Aquiles Gay
Aquiles Gay
Aquiles Gay
Trabajo Final
Profesora: Luz Mattioli
Alumno: Facundo Aisa
Aquiles o el deseo
En el avin, cerca de ti,
ya no le tengo miedo al peligro.
Uno slo muere cuando est solo
Marguerite Yourcenar.
primero que en lo que repar fue en el contraste, en la distancia, pero con la conciencia
de que se trataba del mismo material mitolgico. El Aquiles de Yourcenar es el mismo
que se construye en la Biblioteca de Apolodoro, basados ambos en los mismos relatos
del mito. Lo que cambia es el enfoque, las circunstancias sobre las que cada material
echa luces y sombras. Los relatos de Yourcenar se nutren de relatos anteriores, de
relecturas de los clsicos y de los mitos. La fuerza del mito se impone sobre la
contemporaneidad, aunque rezagada, para sentar las bases de un relato que propone
mirar el presente.
Lo clsico y lo moderno
1 Estuve investigando en internet algunas expresiones artsticas post homricas y encontr pinturas y esculturas que
retratan los momentos de los que parte Marguerite Yourcenar para construir los dos relatos. Aquiles en la torre de las
doncellas, con las hijas de Rey Licomenes, empuando la daga, ante la presencia de los hombres de la guerra, la
misma daga que Marguerite le har arrojar por la torpeza de sus movimientos y despus lo incitar a matar a
Deidama con sus propias manos. La escultura de Aquiles sosteniendo el cuerpo sin vida de Patroclo necesariamente
ha servido de inspiracin para el gesto desolador de Aquiles rescatando a su amado-amigo. Solo pueden citarse como
curiosidades a las que les falt una mnima investigacin. Pero que reflejan la posibilidad de relecturas a las que
Yourcenar se refiere en el prlogo de su libro.
Los dos relatos abigarrados en diversos puntos con los colores del S. XX nos transportan a un tiempo
onrico que carece de edad. Mezcla de pasado con presente que se vuele pasado.
Marguerite Yourcenar y el conocimiento
sostena. De all que se lo considere un semidis, un hombre pero con el espritu de los
dioses. El tacn es para Aquiles, la conciencia de la disparidad fundante que hay entre
Dioses y humanos en la mitologa griega. Sobre esa excepcin trabaja Yourcenar, se
centra en el taln, en la debilidad de Aquiles, pero no como caracterstica constitutiva,
sino como experiencia sensible, como fuente de conocimiento.
Aquiles y la mentira y Patroclo o el destino son los nicos captulos del
libro que comparten la misma historia, que tienen una relacin de continuidad. En
ambos relatos, Aquiles es el personaje protagnico, como corresponde a la figura del
hroe troyano, pero Patroclo aparece como la sombra de Aquiles, como el causante de
su sufrimiento y es el personaje que define las historias, interviniendo siempre en favor
del destino, como revelador de la mentira en el primer captulo y su muerte como la
causa de la clera que permite a Aquiles ganar la guerra, en el segundo captulo.
Muchos personajes sacrifican sus deseos y sus vidas en pos de la gloria del guerrero
troyano. Muchas muertes se necesitan para edificar las figuras de los hroes. La guerra
encuentra en los relatos, una relacin significativa entre las leyendas remotas y la
actualidad poltica que se viva en Europa en la dcada del 30. No es dato menor que
Fuegos haya sido escrito en el perodo de entreguerras, con la experiencia devastadora
y fundante del siglo XX que fue la primera guerra mundial. Sin embargo la verdadera
tragedia es el padecimiento del amor. El amor no se vive si no es desde el sufrimiento y
del sacrificio al otro. La experiencia universal y atemporal est atravesada por la
coyuntura ms dolorosa y por las contingencias ms ntimas de la relacin amorosa.
El amor
Aquiles aparece como una joven extranjera a las que todos presentan una diosa.
Experimenta una identificacin con los sentimientos femeninos, que hace que vea con
horror las muertes a las que est condenado a provocar en su futuro. Aquiles llora para
perfeccionar su disfraz de doncella, llora ante la presencia de Patroclo, nico capaz de
romper el artilugio de los dioses y encuentra en su mirada el futuro de gloria.
