A Tema 02

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TEMA 2.

El hecho religioso (elaborar ficha 2)


1. EL HECHO RELIGIOSO
1.1. Es el camino entre el mito y el rito
En definitiva, qu es RELIGIN?:
- CONJUNTO DE CREENCIAS o dogmas acerca de la divinidad.
- UNOS SENTIMIENTOS de veneracin o temor hacia ese mismo ser supremo. SER
SUPREMO que es centro de todo el universo, el espritu que lo gua y le da forma.
- NORMAS MORALES que sirven a la conducta moral del individuo y de la sociedad.
Muchas veces estas "normas" se convierten en el sentido ltimo y absoluto de la
existencia.
- PRCTICAS RITUALES, principalmente la oracin y el sacrificio, que sirven para dar
el culto debido a la divinidad. Y que suponen el deseo de participar del TODO.
Un gran estudioso del hecho religioso,Juan Martn Velasco aporta la siguiente
definicin: Un conjunto de sistemas, de creencias, de prcticas, de smbolos, de estructuras
sociales a travs de las cuales el hombre en las diferentes pocas y culturas, vive su relacin
con un mundo especfico: el mundo de lo sagrado. Este hecho se caracteriza externamente por
su complejidad (en l se ponen en juego todos los niveles de la existencia humana) y la
intervencin en l de una intervencin especfica de referencia a una realidad superior, invisible,
trascendente, misteriosa, de la que se hace depender el sentido ltimo de la vida".

Este camino entre el mito y rito contiene:


MITO creencias (leyendas, teoras, ideologas) pasan a verdades >>>dogmas
sentimientos (entusiasmo, miedo, fascinacin)
>>>culpas
normas (hacer un camino, conducir, conducta) obligan/prohiben>>>tab
RITO prcticas (obligadas/voluntarias piedad-)
>>>magia
(>>> significa derivacin extrema)
1.2. Elementos del hecho religioso
1.2.1.Lo sagrado (/y profano) es el mbito

Ejemplo: el escenario

2. Elementos del hecho religioso


misterio

actitud religiosa

SAGRADO

mediaciones

TRNSITO

PROFANO
UMBRAL

2 rasgos sobresalen:
- cruzar el umbral (introducirnos en un nivel nuevo) > salir al escenario coloca
frente a la realidad por excelencia
> frente al pblico es una visin y

conciencia privilegiada
es el mismo mundo o mbito pero vivido, percibido y sentido de una manera
nueva
- los trnsitos: son los pasos que nos hacen cruzar el umbral. Tres tipos
- iniciacin: a algo nuevo
- conversin: renovacin en lo mismo (de una manera completamente nueva)
- iluminacin: alcanzar estados privilegiados de experiencia, conocimiento
1.2.2.El misterio es el elemento central, fuente y fundamento de lo sagrado
- necesidad de representarlo
- rasgos: - lo que nos sobrepasa (trascendencia) ante lo til y pragmtico
(inmanencia)
- lo inexplicable (entre el centro objetivo de las cosas y el fondo
subjetivo del sujeto)
- reacciones: temor, desproporcin, desconcierto, fascinacin (sentimientos)
1.2.3.La actitud religiosa:
- tiene 2 caractersticas: reconcimiento y bsqueda
- pasos: constatar su presencia, aceptar su alteridad, acoger su irrupcin,
renunciar a su dominio
1.2.4.Las mediaciones
El hombre no ve el Misterio cara a cara por lo que en su relacin con l se hace
necesaria la presencia de "algo" que el hombre pueda palpar, tocar, sentir.
Pero este hombre es constitutivamente mundano, corporal, comunitario. Su forma de
existir es 'ser-en-el-mundo", ser exteriorizndose en la corporalidad, distendindose en la
duracin y refirindose a otros sujetos. Cmo puede el Misterio hacerse trmino de una
relacin efectiva para un hombre as? Condicin indispensable para ello ser que el Misterio,
sin dejar de serlo, se haga presente en el mundo espacio temporal, en la historia del hombre. A
esta necesidad vienen a responder las mediaciones objetivas del Misterio
Lo sagrado se manifiesta en los objetos profanos (Mircea Eliade), el Misterio se hace presente
gracias a las realidades terrenas que se constituyen en MEDIACIONES.
En todas las religiones, y durante todos los tiempos, ciertos aspectos de la realidad se
ha interpretado como signos indicativos de la presencia del Misterio en la realidad cotidiana del
hombre. Estos aspectos adquieren en cada momento, cultura y tiempo una significacin
especial. Algunas de estas realidades son el cielo, la tierra, el rayo, un lugar, un rbol, una
piedra, una persona... todas ellas se convierten en realidad mediadora para que el misterio se
haga presente. De esta forma estas realidades han ido trasfigurndose para convertirse en
algo significativo para el hombre, adquiriendo una nueva significacin y a la vez pasan ser
smbolo del misterio.
El hombre posee esa sensibilidad para captar los signos en los que se hace
presente el misterio. Todo lo que el hombre ha manejado, sentido, encontrado o
amado ha podido convertirse en hierofana.
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Las mediaciones objetivas del misterio: las hierofanas


