Comunicación para La Salud - Revista Comunicar
Comunicación para La Salud - Revista Comunicar
Comunicación para La Salud - Revista Comunicar
DE
EDITA:
GRUPO COMUNICAR
Colectivo Andaluz de Educacin y Comunicacin
www.grupocomunicar.com
Administracin: info@grupocomunicar.com
Redaccin: director@grupocomunicar.com
Apdo Correos 527. 21080 Huelva (Espaa-Spain)
Tfno: (+34)959 248380; Fax: (+34)959 248380
COMUNICAR es miembro de la Asociacin de Editores de
Andaluca (AEA) y socio de CEDRO (Centro Espaol de
Derechos Reprogrficos)
COMUNICAR es una marca patentada en la Oficina Espaola
de Patentes y Marcas con ttulo de concesin 1806709.
La Revista COMUNICAR acepta y promueve intercambios
institucionales con otras revistas de carcter cientfico de los
mbitos de la educacin y los medios de comunicacin.
COMUNICAR es una publicacin plural, que se edita
semestralmente los meses de marzo y octubre.
Se permite la reproduccin parcial para uso didctico,
siempre que se citen autores y fuente de procedencia.
DISTRIBUYEN:
ESPAA:
Centro Andaluz del Libro (Andaluca)
Almario de Libros (Madrid y centro)
Besai Llibres (Catalua)
Distribuciones Lemus (Canarias)
Grialibros (Galicia)
Lyra Distribuciones (Valencia y Murcia)
Master D (Internet)
Asturlibros Distribuciones (Asturias)
EUROPA Y AMRICA:
Centro La Cruja (Buenos Aires-Argentina)
Pablo Ameneiros Distribuciones (Montevideo-Uruguay)
Presa-Peyran Ediciones (Caracas-Venezuela)
Publiciencias Distribuciones (Pasto-Colombia)
Palmaria Libros (Santiago-Chile)
Minerva Distribuciones (Coimbra-Portugal)
ILCE (Mxico DF-Mxico)
IMPRIME:
Gam Artes Grficas (Huelva)
Comunicar
26
DIRECCIN
Dr. Jos Ignacio Aguaded Gmez
Universidad de Huelva
SUBDIRECCIN
Enrique Martnez-Salanova, Grupo Comunicar, Almera
Dra. M Amor Prez Rodrguez, Universidad de Huelva
COORDINACIN DEL MONOGRFICO
Jos Mara Lpez, Universidad de Mlaga
Miguel de Aguilera, Universidad de Mlaga
UNIVERSIDADES ESPAOLAS
Dra. Victoria Camps, Universidad Autnoma, Barcelona
Dr. J. Manuel Prez Tornero, Universidad Autnoma, Barcelona
Dr. Julio Cabero Almenara, Universidad de Sevilla
Dr. Agustn Garca Matilla, Universidad Complutense, Madrid
Dr. Joan Ferrs i Prats, Universitat Pompeu Fabra, Barcelona
Dr. Javier Tejedor Tejedor, Universidad de Salamanca
Dr. M. ngel Vzquez Medel, Consejo Audiovisual Andaluz
Dr. Daniel E. Jones, Universitat Ramn Llull, Barcelona
Dra. M Luisa Sevillano, Universidad a Distancia, Uned, Madrid
Dr. Ramn Prez Prez, Universidad de Oviedo
Dr. Manuel Cebrin de la Serna, Universidad de Mlaga
Dr. Amando Vega, Universidad del Pas Vasco, San Sebastin
Dr. Javier Marzal, Universitat Jaume I, Castelln
Dra. Gloria de la Cruz Guerra, Universidad La Laguna, Tenerife
Dr. Donaciano Bartolom, Universidad Complutense, Madrid
Dr. Juan Antonio Garca Galindo, Universidad de Mlaga
CONSEJO EDITORIAL
MEDIOS DE COMUNICACIN
Dr. Ramn Reig, mbitos, Sevilla
Jos Domingo Aliaga, Primeras Noticias, Barcelona
Vicent Campos, Quaderns Digitals, Valencia
Rafael Miralles, Alioli, Valencia
J. Antonio Gabelas, El Peridico del Estudiante, Zaragoza
Manuel Fandos, Master D, Zaragoza
G ESTIN C OMERCIAL
Paki Rodrguez Vzquez. Grupo Comunicar Ediciones
CONSEJO DE REDACCIN
M Teresa Fernndez Martnez, Dr. Juan Bautista Romero Carmona,
Nani Pedro Mora, Julio Tello Daz, Francisco Casado Mestre, Montserrat Medina Moles, Toms Pedroso Herrera, Roco Daz Gmez,
Begoa Mora Jaureguialde, M Dolores Degrado Godoy, Paki Rodrguez Vzquez
DISEO
Portada: Enrique Martnez-Salanova
Dibujos: Enrique Martnez-Salanova y Antonio Lpez-Alcntara
Autoedicin: Anma06 (Huelva)
N o r m a s
d e
p u b l i c a c i n
Poltica
editorial
COMUNICAR es una revista cientfica de mbito iberoamericano que pretende fomentar el intercambio de ideas, la
reflexin y la investigacin entre dos mbitos que se consideran prioritarios para el desarrollo de los pueblos: la educacin
y la comunicacin. Profesionales del periodismo y la docencia
en todos sus niveles (educacin infantil, primaria, secundaria,
universidad y adultos) tienen en este medio una plataforma
para fomentar la comunicacin y la educacin, como ejes
neurlgicos de la democracia, la consolidacin de la ciudadana y el progreso intelectual y cultural. La educacin en medios de comunicacin es, por tanto, el prisma central de COMUNICAR.
Sern publicados en COMUNICAR artculos y colaboraciones inditos, escritos en espaol o portugus, enviados
por los suscriptores, colaboradores y lectores de la revista que
versen sobre proyectos, investigaciones, reflexiones, propuestas o
experiencias en comunicacin y educacin, as como en la utilizacin didctica, plural e innovadora de los medios de comunicacin en la enseanza, en sus diferentes vertientes y niveles.
Grupo
editor
El Grupo Comunicar est formado por profesores y periodistas de Andaluca (Espaa), que desde 1988 se dedican
a la investigacin, la edicin de materiales didcticos y la formacin de profesores, nios y jvenes, padres y poblacin en
general en el uso crtico y plural de los medios de comunicacin para el fomento de una sociedad ms democrtica,
justa e igualitaria y por ende una ciudadana ms activa y responsable en sus interacciones con las diferentes tecnologas
de la comunicacin y la informacin. Con un carcter estatutariamente no lucrativo, el Grupo promociona entre sus planes
de actuacin la publicacin de textos, murales, campaas...
enfocados a la educacin en los medios de comunicacin.
COMUNICAR, Revista Cientfica Iberoamericana de Comunicacin y Educacin, es el buque insignia de este proyecto.
PRELIMINARES / PRELUDE
Sumario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Prolegmenos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jos Ignacio Aguaded Gmez
5/6
7/8
TEMAS / SUBJECTS
Presentacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jos Mara Lpez y Miguel de Aguilera. Universidad de Mlaga
Nuevos enfoques en comunicacin y salud: perspectivas de investigacin . . . . . . . .
Miguel de Aguilera y Julin Pindado. Mlaga
Comunicacin para la salud en frica: experiencias y desafos . . . . . . . . . . . . . . . . .
Serge Thophile Balima. Ouagadougou (Burkina Faso)
SIDA, globalizacin y seguridad ontolgica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Thomas Tufte. Copenhague (Dinamarca)
Comunicacin para la salud y sida: la aproximacin educacin-entretenimiento . . . .
Juan Jos Igartua Perosanz. Salamanca
Estoy vivo..., luego estoy sano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Thomas A. Bauer. Viena (Austria)
Estrategias edu-comunicacionales para mejorar la salud adolescente . . . . . . . . . . . .
Luis Alfonso Guadarrama y Jannet Valero. Toluca (Mxico)
Comunicacin y convivencia en la salud de los jvenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Rafael Muriel y Javier Blanco. Sevilla
Comunicacin y salud pblica desde los adolescentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jose Mara Coronado y Jose Mara Lpez. Mlaga
10/12
13/20
21/26
27/34
35/42
43/50
51/57
59/62
63/71
CALEIDOSCOPIO / KALEIDOSCOPE
HISTORIAS GRFICAS / COMICS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Enrique Martnez-Salanova Snchez
74/77
INVESTIGACIONES / RESEARCHS
Alfabetos y saberes: la alfabetizacin digital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Diego Levis. Buenos Aires (Argentina)
La educacin en comunicacin como eje de una educacin para la ciudadana . . . .
Fernando Tucho. Madrid
Educacin para los medios y las TIC: reflexiones desde Amrica Latina . . . . . . . . .
Patricia Corts de Cervantes. La Paz (Bolivia)
78/82
83/88
89/92
CALEIDOSCOPIO / KALEIDOSCOPE
La televisin digital interactiva y sus aplicaciones educativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Antonia Alejandra Gonzlez y Karla Jimnez. Mxico y Panam
Una experiencia de radio comunitaria con aborgenes wich . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jorge Huergo, Kevin Morawicki y Lourdes Ferreyra. La Plata (Argentina)
El color como elemento comunicacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jess del Olmo Barbero. Madrid
Telepsicodrama e educao escolar: uma conversa entre professores . . . . . . . . . . .
Helosa Dupas Penteado. So Paulo (Brasil)
Discurso y socializacin en producciones cinematogrficas infantiles . . . . . . . . . . . .
Alejandra Martnez y Aldo Merlino. Crdoba (Argentina)
Televisin y telespectadores: la movilizacin de la sociedad civil . . . . . . . . . . . . . . .
Mariano Segura. Madrid
Tratamiento de la imagen femenina en los anuncios televisivos venezolanos . . . . . .
Isabel Francis Velsquez de Len. Caracas (Venezuela)
El protagonismo de los medios de comunicacin en la formacin del alumno . . . . .
Humberto Martnez-Fresneda. Madrid
La imagen de la mujer en la prensa femenina en Telva (1963-2000) . . . . . . . . . .
Meritxell Roca. Barcelona
La lectura crtica en Internet: evaluacin y aplicacin de sus recursos . . . . . . . . . . .
Beatriz Fainholc. Buenos Aires (Argentina)
El caduco mundo de Disney: propuesta de anlisis crtico en la escuela . . . . . . . . . .
Patricia Dign Regueiro. A Corua
La digitalizacin de la realidad en las nuevas generaciones del siglo XXI . . . . . . . . .
Tatiana Milln Paredes. Badajoz
El cuento multimedia interactivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jos Mara Perceval Verde y Santiago Tejedor. Barcelona
Medios didcticos para el desarrollo del lenguaje en preescolares de Venezuela . . .
M Elena Garassini y Julio Cabero. Caracas (Venezuela) y Sevilla (Espaa)
La participacin espaola en proyectos de comunicacin internacionales . . . . . . . . .
Francisco Sacristn Romero. Madrid
Medios de comunicacin, educacin y realidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Vernica Marn Daz. Crdoba
La prensa como recurso en el currculum de adultos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Carmen Ricoy Lorenzo. Ourense
Medios de comunicacin, educacin informal y violencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ngel Liceras Ruiz. Granada
93/101
103/110
111/116
117/123
125/130
131/135
137/141
143/148
149/154
155/162
163/169
171/175
177/182
183/188
189/192
193/197
199/206
207/214
BITCORA / BINNACLE
APUNTES / NOTES
216/217
RESEAS / BOOKS
218/240
Prolegmenos
Nuevos nortes: afianzar la investigacin para
institucionalizar la edu-comunicacin
New horizonts: consolidating communication in order to institutionalized media education
Prolegmenos
ara ello, es necesario avanzar en dos frentes, a nuestro parecer, esenciales: por un lado afianzar la
investigacin y por otro, institucionalizar, en los diferentes mbitos de intervencin, la educacin
para los medios. Ambos son independientes, pero necesariamente complementarios. De nada sirve avanzar mucho en estudios diagnsticos y de prospectiva si no somos capaces de traspasar esos saberes
a la vida cotidiana; pero difcilmente avanzaremos si trabajamos perdiendo el norte de estudio y la investigacin.
fianzar la investigacin supone dar pasos firmes para que este nuevo mbito de conocimientos,
que surge de dos esferas inicialmente encontradas, como la comunicacin y la educacin, pero
que tienen mucho en comn, realmente haga esa sntesis superior que emana de tomar conciencia de que educadores y comunicadores tienen responsabilidades en comn en una sociedad que consume indiscriminadamente y que no es competente, en un sentido lato, al consumo racional de los medios
y a una apropiacin inteligente de sus contenidos.
o nos engaemos, hemos de ser conscientes de que ste es un mbito de estudio balbuciente,
que no tiene casi cabida, por ahora, ni en las Facultades de Comunicacin ni en las de Educacin, que no est presente ni en las escuelas ni en los institutos y si lo est es de manera anecdtica. Es esta una realidad desgraciadamente evidente. Hay pocos convencidos de que la educacin en
medios tiene entidad como un campo del saber, que tiene su naturaleza y su objeto de estudio, que surge
de una necesidad social sentida y perentoria, y que al tiempo tiene sus propios mecanismos para avanzar
soluciones y estrategias. Afianzar la investigacin supone darle entidad como tal a este rea, ofreciendo un
corpus cientfico de conocimientos y saberes que verdaderamente aporten utilidad a la sociedad y a la
comunidad cientfica, trabajos bien elaborados que avancen saber y construyan aportes en la comprensin
de estos nuevos lenguajes y en el desarrollo de aptitudes y actitudes ciudadanas ante los medios. La responsabilidad de nuestra comunidad cientfica es clave en esta nueva aventura...
ero no hemos de olvidar como indicbamos ms arriba que la investigacin sin la exteriorizacin de poco sirve, sobre todo ante las urgencias que tenemos. Hay que apostar por llevar la educacin en los medios a las escuelas y centros de educacin, a las familias, a los entornos cvicos y
tambin, y de manera especial, a los medios porque ellos no pueden escaparse de esta responsabilidad
social. En la educacin formal, el panorama actual no es el ms alentador. La presentacin recientemente
de los nuevos ttulos de grados y postgrados universitarios, el master de profesores de educacin secundaria
y las reformas de los contenidos en primaria y secundaria vuelven a pasar de puntillas ante una realidad tan
evidente como ignorada. Un barrido rpido, ante los diferentes canales de televisin, nos dejan igual de preocupados como de desesperados. Hay realmente una preocupacin de familias, educadores, comunicadores y polticos para que la gente sepa consumir los medios de una forma cabal e inteligente? La respuesta difcilmente se puede mover en la esfera del optimismo. Institucionalizar la edu-comunicacin supone precisamente eso, asumir y exigir al tiempo a los diferentes sectores que pongan las ya constrastadas experiencias y estudios desarrollados Comunicar es una muestra palpable de ello y otros muchos en marcha.
n suma, dos nortes, dos metas: investigar y hacerla transparente y til. Tenemos la suerte de trabajar en un campo tan necesario que nos resistimos a pensar que alguien cabal dude de que los
brazos cruzados nos lleven a otro destino distinto que el abismo. Pero esta aseveracin es tan lcida como exigente. Tenemos otra salida?
N
P
Comunicar 26
Temas
monogrficos
Subjects
10
Presentacin
Comunicacin para la salud
Communication for health
Jos Mara Lpez. Universidad de Mlaga
Miguel de Aguilera. Universidad de Mlaga
n el combate de los problemas de salud pblica que aquejan a nuestras sociedades est empeado un extenso y variado nmero de profesionales, que afronta su
diagnstico y correccin a partir de sus diversos campos de experiencia. As, y sobre todo, los sanitarios en sus distintas especialidades, pero tambin psiclogos, socilogos, educadores y comunicadores, entre otros profesionales. Y es que hace
dcadas que se reconoci la complejidad de esos problemas de salud pblica, la
intrincada malla de factores que en ella intervienen, y la consecuente necesidad de
propiciar la concurrencia de distintos expertos que aportasen diferentes perspectivas para comprenderlos y corregirlos. Entre otros los comunicadores, pues pronto se
pens en la importante influencia que sobre las actitudes y comportamientos pueden ejercer los medios
de comunicacin.
A pesar de haberse alcanzado en las ltimas dcadas significativos avances en numerosos frentes, sin
embargo, son todava muchos los problemas de salud pblica que aquejan a nuestras sociedades. Pues
muchos de sus miembros sobre todo, ciertos colectivos de poblacin mantienen determinados comportamientos arriesgados que, con alguna frecuencia, producen daos a sus protagonistas o a terceras personas, as como a sus bienes. Y ello, por ms que se hayan emprendido diversas campaas de sensibilizacin y se haya informado reiteradamente de las posibles consecuencias de esos comportamientos.
Una conclusin que comienza a extenderse entre buena parte de los expertos que se ocupan de estos
problemas es que el uso que hasta ahora se ha venido confiriendo a los medios de comunicacin para
prevenir los problemas de salud pblica no ha dado, ni mucho menos, todos los frutos necesarios. Estas
opiniones bastante generalizadas entre quienes pretenden dotar a la comunicacin para la salud de
mayor eficacia, corrigiendo ciertos errores que han venido lastrando su prctica buscan en suma incrementar la comprensibilidad de los mensajes por los pblicos a los que se dirigen as como la aceptabilidad de esos mensajes y de los objetivos finales a los que responden. Ya que, hasta ahora, un nmero apreciable de campaas ha carecido de la debida comprensin de las culturas locales, llegando en ocasiones a descalificarlas; lo que dificulta sin duda su comprensin y aceptacin reforzando a veces el
rechazo que provocan las heridas, todava abiertas, del colonialismo, as como las que en nuestros das
tan marcados por los problema identitarios abre el colonialismo cultural. De manera que, si existen
con frecuencia notables diferencias entre las lecturas preferidas por quienes elaboran los mensajes y las
lecturas que de ellos efecten los receptores, al descodificar esos mensajes y apropiarse de ellos para
integrarlos en sus vidas cotidianas, la falta de atencin a la culturas y otros elementos de los contextos
locales no hace si no acentuar las dificultades para su comprensin y aceptacin.
Presentacin
De aqu que cada vez ms especialistas en comunicacin para la salud, en especial los de los pases destinatarios de las acciones comunicativas,
concuerden en la necesidad de perfilar un nuevo
enfoque que las gue con ms eficacia. Como los
que se reunieron entre 1997 y 1999 en cinco seminarios auspiciados por el Programa Conjunto de las
Naciones Unidas sobre el SIDA (ONUSIDA) que,
basndose en el balance de sus experiencias e investigaciones relativas a este concreto problema de
salud, convinieron en la necesidad de establecer
otro enfoque que contemple la complejidad del
comportamiento humano y de los programas que
pretendan modificarlo. Adems de establecer la importancia que en todos estos programas adquieren
la informacin y la comunicacin aunque reconociendo la imposibilidad de cambiar comportamientos slo con ellas acordaron que, no obstante, han
de tenerse en todo caso tambin presentes una serie de mbitos y elementos contextuales que resultan claves. Y convinieron igualmente que, para
perfilar ese nuevo enfoque, sera positivo encontrar inspiracin en los nuevos movimientos sociales y en
otros fenmenos propios de nuestro actual medio.
Opinin que tambin sostiene el Grupo de Investigacin sobre Comunicacin, jvenes y salud de
la Universidad de Mlaga, que entiende asimismo que una de las causas del relativo fracaso con que hoy
se salda el campo de la comunicacin para la salud obedece, entre otras razones, a que resulta inadecuado el enfoque principal que hasta ahora ha orientado el estudio de estos fenmenos y las prcticas
comunicativas. Con el fin, entre otros, de renovar los enfoques con los que abordar la comunicacin para
la salud, este Grupo, constituido por sanitarios y comunicadores, ha emprendido varias actuaciones cientficas. Entre las que se incluye la preparacin de este nmero monogrfico de Comunicar.
En este monogrfico hemos buscado compilar una serie de trabajos que, aunque respondan a pticas variadas que abarcan desde escenarios regionales hasta otros internacionales, pues vivimos en una
sociedad global en la que no resultan ajenos ni los problemas ni sus soluciones, plantean en todo caso
ideas de inters para avanzar en los problemas propios de la comunicacin para la salud. Los autores se
apoyan en el alto grado de experiencia en la investigacin, la reflexin, la gestin, la aplicacin prctica
que atesoran para ofrecer un conjunto de reflexiones y propuestas sobre este campo, que sin duda resultarn de apreciable utilidad para los lectores de esta revista cientfica.
En primer lugar, Aguilera y Pindado miembros del grupo de investigacin sobre comunicacin, jvenes y salud de la Universidad de Mlaga, tras examinar algunas de las aportaciones tericas e investigadoras ms relevantes respecto de la comunicacin y la salud en el universo de los jvenes, defienden
la necesidad de establecer un nuevo planteamiento investigador que, entre otros elementos, tome en consideracin el riesgo considerado como un ingrediente esencial de las diferentes culturas juveniles y los
estilos de vida que llevan aparejados. Y, apoyndose en este marco conceptual, se aproximan a ese objeto de estudio desde un planteamiento metodolgico que descansa en la triangulacin combinando tc-
11
12
nicas cualitativas y cuantitativas con el fin de elaborar estrategias comunicativas que incluyan campaas que, por
sus va correspondientes, apelen tanto a la razn como, ms en general, a los imaginarios juveniles que conciernen
a los comportamientos arriesgados y a los saludables.
Serge Thophile Balima, por su parte, analiza la comunicacin para la salud en frica a travs de campaas
educativas realizadas localmente, coincidiendo en que stas no se integran socioculturalmente con las poblaciones
a las que van dirigidas. Y, aunque su fracaso se deba en parte a que an responden a enfoques colonialistas de la
comunicacin, sin embargo, reconoce que, bien enfocadas, podran llegar a reducir el impacto de determinados
problemas recurrentes en el continente.
La aportacin que Thomas Tufte nos hace en su artculo se encamina a establecer que muchas de las causas
primarias del SIDA estn intrnsecamente ligadas a la globalizacin, y que el uso de la comunicacin solamente ha
conseguido un impacto limitado en la prevencin y propagacin de la pandemia. Por ello, se plantea que la integracin de los resultados biomdicos con las intervenciones basadas en la comunicacin, ciencia y apoyo pudieran
ser la clave para lograr cambios de conductas en este mbito, ya que el SIDA no es slo un problema de salud, sino
tambin poltico, cultural y socioeconmico. Consecuentemente, se ha de redefinir el paradigma de la comunicacin que gue desarrollos estratgicos concretos.
El potencial de las intervenciones basadas en el eduentretenimiento es puesto de manifiesto por Igartua tras revisar campaas actuales sobre la prevencin del SIDA. Entre otros elementos, considera que el contenido emocional
de las intervenciones mediticas es una de las razones principales de su xito y, por lo tanto, una variable que siempre ha de tomarse en consideracin, concluyendo que el anlisis de estos procesos mediadores que explican el
impacto de los mensajes a travs del eduentretenimiento es una importante rea de investigacin en la comunicacin para la salud.
Thomas A. Bauer, por su parte, nos brinda en su artculo una reflexin sobre la construccin social de los conceptos de salud y enfermedad. En su opinin, la vida en su estado de normalidad o de perturbacin ha de constituir la unidad primaria de observacin, en torno a la que se articulan complejas relaciones definidas socialmente
entre cuerpo, mente y sociabilidad.
Guadarrama y Valero, desde Toluca (Mxico) nos presentan una experiencia concreta: un programa de accin
interdisciplinar que, teniendo como base axiomtica la promocin de los comportamientos saludables y el autocuidado, establece un plan de actuacin apoyado en estrategias comunicacionales y educativas para mejorar las interacciones interpersonales y mediticas, que tiene bien presente en todo momento la gran complejidad de los procesos sociales y la gran dificultad para resolver o disminuir los problemas tomando en cuenta un solo factor, antes
bien, propugnan la solucin multifactorial.
En el siguiente artculo, Muriel y Blanco reflexionan sobre la dimensin de la comunicacin, en su vertiente formativa e informativa, como estrategia aplicada en los programas de salud pblica. Y ello, a travs del anlisis de programas ya consolidados en Andaluca cuyos objetivos han buscado potenciar la convivencia saludable de los jvenes en una sociedad que dominan los adultos.
Con el propsito de renovar el enfoque de la comunicacin para la salud, en un contexto cambiante, los promotores del proyecto Comsalud impulsado por la Organizacin Panamericana de Salud y la Federacin Latinoamericana de Facultades de Comunicacin Social buscaron revisar el modelo comunicativo dominante en la comunicacin para la salud con el fin de lograr una mayor comprensin de los pblicos objetivo, dando la voz a los jvenes. En el ltimo artculo, Coronado y Lpez miembros del Grupo de Investigacin sobre Comunicacin, jvenes y salud de la Universidad de Mlaga y tambin miembros como investigadores principales en el proyecto Comsalud en Espaa nos presentan el diseo, los resultados y las conclusiones de un estudio realizado en Mlaga
(Andaluca) sobre los jvenes, sus usos de los medios de comunicacin y la relacin que stos guardan con la salud,
aportando este particular estudio, adems de la voz de los adolescentes, una variada y productiva informacin relativa a cmo se relacionan con los medios e interpretan sus mensajes.
Consideramos que este monogrfico sobre Comunicacin para la salud de Comunicar aborda una temtica de gran importancia, como es la comunicacin para la salud. Y es que la comunicacin para la salud es un escenario ya instituido, en el que los especialistas desarrollan programas de actuacin acordes con las expectativas que
puedan tener al respecto quienes ejercen la responsabilidad final sobre ellos. Esperamos que los artculos presentados sirvan para entender la comunicacin para la salud desde otra perspectiva diferente, ms en consonancia con
la diversidad tnica y sociocultural del mundo actual.
T E M A S
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Salud, cultura juvenil, estilos de vida, cultura del riesgo, identidad, prcticas de riesgo.
Health, youth culture, lifestyle, risk culture, identity, risk practices.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 13-20
14
destacaron la influencia que ejerceran sobre la poblacin en particular, sobre los jvenes unos medios de
comunicacin a los que se atribuan poderes casi taumatrgicos. Y es que la ciencia que se ha ocupado de
entender las comunicaciones y de orientar en consecuencia su prctica ha partido tradicionalmente de la
suposicin de que los mensajes de los medios podan
constituir una causa, necesaria y suficiente, para producir un efecto no slo efectos negativos, pues pronto se pens tambin en los posibles usos con fines positivos de esos mensajes, en el marco de lo que se ha
conocido como comunicacin para el desarrollo.
Esa orientacin cientfica simple, descriptiva, cuantitativa y positivista ha guiado ms que ninguna otra la
investigacin de la comunicacin, y alcanzado una
gran aceptacin entre el conjunto de la poblacin,
incluidos los profesionales preocupados por la sanidad
pblica, quienes, por su formacin, se hallaran lgicamente ms cerca de ella. En todo caso, sus planteamientos se han aplicado al conocimiento de razones
que pudieran explicar ciertas prcticas de riesgo para
la salud, sirviendo de fundamento a numerosas campaas para corregir esos comportamientos, pero con
un xito ms bien limitado. Lo que en buena medida
se debe a que los planteamientos basados en una relacin simplista entre los jvenes y los medios de comunicacin resultan inadecuados e incorrectos.
Pero la ciencia de la comunicacin ha acumulado
en las ltimas dcadas suficientes conocimientos que
resultan de gran utilidad para entender de forma ms
cabal y rigurosa esa relacin de los jvenes con la comunicacin. Nosotros hemos efectuado un breve balance de estas investigaciones cuyo hilo conductor nos
conducir hacia un nuevo enfoque en las relaciones
entre comunicacin y salud.
1. Las primeras relaciones entre comunicacin y
salud: el modelo informacional-positivista
1.1. Los inicios: en busca de los efectos
Las primeras relaciones entre el mbito de la comunicacin y la salud se remontan a las investigaciones que el paradigma positivista realiz sobre los efectos. Este modelo, dominante en el campo de la comunicacin durante dcadas, permiti que los estudios
alcanzaran un perfil psicologicista imbuidos del temor
a su posible impacto sobre nios y adolescentes. De
hecho, fue el departamento de Salud Mental americano el organismo encargado de efectuar el mayor trabajo sobre la influencia de los medios de comunicacin. La historia de estas investigaciones puede seguirse en diversos trabajos (Fowles, 1992; Vilches, 1993;
Wolff, 1994). En general, las investigaciones realiza-
das al amparo de esta corriente son, fundamentalmente, bien de naturaleza correlacional y/o bien centrados
en el anlisis de aquellos contenidos cuyos efectos preocupaban en distintos sectores sociales. Por consiguiente, se trataba de estudios que buscaban establecer algn tipo de relacin entre los mensajes de los
emisores (temas, contenidos) y su posible influencia en
el comportamiento, sobre todo, de nios y adolescentes.
Buena parte de los resultados obtenidos por este
tipo de trabajos han sido contradictorios en cuanto a
sus posibles efectos sobre los receptores. Aunque unos
fueron ms concluyentes que otros. Este es el caso de
la investigacin efectuada por Brown y Newcomber
(1991) con grupos de adolescentes, quienes consideran que el volumen de sexualidad visto en la televisin
incrementa el inters personal hacia estos temas en la
vida real. En trminos parecidos se manifestaron Childers y Brown (1989) al concluir que los contenidos
televisivos desempean un papel destacable en la configuracin de patrones de comportamiento referidos a
las relaciones de gnero y a las pautas de conducta sexual. En cambio, Greeson y Williams (1986), tras analizar las relaciones entre la MTV y las actitudes de los
adolescentes hacia el sexo, la droga y la violencia, no
encontraron correlaciones significativas.
En general, en el seno de la corriente positivista
hay dos temas, entre los examinados, que destacan sobre los dems, la sexualidad y el SIDA. Un denominador comn a muchos estudios de contenido sobre estos temas hace referencia tanto a la distorsin como al
dficit representacional en los medios estudiados,
sobre todo la televisin. As las americanas Brown y
Steele (1996), por citar algunos de los ms relevantes,
analizaron numerosos programas de televisin, radio,
revistas y espots publicitarios, llegando a la conclusin
de que los medios contienen abundante informacin
relacionada con la sexualidad y el SIDA pero adolecen
de una representacin realista de la misma al estar
repleta de estereotipos sobre la masculinidad.
Aunque cercanos a la perspectiva de los efectos,
los estudios desarrollados en el marco de la hiptesis
del cultivo abundan en aspectos importantes referidos
a los mensajes y contenidos de los medios. En especial, a lo que denominan efectos a medio y largo plazo
en torno al dficit representacional sobre ciertos temas
y valores (Gerbner, Gross, Morgan y Signorielli, 1980
y 1994). Tras analizar diversos programas de las televisiones americanas observaron que una serie de temas importantes adolecan de escasa representacin,
producindose algo semejante a una aniquilacin simblica, cuyos efectos sobre colectivos juveniles podan
Te m a s
15
16
Te m a s
17
18
Te m a s
19
nes n
o
i
x
le
ac
Ref el but
de
des
20
T E M A S
This paper analyzes communication for health in Africa through some fields experiences. These education compaigns show that the communication approaches are little
participative. They dont take into account the sociocultural reality of local communities and then face various methodological problems. Yet, if well conducted, health
oriented communication can help to reduce the impact of recurrent health problems in
Africa.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Salud, comunicacin, cultura, comportamientos, desafos, experiencias, estrategias.
Health, communication, culture, behaviour, challenges, experiences, strategies.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 21-26
22
Te m a s
23
24
Podra decirse que este proceso de comunicacin responde al desafo de la participacin de las poblaciones
en su propio desarrollo. Al transformar los enfoques
verticales basados en los intercambios de conocimientos, la comunicacin para el desarrollo permite a los
grupos apreciar por s mismos los problemas a los que
se enfrentan. Les ofrece tambin los medios de identificar las posibles soluciones, de tomar decisiones propias, adquirir los conocimientos precisos y, por ltimo,
movilizarse para la accin en favor de un cambio de
actitud (Bougaire, 2004: 140).
Por ltimo, nos encontramos ante la dimensin
cultural de las campaas de salud que los promotores
africanos tienen tendencia a olvidar. Segn R. Masse,
cada grupo social est constituido (de forma paralela a
un conocimiento y a un sistema de cuidados y de interpretaciones de la enfermedad basados en la ciencia o
en la tradicin) de uno o ms sistemas de atencin y
de interpretacin de la enfermedad basados en el saber popular. En consecuencia, deben construirse puentes culturales entre la ciencia mdica moderna y los
conocimientos endgenos africanos, tanto en lo que
respecta a la necesidad de los servicios preventivos
como en la determinacin del contenido de los programas de educacin para la salud (1995: 13).
4. A modo de conclusin
En Africa, los avatares de la comunicacin para la
salud se deben al hecho de que las acciones de informacin se lleven a cabo con frecuencia sin un plan de
desarrollo organizacional. Para que los programas de
comunicacin para la salud puedan favorecer los cambios positivos del comportamiento, tanto en los medios
urbanos como en los rurales, es totalmente indispensable una rigurosa metodologa.
Un cambio de comportamiento duradero es difcil
de obtener en las comunidades africanas. La concienciacin y el intercambio de informacin son los objetivos ms fciles de alcanzar, pero esto no constituye
ms que la fase inicial de un largo proceso de cambio
comportamental. Hay que tener presente la necesidad
de conciliar modernidad y culturas ancestrales. Basndose en el carcter evolutivo de la sociedad, Cheik
Anta DIOP afirma que quien dice integracin de nuevos elementos supone un medio integrador, como lo es
la sociedad que se basa en un pasado, no en su parte
muerta sino en la parte viva y fuerte de un pasado lo
suficientemente estudiado como para que todo un
pueblo se identifique con l (1995: 11).
En materia de educacin para la salud, la investigacin permite considerar el punto de vista de las
poblaciones y facilitar nuevas ideas para las decisiones
Te m a s
25
cation participative pour le changement social. Nueva York, Fondation Rockefeller; 10.
BREE, J. (1993): Les enfants, la consommation et le marketing.
PUF, Pars.
LAFLIN M. (1987): Radio locale: questions ardues, en Development Communication Report, 58. Estados Unidos.
LIBAERT, T. (2001): La communication de proximit. Pars, Liaisons.
MASSE, R. (1995): Culture et sant publique. Montreal/Pars/ Casablanca, Gatan Morin.
PIETTE, J. (1996): Education aux mdias et fonction critique. Pas. LHarmattan.
RINN, M. (2002): Les discours sociaux contre le Sida, rhtorique
de la communication publique. Bruselas, Deboeck Universit.
VARIOS (1999): Guide de formation la communication pour la
sant. Dakar, Imprimerie Saint Paul.
nes n
o
i
x
le
ac
Ref el but
de
des
26
T E M A S
Thomas Tufte
Copenhague (Dinamarca)
La hiptesis de trabajo de este artculo es que muchas de las causas primarias del SIDA
estn intrnsecamente ligadas a los procesos de globalizacin. Para desarrollar respuestas eficientes al problema del SIDA es necesario algo ms que un mensaje claro acerca
del comportamiento sexual. A menudo requerir estrategias ms amplias para animar a
las audiencias a sobrellevar las difciles condiciones de la vida cotidiana. Basndose en
la teora post-colonial de la relacin existente entre medios de comunicacin, migracin, modernidad y globalizacin, este texto busca valorar el reto de la comunicacin y
prevencin en SIDA, sugiriendo la reconsideracin de las prcticas actuales donde los
impactos de la globalizacin econmica y cultural se tienen en consideracin.
The working hypothesis of this article is that many of the root causes of AIDS are intrinsically tied to the processes of globalisation. To develop efficient responses to AIDS
requires more than conveying a clear message about sexual behaviour. It will often
require broader strategies to empower the audiences to handle difficult conditions of
everyday life. By drawing on post-colonial theory on the interrelation between media
and migration, modernity and globalisation, this text seeks to re-assess the challenge of
AIDS communication and prevention, suggesting a fundamental rethinking of current
practice where the impacts of economic and cultural globalisation are taken into consideration.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
SIDA, globalizacin, comunicacin, medios, cultura, migracin, comunicacin de salud.
AIDS, globalisation, communication, media, culture, migration, health communication.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 27-34
28
1. Objetivos clave
Mi primer deseo con este informe es evaluar los
retos clave de la comunicacin sobre el SIDA y su prevencin dentro del contexto de la globalizacin econmica y cultural. Primeramente es necesaria una
aclaracin en la identificacin del problema. Sin una
caracterizacin del mismo sobre cmo concebir el
SIDA, pudiendo ser igualmente
un problema mdico, de prcticas culturales o un problema
La cultura y las prcticas culturales se ven cada vez ms
general del desarrollo, no podesujetas por las condiciones de un mundo que cambia rpidamos empezar a definir soluciones precisas.
mente, donde mucha gente se ve atrapada en los conflictos
El segundo objetivo de este
resultantes del choque entre tradicin y modernidad y entre
trabajo es analizar qu consecuencias de la interdependenel patriarcado o la igualdad de gnero.
cia Sida-VIH-globalizacin encontraremos en la prctica de la
comunicacin sobre dicho temacin, la consecuencia, para muchos individuos, es
ma. Si asumimos un fundamental y posible orden de
la articulacin de la inseguridad ontolgica. Como la
inestabilidad en la produccin de subjetividades mootra cara de la moneda, impactando no slo en pases
dernas socialmente creciente, cmo podramos enen vas de desarrollo sino tambin en pases como por
tonces encarar el problema del SIDA como un probleejemplo los de la Europa del Este, tenemos que la gloma de comunicacin?
balizacin econmica y cultural est dando como resultado la marginacin social y el empobrecimiento. La
2. La historia del SIDA y sus respuestas
gente se siente insegura respecto a este tema y no
La epidemia de SIDA ha ido creciendo continuaentiende dicho proceso de desarrollo. Esto frecuentemente y se ha propagado desde que los primeros casos
mente se traduce en choques entre modernidad y trafueran identificados a principios de los ochenta. Ms
dicin y tiene que ver ms con poseer la habilidad o
de cuarenta millones de personas estn actualmente
no de controlar las condiciones de vida de cada uno
infectadas con el VIH y ms de veinte han muerto de
en su da a da.
Sida (UNAIDS 2003). El Sur y el Este de frica estn
Por lo tanto, el argumento de este informe versa en
seriamente afectadas, en Botswana, aproximadamente
que es necesaria una revisin crtica en la comunicael 40% de las mujeres de entre 15-49 aos han dado
cin sobre el SIDA en el contexto de lo anteriormente
positivo al VIH. Uno de cada cuatro adultos en Sumencionado. La hiptesis es que muchas de las causas
dfrica es tambin seropositivo. India tiene la mayor
del SIDA, sea el gnero no cualificado, desempleo o
poblacin seropositiva en todo el mundo, si contamos
pobreza, estn intrnsecamente sujetas al proceso de
en cifras absolutas y China es una bomba an sin esta-
Te m a s
29
30
6. SIDA y globalizacin
Cuando argumentamos que la propagacin del
SIDA est ligada al proceso de globalizacin, debe ser
visto como causa y producto de la misma (Altman,
2001: 69). La compleja relacin causa-efecto entre la
propagacin de la epidemia y la globalizacin se puede desgajar en muchos componentes, de los cuales expondremos aqu slo algunos.
6.1. Nueva economa
Aunque el SIDA le puede afectar a cualquiera,
independientemente del estatus social, es una epidemia que afecta ms a los grupos socialmente marginados en nuestro contemporneo y globalizado mundo.
Todos los pases que tienen una elevada tasa de prevalencia son sin excepcin aquellos que poseen rentas
bajas. Como tal, el crecimiento y la expansin del SIDA se puede considerar como una consecuencia de
las implicaciones sociales negativas que estn teniendo
el mercado libre y la nueva economa sobre la sociedad mundial.
Lo que ha ocurrido con el SIDA se puede comparar con lo que sucedi en Latinoamrica con el desarrollo del clera a principios de los noventa. Generalmente se puede apreciar que los procesos de desarrollo insostenibles favorecen la aparicin de epidemias. En Latinoamrica, a principios de los ochenta, se
constat lo siguiente: el aumento de la deuda nacional, la rpida urbanizacin del suelo, la degradacin
medioambiental, el difcil acceso a los servicios de salud y los reducidos presupuestos pblicos para infraestructuras sanitarias. Entonces lleg el clera en 1991,
expandindose rpidamente por el continente con una
epidemia de 14 millones de casos y ms de 10.000
muertos en diecinueve pases. Ligada a tan desafortunados ajustes estructurales y a los procesos generales de desarrollo hay una fuerte irona en cmo los
programas de ajustes estructurales del Banco Mundial
en algunos pases en vas de desarrollo debilitaron las
estructuras sanitarias que en aos consecuentes podran haber ayudado a prevenir la expansin del VIH
(Altman, 2001).
6.2. Migracin
Otro aspecto de la relacin SIDA/globalizacin se
encuentra en el carcter transnacional de la epidemia.
En esencia, sta se mueve sin lmites a travs de las
fronteras. Como virus, el VIH viaja con el ser humano
en cualquier medio de transporte y a cualquier parte.
Toda movilidad humana conlleva el riesgo de transportar el VIH. Como consecuencia, la reciente proliferacin de los comits nacionales de alto nivel sobre
SIDA slo tendrn sentido si los programas desarrollados en ellos contemplan el grado de tendencias migratorias tanto dentro como fuera de las fronteras nacionales.
Un aspecto de este carcter transnacional del SIDA se refleja en la creciente internacionalizacin del
comercio sexual y de estupefacientes, llevando a una
rpida extensin del virus como, por ejemplo, en el sudeste asitico (Altman, 2001) y Europa (Amon, 2003).
Con amplias tasas de prevalencia en la poblacin
general de muchos lugares, la epidemia se extiende a
travs de diversos tipos de movilidad o viajes, tal es el
caso de migraciones, trabajadores estacionales, etc.
En Dinamarca, por ejemplo, uno de los aspectos
ms significantes en la subida moderada de la prevalencia observada en estos ltimos aos tiene su origen
en inmigrantes de algunos pases de frica que llegaron al pas infectados con el virus.
Te m a s
31
32
el SIDA viaja. Con los medios electrnicos, representaciones de sexualidad, amor y relaciones personales
americanas, nacionales e internacionales recorren el
mundo, alcanzando incluso pases de alta prevalencia
en el Sur y Este de frica.
El nuevo orden de inestabilidad est afectado en
parte por la existencia del SIDA, una amenaza letal y
existencial para cada uno de los individuos, y amenazados adems en uno de los actos ms ntimos, las
prcticas sexuales. Tratando temas como la sexualidad, las relaciones personales y el amor, una parte sustancial de la corriente meditica consiste en representaciones divagantes de estos mismos que interaccionan
con la audiencia y contribuyen a la articulacin de subjetividades modernas. El trabajo de la imaginacin, coloreado por la vida cotidiana y por mundos mediatizados y simblicos, lanza una sofisticada amenaza de
sentimientos mezclados, combinando las experiencias
Te m a s
33
34
ms profundas de esta inestabilidad, deben ser captadas y descritas, sta es la condicin contempornea
del trabajo de identidad de la cual parte el comportamiento humano. Como tal es uno de los retos ms
importantes, si no el ms importante, en la prevencin
del SIDA.
Referencias
APPADURAI, A. (1996): Modernity at large. Cultural dimensions
of globalisation. London/Minnesota, University of Minnesota Press.
BAUMANN, Z. (1998): Globalisation. London, Routledge.
ALTMAN, D. (2001): Global sex. Chicago, University of Chicago.
AMON, J.; BOWER, G.; CLARY, T.; DESTLER, H. & TUFTE,
T. (2003): USAID/Ukraine HIV/AIDS Strategy 2003-2007. Washington, The Synergy Project.
FOX, E. (2003): Managing communication for development.
IADB Development Communication Seminar, July (www.comminit.com).
FREIRE, P. (1972): Pedagogy of the oppressed. Harmondsworth,
Penguin.
KELLY, K. (2002): Personal conversation. South Africa, Grahamstown.
MARTIN-BARBERO, J. (2002): Desencuentros de la sociabilidad
y reencantamientos de la identidad, en Analisi, 29; 45-62.
MORRIS, N. (2003): A comparative analysis of the diffusion and
participatory models in development communication, en Journal
of Communication Theory.
PANOS (2001): Background Document to the International Communication for Development Roundtable. Managua, November
(www.comminit.com/roundtable2/indez.html).
RODRIGUES, C. (forthcoming): Puntos de encuentro. Communicating for social change, en HEMER, O. & TUFTE, T. (Eds.):
Communication for social change: towards a new communication
paradigm. Nordicom, University of Gteborg.
SKUSE, A. (2003): Communication, education and HIV/AIDS. A
guidance note. University of Adelaide, Department of Anthropology.
TUFTE, T. (2002): Femina Health Information Project. 1999/02:
an evaluation. Stockholm.
TUFTE, T. (2001): Entertainment-education and participation
assessing the communication strategy of soul city, en Journal of
International Communication. Sydney, IAMCR/Macquarie University, vol. 7: 2; 25-51.
UNAIDS (2003): www.unaids.org.
UNAIDS; AIRHIHENBUWA, C.; MAKINA, B.; FRITH, M &
OBREGON, R. (Eds.). (1999): Communications framework for
AIDS: a new direction. Gnova.
WAISBORD, S. (2001): Family tree of theories, methodologies &
strategies in development communication: convergences and differences. Rockefeller Foundation.