Las versiones ms difundidas del mito rescatan de ese momento de la historia,
el amor de Aquiles por Deidama, hija del rey Licomedes, producto del cual naciera un
nio llamado Pirro O Neoptolemo. Yourcenar las enfrenta con la muerte de Deidama,
en manos de Aquiles, en un ataque de celos ante la posibilidad de una relacin entre ella
y Patroclo. Elige como competidora a su enamorada y decide matarla, no con la espada
que aparece en diferentes imgenes de artistas post homricos, sino que por la torpeza
con la que agarra la espada, decide matarla ahorcndola, sintiendo la muerte en sus
propias manos.
Mientras la mata se aleja de aquella mujer a la que haba querido poseer, pero
ms fuerte era el deseo de convertirse en ella.
Aquiles toca con horror el cuerpo desnudo de Deidama, afirmando su rechazo
por el cuerpo femenino. Patroclo vestido de bronce eclipsa las imgenes amorosas que
conserva de su relacin con Deidama y en sus ojos de mujer es ms placentero admirar
el uniforme que el cuerpo desnudo de una mujer.
La figura de la otra mujer con la que Aquiles comparte la vida en la torre de las
doncellas, merece un comentario aparte. Yourcenar construye a Misandra como la
contrafigura del Hroe. Una mujer fuerte, de grandes msculos, que Aquiles mira como
la equivalente a un hermano, y ella lo que lo mira a l, convertido en ella, con la dulzura
con que se mira a una hermana. Misandra es retratada con un mpetu masculino, que
Yourcenar refuerza con rasgos fsicos, como manos anchas y pelo corto, que la
confunden con un varn, o la funden en la posibilidad de serlo. Misandra rene todas las
condiciones para convertirse en guerrera y salir a luchar en la guerra de Troya, pero no
es el destino de la mujer la guerra, entonces resigna sus deseos para cumplir con el
destino de Aquiles.
Y vuelvo a pensar en Yourcenar como clsica en los movimientos lsbicos.
Misandra podra encarnar esta experiencia del rechazo al destino inexorable de la
femineidad y de su condicin de mujer.
Ella le propone la huida al asesino de su hermana motivada por dudosas y
mltiples razones y descienden de la torre hasta el acantilado, y all, la ms dura de
aquellas mujeres se inclina sobre el mundo, dudando si arrebatar el destino de Aquiles,
de Troya en llamas y de Patroclo vengado, consciente que ni el ms perspicaz de los
dioses podra distinguir el corazn guerrero de hombre de ninguna de aquellas dos
mujeres. Prisionera de sus senos y de su destino de mujer, Misandra empuja a Aquiles y
con l a todo lo que ella nunca podr ser. El mito se impone como el mar, y Aquiles
emprende el viaje a la Guerra que durar 10 sangrientos aos.
La guerra
Entre los dos captulos de una misma historia hay una elipsis de 10 aos. Una
dcada de la guerra de Troya; aquella batalla que empez por la rebelda de una mujer
que se decidi a amar o por las aspiraciones polticas de Agamenn, y se convirti en
una guerra descarnada a base de una rutina de cadveres que lo enrojecieron todo. Ya
todo ha sido destruido, el fuego se la ha comido todo. Casandra tiene que parir el
porvenir engendrado por la cultura de la muerte. Escribe as Yourcenar la evolucin de
la guerra:
La primera generacin de hroes que haba acogido a la guerra como un privilegio, casi como una
envestidura-, al ser segada por los carros, dio lugar a un contingente de soldados que la aceptaron como
un deber, para despus soportarla como un sacrificio.
La elipsis se extiende hasta el Siglo XX, donde se confunde Troya con la guerra
moderna. En realidad Yourcenar da a pensar que es en aquella guerra de tiempos
remotos, donde se encuentra la gnesis de los conflictos blicos modernos. As como en
la Orestada de Esquilo pueden encontrarse los primeros registros de la concepcin
moderna de la Justicia, en Fuegos, la guerra de Troya permite explicar el sin sentido de
la Primera Guerra Mundial. El recurso de la hibridacin, encuentra en este captulo, la
posibilidad de explicitarse. Tanques de guerra; la belleza de Paris desfigurada por una
granada; Polixemo muriendo en un hospital. Elementos que la escritora incorpora en el
relato mitolgico, y como resultado de esa hibridacin, nace una nueva lectura del Mito.
Helena, el botn de una guerra de hombres, deambula entre los cadveres, tratando de
imitar en su boca el color de la muerte. En la guerra, como el amor, queda el mundo
devastado.
