Proton Pseudo Histerica-Emma

Es en la Parte II del Proyecto ...
, titulada Psicopatologa, en el apartado 4, donde Freud nos

habla de La protn pseudos histrica.
La expresin procede de Aristteles (Primeros analticos, libro II, cap. 18, 66,16).
En esta obra Aristleles, se ocupa de la teora del silogismo.
El protn pseudos es una premisa mayor falsa en un silogismo, que da como
consecuencia una conclusin falsa.
En la carta 24 a Fliess de mayo de 1895, Freud expresa las dos ambiciones que le
atormentan:
1- averiguar qu forma cobrar la teora del funcionamiento psquico si se introduce en l, un
enfoque cuantitativo, una especie de economa de la energa nerviosa y
2 - extraer de la psicopatologa aquello que puede ser til para la psicologa normal.
En esta II parte, Freud aborda el intento de colegir", desde el anlisis de procesos
patolgicos, algunas especificaciones del sistema de funcionamiento que ha ido construyendo
- del aparato psquico - en la I parte.
Inicia el estudio de la histeria sin que por fuerza hayan de ser exclusivas de ella.
La compulsin histrica la conceptualiza como representaciones hiperintensas:
1incomprensible,
2insoluble
mediante
el
trabajo
del
pensar,
3- incongruentes en su ensambladura.
Con el trabajo de anlisis, la compulsin histrica queda solucionada tan pronto como es
esclarecida y se averigua el proceso en virtud del cual se ha producido la apariencia de
absurdidad e incongruencia.
Este proceso es descrito de cmo una representacin B que es comprensible para el
individuo pero que ha sido objeto de la represin (esfuerzo de desalojo), se sustituye por
unarepresentacin A, que produce ese efecto absurdo e incomprensible (que en la vivencia
original estuvo asociada colateralmente con B).
El proceso patolgico es el de un desplazamiento, adjudicndole a A algo que se sustrajo
de B.
La gnesis de la compulsin histrica se encuentra en el afecto penoso de las
representaciones de B y, adems, dichas representaciones provienen de la vida sexual, por lo
cual son reprimidas.
La representacin B reprimida, est presente como huella mnmica, excluida del proceso de
pensar, pero B es un complejo de investidura que eleva una resistencia difcil de vencer. En la
resistencia a pensar con B, se ve la medida de la compulsin que A ejerce.
Freud se pregunta entonces por el enigma que presenta la fijeza de la representacin B, que
hace que su defensa (de la representacin B) se pueda considerar patolgica.
Si bien la 2 condicin para la defensa patolgica es la sexualidad, por qu unos afectos
sexuales penosos, son tan superiores en intensidad a todos los otros afectos
displacenteros?
**
Hasta ahora se puede sintetizar que la compulsin histrica proviene de una peculiar
variedad del movimiento de la formacin de smbolos (Qn = cantidad psquica), que esto es
probablemente un proceso primario (puesto que se lo puede comprobar con facilidad en el
sueo) y que la fuerza que mueve este proceso es la defensa del yo.
Pero el enigma es que en todo este proceso hay algo que rebasa lo normal.
Nos hace falta una explicacin para eso: para ello Freud se nutre de la clnica:
Caso Emma:
Compulsin histrica: No poder ir sola a una tienda.
Afecto de terror: que lo ubica en un recuerdo a los 12 aos.

Va
a
una
tienda,
vio
a
dos
empleados
rerse
entre
ellos.
La
risa
la
atribuye
a
que
se
rean
de
sus
vestidos.
Uno de los empleados le haba gustado sexualmente.
Se hace incomprensible tanto el nexo entre su afecto de terror a entrar sola a una tienda por
temor a que se ran de sus vestidos, como que solo por estar acompaada aunque sea de un
nio le permite hacerlo.
La exploracin ulterior, hace surgir a la luz un 2 recuerdo, que Emma pone en entredicho
haber tenido en el momento de la escena I.
8 aos: va por 2 veces a la tienda de un pastelero.
El pastelero la pellizca en los genitales a travs del vestido.
A pesar de ello, ella vuelve una segunda vez
Se reprocha: haber acudido la segunda vez, como si de ese modo hubiera querido provocar el
atentado.
Esta vivencia tiene asociada un estado de mala conciencia oprimente.
Entre la escena I (2 en el tiempo) y la II, (1 en el tiempo) la propia paciente pone en
relacin la risa.
Es el recuerdo en la escena I de lo acontecido en la escena II, ms un desprendimiento
sexual que se traspone en angustia. Este desprendimiento sexual que se produce a los 12
aos, no estuvo presente a los 8 aos.
El recuerdo, despierta un afecto que como vivencia no haba despertado, porque entretanto
la alteracin de la pubertad ha posibilitado otra comprensin de lo recordado.
Este caso es un ejemplo de cmo en la histeria opera la represin. Descubre que lo
reprimido es un recuerdo que solo con efecto retardado ha devenido trauma.
Aqu Freud utiliza complejo para designar un grupo de representaciones reprimidas: O
pastelero -> O vestidos -> O atentado.
CONDICIN de LA PROTN PSEUDOS HISTRICO (pag. 404)
Freud atribuye en este momento, a la dilacin de la pubertad (como carcter universal de la
organizacin), que en el caso de la representacin sexual, su recuerdo despierta un
afecto que no conllev como vivencia.
De aqu su afirmacin que todo adolescente porta en si el germen de la histeria, que son esas
huellas mnmicas que solo pueden ser comprendidas con la emergencia de las propias
sensaciones sexuales.
Para que este germen de la histeria se manifieste, sern necesarios la cooperacin de otros
factores.
Freud apunta que lo que es perturbador en un trauma sexual, es el desprendimiento
de afecto. Este desprendimiento de afecto, considera que se produce, por ser personas que
han sido vueltas excitables sexualmente de manera
prematura.
Esto queda reducido a un factor cuantitativo.
La perturbacin del proceso psquico normal, tiene entonces dos condiciones:
1. que el desprendimiento sexual se anude a un recuerdo y NO a una vivencia y
2. que el desprendimiento sexual sobreviene prematuramente.
Estas dos condiciones, son las que producen un rebasamiento de la medida normal, dando
lugar a un afecto de displacer.
Este afecto displacentero, inhibe el decurso del pensar normal (control por parte del yo), que
produce una inadecuacin al fin, lo que lo hace aproximarse a un proceso primario
desinhibido.
Cuanto ms intenso es el desprendimiento de displacer, ms difcil es la tarea para el yo de
pensar, que es lo que posibilitara el desplazar (descentrar) cantidades psquicas (Qn).
En el caso de la protn pseudos lo que sucede es que: una investidura que desprende
displacer, escapa a la atencin, lo que hace que el yo llegue demasiado tarde para
contraponerse. Pero lo que desprende displacer no es una percepcin, sino una huella
mnmica, esta es la razn de porque el yo llega tarde, lo inesperado es lo que ha permitido
que sea un proceso primario lo que acontezca.
Es entonces el retardo de la pubertad lo que posibilita que unos procesos primarios pstumos,
se hagan presentes y cojan al yo desprevenido, para hacerles frente contraponindose con
investiduras colaterales que eviten el desprendimiento displacentero.

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Afecto de terror: que lo ubica en un recuerdo a los 12 aos.

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