedades fsicas, la obesidad tambin est ligada a un buen nmero de problemas sociales, emocionales y psicolgicos. Los individuos obesos de todas las edades tienen mayor riesgo de depresin, trastornos de la alimentacin, trastornos de la imagen corporal y baja autoestima (National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion, 2004; Strauss, 2000). 67
Los padres y los profesores han descrito que los nios con obesidad tienen ms problemas de comportamiento y emocionales que sus compaeros (Braet, Mervielde, & Vandereycken, 1997; ; Zametkin, Zoon, Klein, & Munson, 2004).. En otros estudios los adolescentes de 13 y 14 aos, con obesidad, tienen ms tristeza, soledad y ansiedad que sus compaeros que no tienen obesidad (Strauss, 1999; Zametkin, Zoon, Klein, & Munson, 2004). La La obesidad infantil crnica est relacionada con el trastorno de oposicin desafiante en las mujeres y la depresin en los hombres (Mustillo, Worthman, Erkanli, Keeler, Angold, & Costello, 2003). Aunque la obesidad no es causa directa de estos problemas psicosociales, su correlacin con la obesidad infantil da fe de los problemas psicosociales que estos jvenes pueden enfrentar. La prevalencia de la conducta alimentaria problemtica tambin es mayor entre los adolescentes con obesidad. Segn un informe, la ingesta compulsiva es de seis veces ms comn entre los individuos con obesidad (Zametkin et al., 2004). El exceso de alimentacin en las nias mayores con obesidad se ha estimado en 30% (Dietz, 1998); sin embargo, no est claro exactamente cul es la relacin entre el los comportamientos de consumo elevado y el estado de la obesidad. El peso puede perpetuar la situacin social, emocional y psicolgica cuando como reaccin, el funcionamiento psicolgico puede resultar en un aumento de. la ingesta de alimentos como un mecanismo de supervivencia. En los nios de 9 a 12 aos con obesidad, se han encontrado percepciones fsicas ms negativas de s mismos y ms baja autoestima que sus pares de peso medio (Braetet al., 1997; Strauss, 2000). 68
La investigacin demuestra de la importancia de la apariencia fsica, la figura, las habilidades atlticas y el vestido para ser aceptado en el grupo. Las diferencias de gnero se presentan ya en el 4 curso de educacin primaria en los efectos de la constitucin corporal y la percepcin. de peso en la autoestima y la satisfaccin del cuerpo Entre las nias, la constitucin corporal y el peso percibido estn relacionados con la autoestima y la satisfaccin del cuerpo. Esta relacin no se encuentra en los varones (Dietz, 1998), los nios de 6 a 10 aos con sobrepeso son percibidos por sus pares como menos deseables como amigos. Se ha visto, que los nios tienden a atribuir comportamientos indeseables y hbitos como la pereza y la dejadez a sus compaeros con la obesidad. Esta evidencia sugiere que la relacin entre la obesidad y la autoestima puede ser consecuencia de un sesgo sistemtico y prejuicios en lugar de simplemente de aislamiento social. La relacin entre el nivel socioeconmico y la obesidad se ha encontrado, con los pobres adolescentes blancos ms del doble de probabilidades de ser obesos que los medios y la clase alta (National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion, 2004). Hay algunas pruebas de que la obesidad es un factor causal en la consecucin de un nivel socioeconmico bajo para las mujeres. En el momento en que lleguen a la edad adulta, las mujeres obesas tienen menor nivel de educacin alcanzado en comparacin con las mujeres no obesas, incluso cuando se controlan los niveles educativos y de ingresos de sus familias de origen (Dietz, 1998; Sobal & Stunkard, 1989). Tambin se han podido observar la relacin existente entre la disminucin del rendimiento matemticas y lectura de los alumnos de 69
educacin infantil y de primer grado con la obesidad en comparacin con los compaeros no obesos, sin embargo, estas diferencias se vieron ensombrecidos por las variables socioeconmicas y de comportamiento tales como la educacin de los padres y los aspectos del entorno del hogar, lo que sugiere que el sobrepeso es un. marcador, en lugar de una causa, de bajo rendimiento acadmico (Datar, Sturm, & Magnabosco, 2004). Adems, algunas de las consecuencias fsicas de la obesidad, tales como la apnea del sueo, puede provocar causar problemas de aprendizaje y memoria (National Sleep Foundation, 2004). Se atribuyen a la obesidad la disminucin del aprendizaje y de la memoria, asimismo el estigma negativo atribuido a la obesidad puede contribuir a la tendencia de las mujeres obesas a alcanzar menos educacin en comparacin con las mujeres no obesas (Dietz, 1998; Sobal & Stunkard, 1989). Caries dental Consiste en una prdida del esmalte del diente producida por los cidos de los microorganismos de la flora bucal que forma la placa bacteriana y que puede llevar a la prdida de la pieza dental afectada. Es un trastorno frecuente en los pases desarrollados. Sus efectos son por un lado estticos y por otro favorecen problemas de mala oclusin, dificultad de masticacin e infecciones que se pueden propagar hacia otras estructuras y prdida de la pieza dentaria. Para describir su prevalencia en epidemiologa se utiliza el ndice CAO que indica el nmero de dientes con caries, ausentes y con obturaciones (empastes). En los pases ricos en los que se observa una tendencia a su control debido a los controles de salud, la utilizacin de flor y la educacin para la salud, al contrario de lo que sucede en los pases en 70
desarrollo, en los que va aumentando la prevalencia (Fernndez &Arija 2000). Las bacterias presentes en la boca producen sustancias agresivas para el esmalte como resultado de la fermentacin de los hidratos de carbono formando la placa bacteriana que recubre la superficie del diente. El efecto cariognico de los hidratos de carbono se asocia con otros factores. Los hidratos de carbono simples, como la sacarosa, son los que ms favorecen la aparicin de caries tanto por su cantidad como por la frecuencia de su consumo OMS (2003). En consonancia, se seal que en los pases con mayor consumo per cpita de azcar la prevalencia de caries dental era mayor. No obstante, estamos asistiendo en estos mismos pases a una reduccin de la prevalencia, a pesar de mantenerse o, incluso, aumentar el consumo de azcar, aunque se ha sealado que el consumo total de sacarosa podra haber disminuido, sta disminucin se debe sin duda a la extensin de las medidas preventivas como el cepillado dental y la aplicacin de flor. Otros factores como la adherencia de los alimentos a los dientes, pueden aumentar su potencial cariognico. Los alimentos ricos en hidratos de carbono simples consumidos repetidamente fuera de las comidas principales como los dulces y golosinas tambin ejercen un efecto mayor. (Fernndez &Arija 2000). Otros alimentos pueden actuar como protectores por disminuir el pH de la boca, como leche, algunos quesos y frutos secos. En cambio, no hay duda de que el factor diettico con un mayor efecto anticariognico es el consumo de cantidades adecuadas de flor tanto 71
sistmico como local (OMS, 2003). Se ha constatado esta potente asociacin al comparar el contenido en flor de las aguas de bebida en diferentes comunidades con su prevalencia de caries. Los organismos sanitarios internacionales recomiendan que para prevenir la caries se suministre a la poblacin agua con un contenido en flor de 1 ppm y que, cuando esto no sea posible, se administren suplementos diarios o semanales a los nios hasta los 13 aos que es la medida ms adoptada en Espaa por las comunidades autnomas donde en la mayora de ellas se reparte el flor en los colegios. Cncer En las sociedades desarrolladas el cncer pese a la progresin de los tratamientos de los ltimos tiempos, constituye la segunda causa de muerte despus de las enfermedades cardiovasculares, siendo responsable en Espaa de 31% de las muertes en varones y del 20% en mujeres (Centro Nacional de Epidemiologa. rea de Epidemiologa Ambiental y Cncer. ISCIII, 2008). El cncer es una enfermedad que se puede prevenir en un 80-90% de los casos mediante modificaciones de los hbitos de vida. Se estima que aproximadamente un 40% de los canceres pueden ser causados por factores dietticos (Hill & Caygill, 1994; Jemal, Siegel, Ward, Murray, Xu & Thun, 2007). La evolucin del riesgo de padecer cncer en diferentes lugares del mundo se ha relacionado con los cambios en la dieta; los estudios con inmigrantes han proporcionado slidas evidencias de la relacin entre cncer y factores ambientales como la dieta que puede estimular o proteger la aparicin de cncer (Block, Patterson, & Subar, 1992; 72
Jemal, et al. 2007; Key, Schatzkin, Willett, Allen, Spencer & Travis 2004; World Cancer Research Fund, 2007). En la ltima dcada, la mortalidad por cncer en los hombres espaoles sufri un descenso medio de un 1.3% anual, cada que se pone de manifiesto en la mayora de los tumores en mayor o menor grado. Solamente los cnceres de intestino delgado, colon y recto, melanoma y pncreas sufrieron un ligero incremento de mortalidad anual (inferior al 2%). Se confirma que el cncer de pulmn en varones muestra una disminucin en nuestro pas en los ltimos 10 aos (Centro Nacional de Epidemiologa. rea de Epidemiologa Ambiental y Cncer. ISCIII, 2008). En las mujeres, durante el perodo comprendido entre los aos 1997 y 2006, la mortalidad por cncer disminuy significativamente un promedio de 1% al ao. El descenso se hace patente en la mayora de los tumores malignos, aunque destaca por su importancia el descenso de la mortalidad por cncer de mama (un 1,8% anual) y la pronunciada cada de los tumores de piel, vescula, estmago y huesos, con decrementos anuales superiores al 3%. El dato ms destacado es que, a diferencia de lo comentado en los hombres, la mortalidad por cncer de pulmn y por otros tipos de cncer vinculados al consumo de tabaco aument significativamente en las mujeres espaolas (3.12% anual para el cncer de pulmn y 0.4% y 0.8% para el cncer de cavidad bucal y faringe, y laringe, respectivamente). Tambin aument la mortalidad por cncer de pncreas (1.3%) y por melanoma (0.6%) (Cabanes, Prez, Aragons, Polln,. & Lpez, 2009; Centro Nacional de Epidemiologa. rea de Epidemiologa Ambiental y Cncer. ISCIII, 2008) 73
La dieta es el segundo factor etiolgico del cncer. Los pases del sur de Europa mostraban tradicionalmente patrones nutricionales ms saludables. Es importante concienciar a la poblacin para lograr mantener los patrones dietticos propios de la dieta mediterrnea (baja ingesta en grasas y alta ingesta de verduras y frutas). Se hace necesario luchar contra la obesidad, epidemia reconocida de los pases desarrollados, y fomentar la prctica de ejercicio fsico en la poblacin (Cabanes et al., 2009). En nuestro entorno el patrn alimentario se ha ido deteriorando con un aumento importante de la proporcin de grasa y protena. La dieta puede intervenir en diferentes momentos del proceso canceroso. Su participacin se ha comprobado a nivel de la exposicin a los agentes cancergenos, metabolizacin de estos agentes, iniciacin del proceso, promocin de la alteracin celular hasta lesin precancerosa, pero no hay constancia de su participacin en la reparacin del ADN y la progresin del tumor (Fernndez &Arija 2000). Las dietas altas en una variedad de frutas y hortalizas parecen disminuir el riesgo de cncer (Block et al., 1992; Maynard, Gunnel, Emmett, Frankel, & Davey 2003; Weisburger, 1991). Los principales factores de riesgo que se han relacionado con el desarrollo de tumores malignos en adultos, como son los hbitos de vida, o las exposiciones ocupacionales, slo actan de forma indirecta en la gnesis de los tumores infantiles, mientras que los factores genticos juegan un papel ms importante (Cabanes et al., 2009).
