Claustrum (Donald Meltzer) PDF
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-metfora de venir al mundo usada como eufemismo de asesinato.
esta pseudolgica Macbeth engaa a su propia 3.1ma cor: la
mentira de que est dispuesto a sacrificar su comodidad en aras de
los intereses de la cosa poltica. llasta que esa
1
; "cosas" incmodas
que tiene en la cabeza no hayan sido "realizadas", no puede
"examinar" Ja informacin que contienen y formarse una idea global
del eficaz funcionamiento del gobierno: predicciones fiables sobre el
curso que los asuntos pueden y deben tomar. Este es el nuevo estado
me?tal de cuando hace una nueva visita a las brujas. su
mu1er ya no sirve para este examen mediante la accin (no vuelve a
hablar con e!!a en toda la obra); lo que necesita ahora es accesc al
ordenador central. Las brujas le dan la respuesta que busca, siguiendo
su deseo de ser espoleado a continuar. Le muestran la lnea de
descendientes de Banquo, lo cual enciende en Macbeth la decisin
de asesinar inmediata y automticamerentc a todos los que encuentre
a mano. que le recuerden que el cetro que empua es yermo, una
corona inestable:
A partir de este momento
Los primeros frutos de m'i corazn sern
De mi mano los frutos primeros. Y sin esperar a ms,
para coronar mis pensamientos con actos, lo pensado hecho
[ser:
Sorprender el castillo de Macduff;
Tomar Fifc; pasar a cuchillo
A su n1ujcr, a sus hijos, y a todas las desgraciadas almas
Que descienden de su linaje. t-..'o son jactancias de idiota:
este acto har, antes de que se enfre mi propsito:
No visiones! (!V.i. 146-55)
182 CLAUSTRUM
Para Macbeth, su falla de descendientes es la fuente de su
inseguridad e impotencia, su fracaso en convertirse en rey verdadero
y seguro. Para Shakcspeare es smbolo de sus deficientes procesos
mentales. Usando la expresin equvoca "primeros Macbeth
iJ.lplica que s tiene en su corazn" hijos mentales y que ha llegado
el momento de que su posiciri sea confirmada por su sus
pensamientos han de ser "coronados con Sus rivales sern
eliminados, borrados, sacados del escenario: "No ms visionesr.
Esca es !a equiparable respuesta que da a la del espritu de
Banquo, como si contra esa fabricacin fecal de su propio cerebro
concebida como verdadero rey (con herederos) se tuviera que medir,
para igualarle y suslituirle. En el sub-lenguaje de Macbeth, los Jugares
y sin en la institucin real no son aquellos en los
que ha habido asesinato, sino aquellos donde no se ha cometido,
completado, llevado a cabo. Para que la coronacin sea un proceso
seguro, limpio y perfecto, hay que acelerarlo, hacerlo ms eficaz ("sin
jactancias"). No debe haber espacio alguno entre el impulso y la
accin: "lo pensado, hecho ser"; igual que el estribillo de las brujas
mientras remueven la caldera: "Har, har y har:". Shakespeare
muestra con absoluta claridad cmo la falla de imaginacin de
Macbeth, bajo la gida de la omnisciencia, daa su capacidad de
pensar y cmo el lenguaje del poltico del equvoco se convierte
automticamente en el del exterminador fascista.
