La Niñez Prostituida
La Niñez Prostituida
La Niñez Prostituida
La niez prostituida
Estudio sobre explotacin sexual comercial
infantil en la Argentina
Este libro se basa en el Informe de investigacin La explotacin sexual comercial de nias, nios y adolescentes realizada por UNICEF-Oficina de Argentina,
con la coordinacin tcnica del Centro de Encuentros Cultura y Mujer ( CECYM)
y el apoyo financiero de la Embajada de los Pases Bajos.
ndice
Prlogo..................................................................................
Presentacin ..........................................................................
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La investigacin
1. Introduccin: una realidad oculta y encubierta..................
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Parte I
2. La realidad de la explotacin sexual comercial infantil.......
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Parte II
3. Nias en prostbulos.......................................................... 45
4. La prostitucin de lujo ...................................................... 73
5. La prostitucin en la calle.................................................. 91
6. La prostitucin masculina.................................................. 117
7. Travestis prostituidas. Palermo y Constitucin................... 127
Parte III
8. Reclutamiento ................................................................... 141
9. Los clientes........................................................................ 165
Parte IV
10. Los contextos. Poder sexual, econmico y generacional .... 175
5
Parte V
11. Las respuestas estatales. La justicia................................... 193
12. Las respuestas institucionales ........................................... 217
Seminario: La explotacin sexual comercial
de nias, nios y adolescentes
Hacia la formulacin de polticas pblicas para la
proteccin integral de sus derechos........................................ 237
Apertura. Palabras de Edward Madinger, Representante
Delegado de UNICEF, Oficina de la Argentina ........................ 239
Palabras del doctor Nicols E. Becerra, Procurador
General de la Nacin............................................................. 242
Panel de propuestas, integrado por Carmen Storani,
Mara Orsenigo, Patricia Bullrich, Maximiliano Rusconi
y Gladys Acosta ..................................................................... 247
Plan de accin en favor de los derechos
de la infancia explotada sexualmente
Meta...................................................................................... 269
Objetivos generales................................................................ 269
reas de accin...................................................................... 271
Anexos
Anexo A................................................................................. 273
Anexo B................................................................................. 278
Bibliografa consultada ......................................................... 281
Equipos de investigacin ....................................................... 285
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Prlogo
Presentacin
Al escuchar desde no hace tanto tiempo la creciente preocupacin que en el nivel internacional existe sobre la explotacin sexual
de nios y adolescentes, parecieran no existir dudas en cuanto a lo
que estas palabras encierran y significan.
El haber logrado que este tema se inscriba entre las preocupaciones
a debatir en una sociedad representa un avance pero, por s mismo, esto no garantiza que haya un inters real en brindar soluciones vlidas.
Adems, tanto en este como en otros fenmenos que involucran
a nios, se observa cmo, cuando llega el momento de disear una
planificacin e implementar estrategias, necesariamente se producen conflictos respecto de la manera de responder y de accionar y se
generan contradicciones entre los enunciados discursivos y la realidad que se presenta, silenciosa pero cargada de violencias.
Por otro lado, la complejidad del problema impone pensar en el
desarrollo de una mirada integral donde la intervencin por parte
del Estado se lleve a cabo a partir de la diagramacin de polticas
pblicas apropiadas, eficaces, para lo cual debe comprometerse responsablemente a operar sobre el horror y su magnitud. Para ello, no
alcanza con haber identificado el fenmeno sino que, sobre todo, el
Estado debe conocerlo, profundizar seriamente en sus entramados
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y obtener buena informacin emprica mediante un diagnstico veraz. A partir de entonces, podr vehiculizar, con el acompaamiento de distintos sectores sociales e instituciones comprometidos, las
estrategias a concretar.
Es un verdadero desafo procurar hacer visible esta problemtica, que denuncia hechos tan crueles como denigrantes y, ms an,
mostrarlos como sntomas de un malestar encarnado en lo social,
que ubica a nios y adolescentes no como sujetos consumidores sino como objetos consumidos vorazmente.
Emprender entonces un estudio de investigacin en este mercado
social es un esfuerzo encomiable que nos introduce en facetas intrincadas, donde seres humanos son explotados perseverantemente, donde el abandono, indefensin y degradacin moral de las vctimas coexisten con la perversin y la profunda indignidad de los abusadores.
El trabajo asumido en la investigacin realizada por UNICEF-Oficina de Argentina permite visualizar, por sustentarse en el decir de
los sujetos a los que interroga, esa complejidad del fenmeno en la
medida que hace referencia a seres que enfrentan violencias distintas, ya sea por el tipo de explotacin que sufren, por las formas de
reclutamiento, por los procedimientos de retencin, por las zonas
donde ofrecen sus cuerpos, etc.
Los investigadores los sorprenden, pues les ofrecen la palabra de
un modo al que no estn acostumbrados, los invitan a hablar, ponen en movimiento la fijeza de un lenguaje que, en lo visible, slo
muestra, describe y contabiliza hechos pero que, en lo invisible, devela, entre otras cuestiones, la permanencia de una ideologa patriarcal y sexista que, a travs de sus relaciones de poder, naturaliza
prcticas de violencia, oculta la victimizacin de quienes han sido
captados y protege a la poblacin usuaria, es decir, a los clientes.
Habrn resonado las preguntas de alguna manera en ellos? Volvern sobre ellas? Les facilitar el hablarse a s mismos y rompern
el acallamiento?
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La investigacin
1. Introduccin:
una realidad oculta y encubierta
Sobre la realidad de la explotacin sexual de nias, nios y adolescentes* poco se sabe, ms all de la informacin, poco confiable e
incompleta, que difunden los medios de comunicacin, y los escasos estudios existentes. El tema comienza a ser incluido en la agenda de los estados a partir de la dcada de 1990, dando lugar a algunas iniciativas, muy limitadas por cierto, y a algunas propuestas de
reformas legislativas. Sin embargo, los avances son insuficientes. En
amplios sectores hay todava, al menos en la Argentina, una cierta
ambigedad en cuanto al reconocimiento claro y preciso de la explotacin sexual comercial como diferenciada de otras formas de la
explotacin infantil: el abuso sexual tanto intrafamiliar como de
otros adultos y la explotacin laboral.
La resistencia de la mayora de la sociedad a reconocer la importancia, la magnitud y la gravedad de la problemtica es por ahora
grande: por un lado se relativizan los casos de explotacin calificndolos de aislados y propios de subculturas de la marginalidad, por
*
Se ha intentado explicitar los gneros masculino y femenino en las generalizaciones. Sin embargo, la forma (masculina) de la lengua espaola para designar genricos hace difcil el registro no sexista en todos los casos.
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otro dada la persistencia de valores sexistas y patriarcales la prostitucin de mujeres, no importa de qu edad, se considera una necesidad para el funcionamiento equilibrado de la sexualidad (masculina). Son estos valores los que facilitan y naturalizan la
explotacin sexual de adolescentes, nias y nios. A pesar de que esta explotacin es objeto de reprobacin, cuando se trata de nias se
la ve como una consecuencia lgica de su condicin de mujeres;
si ya han pasado la pubertad, se minimiza la gravedad del abuso, ignorando las relaciones de poder de gnero y el autoritarismo y la
violencia que los adultos ejercen sobre las nias y los nios. Esta
ideologa contribuye a negar, justificar y ocultar estos abusos, cuando no a lucrar con o proteger a quienes lucran con la explotacin
sexual infantil.
prevenir y sancionar la explotacin sexual as como otras formas de victimizacin a fin de restituir sus derechos a nias,
nios y adolescentes.
Aunque las limitaciones 1 de esta investigacin hacen que los resultados no sean completos y terminantes sin duda queda mucho para ampliar y profundizar, es posible a partir de los datos recogidos
hacer un diagnstico confiable sobre las prcticas, y definir orientaciones generales para futuras investigaciones, para sugerir intervenciones deseables y tambin para no agravar la victimizacin de las
nias, nios y adolescentes, desde una perspectiva que se base en el
respeto de sus derechos.
El diagnstico obtenido contiene determinaciones de distinto
nivel y calidad, que contribuyen a dar un panorama amplio y permiten realizar algunas afirmaciones que podran ser un buen punto
de partida para acciones e intervenciones institucionales.
La complejidad del tema y las mltiples dimensiones involucradas demandan el desarrollo de una poltica integral que se enmarque en la concepcin de las nias y nios como sujetos de derecho
acordada por la CDN.
Una poltica integral debe ser desarrollada principalmente desde el
Estado, lo cual significa que el Estado debera priorizar polticas, programas y acciones para garantizar los derechos de los nios, y para ser
ms eficaz en la prevencin de las situaciones que promueven y facilitan la accin de las organizaciones as como una mayor efectividad
en la represin de las organizaciones y acciones delictivas. Al mismo
tiempo, el Estado debera alentar y promover las iniciativas de todos
los sectores sociales en estrategias y acciones articuladas para la prevencin as como la rehabilitacin y apoyo de situaciones existentes.
1
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Obstculos de la investigacin
Emprender esta investigacin no fue tarea sencilla. La clandestinidad de las prcticas sexuales pagas en las que estn involucrados
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adultos con nios, as como la diversidad de modalidades y circuitos planteaban dificultades de distinto carcter.
1. Carencia de estimaciones cuantitativas ciertas. Como es sabido, la calidad, caracterstica de los datos (estadsticas, registros,
etc.), es una consecuencia de la receptividad institucional o del
reconocimiento social que tiene una prctica. En este caso la
carencia de registros pblicos es obvia.
2. Obstculos ideolgicos, relacionados en parte con la ideologa sexista y las concepciones predominantes sobre la niez.
3. Cuestiones simblicas y culturales que encubren la explotacin sexual comercial bajo otras formas de abuso.
4. Complicidades directas.
Cabe adelantarse a la crtica de quienes dicen que dadas las dificultades no es posible avanzar en el conocimiento de estas realidades. Si
bien seguramente hay otras estrategias, en esta investigacin se opt
por un acercamiento directo a travs de entrevistas, conversaciones
con nias y nios prostituidos, y con personas adultas prostituidas,
y observaciones directas.2 Aunque sin aproximaciones numricas
precisas, la investigacin da cuenta de modo indirecto de la extensin y magnitud de la explotacin sexual comercial de nias y nios.
Se describen a continuacin las circunstancias que confluyen para que sea imposible cuantificar los hechos.
Por parte de las nias y los nios:
el temor a la represin y al encierro; la experiencia misma de
la represin; el encierro en institutos, donde se suman a veces
maltratos y violaciones;
el silencio, la negacin, el disimulo, la desmentida de las nias y los nios;
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Esta declaracin implica un cambio de concepcin que debe ser recogido. Sin embargo, la expresin explotacin sexual no es todava
de uso corriente en los discursos sociales locales institucionales,
profesionales o cotidianos, donde se sigue utilizando el concepto de
prostitucin.
Ms an, muchas veces en el uso cotidiano no se establecen claras
diferencias entre las distintas formas de explotacin infantil. Importa
sealar que es necesario diferenciar esta forma de la explotacin sexual de los abusos sexuales sin connotacin comercial, as como de la
explotacin laboral y aun de la esclavitud sin connotaciones sexuales.
A los fines de esta investigacin se utiliza la definicin que establece la Declaracin del Congreso Mundial sobre la Explotacin Sexual de Nios realizado en Estocolmo en 1996:
La explotacin sexual comercial de los nios es una violacin fundamental de los derechos del nio. Esto comprende el abuso sexual por adultos
y la remuneracin en metlico o en especie al nio o nia y a una tercera
persona o varias. El nio es tratado como un objeto sexual y una mercanca. La explotacin sexual comercial de los nios constituye una forma de
coercin y violencia contra los nios, que puede implicar el trabajo forzoso y formas contemporneas de esclavitud.3
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210.155 habitantes, que ha presentado un gran crecimiento demogrfico en los ltimos aos. Su tasa de NBI es del 30%.
Neuqun, capital de la provincia del mismo nombre, tiene una
poblacin de 243.803 habitantes y una tasa de NBI del 19,1%. Puerto Madryn es una ciudad portuaria cuya poblacin creci notablemente en los ltimos 30 aos, en que pas de tener 5.000 habitantes (1970) a 65.531 en la actualidad. La radicacin de una industria
muy importante en 1970, el hecho de ser un puerto de mucho trnsito, la existencia de un nmero muy alto de trabajadores golondrina de la industria de la construccin, hacen de esta ciudad un lugar
con una poblacin con un alto porcentaje de varones solos. Adems
es una zona de turismo nacional e internacional. Las diferencias
econmicas, demogrficas, sociales, entre todas las regiones las convierten en contextos con perfiles propios.
El corpus
Se realizaron un total de 326 entrevistas, tomando todas las regiones. Aproximadamente una mitad de las entrevistas corresponden a
personas que pertenecen a instituciones gubernamentales y organizaciones comunitarias y la otra mitad corresponde a personas involucradas en la prostitucin (51% y 49%). Del total de personas involucradas, ms de la mitad (26%) son nias y nios prostituidos y
el resto son adultas o adultos prostituidos. Hay algunas entrevistas a
nias y nios que comparten espacios como por ejemplo la calle,
o que realizan actividades auxiliares en prostbulos, y que son por
tanto testigos e informantes.
Las entrevistas institucionales engloban un conjunto heterogneo de instituciones: funcionarios de distinto rango en el rea de
minoridad provincial y nacional, integrantes del poder judicial y la
polica, profesionales de hospitales y servicios de salud (pediatra,
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ginecologa y obstetricia, que trabajan fundamentalmente en programas para nias); en el sector educacin, maestras, psicopedagogas,
asistentes sociales de distintos mbitos institucionales y profesionales de institutos, hogares o servicios para nios. Fueron entrevistadas
tambin personas que integran organizaciones comunitarias que trabajan con nias y nios, entre ellas integrantes de ONGs y de congregaciones religiosas. (Vase Anexo A, cuadros 1, 2, 3 y 4.)
Observaciones
Las lectoras y lectores deben tener en cuenta que las observaciones,
descripciones, anlisis, hallazgos y conclusiones tienen sesgos y limitaciones determinados por la accesibilidad a las poblaciones estudiadas y por el carcter sociolgico de la investigacin.
1. Ciertas formas de la explotacin sexual comercial infantil y juvenil son ms visibles, y, por ende, ms accesibles a quien investiga. La prostitucin callejera, pobre y en lugares de fcil acceso, permiti acercamientos que no fueron posibles, en la
misma medida, en la prostitucin en lugares cerrados prostbulos, saunas, departamentos privados, hoteles, agencias, cabarets, clubes, etctera. No debe inferirse, sin embargo, que
esas formas sean ms importantes, o ms frecuentes que otras.
2. La privacidad de la prostitucin de lujo tanto por el origen social de quienes son prostituidas o prostituidos, la notoriedad de los clientes, la interconexin con otros negocios
clandestinos, sobre todo el trfico de drogas, trfico internacional de personas ha hecho casi imposible el acceso directo
a estos circuitos.
3. Result difcil la aproximacin a la poblacin usuaria, es decir a los clientes, as como a proxenetas y empresarios.
4. Las entrevistas con proxenetas plantearon otro tipo de dificul25
OIT,
la primera con rango constitucional y la segunda recientemente ratificada por el gobierno argentino.
La CDN es la principal referencia legal en la preservacin de los
derechos de los nios a no ser explotados sexualmente.
El artculo 1 de la CDN define al nio como todo ser humano
menor de 18 aos.
Los artculos que ms especficamente se aplican a tal efecto son:
Artculo 34. Los estados partes se comprometen a proteger al nio contra
todas las formas de explotacin y abusos sexuales. Con este fin, los estados partes tomarn, en particular, todas las medidas apropiadas, de carcter nacional, bilateral o multilateral que sean necesarias para impedir:
a) la incitacin o la coaccin para que un nio se dedique a cualquier actividad sexual ilegal;
b) la explotacin de los nios en la prostitucin u otras prcticas sexuales ilegales;
c) la explotacin en espectculos o materiales pornogrficos.
Artculo 35. Los estados partes tomarn todas las medidas, de carcter nacional, bilateral o multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la trata de nios para cualquier fin o en cualquier forma.
Artculo 36. Los estados partes protegern al nio contra todas las formas
de explotacin que sean perjudiciales para cualquier aspecto de su bienestar.
Artculo 37. Los estados partes velarn por que:
a) ningn nio sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes, no se impondr la pena capital ni la de prisin perpetua sin posibilidad de excarcelacin por delitos cometidos
por menores de 18 aos;
b) ningn nio sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente;
c) todo nio privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana;
d) todo nio privado de libertad tenga derecho a un pronto acceso a la
asistencia jurdica y otra asistencia adecuada, as como derecho a impugnar la legalidad de la privacin de su libertad.
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Artculo 19. Los estados partes adoptarn todas las medidas legislativas,
administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al nio
contra toda forma de perjuicio o abuso fsico o mental, descuido o trato
negligente, malos tratos o explotacin, incluido el abuso sexual, mientras
el nio se encuentre bajo la custodia de sus padres, de un representante
legal o de cualquier otra persona que lo tanga a su cargo.
Adems, los artculos 43, 44 y 45 establecen las modalidades especficas para controlar la aplicacin de la convencin.
El Convenio sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil es tambin un instrumento fundamental para la proteccin de la niez
adoptado por la OIT el 17 de junio de 1999, en especial los artculos que se citan a continuacin:
Artculo 1: Todo miembro que ratifique el presente convenio deber adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibicin y la eliminacin de las peores formas de trabajo infantil con carcter de urgencia.
Artculo 2: A los efectos del presente convenio, el trmino nio designa a
toda persona menor de 18 aos.
Artculo 3: A los efectos del presente convenio, la expresin las peores formas de trabajo infantil abarca:
b) la utilizacin, el reclutamiento o la oferta de nios para la prostitucin,
la produccin de pornografa o actuaciones pornogrficas;
d) el trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva
a cabo, es probable que dae la salud, la seguridad o la moralidad de los
nios.
Artculo 6:
1. Todo miembro deber elaborar y poner en prctica programas de accin para eliminar, como medida prioritaria, las peores formas de trabajo
infantil.
2. Todo miembro deber adoptar, teniendo en cuenta la importancia de
la educacin para la eliminacin del trabajo infantil, medidas efectivas y
en un plazo determinado con el fin de:
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Parte I
2. La realidad de la explotacin
sexual comercial infantil
de trenes y de colectivos, algunas plazas, algunos bares, etc. Los trminos zona, zona roja, o zona de fuego, trminos propios de la
polica que se han extendido al lenguaje corriente, designan espacios
claramente delimitados donde se concentra la oferta sexual. Aunque
ese concepto est ms marcadamente asociado con los espacios callejeros, incluye tambin prostbulos, bares con habitaciones traseras,
departamentos, etc., donde esta oferta es menos ostensible. En el caso de los espacios cerrados la visibilidad depende, a veces, del conocimiento de ciertos cdigos. En las ciudades del interior, estas localizaciones pueden estar asociadas con caractersticas propias: zonas
portuarias, lugares de diversin, accesos a rutas o estaciones.
En las distintas ciudades en las que se realiz la investigacin se
ha podido detectar con claridad zonas de concentracin de oferta
sexual, con caractersticas diferenciadas: zonas de prostitucin de
mujeres, zonas de prostitucin masculina, zonas de travestis, donde
conviven personas de todas las edades. Hay tambin zonas que se
diferencian por otros rasgos, relacionados con el nivel econmico
(por ejemplo, las tarifas son diferenciales por zonas, para las distintas prcticas).
Los lugares cerrados estn distribuidos ms irregularmente. Existen, segn los datos recogidos, casas de masajes, saunas, cabarets,
departamentos privados, etc., en zonas cntricas, en barrios residenciales; tambin existen prostbulos bajo distinta fachada en barrios
populares y villas de emergencia.
Si bien existen localizaciones diferenciadas para prostitucin de
mujeres, prostitucin de travestis y prostitucin masculina no
se han detectado lugares exclusivos de nios, nias y jvenes.6 S
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se han detectado directa e indirectamente nias y nios de diferentes edades en los espacios de la prostitucin callejera calles, rutas, plazas, estaciones de servicio, etc.; en lugares cerrados prostbulos, saunas, whiskeras, casas de masajes, etc., de todas las
ciudades y localidades que han sido incluidas en esta investigacin.
La coexistencia o convivencia de las nias y nios y adolescentes
con los adultos en los distintos espacios parece diluir la comprobacin de su existencia, insinuando que esa presencia es excepcional y
aislada. En la calle, y para quienes no conocen los cdigos, es difcil
detectar esta presencia, ya que no se trata, en muchos casos, de la
imagen estereotipada y tradicional de la prostituta o del taxi boy.
Excepto los travestis, cuya presencia es notoria y llamativa, muchas
otras formas quedan disimuladas; quien no sabe que hay ciertos lugares de la ciudad que a determinadas horas se convierten en escenarios de la oferta de sexo pago no diferenciar a jvenes prostituidas y prostituidos de quienes no lo son.
En los lugares cerrados, se toman medidas extremas para evitar
que se detecte que hay nias o nios: documentacin falsa, espacios
reservadsimos, maquillajes y vestimentas, son algunos de los ardides utilizados. En caso de intervencin de la justicia, las redes de
complicidad y proteccin se ponen en funcionamiento y es muy difcil encontrar a las o los menores.
La mayora de las nias y los nios entrevistados en el curso de
esta investigacin son prostituidos en la calle o en las modalidades
que cabe denominar de nivel bajo o medio. Sin embargo, no debe
interpretarse que la mayora de la poblacin prostituida se encuen-
y adolescentes prostituidos es notable en todos los ambientes donde hay prostitucin. As, en lugares como Salvador, Belo Horizonte, Distrito Federal, algunos
municipios de los Estados de Par y de Mato Grosso, se ha verificado la existencia de prostitucin infantil en prostbulos, casas de masaje, estaciones de servicio,
hoteles, boites, terminales, anuncios en diarios, turismo.
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tra en esos espacios y modalidades. Ya que, como se ver, surge suficiente evidencia de nias, nios y adolescentes en espacios cerrados, y tambin en el nivel de prostitucin de lujo.
Se trata de un sesgo que resulta de la mayor facilidad de establecer contactos directos en la calle. Pero en todas las regiones se pudo
detectar, de modo directo e indirecto (entrevistas directas, entrevistas a informantes, documentacin judicial, referencias periodsticas),
la existencia de prostitucin en sectores medios y altos en las ms
diversas localizaciones: urbanas y rurales, barrios cntricos y perifricos, residenciales y comerciales; en niveles medios y pobres; en villas y barrios ricos, en zonas fronterizas y en zonas mediterrneas.
Este sesgo se contrarresta con entrevistas a nias y nios que estn o estuvieron en prostbulos y agencias, a informantes adultos
que estn prostituidos o prostituidas, a clientes, en expedientes judiciales, etc., que permiten ampliar la informacin sobre las distintas modalidades de la prostitucin en la que estn involucrados nias y nios.
Edades
me puse a mirar, no saba que haba tanta prostitucin infan til, los chicos todos agarran y las chicas tambin, lo que no saba
es que hay demanda/ no me daba cuenta, ahora empec a mirar...
son tan chiquitos/ mi primera vez... tena 11 aos/ yo empec a
trabajar a los 15 aos/ yo empec a los 12/ hay un montn de
prostitutas, tienen 12, 13/ arriba hay habitaciones y ah hay muchos pibes/ cuando yo estaba en la calle haba pibitas de 10 que
iban por unas monedas/ nadie pregunta nada en esos lugares... yo
empec a trabajar a los 13/ eso de los 18 no es para los pobres, los
pobres pasan de chicos a grandes/ a m me decan la nena, pero las
otras no eran muy grandes tampoco... haba una ms chica, de 13
aos/ gano ms que las otras, porque las otras son viejas, hay dos
o tres ms jvenes, hay otra chica de 14 aos, una de 16, y despus
de 18 y de todas las edades noms/ nadie se mete, no va a ir un
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Las modalidades
No hay un nico criterio sino varios para diferenciar las modalidades de la prostitucin infantil, relacionados con el espacio, las formas de contratacin, los precios o nivel econmico, las prcticas
(pautadas, no pautadas, tipos de prcticas sexuales), el sexo de quienes son prostituidos: mujeres, varones y travestis.10 Si bien no se
han podido determinar en el curso de esta investigacin tcnicas de
medicin, mltiples son las razones e indicios que permiten afirmar
la presencia abrumadoramente mayoritaria de mujeres de todas las
edades en las ms diversas localizaciones y modalidades. Son las tendencias que marca el modelo heterosexual dominante, y que se detectan en las ofertas publicitarias, los contenidos de los objetos
pornogrficos, los casos que salen a luz (judiciales y en los medios),
pero fundamentalmente a travs de la observacin directa.