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Enfermedad arteriosclertica Las enfermedades vasculares ms importantes desde el punto de vista de la nutricin, por su ntima relacin con la dieta, son la cardiopata isqumica y los accidentes cerebrovasculares. Las enfermedades del aparato circulatorio son la causa de mortalidad ms frecuente en los pases industrializados. Siendo la segunda causa de aos potenciales de vida perdidos, tanto en Espaa como en el resto de pases occidentales. La causa ms frecuente de mortalidad por enfermedad cardiovascular en los varones es la cardiopata isqumica, en especial entre los varones mayores de 35 aos. En las mujeres, sin embargo, es ms frecuente el accidente cerebrovascular, siendo las mayores de 65 aos las ms afectadas (Centro Nacional de Epidemiologa. rea de Epidemiologa Ambiental y Cncer. ISCIII, 2008). En Espaa se observa una disminucin de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Esta disminucin se debe principalmente a la reduccin de la mortalidad por accidente cerebrovascular observada desde mediados de los aos setenta y, en menor medida, a la disminucin de la mortalidad por cardiopata isqumica (Centro Nacional de Epidemiologa. rea de enfermedades Cardiovasculares. ISCIII, 2002). Las enfermedades cardiovasculares estn asociadas a numerosos factores de riesgo (endgenos o ligados al estilo de vida) 75
que modifican la probabilidad de padecerlas. Los factores de riesgo mayores son la hipercolesterolemia, la HTA y el tabaquismo. Otros factores de riesgo importantes son la obesidad, la diabetes, la realizacin de poco ejercicio fsico y la predisposicin gentica. En general, las concentraciones de colesterol en sangre dependen de la interaccin entre la ingesta diettica y la respuesta metablica individual a esta dieta como propuso el profesor Grande Covin (1979). Las ingestas abundantes de grasas, sobre todo saturadas, aumentan las concentraciones medias de colesterol srico, y los cidos grasos insaturados ejercen un efecto inverso (Keys, Anderson, & Grande, 1957). Se ha encontrado una relacin directa entre la ingesta de cidos grasos saturados, las concentraciones de colesterolemia y la mortalidad por cardiopata isqumica en varones de 40-59 aos. Los factores dietticos, adems de intervenir en la concentracin de las diferentes lipoprotenas en la sangre, actan potenciando o evitando la oxidacin de estas lipoprotenas y activando o inhibiendo la agregacin plaquetaria y la trombosis, que son los mecanismos implicados en la etiologa de la arteriosclerosis. (Fernndez &Arija 2000) El consumo excesivo de energa aumenta las lipoprotenas de muy baja densidad (VLDL), que son las que contribuyen al depsito de colesterol en las arterias y de los triglicridos; as mismo disminuye las lipoprotenas de alta densidad (HDL) que son las que facilitan la eliminacin de colesterol. Tambin la ingesta energtica excesiva puede provocar obesidad y es sobre todo durante la ganancia de peso cuando aumentan el colesterol total, la presin arterial (PA) y la resistencia a la insulina. El exceso de peso acta como un predictor independiente y a 76
largo plazo de la incidencia de enfermedad coronaria. Por otra parte, la acumulacin de tejido adiposo abdominal en obesos y en no obesos se relaciona directamente con las concentraciones de colesterol y otros factores de riesgo cardiovascular, como la PA. Por tanto, mantener un peso adecuado, debera ser un objetivo fundamental de salud. (Fernndez &Arija 2000). Se recomienda una alimentacin rica en vitaminas y minerales antioxidantes, aunque como refleja Varela (1999) las cantidades de vitamina E necesarias para un efecto cardioprotector demostrado entran en el rango farmacolgico, alejndose del criterio nutricional para el que se han establecido las ingestas recomendadas, teniendo en cuenta que se trata en el caso del ms investigado (la vitamina E) de un micronutriente liposoluble con capacidad potencial de toxicidad, limitndose la recomendacin a la dieta y no a los aportes extras. Otros factores dietticos que intervienen en las concentraciones lipdicas y en la agregacin plaquetaria, aunque con menor efecto que los cidos grasos, son los hidratos de carbono, la fibra hidrosoluble, las protenas animales y el alcohol. Segn la OMS (2003) la actividad fsica regular, el consumo de cido linoleico, pescado y aceites de pescado (EPA y DHA), verduras y frutas (bayas incluidas), potasio, consumo de bajo a moderado de alcohol (en la cardiopata coronaria) tienen una relacin convincente con un menor riesgo; y el consumo de cidos mirstico y palmtico, cidos grasos trans ingesta elevada de sodio, exceso de peso e ingesta elevada de alcohol (en el accidente cerebrovascular) as como el 77
colesterol en la dieta tienen una relacin convincente con un mayor riesgo. Como prevencin primaria (sobre la poblacin general) la intervencin diettica es eficaz para disminuir el colesterol en sangre y la mortalidad por enfermedades vasculares, mientras que la intervencin con frmacos no es efectiva, ya que el beneficio global es dudoso. Sin embargo, en prevencin secundaria (sobre individuos enfermos) son efectivas tanto las medidas dietticas como las farmacolgicas. La prevencin comunitaria tiene el objetivo de promocionar los estilos de vida saludables para disminuir los factores que aumentan el riesgo y potenciar los protectores. Sobre los estilos de vida, los objetivos principales son la dieta cardiosaludable junto con la supresin del hbito tabquico y la actividad fsica regular. Para conseguir estos objetivos es necesario el soporte poltico, corporativo, sanitario y financiero. (Fernndez &Arija 2000) Un ejemplo de la utilidad de estas medidas, en EE.UU. la modificacin de los hbitos alimentarios en la poblacin, consiguiendo la reduccin del consumo de cidos grasos saturados, conjuntamente con la lucha contra el tabaco, han conseguido reducir la incidencia de cardiopata isqumica (American Heart Association, Lichtenstein, & Appel, 2006). Hipertensin arterial Se define como una elevacin crnica de la tensin arterial sistlica y/o diastlica. Las cifras de presin arterial (en adelante PA) suelen aumentar con la edad (Farreras & Rozman, 2008). 78
Quizs el factor nutricional ms constantemente relacionado con las cifras de PA es el sobrepeso. El incremento de peso entre los 30 y los 50 aos se asocia con un aumento de la PA y la prdida de peso en obesos con una reduccin de sta. Tambin el patrn de distribucin de los depsitos de grasa corporal se ha asociado con el riesgo de hipertensin arterial, siendo la distribucin abdominal la de mayor riesgo (Dietz, 1998; Wabitsch, Hauner, Heinze, Muche, Bockmann, Parthon et al., 1994). El consumo de sodio y potasio y la excrecin urinaria de sodio se relacionan con valores de PA. Parece probable que un mayor consumo de sodio favorece una PA ms alta y se ha invocado a que la proporcin en la dieta de sodio, potasio puede modificar los valores de PA as como la obesidad (Farreras & Rozman, 2008). Una dieta con mayor relacin entre cidos grasos poliinsaturados/cidos grasos saturados se ha relacionado con una moderada reduccin del riesgo de padecer hipertensin arterial en los consumidores de dietas ricas en sal. La presin arterial elevada en la infancia es uno de los predictores ms fuertes de los adultos de la presin arterial alta (Dietz, 1998).
DISCUSIN Y CONCLUSIONES En este captulo hemos visto como aparece y se desarrolla el concepto de calidad de vida desde la sociologa, el psicoanlisis y la antropologa; pero es el ministro de Sanidad canadiense Lalonde (1974) el que relanza el concepto al analizar los determinantes de la 79
salud observando la gran importancia del estilo de vida. Entre las diversas definiciones de estilo de vida, hemos elegido la de RodrguezMarn & Garca (1995) que define el estilo de vida saludable como un conjunto de patrones conductuales o hbitos que guardan una estrecha relacin con la salud. Por patrones conductuales entendemos formas recurrentes de comportamiento que se ejecutan de forma estructurada, y que se pueden entender como hbito cuando constituyen el modo habitual de responder a diferentes situaciones; estos hbitos se aprenden a lo largo del proceso de socializacin del individuo y una vez adquiridos son difciles de modificar. Es por tanto, en el proceso de socializacin y en la etapa escolar donde se puede intervenir mejor para que estos hbitos que se adquieran sean saludables e intentar suprimir o disminuir los que no sean sanos. En este estilo de vida tienen importancia primordial los hbitos alimentarios. Este estilo de vida puede ser modificado a travs de la educacin para la salud. La alimentacin como hbito, tiene dos caractersticas importantes, por un lado que es voluntaria y por otro que es educable, lo cual tiene una importancia excepcional a la hora de abordar estos problemas, pues no son algo inmvil sino algo a lo que se puede influir desde diferentes mbitos, uno de ellos, de los ms importantes, es sin duda desde el campo de la educacin para la salud en la escuela. Hemos descrito adems lo que entendemos por ingestas recomendadas, que nos servirn de patrn para saber lo que deben comer los escolares de nuestro estudio; asimismo hemos visto como se establecen estas ingestas recomendadas que hablan de nutrientes y de algo mucho ms importante para nuestro estudio, las guas alimentarias (Aranceta et al, 2001) que traducen los nutrientes a raciones de alimentos mucho ms fciles de emplear, tanto para el establecimiento de objetivos como para la recogida de datos y para la 80
evaluacin de los dos estudios de los que consta esta tesis. Por un lado en el estudio descriptivo vamos a saber lo que comen los estudiantes leoneses pudindolo comparar con otras poblaciones y con otro tiempo para la misma poblacin. Por otro lado vamos a poder ver la eficacia de las intervenciones planteadas con otros estudios, utilizando precisamente esas guas alimentarias. Por ltimo hemos visto que para aumentar el nivel de salud y evitar en lo posible las enfermedades es clave el consumo alimentario, pues muchas enfermedades, las ms frecuentes en nuestro medio estn relacionadas con la alimentacin. As hemos visto como las enfermedades cardiovasculares se relacionan con la obesidad, el alto consumo de grasas animales y el bajo consumo de fruta; los cnceres con el exceso de consumo de grasas y el escaso de fruta y verdura; la hipertensin con el bajo consumo de fruta y verdura as como con el alto contenido de sal, y la caries con el elevado consumo de dulces y golosinas. Por tanto vemos como actuando sobre un componente del estilo de vida que es la alimentacin, actuando desde la enfermera escolar, que describimos en el captulo 1, en el campo educativo podemos mejorar la salud de nuestros escolares y sobre todo evitar complicaciones a largo plazo.
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A lo largo de este captulo vamos a mostrar cmo ha evolucionando el concepto de salud, por un lado gracias a los avances tecnolgicos, pero fundamentalmente, veremos como se produce esta evolucin con las ideas preponderantes en cada momento. Conjuntamente con el concepto de salud va evolucionando el de educacin para la salud. Seguidamente, y de forma sintetizada se presentan tanto los modelos tericos de la educacin para la salud como los modelos de instruccin ella. Asimismo se dedica un apartado del captulo para describir los aspectos relacionados con la alimentacin dentro de la educacin para la salud.
CONCEPTO DE SALUD Evolucin conceptual El concepto de salud hasta mediados del siglo XX era de carcter negativo, y es a partir de entonces cuando se empieza a definir la salud en sentido positivo (Glvez, 2009). As la Organizacin 83
Mundial de la Salud en 1946, define la salud como un estado de bienestar completo, fsico, psquico y social y no solamente ausencia de enfermedad o de invalidez; no obstante desde los aos cincuenta se critican algunos aspectos de esta definicin dado que equipara bienestar a salud, lo que es utpico y no es del todo exacto, pues rara vez o nunca se alcanza el completo bienestar fsico, mental y social; asimismo, es una definicin esttica adems de subjetiva, ya que no puede medirse de forma objetiva (Piedrola, 2009). A partir de estas crticas se buscan otras definiciones, as en la dcada del 70, Terris (1975) propone una nueva definicin: la salud es un estado de bienestar fsico, mental y social, con capacidad de funcionamiento y no nicamente como la ausencia de malestar o enfermedad. De este modo Terris introduce un aspecto subjetivo de sentirse bien y un aspecto objetivo de capacidad funcional, elimina la palabra completo aduciendo, correctamente a nuestro juicio, que la salud no es un absoluto sino que hay distintos grados de salud, y separa el trmino enfermedad y el de malestar, ya que es posible que coexista el sentirse bien y la enfermedad. El avance conceptual que supone la propuesta de Terris, requiere la exclusin de la idea de estado, puesto que se opone a la visin dinmica y cambiante que tiene el flujo de la vida, y por tanto de la salud, mientras que, por el contrario, es coincidente con la visin mecanicista y reduccionista tan caracterstica con la concepcin hegemnica de la medicina tradicional. Tenemos, en consecuencia, que entender la salud, no como un estado, sino como un proceso complejo y dialctico; biolgico y social; singular e interdependiente; alejado del equilibrio pero con cierto grado de estabilidad como consecuencia de mecanismos de adaptacin y relaciones dinmicas, ecolgicas, culturales, polticas, econmicas, vitales e histricas propias, en donde existe libertad de eleccin, es decir, la autodeterminacin del propio 84
individuo. La enfermedad, asimismo, no es lo contrario de la salud, sino parte del devenir vital: un proceso auto-organizativo destructivo que convierte al ser humano en enfermo, en su recorrido vital y teleolgico. La enfermedad es un proceso biolgico tan antiguo como la vida porque es un atributo de la vida misma, dado que los organismos vivos son entidades lbiles en un proceso continuo de evolucin y de cambio. La salud y la enfermedad son parte de esta inestabilidad que todo lo penetra. Desde el supuesto de que la salud y la enfermedad son conceptos en evolucin, fruto de construcciones sociales, tenemos que examinar la salud en una doble direccin: como un derecho social fundamental y como un bien intrnseco patrimonio de todos los seres humanos. El proceso salud-enfermedad no es nicamente un proceso biolgico individual. La salud es el resultado de la interaccin permanente de factores genticos, sociales, culturales y, en una pequea proporcin, de los servicios sanitarios. Lalonde (1974) estudi la importancia relativa de los diferentes determinantes de salud en la reduccin de la mortalidad: La biologa humana (herencia gentica y envejecimiento). El medio ambiente (contaminacin fsica, qumica, biolgica, cultural, psicolgica y social). El estilo de vida (conductas saludables). El sistema de asistencia sanitaria. 85
No obstante, el medio ambiente y el estilo de vida que propone Lalonde en ocasiones son difcilmente separables (Piedrola, 2009). De este modo, Piedrola define el estilo de vida o los hbitos de salud como los comportamientos que actan negativamente sobre la salud a los que el hombre se expone voluntariamente y sobre los que podra ejercer un mecanismo de control, siendo ste el determinante que ms influencia tiene sobre la salud. Los comportamientos ms importantes serian: El consumo de drogas. El sedentarismo y la falta de ejercicio. La mala alimentacin. Las situaciones psquicas entre las que se incluye el stress, la violencia, las conductas sexuales y la conduccin. Posteriormente Dever (1976) comprob la falta de correspondencia entre los determinantes de salud establecidos por Lalonde y la distribucin de recursos. Este enfoque ecolgico de la salud intenta abordar los problemas desde una perspectiva ms amplia y representa un cambio cualitativo importante, que permite orientar la accin sanitaria en trminos individuales, comunitarios y ambientales. El anlisis de situacin de salud trata de obtener informacin sobre todos los factores que constituyen el ambiente humano, con el fin de identificar los problemas de salud de una comunidad. El trmino problema de salud supera el mbito clnico y debe entenderse como cualquier problema que se produce en la comunidad 86
con consecuencias, tanto para la propia salud como de carcter social y econmico. Desarrollando estas ideas, la salud no puede definirse como un estado esttico y absoluto, sino como un fenmeno psico-biolgico y social dinmico, relativo y muy variable en la especie humana (San Martn, 1982). Corresponde a un estado ecolgico social dinmico, de equilibrio y de adaptacin de todas las posibilidades del organismo humano frente a la complejidad del ambiente social. En este concepto de salud hay tres aspectos a considerar: un componente subjetivo, el bienestar; otro objetivo, la capacidad para la funcin; y un tercero de tipo psico-social, la adaptacin social del individuo. Este enfoque ecolgico de la salud representa un cambio cualitativo importante, que permite orientar la accin sanitaria en trminos individuales, comunitarios y ambientales. En 1978, dos organizaciones dependientes de la ONU, la OMS y UNICEF celebraron un congreso conjunto en Alma Ata (Kazajstn, antigua Unin Sovitica), apoyada por delegados gubernamentales de 134 pases, en donde la salud fue asumida como un derecho humano del que todos somos titulares. La Declaracin de Alma Ata y su eslogan salud para todos en el ao 2000 ha sido una referencia para el desarrollo posterior de la salud pblica, as como el concepto de Atencin Primaria Integral ha sido una de las claves para mejorar los sistemas de salud en muchos pases. En la declaracin de Alma Ata (OMS, 1978) se recogieron dos grandes objetivos, la prevencin y la promocin propuestos en el Informe Lalonde (1974): el pueblo tiene el derecho y el deber de participar 87
individual y colectivamente en la planificacin y aplicacin de su atencin en salud; siendo la estrategia clave para desarrollar estas polticas la ya mencionada atencin primaria integral, la cual consiste en la prestacin a toda la poblacin de un conjunto de servicios indispensables para su salud, con la intervencin activa de la comunidad y la vinculacin cooperativa de otros sectores sociales (no solo sanitarios). Asimismo, en la declaracin de Alma Ata (1978) cabe destacar los siguientes aspectos esenciales: El derecho a la salud requiere la accin colectiva y su garanta es responsabilidad de los gobiernos. La importancia de la participacin popular en salud como derecho y como responsabilidad. La trascendencia de la atencin primaria en la prevencin, promocin, curacin y rehabilitacin. Lograr salud requiere el esfuerzo coordinado de todos los sectores implicados. El rechazo de las desigualdades en salud, especialmente entre pases ricos y pobres. La importancia de la paz y el desarme como fuente de salud y desarrollo. La declaracin de Alma Ata (1978), por primera vez, expresa la conviccin de que las soluciones tcnicas son insuficientes y que el desarrollo econmico y social est ntimamente asociado a la salud, defiendo la participacin colectiva en salud en oposicin al 88
individualismo y el consumismo. La consigna de la declaracin a travs de su eslogan salud para todos en el ao 2000 era una meta social y poltica pero, sobre todo, una llamada para la participacin ciudadana en su salud. Su significado, sin embargo, ha sido mal entendido, tomando solamente el concepto simple de programacin, que es ms bien tcnico en vez de social, y ms burocrtico que poltico (Tejara de Rivero, 2003). No obstante, en la declaracin de Alma Ata (1978) tambin hay omisiones importantes; por ejemplo no hay referencias sobre salud ambiental y desarrollo sostenible, ni tampoco sobre la necesidad de cambiar las conductas para promover salud. En 1986, esta transformacin conceptual alcanz su culminacin en la Primera Conferencia Internacional sobre Promocin de la Salud patrocinada en Canad por la OMS con asistencia de 112 delegados de 38 pases. La conferencia elabor un documento titulado Carta de Ottawa (OMS, 1986a) que estableci cinco puntos nucleares para definir la Promocin de la Salud: 1. La necesidad de construir estrategias pblicas saludables sustentadas en el fomento y la coordinacin de las polticas del sector pblico de modo que todas contribuyan al logro de la salud universal. 2. La conformacin de entornos saludables. 3. La participacin de la poblacin y el apoyo a las acciones colectivas, siendo fundamental dotar a los ciudadanos de habilidades personales para facilitar la participacin. 89
4. La capacitacin de las personas para el autocuidado de su salud y el fomento de la ayuda mutua. 5. La necesidad de reorientar los servicios de salud hacia la comunidad. En esta lnea, la promocin de la salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma. De este modo, la promocin trasciende a la idea de formas de vida sanas para incluir las condiciones y los requisitos para la salud: paz, vivienda, educacin, alimentacin, renta, un ecosistema estable, recursos sostenibles, justicia social y equidad. Hay quien defiende que las definiciones de salud son incompletas dado que creen que es imposible aprehender en una definicin algo tan complejo como es una cualidad de la vida, la salud sera un estado vital, condicionado por una serie de factores, biolgicos, fsicos, mentales, culturales y sociales que hacen difcil su ubicacin y requieren ayuda de mltiples disciplinas acadmicas para su estudio (Consejera de Cultura y Bienestar Social, 1990). Igualmente sealan que los factores sociales entendidos como diferencias sociales, econmicas y culturales condicionan los determinantes de salud y hacen que la salud se distribuya desigualmente entre la poblacin, siendo necesario actuar sobre los factores sociales negativos antes de actuar sobre los determinantes de salud (Consejera de Cultura y Bienestar Social, 1990). De este modo, el anlisis de situacin es una parte imprescindible de cualquier proceso de planificacin y programacin sanitaria, cuyo desarrollo ha de permitir mejorar el nivel de salud de la 90
poblacin mediante acciones programadas dirigidas a solucionar los problemas detectados (Argimn & Grifell, 1999). La informacin que se recoge debe permitir: Definir la magnitud del problema y su repercusin social. Identificar los factores causales o condicionantes. Analizar las relaciones existentes entre el nivel de salud y los factores condicionantes con el fin de reconocer las posibles intervenciones para controlar el problema. La salud es uno de los valores de nuestra sociedad recogida como derecho en el artculo 43 de la Constitucin Espaola y en el artculo13 del Estatuto de Autonoma de Castilla y Len, en el que se recoge as mismo el derecho a la educacin; siendo su mejora y mantenimiento uno de los objetivos ms importantes de nuestras instituciones y una de las preocupaciones de nuestros ciudadanos. En esta lnea y desde el mbito educativo Landeras y Mndez (2006) definen salud no slo como la ausencia de enfermedad fsica o psquica, sino tambin como todo un conjunto de actitudes y capacidades que son objeto de la educacin y previenen, debidamente desarrolladas, tanto accidentes corporales, como desajustes de la personalidad, y que adquieren todo su significado en relacin con la autoestima de los individuos, su autonoma y su capacidad de toma de decisiones. Esta concepcin Humanista y comunitaria de Salud, pronto encontr crticas fundamentalmente desde el campo econmico, que hicieron que no se consiguieran los objetivos de Alma Ata. 91
Nada ms terminada la conferencia de Alma Ata (1978), ya se empezaron a elaborar propuestas de signo contrario. La ms importante negaba la visin integral de la atencin primaria, proponiendo una alternativa selectiva que intentaba anular el compromiso comunitario (empowerment) y social para volver al marco mdico (professional control) y a las soluciones tcnicas. La perspectiva selectiva, que tambin deja la puerta abierta a las privatizaciones de los servicios sanitarios, es, en suma, una reinterpretacin de la Atencin Primaria como el primer nivel asistencial, excluyendo la promocin de la salud y la participacin de la comunidad, y manteniendo el carcter elitista, autoritario y biologicista de los servicios sanitarios. La declaracin de Alma Ata (1978) se desarroll en un ambiente hostil, poltica y econmicamente, constreida por los Programas de Ajuste Estructural del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que recortaron los sistemas pblicos de salud y, ms an, que destinaron mayoritariamente el poco dinero restante en atender gastos de carcter curativo y por otro lado patrocinada por un mundo que se desmoronaba Alma Ata se encontraba en la antigua Repblica Socialista Sovitica de Kazajistn. En los aos 90, un hecho de crucial importancia fue la perdida, por parte de la OMS, del liderazgo de la salud a manos del Banco Mundial, de este modo propona inversiones en salud con soluciones verticales, focalizadas en enfermedades, totalmente ajenas al espritu de Alma Ata (World Bank, 1993). La consolidacin de la perspectiva neoliberal de la globalizacin de la salud ha sido muy negativa y de indudable trascendencia. La tecnologa mdica, en crecimiento geomtrico, est disponible para las 92
personas ricas de los pases ricos, y la industria muestra poco inters por las enfermedades que afectan a la gente pobre, as las enfermedades no rentables se quedan sin tratamiento, como la malaria despus que el Dr Patarroyo donara su patente en 2003 a la OMS y est no se ha comercializado por su falta de rentabilidad. Hay una creciente mercantilizacin de la salud y de la enfermedad, y los costes sanitarios son cada da mayores por la incesante expansin del mercado y de las tecnologas. La conclusin a la que se puede llegar con respecto al ideal de salud para todos es que se ha transformado en un empeoramiento de la salud en el mundo pobre y en un consumismo tecnolgico y sanitario en el mundo rico. Las grandes esperanzas depositadas en Ottawa (1986a) y Alma Ata (1978) se han visto incumplidas, por lo que cabe preguntarse por qu fracasaron tantas buenas intenciones. Las explicaciones son probablemente varias, pero, entre ellas, las que tienen mayor significacin son siguiendo a Ponte (2008): En primer lugar la hegemona biomdica, es decir, la medicina oficial acepta la dimensin social de la salud slo de forma retrica o acadmica. De hecho, ha trabajado en otra direccin: estudiando los microorganismos, la gentica y los condicionantes conductuales individuales aislados de su contexto social. El modelo biomdico se centra en la ideologa del liberalismo econmico; entendiendo que la salud y la enfermedad son problemas individuales (no colectivos) de una maquinaria biolgica (mecanicista) que se puede reparar (curacin) de manera fragmentaria (reduccionista) que transfiere todo el protagonismo a las elites profesionales y a la alta tecnologa. 93
En segundo lugar, el proceso de privatizacin de la salud. Con la globalizacin, los sistemas curativos pblicos estn sometidos al asedio de la privatizacin, pese a que sus resultados asistenciales han sido satisfactorios, tienen defectos innegables: han disparado los costes, hay demasiada especializacin, dependencia de la tecnologa, invasin farmacutica, etc. todos estos problemas que no son inherentes a su condicin de pblicos, sino a la hegemona del modelo biomdico y a la economa de neoliberal cuyo objetivo es extender los negocios a los servicios y seguros sanitarios. La medicalizacin de la salud es un efecto directo de la globalizacin. Una estrategia derrochadora que sube incesantemente el porcentaje sanitario del PIB. Y en tercer lugar, la naturaleza misma de las polticas de promocin de la salud, es otra de las explicaciones. Sus propuestas se dirigen hacia la transformacin de las estructuras sociales, lo que ha resultado inaceptable para los poderes econmicos y polticos por su inequvoco contenido de renovacin social. Pero estos planteamientos tienen precisamente en la economa su punto dbil, pues al final se gastan ingentes cantidades de dinero (el 15,3% del PIB de USA en 2006), para conseguir unos pobres resultados de salud, ocupando el lugar 24 en el estudio sobre los sistemas de salud de 191 pases miembros de la de la Organizacin mundial de la Salud (WHO, 2000). Se trata de dos modelos de sociedad diferentes, ambos en crisis, por un lado el modelo estadounidense liberal e individualista, con sus xitos econmicos y sus desigualdades sociales, y por otro el estado del bienestar europeo y canadiense con una crisis econmica que amenaza con socavar este estado del bienestar. Otro punto a tener en cuenta es 94
el desarrollo de los pases emergentes con pocos derechos laborales y bajsimos costos que desequilibran el antiguo orden mundial. La transicin del paradigma del industrialismo, caracterizado por la fbrica, la gran empresa, la burocracia, los servicios centralizados o la urbanizacin a gran escala, al postindustrialismo (Castells, 2001) donde se ha producido una transicin econmica, que reestructura la sociedad entera, desde una economa basada en la industria a otra basada en los servicios, una preponderancia del capital global (globalizacin) y una privatizacin masiva, as como un desarrollo y utilizacin de las tecnologas de la informacin y la comunicacin ha representado el rejuvenecimiento del sistema econmico y la conformacin de una nueva estructura social. Como es lgico, el auge de las polticas neoliberales ha tenido un gran impacto sobre todos los sectores de la sociedad, tambin sobre la salud y los sistemas sanitarios, que han experimentado las consecuencias de la consolidacin del denominado modelo biomdico y de la mercantilizacin acelerada de la salud, y, en esa medida, la negacin de Alma Ata (1978) y Ottawa (1986a). Los postulados de salud para todos siguen plenamente vigentes, como prueba el que, adentrados en el siglo XXI, sigamos constatando que la realidad biolgica contina ntimamente vinculada a la realidad social. Es la estructura social la que determina los patrones de enfermedad, como muestran, por ejemplo, las epidemias del SIDA o de la diabetes. Ligadas a la estructura social y agroalimentaria.