T E M A S
This paper reviews the current state of the impact of entertainment-education contributions for AIDS prevention. Traditional information campaigns are being replaced by
interventions based on narrative formats which merge entertainment with an educational content. The success of such interventions depends on the ability of the narrative
formats to stimulate parasocial interaction and emotional involvement. It is also stated
that one of the key factors to success is to promote discussion.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Salud, campaas, entretenimiento, educacin, SIDA, conducta sexual, persuasin.
Health, campaigns, entertainment, education, AIDS, sexual behaviour, persuasion.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 35-42
36
la mundial el 80% de las infecciones se producen a travs de relaciones sexuales no protegidas, de ellas un
75% por relacin heterosexual (Seg y Casbona, 2001).
Adems, los patrones de comportamiento sexual han
variado en las ltimas dcadas, observndose fenmenos como una mayor precocidad en el desarrollo de
las relaciones ntimas, el incremento del nmero de
parejas sexuales diferentes a lo largo de la vida (fenmeno denominado monogamia serial) y el mantenimiento de relaciones sexuales con varias parejas en el
mismo tiempo (Basabe, 1996). Estos datos de comportamiento sexual permiten plantear que cualquier
accin preventiva contra el SIDA debe tener en cuenta esta nueva realidad.
Te m a s
37
38
cin; el ser humano, para comprender su mundo (fsico o social) no necesita experimentarlo directamente.
En este sentido, se afirmar que las narraciones audiovisuales pueden actuar como mquinas de persuasin
incidental. Existe toda una lnea de investigacin en
comunicacin que analiza los efectos no buscados o
no intencionados de la programacin convencional
de la televisin que est diseada para entretener a
la audiencia (como series y pelculas con un formato o
estructura narrativa). Es evidente que determinadas
series y largometrajes clebres en nuestra historia reciente (por ejemplo, Races, El da despus, La
lista de Schindler, JFK o Philadelphia), no slo
han constituido importantes xitos de audiencia sino
que transmiten informacin de forma incidental y provocan reflexin (y quizs concienciacin) sobre temas
y problemas que de otra forma no seran motivo de
reflexin por amplias capas de la poblacin. Lo mismo
se puede decir con respecto a formatos televisivos como la telenovela (soap opera). Desde hace algunas
dcadas las telenovelas se han comenzado a utilizar
tambin con otros fines, buscando generar efectos prosociales y cambios sociales significativos, yendo ms
all del mero entretenimiento.
3) En tercer lugar, las reacciones ante los relatos o
narraciones de ficcin que aparecen en los medios
audiovisuales desencadenan fuertes reacciones emocionales, similares a las que se experimentan en la vida
cotidiana ante sucesos vividos en primera persona. Se
puede decir que la obra de arte de tipo narrativo presenta generalmente una historia de caso o, dicho de
otro modo, presenta sus argumentos de un modo vvido y dramatizado lo que va a explicar que provoque
una activacin afectiva en el sujeto. De este modo, es
fcil entender que las secuencias dramticas de largometrajes que abordan problemas sociales como el
SIDA (Philadelphia) pueden emocionar a los espectadores, siendo este proceso esencial para explicar su
impacto cognitivo.
Pero, cul es la relacin entre narracin y persuasin en el contexto de la prevencin del VIH/SIDA? En primer lugar, existe evidencia correlacional
de que las audiencias atienden y recuerdan la informacin sobre salud que se incorpora, de manera incidental, en comedias y series de televisin. Snyder y
Rouse (1995) encontraron que la exposicin a programas de entretenimiento (como pelculas y series de
televisin del estilo sitcoms y situation comedies)
que trataban el tema del SIDA estaba relacionada con
el aumento de las opiniones de riesgo personal de sufrir esta enfermedad. Por otro lado, la narracin ha
estado presente desde siempre en la realizacin de
Te m a s
39
40
protegidas (especialmente por la alta tasas de relaciones extramaritales por parte de los hombres quienes
mantienen contactos casuales con un gran nmero de
parejas). Por tanto, mediante una intervencin basada
en la educacin-entretenimiento se intent hacer frente a dos problemas relacionados ntimamente: el rpido crecimiento poblacional y las infecciones de VIH.
Dicha intervencin fue implementada por el Ministerio
de Sanidad de Tanzania, en colaboracin con Radio
Tanzania, y cont con la asistencia tcnica de los investigadores del Population Communications Internacional (PCI) de Nueva York. Los objetivos de la campaa se centraron en estimular cambios conductuales
como la abstinencia sexual, la reduccin del nmero
de parejas sexuales y potenciar la utilizacin del preservativo (Vaughan y otros, 2000).
Twende na Wakati se empez a emitir (en Swa-
SIDA gracias a dicho serial radiofnico (Vaughan, Rogers, Singhal y Swalehe, 2000). Pero el principal interrogante que se plantearon los investigadores que se
encargaron de evaluar la campaa fue el siguiente:
cul fue el mecanismo que explicaba dicho impacto?
Se ha sugerido que las intervenciones que utilizan
esta aproximacin pueden ser efectivas para difundir
mensajes prosociales porque son especialmente tiles
para abrir o incentivar el debate o discusin social
(Singhal y Rogers, 1999). Mohammed (2001) ha informado sobre la evaluacin del impacto del serial
radiofnico emitido en Tanzania (Twende na Wakati,
lets go with the times), lo que le permiti analizar los
procesos intermedia. En este contexto, los procesos
intermedia aluden a aqullos por los cuales los contenidos de los medios de comunicacin de masas conducen a cambios conductuales en los individuos gracias a la discusin y comunicacin interpersonal que se establece sobre dichos contenidos
en el seno de los grupos sociaLa evidencia emprica parece indicar que la aproximacin
les. El soporte de la investigaeducacin-entretenimiento constituye una alternativa clara a
cin fue una encuesta de mbito nacional, desarrollada en
la clsica difusin de mensajes publicitarios de las campaas
1995 sobre un total de 3.020
de informacin contra el SIDA. Por ello, el debate reciente
sujetos. El cuestionario, que se
sobre la aproximacin educacin-entretenimiento ha
administr mediante una entrevista personal, averiguaba
comenzado a plantearse en trminos tericos con el fin de
acerca de la composicin de
inventariar las claves del xito de tales intervenciones.
las redes sociales de los sujetos,
la frecuencia de contacto con
dichas redes, la exposicin y
discusin sobre la radionovela
hili) el 9 de julio hasta diciembre de 1998 en diversas
y, finalmente, como variables dependientes o criterio,
regiones de Tanzania. Ahora bien, al planificarse la inel conocimiento sobre diversas tcnicas de planificatervencin como un experimento de campo, hasta mecin familiar y la utilizacin de mtodos contraceptivos
diados de 1995 no se extendi su emisin a todo el
y de prevencin del SIDA (como indicador comportapas para comprobar el impacto directo de la campamental).
a, contando con regiones de tratamiento y de control.
Los principales resultados de la investigacin fueDe este modo, se bloque la emisin del serial de preron los siguientes. En primer lugar, se observ que los
vencin en la regin de Dodoma durante dos aos
sujetos que haban seguido la radionovela, indicaban
(desde 1993 hasta 1995). La evaluacin de la interque en sus redes sociales tambin se escuchaba y se
vencin (investigacin sumativa) se efectu a travs de
discuta no slo sobre su trama sino tambin sobre sus
diversos procedimientos: encuesta antes-despus en
contenidos preventivos. Y en segundo lugar, mediante
reas de control y tratamiento, datos clnicos sobre la
un anlisis de regresin mltiple, se analiz en qu
adopcin de medidas de planificacin familiar, grupos
medida el impacto de la radionovela en las variables
focalizados y entrevistas abiertas en profundidad y
criterio se explicaba por dos factores: la exposicin a la
anlisis de contenido de las cartas de los oyentes del
misma y el grado de discusin sobre la radionovela.
serial radiofnico (Singhal y Rogers, 1999).
Los resultados indicaron que la discusin con los pares
En 1995 se comprob que el 82% de los sujetos
sobre el serial radiofnico explicaba un porcentaje de
que haban escuchado la radionovela indicaron que
varianza aadido al que explicaba la mera exposicin
haban adoptado prcticas de prevencin del VIH/a la radionovela en la variable dependiente conoci-
4. A modo de conclusin
La evidencia emprica parece indicar que la aproximacin educacin-entretenimiento constituye una
alternativa clara a la clsica difusin de mensajes publicitarios de las campaas de informacin contra el SIDA. Por ello, el debate reciente sobre la aproximacin
educacin-entretenimiento ha comenzado a plantearse en trminos tericos con el fin de inventariar las claves del xito de tales intervenciones.
En la revisin de la agenda de la investigacin en
educacin-entretenimiento, Singhal y Rogers (2002),
reconocen que se debe expandir el nmero de perspectivas tericas que faciliten el conocimiento de los
mecanismos o procesos que explican el impacto de este tipo de intervenciones. Hasta la fecha, el modelo de
Bandura ha constituido el referente ms importante
para el desarrollo de formatos de prevencin mediante
la ficcin.
Sin embargo, hoy en da se estn recuperando
otros autores y otras teoras del campo de la comunicacin como la teora del cultivo, la perspectiva de los
usos y gratificaciones, la teora del entretenimiento, la
perspectiva de la agenda-setting, el modelo de elaboracin probabilstica o la teora de la difusin de las
innovaciones, por citar las ms representativas. Con el
amparo de dichas teoras, la investigacin futura en
educacin-entretenimiento debe enfocarse al estudio
de los procesos o mecanismos que explican el impacto de tales intervenciones, el cual ha sido probado en
diversidad de contextos culturales y con una asombrosa pluralidad de mtodos de investigacin. Es decir,
convendra analizar la interaccin paradigmtica que
se establece entre los contenidos de persuasin incidental que provocan diversin en las audiencias y los
procesos de recepcin o procesamiento afectivo y cognitivo que ponen en marcha dichos formatos narrativos de prevencin. Por ejemplo, es preciso determinar,
de forma experimental, la influencia de la afectividad
en el estilo de procesamiento de la informacin. A este
Referencias
Te m a s
41
Lawrence Erlbaum.
SINGHAL, A. y ROGERS, E.M. (2002): A theoretical agenda for entertainment-education, en Communication Theory, 12 (2); 117-135.
SNYDER, L.B. y ROUSE, R.A. (1995): The media can have more
than an impersonal impact: the case of AIDS risk perception and behaviour, en Health Communication, 7; 125-145.
VAUGHAN, P.W. y OTROS (2000): Entertainment-education &
HIV/AIDS prevention: a field experiment in Tanzania, en Journal
of Health Communication, 5; 81-100.
nes n
o
i
lex
ac
Ref el but
de
des
42
T E M A S
Thomas A. Bauer
Viena (Austria)
Reflexiones desde la comunicacin sobre la constitucin social del conocimiento sobre la salud
Aunque la mayora de los cientficos compartan hoy el supuesto de que las ideas de
salud y enfermedad son construcciones sociales relativas a estados fsicos, psquicos o
sociales, sin embargo, todava se mantienen planteamientos tericos que, equivocadamente, conciben la salud o la enfermedad en relacin con la comunicacin. Este artculo busca fijar ambos conceptos salud y enfermedad en el marco de los estudios culturales, con la ayuda de la teora de la observacin y con referencias a una teora sistmica constructivista.
A constructive theoretical view of everyday topics (in this paper context, we mean
health) allows us to spot on communication models and cultural features of important
daily aspects. This paper holds health up as a model of knowledge inside cultural programme fields. By drawing on this theoretical and scientist communication context, the
relationship between health and its development can be shown as a pattern of life,
taking always into consideration social conditions.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Salud, construccin social, enfermedades, responsabilidad, competencia, desarrollo.
Health, social construction, illness, responsibility, competente, health development.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 43-50
44
Te m a s
45
46
de la obligacin de generar sentido. Los sistemas producen una alienacin en el tema en el que se concentran porque inmiscuyen intereses en la observacin del
mismo. Inmiscuyen intereses porque no lo pueden evitar. Persiguen determinados objetivos y finalidades, de
ah que trabajen de forma racional, siguiendo el principio econmico de coste-utilidad, y que valoren como
til el que algo no cueste. Y siempre que aparecen
alcanzables objetivos y finalidades a menor coste, se
declaran intiles (e incluso carentes de sentido) los
costes aadidos o aquellos que se solicitan adicionalmente (como puede ser la atencin). El concentrarse
en una utilidad pragmtica (legitimacin pragmtica)
induce a los sistemas a una mirada defensiva: ellos y
sus decisiones sobre cmo utilizar costes, inversiones y
recursos se concentran en prevenir amenazas. As, las
posibilidades (contingencia) se identifican ocultamente
(es decir, lejos de la observacin autocrtica o a partir
de la renuncia al dilogo con posiciones empticas
contrarias) como fuente de inseguridad, y los desafos
ambientales (las alternativas) no son considerados como oportunidad, sino como amenaza. La fijacin del
sistema sanitario en la enfermedad reduce la comprensin de la enfermedad a un solo concepto y devora no slo recursos materiales e inmateriales, sino posiblemente tambin el entendimiento heterogneo (individual y diferente segn el mbito cultural) de la salud.
3. La salud: un proyecto de responsabilidad pblica y privada
Al comienzo de tales reflexiones resulta siempre
til determinar un concepto integrador y focalizador
con el que indicar, pero tambin seguir, un camino. Un
concepto de estas caractersticas ser especialmente
idneo si es capaz de unificar posiciones contrarias en
un todo y transmitirlas. En el campo crtico de la
salud como bien pblico o privado surge fcilmente la
pregunta sobre el componente moral de los actos (propios y socialmente relevantes). Cul es el valor que
tiene cada una de las normas para quien las establece
y para quienes deben seguirlas? Los actos no pueden
tematizarse separndolos del sentido (el resultado), la
identidad y la moral (Schmidt, 2003), y ms an cuando son actos relacionados con el conocimiento sobre
la salud y/o la enfermedad, ya que afectan a la vida
misma. Hay, pues, un concepto que retoma un axioma relegado al olvido a causa de los xitos de la tecnologa y de haber delegado en sta; axioma que adquiere una nueva interpretacin en el contexto del
conocimiento progresivo sobre los lmites de la tecnologa: la responsabilidad. La responsabilidad es una
magnitud de la competencia. Capacidad, disposicin,
afectados pierden bien la motivacin, bien la competencia moral para la percepcin crtica y personal (por
ejemplo, la capacidad de responsabilizarse de la calidad de la cultura vital, la comunicacin, la educacin,
el conocimiento, la salud); o bien las elites y los privilegiados dominan el tema, consiguen que los afectados dependan, por ejemplo, de grupos de expertos
profesionalizados y contribuyen al crecimiento de abismos en la sociedad respecto de las competencias. En
el caso de la salud, esto significa que los menos privilegiados tienen menores oportunidades de acceder a
aquellos recursos mentales, habituales, informacionales, culturales, econmicos con los que podran considerarse como los soberanos de un estilo de vida sana.
El dilogo crtico, abierto e intencionadamente pblico sobre el tema de la salud favorece el reparto
equitativo de oportunidades, el reparto socio-moral,
razonable y social de la responsabilidad, un enfoque
hacia factores de sostenibilidad ecolgicamente recomendables y, en consecuencia, un reparto de cargas
factible desde un punto de vista econmico. Los bienes pblicos siempre son temas de controversia. Son
pblicos precisamente por su interpretacin contradic-
Te m a s
47
48
bre de la vida entre el nacimiento y la muerte se minimiza como cuestin de lo factible en economa, tcnica, ciencia y poltica. Por otra parte, la razn es personal e individual: los individuos no cuestionan su estilo
de vida como algo relacionado con los logros personales de su vida y con la bsqueda personal del sentido
de la vida, sino solo se preguntan hasta qu punto pueden conseguir l xito que les proponen los modelos
sociales.
8. Una cultura de la salud
En los lmites del rendimiento sistmico recordamos nuevamente los esfuerzos personales indispensables para poder dar sentido a una organizacin social.
Entre la idea de una salud organizada y aquella de una
forma de vida personal podra mediar la intensificacin
de una cultura de la salud. Aqu la cultura adquiere
una importancia especial, pues es ella el contexto del
que las personas extraen los significados que necesitan
y utilizan para conferir a las experiencias que tienen (o
deben tener) un sentido socialmente eficaz y, por
tanto, tambin comunicativo (y justificable).
Una cultura de la salud seran, segn este razonamiento, todos los contextos de opiniones, posicionamientos, formas de pensar y actos relativos a la salud
que puedan representarse socialmente. A travs de
ellos, el individuo podra transformar la valoracin
social de la salud en un tema de valoracin personal
en medio de un estilo de vida concentrado socialmente. Sin embargo, actualmente se echa de menos esta
interconexin.
9. La comunicacin de la salud
En este vaco de sentido slo puede intervenir de
manera creble la comunicacin. La comunicacin
transmite, por un lado, lo susceptible de sociabilizarse,
es decir, conocimientos, mtodos de xito, experiencias, estrategias de evitacin, etc.; por otra parte, sociabiliza distintas experiencias, formas de pensar, interpretaciones y tambin mtodos de xito.
En este sentido, la comunicacin responde a una
realidad social que en lo concerniente a la salud mezcla los conocimientos sistmicos con las preguntas por
el sentido personal de la vida. As, el sistema social
organizado se transmite a s mismo para proteccin y
mantenimiento de valores de salud y se responsabiliza
ante el individuo en un contexto organizativo y tnicamente fundado, en el cual se alcanzan posiciones de
conocimiento y de viabilidad no accesibles al individuo. Pero as tambin es ms probable que, en el contexto general tanto del conocimiento como de la conciencia social relacionada con el tema del valor de la
Te m a s
49
50
El ttulo alude de forma crtica a la relacin rutinaria e, incluso, ritualizada entre mdico y paciente, en
la que el intento de un reestablecimiento de la salud se
confa al efecto de los medicamentos. Tanto el mdico
como el paciente manifiestan, llevando a la prctica
esta frmula, que estn convencidos de que la enfermedad es algo que igual que viene se va, y que la
salud es un estado en el que uno se siente (de nuevo)
libre de cualquier enfermedad.
12. La forma de vida: yo soy mi vida
El ttulo elegido quiere contrarrestar esta reduccin de contextos y este distanciamiento en la conexin de elementos relacionados y, con ello, llamar la
atencin sobre el hecho de que la verdadera receta es,
siempre la forma de vida: yo soy mi vida. En este sentido, la forma de vida es un programa que busca el
equilibrio entre responsabilidad sana y el deseo de una
vida libre de cargas. Por lo tanto, eso significa:
Adaptarse conscientemente a unos objetivos de
vida sanos (proceso de aprendizaje).
Percibir y cultivar las fuerzas fsicas y mentales
atendiendo a esos objetivos (prctica).
Desarrollar la dimensin social de la propia vida
individual (contexto).
Percibir las enfermedades del cuerpo y del alma
como expresin de un uso desequilibrado de las propias fuerzas fsicas y psquicas, y tener en cuenta este
mensaje para una forma de vida que sea conscientemente creativa (modelo integrado de salud).
El mdico debe apoyar ante todo la autocompetencia del paciente (principio de subsidiariedad).
La concentracin del paciente en su salud debe
fomentar en primer lugar esta autorresponsabilidad
(modelo de la autocompetencia).
El deseo de estar sano o de volver a estarlo slo
puede tener un efecto sostenible si, como principio de
una vida sana, se adopta un estilo de vida ecolgico
(uso equilibrado de los potenciales vitales individuales,
desarrollo y crecimiento de los recursos endgenos
mediante de su uso, apoyo a travs de recursos exgenos con el objetivo de fijar fuerzas endgenas) y sostenible (orientado hacia la perdurabilidad, la profundizacin, el sentido, la autorresponsabilidad, el equilibrio y adecuado a la condicin especfica de las fuerzas fsicas y psquicas personales).
T E M A S
Uno de los retos del presente siglo es lograr que la poblacin adolescente y juvenil se
desarrolle plenamente, teniendo como base comportamientos saludables y una cultura
del autocuidado. Sobre esta base, en el municipio de Toluca (Estado de Mxico), un
grupo interdisciplinario ha puesto en marcha un programa de accin dedicado a operar estrategias comunicacionales y educativas para mejorar las interacciones cara a cara
y mediticas, a fin de promover comportamientos saludables en este grupo de poblacin.
One of the challenges of the present century is to achieve adolescents and young adults
complete development taking as a basis healthy behaviours and a culture of selfcare.
On this basis in Toluca, a town in the State of Mexico, an interdisciplinary group has
started an action programme dedicated to produce communicative and educational
strategies to improve face-to-face and media interactions in order to promote a healthy
behaviour in this group of population.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Adolescentes, jvenes, salud, interaccin, sexualidad, comunicacin, educacin.
Adolescent, young adult, health, interaction, sexuality, communication, education.
Luis Alfonso Guadarrama Rico es profesor de la Universidad Autnoma del Estado de Mxico y coordinador de la Red
Iberoamericana de Investigacin en Familia y Medios de
Comunicacin (lagr@uaemex.mx).
Jannet Valero Vilchis es profesora de la Universidad
Autnoma del Estado de Mxico (jvv@uaemex.mx).
La salud adolescente y juvenil en Mxico, como en muchos otros pases del orbe, ha
sido objeto de especial preocupacin y an de programas de accin gubernamental durante las ltimos tres
lustros, a pesar de que los jvenes como fenmeno sociocultural irrumpieron desde hace poco ms de cuarenta aos. Pese a los esfuerzos realizados desde distintos ngulos, an queda mucho por hacer, particularmente en lo que respecta a la instauracin de comportamientos saludables y preventivos en un grupo
que lamentablemente por definicin se asume invulnerable y por ende fuertemente asiduo a caminar por
las veredas de las conductas de riesgo o, pero an, por
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 51-57
52
Te m a s
53
54
Desde luego, esto pone de relieve una serie de factores socioculturales difciles de transformar en el
corto plazo en tanto forma parte de nuestra cultura hacia la sexualidad, adems de reflejar las pautas de comunicacin familiar que gravitan entre padres, madres
y e hijos. Sin embargo, creemos que se puede contribuir poco a poco a la edificacin de una cultura comunicativa ms abierta y saludable si se asume que el
mundo adulto necesita aprender a interaccionar entre
s y con sus hijos e hijas, mediante la adquisicin de
conocimientos y competencias comunicativas capaces
de enrumbar procesos dialgicos que contribuyan a la
vida saludable y el desarrollo pleno de las nuevas generaciones.
6) Debemos agregar que como resultado de transformaciones del mundo en el llamado nuevo capitalismo, las generaciones de los padres que han fundado
sus sistemas familiares, sobre todo a partir de los aos
70, han tenido que contar con dos asalariados adultos,
tanto a tiempo parcial como a tiempo completo (Guadarrama, 2004). Dicha condicin la compartimos con
muchos pases como Estados Unidos, Japn y otros
ms de Europa (Sennet, 1998). Esta situacin ha generado que la estructura, contenido y ritmicidad de las
rutinas que describen los sistemas familiares urbanos5,
dan clara cuenta de que los procesos interaccionales
cara a cara son cada vez menos frecuentes en la vida
cotidiana de las familias, provocando bajas posibilidades para excavar a suficiente profundidad tanto en los
temas cotidianos como en aquellos ms profundos
como las emociones y la sexualidad en particular.
7) Esta serie de factores concomitantes hace que
permanezca y se vea ensanchada la brecha silente que
restringe los procesos interaccionales cara a cara y
que, a su vez, limitan la conversacin profunda, la bsqueda y exploracin de conocimientos, as como el
aprendizaje para impulsar comportamientos saludables
y una cultura de autocuidado (Guadarrama, 2002).
8) La propensin a la lectura por parte de los jvenes en Mxico sigue a la baja, aunque ello constituye
parte de una tendencia ms generalizada y compartida
con el resto de la poblacin en Mxico. An as, pensamos que la lectura sigue siendo la plataforma bsica
para estimular el conocimiento, la comprensin y la
edificacin de argumentos capaces de ensanchar las
posibilidades de mejores interacciones hacia conductas y estilos saludables. Por esta razn, el programa de
accin que se concibi tuvo como eje central la produccin de materiales impresos y virtuales, aunque de
corta extensin y atractivos tanto para los jvenes
mediticos como para otros actores sociales. Sobre estas bases, estimamos que deberamos intentar el uso de
una ciber-tecnologa como el sitio web, con el propsito de integrar y desarrollar un sistema capaz de operar como plataforma de la interaccin casi meditica,
meditica y, fundamentalmente, cara a cara (Thompson, 1998), para promover comportamientos saludables en el mundo de los jvenes, pero asumiendo que
tambin se trata de ensayar alternativas interaccionales
para reactivar la red social con la que conviven los
jvenes.
2. El modelo comunicativo sexualidad adolescente
y vida saludable
Tenemos presente que una gran cantidad de problemas de salud, as como de conductas de riesgo que
aquejan a la poblacin tanto juvenil y al resto de los
grupos no slo guarda relacin con sus pautas de interaccin social y meditica, sino de manera clara y evidente con las condiciones de pobreza y pobreza extrema, as como con bajos niveles educativos (Auerbach, Kivimae y Lefkowitz, 2000). Sin embargo, lo
que pretendemos en este programa de accin es tratar
de colaborar al fortalecimiento del apoyo social ()
para la (re)construccin de redes sociales que promuevan el desarrollo econmico y social () [y que
dichas redes sean] capaces de reducir o mitigar los
efectos de la segregacin econmica y racial (Ibdem,
2000).
Como se puede apreciar, con lo expuesto lneas
arriba, concebimos un programa de accin cuyo eje
central sera la generacin de material especializado en
materia de sexualidad adolescente y la bsqueda de
alternativas prcticas para detonar procesos interaccionales cara a cara y mediticos capaces de proporcionar elementos argumentativos para favorecer la comunicacin saludable entre jvenes y adolescentes; entre
padres, madres e hijos; as como entre docentes y profesionales de la salud que se vinculan cotidianamente
con los jvenes.
En consecuencia, dichos materiales tendran como
lectores potenciales a los propios jvenes y adolescentes, as como a los padres, las madres, los docentes y
orientadores tanto de secundaria como de bachillerato
y al personal de salud o profesionales que desde diversos programas gubernamentales, tanto de cobertura
estatal como municipal, tuviesen contacto con el mundo de los jvenes. Asimismo, el tipo de documentos
que se generaran seran tanto en papel como a travs
de un sitio web especialmente diseado para la cuasiinteraccin meditica, a efecto de potenciar todo lo
posible la cobertura.
Las caractersticas centrales que deberan tener los
materiales que habramos de escribir, reproducir y dis-
tribuir para impulsar estilos de vida saludable y comcenciaturas en comunicacin, enfermera y nutricin
portamientos de autocuidado, seran las siguientes:
(entre los 21 y 23 aos de edad), a fin de que tambin
1) Ganar el mayor espacio posible en el discurso
ellos y ellas se dieran a la tarea de escribir textos bresaludable. Si bien prevalecen conductas de riesgo y
ves pero manteniendo su propio estilo discursivo
problemas de salud que deben ser abordados en trpara abordar temas de nuestra agenda comprometida
minos de las implicaciones que tienen para la vida de
en el programa de accin.
los jvenes en particular, consideramos que muchos
Respecto a otros interlocutores como los padres,
materiales que se producen para abordar temas de salas madres y los orientadores de secundaria y de bachilud, bsicamente tratan el problema y dejan poco esllerato, teniendo clara cuenta de la multiplicidad de
pacio para la enunciacin de conductas saludables
ocupaciones cotidianas que cada uno/a tiene, optamos
propiamente dichas y, sobre todo, para la argumentapor generar una estrategia basada en la recoleccin de
cin acerca de las ventajas, por ejemplo, de beber
dudas, inquietudes o exposicin verbal de las probleagua simple; de hacer ejercicio al aire libre; de tener
mticas que usualmente enfrentan con sus hijos e
momentos de descanso y de recreacin, etc. Nuestro
hijas, a fin de producir el material de orientacin respunto de vista es que es asombroso cunto sabemos
pectivo.
de los problemas que generan determinadas enferme4) Incluir como lnea discursiva el buen sentido del
dades o conductas de riesgo y el poco campo que
humor. El abordaje del tema juvenil y/o adolescente,
dominamos cuando nos piden que hablemos de consobre todo cuando se trata de sexualidad, conductas
ductas saludables y sus ventajas.
de riesgo y de la morbilidad, ha estado cobijado por la
2) Hacer referencia expresa a las acciones e interacciones que promueven los
Estimamos que este programa de accin ha de constituir un
comportamientos saludables.
Cada uno de los materiales a
valioso punto de referencia para otras experiencias y para
producir tendran que cerrar
analizar los alcances que pueden tener un conjunto de estrael micro-tema con una serie
de recomendaciones en tortegias comunicativas y educacionales que han tenido como
no a las conductas que se deeje fundamental la bsqueda de interacciones sociales capaben procurar en forma cotices de contribuir a la edificacin de comportamientos saludiana, as como algunas pistas para enfrentar proactivadables entre la poblacin adolescente y juvenil.
mente interacciones que, en
el marco de la vida social de
los y las jvenes, operan como elementos de presin grupal para correr riesgos
trama de la problemtica, el riesgo y de la preocupacomo fumar cigarrillos o iniciar el consumo de alguna
cin. Hay poco o nulo espacio para el humor, para la
sustancia prohibida; aceptar beber excesivamente o
risa o el relajamiento. Paradjicamente, si algo caractesostener relaciones sexuales no protegidas ni deseadas.
riza a la mayora de los jvenes y de los adolescentes
Dicho sea de paso, esta caracterstica que tratamos de
es que portan a flor de piel la broma, el chiste, el senimprimirle a los materiales nos ha redituado consideratido del humor, sin que por ello no sean capaces de
blemente en nuestro propio proceso de aprendizaje
abordar un tema o asunto con plena seriedad o asomo
como grupo interdisciplinario que trabaja a favor de la
de preocupacin. Desde tal ptica, lo que decidimos
salud adolescente y juvenil.
es que el material a producir tambin deba tratar de
3) Promover interacciones mediticas entre pares.
contener, en la medida de lo posible, algunas lneas
Consideramos que debamos buscar alternativas para
discursivas cuya textura diera cuenta de ese buen senencontrar a distintos interlocutores o generadores de
tido del humor que caracteriza a los jvenes y que deestos discursos saludables, en tanto la comunicacin
bera ser recuperado cada vez ms por el mundo adulentre pares puede, al menos hipotticamente, dar meto, sobre todo cuando se trata de hablar de salud.
jores dividendos que tratar de emitir todos los enun5) Incluir la condicin meditica de nuestros interciados y argumentos desde un solo grupo o dimensin
locutores. En atencin a que los jvenes as como el
social. As, optamos por capacitar a un pequeo pero
resto de los grupos sociales mantenemos una alta inteentusiasta grupo de jvenes estudiantes de nuestras liraccin meditica, decidimos que en un programa de
Te m a s
55
56
accin como el que habamos planeado, debamos tratar de aprovechar una buena parte del material que
todos los das emiten medios electrnicos como la televisin, la radio e Internet, a fin de contar con una gran
cantidad de puntos de referencia que rpidamente son
del dominio comn, y que reutilizados desde una
perspectiva de la salud y del autocuidado pueden
resultar de gran utilidad para ilustrar tanto comportamientos saludables como conductas de riesgo. Dicho
uso exige como lo ha sealado Joan Ferrs que el
material recabado sea utilizado ms para implicar que
para explicar (...) por cuanto cumplira una funcin de
primordial importancia: motivar, ilustrar, ejemplificar,
facilitar la comprensin (2000: 220).
6) Potenciar el uso multimeditico de los textos
generados. Si bien nos daramos a la tarea de generar
material impreso y en lnea a travs de un sitio web
especialmente diseado para ello, estimamos de especial importancia usar todas las alternativas posibles para reproducir el mayor nmero de ejemplares posibles
de cada folleto, cuadernillo, manual o artculo que se
comprometera en el programa de accin. Para ello,
consideramos la idea de explorar los distintos tratamientos que podra tener cada texto elaborado para
promover comportamientos saludables entre jvenes y
adolescentes.
As, a manera de boceto, trazamos diversas opciones, por ejemplo, determinado material podra ser la
base para la generacin de boletines impresos y electrnicos; otros documentos podran ser el marco temtico para desarrollar programas de radio dirigido a
jvenes o bien a padres y madres de familia, as como
al personal de salud; algunos documentos, con pequeos matices en la redaccin, podran ser de utilidad
para enviarlos a revistas de divulgacin o secciones de
salud que usualmente contienen algunos diarios locales. De esta forma, el trabajo realizado por todo el
equipo interdisciplinario que se haba integrado para
dar cauce a nuestro programa de accin, contara con
distintos canales de difusin para su ulterior conocimiento y apropiacin.
3. Primeros pasos
El programa de accin sobre sexualidad adolescente y vida saludable que operamos en el municipio
de Toluca, Mxico, ha empezado a recorrer sus primeros tramos. Todo el material producido hasta la fecha (apenas bordea una tercera parte de lo planeado)
ha comenzado a entrar en el sistema de interacciones
sociales de los propios jvenes, padres, madres, orientadores, instructores, docentes y personal de salud, a
travs de conferencias, cursos y seminarios cortos que
se han puesto en marcha en diversos puntos de la geografa municipal. Ello ha sido posible porque hemos
logrado integrar un grupo de trabajo que crece cada
da ms y que participa desde distintos flancos e instituciones educativas y de salud. Sin duda alguna, el
hecho de habernos planteado la necesidad de mirar
como potenciales aliadas a otras instituciones y actores
sociales que tienen los mismos o similares objetivos a
los planteados en el programa de accin, nos ha permitido no slo ampliar la cobertura de nuestras tareas,
sino acaso ms aprender de los dems para orientar de
mejor manera el propio programa.
Hasta el pasado mes de mayo del ao 2004, habamos logrado establecer contacto cara a cara con poco
ms de 2.500 adolescentes; con cerca de 670 madres
y padres de familia, aunque mayoritariamente hemos
contado ms con las primeras que con los segundos y
con poco ms de 150 docentes y orientadores educativos de secundaria y bachillerato que prestan sus servicios en alguna escuela del municipio de Toluca. Por
supuesto, nuestra ptica y esquema de trabajo interaccional con cada una de las personas con las que hemos logrado coincidir en la atmsfera de los cursos,
charlas y/o seminarios, ha estado cifrada sobre la idea
de que cada una opere de mejor manera como interlocutor/a en su propia red social, a efecto de promover los comportamientos saludables.
Una parte de la produccin del material impreso
as como de los programas radiofnicos que se han
empezado a transmitir en estaciones locales, se pueden apreciar en el sitio web que ya est en lnea en la
siguiente direccin: www.vidajoven.com.mx. Desde
luego, contamos con registros automatizados que nos
permiten conocer cul es el perfil de los internautas, al
tiempo que ya estamos en posibilidades de recibir comentarios, recomendaciones y preguntas acerca de los
temas de los que se ocupa el sitio.
Tenemos claro que en este tipo de programas de
accin, cuyo objetivo central es contribuir, a travs de
estrategias comunicativas y educacionales, a los comportamiento saludables de la poblacin adolescente,
tiene como gran espada de Damocles los indicadores
que genera el sector salud y las instancias del propio
Ayuntamiento de Toluca, en materia de conductas de
riesgo y problemas de morbilidad y mortalidad que se
presenten en los y las adolescentes del municipio. An
as, tambin sabemos que dada la complejidad de los
procesos sociales, no es posible esperar que desde un
solo ngulo en nuestro caso, programa de accin o
vector se pueda resolver o disminuir una problemtica
que de suyo es multifactorial. A pesar de ello, estimamos que este programa de accin ha de constituir un
Notas
Referencias
AUERBACH, J.; KIVIMAE, B. y LEFKOWITZ, B. (2000): Improving health: it doesnt take a revolution. Washington, Academy for
Health Services Research and Health Policy.
CAUGHLIN, J. (2003): Family communication standards What
counts as excellent family communication and how area such standars associated with family satisfaction?, en Human Communications Research, 29, 1, January. USA, International Communication
Association, University Press.
FERRS, J. (2000): Educar en una cultura del espectculo. Mxico, Paids.
GUADARRAMA, L. y OTROS (2002): Medios y salud pblica: la
voz de los adolescentes. Estudio en Toluca, Estado de Mxico. Mxico, Red FAMECOM.
GUADARRAMA, L. (2002): Comunicacin, Salud y Familia. Retos de nuestra cultura, en Seminario sobre Cultura Organizacional y el Desarrollo Institucional en el Sistema de Salud. Mxico,
Gobierno del Estado.
GUADARRAMA, L.; VALERO, J. y OTROS (2002): Familia, jvenes y promocin de la Salud, en V Encuentro Cuba-Mxico en
Psicologa y Psiquiatra Clnicas. Congreso Internacional de Psicologa y Psiquiatra Clnicas. La Habana, Cuba.
SECRETARA DE SALUD (2003): Proyectos interinstitucionales
de intervencin para las y los adolescentes. Mxico, Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia.
SENNET, R. (1998): La corrosin del carcter. Las consecuencias
personales del trabajo en el nuevo capitalismo. Madrid, Anagrama.
Thompson, J. (1998): Los media y la modernidad. Una teora de
los medios de comunicacin. Barcelona, Paids.
Te m a s
57
58
nes n
o
i
lex
ac
Ref el but
de
des
T E M A S
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 59-62
60
tecnologa como panacea de solucin de los problemas viene dejando a un lado los problemas relacionales, ms emergentes e inquietantes desde un punto de
vista social. Puede hablarse entonces de una cortina de
humo respecto a los problemas reales de salud de los
distintos jvenes y grupos de jvenes en la etapa actual. Esta ltima reflexin conduce a una esencial desde el punto de vista poltico, y es que la juventud como grupo ms o menos homogneo, no existe. Existen
distintos grupos de jvenes respecto a la forma de vivir
y con diferentes proyectos vitales, en ocasiones muy
diferentes, en este grupo de edad. La desigualdad por
razones sociales, de gnero, de nivel educativo, de conocimiento, y en definitiva, de proyectos vitales, impide hablar de la juventud como un todo y con un
mismo proyecto de futuro es poco menos que inadmisible. La comunicacin, entonces, no slo tendr que
ser muy diversa sino que ser reinterpretada y entendida de muy diversos niveles en su comprensin y significado. No podemos hablar de que comunicamos
para los jvenes sino para qu tipo de jvenes comunicamos?
La diversidad tambin afecta a los soportes por los
que fluye la comunicacin. La ltima tendencia a globalizar y homogeneizar es patente y especialmente sutil para los jvenes. El derecho y el espacio de la subjetividad del pensamiento individual y colectivo se enfrentan a la homogeneizacin indiscriminada, que es
un aspecto negativo a tener en cuenta y desenmascarar. De esta forma, los elementos de discriminacin
que conducen a la contestacin y al derecho de subjetividad, especialmente en los jvenes, ha de cuidarse
en la comunicacin que planteamos y que pueda ser
til en la toma de decisiones favorables a la salud.
Conjugar la gestin de los riesgos que se da con la mxima amplitud en estas edades, con la salud, es un eje
importante en este sentido, compatibilizar diversin y
no poner necesariamente en peligro la vida, han de ser
principios en los programas de reduccin de daos.
2. La comunicacin en las polticas y estrategias ms
comunes en los programas de salud con jvenes
Analizaremos ahora, en la medida que nos permite la extensin de un artculo, cmo la comunicacin
se enlaza con las estrategias ms usadas y ya validadas,
que se estn llevando a cabo con los programas de
salud de los jvenes:
1) Compatibilidad diversin y salud. Con frecuencia se estima que las conductas/consejos saludables
estn contrapuestos al disfrute y la satisfaccin, y conducen, frecuentemente, a las prohibiciones y limitaciones. En contadas ocasiones pueden relacionarse con
Te m a s
61
62
T E M A S
Este artculo presenta un estudio sobre los jvenes, su uso de los medios de comunicacin y la relacin que jvenes y medios guardan con la salud. Entre otras aportaciones
destacamos, en especial, el que aqu pueda orse la voz de los jvenes que, mediante
el empleo de la triangulacin metodolgica, ofrecen una rica informacin sobre cmo
se relacionan con los medios e interpretan sus mensajes.
This paper presents a study about the young, the use they do of mass media and the
relationship they keep with health. Among other contributions, it is to be highlighted
that the voice of young people can be heard in this article which, with the use of methodological triangulation, offers a rich information about how adolescents contact the
media and interpret its messages.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Comunicacin, salud pblica, adolescentes, conductas de riesgos, prcticas culturales.
Communication, public health, adolescents, risk behaviour, cultural practices.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 63-71
64
Para categorizar las transcripciones y ordenar las variables por categoras para analizar los objetivos se utiliz
el paquete Ethnograph para anlisis cualitativo, quedando toda la informacin preparada para su anlisis y
discusin. Las variables analizadas fueron: acceso a
medios, usos sociales de los medios, informacin sobre
salud en medios recibida por los adolescentes, percepciones sobre la informacin relacionada con temas de
salud y usos de la informacin relacionada con la salud. c) Encuesta: La muestra para la encuesta se obtuvo de entre los voluntarios que no participaron en los
grupos focales, manteniendo las mismas caractersticas
que stos en cuanto a edad, gnero y clase econmica. El objeto de dicha encuesta era comprobar la validez de los datos obtenidos en los grupos focales. El
total de encuestas realizadas fue de 207, de las que se
evaluaron 96 escogidas del total, correspondiendo a 8
por cada grupo focal y manteniendo las caractersticas
propias de cada uno de ellos. La encuesta hace un recorrido por cada una de las cinco variables que se proponen en el proyecto. El tratamiento matemtico de la encuesta se realiz con el pacomo una
quete estadstico SSPS.
2. La opinin de nuestros
adolescentes
2.1. Acceso a los medios y
usos de los adolescentes
En referencia al acceso y
uso de los medios de comunicacin, los adolescentes de
nuestro entorno tienen una fcil accesibilidad a todos los medios de comunicacin tanto de
forma pblica como privada. La televisin es el medio
que est presente en todos los hogares y el ms usado
por los adolescentes de entre todos los medios de
comunicacin. Su utilizacin cada vez se va haciendo
de forma ms individualizada debido a la llamada cultura de la habitacin (Brown, 1994), en la que la habitacin del adolescente se perfila como el espacio de
expresin de sus valores teniendo cabida en ella las
herramientas necesarias para el trayecto hacia el mundo adulto, estableciendo por tanto en la habitacin un
espacio de expresin de su individualidad.
El lugar donde acceden y usan los medios los adolescentes es el hogar familiar, colectivamente e individualmente, tal y como se pone de manifiesto tanto en
los grupos focales como en la encuesta. Cuando la televisin es vista de manera comunitaria, es decir, con
la familia, surge la dictadura del mando que no es ms
Te m a s
65
66
ambigedad de dichos mensajes por responder a intereses comerciales. Los temas de salud que recuerdan
de los medios siguen una lnea paralela a los mensajes
aparecidos en el seguimiento de los medios. Las enfermedades y la vida sana son dos de las temticas que
con ms frecuencia recuerdan y que ms aparecen en
los medios de comunicacin (41%). Estas mismas temticas son las que desearan que se tratasen ms asiduamente en los medios. Con respecto a la sexualidad, que en el seguimiento de los medios apenas apareca y que slo un 4% de los jvenes recordaban haberse tratado en los medios, demandan un mayor tratamiento por parte de stos. SIDA, drogas, tabaco y
alcohol son temas que tambin les gustara que fuesen
tratados ms profusamente en los medios. En cuanto a
los contenidos de salud que prefieren, llama la atencin el que el SIDA slo lo priorizan los chicos y chicas de 12 a 15 aos en todos los niveles econmicos,
esto puede ser una consecuencia de que las charlas
que se imparten en los institutos van dirigidas en el
tema de la prevencin del SIDA a este grupo de edad.
El tema de la violencia lo prefieren exclusivamente las
chicas de todas las edades y niveles econmicos. Pensamos que esto se relaciona directamente con los innumerables casos de violencia de gnero que azotan
nuestro pas y que estn de rigurosa actualidad en la
cotidianidad de nuestros medios de comunicacin,
como se refleja en el seguimiento de stos. En lo referente a la sexualidad, es un tema que tanto los chicos
como las chicas de 16 a 19 aos eligen como prioritario ya que est muy vinculado a sus prcticas cotidianas. Las chicas de 12 a 15 aos, tambin manifiestan
inters por el tema, quizs debido a su relacin con
chicos de mayor edad. Por ltimo, drogas, alcohol y
tabaco son temas de su inters por la relacin que tienen con su contexto. El tratamiento que consideran
adecuado para estos temas debe atenerse a unos requisitos que unnimemente los jvenes califican como
de realistas, claros, con un lenguaje audiovisual que
est en consonancia con su mundo y donde ellos se
vean protagonistas y no haya manipulacin por parte
de los adultos.
2.2.1. Sexualidad, SIDA y embarazo
Los adolescentes reconocen que las fuentes con
mayor credibilidad en este tema son los profesionales
de la salud y los profesores. Este hecho se fundamenta en que identifican a stos como expertos y facilitadores neutrales de informacin, lo que no les condiciona su futura conducta sexual, simplemente validan
la transmisin de conocimientos, pero sin aceptar la
supervisin de sus prcticas, lo que les permite la liber-
Te m a s
67
68
Te m a s
69
70
4. Conclusiones
En nuestro entorno, la accesibilidad de los adolescentes a
los medios de comunicacin es
universal. Destaca la televisin
como el medio estrella dentro
de un conjunto de elementos
que conforman la cultura de la
habitacin, siendo el ordenador la herramienta central.
La msica, a travs de
cualquier soporte, es un elemento distintivo de nuestros
adolescentes que tiene la ventaja de poder ser utilizada simultneamente con otras actividades u otros medios.
