Proyecto Cuentos Animalistas
Proyecto Cuentos Animalistas
Proyecto Cuentos Animalistas
Tarraga
Aguilera
dicado.
Fuente
Tarraga
Escuela de EHL.
Escuela de EHL
www.elhogardeluci.org
ndice
La carroa ponzoa
verduras y frutitas
Qu delicioso manjar!
Sin olvidar las setitas
o las lentejas de mam.
Gran pequeo amigo,
una leccin debes tomar:
ellos no son comida,
nos dan su eterna amistad.
La arboleda
La arboleda
imgenes que nos cautivaban, pero su inutilidad provoc su desaparicin, ves que tontera?, preferamos ver una realidad a travs de
una caja que verla en persona. Lo mismo ocurra
con la comida, nos gustaba ms el sabor del
animal sin importarnos que ese pedazo de
carne perteneca a un ser que quiso vivir.
-Y jams te dio asco abuelo? -Pregunt Dafne
rebosante de curiosidad ante la nueva faceta
desconocida de su abuelo.
-No, porque no sabamos qu ocurra, comamos
y ya est. Pero todo cambi cuando nuestro
Hogar, es decir, nuestro pequeo planeta que
pareca que nos lo daba todo, que nunca se agotara el agua, que la naturaleza siempre estara
ah para salvarnos (pensbamos que ramos los
elegidos por la tierra para dominarla y por ello
La arboleda
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-Pero, por qu no os dabais cuenta de la crueldad que estabais creando? -preguntaba Dafne
horrorizada y escandalizada por lo que oa.
-Porque no lo considerbamos como algo importante, creamos que los animales estaban
para eso, para alimentarnos, para vestirnos,
para entretenernos Esa fue la mentalidad
que provoc grandes catstrofes, pues si
nadie era capaz de respetar a los dems animales, cmo podra respetar a las dems personas? Desde ese momento, todo se convirti
en un mundo sin conciencia hasta que, despus
de muchos aos, la locura se esfum y volvi la
Una vez termin de decir esto, el abuelo Lorenzo se levant de la piedra en la que se encontraba sentado y camin hacia su casa. Dafne,
sin embargo, se qued en el mismo sitio, durante horas, pensando en lo que haba dicho su
abuelo: el mundo que ella conoca haba tenido
un pasado cruel que no deba olvidarse para que
ello no volviera a repetirse. Acto seguido Dafne
se levant, cogi una zanahoria y se la comi
mientras volva a casa de su abuelo.
Canto de amor
manece.
Despus de esperar impaciente
durante meses,
de soar cmo ser el momento
del reencuentro,
de ofrecerle el primer pensamiento
al levantarme
y el ltimo suspiro al acostarme
Me levanto, me pongo guapa,
hago grgaras con la garganta.
Hoy es el gran da.
Alguna vez habis vivido esto?
Es tan fuerte lo que siento,
que me atrevera a llamarlo amor.
Yo, la que nunca ca rendida,
de mis hermanas la pragmtica,
la menos romntica.
Es el momento
Tantos das solita, esperando, recordando
He dibujado en mi cabeza la historia de los dos.
Tengo guardadas mil formas de besarle,
mil caricias para tocarle.
Todo preparado.
Hoy es el gran da.
Miles de kilmetros han estado de por medio,
pero con la primavera,
ha emprendido su viaje de regreso...
Y esta misma maana,
si todo va como lo planeado,
nos veremos de nuevo.
Cuando l regrese,
ya no me sentir prisionera.
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Canto de amor
Nos posicionamos
Somos los primeros en llegar,
Esto nos da derecho a elegir un sitio preferente.
Los amigotes de Juanito apenas han
madrugado,
no tienen tanto inters,
as que este ao veo que me toca a m.
Ya... viene Mi corazn late a mil.
Parece que le siento Intento articular
palabra a mi compaero,
pero estoy tan nerviosa que apenas balbuceo.
Es l! Por fin sale mi voz... Grito!
Grito muy alto:
Es l, estoy aqu amor!
Grito ms alto:
ESTOY AQU!
Grito desesperada, tan alto como puedo.
Y mis splicas y mis cantos dan resultado.
Viene
Le veo venir,
ha detenido su camino.
Me ha odo, me ha mirado y se ha girado.
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Canto de amor
su padre pero con la mirada perdida en unos pensamientos que ni si quiera Roberto poda imaginar que estaban fraguando. No obstante,
Roberto despej de su mente cualquier otra idea
que no fuera la de adquirir una buena pieza que su
hijo pudiera abatir y pronto comenz a observar
huellas de ciervos y a notar sus rastros. Saba
que andaban cerca y decidieron esperar prximos a un claro, con el arma preparada en las
manos de Maxi. Pronto apareci un pequeo
ciervo con su madre y Roberto dio la orden de
disparar a la madre, pero Maxi se neg.