Teniendo en cuenta los espacios, es posible discriminar:
Espacios cerrados: saunas, prostbulos, boliches con trastienda,
etc. El encuentro, el pago y el servicio sexual ocurre en el mismo lugar. En algunos de estos espacios las personas prostituidas menores y adultas viven y conviven en ese lugar bajo la
supervisin o control de alguna madama, rufiana o encargada o cuidador. En otros cumplen horarios, y viven fuera.
Espacios abiertos: muchas agencias o intermediarios e intermediarias responden a la demanda a travs de avisos publicitarios,
discos, pubs, cafs, bares de hoteles, telfonos, que sirven para
establecer el contacto inicial. En estos casos, el contacto o la
contratacin se realiza en un local o por telfono, y el servi-
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Nivel medio
La denominacin nivel medio se vincula no tanto con la extraccin social de los clientes o de quienes son prostituidas y prostituidos como con el espritu que impregna las transacciones sexuales.
La transaccin monetaria es explcita y previa al comercio sexual, y
las prestaciones son a menudo rpidas y al paso. Los trminos del
intercambio y de las prestaciones se explicitan claramente y est perfectamente tarifado en dinero y tiempo en relacin con tipos de servicios bien definidos. Puede ser callejera, en saunas, boliches, burdeles, agencias de acompaantes, bares y hoteles y personalizado a
travs del telfono.
Los clientes pertenecen a un amplio espectro social; prefieren el
perfil bajo. Todo es ms annimo y despersonalizado. En esta modalidad es posible encontrar el estereotipo de prostituta, de ropas
llamativas, ajustadas, muy sexy, tacones altos, muy pintadas que en
el caso de las nias las hace aparecer con unos aos ms, aunque
tambin esas jvenes con apariencia de estudiantes, colegiales,
barbies, tontitas, bebotas, etc., taxi boys, travestis, homosexuales, etc., que se anuncian en los avisos publicitarios.
Esta categora incluye las localizaciones y espacios ms diversos
calles, prostbulos, moteles, whiskeras, cabarets, departamentos,
saunas. Abarca tanto la prostitucin de mujeres como la masculina y la travesti. Una parte importante de los testimonios recogidos
pertenece a esta categora.
Nivel pobre
Yo era nada, era de la calle/ le pregunt si era para limpiar, me dijo que no me haga la boluda/ cuidmela que es mi sobrina/ las que
trabajan son reputas, cogen con los viejos y ellas les sacan la plata/
si no me hago 100 no vuelvo/ mi mam me dijo que vaya, que si
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no iba a tener que trabajar por horas/ yo pido 15, por menos no
voy/ si no te gusta la cara decs son 100 pesos y sale arando.
Collagede frases de las entrevistas.
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Parte II
Los puntos 3, 4, 5, 6 y 7 se basan en una seleccin de entrevistas a
nias, nios y adolescentes (con excepcin de una cuya informante
es hoy adulta), que permiten dar cuenta de las distintas prcticas y
modalidades prostituyentes.
3. Nias en prostbulos 11
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ria de una familia de clase media de un pueblo catamarqueo. Iniciada sexualmente por un novio a los 11 o 12 aos, ste la ofrece
a sus amigos. El padre se entera, la castiga fsicamente, y la recluye.
Entonces un to abusa de ella en secreto. La embaraza a los 12 aos.
Intenta abortar sola, corre peligro de muerte. Una abortera la salva y luego la ayuda: como Patri ya no se atreve a volver a su casa,
la introduce en un prostbulo regenteado por una hermana de la
abortera. Patri se va del pueblo unos aos ms tarde. Comienza un
peregrinaje por prostbulos hasta llegar a Buenos Aires. Actualmente es prostituida en un sauna, donde realiza tambin tareas de control de las otras mujeres y nias y de reclutamiento de nias para distintos prostbulos que conoce. Antes vivi en Crdoba donde
conoci a su marido, padre de dos de sus hijos y que la haca trabajar. Del tercer hijo, en cambio, dice: lo hice trabajando.
Marta: 15 aos, embarazada. Una vez se escap al campo, a la casa
de su abuela, y la fueron a buscar. Desde que el padrastro se fue es
prostituida. Antes lo era en un sauna, ahora en la calle.
Su novio, de 17 aos, sobrino de su padrastro, la inici sexualmente. Despus de que su padrastro se va, y dado que era el sostn
econmico de su madre, Elsa, y de ella, y puesto que ellas no tienen
otros recursos, Patri lleva a Elsa al prostbulo y ms tarde a Marta.
En el momento de la entrevista Marta estaba en su sptimo mes de
embarazo. Con bastante probabilidad podemos afirmar que los hijos que su madre y ella esperan son hermanos. Elsa tiene 39 aos y
6 hijos de los cuales slo Marta, la menor, vive con ella. Est nuevamente embarazada de su segunda pareja, un albail al que ech
hace poco del inquilinato donde vive. Procede de una zona rural de
la provincia de Buenos Aires, donde viva con su marido en la chacra de su suegra.
Al morir su marido alcoholizado en una ria, hace nueva pareja
con el albail, y al poco tiempo se pelea con su suegra y se va a Bue47
nos Aires con Marta. Las dos se instalan en el inquilinato. El albail mantiene el hogar hasta que la abandona porque establece una
relacin con una adolescente. Tras amenazar con denunciarlo por
estupro, logra que vuelva. Finalmente lo echa por una situacin grave que suponemos con mucho fundamento es haber abusado de su
hijastra, Marta. En el momento de la entrevista, Elsa estaba en el
octavo mes de embarazo.
Sharon: 17 aos. Patri la present al dueo de un cabaret-prostbulo hace unos meses, donde es prostituida actualmente. Hasta los trece vivi en un barrio del conurbano de Buenos Aires. Su padre,
pen de la construccin, se accident y no pudo trabajar ms. Sala
con una bandita de chicos a mendigar. Su novio de 17 aos la oblig a prostituirse a los 13. pero cuando cay preso, a los 19, ella se
independiz. Sigui viendo a la abuela de su novio que viva en el
inquilinato, hasta que muri al poco tiempo. De ah su relacin con
las anteriores. Sin su novio viva a los saltos, hasta que Patri la despioj, la maquill y la conect con el dueo de un boliche, ya que
el sauna estaba completo.
El inquilinato
El inquilinato es el punto de encuentro de 3 historias, el lugar donde se desarrolla este drama. All confluyen todas, se conectan, y empiezan a pivotear en torno de Patri.
Patri, Marta y su madre viven ah y all iba Sharon cuando la calle se pona demasiado hostil o cuando se enfermaba, para refugiarse en lo de la abuela de su novio.
Patri las acerca a todas al mundo prostibulario. Marta y Elsa eran
ajenas a ese mundo. Cuando quedan solas, y desamparadas, Patri le
propone a Elsa ir al prostbulo, pero Elsa no lo aguanta o no sirve y
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Marta, Sharon y Patri comenzaron a ser prostituidas a los 13 aos. Marta y Sharon tienen actualmente 15 y 17 aos respectivamente. Patri
tiene 33. Es decir, es prostituida desde hace exactamente 20 aos. Al
contar sus propias historias al mismo tiempo, cuentan o dan testimonio de otras nias de corta edad que igual que ellas fueron prostituidas, hace 20 aos o ahora. Hay muchas semejanzas. En primer lugar
tienen de comn haber sido prostituidas a la misma edad: sus 13 aos.
Con su testimonio van perfilando una respuesta afirmativa a una
de las preguntas bsicas de esta investigacin: hay nias prostituidas?
Estn las chicas y estn las viejas [dice Marta cuando se le pregunta si haba otras chicas de la misma edad que ella o ms chicas].
Y dnde no hay chicas? Nadie pregunta nada en estos lugares.Yo empec
a trabajar a los 13... en mi provincia es otra cosa pero es lo mismo, vos
vas, trabajs, no te mets con nadie... Yo no te digo... no vas a tener una
nena de 10 aos, pero Marta es una chica grande. Eso de los 18 no es
para los pobres. Los pobres pasan de chicos a grandes.
Patri
Las nenitas van, el tipo se hace el bueno y les da unas monedas o les da morfi, el morfi es un enganche... [...] estn tambin los que le dan a los pibes poxi-ran y bueno con eso los arreglan... y no les pagan por el servicio. A las pibitas de 10, 11 si no se apiolan las pasan, las repasan. Lo que pasa que una
piba de esa edad nadie le dice la posta, no entiende nada... Cuando estaba en
la calle... yo tena 13, pero haba pibitas de 10, que iban por unas monedas.
Sharon
La iniciacin sexual
Hay ignorancia inicial. No saba nada, era una boba, es lo que dicen en sus relatos con gran nfasis. Tener novio son nias de 11, 12
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qu tonta! No saba nada! Nada![...] [y con relacin al sauna] Yo no entenda, al final la Patri me dijo que tena que hacer lo mismo que con mi
novio, que me deje llevar y que despus el dueo del local me pagaba y
me deca que no me preocupe por nada que ella estaba ah.
Marta
[...] al principio slo tena relaciones con l, pero slo con l, un da l me
dijo vamos a hacer el amor, yo le dije ni loca pero entonces l me dijo
que si no hacamos el amor no era ms mi novio. Yo le dije que se vaya a la
mierda que me importaba un carajo. Pero entonces l me dijo que si no hacamos el amor l no era ms mi novio. Yo le dije que se vaya a la remierda
que a m no me importaba un carajo... pero lo que tena era miedo... miedo no... una piba que yo conoca haba cogido con el novio y ella tena 12
aos, era la ms chica, pero yo tambin era chica, y bueno era as, chica y
se muri, el tipo la cagaba a palos cada tanto, para poder cogerla, pero parece que fue tanto que la piba se muri y todas las pibas decan que si te cagan a palos y despus te cogan moras y yo me lo cre porque era chica viste? Y me deca bueno, si ste se raya y me quiere pegar y despus me coge
me mata. La Patri lo sabe, el pibe era rejodido. Ah me dijo ahora sacate
la ropa, que vamos a hacer el amor y yo le dije bueno, pero que no me pegue y l se cagaba de risa, me deca que me porte bien, siempre me lo deca
eso que me porte bien que no me iba a pasar nada... Pero me la banqu porque no me peg... me abri las piernas y bueno vos sabs la primera vez duele y quers que pare un poquito, un poquito para que no duela tanto... yo
no saba lo que pasaba, me pareca que le pasaba algo, que l se senta mal, que
12
le haba agarrado un ataque como tena un pibe que yo conoca.
Yo le hablaba y l no escuchaba nada viste? estaba como enloquecido,
o y
no saba que los hombres se ponen as, que no pueden parar, que empiezan y
no paran con nada, con nada paran.
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as, a la falta de pudor, etc., las nias son precoces sexualmente. Las
entrevistas demuestran que no es as. No es por saber ms que la iniciacin es temprana, sino paradjicamente por no saber nada. Las
nias no se inician temprano porque son precoces, sino porque su
indefensin es mayor, por falta de informacin y porque la mala comunicacin con familias autoritarias las hace presa fcil de abusos
diversos por parte de familiares y novios.
El abuso sexual
El abuso sexual est presente en los tres relatos pero no desencadena ni aparece como antecedente directo de la iniciacin prostibularia. En Patri surge cuando el padre la recluye en el hogar al enterarse de que su novio la prostitua. De esta relacin de abuso queda
embarazada, el autoaborto culmina con la intervencin de dos hermanas, una que se ocupaba de hacer abortos y la otra que era la duea o regenta de un prostbulo.
En la historia de Patri, el hecho de ser prostituida por su novio
y los amigos antecede a la situacin de abuso sexual que sufre por
parte de su to. Claro que ambas situaciones la del abuso y la
prostitucin tambin se retroalimentan, ya que como resultado
del abuso queda embarazada y termina en un prostbulo. Esta
circularidad da cuenta de la dificultad de establecer relaciones
causales. Abuso y prostitucin del sexo infantil tienen la misma matriz. Una y otra marcaron la vida de Patri para siempre, haciendo
seguramente que el ingreso al prostbulo fuera una experiencia
menos extraa.
En el caso de Sharon el abuso inicial por parte de un medio hermano mayor no tiene una relacin directa con su prostitucin, forzada por su novio. Ms an, esta experiencia de abuso, sin penetracin, ni siquiera sirve de experiencia para el primer coito de Sharon
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En la historia de Marta, el abuso por parte del padrastro es el desencadenante del drama familiar en su etapa decisiva y final. Al ingresarla al prostbulo, cuando tena 13 aos, Patri le dice que haga
lo mismo que con su novio. Cuando el padrastro despus de unos
meses de haberla abandonado a ella y a su madre se entera de que
Marta va al sauna, entonces abusa de ella:
Cuando se enter que yo iba al sauna con Patri, le grit y le peg a mi mam y le dijo que si era tarada, si no saba que la hija estaba haciendo de
puta y no s cuantas cosas ms.
Marta
Cuando lo puso en su lugar lo ech... lo que la hizo saltar es que se meta
con la hija...
Patri refirindose a Elsa y su marido
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El inicio en la prostitucin
Estas historias dan cuenta de dos modos de ser prostituidas, que en
otros relatos se reiterarn con algunas variantes, pero en los que se
mantienen los roles de quienes tienen una accin decisiva en el inicio de la nia en relaciones de prostitucin.
a) La madre como prostituyente
Cmo aparece en el relato de Marta esta parte de su historia? Cuando habla del prostbulo dice primero en relacin con su madre:
[como] ahora ella no poda, entonces iba yo [...] Patri le dijo [a mi mam] que
se vaya con ella al lugar donde trabaja y que se haga unos pesos, pero mi mam no est para eso, con las vrices y todo, entonces la Patri tuvo la idea de
que yo poda ir [...] Mi mam me dijo que vaya, que si no iba a tener que trabajar por horas y que si a ella le costaba conseguir, fijate a m lo que me iba...
Marta
La madre de Marta:
Yo quera otra cosa, pero otra cosa no hay y slo por horas, pero con lo
floja que es... por horas no aguanta.
Mi novio me deca hay que hacer esto, vos dejate y yo me dejaba, y tambin me dejaba con sus amigos, l me deca que me deje, que eran los amigos de l.
En la historia de Sharon:
[refirindose tambin al novio] l vino y me dijo: te voy a ensear a conseguir plata ms que ver con tu edad, no de nenita pidiendo monedas o
abriendo puertas, te voy a ensear... [...] y vino un da y me dijo mir,
tens que ir con este hombre, te lleva al hotel y vos te dejs hacer lo que
l quiera, te dejs que te haga...
Relaciones familiares
Ingresada en el mundo prostibulario, Marta es la nica que mantiene la relacin con su madre, sigue viviendo con ella y la mantiene.
Ambas han roto con el resto de la familia (hermanos, abuela). En
un momento Marta haba regresado a la chacra, con ellos: me escap porque no quera estar ms, pero mi mam me fue a buscar.
Su madre y su padrastro, que entonces an convivan, la fueron a
buscar. A partir de ah no se escap ms.
Sharon pas mucho tiempo sin ver a su familia. Todos los aos
que estuvo en la calle. Recin ahora, que se ha independizado de
su novio-proxeneta, y que est en un prostbulo, restableci cierta
relacin con su familia: a veces va de visita pero no se queda nunca
mucho tiempo.
Patri, en cambio, ha cortado totalmente con su familia. No hace
falta ms que leer el prrafo siguiente para entender por qu no quiso volver ms:
Despus me agarr a m y no me mat por poco... me dijo que yo no sala
ms, bueno, un tiempo no sal. No sala nunca y el pap me pegaba por las
dudas. Un da vino el to, un da que estaba en la bomba lavando ropa y me
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dijo que si iba con todos tena que ir con l y me viol, todas las tardes me
haca ir con l y que no diga nada porque el pap se iba a enojar conmigo
[...] Un da llega el pap a la casa, re-mamado, la agarra a la mam del brazo, la tira al piso, la caga a palos, pero le pega que no sabs cmo todos gritaban, yo estaba escondida en la pieza... al final entend que le gritaba que
la hija era una puta, que se la pasaban todos y que la culpa era de ella que
no la cuidaba. Despus me agarr a m y no me mat por poco.
Patri
Libertad! Libertad!
En los relatos hablan de libertad y de coaccin. Uno y otro tema se
alternan.
Ella quiso, yo no la llev por la fuerza... yo lo que hice fue hablar con la
encargada, le dije que le llevaba a una chica joven, linda y bueno, la llev.
Patri, en relacin a Marta
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Marta no tiene alternativas. La madre y Patri deciden por ella. Antes, tener relaciones sexuales haba sido decidido por su novio.
La coaccin (abuso) por parte del padrastro no aparece directamente en el relato de Marta. Pero es otra de las tantas coacciones a
su libertad que debe vivir. Ya en el prostbulo, Marta es acosada
por el dueo del mismo. Para Patri eso est dentro de las reglas del
juego:
Ella tena que hacer un servicio gratis, a l le gustaba la chica, siempre que
vena se la llevaba a la pieza.
Me deca que me porte bien, siempre me lo deca, eso, que me porte bien
que no me iba a pasar nada... nada si me portaba bien, pero portarme bien
era hacer lo que l quera, lo que me deca que tena que hacer
, eso era. Estaba recagada [...] Eh... si lo quera... s, s... l era un pibe, no s... es un
pibe para querer, si estabas con l no te podas... as, no te podas... no se
le poda decir que no a nada.
[]
Entones me peg en la cara, pero me peg re-fuerte y me dijo que vaya y
que no lo haga quedar mal que l ya le haba cobrado al tipo y que yo tena que ir... Yo fui porque no saba qu hacer...
[]
Me lo hizo una vez que yo no le di la guita, cuando empec a trabajar por
la ma yo me negu a darle la plata, la Patri me deca la plata es tuya nena... y yo la senta ma.
Sharon
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La libertad se ejerce tambin cuando las y los prostituidos ponen lmites. Cuando ponen condiciones tales como cobrar por adelantado, exigir preservativos, no aceptar ciertas prcticas. Como esa libertad se da en la aceptacin de ciertas reglas y luego de haber
claudicado, se trata siempre de una libertad en el sometimiento, de
la aceptacin de reglas y de vender el cuerpo. Para Sharon la libertad es, por ejemplo, quedarse con el dinero que antes tena que entregar a su novio proxeneta:
Y la primera vez que me qued con toda la plata casi me muero, no entenda nada. Era brbaro, me gust, no era lo mismo que trabajar sin ver
un mango [...] Yo lo dejaba que me toque, despus me agarr la mano y
me la puso en el pantaln, me dijo: mir como me pons, entonces yo dije sta es la ma... Le saqu la mano y le dije son veinte pesos... Ah.. el tipo se puso blanco, me mir, no entenda nada... La mano me la sac y
me dice cmo? qu? cobrs?... Claro, le digo, si quers yo te hago
lo que quieras pero te cobro veinte pesos. El viejo crea que con un poco de morfi me arreglaba, pero no... yo esper que est bien caliente y le
dije son veinte pesos... se la hice brbaro, aunque no me d la guita me
gust verle la cara... la cara del tipo caliente y que yo le diga me tens que
pagar... no sabs [se re]... Al final me pag 10 pesos, no 20 como yo le
ped... me dijo te doy die z y yo dije... bueno. Yo pens... viste? Nunca
tuve diez pesos para m, entonces era mejor que cualquier otra vez...yo me
quedaba con diez para m sola, yo... me los llev y bueno eso era otra cosa
.
Sharon
La habilidad y la capacidad de manejar al cliente le producen orgullo y satisfaccin, y le permiten olvidar que est siendo prostituida.
Sharon elige no tener novio:
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Quise tener novio, pero si sabe lo que hacs cagaste porque te pasa como
les pasa a todas, no? Se quiere quedar con la guita, te quiere mandar, yo
ahora ya s manejarme sola, y eso se lo tengo que agradecer a Patri, ella
me ense a manejarme sola. Una vez yo me puse a pensar, no cuando... as... la verdad es que no saba... Patri ofreci ubicarme, me dijo yo
te ubico, y me llev y yo le pagu y ella arregl con el dueo, pero bueno ya est, yo no le debo nada a nadie, nadie.
Sharon
Para Sharon que su novio fuera preso fue su salvacin, porque pudo,
en realidad tuvo, que trabajar por su cuenta, y por primera vez dispuso de su dinero. Se siente liberada, aunque no hizo nada por liberarse.
era de la calle, as como las chicas que ves pedir en las boleteras... Donde
estoy yo ahora es mucho mejor es ms grande, no va cualquiera, yo no saba hablar, y ahora estoy en este lugar, es otra cosa.
Sharon
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La entrevista se realiza en su casa: una habitacin del mismo inquilinato de la infancia, mientras amamanta a su hijita de 6 meses y
prepara la comida para el marido. Refirindose a su hijita, dice:
Ella es mi nica amiga, yo le hablo, no s si entiende, pero igual le
hablo, cuando sea ms grande ya ver, pero por ahora es as.
La familia autoritaria
La primera frase de la entrevista dice: Hasta los trece aos todo
bien. Cuando empec a crecer, a ser seorita, todo mal. Lo malo
comienza cuando la familia reprime su relacin sexual con su novio
cuando tena 13 aos. Su novio desaparece despus de ser sorprendido con ella.
M. [el noviecito] se escap... no era para tanto no? Yo no pude escapar.
Me tuvieron encerrada una semana.
Su madre y su padrastro son muy religiosos y muy severos en la defensa de sus principios confesionales y morales, inspirados en los de
una secta, y la madre la lleva a la iglesia para que le saquen el diablo del cuerpo. Lorena no soporta la convivencia y al poco tiempo
va a trabajar como empleada domstica:
Me vigilaban, me volvan loca. Estaba perdida sin mi novio, sin la escuela, mi mam me amenazaba, me llevaba a la Iglesia. Deca que all me
iban a sacar el diablo del cuerpo. Yo no tena ningn diablo, pero medio me lo crea, tena pesadillas... [...] En esa poca empec a trabajar...
Horrible, en la casa de una vieja de la Iglesia que conoca a mi mam...
no tena tele porque era pecado, ni msica, slo la de la iglesia y... yo no
vea un mango... [...] le daba la plata a mi mam, porque deca que yo
era menor.
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Se escapa cuando encuentra a una amiga que le dice que ella la puede ayudar. Cuando llega, se encuentra con que sta vive en una pensin y es prostituida. Cuando se le acaba el dinero y no puede pagar
la pensin, su amiga le dice que puede arreglar con el encargado.
Le pregunt si era para limpiar... y me dijo que no me haga la boluda...
[...] ella lo que haca era acostarse con el encargado y con eso le daba para una semana o tres das de alquiler y as le pagaba. Al principio medio
no me gust, pero despus era mejor que ir a la calle y bueno, un da al
final me acost con l noms.
El prostbulo
Lorena entra al prostbulo a los 14 aos:
Yo era la menor, despus no, haba una ms chica. A m me decan la nena, pero las otras no eran muy grandes tampoco.
Lorena narra con detalles la vida cotidiana en el prostbulo, un departamento en el Gran Buenos Aires:
Desde el primer da la seora [la encargada del prostbulo] me explic cmo eran las reglas de la casa: no se poda recibir plata, no se poda elegir...
ellos cobraban y te daban tu parte [...] descontaban la casa, el jabn, y
otras cosas... [...] haba varios policas y un comisario que venan siempre,
eran amigos, a esos no se les cobraba, eran amigos... [...] haba que atender bien, se poda salir, pero haba que avisar dnde y no se poda tener
novio, ni pelearse con las compaeras, ni chuparse... [...] la que se va, no
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vuelve, es una regla, tampoco nos podemos ver. Y el telfono slo para hablar con los clientes o alguna vez las que tienen familia. No se sale mucho. A m cuando quise estudiar medio me mir mal la duea, pero como le promet que no le iba a fallar en nada nada y nunca le fall, al final
me decan la escritora, me cargaban un poco...