Las nuevas tecnologas
como Internet y los videojuegos,
gracias a su interactividad, estn
siendo acogidas muy favorablemente por nuestros adolescentes y se estn proyectando entre
ellos como el medio de mayor
aceptacin, ya que les permite,
adems de elegir los contenidos,
relacionarse sobre todo con los
pares a travs del chateo, bajarse de la red msica y jugar o
bajarse videojuegos y pelculas.
El mvil se define para
los adolescentes como casi un
apndice de ellos y son incapaces de imaginarse la vida sin l.
No obstante, su uso se restringe a la comunicacin fundamentalmente con los pares
y sobre todo mediante mensajes cortos.
En los temas de salud, los profesores, profesionales de la salud y en ocasiones la familia (drogas) son
considerados por los adolescentes como las fuentes de
informacin de mayor credibilidad. La pertenencia al
grupo hace que la consideracin de los pares como
fuente de informacin est por encima de cualquier
parmetro de credibilidad. Los medios de comunicacin como la televisin, radio y prensa los adolescentes los consideran, en relacin con la informacin
sobre salud, cargados de intereses y por tanto le otorgan en este campo una baja credibilidad.
La informacin y conocimientos que muestran
los adolescentes en las temticas de salud planteadas
(sexualidad, SIDA, embarazo no deseado, drogas, alcohol, tabaco, etc.) son suficientes para la consecucin
71
Referencias
ANDERSON, C.A. y DILL, K.E. (2000): Video games and aggressive thoughts, feelings and behavior in the laboratory and in life, en
Journal of Personality and Social Psychology, 78 (4); 772-790.
BROWN, J.D. y OTROS (1994): Teenage room culture: where
media and identities Intersect, en Communication Research, 21
(6); 813-827.
CANTOR, J. & HARRISON, K. (1997): Ratings and advisories
for television programming: University of Wisconsin, Madison study. National Television Violence Study. Newbury Park, Sage.
CASELL, J. & JENKINS, H. (Eds.) (1998): From Barbie to
Mortal Kombat: gender and computer games. Cambridge, MIT
Press.
CASTELLS, M. (2000): La era de la informacin. El poder de la
identidad. Madrid, Alianza.
GOLDSTEIN, J. (1993): Videos games. A review of research.
Bruselas, Toy Manufacturers of Europe. (indito).
HOLLANDS, R.G. (1995): Friday night, Saturday night: youth
cultural identification in the post-industrial city. Newcastle.
LAFRANCE, J.P. (1995): La televisin y su pblico, en Telos,
139; 14-25.
LIEBERMAN, D.A. (2001): Using interactive media in communication Campaigns for children and adolescents, en RICE, R. y
ATKINS (Eds.): Public communication campaing. Thousand Oaks
(CA) USA; 373-388.
MARTN SERRANO, M. y VELARDE, O. (2001): Informe Juventud en Espaa 2000. Madrid, Instituto de la Juventud.
ROE, K. (1998): Boys will be boys and girls will be girls: changes
in childrens media use, communications, en The European Journal of Communication Research, 23; 5-23.
SHERRY, J.L. (2001): The effects of violent video games on agression, en Human Communication Research, 27(3); 409-431.
Te m a s
72
nes n
o
i
lex
ac
Ref el but
de
des
Comunicar 26
Caleidoscopio
Kaleidoscope
Investigaciones
Estudios
Anlisis
Researches
Studies
Analysis
74
HISTORIAS GRFICAS
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 74-77
Historias grficas
75
76
Historias grficas
77
I N V E S T I G A C I O N E S
Diego Levis
Buenos Aires (Argentina)
La alfabetizacin digital es uno de los principales desafos con los que se enfrenta la
educacin hoy. Una verdadera alfabetizacin digital no consiste slo en ensear a utilizar el ordenador y distintas aplicaciones informticas, sino que debe ofrecer los elementos bsicos para la comprensin y dominio del lenguaje en el que estn codificados
los programas. La disyuntiva es formar una sociedad de usuarios de la tecnologa o una
sociedad que incorpore una nueva forma de concebir y crear conocimiento.
The digital literacy is one of the principal challenges which education faces today. A
real digital literacy does not consist of teaching only how to use a computer and different computer applications, but it must also offer the basic elements for the comprehension and managing of the language in which the programs are codified. The dilemma is to form a society of users of the technology or a society who incorporates one
new way of conceiving and creating knowledge.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Alfabetizacin digital, TIC, educacin, sociedad de la informacin, informtica, escuela.
Digital literacy, education, media society, computer studies, school.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 78-82
La mayor parte de gobiernos, instituciones y expertos consideran a la alfabetizacin digital, bsicamente, como la capacidad para difundir, comprender
y utilizar informacin en formatos mltiples a partir de
fuentes de diverso origen generada, tratada y recibida
por medio de computadoras. Esta visin de carcter
instrumental concentra el esfuerzo alfabetizador en
cuestiones operativas y deja de lado el desarrollo de
capacidades que permitan un verdadero dominio del
lenguaje digital, imprescindible para hacer un uso creativo y autnomo del ordenador. Nadie domina el lenguaje musical por el slo hecho de saber distinguir distintos compositores o distintos estilos musicales. Limitar la enseanza del lenguaje digital a objetivos tan
poco ambiciosos perpetuar la percepcin social de la
informtica como un lenguaje inaccesible reservado a
expertos, constituidos en una nueva casta de escribas,
instalada en los privilegios que le otorga su condicin
de casi exclusivos poseedores del saber digital. Situacin que, a mi juicio, responde, en gran medida, a intereses corporativos y empresariales poco favorables a
facilitar el acceso universal a una forma de conocimiento cuyo dominio asegura el mantenimiento de mecanismos de control social y econmico sobre los cuales se sustenta su poder1. Una verdadera alfabetizacin
digital no consiste slo en ensear a utilizar distintas
aplicaciones informticas, sino que debe ofrecer los
elementos bsicos para la comprensin y dominio de
los sistemas de codificacin en los que se basa este
nuevo lenguaje. En la escuela aprendemos mucho ms
que simplemente a leer y escribir, y a sumar y restar.
1. La informtica en la educacin formal
La incorporacin de las TIC (tecnologas de la
informacin y la comunicacin) en el aula provoca todava recelos entre muchos docentes. Estos recelos, en
ocasiones, se amparan en experiencias fallidas en el
pasado, en promesas incumplidas, en la falta de proyectos y propuestas slidas y en el desconocimiento de
las posibilidades ciertas que ofrece el uso de los medios tecnolgicos en el aula, derivado de la falta de formacin especfica en esta rea. A esto se le debe aadir un extendido temor a la tecnologa que en cierta
medida se alimenta de ciertos discursos de carcter
tecnoflico que profetizan que las computadoras terminarn reemplazando a maestros y profesores
Por otro lado, desde distintos organismos multilaterales se impulsa el equipamiento informtico y la conectividad de las instituciones educativas, sin atender,
en general, a consideraciones pedaggicas relativas a
la incorporacin cierta de estas herramientas en las
prcticas de aula y en el desarrollo curricular.
El hecho de que existan stos y otros posibles desajustes en su insercin en las aulas no debe confundir
acerca del potencial educacional de las tecnologas
digitales. En efecto, las TIC aparecen como impulsoras de una necesaria renovacin de la educacin,
anclada en una crisis casi crnica, en una sociedad en
constante transformacin que abandona definitivamente el viejo modelo industrial, marco en el cual fueron concebidos las principales lneas rectoras de los
modelos educativos contemporneos. Pero las TIC no
deben ser un fin en s mismas, es imprescindible darles
un uso significativo que no slo sea capaz de superar
los prejuicios que dificultan su incorporacin en la
educacin, sino que permita que sean utilizadas para
formar en el sentido amplio del trmino en el que, sin
olvidar el cmo se hace, tenga prioridad el para qu se
hace, dentro de un proyecto pedaggico integral diseado en funcin de las necesidades de docentes y
alumnos y de la sociedad de la que son parte.
Las desigualdades materiales que existen en las
posibilidades de acceso a ordenadores y redes, al margen de la justificada inquietud que esta situacin genera, son utilizadas, en repetidas ocasiones, como excusa formal para defender intereses particulares As, la
llamada brecha digital es utilizada como un nuevo
lema propagandstico que sirve para proponer, prometer, ocultar, omitir, mentir, tergiversar, vender, y algunas
veces emprender acciones encaminadas a favorecer el
acceso universal a las TIC, propsito estimable, que
debe ser ponderado teniendo en cuenta que para miles de millones de personas en todo el mundo su prioridad es conseguir algo para comer hoy2.
Muchas veces, el aluvin de propuestas y acciones
teidas por intereses particulares impiden evaluar las
posibilidades que nos ofrece la utilizacin de los recursos tecnolgicos en diferentes reas de la actividad humana. La incorporacin efectiva de las TIC en las instituciones educativas, independientemente del valor
de muchas de las promesas que se hacen a su alrededor, puede servir para amalgamar las diferencias que
empieza a generar la llamada brecha digital. En este
contexto, adquiere su verdadera dimensin la necesidad de emprender campaas de alfabetizacin digital,
capaces de superar el utilitarismo dominante que se
limita a asegurar la transmisin de conocimientos operativos (uso del ordenador y de distintas aplicaciones
informticas).
2. Ordenadores, alfabetizacin digital y formacin
docente
La incorporacin y el uso de computadoras y redes al sistema educativo han sido abordados desde dis-
Investigaciones
79
80
comercial o la propaganda poltica (o de una combinacin de ambos) pero que difcilmente se justifican desde una perspectiva estrictamente educativa. Muchas
de estas campaas estn ms orientadas hacia el equipamiento informtico de los centros escolares que a la
formacin de maestros y alumnos en esta rea de conocimiento.
Una mirada simplista y restrictiva, sustentada en el
determinismo tecnolgico, sostiene que es condicin
suficiente asegurar el equipamiento de las instituciones
educativas para lograr efectos benficos para la educacin de nios y jvenes. De acuerdo a este presupuesto, la presencia en las instituciones educativas de
ordenadores conectados a Internet tendra, por s
misma, un efecto motivador sobre la prctica docente
que hace innecesaria cualquier accin complementaria. Otras posturas, hoy ms extendidas, contemplan la
necesidad de acompaar el equipamiento y la conectividad de los centros de estudio con algn tipo de formacin docente en el rea de la informtica, de modo
tal que los enseantes cuenten con elementos que les
permitan sacar un mejor provecho de los equipos disponibles. Un uso que debera trascender lo meramente instrumental para alcanzar un valor pedaggicamente significativo que impulse una transformacin en
los procesos de enseanza y aprendizaje.
Los docentes deben ser capaces de darle sentido
al uso de la computadora en el aula que les permita
utilizarla como algo ms que un pizarrn o un cuaderno electrnico, eficaz, rpido y prolijo. Para ello es imprescindible que la formacin que reciban incorpore
mtodos pedaggicos que faciliten la integracin de
los recursos tecnolgicos en los procesos de enseanza y aprendizaje de los contenidos curriculares dentro
de un modelo renovado de educacin que responda a
los requerimientos de la sociedad contempornea. Si
no es as, no parece tener demasiado sentido gastar
recursos econmicos, siempre escasos, para equipar
las aulas con ordenadores, eventualmente conectados
a Internet. Las computadoras en la escuela, por s mismas, no solucionarn ninguno de los problemas que
tiene planteada la educacin. Es la apropiacin social
la que le otorga a toda tecnologa un uso significante.
La formacin adecuada de los docentes es, por esto,
imprescindible para cualquier proyecto de incorporacin de ordenadores y redes en las prcticas de aula.
3. Alfabetizar: una instancia superadora del uso
instrumental
Una verdadera alfabetizacin digital no consiste
slo en ensear a utilizar la computadora y distintas
aplicaciones informticas, sino que debe ofrecer los
Investigaciones
81
2 Existen desigualdades en todos los mbitos. La falta de alimentacin, salud y educacin de un alto porcentaje de la humanidad deja
en un segundo plano la relevancia social y humana de la desigualdad en el acceso a las TIC.
3 Alfabetizacin es la habilidad para leer con comprensin una oracin simple relacionada con la vida cotidiana. Involucra un continuo
de destrezas de lectura, escritura y, con frecuencia, tambin incluye
destrezas aritmticas elementales (alfabetizacin numrica).
UNESCO: Educacin para todos, 2000.
4 Salvo en la comunicacin cara a cara, en la mayor parte de las
acciones comunicativas que emprendemos se produce una creciente intermediacin de codificacin digital. Esta traduccin del lenguaje alfabtico al lenguaje numrico con el que funcionan las computadoras est transformando, de manera imperceptible pero concreta el modo en que nos comunicamos, especialmente cuando lo
hacemos por escrito (no slo a travs del chat y el telfono celular
que son los casos ms llamativos).
5 La significacin y alcance de este proceso, que explico insuficientemente, es ignorado o minusvalorado por la enorme mayora de
los usuarios, incluidos la casi totalidad de los analistas y planificadores de polticas y acciones sociales culturales que trabajan en el desarrollo de la denominada sociedad de la informacin.
6 Ver LESSIG, L.: El cdigo y otras leyes del ciberespacio (www.lessig.org). Lessig es profesor de derecho en las Universidades de
Stanford y Harvard (EEUU).
7 Los motores de programacin de Quake y Quake II, desarrollados
por ID Software, se distribuyen con un tipo de licencia que permite
el acceso y modificacin del cdigo fuente del programa (GNU
/General Public License. Para mayor informacin sobre este tipo de
licencia, ver: www.fsf.org/copyleft/gpl.html. (Fuente: www.idsoftware.com/business/technology).
nes n
o
i
x
le
ac
Ref el but
de
des
82
I N V E S T I G A C I O N E S
Fernando Tucho
Madrid
La educacin para la ciudadana ha surgido como una nueva materia obligatoria en las
enseanzas no universitarias espaolas tras la ltima reforma educativa. De cara a definir esta nueva asignatura es clave plantearnos de qu tipo de ciudadana estamos hablando y qu tipo de educacin es necesaria para su consecucin. En este artculo planteamos el debate sobre estas cuestiones y reclamamos el papel que la educacin en comunicacin debe desempear en la formacin de una ciudadana crtica, activa y creativa. Como propuesta conjunta de vinculacin de ambas materias se presenta el caso
concreto del Student Voices Project desarrollado en escuelas estadounidenses.
Civic education emerges as a new subject in the Spanish school after the last reform of
the currculo. What kind of citizens and what kind of education are we talking about
when we promote civic education? This paper reflects upon these topics and asks for
the role of media education in the upbringsing of a critical, active, creative citizenship.
A case of study joining media education and civic education is the Student Voices project developed in some American schools.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Ciudadana, educacin en comunicacin, democracia, sistema educativo.
Civic education, media education, democracy, educational system.
En el momento de escribir
este texto, Espaa se encuentra sumida en la reforma
de sus enseanzas no universitarias. Entre las novedades que presenta la nueva Ley Orgnica de Educacin
(LOE), destaca la incorporacin de una nueva materia
bajo la denominacin de educacin para la ciudadana
(EC), que adems de un carcter transversal tendr
cuerpo en asignaturas independientes. En el sector
educativo progresista en general, esta iniciativa ha tenido una gran acogida, pues abre la puerta a dotar de la
importancia que requiere hoy da este tipo de formacin y nos acerca a los pases ms avanzados educativamente de nuestro entorno.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 83-88
84
Lo que parece obvio es que la ciudadana va mucho ms all del desarrollo de unos valores tico-cvicos (Bolvar, 2005; Murphy, 2004), donde parecen
quedarse las propuestas ms conservadoras.
A este respecto, y baste con revisar las obras de
maestros como Freire o Kapln, la edu-comunicacin
en su versin ms progresista siempre ha promovido
una ciudadana que podramos llamar creactiva: crtica con la realidad circundante; creativa en el planteamiento de alternativas; y activa en la construccin de
esos otros mundos posibles. Un ciudadano que conoce y asume sus responsabilidades y participa activamente conforme a ellas, en todas sus dimensiones: poltica, econmica, social, cultural. La edu-comunicacin, como la educacin para la ciudadana ms comprometida, promueve en definitiva el surgimiento de
una ciudadana capaz de transformar su entorno en
aras de una sociedad ms justa y verdaderamente democrtica (Tucho, 2006). Ligndolo a las palabras de
los expertos en educacin para la ciudadana del IEPS,
sta requiere una conjuncin de diversos saberes y
experiencias, cuya validez est ligada a la capacidad
de los sujetos para explorar y comprender la complejidad de la realidad de forma crtica y actuar en ella de
acuerdo con los valores democrticos, de aprender a
vivir con otros en un contexto de pluralismo social y
cultural y a construir juntos una sociedad ms justa y
solidaria (Instituto de Estudios Pedaggicos Somosaguas, 2005).
Qu propuesta de ciudadana recoge la LOE?
qu objetivos se plantea para la nueva materia? Aunque de lo recogido en una ley orgnica de educacin
hasta el diseo y la aplicacin final del curriculum de
una asignatura hay un amplio trecho, lo plasmado
hasta ahora nos puede servir de orientacin para ver
qu bases se estn construyendo.
La exposicin de motivos del proyecto de la LOE2
recoge lo que podramos calificar como la versin ms
avanzada de la ciudadana que aparece en el texto,
cuando afirma que la educacin es el medio ms adecuado para garantizar el ejercicio de la ciudadana
democrtica, responsable, libre y crtica, que resulta
indispensable para la constitucin de sociedades avanzadas, dinmicas y justas. Sin embargo, cuando en la
misma exposicin de motivos se refiere a la introduccin de la nueva materia Educacin para la ciudadana, los objetivos parecen reducirse al afirmar
que su finalidad consiste en ofrecer a todos los estudiantes un espacio de reflexin, anlisis y estudio acerca de las caractersticas fundamentales y el funcionamiento de un rgimen democrtico, de los principios
establecidos en la Constitucin Espaola y la Decla-
Investigaciones
85
86
Investigaciones
87
88
do para ello a los medios de comunicacin. Ah comienza un proceso de anlisis crtico que abarcar diversas esferas, desde la comunicacin electoral si nos
encontramos en periodo de elecciones, hasta las noticias y el entretenimiento meditico, o la informacin
en la esfera digital.
3) Una vez recogida la informacin sobre el asunto de inters y contrastada con lo ofrecido por los medios, llega el turno a la elaboracin colectiva de alternativas a las situaciones que se desean transformar. En
este paso se participar en debates online con educandos de otros centros que estn trabajando en asuntos similares. En esta fase y la anterior, la introduccin
de las herramientas de comunicacin digitales, deben
servir para crear un nuevo ambiente de aprendizaje
colaborativo, reorganizando el contexto social y psicolgico. Las tecnologas de la informacin y la comunicacin enganchan directamente con los usos de las
nuevas generaciones y el ambiente participativo, primer escaln para una participacin activa en la vida
ciudadana.
4) Este proceso debe finalizar dando salida a las
propuestas elaboradas hacia la comunidad en general
y hacia las autoridades e instituciones que pueden estar involucradas en tal problema en particular. La clave
es buscar la participacin al nivel de la esfera pblica,
promoviendo la cooperacin de los jvenes con las organizaciones, pblicas y privadas, implicadas en el
campo correspondiente. En este punto es fundamental el uso de las herramientas de comunicacin para
hacer pblica la voz de los educandos.
Evaluaciones realizadas sobre el proyecto dan resultados positivos en la consecucin de un mayor compromiso ciudadano (Bennett, Xenos y Simon, 2002), si
bien debe incidirse en evaluaciones de permanencia
en el compromiso a largo plazo.
Como toda propuesta, su puesta en prctica se
enfrenta a las barreras que la realidad siempre nos presenta. Pero al menos intenta no fracasar de partida con
planteamientos equivocados o estrechos de miras. Y es
que la educacin para la ciudadana no puede entenderse hoy en da sin partir de la realidad de las nuevas
generaciones, sin aspirar a una ciudadana crtica, creativa y activa, y sin contar para ello con la necesaria
educacin en comunicacin.
Notas
1 Sirva de ejemplo de este debate las numerosas aportaciones realizadas al documento base de la Ley Una educacin de calidad para
todos y entre todos (http://debateeducativo.mec.es) o los textos
generados a partir de la celebracin en 2005 del Ao Europeo de la
Ciudadana a travs de la Educacin (www.educacionciudadania.mec.es).
Referencias
BENNETT, W. L. (2005): Civic learning in changing democracies: challenges for citizenship and civic education. Center for Communication and Civic Engagement (http://depts.washington.edu/ccce/civiceducation/bennettciviclearning.doc) (15/09/05).
BENNETT, W. L.; XENOS, M. y SIMON, A. (2002): Evaluation of the student voices program in Seattle. Seattle, Center for
Communication & Civic Engagement. University of Washington
(http://depts.washington.edu/ccce/assets/documents/SeattleStudentVoicesExecSummary.pdf).
BOLVAR, A. (2005): Ao europeo de la ciudadana a travs de la
educacin, en Comunidad Escolar, 763, 13 de abril (http://comunidad-escolar.pntic.mec.es/763/tribuna.html).
EURYDICE (2005): Citizenship education at school in Europe.
Bruselas, Comisin Europea (www.eurydice.org/Documents/citizenship/en/FrameSet.htm).
INSTITUTO DE ESTUDIOS PEDAGGICOS SOMOSAGUAS (2002): Educacin para la ciudadana. Un enfoque basado
en el desarrollo de competencias transversales. Madrid, Narcea.
INSTITUTO DE ESTUDIOS PEDAGGICOS SOMOSAGUAS (2005): Educacin para la ciudadana, en IEPS Informa,
87, enero (www.ieps.es/fichaarticulo.php?num=87&id=657).
JARES, X.R. (2005): Educacin para la ciudadana, en Escuela
Espaola, 3.668, 2 de junio, 26 (www.educacionciudadania.mec.es/documentos/escue26.pdf).
MARTNEZ, M.; TUCHO, F. y GARCA DE MADARIAGA, J.
M. (2006): Democracia digital: nuevos medios y participacin ciudadana. Experiencias en la red de la poblacin inmigrante en Espaa, en Portularia. Revista de Trabajo Social, 6; 7-20.
MURPHY, T.A. (2004): Deliberative civic education and civil society: A consideration of Ideals and actualities in democracy and communication education, en Communication Education, 53 (1); 74-91.
POTTER, J. (2002): The challenge of education for active citizenship, en Education & Training, 44 (2/3); 57-66.
SILVERSTONE, R. (2004): Regulation, media literacy and media
civics, en Media, Culture & Society, 26 (3); 440-449.
TORNEY-PURTA, J.; LEHMANN, R.; OSWALD, H. y SCHULZ,
W. (2001): Citizenship and education in twenty-eight countries:
civic knowledge and engagement at age fourteen. msterdam, International Association for the Evaluation of Educational Achievement (www.wam.umd.edu/~jtpurta).
TUCHO, F. (2006): La educacin en comunicacin: la formacin
crtica de la ciudadana frente a la manipulacin, en APARICI, R.;
DEZ, A. y TUCHO, F. (Eds.): Manipulacin y medios en la sociedad de la informacin. Madrid, De la Torre (en prensa).
WESTHEIMER, J. y KAHNE, J. (2004): What kind of citizen?
The politics of educating for democracy, en American Educational Research Journal, 41 (2); 237-269.
I N V E S T I G A C I O N E S
La expansin de las TIC en la mayor parte de las regiones del mundo y, particularmente, en Amrica Latina nos conduce a reflexionar seriamente sobre el papel de la
educacin en el tercer milenio. Especialmente de una educacin para los medios, de
una educacin para las TIC que, pese a los esfuerzos realizados, contina estando ausente en las aulas. En el presente artculo se ponen en relieve algunos elementos que
podran tomarse en cuenta dentro de una reflexin pedaggico-comunicacional basada
en la unin entre los saberes formales e informales, transdisciplinaria, valorizada y con
fundamentos tericos autnomos que partan de una visin antropolgica filosfica.
Nowadays young people live in two very different worlds: one which is related to school and one which is related to the streets and the day-to-day life. Then, we can speak
about two ways of education: a formal education that is ruled at schools and University,
and an informal education that children learn out of the school. In this paper, we will
focus on this relevant problem which causes many reflections and hopes on the future
of Latin American education, in both formal and non formal contexts.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Educacin, medios, TIC, saberes formales / informales, fundamentos tericos.
Education, media, TIC, formal / informal knowledge, theoretical foundations.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 89-92
90
cin no estuviera disponible en los medios. El potencial tcnico y psicopedaggico que nos ofrecen los medios tecnolgicos exige una permanente investigacin
y evaluacin de sus usos educativos, con el fin de enriquecer los modelos y estrategias de intervencin. Es
importante sealar que la investigacin sobre medios
ha hecho evidente que el desarrollo de las tecnologas
de la informacin tenga implicaciones y consecuencias
pedaggicas, pues, al agilizarse los procesos informativos con recursos tecnolgicos cada vez ms sofisticados, se incorporan nuevos cdigos a los procesos de
diseo y produccin de mensajes que demandan otro
tipo de habilidades cognitivas de parte de los educandos. En la medida en que la intervencin de las TIC
signifique la posibilidad de mejorar los procesos de
enseanza y de aprendizaje, la investigacin para su
correcta explotacin est justificada.
En Amrica Latina ha habido y existen muchos
aportes en este campo. El debate de la comunicacin
educativa est abierto para mirar de una manera nueva el proceso de constitucin de nuestra modernidad.
Educacin para los medios (EM) = educacin para
las tecnologas de la informacin y de la comunicacin.
Como no podemos abarcar todos los pormenores
de la relacin educacin y comunicacin que, por
supuesto, es un campo bastante amplio, nos abocaremos de aqu en adelante al tema de la educacin para
los medios (EM) que implica una labor de educacin
para las TIC. Este tipo de educacin, si bien no es del
todo nuevo, adquiere en este ltimo tiempo una renovacin y una relevancia significativas, al aplicarse al
mbito de la educacin formal.
Hay que aclarar que existen diferentes nombres
para este tipo de educacin, especialmente en el contexto latinoamericano: lectura dinmica de los signos,
recepcin activa, lectura crtica de la comunicacin,
educacin de la percepcin, edu-comunicacin, educacin para la comunicacin, educacin y medios de
comunicacin, educacin para los medios, etc.
Partimos del postulado de Wolton (1999) que afirma que no hay conocimiento sin pensamiento crtico,
es decir, sin puesta a distancia y cuestionamiento de los
discursos y de las tcnicas. Producir conocimiento, es
necesariamente mirar de otro modo el mundo y no
satisfacerse de evidencias.
La saturacin progresiva de los medios, ha provocado que la autonoma del consumidor tome mucha
ms importancia. Este hecho implica a la vez, que el
receptor deba contar con competencias determinadas
que lo lleven a aproximarse a las tecnologas con conciencia crtica y actitud creativa. Sobre la base de estos
fundamentos, en las ltimas dcadas, en diferentes lugares del mundo, diversas proposiciones se han establecido en torno a la EM.
Investigaciones
91
92
sentan una ocasin nica para dar un nuevo dinamismo al movimiento para la EM. Este movimiento de la
EM ofrece a aqullos que intentan la integracin de
estas tecnologas, el cuadro de reflexin terico y las
prcticas pedaggicas que pueden permitirles optimizar el potencial educativo. As, el objetivo central de la
EM, como sostiene el canadiense Piette (1996), no
apuntar a la simple transmisin de conocimientos sobre las tecnologas y las maneras de utilizarlas, ella buscar crear las condiciones de una relacin al saber que
favorezca la emergencia del espritu crtico. Desde esta
perspectiva la EM, en el contexto de la educacin formal, cobra todo su sentido. La EM puede aplicarse,
tambin, en el momento de la produccin, es decir
que la EM no concierne nicamente al anlisis crtico,
sino, tambin, a la produccin de mensajes. As, dentro de una unidad de trabajo referida a la publicidad,
por ejemplo, no se analizar solamente la publicidad o
las campaas; sino, que se esperar que los participantes produzcan sus propias propuestas en base a un
marco de reflexin.
5. Los responsables de la aplicacin de la educacin para los medios
Surge una pregunta determinante: quines son o
sern los encargados de aplicar la EM en la educacin
popular? Lo ms lgico sera pensar en los profesionales de la comunicacin, sin embargo, sin nimo de descartarlos, tenemos que enfocar nuestra atencin al
educador en general. Formaciones, inicial y continuas,
son necesarias. Este es uno de los retos a emprender a
corto o mediano plazo. En suma, se trata de una tarea
de formacin de formadores.
6. Los fundamentos tericos de la educacin para
los medios
Paralelamente a las prcticas, deben trabajarse los
fundamentos tericos de la EM. Partimos de la idea de
que la EM, pese a los progresos obtenidos, hasta el
presente no ha llegado a dotarse de fundamentos tericos autnomos, slidos, que le permitan guiar de
manera coherente la concepcin de programas dentro
de la educacin popular. Los estudios que han abordado este tema de forma especfica son escasos. La
necesidad urgente de explorar este dominio y, es ms,
de verificarlo y contrastarlo en prcticas concretas es,
entonces, evidente.
7. La dimensin antropolgica filosfica de la educacin para los medios
Esta reflexin no quedara completa, si no arriba-
Referencias
CASTELLS, M. (1999): La era de la informacin: economa, sociedad y cultura. Madrid, Alianza.
PIETTE, J. (1996): Education aux mdias et pense critique. Paris, Harmattan.
WOLTON, D. (1999): Internet et aprs?: une thorie critique des
nouveaux mdias. Paris, Flammarion.
I N V E S T I G A C I O N E S
La televisin es un medio de
comunicacin que a lo largo
de su historia ha sido tema de
investigacin y estudio. Ha
provocado controversias, y adems nos vincula con el
acontecer poltico, econmico, social y tecnolgico de
nuestra cotidianidad. En general, es un medio que se
instal en nuestras vidas para quedarse. Con el advenimiento de la sociedad de la informacin (SI) y el
indiscutible uso y desarrollo de las tecnologas de la informacin (TIC) que sta era conlleva, la televisin
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 93-101
94
vuelve a revolucionar nuestras vidas, de la misma forma que sucediera en la dcada de los cincuenta con el
paso del blanco y negro al color, y se presenta esta vez
como un medio que permite la interaccin con el televidente a travs de la televisin digital interactiva (TVDi). La TVDi es una modalidad tecnolgica que ofrece una mayor calidad en la imagen e introduce en el
medio televisivo nuevos servicios como la recepcin
de la seal de televisin en los telfonos mviles, la interactividad y la personalizacin de los contenidos. Por
ende, implica una renovacin total del medio. Analizamos algunas implicaciones que esta tecnologa suscitar en el mbito tecnolgico, econmico, legal, social y educativo.
1. Aspectos tecnolgicos
La televisin, hasta hace muy poco, se transmita a
travs de ondas hertzianas, siguiendo el sistema analgico. Sintetizando, funcionaba con la modulacin del
haz luminoso en color procedente del objetivo de la
cmara que se descompona en tres haces de colores
(verde, rojo y azul) y creaba una seal de luminancia
(blanco y negro) o una de crominancia (color). A su
vez, esta seal se transformaba en cargas elctricas y
se transmita al receptor televisivo en el hogar.
Hoy da, el sistema avanzado de televisin digital
es ms flexible ya que transforma la imagen, el audio y
los datos en bits (0 y 1). Es decir, las seales de luminancia o crominancia se convierten en combinaciones
binarias que hacen posible la correccin de errores en
la recepcin del sonido, texto e imagen y proporcionan imgenes ms finas y de mejor calidad.
El sistema digital convierte en dgitos los contenidos televisivos, de esta manera ocupan menos espacio
en el multiplexador y proporcionan al usuario la posibilidad de ver un mayor nmero de canales y programas con mejor calidad y a gran velocidad. Igualmente,
permite al telespectador elegir, seleccionar, ordenar y
estructurar de forma personalizada su programacin.
al televisor.
Middleware MHP. Software denominado
Multimedia Home Platform (MHP), que se encuentra instalado en el STB y suministra una interfaz de
programacin de aplicaciones (del ingls Application
Programming Interface o API). El MHP tiene como
misin facilitar el desarrollo y ejecucin de aplicaciones
interactivas en TV y el acceso a Internet. Cabe destacar
que el Middleware MHP es un API abierta que pretende convertirse en el estndar de software para la
TVDi y que pases como Australia, Finlandia, Alemania,
Corea, China, Singapur y Estados Unidos, por mencionar algunos, ya lo han adoptado o se encuentran valorando esta posibilidad.
Canal de retorno. Es el que hace posible la interactividad y puede darse a travs del telfono, en el
caso de la transmisin por ondas hertzianas y satlite,
directamente con el cable o la combinacin de ambas
como lo permiten el ADSL y la TDT.
De lo anterior, podemos inferir que la TVDi implica la coexistencia de varias tecnologas (digitales y ana-
Investigaciones
95
96
mitidos en la televisin analgica (pelculas, noticias, deportes) como los nuevos contenidos interactivos (programacin y publicidad interactiva, juegos, datos, entre
otras posibilidades).
En el sector audiovisual, la multiplicidad de canales temticos, de servicios complementarios e interactivos generar una enorme necesidad de crear contenidos. Esto implicar fuertes inversiones por parte de
las empresas privadas y en el caso de las pblicas, el
apoyo de los gobiernos a travs de subvenciones que
garanticen el acceso pblico a todos los ciudadanos,
quienes sern los que intervendrn directamente en la
creacin y transformacin de estos contenidos, desarrollndose as un nuevo sistema de negocio.
Por otro lado, se transformarn agentes o puestos
de trabajo en los procesos de produccin y distribucin de contenidos como: el proveedor de contenidos
y servicios adaptados, el programador que agrupa esos
contenidos y gestiona su venta por paquetes y los operadores que distribuyen contenidos y servicios.
En todos los casos mencionados, las oportunidades de negocio para cada una de las empresas son claras, pero significan una transicin de la produccin en
serie a la produccin flexible, es decir, ante la TVDi las
empresas debern transformarse en unidades de produccin fciles de programar, que puedan ser sensibles a las variaciones del mercado (flexibilidad del producto) y a los cambios de los insumos tecnolgicos
(flexibilidad del proceso) (Castells, 1999: 183). Esto
significara la aparicin de mercados horizontales, en
los cuales aumentara la competitividad en los eslabones de la cadena de produccin, tanto de tecnologas
como de contenidos, adems de contribuir a la existencia de una oferta de servicios creativa y atractiva
pero sobre todo, con incentivos para que los usuarios
adquieran los nuevos equipos y consuman los nuevos
servicios.
Para la obtencin de ingresos y sostenimiento de la
TVDi se debern considerar los siguientes mtodos:
Pago por visin y abono. Las plataformas de la
TVDi ofrecen una serie de mltiples opciones y seleccin de programacin que facilitan el acceso al usuario
para decidir qu es lo que realmente le interesa ver,
adems de los servicios interactivos. En el caso de los
usuarios abonados podrn acceder directamente a
estas opciones y en el caso de los no abonados tendran
la oportunidad del pago por visin.
Subvencin. El gobierno deber promover subvenciones que impliquen la inclusin del uso de la
TVDi a todos los ciudadanos como actualmente se
aplica en Italia.
Publicidad. El aumento del nmero de progra-
2.1. T-commerce
La TDVi marca una serie
de cambios en el mbito ecoLa concentracin de grandes grupos es obligada por las
nmico, y ofrece al usuario la
elevadas inversiones necesarias y por el control de los
posibilidad de comprar a travs del televisor desde su sof,
derechos de contenidos, tanto los clsicos transmitidos en la
sin la necesidad de levantarse
televisin analgica (pelculas, noticias, deportes), como los
o de llamar por telfono, esto
ser factible simplemente prenuevos contenidos interactivos (programacin y publicidad
sionando un botn del mando
interactiva, juegos, datos, entre otras posibilidades).
a distancia. A esta nueva manera de compra, se le denomina t-commerce y abarca distintos tipos de compra desde
productos en general, reservas de pasajes o alojamien Asegurar la transmisin de contenidos tanto natos, transacciones bancarias y pagos de cuentas, hasta
cionales como internacionales, estatales, autonmicos
pedidos de comida a domicilio.
y locales.
Veamos algunos tipos de t-commerce:
Establecer polticas de subvenciones para la
Merchandising. Durante la emisin de un proadaptacin de antenas colectivas o la adquisicin de
grama, se pueden ofrecer artculos que estn relacionareceptores integrados, STB, y el Middleware MHP,
dos o que promocionen el mismo.
a precios justos.
Venta de productos alimenticios en un determi Renovar las leyes en materia de telecomunicanado programa, evento deportivo o musical. Pizza, por
ciones para conceder, denegar o retirar licencias de
ejemplo.
transmisin y frecuencias.
Publicidad. Espots interactivos que aportan
Velar por la defensa de la competencia en el secinformacin sobre algn producto y sortean premios
tor audiovisual (publicidad y creadores de contenidos)
entre los usuarios.
y la proteccin del pluralismo informativo.
Bancos. Aportan informacin sobre la entidad
Garantizar la educacin y la igualdad de oportubancaria, permiten realizar diferentes acciones: connidades, ligadas a la asimilacin de las tecnologas.
sultar saldos, movimientos de la cuenta del usuario,
Custodiar las normativas con relacin a la privacambiar el nmero personal, entre otras.
cidad y proteccin de los menores.
En definitiva, frente a los desafos que la SI exige,
3. Aspectos legislativos
la TVDi se estructurar como un medio ms descenPara implantar la TVDi y cumplir con los objetivos
tralizado y cercano al ciudadano, capaz de adaptarse
que permitan una nueva economa, as como la demoa las nuevas necesidades sociales de las minoras y de
cracia y el desarrollo de la SI, es preciso modificar los
los mbitos locales.
modelos de regulacin existentes. De esta forma, se
considera que las nuevas leyes y los gobiernos deber3.1. T-goverment
an tomar en cuenta lo siguiente:
En 1960, la televisin cambi la manera de hacer
Investigaciones
97
98
Investigaciones
99
100
Pese a que an es perceptible el marcado contraste que existe entre los medios de comunicacin y el sistema educativo, los estudiosos del audiovisual espaol
proponen como meta la formacin de una consciencia
crtica (y participativa) en relacin con los medios, y
una progresiva aceptacin por parte de los medios de
comunicacin de un compromiso profundo con la
educacin (CAC, 2003: 57).
Para visualizar la TVDi como posible herramienta
de aprendizaje es necesario abordar ciertas consideraciones pedaggicas que permitan enlazar su novedad
tcnica con las posibles aplicaciones educativas que
pueda aportar, por ejemplo:
Cmo convertir al televidente pasivo en un
aprendiz activo.
Cmo unificar la brecha entre el edu-entretenimiento y el aprendizaje.
Cmo integrar los sistemas de soportes (humanos y electrnicos) para enlazarlos en un entorno de
aprendizaje va televisivo.
Qu tipo de interactividad es la necesaria para
aumentar la experiencia educativa a travs de la TVDi
(Atwere y Bates, 2003).
5.1. Prcticas y aplicaciones de futuro
Las aplicaciones tecnolgicas que hacen de la
TVDi un medio ms personalizado con las preferencias de los usuarios podran funcionar como una plataforma de formacin que puede ser aprovechada
desde el hogar.
No obstante, es necesario tener en cuenta que los
hbitos de la estructura familiar en torno a la televisin
y su consumo pueden ser un factor determinante en su
uso. Si sumamos adems otros factores como la escasa participacin en el tiempo meditico de los adultos
con respecto a sus hijos, la falta considerable de programacin infantil en los horarios regulares televisivos
de actualidad y la falta de iniciativas por hacer una convergencia entre la televisin y la educacin, podramos
pensar que los nuevos formatos de la TVDi solo son
una utopa. Ante ello, es necesario que tanto la familia
como la escuela, se planteen la necesidad de conocer
la televisin, interpretarla, desmitificarla, producirla y
desenmascararla para favorecer unos telespectadores
ms crticos y activos (Aguaded, 1998). Para muchos
la televisin es lo mejor que les sucede a lo largo del
da despus de una jornada laboral, lo que los mantiene vivos, lo que alimenta su lnguida existencia. Sabiamente utilizada puede servir para dinamizar los
procesos de enseanza-aprendizaje y para insuflar vitalidad en unos procesos a menudo tambin lnguidos (Ferrs, 2000: 221).
Paralelamente, el CAC nos informa de que la televisin es la tercera actividad de importancia en los
nios y nias, adems de dormir y asistir al colegio.
Algunas plataformas europeas sobre todo britnicas
de TVDi han retomado esta realidad para enriquecer
su oferta de contenido. La posibilidad de interaccin
por otro lado, podra influir en el desarrollo y adquisicin de valores cognitivos y de habilidades fsicas (Bates, 2003: 73). En ese sentido, de aplicarse en la educacin las funcionalidades audiovisuales y de interactividad que la TVDi ofrece, es posible obtener beneficios como el incremento de la motivacin dentro del
aula y la prolongacin del aprendizaje fuera de ella.
Tanto en Europa como en Amrica, el sector educativo aparece en muchos de los proyectos por desarrollar
dentro de la TVDi. En este orden, Gran Bretaa, Italia, Suecia y Estados Unidos estn a la cabeza en el
desarrollo de contenidos para TVDi. Algunos programas infantiles se basan en los formatos aplicados en el
programa estadounidense infantil Winky dink and
you, durante la dcada de los cincuenta, como indican Len y Garca Avils en Los retos de la implantacin de la televisin interactiva a la luz de su propia
historia, donde ya se implementaba la participacin
de los nios para que ayudaran al protagonista a resolver las dificultades de sus aventuras dibujando en las
pantallas de sus televisores aquellas herramientas
(cuerdas, escaleras, etc.) que el personaje necesitara.
Como ste, los programas que propone la TVDi parten de un abanico de posibilidades para el receptor.
En Gran Bretaa, la compaa Kickstart TV intenta funcionar como herramienta educativa con funciones interactivas que abarcan pequeos tests y
ejercicios didcticos, adems de informacin, consejos
y soporte multimedia dentro de su programacin habitual (Kickstart TV, 2004). La BBC, a travs de su canal
digital CBeebies, tambin ha creado un espacio interactivo dirigido a preescolares de 3 a 5 aos de edad,
donde quizs la intervencin de los padres de familia
es crucial para poder acceder al entorno preparado
para ellos. Con presionar sobre un botn rojo situado
en la interfaz de la pantalla, CBeebies despliega una
serie de actividades relacionadas con su programacin
infantil que involucran actividades didcticas para conocer los colores, por ejemplo (Bates, 2003).
Italia por su parte, mantiene programas dirigidos a
jvenes y adultos interesados en el aprendizaje de idiomas como el ingls adems de test identificados por
niveles, segn el grado de dificultad de cada usuario.
Para generar contenidos educativos dentro de la
TVDi es necesario que el sector educativo trabaje de
forma integrada con el campo tecnolgico y comercial.
Investigaciones
101
102
nes n
o
i
lex
ac
Ref el but
de
des
I N V E S T I G A C I O N E S
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 103-110
104
equipamiento cultural, una radio comunitaria aborigen wich, sintetizndose aspectos relacionados con la
produccin radiofnica bilinge protagonizada por los
jvenes de esa cultura. Se abordan los modos en que
un medio comunitario, como espacio de comunicacin, produce sentidos sociales provocando procesos
relacionados con las identidades aborgenes y con el
dilogo intercultural, de singular significacin en tiempos de globalizacin. Desde all, entonces, el propsito es discutir el sentido de un medio comunitario como
servicio pblico y en la configuracin de la sociedad
civil.
1. Breve presentacin de la experiencia y de sus
impactos
En el mes de marzo de 2003 comenzamos una experiencia (que todava estamos desarrollando) de capacitacin en comunicacin y produccin radiofnica,
en el que participan unos 35 jvenes aborgenes. La
misma se desarrolla en la localidad de El Potrillo, en el
Departamento Ramn Lista de la provincia de Formosa1 donde existen ms de cuarenta comunidades aborgenes wich. En esa zona, el Programa de Desarrollo Integral Ramn Lista (DIRLI) (de cooperacin
entre la Unin Europea y el gobierno nacional argentino) entre otras cosas instal una radio con un alcance posible de unos 60 kms. Nuestro proyecto de capacitacin nace de la necesidad de poner en funcionamiento ese medio de comunicacin, para cuyo propsito es contratado el Centro de Comunicacin/Educacin de la Universidad Nacional de La Plata, al que
pertenecemos.
Nuestro proyecto de capacitacin en comunicacin y radio comunitaria wich y de asistencia tcnica
para la organizacin de un equipo wich de Comunicacin, formalmente posee dos tipos de objetivos.
Unos relacionados con el conocimiento del lenguaje y
la produccin radiofnica comunitaria; otros, con el
proceso de organizacin de un grupo de comunicacin wich y de un proyecto general de comunicacin
comunitaria. Sin embargo, ambos parten del necesario
reconocimiento de la dimensin comunicacional en la
cultura y en la constitucin de la identidad wich. Este
punto de partida ha sido extremadamente difcil de
lograr debido a la distancia: La Plata se encuentra a
unos 1.800 km. de El Potrillo.
En el Departamento Ramn Lista no existen medios de comunicacin propios y el acceso a medios
masivos es restringido. La radio es el medio ms influyente, a pesar de que son contadas las emisoras argentinas que tienen recepcin en la zona. La televisin
llega, va satlite, a un receptor comunitario, y desde
all la seal es reproducida a la comunidad de El Potrillo, haciendo que una sola persona decida la programacin y pueda controlarla. No hay comunicacin
telefnica para los wich. Ni siquiera cuentan con cdigo postal para la comunicacin por correo comn.
Por supuesto, no existe la posibilidad de comunicacin
va Internet.
