Uruguay 1968
Uruguay 1968
Uruguay 1968
ISSN 1696-2060
Uruguay 1968
La
insurgencia
juvenil
y
popular
latinoamericana gan la escena con su propsito
genrico de transformar un mundo que senta
periclitado. Desde el muy vistoso y sangriento
68 mexicano al norte, hasta el extremo sur del
continente fue un componente orgnico que se
introdujo y potenci el ciclo mundial a partir de
las propuestas de cambios profundos que se
manejaban en el continente, desde el triunfo de
la revolucin cubana. De esa manera, no se trat
de un movimiento inercial que se subi a la
cresta de una ola generada en maremotos
lejanos, sino un actor de primer plano que
buscaba revolucin, palabra clave que condensa
el periodo. Cultural? S tambin, aunque
menguada en su concepcin y no del todo
desprendida
de
los
marcos
sociales
predominantes. Pero sobre todo revolucin
poltica y social, transformaciones radicales de
lo heredado.
Este artculo se propone mostrar el 68 en
Uruguay, un pequeo pas austral donde el bien
cultivado y acariciado mito de la armona salt
por los aires ante el potencial dinamizador de
estas luchas, en concurrencia con una crisis
histrica del sistema predominante. El 68
uruguayo fue un hito de ruptura extremadamente
violento, no slo con la tradicin poltica sino
con el imaginario nacional que durante medio
130
Uruguay 1968
LOS
LOS
LA
Uruguay 1968
Uruguay 1968
Uruguay 1968
Uruguay 1968
Uruguay 1968
de
diferente
direccin,
con
distintas
metodologas pero abarcadora de un amplio
espectro, que permite dar forma orgnica al
movimiento contestatario, agudiza la crisis
dentro de los partidos polticos tradicionales,
provoca desprendimientos en su seno que
confluyen en torno a un programa
contrahegemnico y dan lugar a la creacin de
un extenso y heterogneo conglomerado
poltico, sin duda, el resultado progresivo de
mayor trascendencia del periodo. El movimiento
histrico tiene tambin otro signo. El
enfrentamiento alcanza un nivel de profundidad
tan alto, que obliga a introducir en la escena
poltica y social a un nuevo protagonista, las
fuerzas armadas, que alcanzarn proyeccin en
el periodo inmediato. Ambos agentes
aceleradores de signo contrario no actan en una
mera accin defensiva, sino que se introducen
en el movimiento histrico, lo retroalimentan y
le imponen su propia dinmica. La aceleracin
genera un encadenamiento crtico que termina
por afectar la dominacin49.
Finalmente, eso fue el 68 uruguayo. Un
cuatrienio en el que se proces la ruptura de un
modelo, la alteracin de un ritmo y una
dinmica social. Fue tambin el preludio del
horror que sobrevendra.
NOTAS
1
Uruguay 1968
exposicin de hiptesis tericas, presentadas para el
examen de doctorado, Pars, Universidad de Pars,
1973, 28.
27
Real de Aza, Carlos, Poltica, poder, op. cit.,
205-206.
28
Zelmar Michelini no acept el cargo cuando le fue
ofrecido por Gestido.
29
Figura constitucional prevista en el artculo 168,
numeral 17, para momentos graves de conmocin
interior o ataque exterior, que supone la supresin de
algunas garantas constitucionales, equivalentes a un
estado de sitio. Constitucin de la Repblica Oriental
del Uruguay, Reforma constitucional de 1966,
Montevideo, Ediciones Cabildo, 1967.
30
En torno al gobierno de Pacheco Areco, vid.
Panizza, F., Uruguay, batllismo y despus. Pacheco,
militares y tupamaros en la crisis del Uruguay
batllista. Montevideo, EBO, 1990; Caetano, Gerardo;
Rilla, Jos, Historia contempornea del Uruguay: de
la colonia al MERCOSUR. Montevideo, CLAEH,
1994, 222-228; Cores, Hugo, Memorias de la
resistencia. Montevideo, EBO, 2002; Chagas, Jorge;
Trullen, Gustavo, Pacheco: la trama oculta del
poder, Montevideo, Rumbo, 2005.
31
Zubillaga, Carlos; Prez, Romeo, El Uruguay de la
dictadura, 1973-1985. Fascculo 1: La democracia
atacada, Montevideo, EBO, s.f., 4.
32
Mills, C. W., La elite del poder. Mxico, FCE,
1987, 216-217.
33
Real de Aza, Carlos, La clase dirigente.
Montevideo, Nuestra tierra, 1969, 54.
34
En torno a las alineaciones partidarias que dieron
como resultado un parlamento pusilnime para cortar
de raz en ascenso autoritario, vid. Zubillaga, Carlos;
Prez, Romeo, El Uruguay, op. cit., 5-9.
35
El motivo esgrimido para la clausura fue la
publicacin de un manifiesto en apoyo a los
principios de la primera Conferencia de la
Organizacin Latinoamericana de Solidaridad
(OLAS).
36
La enseanza media haba sufrido un intenso boom
a inicios de los 60. La matrcula se haba ms que
duplicado, nuevos sectores sociales accedieron a este
nivel educativo y resentan sostener a sus hijos en los
liceos. Gonzalo Varela, El movimiento estudiantil de
1968: el IAVA, una recapitulacin personal.
Montevideo, Trilce, 2002, 68
37
En cuanto a los fundamentos concretas de la
aplicacin del decreto en la fecha indicada, ibid.
Apndice. Acerca de la implantacin de las Medidas
Prontas de Seguridad en 1968, 151-157.
38
La huelga bancaria de 1969 concit una amplia
solidaridad popular y tuvo una duracin de tres
meses. Cuando se cumplieron las 144 horas de
ausencia, dos mil empleados bancarios fueron
declarados desertores de acuerdo al cdigo militar.
39
Vid. entre otros estudios el de Aldrighi, Clara, La
izquierda armada. Ideologa, tica e identidad en el
MLN-Tupamaros. Montevideo, Trilce, 2001.
40
Vid. entre muchos trabajos, Varela, Gonzalo, De la
repblica liberal al Estado militar: Uruguay 19681973. Montevideo, Ediciones del Nuevo Mundo,
137
Uruguay 1968
138