Se trabajaba desde las 5 o 6 de la tarde, hasta las 5 o 6 de la madrugada. De da slo excepcionalmente, pero los clientes tenan que
avisar. Se trata de un prostbulo donde las chicas viven de modo
permanente.
Era una casa con varias piezas y un bar adelante... es slo para los que conocen... hay un portero elctrico... los tipos pasan al bar, arreglan con la
seora, la chica, el precio... Nosotras estbamos arregladas, bien vestidas...
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No se sabe si su madre la denuncia porque se prostituye o para alejarla de un competidor, ya que ha escapado a su control.
La imagen de prostitucin que Carmen ofrece es similar a la que
surge de esos relatos o descripciones literarias o del cine, sobre prostbulos en los que se mezcla la picaresca, cierta ternura y algo de cinismo:
Adems no es que estn todas desnudas y viene el chabn y te dice ven vos
conmigo... No, si un chabn no te cabe, lo apurs. [...] Te fijs en la facha
del chabn, si puede tener plata o no, si te parece que el chabn tiene plata,
lo nico que hacs es decirle me pags una copa. Si te dice que no, le das
cinco minutos ms y le decs voy al bao y te perds. Siempre cuando te
parece que es estar al pedo con un chabn porque no tiene plata, te lo sacs
de encima. [...] Yo me fijaba si estaban pasables, si eran ms o menos lindos...
[Cuando se le pregunta si poda elegir] S... Comnmente no es que vienen los chabones, a veces vienen, pero cuando los ves entrar y te pars y
empezs a caminar, si fichaste alguno... pero no es que vienen y vamos, si
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no habls, toms algo, te conviene ms a vos [...] no era que vos trabajabas con un slo chabn cada noche, sino que trabajabas con un montn
de chabones. Tanto acostarte como hacer copas. Podas estar con 5 o 6
chabones en una noche.
De los cafishios habla hasta con cierta ternura. Son sus amigos:
Los cafishios... pienso, que son unos mantenidos los cafishios.
[Cuando se le pregunta qu piensa de un cafishio conocido]
Es un amigo mo y es difcil pensar mal de un amigo.
[Acerca de quienes no son amigos]
Son unos mantenidos. Lo que me molestaba a m era que las que trabajaban eran las minas y ellos le terminaban sacando la plata. Por qu no van
y se acuestan con todos los tipos que quieran y se quedan con su plata.
Eso es lo que siempre pens. Pero es como que tienen una regla, viste.
Despus entre los cafishios est la ley del ms fuerte. Un cafishio se mete
con la mina de otro cafishio, pueden llegar hasta matarse, porque no es
que ste te va a decir, sta es mi chica, no te metas. No pods tocarle una
mina a un cafishio.
pesados y de cmo otras jvenes sin el backgroundde Carmen pueden quedar entrampadas sin posibilidad de escape.
Historia 4. Mercedes
En el relato de Mercedes, de 12 aos, el prostbulo aparece como la
prolongacin de su casa. Va y viene con absoluta naturalidad. Vive
con su madre y su padrastro, y no le gusta el prostbulo, donde vive su hermana de 18 aos, pero cuando en su casa hay pelea, lo prefiere. La entrevista se realiza en el bar del prostbulo, una tarde temprano, a la hora de la siesta:
Vivo con mi mam y mi padrastro... l toma y a m no me gusta... bueno
yo tomo tambin pero no as como l que despus quiere pelear con mi
mam... [...] Le pega, s... una vez yo no poda sacarle a mi mam de abajo de mi padrastro... y ahora yo soy la nica que est en mi casa porque
mi hermana est aqu...
No me gusta [se refiere al prostbulo]... puro hombre, dale gritar, borrachos... entonces me quedo en mi casa, pero a veces en mi casa es peor que
ac, quilombero, radio fuerte, gritando, peleando, llorando... los perros
ladran, porque uno grita y ellos ladran.
no le haca caso. Y ah l me dio 5 pesos primero pero para m noms, pero no para hacer nada. Despus me dio 15 pesos, y ah l quera salir conmigo. Y ah yo dije que no, que no, que no; y l dijo dale... y ah me fui
con l, en la pieza de l.
[Refirindose a otro cliente]
Una vez yo estaba sentada y l me dijo: Me puedo sentar? y le dije:
sentte, y ah se sent. Yo ni le conoca y trajo helado...
[Cuando se le pregunta si era un hombre grande o un muchacho]
No, no era grande, tiene 21 aos por ah, y ah se sent y pag helado y
todo y me dijo: Podemos comer helado. Y bueno, le dije. Y me habl.
Fuimos a dar una vuelta en el auto y vinimos de vuelta, eran las 4 y hasta las 6, despus l me trajo hasta ah abajo en mi casa; y ah de vuelta yo
me encontr y par y me quiso llevar a un motel y yo me fui con l...
[Se le pregunta si l le ofreci algo]
S, pero dame algo. Y l me dijo: Qu vos quers? Y yo le dije: Sos
vos el que me est ofreciendo as que dame. Y me dijo si yo quera salir
con l y pag el motel y cuando yo quera mirar la tele y no me dijo ms
nada.
[Las otras veces] no, una vez no ms y despus de eso yo nunca ms le vi.
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4. La prostitucin de lujo
La entrevista a Sandra, prostituida en un boliche elegante, un expediente judicial y un estudio de caso, y a Mar
cela que incluye un expediente judicial y entrevistas a tes
tigos y personas involucradas con el expediente, permiten
describir algunos rasgos de una modalidad de prostitucin,
ms mediatizada y oculta, de ms difcil acceso por la pri
vacidad, reserva y protecciones que la rodean. En este m
bito los cdigos y reglas son muy rgidos y su transgresin,
muy peligrosa.
Los clientes de este nivel de prostitucin tienen ms dinero, ya que
los precios son altos. Pertenecen a los ms variados sectores sociales:
industriales, polticos, funcionarios judiciales, profesionales, deportistas, etc. La mediacin del dinero suele estar disfrazada y poco explcita, como si el contrato sexual fuera accesorio a otros factores de
mayor trascendencia que tienen que ver con el prestigio, el status y
la exclusividad de los ambientes en que tiene lugar. El dinero contante hasta puede quedar totalmente fuera de la escena cuando hay
intermediacin, agencias o incluso cheques a domicilio y pago con
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13
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Sandra
Sandra tiene 20 aos. Su familia es de clase media alta. Su padre es
gerente de una empresa, la madre es ama de casa. Viven en un barrio residencial de la ciudad. Ella se fue de su casa antes de los 16
aos, sin que la familia hiciera mucho para que volviera. Desde esa
edad fue prostituida. No termin la escuela secundaria, porque no
sirve para nada.
La entrevista a Sandra, a pesar de su reticencia y su temor a proporcionar datos precisos, es paradigmctica de este tipo de prostitucin.
Si bien por su edad esta entrevista quedara fuera de la poblacin que
es objeto de esta investigacin, Sandra es iniciada en estas prcticas
a partir de los 15 aos.
El relato es testimonio de:
la presencia de jvenes mujeres (menores de 18 aos) en estos mbitos (adems de ella misma, las amigas con las que vive, y comentarios acerca de la edad de sus compaeras);
la procedencia de sectores sociales medios y altos;
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el hermetismo de ambientes con cdigos y reglas que garantizan la privacidad de los lugares y las personas que se mueven en ellos:
Hay que conocerlo por dentr
o [se refiere al ambiente] tiene sus formas, su
propia filosofa... [...] Vos pods adaptarte y estar bien, pasarla bien... [...]
la discrecines fundamental.
Un caso judicial
Algunos casos salen a luz cuando existe algn procedimiento judicial que trasciende a la opinin pblica. En esos procedimientos
siempre se encuentran menores. Slo para dar cuenta de su existencia se citan dos ejemplos:
El primero corresponde a un proceso que se abre en marzo de 1995,
en el que se allana el local Play Women forYou, con carteles publicitarios en varios puntos importantes de la ciudad. En l se encuentran mujeres de diversa condicin social, muchas de ellas menores:
En dicha actuacin constatse la presencia de al menos, cuarenta mujeres
que refirieron ejercer los ms diversos oficios, el de artistas, coperas, bailarinas, comerciantes, amas de casa, profesoras, estudiantes y prostitutas
. Estas
mujeres, menoresy mayores de edad, declaran en la prevencin, reconociendo varias de ellas ejercer la prostitucin... Las seoritas menores de 22
aos explican sus condiciones laborales en Play women.14
14
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15
16
Ibid.
Sentencia sobre recurso de casacin,
ob. cit.
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El contexto
Los hechos tienen por escenario una ciudad del interior del pas, de
unos pocos miles de habitantes. Es una sociedad pueblerina. Los ricos viven en el centro [zona del asfalto] los pobres, del otro lado [del
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otro lado del asfalto, del otro lado de la va]. La pertenencia social,
el origen familiar, marcan status claramente diferenciados, reconocidos y valorados. Alrededor de la plaza, que es el centro de encuentro
de jvenes, y del resto de la poblacin, hay confiteras, bares. La disco es el lugar de diversin y reunin de grupos de jvenes de clase
media y alta, y el lugar que el pueblo entero relaciona con el suicidio
de Marcela y con una red de prostitucin y de venta de drogas.
El suicidio
El pueblo se despierta una maana con la noticia del suicidio de
una adolescente de 17 aos. La sorpresa invadi el lugar ya que nadie pareca entender por qu una joven excelente alumna y compaera, catequista, activa partcipe de la comunidad, buena hija,
buena hermana y que tena un buen vnculo con sus padres toma
tal determinacin.
El caso es caratulado inmediatamente como tentativa de suicidio
y esta cartula nunca fue alterada. Sin embargo, los rumores y comentarios vinculan este suicidio con la disco del lugar, y con la
prostitucin, la filmacin de videos pornogrficos, fotografas pornogrficas y la droga.
No se trata aqu de analizar el suicidio, ni tampoco de indagar
en la historia de Marcela para determinar su vinculacin o no con
esta organizacin de prostitucin. Por un lado, a partir del expediente y de las entrevistas realizadas en torno del mismo, es posible
profundizar algunas de las caractersticas de la prostitucin de lujo
y analizar con detenimiento la intervencin judicial. Est absolutamente claro que la investigacin judicial tuvo serias falencias:
Qu es lo que hizo que se quitara la vida? Eso no se investig.
Funcionaria judicial
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como las otras que [...] uno tras otro, y cuanto ms mejor, pobrecitas [...].
Yo creo que no se sienten ejerciendo la prostitucin, porque tienen posibilidades de rechazo [...] sta no es una prostitucin por necesidad... se
llama o no prostitucin, no s, porque eso, en definitiva [...] es saber lo
que valen. Son chicas que tienen ambiciones particulares [...] saben que
son deseables, porque son muy bonitas, muy lindas [...] que no te dicen
como estas otras [las que son prostituidas en la calle] que te dicen dame
cinco, cuesto diez, veinte la francesa qu s yo, sino que directamente te
dicen me vas a hacer un regalito [...] Un grupito, divinas son.
Mdico forense
La idea subyacente es que hay prostitucin slo si hay necesidad extrema, y que en este caso:
Esas chicas que cobran 100 pesos, si quieren cobran y si no, no cobran, lo
hacen por otras razones [el no cobrar podra estar indicando que lo hacen
por gusto].
Son distintas a las otras, sas no cobran ms de 10 pesos por noche...
[que aumentan en nmero al mismo tiempo que disminuyen las edades
de inicio]: Hasta el ao pasado no haba criaturas, y estoy hablando de la
prostitucin de bajo nivel, no haba chicas lindas, y mucho menos homosexuales, ahora recin hay uno o dos. Ahora hay chicas muy jovencitas,
12, 15 aos. El 50 % o ms son chicas menores de edad.
Mdico forense
La disco
El anlisis de los datos revela la existencia de una organizacin. Tiene su sistema de reclutamiento, modos de establecer contactos, sus
cdigos y probablemente sus protecciones. El contacto se realiza en
la misma disco:
Esto era una sociedad que despus pas a manos de las personas que estn
ahora [...], era como una empresa que exista y atrs de eso estaba lo otro.
Profesora de la escuela
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El reclutamiento
La secretaria de un juzgado identifica a un preceptor del colegio secundario como proxeneta, cuya funcin es:
En el caso que estamos hablando para m este buen hombre que tena acceso a tratar con los chicos era un proxeneta y es hasta hoy un proxeneta.
Siempre aparecen personas dedicadas al reclutamiento que se acercan de diversos modos a las adolescentes.
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Sin embargo, los modos en que se recluta a las adolescentes no estn exentos de presiones; adems del chantaje ya mencionado, las
drogas eran otra forma de ejercer control y presin sobre ellas:
Iban tomando, yo creo que era bebida y algo ms, entonces la cosa era
darles de tomar, darles algo y bueno despus hacan cualquier cosa.
Profesora de la escuela
Por otra parte, lo que en un inicio (en el momento del reclutamiento) es seduccin, se transforma en chantajes y amenazas cuando una
de las chicas quiere evadirse del crculo. Parece ser la situacin de
Marcela poco antes de su suicidio:
Marcela, estaba designada o elegida para trabajar en lo que nosotros denominamos Shopping [promociones], pero hace aproximadamente un mes y
medio desisti, se hizo la ropa para el trabajo, pero dijo que no lo hara.
Declaracin de uno de los empleados
de la disco (proxeneta) en sede judicial
87
En otras entrevistas realizadas surge tambin la diferencia entre diferentes tipos de prostitucin:
Hay por lo menos dos prostituciones: la de las minas que se prostituyen
para el plato de comida y que para m sa no est vinculada con la droga;
y la de las minitas estas del centro. sa s para m est relacionada.
Abogado
90
5. La prostitucin en la calle
Introduccin
En este captulo no se trata de presentar las distintas modalidades
de la prostitucin callejera17 sino ms precisamente de dar cuenta de
las particularidades que asume esta problemtica en ese sector de las
nias y nios, de mayor desamparo y vulnerabilidad, que fueron
contactados en calles y plazas, y que en algunos casos son nios de
la calle. Conforman un grupo heterogneo: hay chicas y chicos
que todas las noches vuelven a su casa, otros que slo lo hacen espordicamente, mendigan o venden en la calle a solas o acompaados por sus madres o padres u otros adultos, y otros que han roto los lazos que los unen a las familias de origen y viven en la calle.
Se trata de una poblacin infantil que por distintas razones fue expulsada de sus hogares, en algunos casos perteneciente a sectores
muy marginales de la sociedad argentina, aunque se han encontrado tambin quienes provienen de otros sectores sociales, altos y
medios.
17
91
Entrevistas
Beatriz: tiene 15 aos, su familia vive en una localidad cercana a
una ciudad. Desde pequea mendiga y vende golosinas. Su iniciacin sexual es muy temprana, aunque no fue posible precisar la
edad. A los 12 fue prostituida y a los 14 tuvo una hija, que actualmente vive con su familia.
Valeria: 17 aos. Se escap de su casa a los 10 aos, trabaj de empleada domstica, estuvo un par de aos en un hogar de religiosas, se
escapaba y volva a su casa, pero el padre la golpeaba y se qued en la
18
92
calle. No soportaba el maltrato y el que su madre la mandara a trabajar como empleada domstica. Prostituida desde los 14 aos.
Sonia: 13 aos. Vende golosinas en distintos bares. Si bien no ha
sido prostituida describe con lucidez la presencia constante de adultos que rondan a los chicos y los prostituyen.
Estrella: dice tener 18 aos, pero no aparenta ms de 16 aos.
Tiene los brazos cubiertos de quemaduras de cigarrillo y una cicatriz en la mano. Fue prostituida a los 14 aos, cuando se escap de
su casa y se fue a otra provincia.
Fer: tiene 11 aos. Proviene de una familia muy humilde que vive en una villa de emergencia. Actualmente vive en una estacin ferroviaria. Es prostituido ocasionalmente.
Fernando: tiene 16 aos y est viviendo en la calle desde unos
meses antes de que se hiciera la entrevista, cuando la madre lo expuls de la casa, debido a que l consume drogas. Prostituido a los
14 aos.
Pablo: tiene 15 aos. Se fue de la casa a los 8 aos, abandonando su ciudad, tom un tren que lo llev a otra ciudad porque no
quera vivir con el padre, un hombre alcohlico y muy violento.
Prostituido desde los 8 aos.
Otras nias y nios: que venden, limpian vidrios, etctera.
Fragmentos de la entrevista a Sonia (que desde muy pequeita, segn ella desde hace 8 aos, vende flores en la calle):
Hay mucha gente atrevida en la calle... que te quiere llevar por mal camino... esos hombres que te dicen vamos... ya sabs ya... [...] a ellos no les
importa que seas chiquita o grande... te dicen vamos te doy 50 pesos...
nosotras le decimos que no somos prosti, para eso estn las prosti, all
en... [nombre de calle]... Son tipos con plata, bien vestidos, todos medios
viejones, porque viste a los viejos les gustan las pendejas, no les gustan esas
viejas de la edad de ellos [...] [En los bares] te empiezan a decir cosas, empiezan a parlar, a hablar y nosotras nos borramos noms... te dicen vamos
93
all, te quieren primero entrar con chamullos pero nosotras les conocemos las maas. La mayora que nos joden son viejuchos, viejuchos con
plata, pero por ah son ms ratas que yo... algunos dicen vamos por 20 o
alguno, fijate... yo me muero de vergenza... nos dicen eh... te doy 5 pesos y hacemos un pete copado... vamos y hacemos una chusita... por 5 pesos y yo le empiezo a decir un montn de cosas y me borro... viejo de
mierda... yo puedo ser su hija... usted no tiene hija de mi edad. de cuntos aos es su hija? Y ellos piensan que yo tengo ms de 13 aos, aparento 15 o 16.
[Cuando se le pregunta por otras nias]
S, a mi... prima a ella tambin ella tiene 14 pero aparenta 12 o 10 y la joden... [...] unas nenas que vendan en la calle conmigo ahora son prosti...
bueno ya no son ms nenas... [...]
Una vez bamos por la avenida... y un remisero nos empez a seguir... a
seguir... corrimos dimos toda la vuelta pero el remisero sabs... baj del
auto y nos quera correr... empezamos a correr y pedamos auxilio y nos
perdimos del remisero y despus un da le vemos y yo salgo a correr... hay
quien nos queran llevar a toda costa.Hay algunos que te empiezan a chistar as, del auto, as en cada esquina... te sigue y as te hacen... vamos.
19
94
En la villa... viste ah... ah est mi casa... yo voy ah cuando quiero porque a m nadie me agarra si yo no quiero... si quiero voy... y me quedo...
o no vivo con nadie, yo estoy solo, me quedo ac en la estacin.
Fer, 11 aos
Me dejan dormir en la nueve [los baos de la estacin]... porque no hay
inodoro... me dejan dormir ah.
Fernando, 16 aos
95
Qu es lo que hace que unos sean prostituidos ellos mismos y otros sometan y prostituyan a otras nias u otros nios es un tema que merecera ser indagado con mayor profundidad en futuras investigaciones.
21 Vany actualmente est en un prostbulo.
97
Beatriz tambin es iniciada por su novio. Pero aun si en la etapa inicial no hubo coaccin o violencia, es evidente que s la hubo
posteriormente. Es un tema que no est explcito en esta entrevista.
Luego cuenta que se fue a vivir a un hotel con un hombre de 46
aos, teniendo ella 12. Tampoco Beatriz dice que sta es una relacin de amor ni le da otro nombre. Simplemente dice:
Yo sala con un chico, y... l era travesti... se escap de la casa y un da me
enter que se hizo travesti... con l empec en la calle, empezamos a trabajar juntos [...] y a los 12... con un chabn... tiene 46 creo... Vivamos
en un hotel de Constitucin...
Beatriz, 15 aos
98
Situaciones familiares
Se trata de familias en las que existen relaciones de violencia, maltrato o desintegracin, o situaciones conflictivas. Por una u otra razn las nias y los nios entrevistados dejan sus hogares.
Las razones por las cuales se rompen los lazos familiares parecen ser:
por rechazo al modo de vida o los valores que la familia les
propone;
porque las familias los han expulsado, abandonado o maltratado;
por abusos sexuales, incesto;
porque las familias son altamente conflictivas;
por autoritarismo familiar exacerbado.
Del interior soy... [cuando lleg a Buenos Aires] tena 8 aos, yo... mi viejo se pele con mi vieja cuando yo tena 7 aos, y ella se fue, nos dej a
m y a mi hermanito. Nos cri mi pap, pero mi pap me reventaba... y
yo me fui... (me vine solo) cuando estaba el tren [...] ahora nos llevamos
a las mil maravillas [pero] yo no quiero irme con l. Antes chupaba, le pegaba a la mujer, pero ahora se hizo evanglico, no pega a nadie ahora...
Pablo, 15 aos
No, lo que pasa es que yo tena problemas con mi mam, con mi pap y
con todos mis hermanos. Mi mam no entenda por qu yo me escapaba
de mi casa. Yo me escapaba, yo me escapaba.
Beatriz, 15 aos
Mi mam se junt con otro hombre... yo no le quera, discuta con mi
mam, siempre nos pelabamos y siempre me pegaban los dos, entonces
agarr y me escap... mi padrastro es muy abusador, cualquier cosa vena
malo del trabajo y ya se la desquitaba con cualquiera de nosotros [se refiere a sus hermanos].
Estrella, 18 aos
99
Drogas, alcohol
De las observaciones y entrevistas se desprende que si bien no es posible a partir de la informacin disponible trazar un mapa de compra y venta, del rol de cada quien, es evidente que muchas de las relaciones sociales en este entorno giran en torno de la venta y
consumo de droga.
100
[Refirindose a un grupo de chicas que mendigan en la calle] Aparte stas se dan... Pegamento seguro, pero coca tambin, si tiene unos mangos...
nunca las vi con coca... pero seguro...
Pablo,15 aos
[Prob drogas] una sola vez... coca... me la dieron... [...] Tomo cerveza, lo
que venga... cuando no hay trabajo, o cuando alguna tiene ganas de invitar.
Beatriz, 15 aos
Pegamento usan los nenitos, pero qu quers que te diga qu es lo ms
rico? Dnde compran, qu consumen? Vos qu quers? que me maten
[...] Bueno lo ms rico es la cocana, la compramos por ah, a dos cuadras,
en la estacin, los pibes a veces pasan. Cuesta 10 pesos el papelito, pero
hay que tener plata porque el pegamento vale 2 pesos pero te mata, te mata, por eso los pibes toman, cuando pueden toman, la gente, eh, yo no...
Fernando
El caso Gitano
Resumen y anlisis de un expediente judicial.
Explotacin de nias de la calle
Este segmento se ha elaborado sobre la base del expediente
judicial, de noticias periodsticas, de entrevistas a funcio
narios judiciales, a integrantes de la Congregacin de Her
manas Adoratrices Esclavas del Altsimo y de la Caridad,
y a profesionales de instituciones comunitarias que tuvie
ron contacto con algunas de las nias que eran explotadas.
Expediente nm. 406: Corrupcin agravada en concurso real con
promocin de la prostitucin, en concurso real con violacin reiterada, contra Juan Jos Vila (conocido por la prensa y la opinin pblica como Gitano).
101
22
Institucin religiosa que asila y asiste a mujeres y nias prostituidas, a travs del Programa Promocin de la Nia y Mujer en prostitucin.
102
sus contactos con C. B., V., y la hermana de la nia que muri. Dice que intentar contactar a estas personas para que atestiguen.