Sabemos, sin embargo, que los medios de comunicacin se conectan y articulan con prcticas culturales, a la vez que intervienen en la circulacin de los
saberes y las narrativas al interior de cada comunidad.
La puesta en funcionamiento de la radio comunitaria
wich fue la demostracin de estos postulados de base:
signific el inmediato involucramiento de las diversas
comunidades que, aunque ligadas de diferentes formas a la recepcin, se vieron inmersas en una forma
de participacin colectiva.
A la semana de la puesta en el aire y a partir de las
primeras prcticas radiales del grupo de comunicadores, la radio se haba convertido en la gran noticia en
Ramn Lista. Sobre todo, porque posibilitaba la conexin de las comunidades a travs de pequeos radioreceptores personales, generalmente de nfima calidad
tecnolgica. Esto qued en evidencia con los centenares de mensajes que llegaron a la radio (cerca de 200
en la primera semana). Mensajes que hablaban de salutaciones, informaciones dadas a amigos y parientes
dispersos a la distancia (existen comunidades distantes
a casi 100 km. unas de otras), pedidos de temas musicales y sobre todo, valoraciones, felicitaciones y buenos augurios ante el funcionamiento de la radio y de la
participacin de los jvenes en ella.
Con el transcurso del tiempo, la radio se convirti
en una promesa de articulacin de los ms variados
intereses comunitarios. Propagar las noticias de inters,
expresar la voz wich, recolectar y difundir las historias
narradas por los ms ancianos, etc. Por otra parte, el
grupo de jvenes que participa en la capacitacin y
produccin radiofnica, rpidamente comenz a vivir
un proceso que tena por objetivo la conformacin de
un equipo de gestin del centro de comunicacin
wich.
Quisiramos abordar slo algunos aspectos de la
experiencia que resultan significativos para el objeto
de este artculo, y que se refieren a la estrategia bilinge en la produccin radiofnica y la vinculacin que
eso tiene con el problema del poder; la articulacin
entre las estrategias planificadas y el universo vocabular de los interlocutores; las claves para trabajar
hoy el dilogo intercultural, y la emergencia y abordaje de los conflictos en el espacio de comunicacin.
Esto nos permitir poner en discusin el papel de un
bin como lugar de resistencia cultural en la experiencia que hemos compartido con el grupo de jvenes
wich a lo largo de la capacitacin. En el caso de los
wich vemos que el idioma es un lugar de resistencia
cultural, que no slo refuerza el sentido del nosotros
(o de pertenencia y distinguibilidad) en sus comunidades, sino que tambin es posible entender su uso como
tctica del dbil (en el sentido que lo plantea Michel
De Certeau, 1996), sobre todo en la relacin con el
blanco y el criollo, frente a las estrategias que stos
producen y a la disposicin de ciertos campos de juego2. Muchas veces a lo largo de la experiencia nos hicieron notar un diferencial de poder al utilizar su lengua en ese espacio, manejando determinadas situaciones y dejndonos fuera de juego.
Los criollos y los blancos, en cambio, utilizan la lgica escritural como estrategia de lucha, de pugna por
el poder y logran imponerla en muchas situaciones para obtener ventajas. En el caso del espacio de la radio,
de parte de los sectores que quieren apropiarse de este
Investigaciones
105
106
medida que se articula con las culturas (tentativamente) particulares, las cuales a su vez, aportan a la conformacin de esa globalidad cultural. Porque este escenario mundial no debe ramificarse slo como contracara de una confabulacin de la hegemona mundial que nos estara llevando a la universalizacin de
nuestras vidas, sino en tanto redimensiona y reposiciona lo local en un interjuego permanente entre procesos culturales globales y redimensionamientos de las
culturas locales; es decir, confluencia omnipresente de
tradicin y modernismo, ancestros y digitalizacin de
las historias familiares, folklorismo y tecnologa aplicada a la vida cotidiana (Morawicki, 2003).
En nuestro caso, a pesar de estar al tanto de los
procesos de hibridaciones entre las culturas autctonas
y las capitalistas, nuestra planificacin no contempl la
presencia de lo global en la
cultura wich. En este sentido,
tres aspectos nos llamaron la
Lo que se hace evidente es que la radio como servicio
atencin: la fuerte presencia
de la identidad peronista3 y de
pblico o como equipamiento contribuyente a la configurala poltica en general en la vida
cin de la esfera pblica en este tipo de contexto cultural,
de las comunidades (que includebe plantearse y comprenderse desde la perspectiva del
yen el trabajo poltico de muchos aborgenes, como refedilogo intercultural en clave global/local.
rentes explcitos del gobernador de turno); la fuerte identidad creada en torno de los
rior planificacin carecan de sentido en el escenario
equipos de ftbol nacionales (sobre todo del club Boca
Juniors) y la total hegemona de la religin anglicana
sociocultural real.
en materia de cultos religiosos.
Lo que queremos sealar con esto es la necesidad
Si nuestro propsito era trabajar un proceso dialde que toda planificacin o estrategia de intervencin
gico en torno de la radio wich, ese proceso no poda
parta del reconocimiento del universo vocabular.
ya encararse en un sentido solamente vinculado con la
Para Paulo Freire, el universo vocabular es el conjunto
proximidad; deba tener en cuenta estas caractersticas
de palabras o el lenguaje con que los sujetos interpreculturales reconocibles en el universo vocabular de
tan el mundo. El estudio del universo vocabular reconuestros interlocutores. De modo que el reconocige no slo los vocablos con sentido existencial, y por
miento de esas caractersticas complejas condicionatanto de mayor contenido emocional, sino tambin
das por los procesos de globalizacin se transforma en
aquellos tpicos del pueblo: sus expresiones particulaun requisito del dilogo intercultural.
res, vocablos ligados a la experiencia de los grupos, de
El dilogo intercultural ya no puede ser entendido
los que el educador forma parte (Freire, 1973).
como el que se da entre dos polos culturales relativaEn el contexto de las sociedades actuales, es promente extraos (el del agente externo y el de la comubable que toda planificacin y, por tanto, todo reconidad, o el del medio y la comunidad), con horizontes
nocimiento del universo vocabular, deba ser pensade expectativas y sistemas de sentido ajenos unos de
da en clave local/global, esto es, teniendo en cuenta
otros. Antes bien, esa forma del dilogo tiene que
que la globalizacin implica una compleja relacin encomprenderse en contextos de complejidad y de accetre las culturas regionales y las globales. Algunos autosos y consumos que poseen efectos de sentido relares hablan hoy de glocalizacin: lo local debe ententivamente articulados y hasta similares.
derse como un aspecto de lo global, ya que la globaliPor lo dems, el dilogo intercultural puede comzacin implica tambin un acercamiento y mutuo
prenderse de dos maneras. Una, como el espacio
encuentro de las culturas locales. La conformacin de
comunicacional en que la comunidad habla y a la vez
una cultura tentativamente global slo es viable en la
Investigaciones
107
108
6. Cierre
Las culturas nunca son el
reducto de una identidad esencial, sustancial u originaria;
siempre son hbridas; en mayor o menor medida son la
resultante dinmica de diferentes pliegues intertextuales y multitemporales (Piccini, 2000). Desde esa situacin aparecen y se hacen visibles en la escena pblica
de la sociedad civil. Pero el diferencial radical proveniente de la globalizacin y la sociedad mediatizada,
hace que se produzcan saltos en las formas de hibridacin y en los modos de visibilidad pblica de los
conflictos culturales y polticos.
Las culturas aborgenes no son slo asediadas por
esta nueva y compleja situacin, sino que algunos de
sus elementos, prcticas y productos son cooptados y
devueltos como objetos culturales o de consumo en
el dinamismo global/local. Pero tambin ese dinamismo ha hecho posible la visibilidad de sus gramticas de
sentido y de los antagonismos que las constituyen. Es
decir, ni culturas devenidas en meros productos de
mercado, ni subsumidas y disueltas en la mediatizacin; sino culturas refiguradas pero intervinientes en
las pugnas que se producen en distintas esferas pblicas y en el terreno de la sociedad civil.
En torno a la radio comunitaria wich se han ido
movilizando fuerzas y se han reconocido conflictivas y
modos de ejercicio del poder. An ms que en el caso
Investigaciones
109
110
Referencias
ARENDT, H. (1993): La condicin humana. Barcelona, Paids.
BAJTIN, M. (1981): The dialogic imagination. Austin, University
of Texas Press.
DE CERTEAU, M. (1996): La invencin de lo cotidiano. I. Artes
nes n
o
i
lex
ac
Ref el but
de
des
I N V E S T I G A C I O N E S
El estudio del color se plantea como un elemento formal cuya presencia influye en la
aceptacin o el rechazo de la comunicacin escrita. El conocimiento de estas preferencias permite realizar diseos ms atractivos que enganchen a los jvenes. Existe cierto consenso sobre que el uso de color es un valor aadido en la estrategia comunicacional pero la seleccin de los tonos ms adecuados es una tarea que se delega en los
diseadores y que obedece ms a la intuicin que al estudio. Esta investigacin, que
forma parte de una tesis doctoral sobre la gestin del color en los medios de comunicacin impresos, se centra en las preferencias y el rechazo que manifiestan los jvenes
en el uso del color.
This colour research is set out as a formal element whose presence influences the
acceptance or rejection of written communication. The awareness of these preferences allow us to lay out more attractive designs to catch young people. There is a certain consensus about the fact that the use of colour is an added value in the communicative strategy, but the tone selection is a task which is delegated to the designers and
is more the result of intuition rather than study. This research which is part of a doctoral thesis on the management of colour in the print media, is about the preferences
and rejection that young people show in the use of colour.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Color, jvenes, diseo, mensaje, comunicacin.
Colour, young people, design, message, communication.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 111-116
112
social; y no se olvida su carcter informativo y su conexin con la realidad pero adems ofrecen un alto componente ldico, una mezcla de informacin y entretenimiento. Los medios de comunicacin que se dirigen
al segmento de poblacin ms joven eligen diseos
ligeros cuyo principal atractivo suele ser el color. El
poder de atraccin que ste ejerce, sobre todo ciertos
tonos1 que se consideran modernos, se convierte en
un elemento esencial que inunda literalmente la comunicacin escrita.
1. La generacin X e Y
La delimitacin temporal de la palabra juventud es
sumamente imprecisa en la organizacin social actual.
Si etimolgicamente debe entenderse como la edad
que media entre la niez y la edad adulta, no se establece claramente una fecha de comienzo y fin. Hoy en
da las expectativas de vida han aumentado tanto que
el concepto de juventud se aplica a edades que hace
tan slo tres o cuatro dcadas estaban consideradas
como edad adulta y, pocos aos antes, hasta senil.
En este estudio, para acotar el concepto de juventud, se utiliza como referencia las edades comprendidas entre los dieciocho y los treinta aos. Los dieciocho marcan la mayora de edad y los treinta marcan su
independencia del hogar paterno. Por debajo de ese
lmite se consideran adolescentes y por encima adultos.
A estos jvenes se les ha llamado comnmente generacin X y generacin Y. Situadas cronolgicamente, aunque con unos lmites muy difusos, la generacin X se refiere al grupo de mayor edad mientras
que la generacin Y hace referencia a los ms jvenes. Cada una de estas dos generaciones presenta hbitos de consumo muy similares aunque esta ltima (la
generacin Y) se ha caracterizado por una utilizacin
masiva y generalizada de Internet, correo electrnico y
telefona mvil.
La llamada generacin Y, o millenials segn
un informe de Mediabriefing (2003) ha logrado superar las dificultades que en su momento plantearon la
generacin X o del baby boom, que ya entonces
eran inslitas. Esta nueva generacin presenta unos
hbitos de consumo marcados principalmente por la
utilizacin masiva del telfono mvil e Internet como
medios primarios de informacin.
Las compaas de investigacin de mercados dedican una parte importante de sus recursos a definir y
analizar las caractersticas socioculturales de los jvenes y son abundantes los estudios de mercado sobre
esta porcin de la audiencia. La confianza que los
jvenes depositan en los medios es escasa y no mani-
fiestan preferencias por un canal de informacin concreto. Segn el informe de Mediabriefing (2003), los
jvenes, sobre todo los pertenecientes a la generacin
Y, se fan de sus iguales ms que de nadie cuando
buscan ayuda. Adems, se trata de adolescentes que
no muestran preferencia por un canal en concreto,
que se sienten cmodos con todos los medios y que
estn abiertos a recibir contenidos de canales no convencionales como Internet o los mviles.
En referencia al mercado norteamericano, el
mismo informe seala que 2003 se caracteriz por ser
el primer ao en el que el uso de Internet sobrepas al
de la televisin entre los jvenes consumidores. Esta
tendencia probablemente continuar, lo que obligar a
la industria del marketing a cambiar su forma de comunicar para acercarse con xito a las generaciones ms
jvenes.
Nos encontramos, segn un estudio del Grupo de
Investigacin en Comunicacin Efectiva (GRICE) de
la Universidad de Navarra, ante un pblico interesante y diferenciado. En palabras de Bringue (2004) se
trata de individuos familiarizados con las nuevas tecnologas, personas que adquieren productos y servicios hoy, y presentan actitudes que pueden influir en
la adquisicin de productos y servicios en el futuro.
Este autor analiza los datos de GRICE y seala que los
jvenes parecen claramente enfocados hacia el ocio y
el entretenimiento y son particularmente escpticos
ante la comunicacin comercial en medios convencionales. Y eso sucede a pesar de que la comunicacin
comercial presenta casi siempre la juventud como el
paradigma al que hay que aspirar. La orientacin hacia
el entretenimiento tiene consecuencias psicolgicas y
sociales: los jvenes tienden a acudir a los medios donde el pensamiento y la reflexin son menos necesarios,
lo que debe hacer pensar a educadores, medios, anunciantes y agencias.
2. Metodologa e hiptesis de trabajo
Los jvenes de hoy desean obtener informacin
tan pronto como sea posible y no lucharn contra pginas inaccesibles ni sistemas de navegacin pobres.
En este sentido cabe sealar que el color es uno de los
sistemas de codificacin ms rpidos que permite moverse fcilmente por cualquier tipo de comunicacin
escrita. Bien utilizado, mantiene su poder de captacin
y se convierte en un claro instrumento para dirigir la
lectura.
Desde este punto de vista, la hiptesis que se plantea para esta investigacin es la siguiente:
La comunicacin dirigida a los jvenes debe utilizar preferentemente ciertos tonos de color, con una
saturacin y brillo determinados. Una eleccin desamanifiesta que la actitud del individuo frente al color
certada puede producir rechazo y la comunicacin
se modifica por influencias del medio, educacin, temque se pretende establecer resultar escasamente
peramento, etc. En los pueblos primitivos y en los niefectiva.
os existe una marcada preferencia por los colores
Apoyados en esta hiptesis, se pretende buscar
puros y brillantes. Los campesinos adornan sus trajes
una respuesta para algunos interrogantes que se conde fiesta con colores ricos y las personas de vida retravierten en el objetivo de esta investigacin:
da y montona tambin manifiestan su gusto hacia
Qu colores deben usarse en el diseo de la
ellos.
comunicacin escrita dirigida a los jvenes?
La seleccin del color se plantea como un ele Una vez delimitados los colores preferidos, qu
mento sociocultural y sus preferencias varan con la
intensidad de color (saturacin y brillo) se acepta maedad, la formacin y el entorno social. Los colores eleyoritariamente?
gidos han variado histrica y geogrficamente lo mis Qu colores producen ms rechazo entre los
mo que las costumbres, la esttica o la moda.
miembros de este grupo de poblacin?
Entre los estudios previos hay que citar uno de
La recogida de datos se ha realizado a travs de
Eysenck que, segn resea Hayten (1967), fue realiuna encuesta con las siguientes caractersticas tcnicas:
zado sobre ms de veinte mil consultados de todas las
Universo: 130 individuos de 18 a 30 aos, resiedades. Los resultados de este estudio sitan las prefedentes en la provincia de Madrid.
rencias de color por este orden: azul, rojo, verde, vio Diseo de la muestra:
leta y naranja y amarillo en igualdad de proporcin. En
Sexo: 91 mujeres y 39 hombres.
los resultados de Eysenck, el orden de los cuatro pri Formacin: 27 han realizado estudios de licenciatura y
se encuentran realizando un
La orientacin hacia el entretenimiento tiene consecuencias
segundo ciclo, 92 realizan actualmente estudios de licenciapsicolgicas y sociales: los jvenes tienden a acudir a los
tura y 10 manifiestan otros esmedios donde el pensamiento y la reflexin son menos
tudios.
Hbitat: 63 viven en ciunecesarios, lo que debe hacer pensar a educadores,
dades >500.000 habitantes,
medios, anunciantes y agencias.
62 en ciudades <500.000 habitantes y 5 no declaran tipo
de hbitat.
Trabajo de campo: Seleccin de las unidades muestrales: tres grupos de
meros fue el mismo en hombres y mujeres, pero mienalumnos, estudiantes de licenciatura en la Universidad
tras aqullos eligieron el naranja en quinto lugar y el
Carlos III de Madrid, con sede en Getafe (Madrid).
amarillo en sexto, las mujeres antepusieron este ltimo
Los grupos seleccionados pertenecen a la rama de
color al naranja.
Humanidades, licenciatura de segundo ciclo de PeLa segunda de las referencias que cita Hayten
riodismo y estudiantes de primer ciclo de Periodismo y
(1967) fue realizada en la Universidad de Columbia y
Comunicacin Audiovisual.
ofrece unos resultados muy similares a los del profesor
Fechas de realizacin: Entre el 28 de octubre de
Eysenck, manifestando un cambio de orden preferen2003 y el 16 de febrero de 2004.
te entre el violeta y el verde pero resultados similares
El cuestionario utilizado en la recogida de datos ha
entre las preferencias. Se citan como preferencias de
sido elaborado de forma expresa para esta investigalos adultos del sexo masculino el azul, el rojo, el violecin. Los tems formulados han sido de dos tipos: ceta, el verde, el naranja, el blanco y el amarillo. Entre
rrados (con tres o cuatro respuestas posibles para el
las del sexo femenino el rojo, el violeta, el verde, el
test visual) y abiertos (con la posibilidad de anotar los
azul, el naranja, el blanco y el amarillo. Los jvenes
resultados sin ninguna gua ni sugerencia).
determinaron sus preferencias por los colores clidos y
las personas de edad madura por los fros.
3. Estudios sobre el color
Una tercera referencia en el libro de Hayten
La preparacin de la investigacin tiene su origen
(1967) nos remite a los estudios de Gale que se orienen los estudios de Peter Hayten (1967) en los que
tan hacia un pblico adulto e infantil. La seleccin de
Investigaciones
113
114
ciones demuestran unas preferencias bastante diversificadas respecto al verde. Las mujeres prefieren tonos
verdes ms saturados que los hombres pero a medida
que aumentan la edad y la formacin las preferencias
aparecen muy difuminadas entre distintas opciones. Se
prefiere el verde oscuro (60% brillo) frente al tono chilln. Los que viven en ciudades ms grandes prefieren
un verde ms brillante que los que viven en ciudades
ms pequeas.
Amarillo: El amarillo vivo (saturado al 100%)
gusta mucho ms a los hombres que a las mujeres.
stas prefieren un tono mucho ms apagado (saturacin 47%). La edad y el hbitat condicionan tambin
estas preferencias: a mayor edad y menor hbitat
(<500.000 habitantes), mayor saturacin. El amarillo
ms brillante es elegido mayoritariamente por los jvenes en todas las variables estudiadas. La segunda
muestra de color (amarillo al 80% de brillo) gusta a la
cuarta parte de los jvenes pero a partir de ah la aceptacin decrece a niveles mnimos. El color oro y los
amarillos ms oscuros producen mucho rechazo entre
los jvenes.
4.3. Colores rechazados
Frente a las preferencias del color aparecen las
repulsas: una reaccin emotiva que produce un rechazo a ciertos matices. En orden decreciente, la lista de
los colores rechazados es la siguiente: marrn (65), rosa (50), amarillo (42), gris (37), naranja (34), verde
(20), violeta (16), morado (15), rojo (13) y empatados
a puntos en el dcimo lugar aparece el beige (11), fucsia (11), granate (11) y negro (11).
4.3.1. Colores rechazados por variables
Colores rechazados por jvenes del sexo femenino: marrn (52), amarillo (28), gris (28), rosa (27),
naranja (27), verde (16), morado (12), rojo (11), beige
(9) y negro (8).
Colores rechazados por jvenes del sexo masculino: rosa (23), amarillo (14), marrn (13), violeta
(10), gris (9), naranja (7), fucsia (5), granate (5), verde
(4) y azul celeste (4).
Colores rechazados por jvenes de hbitats
>500.000 habitantes: marrn (17), gris (16), amarillo
(11), rosa (10), naranja (10), morado (8), violeta (6),
verde (6), granate (6) y beige (5).
Colores rechazados por jvenes de hbitats
<500.000 habitantes: marrn (48), rosa (40), amarillo
(31), naranja (24), gris (14), violeta (10), rojo (10),
negro (8) y morado (7).
Colores rechazados por jvenes licenciados:
marrn (21), rosa (18), amarillo (16), naranja (16), gris
Investigaciones
115
116
(8), violeta (6), negro (6), verde (5), morado (5) y fucsia (5).
Colores rechazados por jvenes estudiantes de
licenciatura: marrn (44), rosa (32), gris (29), amarillo
(26), naranja (18), verde (15), rojo (11), violeta (10),
morado (10) y beige (9).
Colores que los encuestados anotaron en primer
lugar a la hora de elaborar la lista de los tonos rechazados: rosa (29), marrn (24), amarillo (15), naranja
(10), gris (9), verde (8), rojo (4), azul (3), morado (3)
y violeta (3).
4.3.2. Anotaciones a los colores rechazados
El marrn, el rosa y el amarillo ocupan los tres
primeros lugares entre los colores peor aceptados.
Las mujeres rechazan menos el rosa que los
hombres. stos lo colocan en el primer lugar de sus repulsas y aquellas lo sitan en el cuarto.
El marrn, que figura como el peor aceptado
entre las mujeres, es mejor aceptado por los hombres.
Para stos ocupa el tercer lugar.
El gris figura como poco aceptado por la mayora de los encuestados que, sin embargo, mostraron
gran atraccin por el blanco y el negro. Al aumentar la
formacin (entre licenciados) se reduce el rechazo.
En las ciudades de menos de 500.000 habitantes, el rosa produce menos rechazo que entre los que
habitan en ciudades ms grandes.
5. Conclusiones
El azul, con una saturacin y brillo del 40%, es
el tono preferido por los jvenes. Se trata de un tono
de uso generalizado (entre el color del cielo y el mar)
en todos los medios de comunicacin.
El rojo, con una saturacin alta y el mximo brillo, se sita en el segundo lugar de las preferencias
pero a muy escasa distancia del azul.
Las mujeres jvenes eligen en primer lugar y de
forma mayoritaria el azul, mientras que los hombres se
inclinan por el rojo.
El negro puro es aceptado ampliamente y cuando
se opta por rebajarlo, el mejor valorado es el gris claro.
El marrn, el amarillo, el gris (oscuro) y el rosa
son los colores peor aceptados y su presencia provoca
un rechazo mayoritario entre los jvenes.
Notas
confunde con el nombre del color en cuestin y se refiere a la longitud de onda de la luz reflejada o emitida por un objeto. Para medir
el tono se usa la rueda de color donde los tres colores primarios y
secundarios se disponen en una circunferencia equidistante y alterna de modo que cada color se ubica en el polo opuesto de la circunferencia que ocupa su complementario. En este sistema o modo
de color el tono se mide en grados de 0 a 360 segn su posicin
en la rueda de color. Un tono es ms clido cuando se acerca al rojo
amarillento y ms fro segn se acerca al rojo azulado.
2 Los nmeros que figuran entre parntesis hacen referencia al nmero de respuestas coincidentes.
3 La saturacin o croma de un color hace referencia a la mezcla de
colores entre s y que supone la interferencia de las ondas con otras
de diferentes frecuencias. Una saturacin alta indica que apreciamos el color en toda su pureza, limpio de interferencias. Una menor
saturacin indica que el color tiene mezcla con otros colores con los
que interfiere. Cuando las ondas de todos los colores se perciben
con igual valor, el matiz no se diferencia y se visualiza exclusivamente el color blanco. La saturacin se mide en porcentajes de 0 a 100%
(saturacin mxima). El color es ms puro segn aumenta su saturacin, y turbio segn la reduce.
El brillo (tambin llamado valor) hace referencia a la intensidad
lumnica o luminosidad que percibimos a travs de una frecuencia
de onda luminosa concreta. Una luminosidad alta hace que el color
se aprecie ms vibrante e intenso, una media nos indica que el color
se apaga hacia negro y una luminosidad cero se percibe como negro. La luminosidad o brillo se mide tambin en porcentajes de 0 a
100% (brillo mximo). El color es claro segn reduce su brillo y ms
oscuro cuando lo aumenta.
4 La saturacin y el brillo de un color, utilizando como base un programa de edicin fotogrfica como Adobe Photoshop, se presentan
en una escala de 0 a 100. Para realizar cinco variaciones con incrementos proporcionales basta con incrementar o reducir en 20 puntos el valor anterior y as se completa una muestra de todo el espectro.
Referencias
ALBERS, J. (1979): La interaccin del color. Madrid, Alianza.
BERMEJO, S. (1980): Cdigo forma/color. Madrid, Oriens.
BRINGU, X. y PREZ-LATRE, F.J. (2004): Comunicacin efectiva en circunstancias difciles: el pblico entre 14 y 19 aos. Grupo
de Investigacin en Comunicacin Efectiva (GRICE), Universidad
de Navarra. Facultad de Comunicacin (www.unav.es/grice/texto/jovenes.html).
FERRER, E. (1999): Los lenguajes del color. Mxico D.F., Instituto
Nacional de Bellas Artes. Fondo de Cultura Econmica.
HAYTEN, P.J. (1967): El color en la publicidad y artes grficas.
De la serie Color en todo. Barcelona, Leda.
MEDIABRIEFING (2003): Generacin Y: consumidores habituales, receptivos a las tecnologas (http://iblnews.com/news/noticia.php3?id=90521).
MIRZOEFF, N. (2003): Una introduccin a la cultura visual. Barcelona, Paids.
N, J. (1996): Color y comunicacin: la estrategia del color en el
diseo editorial. Salamanca, Universidad Pontificia de Salamanca.
VOLFGANG VON GOETHE, J. (1999): Teora de los colores.
Valencia, Colegio Oficial de Arquitectos tcnicos de Murcia.
I N V E S T I G A C I O N E S
No Congresso Iberoamericano de Comunicacin y Educacin, ocorrido na Universidad de Huelva, em outubro de 2003 procedemos
apresentao de um novo produto cultural, o telepsicodrama. Sua produo resulta de um trabalho de pesquisa, na qual, articulando as idias de Moreno com
os atuais recursos das tecnologias de vdeo e televisuais, o relacionamos com o Conhecimento e com a
Educao, na modalidade escolarizada e na modalidade de socializao. Neste artigo nos deteremos nas relaes especficas entre telepsicodrama e educao escolar, que vimos construindo na 2 parte da pesquisa,
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 117-123
118
Investigaciones
119
na
120
televisual de produtos que so alvos de algum controle legal, como por exemplo, remdios. A expresso
corporal de modo geral utilizada para enaltecer o
mal estar que conduz ao uso do medicamento e o bem
estar da resultante. Todavia para a advertncia, em
atendimento exigncia legal, de que o uso do remdio auto-administrado pode ter resultados perversos,
ou mesmo no ter resultados, a televiso serve-se da
linguagem escrita apresentada em um fundo de tela
neutro: Ao persistirem os sintomas um mdico dever ser consultado.
Problematizemos essa situao. Por que no usar a
linguagem escrita para a apresentao do remdio e a
linguagem corporal para a advertncia? E nos depararmos ento com o poder sedutor da imagem que, se utilizada na apresentao da advertncia poderia levar o
receptor a concluir: j que o remdio pode no dar o
resultado esperado e/ou at acrescentar outros inconvenientes, ento melhor mesmo j partir inicialmente para
consultar um mdico. E a teleO mais importante nessa metodologia comunicacional de
viso deixaria assim de vender
o produto e o comportamento
ensino no um resultado imediato pretendido e pr-fixado
consumista. Pois que, acima de
pelo professor, mas a oportunidade criada na escola da
tudo ela vendedora de atituvivncia de um processo em que os alunos lidaro com
des e comportamentos.
Uma atitude menos alerta,
conhecimentos diversos sobre o tema, dentre eles os
diante do texto televisual pode
cientificamente produzidos, de maneira a poder vir a
levar seguinte indagao: Como a TV vendedora de
reelaborar significados...
atitudes e comportamentos se
no estou pagando nada por
eles, mas apenas pelos produdo o que muito evidente nos comerciais. Quando se
tos que eu decidir comprar?. O telespectador paga
trata, por exemplo, de propaganda de carros ou de
realmente pelos produtos. Quem paga pela venda do
utenslios eletrodomsticos ou de cosmticos, sua
comportamento ou da atitude consumista o produtor
apresentao acompanhada de um discurso falado
e/ou o comerciante do produto, que ao financiar o
do apresentador que enaltece as propriedades que
anncio, ou a merchandise inserida em outros progradevem torn-los plenamente desejveis, a despeito do
mas, est comprando o comportamento do telespectapreo apresentado para o produto, ou da real necessidor.
dade dele para o telespectador.
Diferente deste uso da linguagem imagtica, corJ quando se trata, por exemplo, de um texto de
poral, oral, simblica ou escrita o telepsicodrama se
telenovela, a linguagem simblica construda por meio
apresenta como uma nova alternativa de programa
de recurso tcnico de tomadas de cena, jogos de luz e
televisual. Comprometido com o trabalho com quessom, compondo ambientes de tipo agradvel, bonito,
tes emergentes da sociedade atual, cuja maior comsedutor ou repugnante, conforme a reao de acolhipreenso e conhecimento se faz urgente para a qualimento ou repulsa, desejada, seja para um comportaficao da vida de seu pblico alvo, exige para sua
mento apresentado ou para os inmeros objetos de
produo a atuao de profissionais com formao
merchandise, o recurso acionado para conduzir a
cientifica a respeito do comportamento humano, psiapreenso da mensagem pelo telespectador.
codramatistas e educadores, alm de profissionais de
A manipulao no uso das linguagens oral, corpovdeo e de TV. O recurso imagem corporal e ao
ral, simblica fica evidente tambm em propaganda
drama tem por meta dar visibilidade a sentimentos,
pensamentos, estados subjetivos, ou seja, tornar visvel fenmenos do mundo invisvel, por meio da
criao espontnea.
Como j consideramos anteriormente a imagem
que representa o mundo visvel polissmica. O
mundo subjetivo representado corporalmente e dramaticamente no psicodrama uma imagem nova, no
existente no mundo visvel at ento. Quando corporificada, carregada de um significado simblico
contido nas posies, nos gestos, nas expresses peculiares quela dramatizao, que seu criador vai revelando com o auxlio do psicodramatista.
Essa revelao obtida por intermdio do uso da
palavra oral, pela interlocuo do diretor telepsicodramtico com o protagonista criador da imagem. A linguagem oral utilizada como ferramenta no trabalho
de esclarecer idias e sentimentos que se expressam
nas imagens corporais e na dinmica da ao dramtica. Isto porque a imagem ou cone um signo que, por
si s, s pode ser identificado pelo receptor quando
ela representa algo que j do conhecimento deste
receptor. De nada valeria exibir a imagem de um cachorro para povos em cuja fauna esse animal no existisse, com a pretenso de que o identificassem, sem
qualquer explicao, no momento mesmo dessa comunicao. Neste sentido a imagem corporal e a linguagem corporal so recursos conservadores, uma vez
que desacompanhados de outra linguagem s podem
comunicar o que j conhecido do receptor.
J a palavra, oral ou escrita, pode revelar situaes, fenmenos, objetos e seres desconhecidos do receptor, por encaminhar um discurso lgico que permite ao receptor ir construindo em sua mente o fenmeno descrito. Mas, embora no exija o conhecimento
prvio do fenmeno a que se refere, tambm no garante o seu conhecimento, tal como .
Tem-se ento que o signo verbal, oral ou escrito,
um signo com potencial revelador, no sentido de que
pode permitir construes mentais por parte do receptor que o aproximem do conhecimento do novo, do
desconhecido.
O uso da linguagem oral na linguagem televisual
vem ocorrendo no sentido de explorar o potencial conservador da imagem, encaminhando o receptor para
um dos seus sentidos.
J o uso que feito da linguagem oral na linguagem telepsicodramtica ocorre no sentido de explorar
o potencial revelador da imagem na busca do sentido
peculiar atribudo pelo criador sua imagem, no s
na perspectiva do criador, mas na dos diferentes participantes do grupo telepsicodramtico.
Um programa televisual se fecha em torno de uma
Investigaciones
121
122
to escrito pode ganhar outro significado, nesta conduta didtica comunicacional, para esclarecer pontos
que, levantados pelo texto imagtico ou a partir dele,
nele no encontrem maiores e melhores esclarecimentos.
No texto Resgatando a vida no psicodrama da
AIDS conceitos como vida, morte, sade, doena,
amizade so outras possibilidades de explorao didtica que se apresentam alm do tema princial e que
faro sentido ao longo do processo, na dependncia
das diferentes leituras que os diferentes alunos fizerem, devido j aludida polissemia dos textos.
Mas aqui preciso estar alerta para o fato de que
estamos educados pela socializao televisual a nos
comportarmos diante de textos imagticos de maneira
contemplativa e no indagadora.
Ento ser preciso que o professor encaminhe a
nova conduta aps levantar e acolher comentrios dos
alunos, em seguida exposio do mesmo, e, orientado por esses comentrios, problematize aspectos do
texto imagtico, apresentando perguntas como por
exemplo: O que voc pensa sobre a afirmao feita
por Neto:
Agora o vrus meu amigo e assim eu vou domin-lo.
Um amigo para ser dominado?.
Ou ainda sobre o depoimento: fui contaminada pela AIDS ao ser concebida por minha me.
Esta a nica maneira de se adquirir essa doena?.
Ou mesmo sobre a afirmao: S aceite a
morte quando ela for natural e inevitvel.
O que morte natural e inevitvel?.
Ao fazer isto junto a seus alunos estar inaugurando uma conduta de reflexo frente aos textos imagticos, que aproveitar de maneira crtico-construtiva a
seduo de que estes textos so portadores, para a
construo de conhecimentos novos, para ampliao
dos pr-existentes, para a qualificao da vida de nossos jovens e da programao de TV para jovens.
Notas
1 Ver a respeito; Penteado, Helosa D. (2002): Comunicao escolar: uma metodologia de ensino. So Paulo, Salesiana.
Investigaciones
123
124
I N V E S T I G A C I O N E S
Entendiendo que los productos culturales dirigidos a los nios son transmisores de
representaciones sociales y reproducen esquemas especficos de actitudes y comportamientos, este artculo aborda la temtica de la construccin de los gneros a partir de
mensajes especficos en producciones cinematogrficas infantiles. Se analiza aqu, en
torno al tema planteado, el film animado de 1991 de la compaa Disney La bella y la
bestia.
Understanding that cultural products for children transmit social representations and
reproduce specific outlines of attitudes and behaviours, this paper focuses on the gender construction based on specific messages in childrens films. We analyze here, the
1991 Disneys Company cartoon film The Beauty and the best.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Discurso, socializacin, medios, cine, infantil, gnero.
Discourse, socialization, media, film, children, gender.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 125-130
126
tidad de material cultural y meditico que transmite representaciones sociales tendentes a reforzar esquemas
de comportamiento socialmente aceptados. En lo que
respecta a la construccin de las identidades de gnero, es posible hallar en buena parte de los mensajes
transmitidos por los medios, elementos que contribuyen a la reproduccin de esquemas de pensamiento y
comportamiento que se definen como legtimos y que
son diferenciados para mujeres y varones.
El presente escrito tiene como finalidad llevar a
cabo una lectura del film infantil animado La bella y
la bestia producido por la compaa Disney. Nuestro
objetivo es analizar el modo en que aparecen representadas las normas de gnero, tanto femeninas como
masculinas, por lo que el acento en el anlisis fue
puesto fundamentalmente en lo relativo a las caractersticas, prcticas y roles de los personajes, varones y
mujeres, con el fin de identificar y analizar elementos
simblicos que apunten a la definicin de las normativas que rigen las prcticas segn el gnero.
Para llevar adelante este trabajo, hemos tomado
referentes tericos del rea de la comunicacin, el
anlisis del discurso y la sociologa. En cuanto al tratamiento de la figura del personaje y como herramienta
especfica de anlisis del discurso se utilizaron algunos
de los desarrollos del semilogo P. Hamon (1977).
Especficamente, en relacin con la construccin
simblica de los gneros, entendemos aqu importante
analizar nociones sobre el modo en que los discursos
reproducen todo un conjunto de normas y diferencias
que tienden a reforzar representaciones y modelos
socioculturales vigentes. Modelos y representaciones
que se encuentran incorporados a los agentes sociales,
varones y mujeres, como estructuras internas muy especficas que se reproducen a travs de aprendizajes
relacionados con experiencias vinculadas a espacios
sociales diferenciados.
1. Desarrollo
En su trabajo analtico sobre historietas infantiles,
Ariel Dorfman y Armand Mattelart (2002: 37) sostienen que los nios han sido gestados por una literatura
infantil y por las representaciones colectivas que la
producen. En estas historias, se promueven situaciones de dominacin donde se manifiestan diferencias
de gnero y, adems, raciales y econmicas. Y es a
partir de estas distinciones que los nios se encuentran
en la situacin de reproducir los esquemas que reciben, con la finalidad de ser integrados socialmente. En
relacin con las representaciones sobre el gnero, los
autores expresan que, pese a las protestas de los defensores de Disney, hay un modelo implcito de ense-
Investigaciones
127
128
Referencias
BOURDIEU, P. (2000): La dominacin masculina. Barcelona, Anagrama.
BOURDIEU, P. y WAQCUANT, L. (1995): Respuestas: por una
antropologa reflexiva. Mxico, Grijalbo.
BYRNE, E. y MCQUILLAN, M. (1999): Deconstructing Disney.
London, Pluto Press.
CONWAY, J.; BOURQUE, S. y SCOTT, J. (1998): El concepto de gnero, en NAVARRO, M. y STIMPSON, C. (Comps.):
(1998): Qu son los estudios de mujeres? Buenos Aires, FCE.
CHARAUDEAU, P. (2003): El discurso de la informacin. Barcelona, Gedisa.
DALMASSO, M.T. (2000): Figuras de mujeres, gnero y discurso
social. Crdoba, CEA.
DORFMAN A. y MATTELART, A. (2002): Para leer al Pato Donald. Buenos Aires, Siglo XXI.
GIROUX, H.A. (1999): The mouse that Roared: Disney and the
end of innocence. New York, Rowman and Littlefield Publishers.
HAMON, P. (1977): Para un estatuto semiolgico del personaje,
Investigaciones
129
130
nes n
o
i
lex
ac
Ref el but
de
des
I N V E S T I G A C I O N E S
Mariano Segura
Madrid
Televisin y telespectadores:
la movilizacin de la sociedad civil
Televisin and viewers: the civil society is changing
A travs de este artculo el autor quiere dar a conocer algunas de las estrategias, actividades y programas que, desde en Centro Nacional de Informacin y Comunicacin
Educativa (CNICE) se estn llevando acabo en nuestro pas, con el objetivo de educar
para obtener lo que denomina espectadores responsables y, ya en un contexto ms
amplio, ser capaces de formar a los usuarios para que sean crticos con los medios de
comunicacin de masas.
The author reflects about the relevance of media education for nowadays citizens. He
thinks that Primary and Secondary school have to be the place for that relevant education, trying to make the youngters creative receivers of the media. From this point of
view, the paper goes on making a revision of the instruments developed by the CNICE
in order to make it possible.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Educacin en los medios, usuarios crticos, espectadores responsables.
Citizenship, media education, school, television.
Mariano Segura es el Director del Centro Nacional de Informacin y Comunicacin Educativa (CNICE) del Ministerio de
Educacin de Espaa en Madrid (dcug0004@ficus.pntic.mec.es).
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 131-135
132
www.cnice.mec.es
Formar desde una edad temprana para saber
apreciar la calidad de los contenidos audiovisuales, sobre todo los transmitidos por los servicios de televisin,
debe ser uno de los objetivos destacados de la educacin. Las medidas regulatorias y autorregulatorias, necesarias como son, no acaban de ser enteramente eficaces cuando los ciudadanos no estn formados e informados. Por ello, el CNICE tiene abiertas diferentes
lneas de trabajo en la formacin en los medios y la
comunicacin audiovisual:
Creacin de materiales y recursos educativos.
Desarrollo de cursos de formacin del profesorado y personas adultas.
Investigacin y documentacin.
Servicios educativos audiovisuales.
Acuerdos con otras instituciones.
Antes de presentar con ms detalle nuestras actuaciones en estos cinco campos, conviene analizar
cul es la presencia de la educacin en los medios
en los currculos actuales, puesto que el diseo curricular ofrece un marco de intervencin, claro est, en
un nivel de generalidad muy amplio que siempre requiere concreciones progresivas hasta llegar a las actividades de aula.
Cul es la situacin actual de la enseanza para
los medios y la comunicacin audiovisual en el currculo? La realidad es que la incorporacin al currculo en vigor de contenidos de comunicacin audiovisual
en el rea de lengua espaola en educacin primaria y
secundaria obligatoria no ha capacitado hasta ahora a
nuestros alumnos para conocer y analizar crticamente
textos audiovisuales, con honrosas excepciones.
Nuestros alumnos acaban su educacin obligatoria sin
haber adquirido competencias comunicativas audiovisuales. Y esta incapacidad
de anlisis y recepcin crtica de los mensajes es, entre otras muchas, una de las
razones de su indefensin ante los contenidos y valores transmitidos por la televisin. Tampoco el carcter optativo de
asignaturas de comunicacin audiovisual,
como las ofertadas actualmente en educacin secundaria, ha constituido una solucin idnea para que una formacin de
carcter tan bsico se garantice a la totalidad de los jvenes.
Iniciado el debate sobre el futuro de
la educacin en Espaa, satisface saber
que se ha dado un primer paso para
garantizar la formacin en comunicacin
audiovisual. El proyecto de Ley Orgnica de Educacin, propone en el art. 19, principios pedaggicos de
la educacin primaria, que sin perjuicio de su tratamiento especfico en algunas de las reas de la etapa,
la comprensin lectora, la expresin oral y escrita, la
comunicacin audiovisual, las tecnologas de la informacin y la comunicacin y la educacin en valores se
trabajarn en todas las reas.
Para educacin secundaria obligatoria, el proyecto
de ley incorpora, segn los art. 24 y 25, que, independientemente de su tratamiento en algunas materias de
la etapa, la comunicacin audiovisual se trabajar en
todas las reas. Con esta propuesta se ha diseado un
marco futuro de actuacin para el sistema educativo.
Veamos ahora cules son los resultados de las lneas de trabajo del CNICE a las que antes hice referencia. Sus resultados son el presente y aportan, aqu y
ahora, a todos los interesados en la formacin de nuestros nios y jvenes, algunos recursos para iniciar o
reforzar la preparacin de stos como usuarios de los
medios.
Qu iniciativas estn en marcha en estos momentos, impulsadas por el MEC a travs del CNICE, para
ir dando satisfaccin a las demandas sociales de formacin del alumnado para la comunicacin audiovisual, a travs de la creacin de materiales y recursos
didcticos?
En primer lugar, en el plan Internet en el aula,
en el que participan nuestro Ministerio, el de Industria,
Turismo y Comercio, la empresa pblica Red.es y las
Comunidades Autnomas, se est llevando a cabo la
produccin de contenidos digitales para apoyar los
procesos de enseanza y aprendizaje. Estos materiales, con distintos niveles de interactividad, aportan recursos para tres tipos de usuarios: alumnado, profesorado y pblico, con informacin, en este ltimo caso,
de inters para las familias. Se caracterizan por ser utilizables en cualquier sistema operativo con los visualizadores de pginas web ms difundidos. Por ello, son
accesibles desde la escuela, desde casa, desde cualquier entorno donde haya una mquina con acceso a
Internet. Con innumerables actividades de autoevaluacin, stas se corrigen en lnea para aportar retroalimentacin al alumno y afianzar el proceso de aprendizaje.
Para enseanza secundaria, el MEC ofrece a la
comunidad educativa la web Media (http://recursos.cnice.mec.es/media/), con el desarrollo de contenidos curriculares pertenecientes a los aspectos ms
relevantes del mundo de los medios de comunicacin
de masas, como televisin, radio, cine, prensa y publicidad. Se tratan cuestiones como el lenguaje de cada
medio y la produccin, procurando satisfacer la curiosidad del alumnado de ESO y Bachillerato, as como
informacin acerca de las titulaciones profesionales y
universitarias que mayor demanda presentan en el
campo de los medios de comunicacin.
http://recursos.cnice.mec.es/media/
Para educacin primaria, el CNICE y las Comunidades Autnomas estn desarrollando conjunta-
mente la web Mekos, Integracin de medios de comunicacin social. Los contenidos de este material de
apoyo se organizan en torno a los distintos medios, Internet y tecnologas de la informacin y la comunicacin. Intentan traducir los temas vinculados con los
medios de comunicacin social en un instrumento para que nios y nias desarrollen su capacidad crtica
ante los contenidos que proyectan los medios y aprendan a crear los suyos propios, con herramientas similares, en la vida cotidiana. La web estar accesible a
partir de enero de 2006.
