El Intertexto Lector
El Intertexto Lector
El Intertexto Lector
del lector tiene por eje de observacin a la actividad del lector y a los componentes que
intervienen en los procesos de la recepcin.
La formacin lecto-literaria (con especial incidencia en las actividades que se
desarrollan en el proceso de lectura) se apoya en el espacio que delimitan las
habilidades de lectura, la competencia literaria y la experiencia lectora. La competencia
y la experiencia literarias tienen como referente un determinado canon, o sea el
conjunto de obras que el aprendiz ha ledo (ya estn incluidas o no en el currculo
escolar o en un canon filolgico). La relacin entre estos componentes la mantiene el
intertexto lector, que equilibra, gestiona y pone en conexin las distintas aportaciones
del lector.
La recepcin lecto-literaria es una actividad personal que est condicionada por los
conocimientos y las referencias culturales del individuo, que componen su competencia
literaria y su intertexto lector. Y as se puede afirmar que el dilogo intertextual, en
ltima instancia, se verifica y cumple plenamente en la conciencia que ofrece el
espacio psquico del lector. (C. Guilln, 1985: 325). Es decir, la construccin del
significado de un texto depende de la activacin de unos determinados conocimientos,
en respuesta a los estmulos textuales.
Por otra parte, la aproximacin hermenutica a las obras literarias siempre es una
bsqueda de (co)rrelaciones y/o contrastes con otras producciones: los rasgos
intertextuales han de ser detectados para alcanzar el efecto previsto por la obra/autor. Y
las actividades de recepcin literaria requieren la implicacin del lector en la
construccin del significado de obras y textos concretos.
Cada acto de lectura/recepcin activa conocimientos previos y a la vez enriquece la
experiencia literario-cultural, es decir activa y ampla el intertexto del lector. Y, cuando
se activan los conocimientos de la competencia literaria, el lector establece las
conexiones que requiere el texto y, gracias a ellas accede al significado, es decir a la
comprensin e interpretacin del texto.
efecto esttico y/o cognitivo que produce en el lector que identifica las relaciones
intertextuales, es decir que reconoce las conexiones entre distintas obras o que asocia
referencias, indicios o peculiaridades que aparecen en distintas obras de las que el lector
tiene conocimiento y experiencia.
En las creaciones literarias estn muy presentes las referencias a las conexiones
intertextuales, casi como uno de los recursos ms frecuentes y relevantes; pero hay que
tener presente que, tambin, en otros medios de comunicacin est presente. La
literatura, segn J. Kristeva, es un mosaico de citas y de referencias intertextuales, cada
obra literaria integra distintas facetas de otras creaciones y con ellas comparte recursos,
temas, rasgos de estilo, peculiaridades de gnero, etc. De modo que, efectivamente,
puede afirmarse que el texto literario es el resultado de un cruce de textos, como explica
G. Genette.
El discurso literario integra esas conexiones intertextuales, que son apreciadas u
observadas por lectores competentes, de modo que la lectura siempre es una actividad
de relacin de conocimientos. De ese modo, la copresencia de referentes textuales
genera una creativa interconexin de referentes y suscita en el lector una estimuladora
actividad de identificacin de interconexiones.
La combinacin de las aportaciones de la competencia literaria, de la competencia
lectora (estrategias y experiencias lectoras) y del intertexto lector determina la eficacia
de la interaccin entre el texto y el lector. Y es, precisamente, en esa interaccin donde
se halla el punto de convergencia de las aportaciones del marco terico (literario y
didctico) desde el que se explicita esta aproximacin al anlisis del intertexto lector.
Pero adems, el texto literario (o de otro tipo) resulta ser un sistema combinatorio en el
que est previsto y especificado el espacio y el modo para que el receptor concreto
establezca las conexiones pertinentes (Iser, 1976); necesariamente, el receptor ha de
tener (o al menos se le supone) una determinada dotacin de conocimientos
intertextuales.
