1986 Carta Toledo
1986 Carta Toledo
1986 Carta Toledo
CARTA INTERNACIONAL PARA LA CONSERVACION DE LAS CIUDADES HISTORICAS ("CARTA DE TOLEDO" 1986)
Prembulo y definicin Todas las ciudades del mundo, al ser el resultado de un proceso de desarrollo ms o menos espontneo, o de un proyecto deliberado, son la expresin material de la diversidad de las sociedades a lo largo de su historia. La presente Carta concierne a las reas urbanas histricas, a las ciudades grandes o pequeas y a los centros o barrios histricos con su entorno natural o construido por el hombre, que, adems de su calidad de documentos histricos, son la expresin de los valores propios de las civilizaciones urbanas tradicionales. Actualmente stas estn amenazadas por la degradacin, el deterioro y a veces la destruccin, afectadas por el urbanismo nacido en la era industrial que afecta universalmente a todas las sociedades. Frente a esta situacin, a menudo dramtica, que provoca prdidas irreversibles de carcter cultural y social, e incluso econmico, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) ha juzgado necesario redactar una "Carta Internacional para la conservacin de las Ciudades Histricas". Complementaria de la "Carta Internacional sobre la Conservacin y la Restauracin de los Monumentos y Sitios" (Venecia 1964), este nuevo texto define los principios y objetivos, los mtodos e instrumentos de actuaciones apropiados para conservar la calidad de las ciudades histricas y favorecer la armona entre la vida individual y colectiva, perpetuando el conjunto de los bienes, por modestos que sean, que constituyen la memoria de la Humanidad. Como en el texto de la Recomendacin de la UNESCO "relativo a la salvaguardia de los Conjuntos Histricos o tradicionales y su funcin en la vida contempornea" (Varsovia-Nairobi, 1976), as como en otros documentos internacionales, se entiende aqu por conservacin de las ciudades histricas las medidas necesarias para su proteccin y restauracin, as como para su desarrollo coherente y adaptacin armnica a la vida contempornea. Principios y objetivos 1. La conservacin de las ciudades y barrios histricos slo puede ser eficaz si se la integra en una poltica coherente de desarrollo econmico y social y si se toma en consideracin en el planteamiento del territorio y del urbanismo en todos sus niveles. Los valores a conservar son el carcter histrico de la ciudad o conjunto y la suma de elementos materiales y espirituales que determinan su imagen, especialmente:
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a)
La forma urbana definida por la trama y el parcelario. b) La relacin entre los diversos espacios urbanos, edificios, espacios verdes y libres. c) La forma y aspecto de los edificios (interiores y exteriores) definidos a travs de su estructura y volumen, estilo, escala, materiales, color y decoracin. d) Las relaciones entre la Ciudad y su entorno, bien sea natural o creado por el hombre. e) Las diversas funciones de la Ciudad, adquiridas en el curso de la historia. Todo ataque a estos valores comprometera la autenticidad de la ciudad histrica. 3. La participacin y el compromiso de los habitantes son imprescindibles para llevar a cabo la conservacin de las ciudades histricas y debe ser estimulada. No debe olvidarse que la conservacin de las ciudades y barrios histricos concierne en primer lugar a sus habitantes. Las intervenciones en un barrio o en una Ciudad histrica deben realizarse con prudencia, sensibilidad, mtodo y rigor, evitando todo dogmatismo, pero teniendo en cuenta siempre los problemas especficos en cada caso particular.
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Mtodos e instrumentos 5. La planificacin de la conservacin de las ciudades y barrios histricos debe ser apreciada por estudios pluridisciplinarios. El plan de conservacin debe comprender un anlisis de datos, particularmente arqueolgicos, histricos, arquitectnicos, tcnicos, sociolgicos y econmicos y debe definir la principal orientacin y modalidad de las acciones que han de llevarse a cabo en el plano jurdico, administrativo y financiero. El plan de conservacin debe tratar de lograr una relacin armnica entre el rea histrica y la ciudad. El plan de conservacin debe determinar los edificios o grupos de edificios que deben protegerse totalmente, conservar en ciertas condiciones, o los que en circunstancias excepcionales puedan destruirse. Antes de realizar cualquier intervencin se levantar un acta rigurosamente documentada. El plan debe contar con la adhesin de los habitantes. En caso de que se careciera de un plan de conservacin o ste estuviera en estudio, antes de la adopcin de un plan, todas las actividades necesarias para la conservacin debern ajustarse a los principios y mtodos de la presente carta y de la de Venecia. La conservacin de las ciudades y barrios histricos implica el permanente mantenimiento de las edificaciones.
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Las nuevas funciones deben ser compatibles con el carcter, vocacin y estructura de la ciudad histrica. La adaptacin de la ciudad histrica a la vida contempornea requiere unas cuidadas instalaciones de las redes de infraestructura y equipamientos de los servicios pblicos. La mejora del hbitat debe ser uno de los objetivos bsicos de la conservacin.
13. Cuando en el marco de la ordenacin territorial se prevea la construccin de grandes carreteras, o de intenso trfico, no deber permitirse que penetren en la ciudad histrica, aunque s facilitar el acceso a la misma. 14. En las ciudades histricas se han de adoptar medidas preventivas contra las catstrofes naturales y las diversas perturbaciones (especialmente la contaminacin y las vibraciones), tanto para la conservacin de su patrimonio como para la seguridad y el bienestar de sus habitantes. Los medios empleados para prevenir o reparar daos ocasionados por una catstrofe deben adaptarse al carcter especfico de los bienes que deban conservarse. 15. Para asegurar la participacin activa e implicar a los habitantes, se debe programar la informacin desde la edad escolar. Debern facilitarse las acciones de las asociaciones para la conservacin y adoptarse las medidas financieras apropiadas para asegurar la conservacin y restauracin. 16. La conservacin exige la formacin especializada de los diferentes profesionales implicados.
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10. En el caso de ser necesario transformar los edificios o construir otros nuevos, toda agregacin deber respetar la organizacin espacial existente, particularmente su parcelario, volumen y escala, as como el carcter general impuesto por la calidad y el valor del conjunto de construcciones existentes. La introduccin de elementos de carcter contemporneo siempre que no perturben la armona del conjunto, puede contribuir a su enriquecimiento. 11. Es importante contribuir a un mejor conocimiento del pasado de las ciudades histricas, favoreciendo las investigaciones arqueolgicas urbanas y la adecuada presentacin de sus descubrimientos, sin perturbar la organizacin general del tejido urbano. 12. La circulacin de vehculos debe ser estrictamente reglamentada en el interior de las ciudades o barrios histricos; las reas de estacionamiento debern fijarse de modo que no degraden con su aspecto ni el de su entorno.