Adems de estas iniciativas desarrolladas en Internet en el Aula, el CNICE est implementando para la educacin primaria y primer ciclo de educacin
secundaria, el multimedia Canal Media, con un grupo de profesores y expertos en comunicacin audiovisual de Catalua. Es un proyecto pedaggico que
ofrece en lnea actividades de anlisis y creacin de
contenidos mediticos, as como canales de dilogo
con los profesionales del sector de la comunicacin.
Hemos iniciado el proyecto con el anlisis de la publicidad en televisin. Est en fase de produccin.
Adems, el CNICE constituy un grupo de trabajo de expertos e investigadores de los medios de comunicacin audiovisual, con el fin de disear y producir
una serie de programas audiovisuales, optando por un
formato poco frecuente en la produccin de la televisin educativa como la comedia. Dichos programas,
integrados en un paquete multimedia de recursos didcticos, podrn ser utilizados en el aula, en el mbito
de las materias y contenidos vinculados con los medios
de comunicacin, que forman parte del currculo de la
educacin secundaria.
Hasta la fecha, de esta serie de televisin sobre
educacin en medios audiovisuales titulada Mirar y ver, se ha producido el
programa piloto, La publicidad. En fase de produccin, se encuentran otros
dos captulos: Los informativos de televisin y Tele realidad: la intimidad como espectculo. En la segunda lnea de
trabajo, referida a la formacin de personas adultas y profesorado, ofrecemos las
siguientes oportunidades:
Cursos para personas adultas a travs de Aula Mentor (www.mentor.mec.es), sistema de formacin abierta,
libre y a distancia a travs de Internet,
promovido por el CNICE, en colaboracin con un
amplio nmero de instituciones (comunidades autnomas, centros de personas adultas, ayuntamientos,
ONG y ministerios iberoamericanos). Se ofertan dos
Investigaciones
133
134
cursos a distancia vinculados con los medios audiovisuales y en ellos se puede matricular quien lo desee en
cualquiera de las Aulas Mentor (en la web se puede
consultar la localizacin de las mismasporque se da la
opcin de matricularse en lnea):
www.mentor.mec.es
Televisin, con contenidos sobre el lenguaje
audiovisual, relacin entre imagen y realidad, lectura e
interpretacin de imgenes y la comunicacin audiovisual en la televisin.
La imagen en movimiento, que aborda el lenguaje audiovisual, el lenguaje cinematogrfico, y la
realizacin y el montaje de un producto audiovisual.
Cursos para profesores, que se dirigen a docentes de los centros educativos dependientes del MEC,
tanto en Espaa como en el exterior;
centros dependientes del Ministerio de
Defensa y del MEC, as como a las Comunidades Autnomas que, habiendo
establecido convenio con el Ministerio,
oferten anualmente los cursos a distancia
del CNICE en sus planes de formacin
del profesorado. Entre ellos, se imparte
el curso El cine: un recurso didctico,
(www.formacion.cnice.mec.es/formamos/cursos_f.php) destinado a los interesados en conocer el mundo de la imagen
y comprender de forma crtica las claves
del lenguaje audiovisual, en especial, el
cinematogrfico. El curso desarrolla aspectos histricos del cine y su lenguaje y constituye,
adems, un instrumento de apoyo en cualquier rea
curricular en la que quiera utilizarse el cine como
material complementario para la formacin. Peridicamente, ofrecemos estos cursos al profesorado de
http://ares.cnice.mec.es/informes/indice.htm
En el mbito de la oferta de servicios audiovisuales, hemos lanzado un proyecto para Ceuta y Melilla.
El Ministerio de Educacin y Ciencia gestiona de
Investigaciones
135
136
I N V E S T I G A C I O N E S
Este trabajo recoge una investigacin descriptiva acerca de la imagen de la mujer en los
comerciales venezolanos a travs del anlisis de los roles, estereotipos de gnero y
caractersticas fsicas. Arroja el predominio de la mujer sensual, el confinamiento de la
mujer al entorno domstico y la representacin de una mujer blanca, joven y de cabello oscuro.
This paper is a descriptive research about the women image in Venezuelan TV spots,
through the analysis of roles, gender stereotypes and physical features. They show the
predominance of sensual women, their reclusion in domestic environments and the
representation of white, young and brunette women.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Publicidad, comerciales televisivos, mujer, televisin, gnero, imagen femenina.
Advertising, TV spots, women, television, gender, women image.
Isabel Francis Velsquez de Len es asesora de investigacin en la Universidad Catlica Andrs Bello (Caracas) en
Venezuela y consultora de Coral Visin, Comunicaciones
Integradas (ysabelv@cantv.net).
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 137-141
138
Investigaciones
139
140
de la mujer representada con la realidad social venezolana, en la cual la mujer constituye parte fundamental de la fuerza productiva del pas (ver grfico 2: entorno fsico).
Predomina la mujer joven (18-35 aos). La mujer
mayor de 55 aos desempea fundamentalmente el
rol de abuela y la madura es muy poco representada.
Lo cual puede interpretarse como parte de la tendencia anti-edad descrita por Lipovetsky (1999) como
signo de la postmodernidad.
Fsicamente, la fmina representada es: delgada,
blanca, de ojos y cabello oscuro (marrn o negro), lacio y largo; de labios gruesos y nariz perfilada; todas
ellas, caractersticas que figuran en el estudio de Rodrguez (1992), como los rasgos ms apreciados de
cada una de las razas que componen el mestizaje venezolano: indgena, negra africana y
blanca espaola; los cuales, en trminos publicitarios, permiten que las mujeres espectadoras de cualquier predominancia tnica identifiquen sus aspiraciones estticas
con la modelo en pantalla (ver grfico 3: tez,
grfico 4: color del cabello).
La categora de productos de limpieza
presenta el mayor nmero de mujeres que
reflejan el componente tnico negro africano, lo cual arroja un atisbo de discriminacin
racial en la publicidad venezolana, al vincular a la fmina de esta raza con labores domsticas socialmente poco apreciadas y reconocidas.
Las mujeres de tez morena se encuentra
con una fuerte presencia dentro de la categora cerveza; resultado que permite advertir
una relacin entre las mujeres modernas y
ambientes ldicos y tropicales como la playa.
El vestuario que presenta la fmina representada es casual e informal. Este resultado se debe a que los productos que anun-
Referencias
AGUADED, J.I.; CORREA, R.I. y GUZMN, M.D. (2000): La
mujer invisible. Una lectura disidente de los mensajes publicitarios.
Huelva, Grupo Comunicar Ediciones.
AGUADED, J.I.; CORREA, R.I. y GUZMN, M.D. (1999): Televisin y espectculo de la realidad, en Dilogos de la Comunicacin 55; 84-91.
AUMONT, J., (1992): La imagen. Barcelona, Paids.
CALDERN, L. (1993): La imagen de Venezuela y del venezolano. La crisis nacional y los rasgos psico-sociales del venezolano
proyectados en las pginas de opinin de El Universal, El Nacional y ltimas Noticias durante 1972-1992. Barquisimeto,
Fundacin Carlos Eduardo Fras, Coleccin cancula.
CALHOUN, G; LIGHT, D. y KELLER, S. (2000): Sociologa. Madrid, McGraw Hill.
EWEN, S. (1988): All consuming images. New York, Harper Collins Publishers
FLOCH, J.M. (1993): Semitica, marketing y comunicacin. Bajo
los signos, las estrategias. Barcelona, Paids.
GUZMN, V. (2002): Las relaciones de gnero en un mundo global. Santiago de Chile, CEPAL, Naciones Unidas.
OGILVY, D. (1999): Ogilvy & publicidad. Barcelona, Folio.
KOTLER, P. y ARMSTRONG, G. (2001): Marketing. Mxico,
Prentice Hall.
LEN, J.L. (2001): Mitoanlisis de la publicidad. Barcelona, Ariel.
LIPOVETSKY, G. (1999): La tercera mujer. Barcelona, Anagrama.
MOLES. A. (1991): La imagen: comunicacin funcional. Mxico,
Trillas/Sigma.
PEREDO, E. (2001): Una aproximacin a la problemtica de
gnero y etnicidad en Amrica Latina. Santiago de Chile, CEPAL.
PROTIN-DUMON, A. (2001): El gnero en historia. Londres,
Institute of Latin American Studies, University of London.
RODRGUEZ, A. (2002): Curvas y bikinis: un recurso renovable.
El cuerpo femenino enciende la pantalla, en El Nacional; PD-8.
RODRGUEZ, B. (1992): Influencia en la identidad femenina de
las tres razas: india, negra y blanca espaola, en Boletn de AVEPSO. Asociacin Venezolana de Psicologa Social; 51-63.
SARRIBLE, G. (1997): Reproduccin e imagen de la mujer. Crtica
de gnero en demografa, en Papers, 53; 11-24
STEPHEN, C. (1992): The effect on television day part of gender
portrayals in television commercials: a content analysis, en Genders
Journal, 26. University of Colorado; 197-211.
TOVAR, I. (2001): Familiarismo amoral de los venezolanos: Realidad inventada o modelo certero? Caracas, Trabajo de Grado de
Licenciatura en Sociologa, Universidad Catlica Andrs Bello.
Investigaciones
141
142
I N V E S T I G A C I O N E S
Humberto Martnez-Fresneda
Madrid
La aparicin de los medios de comunicacin como escuela complementaria de formacin, paralela a los centros escolares, invita a la comunidad educativa a replantearse la manera ms efectiva de integrarlos en el currculum escolar con el fin de ayudar
al alumno en su proceso de formacin. De esta relacin de los medios de comunicacin
con la realidad y los propios alumnos se desprende la necesidad de ofrecer, desde la
escuela, claves para su correcta interpretacin.
The emergence of the media as a complementary school parallel to schools, invites the
educational community to rethink about the most effective way to integrate media into
the school curriculum in order to encourage and help students in their education.
Through this relationship among mass media reality and students themselves, schools
arises as the key where offering a correct media interpretation.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Transversalidad, organizacin escolar, formacin, receptor crtico, valores, currculo.
Cross-curricular, school organization, comprehensive training, critical listener, values,
curriculum.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 143-148
144
ellos un cdigo de valores, unas pautas de comportamiento, unas normas de conducta que como receptor
percibe e integra, con mayor o menor intensidad, en
su proceso de formacin y le ayuda a conformar su
propia visin de la realidad.
De los medios de comunicacin, adems, se desprenden una serie de potencialidades que puede y debe aprovechar la escuela a la hora de organizarse rediseando el proceso de enseanza-aprendizaje del alumno para, de esta manera, potenciar su formacin escolar en su ms amplio sentido.
Por eso, es sumamente importante, por un lado,
profundizar en el concepto de educacin en medios y,
por otro, acertar en la manera de integrarla en el currculo escolar.
Hay que empezar aclarando que el concepto de
educacin en comunicacin no slo aboga por la utilizacin de los medios de comunicacin dentro de la
escuela, bien como medios auxiliares para la enseanza y el aprendizaje o bien como objeto de estudio, sino
que se fundamenta en la responsabilidad formativa
que tiene en la sociedad fruto de su vocacin de servicio a la misma. Debe buscar potenciar el anlisis, la
reflexin, desarrollar el espritu crtico, ayudar a interpretar la informacin y despertar actitudes creativas
ante la realidad que transmiten los medios de comunicacin. De esta manera, la actividad educativa cambia,
arrinconando aquella concepcin de escuela donde
primaba lo intelectual sobre la dimensin humana de
la persona.
1. Hacia nuevos planteamientos de renovacin
pedaggica
Desde la perspectiva descrita, la educacin recupera, as, su capacidad de transformar la sociedad porque permite a los alumnos interpretar las ofertas falseadas que de ella reciben. El conocimiento, por otra
parte, deja de estar fragmentado en materias independientes, sin apenas relacin. Es en este punto donde
aparece el concepto de transversalidad, que se identifica en su esencia con la educacin en medios de comunicacin.
La transversalidad, como planteamiento de renovacin pedaggica, participa de una accin de formacin donde la escuela atiende todas las facetas de la
personalidad del alumno consiguiendo, de esta manera, una formacin integral que le facilite a ste todas
las claves con las que construir su propio proyecto personal en relacin con el contexto que le rodea.
En este sentido, la transversalidad no es un principio independiente de intervencin en la escuela. Su
esencia radica en una concepcin pedaggica que ba-
que aunar esfuerzos para conseguir una simbiosis ensidero bsicas para una adecuada integracin de la
tre lo que se ensea formalmente y lo que los alumnos
educacin en comunicacin dentro del camino de formacin del alumno. Son varias las caractersticas que
aprenden con su propia experiencia diaria, bien direcpodemos destacar en los medios de comunicacin,
tamente bien a travs de los medios de comunicacin.
aprovechables desde la escuela.
Desde la escuela, por tanto, se debe dar respuesta
En primer lugar, debemos ser conscientes de que
y tratamiento educativo dentro de la formacin del
los medios de comunicacin son un claro reflejo de
alumno a estas preocupaciones que conforman su da
nuestra cultura contempornea. Los medios de comua da, porque son muchas las inquietudes que tienen
nicacin se surten de la propia vida. Y la propia vida,
los alumnos, reflejadas a travs de los medios de coque debe ser el principal objetivo educativo que intemunicacin y que estn ntimamente relacionadas con
gren las sucesivas leyes de educacin para crear una
su propio entorno. As, Garca Matilla propone una
escuela autntica, es el principal argumento que maeducacin para la democracia que fomentara la creanejan los medios de comunicacin y los alumnos contividad de los escolares, promoviera la participacin,
sumen habitualmente. Como afirma Aparici, los medesarrollara la capacidad crtica, ejercitara para la condios de comunicacin son espejos de la realidad.
vivencia y formara en valores democrticos de solidaEste reflejo de la propia cultura que se ve a menuridad y tolerancia3. Y de qu manera hacerlo? La
do en los medios de comunicacin es un bagaje foreducacin en comunicacin debe plantear propuestas
mativo muy a tener en cuenta por diferentes motivos:
con un doble objetivo:
1) La realidad con la que trabajan los medios de
Integrar con garantas al alumno con su entorno.
comunicacin es identificada de una manera casi insEn ese sentido, se deben utilizar las diferentes realidatantnea por los alumnos como receptores habituales
des que aparecen en los medios de comunicacin y
de los diferentes medios de comunicacin.
conectarlas con las disciplinas acadmicas que se im2) Las preocupaciones reales y diarias del alumno
parten. Posteriormente, todo ese bagaje de contenidos,
en la escuela estn presentes
en la actualidad, principal argumento de los medios de coLa educacin en medios de comunicacin debe buscar
municacin.
potenciar el anlisis, la reflexin, desarrollar el espritu
3) Adems, los medios de
comunicacin proyectan a tracrtico, ayudar a interpretar la informacin y despertar
vs de sus contenidos, una seactitudes creativas ante la realidad que transmiten los
rie de valores, ideas y pensamientos que se pueden utilizar
medios de comunicacin.
para desarrollar la capacidad
crtica del alumno2.
Por lo tanto, hay que formar en la lectura crtica de los medios de comunicainterrelacionarlo con la realidad del alumno. Es una
cin para favorecer el desarrollo personal y social del
metodologa en la que claramente se pone en prctica
alumno porque al identificar ste su propia realidad
la esencia de la comunicacin, el feed-back o retroalicon la que aparece en los medios, stos no le deben
mentacin.
dejar impasible sino forzarle a una toma de posicin y
El proceso comienza en los medios de comunicacin que emiten unos contenidos. Estos contenidos
accin. La escuela no cumplira su papel y sera intil
son recuperados por la escuela que, a su vez, los prosi no ayuda al alumno en su discernimiento ante la realidad. Discernimiento que le debe llevar a tomar poscesa junto con el alumno en el interior de la escuela y
turas creativas y activas ante la realidad que vive y la
se los devuelve mediante la intervencin del propio
que le presenta los medios de comunicacin.
alumno en su propia realidad.
Los medios de comunicacin, adems, requieren
Interpretar los cdigos de los propios medios de
un tratamiento y respuesta educativa porque se consticomunicacin, desde la autonoma y la crtica, asutuyen en co-formadores, al ser fuente de ese conocimiendo y rechazando lo que al alumno, libremente, le
miento que emana de la realidad.
dicta su criterio mediante la escala de valores asumida
La escuela debe romper con el aislamiento que le
en su proyecto personal. La integracin de la educapuede suponer una estructura acadmica donde las
cin en comunicacin en la escuela responde, por tandisciplinas son la nica fuente de conocimiento. Hay
to, a un doble criterio:
Investigaciones
145
146
dades que se derivan del propio proceso comunicativo donde el emisor tiene el poder de controlar todo el
flujo de la informacin. Vemos, pues, una gran coincidencia en el motivo que sustenta tanto a la transversalidad como a la educacin en comunicacin.
Si algo caracteriza a la transversalidad y la relaciona directamente con la educacin en comunicacin,
es su posibilidad de despertar la capacidad crtica del
alumno. En el caso de la escuela, como alumno integrado en una estructura determinada, en el caso de la
educacin en medios como crtico de los mensajes de
los medios de comunicacin.
Tanto a travs de la transversalidad como de los
medios de comunicacin se transmiten un conjunto de
valores, normas, pautas de comportamiento y conducta que ms all de los contenidos y metodologa que
utilicen para ello, constituyen su verdadera esencia.
Los medios de comunicacin no son objetivos, en ese
sentido, puesto que la presenLa educacin en comunicacin puede ser, junto a la
tacin de sus contenidos restransversalidad, la piedra angular de un currculum para la
ponde a una estrategia de comunicacin que viene marcavida y no slo para la escuela, de un currculum como
da por determinados intereses.
medio de crecimiento y no como fin en s mismo.
Y, a travs de esos intereses se
presentan un conjunto de valores que el receptor hace suyos
de manera consciente o inconsciente, integrndolos en su proceso de formacin
puede dar desde una correcta educacin en medios
y recuperndolos posteriormente, segn las circunsde comunicacin. Por otra parte, la provocacin que
tancias y el momento determinado. Por eso es necesurge de la oferta de los medios de comunicacin no
sario un cambio en el currculum escolar que integre la
puede dejar impasible a sus consumidores4. stos deeducacin en medios de comunicacin con la misma
ben reaccionar de manera libre y rigurosa.
consideracin que la transversalidad, porque es neceLa transversalidad y la educacin en comunicasario interpretar dichos valores, las actitudes, el modo
cin, en este punto, coinciden extraordinariamente en
de vida que el alumno percibe en su da a da y con el
su fundamento.
que tiene que convivir. La educacin en comunicacin
Si la transversalidad tiene sentido es porque favopuede ser, junto a la transversalidad, la piedra angular
rece la formacin del alumno mediante la toma de
de un currculum para la vida y no slo para la escuecontacto con pautas de comportamiento y actuacin
la, de un currculum como medio de crecimiento y no
que estimulan su creatividad, el desarrollo de su capacomo fin en s mismo. Finalmente, no podemos obviar
cidad crtica y, por tanto, la posibilidad de enfrentarse
que los medios de comunicacin potencian su propio
a la vida cotidiana presente y futura con garantas de
cdigo de valores. Las leyes de educacin deben aposser una persona autnoma y capaz de defenderse ante
tar claramente por la formacin en valores, clave en la
la manipulacin.
formacin integral del alumno. Y esto es as por varios
La transversalidad se fundamenta, por tanto, en la
motivos.
necesidad de fomentar un espritu crtico y autnomo
En primer lugar por la creciente degradacin moen el alumno. En este sentido, la educacin en comural que se viene produciendo en nuestra sociedad. La
nicacin permite, igualmente, la creacin de un recepausencia de valores o la aparicin de otros (el culto al
tor que pueda enfrentarse a las manipulaciones que
dinero, al poder, a la imagen, al tener, al xito, entre
surgen desde los propios medios, manipulaciones que
otros) ha ido desplazando poco a poco a los grandes
tienen que ver, como queda dicho, con la propia reavalores universales. En segundo lugar, por el traspaso
lidad del alumno tratando de compensar las desigual1) La segura responsabilidad de los medios de comunicacin en la formacin del alumno que hace
imprescindible dotar a ste de criterios e instrumentos
de interpretacin de la realidad que le permitan una
lectura rigurosa de los contenidos que consumen a travs de dichos medios de comunicacin.
2) La constatacin, por tanto, de que el proceso
formativo del alumno se enriquece desde vas diferentes a la tradicional. Esto no significa ni mucho menos
una renuncia o abandono de la formacin a travs de
la escuela sino un reconocimiento del fin del monopolio educativo desde las aulas y la apertura a otras realidades que influyen en la personalidad del alumno
tanto o ms que la propia escuela.
Son desde esas dos dimensiones, donde se enmarca la necesidad de dar una respuesta educativa efectiva a los medios de comunicacin; respuesta que se
Investigaciones
147
responsabilidad, la formacin de criterios desde cualquier mbito de la escuela. Constituye un elemento clave del que se beneficia todo el centro y enriquece especialmente el proyecto de vida del alumno. Por tanto,
afecta a toda la comunidad escolar porque exporta
una metodologa en la que debe implicarse todo el
centro. Una metodologa activa, participativa, flexible,
abierta, personal y colectiva.
Notas
4 En este punto, parece que hay prctica unanimidad entre los numerosos autores que han tratado este tema. Autonoma ante los
mensajes o hbitos de uso crtico (Margalef), receptores y telespectadores crticos y autnomos (Grupo Comunicar) o consumidores
crticos (Masterman) son algunas de las expresiones empleadas para
acentuar la importancia de una formacin para la libertad.
5 La presencia de los medios de comunicacin en el currculum se
reduce en educacin primaria a complementos o alternativas a disciplinas concretas. En educacin secundaria obligatoria (ESO) y
bachillerato son materias optativas. Procesos de comunicacin en
ESO y Comunicacion audiovisual en bachillerato. Dentro del rea
de educacin plstica y visual se encuentra Imagen y expresin.
Referencias
AGUADED, J.I. (1998): Descubriendo la caja mgica. Enseamos
a ver la tele. Huelva. Grupo Comunicar.
APARICI, R. (1996): Medios de comunicacin y educacin, en
La Obra, 898; 3-7.
BERNABU, N. (1995): La educacin en materia de comunicacin, en Cuadernos de Pedagoga, 234; 8-11.
GARCA MATILLA, A. (1999): Escuela, televisin y valores democrticos, en Comunicar, 13; 107-110.
GARCA MATILLA, A. (2003): Una televisin para la educacin.
La utopa posible. Barcelona, Gedisa.
MARGALEF, J.M. (1998): Reforma educativa y educacin en materia de comunicacin, en Comunicacin y Pedagoga, 148; 75-79.
MASTERMAN, L. (1993): La enseanza de los medios de comunicacin. Madrid, De la Torre.
SNCHEZ-GRANDE, M. (1999): La educacin para el uso de
los medios de comunicacin y su identidad crtica, en Comunicar,
12; 186-190.
148
I N V E S T I G A C I O N E S
Meritxell Roca
Barcelona
Tomando como punto de partida el campo de la prensa especializada, este estudio trata
de determinar y de estudiar los mecanismos de representacin usados por la prensa
para mujeres o prensa femenina. Los estereotipos, entendidos como una herramienta
de representacin, determinan los actuales modelos e iconos de gnero en la prensa
femenina y, a su vez, permiten la comparacin con la situacin real de la mujer espaola contempornea. Este artculo tambin versa sobre la correspondencia entre los
estereotipos mediticos y los estereotipos sociales usados en las entrevistas publicadas
en Telva durante casi 40 aos.
Taking the field of specialized press as a starting point, this study aims at determining
and understanding the mechanisms of representation employed by the press for
women, also known as womens magazines and womens pages. Stereotypes, understood as a representation tool, determine the actual models and icones for women in
womens magazines, and besides, permit comparison with the real situation of the contemporary Spanish woman. This paper also argues about the correspondence between media stereotypes and social stereotypes used in the interviews published by Telva
in almost 40 years.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Prensa femenina, gnero, estereotipia, estereotipos, representacin.
Womens magazines, genre, stereotyping, stereotypes, representation.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 149-154
150
rgido ya que, si bien dicha composicin se puede modificar, el proceso es lento y costoso. Con los estereotipos ocurre lo mismo puesto que, si bien son conceptos que evolucionan con los aos, los mecanismos de
cambio requieren tiempo.
Los medios de comunicacin, piedra angular de
las sociedades democrticas, dada su capacidad de
representacin y sus habilidades para proporcionar referentes y modelos de conducta, tambin utilizan estos
mismos estereotipos para expresar una visin concreta
de la realidad social. Trtese de una crnica internacional, de un artculo sobre poltica o de un magazine
o dramtico televisivo (), los estereotipos se han
convertido en la herramienta bsica para establecer
conexin entre el pblico y el producto. La estereotipia proporciona un grado de representatividad tan elevado que la audiencia se siente con frecuencia identificada con las situaciones reflejadas y se crea un fuerte vnculo, fidelizndose dicha audiencia. La tirana
que la publicidad ejerce sobre los medios de comunicacin, independientemente del soporte al cual nos
refiramos, genera la necesidad de fidelizar dicha audiencia aunque a menudo dicha fidelizacin sea en
pro de ciertos estereotipos que han perdido representatividad. Tal es el caso de los estereotipos del gnero femenino, anclados en tres modelos que han
quedado obsoletos y cuya perpetuacin refuerza una
representacin sesgada de las mujeres. Las rutinas
productivas de los medios de comunicacin, caracterizadas por la limitacin de la superficie redaccional, el
timing y otros factores contribuyen a dicha perpetuacin de ciertos estereotipos extremadamente simples.
La incorporacin masiva al mercado laboral, el
acceso a los estudios universitarios, la legalizacin de
las parejas de hecho o el aumento de la edad media a
la cual se accede a la maternidad son algunos elementos que han contribuido notablemente a una evolucin
de la situacin de la mujer espaola (sin perder de
vista la diversidad del estado espaol y de cada comunidad autnoma). La situacin actual dista mucho de
la que vivan las mujeres espaolas de hace cuatro
dcadas, momento en que ve la luz por primera vez
Telva, la revista femenina ms antigua de las que se
publican actualmente en el panorama editorial del
estado espaol, ha tenido dicha evolucin una traduccin en el plano meditico?
1. Estereotipos mediticos femeninos
En la actualidad conviven en los medios de comunicacin tres estereotipos mediticos bsicos del gnero femenino: sper-woman, esposa-madre-ama de ca-
integrada por 37 ejemplares, que contienen 96 entrevistas, la mitad de las cuales corresponde, de manera casual, a hombres. Dado que la muestra es muy
amplia y que a nivel histrico el estado espaol ha sufrido muchas transformaciones, la ms remarcable de
las cuales ha sido el paso de una dictadura a una democracia, se ha dividido en tres fracciones: 1963/77
(aprobacin de la Constitucin Espaola), 1978/86
(entrada de Espaa en la CEE) y 1987/00 (fin del siglo
XX.)
Los resultados del estudio de las entrevistas publicadas en Telva durante el periodo analizado (slo las
entrevistas hechas a mujeres puesto que las planteadas
a hombres son mayoritariamente en el rol de especialistas y no aportan informacin relativa a la situacin
de la mujer) han sido cruzados con los ndices estadsticos facilitados por organismos oficiales (Instituto
Nacional de Estadstica, Instituto de Estadstica de Catalua, Instituto de la Mujer) de modo que se ha determinado un grupo de estereotipos mediticos y sociales del gnero femenino susceptibles de ser comparados entre s. Los resultados permiten determinar si
hay correspondencia y el grado de representacin de
dichos estereotipos. Quedan excluidas de este anlisis
las fotografas publicadas como ilustracin del texto, ya
que la informacin aportada en algunos casos es insuficiente o nula. El anlisis de las entrevistas se ha basado en un cuadro de seis variables que reflejan los prin-
Investigaciones
151
152
3. Hiptesis de trabajo
Los estereotipos son una herramienta apta para
establecer comparaciones y estudiar la representacin
que los medios de comunicacin hacen de la realidad
social.
La representacin de la mujer en los medios de
comunicacin social no se ajusta a la realidad contempornea de la mujer occidental (entendida segn unos
parmetros generales que parten de la crisis del modelo patriarcal).
La prensa femenina, ejemplo de un producto
editorial especializado especialmente concebido para
un pblico eminentemente femenino, y mayoritariamente elaborado por mujeres, presenta una serie de
patrones ms progresistas que los utilizados en otros
mbitos.
Telva encarna la hiptesis anterior y trabaja
con base a unos estereotipos femeninos progresistas
elaborados a partir de la reformulacin de la sociedad
tradicionalmente erigida en base al orden patriarcal.
4. Resultados y conclusiones generales
Las conclusiones generales que a continuacin se
recogen se derivan de las constataciones hechas con
base al cuadro de variables expuesto anteriormente.
Fruto de la contraposicin entre los estereotipos sociales elaborados con base a los datos estadsticos oficiales, y los estereotipos mediticos del gnero femenino
derivados del anlisis de las entrevistas publicadas en
Telva, establecemos las siguientes aseveraciones:
1) mbito laboral: mujer avanzada a los tiempos
(recordemos que Telva sale a la venta por primera
vez en el ao 1963 en un contexto de dictadura franquista) ya que desde el principio se propone un modelo de mujer con autonoma laboral. Precisamente esta
autonoma laboral justifica la entrevista.
2) Estado civil: casada, este hecho llama la atencin teniendo en consideracin que actualmente el
matrimonio ya no es la nica formula para poder vivir
en pareja, sobre todo si se considera la regulacin de
las parejas de hecho. En este aspecto, creemos que
conviene una revisin para poder adecuarse al
momento histrico actual, en el que no es preciso contraer matrimonio para poder vivir en pareja o independizarse del crculo progenitor. El hecho de que las
entrevistadas estn casadas o que no se explicite el
estado civil de stas (los casos de entrevistadas solteras
o divorciadas son muy escasos) es algo inadmisible si
sostenemos que los medios de comunicacin deberan
ser un reflejo de la realidad que nos rodea.
3) Edad: Telva presenta una firme apuesta por
una mujer de edad madura (36-55 aos). Este hecho
Investigaciones
153
prensa femenina ha sido el pretexto para poner de manifiesto dicha falta de concordancia entre realidad y
representacin.
Notas
1 Denominamos estereotipos de gnero y no de sexo dado que entendemos por sexo un aspecto meramente biolgico delimitado por
el entorno natural, mientras que el gnero tiene un carcter marcadamente biogrfico-cultural.
2 No harn valoraciones sobre temas habitualmente considerados
femeninos.
Referencias
ALLPORT, G.W. (1968): La naturaleza del prejuicio. Buenos Aires, Eudeba.
BERGER, P.L. y LUCKMANN, T. (1988): La construcci social de
154
I N V E S T I G A C I O N E S
Beatriz Fainholc
Buenos Aires (Argentina)
1. El lenguaje de la Red
La singularidad del cdigo simblico de Internet, del
estilo en que presenta los contenidos, de sus modos de contar las cosas del mundo,
invita a resaltar algunas de sus caractersticas (Ros y
Cebrin, 2000) las que definen y determinan de modo
especial la naturaleza de la comunicacin que entabla.
1.1. Desde el punto de vista de la forma, es necesario reconocer las caractersticas de:
Hipertextualidad: se trata del rasgo por excelencia que tipifica al discurso del hipertexto e hipermedia cuando convergen diferentes medios como dibujos, imgenes, animaciones, sonidos, esquemas, etc.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 155-162
156
Investigaciones
157
158
Investigaciones
159
160
Por qu
tivo, enumerar los ncleos y, si es expositivo, especificar la forma de presentacin de la informacin (con
preguntas, realizando descripciones o predicciones,
presentando conjeturas, agrupando ideas y conceptos...).
Se abarcan demasiados conceptos? La presentacin de los mismos es muy densa?, est organizada conceptual y semnticamente?
Se interacta por enlaces, iconos, etc. hacia
otros procesos de bsqueda de informacin?
Conecta con las necesidades reales del alumnado, con necesidades sociales o laborales?
Este material se adapta al programa educativo?
Si es as es todo el sitio til para mi programacin
educativo o slo una parte del mismo? En este ltimo
caso, especificar razones y los trozos o partes que se
usan.
Al responder estas preguntas adems de tener una
ficha sobre el sitio en Internet, se obtendr una informacin que permite hacer un uso ms adecuado y
pertinente del mismo.
Notas
Investigaciones
161
daggica en los diseos de sitios educativos de inters. Buenos Aires, Fundacin CEDIPROE).
FAINHOLC, B. (2004): Lectura crtica en Internet. Rosario, Homo Sapiens.
RIOS ARIZA, J. y CEBRIN, M. (2000): Nuevas tecnologas de la
informacin y de la comunicacin aplicadas a la educacin. Mlaga, Aljibe.
162
I N V E S T I G A C I O N E S
The image of innocence and the defence of moral values that Disney company sells
make any attempt of a critical analysis of products such as Disney cartoon movies quite
difficult. However, Disney culture fills up our lives aiming not only at entertaining but
also educating us in some clearly conservative values. In this paper, stereotypes and
values transmitted by these media products are reviewed and a specific proposal of
analysis to work on at schools is presented.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Disney, corporaciones, dibujos animados, estereotipos, valores, sexismo, racismo.
Disney, corporations, animated movies, stereotypes, values, sexism, racism, class discrimination.
Qu es lo primero que
pensamos cuando escuchamos la palabra Disney? Quiz muchos como yo piensen
en infancia, diversin, inocencia. Si es as estaremos
asumiendo y aceptando la imagen que desea vender la
compaa la cual, tal y como explica Henry Giroux
(2001), pretende precisamente presentarse ante los
consumidores como smbolo de entretenimiento para
todos, pero muy especialmente para los nios y nias,
y tambin pretende ser asociada con una imagen de
candidez.
Sin embargo, puede resultar de inters conocer
que en sus comienzos los dibujos animados creados
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 163-169
164
de estos productos mediticos, tampoco podemos dejar de considerar el importante papel que tiene la compaa Disney en la configuracin de la cultura popular
y la cultura infantil norteamericana. Adems, debido al
imperialismo cultural que ejerce este pas sobre otros,
las producciones Disney tambin influyen significativamente en la cultura popular y la cultura infantil de
otros pases. Disney, como megacompaa que abarca
un gran nmero de sectores de la industria cultural,
meditica y de la comunicacin, intenta monopolizar
importantes mbitos de nuestras vidas relacionados
con el acceso a la informacin y el ocio. Disney y la
cultura Disney impregnan nuestras vidas buscando no
slo entretener sino tambin educar en determinados
valores relacionados con el respeto a la autoridad, la
jerarquizacin social, el papel central de la familia nuclear tradicional, el mantenimiento de la ideologa patriarcal, el refuerzo de las diferencias raciales y la desigualdad de clase, la defensa del consumismo, el patriotismo, la democracia entendida como libertad individual para elegir entre distintos productos de consumo, etc. (Giroux, 2001).
1. Disney: imperio corporativo
La compaa Disney est valorada en 65.900 millones de dlares y recientemente anunciaba unas ganancias netas de 698 millones de dlares en lo que va
de ao. Su presidente ejecutivo es Robert Iger, sucesor
de Michael Eisner quien detent este cargo durante
21 aos. Esta gran corporacin incluye empresas que
van desde la televisin y la radio (Disney Channel,
Toon Disney, ESPN, ABC Televisin Network, Buena
Vista Televisin, Radio Disney, ABC Radio, ESPN Radio), la produccin y la distribucin audiovisual (Walt
Disney Pictures, Miramax Films, Touchstone Pictures,
Buena Vista Home Entertainment), compaas de msica (Hollywood Records, Walt Disney Records, Buena Vista Records), editoriales (Hyperion Books), parques temticos y de atracciones, servicios de Internet,
tiendas Disney, juguetes (Disney Toys) y juegos (Buena
Vista Games), producciones multimedia, lneas de cru-
al da. En otras fbricas chinas se denunci que los trabajadores, la mayora mujeres y muchas no mayores
de 16, tenan jornadas de hasta 18 horas, 7 das a la
semana y de forma ininterrumpida durante meses,
cobrando entre 38 y 63 euros mensuales. La empresa
proveedora de Disney KTBAInc en Laguna Hills (California) tena a sus 800 trabajadores, entre ellos nios
de 7 a 15 aos, fabricando diademas y varitas mgicas
por un salario medio de 1,35 dlares la hora. En una
empresa proveedora de Disney situada en Bangladesh
los trabajadores cosan camisetas entre 14 y 15 horas
al da cobrando cinco centavos de dlar por camiseta.
Otros trabajadores en fbricas de la isla de Macao o
en una planta proveedora en Hait tambin se encontraban en situaciones similares (Werner y Weiss,
2003).
Sin embargo, y a pesar de estos casos de abuso de
los derechos humanos y de los derechos de los trabajadores, la compaa Disney presenta en su pgina
web oficial toda una serie de principios de lo que
llama responsabilidad corporativa y que incluyen el
compromiso con una serie de estndares ticos y legales que deben guiar el funcionamiento de la compaa,
el respeto a unos cdigos de conducta en las prcticas
laborales a nivel internacional, el compromiso con la
proteccin del medio ambiente, la responsabilidad con
comunidades locales, etc. Disney nos presenta una
imagen de defensa de la moral y del bien pblico patrocinando eventos como el profesor del ao, organizando programas educativos y laborales para personas con discapacidades, otorgando becas escolares,
haciendo donaciones a organizaciones locales, promoviendo programas de voluntariado, etc. Disney ha creado una fuerte cultura corporativa basada en el control, la eficiencia, la uniformidad y lo predecible (Giroux, 2001: 58). Como toda buena corporacin se
pretende que los trabajadores desarrollen una adecuada identidad corporativa creyndose miembros de la
familia=corporacin. Pero esta familia requiere la
aceptacin de una rgida jerarqua, un fuerte control
autoritario con fuertes rutinas y poco espacio para la
iniciativa, despidos, bajos salarios (Giroux, 2001: 5865). Hay que recordar que ya en los aos cuarenta
Walt Disney tom drsticas medidas ante una huelga
de sus trabajadores despidiendo a muchos de los huelguistas.
2. Los valores en las producciones Disney
La imagen de inocencia y defensa de la moral que
nos vende Disney dificulta un anlisis crtico de productos como las pelculas Disney de dibujos animados.
Sin embargo, analizando de forma crtica el contenido
Investigaciones
165
166
de estas historias podemos encontrar numerosos estereotipos que refuerzan valores sexistas, racistas y clasistas. Los estereotipos, tal y como explican Robyn
Quin y Barrie McMahon (1997), son imgenes creadas para representar a un grupo social. En la creacin
de esta imagen se seleccionan ciertas caractersticas de
ese grupo y no otras y estas caractersticas se asocian a
juicios de valor utilizando determinados smbolos para
transmitir esas valoraciones. Tal y como explican Quin
y McMahon se puede hablar de estereotipos positivos
y negativos. Los estereotipos negativos se crean en
torno a grupos sociales que se perciben como problema o amenaza, amenaza por agresin, por ir contra la
posicin de privilegio de los grupos dominantes, por su
estilo de vida diferente, etc. Los estereotipos sirven
para simplificar el mundo, facilitar la comunicacin y
clasificar a la gente.
Como se deca antes, los productos Disney buscan
no slo entretener sino tambin educar en determinados valores, determinadas formas de ver el mundo y
de entender la historia. La cultura Disney define a los
ciudadanos principalmente como consumidores y espectadores que asumen valores conservadores e inmovilistas y no cuestionan el orden social.
La mujer es sumisa y obediente, se gua por sus
emociones, se orienta al amor y al matrimonio, es la
que cuida de la familia y de la casa y en muchas ocasiones se la presenta o en el rol de la mujer malvada
o en el de la nia inocente. Giroux (2001: 106-111)
pone como ejemplos, pelculas como El Rey Len,
donde las leonas tienen un papel dependiente, sumiso
y subordinado al control de los leones siendo incapaces de rebelarse cuando Scar toma el poder2; Aladdin
donde el papel de Jasmire se reduce a ser el objeto de
deseo de Aladdin y su vida es definida por los hombres; o La sirenita, en esta pelcula aunque parece
mostrarse a la mujer en un papel ms rebelde e independiente, esta rebelda queda finalmente reducida a
lograr el amor de un hombre, siendo capaz de dar su
voz para conseguirlo ya que, tal y como le dice en la
cancin la malvada calamar, rsula, los hombres
prefieren las mujeres calladas:
Tienes tu belleza, tu linda cara. Y no debes subestimar la importancia que tiene el lenguaje corporal.
Hablando mucho enfadas a los hombres. Se aburren
y no dejas buen sabor. Pues les causa ms placer. Las
chicas que tienen pudor. No crees que estar callada
es lo mejor? Vamos! No logrars tu meta conversando. Escchame y no te equivocars. Admirada t sers
si callada siempre ests. Sujeta bien la lengua y triunfars3. No sorprende finalmente que el hombre se
enamore de Ariel sin que esta haya pronunciado una
sola palabra.
En otras pelculas como, por ejemplo, Hrcules,
que se estren en 1997, tambin podemos ver de
forma clara estos estereotipos asociados a la mujer. En
Hrcules la mujer es la que cuida de la familia, como se puede ver en las escenas en las que aparece la
madre y el padre Hrcules, Hera y Zeus, y la madre y
el padre adoptivos. Ellas son las encargadas de cuidar
al nio4 mientras que los padres son los que le ensean, trabajan o se divierten con l. Adems, la mujer
Investigaciones
167
168
relacionadas con la ciencia y la naturaleza. La cangreja pequea es ms obediente que los otros dos cangrejos, es objeto de burla, sigue a los cangrejos y hace
lo que ellos le dicen, es compasiva e inventiva. El pez
pequeo es miedoso, asustadizo y necesita que lo cuiden. El humano es aventurero, maneja la tecnologa,
es creativo, se muestra valiente y a la vez asustado.
El debate con los estudiantes debera llevarnos
ahora a reflexionar sobre los estereotipos que se reflejan en esta historia y los valores que se transmiten. Se
buscara que los estudiantes cuestionasen aspectos como los siguientes: por qu en la pelcula son los personajes masculinos, Arqumedes y el humano, los que
conocen cuestiones relacionadas con la ciencia y la
tecnologa?; por qu son los personajes femeninos,
Ariel y la cangreja, ms sensibles y compasivos?; por
qu el personaje tonto, Sebastian, tiene un acento
marcadamente cubano?; por qu es un personaje femenino, Ariel, el que cuida al personaje que representa a un beb, el pez pequeo?; por qu es un personaje masculino, Tritn, el que es ms agresivo y poderoso?; por qu son los personajes masculinos, los
cangrejos, los ms desobedientes y a la vez los que
lideran y toman las decisiones?; etc. La actividad podra completarse proponiendo a los estudiantes que
cambiasen el comportamiento y caractersticas de los
distintos personajes de forma que se evitasen los sesgos existentes y los estereotipos de gnero y raciales.
En la llamada sociedad de la informacin, caracterizada por el incremento de los procesos de globalizacin, la imposicin del neoliberalismo y del pensamiento nico, el aumento del poder de los medios de
comunicacin, la transformacin de la informacin en
mercanca, el dominio de la cultura de la imagen, etc.,
la educacin crtica para los medios de comunicacin,
la educacin audiovisual, la educacin crtica para las
nuevas tecnologas, el anlisis de los aspectos sociales
controvertidos y de aquellos productos y prcticas que
forman parte de la cultura infantil y que constituyen
importantes medios de socializacin de los nios y nias fuera de la escuela, deben formar parte del currculum y ser objeto de estudio en la escuela si queremos formar a futuros ciudadanos crticos y comprometidos con la justicia social.
Notas
1 http://corporate.disney.go.com.
Referencias
GIROUX, H. (2001): El ratoncito feroz: Disney o el fin de la inocencia. Madrid, Fundacin Germn Snchez Ruiprez.
MAR SEZ, V.M. (1998): Una lectura de El Rey Len: la educacin audiovisual en la era del pensamiento nico, en Educacin y
Medios, 7; 45-52.
QUIN, R. y MCMAHON, B. (1997): Historias y estereotipos.
Madrid, De la Torre.
VELA HERNNDEZ, F. (2004): Historia de la factora Disney:
Una aproximacin a la realidad de sus producciones, en II Jornadas sobre Educacin Infantil: El poder de la imagen. Universidad
de A Corua.
WERNER, K. y WEISS, H. (2003): El libro negro de las marcas.
El lado oscuro de las empresas globales. Barcelona, Debate.
Investigaciones
169
Si un hombre se imagina
una cosa, otro la tornar
en realidad
170
I N V E S T I G A C I O N E S
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 171-175
172
Investigaciones
173
174
que a veces es menos creble. El atractivo de la imagen digital supera al de la imagen real, y el movimiento por el ciberespacio hace contemplar la vida desde la
propia barrera del infinito (Turkle, 1997). Para algunos
no deja de ser un sucedneo de lo real, para otros es
la conquista de la libertad perdida del hombre. Todo
es posible, nada es medible, el mundo ya no se alza
como desafo, lo tenemos al alcance de nuestra mano
con un sencillo clic de ratn.
Los referentes materiales tan implantados en las
bases de la sociedad del consumismo pierden estabilidad y dejan paso a la sociedad del consumo simblico
estimulando la produccin de bienes intangibles y que
responden a las nuevas demandas. La pantalla genera
un espectculo del deseo (Lomas, 1996) que estimula nuestros sentidos sin necesidad de estmulos fsi-
4. Soci@bilidad en Red
Navegar es buscar sin propsito definido. La palabra escogida para definir nuestra actividad en Internet
acierta en sus connotaciones de flotar, perdiendo la
sensacin de gravedad, sin sostener el peso de nuestro
cuerpo. El mar no tiene lmites, al menos pticamente
nos resultan poco apreciables; de igual forma los lmites entre el individuo y el resto del mundo estn sufriendo una reconfiguracin radical (Haraway, 1991).
