Federico Ulsamer - COMO SE PROYECTA UNA VIVIENDA AF

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de la conslruccion

________________

Cmo
se Proyecta

una Vivienda
Federico UIsamer
Arquitecto Tcnico

Per, 164 - 08020 Barcelona - Espaa

Prlogo
El proyectar una vivienda supone procurar que sta disfrute del mximo confort y comodidad en el mayor o menor
espacio disponible y del consiguiente aprovechamiento de
los materiales y servicios de que conste.
En esta "Monografa de Construccin" se trata en primer
lugar de cmo proyectar edificios de viviendas unifamiliares, para hacerlo a continuacin con los edificios de viviendas pluriiamiliares. En ambos casos se partir de la vivienda mnima, estudiando la influencia que tendr en su
proyecto la forma del solar, su altimetra, orientacin,
clima, etc.

EDICIONES CEAC, S. A.
Per, 164 - 08020 Barcelona (Espaa)
28." edicin:

De las viviendas unifamilares se estudiar su composicin


sea como casas aisladas o agrupaciones en horizontal o en
vertical, sea formando bloques o alineaciones diversas. En
las viviendas plurifamiliares se plantearn proyectos de
una, dos, tres o cuatro viviendas por planta, con o sin
patios interiores, agrupaciones en torres o en apartamentos, etc.

Marzo 1990

ISBN 84-329-2923-9
Depsito Legal: B-12077 - 1990
Impreso por
GERSA, Industria Grfica
Tambor del Bruc, 6
08970 Sant Joan Desp (Barcelona)

Printed in Spain
Impreso en Espaa

Como exige un libro como ste, dedicado ntegramente a


Proyectos, destaca en l la amplsima representacin grfica de cada uno de ellos, en forma no slo de planos de
planta y sus distribuciones, sino tambin de sus correspondientes fachadas y perspectivas.
"Cmo se proyecta una vivienda", al igual que las restantes
"Monografas de Construccin ", supone para el constructor, el encargado de obras y el operario, una obra fundamentalmente til, asequible y de inmediata aplicacin en la
prctica diaria.
5

=
con(ianza que prestan a nuestra coleccin, que
mantiene SIempre con el mismo criterio: mxima dedi-

l. Generalidades

cacin al aspecto tcnico-prctico del libro, a su utilidad para el lector y con un precio que lo haga accesible
al mayor nmero posible de personas, aunque ello no
nos permita hacer libros decorativos para bibliotecas,
pues no en vano el lema de nuestra coleccin de Monografa! CEAC es: Libros escritos por hombres que
trabajan, para hombres que tambin trabajan.
El Editor

PROYECTAR
Proyectar, segn el diccionario, es lanzar a distancia) i en Geometra,
es trazar lneas rectas desde todos los puntos de un slido u otra figura
segn determinadas reglas, hasta que encuentr-en una superficie), y en
ptica, proyectar es hacer visible sobre un cuerpo o una superficie la
figura o la sombra de otro). De la combinacin de los anteriores conceptos se deduce el significado de proyectar en Arquitectura que es preparar
o trazar el plan de una obre, que, a la vez, es lanzar una idea y hacerlo
visible sobre un papel o en una maqueta. Proyectando geomtricamente
todos los puntos de la obra imaginada sobre papel, se obtienen los planos
de la obra.
El tcnico especialmente preparado para proyectar edificios de toda
clase, incluyendo viviendas, es el Arquitecto. A l, nicamente o l, debe
acudir todo el que desee construir viviendas, teniendo la seguridad de
que nadie como el arquitecto sabr planear y llevar o feliz trmino el proyecto correspondiente. Porque es el profesional que conoce los materiales
de edificacin y su correcto empleo en la obra, dirige como un maestro de
orquesta los trabajos de los mltiples oficios e industrias que intervienen
en la construccin, conoce las leyes y trmites legales, los ordenanzas, los
precios y tiene la fuerza moral para hacer cumplir una contrata sin rebasar
el presupuesto. En Espaa, nicamente 'los facultativos con tnrlo de arquitecto pueden proyectar viviendas, sinedo obligatoria su intervencin en
toda obra.
Desgraciadamente es costumbre de prescindir de tan valioso asesor.
En muohsimos casos, el promotor IIIamamos as al propietario de la futuro
vivienda, al que promueve su proyecto) acude directamente al contratista y encarga a ste todo lo referente a la obra sin asesorarse del arquitecto. Es entonces el contratista, quien encarga al arquitecto la confeccin
del proyecto y, faltando el contacto personal de ste con el promotor, ser
6

muy difcil que la futura vivienda se ojuste a las necesidades, gustos y


convivencias del mismo. Tampoco podr velar por el fiel cumplimiento de
un contrato, concertado sin su intervencin, en el que generalmente faltarn muchas previsiones que despus encarecen tantsimo la obra. Aunque
l constructor sea honesto, no deior de ser la otra parte de un contrato,
siendo, adems, el encargado de que dicho contrato se cumpla, cosa absurda que siempre redundar en perjuicio del promotor.
En cambio, si el promotor acude a un arquitecto, ste elaborar [unto
con l el programa, organizar el edificio, dar la forma a todos los deseos
en la manera mejor y ms econmica posible. Aconsejcr basndose en sus
conocimientos tcnicos y experiencia, haciendo desistir de lo superfluo e
introduciendo elementos importantes olvidados. El arquitecto es el asesor
del promotor en todas las cuestiones tcnicas, financieras, comerciales y
legales relacionadas con la construccin. El se encarga de presentar los
planos a las autoridades para su aprobacin, confecciona el presupuesto
y redacta las condiciones de contratacin y la forma de realizarse los trabolos y suministros.
Despus de conseguidas las ofertas de las empresas constructoras, mediante planos detallados y completos, decidir a quin se confiar la ejecucin de la obra librando al promotor de compromisos enojosos. Redacta
despus los trminos del contrato, establece el modo de pago, dirige la
obra asegurando el cumplimiento de las clusulas establecidas, certifica
las liquidaciones de los pagos y las aprueba u observa.
Por todas estas actividades, el arquitecto percibe unos honorarios segn
tarifas adaptadas a la importancia de la obra y su presupuesto, tarifas legalmente establecidas y cuyo importe suelen ser inferiores a las diferencias
entre dos o ms presupuestos dados por los constructores.
De todo lo expuesto se deduce que es imprescindible a la vez que conveniente, que el promotor de una vivienda encargue el proyecto a un
arquitecto legalmente autorizado, que en Espaa lo es nicamente el profesional que haya obtenido el ttulo en una de las dos escuelas superiores
tcnicas de Arquitectura existentes: las de Madrid y Barcelona.
Ahora bien, el promotor que encargue el proyecto de su vivienda a
un arquitecto no debe desentenderse del proceso de proyectarla. El promotor y el arquitecto han de colaborar, deben consultarse mutuamente;
el uno exponiendo sus deseos y el otro aportando sus conocimientos tcnicos y su inspiracin artstica, hasta que entre los dos logren plasmar,
primero en unos plenos y luego en la realidad, lo que al principio slo
exista en la fantasa.
la finalidad de esta monografa es proporcionar al promotor los elementos de juicio necesarios para su colaboracin con el arquitecto, ofrecerle el lenguaje adecuado para que sepa transmitirle sus deseos y darle una
idea somera de las muchsimas dificultades que hay que vencer hasta
lograr, finalmente, un proyecto aceptable de una vivienda.

VIVIENDA
Para poder proyectar una vivienda hemos de estar, ante todo, de acuerdo en lo que consideramos vivienda. Segn el diccionario, es una morada
o habitacin. Morada, a su vez es una casa o habitacin, o tambin una
estancia algo prolongada en un lugar. y habitacin se define como e9,ificio
o parte de l que se destina para habitarse; pero, al mismo tiempo, puede
ser un cuarto o aposento de una casa. Aceptamos como buena la definicin
de que vivienda es un edificio, o parte de l, destinado a ser habitado.
Habitado por quin? Por uno o varios individuos agrupados. En la mayoro de los casos, los grupos suelen -constltuir familias, y como en los casos
de individuos aislados y de grupos no familiares, las viviendas suelen recibir otros nombres (chozas, cobijos, fondas, hoteles, conventos, cuarteles, etc.), concretaremos, el nombre de vivienda a los edificios o parte de
ellos, habitados por familias. y en sequido se nos presenta la primera agrupocin: si todo el edificio ha de ser habitado por una sola familia, se tratar de una vivienda unifamifiar. Si la familia slo habita parte de l, o sea
que el edificio se compone de varias partes, cada una habitada por una
familia, el edificio representar una vivienda plurifamilar.
Pero antes de seguir adelante an hemos de aclarar el concepto de
habitar. Con el mismo designaremos algo ms que cobijarse, refugiarse y
aislarse de los otros; el habitar significa, adems, recuperarse, hacer la vida
ntima y familiar, dedicarse a ocupaciones preferidas, reposar y todas las
. dems actividades propias de un hogar.
Estudiaremos, por tanto, la organizacin del hogar de nuestra poca,
compuesto de los mismos elementos bsicos en todas las capas sociales, sin
ms diferencia que el tamao y nmero de habitantes y de servicios y
la calidad de los materiales utilizados. Pero a pesar de estas diferencias
de orden secundario, al proyectar cualquier vivienda procuraremos obtener
siempre el mximo confort y comodidad en el mnimo espacio y con
el mejor aprovechamiento de los materiales y servicios.
.
Volviendo a la divisin de la materia que vamos a estudiar en esta
monografa, habamos quedado en que, ante todo, consideraramos la manera de proyectar edificios de viviendas unifamiliares y a continuacin
edificios de viviendas plurifamiliares.
En ambos casos partiremos de la vivienda mnima y nos ocuparemos
de la influencia que tendr en su proyecto la forma del solar, su altimetra,
orientacin, clima, poiso]e, zona, etc.
De las viviendas unifamiliares estudiaremos su composicin como casas
aisladas, de una sola o de varias plantas, agrupaciones en horizontal o
vertical de dos o ms viviendas, formando filas o bloques, etc.
El estudio de las viviendas plurifamiliares nos har considerar los proyectos de edificios con una, dos, tres o cuatro viviendas por planta; de
casas entre medianeras o en bloques aislados o en fila; de dos o de ms
cruiios, con patios interiores o sin ellos; agrupaciones en torres y en ga-

leras, con sus derivados apartamentos) o de una o dos plantas, entre


otros.
Completaremos los captulos dedicados a la vivienda aislada' exponiendo
algunas ideas de cmo proyectar los jardines.
Dedicaremos un captulo especial a exponer las condiciones exigidas
por el Estado para la calificacin de viviendas subvencionadas, condiciones
que por su modernidad garantizan la consecucin de buenos proyectos.
Asimismo daremos al lector algunos consejos de cmo valorar la calidad de un proyecto, a fin de capacitarlo a comparar uno con otro y discernir cul de ellos es, segn diversos puntos de vista, el mejor.
Por ltimo dedicaremos un apndice a la cuestin econmica, cmo
saber de antemano lo que nos costar la construccin de la vivienda que
proyectamos y, habiendo expuesto el plan de esta monografa empezaremos a desarrollarlo a continuacin.

REPRESENTACION GRAFICA DEL PROYECTO


Para comunicarse entre s, promotor y arquitecto, las ideas de un proyecto, no bastan las descripciones verbales ni escritas, pues, por extensas
que se hagan, siempre resultarn imprecisas. El medio de representacin
a.decuado es el dibujo. Este puede ser de dos maneras: la perspectiva, que
viene a ser la fotografa del edificio que todava no existe en la realidad,
y los planos. La primera es una representacin que slo sirve para dar idea
del futuro aspecto del edificio, pero que no puede ser gua del constructor,
porque de la misma no se pueden deducir medidas exactas.
los planos son (proyecciones ortogrficas sobre un plano del edificio
que se proyecta. Segn la situacin del plano de proyeccin con relacin al edificio, obtenemos los diversos planos del mismo. As, el plano
de un alzado, es la proyeccin de una fachada sobre un plano paralelo a
ella. Una eplcnto es la proyeccin del edificio sobre un plano horizontal,
tal como lo veramos si cortsemos todo el edificio a cierta altura del suelo
y retirsemos la parte superior cortada. Entonces vemos en el plano de la
plontc los muros cortados, y entre los mismos, las diversas habitaciones,
en las que pueden figurar los muebles vistos por encima. En los muros
se ven, tambin cortadas, las ventanas y puertas, representndose generalmente las hojas de las ltimas abiertas para diferenciarlas mejor de las
ventanas.
Segn la altura en que se efecte el corte imaginario obtendremos los
planos de la planta baja, de los stanos o de los diversos pisos. Y si el
corte se hace vertical, los planos resultantes con los cortes) o (secciones
de los edificios en que se ven los muros y techos en corte y las habitaciones en alzado.
10

ESCALAS
Como las proyecciones que hacemos del edificio para obtener sus diversos (pianos), las verificamos en un objeto imaginario, nada nos i:uesta
imaginarlo reducido, lo suficiente para que los planos proyectados nos
quepan en papeles manejables.
Esta reduccin la hacemos siempre en fracciones exactas para, al medir dimensiones en el plano, obtener las verdaderas por simple mult!plicacin. La fraccin elegida para reducir los planos se llama escala. ASI, la
1
fraccin --se denomina escala uno a cien y se escribe escala 1 : 100.
100
Significa que cada dimensin del plano es una centsima part~ d~ .10 que
habr de tener en realidad. Por ejemplo 1 cm en el plano Significa 100
centmetros, o sea, un metro, en la realidad.
En los proyectos de viviendas suelen utilizarse las escalas siguientes:
1 : 100, para proyectos sencillos de grandes dimensiones; 1 : 50, para proyectos ms complicados y planos de ejecucin; 1 : 20 y 1 : 10, para detalles;
1 : 200, para anteproyectos Y planos de jardines; 1 : 500 y 1,: 1 000. para
planos de situacin o emplazamiento. Estas son, las escalas m~s comentes,
pero cada arquitecto puede recurrir, ~Iaro esta, a I? que mas acomode.
En los planos se utilizan muchos signos convencionales, ~n su ayor
parte normalizados, para representar diversos detall.es de las I~stalaclones,
los describiremos a medida que aparezcan en las figuras que ilustran esta

n:

monografa.

ESQUEMA DE UNA VIVIENDA


Al tratar de representar una vivienda en esquema, v~mos que pode~os
partir de la casa mnima, de habitacin nica (c~oza, t.le.n?a de campan~,
refugio, (roulotte), etc.l. para llegar tras sucesivas diVISiones d~, las diversas habitaciones y servicios, condicionados siempre ? !a ralocin entre.
unos y otros hasta el palacio, dando este no~bre al ma~lmo de confort y
comodidad en una vivienda. El esquema IFlg. 11 extra Ido del Arte ~~
proyectar en Arquitecturm, de Ernest Neufert, nos da idea de la cornplejldad que puede alcanzar el desarrollo de una vivienda.,
.
Pero para nuestro objeto partamos de ,un esquema mas senCillo, estableciendo la zonificacin de la vivienda, segun el concepto de nuest;a epoca
del habitar (Fig. 2). Vemos en dicho esquema que en la moyana de I~s
casos las habitaciones de la vivienda deben oqrupcrse en cuatro zonas pnn
cipo les, la de acceso desde el exterior, con la recepcion de pe;s?nas ex~raas que no deben penetrar en la intim!~~d del hogar; la de VIVI~ (troboior.
[uqcr, conservar, escuchar y ver tolevlsin, comer) j la de trcbcio y serv11

DISTRIBUCiN

DE lA

VIVIENDA

SIICUIII y RBAoON DI lOS 1000lIS DOOI lA (AUYA DI UNA SOlA HABIlAoOH HAITA B PAIAUO

Zona de
trabajo !I
servicios

Zona de

Zona de
vivir

dormir!/

!I

de

comer

Figura 2

Zona

Z ano de vivir

de
dormir

Figura 3

13

12

eios (cocina, despensa, lavadero plancha


1
aislamiento (estudio, trabajo int~lectual en~e~~~~~)~o~ zona d? dormir y
ducciones, los aseos y cocinas h
d'
.
economro en conlos primeros fcil acceso inmedia~~ d:sJ!tf~ agrup~dosd' de?iendo ofrec?r
apartado desde Id'
.
zona e orrmr y, algo mas
reducido 'a slo 3 ~~~~~ (F~
Est~ ~sq~ema b~ic? es susceptible de ser
stas la zona de "
.,
en ~Ivlen as econornicos de tipo social. En
form~ndo otra la d;I~~~~~~~~a~oacl~~:reYlaacc~so se funden en ~na sola
ralmente, el esquema de la fi uro 2
., primera y 1.0 de dormir. Natua base de divisiones y subdivi~ones ~~m~I~~ edssusceptible de ampliacin,
de la figura l.
'
nvir len ose entonces en el esquema

v~r'

11.La vivienda unifamiliar


en edificio aislado

VIVIENDA MINIMA

14

Con la vista fijo en los anteriores esquemas, empezamos por exponer


las consideraciones que nos ocurren al proyectar una vivienda mnima,
aislada, en un terreno llano.
Precisamente uno de los problemas que con ms frecuencia se plantean
al constructor, es el de tener que proyectar una vivienda mnima con el
pretencioso nombre de echolen.
Quiero construir una chozo -le dicen-, cuatro paredes y un tejado,
en un solarcito que tengo en talo cual urbanizacin, o en talo cual pueblo.
Algo que me cueste poco dinero, slo para pasar los fines de semana, y el
verano. Donde instalar a mi hijo cuando se case... Hgame cuatro rayas ...>
Esto de las cuatro paredes, como se comprender, es slo un decir y s
lo que realmente quiere el promotor es una vivienda mnima> y no una
barraca. El constructor, al proyectarla tendr que tener en cuenta en primer lugar, las disposiciones vigentes en la materia. Segn la Orden de Gobernacin de 29 de febrero de 1944, toda vivienda familiar se compondr
como mnimo, de cocino, comedor, un dormitorio de dos camas y un retrete. Las habitaciones sern independientes entre s, de modo que ninguna utilice como paso un dormitorio ni sirva a su vez de paso al retrete. Toda pieza
habitable tendr ventilacin directa al exterior. Las dimensiones mnimas
de las distintas habitaciones sern las siguientes: dormitorios de una sola
cama, 6 metros cuadrados de dos camas, 10 metros cuadrados, comedor
o cuarto de estar (tenemos en castellano una palabra, estancia> que significa exactamente lo que se quiere indicar con las polobros cuarto de estar
mal traducidas del ingls), 10 metros cuadrados cocina, 5 metros cuadrados. Si la cocina y la estancia forman una sola pieza, sta tendr la
dimensin mnima de 14 metros cuadrados. El ancho del pasillo ser al
menos de 0,80 metros.
La cubicacin de estas piezas corresp'onde a una altura de 2,50 metros. La Orden autoriza en las casas aisladas y en el medio rural descender
a 2,20 metros de altura, pero agrandando proporcionalmente las superficies. Adems exige una adecuada evacuacin y depuracin de aguas residuales, que el retrete sea de cierre hidrulico (comnmnte llamado water>
o einodoro), aunque no exi]o red de abastecimiento de aguas.
15

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eSTANCIA

Por ltim?, se exige que el tipo


de construcclon adoptado y materiaf:s ernplecdo aseguren el aislamiento
trmico para proteger la vivienda de
fas riesgos de las temperaturas extret;Jas, propias de la regin en que
este emplazada.
_ Las normas que acabamos de senalar so~ las suficientemente precisas
y determinadas para evitar cualquier
duda en el proyecto de las cuatro
poredess pedidas.
El constructor debe tener en cuenta adems, lo siguiente: orientacin
del solar y accidentes del terreno.
ma~erial que emplear en los muro~
y sistemas de cubiertas, distinguiendo
cla~amente.entre paredes de carga y
tabiques; sistema de ventanas y puertas; agrupacin de los suministros de
agua y desages y situacin relativa
de las habitaciones. Al distribuir ven~anasy puertas, tendr que tener una
Idea aproximada de la composicin
de las fac.h?das y dejar paos de paredes suficientes para posibilitar la
colocacin de muebles.
Aadiendo a todas estas consideracio~~s un poco de gracia, dentro de
I~ rncxrrno sencillez, el resultado ser
siempre satisfactorio.

Entre el comedor y el dormitorio se han dispuesto armarios, para evitar


que estos muebles ocupen demasiado sitio en estas habitaciones de superficie mnima.
Como se comprender, la vivienda que acabamos de proyectar, a base
de un solo dormitorio de dos camas, poca utilidad tendr en la vida prctica. Si acaso servir para unos recin casados que de momento no dispongan de ms medios econmicos para construir una vivienda mayor y se
acomoden en la mnima legal. A los pocos aos, cuando los hijos vayan
creciendo, tendr que recurrir a una ampliacin, ya prevista en el proyecto
descrito, a fin de poder habitar una vivienda mnima ecrlsfioncs. Esta exige
por lo menos. tres dormitorios independientes y separados entre s: uno
para los padres, otra para hijos varones y el tercero para las hijas. En
nuestro ejemplo, esta ampliacin se prev al lado Norte, bastando abrir un
paso en la pared en la continuacin del pasillo, trasladando de lugar el aseo.
la obra se realizar con la mayor sencillez, sin apenas perturbar la vida
en la parte antigua de la vivienda.
Cabe otra ampliacin tambin prevista, aadiendo una planta superior.
De sta hablaremos en el captulo correspondiente.
ORIENTACION

E ILUMINACION

En el epgrafe anterior expusimos las bases legales y morales que hay


que tener en cuenta al proyectar una vivienda mnima. Veamos ahora, como
segundo factor en orden de importancia, la influencia de la orientacin.
La insolacin de las habitaciones de una casa es importantsima, tanto
que dos solares de la misma forma en iguales dimensiones pero de diferente
orientacin obligan a proyectar las casas, a construir en ellos de distinta
manera.
En nuestra latitud, no podemos pasarnos sin sol en las habitaciones,
sobre todo en invierno. En verano nos basta con tenerlo a cierta horas,

UN EJEMPLO (Fig. 4)

~I ejemplo adjunto ha sido conIeccionodo teniendo en cuenta los ra-

eSCA(A

t.......L..

Figura 4

3m.

zonamientos anteriores. Se ha supuesto un terreno llano y un solar de 12


metros de ancho, la calle al Sudeste.
En esta misma direccin se ha dispuesto un porche que, al mismo tiempo que sirve de entrada, representa
una habitacin ms de los das soleados de invierno y un umbrculo en
los calurosos de verano.

16
17

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y .5 IdrdG?