El intertexto lector se muestra como un concepto clave para explicitar los distintos
aspectos de la formacin literaria desde la perspectiva didctica, porque la
funcionalidad del intertexto lector como activador de conocimientos en el proceso de
lectura y en la actividad de reconocimiento textual resulta determinante para la
adecuada interpretacin de muchos textos. El conjunto de reconocimientos e
identificaciones de las distintas referencias que componen un discurso literario puede
ser considerado como una particularizacin del estudio del fenmeno amplio de la
intertextualidad. El texto ms interesante puede resultar incomprensible o de escaso
inters, ya no por sus propias cualidades, sino a causa de la incapacidad del lector para
identificar su contenido y sus valores estticos.
Algunos ejemplos
Los textos literarios aportan abundantes ejemplos que demuestran que,
efectivamente, la interpretacin (como sntesis de la comprensin y de la valoracin de
un texto) depende de los conocimientos que el intertexto lector pueda activar. Para la
La cucaracha soadora
Era una vez una Cucaracha llamada Gregorio Samsa que
soaba que era una Cucaracha llamada Franz Kafka que
soaba que era un escritor que escriba acerca de un
empleado llamado Gregorio Samsa que soaba que era una
Cucaracha.
Para algunos lectores son evidentes las claves y de las apelaciones que incluyen
estos breves textos, ya que resultan suficientemente explcitos en s y, aqu la clave para
la identificacin de los referentes es suficientemente evidente a causa de la difusin
entre los lectores de las obras (los hipotextos) a las que remiten. En el caso del
fragmento de Sin noticias de Gurb, Eduardo Mendoza parodia todo un gnero -la
novela policaca al estilo de A. Christie- a travs de la mencin de una serie de indicios
textuales que resultan representativos y caracterizadores de ese tipo de relatos. Por su
parte, La cucaracha soadora de Monterroso es una sucinta reelaboracin de toda una
novela completa. En ambos casos, el significado de los textos depende de las
aportaciones del lector mediante la activacin de los conocimientos de su intertexto. En
esquema, quedaran representados los mbitos de correlacin entre los hipotextos y la
secuencia concreta donde se halla la presencia del hipotexto de referencia.
Ante estos ejemplos resulta evidente uno de los principios fundamentales en que se
apoya toda la orientacin intertextual, como ha explicado Riffaterre (1991: 56):
un intertexto es uno o ms textos que el lector debe
conocer para comprender una obra literaria en trminos de su
significacin global (como opuesta a significados discretos
de sus sucesivas palabras, frases y oraciones).
[...]la literatura est hecha de textos. La literariedad,
por lo tanto ha de ser buscada, y el nivel en el que texto
combina o seala por referencias a otros textos ms que a los
signos inferiores del sistema.
Queda claro, pues que el intertexto (ya sea el del discurso, ya sea el del lector)
resulta ser, precisamente, el espacio de encuentro en el que interactan las aportaciones
del texto con los saberes, habilidades y estrategias del lector que lo actualiza (Mendoza,
2003).
Dos nuevos ejemplos, uno publicitario y tomado de la seccin de humor de la
prensa, nos muestran la amplitud del fenmeno intertextual. El anuncio de La casa del
Libro es un excelente ejemplo de cmo se hacen presentes las distintas apelaciones a las
referencias del intertexto del lector. Dejamos que el lector realice la actividad de
identificacin que supone cada una de las referencias que aparecen en esta excelente
muestra de creacin intertextual. Creo que no har falta indicar cada uno de los
hipotextos a los que remiten las distintas menciones, escuetamente citadas, que sirven
para presentar la amplia oferta de secciones de la librera.
Con la lectura de los textos anteriores, el lector habr podido comprobar que
gracias a la activacin del intertexto lector, le ha sido posible asociar las alusiones de
una obra con las evocaciones, citas o alusiones de otros textos u obras, el lector logra la
descodificacin semitica del texto que est leyendo. Se ha sealado, segn M.
Riffaterre (1989), que el intertexto resulta ser la percepcin por el lector de las
relaciones entre una obra y otras que le han precedido o seguido. Y resulta evidente
que slo la posible aportacin del lector hace interpretable un texto, es decir lo hace
comprensible y le atribuye una intencionalidad. Cuando se desconoce la procedencia de
las distintas citas o alusiones, la comprensin puede resultar errnea o inadecuada y, en
consecuencia, tambin su interpretacin.
Tras estos ejemplos, puede comprobarse que efectivamente la lectura, la recepcin
es la clave para captar en su esencia la intencionalidad de un texto. Y de este modo se
aprecian las distintas facetas que definen el hecho de leer, segn se recogen en la
sntesis siguiente:
Ante las peculiaridades de los textos recogidos en los ejemplos anteriores a modo
de exponentes, queda muy patente el hecho de que cada texto literario resulta ser una
nueva creacin, habitualmente innovadora, incluso en los numerosos casos en que se ha
elaborado a partir del recurso de transformacin y reelaboracin e inclusin o alusin
de referentes procedentes de otras creaciones.
De modo semejante a los ejemplos anteriores, el texto literario recurre a las
copresencias (inclusiones) intertextuales, aunque no siempre lo haga de modo tan
evidente y fcil. El tejido literario emplea hilos sutiles que vinculan sus rasgos
formales y/o temticos, sus tramas estructurales, su misma intencionalidad a partir de
componentes retomados de otras obras anteriores se entremezclan en la creacin
renovada.
Estos ejemplos -que no son casos particulares ni raros en el mbito de la creacin
literaria- ponen en evidencia que todo texto es un intertexto, ya que el texto literario se
construye y elabora sobre un ensamblaje de referencias que vinculan cada nueva
produccin con otras creaciones literarias y culturales anteriores. En ese ensamblaje se
insertan tanto las peculiaridades de la tipologa textual y las marcas convencionales del
gnero, cuanto las citas y las alusiones a otras obras. Resulta muy explcita la mencin
que R. Barthes ofrece de este hecho (Thorie du texte, 1968. Citado por C. Guilln,
1985: 312):
Todo texto es un intertexto, otros textos estn presentes
en l, en niveles variables, bajo formas ms o menos
reconocibles; los textos de la cultura anterior y los de la
cultura contempornea o del entorno, todo texto es un tejido
nuevo de citas. Pasan al texto, redistribuidos en l trozos de
cdigos, de frmulas, de modelos rtmicos, fragmentos de
usos sociales, etc. porque siempre hay lenguaje antes del
texto y alrededor de l. La intertextualidad, condicin de
todo texto, sea el que sea, no se reduce evidentemente a un
R. Barthes (1968).
Qu es el intertexto lector
A partir de los ejemplos antes presentados, se ha mostrado que la intertextualidad
es causa y efecto de los reconocimientos textuales. En esa lnea entre causa y efecto, se
hace evidente la importancia de las referencias del discurso tanto como las aportaciones
del lector para la construccin del significado. En el efecto que produce el texto, la
identificacin que hace el lector de las referencias en las que se insertan los
componentes intertextuales hace que el texto adquiera nuevos valores.
Cuando las aportaciones del lector le permiten identificar las claves
(hermenuticas) que aparecen en el texto, segn las ha dispuesto el autor en la
elaboracin del texto, se tiene acceso al significado de la obra.
En una obra puede haber diversas referencias/inclusiones/presencias (no siempre es
fcil delimitar el recurso y catalogarlo bajo una de esas denominaciones) de distintas
creaciones; cada una de esas co-presencias es una clave intertextual (remite a un
hipotexto); el lector puede re-conocer una, varias o todas las referencias (las lneas
discontinuas representaran las carencias del intertexto lector respecto a determinadas
claves intertextuales):
El esquema anterior podr servir de pauta para analizar los distintos referentes en
distintas actividades de lectura. Incluso puede servir de pauta para que el lector site (en
su caso ampliando el nmero de espacios que corresponderan a otras referencias
intertextuales). Con ello se puede hacer un conjunto de actividades que pongan en
conexin unos textos con otros, segn los referentes que comparten y que hacen suyos a
partir de una asimilacin intertextual
desde las primeras experiencias literarias como pueden ser los cuentos populares y de
tradicin folclrica- segn el conjunto de conocimientos y lecturas del receptor.