(iv) Salida del claustrum
Llegado este momento, en el cuarto acto de la obra, la fuerza de
Ja accin se ve frenada por dos episodios que representan ona pausa
para poder pensar: uno es el hogar de Lady !11acduff, y el otro el de
la corte monstica del rey ingls donde se estn reuniendo las fuerzas
rebeldes. Los golpes que sonaron a las puertas del castillo inmedia-
tamente despus del asesinato de Duncan Jo marcaron como un
infierno de equvocos; a la vez que la llegada de ;o.lacduff (que de
manera significativa haba quedado afuera cuando el asesinato fue
cometido) marca el comienzo de un largo proceso de salida del
claustrum para la mente de Escocia en su conjunto. Shakespcare
presenta ahora un modelo completo de relaciones recprocas ambi-
guas, que a la vez que confirma el significado del clausLrum, describe
el camino de salida. El interior del castillo de Macduf representa el
reverso de la femineidad perversa de J.ady f.1acbelh; es Ja imagen que
EQUIVOCO DE MACIHITH, AMBIGEDAD DE SHAKESPEARE 183
del castillo de Macbeth se hicieron al principio Duncan y Banquo: un
nido para pajaritos que abriga bajo su lecho a Jos herederos y la
capacidad de crecimiento de que Macbeth est desposedo. Y la equ-
voca llamada de !11acduff a las puenas del infierno encuentra un
contraste potico en su abandono del hogar, dejando a su femineidad
(como la leche de bondad humana que Macbeth abandona) despro-
legida y abierta a la destruccin. En trminos simblicos, Macduff
tambin se ve afectado por el ambiente prevalente de traicin y ''xi-
to" egosta: Macbeth paga cnicamente con su "joya eterna" y Jl1ac-
duff, imprudentemente, con las vidas de su familia, pero al menos es-
t llamando a esas puertas desde fuera, no est aprisionado dentro
como Macbeth -posicin desde Ja OJal no es posible el r2tor-
no-. Cuando vemos a Lady Macduff su marido ha huido ya para
salvar su vida, y su primo Ross est a punto de seguirle, quedndose
slo unos momentos para disOJlpar la huda de Macduff calificndola
de "sensatez" que Lady Macduff, cortando por el medio el equvoco,
diagnostica como "miedo":
Sensatez! dejar a su mujer, a sus hijos,
Su casa, sus ttulos, en un lugar
De donde l huye? No nos ama.
Le falta el sentir natural hasta el pobre abadejo,
El ms diminuto de los pjaros, lucha.
Con sus cras en el nido, contra la lechuza.
Es miedo todo, y amor no ha}' (IV.ii. 6-12)
La nica disOJlpa que Ross encuentra para la conducta de
Macduff, antes de darse l tambin a Ja huida, es que en estos tiempos
"somos traidores / Y ni a nosotros mismos nos conocemos", del
mismo modo que l\1acbeth haba decidido antes "no conocerse a s
mismo". De modo especfico, es e! no reconocer su femineidad 10 que
resulta en una masculinidad traidora y dbil, que se refugia bajo Ja
gida de Ja mente brujesca y perversa. Coleridge vea en !a domes-
ticidad de esta escena un respiro para el ambiente del resto de Ja obra,
a pesar de su violento final; y es tambin un respiro por su lenguaje
llano y su rechazo del equvoco. La conversacj6n entre Lady Jl.1acduff
sobre qu es y c6n10 se define la traicin, es e! nico dilogo
inteligente de 1oda la obra. Lady Macduffhabla con ambigedad, pero
sin equvoco, sobre el desconocido sino de i:u marido, dejando que
184
CL:AUSTRUM
su hijo interprete sus palabras segn su cn.Lender -que resulta ser
que su .padre no est realmente umuerto", y que si su madre no llora
realmente por l es signo de que pronto le dar otro padre (mejor).
El del nio sobre la escena, delante de su madre, es paralelo
a Ja imagen del infanticidio expresada por Lady Macbct.h, confirman-
do as su subyuacente significado de ataque a la imaginacin y al
crecimiento mental.
La imagen es un paralelo, pero tambin reverso y revelacin en
la concepcin general del drama como historia de una mente, puesto
que est.a vez el significado del ataque a la femineidad y al mundo
interno le llega a Macduf en forma de dolor ntimo. Macduf nunca
ha estado aprisionado en el claustrum: ni en el castillo, ni en el saln
de recepciones, ni en la ceremonia de coronacin de Scone, ni
siquiera en la sala de su propia casa; ha sido siempre una figura que
se mantiene al margen, que nunca est presente en el usuceso", en
el momento asesino. A diferencia de Mabeth, l no es presa de Lady
I'11acbelh cuando sta se enfrenta al concepto de infanticidio (en la