SCCaOAlS
Figura 6

pero procuramos huir de l en las horas abrasadoras prximas al medioda. Lo ideal es que las habitaciones
en que se vive durante el da, las que
llamamos estancia> y el comedor,
sobre todo, reciban el sol hasta bien
adentro en invierno y no lo sufran
apenas en verano.
!/Q'd'"
Para poder soiucioncr bien este "'~''''/'d
"
problema hemos de saber primero ,Cm/.,
bajo qu ngulo nos llegan los rayos
del sol a las diferentes horas del da
y en las diversas pocas del ao (figura 5). Para ello nos valemos del
P-,"ANTA
diagrama adjunto (Fig. 6), muy fcil
de construir segn las instrucciones
Figura 7
siguientes:
Sabiendo la altitud del lugar (mirando un atlas, en nuestro ejemplo
he~os tomado ~O grados latitud norte) marcamos e'l ngulo complementarJ~ a (e~ el. eemplo 50) sobre el dimetro horizontal de una circunferencia ar~ltrara,. y tra~amos un radi~. A derecha e izquierda trazamos otros
dos a 23 de dlstancl~. Desde la Circunferencia trazamos a partir de los
extremos de estos .radlos dos ~ar?lelas a'l primero. Las tres lneas representan I?s provecciones de la rbito solar en los equinoccios y solsticios
Considerando 'la semicircunferencia inferior como proyeccin horizontal
o planta, trazamos en ella las elipses correspondientes a dichas rbitas y
18

marcamos sus intersecciones con los radios trazados de 15 en 15 grados


que corresponden a las horas soleadas del da.
Para saber la penetracin de los rayos solares en una habitacin en
alzado, basta medir sobre una horizontal una distancia igual al segmento
del radio correspondiente a la hora, y en una vertical en su extremo, la altura correspondiente marcando la recta que une los extremos la inclinacin del rayo buscado. En planta, se traza la direccin del rayo por medio
de una paralela al radio correspondiente teniendo en cuenta que los de la
tarde son simtricos, y se forman los extremos del alzado (vase ejemplo figura 7 con insolacin a las 3 de la tarde y 12 del medioda, hora solar,
invierno 21 de diciembre, verano 21 junio).
El problema se resolver mejor si se dibujan los diagramas por separado y sobre papel transparente (vegeta!) para utilizarlos como plantillas.
As, para hallar la direccin de los rayos solares (o de la sombra) en planta, se coloca la plantilla correspondiente al da del ao sobre el plano, de
manera que coincidan las direcciones Norte - Sur en la plantilla y en el
plano. Ahora basta trazar las paralelas al radio de la hora deseada por los
puntos que interese. El alzado hay que emplear el procedimiento indicado
anteriormente.
Segn lo reseado, el porche (lonja, loggia, galera o como quiera
llamrsela) juega un importantsimo papel en nuestro clima, actuando
como sombrilla o umbrculo en las horas de ms sol de verano, sin impedir

Fig. 8 - Diferentesdisposi~ionesde la planto o fin de lograr uno


mejor orientacin.

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Figura 9

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Figura 10

el paso de los rayos del sol en invierno. Su lugar ms adecuado es a medio


da o poniente, porque las horas de ms calor son las que siguen a las de
ms sol y no las que las preceden.
Adems, el lado de levante es el ms expuesto a la intemperie, al
menos en Catalua, en donde las mejores horas del da se pasan a poniente. Por eso conviene colocar las habitaciones de vivir de da mirando hacia
el Sur u Oeste, con un porche en una de las dos direcciones, o en ambas,
y agrupar los dormitorios y la cocina hacia levante. Al norte podrn situarse las piezas secundarias, como aseo, despensa, escalera, etc.
En lo dicho hasta ahora slo se ha tenido en cuenta la orientacin de
la casa, desligada de la del solar. Sin embargo, la orientacin de ste y
su situacin a uno y otro lado de la calle puede variar ms o menos, segn
lo que establecimos anteriormente. La figura 8 muestra esquemticamente
las variaciones de la misma planta, segn las direcciones de las calles.
Claro que influir a su vez, la forma del solar, pero sobre este factor hablaremos en el prximo epgrafe.
Para ilustrar ste, aadiremos dos ejemplos de choiet de planta parecida (Figs. 9 y 10), derivada de la mnima ya descrita en el epgrafe
anterior, situadas ambas en solares de una calle sensiblemente orientada
de Este a Oeste, pero a diferente lado de la misma. Las diferencias entre
ambos proyectos (ejecutados) slo se derivan de la diferencia de situacin
respecto a la calle. Ambos tienen la vista principal hacia poniente y estn
situados en un barrio residenciol de ciudad jardn semi-intensiva ocupado
principalmente en verano.
Otro sistema de tapar los rayos solares en verano y de delorlos pasar
en invierno consiste en la plantacin adecuada de rboles de hoja caduca.
Hablaremos de este sistema en el captulo dedicado a jardines.
Para terminar este tema nos referiremos nicamente a la forma y altura ms conveniente de las ventanas con respecto a la insolacin:
Una ventana alta permite mayor penetracin de los rayos solares en la
habitacin.
Una ventana apaisada, en cambio aumenta la duracin del sol.
Un antepecho alto permite la colocacin de un mueble debajo de la
ventana.
Un antepecho bajo deja libre la vista del jardn. Combinando estos
factores segn la situacin y deseos, obtendremos las medidas precisas.
En general, en los dormitorios que miren al Este convendr n ventanas altas
con antepechos altos (0,90 a 1,00 metro) y en las estancias hacia el
Oeste, convendr ventanas grandes apaisadas y antepechos bajos (0,60 metros). En las cocinas, si la ventana se coloco sobre la fregadero, el antepecho debe medir 1,20 metros para dejar suficiente sitio para los grifos.
Las ventanas de aseos y despensas tambin se colocarn altas para evitar
la mirada al interior desde el jardn.

22

Figuro 11

SOLARES IRREGULARES
Si todos los solares fuesen regulares y el terreno llano, bastara .aplic~r
lo considerado en los captulos anteriores para proyectar una vivien lideal y repetir este proyecto hasta la saciedad. Es lo que ocurre gene~amente en la construccin de colonias de viviendas P?~a emple?~os u o re~
ros' el tipo adoptado que mejor satisface las condlclon~es axlqidos, se re.
it . tantas veces como sea necesario, resultando u.n conjunto agradable,
~~eha sabido resolver bien la disposicin urbanstica, pero Siempre monotono por la mltiplo repeticin del mismo elemento.

;1

figura 12

23

Figura 13

Pero en la vida corriente, ei problema que se le presenta al constructor


es. el de proyectar una vivienda para un caso concreto, que ha de construirse en un terreno llano o accidentado, y en un solar que pueda tener
formar. requlcr, pero que en la mayora de los casos ser irregular.
la Irregularidad de los solares obliga a modificar el primitivo proyecto y .adapt?rlo al caso particular. Tantos absurdos que suelen verse en los
perores . m.a:, hermosos se produjeron, precisamente, porque el constructor. se limit a aplicar el proyecto esquemtico que siempre suele construir en lugares de condiciones dadas y que no supo variar cuando se le
present un solar diferente a los acostumbrados. Gracias a la irregularidad
de lo~ ~olare.s, ~a~casas que en los mismos se erigen presentan estas carcctertstcos individuoles que las diferencian unas de otras y que evitan
la monotona de la barriada.
lo que trataremos de expli~ar se comprender fcilmente en los ejemplos que presentamos. En la figura 11, vemos una barriada de viviendas
para obreros en que ~e repite el. ~~smo tipo sin variacin. la figura 12,
representa un terreno Irregular, dividido en solares irregulares en los que

se adopt un mismo tipo, que,


cada vez, presenta aspecto distinto (Fig. 13).
En otro ejemplo (Fig. 14) presentamos otra
voriccln
para
adaptacin al solar. Se trata de un
solar triangular. Si en el mismo
Se sita el chalet tal como ha sido
descrito en la figura 4, el jardn
quedara dividido en tres trozos
pequeos, mientras que si se modifica el mismo proyecto como en
la figura 15, el edificio puede colocarse ms hacia el vrtice oriental del tringulo, quedando un gran
conjunto de jardn en la parte occidental del solar frente a las habitaciones de vivir de la casa.
los ejemplos descritos han de
bastar para dar idea de la flexibilidad de un proyecto segn la
forma del solar. No pueden darse
normas. Estas slo sirven para profectar en principio, pero la adaptabilidad al solar es la individualizacin del proyecto, en lo que no
caben otras reglas.

C.AlLE

Figura 14

TERRENOS ACCIDENTADOS
y El FACTOR VISTA
lo dicho sobre solares irregulares an es ms aparente en los terrenos
accidentados que obligan al proyectista a tener en cuenta las diferencias
de nivel previendo varias plantas. En el caso de vivienda mnima, en la
que se quiere ahorrar construccin de una escalera, habr que prever al
menos un semistano.
En los terrenos con gran diferencia de nivel adquiere un lugar predominante el factor vista. Desde un lugar elevado suele gozarse de vistas
esplndidas, las que habrn de tenerse en cuenta por encima de la orientacin, insolacin y dems consideraciones. A veces este factor es tan importante que l solo determina la eleccin del emplazamiento.
Como ejemplo de una vivienda tipo mnimo cristiano) o sea compuesta de comedor-estancia, tres dormitorios independientes, cocina y aseo,
reproducimos aqu en las figuras 16, 17 y 18, la casita que el autor se
construy en las afueras de Arenys de Munt, provincia de Barcelona, en

24
25

ft/PERF/(/E.4

["/J/F/CAR 9/eO,m2.

eSCAlA
DOR M~

1:/00

VE

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BULO

DORM2

DOI'lM~

COMEDOR

Figura

15

el ao 1949. El terreno escogido se extiendo por la ladera de una montaa


que mira a Medioda en esplndida vista hacia levante, Sur y Poniente. la
estancia principal ha sido dispuesta de manera que goce de las tres vistas
a la vez. El semistcno que salva la gran diferencia del nivel, slo es accesible a travs del jardn y contiene un dormitorio para el servicio, lavadero
y sitio para almacenar patatas, lea, etc.

26

27

figura

19

Viento Tramontan al)

Viento {(Gargal"

\""1

1\

28

vlento

Secallo.

29

Otro ejemplo, en e'l que adems de todos los factores descritos se ha


tenido en cuenta los vientos dominantes los vemos en las figuras 19 y 20.
Es un chalet en Cadaqus, proyectado con gran libertad de composicin y
mucha gracia, por el arquitecto F. J. Corsini.

AGRUPACION DE LAS HABITACIONES DIURNAS


Examinados en los anteriores epgrafes los agentes extrenos que de
manera decisiva influyen en el proyecto de la vivienda (disposiciones
legales, forma y situacin del terreno, orientacin del solar e insolacin de
las diferentes pocas del ao y hora del da), es hora de pasar a estudiar
los factores internos de la vivienda, aplicados concretamente a la unifamiliar aislada.
Nos referimos a las diferentes habitaciones y dependencias que integran una vivienda, su tamao, forma y situacin relativa ms adecuada.
No hablaremos de la decoracin de las piezas; es sta una labor final que
no debe influir en la creacin de los espacios limitados Ihabitaciones) en
que se desarrolla la vida de sus moradores. El arquitecto debe idear los interiores desnudos, valindose nicamente de sus proporciones, luz y color
para alcanzar la sensacin de bienestar e intimidad deseada por el que ha
de habitarlos. Sin obstculo de que luego un decorador les d un ropaje"
variable segn la moda.
Tampoco vamos a describir aqu toda la diversidad de salas y salones
que pueda contener una mansin seorial; se saldra del marco de este
captulo que se limita a la viviendo mnima y a las un poco mayores, pero
nicamente las que pueda sostener hoy una familia de tipo medio.
Veamos ahora de qu clase de habitacin se compone una vivienda de
nuestra poca. Como primera diferenciacin se nos presenta la de habitaciones de da y noche. Las primeras son aquellas en las que se estn
sus habitantes de da, haciendo en ellas la vida en comn, o que sirven
para la realizacin de los trabajos diarios o reuniones de cualquier clase.
Las segundas comprenden los dormitorios, en los que duermen los distintos
miembros de la familia, de noche, procurando aislarse unos de otros,
para no molestarse mutuamente en su reposo. Entre ambos se hallan las
piezas que tanto se usan de da como de noche, como son los aseos.
Esta clara diferencia (ver esquemas Figs. 2 y 31 debe reflejarse siempre
en un buen proyecto, en el que se procurar acusar lo ms marcadamente
posible esta separacin entre las piezas de da y las de noche. Como ltima
reminiscencia de las primitivas cabaas en que toda la vida, tanto la diurna
como la nocturna, se haca en una sola pieza, slo quedan hoy en da los
refugios de fin de semana (Fig. 21). Pero stos no pueden considerarse
viviendas completas, al menos de uso permanente.

30

las habitaciones diurnas


El grupo de habitaciones
diurnas
comprende,
en esencia, la que hemos
llamado estancia>, el vestbulo, la cocina y sus anejos. Antiguamente,
la
pieza principal
era el comedor,
con

_1bb~==I~~~~_~;!imlzm

la mesa en el centro y el bufete y


trinchante adosados a las paredes.
Hoy se concede al comedor una importancia muy secundaria. O se reduce a una habitacin pequea, entre la
estancia y la cocina (Fig. 221 o, como
en Amrica, se convierte en una dependencia de la cocina (Fig. 23) o se
le reserva simplemente un rincn en
la cocina o en la estancia. Los antiguos cocina-comedores han cado en
desuso, porque equivalen a pasar todo
el da en la cocina, cosa no demasiado agradable. Adems, como la cocina se har lo ms reducida posible, y
en cambio, a la estancia se le darn
las dimensiones mximas, lo lgico es