La relacin que se establece en el mbito de lo sagrado entre el Misterio y el hombre
religioso tiene lugar a travs de las mediaciones de otras realidades mundanas. Y no poda ser
de otra manera por dos razones:

Por parte del Misterio, porque su misma trascendencia le hace inasequible directa e
inmediatamente al hombre;

Por parte del hombre, porque toda relacin verdaderamente humana, y la religiosa lo
es, tiene que partir de lo sensible, es decir, est prendida genticamente a factores captables
por los sentidos.

De esta forma, a travs de diversas realidades de nuestro mundo (cosas, personas,


lugares, fechas, situaciones..), que llamamos "HIEROFANiAS" (=manifestacin de lo sagrado),
el Misterio se hace presente en el hombre.
1. Estructura de las hierofanas.
"Lo sagrado se manifiesta en lo profano"; esta frase de M. Eliade nos est diciendo que las
hierofanas tienen una estructura bipolar por darse en ellas la unin de la realidad trascendente
con una realidad mundana. Es la misma estructura de los signos que integran en s una
realidad significante y visible (en nuestro caso la mundana) con otra significativa e invisible (en
nuestro caso la trascendente) Este es el esquema:
HIEROFANA
significado -------------- SIGNO----------- significante
Ahora bien, tal unin aparece a simple vista como
contradictoria, al menos aparentemente, porque los elementos o dimensiones que se unen
aparecen opuestos entre si, como expresa el cuadro sinptico siguiente:
Sagrado -------------- HIEROFANIA.--------------Profano
Trascendente
Absoluto
Eterno
Inmutable
Universal
Invisible

Inmanente
Relativo
Temporal
Cambiante
Singular
Visible

paradjica, porque tal unin es una contradiccin slo aparente (paradojas), superada en el
dinamismo de la relacin. De los dos elementos el uno es razn de posibilidad del otro. En la
hierofanla, la realidad Misteriosa no slo hace ser sin ms a la realidad sensible, sino tambin
la hace ser hierofnica. La unidad hierofnica supone que:

Ambas realidades unidas no cambian por la unin su entidad fsica y permanecen


despus de la unin perfectamente diferenciadas entre s.

Y, sin embargo, se produce una cierta limitacin o abajamiento de la primera en la


segunda, simultneamente a una elevacin de la segunda en la primera.
En efecto, en la hierofana el Misterio se encama y, de alguna manera, se "mundaniza",
no en el sentido de hacerse un objeto del mundo, pero si en el sentido de condicionar la forma
de su presencia en el mundo. Por su parte, la realidad mundana hierofnica adquiere, por la
inhabitacin en ella del Misterio, una nueva capacidad operativa y Significativa y una dignidad
superior, en virtud de la cual quedar "seleccionada" o "puesta aparte", es decir sacralizada. El
fenmeno hierofnico producido en algunas realidades mundanas consiste en su cambio de
significacin en virtud de lo cual pasan a ser para el hombre religioso smbolos de lo divino.
Definicin de las hierofanas. Conjunto de realidades de todo orden presentes en el
mundo de las religiones que coinciden en la funcin de presencializar en el orden
mundano para el hombre esa realidad perteneciente a un orden de ser enteramente
diferente que hemos designado hasta ahora con el trmino de Misterio.
Tipologa de la hierofanas.
Cmo han llegado casi todos los pueblos a la experiencia religiosa? A travs de la
naturaleza y de la historia. verdaderos mbitos de lo sagrado. Las manifestaciones externas del
funcionamiento del cosmos, la vida que late Misteriosamente dentro del hombre. los

