Orar Con Los Salmos
Orar Con Los Salmos
Orar Con Los Salmos
Los salmos están escritos para ponernos en diálogo con Dios, llamándonos a
entrar en el diálogo que los salmistas tenían con él: ayudando a quien los rece a
entrar en contacto con Dios mediante su fe y su espiritualidad. Por eso, algunas
veces los salmistas conversan con Dios, a quien ven presente y operante en la
naturaleza, por ejemplo, el Salmo 104 (103).
La fe de los salmistas nos dice que Dios nos ama de verdad, es nuestro
amigo, está cercano a nosotros y quiere ser nuestra esperanza en medio de los
avatares de la vida. La esperanza del hombre que aspira a ser feliz, que anhela
ser curado de algún mal o enfermedad, el deseo de obtener la pureza del alma y
la vida. La esperanza de vivir siempre con Dios, la esperanza de habitar en un
mundo más justo y más bello.
1
Dios siempre cercano, aún cuando los signos de su presencia a veces no nos
digan nada, y precisamente ese silencio de Dios convierte la oración en un grito
en medio del desierto, una lucha entre las tinieblas que nos rodean y la luz de la
fe y de la esperanza (Salmo 22 [21]).
Los salmos buscan infundir mucha confianza en nuestro corazón
y en nuestra vida cristiana. Ellos se hacen también nuestra propia voz
para alabar al Señor, para decirle gracias por todo, para recordarlo en
los momentos de angustia, de dolor, así como en los días de alegría y
bienestar; para disponernos a recibir su perdón y otros signos de su
amor; para pedirle al Señor que no aleje de nosotros su rostro
misericordioso, aunque seamos débiles, pecadores, inconstantes,
incoherentes, tenemos deseos de colaborarle en la construcción de un
pueblo menos alejado de su Ley y de su bondad.
A) Ambientación:
El animador acoge a todos animándolos a... "recogerse," a entrar en
oración; haciéndoles sentir la presencia del Señor; moviéndolos al
arrepentimiento de sus culpas; invitándolos a "invocar al Espíritu"... a través de
un canto, de una reflexión o de una frase del salmo (que sea breve, claro y
conciso).
C) Oración Compartida:
Conviene diferenciar este momento del anterior. Compartir es una parte
"muy importante" de la oración del grupo, canaliza las ventajas que supone
"hacer algo en compañía", facilita la sintonía dentro de "un solo corazón orante",
presta, poco a poco, cohesión al grupo y potencia su progreso. Compartir consiste
en conversar en clave de petición, agradecimiento, alabanza o adoración, aquello
que uno ha experimentado al orar. El Espíritu nos habla muchas veces a través
del que esta al lado, de las aportaciones de cada cual, por tal razón, el animador
puede motivar al grupo a que de manera libre y espontánea, compartan su
oración, su experiencia en ella, las luces que encuentra, etc., recordemos que
cada quien tiene su propia percepción, y a cada cual Dios le habla de manera
distinta.
D) Momento final:
No se puede romper de improviso una de estas experiencias, la oración no
se debe de terminar de una forma tajante: nadie termina bruscamente una
conversación con un amigo; el animador debe mentalizar a todos en este sentido.
3
3.- Anexos
2.- Un listado con los tipos de salmos e intención o finalidad de los mismos:
4
5