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Cabe destacar que, dentro de las tendencias negativas de las polticas de salud, hay interesantes fenmenos en sentido contrario, como: La Carta de Bangkok (OMS, 2005) para el Fomento de la Salud en un Mundo Globalizado, donde se consensuan las futuras tendencias de la promocin de la salud. El documento afirma que las polticas y alianzas destinadas al empowerment de las comunidades y mejorar la salud y la igualdad en materia de salud, deben ocupar un lugar central en el desarrollo mundial y nacional. Entre los factores que tienen hoy una influencia crtica en la salud estn: las desigualdades crecientes en los pases y entre ellos, las nuevas formas de consumo y comunicacin, las medidas de comercializacin, los cambios ambientales mundiales, y la urbanizacin. La Comisin sobre los determinantes sociales de la salud (OMS, 2005). El Programa Global de Ciudades Saludables, promovido en base a las propuestas de Ottawa (1986a), aunque desafortunadamente nunca ha tenido suficiente respaldo poltico o financiero. La reforma de la sanidad de Obama de marzo del 2010 que despus de aos de intentos supone una extensin de la sanidad a todos los estadounidenses. La globalizacin brinda nuevas oportunidades para mejorar la salud y disminuir los riesgos transnacionales que la amenazan. Estas oportunidades comprenden: los avances de las tecnologas de la 96
informacin y las comunicaciones, as como mecanismos para la gobernabilidad mundial y el intercambio de experiencias. Es necesaria una reflexin ms all de la medicina y de la salud, que permita repensar nuestra propia prctica y postulados epistemolgicos, en un mundo cada vez ms interdependiente y globalizado. Cuestionar el papel y el poder de la medicina actual, se inscribe en un marco mucho ms amplio que tambin cuestiona la divisin social del trabajo, la crisis del medioambiente, lo que entendemos por desarrollo, o la supremaca epistemolgica del racionalismo cientfico. La crisis de la salud, pues, est estrechamente ligada a la crisis social, sobrepasa sus componentes econmicos y polticos, y se incluye en el mbito de la cultura, la filosofa, la tica y los valores.
EDUCACIN PARA LA SALUD La educacin para la salud es entendida como la preparacin sistemtica del individuo para conocer tanto su organismo y su fisiologa desde el punto de vista fsico-mental, como su ambiente de vida desde el punto de vista ecolgico y social; todo ello con el objetivo de saber vivir en salud y obtener una relativa independencia o autonoma del individuo y de la poblacin organizada para la prevencin de la enfermedad y la proteccin de la salud (San Martn, 1982). De este modo, la educacin para la salud incluye informacin, pero este no es su objetivo final sino crear hbitos sanos, favorecer actitudes positivas para la salud, inculcar conocimientos, estimular 97
conductas que mejoren y aumenten la salud, deshacer errores y creencias contrarias a una conducta saludable y potenciar experiencias educacionales que puedan influir en la mejora del bienestar individual y de la colectividad a la que pertenece el individuo (Consejera de Cultura y Bienestar Social, 1990). La OMS (2003) defini el trmino educacin para la salud como cualquier combinacin de actividades de informacin y educacin que conduzca a una situacin en la que las personas deseen estar sanas, sepan cmo alcanzar la salud, hagan lo que puedan individual y colectivamente para mantenerla y busquen ayuda cuando la necesiten. Con esta finalidad se ha identificado la educacin sanitaria como uno de los principales instrumentos de la promocin de la salud y de la accin preventiva (Modolo, 1983; Trilla, Planas & Espluga, 2008). De este modo se convierte la educacin sanitaria, por una parte en el instrumento que ayuda al individuo a adquirir un conocimiento cientfico sobre los problemas y los comportamientos tiles para alcanzar el objetivo de salud; y por otra parte un proceso de comunicacin interpersonal dirigido a proporcionar las informaciones necesarias para un examen crtico de los problemas de salud y a responsabilizar a los individuos y a los grupos sociales en las decisiones relacionadas con los comportamientos que tienen efectos directos o indirectos sobre la salud fsica y psquica, tanto individual como colectiva. La OMS en la declaracin de Alma Ata (1978) afirma que la educacin sanitaria desempea un papel importante; as las actividades educativas en atencin primaria deben centrarse tanto en aumentar la capacidad de los individuos y la comunidad para participar en la accin sanitaria, como en la corresponsabilidad en materia de salud y en fomentar un comportamiento higinico, principalmente en materia de 98
salud de la familia, nutricin, higiene del medio, estilos de vida sanos y prevencin y lucha contra las enfermedades. De este modo, la educacin sanitaria pretende mediatizar el comportamiento a favor de la salud de todos, de forma que pase a formar parte de la cultura y se difunda a travs de las generaciones (Vaquero, 1986). Con posterioridad la educacin para la salud ha ido cobrando mayor importancia, en todos los mbitos, y en particular en el contexto escolar, lo que ha permitido redefinirla de forma ms genrica como cualquier esfuerzo por proporcionar informacin y conocimientos relativos al mantenimiento y promocin de la salud (Consejera de Bienestar Social, 1993); as este proceso estara formado por al menos los siguientes aspectos: Aportar informacin y conocimientos que den lugar a un cambio de actitudes y comportamientos. Aportar recursos y habilidades para que las personas mantengan comportamientos y elaboren hbitos saludables. Construir un medio ambiente favorable a un comportamiento saludable. Implicar a los individuos y a la comunidad en el mantenimiento de su salud tanto en la planificacin como en la gestin y la evaluacin de las acciones sanitarias. Estar dirigida tanto a personas sanas como enfermas.
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De este modo la educacin para la salud debe impregnar toda la curricula escolar de actuaciones que promuevan la salud, y para ello deben introducirse en las diversas reas de conocimiento suficientes hechos, conceptos y principios que permitan discriminar lo salubre de lo insalubre en nuestra realidad prxima, as como ofrecer suficientes procedimientos, habilidades y destrezas para mantenerse saludable y/o mejorar esa realidad, adems de garantizar la interiorizacin de normas de salud, aprecio de valores de vida y manifestacin de actitudes saludables que permitan la presencia de un ambiente sano en nuestra accin educativa (Landeras & Mendez, 2006). En esta lnea, el objetivo fundamental para una comunidad educativa sera promocionar la salud como un valor apreciado por los estudiantes, de forma que adquieran hbitos y costumbres para su bienestar fsico y mental y el de su entorno social. Esta caracterstica social de la salud es una llamada a descubrir que la salud es una tarea de todos, y a todos nos implica, ya que no es posible mantener individuos saludables en sociedades insalubres (Landeras & Mendez, 2006). Modelos tericos de Educacin Para la Salud En el campo de la aplicacin de la educacin sanitaria existen distintos modelos, surgidos todos ellos en funcin de los cambios de pensamiento, de la realidad social, de los avances tecnolgicos y cientficos, etc. (Trilla, et al. 2008). Estos modelos reflejan la tendencia dominante en salud en cada periodo histrico, pero a la vez coexisten , como hemos visto que coexisten los distintos paradigmas de salud.
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Modelobiomdico,asistencialotradicional Este modelo est basado en la integracin de los hallazgos clnicos con los datos de laboratorio y los descubrimientos de la anatoma patolgica. Con este modelo se cre una estructura para examinar, clasificar y tratar las enfermedades. Desde esta orientacin, bsicamente patologista, es la enfermedad la que suele estar en el centro de la escena y es la razn del encuentro entre profesional y paciente, es decir, se define la salud como ausencia de enfermedad, por tanto tiene una orientacin curativa y busca la objetividad. As el mundo se divide entre sanos y enfermos, entendindose por enfermedad aquello que el mdico pueda reconocer, demostrar y clasificar por procedimientos basados en el mtodo que busca un diagnstico biolgico, separando la mente de la que se ocupa psiquiatras y psiclogos del cuerpo al que se divide en partes que corresponden a especialidades; el tratamiento es externo al paciente que debe ser pasivo y sin responsabilidad en sus problemas y en sus soluciones (Ceitlin & Gmez, 1997). En este modelo, se utiliza para la educacin sanitaria estrategias del modelo biomdico que acabamos de describir. El sanitario se sita en el papel de experto, diagnstica a partir de las necesidades individuales y/o comunitarias, prescribe el tratamiento informativo necesario informando al usuario, que tiene poca capacidad para decidir en relacin con su salud. La poblacin diana es exclusivamente la demandante y, por tanto, la comunidad contina delegando en los sanitarios la 101
responsabilidad del cuidado de su salud, recibiendo la informacin solamente las personas que acuden al sistema sanitario. La informacin es bsicamente unidireccional, del sanitario (fundamentalmente el mdico) a los pacientes.
Modelobiopsicosocial Engel (1977) justific la necesidad de introducir el modelo biopsicosocial como un nuevo modelo de enfermedad menos reduccionista y ms comprensivo que el modelo biomdico, tomando como fundamento la necesidad de comprender los fenmenos relativos a la enfermedad humana desde tres registros distintos: el biolgico, el psquico y el social. Este modelo muestra un mayor rendimiento explicativo que el modelo biomdico, que opera en el nico registro de lo biolgico, y su prolongacin el psicosomtico, que aade el registro de lo psquico al de lo biolgico. El enfermar adquiere sentido en funcin de la vida de la persona. Las barreras entre salud y enfermedad no son tan claras, la salud es un proceso multidimensional en el cual permanentemente interactan distintos sistemas biolgicos, psicolgicos, sociales, culturales, familiares y ambientales; esto permite que la enfermedad deje de ser solamente alteracin bioqumica o fsica, pudiendo ser tambin insatisfaccin en las relaciones, emociones o afectos inadecuadamente elaborados como el dolor psquico. La medicina est adherida a un modelo conceptual de enfermedad que ya no es adecuado para las nuevas tareas y responsabilidades que se demandan al profesional tanto en lo social, 102
como en lo preventivo, cambios de estilo de vida, cuidado de la calidad de vida, atencin de la enfermedad crnica y de la muerte. La funcin del profesional es cuidar la salud. El profesional debe actuar como facilitador, de este modo el rol del profesional se ampla cuando su tarea tambin implica la promocin activa de la salud a lo largo de la vida de las familias, educa facilitando que las personas asuman la responsabilidad que les corresponde en el cuidado y conservacin de su salud. La transicin de un modelo biomdico a uno biopsicosocial no es simplemente una cuestin legislativa, ni slo la aplicacin prctica de descubrir nuevos hechos y aplicar nuevos procedimientos. Es un proceso gradual de cambio a una manera diferente de pensar, contextual, no lineal, recursiva, que sistemticamente incluya tanto al observador como lo que es observado. Este desafo implica mltiples niveles de cambio en la educacin mdica; en esta evolucin, y desde el punto de vista de la educacin para la salud, se definen dos submodelos: el preventivo o crtico y el comunitario
Modelopreventivoocrtico El modelo preventivo, adems de la cobertura asistencial del modelo anterior, incorpora nuevos conceptos como la prevencin en los grupos de riesgo, la influencia de factores sociales, ambientales, biolgicos y de estilos de vida; al tiempo que integra nuevos profesionales, como los trabajadores sociales. (Trilla et al., 2008).
