¿Cómo Editar Pedagógicamente Los Relatos de Experiencias?
¿Cómo Editar Pedagógicamente Los Relatos de Experiencias?
¿Cómo Editar Pedagógicamente Los Relatos de Experiencias?
Ministro de Educacin
Lic. Daniel Filmus
Secretara de Educacin
Lic. Juan Carlos Tedesco
Subsecretara de Calidad y Equidad
Lic. Alejandra Birgin
Instituto Nacional de Formacin Docente
Direccin Ejecutiva
Lic. Mara Ins Vollmer
rea de Desarrollo Institucional
Prof. Marisa Daz
Equipo Nacional CAIE
Lic. Elizabeth Barrios
Lic. Mariela Paesani
Prof. Nora Solari
DOCUMENTACIN NARRATIVA
DE EXPERIENCIAS
Y
VIAJES PEDAGGICOS
Fascculo 6
Programa
Documentacin Pedaggica y Memoria Docente
Direccin
Daniel Hugo Surez
Coordinacin Acadmica
Lili Ochoa De la Fuente
Coordinacin Ejecutiva
Paula Dvila
Coordinacin de Proceso
Gabriel Roizman
Cecilia Adriana Tanoni
Asistencia de Coordinacin
Marcela Marguery
Silvia Mnica Mateo
Mara Eugenia Poggio
Vernica Travi
Diseo y Programacin del Sitio Web
Georgina Mainini
Asistencia de Logstica
Manuel Hugo Surez
Autora del Fascculo 6
Lili Ochoa De la Fuente
Cmo editar pedaggicamente los relatos de experiencias?
Autora: Lili Ochoa De la Fuente- 1 ed.- Buenos Aires.
Fundacin Laboratorio de Polticas Pblicas- Buenos Aires,
2007.
40p.; 29x 21 cm. (Fascculo 6 -Coleccin Materiales
Pedaggicos- Documentacin Narrativa de Experiencias
Pedaggicas)
ISBN 978-987-1396-07-8.
1 - Formacin Docente. I. Surez, Daniel Hugo, dir. II. Ttulo CDD 371.1
Se permite la reproduccin de este material
con expresa cita de la fuente y sus autores.
ndice
Pginas
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16
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21
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El ejercicio de comentar
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Clnica de edicin
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Presentacin general de la
Coleccin de Materiales Pedaggicos
La Coleccin Materiales Pedaggicos de la Documentacin Narrativa de Experiencias y Viajes Pedaggicos est dirigida a informar tericamente, orientar metodolgicamente
y proponer estrategias y sugerencias operativas para el trabajo de los 241 coordinadores de
Centros de Actualizacin de Innovacin Educativa (CAIEs) en dos de los proyectos y lneas de accin definidos por el Instituto Nacional de Formacin Docente del Ministerio de
Educacin, Ciencia y Tecnologa de la Nacin para esos centros. Ambos proyectos, la documentacin narrativa de experiencias pedaggicas por parte de docentes del pas y una experiencia de viajes pedaggicos de docentes expedicionarios por distintos itinerarios de localidades, escuelas e instituciones culturales de las provincias, se desarrollarn durante los aos 2007
y 2008, y estarn orientados a indagar, reconstruir y hacer pblicos los saberes pedaggicos
que producen los docentes durante y en torno a sus experiencias escolares.
Los distintos fascculos que componen la Coleccin Materiales Pedaggicos pretenden
colaborar en el proceso de formacin de los coordinadores de CAIEs en esas estrategias de trabajo e indagacin pedaggicos, as como brindar herramientas conceptuales y metodolgicas
para los procesos de coordinacin y de desarrollo profesional con docentes que ellos mismos
desarrollarn en distintos puntos del pas durante los meses subsiguientes. Todos los fascculos
fueron diseados por el Programa Documentacin Pedaggica y Memoria Docente del
Laboratorio de Polticas Pblicas de Buenos Aires (LPP), aunque cada uno de ellos identifica autores diversos. El equipo de investigadores y profesionales de ese Programa estar a
cargo, asimismo, de disear y poner en prctica el proceso de formacin y entrenamiento de los
coordinadores de CAIE para ambos proyectos, y de la asistencia y asesoramiento permanentes
durante el desarrollo de las respectivas acciones. Como consecuencia de esta participacin activa del Programa, es posible que, frente a la emergencia de nuevos problemas y cuestiones, la
Coleccin sea rediseada y se incorporen nuevos fascculos
Los fascculos previstos para la Coleccin Materiales Pedaggicos son los que siguen:
Fascculo 1. Qu publican los docentes? Documentos Pedaggicos Narrativos.
Seleccin de cinco documentos narrativos escritos por docentes de diversos niveles educativos
del sistema escolar y de distintas provincias del pas en el marco de procesos de indagacin
narrativa de prcticas docentes.
Fascculo 2. Qu es la Documentacin Narrativa de Experiencias Pedaggicas?
