El Cine Mexicano de Ciencia FiccioEn

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El cine mexicano de ciencia ficcin: una

mirada desde la ciencia


Escrito por :Alfonso Enrique Islas Rodrguez

El cine mexicano de ciencia ficcin: una mirada desde la ciencia


RESUMEN
Se revisan veintisis pelculas de ciencia-ficcin del cine mexicano en las que se aprecia que, no obstante
la buena intencin de productores y directores que logran el cometido del entretenimiento, existe una falta
de elementos que concilien la precisin cientfica y el significado cultural que la ciencia conlleva.
PALABRAS CLAVE: ciencia ficcin, significado cultural.

ABSTRACT
The review of 26 science fiction Mexican films shows despite the good intention of pursuing the goal of
entertainment the deficiency of elements combining the scientific precision and cultural meaning required
by science itself.
KEYWORDS: science fiction, cultural meaning.

La frmula secreta
Para un cientfico hacer un recuento de las pelculas mexicanas de ciencia ficcin no es una tarea fcil.
Aun, al preguntar a expertos, stos no tienen clara una lista de filmes del gnero, lo cual obliga a la
investigacin. Al iniciar la bsqueda se puede recurrir a los ttulos alusivos. La frmula secreta (1965) de
Rubn Gmez, sugiere elementos cientficos; pero no, nada. Sin embargo, las pelculas del Santo, El
Enmascarado de Plata, suenan bien con el gnero, de ellas se encuentran evidencias como la siguiente:

El ojo que piensa. Revista de cine iberoamericano, ao 3, nm. 6

De la primera etapa de la filmografa de Santo destacan las cintas en las que la lucha libre se combin con
el horror y la ciencia ficcin: Santo vs. el estrangulador (1963), Atacan las brujas (1964), Profanadores
de tumbas (1965), El barn Brkola (1965) y la delirante Santo, el Enmascarado de Plata vs. la
invasin de los marcianos (1966), adems de las ya mencionadas Santo vs. las mujeres vampiro (1962)
y Santo en el museo de cera (1963).

El anterior prrafo tomado de una pgina web acadmica,[1] es el nico sitio en el que se menciona la
ciencia ficcin y nos muestra la escasa nocin de ese concepto en el cine mexicano. Pero cuando se
revisan de manera ms extensa los recursos disponibles en la red, se puede apreciar que la escasa ciencia
ficcin mencionada tiene su oasis y llega a ser interesante. La Revista Cinefagia es objetiva en su muestra
de pelculas mexicanas de ciencia ficcin. No le falta razn a Jos Luis Ortega Torres, [2] cuando dice:

El cine de ciencia ficcin mexicano es una parcela poco abonada en nuestra industria y, hay que decirlo,
los escasos frutos que de ella se han obtenido no estn lo suficientemente maduros. Ejemplos los hay,
aunque no los suficientes para perfilar una historia de este gnero que nos llevara a echar luz sobre sus
alcances y limitaciones, a diferencia de otros gneros tan nuestros como el cine de rumberas, luchadores y
de terror.
Las razones pueden ser muchas, pero sin duda es la falta de una tradicin literaria del gnero la que se
podra contar como la principal. El desconocimiento -que no la carencia- de la literatura de ciencia ficcin
mexicana la ha convertido en lectura destinada prcticamente para iniciados en la materia, a diferencia de,
por ejemplo, la novela revolucionaria, que incluida hasta en los planes de estudio de educacin bsica es
de conocimiento popular. Lo anterior viene a cuento como una justificacin nada descabellada, pues
letras y cine siempre han ido de la mano: ah estn las adaptaciones tanto de clsicos, como de best sellers
al uso y, en el caso del cine mexicano, ello dio nacimiento al cine revolucionario de heroicas gestas que,
surgidas de una imaginacin espabilada, poco o nada tenan que ver con la realidad histrica.