;((CION A-(3

~~~~~~

Figura 21

l:STANC/A

Figura 22

Figura 23

que el comedor se site en una parte de la estancia (Fig. 241 o en un nicho


de la misma (Fig. 25). La estancia se proyectar lo mayor posible, porque en ella suelen reunirse dependencias de diferente uso a las que en
mansiones residenciales se destinan plazas independientes entre si, aunque agrupadas en el conjunto de habitaciones diurnas. Son: el despacho
31

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Figuro 24

2,80

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1
Figuro 25

o biblioteca, saln, salita-fumador, salita de visitas, saln de msica, comedor, cuarto de costura, etc. (ver esquema figura 1).
En las viviendas aisladas esta habitacin o grupo de habitaciones estar en comunicacin directa con el jardn a travs del porche o galera,
como ya lo indicamos en epgrafes anteriores. Inmediatamente a ella debe
estar la cocina, con sus dependencias, la despensa y el lovcdoreo.
La cocina suele proyectarse reducida, para tener todo a mano y facilitar el trabajo, Generalmente las casas aisladas no podrn contar con gas,
por situarse lejos de los ncleos urbanos (a no ser gas almacenado en botellas, como el servicio de gas butano, ya satisfactoriamente organizado en
Espaa), ni resulta bastante econmica la electricidad. Queda como recurso disponer de una cocina econmica, con horno calentador y termosifn.
As servir la cocina para proporcionar agua caliente a la fregadero, lavabo
y ducha o baos. Es conveniente, por lo tanto, disponer en la cocina el hogar y hornillos a continuacin de la fregadero y muy cerca de las dems dependencias que necesitan agua fra y caliente, a fin de reducir al mismo
tiempo los gastos de instalacin. Por otra parte, conviene unificar las salidas de humos y vahos con la de la chimenea de la estancia, A propsito
de salida de vahos, podemos revelar un pequeo secreto de buen constructor muy poco conocido por aqu y que es muy til para evitar los
malos olores en cocinas, despensas y aseos. Consiste en lo siguiente:
Generalmente se dispone en las cocinas, al lado de la salida de humos,
otro conducto para la salida de vahos, que suele nacer en el techo. El
funcionamiento de este conducto suele ser muy deficiente, como se podr
apreciar cuando en la cocina se fre pescado y el olor invade inmediatamente a toda la casa. Para evitarlo, basta disponer en el suelo, exactamente
debajo de la salida de vahos, otro orificio de iguales dimensiones con
entrada de aire fresco directamente del exterior. Se establece entonces una
corriente de aire ascendente que arrastra consigo todos los gases (figu-

32

ro 26). Este mismo sistema garantiza


una ventilacin continua de retretes,
aseos, y despensas, con su desodorizccin consiguiente.
Con lo dicho anteriormente y lo
indicado en captulos precedentes queda establecido que deben proyectarse las habitaciones de vivir de da a
un lado de la planta (en nuestras latitudes a poniente), que la cocina se
dispondr agrupada con aseos y levoderos y que el otro lado de la vivienda (el oriental) se reserva al grupo de
habita:ciones de dormir (figura 27 y
ejemplos que ilustran los capitulas anteriores), siempre que la vivienda se
proyecte en una sola planta,

AGRUPACION DE LAS
HABITACIONES NOCTURNAS

Los dormitorios
Los dormitorios deben proyectarse en grupo bien diferenciado de las
Figuro 26
habitaciones de da. Lo ms sencillo
es agruparlos alrededor de un pasillo,
al que tambin tenga acceso e'l cuarto
de aseo. El pasillo puede aislarse del
vestbulo en donde nace por medio
de un arco y una cortina (Figs. 28 y 29)', C;uando se. dispone de un poco
ms de espacio que el estrictamente rmnrmo, conviene prever un buen
nmero de armarios empotrados, que siempre son del agrado de las amas
de casa (Fig. 29).
. d I
bilicrl
Siempre hay que prever las posibibilidades de colococin
e mo meno
al marcar puertas y ventanas. Para ello: hay que te~~r en cU,enta.el uso a
que se destinan los dormitorios. No solo suele~ u~dlzarse excl~~lv?mente
de noche, para dormir, en cuyo caso no necesitarla otro rnobillorio que
las camas, una mesita de noche que modernamente ~e reduc.e a una
pequea tarima para la colocacin del reloj, una lampanta y,un libro par.a
entretener el insomnio y un vaso de agua. Se necesita ademas un armarla
ropero y una silla para vestirse y desnudarse.
..
.
,
Pero, ya lo dijimos, los dormitorios suelen ,utdl~arse tombin
de ~~a,
siempre que uno necesite aislarse de los demos miembros de la familia,

33

lSTANC'IA
HABITA(IONP;

PE

DIA

Figura

28

F;guro 27

para estudiar, escribir o leer. Conviene prever, por lo tanto, sitio para un
pequeo escritorio y un silln, as como un estante o tarima para libros
(Figs. 28 y 29).

CUARTO DE ASEO
El cuarto de aseo moderno sustituye a los lavabos que antiguamente
ocupaban mucho espacio en cada dormitorio. Contendr al menos un lavabo de agua corriente y una ducha. Cuando el presupuesto no permita destinar lugar especial para el W.
ste Se dispondr tambin en el cuarto
de aseo. la ducha, en lugar de un plato corriente, puede ser un epolibm,
o ebooseos con lo cual se ahorra sitio especial para el bid (Fig. 28).
En casas mayores, en que el presupuesto permita la instalacin de un
termosifn, se proyectar tambin una baera en el cuarto de aseo. Conviene, entonces, que el cuarto de bao est contiguo al dormitorio mayor,
destinado a los padres, con comunicacin directa con esta pieza (Fig. 29).

c.,

34

35

l,:NTl"CO'-"'"
lAlIAIJA ~

t~Z!D

Figura

3()

VESTIBULO

Figura 31

36

PLAN1A

Entre las habitaciones de utilizacin diurna corresponde al vestbulo


un lugar destacado. Esta pieza sirve
de enlace entre los grupos de habitaciones diurnas y nocturnas y, al propio tiempo, entre el interior de la
casa y el jardn y la calle, entre la
intimidad del hogar y el mundo exterior. En viviendas pequeas ser la
pieza de entrada y su situacin ms
a propsito ser separando los grupos
de habitaciones diurnas de las nocturnas (ver los ejemplos que ilustran los
epgrafes anteriores).
Puede ser de reducidas dimensiones y utilizarse como recibidor y
sala de paso; pero puede proyectarse tambin de gran tamao convirtindose entonces en la pieza principal
de la casa, llegando incluso a contener la estancia, y el comedor. Es
el clebre hall, de ehornes ingls.

BAJA

Figura 32

37

En chalets de una sola planta tiene el inconveniente de que todas sus


paredes estn ocupadas por puertas, no quedando apenas pao de pared
para la colocacin de los muebles. A pesar de este inconveniente pueden
hallarse soluciones aceptables (Figs. 30 y 31l.
En cambio, en viviendas de dos o ms plantas, al contener el hall, el
arranque de la escalera, puede ser la estancia ms oqrodoble de la casa.
Como pensamos indicar un captulo especial a las viviendas de varias
plantas, all insistiremos sobre esto pieza, al hablar de lo escalera.

GARAJE
Terminaremos este tema sobre la agrupacin de las diversas piezas de
la vivienda con una breve referencia 01 garaje. Las viviendas situadas en los
alrededores de las poblaciones suelen requerir cada vez ms una pieza adecuada para cobijar el coche que, paro gran nmero de profesiones, no es
un lujo, sino un verdadero instrumento de trabajo.
En donde el terreno es caro y el jardn que rodea la vivienda es de
reducidas dimensiones, parece que el lugar adecuado para el garaje sea un
semistano. Bastar, entonces, elevar algo ms el zcalo de la casa poro
que se puedo disponer adecuadamente de este semistano. Poro evitar que
el zcalo seo demasiado alto, del orden de 1,70 metros a 2,00 existe una
solucin muy graciosa que consiste en proyectar el semistano para el
garaje en una mitad de la casa, disponiendo los pisos de la otra mitad
en forma normal de manera que las plantas queden desplazadas unas de
otras, correspondiendo coda mitad o los descansillos de la escalera.
Es una solucin curiosa como puede verse en el ejemplo adjunto (figuras 32 y 33).

AMPlIABllIDAD

P/S'C)

Figura 33

38

Proyectar es prever. Cuantas ms cosas se prevn al proyectarse un


chalet, antes de proceder a su construccin, ms fcil resultar sta. Si el
proyecto se hizo de prisa y corriendo, sin meditar, trazando slo cuatro
lneas de orientacin, al efectuorse la obra se irn presentando pegO) tras
pega que habr de ir resolviendo sobre la marcha, con entorpecimientos y soluciones que no llegan a satisfacer, encareciendo la obra y estropeando el proyecto primitivo.
En cambio, cuanto ms se haya meditado al trazar el proyecto, tanto
menos difcil ser convertirlo en realidad. No se presentarn pegas, de
ninguna clase; la buena marcha de la obra jams se ver interrumpida ni
retrasada por falta de previsin, con lo cual tampoco sufrir modificaciones el presupuesto. Es como una orquesta que no haya escatimado estudios
ni ensayos; el da del concierto, el director podr sentarse de espaldas

39

11

DORNO

( SALA)
J!n

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Figuro 36

Figuro 37

ESCALA

Figuro 34

Figuro 35

a la orquesta y, sin necesidad de batuta, aqulla interpretara la obra sin el


menor tropiezo llo hizo una vez el clebre director de orquesta alemn

Nickischl.
Decimos esto a modo de justificacin de nuestra serie de epgrafes sobre
el tema cmo se proyecta una viviendcs. Exigimos que el proyecto prevea
muchas, muchsimas cosas, tales como la situacin y forma del terreno, su
orografa y orientacin, insolacin y agrupacin de las diversas habitaciones, etc. Ahora recomendamos que tambin se prevea la posibilidad de
ampliar la vivienda una vez terminada y habitada. Ocurre con demasiada
frecuencia que tenga que recurrirse a la ampliacin de un chalet y la cosa
no resulta siempre fcil, si no se ha previsto antes.

40

Veamos un ejemplo: la figura 34 representa un chalet de planta b~ja


del tipo que hemos llamado mnimo cristiano, o ;e.a, una gran .estanclacomedor y tres dormitorios. Este tipo siempre es facilmente ampliado. prolongando el pasillo hacia el Norte y ~isp.~niendo a ambos lados las. plez.as
que se necesiten. Esta clase de ornpliccin generalmente n? .neceslta ninguna medida de previsin especial; pero suele ser muy 1~~ltada P?r. la
insuficiencia de terreno. Porque el que se construye una viviendo rmrumo
no suele ir sobrado de solar, y el que tiene alrededor de su casa suele estar
aprovechado para huerto o jardn.
. .
.
Por lo que ser siempre ms recomentable prever ampl~aclon h.ocla
arriba aadiendo un piso. En la figura 35 vemos la casa anterior ampliada
con I~ adicin de un piso, en la que las habitaciones 8, 9, 10 y 11 son
los dormitorios mientras que en la planta baja del comedor 1 sigue lo mismo el dormitorio 2 se convierte en sala, el 3 en dormitorio de servicio
y ~I 7 en despacho. El bao tiene que ceder su puesto ~ la escal.era, bajo
cuyo tramo superior cabe un W. c., y se traslada al piso superior.
41

eQu hubo que prever para fadlitar esta ampliacin? Muy pocas cosas pero suficientes: dar a las paredes que limitan el bao un espesor de
media asta para que sirvan de capa de escalera y hacer el techo macizo
(cermica armada) formando el tejado (de teja rabe sobre machihembrado) con tabiquillos a la manera de las azoteas catalanas.
Gracias a esta previsin que slo supone un aumento muy pequeo
sobre el coste de la primera obra, la adicin del piso representa un gasto
mnimo, ya que podran utilizarse las mismas tejas y los ladrillos de los
tabiquillos, y, adems, la obra se har sin apenas perturbar la vida en la
planta baja de la que slo el bao-escalera sufrir transformacin.
Otro ejemplo por el estilo es el representado en las figuras 36 y 37
que no necesita ms comentarios que el ejemplo anterior.

---=-~---- -~

~
FIguro 38

REDUCTIBILlDAD
lo mismo que dijimos antes sobre la ampliabilidad de las viviendas
pequeas vale para lo contrario: la reductibilidad de las viviendas grandes.
Queremos decir que cuando el proyecto primitivo se refiere a un chalet
grande de dos plantas generalmente, el proyectista debe prever la posibilidad de que el da de maana la vivienda resulte demasiado grande para su
propietario. Este se contentar con una de las plantas y ceder 'la otra a un
hijo casado o la alquilar para obtener una renta.
Cualquiera de los ejemplos descritos tomados en sentido inverso puede ilustrar este caso. Pero hemos escogido otro ejemplo algo ms complicado, proyectado teniendo en cuenta la posterior reductibilidad. Se trata
de un chalet de dos plantas de pabelln octogonal (Fig. 38). El proyecto
primitivo (Fig. 39) dispone en la planta baja de una estancia-comedor,
un amplio vestbulo con escalera, una salida y la cocina, y en la planta
superior, cinco dormitorios y un cuarto de bao. Despus de su reduccin
a dos viviendas, independientes (Fig.40) cada planta contienen un comedor,
cocina, bao y tres dormitorios. Slo hubo que prever algn hueco en las
paredes de carga para posibilitar la ulterior transformacin con un mnimo
de gastos.

PRESERVACION CONTRA LA HUMEDAD, CALOR y FRIO


Una vez resueltas todas las previsiones referentes a situacin, orientacin y agrupacin de las diferentes habitaciones que, en conjunto, forman
la vivienda, es hora de prever la clase de construccin a emplear y los
materiales a escoger, para poder trazar el proyecto definitivo.
los materiales dependen, en general, de los disponibles en el lugar en
que se va a construir la vivienda y la forma de emplearlos, de las costumbres y tradiciones de la comarca. Si el proyectista se cie a ellas, conseguir un apreciable ahorro en el coste y en la duracin de las obras. Pero

42

Figura 39

Figura 40

43

tampoco
debe dejarse influir demasiado
por la costumbre
que, si no se
interpreta
bien, puede degenerar
en rutina en perjuicio de la buena construccin. lo mejor es formarse primero una clara idea de las condiciones
que han de llenar los diferentes
elementos constructivos,
examinar si los
moterioles tradicionales
del lugar pueden satisfacer dichas condiciones
y en

caso contrario desecharlos y recurrir a los ms adecuados para el fin propuesto.


Cules son las condiciones que ha de reunir la parte constructiva de
la vivienda? En realidad, las de todas las construcciones de edificios destinados a viviendas en general, que son, conseguir una estabilidad perfecta
del edificio y proteger la vivienda contra las inclemencias del tiempo, como
lluvia, humedad, calor y fro.
Respecto o lo primero, la estabilidad del edificio, nada de particular tenemos que decir: exigen todas las reglas de la construccin en general
aplicadas a la sencillez del objeto, que suele ser un edificio de slo una
o dos plantas, o todo lo ms tres, con crujas no superiores a los cuatro
metros y medio. Bastar, pues, aplicar las reglas ms elementales de la
construccin.
En cuanto al segundo punto, el adecuado aislamiento contra la humedad, calor y fro, daremos a nuestros lectores unos breves consejos, fruto de
uno larga experiencia en la construccin de viviendas en la regin cato lana.

PAREDES
Hemos logrados los mejores resultados en cuanto a aislamiento y economa, con paredes exteriores de 0,30 m, compuestas de ladrillo hueco
(tachona), de 14 'centmetros de espesor, y un tabique exterior de 4,5 centmetros de espesor, dejando entre la pared y el tabique una cmara de
aire con 19 cm de ancho (Fig. 41). Esta cmara de aire comunicar con
el exterior por medio de orificios, colocados a distancias unos de otros no
inferiores de 60 cm en la parte baja y en la alta a fin de producir una
corriente de aire que seque toda humedad que pueda atravesar el tabique.
Este se afianzar a la pared por medio de grapas de alambre galvanizado.
El aislamiento contra las humedades que provienen de lluvias es perfecto
como se ha comprobado durante muchos aos en Barcelona, en cuyos edificios las paredes medianiles que limitan con solares sin edificar se construyen as desde tiempos inmemoriales.
El conjunto de ladrillo hueco (3 huecos de 3 cm cada uno) de aire
estancado y la cmara de aire de 10 cm es de un valor trmico equivalente
a una pared de ladrillo maciza de 0,68 m.
El coeficiente de conductibilidad del calor es diferente para cada material y se ha determinado a base de la cantidad de calor que atraviesa un
metro cuadrado de fbrica de 1 metro de espesor en una hora, cuando la

44

diferencia

de

temperatura

entre

[:::;;;;;",~~~~~~~~~:::

sus
superficies
es de un grado.
Para
el ladrillo,
el coeficiente
vale 0,75
y
la resistencia que opone un trozo
de obra se obtiene diviendo el
espesor por el coeficiente.
As la pared maciza de 0,29 m
ofrecer la resistencia de:
0,29
--=0,385
0,75
y la pared hueca descrita opondr
una resistencia compuesta por la
parte maciza de cermica (las partes macizas de las paredes de ladrillo del tabique suman 100 cm)
0,10
que es de-= 0,134
0,75
y la que opone la suma de los diferentes huecos. la resistencia de un
hueco de aire estancado de 3 cm
es de 0,19 y la suma de los tres
Figura 41
del ladrillo dar 0,57. la de la cmara de aire en circulacin, de 10 cm es de 0,21. la suma de :odas las
resistencias es igual a 0,134 + 0,57 + 0,21 = 0,914 muy super.l~r a la
pared maciza de 0,30. Dividiendo esta cifra de 0,91 por el coeficiente de
conductibilidad de la fbrica de ladrillo de 0,75 obtenemos el espesor de la
pared maciza equivalente a 0,68 metros.
Vemos, pues, que la teora confirma lo que ya nos revel la pr?ctica:
que una pared hueca como la descrita tiene un excele~te valo~ alslant~r
tanto para el calor y el fro, como para la humedad, Siendo mas economica que una maciza revista de cualquier producto aislante que se ofrece
en el comercio.
Hemos de advertir que el tabique exterior no debe ser hueco, porque
entonces la humedad que penetre en ello se almacenara en .sus hue~os de
aire estancado, de donde tardara mucho tiempo en .desalolarse, .mlentras
que el tabique macizo se seca inmediatamente gracias a la comente de
aire interior.
.
Alguien objetar que esta pared hueca no sea suficientemente resistente. Demostraremos que lo es, precisamente para el caso ue nos ocupa,
que es la construccin de viviendas aisladas de todo lo mas tres planta~.
El peso propio de lo pared hueca de 0,14 de 7 m. d~ altura es de ~ 170 kilogramos por metro. la reaccin, por apoyo del envigado de un piso y de

45

un terrado no pasa de 1 400 kg por metro en el peor de los casos. Sumando y aadiendo algo de peso por revestimiento, tubera, presin del
viento, erc., obtendremos una carga mxima de 3000 kg por metro. Siendo la superficie sometida a presin 14 X 100 = 1 400 cm, la presin resultante es de 2,1 kg por centmetro cuadrado, muy inferior a la admisible
de 9 kg por centmetro cuadrado de muro de ladrillo hueco tomado con
mortero de cal.
la estabilidad
la necesaria.

de la pared descrita es por lo tanto, mucho mayor que


'I[~RII

".

..,: , ":.

..

..

'

SUELO
Para evitar la humedad provinente del suelo recomendamos asentar
las paredes sobre una correa de hormign de cemento portland de 30 cm
de espesor. Esta correa, que sustituye a la verdugada, puede armarse con
varillas de 6 mm con lo que se lograr repartir mejor las cargas sobre los
cimientos. Si la correa se hace con hormign de 200 kg portland por
metro cbico, se lograr una inpermeabilidad perfecta y los cimientos
podrn hacerse con hormign de cemento lento.
El pavimento de la planta baja se formar con una losa de hormign
de portland, de la misma proporcin y de 15 cm de espesor (figs. 41 y 431.
Conviene que el pavimento de la planta boje se eleve algo sobre el
terreno circundante, al menos, medio metro. Este zcalo se rellenar con
tierra apisonada. Pero antes de proceder al relleno, convendra colocar una
tubera de drenaje de barro cocido poroso, colocando los tubos sueltos, uno
a continuacin de otro, con una pendiente de dos por ciento, aprovechando
la inclinacin natural del terreno, con lo que se evitarn las humedades que
suelen acumularse en los zcalos (Fiqs, 42 y 431.

TEJADO

Figuro 42

En los tejados conviene evitar la


madera, imposible de obtener hoy
completamente seca a precio razonable. Recomendamos el siguiente sistema como perfecto aislante trmico y
en el que no hay que temer goteras:
Sobre un techo macizo de cualquier sistema (viguetas de hormign
armado, cermica armada, etc.) se
construye una serie de tabiquillos conejeros, como los de la azotea catalana, cuyo coronamiento seguir la pendiente del tejado. Bajo la cumbrera se
practicarn en los tabiquillos arcos

(/M/NTd$

Figuro 43

que formen una comunicacin y permitan el aprovechamiento de los espacios entre los tabiquillos. Sobre los mi~mos. se formara una solera de
machihembrado y encima se coloca la tela (Flgs. 44 y 45).
Cuando no hay que prever una ulterior ampliacin en a.ltura, pu~de
construirse la losa de cermica hueca en los faldones del tecdo, sustituyendo el machihembrado de apoyo de la teja. Debajo, en lugar de te~ho
macizo, si es necesario que el techo sea horiz.c:ntal, p,ued~ colgar-;e .un cielo
raso corriente de caizo y yeso. Esta solucin sera mas econorr:l~a ~~e
la anterior, pero suprimir la previsin de ampliabilidad y la utilizocin
del hueco debajo del tejado para golfas.

INSTALACIONES
Antes de proceder al relleno de las zanjas de cimentaci~ han de e~t?r
previstas y proyectadas las instalaciones de agua y desoqe, colefcccln

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Figuro 45

46
47

y ventilacin de la vivienda. Es muy sencillo dejar el paso de tubera al


construir los cimientos, en cambio, resulta difcil y costoso abrir los pasos
ms tarde cuando el hormign y los morteros han fraguado y se han endurecido.
Ante todo, es necesario el plano exacto del albaal (Fig. 46) con la
acometida a) alcantarillado de la ciudad. Generalmente los chalets que se
construyen al exterior de las poblaciones, estn muy alejados de la red
de alcantarillas, por lo que debern verter las aguas residuales en una fosa
sptica y de all a un pozo de absorcin. Presentamos el modelo de fosa
sptica aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona (figura 47).

bCPQS/TO
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7~AS7CI?O

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L)FSVAN

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TOSA .J{PTlrA

Es muy importante no descuidar


la ventilacin de estos depsitos. El
primero, la fosa sptica es un compartimento estanco al que no debe
llegar nada de aire, para que en el
mismo puedan desarrollarse los microbios, que, al alimentarse de los residuos fecales, producen su depuracin. El tabique con orificios que
divide en dos la fosa, no tiene otro objeto que retardar el paso de las materias slidas, por ejemplo, cuando
entra una gran cantidad de agua a la
vez de la baera o lavadora, a fin de
que los microbios tengan tiempo de
descomponerlas. En la parte superior
se forman gases que, si no encuentran
salida por donde escapar, reventaran
Figura 47
el techo del depsito y se abriran camino a travs de las grietas llenando
el ambiente de hedor. Para evitarlo debe disponerse de un tubo ventilacin adecuado.
El pozo de absorcin, en cambio, ha de estar muy ventilado para que
otros microbios completen la labor depuradora de los primeros. Si el
terreno es poroso las aguas residuales se filtrarn por el mismo, ya inocuas.
En caso contrario hay que darle mucha capacidad con objete de distanciar, lo ms posible, los vaciados peridicos. Tambin pueden hacerse las
paredes de este pozo, impermeables, cuando convenga aprovechar los residuos, una vez depurados, para fines agrcolas.

CALEFACCION
Figura 46

48

Igualmente importa prever la manera de calentar la vivienda en invierno. Si se desea dotar de una calefaccin central, que lgicamente

49

La figura 48 da una idea clara de la disposicin y medidas de una chimenea de tamao adecuado a las habitaciones que suelen proyectarse en
nuestros chalets. Muy importante es que se termine perfectamente horizontal a la cmara de humos. Los albailes tiene la tendencia a redondear esta
plataforma, con lo que destruyen todo el efecto que se quera obtener.
Tambin es de capital importancia que la medida entre el borde superior
de la boca de la chimenea y la plataforma de la cmara de humos no sea
inferior a 20 centmetros.
Con la chimenea construida as, no hay que temer ni humos ni corrientes, pero se aprovecha muy poco el calor del fuego que en gran parte se
va por la subida de humos.
Un sistema de mejor aprovechamiento es el indicado en la figura 49.
El cuerpo interior de la chimenea se construye de plancha de hierro y se
reviste con los materiales de obra dejando un espacio intermedio para circulacin de aire. El aire fro de la habitacin penetra por un registro cerca
del suelo, se calienta en contacto con la plancha de hierro del hogar y
vu~lve caliente a la habitacin por un registro en la parte superior de la
chimenea o de su campana, establecindose una circulacin permanente
de aire que calienta por igual en toda la habitacin.
Si la chimenea se ha dispuesto de
manera que por el otro lado limite
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con otras habitaciones, stas se pue()PRIfIP:J
den calentar por el mismo sistema, o