segunda parte de la obra ella est, de hecho, incapacitada). Lo que
hace Macduff es situarse bajo la estricta supervisin moral de! rey
ingls, sometindose a un examen de traicin conducido por
Malcolm, el hijo de Duncan. La corte inglesa, con su ambiente santo
Y religioso, es una especie de monasterio, dedicado a curar la
misteriosa enfermedad conocida como "El mal de reyn --que, enei
conlexto de la obra, equivale al mal de la ambicin ciega. Aparece
por primera vez la figura de un "Doctor". La corte inglesa, no es un
lugar de pensamiento creador y valen tia in1aginativa, sino de piadosa
circunspeccin, nunca tentada a poner "confianza absoluta" en
alian1.as polti<.:as, confianza que perdi al rey Duncan. Es un lugar
donde los "demonios pintados" temidos por los "ojos de la infancia",
Y de los que Lad}
1
Jl1acbeth se burla, son lomados en serio, encarnados
en los pollicos escoceses. El extrao y solemne examen de traicin
que 1\1alcolm hace a !11acduff tiene ms aire de catecismo religioso
que de realismo psicolgico o poltico. Nadie podra realmente creer
en la monstruosa encarnacin de pecados mortales que Malcolm
pinta como su propio retrato. Sin embargo, stas son las condiciones
necesarias para que el aspecto "\1acduff" de la mente reciba el
mensaje de los ltimos estragos causados por "i\1acbcth", y de la
devastacin que ha producido en su pas natal interno ("no muestra
sino nuestra tumba"). El examen empieza recordando /\1alcolm a
EQUIVOCO DE MACBETH, AMBlGEDAD DE Sl!AKESPEJ\RE
185
!11acduff que Macbeth "an no te ha tocado"; es deci, que no le ha
daado en lo ntimo. Y lermina cuando Macduff es "tocado": con la
llegada de la noticia del asesinato de su familia, disolviendo la
tensin de Jos espectadores durante toda esta escena. Shakespeare
nos presenta los aconlecimientos de manera que uno parece precon-
dicin para el otro. Macduff pasa el primer estadio del examen y slo
tiene la preparacin necesaria para el siguiente-para el cual la tutela
de Malco\m ya no le sirve-, que consiste en el reconocimiento de
su propio pecado, su responsabilidad por la muerte de su familia
interna: "Macduf pecador/ Abatidos todos por tu culpa" (lV.iii. 224-
5). !11alcolm le dice: "desafalo como un hombre", a lo cual Macduff
responde:
Lo har;
Pero tambin como un hombre debo sentirlo;
con palabras que recogen y reparan el intento hecho antei: por
Macbeth de deinir su hombra y que Lady Macbeth haba aplastado.
La funcin de "sentir" recibe por in reconociiniento explcito dentro
del concepto de hombra. Macduff est ahora preparado a destruir a
su alter-ego destructor, el "ave infernal" y amigo de Escocia";
tambin l ha sido una especie de traidor y tiene que regresar para
medirse con Macbelh cara a cara:
frente a frenle
Ponednos a este enemigo de Escocia y a m (IV.iii. 232-3)
En esta venganza cara a cara !\1acduff proporciona por in alivio
a !\1acbeth, el cual est en un eslado de desesperada nulidad,
insensible a la esperanza o a! miedo, aprisionado por la delirante
omnisciencia de la mente brujesca que, cree l, "conoce toda
consecuencia morlal" (\
1
.iii.5). Este aprisionamiento se manifiesta en
su incapacidad de ni siquiera esperar que la muerte sea posible para
quien ha "vivido tiempo suficiente"; est atrapado en una especie de
eterna "vejez" de maldiciones y odio. Una vez m:is, !1-iacduff Barna a
!as pucnas del claustrum del equvoco, que ahora es el impregnable
castillo de Dunsinane, y la muerte libera a su vctima. La rnente
enferma de se ve relejada en la de su de
grandeza", su mujer, quien en su sonambulismo alucinado revive
186 CLAUSTRUM
obsesivamente el primer asesinato. Incapaz de soar, sus emociones
reprimidas la persiguen en forma de venenos indigestos, manchas,
como le pasaba a Macbeth OJando se Je presentaba Ja "corona"
.sangrienta de! espritu de Banquo:
maldita mancha!. .. Tenebroso es el infierno. No te
!avergenza, mi seor,
ser so1dado y tener miedo? Por qu hemos de temer que se
(sepa,
Cuando a nadie hemos de rendir cuentas? Pero quin
Hubiera pensado que el anciano pudiera 1ener tanta sangre?
... An huelo la sangre: en todos los perfumes
de Arabia no habra aroma para esta pequea mano ... A
!dormir, a dormir;
golpean a la puerta. Ven, ven, ven, ven, dame la mano.,
No se puede deshacerlo hecho. A dormir, a dormir, a dormir.