acontecimientos por l protagonizados o sufridos han constituido siempre un campo fecundo de


constelaciones hierofnicas. es decir, de simblica religiosa.
Espacio y lugares sagrados.

El cielo tiene una especial significacin religiosa porque expresa la inaccesibilidad, la


trascendencia, lo dinmico del Misterio. Por eso la fe cristiana coloca a Dios metafricamente
"en los cielos" (Oracin del "Padrenuestro").

Los lugares en los que se experimenta la irrupcin de la divinidad, por la que sta
comparte el espacio de los hombres, quedan sacralizados en todas las religiones y se
constituyen en un centro focal en referencia al cual se ordena todo el espacio circundante. En
ellos se erigen los altares y se construyen los templos para eterno memorial del suceso. Baste
recordar los conocidos ejemplos de Jerusaln, La Meca, Ftima ...
El tiempo sagrado.

Todos esos momentos del tiempo que marquen especialmente la evolucin cclica de la
naturaleza y la marcha de la historia humana sugieren espontneamente la intervencin de
fuerzas misteriosas; por eso quedan sacralizados en casi todas las religiones: la noche con sus
poderes ocultos, la alborada con el despertar de la actividad, la primavera con la renovacin de
la naturaleza, el nacimiento y la muerte con sus aniversarios, el da de la independencia
nacional...

Pero hay una razn ms profunda para la sacralizacin del tiempo. El hombre vive el
presente con toda su efimera fluidez, de una manera insatisfactoria, esto le somete a una
constante inseguridad. Por eso experimenta la aoranza de un pasado perfecto que quiere
repetir o de un futuro en plenitud que intenta anticipar. Y este mecanismo psicolgico le lleva a
sacralizar los orgenes o el fin del tiempo donde encuentra los modelos para su identificacin y
actuacin temporal. En los orgenes sita la intervencin arquetpica o ejemplar de la divinidad,
los actos fundacionales de sus Antepasados, la infiltracin subrepticia del antagonista o
Adversario de Dios. En el fin descubre la meta y consumacin de la historia, su vocacin
ltima, el triunfo definitivo del Bien, sobre el Mal ... AsI, el principio yel fin del tiempo adquieren
un carcter sagrado para la conciencia religiosa. El presente tambin se sacraliza en la medida
que participa ritualmente de la perfeccin del origen o del fin. Por eso, en todas las religiones
se dan fechas importantes en las que el creyente entiende que la divinidad interviene en el
presente repitiendo su actuacin primordial o anticipando su actuacin definitiva. Estas fechas
son las fiestas.
El cosmos sagrado:
Baste, como simple sugerencia, esta breve enumeracin de la simbologa sagrada
ofrecida con abundancia por el cosmos natural y todos sus elementos a lo largo de la historia
de las religiones:

Los astros sobre todo el sol y la luna, cuyo simbolismo esta ligado a las fuerzas
telricas que rigen ritmicamente los procesos vitales de la naturaleza vegetal, animal y humana
marcando la recurrencia de los das, los meses y los ai'ios. El sol, como deidad masculina, es
representacin de la omnisciencia divina (todo lo ve porque todo lo ilumina), de la rectitud moral
de la equitativa administracin de justicia, de la victoria guerrera de la luz sobre las tinieblas
(=del bien sobre el mal), de la providencia paternal sobre los dbiles... La luna con sus cicios
(nueva, creciente, menguante y llena) ha dado al hombre el descubrimiento de sus propios
ciclos vitales (nacimiento, crecimiento, madurez y muerte), lo mismo que da la medida de los
ciclos de la fecundidad femenina. Por todo ello los grandes temas asociados a la divinidad
lunar son los de la fertilidad y la muerte.