16. El mismo da, 14 de diciembre de 1993, presta declaracin testimonial ante el juez Barberis, E.P., florista en la zona de Constitucin. Reconoce tener relacin de amistad con V. y con su madre, por
las que supo que el Gitano golpeaba a V. para que tuviera relaciones
con l, que el Gitano explotaba a varias nias, a las que tena encerradas y mandaba a trabajar. Que se drogaban con Poxi-ran que el
mismo Gitano les proporcionaba. Que el Gitano tena muchos contactos y que luego de su testimonio en televisin fue atropellada por
un taxi que se dio a la fuga, que supone no era de la zona pues todos los taxistas de all la conocen. Que cuando los chicos caan presos, el Gitano los sacaba personalmente sin problemas, y que cuando lo llevaban a la seccional por denuncias de vecinos, V. deca que
entra y sale. Que adems poda justificar sus ingresos en razn de
que de da trabajaba en una panadera.
17. Tambin declara el 14 de diciembre de 1993 ante el juez Barberis la religiosa M.
Ratifica su declaracin anterior y relata que el Gitano justificaba
la presencia de las nias y los nios en su casa diciendo que los protega, ya que estaban abandonados y l les daba alojamiento. Que
V. haba venido al hogar drogada. Interrogada sobre esto, afirm
que el Poxi-ran se lo daba el Gitano. Vuelve a contar la oportunidad
en que fueron a buscar a V. a la casa del Gitano y la encontraron encerrada bajo llave. Que todos en la casa tenan temor de hablar del
Gitano.
18. C.A., que tambin declara el 14 de diciembre de 1993 ante el
juez Barberis, dice que el Gitano la invit varias veces a vivir con l,
con sus hijos y que todos le decan que no lo hiciera pues al Gitano
107
le gustaban las nias. Que fue cinco veces, pero slo a pasar la noche. Que vio siempre nias en su cama y el Gitano andaba en slip
por toda la casa. Que las nias andaban con una bolsa de Poxi-ran.
Que el gitano le mostr fotos en las que estaba desnudo con chicas
desnudas. Que les chupaba los senos en esas fotos. Que una chica,
V., viva con un hijo del Gitano.
19. Testimonia, el da 16 de diciembre de 1993 ante el juez Barberis, V. de 14 aos; dice que conoci al Gitano un ao atrs, en la zona del Once, cuando ella viva en la calle junto a una amiga. Que
como estaba muy mal y drogndose, acept ir a la casa donde se
qued y estaba muy contenta, porque tena dnde dormir y comer
y poda drogarse. Que eran quince viviendo en una sola pieza donde haba una sola cama. Que el Gitano se acostaba con todas y a la
vista de todas. Que el Gitano tambin se drogaba y que slo una vez
la encerr y justo ese da vino su madre. Que el Gitano la mandaba a levantar tipos y cuando no traa plata la maltrataba. Que actualmente vive con su padre, est embarazada de siete meses y tiene una pareja. Agrega que el Gitano la quemaba con cigarrillos,
habindole quedado marcas. Que ahora se encuentra bien y ha
abandonado la calle. Que el Gitano mandaba a las nias a levantar
tipos y a los chicos a robar estreos.
20. Declara ante el juez Barberis el 16 de diciembre de 1993 el padre de V. Habla de las dos veces en que fue a casa del Gitano a buscar a su hija, que tena miedo de que el padre la castigara por su modo de vivir. Que ahora vive con l y est muy conforme.
21. Alegato del defensor oficial en lo criminal y correccional:
Solicita se revoque la prisin preventiva y el procesamiento del
Gitano por falta de pruebas concluyentes.
108
sin que mediaran causas atendibles, cuando pudo realizarse diligencias que eran de ejecucin inmediata, demora que incidi en la calidad de los testimonios.
duccin del programa denuncia estos hechos ante la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, quien los denuncia ante el juez de
la causa.
9. El juez, presionado por la repercusin del caso cita al Gitano
ahora s lo encuentra, y luego de indagarlo y comunicarle los cargos en su contra, le dicta la prisin preventiva el 27 de noviembre
de 1993 (11 meses despus de la primera denuncia).
10. En relacin con el sumario que le est instruyendo al Gitano, el juez cita a diversos testigos involucrados en los hechos denunciados. Estas declaraciones que a veces son coincidentes pero tambin se contradicen en algunos temas sern las nicas pruebas con
las que contar el tribunal para dictar sentencia definitiva. No hay
ningn aporte policial
11. Se entabla una contienda entre la fiscala y la defensa acerca
de si hay elementos suficientes para elevar la causa a sentencia por
parte del Tribunal Superior.
12. Diecinueve meses despus del dictado de prisin preventiva,
el Gitano es absuelto ante el hecho que es reprochado al juez de instruccin de modo explcito: que no realiz las diligencias que eran
de ejecucin inmediata, demora que incidi en la calidad de los testimonios. Es decir, comparte el alegato de la defensa sobre la inexistencia de pruebas suficientes para una condena. Esta sentencia se
ajusta a derecho e incluso, a pesar de los reproches que el tribunal
hace al juez de menores, su actuacin tambin se ajusta a derecho
en lo formal.
La sentencia, que consagra la impunidad del Gitano y la ineficacia y negligencia del juez de instruccin, no hace Justicia pero se
ajusta a derecho.
Por lo que es vox populi, el Gitano regres a su hbitat natural y
a sus actividades de siempre.
114
Conclusiones
Es ostensible la ineficacia de la justicia para investigar con rapidez
los hechos denunciados a pesar de su gravedad. No se investigan ni
para comprobarlos ni para descartarlos, razn por la cual el acusado es absuelto no por inocencia sino por desidia del juez.
Es tambin notorio que la tarda convocatoria a la polica tampoco produzca resultados. Tampoco la justicia hace nada por investigar y corroborar las agresiones algunas de ellas gravsimas contra quienes testimoniaron en contra del Gitano.
Las declaraciones de las nias no resultan crebles para el juez
porque no siempre son coincidentes, pero fundamentalmente porque provienen de menores y adems de menores de la calle. No se
hace nada para investigar a fondo lo que denuncian.
Por ltimo, llama mucho la atencin que delitos severamente
censurados por la sociedad se produzcan de modo pblico y apenas
embozado sin merecer una respuesta ms enrgica y eficaz por parte de las instituciones y de la opinin pblica. Sin embargo, hay que
reconocer el poder amenazante que son capaces de desplegar quienes cometen estos delitos y sus cmplices.
115
6. La prostitucin masculina
La homosexualidad masculina
Hasta no hace muchos aos hablar de prostitucin masculina era
poco frecuente y se hubiera considerado irrelevante en relacin con
la prostitucin heterosexual. En Europa se viajaba al Norte de frica, donde era fcil conseguir varones adolescentes y nios en una
suerte de anticipo de lo que hoy es el turismo sexual. La prostitucin
de varones no es un hecho nuevo, lo nuevo es el proceso de transparencia de esas relaciones con una cartografa urbana bien definida.
No es posible cuantificar ni determinar la importancia relativa
de las prcticas de prostitucin homosexual, como tampoco es posible determinar valores nmericos de la prostitucin heterosexual,
slo se puede decir que existe en todas sus variantes: travestis, taxi
boys y otras, y abarca todos los estamentos sociales y todas las modalidades, desde las ms reservadas de lujo clubes, prostbulos,
agencias, etc. hasta las ms miserables de los baos de las estaciones de tren, levante callejero o cines donde se exhiben pelculas pornogrficas.
Algunas de las observaciones realizadas y tambin algunas entrevistas parecen indicar una mayor independencia o cuentapropis117
118
En el captulo 5 se presentan ejemplos de nios prostituidos en edades muy tempranas en la calle: Fer de 11 aos es prostituido; Pablo,
que ahora tiene 15, es prostituido desde los 10; igualmente muchas
travestis han sido prostituidas a esas mismas edades. Pero tambin
hay nios en lugares cerrados, ms o menos costosos, o entornos de
mayor o menor lujo.
De la entrevista a Miguel, que recurre a sexo prostituido desde su
adolescencia (como cliente) y ha recorrido los ms variados lugares y
zonas, los siguientes fragmentos acerca de los lugares a los que concurre un gay a quien le gustan los chicos son muy significativos:
Hay gente que se ocupa, son los mismos del diario, pero si vos llams te
dicen que no tienen, tens que caer por un conocido... con contactos
consegus cualquier cosa, cualquiera en serio, pero si vas por el diario es
slo lo estndar. De 18 para arriba. [...] Lo que te consiguen son pibes
de 14... pero nenes, nenitos, eso es ms difcil [...] [Aunque] en un boliche al que voy, un club, otros le dirn prostbulo, un lugar al que no entrs as noms, hay que ser socio, slo se paga con tarjeta, no aceptan
efectivo... [...] Un lugar lindo, discreto, con un bar, arriba unas habitaciones; ah haba muchos pibes... Ah nadie se mete... pibes hay, pero no
va a ir un juez a preguntarles cuntos aos tienen. El juez va pero para
que le hagan el servicio. Nenitos no hay, hay chicos grandes... Pero un
chico que laburaba ah, un da medio en joda le dije te ests poniendo
viejo, deba tener 17 aos... [...] sabs lo que me dijo? Quers un
pibito? Yo te consigo, vos me llams a mi casa y yo te traigo uno de 8 o
de 7. Lo que quieras...
Cliente
120
Inicio
En estos casos parecieran tener muy claro que se trata de ganar dinero, que sta es la manera que les resulta ms accesible o posible aunque no les gusta demasiado. Tampoco quieren hacerlo durante mucho tiempo. El inicio en Hernn es a travs de un amigo que ya estaba
en eso, modalidad observada tanto en mujeres como en varones:
Conoc un pibe, amigo de mi hermana. l trabajaba, mi hermana no lo
saba, y bueno me dijo un da, no s. Me llev a la casa de un chabny
bueno as empec la primera vez.
Hernn
daban detalles acerca de la prostitucin homosexual de lujo en Buenos Aires y de la presencia de adolescentes; pero adems mostraban
que a estos prostbulos concurran figuras conocidas en el mundo
poltico, artstico, etctera.
Segn declaraciones de testigos en la causa que se le sigue por
cohecho reiterado desde 1991, poca en que el juez involucrado
era secretario de un juzgado correccional, reciba dinero a cambio
de proteccin a los prostbulos.
Le daba 15.000 pesos mensuales, segn me dijo el mismo juez.
Declaracin de L. Garbellano. El negocio de la prostitucin
detrs del caso Spartacus, en Clarn, 22/11/1998.
Este caso fue muy difundido por sus conexiones polticas, pero esto no quiere decir que sea una situacin excepcional, destacable, ni
siquiera particularmente escandalosa. Como aparece en el testimonio mencionado, prostbulos de este tipo hay muchos, y en ninguno les piden los documentos a los chicos para trabajar.
Los testimonios dan cuenta de que en Buenos Aires y alrededores hay numerosos prostbulos y boliches de lujo, tanto heterosexuales como homosexuales, que reciben clientes con un alto poder adquisitivo, con vinculaciones con el poder y que adems valoran
sobre todo la discrecin.
123
S, un poco ms, ms exclusivo, saunas de lujo hay gay y no... tens por
todos lados los de 10 pesos... Despus tens los de lujo de todo tipo, de
lujo y no de tan lujo, pero que son de lujo al lado de los otros [...] No,
claro, no cobran 10, cobran 100, 200, por ah... yo esos no los conozco.
[...] Para ir yo voy a un lugar que est bien, en serio de lujo, que me dan
lo que pido, que me los muestran en bolas, que no s como decirte, lujo
en serio... [...] Para entrar, tomar lo que quieras y estar con un pibe, si
quers varias horas incluso se cobran 500...
Cliente
Existen tambin prostbulos mixtos bajo la forma de lugares de esparcimiento, es decir para prostitucin hetero u homosexual, y
con presencia de nios de menos de 13 aos.
Al [...] no lo conocs? [...] [Haba] un barco, que estaba amarrado en un
lugar cada vez... Bueno, un yate grande, es una idea europea donde hay
barcos, pero barcos en serio. Bueno, en ese lugar van todos gays, lesbianas, heterosexuales, voyeurs, sados, no s, toda la fauna que te puedas
imaginar y ah pods realizar todas tus fantasas, dicen que todas... Es caro, tambin por recomendacin, pero no es tan caro, aunque pensndolo
no es prostitucin, porque a nadie le pagan. Cada uno hace la suya, ah s
que se armaban flores de orgas, pero yo te deca porque supuestamente a
nadie le pagaban pero era carsimo entrar y lo que se deca que al principio era un lugar de encuentro de gente zafada que quera hacer la suya en
paz. Yo fui en esa poca, estaba bueno. Pero despus le pagaban a algunos
para que siempre haya gente dispuesta a todo
, tena que fingir que no le pagaban, pero estaba ah como comodnentends? para cumplir la fantasa
de otro. Bueno, entonces haba chicos, nenes y nenas, ah yo los vi, de 12, 13,
pero parece que se arm muy feo... dejame pensar... te digo el ao. Yo no
estaba, estaba en Europa, me lo contaron esto fue en el noventa y cinco,
se muri un nene o una nena, no me preguntes de cuntos aos, pero se
les muri ah. El padre de la criatura que era un isleo del Tigre, o algo
as, no denunci, porque l la entregaba, pero parece que igual se arm un
bardo y al lugar lo cerraron...
Cliente
124
125
7. Travestis prostituidas.
Palermo y Constitucin
Situaciones familiares
El inicio en la prostitucin se produjo en edades tempranas: la mayora
entre los 13 y los 15 aos, aunque hay un caso de inicio a los 10 aos.
En relacin con las familias de origen la situacin no es diferente
a la de otras nias, nios o adolescentes prostituidos. Provienen en
algunos casos de familias pobres, en otros de familias ms acomodadas, algunas con vnculos slidos, otras ms desintegradas. Pero si
hay un rasgo comn es que todos han tenido que soportar el rechazo familiar por su identidad. Su definicin como travestis precede a
su ingreso en la prostitucin. Sobre su travestismo sealan que se
sintieron mujeres desde la ms tierna edad. Otras expresaron que
recin en la adolescencia, pero en uno u otro caso son prostituidas
en un segundo momento, como resultado de la discriminacin familiar, que las margina y las lleva a conectarse con otras travestis.
Nac en Lima, nac con un hermano gemelo... Cuatro hombres y una mujer, mi pap que despus de seis aos me cag a golpes vestida de mujer...
[...] Mi pap (hasta ese momento)... no me dijo ni a ni e... porque l saba,
no deca nada pero saba, yo los mantena, yo trabajaba siempre. De chiquita venda caramelos... venda, venda galletas, peda, hasta por la tele sal para que me paguen... mi mam saba, le daba dinero para pagar la luz,
el agua, con ella me llevo bien, con todos [...] Le mando dinero, a mi familia, all me criticaban mucho los parientes, le decan ay su hijo es as ay,
ay! Y ahora mi familia se tiene que callar, porque mi mam compr los ladrillos y todo y se estn haciendo la casa y todo lo estoy haciendo yo, con
lo que yo les mando. Yo me compro mi ropa y como y el resto lo mando.
Valeria, 17 aos
Con la nica que me llevo bien es con mi mam, con mis hermanos est
todo mal, con mi pap tambin, de todos mi mam es la nica... mi mam no quera saber nada, le daba vergenza, lloraba, viva llorando... vivo
sola y le mando plata a mi mam.
Cecilia, 17 aos
129
Inicio
Existe un fuerte sentimiento de pertenencia. Relacionarse con otras
travestis, vivir en los mismos hoteles o pensiones, funciona como
grupo de contencin, pertenencia, y asimismo es fundamental en el
130
Violencia policial
La violencia policial es sin duda una de las constantes de los relatos:
golpizas, torturas, violaciones. Relatan situaciones de una violencia
sin nombre, atestiguando la impunidad de los funcionarios de esa
institucin:
En provincia... la polica me agarraba, yo menta la edad, daba cualquier
nmero de documento para que no me manden a los reformatorios, entonces se aprovechaban, me trataban como mayor, me pegaban, me quemaban con cigarrillos, pero yo nada, nada, me cortaban el pelo, me pegaban por ser mayor, igual... ahora aqu es mejor...
Daiana, 16 aos
Solamente los milicos [piden plata] para no llevarte, a veces sobre todo
cuando nos ven tomando licor o cerveza en la calle, nos piden plata y le
damos. Ellos vienen y te dicen para una cerveza y le damos 20 o 30.
[...] Y s, como no tenemos documentos tenemos que pagarles algo, para el cafecito te dicen... Una vez me detuvieron, ac a la vuelta, me llevaron a la 18. Me revisaron, queran ver si tena antecedentes, y como no
131
pero yo no deca nada, porque l me deca que no diga. Vos suponte que
la persona que ms quers te dice callate y te calls, hacs lo que te diga,
yo haca lo que me diga, no haba otra.
[Acerca de la edad de inicio sexual]
Nueve aos. El da de la primera comunin, yo no saba nada, pero ahora te puedo decir que ese da empezamos... l [tena] 20... mir... yo tengo 8 hermanos, bah, somos 8, mi vieja no me daba bola, era buena pero
estaba siempre cansada... entonces mi primo siempre se ocupaba de m,
de todos los nenes, de las nenas no, pero a los varones nos daba bola, a m
ms, pero a todos nos haca los deberes, compraba cosas, todo... l me haca estudiar y bueno tambin me ayud a prepararme para la primera comunin... yo tuve el traje porque l me compr, no y ese da le dijo a mi
mam yo lo cambio y me llev a su casa... ah noms empez a acariciarme y a decirme que era re-lindo, me sentaba en brazos y me apretaba
y yo senta una cosa, no s, y me mostr su pija, me dijo que le muestre
el mo y me mostr que un da el mo iba a ser como el de l y me dijo si
quera verlo crecer y me chup para que crezca y bueno as empezamos...
de a poquito, siempre me deca que no cuente nada, era nuestro secreto...
no pensaba en otra cosa, m mam me deca que no lo cargosee pero yo
lo quera ver siempre a l, me trataba re-bien... siempre nos veamos y l
me enseaba cosas... yo le quise ensear lo mismo a otros pibes, en la escuela, pero uno me cag a trompadas, despus me echaron de la escuela
porque siempre molestaba a los pibes, decan, uno me cag a trompadas,
pero a otro se la puse.
[Cuando se le pregunta si lo penetraban a los 9 aos]
No, al principio no! Despus, al principio l quera que yo se la ponga a
l, pero yo no saba, pero despus s, yo no saba nada, lo que era la leche
y todo, tambin l me dijo que yo era ms como una nena, y que me vista de mujer, me prestaba ropa en su casa, siempre me deca que mejor mi
pap no me vea de mujer.
Laly, 16 aos
[Acerca de la edad de su primera relacin sexual y de su pareja]
A los 8 aos, era mi primo [...] [de]17 y yo tena 8.
Valeria, 17 aos
133
Nomadas
De las entrevistas surge que existen movimientos migratorios desde
ciudades del interior o ms pequeas hacia las ciudades ms grandes. Asimismo, Buenos Aires es un centro de atraccin para las travestis del interior del pas y otros de pases latinoamericanos:
Y mir sal de Crdoba y estuve dando vueltas por Mendoza y por el Sur
en bares y boliches, todos estos aos, ahora estoy aqu porque es muy cmodo, por eso lo hago. Ac tengo el hotel a media cuadra y si no quieren
ir a ese hotel, voy al de la otra cuadra.
Mariana, 38 aos, prostituida desde los 16
Yo me vine de Corrientes sabs? y cuando llegu tuve la suerte, la suerte
de ir a buscar trabajo... me vine sin que me importe lo que me digan y ac
estoy. Llegu y fui a la agencia, de la estacin casi a la agencia, bah pas
por la casa de mi ta que es la nica de mi familia que se fue, que se vino... Pero cuando abri la puerta y me vio, no saba quin era yo, se asust, no me quiso en su casa, yo le deca soy el nieto de la Antonia, pero no,
no s, no me entendi, bueno me dio la direccin de la pensin donde
me fui, yo tena plata, pero no me quisieron porque era una pensin para estudiantes y yo no tena permiso y con los documentos era un lo...
[Vine de Corrientes] hace un ao, no, un poco ms, yo tena 14, te imagins era un perejil, solito, el seor de la estacin que me ense para ir
a la casa de mi ta me dio caramelos de tan chiquito que era, me deca
Nene seguro que te vas solo? [...] me col en el tren y llegu a un lugar que es Chacarita... y ya est... fui a lo de mi ta, me ech, fui a una
pensin no me dejaron, fui a la calle y un tipo me ofreci 10 pesos para ir con l.
Laly, 16 aos
Tengo seis meses aqu [en el pas]. De hombre entr. No, pero digo, siendo menor. [En relacin con el documento de identidad] No, no saban
que era menor, la fecha no la miraron, miraron la foto y listo.
Valeria, 17 aos
134
Yo me ocup de buscarme un trabajo, me quera ir a Italia, trabajar en espectculos, me gusta la noche, yo solita me busqu la forma de empezar...
pero la calle ahora no es lo mismo... yo soy bailarina, siempre trabaj en
espectculos, yo ando viajando, de aqu para all, me fui a Italia, a veces
vengo ac... yo vivo en Blumenau... pero siempre estoy de viaje, nunca paro, adoro viajar.
Jsica, 18 aos
Drogas, alcohol
Drogas? No, drogas no hay, los clientes s, pero nosotras no, yo no conozco nadie que se drogue, slo tomamos cerveza o licor, algunas vino, de
madrugada en invierno, siempre alguna trae y tomamos, pero drogas no.
Valeria, 17 aos
Tomo... Un papelito cada tanto, con los clientes ms, sola no.
Laly, 16 aos
S, por aqu hay mucha droga, casi todas usan, Daiana es una, pero qu
s yo, casi todas. S, aqu se vende, vienen a comprar, pero la que quiere
lo hace y la que no quiere no se droga, hay de todo. Mir si me taps te
muestro, no te des vuelta ahora, pero ese tipo que est enfrente vende...
Brbara, 17 aos
Laly
Una primera lectura de la primera parte de la entrevista a Laly
muestra una actitud si no triunfadora, al menos optimista: La paso muy bien y... me voy haciendo un futuro; voy a hacer todo lo
que quiera, yo no me dejo pasar; yo estoy bien, por lo menos
mientras gane guita estoy bien; me cuido, no ves que soy como
una modelo... y cuando mida un poco ms... vas a ver...; Decime,
135
qu me va a dejar tanta plata? A m me gusta ser as, tener plata para decir, bueno, me quiero comprar esto, y me lo compro....
Pero la vida cuyo relato anuncia desde la primera frase: Yo soy
as... Tendra que contarte mi vida es una vida que permanentemente ha sido puesta en situaciones sin salida, de una violencia absoluta.
En relacin con su familia, sobre todo en relacin con el padre:
O trabajaba en el taller o me cagaban a palos, pero mi pap me dijo que
si me vea vestido de mujer o pintado me mataba, que un hijo as mejor
muerto. No me quedaba otra,me fui [...] El muy bruto crea que a los golpes me iba a arreglar, pero... cada vez que me fajaba yo me haca ms y
ms... y deca para m... no me importa, ya te vas a hacer tu vida.
Cuando despus de esta situacin vuelve a lo de C. [quien lo explotaba sexualmente] ste le dice que no denuncie:
Al principio los quera matar [a los policas que lo golpearon y lo violaron]. Pero qu iba a hacer? denunciar? Me mandan de nuevo a mi ca-
136
Laly finalmente aprende la leccin. Tengo que aguantar... y aprender... Despus... me estudi bien todo, lo que haba que hacer, lo
que no; y empez con la agencia. Por eso me anot en la agencia
y resume as su vida:
No creas que as como nada una se viene de un pueblito de mierda y se
viene a vivir y te agarra la cana, te agarra un puto borracho que no te quiere dar un mango, que no sabs cmo trabajar, que no sabs nada de nada, no es tan fcil, ni tan lindo... [...] Es como con las tetas o con este tatuaje [un pequeo corazn] te duele, pero si lo quers no importa, si no
te quers operar tens que tomar hormonas, y bueno te la bancs aunque
te duela la cabeza, lo que sea.