Encuadre terico metodolgico. Ensayo que presenta los conceptos tericos, criterios metodolgicos y supuestos poltico-pedaggicos fundamentales de la documentacin narrativa de
experiencias pedaggicas, en tanto estrategia de desarrollo curricular centrada en el saber profesional de los docentes, modalidad de formacin y desarrollo profesional y estrategia colaborativa de indagacin interpretativa y narrativa de los mundos escolares y de las prcticas docentes.
Fascculo 3. Cmo documentar narrativamente experiencias pedaggicas? Criterios metodolgicos, diseo y gestin del dispositivo colectivo de trabajo pedaggico.
Ensayo que presenta detalladamente el dispositivo de trabajo de la documentacin narrativa de
experiencias pedaggicas y que describe cada uno de los momentos de su desarrollo con el
doble propsito de hacer jugar operativamente los criterios tericos y metodolgicos que informan la propuesta y de orientar el trabajo pedaggico de los coordinadores de los procesos de
indagacin y documentacin con docentes.
Fascculo 4. Cmo escribir relatos pedaggicos? Orientaciones y ejercicios para la prctica de escritura de relatos pedaggicos. Texto que rene y organiza una serie
de reflexiones y pautas de trabajo, orientaciones prcticas y sugerencias de ejercicios para colaborar en la prctica de escritura que llevarn a cabo los colectivos de docentes involucrados
en el proyecto de documentar narrativamente experiencias pedaggicas que los tuvieron como
protagonistas en sus escuelas.
Fascculo 5. Manual del Coordinador CAIE. Primera Parte. Manual operativo que
desde el Primer Encuentro Nacional de Formacin hasta los Encuentros Provinciales, a travs de
estrategias de trabajo presencial y del Sitio Colectivo Virtual (Web) diseado y desarrollado por
el Programa Documentacin Pedaggica y Memoria Docente del LPP para la coordinacin a distancia del proyecto.
Fascculo 6. Cmo editar pedaggicamente los relatos de experiencias? Orientaciones y ejercicios de la prctica de edicin pedaggica de relatos. Texto que presenta
y sistematiza los criterios metodolgicos, claves y reflexiones prcticas que amparan la edicin
pedaggica en tanto prctica de indagacin entre docentes.
Fascculo 7. Manual del Coordinador CAIE. Segunda Parte. Manual operativo que
presenta, ordena y caracteriza los momentos y tareas a realizar por los coordinadores de CAIE
durante el momento de edicin pedaggica de los relatos producidos por los docentes y hasta su
publicacin una vez convertidos en documentos narrativos de experiencias pedaggicas. Ms
especficamente, en este fascculo los coordinadores encontrarn las orientaciones y pautas
necesarias para que esas instancias se vean reflejadas en el Sitio Colectivo Virtual.
Fascculo 8. Manual del Coordinador CAIE. Tercera Parte. Manual operativo que
prev y planifica los momentos y tareas a realizar por el coordinador de CAIE para el diseo
colectivo de estrategias y actividades pedaggicas para la produccin de itinerarios a travs de
viajes pedaggicos y la respectiva documentacin y publicacin de sus producciones.
Fascculo 9. Publicacin de un corpus de documentos narrativos de experiencias pedaggicas producido en el marco del proyecto por maestros y profesores de diferentes niveles
educativos y de distintas provincias del pas.
identifica, enumera y describe los momentos y tareas a realizar por los coordinadores de CAIE,
Friedrich Nietzsche
indagacin entre docentes. Los encuadres terico metodolgicos que regulan y sostie-
les que devienen de ciertas especializaciones o de las funciones que ocupan en el sistema de cargos no solo cultiven la generosidad sino que se integren a la riqueza de las
discusiones y constituyan nuevos saberes.
Ahora bien, la relacin entre indagadores est mediada por textos. Son los relatos producidos los que dan sentido al intercambio informado entre colegas. Por eso,
son las historias vividas, en el ir y venir con ellas al contarlas y escribirlas, las que
abren el proceso de formacin y de colaboracin en trminos de comprensin. A medida que el colectivo de docentes avanza en su constitucin rodeado por relatos, gana
la escucha, la lectura y la interpretacin mutua de historias entre colegas. Los indagadores superan el conocimiento superficial de sus trayectorias, se conocen y se reconocen en la existencia de lo compartido, una relacin intensa anloga a la amistad y que
forma las experiencias pedaggicas y el desarrollo profesional implicado en la indagacin. A partir de lo sucedido o luego de atravesarlo, los docentes son distintos; a travs de las narrativas y sus textos se refresca la comunidad de atencin mutua.
que los relatos no necesitan salir de la mesa, presencial o virtual, para ser editados.
Tampoco que sern mejorados si son entregados a tcnicos en correccin de estilo.
Los potenciales documentos pedaggicos narrativos son tratados en armona con el
contexto en el cual fueron producidos. La mirada situada de los relatos no remite a los
datos personales de las experiencias sino a la lectura que el autor textual interpreta
del mundo emprico que muestra.
La edicin pedaggica comprende mltiples niveles, temporalmente simultneos y colectivamente activos, durante el proceso de formacin y produccin. La experiencia vivida se transforma y completa en la experiencia vital que se vivencia en el
texto mismo. El horizonte de la edicin pedaggica es la produccin de un texto digno
de la experiencia leda en el presente.
