Los Misterios Del Santo Rosario
Los Misterios Del Santo Rosario
Los Misterios Del Santo Rosario
Dios nuestro.
MISTERIO GOZOSO
1ER MISTERIO GOZOSO:
LA ENCARNACIN DEL SEOR.
LA ANUNCIACIN:
LECTURA EVANGLICA.
El ngel, entrando en la presencia de Mara, le dijo: Algrate, llena de gracia, el
Seor est contigo... Concebirs en tu vientre y dars a luz un hijo, y le pondrs
por nombre Jess. Mara contest: Aqu est la esclava del Seor; hgase en m
segn tu palabra (Lc. 1, 26-38).
Y la Palabra se hizo carne, y acamp entre nosotros, y hemos contemplado su
gloria: gloria propia del Hijo nico del Padre, lleno de gracia y de verdad.
MEDITACIN.
Dios quiere tener una madre para hacerse hombre. La mujer predestinada
ser virgen y se llamar Mara: una morada digna construida por el Espritu Santo,
capaz de albergar el misterio del Verbo de Dios hecho hombre.
Padre Nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros
tu reino; hgase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da, perdona nuestras ofensas, como tambin
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y
lbranos del mal. Amn.
AVE MARA:
Repetimos la Salutacin del ngel y Santa Isabel a la Virgen Mara.
Dios te salve, Mara, llena eres de gracia, el Seor es contigo; bendita T eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jess.
Santa Mara, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amn.
GLORIA:
Alabamos a la Santsima Trinidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
2 MISTERIO GOZOSO.
LA VISITACIN DE LA STMA. VIRGEN A SU PRIMA SANTA ISABEL:
RELATO EVANGLICO.
Mara se puso en camino y fue aprisa a la montaa, y salud a Isabel.
Isabel dijo a voz en grito: Bendita t entre las mujeres y bendito el fruto de tu
vientre! Dichosa t que has credo. Mara dijo: Proclama mi alma la grandeza del
Seor
(Lc. 1, 39-56)
MEDITACIN.
Mara es portadora del misterio del Verbo de Dios hecho hombre al calor de
su corazn por obra del Espritu Santo. La Humanidad santsima de Cristo se est
formando del cuerpo y de la sangre de la Madre. El corazn del Hijo, smbolo del
Amor se est gestando de la Virgen. Ella es la primera en percibir los latidos del
Corazn de Cristo, en amarlo porque es Dios y porque es su Hijo. Ella es la
primera en dejarse amar por el Corazn de Cristo y en ser testigo de su amor. Por
Isabel, iluminada por el Espritu Santo, grita. "Bendita t entre las mujeres...
y el pequeo Juan salta de gozo en el vientre de su madre, percibiendo una gracia
especial.
La Virgen Mara desborda caridad, humildad, servicio... Cristo vendr para
amar y servir a todos. Su madre en comunin con el Hijo, inicia su servicio como
Corredentora.
Mara proclama el misterio cantando las grandezas del amor del Seor, su
gloria y su misericordia, las maravillas que ha realizado, el abandono confiado en
sus planes, el cumplimiento de sus promesas, la exaltacin de los humildes, la paz
universal... es el Magnificat. Dios ha mirado la pequeez de su esclava. Por eso,
se alegra su espritu y le felicitarn -le felicitamos- todas las generaciones.
Madre de Dios y Madre nuestra, Seora del Rosario. Ensanos a ser fieles
al misterio de la Gracia que tu hijo nos trae por tu mediacin. Ensanos a vivir tu
estilo de vida, que es el Magnificat saliendo al encuentro de los dems en actitud
de caridad, humildad y servicio. Ensanos cmo abrirnos al amor de tu Hijo,
como amarlo con todas sus consecuencia y cmo ser testigos valientes de su
amor.
LAS ORACIONES DEL ROSARIO:
PADRE NUESTRO:
Rogamos a Dios.
Padre Nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros
tu reino; hgase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da, perdona nuestras ofensas, como tambin
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y
lbranos del mal. Amn.
AVE MARA:
Repetimos la Salutacin del ngel y Santa Isabel a la Virgen Mara.
Dios te salve, Mara, llena eres de gracia, el Seor es contigo; bendita T eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jess.
Santa Mara, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amn.
GLORIA:
MEDITACIN.
Jess nace virginalmente de Mara como el rayo de sol atraviesa el cristal
sin romperlo ni mancharlo. Adoramos silenciosamente al Hijo de Dios hecho
hombre por nosotros y por nuestra salvacin. Seor mo y Dios mo
Mara es la portadora del Misterio por obra del Espritu Santo. Dios hombre
se manifiesta visiblemente entre los brazos de Mara como un nio pequeito,
dbil y pobre.
Mara es el camino que Dios ha escogido para que el Hijo se haga presente
en la humanidad y, consecuentemente, en cada uno de nosotros, llamados a la
intimidad con Cristo por el don de la gracia que nos trae. Mara nos ensea a
acoger a Cristo Redentor, a entregarnos a l, a mostrarlo al mundo.
San Jos, tutela, protege y defiende el misterio del Nio Jess y el de la
virginidad de la Madre. Es Testigo silencioso de las maravillas del Seor, y, por
eso, el gran contemplativo. San Jos nos ensea a adorar el misterio y nos pide
que protejamos el misterio de la gracia en nosotros.
Con Mara y Jos recibimos a Cristo en nuestros corazones. Cristo viene
como el Amigo del hombre, nuestro amigo, que perdona y redime, que comprende
y olvida, que se hace uno de nosotros, que nos ensea las cosas del Padre, que
nos da la vida de lo alto, que nos santifica y nos salva...
Nos unimos al coro de los ngeles glorificando a Dios y manifestando
nuestra buena voluntad para recibir la paz que cristo nos trae. Acudimos
presurosos a Beln con los pastores para adorar al Nio y hacerle la ofrenda de
nuestra vida.
GLORIA:
Alabamos a la Santsima Trinidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
4 MISTERIO GOZOSO
LA PRESENTACIN DEL SEOR EN EL TEMPLO Y LA PURIFICACIN DE LA
VIRGEN.
LECTURA EVANGLICA.
Los padres de Jess lo llevaron a Jerusaln para presentarlo al Seor, de
acuerdo con lo escrito en la ley del Seor. Simen lo tom en brazos y dijo: Ahora,
Seor, segn tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos
han visto a tu Salvador. (Lc.2, 22-40)
MEDITACIN.
Mara, la Inmaculada Concepcin, la llena de gracia, Virgen y Madre por
obra del Espritu Santo, que no necesita de purificacin, da ejemplo de obediencia
a lo ordenado por la ley de Moiss. La Virgen Mara ratifica su entrega, como
esclava, a la voluntad de Dios. Ella, con su palabra y con su ejemplo, nos pide
obediencia a la voluntad de Dios. Ella nos invita al cumplimiento de los
Mandamientos de la Ley de Dios.
La Virgen Mara aparece unida a la Misin del Hijo. Es la Corredentora al
servicio del Redentor. En efecto, Simen, impulsado por el Espritu Santo, tom al
Nio entre los brazos y, dando gracias a Dios, dijo a Mara: "... y a ti una espada
5 MISTERIO GOZOSO
EL NIO JESS PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO.
LECTURA BBLICA.
Cuando Jess cumpli doce aos, subieron sus padres con l a Jerusaln
por las fiestas de Pascua. Cuando termin, se volvieron; pero el Nio Jess se
qued en Jerusaln. A los tres das, lo encontraron en el templo, sentado en medio
de los maestros. (Lc.2, 41-52)
MEDITACIN.