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La poblacin diana es la comunidad, los programas siguen siendo diseados por los sanitarios, aunque teniendo en cuenta la aceptabilidad de las intervenciones por parte de los usuarios. La comunicacin es bidireccional aunque no equilibrada, ya que los programas se realizan sin la participacin de la comunidad y el usuario contina en un papel de sumisin, aunque de forma no impositiva, se trata ms de convencer que de imponer. Dentro de este modelo se encuentran algunas campaas de educacin sanitaria realizadas por profesionales de los medios de comunicacin social, que se caracterizan por la gran difusin de los mensajes que transmiten mediante la utilizacin de tcnicas publicitarias dndose una imagen atractiva de la salud, motivando a tener buena salud. As como campaas preventivas para el SIDA (Bayes 1992)
Modelocomunitario Este modelo fomenta el autocuidado y la responsabilizacin del individuo y la comunidad en la promocin de la salud mediante la deteccin de problemas, la gestin, la planificacin, la ejecucin y la evaluacin conjunta con los sanitarios. Se pretende la participacin activa y responsable de los usuarios en todos los niveles de decisin. El modelo cultural del que se parte, es decir, el bagaje ideolgico, las creencias y modos de vida de las personas, su modo de comunicar y comunicarse consigo y con el entorno, el modo de actuar frente a la salud y la enfermedad tiene claras incidencias sobre cmo educar a la poblacin en salud. La Educacin para la Salud parte 104
entonces tanto del saber cotidiano como del saber cientfico. (Serrano 2002) Se basa en la multideterminacin de los problemas de salud, es decir, se basa en las mltiples causas y factores que determinan estos tipos de problemas; al tiempo que se promueve la implicacin de diferentes tipos de profesionales los cuales trabajan en equipo integrando en el mismo a colectivos no sanitarios de la comunidad (centros culturales, asociaciones de vecinos y de consumidores, grupos de autoayuda, etc.). Se trata de un modelo centrado en sistemas no sanitarios. La poblacin diana est constituida por la comunidad y el sistema es comunicativo, equilibrado y bidireccional. En este modelo los sanitarios y usuarios tienen una participacin activa y responsable; y ambos, a la vez, ensean y aprenden. Los instrumentos a utilizar son fundamentalmente la observacin participante, la socializacin de la informacin cientfica, la utilizacin de mtodos activos y la dinmica de grupo. El profesional ya no puede situarse desde fuera en su relacin con la comunidad; tiene que hacerlo en dilogo abierto con los sistemas de valores complementarios y en conflicto presentes en la comunidad (Serrano, 1990). Modelos de instruccin en educacin para la salud: teoras de cambio de comportamiento Las teoras nos dan las claves para entender las bases de una variedad de tcnicas, basadas en diferentes disciplinas, que permiten 105
predecir, analizar los aspectos humanos y sociales, as como disear soluciones especficas para conseguir los comportamientos a los que se quiere llegar . A continuacin se presentan brevemente los diferentes modelos centrados en educacin para la salud (ver tabla 3). En primer lugar se describirn las teoras que se centran en las causas de la conducta, como son el modelo de la creencia en la salud, la teora de la accin razonada y la teora del aprendizaje social; y en segundo lugar se presentarn los modelos que se centran en cmo cambiar la conducta, es decir, el modelo de etapas de cambio o modelo transterico, el PRECEDE-PROCEDE, el FACILE, y el KAP (Knowledge, Attitudes, Practices).
MODELOS DE CAMBIO DE LA
CONDUCTA
Modelo o teora
Modelo de creencias de la salud
Caractersticas
La percepcin de una persona sobre si es vulnerable a una enfermedad y la creencia en la eficacia del tratamiento, tendrn influencia en sus decisiones sobre sus comportamientos de salud.
Modelo o teora
Modelo de etapas del cambio
Caractersticas
El cambio de comportamiento es un proceso y no un acto; los individuos se hallan a diversos niveles de motivacin o disposicin para cambiar, as el cambio de conducta sigue unos pasos y dependiendo en qu estadio se encuentre el individuo, resulta ms fcil o no modificar dicho comportamiento. En la planificacin de un programa de educacin para la salud se debe conocer primero lo que precede a la propia
Modelo PRECEDEPROCEDE
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basan en las actitudes. Expresa en trminos matemticos la relacin entre la conducta real y las creencias, las actitudes, los factores normativos, el inters o la motivacin y la prctica. El comportamiento humano se explica en una teora de tres vas, en la cual los factores personales, las influencias ambientales y el comportamiento interactan continuamente. Adems, las personas aprenden no solamente por medio de su propia experiencia sino tambin observando las acciones de los otros.
intervencin, es decir, los factores predisponentes y facilitadores para posteriormente proceder a la propia ejecucin, finalizando con la influencia de los factores reforzadores. Modelo FACILE Es el acrnimo de una secuencia: Formar el escenario de la conducta principal, es decir, analizar la conducta que se pretende modificar. Anlisis bibliogrfico Consultas personales: incluye la recoleccin de datos sobre la poblacin diana. Identificar aquello que se va a realizar: se corresponde con la elaboracin del proyecto. Llevar a cabo el proyecto Evaluar para mejorar. KAP son las siglas inglesas de las palabras conocimientos, actitudes y prcticas. Basado en la comunicacin persuasiva parte del supuesto de que las actitudes condicionarn los comportamientos. Segn este modelo, bastara con proporcionar una informacin veraz y comprensible con el objeto de cambiar los conocimientos, lo cual ira acompaado del cambio de actitud, al que a su vez seguira el cambio de algn hbito y la adopcin de uno nuevo.
Modelo KAP
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Educacin para la salud: Conceptualizacin Modelo pragmtico. No solo incide sobre los individuos mediante comunicaciones persuasivas, informativas y motivadoras, sino que tambin mediante leyes, actuaciones sobre el medio ambiente tanto fsico, como psicosocial, sociocultural y socio econmico.
Teorasqueseconcentranenlascausasdelaconducta Desde la Biologa y la Gentica podemos explicar las causas de la conducta como aquella que es causada por factores de herencia, anormalidades, influencias de toxicidad, anormalidades producidas por golpes, lesiones y traumas craneales, o por instintos de la especie animal. Desde la Sociologa y la Psicologa. Se explican como: Reaccin orgnica desde el modelo psicobiolgico. Reaccin emocional desde el modelo intrapsquico (freudiano). Reaccin aprendida desde el modelo conductista (Hull). Reaccin a la socializacin desde la perspectiva Psicosocial (Bandura). En este modelo se combinan dos modelos (cognoscitivo y conductual) planteando que el ser humano adquiere la conducta mediante un proceso de exposicin, moldeamiento e internalizacin de valores, actitudes, conductas y normas (socializacin primaria y secundaria). Es a partir de 108
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3. Percepcin de los beneficios, en esta etapa aparece una creencia en la eficacia de la accin recomendada para reducir el riesgo o la gravedad del impacto. 4. Percepcin de barreras, es el momento en que se elabora la opinin de los costos tangibles y psicolgicos de la accin aconsejada. 5. Claves para la accin, en esta fase se trabaja sobre las estrategias para activar la preparacin. 6. Auto-eficacia, en esta ltima etapa se adquiere la confianza en la capacidad para adoptar medidas. De acuerdo con este modelo de creencias de salud el comportamiento de las personas depende de varios factores (Glanz, Marcus, & Rimer, 1997). El primer factor es si se consideran que son susceptibles a un problema de salud en particular, el segundo que pueda llegar a tratarse de un problema serio, el tercero de ellos que estn convencidos de que el tratamiento o las actividades de prevencin son eficaces, el cuarto factor est relacionado con que consideren que los tratamientos no sean costosos, el quinto es que reciban un inventivo para tomar medidas de salud, y el sexto factor es un aspecto recientemente incorporado a este modelo, el concepto de autoeficacia, o la propia confianza en la capacidad de realizar con xito la accin. Este concepto fue aadido con el objeto de lograr un mejor ajuste a los desafos de cambiar los comportamientos habituales no saludables, tales como el sedentarismo, el tabaquismo o comer en exceso (Rosenstock et al., 1988).
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3. La persona debe tener las habilidades necesarias para realizar dicho comportamiento. 4. La persona cree que las ventajas, es decir, los beneficios o los resultados positivos anticipados de realizar el comportamiento son mayores que las desventajas o los costos o los resultados negativos anticipados. 5. La persona percibe ms presin social (normativa) para realizar dicho comportamiento que para no realizarlo. 6. La persona percibe que la realizacin del comportamiento es consistente con su propia imagen. 7. La reaccin emocional de la persona que lleva a cabo el comportamiento es ms positiva que negativa. 8. La persona percibe que tiene la capacidad para realizar el comportamiento en una circunstancia determinada. Asimismo y segn esta teora, la intencin est determinada por un factor personal o actitudinal como es la actitud hacia la conducta, y un factor social o normativo como es la norma subjetiva. A su vez, estos componentes estn en funcin, respectivamente, de las creencias conductuales y de las creencias normativas.
1954). Una premisa bsica de esta teora es que las personas aprenden no solamente por medio de su propia experiencia sino tambin observando las acciones de los otros y los resultados de dichas acciones. La teora del aprendizaje de Bandura (Bandura & Walters, 1990) parte del principio de que se puede aprender a travs de la observacin, es decir, otra persona realiza la accin y experimenta sus consecuencias. El observador aprende por medio de la experiencia ajena, es decir, realiza un aprendizaje por modelado ya que la conducta del modelo observado y otras situaciones estimulares se transforman en imgenes y cdigos verbales que se retienen en la memoria. Bandura considera que las personas tienen que identificarse con el modelo a seguir por medio de factores internos que afectan a su comportamiento, ya sea imitndolo o recibiendo refuerzos externos. De este modo, parte del aprendizaje humano se realiza de un modo vicario, al observar a otra persona que ejecuta respuestas habilidosas y tratar posteriormente de imitar la respuesta del modelo. Con anterioridad, Bandura ya trabajaba revelando la importancia que en el aprendizaje tienen los procesos cognitivos. En su estudio ya clsico del mueco bobo (tentetieso en espaol) demostr que los nios se revelaban ms agresivos tras haber contemplado un modelo agresivo, una pelcula de un modelo agresivo o un dibujo en el que apareciera la violencia, que si contemplaban un modelo no agresivo o si no vean ningn tipo de modelo (Bandura, Ross & Ross, 1961). Una de las principales caractersticas del aprendizaje social es que se puede producir inmediatamente, sin la necesidad de un proceso gradual de adquisicin. Mediante la 113
observacin se aprende no slo la forma de realizar una determinada accin, sino tambin a predecir lo que sucedera en una situacin especfica al poner de manifiesto los mecanismos para llevar a cabo esa conducta. De aqu surge la idea de la importancia que representan los procesos cognitivos para explicar el aprendizaje. Bandura considera que ante una determinada situacin respondemos en funcin del significado que le otorgamos a la misma, tanto si estamos implicados directamente en ella como si nuestra presencia es la de simple observador de la situacin. Entre la observacin y la imitacin intervienen factores cognitivos que ayudan al sujeto a decidir si lo observado se imita o no, es decir, que mediante un modelo social significativo se adquiere una conducta. En tal sentido, segn la teora social cognitiva, el funcionamiento humano se explica en trminos de un modelo de tres ejes en que la conducta, los factores personales (entre ellos los cognitivos) y los acontecimientos ambientales, operan como determinantes unos de otros, interaccionando entre s (Bandura, 1977). Lo que condiciona la iniciacin y el mantenimiento de una conducta son fundamentalmente dos variables (Bandura, 2004) Una de ellas es la expectativa que uno tenga de resultados. A la hora de realizar o no una conducta, la persona va a considerar los incentivos o beneficios que resultarn tras la realizacin de la conducta. ste es un condicionante muy importante, por lo que siempre deben presentarse los beneficios o ganancias para la persona y no slo los perjuicios que evitar.