El agua ha quedado divinizada por las religiones de manera ambivalente: como origen
de la vida (el agua de la lluvia o de los ros encarnada en los dioses fluviales) y como origen de
la muerte (aguas torrenciales y devastadoras o aguas amargas del mar, morada de los poderes
malignos).

El fuego: por sus propiedades de luz y de calor, por sus efectos de destruccin y
purificacin, ha sido considerado en muchas religiones como una especial teofana, signo de la
presencia divina, don de Dios a los hombres o fruto del hurto de un personaje mtico
(Prometeo), expresin de la clera divina (el rayo), medio de consagracin y objeto de culto,
encarnacin de los demonios o de los dioses lares ...


El aire, por su sutileza inaprensible simboliza el carcter trascendente e inefable de la
divinidad, sin definicin y sin cuerpo; en su impetuosidad huracanada se manifiesta el poder de
Dios, incontrolable por el hombre; en la respiracin es signo del principio vital o del esplritu que
procede de Dios.

La tierra representa simultneamente el seno matriz y nutricio para todos los seres
vivos. De ahl su espontneo simbolismo de la feminidad y, ms especificamente, de la
maternidad, segn esta ecuacin: tierra-madre-mujer, como portadora de poderes vitales
instintivos, despticos, sujetos a ciclos de alternancia. Pero al mismo tiempo que tero materno
para los vivos, la tierra es fosa para los muertos; de ah su simbolismo pattico que apela a la
experiencia irrecusable de la muerte.

El rbol. Su sentido religioso se desprende del anlisis de su simbolismo espontneo,


haciendo de l uno de los lugares sagrados. La altura mayesttica del rbol lo convierte en
sede preferida de la divinidad; su forma enhiesta y su desarrollo ligado al ciclo csmico de la
vida (semilla-flor-fruto) representa el falo humano, punto de concentracin de fuerzas vitales: es
el "rbol de la vida".

Los animales. En las religiones de los pueblos cazadores o ganaderos sobresale la


sacralizacin de los animales. La afinidad de naturaleza entre animales y hombres, la
dependencia que el hombre padece de la fauna martima o terrestre para su propia
subsistencia, la creencia en la trasmigracin de las almas humanas a cuerpos de animales. ,.
son otros tantos factores que han llevado al hombre a considerar a determinados animales
como lugares de la presencia de fuerzas sobrenaturales y a darles culto bajo representaciones
zoomorfas.
La persona humana:
La esfera de la vida personal, unas veces sublime y otras errtica, y las actividades
humanas no pOdian por menos de presentarse ante la atnita conciencia religiosa como
campos de manifestacin de la oculta presencia del Misterio. El hombre religioso siempre ha
visto hierofana en lo que l mismo es o hace.

El amor es una potencia humana que pertenece indiscutiblemente en todas las


religiones al orden de las realidades manifestativas de lo divino. La razn de esto estriba en la
fuerte repercusin emotiva y somtica de la vivencia amorosa, que va desde el xtasis a la
muerte y que lleva a los ms sublimes herolsmos o a los ms ciegos egolsmo. Esta
ambivalencia explica la doble valoracin que se ha hecho del amor en las religiones histricas,
sentido como expresin de fuerzas ora divinas, ora infernales. Todas las realidades personales
vinculadas con el amor participan tambin de un carcter hierofnico: el sexo, la maternidad, el
matrimonio, la familia... como lo prueban bien la existencia de ritos de iniciacin sexual, la
prostitucin sagrada, la sacralizacin de la fecundidad femenina y masculina, la maldicin de la
esterilidad o de la impotencia ...

La familia proporciona el primer acceso al mundo de la relacin. La relacin madre-hijo


nos pone en contacto con las fuentes incgnitas y protectoras de la vida; la relacin paterna
significa autoridad, providencia, exigencia de orden y disciplina; la relacin entre hermanos
supone comunidad de sangre e impone fidelidad y solidaridad. Segn esto, la recurrencia del
titulo DiosPadre o Dios-Madre en la historia de la religiosidad humana, prueba que son figuras
aptas, por su carcter hierofnico, para referirse a la relacin con la divinidad, tnmino ltimo al
que apunta toda otra relacin interpersonal.