Jess ante todo, es el Hijo del Padre, Dios como el Padre. Es la Sabidura
eterna del Padre, su Inteligencia, su Verbo. Es el Maestro. Su personalidad divina
y su misin estn por encima de todo condicionamiento humano y afectivo. Por
eso, se queda en el templo enseando e interpretando las Sagradas Escrituras a
MISTERIOS LUMINOSOS
1ER MISTERIO LUMINOSO
MEDITACIN.
Jesucristo abre el Nuevo Testamento.
El Antiguo Testamento se clausura con Juan el Bautista que ha cumplido su
misin preparando los caminos al Seor con la predicacin y con un rito
penitencial o compromiso de conversin llamado bautismo.
Jesucristo ratifica el cierre del Antiguo Testamento y la apertura del Nuevo.
Por eso, se present a Juan para que lo bautizara. Juan intenta disuadirlo
aludiendo al nuevo y verdadero Bautismo en el Espritu que Jess instituye: Soy
yo el que necesito que t me bautices... Jess le responde: ...Est bien que
cumplamos as todo lo que Dios quiere. Y Jess se somete humildemente al
bautismo de Juan.
2 MISTERIO LUMINOSO
LA REVELACIN DEL SEOR EN LAS BODAS DE CAN.
LECTURA EVANGLICA.
Haba una boda en Can de Galilea, y la Madre de Jess estaba all. Falt
el vino, y la Madre dijo a Jess: No les queda vino. Luego dijo a los sirvientes:
Haced lo que l os diga... As Jess comenz sus signos y creci la fe de los
discpulos. (Cf. Jo. 2, 1-12)
MEDITACIN.
Es el primer milagro que realiza Jess y lo hace por la mediacin de su
Madre.
Los milagros de Jess son signos revelacin- de la divinidad de Jesucristo.
Confirman la verdad de su Evangelio. Manifiestan la Providencia y cercana de
GLORIA:
Alabamos a la Santsima Trinidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
MEDITACIN.
Jess comienza la proclamacin del Evangelio de Dios: Se ha cumplido el
plazo, est cerca el reino de Dios. Esto es, se ha completado la Ley y los Profetas.
La misin de Juan el Bautista cierra el Antiguo Testamento. Comienza el Nuevo
Testamento. Es el tiempo de la salvacin en la sangre redentora de Cristo.
4 MISTERIO LUMINOSO
LA TRANSFIGURACIN DEL SEOR.
LECTURA BBLICA.
MEDITACIN.
Jess, despus de anunciar explcitamente su pasin y muerte, tom a
Pedro, a Santiago y a Juan, y se retir a una montaa para orar. Y mientras oraba,
el aspecto de su rostro cambi, resplandeca, y sus vestidos se volvieron blancos
como el sol. Asistimos a un momento culminante de la Revelacin. Los apstoles
se postran en adoracin, y nosotros con ellos
Escuchamos la revelacin expresa del misterio de Dios. Y una voz desde la
nube deca: Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadle. Revelacin de
la Trinidad: del Padre en la voz que se escucha, del Hijo visible en Jesucristo y del
Espritu Santo en la nube luminosa.
Manifiesta la glorificacin que ha de ser visible permanentemente desde la
resurreccin de Jesucristo. Es la plena glorificacin del alma que se manifiesta en
el cuerpo.
5 MISTERIO LUMINOSO
LA INSTITUCIN DE LA EUCARISTA.
LECTURA BBLICA.
MEDITACIN.
Con Mara, adoramos y contemplamos la Presencia real de Cristo en la
Eucarista. Mara es modelo de relacin con este misterio porque toda su vida est
unida centralmente al sacrificio de Cristo.
El misterio eucarstico exige abandono ciego a la Palabra de Dios. Mara es
apoyo y gua de abandono ciego y total desde la Encarnacin hasta la Cruz. Cristo
nos dice: Haced esto en conmemoracin ma. Mara nos dice: haced lo que l os
diga. Si Cristo convirti el agua en vino, puede convertir el pan y el vino en su
carne y sangre. Fiaros de su palabra. Mara sigue diciendo a los sacerdotes:
Haced lo que l os diga. Y l nos dice: Hace esto en memoria ma.