De acuerdo con Ortega Torres, el cine nacional no ha tenido en la literatura de ciencia ficcin mexicana
un punto de referencia, lo cual tiene que ver tambin con el escaso apoyo a la ciencia misma en nuestro
pas, con la asignacin, siempre, de proporciones del Producto Interno Bruto verdaderamente miserables
que no llegan ni al medio punto porcentual, y asegura que los pocos ejemplos que de ella podemos ver
vienen de dos vertientes: la copia de temas y tpicos explorados ya por el cine extranjero, y de la
simbiosis del folclor nacional con las constantes clsicas del gnero, singular matrimonio interracial
que dio eclcticos resultados en el hermano cine de terror: La momia azteca (Rafael Portillo, 1957), que
llegara a enfrentarse a un robot humano; La cabeza viviente (Chano Urueta, 1961), y hasta la adecuacin
de los sombros Crpatos rumanos en la derruida hacienda post revolucionaria, en el dptico de culto El
vampiro y El atad del vampiro Fernando Mndez, 1957).

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El moderno Barba Azul (Jaime Salvador, 1946)

Sin embargo, el recuento es interesante de principio a fin, veamos. La sci-fi mexicana encontrara una
aproximacin a la temtica en El moderno Barba Azul (Jaime Salvador, 1946), protagonizada nada
menos que por Buster Keaton en el papel de un soldado que es confundido con un brutal asesino de
mujeres que se escapa a travs de un cohete que tiene por destino la Luna.[3] La cinta tiene elementos de
comedia y romance que no benefician los supuestos de la ciencia-ficcin, como sera el caso de otras
pelculas mexicanas pretendidas del genero, tal es el caso de El supersabio (Miguel M. Delgado, 1948),
donde Cantinflas es el ayudante del inventor de una mezcla con base en agua de mar que sustituir a la
gasolina, pero cuya frmula queda inconclusa, aunque todo mundo cree que el asistente es el nico que la
conoce.[4]
El caso del cineasta alemn Alfredo B. Crevenna es, por lo menos, prolfico: realiza en 1957 una
adaptacin del clsico de Universal Pictures, The Invisible Man (James Whale, 1933), en El hombre que
logr ser invisible, (1958), que replica la nocin de un cientfico que descubre una formula secreta que le
permite ser invisible, cuestin que se desarrolla realmente en los laboratorios del mundo. Otro ejemplo de
ciencia ficcin mestiza es Aventura al centro de la tierra (1965), que se inspira, por no decir que fusila,
la obra homnima de Julio Verne, la cual de acuerdo a Ortega Torres es una pelcula de culto naf que
narra al estilo mexicano la expedicin de un grupo de cientficos al centro de la tierra, teniendo como va
de acceso las guerrerenses grutas de Cacahuamilpa, en las cuales se han encontrado las huellas de lo que
creen es un animal prehistrico. Cont con un guin del psiclogo Jos Mara Fernndez Unsan.
La confusin de Crevenna con el cine ciencia-ficcin y el fantstico queda en evidencia con Gigantes
planetarios y El planeta de las mujeres invasoras, ambas de 1965, donde un boxeador hbil y con futuro

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prefiere hacer dinero vendiendo sus derrotas hasta que, metido en problemas por sus fraudes sobre el ring,
debe huir en un viaje espacial.

Para terminar con el caso de Crevenna, en Santo contra la invasin de los marcianos (1967), nos
muestra a un grupo de seductoras marcianas que cautivan al Santo, honesto, moral, atltico e invencible
terrcola, para llevarlo a Marte y crear un batalln de soldados a su imagen y semejanza.[5]