137
Parte III
8. Reclutamiento
Me dijo que yo no era una persona para arreglrmelas sola y me dio la direccin de una casa/ Vos ests levantando?, me dice un chabn... Levantando qu? Para hacer plata, me dice. Y yo le digo: s claro. Me llev a su casa... tena 10 aos/ Un chabn me empez a romper las bolas y
bueno agarro, vamos y listo/ los pibes te dicen and que no pasa nada y
de ltima fui, por la plata/ entonces a nosotras nos obligan a... como no tenemos documentos a hacer esto, no es porque nos gusta ni nada/ no te creas
que la llev a la fuerza, le dije lo que tena que hacer, le expliqu.../ lo que
hice fue hablar con la encargada [del prostbulo] le dije que le llevaba a una
chica joven, linda, y la llev/ me arregl, me dio ropa, me ense a cuidarme, a perfumarme, y me llev [al prostbulo]/ ofreci ubicarme, me dijo yo
te ubico, y me llev, yo le pagu y ella arregl con el dueo/ conoc a un pibe, amigo de mi hermana, l trabajaba y un da me llev a casa de un chabn y as empec/ Mi novio me deca, hay que hacer esto, vos dejte y yo
me dejaba. Y tambin me dejaba con los amigos/ me dijo que tena que hacer lo mismo que con mi novio, que me deje llevar, que despus el dueo
del local me pagaba/ vino y me dijo, te voy a ensear a conseguir plata... me
dijo tens que ir con este hombre, te lleva al hotel y vos te dejs hacer lo que
l quiera/ cuando sos travesti te quedan pocas por hacer... con unas amigas,
as empec/ la Natalia es enfermita... no sabe contar moneda ni nada... entonces un tipo la agarr, la levant y le cobraba a los hombres y se la cogieron, no s cuntos se la cogieron y el tipo ese cobraba la plata.
Collagede frases de las entrevistas
141
Los procesos de reclutamiento son uno de los aspectos ms invisibilizados por los discursos sobre prostitucin infantil, y tambin en
el discurso de quienes son prostituidos. Sin embargo, su conocimiento es fundamental para dar cuenta de la explotacin sexual comercial organizada, tanto en sus formas ms desarrolladas como en
las formas incipientes y para disear e implementar polticas de intervencin.
La mayora de los nios y nias, y de las adultas o adultos entrevistados que estn o han estado prostituidos, describen procesos de
reclutamiento cuando relatan sus experiencias iniciales y posteriores. El reclutamiento incluye todas las formas de seduccin, incitacin o coaccin. Por otra parte, hay informacin muy amplia acerca de una intensa movilidad espacial, interna e internacional tanto
de pases limtrofes como de pases ms lejanos, a travs de redes de
reclutadoras y reclutadores de las ms diversas caractersticas y que
utilizan las artes y tcnicas ms variadas: enamoramientos, seduccin, ofertas de ganancias o trabajos, secuestros, raptos, forzamientos, etctera.
Esto permite suponer que hay organizaciones que regulan ambos
trficos o una intensa movilidad y transacciones entre organizaciones que realizan los distintos trficos.
Tanto en el reclutamiento inicial como en los posteriores, en el
paso de una localizacin a otra, de un espacio a otro, hay diferentes
grados de coercin. Esta coercin puede ser percibida como violenta en algunas historias y pasar desapercibida en otras, cuando est
presente la seduccin y se brinda el afecto, contencin, proteccin,
etc., que no encuentra el nio o la nia en su propia familia o en
otros mbitos (vanse las historias de Carmen, Patri, Lorena, Laly).
Si la coercin no se ve, tanto quienes son prostituidos como otros -acto
res sociales pueden percibir el hecho de prostituirse como una eleccin
autnoma, sin coercin: un acto de libertad
. Se ignora el hecho de que
siempre o casi siempre existen personas que inducen e intervienen,
142
no desinteresadamente, facilitando o promoviendo la prostitucin, y luego ejercen presin para que las personas reclutadas se
mantengan dentro de ella (la historia de Marcela, que al sentirse
muy presionada termina suicidndose). Claro que tambin se dan
condiciones socioeconmicas, generacionales, de gnero y personales, que son caldo de cultivo para esas inducciones. La presunta libre eleccin de una nia o nio prostituido debe pasar por un anlisis de las condiciones que rodean y determinan esa libre eleccin.
Las corrientes neorreglamentaristas se fundan en el principio del derecho a la libertad de las personas adultas respecto de prostituirse.
Cabe impugnar la nocin de libre eleccin para una actividad que
de acuerdo con abrumadora cantidad de informacin se inicia en la
pubertad y por obra de reclutadores.
De hecho, los relatos muestran que la mayora de los nios han sido prostituidos en situaciones en las que prostituirse poda significar
alcanzar una situacin mejor que la que tenan; por ejemplo, frente a situaciones de total desamparo, de abuso y violencia, vividas como sin salida; de ruptura de la cohesin afectiva en sus familias de
origen desencadenadas por diversas causas, entre ellas, el descenso del
statussocial y econmico familiar, o situaciones de cambio (separaciones, rupturas) que generan violencia, negligencia, autoritarismo y que
culminan en situaciones de abandono y desamparo de la niez.
En muchas de las entrevistas puede verse con nitidez cmo muchos de estos nios ms que elegir han sido elegidos a travs de
procesos de seduccin diversa, en esos contextos de desamparo que
acentan su dependencia de los adultos; y esto no slo cuando los
reclutadores o proxenetas son personas ligadas afectivamente con
ellos (desde madres, padres, novios, hermanas, tas o tos, etc.) sino
tambin cuando son extraos que asumen un rol protector, o hacen de maestros, de introductores a las artes y tcnicas del juego
de la prostitucin, o bien ofrecen vivienda, comida o efectivo a
cambio de sexo.
143
146
148
Otras personasque actan como facilitadores son hermanas o hermanos ms grandes, primos y otros familiares:
Yo empec a trabajar en la [...] a los 12. Y empec a trabajar porque trabajaba mi hermana, por eso, yo deca antes cmo hac esto y yo vine y
empec a trabajar porque todas estaban bien cambiadas.
Can Can, 15 aos
Mi hermana trabajaba [...] la de 21.
Soledad, 14 aos
Mi prima me llev, primero a la calle me llev al consultorio de un doctor. Y ah fue donde empec.
Mara Natalia, 15 aos
149
na que trabajar porque l quera comprar pala para vender. Que tenamos que hacer una inversin, los dos tenamos que invertir, l se ocupaba de conseguir la merca, de hacer la transa y de venderla... pero... este... a m me tocaba la parte... este... de conseguir la plata [...] vino un
da y me dijo mir, tens que ir con ese hombre, te lleva al hotel, vos
le hacs lo que l quiera, te dejs que te haga... as. Y yo le dije: ni loca! And a trabajar vos si quers plata! Yo nunca pensaba que era en
serio que l quera que yo haga esto... Entonces me peg en la cara pero me peg refuerte y me dijo que vaya y que no lo haga quedar mal que
l ya le haba cobrado al tipo y que yo tena que ir... Yo fui porque no
saba qu hacer con... le deca que no, vos suponete, le deca que no, pero despus yo tena que estar con l, si no qu haca as en la calle, sola
no me iba a quedar.
Sharon, 17 aos
Se ha detectado la presencia de reclutadores profesionalesque circulan por la calle, ofreciendo a quienes pasan el ingreso a circuitos ms
organizados, a travs del vnculo con prostbulos, saunas, whiskeras, etctera.
Ac haba hombres que venan a buscarme para trabajar, llevarme a trabajar... que me queran hacer el documento trucho, todo eso, pero no, porque para darle la mitad a ellos. Prefiero laburar ac sola y llevar plata a mi
casa. [...] Despus vinieron ms hombres:
Sos mayor
No les digo y dice:
Si sos mayor pods trabajar en una whiskera. Y dice: Mejor para vos.
Y le digo yo:
Y cunto me van a pagar?
Dice:
La mitad para m la mitad para vos.
Y no, yo no quera, no.
Jenny, 17 aos
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Un testimonio recogido en la primera etapa de investigacin refiere la situacin en que una joven estudiante, mientras circulaba por
la calle Florida, con un diario bajo el brazo, lo que la confunda con
una joven buscando trabajo, es interceptada por un reclutador:
Se me acerc un tipo muy bien vestido, que me pregunt: Sos del interior?, y si buscaba trabajo. Terminamos en un caf y ah me di cuenta de
que lo que me estaba ofreciendo era un trabajo de puta.
Susana, operadora de un Programa del Consejo
Nacional del Menor y la Familia
En la prostitucin organizada, muchas veces las que funcionan como reclutadoras son mujeres que estn prostituidas:
Primero no me animaba, despus entonces... le ped ayuda a una chica, y
como ella andaba en la calle me ayud, [...] una chica ms grande que yo,
ahora tiene 32 aos ms o menos.
Karina, 16 aos
Patri ofreci ubicarme, me dijo yo te ubico, y me llev y yo le pagu y ella
arregl con el dueo.
Sharon, 17 aos
Me dijo que yo no era como para arreglrmelas sola, y vino con la novedad de una casa en Avellaneda, y bueno me fui a ofrecerme, tena 14 aos.
Lorena, 19 aos
Porque siempre te tiene que presentar un hombre. Esto es muy de mafioso, es decir, vos no pods conseguir chicas de fiolo, porque el fiolo habla
nada ms que con hombres, no habla conmigo, porque para l hablar
151
El trfico de personas
Segn Naciones Unidas, durante cuatro siglos de esclavitud 11 millones y medio de personas fueron reclutadas en frica. Slo en los
ltimos 10 aos ms de 30 millones de mujeres y nias fueron traficadas en y desde el Sudeste asitico.23
El trfico de personas (para su explotacin, cualquiera sea sta)
es un delito reconocido desde larga data por la comunidad internacional. La legislacin internacional a lo largo del siglo ha ido avanzando en su reconocimiento. Hay sin embargo en muchas legislaciones una distincin entre trfico con prostitucin forzada y no
forzada. Esta distincin es la que permite que muchas denuncias de
trfico queden en nada por amenazas, coaccin y violencia, y que
mujeres traficadas nieguen su condicin. En primer lugar se reconoci el delito del trfico internacional de mujeres menores con fines de explotacin sexual. Desde el primer Acuerdo de la Sociedad
de las Naciones firmado en 1904, que buscaba evitar la trata de
blancas, el Convenio Internacional para la Represin de la Trata de
Blancas de 1910, sus modificaciones en 1921, 1933 y ms tarde el
Convenio para la Represin de la Trata de Personas y la Explotacin
de la Prostitucin Ajena, aprobada en 1949 por las Naciones Unidas, hasta las ms recientes convenciones internacionales hay avances importantes. Ms recientemente la Convencin sobre la Eliminacin de Todas las Formas de la Discriminacin contra la Mujer,
23
152
El trfico interno
Aunque reclutamiento y trfico pueden estar relacionados, esto no
ocurre siempre. El reclutador puede ser quien inicia en la prostitu153
24
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Chicas del norte que van al sur, que trafican con chicas... sin ir ms lejos...
se escaparon... la llevaron a La Rioja, estaban listas para llevarlas a Panam.
Adulta prostituida
La semana que viene vienen dos chicas de Santa Fe, van a vivir ac, son las
que hacen plaza, estn 15 das ac, 15 das en otro lado y se van para otro
lado, la plaza son quince das... aunque a veces estn 20 das, o un mes.
Informante, cuidador de prostbulo
Pero parece que todo estaba escrito. [Cuando tena 13 aos] una seora
conocida me pidi que la acompaara a la casa de una cuada y caminando por la calle una chica que conoca me llama y me dice que estaba trabajando en el barrio... donde estaban las casas de tolerancia, que le llamaban.[...] Esa chica me present a una seora, que me dijo que tena una
pensin en el interior de la provincia y me ofreca trabajo. Como yo me
quera ir, pens que era la oportunidad. Viajamos enseguida, nos quedamos en [mencin de ciudad cercana] un par de das, porque no tenamos combinacin. Despus me di cuenta de que el apuro de la seora por
sacarme era porque con todo lo que me pasaba tena que agarrarme en ese
momento para que no me arrepintiera.
Bueno, a los dos o tres das llegamos al pueblo y caminamos hacia la pensin. Pero, fijate las casualidades, cuando estbamos llegando me encuentro
con un gendarme que haba sido vecino de mis padres. Nos saludamos y le
cont lo que me haba pasado y que estaba all por trabajo. Pero l saba que
eso no era una pensin. Me lo dijo y me pidi que pensara bien lo que estaba haciendo. Pero yo ya estaba decidida, adems no tena otra salida. Nos
despedimos llorando y me instal en el lugar. Entonces me dijeron cmo era
el trabajo y comprend que estaba en un prostbulo. Ya me dieron documentos falsos, que me sacaron de apuro, as empez esta nueva vida. Muy
dura, dursima, imposible de aguantarla si no ests preparada. A m no me
quedaba otra. Era solamente una salida para mi situacin de hurfana.
Nelly, 55 aos
Notas de diarios
Los fiolos se contactaban con muchachas de la zona [con referencia a localidades de la provincia] a quienes traan a esta capital engaadas con
156
igual que las otras chicas que trabajan all a realizar pases, es decir mantener relaciones sexuales por dinero.
Expediente judicial, provincia de Neuqun, 1994
El trfico internacional
La presencia de mujeres centroamericanas no pasa desapercibida en
una ciudad como Buenos Aires: a la noche, y en las zonas de concentracin de prostitucin, hay mujeres paradas en las esquinas,
muchas de ellas negras, mulatas; varias en cada parada, conversando entre ellas. En general visten pantalones ajustados, remeras cortas de colores brillantes, zapatos de enormes tacos. Algunas tienen
el pelo largo con trencitas, otras melenas cortas. Ninguna dice su
edad. Al observarlas no cabe duda de que algunas no alcanzan los
21 aos, ni siquiera los 18.
De las conversaciones, en general breves y fragmentarias, que se
han podido establecer con ellas, surge que han venido atradas por
trabajos muy bien remunerados. En algunos casos no se ocultaba
que se trataba de prostitucin, todas vinieron engaadas en relacin
con lo que podan ganar y las condiciones en que deban vivir.
Muchas otras adolescentes y jvenes fueron engaadas, chantajeadas, sin documentos y sin dinero viven recluidas y atemorizadas
y son obligadas a prostituirse. En algunos contactos realizados durante el trabajo de campo, en general en las calles, casi todas se negaban a hablar (por temor, porque estn controladas). Por otra parte, era muy difcil que dijeran sus edades verdaderas.
En algunas recorridas por algunas de las zonas de la ciudad de
Buenos Aires, cuando integrantes del equipo de investigacin se
acercaban a mujeres negras y mulatas, claramente de origen centroamericano, observaron los estrictos controles a los que eran sometidas y la expresa orden de no hablar con personas extraas.
158
Sus expresiones de miedo se completaban con la cercana de quienes las controlan, que en algunas ocasiones se acercaron en forma
amenazante. Es ilustrativo el siguiente fragmento de las Notas del
trabajo de campo de Buenos Aires, diciembre de 1998:
En la esquina de una de las zonas de la ciudad de Buenos Aires est parada una chica muy jovencita. Me acerco y le pregunto el nombre, me contesta que se llama M. Empiezo a contarle lo que estamos haciendo, le digo que me gustara que me cuente algo sobre ella, sobre su vida. Se queda
callada, pero me mira fijamente, como no se mueve del lugar le sigo hablando, mientras la observo mejor. Se trata de una mujer joven, no puedo precisar la edad, es muy oscura, casi negra, tiene el pelo recogido en la
nuca, su cara es ancha de pmulos marcados. No es muy alta, parece muy
flaca y como la mayora de las dominicanas, por lo menos las que estn
en esa cuadra, viste de negro, pantalones y una remera corta y lleva unos
zapatos altsimos. Tal vez porque estaba verdaderamente concentrada en
mi monlogo no me di cuenta de que se acercaba un hombre, creo que
M. tampoco porque dio un salto cuando lo vio. El hombre que se acerc
era joven, ms o menos de mi altura y morocho, no tena acento de extranjero, lo ms probable es que fuera de aqu.
Me tom con mucha fuerza por el brazo y me pregunt quin era, qu
quera. En un primer momento le respond con la mayor autoridad posible que me soltara el brazo inmediatamente, cosa que el hombre hizo.
Una vez que me solt le dije que se retirara, que estaba molestando: me
pregunt nuevamente quin era y yo le respond con la misma pregunta.
Entonces me empuj contra la puerta de una casa, creo que abandonada,
y me dijo que no molestara a la chica, que no poda hablar con ella. Yo
volv a intentar una respuesta con autoridad y le dije esta vez casi a los gritos que el que estaba molestando era l y que se retirara, que iba a llamar
a la polica; finalmente me solt, yo no quera irme as no ms, entonces
intent acercarme a la chica y le dije que si quera poda venirse conmigo,
pero este hombre se interpuso rpidamente y se la llev de un brazo sin
mayores resistencias.
los que van cambiando son los circuitos. Tampoco son un fenmeno
reciente las dificultades para desarmar las redes. Algunas denuncias
judiciales abren largusimos procesos, cuyo resultado muchas veces
queda en aguas de borraja.
Breves dilogos en la calle:
Dilogo 1
Y cmo se te ocurri venir?
No, es que all conocamos que en este pas se poda trabajar, y me vine,
as no ms me vine, me tom el avin y me vine, pero ya me vuelvo, cuando junte la plata que necesito me vuelvo.
Pods juntar plata ac?
No...
Mara, dominicana
Mientras conversamos mira para atrs muy nerviosa. En un momento
aparentemente alguien le hace una sea, ella misma asiente con la cabeza
y dice: No voy a hablar ms yo, no puedo. Y sale corriendo.
Dilogo 2
Viniste por las tuyas o alguien te trajo?
Me vine por mi propia cuenta.
Sola o con otras chicas?
Sola.
Cmo se te ocurri?
Qu s yo, no s.
Pensabas que aqu podas trabajar?
S, claro, una se viene por la ilusin [...]
Dnde trabajabas antes?
Trabajaba en una casa, no queran pagarme, no tena papeles. Viste cmo se burlan de una aqu?... Es por esto que una est obligada a hacer esto, una sale de su pas, sale a trabajar a otro pas, entonces te tienen dos o
tres meses metida en una casa, por ah y como no tens documentos no
160
Un centenar de mujeres extranjeras que eran obligadas a ejercer la prosti tucin fueron liberadas por la Polica Bonaerense, en dos procedimientos
contra las organizaciones de tratantes de blancas, realizados en Necochea
y Tandil (dos ciudades de la Provincia de Buenos Aires) en el que fueron
detenidas 9 personas. En los operativos, realizados en la madrugada del sbado en 22 locales nocturnos, se secuestraron, adems, armas de guerra y
drogas, segn informaron fuentes policiales.
En Necochea, a 150 km de Mar del Plata, fueron detenidas 3 personas
que tenan en su poder 200 gramos de cocana, otras dos acusadas de facilitacin de la prostitucin y dos ms de portacin de armas. En los cabarets y whiskeras allanados se detect la presencia de 60 mujeres dominicanas que se encontraban ilegalmente en la Argentina y que eran
obligadas a ejercer la prostitucin. Tambin se encontraban siete argentinas, tres uruguayas, una brasilea y un travesti chileno.
En forma paralela, se realiz un procedimiento en Tandil, donde fueron detenidos dos hombres que tenan en su poder 250 gramos de marihuana, tres armas de guerra. En uno de los locales fue descubierta una
adolescente que trabajaba como mesera, por lo que se inici una causa por
corrupcin de menores. En este procedimiento tambin se rescataron 38
mujeres, oriundas de Puerto Rico, Venezuela y Colombia, a las que tambin se obligaba a ejercer la prostitucin. Las mujeres indocumentadas
fueron puestas a disposicin de Migraciones para devolverlas a su pas de
origen.
En el marco de este mismo proceso judicial ya se han realizado muchos otros allanamientos. Y la constante es la identificacin de un
nmero importante de extranjeras traficadas, entre las que siempre
se encuentran algunas que no han cumplido an los 18 aos.
Ms recientemente, en julio de 2000, el allanamiento de tres
prostbulos en la Provincia de Buenos Aires, en el que fueron rescatadas 200 jvenes, entre las que hay varias de entre 13 y 18
aos, muchas de ellas campesinas (informe de Telenoche), representa la punta del icebergde una realidad que involucra a miles de
mujeres y nias y que cuenta con la complicidad de toda la sociedad: no slo de la clase poltica y de la polica, como se evidenci
163
en este caso, sino tambin de los miles de clientes que circulan por
esos prostbulos.25
Tanto en el caso del trfico nacional como del internacional, es
evidente que existen articulaciones entre redes probablemente
muy diversas, pero que dan cuenta del nivel de organizacin, que
requiere mtodos muy especficos de captacin y reclutamiento. Al
mismo tiempo que el volumen de personas que son traficadas indica mltiples complicidades ya que se deben sortear muchas trabas
formales (en el caso de menores de edad, trabas inmigratorias, autorizaciones, etctera).
Aunque muchas de las mujeres y jvenes traficadas sepan que
vienen a prostituirse, en el caso de menores de edad, se trata de
un trfico doblemente ilegal. El hecho de que algunas personas,
adultas y menores, hayan venido sabiendo que se trataba de prostitucin no invalida la existencia de los delitos: proxenetismo y trata
de personas. Y por otra parte hay tambin suficiente evidencia acerca de que muchas de ellas no saban a qu venan.
25
164
9. Los clientes
Son tipos comunes, como cualquiera, hay de todo, de 20, de 30 de 50/ hay
tipos que les gusta atarte, pegarte, que les pegues/ los que no pueden acabar, los que se drogan mucho/ tipos casados, abuelos/ hoy de 10 clientes, 8
se drogan/ algunos les gusta los chicos, las chiquitas/ yo s de tipos que se
van a las villas y se hacen traer pibitos de 5, de 6/ tienen guita, se les nota.
Autos ms o menos nuevos, ropa buena, no son unos tirados/ cuando ves
un guachito que est bueno, te acercs, le ofreces unas fichas, y si las agarra,
ya est, est en la transa/ yo los elijo por el culo, que tengan buen culito/ a
m me gustan de 11, 12, ni muy, muy, ni tan tan/ van milicos, van viejos,
casi siempre gente de plata, una vez fue un diputado/ clientes son todos viejos, putos que no ligan/ si ves un tipo grande de saco y corbata con un pendejo hay guita de por medio, seguro/haba un tipo que era muy bruto, muy
bruto, te pegaba, te agarraba del cogote, a una de las chicas casi la ahoga/
adems estaban los amigos, porque no se les cobraba, el comisario...
Collagede frases de las entrevistas
A pesar de la incidencia fundamental de la demanda, una de las paradojas de los discursos sobre la prostitucin en los discursos institucionales y sociales es la ausencia de los clientes. Si aparecen lo
hacen de modo incidental y accesorio. A modo de ejemplo, cabe
consignar que de un total de 450 noticias periodsticas que se reco165
Quines son?
En general son hombres casados, hay gente que vienen exclusivamente y
que te hablan, te hablan...
Carolina, 25 aos
Abogados, policas, arquitectos... gente que trabaja... no va ninguno en
bicicleta ni en un carro a levantar; todos van en coche y muy buenos coches se distingue la clase social de la gente que va a buscar... hay unos que
167
son eternos son siempre... siempre llega alguien... siempre llegan nuevos,
sabs qu pasa, quieren probar y bueno... eso como que va disminuyendo
y va aumentando... me entends.
Corcho, 29 aos
Algunos son muy asquerosos, algunos son buenos, hay de todo, viejos, jvenes, de toda edad, viene en el auto [...] algunos van caminando, algunos parecen seores, pero no lo son, pero no son todos mariquitas, pero
te das cuenta por cmo caminan por la calle, por la forma de mirar a la
gente, camina muy despacio, cuando estn buscando un chico caminan
ms despacio.