Quin es el otro ahora? Cualquier persona, de cualquier parte del mundo, en cualquier situacin. Comunicarse en la red no es un proceso similar a comunicarse cara a cara, pero el lenguaje pretende ser
ms parecido al habla que a la escritura, se inventan
signos que sustituyen a las expresiones no verbales,
flota una espontaneidad radical que da el contexto. Por
todo ello, en ocasiones tenemos
la sensacin de que hablar en
un foro, en un chat, se parece
El ordenador constituye un nuevo escenario, se construyen
mucho a hacerlo en la vida real.
Aunque los entornos virtuales
nuevas formas de interaccin socio-comunicativa, un mbito
tienen sus propios cdigos de
alternativo de encuentro. En Internet se habla, se siente, se
comunicacin, en parte han
ama, hay diversin o sufrimiento, se establecen vnculos
pretendido imitar a los fsicos y
paralelamente el mundo mateafectivos. Casi como en la vida real, como espacio de
rial se ha visto invadido por la
conversacin y acuerdo intersubjetivo.
moda de lo ciber. Diferentes
partes del mundo se unen por
un lenguaje comn que todos
en la Red entienden.
cos, desde el interior hacia fuera, paradjicamente en
El ordenador constituye un nuevo escenario, se
una sociedad donde lo material es el valor incuestioconstruyen nuevas formas de interaccin socio-comunable.
nicativa, un mbito alternativo de encuentro. En InLa cibercultura no es ms que el reflejo del impacternet se habla, se siente, se ama, hay diversin o sufrito social que han tenido las nuevas tecnologas en el
miento, se establecen vnculos afectivos. Casi como en
hombre. La biotecnologa analiza el ordenador como
la vida real, como espacio de conversacin y acuerdo
prtesis humana que se adapta tanto a nuestro cuerpo
intersubjetivo (Reguillo, 2000: 42).
que ya apenas lo distinguimos. Las nuevas generacioYa no somos receptores que nos movemos al ritmo
nes se comunican a travs del teclado sin necesidad de
de lo que otros deciden (o s?), nos hemos convertiaprendizaje previo, con una inclinacin a lo virtual codo en actores de nuestras propias historias. Ni el cine,
mo si su propia informacin gentica las llevara a ello.
ni la televisin consiguieron nunca tal nivel de empaProliferan las comunidades virtuales que sustituyen al
ta. Interactuar en tiempo real con sujetos reales pero
grupo fsico, en un ambiente de igualdad, sin limitaciodecidiendo qu papel vamos a representar. Ni realines de espacio y tiempo. Se vuelve a la comunicacin
dad, ni ficcin. Qu es el tiempo y qu es el espacio?
escrita como base de la comunicacin, de la subjeAspectos relativos de la comunicacin, superables. El
tividad de lo oral a la racionalidad de lo escrito? Nuehombre por primera vez olvida los condicionantes de
vas filosofas se contraponen a la dominante, como susu existencia vulnerable, se desplaza sin limitaciones,
cede en el mundo fsico, se crean nuevos rebeldes, hachacia ayer, hacia maana, en su ciudad, en su mundo,
kers, cypherpunks y zippies El mundo virtual es un esfuera del mundo Estos cambios cambiarn la idiocenario paralelo donde volvemos a repetir las mismas
sincrasia del ser humano, su forma de ver la vida, su
pautas. Se pretende la transformacin utilizando armas
ser y su existencia. Percibimos otra realidad y somos lo
simblicas pero que tienen su efecto en lo material.
que representamos en ella. Una tecnologa determi-
Referencias
BAUDRILLARD, J. (1984): Cultura y simulacro. Barcelona, Kairs.
CEBRIN, M. (1991): Realidad e irrealidad en el mundo virtual,
en Telos, 28. Madrid, Fundesco.
DE KERCKHOVE, D. (1997): Inteligencias en conexin. Hacia una
sociedad de la web. Barcelona, Gedisa (www.iztapalapa.uam.mx/iztapala.www/topodrilo/35/td35_12.html).
GUBERN, R. (2001): Del rostro al retrato, en Anlisi, 27; 37
GUBERN, R. (1996): Del bisonte a la realidad virtual. Barcelona,
Anagrama.
GUBERN, R. (2000): El eros electrnico. Mxico, Santillana.
HARAWAY, D. (1991): A cyborg manifesto: science, technology,
and socialist-feminism in the late twentieth century, en Simians,
cyborgs and women: the reinvention of nature. New York, Routledge (www.stanford.edu/dept/HPS/Haraway/CyborgManifesto.html).
JOYANES, L. (1997): Cibersociedad. Los retos sociales ante un
nuevo mundo digital. Madrid, McGraw-Hill/Interamericana.
KERCKHOVE, D. de (1999): La piel de la cultura. Barcelona, Gedisa.
LEVY, P. (1995): Qu es lo virtual? Barcelona, Paids.
LOMAS, C. (1996): El espectculo del deseo. Usos y formas de la
persuasin publicitaria. Barcelona, Octaedro.
REGUILLO, R. (2000): Ciudad y comunicacin. La investigacin
posible, en OROZCO, G. (Coord.): Lo viejo y lo nuevo. Investigar
la comunicacin en el Siglo XXI. Madrid, De la Torre.
REID, E.M. (1991): Electropolis: communication and community
on Internet relay chat (www.aluluei.com).
ROMANO, E. (2000): La cultura digital. Buenos Aires, Lugar.
TURKLE, S. (1997): Constructions and reconstructions of the self
in virtual reality. Electronic culture: technology and visual representation. New York, Apertura, edited by Timothy Druckrey.
WOOLLEY, B. (1996): Postmodernidad, ficcin, virtualidad, en
Topodrilo, 35.
Investigaciones
175
176
I N V E S T I G A C I O N E S
En el marco del presente artculo se reflexiona sobre las posibilidades educativas del
cuento multimedia interactivo. En este sentido y tras analizar los orgenes y evolucin
del cuento, se estudian las novedades que la hipertextualidad, interactividad y convergencia multimedia introducen en la creacin de historias ideadas con una finalidad educativa en el marco de la Sociedad de la Informacin. Del mismo modo, se presenta un
proyecto de cuento multimedia interactivo desarrollado en el Mster de Comunicacin
y Educacin de la Universidad Autnoma de Barcelona.
In this article we reflect upon the educational possibilities of interactive multimedia stories. After analysing the origins and the evolution of stories, we studied the innovations
introduced by the multimedia convergence, the hypertext and interactivity in stories
with educational objectives within the Information Society. We are also presenting an
interactive multimedia story project developed by the Master of Communication and
Education at the UAB.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Cuento, relato, narrativa multimedia, interactividad, hiperlectura, hipertextualidad.
Story, tale, multimedia narrative, interactivity, hyper-reading, hypertext, oral communication.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 177-182
178
Investigaciones
179
180
tivo dejaba de ser una encorsetada narracin moralizante para transformarse en un elemento liberador del
aula.
Las nuevas tecnologas de la informacin han ayudado a la creacin de cuentos que superan el relato
escrito para transformarse en un producto audiovisual
con diversas herramientas multimedia y con la posibilidad de interaccin con el oyente que puede incluso
alterar el relato que escucha. Por qu no pasar a convertirlo en creador de nuevo?
Las posibilidades ofrecidas por Internet permiten
romper la crcel impuesta al relato oral por la imprenta y la academia, acaban con la doble reja de la esclerotizacin y del cors moral impuesto. El relato polifnico vuelve a ser una posibilidad en el inmenso ro de
documentos que la red puede ofrecer y canalizar. Se
recupera la libertad de creacin y cada receptor se
convierte en propietario y artesano del cuento que recibe.
El cuento multimedia interactivo recupera su identidad esencial, su base primigenia y creadora, en un
lugar sin lugar un no lugar tan mgico como su propio relato donde se pierde el nombre del escritor
concreto para recuperar el anonimato de la fantstica
creacin mltiple.
6. Narrativa multimedia
En el caso de la narrativa multimedia, al igual que
en el relato audiovisual, la suma de partes constituye el
todo. Sin embargo, el producto final difiere en cada
acto de lectura o visionado en la medida en que el
usuario tiene la posibilidad de decidir el orden y estructuracin de los diferentes bloques. Existe una multiplicidad de caminos o itinerarios a seguir en el proceso de hiperlectura que vienen condicionados por las
decisiones del usuario.
La narrativa multimedia abre una etapa que podra
entenderse como el resultado de un proceso acumulativo en el que convergen diferentes modalidades, esquemas organizativos, estructuras de jerarquizacin u
ordenacin de la informacin, y en definitiva, diferentes sistemas narrativos que, ms all de generar un
proceso de hibridacin en los productos informativos,
deben dar paso a una convergencia meditica o multimeditica que favorezca la eficacia en los intercambios comunicativos. En este sentido, la investigadora
Nuria Vouillamoz considera que la cultura electrnica
presenta modelos culturales alternativos integrados en
un proceso de superposicin.
Lo que significa que el planteamiento correcto de
los hechos no debe ser qu sustituye a qu, sino qu
aporta el entorno digital respecto al entorno impreso,
una habitacin ambientada en el mundo de la piratera. Se accede as a la segunda fase del juego.
nes. El tipo de respuesta de los objetos vara de un caso a otro. Desde el cofre, el nio accede al mundo de
los cuentos. Concretamente y para esta versin cero
del proyecto se ha escogido el cuento de Peter Pan. En
este sentido, lo primero que se le presentar al nio es
Cualidad 1
Valiente
Patosa
Hambriento
Malvado
Cualidad 2
Cobarde
Mandona
Vegetariano
Poeta
Investigaciones
181
182
Referencias
I N V E S T I G A C I O N E S
1. Marco referencial
1.1. Medios didcticos
Las definiciones que se
han realizado sobre los medios han sido diversas, y se
han realizado desde diferentes perspectivas como ya
sealamos nosotros en otros trabajos (Cabero, 2001):
semiolgica, tcnico-instrumental, comunicativa, psicolgica y didctico-curricular. Desde esta ltima se
asume que son elementos curriculares, que por sus
sistemas simblicos y estrategias de utilizacin propician el desarrollo de habilidades cognitivas y valores en
los sujetos en un contexto determinado, facilitando y
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 183-188
184
dos como elementos aislados, autosuficientes e individuales, del resto de componentes del currculo, y su
introduccin en la prctica de la enseanza ha sido en
funcin de sus caractersticas tcnicas y estticas, y no
en funcin de sus potencialidades y prctica educativa. Plantea alternativamente que los medios de cualquier tipo, independientemente de su potencialidad
tecnolgica e instrumental, son simplemente instrumentos curriculares que deben de ser movilizados por
el profesor cuando el alcance de los objetivos, la existencia de un problema de comunicacin, o la conveniencia de crear un entorno diferenciado para el aprendizaje, lo justifique.
Partiendo de esta realidad sobre la diversidad de
medios disponibles y el proceso de adaptacin de stos
hacia un uso integrado dentro del currculo, nos plantemos revisar el uso de los mismos por parte de los
docentes del nivel inicial de enseanza en un rea
especfica como es la lectura y la escritura. El siguiente apartado nos presenta informacin relevante sobre
el proceso de conceptualizacin y de enseanzaaprendizaje de esta rea.
2. Enseanza de la lectura y escritura o desarrollo
del lenguaje escrito
La lectura y la escritura pueden considerarse como instrumentos privilegiados que dan acceso a la
informacin y al conocimiento. Por su importancia,
son objeto de atencin permanente en contextos que
desbordan con amplitud el marco escolar. El aprendizaje de la lectura y escritura es crtico para el xito de
Investigaciones
185
186
entrevista creada por Cabero (2000) para la investigacin titulada Los usos de los medios audiovisuales,
informticos y las nuevas tecnologas en los centros
andaluces. El instrumento pretenda recoger informacin en 6 dimensiones: 1) Aspectos generales y personales del docente; 2) Metodologa o mtodo utilizado
para el desarrollo del lenguaje escrito; 3) Presencia de
medios: impresos, audiovisuales y tecnolgicos en el
centro; 4) Formacin del profesorado en mtodos
para el desarrollo del lenguaje escrito y uso de medios;
5) Estrategias concretas de uso de los medios existentes y su insercin dentro del currculo de preescolar
con relacin al desarrollo del lenguaje escrito; y 6) Aspectos organizativos que facilitan o dificultan la incorporacin de los medios en los centros.
Por ser una investigacin cualitativa se necesit
elaborar un sistema de categoras capaz de reducir la
informacin obtenida en cada una de las preguntas de
la entrevista y determinar unidades de significado.
5. Resultados
En sntesis los resultados obtenidos confirman lo
sealado por Braman (1994, en Prendes y Solano,
2003) quien seala que la llegada de los nuevos medios no significa ni nunca signific que los antiguos desaparezcan. De esta forma los materiales impresos
continan como medio, aunque su forma y sus funciones claramente han ido cambiando y continuarn
cambiando. Por otra parte los resultados encontrados
apuntan a un cambio gradual de los docentes en la
metodologa empleada para el desarrollo del lenguaje
escrito pasando del uso tradicional de libros de lectura
seriados y ejercicios de rapidez en el uso de materiales
y actividades de lectura y escritura variados y funcionales. La incorporacin de diferentes medios parece
no responder a la metodologa empleada sino a la accesibilidad y formacin en el uso de los mismos.
En referencia a las estrategias concretas de uso de
los medios existentes y su insercin dentro del currculo de preescolar, con relacin al lenguaje escrito, los
resultados obtenidos evidencian la predominancia e
importancia de los medios impresos para el desarrollo
de las actividades en los centros educativos preescolares de la muestra y especficamente para las actividades referidas al lenguaje escrito en este nivel. Los docentes reportan un uso diario y cotidiano de los medios impresos para desarrollar actividades para el desarrollo del lenguaje escrito: lectura de cuentos y otros
materiales impresos, juegos con bancos de letras, palabras, escritura de tarjetas, recetas, recuentos de actividades, etc. Las respuestas obtenidas tambin permitieron notar el uso sistemtico de los medios informticos
Investigaciones
187
188
I N V E S T I G A C I O N E S
La contribucin de los adelantos tcnicos al bienestar de los ciudadanos ha sido tan fulgurante que se ha convertido en una puerta abierta a las crecientes necesidades de
comunicacin, artificiales en algunas ocasiones, reales en otras, como lo demuestra la
numerosa oferta de canales de televisin que se pueden captar con una antena parablica de tamao medio-pequeo. A un pas como Espaa, que en los aos ochenta
empezaba sus primeros pasos para introducirse en el club de pases con satlites de
comunicaciones, los costos econmicos y la enorme complejidad tecnolgica de la
puesta en rbita de un sistema de satlites propio le iba a suponer mucho ms tiempo
y esfuerzo que a otros pases con experiencia en el espacio.
The contribution of the technical advances to citizenswelfare has been so flashing that
it has become a door opened to the increasing artificial necessities of communication in
some occasions, real in others, as it demonstrates the numerous supply of television
channels that can be turned on with satellite dish of standard-small size.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Satlites de comunicacin, comunicacin, proyectos espaciales.
Communications satellites, communication, space projects.
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 189-192
190
miembro activo en tres importantes organismos satelitales en el mbito internacional: Intelsat, Inmarsat y
Eutelsat.
Una de las actividades en las que trabajaba Espaa
en el seno de las anteriores sociedades era precisamente el estudio y diseo de un sistema propio de
satlites de comunicaciones que pudiera disponerse en
un futuro prximo. El resultado no fue otro que contar con Hispasat, una tecnologa que sita a Espaa en
un grupo elitista de los pases avanzados en servicios
de telecomunicaciones.
La empresa encargada por el gobierno socialista
de aquella poca para participar en los tres organismos
fue Telefnica que era la que tena capacidad organizativa, tcnica y comercial de explotacin de estos servicios especiales.
Los sistemas ms interesantes que afectaban a la
radiodifusin espaola eran el Intelsat y el satlite europeo de comunicaciones ECS de la sociedad Eutelsat, cuyos modelos de vuelo se llaman Eutelsat I (FI, F-II, F-III, segn el momento del lanzamiento). De
todas las formas, en la dcada de los noventa est creciendo con mucha fuerza la implantacin de los sistemas de fibra ptica en la transmisin por cable. Como
ejemplo de esto ltimo, se puede decir que una sola
fibra ptica es capaz de ofrecer un flujo cercano a los
400.000.000 bits por segundo4.
Espaa, a mediados de los ochenta, tambin particip en otros trabajos como el denominado Prosat,
que tena una indiscutible preponderancia para los
proyectos futuros hispanos de puesta en rbita de satlites propios de comunicaciones. En aquellos tiempos
no se prevea ni por asomo la acogida tan buena que
iban a tener los servicios del proyecto Hispasat5 en el
futuro ms inmediato.
2.1. Telefnica en Intelsat
La compaa Telefnica espaola posee dos instalaciones en la pennsula ibrica para aprovechar los
servicios proporcionados por el sistema Intelsat: son
las estaciones terrestres de Buitrago de Lozoya en Madrid y la de Agimes en la isla de Gran Canaria. La sede madrilea fue inaugurada en el ao 1968 para dar
servicios en la zona del Ocano Atlntico, que luego
fue expandida con una nueva antena al Ocano Indico. Buitrago, debido a las ampliaciones y perfeccionamientos progresivos, sobre todo por la celebracin de
eventos como los Mundiales de ftbol de 1982, los
Juegos Olmpicos y la Exposicin Universal de 1992,
se ha convertido en una encrucijada importante en el
trfico de seales provenientes de tres satlites del
Atlntico y uno del Indico.
Investigaciones
191
192
para que los costes del sistema, incluidos los de programas, no fuesen muy onerosos en un servicio con
dficit esperado en las primeras etapas. Se quiso que
uno de los canales tuviera acceso libre a todos los
usuarios que deseasen entrar en contacto con sus servicios.
El estudio se orient a dar un marco de referencia
sobre la explotacin de las cualidades propias del proyecto espaol, dando especial nfasis a la necesidad
de establecer la operatividad de dos haces distintos
(uno para el territorio continental espaol junto a las
Islas Baleares y un segundo exclusivo para las Islas Canarias).
El informe, que tena como perodo de trabajos un
ao, tuvo apoyos importantes en las colaboraciones
prestadas para cuestiones muy especficas por la
Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicacin
de la Universidad Politcnica de Madrid y por la Agencia Espacial Europea (ESA). Fue entregado por el INTA a RTVE en el verano de 1984, aunque sus conclusiones y deliberaciones no llegaron a hacerse pblicas. Los expertos y responsables del INTA formalizaron un dinmico flujo bidireccional de informacin,
comentarios y perspectivas con la Comisin creada al
efecto por RTVE.
Notas
1 DE MORGAGAS, M. (1995): Satlites en la comunicacin social, en Telos, Cuaderno Central, FUNDESCO, Madrid; 115.
2 El 24 de enero de 1985, el Discovery empieza la misin llamada
51-c que tena como funcin la instalacin de un satlite espa
militar de Estados Unidos en el espacio.
3 BARRASA, G. y LPEZ, A. (1995): Espaa: esfuerzos insuficientes e inconexos, en Telos, Cuaderno Central, FUNDESCO,
Madrid; 81.
4 El servicio que requiere mayor nmero de bits/segundo es el de la
emisin de televisin en color, que llega hasta los 92.000.000, mientras que la transmisin de una comunicacin telefnica implica slo
unos 64.000 bits/segundo.
5 As me lo expres Jos Daz Argelles, director de Relaciones Externas de Hispasat, en una entrevista que tuvimos en febrero de
1996 en las oficinas de la compaa en el Noroeste de Madrid.
6 BARRASA, G. y LPEZ, A.: op. cit.; 80.
7 La Conferencia Administrativa Mundial de Radiodifusin, organizada por la Unin Internacional de Telecomunicaciones, UIT, celebrada en Ginebra en 1977, fij normativas bsicas en el campo de
los satlites de telecomunicacin como el procedimiento para las
concesiones de las posiciones orbitales, licencias de cinco canales a
la mayora de las naciones (excepto el Vaticano y los pases nrdicos), reglamentacin de las antenas receptoras, establecimiento de
una frecuencia general.
I N V E S T I G A C I O N E S
La realidad de hoy presenta una imagen en la que los medios de informacin y comunicacin dominan nuestras vidas. Este avance permite desarrollar nuevas formas de
transmitir nuestros pensamientos e ideas. Sin embargo, en edades tempranas se considera necesaria la intervencin de un gua que ayude a discriminar la informacin. En
consecuencia, se debe reflexionar sobre esta necesidad de potenciar una formacin
especfica en medios de comunicacin desde la ms tierna infancia.
Nowadays media images rule our lives. However, in early ages it is considered necessary the help of a guide to discriminate information. We want to make people reflect
about the need to promote specific training on the media since childhood.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Educacin en medios, realidad, medios de comunicacin.
Media education, reality, media.
La informacin ha sido, es y
ser una de las mayores herramientas del mundo de la
comunicacin. La razn de
esta realidad es bien simple y sencilla, nos ayuda a
cambiar y/o mejorar nuestro conocimiento del entorno, adems de la ubicacin y concepcin del mundo
de las comunicaciones.
A medida que el siglo XXI avanza la presencia de
los medios de comunicacin es ms latente pues una
de las seas de identidad ms significativa de la sociedad moderna es la comunicacin de masas (Prado,
2001: 161). Esta presencia se encuentra de forma
latente en los grandes cambios que en los sectores
educativos, laboral y familiar se han producido.
Los medios de comunicacin tradicionales, lejos
de desaparecer por el desarrollo tecnolgico han ido
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 193-197
194
Investigaciones
195
196
ponga en su programacin de aula han de estar imbricadas con la vida real del alumno, con los medios con
los que est en contacto, con sus relaciones, intereses,
vivencias, etc. Teniendo en cuenta todo ello la inclusin de los medios en el curriculum del centro no ser
una tarea difcil.
3. Eplogo?
Somos conscientes de que los nios y adolescentes son los principales receptores de los medios de comunicacin; sin embargo, al no poseer suficientes criterios para seleccionar desde una postura crtica aqullos que sean correctos y saber interpretar la realidad
necesitan de una supervisin continua tanto por parte
de la familia como del centro educativo donde se estn
formando.
Los centros escolares, superada ya su concepcin
de guarderas, deben formar a sus alumnos para saber
hacer frente a la realidad que la vida en comunidad les
plantea. La incursin de los pequeos en el mundo de
la comunicacin se realiza desde el mismo momento
del nacimiento. Ya de beb el ser humano es bombardeado de forma indirecta por informaciones que
desde su entorno se le transmiten, entorno que est
afectado directamente por los medios de comunicacin. La mayora de los medios de comunicacin convierten al usuario casi exclusivamente en un receptor
de mensaje diseado, y teniendo que ser observado y
analizado en la secuencia prevista por su autor (Cabero, 1996: 2). De Fontcuberta (2003) considera que
los mass-media son dispositivos de identificacin/proyeccin de pautas de comportamiento, estilos de vida
y patrones de gusto, de ah la importancia de dar una
informacin en el consumo de medios de comunicacin.
Ballesta (2003) afirma cmo la unin de las escuelas y los medios forman a los sujetos; sin embargo,
aunque este autor identifique que esta accin se hace
de distintas formas, la realidad es que las necesidades
de la sociedad, las situaciones problemticas de los
centros educativos, las relaciones aisladas entre los
miembros de las familias, etc., en muchos casos han
sido provocados por los mensajes que los medios lanzan a los miembros de la comunidad. Sin embargo, no
todo lo que transmiten los medios es negativo, tambin
permiten y fomentan espacios de comunicacin intergeneracional, independientemente del sexo, raza o
ideario, por lo que la educacin se ve enriquecida por
la informacin que desde la realidad cotidiana se
transmite.
En definitiva, la educacin en medios debe tratar
de analizar las formas en que tanto los medios y los
Referencias
BALLESTA, J. (2001): Educar para el consumo crtico de los
medios de comunicacin (http://dewey.uab.es/pmarques/evte/ballesta1.doc) (20/11/03).
BALLESTA, J. (2002): Educar para la comunicacin masiva: un reto en la formacin del ciudadano, (http://dewey.uab.es/pmarques/evte/ballesta2.doc) (20/11/03).
BALLESTA, J. (2003): Educar para el consumo de medios de comunicacin, en AGUADED, J.I. (Dir.): Luces en el laberinto audiovisual. Huelva, Grupo Comunicar, Agor@ Digital y Universidad
de Huelva; 194-203.
CABERO, J. (1996): Nuevas tecnologas, comunicacin y educacin, en Revista Electrnica de Tecnologa Educativa, 1 (www.uam.es/personal_pdi/stmaria/jparedes/lecturas/cabero.html)
(2/06/03).
CABERO, J. (2002): Familia y medios de comunicacin, en Dilogos, 233; 9-17. (www.tecnologiaedu.us.es/revistaslibros/familia2.html) (15-06-02).
CABERO, J. (2003): Las nuevas tecnologas en la actividad universitaria, en Pxel Bit, Revista de Medios y Educacin, 20; 81-100.
DE FONTCUBERTA, M. (2003): Medios de comunicacin y ges-
centros educativos ayudan a formar identidades, valores y estilos de vida. Busca comprender la representacin del mundo en ellos, pero pensar mejor nuestra
propia ubicacin en ese universo de representaciones,
y, sobre todo, en el mundo real (Morduchowicz,
2003: 44).
Investigaciones
197
198
I N V E S T I G A C I O N E S
En este artculo se recoge parte de una investigacin ms amplia sobre el uso de la prensa como material curricular en la educacin de base para adultos, aportndose diferentes aspectos en torno a la pertinencia y obstculos que encuentra el profesorado en
el trabajo que aborda con la prensa desde diferentes asignaturas del currculum. El
estudio contribuye al conocimiento de las circunstancias que rodean la integracin de
la prensa en la educacin, incorpora mejoras y potencia lneas de trabajo sobre la temtica tratada.
In this paper we gather part of the research about the use of press as curricular material in basic adultseducation. The work has contributed to different aspects concerning the relevance but also the obstacles that teachers face in their effort to use press
in different subjects of the curriculum. The study contributes to know the circumstances of integration of press in education. It includes some improvements, and it promotes some work lines concerning this topic.
DESCRIPTORES/KEY WORDS
Material curricular, medios de comunicacin, prensa, currculum, adultos, enseanza.
Curricular material, social mass media, press, curriculum, adult education, teaching.
Cada formador acta en coherencia con el modelo y teora curricular en la que se sita (de forma consciente o
inconsciente), configurando diferentes aspectos en el
plano educativo, entre ellos la preferencia de uso de
unos recursos educativos u otros. En palabras de
Sanjun (1977), cuando precisamos los fines en la
educacin es posible determinar los medios o recursos
y el modo en que conviene aplicarlos. A su vez, el empleo de los recursos de enseanza-aprendizaje tiene
repercusiones sobre la obtencin de los fines, sin ser
determinante. Este autor estima que la eleccin de los
recursos est a su vez condicionada por su idoneidad,
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 199-206
200
dacin de personas; valoracin de los medios de comunicacin como elementos manipuladores de la sociedad actual.
En el mbito de Comunicacin: Lenguas extranjeras se recoge, como objetivo general referido a los
medios de comunicacin y medios de comunicacin
social, comprender la informacin de mensajes en la
lengua extranjera en situaciones habituales de comunicacin, emitidas por personas o a travs de medios de
comunicacin. En los contenidos del currculum se
presentan explcitamente algunos referidos a estos medios.
Contenidos conceptuales: presencia en Galicia
de la lengua extranjera estudiada en televisin va satlite, anuncios de prensa, etc. Situaciones de comunicacin generadas por la utilizacin en el aula de textos
escritos (medios de comunicacin, textos de carcter
divulgativo, cientfico, etc.). Presencia del idioma extranjero en el mbito local (turismo, medios de comunicacin, etc.).
Contenidos procedimentales: comprensin de
mensajes orales, propios de situaciones de comunicacin (profesor, radio, televisin, anuncios, etc.). Comprensin global de textos escritos periodsticos de inters para el alumnado adulto.
En el mbito de Sociedad, dentro de los objetivos generales, se recogen algunos sobre los mass-media: obtener y relacionar informacin verbal, icnica,
estadstica, cartogrfica, etc. con distintas fuentes, en
especial de los medios de comunicacin, tratndola de
forma autnoma y crtica.
Por ltimo, tambin hemos encontrado referencia
puntual a estos medios de comunicacin social en el
mdulo: Economa y trabajo, al expresar los criterios
de evaluacin:
Interpretar, leer y elaborar cuadros estadsticos y
grficos sobre cuestiones de actualidad que aparecen
en los medios de comunicacin social, contrastando su
veracidad.
Manejar e interpretar, con ayuda de ejemplos,
conceptos propios de la ciencia econmica (balance
de pagos, renta, oferta y demanda, etc.) que permitan
comprender y valorar crticamente estas cuestiones
presentes en los mass-media.
En el mbito tecnolgico-matemtico constatamos que, en el mdulo de Aplicaciones de la tecnologa informtica, se hace hincapi en el manejo de
las nuevas tecnologas de la informacin y comunicacin, as como en sus posibilidades comunicativas y en
el anlisis valorativo a trabajar con el alumnado adulto. Como consecuencia de la revisin que hemos
abordado, podemos concretar que los dos mbitos en
Investigaciones
201
202
tensiva de la realidad educativa estudiada. La informacin obtenida de los sujetos fue recogida de forma personalizada, entrevistando individualmente al profesorado durante un periodo de seis meses. Como adelantamos, la tcnica de recogida de datos referida a la
parte de la investigacin que rescatamos para este trabajo fue la entrevista (estructurada). Esta tcnica resulta adecuada para tomar informacin sobre la realidad
educativa, posibilitndonos indagar con naturalidad
para conocer cmo actan y perciben la situacin los
formadores.
Al no encontrar en el mercado un protocolo de
entrevista que respondiese a las peculiaridades de
nuestra investigacin, optamos por la elaboracin ad
hoc para reunir la informacin objeto de anlisis. En
el guin consideramos los datos de perfil de los participantes y una serie de preguntas de contenido eligiendo su estructuracin. El total de entrevistas hechas
fueron veinte, dialogando en un clima distendido con
el profesorado de adultos. La cantidad de participantes la decidimos durante el periodo de ejecucin de las
entrevistas atendiendo a la saturacin de los datos alcanzados. Para seleccionar al profesorado entrevistado
tuvimos en cuenta las posibilidades de acceso a los
sujetos y su consentimiento para entablar conversacin
con nosotros.
2.2. Procedimiento de anlisis y resultados
La informacin obtenida a travs de las entrevistas
se grab y transcribi posteriormente para realizar el
anlisis de contenido, atendiendo a la naturaleza del
instrumento utilizado y al contexto donde se encuadra
la muestra estudiada. El programa de ordenador de
carcter cualitativo empleado para analizar la informacin ha sido Aquad 6.0 (Analysis of Qualitative Data). Para proceder al anlisis de datos, contamos con
las transcripciones individuales de cada entrevistado y
su totalidad, a partir de las cuales efectuamos la reduccin de los datos brutos (Marcelo, 1992).
Estos anlisis se construyeron creando las diferentes categoras cualitativas (de perfil y contenido: especficas y generales), en funcin de las unidades de estudio que resultaron relevantes (Huber, 2003). El programa utilizado nos permite aportar en el apartado de
resultados de investigacin, las frecuencias absolutas
(numricas) y relativas (o porcentajes) respectivamente.Los resultados que exponemos se obtienen al realizar el cruce entre la variable de perfil asignatura (seleccionada por la relevancia que la misma tiene en
nuestra investigacin), con las respuestas dadas a las
preguntas por el profesorado. En el anlisis cruzado
presentamos distintas tablas con la siguiente estructura:
Investigaciones
203
204
3. Conclusiones y discusin
Las conclusiones que ahora exponemos estn referidas al trabajo expuesto en este artculo y suponen una
contribucin en la comprensin y conocimiento de la
integracin de la prensa en el
currculum de la educacin de
base para personas adultas.
La integracin curricular de la prensa en la educacin de
Entre las principales conclusiones aportamos las siguientes.
adultos se considera por sus posibilidades como recurso
La pertinencia de la intedidctico y el contenido que aborda se aprecia por el aporte
gracin curricular de la prensa
en la educacin de adultos se
actualizador y de acercamiento al entorno donde se produce
considera, por sus posibilidala accin educativa, ms que por la diversidad de temticas
des, como recurso didctico, y
recogidas o por el anlisis de las peculiaridades que
el contenido que aborda se
aprecia, por el aporte actualipresenta el medio prensa.
zador y de acercamiento al entorno donde se produce la
accin educativa, ms que por
la diversidad de temticas recogidas o por las peculiaLo mismo sucede con el componente motivacional
ridades que presenta el medio prensa. No obstante,
que apunta Cabero (1999) como relevante para la recon este medio debe trabajarse de modo crtico: por
flexin y estudio de medios.
ello, es necesario que, desde las diferentes asignaturas
Entre las dificultades con las que se encuentra el
del currculum, se procuren tcnicas de alfabetizacin
profesorado para integrar la prensa en el currculum,
en medios de comunicacin social. Para Masterman
estn las caractersticas personales ligadas a la hetero(1993), una enseanza eficaz debe iniciarse por el
geneidad presente en el alumnado que acude a la foranlisis de las representaciones en los medios de la
macin de adultos. El profesorado de adultos debe tratemtica a tratar. Es til que el profesorado de todas las
bajar con la diversidad humana en sentido amplio,
disciplinas conozca el tratamiento que dan los medios
pues, es bien diferente cuando el alumnado forma un
a los temas en los que trabajan. Ballesta (2002) tamgrupo de coetneos a cuando se conforma con persobin incide en que una de las cuestiones que est en
nas adultas (Ricoy y Feliz, 1999).
juego con los mass media, y motiva su estudio desde la
Los formadores ponen pegas al trabajo con la
educacin, es el poder que tienen para manipular la
prensa partiendo de una concepcin cerrada del currciudadana. Con todo, desde el currculum de la educulum acadmico. Sin embargo, no debemos obviar la
cacin de adultos hemos de favorecer la puesta al da
importancia que debe tener la diversificacin curricu-
Investigaciones
205
206
lar en la educacin de adultos, atendiendo a propuestas individuales cuando se requieran. A la vez, la prontitud con que caduca la informacin que ofrece la
prensa tambin la ven como perjudicial para la formacin. No menos problemtico resulta encontrarse con
limitaciones para trabajar con la prensa derivadas de
las dificultades que tiene el profesorado para obtener
peridicos editados en diversos idiomas. Este hecho
alcanza mayor relevancia precisamente en las materias
de Lenguas: Gallego, Ingls y Francs (por la escasez
de prensa escrita de la que disponen). En estos dos ltimos idiomas tambin adquieren notoriedad los obstculos de origen contextual y econmico.
La existencia o ausencia de experiencia y formacin profesional especfica sobre el medio prensa supone una contrariedad para que los formadores la integren en el currculum. Adems, representa una dificultad el trabajo adicional que deben asumir para seleccionar el material objeto de estudio y acomodar la
metodologa de enseanza para generar un clima de
trabajo favorable. Esto mejorar en la medida en que
la utilizacin de la prensa se afiance en la educacin
de adultos y la formacin del profesorado en medios
de comunicacin alcance consistencia. Desde los aspectos concernientes a la parte del estudio recogido en
este artculo, no se diferencia entre un perfil de letras
o de ciencias, ms propicio a integrar la prensa en el
currculum de la educacin de base para adultos.
Referencias
BALLESTA, J. y GUARDIOLA, P. (2003): El profesorado ante las
nuevas tecnologas y los medios de comunicacin, en Enseanza,
19; 211-238.
BALLESTA, J. (2002): Educar para el consumo crtico de los medios de comunicacin, en ORTEGA, J.A. (Coord.): Educando en
la sociedad digital. tica meditica y cultura de paz. Granada,
Grupo Editorial Universitario. Vol. II; 907-916.
BEST, J.W. (1981): Cmo investigar en educacin. Madrid, Morata
CABERO, J. (1999): Bases para el diseo, produccin y utilizacin
de los medios didcticos y materiales de enseanza, en CABERO,
J., BARTOLOM, A.: CEBRIN, M. y OTROS (Eds.): Tecnologa educativa. Madrid, Sntesis; 53-70.
GONNET, J. (1995): De lactualit lcole. Pars, Armand Colin.
HUBER, G.L. (2003): Processes of decision-making in small learning groups, en Learning and Instruction, 13(3); 255-269.
JUNTA DE GALICIA (Ed.) (1997): Documentacin sobre la implantacin de la enseanza bsica para personas adultas. Santiago
de Compostela, Consejera de Educacin (Documento policopiado).
MARCELO, C. (1992): Dar sentido a los datos: la combinacin de
perspectivas cualitativas y cuantitativas en el anlisis de entrevistas,
en MARCELO, C. (Coord.): La investigacin sobre la formacin
del profesorado. Mtodos de investigacin y anlisis de datos. Argentina, Cincel; 13-48.
MASTERMAN, L. (1993): La enseanza de los medios de comunicacin. Madrid, Ediciones de la Torre.
MEDINA, A. y DOMNGUEZ, C. (1993): La formacin del profesorado en una sociedad tecnolgica. Madrid, Cincel.
RICOY, M.C. (2003): La prensa como recurso educativo en la formacin de base de las personas adultas: proyeccin sociolaboral, en
IV Congreso Internacional de Formao Norte de Portugal-Galiza.
Oporto, Ministerio da Segurana Social e do Trabalho; 489-498.
RICOY, M.C. y FELIZ, T. (1999): Educacin secundaria para personas adultas: un reto para el siglo XXI, en Revista Educacin
XXI, 2; 97-124.
RODRGUEZ, G.; GIL, J. y GARCA, E. (1996): Metodologa de
la investigacin educativa. Mlaga, Aljibe.
SANJUN, M. (1977): Pedagoga fundamental. Zaragoza, Librera General.
SEVILLANO, L. y BARTOLOM, D. (1997): Desarrollo de la inteligencia con la integracin curricular de la prensa. Madrid, CCS.
I N V E S T I G A C I O N E S
Se dice que lo que la escuela ensea durante cinco horas, lo destroza en quince
minutos un mal programa de
TV. Tan alta capacidad deformativa de los medios de
comunicacin de masas (MCM) no puede quedar al
margen de las preocupaciones de la escuela y de la
educacin formal (EF). Buena parte de la influencia
que ejercen los MCM como difusores de educacin
informal (EI) la realizan como inspiradores de las representaciones sociales (RS) que construyen las personas a partir de las informaciones que reciben de esos
medios.
La violencia es uno de los principales problemas a
los que se enfrentan las sociedades de hoy. La violen-
Comunicar, 26, 2006, Revista Cientfica de Comunicacin y Educacin; ISSN: 1134-3478; pginas 207-214
208
Investigaciones
209
210
lencia y la ejecucin de actos criminales, pero la persistencia de actos violentos que se muestran en los programas de TV perfectamente puede ir creando un
comportamiento agresivo en los receptores. Un fuerte
argumento en defensa de esta posicin es la teora del
aprendizaje vicario (Bandura), una de las formas a travs de las cuales el ser humano aprende el comportamiento. As, la exposicin de los nios y adolescentes
a la observacin de acontecimientos violentos, aumenta la probabilidad de que lleguen a actuar de forma
ms violenta puesto que tienden, por un impulso interno (lo observan todo y lo reproducen), a imitar y asimilar modelos que concuerdan con su psicologa y su
temperamento.
Los defensores de la segunda posicin afirman
que la exposicin a la violencia de los medios de comunicacin tiene poco efecto, o ninguno, en el comportamiento violento en el mundo; que la gente era
mucho ms violenta en los siglos anteriores a la invencin del cine y la televisin (Freedman, 2002); y que
la violencia de los medios de comunicacin es un sospechoso habitual, siendo as que los orgenes de la
violencia estn en la naturaleza humana: Hay muchas razones para creer que la violencia de lo seres
humanos no es literalmente una enfermedad ni un deterioro, sino que forma parte de cmo somos algunos individuos son constitucionalmente ms proclives
a la violencia que otros (Pinker, 2003: 458). Este mismo autor zanja su postura de forma categrica aduciendo que la afirmacin de que la violencia es una
conducta aprendida, es un mantra que repiten los
pensadores de derechas para mostrar que creen que la
violencia se debe reducir. No se basa en ningn estudio slido. La triste realidad es que, a pesar de que se
asegure repetidamente que conocemos las situaciones que alimentan la violencia apenas contamos con
alguna pista. Y la culpabilidad de los sospechosos habituales en esa interpretacin de la violencia no est demostrada en absoluto, y a veces es falsa (Pinker,
2003: 451).
La visin relativizadora (o no determinista) de la
influencia de los medios mantiene que no hay respuestas unvocas a un mismo estmulo. La influencia
de los contenidos de cualquier MCM depende de una
serie de variables que pasan por las caractersticas del
entorno social y cultural cercano donde se desenvuelve el individuo, su formacin, de los compaeros y
medios culturales con los que interacciona y otros factores ms. Es decir, los pblicos no son pasivos ni neutros ni socialmente vrgenes, pero cuando el discurso
que transmiten los MCM encuentra las condiciones
psicolgicas favorables (personas con escasos recursos
secunda ms. Nunca como hasta ahora se haba planteado y ocupado tanto el currculum escolar de la
necesidad de una educacin para la paz, y nunca como hasta ahora se producen con tanta frecuencia actos de indisciplina y violencia entre los alumnos, desde
los ms pequeos y entre ambos sexos (verifquese
con los maestros, quienes afirman que la convivencia
escolar es el aspecto que ms les preocupa de su tarea
educativa (El Mundo, 12-07-04). Algo est fallando
entonces.
En declaraciones externas (individuales y colectivas) los jvenes y mayores se declaran antibelicistas,
pacifistas, etc., pero el trmino paz se maneja como
una palabra fetiche que se enarbola ms desde lo polticamente correcto que desde la conviccin interna.
La amarga realidad muestra que cada vez ms la confrontacin es el credo de un buen porcentaje de la juventud y de la poblacin en general ante la aparicin
de conflictos. Para tratar de entender estas aparentes
contradicciones entre la teora y la prctica puede resultar de inters adentrarse en el mundo de las representaciones sociales (Moscovici) como teora sobre la
elaboracin de pensamiento que, a su vez, interviene
en la conformacin de las relaciones sociales. Cmo
son las manifestaciones sociales sobre la violencia;
cmo se expresan pblicamente las personas sobre la
violencia; cmo realmente se la representan internamente muchas personas y cmo actan frente a la solucin de conflictos.
La nocin de representacin social tiene que ver
con la manera cmo nosotros, sujetos sociales, aprehendemos los acontecimientos de la vida diaria, las caractersticas de nuestro medio ambiente, las informaciones que en l circulan. Las RS son una forma de
conocimiento social que nos ayudan a interpretar y
pensar nuestra realidad cotidiana.
Las RS no slo surgen y se desarrollan del conocimiento estructurado en discursos cientficos, sino que,
muchas de ellas afloran tambin a travs de las interacciones sociales; a travs del contexto concreto en
que se sitan los individuos y los grupos; de la comunicacin que se establece entre ellos; de los marcos de
aprehensin que proporciona su bagaje cultural; de los
cdigos, valores e ideologas relacionados con posiciones y pertenencias sociales especficas; y sobre todos
estos contextos, y ante el eclipse de otros agentes como la familia y la escuela, en su elaboracin muestran
una enorme influencia los MCM.
Las RS que propician los MCM a menudo funcionan como esquemas, como marcos cognitivos, conformando una especie de andamios mentales que influyen fuertemente en la forma en que procesamos la in-
Investigaciones
211
212
cia declarada), lo que afirman que les gustara ver (conocido a travs de las investigaciones tanto cuantitativas como cualitativas, de opinin y de expectativas sobre la oferta televisiva) y lo que realmente ven (conocido a travs de la audiometra) (AUC).
En el deporte se habla de juego limpio, pero no
hay celebracin deportiva exenta de algunos excesos
violentos por parte de los hinchas. Los polticos hablan
de integracin, de sumar voluntades, pero en realidad se busca la exclusin y la eliminacin del contrario, incluso de los propios correligionarios disidentes.
Los debates polticos en cualquier ayuntamiento se
convierten en batallas dialcticas de una enorme violencia verbal hasta que, en algunos casos y la prensa
lo refleja de vez en cuando un concejal arremete fsicamente contra otro. Esto, en un rgimen democrtico, donde el respeto a las ideas de los dems debe ser
santo y sea del comportamiento social.
Maltratadores, personajes que de repente salen a
la escena pblica por unos determinados actos violentos, y de los que todo el mundo reputaba como excelentes vecinos que nunca haban dado ningn problema. Vandalismo indiscriminado, inseguridad y destrozos en los centros educativos, aumento de las lesiones
en robos La violencia es un signo de nuestro tiempo que subyace en el comportamiento social de los
individuos.
Frente a lo que cualquier persona sensible y sensata pensara sobre la violencia como medio de establecer las mejores relaciones con nuestros semejantes
y como forma de resolver diferencias con sus iguales,
en las RS que sobre la violencia ayudan a conformar
los MCM:
Se presentan hroes violentos a imitar. El bueno practica tanta violencia o ms que los malos y de
forma ms eficaz.
Se asocia el humor como compaero de la violencia. En ocasiones el humor se usa como soporte del
desarrollo de algunas escenas violentas.