Mara ha practicado en cierto sentido la fe eucarstica durante su vida. Ya la
Presentacin es preanuncio del Stabat Mater. Mara vive como una Eucarista
anticipada, como una comunin espiritual de deseo y ofrecimiento que culmina
con la unin-comunin en la Cruz, se manifiesta en la Pascua y en la participacin
eucarstica presidida por los apstoles memorial de la pasin. Cules seran los
Como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
MISTERIOS DOLOROSOS
1ER MISTERIO DOLOROSO.
LA ORACIN DE JESS EN EL HUERTO
LECTURA EVANGLICA
Jess se apart de los discpulos como un tiro de piedra, y, puesto de
rodillas, oraba diciendo: Padre, si quieres, aparta de m este cliz; pero no se haga
mi voluntad, sino la tuya. En medio de su angustia oraba con mayor insistencia.
(Lc. 22, 39-42).
MEDITACIN
Acompaamos a Jess lleno de angustia y sudando como gruesas gotas de
sangre. La persona divina de Jess deja la parte inferior de su naturaleza humana
a merced de la tristeza: Mi alma est triste hasta el punto de morir. Es muy duro lo
que pide el Padre a su Hijo para reparar el pecado de la naturaleza humana y,
consecuentemente, el pecado personal.
2 MISTERIO DOLOROSO
LA FLAGELACIN DEL SEOR
LECTURA EVANGLICA
Todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, y
tapndole la cara, lo abofeteaban y le decan: Haz de profeta. Y los criados le
daban bofetadas. Pilato tom a Jess y mand que lo azotaran. (Mc.14, 65; Jo.19,
1).
MEDITACION.
Contemplamos la escena: cmo flagelan cruelmente a Jess, cmo desgarran su
cuerpo y cae desvanecido en medio de un charco de sangre... Es de lo ms
humillante y brutal que podamos imaginar. Es el precio de nuestra redencin. El
pecado supone una sobredosis de placer. La reparacin, una sobredosis de dolor
reparador.
Se estn cumpliendo las Escrituras: No tena apariencia ni presencia; (le
vimos) y no tena aspecto que pudisemos estimar. Despreciable y desecho de
hombres, varn de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta
el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta. Y con todo eran nuestras
dolencias las que l llevaba y nuestros dolores los que soportaba!... l soport el
castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados.(Cf. Is. 53)
Seora del Rosario, Madre de nuestro Redentor, del varn de dolores.
Contigo, adoramos a Cristo humillado, Dios como el Padre, queremos reparar
nuestro pecado y el pecado de la humanidad, queremos decirle a tu Hijo que nos
perdone, que lo amamos y deseamos vivir y morir en su gracia.
Gracias, Madre por tu misin corredentora. La espada de dolor est
penetrando hasta lo ms hondo de tu corazn.
LAS ORACIONES DEL ROSARIO:
PADRE NUESTRO:
Rogamos a Dios.
Padre Nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros
tu reino; hgase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da, perdona nuestras ofensas, como tambin
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y
lbranos del mal. Amn.
AVE MARA:
Repetimos la Salutacin del ngel y Santa Isabel a la Virgen Mara.
Dios te salve, Mara, llena eres de gracia, el Seor es contigo; bendita T eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jess.
Santa Mara, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amn.
GLORIA:
Alabamos a la Santsima Trinidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
MEDITACIN.
Los soldados conducen a Jess al Pretorio, lo despojan de su tnica y lo
cubren con un manto viejo de prpura. Le ponen una corona de espinas en su
cabeza y un falso cetro de caa en su mano derecha. Se dedican a burlarse de l,
se ponen de rodillas: Salve, rey de los judos. Le escupen, le golpean en la cara...
Evidentemente no saben quin es Jesucristo. Si lo hubieran sabido no habran
procedido as.