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Esa idea chabacana de marcianos interactuando en el campo rural mexicano, sin duda muy compenetrada
en la cultura popular mexicana, nos sorprende de nuevo al integrar los paradigmas de la ciencia ficcin de
manera candorosa en La nave de los monstruos (Rogelio A. Gonzlez, 1959), nada menos que con
Eulalio Gonzlez Piporro, cmico maestro del taconazo norteo quien alterna con unas exquisitas
venusinas, viajeras interplanetarias que tienen como misin capturar ejemplares masculinos de la Tierra
porque en Venus se han extinguido. El guin es del ya citado Fernndez Unsan. Al revisar algn indicio
de formacin cientfica del director Gonzlez slo se puede decir que ese mismo ao, 1959, dirigi la
pelcula El esqueleto de la seora Morales, en donde aparece un laboratorio de taxidermista, lo cual
denota una cierta aficin a las cuestiones cientficas que no deja ser anecdtico. Como ya se mencion
Fernndez Unsan, guionista de La nave es psiclogo, lo cual ya es algo. Aunque se puede concluir que
ms que de ciencia-ficcin, La nave de los monstruos es una comedia entretenida y no deja de ser un
buen ejemplo del oasis de la ciencia-ficcin en el cine mexicano, arriba mencionado. La aportacin de
Gonzlez se completa con El conquistador de la Luna (1960) filme que result menos afortunado que La
nave de los monstruos. Otro comediante, Clavillazo, es el protagonista, y explota un tipo de comedia
menos pcara que la del Piporro, de estilo ingenuo.[6]
Los ejemplos anteriores no dejan de tener un componente ertico, candoroso y estimulante, por medio de
cuerpos voluptuosos de las ms hermosas mujeres del cine mexicano de los aos cincuenta y sesenta que
se presentan en ajustados trajes metlicos y ceidas trusas que dejaban ver sus torneadas piernas y
turgentes cinturas como sus principales armas de seduccin para el dominio del planeta en cuestin. Esta
tendencia continuar en pelculas posteriores, donde el pblico mexicano pudo solazarse con historias
voyeuristas donde los smbolos erticos de la poca pudieron ser admirados: mujeres en diminutas
prendas que recuerdan, desde luego, el cine de rumberas, fotografiadas desde todos los ngulos y en
constantes poses de Venus interplanetarias, con filmes del gnero mucho ms elaborados como en
Ladrn de cadveres (Fernando Mndez, 1956), la cual ofrece elementos de terror adelantados a su
tiempo. Al estilo de Frankenstein el mal uso de la ciencia por un sabio enloquecido trae a este mundo a un

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monstruo sediento de sangre y carente de raciocinio que se convierte en el azote de su creador. Este
arquetipo de la literatura inspirada en Mary Shelley se puede apreciar tambin en La horripilante bestia
humana (Ren Cardona, 1968), pero, ahora, con el atractivo para los cinfilos de desnudos femeninos
insidiosos.
Ya en los aos ochenta, Mxico 2000 (1981), de Rogelio A. Gonzlez intenta una comedia de stira
socio-poltica a partir de una historia futurista. Mutantes del ao 2000 (1992), de Rubn Galindo Jr.,
aborda la contaminacin industrial radioactiva. Utopa-7 (1995), pera prima independiente de Leopoldo
Laborde, grabada en video y considerada de culto, trata de un mundo devastado que en el ao 2023 es
dominado por una supercomputadora.
En este recuento, se puede apreciar que ninguna de las pelculas revisadas cuenta con las caractersticas
deseadas para un filme de ciencia ficcin, en donde la ciencia este representada cabalmente por medio de
asesores cientficos que formen parte del equipo de produccin, lo que hubiera permitido al menos una
opinin experta acerca de situaciones del guin que hicieran ms verosmil las acciones de la trama. Por
el contrario, predominan componentes melodramticos o de comedia que eliminan los intentos
propositivos para el gnero.
Cierra esta revisin la excepcional Traficantes de sueos (Sleep Dealer, 2008) coproduccin mexicanoestadounidense de lex Rivera, considerada la ms afortunada de las propuestas del gnero realizada en
nuestro pas, donde Tijuana se convierte en un escenario apocalptico alrededor de las condiciones de
trabajo y explotacin del migrante mexicano en los Estados Unidos. Ocurre en un futuro no determinado
en un ambiente cyberpunk, con referencia a la Matrix de los hermanos Wachowski, y fue reconocida en
los festivales de Berln y Sundance, pero nunca apreciada por los cinfilos mexicanos.[7]