Hernn, 16 aos
Yo no saba que a los tipos les gustan as... pibitas. Pero les gusta porque
no les pagan nada, se las llevan y les dan unas monedas lo mismo que para abrir la puerta o para comprarles una pavadita, los tipos que venden comida y as son los peores, porque le dan a las pibitas comida, no te creas
que una comida especial, nada, lo que les sobra pero en vez de drsela as
noms como hacen algunos, no, hay unos que se aprovechan y se llevan a
los pibitos y a las nenitas... [...] Un tipo que trabajaba en la panchera que
sala conmigo, me llevaba atrs al negocio y me deca que yo le sala muy
caro porque tena que pagarle al Ariel... en cambio l poda tener a cualquiera de las pibitas por un pancho, pero a m me tena que pagar [...] lo
que ms se hace as con estos tipos en la calle, lo que ms hacen con las
pibitas es que les chupen, es lo que ms sale, lo que ms se hace, es lo ms
rpido y lo ms barato... lo tipos quieren eso [...].. Lo que pasa que una
piba a esa edad si nadie le dice la posta no entiende nada... la piba tiene
diez, es rechiquita [...] el tipo se calienta con la pendejita, no me preguntes por qu pero se calienta, no con un minn, se calienta con la pendejita, el tipo le da unas monedas, la piba le agarra el pito, por ah se lo chupa, le hace la paja, as el tipo se arregla, entends? No se hace problema
con nada, l no le puso la mano encima, quin va a decir que le puso la
mano? Eh? No le arranca un pedazo... la cosa queda as, un da una, otro
da un pibe y el chabn piensa que le da una mano entends? Es el bueno que le ayuda a los pibitos de la calle.
Sharon, 17 aos
168
Muchos trabajan en casa de gobierno, en la cmara de diputados, son ingenieros, empresarios, son electricistas... hay miles de cosas... [...] todos en
auto... y son todos los que pisan fuerte, vamos a decir... [...] hombres de
edad... [...] s, hasta hay de 60 aos, hasta hay de 71. [...] Jvenes no pasan tanto... hasta ahora... ms los viejos. Los hombres de edad, de 40, 50
y ah la llevamos, jvenes no hay casi.
Marisa
Los clientes que yo tengo son todos del interior, uno es de Sanz Pea,
otro es de Plaza y de La Escondida, y un hombre es de ac. [...] Uno es
empresario, el otro trabaja en vialidad, el hombre de ac es viajante, bah,
levanta pedido, el otro hombre que sabe venir y me paga bien es de la empresa de ac de Sancor y otros dos son viajantes. O de Formosa, los carniceros de Formosa tambin.
Karina
Fijos, fieles, buscan a esa misma persona, y si esa persona no est, bueno,
se va o viene ms tarde o vienen otro da, viste? Pero suelen ser fijos los
clientes.
Gustavo
En la calle hay mucha gente atrevida... esos hombres [...] A los viejos les
gustan las pendejas... te empiezan a decir cosas, te empiezan a parlar...
ellos dicen... la ms grande no, la ms chica.
Sonia, 13 aos
La mayora son mayores de 35 y 40, o sea que si te ligs uno de 35 ests
de suerte.
Eduardo, 16 aos
Yo tengo un par de personas que conozco, y hace como cuatro, cinco aos
que los conozco, ellos son casados y gente con mucha plata [...] por ejemplo l se ha hecho amigo de todas las amigas que yo tengo y todas van ah
y l sale con ellas, porque son chiquitas, porque l dice que no estn tan
pasadas como las mujeres grandes. Tienen 13, 16, 14, 15.
Nora, 16 aos
169
Viejos con plata [...] 50 para arriba, 60, gente que no puede cmo te puedo decir? Levantarse una mina.
17 aos
Hombres de 50, 60 aos, 70.
Jsica, 17 aos
El perfil del cliente vara, puede ser un cliente joven, puede ser un cliente viejo.
Tin, 20 aos
Ellos todos tipos que... sabiendo que pueden tener mujeres para ellos solos, las que quieran, cmo pueden ir a buscar una chica de 13, 14 aos,
15, eso es lo que me impresion, ver a [...] ver a mucha gente, como ser
[...] una vez vi al doctor [...], tambin lo vi a [...], tambin lo vi a todos
ellos, me impresion bastante, una gente as... Porque viste esos jueces,
que estn ah con las menores, que esto que el otro, como pueden ir a buscar... Yo a [...] lo conozco mucho [...] Yo cuando lo vi, me dijo:
Qu hacs vos ac.
Usted qu hace ac.
Vos qu hacs ac.
Yo soy cocinera le digo, y usted qu hace ac.
No, vengo a acompaar a mis amigos a tomar un trago.
Ah, bueno, le digo, que lo disfrute, bueno, bueno.
Agarr y llam a una de las chicas, o las chicas fueron se presentaron se
las llev en el auto. Le digo:
Adnde van.
Me dicen las chicas:
No, vamos a comprar cigarrillos.
Ven en veinte minutos le digo.
Bueno me dice. O sea que... se las llevaba.
Paula, 13 aos
Supervisor de [...], vive en pleno centro, o tiene un departamentito en
pleno centr o. [...] El dueo de un cabaret [] que es el mismo dueo
de... esper que me acuerde... dos o tres lugares ms... el mismo que est
ah, es bastante jodido con las menores, le gustan las menores, a pesar de
170
que trabajan con minas, con mujeres grandes... le gustan ms las menores, son ms pervertidos, digamos. [...] El jefe de... este... cmo se llama?
Siempre me olvido el apellido... los... los dos hermanos, este [...] quin
ms... nunca dej, por ms que hayan dicho que se le cay el negocio,
nunca dej de trabajar... adentro de la crcel tena un telfono, estaba el
socio. [...], la mujer y [...] los dos, los dos... el ex comisario... que tambin
trabaja para uno que no s... para quin es que trabaja... despus este...
quin ms, no s, son muchos... o sea son muchos, digamos los capos.
Vany, 17 aos
X. y N. sacan y meten cuando quieren a la gente, hacen lo que quieren,
arruinan causas importantsimas, siempre que se les deba un favor, siempre lo van a hacer. Vos date cuenta que yo con todas las cagadas que me
mand nunca me pudieron meter adentro, ni siquiera mandarme a un
consejo tutelar, o alguna cosa de esas, nada, nada, absolutamente nada, no
pudieron tocarme.
Vany, 17 aos
S, lo que pasa... bueno, a m ese hombre [se refiere al juez] siempre me
gust, fue una de las personas que yo sal que ms me gust estar con l,
a pesar de que me daba miedo por saber lo que era. [...] Pero, fuera de eso
para m l fue siempre una excelente persona.
Valeria, 16 aos
Policas, uno de los grandes que conozco es un ex comisario.
Vany, 17 aos
171
Parte IV
Siempre digo que suerte que tengo varones, van a sufrir menos, los hombres sufren menos.
Patri, 33 aos
implica por otra parte para los nios adquirir un saber sobre la sexualidad, sino apenas un conocimiento fragmentario sobre prcticas sexuales que les pueden ser exigidas. En esas prcticas el asco, la
rutina y la indiferencia se contraponen a menudo a pequeos goces,
ninguno de ellos vinculado con el goce sexual sino con micropoderes que se ejercen sobre los clientes, como por ejemplo la posibilidad de comprarse cosas, etctera.
A esta situacin debe agregarse que a veces estas nias y nios
pueden haber vivido situaciones de abuso sexual. La frecuencia de
estos relatos podra hacer pensar en una relacin de causa y efecto
entre abuso y prostitucin. Se ha encontrado sin embargo que a veces los abusos fueron posteriores a la iniciacin en la prostitucin. Y que
en casos en que fueron anteriores, quienes los padecieron no relacionan
esa experiencia con la ulterior de prostitucin.
Estas constataciones no excluyen la presencia del abuso, sino que le
otorgan otro valor(no el de causa o determinante o factor necesario).
Y pareciera ms pertinente afirmar a partir de los relatos una relacin entre el abuso y el proceso de exclusin familiar, lo que implica aceptar una relacin indirecta. En efecto, el abuso a veces produce
la situacin que lleva al alejamiento de la nia o nio de su familia.
Y
esto genera las condiciones que favorecen su captacin por parte de los
proxenetas o reclutadores.
Hay diferencias segn el sexo. En los varones entrevistados hay relatos de abuso sexual temprano por parte de adultos de la familia (primos, hermanos) y en general son relatados como situaciones consentidas. Laly, de 16 aos, y que es prostituido desde los 13, describe el
abuso al que estuvo sometido por un familiar desde los 8 a los 13 como una relacin de amor (vase captulo 7). En estos relatos no es po sible, tampoco, establecer una relacin directa entre abuso yospr
titucin,
sino entre abuso y homosexualidad,ecrhazo familiar de la homosexuali dad, expulsin o alejamiento de la familia, que produce una situacin de
vulnerabilidad facilitando la captacin para los circuitos de pr
ostitucin.
177
imgenes firmemente establecidas en el imaginario social, fundamentalmente la que establece una asociacin nica de la prostitucin infantil con la pobreza. Si ste es el punto de partida, es lgico que al salir al campo a investigar se encuentre lo que se busca. Si
bien es probable que numricamente haya ms nias y nios prostituidos que provienen de los sectores ms empobrecidos (lo que puede deberse simplemente a que los pobres son ms numerosos) la dinmica que se establece entre prostitucin y pobreza es ms
compleja y como ya se ha dicho est sobreimpresa en otras estructuras y tambin en otros aspectos o dimensiones entre ellas el papel de la familia, y otras instituciones intermedias.
En primer lugar, priorizar el determinante econmico sobredetermina qu y cmo se investiga, impidiendo el conocimiento de
otras formas y modalidades de la prostitucin infantil y juvenil en
otros sectores sociales. Un importante nmero de investigaciones
realizadas recientemente en la Argentina y distintos pases de Amrica Latina26 se han focalizado en la prostitucin de los sectores ms
empobrecidos y marginales de esas sociedades, tanto de prostitucin callejera como de prostbulos (vase bibliografa).
Est muy claro que la prostitucin tiene una dimensin econmica, y que en casi todos los casos es considerada un trabajo por
los involucrados. Pero aun en el caso de considerar slo ese conjunto heterogneo que son los nios de la calle (grupo frecuentemente escogido para estudiar esta problemtica de manera primordial)
cuyo nmero est creciendo indudablemente,27 no puede reducirse
26 UNICEF,
Explotacin sexual de nias y adolescentes, Asuncin del Paraguay, 1997; UNICEF, ONAPLAN, La neoprostitucin infantil en Repblica Dominicana, Santo Domingo, 1997.
27 CAINA Centro de Atencin Integral a la Niez y la Adolescencia Informes anuales, Buenos Aires, mimeo, 1997 y 1998. Los registros de esta institucin
y las apreciaciones que realizan los profesionales que trabajan en este Centro, as
179
el reclutamiento de nias y nios para la prostitucin slo a ese sector, como tampoco a los nios sometidos a condiciones de pobreza.
Tal como se puede advertir en las entrevistas, el desamparo de las ni as y nios no siempre est asociado con la pobreza, y cuando lo est, no
siempre es un emergente de ella.El propio desamparo, las situaciones
sin salida que viven las nias y los nios estn ms relacionados con
la imposibilidad de obtener ayuda de quienes deberan darla: la familia, el Estado, la comunidad, que con un desamparo econmico, que
en realidad es slo una de las consecuencias de su abandono. La exclusin social a la que las familias estn sometidas no necesariamente determina una exclusin de las nias y nios por parte de sus padres.
El mercado sexual requiere cuerpos que no se limitan a los de
alguna clase social en particular y adems implanta una mayor diferenciacin y selectividad de la demanda y de la oferta. Los cuerpos
infantiles y adolescentes se encuentran entre los requeridos. Aunque
en todas las regiones se pudo acceder con ms facilidad a los circuitos de prostitucin callejera o de prostbulos pobres, los datos son
concordantes en que el origen socioeconmico no es homogneo.
Aun en los circuitos de prostitucin callejera, y en niveles pobres es
posible observar que hay nias, nios y adolescentes que provienen
de familias de clase media o asalariadas, con ingresos estables, si
bien en decadencia. Ms claramente en circuitos de prostitucin de
lujo o media fue posible detectar casos en los que las nias28 y ado-
como las obervaciones directas permiten pensar que hay un nmero creciente de
nios de la calle, as como tambin un nmero creciente de nios pobres (aumentan correlativamente con las cifras de incremento de la pobreza) pero de esto no
se puede inferir que la poblacin prostituida se haya incrementado (porque no
hay datos de los cuales partir como base) ni tampoco, si as fuera, que provengan
de los sectores pobres.
28 Nos referimos slo a nias, porque esto es lo que se ha podido observar.
No se ha obtenido informacin en relacin con varones.
180
Rol de la familia
Me vigilaban, me volvan loca.. mi mam me amenazaba, me llevaba a la
Iglesia. Deca que me iban a sacar el diablo del cuerpo/ mi pap me cag a golpes [cuando] me vio vestida de mujer/ mi pap me cagaba a palos, me dijo que un hijo as mejor muerto/ a los 7 [aos] me viol mi padrastro/ [mi hermano] est en la crcel, mi pap me dice que me va a
mandar ah, pero yo ah ni loco, yo me voy, me voy a la mierda/ me gritaban 12 aos y tan puta (por mi novio) lo peor es que no me dejaron ir
ms a la escuela me vigilaban, me volvan loca/ yo tena problemas con
mi mam, con mi pap, con todos mis hermanos/ mi viejo se pele con
mi vieja cuando yo tena 7 aos, y ella se fue, nos dej, nos cri mi pap,
me reventaba y yo me fui/ mi mam me dijo que esa vida en su casa no
la iba a hacer y yo le dije, bueno, est bien y me fui/ vivo con mi pap y
mi mam, y ayudo en mi casa... piensan que trabajo en un boliche pero
se la deben imaginar.
Collagede frases de las entrevistas
chos casos, el hogar suele presentarse como el lugar del maltrato o el de una vida indeseable, un espacio inhabitable.
Familias negligentes:se desentienden de las nias y nios, los
dejan librados a su suerte. Desinters y abandono por parte
de la familia. En algunas ocasiones puede ser la consecuencia
de la muerte o ausencia de la madre o del padre.
Familias explotadoras: familias prostituyentes. Pueden ser
prostituidos directamente por los adultos: madres, padres o
hermanos.
Familias en la que madres o hermanas estn prostituidas:
se han
encontrado en la poblacin estudiada nias que crecieron en
un ambiente prostibulario: hijas de madres prostitutas, incluso madamas y aunque no son prostituidas por ellas (ms an
en algunos casos las madres no quieren que se las prostituya),
estas nias se sienten atradas por ese mundo al que se integran, y que ha sido o es el ambiente en el que se han desarrollado (vase la historia de Carmen).
Todos estos tipos de familia pueden darse en distintas clases sociales.
Respecto de la situacin de inclusin o exclusin familiar, se advierte que la nia o el nio puede ser prostituido sin ser excluido del
ncleo familiar, e incluso puede serlo directamente por madres o padres, o en situaciones en que son abandonados a su propia suerte.
El ser prostituida o prostituido en el marco de la familia o en situaciones en que no han sido excluidos puede derivar posteriormente en la autoexclusin de los nios, que muy a menudo van a
preferir seguir siendo prostituidas y prostituidos fuera del control y
la dependencia familiar.
Hay pues para esos nios la alternativa de una seduccin-induccin familiar a ser prostituidas o prostituidos (la situacin de riesgo
est dentro del ncleo familiar), y otra exterior de igual carcter que
se presenta a posterioride la primera o es inicitica cuando los nios
183
La escuela
La escuela puede cumplir un rol fundamental en la deteccin y tratamiento de situaciones (violencia, negligencia, incesto, abuso, etc.)
que pueden volver vulnerables a las nias y los nios y hacerlos
captables para posibles explotadores y proxenetas. La prevencin
es fundamental porque una vez iniciados en la prostitucin, nias y
nios suelen abandonar la escuela. Son parte de los nios que lue184
El contexto social
Cuando los nios no son contenidos por sus familias intentarn organizar su vida en otros espacios. Muchas veces son sus pares los que
se convierten en el grupo bsico de pertenencia. Cualquiera sea el
185
a la escuela, para los varones aprender un oficio, someterse a horarios, no poder moverse libremente, etc.) Muchas situaciones son similares para ambos sexos. Sin embargo, algunas situaciones marcan
diferencias: embarazo, homosexualidad, divisin sexual del trabajo,
entre otras.
La adaptacin
La vida prostibularia para una nia o nio no es el mentado mundo
feliz despreocupado de los nios. Pero no siempre los relatos trasuntan el sufrimiento. Podra decirse que en sus discursos el sufrimiento
aparece de modo difuso. El anlisis de los relatos permite poner esto
en evidencia; aunque claro, es necesario para ello saber leer entrelneas. Recordemos adems que es precisamente una niez desgraciada, carente de contencin y amor, la que ha precedido su vida actual.
Muchos son los relatos que en una escucha superficial parecieran
mostrar una imagen opuesta a la de la prostitucin como una prctica violenta, violatoria de derechos humanos, producto de un sometimiento coercitivo constante y cruel. Muchas nias y nios dicen que nadie los oblig, que nadie les puso un revlver en la
cabeza. Hablan de su vida sin mencionar la coaccin y la violencia
al mismo tiempo que describen situaciones dolorosas y crueles dando lugar a relatos que desde una posible lectura son relatos de cmo sobreviven, cmo hacen soportable lo intolerable de muchas de
las situaciones a las que se ven sometidos.
Si bien se han encontrado situaciones de sometimiento denigrante y sin salida para nias, nios y adolescentes, los relatos casi
siempre muestran situaciones en que procesos simultneos de adaptacin, negacin y resignacin se conjugan para relativizar y minimizar esas situaciones. Por ejemplo, cuando se le pregunt a S., una
nia de 14 aos, sobre el sufrimiento y el dolor respondi:
187
190
Parte V
Porque cada vez que vemos un caso as, a nosotros nos muerde la
impotencia [...] entonces hacemos lo que hace la sociedad, bajamos la cabeza y hacemos como que no hemos visto.
Religioso, Chaco
194
En la mayora de los casos que llegan al sistema judicial, las situaciones de explotacin se presentan en el marco de otros delitos sexuales, generalmente de violacin o abuso sexual.
El tema de la prostitucin y el tema del consumo y trfico de estupefacientes no son fenmenos aislados... se dan en el conjunto de la actividad
marginal.
Juez
A veces aparecen pegados a casos de homicidios, robos.
Fiscal
29
30
Estos delitos son de accin privada y nunca vienen solos. Nos llegan, son
denuncias de violacin o vienen acompaados de relaciones prematuras y
ah salta el tema de la prostitucin [...] En general viene con el delito de
violacin.
Fiscal de menores
Nunca ha entrado una causa por prostitucin, entra por maltrato, por
abuso sexual, por abandono.
Secretario de juzgado
Muchas de las funcionarias y los funcionarios entrevistados consideran que la accin judicial se ve limitada por la normativa.
El sistema es muy precario para tratar estos temas. Slo tenemos un artculo.
Fiscal de menores
Pero unos y otros coinciden en que la Justicia cuenta con poca informacin, que hay una cifra negra muy grande, que se puede pre196
sumir lo que est sucediendo, pero que los jueces no pueden investigar ya que necesitan que el fiscal haga un requerimiento y a partir
de esto se inicie una investigacin. Pero que en los casos en que se
han iniciado investigaciones, la accin judicial se ve entorpecida:
Creo que hay una gran proteccin en esos lugares.
Jueza de menores
Mutuas acusaciones
Los funcionarios judiciales critican a los policiales y viceversa
En muchas entrevistas surgi una profunda desconfianza por parte
de los funcionarios de justicia hacia la polica sospechada de connivencia con los explotadores, a los que se supone brinda proteccin a
cambio de dinero.
No podra hablar de corrupcin poltica... no tengo pruebas definitivas,
pero creo que hay corrupcin policial, estoy convencido de que hay.
Juez
Varios operativos se vieron frustrados porque se filtran informaciones a
travs de la polica.
Fiscal
En ese caso [cita una causa] yo s que fue la polica la que quem la casa
[de una testigo] pero en la mayora de los casos no podemos probar nada.
Fiscal de menores
Es muy difcil probar ese delito. La nica forma es que en los procedimientos intervenga la polica y muchas veces se ha sospechado que la polica puede tener algn tipo de proteccin sobre esos lugares.
Fiscal
197
Mientras la investigacin est en manos de la polica, poco se puede esperar, va a seguir llegando lo que ellos quieran.
Jueza
Tanto los funcionarios judiciales como policiales hablan de corrupcin, aunque generalmente minimizan la que existe en sus propias
filas:
Yo creo que la corrupcin, en trminos comparativos, la corrupcin poli cial de Crdoba es manejable. La hay, como en todos los sistemas... pero
[en Crdoba] compromete a algn comisario aisladamente... Pero no parece un fenmeno que vaya a desbordarse.
Secretario de juzgado
En la Argentina puede ser [que haya corrupcin] pero no aqu en Neuqun.
Defensora de pobres, menores y ausentes
No llegan a buen trmino los casos, ha habido, pero es difcil para la justicia probar que ha habido alguien que se opone a la investigacin
.
Juez
A veces se acusan unos a otros: el funcionario judicial acusa a un colega o a un funcionario policial y viceversa:
Esta gente fue imputada por la polica y luego el juez. No s si ha dictado el procesamiento.
Juez
Un da fuimos a una inspeccin y bueno, mientras bamos ingresando y
mirando, sale un polica y el propietario nos comenta que le vino a avisar,
que iba a caer una inspeccin... Yo creo que la conexin policial es mucho
ms importante de lo que uno cree.
Fiscal
198
Valeria
Para completar este punto sobre la intervencin del siste ma de justicia se presenta un caso judicial, de granepr er cusin en los medios, ya que culmin con un homicidio.
Aunque para quienes no tienen una formacin jurdica,
la lectura puede no ser sencilla, describir en forma minu ciosa los pasos procesales y las acciones y decisiones de los
funcionarios de justicia puede ser mucho ms ilustr
ativo
que una crtica jurdica. Este caso ha sido elaborado a
partir de:
dos expedientes judiciales, un primer expediente abier
to
en 1995 en relacin con la situacin de
Valeria, y un
expediente iniciado en 1997, por homicidio;
entrevistas a funcionarios judiciales involucrados;
artculos periodsticos.
201
Se realiza un informe mdico que indica maltrato fsico con presencia de lesiones leves generalizadas.
La vecina acepta hacerse cargo de la nia. Se dispone no innovar
y dejar a la nia a su cuidado. Tambin se ordenan pericias mdica,
psicolgica y ambiental.
A partir de ese momento se suceden una serie de hechos que se
podran resumir de esta manera:
11 de febrero de 1993. El informe psicolgico indica que Valeria
ha sufrido maltrato fsico y emocional por parte de su progenitora.
Se trata de una joven de 14 aos, de buen nivel intelectual, que
finaliz sus estudios primarios y que est atravesando una situacin
crnica de maltrato con secuelas emocionales a la cual no desea regresar. Se aconseja que la nia permanezca con la guardadora actual.
19 de febrero de 1993. Informe social: familia tpicamente expulsora con situaciones cotidianas de violencia.
22 de febrero de 1993. Declara la madre, Olga Idiarte, que acepta someterse a un tratamiento psicolgico.
24 de febrero de 1993. A partir del informe psicolgico se le indica a Olga que inicie un tratamiento psicolgico. Ella reconoce
que maltrata a los hijos.
10 de marzo de 1993. Olga acude regularmente al Centro de
Salud Nueva Esperanza para su tratamiento.
11 de mayo de 1993. Informe psicolgico de Valeria: la nia mejora su situacin emocional, la madre debe continuar el tratamiento, se aconseja que contine viviendo con la guardadora.
4 de junio de 1993. A partir de la declaracin de la guardadora
y de la nia se decide que ella vuelva a la casa de la madre.
8 de noviembre de 1993. Se presenta la madre en el juzgado y
dice que la chica se fue nuevamente de la casa y que falta mucho al
colegio.
18 de noviembre de 1993. Se presenta en el juzgado la seora
Luisa, madre de una compaera del colegio de Valeria y declara que
203
El juez, por lo menos de lo que se desprende del expediente, toma la decisin de que Valeria permanezca con Arce a partir de las declaraciones de los dos,
sin que aparezca en la resolucin ningn otro elemento para fundamentarla.