Nosotros hemos recibido el don de conocer y amar a Jesucristo. Por eso, nos
postramos ante l para adorarlo como Rey de reyes, como Rey de la creacin,
como Rey de cielos y tierra: Seor mo y Dios mo
Jesucristo es Rey. l mismo lo afirma en el dilogo con Pilato: S, soy Rey, pero mi
reino no es de este mundo... no es de aqu. (Cf. Jo.18, 36-38)
El reino de Jesucristo es el reino sobrenatural de la gracia, de la verdad, del
amor. Nosotros nos declaramos sbditos suyos porque deseamos perseverar en la
gracia, ser fieles a su verdad y perseverar en el verdadero amor.
Madre de Dios y Madre nuestra, Seora del Rosario: queremos ser
totalmente tuyos porque es la mejor manera de ser totalmente de Jesucristo y de
su Iglesia, porque es la mejor manera de ser fieles sbdito de tu Hijo.
LAS ORACIONES DEL ROSARIO:
PADRE NUESTRO:
Rogamos a Dios.
Padre Nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros
tu reino; hgase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da, perdona nuestras ofensas, como tambin
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y
lbranos del mal. Amn.
AVE MARA:
Repetimos la Salutacin del ngel y Santa Isabel a la Virgen Mara.
Dios te salve, Mara, llena eres de gracia, el Seor es contigo; bendita T eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jess.
Santa Mara, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amn.
GLORIA:
Alabamos a la Santsima Trinidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
4 MISTERIO DOLOROSO
JESS CON LA CRUZ A CUESTAS CAMINO DEL CALVARIO.
LECTURA EVANGLICA.
MEDITACIN.
Acompaamos espiritualmente a Jess camino del Calvario donde lo van a
crucificar. Es el Va Crucis, el Camino de la Cruz.
Est a punto de consumarse la entrega de Cristo por nosotros y su amor hasta el
extremo. Jesucristo nos est demostrando que nadie tiene amor mayor que ste
de dar la vida por sus amigos, por nosotros.
Jess: t nos invitas a ir en pos de ti, a negarnos, a tomar nuestra cruz de
cada da. Ensanos a ir en pos de ti, fieles a la gracia, sin cansarnos. Ensanos
a negarnos a nosotros mismos siendo fieles al Evangelio, dciles a tu verdad y
entregados a tu amor con todas sus consecuencias. Ensanos a tomar nuestra
cruz de cada da con el cumplimiento de nuestros deberes.
5 MISTERIO DOLOROSO
JESS MUERE EN LA CRUZ
LECTURA EVANGLICA.
MEDITACIN.
Cristo clavado en la Cruz es la realizacin suprema del amor que Cristo nos
tiene. Nos postramos ante el crucifijo para adorar al Hijo de Dios hecho hombre
por nosotros y por nuestra salvacin, para dar gracias al Padre porque nos revela
todo su amor en el Hijo para salvarnos, para pedir perdn por nuestros pecados
que son causa de tanto dolor, para reparar en comunin con Cristo clavado en la
Cruz.
Mara est junto a la Cruz. Es Testigo excepcional de lo que all esta
pasando. Ella acoge en su corazn las palabras del Hijo, las va repitiendo y las
vive en comunin con l.
Mara tambin perdona nuestro pecado porque no sabemos lo que hacemos
y comprende nuestra debilidad. Mara intercede para que el Hijo acoja nuestra
oracin y nos abra las puertas del Cielo. Mara acepta gozosamente su tutela
maternal sobre nosotros: es nuestra Madre y nosotros somos sus hijos. Mara
penetra el sentido del abandono que experimenta el Hijo que es, en realidad,
cargar con el abandono que el hombre experimenta con el pecado. Mara participa
de la sed ardiente de almas que tiene el Hijo y nos invita a la conversin en el rezo
del Rosario. Mara est satisfecha del Hijo que cumple el mandato del Padre en
medio de tanto dolor. Mara consuma su entrega en comunin con el Hijo que
entrega su espritu al Padre.
