El documento celebra la beatificación de José Gabriel Brochero, un sacerdote argentino que dedicó su vida pastoral a visitar a los pobres en las zonas rurales y alejadas de Córdoba, llevándoles la Palabra de Dios, la oración y los sacramentos. Brochero recorría largas distancias a caballo para atender a las familias y ayudarles espiritual y materialmente. Con su ejemplo de entrega y misericordia, atrajo a miles de personas a Dios y las alejó del vicio. El Papa
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El documento celebra la beatificación de José Gabriel Brochero, un sacerdote argentino que dedicó su vida pastoral a visitar a los pobres en las zonas rurales y alejadas de Córdoba, llevándoles la Palabra de Dios, la oración y los sacramentos. Brochero recorría largas distancias a caballo para atender a las familias y ayudarles espiritual y materialmente. Con su ejemplo de entrega y misericordia, atrajo a miles de personas a Dios y las alejó del vicio. El Papa
El documento celebra la beatificación de José Gabriel Brochero, un sacerdote argentino que dedicó su vida pastoral a visitar a los pobres en las zonas rurales y alejadas de Córdoba, llevándoles la Palabra de Dios, la oración y los sacramentos. Brochero recorría largas distancias a caballo para atender a las familias y ayudarles espiritual y materialmente. Con su ejemplo de entrega y misericordia, atrajo a miles de personas a Dios y las alejó del vicio. El Papa
El documento celebra la beatificación de José Gabriel Brochero, un sacerdote argentino que dedicó su vida pastoral a visitar a los pobres en las zonas rurales y alejadas de Córdoba, llevándoles la Palabra de Dios, la oración y los sacramentos. Brochero recorría largas distancias a caballo para atender a las familias y ayudarles espiritual y materialmente. Con su ejemplo de entrega y misericordia, atrajo a miles de personas a Dios y las alejó del vicio. El Papa
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Excmo. Mons.
Jos Mara Arancedo
Arzobispo de Santa Fe Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina
Querido hermano: Que finalmente el Cura Brochero est entre los beatos es una alegra y una bendicin muy grande para los argentinos y devotos de este pastor con olor a oveja, que se hizo pobre entre los pobres, que luch siempre por estar bien cerca de Dios y de la gente, que hizo y contina haciendo tanto bien como caricia de Dios a nuestro pueblo sufrido. Me hace bien imaginar hoy a Brochero prroco en su mula malacara, recorriendo los largos caminos ridos y desolados de los 200 kilmetros cuadrados de su parroquia, buscando casa por casa a los bisabuelos y tatarabuelos de ustedes, para preguntarles si necesitaban algo y para invitarlos a hacer los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola. Conoci todos los rincones de su parroquia. No se qued en la sacrista a peinar ovejas. El Cura Brochero era una visita del mismo Jess a cada familia. l llevaba la imagen de la Virgen, el libro de oraciones con la Palabra de Dios, las cosas para celebrar la Misa diaria. Lo invitaban con mate, charlaban y Brochero les hablaba de un modo que todos lo entendan porque le sala del corazn, de la fe y el amor que l tena a Jess. Jos Gabriel Brochero centr su accin pastoral en la oracin. Apenas lleg a su parroquia, comenz a llevar a hombres y mujeres a Crdoba para hacer los ejercicios espirituales con los padres jesuitas. Con cunto sacrificio cruzaban primero las Sierras Grandes, nevadas en invierno, para rezar en Crdoba capital! Despus, cunto trabajo para hacer la Santa Casa de Ejercicios en la sede parroquial! All, la oracin larga ante el crucifijo para conocer, sentir y gustar el amor tan grande del corazn de Jess, y todo culminaba con el perdn de Dios en la confesin, con un sacerdote lleno de caridad y misericordia. Muchsima misericordia! Este coraje apostlico de Brochero lleno de celo misionero, esta valenta de su corazn compasivo como el de Jess que lo haca decir: Guay de que el diablo me robe un alma!, lo movi a conquistar tambin para Dios a personas de mala vida y paisanos difciles. Se cuentan por miles los hombres y mujeres que, con el trabajo sacerdotal de Brochero, dejaron el vicio y las peleas. Todos reciban los sacramentos durante los ejercicios espirituales y, con ellos, la fuerza y la luz de la fe para ser buenos hijos de Dios, buenos hermanos, buenos padres y madres de familia, en una gran comunidad de amigos comprometidos con el bien de todos, que se respetaban y ayudaban unos a otros. En una beatificacin es muy importante su actualidad pastoral. El Cura Brochero tiene la actualidad del Evangelio, es un pionero en salir a las periferias geogrficas y existenciales para llevar a todos el amor, la misericordia de Dios. No se qued en el despacho parroquial, se desgast sobre la mula y acab enfermando de lepra, a fuerza de salir a buscar a la gente, como un sacerdote callejero de la fe. Esto es lo que Jess quiere hoy, discpulos misioneros, callejeros de la fe! Brochero era un hombre normal, frgil, como cualquiera de nosotros, pero conoci el amor de Jess, se dej trabajar el corazn por la misericordia de Dios. Supo salir de la cueva del yo-me- mi-conmigo-para m del egosmo mezquino que todos tenemos, vencindose a s mismo, superando con la ayuda de Dios esas fuerzas interiores de las que el demonio se vale para encadenarnos a la comodidad, a buscar pasarla bien en el momento, a sacarle el cuerpo al trabajo. Brochero escuch el llamado de Dios y eligi el sacrificio de trabajar por su Reino, por el bien comn que la enorme dignidad de cada persona se merece como hijo de Dios, y fue fiel hasta el final: continuaba rezando y celebrando la misa incluso ciego y leproso. Dejemos que el Cura Brochero entre hoy, con mula y todo, en la casa de nuestro corazn y nos invite a la oracin, al encuentro con Jess, que nos libera de ataduras para salir a la calle a buscar al hermano, a tocar la carne de Cristo en el que sufre y necesita el amor de Dios. Solo as gustaremos la alegra que experiment el Cura Brochero, anticipo de la felicidad de la que goza ahora como beato en el cielo. Pido al Seor les conceda esta gracia, los bendiga y ruego a la Virgen Santa que los cuide. Afectuosamente, FRANCISCO Vaticano, 14 de septiembre de 2013