sea disponiendo orificios registradores
abajo y arriba de la cmara de la
chimenea, por los que se establecer
la circulacin de aire calentado Segn el grado de calor que se desea
alcanzar y la habitacin que se desee
caldear, se abrirn unos y se cerrarn
los otros registros.
Lo mismo puede haterse con los
dormitorios del piso superior, dispoR6/STRtJS ./)()RN/T~'!I
niendo una recmara que rodea el
Figura 50
tubo de plancha de la salida de humos lfig. 50).
Para ilustrar lo expuesto, reproducimos el proyecto de un chalet en el
que se han marcado los desages y se ha proyectado una instalacin de
calefaccin central, con cuyos planos a la vista, el constructor se evita trabajos y gastos posteriores intiles IFig. 46).

ser del sistema por agua caliente a baja presin, deber preverse, al construir los cimientos, por donde han de pasar las conducciones de retorno
a la caldera, as como el emplazamiento de sta y de la carbonera, todo lo
cual proyectado a tiempo, evita trabajos posteriores, engorrosos y absurdos, porque consisten en derribar partes de construccin poco despus de
efectuadas IFig. 461.
Si se prescinde de calefaccin central, seguramente se querr construir una chimenea de fuego abierto, en la estancia principal. Tambin sta,
para funcionar como es debido, necesita una tubera para toma de aire
del exterior, cuya situacin puede preverse y disponerse al construirse
los cimientos.
Conviene tener una idea clara de cmo se construye actualmente uno
chimenea, de manera racional, sin temor a que la habitacin se llene de
humo.

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VENTILACION

Figura 48

50

Figura 49

Suele menospreciarse la instalacin de una adecuada ventilacin en la


mayora de proyectos de viviendas, en especial cuando se trata de chalets
51

Estas piezas son los aseos, cuartos de bao, despensas y cocina. Hay
momentos en que no pueden dejarse abiertos y si no se ha previsto otro
sistema para alejar los malos olores, stos invadiran toda la casa. Es tan
fcil y de tan poco coste solucionar el problema de estas molestias que
creemos justificado insistamos en proponer nuestra solucin. Es, lo repetimos, la mencionada en el epgrafe citado. Consiste simplemente en disponer una entrada de aire fresco, directamente desde el exterior 01 suelo
de la pieza a ventilar y una salida de igual dimetro en el teche de la
misma pieza, precisamente en el vertical de la entrada. Los canales de entrada y salida pueden ser tubos de fibrocemento u otro material cuolquiera o de obra de 0,15 X 0,15 metros, a modo de salidas de humos da
Jos chimeneas. Condicin indispensable es que las bocas de entrada y salida tengan exactamente las mismas dimensiones y que sus cierres sean
idnticos.
En las cocinas, independientemente del tubo de ventilacin, para arrastrar los malos olores de los residuos de comida, fregadero, etc., recomen-

52

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Figuro 51

con fachadas a los cuatro vientos. En esta clase de edificios no suelen disponerse patinejos y todas las habitaciones disponen de sus ventanas al
exterior, con lo que al parecer queda garantizada una buena ventilacin
de las mismas.
y en realidad, esto sucede siempre que las dimensiones de las ventanas se atengan a los mnimos fijados por la ley. La mejor ventilacin se
consigue disponiendo las hojas de las ventanas como indicaremos en la figura 51. Consiste en proyectar una hoja horizontal inferior basculante, por la
que se regula entrada de aire fresco en la habitacin. Las hojas superiores
pueden ser verticales o correderas, con contrapeso. En este caso, la hoja
superior es tambin basculante para permitir la limpieza del vidrio y sirve
para regularizar la salida del aire viciado. En el caso de las hojas verticales,
la salida del aire puede efectuarse a travs de la caja de la persiana enrollable.
'
En la ventana que acabamos de describir se establece una corriente de
aire ascendente que arrastra consigo los vahos de las habitaciones ocupadas por personas a la manera como ya describimos en el epgrafe referente
a la agrupacinde habitaciones diurnas.
Este ltimo sistema es el que se debera prever e~ aquellas piezas de
la vivienda que por la ndole de su utilizacin necesitan de otra ventilacin adems de la ventana, para evitar comuniquen los malos olores que
en ellas se producen, al resto de la casa.

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Figura 52

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VIVIENDAS

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Figura 53

damos la disposicin del hogar segn el sistema de las chimeneas abiertas


americanas (Fig. 52) que resultan completamente inodoras. la circulacin
de aire y la cmara de humos garantizan la absorcin absoluta de los gases
que se produzcan entre la repisa y la compone. El c~ci~er~ que maneje
la sartn sin meter la nariz en este espccro, no notara runqun olor de lo
que est cocinando.

54

Este sistema es tan eficaz que


un qumico conocido nuestro lo utiliza para un pequeo laboratorio
particular en su vivienda, sin vestigios de que los gases que maneja
lleguen a penetrar en el resto de la
casa.
Tambin recomendamos construir debajo de la repisa de mrmol, entre hogares y fregadero, un
compartimiento con puerta independiente del exterior, en donde
colocar el cubo de la basura. Esta
se verter desde el interior de la
cocina por medio de una compuerta. Otro canal, de ventilacin del
sistema descrito, especial para el
compartimiento de la basura alejar por completo los malos olores
de la casa.
Ilustramos este tema con el proyecto de un chalet en el que ha
tenido en especial cuenta la ventilacin descrita (Fig. 53 y 54).

Figura 54

PAREADAS

Aunque el concepto de vivienda aislada se refiere a una casa aislada


con una sola vivienda, incluiremos en la misma modalidad de edificio a
las casas con dos viviendas cada una con acceso independiente para completar nuestras consideraciones sobre la manera de proyectar una vivienda
en edificio aislado.
Las ordenanzas Municipales de todas las ciudades permiten la construccin de casas de doble vivienda en las zonas reservadas a casas aisladas siempre que sus fachadas se compongan como una sola unidad independiente, consistindose las viviendas superpuestas, o sea cada una en
otra planta, o adosadas, separndolas una pared medianera.
Esta ltima forma conserva ms el carcter de .chclet para cada una
de las viviendas, pero la otra, de diferentes plantas, resulta ms econmica de construccin.
Desde luego es la economa la que hace adoptar tales soluciones, sobre
todo en los lugares en que el suelo es caro Puede reducirse el ancho del
solar y ahorrarse muchos palmos de rerreno. Segn el Cdigo Civil, no se
puede abrir ventana con vistas rectas, ni balcones y otros voladizos semejantes, sobre la finca del vecino, si hay dos metros de distancia entre la

55

pared en que se construyen y dicha propiedad. La anchura mnima del jardn que debe quedar a los lados de la casa es, pues, de dos metros. (En Catalua, la anchura de la mdronc se reduce a un metro, pero en Barcelona
se exigen en las zonas de casas aisladas tres metros.) Al adosar dos casas
a una pared medianil puede ahorrarse una de las dos franjas de jardn, la
que en un solar pequeo suprime al menos una superficie de mil palmos.
Al superponer dos casas, an se ahorra mucho ms ancho de solar, puesto
que se colocan dos viviendas en un solo solar de ancho normal.
Todas las consideraciones hechas a lo largo de nuestro estudio sobre
viviendas aisladas son aplicables a lo que podramos llamar doble viviendo, con algunas diferencias o particularidades que vamos a exponer a
continuacin.

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L----.----.----.--

LA DOBLEVIVIENDA CON PAREDMEDIANIL


Al proyectar dos viviendas con una pared medianera, lo lgico es que
la misma sirva de eje de simetra y que tanto las plantas como las fachadas se dispongan perfectamente simtricas. Esto slo es admisible cuando
el edificio est orientado de norte a sur, de manera que a las habitaciones
de una de las viviendas que reciben el sol por la maana correspondan las
similares de la otra, con el sol de
la tarde (Fig. 55).
Siempre que las casas se puedan disponer en la orientacin desU
crita, la composicin simtrica ser
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la ms apropiada y econmica. Es
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impone una composicin asimtrica de las dobles viviendas, cosa
que no representa en realidad nin(l
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un patinillo para agrupar a su alrededor los aseos, lavaderos y des6pensas. La calle se supone al lado
Fig. 56.- Planta de las casas de la figura 57. Este disponindose los accesos a

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Figura 55

56

57

Figuro 57. - Coso borato de uno medianero.


Superficie edificado, 48,90metros cuadrodos

las dos viviendas por las franjas del jardn obligadas de dos metros. la vivienda del lado norte agrupa las estancias de da a poniente, en una galera sin ventanas al norte. En la del sur, la galera corre a lo largo de las
fachadas poniente y sur.
El ejemplo de la figura 59 representa viviendas de dos plantas con la
calle y entrada a poniente.
la asimetra resulta de la aplicacin lgica de todos los principios expuestos anteriormente referentes a viviendas aisladas y no necesita de ms
aclaraciones.

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SUPERPUESTAS

Incluimos en esta serie de consideraciones a los edificios aislados de doble vivienda, tanto si la separacin entre ambas sea por medio de una pared
o de un techo. En el anterior captulo estudiamos el primer caso. Ahora
describiremos las particularidades que hemos de tener en cuenta cuando
proyectamos un chalet o edificio aislado que contenga dos viviendas, cada
una en otra planta.
A esta modalidad suele recurrirse cuando se dispone de muy poco terreno y las familias se avienen a vivir en estrecha vecindad, aunque entera-

58

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figuro 58.- Solucin de dos viviendas de planta baja.

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Figura 59

mente aisladas unas de otras. Es raro el caso en que cada piso pertenezca a
otro propietario, aunque no haya ningn inconveniente, ya que la propiedad
horizontal est perfectamente definida por las leyes. En la mayora de los
casos estas dobles viviendas) estn habitadas por familiares; por ejemplo,
unos padres que viven en la planta alta y ceden la baja al hijo casado para
poder contemplar en todo momento a los nietos en el jardn.
Tambin es frecuente el caso en que se construye esta clase de chalets
para vivir en una de las viviendas y alquilar la otra con el fin de conseguir unos ingresos para atender el paGo de contribuciones y la conservacin del inmueble.
Todas las consideraciones expuestas en los anteriores captulos son
aplicables a esta modalidad de viviendas, pudiendo ser las distribuciones
de las dos viviendas idnticas, excepto en lo concerniente a los accesos.
Estos se proyectarn, por lo general, de manera que cada vivienda sea
accesible directamente desde el exterior independientemente la una de la
otra, debindose tener en cuenta que no se estorben mutuamente ni al resto
de las viviendas.
Para mejor comprensin del lector describiremos los dos ejemplos que
ilustran este captulo.
60

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Figura 60

La figura 60 presenta un proyecto de un inmueble en la zona de


chalets de tres Torres, Barcelona. El solar es de poco fondo y se halla
en terreno llano. Este se ha dispuesto de manera que su parte norte cobije
al jardn de la vivienda superior y su parte sur de la inferior.
El acceso a las viviendas se efecta en ambos pisos por el mismo sitio
aproximadamente al centro de la fachada prinicipal. Una escalera exterior

61

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arranca de una de las dos verjas contiguas y conduce a un balcn que


rodea la casa por su parte meridional. En el ngulo Sudoeste se han proyectado amplias terrazas, teniendo la superior comunicacin directa por
otra escalera, con su jardn. Los dormitorios 3 y 4 de la vivienda inferior
abren sus ventanas al Este y Oeste, sobre su jardn propio. En cambio,
las ventanas correspondientes a los mismos dormitorios del piso superior,
abren hacia el Norte, sobre su pedazo de jardn. Por lo dems, ambas
plantas son iguales.
La figura 61 representa una doble vivienda proyectada para un solar
de mucha pendiente, situado en la carretera de Vallvidrera a Barcelona,
muy cerca del pie del funicular. Hacia el Sur, Sudeste y Suroeste se goza
de una esplndida vista sobre la ciudad y el mar. Debida a la pequeez
del solar 117 m de ancho por 29 de fondo) y a su gran pendiente, cada
vivienda se ha proyectado de dos plantas, de manera que todo el inmueble conste de cuatro. Para los accesos se han escogido las cotas inferior y
superior del solar junto a la carretera, de manera que la entrada de la
vivienda inferior se efectuar por el primer piso, yola
superior por el
segundo. En estos dos pisos se han dispuesto las habitaciones que se utilizan de da, dotndolas de sendos grandiosos balcones, desde los cuales se
pueda gozar a fondo de la maravillosa vista panormica. El piso inferior
y el superior se han reservado para dormitorios. Esta disposicin tiene la
gran ventaja de que los dormitorios de una vivienda quedan muy alejados
de las estancias de la otra, lo que garantiza su aislamiento de posibles
ruidos y dems molestias.

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Figura 61

63

111.La vivienda unifamiliar


en edificacin cerrada

LA VIVIENDA UNIFAMILIAR EN LA EDIFICACION CERRADA


Nos hemos ocupado hasta ahora de la vivienda unifamiliar en edificios
aislados, o sea en forma de chalet, en zonas de ciudad jardn de las grandes urbes o en las zonas de edificacin abierta de las pequeas poblaciones. Ahora continuaremos nuestro estudio sobre el arte de proyectar
viviendcs para estudiar las dificultades que suelen presentarse en los proyectos de viviendas no aisladas, o sea las que se disponen en edificios a
construir entre paredes medianeras, en los cascos urbanos de las poblaciones.
Para estas viviendas valen las mismas consideraciones que hicimos al
hablar de las viviendas aisladas, referente a la orientacin e iluminacin,
agrupacin de las habitaciones, preservacin contra la humedad, calor y
fro, instalaciones y ventilacin, aunque ilimitadas a la menor libertad que
permite el solar con solo dos vistas al exterior: una vista a la calle y otra
al jardn.

CASA FAMILIAR EN UNA SOLA PLANTA


En casi todas las ciudades y pueblos antiguos de Espaa Iy de toda
Europa} encontramos una parcelacin tpica del terreno en solares estre-

65

chos y largos (fig. 62). Con este sistema se reduca a un mrrumo la longitud de las calles, y las casas, de planta baja,disponan en su parte posterior de parcelas de terreno cultivable. la anchura del solar dependa de
la categora del propietario y sola oscilar entre los cinco y diez metros.
la planta de las casas tena que acomodarse a
la angostura del solar. En los ms estrechos slo
dispona de luz y ventilacin directa la sala que
daba a la calle y el comedor y la cocina, con fachada al jardn. las dems habitaciones eran inteJA,,,,y
riores, sin luz ni ventilacin directa (fig. 63).
Hoy da no son admisables tales plantas. Ni las
permiten las Ordenanzas Municipales de ninguna
poblacin, ni las condiciones mnimas para toda
clase de viviendas en territorio espaol, segn la
orden del Ministerio de Gobernacin en 1 de marzo
de 1944, ya citada. Todas las habitaciones han de
disponer de luz y ventilacin directa al exterior.
Por lo tanto, en la clase de solares que nos ocupa
no cabe otro recurso que el de disponer patios interiores.
la dimensiones mnimas de tales patios varan
PORH.
segn la Ordenanzas Municipales y no suelen bajar de 2 metros. Si el patio quedara abierto sobre
el solar vecino, la distancia de las paredes con huecos est reglamentada por el Cdigo Civil, que exige un mnimo de dos metros y para los huecos de
costado 0,60 m.
Pero la Orden de Gobernacin citada determina claramente las dimensiones mnimas en patios
y patinillos, fijndolas en 3 metros.
No debera, pues, proyectarse jams un patio
de lado menor que 3 metros, exceptuando las chimeneas de ventilacin para retretes, baos y despensas, que suelen tener 0,60 metros de lado.
De que el criterio expuesto es de realizacin posible, lo vemos en los ejemplos de plantas detalladas en las figuras 64 y 65. la primera corresponSAlA
de a un solar de cinco metros y medio de ancho.
Como solucin ms econmica, se han dispuesto
como paredes de carga nicamente las paredes medianiles. Sobre ellas se construir el techo de viguetas de hormign armado o, mejor, an, de cermica
armada, que soportar la azotea. Ninguna pared
transversal, ni las de fachadas, necesitan ms espeFigura 63
sor que el de un tabique. Con lo cual se tiene la

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Figura 64

libertad de componer la fachada con


mente abiertas para instalar talleres o
(fig. 67). El patio interior, al que slo
una claraboya, lo que permite utilizarlo

Figura 65

huecos grandes Hig. 66) o totaltiendas con amplios escaparates


dan dormitorios, se cubrir con
tambin como una habitacin.

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Figura 67

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figura 611

68

Figura 69

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UNIDAD EXPERIMENTAL
CONSTRUIDA
El proyecto de la planta ser tanto ms fcil cuanto ms ancho sea el
solar. La figura 65 en un ejemplo de 9 metros de ancho en el que las
paredes de carga se limitan tambin a las medianiles y a otros tramos paralelos a ellas que separan entre s las habitaciones. La solucin aqu adoptada agrupa en un cuerpo de edificio [unto a la calle las habitaciones de
vivir (o tiendas) y cocina, agrupndose los dormitorios en otro cuerpo
de edificio separado del primero por un patio [ordn. en el que puede disponerse la escalera que conduce a la azotea.
La vivienda en solar estrecho proyectada enteramente de planta bo]c
es, por lo general, antieconmica y slo oconselcble cuando otras circunstancias obliguen a ello (costumbre del lugar, ordenanzas especiales de la
calle o peticin de los propietarios, por ejemplo, ancianos que no pueden
subir escaleras, etc). Es mucho ms prctico disponer la vivienda en dos
o ms plantas.

69

Sin embargo, aun hoy se recurre a urbanizaciones enteras a base de


viviendas de slo planta baja en fila, consiguindose soluciones econmicas ejemplares como la urbanizacin Unidad experimento! de habitacin
populcrs, proyectada para Mjico por el arquitecto Mario Parri (figuras
68, 69 y 701.

Figura

71

UN CASO DE PLANTA BAJA SIN PATIOS


Antes de pasar a estudiar los diversos tipos de casa unifamiliar de dos
plantas queremos hacer referencia a un caso especial de ceso de slo planta baja y de solar estrecho que no necesita patios ni patinillos: se trata de
una casa en terreno muy inclinado sobre el que las habitaciones se disponen en forma escalonada de manera que cada una tiene su ventana por sobre de la anterior recibiendo luz y aire directamente del exterior (figs. 71
y 72). El pasillo en este caso se convierte en escalera.
Es una solucin original que slo puede aconsejarse en casos especiales como en el ejemplo de la figura 72 en que una zona rocosa a flor
de tierra con un desnivel de ooho metros sobre la calle en pendiente aconsej aprovechar este terreno intil para situar sobre el mismo las casitas
en solares de 5 metros de anchura. Como se trataba de roca dura apenas
se necesitaron cimentaciones erigindose las medianiles de mampostera
ordinaria de la misma piedra. Delante de las fachadas se dejaron jardincitos de 4 metros para situar en los mismos fosas spticas y los pozos de
absorcin. En la parte posterior de las casas continan los solares extendindose sobre terreno frtil aprovechable para huerta.
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Figura 73

Suponiendo que se hiciera la misma casita de slo planta bo]o y que


para ello bastara colocar la planta alta a continuacin de la bo]c (compensando el espacio ocupado por la escalera, por el que se necesitara para
potios), tendramos, en la construccin de planta bo]o, slo las siguientes
partes de obra de ms:
1. Excavacin de cimientos, 5 m" presupuestados a 636 pesetas .
2. Relleno de cimientos con mampostera hormigonada, 5 m"
a 7790 pesetas
3. o Pavimento de hormign de 200 kilogramos de cemento
portland, de 10 cm de espesor, 25 m2 a1733pesetas .
4. Azotea a la catalana con 4 gruesos de rasilla, una rasilla
recortada sobre tabiquillo, 25 m2 a 6032 pesetas.

CASA UNIFAMILIAR DE DOS PLANTAS


Por lo general, es preferible, cuando el solar es tan estrecho, proyecta
la casa unifamiliar en dos plantas. En primer lugar, se aprovecha mejor el
terreno, quedando ms para jardn. En segundo lugar, resulta ms econmico. Basta comparar la cantidad de obra que se ahorra por un lado
con la que hay que fabricar de ms, para convencerse. Veamos, por ejemplo, el caso de la figura 73. En un solar de 5 metros de ancho hemos proyectado una casita de dos plantas; en la baja contiene la estancia-comedor
una salita, la cocina y un aseo debajo de la escalera. En la planla alta, tres
dormitorios y un cuarto de bao, que tiene su ventana por encima del
primer tramo de la escalera.
72

Total gastos de ms (pesetas) .

3180
38950
43325
150800
236255

----

El proyecto de dos plantas, en cambio, slo tiene dems la construccin de la escalera, cuyo coste viene a ser el sigu,iente:
Pesetas
Bveda de 2 gruesos rasilla, 8 m2 a 4607pesetas .
Peldao de granito artificial, 18 m longitud a 2833 pesetas
Total

36856
50994
87850

73

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Figura 77

Figuro 76

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Figuro 74 - Desgaste de energa segn la proporcin de los peldaos.

,sea que, en este caso, ,la vivienda construida en una sola planta
c~stana unas 6800 pesetas mas que en dos plantas, sin contar que si la
primera se cubre con una azotea, tambin necesitara escalera de acceso
que, aunque exterior, aquivaldr casi al coste de la escalera interior del
segundo caso.
Vemos, pues, que construyendo en los casos de solares estrechos las
casas unifamiliares de dos plantas, saldremos ganando por el ahorro de
terreno y por el menor coste de la construccin.

ss

Al proyectar una vivienda de dos o ms plantas, lo primero que hemos de determinar es la forma, tamao y situacin de la escalera. Las dimensiones de sta dependen a su vez de la proporcin del peldao. La
experiencia ha consagrado una frmula emprica que hace depender el
tamao de los peldaos del paso normal humano, que en terreno llano
es de unos 76 centmetros, pero que se acorta con la pendiente. La frmula
de referencia determina que la relccin entre 10 huella lh) y la contrahuella le) de un peldao sea igual a 2 e + h
63 cm.
Entre todos los peldaos, el ms cmodo mide 17 X 29 cm, pero caben otras muchas posibilidades, como lo demuestra el grfico del doctor
Lehrmann Ifig. 74). Este investigador ha medido en mil personas el
desgaste de energa para distintas
proporciones de peldao y ha fijado en el grfico, por medio de curlOao
Dorm,t.".1'
vas, los peldaos de idntico desIUQmt
gaste.
Segn dicha tabla, la lnea ms
adecuada B -'B corresponde a la
proporcin 1 h -1
e = 12 cm,
En la tabla puede verse que con
el mismo esfuerzo se subirn peldaos de 14 X 24 cm, 15 X 25,

16 X 26, 17 X 27, 18 X 28,3,


19 X 31 centmetros. La lnea
A _ A corresponde a la proporcin
citada de 2 e + h
63 cm,

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Figuro 78

Figura 75

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76

81

Figura

82

En el grfico de pendientes (fig. 75) pueden verse las proporciones de


peldaos ms usuales en diversos objetivos.
Suponiendo que las viviendas que vamos a proyectar sean mnimas, o
sea, que entre los dos pisos no contengan ms de 80 metros cuadrados de
superficie (ancho del solar = 5 m, profundidad edificada = 8 m) y que
la altura del piso sea de 2,50 metros (mnimo en medios urbanos, segn
orden de Gobernacin de 1 de marzo de 1944)i si adoptamos un techo de

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Figura 83

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cercrmco armada de 20 cm de espesor, ms de 4 cm para embaldosado


y 1 cm para enyesado del techo, necesitamos una escalera que salve 2,70
metros de altura,
Ahora bien, si slo proyectamos las paredes medianiles como muros
de carga, la escelera no necesitar ningn otro muro en que apoyarse si
la proyectamos transversalmente (fig, 76) y de un solo tramo adoptando
peldao de 19 X 25 cm, Slo que para tener luz, en planta baja tendr
que estar contenida en la estanoia-comedor, y en el piso tendr que alumbrarse y ventilarse por una claraboya.