El saber de la experiencia que pudimos construir en este tiempo nos muestra
que dar por hecho un buen trato inicial entre colegas no asegura que el proceso de
indagacin resulte potente. Como sucede en la investigacin participante, la edicin
pedaggica demanda la construccin de una relacin sostenida que va y viene entre
autores y editores, editores y autores, mediada por los textos producidos. Esta dupla
colectiva lee atendiendo a lo que los textos dicen, cmo cuentan que son las cosas;
observan y participan sin ms restricciones que la de pertenecer a una comunidad de
intereses y aventuras compartidas. Mientras que el docente narrador selecciona y decide qu contar, resuelve el trabajo a modo introspeccin o reflexin personal, y esto
se sostiene tambin durante las primeras prcticas de escritura. En cambio, la edicin
pedaggica implica la existencia de un trabajo colectivo: son los editores pedaggicos
quienes logran que los relatos de sus colegas docentes salgan a la luz.
La preocupacin interesada de los colegas indagadores requiere el estar atento,
trabajar con palabras, desplegar el arte de leer con atencin antes que el decir o el
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se a escribir como a editar en serio hace brotar la sensibilidad del autor- editor y compromete la existencia del texto. Tanto escribir cuando y cuanto mucho ms editar dejan huellas de cansancio por este pensar sin frenos que opera en el autor. Y as como
presentamos que la relacin entre colegas durante la indagacin est mediada por
textos, la experiencia de editar es vivida en el cuerpo. La mesa de trabajo congrega
textos y autores y el silln les permite el descanso de vivir y escribir, puesto que en
poco tiempo el fastidio pasa y volver a trabajar el texto, volver a leer su autor.
Llegado a este punto, cabe preguntarse cmo se articula esta prctica de indagacin con el dispositivo que orienta la documentacin narrativa de experiencias pedaggicas, cuestin que pareciera ser explcita en la puesta en marcha del itinerario:
la bsqueda de experiencias escolares y la identificacin de docentes que, reconocindolas como pedaggicamente significativas, tengan posibilidades de contarlas. Esta
negociacin de la entrada al territorio se percibe como una indagacin, se asocia en
forma directa con el sondeo y la exploracin en un mundo escolar que se mira como
experiencias y prcticas profesionales, da un paso ms aunque estando en el mismo lugar.
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se produce, dado que este periplo por la mejora del texto de ningn modo es llano o
inmediato. Justamente, la travesa de la indagacin incluye las idas y vueltas de la
versin del texto que puede percibirse como terminada y que puesta a circular admita
nuevas reescrituras. A su vez, este detener el avance para volver a hurgar lo que se
fij en el texto no slo complica los tiempos de lo que se supone debera estar concluido, sino que contribuye a que la distincin entre autores y editores, de a ratos, se
torne difusa.
Vale la pena insistir en que la animacin y la edicin pedaggica en s mismas
demandan lazos comprensivos y de confianza colectiva cuando las controversias en
torno a los textos se hacen presentes. La prctica de indagacin, lejos de ser inquisidora en los sucesos ms o menos ntimos en los que participan los colegas docentes,
autoriza a entrenarnos en un ejercicio de reflexividad colectiva que pone en juego las
interpretaciones excepcionales o ms o menos compartidas en la jerga. En otras palabras, un entrenamiento particular que habilita que los otros sean los dueos de nuestra reflexin, donde se borronea y no importa quin dijo qu: nadie se copia de nadie
sino que el colectivo de docentes muestra lo que produjo.
El animador de la edicin pedaggica modera las conversaciones y ordena operativamente los permisos de intervencin y opinin entre colegas. Depender de la
cualidad persuasiva de nuestro espacio de formacin y del escuchar de cerca de los
participantes que se eludan actitudes demaggicas en las operaciones de interpretacin. Interpretar un texto es andar por un sendero intermedio entre darle un sentido
nico y correcto y los sentidos infinitos inaprensibles, ms que plurales, que imprime
la experiencia del mundo escolar y sus partcipes.
Muy lejos de tranquilizarnos con una mesa de consenso pedaggico que rena
textos que ya saban qu y cmo decir lo que dicen antes de recibir la invitacin de la
documentacin narrativa, el itinerario vivido por el colectivo sorprende. La disposicin
hacia la interpretacin de los colegas editores muestra ms y otros sentidos sin declamarlos y descubre aquellos hilos que ayudan a hilvanar las cuestiones pedaggicas
no resueltas que estaban ah, latentes, a la espera de ser indagadas.
Es la lectura del mundo antes de escribir y la lectura que entrega lo que ha
quedado escrito ah, lo que define el nfasis hermenutico de la edicin pedaggica. El
deslizamiento de la interpretacin del mundo centrada en el autor hacia otra que actualiza y ampla el mundo: la interpretacin del lector en el acto de lectura.
Ahora bien,
Cmo se resuelve lo que sigue?
