Amazing Grace
Amazing Grace
Amazing Grace
Gracia Sublime
En fin, dejando los tecnicismos, les cuento que el origen de la letra de esta canción,
convertida luego en un popular himno cristiano luego -en especial en la cultura gospel
estadounidense-, data de un capitán de navío de la época colonial. Más precisamente del
capitán del Greyhound, un barco dedicado al comercio entre África, Estados Unidos e
Inglaterra; pero no al comercio tradicional precisamente. El barco y su tripulación eran
nada más y nada menos que comerciantes de esclavos. Africanos, obviamente.
El capitán de ese navío, un tal John Newton, pasó años en ese comercio de esclavos,
viendo como miles de sus bienes -tal como los llamaban- perdían la vida a bordo o en
puerto, tanto en la espera para ser embarcados como durante su estadía en el nuevo
mundo a la espera de ser vendidos al mejor postor.
No fue sino hasta llegada su madurez y vejez que Newton recapacitó sobre lo que hacía
-y continuaba haciendo- y cambió el rumbo, pero esta vez del barco de su vida. Dedicó
los años finales de su vida a la religión cristiana, teniendo a cargo una congregación en
Inglaterra, algo extraño siendo que debía una persona que ocupase tal cargo tener alguna
clase de estudios en teología.
También, al dar cuenta de los grotescos errores de sus vida, se convirtió en un férreo
defensor de la abolición de la esclavitud en Gran Bretaña llegando a colaborar con uno
de los primeros abolicionistas de aquel entonces, entre los que podemos destacar a
William Wilberforce, persona con la cual Netwon tenía una relación de amistad de larga
data.
John Newton
Cada año caía más bajo en las garras del pecado y pronto estaba en tal estado
que la tripulación lo despreciaba, considerándolo sólo un animal.
En una ocasión, el borracho capitán cayó por la borda pero sus hombres no
hicieron mucho esfuerzo para rescatarlo. Simplemente tiraron un arpón que
se clavó en su cadera y tiraron de la cuerda. Fue levantado como si hubiera
sido un pez grande. Debido a este suceso, John Newton cojeó por el resto de
su vida, pero como él diría: " Cada paso es un constante recuerdo de la Gracia
de Dios sobre este desventurado pecador".
La película se llama como el himno cristiano compuesto por John Newton, quien
había sido capitán de barcos negreros muchos años. En una tormenta en el mar se
convirtió, se arrepintió del sufrimiento causado a miles de personas y se hizo
clérigo. Wilberforce le conoció y quedó impactado por él.
Aunque en España aún no se sabe la fecha de estreno del film, la de hoy es una
fecha clave: se cumplen 200 años de la votación que puso fuera de la legalidad el
tráfico de seres humanos en los dominios británicos. El 23 de febrero de 1807, por
283 votos a favor y 16 en contra, la Cámara de los Comunes aprobó la Slave Trade
Act, que recibió el asentimiento real el 25 de marzo de ese mismo año.
Contra el esclavismo
Lord Grenville consiguió que la Cámara de los Lores aprobara por un margen
insospechadamente favorable un proyecto de ley abolicionista. La Cámara de los
Comunes confirmó dicho proyecto de ley. Veinte años de lucha se vieron coronados
por el éxito.
Liberar a los ya esclavos
Tuvo tiempo de ver cómo el Acta de Abolición de la Esclavitud fue aprobada por la
Cámara de los Comunes el 26 de julio de 1833. Tres días después entregó su alma
a su Creador. Un mes después, ese Acta fue ratificada y los esclavos fueron por fin
libre en el Imperio Británico.
El catolicismo y la esclavitud
Uno de los hijos de Wilberforce, que había sido pastor anglicano, luego se
hizo sacerdote católico en la anti-católica Inglaterra del s.XIX. Ser
antiesclavista siendo metodista (una nueva denominación) era quizá distinto
que serlo desde los 1800 años del catolicismo. ¿Cómo coexistió la Iglesia
con la esclavitud?
En 1867 escribía San Daniel Comboni esta carta que sirve para describir lo
que todavía ocurre en amplias zonas del Tercer Mundo:
Mientras haya niños soldados, mientras haya mujeres que son moneda de
cambio por bienes materiales, mientras haya hombres que viven bajo el
yugo de la esclavitud, la humanidad no podrá decir que se ha librado de una
de las peores lacras que la acompañan a lo largo de la Historia. Es hora ya
de pasar página.