Resumen Fedro, Platón

El problema lenguaje escrito y oral, pensamiento y mundo
en los dilogos de Platn desde la hermenutica de

Verdad y mtodo.
1. El mito de Theuth y la ilusin de las ventajas que nos pueda ofrecer la
escritura
Este dilogo se estructura en dos partes: la primera, que est compuesta por los
monlogos que constituyen el discurso de Lisias (reproducido por el interlocutor
receptor: Fedro), y las respuestas persuasivas de Scrates; la segunda parte, es una
conversacin sobre la utilidad de la retrica que desemboca en el monlogo que versa
sobre el mito de Theuth y Thamus, contado por Scrates y que dan luz sobre la visin
negativa que tiene Platn sobre la escritura. Algunos autores afirman que la estructura
de este dilogo encierra un propsito que subsume a otros tpicos o intereses
identificables, esto es, la preocupacin por mostrar las fuerzas que presionan en la
comunicacin verbal, en la adecuada inteligencia entre los hombres. (Fedro, 275b).
Luego de haber tratado los problemas que presenta el lenguaje oral1, Platn, ahora,
explicitar las aporas que presenta la escritura, que es el planteamiento central sobre el
problema que si la filosofa debe ser oral o escrita. A continuacin desarrollaremos las
principales tesis que Platn brinda en este mito.
1.1. La escritura y el descuido de la memoria
El mito se inicia con la ofrenda de Theuth, divinidad egipcia, al rey Thamus,
tambin llamado Amn:
() cuando llegaron a lo de las letras, dijo Theuth: Este conocimiento har
ms sabios a los egipcios y ms memoriosos, pues se ha inventado como un
frmaco de la memoria y de la sabidura. Pero l (Thamus) le dijo: Oh
artifiocsimo Theuth! () Y ahora t, precisamente, padre que eres de las
1 Por ejemplo, un dilogo donde Platn ya ha tratado el problema de la
representacin verbal de lo desocultado es el Crtilo, donde se afirma lo
siguiente: Hay que dejar los nombres, esto es, las palabras para partir de las
cosas mismas.
letras, por apego a ellas les atribuyes poderes contrarios a los que tienen.
Porque es olvido lo que producirn en las almas de quienes las aprenden, al
descuidar la memoria, ya que fijndose en lo escrito, llegaran al recuerdo desde
fuera a travs de caracteres ajenos, no desde dentro, desde ellos mismos, por si
mismos. (Fedro, 275a)
De esta manera, Platn da inicio al mito, que podramos, denominar el mito de
la escritura en Fedro. En este pasaje, el filsofo ateniense explica su rechazo a la
escritura que se sustenta en dos razones centrales: La primera es que las letras pueden
nutrir o engrosar la memoria de los hombres; y, por ende, como segunda cuestin, los
hombres pueden alcanzar la sabidura. El problema central para Platn ser que
mediante la escritura habr un olvido del ser, ya que al confiar en la escritura no
recordaremos que hay que ir a las cosas mismas. Como ya haba manifestado en el
Crtilo: no se conoce la esencia de las cosas desde los nombres, sino desde las cosas
mismas, motivo por el cual si estuviera en nosotros pudiramos iramos fuera de las
palabras, para conocer las cosas sin palabras (Crtilo, 438 d-e).
No debemos olvidar que Platn, en Menn (81b), concibe dos tipos de memoria:
una externa (hypmnesis) y otra interna (mnme). La memoria externa o recordatorio es
la que proporciona una sabidura aparente, inmediata quiz, pero no autntica. La
memoria interna, en cambio, proporciona al hombre sabidura, puesto que llega a
contactar con las ideas sobre las que ya saba. Simplemente, llega a recordar, y, por
tanto, a saber (anamnesis platnica).
Ahora bien, la escritura, tambin, trae un problema en el pensamiento pues ste no
recordar cul ha sido el camino que lo ha llevado a afirmar diferentes cuestiones. Es
decir, los que se dejan llevar por esta memoria externa vivirn en el olvido de la
pregunta por el ser, ya que dejan de plantearse las preguntas ltimas y ms
significativas (ontolgicas) y slo rememoran lo escrito, sin seguir el proceso del
pensamiento que condujo a ese texto escrito. Aqu Platn recurre a una metfora: lo
vivo y lo muerto: Lo vivo sera para el lenguaje oral, mientras que lo muerto sera la
escritura o lenguaje escrito.
1.2. Escritura y la muerte del dilogo

Los argumentos antes expresados no son suficientes para sostener que toda escritura
es nociva para el conocimiento. Platn acepta que la escritura puede llegar a ser un
medio por el cual puede llegar a conocer o intentar saber, pero no de manera genuina; ya
que descuida el aspecto interno (memoria interna), por la huella de la escritura.
Mediante sta, por tanto, nunca se llegar a la verdad. Porque los hombres no
interiorizan los mensajes que pueden extraer de las letras, lo nico que la escritura
produce es ms confusin e ignorancia.
En Fedro, tambin, explica por qu la escritura lleva al olvido de la pregunta por el
ser y, por tanto, a un saber aparente o falso. Pues, la escritura hace cambiar el sentido de
lo dicho y desliga, tambin, de la persona que lo dice. En este dilogo, este filsofo deja
establecido que lo importante es tomar en cuenta quin dice qu y de dnde viene esa
persona, esto es, cul es su contexto cultural (Zavala, 1998, s.n.). El conflicto entre
oralidad y escritura, en Platn, es latente; no obstante, sta ltima no llega a defender
por s misma, pues permanece oculta, olvidada dado lo descontextualizada
culturalmente del sentido de sus palabras. Por el contrario, la voz viva siempre implica
un hombre dentro de un contexto cultural e histrico determinado. Por tanto, no puede
quitrsele al hombre la voz, pues de esa forma el dilogo vivo estara reemplazndose
por la escritura. De este modo, se ve en Platn el predominio por una metafsica
logocntrica y foncentrica en donde predomina el habla viva.

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1.2. Escritura y la muerte del dilogo

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