Qu debe hacerse concretamente en la mesa de trabajo colectivo para que
los escritos de los maestros puedan ser editados?
Quin se hace cargo de que el sentido del relato escrito por un docente no
sea modificado y de que el texto, a fin de cuentas, no termine siendo otro?
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En qu medida las orientaciones que plantea la edicin pedaggica descartan estandarizar los relatos de los docentes y, en lugar de ganar en singularidad, las experiencias aparezcan formateadas?
Quien anima la edicin pedaggica, no sesga las producciones de sus colegas?
En quines puede confiar un docente para que respeten su texto y aun as,
lo mejoren?
Y si no se cuenta con especialistas disciplinares que vigilen el contenido de
aquello que se publica, es posible editar pedaggicamente los relatos ya escritos?
Al profundizar en la edicin pedaggica, aparecen otros verbos y nuevas posiciones que acompaan la mejora del texto en lo que se refiere a la dimensin estrictamente productiva de la documentacin narrativa de experiencias pedaggicas. Al
mismo tiempo, estas otras ocupaciones mantienen la llama encendida de esta prctica
de indagacin y de la dimensin ms sutil y menos tangible de esta historia: la expeintervienen en la edicin resultan ser un recurso analtico para abordar un trabajo en
los que estos elementos no se desarrollan en una secuencia lineal, sino que juegan en
un intrincado y recursivo proceso de produccin y formacin.
Como hemos dicho, la edicin habilita la autorizacin simultnea de escribas,
lectores y escuchadores en torno a un relato. No obstante, al ingresar operacionalmente en el acto de editar se requiere un entrenamiento ms: la presencia activa de
los colegas que se posicionan como comentadores. Los docentes, indistintamente autores y editores, realizan comentarios orales y escritos como una de las estrategias
decisivas para el avance de la edicin pedaggica de los textos. En el prximo apartado trataremos los criterios bsicos que definen el ejercicio de comentar; luego lo
abordaremos en la edicin de un texto real. En otras palabras, vamos a analizar los
efectos que provoca en un texto de autor la prctica precisa de hacer comentarios.
Elogio al comentario
Tomarse en serio la lectura de relatos pedaggicos involucra que durante o al
trmino del acto de lectura de un relato se tenga algo para decir del texto ledo. Este
tener algo para decir es lo que denominamos como hacer comentarios. Es entonces cuando leer y releer un relato escrito entre colegas se cruza con textos mediadores de la escritura y la formacin: los comentarios.
Recordemos que la edicin pedaggica implica una compleja trama de operaciones cognitivas muy especficas, orientadas a colaborar e incidir en las sucesivas y
recursivas producciones textuales del relato pedaggico. Considera, entre otros, lecturas y relecturas propias y de otros docentes, individuales y colectivas, de las versiones
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riencia formativa. Vale resaltar que la descripcin explcita de posiciones y verbos que
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Los editores pedaggicos a medida que leen los relatos comienzan a formular
preguntas y estimulan el intercambio de comentarios. Y es en ese momento cuando
slo la edicin especficamente pedaggica est a la altura de las circunstancias. La
calidad y la densidad de las interrogaciones, dudas o sugerencias que los editores realizan al texto de autor van de suyo con la identidad compartida. Los editores pedaggicos, podramos decir, comparten las habilidades de interrogacin con un editor de
contenidos, justamente, porque manejan en profundidad el mundo escolar que se
cuenta y se interpreta en el relato. Los editores estuvieron o estn all la complejidad del mundo escolar, los espacios, los protagonistas y sus tiempos le resultan conocidos y poseen una visin amplia y generosa del asunto. An as, toman una posicin
distante del texto y, aunque eventualmente se sientan reconocidos en l, convierten la
comprensin en condicin de enunciacin desde donde interpelan y formulan las preguntas. Esta empata en la lectura hace hablar al autor en la voz de lo que dice. Siendo el editor un conocedor del terreno, recupera algunos sentidos y promueve que el
esa consideracin custodia el texto que est siendo editado. Por esto, toman la posibilidad de hacer consultas, sugerir la modificacin de imprecisiones y, entre otras, cambiar oraciones confusas por construcciones ms claras. Es en este punto donde la vigilancia disciplinar, el respeto por la consistencia terica y las justificaciones rigurosas
constitutivas de algunos escritos educativos carecen de pertinencia o no son exigidas
en trminos de edicin pedaggica. Son los colegas escritores quienes muestran en el
texto el conocimiento prctico construido al ras de la experiencia relatada y los imanes
conceptuales propios o ajenos que prestan auxilio al pensamiento y la accin.
Es deseable que los editores pedaggicos cultiven la capacidad de escucha, una
especial sensibilidad para captar el estilo del autor y de meterse en ese estilo antes de
sugerir cambios, pero no como si fueran escritores, sino como lectores. Que intuyan
las potencialidades de la experiencia que se cuenta y no estn dichas y promuevan la
razn de ser de los relatos: contar historias pedaggicamente significativas.