CV.i. 34-65)
Lady Macbeth nunca supo que el infierno es una condicin
interna yno una leccin de libro ilustrado; su valor era falso, resultado
de su falta de imaginacin. No podra imaginar las consecuencias que
tendra invitar a Ja enfermedad mental a que la l!enara, sustituyendo
la leche por hiel, pocin de brujas. Cuando reprende a Macbeth
dicindole "un poco de agua nos limpia de este acto ... lvate ese agua
sucia que tienes en la no poda concebir que las mentiras, en
cuanto verdades asesinadas, envenenan literalmente la mente. El
"anciano" lleno de sangre toma ahora venganza en su "mano"
convertida en sucio testigo. Todas sus falsas suposiciones e irrefle-
xiones recaen sobre ella en forma de "malditas manchas"
-scnlimientos asesinados que esperaba poder expulsar o evacuar,
pero que no puede metabolizar mentalmente. Su creencia simplista
en el "pode;" se derrumb cuando perdi su influencia sobre su
marido y vio acercarse a ella la locura", tan profunda como su
prdida de omnipotencia. Shakcspeare muestra que el lan alardeado
coraje, estoicismo}' masculinidad de lady Macbeth no es sino un !ipo
de estupidez que la incapacita cuando tiene que enfrentarse a acon-
tecimientos de la vida real que no puede controlar; no sabe cmo
.:ceptar la derrota de sus expectativas: lo nico que se le ocurre es
la manida frase "No se puede deshacer lo hecho". la idea delirante
EQUIVOCO DE MACilETH, AMBIGEDAD DE SHAKESPl!ARE 187
de controlar el futuro Je impide tener futuro alJ,runo. Sin embargo, en
su aislamiento total y con el paso al remordimiento (Ja llave hacia una
vida futura) an cerrado, muestra una necesidad mayor que nunca de
comunicacin: la "pequea mano" recuerda las palabras de Duncan
a ella al entrar en su castillo; y en su invitacin "a dormir" se puede
ver un seguimiento de la llamada de quien "golpea a la puerta" hacia
un lugar final de descanso.
,\1acbeth sigue atentamente su evolucin reconociendo, aun sin
entenderlos, todos los sntomas de su propio mundo interno en(er-
mo, como demuestra con su pregunta al doctor, de una curiosidad
poco habitual en l: "No podis ministrar r.ada a una mente en-
ferma?" (V.iii. 40). La ambigedad del trmino "ministrar" demuestra
que Macbeth entiende perfectamente que Jo que se requiere es un mi-
nisterio de carcter religioso o que no se puede dar como una
droga o una dosis de espritu de brujas, sino que "En estos casos I El
paciente ha de administrarse su propia Por eso grita:
"Echad la medicina a los perros" y va a ponerse la armadura, pero ya
ha dado seal de empezar a despertar de su innime desesperacin.
Comienzan a penetrar en sus odos los golpes a la puena. El primer
signo ocurre cuando un joven sirviente le trae la noticia de que se
acerca el ejrcito ingls. En el contexto de su parlisis mental total,
. una chispa del despertar del miedo cobra forma en Ja cara del
muchacho, a quien fl1acbeth despectivamente llama "bobalicn de
cara cremosa", "plido como el miedo" y"cara de suero", calificativos
de blancura que nos recuerdan la "leche" de bondad humana que l
ha perdido. le dice: "llvate esa cara de aqu", mostrando su
perturbacin ante un posible contacto con su yo-nio escondido
dentro de s mismo, sin ser reconocido. Despus, cuando lady
J\1acbeth sigue la llamada "a dormir", y r-.1acbclh oye el "grito de las
mujeres" que precede al anuncio de su suicidio, parece despertar un
poco ms de su apata diciendo: "J-Iaba casi olvidado el sabor
de! El sabor del miedo trae una nueva esperanza de que
despus de lodo Ja muerte qui<' sea posible, como lo ha sido para
su mujer:
h1aana y maana y maana
lentamente se deslizan de da a da
I-Iasta la ltima slaba del liempo conocido;
Y todos nuestros ayeres han guiado a los necios
188 CLAUSTRUM
En su camino hacia el polvo de la muerte. Apgate, fugaz
[candela!
La vida no es sino una sombra andante; un simple actor,
Que en el escenario declama su parce de pavoneos y lamentos,
Y nunca ms se le vuelve a or. Es un cuento
contado por un bufn, con muchos gritos y furia,
Pero que nada significa. 0f.v. 19-28)
El ltimo soliloquio de Macbelh es un inspirado reconocimiento
de lo que significa la ausencia de significado, al traducir poticamente
el espectculo de su mujer sonmbula con la vela en el escenario, en
trminos de la vida como "sombra sombra que oculta
tambin su propio sentimiento de no existir. Poco despus, Macbelh
empieza "a dudar del equvoco del diablo que miente como la
verdad" 01.v. 43-4) y busca seales de su prxima liberacin,
empezando con el bosque de Birnam. Superficialmente hablando
ser vencido por el ejrcito, pero a nivel ms real es un encuentro
personal que para l tiene el significado de enfrentarse a las brujas
del mismo modo que Macduff va a enfrentarse a l. Porque, a
diferercia de la lota\ incomprensin de Lady Macbeth de los sntomas
que la aligen Ja muerte de Macbclh es, en esencia, una conversin
religiosa a travs de la persona de Macduff, su alter-ego. 1\unque de
Macdu f se pcdr'a decir equvocamente que "no es nacido de mujer",
la relacin entre elles es esencialmente ambigua, dos caras de un
mismo ser. De hecho, Macbeth, que es rr1s fuerte en la lucha y
empieza ganando, se rinde a 11acduff cuando ste se identifica a s
mismo de un modo que hace posible ia muerte de 1'11acbeth por !a
imagen o la idea, y no la simple fuerza fsica. Mediante esla con-
versin la mente de l\1acbeth-i'vlacduff emerge del daus-
trum en un ambiente de piedad vengativa. El estado de Escocia, sobre
el que ha intentado ejercer su omnipotente conLrol con consecuen-
cias catastrficas, es entregado a ?.1alcolm, el heredero de Duncan,
quien aunque correcta y estrictamente educado, no tiene la ingenui-
dad de nio que su padre tena. Los claustros de la corle ir.glesa le
han enseado a observar el mundo sin ser partcipe.
No hay aqu garanta de que sta va a ser una solucin profunda
o permanente a los problemas de Escocia. Pare\ contrario, los valores
y el ambiente del final de la obr,;, son inquietantemente parecidos a
Jos que reinaban al principio. Una vez ms Escocia es liberada de la
EQUIVOCO DE MACBETH, AMBIGEDAD DE SHAKESPEARE 189
garra de un traidor sanguinario y el linaje del buen rey Duncan es
restaurado. Las mismas consignas sobre el honor y el valor emergen
en el contexto de la batalla para justificar muertes innecesarias, :orno
por ejemplo la satisfaccin del viejo Siward ante el hecho de que su
hijo, muerto por Macbcth, haya sido herido por delante; "No merece
ms dolor;/ Dicen que muri dignamente y pag su deuda n. Aparece
la cabeza de Macbelh clavada en una pica, para que sea reflejo y
seal de su poca", del mismo modo que l'l1acbeth haba colocado la
cabeza del "despiadado Macdonwald" sobre sus almenas. lla.nar a
Macbeth "ave infernal" y a su mujer "diablo" puede ser una sa1isfac
toria explicacin pblica y servir para que la vida ordinaria vuelva
temporalmente a su curso, pero con ello no se entra en la profundidad
del problema, ni se curan las heridas de la mente. El poder milagroso
del rey ingls, envuelto en sagradas profecas, sirve principalrnf!nte
para apuntar un tema que Shakespeare explorar de maner::t ins
profunda e imaginativa en sus obras posterioes, especialmente en El
cuento de invierno y que es la salida de la mente de su omnipo1encia
paralizanLe mediante la accin de deidaGes creadoras internas,
antilticas a las brujas. Pero se es un.paso p.:isterior, y entre tanto la
marcha del bosque de I3irnam es casi una caricatura del
de las fuerzas buenas y verdes de la naturaleza --ejeinpio de
ideologa esttica-; y el "doctor", presente tanto en la cort! inglesa
como en la escocesa, solamente dice que se admira" del estado de
Lady Macbeth, pero que nada puede hacer si el paciente no ''se
administra su propia mediciana". Uno de los ms importantes
aspectos del logro de Shakespeare en J.facbeth es su de
que la mente enferma" no puede realmente sera tendida por el
de! paciente; puede ceder su dominio a una parte ms sana del yo,
una parte buena, benigna y moral, pero no puede y
convertirse en parle til e integral del futuro desarrollo de la
personalidad a no ser que se establezca un modo ms radical y
resistente de pensamiento creador.