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Pero tal vez la mayor aportacin de este autor ha sido debida a la descripcin de una segunda variable: la autoeficacia. La autoeficacia podra definirse como la percepcin que uno tiene de si va a ser capaz o no de realizar esa accin No solamente es importante que uno piense que realizar una conducta le va a reportar beneficios sino tambin, y casi ms determinante, es que la persona se crea capaz o no de hacerlo. Hasta el momento ya se han obtenido suficientes evidencias que establecen el valor de la autoeficacia como uno de los mayores determinantes de la conducta (Driskell, Dyment, & Mauriello, 2008; Forneris, et al., 2010; Henry, Reimer, Smith, & Reicks, 2006; Kristjansdottir, Thorsdottir, & De Bourdeaudhuij, 2006; Nicklas & Hayes, 2009; Reinaerts, de Nooijer, & Candel, 2007; Shaikh, Yaroch, & Nebeling, 2008; Wiefferink, Peters, & Hoekstra, 2006). En el contexto escolar se producen innumerables aprendizajes mediante la observacin (Hendy, Williams & Camise, 2005; 2007; Kristjansdottir, Thorsdottir, & De Bourdeaudhuij, 2006; Reinaerts, de Nooijer, & Candel, 2007; Tuuri, Zanovec, & Silverman, 2009; Wiefferink, Peters, & Hoekstra, 2006). Los estudios efectuados sealan que el modelado puede ser usado para: Ensear nuevas conductas, los profesores sirven de modelo para la adquisicin de gran nmero de conductas. Estmulo de conductas antiguas, la observacin de la conducta de los dems nos dice cul de nuestras antiguas conductas tenemos que utilizar. 115
Trabajo en equipo, donde los alumnos aventajados pueden ayudar a los compaeros que presenten ms dificultades en el grupo. Reforzar comportamientos deseados, la alabanza de la conducta apropiada, al tiempo que se ignora la conducta inapropiada, resulta a veces muy eficaz. Peters, Kok, Dam, Buijs & Paulussen (2009) encuentran en su metaanalisis sobre educacin para la salud en la escuela que el modelo ms utilizado por los autores es el de Bandura. Distintos autores, desarrollan el modelo en su estudio, concretamente utilizan el modelado por pares, es decir, utilizan nios a los que se ha enseado y estimulado previamente mediante premios a tener conductas saludables, en este caso consumo de frutas y hortalizas para favorecer la conducta de los otros nios. Hend, Williams & Camise (2005) tambin usan el modelado por pares, en este caso sin aprendizaje previo en el comedor escolar. Hoelscher, Evans & Parcel (2002) utilizan adems de las estrategias anteriores la practica guiada y el aprendizaje dirigido por pares. Budd & Volpe (2006), al igual que Sharma (2007) y que Pyle, Sharkey, Yetter, Felix, Furlong, & Poston (2006) encuentran tambin en sus metaanlisis sobre la prevencin de la obesidad en la escuela que la teora cognitiva social , fue el punto de vista terico citado con ms frecuencia. Este marco sugiere que una persona puede llamar a la auto-eficacia, o la motivacin reflexiva, la planificacin y la accin para estimular el cambio de comportamiento. No slo la influencia del mecanismo psicolgico de la auto-eficacia y el comportamiento, sino tambin los factores culturales, sociales y comunitarios ejercen una influencia fuerte sobre la auto-eficacia y afectan al cambio de 116
comportamiento. En consecuencia, aumenta la auto-eficacia cuando se produce la congruencia entre el individuo y el entorno social en el que se buscan los cambios de comportamiento. Perry, Bishop, Taylor, Murray, Warren, Dudovitz, et al.. (1998) tambin utilizaron la teora del aprendizaje social, en este caso los refuerzos son el modelado, la asequibilidad y presentacin de los platos de frutas y verduras. Semejante es la intervencin en el medio escolar de French & Stables (2003) que aumentan la disponibilidad, reducen los precios y ofrecen promociones en el punto de compra escolar, comprobando que son estrategias eficaces para aumentar el consumo de los alimentos elegidos Por su parte Tuuri, et al. (2009) tambin trabajan la autoeficacia y el modelado, en este caso para animar a los nios a que prueben alimentos, ya que su hiptesis es que si consiguen que los nios prueben algo ms de 6 veces, conseguirn que les resulte agradable al gusto. Wiefferink, et al. (2006) trabajan la autoeficacia y ven que el trabajarla en un aspecto, como el consumo de alcohol hace que se pueda emplear para otros, como la prevencin de enfermedades de transmisin sexual, el tabaco o la alimentacin. O'Dea (2003) utiliza los grupos de discusin entre nios y adolescentes para averiguar los factores motivadores y las barreras a los comportamientos saludables, encontrando que los nios y los adolescentes estn buscando a sus padres y maestros para que les alienten y apoyen, en la adquisicin de comportamientos ms saludables. 117
Blanchette & Brug (2005) utilizan el modelado, esta vez realizado por los padres para mejorar el consumo de fruta y verdura al igual que Klepp, Prez-Rodrigo, De Bourdeaudhuij, Due, Elmadfa, & Haraldsdttir, (2005) que involucran a toda la familia en su estudio transnacional.
Modelosquesecentranencmocambiarlaconducta Estos modelos desarrollados a partir de teoras psicolgicas conductistas, pero teniendo en cuenta los procesos internos, se basan en un mtodo estructurado en pasos para conseguir el cambio de conductas; en general tienen en cuenta el entorno y la motivacin y estn adaptados a su aplicacin en educacin para la salud.
seriamente en hacer algo para superarlo, pero todava no se han comprometido a hacerlo. 3. Preparacin (Intencin), las personas en esta etapa tienen intencin de hacer algo para superar el problema en un futuro prximo, y posiblemente lo hayan intentado en el pasado reciente, aunque no de manera constante. Se empieza a planificar la accin, a recabar apoyo y se fija el plazo para iniciar el cambio en un futuro inmediato 4. Accin, las personas cambian la percepcin que tienen de su conducta y las experiencias o el entorno para superar sus problemas. El cambio de conducta apenas comienza, pero trabaja activamente para modificar su conducta en relacin al problema identificado. 5. Mantenimiento, la persona ya adopta de modo sistemtico el nuevo hbito, pero puede ocurrir que no est todava completamente arraigado. 6. Terminacin del proceso, ocurre cuando el cambio se considera asentado. En algunos casos, dependiendo del deseo de cambio y de la persona, el problema del comportamiento o del hbito no concluye. En otros casos el riesgo de recada en el viejo hbito cesa. La confianza en que uno ha logrado el cambio ocurre aproximadamente al ao, pero la tentacin en la recada se mantiene durante uno o dos aos ms. Este modelo supone que posiblemente las personas no tengan la intencin de cambiar en un principio, y que ms tarde empiecen a 119
considerar el cambio, para pasar despus a planterselo en serio, y acabar adoptando el nuevo comportamiento, de forma poco consecuente al principio, y finalmente como algo rutinario que forma parte de sus vidas. El paso por cada una de estas etapas vara mucho entre los diferentes sectores de la poblacin, y de un individuo a otro. Algunas personas se quedan en la etapa de contemplacin durante meses o aos, y otras avanzan y retroceden una y otra vez. Por otra parte, todos somos propensos a reincidir en un comportamiento que creamos haber superado.
Modelo precede-procede
Se trata de uno de los modelos ms conocidos y ms extendidos. Este modelo se ha aplicado, probado, estudiado, extendido, y verificado en cerca de mil estudios publicados en la ltima dcada, y en miles de proyectos en la comunidad, la escuela, la clnica y los lugares de trabajo que no han sido publicados (Green, 2010). En la actualidad se conoce como modelo precede procede dado que el trmino ingls precede significa preceder y proceed significa proceder. El profesor Green (1980) desarrollo el modelo precedeprocede como una herramienta para la planificacin, implementacin y evaluacin de la salud como promocin de la accin. En un principio no se tuvieron en cuenta factores organizacionales y administrativos, lo cual poda provocar demoras en la ejecucin o fracasos. En su revisin posterior se ampli el modelo para abarcar el medio ambiente, la poltica y los factores de organizacin (Green & Kreuter, 1991). Este modelo ayuda a identificar los factores que influyen en las conductas de las personas, para que estas puedan ganar ms control 120
sobre las condiciones que influyen en su salud. Se centra en el comportamiento, entendido como cambio en la salud y la calidad de vida. Depende de las acciones de la gente hacia las alteraciones de la salud(Green & Kreuter, 1999). El modelo tiene en cuenta los principios de la participacin y el empowerment que son fundamentales en la promocin de la salud (OMS, 1986b), y permite un enfoque sistemtico de las etapas de cambio de una escuela para esta pueda convertirse en una escuela promotora de la salud. El marco para la planificacin PRECEDE-PROCEDE se basa en las disciplinas de la epidemiologa, del comportamiento, las educativas, las ciencias sociales y la administracin sanitaria. Los riesgos de salud son causados por mltiples factores y por tanto los esfuerzos de cambios de comportamiento, ambientales y sociales deben ser multidimensionales, multisectoriales y participativos Antes de plantear cualquier actividad de educacin para la salud es til conocer cules son los factores que permiten a los individuos adoptar conductas ms saludables. El modelo PRECEDE es un modelo muy usado en educacin para la salud dado que resulta muy til para identificar los factores que influyen en la conducta de una persona. En este modelo se distinguen tres tipos de factores (Green & Kreuter, 1999): Factores predisponentes que son los factores internos que suponen una motivacin para actuar en una persona o grupo. Incluyen conocimientos, creencias, valores, actitudes, sexo, edad, cultura, variables socio-demogrficas, etc. Son los factores que 121
conducen a intentar una nueva conducta, modificarla, mantenerla o abandonarla. Factores facilitadores, los cuales preceden al comportamiento y que permiten modificar la motivacin. Son los recursos personales, las aptitudes, los recursos sociales y que le permiten llevar a cabo la conducta que desea. Factores reforzadores que son los que se obtienen por el comportamiento (recompensa, penalizacin o iniciativa). Pueden ser sociales, materiales, autorreconocimiento o felicitacin. Con estos trminos queda claro que lo ms importante en la planificacin de un programa de educacin para la salud es conocer primero lo que precede a la intervencin para posteriormente proceder a la ejecucin, es decir, hace referencia a un diagnstico educativo basado en un anlisis de los factores que predisponen a una persona a adoptar una conducta, un anlisis de los factores que facilitan dicha conducta y de aquellos que refuerzan el mantenimiento de la misma. Contempla la elaboracin de un proyecto educativo y ambiental teniendo en cuenta la poltica, los reglamentos y las organizaciones para despus implementar la accin educativa y realizar la evaluacin.
Modelo facile
Este modelo se basa en un modelo de aprendizaje de la conducta para a partir de ste, proponer una gua para la elaboracin de un programa. Se desarroll a partir conceptos derivados de distintas teoras como el modelo PRECEDE, la teora de la adquisicin de innovaciones de Rogers, la teora de las necesidades de Maslow, el 122
modelo de aprendizaje de Gagn o la teora de cambio de Kelman, e integra las aportaciones de distintas disciplinas para conseguir un marco de trabajo aplicado (Rochon, 1991). El modelo propone que para adoptar una nueva conducta se han de seguir los siguientes pasos: 1. Estar informado y estar interesado, el individuo debe, primero, conocer la existencia de una conducta alternativa y adems, estar interesado en aprender algo sobre el tema. 2. Sentir la necesidad de tomar una decisin, una vez que se conoce la existencia de la nueva conducta, el individuo debe sentir la necesidad de tomar una decisin personal sobre la misma. 3. Tomar la decisin, en esta fase el sujeto recoge informacin, analizar los pros y los contras de la nueva conducta y meditar sobre esa nueva conducta hasta llegar a tomar una decisin. Esta decisin incluye el hecho de probar la nueva conducta, aunque la postura final puede ser mantener la conducta anterior. 4. Probar la nueva conducta. La persona realiza la conducta, es el momento en el que se acta por primera vez 5. Adoptar la nueva conducta. La persona adquiere el hbito de la nueva conducta 6. Interiorizar la nueva conducta. La persona hace propia la conducta, que se expresa de forma automtica 123
Partiendo del proceso descrito, Rochon (1991) elabor una gua para facilitar la realizacin de un proyecto de educacin para la salud. Esta gua comprende seis fases consecutivas e interrelacionadas cuyas iniciales forman el acrnimo FACILE. Formar el escenario de la conducta principal, en esta fase el objetivo consiste bsicamente en analizar la conducta que se pretende modificar apoyndose en el modelo de aprendizaje del comportamiento expuesto previamente. Anlisis bibliogrfico, el cual consiste en una revisin de la literatura centrada en la informacin obtenida en la fase anterior. Consultas personales, comprendiendo todas las reuniones, entrevistas y sondeos necesarios para la elaboracin del proyecto, incluyendo la recoleccin de datos sobre la poblacin diana. Identificar aquello que se va a realizar, que se corresponde con la elaboracin del proyecto. Partiendo de un borrador y teniendo en cuenta a todos los agentes implicados se define un marco de referencia, se redactan los objetivos, se seleccionan las actividades y se elabora un plan de puesta en marcha del proyecto. Llevar a cabo el proyecto, es decir, la implementacin del proyecto centrndose en dos objetivos, favorecer la adhesin de los participantes al proyecto y facilitar la puesta en marcha de los elementos que lo componen. 124
Evaluar para mejorar, es decir, conseguir los objetivos del proyecto y mejorar sus componentes en funcin de evaluaciones peridicas.