LAS ORACIONES DEL ROSARIO:
PADRE NUESTRO:
Rogamos a Dios.
Padre Nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros
tu reino; hgase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da, perdona nuestras ofensas, como tambin
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y
lbranos del mal. Amn.
AVE MARA:
Repetimos la Salutacin del ngel y Santa Isabel a la Virgen Mara.
Dios te salve, Mara, llena eres de gracia, el Seor es contigo; bendita T eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jess.
Santa Mara, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amn.
GLORIA:
Alabamos a la Santsima Trinidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
MISTERIOS GLORIOSOS
1ER MISTERIO GLORIOSO
LA RESURRECCIN DEL SEOR.
LECTURA EVANGLICA.
Al alborear el primer da de la semana, fueron Mara la
Magdalena y la otra mara a ver el sepulcro... Un ngel del Seor dijo
a las mujeres: Vosotras no temis, ya s que buscis a Jess, el
crucificado. No est aqu. Ha resucitado! Venid a ver el sitio donde
yaca e id aprisa a decir a su discpulo: ha resucitado. (Mt. 28, 1-8).
MEDITACIN.
GLORIA:
Alabamos a la Santsima Trinidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
2 MISTERIO GLORIOSO
LA ASCENSIN DEL SEOR A LOS CIELOS
LECTURA EVANGLICA.
Jess dijo a sus discpulos: Sabed que yo estoy con vosotros todos los
das hasta el fin del mundo. El Seor Jess, despus de hablarles, ascendi a los
cielos y se sent a la derecha de Dios. (Mt. 28, 20; Mc. 16, 19)
MEDITACIN.
Con la Virgen Mara, nuestra Madre, meditamos que Cristo, cumplida la
misin que el Padre le haba confiado, sube al Cielo por su propia virtud, porque
es Dios.
La Ascensin del Seor alienta nuestra esperanza. Esperamos ir al Cielo
porque Cristo ha subido para prepararnos un lugar y llevarnos con l para que
donde yo estoy estis tambin vosotros. (Cf. Jo. 14, 3) La Ascensin del Seor
nos invita, por lo tanto, a vivir mirando hacia lo alto, hacia el Cielo.
La Virgen Mara, Seora del Rosario, nos apoya como Madre y como
Medianera universal de todas las gracias.
Ella es la primera en seguir a Cristo, de forma privilegiada, Asunta al Cielo en
cuerpo y alma como conviene a la Madre de Dios. Ella nos dice cmo hemos de
comportarnos para participar definitivamente de los frutos de la Ascensin del
Seor a los cielos. Ella intercede continuamente por los hermanos de su Hijo.
Nos consagramos con el Rosario en el corazn para grabar los misterios de la
vida del Hijo, con el Rosario en los labios para recitar las mejores oraciones, y con
el Rosario en las manos como la mejor defensa.
LAS ORACIONES DEL ROSARIO:
PADRE NUESTRO:
Rogamos a Dios.
Padre Nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros
tu reino; hgase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada da, perdona nuestras ofensas, como tambin
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y
lbranos del mal. Amn.
AVE MARA:
Repetimos la Salutacin del ngel y Santa Isabel a la Virgen Mara.
Dios te salve, Mara, llena eres de gracia, el Seor es contigo; bendita T eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jess.
Santa Mara, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amn.
GLORIA:
Alabamos a la Santsima Trinidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.
Como era en el principio, ahora, y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.
MEDITACIN.
Los hechos de los Apstoles narran la venida del Espritu Santo
sobre los Apstoles. Le precede un viento recio que reson en toda la
casa. Es la seal bblica del paso de Dios. Le acompaan unas
lenguas, como llamaradas, que se repartan, posndose encima de
cada uno. Y se llenaron todos del Espritu Santo. Nace la actividad
misionera de la Iglesia.
La venida del Espritu Santo marca la catolicidad de la Iglesia.