Si se coloca la escalera de un solo tramo en sentido longitudinal
figura 77), tendremos que proyectar paredes de carga alrededor de la
caja de escalera para apoyar los techos, Esta recibir luz directamente del
exterior y quedar aislada del comedor, pero ste y los tres dormitorios
resultarn un poco ms pequeos,

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Figura 84

Proyectando la escalera en dos tramos, pu~de r~ducirse algo la ~up~rficie de la caja de la escalera a favor de las dimensiones de las hobitocones (Hg, 78),
Otra posibilidad consiste en contraponer los niveles de las, plantas, de
manera que correspondan a los descansillos de la, escalera. (fl~, 79!,.
En este caso hay que estudiar bien la posibilidad de lluminocin de
la escalera, tal como se desprende de dicha figura,
Cuando se dispone de solares de mayor anchura, de
a 9 m por
ejemplo la solucin ms sencilla de planta es la de dos cruucs, cargando
los techos sobre los muros de fachada y un muro central (fig, 80). Si la

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Figura 86

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Figura 85

orientacin del solar es de manera que la parte ms soleada es la del jardn, se agruparn en esta parte las habitaciones en que transcurre la vida
familiar, disponiendo hacia la calle la escalera con vestbulo, cocina, aseo
y dormitorios (figs. 81 y 82), en caso contrario, puede proyectarse en el
piso superior una galera para gozar del sol, en especial si el jardn posterior se reduce a un pequeo patio (fig. 83).

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Si en la planta baja han de disponerse tiendas, convendr proyectar las crujas perpendiculares
a las fachadas, de manera que los
techos carguen sobre los muros
medianiles y dejen libre toda la fachada para escaparates Ifig. 84).
Estas mismas soluciones pueden aplicarse tambin en solares
ms estrechos, recurriendo a la

Figura 87. - Escala I : 250.

81

rL~MTA ALTA
Figura 88

Figura 89

ampliacin de planta en forma de martillo, que consiste en adelantar


hacia el jardn un cuerpo de edificio que se separe, al menos, dos metros del solar vecino (ley de vistas sobre predio vecino), escogindose
lgicamente el lado Norte o Este del solar para dicho cuerpo (fig. 85).
Se obtienen soluciones muy interesantes colocando la escalera de manera que el martillo sea accesible por los descansillos de la misma, con lo

82

Figura 91

83

que se aumenta en gran manera el aprovechamiento de solares estrechos.


y se facilita la circulacin entre los diversos pisos de la casa. Son soluciones
especialmente indicadas, cuando exista diferencia de nivel entre la calle y la
parte posterior del solar, tanto si es subiendo como bajando (Hg. 86).
Un ejemplo de esta disposicin escalonada de las plantas es el grupo
de viviendas proyectado por los arquitectos Alberto Daz Posada, Luis
Alberto Villegar y Jairo Restreto Tisues, para empleados en Medelln, Colombia (figura 87).
Una solucin original, para el caso de terrenos de poca profundidad,
consiste en dejar la planta baja abierta, como el proyecto de las figuras
88,89 y 90.
La orientacin de las fachadas es de capital importancia en el proyecto de las plantas, ya que basta por s sola, a menudo, para centrar la
vida familiar de cara a la calle o al jardn. Desde luego, puede influir en la
fisonoma de todas las calles, especialmente en las trazadas de Este a Oeste,
en forma tal que todas las fachadas del lado Norte sean fundamentalmente
distintas a la del lado Sur, como puede apreciarse en la figura 91.

84

IV. Viviendas plurifamiliares

VIVIENDAS

PLURIFAMILlARES

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El crecimiento de las poblaciones con la consiguiente concentra001\.1


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cin de edificios en los ncleos
centrales, impide que se cumpla el
ideal de todo individuo: habitar
con su familia un edificio independiente, sobre terreno propio. Al
subir el precio del terreno, como
consecuencia de su demanda en los
lugares cntricos, surge como primera solucin la de compartirla
entre dos vecinos. En lugar de
construirse sus casas una al lado
de la otra, llegndose a utilizar solares inverosmilmente estrechos,
dos vecinos se ponen de acuerdo
y se construyen sus viviendas una
encima de la otra.
la propiedad del inmueble puede ser comn a los dos, o es de
uno solo y el otro se convierte en
inquilino del primero o cada uno
es propietario independiente de su
trozo, sujetos los dos a las leyes
sobre propiedad
horizontal que
modernamente se van desarrollanFigura 92
do y perfeccionando.
Pero aqu nos interesan nicamente los problemas que han de solucionarse al proyectar esta clase de vivienda. En la figura 92 se representan

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Figura 93
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las plantas de dos viviendas superpuestas con entrada directa de la calle


cada una, en completa independencio. El inmueble es proyecto para un
tpico solar estrecho y profundo, habindose tenido que recurrir a un patio
interior para dar luz y ventilacin directa a todas las habitaciones. El huerto que queda en la parte posterior, y que est orientado hacia el NE, era
lo suficientemente profundo para partirlo en dos y comunicar la parte ms
alejada, por una escalera, directamente con el piso superior.
Un ejemplo de la buena solucin de este tipo de vivienda lo ofrece el
grupo de casas para obreros construido en Mrignac, en las afueras de
Bordeaux (Francia), proyecto del arquitecto Mathieu. Las viviendas se
agrupan en bloques de dos plantas, teniendo las superiores acceso directo
mediante escaleras exteriores, que sirven cada una a dos viviendas, por
tener stas juntas sus puertas de entrada, ya que cada vivienda es uno
planta espejo de lo vecina (fig. 931.

86

Figura 94

Este tipo de agrupacin de viviendas con acceso .directo desde el exterior a cada planta, slo puede proyectarse en inmuebles de dos pl~~tos, o de tres en ciertos casos (emplazamiento en laderas). Una solucin
original se logr en un solar de edificacin cerrado en una zona de alturas limitadas de Barcelona, en que, por la anchura de la calle a que da
el solar, se podan edificar cuatro plantas. Se proyectaron all dos viviendas de dos plantas cada una, superpuestas Ifig. 94). La escalera est dispuesta de manera que, aunque cada tramo se desarrolla sobre otro inferior, el acceso a cada vivienda queda independiente por completo uno de

87

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FAC.kADA
Figura 95

Figura 96

otro, como puede apreciarse en el corte Ifig. 95). El resultado fue conseguir dos viviendas amplias e independientes, cada una con las habitaciones diurn?,s en su planta inferior y las nocturnas en la superior, dando
la sensocion de chalets. La fachada a la calle Ifig. 96) no revela esta extraa disposicin en el interior, excepto en las dos puertas de entrada
situadas una al lado de la otra.
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El tipo de cada bifamiliar es susceptible de desarrollarse, tanto en su
forma de planta nica por vivienda como en las de dos, llamada por algunos
duplex, como en combinaciones intermedias de planta y media dando
I~gar a n;ode.rnsimos proyectos de bloques con accesos por galer{as exteriores o interiores, como las realizadas por Le Corbusier en sus famosas
ciudades radiantes.
Pero de momento no nos ocuparemos de estos bloques. Antes estudiar~~os los disNnto.s tipos de disposicin de las viviendas en casas plurifamillares Ide olquier o de propiedad horizontar), tratando sucesivamente
de las agrupaciones de dos, tres, cuatro y ms viviendas por planta.

DOS VIVIENDAS POR PLANTA


. El tipo de casa plurifamiliar ms sencillo de proyectar es el de dos viviendas por planta. De la acertada situacin de las escaleras y ascensor,
88

caso de haberlo, depende la distribucin de las habitaciones de cada viviendo. Pero la situacin de aqullas depende a su vez de la forma del
solar y de las ordenanzas municipales, que, en ltima instancia, determinan
el carcter ms o menos higinico de los hogares urbanos.
El proyectista de un edificio
plurifamiliar se encontrar, por lo
general, con solares de poca fachada y de gran profundidad
edificable. En stos solo caben distribuciones a base de patios y patinillo, como las que predominan en
los cascos antiguos y en los ensanches trazados en el siglo pasado,
en la mayora de las poblaciones
espaolas. En estos solares suele
situarse la escalera en el eje central del edificio, dando a un patio
interior. Las viviendas se extienden a izquierda y derecha, con las
habitaciones de vivir a la calle y
los dormitorios al patio central de
manzana, o al revs, segn la
orientacin, recibiendo la cocina,
aseos y alguna habitacin, luz y
ventilacin por otros patios pequeFigura 97
os interiores Ifig. 97).
Cuando el solar es muy profundo y estrecho, y ambas fachadas (la de
la calle y la del patio central de manzana) estn soleadas a ciertas horas,
se dispone una de las viviendas al exterior y la otra al interior, evitando
as los pasillos excesivamente largos Ifig. 98).
Estas casas con muchos patios interiores, como casi todas las del ensanche barcelons, no son muy agradables de habitar. Pero no son las
peores que nos ha legado el urbanismo del siglo pasado. Destacan en
este sentido los inmuebles de Berln, construidos en cadena alrededor de
grandes patios interiores Ifig. 99), dando lugar a distribuciones como la
basada en la habitacin berlinesa, gran estancia principal de paso, con
su nica ventana en chafln Ifig. 100).
En casos aislados pueden hallarse soluciones sin patinillos, como en
el solar de un chafln barcelons Ifig. 101 y 102) proyecto del arquitecto
Bofil!.
La nueva ordenacin de las ciudades que va entrando en vigor en todo
el mundo, rehye la formacin de esos solares estrechos y profundos,
propios de las manzanas cerradas y opta, decididamente, por la formacin
de bloques de edificios en fila, en los que cada casa goza de amplias fachadas a ambos lados, suprimindose totalmente los patios y patinillos interiores.
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Figura

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98

Esta tendencia triunfante obedece a la honda transformacin social de


la propiedad urbana, en la que van desapareciendos los antiguos conceptos de casero e inquilino, para ser sustituidos por los de copropietarios.
Es decir, que los habitantes de una vivienda, de ahora en adelante, ya
no suelen ser inquilinos, sino propieta rios de sus hogares, y, como tales,
participan en la responsabilidad del planea miento ms justo e higinico
de los modernos edificios de viviendas.

90

LLE

Las figuras 103 y 104 correspondientes a plantas de modernos bloques,


construidos en Pars y Marsella, respectivamente, dan idea exacta de la
disposicin y de la distribucin actualmente en uso de esta cI~se de vivienda; agrupadas en nmero de dos por planta. Otro b~en eemplo de
esta disposicin son unos bloques proyect?dos .por el arquitecto don Frcncisco Rucini para el Ayuntamiento de Sevilla (flg. 105).

91

FIgura 102

92

93

Figura

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COCINA

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PIEZAS

COCINA 57. I S M 2

Figura 104

94

95

TRES VIVIENDAS

POR PLANTA

En manzanas cerrados, las C;JSOS que ocupan los solares de las esquinas
o chaflanes debern proyectarse con distribucin diferente a las de los solares restantes con fachadas a la calle y al patio de manzana y entre medianiles. Muchas veces se opta por una distribucin de tres viviendas por
planta, o sea que en las escaleras corresponde tres puertas por rellano de
planta. la figura 106 representa una planta de este tipo de una casa en un
chafln barcelons. La escalera ocupa en la misma el ngulo posterior del
solar, partiendo del rellano, las alas interiores de las tres viviendas, separadas por amplios patios. A estos patios dan los vestbulos de entrada
pasillos, cocinas, despensas, lavaderos, aseos y algn dormitorio o come-

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Figura 106

dor, recibiendo las estancias, comedores y dormitorios principales


luz y ventilacin directa de la calle.
Tambin se recurre al esquema de tres viviendas por planta,
en los inmuebles de manzanas cerradas en que se quieran combinar

viviendas

de

distintos

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os. Por ejemplo, la planta de la ~~__,


figura 107 corresponde a una casa
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en que se ha dispuesto una vi- r,.z,,==~
viendo de estancia, comedor y cinco dormitorios a la parte exterior,
y dos viviendas menores en la interior, una de dos dormitorios y
la otra de uno.
En la edificacin de manzanas
abiertas, de casas en fila, se recurre a soluciones muy interesantes
de tres viviendas por planta, generalmente cuando se trata de viviendas pequeas.

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La figura 108 representa una


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solucin mixta empleada en Londres, en la que se evitan los patios
y patinillos mediante la construccin de alas idependientes inte,,,$/[
riores, a modo de martillos. En
Figura 107
estas plantas, dos viviendas tienen ventanas y la calle y el patio
central, y la tercera, que arranca de la caja de escaleras, se ilumina
slo por el patio interior de manzana. Cada una de estas viviendas se
compone de dos dormitorios, estancia-comedor, cocina, bao, retrete,
vestbulo y balcn. Obligado por las ordenanzas municipales de la capital
britnica, adems de la escalera principal, cada casa dispone de una escalera de urgencia.
En las figuras 109 y llOvemos modernas disposiciones de tres viviendas por planta, en Pars y en Ginebra. la solucin de la .figura 108 co~prende viviendas de casi igual tamao, en las que se combinan la estancia,
el comedor y la cocina en una sucesin sin divisoria. Dos viviendas tienen
tres dormitorios y una dos.
La figura 110 representa una disposicin de tres 'viv.iendas en una cabeza de fila, siendo la vivienda terminal de mayor tamao que las dems.
97

96

Figura 110

CUATRO VIVIENDAS POR PLANTA


En manzanas cerradas cuando la orientacin y amplitud del solar lo
permite, resulta ventajoso proyectar las casas a base de cuatro viviendas
por planta, de manera que dos tengan vista a la calle y dos slo al patio
central de la manzana. Es indudable que el coste correspondiente a la esca-

Figura 108

Figura 109

98

Figura 111

Figura 112

99

Figura

113

lera incrementar menos el de los viviendas repartido entre cuatro que entres dos. Es el mximo nmero de viviendas por planto y escalera que suelen permitir los Ordenanzas Municipales.
Claro est que, paro permitir el acceso a codo uno de las viviendas, la
caja de escalera necesitar generalmente una ampliacin (fig. 111) que
aminorar algo el ahorro que supone lo disposicin. Poro contrarrestar este
inconveniente, se recurre 01 sistema de casos de plantos a desnivel, o seo
que los viviendas anteriores y lo posterior no estn situadas en un mismo
plano, sino que sus puertos correspondan a los distintos descansillos de la
escalera, cuya cojo puede limitorse as o los dimensiones ordinarias (figura 112). Es uno solucin aplicado en algunos inmuebles de los manzanos
cerrados del ensanche barcelons y que, en efecto, permite un notable
ahorro del espacio, como puede observarse 01 comparar los planos de los
figuras 111 y 112.
Hay en Barcelona alguno casa de los primeros aos del siglo en que
uno interpretacin abusivo de lo Ordenanza que permite disponer cuatro
viviendas por rellano, ha !Ievado o ampliar lo disposicin de lo figura 111,
en formo de situar cuatro viviendas en codo rellano, resultando en realidad
ocho viviendas por planto servidas por una solo escalera y un solo ascensor.
En los modernos edificaciones, que, como hemos indicado en anteriores
captulos tratan de eludir los defectos de lo manzano cerrado con su multitud de pequeos patios y patinillos, oscuros e insalubres, se han encontrado soluciones tan interesantes como la aplicado por los arquitectos
Ignacio y Gonzalo de Crdenes en un bloque de siete casos convertido en
la Avenida de Amrica, de Madrid (lig. 113).
Estas cosas se han dispuesto con amplios patios abiertos a Medioda,
y unidos todos al central de manzano, formando as una disposicin en
100

peine, con lo que se consigue el mximo soleamiento, de modo que


todos y cada uno de las viviendas que forman el bloque tienen alguna habitacin que recibe directamente el sol.
las cuatro viviendas por planta, servidas por una sola escalera y dos
ascensores, son de distribucin muy sencilla en la que se consigue, con el
mximo aprovechamiento, la indepedencia de las tres zonas: de recibir
o estar, dormitorios y servicios.
En las manzanas abiertas, de bloques lineales, que imperan actualmente
en las construcciones de viviendas de todo el mundo, tanto de tipo lujoso
como de tipo social, la disposicin de cuatro viviendas por planta es la
preferida en los apartamentos de reducido tamao. Como, por ejemplo,
la planta-tipo de los bloques del centro urbano Presidente Jurez, construido por los arquitectos Mario Pani y Salvador Ortega Flores, en Ciudad
de Mjico (fig. 114).
Se trata en este caso de cosas de cuatro plantas y, por tanto, sin ascensor. la escalera que sirve a las cuatro viviendas por planta slo difiere de
las corrientes en el mayor tamao del descansillo correspondiente a las
puertas de acceso. Cada vivienda o departamento se compone de una gran
estancia, pequeo cocina y aseo, y uno o dos dormitorios.

Figura 114

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Figura

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115

Sin embargo, la disposicin lineal de los bloques de dos crujas y cuatro


viviendas por planta no ofrece ninguna dificultad para proyectar cada vivienda en la amplitud que se desee. Bcstc alargar el pasillo interior e ir
aadiendo habitaciones, una a continuacin de la otra, como lo han hecho
los arquitectos Pieres, Grejan y Fernndez en el Pabelln Acoyte, del Instituto Municipal de Previsin Social de la ciudad de Buenos Aires (fig. 115).
En este pabelln, formado por 12 plantas, una amplia escalera y tres ascensores, sirven a cuatro viviendas por rellano, cada una de las cuales se
compone de estancia - comedor, cocina, bao, pasillo con armario y tres
amplios dormitorios, que hubieran podido ser ms o menos segn las
necesidades.

FACHADAS
Antes de seguir adelante en nuestro estudio de las plantas, haremos
un alto para reflexionar sobre los prir.cipios que deben prevalecer en el
proyecto de las fachadas. As como al trazar los contornos de las habitaciones hemos de tener presente, al mismo tiempo, su altura, el espacio que
limitan en volumen, la configuracin de las paredes, techos y suelo, distribucin de la luz natural y artificial, color e incluso mobiliario i al proyectar la planta en conjunto hay que tener la visin del aspecto exterior del
inmueble, su fachada.
Ahora bien, no nos ocuparemos en este momento de casas aisladas, en
las que las fachadas pueden componerse con toda libertad, sin ms relacin
con los especias exteriores que la vegetacin con que quiera roderselas.
Las casas que consideramos ahora tienen sus fachadas en edificios cerrados, formando calles. El espacio exterior es la calle. Ella forma, o debiera
formar, una unidad arquitectnica. El conjunto de fachadas a ambos lados
de la calle debe limitar el espacio exterior que no es ms que una habitacin de la ciudad.
Fioura 116

102

r
La fachada
de una casa es, por lo tanto, algo as como un trozo, un
pequesimo trozo, de una de las cuatro paredes de una habitacin
y ha de
supeditarse
a la configuracin
de las dems paredes y de los restantes
trozos de la misma. Unicamente considerando
as las fachadas de las casas
puede conseguirse esta unidad arquitectnica
de las calles que las hacen
habitables
y dan belleza y armona a la ciudad.
El carcter de la ciudad o pueblo, las peculiaridades
del barrio y las
particularidades
de la calle de la que forma parte la fachada, son las consideraciones que han de determinar en esencia su configuracin.
El verdadero
artista se revela en esto, en saberse supeditar
humildmente
a algo superior, ojeno a l, en lo que respecta al exterior de la casa; en la parte interior, en cambio, puede prevalecer
a todas sus anchas su fantasa individual.
Las Ordenanzas
Municipales,
con sus limitaciones
(por ejemplo, alturas), influyen algo en este sentido; pero la sensibilidad
del artista ha de
dar el resto. Sin embargo, su individualidad
se manifestar
por debo]o de
la consideracin
anterior, ya que dentro de la ordenacin
general de la
calle caben una infinidad de variaciones
en menor escala que darn carcter individual
a cada fachada.
Sentada la anterior premisa, pasemos a la otra consideracin
que debe
dirigir el proyecto
de la fachada.
Adems de formar parte sta de un espacio exterior, distinto al interior de la casa e independiente
del mismo, aunque siempre con cierta
relacin indirecta, ya que los restantes edificios de la calle servirn aproximadamente
para los mismos usos que la muestra, la fachada
no puede
desligarse del todo de los espacios interiores de la casa. En la distribucin
de sus masas y huecos ha de guardar ntima relacin con los pisos y las
habitaciones
correspondientes
y ha de expresar,
por decirlo as, lo que
es su interior. Viene a ser algo as como el cuerpo humano, muy parecido
al de sus sernejcntes, acentuado
este parecido
por las vestimentas
a la
moda, pero que expresa individualmente
el interior, el alma de cada cual.
Resultado de todo
conjunto de viviendas
mentos muy parecidos

lo dicho hasta hora: la fachada de una casa, de un


iguales entre s, ha de ser una composicin
de eleunos a otros. Variar del conjunto la planta bc]o y,

si acaso, el entresuelo, el remate superior, tejcdo o el llamado tico, productos de ciertas Ordenanzas municipales; pero el resto tendr que ser
igual, de arriba obo]o. En una fachada de nuestros tiempos no caben
composiciones caducas, de estilos ms o menos clsicos, en los que unas
plantas carecen de balcones porque forman parte del zcalo o del friso
de la fachada; otras viviendas gozan del privilegio de miradores, slo
porque la composicin de la fachada as lo exige. No, la fachada no puede
imponer exigencias que diferencien unas viviendas de otras, otorgando
a capricho ventanas a una y privaciones a otras. Las fachadas de las casas
de nuestros tiempos han de expresar forzosamente la igualdad social de
todos los habitantes del inmueble.
Figura 117

104
105

Figura 119
Figuro

118

Creemos que con lo dicho hemos expresado lo que pensamos de las


facha~as actuales. Para ilustrarlo, citaremos dos ejemplos caractersticos:
uno (figura 116), la fachada de un edificio de viviendas en el Paseo de
Rosales, en Madrid, proyecto del arquitecto Luis Gutirrez Soto y otro (figura 117), la fachada de una casa de viendas en Barcelona proyectodo
por el arquitecto Joaqun Mascar Viets.

AGRUPACION

EN TORRES

Le Corbusier fue uno de los primeros arquitectos que b


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~;nana, en busca de un mayor aprovecha~I~nto del suelo y una distribucin mejor y ms equitativa de las diversas
vlvlend~s entre las familias ~ue las han de habitar. Propuso abandonar
el orrclqodo concepto de situar las viviendas en hilera de casas e t
calle~ y patios, y agrupar las viviendas en altas torres emplazadas n;~
omplios P?~ques, muy distanciadas una de otras. Naci as el edificio-torre
con las viviendos agrupadas en plantas estrelladas
. Una inmensa variedad. de este nuevo tipo de cqrupocln ha sido estudiado y ensayado en ces: todos los pases del mundo, con ms o menos
106

fortuna. No hay duda de que la agrupacin en torres rene muchas ventajas: equivale a colocar un chalet encima de otro, 10 20 o ms, conservando libre a su alrededor la campia, tal como la form la Naturaleza,
o convertida en parque o jardines en los que pueden expansionarse los
habitantes de las viviendas, sin peiligro de accidentes de circulacin para
sus nios.
Claro que una sola vivienda por planta sera una solucin antieconmica. El coste de la escalera y el y el ascensor ha de repartirse entre cuantas
ms viviendas mejor. Estas se disponen entonces en plantas estrelladas,
ocupando cada vivienda, o cada dos, los brazos de la estrella que pueden
ser en nmero de tres a siete.
Todas las viviendas gozan en estas disposiciones de luz y ventilacin
directa del exterior, sin patios, exceptuando el que rodea, en la mayora
de los casos, la escalera central, y al que slo dan el vestbulo y aseos o,
todo lo ms cocinas. Todos los inquilinos gozan de vista esplndida al
paisaje y si disponen de balcones exteriores, podrn utilizar stos sin temor a ver sorprendida su intimidad por vecinos cercanos.
La nica dificultad estriba en la orientacin. Es sumamente difcil conseguir que todas las viviendas gocen de suficiente soleamento y es imposible evitar que unas disfruten de mejor orientacin que otras.
107

Figura

120

Si el arquitecto no se preocupa por la orientacin, como en el caso de


la ciudad satlite de Londres Metropolitan Borough of Paddingtom>, en
la que el arquitecto R. A. Jensen ha proyectado tres casas - torres de 15
plcntos, con 6 viviendas por planta, distribuidas en los tres brazos de una
estrella triangular (fig. 118), se comprende que sea cual sea la orientacin
del edificio, siempre habr dos viviendas condenadas a gozar de muy poco
sol. Cada una de estas viviendas se compone de una gran estancia, una
cocinita, un vestbulo, dos o tres dormitorios, bao y W. C.
Muy bien resuelto ha sido el problema de la orientacin por los arquitectos Eugenio Aguinaga y Miguel G. Monsalve, en el grupo de viviendas bonifica bies en la carretera de Aragn, Madrid (fig. 119). Las cuatro
viviendas por planta de las 6 torres del conjunto, compuesta cada una por
tres dormitorios, estancias, cocina, aseo, vestbulo y terraza, pueden orientarse de manera que dos tengan la terraza a medioda y las otras dos a
levante y poniente. Desgraciadamente, una concesin a la simetra ha desvirtuado algo tan buena solucin.

Figura 121

109 .
108

Como casi perfecta puede considerarse la solucin dada por los


arquitectos
Steirner Cassetti y
Rohrer en los bloques en Y construidos en Zurich (fig. 122). Cuatro viviendas contiene cada una de
las 12 plantas de dichas torres,
dispuestas una en cada brazo de
la y y dos en el pie, orientado a
medioda, Las viviendas de los brazos se componen de dos dormitorios, bao, cocina,
vestbulo y
cuarto de estar y balcn Q medioda, y las del pie disponen de slo
un dormitorio, con el comedor y el
balcn tambin a medioda.
Las fotografas de distintas torres (figs. 119, 121, 123, 125 y
126) convencern sobre las inmensas ventajas de este tipo de
distribucin.

AGRUPACJON

Figura 122

EN GAlERJAS

La agrupacin de viviendas en galeras puede considerar se como una


agrupacin en torre desplegada. Tiene la ventaja sobre sta en que todas
las viviendas que formen el bloque pueden gozar de la misma orientacin,
que ser la ms conveniente, tanto desde el punto de vista de insolacin
como de vista, ya que los bloques de este sistema suelen situarse, al igual
que las torres, en medio del paisaje o de extensos parques.
Cada vivienda viene a ser, en estos bloques, como una vivienda unifamiliar de una sola planta. Muchos de los problemas mencionados
all vuelven a presentarse en estas agrupaciones. Slo que en los modernos bloques de galera stas se asemejan a calles superpuestas, a las que conducen
escaleras exteriores con lo que todas las viviendas parecen estar en la
planta baja.
Claro est que en la agrupacin en galeras el ahorro de espacio, sobre todo del ancho de la vivienda, adquiere mayor importancia, pues conviene que las galeras sean lo ms cortas posibles para que su coste, al
repercutir en el de las viviendas, no grave demasiado el precio de stas.
llevada al extremo esta consideracin, se llegan a obtener viviendas ultrasencillas de 3,25 m de ancho por 8,80 de profundidad, alineadas a lo
largo de galeras en voladizo de 2,20 m de ancho como las proyectadas
110

Figura 123

111

por el arquitecto Alfonso E. Reidey


para el conjunto residencial Prefeito Mendes de Marais, en Predogulho, Brasil.
Estas viviendas (fig. 124) slo
contienen
una
habitacin
de
3,10 X 6,45 metros, en la que se
desarrolla toda la vida de la familia (matrimonio sin hijos), siendo nicamente los muebles los que
separan el dormitorio de la estancia y comedor. Completan la vivienda una minscula cocinita y un
aseo que, juntamente con la entrada, tiene sus ventanas a la galera. La pared contraria se compone
totalmente de ventanal, a la que
invita la bella vista que se goza
desde el bloque, construido a media ladera siguiendo la curva de
nivel del terreno. Unas cien viviendas se agrupan en este bloque en
las galeras de cada planta. No
existe planta baja, pues todo el
edificio se eleva sobre unos pilares
de apoyo que no impiden la vegetacin. Las viviendas de una sola
Figura 124
planta se alinean en el primero y
segundo piso. El tercero queda
abierto y ha sido compuesto como
calle o terraza de uso general. Las cuatro plantas superiores contienen
viviendas de dos plantas cada una, sistema que comentaremos en el prximo epgrafe (fig. 127).
Generalmente se componen las viviendas de varias habitaciones, como
en el grupo de bloques de La Trinidad, construidos por el Instituto Municipal de la Vivienda de Barcelona, o los bloque de viviendas econmicas
construidos en las afueras de Madrid por el arquitecto Secundino Zuado
(fig. 128). Estas viviendas suelen disponer de dos dormitorios, estanciacomedor, una pequea cocina y un aseo con lavabo water y ducha Las
viviendas de los finales de bloque se componen de un dormitorio 'ms.
Citaremos, por ltimo, como logrado ejemplo de agrupacin de viviendas o apartamentos de una sola planta en bloques con galeras centrales
112

Figura 125

el edificio La Caleta, en Palma de Mallorca, proyectado por ei crqu.recro


Dr. Lamela (figs. 129, 130, 131 y 132). Cada vivienda se compone de 01coba, estancia, cocina y aseo las cocinas y aseos se agrupan alrededor
de ohimeneas de ventilacin en las que se alojan las tubera de todas las
instalaciones (fig. 133).
113

cada tercera planta, con acceso a nivel a las viviendas de la misma y escaleras individuales, al destinar casi toda la fachada de la galera a los accesos, dejara poco espacio para iluminar o ventilar habitaciones, por lo
que ha de estudiarse con mucho cuidado para conseguir buenas soluciones.
Las figuras 134 a 136 ilustran un ejemplo de tal disposicin, solucionado muy ingeniosamente. En la figura 134 vemos la planta de la galera
correspondiente a los pisos primero, cuarto y sptimo de un bloque de

Figura

AGRUPACION

126

EN GAlERIAS DE VIVIENDAS DE DOS PLANTAS

La agrupacin de viviendas en galeras, descrita en el epgrafe anterior, puede simplificarse en cuanto a la longitud de galera por vivienda,
disponiendo las galeras nicamente en cada segunda planta. En este caso
hay que disponer escaleras individuales que vayan desde la galera a las
viviendas de la planta superior. Cabra tambin disponer las galeras en
114

Figuro

128

115

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117

Figura

131

siete pisos construidos en Issy-Ies-Molineaux, Francia, por el arquitecto Jacques Delaire, premiado en el concurso de proyectos convocado al efecto
y publicado en Cahiers du Centre Scientifique et Technique du Batimenl,
Pars. De izquierda a derecha vemos tres puertas. La primera da a la escalera que sube al piso superior; la segunda a la del inferior y la tercera
a la vivienda a nivel de la galera. Esta contiene una estancia, cocina y
dormitorio con ventanas y balcn a la otra fachada, y un aseo y un retrete
con ventilacin por tubos.
.
La escalera al piso superior (fig. 1351 desemboca en un pasillo que
da acceso a la gran estancia, cocina, tres dormitorios, retrete y aseo. El
lavadero est emplazado en el aseo, teniendo al lado un secadero. Un
patinejo sin ventanas rene las tubera de agua, gas y bajante de las
plantas.
La escalera al piso inferior (fig. 1361 desemboca en la gran estancia,
estando el resto de la vivienda dispuesta en la misma forma que el piso
superior. Dado el clima fro del lugar de emplazamiento del bloque des-

Figura 132

crito, que contiene 110 viviendas, las galeras s?n cerr.adas (fi~. 1381.
Otro paso en el tipo de agrupacin por galena consiste en disponer
viviendas de dos plantas a lo largo de las mismas. Caracterstico de esta
solucin es el bloque llamado una milla de largo y una pulgada de ancho, que construyeron en la ciudad de Yonckers (Nueva York), a orillas
del Hudson un equipo de arquitectos que dirige J. Thomas C. Wavam.
El bloque e~ de catorce plantas, con un parque en la octava y una deci-

118
119

figuro

1'34

Figura 133

moquinta de menor extensin, y contiene 342 viviendas. La figura 139


representa las plantas de dos tipos de tales viviendas, que slo se diferencian entre s por el tamao de la estancia que en ambos tienen la altura
de dos pisos. En la planta inferior contienen la estancia, cocina, aseo, entrada, escalera, amplio balcn y un dormitorio y en la superior otros tres
dormitorios, bao y galera interior que asoma a la estancia.
Otro ejemplo caracterstico de esta disposicin es el de Pedrogulho,
Brasil, del arquitecto Alfonso E. Reidy. Las viviendas contienen en la planta
de galera (fig. 140) una estancia-comedor que ocupa todo el ancho de la
vivienda (unos 5,50 m), una cocinita, un balcn, la mitad cubierto y la
escalera; y en el superior (fig. 141) un cuarto de bao y tres dormitorios;
pudiramos quitar fcilmente uno, a una de las viviendas, para drselo
a la otra.

CASA EN ESPIRAL
Una variante de las agrupaciones de viviendas en galera resulta de
proyectar las galeras en rampa. Se aplica en los casos en que el edificio

Figura 135

121
120

Figura

136

largo generalmente, como vimos en el epgrafe anterior, no puede adapt,a~se a las, curvas d~ nivel del terreno, como en Pedrogulho (ver los dos
u!tlmos . e~lgrafes), smo que por circunstancias especiales (orientacin,
VIS!~ princlpol, etc.) la corta. No vara por ello la disposicin general del
edlficio, solo que, en las fachadas aparecen por un lado las viviendas
escalonadas y por el otro las galeras de rampa.
Un paso ms en la disposicin de galera en rampa, es el que ha dado
en Nueva York el arquitecto 1. M. Pei. El edificio construido por la casa
Webb y Rhapp, tiene forma helicoidal, resultado de enrollarse en s mismo, de manera que las galeras en rampa se convierten en una hlice.
El permetro circular es de 30,5 metros y las viviendas tienen forma de
sector circular. Supo_nemas que este edificio no har escuela, pues cae
e.n.el defecto q~e senalbamos en los edificios torres: que siempre habrn
vlviendos mal orientadas, mientras que en la agrupacin en galera extendid.a~la orientacin ser igualmente favorable para absolutamente todas las
vlviendcs.

AGRUPACION

EN GALERIA CENTRAL

El afn de repartir an ms el coste de las galeras entre las viviendas a que sirven, ha conducido a la solucin de galeras centrales. Es una

122

rigura 137

solucin que abandona en favor de la economa las enormes ventajas de


las agrupaciones con galera exterior, referentes a igualdad de orientacin y vista. Pero la desventaja se compensa nuevamente con la disposicin de las viviendas en planta inferior y otras por la superior. De todos
modos, la orientacin de las estancias principales sern a la fuerza diferentes en una y otra vivienda, y la iluminacin de las galeras ofrecer
igualmente bastantes dificultades.
Prototipo de esta clase de agrupaciones es la famosa (Ciudad radiante nmero l s, que erigi en Marsella el clebre arquitecto le Corbusier,
de la que reproducimos los esquemas de las plantas y seccin de uno de
los departamentos que la componen (fig. 142), as como la fachada
Hig. 138) Y la de la lnterbau en Berln (fig. 137).

123

fiquco

Figura

138

Las ciudades radiantes) han hecho escuela. As vemos en Venezuela


un bloque unidad de habitacin) proyectado por los arquitectos Carlos
R. Villanueva y C. Celis por encargo del Ministerio de Trabajos Pblicos
y la Banca Obrera de dicha nacin. El bloque Quinta Crespo Ifigs. 143 a
147) se eleva sobre un terreno de 9544 m". Se compone de 188 departamentos (vivlendcsl, ms los servicios comunes: biblioteca, club, gimnasio, lavadero, sala de juegos y jardn infantil.
En la planta baja se distribuyen los comercios que satisfacen todas las
necesidades de los inquilinos, as como una central telefnica.
La densidad de poblacin es de 623 habitantes por hectrea. Los departamentos, de planta muy variada permiten albergar a diversos tipos
de familia. Las galeras, descentradas, sirven cada una a departamentos
de un solo nivel, por un lado y por otro a departamentos de dos niveles,
uno por encima y otro por debajo de la galera respectiva, como puede
observarse en la seccin Ifig. 145).

URBANISMO

una vivienda unifamiliar en el terreno, y hemos visto cmo las diversas


soluciones dependan de una enorme variedad de factores, tales com?
orientacin, paisaje, orografa, ordenacin del suelo, tamao de las hobitaciones, nmero de plantas, agrupacin de servicios, etc. Los mismos problemas que examinamos en los casos ms simples de vivienda. unifamiliar, surgieron de nuevo al ir estudiando las distintas cqrupoctones en
edificios plurifamiliares, desde la clsica casa de renta hasta las ms modernas concepciones, como son las llamadas unidades de habitacin derivadas de la cit radiante de le Corbusier.
Vimos cmo las mquinas de vivir del clebre arquitecto suizo se basan en la previsin y solucin de todos los detalles, llegando hasta el extremo de que resulta difcil mover en una de aquellas viviendas una silla
sin perturbar el orden prees.t?blecido. Pues bien, V?~Os a term.inar. ~uestro estudio con la presentocin de un bloque de VIViendas plurllcmllores,
de estructura parecida a la cit radiante de Le Corbusier, con agrupacin de las viviendas a lo largo de galeras, pero consiguiendo un resul-

VERTICAL

Terminamos esta serie de consideraciones que se presentan a los hombres emprendedores al proyectar la construccin de viviendas.
Hemos partido de los problemas ms simples que surgen al emplazar

124

139

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127
126

fiGura 143

Figuras

146 y 147

todo contrario al del arquitecto suizo: una libertad casi ilimitada en la disposicin de cada vivienda.
Llamamos a la solucin indita que proponemos urbanismos vertical.
porque viene a ser precisamente esto: crear una serie de solares uno
encima de otro, tantos como quieran pe.rmitir las ordenanzas minici~ales,
y en estos s~l~res, orden?dos o urbanizados en vertical, cada uno se
construye la viviendo propia a su gusto, al tamao que quiera segn
s
posibilidades econmicas (fig. 148).
'
su

Es decir, la empresa constructora elige un terreno, que puede ser la


ladera de una montaa, generalmente despreciada por el movimiento de
tierras que requiere en la construccin y levanta sobre el mismo el esqueleto del edificio del mayor nmero de plantas permitido y en forma de
agrupacin en galeras, de la mayor extensin posible. A esta construccin
aadir las escaleras y ascensores necesarios, las conducciones de servicios de agua, gas, electricidad, desages y salidas de humos agrupados en
patinejos, distribuidos convenientemente en planta. Terminar completamente la cubierta y la fachada principal, sta a base de grandes cristaleras y persianas (fig. 149). la otra fachada queda determinada por Jas
galeras de acceso y las laterales son macizas.
En los edificios semiterminados los futuros vecinos adquieren o alquilan el espacio que ms le convenga, segn sus posibilidades econmicas,
y, en el mismo se hacen construir la vivienda a su gusto, sin preocuparse
de aislamientos contra la intemperie, que ya los hallarn resueltos, sino
nicamente de la distribucin confortable y amuebla miento del hogar. Mxima libertad contra exagerada limitacin de los gustos individuales. Uno
ocupar dos pisos, con escalera interior, varias estancias y numerosos dormitorios; otro se contentar con una parcela mnima con una habitacin
nica, a modo de apartamento: otro instalar en su piso una tienda con escaparate a la galera y otro har de su piso una cafetera.
El valor del terreno, repartido entre todos los pisos del edificio, ms
el valor del esqueleto y piel del mismo, pueden representar la mitad del
coste total de la obra. De manera que lo que el beneficiario ha de pagar
por metro cuadrado rl" superficie que va a ocupar, viene a representar
lo que ha de pagar de alquiler o compra a plazos de una vivienda co-

128
129

V. Proyecto del jardn

CONCEPTO ARQUITECTONICO

DEL JARDIN

Pretendemos transmitir a nuestros


lectores unos razonamientos y consejos tiles para el trazado de jardines.
Queremos ofrecer un complemento a
nuestra serie de temas sobre la vivienda aislada. Complemento imprescindible porque no se concibe una vivienda aislada, sin un jardn que la rodee.
Sin jardn, la vivienda aislada no tiene
razn de ser, convirtindose en simple vivienda urbana o piso de alquiler o de propiedod horizontal.

Figura 149

rriente, y lo que le costar la construccin propia dicha de su hogar., lo


que corrientemente ha de pagar de entrada, o. de traspas~, o c?mo quiero
llamarse. Con la diferencia en favor del usuono, de que este tiene mucha
mayor libertad de adaptar sus posibilidades econmicas a sus gastos y
necesidades particulares.
130

Qu es en esencia el jardn? Segn lo define el diccionario, es un


terreno cercado, que se planta yadorna con hierbas, rboles y arbustos de
toda clase para recreo de los sentidos. Aadiremos de nuestra parte, y
refirindonos concretamente al jardn
de la vivienda aislada, que es el espacio exterior, cercado y separado de
la naturaleza que lo rodea, en el que
se desarrolla parte de la vida de los
habitantes de la vivienda correspondiente, siempre que el clima y el tiempo lo permitan, sirviendo de ampliacin a las piezas que se habitan de
da. Adems acenta la separacin
entre la casa y Jo calle y los vecinos.
Es, pues, un terreno aislado de los dems, que sirve de ampliacin a la casa
y de recreo a los sentidos.

Figura 150

131

Figura 151

Al proyectar el jardn, hemos de tener en cuenta los tres elementos


citados. Si slo se trata de conseguir aislamiento, bastar con cercar el
solar con un muro alto, sin necesidad de ms trabajo. Si nicamente quisiramos recrear los sentidos, bastara plantar una serie de flores, arbustos y rboles y trazar una serie de senderitos que nos permitieran pasear entre plantaciones y acercarnos a contemplar y aspirar el perfume
de cada flor. Es generalmente esta nica preocupacin que prevalece al
proyectar la mayora de jardines, los que de esta manera vienen a ser una
coleccin botnica ms o menos ordenada, pero inhabitable del todo (figura 150).
El tercer elemento, la habitabilidad del jardn como ampliacin de la
e.aso, tan a me~u?o despreciado por constructores y propietarios, por
Simple desconocimiento, es, a nuestro entender, el ms importante de
todos los que deben tenerse en cuenta al proyectar el jardn del hogar
moderno. Para ello hay que partir de conceptos arquitectnicos, o sea es132

paciales; queremos decir que no debe considerarse el jardn como una


superficie sobre la que se trazan unos cuantos ornamentos, sino como un
espacio arquitectnico que se delimita con paredes, el suelo y techo, como
los interiores de una vivienda. Slo que los materiales a emplear son
distintos: rboles y arbustos en lugar de muros; parterres en vez de alfombras y la bveda azul del cielo
en lugar del blanco cielorraso [figura 151).
Este concepto arquitectnico es
el que prevaleci en los antiguos
jardines de Espaa, cuya belleza
tan famosos los han hecho en todo
el mundo.
El jardn arquitectnico de ideas
claras y lneas regulares, que tanto
en Espaa como Italia tuvo un desarrollo glorioso, hasta alcanzar
en Francia la suprema perfeccin
bajo el genio creado del gran arquitecto Le Ntre,
El jardn francs lleg a dominar a todo el mundo occidental en
el siglo XVIII, hasta que otra tendencia provinente
de Inglaterra
trastorn las claras ideas que imperaban hasta entonces e impuso un
concepto completamente diferente.
Era un retorno a la naturaleza, predicado en el continente por Rousseau, y que define el jardn, como
<un paisaje en pequeo que, ayudaFigura 152
do discretamente por el arte, conserva su belleza noturob (fig. 1521.
La moda paisajista pas pronto para resurgir ms tarde en nuevas
variantes. Desde entonces estn en pugna ambos principios.
Aunque la moda paisajista ha aportado preciosos detalles, muy bien
utilizados en nuestros jardines, debemos proyectar en Espaa los jardines
segn los propios principios, no escogidos por capricho, sino impuestos
por nuestro clima mediterrneo con su cielo luminoso.

LOS ESPACIOS EXTERIORES


da

Establecimos en el captulo anterior que ocre toda vivienda aislarodeada de jardn, ste era una ampliacin de aqulla, debiendo
133

estar formada por una serie de


habitaciones exteriores en las que
se desarrolla la vida familiar siempre que el buen tiempo lo permita,
lo que en nuestro clima significa
casi todo el ao.
En un jardn pequeo, correspondiente a una vivienda rrururno
cristiana, como la descrita al principio, las habitaciones o espacios
exteriores limitarn con las fachadas de la casa y las paredes de
cerca del jardn, ornamentando dichos lmites con una adecuada distribucin de las plantaciones de rboles, arbustos y flores.

OORAI~

La figura 153 representa un


ejemplo de tal jardn. Comprende
los siguientes espacios exteriores:
a medioda, frente al porche y entre la casa y la calle, se proyecta
el jardn de jugar de los nios.
All podrn ser vigilados fcilmente desde el porche, lugar donde
se sentarn los mayores durante el
buen tiempo. Rodear este trozo
de jardn un alto seto de cipreses
y otros arbustos y se dispondr en
el interior una piscinita de poco
fondo [como la de la figura 154)
y una caja de arena. El resto del
pavimento ser bien liso, de macadam o de csped, donde rebote
bien la pelota en los juegos.
El acceso a la casa se dispone
a un lado, para permitir que el jardn de juegos sea lo mayor posible,
separando ambos un seto. En este
jardn se podr hacer un empedrado de piedra natural como el de las
figuras 155 y 156, entrndose en la casa por el porche. Frente a la fachada SO, a lo largo de las ventanas del comedor-estancia, se proyecta un
cenculo en forma de emparrado [fig. 157). Puede acentuarse an ms
Figura

134

153

la intimidad de esta pieza mediante la construccin de transparentes de


cermica que pueden realizarse con fantasa ilimitada. Al otro lado de la
casa, frente a la cocina y accesible directamente desde sta, se dispone
una ampliacin exterior de la misma, como un sitio donde sacudir las
alfombras y colgar la ropa. Desde all se pasa al gallinero situado en el
ngulo norte del jardn, con la salida hacia medioda.
La parte restante del jardn, frente a las ventanas de los dormitorios
se destinan a fines utilitarios, o sea, a la plantacin de rboles frutales y
verduras rodeadas de flores.
Concebido de este modo, el jardn es verdaderamente habitable, a diferencia de como se proyectan generalmente, que slo sirven para dar
paseos alrededor de la casa. Hay que limitar la superabundancia de espe,
cies vegetales, siendo una sobria limitacin de la mayor belleza, tal como
puede apreciarse en los grabados que ilustran este comentario.

DIFERENCIACION DE LAS HABITACIONES


Expuesto el concepto arquitectnico del pardn como fundamento de
su habitalidad y estudiado el caso ms sencillo de una vivienda aislada,
situada en medio de un jardn de extensin mnima, pasamos ahora al estudio de los diversos espacios limitados, de las diferentes habitaciones que
pueden proyectase normalmente en un jardn.
Dijimos que estas habitaciones exteriores deban ser ampliacin y complemento de las que componen el interior de la casa. Podemos, pues,
dividir el espacio total destinado a jardn en diversos departamentos correspondientes a las habitaciones de la casa: jardn - comedor o cenador
[tambin jardn - cocina - comedor); jardn - dormitorio
[para dormir la
siesta); jardn solarium y jardn - umbrnculo; jard n-Ieonera [para juegos
infantiles) y jardn-gimnasio; jardn de deportes; jardines - pasillos; jardn aseo [con piscina) y jardn domstico [para tender ropa, sacudir alfombras, gallinero, etc.) Todas estas habitaciones pueden diferenciarse claramente de las otras o combinarse entre s y con el jardn ornamental o
utilitario, en los que cultivan flores, frutas y hortalizas.
Vamos a dar algunos consejos tiles al proyecta rcada una de las mencionadas habitaciones-jardn, estudindolas por orden de necesidad.
Es indudable que los que disponen de ms tiempo para pasarlo en
el jardn, son los nios y los ancianos. A ellos debemos dedicar el mayor
espacio posible. Cuando el solar es algo ms grande que el 'mnimo imprescindible, se procurar situar el edificio de manera que en el lado ms
a propsito quede un espacio bien grande, reduciendo, en cambio, los
restantes al mnimo. Es lo mismo que recomendamos al tratar de la vivienda; reducir en lo posible los dormitorios para poder agrandar, cuanto
se pueda, la estancia - comedor.

135

Figura 154

Figura 156

Pues bien, en las casas en donde hay nios debe dedicarse a ellos la
habitacin del jardn.

Al

El jardn de los nios

La forma que daremos al jardn de los nios depender de la configuracin del terreno que se le dedique, aprovechando el mayor espacio
posible. Podr ser cuadrado, redondo, rectangular, elptico, etc. Uno de sus
lados estar formado por la casa lel jardn de los nios siempre deber
estar junto a la casa para que los mayores que estn dentro puedan vigilarles constantemente).
Los dems lados pueden componerse de un seto alto, lo suficiente
para evitar se escapen las pelotas y balones Ifig. 1581. Los setos pueden
ir protegidos por una baranda calada de unos 30 cm de altura, que sirva
de asiento a los pequeos y al mismo tiempo impida se caigan en la zanja
de tierra que rodea su jardn. El objeto de dicha zanja de slo 10 cm de
profundidad, es el de recoger las aguas que escurran de la superficie de
juego, la cual se har abombada
para evitar la formacin de charcos.
Detrs del seto asomarn rboles de hoja caduca,cuyascopas servirn de
sombrilla en verano, dejando pasar el sol en invierno.
Figura 155

136

137

Figura 159

Figura

157

No pondremos flores ms que en alguna que otra maceta para dar


un toque de color, porque los nios en sus juegos las romperan. Tampoco
recomendamos colocar fuentes que permitan la bebida incontrolada de los
nios.
En la figura 159 hemos trazado un plano ideal del recinto infantil, dndole una forma rectangular alargada. El suelo ha de ser a la vez seco y
blando para que las cadas no sean demasiado dolorosas. Lo mejor ser
tierra apisonada o macadam cubierta de un recebo de unos centmetros de
arena fina. La grava no es adecuada para correr y las losas de piedra
y cermica son demasiado duras mientras que el csped necesita muchsimo
cuidado en nuestra latitudes y es demasiado hmedo.
La mayor parte de este espacio quedar despejado para correr, jugar
a la pelota y otros juegos infantiles, prestndose la capa de arena para
trazar figuras en el suelo, etc.
A un lado se formar el cajn de arena. Este es un trozo de terreno
rectangular limitado por cuatro muretes, en el que un medio metro de
tierra ha sido sustituido por arena, cribada y lavada.
En otro lado se colocarn columpios, balancines, paralelas y otros
aparatos de gimnasia. Puede construirse un tobogn que desemboque
en el cajn de arena (fig. 160).
Casi imprescindibie en un jardn
infantil es una piscina. Pero es conveniente que quede separada del resto
del recinto, formando pequeo [crfigura 160
dn aparte. Una cancela, que puede
ser un precioso motivo ornamental, aminorar las tentaciones de pisar el
recinto prohibido (fig. 161).

";--"-~~~''f:;'f:j'0t~7.ff'''~

Figura

158

138
139

Figura 161

Otr?, pequeo
anexo al jardn de los nios, muy necesario
para su
formaclon,
pero que como la piscina debe estar aislado del recinto de
juegos, es el destinado al cultivo de flores, una parcela por cada nio, en
donde se adi~st:an en tan til. ejercicio y aprenden
a amar las flores y las
plantas.
Por ultimo, puede disponerse
un umbrculo
o rincn dedicado
al descanso, en el que se colocan las hamacas para leer y dormir la siesta
en la sombra.

B) El jardn de los ancianos


El anciano disfruta del pardn de otra manera que el nio. Pasea con
lentitud entre las plantas y contempla largamente cada detalle, gozando
de cada flor que se abra, cada hoja nueva que apunte. Como le cuesta
ag?charse hay que. acercarle los cuarteles a los ojos, lo que da lugar a soluciones tan maravillosas como la que reproducimos en la figura 162 totografa de un jardn espaol del siglo XVII, de Antigua la Vieja, en Guatemala, que expresa todo lo que queramos decir del jardn particular
para ancianos, sin olvidar la disposicin conveniente de bancos para descansar, unos al sol y otros a la sombra.
140

fig'Jra 162

LA ESTANCIA EXTERIOR
En nuestro clima, la mayor parte de la vida humana se desarrolla en el
exterior de la casa. El jardn debe adaptarse a esta cos!umbre, prestand~
especial atencin al espacio que ha de servir de estancia o sala de esta
a la familia.
,
En los das soleados del invierno, se prefiere estar en una galena o terraza cubierta pieza imprescindible en toda vivienda aislada que se presta
a las ms variadas y sugestivas soluciones. En esencia, es una sala, generalmente alargada, en que tres paredes prot.egen a lo~, que en ella se
cobijan de vientos y dems inclemencias del tiempo, cbrindose la cuarta
pared como el escenario de un teatro sobre ..el jar?n, brillante, d~ colores
(figura 163). Segn los materiales que se elijen, piedra o cercrmco en el
embaldosado del suelo; ladrillo visto o blanqueado en las _paredes; madera o cielorraso en el techo; baranda calada, arcos, persronos, t~ldo o
nada en la pared abierta, darn diferentes calidades a esta estancia tan
141

Figura

Figura

agradable

y 164),

163

que se amueblar con unos pocos muebles rsticos. (Figuras 163

, En .Ia primavera
InmedlaCI~nes de
sombra Iflg.
en la cornpostcron
belleza (fig, 165).

y otoo apetecer ms una terraza descubierta, en las


la .casa., en qu~ un,a sombrilla basta para dar algo de
SI existe algun arbol junto a la casa, su inclusin
de la terraza puede dar lugar a soluciones de gran

!~~).

En pleno verano an apetece ms la estancia al aire libre, pero el rigor


de los rayos solares hace preferir los lugares sombros en busca de fresco
agradable. la estancia. s.e,aleja de las paredes caldeadas de la casa, buscando para la cornposrcron de sus cuatro paredes ei verde de las plantas.
142

164

Figura

165

Slo unos pilares marcarn las esquinas de la estancia y sostendrn el


techo que ha de dar sombra, refrescante. Hemos llegado a la variedad
infinita de los umbrculos en cuya composicin la fantasa no halla
lmites. Un ejemplo Ifig. 166) inspirado por los cipreses que existan en
aquel jardn antes de proyectarse el umbrculo, que sirve tambin de
cenador de noche.
El techo puede cubrirse de ramas de pino, o se compone de maderas,
143

Figuro

166

hierro o alambres, dispuestos en dibujos ms o menos ornamentales y


que sirven de sustentacin a toda clase de enredaderas, cama parras, rosales, calabazas, etc. Para graduar mejor la sombra pueden disponerse
asimismo persianas horizontales regulares.
Como ejemplo gracioso de cmo pueden componerse las infinitas variedades de estancias exteriores, citaremos un comedor-cocina que se construy un egourmand) francs en un jardn, limitando el espacio con unas
parcelas elevadas dedicadas a epotcqe, o sea plantas para condimentar,
como son perejil, apio, cebollas, ajos, etc. {fig. 167}'

El JARDIN DOMESTICO
Al hablar de jardn-comedor, describimos la cocina-comedor al aire
libre. Ahora nos limitaremos a considerar la parte del jardn ms proxima
a la cocina de la casa y manera de proyectarlo para que resulte ms til
y sirva de ampliacin a la misma.
Muchos trabajos que se realizan en la cocina pueden efectuarse al aire
libre, si se dispone de espacio adecuado para ello. Naturalmente la cocina
ha de tener una salida directa al exterior, salida que se sita hacia una
pequea galera cubierta que sirva igualmente de acceso al lavadero y que
disponga de un banco donde efectuar los trabajos de corta duracin y
144

Figuro 167

.
. d del fuego que puede vigilarse a travs
que no permiten alelarse. demcsic Nl se ela~ patatas Y habichuelas, se
de la puerta abierta (flg. 168).
. ti p
que la vista se recrea en la
ensa 1a d as, et c., al propio lempo
di te a la cocina Este [orrnor
ormara
Preparan las
.,
1
d
dn correspon len
..
contemplaclon de trozo e lar
, d 1
redes formadas por Cipreses
,
1 d
' enmarcan o e pa
If
b
habitacion como os emas,
f t
El centro como una a om ro
recortados o ?r~ustos de fl.ores \u~~t~S~on todas os hortalizas necesade variados dlbuios, se destl~~ a
b 11 ajos lechugas, tomates, berenrias al condimento de la corm a: c~.1oa~~gas ~tc
[sncs, coles, patatas, raban~tos, ~~~e~l'hileras d'e ~boles frutales ~ariados,
En otras porcelos se dlsp~n n a de una fruta u otra: un limonero:
de manera que slemPIre Ibse. ISP~eg melocotonero, manzana ... No faltara
nspero, cerezo, pera, a oncoq ,
tampoco un la~rel...
el huerto pueden corretear los nios ~ienEn los camln~s que rodeanl cocina vigilndolos. Otra ventaja de situar
tras la madre esta ocupada en ?
siste en que siendo esta parte del
el huerto lindan~o con I?dcdoc;.nac~~ riesgos re~ulares, puede disponer
jardn la que mas necesi a
lene
145

GALLINE'"RO

-:.,

"'......
I
_j/~
J//

r
~
Figuro 169

F;guro 168

de un grifo exterior. de agua sin aumento de la instalacin, donde enchufar


una manguera de nego.
Un<: de I.o.s.Iados del huerto estar formado por el gallinero con un
p,e~ueno e~lf~clo dormitorio y ponedero y su corral enrejado, todo l
facllmen!e. vlgllable desde la cocina o galera anexa.
Por .u!tlmo, formando un~ habitacin aporte, alejada de toda ventana
de la VIVlen?a, s~ proyectara un pequeo espacio para tender la ropa, de
alambres bien dispuestos y donde sacudir las alfombras en una barra
adecuada.
Todo este .c.onj~nto, si est bien ordenado, a pesar de su carcter eminentemente utilitorio, puede ser tan agra'dable a la vista como el ms ornamental de los jardines (fig. 169J.

EL JARDIN ORNAMENTAL
'" Al definir, al p;incipio de. e~t? parte I~ .que es en esencia el jardn,
diiimos que, ademas de crnpllccn de la viviendo es un terreno que se
planta y ad?rno con hi~rbas, rboles y arbustos de todas clases para recreo
de lo~ sentidos). ~a~l;ndo estudiado los diferentes jardines-habitaciones
que sirven de ornpllccin a las correspondientes del interior de la vivienda,
146

hagamos algunas consideraciones de aquellos que no tengan otro objeto


que el recrear los sentidos.
Para proyectar esta clase de jardines no existen trabas para la fantasa: todo puede concebirse y todo pueda realizarse con material tan dctil
y tan bello como es la vegetacin. Hay slo un principio que nunca debe
olvidarse: que los jardines no son ni superficies ni cuerpos, sino espacios limitados por suelo, paredes y techo, espacios en los que penetran y se
mueven los que los habitan. Si se olvida esto, el jardn deja de tener el
atractivo especial que debe caracterizarlos y que lo hace habitable, aunque
slo sea para el recreo de los sentidos.
Como demostracin de lo que decimos basta contemplar los jardines
que con tanto arte trazaron nuestros antepasados: los de la Alhambra y
el Generalife de Granada; el Alczar de Sevilla y tantas obras de que est
llena Espaa. Veamos por ejemplo un bello rincn del Generalife de Granada (fig. 170), contienen los tres elementos caractersticos que no pueden
faltar para la formacin de espacio. El techo es el cielo azul, las paredes
estn formadas por vegetacin ordenada: los lados largos, primero los
chorros de los surtidores formando pared y bveda de cristal brillante;
detrs paredes de ciprs recortado verde oscuro, a travs de las que asoman flores y rboles frutales, en los lados extremos esbeltas arcadas arquitectnicas; el suelo, caracterstico de la jardinera espaola, un largo estanque de agua, en la que se reflejan el cielo y los rboles y sobre cuya
superficie juegan luces y flores enmarcado de la obra de ladrillo visto. Es un
jardn que no tiene ms objeto que recrear los sentidos; ni siquiera se
puede penetrar en l nicamente con la vista.

147

figura

170

Citaremos como otro ejemplo de jardn espaol, completamente distinto al anterior, un emparrado del jardn de Alfabia de Mallorca. Aqu
el techo est formado por el emparrado sostenido por una reja abovedada
de hierros y alambres, interviniendo en su decorado las hojas verdes de
la parra y las uvas negras, combinadas con pedazos azules del cielo. las
paredes estn formadas por una serie de pilares de piedra sobre un zcalo corrido, detrs del cual asoma el verde con manchas brillantes de
148

Figuras

171, 172 y 173

149

Figura

174

los naranjos. El suelo es un empedrado rstico de cantos rodados y de


cenefas de piedra. Este empedrado invita a penetrar en l para gozar de
sus colores y perfumes, pero el que se deja atraer es sorprendido, cuando
se encuentra a la mitad, por un oculto juego de aguas que, inesperadamente, le salpica por todas partes para regocijo de los que quedaron fuera.

JARDINES DEDICADOS Al DEPORTE


Hemos tratado hasta ahora del jardn-espacio como esparcimiento de
los nios y solaz de los viejos, como ampliacin de las habitaciones de la
casa, espacio utilitario y recreo de los sentidos. Nos faltaba tratar del
jardn cama lugar de entretenimiento de la juventud, como espacio dedicado a los deportes.

Figura 175

La inmensa variedad de stos, influir en la diversidad de distribuciones a dar al espacio-jardn al proyectarlo. Considerando, como hasta ahora,
un solar reducido, ya que los amplios no presentan problemas difciles de
aprovechamiento de sitio, no todos los deportes podrn practicarse en el
mismo, al menos en su forma normal: no cabrn ni un campo de ftbol,
ni una piscina reglamentaria e incluso los campos de tenis no alcanzaran,
por lo general, las medidas de campeonato. Pero no es ste el fin de un
lugar de esparcimiento particular: basta que haya el espacio adecuado
para entrenarse oree recrse en el mismo en su deporte favorito, sin que
sufran las plantaciones ni se convierta por ello en el jardn en un patio desnudo de colegio a la antigua.
150
151

Figura

178

creo, sin ms lmite que la capacidad econmica dei propietario. Pero estimamos que, si se dispone de terreno en abundancia, no hay ninguna dificultad en distribuir sobre el mismo los diversos espacios dedicados a
diferentes deportes, como si se tratara de una sucesin de distintos jardines. Caben infinidad de combinaciones, segn la habilidad y fantasa del
proyectante. Como ejemplo de habilidad de composicin y riqueza de
fantasa citaremos nicamente un jardn deportivo y recreativo de Sitges
(Barcelona), proyectado por e: arquitecto don Fernando de la Escosura
(fig. 175). En el mismo se combinan una pista de tenis, una piscina triple para nadadores, no nadadores y nios, con una originalsima torre
de saltos, una pista de baile y una terraza prgola.

JARDINES EN TERRADOS

152

Cuando los solares son muy pequeos, de manera que casi la totalidad
est ocupado por la vivienda, puede recurrirse a la instalacin de un
[crdn en el terrado de la casa. Es lo que antiguamente se llamaba jardn
colgante. Constructiva mente no presenta ningn problema, ya que los
modernos medios de que se dispone para aislar a la perfeccin las azoteas
contra la penetracin de humedades, permite instalar encima de la azotea aislada cualquier forma o sistema de jardn, con compartimentos bastante grandes para plantar en los mismos cualquier flor, arbustos e in153

CORTE A-8

Figura 179

c1uso.rbol (fig. 177). Au~que la cantidad de tierra siempre ser limitada,


especlal~ente par~ los arboles abonndola y trabajndola convenientemente, estos podran desarrollarse hasta alcanzar tamaos considerables.
Vemos, pues, que el proyectar un jardn en la azotea de la casa no
ofrece con:trucfivament? d~ficultades. Artsticamente tampoco, ya que se
pue~en aplicar a estos [crdlnes todas las condiciones enumeradas para los
comentes. Un especial cuidado deber tenerse con la seguridad de las
personas, .sobre t~do los nios, para que no se precipiten .desde una baranda de'!l~slado bala a la calle. Pero con habilidad tambin se solucionarn
o eludlrn estos p~oblemas, recurriendo, por ejemplo, a barandas o rejas
y emparrados o pergolas como en las figuras 176 y 178.
. ~?y c~sos, como en los solares pequesimos, en los que no caben
edificios aislados, o sea e~ d_?nde las
unifamiliares ocupan todo el
anc~o d.el solar ~ntr~ medianiles, y ademas dispongan de muy poco terreno I~t?nor p~ra lord,": la disposicin del mismo en la azotea es la nica
solucin posible. Conviene en tales casos cuidar en primer lugar de los
accesos que sean lo ms fcil posible, o fin de que la familia que habite la

=v=

154

Figura 180

casa frecuente y cuide tal jardn. En la figura 179 presentamos un ejemplo


de una tpica torre de planta baja en cuya tercera cruja se proyect un
patio-estancia con una magnolia en su centro. De dicho patio parte una
escalera adosada a la pared medianil hacia el jardn de la azotea. Este
se divide en varias partes o espacios diferenciados: en la parte. anterior,
el jardn destinado a flores, animado con una fuente y un amplio banco
enfrente. Otro, con algunos arbustos y tres bancos de piedra, destinados
a los nios, con un cajn de arena en el centro. Entre ambos un emparrado.
Otra escalera conduce al [ordincillo posterior de la casa, en el que se ha
proyectado una pequea piscina, de tres por cuatro metros, para los nios.
La prctica de los jardines en las azoteas es de mximo inters en las
grandes ciudades, en que podran disponerse sobre las modernas casas de
alquiler, para expansin y recreo de los inquilinos, cumpliendo as uno
magnfica funcin social. No hay duda de que cuando la crisis de la escasez de vivienda haya sido vencida y vuelva a haber competencia entre

155

propietario~ I?~ra lograr inquilinos, un agradable jardn en la azotea de su


casa constltulra uno de los ms solicitados atractivos.

VI. Viviendas de proteccin estatal

t-,ientras t~nto~ los ticos de muchas casas de alquiler se convierten,


g.raclas a los [crdines colgantes en verdaderos chalets con todas las deli~Ias de una. torre de las afueras, unidas a las ventajas de vivir en el intenor de la ciudad. En Barcelona existen numerosos ejemplos de tales jardin~s que corr~boran todo lo que acabamos de exponer, como son los jardines ~e J~s figuras 177 y 178. En la figura 176 pueden verse la realizacin
de un [crdln en azotea en Madrid yen la fig. 180, el jardn en la terraza de
una casa de Poissy, Francia, proyectada por le Corbusier.

VIVIENDAS DE PROTECCION ESTATAL


Para fomentar en Espaa la construccin de viviendas a travs de la
iniciativa privada, el Ministerio de la Vivienda refundi en el ao 1957
toda la legislacin existente en Espaa sobre viviendas de proteccin
oficial, entendindose por este nombre las viviendas que dentro de un
Plan Nacional de la vivienda y de los programas de actuacin, se construyan
con arreglo a proyecto que el Instituto Nacional de la Vivienda apruebe
por reunir las condiciones que se sealen en el Reglamento y Ordenanzas.
las Viviendas de Proteccin Oficial se clasifican en dos grupos:
Primer grupo, para cuya construccin no se concede subvencin, prima
ni anticipo por el Instituto Nacional de la Vivienda, beneficindose los
promotores nicamente de las exenciones y bonificaciones tributarias que
puedan concederles el Estado.
Segundo grupo, viviendas para las que se concedan alguno o varios de
dichos auxilios.
'
Estas normas son, en el momento de redactar esta monografa, las
ms avanzadas que con respecto a proyectos de vivienda se han promulgado en Espaa, por lo que las exponemos aqu como normas ejemplares
para cualquier proyecto de vivienda, aunque no se acoja a la proteccin
estatal.

DEFINICIONES BASICAS
Antes de todo reproducimos el texto oficial de las definiciones bsicas
de conceptos que se utilizan en las normas que vamos a exponer:
Se entender a efectos de las normas:
al Por metro cuadrado construido, la unidad de superficie construida
dentro de las alineaciones exteriores. los cuerpos volados, balcones o terrazas que estn cubiertos por otros elementos anlogos o por tejadillos
o cobertizos, formarn parte de la superficie total construida cuando se
hallen limitados lateralmente por paredes. En caso contrario, se computar nicamente el 50 por 100 de su superficie respectiva, medida en la
misma forma.
b) Por superficie total construida, la suma de la de cada una de las
plantas del edificio medida en la forma anterior.
156

157

el Por superficie construida por vivienda, la que resulta para cada


una de las comprendidas en una misma edificacin medida tambin en
forma anloga, incrementada con la parte proporcional ocupada por el
portal, escalera y dems servicios comunes de la casa.
dl Por superficie til, la total de cada vivienda con deduccin de la
ocupada por los muros, tabiques y escaleras o galeras exteriores de acceso.
el Por presupuesto de ejecucin material, el coste calculado de la edificacin teniendo en cuenta los precios de los materiales de construccin,
medios auxiliares, gastos generales y mano de obra correspondiente.
fl Por presupuesto protegible, el integrado por el de ejecucin material, ms el valor asignado a los terrenos -dentro
de los lmites sealados por Ordenanzas-,
el coste de la urbanizacin cuando sta sea
precisa, los honorarios facultativos, los derechos obvencionales y el coefie!ente .~e b.eneficio que corresponda, segn que las obras se realicen por
eiecucron directa Q. mediante concurso-subasta. Dicho coeficiente se fija en
el 8,5 por 100 en el primer caso y en el 17 por 100 en el segundo.
gl Por coste del metro cuadrado, el precio que resulta para cada metro ~uadrado de construccin, dividiendo el importe del presupuesto por
el numero de metros cuadrados que contiene la superficie total construida.
Ser coste de ejecucin material por metro cuadrado el que resulte al dividir el presupuesto de ejecucin material por el nmero de metros cuadrados de superficie construida. El resultante de dividir el presupuesto
protegible ser el coste de ejecucin total protegible por metro cuadrado.
hl Por mdulo, el coste del metro cuadrado de ejecucin material,
que como valor tipo sealar peridicamente el Ministerio de Trabajo, a
propuesta del Instituto Nacional de la Vivienda.

los stanos, semistanos y plantas bajas, siempre que no reb.asen el


treinta por ciento de la superficie total construida, podran ser designados
a locales de negocio.
Cuando un mismo promotor construya ms de cien viviendas, puede
agrupar este treinta por ciento de superficie en edificios diferentes.
los proyectistas se atendrn en su composicin y dimensio~es a la~ ~rdenanzas municipales (del trmino en donde haya de construlrs~ la vrvienda), y en sus normas constructivas Y sanitarias, a .I~ Orden cltad,a. el 12
de julio de 1955, por el Instituto Nacional de la VIvienda, para VIviendas
de Renta limitada, Grupo Segundo,
las normas construtivas se refieren a los materiales que pueden ser
empleados, precauciones a tomar, proteccin contra incendios, etc. y afectan muy poco a los proyectos.
En cuanto a las normas sanitarias destacan la obligatoriedad de instalar cuando menos retrete con cierre hidrulico, lavabo y ducha; la. manera de efectuar el saneamiento de aguas fecales y de aguas pluvloles,
en el medio urbano y el rural: la instalacin de fosas spticas ~onde no
hay alcantarillado pblico, profeccin contra humos y gases y como conseguir aislamiento trmico en muros y techos.
Aunque obligatorias en los proyectos de viviendas sU,bvenciona~as, su
descripcin detallada no afecta apenas al proyecto en SI. En cornbo. ~on
ms importante las de composicin y dimensiones que han de reglr~e
por las cor~espondientes Ordenanzas Municipales. Para donde no. se disponga de Ordenanzas Municipales detalladas, recomendamos aplicar las
siguientes normas de la misma Orden:

ALTURA DE LAS CASAS


En la construccin de viviendas de renta limitadm reqrrcn los siguientes preceptos, salvo que las Ordenanzas Municipales permitan mayores

CARACTERISTlCAS

tolerancias.

la superficie mxima til de una vivienda subvencionada debe ser de


50 m", y la mnima de 38 m2 (entendiendo por superficie til la citada
en el epgrafe d) de las definiciones bsiccis citadas anteriormente).
El programa y distribucin de las viviendas quedarn a libre criterio
de los promotores; pero, en todo caso cada una de ellas estar compuesta
por un mnimo de tres piezas habitables, cocina y cuarto de aseo con lavabo, ducha e inodoro (segn experiencia del autor, de las tres piezas habitables, al menos dos han de ser dormitorios, y de stos, uno de dos
camas).

planta.

1:

158

2.

En calles de cinco a seis metros se construirn casas de una sola

En calles de seis a ocho metros de ancho, casas de dos plantas.

3.0 En anchos superiores a ocho metros, casas de altura igual al ancho


de la calle.
las localidades muy clidas del sur de Espaa podrn modificar, previa aprobacin del Instituto, estas Ordenanzas.

159

4:

S mnimo
metros cuadrados

la altura rncximo permitida para viviendas de renta limitada sin


ascensor, desde la rasante de la acera a la planta respectiva, ser de 14 m.

5:

las alturas mnimas y mximas de plantas son:

MAXIMA

MINIMA

Planta baja Otras plan- Planta baja


metros
tos metros
metros
Medio rural

..

Medio urbano.

Una planta
Dos plantas
Tres plantas
Cuatro plantas
Cinco plantas

10
16

30
40
60

L mnimo
metros

3
4
5
6
7

Otras plantos metros

2,50

2,20

3,00

2,80

2,80

2,50

3,60

3,00

las Ordenanzas comarcales establecern normas especiales en aquellos casos en que el clima lo aconseje.

ORIENTACIONES

las alturas rmrumcs en el medio urbano podrn rebajarse hasta igualarse con las sealadas por el medio rural cuando todas las habitaciones
de la vivienda den a espacios exteriores y las condiciones de habitabilidad
sean ptimas en razn de la buena disposicin de las edificaciones y la
racional distribucin de la vivienda. A estos efectos se entiende por espacio exterior todo aquel que proporcione a una fachada luces rectas normales cuya dimensin sea igual que la altura de la edificacin.
Podrn considerarse a estos efectos aquellas habitaciones que, aun recibiendo luz directa oblicua, sus huecos den a patios exteriores o a retranqueos de fachada, siempre que las dimensiones de stos cumplan la condicin de que el fondo sea, como mximo, igual al ancho.
la medida de altura de planta baja se har desde el nivel de la acera
al plano de cielorraso.
6. Se autorizan las viviendas en planta abuhardillada, siempre que
el paramento verticar sea, por lo menos, de 1,20 metros de altura. la superficie horizontal de techos no ser inferior a la mitad de su planta y
cumplir en su altura sealada para las dems plantas.

DIMENSIONES DE PATIOS INTERIORES


En los edificios que tengan patios interiores reqrron las siguientes normas para las dimensiones mnimas de los mismos, siendo L el lado menor
en metros y S la superficie en metros cuadrados.
160

Salvo casos especiales debidamente justificados, .se inte~tar conseguir


que las estancias estn orientadas hacia el Sur o hccio la ma? favorable de
la localidad y de los terrenos de que se trate; el mayor numero de dormitorios deber orientarse hacia los cuadrantes del. Su~ y del ~ste. .
las Ordenanzas comarcales establecern determinaciones mas precisas
segn las circunstancias que en cada zona concurran.

SUPERFICIESDE VENTlLACION
la superficie real de ventilacin de todas las habitaciones de la vivienda
no ser inferior a un dcimo de la superficie de su planta.

SUPERFICIESMINIMAS DE LAS HABITACIONES


En toda vivienda habr un cuarto capaz para .hacer, la vida _fa~iliar,
que si es nico, sea la cocina o el comedor, se ojusrcr a las siguientes
superficies mnimas.
En viviendas de cinco y ocho personas = 18 m2
En viviendas hasta de cuatro personas = 16 m2
En viviendas tipo de tercera categora po~r reducirs~ e.sta ~~perficie
a 14 m2 cuando la disposicin de las sdlcoclones y la dlstribucln de la
vivienda satisfagan condiciones ptimas de h.abitabili9ad.
, .
2
Si la cocina es independiente de la estancia tendra como rmrurno 6 m ,
si cuenta con lavadero, y si lo tiene aparte 4 rn",
161

En el medio rural, si la cocina es de carbn, puede componerse el


arranque de la escalera con la cocina; en ese caso la planta mnima si se
trata de cocina-estancia {incluido el tramo de escalera) ser de 16 m2
En caso de cocina de campana y hogar de lea no se autorizar la
inclusin de la escalera en la planta de la cocina.
la superficie mnima para retretes es de 1 m". Si est unido a los
servicios de aseo, la superficie se justificar con la distribucin de los
aparatos.
los pasillos tendrn una anchura mnima de 0,80 m.

RETRETESY ASEOS
El sisterno ser siempre de cierre hidrulico donde haya dotacin de
agua.
Hasta 1,40 m de altura deber ser chapado de azulejos o con otro
revestimiento impermeable.
El acceso no se permitir desde las estancias, comedores, cocinas ni
dormitorios.
En el medio rural que no tenga dotacin de agua, cuando no haya
corral se ir al retrete de tierra.
los aseos debern estar revestidos lo mismo que los retretes.

NORMAS

DE ECONOMIA

En las viviendas de superficie construida entre 151 y 200 m", se procurar que la superficie til no pase de 18 m2 por cama; en viviendas
entre 81 y 150 m2 de 15 m2, y en vivien.das de 50 y 80 rn", de 13 m~.
El coeficiente de aprovechamiento ser igualo mayor del 75 por 100.
(la superficie til debe ser al menos tres cuartas partes de la superficie
construida, para considerar un buen aprovechamiento del. terreno). .
Para entender el Significado de las anteriores normas, citamos un ejernplo. Una vivienda 200 m2 de superficie construida, con un aprovechamiento del 75 por lOO, equivale a una superficie til de 150 m". Una
vivienda de este tamao ha de disponer de dormitorio para un total de
nueves camas (9 X 19 = 162 m21 al menos para poderla considerar la
categora de ceconrniccs. Igualmente si su superficie til es de 60 m~
(75 por ciento de 80 m2), deber contener al menos dormitorios con 5 camas (5 X 13 = 65 m'),

ESCALERA
Anchura mnima con baranda libre, 0,80 metros.
Anchura mnima entre muros, 1 metro.
Anchura mnima de la huella, sin contar su vuelo sobre la tabica, 27 cm.
Altura mxima de tabica, 19 cm.
Nmero mximo de peldaos o alturas en cada tipo, 15.
longitud

mnima de meseta 0,90 metros.

longitud

mnima de la acometida libre de la escalera, 1,20 metros.

Altura mnima del barandal, 0,80 metros.


La mxima entre barrotes, 0,15 metros.
En las viviendas individuales se permiten mayores tabicas, menos
chos y escaleras compensadas.

ano

Salvo la excepcin sealada para las viviendas individuales, se prohibirn las mesetas en ngulo en que el desarro!lo medio sea menor de un
metro, las mesetas partidas y las escaleras compensadas.

162

163

VII. Valoracin de la calidad


de un proyecto

VALORACION

DE LA CALIDAD DE UN PROYECTO

De las normas de economa, citadas en el anterior captulo, se desprenden varias frmulas para apreciar la calidad de un proyecto, desde el
punto de vista de un buen aprovechamiento del espacio disponible. La
relacin til-superficie edificada nos da el coeficiente de aprovechamiento. Este no debe ser en ningn caso inferior al 75 por ciento y, es tanto
mejor, cuanto mayor sea.
Otra frmula es la que limita la superficie til proyectada en relacin
con el nmero de camas que puedan instalarse en la vivienda. Es decir la
superficie til estar tanto mejor aprovechada, cuanto menos superficie se
derroche en espacios por cama instalable, dentro de las normas de superficie mnima de habitaciones.

INDICE DE CALIDAD DE KLEIN


Alejandro Klein estudi diferentes medios para fijar la valoracin de la
calidad de una vivienda en nmeros. Estableci unos ndices de calidad
utilizando dos procedimientos, llamados sistemas de efectos y sistemas de

puntos.

SISTEMA DE EFECTOS
Este sistema se basa en relaciones como las indicadas anteriormente,
obtenindose unos cocientes para cada efecto, cifras que permiten compararse con otras: son los tres efectos siguientes:

Superficie edificada
Efecto cama

= ---------Nmero de camas
165

A. - CARACTERISTlCAS HIGIENICAS

Superficie edificada
Efecto til

= ---------superficie til

Efecto de habitacin

Si no existe una limitacin de la insolacin en las habitaciones de estar


y dormir por efecto de salientes o galeras del propio edificio.

Superficie habitable

Si la iluminacin es suficiente.

Superficie edificada

Si los locales de estar estn agrupados


solacin.

= ---------

En este ltimo efecto, la superficie habitable se refiere a la suma de


las superficies de dormitorios, comedor, estancia, despacho y otras habitaciones. En viviendas muy reducidas, se incluir tambin la cocina. Cuanto
mayor sea el cociente, mejor la calidad del proyecto. Tambin en el efecto
til el cociente ms alto ser el ndice de calidad. En cambio, en el efecto
cama, la mejor calidad corresponder al ndice ms bajo.
Por ejemplo, comparamos tres proyectos para una vivienda de cinco
camas:

Si se evitan los locales de paso.


Si la unin entre los locales obedece a la tcnica de la habitacin.
Si el W.c. est separado del bao.
Si la posicin de las ventanas, de las puertos y de otras oberturas es
satisfactoria para la colocacin de los muebles.
Si el bao y el W.c.
taciones.

Proyecto
A

B
C

Superficie Superficie Superficie


edificada
til
habitable

82 m2
86 m2
90 m2

67,5 m2
70,- m2
73,- m2

40 m2
40 m2
49 m2

Efecto
til

0,825
0,815
0,812

Efecto
habitable

0,488
0,465

0,544

Efecto
cama

16,4
17,2
18,-

para permitir una buena in-

se pueden comunicar sin pasar por otras habi-

Si existen posibilidades para la colocacin de armarios.


Si las superficies libres, una vez colocados los muebles, resultan centradas.
Si el replanteo de la cocina permite una buena organizacin
bajo.

del tra-

Si es cmoda la comunicacin entre los locales de estar y los de dormir.


Del cuadro anterior se deducir que el proyecto A es de mayor calidad
en cuanto a los efectos til y de cama y que el proyecto C es mejor con
relacin al efecto habitacin.

Si es cmoda la comunicacin entre la cocina y los dormitorios.


Si es cmoda la comunicacin con el jardn.
Si es cmoda la comunicacin con la calle.

SISTEMAS DE PUNTOS
Si el cuarto de bao tiene colocados en orden sus elementos.
La valoracin por el sistema de puntos Klein se basa en unos tests)
sobre caractersticas higinicas y estticos.
Cada caracterstica es una pregunta a la que se puede contestar con
afir~,acin, negacin o duda. La afirmacin es representada por + 1, la negocian por -1 y la duda por O. Las sumas ms altas indicarn las mejores calidades del proyecto.
Klein establece los siguientes cuadros de tests:

166

Si es cmoda la comunicacin del jardn con la calle.


Si la escalera de la azotea es asequible sin atravesar locales.
Si la cocina se ve desde la meso.
Si es posible la buena disposicin de los muebles-necesarios.

167

B. - CARACTERISTlCAS ESTETICAS

VIII. El coste de una vivienda

Si los locales se diferencian segn el tamao y el destino.


Si se evitan formas y relaciones desfavorables.
Si los locales se relacionan bien.
Si la iluminacin est relacionada con la forma de los locales.

EL COSTE DE UNA VIVIENDA

Si con la construccin de armarios de pared o con su posibilidad se

El proyecto completo de una vivienda comprende los siguientes documentos:

asegura la simplificacin de las habitaciones.

Si la decoracin es satisfactoria.
Si el proyecto obedece al programa propuesto.
Por este sistema podemos comparar los proyectos A y C, de nuestro
anterior ejemplo, cuya calidad casi quedaba empatada en la comparacin
por efectos. Comparando los puntos de cada uno, seguramente podremos
seleccionar el de mayor calidad entre los dos.

1. Memoria descriptiva, en la que se describe literalmente el proyecto, especificando todos aquellos detalles que no puedan aparecer claros en
los planos.
2. Planos, que son la descripcin grfica del proyecto, para lo que
comprenden las diversas plantas, cortes, proyecciones, alzados y detalles,
en que queden acotadas todas las dimensiones.
3. Pliego de condiciones, que es una relacin de todos los materiales
que han de intervenir en la obra, proporciones de las mezclas, forma
en que han de ejecutarse los trabajos, etc. Cuanto ms detallados sean los
anteriores tres documentos, ms fcil ser determinar de antemano el precio a que resultar la vivienda terminada.
Esto se efecta en el documentos nm. 4, el Presupuesto. Se compone
a su vez de varios captulos. El primero es una relacin de los precios de
los diversos materiales a pie de obra y de los jornales que sern abonados
a los diferentes obreros que intervengan. Sigue una lista de precios compuestos a que resultarn las diversas unidades de obra, una vez aplicados
los precios de los materiales y el tiempo invertido por los obreros. Sigue
un estado de mediciones que comprende la suma de todas las unidades de
obra de que consta el proyecto, medidas en los planos, en m", m2, m, kg.
Por ltimo, el presupuesto propiamente dicho consiste en aplicar al estado
de mediciones el precio correspondiente a cada unidad de obra y, por
medio de multiplicaciones y sumas, obtener los importes de las diversas
clases de obra que intervienen en la construccin y, finalmente, la suma
total del presupuesto.
COSTE POR METRO CUADRADO
Antes de redactar un proyecto definitivo, para tener una idea aproximada del coste de una vivienda suele hacerse el clculo a base de un precio por metro cuadrado de superficie edificada. Este precio es el promedio
obtenido de la liquidacin de diversos proyectos similares recin ejecu-

168

169

todos. Queremos decir que, sabiendo el coste a que han resultado varias
viviendas terminadas, del mismo tipo que uno proyecta, se divide el importe de cada una por la superficie edificada en metros cuadrados y se
obtienen unos precios bastantes parecidos unos a otros, escogindose e~
promedio.
Este precio por metro cuadrado de superficie edificada suele ser tan
constante para cada tipo de construccin, que el propio Ministro de la
Vivienda lo fija anualmente para las diversas categoras de viviendas.
Los Colegios de Arquitectos tambin fijan un precio por metros cuadrados para calcular los honorarios de los arquitectos que, como dijimos
al principio, se calculan en un tanto por ciento del presupuesto de ejecucin material de la obra.
Ahora bien, el coste por metro cuadrado no es cosa rgida y tenerlo demasiado presente al trazar el Anteproyecto podra influir en decidirse
por viviendas demasiado pequeas. Queremos decir que el promotor, al
estudiar el anteproyecto de su futura vivienda, pudiera verse compelido a
reducir su extensin para disminuir su coste. Precisamente, en esta variacin de tamao de la vivienda, el precio por metro cuadrado a edificar no
es el mismo que el que sirvi de base al proyecto.
Ni el aumento de superficie de algunas habitaciones hace aumentar el
presupuesto en la proporcin del precio por metro cuadrado, ni la disminucin produce tanto chorro como hara creer sistema tan simplista. En
realidad, si en un proyecto de vivienda con tres dormitorios, comedor,
cocina, aseo, lavadero y balcn, slo variamos las dimensiones de dos o
ms habitaciones, conservando iguales todas las dems caractersticas del
proyecto, veremos que cuanto menos superficie ocupa, ms caro resulta el
metro cuadrado edificado y cuanto mayor, ms barato.
Para mayor claridad, desarrollaremos un ejemplo. Para un proyecto
de viviendas en un edificio de cinco plantas, hemos calculado el presupuesto y, dividido por la superficie, nos ha resultado el m" a 10200pesetas.
Cada vivienda mide 76 rn" y su coste es de 775200pesetas. Aumentada
la misma vivienda a 84,5 m" aplicando el mismo precio por m", la vivienda
ampliada costara 861900pesetas. Pero calculado el nuevo presupuesto
con los mismos precios unitarios, nos resulta su coste de 805454 pesetas. De
todo lo cual se deduce que en el aumento de 8,5 m", stos tan slo han
costado 3560pesetas en lugar de las 10200pesetas anteriores. Y el nuevo
precio por m2 es de 9532 pesetas m",
Igualmente, si en lugar de aumentar la superficie, la hubisemos disminuido en los mismos 8,5 m", la vivienda resultara por 744605 pesetas
y el m2 edificado sera ms caro, alcanzando a 11032pesetas m".
Vemos, pues, que no debemos aferrarnos con demasiado temor al
clculo aproximado a base de un precio POI metro- cuadrado, sabiendo que
un posible aumento de la superficie no aumenta proporcionalmente su
precio, sino que es mucho ms econmico.
170

Apndice

CONDICIONES MINIMAS DE SANIDAD


Orden de Gobernacin de 29-11-1944, vigente en toda Espa~.,
El B.O. del Estado nm. 161 de 1.0 de marzo de 1944, publico la siguiente Orden:
Ministerio de la Gobernacin.
ORDEN de 29 de febrero de 1944 por la que se determinan las ~ondiciones higinicas mnimas que han de reunir las viviendas, Il_m? s~nor:
A propuesta de la Comisin Central de Sanidad Local, este MJnlst~no ha
tenido a bien disponer, que las condiciones mnimas que han de. reunir toda
clase de viviendas, sea cual fuera la Entidad o particular a quienes pertenecieren, son las siguientes:
1. - Toda vivienda familiar se compondr, como mnimo, de cocina,
comedor un dormitorio de dos camas y un retrete, habiendo de tenerse
siempre en cuenta la relacin entre le capacidad de la vivienda y el nmero
y sexo de sus moradores.

2. - Las habitaciones sern independientes entre s, de modo que


ninguna utilice como paso un dormitorio, ni sirva a su vez de paso al
retrete.
3. - Toda pieza habitable de da o de noche :e.ndr ~enti~acin directa al exterior por medio de un hueco con superficie no Inferior a 1/6
de la superficie de la planta.
,
Cuando la pieza comprende alcoba y gabinete, .u~a de ellas P?dra servir de dormitorio y el hueco alcanzar doble superficie de la prevista en el
caso anterior.
,
..
Cuando la pieza se ventile a travs de una galera no pod;c: ser~lr
sta de dormitorio, y la superficie total de huecos de ,ella no ~era.,mfeno;
a la mitad de su fachada, y la ventilacin entre galena y hcbitccin sera
como mnimo, el doble de la fijada en el caso anterior.
171

4: -

Excepcionalmente en fincas cuya capacidad y tipos de construccin ofrezcan garantas de eficacia y presenten dificultades para la ventilacin directa de retretes y baos, se autoriza el uso de chimeneas de
ventilacin que cumplan las siguientes condiciones:
al Saliente de 0,50 m, por encima del tejado
mento de azotea.

a 2,20 sobre el pavi-

b)

Comunicacin interior y directa que asegure la renovacin de aire.

el

Seccin suficiente pura facilitar la limpieza.

5. -Los
patios y patinillos que proporcionan luz y ventilacin a cocinas y retretes sern siempre abiertos, sin cubrir en ninguna altura, con
piso impermeable y desage adecuado, con recogida de aguas pluviales,
sumidero y sifn aislador. No obstante cuando se trate de edificios industriales, comerciales, pblicos o semi-pblicos, podr tolerarse el que se
recubran los patios hasta la altura de la primera planta. Los patios sern
de forma y dimensiones para poder inscribir un crculo cuyo dimetro no
sea inferior a 1/6 de la altura del edificlo . la dimensin mnima admisible
en patios y patinillos es de tres metros.
6. -las
dimensiones mnimas de las distintas habitaciones sern las
siguientes: dormitorios de una sola cama, seis metros cuadrados de superficie y 15 metros cbicos de cubicacin.
Dormitorios de dos camas, de 10 metros cuadrados de superficie y 25
metros cbicos de cubicacin.
Cuarto de estar, 10 metros cuadrados.
Cocina, cinco metros cuadrados.
Retrete, 1,50 metros cuadrados.
Si la cocina y cuarto de estar constituye una sola pieza, sta tendr
una dimensin mnima de 14 metros cuadrados.
la anchura mnima de pasillo de 0,80 metros, salvo en la parte correspondiente a la entrada, en el piso, cuya anchura se elevar a un metro.
la altura de todas las habitaciones, medida del pavimento al cielorraso,
no ser inferior a 2,50 metros en el medio urbano, pudiendo descender
a 2,20 en las casas aisladas y en el medio rural.
los pisos inferiores de las casas destinadas a viviendas estarn aislados
del terreno natural mediante una cmara de aire o una capa impermeable
que proteja de las humedades del suelo.

7:-

En las viviendas que tengan habitaciones abuhardilladas, la altura


mnima de cada una de ellas no podr ser inferior a la resultante de aplicar las normas marcadas en el prrafo anterior, debiendo en todo caso,
revertirse de techos y blanquear toda la superficie.
172

8. - Slo se podrn autorizar viviendas en nivel inferior al de la calle


en terrenos situados en el medio urbano cuando se cumplan las siguientes
condiciones:
al Aislamiento del terreno natural por cmara de aire o capa impermeable de 0,20 en espesor mnimo.
b) Impermeabilizacin de muros y suelos mediante empleo de morteros y materiales hidrfugos adecuados.

el Iluminacin directa de todas las habitaciones, teniendo sta como


mnimo la mitad de la altura de la habitacin: pavimentacin impermeable del terreno circundante en una faja de altura de un metro adosada a
Jos muros de la fachada. las escaleras tendrn una anchura mnima de 0,80
metros y recibirn luz y aireacin directa. En casas colectivas de ms de
dos plantas o de ms de cuatro viviendas, la anchura libre mnima aumentar a 0,90 metros, admitindose en este caso la iluminacin central por
medio de lucernarios cuya superficie mnima ser de 2,3 de la planta de
la caja de la escalera.
Para alturas de ms de 14 metros, medidos desd niveles de arranque
de la escalera en los portales, ser obligatorio el ascensor.
9. o -las
aguas negras o sucias procedentes de las viviendas, debern recogerse en tuberas impermeables y ventiladas y ser conducidas por
stas al exterior del inmueble: donde existiera red de alcantarillado ser
obligatorio el acometer a stas las aguas negras de la vivienda, siempre
que la distancia entre la red y el inmueble no exceda de 100 metros.
Igualmente ser obligatorio la acometida de agua y su uso cuando exista
un abastecimiento pblico cuya red de distribucin se halle a una distancia
del inmueble inferior a 100 metros, la asignacin mnima diaria ser de
50 litros por habitante, sin que baje nunca de 200 para el total de la
vivienda.
10.
Cuando no exista alcantarillado o la vivienda se halle en ncleo
a mayor distancia de las indicadas en la clusula anterior, se atendrn a
las normas y disposiciones reglamentarias del Ministerio de la Gobernacin.
0 -

11.
Cuando se usen los pozos spticos, el lquido afluente de los
mismos deber siempre ser depurado antes de mezclarlo con las aguas
corrientes o entregarlo al terreno, acudiendo, para conseguir esta finalidad,
a los procedimientos admitidos por las Autoridades sanitarias.
0 -

12.
Los retretes sern de cierre hidrulico, aun en el caso de que,
por no existir red de abastecimiento de aguas en la poblacin ni instalacin particular para la obtencin y elevacin del agua en el inmueble,
pueda emplearse aparato de descarga.
0 -

173

13.o - En las viviendas rurales que tengan como anexo la cuadra o e!


establo, estos locales deben aislarse de aqullos, teniendo entradas independientes.
14.
En todo edificio destinado a viviendas, por el tipo de construccin adoptada y materiales empleados se asegurar el aislamiento de la
humedad en muros y nichos, as como el aislamiento trmico para protegerlo de los rigores de las tempestades extremas propias de la regin en
que est emplazado.

Indice

0 -

Nota. - Cuando las Ordenanzas Municipales de alguna poblacin permiten mayores tolerancias que las asignadas en esta orden, sern stas
las que rijan, dejando sin efecto aqullas.

PROLOGO

1. GENERALIDADES
Proyectar
Vivienda
Representacin grfica del proyecto
Escalas
Esquema de una vivienda

.
.
.
.
.

7
9

10
11
11

11.LA VIVIENDA UNIFAMILIAR EN EDIFICIO AISLADO


Vivienda mnima
Un ejemplo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Orientacin e iluminacin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Solares irregulares. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Terrenos accidentados y el factor vista
Agrupacin de las habitaciones diurnas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Agrupacin de las habitaciones nocturnas
Cuarto de aseo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Vestbulo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Garaje
,.....
Ampliabilidad
Reductibilidad
'
" .. ,
, , .. , . . . . .
Preservacin contra la humedad, calor y fro . . . . . . . . . . . . . . . . .
Paredes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Suelo
Tejado
Instalaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Calefaccin
Ventilacin
Viviendas pareadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La doble vivienda con pared medianil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Viviendas superpuestas

15
16
17
23
25
30
33

34
36
39
39

42
42
44
46
46
47
49
51
55
57
58

111.LA VIVIENDA UNIFAMILIAR EN EDIFICACION CERRADA


La vivienda unifamiliar en edificacin cerrada . . . . . . . . . . . . . . . .
Casa unifamiliar en una sola planta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Un caso de planta baja sin patios
Casa unifamiliar de dos plantas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

IV. VIVIENDAS PLURIFAMILlARES


174

Viviendas plurifamiliares

65
65
71

74
85

Dos viviendas por planta .... . . . .


Tres viviendas por planta. . . . . . . .
Cuatro viviendas por planta. . . . . .
Fachadas
Agrupacin en torres . . . . . . . . . . .
Agrupacin en galeras . . . . . . . . .
Agrupacin en galeras de viviendas
Casa en espiral. . . . . . . . . . . . . . .
Agrupacin en galera central
Urbanismo vertical. . . . . . . . . . . . .

.......................
.......................
.......................
................
................
de dos plantas. . . .
................

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.

.......................

88
96
99
102
106
110
114
120
122
124

V. PROYECTODELJARDIN
Concepto arquitectnico del jardn.
Los espacios exteriores. . . . . . . . . .
Diferenciacin de las habitaciones .
La esta ncia exterior . . . . . . . . . . . .
El jardn domstico
El jardn ornamental. . . . . . . . . . . .
Jardines dedicados al deporte. . . .
Jardines en terrados

.
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.......................
.......................

131
133
135
141
144
146
150
153

VI. VIVIENDAS SUBVENCIONADAS


Viviendas de proteccin Estatal
Definiciones bsicas
Ca ractersticas
Altura de las casas
Dimensiones de patios interiores. . . . .
Orientaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Superficies de ventilacin . . . . . . . . . .
Superficies mnimas de las habitaciones
Retretes y aseos. . . . . . . . . . . . . . . . .
Escaleras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Normas de economa

.....................
.....................
.....................
.....................
.....................

157
157
159
159
160
161
161
161
162
162
163

VII. VALORACION DE LA CALIDAD DE UN PROYECTO


Valoracin de la calidad de un proyecto
Indice de calidad Klein
Sistemas de efectos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Sistemas de puntos

165
165
165
166

VIII. ELCOSTE DE UNA VIVIENDA


El coste de una vivienda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Coste por metro cuadrado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

169
169

APENDICE
Condiciones mnimas de sanidad.

........................

171

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