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El modelo tambin ha recibido fuertes crticas como es el hecho de que los sujetos desarrollan mecanismos de defensa en oposicin a la modificacin de conducta y a la consideracin de que los cambios de conducta en el sujeto no conducen siempre a su cambio de actitud. Esto es una condicin previa y necesaria, pero no suficiente, las actitudes y las creencias estn a menudo en contradiccin con las conductas (Salleras, Fuentes, Prat, & Garrido, 2009)
Modelo pragmtico
Este modelo no solo incide sobre los individuos mediante comunicaciones persuasivas, informativas y motivadoras sino que tambin mediante leyes, actuaciones sobre el medio ambiente fsico, psicosocial, sociocultural y socio econmico; de hecho la OMS viene preconizando este enfoque desde hace aos, sealando que no sirve de mucho intentar modificar los comportamientos insanos de la poblacin sin atacar al mismo tiempo otras dimensiones econmicas y sociales que inciden sobre el problema (Salleras et al.,2009). Segn (Salleras et al.,2009) se trata de uno de los modelos ms aceptado dado que se basa en que las estrategias de intervencin deben ir dirigidas a la persona mediante comunicaciones persuasivas y motivadoras y a la vez incidir sobre el medioambiente fsico, psicosocial, sociocultural y socioeconmico, con el fin de convertirlo en favorable al cambio de conducta que deseamos. Este modelo incluye elementos procedentes de otros modelos tericos como el modelo persuasivo motivacional del que toma el incidir sobre la persona con comunicaciones persuasivas y motivadoras y el modelo de creencias en salud del que toma la intervencin sobre las actitudes y 126
del modelo PRECEDE-PROCEDE del que toma multidimensionalidad de las causas y de las intervenciones.
la
No obstante, no hay que olvidar que los grupos sociales y sus lderes juegan un papel importante para que se pueda producir el cambio de actitud previo al cambio de conducta. De esta forma, este modelo no es ms que un modelo eclctico, que no se aplica de manera uniforme dado que cada autor utiliza la parte del modelo que considera ms apropiada, tal y como han encontrado en sus respectivos metaanlisis metaanlisis Peters, et al. (2009), Budd, & Volpe (2006), Sharma (2007) y Pyle, et al. (2006). Como crtica principal al modelo se sealan que cuando las distintas concepciones educativas en salud y sus aplicaciones prcticas se adoptan a ciegas, y cuando se pretende integrarlas, con buena intencin, pero sin argumentos slidos, se corre el riesgo de seguir criterios puramente pragmticos y de caer en eclecticismos simples que muchas veces en vez de constituir propuestas de amplio alcance, slo tienen un valor limitado (Valadez et al., 2004). Educacin para la salud en alimentacin La mayor parte de la informacin nutricional de la poblacin proviene de los mensajes publicitarios, televisin, peridicos y revistas. En el primero de los casos la informacin est mediatizada por intereses comerciales; en el segundo tampoco suele tratarse de informacin rigurosa, ya que se resaltan los aspectos de mayor impacto que exageran, o distorsionan, los resultados de las investigaciones cientficas. Por lo general, las pautas excntricas y la bsqueda de lo 127
mgico tiene mayor valor que la aceptacin de los datos cientficos (menos espectaculares) (Requejo & Ortega, 2000). La poca escolar es un periodo de crecimiento ms lento y estable, en el que ganan una media de 2 kg de peso y de 5 a 6 cm de talla al ao. Los hbitos alimentarios del nio preescolar estn influenciados en gran medida por el progresivo desarrollo psicomotor y social. El nio est desarrollando sus habilidades manipuladoras y debe favorecerse su autonoma para que pueda comer slo, pues es capaz de manejar los cubiertos y llevarse a la boca casi todos los alimentos (Aranceta & Prez 2008). La educacin nutricional desde el mbito familiar es de capital importancia para el desarrollo de hbitos alimentarios saludables, una alimentacin correcta hay que vivirla en la familia, en el comedor escolar. El inicio de la escolarizacin impone un cambio significativo en su vida, pues rompe, en parte, la estrecha relacin familiar, para comenzar a recibir influencias extraas. Por todo esto, los comedores de las guarderas y colegios tienen tambin una influencia decisiva en la consolidacin de estos hbitos alimentarios, pues no hay que olvidar que el nio va a pasar en ellos cinco das a la semana durante ms de nueve meses al ao. Es importante en estas edades, comenzar la educacin nutricional en la escuela a travs de la transmisin de conocimientos bsicos sobre la alimentacin y la nutricin y sus efectos en la salud (Aranceta, Prez, & Serra, 2004). El nio, expresa sus sentimientos de autonoma e independencia introduciendo en su conducta el rechazo por los alimentos. Por otra parte, los alimentos nunca se deben emplear como 128
premio o castigo, se debe intentar que el nio coma de todo, pero no motivado por la presin. Las comidas nunca deben ser un drama, es importante crear, en el comer, un ambiente positivo (relajado, cordial) desde el punto de vista fsico y afectivo. La dieta debe de ser variada, distribuida en 4-5 comidas diarias y el horario regular (Aranceta, et al. 2004). En la etapa escolar, de 7 aos a los 10-12 aos en nias y a los 12-14 aos en nios, se establece una alimentacin ms independiente del medio familiar, que en la etapa preescolar. A estas edades la actividad escolar ocupa gran parte de su tiempo y se constituye en el centro de la vida social. La caracterstica de imitacin entre los amigos se acenta y en los aos finales de este periodo comienza a manifestarse preocupacin por la imagen corporal y fundamentalmente por el peso, sobretodo en nias. Adems no debemos olvidar la poderosa influencia que ejercen los medios de comunicacin (televisin, cine) en relacin con la oferta de alimentos y con los ideales estticos del momento (Aranceta & Prez 2008). Las preferencias alimentarias de etapas previas continan en la edad escolar, aunque empieza a disminuir la tendencia a preferir slo unos platos y los nios adquieren el gusto por una alimentacin cada vez ms variada. Sin embargo la influencia de los medios masivos de comunicacin y la tentacin que entraa la amplia diversidad de los llamados alimentos chatarra hacen que los nios tiendan a llenarse de caloras vacas. La amplia disponibilidad de alimentos con alto contenido en caloras, combinada con la tendencia hacia actividades ms sedentarias es un factor que contribuye a la obesidad infantil (Whaley & Wong, 1988). 129
Las opiniones de famosos (modelos, deportistas, actores) sobre la dieta que les permite estar en forma suele tener ms impacto en la poblacin que los mensajes de los cientficos. Sin embargo, la nutricin es una ciencia que exige estudio y no es cuestin de opinin o experiencia propia, sino de conocimiento. Pese a ello, en pocas disciplinas se encuentran tantos expertos dispuestos a sentar ctedra sobre la materia, cuando jams han estudiado nutricin o, en el mejor de los casos, han hecho un curso de unas cuantas horas. Los cientficos y profesionales sanitarios, mucho ms prudentes, restringen su informacin nutricional y la suministran con un lenguaje ms riguroso, pero tambin menos atractivo para el ciudadano medio, que prefiere las afirmaciones rotundas y concluyentes. Sin embargo, esta situacin no es la ms conveniente para ayudar a mejorar la educacin nutricional de la poblacin, lo que hace necesario tomar medidas urgentes en este terreno (Requejo & Ortega 2000). A partir de los tres aos se debe tener en cuenta la actividad fsica y por tanto el gasto energtico es muy variable de unos nios a otros (Aranceta & Prez, 1996; Hernndez, 1993). Durante la edad escolar la alimentacin depende, adems de la familia, del medio escolar y de sus compaeros o amigos, de la publicidad y medios de comunicacin, especialmente la televisin, de hecho el 50% de los anuncios de televisin hace referencia a productos alimentarios, durante esta poca la alimentacin de los nios es ms regular que en otras, adems el desayuno es insuficiente e inadecuado, los nios pasan muchas horas fuera del hogar, los nios van adquiriendo ms independencia y van siendo ellos los que eligen los alimentos. En esta etapa se adquieren conocimientos y habilidades, por lo que resulta necesario influir en el medio escolar y familiar teniendo 130
en cuenta las preferencias, las costumbres y la situacin socioeconmica, a fin de proponer dietas razonables y de fcil aceptacin y aplicacin (Hidalgo & Gemes 2007). Con respecto al equilibrio de la dieta, consumen muchas protenas y grasas saturadas, pocas legumbres, fruta y verdura con un bajo aporte de calcio (Aranceta et al., 2001). El medio escolar se configura como una oportunidad muy valiosa para la promocin y el desarrollo de hbitos alimentarios y estilos de vida saludables. Es posible intervenir a travs del aula, a travs del comedor escolar e incluso por medio de medidas de carcter organizativo que favorezcan una alimentacin sana y un ejercicio fsico adecuado (Arnhold et al., 1991). Adems, desde la escuela se puede llegar a la prctica totalidad de los nios y adolescentes, a los profesores, a las familias, bien directa o indirectamente, e incluso al mbito comunitario. Los nios estn creciendo y desarrollndose y, por lo tanto, el impacto en esta etapa de su vida puede repercutir durante un amplio perodo de tiempo. Las revisiones bibliogrficas sobre la efectividad de las estrategias desarrolladas en el medio escolar han llegado a la conclusin de que es interesante centrar las intervenciones en la modificacin de conductas especficas, haciendo participar a las familias, fomentando cambios ambientales y estructurales que sean congruentes con los mensajes que se dan en el aula (i.e. mens ofertados en el comedor escolar, variedad y calidad de alimentos y bebidas que los chicos pueden adquirir en el colegio, en tiendas, mquinas expendedoras, etc.) y haciendo participar a la comunidad en 131
la que se ubica el colegio (Contento, 1995; Prez-Rodrgo & Aranceta, 2001). Es pues imprescindible la incorporacin de la educacin nutricional en los centros escolares desde las primeras etapas de la escolarizacin ya que se evidencia un desajuste en la elevada ingesta lipdica y en la baja ingesta de carbohidratos, situndose ambos en un 41-43% del aporte calrico total. Asimismo el consumo de cidos grasos saturados era muy elevado. Tambin algunos minerales como el hierro, zinc y calcio eran ingeridos por debajo de lo recomendado (Garca & Garca, 2003).
DISCUSIN Y CONCLUSIONES Como ha quedado reflejado a lo largo del presente captulo, el concepto de salud ha sufrido una importante evolucin a lo largo de la historia. Para desarrollar de los estudios que componen la presente tesis doctoral nos hemos basado el concepto de salud desarrollado por San Martn (1982), que la define como un fenmeno psico-biolgico y social dinmico, relativo y muy variable en la especie humana, que se corresponde a un estado ecolgico social dinmico, de equilibrio y de adaptacin de todas las posibilidades del organismo humano frente a la complejidad del ambiente social. En consonancia con esta conceptualizacin de salud, el concepto de educacin para la salud es tambin dinmico y cuenta con el ambiente. Todos los mtodos citados tienen aspectos positivos, inconvenientes, y riesgos. La realidad es ms compleja y se combinan ms de un modelo, por un lado por la disponibilidad de recursos, por la receptividad y aceptabilidad de los sanitarios y comunidad de la participacin y por otro por la difusin de programas desde las 132
administraciones que llegan a la comunidad y que utilizan en su planteamiento unos modelos u otros. En la prctica, los actuales equipos de Atencin Primaria utilizan en general ms el modelo biomdico y el preventivo, mientras que el modelo comunitario se utiliza en algunos lugares ms por la implicacin de los sanitarios y educadores que por diseos estructurales que sean difundidos por parte de las administraciones. Entre los modelo terico de Educacin para la Salud, el trabajo que se recoge en la presente memoria de tesis est basado en el modelo comunitario, el cual no ha sido elegido de forma aleatoria, sino que est en relacin con los conceptos de salud y educacin para la salud en los que se enmarca el presente trabajo. Al mismo tiempo hemos utilizado la teora del aprendizaje social de Bandura (1977), segn la cual el comportamiento humano se explica en trminos de una teora dinmica, recproca y de tres vas en la que los factores personales, las influencias ambientales y el comportamiento interactan continuamente. Como recursos didcticos o herramientas se ha elegido el modelaje fundamentalmente por el profesor y los compaeros a partir de la reconstruccin de los libros de texto con ejemplos de educacin para la salud que han podido ser aprovechados para desarrollar la educacin para la salud desde el currculo de forma transversal. Asimismo, tambin se ha utilizado la secuencia de etapas del mtodo FACILE que no son otra cosa que la aplicacin de las etapas del mtodo cientfico a la Educacin para la salud.