No le voy a disparar, tiene un hijo! susurraba Maxi a su padre.
Pero es solo un ciervo, el pequeo ni notar
que ha perdido a su madre porque no sabe qu
es eso! respondi Roberto.
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Me da igual, no disparar.
Muy bien hijo. En ese momento y tras un
rpido movimiento, Roberto quit el arma a su
hijo y dispar contra el ciervo madre.
As lo debes hacer de ahora en adelante.
Mientras se alejaba en direccin a la cabaa,
Maxi no tuvo ms opcin que seguirle. Al llegar
all, Roberto le esperaba con un gesto amenazador sentado en uno de los sofs que se encontraban al lado de la chimenea, apagada en
ese momento del ao.
Maxi, maana volveremos al bosque y vas a
hacer lo que yo te diga, disparars sin ms a lo
que yo te diga, no pienses en si ese animal es hijo,
padre, madre o to, eso nos da igual, entendido?
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Los aos han pasado y Maxi ya no es ese nio tmido y miedoso de 12 aos. En ocho aos, Maxi
ha aprendido a vivir de la tierra y de los frutos
que esta da. Despus de la imagen de la muerte
del ciervo, decidi que en su cuerpo no volveran
a entrar animales muertos. Despus de dejar la
casa de la cabaa de su padre, comenz a vagar
sin rumbo fijo, sali del valle llegando a un lugar
cercano donde un trabajador de la tierra, un agricultor, le acogi como a un hijo y a su muerte, hered la tierra que l mismo trabaj. No eran
especialmente grandes, pero s productivas.
Para Maxi el crecimiento de sus frutos era muy
importante, pasaba horas leyendo, meditando
junto a los olores del campo, reflexionando y
observando el cielo. Pronto, supo conocer el
comportamiento del clima y por las noches,
supo reconocer los diferentes ciclos lunares y
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El secreto
El secreto
El secreto
Mam dijo que se tena que buscar su propia familia, que Carol ya no podra cuidarle, pues se
tena que ir al Hospital. Y all... All no dejan entrar con animales. Mam cogi a nuestro pequeo amigo y se lo llev al vecino Eusebio.
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La arboleda
Pero Carol, mi hermana, que pareca estar dormida, hizo un esfuerzo para girar la cabeza y ver a
mi ta. Solt un grito y con la mano temblorosa
toc una calva en el pelo del abrigo de Aurora.
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Cuidado al andar
on pequeitos,
algunos vuelan,
y otros se desplazan caminando.
Algunos nacen con cien pies
para correr,
y otros tienen un par de antenas
para no chocarse.
Algunos vers con fuertes patas,
nacieron con ellas para saltar.
Y otros insectos son expertos
en escavar.
Sea como sea su cuerpo,
estos animales son buenos.
No hay bonitos ni feos,
todos merecen respeto.
Recuerda siempre,
cuando te encuentres con uno de ellos,
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Cuidado al andar
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Palabras de un pajarito
T, amigo nio,
que un da crecers
y podrs empuar un arma,
escucha atento estas palabras:
Los pajaritos queremos vivir!
No nos mates de un disparo,
ni rompas mi frgil vuelo con una piedra.
No me apreses ni me encierres
en una jaula
que ,sin estirar mis alas, de pena me matas.
Soy slo un pajarito,
uno ms en este mundo
que no eligi su papel.
Pude haber nacido humano,
y ser tu hermano,
Palabras de un pajarito
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Mi vida en un frasco
Soy una lagartija sin futuro. Un animal encerrado en un tarro de cristal. Un cachorrillo de
lagartija prisionero, triste y sin familia. Me secuestraron.
Los humanos no saben qu darme de comer, y
yo no s cmo puedo hacerme entender con las
criaturas que me miran al otro lado del frasco.
Me muero de hambre. El suelo es fro, no tengo
nada donde refugiarme y calmarme cuando
tengo miedo. Nada que cazar en este tarro de
cristal.
Hoy, Javier, por fin ha observado, no slo mirado. -La lagartija est triste-. Y me ha tocado.
Mi vida en un frasco
Los dos chivines sin rabo se recuperaron. Volvieron a correr por los campos, a trepar por las
piedras y a esconderse en los agujeros. Fueron
felices y comieron insectos y lombrices.
Gracias humanos por abrir el tarro y dejarles
vivir en libertad.
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se organizan y se quieren.
Se parecen tanto a m
que me parece mentira
que sin pararte a pensar
no consideres su vida.
Tal vez pueda ser tu suerte
mi pequea fantasa:
Que en algn otro momento
Te toque a ti ser hormiga.
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Tu triste moral
Los juegos no eran tan divertidos porque vivamos en unas jaulas muy pequeinas donde vivamos todos juntos y, por supuesto,
dormamos todos juntos, todos encima de
mam. Era como una crcel, solo que no sabamos qu travesura habamos hecho para estar
ah siempre.