Los apstoles se llenaron todos de Espritu Santo y comenzaron a
predicar a gentes de todas las naciones, razas y creencias. Desde
entonces, la Iglesia no cesa de predicar el Evangelio a los hombres de
todos los pueblos.
Seguimos necesitando la presencia y accin del Espritu Santo
para avivar la Fe: Nadie puede decir Jess es el Seor sino es bajo la
accin del Espritu Santo. Igualmente, para mantener la unidad: hay
diversidad de dones, pero un mismo Espritu.
Formamos un slo cuerpo en Cristo animados por el Espritu
Santo. Como el cuerpo tiene diversos miembros, as es tambin
Cristo. Todos nosotros... hemos sido bautizados en un mismo Espritu,
para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un slo Espritu.
4 MISTERIO GLORIOSO
LA ASUNCIN DE LA VIRGEN.
LECTURA BBLICA.
Mara dijo: Me felicitarn todas las generaciones, porque el Poderoso ha
hecho obras grandes por m. (Lc. 1, 48-49)
Toda hermosa eres, amada ma, no hay defecto en ti. Ven del Lbano,
esposa ma, ven. (Cantar de los Cantares, 4, 7)
MEDITACIN.
Hacemos gozosamente un acto de fe: ... para aumento de la gloria de la
misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, por la autoridad de
Nuestro Seor Jesucristo, de los bienaventurados Apstoles Pedro y Pablo y
nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado:
Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen Mara, cumplido el curso de su
vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial (Cf. Constitucin
Apostlica Munificentissimus Deus, 1.11.50; Dz. 2331-33).
Mara ha sido privilegiada y excepcionalmente redimida en atencin a los
mritos de Cristo. Por eso es: Inmaculada Concepcin, siempre Virgen, llena de
gracia... Consecuentemente, la Asuncin al Cielo en cuerpo y alma sigue siendo
participacin privilegiada de la Resurreccin y Ascensin del Hijo.
Mara ha sido reconocida como la nueva Eva desde el siglo II. Participando
con Cristo en la lucha contra el demonio y el pecado (Cf. Gen. 3, 15), es lgico
5 MISTERIO GLORIOSO
LECTURA BBLICA.
Una gran seal apareci en el cielo: una Mujer, vestida de sol, con la
luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
(Apocalipsis, 12, 1).
MEDITACION.
Mara es Reina: Dios te salve Reina y Madre, Es Madre de Cristo, Rey
universal por la plenitud de todo poder. Mara participa de la Realeza
del Hijo; al llevarlo virginalmente en sus entraas.
Cristo reconoce la realeza de su Madre: es el mejor de los hijos de los
hombres. Por eso, Mara, asunta al Cielo en cuerpo y alma, es
coronada como Reina por su Hijo. Cristo es Rey por derecho propio y
absoluto. Mara es Reina por gracia del Hijo.
Veneramos a la Virgen Madre como Reina de los coros anglicos: los
ngeles, los Arcngeles, las Potestades, las Dominaciones, los Tronos
EL AVE MARA:
EL SALVE:
VILLANCICO:
A BELN, PASTORCITOS
A Beln, pastorcitos.
A ver al rey de los reyes.
Ese nio divino que ha nacido en un pesebre.
Es tan precioso, tan lindo y tan bello
y tan hermoso como un lucero.
Es tan precioso, tan lindo y tan bello
y tan hermoso como un lucero.
Como a todos los nios les gusta sentir panderos,
yo sal, compr uno, vine corriendo a traerlo.
Es tan precioso, tan lindo y tan bello
y tan hermoso como un lucero.
Es tan precioso, tan lindo y tan bello
y tan hermoso como un lucero.
A Beln, pastorcitos.
A ver al rey de los reyes.
Ese nio divino que ha nacido en un pesebre.
Es tan precioso, tan lindo y tan bello
y tan hermoso como un lucero.
Como a todos los nios les gusta sentir panderos,
yo sal, compr uno, vine corriendo a traerlo.
Es tan precioso, tan lindo y tan bello
y tan hermoso como un lucero.