Zoom Out
A manera de un enfoque hacia fuera que pueda ser refrescante, se expone un ejemplo ms que anecdtico
del conflicto entre la precisin que supone la ciencia en el cine. A mediados de los aos veinte el gran
director Fritz Lang hizo una pelcula acerca de un viaje a la Luna que sera, en intencin, ms cuidadosa
desde el punto de vista cientfico que las pelculas previas sobre viajes al espacio, tales como The Sky
Ship (Dinamarca, 1918) de Holger-Madsen, y Aelita (Union Sovietica, 1924) de Yakov Protazanov. Sin
embargo, no fue posible para l mismo ser ms cientficamente correcto, y, como los directores de
Hollywood en su posicin haran en nuestros das, contrat asesores cientficos, entre otros, al experto en
naves-cohete Hermann Oberth, as como a un joven Wernher von Braun, que tambin ayud. Lang
finalmente desesper a Oberth debido a que deseaba que sus personajes caminaran sobre la superficie de
la Luna sin ningn traje espacial y, desde luego, sin escafandra, no obstante de que el consenso cientfico
de la poca indicaba que la Luna no posee atmsfera. Las razones de Lang eran estticas y adems de que
la historia de Una mujer en la Luna (Frau im Mond, 1929) era una historia de amor. Desde luego era
difcil mostrar cualquier tipo de afecto a travs de la escafandra y el traje espacial, y al ser una pelcula
muda era especialmente importante capturar de las caras de los actores la mayor expresividad posible. Tal
transgresin de la verdad cientfica provocara ahora el ridculo. Pero en 1929 el gran pblico no saba
bien si la Luna tena o no atmsfera, de tal modo que Lang calcul los beneficios de ser cientficamente
incorrecto.

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Una mujer en la Luna (Fritz Lang, 1929)


Un mujer en la Luna es uno de los muchos ejemplos potenciales de tensin entre la ciencia y la ficcin,
ilustra de manera perfecta la rbrica utilitaria de la ciencia contra la decisin artstica que un director de
cine debe tomar. Kirby, quien trabaja en el centro de comunicacin de la ciencia de la University of
Manchester define a la ciencia pblica[8] como el tipo de ciencia que la mayora del pblico quisiera
conocer o saber, a diferencia de la Ciencia muy Experta que envuelve factores que, si son ignorados,
slo son motivo de protestas de los lectores de Science. Otra ciencia, la Folk Science, es una ciencia
que la gente comn cree que es verdadera pero en realidad no lo es, y la ciencia ansiosa, que cubre un
rea basta donde la ciencia es silenciosa o no alcanza consensos.
Si algo en una pelcula viola la ciencia pblica se genera el riesgo sustancial de que el filme resulte
inverosmil. Debido a que una parte importante de una pelcula comercial es su xito en taquilla, el asesor
cientfico contratado, que puede hacer un buen guin, frecuentemente es forzado a cambiarlo en contra de
la fidelidad cientfica. O bien, si un filme viola la ciencia muy experta existen otras consideraciones
como, por ejemplo, que el director no valore la precisin cientfica, o si resulta muy caro ser preciso, o
que se evite reducir sustancialmente el drama de la pelcula. Aqu, Kirby argumenta que el consultor debe
ser creativo con el propsito de proveer un escenario donde la fidelidad a la verdad cientfica incremente,
ms que demerite, la narrativa. En este sentido, la lgica de Oberth no coincidi con la narrativa
propuesta por el genio de Lang.
Respecto a la folk science la posicin por default es, desde luego, sacrificar la exactitud cientfica.
Kirby da el ejemplo de la gente que espera que un laboratorio tenga matraces de vidrio con burbujeantes
lquidos de colores. Al platicar con los directores que entrevist admitieron que ese estereotipo era falso,
pero que tenan que complacer la expectativa del cinfilo. Algunas veces, los directores decidieron que no
ser complacientes con esta visin de las burbujas podra ser costoso. En Parque Jursico (Jurassic Park,
Steven Spielberg, 1993) se rompi con la creencia popular de que los dinosaurios eran en realidad muy
grandes, lentos y estpidos, adems Kirby detalla los extraordinarios esfuerzos de publicidad para

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preparar a la audiencia. Pero cuando se recurre a la ciencia ansiosa los asesores cientficos adquieren la
facultad de ser creativos o, en algunos fascinantes y ticamente difciles casos, Kirby dice que se suelen
colocar las propias teoras acerca de las mascotas como verdad arreglada.
Kirby balancea el buen anlisis con buenas ancdotas, bien investigadas, que revelan una parte
importante de la cultura cientfica, antes oculta. Esas historias apelan a lectores no solo cientficos y
cinfilos, sino a cualquier lector curioso de cmo los cientficos han contribuido al imaginario popular
acerca de la ciencia. Por ejemplo, el caso de la obsesin de Kubrick por el realismo cientfico en 2001:
Odisea del espacio, (2001: A Space Odyssey, 1968), que lo llev a contratar para la pelcula a una serie de
extras que eran tcnicos de diversas disciplinas, incluida la ciencia espacial (Frederick Ordway), la
inteligencia artificial (Marvin Minsky), y el supercmputo (The Statistician I. J. Good, autor de la idea
que ahora se denomina singularidad tecnolgica).

2001: Odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968)

Quiz el punto ms intrigante del autor es que los asesores cientficos deberan escoger sus
participaciones ms sabiamente que en el pasado. Sugiere enfocarse menos en las transgresiones de la
precisin cientfica y ms en el significado cultural que la ciencia conlleva. Ver cine, como vehiculo de
alfabetizacin cientfica, no est mal. Existen, al fin y al cabo, muchas maneras de ser precisos
cientficamente (particularmente en el reino de la ciencia experta) para dar pie a la narrativa expedita. Sin
embargo, como el mismo Kirby ilustra con un buen numero de casos, el significado cultural de la ciencia
ofrece un rea donde el asesor cientfico tiene el poderoso potencial de influir en escritores y directores, al
mostrarlos como personas que son creativas, o en un proceso de inquirir hasta el ms mnimo detalle para
no slo entender la naturaleza sino para ser mejores ciudadanos.
Como el experto en arte robtica, el extraordinario francs Franois Delarozire ha escrito: los sueos
son el combustible de las ms grandes aventuras humanas.[9] Para aquellos de nosotros que deseamos
trabajar con escritores y cineastas que cuenten cmo llevar a la realidad esos sueos, para los amantes del
cine, se recomienda echar un vistazo al fascinante detrs de las cmaras de cmo la ciencia y el arte se
encuentran para la produccin de pelculas deliciosas.

CITAS Y NOTAS

El ojo que piensa. Revista de cine iberoamericano, ao 3, nm. 6

[1] http://cinemexicano.mty.itesm.mx
[2] Jos Luis Ortega Torres, "El cine mexicano de ciencia ficcin y el onanismo delirante" en: Revista
Cinefagia, Disponible en http://www.revistacinefagia.com/2011/06/el-cine-mexicano-de-ciencia-ficciony-el-onanismo-delirante-primera-parte/
[3] http://www.abandomovies.net/db/pelicula.php?film=2137
[4] http://www.youtube.com/watch?v=-hNJDw7pXmE
[5] http://www.imdb.com/title/tt0060938/
[6] www.youtube.com/watch?v=1bvtH09ZuoU
[7] http://sleepdealer.com/
[8] D. Kirby, Lab Coats in Hollywood, Science, Artist, and Cinema, MIT, 2011.
[9] Franois Delarouzire, Carnets de croquis et ralisations, Pars, Actes Sud, 2010.