Por ltimo, el cuidado por el estilo de la obra y por el estilo del autor implica
producir relatos y no otros formatos. Los rasgos distintivos entonces no remiten a las
habilidades de la funcin de editor sino al lazo de pertenencia a la comunidad profesional y discursiva particular, de la docencia, al contexto de formacin que regula el
dispositivo de indagacin pedaggica y a los caracteres heterogneos que posee este
tipo de produccin textual.
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autor elija o no sumarlos al relato. Adems, anticipan la puesta en escena del texto y
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tarea y ofrezcan confianza para resolverla. Vale resaltar que estas recomendaciones
fueron sistematizadas a partir de las confesiones realizadas por docentes y editores o
animadores de la edicin pedaggica.
La primera recomendacin es: ampararse en el colectivo de docentes conformado o en el grupo de colegas implicado en esta secuencia de trabajo. El momento de
la edicin no se resuelve en soledad o buscando ayuda de especialistas por fuera de la
comunidad de prcticas y discursos. Editores y autores necesitan ser cuidados por
otros para meterse en la edicin.
Como ya anticipramos, los autores y editores docentes no deben convertirse
en otra cosa al editar. Necesitan saber y tener a disposicin lo que son, lo que saben,
lo que sienten y lo que presumen o tienen certezas de desconocer. Pero s se requiere
de la disposicin a mirar y leer para escuchar y recordar con atencin lo que se cuente. La edicin pedaggica lejos est de provocar una situacin de exilio, ese estado en
el que nos encontramos inhibidos para desarrollar las potencialidades que tenemos
editados tengan que parecer otra cosa que relatos de experiencias elaborados en condiciones de produccin y enunciacin reguladas por un dispositivo, tengan que deformarse, tomar otra forma, travestirse para disimular lo que son o no son, mutar su
registro o censurar sus sentidos. Muy por el contrario, lo que se es -ser docentes- y lo
que se tiene acumulado -experiencias del mundo escolar- son las condiciones de posibilidad que permiten y sostienen la edicin pedaggica. Desde esta proteccin profesional mutua es oportuno presentar ciertas consideraciones bsicas acerca de esta
prctica.
Los editores pedaggicos desde su posicin hermenutica son los primeros interlocutores del autor mediados por el texto: leen ms de una vez los relatos, escuchan atentamente lo que est escrito y entran en discusin pedaggica con lo que el
texto completo es. Al hacerlo, no juzgan los sentidos del autor ni contemplan tan solo
sus temticas o los asuntos tratados; ms bien se disponen a hurgar colectivamente
aquello que les resuena por exceso, por ambigedad, o sienten que la omnisciencia
del autor deja por fuera a los lectores.
En este sentido, los editores someten el texto a una interpretacin hojaldrada, que superpone, va y viene tantas veces como lo crea necesario, una comprensin
del mundo escolar y profesional con la vida misma; comprensiones en trminos enfticamente polticos, ticos o culturales. Este es el punto donde el sentido del olfato hace
su aporte: son muchas las veces en las que es posible apreciar el aroma de un texto.
Esta es una pista decisiva para que el editor siga su rastro en trminos del sentido y
del estilo del autor. Difcilmente el olfato se equivoque: si el editor siente un aroma
literario como modo de trabajar acontecimientos polticos en el texto, es interesante
fortalecerlo y no restringir las potenciales pedaggicas que guardan otros tonos de
escritura. Adems, la interpretacin hojaldrada fricciona las inquisiciones contamina-
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para ser lo que queremos ser. Tampoco se trata de que los textos a la hora de ser
das con los vicios pedaggicos presentes en ciertas palabras y respuestas que aparecen con certeza antes que formular las preguntas o nombrar los problemas. Y este
juego denso de interpretaciones, claro est, se enreda entre colegas que ponen en
conversacin el texto y abren un trabajo explcito en el que prefiguran al lector atento
para facilitarle la tarea intuyendo aquellos sentidos o sucesos que se presentan demasiado cerrados, impenetrables, por no decir hermticos. Para esto, durante la edicin
los autores en tanto autoeditores, se afectan como lectores indagadores no como escritores, consideran que la escritura tiene sentido por fuera de s, en un sitio que an
sin conocerlo no lo dan por descontado, el del lector.
A medida que el proceso avanza y el colectivo de docentes suma otros colegas
comentadores activos, el animador de la edicin no se desentiende de los autores o
editores, sino que mantiene constante el cuidado de los textos y sus escritores. Y esto
es as pues el fortalecimiento de los colectivos docentes y la progresiva exposicin de
los textos y sus autores desde la comunidad inmediata hacia la jerga educativa pblica
amerita intervenciones especficas de acuerdo con las situaciones y los eventos que
fueran organizados o convocados.
Ahora bien, desde la dimensin enfticamente textual del asunto, los editores
pedaggicos trabajan con toda la obra y la disposicin de los prrafos que la componen. Desde la lectura poseen una distancia panormica y detallada de la historia y se
atreven a reponer el guin que presume la estructura textual y sustantiva del relato.
Es por eso que otro propsito fundamental de la lectura de editor es recordar. Esto es,
al mismo tiempo que realiza anotaciones, los editores deben entrenar la memoria. Los
editores con experiencia desarrollan una memoria selectiva: al leer intuyen dnde detener el texto, cundo volver hacia atrs o qu buscar. No obstante, combinan las lecturas pragmticas del ojo objetivo con una sutil sensibilidad pedaggica. Los editores
acuerdan con Micheal De Certau que: La lectura de un ndice siempre resulta instructiva e indiscreta; deja en claro los secretos de la fabricacin de un texto.
Como trataremos ms adelante, los editores tambin auxilian las operaciones
claves que implican al tratar un texto: expandir, permutar, censurar. Tambin se expiden y proveen elementos referidos a la visin integral del texto, al estilo, la trama,
las construcciones textuales oscuras y la eleccin de palabras que caen en lugares
comunes del mundo escolar y entonces habilitan connotaciones tan amplias que hasta
pueden socavar el sentido que enfatiza la historia. Las tcticas pertinentes para abordar pueden ser: las conversaciones interesadas y las consultas cercanas con el texto
ledo en mano. A partir de la formulacin de preguntas generales o de marcas destacadas en el propio texto, los editores interrogan y provocan su reescritura.
De este modo, resulta evidente que el editor colabora en definir el tono que
compromete al autor y fomenta que el texto de pistas para que se lo identifique con
l. Por eso, acompaan al autor en las decisiones a tomar. Esto es, se visten el traje
del texto pero sin cambiar la delicada piel que le pertenece al escritor.
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cias deben ser propositivas, ni demaggicas ni complacientes: podra, sera conveniente, tal vez, es mi parecer, a mi entender, por favor aclarar, le parecera bien si
Antes de ofrecer propuestas muy relevantes como ser eliminar o modificar sustancialmente un prrafo, encontrar un error considerable de informacin, etctera, el editor
tiene que preparar una opcin. Otra alternativa que tiene el editor es ofrecer opciones
redactadas sin tocar la oracin original.
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modos de decir. Durante la edicin, leer bajo la misma lente y proponer orientaciones
regulares en la variedad de relatos que se acopian en el transcurso de la documentacin sera no solo utilizar recursos prefijados a priori del texto, sino que aplicados en
exceso provocan un tedioso estilo uniforme en los textos. Por eso, no hay una frmula
a seguir al pie de la letra, por el contrario, los editores no solo ven sentidos o asuntos
que otros lectores no ven, sino que a esto le suman lo que escuchan. Los odos del
editor no se suplantan con protocolos pues colaboran en rescatar aquellas impertinencias en las que los ojos no repararon. Tambin en ciertos casos, la lectura en voz alta
es la que ayuda a identificar una construccin confusa, la presencia de reiteraciones
innecesarias, los recursos que pueden llegar a aburrir al lector o hasta irritarlo. La distancia de la voz distingue precisiones, el odo comprende mejor cuando una oracin
desconcierta, la escucha y aprecia como suena.
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conocen ms y de otra manera. Vale entonces reiterar que ofrecer en textos las experiencias profesionales y entregarlas a los comentadores y editores pedaggicos cultiva intercambios de confianza que no se establecen de una vez y para siempre, sino
que es necesario preservarlos en el tiempo. Los docentes autores demuestran generosidad, tienen confianza en sus relatos, y algo de eso les permite asumir riesgos al
mostrar pblicamente indicios de su desempeo profesional. Pero antes, lo mejor que
le puede pasar para mejorar su obra es confiar en el colectivo de docentes. Por su
parte, los editores creen en la escritura del autor y tienen fe en su texto, son ellos
quienes tambin se reconocen al editarlos. El trabajo de mantener viva la confianza es
una tarea ms que desarrolla la edicin y anima el entusiasmo de los docentes autores
en aquellas circunstancias donde el horizonte de la publicacin intenta renunciar a la
aventura de la documentacin de su experiencia.
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Las citas de Flaubert estn sacadas de los extractos de su correspondencia Flaubert y la frase, en El grado
cero de la escritura, Roland Barthes, Siglo Veitiuno Editores, Buenos Aires, septiembre de 2003.
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Una de las ocasiones en las que esta formacin sensible se pone en juego es
mientras se realizan las operaciones claves de la edicin: qu agregar, qu censurar
y/o qu permutar.
Los editores pueden proponer los retoques a los manuscritos a partir de un
sencillo comienzo: pedirle al autor que le cuente de qu trata la historia. Una escucha
atenta del editor leer para recordar aquello que se narra oralmente. Mientras tanto
tambin anticipa qu debera encontrar en el escrito y comienza a comprender el pulso
del autor an desconocido.
Acto seguido, lee solitariamente el relato ms de una vez, anota sugerencias,
tacha palabras, marca frases y luego de preparar sus comentarios se rene con el autor y lo interroga nuevamente: esto que est escrito, se acerca a la historia que se
quiere y a la que no se quiere contar?
Docentes autores y editores disponen de tres verbos para orientar la mejora
del texto, a saber:
vas del texto como ser: repreguntar, molestar, inquietar, destrabar, hurgar,
que conllevan las ganas de saber algo ms de la historia que se cuenta. Inciden
naturalmente en ampliar, completar, explicar o extender el texto;
- Censurar, qu sacar? implica trabajar en operaciones diminutivas, esto es
identificar y reconocer palabras o frases que redundan, son reiterativas o resultan impertinentes por algn sentido y deriva en la confusin del lector.
- Permutar, qu cambiar? Por su parte, amerita expedir propuestas, realizar
ponderaciones, cambiar de lugar los prrafos, es decir, poner lo mismo en otro
lugar, colaborar en alcanzar mayor fluidez, lograr el encadenamiento de las
ideas y maximizar el ritmo del relato.
No obstante, solo a fines expositivos la enumeracin es excluyente. Se debe
tener presente que frente al manuscrito estas operaciones pueden combinarse o proponerse como alternativas complementarias. Como podr apreciarse, los destaques o
resaltados necesarios para el intercambio entre editor y autor quedan a eleccin, s es
altamente recomendable que las referencias acerca de qu significa cada guio no
provoquen, dudas sino que sean planteadas con claridad.
El ejercicio de comentar
Se presentan a continuacin algunos ejemplos de comentarios realizados por
editores pedaggicos. Estos comentarios fueron transcriptos textualmente. En primer
lugar se ejemplifican comentarios de tono 1. En segundo lugar, ingresando a los pro-
27
pios relatos, los comentarios tono 2 que discriminan las operaciones de permuta, ampliacin y censura. Hacia el final, algunos comentarios de tono 3, es decir aquellos que
describen las percepciones construidas a partir de la lectura de un corpus de relatos.
Comentarios tono 1
Para m, es leer algo nuevo. Me sorprende el clima, la travesa, puedo estar en esa ronda de mate antes de tomar la barcaza. Me parece una buensima introduccin a un ro de relatos que esperan salir de esa isla que es
una escuela, que es una isla.
Me parece que hay pasta de docente narrador, hay imgenes: los alumnos
entrando como ovejitas me parece de una mansedumbre que no puedo
reconocer en mis experiencias pedaggicas y tal vez se est hablando de
otra forma de hacer escuela. Tal vez d para seguir tirando de la piola de
los relatos, en una ronda de mates
...
Es ms que interesante cmo tu relato permite traslucir tu disposicin
para mirar el mundo escolar. Este modo de posicionarse tuyo, en tanto indagadora, denota una actitud inquieta, atenta y pertinente para mirar el
mundo. Podemos anticiparte que esa es la mirada a cultivar para provocar
el contar las historias escolares, desde la escritura de los relatos, as como
para leerlas y comentarlas. Siempre es sorprendente conocer a otro no
slo a travs de la presencia fsica, sino a travs de la presencia humana
en sus palabras, a travs de lecturas y escuchas mutuas. Te cuento que
compart la lectura de tu relato con Lili Ochoa, y algunos de los comentarios que te acercamos aqu son de su propia letra. Todo lo que tu relato
nos anima a preguntarle (a saber ms sobre qu pas y qu te pas) es
algo que tambin te podra suceder con los relatos de los docentes autores
al momento que los recibas y te aventures a hacerles tus comentarios. Por
ejemplo, todo los que conts sobre el deporte social o comunitario y las
actividades o juegos cooperativos como eje transversal para abordar la
problemtica de la violencia en las escuelas, nos despert cadenas de
preguntas movidas por el deseo de indagar ms acerca de esa experiencia.
Por eso, animadas por la iniciativa de descubrir y aprender con otro que
trasmits en tu relato, te proponemos tomar en cuenta estos comentarios
que te acercamos para ir pensando el momento de trabajo con los futuros
relatos de los docentes autores que coordines. Espero que este juego de
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Comentarios tono 2
Estos comentarios fueron asociados con operaciones clave de la edicin a posteriori de su elaboracin.
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DESDE
OPORTUNIDAD
EL
PARA
TALLER
QUE
LA
DESEADO,
DOCENTE
TAMBIN
RECUPERE
DARA
Y
LA
ESCRIBA
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(...) Y all me encontr con muchos desafos. Uno de los mayores desafos
fue trabajar con los alumnos repitientes, de varios aos, que tenan edades mayores a la corresponde a un 4 ao de EGB.
En ese grupo se encontraba Carlos: su realidad no era muy motivadora,
sus padres estaban separados, viva con su padre (alcohlico), que poco
se ocupaba de l.
En primer lugar el desafo con Carlos era incentivarlo para que lograra incorporar aunque sea lo mnimo para poder promoverlo a otro ao, ya que
vena repitiendo dos aos el mismo grado. Pero otro obstculo era la indisciplina
que
PERTINENTE
generaba
EN
SERA
RELACIN
AL
BUENO
REPENSAR
RELATO,
EXPANDIR
AQU,
EL
SI
TEMA
ES
DEL
OBSTCULO DE LA INDISCIPLINA
El editor recupera del propio texto la posibilidad para retitularlo, es decir, presenta una opcin para que el autor elija
(...) Creo que es por todo esto que contar que el taller deja de ser meramente literario y se convirti en un taller esperado, ya que a medida
que pasaba el tiempo fueron surgiendo cuestiones tan variadas que yo
nunca imagin. LO DE TALLER ESPERADO ES UNA IDEA CENTRAL. ME
PARECE QUE TAMBIN PODRA SER UNA PISTA PARA DECIDIR EL TTULO.