205
proyecto de mantener su convivencia actual [...] est alejada desde hace varios aos de su familia de origen... solamente cuenta
con la relacin afectiva de convivencia, la diferencia de edad con
su concubino no le significa conflicto o perturbacin a la adolescente. En la entrevista realizada al doctor Gallardo, ste seala que la
resolucin de que Valeria permanezca con Arce est basada por un
lado en los testimonios de ambos, pero adems en este informe, que
no le haba sido entregado, pero del cual tena noticia verbal, como l mismo se encarga de aclarar. Sin embargo, el informe no slo
es incorporado a la causa con posterioridad, sino que adems en la
resolucin no aparece ninguna mencin ni formal ni informal a este informe, ni a ninguno de los elementos que all se aluden.
30 de enero de 1996. Hay una certificacin de la secretara tutelar asistencial sobre una comunicacin telefnica de la Comisara
7ma. donde se seala que junto al ciudadano Arce, que presentaba
averiguacin de antecedentes, se encontraba Valeria... agregando
que la menor es conocida por estar parada en los lugares donde se
ejerce la prostitucin.
27 de mayo de 1996. Citacin para que Valeria y Arce se presenten el 6 de noviembre para un audiencia de control psicosocial.
23 de octubre de 1996. Se los cita a travs de la Comisara 2da.
para que comparezcan a la audiencia del 6 de noviembre.
6 de noviembre de 1996. Hay un informe policial que indica
que Arce y Valeria se mudaron hace varios meses y que nadie sabe
su paradero.
El expediente de situacin de Valeria termina aqu.
Vistos de esta manera los datos relevados parecen un rompecabezas incompleto: no se sabe prcticamente nada de lo que sucedi
desde el mes de octubre de 1995, cuando la madre de Valeria denuncia a Arce por proxenetismo. A partir de ese momento slo hay
una citacin para que ambos comparezcan al juzgado, con fecha del
mes de mayo de 1996, para el mes de noviembre de 1996; y un in206
que fueron a buscar a Valeria en nombre de Arce sealan que en todas las ocasiones la familia Llanos-Idiarte les seal que si el Gringo [tal es el alias de Arce] quiere ver a Valeria que venga aqu a hablar. Por otra parte, tanto Valeria como su familia sealan que el 2
de febrero, cuando la fueron a buscar Patricia y otras dos personas
enviadas por Arce, repitieron las amenazas de ste: Valeria tiene que
volver con Arce si no se arma la cagada.
El homicidio
El 2 de febrero de 1997, a las 10 de la noche, Arce, Patricia y el novio de sta, Marcelo de la Cruz, fueron a la casa de Valeria en un auto. En otro automvil iba Gastn Campos Correa. Este ltimo permaneci en la calle, esperando en el automvil al parecer en
compaa de su esposa, y los otros tres entraron a la casa. A partir de
este momento hay dos versiones del hecho, una es la que relatan Patricia y Gastn, que hablan a partir de lo que les cont Marcelo de
la Cruz, quien no declar, la otra es la del resto de los involucrados.
Segn Patricia, una vez dentro de la casa, se sentaron a conversar y acto seguido, sin que mediara ningn otro incidente, Miguel
sac un arma que tena escondida entre la ropa y comenz a dispararle a Arce, cuando De la Cruz intent ayudarlo, Faustino sac otro
revolver y se sum a los disparos, mientras Olga tomaba una tercera
arma una carabina y tambin disparaba. Cuando comenz el incidente Valeria, que hasta ese momento estaba en otro ambiente, se
asom y empez a gritar matlo, matlo, a ese hijo de puta, que si
queda vivo nos va a matar. Cuando terminaron de disparar Arce estaba tirado en el suelo y De la Cruz, herido, perda mucha sangre.
En ese momento Faustino se dispara un tiro en la pierna. Ella no recuerda cmo sali de la casa, pero sabe que a De la Cruz lo sac Miguel y lo dej en la calle al cuidado de Gastn Campos Correa,
quien los llev al hospital.
210
La otra versin es la que relatan Valeria, Miguel, Faustino y Olga. Todos cuentan ms o menos lo mismo con ligeras variaciones,
propias de la confusin del momento. Lo que sigue es el relato de
los hechos tal como los narran ellos.
Cuando Arce va a la casa, la familia Llanos-Idiarte lo recibe porque queran conversar, queran dejar claro que ellos no estaban reteniendo a Valeria contra su voluntad y que ella poda decidir si
efectivamente quera permanecer con la familia, porque de ser as,
ellos no permitiran que l se la llevara por la fuerza.
Cuando se sientan a conversar, entra Valeria a la cocina comedor
que es el ambiente donde se desarrollan los hechos con su hija de
tres meses en brazos. Al verla Arce se levanta, saca un arma de entre sus ropas, se acerca a ella y le apunta a la cabeza, gritando o me
la llevo a Valeria o dejo la cagada. En ese momento Faustino tom
un cuchillo y lo hiri en el cuello, forcejearon y Arce le dispar en
la pierna; es entonces cuando Faustino saca un arma que estaba encima de la heladera y comienza a disparar, mientras que Miguel
tambin se involucra en la pelea y logra sacarle el arma a Arce. En
algn momento se acerca de la Cruz para defenderlo y l tambin
recibe un tiro. Despus Arce, que probablemente ya estaba herido,
se escuda detrs de Olga, tomndola del cuello. En ese momento,
Miguel, segn su testimonio en la instruccin, dice: tena agarrada
a mi mam por el cuello. Cuando yo vi eso me enloquec, l haba
venido, apunt con el revolver a mi hermana, le peg un tiro a mi
pap, ahora tena del cuello a mi mam, y me acerco, no s si le dispar o no a l, pero l suelta a mi mam... Yo agarr y cuando mi
mam se fue le dispar a Arce.
En el incidente se usaron tres armas: dos revlveres y una carabina.
Segn la versin de Patricia las tres armas estaban en la cocina de
la casa de Valeria y las dispararon Faustino y Miguel (los dos revlveres) y Olga (la carabina). Segn la otra versin uno de los revlve211
res lo traa Arce y el otro estaba en la casa porque el barrio era inseguro, ellos haban sido asaltados y en consecuencia estaban armados
para protegerse. La carabina era de propiedad del hermano de Faustino y ste se la haba pedido prestada para cazar, tambin estaba
guardada en la cocina porque no tenan otro lugar para hacerlo. En
esta versin no se menciona quin dispar la carabina.
Adems de estos testimonios, en la instruccin declararon varios
conocidos de Olga quienes sealaron que tanto ella como el resto
de su familia estaban desde haca mucho tiempo preocupados y con
miedo por la situacin con Arce. Hay, adems, varios comentarios
acerca de que Arce era un proxeneta conocido. Aparentemente, en la
ciudad de Neuqun todos saban que este hombre era un vendedor de drogas conocido y que tena mltiples antecedentes. Hasta
el punto de que, en el pedido de elevacin a juicio por parte del fiscal y en la argumentacin sobre la calificacin legal de los hechos
que formula el juez de instruccin, se parte de la evidencia de que
Arce era un delincuente conocido. En la argumentacin del juez se
lee que los sucesos del 2 de febrero son la culminacin de un clima... donde primaba el temor, las amenazas, la violencia, en el marco de la marginalidad, la droga y la prostitucin.
Actualmente la situacin de la familia Llanos-Idiarte es la siguiente:
Miguel ngel (que tena 16 aos) fue juzgado por homicidio
simple y lesiones graves en concurso real con exceso en la legtima
defensa; fue hallado culpable pero no deber cumplir condena, est en libertad.
Faustino y Olga enfrentaron un juicio por la misma causa. El fiscal pidi que se los juzgue por homicidio agravado por haberse cometido con el concurso premeditado de dos personas en concurso
real con lesiones graves y el abogado se trata de un defensor oficial pidi el sobreseimiento para ambos. En el caso de Olga, por
no haber efectuado ningn disparo y en el de Faustino por haber
212
Informacin complementaria
Las entrevistas
Entrevista al doctor Gallardo, juez a cargo del Juzgado de Menores nm. 1 de Neuqun.
Entrevista a la doctora Celia Prez, secretaria del Juzgado de Menores nm. 2 de Neuqun.
Informacin periodstica
Dramtica historia tras el crimen de un fiolo, diario Ro Negro,
2 de junio de 1999.
Por qu tenamos miedo, diario Ro Negro, 11 de junio de
1999.
De cmo lavar culpas, diario Ro Negro, 13 de junio de 1999,
diario Clarn, 2 de junio de 1999.
A partir de esta informacin complementaria, es posible agregar los
siguientes elementos sobre la concesin de la guarda de Valeria a un
proxeneta y traficante de drogas.
213
Preguntado acerca de si se saba en ese momento cules eran las actividades de Arce, el juez dice que:
Arce dijo que era comerciante y antecedentes no tena, yo adems no le
entregu la guarda como dicen, lo que hice fue no innovar [...] el informe
de nuestra psicloga dice que la relacin con este hombre es buena [...]
nosotros tomamos la decisin basndonos en esto [...] nunca hasta que lo
matan a ese hombre nos enteramos, ni tenemos ninguna noticia de que
fuera proxeneta, habra que ver [...] en ningn momento se menciona esto en el expediente.
Sin embargo, en el expediente figura que en noviembre de 1995 la madre de Valeria se presenta ante el doctor Gallardo y declara que Valeria se fue de la casa de Arce porque l la maltrata y la obligaba a ejercer
la prostitucin.El juez resuelve ordenar la ubicacin del paradero de
Valeria con la orden de que sea trasladada hasta el tribunal. A pesar de
eso en la entrevista realizada a ese mismo juez ste no duda en sealar:
Esto del proxenetismo es algo que se sabe a posteriori [...] podrn decir
que Arce era proxeneta, nosotros no lo sabemos.
Cabe recordar que en el momento en que el juez toma esta decisin, la ciudad estaba conmovida por el escndalo que estallara entre marzo y abril de 1995,
214
cuando se descubri una red de proxenetismo que involucraba a varios empresarios de la ciudad, luego de que una joven de 21 aos denunciara el secuestro
de sus hijos para obligarla a prostituirse. Durante varios meses aparecieron noticias acerca de la red de trfico que informaban acerca de jvenes traficadas desde
las provincias de Mendoza y Crdoba. Esto produjo un clima de especial sensibilidad en todos los sectores de la sociedad; el juez que intervena en la causa pareca estar ajeno a lo que ocurra.
215
padres decidi [...] Es indudable que, como luego se comprob [el proxeneta], haba engaado a quienes hicieron las evaluaciones que manej el
juez al momento de otorgarles la guarda a la menor.
Toms Gavernet, defensor oficial del Tribunal Superior de Justicia,
declaraciones al diario Ro Negro del 11 de junio de 1999.
216
217
xual realizado en Estocolmo, se enmarc en el Programa de Explotacin de Nios, creado en 1993. Este programa es la nica aproximacin especfica que se pudo constatar, desde el Estado, en relacin con el tema que nos ocupa, ya que la explotacin sexual de los
nios no haba sido considerada hasta entonces en su especificidad.
En la dcada de 1990 el consejo, adems de hacerse cargo de los
menores en situacin de desamparo que la justicia le derivaba en
los casos en que ni los padres ni los familiares podan atenderlos,
se vio enfrentado a una nueva problemtica, creciente en nmero
y visibilidad, la de los nios de la calle.
Tal como fue enfocada por el consejo, la explotacin sexual de
nios aparece como una modalidad ms de la explotacin laboral
que
soportan las nias y los nios o de otras formas de explotacin econmica por parte de adultos-padres o familiares incluidos, situaciones tales como la mendicidad, la venta callejera, la drogadiccin, el
monopolio de paradas y la prostitucin. Desde el punto de vista de
la especificidad que tiene la prostitucin infantil, esta manera de enfocarla minimiza la realidad de estas prcticas.
El programa tuvo existencia efmera, ya que en 1998 el consejo
fue intervenido y el programa interrumpido; sus hallazgos y logros
son tan pobres que no aportan prcticamente nada sobre el tema.
Sin embargo, se lo incluye en este informe porque ha sido el nico
programa especfico sobre explotacin sexual de nios en el nivel estatal nacional y sirve para caracterizar esas intervenciones, ms declamatorias que reales, as como los lineamientos ideolgicos y polticos de esta intervencin.
El programa de investigacin tuvo el propsito de recoger informacin a la cual pudimos tener acceso. La lectura del informe de
avance nico producto del programa permiti corroborar lo precario de los recursos puestos en juego para alcanzar los objetivos que
se haban trazado.
La investigacin se propuso:
218
Trazar perfiles tipolgicos de las vctimas, de los productores, distribuidores y usuarios [...] analizar los aspectos psicolgicos [...]; detectar zonas,
modalidades, posibles usuarios [analizar el] contenido de ofertas de servicio sexual en medios grficos [...] analizar mensajes en los medios audiovisuales [buscar] en Internet. 34
Ibdem.
219
mentar ciertos riesgos para los explotadores y por lo tanto a encarecer los costos de proteccin de la explotacin sexual, pero de ningn modo a reducirla.
Otras actividades del consejo fueron la instalacin de una lnea
telefnica para atencin de denuncias y contencin de las vctimas.
A partir de all se inici un registro de denuncias (telfono 102),35
que en su mayora no eran especficas de prostitucin.
En las reas, consejos de secretaras, direcciones de menores de
las provincias donde se ha realizado la investigacin, no se han detectado programas especficos.
35
220
O dicen que estas situaciones son negadas por las nias, los nios o
los adolescentes:
Las chicas que vienen prostituidas en general no hablan.[...]. Apareci bastante ms enmascarado, primero lo ocult, no terminbamos de entender
su historia y despus apareci, pero es toda una cosa de vergenza y ocul tamiento.
Sociloga de Hogar de Adolescentes Embarazadas
221
223
Por ah si nosotros entramos a travs de algo, es que tenamos ya la suficiente confianza con el chico y le empezamos, despus de mucho tiempo
a preguntar alguna cosa.
Maestra
La escucha comunitaria
En distintas entrevistas apareci que la dificultad reside en escuchar
aquellos aspectos de las vidas que tuvieran que ver con la prostitucin o incluso con el sexo por parte de los profesionales.
Un tema que tena... es que al hacer las entrevistas de admisin, este tema
[violacin, prostitucin, etc.] no lo podemos pr
eguntar. Cmo se pregunta?
Directora de una organizacin gubernamental
Hay que poder escucharlo que las chicas van manifestando.
Religiosa
El problema es porque no podemos preguntar nosotros.
Asistente social de una organizacin gubernamental
Estbamos con ellas [las nias o adolescentes] y no nos dbamos cuenta
. Hoy
estamos ms alertas y es ms visible [...] Antes las vea cuando llegaban desde su deterioro fsico, vea las alteraciones que traan, despus vea cmo se
metan ms en la pesada, el delito, el robo, chicas que venan enfermas por
el Poxi-ran, la droga, hasta que se abri este otro panorama y ver que las chicas eran explotadas sexualmente [...] Esto me lo fue dando el mismo contacto con ellas, escucharlas, sus historias de vida, lo que haban vivido, sufrido, las historias con sus familias, muchas tenan miembros de sus familias
que estaban prostituidos, o sea muchas haban vivido esa cultura [...] Yo poda descubrir, porque la chica me lo manifestaba o porque yo vea en sus acciones que haba estado en prostitucin, pero no lo vea como algo cmo
decirlo? lo vea desde ella, pero no lo que la rodeaba, o quines intervenan.
[...] Creo que hoy tengo una visin ms amplia.
Religiosa
224
Qu hacer?
En el mejor de los casos, cuando las personas que atienden a estos
nios, nias y adolescentes pueden escuchar e interpretar lo que dicen, surge un sentimiento de impotencia ante la situacin. Ms all
de la capacidad de escuchar, hay dificultades para intervenir, debido a la inexistencia de capacitacin especfica por un lado y por el
otro a la impotencia para enfrentar las redes y organizaciones que
estn por detrs de las chicas y chicos prostituidos.
Los adultos se ponen muy mal, no saben cmo contener a los chicos.
Desde dnde se aborda? Por ejemplo a un chico que ha sido explotado por
su sexo, no se le pueden aplicar las categoras de un desarrollo normal...
[...] Estos chicos, como una forma de llamar la atencin del adulto,
cuentan con lujo de detalles, entonces lo que pasa es que cuando te
cuentan cmo te sents? Hay que trabajar con estos puntos para contener al chico?
Directora de programa, Consejo Nacional del Menor y la Familia
Yo como trabajadora, como operadora de calle, como coordinadora ac...,
una tiene la fantasa, la idealizacin. Una los ve pobres, como la cancin de
225
Fito Paz, pero no se los imagina en una situacin sexual. A uno le cuesta
pensar eso. Cuando despus de aos de trabajo, una cae en eso, porque la
realidad lo muestra, ah nos cuesta hablarlo, porque nos faltan herramientas.
Asistente social de organizacin gubernamental
El tema es qu hacer con esa informacin
. Porque el tema de la sexualidad
afecta a los coordinadores que estn trabajando con el chico, su propia
historia, sus propios prejuicios, valores acerca del tema. Entonces no incentivamos a que le saquen la informacin. [...] Muchas veces sale en el
desayuno, o en una entrevista de admisin, que no es una entrevista psicolgica, entonces tampoco se puede desatar algo que luego no vas a poder manejar. A m me parece que es un punto en el que tenemos que tener mucho cuidado. Porque no quiero que se pregunte, lo saquen y
despus quin maneja eso? Hay cosas que escuchamos con mucha tranquilidad, hay cosas que nos molestan ms que otras.
Directora de organizacin gubernamental
226
Una excepcin la constituye el Programa para Asistencia de Mujeres y Nias Prostituidas de la Congregacin de las Hermanas Adoratrices y la Congregacin de Oblatas.
Lo que sigue es un fragmento de la presentacin de la Hermana
Marta Trejo:36
En primer lugar tratamos de ofrecerles a las chicas un ambiente de familia, un sistema de vida familiar conviviendo con ellas tres o cuatro religiosas acompaadas de un equipo tcnico. Esa casa es acogedora, alegre, que se pueda parecer lo ms posible a un ambiente de familia, un
clima de confianza, brindando amistad, tratando de que ellas puedan
sentirse protagonistas para que asuman un proyecto de vida. La propuesta es que ellas puedan recuperar su autoestima, puedan ir descubriendo sus propias capacidades, y descubriendo lo que pueden hacer
ellas, reconocer sus valores. Entonces antes que nada tratamos de trabajar a nivel de salud. [...]
Otro aspecto muy importante para nosotras es el sistema escolar. La
mayora de las nias llegan fuera del sistema escolar, con primero o segundo ao de escuela bsica, en algunos casos con 5 o 6 grado y algunas con 15 o 16 aos resulta difcil incorporarlas a una escuela diurna o incorporarlas a una escuela comn porque tienen costumbres,
tienen sus experiencias que entre pares no las esconden, las conversan,
se manifiestan en sus conductas y esto es rechazado por alumnas, por
docentes, por padres de alumnas. Unido a que la socializacin de ellas
es muy limitada, les cuesta asistir a una escuela, con tantas horas de clase estticas, les cuesta aceptar lmites, normas y hemos tenido que buscar maestras domiciliarias, y reciben en casa toda la parte de escolaridad y que es reconocida por el sistema escolar. El apoyo escolar es
fundamental. [...]
Hay casos que valen la pena de dedicarse a las nias, a su recuperacin,
nias que fueron maltratadas, explotadas, transformndolas en una cosa.
36
Esta presentacin fue realizada en el seminario La explotacin sexual de nias, nios y adolescentes
, 17 y 18 de mayo de 2000, en el que se dieron a conocer
los resultados de esta investigacin en la ciudad de Buenos Aires.
227
Creo que requiere despus mucha atencin, dedicacin, amor, mucha paciencia. En la convivencia, en el contacto diario se requiere mucha paciencia. Recuerden que en este momento el programa est dedicado al trabajo con las nias de la calle. Las nias en situacin de calle. Entonces esto
agrava ms la problemtica de la prostitucin. El duro camino que ellas
empiezan para su recuperacin es largo. No les resulta fcil. Muchas veces
retroceden, se van, vuelven, otras, tenemos que decir, salen mal. A veces
reaccionan, nos dicen dnde estn. Tratamos de seguirlas cuando egresan
por lo menos un ao. En otras se nos van de las manos antes de tiempo:
pero consideramos con nuestra fundadora que todo es poco. No miramos
esfuerzos, sacrificios, pensamos que por una sola que pueda salir todo vale la pena.
La escuela
La visin de los docentes permite trazar un panorama de las posibilidades y las limitaciones actuales en la deteccin y caracterizacin
de esta problemtica.
En la escuela primaria, lo mismo que en otros mbitos institucionales, se ha desarrollado la capacidad de deteccin de casos
de maltrato y abuso sexual, como producto de un intenso trabajo de concientizacin en los ltimos aos, pero no as de las situaciones de prostitucin. Los pocos casos detectados son proxenetismo familiar.
Yo no podra generalizar, no me atrevera, lo que s te puedo decir es que
me parece que esto que les pasa a estas chicas de 12, 13, 14 aos es que la
familia es la que las entrega, a cambio de cosas mnimas para sobrevivir,
[...] vos no sabs cuntas veces vamos a la casa de los alumnos, antes mandbamos a llamar pero no vienen, cada vez vienen menos, esta escuela es
buena, es contenedora, no slo por el comedor, por todo, las actividades,
todo, no queremos que los chicos se vayan.
Maestra
228
En las chicas... tanto en las chicas como en los chicos se da [la prostitucin] en una edad que se hace muy difcil actuar. El primario es muy contenedor para ellos.
Maestro
Las hemanas ya se prostituan y dejaban la escuela porque se embarazaban, ya en quinto grado dejaban.
Maestra
37
Esta presentacin fue realizada en el seminario La explotacin sexual de nias, nios y adolescentes
, ob. cit.
229
ca desde primer grado haca una doble vida. De noche venda flores en un
boliche de Buenos Aires y luego volva a su casa, dorma un poquito y despus vena a la escuela. Llamamos a la mam y le explicamos que se trataba de una situacin de riesgo. A lo que la mam nos responde que ella
era sostn de familia y que a ella no le compraban flores, a Vernica s.
Ante esta situacin, pedimos ayuda al Consejo del Menor y la Familia,
una beca para Vernica o un subsidio para la mam para algn micro emprendimiento. La respuesta fue que no podan hacer nada porque el domicilio de Vernica era en provincia de Buenos Aires y el consejo trabaja
en Capital Federal. Se haba creado en zona sur una Secretara del Menor
y la Familia, adonde nos dirigimos. La respuesta fue que si bien Vernica
viva en provincia, trabajaba en Capital Federal, y que no podan meterse
en una jurisdiccin que no les competa. En medio de todo este lo de jurisdicciones y competencias, Vernica qued embarazada. Afortunadamente vuelve a la escuela. Ahora est en 9 grado.
Claro que hay una fantasa segn la cual retener a una chica en la escuela es contenerla. Y hay una diferencia muy grande. Porque los chicos
estn retenidos en la escuela dos aos ms, segn la reforma, pero eso no
quiere decir que estn contenidos.
Lo que se ve muy claro en estas historias y en el trabajo que hemos
desarrollado es que hubo un compromiso personal, pero esto no es la generalidad. La escuela es una institucin verticalista, y burocrtica. Si al
directivo no le interesa el tema, se tap los odos. No hay programas serios que contemplen estas situaciones. Hay contenidos curriculares de
educacin sexual. A veces las escuelas con buena voluntad llaman a un
mdico o a un psiclogo, que da una charla a 150 chicos amontonados
en un gimnasio. Hay buena voluntad pero no alcanza. El maestro est todos los das con esas personitas y el profesional que viene y da una charla no. Nosotras despus de un fin de semana largo observamos que los
chicos vienen distintos, con una carga mayor de violencia, porque permanecieron dos o tres das en sus casas y no siempre en las mejores condiciones. La mirada del docente es muy importante. Incluso hemos detectado que alrededor de noviembre muchos chicos tienen crisis, crisis de
llanto, angustia, se portan mal y no es el calor, es que la escuela se termina, se termina un lugar muy importante para ellos. La escuela es una caja de resonancia tan importante. Y adems es la cara del Estado todos los
das. Si cumpliramos cada uno de nosotros con nuestro rol, si hubiese
232
las intenciones de hacer lo que corresponde, no estaramos usando nuestro tiempo en repartir zapatillas. A la sociedad a veces le importa el tema
de la violencia callejera. Los robos. Pero hay una violencia silenciosa que
es la que padecen las nenas en este caso y que no se escucha, silenciosa,
y es la que tal vez origina esa violencia callejera. Vernica tal vez sea una
madraza pero con 14 aos tiene que hacer de mam, trabajar e ir a la escuela. Es demasiado difcil.