Los actos violentos aparecen de forma embellecida y saneada, ausentes de dolor y dao explcitos, sin
exhibicin o referencias al dolor de las vctimas o a los
perjuicios fsicos y emocionales que stas padecen,
con lo que se distorsiona el sentido de las consecuencias y se incita a ignorar el sufrimiento y los efectos
nocivos de la violencia.
La mayora de los actos violentos mostrados en
la pantalla quedan sin castigo. Premiar la violencia o
no castigarla abiertamente es algo que favorece el
aprendizaje de comportamientos violentos.
Muestran que la violencia es aceptable y eficaz
como forma de resolver conflictos, y fomentan la vio-
lencia en los espectadores en la medida en que parecuales aparecen. Y si esto es as, entonces el mecanisce estar justificada.
mo responsable de la orientacin de las conductas y de
El dilogo es un sntoma de debilidad. Se recula construccin de la realidad social no es la represenrre a l si no se tiene el suficiente poder para imponer
tacin social, sino aquello que selecciona la RS pertinuestra voluntad, si se tiene que obtener algn tipo de
nente a una situacin determinada (Ibez, 1988). Aqu
concesiones.
es donde se abren las bazas de la EF en relacin con
Junto a la violencia explcita se exhibe tambin en
las RS sobre la violencia representada en los MCM:
los medios la violencia simblica, normalmente latente
ofrecer RS alternativas y lograr que stas se impongan
en las relaciones interpersonales, en los estilos de vida
en el actuar de los individuos. As pues, no es la inhibiy en los valores representados en muchos espacios
cin, sino el convencimiento de la responsabilidad y las
televisivos pretendidamente no violentos (debates).
posibilidades de la EF la postura acertada para enfrenRojas Marcos (1995) manifiesta que en nuestra
tarse a las RS inadecuadas que deslizan los MCS.
cultura se exalta la rivalidad y se admira el triunfo conInteresa analizar las causas reales del problema e
seguido en situaciones de enfrentamiento; la creencia
intervenir desde diferentes frentes sobre el fenmeno
de que el antagonismo y la pugna son elementos necede la violencia de los nios y jvenes actuales. Lo consarios y deseables; que en la lucha cotidiana (se forja
trario es enmascarar el problema, culpabilizar a estos
el carcter) los fuertes sobreviven mientras los dbiles
actores y, a lo sumo, a la familia, para no afrontar la
perecen en el intento.
realidad social en la que estamos inmersos.
Los nios difcilmente pueden sustraerse a las
Por su parte, en los trabajos sobre violencia escoinfluencias ambientales ni competir con los ejemplos
lar es frecuente hacer anlisis de los comportamientos
que ofrece la EI. Y teniendo en
cuenta que les puede resultar
tan real la violencia real como
Tanto los medios de comunicacin como las representaciola violencia representada, y
dada la omnipresencia de la
nes sociales que conforman debieran resultar mbitos de
violencia en los MCM, las conatencin preferente de la educacin formal, porque son la
secuencias estn servidas.
Investigaciones
213
214
escolar cada vez se agranda ms y hace la labor de sta ms ineficiente para enfrentarse a las exigencias de
formacin que aquella demanda.
Un tratamiento que debe plantearse una labor
continuada, sistemtica, insistente y convincente contra la violencia. La educacin escolarizada tendr que
ensearles a sus alumnos a analizar las imgenes y a
reflexionar sobre ellas, tratando de reformular un mensaje moral contra la violencia; mostrarles otras realidades con una escala de valores diferente; modelos de
hombres y mujeres que basan sus vivencias en la libertad, en la responsabilidad, en la defensa de la igualdad, por una sociedad ms justa, ms solidaria y ms
tolerante, pero no desde la violencia y la agresividad,
sino desde la razn, los principios ticos, el dilogo y
la justicia. Modelos de hombre y de mujer que se sienten fuertes y seguros gracias a su formacin, a sus creencias e ideales (Mesa, 2002). Un tratamiento que
ponga de relieve los efectos perversos que para las
personas y la convivencia social se derivan de la violencia, recuperando la capacidad de indignacin y
asombro frente a ella. Esta lectura crtica de la violencia en los medios requiere una alfabetizacin en medios aplicando precisamente las nuevas tecnologas
para conseguir una competencia cultural y la capacidad de descodificacin de los mensajes que los medios
transmiten (Antn, 1998). Pero el problema de la violencia incumbe a todos los estamentos sociales, no slo
a la escuela, que en ltima instancia trata de prevenir
o paliar sus efectos, importa tambin a quienes la producen (ejercen), a quienes la difunden (MCM) y a
quienes tienen los resortes para tratar de intervenir en
las condiciones en que se produce o se difunde (polticos, administraciones pblicas).
Si la evidencia de que en el consumo de TV est
la posibilidad de aprender lo malo, tambin est la
oportunidad de aprender lo bueno, la TV puede ser
tambin un poderoso medio de enseanza y/o aprendizaje de valores prosociales. El artculo 20.4 de la
Constitucin Espaola establece que la libertad de ex-
presin tiene su lmite en el respeto a los derechos reconocidos en el Ttulo I y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a
la proteccin de la juventud y de la infancia. Los
medios de comunicacin pueden contribuir de forma
eficaz a una educacin emocional positiva y equilibrada (Bisquerra y Filella, 2003), con relatos televisivos
atractivos a travs de los cuales transmitir mensajes positivos que introduzcan la no violencia, la solidaridad,
la responsabilidad social, etc. en su marco de valores;
dirigiendo a los jvenes mensajes que contengan, no
slo informacin o entretenimiento, sino que propicien tambin la adquisicin y el aprendizaje de habilidades especficas y soluciones prcticas para resolver
conflictos.
Referencias
ANTN, J.A. (1998): Medios de comunicacin, conflictos y Tercer Mundo. Las races de los conflictos, 8. Madrid, Observatorio de
Conflictos, CIP.
ASOCIACIN DE USUARIOS DE LA COMUNICACIN
(AUC): La violencia en los medios de comunicacin, en www.auc.es (22-07-04).
BISQUERRA, R. y FILELLA, G. (2003): Educacin emocional y
medios de comunicacin, en Comunicar, 20; 63-67.
FREEDMAN, J.L. (2002): Media violence and aggression: No evidence for a connection. Toronto, University of Toronto Press.
LICERAS, A. (2000): Tratamiento de las dificultades de aprendizaje en Ciencias Sociales. Granada, Grupo Editorial Universitario.
LICERAS, A. (2003): Tpicos, estereotipos y prejuicios, componentes de un aprendizaje informal que deforma, en ber, Didctica
de las Ciencias Sociales, Geografa e Historia, 36; 89-101.
MESA, R. (2002): Medios de comunicacin, violencia y escuela,
en Revista Interuniversitaria de Formacin del Profesorado, 44;
209-222.
PEZ, D. y ZUBIETA, E. (2003): Dimensiones culturales. Individualismo-colectivismo como sndrome cultural, en PEZ, D.; FERNNDEZ, I.; UBILLOS, S. y ZUBIETA, E. (Coords.): Psicologa
Social, cultura y educacin. Madrid, Pearson; 55-87.
PENALVA, C. (2002): El tratamiento de la violencia en los medios
de comunicacin, en Alternativas. Cuadernos de Trabajo Social,
10; 395-412.
PINKER, S. (2003): La tabla rasa. Barcelona, Paids.
ROJAS MARCOS, L. (1995): Las semillas de la violencia. Madrid,
Espasa Calpe.
Comunicar 26
Bitcora
agenda
Apuntes
Reseas
Notes
Communication platforms
Books
216
Alienacin-interaccin...
De Pantallas Sanas de Jos Antonio Gabelas
en un mundo de pantallas...
Textos y dibujos: Enrique Martnez-Salanova
Apuntes
217
218
LIBROS
Jos Ignacio Aguaded Gmez
Nos encontramos, sin duda, ante una biblia para los
amantes de la edu-comunicacin, a manera de diccionario,
que recoge el mundo de las letras de la a a la z, sin dejar atrs de su amplio recorrido a un impresionante mundo
de sensaciones que, aunque intentan disfrazarse de humorismo, no son ms que retazos punzantes de una filosofa
alegre y divertida que integra, de forma inteligente y crtica,
el complejo universo de la comunicacin audiovisual en
nuestra vida cotidiana, ya tan condicionada por el impacto
y la presencia de los medios en todos los entornos diarios.
El primer autor, Enrique, filsofo y tecnlogo de la educacin y la comunicacin, fusiona con pasin todos sus demonios interiores en este texto en los que, a manera de sntesis, recoge algunos de sus mejores flashes audiovisuales
de los ltimos aos. Y aun ms, el segundo autor, Pablo, impulsa con savia nueva los tpicos de su predecesor, dndoles as un tono lleno de vitalidad y optimismo. En suma, una
fusin creativa que nos adentra en un texto que por mor
del humor nos inunda de mximas certeras de la vida.
Desde la adiccin al zapping, como indican sus autores, es un autntico recorrido crtico-visual por la comunicacin y las tecnologas, a travs de agudas frases e imgenes de la cotidianeidad, que nos interpelan sobre nuestras
actitudes y tambin sobre nuestras aptitudes ante los medios de comunicacin, no siempre provistas de alforjas crticas. Con la excusa no confesada de repasar y dar vida a
una amplia serie de palabras-smbolo, el texto nos introduce, en clave sintonizada de humor y filosofa, en la autopista de la interaccin
diaria que, como ciudadanos y consumiHistorietas de la comunicacin: de la adiccin al zapping; Enrique
dores del mundo de hoy, nos depara la
Martnez-Salanova; Huelva, Comunicar Ediciones; 2005; 371 pgs.
comunicacin. No se trata, por tanto, de
un manual para expertos y universitarios
que buscan slo sistematizacin de contenidos, aunque nadie podra asegurar que no la hubiera en este texto. Se trata ms bien de un libro para educadores, comunicadores, consumidores de la tele y ciudadanos en general que ven reflejado en los cientos de dibujos, caricaturas, comics y sentencias de este libro su hbitat diario, que sienten y padecen las grandezas y tambin esclavitudes de los medios y especialmente de ese medio estrella que es la televisin. El listado de trminos analizado es tan amplio como inabarcable. Los autores
han optado por ofrecer un universo polidrico que se pasea por el pensamiento nico, la globalizacin, la colonizacin y la tecnologa, pero tambin por la msica, los refranes, la escritura, la fotografa, los cuentos y la cultura. No por ello abandona la telebasura y la dependencia, las pantallas y las pizarras, o en tono ya ms didctico y socarrn, los derechos del telespectador, el ver
los medios o la decisin. Lo ms genuino de todo esto es que con palabras, aparentemente dispares, se construye un universo
lleno de obviedades que precisamente por ello pasan desapercibidas en el diario de nuestras vidas.
Sin duda, se trata de un texto singular y creativo, porque convertir en imgenes la vida cotidiana no es tarea nada sencilla y mucho
menos cuando se quiere retratar en dibujos lo que realmente nos pasa y nos acontece sin que nos demos cuenta, porque vivimos ante los medios como los peces en el agua, sin ser conscientes de ello.
Enrique y Pablo consiguen magistralmente presentarnos un libro que nadie se negar a leer y mucho menos a ver, porque si antes
se deca que la letra con sangre entra, ellos han apostado decididamente y nosotros con ellos estamos a una que el mundo de
hoy con imgenes realmente entra, slo con lo icnico podremos realmente entender y comprender la complejidad del universo meditico en que vivimos. Se trata de pensar este mundo, de vivirlo inteligentemente, de tener los resortes y las competencias mediticas que todo ciudadano ha de poseer mnimamente para manejarse y entender/comprender los mensajes de los
medios de una forma plural, crtica e inteligente. Este texto, no hay duda, es un paso importante para ello.
LIBROS
Montserrat Medina Moles
Nos encontramos frente a un planteamiento muy atractivo,
cmo conseguir involucrar a profesores y alumnos en la
interesante propuesta de realizar una investigacin periodstica, redactarla y publicarla. Periodistas por un da es
un programa argentino que propone a segundo y tercer
ao de Polimodal o cuarto y quinto de todas las escuelas
pblicas del pas investigar periodsticamente un tema de
actualidad que les interese. Un jurado ser el encargado de
valorar las experiencias y seleccionar aqullas que sern
publicadas por todos los medios grficos, un mismo da. En
esta propuesta participan todos los diarios del pas y supone un importante compromiso con la escuela. El Ministerio
de Educacin, Ciencia y Tecnologa y los Ministerios de
Educacin de todas las provincias asumen esta propuesta
como un desafo que no pretende slo investigar sino compartir con toda la comunidad los descubrimientos y aprendizajes de un grupo de alumnos.
En este cuadernillo podemos encontrar las bases del concurso as como orientaciones para llevar a cabo la investigacin. En esta gua conoceremos cmo se construye una
investigacin periodstica, en qu consiste, qu queremos
contar, elementos que hay que incluir y algo bsico y fundamental, de dnde sacamos la informacin para realizarla. La labor del docente es difcil pero cuenta con la ayuda
de coordinadores del Programa en los respectivos Ministerios de Educacin provinciales a los que pueden consultar.
En el apartado dedicado a las reglas del
buen periodista, encontramos siete principios bsicos: ofrecer un enfoque partiPeriodistas por un da; Daniel Filmus (Ed.); Buenos Aires,
cular, no repetir puntos de vista de otros
Ministerio de Educacin y Tecnologa; 16 pginas
periodistas sobre el tema; evitar llevarse
por los prejuicios e intentar que la realidad nos sorprenda; documentarse bien
sobre el tema, informarse de varias fuentes; la confianza, los lectores deben confiar en lo que leen para lo cual hay que recurrir
a distintas fuentes; una mirada honesta, aunque la objetividad es imposible porque los periodistas son personas y tienen opiniones no debe ser una mirada ingenua y se debe investigar a todos los actores que intervienen; en el estilo, conviene evitar el exceso de frases retricas y los lugares comunes, la claridad sintctica es fundamental; y por ltimo el ttulo, es la manera en que el
periodista refleja su estilo.
Incluye una entrevista a Nora Veigas, periodista del diario Pgina 12 de Buenos Aires. La periodista propone consultar la mxima cantidad de fuentes para tener una visin global del tema que se investiga. Entre los consejos de Nora Veigas figura el de conseguir que el texto se entienda, escribir con claridad y sencillez. Muchos periodistas desean mostrar lo cultos que son y olvidan
quines son los lectores, la regla es que nadie puede escribir sobre lo que no conoce. La publicacin incluye tambin algunas
preguntas que se plantean los que van a participar en el concurso: qu tema elegir, cmo vincular esta propuesta con los contenidos del programa y el rol que asume el profesor en el anlisis de las cuestiones complejas.
Finalmente encontramos una muestra, una investigacin llevada a cabo por alumnos y que sirve para ilustrar lo que se puede
conseguir con un trabajo planificado y con el esfuerzo de todos los educadores. A pesar de ser un certamen argentino, el cuadernillo podra ayudar a cualquier docente a emprender la labor de guiar a su alumnado por los vericuetos del periodismo. Escrito
con gran claridad y bien estructurado, plantea incluso una agenda de trabajo para organizarse.
Reseas
219
220
LIBROS
Julio Tello Daz
Emulando la clebre frase pienso, luego existo del matemtico y filsofo Descartes, el autor de este libro invita al
lector a reflexionar acerca de la dependencia que causa en
las personas el complejo mundo publicitario y el consumo.
Llegado este punto de subordinacin ante la poderosa publicidad, el sujeto no puede concebir su existencia si no es
manifestndose a travs del consumo al cual incita el incesante torrente publicitario.
Los medios de comunicacin han llegado a tener un papel
preponderante en la actual sociedad de consumo, y esto ha
sido detectado por los agentes publicitarios, de tal manera
que con sus promesas han conseguido filtrarse en el pensamiento del sujeto, provocndole sensaciones idlicas, deleitosas y placenteras mientras se imaginan adquiriendo y
usando el producto o servicio que le estn anunciando. Esta situacin de bombardeo publicitario ha dado lugar a que
una enorme cantidad de personas compren dejndose llevar por sus impulsos, ms que por la necesidad, al verse
sumergidas en un cctel de palabras mgicas en torno a la
identidad, autoimagen, rol social, etc. que prestigian los conceptos a los que se asocia el producto publicitado.
Para Joan Torres, la invasin publicitaria a travs de los diferentes medios de comunicacin, con una utilizacin estratgica de las tecnologas de la imagen y el sonido, est
incrementando el deseo hacia el producto, est potenciando la sensacin de necesidad, y haciendo que el sujeto se
identifique con la mercanca; ste es el principal objetivo
del complejo comercial-publicitario
(CC-P), que se erige como el autntico
Matrix de nuestro tiempo al conseguir
Consumo, luego existo. Poder, mercado y publicidad; Joan Torres;
vampirizar todos los campos de la comuBarcelona, Icaria, 2005; 124 pginas
nicacin, siendo el dinero la nica energa que hace mover nuestra actual civilizacin occidental.
Para captar la atencin del usuario, los medios de comunicacin van buscando tener un papel determinante en la percepcin de
lo real y en la configuracin de la tica y la esttica, tanto personal como colectiva. De ello se han hecho eco los agentes publicitarios, al intentar mostrarse como un humilde sistema de informacin y comunicacin sobre los productos que anuncian, ya
sean bienes o servicios, al justificar que se estn transmitiendo datos sobre hechos y caractersticas objetivas de las cosas. Pero lo
que se est haciendo es apelando a la imaginacin del espectador para estimular que componga sus deseos personales. Esta circunstancia queda plasmada en varios ejemplos publicitarios minuciosamente explicados en diferentes lugares del texto.
Este libro, a travs de once breves captulos, plasma una innegable realidad de nuestra sociedad de consumo, ya que intenta
hacernos comprender el poder de persuasin que tienen los mensajes publicitarios para inducirnos a un consumo desmesurado,
lo cual permitir un incremento exponencial de las riquezas del anunciante; riqueza que ser directamente proporcional a la fijacin que produzca su marca en la mente de los sujetos. En un sistema de sobreproduccin material y de servicios, las empresas
con fines comerciales tienen en la publicidad uno de sus mayores aliados para alcanzar sus objetivos.
Redactado con un lenguaje formal y preciso, aunque sin la utilizacin de excesivos tecnicismos, este libro est dirigido a un amplio
pblico, abordando las causas que generan este problema meditico y aportando unas ms que razonables reflexiones para hacer
entender al lector la forma de evitar que las idlicas promesas publicitarias causen enormes mermas en su economa al dejarse
influir por ellas.
LIBROS
M Dolores Degrado Godoy
Las pginas del texto recogen un conjunto de pautas ticas
para servir de gua a los medios de comunicacin y sus profesionales en su actividad informativa cotidiana, as como
tambin algunas otras indicaciones referidas a la tica de la
comunicacin en general. Estas pautas permiten familiarizarse y conocer los cdigos ticos ms representativos del
periodismo as como de los principales mecanismos de comunicacin. Este tipo de documentos suele recoger, salvo
en algn caso de algn cdigo ms especializado, las obligaciones ms generales y bsicas del periodismo, aquellas
que todo periodista debera cumplir en su actividad cotidiana.
Adems se recogen otro tipo de documentos referidos al
tratamiento meditico y la repercusin de los medios en la
infancia y los menores en general: con captulos dedicados
a informacin sobre menores, anorexia, edu-comunicacin, violencia y ficcin. Tambin se recogen aqu recomendaciones y pautas deontolgicas referidas a otros temas
ticos relevantes relativos tanto a los diferentes soportes
mediticos como a la actividad del periodista ms especializado: captulos sobre periodismo grfico, radio y publicidad encubierta, y televisin. Por ltimo le ha parecido oportuno al autor incluir tambin en esta recopilacin la propuesta de ley de estatuto del periodista profesional que aspira a convertirse algn da en la ley que habr que regular,
como su nombre indica.
Cabe destacar que los documentos recopilados en el texto
van agrupados por tpicos y precedidos
en cada caso de una introduccin que
sirve tanto de presentacin del tema en
Pautas ticas para la comunicacin social. Hugo Aznar; Valencia,
cuestin como de los propios documenUniversidad Cardenal Herrera, 2005; 185 pginas
tos en particular. Recalcar que dichas
introducciones tienen un carcter bsico,
que ayuda a situar los referentes fundamentales de cada cuestin sin pretender en absoluto agotarlas. Para profundizar en estos temas se facilita al final de cada captulo una bibliografa y algunas direcciones de Internet, a donde debe acudir el lector interesado si quiere encontrar ms informacin y un tratamiento ms exhaustivo de los mismos. Conviene recordar que el sentido fundamental de una recopilacin como
sta es sobre todo poner al alcance de los lectores un conjunto amplio de recomendaciones y cdigos ticos para guiar la actividad de los medios y de quienes trabajan en ellos, de modo que resulte fcil familiarizarse con ellos y consultarlos en caso necesario.
Estamos ante recomendaciones de naturaleza prctica. Se trata de que los profesores y estudiantes los conozcan, los lean y los
frecuenten, pero siempre con la finalidad ltima de aplicarlos en su labor cotidiana. Constituyen buena prueba de ello, ya que
no han sido realizados exclusivamente por profesionales del periodismo, sino que son fruto igualmente del inters, la preocupacin y la iniciativa de un amplio nmero de personas, investigadores, educadores y colectivos sociales de todo tipo que han sentido la necesidad de contribuir con estas aportaciones a la mejora comn de la sociedad de la informacin y la comunicacin en
la que nos hallamos inmersos. Hay desde manifiestos hasta cdigos suscritos por organizaciones profesionales y empresariales de
los sectores implicados, pasando por recomendaciones del Senado o de investigadores de la comunicacin. Su reunin y presentacin conjunta no debe tomarse como un cuerpo doctrinal cerrado de tica de la comunicacin. Ms bien se trata de proponer referentes que sirvan de gua a la actividad de los medios para ir aplicndolos, discutindolos, revisndolos y perfeccionndolos entre todos, e ir consiguiendo as una cultura tica.
Reseas
221
222
LIBROS
M Dolores Degrado Godoy
La televisin es un referente constante para los nios, con
ella conviven gran cantidad de tiempo al da y constituye
una fuente potencial de aprendizaje para el menor. El mundo televisivo es un importante agente de socializacin para
el nio, cuantitativa y cualitativamente. Este vehculo de
creacin de la realidad construida y por tanto medida, constituye junto con otras entidades de primer orden, como la
familia o la escuela, un pilar bsico en el desarrollo intelectual, conductual y emocional de la poblacin infantil.
Esta obra parte de la premisa de que el nio no es un sujeto pasivo que absorbe todo contenido que se emita en pantalla. De hecho, tiene capacidad para elegir el medio o sustituirlo por otras alternativas, puede abandonar un programa por no resultar de su inters, incluso, sabe crear mecanismos de autodefensa ante mensajes que estima impropios
o no aptos para su edad.
El nio, considerado como sujeto social sensible, interacta
con los contenidos televisivos siguiendo los parmetros que
le aportan otras voces en los diferentes entornos en los que
se relaciona y confrontando sus criterios y opiniones con
los que le aportan las otras fuentes. Con objeto de establecer un mapa de posibles mediaciones en el proceso de
interrelacin entre nios y medio, se aplica el modelo sistmico en el que confluyen los distintos contextos. En este
modelo se inscriben diferentes sistemas que condicionan la
forma en que el nio percibe los mensajes audiovisuales,
desde la familia, la escuela o el grupo de iguales, hasta la
propia cultura.
Con el fin de fundamentar cmo repercuten algunas de estas mediaciones en el
La televisin en la mirada de los nios. Carmen Marta Lazo;
proceso de percepcin de contenidos teMadrid, Fragua, 2005; 359 paginas
levisivos y definir al mismo tiempo, entre
otros aspectos, el grado de vinculacin o
actividad con el que el nio afronta distintos mensajes, se incluye en este estudio un anlisis emprico compuesto por dos mtodos de investigacin diferentes, como
cuantitativo, en forma de encuesta, y otro cualitativo, realizado con grupos de discusin. El principal objetivo consiste en delimitar de qu manera actan los componentes de la muestra en funcin de las tres variables planteadas: edad, cantidad de consumo diario de televisin y dilogo con los padres respecto a los contenidos que ven en la pantalla. Este estudio sirve para recabar
informacin cuantitativa de cunto, cundo o qu ven; llegando a analizar las razones del por qu es una actividad frecuente en
su tiempo de ocio, conocer cules son los intereses, demandas y propuestas que plantean al medio y, en definitiva, tratar de argumentar para qu ven la televisin y si su consumo queda satisfecho con los contenidos que ven.
Esta obra establece una escala de niveles de actividad para defender la necesaria formacin del nio como sujeto crtico, participante y autnomo frente a los contenidos que le proporciona la televisin. Para ello, incorpora un modelo de educacin en
materia de comunicacin como tema transversal que reclama su integracin en el currculo escolar por resultar prioritario en la
sociedad actual, imbuida por el protagonismo de la pantalla.
La autora del libro, Carmen Marta, doctora en Ciencias de la Informacin por la Universidad Complutense de Madrid, ha participado en Congresos relacionados con la imagen y ha realizado varios trabajos de investigacin referentes al tema de la percepcin infantil de los mensajes televisivos.
LIBROS
Roco Daz Gmez
En Pantallas sanas un grupo de expertos profesores estrechamente implicados en educacin y medios de comunicacin, presentan a lo largo de siete interesantes captulos distintas formas de abordar la educacin en medios.
Entre las diversas temticas que se tratan se encuentran: el
tabaco y los medios de comunicacin; el cine como recurso didctico para trabajar en valores; la publicidad; la telebasura o el papel de la familia ante los medios. El lector
puede adentrarse en la lectura de cada captulo de la manera que considere ms oportuna, ya que los captulos aunque complementarios son independientes entre si.
En el apartado entornos saludables y TIC en la sociedad
del espectculo, Joan Ferrs insiste en la necesidad que
tienen los educadores de permanecer conectados con la
realidad de sus alumnos, con sus intereses y necesidades.
Para el autor, educar para la salud y los medios es educar
desde y en la emocin despertando el deseo y transmitiendo entusiasmo.
Siguiendo est misma lnea aunque con un talante ms crtico y distendido, Agustn Garca en el captulo Convivencia y educacin crtica con las pantallas insiste en la
necesidad de que los padres hagan de mediadores entre sus
hijos y el contenido que stos ven en las pantallas. Este autor tambin cree necesario tratar de adaptar el currculo a
estas nuevas necesidades y realidades.
Por su parte, Joaqun Carbonell en la familia ante las pantallas corrobora la idea de que la televisin engancha y
no se puede utilizar para dialogar y comunicarse con los nios. De esta forma,
aconseja a los padres que como mediaPantallas sanas; Aguaded, Carbonell, Ferrs, Gabelas, Matilla y
dores entre sus hijos y los medios, estaGurpegui; Zaragoza, Gobierno de Aragn, 2005; 153 pginas
blezcan una serie de reglas y condiciones
que garanticen al menos un consumo
responsable de los mismos.
Jos Antonio Gabelas en su Universo ubicuo realiza una autocrtica hacia la escuela y sus anticuados modelos organizativos,
poniendo especial nfasis en el Currculum y en los profesores con conocimientos caducos. El lector encontrar aqu algunas
buenas pautas para consumir correctamente los medios, en una clara apuesta de Gabelas por la innovacin y la mediacin en la
educacin para los medios.
Con un matiz eminentemente prctico Carlos Gurpegui presenta en el cine, visionario de nuevas conductas una gua de pelculas con las que trabajar un amplio abanico de temas. Cabe destacar, el excelente anlisis filmogrfico que realiza, desvelando
aspectos de la realidad difciles de observar en otros contextos.
A los captulos anteriormente sealados se suma el trabajo llevado a cabo por Ignacio Aguaded y el Grupo Comunicar en su
andadura por crear un espacio para el dilogo y el intercambio de ideas y conocimientos sobre educacin y medios. En este captulo se realiza un recorrido histrico por los orgenes del grupo y la revista, as como las actividades y encuentros que se realizaron hasta llegar a hoy da.
El libro finaliza con cinco fichas para trabajar pantallas sanas llevadas a cabo por el Grupo Spectus, colectivo veterano que trabaja en lneas educativas innovadoras en la enseanza de los medios as como en la creacin de materiales audiovisuales e informticos.
Reseas
223
224
LIBROS
Roco Daz Gmez
El libro Sociologa dos media del profesor e investigador
francs Remy Rieffel, se presenta como una excelente obra
de introduccin a este mbito de la sociologa. A grandes
rasgos, el libro analiza el impacto que tienen los medios de
comunicacin en la vida poltica, social y cultural, as como
las tcnicas de propaganda y publicidad o el comportamiento de periodistas y pblico dentro de los medios de
comunicacin tradicionales y de las nuevas tecnologas de
la informacin y la comunicacin (TIC).
El autor consigue desmitificar conceptos y juicios entorno a
estos temas, en un intento por presentar la realidad tal cual
es, sin tapujos ni engolados disfraces que impiden la correcta visin de ciertos acontecimientos. Rieffel en este libro, no
se conforma slo con describir las repercusiones que los
medios y las TIC estn teniendo en la sociedad sino que
realiza un esfuerzo considerable por fomentar el espritu
crtico entre los lectores. Al ahondar en la lectura, uno tiene
la impresin de haber permanecido ciego o dormido ante
ciertos modos de proceder mediticos. El lector deja de ser
un espectador comn para cruzar al otro lado del medio, a
tiempo para descubrir ciertas intencionalidades ocultas y
vedadas a la audiencia.
El libro se articula entorno a siete temas que guardan relacin con cinco grandes reas: los media y el espacio pblico; la influencia de los medios sobre la cultura; la sociologa de los productores de informacin; el uso y recepcin
de los medios y ejemplos de uso de las TIC. En el planteamiento de estas cuestiones, se alterna el
discurso terico-prctico, exponiendo
conceptos de la sociologa de medios con
Sociologa dos media; Rmy Rieffel; Porto (Portugal), Porto Editora,
trabajos de investigacin y estudios con2003; 238 pginas
cretos.
Por otra parte, no podemos olvidar que la
sociologa es una ciencia joven y se nutre
de otras ciencias sociales afines como la psicologa social, las ciencias polticas, la semiologa o la antropologa. Por este motivo,
en este libro se lleva a cabo el estudio de los medios desde una perspectiva abierta e integradora que tiene en cuenta los principios y planteamientos de todas las disciplinas anteriores.
El autor realiza un excelente trabajo de sntesis al explicar en pocas pginas los principales conocimientos inherentes a cada una
de las temticas. La lectura de este libro brindar al lector una visin general de la influencia que tienen los medios de comunicacin en nuestras sociedades, al mismo tiempo que presenta una serie de cuestiones de especial relevancia que pueden servir
de referencia para investigaciones futuras.
LIBROS
Juan Bautista Romero Carmona
Se destaca la escasa atencin a la infancia en los diferentes
ambientes econmicos, polticos, sociales, culturales en los
que se enmarca la sociedad actual. En cuanto a objeto de
estudio, la infancia surge tardamente en el campo de las
ciencias sociales. Es a partir de los aos ochenta cuando la
infancia se toma en serio para ser tratada con seriedad y rigor dentro del campo investigativo, desafiando diferentes
cuestiones y dilemas respecto a la misma. En Portugal, es a
partir de los aos noventa cuando se le da la importancia
que se merece la infancia en todos los sentidos, siendo considerados como miembros fundamentales para la construccin social, adems de ser considerados sujetos activos
dentro de los diferentes estamentos sociales.
Este libro procura contribuir a un mayor tratamiento periodstico sobre los nios y nias y la infancia en general. La
primera parte del texto encuadra, a partir de varias perspectivas, la realidad social de los ms jvenes, recorriendo
y analizando diferentes discursos como son el religioso, filosfico, etc., y tambin desde el punto de vista de la investigacin histrica y social en el campo de la infancia. Se presta especial atencin al anlisis de los ltimos aos donde los
nios y nias de todo el mundo han sido noticias en las
pginas de los diferentes peridicos por diferentes razones
desagradables.
La segunda parte de la obra se centra en la prensa portuguesa, haciendo un recorrido histrico de la trayectoria de
los diferentes peridicos, as como caracterizndolos segn
las distintas corrientes ideolgicas en las
que se desarrollan.
Este texto da a conocer diferentes puntos
Crianzas em notcia. A constuao da infancia pelo discurso jornalstide vista sobre la infancia que se desarroco. Cristina Ponte; Lisboa, Universidade Lisboa; 2005; 300 pginas
lla en nuestra sociedad, al mismo tiempo
permite descubrir cmo se fabrica a travs de los medios un discurso peculiar
sobre el mundo de los nios y nias, resaltando ciertas dimensiones y ocultando o silenciando otras.
Se realiza un recorrido entre los aos setenta y los noventa, donde se resalta que en la dcada de los setenta las diversas noticias
de los peridicos que trataban sobre aspectos de la infancia lo haca con titulares de fatalidad domstica, es decir accidentes mortales o tragedias, sin embargo guardaba silencio sobre aspectos sociales, los cuales tenan mucho que hablar debido a la precaria
situacin social que vivan muchos nios y nias en aquellos momentos. En los aos ochenta se encuentra una situacin ms equitativa de contenidos. Surgen los temas de salud y asistencia infantil pero de tomas formas ocupando espacios en los peridicos
de segundo plano o suplementos. Ya en la dcada de los 90 aumentan las noticias referidas a la infancia y sobre todo a la mujer,
tomando un carcter mucho ms profesional y serio. Surgen nuevas formas expresivas, se intenta atender a otros pblicos, se
tiende a textos cortos, aumentan el lenguaje grfico, etc.
Todo este recorrido da a conocer al lector diversas imgenes por la que pasa la infancia dentro de la sociedad portuguesa, as
como el tratamiento periodstico dado. Es por tanto un libro interesante que est dirigido a todas las personas relacionadas con
el mundo de los medios de comunicacin as como a los docentes, a los que se les ofrece un anlisis serio y riguroso sobre el tratamiento dado por la prensa al mundo de la infancia en diferentes momentos del desarrollo de nuestra sociedad.
Reseas
225
226
LIBROS
Toms Pedroso Herrera
Este breve libro es la adaptacin de Guide pour lInternet
publicado por Telecom de Francia y pretende dar respuesta a todos aquellos interrogantes que que solemos formularnos ni bien encendemos la computadora y queremos
navegar por Internet. Dividido en tres partes la finalidad
de este escrito es ofrecer una gua muy sencilla de los principales conceptos y tcnicas que necesitar quien por primera vez se acerca a la red. En la parte que lleva por ttulo Comprender se acercan los autores a qu son las autopistas de la informacin, qu son los dominios o cmo se
interpretan las distintas direcciones. Sobre este ltimo punto se analizan pormenorizadamente todos los componentes
de las direcciones electrnica explicando el significado de
las abreviaturas o de las distintas terminaciones (edu, com,
mil, gov, org, net, etc.).
Se ofrecen consejos pra escribir sin errores las direcciones
de correos: no incluir acentos, no escribir con maysculas,
no confundir caracteres que por nimios que sean pueden
hacer imposible que el correo llegue a su destinatario. Se
explica asimismo cules son los elementos bsicos que se
emplean para la conexin a Internet, desde el tipo de computadora hasta el mdem necesario para la conexin. En la
segunda parte Utilizar Internet se aportan consejos sobre
los procedimientos de navegacin y para ello se explica el
funcionamiento de cada una de las teclas de navegacin,
cmo se abren y cierran ventanas, cmo se guardan las pginas que se han visitado en la carpeta de favoritos o
cmo se guarda o se imprime una informacin que ha resultado interesante para
el usuario. Tambin se explica cmo se
Qu es Internet?; Roxana Morduchowich (Comp.); Buenos Aires
busca la informacin en los distintos mo(Argentina), Ministerio de Educacin, 2000; 63 pginas
tores de bsqueda. Comunicar es la
tercera parte y se centra en la consideracin de que Internet es una herramienta
de comunicacin. Desarrolla las tcnicas necesarias para el uso del correo electrnico, cmo crear una cuenta de correo, el funcionamiento de los grupos de debate o los protocolos necesarios para participar en un chat. Se centra el libro especialmente en
las posibilidades del correo electrnico y explica a los futuros usuarios cmo enviar un mensaje, cmo enviar documentos, cmo
leer los mensajes desde cualquier computadora y cmo crear filtros para categorizar y separar los distintos mensajes segn los
crea tiles el receptor.
En cuanto a la participacin en chats, se explica cmo esta herramienta es un sistema de comunicacin multiusuarios en tiempo real que se materializa habitualmente en una conversacin informal entre varios participantes. Se explica al pormenor cules
son los pasos que hay que dar: conectarse a travs de un servidor IRC, elegir un nickname (sobrenombre de usuario), entrar
en algn tema de debate, etc. Tambin se reserva un espacio para los problemas que pueden surgir: los virus que se expanden
por el correo, los errores que pueden surgir del correo (enuncia cules son los motivos de devolucin de un correo: puede deberse a que sea desconocido el usuario o que sea desconocido el nombre del dominio o que, por saturacin, no pueda ser enviado
el mensaje) o los problemas que se pueden derivar del spam o publicidad invasiva que se expande por los correos y por las listas de los grupos de debate que los spammers pueden llegar a piratear. Para huir de esta lacra de Internet se recomienda en el
libro ponerse en contacto con las direcciones que envan publicidad indeseada y hacerles saber que sus informaciones no son
bien recibidas, pero si eso no fuera posible habr que poner en funcionamiento un filtro que enviar a la basura todo el correo
no deseado. Este sencillo libro se acompaa de un disco que recoge software gratuito de acceso a Internet.
LIBROS
Toms Pedroso Herrera
El presente libro es un breve manual dirigido al pblico ms
joven en el que se repasan los aspectos esenciales de Internet. Como lo seala el propio autor, el manual est dedicado a aquellas personas que, sabiendo o no el manejo bsico de la navegacin por la red, se sienten algo perdidas y
confusas con determinados aspectos de la misma. Comienza con un escueto repaso al origen de la red y a cmo
los contenidos han ido dirigindose hacia el gran pblico al
diversificarse y al ser presentados para agradar visualmente.
El libro se inicia con una breve historia de Internet que
abarca desde 1969 hasta nuestros das. De manera somera
se explica que el embrin de la red se encuentra en las
investigaciones llevadas a cabo por varias universidades
americanas para interconectar varios ordenadores para
poder intercambiar informacin. La evolucin de ordenadores interconectados se explica mediante una grfica que
da idea del crecimiento vertiginoso de esta forma de comunicacin. Expone el autor cmo la red puede servir tanto
para la educacin como para el trabajo.
Para el mbito laboral, la Red ha supuesto una autntica
novedad porque ha agilizado los intercambios de informacin de todo tipo (textos, informes, fotografas, planos, etc.)
y, adems, est habilitando una nueva forma de trabajo, como el trabajo realizado desde casa, una realidad cada vez
ms frecuente en los pases donde las tecnologas de la
comunicacin son ms usadas, como es el caso de Estados
Unidos. Pero el uso que mayoritariamente se le da en las sociedades de la informacin el ocio: descargar canciones, peEntender Internet. Gua prctica para una red joven; Alex Dantart
lculas, participar en chats y foros son los
Usn; Zaragoza, Tierra Ediciones, 2001; 91 pginas
usos ms comunes de la juventud. Los
portales y los servicios que ofrecen son expuestos en un captulo exclusivo. Se exponen una interesante comparativa de los distintos portales genricos o ofrecen al mismo tiempo informacin, servicios de buscador,
canales temticos, correo las instrucciones para que cada usuario monte su propio portal. A. Dantart ofrece informacin sobre
la bsqueda de informacin por medio de los grandes motores de bsqueda como Altavista o Google y advierte que lo encontrado en la red puede no ser fiable.
Para evaluar la informacin hallada el joven usuario debe preguntarse por la procedencia, la actualidad, la intencin y la comprensin de la misma. Adems de todo lo anterior, Internet se caracteriza por aglutinar las nuevas tecnologas que estn apareciendo: la tecnologa Flash, la WAP, la UMTS o por dar cobijo a la guerra por los dominios o por los peligros de los hakers
(personas que, segn el autor, no son los malos de la pelcula, sino que lo que intentan es demostrar a las empresas que eelos
toman por conejillos de indias, su pobre y frgil sistema de seguridad) y los virus.
El libro finaliza con un muy interesante captulo de direcciones tiles y consejos prcticos: las primeras aparecen agrupadas por
temas (apuntes y trabajos, ciencias, compras y subastas, conocimientos e idiomas) y los segundos son respuestas a las preguntas ms frecuentes que plantean los jvenes internautas. Un libro, en definitiva, que con un lenguaje juvenil es una til gua que
expone los fundamentos y entresijos de la cada vez ms compleja red de redes.
Reseas
227
228
LIBROS
Juan Bautista Romero Carmona
La televisin informativa expande sus contenidos, enfoques
y tratamientos. Ampla las coberturas, si sita en los puntos
ms recnditos y sorprende con imgenes inusitadas y deslumbrantes. Adems, ha iniciado una fase de desarrollo hacia temas que rozan los derechos de la dignidad humana,
la intimidad, la propia imagen y el honor. Todo se ensancha
en un proceso de competitividad por conseguir ms audiencia. Se trata de una lucha entre dos frentes: por un lado, los intereses econmicos, que ven al ciudadano como
cliente y la informacin como una mercanca ms, y, por el
otro, el poder ideolgico-poltico, que trata de influir en la
audiencia para captar votos.
El autor en esta obra aborda las estrategias de representacin de la actualidad en televisin examinando con gran
precisin sus dimensiones tica, esttica y temtica en toda
su complejidad. Tambin se ocupa de la concepcin de la
informacin en programas como los magazines, los talk
shows y en las diversas modalidades informativas, desde
los noticiarios hasta los comentarios a fondo de los documentales.
La mercantilizacin y politizacin de la actualidad determinan los procesos de la comunicacin, pero no debe olvidarse el papel directo que juegan los contenidos en el seguimiento o rechazo que hace la audiencia de unas ofertas
u otras. Ciertamente los contenidos se mercantilizan y politizan tambin, pero esto no es obstculo para que sean por
s mismos la razn de su xito o fracaso. Todo gira en torno
a los contenidos, en este caso los informativos, que son los que realmente ponen en comunicacin a todos los impliLa informacin en televisin. Obsesin mercantil y poltica; Mariano
cados en los procesos televisivos. Es ms,
Cebrin Herreros; Barcelona, Gedisa, 2004; 221 pginas
los contenidos, con su correspondiente
elaboracin, son los que despiertan el inters por encima de las obsesiones y estructuras del mercado. La dimensin econmica de la informacin no da respuesta exclusiva a los procesos comunicativos de la
informacin televisiva, ya que la realidad es sumamente compleja y va ms all. Hay intereses de diverso tipo por los que las
audiencias se entregarn a la televisin ms que a ningn otro medio y dentro de la televisin a unos programas ms que a otros.
En el libro se examina y recoge los grandes cambios producidos en la informacin televisiva durante estos ltimos aos. La informacin televisiva alcanza un desarrollo global y local con un enfoque crecientemente comercial y de poder poltico al que se
opone otro movimiento que fomenta la globalizacin de la comunicacin solidaria y de una informacin al servicio democrtico
de la sociedad.
Todo se analiza desde el punto de vista del macrognero informativo. Se elige un contenido, la informacin, como objeto de anlisis transversal de la televisin actual. La informacin en los canales generalistas se convierte en la levadura de la programacin.
Las plataformas temticas incorporan diversos canales hasta llegar a amplias especializaciones y las ofertas convergentes de la
televisin con Internet dan entrada a diversidad de temas y de servicios informativos interactivos.
Mariano Cebrin Herreros es catedrtico de Informacin Audiovisual de la Facultad de Ciencias de la Informacin de la Universidad Complutense, con este libro de fcil lectura, pero sin perder el rigor investigador y plasmado con certero realismo, ofrece una visin actualizada de la informacin en televisin, por ello puede resultar una obra muy interesante para toda persona
implicada o preocupada por la educacin en los medios de comunicacin.
LIBROS
Juan Bautista Romero Carmona
El arte siempre ha estado estrechamente ligado a la tecnologa, y los artistas siempre son de los primeros en adoptar
las nuevas tecnologas cuando surgen. Se ponen a toquetearlas y tratan de ver qu pueden hacer; quieren hacer cosas
que a los ingenieros nunca se les ocurriran, entender qu
podran decir con ellas, reflexionar sobre sus efectos, empujarlas ms all de sus lmites y romperlas. Pero algunas
tecnologas parecen albergar muchas ms promesas para
los artistas que otras, e Internet es especialmente propicio
para permitir nuevos tipos de produccin en colaboracin,
distribucin democrtica y experiencia participativa.
Es precisamente esta novedad la que hace de los nuevos
medios un lugar interesante para la obra de los productores
culturales, al representar una frontera en constante movimiento para la exploracin y experimentacin. Aunque se
piensa en los nuevos medios de la misma manera que se
piensa en los viejos, la verdad es que son medios que estn
libres, al menos hasta cierto punto, de las restricciones tradicionales.
El trabajo con estas nuevas herramientas necesita de la
innovacin y alienta un espritu como de principiante. Los
nuevos medios atraen a los innovadores, a las personas que
se arriesgan, de modo que algunas de las mentes creativas
ms activas emplean su tiempo jugueteando con unas tecnologas que apenas se entienden. En este sentido, los artistas de los nuevos medios tienen mucho en comn con los
videoartistas de principios de los setenta.