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Comentarios tono 3
Un arco iris de siete colores.
En distintas ciudades, distintas pocas, distintas familias
Los relatos nos cuentan historias de vida y nos transmiten imgenes de la
Historia de nuestro pas. Aparecen gobiernos represivos, lugares vacos,
espacios en blanco, miedos, ausencias, hijos, hogares, viajes, situaciones
claras y oscuras al mismo tiempo. Historias marcadas por la Historia. Un
arco iris con ms de siete de colores, con blancos y grises, con muchas
sensaciones, semejantes y diferentes.
Como un haz de rectas todas se cruzan en algn lugar comn: el deseo de
ensear, de acompaar a otros en el camino de aprender.
Luego, en casi todas: ese goce cuando el otro responde, cuando el otro se
apropia de lo que queremos darle, cuando nos quedamos vacos, pues ya
dimos. Recorridos comunes, con historias diferentes: el deseo de ensear
transformado en vocacin y esa vocacin hecha profesin.
...
Espejos.
Partiendo de tan variado corpus de relatos, observo que partiendo de las
ms alternativas experiencias, todos hemos confluido en este grupo que
nos est haciendo recontar las narraciones que forman nuestra vida. Qu
extrao me resulta esto de compartir las narraciones de los otros y comentar sobre ellas! Puedo decir que algunas me resultan tan familiares
que podran haber sido escritas por m misma. En ellas me veo reflejada
con espejo de aumento y sin embargo llega un punto de la narracin que
se aleja infinitamente de mis vivencias y all me asombro del giro que
puede dar la vida.
Otras me parecen demasiado llenas de datos externos, de renombre y
ocultan en ese enredo de palabras importantes la verdadera esencia del
ser. Siento como si el rodearse de nombres y ttulos les confirieran un valor agregado a la narrativa del correr de la vida.
Mi propio relato comentado por m deja ver que slo me qued en la introduccin y al ser tan general omito en una lucha interna con mi ego, datos que podran dar a mi narracin un carcter ms connotativo. Lugares,
escuelas, nios, nias, jvenes de distintos tiempos y ambientes, inquietudes, esperanzas, frustraciones se entrelazan en el corpus tomando vida
propia y regenerndose en los comentarios de los otros, que los hacen
viajar en el tiempo como una rueda sin fin.
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En todo su recorrido, la lectura me result gil, atractiva y, por momentos, casi hipntica.
Y, entonces, me pregunt: -Qu elementos contiene este corpus para
capturar la atencin de una lectora que se considera exigente? Creo que la
respuesta est en que, desde la multiplicidad de situaciones y escenarios
narrados, la vida de todos los narradores tiene algo en comn con mi propia vida: esa pasin envolvente y ese compromiso de vida
que hemos
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Por lo general, este momento mantiene a los autores alejados y pone en evi-
miento los colegas comentadores intercambian pareceres acerca de cules son las
maneras ms efectivas para elaborar y transmitir las sugerencias a los docentes autores. Esquemticamente, el avance de los textos y la progresin de la exposicin del
autor traspasa por:
Texto (versin 1. del docente narrador)
El texto recibe comentarios del animador de la edicin pedaggica y comentarios de
otros docentes narradores y colegas. Las lecturas y relecturas individuales y colectivas
promueven la reescritura por parte del docente narrador. Esto transcurre en la comunidad inmediata ms cercana al potencial autor.
Relato de experiencia pedaggica (versin 2)
Aqu el texto se ha convertido en un relato de experiencia pedaggica.
Nuevamente se sostiene el trabajo de comentarios simultneos entre colegas y el texto es expuesto a nuevas lecturas que se desarrollan durante la Clnica de edicin. El
autor, a travs de la edicin pedaggica, recibe colaboraciones diversas para lograr la
escritura definitiva de su relato.
Documento pedaggico narrativo (versin publicada)
El relato de experiencia adquiere estatuto de Documento Pedaggico Narrativo.
Finalmente, durante la clnica de edicin la toma de decisiones en torno a los
relatos se concentra tambin en criterios referidos a la publicacin. El encuentro es
oportuno para tratar cul es el avance de los textos producidos en el colectivo e identificar el grado de edicin que necesitan antes de ser publicados. Los protocolos que
guan los requerimientos de publicacin son tiles para definir estas cuestiones: si el
texto necesita un grado de edicin fuerte, requiere ser retrabajado, si demanda un
grado de edicin moderada, casi publicable y, si desde una edicin liviana que repare
en mnimos detalles el texto es definitivo, logra ser publicable. Todas estas operaciones tambin son trabajadas y autorizadas por los docentes autores.
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