Fuera de nuestra jaula pequea, haba siempre
unas personas muy grandes, muy altas, eran
como unos gigantes para nosotros. Sus cabezas estaban cubiertas con un gracioso sombrero blanco que les hacan parecer unos
championes y un curioso "tapabocas" que les
haca parecer como si no tuvieran boca y, cada
vez que hablaban, sus tapabocas se movan
como si un folio se estuviese doblando y esti-
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Carita de mueco
No siempre fue as, hubo un tiempo en que carita de mueco fue felz Aseguraba Esther a la
nueva vecina. (Esther es la coti- coti del barrio;
todo lo sabe y, por supuesto, todo lo casca).
Dicen que tampoco habla.
Cierto Las dos mujeres taparon sus
bocas cuando el nio se aproximaba.
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Carita de mueco
Cometimos un gran error, que hoy en da seguimos pagando. Felipe apareci sangrando por
un araazo del gato. Estbamos asustados
porque pensbamos que perdera el ojo. Al decirnos que la herida se la haba hecho el gato,
su padre, cabreado, agarr al animal y le llev al
veterinario para que le sacrificaran. El ojo de
Felipe se cur, pero no as su corazn.
Mi hijo se ech la culpa de la muerte de su
amigo felino. El psiclogo piensa que siente culpabilidad por haberse chivado de que el gato le
haba araado. Nosotros no supimos ver que
haba sido un simple accidente. Que fue un
juego de amigos. Nos apresuramos y tomamos
una decisin equivocada. Desde entonces, mi
hijo no habla. No ha vuelto a jugar, no ha vuelto
a rer, ni a interrelacionarse con los dems
nios. El mundo no tiene nada que ofrecerle.
El nio se comunic con el gato sin emitir ninguna palabra, tal y como haca con los animales
de la clnica. Tranquilo amigo, voy a llevarte
con Lorena y vamos a curarte.
El pobre animalito se dej coger y hasta pareci que suspiraba acurrucado entre sus brazos. Antes de partir, oy cmo un hombre
enfadado gritaba desde su jardn:
Ese maldito gato ya no volver a mearse en
mis plantas! Con la sardina que se ha comido
se le acab el molestarme! Efectivamente, al
lado del gato, sobre la acera, vio la mitad del
pescado. Todava estaba cubierto por unos polvitos amarillos.
Carita de mueco
Le han envenenado! Pens el chaval alarmado. Corri, corri y corri... Y cuando lleg a
la clnica, apenas le quedaba aliento.
Felipe, qu ha pasado? Le llev a la sala
de curas, el gato apenas respiraba. Qu le
ha pasado? Volvi a preguntar al muchacho.
No puedo curarle si no s qu le ha pasado!!! Le grit la veterinaria.
Felipe, carita de mueco, abri la boca y... costndole mucho, consigui hablar: Le han envenenado.
Los dos, la veterinaria y el animal desaparecieron en el quirfano. Felipe rompi su silencio, por fin, y dej escapar un inconsolable
llanto.
El circo de nunca ms
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El circo de nunca ms
Es cruel para estos que han conocido la libertad, que han nacido en plena naturaleza junto
a sus hermanos y vivido en su hbitat natural.
Pero incluso es ms cruel, si cabe, para aquellos
que han nacido dentro del circo, que no conocen
otra cosa ms que la tristeza, la depresin y el
sufrimiento, y que nunca conocern ni disfrutarn de la libertad de estar all de donde proceden. No todos son animales salvajes, leones,
osos, tigres, monos, elefantes, jirafas, panteras, sino que tambin hay caballos, ponis y animales domsticos, como perros, que no
conocern un hogar donde les quieran.
Todos los das son humillados con gritos, insultos, golpes, latigazos y palizas en sus entrenamientos para que aprendan a subirse con las
cuatro patas a la vez a taburetes diminutos y
ridculos para sus corpulentos cuerpos, o tienen que montar en bicicleta. O trabajar con
fuego, saltar por dentro de aros encendidos
que les da autntico pnico. Cuando viajan con
el circo de unas ciudades a otras por carretera,
casi no les dan ni comida ni agua, y as es toda
su vida. Sufrimiento, incomprensin, y mucha,
mucha tristeza detrs de esos barrotes.
Entonces le cont a mi sobrina que hace muchos aos cuando yo era pequea, mi madre me
llev a un circo con animales. Durante el espectculo, en un descuido de mi madre, me escurr
de mi silla muy despacio y sal al exterior. Me
dirig hacia los carromatos y las jaulas que
haba visto cuando entrbamos. Era toda una
aventura para m, estaba tan entretenida e impresionada viendo todo aquello que pasaron las
horas y se hizo de noche.
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El circo de nunca ms
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