Aunque puedan parecer poco activos,
las galeras y los museos cumplen una
importante funcin interpretativa. FocaliEl lenguaje de los nuevos medios de comunicacin. Lev Manovich;
zan la atencin de los crticos y del pbliBarcelona, Paids, 2005; 431 pginas
co, sitan la obra en un contexto histrico y asignan un tiempo y un espacio para
que experimentemos sobre ella. Pero la
novedad de los nuevos medios hace especialmente difcil escribir sobre ellos, o al menos decir algo til. La mayora de los escritores caen en la futurologa o se quedan atascados en una teora carente de fundamento. Y he aqu lo que hace que este libro
de Lev Manovich sea algo tanto ms inslito e importante. Se trata del primer anlisis detallado y globalizador de la esttica visual
de los nuevos medios, los cuales sita dentro de la historia de la cultura visual, formulando las conexiones y diferencias entre ellos
y las viejas formas.
Manovich encuentra los orgenes de la esttica de los nuevos medios en la pintura, la fotografa, el cine y la televisin, y estudia
la imagen digital, la interrelacin del hombre y del ordenador, el hipermedia, los videojuegos, la composicin, la animacin, la
telepresentacin y los universos virtuales. A tal fin, emplea de manera eclctica e imaginativa la teora social, la del cine y la literatura. Y lo que es igualmente importante: se sirve de su propia experiencia de trabajo con las tecnologas de los nuevos medios
y con la informtica para exponer los principios fundamentales que distinguen los nuevos medios de los viejos. Su anlisis incorpora lecturas detalladas de objetos concretos del arte y de la cultura popular. Los captulos son nicos por su profundidad y alcance, resultarn de inters no solo a los acadmicos y personas relacionadas con la educacin y medios audiovisuales, sino tambin
a los artistas y diseadores que busquen una mejor comprensin de la historia y la teora de su prctica.
Reseas
229
230
LIBROS
Begoa Mora Jaureguialde
Este libro muestra los resultados de una investigacin llevada a cabo en Italia dentro de un proyecto internacional,
que nace bajo el auspicio de una investigacin iniciada por
tres investigadores canadienses. El objetivo era analizar la
influencia que un medio anglfono como Internet estaba
produciendo en la poblacin juvenil francfona de la zona
(adolescentes de 11 a 16 aos). El proyecto se ampla a los
pases francfonos europeos, y posteriormente, se incluyen
Portugal, Italia y Espaa, por ser pases de lengua no inglesa con Internet.
La investigacin en Italia tiene lugar durante el curso 99/00
fundamentalmente porque en ese ao se produjo una gran
difusin de Internet en la sociedad italiana y, porque finaliz el Programa trienal de desarrollo tecnolgico didctico.
Tras exponer las motivaciones que llevaron a la seleccin
de la zona (Lombarda) y de la muestra (8 centros educativos repartidos en zonas rurales y zonas urbanas, 4 de enseanza media y 4 de enseanza superior), el autor expone
los datos recogidos a travs de cuestionarios adaptados al
pas europeo en cuestin segn el modelo canadiense, y
mediante entrevistas en profundidad.
El anlisis muestra que los jvenes usan Internet buscando
un mundo hecho de imgenes, sensaciones e impresiones,
huyendo del mundo en penumbra en el que viven. Se clasifica a los usuarios en funcin de la actividad que realizan
en Internet: recibir informacin (actitud pasiva) o bsqueda de recursos en red, creacin de pginas web, contribucin a foros (actitud
activa).
I rag@zzi del web. I preadolescenti e Internet: una ricerca; Pier
La dificultad de la actividad no supone
Cesare Rivoltella; Milano, Vita e Pensiero, 2002; 197 pginas
un obstculo para los adolescentes. Slo
un 6% de los encuestados responde positivamente sobre la utilizacin de Internet
en la escuela, lo que deja entrever la escasa insercin de este medio en las escuelas italianas. Jugar, saber y comunicarse son las
tres acciones bsicas por las que se usa Internet. Completando el anlisis cuantitativo, se transcriben algunas respuestas de los
sujetos en las entrevistas.
Las conclusiones dejan claro que Internet debe integrarse en el mbito educativo ya que se abre el nuevo campo del e-learning
y, para ello, se necesita una lnea de trabajo y de investigacin que acerque la Red a la escuela. Adems, el autor ofrece una
seleccin de frases de los entrevistados a travs de las cules se exponen los altibajos que rodean a este gran recurso actual. La
sntesis podra ser hacer una dieta equilibrada, ya que la tecnologa por s sola no hace suficiente fuerza como para producir
un cambio en el resto de las variables ambientales (prctica social, factores culturales, etc.).
Tras la puesta en comn de los resultados de los diferentes pases, se muestran las similitudes y las divergencias. Los resultados
ms prximos se encontraron en Francia, Blgica e Italia, mientras los ms extremos estuvieron en Espaa por tener a Andaluca,
la regin con menos tradicin en nuevas tecnologas, pero con ms entusiasmo en los tres ltimos aos de la investigacin que
coincide con el impulso de la sociedad del conocimiento por las administraciones pblicas. Se puede concluir que Internet se
aprende haciendo. El leguaje y la estructura son claramente acadmicos y tcnicos, aunque el autor se hace entender por la
mayora de los lectores.
LIBROS
Roco Daz Gmez
Un grupo de profesores ha elaborado este manual orientado a educadores, alumnos y familias. Bajo el ttulo Medios:
industria de valores se desarrollan seis experiencias educativas entorno a los medios y la educacin en valores.
Joaqun Moso en Al tajo describe una experiencia llevada a cabo por padres, alumnos y profesores del IES Pablo
Serrano de Zaragoza. En dicha actividad, se ensea a optimizar los recursos y habilidades sociales para resolver los
conflictos. El fracaso escolar es el motor que impulsa esta
iniciativa, que se completa con la proyeccin de videos y la
realizacin de dinmicas de grupo.
Carlos Gurpegui en el Seminario CPR Reyes de Aragn
realiz los primeros apuntes sobre tica, valores y medios. En este trabajo se desarrollan aspectos de la tica periodstica, as como la educacin en valores y la resolucin
de conflictos. Entre los contenidos que se tratan destacan:
los estereotipos, los valores de los medios de comunicacin
de masas o las causas de la falta de integridad de los medios
y sus periodistas.
En La justicia como valor, Raquel Diago parte de las percepciones que tienen los alumnos sobre la justicia para tratar valores como la equidad, el orden o el equilibrio. A lo
largo de cuatro sesiones los alumnos trabajaran de forma
activa y participativa todos estos temas, respondiendo inicialmente un cuestionario, trabajando en grupo noticias de
presa, elaborando collages, etc.
Mara Valle Gmez y Mercedes Jodra trabajan con sus
alumnos la constitucin de 1978 aprovechando el veinticinco aniversario de sta. La experiencia que se desarrolla a lo
Medios, industria de valores; Jos Antonio Gabelas y Carlos Gurlargo de diez sesiones, se centra en anapegui; Zaragoza, El Peridico de Aragn, 2004; 104 pginas
lizar y reflexionar sobre los valores de dignidad, libertad, igualdad, justicia y solidaridad. Los medios de comunicacin sern una de las fuentes de informacin ms empleadas por los alumnos en el transcurso de estas actividades.
Por su parte, Vernica Alconchel y Carmen Naval analizan las sociedades virtuales y los derechos de los ciber-ciudadanos haciendo uso de Internet como fuente continua de recursos e informacin. Para la realizacin de esta experiencia se emplearon dos
horas semanales durante dos meses. La metodologa empleada por las autoras se bas en fichas de trabajo para el anlisis de pginas web y debates grupales.
Jos Antonio Gabelas cierra este ciclo de experiencias, poniendo al descubierto aspectos relacionados con la violencia domstica y de gnero. Parte de la base que la educacin en valores no puede obviar la propia actualidad, ste hecho y el inters por
conocer los pensamientos y percepciones que tienen los jvenes sobre estos temas (gnero y violencia) son la base sobre la que
se construye esta experiencia. El cine, la televisin y la prensa son los medios utilizados a lo largo de toda la actividad. Iniciativas
como las recogidas en este libro son bien acogidas por la comunidad educativa ya que encierran un valor en si mismas no slo
por poner de manifiesto un tipo de prcticas basadas en medios tiles y necesarias sino por ser un ejemplo inspirador para otros
profesores.
Reseas
231
232
LIBROS
Julio Tello Daz
El presente ttulo corresponde al nmero once de Objeto
Visual, una revista de investigacin que aborda de una forma integral el tema audiovisual desde diferentes reas del
conocimiento, tales como la historia, la tecnologa, la sociologa, la teora y el anlisis flmico; esta revista, editada en
Venezuela, se publica desde 1993. En el presente nmero
se recogen diferentes artculos en los que los autores analizan y comentan la violencia tomando como ejemplificacin
diferentes ttulos cinematogrficos. Se constata de esta manera que el cine representa diversos encuentros, catlogos
y gneros de violencia. Del anlisis de los textos se aprecia
la existencia de dos tipos de violencia: la que se confunde
con las fuerzas informativas, que crea formas y genera
reconocimientos, y la violencia pura, cuyas fuerzas de-forman y enfrentan a la nada, a la aniquilacin y a la muerte, sin reconocer nuestros entornos de la realidad. Esta ltima es la violencia que genera ms desconfianza, y la que
se ha usado ya en demasa en innumerables argumentos
cinematogrficos vacos de contenido, sin tener en cuenta
las consecuencias ni lo que ello implica.
Los temas sobre la violencia que se transmite a travs de los
medios de comunicacin y sobre la que existe en los centros de enseanza son frecuentemente abordados en las
investigaciones educativas (causas, trminos, relaciones, repercusin social, etc.). Los debates generados a raz de la
violencia en el cine se han ido sucediendo permanentemente, tratndose el tema desde perspectivas muy diferentes y, en muchos casos, antagnicas.
De una parte estn quienes la justifican
bajo el argumento de una trama ficticia,
Violencia y construcciones de la realidad; lvaro Martn; Caracas,
mientras que de otra estn quienes funCinemateca Nacional de Venezuela, 2005; 146 pginas
damentan la violencia humana bajo la influencia provocada por dichas tramas. En
este sentido, desde la introduccin hasta
el ltimo de los artculos que se recogen en este libro se derivan argumentos que hacen ver al lector las fuerzas opuestas que se
muestran entre la violencia, en un polo, y los pensamientos coherentes y las estructuras lgicas, en otro.
Quienes pretendan hacer un exhaustivo anlisis de los matices sobre la violencia que emanan en ciertos gneros cinematogrficos, tienen en este ejemplar un elemento de gran utilidad, puesto que abarca aspectos como la delincuencia, la ley de la violencia, diferencias de gnero, el impacto de las imgenes, etc; todo ello, en el marco de distintos ttulos de pelculas presentadas al
pblico en los ltimos aos.
Este nmero est destinado a personas interesadas en conocer o ampliar sus conocimientos sobre el cine y, ms concretamente,
a quienes pretendan abundar en el debate sobre los lmites ticos de la utilizacin de la violencia en el cine, que inevitablemente se desata cada vez que una pelcula con determinadas caractersticas llega a las salas. Se considera que la violencia en el cine
es un recurso fcil para conseguir despertar algunas emociones en el espectador para captar su atencin, cuando se es incapaz
de emocionar con mtodos ms sutiles y de tocar sentimientos ms complejos de la persona.
Cada uno de los artculos, redactado por especialistas en estudios audiovisuales y cinematogrficos, aborda diferentes perspectivas, profundamente explicadas, de la inclusin de la violencia en nuestra realidad social. Varias tramas cinematogrficas se utilizan como base para recrear una palpable reconstruccin de la realidad, en contrapunto con lo que generalmente se piensa acerca de lo ficticio de las proyecciones en las salas de cine.
LIBROS
Julio Tello Daz
El cine, como recurso audiovisual, tiene un gran poder motivador y de atraccin. Un relato llevado a la accin a travs de una pelcula de cine es un elemento con gran fuerza para atrapar la atencin del espectador, quien puede llegar incluso a identificarse con alguno de los personajes de
la trama. La pelcula de cine tiene, adems, la virtud de
prolongarse ms all de la sala y ms all del tiempo que
dure su proyeccin, provocando en momentos y das posteriores conversaciones, dilogos y debates sobre la misma.
El cine es un medio audiovisual que estimula el pensamiento y la emocin.
Con la lectura de este libro, se puede llegar al convencimiento de que el cine es un medio muy vlido para utilizarse como un instrumento de apoyo en cualquiera de las
reas educativas en la que se quiera tener como material
complementario en el proceso de enseanza-aprendizaje.
Conforme se va profundizando en el texto, se percibe la relacin del cine y sus diferentes aspectos con el mbito educativo, y el lector podr descubrir sus posibles aplicaciones
educativas, contribuyendo as a su difusin e integracin en
las aulas.
Cada uno de los captulos, escritos por diferentes autores
especialistas en comunicacin audiovisual, aborda temas
donde se resalta lo carismtico del cine como estrategia
didctica; educacin en valores, prevencin de conflictos y
modificacin del pensamiento, creatividad, emociones,
interculturalidad..., son algunos de los asuntos que ms preocupan al colectivo docente y que pueden ser afrontados a partir de proyecciones cinematogrficas. El cine permite adEl cine, un entorno educativo; Saturnino de la Torre, M Antonia
quirir capacidades para superar dificultaPujol y Nuria Rajadell; Madrid, Narcea, 2005; 212 pginas
des, as como para consolidar conocimientos y generar actitudes positivas.
El profesorado y las personas amantes del
cine pueden alcanzar con este libro un excelente nivel de conocimiento acerca de las potencialidades del llamado sptimo arte,
y descubrir las posibilidades que ste tiene cuando se utiliza en el contexto educativo.
Desde la vertiente educativa, el profesorado interesado en la temtica puede analizar en profundidad diferentes aspectos relacionados con el entramado cinematogrfico, as como aspectos metodolgicos a seguir con el alumnado. Los autores de los diferentes captulos de este libro, aseveran que la utilizacin del cine en entornos educativos contribuye a afianzar el modelo ORA
(observar, relacionar-reflexionar, aplicar) como vehculo de aprendizajes compartidos para educar la sensibilidad y la emotividad
y reflexionar sobre los procesos de enseanza-aprendizaje, adems de analizar la fuerza de su impacto.
Por tanto, el cine no es slo un recurso ms al alcance del profesorado, sino que puede llegar a convertirse en una potente estrategia para alcanzar una verdadera formacin integral del alumnado, promoviendo un aprendizaje integrado y multisensorial y despertando el sentido crtico, la creatividad y la capacidad de anlisis de la vida cotidiana.
Escrito con un lenguaje asequible para su comprensin, pero no por ello menos riguroso, se van intercalando ttulos de pelculas
que son analizadas segn el tema que cada autor est abordando en su captulo. As, este texto se consolida como un peldao
ms para impulsar y elevar el nivel cultural de nuestro alumnado a travs del cine, y aplicamos al mismo las palabras de Romn
Gubern, catedrtico de Comunicacin Audiovisual, quien opina que es necesaria la presencia del lenguaje de las imgenes dentro de los planes de estudio del sistema educativo espaol con el objeto de acabar con una gravsima carencia cultural. Cuando
el lector analice el contenido de este libro tendr ms claro cules son los fundamentos didcticos para esta contribucin.
Reseas
233
234
LIBROS
M Teresa Fernndez Martnez
Publicacin semestral del Departamento de Comunicacin
de la Pontificia Universidad Javeriana, dedicada a la difusin de informes finales de investigacin , reflexiones tericas, entrevistas, traducciones y reseas crticas en el mbito de la comunicacin. Sus editores pretenden que sea un
foro abierto de discusin y divulgacin de las aportaciones
de docentes e investigadores en reas relacionadas con la
fundamentacin de la comunicacin como disciplina cientfica, el anlisis de problemas contemporneos de comunicacin, el anlisis de las diversas formas de expresin de la
comunicacin, el anlisis y la enseanza de la publicidad, la
tica de la comunicacin... entre otros.
El presente nmero, volumen XXIII, julio-diciembre 2004,
lleva por ttulo un sugerente masas, pblicos y audiencias,
sumergindonos de lleno en una de las cuestiones ms interesantes del mundo de la comunicacin. Seguimos hablando de masas y de pblicos?, o por el contrario empezamos a identificar entidades ms reales, ms definidoras de
lo que hoy es el concepto de audiencia o de consumidor?
Para responder a estos interrogantes, la revista se organiza
en seis secciones. En la primera, Guillermo Sunkel revisa el
concepto de consumo cultural identificando dos desplazamientos fundamentales: del estudio del mensaje al anlisis
de la recepcin crtica y de sta a su vez al concepto, tan
debatido, de consumo. Tanius Karam, por su parte, se pregunta si es posible hablar del paso de la sociedad de masas
a la sociedad de audiencias, dado que en la sociedad actual
coexisten viejos y nuevos hbitos. La seccin la cierra Javier Callejo proponiendo
una ecologa de la recepcin, es decir,
Revista Signo y Pensamiento, 45, Departamento de Comunicacin,
situando la recepcin del mensaje en un
Universidad Javeriana de Bogot (Colombia), 2004; 182 pginas
complejo entramado de interacciones en
un modelo multicausal y multifactorial.
En la segunda seccin, Martha Renero
presenta los resultados de una investigacin dedicada a la productividad cultural de las audiencias de medios electrnicos, abordando los conceptos de audiencias difusas y de aficionados. Eugenio Sulbarn y Juan Pablo Boscn llevan a cabo una comparacin entre la oferta de programacin de la televisin venezolana y los comportamientos de las audiencias televisivas, mientras que
Csar Daz nos expone los sorprendentes resultados de un estudio sobre la recepcin del medio periodstico en Ro de la Plata a
finales de la poca colonial. Finalmente, Maryluz Vallejo analiza el perfil del lector de la revista Semana en los aos 1946-1961
y, de paso, la sociedad en la que se encuadra.
La tercera seccin comienza con Enrique Guinsberg, quien plantea la necesidad de romper con las inercias disciplinarias incorporando aportaciones de la teora psicoanaltica. A su vez, Jos Ignacio Aguaded y R. Ignacio Correa reflexionan sobre la importancia que tienen las imgenes en la construccin de las nuevas audiencias en las sociedades contemporneas.
En la cuarta seccin, Marialva Barbosa analiza el significado del concepto de pblico y Sergio Roncallo hace un recorrido interpretativo por dos textos antiguos el Encomio de Helena, de Gorgias, y el Gorgias, de Platn para reflexionar sobre la manipulacin del receptor.
Finalmente, en el ltimo apartado, Valerio Fuenzalida propone reformar la televisin pblica latinoamericana como un servicio
pblico que contribuya a mejorar la calidad de la vida de las audiencias. La revista concluye con una revisin bibliogrfica que
contiene investigaciones y reflexiones sobre los conceptos de masas, pblicos y audiencias, con lo que se completa este sugerente
nmero de la revista.
LIBROS
M Teresa Fernndez Martnez
Con este nmero especial de Comunicaco, de 2004,
los editores de esta revista de la Universidad de Brasilia
quieren cerrar un ciclo de 30 aos de investigaciones iniciando su edicin en un formato electrnico. Con esta iniciativa, se pretende consolidar la obra realizada hasta el
momento y a la par atraer nuevos pblicos dentro de la
comunidad cientfica internacional.
En este nmero, se han seleccionado once artculos, seis de
autores nacionales y cinco de internacionales, que versan
sobre distintos aspectos del fenmeno audiovisual con
especial referencia al cine y a la televisin, el periodismo
y la teora de la comunicacin. La diversa procedencia de
los autores es un claro indicio de la pretensin de los editores de la revista de ofrecer una panormica de la comunicacin lo ms internacional posible.
La revista comienza con las aportaciones de Dcia Ibiapina,
que presenta una reflexin sobre prcticas sociales a partir
del cine documental. Tambin sobre el apasionante mundo
del cine, Lus Miguel Oliveira de Barros Cardoso, del Instituto Politcnico de Viseu, en Portugal, aborda un tema de
inters, no slo para nuestro campo, sino para el del arte,
el dilogo entre la Literatura y el cine del Neorrealismo.
Por su parte, las investigadoras del Departamento de Comunicacin Social de la Universidad Federal de Minas
Gerais, Luisa de Marilac Luna y Rousiley Maia, exponen
una investigacin que compara la construccin de la imagen pblica de Lus Incio Lula da Silva en dos momentos
histricos diferentes al mismo tiempo que
profundiza en el conflicto sobre los distintos sentidos que tienen los medios. Dos inRevista Comunicaco, VII, 1-2; Facultad de Comunicacin,
vestigadores franceses, Batrice FleuryUniversidad de Brasilea (Brasil), 2004; 154 pginas
Vilatte, de la Universidad de Nancy 2, y
Jacques Walter, de la Universidad de
Metz, presentan los resultados de sus investigaciones sobre la memoria audiovisual de la inmigracin en la regin de Lorraine.
Lavina Madeira Ribeiro expone parte de las aportaciones ms recientes al estudio del concepto de comunidad y sus implicaciones en el mbito especfico del pensamiento sobre la comunicacin, mientras que los autores Valdir Jos Morigi y Rosane Rosa
discuten sobre la ciudadana mediatizada y un concepto novedoso, el de ciudadano planetario, concepto apenas intuido en siglos
anteriores y que hoy se hace dolorosamente presente.
A continuacin, las prometedoras perspectivas de la nueva televisin digital son debatidas por Andrew Tudor y Tatiana Signorelli
Heise, ambos de la Universidad de York, en Reino Unido mientras que Francilaine Munhoz de Moraes nos explica los resultados de una investigacin sobre el discurso periodstico on line, un tema de indudable actualidad que muy pronto ser protagonista del mbito de la comunicacin.
Tatiana Teixeira, de la Facultad de Baha, realiza un estudio comparativo sobre la crnica poltica y los gneros de opinin. En el
siguiente artculo, Rosana Nantes Pavarino, de la Universidad Catlica de Brasilia, discute la pertinencia de la teora de las representaciones sociales para la investigacin en comunicacin. Y, para terminar con la seccin de artculos, Mohammed ElHajii analiza los significados posibles del cambio aparente de las formas de nombrar la identidad tnica en los nuevos espacios de la comunicacin. Finalmente, el apartado de reseas aporta interesantes opciones de lectura sobre estos apasionantes temas de la comunicacin y de la educacin en materia de comunicacin.
Reseas
235
236
LIBROS
M Teresa Fernndez Martnez
Salvador Ottobre, conocido por Pocho, es fundador y
delegado para Amrica Latina de AITED, Asociacin Internacional de la Televisin Educativa y del Descubrimiento, cargo que compagina con la imparticin de clases sobre
Tecnologas de la Comunicacin y de la Informacin en la
Universidad Austral y la coordinacin de master en las Universidades Autnoma de Barcelona y Pontificia de Chile.
Ha trabajado para instituciones y empresas tan relevantes
como la CBS, la Fundacin Cisneros o Walt Disney en sus
casi cincuenta aos de experiencia como comunicador y
educador.
Walter Temporelli es licenciado en Psicopedagoga, realizador cinematogrfico y de televisin, y docente en el master de Comunicacin y Educacin de la Universidad Autnoma de Barcelona.
Este libro, que se nos presenta como un puado de conversaciones, relajadas y amenas, lo componen una serie
de entrevistas realizadas por Walter Temporelli a Salvador
Pocho Ottobre durante ms de ocho horas de charlas de
caf, pero a las que tambin se unen reflexiones, ancdotas y juegos varios.
El profesor nos dice Pocho en este libro tiene una desgracia: debe permanecer 45 minutos en un aula, sin cambiar de color, sin que su fondo se mueva demasiado, sin
que el alumno pueda sacarlo de la pantalla con su control
remoto, sin sonidos de msica estimulante y, a veces, sin
sorpresa. En este texto, Pocho nos desvela sus intentos
para triunfar all donde otros han fracasado, como cuando nos relata una estimulante clase dirigida a alumnos del seDnde qued mi tamagochi?; Salvador Pocho Ottobre; Buenos
gundo curso de una licenciatura sobre
Aires (Argentina), La Cruja Ediciones, 2005; 156 pginas
esos importantes temas transversales que
son el sapo y la rana. As, con humor no
exento de irona y usando como llave
maestra la paradoja de un mundo cada vez ms complejo, es como nos alerta de las posibilidades para el fracaso, pero tambin
para el xito, de comunicadores y educadores en el mundo de hoy.
Sin embargo, no debemos engaarnos. El libro no pretende ser un recetario. Como se nos advierte en la introduccin, este no
es un texto para amantes de certezas y buscadores de frmulas universales, sino para los que se lo cuestionan todo, para los que
ven en mundo de la comunicacin la paradoja continua de un haz de posibilidades y de un haz de limitaciones. Es un libro para
provocar las preguntas, no para ofrecer las respuestas.
La variedad temtica es muy grande. En el primer captulo, Pocho nos explica qu es eso de escribir para la televisin infantil,
desde la eleccin de los temas al acabado del producto, cuando llega al telespectador, pasando por temas tan diversos como la
creacin del antihroe, lo que es una escaleta o cmo superar una crisis de creatividad.
En el segundo captulo, el autor pone en marcha lo que l llama la propuesta SEPA: sistema educativo para la participacin activa, para explicarnos cmo combatir el aburrimiento en el aula compitiendo con Internet y los videojuegos. Aunque no haya recetas universales, ver trabajar a un maestro con cincuenta aos de experiencia, es una frmula mgica en s misma.
El tercer captulo, que da ttulo al libro, se adentra en el uso de las nuevas tecnologas: cules son ms adecuadas para llevarlas
al aula, qu resistencias podemos esperar, cules son las posibilidades reales de lograr el xito en su aplicacin y, sobre todo,
cmo aplicarlas en un mundo de tantos desajustes sociales en el que el acceso a la comunicacin se ha convertido en una carencia ms de un grupo social al que ya de por s caracteriza todo tipo de carencias.
En el ltimo captulo, el autor recuerda que se autodefine como poeta y nos habla de la creatividad, creatividad que se extiende
a la segunda parte del libro, en la que accedemos a diversas experiencias y reflexiones del autor sobre el fascinante mundo de la
comunicacin y la educacin.
LIBROS
Begoa Mora Jaureguialde
El libro, estructurado en cinco captulos bien diferenciados,
va introducindose en los entresijos de la televisin como
recursos didctico. Estas dos lgicas tan diferentes, mundo
televisivo y mundo educativo, deben encontrarse y pueden
hacerlo, segn nos cuenta la autora a travs de su exposicin.
Si pudiramos separar el contenido, sera tras el segundo
captulo. En la primera parte nos encontramos con el relato de la implantacin de la televisin en Brasil. Este medio
de comunicacin de masas comienza en 1950, y desde sus
orgenes cede zonas horarias a diversos organismos para
realizar programas educativos. Sin embargo, ser una dcada despus cuando comience la verdadera lucha por crear
televisin educativa. A partir de 1965 el Ministerio de Educao e Cultura reserva 100 canales para televisin exclusivamente educativa, y en 1975 se disponen de 7 emisoras
educativas. A pesar de todos los intentos que se producen
en el pas, la autora, apoyndose en diversos expertos en la
materia, cuenta que se ha tenido que reconocer que no se
sabe hacer televisin educativa; pero no por un mal esfuerzo realizado, sino por no haber obtenido los resultados que
se pretendan. Aunque, eso s, se ha conseguido alcanzar
una gran experiencia en la materia. En el segundo captulo
se exponen con detalle y precisin algunos de los programas televisivos creados para los nios y los jvenes brasileos, cada uno con sus especiales caractersticas; algunos
siendo casi una prolongacin de los anteriores, otros, sin
embargo, realizando mejoras.
Siguiendo el contenido del libro, la escritora propone un abordaje especfico de
Castelo r-tim-bum: o educativo como entretenimento; Vnia Lcia
hacer educacin. Para ello analiza y reQuinto Carneiro; Annablume, So Paulo, 1999; 226 pginas
flexiona sobre el funcionamiento de la
televisin para avanzar en el conocimiento sobre el problema que acecha a los
docentes, el no saber utilizar el material del que se dispone. Muestra un estudio realizado sobre una serie educativa de TV para
nios, Castelo R-Tim-Bum, que nos ensea cmo responder a algunas cuestiones de educacin por medio de la televisin, sin
dejar de lado los modelos de televisin pblica y comercial por los que toda sociedad se rige. Televisin educativa como negacin de la televisin comercial? Con esta pregunta la autora nos introduce en una reflexin guiada, dando respuesta al problema
de la educacin en televisin con programas tan conocidos como Vila Ssamo como punto de partida, pero yendo un poco
ms all con el Castelo R-Tim-Bum que pretende ensear y divertir fundamentalmente a nios con problemas de escolarizacin, apropindose de las estructuras de los cuentos de hadas. Busca atender a las exigencias del mercado, al lenguaje televisivo y a las expectativas y necesidades del conocimiento y la diversin del pblico infanto-juvenil. Es a travs de las entrevistas
con los telespectadores como el lector puede darse cuenta de hasta qu punto es til el medio audiovisual como recurso didctico.
En estas pginas se nos recuerda que desde los ochenta se busca educar y entretener, pero la televisin pblica slo da leves pinceladas de televisin formativa, mientras se crea la televisin de mercado, nace la cultura del entretenimiento.
El libro muestra a travs de un caso real de la televisin brasilea cmo la televisin comercial se puede aunar con la televisin
educativa.
Reseas
237
238
LIBROS
Begoa Mora Jaureguialde
El libro que nos ocupa nace del anlisis de la realidad docente que trabaja con y desde los medios de comunicacin,
y pretende hacer una llamada de atencin en lo que a tecnologas se refiere, ya que como nos demuestra el autor a
travs de sus pginas, Internet no es un simple utensilio,
sino una realidad cultural.
Dividido en dos partes bien diferenciadas, en la primera se
nos habla de la identidad profesional del educador de medios de comunicacin de masas y sus competencias (qu es
un educador en medios y qu cosas debe saber); en la
segunda parte, Rivoltella nos habla de los mbitos de intervencin del educador: la escuela, la sociedad y las empresas.
El educador de medios debe conocer diversos lenguajes e
instrumentos de investigacin en funcin del campo de las
ciencias humanas y sociales, lo que implica un conocimiento profundo de los procesos formativos. Los profesionales
que impartan esta materia eran expertos externos al mbito educativo que aprovechaban una sesin temtica o una
actividad puntual, o bien docentes que, desinteresadamente, se haban formado. .
En cuanto a los mbitos de intervencin, se hace referencia a la dicotoma tradicin-innovacin en el primer sector,
la escuela. Recordemos que en la escuela no se ve con
buenos ojos la innovacin, ya que implica romper con la
tan controvertida tradicin escolstica, pero es el momento de despertar al mundo del anlisis crtico. Se pone
de manifiesto, una vez ms, la necesaria
adecuacin de los contenidos escolares a
la integracin de los medios en las aulas.
Le profesin della Media Education; Pier Cesare Rivoltella y Chiara
Si nos adentramos en el segundo mbito
Marazzi; Carocci, Roma, 2001; 125 pginas
de intervencin, la sociedad, se hace referencia al uso de los medios con los colectivos menos favorecidos como discapacitados, tercera edad, etc. La sociedad no puede desarrollarse si no alcanza una formacin en los medios. Debemos cerrar el
ordenador y apagar la televisin? El formador en medios debe tener una respuesta.
La globalizacin, trmino que se caracteriza por la interconexin de regiones y personas separadas fsica y culturalmente, valindose de las nuevas tecnologas, ha cambiado el mundo laboral? Esto es precisamente lo que nos lleva al tercer mbito de intervencin, la complejidad del escenario laboral actual, y es el profesional de los medios quin debe ser intermediario de estas situaciones. La formacin en medios no debe estar sujeta a modas y preferencias, estamos ante un cambio sustancial en las organizaciones laborales y la comunicacin y la informacin son la llave formativa.
Bastante completo en contenido y profundo en conocimientos y reflexiones. Al final del libro cuenta con una bibliografa por captulos que viene a completar lo dicho en sus pginas y, por si esto fuera poco, incluye varias direcciones de Internet para ampliar
conocimientos.
Con su lenguaje fcil y ameno y la multitud de ejemplos, el autor permite que el lector se identifique con l y se adentre en sus
pensamientos. Es un libro interesante si se quiere profundizar en la realidad del media educator ya que, aunque parte de una
realidad concreta, la italiana, se puede trasladar fcilmente a cualquier otra realidad cercana y obtener una visin globalizada de
un problema que, aparentemente se presenta como aislado.
LIBROS
Toms Pedroso Herrera
Esta revista electrnica es el rgano de difusin de los programas y proyectos acadmicos del Instituto Latinoamericano de la Comunicacin Educativa (ILCE) y se presenta
como un nuevo intento de indagar en la educacin sustentada en las TIC. Entre los principios y objetivos de esta
publicacin se halla la difusin de la tecnologa educativa,
de la educacin a distancia y la comunicacin educativa;
ofrecer experiencias innovadoras, difundir acontecimientos
vinculados a la educacin las TIC y, por ltimo, presentar
las novedades editoriales. En el comentario editorial que
inicia los contenidos de este nmero (39), se resumen las
lneas maestras temticas de lo tratado. Pero lo que en el
fondo se busca con el uso de las TIC y su implementacin
es acortar la brecha econmica y tecnolgica entre pases
para lo que hay que dar a conocer a jvenes y formadores
los nuevos significados y las modificaciones que sobre
nuestras vidas cotidianas ejercen los medios de comunicacin.
En este nmero se incluyen variados e interesantes artculos como Red escolar: el transcurrir de sus proyectos de
Nuria de Alba, en el que se analiza el desarrollo de lo referido a la educacin e Internet en los proyectos mexicanos
de los ltimos aos; en Hipertexto, lectura e Internet:
resultados de un estudio en el nivel medio superior de A.
Campos y L. Medina en el que se trata sobre la necesidad
de que el lector de Internet adquiera una elevada capacidad crtica que le permita dilucidar lo verdadero en la avalancha informativa que ofrece la red; en
El programa permanente de formacin
de tutores del sistema de universidad
Tecnologa y Comunicacin Educativas, 49. Mxico, ILCE (Instituto
abierta de la Facultad de Ciencias PoltiLatinoamericano de la Comunicacin Educativa), 2004; CD
cas y Sociales de la UNAM, escrito por
J. Vzquez y J. Hernndez, se expone la
experiencia de cmo se han gestionado
los recursos humanos de las tutoras, cmo se ha formado a los tutores y cmo se ha atendido a los alumnos: el tutor debe motivar a los alumnos para que construyan sus conocimiento de una manera autnoma e independiente que le permitir no slo adecuarse al mercado de trabajo, sino tambin comprender con ms precisin la vida actual. Se incluyen asimismo varios artculos
en ingls, como Students psychological time and information load de C. Morales que expone la idea de que el tiempo presenta una faz objetiva y otra subjetiva, que es la que realmente interesa en la educacin: mediante Internet y la informacin que
all aparece puede ayudar a que los alumnos tengan una percepcin positiva del tiempo que influya positivamente en su educacin.
O Design on-line courses in economics and busines administration with Flash and Java-Applets, artculo en el que se expone
la experiencia llevada acabo en la Universidad alemana de Hagen, concsistente en impartir las clases utilizando novedosos sistemas multimedias en red. Se comentan las caractersticas de las clases, los medios tcnicos empleados y los resultados obtenidos.
Se incluyen, adems, en el artculo, varias fotografas y grficos que ayudan a comprender lo realizado. Cada artculo tiene una
magnfica presentacin digital e incluye la semblanza del autor, otros de sus escritos y el modo de contacto con la persona que
ha escrito el artculo. Tambin se incluyen las portadas y los ndices de todos los nmeros anteriores, lo que facilita la comprensin de lo expuesto y publicado por esta revista a lo largo de su historia. Se aade tambin la versin en PDF.
Reseas
239
240
LIBROS
Francisco Pavn Rabasco
Este libro es un manifiesto tan sincero (pocos estaran dispuestos a hablar as), que ni los observadores sociales ni los
pedagogos profesionales pueden obviarlo. Es de agradecer
semejante chorro de aire fresco. Es una pedagoga fundamental (aunque pretenda ser un revulsivo contra ella, en
la tradicin ms clsica del Adversus profesores) sobre/contra el estudio universitario.
Viene adems en el momento oportuno. La reduccin, so
pretexto de convergencia con Europa, del nmero de titulaciones y carreras, los planes igualitarios o comunes, las
titulaciones a la nada, parecera que hubiesen provocado
el libro del profesor Segura, quien por el contrario preconiza que las carreras deben planearse en forma altamente
especializada (p. 111).
La obra de Segura se divide as: captulo 1 Nociones bsicas: La autntica calidad consiste en el desarrollo de las
propias aptitudes y gustos, alentando stos, fomentando la
creacin, la invencin, el descubrimiento de las cosas; ofreciendo alicientes a lo que libremente se puede descubrir y
lograr (p. 23). Cada sociedad pretende ocupar una posicin de ventaja para que las dems no la reduzcan a esclava (p. 31), por lo que la enseanza es la mejor inversin,
pero a condicin de creer que la competitividad y la brutalidad son condiciones necesarias para triunfar (p. 38).
El 2 captulo trata sobre la formacin de masas, la imagen
y la vida real. El 3 del sujeto: su liberacin o represin; la
supuesta inocencia sexual del nio; el temor y odio escolares; a la inversa, la ilusin como motor de
la vida (p. 75); el gusto y la productividad; el gusto y la utilidad; el gusto y la
La pedagoga al alcance de todos; Bartolom Segura Ramos;
vocacin; cosas todas que hay que hacer
Huelva, Universidad de Huelva Publicaciones, 2004; 199 pginas
compatibles con la productividad y las
ansias de xito, que nunca es inmediato.
El 4 sobre el individuo engullido por la
sociedad: el xito, la competitividad, la guerra. En el 5 el objeto del saber. El 6 sobre el aprendizaje mediante investigacin. El
7 sobre la relacin didctica, el espacio escnico de la clase; el contacto y el dilogo; cmo provocar la inventiva de los alumnos. El 8 Geografa, Historia, Lengua, Latn: B. Segura es catedrtico de Filologa Latina de la Hispalense y estudia la enseanza
de estos saberes con conocimiento de causa. El 9 aporta diversos apndices: terminologa, docere et delectare, el fracaso escolar, etc.
El estilo no puede ser ms vvido y brillante: en permanente dilogo, que pasa desapercibido como artificio, con el lector. El presupuesto fundamental, su leit motiv: estar dotado... y tener gusto por algo coinciden (p. 92). Basta con tener aptitudes para
una cosa (p. 104). Buscar ms que los datos, la interiorizacin de los conceptos (p. 105): ensear a preguntar, aprender razonando, aprender conforme a un mtodo que es aventura y juego, des-reprimir... auspiciar al mximo lo que apasione a cada cual
(p. 111). Su tesis fundamental es que quien desarrolla libremente sus capacidades y gustos se siente bien y, por aadidura, rinde
a la sociedad diez veces ms que el que acta presionado por factores externos (p. 147). Es utpica la obra? Pienso que no.
Quizs en una cultura de las necesidades, lo til conlleve el sacrificio de lo agradable, pero en una cultura de servicios (y ocio)
lo ms til sea lo deseable.
www.quadernsdigitals.net
uadernsDigitals.NET
P I X E L
BIT
www.us.es/pixelbit/pixelbit.htm
Universidad de Sevilla
Secretariado de Recursos Audiovisuales y Nuevas Tecnologas
pixelbit@sav.us.es
Avda. Porvenir, 27. 41013 Sevilla
Tfno.: 95 4629131 - Fax 95 4622467
241
242
COMUNICACIN Y PEDAGOGA
La revista Comunicacin y Pedagoga pone a su alcance
materiales, recursos pedaggicos y las opiniones y experiencias
ms destacadas en relacin con la aplicacin de Internet, la
informtica y los medios de comunicacin en el aula.
MAKING OF
Making Of, Cuadernos de Cine y Educacin ofrece a los
lectores amplia informacin sobre acontecimientos relacionados con la aplicacin del cine en las actividades de enseanzaaprendizaje. Adems, incluye, en todos sus nmeros, el coleccionable curso de cine y una gua didctica sobre una pelcula
especfica.
REVISTA DE LITERATURA
La revista Primeras Noticias de Literatura recoge en sus
pginas novedades editoriales, experiencias, informacin sobre
todo lo que acontece en el mundo del libro infantil y juvenil y
la animacin a la lectura.
CC&P
CENTRO
DE
COMUNICACIN
Y PEDAGOGA
www.educared.net www.prensajuvenil.org
nicacionypedagogia.com
n
u
m
r
a
ic
Co
Prximos tt ulos
Temas monogrficos en proyecto
243
244
Extranjero:
Taln adjunto al pedido (se aadirn 12,00 por gastos de envo va terrestre y 30,00 va area)
Tarjeta de crdito VISA. Fecha caducidad
Nmero
(agregar 10,00 de gastos de envo: va terrestre) (agregar 28,00 para envo areo)
Sistema de envo: Los servicios se tramitan por va postal ordinaria (tarifa editorial).
Opcin envo urgente (24/48 horas) (slo en Espaa) (Agregar 10,00 adicionales al pedido)
Nombre o Centro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Banco o Caja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Calle/Plaza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Poblacin . . . . . . . . . . . .Provincia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cdigo Cuenta Cliente: Entidad
Oficina
DC
Cuenta
Firma del titular y sello (en caso de empresas o instituciones)
Seor Director, le ruego atiendan con cargo a mi cuenta/libreta y hasta nueva orden, los recibos que le presentar el Grupo Comunicar
para el pago de la suscripcin a la revista COMUNICAR.
En tiempo de comunicacin...
Comunicar
Un foro de reflexin para la comunicacin y la educacin
www.grupocomunicar.com
e-mail: info@grupocomunicar.com
246
Publicaciones
Gr upo Comunicar Ediciones
Relacin de colecciones, ttulos y precios
REVISTA CIENTFICA COMUNICAR
Suscripcin bianual insitucional (n 27, 28, 29 y 30) . . . . . . .60,00
Suscripcin bianual personal (n 27, 28, 29 y 30) . . . . . . . . .45,00
Suscripcin anual institucional (n 27 y 28) . . . . . . . . . . . . . .36,00
Suscripcin anual personal (n 27 y 28) . . . . . . . . . . . . . . . .26,00
Comunicar 01: Aprender con los medios . . . . . . . . . . . . . . .12,00
Comunicar 02: Comunicar en el aula . . . . . . . . . . . . . . . . . .12,00
Comunicar 03: Imgenes y sonidos en el aula . . . . . . . . . . . .12,00
Comunicar 04: Leer los medios en el aula . . . . . . . . . . . . . . .12,00
Comunicar 05: Publicidad, cmo la vemos? . . . . . . . . . . . . .12,00
Comunicar 06: La televisin en las aulas . . . . . . . . . . . . . . . .12,00
Comunicar 07: Qu vemos?, qu consumimos? . . . . . . . .13,00
Comunicar 08: La educacin en comunicacin . . . . . . . . . . 13,00
Comunicar 09: Valores y comunicacin . . . . . . . . . . . . . . . . 13,00
Comunicar 10: Familia, escuela y comunicacin . . . . . . . . . 13,00
Comunicar 11: El cine en las aulas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13,00
Comunicar 12: Estereotipos y comunicacin . . . . . . . . . . . . 13,00
Comunicar 13: Comunicacin y democracia . . . . . . . . . . . . 14,00
Comunicar 14: La comunicacin humana . . . . . . . . . . . . . . 14,00
Comunicar 15: Comunicacin y solidaridad . . . . . . . . . . . . . 14,00
Comunicar 16: Comunicacin y desarrollo . . . . . . . . . . . . . 15,00
Comunicar 17: Nuevos lenguajes de comunicacin . . . . . . . 15,00
Comunicar 18: Descubrir los medios . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15,00
Comunicar 19: Comunicacin y ciencia . . . . . . . . . . . . . . . . 15,00
Comunicar 20: Orientacin y comunicacin . . . . . . . . . . . . 15,00
Comunicar 21: Tecnologas y comunicacin . . . . . . . . . . . . 15,00
Comunicar 22: Edu-comunicacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15,00
Comunicar 23: Msica y comunicacin . . . . . . . . . . . . . . . 15,00
Comunicar 24: Comunicacin y currculum . . . . . . . . . . . . 15,00
Comunicar 25: TV de calidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18,00
Comunicar 26: Comunicacin y salud . . . . . . . . . . . . . . . . . 18,00
COLECCIN EDICIONES DIGITALES
Comunicar 1/25 (textos ntegros de 25 nmeros) . . . . . . . . . 36,00
Luces en el laberinto audiovisual (e-book) . . . . . . . . . . . . . .15,00
La televisin que queremos... (e-book) . . . . . . . . . . . . . . . . .15,00
Televisin y multimedia (Master TV Ed.) (e-book) . . . . . . . . .9,00
COLECCIN GUAS CURRICULARES
Descubriendo la caja mgica. Aprendemos TV . . . . . . . . . . 13,50
Descubriendo la caja mgica. Enseamos TV. . . . . . . . . . . . 13,00
Aprendamos a consumir mensajes. Cuaderno . . . . . . . . . . . 14,00
e-mail
info@grupocomunicar.com
Formulario electrnico
www.grupocomunicar.com
Telfono
(00-34) 959 248380
Fax
(00-34) 959 248380
Comunicar
Informacin estadstica
Nmero de trabajos recibidos para este nmero: 45
Nmero de trabajos aceptados publicados en este nmero: 32 (71%)
Pases implicados en los trabajos de este nmero: 11
Comunidades Autnomas (Espaa) implicadas en este nmero: 6
Nmero de indizaciones en bases de datos internacionales especializadas (ver en contraportada): 22