La sociedad. Al hablar de "sociedad" nos referimos a grupos tnicos, lingsticos,


geogrficos, culturales, religiosos, polticos, gremiales ... , ms amplios que la familia y en los
que el individuo se integra por necesidad o por voluntad. Por ejemplo: la raza, la patria, el
partido, la confesin religiosa ... Asl entendida, la sociedad es mediadora en la experiencia
religiosa del hombre en varias maneras: -Sacralizando sus orfgenes cuando el grupo en
cuestin se entiendo fundado por una decisin expresa de la divinidad.
- Hacindose acreedor de un futuro ut6pico de esplendor por intervencin de Dios.
- Monopolizando en el presente el encuentro con la Trascendencia y descalificando en
consecuencia a los dems grupos para el mismo fin.
-Posibilitando el encuentro con la Tradicin sagrada de los mayores y los Antepasados. -Dando
un respaldo de inviolabilidad a las instituciones sociales propias, absolutizando sus valores,
creando pautas de conducta vinculantes ...

1. La actividad humana en su ms amplia acepcin: saberes liberales, creacin artstica,


labores manuales, ... El hombre siempre ha reaccionado con estupor religioso ante los
logros de su inteligencia o de sus habilidades, viendo en su trabajo una especial zona de
manifestacin de poderes sobrehumanos, que superan su capacidad innata. La
comprensin intelectual es el resultado de la inspiracin de un Logos divino, las artes estn
presididas por las Musas, la tcnica manual se debe al fuego de la fragua robado por los
hombres al cielo ...
1. La guerra, aunque parezca increble hoy para muchos, ha sido considerada por motivos
religiosos como "guerra santa" o "cruzada", amparada y bendecida por los dioses. Las
razones para ello son mltiples: el descubrimiento del juicio divino ( favorable en la victoria
y condenatorio en la derrota) sobre la conducta de los creyentes, la necesidad de vctimas
para los sacrificios cultuales proporcionadas por los cautivos, la admiracin ante las
hazaas sobrehumanas de los hroes guerreros, la dramatizacin dualista de la vida
natural, intelectual o moral (lucha entre el espritu y la materia, entre la luz y las tinieblas,
entre el Bien y el Mal. ..).
2. El juego es un rea de la vida humana en la que el hombre-masa, habitualmente oprimido
por unas condiciones sociales o naturales adversas, tiene acceso, aunque solamente sea
en ficcin pasajera, a unas posibilidades de ser siempre sonadas y siempre frustradas. A
travs del juego el hombre cree identificarse con los modelos arquetlpicos y primordiales de
los dioses, los antepasados o los hroes guerreros o deportivos. De ah toda la ritualizacin
de mscaras, disfraces, danzas, msica, ... con que rodea al juego como una exaltacin
dionisiaca de la vida.
3. La conducta moral, en sus dos extremos de santidad o de culpa, manifiesta la presencia
activa de poderes divinos benficos o malficos. La virtud heroica, inasequible para el
hombre ordinario, s610 puede ser fruto gratuito de una fuerza sobrenatural, que hace de
los santos amigos privilegiados de los dioses, y que justifica en todas las religiones el culto
a los santos, la creencia en su intercesin, la devocin por sus sepulcros o por sus
reliquias. En el sentimiento de culpabilidad, por el contrario, el creyente entiende que ha
transgredido un tab o a roto una relacin de amistad con dios; lo primero le convierte en
impuro o manchado y lo segundo e inicuo o enemigo de dios. En cualquier caso siente que
debe poner en marcha unos mecanismos rituales para conjurar la ira divina o para obtener
el perd6n.
4. La muerte, y todos sus afines como el dolor, la enfermedad y el sueo, son, por ltimo, otro
campo hierofnico de especial significacin en el que el hombre se encuentra abocado al
mundo desconocido del ms all, donde habita la Trascendencia y en el que entran los
difuntos. Los muertos pertenecen, por tanto, a la esfera divina; lo que justifica en las
religiones su veneracin en calidad de dioses "manes o parentales".

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