Quien Era Zaqueo
Quien Era Zaqueo
Quien Era Zaqueo
Jess entr en Jeric y atravesaba la ciudad. All viva un hombre muy rico
llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. La escena es en la Jeric
herodiana, a 3 kilmetros al sur de la vieja, que era la nica habitada. Lucas es
el nico que narra esta escena. A la fascinacin que causan las riquezas, y que
Lucas expuso en el pasaje del joven que no sigui a Jess por sus muchas
riquezas, la conversin de Zaqueo presenta un ejemplo en contrapartida. Es
otro caso, aqu con hechos, del tema de la misericordia de Jess, tan
destacado en los relatos de este evangelista.
Zaqueo, que significa el puro, el justo, o, si es abreviatura de Zacaras, Dios
se acord, es presentado por este relato en dos caracteres ntimamente
unidos entre s. Es jefe de publcanos y hombre rico.
Los publcanos eran los recaudadores de los impuestos de Roma a Israel. Por
eso eran aborrecidos por los judos, como coautores de la dominacin romana.
La autoridad de Roma admita de stos una cantidad alzada, y luego ellos
podan resarcirse en los cobros del pueblo. Ello dejaba un margen de abuso
manifiesto en los beneficios. Acaso por eso era rico. Mxime siendo jefe de
los publcanos de toda aquella zona de Jeric (cf. Lc 3:12-13).(Comentarios de
la Biblia Ncar-Colunga)
2.
Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Nuevamente
nos vuelve a asombrar la actitud de Jess que toma la iniciativa. En efecto,
Zaqueo no le haba pedido algo especial, l solo sencillamente gozaba de una
curiosidad por conocer a ese Jess de quien probablemente haba odo hablar.
Lo maravilloso es que Jess se adelanta, es decir el se invita a si mismo.
Entonces podemos asumir que Jess quiere vivir con nosotros, l quiere entrar
en nuestra casa, permanecer en ella. Por tanto nos preguntamos Le
dejamos? Estoy a la puerta llamando; si alguno me oye y abre, entrar en su
casa y cenar con l y l conmigo (Ap 3,20). Jess desea ante todo la
intimidad con nosotros. Precisamente porque hoy tengo que alojarme en tu
casa, dice Jess, es decir ahora.
4.
Y nos sigue maravillando Jess, este relato rompe todas las barreras. Los
fariseos se reconocan los ms cumplidores y los maestros espirituales de su
pueblo, an ms ello ni siquiera intentaban reunirse con los publicanos ni
menos con los pecadores pblicos. Por tanto ellos nunca intentaran entrar en
las casas de estos publicanos y pecadores, porque teman contaminarse. Sin
embargo Jess se acerca sin prejuicios, a pesar de las chismes de los fariseos.
5.
CASA
Con Jess lleg a Zaqueo la salud. Tambin l, aunque degradado por los
fraudes y malos negocios, era digno de ser hijo de Abraham: de la suerte de los
judos dignos y rectos. Y, sin duda, tambin a toda su casa, lo mismo que
antes participaran de riqueza de iniquidad.
Y se hace ver que sta era la misin de Jess. Lo criticaban por comer y beber
con los publcanos y pecadores (Lc 15:1) y les respondi con las parbolas de
la misericordia. Y aqu se responde, aparte de los hechos, con destacar que
sta era la misin del Hijo del hombre: que ha venido a buscar y salvar lo que
estaba perdido. Esta sentencia de Jess debe de provenir de otro contexto.
Pero es el complemento sapiencial al hecho de esta conversin. San
Ambrosio ve en Zaqueo un fruto maduro que cae del rbol a la primera
sacudida que le hace Jess.
7.
LA
HISTORIA
DE
ZAQUEO