234
Seminario:
La explotacin sexual comercial
de nias, nios y adolescentes
Apertura
de hacer se potencia porque queda patente la posibilidad de que hayamos fracasado a la hora de sentar las bases de una sociedad que
ofrezca alternativas de futuro para quienes dan sus primeros pasos
en la vida de relacin.
Y esta sensacin tiene un fondo de verdad; sabemos que a travs
del sistema de justicia slo podemos acercar parte de la solucin a
este problema, y tambin sabemos que los resultados obtenidos hasta el momento son poco satisfactorios. Por ello sta es una buena
oportunidad para sentar las bases de un modelo ms eficiente de actuacin de este Ministerio Pblico para de algn modo compensar
la indiferencia institucional que existe. Ello no es slo un mero objetivo sino que es un desafo institucional que debemos asumir. Tenemos las herramientas legales para hacerlo, pero hace falta profundizar el compromiso de cada uno de nosotros para dar respuesta a
esta demanda social. Como sabemos que la respuesta judicial es importante slo desde una perspectiva del problema, es indispensable
contar con la actividad coordinada de los distintos organismos estatales que nos permita la formulacin de polticas pblicas que tiendan a la proteccin integral de los derechos de nios, nias y adolescentes.
Sobre esta base considero que las lneas de poltica criminal y de
gestin que ha impulsado este Ministerio Pblico en los ltimos
tiempos, sirven como una primera respuesta a las demandas que
aqu trataremos.
Por ejemplo, desde el Ministerio Pblico estamos impulsando la
implementacin de un modelo de fiscalas que se ubicaran en los
distintos barrios de la ciudad a efectos de nutrir a nuestra institucin de las vivencias cotidianas de la comunidad, conocer con mayor profundidad las zonas de delincuencia y brindar soluciones inmediatas a los problemas de los vecinos. Para ello, incluso estamos
desarrollando un plan piloto en el barrio de Saavedra que hoy se encuentra en plena ejecucin con resultados muy favorables. De este
244
245
paulatinamente. Insisto en la necesidad de pensar a priori el tratamiento del tema con la mayor seriedad posible. Instalar estos temas
en la agenda pblica significa tambin tratar de ir demostrando que
hay posibles salidas, para superar la sensacin de impotencia tan
propia de la sociedad argentina en momentos en que hay una crtica feroz hacia el Estado. El hecho de estar hoy ac significa que hay
un compromiso, a pesar de que eventualmente se diga que no hay
polticas oficiales. De hecho estamos coorganizando este seminario.
Estoy muy contenta de haber sido invitada; es importante demostrar a la sociedad que en definitiva, si ac hay un trabajo de investigacin, en donde se nos ha interesado a los decisores polticos, estamos iniciando una etapa nueva, de elaboracin de posibles acciones
en comn.
45
rol, transformndose en una institucin federal que, en primer lugar, trabaje en todo el pas, y que, en segundo, lugar proteja los derechos de nios y adolescentes generando todas las garantas desde
el Estado.
As el consejo nacional estar en mejores condiciones para cumplir con el objetivo para el que fue creado: difundir, promover y defender los derechos del nio y su aplicacin a travs de polticas pblicas en toda la Repblica Argentina. Todava hoy tenemos que
convencer a los jueces de que los chicos vctimas no sean enviados
a institutos de seguridad, cuando se trata de protegerlos y separarlos de su mbito familiar, porque lo nico que hacemos es multiplicar los riesgos.
Estamos trabajando otras temticas, como la proteccin de los
discapacitados, el tratamiento de chicos tratados como locos cuando solamente han sido vctimas del sistema, la situacin de chicos
secuestrados, recluidos en instituciones inadecuadas. Estamos trabajando para devolverles los derechos y el tratamiento adecuado.
Las tres funcionarias del gobierno que estamos reunidas aqu,
Carmen Storani, Patricia Bullrich y yo, asumimos firmemente el
compromiso de encarar la cuestin de la explotacin sexual comercial de nias, nios y adolescentes, de ponerla en agenda, de
generar polticas, de sistematizar informacin, de promover investigaciones, de capacitar a los equipos tcnicos para que este tema
sea tomado como indicador, de no eludir esta cuestin porque
asuste, sino incluirla en el Plan Nacional de Aplicacin de la CDN,
que el consejo est llevando adelante con las provincias; darle tratamiento en el COFERESO, que es el organismo donde confluyen
todos los ministros del rea social, y presentar un programa que
empiece a devolver sus derechos a estos chicos, en su mayora nias y jvenes.
253
El trabajo que hoy se acerca a ustedes permite partir de la premisa de que la oferta sexual de nias, nios y adolescentes no es una
cuestin aislada y poco significativa, y que de ninguna manera se circunscribe al mundo de las chicas y chicos de la calle; sino que se trata de un fenmeno que involucra a muchos otros actores sociales.
El fiscal Maximiliano Rusconi aludi a la clandestinidad sistmica de este tipo de explotacin. A esta afirmacin cabe agregarle
que, al mismo tiempo, ello sale a luz de modo descarado a travs de
los medios de comunicacin. Y para ello slo basta mirar los diarios.
Ofertas de chicas y chicos que salen cotidianamente en diarios de
importante circulacin, para no hablar de las ofertas que circulan en
Internet.
Entonces podemos decir que este fenmeno es clandestino en la
conciencia colectiva de los argentinos, pero no en los medios de comunicacin. Est al alcance de todos, todos los das, en distintos
medios. Nadie puede argumentar que lo ignora. Estamos en presencia entonces de un replanteo profundsimo respecto del conocimiento del problema y de la falta de medidas adecuadas con respecto a cmo sale a la superficie. Este tema urge tratamiento.
Un factor que involucra directamente a una poltica de seguridad, a una poltica criminal, es que la incorporacin de nias, nios y adolescentes a los circuitos de prostitucin tiene que ver con
sistemas organizados de reclutamiento y de trfico que manejan
grandes sumas de dinero. En la incorporacin de una nia a estos
circuitos pueden jugar circunstancias de esa nia que busca salir de
una determinada situacin (de coaccin, de violencia, de desamparo), pero fundamentalmente hay organizaciones de amplio alcance
que compete al Estado y a la sociedad civil desmantelar.
Uno de los datos ms graves que se desprenden de la investigacin es la vinculacin de estos intermediarios, estos proxenetas, con
los organismos de seguridad que debieran actuar para neutralizarlos.
Es fundamental desmantelar esas connivencias. La reconstruccin
260
mativo la base normativa est. Entonces, por un lado, debemos trabajar en los mecanismos de proteccin integral de nias y nios.
Ya estamos trabajando con el Consejo del Menor y la Familia sobre la elaboracin de una legislacin que termine con el modelo tutelar del patronato que hasta hoy existe en la Argentina, un modelo retrgrado, fuente de los famosos institutos de encierro de
menores que hoy Mara Orsenigo tiene la responsabilidad de administrar. Mara Orsenigo estar elaborando las estadsticas sobre
la cantidad de nias que comienzan en este mercado prostituido y
terminan en un instituto de menores. Todo esto va conformando
un sistema que hay que revertir. Este sistema contina en el sistema carcelario que hoy me toca administrar a m, porque pasan de
los institutos de menores a las crceles de jvenes, que por supuesto siguen teniendo esta concepcin de encierro. Una realidad cuya
transformacin es difcil y muy lenta. Son lugares en donde adems se vuelven a reproducir los mismos mecanismos de uso de los
cuerpos, en las relaciones violentas y de servidumbre que se reproducen en esta convivencia en el encierro.
Por un lado necesitamos plantear la articulacin de una red interinstitucional que proponga un programa especfico de gobierno,
por otro crear los dispositivos de proteccin integral de los nios
que no implique formas de encierro y coercin, un tema que ya estamos analizando con Mara Orsenigo y que trataremos de llevar lo
antes posible al Parlamento de la nacin, para terminar con este
concepto de la chica o el chico como objeto de proteccin o tutela
y de represin. Y por supuesto es fundamental lo que se plante en
cuanto a la deteccin temprana, para la cual tanto pueden aportar
el sistema de educacin, el sistema de salud, el trabajo en conjunto
con las agencias gubernamentales. Por el momento, no tenemos
ninguna poltica real de prevencin.
A partir de estas polticas de articulacin en red, a partir de este
modelo integral de proteccin, a partir de esta relacin intersinsti262
tucional, a partir de los cambios en el modo de operar del Ministerio Pblico, tal como anticip Rusconi, sobre realidades sociales y
no sobre casos concretos, podemos impulsar esas polticas de prevencin, y en general un programa dirigido a transformar la realidad que con tanta calidad cientfica ha analizado UNICEF.
esto sea as, no ser posible enfrentar con firmeza fenmenos como
la explotacin sexual.
La presente investigacin sobre explotacin sexual tiene la virtud
de despojarse de una mirada moralista, a partir de la cual slo podran surgir soluciones moralistas, soluciones tendientes a rescatar, no slo a nias y adolescentes, sino tambin a la mujer adulta,
de la prostitucin, la misma que es vista, desde ciertas perspectivas,
exclusivamente en trminos de degradacin moral, dejando muchas
veces de lado la violacin de los derechos fundamentales que representa. Por el contrario, esta investigacin ha planteado la cuestin
en trminos de derechos. Esta mirada nueva nos permite ver que en
la prostitucin entra en juego, por encima de todo, la vulneracin
de derechos humanos. UNICEF tambin est en esa transicin hacia
el desarrollo de la perspectiva de derechos en todos sus programas,
lo que en concreto quiere decir priorizar el respeto de los derechos
en toda circunstancia y descubrir cundo se ve afectada la dignidad
de la persona. Lo primero que tenemos que hacer es volver a mirar
la realidad. Uno construye la realidad a partir de la mirada. La CDN
signific un cambio radical en la poltica, no slo para UNICEF sino
para todos los estados Parte de la Convencin. Ya no se trata de resolver con criterio asistencial los problemas de los nios. Estamos
empeados en la bsqueda de formas de colaboracin con los estados para que los mandatos de la CDN se hagan realidad.
En el siglo XX se ha dado un proceso de universalizacin de los
derechos, para todas las personas independientemente de sus condiciones particulares. Existen muchos debates abiertos. Las polmicas a propsito de la prostitucin adulta, si la prostitucin es o no
un trabajo, si corresponde hacer diferencias entre la prostitucin
forzada y no forzada, si hay una libre eleccin de la prostitucin,
son discusiones que no caben cuando se trata de nias, nios y adolescentes, cuya libertad de eleccin est limitada por su nivel de madurez o desarrollo. Las leyes referidas a las personas que an no han
264
cumplido 18 aostienen que ser protectoras por excelencia. El Estado debe ser el principal protector. Por esa razn, el artculo 34 de la
CDN dice: Los estados partes se comprometen a proteger al nio
contra todas las formas de explotacin y abusos sexuales.
Es cierto que las estadsticas sobre SIDA estn aumentando en las
edades ms tempranas, en parte porque la demanda de servicios sexuales se concentra en los ms jvenes bajo el supuesto de que, aparentemente, presentan menos riesgo de haber contrado la enfermedad. Para enfrentar este grave problema, la sociedad ha de tomar
conciencia de la relacin de dominio que se establece entre adultos
y nios, tambin en el terreno sexual, con el agravante de que al tratarse de un tema tab se lo omite en el debate amplio y, por ende,
se lo deja en la oscuridad. De manera similar, algunas estadsticas
muestran que en Chile, por ejemplo, de los embarazos de adolescentes, slo el 20 % de los padres son adolescentes tambin. El resto son adultos. Una sociedad que pretende evolucionar tiene que
darles a los nios y adolescentes su lugar. Y darles su lugar es tambin escucharlos; si no permitimos que su mirada fresca nos abra
nuevos espacios, estamos bloqueando la capacidad de cambio de
nuestra propia sociedad. Tenemos que tener claro que hay un con tinuum en la sociedad entre la discriminacin, la coaccin y la violencia y es en ese continuumque se instala la explotacin sexual.
El Estado tiene una responsabilidad de garante en el cumplimiento de los derechos humanos dentro de un territorio, pero tambin tiene que trabajar de manera coordinada con una sociedad civil muy activa. Los pases de la regin han sufrido un enorme
deterioro de sus polticas universales de salud, educacin, lo que ha
provocado marginalidad de grandes sectores de la poblacin.
Acabamos de terminar una encuesta que se hizo en 20 pases,
que se llama La voz de los nios, nias y adolescentes y es impresionante cmo ellos estn sufriendo el dislocamiento de una escuela que los expulsa, y la presin que sufren al no ver con claridad cul
265
va a ser su futuro de trabajo. La crisis de las polticas universales tiene que ser superada, para lo cual existen claros mandatos internacionales. Hay un proceso de adaptacin legislativa que tenemos que
continuar. Y se impone una poltica dirigida hacia las familias como
entornos fundamentales de acompaamiento a los nios y adolescentes, lo cual implica polticas transversales, as como nuevos y mayores compromisos con la comunidad internacional. Slo un contexto social protector y respetuoso de los derechos de los nios,
nias y adolescentes podr revertir de manera definitiva el grave
problema de la explotacin sexual de quienes an no han alcanzado la madurez y el desarrollo requeridos para autoprotegerse adecuadamente.
266
270
reas de accin
El plan se articula en torno de las siguientes reas de accin.
1. Sensibilizacin y prevencin:se trata de un conjunto de estrategias
para incrementar la conciencia sobre la dimensin y gravedad
del problema y lograr un mayor compromiso de distintos sectores sociales para la articulacin de respuestas efectivas.
2. Informacin y capacitacin:se trata de actividades ms especficas
de informacin y capacitacin a sectores de la sociedad que tienen o pueden tener una funcin de deteccin, prevencin y tambin de recuperacin y reparacin.
3. Fortalecimiento de redes:para la prevencin y asistencia y recuperacin de las vctimas: la propuesta va dirigida a crear o fortalecer recursos ya existentes, para dar cobertura integral a las necesidades de las vctimas (de recuperacin y reparacin) as como
al fortalecimiento de acciones preventivas y de justicia.
4. Fortalecimiento de nias, nios y adolescentes:
se trata de impulsar
estrategias para hacer accesibles y efectivos los derechos de la niez, a travs de acciones que faciliten a los nios la informacin
necesaria para que puedan reconocer las situaciones de riesgo, para el ejercicio de sus derechos y qu hacer cuando son vulnerados.
5. Legislacin y prcticas judiciales:se estudiar la necesidad de modificaciones legales y procesales para la proteccin integral de las vctimas infantiles as como se buscar actuar sobre los obstculos ideolgicos u otros que existen a nivel de las prcticas judiciales que
impiden una accin ms efectiva de represin del delito de proxenetismo y trfico de personas para la explotacin sexual.
6. Investigacin:el plan de accin prev acciones que mejoren los
registros, la sistematizacin de datos y el desarrollo de investigaciones empricas y tericas necesarias para profundizar en el conocimiento de las distintas dimensiones de la problemtica.
271
Anexos
Anexo A
Cuadro 1. Nmero de entrevistas realizadas. Todas las regiones
Entrevistas
realizadas
Crdoba
Buenos Misiones
Aires
Totales
Subtotal
instituciones
45
(59%)
24
(52%)
24
(55%)
14
(56%)
33
(43%)
24
(41%)
164
(50%)
Nios, nias
y adolescentes
15
(20%)
10
(22%)
8
(18%)
7
(28%)
28
(37%)
15
(25%)
83
(26%)
Subtotal otros
involucrados
16
(21%)
12
(26%)
12
(27%)
4
(16%)
15
(20%)
20
(34%)
79
(24%)
Total
76
(100)
46
(100)
44
(100)
25
(100)
76
(100)
59
(100)
326
(100)
273
Entrevistas realizadas
Funcionarios policiales
14
Funcionarios de
instituciones pblicas
16
12
10
55
12
11
48
Organizaciones comunes
y religiosas
18
11
47
Subtotal instituciones
45
24
24
14
33
24
164
15
10
28
15
83
Subtotal nios
15
10
28
15
83
11
32
Clientes
12
Proxenetas
Informantes del ambiente*
Madama
29
16
12
12
15
20
79
Subtotal involucrados
31
22
20
11
43
35
162
Total entrevistas
76
46
44
25
76
59
326
10
450
* Incluye taxistas, remiseros y otros habitus de bares donde hay adolescentes, nias y nios prostituidos.
Nota: Se han analizado un total de 10 expedientes judiciales, que son ejemplos tanto de la accin de
la justicia como de las distintas modalidades de prostitucin y formas de accin. Slo dos de ellos se
presentan en este informe.
Se han reunido adems aproximadamente 450 noticias aparecidas en medios grficos nacionales
y provinciales. Algunas de ellas constituyen noticias nicas, es decir dan cuenta de un hecho y ah se
cierra la informacin. Otras en cambio se constituyen en verdaderos acontecimientos noticiosos, dando cuenta en general de los avatares de determinados procesos judiciales que por alguna razn tomaron notoriedad. Estos materiales han sido considerados en el anlisis de las modalidades pertinentes.
274
Entrevistas
realizadas
Crdoba
Buenos Misiones
Aires
Totales
Mujeres
17
541
Varones
y travestis
11
292
15
10
28
15
83
Total
Nota: El mayor nmero de entrevistas corresponde a nias, un 65%. Aunque estas proporciones varan de una regin a otra. En Crdoba por ejemplo es proporcional el nmero de entrevistas de ambos sexos, en Puerto Madryn predominan las mujeres. En otras regiones las proporciones varan. De estos valores no debe extraerse ninguna conclusin
respecto de la proporcin real de mujeres y varones prostituidos, porque no se trata de un
muestreo con criterios de representatividad mensurables.
Ciudad
o espacio
Calle
Buenos Aires
Crdoba
Chaco
Puerto Madryn
Neuqun
Posadas
18
13
9
3
8
13
10
2
1
4
Total
64
19
1
2
1
1
2
2
275
3
1
1
28
15
10
7
8
15
83
Menores
de 13 aos
Buenos Aires
Crdoba
Chaco
Puerto Madryn
Posadas
Neuqun
Total
De 13 a 15
aos
Mayores
de 15 aos
Total
3
1
1
7
-
5
2
3
2
2
2
20
13
6
4
6
6
28
15
10
7
15
8
12
16
55
83
Cuadro 6. Edad de inicio de las nias, los nios y los adolescentes entrevistados
Menores
de 13 aos
Buenos Aires
Crdoba
Chaco
Puerto Madryn
Neuqun
Posadas
Total
De 13 a 15
aos
Mayores
de 15 aos
S/D
Total
7
3
3
2
1
9
14
10
5
5
6
4
4
1
2
1
2
3
1
28
15
10
7
8
15
25
44
10
83
276
Entrevistas
realizadas
Funcionarios policiales
14
Funcionarios judiciales
12
11
48
11
14
12
62
Funcionarios de programas
estatales de menores1
28
Integrantes de instituciones
de salud2
19
Integrantes de la institucin
educativa3
Subtotal funcionarios
de instituciones pblicas
16
12
10
55
Organizaciones comunitarias 4
10
28
19
Subtotal organizaciones
comunes y religiosas
18
11
47
Total
45
24
24
14
33
24
164
Subtotal
Organizaciones religiosas5
1 Se incluyen funcionarios dependientes de consejos del menor (nacional y provinciales); secretaras de desarrollo social o similares.
2 En esta categora se incluyen profesionales de distintas especialidades de hospitales y centros de
salud.
3 Esta categora incluye maestras y maestros, psicopedagogas y psicopedagogos, directoras y directores de escuelas, etctera.
4 En esta categora se incluy distintas organizaciones de la sociedad civil, muchas de ellas que
trabajan con nias y nios.
5 Se trata de integrantes de congregaciones que tienen programas especficos para la atencin de
nias y jvenes, ya sea que estn prostituidos o en situaciones de riesgo.
277
Anexo B
Tcnicas. La recoleccin de datos
Hubo diversas modalidades de obtencin de datos:
observaciones;
contactos informales;
entrevistas.
Observaciones
Se realizaron recorridos por calles, bares, y en algunos se pudo ingresar a prostbulos con el objetivo de obtener informacin y de observar el movimiento, la circulacin, y hacer entrevistas. En estas recorridas se recogieron descripciones, impresiones y escenas que
fueron registradas de la manera ms minuciosa posible.
Contactos informales
A partir de las observaciones se entablaron una serie de contactos
informales tanto con personas prostituidas como con informantes.
stos permitieron ir conociendo y reconociendo algunos aspectos
de las prcticas y de la poblacin involucrada.
Entrevistas
Las entrevistas se realizaron siguiendo una gua temtica, abierta y
flexible para hacerla aplicable a los diferentes contextos. Fueron
aplicadas en mayor o menor escala de acuerdo con las circunstancias de cada entrevista y de cada persona entrevistada. Se realizaron
entrevistas en diversos contextos y situaciones: en la calle, en bares,
en plazas, etc. Son conversaciones ms o menos extensas y con mayor o menor amplitud tamtica, y diferentes niveles de involucramiento afectivo. Algunas entrevistas dieron lugar a relatos que recu278
Los relatos cobran vida, valen por lo que dicen y es por eso que
estn incluidos, aunque en forma fragmentaria por su extensin.
Esos relatos son sin duda el resultado de la interaccin con las personas que realizaron las entrevistas, pero estas narraciones constituyen la materia bsica de una investigacin que no quiere transformar el conocimiento de la realidad social en categoras abstractas o
numricas.
280
Bibliografa consultada
Argentina
Encuesta sobre prostitucin en la Argentina
, Congregacin de Hermanas Adoratrices, 1992.
LA BRUNA DE ANDRA, Luca E., Prostitucin en la niez, ensayo
de investigacin, publicado en: Eva Giberti (comp), Poltica y ni ez, Buenos Aires, Losada, 1996.
TREJO, Marta, La nia y adolescente en prostitucin, Tesina, Carrera de trabajo Social, Facultad de Ciencias Sociales, UBA, mimeo, 1994.
Amrica Latina y Caribe
ACOSTA LUZ, Marina y Nilse Acosta, Explotacin sexual de nias y
adolescentes, Asuncin del Paraguay, UNICEF, 1997.
CMARA DE COMERCIO DE BOGOT, La prostitucin infantil y adolescente en el centro de Bogot
, Bogot, 1993.
CLARAMUNT, Cecilia, Explotacin sexual en Costa Rica: anlisis de la
ruta crtica de nios, nias y adolescentes hacia la prostitucin,
San
Jos de Costa Rica, UNICEF, 1998.
281
283
Equipos de investigacin
Chaco
Coordinadora en Chaco: Ana Rosa Pratesi.
Equipo de investigacin: Andrea Rizzoti, Graciela Varela, Jorge Prspero Roz.
Colaboraron: Andrea Galeano, Juan Mndez.
Colaboracin institucional: Colegio de Psiclogos del Chaco.
Crdoba
Coordinadora en Crdoba: Liliana Fedullo.
Equipo de investigacin: Cecilia Corts, Patricia Mazzini, Daro Tosorini.
Asesora acadmica: Patricia Morey.
Colaboracin institucional: Programa de Estudios Interdisciplinarios de Gnero
y Mujer, Fundacin de la Facultad de Filosofa y Humanidades de la Universidad
Nacional de Crdoba.
Neuqun
Coordinadora en Neuqun: Malena Lpez Dorigoni.
Equipo de investigacin: Marina Lpez Dorigoni, Miriam Liliana Rivas, Silvana
Amalia Snchez, Luca Vernica Valds, Laura Mombello.
Colaboracin institucional: Colegio Profesional de Servicio Social de Neuqun.
286