De igual modo que se considera necesario el desarrollo de la competencia literaria,
tambin resulta precisa la formacin del intertexto lector (al cabo se concibe como un
componente de esa competencia lecto-literaria) para poder hacer efectiva la educacin
literaria, porque en el intertexto lector se integran y se combinan las aportaciones
personales y las resultantes de un aprendizaje especfico.
En la definicin del intertexto lector es preciso incluir un conjunto de facetas; por
ello, presentamos una definicin desglosada.
El intertexto lector es un componente bsico de la
competencia literaria; en el espacio de la competencia
literaria, integra, selecciona y activa significativamente el
conjunto de saberes, estrategias y recursos lingsticoculturales para facilitar la lectura de textos literarios. Los
distintos elementos que lo componen se activan en la
recepcin, en la interaccin entre emisor/receptor y en la
apreciacin de las correspondencias re-creadas entre textos
diversos, a la vez que potencia la actividad de valoracin
personal a travs del reconocimiento de conexiones y del
desarrollo de actitudes positivas hacia diversas
manifestaciones artstico-literarias de signo cultural.
El intertexto lector es un componente de la competencia
literaria y, desde el espacio que ocupa en ella, regula las
actividades de identificacin, de asociacin y de conexin en
el proceso de recepcin; se ocupa de activar y seleccionar los
saberes concretos que regulan las reacciones receptivas ante
estmulos textuales.
(Mendoza, 2001)
ponen de relieve que la recepcin literaria es una actividad personal que est encauzada
por los conocimientos y las referencias culturales del individuo receptor.
Vista as, la recepcin est en funcin de los conocimientos que componen su
competencia literaria y su intertexto lector y que los criterios de valoracin esttica
estn en dependencia de los convencionalismos culturales, de los supuestos artsticos y
estticos que el receptor ha asumido. Y, paralelamente, esta consideracin de la
recepcin hace que observemos de otro modo el espacio del discurso literario: el
intertexto discursivo, efectivamente, promueve los reconocimientos y las asociaciones
entre distintos elementos discursivos, textuales, formales, temticos, culturales, etc.
En su proyeccin didctica, la consecuencia inmediata es la necesidad de formar y
desarrollar el intertexto lector del escolar que comienza a leer, para que sus lecturas
constituyan el fondo de conocimientos y, sobre todo, de experiencias literarias. En cada
texto, la identificacin y el reconocimiento dependen de la amplitud el intertexto lector.
En cada lectura, el lector relaciona, organiza y ampla los componentes de su intertexto
lector (que establece las vinculaciones discursivas entre textos, necesarias para la
pertinente interpretacin personal y que es la base de los nuevos conocimientos para su
educacin esttico-literaria). Los lectores competentes aprecian e identifican las
(algunas) piezas del mosaico de citas y de referencias del discurso literario, segn la
nocin de J. Kristeva.
Sobre el
inters
didctico del
intertexto
lector
(Culler, 1981: 38).
Divertimiento
(Tesoros de la Espaa de hoy)
Collage
Letrilla satrica
Poderoso caballero
es don Dinero.
Madre, yo al oro me humillo;
l es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de contino anda amarillo;
que pues, dobln o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
Y de nuevo Arrabal combina en sus versos los del muy conocido Salmo XVII, de
Quevedo.
Mir los muros de la patria ma,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valenta.
Rima X
El ltimo verso aporta la variacin formal y temtica con la que se enlazan las
alusiones al tema central de la letrilla de Quevedo y la intencionalidad de la crtica
contempornea que pretende F. Arrabal.
La lectura de este texto, presentado a modo de ejemplo, posiblemente haya servido
para comprender la funcionalidad del intertexto lector y para establecer una valoracin
didctica de las posibilidades formativas que se pueden extraer de l, al considerar que
el intertexto lector es el espacio clave de la recepcin y que tiene incidencia en el
desarrollo de las capacidades de asociacin y reconocimiento.
A modo de cierre de esta presentacin del intertexto lector se ofrecen dos
propuestas para que el mismo receptor determine el modo y el nmero de correlaciones
intertextuales que pueden establecerse, as como las actividades didcticas que podran
derivarse de cada uno de ellos.
Bibliografa