BIBLIOGRAFA
DELAROUZIRE, Franois, Carnets de croquis et ralisations, Pars, Actes Sud, 2010.
KIRBY, D., Lab Coats in Hollywood, Science, Artist, and Cinema, MIT, 2011.
ORTEGA TORRES, Jos Luis, "El cine mexicano de ciencia ficcin y el onanismo delirante" en: Revista
Cinefagia, http://www.revistacinefagia.com/2011/06/el-cine-mexicano-de-ciencia-ficcion-y-el-onanismodelirante-primera-parte.

FILMOGRAFA
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La frmula secreta (Rubn Gmez,1965)


Santo vs. el estrangulador (Ren Cardona, 1963)
Atacan las brujas (Jos Daz Morales, 1964)
Profanadores de tumbas (Jos Daz Morales, 1965)
El barn Brkola, (Jos Daz Morales, 1965)
Santo, el Enmascarado de Plata vs. la invasin de los marcianos (Alfredo B. Crevenna ,1966)
Santo vs. las mujeres vampiro (Alfonso Corona Blake, 1962)
Santo en el museo de cera (Alfonso Corona Blake, 1963).
La momia azteca (Rafael Portillo, 1957)
La cabeza viviente (Chano Urueta, 1961)
El vampiro (Fernando Mndez, 1957)
El atad del vampiro (Fernando Mndez, 1957)
El moderno Barba Azul (Jaime Salvador, 1946)
El supersabio (Miguel M. Delgado, 1948)
El hombre que logr ser invisible (Alfredo Crevenna,1958)
Aventura al centro de la tierra (Alfredo Crevenna, 1965)

El ojo que piensa. Revista de cine iberoamericano, ao 3, nm. 6

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Gigantes planetarios (Alfredo Crevenna, 1965)


El planeta de las mujeres invasoras (Alfredo Crevenna, 1965)
La nave de los monstruos (Rogelio A. Gonzlez, 1959)
El conquistador de la Luna (Rogelio A. Gonzlez, 1960)
Ladrn de cadveres (Fernando Mndez,1956)
La horripilante bestia humana (Ren Cardona, 1968)
Mxico 2000 (Rogelio A. Gonzlez, 1981)
Mutantes del ao 2000 (Rubn Galindo, 1992)
Utopa-7 (Leopoldo Laborde, 1995)
Sleep Dealer (lex Rivera, 2008)
The Sky Ship (Holger-Madsen, Dinamarca, 1918)
Aelita (Yakov Protazanov, Union Sovietica, 1924)
Frau Im Mond (Fritz Lang, 1929)
2001: A Space Odyssey (Stanley Kubrick, 1968)

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science fiction, cultural meaning


ciencia ficcin, significado cultural

Alfonso Enrique Islas Rodrguez


Profesor Investigador Titular C de la Universidad de Guadalajara. Miembro del Sistema
Nacional de Investigadores de 1985 a 1997. Ha publicado ms de 40 artculos cientficos en
Revistas nacionales e internacionales. Jefe del Departamento de Biologa Celular y Molecular
en 1994-1995. Director de la Divisin de Ciencias Biolgicas 1995-1998. Jefe de Investigacin
y Posgrado de la de la U de G de 1998 a 2000. Columnista de: Siglo 21 (1993), Armario de El
Occidental (1995-2000) y Mural, del grupo Reforma (2000-2009). Ha publicado en diferentes
revistas culturales como Complot, Tragaluz, Replicante, Luvina y, recientemente, en otras
acadmicas como Renglones (ITESO).

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