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Como hemos visto anteriormente, gran parte de los problemas de salud de la poblacin estn relacionados con el estilo de vida, y diversas enfermedades tienen una relacin directa con hbitos alimentarios, tabaquismo, alcoholismo y otros tipos de drogadiccin, con la falta de actividad fsica y de habilidades personales para enfrentarse a situaciones vitales conflictivas. Muchas de estas conductas se adquieren en la infancia o en la adolescencia mantenindose durante el resto de la vida resultando difcil cambiar esto hbitos adquiridos. Tradicionalmente se ha pensado que la escuela es un lugar idneo para la promocin de la salud. A ella acude la prctica totalidad de la poblacin infantil y adolescente que pasa all muchas horas a lo largo de varios aos. La poblacin escolar, es una poblacin en etapas cruciales de desarrollo, en la que existe gran receptividad y permeabilidad para el aprendizaje y asimilacin de actitudes que puede ser aprovechado para encaminar estas actitudes hacia la salud y los hbitos saludables. El objetivo que la educacin para la salud en la escuela debe proponerse alcanzar es el desarrollo de un creciente inters por la salud como un valor individual y social que permita una adecuada calidad de vida, a travs del conocimiento y la comprensin de la relacin directa 135
entre las condiciones del medio, las socioculturales y las conductas individuales; pero no slo esto, sino que lo ms importante es el cambio de hbitos, de conductas (Garca, 1998). En esta lnea, los proyectos de educacin para la salud, deben buscar involucrar tanto a los estudiantes, como al profesorado, los directivos, los empleados, los padres y los ex alumnos en la construccin de un estilo de vida tendente a lograr el bienestar de todos los miembros de la comunidad educativa a travs del aprendizaje diario, no instructivo sino formativo, que les permitan reflejar un estilo de vida armnico con el medio ambiente, con los miembros de su familia, los amigos y la comunidad a la que pertenecen. Mediante una metodologa participativa e interdisciplinaria, trata de conseguir el objetivo principal, mejorar la calidad de vida de la comunidad educativa del centro (Zagalaz, Amador, Torres, & Cachn, 2009). Los centros educativos, junto con el hogar, son los mbitos socializadores clave donde tiene lugar el desarrollo de las personas en sus estadios ms tempranos, ejerciendo un importante papel en la configuracin de la conducta y los valores personales y sociales de la infancia y la adolescencia. La infancia y la adolescencia son las pocas del desarrollo vital en las que se adquieren los principales hbitos de vida que se consolidarn con los aos. La obligatoriedad de la educacin desde los 4 hasta los 16 aos facilita que el acceso a la poblacin infantil y adolescente sea casi total (Salvador & Suelves, 2009). De este modo, el mbito educativo proporciona un marco de intervencin social que cuenta con importantes agentes cualificados para la educacin como es el profesorado.
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LA PROMOCIN DE LA SALUD EN LA EDUCACIN La salud en la escuela est presente en los objetivos de la mayora de las programaciones generales anuales de los centros de educacin primara y se debe de tener en cuenta en la propia vida del centro; para conseguirlo, es necesario un plan de trabajo en el que se involucre la comunidad escolar. Para Gaviria (2001), esta escuela, que se conoce como saludable, fija entre sus objetivos principales contribuir al desarrollo de la salud de su alumnado, incrementando sus habilidades y promoviendo actitudes y conductas que lo posibiliten. No debe atender slo a los aspectos fsicos o contextuales sino tambin a los psicolgicos como es un ambiente de aprendizaje adecuado, y a los sociolgicos como son las caractersticas de la atmsfera que posee el centro. Conviene recordar que la promocin de salud es un concepto amplio en el que se incluyen todos los sujetos que intervienen en el proceso de enseanza aprendizaje. Sobre ella, la Carta de Ottawa (OMS, 1986a), dice que es la capacitacin de las personas para aumentar el control sobre su salud y mejorarla. La Declaracin de Yakarta (OMS, 1996a), da un paso ms al recomendar la alfabetizacin sanitaria de la poblacin, ofreciendo a todos, educacin e informacin, no slo de los factores de riesgo sino de las posibilidades de mejorar su calidad de vida. La escuela ha pasado de una visin de transmisin de informacin a una generacin de actitudes y motivaciones que faciliten la modificacin de conductas en un intento de educar la responsabilidad que cada uno tiene con su propia salud. Debe contemplar la importancia que tiene el entorno en la calidad de vida de 137
su alumnado y la necesidad de intervenir en l como una accin de responsabilidad social a la vez que cumple su funcin educativa. Al modelo de educar la auto-responsabilidad se suma el modelo ambientalista con aspiracin de conseguir una educacin integral. En este sentido, le corresponde incidir en la mejora de la calidad de vida, la disminucin de los factores de riesgo y aadir vida a los aos y aos a la vida (Gavidia, 2001). En palabras de Nieda (1992) la educacin para la salud debe pretender que los alumnos desarrollen hbitos y costumbres sanas, que los valoren como uno de los aspectos bsicos de la calidad de vida y que rechacen las pautas de comportamiento que no conducen a la adquisicin de un bienestar fsico y mental. Al tiempo que la educacin para la salud se define como un proceso de comunicacin interpersonal dirigido a proporcionar las informaciones necesarias para un examen crtico de los problemas de salud, y a responsabilizar a los individuos y a los grupos sociales en las decisiones que tienen efectos directos e indirectos para la salud fsica y psquica de los propios individuos y de las colectividades (Modolo & Sepilli, 1983). De este modo la educacin para la salud en la escuela incluye: aquellas experiencias planificadas, tanto formal como informalmente que contribuyen al establecimiento de conocimientos, actitudes y valores que ayudan al individuo a hacer una eleccin y a tomar decisiones adecuadas a su salud y bienestar (Willians, 1989). As pues, definimos la educacin para la salud como un proceso planificado y sistemtico de comunicacin y enseanza-aprendizaje orientado a facilitar la adquisicin, eleccin y mantenimiento de 138
conductas saludables y, al mismo tiempo, hacer difciles las prcticas de riesgo para la salud. Por lo tanto, ha de ofrecer a los alumnos las oportunidades de aprendizaje, no slo para la adquisicin de habilidades cognitivas, sino tambin habilidades sociales que favorezcan la salud individual y la de la comunidad (Nutbeam, 1998). En esta lnea, la educacin para la salud es uno de los temas que se pueden y deben abordar de una forma transversal, Palacios, Marchesi y Coll (1999) consideran que durante el desarrollo del proceso de enseanza-aprendizaje debemos incluir actividades de educacin para la salud, de forma transversal en las distintas unidades didcticas. En consecuencia no trata nicamente de ofrecer informacin, sino de capacitar a las personas para que puedan elegir las pautas de conducta que ms les interesen para mejorar su calidad de vida, inters basado en el desarrollo de actitudes positivas hacia la salud, por lo que no se trata nicamente de cuestiones de seguridad o aspectos fsicos sino que se consideran otras orientaciones referidas a las dimensiones psquicas y sociales de la salud que forman parte del proceso educativo (Gavidia, 2001). Escuelas promotoras de salud La promocin y educacin para la salud desarrollada desde los centros educativos es una de las herramientas clave de las intervenciones en salud (Kickbusch, 2003; OMS, 1998). El desarrollo de la educacin para la salud en el marco educativo viene avalado por instituciones, como la OMS (1996b), la UNESCO (2007), UNICEF 139
(2009), el Consejo de Europa y la Comisin Europea (1996), as como la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmicos (OCDE, 2001). Todos ellos consideran que se trata del modo ms efectivo para promover la adopcin de estilos de vida saludables y el nico camino para que la educacin para la salud llegue a los nios y a los adolescentes. En el mbito escolar, la educacin para la salud pretende que el alumnado desarrolle hbitos y costumbres saludables, que los valore como uno de los aspectos bsicos de la calidad de vida y que desestime aquellas pautas de comportamiento que no conducen a la adquisicin de un bienestar fsico y mental. El logro de buenos resultados educativos guarda una relacin muy estrecha con la consecucin de unos niveles ptimos de salud en el seno de su comunidad educativa. De acuerdo con esta realidad, las escuelas que incorporan la promocin de la salud como parte integrante de su planteamiento educativo, estn construyendo las bases que les permitirn alcanzar mejor los objetivos educativos, incluidos los acadmicos (Salvador & Suelves, 2009). La educacin para la salud es definida desde el campo de la educacin como el conjunto de oportunidades de aprendizaje que suponen una forma de comunicacin destinada a mejorar el conocimiento sobre la salud, y promover el desarrollo de habilidades para la vida que pueden conducir tanto a la salud individual como a la colectiva; se trata, por tanto, de un modelo que se articula a travs de la actividad educativa y constituye una parte de las estrategias contempladas en la promocin de la salud. De este modo la educacin para la salud aborda el fomento de la motivacin para conocer ms y 140
para aplicar lo aprendido (Salvador et al., 2008; Unin Internacional de Promocin de la Salud y Educacin para la Salud, 2000). Hay que destacar el papel de la OMS en el apoyo de la educacin para la salud; este organismo crea y pone en marcha en 1991 la Red Europea de Escuelas Promotoras de Salud, despus de algunos aos debatiendo y apoyando la inclusin de la educacin para la salud en el mbito de la educacin formal. La Red es un proyecto tripartito impulsado y coparticipado por: la Comisin Europea, el Consejo de Europa y la Oficina Regional Europea de la OMS. Espaa est adscrita a esta Red desde 1993, siendo el Instituto de Formacin del Profesorado, Investigacin e Innovacin Educativa (IFIIE) del Ministerio de Educacin, Poltica Social y Deportes ms conocido por sus antiguas siglas (CIDE) Centro de Innovacin y Documentacin Educativa el centro coordinador con la cooperacin del Ministerio de Sanidad y Consumo y de las Comunidades Autnomas, las cuales sustentan la competencia para establecer los criterios de seleccin de las escuelas que formarn parte de la red Europea de Escuelas Promotoras de Salud; publicando las guas que deban seguir las escuelas que quisieran formar parte de dicha red (WHO, 1996). En el enfoque propuesto por el programa de las escuelas promotoras de salud se garantiza un abordaje complejo y multifactorial y se cuenta con ms de una dimensin de actuacin (curricular, entorno escolar y/o comunitario). As, las escuelas que aspiran a ser incluidas en la red deben centrar sus esfuerzos en el desarrollo de proyectos promotores de salud holsticos, ampliando la enseanza del conocimiento y las habilidades para la proteccin de la salud al 141
entorno social y fsico de la escuela y tambin al desarrollo de vnculos con la comunidad. En el programa de las escuelas promotoras de salud se incluyen componentes centrados tanto en los individuos como en la institucin escolar. Se hace hincapi en aspectos referidos al entorno social y fsico, alentando la implicacin de agentes externos a la comunidad escolar (Gavidia, 2001). Las escuelas adheridas a esta iniciativa subrayan la importancia del currculo oculto que debe permitir reforzar las actitudes saludables e inhibir las indeseables siguiendo las directrices de la Resolucin de la I Conferencia de Escuelas Promotoras de Salud (1997) que intenta responder a los objetivos siguientes: Favorecer modos de vida sanos y ofrecer al alumnado y al profesorado opciones, a la vez realistas y atractivas, en materia de salud. Definir objetivos claros de promocin de la salud y de seguridad para el conjunto de la comunidad escolar. Ofrecer un marco de trabajo y de estudio dirigido a la promocin de la salud, donde se tengan en cuenta: i) las condiciones del edificio escolar, ii) las condiciones de los espacios deportivos y de recreo, iii) los comedores escolares, y iv) los aspectos de seguridad de los accesos. Desarrollar el sentido de responsabilidad individual, familiar y social en relacin con la salud.
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