Yourcenar lo corrompe todo, desacraliza los relatos, para darle al mito la fuerza
vital que lo hace presente:
Ya pasaron los tiempos de las ternuras heroicas en el que el adversario era el reverso sombro
del amigo. Ifigenia haba muerto, fusilada por orden de Agamenn, acusada de haber tomado parte en el
motn de las tripulaciones del mar Negro
Y vuelve al relato original. Vuelve a aquel lejano episodio que par la guerra, y
que suspendi a Aquiles en la ms fra soledad del pasado. El cadver de Patroclo
siendo devorado por moscas azules en la playa. Aquel amigo, dice Marguerite, que
haba llenado el mundo del guerrero ahora lo vaciaba con su muerte. En Fuegos, a
diferencia de otros relatos, este es el nico conflicto del hroe. La clera de Aquiles no
es por diferencias polticas con Agamenn o por que este haya raptado a Briseida, su
botn de guerra. La clera de Aquiles en realidad es la desesperacin de haber perdido
aquello que lo completaba. No mata para no generarle a Patroclo enemigos de
ultratumba. Desnudo, suspendido en la realidad decadente de la guerra, desea recordar a
su amado, en un intento de imitar al cadver, en un vnculo que persiste ms all de la
muerte, al que se aferra a travs de los recuerdos.
Hay un pasaje homoertico del relato, en el que el deseo invade al mito y
pronostica la tragedia:
Todas las particularidades que recordaba al pensar en Patroclo su palidez, sus hombros rgidos, ms
bien altos, sus manos que siempre estaban algo fras, el peso de su cuerpo desplomndose en el sueo con
densidad de piedra adquiran por fin su pleno sentido de atributos pstumos, como si Patroclo hubiera
sido, estando vivo, un esbozo de cadver.
manifiesto donde Aquiles expresa como las mujeres representaban para l la parte
instintiva de la desgracia, aquella cuya forma l no haba escogido y que tena que
soportar sin poder aceptarla. Le reprocha su madre las aguas de aquel rio, que le
coartaron la capacidad de ser vulnerable, atributo verdadero del hroe. Hay en Aquiles
una profunda identificacin con el valor de lo femenino, con la capacidad de
sensibilizarse ante un mundo que le reclama la muerte.
Aquiles mata a la amazona invadido por el amor que se hallaba en el fondo del odio,
buscando en ese asesinato la posibilidad de otorgar a Patroclo la pureza de su muerte.
Dicen las narraciones post homricas, que Aquiles lloro al descubrir que era mujer.
Marguerite lo escribe sollozando frente al nico rostro en el mundo que se pareca a su
amado Patroclo.
La hiptesis
As como con la guerra de Troya, Yourcenar intenta echar luz sobre la tragedia de la
Primera Guerra Mundial, de manera contraria, utiliza categoras modernas para tratar de
explicar la relacin de Aquiles y Patroclo y el desamparo ante la prdida. La angustia de
Aquiles parece decir algo ms que la normalidad en la que tratan de inscribir sta
relacin muchas lecturas del mito. Siempre se inscribe en las relaciones de pederastia
que se daban de manera comn entre un joven y un hombre adulto en la Antigua Grecia.
Relacin que estaba basada en el deseo ertico, en la contemplacin de la belleza del
cuerpo desnudo y en una tradicin educativa y de formacin moral. La pederastia, que
los griegos la consideraban esencial en la formacin de su cultura y un factor importante
en el entrenamiento militar, es traducida por Yourcenar al concepto moderno de
homosexualidad. Es a travs de la relacin homosexual que la escritora explica la
verdadera razn de la angustia de Aquiles ante la prdida del objeto de amor. Aquiles
quiere encerrase en el cadver, quiere entrar al cuerpo de Patroclo, como si no le
alcanzara para volver a sentir el amor de su compaero. El mismo amor con el que
Aquiles mata a Deidama y con ella a todas las versiones que rezan el amor del hroe
por la madre de su nico hijo. En los dos captulos, los nicos asesinatos que comete
son a mujeres. Lejos de una actitud que a la luz de los siglos puede considerase
misgina, se trata en estos captulos, de matar a la mujer, que a travs de la miel,
aliment su capacidad de amar, mucho ms que la de matar.
Bibliografa: